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Escatalogia Parte4

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Los 150 capítulos de la Biblia que se

enfocan en los últimos tiempos

En este documento se han identificado 150 capítulos de la Biblia en donde los últimos
tiempos son el tema principal. Se han seleccionado únicamente los capítulos en donde la
mayoría del texto (51 por ciento o más) se enfoca en algún aspecto de los últimos
tiempos. Los ochenta y nueve capítulos de los cuatro Evangelios nos dan una evidencia
del corazón y el poder de Jesús en Su primera venida cuando Él vino a pagar el precio
de nuestra redención. Los 150 capítulos nos dan una evidencia del corazón y el poder de
Jesús en su segunda venida cuando el venga a tomar la tierra. Estos 150 capítulos
revelan al mismo Jesús operando en el mismo Espíritu Santo como se evidencia en la
misma Biblia. Es casi el doble de capítulos en las Escrituras en donde se describe la
segunda venida de Jesús en comparación con la primera.

No debemos ser ignorantes de estos 150 gloriosos capítulos de la Biblia acerca del Jesús
que amamos. La generación en la que el Señor regrese es claramente a la que más
describe la Biblia. Jesús habló más acerca de esa generación que de aquella en la que Él
nació. Él hizo esto para preparar a Su novia y que fuera victoriosa en amor durante el
tiempo más dramático en la historia del mundo.

Este documento incluye una breve descripción del aspecto clave de los últimos tiempos
que se describe en cada uno de estos 150 capítulos. De hecho, hay más de 150 capítulos,
pero es debatible si algunos de estos capítulos tienen los últimos tiempos como
referencia principal. Se ha redondeado el número de capítulos a 150 para tener mayor
claridad. Algunas profecías de los últimos tiempos tienen doble cumplimiento. A esto se
le llama la ley de referencia doble. Significa que un cumplimiento parcial de lo que se
profetizó ocurrió en el pasado, mientras que el cumplimiento total será en el futuro.

En la mayoría de los casos, el cumplimiento futuro de una profecía negativa se cumplirá


en la gran tribulación y el cumplimiento de profecías positivas se verá mayormente en el
reino milenario. Por ejemplo, en Lucas 4:18 Jesús reseña Isaías 61:1-3 con respecto a su
primer venida. Sin embargo, es claro que todos los detalles de Isaías 61 no se llevaron a
cabo en la primera venida de Cristo. Estos se cumplirán después de que Él regrese y
establezca la plenitud de Su reinado en la tierra en el reino milenario.

Muchas profecías del Antiguo Testamento tienen un cumplimiento parcial hasta cierto
punto el pasado, con un cumplimiento total en la generación en la que el Señor regrese.
A veces, el cumplimiento parcial puede servir como un cuadro profético de cómo se
verá el cumplimiento al final de la era. Por lo tanto, nuestra descripción incluye una
breve referencia a los cumplimientos parciales de esa profecía en la historia, siempre
que sea aplicable. También, es importante notar que estas profecías tienen aplicación
espiritual en cualquier tiempo de la historia para todos los creyentes, antes de su
cumplimiento al final de la era.
NUEVO TESTAMENTO

Mateo 13: Jesús primero se refiere a los juicios parciales sobre Israel descritos en Isaías
6. Después describe las características de la naturaleza del reino, a través de una serie de
parábolas. Un tema subyacente en estas parábolas es que la manifestación total del reino
sucederá después de la segunda venida.

Mateo 24; Marcos 13; Lucas 17; Lucas 21: El énfasis principal de Jesús en estos
cuatros capítulos paralelos es la descripción de la gran tribulación justo antes de Su
segunda venida. Él predijo el sitio de Jerusalén y la destrucción de su templo (Mt. 24:2)
por el ejército romano en el 70 d.C. Esta tragedia predice el sitio de Jerusalén al final de
la era. (Joel 3:2, 12; Sof. 3:8; Zac. 12:2-3; 14:2; Ap. 16:14). Muchos detalles en estos
cuatro capítulos esclarecen, que las palabras de Jesús van mucho más allá de los eventos
del 70 d.C., para describir los eventos al final de la era. Por ejemplo, Jesús describe el
tiempo de la gran tribulación como el peor periodo en la historia (Mt. 24:21). Dios
acorta este marco de historia en tres años y medio para guardar a toda la raza humana de
ser físicamente exterminada (Mt. 24:22). Jesús dijo que esta hora vendría como una
trampa sobre el mundo entero, no sólo sobre Israel (Lc. 21:35). La gran tribulación
sobrepasará a todas las demás crisis en la historia, incluyendo al millón de personas que
murió en el 70 d.C. y a los cincuenta millones de personas que murieron en la Segunda
Guerra Mundial. Ni en el 70 d.C. ni en la Segunda Guerra Mundial se vio amenazada la
existencia de la raza humana. Jesús dijo que este periodo de tribulación no pasaría sin
que antes viéramos la abominación desoladora (Mt. 24:15), la cual incluye un sistema
mundial de adoración al anticristo centrado en su imagen y en la marca de la bestia (Ap.
13:13-18). Ninguno de estos detalles se cumplió en la revuelta judía contra Roma (66-
70 d.C).

Mateo 25: Este capítulo continúa con el tema de Mateo 24. Los eventos al final de la
era se tratan a través de la descripción de cómo la iglesia de los últimos tiempos se
preparará para esa hora (Mt. 25:1-30). Posteriormente, se da una descripción de Jesús
juzgando a las naciones inmediatamente después de Su segunda venida (Mt. 25:31-46).

1 Corintios 15: Este es el pasaje que nos da más información en las Escrituras acerca de
la resurrección. En los versos 25-49, Pablo describe el reinado de Cristo en el reino
milenario. En los versos 35-49, se revela la gloria en el cuerpo resucitado. Finalmente,
en los versos 50-55, Pablo habla del misterio relacionado con la generación de creyentes
que no morirán, sino que serán transportados de mortalidad a inmortalidad,
instantáneamente en el regreso de Cristo.

2 Corintios 5: Pablo enseña acerca del cuerpo resucitado y del tribunal de juicio de
Cristo.

1 Tesalonicenses 4-5: Pablo describe el rapto de la iglesia y la resurrección de los


muertos en la segunda venida de Cristo (1 Tes. 4:15-18). Después, Pablo anima a los
creyentes a velar (1 Tes. 5:1-10). Concluye con una oración para que seamos
santificados y permanezcamos irreprensibles en la venida de Jesús (1 Tes. 5:23).

2 Tesalonicenses 1: Se representa el día glorioso en el que Jesús vendrá con Sus


poderosos ángeles y se vengará de los enemigos del evangelio (Isa. 66:15).
2 Tesalonicenses 2: La segunda venida será precedida por la apostasía y por el
levantamiento del “hombre de pecado, el hijo de perdición” que es el anticristo. La
apostasía de cristianos en el futuro será tan extensa, que es una de las principales señales
que da Pablo acerca de la proximidad de la segunda venida de Cristo.

2 Timoteo 3: Pablo describe los peligrosos tiempos en los últimos días, en términos de
decadencia moral dentro de la sociedad, al ser llena de pecado y de engaño.

2 Timoteo 4: Mucha gente no soportará la sana doctrina en los últimos tiempos. En


lugar de eso, se amontonarán alrededor de falsos maestros que aprueben estilos de vida
lujuriosos, en el contexto de falsas doctrinas de gracia. Muchos se apartarán de la
verdad. La venida de Cristo es referenciada por Pablo tres veces en este corto capitulo
(vv. 1, 8, 18).

2 Pedro 3: Pedro describe las etapas finales del día del Señor y de la purificación de la
tierra, con fuego.

Apocalipsis 5: El plan del Padre es exaltar a Jesús como Rey humano sobre toda la
tierra. Jesús toma el rollo de la mano del Padre. El rollo representa el titulo de las obras
de la tierra y el plan de acción para limpiarla.

Apocalipsis 6: Se revelan los juicios de Dios contra el reino de las tinieblas.

