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Plantas Medicinales

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Planta medicinal

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Hierbas medicinales en un mercado medieval localizado en Burgos, España.


Se denomina plantas medicinales a aquellas plantas que pueden utilizarse enteras o
por partes específicas para tratar enfermedades de personas o animales. La acción
terapéutica (alivio o mejora), se debe a sustancias químicas llamadas principios
activos1 que son considerados sustancias que ejercen sobre el organismo vivo, una
acción farmacológica, beneficiosa o perjudicial. El uso de las plantas en la
medicina tradicional se remonta a tiempos prehistóricos, pero la ciencia actual ha
permitido identificar, aislar y producir cientos de principios activos para la
elaboración de fármacos utilizados en el tratamiento de diversas enfermedades. Sin
embargo, el uso tradicional de plantas medicinales aún persiste, especialmente en
sociedades poco industrializadas con dificultades de acceso a medicamentos. Así, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) coordina una red para incentivar el uso
seguro y racional de la medicina tradicional, debido a que, en su mayoría, no toda
la planta medicinal suele ser benéfica al organismo, o simplemente el principio
activo debe de ser dosificado minuciosamente.2 La planta medicinal suele prepararse
de diferentes formas, en la medicina tradicional se utilizan en infusiones,
cocidas, en cataplasmas o en ensaladas para consumo directo. La tecnología
farmacéutica permite la aplicación de ciertos extractos de plantas medicinales en
presentaciones tipo cápsulas, comprimidos, cremas y jarabes.

Manuscrito del De materia medica de Dioscórides, mostrando las supuestas


propiedades medicinales de la mandrágora.
El uso de remedios de origen vegetal se remonta a la prehistoria , y fue una de las
formas más extendidas de medicina, en la que virtualmente todas las culturas
conocidas tienen evidencias del uso medicinal de algunas plantas. Si bien, el uso
de especies vegetales con fines terapéuticos es muy antigua, en un principio estuvo
ligado a la magia, cada población construyó sus creencias en un intento de
comprender su medio inmediato, algunas culturas hasta el día de hoy conservan estas
creencias y la ciencia ha venido a explicar críticamente cada planta cada extracto,
cada fórmula, hallando precisamente los principios activos responsables de la
actividad biológica. La industria farmacéutica actual se ha basado en los
conocimientos científicos modernos para la síntesis y elaboración de algunas
moléculas farmacológicas análogas a las presentes en ciertas especies vegetales, y
que muchas sustancias derivadas forman parte de los principios activos de
medicamentos modernos, como la célebre aspirina3 (producto de la corteza del sauce)
o la penicilina, que también es producto vegetal.

Además, el proceso de verificación científico ha ayudado a encontrar este tipo de


moléculas en varias especies vegetales usadas tradicionalmente como plantas
medicinales, explicando ciertas propiedades terapéuticas de estas, junto con
descubrir compuestos que pueden servir como base para el desarrollo de nuevos
medicamentos para distintas aplicaciones. Muchos de los fármacos empleados hoy en
día —como el opio, la quinina, la aspirina o la digital— replican sintéticamente o
aíslan los principios activos de moléculas iguales presentes en remedios vegetales
tradicionales usados incluso en épocas prehistóricas, aun sin conocimiento de sus
principios activos. Su origen persiste en las etimologías —como el ácido
salicílico, así llamado por extraerse de la corteza del sauce (Salix spp.) o la
digital, de la planta del mismo nombre.

Los médicos tradicionales Kallawayas procedentes de Khanlaya (Bolivia), acudieron a


tratar la epidemia de malaria desencadenada durante la construcción del Canal de
Panamá, cerca del año1888. Utilizaron preparados de corteza de quina (Cinchona
calisaya) para tratar la enfermedad.45
El consumo de plantas medicinales ha ido en aumento en los últimos años en todo el
mundo y es frecuente su empleo en combinación con medicamentos prescritos por los
médicos. Está extendida la falsa creencia de que los productos elaborados con base
en plantas son inocuos e incluso ventajosos por su supuesto carácter "natural", un
razonamiento poco compatible con el hecho de que su efecto terapéutico se achaque a
su contenido en principios activos con actividad farmacológica. Esta falsa
percepción se basa en la tradición de su uso en lugar de en estudios sistemáticos
que evalúen su seguridad, que por lo general no existen. Sin estos estudios,
únicamente pueden ser detectados aquellos riesgos evidentes, muy frecuentes y de
ocurrencia inmediata.6 Tóxicos y venenos, como pueden ser la cicuta, el cianuro,
las toxinas de las setas venenosas y el veneno de escorpión, son productos tan
naturales como la miel de abeja.7

