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Helio Gallardo Seleccion de Articulos RFUCR

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LA REVOLUCION CUBANA: 1953 - 1962: DIEZ AÑOS

DE DESARROLLO IDEOLOGICO

Helio Gallardo

En un mundo contemporáneo signado por las contradiccionesopulencia - miseria, inhuma-


nidad - subhumanidad, capitalismo - socialismo, reifiwción - humanidad, y más específicamen-
te en una Iberoamérica en la que las estructuras de la neocolonización y del capitalismo depen-
diente han generado, desde 1960 a 1970, 50 millones más de hambrientos, 2 millones más de anal-
fabetos, 5 millones más de familias sin casa, en un continente con 2 5 millones de desocupados
que alcanzarán la cifra de 40 millones en 1980 (1 11, 181, en una Iberoamérica caracterizada por la
rnomtruosa desproporción que alcanza la distribución del ingreso nacional, en un continente en el
que la mitad de sus habitantes son campesinos pero en el que el latifundio comprende 370 millo-
nes de hectáreas itres veces la tierra agrícola de China! mientras 50 millones de hombres, mujeres
y niños, hambrientos, descalzos, analfabetos, componen la estructura subhumana del minifundio
y del trabajador sin tierra (1 11, 18- 19), en una Iberoamérica en la que el 5 %dela población de-
tenta el 33 % del ingreso total y en la que sólo Brad y México pueden exhibir un producto bruto
interno superior a la General Motors, en un continente en el que el 75 Zde las 40principales enti-
dades económicas de la región corresponden a las compañías transnacionalesl, en un continente,
en fin, que en la década de los setenta, y como resultado de las necesidades generadas por una nue-
m fase de integración del capital monopólico fundamentalmentede origen norteameriwno, debe
svporrar, en la casi totalidad de sus paises, regímenes militares antiwpulares que sostienen y re-
fuerzan la superexplotación del trabajo productivo y los nexos políticos de la dominación al mis-
mo tiempo que liquidan los derechos humanos y laborales, y que cierran o 'reestructuran' áreas
completas de la educación superior, despiden a cientos de miles de trabajadores de servicios y per-
siguen y encarcelan y asesinan toda intento de denuncia, defensa y protesta contra su actividad
criminal, en este conjunto de hombres, de instituciones y de pueblos que viven hoy trágicamente
el endurecimiento de un mundo que muere, la reflexión y correcta comprensión acerca del proceso
revolucionario cubano - realización de un pueblo que no posee fronteras geográficas con ningún
país socialista, que no aprovechó la coyuntura de una guerra mundial y que ideológicamente tran-
sitó desde el nacionalismo pequeño - burgués hacia la conciencia socialista proletaria (1 15,30 -
31) - constituyen tareas de primera importancia para la conciencia teóriw, polítiw ideológica y
militar e intelectual de nuestro mundo y, consecuente, para las tarea que él históricamente de-
manda.
Se rmta, por tanto, no sdlo del hecho general de que la Rewlucidn Cubana ha enseñado
"que la revolución es posible" y que "en el mundo contemporáneo no hay fuerzas capaces de
impedir el movimiento de liberación de los pueblos" como ha seiialado con fuerza y acertada-
mente su princip~l conductor (105, 4811, sino que el proceso n~wlucionariocubano ha indicado
bajo qu6 condiciones, cómo es posible la liberacidn; y ello no como una receta o estereotipo re
wlucionario - "la revolución no se exporta" (105,4811 - sino que bajo la forma de una práctica
revolucionaia cometa. La comprensidn politicamente correcta de esa práctica revolucionaria
concreta, de sus contradicciones, de su desarrollo, de sur necesidaáes y paribilidades, funda la
asuncidn redrica de ese mismo proceso e ilumina, por tanto, las condiciones y posibilidades de
futuras prácticas (historia o tsorfa general), como asimismo entrega lo especifico o v o p i o del
proceso rewlucionario cubano (historia o &orla regional).

Es hacia este mrácrer tedrico - p h i c o decisivo en el contexto ikroameriano q w apun-


ta V. Bambirra cuando seiiala que 'Toda revolución atrae sobre s l el intere mundial" y que, sin
embargo, han sido "las clases dominantes las que más se han preocupado de entender el fenóme-
no de la Revolución Cubana" mientras que "desde la perspectiva de la izquierda ( . . . 1 la Revolu-
.
ción Cubana surge como un nuevo laboratorio para el aprendizaje revolucionario ( . . ) pero que
en la mayor parte de los casos ni práctica ni teóricamente la izquierda ha sabido sacar el mejor
provecho de la experiencia revolucionaria cubana" (103, 17- 18). El presente trabajo se inscribe
dentro del marco de opinidn critica que refleja el estudio de Venia Bambirra. Su objeto especi-
fico es clarificar el desarrollo ideoldgico del proceso cubano a través del examen de las posiciones
de sus principales dirigentes en el contexto de su desarrollo hisrdrico como asimismo examinar al-
gunos de los principales criterios, tendencias y opiniones errdneas que al enjuiciar este proceso se
han generado. Nuestro estudio abarco centmlmenre el periodo 1953- 1962, es decir el período
que comprende la autodefensa de Fidel Casrro ante el Tribunal de Urgencia de Santbgo de Cuba,
documento conocido bajo el titulo La historia me absolverti (105,20-711. hsste la proclamacidn
de la Segunda Dedaración de b Habana (105,458 - 4861, respuesta cubana revolucionaria y so-
cialisra a la agresibn continental propiciada contra ella por el Gobierno de Estedos Unidos en Pun-
ta del Este.

La eleccidn de este periodo de diez aAos no es sbitrarh. La historia me absolverá como do-
cumento representa la culminacidn y al mismo tiempo el punto de ruptura con el nacionalismo
populista que, siendo de origen burgués, fue radicalizado por el liderazgo pequeiio - burgués y
que, por su influencia sobre el movimiento popular, provocb una serie de movimientospoliticos
y de convulsiones sociales en la década del 50. Tales fueron, por ejemplo, la rewlucidn boliviana
de 1952-53 y el derrocamiento de Pérez Jiménez en Venezuela (19581, como asimismo el intento
anriimperielisra de J m b o Ahenz en Guatemela (1951 - 54) (102,363). La historia me abrolw
d, P gran parte de la primera fase del proceso revolucionario cubano, se inscriben en este contexto
general pero al mismo tiempo la Rwolucidn Cubana significa la mdicalizacibn de los intentos de
rewlucibn nacional y su evolucidn hacia el socialismo. Como especificb el Che en agosto de 1961:
"La Revolución Cubana . . . es una revolución agraria, antifeudal y antiimperialina, que fue tram-
formdndose por imperio de su evolución interna y de las agresiones externas, en una revolución
social ina" ( l l B , 1, 3091, o, más especificamente y a propósito para el objeto de este trebejo, m
Natg para el estudio de la ideologla de la Revolución Cubana: "Antes del desembarco del
Gramma predominaba una mentalidad que hasta cierto punto pudiera llamarse subjetiva; confian-
za ciega en una rápida explosión popular, entusiasmo y fe en poder liquidar el poderfo batistiano
por un rápido alzamiento combinado con huelgas revolucionarias espontáneas y la subsiguiente
caída del dictador. El movimiento (26 de Julio) era el heredero directo del Partido Ortodoxo y su
Lema central 'Vergüenza contra dinero'. Es decir la honradez administrativa como la idea principal
del nuevo gobierno cubano" (109,/, 223). Es desde esta subjetividad pequeño - burguesa, en gran
medida espontaneidista, voluntarista y elitista y, por ello mismo, sectaria, es desde esta conciencia
Ínmadura' pero al mismo tiempo de 'aprendizaje', como lo planteara F. Castro a los intelectuales
&nos en junio de 1961, que se genera el proceso revolucionario cubano; pero su realizadn se
forja en la dialéctica concreta entre esta voluntad y capacidad de aprendizaje de sus dirigente y sus
experiencias nacionales e internacionales en la lucha revolucionaria: económico - social, wlitica e
ideológica: es al// donde el proceso cubano se orienta hacia el socialismo. Señala el Ché: "Para Ile-
gar a esta 'idea final de nuestras metas, se caminó mucho y se cambió bastante. Paralelos a los suce-
sivos cambios cualitativos ocurridos en los frentes de batalla, corren los cambios de composición
social de nuestra guerrilla y también las transformaciones ideológicas de sus jefes. Porque cada uno
de estos procesos, de estos cambios, constituyen efectivamente un cambio de calidad en la compo-
sición, en la fuerza, en la madurez revolucionaria de nuestro ejército ( . . . ) Nunca antes como
ahora fue para nosotros tan claro el concepto de interacción. Pudimos sentir cómo esa interacción
ba madurando, enseñando nosotros la eficacia de la insurrección armada, la fuerza que tiene el
hombre cuando, para defenderse de otros hombres, tiene un arma en la mano y una decisión de
triunfo en la pupila y los campesinos, mostrando las artimañas de la Sierra, la fuerza que es necesa-
ria para vivir y triunfar en ella y .Ca dosis de tesón, de capacidad, de sacrificio, que es necesario te-
ner para poder llevar adelante el destino de un pueblo" 1109, /, 229). Antes ha indicado el Ché
J
que el aporte obrero al proceso ha sido su sentido de organización, su tendencia innata a la reunión
y a la unificación. Nutriéndose de estas capacidades populares objetivas, superando asísu aislacio-
nismo y sectarismo, se encaminará la vanguardia del proceso revolucionario cubano hacia su defi-
nición marxista - leninista, proletaria e internacionalista, posición admirablemente reflejada en las
tareas propuestas por la Segunda Declaración de La Habana: "Con lo grande que fue la epopeya d e
la independencia de America Latina, con lo heroica que fue aquella lucha, a la generación de lati-
noamericanos de hoy les ha tocado una epopeya mayor y más decisiva todavía para la humanidad.
Porque aquella lucha fue para librarse del poder colonial español, de una España decadente, inva-
dida por los ejércitos de Napoleón. Hoy le toca la lucha de liberación frente a la metrópoli impe-
rial más poderosa del mwido, frente a la fuerza más.importante del sistema imperialista mundial y
para prestarle a la humanidad un servicio todavla más grande del que le prestaron nuestros ante-
pasados. Pero esta lucha, más que aquella, la harán las masas, la harán los pueblos. Los pueblos van
a jugar un papel mucho más importante que entonces; los hombres, los dirigentes importan e irn-
portárán en esta lucha menos de lo que importaron en aquella. Esta epopeya que tenemos delante
la van a escribir las masas hambrientas de indios, de campesinos sin tierra, de obreros explotados,
la van a escribir las masas progresistas; los intelectuales honestos y brillantes que tanto abundan
en nuestras sufridas tierras de América Latina; lucha de masas y de ideas; epopeya que llevarán
adelante nuestros pueblos maltratados y despreciados por el imperialismo, nuestros pueblos des-
conocidos hasta hoy, que ya empiezan a quitarle el sueño" 1105,485).
Trece meses antes, el 1' de diciembre de 1961, se ha trazado, politia, y orgánicamente, el
problem del Partido (Partido Unido de la Revolucidn Socialista) revolucionario, Único instrumen-
to que permitiria al pueblo cubano recorrer "el único camino honrado, el Único camino leal que
podlamos seguir en nuestra patria, y acorde con la tradicibn de nuestros mambises, acorde con la
tradicibn de todos los que han luchado por el bien de nuestro país. Esa es el camino que hemos se-
guido: el camino de la lucha antiimperialista, el camino de la revolución socialista. Porque, ade-
mds, no cabla ninguna otra posición. Cualquiera otra posicibn era una posicibn falsa, una posicibn
absurda. Y nosotros nunca adoptaremos esa posicibn, nosotros jamás vacilaremos. iJamBsl"
(105, 4381. Es el camino entre esta decisidn inouebrantable por el socialismo y por las formas
orgBnicas que a 61 conducen y las primitives posiciones, fundamentalmente pequeilo - burgue-
sas,del Movimiento 26 de Julio, que intentamos mostrar y fundar en este trabajo.

Para ello, junto con el examen de los principeles documentos pol/tícos cubanos del periodo
y su ubicacibn histdrica recurriremos también al examen critico de algunas de las posiciones errd-
nms m8s difundidas en la interpretecibn de esta etape del proceso revolucionario cubano. Para
efectos prácticos hemos identificado estas posiciones con obras y autores concretos. Las posicio-
nes y criterios respecto del proceso cubano que examinamos son:

al La concepcibn reaccionario -burguesa (metafisico - democdtica) ex-da en la


obra de T. Draper, La revolución de Castro, mitos y realidada (1071.
bl La concepcidn heroica, pequeflo - burguesa, elitista y practicista (wluntarista) tal co-
mo es expmada por J. P. Sertre en Huradn sobre el azbcar (1 12).
c) La concepcidn denominada foquista, teorizada por R. Debray en sus ensayos sobre
América Latina. fundamentalmente en ¿Revolución en la revolución? (1061.
d) La concepcidn ultraortodoxa o ultraleninista presentede por M. Aguirre, D. Garcia e
1. Mona1 en El leninismo en 'La historia me &solverá' (101).

Desde luego la enumeracibn propuesta no implica una igual jeraquizacidn entre las divenss
interpretaciones ideolbgico - prBnicas respecto del proceso revolucionario cubano. Existe, por
ejemplo, una diferencia cwlitative - esrructurede fundamentalmente por el contexto y la inten-
cibn politica - entre los trabajos periodisticos de Theodore Draper p u b l i d o s inicialmente en En-
counter (1960) y en The New Lwder y destinados centralmente a servir de dlimento 'intelectual' y
refuerzo a la campafla masiva desatede en USA, Europa y Latinoamdria, en contra de la "comuni-
tición" de la rewlucidn cubana en la coyuntura del tránsito hacia el socialismo, y los trebejos pe- f
riodisticos de Jean-Paul Sertre apamcidos en Frmcrt-Soir, el peribdico de mayor circulscidn en 1
Francia, precisamente cuando el proceso revoluciociiiio cubano necesitaba ser conocido y difundi- 1
do (promovido) en su peculiaridad y en sus dificultades (1959). El objeto de nuestro trabajo criti-
C
1
m , no es, por unto, centralmente coyuntural sino el mostrar, de una parte, el canlcter vicioso y
m m r i e m e n t e f a l d o del pemmiento sedicentemente objetivista burgués (Draper), su incepeci-,
dad p r a recoger la riqueza de un proceso histdrico y, por otra pene, señalar los peligros y d e s ~ i a - ~
ciones pdcticm de izquierda y de derecha a que conduce una 'teorizacidn' incorrecta del proceso
revolucionario cubano.
THEODORE DRAPER: LA REVOLUCION TRAICIONADA

La tesis que T. Draper ofrece en su libro la revolución de Cirao: mitos y d i d a d a es ten-


cilla y fici l de sintetizar: "La rewlucibn cubana fue tm~mhlmendeuns rrevolucidn de la dsse me-
dia que despuk se ha utiliredo para d e s t ~ i resfa misma dae mediha (107,161. El libro mismo te
descompone en tres trabajos relacionados pero que poseen su propio objetivo central relativa-
mente autónomo. El primero de ellos, Lm dos mm-, es&á dedica& cerrtralrnente al tema
de l a 'traicibn' que ya hemos citado. El segundo, C6mo n, tu* 8 Catre, se propone conven-
eu de que el fracaso de la invasión a Bahla Cochinos fue el resultado de las contradicciones entre
d exilio cubano, la polltica y los aparatos represivos de norteamericanos; el tercero, Castro
r d comunismo, nos muestra cómo F. Castro, vlciima de sus propia debilidades, se ha entregado
i i comunismo: "Su misma inest&ilided e inwfichcia le hnn tuhado a los bnrzvs de los wmunrb-
m, a 10s que ha traspasado todas lespahncerdelpoderen h í X w ~ W ( 1 0 7 , 1 8 8 ) .Los mis-
rrpr títulos de la obra de Draper sirven para comprobar el cadcter proprpndfrtico y igititivo de
aa trabajos y, desde este punto de vista, por tratarse de textm co,- podrla uno pregun-
qu6 sentido tiene hoy examinar sus opiniones en general tan seRsladameme prejuiciedas y
tendenciosas. La respuesta acerca de la vigencia del t h j o de Dmper comprende diferentes nive-
les:

a) por desgracia la pregunta de si F. Castro en m s r x h (comunista o socialista) desde el


asalto al cuartel Moncada es una duda que todavla en 1976 asatta a la opinión media
e incluso respecto de la cual pude no existir daridmí en militantes de lar izquierdas
latinoamericanas. Se trata, por supuesto, de una fibi airrtión, de una inadecuada ma-
nera de acercarse a los procesos históricos pero, precisamente por eso, es necesario
mostrar la falsedad de b pregunta y su irrdauiar en tdrminor & 8nili.h histórico.

b) interesa destacar, por otra parte, algunos de b s meconianos de que se sirven los me-
di6s de comunicación, los trabajadores intdectwler y la ideologla dominante para
"probar", es decir falsear, desvirtuar y confundir b s hechos y, al mismo tiempo, pro-
mover y profundizar sus intereses, ame sus lectores - en el caso de Draper el mensa-
je no está dirigido a l público medio que recibió y recbe un mensaje más grosero y
centrado fundamentalmente en la reiteración machaconi de estereotipos sino que al
público europeo y norteamericano y a otros rectores de trsbsjadores intelectuales - y
de este modo avalar la corrección de sus criterios y .carrciones politicas.

A- El m revolucionario como traicibn

Ya hemos señalado que la tesis de Draper es semilla: "'la m l u á b n la m l i m n y la w n -


m&mn o-í ho-res y mujem de la clw medrí, pnpnmm en mmbre de todo al pueblo, des-
n k en el de los campeumpeunos
y ahora en el de los o b m s y -.nosa (107,50). Para reafirnmr
su tais Dmper reitera el hecho de que "Certm mkm era w repliei#rtnte idaal (de estas clases
ndias): h i p de un r h ternrteniente, unim?me-, & ~(107,15).
" Por otra parte: 'Ningu-
m de lor minRtrw de Cemo ha sido campesi~mo (107,48). '7odor ...
esmdkmn en
nr UnimPidsd, abunas en Uniwtsidader de lar Esta$os Midar, pvmdim de fam.lk de las da-
ses alta y media y habían llegado a ser o aspiraban a ser intelectuales o profesionales. Ni uno solo
de ellos representaba en ningún sentido a la clase campesina o al proletakio ni debía su pos¡-
ción a la fuerza o a la pmibn organizada de ars dases. Lo que eran se lo debien únicamente a Fi-
del Castro y sblo ante 41 eran responsables" (107,491. Desde esta caracterización de la dirigencia
administrativa y del principal llder del proceso revolucionario cubano, T. Draper concluye que
"La casi unanimidad con que el pueblo cubano acogib la victoria de Castro en enero de 1959 fue
el resultedo no solo de su heroica lucha y de su baha fascinante (sic), sino tambihn del consenso
pol/tico que parecia encarnar" (107,25). De hecho, para Draper "El verdedero vencedor de la lu-
cha no fue el 'ejbrcito campesino' de Castro sino el pueblo cubano en su totalidad (subrayado
nuestro) (107,201. Y este pueblo fue seducido por las promesas formuladas por Castro entre 1953
y 1958 (107, 21 -25) de volver a l esplritu de la Constitución de 1940 e impedir la corrupción que
la democracia había generado en el pasado (107,261. Por ello es que "lo menos que puede decirse
es que Castro prometió una revolución y rwlizó otra drstinta. La revolucibn que Castro prometid
fue indiscutiblemente traicionada" ( 107,26).

La traición de Castro, según Draper, no &lo se realizó contra el 'pueblo' sino que además es-
peclficamente fue una traición, 1) contra el Movimiento 26 de Julio (107,301; 2) contra el Ejbrci-
to Rebelde (107,31) y 3) contra los dirigentes del 26 de Julio (107,321.

Hasta aquí las tesis del especialista en polltica exterior norteamericana y conferencista en
Harvard. Veamos ahora los criterios en los que descansa su análisis de los hechos:

a) T. Draper confunde en cada ocasión 'origen de clase' con 'conciencia de clase' y 'posi-
ción de clase'. El origen de su confusión está en su incnpacidad pan ver Ir sodedad
como un conjunto dinámico de relaciones. Draper ve la sociedad, las formaciones so-
ciales, como entes naturales de modo que su pensamiento transita mediante la siguien-
te analogla: "Una rosa ,nace rosa y muere rosa; una mosca, nace mosca y muere mos-
ca; una piedra es siempre una piedra; por tanto un pequeno - burgués es siempre un
pequeno - burgués (o dase media como escribe Draper)". El anterior rmturalismo so-
cial de Draper descansa, en último tbrmino, en su mentalidad metaflsid que le impo-
sibilita reconocer y aceptar (y promover) el cambio. Dicho en términos politicos: es
la mentalidad reaccionaria de Draper la que le impide reconocer y comprender el
tránsito posible y realizable desde una concreta posición y práctica de clase a otra po-
sición y práctica de clase. Desde este punto de vista, por ejemplo, la Primera Interna-
cional (setiembre de 1864) no pudo haber sido una organización de la clase obrera eu-
ropea puesto que sus principales dirigentes fueron Marx y Engels, ambos representan-
tes de diferentes estratos de la pequeiia burguesía alemana.

Desde el punto de vista teórico, Draper maneja el concepto de clase social con ignoran-
cia absoluta de su marco de referencia. Su incapacidad para distinguir entre 'concien-
cia de clase' y 'picologla de clase', entre conciencia ideológica en una formación so-
cial y conciencia científica de esa misma formación le imposibilitan entender el trhn-
sito posible , en perlodos de crisis o mediante especlficas prácticas económico - so-
ciales o político - militares, de la falsa conciencia a la conciencia real, científica. Y es-
te es precisamente el proce8o que afecta a la dirigencia cubana: "Pare llegsr a esta idea
final de nuestns metas, se camind mucho y se cambib bastante. Paralelos a lossuce-
siws cambios cualitatiws ocurridos en los frentes de batalla, corren los cambios de
composicidn social de nuesrra guerrilla y tambidn les transfomwa'ones ideoldgicac de
..
sus jefes (. ) Nunca antes como ahora fue pera nosotros tan &m el concepto de in-
teraccidn" (109, 1, 229). Es decir precisamente la visión (y el proceso real) dialéctica
que Draper, desde sus anteojeras naturalistas y mecanicistas no puede asumir. Para Dra-
per no existe interaccibn, intercompenetración, entre individuo y grupo, entre lfder y
masa, entre combatientes y campesinos, entre polftica y milicia, entre las diferentes
fuerzas sociales, entre los diferentes partidos, entre la estructura regional de la econo-
mla cubana y su integración en el mercado mundial a travds del control noneamerica-
no. Y como es incapaz de advertir la concatenación, es decir la irrterscción permehen-
te, de este conjunto de estructuras regionales en el marco del desarrollo de la estructu-
ra global, para 61, entonces, todo cambio radical, todo salto cualitativo, es traición, c6-
moda y anticientlfica manera de calificar un fenómeno histórico cuando no lo enten-
demos y cuando disgusta o perturba nuestra subjetividad.

b) incapacitado el autor de i a revolución de Castro por su propio punto de partida ideo-


lógico'- teórico para entender el proceso histórico de la Revolución Cubana se ve
obligado a 'construir' una entelequia que le permita 'explicar' lo que es innegable: e l
hecho de la Revoluaón Cubana. Para ello recurre al concepto de 'dase media', híbrido
analltico sin ningún rango tdrico y que, usualmente, hace referencia a un conjunto
estadfstico generado por medidas como el ingreso per cápita, la profesión, los enu-
dios, etc. Dede luego, en este contexto de ambigüedad las virtudes y capacidades po-
tenciales de esta 'dme media' a la que tanto se mencione dentro de la ideologla domi-
nante por los medios de comunicación social y por los polfticos, constituyen &lo opi-
niones subjetivas de quienes interetadamente recurren a ella. (113, 24-27). Sin em-
bargo, en un estudio ya cl8sico, R. Stavenhagen ha mostrado, ademds, que la tesis de la
d m medir "sugiere por lo común la idea de una masa de poblecibn potencialmente
mayoritaria, mlurada principalmente en las capes bajes de la soa'edad, y que tarúe o
temprano ocupad por completo el unimrso s o c W ( 113,25). Lo que se desea sugerir,
con esta falacia, es que, tarde o temprano, ni las clases altas ni las bajas tendrdn impor-
tancia social y polltica. Este tipo de pensamiento - aunque pueda expresar un buen
deseo por parte de quienes aún reflexionen de buena fe - es a la vez erróneo y vaclo,
sin contenido histórico real. En nuestras sociedades no puede darse (de hecho no se
da) el crecimiento indefinido del mcmr terdino de la economía ni de la peque& y
mediano propiedad ni, por otra parte, este crecimiento serfa una garantla de desarro-
llo ni harla desaparecer las diferencias sociales y económicas generadas por las estruc-
turar del capitalismo dependiente. Incluso en palseZcorno Costa Rica, en donde la
ideologla de las 'dater medias' constituye un leit motiv, los informes oficiales des-
mienten reiterada y enfaticamente sus pseudo - contenidos.

Dede otra perspectiva, la ideologla de las drua medias oculta el hecho real de que en
la sociedad de organización capitalista los sectores medios - pequefia burguesfa pro-
pietaria y no propietaria - dependen económica, social e ideológicamente de las ca-
pas superiores y por lo tanto ven en el modo de vida de ellas sus propias metas de
existencia. Por esto mismo estdn usualmente muy lejos de ser nacionalistas; por el con-
trario, profesionales, pequeños y
quienes se desviven por la ropa y el tabaco

13 , ,' ocurnentacion ?,
des estrellas de cine en la metrópoli, etc. De hecho estos grupos, especialmente los que
gozan de mayores privilegios en la estructura social, suelen ser marcadamente anti-tra-
bajadores, es decir anti-nacionales y representan, corrientemente, el mb firme respal-
do para la dictaduras militares latinoamericsnar (113,261. En realidad las 'clases me-
dias' sugeridas por Draper como motor de la Revolución Cubana son por sus caracte-
rlsticas, esencialmente oportunistas y, por lo general, tendencialmente reaccionarias.
Probablemente lo que quiere decir Draper es que la crisis del modelo cubano de capi-
da del 50 de modo que en contraposición a la oligarqula habanera privilegiada - el
sector m8s rico de la alta burguesía nacional y extranjera, miembros de la aristocracia
obrera especialmente ligados a las tareas de la construcción y sectores peque60 - bur-
gueses y proletarios vinculados a las actividades parasitarias: hoteles de lujo, casinos,
prostitución, etc., se levantaba, en el reqo del pals, una pequeíía - burguesla y un pro-
letariado rural y urbano cada vez m8s excluido de los beneficios de la sociedad de con-
sumo habanera y cuyo malestar engrosaba el de los marginados habituales. Es esta si-
tuación la que describe F. Castro en b historia me absolver6: "Nosotros llamemos
.
pueblo a los seiscientos mil cubanos que e d n sin trabajo . . a los quinientos mil obre-
ros del campo que habitan en los bohlos miserables. . . a los cuatrocientos mil obre-
ros industriales y braceros cuyos retiros, todos, están desfalcados, cuyas conquism les
están artebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarter/es, cu-
yos salarios paren de las menos del patrón a las del garrotero, cuyo futuro es la rebaja
y el despido, cuya vida es el trabajo perenne y cuyo descanso es la tumba; a los cien
mil agricultores pequefios que viven y mueren trabajando en una tierra que no es su-
..
ya. a los treinta mil maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios
al destino mejor de las futuras generaciones. . . a los veinte mil pequeñas comerciantes
.
abrumados de deudas. . a los diez mil profesionales jdvenes. . . " (105,381. Es esta
situación de polarización originada en las estructuras del capitaiismo dependiente
-
agravadas crlticamente por la crisis' azucarera de la década del 50 (110, 255 308) la
que lleva a la radicalización a grupos urbanos de la pequeña burguesla cubana cuya
prdctica revolucionaria, en el marco de ese mismo capitalismo dependiente, les condu-
cirá necesariamente a la revolución socialista. En otras palabrp, los jóvenes heroicos
del asalto al cuartel Moncada van a aprender a trav6s de su lucha, interna y externa, a
trav6s de su relación con los trabajadores y con las orgsnizaciones y partidos de los tra-
bajadores y, despu6s, mediante el ejercicio del poder, que no existe vfa pequeño-bur-
guena o de 'clase media' que pueda remediar estructuralmente la miseria del pueblo cu-
bano y la injusticia social. Draper, que maneja mecánicamente sus conceptos y que
ademds falsea la situación económica y social de Cuba al momento de la rmlución
(107, 26-29) es incapaz de distinguir entre fue- rnotricea de la revolucibri (el pue-
blo descrito por Castro), su fuerza principal en la primera etapa ícampesindo) y la
fuem dirigente o vanguardia (pequeña - burguesla radicalizada).

Ello mismo lo lleva a manejar la noción burguesa de 'pueblo', abstracción que implica
la idea de un proyecto común de igual valor para todas las cl- uapar y categorlas
sociales de una formación social. Lo que existe, en verdad y per) a Draper, son rels
ciones de clases entre explotadores y explotados que desembocan en una situación re-
volucionaria que incluye el conflicto dialéctico tambidn al interior de los grupos revo-
lucionarios, conflicto que ir8 definiendo cuali?ativamente la diferentes fases del de-
sarrollo de esta etapa del procero revolucionario cubano.
Resta todavía por setialar una incongruencia en la argumentación abstracta y anallti-
ca, ambigua, con que Draper intenta presentar al proceso revolucionario cubano como
una revolución de la 'clase media'. Y ello es nada menos que su afirmación de que, en
realidad, e l poder de Batista se fundaba no en su ejdrcito sino en 'Ir d m media' (107,
291 de modo que, en Último tdrmino, el régimen de Batista se destruyó a s l mismo
(107, 201. Es este mismo nivel de abstracción metafisico e l que lleva a Draper a afir-
mar, en 1960, que "El mismo terror que Cestro utilizó contra Batista se está utilizando
ahora contra 81. Y Castro ha respondido con el contratemorismo, igual que hizo Batis-
ta en su d/a" (107,211. De lo que se infiere que Castro habrla de caer derrocado igual
que Batista, deseo algo neurótico de quienes estdn incapacitados por su concreta posi-
ción social para asumir el cardcter real de las fuerzas que realizan la historia y que mo-
vilizan a los pueblos4.

c1 otro punto que setiala hacia las bases ideológico-conservadoras e irracionacionalistas


desde las cuales se moviliza el andlisis de Draper es su comprerdión de lo histórico co-
l mo una r e d i d b n de individuos. En uno de los estudios bQicos de la Sociologla del

Conocimiento, K. Mannheim ha mostrado lar determinaciones sociales y politi- de


esta concepción de la historia (117, 175-208). Desde ella, Draper articula dos momen-
tos diferentes de su argumentación:

1. el proceso revolucionario cubano se ha transformado en la traición de un indivi-


duo que m representa a su pueblo ( 107,621 y

2. e l individuo en cuestión tiene caracterlstim personales que hacen de su trai-


ción un proceso natural, necemrio e irreversible.

Respecto de este segundo punto T. Draper caracteriza a F. Castro como traidor (107,
30-32 y otras), como equivalente a Hitier (107,331 y a Trujillo (107,351, como opor-
tunista, como entregodo a los comunistas (107, 1871, como títere del ChB (107,261,
etc. Un párrafo bastará para sintetizar los buenos deseos y la imparcialidad que Draper
usa en su caracterización de F. Castro: "En Cuba y a musa de Cuba, me temo que este-
mos viviendo de nuew muchos de los problemas que nos atormentaron durante la era
de Hitler y Stalin. Hitler no nos permitió nunca olvidar los crfmenes del tratado de
Versalles, las debilidades de la República de Weimr y los millones de parados Los bol-
chevique no nos permitieron nunca que olvidáramos el negro paredo arista, Por su
parte el "L~lierMdximo" no nos permite que olvidemos los mles del imperialismo,
las culpas de los anteriom gobiernos democdticos y la pobreza de los campesinos cu-
banos. Pero el Vengador del Tratado de Vemlles, el Enterrador de la RepClblica de
Weimr y el salvador de millones de parados era también un nihilista demonfeco que
impuso tal degradación a su propio pueblo y cometió tales atrocidades con otros que
su solo muerdo basta para enfermarnos" ( 107,1251.

La histeria propglandística generada por la coyuntura 'Cuba-socialista' lleva a afir-


mar a Draper que "Castro no se ha unido nunco a camas perdidas o abstractas" (107,
1891, curiosa manifestación de inversión ideológica que hace pensar que el asalto al
cuanel Moncada, la expedición del Gramma, la lucha en Sierra Maestra, la invasión de
Bahía Cochinos, por mencionar sólo episodios culminantes de la lucha a d a cubana,
fueron pic-oics dominicales de los boy-scouts.

Esto Úttimo podría parecer puramente folklórico o anecdótico. Sin embar~pla relación
entre los puntos 1 y 2, es decir la relación Clttro=tnic¡ón =irnvor8iMe, que hemos
señalado, es lo que permite insinuar y proponer entre llnesr el siguiente argumento de
gran vigencia en la decada del 60: la revolución cubana ha sido traicionada por un indi-
viduo irrecuperable en tBrminos morales y políticos; la posición correcta consiste, por
tamo, en diminw rl individuo. IDe este modo Ir solución económico-polítia del
Departamento de Estado es propuesta tambidn corno la rdud6n d d pueblo n o r t w w
nano1

Y no se crea que existe en el argumento anterior ninguna exageración. Draper mismo


explicita y promueve en su libro la terb del Depammento de Estado que -'curiosa-
mente'- es exacta a la' de BI: "LB regunda p d a de que se h q f a pmducido un cam-
bio fue el I l a d o 'Libro Blanw mbm Cuba' publicedo por el Departamento de Estb
do. Dicho documento definla el 'gran? y utyente denrf/o'que repr8ñ)ntdm la Cuba de
Cestm del siguiente modo: "'El reto es wntecuencie de qm, los dirigentes del dgimen
rewlucionario traicionamn a su pmp8 m l u c i d n , puriemn esa revolución en manos
de potencias extraflas al hemisferio y la trenrformemn en un inmvmento que m ha
empleado w n calculado efecro pan, aniquilar las esperanza de democracia qm, m h e
blan despmado de nuew en el pueblo cubano, y pan, intervenir en 10s#untos inter-
nos de 1 s otras Repúblices americsns' " ( 107.1 05- 106).

Creemos que con estas muestras bata para mostrar el car6cter interesadamente ideolo-
gizado con que los medios de c o m u n i ~ i ó nsocail y los trabajadores intelectuales del
imperialbmo y de las preudo - burguesías necionales han promovido y promueven
todavfa - 117 años después de su derrota militar y polftical - la cudi6n ¿Ha sido
siempre Cmro comunirtr?

B.- Algunas técnicas de desinfonnecidn

El segundo aspecto por el que el trabajo de Draper merece ser destacado lo constituye la po-
sibilidad de desenmascarar algunas de las técnicas de derinformeción que se emplean para entregar
a este tipo de discurso un tono objetivo que permita al lector ubicar al autor como un serio rnrliru
( ise trbta de un conferencista de Harvardl) del fenómeno estudiado y a ser receptivo, por tanto,
el mensaje ideológico-polltiw y a las ectividader prdcticas propuestas por el trabajo.

Daremos dos ejemplos de estas técnicas:

1) Ir infornuci6n estdlstkr - pretendidamente neutral - mezclad8 con proporkionm


concreto que apelan rl sentido comfin. Draper nos ofrece un paradigma de este gBne
ro de penuación y escamoteo: "Cimamente, la Cuba anterior a Csstro era un pa/s
w n graves problems sociales, pem erteba lejos de ser un pals campesino o incluso un
pa/s t/Hcamente subdesarrollado. Su población e n m8s U&M que rural: el 57 % nv/a
en les zonar urbanas y el 43 %en1,s mrales, con una fwrte tendencia a aumentar en
/W primeras (Estos daos ron extraldos de la Goognfla de Cubr escrita por A. ~úfle;
Jiménez, primer director del INRA). Aqmllos cuya subsiSrenda dependia de la &-
ovttum comitu/an aproxidanmnte el 40 Zde la poblscidn y más de la cuarta p m de
e#, 40 %ertebanddsificsdos en la caregor/a de agricultom y criadories. En 1954, la
renta nadond se divid/a del siguiente modo: la industria azuceren, en su arpecto
~ r / m ekindmdal, el 25 ;o t m cultivos agr/coler, el 13 % ;~ r i a industriar
s y el co-
.
mercio, el 40 1 ;el m o , el 21 % En 1964 $610 el 44 Zde la fuerza total de trebejo
e n agr/cola. El nivel de vide, bajo si se le compwa con el de Esredos Unidos y el de Eu-
ropa Ocddental, nrwrlteba alto en c o m p m i b n con el de Améria Latina. S610 rm
pa/ber, Venezmla, Atpmrine y Chile, superaban a Cuba en cuento renta per $pita. La
de Cuba era casi tan alta como la de Italia, y mucho más alta q w la del Jap6n. Cuba
ocup&a el quinto lugar entre los pa/ses latinoemericenospor lo que se refiere a la in-
durttia manufscturen, detrár del BmiL, Argentina, Mdxico y Chile. Cuba pose/a un au-
tombdl por d a 39 habianter (Argentina 1 por cada 6Q;Mdxico, 1 por cede 9 1; Brssil,
1 por cada 158) y una radio por cada cinco ídetds de la Argentina, con una radio
\
por cede tries pemner). Las turista cubanos podlan gmtw en los Estados Unidos
mir que los turistm norteamericana en Cuba (subrayado nuestro). Tnrc la segunda
guerra mundial, los intere~escubanos enn lo suficientemente fuertes como pare poder
comprar una p r t e substancial de la propiedad azucarera propiedad de norteamerice
nos, la cual descendib de un 70 ;! u 80 % en su punto culminante, alcanzado en los
dlw 3ü, a un 35 % en 1958, Un est/mulo gubernamental en favor de la "cubanizacibn"
h d r h reducido fácilmente este cifra a la mitad en corto plazo bajo un dgimen demo-
d t i c o a la a / d a de üathra" (107,2627).

No nos interesa, en este punto, senalar la falsedad de la imagen global que respecto de
Cuba en la década del 50 presenta Draper en este texto5. Lo interesante resulta el
procedimiento mediante el cual BI despliega sus datos y la imagen que desea crear: ne-
cesidad y p d b i l i d d de un régimen 'democrético' a la calda de Batista: en el lector.

En primer lugar, ya lo hemos sefialado, la referencia a los datos estadlsticos, a las cifras
datos permanentemente tenidos por objetivos por el lector medio. Pero, edemds, cifras
entregadas por el primer director del INRA, es decir por uno de los dirigentes del pro-
ceso revolucionario. Draper se guarda muy bien, eso sl, de señalar la fuente de los da-
tos estadísticos a travds de los cuales compara a Cuba con otros países, comparaciones
que deblan resultar sugestivas al lector europeo y noaeamericano (Italia, Japón). De
este modo cubre con la apariencia de la legitimidad y de la impugnación revoluciona-
rias (no cita tampoco correctamnte el texto del director del INRA de modo que resul-
ta imposible evaluar su fuente) todo, wr daos. Por supuesto, sus comparaciones son
abstractas: ingreso per cápita, número de automóviles por habitante, etc. Esta última
cifra, por ejemplo, que podrla usarse para indicar en ciena medida el standard de vida
en los palres industrializados, sólo dice del drenaje de diviur y del déficit de la balan-
za de pagos y del consumo suntuario, para el caro de una economla subdesarrollada del
capitalismo dependiente como era el caso de Cuba. Estas comparaciones, por tanto, no
dicen nada respecto de la situación real de existencia de las grandes mayorlas que 'ana-
liza'. Tampoco se refiere a que sus cifrss de diferentes prlodos abarcan distintos mo-
mentos del proceso mn6mico en su relación con el imperialismo y que reflejan más
que una mejorla econbmica un cambio en la relación estructural de dependencia. He-
mos subrayado la alwibn al interembio de turistm norteamericanas y cubanos y a la
proporción (posible) de su gasto porque esa frase muestra la cuidadosa planificacibn
del p h a f o y su evidente intención de desinformar. Lo que se dice para los turirtas cu-
banos en USA es valido para todas las oligarqulas de los palses del Tercer Mundo que
pueden pasar sus vacaciones en Europa o USA. ¡Pero dede luego ello no dice nada res-
pecto del caracter saludable de estas economlas sino &lo de la mala distribución del
ingreso y de la insolencia despilfarradora de estas pseudo-burgueslesl

nuestro segundo ejemplo de las técnicas de objetivaaón de b propaganda es lo que se


ha dado en llamar el uso de una "pared falsa". El truco es sencillo. Consiste en criticar
dura y objetivamente un autor, tendencia o texto que busca los mismos objetivos que
uno desea lograr pero que presenta argumentos exageradamente neuróticos o fhcil-
mente ridiculizables. Para el aso, Draper realiza la crltica del libro Red Strr over Cuba
de Nathaniel Weyl (107, 40-481. Weyl es una activa ficha de los frente más burdos de
la CIA y como t a l su texto incluye acusaciones como las de que el Senado norteameri-
cano está infiltrado por el comunismo y otras semejantes. Criticando tajantemente a
Weyl: "método como los que emplea Weyl apenes pueden inspiremos elguna wnfian-
za en sus resultados" ( 107,411, "la pol/tica cubena es mucho m8s compleja de lo que
perece creer Weyl" (107, 431, Draper, que antes ha arremetido contra Sartre, Sweuy
y Huberman y contra Wright Mills, autores progresistas respecto del caro cubano y
todos ellos con verdadero peso intelectual y moral, usa su crltica a Weyl para fundar
su propia 'moderada' posición que ya hemos visto enciena el siguiente mensaje moral
y polltico: "Hay que eliminu a Catre".

Por el momento, basta con Draper. Nos interesaba mostrar, centralmente, que la cuer-
tibn acerca del 'momento' en que F. Castro se hece marxista descansa en una concep-
ción metaflsica, burguesa y subjetivina del proceso histórico y que su dopción en el
caro de Draper, ademar de corresponder a su mentalidad reaccionaria, jug6 un papel
destacado en la agresión coyuntural que el imperialismo tramó contra los dirigentes del
proceso cubano y contra la Revolucibn Cubana misma.6

II
SARTRE: EL HEROISMO DE UN PUlOADO DE HOMBRES

En su estudio sobre el proceso revolucionario cubano, V. Bambirra ha sefíalado, acertada-


..
mente, que "Sattre . fue uno de los primeros intelenueles w n prestigio mundial que d b i d
sobre la rewlucidn y que la apoyó en forme entusiasta. Pero, mucho mús imporiante, fue uno
de los primems que trató de 'teorirar'sobre ella, aunque sus escritos hayan tenido un w t t e indu-
deblemente periodisrico. Debido en buena w t t e al brillantismo del autor aliado a la wrdadera pn-
sidn que ha sentido por la Rewlución, su libro t u w sin duda una gran influencia sobre la interpre-
tecidn que se desarrolld en el exterior sobre la Revolucidn Cubana, e, incluso, debe haber segura-
mente ejercido tambidn su influencia al interior de Cuba" (103,201. A continuación, Bambirra es-
boza lo que son sus dos objeciones centrales a la 'teorización' sartreana:
1) b deformiiabn hirt6rica respecto del origen y adaa del movimiemo revolucionario, defor-
mación que hace a Sartre precursor de la llamada 'teorla del foco' (103, 120) y

2) el carácter no mediado que establem Sirtre enire kleologla revolucionariay prictica revolu-
donada: "Sartre tmta de definir la ideologia de la Revoluci6n no a tm& de un andlisis de
dase del movimiento revolucionario .. sino que extrae su definicibn meremente de la consi-
derecidn de les acciones concretas realizadas en la práctica revolucionaria" (103, 122). De
aqul se sigue, según Bambirra, una concepción de relación causal de profundización 'ideolo-
gía - práctica - ideologla' que estructura a su vez concepciones 'pmtidrta' es decir unila-
terales e insuficientes para la comprensión del proceso revolucionario.

Antes de referirnos a este aspecto de la critica de Bambirra reíialemos que el texto de Sartre
contiene, ademb de su valor coyuntural y de su excelente y sugestivo tratamiento periodístico -
literario, el planteamiento de un conjumo de temas algunos de los cuales han sido, todavla hoy,
insuficientemente estudiados y asimilados por las izquierder latinoamericanas y otros que, por el
talento conceptual y literario del autor son verdaderos ejemplos de mostración de erpectos de
nuestra realidad.

