Manifestaciones de Violencia en La Escuela Primaria: Elementos de Perfilación de Víctimas y Agresores
Manifestaciones de Violencia en La Escuela Primaria: Elementos de Perfilación de Víctimas y Agresores
Manifestaciones de Violencia en La Escuela Primaria: Elementos de Perfilación de Víctimas y Agresores
Psicología
Manifestaciones de violencia en
la escuela primaria: elementos de
perfilación de víctimas y agresores
Felipe Alfonso Rojas Moncriff
Cesar Augusto Sierra Varón
Fecha de recepción: 26-06-2009 - Aprobación: 23-09-2009
Introducción
Este trabajo presenta una visión general en forma des- Las categorías de análisis se formulan y presentan con
criptiva de la violencia escolar, basada en una observa- fundamentación bibliográfica, así como también de
ción naturalista de corte etnográfico, llevada a cabo en acuerdo con las observaciones realizadas. Se contribu-
una escuela de Bogotá, con niños y niñas que cursan ter- ye de esta manera con el análisis del fenómeno de la
cer grado de primaria. El propósito de la investigación es victimización entre escolares. En esta ocasión se hace
la obtención de perfiles de víctimas y agresores, que se referencia al fenómeno denominado “bullying”, espe-
encuentran en la relación entre pares escolares. cíficamente como lo plantean Olweus (1998) y Ortega
Resumen Abstract
El objetivo de esta investigación etnográfica fue descri- The purpose of this ethnographic research was to
bir y extraer características de las niñas y los niños agre- describe and to extract characteristics of the bully
sores y víctimas en el fenómeno de la violencia escolar. and victim children within the school violence pheno-
Se trabajó con niños y niñas de tercero de primaria de menon. This research was made with children of third
una institución educativa en Bogotá de estrato socioeco- grade of an elementary school in Bogotá of second
nómico 2. La metodología fue la observación naturalista stratum. The methodology was naturalist non-parti-
no participante, y como instrumentos se utilizaron los cipant observation, and the instruments were field jo-
diarios de campo y la entrevista semiestructurada, vali- urnals and a semi-structured interview, validated by
dados por juicios de expertos, cuyo objetivo fue recolec- experts and used to gather relevant data according
tar la información relevante para la investigación. Con to the objectives. Based on the information gathered
base en los datos recogidos gracias a los instrumentos, with those instruments, the particular characteristics
se detectaron las características particulares de los ni- of the bullies and the victims were detected. The re-
ños agresores y de los niños víctimas seleccionados. Los sults were analyzed by the categories of the research.
resultados se analizaron por las categorías guías del es- Also, they allowed taking into account the practices
tudio. Así mismo, permitieron considerar las prácticas that take part in the phenomenon of school violence.
que se dan en el fenómeno de la violencia escolar. Se It was found that bullies and victims present indivi-
encontró que los niños y las niñas, agresores y víctimas, dual characteristics that allow a subsequent identifi-
presentan características particulares que permiten una cation due to such characteristics.
posterior identificación.
Key words
Palabras clave
School violence, bullying-victims, profiles.
Violencia escolar, victimización, perfiles.
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
(1997), entendido como “un vínculo social entre com- de” (Parodi, 1999). Según Funk (1997), existe un amplio
pañeros en el que un chico(a) o un grupo de chicos(as) consenso en relación con la idea de que no se puede ha-
abusa con cierta regularidad de su poder físico, social blar de un aumento general de la violencia en las escue-
o psicológico sobre otro(s) u otra(s), al que someten o las. El planteamiento de Funk se podría cuestionar, ya
maltratan”. que es un fenómeno de varias instituciones que se sale
de las manos de los maestros y directivos, cuya única
Definición del problema alternativa, al parecer sensata, es la exclusión del plantel
educativo de los alumnos partícipes en comportamien-
El problema de la violencia y la agresividad se ha dado a tos violentos.
lo largo de la historia de la humanidad; la agresividad in-
timidatoria entre los alumnos es un fenómeno muy anti- Las conclusiones derivadas de esta investigación no tie-
guo, y el hecho de que varios alumnos sean blanco de las nen pretensiones de generalización, fuera de los límites
agresiones y el hostigamiento de otros niños se presenta que establece la caracterización de este grupo de niños
descrito en obras literarias (Olweus, 1998). También los sujetos de estudio.
profesores lo viven directamente en su labor cotidiana.
¿Qué características en común (psicológicas, académi-
En los planteles educativos se dan distintos comporta- cas) y qué condiciones contextuales (escolares, familia-
mientos agresivos que traen como consecuencia unas res) tienen los alumnos que son víctimas o victimarios
condiciones no muy óptimas para el desarrollo y la for- en el fenómeno de la violencia escolar, en el nivel de
mación normal de un individuo. Hay alumnos y alumnas tercero de primaria, con niños entre los 8 y 10 años
que agreden a otro u otra no solo física sino psicológica- de edad?
mente, a partir de burlas, desprecio, groserías o rechazo,
produciendo en las víctimas frustración, baja autoestima Esa es la pregunta base de esta investigación dada la
y otra clase de conflictos de personalidad, por el hecho particularidad que tiene el fenómeno de la violencia
de sentirse solos y aislados. escolar, vista desde la perspectiva de la generación de
perfiles, y articula una triple pertinencia: disciplinaria,
Pareciera que la única importancia que le dan las direc- interdisciplinaria y social. De esta manera, en relación
tivas de los colegios a la violencia escolar es cuando en- con la pertinencia social, la violencia en las escuelas
cuentran a dos alumnos peleando físicamente. ¿Qué se es un fenómeno que afecta a muchos de los actores de
hace en estos casos? La solución más fácil es llevarlos a los planteles educativos, ya sean maestros, padres de
rectoría o coordinación disciplinaria, citar a sus respecti- familia o alumnos, y es necesaria una pronta interven-
vos padres, imponerles una sanción a los alumnos impli- ción, puesto que el proceso de la educación en Colom-
cados y regañarlos o humillarlos. ¿Pero aprenden a no bia debe lograr una buena formación integral en niños
ser violentos? Los maestros y las maestras no indagan y jóvenes que más adelante ingresarán a una sociedad
más allá de lo que han visto, y eso les es suficiente para que en la actualidad se ve afectada por los fenómenos
catalogar a los alumnos como rebeldes e indisciplinados. de violencia. También constituye un punto clave para
Sin embargo, la violencia escolar ha sido un tema que la contribución a la formación adecuada de niños con
atrae el interés de maestros y psicólogos, y por ello se valores y buenos principios, además de valores formati-
han dedicado a estudiar la problemática para lograr es- vos, y así mismo a la construcción de una sociedad más
tablecer las posibles causas y consecuencias, y plantear tolerante y con menos manifestaciones de violencia.
alternativas de solución al conflicto.
A partir de estudios sobre el tema de la violencia esco-
El fenómeno de la violencia escolar es un problema que lar se podrían plantear acercamientos a una realidad,
hasta ahora no se ha trabajado de manera rigurosa en con el fin de lograr y facilitar que los maestros adquie-
nuestro país, y son pocos los estudios dedicados al tema, ran un desarrollo de habilidades en el manejo y la pre-
como los realizados por el idep (1999) en Vida de maes- vención de la violencia y las intimidaciones entre los
tro. Violencia en la escuela, y el proyecto trabajado por alumnos (Campart y Lindström, 1997). El fenómeno de
Parra, González, Moritz, Blandón y Bustamante (1994), la violencia escolar es un problema que podría llegar a
con el auspicio de la Fundación fes. Otros trabajos in- tomar eventos inmanejables; por esta razón la Psicolo-
vestigativos han sido propuestos desde los proyectos gía, en el contexto educativo, es una herramienta para
“Ciudad educadora” (Villa y Moncada, 1998) y “Pléya- examinar el problema de la violencia escolar.
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Panorama No. 7. Psicología
En ese contexto educativo es necesario un proceso su nombre nunca es pronunciado, pasando por el uso de
de trabajo interdisciplinario en el que actuarían en la autoridad, el sometimiento de alguien abusando del co-
conjunto tanto profesionales de la pedagogía como nocimiento y de la edad, así como también al subyugar a
psicólogos, para compartir experiencias y saberes que los más débiles a una voluntad ajena a su deseos.
conllevarían a una complementación de la educación
con buenos principios y valores de ciudadanos que Existe un enfoque naturalista que le ha dado a este tema
formarán parte de nuestra sociedad colombiana. la etología, con lo cual se ha contribuido a desarrollar
la creencia social de que la agresividad forma parte de
El aporte en el ámbito interdisciplinario sería el de brin- la naturaleza humana (Ortega y Mora-Merchán, 1997).
dar conocimiento en el campo de la educación en los Esta ciencia estudia el comportamiento animal en su
niveles tanto teóricos como prácticos, específicamente medio natural, frente a lo cual se han realizado estudios
tratando de establecer las características comunes de muy importantes para el conocimiento del hombre (Le-
los alumnos agresores y de alumnos víctimas. Como desma, 1980), y que pueden ofrecer explicaciones al
dice Carrasco, citado por Jácome (2003) en conferen- comportamiento agresivo de este.
cia dictada en el curso de psicoanálisis y educación
titulada “Una mirada a la relación educador-alumno”, La mayoría de los etólogos elaboran conclusiones so-
la educación tendría que ver, más allá de enseñar al bre la agresividad humana a partir de comportamientos
que no sabe, con disponer al hombre para que pueda observados en los animales. Sin embargo, las agresio-
encontrarle sentido a la vida y, así también, con encon- nes humanas alcanzan frecuentemente extremos mor-
trarse con sentido en la vida. tíferos, que muy rara vez ocurren entre los animales
(Kogan, 1994). Los estudios de Konrad Lorenz sobre la
Cesar Augusto Sierra Varón agresión eran biológicos y omiten la particularidad del
Psicólogo de la Universidad Javeriana, Bogotá, con hombre relacionada con su capacidad de crear símbo-
conocimiento y experiencia práctica en áreas como los y de manejarse con ellos (Rivarola, 1993). De he-
Psicología clínica y educativa. Docente de la Facultad cho, la naturaleza exacerbada de la destructividad y la
de Ciencias Sociales, programa de Psicología, del crueldad humanas pueden ser vistas como característi-
Politécnico Grancolombiano, a cargo de las cátedras cas, que por el lado del comportamiento distinguen al
de Desarrollo y clínica infantil; Planeación y ejecución hombre de los otros animales (Freeman, 1977).
de talleres–conferencias para padres de niños y
adolescentes. Psicoterapeuta de niños y adolescentes.
