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Prescripcion de La Accion Penal

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DEDICATORIA

“El presente trabajo, es dedicado a la Policía


Nacional del Perú, por permitirme ser lo que
soy lo que seré, a mis Instructores, quienes
con sus sabias enseñanzas saben
encendernos una luz en el sendero del
conocimiento; y, mi familia, quienes con su
paciencia saben imbuirme de voluntad para
llegar al fin de esta carrera.
AGRADECIMIENTO

Agradezco a Dios por su bendición, protección y guía en el


camino de la superación.
A mis padres y familiares por el apoyo incondicional.
A mis instructores por la enseñanza, empeño y entrega en
la instrucción brindada a mi persona y conseguir en mí el
aprendizaje de nuevos conocimientos, adquisición de
habilidades y destrezas, y convertirme en un policía
entrenado y capacitado.
INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo tiene como objetivo principal estudiar, analizar y valorar la


Importancia de la Extinción de la Acción Penal, en el  Perú. Encontraremos que
un incidente es un acontecimiento, un pedimento de las partes que interrumpe
o retrasa la marcha normal del procedimiento.

En este trabajo realizado a partir del tema de la Importancia las Diversas


formas de cómo se extingue de la Acción Penal, en nuestro país.
Metodológicamente esta investigación se realiza a partir
del método bibliográfico, analizando las diversas informaciones obtenidas.

El cual contiene una hoja de presentación, índice, introducción, propósitos de la


investigación, objetivos generales y específicos, desarrollo, conclusión
y bibliografía. Utilizamos este método para profundizar en la teoría de varios
autores, donde hemos recopilado informaciones previas, dirigidas para la
obtener conocimientos sobre las Diversas formas de cómo se extingue de la
Acción Penal.
LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LAS PENAS EN EL
CODIGO PENAL

NOCIÓN DE PRESCRIPCIÓN
La noción de la prescripción abarca dos aspectos de la realidad.En primer lugar
la prescripción de la acción pública: el vencimiento de cierto plazo tras la
comisión de la infracción constituye un obstáculo para el ejercicio de la acción y
para el enjuiciamiento.En segundo lugar la prescripción de las sanciones: el
vencimiento de cierto plazo constituye un obstáculo para la ejecución de una
condena penal.

DEFINICIÓN JURIDICA DE PRESCRIPCIÓN:


El Código Penal reconoce la prescripción como uno de los supuestos de
extinción de la acción penal. Es decir, que mediante la prescripción se limita la
potestad punitiva del Estado, dado que se extingue la posibilidad de investigar
un hecho criminal y, con ello, la responsabilidad del supuesto autor o autores
del mismo.
El artículo 80° del Código Penal establece que la acción penal prescribe en
un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si fuera
privativa de libertad. En el caso de concurso real de delitos,
las acciones prescriben independientemente. En caso de concurso ideal de
delitos, las acciones prescriben cuando haya transcurrido un plazo igual al
máximo correspondiente al delito más grave. En ningún caso, la prescripción
será superior a veinte años. Tratándose de delitos con pena de cadena
perpetua, se extingue la acción penal a los treinta años.
LA PRESCRIPCIÓN EN LOS SISTEMAS PENALES NACIONALES
La prescripción de la acción pública existe en la mayoría de los ordenamientos
jurídicos para infracciones poco graves. Por lo que respecta a las infracciones
graves, hay varios ordenamientos jurídicos que no tropiezan con este obstáculo
en el ejercicio de la acción pública. En particular, es este el caso de los
sistemas de "common law". Los legisladores de los sistemas de derecho
romano-germánicos bien han instituido prescripciones bastante más largas que
para las infracciones leves, bien han excluido cualquier prescripción para las
infracciones graves.La prescripción de las sanciones se acepta con menos
generalidad en los diferentes ordenamientos jurídicos. Los sistemas jurídicos
de "common law" hacen caso omiso de ella, y los demás ordenamientos la
limitan severamente. Los plazos son, por lo general, muy largos para las
infracciones más graves. La prescripción de la sanción no entra
en juego habitualmente por lo que respecta a ciertas infracciones o contra
delincuentes supuestamente peligrosos o reincidentes.