SA RTRE: PLANTEAMIENTOS Y ESBOZOS DE NUESTRA REA LlDAD

Dentro del primer grupo de tema destaca, sin duda, el tratamiento y profundización teórica
que Sartre da a la concepdbn srtnt6gka de Ir lucha armada; su punto de reflexión es el a d a e r
del ejódto cubano: "Salidos de la aristoaecie tmteniente, los jefes de ese ejercito participeban
de 10s prejuicios de aquella ahtocrecia (wbana). Los mldedos emn simples mercenarios, campesi-
nos cansados de la miseria, o desempleedos que se habfan vendkio el mejor postor. Cincuenta mil
hombres, cuarteles en todos los trua de los caminos, en las aldeas y en las ciudedes, formamn ese
ejtímito. El ejtírcito no obedecía en realidad al jefe del estedo cubano quienquiera que fuese. Sim-
plemente se prestaba. En mlidad e n la fuerza desnuda de los gmndes propietarios. Sostenla un
régimen en la d i d a que ese régimen conviniera a sus inedederos amos ( .. . ) Llegedo el momen-
to, abat/a ese castillo de naipes o bien, anunciando su neutrelidad, permitla que otros lo abatiemn;
wn/a otm jefe de estedo, se permitfa charlar a su antojo a los nuews dirigenter, pero sur dlas esta-
bun siempre contados':

'As/ k instituciones p~lfticasservlan de dMmz a la realidad cubana; enmafceniban la dic-


&un militar que los terratenientes, aun bajo la democracia, ejmlan sobre le misen'a. En cuanto
al ej8mito profesional, bajo sur galones y su nacionalismo, ocultaba su doble pepe1 permanente; al-
gutws de sclo oficiales, estoy seguro, se lleneban la cabeza de bruma pare no VIK que protwlan con-
tn, el pu&lo a su aate y, simultáneamente, al imperialismo yanqui. Los mSs clnicos deblan svn-
reír: estos yanquis lwbfan tenido la mlicia de obligar al pueblo cubnno a mntener el dkpendiom
qtkcito nacional encagado de vigilado. De todas mantaras, los jefes militanrr no se intemgeban a
d mismos con frecuencia. Era el ejdra'to del azúcar, y eso es todo" ( 112,551. En este esbozo, es-
crito en 1959, aparecen ya los aspectos fundamentales de los actuales ejdrcitos latinoamericanos:
su real adscripción de clase, definida centralmente por su antagonismo contra quien- considera
na enemigos: los anla y el pueblo; su 'profesionalismo' que algunos han considerado rigno de
'neutralidad' y que es, en realidad, verticalidd práctica e ideológica que le permite (salvo situacio-
nes de a i s i s o de derrota militar) funcionar corno unidad represiva contra los explotados; su de-
pendencia militar, jerárquica, ideológica y situacional directa y absoluta del imperialismo yanqui.
Sin embargo, lo más importante es que de este análisis extrae Sartre la legitimación de la estrate-
@ade lucha armada y de guerra popular: ". . . W r o hizo lo mismo: el ején5to era la piedn, que
habia que quebrar. Esas reflexiones produjeron en 61 un cambio de objetivo que nadie advirtió: en
La Habana y en Mdxico se creia que atacaba a Batkra, cuando &e, p m él, sólo contaba a medies.
Aun wando el estado mayor cubano hubiese tomado la iniciativa de derrocar a la tirania, de llamar
al pueblo a les armas, e/ ejdrcito habria seguido siendo el enemigo público número uno; pediria a
los futuros demóaates como a sus predecesores, y en el momento oportuno extraeria de su seno al
.
tirano que lo reemplazara ( . . ) Mejor instruido, sabiendo que en la pelea de desquite que iniciaba
se lanzaba a una lucha m o ~ a lW , m decidió atacar al enemigo en su Única debilidad: se pelearia
lejos de les ciudades, en la naturaleza" (112, 70-71 1. El anhlisis sartreano fue dramdticamente
confirmado por F. Castro el 16 de abril de 1961, vlspera de la agresión de Bahla Cochinos: "Esa
revolución socielrbto la defendemos con fusiles. Es8 revolución socialisra la defendemos con el va-
lor con que ayer nuestros artilleros antie6ms acribillaron a balazos a los aviones agresores. Y esa
~isvolución,esa revolución no la defendemos con mercenario& La defendemos con los hombres y
mujeres del pueblo. ¿Quiénes tienen las a m ? ¿Acaso les a m s las tiene el mercenario? ¿Acaso
las armes las tiene el millonario? Poque memntwios y millonariosson la misma cosa. ¿Acaso las
armas les tienen los hijos de los ricos? ¿Acaso 1 s armes las tienen los mayorales? CQui6n tiene las
armas? CQJ menos son escs que levanten las w m ? ¿Son manos de señorito? ¿Son manos de ri-
a s ? ¿Son manos de explotadores? ¿Qué manos son eses que levantan esas armes? ¿No son manos
obreras? ¿No son manos campesinas? ¿No son manos endurecides por el trabajo? ¿No son manos
craedorss? ¿No son manos humildes del pueblo? ¿Y cuál es la mayor/a del pueblo? ¿Los millo-
narios o los o b ~ i s m ?¿Los explotadores o los explotados?, ¿los privilegiados o los humildes? ¿No
tienen 18s armes los pririlegiados? ¿Son minoría los privilegiados? ¿Son mayoria los humildes?
¿Es democdtica una revolución en que los humildes tienen les a r m ? Compañeros obreros y a m -
pesinos, &a es la revolución socialhra y demodtica de los humildes, con los humildes y p r a los
humildes. Y m r esra revolucidn de los humildes, y por los humildes y para los humildes, estamos
dispuestos a dar la vida" (105,328 - 29). Y sin duda la hubiese entregado, y en la derrota, si ladi-
rigencia cubana hubiese depositado la defensa del movimiento popular y de la Revolución al ejér-
cito profgiond de su pals.

Dentro de este mismo grupo de problemas re encuentra el tratamiento del 'demoaatismo',


aspiración - tendencia que suele separar con frecuencia y a veces tajantemente a los sectores pro-
gresistas de los militante, en nuestros palses sin que exista una comprensión polltica del problema
que permita, si no zanjarlo, al menos superar su erróneo planteamiento. El problema se suscita a
travds de I r connotaciones ideológicas que encuentra en nuestro tiempo el concepto de 'demo-
-
crecia"entendido exdusivamente a travds de su versión liberal burguesa de 'gobierno del pue-
blo' expresado a través de alguna forma de sufragio igualitario - abstracto libre. El concepto in-
cluye, necesariamente, la igualdad ame la ley y I r oportunidades y el cuestionamiento posible
permanente de las instituciones sociales en la medida que no representen los intereses de la mayo-
rla. Esta forma de representación y de ejercicio del poder es publicitada tenazmente por los me-
dios de comuniaxión social e internalizada hoy fundamentalmente a través de la escuela y del
conjunto del aparato de la educación sistemstica en el cual el 'demoaatismo', es decir la tendencia
a confundir la suma u organización de las subjutividada circunstancialmente mayoritarias con el
bkn objetivo del grupo, suele estar en la base de los 'nuevos' mbtodos participativos, la actividad
y dinhmica de grupos . .. que, desde luego, afectan corrientemente a los accidentes del sistema y
jamhs a su estructura7. Por supuesto que el concepto liberal-burguds de democracia descansa so-
bre una serie de presupuestos cuya no explicitación permiten y avalan la admiración y el respeto
que existe por la internalizada oposición democncia (libertad) -dictadura (esclavitud). Algunos
de estos presupuestos son: 1) la irrenunciable dignidad y valor del individuo autónomo; 2) la capa-
cidad inmanente a este individuo para llegar al conocimiento de su realidad; 3) el carhcter armó-
nico y solidario de la sociedad en su conjunto y por lo tanto la unidad de la & d a d social; 4) la
igualdad de oportunidades sociales; 5) o l a flexibilidad ilimitada de la estructura y de las institu-
ciones sociales o la igualdad a priori entre los seres humanos (identidad).

No es necesario, probablemente, concretar históricamente, para mostrar que esos presupuer-


tos no corresponden sino parcial y deformadamente al carhcter real que asume el ejercicio del po-
der en las formaciones sociales. Un solo ejemplo: en 1932 el partido Nacional - Socialista alemdn
obtuvo, por voto popular, la mayorla del Reicttstag con un programa que exduía a los no - arios
de la vida polltica. Pero, independientementede esta historia 'democrática'iesulta evidente que la
ideologización conceptual del sistema democrhtico - burguk no contempla le, condiciones reales
de la existencia de los hombres y de lo relaciones que se mebtecsn entre ellos. En otras palabras,
supone como exjstente real una sociedad abstracta, modelo ideal, no - histórico, respecto de la
cual las desviaciones históricas concretas (los choques de intereses, el cohecho, la propaganda com-
pulsiva y tergiversadora, el caso Watergate, Uruguay, etc.) ron s61o eso: desviaciones que no afec-
tan la 'verdad' y 'realidad' del modelo mismo. El paradigma, entonces, se bastar4 a s í mismo: es dI
quien crea (funda) la condiciona redes de existencia y al mismo tiempo se constituye en la res-
puasta a los conflictos que se suscitan en la historia. Los hombres, por decirlo as(, han nacido pa-
m ser demoalticos. Esta forma ideologizada de la democracia permite, por tanto, referirla ejem-
plarmente incluso al sistema esclavista griego y, desde luego, a la dominación y la dictadura de cla-
re contemporhneas.

Todavía un segundo punto resulta interesante de destacar dentro de la ideologla del derno-
artirmo contemporáneo; e l democratisrno supone que todo individuo estd en inmejorables condi-
ciones de conocer sus condiciones de existencia de un modo directo e inmediato y asienta en ese
conocimiento e l ejercicio de la libertad individual, fundamento teórico del libre - sufragio. Esta
concepción no resiste ningún andlisis. Sistemhticamente desde F. Bacon (1561 - 1626) se recono-
ce que en las sociedades concretas se interpone entre el individuo y sus condiciones reales de exis-
tencia todo el condicionamiento social generado en esas mismas condiciones de existencia y trans-
m i t i d o . ~promovido por los aparatos ideológicos: escuela, lenguaje, familia, Iglesia (S),medios de
comunicación social, etc. De modo que las condiciones reales de su existencia son para el indivi-
duo , precisamente, aquello que se encuentra mds distante de cualquier forma de intuición. Es por
ello que el conocimiento de las condiciones reales de existencia en toda formaci6n social supone
un trabajo uentlfico. Y e l trabajo cientlfico supone el reconocimiento del ser social íadscripci6n
de clase) de todo individuo. Así, el fundamento de la concepción democrhtico - burguesa mues-
tra su fundamento básico: imposibilidad de reconocer y asumir las formaciones sociales concretas
y con ello el ser concreto de los individuos. Es decir su imposibilidad de clase para realizar denda
y demociacia.

Sin embargo, no por ser 'falsa' esta forma de concepción de 'lo' democrhtico (la demo-
cracia liberal ligada al desarrollo del capitalismo) deja de ser menos influyente en nuestro tiem-
po como condición ideológica de dominación de la burguesla y como proyección ideológica
de su propia concepción del mundo de las dirigencias y militantes pequefío - burgueses. Por
esa es que la cuestión planteada por Sartre a la dirigencia cubana en 1959 respesto de la no -
existencia de elecciones 'libres' es, todavla, interesante e instructiva: "¿Qué se pretende? me
p w u n t ó uno de ellos - ¿Que votemos? N&. Transmftales nuestras condolencias, y que no va-
yan e contar en su pafas les tonterfa nort~mericanas:que estamos muertos de miedo de quedar
en minorfe después de una elección. ¿Cómo se &reten e reclamar el mismo tiempo que los diri-
. gentes cubanos hagan un refedndum, e repetir en todos vuestros libros de historia polftica, que el
' refedndum por regla general no es otra cosa que la consagncibn de un hecho consumado? Cono-
cemos nuestro ida y sabemos que una consulta electonl - referéndum o no - derfe e W r o el
novena, por ciento de los votos. . ."
"Dije e aquel jown: Admitiendo que vuestras cifras sean
exmas, ¿no cree usted que vuelven necesario el referéndum? Serfe un triunfo tan grande, que a-
rrerfe tentar bocas hostiles, que no entiendo muy bien por qué ustedes ie privan de 81. - Por
una sola razón - me dijo -.No queremos pagar el triunfo de los revolucioneriar con el aplasta-
miento de la revolución. ¿ Q d es lo que da sentido e nuestro equipo? La unidad de los puntos de
viste, le unidad pdctice. Somos muchos en uno; un solo y mismo hombre en todas partes el mis-
mo tiempo; explicemos sin cenrencio esa vedad; despuk que he expulsado e sus latifundistas,
una nación subde~rroll8dahace de le producción el denominador común de todas les da~es,su
común inteds. En este momento, ¿qué serie une asamblea electa? El espejo de nuestras dikcodias.

- Pero m e d dice que ya no las hay.


- Justamente, hace falta le tensión del tnbejo, une tempentun de fusión para que los gru-
pos y les pemonas pueden l i b e n m de sus estred,os puntos de viste. Afortunadamente, todo se
hece en caliente. Pero si m e d detiene todo pan dictar une ley electoral, le gente wlved e dividir-
se, poque esa ley esa4 hecha psn, divkiirle. La pruebe es que la ley se d i d equitetiia si los grupos
y los intereses están repnrsentados en le Asamblea en proporci6n e su impottancie nacional. Por
otra parte, es preciso que el elector e1ije;por lo tanto, habd por lo menos dos partidos. Edo signi-
fica un equipo de repuesto, lo que es demasiado grave, pero tambidn, y sobre todo, une economfe
de repuesto. Dos ewnomfes ¿por q d no? Pero no en nuestra ida y en este momento".

"En seguida me preguntó:


¿O& herfe m e d si tuviera que rmlizar en Cuba una wnsula, electoral?
A l eltwtorse lo encuentra wempre; no es 8/ quien nos inquieta. ¿Pero los elegibles? Establece-
remos sobre el papel le pluralidad de los psrtkios. Muy bien. Pero los partidos males, ¿de dónde los
sece? ¿Usted cree que reneauán solos? Lo dudamos: usted, mds bien, con c d n t e prisa desapa-
m x n . ¿Cuáles son los Brboles secos que pueden reflon?cer? El Partido Ortodoxo he comervado
une existencia nominal, une categorfe social; algunos cuadregenarios lo redemarfen. ¿Pero, se en-
cargsrfe m e d de encontnrle un prognm? Esa formación burguesa de izquierda moderede no
tendrfa la audacia de wlocarse e la izquierda de los revolucionarios; ni le ingenuidad de colocam
e la derecha. La rewlución es irreversible: ¿puede creerse que el pueblo darfe sus votos a quien le
propusiera volver 8 t h en le r e f o m egnie, regra8r e cero?

"LB wrded es que ninguna oposición es posible hoy en el hemiciclo: la revolucidn, en la un¡-
dad de su acción prktica, es fonosomente su propia derecha y su propia izquierda. Es en ella don-
de se han encontrado y ligedo resistenres y rdeldes Todo nuevo partido debería aceptar de entra-
da los C U ~ de S la actividsd revolucionaria, su objetivo fundemental y sus medios; nede podrh
hecer sin retomar por su cuente el objetivo actual de toda la isla: aumentar la producción".

"CDdnde, entonces, estarían les divergencias? De todas manera, la urgencia es para todos la
misme. Hay que marchar de prisa Por doquier, como veremos, la gente aprende a exigir; todos tie-
nen interés en apresurar el movimiento. ¿Se imagina a un candidato que se distinga del equipo
rewlucionario proclamando ante los electores que marchad d s lentamente? El Único medio de
separarse sin perderse, seria adelantarse" ( 112, 124 - 126).

En la respuesta, probablemente del Che, se encuentra planteado y resuelto e l problema real,


no ideológico, de lo que hemos llamado demoaatismo; en la respuesta, el problema real del ejerci.
cio del poder, revolucionario y democrático, no deriva de la suma de conciencia y voluntades in-
dividuales sino del examen concreto de las posibilidades históricas (económico - polfticas), es de-
cir, objetivas, de los sectores populares, incluso independientementede esas voluntades y concien-
cias individuales. El aparato revolucionario cubano es, en la respuesta, "su izquierda y su derecha"
precisamente porque se ubica en la realización histórica de las tendencias populares, es decir por-
que era efectivamente revolucionario, condición que no derivaba de la voluntad de sus dirigentes
sino de la formación social concreta (lucha de clases) en que ellos se encontraban insertos. En la
respuesta del dirigente cubano el concepto de 'democracia' recibe el único tratamiento que lo tor-
na real: su caracterización en términos de intereses de clase

De esta forma también el democratismo recibe su sanción de clase; de origen burgués el de-
mocratismo encuentra su más fuerte expresión en los sectores más privilegiados (económica, cien-
tífica, moralmen?e) de la pequefía burguesfa, excepcionalmente elitina y wbjetivista desde la
perspectiva de su proyección social. El democratismo muestra asl no estar en la base de ninguna
forma real, histórica, de ejercicio del poder, sino constituir sólo una forma ideológica, elitaria, de
refuerzo y justificación de la dominación de clases, forma ideológica que encuentra su fundamen-
to histórico, a la vez, en el desarrollo de una de las tendencias al interior del desarrollo de las for-
maciones del capitalismo monopólico industrial contemporáneo.

Dentro del segundo grupo de cuestiones acertadamente dibujadas por Sartre figuran los esbo-
zos que realiza de alguna de las formas que asume nuestra lumpen - burguesla y con ella sus tra-
bajadores intelectuales:
I

"Todas las capitales del mundo han conocido a esos hombres pálidos y gordos, siempre
abrumados, inclusive en París, por el recuerdo de una temperatura' subtropical de la que han hui-
do. Esos productos semielaborados (corno su azúcar) venían a refinarse en Europa: uno de ellos
conocía todos los sellos posrala emitidos por Alemania; otro, la historia de nuesrros gobelinos .. .
Pero allá, en su país, y aunque estuvieran ausentes, seguían siendo b d h 8 f 0 ~poque
, devastaban las
tierras m&S ftfrriles con una v o n c i d d grosera, con los mtftodos m& rurinarios, abandonando el res-
to de las zafrasl( 112,481.

Del mismo modo Sartre adelanta el carácter que tendrán las dominaciones militares genera-
das por el imperialismo, para sostener y profundizar su dominio, en la década del 60: "Pero silos
intereses del azúcar encontraron en 1952 un defensor tan wuel y grotesco, no fue ciertamente por
casualidad. El propio Machado que tiraniz6 a Cuba harts 1933,permanec/a al niwl del hombre.
Hombre Bvido y perverso, sin dude; pero todav/a la ide no est&a enfermn, todav/a no naxdabe
el mbiemo de un mono. Cunndo un chimpaal se apoderd del poder en 1952, ler cartm est&an ju-
-
gedes y los amos de la ida - en su suelo o en el extranjero comprendlan oEutamente qcn, no
h&/a mh que u m relearrearrdn: los cubanos ser/an monos o mluQoniwim" (112,W - 611. He ahl
descrita la disyuntiva que el irnparialisrno y los ejércitos 'nacionales' plantean hoy a la casi totali-
dad de los pueblos iberoamericanos: o krtk o humanos.
1:

SARTRE Y LA HISTORIA: LA ADMlRAClON POR LOS INDIVIDUOS

Los anteriores aciertos de Sartre, sin embargo, pierden en parte su fuerza cuando se la con-
sidera dentro del contexto general de su pensamiento. Como derivación, en cierta medida, del ca-
rácter periodístico y coyuntural 'de su trabajo, Sartre dibuja un poobu, doludonrrio práctica-
mente dn historia, es decir sin ligazón a la concreta lucha de duws cubana, obra de un puñ8cb de
homkes singubra dirigidos por un líder que a ratos alcanza caracteres míticos: " W m no mirn-
te: es d a d que este hombre complejo, completamente interesado cunndo se trata de la M,de-
sinter- hssta la indigencia cuando se tmta de s/ mismo, viw todos los acontecimientos bajo
todos los aspmos a la vez; descubre alegr/m psrw>mIes o un instante de felicidad en 1.s emp-
m& auswes y, con la misme sinceridad, encuentra la utilidad nedonel de un placer fugitivo y par-
ticular" (112,197). Este edmirado temple que proyecta característics sobrehumanas a los rwo-
lucionarior se encuentra en todos los momentos de la obra: "Eran ochenm que wn/an de México,
amontonedos en un b a m viejo. El m r estebe piwdo y h&/m nectw'tado cm. una m m pua
cruzar el golfo. Cunndo pisamn la costa, no lejos de Senthgo, h&/an cre/do morir: muchos ape-
m podian arrsrtram, exhncrotor a wurs de los vómito& Los soldados y los polic/a los m-,
ban. Algunos jdwnes deó/an lewnmr en a m a la ciudad wra apoyar el d8#,mbam;pem la tem-
pestad habis ret&o el b a o , el mot/n M / a ertsllado el d/a fijsdo y los j d w m rebelder, s o h
y sin recursos, hnbian sido muerto& En consecuencia, las fuerza del orden estdwn dertsr: seAsIa-
da y acosada, la pequefla tropa se dividid en comendos. Tenfan un solo objeriw: k montada, don-
de w l w i a n a reunitse. Muahos falteron a la da: algunos fueron perreguidos, muertos o hechos
prisionerar; otros se exmviamn y un grupo se dirigi6 a la w p i u l para crcier al// una red clande&
m. Un puñado de hombres ikmnrb lo d m do b S i o m Mwitn (subrayado nuestro), la csdenn
m& alta de la isla, y se ocultamn entre les nubes que rodean permanentemente aquella cumbna
(1 11, 27). Estos hombres, según Sartre, no contaban con nadie. "Faltd poco wm que el primer
gu/a que le.. o f m i d sur stwvicios los hicieta captursc s u b a vendido al ejdmnrto"(112,72). Lo que
Sartre sefíala ecem del primer gula es corroborado por el ChB en Piajrr do b g u r m m d u d o r w
di. Pero Ir descripción de contexto del Chd altera la signifiación de ese acto de traición indivi-
dual: 'Sguimcs nuestro camino, pem con la gente cada w z mh negada a wm'mr; ea noche, o
m1 w z la siguiente, wsi todos 10s compsAervs se mistiervn a seguir y tuvimor que Ilamr enton-
ces a la puertas de un campesino en 1 s orillas de un wmino ml,en el lugsr llamsdo 'Puereg Gor-
das' nueve d / a dmp& de la sorpnrs. Nos mibiemn en forme amble y seguidamente un fmtiwl
ininterrumpido de comida se reslild en aquella choza ~ ~ p e s rHora ' ~ . y hora ~ ~ s a mcomien-
ol
do hasta que nos sotprendib el d/a y ya no pod/amor salir de al//.Por & mflane llegaban camperi-
nos avisados de nuestta p m i s que, curiosos y sol/citos, vedan a c o h a w ~ y~ a#damos algo de
comer o a tmemcs alghn presente". .. 'Nosotros d a m o s en case de un adwntkfa llamedo Ar-
gelio Rosebal a quien todos wnoc/an como "El Pastor". Este compañero, al entemne de la noti-
cia, hizo contacto rápidamente con otro campesino de la zona, muy conocedor de ella y que se de-
c/a simpatizaba con los rebeldes. Ese noche nos samba de al// y nos llevaba a otro refugio m8s se-
guro. El campesino que wnoci8mmos aquel d/a se llamaba Guillermo Garc/a, hoy Jefe del Ejército
de Occidente y miembro de la Dimcibn Nacional de nuestro partido. Después estuvimos en algu-
nas cares campesinas; Carlos Mas, incorpomdo al Ejdrcito d s tarde, Perucho, otros compañeros y
cuyos nombm no recuerdo" (109, 1, 94 - 95). De modo que l a aserción de Sartre es sblo parcial-
mente correcta. El apoyo campesino fue fundamental para la supervivencia de los deambarcados
del Gramma y ese apoyo resulta absolutamente imposible de explicar fuera del conmxto objetivo
de la lucha de clases a nivel económico, polltico e ideológico que se desarrollaba en ese momento
en Cuba.

De hecho para Sartre e l proceso revolucionario cubano se desarrolló como $ino hubiese teni-
do historia: "Lo que me sorprende en Cuba es que las perturbaciones hayan comenzado tan brus-
camente. Nede las anunciaba. No se prew/a la menor catástrofe. Cuatro años antes, un golpe de
esredo hab/a dedo el poder a Batiste y poca gente hab/a protestado; se resignaban a la dictadun,
por ssco a sus asambleas charlatanas y podridas. As/ las cosas, el 26 de julio de 1953, un jown
abogado, Fidel Castro, se lanzb con un puñado de compañeros al asalto del cuartel Moncada. Lo
apreseron, lo e m m l a r o n en fortaleza y lo condenaron. La opinibn pública no lo apoyó". ( 1 12,
24). Despues del Moncada, y según Sartre, M&. "Tumultos sordos en algunas regiones campesinas;
pero el ruido se perd/a en los campos y no llegaba a las ciudades. El orden reinaba en Cuba" ( 112,
25).

En realidad el procex, es radicalmente diferente al indicado por Sartre. Fidel Castro y su gru-
po 26 de Julio poselan una historia polltica enmarcada en la situación concreta de la lucha de
clases cubana y que se remontaba orgdnicamente a l Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo, fundado
en 1947 por Eduardo Chlbás, organización de orientación nacionalista y 'purificadora' (moralista),
como asimismo en el pensamiento nacionalista - democrático de Josh Martl (1853-1895). Pero
edemds, y como ha sefíalado José Bell Lara en La fuse imurrecdonal de la revoludón cubana, en
la etapa que corre desde la fundeción del Movimiento 26 de Julio (1955) hasta el desembarco del
Gramma . . . se desarrolla una actividad global contra la tiranla, se editan manifiestos, periódicos,
m pintan paredes, se realizan manitestaciones, se extiende la organización a lo largo de toda la isla,
se sabotean los servicios públicos . . . y todo presidido por la bandera de la lucha armada. "Es de-
cir hay una acumulBcidn de simpat/a, de wrticipecidn del pueblo, de experiencia en la lucha, en-
trenamiento de cuadros, que pennitidn el desarrollo de nuevas situaciones pro wcaddas por el mo-
nmiento revolucionario" (103, 55). Al mismo tiempo, y en directa conexión con este proceso de
agitación y o:g~nización polltica, desde el asalto al cuartel Moncada al desembarco del Gramma
importantes factores politicos y económicos hablan modificado el temple de la lucha de clases.
En primer lugar, los sucesor del Moncada habían impactdo a la conciencia popular, pese a la con-
dena que del hecho hicieron los partidos de izquierda. En segundo thrmino, durante el perlodo en
que los sobrevivientes del Moncada permanecieron en la cdrcel, se desarrolló un movimiento en el
que particip6 activamente el Partido Socialista Popular (PC) y que tuvo como objetivo inmediato
la amnistla general pero que indirectamente creó un clima amidictatorial y logró generar tenden-
cias de "liberalizacibn" en el interior de l a dictadura batistianaa. Económicamente, durante eRe
perlodo, se produce una huelga azucarera (1955) que comenzó por una reivindicación económica,
el pago del diferencial azucarero, y luego se transformó en lucha polltica en contra de la dictadura
llegando indum a la forma militar de la lucha de barricadas. b huelga fw duramente reprimida
por la dictadura pero I r mmifestaciones populares se continuaron mediante la d ó n del movi-
1 miento estudiantil universitario que, vanguardirrdo por el M m t # i o , -R promovió la
, ,
lucha inuirmional .contra.la dicUdura (103,371. Socialmente, en el ampo, la siturción e n ex-
plosiva (1169). Es en esta contexto que desarrolla w agiudbn y o i g r n i d b n i n r u d o n a l el
-
26 de Julio y es teniendo una visián política general del proano visión que incluía 61 recono-
I
dmierrto de la crisis de p ~ i d o ys dirigencim al interior de la ida pan enfrentar a k dictadun -
! que F. Castro pndpita la expedicibn del Gramma (118,531. Y aste contexto de ricemo de la pro-
terti popular y de1 movimiento de masas tampoco a erwl sino que se l i w a a k s condiciones
especlfims que llevaban a la crisis al modelo ertructurdo de c@aliuno subdearrolldo depen-
diente cubano: a) Cuba no habla podido llevar a cibo un procero de diversificrción y desarrollo in-
dustrial en los a b s a),como ocurrió con otros palwr Irtinoamericanos; b) los precios del azúcar
hablan caldd violentamente después de la guerra de Coreo (junio 1953) y c) el monto de Im in-
versiones norteamericana mcendían a más de mil millones de dólares, cantidd %lo sobrepasada
por Venezuela y Brmil (110, 273). Es, en realidd, en medio de este proceso de crisis econ6mico-
codal, de organizdón y agitación políticm e ideolbgiar, que desembarca el "puRdo & hombros"
sartreano.

Sin embargo, el olvido de la historia que realiza Sartre es $610 parcial. En w r d d el pensador
francés considera d m w hirdorko grrwroi do Cutu (112,3343). Lo que Sartre no reiaciona e,
la acción de los revolucionarioscon ese cuadro concreto de relecionec que e, la historia cubam del
perlodo y el pasado polltico de esos mismos revoludonarios resulten, por dngulua, abstractas:
' 7 h j a n d o wlntlcwtm h o m w u i d a y mk; rcumulundo Irt noches de w h ; mostrdndom m-
a* de olvidar el hambn?, haan n?tm&w pnra lor j e k lor l / m i m de lo pwible. Senwjante triun-
fo pmdsiond; esa p m n t e en dodr p n w , de la n?wIución actwndo siempre, alienta a los
t&ajadorsr de la ida a IlquMer deffnitimmnte el fatslhmo y 8 wnqu+mr todor los di& mbn?
el viejo I n f i m o irdwrio de la impodbllidad. Para decirlo todo, l m j e k hacen lo impm3le. Laha-
cm a d a d/a y snben que no lo hudn mucho tiempo: h Impdbllidad wncida se risnga d d w m
dor mrbndole la vkia. Pem, Cexpsrltmntan ellos un gran derso de morir de/&? No les sgndu el
rirbelde que se mira: h rabdibn no es un honomriato" ( 112,149).

Es probablemente w propia concepción de la historia - propuesta en Crítica do Ir Razón


-
D W i o i y en El oldrandrlismo a un huminkmo como realizacibn individual social de pre
-
yectos que objaivan y trascienden la situación del hombre la que lleva a Sartre a extremar la
descripción omotivr, y el carácter mord del proceso revolucionariocubano: ' W kque m m e n -
zar d a d/a, por todo el tiehpo que fua#, mmmrlo, aquel trdajo dif/dl, monótono, hasta qrris la
~ u e t i atropa scmntada con n u m m d u t m , mejor armda y ya temible, concitara toda
la erpennag de la nacibn; hww que el pueblo, tertrp0 de quella lucha desigual, tvmpiera la ca
de- del bur)pticluno y la tusignaddn y aansfonnrra un '=&ate dudoso' en una revolrcibn"
(112,26). " L a cubww# dsiben triunfar o k perden?mos todo, hst8 la a#emnza" (112,204). Al
ecentuar este aspecto y al rel&ionarlo con el adcter e > o o p d ddo tu,diiiglnta necesariamente
Sartrcr bealiza un pro- de su-ón del mvimiemo revolucionerio cubano y hace derivar
NI princlprles logros en este-períodode k omnisciencia de sus Hderes: "Fidelrab/a que lorprinci-
plor ron abstlactm, Imperiosos, inflexibles, y pensó u n mal del futum gobierno que, no pudien-
do quitw a Urmtk, preflrlb e x c l u h de 61" ( 112,961 o de la p o t m i r de su voluntad como en el
caso de la Reforma Agraria (112, 101 - 106). De este modo las realizaciones del pro- cubano
devienen concreciones de individuos desli@ados objetivamente de las fuerzas sociales y de lar moras
a las que despiman, orientan y dirigen fundamentalmente por efectos de mostdón: "Pero, alga-
nar la montatia, se habían fijsdo un objetiw inmediato: la publicidad. Ante todo, darse a conocer;
ocultane de los regimientos de Batista, pero no al mis" ( 112, 281, "poner rabiosos a los militares y
ofrecer a lar campesinos el espectBculo de las columnas prendkfsr en Isr laáem de la siern, su-
biendo w n gran trabajo hasta la mitad del camino hacia 185 c i m y~bajando de nuevo con las ma-
nos vaciar, pnre volwr a subir más tarde y r e g m r a los valles, w n la estúpide obstinacidn de las
moscas'' (112,291, pero a las que no se vinculan orgdnica ni socialmente: la revolución, es decir su
prdctica económica, polltica, militar e ideol6gica resulta fundamentalmente la ecci6n de un puiia-
do de hombres y de su proyección: el Ej6rcito Rebelde. No existe q u l lugar para el partido ni
conformación dialéctica de ese mismo ejercito ni posibilidad o alternativa hist6rica: Ir Revolución
Cubana dsddió su M i n o d sobrevivir loa expedidonuioa ¿el Grunmr. o

Pero al realizar Sartre esta dicotomla dirigentes - masas, y al eliminar la mediación orgdni-
ca del partido o la organización revolucionaria, se desdibujan los que 81 mismo ha sefialado como
logros del proceso cubano; en efecto, y por ejemplo, ¿dedónde extraerla su aval moral la domi-
nación revoludonrria si no es de su definidón de d a r ? Concretemor: Lobmo explicar la sustitu-
ción de Urrutia, figura moral de primera importancia en la lucha contra la dictadura, si no es de
una definición de clase asumida por la dirigencia del proceso cubano? 10 es que la voluntad de F.
Castro podrla estar avalada solamente por su 6xito polltico - militar? Ello conducirla a una inter-
pretación radicalmente idealista y personalista (oportunista) del proceso. El Bxito de la estrategia
de lucha armada derivó de las condiciones objetivas de la lucha de clases en Cuba en la que la gue-
rrilla, y posteriormente el Ejercito Rebelde, se introduce como un factor dinamizador revolucio-
nario. Pero el Bxito de F. Castro no fue por tanto e l resultado de un tributo ni exclusiva ni fun-
damentalmente personal sino que el resultado de su adecuada inserción de clase (transformación
de clase) en y para los intereses de las clases objetivamente revolucionarias. En otras palabras la
omnisciencia de los dirigentes revolucionarios cubanos no fue solo e l resultado de su gran capaci-
dad personal (unilateral) sino que de su capecidad para integrarse dialécticamente al proceso revo-
-
lucionario en el wnticlo de Ir historia. Y es era integración dialéctica dirigentes masas precisa-
mente a lo que hemos llamado historia d d proaso nvoludonuio cubano. La posici6n sartreana
llevarla, en último termino, a la negecibn no sólo de la comprensión de esa historia sino que a la
posibilidad misma de realización de esa historia.

Una concreción nos permite entender c6mo la concepción pequefío - burguesa que estd en
la base de la ideologizeción sartreana de la historia de ser efectiva impedirla el proceso histórico
mismo. En efecto, al depender los acontecimientos revolucionarios fundamentalmente del c o k
ter excepciond de sur dirigentea a los que por su misma excspcion3idad se les niega historia (la
historia no serla si? el resultado del desarrollo interno de ese individuo), un accidente fortuito
o un incidemte'normal de la lucha armada precipitarlan indefectiblemente la denota de la Revolu-
ción. Esta últinia interpretación nos muestra el cardcter subjetivo-fatalista de esta forma de inter-
pretación de la historia y su origen de clase en un grupo social cuyo único prtrimonio aparente ea
ri individualidad o l i b e n d penonal: la pequeiio burguesla intelectual. Sus deriviciones son evi-
dentes: segregación de las masas, directivismo, elitbmo, pero, por sobre todo, r d i a l i u c i ó n exa-
p i d a o sobre o por debajo de las posibilidades-necesidades históricas. Nada mis lejos de este
d r o que la fundamenteción que hizo F. Castro en abril de 1962 acerca del fracaso de la inva-
sión mercenario - imperialista de Bahia Cochinos: 'CDdnde e s r m el e m r de los que tan minu-
Q~samentehabían mlizado ~ u e l l o splanes? CDdnde se equivocaron? Se equivocaron al medir la
moral de nuestm p u d o , el valor de nuestro pueblo y la f w z a de una rewlucibn. Esa fuerza, esa
moral, ese valor, fue 10 que ellos resultaron incapaces de medir, entre otras cosos poque no puede
d i m . El valor de un pueblo que defiende su tierra, la moral y la fuerza de una revolucibn que
defiende la justicia de su causa no puede media. Por eso los ugn=sores han fracasdo frente a to-
das lar revoluciones wrdedem, poque han sido i l l ~ ~ p m desmedir la fuerza de las rwoluciom"
(105,336).Nada más lejos de la concepción sartreana del proceso revolucionario que la d w i p c i ó n
de Castro respecto del fundamento de un pueblo revolucionario. Y en cuanto al cadcter excapdo-
nal, no especifico, del proceso cubano, resulta Útil citar a E. Guevara: "Sin embago, nediepodr/a
afirmar que en Cuba hab/a condiabnes político-souaIes totdmente diferentes a las de otros
paises de A d r i c a y que precisamente por esa diferencia, se hizo la Revolucidn. Tampoco se po-
dría afirmr, por el contrario, que a pesar de ese diferencia Fidel Castm hizo la Revolucidn. Fi-
del, hdbil y grande conductor, diigid la Revolucidn en Cuba en el momento y en la forma en que
lo hizo interpretando lar profundas conmociones pol/ticas que preparaban al pueblo pan, el gran
selto por los caminos revolucionarios. Tambikn existieron ciertas condiciones que no ean tampo-
w especificas en Cuba, pero qtn? difhimente sedn apmvechables de nuevo por otros pueblos,
poque el imperialismo, al contrario de algunos grupos pmgmresrstas, s i aprende con sus ermnrr"
(109,1,234-235).

En sintesir: los aciertos sartreanos en relación a episodios relevantes de esta etapa del proce-
so revolucionario cubano: estrategia de lucha armada, análisis de lar FF.AA nacionales, Reforma
Agraria, brillante conducción, etc., se ven oscurecidos y deformados por su concepción del proceso
histórico estructurado desde un punto de vista subjetivo y, en (rltimo tdrmino, idealista. Ello lo lle-
va a recalcar el carácter monl y mostntivo de la lucha revolucionaria - faceta especialmente atra-
yente-atractiva en esta etapa - y a desconocer la relación polltico - militar que ella est&lece en
el contexto cubano de la lucha de clases. De este desconocimiento resulta el carácter eminente-
mente voluntarista y elitista y por ello mismo fatalista que adquiere en su descripción la Revolu-
ción Cubana. Es desde este tipo de descripciones que se ha desprendido el carácter excepdod del
proceso cubano, caracterización que, independientemente del deseo de Sartre, ha sido uno de (os
argumentos fundamentales de quienes sostienen la imposibilidad de la revolución y por tanto de la
liberación continental (109,1, 233-2501. Es decir de quienes niegan precisamente una de la ma-
yores ensefianzas del proceso revolucionario cubano: que Ir revolud6n es posible.

111
REGlS DEBRAY: EL FOCO Y EL REFORMISMO

Los principales textos de R. Debray sobre el procm cubano que aqul nos interesan mn El
anrismo: Ir Irw nuiehr de América Latini (1967).América Latina: alguna probkmu de gtra-
tegii revoludonarir (1966)y ¿Revoluci6n en Ir revoludón? (1967).Aunque el mismo Debray ha
considerado los dos primeros textos citados "simples art/culos de revista, equemab deshilvenadob
d m i m d o s a un públíco eumpeo"(ll8, 120), y sobre ¿Revoludónen Ir revolud6n? ha indicado
que lo considera "un panfleto pol/tico con abrevisu'ones voluntariamente exqetadas y cortes
conscientemente abruptos de un trabajo que es en s i mismo un extrscto idwl6gico impuesto por
..
w contenido pr8ctico . " (1 18,112),estos textos precipitaron en su dpoca una aguda poldmi-
ca al interior de las izquierdas latinoamericanas que tomeron decidido partido a fwor o en contri
de lo que supusieron eran las tesis de Debray referentes no sólo al proceso cubano sino que a la re-
volución latinoamericana (118). Asl Debray fue considerado por algunos "uno de los ejemplos
m8s brillantes de an8lisis marxista - leninista que haya aparecido en muchos aAm" (118, 70) y
por otros como el autor de un evangelio (catecismo) de la revolución latinoamericana (1 18, 101).
Las criticas mis acentuadas y teóricas han surgido de A. Gunder Frank y S. A. Shah, Ls, dres, la
polltica y Debray, V. Bambirra, Los errores de la teorla del foco y por S. Torres y J. Aronde, De-
bmy y b experiencia cubana.

A grandes rasgos estas críticas a Debray pueden resefiarse en los siguientes puntos: a) la abs-
tracción de su análisis que no descansa en una comprensión de la estructura y la lucha de clases en
ArnBrica Latina y deriva, por tanto, en una mpanción red entre la teorla y la práctica (118.20).
De esta separación deriva el cardcter abstracto de las recomendaciones de Debray y en ella pueden
fundarse las opiniones que estiman sus textos simples 'panfletos' polfticos, o peligrosos 'catecis-
mos' revolucionarios, inaplicables para cada situación especlfica.

b) la subordinación a que relega a l partido revolucionario respecto de l a guerrilla; de hecho,


la guerrilla hace al Partido: "La guerrilla es el Partido en gestación" ( 106, 242).

C) la subordinación de la ciudad al campo, correlato de la subordinación de lo polltico a lo


militar, expresión Bsta de la separación entre estrategia revolucionaria de lucha armada y lucha ar-
mada como táctica reformista (106,241 1.

d) no conocer realmente la experiencia cubana (118,51 - 69) y extrapolar sus conclusiones


desde una asunción superficial del proceso revolucionario.

e) su Bnfasis en una sola determinada forma de lucha: la guerrilla, en la versión teorizada por
el ChB (109, 1,23-62).

En Diez aíiot de imurrección en América Latina, V. Bambirra ha sintetizado asl su propia


concepción del pensamiento de Debray: "Las tesis fundamentales de Debray son: el carácter de li-
beración nacional, antioligaquico, antifeudal y antiimperialista de la revolución; el campesinado es
la clase fundamental, el campo es el escenario principal de la lucha y las ciudades son la retaguar-
dia; la dirección del movimiento revolucionario esta en la guerrilla, el partido se forma durante el
desarmllo de la lucha guerrillera; la lucha guerrillera es su forma principal" (102, 3911. Esta con-
cepción, que ha sido llamada teorla del foco, y que tiene sus orígenes concretos en la práctica re-
volucionaria cubana y en los escritos y discursos del ChB y de F. Castro, se habrla revelado, segun
la misma autora "insuficiente teórica y prácticamente para orientar y dirigir la revolución en el
continente" (102, 391). Sus resultados prácticos serlan el fracaso de los focos guerrilleros de Luis
de la Puente y Guillermo Lobatón en Perú, los de Turcios, Yon Sosa y César Montes en Guatema-
la, el de Douglas Bravo en Venezuela, el de Fabio Vdsquez en Colombia, etc. (102,392). Debray
ha contestado impllcitamente a algunas de las críticas y a las derivaciones que se han construido
a partir de su pensamiento de la siguiente forma: "El objetivo de ¿Revoluciónen I i revolución?
no era el estudio de las condiciones a partir de las cuales se hace posible, en América Latina, un
proceso de lucha armada, sino el hacer un breve estudio de algunos movimientot de lucha armada
que efectivamente se han desarrollado en la última ddcada. Este folleto no se ocupa, por lo tanto,
de saber 'si las condiciones están o no maduras" pero si de lo que oairm donde lo están en grado
tal w m o para dar origen a una lucha m d a oganizada" (118, 117) (subrayados nuestros).Antes
de precisar e l grado de validez de algunas de las criticas referidas al pensamiento de Debray - al-
, gunas veces desplazado, o deformado, para poder ser criticado - es necesario precisar e l momen-
to (politico - ideológico) en que se inscriben sur obras.
r
DEBRA Y: LA 'LEGITIMIDAD REVOLUCIONARIA'

Huberman y Sweezy, intelectuales y editores de Monthly Review, han mostrado acertada-


mente que los textos de R. Debray encuentran gran parte de su fuerza y de su debilidad en el he-
\:
cho que ellos han llamado reto y quiebra de la legitimidad mvoludonerir'. La 'legitimidad revolu-
cionaria' a su vez no es sino la expresión de la actitud que fundamenta la llnea estratégico - ticti.
ca de los Partidos Comunistas latinoamericanos vinculados orgénicamente al Partido Comunista
rovietico y que brevemente puede ser sintetizada así: "Sólo un comunista (PC) es rewlucionario;
luego, todo lo que está dentro de la l í del~ Partido Comunista es revolucionerio; lo que está fue-
ra de esa Iinea no puede ser revolucionario; swé,por tanto, ~ n t r a r r e v o l u c i o n ~ i o No
" ~ ~se crea
que en la anterior argumentación existe exageración. Un dato concreto puede entregar una ima-
r se atribuyeron y ostentaron estos
gen más precisa acerca de la rxdusividrd r w o l u d o ~ r i que
partidos durante prácticamente cuarenta aííos. El Siglo, periódico oficial del Partido Comunista de
Chile, comentd así e l asalto al Cuartel Monada realizado por F. castro y su grupo en 1953: "El
pueblo cubano eceba de ser víctima de une nueva agresión del imperialismo yanqui. A& de pm-
ducine en ese pejs una asonda cuartelera que tiene t o d a lar csrecterisricas de los golpe de mano
que preparan y ejecutan friamente los agentes de Wall Street para wnsolidar el poder de los go-
bernantes títeres cuando empieza a subir la ola de descontento popular. La consecuencia de esta
agresión, empieza ya a sufrirla el pueblo cubano en su propia carne" ( 106, 102). Las causas de es-
t a verdadera groserla política e 'informativa' avaladas por la firma de un miembro de la Comisión
Polltica, deben ser rastreadas fundamentalmente en la orientación polltica de los PC latinoameri-
canos en el período (''no a k vi8 armada'? y más especificamente a la estrategia electoralista del
PC chileno que estarla a punto de rendir sus frutos en 1958 - su candidato cayó derrotado por
35.000 votos en un total de 1.300.000 - para llegar al (su) Bxito en 1970.

Sin embargo, el monopolio de la actividad, ideas y cuadros revolucionarios no hablan Ilega-


do hasta los PC prosoviéticos de un modo casual. En realidad el monopolio, que se intenta ejer-
cer todavla en la mayorla de los paises latinoamericanos, deriva radicalmente del Bxito de la Re-
volución Rusa y del Estado socialista construido a partir de ella. Este Bxito confirió a Lenin y a
su Partido Bolchevique una autoridad y prestigio sin precedente ni rivales. De esta autoridad y
prestigio surgid la Tercera Internacional (1919 - 19431, estado nmyor de Ir nvolución mundial,
que durante toda su existencia estuvo controlado por el PC sovidtico que de este modo se transfor-
mó en la suprema autoridad polltica e ideológica del movimiento comunista mundial. Las exigen-
cias prdcticas de la II Guerra Mundial llevaron a la disolución de la Tercera Internacional
(Comintan), pero el cambio de organización no conllevó un cambio de conducta: el movi-
miento comunista mundial se mantuvo asido a una rlgida ortodoxia; a cada partido y a ca-
da militante se le exigid una ciega lealtad a la llnea fijada por el centro; toda desviación con-
duela a la autocrltica o a la expulsión y persecución. S610 durante el perlodo de posguerra
comenzó a cambiar esta situación. El surgimiento de otros paises y gobiernos socialistas pro-
dujo readecuaciones en el tratamiento que e l PC soviético podla mantener con los restantes
PC del mundo. El primer cisma se produjo entre Yugoeslavia y los restantes pafses del hrea
rocialiha (1948). En 1960 se asistió al desenlace del conflicto chino - sovidtico iniciado en
b década del 20 y que condujo a la ruptura pública entre los dos mas potentes palses socialis-
m. Hoy dla no puede hablarse ya de homogeneidad en e l campo socialista. Los modelos indo-
chino, coreano, rumano, etc . . . no se esfuerzan por mostrarse particularmente ortodoxos e in-
duso en países en donde el PC no ha llegado a ser gobierno (Italia , Francia) se edvienen discre-
pncies teóricas e idmlógicer respecto de la conquista del poder y de la construcción de una
cciedad de trabajadores que apuntan (sefialan) hacia e l cardcter tenso y contradictorio que asu-
men las diferentes posiciones, hoy, al interior del mundo socialista.