Como cualquier medicamento, las plantas pueden provocar reacciones adversas,


intoxicación por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias. Se
han descrito interacciones de relevancia clínica entre plantas y medicamentos, por
lo que resulta imprescindible comunicar al médico el consumo de preparados
naturales. Es necesario el mismo control médico estricto con las plantas
medicinales que con los medicamentos de síntesis.689

Asimismo, se han notificado en los productos elaborados con base en plantas


medicinales problemas de confusión entre unas plantas y otras, además de
contaminación con pesticidas, metales pesados y medicamentos.6

La corteza del árbol de quina (Cinchona officinalis) contiene el alcaloide quinina.


Tradicionalmente utilizado para tratar malaria.
En 2004 el Ministerio de Sanidad y Consumo de España, mediante la Orden
SCO/190/2004, de 28 de enero, por la que se establecía la lista de plantas cuya
venta al público quedaba prohibida o restringida por razón de su toxicidad,
pretendió realizar una transposición de la lista de plantas publicada por la
Comunidad Europea el 26 de octubre de 1992, en la que además añadía 50 plantas (de
147 a 197). Tras recurso contencioso administrativo interpuesto por la Asociación
española de Fabricantes de preparados, alimentos especiales, dietéticos y plantas
medicinales (Afepadi),10 dicha orden fue anulada en junio de 2005,11 debido a un
vicio sustancial de procedimiento, por haberse omitido en su elaboración el trámite
obligatorio de comunicación a la Comisión Europea.10 La Ley 29/2006, de 26 de
julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios,
atribuye competencia al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad para
elaborar un listado de plantas cuya venta libre al público estará restringida o
prohibida debido a su toxicidad, si bien por el momento no se ha conseguido
desarrollar dicho punto.12

En 2012 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en


inglés) publicó un compendio de especies vegetales que contienen sustancias de
posible riesgo o preocupación para la salud humana cuando son utilizadas en
alimentos o complementos alimenticios, que actualiza un listado previo de abril de
2009.13

Índice
1 Historia
1.1 Historia
1.2 Antigüedad
1.3 Edad media
1.4 Edad moderna temprana
1.5 Siglos XIX y XX
2 Elementos medicinales: bases fitoquímicas
2.1 Alcaloides
2.2 Glicósidos
2.3 Polifenoles
2.4 Terpenos
3 Preparación y administración
4 Extracción de principios activos
5 Investigación y síntesis
6 Biodiversidad
7 Uso clínico: factores limitantes
8 Anexos y temas relacionados
9 Notas
10 Referencias
11 Bibliografía
Historia
Historia
Las plantas fueron utilizadas desde tiempos históricos como medicinas, aunque no
necesariamente con efectividad. Las especias fueron en parte utilizadas para
contrarrestar el deterioro de alimentos causado por bacterias, especialmente en
climas cálidos1415 y especialmente la carne, que es uno de los alimentos que se
deterioran con más rapidez.16 Las angiospermas (plantas con flores) fueron
originalmente la principal fuente de plantas medicinales.17 Los asentamientos
humanos estaban frecuentemente rodeados por malezas que se utilizaban como plantas
medicinales, tales como diente de león, ortiga y pamplinas.1819 Se encontraron
muestras de plantas en lugares de entierro prehistóricos, lo cual aporta evidencia
de que la gente ya tenía conocimiento del uso de plantas medicinales en el
Paleolítico. Por ejemplo, en el lugar de entierro de Neanderthales, Shanidar IV, en
el norte de Irak, que data de hace 60.000 años, se encontraron grandes cantidades
de polen de 8 especies de plantas, 7 de ellas utilizadas en la actualidad como
plantas medicinales.20 Por otra parte, un hongo tipo seta fue encontrado en efectos
personales del hombre de las nieves Ötzi, cuyo cuerpo fue congelado en los Alpes de
Ötztal por más de 5000 años. Este hongo probablemente fue usado contra parásitos
tricocéfalos (triquina).21