Autores como Albert Bandura y Richard Walters (1963)
Asesor pedagógico en la autoría de textos de educación
preescolar, Editorial Creativa. ya no se encuentran en una perspectiva etológica de la
csierrav@poligran.edu.co agresión y plantean que este tema debería ser visto des-
de la perspectiva del aprendizaje social, lo cual refiere
Coautor a que en este tipo de aprendizaje se hace énfasis en
Felipe Alfonso Rojas Moncriff la forma como se aprenden y mantienen los patrones
Psicólogo. Coordinador del área educativa de la Facultad de comportamiento agresivo. Estos autores investigan
de Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana, además la agresión que se aprende como medio para
Bogotá. obtener determinados fines. Desde una perspectiva
felipe.rojas@javeriana.edu.co conductista ortodoxa, se diría que las conductas agre-
sivas se adquieren principalmente mediante el reforza-
miento positivo directo de las respuestas agresivas. Los
Fundamentación bibliográfica adolescentes y niños podrían sufrir de acosamiento y
humillación, razón por la cual más adelante, cuando son
jóvenes adultos, reproducirían estos comportamientos
La violencia es un problema que actualmente enfrenta
agresivos si se les presenta la ocasión oportuna para
nuestro país. Es muy común ver situaciones en las cua-
ello, ya que se encuentran constantemente rodeados de
les está involucrada la violencia o la agresión. Según el
modelos agresivos.
libro Violencia en la escuela (Instituto para la Investiga-
ción Educativa y el Desarrollo Pedagógico, idep, 1999), de
La psicología social, en especial la norteamericana, me-
la serie Vida de maestro que dirige la Alcaldía Mayor de
diante estudios sobre las luchas raciales, los problemas
Bogotá, la violencia se manifiesta de varias formas, por
de la microsociología y la influencia de la familia, entre
ejemplo: desconocimiento del otro al ignorarlo, o cuando
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
otros, demuestra que un modelo social puede aumentar lado, Planella (1998), citado por Fernández (sf), con-
o reducir la agresión (Ledesma, 1980). La perspectiva sidera la violencia como una situación en la cual dos
social concede una gran importancia a la agresividad o más individuos se encuentran en una confrontación
en el aprendizaje, lo que conlleva a una actitud opti- en la que una o más personas salen perjudicadas por
mista en relación con la educación de la agresividad, ya agresión física o psicológica. La violencia tiene lugar
que el aprendizaje sociocultural puede conseguir tanto en el momento en que, dada una confrontación de in-
hábitos de violencia como también una inhibición habi- tereses, uno de los protagonistas se coloca en un lugar
tual de la agresividad (Pastor, 1980). de dominio dejando al otro en un lugar de impotencia
que lo obliga a la sumisión. El esquema psicológico de
Se puede observar que el tema de la agresividad ha la violencia tendría que ver con un modelo de dominio-
sido tratado desde diferentes puntos de vista. De igual sumisión (Ortega, 1997).
manera, las definiciones concretas de agresividad son
prácticamente interminables y muy poco uniformes El mecanismo de la violencia se presenta en todos los
(Funk, 1997). Sin embargo, para lograr una generali- niveles del sistema social, en todos los países y todas
zación, la agresividad estaría definida frente a su fin las culturas. Los medios de comunicación nos presen-
de lesionar a otro organismo o al propio, pero sería tan permanentemente manifestaciones de violencia
necesario añadir a lo anterior la intención se producir como masacres, secuestros, encuentros armados entre
un daño, destruir, contrariar o humillar. La agresividad soldados, terrorismo, maltrato a niños, etc. Se observa
es entendida como el término para designar la tenden- entonces que es un tema que se presenta en la cotidia-
cia o disposición inicial que daría lugar a la posterior nidad y que sus manifestaciones son múltiples (Blanco,
agresión, entendida esta última como el término que Docal y Villamizar, sf).
debería utilizarse para designar un acto en sí, un acto
palpable y efectivo (Fernández, sf). El desarrollo humano siempre va a encontrarse influi-
do por la crianza y educación proporcionadas por el
Sin embargo, a pesar de que existen quienes sostienen ambiente y por los adultos experimentados en una de-
perspectivas de origen social con respecto a la agresi- terminada sociedad. En los primeros años se depende
vidad, también están quienes piensan en la agresión enteramente de otras personas; se aprendería a amar a
como una carga del nivel biológico insuperable; y otros los demás en etapas posteriores de nuestro desarrollo,
que la atribuyen al ambiente cultural. Pero es impor- pero si en los primeros años de vida este aprendizaje
tante recalcar que ambos enfoques, tanto el biológico resulta deficiente, la habilidad de amar resultaría in-
como el cultural, no se excluyen. La agresión es vista completa (Gunn, 1976). Este autor hace referencia a
como parte del equipo básico del hombre, pero tam- la gran influencia que tiene el medio como método de
bién se encuentra condicionada, exacerbada u orienta- aprendizaje para cierto tipo de comportamientos. Así
da culturalmente (Rivarola, 1993). se podrían reforzar los comportamientos violentos en
el ser humano. También menciona como uno de los me-
Se da paso al tema de la “violencia” y a las diferentes canismos para la adquisición o formación de compor-
perspectivas desde las cuales ha sido abordado, ya tamientos violentos, el del “aprendizaje por imitación”,
que, al igual que en el tema de la agresión, son múl- que consiste en un proceso humano educacional muy
tiples las teorías que se han postulado al respecto. No poderoso. Muchos criminólogos sostienen la teoría de
se encuentra tampoco un consenso sobre la definición que el adulto cruel y violento ha adquirido tales carac-
del término “violencia” como tal. La violencia es cla- terísticas de sus padres.
ramente un acto de agresión contra otra persona. Si
se está hablando de violencia entre personas, quiere
decir que en un conflicto hay implicados más de un in- Una de las caras de este tema es la intrafamiliar. La
dividuo. Se presenta entonces una relación combinada familia puede ser el vehículo para descargar las frus-
víctima-ofensor. La mayoría de las veces la violencia traciones y limitaciones sociales del individuo, quien
se encuentra dirigida hacia una persona o un grupo la utiliza para ejercer poder sobre los débiles. En el
particular (Gunn, 1976). Asimismo, parece difícil tener espacio familiar también se dan formas de violencia
que aceptar que solamente es violento el acto que cul- subjetiva, lo cual conlleva a que se reproduzcan esque-
mina con algún daño físico o hasta el de la muerte, y mas que generan violencia en otras instancias sociales
con ello se excluyen otros tipos de agresión de orden (Blanco, Docal y Villamizar, sf).
más psicológico y simbólico (Camargo, 1997). Por otro
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Panorama No. 7. Psicología
En el estudio de McCord, McCord y Howard (1961) so- en los cuales se presentan manifestaciones de violencia
bre los correlatos familiares de la violencia en niños y maltrato infantil, ya sean estos comportamientos vio-
delincuentes, refieren el hallazgo en su estudio de que, lentos entre pares o en dirección adulto-niño. Castigos
aunque se esperaba encontrar que niños con padres extremadamente estrictos, gritos, insultos, respuestas
violentos presentarían a su vez bastantes conductas de déspotas y la sobreprotección que limita la autonomía
tipo violento, dicha tendencia no alcanzaba a ser sig- en los menores son formas de maltrato infantil impo-
nificativa. Sin embargo se encontró que niños cuyos sibles de medir, pero que se presentan diariamente en
padres emplean métodos no violentos para disciplinar- los hogares y en los centros educativos (Blanco, Docal y
los y razonan con ellos, presentan conductas menos Villamizar, sf). Es así que se le da una gran importancia
violentas que los niños cuyos padres emplean métodos al contexto educativo en el que el niño o la niña también
más punitivos y violentos para la crianza de sus hijos, se desenvuelve en sus relaciones sociales y en el que tie-
aunque en una proporción significativamente más baja. ne que convivir con otros niños, y en el que se generan
De esta forma la televisión cumpliría un papel impor- conflictos entre ellos que en ocasiones llevan implícitas
tante ya que este es un medio por el que se transmite vías de violencia y agresión. Este fenómeno de violencia
mucha violencia que se encuentra altamente difundida puede adoptar niveles inmanejables con niños bastante
en las comunidades, con su alto poder de influencia so- agresivos que maltratan con mucha frecuencia a otros
bre un elevado número de personas al mismo tiempo compañeros que consideran más “débiles”.