Apocalipsis 7: Dios promete proteger a Su pueblo de los juicios y el compromiso.

Apocalipsis 8-9: Los juicios de la trompeta se sueltan contra el imperio del anticristo.

Apocalipsis 10: Dios promete soltar mensajeros proféticos para traer entendimiento y
así ayudar a la gente a evitar el engaño. Joel profetizó un fluir profético dinámico del
Espíritu en los tiempos finales.

Apocalipsis 11: Los dos testigos serán profetas con un poder sin precedentes.

Apocalipsis 12: Juan describe la explosión de la guerra en el cielo que provoca que
Satanás sea arrojado a la tierra dudarte la tribulación.

Apocalipsis 13: Juan describe las actividades del anticristo y del falso profeta.

Apocalipsis 14: Dios levantará 144,000 judíos creyentes. En Apocalipsis 14:6-13, se


señalan cuatro proclamaciones claves. Dios promete juzgar a los seguidores del
anticristo.

Apocalipsis 15-16: Se vacían las siete copas de la ira. Las copas de la ira hacen
recordar a las plagas de Egipto soltadas por Moisés en contra de Faraón (Ex. 7-12).

Apocalipsis 17-18: Dios promete destruir Babilonia, la red maligna mundial económica
y religiosa que seduce a muchos a seguir el mal y a perseguir a los santos.

Apocalipsis 19: Jesús marcha hacia Jerusalén como el Rey-Guerrero para terminar la
batalla de Armagedón al derrotar al anticristo.
Apocalipsis 20: Satanás será echado en una prisión mientras Jesús establece el reino
milenario. El gran juicio del trono blanco viene para los incrédulos después del reino
milenario.

Apocalipsis 21-22: Se describe la nueva Jerusalén como un lugar de habitación eterna


para los creyentes.

PENTateuco: los primeros cinco libros del antiguo testamento

Génesis: Las aplicaciones de Génesis en los últimos tiempos se enlistan después, en


este documento, bajo el pacto de Abraham.

Levítico 26: Este capítulo contiene las promesas sobre las bendiciones en la obediencia
de Israel y las advertencias en su desobediencia. Ha habido un cumplimiento parcial de
este capítulo a través de la historia, lo más notable es en el cautiverio babilónico (586
a.C.), y la destrucción de Jerusalén (70 d.C.). Levítico 26:14- 39 contiene las promesas
del castigo en siete ocasiones sobre la rebelión de Israel para “romper el orgullo de su
poder” (v.19). Las invasiones y los asaltos militares contra Israel no se han satisfecho en
ningún acontecimiento histórico. Se cumplirán en los últimos tiempos hasta que Israel
confiese su iniquidad (Lev. 26:40; Os. 5:15).

Números 23-24: Estos capítulos contienen cuatro oráculos proféticos de Balaam a


Balac, el rey de Moab. Algunos de estos oráculos proféticos se cumplieron
parcialmente, cuando el rey David y otros reyes israelitas derrotaron a los enemigos de
Israel. La plenitud de estos oráculos se cumplirá en el reino milenario con la destrucción
final de algunas naciones. Se describe a Jesús como la estrella que saldrá de Jacob y el
cetro que saldrá de Israel para triturar a las naciones hostiles.

Deuteronomio 28-30: Se dan las promesas de las bendiciones en la obediencia de Israel


así como las advertencias en su desobediencia. Algunas de las maldiciones en
Deuteronomio 28:15 - 68 se vieron en las invasiones de Babilonia (586 a.C.) y de Roma
(67-70 d.C.), cuando Jerusalén fue sitiada y destruida. Los detalles o la medida
completa de esas maldiciones ocurrirán durante la gran tribulación. El cumplimiento de
las bendiciones ocurrirá durante el reino milenario.

Deuteronomio 32: El canto de Moisés se entona en el mar del cristal en Apocalipsis


15:3. Es un canto que describe el liderazgo del Señor relacionado con la infidelidad de
Israel, y Su plan para redimirlo y para bendecir a la tierra entera. Dios provocará a Israel
a celos (vv. 16-21) a través de los gentiles, que es gente necia, (v. 21). Después, el
Señor que hiere y mata, vivificará y sanará al traerle a Israel la última liberación de sus
enemigos (vv. 39-42). Esto reunirá en gozo a los gentiles con los israelitas (v. 43).

salmos

Salmo 2: David profetiza sobre la rabia de las naciones contra Jesús, que se manifestará
completamente durante la gran tribulación en la batalla de Armagedón. La rabia de las
naciones en este salmo se cumplió parcialmente cuando persiguieron a los santos en los
inicios de la iglesia (Hechos4:28 - 31).
Salmo 14: El salmista profetiza sobre la plenitud del pecado que se expresará por los
que sean entregados al pecado abominable. Esto ocurrirá en una época de gran apostasía
y gran opresión sobre el pueblo de Dios.

Salmo 24: Jesús asciende al santo lugar mientras hace Su entrada triunfal en Jerusalén,
a la hora de Su segunda venida, después de derrotar a los reyes de la tierra. Esto se
cumple parcialmente en la ascensión de Jesús, a las cortes del cielo, después de derrotar
a las fuerzas de las tinieblas en la cruz del Calvario, también se cumple por los santos
piadosos que ascienden a la presencia de Dios, a través de la historia.

Salmo 45: Este cántico de amor describe a Jesús en la batalla de Armagedón que pelea
contra sus enemigos para establecer verdad, mansedumbre y justicia en la tierra entera
para el reino milenario.

Salmo 46: Este salmo describe la seguridad que podemos tener en medio de la gran
tribulación. El salmo nos llama a meditar durante los aterrorizantes acontecimientos en
los últimos tiempos. El contexto inmediato de este canto se relacionó con la victoria del
rey David sobre sus enemigos, y la paz correspondiente que le siguió relacionada al
reino de Israel. Jesús traerá a final de cuentas, un término total a la guerra, como se
indica en los versículo 8-9. El río milenario visto en Ezequiel 47 se representa en el
salmo 46:4.

Salmo 47: El versículo 3 de este salmo representa a Jesús durante el reino milenario.
Algunos ven este pasaje como la descripción del tiempo en que el arca del pacto fue
traída a Jerusalén con mucha celebración (2 Sam 2.6).

Salmo 48: Durante el milenio, los reyes humanos se llenan de temor mientras se reúnen
afuera de la Jerusalén milenaria. Estos reyes están en pánico y huyen (48: 5) ante la
aterradora majestad del trono de la gloria de Jesús.

Salmo 50: Se describe a la Jerusalén milenaria con un resplandor continuo. También se


revela el juicio de Dios sobre los malvados.

Salmo 53: De nueva cuenta, David profetiza sobre la plenitud del pecado que será
expresada por aquellos que se entreguen al pecado abominable. David canta de un
tiempo en el que hay una gran apostasía y gran opresión sobre el pueblo de Dios.

Salmo 58: Se describen los juicios de los últimos tiempos en contra de la maldad, y las
recompensas del justo.

Salmo 67: Jesús demostrará Su poder para salvar y guiar a cada nación en la tierra.

Salmo 68: David describe la marcha de Jesús a través del desierto dispersando a Sus
enemigos y liberando a los cautivos durante la procesión de Su segunda venida. David
utiliza las imágenes del éxodo y del Sinaí (vv. 4, 11-19) para predecir la gran liberación
del pueblo de Dios en los últimos tiempos (vv. 24-35).

Salmo 72: Ésta es una oración que describe la plenitud del reinado de Jesús sobre la
tierra que proporciona abundante provisión para todos, y llena a las naciones con su
gloria. Ésta es también una oración real para Salomón como rey de Israel, el sucesor al
trono, durante los últimos días de David. La trascendencia y la plenitud de esto serán
expresadas solamente durante el reinado de Jesús como el David mayor.

Salmo 75: Se proclama en este salmo la copa llena de la ira de Dios sobre las naciones,
según se ve en Apocalipsis 14.