Antigüedad
En la antigua Sumeria, cientos de plantas medicinales incluyendo mirra y opio están
listadas en tabletas de arcilla. En el antiguo Egipto, los papiros de Ebers listan
más de 800 plantas medicinales, tales como el aloe, cannabis, ricino, enebro y
mandrágora.22 La medicina ayurvédica, como se documenta en el Athara Veda, el Rig
Veda y el Suruta Samhita, ha usado cientos de hierbas y especias farmacológicamente
activas, como por ejemplo la cúrcuma que contiene curcumina.2324 La farmacopea
china registra plantas medicinales en el Shennong Ben Cao Jing, que incluyen
chaulmoogra para tratar lepra, efedra y cáñamo.22 Esta se expandió en la dinastía
Tang.25 En el siglo IV antes de Cristo, Teofrasto, discípulo de Aristóteles,
escribió el primer texto de botánica sistemática, llamado Historia plantarum.26 En
el siglo I después de Cristo, el médico griego Pedanías Dioscorides documentó más
de 1000 recetas de medicinas con base en más de 600 plantas medicinales, en De
materia medica. Este documento siguió siendo la referencia autorizada sobre
herboristería por más de 1500 años, hasta el siglo XVII.27

Edad media
En la edad media temprana, los monasterios Benedictinos preservaron el conocimiento
médico en Europa, tanto traduciendo y copiando textos clásicos, como manteniendo
jardines de hierbas.2829 Hildegard de Bingen escribió Causae et Curae (Causas y
Curas) en medicina.30 En la edad de oro del Islam, académicos tradujeron muchos
textos clásicos griegos al árabe, añadiendo sus propios comentarios. Entre estos
textos está De materia medica de Dioscorides. La herboristería prosperó en el mundo
islámico, particularmente en Bagdad y en el Al-Ándalus. Entre muchos trabajos sobre
plantas medicinales, destacan los de Abulcasis de Córdoba (936-1013) que escribió
El libro de simples, y de Ibn Al-Baitar (1197-1248) que registró cientos de plantas
medicinales en su libro Corpus of Simples, algunas de ellas incluyen Aconitum, nuez
vómica y tamarindo. Avicenna compiló muchas plantas en la enciclopedia El Canon de
Medicina, que fue completado en el año 1025.31 Además, Abu-Rayhan Biruni,32 Ibn
Zuhr,33 Pedro de España y John de San Amand escribieron farmacopeas.34

Edad moderna temprana


Este periodo vivió el florecimiento de las hierbas ilustradas a través de Europa,
empezando con la enciclopedia ilustrada Grete Herball (El gran herbario) en 1526.
John Gerard escribió El herbario o Historia General de las Plantas en 1597, basado
en Rembert Dodoens. Nicholas Culpeper publicó The English Physician Enlarged (El
médico inglés ampliado). Muchas plantas medicinales nuevas llegaron a Europa como
productos de las exploraciones. El intercambio colombino permitió la transferencia
de ganado, cultivos y tecnología entre el viejo mundo y las Américas durante los
siglos XV y XVI. Las plantas que llegaron a las Américas incluyen al ajo, jengibre
y cúrcuma; mientras que otras como el tabaco, café y coca viajaron en la otra
dirección.3536 El Códice De la Cruz-Badiano del siglo XVI describe las hierbas
medicinales de América Central.37

Siglos XIX y XX
El lugar de las plantas medicinales en la medicina del siglo XIX fue radicalmente
alterado con las aplicaciones del análisis químico. Los alcaloides fueron aislados
de una serie de plantas, empezando por la morfina, extraído de la amapola (Papaver
somniferum) en 1806; posteriormente se aisló la quinina del árbol de la quina y así
muchos otros. Con el progreso de la química, nuevas clases de substancia
farmacológicamente activas fueron descubiertas en diversas plantas medicinales. La
comercialización de alcaloides extraídos y purificados de plantas empezó en 1826
con la compañía Merck. En el siglo XIX, empezó a acrecentarse notablemente la
preferencia por alcaloides y glicósidos purificados sobre el uso de plantas
enteras.38 La primera síntesis de una substancia descubierta en una planta fue la
del ácido salicílico en 1853.39 El descubrimiento de drogas de plantas continuó
siendo importante a lo largo del siglo XX. Por ejemplo, se descubrieron importantes
drogas anti cáncer de tejo y vinca de Madagascar.39 Actualmente, la plantas siguen
siendo una de las fuentes más importantes para el descubrimiento y desarrollo de
fármacos.

