28 Hernia
28 Hernia
28 Hernia
Trabajo científico
científico
La hernia discal es la causa más frecuente de lesión medular en el perro. Existen dos tipos de hernias dis-
cales claramente reconocidas en el perro, la extrusión nuclear (hernia discal Hansen Tipo I) y la protrusión
anular (hernia discal Hansen tipo II).
“
En las extrusiones nucleares se produce una
rotura parcial del borde dorsal del anillo fibro-
so y la salida de material nuclear hacia el canal
medular. En las protrusiones anulares, se pro-
duce una desviación dorsal de parte del disco
intervertebral, de nuevo hacia el canal medu-
La hernia discal es la mayor causante de
lar. El resultado de ambas es la compresión lesiones medulares en los perros. Hay dos
medular directa lo que origina un daño medu-
lar. En el caso de las extrusiones nucleares, tipos de hernias discales caninas claramente
la velocidad de salida puede tener un efecto reconocidas, la extrusión nuclear (hernia
concusivo directo de importancia que agrava
20 la lesión medular. En el caso de las protru- discal Hansen Tipo I) y la protrusión anular
siones anulares, el fenómeno predominante
(hernia discal Hansen tipo II)
es la compresión medular directa.
REHABILITACIÓNTODO
DEL PACIENTE
LO QUE NECESITAS
GERIÁTRICO:
SABEROSTEOARTROSIS
DE LA HERNIA DISCAL
- Del PEN
ueyoEL, G.
PERRO
y Guillorme
-Macías,C.S
Figura 1 Figura 2
Ilustración de una extrusión nuclear (Hernia discal Ilustración de una protrusión anular (Hernia
Hansen tipo I). El material nuclear degenerado se discal Hansen tipo II). Presenta una hipertrofia
desplaza a través de una rotura del anillo fibroso del anillo fibroso y un desplazamiento dorsal
localizándose en el canal vertebral. En ocasiones del disco intervertebral lo que resulta en una
puede llegar a romper los vasos venosos del compresión medular ventral de carácter crónico.
aspecto ventral del canal vertebral lo que origina
una hemorragia asociada.
Las hernias discales pueden aparecer en cualquier segmento de la columna vertebral pero predominan en la
región cervical craneal (C2 a C4) y en el segmento toracolumbar (de T11 a L3)
Ref:
Braund, K.G. (1993) Intervertebral disc disease. In Bojrab’s Disease mechanisms of small animal surgery. Philadelphia. Lea & Febiger pp
960-970.
La hernia discal no se produce debido a un traumatismo o movimiento brusco sin que previamente no se
haya producido una degeneración discal. Los discos intervertebrales degeneran de dos maneras, la metapla-
sia cartilaginosa y la metaplasia fibrosa.
La extrusión nuclear predomina en todos los perros independientemente de que sean condrodistróficos
o no.
No existe ninguna terapia preventiva excepto la fenestración profiláctica (vaciado de los discos interverte-
brales) que solo está indicada en animales de alto riesgo (aquellos que hayan sufrido ya alguna hernia discal
o que están siendo intervenidos) por la inestabilidad de la columna vertebral que provoca.
Ref:
Hansen, H. (1952) Pathological-anatomical study on disc generation in dog. Acta Orthopaedica Scandinavica n. XI.
La sintomatología es variable y depende de la localización y gravedad del daño medular. La mayoría se van
a caracterizar por la aparición de dolor (más marcado en las hernias cervicales) y la pérdida progresiva de la
función motora, urinaria y de sensación dolorosa.
En los casos en los que la progresión es paulatina, se ve un deterioro progresivo que se inicia con la aparición
de quejidos espontáneos o la adopción de posturas antiálgicas. En los casos de progresión más rápida, los
perros pueden presentarse con una pérdida de la función motora e incluso incontinentes desde el primer
momento.
Conviene distinguir entre la pérdida de función motora parcial (paresis o debilidad) y la pérdida completa de
función motora (plejia).