(Gunn, 1976). Esta gran influencia de la televisión en
los juegos de los niños se puede observar cuando jue- La escuela es tomada como una de las instituciones so-
gan a matar (rambos, karatekids, o en los roles de las ciales más importantes para el desarrollo de la socie-
pandillas de barrio) y que se interpretan perfectamente dad, ya que en ella tienen lugar procesos de instrucción
en las horas de recreo (Valdés, 1991). y socialización, que son, al igual que los que se produ-
cen en la familia o en el contexto cultural, responsables
Si se realiza una reflexión al respecto, este es el men- de la integración social de los jóvenes. Pero los propó-
saje típico de innumerables ficciones cinematográficas sitos que tengan los diferentes centros educativos en
o televisivas en las que se suelen asociar superioridad la formación de niños y jóvenes que se desenvolverán
física, justicia y éxito, actuando como refuerzo de la más adelante en una sociedad no se lograrán solamen-
violencia (Kogan, 1994). Sin embargo, el aprendizaje te a partir de la transmisión del aprendizaje de conteni-
vicario de la violencia que es difundido por los medios dos curriculares, sino que también se requiere de una
no es suficiente por sí solo para dar cuenta del aumen- compleja red formada por los sistemas de relaciones
to de las conductas violentas en la sociedad (Ledesma, personales y los procesos psicosociales de convivencia
1980). Asumir la violencia con la manera particular y comunicación, que vayan articulando los procesos
que tiene para anudarse en la experiencia vital de cada instructivos y socializadores (Ortega, 1997).
persona, conduce directamente a interrogar a las ins-
tancias que pueden llegar a mediar entre lo que podría Abordar el tema de la violencia escolar en Colombia
llegar a considerarse como individual o como grupal refleja ante todo un compromiso por parte de institu-
y colectivo (Alvarado, 1995). De esta forma, la violen- ciones y de investigadores, en una realidad social com-
cia es concebida como un fenómeno que trasciende pleja que afecta a nuestro país, definido por algunos
la simple conducta individual para convertirse en un como uno de los más violentos, a la vez que como un
proceso interpersonal, porque afecta al menos a dos país de contradicciones: de armonía y maltrato, de paz
protagonistas: quien la ejerce y quien la padece (Ortega y de guerra, de alegría y de tristeza (Mejía, 1997).
y Mora-Merchán, 1997).
Angulo (2003), en su artículo “Violencia escolar, un fe-
En un contexto mucho más específico, el fenómeno nómeno mundial”, menciona que durante los últimos
de la violencia también se presenta en muchos de los años la preocupación aumenta por el creciente regis-
hogares de nuestro país. Existen familias donde se pre- tro de hechos violentos y conflictos en las instituciones
sentan condiciones y dinámicas basadas en métodos je- educativas. Se puede suponer que las formas de expre-
rárquicos y autoritarios que cobran como víctimas a los sión de dicho fenómeno varían de acuerdo con las con-
más débiles, como son las mujeres y los niños. Se debe diciones sociales de cada centro educativo y al entorno
identificar la violencia y crear los mecanismos, compe- social que rodea la institución. Es importante tener en
tencias y responsabilidades para combatirla (Armenta, cuenta que la sociedad convive con acciones violentas
1999). Tanto la escuela como la familia son contextos en todos sus contextos. Pero penetrar en el tema de la
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
violencia escolar no es tan fácil, por el hecho de que aula con mucha tensión, que muchas veces los maestros
plantea una gran ambivalencia: no es un tema que se no saben resolver (Ochoa, 2000). Casos más graves se
encuentre muy bien precisado; su uso es generalizado, pueden encontrar en eventos en los que la violencia
muy amplio y sin especificaciones; y porque en la es- escolar adopta la forma de tiroteos en la escuela (school
cuela la problemática de la violencia es trabajada muy shootings), problemática que se ha divulgado a partir
escasamente, lo que conlleva al no reconocimiento de de ciertos casos ocurridos en Estados Unidos y Europa
su existencia y a no reflexionar sobre ella. Es difícil deli- (Ruiz, 2002).
mitar el problema porque no todo lo que pasa en la es-
cuela es violencia, pero tampoco se puede pensar que Hasta hace poco tiempo la ciencia no tenía la oportuni-
allí no pasa nada violento (Camargo, 1997). dad de ofrecer datos actualizados sobre la trascendencia
del problema, en especial sobre el aumento de la violen-
Se considera de igual importancia el papel que inter- cia escolar que los medios de comunicación destacaban
pretan los agentes de socialización, tales como los de forma insistente (Funk, 1997). En la actualidad, aun-
medios de comunicación, así como “la calle”. Se debe que no son muy reconocidos, se han realizados estudios
anotar, en primera instancia, que para muchos niños investigativos en relación con el tema de la violencia es-
y jóvenes los medios de comunicación y el contexto colar; es así como Ortega y Mora-Merchán (1997) citan
callejero cumplen papeles sustitutos en el tiempo en un estudio llevado a cabo en España sobre el fenómeno
que los padres no están con ellos (Peláez, 1991). Ardila de la intimidación y victimización entre compañeros,
(1999) menciona que el “parche” para los muchachos realizado en 1989, en el cual los investigadores diseña-
significa la posibilidad de encontrar el afecto y el amor ron un cuestionario para sus objetivos, cuyos resultados
que por lo general no encuentran en los miembros de mostraban que aproximadamente el 17% de los esco-
sus familias. Tales amigos que conforman el “parche” lares encuestados admitían haber sido intimidadores y
se convierten entonces en la fortaleza del pandillero. Al el 17,2% víctima de forma muy frecuente. Esto se rela-
ingresar a un grupo social pandillero, sus integrantes ciona con el término “matoneo” entendido como cual-
adquieren varios cambios en su forma de ser y hasta en quier tipo de maltrato que ejerce una persona sobre otra
su personalidad habitual. Pueden llegar a adquirir há- convirtiéndola en sumisa. El tipo de matoneo que más
bitos en sus comportamientos que se trasladan a otros ha llamado la atención es el maltrato ejercido por unos
contextos como el escolar. niños hacia otros, aunque no sea esta la única forma de
matoneo. El matoneo implica agresión y muchos “mato-
En los niños se suelen presentar conductas de imita- nes” adoran sus actividades agresivas porque obtienen
ción y, por consiguiente, imitan comportamientos con- alguna satisfacción de ellas (Yorke, 1997). El matoneo se
siderados como buenos y como malos. Es así entonces reconoce “cuando un niño grande y fuerte golpea a un
como es posible encontrar alumnos de cierta edad con niño más pequeño” (Marland, 1997: 227); es el abuso
tendencias malas e indisciplinadas en la escuela; por del más fuerte hacia el más débil, con la consideración
ejemplo, el hecho de hacer justicia por su cuenta: si el de que no siempre ser “fuerte” significa mayor fuerza
niño observa conductas por influencia de los medios, física, sino que también está relacionado con el sentido
así como también del ambiente callejero en el que se de poder, por lo general ejercido por el placer que le da
desenvuelve, se puede evidenciar que, ante un conflic- a quien lo ejerce (Yorke, 1997).
to con otro compañero, ya no será necesario acudir al
maestro para plantearle su caso, sino que él mismo eje- Dan Olweus introduce un concepto que trae un signifi-
cuta la acción y se cobra el mal que le causaron (Parra, cado similar al de “matoneo”, utilizado en la actualidad
González, Moritz, Blandón y Bustamante, 1994). y muy común en las investigaciones realizadas sobre
violencia escolar, que es el de “bullying”, término con
Los actos violentos se encuentran inmersos en un el cual se hace referencia a conductas o situaciones de
gran sistema de relaciones interpersonales, en el cual acoso e intimidación de un alumno o de alumnos hacia
se encuentran presentes –y configuran el campo otro u otros. Olweus (1993), citado por Ortega y Mora-
educativo– las emociones, los sentimientos y los aspectos Merchán (1997), define la victimización como una con-
cognitivos, incluyendo las situaciones familiares de cada ducta que conlleva persecución física o psicológica que
alumno y el ámbito social en que se encuentra la escuela. realiza un alumno a otro, a quien elige como víctima en
Pero el problema surge cuando se dan conflictos y su repetidos ataques. Esta acción intencionada coloca a la
resolución se presenta por medio del ejercicio de la víctima en una situación de la que difícilmente puede
autoridad, del castigo, etc., provocando un clima en el salir por sus propios medios.
