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Economia Circular Vs Economia Lineal Propuesta de Futuro Varelamenendez - Jacobo - TFG - 2018

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Facultade de Economía e Empresa

Trabajo de La economía circular.


fin de grado
Una propuesta de futuro
para España y Europa.

Jacobo Varela Menéndez

Tutora: Marta Rey García

Doble Grado en Derecho y Administración y Dirección


de Empresas
Año 2018
Trabajo de Fin de Grado presentado en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña para la
obtención del Grado en Administración y Dirección de Empresas
Economía circular. Una propuesta de futuro.

Resumen
El objetivo general de este trabajo es realizar una aproximación técnica de la economía
circular en el ámbito de la UE y de España. Fenómeno que experimentó una inusual
expansión que coincide en el tiempo con los primeros análisis puramente económicos del
concepto. Es precisamente este hecho el que nos lleva a formular una de las
proposiciones que fundamenta la realización de este trabajo: la expansión de la economía
circular tanto entre los actores públicos como privados se debe, fundamentalmente, al
énfasis de los estudiosos en destacar los beneficios económicos del modelo.
En esta aproximación se estudiarán los precedentes de la economía circular, su definición
y características, así como sus principios rectores y el marco legal europeo y español,
finalizando con el análisis de su incidencia en la cadena de valor, en la sociedad y en el
medio ambiente.
La metodología se basa en la síntesis y aprendizaje, partiendo de una bibliografía holística
y transversal en la que se incluyen documentos legales; monografías técnicas, económicas
e históricas; e informes de instituciones públicas y privadas dedicadas en exclusiva al
estudio de este concepto.
Las conclusiones confirman la proposición de partida y generan una serie de propuestas e
iniciativas para implementar la economía circular sin centrarse en un solo actor implicado,
sino envolviéndolos a todos.

Palabras clave: economía circular; sostenibilidad; cadena de valor; ciclo técnico, ciclo
biológico; economía restaurativa; economía regenerativa.

Abstract
The main subject of this analysis is to make a technical approach the circular economy in
the EU and Spain. This system experienced an unusual expansion that went along with the
first economic analysis of the concept. This leads us to formulate one of the propositions of
this study: the circular economy expansion among public and private actors is due to the
emphasis made by researchers on the economic model benefits.
In this research we analyse the circular economy precedents; its definition and
characteristics; guiding principles; and legal framework, both in Europe and Spain.
Subsequently, we evaluate its influence in the value chain, in society and in the
environment.
The methodology is based on the synthesis and learning, starting from a holistic and
transversal bibliography in which legal documents are included; as well as technical,
economic and historical monographs; and reports from public and private institutions
dedicated to the study of this concept.
The conclusions confirm the starting proposition and generate proposals and initiatives to
implement the circular economy without focusing on a single actor involved, but involving
all of them.

Key words: circular economy; sustainability; value chain; technical cycle; biological
cycle; restorative economy; regenerative economy.

Jacobo Varela Menéndez 2


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Índice
Introducción .......................................................................................................................... 6

1 Antecedentes de la economía circular .............................................................................. 7


1.1 El modelo lineal: “Extraer-utilizar-tirar” ................................................................... 7
1.2. Problemas y límites del modelo ............................................................................... 9
1.3 Tendencias que obligan a superar este modelo ..................................................... 15
1.4 Soluciones planteadas ............................................................................................ 17
1.4.1 La teoría del Decrecimiento ........................................................... 17
1.4.2 Reducción de la población ............................................................. 20
1.4.3 El desarrollo sostenible y la bioeconomía ...................................... 21
2 La economía circular: conceptualización y caracterización ............................................. 21
2.1 Concepto y origen .................................................................................................. 21
2.1.1 Origen............................................................................................. 21
2.1.2 Concepto ........................................................................................ 24
2.2 Caracterización ....................................................................................................... 28
2.2.1 Principios de actuación .................................................................. 28
2.2.2 Relación entre los principios de actuación y las acciones a
desarrollar 32
2.2.3 Características ............................................................................... 33
2.2.3.1 Los ciclos técnicos y los ciclos biológicos .................................... 33
2.2.3.2 De la caducidad a la restauración ................................................ 34
2.2.3.3 Las energías renovables vs las energías clásicas y los tóxicos .. 36
2.2.3.4 Reutilización y retorno a la biosfera ............................................. 38
2.2.3.5 Paso o uso en cascadas .............................................................. 38
2.2.3.6 Del consumidor al usuario. La “servitización” .............................. 39
3 La implantación de la Economía Circular: marco de aplicación e ilustración práctica .... 39
4 Consecuencias de la Economía Circular .......................................................................... 48
4.1 Incidencia de la Economía Circular en la cadena de valor ...................................... 48
4.1.1 Diseño: ecoinnovación y ecodiseño ............................................... 49
4.1.2 Aprovisionamiento .......................................................................... 52
4.1.3 Producción y fabricación ................................................................ 53
4.1.4 Distribución: movilidad sostenible .................................................. 53
4.1.5 Servicio postventa y logística inversa ............................................ 54

Jacobo Varela Menéndez 3


Economía circular. Una propuesta de futuro.

4.1.6 Compostaje .................................................................................... 55


4.1.7 Ejemplo de implementación: la circularidad en la cadena del sector
textil 55
4.2 Beneficios para la sociedad y para el planeta ........................................................ 56
4.2.1 Beneficios medioambientales......................................................... 57
4.3 Desventajas o limitaciones ..................................................................................... 59
4.3.1 Limitaciones políticas ..................................................................... 59
4.3.2 Limitaciones legislativas ................................................................. 59
4.3.3 Limitaciones culturales y sociales .................................................. 60
4.3.4 Limitaciones técnicas ..................................................................... 60
4.3.5 Limitaciones de financiación .......................................................... 62
5 La Economía Circular en España ...................................................................................... 62
5.1 Implantación del modelo circular en la economía española .................................. 62
5.2 Marco legal y futuro ............................................................................................... 63
5.2.1 La economía circular en la Ley Catalana 16/2017, de 1 de agosto,
del cambio climático ........................................................................................... 63
5.2.2 La Unión Europea y su plan de acción........................................... 64
5.2.3 El “paquete” Barroso y el “paquete revisado” de Juncker: ............. 66
Conclusiones ....................................................................................................................... 67

Bibliografía .......................................................................................................................... 69

Jacobo Varela Menéndez 4


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Índice de figuras
Ilustración 1. Economía lineal y economía circular. .................................................................. 8

Ilustración 2. Cradle to grave. ………………………………………………………………………………………………….9


Ilustración 3. Producción mundial de petróleo entre 1920 y 2000 ……………………......................10
Ilustración 4. Evolución del precio de mercancías y productos. …………………………………………..…11
Ilustración 5. Islas plásticas. …………………………………………………………………………………………………..12
Ilustración 6. Los plásticos y el mar. ……………………………………………………………………………………….13
Ilustración 7. Población mundial. …………………………………………………………………………………………..16
Ilustración 8. Pirámide hacia la sustentabilidad. …………………………………………………………………….22
Ilustración 9. Círculo de la sostenibilidad. ………………………………………………………………………………26
Ilustración 10. Principios de actuación de la economía circular y su relación con los ciclos
técnico y biológico. ………………………………………………………………………………………………………………..31
Ilustración 11. Medidores del desarrollo de la economía circular. ………………………………………….32
Ilustración 12. Ciclo técnico. ………………………………………………………………………………………………….34
Ilustración 13. Ciclo biológico. ……………………………………………………………………………………………….34
Ilustración 14. De la caducidad a la restauración mediante la cadena inversa. ………………………35
Ilustración 15. Comparativa de las emisiones totales de CO2 (tCO2) en 2007, 2012 y 2017. ….37
Ilustración 16. Marco RESOLVE. …………………………………………………………………………………………..…40
Ilustración 17. Producción de energía en la Isla del Hierro (2015-2017). ………………………………..41
Ilustración 18. Clever Little Bag de Puma. ………………………………………………………………………………47
Ilustración 19. Lush, el champú sólido. …………………………………………………………………………………..47
Ilustración 20. Competitive advantage and the value change (M. Porter). ……………………………..49
Ilustración 21. Modelo ECO-3: interrelaciones entre economía circular, ecodiseño, C2C y el
sistema triple E. ………………………………………………………………………………………………………………….….52
Ilustración 22. Bucle positivo entre el diseño circular y la logística inversa. …………………………...55
Ilustración 23. Beneficios medioambientales de la economía circular. …………………………………..57

Índice de tablas
Tabla 1. Los niveles en el ecodiseño. ..................................................................................... 51
Tabla 2. Medidas para la circularidad del sector textil. …………………………………………………………..56
Tabla 3. Hitos destacados en la evolución de la política europea sobre residuos. …………..……..65

Jacobo Varela Menéndez 5


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Introducción
En el s. IV A.C. Aristóteles usó la palabra economía para referirse a la administración
de la casa y el hogar y la palabra crematística (del griego khrema, riqueza, posesión)
para referirse a la economía política y a lo que hoy podemos entender por
macroeconomía en un sentido altamente primitivo. Aunque no estudió en profundidad
esta ciencia, que por aquel entonces ni siquiera había nacido en su sentido moderno,
sí realizó multitud de análisis éticos referentes a la economía y a la crematística. Para
él, dentro de la crematística se encontraba el trueque de bienes por bienes o por
dinero (comercio), básico para el desarrollo social en comunidades que reconocen la
propiedad privada, y la usura o transformación del dinero en dinero, modalidad esta
contra natura que deshumaniza al ser humano y que él consideraba anti-ética.
En este trabajo, mediante el análisis de la economía circular -un nuevo modelo
económico que parece postularse como una de las salidas menos problemáticas al
actual abismo medioambiental y social que supone el modelo lineal del capitalismo
moderno-, pretendo en esencia poner en valor el sentido social y humanístico de la
economía como ciencia de la administración del hogar y la casa del ser humano, es
decir, el planeta Tierra.
La economía imperante hoy en día se caracteriza por dejar fijados unos dogmas
cuasidivinos basados en la producción y el consumo ilimitados y no regenerativos en
un mundo caracterizado por la existencia de recursos y alimentos finitos, lo cual
constituye un óximoron altamente perjudicial para la sostenibilidad del modelo. Por
suerte, la Teoría de Sistemas ha desarrollado la posibilidad de aplicar sistemas
circulares a prácticamente todas las ciencias, entre ellas la económica, lo cual permite
sostener un modelo en base a sí mismo y prescindir de las tan temidas y hasta ahora
olvidadas externalidades negativas.
Los propósitos de este trabajo, más allá de su concreción técnica en el análisis de la
economía circular -sus principios, sus carencias y su desarrollo actual en el ámbito
europeo y español- son precisamente dos. En primer lugar, incitar al lector a
reformular esa definición de economía aristotélica para no dejar de lado la necesidad
de crecer sin dañar el hogar del ser humano. En segundo lugar, demostrar que la
expansión al ámbito económico de la concienciación ambiental nacida a mediados del
s. XX de la obra de autoras como Rachel Carson no será posible, en un mundo
dominado por empresas y multinacionales y caracterizado por la implicación de los

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

gobiernos en los aspectos económicos de sus ciudadanos, hasta que esta conciencia
ambiental demuestre ser rentable a largo plazo y sostener el statu quo del capitalismo.
La economía circular, dentro de sus limitaciones, parece cumplir ambos propósitos a la
perfección. El primero, porque es la única teoría económica que, fundamentando su
propia existencia en el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad, parece que
no está siendo relegada por el pensamiento ortodoxo imperante. El segundo, porque
es el primer modelo alternativo que se ha separado de las proclamas políticas
anticapitalistas que, mucho más radicales, jamás se preocuparon por su impacto
económico positivo y su rentabilidad. Ejemplo de esto último es el análisis de viabilidad
económica de la economía circular realizado por la Ellen MacArthur Foundation
(2014), que estima que Europa puede generar un beneficio neto de 1,8 billones de
euros de aquí a 2030 (casi 1 billón más que en la actual senda de desarrollo lineal)
con la implantación de la economía circular, y generar empleo a un ritmo creciente
(como se ha manifestado en su investigación piloto en Dinamarca).

1 Antecedentes de la economía circular


1.1 El modelo lineal: “Extraer-utilizar-tirar”
Finalizada la Primera Revolución Industrial - término empleado por primera vez en
1837 por Blanqui y difundido por Marx y Engels-, entre 1820 y 1840 se asentaron en
buena parte de Europa Occidental y Norteamérica un conjunto simbiótico de
transformaciones económicas, tecnológicas y sociales que dieron entrada al
capitalismo industrial y, con ello, a la globalización de la economía (Clough, 1970).
La producción se disparó, tanto en el sector primario como en el naciente sector
industrial, a la vez que disminuía el tiempo de producción, beneficiándose el
empresario, propietario o, en términos marxistas, capitalista, de las innovaciones
tecnológicas y la implantación de la maquinaria en el sistema fabril. En casi todas las
grandes potencias europeas del s. XIX, excepto Italia, el Producto Nacional Bruto
(PNB) se incrementó progresivamente como consecuencia de los cambios
económicos propiciados por la Revolución Industrial (Kennedy, 2017). Dinámica
semejante siguió el Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, el Índice de Producción
Industrial (IPI), indicador de la actividad productiva de las ramas industriales (industrias
extractivas, manufactureras y de producción y distribución de energía, gas y agua),
experimentó mayor crecimiento a principios del s. XIX, en plena Revolución Industrial,
que a principios del s.XX, en plena crisis pre-Primera Guerra Mundial (Carreras y
Delgado, 1989). Por último, Simón Segura (1996) analiza la variación en la distribución

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

porcentual de la población por sectores productivos, percibiéndose la industrialización


en un progresivo trasvase de mano de obra del sector primario al secundario.
Lo importante es que, ante esta tendencia bicéfala de incremento de producción y
reducción del tiempo necesario para producir, adquiere fuerza un elemento básico del
capitalismo que permite mantener una meta inalcanzable para el empresario,
brindándole siempre, no solo la oportunidad, sino también la necesidad de mejorarlo:
la productividad.
Se inicia así una etapa caracterizada por lo que Luciano Concheiro denomina el
turbocapitalismo, palabra que expresa la tendencia a la infinita aceleración de nuestro
sistema económico y que, en términos menos académicos, recogió Immanuel
Wallerstein (1988) en una metáfora: “Los capitalistas son como ratones en una rueda,
que corren cada vez más deprisa a fin de correr aún más deprisa”. Concheiro ya nos
advierte que “el proceso de generación de ganancias es un proceso circular y no
lineal” (Concheiro, 2016), por lo que no debemos circunscribir únicamente la tendencia
lineal al sistema de producción y consumo (a pesar de que este trabajo se centra en el
análisis de este), sino que es necesario tener en cuenta que esa tendencia es un
rasgo característico del sistema económico hasta ahora vigente en todas sus
dimensiones (obtención de beneficios; ciclo de vida de productos y materiales; sistema
financiero; producción, consumo...).
Es precisamente en estos últimos 150 años de evolución industrial en los que, pese a
los cambios experimentados en el sistema económico y al paso del capitalismo
industrial al financiero, se mantuvo siempre un modelo de producción y consumo
lineal. Modelo por el que cualquier tipo de bien es producido partiendo de unas
determinadas materias primas, para luego ser vendidos, utilizados y posteriormente
desechados (Ellen MacArthur, 2014). Este sistema lineal no es sostenible pues
conlleva el aumento “perpetuo” de la intensidad material y energética y el crecimiento
del consumo, siendo esto incompatible con un mundo de recursos limitados
(Fundación COTEC, 2017).
Ilustración 1. Economía lineal y economía circular

Fuente: Ellen MacArthur (2013)

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

El primer paso del modelo de producción y consumo lineal es la extracción,


consistente tanto en la obtención de recursos naturales y materias primas necesarias
para la elaboración de los bienes de consumo, como en su posterior transformación
mediante un proceso mecánico o artesanal en dichos bienes.
Posteriormente tiene lugar la fase de utilización, en la que el bien, tras pasar de la
empresa al consumidor (en caso de B2C) o a otra empresa (en caso de B2B), es
utilizado durante un periodo de tiempo. Este ciclo de vida del producto puede ser más
o menos largo dependiendo de su grado de erosión y volatilidad; obsolescencia
programada; modas; tasa de renovación de los consumidores... La última fase de este
modelo de producción y consumo lineal es la que se conoce como “tirar” o desechar, y
genera uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el ser humano: la
acumulación de residuos, proceso al que metafóricamente se le denomina cradle to
grave o de la cuna a la tumba.
Ilustración 2. Cradle to grave

Fuente: EPA (2014)

1.2 Problemas y límites del modelo


Entre los principales problemas que ocasiona este modelo de economía lineal,
estudiados tanto por la Ellen MacArthur Foundation como por investigadores adscritos
a la Fundación COTEC, Espaliat o contratados por el gobierno de España para
desarrollar el proyecto España Circular 2030, destacan los siguientes:
a) Volatilidad y aumento de la exposición de los agentes económicos,
especialmente empresas, a determinados riesgos en la cadena de suministro
El sistema lineal incrementa los riesgos a los que se someten las empresas en cuanto
a la volatilidad de los precios de las materias primas y de los recursos, siendo un factor
fundamental en esa volatilidad la posibilidad de interrupciones en el suministro de
dichos recursos (Ellen MacArthur, 2014).

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

No hay más que observar ciertos casos paradigmáticos como el del petróleo, para
comprobar la influencia en la economía de las alteraciones en la demanda de ciertos
recursos (sea por cortes en los suministros o por su potenciación “irracional”).
La dinámica de precios del petróleo, derivada particularmente de variaciones en la
oferta, suele venir acompañada de una variación o desestabilización en el resto de
productos, ya que, hoy en día, la dependencia del petróleo es casi absoluta para las
sociedades desarrolladas. “Durante medio siglo, entre 1950 y 2000, anualmente se
descubría más petróleo del que se extraía de los yacimientos. Pero desde hace varios
años es más el petróleo extraído que el que se descubre” (Max-Neef y Smith, 2011, p.
99). Además, la producción mundial de petróleo per cápita alcanzó su máximo hace
cuarenta años y desde entonces no ha hecho más que disminuir (Ilustración 3).
Concretamente, la producción diaria per cápita de petróleo muestra una tendencia
general descendente desde mediados de los setenta, cuando llegó a ser
aproximadamente de 2 litros/persona/día. “A medida que la producción de petróleo
tiene que esforzarse cada vez más en responder a una demanda cada vez mayor, y
que la población del planeta continúa aumentando, es muy improbable que la
producción mundial per cápita logre recuperar sus niveles de los años setenta”
(Bartlett, 2004, p. 53).
Ilustración 3. Producción mundial de petróleo entre 1920 y 2000

Fuente: Bartlett (2004, p. 53)


b) Creciente escasez y sobreexplotación de recursos
Superado el pico de producción del petróleo, su escasez se avecina y, cuando esto
ocurra, habrá que ver si la población mundial está preparada para producir alimentos o
gestionar la movilidad sin depender de estos hidrocarburos.
Por otro lado, y como apreciamos en la Ilustración 4, “después de un siglo de caída
de los precios de las materias primas, en los primeros diez años del siglo XXI sufrieron
una subida del 147% en términos reales de los precios” (Zhexembayeva, 2014, p. 12).