Sin embargo este proceso de diversificación generado por el cambio entre las relaciones de
b s diferentes PC a nivel mundial no afectó, a nivel nacional, el fenómeno de la 'legitimidad revo-
lucionaria'. Mediante un artilugio, que los lógicos suelen llamar f a l d a de división, cada PC local
siguió, en la practica, considerándose como el único representante y mentor legftimo de las fuer-
OI revolucionarias de su propio país y, por tanto, como e l Único partido con derecho a llamarse
mrxista - leninista.

Es esta irtstitucionalizada 'legitimidad revolucionaria' la que es destrozada, en primer tdrmi-


no, por e l hecho histórico de la Revolución Cubana: la estrategia de lucha armada, desde luego, no
íue iniciativa del PC cubano y no fue asumida por él sino tardfamente y sólo en vistas de impedir
ai aislamiento y suicidio polltico; con posterioridad la cuestión de la 'legitimidad revolucionaria'
a develada y expuesta a la critica por los textos de Debray que son textos no anti-Partido, como
arelen escribir algunos de sus detractores, sino que anti-partidos que se llaman a sf mismos comu-
nistas y marxistas - leninistas pero que son, en los hechos, partidos incorporados al status (inclu-
r, a veces bajo el aspecto de la clandestinidad), es decir partidos reformistas. lo Al respecto, De-
h a y es claro: '7anto en la discusión como en la propaganda, el término 'masdes agitado por los
prtidos refonnist8s como un mito soreliano a la inverse, para no h m r nada. En la teorla, es el
medio de terminar con la dialéctica, que tiene sus exigencias, y descanse en el mecanismo de las
.tnrnativas metafikicas. Un dirigente de PC argentino nos dijo la Última palabra para sintetizar la
política del Pafiido: "Todo con las m a s , nada sin ellas". Pquntado sobn, q d pacerla con un8
oonsigna tal en caso de un golpe militar - tradición argentina -, este dirigente 'polltico'no supo
sno expresar su temor a los provocadores y reconocer que, si las masas no sellan a la calle, el Par-
H o solo no podría orgenizar la Resistencia. Este razonamiento explica por qué las calles de Rlo y
de Seo Paulo permanecieron desiertas el 1" y el 2 de abril de 1964,cuando miles de penonas esta-
ban dispuestas no sólo a msnifest8r en las calles, sino también a combatir, pero, ¿con quién?, ¿be-
jo qué bandera.?'' (106, 50).l1 Según Debray, el problema de la incapacidad revolucionaria de es-
tos PC es el resultado de su propia historia: los partidos comunistas latinoamericanos no poseen la
experiencia histórica de los partidos comunistas chino y vietnamita, por ejemplo, a los que su pro-
pia practica los lleva, a pocos afios de su fundación, a transformarse en partidos de vanguardia,
dotados de una lfnea propia, elaborada independientemente de las fuerzas socialistas internaciona-
kr y profundamente ligadas a su pueblo (106,236). Estos partidos "realiren en la práctica la alien-
za de la clase mayoritaria y la clase de venguardie: la alienza obrero - c8mpes1'm.El Pacido Co-
munim, en ese c a ~es , el resultado y el motor de esa alhnza. Los dirigentes, igual: no artificial-
mente nombrados por un congreso o subrogados por una tradición, sino probados, labrados y tem-
pl.dos por esa terrible lucha que han hecho victoriosos"(l06, 237). En opinión de Debray las cir-
cunstancias históricas no han permitido a la mayorla de los partidos comunistas latinoamericanos
el mismo arraigo ni igual desarrollo. Los PC latinoamericanos no han vivido, desde su fundación y
hasta el mismo punto el problema de la conquista del poder, no han tenido que situarse a la cabe-
za de una guerra de liberación nacional y no han podido, por tanto, realizar la alianza obrero -
campesina. El resultado de este conjunto de circunstancias históricas ha conformado polltica,
ideológica y orgánicamente a los PC latinoamericanos tornándolos incapaces para ser vanguardia e
incapaces, por tanto, para organizar y dirigir la revolución. Debray sintetiza sus planteamientos en
tres tipos de necesidades pollticas y orgánicas para las que los PC tradicionales no tienen respues-
ta:

8) necesidad de un nuevo estilo de dirección: la estrategia de lucha armada exige que el grueso
de la dirección abandone la ciudad y se incorpore al ejercito guerrillero (106, 238). Esto
conlleva problemas ligados al m8s elemental nivel biológico: "Apanq de los factores mora-
les, de todos los adiesrramientos requeridos para la guerra de guerrillas, el ffsiw es el fun-
damental. Los dos marchan a la par. Una perfecta educación merxista no es, pare comenzar,
wndición imperetiva. Que un hombre viejo posea una militancia a toda prueba - une forma-
cibn revolucionaria - no barte layl para afrontar la vida guerrillere, sobre todo al comien-
zo. La aptitud ffsica es condición de ejercicio de todas las otres aptitudes posibles: triviali-
dad de aspecto poco teórico, pero la lucha armeda parece tener razones que la teorla no co-
noce" ( 106,2381.

b) necesidad de UM organización nuen: el aparato tradicional del partido, comisiones, secreta-


riados, congresos, conferencias, ampliados, plenos, regionales, reuniones y usambleas en to-
dos los niveles se revela, como metodo de dirección y ante la estrategia de lucha armada, co-
mo ineficaz, paralizadora y hasta suicida (106, 239). Los métodos que la estrategia reclama
corresponden a la disciplina militar: métodos ejecutivos, centralizados y verticales, combi-
nados con la gran independencia táctica de los organismos subalternos. Suspensi6n, pues,
de la democracia interna y abolición temporal de lar reglas del centralismo democrático.

c) d d r d de nuevos reflejos idedbgicos: en el curso de la lucha contra Batista el Che seiia-


laba a compaiieros del Partido: "Ustedes son capaces de crear cuadros que se dejen despe-
dazar en la oscuridad de un calabozo sin decir una palabra, pero no de formar cuadros que
tomen por asalto un nido de ametralladoras". Se trata, por tanto, no de sustituir una cober-
dla por una valentla . ..
sino de sustituir un coraje por otra forma de coraje, un modelo de
acción por otro modelo de acción. Y a la bae de este nuevo modelo de acción este la lucha
armada cuya radicalidad desplaza y hace desaparecer toda Ilnea política basada sobre las
contradicciones existentes en las clms enemigas o sobre los intereses divergentes en el seno
de la burguesla, polltica que se ha expresado concretamente en alianzas y maniobras electo-
.
ralistas . . que terminan por convertir al Partido en un fin en s l mismo, más valioso que
aquello para lo cual es medio: 18 revoludón (106,239).

Debray sintetiia su posición en una nota: "Entendamonw bien: ya pasó el momento de


creer que basta ser del Panido para ser rewlucionario. Pero ha llegado el momento de poner pun-
to final a los reflejos acrimoniosos, obsesivos y estériles de todos los que creen que b ~ t ser
a "an-
tipanido" para ser rewlucionario " ( 106, 240).

Sin embargo, el diagnóstico de Debray, avalado por la experiencia cubana, sigue siendo drds-
tico respecto de los PC tradicionales: "En la mayorfa de los wfses latinoamericanossdlo la lucha
m d a ha comenzado ya o ve a comenzar a hacer salir a la revolucidn de su ghetto, de las habla-
-
durías ~ n i v e ~ a r i ay sde una carta de permanentes g l o k tmttrn. Para decirlo en lenguaje de
fildsofo, una cierta problemática ha muerto desde la Revolucidn Cubana, es decir una cierta mane-
n de plantear les cuestiones que ordena el sentido de todas las respuestas posibles. Y no son las
rerpuestas les que hay que cambiar, sino las preguntss mismas: ess fracciones o partidos marxls-
ts - leninism se mueven en el interior de la misma problemática polftica dominada por la burgue-
sfa. En lugar de transfomda, han contribuido a implantarla mejor, se han atascado en falsas
cuestiones y hoy son cdmplices de la problemhtica oportunista: querellas de procedencia o de in-
Hatidura entre orgsnizaciones de izquierda, frentes electoralistas, maniobms sindicales, chantajes
8 sur propios miembros Esta problemática es lo que se llama simplemente '~olitiquerfa".Para es-
apar a ella hay que cambiar de terreno en todos los sentidos de la expresidn" (106,255-256).

Es bajo esta perspectiva que deben leerse los textos de Debray: b rrvoluabn tantas vacas
-
prodamada p r o nunca r m p d i d a estructurb partido8 prrudomrhcirtr, Irninirtrs. Ni sus cua-
dros, ni sus Ilneas pollticas resultaban Útiles para forjar la fuerza social capaz de destruir el apara-
to de Estado burgués y construir el socialismo en America Latina. El partido de vanguardia será,
pues, construido m la e i b n revoludonrir. Este es el sentido histórico concreto tambien de la ex-
presión de Fidel Castro a la que Debray recurre con frecuencia: 'CQui4nes hadn la revolución en
A d r i c a iatina? CQuiBnes? El pueblo, los revolucionerios con Partido o sin Partido" (106,234).
De este modo encuentra su contexto tambien la tesis de Debray de que en ciertas condiciones, la
instancia polltica no se separa de la instancia militar: ambas forman un todo orgdnico. Esta orga-
nización es la del ejercito popular cuyo núcleo es el ejercito guerrillero. El partido de vanguardia
puede existir bajo la forma propia del foco guerrillero. La guerrilla es el Partido en gestación (106,
242).

El cuestionamiento teórico-prdctico que Debray hace de la 'legitimidad revolucionaria' con-


trolada por los PC tradicionales latinoamericanos no se dio, como podrla parecer, independiente-
mente de la situación polltica e ideológica mundial (119) y más especlficamente de la lucha al in-
terior de las izquierdas latinoamericanas. La Revolución Cubana generó en el continente la apari-
ción de un gran número de organizaciones revolucionarias que se plantearon el camino de la lucha
i m u r d o d como la vla fundamental para la conquista del poder y la posterior construcción de
una d d a d socialista. Su definición polltica los separaba tajantemente de los PC tradicionales.
Ejemplos de estar organizaciones son el MIR venezolano, el MIR peruano, el ELN boliviano, e l
PRT y el ERP argentinos, el MNL uruguayo, el VPR brasilek, e l MI R chileno, etc. Estas organi-
zaciones, en general conocidas como la izquierda revolucionaria Iatinoamenma, deblan ídebie-
ron) construirse corno vanguardias revolucionarias en sus paises a travds de un doble proceso:
a) construyendose como partidos marxistas-leninistas
b) disputando la conducción del movimiento popular y especlficamente de los frentes prole-
tarios a,parti&s que ya conducían a ideologizaban a ese movimiento popular, algunos por
un período que se extendia a más de treinta aiios.

Es en este contexto de poldmica prktico-teórico (polltica, orgánica, ideológica) que se inr-


criben los textos de Debray y, también, e l grueso de la obra del Chd Guevara. Por ello mismo es
que Debray ha calificado a LRrvoluabn en la rrvolucibn? como una obra colectiva (106, 114) en
la medida que las ideas expuestas en ellas estaban en el aire polltico y militante desde hada tiem-
po y eran discutidas a diario por los revolucionarios latinoamericanos. lRevolud6n en Ir revolu-
ción? ponla en el tapete la polémica línea reformista - linea revolucionaria que estaba a la orden
del día - y para los revolucionarios lo sigue estando - en la década abierta por la Revolución Cu-
bana. La obra de Debray, en este sentido, tenía una sola ambición: "Cbntribuir a romper un 610-
queo mental, a la vez tedrico y práctico, que cerraba el dwamllo de la lucha revolucionaria arme-
da, darando bien que $610 se t r n l a de los lugares en lor cuder, en ese momento, w l l e w k a
efecto" (106,112-113).

En este recuadro la obra del intelectual francés adquiere una diferente dimensión y alcanza
su d s justo valor práctico - teórico. Sus textos lograron su cometido: desataron una polémica
explícita. Por desgracia, lograron tambidn una interpretación denida que derivó en una concep-
ción unilateral, militarista, del foco, interpretación expresamente rechazada por Debray: "Lo que
se suele llamar 'teor/a del foco', reducida a su más simple y descarnada expresión, como deton,
dor aislado en la naturaleza y orgenizándose a penir de s/mismo, independientemente de toda or-
ganización n8cional y de todo trebejo pol/tico urbano, es, evidentemente, un enfoque del ewiritu
y no una lince revolucionaria coherente, susceptible de sumir la complejidad de 1 s tareas de la
dirección y orpnizecidn pol/tica en una sitwcibn wncreta" (106, 119). Pero Debray también
ha advertido que una cosa es atacar esta pretendida 'teorla del foco' y otra muy distinta fundar
sobre este ataque una Ilnea politica diferente a la guenr del pueblo, de la cual la lucha guerrillera
constituye e l eje y que se presenta en América Latina como la única alternativa revolucionaria.
Debray advierte claramente que una cosa son los errores de forma y de contenido parcial que pue-
dan existir en sus escritos y otra el problema central y determinante que se planteó - pese a los in-
tentos de los partidos 'legltimamente revolucionarios' para desvirtuarlo, morigerarlo o anularlo -
desde el triunfo polltico - militar de la Revolución Cubana: Ir w l i l i d r d (necesidad - posibili-
dad) de la lucha armada revolucio~rialatinoamericana.

DEBRAY: LA LUCHA REVOLUCIONARIA

R. Debray ha sehalado que sus escritos hacen constante referencia al procesa revolucionario
cubano no para hacer de él un 'modelo' sino porque hasta ese momento este proceso, pese a su im-
portancia continental, era el menos conocido (118, 115). Por ello es que sus notas tratan de pre-
cisar una táctica y una estrategia que en la década del 60 se proyectaron y estuvieron a prueba
en toda América Latina . . . y se plantean como objetivo teórico mostrar cómo la tdctica castris-
te de la insurrección y de la toma del poder eran capaces de hacer a la forma de las contradiccio-
nes propias de cada pais latinoamericano y cómo el cmrismo tenla su fundamento ultimo en el
marxismo leninismo.

Al ultimo respecto Debray seaala el carácter leninista de la táctica insurreccional castrista,


con porterioridd d desembarco del Grrmmr (1957). En efecto, a la organización de 'revolucio-
narios profesionales' (Partido) leninista, la tdctica castrista opone el foco, instrumento polltico-
militar que no espera que se den todas las condiciones para la revolución sino que Irr crea con su
actividad insurreccional (106, 51). Siguiendo la conceptualización revolucionaria leninista (teo-
rla del eslabón más débil), el foco se instala como detonador en el lugar menos vigilado de la car-
ga explosiva y en el momento más favorable a la explosión. Por ello mismo es que el foco podrá
tener un papel activo solamente si encuentra su punto de inserción en las contradicciones en desa-
rrollo (106, 61-62). El Ché ha escrito al respecto: "Hay que considerar siempm que existe un mi-
nñno de necesidades que hagan factible el est&lecimiento y consolidecidn del primer foco. Es de-
&, es necesario demostrer claremente ente el pueblo le imposibilidad de mantener le luche por
b reivindicaciones sociales dentro del pleno de le contiende cfvice. Precisemente, le p8z es rota
por las fuerzas opresors que se mantienen en el poder contre el derecho establecido. En estas
wndiciones, el descontento popular ve tomando formes y proyecciones ceda vez m& efirmativas
y un estado de resistencia que cristaliza en un momento dado le actividad de las autorid&. Don-
de un gobierno heya subido al poder por algune forme de consulte popular, freudulente o no, y se
mntenge el menos une apariencia de legelidad constitucionel, el bmte guerrillero es imposible de
poducir por no haberse agotado las posibilidades de le lucha cfvice" ( 109, 1,23-24). "Es impor
cnte destacar que le lucha guerrillera es un8 lucha de messs, y es un8 luche del pueblo: le guerri-
Ir, a m o su núcleo armado, es la venguardie combatiente del mismo, su gmn fuerza radia en le
nru, de su poblecidn" (109, 1, 251. Estos textos muestran claramente lo errdo de ler concepcio-
ncr y crlticar que atribuyen al foco guerrillero un carácter fundamental o exclusivamente militar.
El carácter del foco es polltiCo-militar, es decir de vanguardia revolucionaria en la construcción
dc las condiciones pol(ticas y militares posibles y necersrier para la edificación de la sociedad de
arbejdores. Por su mismo carácter - definición-activided - el foca sólo puede conrtruine en b
m cia y por su inserción histórica en el recuadro político latinoamericano como alternrtiva revo-
Lucionaria real.

Contrariamente a lo que sefíala V. Bambirra en su interpretación crltica de la 'teorla del fo-


a'( 118, 291, b revolución no pude hacerse sin partido, ni en su perlodo de realizaciones demo-
critico-burguesas ni en su realización socialista. La expresión de Castro en ese sentido significa
ób que la revolución no necesita ser vanguardizada por el partido pseudo-revolucionario. Tanto
b primera fase de la revolución cubana como su fase de definición socialista se encuentran enmar-
d a s dentro de un aparato partidario polltico - militar en acelerado proceso de adecuación orgá-
nica e ideológica a las necesidades y presiones del cambio revolucionario. Si bien es correcto soste-
m que el primitivo Movimiento 26 de Julio representaba ideológicamente a la pequefía-burgue-
sia redicalizada, no es menos objetivo reconocer la transformación cualitativa que experimenta
ese mismo Movimiento - especialmente desde el momento en que la dirección central se establece
a la Sierra (abril - 19581 - al recibir el impacto orgánico e ideológico estructurado por las condi-
d n e s de la lucha armada, el apoyo campesino, y la teorla revolucionaria marxista - leninista
(Ché). La gente de b Sierra no ea la gen- del Monada. El Ejercito Rebelde va en camino de fun-
dirse con los sectores más avanzados del proletariado cubano. Quienes se mantendrán relativa y
parmanentemente desfasados de este proceso serán precesamente algunos de los cuadros dirigen-
aa de los partidos obreros pseudo-revolucionarios (105,499-5441.

Un segundo aspecto central conflictivo en la conceptualización debreyaniana es la tesis de


que la lucha armada revolucionaria sólo es realizable en (a partir de1 el campo (106,881. Esta te-
sis está en directa relación con la formulación de E. Guevara en el sentido de que en la America
aWesarrollada el terreno de la lucha armada debe ser fundamentalmente el campo ..
. pero que
dlo no impide que en Isr ciudades se desarrollen focos secundarios, núcleos de discusión teórica,
de agitación polltica, o ejércitos de reserva: las universidades (106,641.

Esta última tesis, no cabe duda, es una evidente extrapolación originada en el proceso cuba-
no. En efecto, en las ciudades cubanas se concentraba gran parte de la fuerza de las organizaciones
pollticas que no aceptaban la estrategia de la lucha armada (con la excepción importante del mo-
vimiento estudiantil) mientras que en el campo la carencia de un profundo esfuerzo ideológico po
parte de los tres grandes núcleos de la reacción: el imperialismo, la burguesía y la Iglesia, la falti
de una lucha organizada por la tierra que conllevaba la inexistencia de concepciones pollticas defi
nidas, los enfrentamientos directos entre los campesinos y e l ejército, en los que éste apoyaba in
variablemente a los grandes terratenientes, generaban condiciones para la agitación revolucionarii
del 26 de Julio y, posteriormente, para la ubicación del foco político - militar. La ubicación de
foco cubano encontraba as( una justificación estratégico - militar (incapacidad de la guerrilla ur
bana para transformarse pdlticamente en un ejercito popular) pero sobre todo y fundamental
mente una justificación polltica e ideológica que alcanzó expresión teórica en la II k l a m c i 6 1
de b Habana: "En nuestros paises se juntan las circunstencias de una industria subdesarrolladr
con un régimen agrario de cadcter feudal. Es por eso que con todo lo d u m que son las condicio
nes de vida de los obreros urbanos, la poblacidn rural vive aún en más horribles condiciones dt
opregdn y explotación; pero es tambidn, salvo excepciones, el sector absolutamente mayoritarit
en proporciones que a veces sobrepciso el setenta por ciento de las poblaciones latinoemericanas
Descontando los terratenientes que muchas veces residen en las ciudades, el resto de esa gran mesc
libra su sustento trabajando como peones en las haciendas por salarios misérrimos, o labran la tie
m en condiciones de explotecidn que nada tienen que envidiar a la Edad Medie. Estar circuns
rancias son las que determinan que en América Latina la población pobre del campo constituye
una tremenda fuerza revolucionaria potencial"

"Los ejdrcitos, estructurados y equipados pera la guem convencional, que son la fuerza en
que se sustenta el poder de lar clases explotadoras, cuando tienen que enfrentarse 8 18 l u c h irre
gular de los wmpainos en el escenario natural de dstos, resultan absolutamente impotentes; pie^
den diez hombres por cada combatiente revolucionario que cae,y la desmoralitecidn cunde rabide
mente en ellos al tener que enfrentarse 8 un enemigo invisible que no le ofrece oc~sidnde lucit
sus tdcticas de acsdemia y sus fanfarrias de guerra, de las que tanto alarde hacen pera reprimir a
los obreros y a los estudiantes en las ciudades" (105, 481 - 482). Desde luego, tanto Debray co.
mo la II Dedaración de Le Habana hacen referencia expllcita a las restantes fuerzas revoluciona
rias y al carhcter de su alianza con el campesinado, corno asimismo a las formas decisivas a travBr
de las cuales esta alianza acomete la conquista del poder: "Un foco no excluye por definicibn las
luchas pec/ficas de mesas realizadas por los sindicatos, en el perlamento, en la prensa" (106, 731,
indica Debray, mientras que el documento cubano precisa que ''La lucha inicial de reducidos nú.
deos de combatientes se nutre incesantemente de nueves fuerzas, el movimiento de meses comien-
za a desatarse, el viejo orden se resquebraja poco a poco en mil pedazos y es entonces el momento
en que la d m obrera y Irr masas urbana deciden Ir batalla" (subrayado nuestro). "Pero el cam-
pesinado es una clase que, por el estado de incultura en que lo mantienen y el aislamiento en que
vive, necesita la direccidn revolucionaria y pol/tica de la clase obrera y los intelectualea nvolucio-
narios, sin la cual no p0dr/8 por S/ sola lanzarse a la lucha y conquistar la victoria" (subrayado
nuestro). "'La actual correlacidn mundial de fuerzas y el movimiento universal de liberación de
10s pueblos coloniales y dependientes sefielen 8 la clase obrera y a los intelectuales revolucionarios
de América Latina su wrdedero papl, que es el de situarse reuehmente a la venguardie de la lu-
cha contra el impetialismo y el feudalismo" (subrayado nuestro) (105,482). Por lo demds el Bnfa-
sir en la situación de la lucha en el campo arranca de otra premisa que resulta central para toda re-
volución latinoamericana y que dice que sin una profunda e integral Reforma Agraria no existe
revoluci6n. Y esta tarea económico-política e ideológica r x i p la constitución de la alianza obre-
ro - campesina no siempre lograble desde el punto de vista economicina de las aristocracias obre-
ras (posición, salario) (113, 28 - 30) y de los partidos que concentran su peso polftico en esa
clientela generando asf una fuerza social fundamental y determinantemente reformista. Es en es-
t e sentido que el foco rural juega su doble papel: de polo (acumulador, aglutinador, unificador) y
de promotor (agitador, difuminador) de la lucha revolucionaria . . . en el tambidn imprescindible
doble proceso de construirse a s i mismo como partido y de ganar al reformismo la dirección del
movimiento obrero.

DEBRAY: LAS ETAPAS DE LA REVOLUCION

En su prólogo critico al estudio realizado por V. Bambirra acerca de la Revolución Cubana,


R. Mauro Marini define este Último proceso como "une revolución popular, por la alianza de clases
que la impulsd, constituida por la pequen8 bugues/a urbana, el campesinedo, la c l s e obrera y las
capar m8s pobres de la ciudad, cuya etapa democrática se prolongd más al18 de k llegada de la van-
guardia revolucionaria al poder del Estedo; la razón de esta peculiarided reside en el hecho de que
la vanguardia tuvu m e s o al poder estatal (cuyas bases materiales hab/an sido suprimid4 anies
que se complementen, la oganizacidn del poder obrero y campesino y la incorporacibn de las
grandes masas al proceso. El paso de la revolución popular a la revolucidn obrera y campewna, en
Cuba, correspondid a k destruccihn del aparato estatal bugués, del cual la dictadura de Batista no
h&/8 sido sino une expresidn, y a las transfomciones operadas en sentido socialista al nivel de la
estrvctura econdmica; ambos procesos se realizaron con base en el poder armado de los obreros y
ampesinos, manifestado en el Ejército y en las milicias populam. Es esta parricularided la que
explica el hecho de que, cuando la Revolucidn afecte también el plano de la ideolog/a y se pro-
dame socialisre, ya la wnstruccidn del socialismo se hubiera iniciedo, al revés de lo que pssb en
R ~ i 8 "(103, 15).

Aunque la definición del carkter de la Revolución Cubana por parte de Marini tiene como
objetivo inmediato romper todo posible equfvoco sobre el cardcter no - etapista (en el sentido de
oondlisción de clases) del proceso revolucionario cubano y de afirmar, por tanto, la existencia de
una fano democrática cuyo temple es la "8guda lucha de clases, mediante la cual la clase obrera in-
oorpora a las amplias masa a la lucha por la destruccidn del viejo Estado y entra a constituir sus
propios drgenos de poder que se contraponen al poder burgués" ( 103, 12) . . . - fase que para el
caso de Cuba se expresa en una determinada correlación de fuerzas en la cual e l poder burguds
subsistla todavía, la clase obrera aún no deslindaba su propio poder de modo de enfrentar defini-
tivamente a la burguesla, y se mantenla el proceso de constitución de la alianza revolucionaria
de clases al incorporarse a ella a las capas atrasadas del pueblo . . . determinandose en este proceso
el progresivo desplazamiento de las tendencias ideológicas revolucionarias nacionalistas pequeiío -
burguesas en beneficio de la ideologfa socialista - proletaria (103, 12) - resulta conveniente pre-
cisar algunas cuestiones conceptuales y terminológicas de su (derivados) definición:

1) el mismo Marini sefíala que la expresión "etapa democrático - burguesa" en el proceso revo-
lucionario apunta, dentro de las condiciones de desarrollo de la alianza revolucionaria de cla-
ses y el proceso de formación del nuevo poder, hacia tarea que no pueden ser propuestas ni
cumplidas bajo el marco de la dominación 'dernocrdtico' burguesa, sino sólo bajo la forma de
la demouacia proletaria, es decir de aquella que asegura la dictadura de la mayorfa sobre la
minorla (103,14 - 15)
2) la definición de Marini tiende a excluir mutuamente, tal vez influenciado por la critica a la
peudo teorla del foco, los niveles politico - militar de los niveles económico - militar y
social - militar, es decir a cargar el acento en los cambios iníraestructurales y10 pollticos
como previos al cambio ideológico,

3) que el anterior proceso sólo es posible s i se niega el carácter de partido (y de embrión de 6r-
gano de poder) a la guerrilla y al Ejercito Rebelde o si se entiende el cambio revolucionario
r corno el paso en bloque de una estado a otro estado (ancepción metaflsica, abstracta);

4) el concepto de 'ideologla' es representado en la definición como un cuerpo 'declarado' (ex-


plícito) de representaciones y valores, es decir como un sistema lo que tiende a desfigurar
(desplazar) su carácter de proceso dialéctico concreto

5) conviene recordar que la clase obrera cubana, especialmente la urbana, no fue incorporada
táctica y estratégicamente en forma correcta al movimiento revolucionario sino después del
fracaso de las 'huelgas generales' de agosto de 1957 y de abril de 1958, y especlficameme
porque el mando polltico queda, despues del segundo fracaso, centralizado en la Sierra

6) que e l principal partido de la clase obrera cubana era el Partido Socialista Popular (PC) que,
desde 1953 hasta 1958 definió su llnea como la lucha por un gobierno nrdonrl y democri-
tico que reuniera a todos los rectores progresistas del país.

La anterior especificación en su conjunto resulta indispensable si se desea entender el contex-


to argumenta1 en el cual Debray caracteriza a la revolución cubana como un procaso único:

"Una de las mayom poldmicas que dividen a las organizaciones revolucion#iar es la que
plantea el problema de la naturaleza de la rewlución. En una palabra a la tesis de influencia
trotzkista de la revolucibn socialista inmediata . . . se opone la tesh, tradicional en ciertos parti-
dos comunistas, de la revolucibn agraria anti-feudal, Ilevsdo a cabo con la ayuda pero en realidad
bajo la diremibn de la burguesia nacional. Por encima de las dos tesb muchos piendsn que 18 revo-
lución es un proceso indefinido ,'sin etapas" beperebles, que aunque no parte de una reinndiw-
cibn socialista, conduce inevitablemente a ella cuando la vanguadia del proceso revolucionario
mpresenta sinceramente a las clases explotedar. Tal p a m ser la emeiianza de k Revolucibn Cu-
bana" ( 106,981.

La tesir de la etapa ha sido admirablemente resefiada por la Comisión Polltica del Partido
Comunista brasilefio, precisamente en junio de 1959:

"Hemos visto que como resultado del desarrollo econbmico del país, la contradiccibn que se
acentuaba ceda vez m&, era la que oponía la nacibn al imperialismo norteamericano y sus agentes
internos. Esta contradiccibn ha pasado a ser la principal y dominante, y determinaba el proceso de
tr0nsformacibn en k disposicibn de lar fuenas sociales. Aparecian unas condiciona cada vez d s
fawrables para unificar amplias fuerzas contra el imperialismo norteamenkano, el enemigo princi-
pnl de la nacidn; objetivamente, se acumulaban factores, que conducrén a la formacidn de un fren-
te único contra el imperialismo norteamericano y sus agentes internos, frente que puede reunir al
rwoletariado, los campesinos, la pequen8 burguesía urbana, la burguesía, los latifundistas que tie-
nen contradicciones con el imperialismo norteamericano, y los capitalistar vinculadm a grupos im-
H i r t s rivales de los monopolios norteemericanos. No hemos sido capaces de distinguir en la
m ' e n c i a hisrdrica univeml de la gran revolucidn socialista de Octubre, los rasgos esenciales y
d i d a para todos los paises y los aspectos particulares y singulares cuya repeticidn no es obliga-
mi fuera de Raia. A esto se debe que juzgáramos el camino de la lucha armda como el único
dmisible para la revolucidn, sin advertir que en las nuevas condiciones del pais y del mundo h e
bu aparecido la posibilidad real de otro camino, el del desarrollo pacifico" ( 1 2 1, 150).

Lo que opone teóricamente a ambas concepciones es, en ultimo término, la cuestión de si


m e existir en América Latina un mpitalirmo nacional independiente, o si toda revolución, pa-
-
o ECI verdadera, debe ser socidista proletaria, cuestión por lo demás que si no existiera el ejem-
histórico de la Revolución Cubana ya habia sido resuelto politicamente por los fundadores
&ipensamiento marxista en el continente: "La m i s m palabra Revolucidn, en esta América de las
wu& revoluciones, se presta bastante al equivoco. Tenemos que reivindicarla, rigurosa e in-
megentemente. Tenemos que restituirle su sentido estricto y cabal. La revolucidn latinoamerice
m m', nada més y nada menos, que una etapa, una f a e de la revolucidn mundial, Será simple y
ovvnente la revolucibn socialista. A esta palabra agregad, según los casos, todos los objetivos que
-¡S: 'sntiimperialim', 'egrarista', 'nacionalista-revolucionaria'. El socialismo los supone, los
rrascede, los &arca a todos. A Norteamdrica capitalista, plutocrática, imperialista, sblo es posible
oponer eficazmente una América, Latina o Ibera, socialista. La Bpoca de la libre concurrencia, en
b cconomía capitalista, ha terminado en todos los campos y en todos los aspectos. Estamos en la
ipou, de los monopolios, vale decir de los imperios. Los países latinoamericanos llegan con retar-
do r la competencia capitalista. Los primeros puestos ya esthn definitivamente asignados. El desti-
no de estos paises, dentro del orden capitalista, es el de simples coloniai" ( 112, 119-1 20). Las
deas de J. C. Mariátegui, expuestas a sus compaiíeros en 1929 y encuadradas dentro del análisis
rrmrxista - leninista clásico, suenan extraiiamente vigentes, incluso después del desarrollo de un
r p c t o regional de la teorla del imperialismo y para America Latina, en la déceda del 60: la teo-
& dm h dependencia.

Sin embargo, el punto más importante de la argumentación de Debray en torno al problema


-erización de la revolución sin etapm separables estriba en el hecho de que la revolución no
de su programa inicial sino de su capacidad para resolver el problema del poder del Esta-
* & d e una perspectiva de clase antes de la etapa democrático - burguesa. Y este problema liga
d e e r ininterrumpido de la revolución, y por tanto su definición socialista, indisolublemente
m la estrategia de lucha armada, única capaz de destruir el aparato militar de la burguesla de-
m i e n t e (imperialismo), columna vertebral de la estructura de dominación. Esa es en verdad la te-
i poiémica que establece Debray en sus estudios sobre América Latina. El problema polltico de
Li a~riquistadel poder (antagonismo, alianza, neutralización de clases), pasa por la destrucción del
militar 'nacional' y por la construcción, por tanto, de un ejército del pueblo, instrumento
p d i t i a militar que, en la mayoria de nuestros países, tendrá su origen en el campo (106,991. A
b organización del aparato continental de represión militar estructurado por el imperialismo se
opone, por tanto, la continentalidad de la lucha armada. No puede extraiiar que el mismo aiío de
aparición de ¿Revolución en la revolución? el Che exhorte a los revolucionarios latinoamericanos
y del mundo a crear muchos Vietnam (109,1,197 - 215) ni tampoco extraiíará que haya q u b
inchmen rechazar la conceptualización revolucionaria derivada del proceso cubano fudndair a
el fracaro militar-politico del mismo Guevara.
En slntens, la obra de Debray se inserta en un contexto fundamentalmente poldmico en don-
de el proceso revolucionario cubano pretende ganar fuerza no sólo como la (inica revolución ver-
dadera en Amdrica Latina, sino que como llnea polftica. Esta línea política puede expresarse di-
ciendo que 1) la revolución es necesaria y posible: "El deber de todo revolucionario es hacer la re-
volución" (105, 483); 2) el proceso revolucionario, es decir la conquista del poder, hace inevitable
la lucha armada; 3) una revolución verdadera es necesariamente socidista. Esta llnea política en-
cuentra antagonismos - Iógiw-históricos - no sólo en los sectores dominantes sino que en los
partidos de la izquierda tradicional que han rechazado sistemáticamente la vía de la lucha armada
y que defienden, consecuentemente, el carácter etapista (debe fortalecerse a la burguesía nacional,
o a su sector mis dinimico) del proceso. En esta poldmica los sectores revolucionarios tienen una
desventaja histórica: deben disputar la dirección del movimiento obrero al reformismo (lucha po-
lítica e ideológica) al mismo tiempo que acometen su propia construcción como vanguardia revo-
lucionaria; este doble frente: por la destrucción del aparato de poder dominante y por la conduc-
ción popular y obrera, implica y exige la lucha armada dentro de la cual debe estructurarse tanto
e l partido revolucionario como la alianza de dmrs rrvoluaonarias. Dado el carácter de las wntra-
dicciones y cierta configuración táctica, en la mayor parte de los palses latinoamericanos, la lucha
armada será una lucha campesina. El caricter antiimperialista, es decir anticapitalista de la revo-
lución la hace, especialmente despuds del proceso cubano, necesariamente continental. Es en este
contexto poldmico y en un período en que e l PC cubano revolucionario intenta consolidar su pro-
pia línea al interior del mundo socialista y al interior de Cuba (119, 102-121) y (120) que De-
bray expone sus tesis y profundiza en sus errores y en sus aciertos. Dentro de los primeros, no ca-
be duda, una de los fundamentales es que la vertiente negativa de su propia posición poldmica le
lleva a ignorar y despreciar la experiencia teórica de la lucha revolucionaria, la acumulaaón revo-
lucionaria: "Podr/a penserse que es una suerte que Fidel no haya leído los escritos militares de
Mm-Tse- Tung, antes de desembarcar en lar costas de Oriente: ha podido inventar así, sobre el te-
rreno, a partir de su propia experiencia, las regles de una doctrina militar conforme al terreno"
(106, 166). De este criterio anticientíf ico y subjetivista de Debray - que por negar la llnea refor-
mista niego todo el pasado histbrico revolucio~rio- pueden surgir las críticas que seiíalan su
practidsmo. El practicismo, a su vez, no es sino una expresión de la incapacidad de reunir dialhcti-
camente la teorla y la práctica, el pensamiento y la existencia real, una incapacidad de establecer
la releción estrecha que existe entre ciencia y militancia, incapacidad que es dable encontrar en
gran parte de la obra de Debray : "La práctica misma de la lucha, que nunca se puede determinar
de antemano sino a medida que se la vive, se encargad de reordenar lar alianza políticas y socia-
les, disolviendo algunas, creando nuevas, y por tanto nada de discusiones teóricas interminables so-
bre las modalidades de la futura reforma agraria, que no sirven m8s que para dividir y para retar-
dar el edvenimiento de lar condiciones de aplicacidn de una reforma agraria, etc. " (106, 100).
"Los mejores maestros de marxismo - leninismo son los enemigos enfrentados. Estudios y apren-
dizaje son necesarios, no decisivos. No hay cuadros de Bcedemia" (106, 247). Desde esta concep-
ción unilateral y subjetiva - derivada en parte de una pasión polémica histórica necesaria - se
desprende tambidn un consecuente y algo ingenuo nitunlismo ideológico: "La certeza de que en
lar condiciones especiales de AmBrica Latina, el dinamismo de las luchas nacionales las hace de.
sembocar en una edhesibn consciente a1 marxismo" ( 106, 103). "En la montaña, pues, se encuen-
tran por primera vez campesinos, obreros e intelectuales. La integracidn no es muy fácil al princi-
pio. En el seno de un campamento pueden dividirse en grupos como en otro tiempo en clases. Los
campesinos, sobre todo si son de origen indio, se ahlan y hablan su lengua entre si, quechua o cak-
chiquel. Los otros, que saben escribir y hablar bien, ponen espontáneamente tienda 8p8Re. Des-
confianza, timidez, costumbres que deben vencerse poco a poco, mediante un trabajo político in-
cansable del cual los jefes dan el ejemplo. Esos hombres tienen, todos, algo que aprender unos de
otros, comenzando por sus diferencias. Como deben adaptarse a las mismas condiciones de vida y
participen en una misma empresa, se adaptan uno a otros. Lentamente la vida común, los comba-
.
tes, las fatigas soportadas juntos forjan una alianza que tiene la fuerza simple de la amistad. . En
esas condiciones el egoismo de clase no dura mucho. La sicología pequeilo - buwuese se derrite
.
a m o la nieve al sol, minando las bases de la ideolog/a del mismo nombre . . As/, la guerra civil re-
r i o ~ más que éstos a aquélla" (106, 246-247). Sin em-
volucionafla hace a los r e v ~ l ~ ~ i o n a todav/a
bargo, los errores que se derivan de sus criterios desplazados o distorsionados o de sus falsas apre-
ciaciones de detalle sobre los procesos concretos con los cuales ejemplifica no alcanzan a malograr
lo fundamental de sus estudios: la apertura de un frente polbmico determinante frente al reformis-
mo teórico y práctico que, desde la decada del 20 monopolizaba la 'legitimidad revolucionaria' na-
aonal y continental. En su vertiente polémica positiva, la obra de Debray, con sus limitaciones co-
yunturales, venfa a entregar a la nueva izquierda o la izquierda revolucionaria militante un punto
de partida histórico, teórico y orgánico desde el cual podrla construirse como vanguardia revolu.
Qonaria en un continente necesitado - posibilitado de revolución.

Iv
LA ULTRAORTODOXIA: EL LENINISMO DE 'LA HISTORIA ME ABSOLVERA'

Lo que hemos llamado la tesis ultraortodoxa, es planteada por M. Aguirre, D. Garcla Ronda
e l. Monal en el número de diciembre de 1975 de la revista Cesa de I r América (101). Ya en sus
primeros párrafos las autoras anuncian su objetivo: "Alpreparar y llevar a a b o el ataque al Cuartel
M o d a , al pronunciar el magno discurso objeto de esras páginas, al crear el Movimiento 26 de
Julio, al culminar la gesta de la Sierra, al sortear la etapa que condujo a proclamar a Cuba primera
república socialista de América, al poner primero en tensión revolucionaria a todo un pueblo y lo-
grar,
--.
paso a paso, que la conciencia de éste madurase hasta el punto de poder hacer del marxismo-
leninismo la base de su reestructuración económico - social, Fidel Castro no copió nunca a Le-
nin, como no copió a Maní. Pero, en el mismo sentido en que 61 pudo afirmar que Marti era el au-
tor intelectual del as8lto al Monada puede decirse tambibn - y probarse - que su liderazgo de
la Revolución Cubana ha poseído, en todo instante, un progresivo subsuelo leninista" (101, 64).
Se trata, por tanto, de probar que Fidel Castro posela, en cuanto llder de la Revolución Cubana,
dede el primer momento, una orientación (subsuelo) leninista. Digamos, desde ya, que la proble-
mática es, como lo hemos sefíalado en el análisis de la obra de Draper, tipicamente burguesa o pe-
quefío - burguesa. El problema de la revolución socialista de la cual F. Castro es líder no es cen-
tralmente un problema de definición personal socialista (¿entoncespor qué no J. Martl también
kninista?) sino un problema objetivo de estructura social, de situación social y de inserción ade-
w d a del licor en el sentido de la historia (lucha de clases) de la cual recibe y a la cual entrega -
construye direcciones y posibilidades. El estudio que nos ocupa, entonces, entrega un enfoque
-
no marxista del problema. O

Si intentamos precisar, advertimos de inmediato que el concepto - vocablo 'leninismo' es


ambiguo ('oblicuo' en sentido ideológico); si con él se desea designar cualquier forma de impug-
nación revolucionaria entonces resulta evidente que se podrla hablar de un F. Castro leninista
desde 1952 - 1953, periodo en el que organiza e l movimiento estudiantil para luchar contra la
dictadura. Pero si 'leninista' quiere decir "determinado por los intereses de la lucha revoluciona-
ria del pro1etariado"entonces resulta imposible encomrar en todas las faser del desarrollo personal
ideológico de F . Castro ese 'subsuelo' leninista, como no sea mezclando las dos acepciones. Mds
aún, no es posible encontrar un mejor contrajemplo para la tesis que defienden las autoras que el
documento histórico La historia me absolved.
P!
..,

No es necesario hacer aquí el análisis de ese d o c u m e n t ~ .La


~ ~proposición contraria al pun-
to de vista de Aguirre y sus compaííeras ha sido expuesta por el mismo F . Castro en su denuncia
acerca de las prácticas maarias: "Los individuos que salian por ahi 'sarampionados', que apenas
leyeron un librito de marxismo, o que lo habian leido antes y no lo habian entendido, se ponian
"
a comentar que 'La historia me ebsolveré'es un documento reaccionario. iCdmo sabe de filosofia y
de revolución ese seiiorl En primer lugar nosotros no aspiramos a que 'La historia me abcolverá 'sea
una obra clásica del marxismo. ¡No, seiiorl Muy modestamente 'La historia me absolverá' es la ex-
presión de un pensamiento avanzado, de un pensamiento revolucionario en evolución. No es toda-
via el pensamiento de un marxista, pero es el pensamiento de un joven que se encamina hacia el
marxismo y empieza a actuar como marxista. (. . . I Pero hds que el valor teórico desde el punto
de vista económico y po11'tico. su valor permanente es la denuncia viva de todos los horrores y to-
dos los crimenes de la tirania, poner al desnudo aqudl dgimen, tan atrozmente cruel y cobarde, ti-
ránico y asesino, y, sobre todo, el poco mdrito que pueda tener 'La historia me absolved' es sencilla-
mente haber pronunciado aquella denuncia entre un centenar de bayonetas, de soldados cuyas me-
nos se habian humedecido con la sangre de ochenta compaiieros nuestros. Fue dicho alli. Hoy
cualquiera puede pararse en una tribuna y decir un gran discurso. Tranquilo, sin problemas, sin po-
licia, sin tiros, sin porrazos. Pero decirlo en aquellas circunstancias era dfftinto. Cuando no habia
garantias para la vida de nadie denunciar aquel le^ cosas era un poco más difícil que posar de revo-
lucionario ahora. ' La historia me absolverd' no tiene por qud leerse en las escuelas de instrucción re
wlucionaria. No es una obra clásica del marxismo. Es la expresidn de un pensamiento en deserro-
110, de una serie de ideas que han formedo parte, gran parte del quehacer revolucionario y una de-
nuncia viva cuando esa denuncia habia que hacerla a riesgo de la vida" ( 105, 523).

F . Castro ha puesto el asunto claro. La historia me absolveri, es, sin duda, un documento re-
volucionario avalado por la decisión concreta de la practica de la lucha armada y que, pronunciado
en circunstancias dramáticas, dice claramente de las convicciones y del valor del orador . . . pero
al mismo tiempo esos conceptos revolucionarios y ese valor revolucionario tienen una caracteriza-
ción de clase, se concretan en terminos orgdnicos de clase . . . y en el caro de La historia me &sol-
verá los criterios de clase que objetivamente la fundan, incluso a la lectura superficial, son los de
la pequeaa-burguesla urbana radicalizada, es decir criterios fundamentalmente nacionalistas y
dernocrdticos tenidos fuertemente de moralismo. Un solo ejemplo: "Losproblemas de la repúbli-
ca sdlo tienen solucidn si nos dedicamos a luchar por ella con la misma energia, honradez y patrio-
tismo que invirtieron nuestros libertadores en crearla" ( 105, 42). La anterior proposición de La
historia me absolver4 es por cieno, en general, correcta, pero precisamente por serlo en general, es
vacla, concretamente abstracta. Mientras energla, honradez y patriotismo no encuentren una carac-
terización de clase o , lo que es lo mismo, su inserción en un proyecto histórico real, permanecen
como lo que son: valores abstractos, es decir humanamente irrealizables y con una función pura-
mente ideológica en el sentido de ocultar las condiciones reales de existencia social.