Elementos medicinales: bases fitoquímicas


Todas las plantas producen compuestos químicos que les confieren ventajas
evolutivas, por ejemplo defensa de herbívoros y parásitos y otras resumidas en la
siguiente tabla:

Tabla 1. Ventajas evolutivas y funciones ecológicas de los compuestos químicos


producidos por las plantas (fitoquímicos)40
Defensa contra depredadores (herbívoros) y patógenos
Interacción planta - insecto (polinización): comunicación química mediante
feromonas y ecdisonas
Interacción planta - hongos: endofitos
Interacción planta - planta: alelopatía
Interacción planta - microorganismos: fitoalexinas

La Vinblastina es una droga para tratar ciertas clases de cáncer. Robert Noble y
Charles Thomas Beer aislaron la vinblastina de la planta de Catharanthus de
Madagascar.
Estos compuestos fitoquímicos tienen potencial uso como drogas . La digoxina, por
ejemplo, que se concentra en las hojas y flores de Digitalis purpurea como tóxico
para evitar su consumo por animales herbívoros, se emplea terapéuticamente como
inotrópico para los pacientes que padecen de arritmia cardíaca.41 Así, la
investigación científica sobre la composición y la actividad farmacológica de estos
compuestos presentes en las plantas, constituye la base científica para su
aplicación en la medicina moderna. Los principales grupos de compuestos
fitoquímicos con actividad farmacológica son los alcaloides, glicósidos,
polifenoles y terpenos.
La quinina era el principal compuesto empleado en el tratamiento de la malaria
hasta que fue sustituido por otros medicamentos sintéticos más eficaces. Se
encuentra en la corteza de la quina (Cinchona calisaya)
Alcaloides
Artículo principal: Alcaloide
Los alcaloides son compuestos químicos amargos, presentes en muchas plantas
medicinales.42 Este es un grupo muy diverso de moléculas con diferentes modos de
acción como drogas y se utilizan tanto de forma recreacional como farmacéutica. La
tabla 2 muestra algunos ejemplos de alcaloides y la planta medicinal que lo
produce.

Tabla 2. Algunos ejemplos de alcaloides de plantas medicinales


Planta medicinal alcaloide
Belladona (Atropa belladonna) Atropina, escopolamina, hiosciamina
Berberis y Mahonia Berberina
Café (Coffea) Cafeína
Coca (Erythroxylum coca) Cocaína
Ephedra Efedrina
Adormidera o amapola real (Papaver somniferum) Morfina, codeína, papaverina,
noscapina
Tabaco (Nicotiana tabacum) Nicotina
Rauwolfia serpentina Reserpina
Quina (Cinchona calisaya) Quinidina y quinina
Vinca minor Vincamine
Catharanthus roseus Vincristina
Glicósidos
Los glicósidos son otro grupo altamente diverso de moléculas sintetizadas por las
plantas, se caracterizan por la presencia de al menos un azúcar enlazado a otro
grupo funcional. Los glicósidos de mayor uso medicinal incluyen laxantes y
cardiotónicos. Por ejemplo, plantas como la senna, el ruibarbo y aloe producen
glicósidos laxantes.43 Las digitales (Digitalis) y Convallaria majalis sintetizan
potentes cardiotónicos que ayudan a los latidos cardíacos: digoxina y digitoxina.44
45 Además, estos pueden actuar como diuréticos.

El timol es uno de los principales componentes de los aceites esenciales del


tomillo (Thymus vulgaris) y orégano (Origanum majorana).
Polifenoles
Los polifenoles están ampliamente presentes en todo tipo de plantas. Tienen
diversas funciones como la defensa contra fitopatógenos y depredadores. Los
fitoestrógenos son compuestos fenólicos similares a las hormonas estrogénicas
humanas46 y las plantas que los producen se han administrado por centurias para
tratar desórdenes ginecológicos asociados a la fertilidad, menstruación y
menopausia. Estas plantas incluyen el hinojo, anís y algunas especies de los
géneros Pueraria, Angelica. Por otra parte, muchos extractos de polifenoles, tales
como extractos de semillas de uva u oliva, se venden como suplementos dietéticos y
cosméticos sin ninguna prueba o estamento legal que demuestre beneficios para la
salud.