Salmo 79: En este salmo se sitúa la oración de Israel por liberación en la gran
tribulación (Ap. 11:1 - 2). Algunos de estos acontecimientos se cumplieron en parte
durante el cautiverio babilónico de Israel en el 586 a.C. así como en las atrocidades de
Antíoco Epifanio en el siglo cuarto.

Salmo 80: El tema de este salmo es la angustia de Israel en la gran tribulación y su


intercesión para que el Señor los libere. No hay un acuerdo entre los eruditos con
respecto a la certeza de un cumplimiento parcial.

Salmo 83: Durante la gran tribulación, Israel ruega por liberación de una confederación
de diez naciones. Este lamento tiene aplicaciones en el anti-semitismo que ha ocurrido a
través de la historia de Israel. Tiene cumplimiento parcial en los acontecimientos del
exilio babilónico, del exilio asirio, y de la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. etc.

Salmo 85: Esta es una oración profética por el regreso de Israel a la tierra al final de la
era, cuando el Señor quite “toda” su ira. Hubo un cumplimiento parcial en la invasión
asiria y en el cautiverio babilónico.

Salmo 87: La plenitud de este pasaje habla de la gloria de Jerusalén y del pueblo judío,
que nacen física y espiritualmente (de nueva cuenta) en Sion, durante el reino milenario.
Este registro se describe en Hebreos 12:23, señalando al pueblo judío que ha nacido de
nuevo, registrado en la Jerusalén celestial (Heb. 12:23).

Salmo 93: Se observa a Jesús como Jehová que se ha vestido con poder, y se celebra a
Jesús como un Rey-Guerrero victorioso. La victoria de Jesús en los últimos tiempos se
retrata aquí, resultando en la tierra que permanece establecida firmemente

Salmo 96: En la segunda venida de Jesús, toda la tierra lo adorará con temblor. El
entonar un cántico nuevo se refiere nueve veces en la Escritura (Sal. 33; 40; 96; 98; 144
149; Is. 42; Ap. 5; 14). En cada referencia, con la posible excepción del Sal. 40, la
trascendencia del cántico es global. Incluye a la humanidad y a la creación en el
contexto de Jesús que viene como juez de la tierra. El cántico nuevo (Is. 42:10, Ap. 5:8 -
14) declara las nuevas cosas (Isa. 42:9) antes de que pasen, a saber, el reconocimiento
universal de Jesús como Jehová dando por resultado santos que gobiernen con Él en la
tierra.

Salmo 99: Todas las naciones adorarán a Jesús mientras Él reina en el milenio.

Salmo 102: Se indica la desesperación y la restauración futura de Israel en el reino


milenario.

Salmo 110: El cumplimiento del pasaje describe el reinado de Jesús en el milenio y Su


juicio sobre las naciones en los últimos tiempos. Este salmo se cumple parcialmente por
el ministerio de Jesús a través de la iglesia después de Su resurrección. El salmo 110 es
el pasaje del Antiguo Testamento que más se cita en el Nuevo Testamento. Se cita
directamente seis veces (Mt. 22:44; Mr.12:36; Lc. 20:42; Hechos 2:34; Heb. 1:13;
10:13) y tiene un total de veinticinco alusiones directas o indirectas. Los dos temas
principales en el salmo 110 son el ministerio eterno, real y sacerdotal de Jesús. En el
salmo 110, el Padre le dice dos oráculos a Jesús. Primero, el Padre invita a Jesús a que
se siente con Él como Rey para siempre (v. 1). Luego, le da a Jesús responsabilidades
espirituales como sacerdote para siempre (v. 4).

Salmo 118: La plenitud de esto ocurre cuando Jesús libera a Israel en Su segunda
venida. El salmo se cumplió parcialmente en la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén
momentos antes de Su muerte en la cruz (vv. 22, 25-26). Jesús se refirió a este salmo en
Mateo 23:39, indicando que él no entraría a Jerusalén sino hasta que los líderes
declararan, “bendito él que viene en nombre del Señor”. (Sal. 118:26, Mt. 23:39).

Salmo 147: Jesús reconstruirá Jerusalén y reunirá a Su pueblo de entre las naciones,
después de Su regreso.

Salmo 149: Israel se asociará con Jesús al ejecutar juicios sobre las naciones de la
tierra.

Profetas mayores del antiguo testamento

Isaías 2: Jesús gobernará desde Jerusalén a todas las naciones de la tierra en el reino
milenario.

Isaías 4: El reino milenario está bajo Jesús como la rama del Señor (Jer. 23:5; 33:15;
Zac. 3:8; 6:12).

Isaías 5: El juicio y la salvación de Dios para Israel son al final de la era. Esto se
cumplió parcialmente cuando Dios disciplinó a Israel con la invasión asiria en el 721
a.C.

Isaías 9: Durante Su regreso, Jesús derrotará al anticristo, que invade a Israel. Este
pasaje se cumplió parcialmente por la invasión del rey asirio, Senaquerib, en la
generación de Isaías. Sin embargo, los detalles de este pasaje no se cumplieron
totalmente en aquel momento. No hubo una época de “multiplicación y de gran gozo”
en “la división de la destrucción” por los cuales fueran quemados “como combustible
para el fuego” los instrumentos y la ropa del ejército muerto (9: 3-4). Ni tampoco el
Niño prometido se estableció en Su gobierno sobre el trono de David, y sobre Su reino
con justicia y rectitud a través de la tierra (9: 7). El trono de David habla de la
dimensión terrenal del reinado del Mesías.

Isaías 11: Jesús está reinando en el reino milenario y juzga las naciones malvadas.

Isaías 12: Este canto profético es entonado por Israel después de que Jesús lo libere de
la opresión del anticristo y comience el reino milenario, según se describe en Isaías 11.
Los capítulos 11-12 ilustran el cuadro glorioso del gobierno del Dios de la tierra, que
sale desde Sion, después de que Jesús reúna y restaure a Israel.
Isaías 13: Isaías describe la caída de Babilonia al final de la era. La opresión babilónica
de Judá (605-539 a.C.) se detuvo cuando fueron derrotados por los persas en 539 a.C.
Babilonia será reconstruida y establecida en Iraq (a 50 millas del sur de Bagdad). Será
restaurada y utilizada como uno de los centros de operaciones para el anticristo.
Babilonia funcionará como el centro de las redes demoniacas, religiosas y económicas
mundiales (Isa. 13-14; Jer. 50-51; Ap. 17-18). Los juicios profetizados contra Babilonia
en Jeremías 50-51, describen su destrucción repentina y permanente. Estos juicios
todavía no se han llevado a cabo en su plenitud.

Isaías 14: La última derrota de Satanás y del anticristo ocurre al final de la era.
Solamente el anticristo y su destino ,según se describe en Apocalipsis 19:20, se ajustan
a la descripción de un rey babilónico sin una tumba o un sepulcro (vv.18-20). Él sería
echado vivo al lago del fuego. Esta profecía se cumplió parcialmente en el juicio contra
Babilonia en el 539 a.C. por Persia.

Isaías 18: Dios promete moverse ,en nombre de Etiopía, contra el anticristo cuando
Jesús derrote a sus ejércitos en el Armagedón (Is. 18:4 - 6). En Daniel 11:42 - 43, el
anticristo invadirá Etiopía y Egipto. El señor liberará a Egipto (Is. 19) y a Etiopía (Is.
18) durante el tiempo de la segunda venida de Jesús. El versículo 7 describe “en ese
tiempo” como el final de la era. Etiopía y Asiria traerán presentes de adoración a Jesús.

Isaías 19: Habrá un avivamiento nacional en Egipto a la hora de la segunda venida de


Jesús (19: 18-22). Los detalles de Egipto y Asiria sirviéndose uno al otro, teniendo
armonía económica y política (la calzada), Egipto convirtiéndose en pueblo de Dios,
Asiria siendo el trabajo de Sus manos, e Israel como herencia de Jesús, no se han
cumplido todavía en la historia, pero lo harán después de la segunda venida de Jesús.

