Sobre La Redacción
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Sobre La Redacción
La escritura
La escritura puede responder a patrones formales o informales, en tanto suele seguir modelos
tradicionales o experimentar creativamente con nuevas estructuras textuales. Los textos resultantes
tanto pueden ser instrumentales como estéticos. Esto quiere decir que ciertos textos se escriben con
fines utilitarios específicos (pedagógicos, informativos, administrativos, publicitarios, jurídicos); o se
escriben desinteresadamente, por mero placer artístico o necesidad estética (como ocurre con los textos
literarios: poemas, novelas, dramas, canciones).
En este capítulo nos estaremos refiriendo tanto a procesos estructurados de redacción como a
experiencias libres de escritura creativa.
Redactar es realizar por escrito una composición textual. Ello implica otorgar un orden, una estructura,
una forma a la expresión escrita del pensamiento. Por lo que el redactor no solo escribe ideas o
informaciones al azar, sino que las organiza y las presenta acorde con determinados criterios
preestablecidos en los distintos ámbitos sociales en donde circulan los textos escritos.
Un buen texto siempre es producto de un trabajo sistemático por parte de quien escribe. En verdad
existen muchos métodos de escritura, y aunque con el tiempo el escritor veterano asume su propio
procedimiento particular, es importante que el escritor novato cuente con alguna orientación al respecto.
Veamos, por tanto, alguna propuesta; se trata de la de Lipkewich y Mazurenko (2003), quienes plantean
el proceso de escritura o redacción en cuatro etapas:
a) Primera etapa: la de pre-escritura, que implica recurrir a algunas fuentes de inspiración (como
periódicos, revistas, entrevistas, experiencias, películas, cuadros, sueños, recuerdos, lluvia de
ideas, textos literarios, investigaciones, biografías o diarios personales) para encontrar o generar
ideas que motiven a escribir.
b) Segunda etapa: la del borrador, que implica seleccionar las ideas que se van a incluir en el
texto, escribir fluidamente todo lo que se pueda respecto al tema elegido hasta que se hayan
desarrollado suficientemente las ideas en todos sus detalles.
c)
Tercera etapa: la de revisión, que implica tomar decisiones acerca de cómo se quiere mejorar
el escrito, por lo que se recomienda mirar el texto desde una perspectiva diferente, así como
escoger pasajes en los que la escritura puede ser más clara, más interesante, más informativa o
más convincente.
En este punto los autores dicen que ayuda hacerse preguntas como las del llamado método AARR:
• Agregar: ¿Qué más necesita saber el lector?
• Arreglar: ¿La información está presentada en el orden más lógico y efectivo?
LA LENGUA EN MOVIMIENTO / Orlando Muñoz
d) Cuarta etapa: la de edición, que implica revisar varios aspectos de carácter normativo:
ortografía, uso de mayúsculas, puntuación, gramática, estructura de las frases, concordancia
entre el sujeto y el verbo, consistencia en el tiempo de los verbos y uso apropiado de la palabras.
Tanto en la tercera como en la cuarta etapa se recomienda que el redactor o escritor se auxilie de obras
de consulta, como diccionarios, libros de ortografía y gramática, así como también que recurra a la
opinión de alguna persona competente.
El párrafo es la unidad discursiva de los textos escritos en que se desarrolla una idea a través de una o
más oraciones. Se trata, en términos gráficos y estructurales, de cada una de las divisiones de un escrito
delimitadas por sangrías, que ortográficamente inician por letra mayúscula y que concluyen con punto
y aparte. Por lo general el párrafo contiene una oración o idea tópica o principal y otras secundarias o
complementarias.
a) Narrativos o cronológicos: si están formados por una secuencia de acciones o sucesos, lo que
es típico de cuentos, novelas, noticias, crónicas o biografía.
d) Expositivos: si presentan o explican con detalle algún tema o asunto, como ocurren en clases y
conferencias.
e) Argumentativos: si ponen de manifiesto opiniones o criterios para probar o demostrar una idea
o tesis, para contradecirla o refutarla, o para persuadir o disuadir al receptor.
• Por definición: si el párrafo expresa un concepto, es decir, explica con claridad y precisión el
significado de una palabra.
• Por comparación (analogía / contraste): si el párrafo establece relación entre dos o más objetos
o fenómenos para mostrar sus semejanzas o rasgos diferenciadores.