Fig 4. Fig 5.
Postura típica de un perro con una hernia discal Clasificación de lesiones medulares en el perro. La línea roja marca la
en la región toracolumbar que ha resultado diferencia en cuanto al pronóstico y posibilidades de recuperación.
en la pérdida de la función motora consciente
(paraplejia).
22
Ref.
McKee, W.M. (2000a) Intervertebral disc disease in the dog: Pathophysiology and diagnosis. In Practice 22, 355-369.
REHABILITACIÓNTODO
DEL PACIENTE
LO QUE NECESITAS
GERIÁTRICO:
SABEROSTEOARTROSIS
DE LA HERNIA DISCAL
- Del PEN
ueyoEL, G.
PERRO
y Guillorme
-Macías,C.S
El objetivo de la exploración inicial es determinar la gravedad y la urgencia del caso además de intentar una
neurolocalización de la lesión. Los casos mas urgentes y de peor pronóstico son aquellos en los que hay un
pérdida completa de la función motora, incontinencia y pérdida de la sensación de dolor ya que sólo dispone-
mos de una ventana de actuación muy limitada (24 horas).
Lo primero es determinar si el animal tiene función motora. En aquellos casos en los que el animal está
postrado, procederemos a su incorporación y con cierta asistencia mecánica, procederemos a evaluar si es ca-
paz de dar algunos pasos aunque sea con dificultad. Si el animal está paralizado, debemos valorar la respuesta
central que da cuando se le realiza un estimulo doloroso (observaremos si el animal ladra, gruñe o intenta
morder al hacerle presión en las extremidades). La evaluación de los reflejos espinales (patelar, de retirada,
panicular) y la palpación directa de la columna es útil para la neurolocalización de la lesión pero no ayuda a
establecer el pronóstico.
La retirada de la
extremidad al aplicarle
un estímulo doloroso no
significa que el animal
lo sienta; solamente
estamos estimulando un
reflejo espinal
Fig 6.
Aplicación de un estimulo doloroso (presión con alicates
industriales) en un perro con perdida de la sensación dolorosa Ref.
profunda. El perro retira la extremidad pero no gira la cabeza McKee, W.M. (1992) A comparison of hemilaminectomy (with
ni hace ningún signo de dolor a pesar de la intensidad del
concomitant disc fenestration) and dorsal laminectomy for the
estímulo. Esto solamente de debe hacer con esta intensidad
cuando el animal esta paralizado ya que si presenta con función treatment of thoracolumbar disc protrusion in dogs. Veterinary
motora tendrá sensación dolorosa. Record 130, 296-300.
Para poder obtener imágenes de calidad y poder valorar estrechamientos del espacio intervertebral es necesa-
rio que la columna vertebral este paralela a la mesa del aparato de rayos y sin rotación por lo que es necesario
una sedación profunda o una anestesia general. El uso de ayudas para el posicionamiento (bolsas de arena,
cuñas de goma espuma…) es imprescindible para lograr una posición radiográfica adecuada.
Fig 8.
Radiografía mediolateral de la región lumbar
craneal. Se aprecia un estrechamiento del
espacio intervertebral así como del foramen
intervertebral. Los tres discos intervertebrales
están calcificados. Aparece material calcificado
desplazado dorsalmente en el disco central.
Ref.
Schulz, K.S., Walker, M., Moon, M., Waldron, D., Slater, M. & McDonald, D.E. (1998) Correlation of clinical, radiographic, and surgical loca-
lization of intervertebral disc extrusion in small-breed dogs: a prospective study of 50 cases. Veterinary Surgery 27, 105-111.
En la mayoría de los casos, la radiografía sólo es indicativa de la posibilidad de una hernia discal por lo que
se requiere una técnica de diagnóstico por imagen avanzada, como es la mielografia o el uso de la tomografía
computerizada o la resonancia magnética.