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Panorama No. 7. Psicología
Los alumnos protagonistas tienen ciertas particularida- autoestima. También es necesario mencionar que existen
des comunes, tanto para las víctimas como los agresores; alumnos que, aunque son agresivos y participan en las
por tal razón, se presentan ciertas características típicas intimidaciones hacia los otros, normalmente no toman
que identifican de alguna manera a estos protagonistas la iniciativa; a estos alumnos, el autor los clasifica como
de la violencia escolar, según lo plantea Olweus (1998). “agresores pasivos, seguidores o secuaces”. Son alumnos
que se suelen rodear de un grupo de compañeros que
Las víctimas típicas son por lo general alumnos más an- los apoyan y parecen simpatizar con ellos. Sienten una
siosos e inseguros que los demás, que cuando se sienten necesidad imperiosa de poder y de dominio, parecen
atacados reaccionan normalmente llorando y alejándo- disfrutar cuando tienen el control y necesitan dominar
se. Padecen de baja autoestima con una opinión nega- a los demás. Además, si se consideran las condiciones
tiva de sí mismos y de su situación. Con frecuencia se familiares en las que se encuentran estos niños, se
consideran fracasados, estúpidos y avergonzados. En los puede suponer que han desarrollado cierto grado de
colegios se les observa solos y aislados, casi no tienen hostilidad hacia el entorno, y tales sentimientos pueden
amigos en su clase y no muestran conductas agresivas llevarlos a sentir satisfacción cuando producen daño y
ni burlonas, de lo cual se infiere que el acoso y la intimi- sufrimiento a sus compañeros. A su vez, se encuentra
dación no se pueden explicar por las provocaciones que el componente del beneficio que consiguen con sus
las propias víctimas pudieran hacer a sus compañeros. comportamientos, ya que los agresores con frecuencia
También suelen tener una actitud negativa frente a la obligan a sus víctimas a que les den dinero, entre otros
violencia y el uso de medios violentos. El autor clasifica elementos. Son físicamente eficaces en los juegos, los
este grupo de víctimas como pasivas o sumisas: niños deportes y las peleas; se enfadan fácilmente; son poco
que no responderán al ataque o al insulto. También se tolerantes a la frustración y les cuesta adaptarse a las
caracterizan por un modelo de ansiedad y de reacción normas y aceptar las contrariedades. Con los adultos
sumisa, combinada con una debilidad física. suelen tener una actitud hostil, desafiante y agresiva; no
son ansiosos ni inseguros. Su rendimiento académico
La otra categoría que Olweus propone para las víctimas puede ser normal o estar por debajo o por encima del
es la de provocadoras, caracterizada por una combina- promedio en los grados de primaria.
ción de modelos de ansiedad y reacciones agresivas.
Ellas suelen tener problemas de concentración y se com- En la escuela misma se pueden observar conductas de
portan de forma que causan irritación y tensión a su al- tipo violento, tales como muertes, amenazas o “bole-
rededor. No es raro que su conducta provoque a algunos teos”, así como también comportamientos agresivos ha-
alumnos de su clase. Al igual que las víctimas pasivas, cia otros. Es importante empezar a asumir la violencia
también pueden ser más débiles físicamente que sus como fenómeno de importante reflexión en la institu-
compañeros. Además, suelen ser malgeniados, intentan ción educativa (Camargo, 1997).
pelear o responder cuando se les ataca o se les insulta,
pero normalmente de forma ineficaz. Pueden ser hipe-
ractivos, inquietos, dispersos y ofensivos y de costum- Objetivos
bres irritantes, y es posible que provoquen el disgusto
activo de los adultos, incluidos los profesores, y pueden Objetivo general
intentar agredir a otros escolares más débiles.
Describir y extraer características de los niños agresores
De otro lado, lo que suele caracterizar a los agresores y de los niños víctimas en el fenómeno de la violencia es-
típicos, tomando como referencia lo que este mismo colar, con el fin de generar perfiles de cada uno de ellos
autor propone, es su belicosidad con los compañeros, (agresores y víctimas), con alumnos de grado tercero de
aunque a veces también se muestren de la misma forma primaria de un centro educativo distrital en Bogotá.
con los adultos, tanto profesores como padres. En
general, tienen una actitud de mayor tendencia hacia la
violencia y el uso de medios violentos que los demás
Objetivos específicos
alumnos. Suelen ser impulsivos y tienen una necesidad
imperiosa de dominar a los demás y poca empatía con • Identificar y describir los diferentes tipos de vio-
las víctimas de sus agresiones. Con frecuencia tienen lencia y victimización que se dan entre alumnos del
una opinión positiva de sí mismos, son físicamente grado tercero de primaria
más fuertes que sus víctimas y no padecen de baja
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
• Determinar las condiciones en que se dan los dife- hacia otros compañeros; y suelen tener una actitud
rentes comportamientos violentos negativa ante la violencia y el uso de medios violen-
tos. No responden ni a los insultos ni a los ataques
• Analizar el contexto familiar, escolar, personal e in- que les hagan. En cuanto a la relación con sus pa-
terpersonal de los niños agresores en el centro es-
dres, son niños muy apegados a ellos, en especial a
colar
sus madres.
• Analizar el contexto familiar, escolar, personal e in-
terpersonal de los niños que se convierten en vícti- Víctimas provocadoras: Son alumnos que se carac-
terizan principalmente por una combinación de
mas de agresiones con más frecuencia
modelos de ansiedad y de reacciones agresivas. Se
comportan en forma que causa irritación y tensión a
Categorías su alrededor; algunos de ellos pueden caracterizar-
se como hiperactivos. Sus conductas pueden pro-
Las categorías que iluminaron la presente investigación vocar a muchos alumnos de su clase, posiblemente
se describen a continuación. pueden provocar el disgusto activo de los adultos.
También suelen ser más débiles físicamente que sus
agresores; pueden tener una opinión negativa de sí
Agresores o agresoras mismos; pueden ser malgeniados; e intentan pelear
o responder cuando los atacan o insultan, aunque
Son alumnos o alumnas que suelen participar como per- sus resultados no sean eficaces.
petradores en actividades como la de gastar repetida-
mente bromas desagradables a otros compañeros; pue- Violencia física
den ser físicamente más fuertes, eficaces en los juegos,
deportes y las peleas; sienten una necesidad imperiosa Entendida por lo que Mejía (1997) describe como cual-
de dominar y subyugar a otros niños; se imponen me- quier forma de agresión infligida por parte de una per-
diante el poder y la amenaza; se enojan con facilidad; sona hacia otra, producida por el uso de la fuerza física
son impulsivos y tienen baja tolerancia a las frustracio- no accidental. En esta categoría se exploraron los com-
nes; y les cuesta adaptarse a las normas y aceptar las portamientos de los niños en torno a su agresión hacia
contrariedades. Con los adultos suelen ser hostiles, de- los demás, tales como los puños, los empujones, las ca-
safiantes y agresivos, no son muy ansiosos ni inseguros,
y casi no tienen simpatía por los alumnos que escogen chetadas y halar el cabello, entre otros.
como víctimas, entre otras características.
Violencia psicológica o emocional
Víctimas
Según Mejía (1997), este tipo de violencia se manifiesta
Son niños o niñas objeto de agresiones y hostigamiento de diferentes maneras, entre ellas mediante la ausencia
por parte de otros compañeros. De esta misma categoría de afecto, el desconocimiento del otro, la humillación
se pueden desprender dos subcategorías, teniendo en ante los demás, la burla, el desprecio, los insultos, el re-
cuenta la clasificación que propone Olweus (1998) para gaño y el uso de la autoridad o de algún rango de su-
determinar dos posibles clases de víctimas. perioridad, dados por cualquier aspecto, ya sea físico o
intelectual, para amedrentar o someter.
Víctimas pasivas o sumisas: Son alumnos ansiosos e
inseguros; suelen ser cautos, sensibles y tranquilos; Conductas de acoso y amenaza entre esco-
cuando se sienten atacados normalmente reaccio- lares (victimización)
nan llorando y alejándose; padecen de baja autoes-
tima y con una opinión negativa de sí mismos y de Existen ciertos niños que son objeto de agresiones y hos-
su situación; con frecuencia se consideran fracasa- tigamientos con bastante frecuencia por parte de otros
dos, estúpidos, avergonzados y sin atractivo físico. compañeros. Siguiendo los planteamientos de Olweus
En la escuela se les observa como niños aislados y (1993), citado por Ortega y Mora-Merchán (1997), se
solos; normalmente no tienen ni un solo buen ami- entiende entonces la victimización como una conducta
go; no muestran conductas agresivas ni burlonas que conlleva persecución física o psicológica realizada
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Panorama No. 7. Psicología
por un alumno contra otro, a quien elije como víctima mismo, queda inscrito en el campo de la investigación
en repetidos ataques. cualitativa. Como lo dicen Gómez y Ramírez (2000), la
organización del trabajo cualitativo se caracteriza por
ser flexible en su estructura y dinámico en su aplicación,
Variables en la escuela estableciendo como condiciones básicas la contextuali-
zación del mundo de la realidad cotidiana, en este caso
La relación que tiene cada uno de los participantes en la violencia escolar, así como “un abordaje teórico con-
la violencia escolar (víctimas, agresores), tanto con sus ceptual”.
compañeros y maestros, así como la forma de actuar y
comportarse en la escuela, entre otros aspectos. También La investigación etnográfica fue dirigida a analizar esta
fue importante el análisis del rendimiento académico de problemática, mediante la generación de perfiles de los
estos niños seleccionados como víctimas y agresores, ya niños agresores y de los niños víctimas, puesto que al
que, desde la teoría de Olweus (1998), por lo general realizar una observación de las dinámicas que se juegan
los alumnos que son víctimas frecuentes presentan un en la institución educativa –que producen relaciones de
deterioro en el rendimiento académico muy notorio. De tipo violento e inician el fenómeno de la victimización e
igual forma lo fueron las perspectivas que tienen otros intimidación entre escolares–, se logró una comprensión
compañeros y los profesores, exploradas por medio de de los diferentes casos de los niños partícipes de este
las entrevistas semiestructuradas. fenómeno, mediante la generación de sus respectivos
perfiles.