Terpenos
Los terpenos y terpenoides se encuentran en una gran variedad de plantas
medicinales, incluyendo resinosas como las coníferas. Estas moléculas son
fuertemente aromáticas y su función en la naturaleza es repeler a los herbívoros.
Así, su olor los hace útiles aceites esenciales para perfumes. Uno de sus usos
medicinales, en el caso del timol, es antiséptico, y además fue usado como
vermífugo, es decir para combatir gusanos.
Preparación y administración

Infusión de hojas de coca (Erythroxylum coca) utilizado para tratar el "mal de


altura" en las zonas altas de los Andes, principalmente en Bolivia y Perú.
Las plantas medicinales se preparan47 y administran de diversas formas, la más
frecuente es la infusión, así, los principios activos se disuelve en agua mediante
una cocción más o menos larga. La tisana resultante se bebe; plantas empleadas de
este modo incluyen la tila (Tilia platyphyllos), cuyo principio activo es el
eugenol, la pasionaria (Passiflora edulis), cuyos principios activos incluyen el
harmol y el harmano, o el mismo café (Coffea arabica), cuya infusión contiene
cafeína. También se pueden administrar en tinturas, comiendo directamente,
inhalando el humo de su combustión, tópicamentenota 1 como emplastos,nota 2
cataplasmas y otras como se describe a continuación:

Infusión. Es la forma de preparación más frecuente y sencilla, se le denomina


también apagado o té. Forma parte de una cultura de consumo de hierbas aromáticas
que se usan no solo para fines medicinales. Consiste en poner en contacto las
partes de las plantas con agua hirviendo por unos minutos, dejando que se enfríe
progresivamente. Al no usarse calor directo, garantiza que sus partes no sufren
deterioro. Más frecuentemente se usa para las partes blandas de las plantas como
hojas y flores.
Cataplasma y emplastos. Se preparan machacando la parte de la planta que contiene
las propiedades curativas que se pretende usar, se puede llegar a calentar y se
aplica directamente sobre el área afectada que se quiere tratar. Para preparar el
emplasto se puede mezclar la parte de la planta a utilizar con una harina, arcilla
o similar logrando una pasta que se aplica sobre el área afectada, al igual que la
cataplasma. No obstante el emplasto también se puede aplicar solo con la planta
resultado de la cocción.[cita requerida]
Cocimiento. Se prepara hirviendo durante algunos minutos (del orden de los cinco
minutos) la planta y luego se filtra. Debe verificarse que el calor no afecte o
destruya los principios activos. Esta forma de usarse es apropiada en general para
las partes duras de la planta, como son: troncos, raíces, cortezas y semilla. Las
semillas tienen que dejarse en la sombra durante tres días.
Compresa. Es una preparación similar a la cataplasma, pero en este caso en lugar de
aplicar la planta directamente, se utiliza una extracción acuosa, aplicada a un
paño o toalla. Las compresas pueden ser calientes, generalmente aplicadas en el
caso de inflamaciones y abscesos; o bien frías, preferibles para tratar casos de
cefalea o conjuntivitis.
Ensalada. Es una forma de ingerir las hierbas medicinales en una forma directa, sin
ninguna modificación o transformación consecuencia del procesamiento. Se lavan y
desinfectan las partes de la planta que se piensa ingerir, y se prepara como una
ensalada tradicional, eventualmente mezclándola con otras verduras o vegetales,
sazonándolo sal, aceite de oliva y vinagre o limón. La base de la gran mayoría de
las ensaladas suele ser una verdura cruda de hoja verde. Inclusive hace no muchos
años, en la cocina eso se reducía prácticamente a la clásica lechuga (Lactuca
sativa) que se puede consumir todo el año.
Gargarismo o enjuague. Es la aplicación de un líquido a la cavidad bucal. Se usa
para lograr la acción local en la boca y/o garganta y así limpiar de secreciones,
bacterias e impurezas estas áreas. Puede usarse para prevenir infecciones bucales o
respiratorias. Para prepararse el líquido puede usarse una infusión, un cocimiento
o un jugo de la planta.
Jarabes. Se preparan extrayendo con agua los componentes activos o medicinales de
la planta y disolviendo luego en esta una gran cantidad de azúcar o miel como
preservante. Puede prepararse a partir de extractos hidroalcohólicos, conservarse
por períodos largos y se le suele dar un sabor agradable para facilitar su
administración a los niños. La preparación se inicia en forma semejante a la
infusión, pero se deja reposar algunas horas y luego se filtra el líquido, se
agrega el azúcar o la miel, se diluye y se lleva a hervir algunos minutos para
coagular las sustancias albuminosas, luego se cuela y se guarda en botella o frasco
de color ámbar, se etiqueta y se guarda (hasta 30 días) en lugar limpio y protegido
del calor y de la luz.
Jugos. Se obtienen al exprimir o licuar las plantas frescas o sus frutos. En
algunos casos, sobre todo para tubérculos o raíces se recomienda ponerlos en remojo
durante un período de ocho a doce horas antes de exprimirlos.
Lavados. Es la aplicación de infusiones, cocimientos o tinturas diluidas para
tratar tópicamente afecciones externas localizadas, como heridas, llagas, úlceras,
hemorroides, vaginitis y otras afecciones de la piel o de las mucosas.
Lavativa o enema. Es la aplicación de un preparado que se introduce a través del
ano con una técnica especial, para la cual el que la aplica debe estar capacitado.
Se aplica preferiblemente en ayunas y el paciente debe permanecer acostado, durante
la aplicación y durante un tiempo de por lo menos una hora después de la
aplicación.
Polvos. Los polvos se obtienen pulverizando la planta seca, el material puede ser
retriturado y tamizado varias veces, hasta alcanzar el tamaño deseado de las
partículas. Los polvos vegetales son fáciles de manejar, formular y acondicionarlos
en preparados fitofarmacéuticos, a través del mezclado, encapsulado y de la
compresión. Existen dudas acerca de la biodisponibilidad de los principios activos
medicinales extraíbles naturalmente de polvos de plantas secas que toman en
cápsulas o tabletas, ya que la absorción en esta forma es mínima. Se puede aumentar
la absorción diluyendo los polvos en líquidos o mezclándolos en alimentos sólidos.
Tintura. Se obtiene dejando en contacto la parte de la planta seca a utilizar, con
una mezcla de alcohol al 40% en agua durante tres a cinco días, con agitación
diaria y filtración. Las tinturas se usan de base para la formación de elixires que
contienen mezclas de varias plantas y sustancias estabilizantes como el glicerol.
Tienen la ventaja de ser más estables y de fácil dosificación.
Vapores. Los vapores de ciertas plantas, emitidos por la acción del calor, son
utilizados para el tratamiento de las afecciones del aparato respiratorio.
Preparados fitofarmacéuticos. Los extractos obtenidos industrialmente deben reunir
al menos cinco aspectos: la materia médica, donde se encuentran los principios
activos debe ser adecuadamente molida, la extracción debe efectuarse con el
disolvente adecuado, puede extraerse por maceración o percolación, la concentración
debe ser por un método que no afecte el principio activo y algunas drogas requieren
tratamientos preliminares antes de usarse. Con extractos procesados es posible
hacer preparados fitofarmacéuticos que son más fáciles de dosificar, tales como
formas sólidas (tabletas, grageas, tabletas efervescentes, cápsulas de gelatina
dura, gránulos), formas líquidas (jarabes, gotas, soluciones, suspensiones en
cápsulas de gelatina suave) y formas para uso local (cremas ungüentos, pomadas,
geles, colirios y supositorios).
Extracción de principios activos
La administración de las plantas medicinales y de los productos derivados de estas
debe estar acompañada de los máximos cuidados, para garantizar el buen suceso del
tratamiento. Contrariamente a la creencia general, los mejores resultados no
siempre se obtienen con el uso de las plantas frescas o con preparaciones caseras.
El hacer extractos de plantas procesadas permite obtener los principios activos.48