Sin embargo, no nos interesa detenernos aquí en la significación ideológica de La historia me


absolverh. Resultan, en cambio, de primera importancia, dos tarea:
Mostrar cómo es posible fundar el cardcter leninista de La historia me absolver6
o) Mostrar qué tendencias y formas de pensamiento se encuentran tras el intento de fundar
(preocupación) el cardcter leninista de La historia me abmlver6.

1- Los mecanismos de la ultraortodoxia

Los mecanismos de la ultraortodoxia, es decir del sectarismo de derecha, para probar lo que
o se puede probar, aun cuando son variados, son tlpicos. Detallemos algunos de los que se usan en
rcl trabajo:

11 para fundar y "probar" un discurso pronunciado en 1952 se recurre a otro discurso pronun-
ciado por el mismo orador . . . pero en 1972, de modo que se avalan los hechos del primero
a través de la interpretación que ellos sufren 20 aííos después. El segundo discurso es e l pro-
nunciado por F. Castro con motivo del Doctorado Honoris Causa en Ciencias Jurldicas que
le entregó la Universidad Carolina de Praga (104). El discurso, muy breve y fundamentalmen-
te circunstancial, se refiere sólo en los primeros pdrrafos y muy escuetamente a los sucesos y
al programa del Moncada. Ademds de la precariedad histórica de la fuente se recurre a dos ar-
tificios discutibles.

a la apelación a la autoridad; se trata de F. Castro hablando sobre el proceso cubano


b) 9 piensa que el sujeto - actor es quien tiene la mis alta consciencia de sus actuaciones
históricas.

Digamos, sólo de paso, que esta última suposición, despuds de los trabajos de Marx y Freud,
no es defendible sin recurrir a los servicios de la ideología burguesa (racionalidad; individuo-
Sujeto) o al materialismo hist6rico y este último no es de ningún modo el mdtodo empleado
en su trabajo por las autoras.

2 se entresacan y extrapolan numerosas citas leninistas, es decir se redizan comparadones abs-


tracta entre, por ejemplo, la etapa democrática de las revoluciones rusa y cubana (101,751,
la definición de las fuerzas revolucionarias (101, 75),el partido (101,71), la violencia (101,
67), etc. Desde luego, se trata también de aprovechar la autoridd de Lenin respecto de cues-
tiones revolucionarias, mdtodo especialmente estéril para probar cualquier asunto cientlfiw
y que por ello fue usado con profusión por los 'sabios' de la Edad Media. Un ejemplo direc-
to: de la expresión, curiosamerrte abstracta de Lenin: "Las tareas pol/ticas concretas hay
que plantearlas en una situación concreta" (101, 66) . . . e; sigue, según lar autoras, que
"Así, para aquellas circunstancias que vivh Cuba, se plantea Fidel el ataque al Cuartel Mon-
d a y la organización clandestina que ha de llevarlo a cabo" (101, 66). De donde tambidn
podría seguirse que las técnicas propagandlsticas o de cohecho de cualquier candidato
ultrarreaccionario a la Presidencia de cualquier pais (o los mecanismos mediante los cuales
un hechicero envenena a sus rivales en alguna tribu remota) son ortodoxamente leninistas,
puesto que son tareas políticas concretas que se plantean en una situación concreta. Volve-
mos a lo mismo. El ataque al Cuartel Moncada y la organización clandestina que lo acom-
pañó fueron actos concretos y heroicos pero no obedeclan ni a una estrategia ni a una tác-
t i u marxista - leninista, es decir socialista-proletaria, es decir efectivamente revoludonuL.
De hecho fue un acto desligado de las masas, voluntarista y espontanelsta.
3) absoluto desprecio por la verdad histórica - el caso anteriormente citado es un buen ejem-
plo - velado por el uso del lenguaje emotivo y directivo mezclado con la aparente ligazón
lógica de los párrafos; esto Último se logra mediante la intercalación frecuente de particular
del lenguaje tales como "De ahf", "Por eso", "Es sabido", "En sfntesis", "Es natural", "En
sume'', etc., especialmente en la vinculación de párrafos (dima de implicación).

4) un constante proceso de invenión ideológica que anula la historia al poner el presente en el


pasado y el pasado en el presente. El argumento sigue la siguiente forma: Si Fidel es hoy
leninista debe haberlo sido siempre, es decir su leninismo de hoy iluminará todo su pasado.
Ejemplos de este mecanismo los tenemos en el primer párrafo citado en este comentario (Fi-
del en el Monada, Fidel en la Sierra, Fidel en 1976 . . .es el mismo, Único, casi reedición
del ser parmenldico; otro: "La estrategia fidelista contaba, pues, con les mesas populares.
Pero, además, - y esto es uno de los aportes fundamentales de la Revolución Cubana, dese-
rrollado plenamente a pertir de diciembre de 1956, pero cuya simiente estaba ya en el Mon-
cada - existfa todo un plan, basedo en las condiciones peculiares del N / S , pera la elevación
delaconcienckpolfticadelasme~~~.. .
"(101,81).

La apoteosis de este proceso de inversión ideológica lo encontramos al final del trabajo:


"Cwndo toda Latinoamérica haya roto sus cadenas - y no antes - habrá tenido su epflogo el 26
de julio de 1953" (101, 85). Es decir, e l asalto al Cuamil Moncada es toda Ir historia de la Revo-
ludón Latinocimeriana de una vez y para siempre (si agregamos que e l Moncada es Lenin, enton-
ces se sigue que la Revolución Latinoamericana es Lenin . . . pero s61o en cuanto este no es un dog-
ma sino que un gula pan la acción (101,641, según indican las mismas autoras, o, lo que es lo mis-
.
mo, sera Lenin &lo en cuanto perspectiva de dre (clases) nvoludonaria . . pero esto nada tiene
que ver con el leninismo usado por Aguirre y sus compaííeras), fantdstica manera de liquidar la
dialdctica, el cambio cualitativo, ignorar las condiciones concretas y de hacerse partidario de una
concepción teológico de la historia o de pronunciarse porque Ir hutoria no exista. Desde luego,
puede uno tambidn decidirse por una fusión de ambas concepciones.

B. - Algunos criterios tras la ultraortodoxia: la administracibn

Tal vez más interesante que los mecanismos de que se vale el sectarismo de derecha para ne-
gar la historia y reducirla a los textos y figura ugndos, resulta mostrar los criterios o SUpUestOS,
que estdn detrds de esta concepción y/o actitud. 1

En primer lugar conviene recordar brevemente las condiciones marxistas de la ectuación re-
volucionaria, forma especffica, económica, polltica e ideológica, de la praxis:

1) la teorla es una función de la realidad (praxis)


2) la teorfa conduce a una forma de acción (praxis)
3) la praxis (actividad codal prdctico - cr(tica1 trrmfornm la realidad (revolución)
4) la revoluaón (praxis)genera nueva teor(a, etc .. .
Este esquema debe aplicarse a y desde una fornmción social, es decir en una totalidad dia-
léctica concreta en la cual se pueden distinguir niveles, el conómico - social, el polltico - jurfdi-
co, el ideológico. La capacidad de 'comprender' y de 'actuar' en esos niveles (en la formación so-
cial) resulta tanto de la posición de clase (reeccionaria - revolucionaria) como de la prictica cien-
t i f i posible en una determinada situación (posición) social (clase).

Esta practica científica (forma de la teorla) racionaliza con vistas a la tra~formaci6nsocial


diul o, lo que es lo mismo, decide los momentos y las formas de actuación revolucionarias (den-
-
tro del juego irracionalidad - racionalidad). Esta tensión racionalidad irracionalidad en el anali-
sir y en la practica histbrica es lo que estructura en verdad la concepci6n dialéctica de la revolu-
d6n. Desde esta tensión surge la importancia de lo aeaivo, de lo nuevo, de la asunción concreta
de las circunstancias concretas y de la acci6n revolucionaria misma (la acción esta preAada de teo-
ria posible). En escrito de mayo de 1901, Lenin senala: "Durante todo el tiempo, sólo hemos ha-
b l d o de la prepamcidn sistemdtica y metddiw, pero con esto no hemos querido decir, en modo
dguno, que k autocracia puede caer exclusivamente gracias a un asedio o a un asalto bien organi-
d o . Semejante punto de vista sería de un doctrinarismo insensato. Al contrario, es plenamente
posible, e históricamente mucho más probable, que la autocrecia caiga bajo la presidn de una de
explosiones espontdneas o complicaciones pol/ticas imprevistas que permanentemente amena-
zan desde todas partes. Pero ningún partido pol/tico puede, sin caer en el aventurerismo, basar su
rcrividad en la posibilidad de tales explosiones y compliwciones. Nosotros tenemos que marchar
m r nuestro wmino, llevar a cabo inflexiblemente nuestro trabajo sistemdtico y cuanto menos
cvntemos con lo inesperado, tanto más probable s e d no nos tome desprevrsnidos ningún 'vitaje
hatbrico' " (126, 26). La comprensión dialéctica no consiste sino en que uno de los elementos de
una totalidad orgdnica en transformación permanente es capaz de fijar su propia posición dentro
del sistema y de promover formas especlficas de transformación, es decir empujar a favor o en
contra de la historia cambiándose a s i mismo y a la totalidad durante ese proceso. La compren-
sión dialéctica no es sino entonces la autocomprensión en un proceso de transformción del cual
re es sujeto (social) y objeto (social) y en el cual, por e l juego (tensibn) dialéctica de teorla y prac-
tica y por tratarse de la dialéctica de una formaci6n social (concreta), resulta siempre imposible
predecir todas las posiciones futuras: Im da- van creando sur formas de existencia, su propia ra-
aionrlidad histórica (formación social, clase).

El Bnfasis en esta concepcibn dialéctica sefíala, no cabe duda, hacia grupos sociales que no
h n constiufdo las formas especificas de dominación en una formción social determinada. De
rqul su doble interBs por lo concreto y por la tranrformaaón, su reconocimiento de y su afdn
por asumir incluso lo imprevisible. Pero cuando los grupos sociales acceden a formas de domina-
a6n, es decir de poder rodal, suelen cambiar sus concepciones dialécticas por otras que permitan
generalizar y extender su eweclfica experiencia hist6rica, primero, como s i fuera vdlida para todos
b s grupos sociales, segundo, como si fuera valida para todas y cada una de las circunstancias histó-
ricas. El discurso se transforma entonces en Dogma, la acción en Receta, el llder en Sujeto, el
cambio posible . . . en regreso a los orlgenes, es decir a las leyes (o Sujetos) inmutibler que rigen
todo cambio hist6rico. Se trata de una ideologla de la historia en la que lo abstracto (lo ideoló-
gico - formal) se torna hipemncreto y lo concreto se abstrae (se desmediatiza, se desrealiza) ha-
ciendo posible erciribir cualquier historia sobre los mismos códices sagrados, los códices exhosor.
El sectarismo de derecha muestra as( sus facetas oportunistas y teolbgicar o, lo que es igual, su
incapacidad de auto-asuncibn social y por tamo su incapacidad para ser praxis.

En otro plano, e l permanente encuentro de y regreso a los orlgenes, la reiteración de las ac-
ciones revolucionarias sacralizadas (es decir abstraídas) muestra también la vinculación del secta-
rismo de derecha (del dogmatismo en la construcción revolucionaria) con el burocratismo, con la
tendencia a una interpretación administrativa de la historia, interpretación, no está de más decirlo,
profundamente reaccionaria. De hecho, en el desarrollo de las formaciones sociales socialistas los
conceptos de 'dogmatismo', 'burocracia', 'administración' . . . , poseen un negro pasado reciente.
Lo burocrático quiere decir que se acepta como ya comprobado que el orden especifico prescrito
por la ley concreta equivale al orden general . . . al orden establecido de una vez y para siem-
pre. Lo burocrático, en verdad, es la mediación hecha fin, de una vez y para siempre, la ordenanza
reemplazando a l a existencia, e l sello a la vida. No cabe duda que esta forma de pensamiento so-
cial -- existencia1 y político - sobre todo polltico - no sostuvo las concepciones de quienes desa-
rrollaron el exitoso proceso armado revolucionario cubano ni de quienes han tenido a su cargo la
construcción en Cuba de una formación social socialista: "Cada pueblo, -da país, tiene su forma
de hacer su revolucion. Cada pueblo, cada país tiene su forma de interpretar las ideas revoluciona-
rias. Nosotros no pretendemos ser los más perfectos revolucionarios, nosotros no pretendemos ser
los mas pedectos intérpretes de las ideas marxistas.--1eninistas.Pero lo que s i nosotros tenemos es
nuestra forma de interpretar esas ideas, tenemos nuestra forma de intepretar el socialismo, nues-
tra forma de interpretar el mrxisrno - leninismo, nuestra forma de interpretar el comunismo"
( 120, 127). " . . . Y estos años a todos nos ha enseñado a meditar mejor, a analizar mejor. Ya no
aceptamos ningún tipo de verdad evidente. Las verdades evidentes pertvecen a la filosofía bur-
guesa. Toda una vieja serie de clisés deberán ser abolidos. La propia literatura marxista, la propia
literatura pol~ticarevolucionaria debiera remozarse, porque a fuerza de repetir clisés, frasecitas que
se vienen repitiendo desde hace treinta y cinco años, no se conquista a nadie, no se gana a nadie".

"Hay veces que los documentos politicos llamados marxistas dan la impresión de que se va a
un archivo y se pide un modelo: modelo 14, modelo 15, modelo 12, todos iguales, con la misma
plabreria, que, lógicamente, es un lenguaje incapaz de expresar situaciones reales. Y muchas veces
los documentos están divorciados de la vida. Y a mucha gente le dicen que esto es el Marxismo . . .
¿Y en qué se diferencia de un catecismo, y en qué se diferencia de una letanía y de un rosario? Y
todo el que se siente en pose de marxista se siente casi en la obligación de ir a buscar el modelo
de manifiesto tal más cual. Y usted lee veinticinco manifiestos de veinticinco organizaciones di-
ferentes y son iguales, tomados de modelos, no convencen a nadie" ( 1 20, 156).

En realidad, como lo ha sefíalado el mismo F. Castro, la sacrdizrción de un proceso o de un


nombre, e l culto a la personalidad o al hecho, no ocultan tras de s i sino formas larvadas o explici-
tas de burocratismo, es decir de lo que no podrá ser nunca revolucionario: lo administrativo.

En sintesis. tras el esfuerzo de El leninismo en 'La historia me abmlveri', existe una concep-
ción fetichista, sacralizadora de la historia, cuyas vertientes de izquierda y de derecha conducen, a
travds del culto a la personalidad o a la organización (Fidel, Lenin, el Partido) a formas burocráti-
cas de dominación y de organización. La posición puede explicarse como el necesario doble proce-
so de afianzarse hacia adentro (estima por la propia historia, oportunismo, etc. . . 1 y hacia afuera
(mundo socialista). La ideología cubre así lo tenso y lo contradictorio (la precariedad, la inseguri.
dad) con la imagen satisfactoria de la identidad (estructurada en función de Lenin, el paradigma).
Desde otra perspectiva, el conjunto de conflictos generados en e l nivel de los grupos medios crea.
dores, intelectuales, artistas (pequefía - burguesía, estudiantes) encuentra una posibilidad no-con-
flictiva de "estar en el proceso" marginándose efectivamente de 61 por el camino de la construcción
ideológica. En terminos de tensión psíquia ésta permite la Ibendón (propia) por el mecanismo
-
de la aniquilación de aquello que está en el (propio) origen: Ir idsokg(a pequeAo burguesa sub-
y#rrnte en b historia m absoirrd; liquidm aquel m r o histórico psrmite liquidar cualquier acu-
sación m u a l de aburguesamiento. Lo ideológico encuentra 8 8 I s a ~sanción d a l (burocracia, ima-
...
gen politica) e individual (tensión, rol - b u r o a h b ) , bgra su intemaliución ,es rsrdd, p e
ro al interior de un proyecto hirt4rico que drbuy,b nrokrián.

v
LA REVOLUCION CUBANA: ELEMENTOS PARA LA CONSIDERACION
DE DIEZ AnOS DE DESARROLLO IDEOLOGICO

Los anteriores planteamientos críticos permiten, por contnrte, proponerse con mayor obja
tividad el estudio del desarrollo del proceso ideológico de Ir Revolución Cubana.

En primer lugar, la ubicación del problema. El estudio de b ideolbgi conduce, coherente


mente, al problema de la estructura de clases (lucha de d e ) m una formación social. En efecto,
b noción de ideologla puede ser entendida como la intrnlrdón6 diímntm nirabs, er decir co-
m

a sinónimo de concepción de mundo, es decir hrcíendo referencia a una expliwión y valore


ción de totalidad respecto del ser humano, la Nltunlazi y kr relrciones que se dan entre am-
bos. En este sentido, por ejemplo, el Ciinirikmo, el fibedkmo, ea., con llamador ideolo-
gías.

b) sistema de representaciones y valores de una kmpdón mdd o de un grupo: 1) como plae


mación histórica de una concepción de mundo, el a a t h i r m o ranicenth, por ejemplo o
2) como concepción de dam o a t q p r í a iodJ, es decir como repesentacionesy valores m-
ciales pirticulannente rilMor y que reponden a los intereíer y raprereritrcionesespecíficas
de un grupo humano históricamente situado en una fomucibn social concreta. En este senti-
do, por ejemplo, hablamos de 'ideologlas de la burguesla industrial en sociedades dependien-
tes'.

t) elemento de la lucha de d m a (dominrción); se tntr de Ir inerción del concepto anterior


dentro de la concreta dominación de clases que se da en una ecpeclfika formación social. Lo
ideológico es aqul almión - ilurión, ~~, inrmribn. Lo ideológico, en este senti-
do, permite presentar lo particular como general, b exirteme como inexistente, el sujeto
como objeto, etc. . . l a ideokgb doniinrit, tiene como función la m h d ó n social en el
marco de la dominación, explotación o lucha de dases. M b m m qu(, por ejemplo, de la
ideología burguesa.

d) la concreción (operacionalidad) de las represmtuiones y valores de grupos o clases sociales


en los medios para lograrlor. Esta acepción o nivd es fácilmente identificable en expresio-
nes como "La ideologia del partido en d Gobbw", #La khologia Republicene", etc. . . .

&
IEPARTA
E
IiT
IO-;
COSTA RlC4
Las anteriores cuatro concepciones o niveles deben ser entendidos en su interrelación espe-
cialmente porque sólo su intercompenetación real permite logros en el estudio de lo ideológico
(formas de conciencia social e históricamente situadas) en su expresión histórica. Resulta, por
ejemplo, estéril, un estudio del cristianismo como ideología (nivel 1) que no contemple su interre-
lación con su

- inserción histórica (nivel 2)


- función en la lucha de clases (nivel 3)
- institucionalidad histórica (nivel 4).

Desde esta perspectiva lo ideológico aparece relacionado con las condiciones concretas de
existencia de los hombres, es decir refleja las relaciones económico - sociales, y sus instancias jurl-
dico- pollticas, de producción. Por ello lo ideológico, forma de dominación del mundo (hombres,
Naturaleza), establece relaciones - de desplazamiento, de adecuación, de mediación, etc. - tanto
con la conciencia de drre (valores y representaciones históricamente válidos para un grupo social
determinado) como con la conciencia polltica. En este campo, su validez deskansa, en ultimo ter-
mino, en su carhcter pdctico y este Último está determinado por las condiciones históricas, es de-
cir por los proyectos históricos viables. Es sólo en este Último sentido que puede hablarse de ideo-
loglas - ideologlas y de ideologlas - cientlfiws y es desde aqul, tambibn, que deriva el carácter
negativo de que son portadoras las ideologizaciones burguesas y pequeiio - burguesas en el marco
de la sociedad capitalista.

Sin embargo, lo que interesa ahora es seiialar, al menos, los elementos fundamentales que de-
ben tomarse en consideración para el estudio del desarrollo ideológico de la Revolución Cubana.
Si tomamos como referente la explicitación anterior estos elementos deben ser, al menos:

a) las representaciones objetivas, históricamente vdlidas, dentro del desarrollo de la formación


social cubana; economía, clases y polltica en la especlf ica forma de subdesarrollo y depen-
dencia cubanos.

b) las corrientes de pensamiento revolucionario en el anterior contexto, su relación (organici-


dad) e interacción en función de las clases objetivamente revolucionarias.

C) la relación de esas corrientes con la ideologla dominante (dictadura, imperialismo, Iglesia).

d) el desarrollo ideológico del 26 de Julio en función de la lucha armada, el apoyo campesino,


la teorla marxista - leninista

e) caracterización de los mcanisrnos imunscciondes; destrucción del aparato de Estado.

f) la reconfiguración ideológica a partir del triunfo de la estrategia de lucha armada: 26 de Ju-


lio, PSP, Directorio Revolucionario, partidos burgueses, organización de masas, Ejercito Re-
belde; construcción del nuevo aparato de Estado.

g) la ideologfa de la Revolucidn en su relación con:

1) el socialismo
2) el imperialismo
3) el mundo socialista (Partidos Comunistas)
4) otros paises latinoamericanos
5) el Tercer Mundo

Si es posible, debe establecerse, ademds, la relación del proceso ideológico revolucionario con
Ir región ideológica religiosa (cristianismo) mds extendida en Ambrica Latina.

A la mnsideracibn de estos elementos dedicaremos la segunda sección de nuestro trabajo.

NOTAS

1) La Asociadón Nadonai de lnstitudones Financieras (ANIF), con centro en Venezuela, seha16 en junio de
este atio, que "Los emprevls tmnsnoclonoles trobojon en AmCrlco Lotlno como en tlerro de nodle y ello ha
contrlbuldo poro que el 50 1 de lo poblocldn contlnentol se encuentre en uno sltuoción de miserlo. Poro
gmflcor lo p f e ~ n t o c i d nde su documento ocerco del funclonomlento de los tmnsnoclonoles en nuestro
continente A N I F entregd los slgulentes dotos: Colomblo posee un producto bruto que openos represento
el 32 1de los ventos de lo General Motors. Por codo ddlor del producto bruto colombo - venerolono, lo
Generols Moton estd vendlendo 1, 22 ddlores, es declr 22 centavos mds de dólar. Los empresas tronsno-
ciomles origlnon y detenton el 46 1 del producto bruto de Guotemolo, el 17 % del copltol pogodo de los
sociedades ondnlmos chilenos, el 22 7. de los venerolonos y el 38 1 de los brasllerios (Agenclo EFE, 5 de
junlo). Otm fuente (1 11, 24) seriolo que en los últimos clnco orios los /nvenlones dlrectos en e/ extranjero
de los tmnsnoclonoles han subldo de U$49 blllones o U$78 blllones y que en Americo Lotlno hoy mds de
2 m11 fiiloles de unos 200 compori~ás norteomerlwnos o través de los cuoles, durante los orios 1954 -
1967, se reollrd uno exportocldn dlrecto de copltol privodo de U$ 3.361 millones mientros que el monto
repatriado fue de U$ 10.839 mlllones sobre uno gononclo total de U$ 12.403 millones. De poso se agrego
que Jblo el 17 '1de los fondos de flnonclomiento provinieron de esas tronsnoclonoles. Un últlmo doto pue-
de Informarnos ocerco del despojo creciente que slgnlflcon los octuoles reloclones de dependencia: en lo
dCcodo del 60 el s i t o n a o de los utilidades repotriodos o los Estodos Unldos por los tronsnoclonoles
olconzd lo sumo de 30 blllones de ddlores mientros que mds de un tercio de los exportoclones de mono.
tums nortwmericonos fueron ventas de los tronsnoclonoles o sus filioles en el extranjero". i Y hay quien
duda del interés norteamericano en mantener la 'paz' y el 'orden' en sus colonias del hemisferio sur!.

2) El texto wrtreano que reúne el conjunto de trabajos publicados por el pensador francfs acerca del proceso
revolucionario cubano fue editado en Cuba bajo el tltulo Visita a Cuba (La Habana, 1960). En 41 se inclu-
yen ldeologh y Revoludón, Una entrevista con los escritores cubanos y Huracán sobre el arliur. Ante la
imposibilidad de contar con la edición cubana hemos realizado nuestro trabajo exclusivamente sobre este
Último texto en su edición argentina.

3) Oscar Arias Sinchez, por ejemplo, Ministro de Planificación del Gobierno costarricense, correspondiente
ai período 1974 - 1978, administracibn que no puede ser considerada subversiva, ha señalado que
"Cuondo producimos outomdvlles - o mds blen ensamblamos outomdvlles - de antemano sabemos que
wmos o wtlsfocer lo demondo de no mds de 30.000 costorricenses. En efecto, un 85 '1. de los outos de
nuestro pa/s estd en monos del lo./. mds rico de lo poblocldn. Lo sociedad de consumo, como se puede
..
observar, requlere de una alto estratificacidn soclol" ( . ) "En los últimos diez orios, sin emborgo, lo posi-
clbn relotlw del 40.l mds pobre de lo poblocldn no ha mejorado. En efecto, entre 1958 y 1971, el creci-
miento onuol promedlo del PNB fue de olrededor de un 8'1. mientros que el creclmlento del Ingreso del
40 % Inferior de lo poblocldn fue oproxlmodomente de un 5 7. , lo cual Indico que su posicidn relativo
empeord. En otras polobros, hubo uno concentrocidn del ingreso, lo cual se dio fundomentolmente en fo-
vor de lo clase medio" (aparentemente el Ministro usa la expresión para indicar a los grupos dominantes,
=un se infiere de sus propias cifras). Antes ha sciialado: "El gran crecimiento de los clases medios buro-
crdtlcas que ha experimentado nuestra sociedad en los últimos 25 anos Ira sido de suma importancia des-
de el punto de vista de nuestro equilibrio social. Sin embargo, ello no deja de representar una seria dificul-
tad para lograr una capitalizacibn mas acelerada, pues constituyen grupos sociales con una alta tendencb
al consumo y con gran poder de negociacion para obtener auumentos de salarios, ya que controlan el su.
ministro de servicios vitales para el funcionamiento de la administración pública. El costarricense de cue-
llo blanco, rebtii~amenteindependiente desde el punto de vista económico ( ) aunque culturalmenle de-
pendiente de los estratos sociales superiores, a los cuales tiene como marco de referencia. en cierro grado
ha dificultado, por medio de su constante presión en demanda de mayores reivindicaciones salarioles, que
la distribucibn del ingreso nacional beneficie a los mds débiles" (1 16, 11 ; 7) Independientemente del re-
curso ideológico de plantear el problema de la injusta distribución del ingreso nacional como el resultado
de un antagonismo entre los trabajadores productivos y los trabajadores del sector terciario, el Ministro
ha descrito admirablemente a las autónomas, nacionales, socialistas y democraticas clases medias revolu-
cionarias de T . Draper y otros epigonos de la pseudosociologia y de la política burguesas.

4) La misma abstracción metafi'sica o tal vez la misma neurosis afecta a los redactora del cable internacional
en el periodo 1975 - 76 cuando .- tras la derrota en lndochina y Angola -- afirman que la lucha contra
los regirnenes populares inaugurados en esos paises ser4 vanguardizada por "la guerrllb" que si ha tenido
Cxito en contra del imperialismo y las oligarquía corrompidas ha de tenerlo tambidn contra el conjunto
de las fuerzas populares. Ante esto no se sabe si asombrarse mis ante la mala conciencia de los que orde-
nan este tipo de 'noticias' o ante la falsa conciencia del público medio hacia quien se supone va dirigido
el mensaje.

5) Respecto de la imagen que Draper proyecta sobre Cuba existe una opinión lapldaria de Pino Santos, citada
por Sartre: "Todos los que se han llevado de Cuba una vlsibn optimlsto son grandes enfermos" (1 12, 16)
M. Winocour, en cambio, nos ilustra acera del contexto de la economla dependiente cubana que Draper
omite e ignora: ". .. Este fue el caso de Cuba, o portk del fin de slglo. Y lo fbrmula apllcado: monocul-
tivo + cuota+ no-industrialización + derechos de aduana pefwenciales. iC6mo se desorrollb esto f6r-
mula? Los Estados Unldos, en proceso de expansión industrial, necesltoban lmperlosamente uno cantidad
de azúcor (fuente de energl'a) que su producclbn domCstlca no tenfo, o corto plazo, perspectivas de cu-
brlr. A l mlsmo tlempo en proceso de expansión terrltorlal los Estados Unidos encontraron, o1 olconce de
su mono, un suelo fértil: Cuba. Resolucibn: Cuba se dedlcorú o proveer de ozúcar a los Estodos Unldor
Por ello. monoproducción o monocultivo. Pero, como se necesltobo azúcar exactamente paro las necesl-
dades del mercado norteomerlcano, entonces, la cuot* k s Estados Unldos comprordn tonto y nl un gro-
mo mds. Se do por supuesto que sl los cubanos estdn absorbidos por la producclbn azucarera poro un
comprador seguro ellos no tlenen ni tlempo n/ deseos de construlr fdbrlcas. A cambio de la "dulce mer-
wderia" todas las manufacturas provendrdn de Estodos Unldos, desde los ollmentos enlotados hosta el
Cadilloc. De aqur' la no-lndustrialiuci6n. Todovfa, los Estados Unldos no correrfan el riesgo de otros po-
sibles proveedores. Europa, por ejemplo. Entonces, los aranceles aduaneros preferenciales" (1 15, 4 ) . 'i
agrega Winocour: "Pero esto no fue todo. Lo produccl6n azucarero fue estlmulada hasta un nivel deter-
mlnudo y despuCs de un cuorto de slglo virtualmente reducida o1 estoncomlento. En 1925 se habia llego-
do a sobrepasar las 5 millones de toneladas. Pero este boom, lejos de slgnlflcor la obundancla, produjo
.
el efecto contrario: los preclos bajaron (. . ) En 1952, Cuba demostrb que podfa producir 7 mlllones de
tonelodos. Pero este segundo logro tompoco trajo la obundancla: los excedentes no pudieron ser coloco-
dos en el mercado lnternaclonal. Resultado: retorno a los restrlcclones que Ilmltorfan los zofras slgulentes
(1953 - 1958) alrededor de las 5 mlllones de toneladas. En una frase: no se hobfo adelantado un poso.
Tras tantas idas y venidos, tmnscurrldo un cuarto de siglo, la produccl6n se mantenfo estoncodo. Pero por
desgracio la pobloclbn cubona no habia tenido lo gentllrro de pumonecer tomblCn estoncoda. En el mlsmo
.
cuorto de slglo ello tendfa a duplicarse, hoblendo oumentodo oproxlmodomente en un 70 '1. i Y debfo
subslstlr con los mlsmos recursos!" ( 1 15,4).

6) E l criterio subjetivo - moral para juzgar los procesos históricos se ha mantenido durante estos últimos
diecisiete arios, al menos en los marcos propuestos por el cable internacionll que sigue haciendo depender
la suerte de Cuba de los ragos individuales de F. Castro. Por ello Cste ha sido, sumivamente o al mismo
tiempo, homosexual, eunuco, drogadicto, slfilitico, hintrico y psic6pata. Todavía en 1976, Ron Clylor y
Robert C. Smith de The Natlonal Enquire setidaban, en medio de un conjunto de datos frívolos, que
Fldel Castro serd derrocado de su puesto como Primer Ministro de Cuba, despucs de descubrirse que ha-
b k conducido enormes cantidades de dinero a una cuenta bancaria en Sulza" (publicitado por la Revista
de Excelsior, 18-Vll, Costa Rica). El mecanismo de interpretación - proyección, diecisiete anos des-
pués, sigue siendo el mismo: el proceso revolucionario cubano es en realidad un individuo; se trata por
tanto de quebrar y liquidar moral o fisicamente a ese individuo y se acaba Cuba socialista. Desde luego la
expresión liquidar puede aplicane d campo biológico, al polltico o al ideol6gico o a los tres juntos, segun
sea el poder y la función del agente liquidador.

' La n u e n escuela, y posteriormente, el Liceo han transitado, al menos nominalmente, desde e l activismo y
e l modelo de "pequetia sociedad" a los conceptos de 'participación', 'diilogo', 'responsabilidad comparti-
da', etc., todo ello con e l fin declarado de ayudar a la formación de un estudiante "critico" y "partici-
pativo" (ueativo). El u r i c t e r ideológico de esta proclamada n u e n educación se descubre flcilmente
cuando se reflexiona que ella se inserta en una sociedad fundamentalmente a-critica e ideologizada, de
manipulación, en la cual los individuos críticos serían disfuncionales o, en el lenguaje imperante, subver-
nw. Y el problema no estriba en la mala o buena voluntad de quienes dirigen nuestras sociedades. ..
sino que es la estructura del sistema la que demanda la manipulaci6n totalizante tanto en la sociedad
industrial o post-industrial (Marcuse) como en la periftrica en la cual los mecanismos suelen ser biológi-
cunente un tanto más rudos y, desde luego, los procedimientos escolares más chapuceros. Una educa-
ción históriumente critica sería, en nuestro tiempo, simplemente subversin. El fracaso de la escuela y
del liceo no es sino el frac= derivado de su necesaria separación, oficial, de la condiciones reales de
existencia. De aqui el énfasis de los 'nuevos métodos' en la actividad grupa1 y solidaria (en una sociedad
rdicllmente insolidaria), en la preudopanicipación (en una sociedad manipulada), en la motivaci6n (en
una sociedad neurótiu), en la responsabilidad (en una sociedad irracional), en la creación (en una sacie-
dad destructora) y en la actividad de base (en una sociedad pseudodemocritica y totalitaria). Es en esta
serie de contradicciones que debe buscarse tanto el u r i c t e r ideológico de los nuevos mttodos como su
huso; en la sociedad en crisis m u l t a para los aparatos ideológicos, entre los cuales la escuela juega el
primer papel, mucho más dificil mantener vigente su vertiente de "bella mentira". En todo caso, el apl-
n t o pseudocrítico de los nuevos mttodos y de la n u e n escuela jamás trasciende los llmites ideológico-
te6ricor (amnióticos) del aula e, incluso dentro de ella, jamás cuestionan realmente la estructura de po-
der escolar.

I Es a t e el clima el que genera y posibilita la libenci6n de F. Castro desputs del Moncada, hecho que
D r a p r atribuye a la magniminidad de Batista. J.P. Sartre, tambitn equivocado en a t e punto, setiala e l
hecho como la derivación de un 'falso consejo'. En todo cam Sartre reite aquísu concepción del proce-
m histórico como dindose a través de actos, de algún modo separados unos de otros y en el que el papel
principal a jugado por individuos. M. Winocour, en cambio, más cerca de la verdad histórica, relata as(
d suceso: "Fue una comparla memorabk, pacifica, favorecida por la coyuntum politica. Al comienzo
fue la hoja mimeograt7ada clandestina, la leyenda apresumda en los muros de la ciudad, los dos ilneas des-
lizodas en 10 prensa burguesa. .. que terminaron por devenir un c4mor nacional: iamnistio, omnistfa! Bo-
&o, por su parte, Intentando crearse una nuew "imagen", organiz6 bs elecciones de 1954. El era can-
dkiato y el pueblo no se hacfa ninguna Ilusión; sólo PI podria ser el ganador. Pero la campaña electoral
ao una ocosibn inmejomble para reclamar la omnistfa. As/, los militantes, citándose en las reuniones pu-
blica respondfon a todo discurso con un solo grlto ";Libertad para Fidel!". La dictadura tenia un objeti-
m: presentarse como 'legal'. El pueblo tenfa el suyo: w l w r de la prlslóh a quienes por su temple hab/an
mmfmdo ser sus líderes. Y lograron su objetlw: k presibn de Ls m s abrid las puertas de ia prlslbn':
115.8).

D Sób en 1975, en la Conferencia de Partidos Comunista desarrollada en La Habana, los partidos 'legítima-
r n t e revolucionarios' latinoamericanos reconocieron la existencia posible de 'otros' grupos revoluciona-
* fum de sus partidos. Es probable que tras este reconocimiento y aceptación haya estado la fuerza
miitiu y rnonl, determinante en la Conferencia, del PC cubano, pero, cualquiera sea el caso, el recono-
-to -
de esos grupos rompi6 el monopolio - a nivel de declaraciones que desde la dtcada del 20
-on las organizaciones comunistas ortodoxas del continente y abrió, tal vez a mediano plazo, la
p 3 b l i d a d de que en determinados países se llegue a forma más orgánica y prácticas de unidad politi-
o aitre las fuerzas de izquierda.
10) Conviene recordar que los textos de Debray se inscriben dentro del cuadro-proceso de divergencias ideo-
lógicas entre la dirigencia cubana y el PC. soviético que, fundadas en el periodo 1963 - 1965 sobre la base
del conflicto chino-soviético, la estrategia revolucionaria para America Latina ( I I Declaración de IAHa-
bana) y el intento cubano de buscar apoyo en el Tercer Mundo, se proyectaron y configuraron en el pe-
rlodo 1966 - 68 a través del esfuerzo cubano por lograr constituir un subbloque al interior del irea so-
cialista (Corea, Vietnam), la realización en Cuba de la Primera Conferencia de Solidaridad de los pueblos
de Afriu, Asia y América Latina (en la que se incluyó la tesis cubana de la lucha armada), la agresiva po-
Iftica del dgimen cubano hacia los gobiernos 'reformistas' que recibían apoyo del mundo socialista, las
decianciones de la alta dirigencia cubana acerca de h inevitable continentalidad de la lucha armada (A.
Hart) y la necesidad estntégico-tictica de crear "muchos Vktnom" (Ché), como asimismo la expulsión.
y condena de la microfacción pro-soviética del PC cubano (A. Escalante) cuyos integrantes recibieron
hasta diez y quince atios de cárcel por sus actividades en contra de la Revolución Cubana.

11) Más dramitico todavía es el caso de la UP chilena, conglomerado político estructurado centralmente sob-
bre partidos del reformismo obrero. En efecto, en junio de 1973, fracciones del Ejtrcito y de las FF. AA,
la rnovilinciÓn popular y la fuerza de los trabajadores organizados (fundamentalmente por esos mismos
partidos), rechazaron un conato de golpe de Estado que comprometla a fracciona de todas las ramas de
las FF.AA y de Carabineros (Policfa). El intento, activado polftiumente por un grupo de choque de la
reacción, Patria y Libertad, fue sofocado y derrotado en pocas horas por las entonces tropas leales y por
la movilización popular que salió a la calle exigiendo el castigo a los traidores, la eliminación de las FF.
AA de todos los oficiales involucrados en el intento de derrocamiento, el cierre del Congreso dominado
por la reacción y que pricticamente venía llamando al golpe desde hacla semanas, la definitiva constitu-
ción del irea social de la economfa y el enfrentamiento final contra la burguesía golpista y criminal y sus
agentes políticos y militares. Los trabajadores organizados se mantenían en estado de alerta y estaban en
.
condiciones de paralizar el pafr Es decir, en Chile s l habla voluntad de lucha y organización . . y además
banderas populares y socialistas. Ante el pueblo reunido y en pie de lucha, quintuplicada su voluntad de
lucha y de triunfo por la victoria militar de las fuerzas leales a la Constitución, S. Allende prefirió entre-
gar la responslilidad total de la victoria a l a Guardia de Palacio (que en Septiembre seria la primera en
abandonar La Moneda) y a sus Edecanes Militares como asimismo al Alto Mando excluyendo de ella el
apoyo polltico decisivo de las masas y de los trabajadora organizados sin e l cual no habrh habido a ew
alturas del proceso tropas leales. Allende solicitó - como era su costumbre - al pueblo que se retirara
paclficamente a sus casas, sin cometer actos de provocación (!) y el general victorioso, C. Prats, Coman-
dante en Jefe del Ejército, aclamado como htroe popular y a quien se le exigla radicalizar su victoria con
la eliminación de todos los oficiales traidores, sufrid un quebranto nervioso al comprender que su acción
- puramente constitucional - lo habfa ubicado como elemento decisivo en el enfrentamiento de clases.
En los dfas siguientes C. Prats renunció a su u r g o y recomendó para el mismo a A. Pinochet, un hombre
fiel. S. Allende, por su parte, encomendó a este mismo hombre fiel la elaboración del sumario que perml-
tia "depurar" a las FF.AA de los elementos golpistas. S. Allende y las organizaciones que lo sostenían
aceptaron como buena, posteriormente. la excusa del mismo general Pinochet, respecto de que serla con-
veniente posponer Izr sanciones Con el fin de no deteriorar la estructura de las FF.AA. De hecho, la úni-
ca "purga" que se realizó fue en contra de los oficiales que no eran golpistas, a quienes se llamó a retiro
o se llevó a posiciones desde las cuales no podlan ofrecer resistencia por no estar al mando de tropas.
-
Transcurrieron julio, agosto y los primeros dlas de setiembre. Durante s e perfodo el pueblo que se cre-
yó victorioso el 29 de junio - contemplaba atónito c6mo las FF.AA amparaban el terrorismo de derecha
y vejaban y allanaban los recintos de los trabajadores y de sus organizaciones con la excuw de la búsque-
da de armas. El 11 de setiembre no hubo ni heroica Guardia de Palacio, ni fieles Edecanes, ni concentra-
ción popular, ni generales victoriosos. Confundido y desorientado, golpeado y masacrado, el pueblo chile-
no asistía al asesinato de Allende y de miles de sus dirigentes y militanta y entraba al largo y penoso mar-
tirio de h dictadura militar.

12) Independientemente de una gran cantidad de declaraciones explicitas de los principales dirigentes cubanos
sobre este punto, M. Winocour y V. Bambirra han mostrado con claridad el caricter pequeho-burgués de
la ideologh inicial del Movimiento 26 de Julio y, consecuentemente, el caricter pequetio - burgués de su
programa y de su estrategia y tictica polltica. Esta última autora setiala, por ejemplo, que "Lo Ideologlo
originorlo del Movimiento 26 de Julio tiene que ser comprendldo dentro de los marcos de lo congepcl6n
pequeño - burguesa lat¡noamerlcana. Es dede esta p e ~ p e c t h uque el programa expresodo en La historia
me absolwrá puede ser expresado en función de los intereses de clase subyacentes a 61" (103, 32). Agrega
Bambirra que el esfuerzo de algunos autores por negar este u r i c t e r pequeilo-burguds no es sino reflejo
del u r i c t e r despectivo que se suele asignar a esta clase (103, 34). El asunto, sin embargo, es más wmpie-
jo y nos ocuparemos detenidamente de este problema más adelante. Por ahora mencionemos, a título
anecd6tiw, algunos de los autores con que enfatiza sus puntos de vista politicos F. Castro en La historia
me absolverá: Montesquieu, juan de Salisbury, Santo Tomás de Aquino, Martín Lutero, Calvino, Juan
.
Mariana. Juan Aitusio, juan Locke, Juan Jawbo Rousseau, Juan Milton, Thomas Paine . . además,desde
luego, de los ilderes polltiws cubanos que orientaban su línea polltica y entre los cuales, al menos E. Chi-
bás, admite entre los rasgos de su uracterizaci6n p o l l t i u el anticomunismo.

101.- Aguirre M., Garcla Ronda D., Mond l., El leninismo en 'b historia me absolverá', Clw de las Adricas,
noviembre -diciembre 1975, No 93, La Habana, Cuba.

102.- Bamblrra Vania, Diez años de insurrección en América h t i n a , en AmCriu Latinx Dependencia y Subde-
sarrollo, Aula, EDUCA, Costa R i u 1973.

103.- Bambirra Vania, IARevolución Cubana: una reinterpretaci6n, CESO-PLA, Santiago de Chile 1973.

104.- Castro Fidel, IA revoluci6n Cubaiu: una confirmación de la fuerza del marxismo-leninismo, Ibero-Ame-
riuna Pragensia, Universidad Carolina de Praga, Chewrlavaquia 1972.

105.- Castro Fidel, IARevoluci6n Cubana 1953-1962, ERA, MCxiw 1972.

106.- Debray RCgis, Ensayos sobre A m t r i a b t l n a , ERA, MCxico 1971.

107.- Draper Thedore, La revolución de Castro, mitos y realidades, Libro Mex Editores, 3 edición, MCxico
1962.

108.- Frank André Gunder, Lumpen-burguesia: Lumpen-desarrollo, dependencia, clase y politica en btlnoa-
d r i c a , ediciones Periferia, Buenos Aires 1973.

109.- Guevara Ernesto, Obras Completas, 4 ts., Distribuidora Baires S.R.L. Buenos Aires 1973.

110.- L6pez Segrera Francisco, Cuba: apltalismo dependiente y subdesarrollo (1510-1959), editorial Di6ge.
nes, MCxico 1973.

11 1.- Tomic Radomiro, Pobreza, poda y medio ambiente: batallas por h justicia en Amtrica M i n a , en i Q u o
vadis LatinoamCriu? Conferencia Cat6liu de Cooperaci6n Interameriuna, ediciones Paulinas, lndo Ame-
r i u n Press Servlce. Washington 1973.

112.- Sanre Jean Paui, Huradn sobre el azúcar, Merayo editor, Buenos Aires 1973.

113.- Stavenhagen Rodolfo, Siete falaclas sobre A m t r i a M i n a , en AmCrica Latina ¿reforma o revolución? se-
lección de J. Petras y M. Zeitlin, editorial Tiempo Contemporineo, 2 edición, Buenos Aires 1973.

114.- Vlilegas Abelardo, Reformismo y revolución en el pensamiento htlnoameriuno, Siglo XXI, MCxico 1972.
115.- Winocour Marcos, Cuba: les m6anismes d'une r6volution, La Pende, NO 164, julio - agosto 1972.
116.- Arias Sdnchez Oscar, Caracterfstias del deruiollo pasado en Costa Rica y perspectivas p a n el futuro, Ofi-
cina de Planificación Nacional y Poiítica Económiu, Costa Rica 1975.

117.- Mannheim Karl, Ideología y utopía, introducción a h Sociología del Conocimknto, Aguiiar, 2 edición,
Buenos Aires 1966.

118.- Huberman Leo, Sweezy Paui y otros, Debny y la revolución Ia!inoam«iuna, Editorial Nuatro Tiempo,
2 edición, México 1972.

119.-Torres RamÍrez Blanca, Las relaciona cubano-soviétiuc (1959 - 1968), El Colegio de MCxico, MCxico
1971.

120.- Castro Fidei, Socialismo y Comunismo: un procesa Único, Editorial Diógena, 2 edicibn, MCxico 1972.

121.- Lowy Michael, DialCaica y revolución, Siglo XXI, MCxico, 1975.


122.- Mariategui José Carlos, El proletariado y su organización, Grijaibo, colección 70, ~ ' 6 9 , MCxico 1970.

123.- Aranda Sergio, La revolución agraria en Cuba, Siglo XXI, 6 edición, MCxico 1976.

124.- Le Riverend Julio, Historia Económica de Cuba, Ariel, Barcelona 1972.

125.- Furtado Celso, La economía htinoamericana dude h Conquista l b 6 r i a IuSa la Revolución Cubana, edi-
torial Universitaria, Santiago de Chile 1969.

126.- Marx, Engels, Lenin y otros, Teoría marxista del partido, Grijaibo, colección 70, NO 117, MCxico 1972.
EL PENSAR EN AMERICA LATINA

Introducción al problema de la conformación de nuestra conciencia:


A. Salazar Bondy y L. Zea

Helio Gallardo

Preliminar:
La discusión respecto del problema de una cultura y con ello de una filosofía propia
de América Latina encuentra sus raíces en las necesidades y contradicciones propias de la
Conquista y la Colonia, y tiene su expresión ideológica ya en la polémica de Fray
Bartolomé de Las Casas y Ginés de Sepúlveda. Con distintas variantes y fundamentos
(100) ha recibido aportes que en nuestra época han permitido plantearse específicamente
el problema de "nuestra" filosofía. Nos dice, por ejemplo, F. Larroyo en escrito de 1958:
"La idea que de filosofía americana se sustenta por muchos es algo relativamente nuevo,
original, inédito, por decirlo así, autóctono. No se trata, por cierto, de reconocer el hecho
de cultivarse la filosofía en América, hecho de tradición milenaria y que, a pesar de sus
caracteres peculiares, es un episodio cada vez más significativo de la historia general de
esta disciplina, cuyos más señalados actores han sido, como en el dominio de la ciencia,
hombres de Occidente. Esta inédita filosofía aspira a descubrir un nuevo conjunto de
temas, ideas, principios, doctrinas, captados en el "ser" y por el "ser" de la circunstancia
histórica y geográfica que es América. Incluso algunos, los más osados, no se arredran ante
el propósito, deliberado y resuelto, de crear desde sus cimientos, una filosofía de signo y
cuño americanista". (10 1, 19). Aun a través del tono irónico de la cita escogida -que
permite además al autor escamotear y deformar el sentido de algunos problemas- es
posible reconocer en ella la existencia de 'la filosofía (latino) americana como problema',
asunto, por lo demás, que se ha hecho patente en todos los Encuentros Internacionales de
Filosofía de los últimos treinta años (102) y en la abundante bibliografía que en América
Latina trata directa o indirectamente el tema (1). Esto, desde luego, no constituye una

1) Una lista general acerca de lo que se ha escrito, desde la Segunda Guerra Mundial a esta
parte, sobre América Latina, tanto en perspectivas de totalidad como en estudios sobre áreas
específicas, demandaría, al menos, la construcción de un volumen especialmente dedicado al tema. Sin
embargo, para quien se inicia en la tarea de considerar a América Latina como problema pueden servir
de orientación las lecturas que proponemos: dentro de los estudios de perspectiva general podemos
mencionar tres obras de distinta orientación y desigual valor, pero que tienen en común el
proporcionar al lector o investigador nutridas bibliografías: "América Latina" de J. Lambert (Ariel,
Barcelona, segunda edic. 1964); "América Latina hoy" de E. Ruiz García (Guadarrama, Madrid, 1971)
y "América Latina, un continente en fermentación" de L. Hanke (Aguilar, México, 1961). Resultan
especialmente interesantes también las selecciones de artículos de diferentes especialistas contenidos
en los textos "Obstáculos para el desarrollo de América Latina" de C. Veliz (Fondo de Cultura
Económica, México, 1969) y "América Latina, ¿Reforma o Revolución? ", selección realizada por J.
Petras y M. Zeitlin (Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, segunda edic. 1973) .. Recientemente
también la Editorial Universitaria Centroamericana ha publicado "América Latina: dependencia y
184 HELIO GALLARDO

casualidad. Desde 1940 a esta parte ha sido cuestionado, desde distintos puntos de vista,
incluso el contenido del concepto "América Latina" (103), (104), Y han sido planteadas
renovadas perspectivas para su enjuiciamiento y concreción históricos (105). Este proceso
-que no es sino el resultado intelectual de otro que incluye localmente guerras de
liberación nacional y de opresión transnacional, proyectos internacionales de desarrollo,
reformas universitarias, tentativas de re distribución de la tenencia de la tierra y del
ingreso, explosión demográfica y urbanización, políticas conjuntas y locales de comercio
exterior y de sustitución de importaciones, engrosamiento del sector terciario de la
economía, etc., es decir, que afecta a la estructura de los pueblos latinoamericanos y a la
estructura de su conjunto- no podía por menos que afectar al quehacer filosófico (117,
158). No es posible, en este momento, sostener, como F. García Calderón en Heidelberg
en 1908, que en América Latina no se encuentra ningún sistema filosófico original en los
años posteriores a la Independencia, sino sólo pruebas de curiosidad intelectual y de
poder de asimilación en imitaciones y adaptaciones del pensamiento extranjero (106,16)
y, al mismo tiempo, no realizar (se) la pregunta de por qué ha ocurrido esto asi. En otras
palabras, para bien o para mal, la conciencia actual respecto de América Latina es una
conciencia que se la plantea como problema y que cuestiona también su carácter de
conciencia-problema; es decir, América Latina, su realidad; aparece hoy, también y
propiamente, como objeto filosófico (2). Por ello mismo, y pensando también en el

subdesarrollo", selección y estudio de A. Murga Frasinetti y G. Boils. No puedo dejar de mencionar en


este punto la curiosa "Evolución Histórica de América Latina" del teólogo norteamericano H. Herring
(EUDEBA, Baires, 1972) obra en dos tomos de la que el lector podrá obtener una imagen respecto de
cómo se considera nuestro desarrollo histórico en algunos sectores del país del norte. Una visión menos
desagradablemente prejuiciada se encuentra en las obras ya clásicas de Luis Alberto Sánchez acerca de
nuestra historia. Particularmente valiosa para la comprensión de los problemas de la base económica
latinoamericana y sus relaciones con lo político-social es el estudio de E. Faleto y E. Ruíz
"Imperialismo, dependencia y relaciones económicas internacionales" (CESO, Santiago de Chile,
1970). También "La economía latinoamericana desde la conquista ibérica hasta la revolución cubana"
(Siglo XXI, México, 1969); asismismo puede afirmarse que las opiniones vertidas por A. Gunder Frank
"Latinoarnérica: subdesarrollo capitalista o revolución socialista" o en "Lumpen-burguesía: lumpen-
-desarrollo" (Periferia, Buenos Aires, 1973) han contribuido a animar el debate político-académico
acerca de nuestras características estructurales y nuestras opciones económicas y políticas. En general
el lector interesado encuentra hoy, especialmente en el esfuerzo de la editorial Siglo XXI, una variada
gama de oportunidades y temas para introducirse en el estudio de América Latina. En esta área
también debe mencionarse la colección Tierra Firme del Fondo de Cultura Económica que ha
publicado una sección de "Historia de las ideas en América". En filosofía ... además de las obras y
nombres que consignamos en la bibliografía general, pueden consultarse con provecho las reseñas
realizadas bajo el auspicio de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos,
"Fuentes de la filosofía latinoamericana" (1967) y "Los 'fundadores' en la filosofía de América
Latina" (1970). También la "Historia de l~ filosofía en Hispanoamérica" de R. Rodríguez Insua
(Imprenta de la Universidad, Guayaquil, 1949) aunque se limita a los autores ya fallecidos a la fecha de
la edición. En Costa Rica se han publicado últimamente estudios de T. Olarte "Filosofía actual y
humanismo" (Editorial Costa Rica, San José, Costa Rica, 1966) quien dedica una sección al problema
de la filosofía americana e incluye bibliografía y estudios específicos respecto de A. Korn y F.
Romero. La misma editorial publicó, en 1964, de Constantino Lascaris "Desarrollo de las ideas
filosóficas en Costa Rica". Este mismo autor ha publicado una "Historia de las ideas en
Centroamerica" cuyo primer tomo comprende hasta las primeras décadas del siglo pasado. T. Olarte y
C. Lascaris han publicado también en la Revista de Filosofía de la Universidad de Costa
Rica"Panorama de la filosofía hispanoamericana del siglo XX (enero-junio de 1958) y "Latínoarneri-
ea en el pensamiento' filosófico (enero-junio de 1971). Dentro de los esfuerzos locales por enfocar el
problema de América Latina no puede quedar sin mención la "Antología de comentario de texto de
las tres materias comunes del Departamento de Estudios Generales", realizada por el Centro
Universitario de San Ramón (Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 1974).

2) La noción de "objeto filosófico" se entiende aquí desde distintas perspectivas que,


interrelacionadas, conforman un criterio respecto de lo que significa el quehacer filosófico: a) un
sentido progresivo de la historia entendida como praxis; b) un sentido progresivo de la conciencia ...
entendido en términos de praxis teórica, y avalada, en última instancia, por el desarrollo de las ciencias
particulares; e) la unidad dialéctica de reflexión y acción; d)la necesidad-posibilidad de aprehender la
totalidad; e) el reconocimiento de factores racionales e irracionales en la realidad; f)la determinación
histórico- social del pensamien to; g) el desarrollo de la solidaridad social.
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 185

énfasis que en lo latinoamericano imprime el nuevo espíritu universitario y sus


implicaciones respecto del problema más general (conformación de la conciencia
latinoamericana) nos ha parecido de interés reseñar dos obras que apuntan a la
constitución del pensar en América Latina y que tienen en común la intención de plantear
sus opiniones después de un examen de las características que asume la historia del pensar
en nuestro continente.
Estas obras son: ¿Existe una filosofia de nuestra América? y La Filosofia
americana como filosofta sin más, de Augusto Salazar Bondy y Leopoldo Zea,
respectivamente (3). Nos proponemos, entonces, realizar un examen de las opiniones
contenidas en esos textos y no del pensamiento global de ambos autores. Nuestro
propósito, con este examen, es introducimos al problema del pensar a América Latina
como problema, es decir, introducimos a los problemas del quehacer filosófico y de la
conciencia filosófica -en cuanto construcciones intelectuales-, sus fundamentos,
proyecciones, sentido y función en nuestro continente.

A. El estudio de Salazar Bondy: "¿Existe una filosoffa de nuestra América? "


(107) es un escrito de 133 páginas divididas en un prólogo e introducción y tres capítulos
titulados "El proceso", "El debate" y "Una interpretación", progresivamente. Las dos
primeras secciones del texto nos permiten extraer los siguientes antecedentes que apuntan
hacia distintos niveles de significación:

a) El texto intenta preocuparse exclusivamente del pensamiento filosófico,


prescindiendo de las creencias religiosas, programas políticos, etc. (107,10).
b) El estudio versa sobre el pensamiento hispanoamericano aunque sus conclusio-
nes puedan extenderse al Brasil y, por ello, su objeto sería la América Latina
en su conjunto (107,10).

3) El profesor peruano Augusto Salazar Bondy , nacido en 1925, es un hombre de vasta


trayectoria en la vida cultural peruana y latinoamericana. Su texto" ¿Existe una filosofía de nuestra
América? " es el resultado de cursos y charlas dictadas en centros de enseñanza superior de México,
EE.UU. y Perú. Su trayectoria anterior como historiador de las ideas hispanoamericanas comprende
"La filosofía en el Perú" (Universo, Lima, segunda edic. 1967) e "Historia de las ideas en el Perú
contemporáneo" (Feo. Monc1oa, segunda edic. Lima 1967). Complementa esta preocupación con un
constante esfuerzo por mejorar los niveles de comunicación filosófica: "Didáctica de la filosofía"
(Arica, Lima, 1968), "Lecturas filosóficas" (Arica, Lima, segunda edic. 1968), "Breve vocabulario
filosófico" (Universo, Lima, 1968) y con una variada labor que se inició en 1954 con la ya citada
"Filosofía en el Perú", edición bilingüe, y que últimamente se orienta hacia problemas axiológicos
(111, 173-202). Estando ya escrito este artículo se nos comunicó su fallecimiento a fines del año
pasado.
Leopoldo Zea (1912) es uno de los nombres más conocidos en el área de la filosofía en América
Latina. Sus estudios y antologías acerca de nuestro pensamiento "Antología de la filosofía americana
contemporánea" (B. Costa=Amic, México, 1968), "El pensamiento latinoamericano" (pormana,
México, 1965) y "Dos etapas del pensamiento hispanoamericano (El Colegio de México, 1949) figuran
practicamente en todas las bibliotecas de alguna importancia. Su aporte persona! respecto del
problema del filosofar americano se inició con el artículo "En torno a la filosofía americana" (1942) y
se ha profundizado y reforzado a través de una extensa obra que incluye traducciones a! inglés, francés
e italiano: "América como conciencia" (Cuadernos Americanos, México, 1953), "América en la
historia" (México, 1954), "Latinoamérica y el mundo" (Caracas, 1970) y "La esencia de lo
americano" (pleamar, Buenos Aires, 1971), expresan claramente su seria y sostenida preocupación
dominante: intento de hacer filoeofia de la cultura americana. (112, 143-158). Su texto "Filosofía
americana como filosofía sin más" (1969) ha sido concebido, en gran parte, como respuesta a las tesis
que Salazar Bondy sostiene en " ¿Existe una filosofía de nuestra América? " (1968).
186 HELlO GALLARDO

c) América Latina es concebida como una unidad (107, 11).


d) El problema del pensamiento latinoamericano, y con ello el problema del
estudio emprendido por Salazar Bondy, es entendido a través de tres
cuestiones interrelacionadas: 1) el problema de si ha habido una filosofía
original y auténtica en América Latina, cuestión que sólo se puede concluir a
través del examen del pensar en nuestro continente (107,11). 2) el problema
de cómo debe ser la filosofía latinoamericana si quiere lograr autenticidad y
asegurar su progreso futuro (107, 11). 3) el problema de si lo hispanoame-
ricano puede y debe ser tema de nuestra reflexión filosófica y la significación
que tal tema tiene para la constitución de una filosofía propia (107, 11).

Estos tres niveles de problemas son los que intentará asumir Sal azar Bondy en su
trabajo. Nos interesa, desde luego y en primer término, aclarar el sentido que para él
tengan las nociones de "filosofía", "originalidad" y "autenticidad", como elementos
previos al desarrollo de su tema y a las respuestas a que ese desarrollo conduce.

B. Lo que Salazar Bondy entiende por filosofia aparece descrito fundamental-


mente en el capítulo tercero de su obra: para él la filosofía es la expresión de la
racionalidad consciente -del hombre y de la comunidad en que vive en su forma más
exigente- y cuyo objetivo es hacer inteligible el mundo y la vida. Para lograr esto la
filosofía es (hace) análisis, iluminación, unificación. La filosofía es, por ello, la manera
peculiar como las agrupaciones históricas iluminan e interpretan el ser en que se
encuentran instaladas. Por su referencia al conjunto de lo dado. La filosofía tiene que ver
con el compromiso vital del hombre. Difiere por tanto de la ciencia -que se constituye a
través de una visión parcial de lo dado- y de la religión -que se nutre del sentimiento y
de la sugestión-o La filosofía, por último, tiene que ver con la verdad, " ...pero como la
verdad total de existencia racionalmente clarificada, la que apela a la plena lucidez del
hombre, a un esfuerzo total de su capacidad de comprensión, en suma, a algo que no
puede menos que responder a lo más propio de su sustancia" (107, 113).
Casi al final del segundo capítulo de su obra, Salazar Bondy nos ha precisado
también el significado de los conceptos que fundamentan sus preguntas básicas. Así, por
"originalidad" entiende construcciones conceptuales inéditas de valor reconocido (107,
100). "Genuinidad" o "autenticidad" es el producto filosófico que se da como
propiamente tal y no como falseado, equivocado o desvirtuado, y "peculiaridad" es el
tono local o personal de una filosofía pero que no implica innovaciones de contenido
sustantivo (107, 101). Estos conceptos encuentran su marco teórico en una concepción
de la "cultura" entendida como la articulación orgánica de las manifestaciones originales
diferenciales de una comunidad ... susceptibles de servir de pauta para contrastar la obra
histórica de los pueblos y de las épocas (107, 116).

C. Con estas especificaciones, el tema del libro de Salazar Bondy queda


planteado, ahora, en los siguientes términos:
a) ¿Ha existido un ejercicio deja racionalidad consciente en su forma más exigente
en América Latina? Si es así, ¿ha entregado construcciones conceptuales inéditas de valor
reconocido? ¿Han iluminado e interpretado estos conceptos el ser en que nos
encontramos instalados?
b) ¿Cómo ha de ser el ejercicio de nuestra racionalidad (¿Cómo se construye, cuál
es su sentido? ) para (por) iluminar e interpretar el ser desde el cual surge?
e) ¿Lo "peculiar" puede ser tema de nuestro quehacer filosófico? , y si es así,
¿Qué significación tiene esta "peculiaridad" en la construcción de la forma más exigente
de conciencia, la conciencia filosófica?
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 187

Consideradas esquemáticamente, las tres cuestiones fundamentales planteadas por


Salazar Bondy reciben las siguientes respuestas:
a) Nuestra filosofía -aun siendo peculiar- no ha sido un pensamiento auténtico y
original, sino inauténtico e imitativo en lo fundamental, y esto como resultado de una
deficiencia básica de nuestra sociedad y de nuestra cultura que puede ser reseñada en los
conceptos de subdesarrollo, dependencia y dominación. Estos conceptos expresan las
características de una existencia alienada que no puede generar a su vez sino un
pensamiento alienado y alienante, enmascarador de nuestra realidad y con ello elemento
de divorcio respecto de nuestro ser propio y sus justas metas históricas (107, 131).
Nuestra conciencia filosófica es, pues, una conciencia fundamentalmente defectiva,
determinada por una sociedad carencial,
b) La constitución de un pensamiento auténtico y original no podrá alcanzarse sin
que se produzcan una decisiva transformación de nuestra sociedad mediante la
cancelación del subdesarrollo y la dominación. Este pensamiento será más rico y más
auténtico en cuanto la comunidad latinoamericana alcance más altos niveles de plenitud
(l07, 132). En este momento nuestra filosofía tiene como tarea constituirse en una
reflexión sobre nuestro status antropológico en vistas a su cancelación (superación,
elevación)(l 07, 126).
e) Es preciso que los países latinoamericanos, puestos a construir su desarrollo y a
lograr su independencia, encuentren el apoyo de una reflexión filosófica consciente de la
coyuntura histórica y decidida a construirse como un pensar riguroso, realista y
transformador. Este propósito se beneficiará de los esfuerzos nacionales particulares, pero
necesitará también de Una acción concertada, necesaria y fecunda en cuanto promotora
de la unidad latinoamericana (107, 127). Por esto nuestra filosofía tiene que forjarse en
contraste con las concepciones definidas y asumidas por los grandes bloques de poder
actuales, haciéndose así .presente en la historia de nuestro tiempo y asegurando su
independencia y su supervivencia (107, 132).

D. Tanto o más interesante -y desde luego más comprensivo- que las


respuestas que hemos bosquejado de manera analítica resulta el examen del proceso
mediante el cual Salazar Bondy llega a ellas. Este proceso puede entenderse en dos
momentos: 1) un diseño de las principales líneas de pensamiento que perfilan el
desarrollo intelectual de América Latina; 2) un cuadro con los mas significativos
enfoques respecto del problema de la filosofía en América Latina.
El desarrollo del primer punto permite a Salazar Bondy reseñar el siguiente esquema
histórico:
Siglo XVI
a
Siglo XVIII: Comienzo del pensamiento filosófico hispanoamericano: introducción de las
corrientes predominantes en la España de la época de la Conquista. Se traen a
América y se propagan en nuestros países aquellas doctrinas que armonizan con
los propósitos de dominación politica y espiritual aue persiguen el Estado y la
Iglesia españoles. La filosofía ojictatmente difundida y protegida fue la escolástica
en su tardía versión española (F. Suarez, 1548-1617); se trataba de un
pensamiento conservador, antimodemo (107,15).
Los temas americanos se hacen presentes en esta filosofía fundamentalmente a
través de meditaciones filosófico-teológicas acerca de la humanidad del indio (4).

4) En verdad, no es sólo el indio quien es puesto en cuestión; se trata del continente


americano en su totalidad: en escrito de 1768, por ejemplo, el abate Camelia de Pauw sostiene que la
naturaleza del hemisferio occidental es degradada y decadente -tesis que debe en parte a Buffon
(1707-1788)- y que en nuestro suelo los animales pierden su cola, los perros ya no saben aullar y los
órganos genitales del camello cesan de funcionar. Nuestra flora es también degenerada e impotente y
188 HELIO GALLARDO

Pese a este aporte, sin embargo, no hubo "nada semejante a un enfoque americano
propio, a un cuerpo de doctrina que respondiera a las motivaciones de los
hombres de este continente" (107.16).
Siglo
XVIII: Factores que operan en España: política liberalizante de Carlos 111y la obra de
escritores como Benito Jerónimo Feijoo (1676-1784) y el contacto con viajeros
ilustrados -A. von lIumboldt (1679-1859) - Y expediciones cientificas permiten
la presencia en América Latina de ideas y corrientes contrarias al escolasticismo:
son difundidos Descartes, Leibniz, Locke, Grocio, Galileo y Newton.
Del mismo modo aprecen en el horizonte latinoamericano pensadores influyentes
del mismo siglo: Condillac, Rousseau, Montesquieu, A. Smith.
Un despertar de la conciencia critica y un primero esbozo de reconocimiento de la
identidad nacional y americana son perceptibles en un periodo en el que las
instituciones educativas y culturales se renuevan y surgen colegios carolinos y
sociedades "económicas", "filantrópicas" y de "amantes del pais". Este periodo
constituye nuestra Ilustracion, de marcada influencia francesa y desde el cual
surgirán las tendencias ideológicas que agitarán el periodo previo a la Indepen-
dencia (5).
Siglo
XIX: /' lndependencia politica de Hispanoamérica. Crisis politico-social.
182Ó-/870: periodo romántico:
a) [ilosofia de la ldeologia.
• b) escuela escosesa del "sentido común ".
e) espiritualismo ecléctico francés.
d) idealismo alemán, versión krausista.
e) introducción del socialismo utópico y corrientes anarquistas.

Siglo /870-/910: positivismo. Comte y Spencer. Fundamentalmente adoptado en el


XX periodo de establecimiento y consolidación del capitalismo financiero interna-
cional.

asirrusmo lo son los nativos, débiles y de escaso vigor viril. Incluso el hierro americano tórnase
quebradizo y se enmohece: es "infinitamente inferior al de nuestro Continente, de tal manera que
sería imposible fabricar clavos con él". (100,47-48). La polémica Bartolomé de Las Casas-Gines
de Sepulveda (1550) es sin duda un antecedente ya clásico respecto del problema de nuestra igualdad o
inferioridad "natural", argumento que continúa hoy vigente y operante en sus modalidades externa e
interna: América Latina como patio trasero de USA y segregación y desprecio y explotación del indio,
por ejemplo; una versión algo más sofisticada ... es la que sostiene que somos incapaces de darnos
gobiernos democráticos.

5) Esta Ilustración hispanoamericana se expresa cuantitativamente, por ejemplo, en la


multiplicación de los centros de enseñanza superior: universidades de La Habana (1721), Caracas
(1721), San tiago de Chile (1758) ... y creación de escuelas técnicas y profesionales: Medicina y Minería
en México (1792); Academia de Artes y Ciencias, Santiago de Chile (1797), etc. Se crean asimismo
bibliotecas públicas, la primera en México, en 1762. Aunque los periódicos habían hecho su aparición
en el siglo anterior (México, 1667) durante este siglo extienden su influencia y alcanzan una relativa
regularidad (México, Guatemala, La Habana, Bogotá, Lima, Buenos Aires); en este siglo ve también la
luz el primer periódico cotidiano de la América española, el "Diario Erudito, Económico y Comercial"
de Lima (1790). Aparecen también diarios especializados en literatura y ciencias: "Mercurio Volante"
(México, 1772), "Mercurio peruano" (1791); "Primicias de la cultura de Quito" (1791), "Semanario
de la Nueva Granada" de Bogotá (1808). Para C. Alcazor Molina "En el siglo XVIII se produce en
Europa el movimiento reformador llamado del despotismo ilustrado, con especial significación para
España durante el reinado de Carlos 1Il. El espíritu general de las luces tuvo su eco en los cuatro
virreinatos españoles (México, Nueva Granada, Perú, Río de la Plata) que representaron en América ese
movimiento universal... que protegía a cuanto significara un esfuerzo de renovación y cultura. Don
José de Galvez fue el gran ministro reformador de Indias y su nombre debe citarse junto al de los
ministros de Carlos III (Campoamor, Aranda y Floridablanca). De la experiencia europea y americana
de Galvez surgen tanto el nuevo régimen de libertad de comercio corno el nuevo sistema de
organización: Las Intendencias". El conjunto de estas innovaciones y readecuaciones económicas,
sociales, políticas e ideológicas, entre las que tuvo no poca importancia la introducción masiva de la
imprenta, es lo que conocemos bajo el nombre de "Ilustración hispanoamericana" (115,47-48) (116).
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 189

Los "fundadores": Alejandro Korn (1860-1936); Carlos Vaz Ferreira


(1873-1958); Enrique Molina (1871-1964); Alejandro Deustua (1849-1945);
José Vasconcelos (lR82-1959 ; Antonio Caso (1883-1946). Surgen desde el seno
del positivismo, pero en abierta crítica superadora. Sus caracteristicas centrales
son:
a) rechazo del positivismo.
b) antinaturalistas.
e] idealistas y vitalistas.
d) inclinación por el pensamiento intuitivo.
e) inquietud metafisica.
Los autores europeo-norteamericanos de mayor influencia son: E. Boutroux, B.
Croce, W. James, H. Bergson, especialmente este último.
1930 a nuestros días: marxismo; neotomismo; fenomenologia; existencialismo; la
preocupación por la lógica, la epistemologia y el análisis del lenguaje en las
universidades latinoamericanas hace patente el impacto de tendencias como el
positivismo lógico y el idoneísmo (107,25). En este periodo la [ilosofia alcanza su
periodo de "normalización" en el sentido de que su ejercicio es una actividad
académica estable en medios que permiten asegurar su supervivencia y progreso y
aumentar su penetración en la vida de la comunidad (107;JffF _
Especialmente importante resulta la influencia directa "Indirecta qtre ele
Ortega y Gasset (1883-1955) y, a través de él, Dilthe '1(1833-1911). .
Durante este período se hace patente el interés p la"evolución de las i n
nuestros países lo que se refleja en estudios sistem icfs, balance!f"Y-reseiias.¡J
filosofía latinoamericana. Surge la polémica, respe o~e,la·posi~l.idad l6..calllt
de nuestra filosofía (107,27). ••

~"

El cuadro reseñado permite a Salazar Bondy extraer algunas conclUSIOnes respecto a


/
las características del desarrollo del pensar en América Latina; destacaremos las que nos
parecen de mayor relevancia para la comprensión de su tesis.
a) Nuestro pensamiento filosófico se realiza paralelamente al proceso del
pensamiento europeo-norteamericano y los cambios que se producen en él coinciden
estrechamente con las transformaciones de la filosofía occidental al estar determinadas en
lo fundamental por éstas. A esta característica debemos agregar los siguientes rasgos
complementarios: 1) la evolución de nuestro pensamiento es discontinua, es decir entre
nuestros sistemas no existe continuidad lógica. 2) la evolución de nuestro pensamiento es
sinoptica, puesto que su desarrollo se ve recortado por la presencia de contenidos
ideológicos introducidos como productos acabados. 3) la evolución de nuestro pensa-
miento presenta un retardo decreciente y una aceleración creciente por efectos del
proceso de contemporaneidad mundial (107, 36-37).
b) Nuestra filosofía ha comenzado desde cero, es decir, sin el apoyo de una
tradición intelectual vemácula, pues el pensar indígena no fue incorporado al proceso de
la filosofía latinoamericana. Ello determina el caracter de trasplante que adquiere nuestra
filosofía (107, 37-38).
e) Nuestra filosofía es adoptada tanto porque es asunción de algo que nos es
extraño como porque eso extraño es modificado por nuestra realidad (107,39).
El conjunto de estas características permite a Salazar Bondy describir al pensar
latinoamericano como una reflexión imitativa de receptividad universal (universalismo
imitado) y por ello como una reflexión superficial y pobre que muestra la ausencia de una
tendencia metodológica característica y de una proclividad teórica ideológicamente
identificable, lo que conduce fatalmente a la ausencia de aportes originales (107,41-42).
Son estas características las que fundamentan la existencia de un fuerte sentimiento
de frustración intelectual entre quienes cultivan la filosofía en Latinoamérica, sentimiento
que ha llevado al primer plano la cuestión por la posibilidad de nuestra filosofia. Este
190 HELIO GALLARDO

sentimiento de frustración se ve aumentado por la distancia entre quienes practican la


filosofta y el conjunto de la comunidad (107, 42).

E. La segunda indagación que emprende Salazar Bondy tiene como objeto


entregar un cuadro con los más significativos enfoques respecto del problema de la
filosofía en América Latina, en un período que se extiende desde el texto de Alberdi:
"Ideas para presidir a la confección del Curso de Filosofía Contemporánea", leído en
1842, hasta nuestros días. De los resultados de su búsqueda puede trazarse el siguiente
bosquejo (6):

1. Quienes niegan la existencia de una filosofía latinoamericana original. En este


grupo podemos distinguir las siguientes tendencias:
a) quienes afirman que no existe filosofia genuina y original en América
latina pero que la habrá cumplidos algunos requisitos previos, que
básicamente consisten en la superación de problemas de madurez, raza,
educación o inestabilidad del quehacer filosófico (107, 105). (Alberdi,
Korn, Vasconcelos, Feo. Romero, R. Frondizzi).
b) quienes afirman que no existe filosofia latinoamericana porque los
pensadores no se han orientado hacia su objeto teórico propio (107,
106) (L. Villoro, primera época).
e) quienes niegan la existencia de una filosofta latinoamericana afirmando
que las carencias estructurales básicas -proceso y totalidad históricos-
de los distintos países y de su conjunto impiden su generación (107,
51 ). (José Carlos Mariátegui).
d) quienes afirman que no existe sino un filosofar una sola modalidad de
reflexión auténtica, y que este es universal (occidental) y que lo
hispanoamericano vendrá a él por añadidura (107, 102). (R. Frondizzi,
Sanchez Reulet, Gomez Robledo. García Maynes, L. Zea).
II. Quienes afirman la existencia de un pensar latinoamericano pueden ser
distinguidos en dos grupos:
a) los que afirman la existencia de productos filosóficos latinoamericanos
equivalentes a los europeos (107,104) (A. Kom, J. Gaos).
b) quienes asignan una especificidad al pensar latinoamericano dentro del
pensar occidental (Alberdi, Korn, Vaconcelos, Gaos, L. Zea, A. Ardao).

Resulta aclarador respecto de estos cuadros reseñar las distintas posiciones que
acerca del problema sustenta José Gaos, maestro de Salazar Bondy y de L. lea. Su
pensamiento, desde 1942 a 1955 recorre el siguiente camino:
1) No existe una filosofía americana aún que pueda contraponerse a la filosofía
europea. Pero se desea y vehementemente que la haya.

6) El cuadro propuesto debe ser entendido como una primera y muy gruesa aproximación
al problema. El encasillamiento analítico impide, desde luego, comprender el desarrollo de la posición
de un determinado pensador -caso J. Gaos o L. Zea- pero también afecta a la comprensión de los
matices diferenciales entre los distintos pensadores. Salta a la vista, por ejemplo, que quienes afirman
la no existencia actual del pensamiento latinoamericano podrían incluirse también dentro del área de
los que afirman un pensamiento latinoamericano peculiar a futuro o también un pensamiento
latinoamericano universal... a futuro. Sin embargo, los hemos incluido dentro del primer bloque por
parecemos especialmente ideológicas -en un sentido peyorativo- las razones que se engloban bajo
falta de madurez para afirmar la inexistencia de un pensar auténtico en y de nuestra realidad.
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 191

2) Para realizarla no debe hacerse filosofía americana, sino que los americanos
debemos hacer filosofía (108, 356-360). (El método es occidental; la circunstancia,
nuestra).
3) El pensamiento americano se caracteriza en propiedad por ser predominan-
temente estético e ideológico (109).
4) El pensamiento americano ha hecho importaciones aportativas e incluso es
posible hablar de filosofias originales con igual rango que las europeas; tal es el caso, por
ejemplo, del epnsamiento de A. Bello (1781-1865), J. Vasconcelos y A. Caso
(1883-1946). Su no reconocimiento deriva de que el status de filósofo es entregado por
Europa o por los Estados Unidos de Norteamérica (110, 61). Sin embargo este
desconocimiento incluye a los propios pensadores latinoamericanos que no se han
preocupado responsablemente de la historia de nuestro pensamiento.
La posición final de Gaos respecto del problema de la filosofía latinoamericana
puede ser sintetizado así: la filosofía latinoamericana es posible y puede ser original en la
medida en que se nutre de la reflexión sobre lo hispanoamericano como una reflexión de
nuestra realidad, salvadora de las circunstancias de nuestra vida histórica (109,106). Es la
radicalización de esta posición la que encontraremos en el texto de L. Zea Filosofia
americana como filosofia sin más.

F. El examen de las distintas opiniones que sobre el pensar latinoamericano ha


realizado Salazar Bondy lo lleva a las siguientes conclusiones: el pensar latinoamericano
puede considerarse peculiar, pero no original ni auténtico (107, 108). Si embargo, esta
inautenticidad y no-originalidad le provienen no de carencias aisladas como la raza, la
educación, la institucionalidad, etc., sino que señalan la situación global de nuestros
paises, considerados aisladamente o como Latinoamérica (107, 111). Y la situación global
de nuestros países en términos de existencia puede ser descrita claramente con la
expresión existir inauténtico, es decir, un existir que no se apropia de su circunstancia
histórica: "Porque lo cierto es que los hispanoamericanos estamos claramente en el caso
de este existir inauténtico: vivimos desde un ser pretendido, tenemos la pretensión de ser
algo distinto de lo que somos y de lo que podríamos ser, o sea, vivimos alienados respecto
a la propia realidad que se ofrece como una instancia defectiva, con carencias múltiples,
sin integración y por ende, sin vigor espiritual" (107, 117). Es desde esta existencia
inauténtica que se genera necesariamente "nuestra" filosofía imitativa, pobre, superficial,
enajenada y enajenante, novela plagiada y no crónica verídica de nuestra aventura humana
(107, 119): "La filosofía hispanoamericana sanciona, pues, el uso de patrones extraños,
inadecuados, y lo sanciona en un doble sentido derivado de la ambivalencia de nuestro
existir, a saber: como asunción de conceptos y normas sin raíces en nuestra condición
histórico-existencial, y como producto imitativo, sin originalidad y sin fuerza que, en
lugar de crear, repite un pensar ajeno" (107, 119). No puede extrañamos, concluye
Salazar Bondy, que una comunidad desintegrada y sin potencialidad, una comunidad
alienada de una conciencia filosófica mistificada (107, 119). Es en este contexto que se
inscribe su proposición sobre las nociones de subdesarrollo, dependencia y dominación
como caracterizadores de nuestros países latinoamericanos, y su intento de normar
nuestro quehacer filosófico como un quehacer fundamentalmente dialéctico-destructivo,
un filosofar que aparece como negación de la negatividad: ideologías, existir inauténtico;
es decir, el filosofar que se construye como conciencia auténtica de nuestra carencia y,
por ello, como arma de su superación.
192 HELIO GALLARDO

11

A. El texto de L. lea: "La filosofía americana como filosofía sin más" (1l3)
ha sido escrito, en gran' parte, como respuesta a la posición que, respecto de la filosofía
latinoamericana, ha expuesto Salazar Bondy en la obra que ya examinamos ... (113, 158),
pero debe ser entendido dentro del contexto general del esfuerzo de lea por conformar
un pensamiento de la cultura americana que de cuenta de ella y la trascienda al mismo
tiempo en términos de cultura de la humanidad, tarea que inicia en 1942 con su artículo
"En torno a la filosofía americana", y que se expresa específicamente en sus intentos por
realizar la historización del pensamiento mexicano y por construir una filosofía a la vez
anclada en la circunstancia mexicana y que la supere (112, 143). En este trabajo
introductorio a algunos problemas referentes a la constitución de la praxis filosófica
hispanoamericana vamos a limitamos a reseñar el contenido de las objeciones que L. lea
plantea a las tesis, que respecto de las relaciones entre subdesarrollo, dependencia,
autenticidad y quehacer filosófico, ha expuesto Salazar Bondy, con las mínimas
referencias necesarias al conjunto del pensamiento del filósofo mexicano (7).
Advirtamos, en primer término, que la respuesta de lea a Salazar Bondy se da como
momento de un proceso-examen que tiene su origen en la puesta en cuestión de nuestra
humanidad, asunto con el que comienza y se origina el filosofar americano (1l3, l3). De
esta polémica surgirán los hombres-Hombres y los subhombres, discriminación que,
respecto del tema que nos ocupa culminará con la 'peculiar' pregunta que se plantea
nuestro derecho a la filosofia (113, 14). Esta pregunta no es sino expresión de nuestro
intento de mostrar-confirmar nuestra propia humanidad, fenómeno que constituye una
constante existencial que acompaña a todos los esfuerzos iberoamericanos por construir-
nos como hombres y como pueblos. Sin embargo, esta constante encuentra hoy una
renovada perspectiva en la crisis que significa para la conciencia europea el desarrollo y
resultado de dos Guerras Mundiales y sus proyecciones económico-política-militares e
ideológicas. Al último respecto la aparición y vigencia del existencialismo, la fenornenolo-
gía, el historicismo y el neomarxismo son pruebas de ella (113, 92-107). Lo son también,
pero respecto de la totalidad concreta, la formación de bloques de poder mundial y el
intento de constituir un Tercer Mundo. Pero, para lea, básicamente, la crisis se expresa en
el hecho de que, por vez primera, el occidental se reconoce entre otros hombres. Sobre
este punto cita al Sartre de La muerte en el alma: "Era tan natural ser francés ... era el
medio más económico y sencillo de ser universal... Ahora Francia está tendida boca arriba
y la vemos como una gran máquina rota ... Todavía somos franceses, pero la cosa no es ya
natural. Ha habido un accidente para hacemos comprender que éramos accidentales".
(113, 109-110). Por ello es que la actual crisis europea significa .para nuestros pueblos, la
posibilidad de afirmar su humanidad como verdadero proyecto universal del hombre
(1l3 ,88: 157), es decir, de incorporamos a la historia. A esta perspectiva histórico-cultu-
ral une lea una doble concepción de la filosofta: a) como conciencia de la perdida de la
totalidad y búsqueda, por tanto, de un nuevo horizonte (114, 19), y b) como ideal de las
soluciones que reclama nuestra realidad (1l3, 84). La complementación de ambas

7) Para una primera aproximación a un estudio de conjunto del pensamiento de L. Zea


puede verse el ensayo de Z. Kourim que ya hemos citado. Este esfuerzo se resiente, sin embargo, al
considerar la obra del pensador mexicano sólo hasta 1966.
EL PENSAR EN AMERICA LA TINA 193

perspectivas hará concluir a Zea que una filosofía americana (8) " ...no sólo es posible sino
que lo ha sido o lo es, independientemente de la forma que la misma haya tomado,
independientemente de su autenticidad o inautenticidad ..." y que esta filosofía, la única
que ha sido posible realizar " ...está en la base de la filosofía que se quiere seguir
realizando" (113, 157-158). Esta filosofía y esta cultura americanas se insertan y
originan en la historia y la filosofía occidentales de las cuales formamos parte
ineludiblemente, y se orientan hacia la construcción del hombre nuevo, ideal que surge
como posibilidad real desde el fracaso del (pseudo) humanismo totalizador europeo y la
apertura histórica de nuestro propio proyecto integrador universal. Por ello lo que se
exige a la filosofía en Latinoamérica es la conciencia de que formamos parte de una gran
unidad cultural que la expansión occidental ha hecho expresa, y que la asunción de esta
conciencia nos dice que nada de lo realizado por esta cultura puede sernos ajeno y que
todos sus elementos deben ser incorporados para enfrentar los problemas de nuestra
realidad (113,77). En sentido concreto, hegeliano-existencial, la respuesta a todos
nuestros problemas está en la asimilación de nuestra historia (113, 80). Es esta
asimilación-experiencia que, por serio, no necesita ya ser repetida- la que permite" ... no
ya sólo una filosofía de nuestra América y para nuestra América, sino filosofía sin más del
hombre y para el hombre en dondequiera que éste se encuentre" (113, 160). Es la
asimilación de nuestra historia -necesaria y posible hoy- la que nos entrega la
factibilidad de un papel en la construcción de la cultura y del hombre (Hombre),
construcción a la que aspiramos ingresar como par entre pares (113,102).

B. En este contexto resulta conveniente recordar las preguntas con que Salazar
Bondy acotaba el sentido de su estudio. Estas preguntas eran:
a) ¿Ha existido un ejercicio de la racionalidad consciente en su forma más
exigente en América Latina? Si es así, ¿ha entregado construcciones
conceptuales inéditas de valor reconocido? ¿Han iluminado e interpretado
estos conceptos el ser en que nos encontramos instalados?
b) ¿Cómo ha de ser el ejercicio de nuestra racionalidad -cómo se construye,cuál
es su sentido- para iluminar e interpretar el ser desde el cual surge?
e) ¿Lo "peculiar" puede ser tema de nuestro quehacer filosófico? y si es así,
¿qué significación tiene esta "peculiaridad" en la construcción de la forma
más exigente de conciencia, la conciencia filosófica?

Intentemos esquematizar las respuestas de Zea a este cuestionario:


a) La historia de nuestras ideas nos ofrece un panorama y un horizonte que no
es en nada inferior al que ofrece la historia de las ideas y filosofía europeas, sino
simplemente distinto (113, 40). Nuestra filosofta funciona como ideologia, da razones no

8) La especial connotación que Zea da a "lo americano" está señalada específicamente en


sus distintas obras. Citamos de "La esencia de lo americano: "Latinoamérica es, desde luego, el centro
de la preocupación de este libro. Es el punto de partida en la pregunta sobre lo que sea la esencia de lo
americano. Y aquí damos a lo americano una connotación más amplia, la que le era original.
Americanos se llamaron a sí mismos los próceres de nuestra independencia y de nuestra emancipación
mental. De América hablaron los Bolívar, San Martín, Hidalgo; y de americanos hablaron los
Sarmiento, Bello, Mora y otros muchos más. Sin embargo, fue este un adjetivo que, a la larga, apareció
como privativo de la América sajona y de los americanos de esa América. En la pregunta sobre qué sea
la esencia de lo americano tratamos de recuperar su sentido original: hacemos referencia lo mismo a la
América sajona que a la América Latina con especial acento en esta. Ya que es ésta el natural punto de
partida de quien hace estas reflexiones, un latinoamericano. Pero sólo punto de partida, ya que la
reflexión, para ser legítima, tendrá que englobar a ambas Américas" (118,9).
194 HELlO GALLARDO

del ser o los entes, como algunas expresiones de la filosofía occidental, sino del orden
político y social latinoamericano (113, 39). uestro pensar ha instrumentalizado el
filosofar europeo haciendo surgir algo que nada tiene que ver con la realidad que lo ha
originado. Por ello es que estas "malas copias" -nuestra filosofía según algunos-
expresan la realidad a la cual han sido útiles estas filosofías. Sus recortes, sus
adaptaciones, su ser "malas copias" expresan el ser americano (113,45). La originalidad y
autenticidad de nuestro filosofar se encuentran en el derecho no ya a copiar sino a hacer
propios valores que se presentan como universales y por ende, al alcance de todo hombre
sin que en ello tenga nada que ver la situación económica; social, cultural o racial (113,
50). La originalidad de nuestro filosofar es una condición que se da fatalmente en cuanto
todo quehacer humano no puede ser sino original. Lo "inédito de valor reconocido" de
nuestra filosofía no puede ser juzgado sino desde 'nuestra' realidad y no desde la
perspectiva de la filosofta sistemática europea (113 ,31) (9).
b) La prospectiva de nuestro filosofar es entendida por lea como un
seleccionar y un adaptar las expresiones de la filosofía occidental que más convengan a
nuestros intereses. Es decir, en aceptar conscientemente nuestra inserción en la historia y
cultura occidentales desde nuestra peculiar circunstancia (113, 52). Los problemas de la
filosofía no son sino problemas que plantean al hombre la relación con la naturaleza y la
relación on otros hombres. Se trata, pues, de enfrentarse a ellos racionalmente, buscando
a tales problemas su solución más amplia y adecuada. La filosofía es ciencia, es ideologia
y es ética. Por ello 'nuestra' filosofía será una filosofía que nos haga conscientes de
nuestra situación como hombres entre hombres, como pueblos entre pueblos (113, 61).
La realidad, nuestra realidad, reclama decisiones de extraordinaria urgencia, independien-
temente de que las mismas encuentren o no su justificación en una determinada filosofía.
La filosofía, en todo caso, deberá presidir, como un ideal, estas supuestas soluciones; no
será expresión de las mismas. Pura y simplemente, intentos, expresión de lo que se quiere,
aunque no se pueda (113, 84). Esta filosofía, que no parte de cero sino de la asimilación
de nuestra historia, es no sólo acción sino filosofia de la acción encaminada a subvertir, a
cambiar un orden en el que la auténtica esencia del hombre ha sido menoscabada (113,
160). Esto es lo que lea llama "filosofía sin más del hombre y para el hombre,
dondequiera que éste se encuentre" (113,160).
e) El tema de lo 'peculiar ... es contestado por lea a partir de lo 'peculiar' que
resulta nuestro preguntamos por la posibilidad de nuestra filosofía. Lo peculiar de este
preguntar señala hacia una dimensión-situación ontológica del hombre americano. Esta

9) Hemos omitido deliberadamente la nota de "racionalidad consciente" que Salazar


Bondy incluye entre sus exigencias respecto de la filosofía. Ello, en primer lugar, porque el texto de
Zea no permite decidir rotundamente en este punto y ofrece argumentos para defender tanto una
filosofía auténtica no-consciente (113, 50; 84; 85) como una filosofía caracterizada por su
racionalidad (113, 59); hacia el mismo problema apunta el uso que hace Zea de la noción, de
"ideología" ... que emplea indistintamente para designar líneas de acción y conducciórrpol ítica (113,
61) o representaciones y valores sociales que posibilitan la reproducción de un sistema (113,70) ... y a
veces también de un modo definitivamente ambiguo (113,70). De este modo, afirmaciones como "4
filosofía es también ideología" puede ser entendida de diversas maneras; por ejemplo, 1) La filosofía
juega un rol dentro del marco de la conducta política. 2) La filosofía es una forma de la conciencia
ideológica, es decir, una forma de falsa conciencia, tanto si reconoce o no sus propias limitaciones y
carencias. 3) La filosofía es una de las formas de conciencia que sanciona el orden social. Si bien las
acepciones de "ideología" son identificablcs con alguna claridad en el contexto específico usado ...
para los efectos de una decisión última respecto de la exigencia de "racionalidad consciente" entregan
un marco definitivamente débil. Ello es especialmente conflictivo porque una de las fuentes del
pensamiento de Zea es K. Mannheim cuyas aportaciones a las nociones de "ideología" y "ciencia
política" no pueden ser desconocidas por el pensador mexicano.
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 195

dimensión-situación está indicada ya en el hecho de que nuestro filosofar americano


empieza con una polémica sobre la esencia de lo humano (Las Casas Sepúlveda) y en la
relación que esta esencia tenga con los 'raros' habitantes del continente descubierto,
conquistado y colonizado (113, 13). Un nuevo estadio de este proceso está constituido
por nuestra condición de continente mestizo, no perteneciente ni a lo europeo español ni
a lo indio-americano, rechazado y rechazan te por y de ambos. Lo 'peculiar', finalmente,
adquiere su total concreción en nuestra particular inserción en' la historia occidental como
colonizados, y en la estatura humana que el colonizado-descolonizado adquiere en
nuestros días. Por ser 'lo peculiar nuestro' la inserción colonizada -subhumana- en la
historia occidental, y por haber hecho crisis esta cultura y con ello nuestro modo de
inserción, es que estamos en especiales y favorables condiciones, desde nuestra peculiar
situación, de realizar ese quehacer que es la filosofía. Lo 'peculiar' es decir, lo
histórico-nuestro, es y ha sido la condición de nuestro filosofar (I 13, 77 81).
Una síntesis que nos permita paliar en parte la deformación analítica que sufre el
pensamiento de Zea expuesto en la forma anterior nos dice que al cuestionario propuesto
por Salazar Bondy el pensador mexicano contesta con la necesaria afirmación de un
filosofar americano, legítimamente peculiar y auténtico, que emana de nuestra particular
inserción histórica en la cultura occidental, que ilumina nuestro ser y que hoy está en
condiciones de asumir (se) la concreción de un nuevo proyecto humano, universalmente
válido (10).

C. Todavía, y dentro de la variada y rica temática del texto de L. Zea, resulta


sustancial referirse a dos problemas: el problema de la autenticidad del filosofar y el
problema de las relaciones especificas que se establecen entre nuestros filósofos y el
quehacer filosófico europeo.
El segundo tema está introducido por una referencia a la obra del pensador peruano
Francisco Miró Quesada (1918), quien ha señalado en El impacto de la metafisica en la
ideo logia latinoamericana que "En la cultura occiden talla filosofía se an ticipa a la acción, la
fundamenta, la justifica. En Latinoamérica primero es la acción y luego la justificación de
esta acción.Europa crea las filosofías que como ideologías sirven a la destrucción o a la
creación de un nuevo orden. Latinoamérica se lanza a la acción y al unísono con la
misma, trata de encontrar la filosof'ía que la justifique; no necesita crearla, le bastará
tomarla de prestado" (113, 44). Lo que interesa, sin embargo, de la tesis de Miró
Quesada, es el hecho de que cualesquiera que sea la relación esencial de la ideologia con la
estructura de clase en la filosofía occidental, la metafísica se constituyó como base
esencial de la "praxis" política (113, 44). En América Latina, ocurrió, en cambio, lo
contrario: la praxis política busca acogerse a cualesquiera doctrina metafísica o por lo
menos filosófica para justificarse. En los casos en que la acción política parece anticipada
por una base filosófica previa, se hace patente una distorsión teórica producida no sólo
por una limitada comprensión de las doctrinas básicas, sino sobre todo por el hecho de
que las teorías aparecen impuestas por la moda europea y no han sido el producto de la

10) En verdad, Zea no asume el cuestionario de Salazar Bondy. Los supuestos de sus
respuestas difieren de los supuestos desde los que se articula el cuestionario. En el contexto zeaniano,
por ejemplo, la pregunta por la originalidad del filosofar carece de sentido, no es una pregunta ... o, al
serio, entrega una perspectiva ontológica tal que se anula en cuanto pregunta por la originalidad de la
filosofía. Más adelante realizamos una reseña algo más sistemática respecto del tema de la autenticidad.
Por ahora insistamos que el recurso de hacer contestar a L. Zea un cuestionario que emana desde una
plataforma que Zea no comparte no ha sido sino una forma de exposición que estimamos válida para
las caracteristicas de este trabajo.
196 HELIO GALLARDO

creación radical que correspondería al desarrollo natural de una colectividad (113 ,45). De
estas apreciaciones de Miró Quesada extrae lea las nociones de que quien no busca en el
pensar latinoamericano sino una relación de semejanza con el pensar europeo encontrará,
fatalmente y por la orientación de su objeto, distorsiones, malas copias, incomprensión e
inmadurez. Pero quien no busca la semejanza sino la relación que la filosofia o filosoftas
importadas guardan con la realidad latinoamericana, esto es, la forma como ellas han sido
adaptadas, lo 'distorsionado' no hace sino expresar la realidad a la cual han sido útiles
éstas filosofías. Ejemplos de ello están dados por la filosofía de la Ilustración que a fines
del siglo XVIlI y comienzos del siglo XIX informa las rebeliones criollas (1l3, 46), Y
también por la praxis marxista de un Fidel Castro o unChe Guevara en nuestros días (113,
48). Desde este punto de vista, las tesis de Miró Quesada muestran su esterilidad analítica.
La aparentemente distorsionada filosofia que emana de la praxis latinoamericana no es
sino la expresión histórica del ser americano y es esa 'distorsión' la que permite,
precisamente, trazar la historia de (11).
Un segundo aspecto relacionado con el problema de nuestra inserción en el proceso
del pensar filosófico occidental está orientado por la posible disyuntiva contemporánea
que presenta a la filosofía o como ideologia o como ciencia. El problema está planteado
específicamente desde la posición asumida por Luis Villoro (1922) en El sentido actual de
la filosofta en México. Afirma Villoro: "Sólo habrá una escuela filosófica propia cuando
alcancemos un nivel científico en filosofía semejante al de los países avanzados" (113,
65). Y explicita su opinión en los siguientes términos: "El punto de arranque de una
tradición filosófica no está en la especificidad o peculiaridad de su pensamiento, sino en la
fuerza y hondura de su reflexión crítica. Por ello creo que la misión de las nuevas
generaciones no ha de ser proponerse una filosofía 'original' sino lograr un tratamiento
riguroso en filosofía y acceder a un pleno profesionalismo. Y esta será la vía para lograr,
sin proponérselo explícitamente, una filosofía 'latinoamericana'. Que el cambio a la
'originalidad' en filosofía no pasa por la peculiaridad, sino por la hondura y el rigor del
pensamiento" (113, 66, 67). Y termina diciendo: "Tradición hay, sin duda, en el campo
de la ideología política, pero no en el de la filosofía". Este último tema permite a lea
introducirse al problema de lo que debe ser considerado como estrictamente filosófico,
punto que señala, sin duda, a la dificultosa pero imprescindible necesidad de lograr un
concepto o categoría histórica de nuestra filosofía y de la filosofía misma. ¿Qué es en
verdad filosofía? lea comienza por negar la dicotomía "filosofía o como ciencia o como
ideología" y con ella su corolario expresado en la exigencia de profesionalismo -que en el
contexto contemporáneo y para Villoro significa neopositivismo o empirismo lógico.
"Metafísica por un lado, lógica como filosofía estricta por el otro, como condición para el
surgimiento de una supuesta filosofía original, latinoamericana. Pero la realidad, la de
nuestra filosofía, que la hay, nos ofrece otra cosa, una ideología empeñada en resolver

11) Es desde este punto de vista que Zea propone la "asimilación" de nuestro pasado
filosófico y que recoge la fórmula alberdiana de seleccionar y' adaptar la expresión de la filosofía
'occidental que mejor convenga a nuestros intereses. (113.50). Nuestra filosofía no puede ser juzgada
con una determinada concepción filosófica estableciendo que el no ajustarse a ella la anula como
filosofía. Quienes adaptaron, por ejemplo, el positivismo clásico pretendían hacer con esa filosofía lo
que el positivismo había hecho por Inglaterra. Francia y Estados Unidos de Norteamérica. La historia
muestra su fracaso. Ese fracaso no dependió del "profesionalismo " de los positivistas latinoame-
ricanos ... sino del hecho que como latinoamericanos se enfrentaron a problemas que el positivismo no
podía resolver. Sin embargo, en este momento la apropiación de la técnica filosófica contemporánea y
del espíritu del historicismo parece ser condición de nuestro desarrollo filosófico. Se trata una vez mas,
sin embargo, de recoger el espíritu y no los frutos de la filosofía europea (113, 35) (121, 17-27).
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 197

problemas que nos son más cercanos. Problemas más urgentes, los problemas que nos ha
planteado y plantea nuestra relación de subordinación con el mundo occidental.
Problemas de desarrollo o subdesarrollo, cualquiera que sea la forma como los mismos
sean enfocados. Problemas de antropología filosófica o de filosofía de la historia ...
¿Estamos por ello fuera de la órbita de lo que debe considerarse filosofía?" (113, 71).
Para contestar a esta pregunta lea distingue dos grandes áreas de la filosofía
contemporánea: un área de la filosofia como ciencia estricta que ha permitido los avances
de la ciencia y de la técnica actuales -Russell, Carnap, Moore, Wittegenstein, Bachelard,
Gonseth-, y unafilosofI'a comprometida, en expresión del existencialismo francés (J 13,
72). Y respecto de esta filosofía comprometida con su realidad el pensar latinoamericano
debe considerarse inserto en una preocupación que también ha conformado el filosofar
occidental. Desde este punto de vista, Domingo Faustino Sarmiento, Jose Victoriano
Lastarria, Francisco Bilbao, José María Luis Mora, Juan Bautista Alberdi... son
equivalentes por su actitud a Maurice Merleau-Ponty, Arnold Toynbee, Bertrand Russell
-en cuanto luchador por la paz mundial-, Herbert Marcuse, Albert Camus, Jean Paul
Sartre, etc., y se entroncan en las generaciones precedentes con Marx, W. Dilthey, M.
Scheler o K. Mannheim. o entender que la filosofía es no sólo metafísica sino también
ideología significa eliminar de la historia del quehacer filosófica obras como La
República, La politica, La Ciudad de Dios, El discurso del Método, La fenomenologia del
espiritu, por sus características ideológicas (113, 70).
Por todo esto es que para lea la solución del problema -para América Latina y
para los países del Tercer Mundo- no está en la simple adquisición de una determinada
filosofía, por mucho profesionalismo que en la misma se ponga, sino en volver los ojos a
nuestra historia, a nuestra tradición, no para repetirla, sino por el contrario para asimilarla
y hacer de ella experiencia que, por serio, no tendrá ya que ser repetida. Sarmiento,
Alberdi, Bilbao, Lastarria, Juan Montalvo, Mora, Antonio Caso, Korn, Vasconcelos,
Deustua, Juan Ferreira, Samuel Ramos, José Carlos Mariátegui, y todos los que forman
parte de nuestra tradición no pueden ni deben ser borrados en nombre del rigor, del
profesionalismo o como se le quiera llamar. "Bienvenido" este rigor y este profesionalis-
mo pero entendiéndolo como un instrumento para cambiar una situación que debe ser
cambiada, y para mejor entender, también, una tradición que debemos asimilar tal y
como la filosofía occidental ha hecho con su propia tradición" (113, 81). Es sin duda este
punto, el específico del profesionalismo de la filosofía y el más general de la praxis
filosófica -apenas rozados en nuestra exposición de la argumentación lea-Villoro- uno
de los aspectos que incide con mayor fuerza estructuradora en la problematica de la
construcción de una conciencia filosófica o simplemente de la conciencia intelectual en
nuestros países (12).

D. Hemos obviado, por no tratarse aquí de una exposición exhaustiva, en el


desarrollo del problema anterior, la importancia y significado que lea atribuye al impacto
de corrientes contemporáneas de la filosofía como el existencialismo, lafenomenolog¡,a y,
especialmente, el historicismo en nuestro quehacer filosófico (113, 92, 107), por

12) En las condiciones actuales tendemos a identificar las expresiones conciencia


filosófica -de compromiso objetivo con la totalidad social- y conciencia intelectual o intelectualidad.
En todo caso no entendemos la praxis filosófica como una forma "especial"o "privilegiada" de la
praxis intelectual. Se trata, en ambos casos, de la asunción de una praxis específica que viene
determinada por nuestra especial situación histórica ... que parael caso de la filosofía es la del "final de la
filosofía" (120, 125-129).
198 HELIO GALLARDO

constituir esos impactos casos concretos de la temática general ya enunciada como


inserción en la historia y cultura occden tales. Nos ha parecido de mayor relevancia
considerar de inmediato el problema de la autenticidad en filosofia, tema que lea recoge
directamente del texto de Salazar Bondy que ya hemos examinado. Hemos visto allí que,
avalado por Hegel, el pensador peruano distinguía entre las filosoftas que dan satisfacción
a los intereses propios de su tiempo y las filosoftas que sólo realizan reproducciones, un
intento de traslado de un pensar a otro: "Estos intentos son simples traducciones; no
creaciones originales; y el espíritu sólo encuentra satisfacción en el conocimiento de su
propia y genuina originalidad" (107, 112). En este sentido la fiiosofta puede fallar en su
intento de expresar la vida de la comunidad y, en lugar de ello, de manifestar lo propio de
su ser, puede desvirtuarlo o encubrirlo. Este es el caso de la filosofia inauténtica. La
filosofía puede ser inauténtica -imagen ilusoria- en cuanto se construye como un
pensamiento imitado, como una trasferencia superficial y episódica de ideas y principios,
de contenidos teóricos motivados por los proyectos existenciales de otros hombres, por
actitudes ante el mundo que no pueden repetirse o compartirse en razón de diferencias
históricas muy marcadas y que a veces son contrarias a los valores de las comunidades que
los imitan (l07, 114). Sin embargo, cuando una comunidad es incapaz de adoptar ideas y
valores y de potenciarlos como fuente de proyectos adecuados a su salvación histórica, si
los remeda en su carácter extraño y hace de ellos principios de conducta pese a su
inadecuación, entonces esta incapacidad señala hacia una carencia de su mismo ser, hacia
una realidad enajenante y carencial que prevalece en su ser. Por ello, las filosofías
inauténticas no son exactamente "mentiras", puesto que al mentir dan expresión a un real
defecto de ser (l 07, 115). Apuntan, por ello, directamente, hacia la ausencia de un ser
pleno y original. Precisamente, en opinión de Salazar Bondy, un caso muy significativo de
inautenticidad y de ser carencial es el entregado por la filosofia hispanoamericana en la
medida que ella sanciona el uso de patrones extraños e inadecuados y los sanciona en el
doble sentido de asunción consciente de conceptos y normas sin raíces en nuestra
condición histórico-existencial y como producto imitativo, sin originalidad y sin fuerza
que, en lugar de crear, repite un pensar ajeno (l07, 119). y si la filosofía en una cultura
plena es la cima de la conciencia, en una realidad defectiva es difícil que tienda a ser la
consagración de la pérdida de sí, un pensar trascendente pero sin sustancia ni efecto en la
historia, una meditación extraña al destino de los hombres que la alimentan con su
inquietud reflexiva (l07, 120). La causa determinante de esta inautenticidad es la
existencia de un defecto básico de nuestra sociedad y de nuestra cultura. Vivimos
alienados por el subdesarrollo conectado con la dependencia y la dominación a que
estamos y siempre hemos estado sujetos (l07, 131). Hasta aquí el planteamiento de
Salazar Bondy. Leopoldo lea recoge estos argumentos en el capítulo VI del texto que
estudiamos, capítulo que titula precisamente "De la autenticidad en filosofia " y se inicia
en él recordando que por efectos del desarrollo económico-político-militar contempo-
ráneo, y la crisis de los imperios coloniales europeos que este desarrollo conlleva, en el
campo de la filosofía se ha realizado una inversión: no es ya la problemática del hombre
occidental la que se impone al hombre en general, sino que es la problemática de este otro
hombre, el no-occidental, la que se va imponiendo a la filosofía del hombre occidental.
El occidental, de hecho y según lea, ya no impone su humanidad sino que es la
humanidad de los otros la que hace patente sus limitaciones humanas. Es la resistencia a la
enajenación colonial del no-occidental la que hace patente al occidental su autoenaje-
nación. La temática de la filosofía del hombre occidental le viene hoy desde juera (113,
134, 135). Pero, entonces, ¿cuál será la temática del hombre no-occidental? Para
intentar contestar esta nueva cuestión lea realiza un paralelo entre la actitud del pensador
africano F. Fanon, muerto en 1961, y la actitud latinoamericana ante el quehacer
filosófico. Descrito brevemente, el pensar expresado por Fanon sería una forma de
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 199

filosofía que "no ignora a Europa, ya que ignorarla sería expresar una forma de ineludible
subordinación; no, por el contrario, habla de su existencia; pero como se habla de la
existencia de otros mundos, de otras expresiones de lo humano, una entre otras ..." (113,
136) (13). El africano realiza simplemente un diagnóstico del europeo. A través de esta
actitud el africano se considera a sí mismo hoy día simplemente hombre (113, 139). En la
filosofía de Latinoamérica, en cambio, se sigue haciendo patente el peso de Europa y de
Occidente; se siguen repitiendo sus temáticas, tanto las referentes a las modernas
concepciones de la lógica como las referentes a la desesperación y a la náusea,
sentimientos que nutren el filosofar de una sociedad que ha enajenado al hombre que la
hizo posible (113, 139). Sentimos la cultura occidental no como F. Fanon, es decir, como
un accidente que habrá que remover, como un estorbo en el proceso de construcción del
hombre nuevo, sino como algo que debe ser aniquilado, arrasado, y mostramos en esta
actitud nuestra subordinación al parecer ineludible respecto de ese mundo. No podemos
concebir la construcción de un mundo nuestro sino a partir de la destrucción del mundo
que nos ha posibilitado y "desde este punto de vista, el de nuestros intelectuales, parece
que tuviéramos que seguir al mundo occidental en su carrera al abismo, no apartamos de
su camino si este mundo no puede evitarla caída, sino lanzándonos a él" (113,139). Pero
¿es que somos realmente una prolongación del mundo occidental? ¿O no será éste un
punto de vista puramente intelectual, de nuestros hombres de cultura, extraño al
latinoamericano en general? Hoy día los intelectuales nos hablan de la destrucción del
mundo de la burguesía, pero ¿tienen los latinoamericanos que destruir un mundo que no
han podido hacer suyo? (113, 140). Esta destrucción tiene por objeto, en la
argumentación de Zea, partir de cero, y empezar de cero es una de las constantes de la
actitud latinoamericana: a través de este permanente partir de cero expresamos
simplemente nuestra enajenación, nuestra subyugación: empezar en cero respecto de la
actual cultura ibera para mejor asimilar la cultura de Europa Occidental. Empezar en cero
respecto de esta asimilación para poder asimilar una más actual, más nueva, más novedosa.
"No descubrimos, como el-resto del mundo no-occidental, al hombre por debajo del

13) Cuando Zea cita el pensamiento de Fanon lo hace principalmente a través del prólogo
de J. P. Sartre a "Los condenados de la tierra". Ello hace que -al igual que Sartre- su comprensión
del texto de Fanon contenga inadecuaciones. Por ejemplo, la línea del argumento de Zea y Sartre
respecto del paralelismo entre lo nacional-africano y cultura y destino europeos se hace incompatible
con textos de Fanon como el siguiente: "Este trabajo colosal que consiste en reintroducir al hombre
en el mundo, al hombre total, se hará con la ayuda decisiva de las masas europeas que, es necesario que
lo reconozcan, se han alineado en cuanto a los problemas coloniales en las posiciones de nuestros amos
comunes. Para ello será necesario primero que las masas europeas decidan despertarse, se desempolven
el cerebro y abandonen el juego respetable de la bella durmiente del bosque" (119, 98) y con el
desarrollo general de la argumentación expuesta en la sección "La violencia en el contexto
internacional" de ese mismo texto. (119, 87 -98). Esta incomprensión del pensador tercemundista
africano no es casual. Una aprehensión objetiva de las luchas de liberación nacional, de las
contradicciones étnicas, religiosas, económicas, culturales ... que movilizan el proceso africano, exige
más que un mero reconocimiento de los derechos de los pueblos africanos a construir su historia. En la
lucha asiático-africana encontramos un paradigma del obstáculo contemporáneo que se opone al
pensamiento que aspira a ser el observador universal de su tiempo. El drama para este proyecto de
conciencia es que el mundo es efectivamente una unidad pero en términos de irracionalidad y
explotación, una unidad de diferenciación. La conciencia universal se enfrenta así al problema de ser
conciencia "real" de la diferenciación =es decir, a tomar partido y por ello a no ser universal- o
simplemente a negarse a sí misma como conciencia universal. De aquí los problemas que conlleva la
"asimilación" (comprensión) de la proyección ontológica de las guerras de liberación. La "perplejidad"
-mezcla de admiración y escepticismo- con que el hombre medio ha observado la resistencia
vietnamita no es sino expresión popular de las insuficiencias y contradicciones que presenta el
proyecto de conciencia universal.
200 HELIO GALLARDO

subhombre con que se nos ha querido calificar, sino que seguimos buscando al hombre
por encima de nosotros mismos, de nuestra propia realidad, de lo que somos, de lo que
hemos sido y de lo que podemos seguir siendo" (113, 140).
Por ello es que afirmamos que no tendremos filosofía hasta que no hayamos
cambiado nuestra realidad. Concebimos así la filosofía -siguiendo el análisis de Miró
Quesada -, no como un reflexionar para actuar sino como el resultado posterior de una
supuesta acción. Primero la acción, después el pensamiento sobre la acción (113, 141;
44). Pero entendemos al mismo tiempo la filosofía como construcción de sistemas. Es
decir, en nuestra enajenación, la entendemos tal como la filosafia occidental. Esperamos,
pacientemente, en filosofía y en la historia, que suceda el milagro de que alguna vez
seamos como Europa, como Occidente, su continuación (113, 142). Este sueño no es sino
la expresión de nuestra subordinación, de nuestro juzgamos no desde nosotros mismos
sino desde el tipo de hombres que se nos ha mostrado como deseable y cuyo mundo hoy
ha entrado en crisis. Mediante este sueño, pretendemos ser lo que no somos. Aquí, el
tema apuntado directamente por Zea es el problema de la enajenación. (113, 143).

E. El problema de la enajenación y su negación ha sido introducido por Zea


dentro del marco más general de su reflexión acerca de la autenticidad. Según el sueño
enajenado que alimenta el quehacer reflexivo latinoamericano "América sería la
realización de Europa. La Europa liberal ayer, la Europa comunista hoyo mañana, pero
siempre Europa. Siempre a la expectativa, esperando, en la esperanza de algo que siempre
ha de venir, pero que no ha venido porque no somos eso que estamos esperando" (113,
141). Es esta 'realidad' la que ha originado precisamente interrogaciones sobre nuestra
calidad humana y, desde luego, la que fundamenta la pregunta acerca de la posibilidad de
nuestra filosofía. En la medida que nuestra reflexión se moviliza desde esta realidad, el
problema latinoamericano es el problema de la salida de la enajenación en que hemos
caído-nos han arrojado por la actividad de otros hombres (113,143). Desenajenarse es
descolonizarse, dejar de ser instrumento, medio de otros fines. Es precisamente el proceso
de descolonización, esta lucha, la que ha originado la conciencia que sobre su enajenación
alcanzan hoy el europeo y el occidental (113, 143). Así toman hoy conciencia de su
enajenación tanto el occidental como el no-occidental, los colonos y los colonizados.
Pero la toma de conciencia respecto de la caída en la enajenación, respecto de las
insuficiencias de la enajenación, no son en ambos casos semejantes. La realidad desde la
que emerge la conciencia de la enajenación en el colono no es la realidad desde la que
debe emerger la conciencia de la enajenación en el colonizado (113, 149). Pero es
'precisamente' esta diversa situación la que resulta de difícil comprensión para el
latinoamericano que se empeña en ser lo que no es (14). Este latinoamericano que no

14) Zea realiza aquí un primer intento de lo que podría conducir a una fenomenología de
la alienación pequeño-burguesa ... o al menos a una tipología. Así, distingue ... tipos de latinoamerica-
nos (trabajadores intelectuales) que se empeñan en ser lo que no son: 1) el que siente su realidad
como un destierro por una culpa que cree no haber cometido, es decir, el que siente su
latinoarnericanidad como un castigo ... y tal vez el que la sabe un castigo. 2) Quien se considera como
un occidental aunque no goce de ninguno de sus privilegios. 3) Quien se considera occidental y acepta
un papel de permanente subordinación ... es decir, quien acepta la dominación y la domesticación
como el precio que debe pagarse por ser occidental. Zea finaliza aquí su intento de tipología. Saltan,
sin embargo, a la vista, que fenómenos como el indigenismo , el populisrno, el subjetivismo , el
rnilitantismo ... son otras tantas expresiones a través de las cuales intentamos ser lo que no somos. Sin
duda que una fenomenología de la alienación del 'intelectual' latinoamericano ofrece un rico campo a
la investigación científica y el discurso filosófico.
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 201

puede aprehender su realidad posee una conciencia mistificada (113, 150). Es respecto del
punto de la conciencia mistificada que lea recoge el problema de las relaciones entre
filosofía auténtica y subdesarrollo, según lo ha planteado Salazar Bondy. Ya hemos visto
que éste afirma que la inautenticidad de nuestra filosofía y nuestra conciencia mistificada
y mistificadora provienen desde el contexto de dominación dentro del cual han surgido
nuestros países. Por ello la posibilidad de la filo;üf{a está supeditada a la superación de las
estructuras de dominación (107, 112-130). Pero con ello -reclama lea- al parecer sólo
podrá existir filosofía auténtica en pueblos desarrollados, en pueblos no subordinados. Y
de ello se sigue que "filosofía han tenido, y plena de autenticidad, pueblos no sólo
desarrollados sino supradesarrollados ..." (113,151). Pero ¿qué sucede entonces con la
filosofía de estos pueblos que al parecer recién hoy se están descubriendo a si' mismos?
¿Cuál sería su auténtica filosofía si es que ella está ligada al desarrollo? Inau téntica, nos
dice lea, es también una filosofía que nos habla del Hombre y no sabe reconocer lo
humano en quienes no cumplen con determinadas características; inauténtica es una
filosofía que crea una idea del Hombre que es la negación del hombre mismo; inauténtica
es la filosofía que habla de la libertad abstracta para limitar la libertad concreta de
determinados grupos de hombres; inauténtica es la filosofía de los pueblos supradesarro-
llados que en nombre de la seguridad y de todos los valores que se dice tratar de proteger
justifica la destrucción de pueblos, la mutilación del hombre y las restricciones de su
libertad (113, 152). Es precisamente contra esta inautenticidad que se ha levantado la
filosofía cntica y auténtica de Sartre, Camus, Marcuse, etc. Por ello es que el problema de
la autenticidad de la filosofía no es un problema de subdesarrollo; el subdesarrollo no
garantiza una auténtica filosofia en Latinoamérica (15). Aceptar este supuesto es

15) Una lectura atenta del texto hace evidente que las categorías de "autenticidad" que
usan lea y Salazar Bondy poseen diferente intensión y que son en gran medida irreductibles la una a la
otra. La "autenticidad" en Salazar Bondy deriva directamente de su concepto de cultura, entendida
como la articulación orgánica de las manifestaciones originales, diferenciales de una comunidad,
susceptibles de servir de pauta para contrastar la obra histórica de los pueblos y las épocas (107, 116).
Es desde este concepto, que supone una pluralidad cultural y en nuestros días una competividad
cultural y que reposa, finalmente, en una doble visión del problema: analítica (pluralidad
diferenciad ora) y estructural o dialéctica (relación de dependencia) ... que Salazar Bondy utiliza la
expresión "ínauténtica" para referirse a nuestra filosofía. lea, en cambio, parte desde la unidad de lo
humano a la vez que considera la diversidad de la circunstancia. Sin embargo, las respuestas humanas,
la cultura, la filosofía, son idénticas en cuanto movimientos formales; es esta identidad la que hace
"auténtica" cualquier filosofía (o "in auténtica" a toda la filosofía) ... y más todavía la hace auténtica
por ser posible y posible porque es necesaria al hombre, a lo humano, que es uno solo. Por ello es que
lea no admite alternativas a la pregunta por nuestra filosofía; de no ser posible nuestra filosofía ... se
hace también imposible nuestra humanidad. Por ello también es que la pregunta misma por la
posibilidad de nuestra filosofía es filosofia y tiene la dimensión antropológica u ontológica que
señalábamos al comienzo de la sección acerca de lea. En 10 que sí coinciden ambos pensadores es en el
uso de la noción de filosofía auténtica independientemente de la praxis filosófica real. En el caso de
Salazar Bondy ello 10 lleva a usar categorías cuyos contenidos reales revelan contradicciones insolubles
dentro de su marco de análisis: lea, en cambio, pese a su enfoque historicista, se mantiene dentro del
marco de los buenos deseos sin ligarlos con el problema real de la praxis filosófica que, como señala
Salazar Bondy , se moviliza o dentro del marco de la conciencia mistificada o fuera de ella. A esta
disyuntiva lea sólo opone opiniones -y un criterio" historicista general pero no una metodología
específica de asunción teórica- y su categórico rechazo de la disyuntiva. Sin embargu, su rechazo no
hace desaparecer el problema. El problema se mantiene como intocado mientras la praxis filosófica
misma no 10 resuelva. Sólo la asunción filosófica de la pregunta ... ¿Existe una filosofía de nuestra
América? es decir, su asunción concreta (histórico-social) que implica cientificidad y operatividad
histórica pueden destruir o afirmar la disyuntiva o resolverla. En este campo es lea quien ha recorrido
más camino al intentar comprender el proceso de la revolución mexicana en cuanto realización= aper-
tura del ser americano (112). El problema, sin embargo, queda, a nuestro juicio, tanto en Zea como en
Salazar Bondy, sólo vislumbrado.
202 HELIO GALLARDO

continuar dependiendo de las expresiones del hombre occidental. "¡No volveremos a


repetir la vieja historia, aceptando que sólo seremos plenamente hombres, que tendremos
una auténtica cultura y una no menos auténtica filosofía cuando nos asemejemos, una vez
más, al hombre occidental en su desarrollo!" (113,153). Lo esencial, en cambio, de
nuestra filosofia auténtica, radicará en la actitud del hombre. La autenticidad de nuestra
filosofía no podrá provenir de un supuesto desarrollo, como tampoco le ha venido a la
filosofía occidental que ahora se hace consciente de su enajenación. La autenticidad de
nuestra filosofía vendrá de nuestra capacidad para enfrentamos a los problemas que se
nos plantean hasta sus últimas raíces, tratando de dar a los mismos la solución que se
acerque más a la posibilidad de realización del nuevo hombre (113, 153). Filosofia
auténtica habrá en cualesquiera de las fases de lo humano, lo mismo en la que aspira a su
plenitud que en la que la haga posible (113, 154). Por ello es que hay que ver con nuevos
ojos nuestro pasado filosófico, en función del futuro que trataremos de hacer posible.
Este mirar debe develarnos lo que hay de auténtico en la inautenticidad de nuestro
filosofar. Pero por ello la inautenticidad deberá ser vencida no sólo en lo que ha de ser
realizado sino que en lo que de auténtico tenga ya lo realizado (113, 155). Es en este
sentido que la interrogación por la especial interrogante acerca de nuestra condición
humana y cultural - ¿existe una filosofía hispanoamericana? - es filosofta auténtica;
como también la es la que se ha esforzado por demostrar nuestra humanidad y la que se
pregunta por la posibilidad de una cultura igualmente nuestra y acerca de una filosofía
originada entre nosotros (113, 157). Porque de los intentos y fallas de nuestro filosofar
podrán deducirse la positividad y autenticidad de nuestra filosofía, en la medida que lo
habrá que considerar no es tanto el haber fallado la meta sino el intento frustrado de
alcanzarla (113, 156). De aquí que en verdad la autenticidad de todo filosofar no es sino
resultado de la inevitable originalidad de lo humano.
La autenticidad de nuestra filosofía, por todo ello, no podrá ser consecuencia de
una revolución social, política y económica, sino que estará en la base de su posibilidad
(113, 153). En verdad, la filosofía, en tanto que intento de estructurar un horizonte
inteligible a partir del cual podamos proyectamos históricamente, no puede ser sino
siempre auténtico en la medida que emana de una situación originaria. Es por esto que a
la pregunta sobre la posibilidad de una filosofia de nuestra América, dice L. Zea, sólo
cabe una respuesta: "no sólo es posible sino que lo ha sido o lo es, independientemente de
la forma que la misma haya tomado, independientemente de su autenticidad o
inauten ticidad" (113, 158). Esta filosofía, que es la que ha sido posible realizar, es la base
de la que se quiere seguir realizando (113, 158).

111

Intentemos ahora, después de esta primera aproximación al problema de la


constitución del pensar en la América hispana a través del examen de opiniones de A.
Salazar Bondy y L. Zea, lograr algunos puntos de aproximación más específicos. No
puede tratarse aquí de 'resolver' el problema de la constitución del pensar en América
Latina =resolucíón que trasciende, supera y sobrepasa cualquier y todo intento 'teórico',
es decir, unilateral, aislado- sino de introducimos algo más sistemáticamente a la
delimitación del problema mismo: ¿Existe una filosofia de América Latina?

l. Proyección de la pregunta por la existencia de una filosofía latinoamericana.

Por supuesto, la primera constatación es la de un hecho. La pregunta por la


existencia de una filosofía latinoamericana existe, está ahí, en tanto que pregunta. Y no
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 203

es una pregunta novedosa. Se mantiene, orienta hacia un área de problemas, entrega un


especial temple a la reflexion posible, al menos desde 1940 (117,126). La pregunta
¿existe una filosofía de América Latina?, sabemos, señala, incluso considerada
toscamente, hacia una cuestión que puede ser formulada tentativamente en la expresión
¿Cómo es el hombre desde el que surge la pregunta por la existencia de una filosofía que
le pertenezca? , es decir, ¿qué forma peculiar de ser permite la cuestión por la posibilidad
de la (su) filosofía? La pregunta misma ilumina en parte a ese ser: en apariencia se trata
de alguien o algo que siente 'la' filosofía como asunto extraño, distante, distinto de lo
suyo propio. Por ello esta cuestión también viene expresada en las preguntas: ¿cómo es
que 'la' filosofía resulta algo distante, ajeno?o ¡,cómo es que a un hombre, específica-
mente al hispanoamericano, 'la' filosofía le resulta extraña? Esta última pregunta orienta
nuevamente hacia el ser del hispanoamericano, revela y refleja en parte el ser
hispanoamericano, pero arroja también una inquietud respecto de 'la' filosofía. En efecto,
¿qué es aquello respecto de lo cual el hispanoamericano se pregunta su inclusión o
exclusión? Y esta pregunta 110 es una pregunta cualquiera por la filosofía. En verdad, la
pregunta dice, ¿en qué sentido real la [ilosofta no debe resultarme ajena? o ¿Qué es eso de
filosofuit Esta pregunta está ahí, pues, como un hecho. Para la pregunta misma es
indiferente el interés que tengamos, en cuanto individuos, por resolverla. La pregunta está
ahí como un signo (social). Su preguntar ha afectado tanto al ser de quien realiza la
pregunta como a la relación que establece entre lo que pregunta el contacto del
hispanoamericano con "la" filosofía y la filosofía. La pregunta señala un temple de
ánimo. No es, por ello, cualesquier pregunta, y no se resuelve, por tanto, optando por un
modo o escuela de filosofía o rechazando la pregunta misma u optando por resolverla
voluntariosamente. La pregunta que afecta al ser del hombre y a su relación con la
filosofía y a la filosofía misma exige un manejo (16) filosófico. La pregunta es un objeto
(quehacer, tener que hacer) filosófico. La pregunta que señala el ser del hombre y su (\a)
relación que lo pone a él mismo en cuestión y que se le impone, indiferentemente de su
interés, como un temple social es "¿Qué es eso ae filosofia? ".

2. Radicalización de la pregunta y del preguntar por el sentido de una filosofía


hispanoamericana

El que hayamos podido y logrado replantear la cuestión acerca de la pregunta por la


posibilidad de nuestra filosofía en la pregunta ¿Qué es eso de filosofta? , indica la
urgencia del problema, su radicalismo. El radicalismo de la pregunta por la posibilidad de
una filosofía hispanoamericana está presente en su ser cuestión del hombre que la formula
y en las relaciones que plantea con el ser de aquello que formula en la pregunta y con el
ser de la pregunta misma. En este sentido concreto la pregunta es por el ser del hombre es
decir, es la pregunta. O si se quiere la (forma) filosofía. Por ello es que ante la cuestión
general respecto de la posibilidad de nuestra filosofia no cabe 'encogerse de hombros'. En
verdad el hecho mismo de la pregunta impide y bloquea la actitud (actual) del 'encogerse
de hombros'. Encogerse de hombros, o sonreir, indica solamente que 'no se ha entendido'
el cuestionamiento que realiza la pregunta por la posibilidad de una filosofía
hispanoamericana. En rigor, antes de entrar al problema de la posibilidad de una filosofía
latinoamericana, la pregunta ha planteado el problema de 'la' filosofía, 'del' hombre y de

16) A la pregunta misma le es indiferente en este sentido nuestro interés: la pregunta


impone (se genera-proyecta) una praxis; la noción de manejo no indica aquí hacia una manipulación
sino hacia una 'asunción', radicalización.
204 HELlO GALLARDO

'la' historia -de hecho en el asunto complejo de una 'filosofta nuestra' - es decir, el
problema de lo humano, y lo ha planteado en nuestros términos- que es eso lo que asume
laforma de preguntar-o Asumir (entender) la pregunta es entonces asumir 'la' fílosofía, es
decir, lo nuestro: decimos: nuestra distancia, generada por la forma de aproximación, la
pregunta. Lo que asumo (entiendo) entonces, en la pregunta, es mi preguntar, es decir,
asumo mi humanidad concreta. Por eso es que a la pregunta misma le es indiferente mi
asunción de ella. Ella está ahí en cuanto pregunta. Quien se ve tocado,forzado, a asumida
o transformarla, a 'entenderla' es quien se ve tocado por lo que la pregunta -temple
social- dice: ¿Qué es eso de filosofía?
La radicalidad de la .pregunta en los términos mostrados da a luz un nuevo
problema: ¿Cómo es posible no asumir la pregunta por la cuestión de la posibilidad de
una filosofía hispanoamericana? ¿Cómo es posible la actitud de encogerse de hombros, o
sonreir, o ignorar la pregunta? Estas actitudes constituyen hechos. Ellos también dicen
algo, señalan algo, precisan algo respecto de 'la' filosofía, y con ello del ser del hombre
(s). En efecto, es posible ignorar la pregunta, no 'comprenderla', Pero la pregunta misma
dice: ¿Es posible una filosofia hispanoamericana? Ignorar la pregunta significa
desconocer (no asumir) el temple vital desde el que la pregunta se origina, o reconocer
(asumir) el temple vital y rechazar la pregunta en cuanto a lo que pregunta. El primer
camino está vedado. El temple vital sólo dice: ¿Qué es eso de filosofia? Lo que está en
observación entonces es 'la' filosofía, lo 'hispanoamericano', o la relación "filosofía-
hispanoamericanidad". El rechazo, la no asunción muestran aquí su determinación
ideológica: se trata de asumir (en definitiva no asumir) la pregunta desde una
pre-concepción de 'la' filosofía o de 'lo' hispanoamericano. Es decir, se ignora la
pregunta desde una actividad-actitud pre-filosofica. La pregunta es rechazada sin trabajo
filosófico, está pre -determinada, pre-fijada. Es decir, no es una pregunta. ¿Cómo es
posible entonces no asumir la cuestión que pregunta por la posibilidad de una filosoffa
hispanoamericana? Sólo es posible desde que se niega la actitud que genera la pregunta
misma (17). La actitud que genera la pregunta misma es un hecho, está ahí, existe. Es un
signo. La negación del signo sólo es posible por un no-ver el signo. ¿Cómo es posible
entonces la actitud del que no ve lo que se le presenta? Es decir, ¿cómo es posible la
indiferencia por la pregunta radical? Sabemos: sólo porque no se asume el temple desde
el que surge la pregunta. Pero el temple es radical (vigente) también. Señala hacia el ser
que se formula la pregunta y lo preguntado en la pregunta: ¿quién es, qué es (lo)
hispanoamericano? La pregunta no dice: ¿Qué es lo humano? , sino que expresa ¿cuál es
la forma especial que asume lo latinoamericano? y, en su expresión última dice: ¿es un
hombre el latinoamericano? La pregunta así formulada ilumina la posibilidad de no
aceptar la cuestión, en la medida que siento seguro mi ser hombre, independientemente
de mi condición de latinoamericano. Lo humano me viene ya hecho, regalado por mi
alma, mi razón, mi libertad, etc. Lo humano no me es problema. La negación de la
pregunta por la posibilidad de la (una) filosofía hispanoamericana dice: en verdad, ¿qué
es "eso" de lo latinoamericano? la no asunción de la pregunta señala entonces hacia una

17) La no-asunción muestra así su raíz única: un ánimo pre-filosófico y, en definitiva,


anti-humano o a-humano. Tanto a través de la no-asunción del temple vital como a través del.
rechazo de lo preguntado se manifiesta solamente una incapacidad vital respecto de la historia. Lo
inmediato aparece como la única forma de lo posible, como necesidad. Esta asunción no-histórica que
1;uele ser descrita como conciencia enajenada puede realizarse a través de posiciones analíticas,
metafísicas, rnecanicistas, objetivistas o subjetivistas respecto de la "realidad". El fondo vital tras estas
tendencias, sin embargo, es siempre la desesperanza y el abandono respecto del "régimen natural" del
mundo. La expresión "creación enajenada" es por ello, sin sentido.
EL PENSAR EN AMERICA LA TINA 205

metafísica (s). Lo metafísico es la actitud que cuestiona el ser en tanto que ser. Pero 'lo'
metafísico es la pregunta radical. Sonreir o encogerse de hombros, no asumir la pregunta
no es sino la actitud de quien (quienes) no asume el (su) problema porque éste no se
presenta ante él como lo que es: obstáculo de ser. ¿Cómo es posible no asumir la pregunta
que se plantea la cuestión acerca de la posiblidad de 'nuestra' filosofía? Ahora planteada
ésta no es en verdad una pregunta. No es posible no asumir la radicalidad de la pregunta y
del preguntar sino bajo la forma más o menos explícita de la negación de la historia, bajo
la no asunción de la filosofía como proceso y totalidad, bajo la no-asunción de lo
humano, La indiferencia respecto de la pregunta =su no trabajo filosófico- retrotrae al
pensador a la contemporaneidad de Arquíloco de Paros. Pero, señala hacia la forma
específica de ser que afecta quien no asume la pregunta: señala la pluralidad(diversidad)
de 'lo' humano, y la posibilidad de rehusar la historia. Y la cultura. Lo puesto en cuestión
por la no asunción de la pregunta radical es entonces "lo humano". La vigencia y
radicalidad de la pregunta y del preguntar -su asunción- muestran así su gestación ética.

3. Introducción a la intensión de la pregunta por la posibilidad de una filosofía


hispanoamericana.

Hemos visto que el preguntar por la posibilidad de una filosofía nuestra trasciende
toda problemática semántica en cuanto se recoge el sentido del preguntar lo apuntado por
la pregunta misma: la pregunta se revela así como un modo de la praxis, como pregunta,
como orientación: nos ubica en la historia. En lenguaje clásico es metaftsica. Pero 'sólo'
por su radicalidad recogemos la intención metafísica de la pregunta por la filosofía
hispanoamericana. Su desarrollo, sabemos es esencial; pero en un trabajo propedéutico es
conveniente sólo señalar el camino; el mismo trabajo exige una delimitación previa y que
es al mismo tiempo consecuente de la connotación metafísica: su intensionalidad ¿Qué
dice la pregunta que cuestiona la posibilidad de una filosofía hispanoamericana? Desde
luego, nos habla de algo que enseñan, practican, escriben, ciertos hombres en "nuestro"
continente ... y nos pregunta por la relación que eso que ellos escriben, practican y
enseñan guarda con "la" filosofía. Ni siquiera desde este punto de vista resulta evidente
que existe una filosofía en Hispanoamérica (18). La pregunta, sin embargo, no se agota
allí, sino que dice: "¿es que existe una actitud filosófica propia de Hispanoamérica? ", es
decir, ¿existe un temple de ánimo tal que permita y posibilite, haga nacesaria, una praxis
filosófica? Esta connotación de la pregunta no es de fácil respuesta. Sobrepasa todo
intento teorico=analitico (19). Esta pregunta sólo puede ser resuelta por una praxis

18) Suelen intraducirse distinciones respecto de filosofía en América Latina.Tilosof'ia de


América Latina y filosofía acerca de América Latina. En este texto nos referimos siempre al problema
de urra conciencia que realice un modo de ser hispanoamericano en un sentido histórico progresivo. La
reflexión acerca de la muerte, por ejemplo, es un contenido universal abstracto. La reflexión acerca de
la muerte prematura por enfermedades curables o por desnutrición, o acerca de la tajante separación
entre hombre condenados a morir antes de los 15 años de edad y los privilegiados que sobreviven a esa
edad (50% en nuestro continente) ... son en cambio temas que revelan de algún modo nuestro modo de
ser y su asunción puede, tal vez, permitir nuestra proyección en la historia. Hemos prescindido
también en este trabajo de toda problemática respecto del sentido del concepto "América Latina" y
su operatividad histórica. Así hablamos indistintamente de Hispanoamérica y de América Latina no
porque ignoramos la carga ideológica que ellos trasmiten sino porque en este trabajo no nos es dable
introducirnos con algún rigor al problema.

19) Llamamos aquí intento "teórico-analítico" a cualquier esfuerzo por resolver


situaciones desde una asunción (conciente o inconsciente) parcial de ellas y desde la dicotomía
teoría-producción (práctica). Así, por ejemplo, el problema de la praxis filosófica viene a ser resuelto
sólo por la praxis filosófica misma. No existe aquí petición de principio. La praxis filosófica muestra
su rango a través de su fuerza histórica (operatividad).
206 HELIO GALLARDO

filosófica, nuestra praxis filosófica. "Existir latinoamericanamente quiere decir: forjarse


un lugar y un destino en el seno del ser y ejercitar desde él la comprensión que le 'sea
inherente" (122, 41). El quehacer filosófico no escapa a este destino; por eso la
connotación de la pregunta por nuestra filosofía dice: ¿cómo se constituye, si es que se
constituye, nuestra praxis filosófica? Y, determinantemente, en su prolongación, ¿cómo
se constituye "nuestra" praxis? Es decir, ¿se da (construye) la latinoamericanidad? Si se
da, ¿cómo se constituye (sujeto-objeto), cuál es mi ubicación (rol) respecto de su
constitución? ¿Cómo se constituye (construye) el filosofar en la construcción de lo
latinoamericano?
Esta connotación decisiva de la pregunta -aunque no agota sus posibilidades- abre
un nuevo camino; dice: ¿Cómo surge la pregunta radical por nuestra filosofía, o lo que es
lo mismo, por nuestra latinoamericanidad? Es decir, ¿cuál es el comienzo de nuestra
filosofía?

4. Introducción al problema respecto del origen y comienzo de "nuestro"


filosofar.

"La formación de una conciencia latinoamericana es un fenómeno reciente, consecuencia


de los nuevos problemas planteados por el desarrollo económico y social de los tres
últimos decenios" (124, 16).

La pregunta por el comienzo de nuestra filosofia no puede resolverse sino es a


través de un estudio teórico respecto de nuestro pasado y de la constitución histórica en
él de lo que podríamos llamar, y escoger en función de nuestro proyecto, conciencia
filosófica (praxis filosófica). Ese camino no puede transitarse en un esfuerzo de este tipo.
Por ello, en cambio, trabajaremos sobre algunas ideas que puedan servimos de indicadores
respecto de los problemas planteados por nuestro tema. Escojamos una opinión clásica
respecto de nuestro pensar. Francisco Romero (1891-1962) ha indicado en "Sobre la
filosofía en lberoamérica" que alrededor del año 1940 se marca entre nosotros el ingreso
de la preocupación filosófica en el común cauce cultural (123,125), fenómeno que es
descrito por él como el ingreso de América Latina en su "normalidad filosófica". Para
Romero la "normalidad filosófica" consiste básicamente en el ejercicio de la filosofía
como función ordinaria de la cultura al lado de las otras ocupaciones de la inteligencia;
esta "normalidad" permite diferenciar este período de los períodos anteriores de nuestra
filosofía porque en estos últimos se flloso faba en función de la cátedra, por exigencias de
planes de estudio, o el interés personal era tan solitario que constituía rareza y quedaba
sin eco efectivo.
Desde el período indicado por la fecha propuesta, en cambio, "los que se dedican a
estos estudios se conocen y buscan la relación, practican un intercambio cada vez más
activo. De este modo se van dando las condiciones externas favorables para una
producción intensa y continuada, con la conciencia de participar en un trabajo solidario y
conexo; la filosofía deja de ser vista como propensión arbitraria, caprichosa, y se
aprovechan vocaciones, puesto que para profesarla con asiduidad no es ya indispensable el
temple excepcional de los Varones de la tanda anterior" (13, 126). Los "varones de la
tanda anterior" son los llamados "fundadores", es decir quienes lanzaron los cimientos
del pensamiento filosófico en países que carecían casi totalmente de una tradición
filosófica (125, VI). De este modo, si prescindimos del caracter excepcional de la obra de
los "fundadores" -aunque de hecho ella es un signo social- nos encontramos con que el
acceso de América Latina a la normalidad filosófica se encuentra en una fecha
aproximada al año 1940. La comunicación y la necesidad de comunicación filosófica
datan, según F. Romero, de esa fecha. Si bien el origen de nuestra filosofía se encuentra
EL PENSAR EN AMERICA LATINA 207

en nuestra particular situación (posición), el comienzo de nuestra filosofía -superado el


período de información- o al menos de nuestra normalidad filosófica, se hallaría situado
poco antes de la mitad de este siglo. Independientemente de la validez del concepto de
"normalidad filosófica". nuestra pregunta ahora dice: ¿Cómo es posible pensar, desde la
excepcionalidad filosófica; la normalidad filosófica? La respuesta exigiría, sin duda, una
caracterización (comprensión) filosófica de la excepcionalidad filosófica y de la
normalidad filosófica; decimos: una caracterización "interna", histórica, de nuestra
filosofía. Este camino va más allá de nuestro propósito actual. Pero la pregunta puede ser
recogida en su sentido de ¿Cómo es que el comienzo de nuestra normalidad filosófica se
da alrededor de 1940 en América Latina? o ¿Qué es lo que ocurre en América Latina en
esa época de modo que se hace posible la apertura hacia una normalidad filosófica? El
camino de la respuesta ofrece aquí dos grandes vertientes: una considera las ideas v la
conciencia paralelas o independientes de todo otro proceso histórico, de hecho
a-históricas ellas mismas; la otra vertiente considera todo pensar como históricamente
condicionado, como socialmente situado (20), ya sea en una relación dialéctica, ya sea en
una relación subordinada o subordinante en el conjunto de procesos que constituyen la
vida real de los hombres. Elegiremos la segunda vertiente en su modalidad más amplia:: el
pensamiento, las ideas, la conciencia están históricamente situados. La pregunta dice
ahora: ¿Cuál es la situación histórica en que se inserta el comienzo de nuestra normalidad
filosófica? Este sí es un camino al que podemos al menos introducimos.
El proceso de conformación de conciencia (normalidad filosófica) a que nos hemos
referido, coincide, en el plano de la infraestructura, con la formación de un conocimiento
mutuo y la formación de intereses comunes a que dio lugar el comercio de manufacturas
dentro del área latinoamericana--especíalmente Argentina y Brasil-e, comercio generado
por las dificultades de abastecimiento de productos manufacturados que datan de 1929 y
que alcanzan su máxima expresión durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial
(124,17). Este conjunto de procesos precipitó, en la década del 50, una amplia discusión
en tomo a los obstáculos creados por el desarrollo regional, por la estrechez de los
mercados nacionales, discusión que posibilitará la toma de conciencia de las similitudes y
la formación de una conciencia regional (124, 17). En tesis del economista y sociólogo C.
Furtado "América Latina deja de ser una expresión geográfica para transformarse en una
realidad histórica como consecuencia del proceso de industrialización, iniciado tardía-
mente, y de la forma particular de dependencia que se estableció entre ella y Estados
Unidos" (124, 18). Los problemas aquí apuntados por la confrontación de las opiniones
de F. Romero y C. Furtado son de índole diversa, pero permiten introducimos a la
estructuración de secciones de problemas referentes al comienzo y origen de nuestro
filosofar. Por lo pronto:
a) ¿Qué relaciones se establecen entre nuestra particular infraestructura y la
filosofía? ¿Coinciden, por ejemplo, las pretensiones de filosofías particulares (culturas
nacionales del siglo XIX) con las necesidades de la división internacional del trabajo
generadas por el Pacto Colonial que consolidaba la fragmentación regional? ¿Qué
relaciones de sucesión temporal y relación material se establecen entre las necesidades de
autocuestionamiento, sustitución de importaciones, conciencia económica regional y
comunicación filosófica? ¿O no se da ninguna relación? (21) ¿Existe relación entre el

20) 'Socialmente situado ': esta perspectiva es la que, a nuestro juicio, ofrece mayor
riqueza al análisis. No estamos en condiciones de adoptarla, sin embargo, para los efectos de este
trabajo.

21) En la exposición general hemos prescindido, por simplicidad, de referencias a


fenómenos sociales, políticos e ideológicos ... en su relación con la conciencia filosófica. Sin embargo es
claro que procesos como la formación de un proletariado urbano y la existencia de grandes masas
campesinas, la institucionalidad católico-cristiana o el advenimiento de regímenes dictactoriales
ejercen influencias sobre la dirección y posibilidad de una conciencia filosófica.
208 HELlO GALLARDO

fenómeno de la u rbanización latinoamericana y la "normalidad filosófica"? ¿Qué es en


definitiva, la "normalidad" filosófica? ¿Pre-conciencia del cambio material?
¿Post conciencia del cambio material (reflejo)? Mala conciencia de las relaciones de
base') ¿Ideología, utopía'? ¿Qué modalidades asume "la" filosofía en la actual fase de
de sarro 11o ?
Este primer campo de problemas señala, en principio, dificultades inherentes a una
concepción exageradamente estrecha y optimista de la "normalidad filosófica", pero
también el problema general de la constitución de una conciencia -posibilidad, necesidad,
sentido, operatividad histórica- latinoamericana. Forma parte de una historia no escrita
aun de "nuestra" América, es decir, forma parte de la praxis filosófica a través de la cual
se constituye nuestra filosofía.
b) Una segunda sección de problemas está propuesto por la introducción de la
categoría de "dependencia" --es decir, un sistema particular de interdependencia en el
universo capitalista dentro del cual un sector es dominante sobre los demás- y sus
relaciones con el temple de ánimo desde el que surge nuestra conciencia. Sabemos que la
"particular cuestión" por la posibilidad de "nuestra filosofía" encuentra su antecedente
en el "descubrimiento" de América y en nuestro cuestionamiento general desde la
perspectiva del paradigma europeo (122, 23 -29), cuestionamiento que afecta al ser
mismo de "lo" americano. Esta caracterización y comprensión ontológica colonial-impe-
rial encuentra hoy su asunción en una más fina categoría de análisis: la noción de
dependencia. ¿Qué es lo que debemos entender, desde la perspectiva de la totalidad
concreta, por dependencia? ¿Cómo se moviliza (¿se moviliza? ) desde ella la conciencia
de la totalidad? ¿Cuáles son los mecanismos generados y generantes de y por la
conciencia dependiente? Si ella es un disvalor , ¿cómo se niega, (supera), la conciencia
dependiente? ¿Qué relaciones se establecen entre dependencia y origen de nuestra
filosofía?
Estos problemas -y los que hay en el tránsito desde el ser de una "realidad
geográfica" al de una realidad histórica- señalan, una vez más, el ser mismo a través del
cual se constituye nuestro proyecto humano: lo latinoamericano. Su comprensión, sus
dificultades, trascienden con mucho el plano de la economía o de la sociología: señalan
principalmente hacia una re-adecuada comprensión de nuestra historia y hacia una praxis
filosófica que sobre esa comprensión nos permita ser hombres, es decir asumimos
responsablemente como proyecto histórico. Estamos en condiciones, ahora, de asumir la
ironía de la cita con que iniciamos esta búsqueda: "Esta inédita filosofía aspira a
descubrir un nuevo conjunto de temas, ideas, principios, doctrinas, captados en el "ser" y
por el "ser" de la circunstancia histórica y geográfica que es América. Incluso algunos, los
más osados, no se arredan ante el propósito, deliberado y resuelto, de crear desde sus
cimientos, una filosofía de cuño y signo arnericanista" (101,19). No es por "casualidad"
que el problema por la posibilidad de nuestra filosofía no sea sino una expresión de nuestro
problema por constituimos como seres humanos. Con ello no hacemos sino responder a
las posibilidades históricas vigentes: al avance de las ciencias y la tecnología, a la
constitución del área de ciencias del hombre, a una más acotada comprensión de lo
racional, y a los movimientos económico=polrtico=militares que han hecho del mundo
hoy un territorio de lucha por la descolonización y liberación de los pueblos y del
hombre. Y en este contexto, determinantemente, a la praxis campesina y obrera. Este es
hoy también el tema de América Latina. Nuestra preocupación se inserta, pues, en el tema
y la ocupación de la época. Por ello y por su proyección --la humanidad misma-- es
que nuestra reflesión aeste respecto no puede ser ni frívola ni enajenada. La comprensión
respecto de la totalidad, el uso de materiales científicos, el compromiso con un hombre y
con un futuro más humano están a la base de cuaiesquier reflexión (praxis) acerca de
nuestra filosofía. Para nuestro intelectual no existe tarea más apremiante -- es decir no
existe otra tarea-- porque ella pasa por la constitución de la conciencia misma, es decir
por nuestra capacidad y posibilidad de realizar la historia.
EL PENSAR EN AMERICA LA TINA 209

5) Introducción al problema de la constitución de nuestra conciencia: reseña de


problemas.

a) Los textos de Zea y Salazar Bondy nos han señalado la existencia de una
historia de nuestras ideas, independientemente de su valor o disvalor objetivo, como
asimismo la existencia de problemas que afectan la autenticidad de nuestro preguntar, es
decir. que afectan nuestra condición humana y por ende, la posibilidad-necesidad de una
filosofía auténtica (nuestra).
b) desde esa comprensión hemos sentado la vigencia y radicalidad de la pregun-
ta por nuestra filosofía, independientemente de su respuesta, mostrando su caracter inelu-
dible,ontológico.
e) La preocupación 'por el origen y comienzo de nuestra filosofía, derivado de
la pregunta radical, nos llevó a las relaciones que se establecen entre conciencia e historia
y más específicamente entre conciencia y situación social. Ello nos permite entender que
el problema de la constitución (construcción) de nuestra conciencia supone un
pronunciamiento (asunción) práctico respecto de las relaciones entre el pensamiento de la
totalidad concreta y las ciencias particulares como asimismo nos condujo a insinuar el que
nuestra filosofía podría asumir una tarea concreta en nuestro proyecto histórico. Ello
depende, en último término, de nuestra praxis filosófica misma, de nuestra re-adecuación
del pasado, es decir, de nuestra capacidad y posibilidad de asumir América Latina.
d) Del conjunto de la reflexión se desprenden asimismo, algunos corolarios
que es importante precisar en un trabajo de tipo introductorio: 1) la tendencia a
confundir "la" filosofía con el trabajo intelectual realizado por docentes de filosofía en
centros de educación superior. Esta tendencia -fundamentada en un prejuicio pre-filosó-
fico (a histórico) respecto del quehacer "filosofia"> tiende a ideologizar el problema de
la constitución de nuestra conciencia y a considerar unilateralmente el problema de
América Latina. Es a este nivel que se dan los problemas caracterizados como
intelectualismo, subjetivismo, oportunismo, frustración intelectual, populismo, etc.
2) Tras la pregunta por la existencia de una filosofía latinoamericana suele, en ocasiones,
esconderse una intención militante. Ello no es de por sí sospechoso. El problema surge
cuando desde esa intención militante se intenta construir sin trabajo filosófico el filosofar
mismo. Desde este punto de vista el filosofar es destruído por el neutralismo -forma de
adhesión al sistema de dominio- como por el sectarismo -intento de construir la realidad
según los propios deseos. Si bien la conciencia filosófica es politica como lo es toda praxis
filosófica, la comprensión de su ser político mismo es parte de su praxis: la asunción de su
propio ser político (histórico) es, desde luego, el polo opuesto del sectarismo. 3) La
carencia (relevante) respecto de la construcción de una conciencia filosófica nuestra, en
principio, parece estar estructurada por los siguientes factores: a) dificultades objetivas:
desconocimien to histórico, particularidades' regionales; b) ausencia de rigor filosófico y
científico. e) dicotomía teoría -producción.
e) Hemos señalado, finalmente, que la pregunta por la posibilidad de nuestra
filosofía se inserta dentro del cuadro general de un mundo que lucha por la liberación y la
independencia solidaria del hombre. Es en este sentido como ella realiza, desde el plano
de la construcción de una conciencia de la totalidad, (intento) una de las fases necesarias
de la única tarea que en definitiva nos realiza como hombres: la asunción de América
Latina.

BIBLlOGRAFIA

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TEODORO OLARTE, FILOSOFO

Helio Gallardo

Constantino Láscaris en su libro Desarrollo de las ideas filosóficas en Costa Rica


(1(0) ha resuelto, de un modo preciso y elegante, el problema de los estudios acerca de
pensadores que están en disposición de leer las opiniones que se vierten sobre ellos. Señala
Láscaris que es precisamente en el siglo XX cuando en Costa Rica hay filosofía y que de
suprimir lo contemporáneo prácticamente habría que suprimir todo comentario filosófico
(100,9). En nuestro caso concreto existen, además, otras razones que nos impulsan a
realizar estudios sobre los autores vivos que componen el panorama intelectual de Costa
Rica y de los que este conjunto de trabajos acerca de la obra de Teodoro Olarte
constituye el primer intento.

La situación histórica contemporánea, estructurada por una cada vez más estrecha
vinculación entre el pensamiento (teoría) y su aplicación (técnica), con sus implicaciones
morales y políticas, tiene su correlato, también, en el campo del quehacer intelectual en
general y del filosófico en particular. Las concretas condiciones económicas, sociales,
políticas e ideológicas de nuestros pueblos, las relaciones que con ellos establecen los
países industrializados o metropolitanos, es decir nuestro creciente doble proceso a) de
miseria (subhumanización) y b] de conciencia (social) de esta miseria, hacen que cada
pensador tenga que dar cuenta, hoy día, de su verdad. Y esta cuenta es hoy, también,
principal y determinantemente, una cuenta social y política. No es ya una exclusividad
del pensamiento existencial que hace del pensamiento el hombre y del hombre su
pensamiento, entendiendo por éste al individuo o a la persona, sino una forzosidad
histórica -estructurada por el desarrollo de las ciencias, particularmente por el desarrollo
de las ciencias sociales, por la preeminencia de la economía política y por las posibilidades
abiertas por la sociología del conocimiento- la que hace que cada pensador e intelectual
sea un hombre concreto en sociedades también concretas, responsable por sí mismo y por
los otros. No se trata, aquí, de confundir todo el quehacer intelectual, y específicamente
el fílosófico, con un puro pragmatismo, o de entender su riqueza por su capacidad de
aplicación. Se trata de que cada pensador, cada autor, cada constructor de pensamiento,
es hoy también responsable de la situación contemporánea del pensamiento y,
consecuentemente, de la situación económica, social y política contemporáneas (1). El

( 1) Paulo VI, autor aún no sospechoso de 'utilitarismo' o 'pragmatismo, reseña así esta
responsabilidad: " ...Cada uno de los hombres es miembro de la sociedad. Y no es solamente este o
aquel hombre, sino que todos los hombres están llamados a este desarrollo pleno (...). Herederos de
generaciones pasadas y beneficiándonos del trabajo de nuestros contemporáneos, estamos obligados
para con todos y no podemos desinteresamos de los que vendrán a aumentar todavía más el círculo de
la familia humana. La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un
deber" (101, 25-26).
196 HELlO GALLARDO

pensador es hoy, aunque no lo quiera o aunque lo niegue, un hombre de acción; sus


libros, su cátedra, su modo de vida, todo aquello que lo constituye individual y
socialmente, incluso sus omisiones, dan cuenta del carácter de su responsabilidad. Por ello
hoy importa, más que nunca, establecer con él el diálogo, la polémica, el análisis, tanto de
su pensamiento estricto como de las condiciones desde las cuales él es generado y a cuyas
necesidades ese pensamiento responde. Nada más lejos de este propósito que el estudio
erudito o el estudio del autor en si, aislado o indiferente de toda relación y desarrollo
humanos. Por el contrario, condiciones sociales, proyección social, consistencia entre
pensamiento y acción, carácter ideológico y político de clase de su pensamiento, he aquí
algunos de los objetivos centrales del diálogo, de la investigación y de los temas. Y he aquí
por qué interesa tratar fundamentalmente con autores vivos que se descubran o se oculten
(mostrándose) a sí mismos en la polémica. Y, al mismo tiempo, en el plano académico.
¡qué mejor homenaje al pensamiento de un autor que considerarlo pensamiento social e
históricamen te vigen te! .
En el caso de este primer estudio, esbozo solamente de los planteamientos
anteriores, el pensador elegido es uno de los símbolos del desarrollo intelectual y de la
docencia universitaria locales. Español de nacimiento (Vitoria, 1908), vasco de Alava,
pero nacionalizado costarricense en 1952, Teodoro Olarte cambió el clima, en general
húmedo y frío de su tierra natal, por la reiterada primavera anual de Costa Rica en 1940.
Los años inmediatamente anteriores lo encuentran en EE.UU. (Los Angeles) y en México
y Cuba, trabajando como periodista. Desde 1946 (2) trabaja como profesor en la
Universidad de Costa Rica: lenguas clásicas (latín), filosofía y psicología. La Universidad,
en esa fase de su desarrollo se compone básicamente de núcleos de filosofía y letras y el
ambiente de trabajo es familiar; destacan en él el neoescolástico Jorge Volio (1882-1955)
y Moisés Vincenii (1895-1964). Un año después de su casamiento con Graciela Palacino
Zúñiga, en 1949, Olarte funda Idearium, revista que, junto a Repertorio Americano y a
Ariel realiza gran parte de la vida cultural costarricense del período. Olarte es ya un guia
intelectual. En 1957 trabaja en la cátedra colegiada de Fundamentos de Filosofia desde la
que surgirá, en el mismo año, el Departamento de Filosofia; con él están Constantino
Láscaris, Roberto Saumels y Luis Barahona. Ha asumido ya la cátedra de metafísica y en
1959 sucede como Director de la Escuela a Enrique Macaya, Decano de la Facultad de
Filosofía y Letras. Ha. mantenido su intensa actividad intelectual iniciada sistemática-
mente en 1945 con su tesis de licenciatura: Alfonso de Castro. Su vida, su tiempo y sus
ideas' filosóficas, y que se traduce ahora, además de su cátedra, en decenas de
publicaciones en la prensa local y extranjera y en la defensa apasionada y rotunda que
hace de sus tesis en el VI Congreso Interamericano de Filosofía (Buenos Aires, 1959) y en
el 11Congreso E. Interamericano de Filosofía (San José, 1961). En 1962 asume la cátedra
de Antropologia filosófica" disciplina que constituye el elemento nucleador de su
pensamiento fundamental. En 1966 la Editorial Costa Rica publica una selección de sus
trabajos bajo el título de Filosofia actual y humanismo. Ese mismo año ha sido elegido
Presidente de la Asociación Costarricense de Filosofía. En la Universidad es Vice-decano
de la Facultad de Ciencias y Letras desde el año anterior. Su pensamiento ha transitado
desde Hegel y Nietzsche y Kant y desde los clásicos griegos a Martín Heidegger, a quien
considera un genio filosófico y al que dedica cuatro estudios en Filosofia actual y
humanismo. En el mismo libro ha hecho una reseña del pensamiento de Pierre Teilhard de
Chardin, autor a quien él introduce en Costa Rica, pese a que considera que "carece de
importancia como filósofo" y a que su éxito se debió a "aquellos círculos de católicos
que necesitaban una nueva interpretación de su fe". Autodefinido como anárquico

( 2) Esta fecha fue señalada concretamente por el mismo Teodoro Olarte. Antonio
Pacheco, en su cronología respecto del mismo autor, indica el año 1947 (110, 7).
TEODORO OLARTE, FILOSOFO 197

espiritual, Olarte ha ganado ya fama de crítico duro y persistente en los medios culturales
costarricenses. "Nadie ha pegado tan duro en Costa Rica -confidencia un catedrático y,
al mismo, tiempo, nadie ha sido tan admirado y respetado por pegar tan duro". C.
Láscaris lo retrata en 1964 como un "vasco macizo; de presencia que impone respeto,
distancia al principio y afecto pronto; fumador de pipa que posee una mente
rigurosamente metafísica; hombre teorético de palabra radical y estilo contundente;
Teodoro Olarte marca huella en quienes le escuchan" (100,400). Aunque explícitamente
no reconoce discípulos, "tal vez Roberto Mu rillo " , dice, ha realizado ya el camino que
Pedro Enriquez Ureña señaló a Alejandro Korn: "Maestro del saber y de la virtud"
(l02,170), indicando así una de las características de los pensadores latinoamericanos: su
capacidad-necesidad para proyectar una actitud ante la vida, una imagen moral que es
ejemplo, no de ideas, sino que de vocación. Olarte, reconocidamente, proyecta su vida a la
cátedra porque su obra responde a sus convicciones, a su vida interna, a las necesidades de
su existencia. Esta autenticidad, explicitada y asumida por él mismo en sus escritos,
"¿Qué le pasa al que hace metafísica? . El metafísico, que es el verdadero filósofo, se
transforma totalmente, adquiere un temple personal que le posibilita vivir en unidad
superior al mundo, a los otros y, singularmente, a sí mismo" (103,280) y que él explica
como su vocación metafisica, le hace diferente, en un medio en donde "se rehuye la
polémica que obliga a defender nuestras convicciones por miedo al 'choteo' ", Olarte
-buen o mal técnico de la nIosofía- es capaz de dar cuenta de sí y de ubicarse como uno
y único, en su expresión favorita, en la existencia. Han quedado muy atrás su origen
familiar, sus ocho hermanos y su padre, un mediano agricultor, sus recuerdos de una
escuela básica cuyo nombre ha desaparecido en el tiempo, su adolescencia en el Liceo de
Vitoria, sus estudios de Derecho -su padre era también abogado-, las jornadas en la
Universidad de Madrid en donde recibió lecciones de Careta Morente y Ortega y Gasset.
Ha quedado atrás su distanciamiento de la guerra civil española, proceso que siempre le
pareció extraño al ser del español. Ahora es el hombre que está en situación de recibir el
Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Costa Rica (I973) pero en las condiciones
que él impone: a través de su trabajo y de su tesis doctoral. El ser y el hombre (J 04) texto
de critica y de construcción publicado en 1974, el mismo año en que, docente infatigable,
asume la Dirección de la Cátedra de Filosofía de Estudios Generales. Tal vez ahora, al
mirarse retrospectivamente, Teodoro Olarte se reconozca y se sorprenda al mismo tiempo,
como la realización de aquel adolescente a quien su profesor de Matemáticas y Director
del Liceo dijo que "su buena memoria lo perjudicaba". A esa frase, ocasional y profunda
a la vez, debe quizás Olarte su vocación personal, su necesidad crítica, su arqueo
permanente de sus ideas religiosas, sociales y políticas que lo realizan y lo revelan y que él
llama su metafisica.

11

Quizás es esta misma unicidad oleartana lo que ha dificultado el conseguir


estudiosos dispuestos a enfrentarse a su pensamiento desde una perspectiva crítica (3);

( 3) Sobre Olarte se han publicado, localmente, dos estudios de importancia: la tesis de


Antonio Pacheco El pensamiento de Teodoro Olarte a través de sus escritos y el que le dedica C.
Láscaris en Desarrollo de las ideas filosóficas en Costa Rica; con motivo de la aparición de su último
libro El ser y el hombre la figura de Olarte fue destacada en trabajos pcriod ísticos por L. Carnacho y
A. Mora como asimismo por Frika Scholz en reseña aparecida en el volumen XIII, número 36 de la
Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica. La Asociación de Estudiantes de l-ilosof'ia
publicó un estudio de Juan Diego Lópcz, En torno a El ser y el hombre. Asimismo, y el año pasado se
realizaron algunas mesas redondas que tuvieron a Olarte y a su obra como tema central. Pero aparte de
los dos primeros estudios mencionados, y que datan de mediados de la década pasada, se puede afirmar
que no ha existido una intención sostenida por sistematizar y profundizar en el pensamiento de Olarte.
198 HELlO GALLARDO

ante la obra de Olarte parece plantearse, a nivel local, la misma doble actitud que
asumimos en general, y como profesionales de la filosofía, ante el pensamiento
iberoamericano: por una parte, un fuerte sentimiento de menosprecio hacia la reflexión
regional; este sentimiento puede sintetizarse en el lema "si el pensamiento es
latinoamericano o iberoamericano no puede ser un 'buen' pensamiento, un pensamiento
enriquecedor". En esta perspectiva influye, no cabe duda, nuestra ya tan comentada
subordinación cultural (105) que conlleva no tan sólo nuestra desenfadada ignorancia por
lo que ocurra entre nosotros y entre nuestros países sino que también, y como han
mostrado últimamente Leopoldo Zea (106) y Arturo Roig (107), posee implicaciones
-con fuerte raíz histórica- ontológicas respecto de lo americano. Pero, y al mismo
tiempo, se da entre nosotros el fenómeno inverso: experimentamos un fuerte deseo de
que nuestro pensamiento sea considerado válido y vigente, de que nuestra actividad
filosófica sea juzgada con seriedad; en una frase, aspiramos a salvamos por nuestro
pensamiento. Esta última actitud suele estar también -aunque hoy con menos fuerza-
determinada por nuestro constante mirar hacia el modelo greco-europeo de filosofía;
nuestra salvación adopta entonces la forma de creación de sistemas antes que la
integración del único proceso que hace posible el filosofar: la actitud (histórica)
filosófica, o se traduce en el logro de respuestas (pseudo) 'originales' más que en la
ubicación y delimitación de problemas (4). Desde una perspectiva tan prejuiciosamente
falseada no es extraño que nos sintamos distanciados de nuestro propio hacer, que la
sospecha acerca del nivel y la autenticidad de nuestro reflexionar acometa con tanta
frecuencia nuestro trabajo y que la mera erudición o el verbalismo brillante del discurso
en la cátedra reemplacen el esfuerzo sostenido y riguroso de ser uno mismo (social) en el
pensamiento. Por analogía, entonces, sospechamos de la calidad del pensamiento del que
se encuentra junto a nosotros: él es un mero compañero de trabajo; por ello mismo su
obra 'tiene' que carecer de calidad. Desde luego, en este regresivo juego dialéctico sólo
reforzamos las estructuras de la sospecha y del recelo y de la desconfianza hacia nosotros
mismos y hacia nuestro entorno cultural. En este proceso ni siquiera nos autoenajenamos
sino que destruimos nuestra posibilidad de reconocemos, de saludar-nos, de ser
históricos. Las últimas fases del proceso de aniquilación del si mismo por la desconfianza
y el ignorar incluyen el cinismo intelectual, la burla hacia todo esfuerzo serio, el "choteo"
académico a que hacía referencia Olarte y, por último -aunque nos ha acompañado
durante todo el trayecto-, ese curioso proceso de integración como siervos culturales a lo
que no nos pertenece y nos es negado: lo europeo y lo norteamericano.
En el caso concreto de Teodoro Olarte se le tiene demasiado 'respeto' como para
estudiar su obra. En definitiva, se le ignora, gracias al 'respeto'. Tras el concepto 'respeto'
se encierra, en realidad, una profunda desconfianza hacia el pensamiento propio y hacia el
pensamiento ajeno; una incapacidad de diálogo, un deseo de vida intelectual ensimismada
y fácil (5) un no-actuar-se como fundamento del existir. La palabra y el gesto filosófico

( 4) Respecto del prurito de 'originalidad' adquiere para nuestros pensadores particular


importancia la tesis de Gramsci: "Crear una nueva cultura no significa sólo hacer individualmente
descubrimientos 'originales'; significa también, y especialmente, difundir verdades ya descubiertas,
'socializarías', por así decir, convertirlas en base de acciones vitales, en elemento de coordinación y de
orden intelectual y moral. Que una masa de hombres sea llevada a pensar coherentemente y en forma
unitaria la realidad presenta, es un hecho 'filosófico' mucho mas importante y 'original' que el
hallazgo, por parte de un 'genio' filosófico, de una nueva verdad que sea patrimonio de pequeños
grupos de intelectuales" (109, 9).
(5) lJJ1 contraejemplo de esta situación es la obra de Constantino Láscaris en Costa Ri-
ca. Pero precisamente su intensa actividad y su inquietud por los temas más disímiles lo han hecho
'sospechoso' precisamente de lo único que un autor al modo de Láscaris, no puede ser culpa-
do: de originalidad.
TEODORO OLARTE, FILOSOFO 199

caen así en la sorda y blanda complacencia, en la atmósfera intelectual que permite a


todos decir de todo, es decir en el clima intelectual en que se niega -por el hecho de que
todo está permitido- a individuos, a autores y a ideas; cuando cualquiera puede decir
sobre cualquier cosa, entonces nadie ha dicho ni dirá ni dice nada. Desde esta atmosfera
'intelectual', en último término irracional, -confundida a veces con el pluralismo
ideológico o con el a-doctrinarismo- el tránsito es inmediato y directo hacia el terror
intelectual, es decir hacia la barbarie del partido, del líder o de los especialistas (6).
Por ello resulta tanto más dramático que el intento de filosofar de Olarte caiga, en
gran medida, en el vacío. Teodoro Olarte forma parte del grupo de pensadores españoles
que emigra a América Latina con motivo de la dramática guerra civil que terminó con la
experiencia republicana del Frente Popular y que significó, en la práctica, la aniquilación
de la capacidad de ser del intelectual español. América Latina se benefició con esta
migración: José Ferrater Mora, José Gaos, Castor Narvarte, por mencionar a algunos,
forman parte de este grupo que viene a entregar su formación europea, su rigor, a la
construcción de la problemática filosófica iberoamericana. Estos hombres, a quienes se les
ha negado -directa o indirectamente- la posibilidad de ser por su palabra o por su
pensamiento, vienen a realizarse a América Latina. Pero en estas latitudes acechan otros
peligros. Resulta que en nuestras tierras muchas veces florece un clima aún menos
propicio que el franquismo para la expresión de la vocación personal. El exceso de
blandura intelectual, el relajamiento en la exposición de las ideas, la confusión entre los
propios deseos y la realidad -una mezcla de fanatismo y de voluntarismo- conforman un
ambiente que hace duro, a veces hosco, a Olarte: "No se si existe filosofía en Costa Rica"
declara en una entrevista. Agreguemos que tampoco parece importarle mucho el
problema. O escribe: "Todos lamentamos el uso profanador del término ¡filosofía!
Romero resume en dos tipos las actitudes pseudofilosóficas, y, si bien su clasificación
responde a su inmediata experiencia argentina, creo que también es valedera para todas las
latitudes. Comprende la primera clase las ingenuas e incongruentes interpretaciones de las
abigarradas experiencias habidas merced a un criterio sin fuste, resumidas en una
erudición caótica; en este plano se ve filosofía en todo. La segunda clase está compuesta
por aquellas actitudes basadas en la fe o en la creencia -cualquiera que esta sea- en
virtud de la cual la filosofía se convierte en un sistema de dogmatismos anopluros" (103,
262-63). Es en este ambiente, en contra de este ambiente, que desarrolla Olarte su obra,
una obra que él mismo ha señalado intenta ser fuente del pensar personal y formadora de
criticidad; obra indicadora, por tanto, de los valores del amor y del odio, nunca de la
indiferencia (103, 291). Su obra es, por lo mismo, necesariamente, el intento de
reconocerse a sí mismo, de hacerse a sí mismo, en un ambiente que le es y no le es
propicio, desde un medio que lo acepta y lo rechaza a la vez, que lo construye y lo
destruye, desde una historia que, curiosa e indicativamente, sólo le causa extrañeza:
"Siempre me pareció ajena la Guerra Civil", dice. "No fue una lucha española" -negando
lo histórico, las fuerzas históricas, el tránsito hacia la sociedad de masas, el utilitarismo, el

( 6) El proceso ha sido aquí sólo señalado, no explicado. Sin embargo, resulta importante
destacar que, especialmente en los círculos académicos, la frivolidad, la burla, el sarcasmo son hoyo
armas de la derecha (política, económica, ideológica) interesada en desprestigiar la creciente ola de
solidaridad social que a nivel mundial se ha generado en las otrora "torres de marfil", o actitudes de la
pequeña burguesía que, incapaz de mirar hacia un futuro de necesario esfuerzo y solidaridad sociales,
intenta retornar al 'individuo' de un reciente pasado, al sosegado intelectual de oficina, último reducto
ilusorio de propiedad que el capitalismo reservó para quienes, con sus sueños, sostienen también la
explotación. La ironía, y el chiste, hoy día, no son expresiones del espíritu, sino que mecanismos de
conservación de las relaciones sociales actuales y, por desgracia, también propedéuticas del fascismo
intelectual y del terror de derecha. En su vertiente positiva esto, demanda de los intelectuales honestos
un mantenido e intransigente rigor y una sostenida voluntad de estudio al mismo tiempo que una
práctica solidaria.
200 HELIO GALLARDO

maquinismo y el cientifismo: "La ausencia de la filosofía determina la destrucción del


espíritu científico (108,1), "Las ciencias se han separado del hombre", Olarte intentará
encontrar su propia palabra, la que lo constituya. Imposibilitado de hacerse oír, creará
una palabra a la que no le importa ser escuchada, una vocación biológica, una metafísica
del individuo solo. Pero, precisa y paradójicamente, la estructuración de su soledad y la
autenticidad con que intentará expresarla y vivirla será lo que constituya lo socialmente
trascendente del pensamiento y de la obra de Olarte.

III

Lo 'metafísico' es el centro nucleador del pensamiento de Olarte. Desde sus


apreciaciones vertidas en Para una crítica fundamental de Heidegger. "La primera serie de
cuestiones se refiere al problema del ser. Gracias al concepto del ser conocemos,
pensamos y vivimos. Pero, ¿el concepto del ser ha de ser un tipo aristotélico o medieval, o
ha de decidirse por el tipo que le ha conferido la filosofía moderna, incluso desde
Francisco Suarez? En otras palabras, ¿ese ser natural, primero en el tiempo y primero en
el orden esencial, posee un concepto formal y objetivo con unidad positiva, o bien posee
únicamente una unidad de indeterminación, de tal manera que se ha de llegar a una
'analogía de atribución' en lugar de una 'analogía de proporcionalidad' como exigiría la
concepción moderna del ser? O de otro modo, ¿es el ser del hombre el que ha de
servirnos como punto permanente de partida o un ser indeterminado, determinable según
el ser de los seres de que se trate? He aquí el centro de la ontología" (103, 77). En ese
texto, de 1951, se contiene ya la problemática olarteana y su respuesta central,
generalizada y corroborada en 1963 en su estudio del libro Sendas Perdidas del mismo
Heidegger y en el que hace suya la siguiente proposición del pensador existencial alemán:
"La metafísica funda una época al darle un fundamento de su figura esencial mediante
una determinada interpretación de lo existente y mediante una determinada concepción
de la verdad. Ese fundamento domina todos los fenómenos que caracterizan a la época"
(103, 89-90). La culminación de esta temática se refleja en la estructuración de su última
y principal obra impresa, El ser y el hombre, dedicada en lo fundamental a una crítica de
la metafísica tradicional y a una exposición de la metafísica que permita sustentar una
antropologia filosófica, remate de la obra de Olarte y que él sintetiza en una expresión
categórica: "Si no es en mi ser, el Ser no aparecerá en ningún lugar. La filosofía
tradicional se avergonzó de esta humilde verdad" (104,10). Lo 'metafísico', cuestión
primera y determinante del pensamiento de Olarte es así, "razón última de nuestro
conocer, de nuestro querer, de nuestro sentir, de la acción esencial de la existencia y de su
resultado, todo desde el ser del hombre" (104, 9). Desde esta perspectiva no resulta
entonces extraño que cuando Olarte decide dar cuenta de su concepto de filosofía se
exprese en los siguientes términos: "Entiendo por filosofía un pensar radical y crítico
acerca de una temática que abarque los fundamentos del hombre y de todo lo que en él
converge" ... "Es un pensar englobante que ilumina los grados del ser cuyo estudio y desde
determinados ángulos está repartido entre las distintas especies de saberes" (103, 278). El
filosofar es "existir enteramente comprometido y no sólo con una provincia de entes. El
filósofo ha de buscar con pasión angustiosa el sentido del ser y, por consiguiente, el
sentido de los entes que son el ser" (103, 280). Aunque una de las citas se refiere
específicamente a las relaciones que se establecen entre las ciencias particulares y el saber
'metafísico', filosófico (antropología filosófica), resulta claro que el examen de lo
metafísico en la obra de Olarte conduce, primeramente, a una metafisica de la persona
(I04, 161-183) resumida en el filosofema 'la estructura ontológica del hombre es su
existir personal' (104, 162); lo 'metafísico' lo real, es lo personal, lo intransferible, unidad
y unicidad. Lo real es el individuo solo. Resulta ilustrativo señalar el examen que, desde
esta perspectiva central, lo metafisico como lo individual (personal), realiza Olarte de la
TEODORO OLARTE, FILOSOFO 201

relación de amor con el otro. Enfrentado al problema -generado por su propio examen
del concepto 'persona' de declarar de hecho la "imposibilidad de no comunicarse" (104,
177), Olarte explica así la relación de amor (sexualidad), relación fundamental del
ser-con-el-otro: "La relación entre el yo y el tú ha de considerarse como la cifra del
significado del ser- con-el-otro. Si toda comunicación, aun la menos notoria e intensa,
resulta una invitación a la actividad interna por la que la persona se constituye, tenga de
ello conciencia o no, cuando la relación se establece entre un tú y un yo concreto, sobre
un fondo de amor, la invitación cobrará relieves imprevistos. Desde algún punto de vista
esencial, el amor es una concreción personal recíproca, es una estructura anta lógica en la
que no cabe objetivación alguna ni del yo ni del tú; en otras palabras, no existe un sujeto
ni un objeto, sino que ambos son sujetos, lo que posibilita 1$1 intersubjetividad. Cuando
más intensa sea la relación intersubjetiva, con más necesidad se exige que cada persona
tenga mayor personalidad, que sea más fuertemente. Por otra parte, y para mayor
comprensión de lo anterior, se ha de mantener que el amor no desfigura la unicidad
personal; antes bien, la acrecienta. Una prueba de esto la hallamos en el hecho de que no
nos es posible comunicamos todo lo que 'somos', de que la comunicación es incompleta,
aun en el mejor de los casos". "El 'nosotros' entraña una estructura sumamente
complicada, como todo el mundo lo sabe; el 'nosotros' puede referirse a una estructura
desde la intensidad más fuerte a la más débil; a una estructura emanada de una obligación
o de un cálculo de utilidad, etc." ... "Me he estado refiriendo a un 'nosotros' cuya
estructura no está asentada en nada sino en la más franca espontaneidad existencial; no se
trata de una relación para hacerse rico o para hacerse político ... ; a lo que aquí se tiene
presente es a la estructura del 'nosotros' que está naturalmente destinada a 'hacemos'. Si
analizamos el problema desde este punto de vista, tendremos que admitir que la
comunicación más efectivamente personal es la que tiene en cuenta el factor del sexo. El
hombre y la mujer se complementan, no sólo en orden a la generación, sino para fines más
profundos; la complementariedad recíproca del hombre y de la mujer lleva a un problema
metafísico, la metafísica del sexo. Mientras no se medite sobre este problema seriamente,
la antropología ftlosófica no logrará coronar estos legítimos propósitos" (104, 178-179).
Independientemente del fuerte contenido cristiano clásico contenido en la relación
para=con=el=otro interesa destacar de este texto de Olarte algunos puntos que indican el
sentido de su pensamiento: a) el caracter peyorativo que asume el ser-para-el-otro en
las relaciones de la producción y de la política: "no se trata de una relación para hacerse
rico o para hacerse político ... " Estas prácticas no son 'espontaneamente existenciales' no
nos hacen. Pero se trata, precisamente. de las prácticas que nos permiten y estructuran
como seres sociales.
b) la comunicación más personal es la que se realiza entre los sexos. Pero aún en
este caso, el 'mejor de los casos' la comunicación es incompleta y la complementariedad
recíproca del hombre y de la mujer conduce a la necesidad de una metafisica (no
realizada) =en el sentido de iluminar el ser del hombre en su relación para el otro
generando así un camino para la antropología ftlosófica- debilitada en su base;.el 'puro'
gesto de amor se ve entorpecido, coartado, por factores históricos -"solo a título de
excepción la mujer ha llenado su destino existencial en la historia" (104, 179), es decir
por el modo concreto, histórico, como se realiza y se ha realizado el ser en el
ser-para-el-otro- del sexo. Es en definitiva la historia lo que impide la concreción de la
antropología ftlosófica que Olarte plantea como lo metafísico.
Resulta importante, por esto, observar cómo la clásica visión metafísica del mundo
opera en el pensamiento de Olarte, llevándolo -pese a su crítica de la metafísica
tradicional y a su defmición del ser humano como motilidad (104, 129)- a lo que hemos
llamado su metafisica del individuo solo.
La peculiar de la vision metafisica del mundo es considerar las cosas como aisladas,
estáticas y unilaterales. Al reconocer el cambio en las cosas, lo considera como mero
202 HELIO GALLARDO

aumento o disminución cuantitativos o como simple desplazamiento, siendo siempre la


causa de este cambio un factor externo a la cosa, nunca fuerzas que operan al interior de
ella. Por ello el análisis metafísico es siempre abstracto en la medida que su perspectiva le
impide asumir la cosa real que es siempre la realización concreta de un conjunto de
relaciones. A este mismo problema se debe la bien fundamentada crítica que Olarte hace
de la metafísica tradicional: su identificación no con el ser histórico, real, sino con las
categorías lógicas, es decir su desarrollo idealista. Pero Olarte no realiza el camino que
debe transitar quien aspire a salir de la reflexión metafísica e idealista que es lo que hasta
hoy, en gran medida, ha recibido el nombre de filosoffa. Examinemos su análisis de la
'persona' "auténtica explicación de lo que sea el hombre" (104, 161). En este examen
intentaremos ir mostrando a través de citas, cómo el ser del hombre olarteano mediante
una dialéctica aparentemente historicista, desemboca en la proclamación de la unicidad
del yo abstracto, entelequia metafísica que se relaciona con el mundo a través de
relaciones también necesariamente abstractas.
Para Olarte, a) la antropología filosófica ha de partir de lo real, del ente
concreto que es el hombre o la persona (104, 162)
b) la existencia es la persona concretada en el tiempo y en el espacio de cada una
(104,162)
e) sólo el hombre es persona. Es decir la estructura ontológica del hombre es su
existir personal (104,162). Ello plantea el que no se pueda admitir distinción real entre
esencia y existencia.
d) Sin individuo no hay persona y sin persona (espíritu) no hay individuo
(corporalidad) porque los dos no son entidades distintas sino uno solo (104, 163). La
persona es proceso (104, 162).
e) El análisis de la persona pasa por el análisis del espíritu; Scheler: la persona es el
centro del espíritu (104, 167). El espíritu es un atributo del ser del hombre (104,168).
Romero: la mera intencionalidad reconduce la realidad al seno de la naturalidad del
hombre, mientras que, por la espiritualidad, el hombre atiende a cuanto es y participa
generosamente en la totalidad. El yo, particularista en la primera actitud, se levanta sobre
sí mismo y se universaliza en la segunda" (104, 163).
Hasta el momento sólo advertimos el intento de salvar el problema de la dualidad
cuerpo-alma abierta tan contradictoriamente por Descartes en el pensamiento moderno,
asignando, de paso, la apertura de lo universal a una función del espíritu. Sobre el cuerpo
Olarte señala: "El cuerpo es el complejo de funciones por las cuales el yo evoluciona en el
espacio y en el tiempo; en su tiempo y en su espacio (104, 168). No cabe duda de que el
cuerpo es la singularidad, el fundamento de la individualidad Desde estos presupuestos
realiza Olarte su crítica al concepto tradicional de persona en cuanto éste se ha entendido
dentro del marco de la noción aristotélica de substancia (104, 169-70). Sobre la persona
afirma:
1.- Tanto el substancialismo como el empirismo mecanicista se niegan a reconocer
la diferencia que media entre el concepto de permanencia y el de inmutabilidad; segun
esto, nuestro yo, nuestra persona, carecería de movimiento, de vida y sería algo dado sin
principio ni porvenir; sus cambios se reducirían a simples epifenómenos que no
intervendrían en el ser de la persona. La acción es lo constitutivo de la persona, (7) es la
expresión de lo limitado, de lo inacabado, que no es simple, sino complejo, que puede
desenvolverse por caminos imprevistos. El yo, como tal, se autocrea ... *" (104, 170).
Existe aquí, desde luego, una directa embestida en contra de la concepción metafísica
clásica, tal como la reseñamos más arriba. Pero interesa destacar que la acción que en la