Isaías 21: La caída final de Babilonia ocurre al final de la era y significa el


cumplimiento de esta profecía. Este pasaje se cumplió parcialmente durante la caída de
Babilonia en el 529 a.C., y fue una causa de regocijo, porque dio lugar a la liberación de
los judíos exiliados. Los exiliados fueron libres para volver a la tierra y reconstruir el
templo.

Isaías 24: Se describe un juicio universal durante la gran tribulación y el reino


milenario. El versículo 21 habla del juicio sobre los reyes de la tierra.

Isaías 25: Isaías describe el reino milenario. Esto incluye el gran banquete de Jesús con
su pueblo, la liberación de Dios hacia Israel, y el retiro permanente de la muerte por la
resurrección de los muertos.

Isaías 26-27: El cántico de Judá es sobre la fidelidad de Dios e incluye una referencia a
la resurrección (26: 19). Isaías 27:12 habla de una cosecha de los israelitas de Asiria y
de Egipto al final de la era.

Isaías 28: El cumplimiento de esta profecía ocurrirá cuando Israel entre en una alianza
con el anticristo, llamado el pacto de la muerte. El anticristo romperá este pacto, tres
años y medio antes de la segunda venida de Jesús, y entonces Jerusalén será pisoteada
(v. 18). Esto pudo haberse cumplido parcialmente cuando Israel hizo un convenio con
Egipto frente a la agresión militar de Asiria en los días de Isaías. Jesús liberará a Israel
en Su regreso según se ve en Isaías 28:16 - 17 (Mt. 21:42; Mr. 12:10; Lc. 20:17; Hch.
4:11. Rom. 9:33).

Isaías 29: Isaías profetiza del juicio y de la restauración de Israel al final de la era (vv.
14, 17-24). Dios pondrá sitio contra Jerusalén haciendo que las naciones la invadan (Isa.
29:1-7; Joel 3:2; Sof. 3:8; Zac. 12:2-3; 14:2). Este pasaje se cumplió parcialmente
cuando el ejército de Senaquerib fue derrotado supernaturalmente (Is. 39).

Isaías 30: La rebelión completa y el juicio sobre Israel (v. 6) se cumplirán finalmente,
en los últimos tiempos, justo antes de que el Señor lo restaure (v. 14-26), y juzgue al
anticristo, a quien se le llama el asirio (v. 27-33).

Isaías 31: Se representan el arrepentimiento y la liberación nacional de Israel en los


últimos tiempos, del poder del anticristo. El arrepentimiento nacional del versículo 7 no
sucedió en el día de Isaías. Un cumplimiento parcial de esto ocurrió en las reformas que
Ezequías estableció.

Isaías 32-33: La derrota del ejército asirio describe proféticamente el período de la gran
tribulación, en el cual Jesús viene como el Rey de Israel. Muchas ciudades judías fueron
quemadas en la batalla del 701 a.C.

Isaías 34: Se predicen los juicios de Dios contra las naciones en los últimos tiempos y
la destrucción de Edom en la segunda venida de Jesús.

Isaías 35: Isaías describe la sanidad de la tierra y del pueblo de Israel en el reino
milenario. Mientras que esto se cumplió parcialmente en el regreso de los exiliados de
Babilonia, la permanencia de gozo eterno, y la eliminación completa del dolor
considerada en el versículo 10 indican un cumplimiento mayor. La restauración
fisiológica de los versículos 5-6 comenzó a cumplirse en el ministerio de Jesús y de la
iglesia apostólica. Israel verá una restauración ecológica completa (vv. 1, 2, 7) y una
liberación (v. 4) durante el tiempo de la segunda venida de Jesús.

Isaías 40: Toda carne verá la revelación global de la gloria de Dios y de la segunda
venida de Jesús. Se levantarán mensajeros proféticos a fin de preparar a las naciones
para la gloria escatológica que vendrá a la tierra. Esta profecía se cumplió parcialmente
en el ministerio precursor de Juan el Bautista en la primera venida de Jesús. Es claro
que sin embargo, Juan era solamente un cumplimiento parcial, porque en su ministerio
no “toda” carne vio juntamente la gloria del Señor (v. 5).

Isaías 41: Israel será sanado y restaurado completamente al final de la era. Dios afirma
Su elección sobre Israel y le asegura que todas las naciones que lo oprimieron serán
derrotadas. Es en este tiempo que Jesús será exaltado como el Dios de toda la tierra.

Isaías 42: La justicia de Dios llenará toda la tierra en la segunda venida de Jesús en el
contexto de un movimiento mundial de adoración (v. 10-12). Este pasaje se cumplió
parcialmente en la primera venida de Jesús (Mt.12:18 - 20).

Isaías 43: Jesús redimirá completamente a Israel de entre las naciones y le traerá de
nuevo su gente a la tierra al final de la era.
Isaías 44: El señor derramará Su Espíritu sobre Israel al final de la era. Esto da lugar a
un avivamiento nacional mientras Israel se restaura espiritual, social, y ambientalmente.
Se reconocerá globalmente a Jesús como el redentor de Israel y como el Rey de toda la
tierra.

Isaías 47: Esta profecía contra Babilonia se cumplió en el 529 a.C. (Dn. 5). Sin
embargo, sirve como cuadro profético de la destrucción de Babilonia en los últimos
tiempos, según se representa en Isaías13, Jeremías 50-51 y Apocalipsis 17-18.

Isaías 48: La gran tribulación es el contexto para el refinamiento y la prueba de Israel


(v. 10) y Jesús tendrá Su herencia (Su gloria) al final de la era. Dios refrenará Su ira
para no destruir completamente a Israel.

Isaías 49: Isaías describe el liderazgo mundial de Jesús en el reino milenario después de
que libere a los presos judíos de los últimos tiempos a fin de que regresen a Israel. Este
pasaje tiene un cumplimiento inicial en la primera venida de Jesús (2 Co. 2. 6:2). Se
cumplirá finalmente, cuando la salvación de Dios alcance los extremos de la tierra (v.
6).

Isaías 53: Al final de la era, Israel hará esta confesión nacional. Una parte de esta
profecía se cumplió en el sufrimiento de Cristo en la cruz (Hechos 8:32 - 37) y en Su
ministerio de sanidad (Mt. 8:14 - 17).

Isaías 56: Se representa la casa de oración en Jerusalén después de Su segunda venida.


Esta profecía se cumplió parcialmente por el ministerio apostólico, visto en el libro de
Hechos, al entrar muchos gentiles en la salvación.

Isaías 59: Isaías describe la rebelión y las injusticias de Israel (vv. 14-15) durante la
historia, así como al final de la era, cuando los juicios de Dios se suelten completamente
(v. 18). En aquel momento, Jesús peleará contra sus enemigos cuando Él vuelva para
liberar a Sion (vv.17-20) de su pecado y de sus opresores (anticristo).Dios como un
Hombre, es el gran intercesor que establecerá la justicia entre las naciones.

Isaías 60: En el reino milenario, la bendición de Dios está en Israel, ya que muchas
naciones le traen riquezas.

Isaías 61: Jesús restaura a las naciones en el milenio. Isaías 61:1 se cumplió
parcialmente en la primera venida de Jesús.

Isaías 62: Dios hará que Jerusalén sea la capital espiritual y política de la tierra. Dios
promete establecer intercesores (centinelas) en los últimos tiempos, que clamen por la
plenitud de Jerusalén.

Isaías 63: Jesús emprenderá una guerra contra los reyes de la tierra a la hora de Su
segunda venida. Jesús marchará a través de Edom (hoy en día Jordania) en Su camino a
Jerusalén. Juan hace referencia a este pasaje en Apocalipsis 19:11 - 21 al profetizar que
Jesús peleará contra los reyes de la tierra.

Isaías 64: Es una oración por la segunda venida de Cristo, ya que Isaías ve a Jesús salir
de Edom en Isaías 63. Esta oración describe a Jesús regresando en el cielo. Esto incluye
la abertura visible del reino divino, fuego del cielo, y terremotos. Se destacan en este
pasaje la ira de Dios sobre sus enemigos y Su dulzura hacia el pueblo de la promesa.

Isaías 65-66: En el reino de milenario y después de ese tiempo, la gente de Dios tiene
profunda alegría.

Jeremías 30: Jeremías describe a Israel en la gran tribulación (v. 3-8) y en “los últimos
días” (v. 24). La última mitad del capítulo habla de una época en la que Israel será
protegido totalmente de todos sus enemigos y adorará en paz en la tierra después de su
regreso del cautiverio. Esto tiene un cumplimiento parcial en el regreso de Israel del
cautiverio babilónico en el 536 a.C., y cuando el estado de Israel se restableció en 1948.
Las promesas enumeradas aquí, encontrarán su cumplimiento total en el reino
milenario.

Jeremías 31: Se describen la salvación y la restauración de Israel, en los últimos


tiempos, las cuales comenzaron en Jeremías 30. De particular importancia es la
referencia de Dios a la restauración después del castigo de “Efraín”. Esto habla de las
diez tribus del norte que se habían perdido y separado de Israel por más de 100 años
durante el tiempo del ministerio de Jeremías. Dios salvará al remanente de Israel, tendrá
misericordia de las tribus que fueron dispersadas, y traerá gran bendición y prosperidad
a todo Israel cuando su pueblo se reunifique. Esto sucede cuando todo Israel reciba el
“nuevo pacto” (vv. 31-34) ,eso fue establecido con la muerte y resurrección de Jesús.

Jeremías 33: La plenitud de las promesas del pacto de Dios se manifestará en el reino
milenario cuando Israel y Judá sean honradas delante de todas las naciones.

Jeremías 50-51: La caída de Babilonia tendrá su último cumplimiento durante la época


de la segunda venida. La caída de Babilonia en el 539 a.C., en las manos del ejército
persa, se cumplió parcialmente en Jeremías 50. Sin embargo, no satisficieron muchos de
los detalles específicos de esta profecía en aquella época. Juan citó a Jeremías 51, tres
veces en Apocalipsis 18, en referencia al juicio futuro de Babilonia. Así, en ambos
pasajes, hay muchos elementos de la proclamación profética que señalan un panorama
futuro en el cual Babilonia se opone violentamente y es juzgada duramente por el Señor.

Ezequiel 5: Se representa la hambruna más grande de la historia (Ez. 9; Dan. 12:1; Mt.
24:21) ocurriendo al final de la era. Esta profecía se cumplió parcialmente en el 586 a.C.
Este importante versículo hace que el capítulo entero sea aplicable a la destrucción final
de Jerusalén al final de la era.

Ezequiel 11: La restauración de Israel al final de la era es cuando todo el Israel étnico
se una al Mesías y a la tierra (vv. 14-20). Esto se cumplió parcialmente después del
cautiverio babilónico, así como en 1948.

Ezequiel 20: Ezequiel describe la reunión de Israel después de la gran dispersión (Dt.
28-30; Ez. 20:33 - 44). Cuando el Señor junte a Israel, lo purgará, lo limpiará, y lo
restaurará.

Ezequiel 34: Después de la segunda venida, Jesús pastorea y reúne de nuevo a los
judíos étnicos de entre las naciones a la tierra prometida, y entonces los prospera (Dt.
30:1-10; Ez. 34:11 - 31). Las bendiciones descritas hacen recordar al jardín del Edén
(Is.11:6-9).

Ezequiel 36: El cumplimiento de esta profecía se verá en el reino milenario.

Ezequiel 37: Israel es simbolizado por un valle de huesos secos que repentinamente son
infundidos con la vida de Dios. Después de la época en la que la esperanza se pierda,
entonces las bendiciones del pacto de Dios se manifestarán en un Israel restaurado y
unificado. Esto sucederá en el contexto de la segunda venida de Jesús.

Ezequiel 38-39: Se describe la destrucción del anticristo y de sus ejércitos en la guerra


de Armagedón (Ap. 19:17 - 21). Gog es un nombre profético del anticristo. El triunfo y
la restauración de Israel descritos aquí, ocurrirán a la hora de la segunda venida de
Jesús.

Ezequiel 40-48: El templo milenario se construirá en Jerusalén. Ezequiel resume los


sacrificios y las ofrendas después del regreso de Jesús a la tierra. Algunos confunden
estos sacrificios con los sacrificios por el pecado. Sin embargo, no hay necesidad de
otro sacrificio de sangre por el pecado, puesto que todos aquellos sacrificios fueron
suprimidos por la muerte de Jesús (Heb. 8:5, 13; 9:9, 24, 10:1). Los sacrificios no son
sustitutivos debido a que fueron antes de la muerte de Jesús, más bien serán
conmemorativos. Se mirará al pasado en conmemoración de la cruz, tal como lo
hacemos al tomar la comunión. Ezequiel fue comisionado para observar las medidas y
los detalles arquitectónicos del futuro templo, a fin de animar a su gente con la certeza
de su venida.

Daniel 2: La interpretación de Daniel del sueño de Nabucodonosor, es acerca de una


gran imagen que representa cuatro sucesivos imperios antiguos que se pararían en
contra de Israel. El cuarto imperio del mundo fue representado por la Roma antigua y
por un aún futuro “restablecido” imperio romano, gobernado por el anticristo. La piedra
cortada sin manos humanas representa la segunda venida de Jesús y el establecimiento
de Su reinado mesiánico.

Daniel 7: Ésta es la visión de Daniel acerca de cuatro bestias que representan cuatro
sucesivos imperios antiguos (Babilonia, Medo-Persia, Grecia, y Roma) más el imperio
del anticristo que emerge al final de la era. Daniel ve un tribunal divino donde el Padre,
como el Anciano de Días, le da poder a Jesús sobre todas las naciones y decreta juicio
sobre el anticristo, que se cumplirá en el tiempo de la segunda venida de Jesús. La
Roma antigua fue un cumplimiento “cercano” de la cuarta bestia en Daniel 7. El
cumplimiento “lejano” ocurrirá a la manera de un imperio romano restablecido
conformado por diez naciones que estén bajo la autoridad del anticristo.

Daniel 8: El cumplimiento de lo que Daniel profetizó aquí ocurrirá en los años finales
de la historia natural (v. 17, 26) como la conocemos. Esta visión comienza describiendo
el levantamiento de Medo-Persia y de Grecia (Alejandro el grande). Daniel 8:9-14
describe el ataque de Antíoco Epifanio contra Jerusalén (v. 9). Las profecías de Daniel
sobre el anticristo en los versículos 23-25 fueron cumplidas parcialmente por Antíoco
Epifanio.
Daniel 9: Daniel registra su oración por la liberación del pueblo judío del cautiverio
extranjero. Esta oración se utilizará otra vez por el remanente de Israel en los últimos
tiempos. El ángel Gabriel respondió a la oración de Daniel animándolo y diciéndole que
liberarían pronto a los judíos del cautiverio babilónico. Después, da un mensaje
profético acerca de los setenta años que consumarán los propósitos de Dios para el
pueblo judío. En esta profecía, la palabra “semana” se refiere a un período de siete años
(en lugar de siete días). Así, setenta semanas equivale a 490 años. Después de las
sesenta y nueve semanas iniciales o de los 483 años, una “pausa” fue puesta en el
calendario de Dios cuando Jesús el Mesías tuvo que “ser cortado”. En la septuagésima
semana o los siete años finales de la historia natural como la conocemos, el anticristo
“el príncipe que está por venir” hará un tratado de paz con Israel y con muchas naciones
(v. 27). Las primeras sesenta y nueve semanas (483 años) se cumplieron posiblemente a
partir del 445 a.C. hasta el 32 d.C.

Daniel 11: Éste es el capítulo más detallado de profecía en la Biblia. Describe la


ascensión de Alejandro el Grande y los cuatro reinos subsecuentes que emergen de su
imperio. Comenzando en el versículo 21, Daniel describe a Antíoco Epifanio IV, que es
un tipo del anticristo de los últimos tiempos. Hay muchos paralelos entre Antíoco
Epifanio y su ataque contra Israel, y el anticristo. Daniel 11:36 - 45 describe al anticristo
de una manera muy exacta y directa sin compararlo con Antíoco Epifanio.