• Por reiteración: si el párrafo repite una misma idea previamente planteada en el resto del texto
para denotar su importancia.
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• Por mezcla (combinación de dos o más métodos): si el párrafo funde o contiene dos o más
procedimientos cualesquiera en el desarrollo de las ideas.
Las citas textuales pueden presentarse en estilo directo o indirecto, dos estrategias distintas
de referir la enunciación. La cita en estilo directo interrumpe el discurso principal para adoptar
el enunciado secundario, el cual se reproduce tal cual fuera concebido originalmente; mientras
que la cita en estilo indirecto presenta el enunciado secundario con ciertas modificaciones para
adaptarlo al discurso principal. Veamos algo más:
• Dado que presenta dos discursos diferenciados de dos emisores distintos, la cita en estilo
directo implica cambios en la entonación y en la construcción sintáctica. En la escritura se
distingue porque suele ser anunciada y delimitada por signos gráficos como los dos puntos,
que indican el inicio de la cita, y las comillas, que indican su extensión. Ejemplo:
En un cuento de Juan Rulfo nos encontramos con un pasaje donde un hijo le cuenta a su padre lo
que le pasó con un militar que lo interrogó sobre quién era el culpable de la muerte de un hombre que
se hallaba a su lado: «Me siguió preguntando: “¿Entonces quién, eh?” Y así se estuvo dale y dale hasta
que me zarandió de los cabellos y yo ni metí las manos, por eso del codo dañado, que ni defenderme
pude».
• La cita en estilo indirecto se presenta como el discurso de un solo emisor que introduce,
adaptándolo, el discurso de otro. Por ello no implica cambios en la entonación, de modo
que la construcción sintáctica fluye con naturalidad; tampoco requiere del uso de dos
puntos ni de comillas, pero sí de ciertos mecanismos de cohesión gramatical que
garanticen la fluidez de la adaptación. Ejemplo:
El hijo le cuenta a su padre que el militar le preguntó que quién era el asesino de aquel hombre que se
hallaba a su lado. Y que luego, enojado de insistir sin obtener respuesta, le zarandeó de los cabellos, y
que no pudo ni siquiera defenderse porque tenía el codo dañado.
Veamos ahora algunas de las normas más aceptadas sobre la reproducción de citas:
a) Si la extensión de una cita textual directa ocupa no más de tres líneas, puede incluirse entre
comillas en el texto principal. Ejemplo:
Francisco Henríquez y Carvajal piensa que “los primeros años de la vida son los mejores para sembrar
los gérmenes de las ideas” y “para determinar los buenos hábitos” que servirán al niño tanto en el ámbito
académico como en la vida práctica misma.
b) Si es más extensa, se recomienda copiarla en párrafo aparte con un poco más de margen y en
letras de menor tamaño. En este caso no hacen falta comillas, ya que se hace obvia ante el
lector. Veamos:
LA LENGUA EN MOVIMIENTO / Orlando Muñoz
En una carta que le dirigiera a su esposa Salomé Ureña de Henríquez, Francisco Henríquez y Carvajal
le decía en 1888 lo siguiente:
…la educación de Fran me preocupa. No creo que a un niño pequeño se le debe apurar con estudios penosos
y acumulados; pero sí que los primeros años de la vida son los mejores para sembrar los gérmenes de las
ideas que después se desenvuelven ampliamente en el cuadro de las ciencias y para determinar los buenos
hábitos. El niño debe amar el estudio, deben interesarle las cuestiones nuevas; una vez habituado, entonces,
aunque no lo dirijan, estudia y se forma.
c) En cada cita formal debe darse referencia sobre el autor y la fuente. Esto se puede hacer de dos
maneras:
1) Tras la transcripción de la cita y entre paréntesis o con envío a una nota a pie de página o a
final de capítulo o al final de la obra, en donde se dan una serie de referencias sobre la obra
citada.
Henríquez y Carvajal lo dice así: “El niño debe amar el estudio, deben interesarle las cuestiones
nuevas; una vez habituado, entonces, aunque no lo dirijan, estudia y se forma” (Seebac: Familia
Henríquez Ureña: Epistolario (I). Editora Corripio, Santo Domingo, 1996, pág. 19).
