Guerra de Vietnam3
Guerra de Vietnam3
Guerra de Vietnam3
La escasa identidad de Vietnam del Sur como país y la enorme corrupción existente en el
gobierno provocaron que la dictadura de Ngo Dinh Diem se hiciese impopular. Además los
gobernantes de Saigón, que solían ser católicos en un país mayoritariamente budista, no
dudaban en reprimir a los seguidores de Buda. Años después, las protestas contra dicha
represión dieron la vuelta al mundo cuando un monje budista se inmoló con combustible en
plena calle, el ritual bonzo. Ante esta situación ocurrieron dos acciones paralelas y
complementarias:
Los casos de Indonesia, Filipinas, Corea del Sur, Taiwán y especialmente Singapur estaban
siendo exitosos, tanto política como económicamente. Sus regímenes políticos permanecían
estables y sus productos interiores brutos crecían, por lo que repetir la misma estrategia en
Indochina se consideraba viable. Para ello, Eisenhower apoyó al régimen de Diem y al de
sus sucesores con 1200 millones de dólares en cinco años y el envío de 700 asesores
militares.46 El presidente Kennedy profundizó esa misma política.
La insurgencia se vio favorecida por el propio ERVN, ejército de Vietnam del Sur. Este
resultaba muy ineficaz luchando en su propio país. Su armamento resultaba poco adecuado,
contaba con escasos pilotos de helicópteros nativos; pero quizá su peor defecto era la gran
corrupción e ineptitud de sus oficiales, la mayoría puestos por compromisos políticos entre
familias de las élites católicas de Saigón. Consecuentemente los soldados del Sur no
confiaban en sus mandos, se arriesgaban lo imprescindible, incluso viendo luchar a sus
compañeros a escasas decenas de metros, y no recibían una mínima preparación militar,
hasta el punto de hacer guardia con una radio a todo volumen.58 Pero el poco espíritu de
lucha no faltaba solo en el Ejército, los dirigentes en Saigón irritaban a los estadounidenses
queriendo negociar con el FNLV en lugar de combatirlo.59 En aquel momento la única
experiencia exitosa para invertir ese tipo de situaciones la desarrollaron los británicos
durante la llamada Emergencia Malaya con el nombre de Campaña Corazones y Mentes.60
Como en Malasia, los dirigentes vietnamitas y sus asesores estadounidenses trataron de
crear «nuevas aldeas» con el doble propósito de controlar a la población y separarla de los
guerrilleros a los que informaban y alimentaban. Se llamó Strategic Hamlet Program o
Programa de Aldeas Estratégicas y comenzó en enero de 1962. Llegó a crear 7200 nuevos
núcleos urbanos con unos 8 732 000 habitantes y resultó un completo fracaso porque los
soldados del Sur no estaban entrenados para ganarse la confianza de los aldeanos; además,
siendo tantas aldeas no se podían defender y solo lograron enemistarse con la población al
trasladarla por la fuerza.61
A pesar de las ventajas reunidas por los insurgentes y de la incompetencia de sus enemigos,
sus principales victorias y la dominación masiva de territorio se dieron a partir del verano
de 1964, cuando llegaron los hombres del Norte,64 como se les ha llamado algunas veces a
los soldados del Ejército de Vietnam del Norte o EVN.65 Para Vietnam del Norte la
cancelación del referéndum de reunificación no se vio como un escollo insalvable. Tanto el
presidente Hồ Chí Minh y el ministro de Defensa Vo Nguyen Giap en particular como el
politburó en general consideraban que la independencia de Francia constituía un paso
dentro de una estrategia más larga que podía incluir hasta la posterior dominación de toda
Indochina, viejo sueño vietnamita desde la Edad Media.34 Según esta estrategia, la
reunificación por votación o por fuerza sería inevitable. Al no ser convocado el referéndum,
quedaba la vía militar. Pero esta tampoco sería sencilla entre otros motivos porque, pese a
lo impopular del régimen de Saigón, no todos los vietnamitas del Sur veían con buenos ojos
a los comunistas. Aproximadamente un millón de personas habían emigrado al Sur
huyendo de Hanoi al producirse la división del país, frente apenas cien mil que se
desplazaron hacia el norte.66 Tampoco el EVN confiaba mucho en sus aliados del FNL y
estos no terminaban de vencer sus reticencias a obedecer las órdenes dadas desde Hanoi.67
Por estas razones el régimen del Sur no se desmoronó inmediatamente; pero fue cediendo
territorio poco a poco.
Como tal «frente» estaba integrado por una variedad de voluntarios, como monjes budistas,
miembros de minorías y uno de cada quince antiguos combatientes del Viet Minh.68 En
total debían ser poco más de 3000 guerrilleros en 1960,21 aunque le resultaba fácil
conseguir voluntarios para terminar con un gobierno incompetente, represivo y corrupto.nota
5
El FNL poseía fiereza, determinación y gran capacidad de sacrificio, algo que sorprendió
a muchos soldados del Sur y después los estadounidenses, a menudo salidos de un
reemplazo forzoso. Un miembro del FNLV escribió:71
Realmente no sé cómo pudimos aguantar todos aquellos años. No había nada que hacer
excepto luchar y seguir luchando una vez tomada la decisión. Los soldados estadounidenses
tenían suerte. Regresarían a sus casas, a miles de kilómetros, una vez terminada su tarea.