Variables familiares
Participantes
Se indagó sobre las relaciones y dinámicas que se mue-
ven en las familias de cada uno de los sujetos partici- Para este trabajo investigativo se trabajó con un grupo
pantes de la investigación, buscando un contacto direc- de alumnos de grado tercero de primaria de un centro
to con la propia familia (la mamá de los niños). De esta educativo de Bogotá, entre 8 y 10 años de edad. Además
forma se logró conocer cómo es el ambiente familiar de de estos niños, se tuvo muy en cuenta la participación de
los niños víctimas y de los niños agresores, las relacio- los maestros titulares, quienes colaboraron con la infor-
nes con sus padres, con sus hermanos, y si existen o no mación de los niños más agresivos y violentos, y de los
comportamientos violentos en la vida cotidiana. niños víctimas más frecuentes de sus respectivos cursos.
Sin embargo, para la generación de los perfiles de agre-
Representación social de la violencia en la sores y de víctimas se trabajó con seis alumnos involu-
crados en la violencia escolar (tres niños más agresivos
escuela
del salón; una niña, la más agresiva de su clase; y dos
niños que son víctimas). Los niños con los cuales se tra-
La representación social hace referencia a un proceso bajó pertenecen al estrato socioeconómico 2.
psicosociológico, el cual refleja las formas específicas
como se construye la realidad social, así como las rela- El criterio de selección de los participantes se basó en
ciones interpersonales. aspectos como el tipo de muestreo no probabilístico de
tipo reputados, ya que, una vez que los maestros y las
Método maestras conocieron el tema de la observación, le reco-
mendaron al investigador el grupo de alumnos que pre-
sentan características de personas violentas y agresivas,
Diseño y de las que caen en el papel de víctimas frecuentes. Esto
último implicó un procedimiento de selección de tipo de
El presente trabajo de investigación se desarrolló basa- los casos excepcionales (Goetz y LeCompte, 1988).
do en un diseño metodológico descriptivo, con el cual
se identificaron los posibles rasgos característicos típi-
Instrumentos
cos de los niños agresores y de los niños víctimas en la
violencia entre escolares, con el fin de generar perfiles
de cada uno de ellos: niños y niñas del grado tercero de Entre las estrategias de recolección de información con
primaria de un centro educativo distrital en Bogotá. Así el grupo de estudio se consideró como principal la de
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
la observación naturalista, que consiste en focalizar to- Procedimiento
talmente la atención sobre ciertos sectores específicos
de la realidad física y social; en este caso, los comporta- En primera instancia se solicitó el permiso correspon-
mientos violentos presentados en la escuela por parte diente a la institución educativa para llevar a cabo la in-
de los miembros (alumnos) que allí participan de mane- vestigación. Con posterioridad se hizo un acercamiento
ra intencional, registrando los elementos constitutivos con la población que participaría en el estudio. De esta
y la dinámica de la situación (Taylor y Bogdam, 1996). manera se llevó a cabo una primera parte del estudio,
La observación fue de tipo no participante. la cual se basaba en la observación naturalista de la
dinámica escolar en general, luego se fueron selec-
La primera parte del proceso de investigación fue la cionando los alumnos que participarían en el estudio
observación de campo y la recolección de información como agresores y víctimas para extraer sus respectivos
en diarios de campo. Esto permitió conocer el grupo perfiles. En la segunda parte del estudio, la observación
y el ambiente que se vive en la institución durante se focalizó únicamente en los comportamientos de los
varias jornadas escolares en las horas de la mañana, niños seleccionados como agresores y víctimas más
teniendo en cuenta su dinámica, el contexto institucio- frecuentes. Así mismo, la información iba siendo reco-
nal, la manera en que se llevan a cabo las relaciones lectada en los diarios de campo.
interpersonales entre los alumnos, etc. Una estrategia
que se consideró para llegar a una validación de las Luego de la recolección de la información se dio inicio
observaciones fue la de la triangulación de información al proceso de análisis de los resultados de acuerdo con
recolectada en los diarios de campo, con la información las categorías, para que de esta forma se determinaran
que ofrecieron los maestros de estos alumnos. De esta las características típicas de los niños agresores y de
manera se corroboraron los datos recolectados con el los niños víctimas. Finalmente, se procedió a dar una
conocimiento más profundo que tienen los maestros interpretación comprensiva de los datos recopilados en
titulares de los niños. los dos momentos de la investigación, para hacer un
análisis descriptivo y lograr el objetivo principal de la
En el diario de campo se fueron registrando las escenas investigación: presentar y describir rasgos característi-
pertinentes para el tema de observación (consideran- cos de los niños agresores y las víctimas con el fin de
do las categorías como guías de observación). La in- elaborar perfiles de cada uno de ellos.
formación recogida con este instrumento fue abordada
con notas condensadas y notas expandidas, personales
y metodológicas. Otro de los instrumentos utilizados Resultados
para la recolección de información fue la entrevista
semiestructurada, que constituye un método de inves- Para producir un análisis adecuado de los resultados se
tigación y descubrimiento (Gómez y Ramírez, 2000). llevó a cabo una división por categorías con su respecti-
La entrevista se realizó a los sujetos (niños y niñas) se- va descripción, estableciendo los siguientes puntos que
leccionados como los más agresivos y los que se con- ilustran de forma sistemática los resultados obtenidos:
vierten en víctimas frecuentes, así como también a los
profesores y compañeros, con el fin de indagar sobre
El agresor o la agresora
los posibles aspectos y rasgos característicos que ellos
perciben de estos sujetos. También fue realizada a sus
familiares (mamás). Son varios los rasgos que caracterizan a este tipo de ni-
ños y niñas, entre los cuales se nombran los siguientes:
Dicho instrumento, en el proceso de investigación, son alumnos que suelen participar como perpetradores
fue presentando para validación de jueces antes de su en actividades como la de gastar repetidamente bro-
aplicación. El formato inicial se presentó para su res- mas a sus compañeros y ponerles apodos. Los apodos
pectiva validación a dos jueces expertos, docentes del hacen referencia a una distorsión cómica del nombre
Departamento de Psicología de la Pontificia Universi- de sus víctimas, y toman rasgos físicos de la víctima
dad Javeriana, que trabajan el área de investigación y para burlarse de ellos. También pueden burlarse de sus
metodología. víctimas cuando se presenta alguna situación bochor-
nosa o penosa que dejan a estas en ridículo frente a sus
demás compañeros (Sierra, sf). Las insultan con gro-
serías y palabras soeces, transmitidas a la víctima de
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Panorama No. 7. Psicología
forma directa. Menosprecian y ridiculizan a otros com- ya que ellos siempre van a estar presentes cuando se
pañeros. Debido a su condición de agresores, peleones, trata de participar en los juegos de pelea, karate, ram-
indisciplinados y “fuertes del salón”, estos agresores bo, tae-kondo, o el juego de pelear y golpearse con sus
pueden desafiar a otros compañeros, buscarles pelea respectivos sacos de los uniformes. Les cuesta adaptar-
en cualquier momento o defender a otros compañeros se a las normas y asumir las reglas que se fijan como
que no emplean generalmente conductas violentas, y parámetros del sistema escolar; por tal razón son niños
que se encuentran en una situación de hostigamiento considerados como indisciplinados, inquietos o hipe-
por parte de otro niño. Tal condición de agresores, pe- ractivos. Con los adultos sí pueden mostrar una actitud
leones y fuertes del salón puede ser otorgada por otros desafiante y pueden ser hostiles y agresivos, aunque no
niños de su clase, quienes los señalan como tales y les reaccionan con violencia física. Estos niños agresores
tienen miedo; o también por parte de los mismos agre- no tienen una víctima específica que se convierta en
sores, ya que pueden referirse a ellos mismos como “el objetivo exclusivo de sus manifestaciones de violencia
niño que maltrata a sus demás compañeros”. física y psicológica, ya que puede ser cualquier niño,
bien sea de su curso, de otros cursos, o incluso de niños
Asimismo resaltan por su agresividad. Son alumnos de niveles superiores al de ellos.
que amenazan y les dan órdenes a otros niños, con lo
cual los agresores quedan en una posición que deja Por lo general se observa que no se presentan lazos de
a su víctima en una actitud de sumisión por temor o amistad muy estrechos entre las “víctimas” y los “agre-
miedo a las amenazas. En los juegos se puede observar sores”. La manera como estos niños entablan sus rela-
que son los que por lo general colocan las reglas. Se ciones con los demás no es determinada, ya que pue-
pueden imponer mediante el poder, la fuerza física o den compartir de igual forma con todos los alumnos
las amenazas, y de esta manera conseguir lo que se integrantes de su salón de clases, sintiéndose cómodos
proponen. Se enojan con facilidad y son impulsivos. al participar en cualquier grupo. Poco les gusta com-
En relación con la violencia física se observan formas partir juegos con las niñas y prefieren permanecer más
de victimización y hostigamiento por medio de golpes, tiempo y compartir juegos con niños que se clasifican
puños, empujones y patadas, entre otros. En lo que en esta categoría en particular. Tampoco les importa
hace referencia a la violencia psicológica o emocional permanecer solos. En muy pocas ocasiones se convier-
se observan formas de victimización y hostigamiento ten en víctimas; sin embargo, la forma de reaccionar
mediante apodos, amenazas, formas de subyugación a por parte de estos niños cuando se sienten atacados
los otros niños, menosprecios y conductas amedren- o maltratados por otros niños es de forma agresiva.