La realización de una técnica de diagnóstico avanzado se debe hacer solamente tras la valoración completa
del caso y de las posibilidades de tratamiento con el propietario por lo que no se recomienda realizar un estu-
dio mielográfico (o un TAC o una RM) sin que el perro haya sido evaluado por un neurocirujano.
Fig 9.
Radiografía mediolateral oblícua de la
región toracolumbar tras la inyección
del contraste en la que se aprecia
una compresión medular extradural
compatible con una hernia discal a nivel
de L1-L2.
Ref.
Gibbons SE, Macias C, De Stefani A,
Pinchbeck GL, McKee W.M( 2006) The value
of oblique versus ventrodorsal myelographic
24 views for lesion lateralisation in canine tho-
racolumbar disc disease. J Small Anim Pract.
Nov;47(11):658-62.
REHABILITACIÓN
TRANSPOSICIONDEL
CORNEOESCLERAL
PACIENTE GERIÁTRICO:
- GarcíaOSTEOARTROSIS
Sánchez, G.A., Tapia
- DelH.,Pueyo
Ramírez
, G.,yMGauillorme
. de la L,uzS
Olby NJ (1999) Current concepts in the management of acute spinal cord injury. Journal of Veterinary Internal Medicine 13, 399-407.
25
artículo científico
Las hernias discales son una patología quirúrgica aunque haya un porcentaje de resolución con un tratamien-
to conservador. La cirugía ofrece un resultado mucho más favorable (hasta un 98 % de recuperación en
perros con sensación dolorosa profunda intacta) con una recuperación mas rápida y menos estresante para
el animal y propietario.
La hernia discal debe considerarse una urgencia y debe operarse con la mayor celeridad posible ya que
existe la posibilidad de que el perro empeore y pierda la función motora y lo que es peor, la sensación doloro-
sa profunda. En el caso de perros paralizados con pérdida de sensación profunda, las posibilidades de obtener
una recuperación solo alcanza un 50 % de los casos y solamente si se operan en las primeras 24 horas desde
que se perdió la sensación dolorosa. La hernia discal se comporta como una “bomba de relojería” que puede
estallar (perder la sensación dolorosa) en cualquier momento y perder las posibilidades de recuperación tan
altas que teníamos si se hubiera intervenido antes de la pérdida de la sensación dolorosa.
Ref.
McKee, W.M. (2000b) Intervertebral disc disease in the dog: Management options. In Practice 22, 458-471.
Macias C, McKee WM, May C, Innes JF. (2002)Thoracolumbar disc disease in large dogs: a study of 99 cases.J Small Anim Pract.
Oct;43(10):439-46.
La cirugía tiene un objetivo claro que es la descompresión medular para permitir una recuperación del tejido
nervioso. Para lo cual se realiza normalmente un slot ventral (hernias cervicales) o una hemilaminectomía
(hernias toracolumbares) para acceder al canal vertebral y retirar el material discal extruído o protruido. En
las extrusiones nucleares se realiza una fenestración del disco afectado y en algunas ocasiones de los ady-
acentes (sobre todo si están calcificados). En el caso de protrusiones anulares toracolumbares se realiza
además una estabilización vertebral, normalmente con el uso de una placa de osteosíntesis.
Los resultados con el tratamiento quirúrgico son muy buenos en la mayoría de los casos, ofreciendo una re-
cuperación completa (90-98% de los casos) de los perros afectados siempre que se mantenga la sensación
26 dolorosa intacta. En el caso de los perros con pérdida de sensación dolorosa, solamente la mitad de los per-
ros operados en 24 horas recuperan la capacidad de andar. Si se esperan más de 24 horas, las posibilidades
de recuperación de dichos perros son prácticamente inexistentes.
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27
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artículo científico
El resultado depende de la localización exacta del material extruído y la habilidad del cirujano para realizar
una descompresión con retirada de la mayoría del material extruído sin causar ningún daño a la médula. En
casos con lesión grave puede que quede algún defecto propioceptivo pero el perro debe recuperar la función
motora consciente si tenía intacta la sensación dolorosa profunda.
Ref.
Cudia, S.P., & Duval, J.M. (1997) Thoracolumbar intervertebral disk disease
in large, nonchondrodystrophic dogs: a retrospective study. Journal of the
American Animal Hospital Association 33, 456-460.
Davies, J.V. & Sharp, J.H. (1983). A comparison of conservative treatment
and fenestration for thoracolumbar intervertebral disc disease in the dog.
Journal of Small Animal Practice 24, 721-729.
Dhupa, S., Glickman, N. & Waters, D.J. (1999a) Reoperative neurosurgery in
Fig 11.
dogs with thoracolumbar disc disease. Veterinary Surgery 28,421-428.
Imagen intraoperatoria en el momento de proceder a la
extracción del material extruído.
10. ¿Por qué algunos perros paralizados con pérdida de sensación dolorosa
profunda fallecen a los días de habérseles diagnosticado una hernia discal?
En aproximadamente el 5 % de los perros con pérdida de sensación dolorosa profunda, se desarrolla el síndrome
de mielomalacia ascendente. Este síndrome consiste en al destrucción progresiva del tejido medular debido a la
formación de radicales libres y otras sustancias inflamatorias que aparecen una vez que se produce la hernia dis-
cal. Si la mielomalacia alcanza la región torácica se produce una asfixia fatal debido a la pérdida de la inervación
de la musculatura intercostal. Normalmente estos perros desarrollan un cuadro clínico de anorexia, dolor, pér-
dida progresiva del reflejo
Fig 12. panicular y taquipnea que
Imagen intraoperatoria de un perro precede a la muerte. No hay
con perdida de dolor profundo en ningún tratamiento efecti-
la que se observa la mielomalacia. vo y la eutanasia es la única
Se ha realizado una durotomía
y la medula, que ha perdido su
opción antes de que fallezca
estructura anatómica, se desborda a de forma espontánea y do-
través de la durotomía. lorosa.
En general solamente se recomienda un tratamiento conservador para aquellos casos muy leves (perros que pre-
sentan con dolor sin déficit propiocetivo o motores) si el propietario no está dispuesto a hacer frente a los costes
de la cirugía o aquellos casos en los que se ha perdido la sensación dolorosa profunda por más de 48 horas y el
propietario está dispuesto aceptar las consecuencias de mantener un perro sin posibilidades de recuperación.
En todos los casos con pérdida de la función motora se debe plantear una intervención quirúrgica a la mayor
celeridad posible.
El tratamiento conservador consiste en reposo absoluto en jaula durante las primeras cuatro-seis semanas indepen-
dientemente de que el perro mejore antes para evitar que haya una recidiva de consecuencias impredecibles y el uso
28 de AINES y relajantes musculares para controlar el dolor. En algunos casos se puede recurrir al uso de morfina o sus
derivados sobre todo durante los primeros días si el dolor es muy intenso (aunque lo más sensato es realizar una
cirugía si el dolor es tan marcado!).
TODO LO QUE NECESITAS SABER DE LA HERNIA DISCAL EN EL PERRO -Macías C.
Quality
29
artículo científico
Además del control del dolor y del reposo estricto, hay que considerar el vaciado de la vejiga urinaria (pre-
ferentemente por presión abdominal o por caterización intermitente) y la atención especial para pacientes en
decúbito para prevenir la aparición de ulceras (camas acolchadas, cambios de postura frecuente, masajes…).
Algunos perros mejoran tras la administración de glucocorticoides a dosis anti-inflamatorias (al igual que
con el uso de AINES) por lo que es preferible el uso de AINEs para disminuir la inflamación y el dolor ya que
se reduce el riesgo de efectos secundarios y sobre todo no interfieren con la medicación perioperatoria si se
realiza un tratamiento quirúrgico.
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