Nosotros no teníamos nada, excepto la tierra, nuestra tierra. Si nos rendíamos, no
tendríamos nada. Posiblemente, en el fondo de nuestros corazones, les odiábamos.
En los túneles grandes contingentes vietnamitas podían vivir y pelear. Muchos de ellos,
como este de Cu Chi transformado en museo y fotografiado en 1997, forman parte de la
industria turística vietnamita.72
Al principio estaban mal armados. El FLNV obtenía la mayor parte de su material del
ejército del Sur y utilizaban técnicas ancestrales para fabricar trampas, como las estacas
punji cubiertas de excrementos para acelerar la gangrena.73 De las granadas, obuses y
bombas sin explotar podía obtener unas 800 toneladas mensuales de explosivos para
trampas.73 A esto se sumaban las pocas ayudas que conseguían en los países vecinos y las,
en principio, escasas aportaciones del Norte. Ante dichas carencias, las armas constituían
una prioridad, las demás necesidades ocupaban un segundo plano, por lo que sufría escasez
de medicamentos, víveres e incluso agua. Afortunadamente para ellos, cerca de Saigón y
otros lugares, contaban con una infraestructura de túneles subterráneos excavados durante
la invasión japonesa y ampliados progresivamente durante la guerra contra Francia.74 En
ellos podían descansar, preparar las incursiones y a veces recibir atención médica.nota 6 Casi
lo contrario al bando enemigo, donde la superioridad logística no acarreaba más que
envidia y odio, y con ello ganas de golpear con más fuerza. Un exguerrillero recordaba:71
Nuestros oficiales de inteligencia decían que los estadounidenses tenían filetes, cerveza y
helados en sus bases, y que la guerra solo les ocupaba parte de su tiempo. Llevábamos la
guerra sobre nuestras espaldas donde quiera que fuésemos, con o sin armas. A diferencia de
ellos teníamos pocas medicinas y ningún hospital cuando nos herían.
Además, su adaptación al terreno les permitía vivir escondidos o trabajando durante el día,
para realizar por la noche todo tipo de ataques y sabotajes, empleando el terreno, la
vegetación y armas ligeras. De esta forma la noche realmente les pertenecía, porque durante
esas horas, eran ellos quienes dominaban la jungla y a los aldeanos.76 No perder el apoyo de
la población local resultaba de gran utilidad al FNLV al tener acceso a comida e
información, imprescindible para el éxito de sus ataques.nota 7 Para mantener este apoyo el
Frente realizaba campañas de adoctrinamiento y también de terror contra la población civil
que consideraba colaboracionistas con Saigón, en ocasiones realizando empalamientos para
intimidar a los aldeanos.77 Algunas fuentes cifran en 30 000 el número de civiles
asesinados.78
Pese a sus logros iniciales, en el verano de 1964 Hanoi consideró que dicha fuerza no
podría ganar la Contienda sola, por lo que comenzaron los envíos de unidades enteras del
EVN, mejor equipadas, entrenadas y armadas, además de mandadas por oficiales
expertos.64 Gracias a ello en parte, los guerrilleros sorprendieron a los estadounidenses
organizando ataques a nivel de división, es decir, una unidad atacaba a otra inferior en
número y cuando se solicitaban refuerzos para repeler la agresión, los refuerzos eran
atacados por un contingente aún mayor. Así se conseguía aumentar la impaciencia y la
desmoralización entre auxiliados y auxiliadores. Si los refuerzos eran demasiado grandes el
FNLV y el EVN siempre podían desaparecer en la selva.74
La guerra de Vietnam se ha comparado con cualquier otra confrontación donde los Estados
Unidos, u otra potencia,8182 no gana con la claridad que se espera de su armamento. Sin
embargo, la de Vietnam cuenta con dos diferencias que no se han repetido desde entonces:
Los estadounidenses y otras fuerzas de la coalición luchaban contra un ejército
regular que estaba invadiendo el país, además de contra los guerrilleros del FNLV.
El EVN utilizaba principalmente tácticas guerrilleras y el entrenamiento estaba
destinado principalmente a crear lo que se puede llamar «fuerzas de irregulares».83
Pero era un ejército regular en cuanto a reclutamiento, organización, armamento,
etc. Además Vietnam del Norte no contaba a principios de 1960 con vecinos
enemigos que debiera vigilar, por lo que podía destinar prácticamente todos sus
recursos a realizar infiltraciones en el Sur.