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

Ilustración 4. Evolución del precio de mercancías y productos

Fuente: España Circular 2030, Gobierno de España (2017)


Esto es, el repunte de los precios del petróleo se está produciendo con muchas otras
materias primas fundamentales para muchas industrias. Los recursos comienzan a
escasear debido a la sobreexplotación a la que se han sometido los yacimientos a
finales del siglo pasado y comienzos de este.
c) Contaminación
Los signos del cambio climático son muchos: derretimiento de los casquetes polares
con el consecuente incremento del nivel del mar; progresivo incremento de la
temperatura media del planeta; desertización de grandes superficies; “plastificación”
de los océanos; deforestación de los pulmones de la Tierra, etc.
Es remarcable el incremento mundial de la temperatura en 0,3-0,6 ºC en el siglo XX.
Los años que median entre 1995 y 2006 fueron los más calurosos desde 1850.
Algunos estudios, además, prevén que el incremento al final del s.XXI podría llegar a
ser de casi 6ºC. Teniendo en cuenta que muchos expertos hablan de un crecimiento
mucho más exponencial a partir del incremento de 2 ºC, esta subida sería muy
peligrosa. Pero no conviene incidir en el “calentamiento global” ya que este es solo
una parte integrante del cambio climático, que también puede producir enfriamientos y
pequeñas glaciaciones en determinadas áreas del planeta (Wilson y Law, 2007,
citados por Taibo, 2011).
Por otro lado, los científicos observan con preocupación la subida del nivel del mar.
Los pronósticos advierten de un potencial crecimiento de entre 20 y 88 cm de aquí a
2100 (Lynas, 2007, citada por Taibo, 2011). Esto ya está produciendo los primeros
casos de “refugiados” por cuestiones climáticas en islas del Pacífico y del Caribe, pero,

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

a este ritmo, las consecuencias podrían conllevar incluso la desaparición de Estados-


isla como las Maldivas o grandes inundaciones en poblaciones adyacentes a los deltas
de algunos ríos como en Bangladesh, Egipto o Tailandia. Según Abbot, Rogers y
Sloboda (2007) a este ritmo, y por esta única causa, en 2050 podría haber en torno a
150 millones de refugiados (Taibo, 2011).
Otro signo es el derretimiento de los glaciares en montañas continentales y en los
casquetes polares, como tristemente sucedió en enero de 2013 con el derretimiento
del glaciar Perito Moreno, en el sur de Argentina. Pero también las continuas sequías
e inundaciones y la cada vez mayor fuerza de fenómenos como los monzones
asiáticos o la gota fría.
Para comprender la magnitud de un proceso tan dañino, citaré a continuación algunos
datos sobre los efectos de la contaminación en términos de plastificación de océanos,
producción de alimentos y desertificación.
Plastificación de los océanos
Un reciente estudio del Foro Económico Mundial y de la Ellen MacArthur Foundation
estima que en 2050 habrá en el mar más plásticos que peces (La nueva economía de
los plásticos, 2016). En 10 años los océanos albergarían una tonelada de plásticos por
cada 3 de peces y, en 2050, el peso de los residuos plásticos sería mayor que el de la
fauna marina (vid. Ilustración 6).
Según la revista Science, cada año terminan en los mares ocho millones de toneladas
de plásticos, cifra que al ritmo actual, no hace más que multiplicarse.
En la Ilustración 5 pueden apreciarse las principales zonas de aglomeración de estos
residuos: la Zona de Convergencia Subtropical; y las Manchas Este y Oeste de
Basura. La más grande de estas manchas, en el Océano Pacífico Norte, ocupa según
la National Oceanic and Atmospheric Administration, una superficie de entre
692.000km2 y 1.400.000 km2. Una gran isla tóxica de mayor tamaño que la península
ibérica a la que también denominan el “Gran Parche de Basura del Pacífico”.
Ilustración 5. Islas plásticas

Fuente: National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) (2016)

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

Ilustración 6. Los plásticos y el mar

Fuente: Ellen Macarthur Foundation (2017)


Producción de alimentos
El cambio climático puede dejarnos sin café y otros productos alimenticios básicos. En
países como Honduras, los productores de grano de café están viendo amenazadas
sus producciones por inundaciones, en Vietnam por falta de agua, y en Brasil por las
continuas sequías. En Colombia, donde el cultivo de café es una importante base
económica, plagas como la roya constituyen una grave amenaza. Numerosos centros
de estudios analizan este hecho, como el australiano The Climate Institute.
Pero el café no es el único perjudicado. La desertización y el incremento de la
temperatura global amenazan también a la producción vinícola, producto clave en las
exportaciones españolas. Desde 2014, año en que se exportaron 21,8 M de HI,
España se convirtió en el primer exportador mundial (Federación Española del Vino).
Así mismo, en países del continente africano como Ghana y Costa de Marfil, a la
cabeza en el cultivo mundial de cacao, el aumento de temperaturas creará condiciones
demasiado complicadas para el desarrollo vital del árbol del cacao (theobroma cacao).
Desertificación
Antes del año 2100 el 80% de España puede convertirse en desierto. En este caso, los
datos provienen del propio Gobierno. Según un análisis del Ministerio de Medio
Ambiente publicado en 2016 en el Portal de Transparencia Gubernamental, en lo que

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

resta de siglo el 80% del suelo corre peligro de desertificación, entendiendo por tal la
“degradación de las tierras áridas, semiáridas o subhúmedas secas” (Gobierno de
España, Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, 2016), con
el consecuente riesgo y presión sobre los recursos hídricos.
d) Incremento de la pobreza y la brecha entre los países del norte y del sur y
otros problemas sociales
En torno a 1400 millones de personas están en situación de pobreza extrema en el
mundo y casi 900 millones sufren hambre y no tienen acceso a servicios básicos como
la educación, la salud o el agua potable (Oxfam Intermon, 2017). Lo relevante es que
las principales causas de pobreza son todas intrínsecas al sistema capitalista de
producción y consumo lineal: el modelo comercial multinacional; el cambio climático;
las desigualdades en el reparto de recursos y el expolio a países del sur; las
epidemias y el crecimiento de la población; el despilfarro de alimentos... Causas que a
su vez acentúan las diferencias entre los países ricos del norte y los países pobres del
sur, y, cada vez más, también acentúan la brecha interna en los países ricos, donde el
número de personas por debajo del umbral de pobreza no ha hecho más que crecer
desde la crisis global de 2008.
En el ámbito de los países desarrollados, se ha documentado la influencia perniciosa
del sistema capitalista en las interacciones humanas. Según Bauman (2007) “la
sociedad de consumidores tiende a romper los grupos, a hacerlos frágiles y divisibles,
y favorece en cambio la rápida formación de multitudes, como también su rápida
disgregación. El consumo es una acción solitaria por antonomasia (quizás incluso el
arquetipo de la soledad), aun cuando se haga en compañía” (p.109). Desde una
perspectiva sociológica el consumo es lo que da sentido, en muchas ocasiones, a
nuestras vidas, llegando al extremo en el que la aseveración de Descartes podría
modificarse para afirmar que “compro, luego tiro, y así existo”. Numerosos estudios
científicos están probando además la incidencia del sistema capitalista y del “discurso
capitalista” en términos psicoanalíticos sobre las enfermedades mentales.
En cuanto a los límites del modelo de consumo lineal, y basándome en el informe
Towards a Circular Economy de la Ellen MacArhtur Foundation, conviene destacar una
serie de límites derivados de todos los problemas mencionados, que hacen imposible
la continuidad del sistema lineal sin evitar el colapso.
a) Incremento de la celeridad en la dinámica del patrón “extraer-utilizar-tirar”
Según datos obtenidos por la Ellen MacArthur Foundation (2014), en 2010 entraron al
sistema económico en torno a 65 mil millones de toneladas de materias primas y se

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espera que esta cifra se incremente hasta las 82 mil millones en 2020. Este
incremento de la celeridad se manifiesta en el consumo por el acortamiento del ciclo
de vida de los productos, especialmente de los tecnológicos, y por el rechazo a su
reparación, gracias a los esfuerzos en marketing de las grandes empresas modernas.
Se trata de un hecho que se viene manifestando en la producción desde antes incluso
del comienzo de la Revolución Industrial, cuando en el s.XVIII se consiguió
incrementar la producción textil gracias a la invención de la hiladora Jenny que
permitió mecanizar el proceso de trenzado de los hilos y permitir que una persona
trabajase a la par con ocho hilos en vez de ir uno a uno, multiplicándose así por ocho
la velocidad de producción. Este ejemplo muestra cómo las limitaciones son infinitas.
El ser humano no cesa en su empeño de eludir un límite tras otro. Así, el paso
siguiente fue la creación de hiladoras mecanizadas que utilizaban fuerzas alternativas
a la del trabajo humano (Concheiro, 2016).
b) Pérdida de valor
Un sistema basado en el consumo y no en el uso restaurador de recursos no
renovables y en la reutilización de los renovables, ocasiona cuantiosas pérdidas de
valor y efectos negativos a lo largo de la cadena de material.
c) Eliminación de residuos
Se trata de un problema que actúa también como limitación ya que mientras la
economía circular propone la reutilización y reciclaje de los residuos y, en definitiva, su
aprovechamiento, el modelo lineal se sostiene en la necesidad de gestionar la
eliminación de los residuos. Ambos planteamientos suponen cuantiosos costes, pero
sólo el primero permite la regeneración de beneficios a lo largo de toda la cadena de
valor.

1.3 Tendencias que obligan a superar este modelo


Actualmente el sistema económico se encuentra en una encrucijada que propicia que
la economía de producción, el consumo, los contratos de compra y el sistema de
propiedad, así como la normativa y el comportamiento social de los consumidores,
favorezcan el modelo lineal de producción y consumo. No obstante, esta encrucijada
se está debilitando por la presión de tendencias disruptivas que cuestionan la
perpetuidad del modelo lineal:
a) La ralentización de la productividad agrícola
La productividad agrícola está creciendo más lentamente que nunca y la fertilidad del
suelo e incluso el valor nutricional de los alimentos está disminuyendo (Ellen
MacArthur, 2014).

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

b) La sobrepoblación y el incremento de las clases medias


Según la Ellen MacArthur Foundation “la clase media global se multiplicará más que
por dos de aquí a 2030” (2015, p. 3). Naciones Unidas, en 1950, estimaba que la
población mundial rondaba los 2.600 millones de personas. Tan solo treinta y siete
años después, en 1987, se alcanzaron los 5.000 millones (lo cual supone un
incremento del 92,3%) llegando casi a duplicarse. Si tenemos en cuenta que el ser
humano lleva poblando la Tierra unos doscientos mil años, las cifras son
sobrecogedoras. Pero todavía hay más, doce años después, en 1999, la población
mundial alcanzaba los 6.000 millones de personas. Es decir, si entre 1950 y 1987 la
población se incrementó en unos 65 millones de personas anuales, entre 1987 y 1999
la población se incrementó en casi 83 millones y medio de personas anualmente. Para
confirmar este crecimiento geométrico malthussiano no hay más que seguir
observando las cifras en los años posteriores hasta llegar al presente: en 2011, la
población mundial se estimó en torno a los 7.000 millones y, cuatro años después, en
7.300 millones (vid. Ilustración 7).

Ilustración 7. Población mundial

Fuente: Naciones Unidas (World Population Prospects, 2015)

c) La duración de las reservas de recursos naturales


En el año 2000 se estimaba que las reservas de petróleo durarían unos cuarenta años,
las de gas, setenta, y las de uranio, cincuenta y cinco (Taibo, 2011). El problema es
que la erosión de estas previsiones no ha hecho más que crecer de forma exponencial
o geométrica debido al incremento de la demanda y a la aceleración del ciclo “extraer-
utilizar-tirar”.
Ante todos estos problemas derivados del sistema de producción y consumo lineal, la
especie humana tiene dos opciones: mantenerse a la espera, impasible ante la
contaminación de los bosques, de los mares y del aire, y ante el inmininente

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

agotamiento de recursos fundamentales para la vida en sociedad tal y como la


entendemos, o tratar de abordar estas limitaciones y problemas derivados del patrón
extraer-consumir-desechar mediante un cambio de paradigma y de la lógica que
estructura el consumo y la producción de bienes materiales. No es suficiente buscar la
solución simplemente en la eficiencia (reduciendo la energía y los recursos y materias
primas por unidad de producción) ya que esto solo retrasaría la finitud de los recursos,
pero no los haría infinitos.

1.4 Soluciones planteadas


Han sido muchas las críticas planteadas al modelo de crecimiento lineal que
propugnan los teóricos capitalistas ortodoxos y la dinámica empresarial del momento.
La mayoría de ellas han pasado desapercibidas o se han visto condenadas al
ostracismo bajo etiquetas políticas o asociaciones difusas empleadas en ocasiones
con tono descalificativo. Algunos de estos teóricos se han visto privados de la
condición de economistas para ser llamados filósofos y muchas de estas teorías
heterodoxas se han relegado de las universidades.
1.4.1 La teoría del Decrecimiento
Una de estas críticas con proposición de soluciones ha sido la conocida como Teoría
del Decrecimiento Sereno, que se ha extendido por Europa de la mano de los
“Verdes”, la Confederación campesina francesa y el movimiento altermundialista, entre
otros.
En palabras de Latouche (2007):
El propósito principal de la consigna del decrecimiento es sobre todo señalar
claramente la renuncia al objetivo del crecimiento ilimitado, cuyo motor no es otro
que la búsqueda del beneficio de quienes detentan el capital con consecuencias
desastrosas para el entorno y por ende para la humanidad (…). El decrecimiento
no es el crecimiento negativo, oxímoron absurdo que traduce fielmente la
dominación del imaginario del crecimiento. Sabemos que la simple desaceleración
del crecimiento hunde a nuestras sociedades en el desasosiego, aumenta las
tasas de desempleo, y precipita la renuncia a programas sociales, sanitarios,
educativos, culturales y medioambientales que garantizan el mínimo
indispensable de calidad de vida (…). No hay nada peor que una sociedad de
crecimiento en la que el crecimiento no esté a la orden del día. Si no cambiamos
de trayectoria, lo que nos espera es precisamente esta regresión de la sociedad y
de la civilización. Por tanto, el decrecimiento se puede plantear solamente en una
“sociedad de decrecimiento”, es decir, en el marco de un sistema basado en otra
lógica (p.16).
El objetivo de los teóricos del decrecimiento es por tanto una sociedad en la que se
viva mejor trabajando y consumiendo menos. Se trata de ideas subversivas y hasta
revolucionarias si las estudiamos desde el “totalitarismo economicista y desarrollista”.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

Algunos autores han tratado de suavizar el término decrecimiento encasillando esta


teoría bajo el abrigo del “desarrollo sostenible”. Sin embargo, la mayoría de los
decrecionistas no contemplan esta inmersión terminológica al considerar el desarrollo
sostenible insuficiente por perpetuar precisamente el desarrollo ilimitado y lineal (si
bien a un ritmo menor y más concienciado con las externalidades negativas del
sistema lineal sobre el medio ambiente y la sociedad). Para comprenderlos debemos
por tanto desterrar la idea de crecimiento y adquirir una lógica completamente
diferente, e incluso opuesta: “Hay que rehuir cualquier percepción cuantitativa de lo
que el decrecimiento acarrea: no se trata de hacer lo mismo pero en menos cantidad”
(Taibo, 2011, p. 72).
Los decrecionistas suelen argumentar su propuesta incidiendo en el beneficio que esta
acarrearía no solo sobre el planeta, sino también en el bienestar humano y, para ello,
se acogen a la definición de Manfred Linz del bienestar “como un compuesto de tres
elementos: riqueza en bienes, riqueza en tiempo y riqueza relacional” (Sempere,
Riechmann y Linz, 2007, p. 12).
La teoría del decrecimiento, pese a su expansión en cuanto tal en esta última década,
proviene de cuestionamientos críticos a la sociedad moderna capitalista por sociólogos
como Durkheim o Marcel Mauss, psicoanalistas como Erich Fromm o Gregory
Bateson; antropólogos como Polanyi o Marshall Sahlins y ecologistas y filósofos como
Henry David Thoreau y Rachel Carson. A su vez, desde una perspectiva práctica
puede asociarse con determinadas reivindicaciones del movimiento ludista y desde
una perspectiva teórica con análisis críticos de los socialistas utópicos y el anarquismo
del s. XIX y XX.
Según estos autores, el sistema económico actual se vale de ciertos mecanismos para
reafirmar el consumo infinito y sobreacelerado. Para Latouche, por ejemplo, existen
tres elementos que mantienen viva la rueda del consumo que tanto critica: la
publicidad, al crear los deseos de consumo; el crédito, que otorga al consumidor los
medios para el consumo; y los distintos tipos de obsolescencia acelerada y
programada –física y psicológica- que se encargan de renovar constantemente la
misión de consumir (Latouche, 2007).
Los pilares del decrecimiento
En su libro “Pequeño tratado del decrecimiento sereno”, Latouche articula el cambio
económico y cultural de la sociedad hacia el decrecimiento en torno a una serie de
cambios interdependientes que se refuerzan unos a otros, las denominadas ocho “R”:
revaluar, reconceptualizar, reestructurar, redistribuir, relocalizar, reducir, reutilizar y