tadoras, desafiantes o intimidatorias. En relación con No tienen bajos niveles de autoestima y tienen buena
su apariencia física se observa que los niños agresores opinión de sí mismos. En clase difícilmente se concen-
no necesariamente son más fuertes físicamente que tran, siempre están molestando a sus compañeros, se
sus víctimas, ya que ellos también pueden victimizar distraen con facilidad, interrumpen las clases continua-
a otros niños que incluso son más grandes y con ma- mente, y en las clases al aire libre, como la de educación
yor contextura física que ellos. Estos comportamientos física, no manejan normas, siempre están peleando, les
de enfrentamiento y desafío con violencia física y psi- pegan a sus compañeros y en los descansos buscan ha-
cológica a niños con apariencia física más fuerte que cer diabluras. El rendimiento académico de estos niños
los agresores se da más entre los niños que en la niña se ubica dentro del promedio.
clasificada en esta categoría. Esta niña por lo general
presenta enfrentamientos, hostigamientos, amedrenta-
mientos, uso de violencia física y psicológica o emocio- Víctima
nal, con niñas o niños que se encuentran en su mismo
nivel de estudios. Es necesario mencionar que los alumnos agresores
pueden agredir y victimizar de igual manera a cual-
La forma que emplean estos niños de victimizar a otros quier niño sin importar quién sea. Las víctimas parecen
es individual, en general, y casi nunca victimizan a sus más débiles que sus agresores, no les gusta participar
compañeros en grupo. De igual forma no se evidencia en juegos en los cuales haya únicamente niños, como
una gran diferencia en la frecuencia a la hora de utili- fútbol o los juegos de pelea. Comparten la mayoría del
zar más las agresiones físicas o las psicológicas. Se ob- tiempo con niñas y en estos grupos pueden a veces
serva su gusto por fomentar peleas entre compañeros dominar, mandar e incluso agredir a quienes son más
y el gusto por juegos que impliquen violencia física, débiles que ellos, en este caso las niñas. Cuando es-
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
tos niños se sienten atacados, ofendidos o maltratados bueno. No se observa en ellos desmotivación por asistir
por otros, sus reacciones típicas pueden ser: colocar a la escuela, ni miedo por acudir a esta por temor a una
la queja ante la profesora, llorar, ignorar la agresión posible victimización.
o patalear; en otras ocasiones pueden reaccionar de
igual forma, es decir, de forma agresiva y enfrentarse
ante su agresor y crear una disputa, así sea de manera Violencia física
verbal, y asumir el papel de agresores. Sin embargo,
estos enfrentamientos se presentan en muy raras oca- Se hace referencia aquí a los comportamientos que im-
siones, ya que en términos generales estos niños no plican cualquier forma de agresión infligida hacia otra
reaccionan ante las ofensas de manera agresiva; por el persona haciendo uso de la fuerza física no accidental.
contrario, optan por asumir una posición pasiva ante Se pueden encontrar comportamientos como pegar pu-
las agresiones y no se suelen defenderse activamente ños, halar del cabello, morder, pellizcar, empujar, votar
de estos ataques. Son alumnos más inseguros que los al otro al suelo, pegar patadas, pelear, pegar con un
demás. En varias ocasiones, las agresiones hacia estos lápiz o pegarle rodillazos en el trasero a otro compañe-
niños también pueden provenir de las niñas. ro. Existen juegos que implican violencia física como el
boxeo, la guerra de caballitos, el karate, la pelea o los
Sobre la clasificación que realiza Olweus (1998) con cogidos. En estos juegos siempre participan alumnos
respecto a las víctimas, es decir, víctimas pasivas o su- agresivos que muestran claramente su gusto por tales
misas y víctimas provocadoras, es necesario resaltar juegos. Otros comportamientos violentos son: correr
que tal clasificación se ha considerado de acuerdo con para pegarle una palmada en la cabeza, en la espalda o
los comportamientos característicos de estos niños víc- en el trasero a otro compañero, agarrar por el cuello a
timas, ya que estos en ocasiones pueden asumir el papel alguna víctima para dejarla sometida y luego golpearla,
de víctimas pasivas y en otros el de víctimas provoca- golpearle la cabeza a alguien contra la pared, tirarle tie-
doras. Así mismo, pueden presentar algunos rasgos ca- rra en los ojos, en la cabeza o en la boca, lanzarle obje-
racterísticos de cada uno, y en otras oportunidades no. tos cortopunzantes como lápices o tijeras, y morder. En
Tienen un mejor amigo, y lo particular de estos mejores juegos como el fútbol se observan conductas agresivas
amigos es que son víctimas. No agreden a los compa- como pegar patadas, puños, empujar, golpear con los
ñeros que los victimizan con frecuencia, clasificados en codos y hacer zancadilla a otros.
la categoría de “agresores”. Además, suelen tener una
actitud negativa ante la violencia y el uso de medios
violentos. Tienen en cuenta otras alternativas de solu-
ción ante los problemas entre compañeros, como “ha- Violencia psicológica o emocional
blar o dialogar”. Estos niños tienen baja autoestima al
no poder relacionarse con otros niños. También les da En esta categoría se observaron comportamientos
miedo plantear sus ideas y exponer lo que piensan ante como: poner apodos, amedrentar, amenazar, dejar en
el grupo, así sepan que tienen la razón. Sin embargo, ridículo, burlarse, ignorar, desatender, regañar, re-
no tienen una opinión negativa de sí mismos ni de su medar, demostrar fortaleza física, imponer y mandar
situación. Pueden presentar una combinación de mo- (Sierra, sf). El comportamiento que se presenta con
delos de ansiedad y de reacciones agresivas, ya que, en más frecuencia son los apodos, ya que la mayoría de
muy pocas ocasiones, sí pueden reaccionar de manera los niños se maltratan de esta forma entre sí. Los apo-
agresiva cuando se sienten atacados por otros niños, dos, por lo general, hacen referencia a distorsiones
aunque sus resultados no sean eficaces, debido a que cómicas de los nombres, cambio de género (masculi-
son poco agresivos y sus contrincantes lo pueden ser no-femenino) y a atributos físicos de la víctima, bus-
en mayor grado. Pueden causar irritación y tensión a cando ridiculizarla y ponerla en vergüenza ante los
su alrededor, tanto al profesor como a otros alumnos, demás. Otro comportamiento son las palabras soeces
y por eso en ocasiones son víctimas de agresiones pro- o groserías. Por esta misma línea se puede hacer men-
vocadas por ellos mismos. ción de las ofensas a otros niños. Las ofensas pueden
abarcar comentarios con burlas, groserías o relativas
No presentan características de desatención, no son a las familias de la víctima. El miembro de la familia
inquietos ni les falta concentración, ni tienen rasgos que más es objeto de ofensas e insultos es la mamá,
de niños depresivos, aunque en ocasiones se sientan fuerte motivo por el cual se puede desencadenar una
solos, aislados y tristes. Su rendimiento académico es riña que implique agresión física.
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Panorama No. 7. Psicología
Los alumnos que fueron seleccionados para hacer par- riodo bastante corto a otro niño, para buscar que este
te de la categoría de víctimas presentan una diferencia último se moleste o se irrite y posiblemente se inicie
particular con los alumnos que hacen parte de la cate- una pelea o discusión. Logra generar una posición en la
goría de agresores y es que, aunque las víctimas tam- cual la víctima de tales conductas se muestre irritable
bién pueden presentar este tipo de comportamientos y su nivel de tolerancia se supere. Los hostigamientos
ofensivos y poner apodos o agredir a otro, no lo hacen que se observan con más frecuencia son: golpear de
de una forma tan fuerte ni agresiva, ni con la misma manera constante y suave a otro compañero, hacerle
intensidad como sí lo hacen los alumnos agresores. zancadilla, colocar apodos varias veces en un lapso cor-
to, entre otros. Las conductas de acoso y amenaza en-
Conductas de acoso y amenaza entre esco- tre escolares, en todas las ocasiones que se presentan,
lares (victimización) tienen la particularidad de que las asume un niño o una
niña que en ese determinado momento se considera
como más fuerte que su víctima, en la seguridad de
En las relaciones entre niños se pueden presentar que es poco probable que la víctima vaya a reaccionar
comportamientos que conllevan a unos procesos de de forma violenta y se defienda, ya que lo que más se
hostigamiento y victimización que se basan en com- busca con estas formas de victimización es la provoca-
portamientos violento, conductas que conllevan a co- ción de miedo en la víctima y recibir por parte de los
locar a uno o varios alumnos en el papel de víctima de demás respeto, gracias a la popularidad que adquieren
violencia, ya sea física o psicológica (ver categorías 3 quienes practican estas conductas de victimización, al
y 4). Otra forma de victimizar es por medio de la asig- demostrar con hechos o con insinuaciones su condi-
nación de apodos, comportamiento empleado cuando ción de niños fuertes y agresivos.