En su libro Historia del tiempo, Stephen Hawking expone que Newton postuló una ley de la
gravitación universal de acuerdo con la cual cada cuerpo en el universo era atraído por cualquier
otro cuerpo con una fuerza que era tanto mayor cuanto más masivos fueran los cuerpos y cuanto
más cerca estuvieran el uno del otro, y que era esta misma fuerza la que hacía que los objetos
cayeran al suelo (Hawking, 1993: 21).
d) Otras observaciones:
• Si se suprime algún fragmento de texto en las citas, esto debe indicarse allí mismo con tres puntos entre
paréntesis.
• Si se añade o reconstruye algún fragmento de texto en las citas, este debe aparecer entre corchetes.
• Las llamadas de nota del texto remiten no solo a referencias bibliográficas, sino también a otras
aclaraciones u observaciones que aparecen por lo general en orden numérico a pie de página, al final
del capítulo o al final de la obra.
Las referencias bibliográficas se suelen anotar al momento de comentar una obra o tras haber citado un
fragmento de texto específico, tal como vimos en el subtema anterior. Por varias razones, es necesario
especificar los datos bibliográficos del material utilizado para la elaboración de un trabajo de
investigación: a) porque existen derechos de autor legalmente establecidos; b) porque el plagio o copia
de obras ajenas haciéndolas pasar como propias es un delito; y c) porque citar las fuentes de información
es una garantía de seriedad intelectual y calidad académica.
como las que aparecen al final de un libro, el autor se suele presentar considerando primero su
apellido y luego su nombre, para facilitar la organización alfabética del inventario. En obras de
responsabilidad colectiva, se sugiere citar no más de tres autores.
• El título: Se debe presentar tal como aparece en la portada de la obra. Debe escribirse tras el
nombre del autor, luego de dos puntos, en letras cursivas o entre comillas, dependiendo del
modelo que se esté siguiendo.
• La edición: Aparece luego del título y tras un punto, e incluye el número de edición de la obra
(a partir de la segunda) y el nombre de la empresa editorial que la ha reproducido.
• El lugar de edición: Se anota tras el nombre de la editorial, separado por coma; por lo general
se trata del nombre de la ciudad donde se ha materializado la obra, aunque a veces se anota
también el país.
• La fecha de publicación: Se trata del año específico de producción de la obra. Puede aparecer,
según el modelo, después del nombre del autor y entre paréntesis, o luego de la especificación
del lugar, separado de este por una coma.
• El número de la página del que se tomó el texto. Se escribe al final, separado del dato anterior
por una coma. Si se trata de más de dos páginas, solo se escriben la primera y la última cifras,
separadas por guion. Luego se cierra la referencia con un punto.
La bibliografía suele ser el apartado final obligatorio en los trabajos de carácter académico de cierta
envergadura. Consiste en una lista de obras o documentos que han servido de referencia para un trabajo
de investigación académica. Se suele organizar alfabéticamente a partir del primer apellido de los
distintos autores consultados.
Existen varios modelos para presentar los datos de las referencias bibliográficas. Veamos los dos más
usuales, aplicados en este caso solamente a libros (para el caso de otro tipo de documentos físicos,
recomendamos al lector consultar en internet o en libros especializados):
• Formato tradicional: apellido del autor, coma, nombre, dos puntos, título en letra cursiva o entre comillas,
punto, editorial, coma, lugar de edición, coma, año de publicación, punto. Por ejemplo:
García Márquez, Gabriel: “Cien años de soledad”. Ediciones Cátedra, Madrid, 1984.
• Formato APA (American Psychological Association): apellido del autor, coma, inicial(es) del nombre,
punto, fecha entre paréntesis, punto, título subrayado o en letra cursiva, punto, lugar de edición, dos
puntos, editorial, punto. Por ejemplo:
En caso de que se trate de una referencia a un documento electrónico o consultado en la internet, también
existen varias propuestas, de las cuales nos parece muy práctica la siguiente:
• Formato MLA (Modern Language Associaton): Semejante a los modelos anteriores, trata de identificar la
autoría, el título del trabajo y el medio de comunicación consultado; distingue la fecha de difusión o
producción del documento de la fecha exacta cuando se consultó en línea y luego copia la dirección
electrónica que conduce a dicho trabajo.
