Programa de Formacion Soy Un Ser Humano. 2do Tema, 2do Momento
Programa de Formacion Soy Un Ser Humano. 2do Tema, 2do Momento
Programa de Formacion Soy Un Ser Humano. 2do Tema, 2do Momento
PARA RECORDAR Y AVANZAR: Te invitamos a recordar el inicio de este «Con Dios en el camino…
espiritualidad para la vida»:
¿cuál fue el punto de arranque, de partida? escribe palabras claves que recojan lo trabajado
en el primer momento de la sesión anterior, identifica un sentimiento que experimentaste.
UN MUNDO CON MUCHA GENTE, PERO CON POCOS HUMANOS: Cuando nos asomamos a la
realidad mundial, encontramos un mundo con mucha gente, pero cada vez menos poblado de seres
humanos. Nos encontramos con sociedades e individuos que han logrado avanzar en ciencia,
genética, telecomunicaciones, nanotecnología, inversiones, transito al espacio… sin embargo hemos
involucionado o no hemos avanzado en humanidad. Cada vez es mayor la violencia expresada en
múltiples formas, mayor irrespeto a la condición humana, pobreza extrema, desplazamiento,
migración, trata de personas, tráfico de órganos, prostitución infantil, discriminación por raza, sexo,
creencias, destrucción de la casa común. Pareciera que cada vez se hace más fuerte la cultura
dominante del mercado, donde los seres humanos son usados y desechados para los intereses de
quienes tienen el poder en el mundo. Urge un mundo más humano, que los habitantes de la tierra no
sean productos de un sistema que pretende la fabricación en serie de modelos a base de
individualismo.
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Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social Fe y Alegría
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Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social Fe y Alegría
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Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social Fe y Alegría
“El desafío de humanizarnos y de humanizar nos pide a quienes somos discípulos y discípulas de
Jesús, ponernos en sintonía con toda la Historia de la Salvación. La historia de un Dios que quiso
humanarse, abajarse, que quiso hacerse uno de nosotros compartir nuestra vida, ser parte de nuestra
debilidades, someterse a todas las vicisitudes propias del espacio y del tiempo, que nos enseñó a
jugarnos por las personas con quien compartíamos la vida; que nos enseñó a ser causa común con
todo lo humano, a ponernos en horizontal, a ponernos de igual a igual. Reconocernos todos dignos,
hijos de un mismo padre; no importa quiénes somos, no importa nuestra historia, no importa lo que
haya pasado en nuestras vidas, nuestra dignidad es una y única, y es la de ser hijos e hijas de un
mismo Padre.
Esto nos llama a un estilo relacional que tiene una doble perspectiva: Una perspectiva
interpersonal, que es una perspectiva de acogida, de escucha, de profundo respecto casi de
reverencia por la presencia de otra persona en quien habita un misterio. Pero además hay otra
perspectiva que es la del compromiso social, la del compromiso global. Nuestro compromiso con la
humanización no pasa solo por lo interpersonal, pasa también por una ética de mínimos (al decir de
Adela Cortina), el compromiso político, el compromiso ciudadano, la transformación de muchas
estructuras que deshumanizan nuestra vida; el velar por los objetivos y las prácticas de las
organizaciones, el cuidado del planeta, de la casa común, la protección incondicional de la vida de
todas las formas y maneras. Todo eso forma parte de nuestro camino hacia la humanización. Y todo
requiere de nosotros proyectos compartidos, intencionales, perseverantes, con los cuales
demostremos nuestra postura ética a nivel social. Y esto requiere de nosotros una autocrítica, en
todos los ámbitos en los que nos movemos, en las familias, en nuestras comunidades, en la Iglesia, en
la política, en el poder judicial, entre nuestros amigos…