La Ciudad Antigua
La Ciudad Antigua
La Ciudad Antigua
Existió una gran institución de gran vigor en la primera edad de las
sociedades Griegas e Italianas, los Latinos la llamaban Gens y los Griegos
yévos. La gens formaba un cuerpo cuya constitución era perfectamente
aristocrática, a pesar que luego después de reiteradas modificaciones se le
quitó lo que prestaba su carácter esencial y solo se le respetaron sus formas
exteriores.
Así, los plebeyos de Roma idearon la formación de -gentes- a imitación de los
patricios, este suceso podría conocerse también como una profunda alteración
introducida por la democracia en el régimen de la gens. Comenzaremos
analizando la gens desde lo que nos narran los antiguos escritores para
procurar entrever el verdadero régimen de la gens antigua. En Roma como en
Atenas había gentes, todos los indicios llevan a la conclusión de que esta
institución fue universal en los pueblos antiguos.
Cada gens tenía un culto especial, por ejemplo en Roma cada gens tenía que
realizar algunos actos religiosos: el día, el lugar y los ritos estaban prescritos
por su religión particular, este culto tenía que perpetuarse de generación en
generación y era un deber dejar tras de sí hijos que la continuasen. Los dioses
de la gens "Di Gentiles" solo protegían a ella (religión) y ningún extraño podía
ser admitido a las ceremonias religiosas, así como cada gens tenia sus cultos y
fiestas religiosas también tenían su tumba común.
Lo mismo sucedía entre los romanos, el antiguo derecho de Roma considera a
los miembros de una misma gens como aptos para heredarse mutuamente, a
falta de hijo y de agnado el gentilis es heredero natural, el gentilis es el
pariente mas próximo que el cognado. No había lazo mas estrecho que el que
ligaba a los miembros de una gens, unidos en la celebración de las mismas
ceremonias sagradas se auxilian mutuamente en todas las necesidades de la
vida, había una justicia en la gens misma, cada gens tenia su jefe, que a la vez
era su juez, sacerdote y comandante militar.
La gens celebraba sus asambleas, redactaba sus decretos que debían ser
obedecidos por sus miembros y que la ciudad misma respetaba. El carácter de
mas relieve y mejor constatado de la gens es que tiene culto propio, como la
familia tiene el suyo, una de sus reglas mas severas de su religión consistía en
que solo se debía honrar como antepasados a los verdaderos ascendientes, si
la gens adoraba en común a un antepasado es que creía descender de el.
Una institución se explica a veces por la palabra que la designa, la palabra
gens comprende la idea de filiación, ni una ni otra palabra (griega o romana)
contienen el sentido de la generación o parentesco. el verdadero signicado es
propiedad: designa el campo, la casa, el dinero, los esclavos y por eso dicen
Las Doce Tablas haciendo referencia al heredero, familiam nancitor, que recibe
la sucesión. Es indudable que los griegos y romanos asociaban las palabras
gens y yévos como la idea de un común origen.
Podía indiferentemente componerse de una sola estirpe o producir numerosas
ramas, pero siempre era una sola familia. Pero ¿que prescribe esta religión
primitiva? que al antepasado, es decir, al primer hombre enterrado en la
tumba se le honre perpetuamente como a un dios y que sus descendientes,
reunidos una vez al año en el lugar sagrado donde reposa le ofrezcan la
comida fúnebre. Los hijos no se separaban del padre. Entonces gracias al
principio de la comunidad de dominio, los hermanos menores no se separaban
del mayor.
Hogar, tumba, patrimonio, todo era indivisible al principio, por consecuencia
la familia también lo era. Esta familia era indivisible, que se desenvolvía a
través de las edades, perpetuando de siglo en siglo su culto y su nombre, era
verdaderamente la gens antigua. La gens era la familia, pero la familia que ha
conservado la unidad que su religión le ordenaba ha alcanzado todo el
desarrollo que el antiguo derecho privado le consentía.
La estrecha solidaridad que hace poco observamos entre todos sus miembros,
nada tiene de sorprendente:: son parientes por nacimiento y el culto que
practican en común no es una ficción: les viene de sus antepasados, como
forman una misma familia tienen la sepultura común. Por la misma razón la
ley de las doce tablas los declara aptos para heredarse los unos a los otros, al
principio tenían todos un mismo patrimonio indiviso, fue costumbre y aun
necesidad que la gens entera respondiese de la deuda contraída por uno de
sus miembros, y pagase el rescate del prisionero o la multa del condenado.
Todas estas reglas se establecieron por si mismas cuando la gens aun
conservaba su unidad. La unidad del nacimiento y de culto se expresó por la
unidad del nombre. Cada gens se transmitió de generación en generación el
nombre de su antepasado y lo perpetuó con el mismo cuidado con que
perpetuaba su culto, lo que los romanos llamaban propiamente NOMEN era el
nombre del antepasado, que todos los descendientes y todos los miembros de
la gens tenían que ostentar.