La extracción de principios activos puede resumirse en seis etapas generales:49

Selección del material vegetal. Es decir, selección de las plantas o partes de


ellas (hojas, semillas, flores, cortezas, o raíces) que se someterán al estudio.
Extracción. El material vegetal es sometido a procesos de extracción de sus
compuestos químicos por diversas técnicas, convencionales y otras en desarrollo. La
extracción convencional es de tipo sólido-líquida, donde se utiliza agua o
solventes orgánicos como por ejemplo hexano, diclorometano, acetato de etilo y
metanol. Recientes técnicas de extracción denominadas no convencionales incluyen el
uso de microondas, utlrasonido, fluidos supercríticos, líquidos presurizados,
extracción hidrotrópica y extracción asistida por enzimas.
Ensayo biológico. Se determinan propiedades biológicas del extracto, por ejemplo
actividad contra bacterias, hongos, virus u otros patógenos. Además, se pueden
hacer pruebas bioquímicas in vitro, para determinar actividad inhibitoria de
determinadas enzimas, y actividad antioxidante.
Preparación de muestras. Los extractos crudos con actividad biológica se someten a
un tratamiento para eliminar substancias que podrían interferir con las etapas
posteriores de purificación de los principios activos. Así, en esta etapa se
eliminan substancias comunes como pigmentos, lípidos y taninos. Las técnicas más
utilizadas son líquido-líquido, extracción en fase sólida, cromatografía de
exclusión molecular y absorción en resinas macroporosas.
Purificación biodirigida. Las muestras pre-tratadas son complejas puesto que
contienen una mezcla de substancia de las cuales debe ser aislado el o los
principios activos. Para ello se integra una serie de técnicas de separación
(fraccionamiento), donde cada fracción obtenida se somete a pruebas de actividad
biológica de interés. Así, la purificación biodirigida implica repetitivos
fraccionamientos seguidos de ensayos biológicos hasta el aislamiento de los
compuestos puros de la actividad biológica de interés.
Determinación estructural. Los compuestos aislados y purificados se someten a
estudios instrumentales para elucidar sus estructuras moleculares. La
espectrometría de masas permite determinar la composición química, mientras que la
espectroscopía de resonancia magnética nuclear permite determinar los diferentes
enlaces químicos entre los átomos que constituyen las moléculas aisladas. Además,
se utilizan otras técnicas como la espectrofotometría ultravioleta e infrarroja.
Investigación y síntesis
Mientras la medicina herbal tradicional utilizaba partes o extractos vegetales, la
necesidad de comprender con precisión el uso de los distintos componentes, de
graduar con precisión la dosis empleada y de elaborar de manera estandarizada
fármacos homogéneos han llevado a que la mayoría de las drogas producidas por la
industria farmacéutica contengan solo el o los principios activos. En algunos
casos, estos aún se obtienen del procesamiento de las plantas medicinales; en otros
casos, estos se investigan para aislar el principio activo, y este se sintetiza
luego de manera artificial. La investigación de las propiedades medicinales de una
planta es una labor compleja, que abarca desde los informes etnográficos de los
etnólogos hasta el análisis de laboratorio de químicos y médicos.

Biodiversidad

Letrero en la entrada de la sección de plantas medicinales en el jardín botánico de


la UNAM, México.
Muchas especies medicinales identificadas científicamente solo recientemente
proceden de biomas amenazados. Existe una preocupación no desdeñable entre los
biólogos acerca del impacto que el crecimiento en el consumo de especies
posiblemente amenazadas produzca sobre la supervivencia de las mismas, y el estudio
del cultivo sostenible de las mismas es una preocupación importante.

Uso clínico: factores limitantes


Tradicionalmente, las plantas medicinales sirvieron como remedios para aliviar
síntomas o tratar enfermedades, con resultados dispares. Debido a su actividad
farmacológica, actuaban directamente sobre el organismo, produciendo cambios
significativos en su funcionamiento. En este sentido, estas plantas eran
estrictamente fármacos (o drogas) con capacidad de operar, alternativamente, como
remedios o venenos, dependiendo de las dosis, la oportunidad, la vía de
administración, la idoneidad de quien las indicaba, la constitución del sujeto
tratado, entre otros factores.

En el curso del siglo XIX, se aislaron los principios activos de las especies
vegetales con mayor impacto en la clínica médica. Hasta entonces, las limitaciones
intrínsecas de las fórmulas vegetales habían impedido la titulación de valores
óptimos para dosis activa mínima, margen de seguridad de la sustancia, y dosis
letal media. En este sentido, se veían incrementados los riesgos de sobredosis
agudas o intoxicación accidental. Lo mismo sucedía con la incidencia de reacciones
adversas imprevistas, por causa de alguno de los innumerables compuestos presentes
en los preparados naturales.

Incluso en la actualidad, persiste la predilección del público no especializado por


las formulaciones vegetales. No obstante, estudios sistemáticos han establecido de
manera concluyente la mayor fiabilidad de las moléculas aisladas. Para el caso de
sustratos vegetales administrados con fines terapéuticos, el perfil de eficacia y
seguridad es claramente desventajoso respecto del que cabe atribuir a sus
principios activos en forma pura.

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