El ejército y el país que lo mandaba contaba con ayuda de una superpotencia, la
Unión Soviética, y también de China, ya en competencia por ganar aliados.84 Entre
ambas facilitaron al régimen de Hanói el más moderno armamento y entrenamiento
de que disponían.nota 8 Ciertamente la cantidad no era parecida a la entregada por
Estados Unidos a su aliado, pero sí constituía un montante que no puede compararse
con el obtenido por otras fuerzas que se han enfrentado a Estados Unidos
posteriormente. Esta afirmación no quiere decir que sin la ayuda soviética el Norte
no hubiese conseguido la victoria, pero sí la aceleró notablemente.
Con todo, el EVN demostró ser una maquinaria bélica muy eficaz, con soldados motivados
y mandos preocupados por su tropa, casi lo contrario de los sudvietnamitas y
estadounidenses. Tanto es así que contaba con una de las unidades más famosas, los
«Voluntarios de la muerte vietnamitas» dispuestos a morir encadenados a los árboles para
cubrir a sus compañeros.85 Asimismo, no se constató ningún caso de agresiones a un mando
del EVN,86 cuando en el otro bando no bajaban de decenas al año.
Incluso antes de Navidad [de 1973] ya habíamos demostrado lo eficaz de nuestros sistemas
antiaéreos. El 17 de octubre derribamos el avión estadounidense número 4000 desde 1964.
La víctima era nada menos que un F-111, el cazabombardero supersónico de ala de flecha
que entonces era lo último en tecnología de aviación.
Sin embargo, no todas las unidades del ERVN tenían bajo desempeño. Los Ranger o la 1.ª
División de Infantería estaban mejor pagados y contaban con mandos más competentes,
además dichas unidades las integraban en ocasiones exconvictos alistados para huir de la
cárcel, por lo que contaban con alguna motivación para luchar. Estas unidades realizaron
actos de valor reconocidos por los estadounidenses, como su participación en el
levantamiento del Sitio de Khe Sanh,97 pero solo constituían el 5 % del ejército.
Los informes enviados a Washington por los asesores y otros expertos concluían que la
situación era muy mala y el Sur seguía con gobiernos precarios perdiendo claramente la
guerra civil,63 así a finales de 1964 aproximadamente el 60 % del país estaba en poder del
FLN y no había expectativas de un cambio en la tendencia.100 Las infiltraciones comunistas
se habían triplicado, llegando a unos 34 000 efectivos.
Largo Alonso (2002, pp. 56 y 57) indica que la Casa Blanca marcó una meta
propagandística y otra militar desde un principio.
El objetivo político pretendía dar a conocer las acciones del Norte y del FNLV tanto a los
miembros del Congreso como a la opinión pública estadounidense y mundial, con el fin
último de aislar internacionalmente a Vietnam del Norte y marginar al FNLV como
interlocutor, en caso de llegar a una negociación. Para ello se utilizarían los medios de
comunicación y las acciones diplomáticas.
El presidente Johnson trató de atraer a tantos países como pudo con la Campaña Más
banderas, para dar una idea de que el «Mundo Libre» estaba luchando contra el
comunismo, pese a que el adjetivo «Libre» es más un eufemismo que una realidad debido a
la presencia de países como Corea del Sur o Filipinas.103 Muchas naciones enviaron ayuda,
principalmente en forma de suministros médicos, algo bien visto por la población del país
emisor y receptor; pero solo 7 destinaron soldados a la Península: la dictadura sudcoreana
envió en 1965 200 hombres y fue aumentando el contingente hasta 47 829 soldados en
1967;104 Tailandia contribuyó con un total de 11 568 soldados, además permitió a Estados
Unidos emplear su territorio para operar bombarderos B-52, cazas, aviones de
reconocimiento y el Centro de Vigilancia de la Infiltración;93 Australia terminó destinando
una división, primero con asesores en 1962, después con 1400 soldados, algunos veteranos
de la lucha en las junglas malayas, 105 y finalmente con un número máximo de 7672
soldados y oficiales en 1967, por lo que se convirtieron en un importante aliado
estadounidense106 y experimentado en un territorio muy hostil como es la selva,107 se
retirarían en diciembre de 1972.108 Participaciones más pequeñas fueron la de Filipinas
(2000 soldados), Taiwán (31 hombres) y España con varios grupos de 13 médicos
militares.6
En el campo militar el objetivo marcado era demostrar al FNLV y a Hanoi que no podrían
ganar la guerra debido a las numerosas bajas y derrotas que les infligirían.109 Por tanto,
como indicó el propio presidente de los Estados Unidos, sería una guerra diferente, donde
no existiría una capital que tomar o unas líneas de frente que romper. Para infligir esas
derrotas y esas pérdidas, el presidente Johnson deseaba utilizar más los bombardeos que las
acciones de infantería,63 pero para esto sería necesario levantar una serie de bases navales y
aéreas que cubrieran todo el país. A su vez, dichas bases necesitaban tener garantizada su
seguridad, por lo que se consideró necesario: