El Señor Es Mi Pastor
El Señor Es Mi Pastor
El Señor Es Mi Pastor
De igual manera, nosotros como cristianos somos esas ovejas que necesitan ser
cuidadas y dirigidas por nuestro gran pastor Jesucristo. Debido que los peligros que
enfrentamos son similares. Por un lado, está el enemigo como león rugiente buscando a
quien devorar y por otro lado los vientos de doctrinas, los deseos de la carne y las
tentaciones de este mundo.
De esta manera necesitamos ser guiados por El Señor y su palabra. Porque, así como una
oveja es cuidada, alimentada y guiada por su pastor, ninguna de estas cosas nos faltará a los
que somos cuidados, alimentados y guiados por Cristo.
Muy similar ocurre con nosotros, necesitamos que nuestro Gran Pastor nos lleve a esos
lugares de delicados pastos y corrientes de agua, ese alimento espiritual es su palabra.
Debido que como humanos siempre estamos afanados y preocupados por todo. Sentimos
preocupación por el futuro, la economía, por la vestimenta, por lo que tenemos y por lo que
no tenemos. Solo Jesucristo es el único que nos puede dar verdadero descanso y esa paz
que el mundo no puede dar. La única manera de tener ese descanso es vivir en obediencia y
comunión con Dios. Porque cuando estamos en su presencia encontramos plenitud de
gozo (Sal 16:11).
3. CONFORTARA MI ALMA ; ME GUIARA POPR
SENDAS DE JUSTICIA POR AMOR DE SU NOMBRE
(Salmos 23:3).
Unos de los principales oficios del pastor es cuidar y curar las ovejas enfermas o heridas.
Pero también, debe encargarse de guiar a las ovejas por en el camino correcto o evitar que
las ovejas se descarríen de la manada. Por lo tanto, en caso de que esto suceda, debe ir tras
esa oveja perdida para hacerla volver a tomar el rumbo correcto.
De esta manera trabaja Cristo en nuestras vidas, cuando venimos a él, Cristo está interesado
en restaurarnos, sanar nuestras heridas y darnos una nueva vida caminando a su lado.
Siendo Jesucristo el gran pastor, desea guiarnos por el camino correcto, pero en caso de que
fallemos también está dispuesto a ir por nosotros para hacernos volver a retomar su camino.
Podemos ver ese ejemplo tanto en Pedro como en el Rey David, de los muchos que hay en
la Biblia. A pesar de que fallaron, Dios los guió al arrepentimiento para que tomaran
nuevamente el rumbo correcto.
Por otra parte, cuando dice “Unges mi cabeza con aceite”, se refiere a la unción del
Espíritu Santo en nuestras vidas, apartándonos para una consagración y santidad en el
servicio a Dios. El Espíritu de Dios es quien nos revela la Palabra y nos ayuda a dar
testimonio de Cristo (Jn 14:26, Hch 1:8).
En este mismo versículo también dice: “mi copa está rebosando”, refiriéndose a la
abundante Gracia que Dios nos ha dado por medio del sacrificio de Cristo, cuando la copa
de la ira de Dios fue derramada en Cristo por nuestros pecados. A cambio, derramó su
gracia (favor inmerecido) para que todo aquel que se arrepienta de sus pecados, cambie el
rumbo de su vida y crea en Cristo.
5. CIERTAMENTE EL BIEN Y LA MISERICORDIA
ME SEGUIRAN TODOS LOS DIAS DE MI VIDA, Y
EN LA CASA DE JEHOVA MORARE POR LARGOS
DIAS. (Salmos 23:6).
Las palabras “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi
vida”, se refiere a las bendiciones que alcanzan todos aquellos que creen en Cristo. Debido
que Jesucristo fue el único que cumplió con la Ley de Dios, pero decidió cambiar la
bendición que por derecho le tocaba, por la maldición de cargar todos los pecados del
mundo, para bendecir así, a todos los que creen en Él.
Las Bendiciones solo son recibidas por medio de Cristo. Aunque muchas veces se tenga
un concepto errado, que solo las cosas materiales son bendición. La Biblia dice que las
Bendiciones de Dios no añaden tristeza (Pr 10:22), ya que existen casos donde “aparentes
bendiciones” apartan al cristiano del camino de Cristo.
La principal Bendición que muestra la Biblia es la Salvación por medio de
Jesucristo (Jn 3:16, Ro 6:23, Hch 16:31). Pero otras mencionadas son la Paz que Dios da
(Jn 14:27), el gozo de estar en su presencia (Sal 16:11), gozar de buena Salud (3 Jn 1:2),
tener esposas e hijos (Pr 18:22, Sal 127:3). Por lo tanto, la Biblia dice que todo lo demás
viene por añadidura cuando buscamos el reino de Dios y su justicia (Mt 6:33).
Por ultimo dice: “Y en la casa de Jehová moraré por largos días” esta palabra se refiere a
la Eternidad y la Salvación. Esta es la esperanza del creyente que un día tuvo un
arrepentimiento verdadero y entregó su vida a Cristo. La Biblia enseña que para los que
mueren en Cristo no es el fin, sino el comienzo de una Vida Eterna al lado de Jesús (Lc
23:42-43, Jn 12:26, Filip 1:23).