se intenta burlarse de otro, cuando se quiere dejar en
ridículo a alguien por ofender o simplemente por mo-
lestar. También se pueden observar comportamientos Variables en la escuela
como el de imponer o mandar, llevados a cabo en su
mayoría por los alumnos seleccionados en la categoría En relación con los agresores se puede afirmar que
de “agresores”, que producen miedo entre sus demás son niños que se pueden relacionar fácilmente con
compañeros y así sacar provecho de ello. Es una de cualquiera de sus compañeros de curso. Así mismo,
las estrategias más utilizadas por estos niños, debido son alumnos a quienes les es muy fácil integrarse
a que asumen el rol de los fuertes del salón, y para en cualquier grupo; sin embargo, si no llegan a ser
los demás es mejor obedecerles puesto que así evitan aceptados por algún grupo, logran integrarse “a la
ser lastimados o maltratados. Otra forma de victimizar fuerza” haciendo uso de mecanismos de poder. Por tal
hace referencia a actitudes intimidatorias destinadas a razón, se observa que estos niños pueden permanecer
colocar a solamente un niño como víctima de violencia con distintos grupos en la escuela. No obstante, por lo
de tipo psicológico o emocional por parte de un grupo general la preferencia de estos niños en cuanto a sus
de alumnos. Este tipo de victimización conlleva a que amistades son los mismos niños que hacen parte de la
el grupo de alumnos se reúna y determine una víctima categoría de agresores. En muy raras ocasiones se les
específica, dejando a esta en una posición de la que observa jugando con los niños víctimas o con las niñas
difícilmente se puede librar, ya que sus agresores son y, si lo hacen, es muy corto el tiempo de permanencia
mayoría. La victimización y las formas de amedrentar que logran mantener en tales actividades. En los
a otros niños, igualmente, se pueden llevar a cabo de juegos que comparten con las niñas son los líderes y
forma individual. Este tipo de amedrentamiento se pre- coordinadores del juego. Con respecto a la niña que
senta con mayor frecuencia en los niños clasificados hace parte de esta categoría, se observa en ella que no
en la categoría de “agresores”, ya que pueden usar su tiene mucha preferencia por juegos violentos.
condición y el papel que les adjudican sus compañeros
de ser los “más fuertes”. Con referencia a las víctimas, son niños a quienes les
cuesta trabajo poder relacionarse con distintos grupos,
Otra característica de los comportamientos que se ob- y solamente se sienten a gusto y logran relacionarse
servan en esta categoría tiene que ver con las conductas tranquila y cómodamente con las niñas de su salón,
de “hostigamiento” que se presentan, entendiendo por compartiendo con ellas todo el tiempo de la jornada
“hostigamiento” las conductas por medio de las cuales escolar en distintos tipos de actividades como juegos
un niño molesta de una manera constante y por un pe- o trabajos en clase realizados en grupo. El grupo de
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Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
amigos de los niños víctimas lo conforman solamente terístico del trato de estas familias para con sus hijos es
niñas. Con respecto a la relación que estos niños man- el hecho de que los tratan como personas mayores a su
tienen con sus maestros, se observa que son alumnos edad y las exigencias son bastantes y severas.
que en ocasiones también pueden manifestar rebeldía
con normas o reglas que sus respectivos maestros les Por otro lado, en cuanto al ambiente familiar de los ni-
planteen, y se enojan bastante con estos últimos. Sus ños víctimas, también se encontró que en estas familias
maestros también pueden regañarlos con frecuencia se evidencian momentos de maltrato hacia los niños
debido a sus conductas irritantes para con los demás. por parte de sus madres (conviven con padrastros). De
Sin embargo, no son niños que presenten graves pro- acuerdo con ello, el maltrato más característico en es-
blemas de indisciplina en el salón. Los maestros tam- tos niños es el de tipo psicológico, con regaños, gritos o
bién pueden identificar fácilmente a estos niños como insultos, y en pocas ocasiones se acude al maltrato físi-
los más agredidos por otros en el salón, y porque son co. Sin embargo, por lo general predomina más el trato
niños que “se la pasan dando quejas”. amable y cariñoso. No se observan en estas familias
ejercicios de poder ni relaciones de dominio-sumisión,
Con respecto a los sitios de la escuela donde con más aunque los hermanos menores son maltratados por
frecuencia se practican las conductas de victimización los mayores. A la hora de compartir el tiempo con sus
entre escolares, estos pueden fluctuar entre los baños, hijos, en estas familias sí hay bastante tiempo que se
el patio de recreo y el salón de clases. Se menciona comparte entre padres e hijos.
que estos lugares son fluctuantes, pues no se presentan
grandes diferencias entre ellos a la hora de los compor-
tamientos violentos. Sin embargo, en los recreos (en el Representación social de violencia en la
patio) sí es posible observar un mayor número de com- escuela
portamientos violentos por parte de los niños, ya sean
de tipo físico o psicológico. En los momentos en los que En primer lugar se observa que los niños tienen una
no se encuentra un maestro vigilándolos, hay mayor idea clara de que los conflictos entre compañeros que
cantidad de conductas violentas. También se obser- llevan a comportamientos violentos pueden ser resuel-
van más comportamientos violentos, en la medida en tos por otras vías como el diálogo y la conciliación. Las
que haya más niños presentes en el patio de recreo al peleas tienen una connotación negativa y mencionan
mismo tiempo. Otro sitio en el cual se presenta mayor que “eso es malo”. Sin embargo, en los niños agresores
número de conductas violentas es el parque externo a se observa cómo no llevan a la práctica los plantea-
la escuela, ya que allí no median tantas normas como mientos sobre medios no violentos, contrario a como
dentro de la institución. sí lo hacen los niños clasificados en la categoría de víc-
timas. Por otra parte, no se observa de forma clara lo
Variables familiares que los niños agresores entienden por “débiles”, ya que
ellos mismos pueden agredir a cualquier niño, sin im-
Se observa que los niños agresores hacen parte de fa- portar si son más fuertes que ellos. A pesar de esto, sí
milias en las cuales se presentan ejercicios de poder y se tiene en claro el fenómeno del “duro del salón”, ya
dominio mediante el castigo con violencia física y psi- que se observa cómo ciertos niños son considerados
cológica hacia los más débiles, como mamás, madras- por los demás como agresivos, fuertes o “los duros del
tras, hijos, y hermanos menores –en la relación entre salón”. Por tal razón, son tratados con respeto o incluso
hermanos–. Sin embargo, dicha situación es negada o con cierto sentimiento de temor, en la medida en que
disminuida su intensidad por parte de los propios ni- tales niños pueden agredir a cualquiera en cualquier
ños. El padre de familia es quien más maltrata a los momento.
hijos. Sin embargo, cuando hay padrastros o madras-
tras presentes, estos no intervienen en los castigos ni Entre los mismos niños agresores, se consideran como
correcciones hacia los niños de manera violenta. No se tales en la medida en que pueden halagarse al comentar
presentan ocasiones en familia que incluyan el diálogo cómo es que agreden a sus demás compañeros. De la
para corregir a los niños. misma manera, los otros compañeros pueden reforzar-
les esas ideas y crear un posicionamiento claro del papel
Es poco el tiempo que comparten padres e hijos, debi- que deben tomar como agresores, ya que a la hora de
do a largas y continuas jornadas laborales. Algo carac- presentarlos a otra persona, lo hacen como los “duros
111
Panorama No. 7. Psicología
del salón”, “el que le pega a todos”, “el que los defiende De la misma manera se podría hablar de los niños cla-
de los demás” o “el más peleón y el más fuerte”. Las pro- sificados en la categoría de víctimas, quienes también
fesoras titulares de curso también tienen muy en claro presentan características típicas. Sin embargo, en com-
quiénes son los niños más “agresivos de sus respectivos paración con la misma investigación de Olweus, estos
salones”, y los niños que por lo general son más victimi- niños –en el presente estudio– no son clasificados en
zados. De esta forma se observa cómo ciertos niños, por las subdivisiones planteadas como víctimas pasivas o
sus comportamientos particulares, pueden ser estigma- sumisas y víctimas provocadoras, ya que nuestros da-
tizados como agresivos o como víctimas. tos arrojaron situaciones en las cuales estas víctimas
presentan características de uno y otro subtipo y, en
Otro aspecto importante a resaltar en esta categoría es ocasiones, hay ciertos comportamientos que no presen-
con respecto a los juegos, vistos como “juegos violentos” tan y que sí caracterizan a la víctima típica de Olweus.
en la medida en que presentan conductas que implican
violencia física. Sin embargo, tales juegos no son vistos Otro fenómeno digno de mencionar es el de “el duro
por los niños como agresivos, violentos o maltratadores, del salón”, estudiado por Parra, González, Moritz, Blan-
ya que “simplemente se trata de un juego”. En estos es- dón y Bustamante (1994), caracterizado por ser uno
cenarios no hay agresores ni víctimas y todos los partici- de los personajes más violentos del salón –por lo gene-
pantes pueden ser en distintos momentos tanto víctimas ral niño–, que pasa a convertirse en un líder, que debe
como agresores. Por último, con respecto a la violencia demostrar ante los demás que es fuerte para pelear,
escolar vista desde los maestros, se observa que para y presenta comportamientos autohalagadores por su
ellos, aunque existen situaciones de violencia en su es- condición de victimario de otros de su salón, así como
cuela, no la consideran como un problema grave, ya que también actos en los cuales puede mostrar su fuerza en
para ellos es “algo normal dentro de las relaciones entre confrontaciones con otros pares y buscarles pelea du-
pares escolares”. Si algunos lo tienen en cuenta, minimi- rante su participación en juegos que impliquen violen-
zan la problemática refiriéndose a ella como “un proble- cia física o cuando defiende a sus compañeros víctimas
ma que solo es de unos pocos”. de maltrato por parte de otros niños.