Sevares, Julio, “Darwin se puso de moda”, Clarín, Buenos Aires, 2/08/2000. Consultado el 11/08/2000, disponible
en http://www.clarin.com.ar/diario/2000-08-02/o-02501.htm
“El sincretismo lingüístico de los dominicanos”. Texto en red s. r. (sin referencia), 12/09/2010. Consultado el
23/04/2011, disponible en http://cm.sinc-ling.do/cm/ms/que/reflexiones/doc.html
El curriculum vitae
Esta locución latina significa literalmente ‘carrera de la vida’. Un curriculum vitae (CV) es un
documento que contiene la relación de datos personales, formación académica, actividad laboral,
referencias y méritos de una persona. Existen varios modelos o formatos de presentación de currículos,
dependiendo de los requerimientos del ámbito en que unos u otros vayan a circular. Los campos o
apartados fundamentales de un CV son estos:
• datos personales,
• formación académica,
• perfil profesional o experiencia laboral,
• competencias o habilidades,
• idiomas,
• manejo de programas de informática,
• otros datos.
En este último campo podrían considerarse la disponibilidad, las referencias personales y la
documentación adjunta (si es requerida).
La carta
Es un texto escrito mediante el cual se establece un intercambio comunicativo directo entre un remitente
(persona que escribe la carta) y un destinatario (persona que la recibe). Puede combinar varias
modalidades enunciativas y, aunque en cierto modo es un monólogo, suelen predominar en ella la
exposición y la narración. Las cartas formales, especialmente las instrumentales o comerciales, constan
de los siguientes apartados:
• encabezado: nombre, dirección, fecha y lugar
• saludo: personal o establecido en alguna fórmula social
• cuerpo: exposición del tema o asunto a tratar
• despedida: siguiendo alguna fórmula establecida
• nombre y firma del remitente o escritor
• posdata: información extra al final (si es necesario)
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La instancia
Una instancia o solicitud es un texto de carácter administrativo que un ciudadano puede utilizar para
reclamar, solicitar o denunciar algo que le afecte personalmente o como miembro de una comunidad.
Por lo general, la estructura de la instancia presenta:
• el objeto o asunto de la solicitud,
• el tratamiento correspondiente a la autoridad a quien va dirigida,
• los datos personales del solicitante,
• la exposición de motivos o razones de la solicitud,
• la solicitud propiamente dicha,
• la despedida formal,
• el lugar y la fecha,
• la firma del solicitante,
• la documentación adjunta (si es necesario).
El artículo
Un artículo es un texto argumentativo, muy común en el ámbito periodístico, que expone y analiza un
tema, un hecho o un problema de interés general o particular, a partir de lo cual se emite una opinión
personal o se argumenta a favor o en contra de algún planteamiento.
El editorial
Un editorial es una especie de artículo periodístico no firmado que expone, valora y juzga un hecho
noticioso, es decir, de actualidad e interés general. Refleja una opinión o una postura institucional
acorde con la ideología de un medio de comunicación específico.
El reportaje
La reseña
Es un texto descriptivo-informativo escrito en prosa que presenta la noticia o examen de una obra
literaria o científica. Una reseña debe incluir en su composición lo siguiente: un título, un párrafo con
información breve sobre el autor de la obra, varios párrafos con la exposición básica sobre el contenido
de la obra leída y uno o dos párrafos con la opinión o el juicio crítico del lector. Esto último es muy
importante, dado que el propósito fundamental es dejar saber si vale la pena leer el texto al que hace
referencia.
El ensayo
Para fines académicos, sobre todo si la lectura se realiza a profundidad, se recomienda aplicar
alguna técnica o estrategia de procesamiento textual para garantizar una mayor calidad de la
comprensión, como la paráfrasis, el subrayado, el resumen, el esquema, el mapa de contenido
(semántico o conceptual), el análisis y la síntesis. Veamos un poco de cada una de ellas a continuación.
La paráfrasis
Una paráfrasis es un texto expositivo que presenta la reescritura o reformulación explicativa de otro
texto. En efecto, el diccionario académico nos dice que la paráfrasis es una explicación o interpretación
de un texto para ilustrarlo o hacerlo más claro o inteligible. Se trata, pues, de una especie de traducción
de uno a otro modo de expresión lingüística dentro de la misma lengua.
Se reconocen dos tipos: a) la paráfrasis mecánica, que consiste en sustituir las palabras o frases
inusuales del texto original por expresiones sinónimas o equivalentes, acaso con cambios sintácticos
mínimos; y b) la paráfrasis reconstructiva, que consiste en reelaborar el texto original dando lugar a
otro con características formales distintas, pero sin alterar la significación o el fondo del texto de
referencia.
Agua
La del río, qué blanda.
Pero qué dura es ésta:
la que cae de los párpados
es un agua que piensa.
El autor nos dice que el agua del río es muy suave, pero no así las lágrimas, puesto que surgen de
emociones muy profundas.
El poeta Manuel del Cabral contrasta en su texto el agua del río y la que brota de los ojos en forma de
lágrimas; sugiere que la primera es suave a la piel, agradable, mientras que la segunda resulta muy
penosa, ya que proviene de emociones o pensamientos dolorosos.
El subrayado
Subrayar consiste en destacar mediante diferentes marcas o trazos ciertas palabras, frases, oraciones o
ideas de un texto escrito. Para ello tanto valen las rayas, resaltados u otras señales, como los asteriscos,
llaves, cotejos, ojos o flechas que son empleados por los lectores con la intencionalidad de estudiar,
repasar, repensar o reconsiderar un contenido.
La importancia del buen subrayado radica en que ayuda a retener informaciones, fija la atención,
favorece el estudio, despierta el interés, facilita la comprensión y de paso ayuda a desarrollar la
capacidad de analizar y reducir información en su esencia. Por tanto, este recurso resulta indispensable
para elaborar resúmenes, mapas de contenido, esquemas y síntesis, lo que contribuye a ahorrar tiempo
y esfuerzo al momento de repasar.
En cuanto a qué se debe subrayar en un texto, el lector debe considerar tanto ideas principales o
relevantes como palabras claves, que permitan comprender la esencia o la orientación del tema que
desarrolla el texto. Se trata, por tanto, de ubicar los conceptos definitorios y las oraciones que concentran
la temática o a la intención comunicativa del escritor. En tal sentido, se recomienda evitar subrayar las
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El resumen
Un resumen es un texto expositivo que reduce la información de otro texto. Con esta estrategia se
procesan y comunican de manera breve las ideas esenciales de un texto de mayor extensión. Lo que
permite ahorrar tiempo, ya que sirve para reconocer rápidamente el contenido de un texto, al tiempo
que también contribuye a desarrollar y fortalecer las competencias científicas y lingüístico-textuales de
quienes los escriben. En definitiva, el resumen constituye una vía eficaz para obtener información
relevante que satisfaga la necesidad de actualización que impone el mundo vertiginoso en que vivimos.
Para redactar un buen resumen se pueden aplicar las tres macrorreglas semánticas ―o de transformación organizada de
la información― propuestas por Teun van Dijk en La ciencia del texto (1997): construir, suprimir y generalizar. Veamos en
esencia las implicaciones de cada proceso:
1) Construcción: implica integrar, o sea, agrupar y reconstruir una serie de ideas que tienen relación entre sí (“se
hace una proposición que denote al mismo hecho denotado por la totalidad de la secuencia de proposiciones y se
sustituye la secuencia original por la nueva proposición”).
2) Supresión: implica omitir todas las proposiciones o informaciones de poca importancia (“se suprimen todas las que
no sean presuposiciones de las proposiciones subsiguientes… sólo las proposiciones que son textualmente
pertinentes deben figurar en la descripción de la macroestructura”).
3) Generalización: implica realizar una abstracción y sustituir una serie de ideas relativas por una genérica o global
que las abarque a todas (“se hace una proposición que contenga un concepto derivado de los conceptos de la
secuencia de proposiciones y la proposición así obtenida sustituye a la secuencia original”).
a) Para garantizar la calidad del resumen se recomienda que se lea con atención tantas veces como sea
necesario a fin de comprender el asunto de que trata el texto.
b) Tras la lectura y comprensión del texto, se recomienda subrayar las ideas principales que comprenden sus
párrafos.
c) El resumen debe ser un texto de carácter expositivo o narrativo, claro, breve y objetivo.
d) En su estructura deben figurar estas partes: una sección de referencia (incluye datos como autor del texto
original, título, fuente, fecha y páginas), el cuerpo textual (o contenido reducido) y la firma (del autor del
resumen).
e) A la oración que contiene la idea principal de un párrafo se le suele llamar tópica o temática.