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

reciclar. Revaluar hace referencia a la reconquista de determinados valores que han


sido dejados atrás en pos del crecimiento: así, pide la vuelta del cooperativismo frente
a la competencia; lo local frente a lo global; el ocio moderado frente al trabajo
desenfrenado; el consumo coherente frente al consumo ilimitado, etc. Con
reconceptualizar, Latouche se refiere a redefinir conceptos económicos desde una
óptica distinta a la neoliberal. Entre ellos, los conceptos de riqueza y pobreza,
medidos actualmente en base al Producto Interior Bruto (PIB). Según Walter R. Stahel,
uno de los padres fundadores de la economía circular, el PIB no constituye un
indicador real de nuestra riqueza y bienestar sino tan solo de nuestra actividad
económica, ya que en él se incorporan como contribuciones positivas “los costes de la
gestión de residuos, los accidentes de tráfico y la descontaminación” (Stahel, 1998,
p.1), posicionándose estos factores al mismo nivel que la fabricación de productos, lo
cual muestra una de las debilidades de los sistemas nacionales de contabilidad
contemporáneos. Según él, en una economía sostenible la supresión de residuos no
es una pérdida de ingresos sino una reducción de costes. También los conceptos de
abundancia y escasez, ya que, “apropiándose de la naturaleza y haciendo de ella
una mercancía, la economía transforma la abundancia natural en escasez a través de
la creación artificial de la falta y la necesidad” (Latouche, 2007, p. 48). Con la
reestructuración se pretende adaptar los patrones de consumo y de producción a la
sociedad de decrecimiento amparándose en una salida progresiva del sistema
capitalista tal y como lo entendemos. La redistribución hace referencia por un lado a
una acceso más equitativo al patrimonio natural entre los países pobres y los ricos o
entre el Norte y el Sur y, por otro lado, la repartición de la riqueza dentro de cada
sociedad atendiendo a las distintas clases sociales, etnias, sexos y generaciones. Con
el concepto de relocalizar, Latouche se refiere, sin olvidar que vivimos en un mundo
cada vez más globalizado, a volver a apostar por la producción local y por la toma de
decisiones políticas y económicas a escala local. Reducir hace referencia a la
necesidad de terminar con la sobreexplotación de recursos mediante la reducción del
consumo y de la producción, y, por último, uno de los postulados básicos de la
economía circular: reutilizar y reciclar los materiales y productos para incrementar su
valor posterior (Latouche, 2007).
Esta teoría del decrecimiento, puede ser criticable por muchos aspectos, pero su
impotencia principal radica sobre todo en cuatro cuestiones:
• En primer lugar, la oposición que cualquier empresario mantendría ante la
sugerencia de reducir su producción y, en consecuencia, sus beneficios.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

• En segundo lugar, un factor que no le ha beneficiado ha sido el acercamiento,


durante el desarrollo de esta teoría y por parte de sus partidarios, ha determinadas
posturas políticas, lo que ha conseguido convertirla, a ojo de los críticos, en un híbrido
y no en una teoría económica pura.
• En tercer lugar, nadie puede obligar a nadie a consumir menos, solo se le
puede persuadir, por lo que esta teoría podría ser encasillada por algunos en el redil
de las nuevas utopías del s.XXI.
• Por último, uno de los fundamentos del decrecimiento es la relocalización, esto
es, la apuesta, en la medida de lo posible, por la producción local en el plano
económico, pero también por las decisiones políticas y culturales desde un ámbito
local. Si bien los partidarios del decrecimiento, conscientes del mundo globalizado en
el que vivimos insisten en esta relocalización en la medida de lo posible, hay que
comprender que en un mundo tan sumamente globalizado y en el que gracias a
Internet, la distancia no existe, es tarea ardua y compleja volver a darle supremacía al
plano de lo local.

1.4.2 Reducción de la población


La sostenibilidad ecológica es la diferencia entre la biocapacidad (superficie
productiva disponible de un páis) y la huella ecológica (“indicador de sostenibilidad
ambiental que engloba el conjunto de impactos que se generan sobre el medio
ambiente” (Global Footprint Network). Para resolver esta ecuación muchos teóricos y
políticos postularon la posibilidad de reducir el denominador del minuendo
(biocapacidad por persona) hasta alcanzar un superávit ecológico mediante la
reducción de la población o un control extremo de la natalidad. Henry Kissinger,
Secretario de Estado de los EE.UU durante la presidencia de Richard Nixon afirmó
esta necesidad en un informe de 1974 “Incidencias del decrecimiento de la población
mundial sobre la seguridad de los EE.UU y sus intereses de ultramar” (Latouche,
2009, p.37). Algunos llegaron a afirmar la necesidad de dejar morir a los pobres, como
el Dr. M. King, o a los ancianos, como el Ministro de Finanzas japonés Taro Aso en
2013.
Según Latouche (2009) estos planteamientos “ocultan la esencia del problema: la
lógica del desbordamiento de nuestro sistema económico” (p. 39) y será cuando
superemos esta lógica y propiciemos el cambio de paradigma, cuando los problemas
demográficos puedan resolverse de manera más serena y ética, sin conllevar
coacciones a la libertad de los ciudadanos o incluso amenazas a su vida.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

1.4.3 El desarrollo sostenible y la bioeconomía


Brundtland Report definió en “Nuestro Futuro Común” la sostenibilidad como el
“desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad
de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades”.
El desarrollo sostenible ha sido la respuesta menos radical al modelo lineal y, por ello,
la más adoptada y la menos criticada, ya que permite perseverar en el crecimiento
económico, pero de una manera más acorde con la naturaleza y más respetuosa con
el mundo del futuro. En este sentido, la economía circular comparte muchos
postulados del desarrollo sostenible y podría decirse que es el modelo más
evolucionado y teorizado de este.
En lo que respecta a la bioeconomía, uno de los padres de esta teoría, Nicholas
Georgescu-Roegen basa sus argumentos en la imposibilidad de un crecimiento infinito
en un mundo finito (recogiendo así la intuición de los límites físicos al crecimiento
económico de Malthus) y propugna así “la necesidad de sustituir la ciencia económica
tradicional por una bioeconomía, es decir, pensar la economía en el seno de la
biosfera” (Latouche, 2007, p. 24).

2 La economía circular: conceptualización y


caracterización
2.1 Concepto y origen

2.1.1 Origen
A mediados de la década de los setenta, Walter R. Stahel, arquitecto suizo, comenzó a
teorizar la disyuntiva entre una economía lineal basada “en la optimización del proceso
de producción para reducir los costes unitarios y superar así la escasez de bienes de
todo tipo” (Stahel, 1998, p. 1), en la que las economías de escala ya no representan
una solución viable ni mucho menos sostenible, y una economía cíclica, en círculos o
en bucles sin génesis ni finales. En sus investigaciones, apostó por el impacto positivo
de la economía de ciclo cerrado en los principales problemas de las economías
estatales: el paro y la flexibilidad del mercado laboral, la contaminación y la gestión de
residuos, la inflación, etc. Fue él quien acuñó el término que más tarde pondrían de
moda McDonough y Braungart para referirse a la economía circular como “de la cuna
a la cuna” y no de la “cuna a la tumba” o al vertedero.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

Poco a poco Stahel comienza a teorizar principios hoy fundamentales en el desarrollo


teórico de la economía circular como la transición de productos a servicios y su
derivación subjetiva de consumidores a usuarios.
Al modelo desarrollado por Stahel, conocido como “economía de servicios funcional
o economía del rendimiento” le siguieron otras propuestas que también se erigen
como antecedentes teóricos de la actual economía circular. Así llegó el concepto de
“Ecología Industrial” de Frosch y Gallopulos (1989) y otros conceptos similares,
derivados o antecedentes de aquella, como la “simbiosis industrial”, la “sinergia de
subproductos” o el “metabolismo industrial”. Para definir el concepto de Ecología
Industrial, Cervantes Torre-Marín, et al. (2009, p.65) citan a Erkman (2003), que afirma
que:
es un área de conocimiento que busca que los sistemas industriales tengan un
comportamiento similar al de los ecosistemas naturales, transformando el modelo
lineal de los sistemas productivos en un modelo cíclico, impulsando las
interacciones entre economía, ambiente y sociedad e incrementando la eficiencia
de los procesos industriales.
Este sistema pretende garantizar el desarrollo sustentable (vid. Ilustración 8)
estudiando las interrelaciones biológicas, físicas y químicas que se dan entre los
sistemas industriales, sociales y naturales o biológicos permitiendo el
aprovechamiento de residuos como materias primas en una red industrial y sectorial
bien definida. Algo que posteriormente estudiaremos como el “uso en cascadas”.

Ilustración 8. Pirámide hacia la sustentabilidad

Fuente: Cervantes Torre-Marín (2009)


Posteriormente llegó la filosofía del diseño cradle to cradle o “de la cuna a la cuna”
del arquitecto y diseñador William McDonough y el químico Michael Braungart, que en

Jacobo Varela Menéndez 22


Economía circular. Una propuesta de futuro.

el año 2002 lanzaron su propuesta al mundo con el libro Cradle to Cradle: Remaking
the Way we make things, en el que proponen una nueva forma de ver el problema
ecológico global y asientan las bases de la economía circular y el nuevo ecologismo
con fórmulas como la de “Residuo = Alimento”. Pretenden transformar la línea recta
que describe la cadena de valor de todas las organizaciones que ofrecen productos y
servicios en un círculo en el que lo que para unos es desecho tras la aplicación de sus
procesos, pueda ser materia prima para otros. Se trata de un enfoque que, lejos de ser
ajeno al ser humano, es el mecanismo principal por el que la naturaleza se desarrolla y
mantiene sin malgastar ni generar ningún tipo de desecho, aprovechándolo y
reciclándolo todo ya que en el mundo natural los desechos de un proceso son el
alimento para otro: así, los excrementos de los animales sirven de fermento natural
para la tierra, pasando del mundo animal al vegetal (Zhexembayeva, 2014).
La aportación principal de la filosofía cradle to cradle fue la consideración de que no
necesitamos un círculo para reestructurar el modelo lineal, sino dos: el círculo
biológico y el círculo técnico. El primero existe en el mundo de manera natural y es un
ejemplo de la fuerza de la naturaleza. En este círculo encontraríamos todos los
productos considerados biodegradables, es decir, “que pueden ser degradados por
acción biológica” (RAE). El segundo, es una copia técnica y humana del ciclo
biológico, necesario en la medida en la que sigamos produciendo productos cuyos
componentes no son biodegradables y que, por lo tanto, a la naturaleza le cuesta más
procesar y digerir de manera natural. Estos productos, deben ser tratados de otro
modo para que puedan ser utilizados para otros fines, sirviendo como input en la
generación de un producto o servicio nuevo.
Sin poder profundizar en todos por cuestiones de espacio, conviene no olvidar
mencionar otros antecedentes de la economía circular, que, junto con los
anteriormente descritos, acabaron dando forma a la propuesta que en el presente
trabajo se describe: la Permacultura de Mollison y Holmgren, desarrollada en la
década de los setenta; el Biomimetismo o biomímesis de Janine Benyus, desarrollada
a finales de los noventa; el Capitalismo natural de Amory Lovins y Paul Hawken
impulsada por el Rocky Mountain Institute (RMI); o la Economía Azul de Gunter Pauli,
en la que aplica una visión en base a la teoría de sistemas. Estas iniciativas, quizás
por su mayor facilidad para ponerlas en práctica y por la incidencia que se ha hecho
desde sectores sociales y privados para que los organismos públicos apuesten por
ellas, están de rigurosa actualidad.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

2.1.2 Concepto
Desde que el término “economía circular” se hizo un hueco entre diferentes actores
económicos y académicos, han sido muchas las definiciones que se han propuesto,
compartiendo la mayoría de ellas unos elementos característicos que son la esencia
de esta propuesta. A continuación me limitaré a reproducir algunas de las definiciones
dadas para posteriormente extraer una conceptualización que las integre a todas, con
un pequeño análisis preliminar de cada uno de los elementos que la conforman.
Hay definiciones dadas por investigadores y estudiosos del fenómeno, a título
individual o colectivo, en el seno de fundaciones y centros de estudios. Así, la
Fundación COTEC (2017) define la adopción de la economía circular como un:
cambio hacia sistemas regenerativos a partir de su diseño, para mantener el valor
de los recursos (…) y de los productos y limitando, exponencialmente, los
insumos de materias primas y energía. Esto evitará la creación de residuos e
impactos negativos derivados, mitigando las externalidades negativas para el
medioambiente, el clima y la salud humana (…).
La economía circular se basa en principios como la diversidad, la resiliencia y el
pensamiento sistémico, que requieren un enfoque metabólico, integrando ciclos
materiales biológicos y tecnológicos (p. 22).
La Ellen MacArthur Foundation (2015) –una de las organizaciones que más recursos
destina al estudio y la implantación en Europa de la economía circular- en su informe
Growth within a Circular Economy: visión for a competitive Europe describe el término
de la siguiente manera:
(La economía circular) se caracteriza, más que definirse, como una economía
restaurativa y regenerativa por intención y por diseño para mantener productos,
componentes y materiales en su máximo grado de utilidad y valor en todo
momento. El concepto distingue entre ciclos técnicos y biológicos (p. 46).
Para este organismo se trata por tanto de un sistema industrial caracterizado por una
serie de nociones que superan al sistema de producción y consumo lineal: el término
“caducidad” es sustituido por “restauración”; se elimina en la medida de lo posible la
utilización de químicos y tóxicos que dañan la biosfera y perjudican la reutilización
mediante la eliminación de residuos y la apuesta por energías renovables; todo ello
mediante la optimización del diseño de productos y materiales por un lado y sistemas y
modelos de negocio por otro (Ellen MacArthur, 2014).

Para Espaliat (2017) la economía circular es:


aquella que por principio es restaurativa y regenerativa, y que trata que los
productos, componentes y materias primas mantengan su utilidad y valor máximo
en todo momento, asimilando los ciclos técnicos a los biológicos. Se concibe
como un ciclo de desarrollo positivo y continuo que preserva y mejora el capital
natural, optimiza el rendimiento de los recursos, y minimiza los riesgos del
sistema al gestionar con rigor las reservas finitas y los flujos renovables. Funciona

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

de forma eficaz en todas las escalas, y, en definitiva, este modelo intenta


desvincular el desarrollo económico global del consumo de recursos finitos (p.27).
Hay definiciones dadas por actores económicos o sus representantes, así, la
fundación COTEC para la Innovación (2017, p.21) cita al Director Ejecutivo y
Presidente del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo de Philips, Frans van
Houten (2015) que afirma que:
La economía circular representa una enorme oportunidad para Europa. Con la
perspectiva de un sistema amplio nos ayuda en la toma de decisiones acerca del
uso de los recursos y la minimización de pérdidas, y ayuda a proveer de un valor
agregado a los negocios y definir una ruta segura para lograr el bienestar social y la
sostenibilidad ambiental para las generaciones futuras. Y aún más importante, bajo
condiciones adecuadas, la economía circular puede cambiar la diversidad
económica actual y, al mismo tiempo, incrementar el empleo.
Aunque todavía no hay definiciones legales del concepto, ya que los textos
normativos que mencionan o buscan incentivar la economía circular todavía no tienen
fuerza de ley, al menos en España, sí hay definiciones o aproximaciones al concepto
pseudolegales (ya que existen recomendaciones de la UE; proyectos de ley;
borradores para información pública, etc.). Así, en la recién elaborada Estrategia
Española de Economía Circular cuyo título es “España Circular 2030” (2018), se afirma
que la economía circular ha sido concebida:
a partir de un ciclo de desarrollo y transformación, que avanza optimizando el uso
de los recursos y fomentando la eficiencia de los sistemas productivos,
contribuyendo a eliminar las externalidades negativas de la actividad económica,
al mismo tiempo que se garantiza el crecimiento económico, un mayor bienestar
de nuestras sociedades y la preservación y mejora del capital natural (p.8).
Es por ello que el Gobierno de España se ha propuesto establecer una serie de
objetivos de aquí a 2030 para impulsar la transformación hacia este modelo de
desarrollo y crecimiento competitivo, sostenible e innovador que pretende optimizar el
uso de los recursos disponibles para lograr que permanezcan lo máximo posible en el
ciclo productivo y reducir la generación de residuos.
Por su parte, la Comisión Europea, en su Plan de Acción para la Economía Circular
(2015) establece que en este modelo el valor de los productos, los materiales y los
recursos se mantienen “en la economía durante el mayor tiempo posible, y se reduce
al mínimo la generación de residuos”, lo cual contribuye a lograr una “economía
sostenible, hipercarbónica, eficiente en el uso de los recursos y competitiva” (p. 2).
Las anteriores son solo algunas de las muchas definiciones que se han dado de la
economía circular. Casi todas son meramente descriptivas, pocas sintetizan de
manera clara y concisa la esencia circular del proceso y la mayoría tienen muchos

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

elementos comunes. A partir de ellas, podemos proponer una definición del término
que en breves palabras explique la total magnitud que lo caracteriza.
Así, la economía circular sería un modelo de producción y consumo competitivo y
sostenible y, por ende, antagónico al obsoleto modelo lineal, que pretende optimizar
el uso de recursos, materias primas y energía, incorporando primero –a la cadena
de valor- y superando después las externalidades negativas. Basándose en los
principios de restauración, regeneración y resiliencia, que permiten asimilar el
ciclo técnico de los productos al ciclo biológico de los nutrientes, se dota al modelo de
la circularidad que lo caracteriza evitando la generación de residuos y permitiendo
maximizar la utilidad y valor de los productos y materiales en todo momento.
A continuación explicaré brevemente los ejes vectores de esta conceptualización.
• Modelo de producción y consumo competitivo y sostenible
Se trata de un modelo de producción y consumo antagónico al modelo lineal. Es
sostenible precisamente por optimizar el uso de recursos, materiales y energías,
reduciendo el desperdicio de estos y la generación de residuos y aprovechando al
máximo los pocos residuos que se podrían generar (y que, precisamente por ser
aprovechados no cabe denominar como tales). Por tanto, la sostenibilidad del modelo
radica en que la finitud de los recursos disponibles en el planeta no es esencial para
que el sistema se mantenga o quiebre. Como se muestra en la Ilustración 9, tras el
consumo del bien no se sucede el desecho, sino que se produce la fase de reciclado
y/o reutilización.
Ilustración 9. Círculo de la sostenibilidad

Distribución

Diseño y
fabricación de
productos. Venta/Alquiler
Prestación de
servicios

Reutilización Distribución

Reciclado o
Recuperación
Consumo/Uso
de producto o
partes

Fuente: Elaboración propia (2018)