DIVERSO CONCEPTO Y FUNDAMENTO DE LA PRESCRIPCIÓN DEL


DELITO Y DE LA PRESCRIPCIÓN DE LA PENA
Los conceptos de prescripción del delito y de prescripción de la pena no
son idénticos
La prescripción del delito es una causa de extinción de la responsabilidad
criminal que consiste en el transcurso de un determinado plazo de tiempo
desde la comisión del delito sin que el procedimiento se dirija o se reanude
contra el culpable –arts. 131 y 132 del código penal (CP)-. La prescripción de la
pena, por su parte, extingue la responsabilidad criminal debido al transcurso de
un determinado plazo de tiempo desde la imposición firme de la pena, o desde
la interrupción de su cumplimiento, sin que la pena se ejecute o se acabe de
ejecutar –arts. 133 y 134 CP-. Al igual que los conceptos no son iguales,
tampoco lo es el fundamento de cada una de estas causas de extinción.

2.2 El fundamento de la prescripción del delito:


Se puede considerar que tiene una triple vertiente, de diferente relevancia: El
principio de necesidad de declaración de responsabilidad e imposición de pena,
los principios constitucionales de seguridad jurídica y de derecho a
un proceso sin dilaciones indebidas, y el derecho constitucional de defensa.
Parece bien asentada la idea de que la ausencia de necesidad de pena
constituye el argumento más significativo a favor de dar relevancia a la
prescripción del delito. Esto es así porque los efectos que se han de perseguir
con la declaración de responsabilidad y consecuente imposición de la pena se
ven en la mayoría de las ocasiones notablemente afectados por el paso del
tiempo. Si nos fijamos en los posibles efectos preventivo-generales a
conseguir, sean de intimidación colectiva, sean de reforzamiento de
las normas sociales, sean de reafirmación de la vigencia del ordenamiento,
parece claro que éstos se atenúan o incluso desaparecen con el devenir
temporal: Para que tales efectos funcionen es preciso que se mantenga en los
ciudadanos una asociación cognitiva entre la realización
delcomportamiento delictivo y la posterior declaración de responsabilidad e
imposición de pena, asociación que, sin embargo, resulta progresivamente más
difícil a medida que el comportamiento delictivo se aleja en el recuerdo. Y lo
mismo puede decirse respecto a los efectos preventivo-especiales susceptibles
de perseguirse sobre el propio delincuente: Su eficaz intimidación será difícil de
conseguir si se le declara responsable e impone una pena transcurrido un
tiempo significativo tras su comportamiento, pues sentirá la reacción penal
como una respuesta a destiempo y, por ello, injusta; en cuanto a los posibles
efectos resocializadores o inocuizadores, deben quedar circunscritos al
momento de la ejecución de la pena, momento procedimental al que todavía no
hemos llegado. En cualquier caso, la necesidad de declarar la responsabilidad
e imponer la pena varía significativamente según la importancia del delito, lo
que explica incluso que ciertos delitos se consideren imprescriptibles.

2.3 La prescripción de la pena


No responde exactamente a los mismos fundamentos: El principio de
necesidad de ejecución de la pena, junto con los principios constitucionales de
seguridad jurídica y de derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, éstos
últimos con unos perfiles no coincidentes con los que poseen en la prescripción
del delito, contienen los argumentos básicos. La razón basada en el derecho
constitucional de defensa deja de tener el papel del que disfrutaba en la
prescripción del delito, una vez que ya se cuenta con una sentencia firme, y sin
perjuicio de su proyección sobre los incidentes de ejecución de pena.

2.4 Consecuencia lógica de que la prescripción del delito y la de la pena


Hace que respondan a conceptos y fundamentos diversos es que
su regulación no sea coincidente.
En efecto, es tradición de nuestro ordenamiento penal que ambas clases de
prescripción se regulen como causas diversas de extinción de la
responsabilidad criminal –art. 130 números 6 y 7 CP-, y que ello se refleje
luego en un articulado netamente separado, los arts. 131 y 132 CP para la
prescripción del delito, y los arts. 133 y 134 CP para la prescripción de la pena.
Esa distinta localización sistemática no tiene exclusivamente que ver con
dificultades ligadas a la necesidad de operar con una institución, la
prescripción, que tiene puntos de referencia distintos, el delito o la pena. Está
asimismo vinculada al deseo de dotar de un contenido diverso a ambas
modalidades. En efecto, resulta fácil percibir que la diversa regulación de los
términos iníciales de cómputo va más allá de lo exigido por el diferente punto
de partida –delito o pena-, que los plazos de prescripción del delito y de la pena
son notablemente distintos, y que las previsiones de interrupción de una u otra
prescripción y sus efectos son diferentes –arts. 131 a 134 CP