112
Manifestaciones de violencia en la escuela primaria: elementos de perfilación de víctimas y agresores
alumnos a quienes les gusta amedrentar a los demás un barrio en el cual se presentan altos niveles de violencia
y golpearlos, con la plena seguridad de que los agredi- diariamente manifestada en atracos, violaciones, peleas y
dos quedarán en una situación de impotencia, ya que homicidios, que los niños presencian. Los niños agreso-
los agresores pueden ser más fuertes y podrían tomar res son quienes más presencian situaciones de violencia
posteriores represalias contra las víctimas si se llegan en sus hogares, ya sean las realizadas hacia los mismos
a quejar o a desquitar. La víctima no tienen otra salida niños, como castigos o maltratos físicos y psicológicos,
que la de someterse a lo que sus agresores le impon- o hacia otros miembros de la familia. En estos hogares
gan. No obstante, en el presente estudio no se observó se llevan a cabo ejercicios de poder y de sumisión y se
a ningún niño como objetivo único de agresiones, ya presencian situaciones de violencia, lo cual lleva a pensar
que la víctima de los niños agresores puede ser cual- que los niños las reproducen en el colegio. Son personas
quiera, sin importar si son más fuertes o más grandes que así mismo van a maltratar a otros niños en su escuela.
que ellos, o si son niños o niñas. Por lo tanto, no se Se podría interpretar la problemática de la violencia en las
presenta el fenómeno de la victimización con unas víc- escuelas, y en especial la situación de los niños agresores,
timas específicas. Sin embargo, sí se encontraron dos a partir de la teoría de Bandura y Walters (1963), en la
niños que son victimizados con mucha más frecuencia perspectiva del aprendizaje social. Estos autores plantean
en relación con sus demás compañeros de clase. que los niños pueden sufrir situaciones de violencia en
sus hogares y reproducir comportamientos agresivos si
De esta manera, se considera necesario recalcar que se les presenta la ocasión oportuna para ello, ya que cons-
no es necesario golpear a otra persona para que exis- tantemente se encuentran rodeados de modelos agresi-
ta agresión; el simple hecho de regañar fuertemente, vos. Son varios los modelos de violencia presenciados por
amenazar, poner en ridículo a los alumnos en frente niños de este sector de la ciudad, entre sus familias y en
de sus compañeros, ignorarlos o desatenderlos implica la comunidad del barrio donde viven.
que la persona víctima de estos actos se sienta mal y
agredida, trayendo como consecuencia, en muchos ca- Así mismo, al analizar dicho fenómeno de violencia en las
sos, la baja de su autoestima o sentimientos de soledad escuelas, se puede observar cómo el hacinamiento podría
o tristeza (Sierra, sf). ser considerado como una variable que influye en la gene-
ración de comportamientos violentos. De esta manera, se
Se presenta un hecho de particular interés en la inves- podría establecer que es importante diseñar y construir
tigación, relacionado con los “juegos violentos”. Lo es- instituciones con espacios amplios en los cuales los niños
pecífico de los “juegos violentos” es que en ellos no hay tengan la oportunidad de jugar, correr y desplazarse con
victimización ni se involucran los papeles de víctima y tranquilidad, sin el riesgo de tropezarse constantemente
agresor. Se trata de juegos violentos practicados por contra otro y crear, a partir de este incidente, una pelea.
los niños tales como el karate, tae-kondo, “blade-blade”, Se debe contar con espacios físicos en los cuales se pueda
la guerra de caballitos o el rambo, que son los preferi- llevar a cabo un buen proceso de convivencia y aprendi-
dos de los agresores. Estos niños tienen un particular zaje en la escuela.
interés por este tipo de juegos que involucran violencia
física, en los cuales participan con frecuencia y de ma- También se observó que cuando los niños son trasladados
nera muy activa. Las agresiones hacia los otros, los pu- a otros sitios para su recreación, como el parque, se es-
ños, patadas o empujones, no son vistos como actos de peraba que los comportamientos violentos disminuyeran.
violencia, porque según su testimonio se trata de “un Sin embargo, se observó que en otros contextos externos
juego”: “solamente estaban jugando”. Tampoco se in- a la escuela también se presentan comportamientos vio-
terpreta que los participantes de tales juegos sean víc- lentos, incluso con mayor frecuencia e intensidad que
timas o agresores, ya que el objetivo de estos últimos dentro de la institución. De esta forma, surge otra posible
no es agredir, maltratar, violentar o causar daño físico interpretación con respecto a las conductas violentas en-
al otro –aunque todo esto puede suceder–, sino diver- tre pares, y es que estos niños consideran el parque como
tirse. Si se trata de un juego, no hay por qué sentirse un contexto externo al de la escuela, en la que se percibe
maltratado, simplemente juegan. En los juegos violen- mayor vigilancia y presencia constante de maestros, hay
tos todos pueden ser víctimas o agresores en cualquier unas normas cuya inobservancia conlleva a sanciones
etapa del mismo. disciplinarias y está la oficina de la rectoría, tan temida
por todos los niños. En cambio, es posible que los alum-
Por otro lado, es importante tener en cuenta el contexto nos consideren sitios como el parque como el contexto
en el cual conviven los niños alumnos de esta institución: de la calle, en el cual se desenvuelven cotidianamente, en
113
Panorama No. 7. Psicología
el que las relaciones entre pares conllevan prácticas que sar únicamente en los conflictos armados que aquejan
no están mediadas por normas ni reglas institucionali- a nuestro país, al igual que ponerle atención solamente
zadas y se pueden ejercer más conductas de violencia a los casos de violencia física con consecuencias graves
física o psicológica, sin el temor a repercusiones como como la muerte. Tal como lo plantea Camargo (1997), al
el castigo o la citación a sus respectivos padres. En este penetrar en el problema de la violencia escolar se presen-
contexto de la calle se observa más agresividad que en la tan varias dificultades que crean una gran ambivalencia:
escuela. Varios niños que no son violentos en la escuela la problemática de la violencia es trabajada muy escasa-
también participan en conductas que implican violencia, mente, y esta es a su vez la razón por la cual no se reco-
tanto de forma física como psicológica. Se podría con- noce su existencia ni se reflexiona sobre ella. Solamente
cluir que dichos niños se encuentran en un ambiente se reflexiona en casos excepcionales.
promotor de la violencia y es así como la encuentran
como algo rutinario para ellos. Para llevar a cabo procesos de intervención y preven-
ción del fenómeno de la victimización entre escolares
De regreso al contexto escolar, es conveniente analizar y erradicar relaciones que tengan como protagonistas
cómo los maestros representan el problema de la agresores y víctimas, es necesario realizar un trabajo
violencia escolar como una variable que influye en el conjunto entre familias y escuelas, ya que, como lo
mantenimiento o eliminación de los comportamientos plantea Olweus (1998), a pesar de que la escuela es la
violentos entre pares. Durante el curso de la investigación institución que tiene la principal responsabilidad en la
fue registrada gran cantidad de comportamientos solución de los problemas que se presentan entre agre-
violentos de los niños de esta institución y, sin embargo, sores y víctimas en su contexto, también es necesaria la
las maestras titulares de curso comentan que “en sus intervención activa por parte de los padres de familia.
salones no se presentan conductas agresivas entre sus
niños”. A pesar de esto, ante la violencia y maltrato
entre escolares se observa una acción directa por parte
de los maestros, con su intervención oportuna y no
permitiendo que pasen impunes en el contexto escolar. Bibliografía
Intervienen para solucionar los conflictos entre alumnos
con acciones como los llamados de atención, regaños,
citaciones a los padres de familia, o mediante sanciones Alvarado, G. (1995). La Institución: Una categoría a
disciplinarias como castigos, no salir al recreo o enviar al
reconstruir. Nómadas, 2: 31-38.
agresor a la rectoría o a donde la orientadora. También
existen algunos casos en que se presentan situaciones de Angulo, B. (2003). Violencia escolar, un fenómeno mundial.
violencia física y psicológica entre los alumnos y no hay
Aula Urbana, 40 (abril-mayo): 20-21.
ninguna intervención por parte de las maestras titulares
de curso. Las maestras comentan, como ya se dijo, que
Ardila, A. (1999). La relación entre el adolescente pandillero
“en sus respectivos cursos no se presentan conductas
agresivas ni violentas” y que “eso es problema de unos y la escuela. En Vida de maestro. Violencia en la escuela.
pocos”. En estos casos pareciera que la violencia escolar Bogotá: idep.
pasara desapercibida. Cuando los niños víctimas de algún
tipo de maltrato plantean la queja ante su profesora y Armenta, T. (1999). Prevención de violencia y maltrato
su información no es atendida, la víctima puede hacer escolar. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Centro
justicia por su propia cuenta y ejercer un acto vengativo Universidad Abierta.
contra su agresor, de manera violenta. Esta situación
por la que atraviesan muchas instituciones educativas Bandura, A. y Walters, R. (1963). Patrones de reforzamiento
está causada por la desatención de todos los problemas y conducta social: agresión. En Megargee, E. y Hokanson,
de violencia. J. (1976). Dinámica de la agresión. México: Trillas
Editorial.
La violencia es un problema ante el que no debemos
adoptar una posición pasiva y dejar que el tiempo pase
Blanco, C., Docal, M., y Villamizar, M. (sf). Marginalidad
sin intervenir adecuada y oportunamente; es un proble-
ma que está presente en nuestra realidad y más cerca y violencia. Bogotá: Instituto de Estudios Sociales Juan
de lo que creemos. Por violencia debemos dejar de pen- Pablo II.
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