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

En lo que respecta a la competitividad del modelo, debemos asumir que la


organización que apueste por un diseño estratégico sostenible, no solo integrando la
sostenibilidad en el diseño de productos sino integrándola a lo largo y ancho de toda la
organización y de su estrategia, será una organización competitiva puesto que se
posicionará en una dimensión completamente nueva de los mercados. Será capaz de
ahorrar en energía y en productos contaminantes, a la vez que ofrece una novedosa
utilidad al mercado. Pese a las posibles altas inversiones iniciales, incorporando la
economía circular y la sostenibilidad al modelo de negocio, las organizaciones pueden
posicionarse como Punteras, Responsables, Rentables y Competitivas. Ejemplos de
ello son las investigaciones de Microsoft para convertir los servidores en hornos
domésticos (ahorrando millones en refrigeración y proporcionando calor a miles de
hogares); la creación de FLOOW2 que está ganando cuota de mercado facilitando que
las empresas vendan sus excesos de capacidad (en maquinaria, trabajadores,
instalaciones) mediante un clic de ratón; la apuesta de Puma por una innovadora y
reutilizable caja de zapatos, la Clever Little Bag; o la venta de movilidad (incluida la
electricidad) por parte de BMW (Zhexembayeva, 2014).
• Optimiza el uso de recursos, materias primas y energía
La economía circular se propone optimizar el uso de los recursos mediante técnicas
que analizaré a continuación y que cubren la totalidad de la cadena productiva: desde
el diseño enfocado a la circularidad a los sistemas de reciclado y gestión de residuos.
• Incorpora y supera las externalidades negativas
La problemática de la noción de las externalidades negativas es un problema eidético,
utilizando el concepto de Husserl, es decir, propio a la esencia del uso de esta
terminología, que no es otra que evitar la responsabilidad que uno mismo provoca en
un proceso en el que se generan perjuicios a terceros.
Según Max-Neef (2011), uno de los principios más peligrosos que conforma los
fundamentos de la economía dominante, aparte de la obsesión por el crecimiento
infinito, es la noción de las externalidades que, según él, no es más que un
mecanismo para negar la responsabilidad en los procesos económicos.
Con esta trampa del lenguaje, además, se manipulan los precios, ya que el impacto
medioambiental en la producción de un producto o servicio o en su distribución no se
incorpora en el precio porque se considera una suerte de efecto ajeno y externo al
proceso, cuando en realidad no puede ser más interno ya que, si quitamos la
producción o la distribución, ese impacto desaparece. Lo mismo ocurre con otros
efectos o “externalidades” como la destrucción de puestos de trabajo o de productos

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

locales por la globalización de las cadenas de valor. Este hecho tampoco se incorpora
en el precio ni en la responsabilidad de la organización que lo produce y, precisamente
esto, como un círculo vicioso, contribuye a incrementar dichos efectos negativos.
Por tanto, la economía circular, en cuanto economía más ecológica, debe promover la
responsabilidad social corporativa y la inserción de las externalidades negativas en el
ámbito de la propia responsabilidad de la organización que las produce.
• Se basa en la triple R: Restauración, Regeneración y Resiliencia
Si bien sería más oportuno hablar de la “doble triple R”, ya que los clásicos principios
reclamo de la sostenibilidad siguen estando presentes: reciclar, reutilizar y recuperar.
El primer término hace referencia al proceso por el que un sistema, un objeto o un
modelo de negocio mejora su funcionamiento mediante la vuelta a un estado previo
que se considera más puro o eficiente.La regeneración, por su parte, permite que algo
recupere su forma o estado, permitiendo así que pueda reutilizarse; y la resiliencia
económica garantiza que un sistema económico se recupere con mayor facilidad tras
una perturbación. En la economía circular la regeneración y la restauración suelen
diferenciarse porque el primer término hace referencia al ciclo biológico mientras que
el segundo se refiere al técnico.

2.2 Caracterización
2.2.1 Principios de actuación
Los tres principios de actuación sobre los que descansa la economía circular y que se
mantienen presentes en cada una de sus dimensiones de desarrollo fueron formulados
inicialmente por la Ellen MacArthur Foundation (vid. Ilustración 10), si bien a
continuación serán completados en base a otros autores y organismos.
2.2.1.1 Primer Principio: Preservar y mejorar el capital natural
Esto se consigue mediante el control y seguimiento de las reservas finitas de recursos
y la potenciación del uso de recursos renovables. Cuando un actor económico
necesita un recurso, la economía circular es el mecanismo que le permite obtenerlo de
manera sensata y consciente, lo cuál incide en el resto de la cadena de valor, ya que
precisamente esa consciencia de los efectos negativos de la obtención del recurso
acompañará al agente en todo el proceso de transformación del recurso, permitiéndole
compensarlos. Además de seleccionar los recursos de manera sensata y consciente,
este principio incide en el uso de tecnologías y procesos basados en recursos y
energías renovables o de mayor rendimiento. En definitiva, con este principio, el actor

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

económico interioriza “los flujos de nutrientes dentro del sistema y genera las
condiciones para la regeneración” (Espaliat, 2017, p.30).
2.2.1.2 Segundo Principio: Optimizar el rendimiento de los recursos
distribuyendo productos, componentes y materias procurando
mantener su máxima utilidad en todo momento, tanto en los
ciclos técnicos como en los biológicos
Para mantener en todo momento los productos, componentes o materias en su mayor
grado de utilidad es necesario fabricarlos específicamente para ello. Evidentemente,
un producto puede resultar más útil en sus primeros momentos de vida, pero eso no
obsta para que hacia el final de su vida útil no podamos mantenerlo en su máxima
utilidad (sin perjuicio de que esta sea menor que en el pasado). La clave es
mantenerlos en el mayor grado de utilidad posible para cada momento y circunstancia.
A continuación ilustraré la aplicación de este principio tanto al ciclo técnico (diseñar
para refabricar y reciclar) como al ciclo biológico (diseñar para metabolizar).
Dentro del ciclo técnico, este principio implica diseñar para refabricar, reacondicionar,
reciclar y actualizar. Con este tipo de diseños se permite que los materiales y los
componentes técnicos de los productos estén siempre en continuo movimiento,
circulando, como el agua de una bomba acuífera. Este perpetuo movimiento de los
materiales dinamiza la economía y no superpone su buena marcha a la linealidad que
caracteriza a las industrias tradicionales (con el fin de un producto en el vertedero y el
inicio de la creación de uno nuevo desde la extracción). Además, existen tres técnicas
fundamentales de las que se sirve la economía circular para optimizar el rendimiento
de los recursos:
a) Maximizar el tiempo empleado en cada ciclo interno del sistema
Por ejemplo, mediante el incremento del bucle de mantenimiento antes de pasar al de
reparación; el de reparación antes de pasar al de uso en cascada; el de uso en
cascada antes del de reciclaje, y así sucesivamente.
b) Terminar con la obsolescencia
Aumentando la vida útil de los productos y apostando por la reutilización. La
obsolescencia, en sus distintas vertientes (técnica, natural, psicológica –como la
moda-) supone uno de los pilares fundamentales de la economía lineal, ya que permite
mantener activo el consumo y la demanda constante. Ahora bien, si un mundo sin
obsolescencia con los pilares de la economía lineal sería imposible o muy perjudicial
para los beneficios empresariales, en una economía circular es fundamental terminar
con ella. Los puntos de partida son distintos, y no se sustenta en un consumo y

Jacobo Varela Menéndez 29


Economía circular. Una propuesta de futuro.

derroche continuo, sino en el usuario que alquila bienes; en los que comparten bienes;
en los ingresos que obtiene el propio fabricante mediante la reparación y el reciclaje,
etc.
c) Compartir recursos
Aquí entra en juego, desde la perspectiva del consumidor, la economía colaborativa,
ya que compartiendo recursos se “incrementa el grado de utilización de los productos
y de reutilización de subproductos y residuos valorizables” (Espaliat, 2017, p. 31).
Dentro del ciclo biológico, se trata de permitir que los nutrientes biológicos sean
reintroducidos en la biosfera con las máximas garantías y seguridad. La
descomposición en la biosfera de estos nutrientes generará de nuevo recursos
valiosos que podrán ser reincorporados a un nuevo ciclo, y así las veces que sea
necesario.
Los ciclos biológicos se caracterizan por abarcar productos y nutrientes cuya
idiosincrasia los destina a ser metabolizados o consumidos por la biosfera. En estos
casos, “la esencia de la creación de valor consiste en la oportunidad de extraer valor
adicional de productos y materias mediante su paso en cascada por otras
aplicaciones” y etapas (Ellen MacArthur, 2015, p. 7).
Los productos y materias del ciclo biológico los podemos identificar con los de
actividades del sector primario como la agricultura (donde pueden utilizarse abonos
naturales); la ganadería (el abono ecológico permite que los excrementos del ganado
den vida al que será su alimento); la pesca, etc.
Una meta fundamental de la economía circular es hacer los ciclos técnicos,
dependientes de la tecnología y la fuerza humana, lo más parecidos posibles a los
ciclos biológicos, siguiendo de esta manera el hombre el ejemplo de la naturaleza.
2.2.1.3 Tercer Principio: Promover la eficacia de los sistemas
detectando y eliminando del diseño los factores externos
negativos
Este principio pretende instaurar sistemas de control para eliminar externalidades
negativas del ciclo productivo y de cada una de las fases de la cadena de valor. Deben
no solo reducirse o compensarse con impuestos, sino eliminarse por completo la
contaminación directa del aire y de las aguas, así como el vertido de tóxicos. Así
mismo, es fundamental evitar los potenciales efectos dañinos que cualquier actividad o
industria pueda tener en la sanidad y la salud, en la educación, o en la alimentación.
Para ello, es recomendable que las empresas que pretenden instaurar sistemas
circulares de gestión, desarrollen planes de futuro para reducir estos factores externos

Jacobo Varela Menéndez 30


Economía circular. Una propuesta de futuro.

negativos de manera progresiva. De esta forma estaríamos acabando con las


externalidades negativas, que no son más que una figura ficticia que trata de
enmascarar o evadir la propia responsabilidad en un hecho perjudicial.
Ilustración 10. Principios de actuación de la economía circular y su relación con los
ciclos técnico y biológico

Fuente: Ellen MacArthur Foundation (2015)

2.2.1.4 Sistemas de evaluación


Para evaluar la realización de estos principios existen una serie de parámetros
métricos que se recogen a continuación. Para medir la preservación del capital natural
se pueden utilizar parámetros que midan la degradación de dicho capital natural; para
medir el segundo principio, que permite optimizar el rendimiento de los recursos e
incrementar su valor, se puede utilizar el PIB generado por cada unidad de materiales
finitos y vírgenes (no subproductos) utilizados como imput por la industria, y para la
medición del último principio, es decir, la eliminación del diseño de factores externos
negativos, se pueden emplear indicadores que tengan en cuenta el coste de
oportunidad y los costes producidos por las externalidades (vid. Ilustración 11).

Jacobo Varela Menéndez 31


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Ilustración 11. Medidores del desarrollo de la economía circular

Fuente: Ellen MacArthur Foundation (2015)

2.2.2 Relación entre los principios de actuación y las acciones


a desarrollar
Los tres principios de actuación deben ser el mantra a seguir en toda acción
encaminada a lograr un sistema circular. Para ello, deben desarrollarse una serie de
acciones que por su propia naturaleza se fundamentan en aquellos principios:
1. Impulsar el uso de energías renovables.
2. Explorar un enfoque horizontal de los negocios. Tradicionalmente las
empresas se han centrado en analizar el sector en el que se desenvuelven. En la
cadena de valor global ocupan una posición e interactúan especialmente con sus
proveedores, a quienes tienen en cuenta para establecer su política de precios y para
asegurar el suministro y así su producción, y con sus clientes, para asegurar su
supervivencia y rentabilidad económica. Es a partir de un modelo como este del que
surgieron las Fuerzas de Porter en la Teoría de la Dirección Estratégica clásica.
No obstante, en el mundo empresarial de hoy todo está más interrelacionado. Las
fronteras intersectoriales se vuelven cada día más difusas y los gerentes de las
empresas deben aprender a mirar no sólo más allá de su propia organización, sino
también más allá de su sector. De todo se puede aprender, en cualquier lugar se
pueden encontrar oportunidades. Muchas veces es precisamente el detalle más nimio
e inadvertido el que podría redireccionar el curso de nuestra empresa. Por ello, es

Jacobo Varela Menéndez 32


Economía circular. Una propuesta de futuro.

hora de insertar el dinamismo y el aprendizaje exógeno en las filas de la gerencia de


empresas (McGrath, 2013).
3. Utilizar el pensamiento sistémico.
4. Evitar la primacía de la parte, para analizar el todo, o lo que es lo mismo, no
darle más importancia a la visión departamental que a la global. La primera peca de
ser parcial y no tener en cuenta las interrelaciones interdepartamentales, mientras que
la segunda no se concreta. La clave es considerar ambas de manera conjunta, adoptar
el pensamiento holístico y apostar por los especialistas en dinámica de sistemas.
5. Diseñar para acabar con los residuos.
6. Introducir en los precios los factores externos negativos o internalizar las
externalidades.
7. Apostar por la relocalización de la economía, fundamentada en productos
locales.
2.2.3 Características
2.2.3.1 Los ciclos técnicos y los ciclos biológicos
Como ya he mencionado, la economía circular distingue los ciclos técnicos y los
biológicos, y esta distinción es crucial en el segundo principio de actuación. Según la
Ellen MacArthur Foundation (2015) el ciclo técnico se basa en la “gestión de reservas
de materias finitas. El uso sustituye al consumo. Las materias técnicas se recuperan y
la mayor parte se restauran en el ciclo técnico” (p. 8). El ciclo biológico, sin embargo,
“comprende los flujos de materias renovables. El consumo únicamente se produce en
el ciclo biológico y los nutrientes renovables se regeneran en su mayor parte en este
ciclo” (p. 8).
Por tanto, el ciclo biológico, compuesto por nutrientes y materiales biodegradables, se
centra en devolver dichos materiales a la naturaleza de manera segura y sin
perjudicarla. En ocasiones, y en la medida de lo posible, después de haber
aprovechado al máximo dichos recursos mediante el uso en cascadas. Es en este
ciclo donde realmente se produciría el consumo tal y como lo entendemos, ya que,
tras la metabolización de los nutrientes por la naturaleza (sea por el suelo, el agua, o
el aire) es cuando realmente esos nutrientes llegan a su fin.
El ciclo técnico, por su parte, pretende garantizar que los productos y sus
componentes estén diseñados y sean comercializados permitiendo su máximo grado
de reutilización, reteniendo así el máximo de su valor y calidad que sea posible.

Jacobo Varela Menéndez 33


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Los ciclos técnico y biológico en los dispositivos móviles

Ilustración 12. Ciclo técnico Ilustración 13. Ciclo biológico

Fuente: Elaboración propia (2018)

En la Ilustración 10 puede apreciarse gráficamente la división de ambos ciclos: a la


derecha el biológico, que permite que tras el uso de los componentes biodegradables,
se proceda a su uso en cascadas y, cuando este ya no sea posible, se proceda a su
reinserción en la naturaleza mediante digestión anaeróbica o biogás. A la izquierda, el
ciclo técnico, que permite cerrar el círculo a distintos niveles mediante la reparación, el
reúso o refabricación y, en última instancia, el reciclaje.
Esta separación en dos ciclos es fundamental para definir a la economía circular como
regenerativa y restaurativa, ya que su capacidad para regenerarse parte de la
estructura natural del ciclo biológico y su capacidad restaurativa se produce en virtud
de la restauración y reciclaje de los materiales en el ciclo técnico.
2.2.3.2 De la caducidad a la restauración
Los sistemas circulares se caracterizan por la existencia de bucles internos a un nivel
inferior. Todo se basa en la existencia de bucles y fuerzas que se interrelacionan. Así
ocurre por ejemplo, al priorizar la reparación o restauración, antes que el reciclaje.
Esta priorización permite aprovechar energías todavía latentes y otros activos
productivos. Lo cual convierte a la economía circular en una economía que bajo
ningún concepto tolera el más mínimo desperdicio.
Los productos ya no caducan, salvo que por propia naturaleza lo hagan (como los
alimentos). Simplemente, cuando se estropean o pierden su utilidad o valor, se
restauran. Para ello es fundamental una definición y estructuración potente de la

Jacobo Varela Menéndez 34


Economía circular. Una propuesta de futuro.

cadena de valor inversa a través de la cual los fabricantes o distribuidores puedan


recuperar los bienes con facilidad de los usuarios. La logística y los métodos de
procesamiento inverso permiten que los materiales y los productos se reincorporen de
nuevo al mercado.
Ilustración 14. De la caducidad a la restauración mediante la cadena inversa

Fabricante

CADENA INVERSA
Gestor cadena
Distribuidor
inversa
RESTAURACIÓN

USUARIOS

Fuente: Elaboración propia (2018)


En determinados productos se está empezando a poner en práctica este modelo de
restauración que tiene como eje vertebral el “fabricar para reparar” y no para desechar.
Algunas marcas de electrodomésticos están insertando en su modelo de negocio esta
perspectiva y el resultado no es una pérdida de beneficios por una caída en las ventas.
Al fabricarse para que los bienes duren más y no se tiren, sino que se reparen, es
cierto que las cifras de primeras ventas caen, pero sus ingresos son sustituidos por los
derivados de la reparación, que, por su parte, suponen muchos menos costes que la
fabricación desde cero. Por lo que la sustitución de la caducidad por la restauración es
altamente rentable.
Es fundamental para ello que el propio fabricante se organice para recoger los
productos a restaurar en los propios domicilios de los usuarios; en puntos
preestablecidos con este fin; o que sea el propio usuario el encargado de devolverlos.
Así mismo, esta labor puede estar internalizada por el fabricante o realizarse mediante
empresas externas como gestoras logísticas de la cadena inversa o del ciclo de
restauración de los productos, como se observa en la Ilustración 14. Las
posibilidades son infinitas. De hecho, no tiene ni siquiera por qué ser la propia

Jacobo Varela Menéndez 35


Economía circular. Una propuesta de futuro.

empresa la que se encargue de la reparación, si bien esto es una fuente importante de


negocio, teniendo en cuenta que este sistema supone una caída de las ventas
primarias.
Otra cuestión a tener en cuenta en este sistema, que analizaremos más adelante, es
la conversión del consumidor en usuario, siendo la propiedad del bien en todo
momento de la empresa fabricante o distruibuidora. De tal manera que cuando el
producto vuelve a ella para ser restaurado, no hace más que volver a su propietaria en
una suerte de “pausa temporal del alquiler al usuario”. En palabras de la Ellen
MacArthur Foundation (2015), en su informe Growth Within:
En un sistema diverso, vibrante y con multitud de escalas, la restauración permite
aumentar la capacidad de recuperación y la innovación a largo plazo. El énfasis de
los sistemas en la economía circular importa porque puede crear oportunidades
comerciales y económicas que agreguen valor y generen beneficios sociales y
medioambientales. Con ello, la economía circular no solo permite reducir el daño
sistémico producido por la economía lineal, sino que permite crear un ciclo de
desarrollo de refuerzo positivo (p. 46).
2.2.3.3 Las energías renovables vs las energías clásicas y los tóxicos
En los últimos años, las principales potencias mundiales han dado pequeños pasos
hacia las tecnologías renovables para generar electricidad aprovechando la caída de
sus costes. Entre 2013 y 2015, por ejemplo, la potencia eólica instalada creció más de
un 20% en Europa, un 36% en Asia y un 24% en Norteamérica (Consejo Mundial de la
Energía). Precisamente en esos años, concretamente desde 2012, en España se frenó
abruptamente la expansión de las energías renovables debido a medidas legislativas,
especialmente en materia fiscal, completamente perjudiciales para el sector. Por ello
en España dicha potencia solo creció un 0,07%, que viene a ser lo equivalente a la
instalación de unos siete aerogeneradores en ese periodo de dos años. En ese mismo
periodo la energía solar enganchada a la red eléctrica creció tan solo un 0,3% (Red
Eléctrica Española).
En los últimos seis años España ha caído de manera abismal en un ámbito en el que a
mediados de los años dos mil era líder global. El clima y las condiciones
meteorológicas de España eran perfectas para el desarrollo de todo tipo de energías
renovables, pero una serie de errores frenaron este avance: la mala gestión política y
legislativa, con ausencia de incentivos e incluso impedimentos fiscales (como el
criticado “impuesto al sol”); la sobreinstalación de renovables en los años en que
menos desarrollada estaba la tecnología y más se necesitaban ayudas públicas; un
sistema sobrecapacitado, con más potencia instalada de la que se demanda; una
crisis financiera y económica que afectó al consumo de energía, etc.

Jacobo Varela Menéndez 36


Economía circular. Una propuesta de futuro.

No obstante, en abril de 2017 parece que se volvió a apostar, aunque de manera muy
vaga, por estas energías renovables con una megasubasta decretada por el Ministerio
de Energía de dos mil megavatios para instalar renovables. Y es que no le queda más
remedio, si el gobierno quiere cumplir los objetivos en materia de energía diseñados
por la Unión Europea.
Si se atiende a la composición de las renovables en el sector eléctrico español, puede
apreciarse el dominio de la energía eólica, que supone un 49,8% del total, seguida de
la hidráulica (31,1%) y muy por detrás la energía solar, los biocombustibles y otras.
También puede apreciarse cómo el crecimiento inicial entre los años 2004 y 2010 se
va frenando y se mantiene estancado hasta el 2015 (Eurostat). No obstante, medidas
como la reciente iniciativa del ayuntamiento madrileño de contratar energía
proveniente en su 100% de fuentes renovables para 2019, y el aval del Tribunal
Supremo a esta medida, son un paso importante en el crecimiento de las renovables.
Según datos de Red Eléctrica Española sobre la incidencia de los diferentes tipos de
recursos energéticos predominantes en España sobre las emisiones de CO2 en
toneladas, en 2007 esta cifra se situaba en 111.691.005, por la incidencia de la crisis y
su influencia sobre el sector de la energía y la industria, en 2012, pese al freno de las
renovables, este impacto en las emisiones de CO2 disminuía levemente hasta las
86.971.186 tCO2. En 2017, continuó esta tendencia al situarse en 74.883.611 tCO2
(vid. Ilustración 15).
Ilustración 15. Comparativa de emisiones de CO2 en 2007, 2012 y 2017

Fuente: Red Eléctrica Española. Elaboración propia (2018)


Los datos no son lo suficientemente esperanzadores como para creer fácilmente
realizable el objetivo de la UE para 2020, por el que el 20% de la energía que se
consuma en España debe ser de origen renovable. En 2015 y según Eurostat ese
porcentaje se situaba en el 16,15%, prácticamente igual que en los dos años
anteriores.

Jacobo Varela Menéndez 37


Economía circular. Una propuesta de futuro.

El principal reto para España es propiciar un pacto de Estado en energías renovables


que asegure su desarrollo y la seguridad de las inversiones públicas y privadas y que
atraiga capital extranjero. Importante además porque la UE se ha comprometido a
descarbonizar, es decir, erradicar las emisiones de CO2 desde el sector eléctrico en
2050, lo cual supondrá una fuerte inversión para los Estados miembros.
2.2.3.4 Reutilización y retorno a la biosfera
La reutilización supone el cierre del círculo más amplio en el espectro técnico y, el
retorno a la biosfera (mediante mecanismos como la digestión anaeróbica, biogás, o el
compostaje) supone cerrar el círculo biológico. Ambos son, por tanto, el broche final
que dota de circularidad al sistema.
2.2.3.5 Paso o uso en cascadas
En general, el efecto cascada se refiere a un proceso que tiene lugar de manera
escalonada. En economía circular, con el pensamiento en cascada se hace referencia
a la oportunidad de extraer valor adicional de productos o materiales mediante su paso
escalonado o en cascada por diferentes industrias, sectores, empresas, o
aplicaciones. Es decir, se basa en la “reutilización diversificada a lo largo de toda la
cadena de valor” (Espaliat, 2017, p. 50). De esta manera podríamos establecer una
tipología: paso en cascada intersectorial, interempresarial, paso en cascada en función
de la aplicación del material, etc.
Un ejemplo de paso en cascada lo observamos en Shaw Industries (p. 49), que
aprovecha las partes blandas del hilado de sus moquetas cuando ya son inservibles,
para otras aplicaciones como la fabricación de bolsas de plástico y otros productos.
Otro ejemplo es el de la ropa de algodón: primero se reutiliza como ropa de segunda
mano y posteriormente pasa a la industria del mueble como relleno de fibra de
tapicería y, tras esto, pasa a utilizarse como aislante en la construcción para cerrar el
círculo. Así pasó por tres aplicaciones distintas de tres sectores diferentes.
El uso en cascada es aplicable tanto en el ciclo técnico como en el biológico, si bien su
razón de ser emana de este segundo, y supone mantener más tiempo los materiales
en circulación, lo cual permite generar valor y aprovecharlos al máximo antes de
reincorporarlos de manera segura en la biosfera (ciclo biológico). Además, cuando se
extienda esta técnica, se podrá tejer una gran red de cooperación interempresarial o
intersectorial que beneficie a todos los participantes, pues los outputs de unos serán
los inputs de otros. Si bien es cierto que habría que poner límites a las malas
gestiones del paso en cascada que originen cárteles u oligopolios.

Jacobo Varela Menéndez 38


Economía circular. Una propuesta de futuro.

2.2.3.6 Del consumidor al usuario. La “servitización”


La servitización es el proceso mediante el cual los consumidores pasan de proveerse
de los productos en calidad de “propietarios” para hacerlo en calidad de “usuarios”. Se
trata de un fenómeno que está transformando los modelos de uso y consumo en el
seno de la sociedad civil y está propiciando una nueva generación de consumidores
que prefieren esta modalidad. Para ello es necesario que los proveedores estén cerca
del cliente a lo largo de toda la vida útil del “servicio” y le ofrezcan soluciones que no
tengan que pasar necesariamente por la venta del producto.
Este modelo permite reducir el impacto ambiental al fomentar la circularidad de los
productos, a la vez que satisface mejor los patrones de consumo de las nuevas
generaciones de consumidores millenials, más orientados a las experiencias y al
disfrute que a la posesión de los productos, sin olvidar que permite crear nuevos
modelos de negocio competitivos.
Ejemplo de ello son plataformas colaborativas como BlaBlaCar o Uber, que han
trasnsformado la movilidad global en un servicio basado en la colaboración entre
usuarios en detrimento del acceso como propietarios a vehículos. Esto contribuye a la
reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera desde el sector del transporte.
Así mismo, la digitalización de servicios como la música, fomenta que los usuarios
satisfagan sus necesidades en la red mediante plataformas como Spotify o iTunes en
lugar de la compra de discos y con ella, la acumulación de plásticos.
Sin embargo, para la transformación del consumidor en usuario es necesario
establecer una relación más intensa y directa entre la industria y sus clientes
“adecuando sus diseños y desarrollos a las preferencias de los usuarios y creando una
amalgama de servicios alrededor de la información que obtiene” de ellos (Espaliat,
2017, p. 124). Así el cliente se convierte en agente activo en la mejora del producto o
servicio prestado, logrando una adecuación más completa entre demanda y oferta.

3 La implantación de la Economía Circular:


marco de aplicación e ilustración práctica
Para analizar brevemente cómo debe implantarse la economía circular, mostraré
algunas acciones que pueden marcar el camino desde la perspectiva del tipo de actor
al que atendamos. A través de investigaciones, estudios de casos prácticos y
entrevistas con expertos, la Ellen MacArthur Foundation identificó seis acciones que
pueden adoptar las empresas y los gobiernos de cara a la transición a la economía
circular. Son el conocido como marco RESOLVE: Regenerate (regenerar); Share

Jacobo Varela Menéndez 39


Economía circular. Una propuesta de futuro.

(compartir); Optimise (optimizar); Loop (establecer bucles); Virtualise (virtualizar) y


Exchange (intercambiar).
Para que las estrategias de este marco conduzcan a resultados eficaces es necesario
que sean adoptadas y desarrolladas aplicando los fundamentos de la sostenibilidad y
de la responsabilidad social corporativa, “acompañadas de la reconducción de los
modelos de negocio, de la adopción de procedimientos de innovación y ecodiseño, y
de cambios sustanciales de comportamiento y consumo a nivel de todos los actores
comprometidos con el modelo de economía circular” (Espaliat, 2017, p.37).
Este marco, esquematizado en la Ilustración 16, ofrece a gobiernos y empresas una
herramienta práctica para desarrollar acciones más concretas y estrategias circulares
que permitan optimizar el uso de activos físicos, preservar su valor y prolongar su vida,
así como incrementar el uso de fuentes y recursos renovables en lugar de finitos.
Ilustración 16. Marco RESOLVE

Fuente: Ellen MacArthur (2014)


Ø Gobiernos
Los gobiernos tienen el papel fundamental de impulsar el cambio hacia la economía
circular mediante el fomento institucional de sus principios, promoviendo la utilización
de energías renovables con legislación fiscal y material que la incentive; desarrollando
campañas de sensibilización con el reciclaje; con legislación en materia de residuos,

Jacobo Varela Menéndez 40


Economía circular. Una propuesta de futuro.

etc. Es decir, facilitando el marco legal e institucional en el que el resto de agentes se


puedan encontrar cómodos desarrollando medidas más concretas en el ámbito de la
economía circular. Para las Administraciones que deseen avanzar en esta línea existe
un conjunto de herramientas proporcionado por la Ellen MacArthur Foundation llamado
Toolkit for policymakers. Un ejemplo del papel de las Administraciones Públicas lo
podemos encontrar en la gestión energética de la Isla del Hierro.

La isla del Hierro, ¿camino de la autosuficiencia energética?


Entre el 25 de enero y el 12 de febrero de 2018 la isla canaria de El Hierro ha cubierto,
durante dieciocho días seguidos, su demanda de electricidad con un 100% de fuentes
renovables gracias a la novedosa central hidroeólica de Gorona del Viento.
La innovadora central combina una instalación eólica con una hidroeléctrica. La
producción de los aerogeneradores se destina al consumo de la población pero
también se utiliza el excedente para bombear agua que permita utilizar energía
hidroeléctrica cuando escasee el viento.
En 2017 la producción eléctrica de origen renovable en esta isla cubrió el 46,5% de la
demanda. Este porcentaje no ha hecho más que incrementarse desde 2014, año en
que se inauguró la central. Y es que en enero de este año, según Red Eléctrica de
España, el 66% de la electricidad fue de origen renovable. El mejor dato mensual se
logró en julio de 2017 donde las energías renovables supusieron un 79,4% del total
(vid. Ilustración 17).
Ilustración 17. Producción de energía en la Isla del Hierro (2015-2017)

Producción de energía en Producción de energía en Producción de energía en


2015 2016 2017

Energías fósiles Energías fósiles Energía fósil

Energía hidroeólica Energía hidroeólica Energía hidroeólica

Fuente: Red Eléctrica de España. Elaboración propia (2018)


Ø Empresas
La mejor forma de ilustrar algunas de las muchas formas que tienen las empresas de
apostar por la economía circular e implantar los principios del Marco RESOLVE es
atender a algunos ejemplos de casos españoles e internacionales como los descritos a
continuación. Para aquellas empresas que quieran empezar a plantearse el
implementar la economía circular, la Universidad de Cambridge pone a su disposición

Jacobo Varela Menéndez 41


Economía circular. Una propuesta de futuro.

un conjunto de herramientas llamado Circular Economy Toolkit a través del cual se


pueden ir introduciendo en conceptos relativos a este sistema económico. En primer
lugar veremos algunos ejemplos de empresas españolas.
1. ANFEVI – Vidrio y Economía Circular
Se trata de una asociación de empresas de gestión de vidrio y cristal (Asociación
Nacional de Empresas de Fabricación Automática de Envases de Vidrio). Sus
objetivos son fomentar la difusión de buenas prácticas en su sector y la creación de
empleo. Así mismo, pretenden integrar los conceptos de desarrollo productivo y
protección medioambiental, con departamentos de investigación y desarrollo y
mediante el fomento del reciclado de envases de vidrio. Una de sus propuestas es la
campaña #YoElijoVidrio, una iniciativa social de reciclaje de envases de cristal que
pretende llegar a la sociedad mediante el lenguaje visual.
Las materias primas para obtener envases de cristal son arena, carbonato de sodio y
caliza, que normalmente se encuentran próximas a las plantas de fabricación, por lo
que el transporte de materias primarias y secundarias suele cubrir un radio de solo 300
km, lo cual reduce la emisión de gases de efecto invernadero y el uso de combustibles
fósiles en tansporte y logística. Además, por sus características físicas y químicas, el
cristal aporta garantías en materia de higiene y salud (COTEC, 2017).
ANFEVI se ha comprometido a fomentar una gestión integral de los residuos del vidrio,
que pueden reciclarse de manera infinita si se conciencia a la sociedad en la
necesidad de cerrar el ciclo material del cristal. Así, es una asociación que apuesta
firmemente por el reciclaje, el reúso y la readaptación.
2. CETAQUA – Centro Tecnológico del Agua
Se trata de una fundación privada sin ánimo de lucro que pretende aportar soluciones
innovadoras y sostenibles en la gestión del agua. Sus líneas de investigación se
centran en la gestión de recursos hídricos, el saneamiento, las redes, la calidad del
agua, su producción y regeneración, así como la aplicación de las tecnologías digitales
y el estudio del medio ambiente, la sociedad y la economía del agua.
Promueven la economía circular a través de investigaciones en herramientas
sostenibles e innovadoras. Un ejemplo de ello es el proyecto “Economía Circular en
Sant Feliu de Llobregat”, un estudio de los recursos utilizados en los servicios
municipales, la agricultura, la industria y los hogares para encontrar sinergias entre los
actores implicados y el ecosistema. A través de un análisis del consumo, se
encontraron oportunidades para desarrollar la economía circular y reducir el consumo
energético y la utilización de materias primas, incentivando subproductos y residuos.

Jacobo Varela Menéndez 42


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Ejemplos de acciones más concretas fueron la potenciación mediante el diálogo entre


los actores implicados de la reutilización del agua para usos no potables como la
limpieza de instalaciones industriales; aumentar la autoproducción energética a partir
de lodos industriales y biomasa; fomentar la economía colaborativa; expandir el ciclo
de vida de los residuos industriales; o crear huertos urbanos con inserción laboral que
promuevan una cooperativa agro-industrial. (COTEC, 2017).
3. ECOEMBES – Revalorización y Educación Ambiental
ECOEMBES es una organización sin ánimo de lucro dedicada al fomento social del
reciclaje y la recuperación de embases ligeros, papel y cartón generados en los
hogares a través del reciclaje y del ecodiseño. Actualmente es bastante conocida por
un anuncio televisivo que promueve el reciclaje. Colabora con entidades locales en la
recogida selectiva de envases. “Forma parte de EXPRA, una organización europea
que defiende la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) en el ámbito de los
envases y de PROEUROPE, organización europea que tiene como misión defender y
proteger el símbolo Punto Verde” (COTEC, 2017, p. 65).
Entre sus proyectos destacan los Premios R, que reconocen las mejores iniciativas en
reciclaje y sostenibilidad; el proyecto Upcycling the Oceans para recuperar residuos de
los mares; el proyecto MFSHOW que promueve la moda sostenible, o la campaña
#SeTeHaCaído para sensibilizar y educar en materia ambiental a la sociedad. Por
tanto, esta organización se centra de manera clara en la concienciación social, que
tiene un impacto directo en la economía circular a través del ecodiseño y el desarrollo
de mercados de materias primas secundarias. Así mismo, también desarrolla una
labor investigadora en materia de economía circular a través de un laboratorio de
economía circular en el marco del proyecto Ecoembes Innova.
4. MERCADONA – Economía circular y distribución
Con una plantilla de setenta y seis mil personas, y más de mil seiscientos
establecimientos en España esta empresa ha desarrollado un sistema de gestión
medioambiental para garantizar la eficiencia en el uso de los recursos minimizando los
residuos que produce. Para ello se centra en tres áreas:
i. Optimización de la logística.
ii. Ahorro y eficiencia energética.
iii. Gestión integral de residuos.