2.5 Aplicación y no aplicación de la prescripción.


2.5.1 prescripción para funcionarios públicos: duplicación del plazo.
Por consideraciones político criminales y dogmáticas perfectamente
razonables, el legislador ha duplicado el plazo de prescripción de la acción para
los funcionarios públicos (delitos de infracción de deber). Ahora, no en todos
delitos cometidos por funcionario público se duplica el plazo de prescripción; se
duplica en aquellos ilícitos cometidos por funcionarios públicos que afecten
"el patrimonio del estado o de organismos sostenidos por este". Ahora bien, en
este punto habría que resolver la cuestión de ¿Cuál de los plazos se duplica
para el funcionario? (solo el ordinario, el extraordinario, o ambos plazos a la
vez), ya la respuesta no puede ser otra: que el plazo que se duplica en los
supuestos de obligados especiales es el plazo ordinario, que se deduce de la
propia lógica de duplicidad del plazo general y común a tenor de la regulación
legal y de su ubicación sistemática. Así entonces, por un lado, si el máximo de
la pena para un delito es 4 años, este plazo ordinario se duplica, y resulta 8
años, tiempo necesario para la prescripción -del plazo ordinario- de la acción
(párrafo in fine, art. 80º CP). Y sin embargo, por otro lado, en los supuestos en
la cual "se interrumpa" la prescripción por ilícitos cometidos por funcionarios
públicos, al plazo ordinario (4 años) duplicado (8 años) debe añadirse el plazo
extraordinario (2 años, mitad del ordinario). Con lo cual, el plazo de
prescripción de la acción penal para un funcionario público en un delito cuya
pena se prevé como máximo de 4 años, la prescripción surtiría efecto solo
transcurridos 10 años. Esto significa, que el funcionario público no se libera (ni
tiene por que liberarse) de la persecución penal del "plazo extraordinario"
(párrafo in fine, art. 83º CP) muy independientemente al transcurso de la
"duplicidad del plazo ordinario" (párrafo in fine, art. 80º CP).
A efectos aclaratorios, hay que insistir que las reglas generales de la
prescripción expuestas son las que se imponen a los "obligados especiales" en
los supuestos de delitos de funcionarios públicos, con la salvedad que para los
funcionarios públicos, el "plazo ordinario" de prescripción se "duplica" por
imperativo legal (párrafo in fine, art. 80º CP). Por lo tanto, si se "interrumpe" la
prescripción, se dejará sin efecto todo el plazo transcurrido, y para un delito
cuya pena máxima es 4 años, los 10 años que requiere "en todo caso" para
prescribir, se empezarán a computar a partir del día siguiente de la interrupción
con el auto que da inicio al proceso penal contra el funcionario. Algunos por
menores de esta exposición ayudan a distinguir de la siguiente manera, por
ejemplo:
a)  Si el delito de tráfico de influencias, conminado con una pena máxima de 4
años, fue cometido por funcionario público el 06 de marzo de 1998, el plazo
("duplicado el ordinario" y sumado el "extraordinario", todo caso) de
prescripción de la acción penal tendría efecto solo después de transcurridos los
10 años, computados siempre a partir del auto de procesamiento penal. Esto,
porque la cualidad de funcionario público duplica el plazo extraordinario al
cómputo total.
b)  Hay que acotar también que como la prescripción opera de modo
personalizado para cada interviniente (autor o partícipe), ello implica que la
prescripción de la acción para Vladimiro Montesinos hubiera surtido efecto por
hechos cometidos el 06 de marzo de 1998, recién el 26 de mayo de 2011. y
precisamente, esta fecha de prescripción se explica porque el periodo
transcurrido desde el 06 de marzo de 1998 (momento de comisión del ilícito)
hasta el 25 de mayo de 2001 (fecha de apertura de instrucción penal contra
montesinos) quedo sin efecto computable por la interrupción de la prescripción,
y sólo se inicia nuevo cómputo del plazo prescriptivo a partir del 26 de mayo de
2001, que conforme a la aplicación de la regulación de la prescripción antes
apuntada, surtiría efecto transcurridos 10 años después, por la cualidad
especial de funcionario público.

Ahora bien, lo que queda claro es que la valoración de la prescripción de la


acción penal en todo caso, siempre debe discriminar la forma de la intervención
delictiva (autor o partícipe) y la cualidad o circunstancia personal de los
imputados. Y a pesar de que la prescripción no está vinculada directamente al
injusto, sino más bien a la persecución penal del hecho en sí misma, ella no
limita distinguir las formas de intervención delictiva en la cual pueda
determinarse y valorarse si la acción penal prescribió o no.