Daniel 12: Se describe el mayor problema de Israel en la historia. Este problema durará
tres años y medio (un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo).

Profetas menores del antiguo testamento

Oseas 1: La restauración de Israel viene al final de la era después de sufrir los juicios de
Dios.

Oseas 2: Israel conoce al Señor como su Novio para comenzar el reino milenario (v.
16).

Oseas 3: Israel temerá al Señor en los últimos días. La palabra “luego” (v. 5)
proporciona la línea del tiempo. Los acontecimientos aquí ocurrirán justo antes del
periodo de la magnífica restauración de Israel al final de la era.

Oseas 5:15 - 6: 3: El señor permanecerá “en Su lugar” hasta que el pueblo judío
reconozca su culpabilidad y busque el rostro de Dios en una época de gran angustia;
después el Señor restablecerá y sanará a Israel.

Oseas 14: Al final de la era, Israel se volverá al Señor y recibirá sanidad de su


apostasía.

Joel 2: El anticristo conducirá una invasión militar contra Israel en la gran tribulación
(v.2). Esta crisis sucederá en el contexto del más grande derramamiento del Espíritu que
el mundo jamás haya visto. Dos frases exigen una interpretación de los últimos tiempos.
Primero, en el versículo 2, el ejército invasor es el más terrible de toda la historia
humana (el ejército del anticristo). Luego, en el versículo 28, “después” significa que
este ejército precederá inmediatamente la restauración de Dios al final de la era. Joel 2:1
- 11 se cumplió parcialmente en las tres invasiones babilónicas del 605, del 597 y del
586 a.C.

Joel 3: Todas las naciones se reunirán con Israel en un conflicto militar para la batalla
de Armagedón, y para un sitio de Jerusalén. Israel experimentará la liberación y la
salvación del Dios, física y espiritualmente.

Amos 8: Este juicio sobre Israel se cumplió parcialmente en 721 a.C. cuando los asirios
conquistaron las diez tribus del norte y las deportaron. La invasión de Senaquerib en el
701 a.C. y las tres oleadas de ataques por Babilonia (606, 597 y 586 a.C.), fueron
también cumplimientos parciales. Israel sufrió otra vez el cumplimiento parcial de este
juicio, por Roma en el 70 d.C., cuando el templo fue destruido y en el 135 d.C. cuando
Jerusalén fue destruida. Sin embargo, la plenitud del juicio en este capítulo no se
completará, sino hasta que el sol se ponga al mediodía y la tierra se obscurezca a plena
luz del día (v. 9) según lo descrito por la quinta copa del juicio (Ap. 16:10).

Amos 9: El Señor reconstruirá el tabernáculo de David y traerá de regreso a todo el


remanente de Israel que ha sido dispersado por todas las naciones. Nunca más saldrán
de la tierra.

Abdías 1: El Señor derramará su ira sobre las naciones y traerá Su salvación a Israel.

Miqueas 2: Israel será restaurado por Aquel que destrozará a su favor, como respuesta
del Señor a los líderes malvados que están sobre Israel. La maldad en el día de Miqueas
refleja los “peligrosos tiempos” de los últimos días (2 Tim. 3). Este pasaje da una
advertencia profética que se aplica al malvado en cualquier generación, y al mismo
tiempo señala una época en que la justicia vendrá completamente a Israel y a las
naciones.

Miqueas 4: Miqueas describe una época en la que el Mesías gobernará en paz desde
Jerusalén sobre todas las naciones. Esto sucede después de que Dios “trille” a las
naciones que se oponen a Él al final de la era. Miqueas le está hablando a Israel en su
día, y está prediciendo la respuesta de la gente a los terribles acontecimientos que
conducirán a la última liberación de su cautiverio y de Babilonia (v. 9-10). Sin embargo,
el “dolor de su trabajo” relacionado a lo que desea Dios dar a luz, es una descripción de
la liberación que es mucho mayor que el regreso de Babilonia en el 536 a.C.

Miqueas 5: El Mesías reinará y pastoreará a su gente después de que hayan derrotado al


anticristo. El gobernante que sale de Belem es Jesús (v. 2). También se describe la
liberación de Israel por parte Jesús. Hubo una aplicación parcial de esta derrota en el día
de Miqueas (vv. 5-6), cuando el ángel del Señor en Jerusalén derrotó al rey asirio
Senaquerib (Is. 37:36). Sin embargo, el “corte” de los enemigos de Israel, dondequiera
que se encuentren los judíos dispersos entre las naciones, ocurrirá al final de la era (vv.
7-9).

Miqueas 7: La oración de Miqueas por avivamiento y liberación, será contestada en su


plenitud al final de la era. Este pasaje habla de Israel siendo reunido otra vez al final de
la gran tribulación, cuando Jesús pastoree a Su gente con señales, tal como lo hizo
Moisés al salir de Egipto (v. 15). Consecuentemente, las naciones estarán avergonzadas
de su poder militar e irán con temor temblando ante el Señor (vv. 16-17).
Nahúm 1: El señor demostrará la plenitud de su severa ira, cuando le ponga un final al
anticristo (el consejero malvado) y a su coalición de naciones malvadas (Ap. 14:10;
15:1). Esta profecía se cumplió parcialmente cuando Nínive, la capital de Asiria, fue
derrotada por los babilonios y medas en el 612 a.C. El rey asirio Senaquerib (el
consejero malvado), fue asesinado en la casa de sus dioses (2 Reyes 19:36 - 37). Esta
profecía se cumplirá solamente en su plenitud al final de la era, cuando los malvados
nunca más pasen sobre Israel (v. 15). Israel ha sido invadido muchas veces desde el 612
a.C. Solamente después que Jesús derrote al anticristo y establezca el reino milenario,
Israel tendrá seguridad permanente.

Habacuc 2: Los malvados y orgullosos se describen como la “muerte, que no puede ser
satisfecha” (v. 5). Esto se cumplirá en su mayoría en el anticristo, que reunirá a todas las
naciones contra el ungido del Señor. Un cumplimiento parcial de esto ocurrió cuando
Babilonia saqueó a las naciones, y después fue saqueada por los persas en el 539 a.C. El
cumplimiento completo de esta profecía requiere que el malvado reúna a todas las
naciones hacia el mismo (v. 5). Babilonia fue un cuadro profético de esto, pero no
satisfizo todos los detalles de esta profecía. Babilonia no reunió a todas las naciones,
sino solamente a una pequeña porción de ellas. El anticristo reunirá y oprimirá a cada
nación hasta cierto punto (Sal. 2:1-3; Ap. 13:14 - 17, 16:13 - 14, 17:12 - 14).

Habacuc 3: Habacuc ve una visión de la procesión de la segunda venida de Jesús, en el


cielo y en tierra mientras ejecuta el juicio sobre el anticristo y sus ejércitos. Una
predicción profética de esto ocurrió cuando Dios, a través de Moisés y de Josué, marchó
hacia la tierra prometida destruyendo naciones enemigas a lo largo del camino. El brillo
de Dios era como la luz en la columna de fuego, y “caminó a través del mar” cuando
dividió el mar rojo. Dios condujo a Israel a través de tierra seca y el aún el sol se detuvo
para Josué. Sin embargo, este pasaje se cumplirá solamente cuando Jesús vuelva y la
“plaga vaya delante de él” (v. 5) según se representa en la séptima copa (Ez. 38:22; Zac.
14:12 - 18; Ap. 16:21). Una plaga no fue delante de los ejércitos de Israel cuando
entraron en Canaán. Jesús también pisoteará en ira a las naciones a la hora de la segunda
venida (Hab. 3:12; Ap. 19:15). La frase en el versículo 8, “montaste en tus caballos” se
cumplirá en Apocalipsis 19:11 - 14 cuando Jesús vuelva en un caballo blanco con los
ejércitos del cielo en caballos. Los Israelitas no tenían carros cuando entraron en
Canaán, solamente los ejércitos del cielo los tendrán (2 Reyes 6:17).