Los anteriores ejemplos muestran que la economía circular no es una quimera


inalcanzable y lejana, sino que algunos de sus postulados están comenzando a
aplicarse en empresas de nuestro propio país. Además, la enumeración anterior es

Jacobo Varela Menéndez 43


Economía circular. Una propuesta de futuro.

una pequeña muestra de la realidad española, ya que cabría también mencionar a


otras organizaciones como ECOTIC que promueve la economía circular en el ámbito
de los aparatos eléctricos y electrónicos; Neoelectra, en el ámbito de la energía
respetuosa con el medio ambiente; SOLUTEX, que implementa procesos de economía
circular en la actividad de ofrecer soluciones tecnológicas en el sector farmacéutico, de
nutrición y cosmética; TECNALIA, centro tecnológico que promueve la construcción
sostenible; entidades público-privadas como la “Associació pel Desenvolupament
Rural de la Catalunya Central” que promueve la economía circular en el ámbito rural
e industrial, y un largo etcétera.
A continuación veremos algunos ejemplos extranjeros. En primer lugar relativos al
cambio de modelo de negocio en busca de la circularidad:
5. SHAW INDUSTRIES (www.shawinc.com)
Se trata de una empresa productora de moquetas que cuenta con más de 25.000
empleados y unos 4.000 millones de dólares en ventas. La moqueta es altamente
dependiente del petróleo -“el 90% está hecha de materiales sintéticos derivados del
mismo” (Zhexembayeva, 2014, p. 57)- y la gran mayoría, tras su uso, terminan en los
vertederos. Para solucionar este problema, esta empresa diseñó un sistema de
producción altamente circular e innovador: el lanzamiento de la moqueta EcoWorx,
completamente reciclable. Tras una inversión inicial de unos treinta millones de
dólares, los resultados fueron muy satisfactorios: “en 2013 dos tercios de las cien
mayores compañías de EEUU usaban sus productos” (Zhexembayeva, 2014, p. 59).
Además, los costes se redujeron drásticamente gracias a la reutilización de materiales:
una vez usada la moqueta se dividen sus componentes, las partes duras se reutilizan
y las blandas se convierten en fibras que se reprocesan para la fabricación de bolsas
de plástico y otros productos.
6. GAMESTOP (www.m.gamestop.com)
Esta empresa dedicada al mundo de los videojuegos ha desarrollado desde el año
2000 un centro de recuperación de productos con más de mil profesionales trabajando
en diversas tareas, como una unidad de testeo de productos. Se trata de recuperar los
aparatos abandonados por los usuarios para recuperarlos y venderlos de nuevo.
Reciclan aparatos tecnológicos y los devuelven al mercado, cerrando y reabriendo el
ciclo de vida de los mismos. En 2012 vendieron 200 millones de dólares sólo de
aparatos móviles recuperados y el año anterior reciclaron más de un millón de kilos de
material electrónico (Zhexembayeva, 2014, p. 67).

Jacobo Varela Menéndez 44


Economía circular. Una propuesta de futuro.

7. FLOOW2 (www.floow2.com)
Esta plataforma es un ejemplo del continuo auge del consumo colaborativo.
Identificando como oportunidad de negocio el exceso de capacidad de producción tras
la caída de la demanda con la crisis global de 2008, esta organización permite a las
empresas compartir recursos técnicos y humanos, permitiendo a unos aprovechar su
sobrecapacidad y a otros ahorrarse grandes inversiones iniciales. Es un ejemplo de
consumo colaborativo entre empresas (frente al más conocido consumo colaborativo
entre consumidores) que permite que los participantes, en lugar de poseer las
instalaciones, servicios y maquinaria, puedan compartirlo.
8. TERRACYCLE y HP (www.terracycle.es y www.hp.com)
TerraCycle fue la primera compañía en fabricar el primer producto hecho 100% de
residuos: el fertilizante natural Worm Poop, envasado en botellas de plástico
recicladas. Es una empresa que basa su estrategia competitiva en el reciclaje. Recicla
botellas, envases de vidrio, plásticos, y demás productos para fabricar mochilas,
pizarras, neceseres, marcos de fotos o álbumes que vende en multitud de comercios
como Walmart o Target.
HP por su parte, ha comenzado a recuperar los productos que desechan sus clientes,
en el marco de su programa Renew. A cambio, los clientes reciben nuevos productos
de HP o incluso dinero. Se trata de un paso previo hacia la servitización.
9. SOURCEMAP (www.sourcemap.com)
“La gente tiene derecho a conocer de dónde vienen los productos que compra, de qué
están hechos y qué impacto ambiental y social tienen” (web de Sourcemap). En base a
este principio, la compañía ha desarrollado el primer directorio de cadenas de
suministro y huellas medioambientales fruto de un crowdfunding. Se trata de una
plataforma colaborativa basada en el intercambio de información para luchar contra las
asimetrías informativas, que surgió en el seno del MIT Media Lab. Es una empresa
que supo convertir una necesidad, la de la transparencia en un negocio rentable.
10. TENNANT (www.tennantco.com)
Fabricante de equipos para limpieza de suelos, cambió su modelo de negocio en el
año 2002 para aprovechar el agotamiento global de recursos y convertirlo en una
oportunidad que les permitiese diferenciarse. En base a ello desarrollaron una
tecnología no química, ni tóxica, ni contaminante que revolucionaría la industria de la
limpieza. Para ello usaron como producto de limpieza agua ionizada, de manera que
tras el uso tampoco quedarían residuos contaminantes, sino tan solo agua sucia. El
resultado fue un producto más barato y menos contaminante.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

11. WALMART (www.walmart.com)


Walmart es una de las mayores corporaciones del mundo, con multitud de grandes
almacenes y tiendas de origen estadounidense. En 2005 emitió su primera declaración
de compromiso formal con la sostenibilidad, autoimponiéndose metas como las
siguientes:
§ Utilizar 100% energías renovables.
§ Crear cero residuos.
§ Vender productos que respeten la sostenibilidad de los recursos naturales y del
medio ambiente.
“Para cada uno de ellos se concretaron objetivos intermedios a corto plazo como
conseguir una flota de vehículos doscientos cincuenta y cinco veces más eficiente en
tres años o reducir un 25% los residuos sólidos en el mismo periodo” (Zhexembayeva,
2014, p. 165).

A continuación mostraré algún ejemplo de empresas que propiciaron ya no tanto el


cambio de un modelo de negocio, sino del diseño de un producto, para mejorar la
sostenibilidad del mismo:
12. Microsoft (www.microsoft.com)
Microsoft está buscando la forma de transformar los servidores en hornos domésticos,
ahorrando millones en la refrigeración de los centros de datos a la vez que cubren la
necesidad de proporcionar calor a los hogares (Zhexembayeva, 2014).
13. PUMA (www.puma.com)
La conocida como “Clever Little Bag” de Puma es un nuevo tipo de empaquetado que
a la vez que cumple su función de proteger los zapatos y deportivas que hay en su
interior, es completamente reutilizable como bolsa de compras. Se trataba de
solucionar el desperdicio del empaquetado: primero en la fábrica, luego en la tienda y
su final en la basura de los hogaresn (una bolsa de plástico cuya vida útil es de unos
quince minutos entre la tienda y los hogares de los consumidores puede tardar hasta
quinientos años en desintegrarse). Tras un periodo de estudio de la cadena de valor y
analizar otros modelos de empaquetado, Puma desarrolló esta bolsa reutilizable que
les permitió reducir los costes de material, de fabricación y el impacto ecológico del
cartón y del plástico.

Jacobo Varela Menéndez 46


Economía circular. Una propuesta de futuro.

Ilustración 18. Clever Little Bag de Puma

Fuente: Puma (2017)


Esta bolsa aporta valor tanto a Puma como a sus clientes, consume un 65% menos de
papel que las cajas de cartón normales y reduce el consumo de agua, carburantes y
energía en la producción en más de un 60% a la vez que rebaja las emisiones de CO2
en 10 mil toneladas al año (Zhexembayeva, 2014).
14. LUSH, el champú sólido (www.lush.com)
Las fábricas de champús y jabones de baño repercuten en el precio de sus productos
los costes de un complejo proceso de producción con fases de procesamiento,
embotellado, almacenamiento, transporte, etc., para que luego el cliente deseche la
botella. Teniendo en cuenta esto, la empresa británica Lush Fresh Handmade
Cosmetics decidió desarrollar un champú sólido que redujera los costes de fabricación
y el impacto medioambiental. Así crearon unas pequeñas barritas de champú sólido
que no necesitaban ser envasadas. Pese al recelo inicial de los consumidores ante un
champú no líquido, los beneficios del producto: su precio, su duración y su efectividad
en el lavado, han conseguido que la empresa se haya beneficiado de este diseño
como un éxito de ventas. Además, según la propia empresa, desde su
comercialización han ahorrado unos 450 mil litros de agua en producción.
Ilustración 19. Lush, el champú sólido

Fuente: Lush (2017)

Jacobo Varela Menéndez 47


Economía circular. Una propuesta de futuro.

15. Confeti THROW&GROW: la fiesta de las flores (www.evolved.com)


Por último, otro ejemplo de innovación en el diseño de productos y de ecodiseño o
ecoinnovación, es el confeti Thorw&Grow, propiedad de la compañía holandesa de
regalos Niko Niko. Es un confeti hecho con papel biodegradable y semillas de flores
que, tras ser utilizado se puede dejar en el suelo para que se desintegre de forma
natural en el terreno y de él broten hermosas flores.

Ø Consumidores
Los consumidores tienen en sus manos que las empresas sigan desarrollando
productos y modelos de negocio respetuosos con el medio ambiente y con la
sociedad, implicándose más en sus decisiones de compra, agrupándose en
asociaciones que luchen por los postulados del marco RESOLVE y de la economía
circular, y presionando a las administraciones públicas para que también se involucren
en este proyecto. Es precisamente en las sociedades con ciudadanos consumidores
más implicados con el medio ambiente dónde más triunfan estos novedosos modelos
de negocio y dónde los gobiernos más se involucran (véase el proyecto piloto
implantado en Dinamarca sobre economía circular). Entre las acciones concretas que
pueden desarrollar los consumidores están dejar de consumir productos alimenticios
que abusen de los embalajes plásticos y comprar más productos a granel y frescos;
apostar por el comercio local, por el consumo colaborativo y digital; fomentar el
reciclaje en los hogares; informarse sobre el recorrido, los materiales y la huella
ecológica de los productos que consumen, etc.
.

4 Consecuencias de la Economía Circular


4.1 Incidencia de la Economía Circular en la cadena de
valor
La transición a una economía circular supone la introducción de cambios a lo largo de
toda la cadena de valor, desde el diseño del producto hasta la logística inversa,
pasando por la distribución y los servicios postventa. Ello implica un cambio de
paradigma sistémico en la cadena de valor, caracterizado por la innovación
transversal: en el producto y los procesos de producción (tecnología), pero también en
la estructura de la organización, en los sistemas de financiación, en la cooperación
entre empresas, en las políticas estratégicas y en la sociedad.
El análisis de la cadena de valor en la economía circular es una cuestión fundamental
puesto que “todas las ventajas competitivas se encuentran en la cadena de valor y la

Jacobo Varela Menéndez 48


Economía circular. Una propuesta de futuro.

estrategia se manifiesta en la forma en que las actividades de la cadena de valor se


configuran y vinculan entre sí” (Porter, 2012) (vid. Ilustración 20). Según Porter, para
que las empresas creen valor mediante una estrategia exitosa es fundamental la
estructuración de una cadena de valor distintiva y específica, adaptada a la propia
propuesta de valor de dicha organización.
Ilustración 20. Competitive advantage and the value change (M. Porter)

Fuente: Porter (2012)

4.1.1 Diseño: ecoinnovación y ecodiseño


Las empresas deben desarrollar competencias básicas en diseño circular para permitir
la reutilización, el reciclaje, el paso en cascada y la reparación de los materiales a lo
largo de las diferentes etapas del proceso productivo. Tras la cumbre de Río de 1992,
donde se redefinió el concepto de “desarrollo sostenible”, uno de los principales
defensores de la economía circular, Ezio Manzini, “planteó el diseño sostenible como
un enfoque filosófico del diseño de carácter más social, en el que se tuvieron en
cuenta factores como: el ambiente, la cultura, los procesos de producción, los
materiales, su uso y los aspectos posteriores a su vida útil” (Balboa y Somonte, 2014,
p. 83). Se trata de una transformación del papel del diseñador, que pasa de ser un
mero creador de productos, a serlo también de escenarios cotidianos y de nuevas
ideas de bienestar (Manzini y Bigues, 2000).
Según Espaliat, “la ecoinnovación es un elemento importante para cerrar el bucle del
ciclo de vida de los productos, y estimular nuevos modelos de negocio basados en el
uso más eficiente de los recursos” (2017, p. 108). La ecoinnovación debe ser vista
desde dos puntos de vista:

Jacobo Varela Menéndez 49


Economía circular. Una propuesta de futuro.

• Por el lado de los inputs consiste en reducir en el mayor grado posible la


utilización de recursos naturales, materias primas, agua y energía en el ciclo
productivo de los productos y servicios, pero también de los procedimientos y
estrategias comerciales, así como en la estructura de la organización.
• Por el lado de los outputs pretende reducir la emisión de tóxicos y sustancias
perjudiciales en todo el ciclo de vida del producto.
Así, el producto es expresamente diseñado para permitir un reciclaje óptimo al final de
su vida, minimizando las externalidades negativas y los impactos negativos
medioambientales y sociales y reduciendo los costes del ciclo productivo, permitiendo
que los residuos de un proceso se conviertan en recursos para otros incrementando
así la generación de valor. Veamos algunos ejemplos estudiados por la Ellen
MacArthur Foundation sobre los beneficios del diseño circular para la industria y los
usuarios (2014):

El coste de refabricación de teléfonos móviles podría reducirse hasta un 50% si


la industria se esforzase en fabricar teléfonos con materiales fáciles de separar;
si mejorase el ciclo inverso y si ofreciera incentivos para devolver los
dispositivos tras su uso (Ellen MacArthur, 2014, p.7).

Si el diseño de las botellas de cerveza pasase a ser de vidrio y reutilizables, los


costes de empaquetamiento, procesamiento y distribución de la industria
cervecera podrían reducirse en un 20% (Ellen MacArthur, 2014, p.8).

Las lavadores y electrodomésticos de alta calidad serían más accesibles al


público en general si fueran arrendadas en lugar de vendidas: los usuarios
ahorrarían en torno a un tercio por ciclo de lavado y el fabricante ganaría en
torno a otro tercio más en beneficios.
“En un periodo de 20 años, reemplazar la compra de cinco lavadoras de 2.000
ciclos con arrendamientos de una máquina de 10.000 ciclos supondría ahorros
que podrían alcanzar 180 kg de acero (para la industria) y más de 2,5 toneladas
de emisiones de CO2 (para el medioambiente)” (Ellen MacArthur, 2014, p.7).

En cuanto al ecodiseño, es “la metodología para el diseño de productos industriales


en el que el medioambiente se tuvo en cuenta durante el proceso de desarrollo del
producto como un factor adicional a los que tradicionalmente se utilizó para la toma de
decisiones” (Balboa y Somonte, 2014, p.87). Entre los beneficios del ecodiseño está la
reducción de costes de producción, el aumento de la vida útil de los productos, la

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

mayor facilidad para su reciclado y reparación, reducir el consumo energético


empleando recursos más sostenibles, minimizar los costes de manipulación de
residuos... Es decir, con el ecodiseño se minimiza el impacto ambiental de cualquier
producto/servicio a lo largo de todo su ciclo vital.
Una herramienta fundamental para orientar el ecodiseño es el análisis del ciclo de vida
de los productos (ACV) –pudiendo ser estos cualitativos, como la matriz MET, o
cuantitativos y más complejos, caros y eficaces-, que permite detectar las
oportunidades de mejora ambiental que permitan la selección de las mejores técnicas
de diseño. En función del compromiso y capacidad de la organización, se han
distinguido una serie de niveles de aplicación del ecodiseño (Tabla 1):
Tabla 1. Los niveles en el ecodiseño
Nivel 1 Mejora del producto Mejora progresiva e incremental.
Nivel 2 Rediseño del producto Nuevo producto sobre la base de otro
existente.
Nivel 3 Nuevo producto en concepto y definición Innovación radical del producto.
Nivel 4 Definición de un nuevo sistema Innovación radical del sistema.
Fuente: Balboa y Somonte, 2014, p.87
Otra cuestión relevante en este ámbito es la existencia desde 2011 de la primera
norma internacional de gestión medioambiental que integra aspectos propios del
diseño, la identificación y evaluación de impactos medioambientales de los productos y
su gestión y tratamiento en el seno de una organización: la norma internacional ISO
14006:2011: “Directrices para la incorporación del ecodiseño”.
El ecodiseño y la producción respetuosa con el medioambiente, gestionando
eficazmente la variable medioambiental e incorporándola al proceso productivo, así
como la implantación de la economía circular, son procesos no solo compatibles, sino
propicios para generar ventajas competitivas y, en definitiva, generar valor. Una
muestra de ello son las casos prácticos enunciados anteriormente de los teléfonos
móviles, los envases de cerveza y el modelo de propiedad de las lavadoras.
Lo fundamental en este aspecto para crear ventajas competitivas es que estos
procesos respetuosos con el medio ambiente se tengan en cuenta tanto en la toma de
decisiones estratégicas como operativas, armonizando la línea de actuación
organizacional.
Según Porter, “no hay que competir con los rivales en las mismas dimensiones” (2012,
p. 2). No se trata de competir para ser el mejor, sino de competir para ser único, y el
diseño del producto es una variable crucial para ello. En este sentido, el modelo ECO-

Jacobo Varela Menéndez 51


Economía circular. Una propuesta de futuro.

3 es un sistema interrelacional que se caracteriza por englobar una perspectiva


ecológica, económica y equitativa (vid. Ilustración 21).
Ilustración 21. Modelo ECO-3: interrelaciones entre economía circular, ecodiseño,
C2C y el sistema triple E

Fuente: Balboa y Somonte, 2014, p.89

Como conclusión, basta decir que para la ecoinnovación y el ecodiseño la optimización


de los productos debe atender a cuestiones como las siguientes:
• La mejora de sus funciones.
• Su mayor ciclo vital.
• Su diseño para favorecer el reciclaje, el paso en cascada, la reparación y la
reutilización.
• La satisfacción de las motivaciones de los consumidores.
• La reducción del consumo de recursos en la fabricación y en el uso, así como
el consumo de energía y agua.
• La minimización del impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del
producto.

4.1.2 Aprovisionamiento
Encontrar y posteriormente adquirir los materiales, recursos, bienes o servicios
necesarios para la producción de otros es un aspecto fundamental de la cadena de
valor que determinará los costes de producción y, por tanto, el precio. En la economía
circular es fundamental que en esta fase las empresas tengan en cuenta la
renovabilidad de los materiales que establecen los diseños de productos, así como su
toxicidad y su huella ambiental. Para que el diseño del producto siga los estándares de

Jacobo Varela Menéndez 52


Economía circular. Una propuesta de futuro.

la circularidad y se diseñe para reutilizar, el aprovisionamiento de los materiales que


se necesitan para ello debe ser lo menos invasivo posible en el medio ambiente. Las
empresas deben dejar atrás el tradicional expolio de recursos limitados que ha
generado guerras y conflictos sociales, para utilizar más recursos renovables, con una
extracción respetuosa y un transporte limpio. Así mismo, debe apostarse por la
utilización de materias puras en los procesos de producción, ya que son más fáciles de
clasificar al final de su vida.