2.5.2 Otras prescripciones determinadas en la ley


Se describe los supuestos en los cuales la regulación penal del art. 80º CP
establece reglas legales para la prescripción de la acción penal, así por
ejemplo: en caso que haya concurso de delitos, la acción penal prescribe
separadamente en el plazo establecido para cada uno [párrafo segundo]. Para
los casos en la cual haya concurso ideal de delitos, la acción penal prescribe
cuando transcurra un tiempo igual al máximo de la pena para el delito más
grave [párrafo tercero]. En los delitos que merezcan penas distintas a la pena
privativa de libertad, la acción prescribe a los 3 años. Esta prescripción está
prevista para los delitos que prevén penas restrictivas de libertad, limitativas de
derechos y multa [párrafo quinto]. También con cierta oscuridad en la técnica
legislativa se establece que: "la prescripción, no será mayor de 20 años. Si la
pena máxima fuera la de cadena perpetua, la acción penal se extingue a los 3
años [párrafo cuarto]. Aquí el sentido interpretativo de la institución de la
prescripción, considerando su finalidad, sistemática y contenido, debe
entenderse a que ningún caso la acción penal podrá ser mayor de 20 años, si
antes de ese periodo no se judicializó formalmente la acción penal (art. 80 CP).
Ahora bien, los plazos de prescripción se reducen a la mitad, cuando el agente
tenía menos de 21 o más de 65 años al tiempo de comisión del hecho punible
(art. 81º CP). Esta reducción de plazos a la mitad del máximo de la pena, tiene
consecuencias distintas, según el grupo de casos al que se aplique, así por
ejemplo:
a) Cuando quien, con fecha 06 de marzo de 1998, poseyendo menos de 21 o
más de 65 años cometa el ilícito de tráfico de influencias cuya pena máxima es
4 años -siempre según el texto legal a hoy modificado-, el plazo ordinario de
prescripción se reduce a mitad, quedando en 2 años; con lo cual prescribe la
acción el 06 de marzo de 2000. Pero ello solo si antes de los 2 años de plazo,
no se hubiera abierto proceso penal en su contra. 
b) En cambio, si en el mismo supuesto, por el mismo ilícito de 06 de marzo de
1998, se abriera proceso penal el 5 de marzo de 2000 (suponiendo una fecha
cualquiera), este acto jurisdiccional interrumpiría la prescripción y dejaría sin
efecto el tiempo transcurrido, con lo cual empezaría un nuevo cómputo del
plazo de prescripción. Y como en todo caso, para los supuestos en los cuales
haya interrupción de la prescripción, se tiene en consideración el plazo
ordinario "reducido a mitad" -de 4 años queda en 2 años- (art. 81º CP), a la
misma que se le suma el plazo extraordinario -1 año- (art. 83º CP). Aquí en
este supuesto, el plazo (ordinario y extraordinario) "reducido a la mitad" de
prescripción quedaría en 3 años, el cual es computado como un nuevo plazo
de prescripción a partir del momento (día siguiente) de la interrupción.
Entonces, si se "interrumpió" la prescripción el 5 de mayo de 2000, se inicia el
nuevo computo del plazo, el 6 de marzo de 2000, prescribiendo la acción penal,
en todo caso, el 06 de marzo de 2003, para los imputados restringidos que
tienen menos de 21 o más de 65 años (en este sentido, la regulación de la
interrupción de la prescripción: primer, segundo y cuarto párrafo, art. 83º CP).
2.5.3 Derecho de renuncia a la prescripción
La aplicación de las reglas generales de la prescripción, distinguiendo los
amplios grupos de casos, racionaliza la aplicación correcta del instituto de la
prescripción e impide la impunidad de los delitos, posibilitando determinar la
responsabilidad penal o no de los procesados. Este es el sentido jurídico-
dogmático para soluciones justas, y es el sentido de la ratio legis de la
prescripción en la codificaciónpenal.
Como ya se anotó con anterioridad, la resolución de prescripción de la acción
penal no es una declaración de la inocencia del procesado, tampoco de
condena claro está. Sin embargo, muchas veces algunos "interesados"
pretenden dotarle alguna calidad próxima (o igual) a una resolución de
inocencia, pero nada más lejos de la naturaleza declarativa de inocencia. Así,
por ejemplo, puede que el ilícito cometido a la luz de los hechos y pruebas sea
evidente (que con seguridad conllevará a la condena), pero que por transcurso
de un plazo determinado surte efecto la prescripción, archivándose el caso. Es
decir, en el procedimiento de algunos casos puede suceder que sólo haya
faltado tiempo procesal para declarar la condena penal del procesado (o
incluso se le haya absuelto).
Por ello, existe el derecho del imputado de renunciar a la prescripción de la
acción penal (art. 91º CP). Puesto que quien es y se siente inocente, tiene la
vía legal para que judicialmente se le declare inocente y absuelva los cargos
imputados. La consagración de este derecho, constituye
una innovación importante del legislador peruano que reconoce el derecho de
la persona procesada a renunciar a la prescripción de la acción penal.
Naturaleza jurídica

La prescripción es una institución jurídica en virtud de la cual el transcurso del


tiempo genera ciertos efectos respecto de los derechos o facultades de las
personas o en cuanto el ejercicio de ciertas facultades de parte de la
administración pública, como el ejercicio de su facultad punitiva que tiene
efectos respecto de los particulares.
Sobre la naturaleza jurídica de la prescripción existen dos interpretaciones; una
restrictiva que concibe esta institución de naturaleza carácter procesal, fundada
en razones de seguridad jurídica y no de justicia intrínseca, cuya aplicación se
haga depender de la concurrencia del elemento subjetivo de abandono o
dejadez en el ejercicio de la propia acción y, otra, que es contraria a la primera,
que considera a la prescripción como institución de naturaleza sustantiva o
material, fundada en principios de orden público, interés general o de política
criminal que se reconducen al principio de necesidad de la pena, insertado en
el más amplio de intervención mínima del Estado en el ejercicio del ius
puniendi, concepción según la cual la aplicación de la prescripción depende
exclusivamente de la presencia de los elementosobjetivos de paralización del
procedimiento y transcurso del plazo legalmente establecido,
con independencia y al margen de toda referencia a la conducta procesal del
titular de la acción penal.
La primera de dichas construcciones conceptuales es característica del
derecho privado y la segunda más acorde con la finalidad del proceso penal, y
así lo declara constantemente la Jurisprudencia.
Desde que la Jurisprudencia admitió de forma unánime la naturaleza material y
no procesal de la prescripción en materia penal, la alegación de la prescripción
dejó de estar reservada exclusivamente al artículo de previo pronunciamiento,
sino que por su naturaleza material puede apreciarse de oficio y ser alegada en
cualquier fase del proceso, antes o después del juicio oral, en la sentencia, en
el recurso, etc.
Clases de prescripción

 Prescripción ordinaria:
Cuando la máxima pena transcurre sin interrupción: Ej.: Juan Pérez comete un
delito de hurto el 1° de enero del 2004 y desaparece y regresa el 2 de enero del
2006, entonces se extingue.
El término de la prescripción se interrumpe con cualquier acto que practique el
ministerio público o el juzgado.
Cuando se interrumpe la prescripción los términos que correrán se dejan sin
efecto y se vuelve a contar de nuevo hasta que sobrepase en la mitad del
término ordinario.
 Prescripción extraordinaria:
Cuando se interrumpe la prescripción.
La prescripción de la acción penal no extingue la acción civil reparatorio solo la
pena o persecución de la pena.
En los delitos instantáneos se computa desde su comisión.
Ej.: Ultraje carnal.
En los delitos permanentes se computa desde que cesa la permanencia en el
tiempo.
Ej.: Secuestro.
En los delitos conexos o complejos o concurso real un sujeto comete varios
hechos en tiempos y lugares diferentes.
Ej.: Juan Pérez roba, viola, estafa.
Esto prescribe c/u en su respectivo delito.
Cuando se trata de funcionarios públicos que cometen un agravio del
patrimonio del Estado la prescripción se aumenta en la mitad.
Ej.: Peculado
Cuando se trata de inculpados con incapacidad relativa aquellos de 18 a 21
años se reduce a la mitad.
Jurisprudencia