Sofonías 1: Se describe el juicio que destruye a la humanidad, a la bestia, a los pájaros


y a los peces (v. 3). Esto se cumplió parcialmente cuando Babilonia destruyó Jerusalén,
pero no se cumplirá enteramente sino hasta la gran tribulación y la segunda venida
cuando Jesús juzgue las naciones rebeldes.

Sofonías 2: El juicio sobre Jerusalén ocurre al final de la era, cuando el Dios de Israel
sea exaltado sobre todos los dioses de la tierra. Todas las regiones geográficas
mencionadas han sufrido el juicio a diferentes niveles. Por ejemplo, Nínive y el imperio
asirio fueron destruidos en el 612 a.C. Aún y así, no fue tan severo como para que se
quedaran sin ningún habitante (v. 5) y estuvieran en desolación perpetua (v. 9). La
consumación y la severidad de estos juicios en las regiones que rodean Israel serán
satisfechas en los últimos tiempos.

Sofonías 3: Dios destruirá a todas las naciones malvadas y restaurará a Israel en el reino
milenario (vv. 8-20). Esta profecía se cumplió parcialmente en el 721 a.C. cuando los
asirios conquistaron las diez tribus del norte y las deportaron. Judá recibió parcialmente
este juicio de las manos de Asiria y Babilonia en el 701 a.C., cuando el rey asirio
Senaquerib la invadió, y en las tres veces que Babilonia también lo hizo (606, 597 y 586
a.C.). Hubo un cumplimiento parcial cuando Israel volvió a la tierra bajo Nehemías (445
a.C.) para reconstruir el templo. Que el mundo entero sea el fuego de Dios y consumido
por Él (v. 8), que nunca más sea orgulloso como nación (v. 11), y que nunca más tema
perjuicio (v. 15), todavía no ha ocurrido. Esto se cumplirá en el contexto de la segunda
venida de Jesús.

Zacarías 1: Dios destruirá a los enemigos de todo Israel, restaurará su prosperidad, y


reconstruirá Jerusalén. Esto se cumplió parcialmente cuando Israel volvió a la tierra del
cautiverio babilónico bajo Zorobabel (536 a.C.), y Nehemías (444 a.C.). Sin embargo, la
prosperidad y la paz previstas en el versículo 17 no vinieron en aquel momento. Hasta
la segunda dispersión en el 70 d.C., Israel fue objeto de opresión por fuerzas extranjeras.
La mayoría de las promesas referentes a la restauración de Israel en la tierra dependen
de un arrepentimiento nacional (Zac. 12:10 - 14). Ni el regreso a la tierra en el 536 a.C.,
ni el restablecimiento del estado de Israel en 1948 cumplieron este requisito.

Zacarías 2: En el milenio, el Señor traerá a Jerusalén una tasa de población y una


prosperidad económica sin precedentes. Él vendrá en su presencia manifiesta para morar
en Jerusalén. El Señor se ocupará seriamente de las naciones que han oprimido a Israel.
Un cumplimiento parcial de este pasaje pudo haberse visto en la prosperidad limitada
que Israel experimentó en los días de Herodes el grande, y nuevamente a partir de 1948.
Sin embargo, la prosperidad y la extensión de la población gozadas en estos períodos
son mucho más limitadas que las que se predicen aquí. Además, la población en Israel
siempre ha tenido que ocuparse del temor hacia sus enemigos.

Zacarías 3: La misericordia de Dios es mayor que la profundidad del pecado de Israel.


La autoridad de Israel como reino de sacerdotes se restaurará completamente cuando el
Señor limpie totalmente a la nación entera a través de la obra del Mesías, y restaure su
autoridad sacerdotal para ministrar delante de Él. En los días de Zorobabel y de Josué
(516 a.C.), Dios le restauró el templo y el ministerio sacerdotal a Israel, a pesar de la
gravedad de su pecado anterior. La salvación nacional de Israel depende de su
aceptación nacional hacia la obra expiatoria de Jesús (Zac. 3:9; cf. de 12:10. Rom.10:
12; 11:26).

Zacarías 4: Dios restaurará el ministerio de Israel a manera de testimonio de Su gloria a


las naciones, como una lámpara brillante y ardiente, en los últimos tiempos,
especialmente en el ministerio de los dos testigos (Ap. 11:3-6). El ministerio de Israel
como reino de sacerdotes fue restaurado parcialmente en los días de Zorobabel cuando
el templo fue reconstruido, y el ministerio sacerdotal restaurado. Sin embargo, la
presencia manifiesta de Dios no volvió a ese templo reconstruido.

Zacarías 5: Dios purificará a Israel en los últimos tiempos al juzgar y quitar toda la
maldad en la tierra. En cambio, la maldad vendrá a plenitud en la tierra de Sinar
(Babilonia). Israel fue limpiado de abierta adoración idólatra después del regreso a la
tierra en el 536 a.C. Sin embargo, el pecado de Israel nunca se ha tratado totalmente de
la manera prevista aquí. Esta profecía se habló en los días decadentes de la Babilonia
antigua (519 a.C.), sin embargo, se predijo un resurgimiento futuro de esa ciudad como
el lugar de habitación de la maldad (Ap. 17-18).
Zacarías 6: El señor juzgará a todos los enemigos de Israel y establecerá a Jesús como
Rey sobre la tierra. Jesús reconstruirá el templo de Jerusalén y gobernará la tierra desde
ahí.

Zacarías 8: Dios restaurará completamente a Israel en cada dimensión: espiritual,


agricultural, física y financieramente, junto con la provisión para su seguridad, mientras
Jerusalén se convierte en el centro global de adoración de la tierra. Relativa prosperidad
regresó a Jerusalén después de los días de Nehemías (444 A.C.) hasta la dispersión en el
70 d.C.

Zacarías 9: Como Príncipe de Paz, Jesús liberará a Israel de todas las guerras futuras, al
establecer paz y prosperidad en el mundo, bajo Su liderazgo desde Jerusalén. Esta
profecía pudo haber tenido un cumplimiento parcial en las conquistas de Alejandro el
Grande (332 a.C.), y en la liberación de Jerusalén en los días de Antíoco Epifanio IV
(167-165 a.C.), quien prefigura al anticristo. El cumplimiento final de este pasaje dará
lugar a que Israel nunca más sufra en las manos de un opresor (v. 8).

Zacarías 10: Se describe la destrucción de todos los enemigos de Israel bajo el


liderazgo de Jesús. Habrá un crecimiento masivo de la población mientras Jesús salva a
la nación entera y trae a muchos de regreso a la tierra. Esto se ha cumplido parcialmente
desde 1948.

Zacarías 12: En los últimos tiempos habrá un sitio frustrado contra Jerusalén, realizado
por todas las naciones de la tierra, el cual dará lugar a su destrucción. Jesús defenderá a
Israel en la batalla de Jerusalén mientras éste regresa sinceramente al Señor en un día
nacional del arrepentimiento, en el cual reconoce a Jesús como su Mesías.

Zacarías 13: Una gran limpieza vendrá a Israel después de la gran tribulación, en la
cual dos tercios del pueblo judío será asesinado y una mitad será preservado.

Zacarías 14: Mientras las naciones se reúnen contra Jerusalén, Jesús volverá a la tierra
para pelear a favor de Israel. Las aguas vivas fluirán de una Jerusalén restaurada que
trae vida a la tierra. Jerusalén se establecerá como centro global de adoración que es
santo para el Señor.

Malaquías 3: El señor levantará ministerios precursores a fin de preparar a su pueblo y


las naciones para la segunda venida de Jesús. Esta profecía se cumplió parcialmente en
Juan el Bautista como precursor que preparó el camino de Jesús en la primera venida
(Mt. 11:10, Mr 1:2, Lc. 7:27). El ministerio de Juan no dio lugar al último juicio ni a la
purificación de Israel que Malaquías describe en este capítulo.