4.1.3 Producción y fabricación


Como ya he dicho, la economía circular es deliberadamente restaurativa y
regenerativa, lo cual implica que la recuperación de materiales y productos se
posibilite a lo largo de toda la cadena de valor, incluyendo no solo el diseño del
producto y los aprovisionamientos, sino también en los procedimientos de fabricación.
La fabricación debe estar fundamentada en el diseño circular del producto y en la
utilización de materiales que lo garanticen, pero también en la aplicación de nuevos
modelos de organización empresarial, fabril y de la producción que se acoplen y sean
acordes con los productos circulares a un nivel organizacional.
Debe organizarse la producción para hacer posible y fácil el desarrollo del ecodiseño y
la ecoinnovación. Mediante estas estrategias se debe orientar la fabricación a la
optimización de los productos, no solo desde el punto de vista económico, sino
también social y ambiental.
Debe fomentarse la colaboración entre los actores implicados indirectamente en la
producción (diseñadores, centros tecnológicos, administraciones, proveedores,
asociaciones de consumidores, universidades, etc.) y la simbiosis industrial como eje y
parte del paso en cascadas de los materiales que se utilizan.

4.1.4 Distribución: movilidad sostenible


La distribución sostenible es un reto clave del nuevo modelo, dado que “la movilidad
es responsable del consumo de una cuarta parte de la energía producida
mundialmente, con una previsión de aumentar en un 30% hacia el año 2040” (Espaliat,
2017, p. 98). Esto perjudica notablemente la calidad del aire, contribuyendo al cambio
climático y a la expansión de enfermedades cardiorespiratorias.
Si las empresas comienzan a ponerse objetivos a corto plazo como los que se fijó
Walmart en su “Estrategia de sustentabilidad” referentes a sus flotas de vehículos,
para basar la distribución en energías renovables y utilizar transportes limpios, no solo
se reducirían abrumadoramente los gases de efecto invernadero emitidos, sino que la
reducción de costes para las compañías sería cuantitativamente muy importante a

Jacobo Varela Menéndez 53


Economía circular. Una propuesta de futuro.

largo plazo. La dificultad puede provenir de la fuerte inversión necesaria en un primer


momento, especialmente en el seno de las PYMES. Por este motivo deben fomentarse
desde los gobiernos políticas que mejoren los canales de financiación y que
recompensen el uso de energías limpias en el transporte (ya sea este para
aprovisionarse, para llegar al cliente o para posibilitar el paso en cascadas). Para
asegurar la sostenibilidad de la movilidad deben seguirse una serie de objetivos:
a. Uso de combustibles y energías alternativas y renovables.
b. Electrificación: implementar la movilidad eléctrica y el desarrollo de las baterías
en detrimento de los combustibles fósiles; así como incentivar el uso del hidrógeno.
c. Mejorar la eficiencia de la movilidad.
Para ello es fundamental el papel de los parlamentos nacionales y regionales, ya que
son ellos los que pueden conseguir con la legislación, “enverdecer” el transporte y la
movilidad.
4.1.5 Servicio postventa y logística inversa
Uno de los requisitos fundamentales de la economía circular es que los materiales
preserven su valor el mayor tiempo posible. La buena calidad de los servicios
postventa es fundamental en el proceso de servitización o conversión de los
consumidores propietarios en usuarios, debido a que, como ya se ha dicho, este
proceso requiere una relación mucho más directa e intensa entre el fabricante, el
oferente de servicios y sus clientes a la hora de facilitar las reparaciones, el reciclaje,
la reutilización o las refabricaciones que permiten alargar el ciclo de vida de producto y
reintroducir sus materiales.en el ciclo productivo. La tarea fundamental del ciclo o
logística inversa es permitir que esos materiales sean devueltos al mercado.
El ciclo inverso se fundamenta en la logística de la cadena de valor, incluyendo
funciones tales como la selección, la clasificación, el almacenamiento, la generación
de energía y la gestión del riesgo, pero también aspectos como la biología molecular y
la química de polímeros.
Para lograr el éxito de la logística inversa deben establecerse sistemas eficaces de
recogida selectiva, sean gestionados por las propias empresas que produjeron en un
primer momento los productos, por subcontratas, por gestores de residuos, o por las
organizaciones que forman parte del siguiente eslabón en el ciclo de vida del producto.
Un ejemplo de ello lo podemos observar en nuestras ciudades con los contenedores
para la recogida de ropa usada gestionados por entidades como Cáritas. La ropa es
vendida en un primer momento por una distribuidora del textil y, tras ser usada por los
consumidores, la depositan en los puntos de recogida habilitados en las propias

Jacobo Varela Menéndez 54


Economía circular. Una propuesta de futuro.

tiendas o por entidades benéficas y son ellas las que se encargan de reintroducir los
productos en el mercado (en este caso donándolos a personas en riesgo de pobreza).
Otro ejemplo es la recogida de electrodomésticos en determinados ayuntamientos. En
este caso son las propias administraciones públicas (entidades locales), las que se
encargan de gestionar la recogida de los mismos a través de puntos limpios.
El ciclo inverso, con recogida selectiva, tratamientos de calidad y una segmentación
eficaz de los productos al fin de su vida útil, permite reducir la pérdida de materias e
impulsa la economía del diseño circular, a la vez que esta impulsa la necesidad de
ofrecer una logística inversa eficiente (vid. Ilustración 22).
Ilustración 22. Bucle positivo entre el diseño circular y la logística inversa

Diseño
Logística
circular y
inversa
ecodiseño

Fuente: Elaboración propia (2018)


En definitiva, los agentes sociales y la legislación deben favorecer la generación de
capacidades e infraestructuras adecuadas para lograr una mayor circularidad. Debe
haber sistemas de recogida de materiales y subproductos fáciles de usar, ubicados en
zonas accesibles y ser capaces de mantener la calidad de las materias para poder ser
transmitidas en cascada a otras industrias y aplicaciones.

4.1.6 Compostaje
Así como el reciclaje, la reutilización y el reaprovechamiento de residuos y
subproductos son las últimas etapas de los ciclos técnicos, el compostaje es la última
etapa de los ciclos bioeconómicos o biológicos, ya que supone la reincorporación de
los materiales biodegradables en la biosfera. Mediante esta técnica los residuos
biodegradables como el papel, la madera, el agua o los alimentos, son tratados para
acelerar o facilitar su descomposición y su conversión en materia orgánica que sea
devuelta a la biosfera con el fin de generar nuevos recursos o tratarse como
fertilizante.

4.1.7 Ejemplo de implementación: la circularidad en la cadena


del sector textil
En las políticas sobre economía circular el sector textil es uno de los flujos materiales
que requiere actuación prioritaria al tratarse de una industria altamente contaminante y

Jacobo Varela Menéndez 55


Economía circular. Una propuesta de futuro.

consumidora de recursos: las materias primas que necesitan (cada vez más sintéticas
y menos naturales); el elevado consumo de agua para el bordado y el planchado y la
creación de hilos; la contaminación derivada del transporte y la logística, etc. Según un
estudio de la Cambridge University, por cada kilo de tejido textil producido se consume
0,6 kg de petróleo y se emiten 2 kg de CO2. Además, para producir un pantalón
vaquero se requieren tres mil litros de agua y para una camiseta de algodón unos mil
doscientos litros (Fundación para la Economía Circular, 2017). Además, la vida útil de
la ropa es cada vez más corta y el consumo más habitual. Según un estudio de la
Fundación para la Economía Circular (2015), en España, “la cantidad promedio de
residuos textiles que se reciclan no llega al 15%; más del 85% restante termina en
plantas de incineración o vertido” (Fundación para la Economía Circular, 2017).
Algunas medidas que pueden aumentar la circularidad del textil son las siguientes
(Tabla 2):
Tabla 2. Medidas para la circularidad del sector textil
Fomentar la ecoconfección de los productos. Utilizando otras prendas, cortinas, alfombras
para reciclar sus hilos.
Optimizar la recuperación material y mejorar Con una cadena inversa eficiente.
las estadísticas de recogida y reutilización.
Crear un esquema de responsabilidad de los Como el Eco-TLC francés.
productores.
Fomentar la moda sostenible y la de segunda
mano.
Fomentar cambios de comportamiento en los Mejorando la información de la que disponen.
consumidores.
Fuente: Fundación para la Economía Circular (2017). Elaboración propia

4.2 Beneficios para la sociedad y para el planeta


Multitud de empresas están comenzando a repensar su ciclos productivos lineales.
Algunas están comenzando a percatarse de que organizar su cadena de valor de
acuerdo con los principios de la economía circular les otorga la posibilidad de corregir
y mejorar multitud de deficiencias producidas durante el proceso de fabricación y venta
de productos o prestación de servicios, ya que les permite optimizar el consumo de
recursos; reducir los costes derivados de la generación de residuos y de subproductos
desechables, y aportar nuevas fuentes de producción y de energía que redundan en
una reducción de los costes. No obstante, el nuevo modelo no solo puede beneficiar a
las empresas, sino que ofrece ventajas para la comunidad y el entorno natural.

Jacobo Varela Menéndez 56


Economía circular. Una propuesta de futuro.

4.2.1 Beneficios medioambientales


La economía circular redunda en la reducción e internalización de las externalidades
negativas, en concreto a través de la reducción de las emisiones de CO2 y de las
consecuencias negativas de la extracción de materias primas; de la prevención de
riesgos y mejora de la gestión de los recursos naturales; y de la mejora de la calidad y
productividad del suelo, el aire y el agua (vid. Ilustración 23).
Ilustración 23. Beneficios medioambientales de la economía circular

Reducción de las
Reducción de emisiones de consecuencias negativas de
Dióxido de Carbono la extracción de materias
primas
Reducción e
internalización de
las externalidades
negativas

Prevención de riesgos y
Mejora de la calidad del
mejora de la gestión de los
suelo
recursos naturales

Fuente: Elaboración propia (2017)

El Dióxido de Carbono (CO2) “es un potente gas de efecto invernadero cuya función
vital es regular la temperatura de superficie de la Tierra mediante su forzamiento
radiativo y el efecto invernadero” (Petty, 2004, pp. 229 y ss.). Las emisiones de CO2 a
la atmósfera son uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la población
mundial, ya que perjudica el sistema de protección natural de la capa de ozono,
contribuyendo al calentamiento global y a todos los problemas ambientales derivados.
Estas emisiones son producidas a mayor escala por la industria, pero también por los
hogares y familias.
Su reducción es una tarea pendiente por todos los gobiernos y, de hecho, el Acuerdo
de París de diciembre de 2015 recoge unas metas factibles al respecto, aplicables a
partir de 2020, cuando finalice la aplicabilidad del Protocolo de Kioto. Según el propio
texto del acuerdo, su objetivo es “reforzar la respuesta mundial a la amenaza del
cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por
erradicar la pobreza” (art. 2 Acuerdo de París, Naciones Unidas) para lo cual se
establecen tres acciones concretas a desarrollar:

Jacobo Varela Menéndez 57


Economía circular. Una propuesta de futuro.

a) Mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2ºC con


respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese
aumento de temperatura a 1,5 ºC con respecto a dicho periodo;
b) Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio
climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI), de un modo que no comprometa la producción de
alimentos;
c) Y elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria que
conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de GEI.
Así mismo los recortes en las emisiones para sectores como la agricultura, el
transporte, la construcción y la basura, pueden contribuir a alcanzar el objetivo global
de la Unión Europea para el 2030: reducir el total de sus emisiones un 40% en
comparación con 1990. Compromiso asumido por todos los Estados miembros al
adherirse al Acuerdo del Clima de París.
Según la UE, las emisiones de los sectores mencionados suponen el 60% de las
emisiones totales y la contribución de cada país depende del PIB per capita de cada
uno. España, por ejemplo, deberá recortar sus emisiones provenientes de estos
sectores en un 26% en 2030, en comparación con las emisiones de 2005.
Según la Ellen MacArthur Foundation, una senda de desarrollo circular podría reducir
a la mitad las emisiones de dióxido de carbono de aquí al año 2030, con lo que los
objetivos de la Unión Europea y de la Cumbre del Clima de la ONU estarían
asegurados. Según la misma fuente, supondría la reducción del 48% de las emisiones
en el ámbito de la movilidad, los sistemas de alimentación y la construcción. De
manera más concreta, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse
hasta 7,4 millones de toneladas al año solamente en Reino Unido y tan solo evitando
desechar residuos orgánicos en vertederos (Espaliat, 2017).
El modelo de producción y consumo lineal ha destacado en muchas ocasiones por su
irresponsabilidad e imprudencia en la gestión de los recursos naturales y en la
contaminación, lo cuál ha generado multitud de catástrofes medioambientales que
pueden ser reducidas con la implantación de métodos de prevención de riesgos que
van de la mano de la economía circular.
El diseño de productos y los modelos de negocio circulares, al fundamentarse en el
reciclado y en la reducción del consumo de recursos, previene o minimiza los impactos
negativos sociales, bélicos y medioambientales generados por la extracción disruptiva
de materias primas.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

4.3 Desventajas o limitaciones


Haciendo un análisis de las condiciones que debe tener un territorio, en este caso
Europa y, en concreto España, para implementar un sistema basado en la economía
circular, he de destacar una serie de limitaciones que hacen que este modelo,
teorizado formalmente desde la década de los setenta, todavía no haya adquirido el
impulso necesario para extenderse con mayor celeridad.

4.3.1 Limitaciones políticas


La limitación de voluntad institucional y el foco en el corto plazo se manifiestan en la
falta de apoyo real y de estímulo por parte de las Administraciones Públicas y de las
instituciones y organismos públicos regionales. Es una barrera fundamental ya que
son los actores políticos los que pueden abrir un abanico de posibilidades para
desarrollar la economía circular mediante financiación, regulación técnica que influya
en los procesos productivos y en el consumo, políticas impositivas, etc.
La tendencia política en las democracias actuales es otorgar una considerable
importancia a los resultados electorales y a las visiones cortoplacistas, por lo que la
mejor manera de influir en el cambio político es mediante la presión social y de
instituciones privadas. Ejemplo de ello es que, gracias a actores como la Ellen
MacArthur Foundation, instituciones políticas como la Unión Europea están
comenzando a dar pasos importantes en dirección a la implementación de la
economía circular. No obstante, de nada sirve mostrar apoyo hacia estas iniciativas,
como recientemente hizo el gobierno de España con su “Estrategia Española de
Economía Circular” (España Circular 2030, Borrador para información pública, febrero
2018), si en la práctica no se toman medidas vinculantes importantes.

4.3.2 Limitaciones legislativas


Las barreras legislativas están muy relacionadas con las políticas. En la actualidad, en
España, es necesaria una ley como la catalana (por el momento suspendida), que
introduzca en el ámbito legal el concepto de “economía circular” y que establezca
medidas para su implantación. Así mismo, a nivel europeo primero, e intercontinental
después, es fundamental desarrollar una armonización de estándares y definiciones
que sirvan de pilares básicos para el desarrollo de la economía circular. Desde los
parlamentos nacionales y comunitarios es lo primero que se debe hacer, para poder
desarrollar el modelo sin futuras complicaciones. Posteriormente, deben regularse
aspectos técnicos fundamentales como la sustitución y reducción de sustancias
nocivas y tóxicos; fomentar el ecodiseño y la eficiencia energética con, por ejemplo,
políticas impositivas; o impulsar el ahorro de recursos con leyes que regulen la

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

cooperación intersectorial para implementar la reutilización en cascadas sin riesgo de


generar cárteles y prácticas empresariales desleales. Así mismo deben desarrollarse
medidas legislativas que ayuden a generar el cambio del consumidor propietario al de
usuario arrendador.

4.3.3 Limitaciones culturales y sociales


Para el desarrollo de la economía circular, como cualquier cambio de paradigma, es
necesaria la aceptación cultural del concepto y una mayor concienciación ambiental en
sendos extremos de la cadena de valor: proveedores y clientes. Si bien cada día los
consumidores están más preocupados por la sostenibilidad y la producción ecológica
(no hay más que observar los cambios en la oferta de productos y en los modelos de
tiendas en el ámbito de la alimentación), parece que todavía no es un factor clave en
las decisiones de compra de la mayoría de los consumidores para otras categorías de
producto. Dos son las claves de esta falta de concienciación:
• La información asimétrica: en cuanto al lugar y método de fabricación de los
productos que se consumen y a los recursos utilizados, que perjudica el proceso de
concienciación. En este aspecto, y relacionado con las barreras legislativas, deben
desarrollarse estándares globales en el etiquetado y metodologías eficientes de
trazabilidad.
• La complacencia con el modelo: se ha impuesto en la sociedad capitalista
una suerte de complacencia ininterrumpida como mecanismo para evitar la culpa, pilar
básico de la sociedad occidental. En el inconsciente colectivo se ha introducido la
voracidad del consumismo, la poca importancia de los perjuicios o, incluso, las
“ventajas” de la obsolescencia, y la aniquilación de la autorresponsabilidad en
cuestiones como el cambio climático o las miserias de los países del sur.
En este sentido, es necesario que desde las instituciones se desarrollen campañas de
sensibilización con el medio ambiente y los beneficios del consumo responsable para
que la economía circular cale en la sociedad. Así mismo, es necesario un cambio de
mentalidad en cuanto al modelo de propiedad con muchos productos que podrían
pasar a ser utilizados desde la perspectiva del “usuario”. También debemos darnos
cuenta de que un producto reciclado o reutilizado no pierde calidad, sino al contrario,
sus materiales ganan valor ya que los perjuicios que ocasiona son menores. Por otro
lado, es necesario mostrar a las empresas, en especial a las PYMES, más aversas al
riesgo, la viabilidad económica de la economía circular.