El Tribunal Constitucional al emitir sentencia en el Exp. N° 05922-2009-


PHC/TC desarrolla estos conceptos:
Prescripción de la acción penal
En lo que respecta a los extremos de la demanda que se refieren: a) A que el
delito por el cual el actor ha sido condenado es, de acuerdo al criterio esgrimido
por la Sala suprema demandada, de naturaleza permanente, a pesar de que,
según la dogmática penal, tendría más bien naturaleza instantánea; b) A que la
Sala suprema expidió la ejecutoria cuestionada cuando ya había vencido en
exceso el plazo de prescripción de la acción penal; debe manifestarse que,
conforme a lo señalado anteriormente por este Tribunal [Cfr. Exp. Nº 1805-
2005-HC/TC, Máximo Humberto Cáceda Pedemonte], la prescripción, desde un
punto de vista general, es la institución jurídica mediante la cual, por el
transcurso del tiempo, la persona adquiere derechos o se libera
de obligaciones. Y, desde la óptica penal, es una causa de extinción de la
responsabilidad criminal fundada en la acción del tiempo sobre los
acontecimientos humanos o en la renuncia del Estado al iuspunendi, bajo el
supuesto de que el tiempo transcurrido borra los efectos de la infracción,
existiendo apenas memoria social de ella. Dicho de otro modo, en una Norma
Fundamental inspirada en el principio pro hómine, la ley penal material otorga a
la acción penal una función preventiva y resocializadora, en la cual el
Estado autolimita su potestad punitiva; orientación que se funda en la
necesidad de que, pasado cierto tiempo, se elimine toda incertidumbre jurídica
y se abandone el castigo de quien lleva mucho tiempo viviendo honradamente,
consagrando de esta manera el principio de seguridad jurídica.
Así, la ley considera varias razones que permiten extinguir la acción penal, en
virtud de las cuales el Estado autolimita su potestad punitiva: causas naturales
(muerte del infractor), criterios de pacificación o solución de conflictos sociales
que tienen como base la seguridad jurídica (cosa juzgada o prescripción) o
razones sociopolíticas o de Estado (amnistía).
En este orden de ideas resulta lesivo al derecho al plazo razonable del proceso
que el representante del Ministerio Público, titular de la acción penal, sostenga
una imputación cuando ésta se ha extinguido, o que formule denuncia penal
cuando la potestad persecutoria del Estado, por el transcurso del tiempo, se
encuentra extinguida, y que el órgano jurisdiccional abra instrucción en tales
supuestos.
El Código Penal reconoce la prescripción como uno de los supuestos de
extinción de la acción penal. Es decir, que mediante la prescripción se limita la
potestad punitiva del Estado, dado que se extingue la posibilidad de investigar
un hecho criminal y determinar la responsabilidad del supuesto autor o autores
del mismo.
Prescripción de la acción penal y justicia constitucional
Conforme a lo expuesto, la prescripción de la acción penal tiene relevancia
constitucional, toda vez que se encuentra vinculada al contenido del derecho al
plazo razonable del proceso, el cual forma parte del derecho fundamental al
debido proceso. Es por ello que muchas de las demandas de hábeas corpus,
en las que se ha alegado prescripción de la acción penal, han merecido
pronunciamiento de fondo por parte de este Tribunal. (Cfr. STC Exp. N.° 2506-
2005-PHC/TC; Exp. N.° 4900-2006-PHC/TC; Exp. N.° 2466-2006-PHC/TC; Exp
N.° 331-2007-PHC/TC).
Sin embargo, es preciso indicar que, no obstante la relevancia constitucional de
la prescripción de la acción penal, el cálculo de dicho lapso requiere, en
algunas ocasiones, la dilucidación de aspectos que no corresponde a la justicia
constitucional. En efecto, conforme al artículo 82º del Código Penal el plazo de
prescripción se cuenta desde la fecha en que se consumó el delito (para el
delito instantáneo) o desde el momento en que cesó la actividad delictuosa (en
los demás casos). Como es de verse, determinar la prescripción de la acción
penal requerirá previamente establecer la fecha en que cesó la actividad
delictiva o el momento de la consumación, lo que es competencia de la justicia
ordinaria. 
En caso de que la justicia penal determine todos los elementos que permiten el
cómputo del plazo de prescripción, podrá cuestionarse ante la justicia
constitucional la  prosecución de un proceso penal a pesar de que haya
prescrito la acción penal. En caso contrario, la pretensión deberá ser
rechazada. Así, este Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Exp.
N.° 5890-2006-PHC/TC, no obstante la relevancia constitucional que ostenta la
prescripción de la acción penal, no pudo estimar la pretensión incoada toda vez
que la justicia ordinaria no había establecido la fecha de consumación del
ilícito, aspecto crucial para determinar el plazo de prescripción de la acción
penal, lo cual no puede ser dilucidado por la justicia constitucional.
En tal sentido, siempre que la prescripción de la acción penal implique la
dilucidación de aspectos que concierna evaluar a la justicia ordinaria, la
demanda deberá ser rechazada.
CAITULO II

LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL

2.1 CONCEPTO DE ACCIÓN PENAL.


Es la que invoca la jurisdicción, poniendo en funcionamiento los
organismos del poder del estado destinados a juzgar los casos
concretos en virtud de la aplicación de las normas (jueces penales)
ejercida contra el presunto autor de un delito, con pretensión punitiva.
Es el Ministerio Público a través del Fiscal, órgano público, el encargado
de ejercer la acción penal en los delitos de acción pública, que son la
mayoría, y el ofendido, o sus representantes legales, en los de acción
privada.