f) Si la idea principal de un párrafo aparece disgregada en el mismo, se admite reelaborarla, evitando incisos o
aclaraciones, para condensar el asunto central en una oración.
g) El resumen se puede elaborar con las palabras del lector, siempre que no distorsionen el sentido del texto
original.
h) Con frecuencia, sobre todo en textos expositivos o informativos, las ideas principales aparecen en la primera
oración.
i) Una idea o una oración es principal cuando contiene el tema central de un párrafo, de suerte que todas las
demás dependen en alguna medida de ella para tener sentido.
k) Por lo general, los ejemplos, los detalles, las aclaraciones, las observaciones, así como las ideas secundarias
o terciarias, suelen ser prescindibles, por lo que deben evitarse al momento de resumir un texto.
l) Las oraciones o ideas con que se redacta el resumen deben valerse por sí mismas, presentarse debidamente
cohesionadas unas con otras y guardar coherencia o sentido global.
m) Un buen resumen siempre responde de manera satisfactoria preguntas como éstas: ¿de qué trata el texto?,
¿cuál es la intención o propósito del mismo?, ¿qué se pretende que aprenda o entienda el lector?
Nota: El resumen de textos ficticios ―como cuentos, novelas o películas― suele denominarse argumento. Nos
referimos en este caso al sumario o sucesión de hechos, episodios y situaciones medulares de una obra literaria o
cinematográfica. Al redactar el resumen argumental deben evitarse las descripciones, las aclaraciones, la
reproducción de diálogos o copiar fragmentos del texto original. Lo ideal sería pues centrarse en relatar los hechos
centrales en torno a la vida del protagonista de la historia y contarlos de la manera más natural posible con nuestras
propias palabras.
El esquema
El esquema
a) Presenta un título o encabezado y un cuerpo de informaciones.
b) Usa recursos gráficos: recuadros, llaves o viñetas.
c) Organiza y establece jerarquía de ideas.
d) Emplea letras o números para organizar sus partes o acápites
e) Expresa ideas en frases u oraciones breves.
f) Acepta ejemplos, experiencias personales o casos.
Existen en la práctica muchos tipos o modelos de esquemas, no solo los de llaves o viñetas, sino también
los que se presentan como cuadros sinópticos, telarañas de contenidos, recuadros, redes semánticas,
mapas conceptuales, etc. Todos cumplen un objetivo común, que es el de simplificar o resumir un
contenido particular, pero cada uno lo hace con pequeñas diferencias, tanto de fondo como de estructura
o modo de presentación gráfica.
―De llaves
―Cuadro sinóptico
Tipos de ―Recuadro
esquemas ―Mapa conceptual
―Red semántica
―Telaraña de contenidos
―De viñetas
El mapa de contenido
Un mapa de contenido es un tipo de esquema que pone de manifiesto las relaciones entre las ideas de
un texto. El mapa suele tener un aspecto parecido al de un racimo asociativo o al de una red semántica,
y presenta las ideas con cierto orden o jerarquía: las principales en posición dominante respecto a las
secundarias. En ciertos tipos de mapas las ideas principales se colocan en el centro, mientras que las
secundarias se agrupan en los márgenes.
Cuando el esquema o mapa aparece reducido a su mínima expresión se denomina mapa conceptual.
Obviamente, la función de este es relacionar solo conceptos y se caracteriza por su simplificación,
jerarquización estricta e impacto visual. Para la elaboración del mapa conceptual los especialistas
sugieren:
a) Escribir una lista de los conceptos claves que se quieren ordenar en el mapa.
b) Colocar el concepto principal en la parte superior del mapa, de donde se unirá con los otros
conceptos según su jerarquía o nivel de generalización.
c) Conectar los conceptos con palabras de enlace en medio de dos líneas que indiquen el vínculo
o la dirección de la proposición.
Mapa Conceptual
conectores conceptos
entre
que expresan
regularidades
entre
objeto acontecimientos
s
El análisis
Un análisis consiste en la distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus
principios o elementos. También se le llama análisis al examen que se hace de una obra, de un escrito
o de cualquier realidad susceptible de estudio intelectual. En gramática, se trata del examen de los
componentes oracionales o del discurso, así como de sus respectivas propiedades y funciones, como
ocurre en el análisis morfosintáctico o en el textual. En literatura, se refiere al establecimiento del fondo
(contenido) y la forma (estructura), así como al estudio de los pormenores de una obra cualquiera, sea
un poema, un drama, un cuento o una novela.
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En sentido general, analizar un texto es explicarlo, caracterizarlo, descomponerlo, identificar sus partes o elementos
estructurales. Al llevar a cabo un análisis, se procede a explicitar la temática general del texto, sus ideas principales
y secundarias, su articulación, su vocabulario, sus recursos, sus aspectos técnicos o estilísticos, su contexto de
producción, su orientación discursiva, su sentido e intencionalidad, su valor estético y social. Cuando se trata de un
análisis crítico del discurso, se busca establecer además cuál es la ideología que el texto reproduce y hacia dónde
se orienta la misma ―es decir: a favor o en contra de qué―, a los fines de ponderar su alcance y su valor en
términos éticos o políticos.
La síntesis
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EJERCICIOS
1-Usa diferentes métodos o procedimientos de desarrollo y escribe al menos tres párrafos sobre uno de tus
proyectos de vida (sugerencia: en el primer párrafo podrías exponer de qué se trata tu proyecto; en el segundo,
podrías hacer una lista de los detalles del proceso; y en el último, especificar los principales obstáculos que prevés
y cómo podrías vencerlos)
2-Elige uno de los modelos o formatos en uso y elabora tu propio CV como si lo fueras a presentar a una empresa.
3-Lee este fragmento de un texto narrativo de Camilo José Cela y luego responde los apartados A, B, y C.
Café de artistas, II
En el bar, delante de un café con leche, un editor le explica a un novelista flaquito, con cara de padecer del hígado
y quién sabe también si de hemorroides:
―Mire usted, Cirilo, dejémonos de zarandajas y de modernismos. La novela, ¿me escucha usted?
Cirilo se sobresaltó por dentro y puso un gesto casi ruin de estar atendiendo mucho.
―Sí, señor, sí. La novela...
El editor siguió:
―Pues eso. La novela, dejémonos de monsergas y de modernismos, debe constar de los tres elementos
tradicionales, clásicos, esenciales. ¿Me entiende usted?
El novelista, por poco, le responde: «Sí, señor, le entiendo a usted la mar de bien: fe, esperanza y
caridad.» Pero pudo contenerse a tiempo.
―Sí, señor, ya lo creo. ¡Los tres elementos tradicionales, clásicos, esenciales! ¡Je, je!
El editor respiró hondo y continuó.
―¿Quiere usted un cafetito?
―Bueno...
―Oiga, un cafetito para este señor.
El editor miró para Cirilo y Cirilo se compuso unos ojitos de oveja, unos ojitos que querían significar todo
su mucho agradecimiento.
―Y esos tres elementos de que le hablo, amigo mío, esos tres elementos tradicionales, clásicos, esenciales,
dejémonos de gaitas y de modernismos, son, ¿sabe usted cuáles son?
―Siga, siga...
―Pues son: planteamiento, nudo y desenlace. Sin planteamiento, nudo y desenlace, por más vueltas que
usted quiera darle, no hay novela: hay, ¿quiere usted que se lo diga?
―Sí, señor, sí.
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b) El tema de la conversación
a) Las 3 palabras con que el editor desconsidera las opiniones sin valor:
b) Los 3 adjetivos con que el editor califica los elementos de una novela:
El informe de 2009 del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés)
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico condensa informaciones de mucho interés en
relación con la importancia de la lectura ―véase al respecto OECD (2010)―:
a) El concepto de “alfabetismo” que se maneja hace referencia tanto a la capacidad de los estudiantes para aplicar
sus conocimientos y habilidades en temas de áreas específicas como a su habilidad para analizar, razonar y
comunicar efectivamente a medida que plantean, interpretan y solucionan problemas en una diversidad de
situaciones.
b) La concepción de PISA sobre el Alfabetismo en Lectura comprende todo el rango de situaciones en las que la
gente lee, las diferentes formas en que se presentan los textos escritos y las diversas maneras en que los lectores
se acercan a estos y los utilizan, desde la funcional y puntual, como encontrar una pieza particular de información,
hasta la profunda y de amplio alcance, como comprender otras maneras de entender, pensar y ser.