4.3.4 Limitaciones técnicas

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

Estas limitaciones son de cuatro tipos: de integración, de vinculación, de seguridad y


tecnológicas y de infraestructura. Las detallamos a continuación.
a) Integración
El reciclaje y la reelaboración de los productos, incluso simplemente el
aprovechamiento de sus partes, no es posible si los productos no se diseñan desde el
principio de su ciclo de vida para ello. Por el momento, el diseño para el reciclaje o la
reelaboración no es una cuestión extendida y, un producto que no se diseña con estos
fines, va a producir más problemas que beneficios si se trata de reciclar. Por ello, es
necesaria una integración total en el ciclo de vida de los productos que permita cerrar
el círculo sustituyendo el vertedero por la eliminación de las partes, la reparación, la
reutilización o el reciclaje. Si la empresa está presente en todo o casi todo el ciclo de
vida del producto, dicha integración será más sencilla al depender solo de ella. Por el
contrario, si en las fases del ciclo de vida del producto más de un actor interviene
sobre su propiedad, la integración precisará acuerdos y colaboración interempresarial
e incluso intersectorial.
b) Vinculación
Muy relacionado con la integración desde un enfoque intersectorial, la vinculación
pone de relieve la necesidad del paso en cascadas para aprovechar al máximo el valor
de cada producto y sus componentes. En ocasiones, tras reutilizar los componentes
de un producto en una misma empresa o en empresas de una misma industria, su
valor se reduce hasta no ser más que un residuo. Pero ¿debe en ese momento ser
desechado en un vertedero? La respuesta es negativa, pues muchos de estos
componentes todavía pueden ser un input valioso en empresas de otro sector. Así, por
ejemplo, los hilos de ropa vieja pueden reutilizarse para hacer cortinas sin que por ello
pierdan calidad. El principal problema de esta utilización en cascada de los
componentes es que, si la dependencia de una empresa de un sector con respecto a
otra u otras de otro sector se lleva al extremo, creando una compleja red de
dependencias intersectoriales, los colapsos pueden ser muy perjudiciales al crear
bucles de realimentación positiva, conocidos como efecto “bola de nieve”.
c) Seguridad
La implantación de medidas para acercarnos a la economía circular no es un tema que
deba tomarse a la ligera. Si bien es cierto que multitud de estudios aseguran el buen
impacto tanto económico como medioambiental, ejemplificando con valores concretos
estimados, hay que admitir que la aproximación a este modelo depende de cientos de
medidas que deben tomarse desde las instituciones y no siempre tienen por qué tener
el impacto esperado. Debe estudiarse y valorarse con la mayor exactitud posible la

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

relación entre las medidas a tomar y el impacto que tendrán para conseguir un
equilibrio óptmo entre los costes y beneficios económicos de las propuestas y los
medioambientales y sociales.
d) Barreras tecnológicas y de infraestructura
Para poder diseñar productos con el fin de no generar residuos es necesario invertir
tiempo y dinero en dichos diseños. Lo mismo sucede con los procesos y con el modelo
de negocio. Por lo tanto, para poner en marcha la economía circular es necesario
desarrollar un knowhow, unas habilidades, conocimientos y técnica que las empresas
que quieran ser las primeras en este nuevo paradigma deben comenzar a poner en
marcha cuanto antes.

4.3.5 Limitaciones de financiación


Mientras no se vayan sorteando las demás limitaciones, las fuentes de financiación
para poner en marcha mecanismos propios de la economía circular seguirán siendo
reducidas. Por una parte, la financiación pública empieza a arrancar con los proyectos
de la UE sobre economía circular. Por otra, la financiación privada, especialmente en
las PYMES, no logra impulsarse, debido principalmente al miedo al cambio y al
desconocimiento y la falta de certeza sobre los resultados de la inversión. Los modelos
nuevos de innovación, el ecodiseño, los negocios “verdes” y el reciclaje, suponen una
inversión importante que muchas pequeñas y medianas empresas, más sensibles a
los costes financieros no previstos, no se atreven a acometer. Por ello, es necesario
que estas empresas comiencen por analizar las ventajas que les producirá la adopción
de prácticas sostenibles, así cómo la ayuda institucional mediante, por ejemplo, un
impuesto sobre el valor añadido reducido para aquellos productos que incorporen
prácticas sostenibles, para lograr incentivar su consumo. Políticas de este tipo no solo
beneficiarían la concienciación de las empresas con la sostenibilidad, sino que
también permitirían sortear las barreras financieras y serían al mismo tiempo una
campaña de concienciación de los consumidores/usuarios. Estos múltiples efectos
reflejan los bucles de realimentación que sostienen el sistema y cómo una pequeña
acción puede provocar unos resultados positivos proporcionalmente mucho mayores.

5 La Economía Circular en España


5.1 Implantación del modelo circular en la economía
española
Recientemente algunas Administraciones Públicas están dando pasos considerables
hacia la sostenibilidad. El Ayuntamiento de Madrid manifestó su voluntad de contratar

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

para 2019 proveedores de energía que se nutran con energías limpias o renovables
para todas sus instalaciones y dependencias. Por su parte, la Comunidad de Cataluña
desarrolló el año pasado una ley del cambio climático, actualmente suspendida, pero
que introduce a nivel legal el concepto de economía circular. Así mismo, el Gobierno
de España, desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente
y el de Economía e Industria, ha desarrollado el documento España Circular 2030 en
el marco de la Estrategia Española de Economía Circular. Documento en el que
desgrana las ventajas de este sistema, analiza su implantación y define un plan de
acción para el futuro.

5.2 Marco legal y futuro


5.2.1 La economía circular en la Ley Catalana 16/2017, de 1
de agosto, del cambio climático
La Ley 16/2017 es la primera disposición legal en España que atiende de manera
directa y trata de ofrecer soluciones al problema del cambio climático mediante la
gestión de residuos y la apuesta por la expansión de la economía circular al sector
privado y al público, estableciendo para ello medidas incentivadoras y de colaboración
entre administraciones públicas, y de estas con el sector privado. No obstante, por el
momento la ley ha sido suspendida por el Tribunal Constitucional debido a un Recurso
de Inconstitucionalidad interpuesto por el Gobierno, aunque ello no es óbice para
apreciar en esta ley una disposición legal innovadora que puede ir marcando el camino
desde las instituciones hacia la economía circular.
En el artículo 4.d se establece una definición de economía circular, como aquella que
promueve “la eficiencia en el uso de los recursos para alcanzar un alto nivel de
sostenibilidad, mediante el ecodiseño, la prevención y minimización de la generación
de residuos, la reutilización, la reparación, la remanufacturación y el reciclaje de los
materiales y productos, frente a la utilización de materias primas vírgenes”.
Además, el artículo 20.3 establece que “deben impulsarse las modificaciones
legislativas necesarias con relación a la promoción del ecodiseño y la lucha contra la
obsolescencia programada, de acuerdo con las directrices de la Unión Europea”.
Así mismo, el artículo 22 dice que “las medidas que se adopten en materia de residuos
deben ir encaminadas a reducir la vulnerabilidad de la población y las emisiones de
gases de efecto invernadero, priorizando la estrategia de residuo cero a fin de ahorrar
material y de reducir su procesamiento, especialmente en la reducción y penalización

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de los productos envasados con un uso intensivo de combustibles fósiles, y


concretamente deben ir encaminadas a:
a) Evaluación de las emisiones de GEIs derivadas de la gestión de los residuos.
b) Jerarquía.
c) Recogida selectiva, especialmente de la materia orgánica.
d) Reducción de las emisiones de GEIs de los vertederos y el uso de combustible
procedente de residuos.
e) La sustitución de materias primas por subproductos o materiales procedentes
de la valorización de residuos para favorecer la creación de una economía circular”.
Adicionalmente, esta ley también fija puntos de apoyo y fortalecimiento de las medidas
establecidas mediante la colaboración interinstitucional (Capítulo V).
5.2.2 La Unión Europea y su plan de acción
En el VII Programa General de Medio Ambiente de la UE (PMA) ya se comienza a
hablar de economía circular y a definirse una sociedad que respete los límites
ecológicos del planeta como aquella en la cual “el valor de los productos, los
materiales y los recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo
posible, y en la que se reduzca al mínimo la generación de residuos” (PMA). Se
pretende así crear una economía innovadora que no entienda de desperdicios; en la
que la biodiversidad sea protegida, valorada y restaurada; y en la que los recursos
naturales se gestionen de forma sostenible y eficaz, favoreciéndose la resiliencia en el
seno de nuestra sociedad. En una economía así, el crecimiento hipercarbónico estaría
disociado del uso de los recursos, lo que permitiría aproximarnos a una economía más
segura y sostenible a nivel mundial.
Los Programas de Medio Ambiente de la Unión Europea y las Directivas de residuos
son fundamentales para establecer un marco jurídico que aporte las señales
pertinentes tanto a productores como a consumidores para promover la eficiencia en el
uso de los recursos y la economía circular. De hecho, en todos los hitos de la política
europea medioambiental (Tabla 3) se ha ido evolucionando y se han tocado diversos
temas que hoy conforman la economía circular, como la ecoinnovación y el ecodiseño.
También se establece, en particular en el VII PMA, la necesidad de fijar metas para
reducir el impacto del ciclo medioambiental global del consumo, especialmente en
sectores a los que estudiosos de la economía circular dedican buena parte de sus
informes, como son el de la alimentación, la movilidad y la vivienda o la construcción.
Destacándose sobre todo la necesidad de reducir considerablemente los desperdicios
de alimentos. Cuestión esta última que se están tomando en serio buena parte de los

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

países europeos más comprometidos con el medio ambiente, con medidas como la
reciente prohibición de tirar alimentos impuesta sobre los supermercados franceses, a
favor de la donación de los mismos.
Otra cuestión que se trata en este Programa y que, de nuevo, también se aprecia en
informes de la Ellen MacArthur Foundation como el Policymaker Toolkit, es la
necesidad de que los Estados miembro y las regiones europeas, adopten medidas
para cumplir el objetivo de aplicar criterios de contratación pública ecológica en al
menos el 50% de las licitaciones.
Según el PMA, perfeccionando la prevención y gestión de residuos, no solo se
mejoraría la calidad ambiental y el desarrollo sostenible de la economía, sino que
podrían crearse nuevos mercados y empleos y reducir la dependencia de las
importaciones de materias primas. Cuestiones que deberían importar en un elevado
grado al Gobierno Español debido, en primer lugar, al tradicional saldo negativo de
nuestra balanza comercial y a la gran dependencia española de materias primas
extranjeras y, en segundo lugar, al problema estructural del mercado laboral español.
En palabras del VII PMA, “solo se prepara para su reutilización o se recicla una media
del 40% de los residuos sólidos, si bien algunos Estados miembros alcanzan un
porcentaje del 70%, lo que demuestra que los residuos sólidos podrían llegar a ser un
recurso clave de la Unión”. Los hitos normativos de la Unión Europea en relación a la
economía circular, y en particular a planes medioambientales y de gestión de residuos,
se sintetizan a continuación en la Tabla 3.
Tabla 3. Hitos destacados en la evolución de la política europea sobre residuos
1973 Primer Programa de Acción Ambiental
1975 Primeras directivas del sector
1987 Cuarto Programa de Acción Ambiental
1990 Resolución del Consejo de 7 de mayo, relativa a la estrategia comunitaria sobre residuos
1991 Modificación de las principales normas del sector
1993 Quinto Programa de Acción Ambiental
1997 Resolución del Consejo de 24 de febrero relativa a la estrategia comunitaria sobre residuos
2002 Sexto Programa de Acción Ambiental
2003 Comunicación de la Comisión “Política de productos integrada”
2005 Comunicación de la Comisión “Estrategia temática sobre prevención y reciclado de residuos”
2006 Codificación de la Directiva-marco de residuos
2008 Nueva Directiva-marco de residuos (Directiva 2008/98)
2010 “Europa 2020 – una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”
2011 Iniciativa Emblemática “Una Europa que utilice eficazmente los recursos”
“Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos”
2013 (Séptimo) Programa General de Medio Ambiente de la Unión Europea hasta 2020
2014 Comunicación de la Comisión “Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa”
2015 Comunicación de la Comisión “Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular”

Fuente: Santamaría Arinas (2016)

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

5.2.3 El “paquete” Barroso y el “paquete revisado” de Juncker:


En 2014, durante la presidencia de José Manuel Durao Barroso, se aprobó el conocido
como “paquete” Barroso, una Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al
Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, cuyo título es
“Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa” (COM
(2014) 398 final). Este documento, compuesto por cuatro partes y un anexo
(Introducción; “Establecimiento de un marco de políticas facilitador”; “Modernización de
la política y de los objetivos sobre residuos: los residuos como recursos”; y retos
específicos en materia de residuos) estableció los beneficios de la economía circular,
su necesaria implementación en Europa, y una serie de orientaciones para lograrlo.
Un año después, el “paquete revisado” de Juncker (que supuso la retirada del anterior)
siguió una dinámica similar, pero con propuestas más ambiciosas y actualizadas. Este
documento –“Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular”-
goza de ocho partes y un anexo con 53 acciones y un calendario a seguir.
En él se ponen de manifiesto los beneficios económicos que se esperan de la
transición, que “brinda la oportunidad de transformar nuestra economía y de generar
nuevas ventajas competitivas y sostenibles para Europa” (COM, 2015, 614 final).
Conllevará según la UE un impulso a la competitividad de sus regiones y beneficiará al
mercado laboral, al ahorro de energía y a la preservación del medio ambiente.
Así mismo, se especifican los beneficios y las pautas a seguir en la fase de
producción (atendiendo primero al diseño del producto y posteriormente a los
procesos de producción) promoviendo “la obtención sostenible de materias primas a
nivel mundial, por ejemplo a través de diálogos políticos y asociaciones, y de su
política comercial y de desarrollo” (COM, 2015, 614 final, pág. 5). A continuación se
analiza el consumo, ámbito en el que la UE debe centrar sus esfuerzos en contribuir
al cambio en la mentalidad y en los patrones de comportamiento de los consumidores.
Para ello, es fundamental atender a la información a la que acceden, al marco
normativo y a las asociaciones de consumidores, y a la variedad y los precios de los
productos. Además, es fundamental lograr la reducción de los residuos que generan
los hogares. Para ello, la Comisión se propone centrar sus esfuerzos en cuestiones
como el etiquetado; la aplicación de la normativa a las prácticas comerciales
desleales; la creación de parámetros mensurables y una metodología fiables de la
“huella ecológica de los productos”; la fiscalidad como incentivo a incorporar el coste
medioambiental en los precios; la ampliación de los periodos de garantía; detener las
prácticas que ponen en riesgo la reutilización (como la obsolescencia); la

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

sensibilización para reducir los residuos domésticos; la contratación pública ecológica


y el impulso institucional de nuevas formas de consumo (mediante Horizonte 2020 y
los fondos de la política de cohesión).
Se termina con la priorización de la gestión de residuos, que “desempeña un papel
crucial en la economía circular, toda vez que determina la manera en que se pone en
práctica la jerarquía de los residuos de la UE” (COM, 2015, 614 final, p. 9). Para ello,
la Comisión realiza una serie de propuestas que contemplan:
- objetivos a largo plazo de reciclado de los residuos municipales y de los
residuos de envases, y con vistas a reducir el depósito en vertederos;
- disposiciones para fomentar un mayor uso de los instrumentos económicos;
- requisitos generales para los sistemas de responsabilidad ampliada del
productor;
- simplificación y armonización de las definiciones y métodos de cálculo en toda
la Unión.

Conclusiones
Todos conocemos bien los efectos que nuestros actos generan en el mundo. Antes
podíamos excusarnos con el factor de la ignorancia. Hoy en día es imposible, tras
haber sido bombardeados con cientos de estudios que miden el impacto de las
emisiones de CO2 en la atmósfera o los daños que el efecto invernadero puede
ocasionar sobre la capa de ozono y, en consecuencia, sobre nuestra salud y sobre la
biodiversidad del planeta. Solo tenemos dos opciones: o asumir que nuestro modo de
vida daña el planeta en el que vivimos y, en consecuencia, no solo a otras sino
también a nuestra propia especie, y hacer algo para cambiarlo; o simplemente mirar
para otro lado mientras destrozamos nuestro hábitat. La economía circular surge en el
contexto de la primera alternativa de acción.
La economía circular es un modelo de incipiente aceleración en Europa que, pese a
tratarse de una estrategia relativamente novedosa, está siendo aceptado y adoptado
por numerosos actores económicos que apuestan por la sostenibilidad en todas sus
dimensiones: como propulsora de una mejor calidad ambiental y social, pero también
como estrategia competitiva en el mundo empresarial.
En 2014 la Ellen MacArthur Foundation realizó los primeros análisis y estudios piloto
de viabilidad económica y rentabilidad de la economía circular y comenzó a estimar los
efectos positivos de la transición hacia el nuevo modelo para empresas, mercados y
gobiernos. De este estudio podemos concluir que, desde ese año, esta estrategia

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

adquirió una propulsión sin precedentes, con un incremento bibliográfico vertiginoso,


así como con la aparición de noticias, informes gubernamentales y monografías sobre
el tema. Poco después, la Comisión Europea comenzó a introducir este concepto en
sus comunicaciones al Parlamento y a fijar objetivos temporales para garantizar la
transición del modelo.
La raíz lógica de esta propulsión es que para la adopción de un modelo que pretende
cambiar la concepción de la producción y el consumo, es necesario convencer a los
productores y a los consumidores, y para ello es necesario encontrar los puntos de
inflexión en las sensibilidades de cada uno. La idiosincrasia de los primeros hace
necesaria garantizar la rentabilidad y viabilidad económica del cambio de paradigma
para conseguir su convencimiento; mientras que la de los segundos requiere
campañas de sensibilización que aludan a sus emociones, a su salud, a su
concienciación medioambiental, y al bienestar de sus familias.
Poco a poco, y cada vez con más rapidez, los unos y los otros están apreciando las
ventajas de la transición y garantizando la futura implementación de la economía
circular como solución a muchos de los problemas provocados por un sistema de
producción y consumo lineal.
En lo que respecta a los aspectos más técnico-económicos de la economía circular,
debemos concluir sobre la necesidad de incorporar -ya no solo a nivel empresarial y
estatal, sino a nivel local (que es dónde el ciudadano de a pie más influencia y presión
puede ejercer)- técnicas y estrategias fundamentadas en la circularidad de los
materiales y productos, así como procedimientos de gestión de recursos y residuos en
base a criterios de prevención y sostenibilidad. Además, debemos extender en nuestro
ámbito de influencia personal, profesional y comunitario el desarrollo de las buenas
prácticas intrínsecas a la concepción de la economía circular como reducir, reciclar,
rehabilitar, reparar, redistribuir, restaurar, rediseñar, repensar, refabricar, reutilizar, y
recuperar. Ello requiere compartir estos postulados de manera responsable,
innovadora, transversal y solidaria a lo largo de toda la cadena de valor de los
productos y servicios, y de todo el ciclo técnico y biológico de los materiales.
Solo así conseguiremos la transición a un modelo circular que garantice la continuidad
y la regeneración de los materiales y productos y, con ello, de la vida en todas sus
dimensiones, así como revertir el daño causado por el modelo lineal.

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Economía circular. Una propuesta de futuro.

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