2.2 CAUSALES DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL.


Es la pérdida del derecho del Estado para ejercer su poder punitivo
contra quien a cometido un delito en agravio de la sociedad. En estos
casos cesa el derecho de imponer la pena, hacerla efectiva o continuar
exigiendo su cumplimiento; para el sujeto desaparece la obligación de
sufrir la pena. Las causales de extinción de la acción penal se recogen
en el Art. 78° del Código Penal Peruano. Siendo las siguientes:
 La muerte del imputado
 La Prescripción
 La amnistía
 Por Derecho de gracia (indulto)
 Por autoridad de cosa juzgada

Muerte de Imputado.
Con las partidas de defunción se acredita el fallecimiento de los
encausados, por lo que de conformidad a la normatividad vigente, es
procedente declarar la extinción de la acción.
La Prescripción.
Es el instituto de naturaleza procesal por el cual el transcurso del tiempo,
computado desde la comisión del injusto, convierte la persecución penal
en innecesaria por extemporánea. Se trata de la "pérdida de la
pretensión punitiva del estado por haber dejado pasar el tiempo sin
ejercer la acción penal" (ALVARADO CABANILLAS 2003, 47)
La Amnistía.
Como su propio nombre indica, la amnistía supone un total olvido del
delito. Su concesión mediante ley borra todo recuerdo del delito
cometido o de la pena pronunciada. En definitiva, extingue por completo
la pena y todos sus efectos.

El Indulto.
Consiste el indulto en la gracia otorgada por el Jefe de Estado a los
condenados por sentencia firme remitiéndoles toda la pena impuesta o
parte de ella, o conmutándola por otra de menor gravedad.

Por autoridad de cosa juzgada.


Nadie puede ser perseguido por segunda vez en razón de un hecho
punible sobre el cual se falló definitivamente.

1.1 En delitos cuyo ejercicio se por acción privada: Por Desistimiento


o Transacción.
Ambos casos implican un perdón del ofendido al infractor penal, el
primero mediante una manifestación unilateral, y el segundo mediante el
acuerdo de las partes. En el ámbito penal el desistimiento regulado en
el Art. 78 CP. sólo procede en el supuesto de la acción privada o
querella de parte para los tipos penales que recogen el delito contra el
honor y consiste en la voluntad de la víctima de no iniciar la acción
penal que corresponde a la perpetración del acto delictivo.
1.2 Cuando la Sentencia Ejecutoria Dictada en la Jurisdicción Civil
Resulte que el Hecho Imputado como Delito es Lícito.
Extinción de la pena

Concepto
La extinción de la pena tiene como presupuestos específicos
circunstancias que sobrevienen después de cometida la infracción penal,
y tiene como fundamento la anulación de la ejecución de la pena.
En tales circunstancias se limita grandemente el derecho del Estado
imponer la pena hasta llegar a cesarse tal potestad. Para el sujeto que
cometió el delito desaparece la obligación de cumplir la pena
consecuencia de su accionar.

Causales de la extinción de la pena.-


El artículo 85° del Código Penal establece las causales por las cuales se
extingue la ejecución penal, siendo las siguientes:
La muerte del condenado, la amnistía, el indulto y la prescripción.
El cumplimiento de la pena impuesta.
Por exención de la pena.
Perdón del ofendido en los delitos de acción privada.
Por Prescripción.
El plazo de prescripción de la pena se empieza a contar desde la fecha
de la sentencia de término o de la fecha del quebrantamiento de la
condena, si está hubiese comenzado a cumplirse. Los plazos de
prescripción de la pena son iguales que los de la acción penal. Dada la
normativa de la prescripción de la pena, no procede la suspensión, sino
que únicamente la interrupción por comisión de nuevo crimen o simple
delito.
Cumplimento de la Pena.
El cumplimiento de la pena es la causa más frecuente de extinción
penal; el cumplimiento de la condena supone que el sujeto ha pagado
sus culpas y saldado su deuda con la sociedad; no obstante la
responsabilidad penal también se extingue por el cumplimiento de penas
subsidiarias como el pago de una multa.
Por exención de la Pena.
La pena también se extingue cuando el Juez penal exime de sanción en
los casos en que el delito esté previsto en la ley con pena privativa de
libertad no mayor de dos años, con pena limitativa de derechos o con
multa, en beneficio de aquellos sujetos cuya responsabilidad fuere
mínima.
Por Perdón del Ofendido en los Delitos de Acción Privada.
El perdón del ofendido extingue la responsabilidad criminal cuando la
pena se haya impuesto por delitos respecto de los cuales la ley sólo
concede acción privada, principio que señala "el perdón de la parte
ofendida no extingue la acción penal, salvo respecto de los delitos que
no pueden ser perseguidos sin previa denuncia o consentimiento del
agraviado".