c) Los padres que se comprometen activamente con la actividad lectora de sus hijos tienen un impacto positivo en
el desempeño lector de estos. Los estudiantes cuyos padres reportan que leyeron un libro con sus hijos “todos los
días o casi todos los días” o “una o dos veces a la semana” durante su primer año escolar obtuvieron mayores
niveles de desempeño en PISA 2009 que aquellos estudiantes cuyos padres reportaron que no habían hecho esto
“nunca o casi nunca” o “una o dos veces al mes”.
d) Los muchachos de 15 años cuyos padres polemizan sobre política o temas sociales una vez a la semana o más
obtuvieron 28 puntos más que aquellos cuyos padres no lo hacen o que hablan de este tipo de temas con menor
frecuencia.
e) El dominio de estrategias que ayudan a aprender, tales como métodos para recordar y entender o resumir textos
y leer mucho, son esenciales si los estudiantes han de convertirse en lectores competentes. Practicar la lectura
leyendo por gusto se asocia más claramente con mejores resultados si se acompaña con altos niveles de
pensamiento crítico y aprendizaje estratégico.
f) En todos los países los estudiantes que disfrutan la lectura tienen desempeños significativamente mejores que
los estudiantes que no la disfrutan. Los resultados de PISA sugieren que aunque los estudiantes que leen ficción
por lo general consiguen puntajes más altos, son los estudiantes que leen una gran variedad de material los que
tienen un desempeño particularmente bueno en lectura.
g) Los estudiantes que están ampliamente comprometidos en actividades lectoras en línea, tales como leer e-mails,
chatear, leer noticias, usar diccionarios o enciclopedias, participar en grupos de discusión y buscar información, por
lo general son mejores lectores que los estudiantes que leen poco en línea.
h) Casi en todos los países los estudiantes que utilizan estrategias apropiadas para comprender y recordar lo que
leen, tales como subrayar partes importantes del texto o discutir lo que leen con otras personas, tienen desempeños
superiores en la evaluación de PISA; esto corresponde a un nivel completo de competencia y a casi dos años
completos de escolaridad si se compara con estudiantes que utilizan muy poco estas estrategias.
i) Las mujeres tienen mejor desempeño que los muchachos en habilidades de lectura en cada uno de los países
participantes. En promedio, entre los países de la OECD, los muchachos tuvieron un desempeño mejor que las
niñas en matemáticas, correspondiente a 12 puntos; mientras que la diferencia de género en el desempeño en
Ciencias tiende a ser muy pequeña, tanto en términos absolutos como cuando se compara con brechas de género
grandes en el desempeño lector y con la brecha de género más moderada en matemáticas.
j) En todos los países, los muchachos no solo están menos inclinados que las niñas a decir que leen por disfrute,
sino que también tienen hábitos diferentes de lectura cuando leen por placer. Pero los muchachos y las niñas no
tienen diferencias inherentes de intereses y fortalezas académicas, sino que estas son más que todo adquiridas y
socialmente inducidas.
LA LENGUA EN MOVIMIENTO / Orlando Muñoz
k) Las niñas, por lo general, son más lectoras de ficción que los muchachos y también les gusta más leer revistas;
sin embargo, más del 65% de los muchachos lee los periódicos regularmente porque lo disfruta y solamente el 59%
de las niñas lo hace.
l) Los países de más alto desempeño son aquellos en que sus estudiantes, por lo general, saben cómo resumir
información. Y los estudiantes que dicen que ellos inician el proceso de aprendizaje imaginando qué es lo que
necesitan aprender, luego asegurándose que comprenden lo que leen, precisando qué conceptos no han entendido
a cabalidad, tratando de recordar los puntos más importantes del texto y buscando cómo aclarar mejor la
información cuando ellos no entienden algo que han leído, tienden a desempeñarse mejor en la escala lectora.
m) La pobre competencia en lectura vista entre los muchachos con desventajas socioeconómicas es
particularmente preocupante porque, sin la habilidad para leer suficientemente bien a fin de participar
completamente en la sociedad, estos estudiantes y sus futuras familias tendrán menos oportunidades para escapar
del ciclo de privación y pobreza.
a) Aplica las macrorreglas semánticas propuestas por Van Dijk y realiza un resumen del texto anterior.
b) Sintetiza el texto anterior con una frase u oración simple que abarque de manera global su contenido y que, por
tanto, pueda servirle de título.