Malaquías 4: Malaquías describe la venida de Elías como el último ministerio


precursor que hará volver los corazones de los padres a los hijos antes de la segunda
venida de Jesús. Hubo un cumplimiento parcial de esto en el ministerio de Juan el
Bautista que vino en el espíritu y poder de Elías (Lc. 1:17).

EL pacto abrhámico

El pacto de Dios con Abraham e Israel se observa principalmente en cinco pasajes:


Génesis 12:1 - 3; 13:14 - 17; 15:4-21; 17:1-21; 22:15 - 18). El pacto también se
confirmó entre Dios y Jacob (Gn. 26:1-4; 28:10 - 14; 35:9-12; 48:3-4). Dios le prometió
a Abraham que haría de el una gran nación (Gn. 12:2; 13:16; 15:4-5; 17:6) y que sus
descendientes naturales, el pueblo de Israel, poseerían la tierra de Canaán para siempre
(Gn. 12:7; 13:14 - 15, 17; 15:7; 17:8). Esto da lugar a una gran bendición sobre la tierra
entera (Gn. 12:3; 22:18; 28:14). El hecho de que Dios les haya prometido a los
descendientes naturales de Abraham (Israel étnico) la tierra de Canaán para siempre,
como un pacto eterno, significa que Israel nunca perecerá como pueblo. Si Israel
pereciera como nación, entonces no podría poseer la tierra para siempre, y el pacto
abrahámico no podría ser eterno.

Algunas partes del pacto abrahámico ya se han cumplido. Por ejemplo, Dios bendijo a
Abraham con gran riqueza y otras bendiciones en el transcurso de su vida (Gn. 24:1,
35), asimismo ha hecho que su nombre sea grande entre las naciones, y le ha dado una
multitud de descendientes naturales. Después de 400 años de esclavitud, Dios les dio la
tierra de Canaán a los descendientes de Abraham y nunca han perecido como un pueblo
étnico, distinto. Por medio de la muerte de Jesús, un descendiente de Abraham, una gran
bendición ha estado disponible para todas las naciones de la tierra a través de Su muerte
y resurrección. Dios les dio la tierra de Canaán por posesión eterna, a los descendientes
naturales de Abraham (Gn. 17:8).

El pacto davínico

El pacto davínico se registra en 2 Samuel 7:11 - 16 y en 1 Crónicas 17:10 - 15. Hay


muchos otros pasajes que se refieren al pacto de Dios con David (2 Sam. 23:5; 2 Cr.
7:18; 21:7; Sal. 89:3 - 4, 28-29, 34-37; Jer. 33:19 - 26). Dios le prometió a David un
linaje, un trono y un reino para siempre. Jesús se sentará eternamente en el trono de
David en Jerusalén. El reino de David fue la tierra y la gente natural de Israel. Mientras
que por una parte, es claro que Jesús ya está ejercitando Su gobierno y Su autoridad real
al sentarse a la diestra del Padre en cielo, la Biblia indica que Jesús también satisfará las
promesas de Dios a David al gobernar sobre un reino natural en el futuro en esta tierra
actual.

fechas importantes en la historia profética de israel

721 a.C.: Las diez tribus fueron deportadas de Israel por Asiria bajo Sargon (2 R. 17).
Nunca volvieron a la tierra. Los líderes asirios mencionados en el Antiguo Testamento
son Tiglat-Piléser (2 R. 15-16), Salmanasar(2 R. 17-18), Senaquerib (2 R. 18-19; 2 Cr.
32; Is. 36-37), y Sargon (Is. 20).

701 a.C.: Asiria bajo Senaquerib invade Judá (reino meridional) durante el reinado de
Ezequías, pero fracasa al tomar Jerusalén (2 Reyes 18-19; 2 Cr. 32:1 - 23; Is. 9:1).

612 a.C.: Asiria es derrocada y cae su ciudad capital, Nínive, como lo profetizó Nahúm.
Babilonia se convierte en el nuevo prominente imperio en Medio Oriente.

606 a.C.: El rey Nabuconodosor de Babilonia invade Jerusalén y toma prisioneros a


muchos judíos.

597 a.C.: Nabuconodosor saquea Jerusalén y a su templo, y lleva a cerca de 10,000


israelitas como prisioneros a Babilonia.
586 a.C.: Jerusalén es invadida otra vez por Nabuconodosor y el templo es destruido.
Se lleva todavía más cautivos a Babilonia. Comienza la diáspora, o la dispersión del
pueblo de Dios. (Dt. 28:41, 49, 64; Jer. 25:9, 12; 22:7; 27:6; 43:10; Hab. 1:5-7).

539 a.C.: El imperio babilónico es derrocado por los persas bajo el rey Ciro.

536 a.C.: Los judíos vuelven a Jerusalén con el permiso del rey Ciro. Zorobabel
conduce 50,000 judíos de Babilonia de regreso a Jerusalén para construir un templo
nuevo (2 Cr. 36:22; Is. 44:24 - 45: 4).

520 516 a.C.: Se concluyó el templo bajo el ministerio profético de Hagai y Zacarías.

175–165 a.C.: El líder sirio Antíoco Epifanio adquiere control sobre Jerusalén. Los
judíos ganan independencia de su gobierno opresivo en el 167 d.C., culminando en su
reconocimiento como reino por el senado romano en el 139 d.C. Israel sigue siendo
independiente por 100 años hasta llegar directamente a estar bajo el gobierno romano en
el 37 A.C.

70 d.C.: Roma incendió Jerusalén y su templo, tal como lo profetizó Jesús (Mt. 24; Mr.
13; Lc. 21).

135 d.C.: Jerusalén fue destruida completamente por Roma bajo Adriano. Mataron a
580,000 judíos y se les prohibió regresar a la ciudad.

1940´s: Los nazis matan a 6 millones de judíos.

1948: Israel se restablece como nación.

1967: Jerusalén es recobrada por Israel durante la guerra de los seis días.

los eventos del 70 d.c no cumplen las profecías de los últimos tiempos

Los acontecimientos del 70 d.C. no satisfacen las profecías de los últimos tiempos.
Jesús profetizó que la gran tribulación sería el tiempo más severo de la historia del
mundo. Sobrepasará a todas las demás épocas de crisis. Algunos buscan minimizar esta
profecía al reducirla al simbolismo o viéndola totalmente cumplida en el 70 d.C. La
gran tribulación será tan severa que Dios la acortará a tres años y medio para salvar a la
raza humana entera de ser físicamente aniquilada (Mt. 24:21 - 22). Un millón de
personas murieron en el 70 d.C. y en la Segunda Guerra Mundial, murieron 50 millones.
Ni en el 70 d.C. ni en la Segunda Guerra Mundial se estuvo cerca de que la existencia
de la raza humana se viera amenazada, tal como lo será en la gran tribulación, y ni el
uno ni el otro fue el peor periodo de la historia. Los acontecimientos del 70 d.C. fueron
claramente una predicción profética de la gran tribulación. Sin embargo, no satisficieron
la mayor parte de los detalles dados en la Escritura sobre la gran tribulación. Por
ejemplo, Jesús dijo que la gran tribulación no sucedería sino hasta después de que
viéramos la abominación desoladora, que da lugar a un número de muertes sin
precedente (Ap. 6:8; 9:15). Los detalles referentes a la abominación desoladora en
Apocalipsis13:11 - 18 incluyen a una imagen que habla, a la marca de la bestia, a una
grave herida sanada, a la adoración mundial obligatoria del anticristo y al profeta falso.
No se cumplió ninguno de estos detalles en la rebelión judía contra Roma (66-70 d.C.).
En esa crisis, Jerusalén y el segundo templo fueron destruidos en el 70 d.C. (Masada cae
en el 73 d.C.). Después, en la rebelión de Bar Kojba contra Roma (132-135 d.C.), los
judíos se rebelaron contra Roma de nueva cuenta, dando por resultado 500,000 judíos
asesinados y 1,000 pueblos destruidos. Israel fue conducido al exilio (la diáspora) y
Jerusalén fue reconstruida y renombrada como Aelia Capitolina.

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