1.3 LA PRESCRIPCIÓN
La prescripción como causa de extinción de la acción penal y de la pena
tiene su razón de ser en consideraciones de índole político criminal que
se vincularían de alguna forma con el trascurso del tiempo, provocando
una invalidación del valor que subyace a la conducta descrita como
delito por la ley penal.
La prescripción, tanto de la acción penal como de la pena es causa de
extinción de las mismas por cesación del interés estatal por sancionar la
conducta. Cesación que tiene como sustento el transcurso de los
términos previamente fijado por el legislador como dato indiciario de esa
pérdida de interés por penar la conducta.
Plazos Prescriptorios
Según el nuestro Código Penal, a tenor del art. 80, la acción penal
prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para
el delito, si es privativa de libertad. Por ejemplo, el robo tipificado en el
Art. 188, el marco penal es de 3 a 8 años. De modo que la prescripción
ordinaria se cumpliría a los 8 a años
En los delitos que merezcan otras penas, deferente a la pena privativa
de libertada, la acción prescribe a los 02 años.

Reducción de los plazos de prescripción


Tratándose de delitos sancionados con pena de cadena perpetua se
extingue la acción penal a los 30 años.
Los plazos de prescripción se reducen a la mitad cuando el agente tenía
menos de 21 o más de 65 años al tiempo de la comisión del hecho
punible.

Inicio de los plazos de prescripción.


Los plazos de prescripción de la acción penal comienzan, según el Art.
82 CP. teniendo en cuenta el tipo de delitos.
En la tentativa, desde el día en que cesó la actividad delictuosa;
En el delito instantáneo, a partir del día en que se consumó;
En el delito continuado, desde el día en que terminó la actividad
delictuosa; y
En el delito permanente, a partir del día en que cesó la permanencia.

La Interrupción
Interrupción de la prescripción de la acción penal se interrumpe por las
actuaciones del Ministerio Público o de las autoridades judiciales,
quedando sin efecto el tiempo transcurrido.

Suspensión
Suspensión de la prescripción, si el comienzo o la continuación del
proceso penal dependen de cualquier cuestión que deba resolverse en
otro procedimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que
aquel quede concluido.
CONCLUSIONES

Como se ha observado, la prescripción que aplica la jurisprudencia está


basada esencialmente en el simple cómputo de plazos a partir del momento
del hecho consumado, y es la consecuencia del fácil recurso al que recurren
los imputados para hacer archivar los procesos en su contra. Y ello debe y
tiene que cambiar para bien de la justicia, porque además la prescripción no
es solo aquel sencillo cómputo de plazos referidos, sino es una institución
un tanto más compleja. Por ello, si hay una adecuada aplicación del instituto
de la prescripción, si una persona imputada posee suficiente elementos de
juicio y probatorios para determinar una sentencia absolutoria, debería
renunciar a la prescripción, claro que para ello se requiere poseer confianza
en la administración de justicia.

Al finalizar este trabajo sus sustentantes sienten la satisfacción del deber


cumplido en el entendido que se llenaron las expectativas en torno al
mismo, tanto en el contenido como en el cumplimiento de los propósitos
planteados. Hemos llegado a la conclusión de todos los estudiantes o
letrados del derecho Penal Especial, deben de dominar todas las formas de
Extinción de la Acción Penal, en el Perú.

Como ya definimos anteriormente, la acción penal puede extinguirse por las


causas siguientes: Muerte del imputado, Amnistía, Abandono de la
acusación, en las infracciones de acción privada, Prescripción, Vencimiento
del plazo de suspensión condicional del procedimiento penal, sin que haya
mediado revocación, Muerte de la víctima en los casos de acción privada,
salvo que sea continuada por sus herederos, conforme a lo previsto en el
código procesal penal.
BIBLIOGRAFÍA

 Código Procesal Penal del Perú, 4ta. edición, preparada por el Dr. Plinio
Terrero Peña, Editora Corripio, C. por A., Santo Domingo. 2011.
 Dotel Matos, Héctor. "Manual de Derecho Penal General y
Procedimiento Penal", 2da. Edición, Editorial Tavarez, Sto. Dgo. Rep.
Dom., 1991, Págs. 164-169.
 Capitant, Henri. "Vocabulario Jurídico". 6ta. Edición, Editorial
Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1977.
 Espasa-Calpe. "Vocabulario Jurídico". 9na. Edición, Editorial Depalma,
Buenos Aires, Argentina, 2007.

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