( 7) El enfasis en la cita es nuestro. 01arte rara vez recurre a este artificio tipográfico-es-
tilístico. Como en esta cita y en varias de las que siguen nos interesa destacar determinadas ideas del
pensamiento de Olarte, indicaremos, en cada caso, que el subrayado es nuestro con el signo "*".
TEODORO OLARTE, FILOSOFO 203

versión de Olarte realiza a la persona es la acción abstracta, válida para todos y para cada
uno y, por tanto, válida para nadie en cuanto determinación concreta del existir. No se
escapa uno de la metafísica clásica por aftrmar el carácter práctico de la realización de lo
humano sino por la asunción real de ese mismo carácter práctico; esta asunción real no
puede aftrmar la acción como un universal-abstracto sino que tiene que aprehender a
través de un proceso práctico-teórico el modo concreto como se realiza lo humano en
una formación social también concreta. De aquí resulta el hombre, el individuo, no
autocreado, en el sentido olarteano: "el hombre es el sujeto de la historia" (104, 200), es
decir el individuo hace la historia, típica ilusión de clase, ideología, de quienes no
realizamos la historia, sino el individuo o el individuo-masa estructurado por concretas
relaciones económicas y sociales y políticas e ideológicas de clase que le ofrecen y le
niegan a la vez su posibilidad de realización humana-social, única forma de realización
posible de lo humano. Este punto, su necesidad-incapacidad de reconocer lo social como
punto de partida de toda conciencia y práctica real, es decir la necesidad de reconocer en
cada caso la concreta situación social de nuestra práctica, teórica, económica, artística,
política, etc, es lo que lleva a Olarte a sus radicalizadas aftrmaciones acerca del valor de lo
individual abstracto y a su visión negativa tanto de la vida en sociedad como de la
comunicación: "Queda establecido: el hombre es indigente de lo otro y del otro: el
hombre es libre porque es limitado. Cada hombre posee su unicidad: yo soy único, tú eres
único, el es único ... Somos igualmente desiguales ontológicamente (8). Aunque no es
admisible romper la solidaridad humana, es imprescindible subrayar la unicidad que
supone cada una de las personas. Estas existen en un recíproco condicionamiento por
imperativo ontológico, por donde su divinidad queda desvanecida. Si yo soy único, soy el
que soy, el prójimo tiene derecho a ser único, debe ser el que es. Entonces hay que optar

( 8) La expresión, subrayada por nosotros, necesaria derivación del pensamiento de


Olarte a partir de sus conceptos sobre la unidad cuerpo-alma (teoria de la persona), lo
'indeterminado' de la existencia divina (104, 182-83) y las dificultades de la comunicación, al mismo
tiempo que su punto de partida subjetivo-abstracto, en último término a-social, tiende a generar más
dificultades que aperturas y soluciones, como suele ocurrir con la mayoría de .las frases tajantes
emanadas de los filósofos. En efecto, y por ejemplo, la igualdad-desigualdad 'ontológíca' tiende a
separar irreductiblemente a los individuos o personas trasladando al campo de las relaciones entre ellos
la dicotomía cuerpo-alma que se ha intentado resolver haciendo nulos a priori los esfuerzos
posteriores por esclarecer el sentido de la relación del ser-para-otro, de la sociabilidad. La igualdad en
la desigualdad abre el camino, notoriamente, hacia la diferencia, hacia la especificidad 'esencial', desde
la cual la tolerancia, el amor, la solidaridad y hasta la palabra entran a carecer de sentido. Olarte ha
advertido esto; de ahí su análisis de la relación para-con-el-otro y su énfasis en la noción de
'colaboración' (104, 171), relación abstracta que muestra, abiertamente, el caracter idealista del mismo
análisis; la reducción de lo social-real al campo de la (s) persona (s), de lo personal, hace surgir entre
estas sólo relaciones abstractas como la colaboración de los desiguales ontológicamente, relación que es
puesta y exigida por Olarte, que no puede dejar de advertir que la sociedad existe pese a su teoría de la
unicidad del individuo. Pero la relación abstracta, puesta y deseada por él, no "explica" la existencia
social. Y esto ocurre porque el ha invertido la perspectiva: son las concretas relaciones sociales las que
sí explicarían y fundamentarían la relación de 'colaboración' que en Olarte, por su punto de partida,
restringido y unilateral, aparece sólo como un buen deseo, como expresión de su voluntad. Sin
embargo, y al mismo tiempo, su igualdad en la desigualdad, pese a ser un 'buen' deseo, encierra
potencialmente, por su abstracción y por su origen concreto, las más peligrosas desviaciones
anti-humanas llevando a la paradoja de poder asentar sobre ella no el individualismo y el respeto a la
persona, como es la voluntad de Olarte, sino, por el contrario, su más radical explotación y
deshumanización. Esto es lo que lo lleva a decir, mas adelante, que la "tolerancia" no es humana,
consecuencia consistente con la proposición de la igualdad en la desigualdad ontológica, pero que sí lo
son la comunicación y la colaboración. Este verdadero exabrupto filosófico tiene su origen en el hecho
de que Olarte ve y vive las diferencias individuales existentes en la sociedad real, pero al mismo tiempo
advierte que en ella se da concretamente la comunicación; al darse su visión en una sociedad de clases
que para él sólo se realiza como una serie de relaciones entre individuos se hace factible su teoría de la
'colaboración'. Olarte defiende así, en realidad, no sus ideas, sino su punto de partida, su estricto
individualismo, perspectiva ideológica que es el fundamento y el término de su pensamiento.
204 HELIO GALLARDO

por un régimen, no sólo de tolerancia, sino de colaboración, con lo que se quiere significar
que en ningún caso ha de procurarse la invasión al otro, ni el aislamiento del otro, sino la
abertura de las posibilidades que el otro pueda captar para su propia edificación. Aquí
radica el fundamento filosófico de todo sistema legítimo de educación. En el fondo, la
tolerancia no es humana (*), pero sí la comunicación a base de la comunicación
existencial. Pretender asimilar a las personas -agruparlas- en torno a un ideal haciendo
de este ideal un programa vital, existencial, es un atentado contra la persona ... " (104,
191). La perspectiva, a la vez subjetivista y abstracta de Olarte le conduce aquí
claramente a desconocer el carácter fundamental real de la asociación humana: "La
producción de la vida, tanto de la propia en el trabajo, como de la ajena en la procreación,
se manifiesta inmediatamente como una doble relación -de una parte como una relación
natural, y de otra como una relación social-; social, en el sentido de que se entiende
como la cooperación de distintos individuos, en cualesquiera condiciones, de cualquier
manera y para cualquier fin" (111, 25). He ahí el fundamento real de la "comunicación
existencial" entre individuos que propone Olarte y, al mismo tiempo, la base
antropológica (ontológica) desde la que se comete lo que él considera un atentado: ¡la
necesaria existencia de la sociedad!
2.- "Whitehead profesala siguiente doctrina en torno a la substancialidad de la
persona: si ésta entra en la categoría de la substancia, ha de ser a condición de que se
entienda por substancia un ente real, cuya naturaleza ontológica sea la actividad; el ser de
un ente queda revelado en su devenir propio, cómo el ente real deviene, nos patentiza su
ser. El autor nunca pierde de vista que la realidad no puede interpretarse a base de la
lógica tradicional de sujeto-predicado, sino que el ente real es una substancia cuya
esencia es su propio hacerse. Si cada substancia es su propio devenir, ha de admitirse que
cada ente real posee su tiempo y que no hay más tiempo que el que proporciona el
devenir. Cada ente real es esencialmente su devenir y por ello posee su tiempo, de donde
Whitehead deriva esta conclusión, tantas veces repetida por él, de que el proceso de
devenir debe considerarse como un "todo indivisible", de tal manera que un ente real
plenamente devenido deja de existir, carece de sentido ontológico; una substancia sin
actividad inmanente carece de razón de ser. Otro carácter, muy eminente en la metafísica
de Whitehead, es que todo ente consiste en la actividad por la que cada substancia se
apropia de otros entes para su propia fundamentación. Este proceso de apropiación lo
denomina "prehensión". Todos los entes reales se relacionan; cada uno hace referencia a
los demás" (104, 171-72). Interesa poco, aquí, la relación que del moderno filósofo
inglés neo-platónico hace Olarte. Lo que nos interesa mostrar es cómo, tras la
contemplación del ente real que es desarrollo e historia, "el ente real plenamente
devenido carece de sentido ontológico" se encuentra en verdad la necesidad de sostener
una ilusión, propia del pensamiento del individuo que no desea perecer en tanto que
individuo, es decir la ilusión ideológica de ser persona eterna, una y única, el Ser de la
metafísica clásica finalmente anclado en Yo-Mío abstracto: "Por otro lado, soy de la
opinión de que nadie muere a su tiempo, esto es que siempre quedan al hombre
posibilidades internas pendientes. Bien puede sostenerse que el hombre nunca llegue a la
plenitud de su ser, que sobrevenga un momento en que se le cierren los horizontes ónticos
y ontológicos. Resulta evidente la deficiencia radical de nuestra condición encarnada;
nuestra transfinitud esencial entraña la necesidad de una navegación sin límites de
ninguna clase. Nuestra finitud y contingencia reclaman, no la aniquilación, sino la
infinitud en la esperanza (*). Un ente perfecto perece porque nada más tiene que 'hacer'.
Este no es el caso del hombre" (104, 217). Se debe agregar que el párrafo citado está al
fm de una disquisición sobre la muerte y el fin del hombre. En este texto resulta evidente
que la dialéctica olarteana excluye la realidad de la historia -el ente real se da en la
historia, ha afirmado- para refugiarse en la precariedad del individuo solo: "Resulta
evidente la deficiencia radical de nuestra condición encarnada ..." para extraer de esta
TEODORO OLARTE,FILOSOFO 205

deficiencia la riqueza de una esperanza abstracta, indeterminada e infinita. Esta misma


esperanza, destino final de los individuos transfinitos, fundada en la radical soledad del
Yo-Propio, es la que permite a la persona ser todas las personas (104, 176) anhelo final
del individuo que contemplándose a sí mismo como individuo abstracto realiza a los otros
desde si -puesto que los ve sólo como individuos- y que, por ello mismo, los
"desconoce". De aquí el radical pesimismo olarteano subyacente a su teoría de la
esperanza y de aquí que su afirmación de que "Todo mundo -esto resulta casi una
tautología- todo mundo pertenece en peculio a cada existente" (104, 174) debe ser
entendido en su sentido literal :el individuo es su mundo y este sólo existe por él y para
él, ambición última de quienes no poseen "el mundo real" y que forzosamente deben
refugiarse en "su" propiedad intelectual que no es nunca la propiedad del mundo, sino
que la 'propiedad' de una ideología acerca del mundo (9). Por ello es que la expresión de
Olarte esta muy lejos de ser una tautología.
3.- "La persona, la existencia, y el mundo se posibilitan esencial y recíprocamente,
de tal manera que no se concibe la persona sin mundo ni esta sin persona. Sería un
sinsentido afirmar que sin la persona cabría el mundo cultural, pero, a primera vista, no
parece tan falto de razón el afirmar que el mundo natural no tenga necesidad de la
presencia humana para ser. Ahora bien, el ser incluye por su naturaleza 'sentido', este es el
núcleo de la verdad, sin sentido no hay verdad y sin hombre no hay sentido de la realidad.
Este existir humano efectúa una transformación, la cual es producida por su esencial
creatividad. Es necesario declarar contradictorio al mundo-sin-hombre, sin para el
hombre. Ya lo afirmé en páginas anteriores, pensar y conocer es crear" (l04, 173) (*). El
punto de partida idealista resulta aquí virtualmente una declaración de principios:
"pensar y conocer es crear"; el olvido de los más fundamentales hechos que hacen posible
la historia es el resultado de esta perspectiva idealista subjetiva a ultranza: la
transformación y el existir humano no resultan 'naturalmente' de las necesidades
materiales de la producción -"la primera premisa de toda existencia humana y también,
por consiguiente, de toda historia, es que los hombres, para 'hacer historia', se hallen en
condiciones de poder vivir. Ahora bien, para vivir hace falta comer, beber, alojarse bajo un
techo, vestirse y algunas cosas más. El primer hecho histórico es, por consiguiente, la
producción de los medios indispensables para la satisfacción de estas necesidades, es decir
la producción de la vida material misma, y no cabe duda de que este es un hecho
histórico, una condición fundamental de toda historia, que lo mismo hoy que hace miles
de años, necesita ser cumplida todos los días y a toda hora, simplemente para asegurar la
vida de los hombres" (111, 24)- sino que, en la formulación de Olarte, de la "esencial
creatividad" del existir humano, expresión abstracta que supone una 'actitud' única y
esencial del hombre ante la naturaleza, vista como subordinada y hostil. En efecto, Olarte
es remitido, en este texto, a re-plantear la dicotomía pre-hegeliana entre sujeto-objeto,
en este caso entre naturaleza (mundo) y hombre. Sin ver este fenómeno en su totalidad
como proceso y como relación, se plantea problemas superados ya en el campo del
idealismo y del materialismo filosóficos así como en las ciencias :"Contra lo que aquí
viene afirrnándose, se levanta una objeción frecuentemente extraída de las conclusiones
científicas: antes de que apareciera el hombre, la subjetividad, había muchas cosas.
"Todos aceptan -escribe W. Luypen- que la tierra es mucho más vieja que Adán y nadie
quiere poner dificultades contra la primitiva nebulosa de Laplace ... Debe admitirse que
ciertas ciencias empíricas hablen de un mundo anterior al primer hombre. Sin embargo,

( 9) La cita refleja, también y contradictoriamente, un deseo personal: hacer de mi


peculio todo el mundo, típica aspiración ideológica de las capas medias y que en el campo del intelecto
se expresa a través de las actitudes sectarias, la intransigencia y el egoísmo. Estas características no son
propias del pensamiento olarteano, muy por el contrario, pero cabe mencionarlas para recalcar la
interpretación y utilización divergente y antagónica que puede sufrir su pensamiento.
206 HELIO GALLARDO

¿quiere decir esto que, por ejemplo, los geólogos hablan de un mundo-sin-geólogos?
Este es el punto de discusión, y una respuesta afirmativa a esa pregunta no tiene sentido
(...). La misma conclusión se impone por sí misma inevitablemente: el mundo es
radicalmente humano y la verdad sobre ese mundo es de igual manera radicalmente
humana. Sin la subjetividad del hombre no tiene sentido la afirmación de la realidad, y sin
ninguna afirmación de la realidad todas las palabras y las fórmulas son cáscaras vacías, casi
tan inútiles como los círculos cuadrados" (104, 173-74). Aquí la perspectiva idealista,
subjetiva y metafísica es clarísima:
a) idealismo y subjetivismo: sin la subjetividad (conocer es crear) del hombre no
tiene sentido la afirmación de la realidad.
b] conceptualización pre dialéctica en el reconocimiento del ser humano como una
forma de realidad por el afán de separar, dicotómicamente, naturaleza (mundo) y hombre
(historia). Esto es lo que hace a Olarte y a Luypen plantearse el problema de si existió o
no mundo antes de la subjetividad humana. Su planteamiento es analítico-abstracto,
metafísico: muestran que no asumen las características de un desarrollo unitario en la que
la aparición de la subjetividad (hombre) es una de las fases del proceso. Aquí sí existe una
tautología puesto que si yo defino lo que existe por mi subjetividad, no cabe duda de que
concluiré que sólo puede existir lo que yo creo, es decir lo que 'pienso' (idealismo
metafísico). Por eso Olarte declara a continuación, y coherentemente, "todo mundo
pertenece en peculio a cada existente" y "el mundo con respecto a la persona no es
anterior a ella, sino ella y el mundo una misma cosa" (104, 174). En definitiva, un
panteismo del individuo: la persona es todo el mundo, la persona es todas las cosas, la
persona es todas las personas (10).
En esta línea de exposición del pensamiento de Teodoro Olarte resta todavía
señalar la reducción o tránsito que se establece entre persona e individuo, es decir la
culminación de una metafísica del individuo orgánico, solo, autocreado y creador, él
mismo "todas las cosas". Esquematizando el problema podemos reseñarlo a través de dos
citas en las que Olarte plantea temas que hemos venido examinando pero que refuerza
con una dimensión que hasta el momento no habíamos destacado en su pensamiento: lo
biológico, lo protoplasmático como fundamento último de la unicidad de la persona, es
decir de la individualidad.
1) "El sujeto de la historia y el autor de la misma, es el hombre. Tal es el hecho
admitido por todos. Hablando muy en general, la conciencia que el hombre posee de su
intrínseca historicidad, no ha sido idéntica en todos los tiempos ni en todos los lugares. El
hombre siempre ha tenido un ser histórico. Nace, vive haciendo historia, y muere. Por
otra parte, la historia ha de reconocer su base primaria: la biológica (*). Es impensable la
historia sin vida humana. En grado decisivo, la evolución biológica con todas sus
posibilidades ha determinado el quehacer histórico (104, 200) (*). En primer lugar, una
aclaración necesaria. No todo el mundo reconoce que el hombre es el sujeto y autor de la
historia. Esta versión corresponde a la concepción burguesa y pequeño- burguesa del
hombre y de la historia, como ha mostrado muy bien L. Althusser en su polémica con J.
Lewis (112). Una de las más acabadas exposiciones de esta concepción se encuentra en el
primer Sartre (113), directamente ligada a su teoría del hombre como libertad, ilusión
ideológica, también, de la pequeña burguesía. Por otro lado Olarte identifica 'historia' y
'conciencia histórica' haciendo así de su concepto de lo histórico el único válido, para
todos los tiempos y lugares, criterio metafísico que no guarda relación con el hecho de
que determinadas épocas y hombres han hecho de la historia y de lo histórico la voluntad

(10) Detrás de este panteísmo se esconde, no cabe duda, una visión esencialista clásica. Es
el asumir-reconocer el cambio dialéctico, la transformación cualitativa -naturaleza-hombre-con-
ciencia-cultura-naturaleza- como un solo proceso lo que lleva a Olarte a reclamar la unicidad
totalitaria abstracta de los individuos frente o para el mundo, al que, finalmente, reduce a 'su' mundo.
TEODORO OLARTE, FILOSOFO 207

de Dios, el desarrollo de la Razón o de la Humanidad o el Encuentro en Cristo. Sin


embargo, lo que interesa destacar aquí es la relación entre historia y base biológica,
relación de determinación que permite, en el pensamiento de Olarte, pasar de la unicidad
de la persona a la unicidad del protoplasma, último reducto de propiedad permitido al
metafísico contemporáneo.
2) "Por entelequia entiendo la fuerza primaria vital, reguladora, especificante e
individua/izante del protoplasma. Lo que hace que el protoplasma sea lo que es y el que
es. La fuerza que determina las funciones existenciales y personales; un principio rector y
regulador del sistema orgánico que, en consecuencia, no puede ser pensado sin su materia,
sin su espacio y sin su tiempo" (104, 216). Queda así cerrado el trayecto que recorre el
pensamiento fundamental de Olarte:

a) reflexión sobre la persona una y única que trae como corolarios.


1) la negación de lo social como expresión de lo humano.
2) la negación de lo histórico real
3) El subjetivismo y el pesimismo (lo social como carencia ontológica)
4) la dicotomía hombre-naturaleza
5) el panteísmo de la persona (idealismo, subjetivismo)
b] reducción de lo personal a lo protoplasmático, a lo biológico, con sus corolarios
no siempre explicitados:
1) mecanicismo (social e histórico)
2) naturalismo
3) pesimismo ontológico.
Resulta al menos inquietante que estas conclusiones, que en parte se contraponen,
puedan ser extraídas de la obra de un hombre que es un declarado humanista. "Este
humanismo tiene como objeto la persona que es libre para ser y para crear el ser" (104,
220); "Por humanidad entiendo no una yuxtaposición de seres humanos, sino de seres
humanos unidos radicalmente en inquebrantable solidaridad, pese a todas las desdichas
que le aquejan" (104, 221) y, sin embargo, estos aspectos del pensamiento de Olarte, su
radical egoísmo, su apasionada defensa de la soledad y de la irreductibilidad del ser
propio, "Mi íntima inalienación es un postulado exigido por mi autorrealización que es
positivamente personal" (104, 222) están presentes en su obra, constituyen su cuerpo
central y, a mi juicio, definen en última instancia todas y cada una de las posiciones
filosóficas del autor. El verdadero problema filosófico surge entonces bajo la forma no ya
de saber qué es lo que piensa Olarte, sino en intentar resolver por qué es que Olarte piensa
como piensa o, lo que es lo mismo, desde qué situación social concreta emerge e intenta
dar respuesta el pensamiento de Teodoro Olarte.

IV

Olarte es nuestro contemporáneo. Nacido en 1908 le correspondió VIVIr su


adolescencia en la Europa de la post-guerra y el comienzo de su vida adulta durante el
desarrollo de una de las más grandes crisis del capitalismo mundial (1929), preludio del
conflicto capital- imperialista que desembocó en la II Guerra Mundial. Olarte es un
europeo. Como tal le ha correspondido vivir el fin del "bello sueño" fundado en el
desarrollo ininterrumpido de las ciencias y de la racionalidad, último gran tema de la
ideología liberal clásica. Su vida recorre sus primeras etapas en el preciso instante en que
el modelo de vida de las élites recibe su más grandes golpes: el advenimiento de la
sociedad de masas, el utilitarismo, la democracia, la nueva clase industrial y gerencial, etc.,
denunciadas tan dramática y pintorescamente por Ortega y Gasset en La rebelión de las
masas. Las existencias europeas de la época reciben el impacto de la revolución
bolchevique, nueva forma de existencia y de poder social que refuerza la organización y la
208 HELIO GALLARDO

presión popular en Alemania, Italia y España. La crisis capitalista, el irracionalismo, el


fascismo, el oportunismo, el maquinismo, la sociedad democrática popular, el fin de la
cultura de élites sacuden a Olarte, al hijo de una familia en que el padre es un mediano
agricultor y un profesional. El origen familiar de Olarte le permite acceder a la cultura
oficial. Pero si para la pequeña -burguesía propietaria la cultura es siempre un mecanismo
de regresión, un sueño utópico, generado por su propia posición en el proceso productivo,
este carácter se acentúa durante el período de crisis dramática y profunda que vive la
Europa del Olarte adolescente y hombre. Durante el período de crisis, de desaparición
abrupta de modelos, de formas de existencia, el sueño utópico, la regresión hacia
estructuras superadas de existencia, se tornan vivencia apasionada y pura. En un mundo
que marcha hacia el utilitarismo, hacia el pragmatismo, hacia el gerente y el técnico, hacia
el manager, Olarte renuncia a la abogacía -"los abogados han hecho mucho mal a la
cultura" (signo además de independencia ante el padre) y elige la ftlosofía (Ll ). En un
mundo -España- destinado al desgarramiento y a la elección concreta que hará de cada
hombre un hombre de acción, Olarte se decide por la contemplación y, necesariamente,
abandona el país. En un mundo estremecido por los conflictos, por la miseria, por el
terror, por la maquinización, por la concentración de capitales, por la sórdida y feroz
lucha entre los monopolios, por la formación de las grandes urbes, por la destrucción del
habitat humano, por la irracionalidad fascista, por la democratización de la cultura, por
los transistores, por los nuevos métodos de producción en el campo, por la sindicalización
obrera, por el derrumbe de los imperios europeos, por el nacimiento y consolidación de
un mundo tecnificado y tecnificante, en el nacimiento de un mundo de masas, Olarte
busca a Costa Rica, por su clima, y permanece aquí, como a través de una primera
impresión: "Aquí no hay pobres". Cierto. Aquí no hay masas. Aquí todavía se puede
realizar el sueño cultural a que lo destina su origen familiar y social: ser él mismo a través
de la construcción de su persona : "Por imposibilidad metafísica una persona jamás será
un radical don nadie ni podrá ser reducido a otra persona" (104, 221). Olarte ha buscado
y encontrado =consciente o inconscientemente- el medio, que le fue negado en Europa,
de realizar su ser como diferente del resto. "No se si hay ftlosofía en Costa Rica", "La
comunicación está siempre limitada", "Qué hacer si me tocó este protoplasma en suerte".
Pero se engañaría, y radicalmente, quien juzgara al hombre y al ftlósofo sólo desde
esta perspectiva. La obra de Olarte es también una muestra de respeto crítico hacia los
grandes autores en la historia de la ftlosofía, y su trabajo en la cátedra y en la prensa
nacional y extranjera es una muestra real de solidaridad y de interés social, de
compromiso con los otros. Olarte no es el hombre insolidario a que conduce el análisis
profundizado de sus tesis. Olarte es un hombre social, un humanista, "el hombre es libre
para ser y para crear el ser" (104, 220), un hombre real, comprometido con su vocación
que es su existencia. ¿Desde dónde surgen estas facetas de su personalidad y de su obra,
desde dónde surge este como desagarramiento entre sus tesis y su ser, reflejado incluso en
su método de exposición en el que tantas veces su pensamiento aparece expuesto a través
de la referencia a otro autor?
Al llegar a Costa Rica, Teodoro Olarte se encuentra con tareas a realizar. Costa Rica
es, todavía ahora y en el marco latinoamericano, una sociedad a realizar. Una de estas
tareas es la conformación de un ambiente y una cultura universitarias. Es fundamental-
mente a través de esta tarea, como Olarte va reconociendo, des-cubriendo, su ser
concreto, su compromiso, su historicidad : "La misión de la ftlosofía en la Universidad se
efectúa a través de la formación de profesionales que sirvan inmediatamente a la
comunidad; de especialistas investigadores que sirvan inmediatamente a la Universidad y

(11) Para la comprensión de esta temática resulta absolutamente indispensable la lectura


del ensayo de Olarte "Filosofía y cultura personal" (103,277 -291).
TEODORO OLARTE, FILOSOFO 209

mediatamente a la comunidad" (l03, 302). Al mismo tiempo, va reconciliándose con


Costa Rica "Muy pronto caí en la cuenta de que había ingresado en una nueva versión de
Costa Rica; una versión plenamente vital. Por razones de diversa índole hay que declarar
que esta región es muy distinta del resto del país. Frente, la inmensidad del mar; a la
espalda, las empinadas montañas; a la derecha y a la izquierda, llanuras de arroz y de
pasto. Tierra fértil y bien fertilizada por trabajo del hombre activo y valiente; también,
tierra bien repartida gracias a una natural, espontánea y permanente reforma agraria.
Tierra de ganaderías y de arrozales. Ya al amanecer rezuma trabajo; actividad de la
máquina y del músculo" (114). De la Universidad, del hombre y de la tierra y del trabajo
escribe este hombre que en 1959 ha redactado los objetivos centrales del Departamento
de Filosofía en la universidad naciente: "La unidad intrínseca, lo que dé forma a la
Universidad, será un saber con contenido universal y totalizador en su universalidad. Este
saber es la Filosofía. Sólo la Filosofía puede fundamentar el núcleo de una cultura general
y, por consiguiente, sólo la Filosofía puede ser cimiento de la unidad de la Universidad"
(100, 597). Y agrega "La misión de la Universidad coincide con la misión de la Filosofia
(*) aunque la filosofía de la filosofía no haya logrado poner del todo en claro el qué del
saber filosófico ni armonizar las paradojas que los filósofos han hecho saltar del concepto
de fílosofía, creo que una zona muy extensa de filósofos estarán de acuerdo en que por
filosofía se entiende, por lo menos, una actitud sinceramente vivida (*), fundamentada en
un propósito personal de investigar racionalmente la trascendencia para comprender a la
luz de ésta las cosas" (l03, 301). No es por ello .una casualidad que en Apologia pro
Universitate nostra (l03, 305) Olarte se enfrente a su propio tema central, iluminando,
incluso y necesariamente, su personal giro metafísico: "¿Está en crisis nuestra cultura? .
Si por crisis se entiende decadencia, lealmente hay que negar ese estado para nuestra
cultura; si por crisis se entiende alteración de lo pasado porque lo pasado no satisface (*)
porque a lo pasado se le ha descubierto su inconsistencia, entonces hay que decir que
estamos en plena crisis, y en una crisis plenamente justificada. Justificada por la necesidad
vital y justificada por las deficiencias de la cultura precedente; tal crisis responde a
nuestro ser, a nuestra condición ontológica, y responde también a la esencia de la cultura
anterior, que era modularmente positivista. El positivismo era un sistema cómodo y fácil
de ser asimilado, porque pocas veces en la historia se habrá presentado un narcótico tan
eficiente para lo humano como ese sistema. Mas, el hombre está. condenado a vivir y no a
morir, y para vivir auténticamente el positivismo no sirve; hay que recurrir a la metafísica.
Los que en base de su cultura 'mantienen el fermento positivista, habrán de entretenerse
en la superficie. Y así ocurrió en nuestra patria, cuando el positivismo, consciente o no,
presidía su cultura: unos ·se· refugiaron en la política, del signo que todos conocemos,
otros en una erudición sin alma y otros en un cientifismo sin esperanza trascendental, y
todos en la fuerza de la esencia de su cultura, coincidieron en soslayar los tremendos
problemas que el hombre -la persona- fatalmente plantea" (103, 306-07).
Olarte logra así, por la autenticidad de su vocación, la búsqueda apasionada del sí
mismo, y por el carácter que debe asumir su práctica -la docencia y conformación
universitaria en una sociedad carencial que intenta configurar su identidad- superar sus
propias limitaciones filosóficas e ideológicas. Como catedrático, como profesor, se
encuentra-descubre y entrega a sí mismo como hombre. Por esto no es extraño que
comparta la afirmación de Francisco Romero de que "ser filósofo es ser un profesional y
un profesional que ha de ser preparado por la universidad. Más todavía, lo normal desde el
siglo XVIII es que tal profesión se ejerza en la cátedra, señaladamente en la cátedra
universitaria" (103, 269). Con esta aceptación Olarte no ha hecho sino indicar su propio
camino de formación y realización social. Contrariamente a sus planteamientos más
ideologizados, tal vez no haya mejor ejemplo que él mismo de que el hombre es
fundamentalmente su acción, pero su acción concreta dentro de un marco de relaciones
sociales también concretas. Por ello el anarquista espiritual es también, y fundamental-
210 HELIO GALLARDO

mente, uno de los creadores de la universitas, y el hombre solo ha sido creador de


instituciones. La Universidad que Olarte ha contribuido a crear está hoy en camino de
transformarse en un centro de comunicación y de compromiso social. Con ella, y desde su
cátedra, en las aulas, en la vida administrativa, con su presencia vigorosa en la
cotidianeidad universitaria, Olarte ha transitado el camino desgarrador del que surge a un
nuevo mundo en el que todo repugna y en que todo parece extraño y sin sentido. Como
hombre auténtico Olarte ha superado en la práctica sus marcos teóricos. Contemporáneo
de sus contemporáneos, mezcla rara de sensibilidad, inteligencia y rigor, muestra con su
ejemplo que los problemas contemporáneos, los problemas latinoamericanos y centroame-
ricanos exigen intelectuales honestos, filósofos y hasta metafísicos, siempre y cuando su
capacidad de estudio y de autodisciplina y la honestidad con que asuman su personal
vocación los lleve a intentar realizarse como hombres, que eso, entre nosotros, es ya el
mejor ejemplo y el más grande reto.

100. Láscaris Constantino, Desarrollo de las ideas filosóficas Costa Rica editorial Costa Rica, San
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111. C. Marx, F. Engels, La ideologia alemana, Obras Escogidas, tomo IV, editorial Ciencias del
Hombre, Buenos Aires 1973.
112. Althusser Luis, Para una critica de la práctica teórica, Siglo XXI, Buenos Aires 1974.
113. Sartre J.P., El existencialismo es un humanismo, ediciones Huáscar, Buenos Aires 1972.
114 Olarte Teodoro, Parrita, un claro testimonio de Costa Rica, La Nación, San José de Costa Ri-
ca, 28 Sept. 1969.
PENSAMIENTO IBEROAMERICANO:
LAS LIMITACIONES DE LA FILOSOFIA CLASICA

Helio Gallardo

Cuestiones Teóricas quehacer filosófico que imposibilita salir de la cues-


tión o, al menos, replantearla a través de fórmulas
1.- El contenido del primer número de la enriquecidas (extensión, intensión, historicidad, pra-
Revista de Filosofía
Latinoamericana (100) (1), xis). La polémica básica acerca de un pensamiento
aparecida en 1975, indica que la problemática refe- iberoamericano se estructura, entonces, como una
rida al origen y por tanto al sentido, del filosofar pseudo=artículacíón -paralela, horizontal, crono-
iberoamericano o latinoamericano (10 1) mantiene su lógica- de opiniones sin historicidad (historia real).
plena vigencia. Hemos señalado, en otro estudio De aquí su futilidad pero, al mismo tiempo, su
(102), la trayectoria y características históricas que carácter de indicador ideológico.
ha asumido la polémica acerca de si existe o no existe Nos proponemos, por tanto, mostrar:
fllosofía iberoamericana; lo que nos interesa en este al que los aspectos fundamentales de la
trabajo no es mostrar el problema y sus relaciones polémica acerca de la existencia y del sentido de un
(102, 202-209) sino explicar su carácter, es decir pensamiento iberoamericano han sido planteados
indicar la determinación central que genera el núcleo desde la perspectiva (posición) de la filosofta clásica;
problemático y, al mismo tiempo, probar cómo esa b] que desde las posiciones de la 'fílosoffa
determinación, la estructura que genera, impide el clásica' no existe ninguna posibilidad real de plantear,
abandono del núcleo problemático mismo. Decimos: y por ello de resolver, el problema, en el sentido de
la posición (situación) desde la que se plantea el fundarlo en un nivel superior de comprensión;
problema de la existencia de un pensamiento iberoa- el que sólo la ruptura con las concep-
mericano, por la mayor parte de nuestros pensadores, ciones de la 'filosofía clásica' permite plantear efec ti-
impide toda forma de solución al problema mismo; en vamente (históricamente) el problema y orientarse,
otras palabras, el modo de definir, acotar y situar el por tanto, hacia su solución.
problema, y con ello los mecanismos de aproximación El presente trabajo se centra, especialmente,
a él, vienen generados por una concepción del sobre los puntos a y b propuestos. El punto e es
desarrollado a nivel teórico o por contraste con las
concepciones criticadas (2). Los puntos tratados
( 1) La sola mención de los títulos de los
principales trabajos es indicativo respec to del tema cen tral
que anima a la publicación: "Líneas básicas para un proyecto
( 2) La mayor parte de este trabajo descansa
de filosofar latinoamericano" (O. Ardiles); "Propuesta para
sobre el concepto de crítica inmanente. Excepcionalmente se
una filosoffa política latinoamericana" (H. Cerutti); "Ele-
entregan algunos criterios socio-históricos que permitan
mentos para una filosofía política latinoamericana" (E.
introducir a una ampliación-concreción (profundización) de
Dussel); "Filosofía contemporánea europea y filosofía latino-
los problemas tratados. Las cuestiones teóricas generales para
americana: sobre la posibilidad de una asunción crítica" (D.
este último tipo de interpretación y sus implicaciones
Guillot). El trabajo de M. Casalla, tal vez el más significativo
prácticas para la construcción de un quehacer filosófico
de la revista, "Husserí, Europa y la justificación ontológica
iberoamericano han sido desarrollados en Origen y comienzo
del imperialismo", profundiza la línea de pensamiento que
del filosofar en Iberoamérica (101). Para un estudio de
este autor abrió en Razón y liberación: notas para una
totalidad de tendencias y autores se proponen allí también las
filosofia latinoamericana (122).
cuestiones específicas de método.
110 HELIO GALLARDO

específicamente son estudiados a través de las opi- materialismo dialéctico que la relación prirnigenia y
niones de autores considerados relevantes dentro de la por ello determinante en la correlación Sujeto-Ob-
tradición filosófica latinoamericana. Las opiniones de jeto es de carácter prác tic o (en el sentido de
estos autores son referidas exclusivamente a la cues- transformación real del sujeto y del objeto en su
tión acerca de la existencia o inexistencia de un tensión dialéctica). La relación de conocimiento es
pensamiento filosófico iberoamericano. No se inclu- reconocida, en esta praxis, como una fase de ella, fase
yen aquí, por tanto, juicios acerca de la obra total de indisolublemente ligada a la praxis y que encuentra su
estos autores, juicios para los que los mecanismos de sentido último en ella. En las Tesis esta cuestión viene
análisis usados en este estudio resultan parciales, planteada en las sentencias: "No como actividad
fragmentarios y forzosamente inadecuados. sensorial humana, como práctica, no de un modo
subjetivo" (l03, 9; 1) y "El problema de si al
2.- Por 'filosofia clásica' entendemos en este pensamiento humano se le puede atribuir una verdad
estudio toda formulación con carácter filosófico (3) objetiva, no es un problema teórico, sino un problema
que encierre sistemática o tendencialmente la dicoto- práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que
mia entre pensamiento y existencia(teoría-práctica) demostrar la verdad, es decir la realidad y el poderío,
y/o que caracterice ideológicamente al sujeto como la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la
individuo a-histórico (idealismo, subjetívismo, utili- realidad o irrealidad de un pensamiento aislado de la
tarismo, historicismo, etc .). práctica, es un problema puramente escolástico"
Esta caracterización ha sido entregada por el (103,9-10; 11). La polémica con la filosofía (clásica)
materialismo dialéctico, teóricamente, en la primera se ubica aquí en el plano de la autoenajenación de la
de las Tesis sobre Feuerbach (l03) de C. Marx. conciencia. En efecto, la historia de la filosofía clásica
Esquemáticamente y para los efectos de este trabajo puede ser entendida como el proceso mediante el cual
señalamos que las cuestiones fundamentales de la la conciencia identifica teóricamente (4) sus propias
crítica planteada a la filosofia (clásica) en esta tesis leyes y contenidos abstractos con las leyes y conte-
son las siguientes: nidos histórico-reales, concretos, con el fin de
a) el haber caracterizado la relación Suje- subvertidos y finalmente fundados. Este proceso,
to-Objeto como una pura relación de conocimiento iniciado históricamente por Parménides y Heráclito,
oponiendo así a la conciencia abstracta su correlato encuentra su primera sistematización en la teoría de
inevitable: un objeto abstracto. La connotación pri- las Formas de Platón y, posteriormente, sus princi-
mordial y determinante en la relación Sujeto-Objeto pales hitos en la fundación de la subjetividad moderna
devíene así in teleccion abstrae ta y hace imposible (Descartes) y en la formulación de la práctica misma
transitar desde el pensamiento a la existencia y como mecanismo formal (Kant) o como vida-viven-
viceversa o fundar con criterios concretos la relación cia (Dilthey). La degradación última y al mismo
entre teoría y práctica. tiempo la re-incorporación abstracta (negativa) de la
b) el carácter ideológico que asume el historia real se da en el sistema de Hegel. El punto de
Sujeto del filosofar (clásico), opuesto no sólo a un partida propuesto por Parménídes-Platón (indi-
Objeto que lo configura como conciencia abstracta, viduoeconcienciae Ser) alcanza con Hegel su culmi-
sino que independizado de toda relación histórica. El nación bajo las formas de desarrollo del Espíritu
sujeto filosófico es así portador ideológico por puro. Culmina aquí también el proceso de inversión
excelencia; señala y funda la subjetividad aislada de ideológico que está a la base de esta filosofía: el
toda relación histórica real y la erige, al mismo filosofar se considera a sí mismo como la única y
tiempo, como fundamento último del ser. La ecua- última práctica real. La conciencia se entrega al
ción planteada por Descartes: Conciencia=Verdad= paroxismo de fundar definitivamente la historia.
Ser (104, 40; 129) no-es sino uno de los hitos de este
proceso de ideologización del sujeto realizado por la
filosofía (clásica) y cuya culminación se encuentra en ( 4) La expresión teoria es ambigua; en sentido
el pensamiento de Hegel (1770-1831). fuerte puede ser concebida tal como se da en la formulación
Respecto a la situación señalada en a indica el unidad de teoria y práctica, propia de las ciencias modernas.
En sentido débil lo teórico es el resultado de la mera
especulación: ideo/agio. La filosofía clásica es teórica -es
decir representación conceptual sistemática- sólo en cuanto
( 3) No se trata de una definición circular. Lo se la reconoce como una legión ideológica. De este doble
filosófico será caracterizado en el párrafo 3 de esta misma proceso-fuente: ideología-teoría, extrae su también doble
sección. connotación el filosofar clásico: rigor e inutilidad práctica.
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 111

El materialismo dialéctico supone una ruptura encuen tra su desenmascaramiento (y posibilidad de


radical con el proceso derivado de la comprensión de auto asunción) político. El pensamiento práctico-crí-
la relación Sujeto-Objeto como mera relación de tico funda así su autoexigencia de cientificidad
conocimiento. Del mismo modo la relación prácti- (entendida dialécticamente como la tensión raciona-
co-dialéctica de sujeto-objeto es sometida a la tesis lidad-irracionalidad) y determina estrictamente su
fundamen tal del materialismo: la ma teria es e terna condición de validez: capacidad de transformar (se)
bajo cualesquiera de sus formas y su corolario radicalmente. El materialismo dialéctico muestra con-
gnoseológico, primacta del ser sobre el pensamiento. sistentemente, en el mismo proceso, su carácter de
De este modo la actividad práctica, subjetiva, a que se clase (rnilitancia), su cientificidad y su rol político. El
refiere el materialismo dialéctico, no puede ser sujeto cartesiano ha sido desplazado por la práctica
confundida ni identificada con ninguna forma de social científica que busca y realiza la revolución, es
subjetivismo contemporáneo, existencialismo sartrea- decir la historia.
no, por ejemplo, pragmatismo o historicisrno. Gracias
a la práctica se puede conocer 10 que es: primacia de 3.- La expresión 'actividad filosófica' señala
la práctica sobre la teoría. Pero en la práctica sólo se fundamentalmente hacia una actividad teórica. La
conoce 10 que es: primacía del ser sobre el pensa- noción de 'teoría' entendida como fase o como
miento (105, 40). momento de la praxis indica el carácter concep-
La cuestión criticada en b indica directamente tual-práctico, crítico-práctico, del filosofar. La acti-
las relaciones entre pensanúento y existencia, teoria vidad crítico-práctica fundamental encuentra su me-
(en sentido fuerte) y práctica, filosofía (ideología) y jor modelo en la práctica cientifica, Sin embargo, el
ciencia. En la primera Tesis esta cuestión es resuelta filosofar no puede ser diluído o identificado con la
en la expresión " ...no comprende la importancia de la práctica científica o con prácticas científicas regio- ,
actuación 'revolucionaria', práctico-crítica" (I 03, 9; nales ni con su suma o estructura. El objeto del
1). La conocida y frecuentemente mal interpretada filosofar se identifica con el objeto del quehacer
Tesis XI sintetiza la ruptura teórica, el desplaza- intelectual: la comprensión objetiva y esencial de la
miento de la problemática filosófica: "Los filósofos totalidad en función de la creación de formas más
no han hecho más que interpretar de diversos modos altas y ricas de existencia. En verdad, el quehacer
el mundo, pero de 10 que se trata es de transfor- intelectual, es decir el filosofar así entendido, posee
marlo" (103, 12;XI). Sin embargo, estas formula- tres rasgos determinantes:
ciones sólo encuentran su pleno sentido a través de la a) su constitución como cuestionamiento
correcta comprensión de la tesis VI: "Pero la esencia permanente, cuestionamiento que lo liga indefecti-
humana no es algo abstracto inherente a cada blemente a las ciencias particulares, a sus métodos y
individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las contenidos;
relaciones sociales" (103, 11; VI). La integración de b) la posición de su objeto que es la
estos textos desídeologíza al sujeto individual (abs- concreta totalidad social en su desarrollo;
tracto) de la filosofía clásica y señala hacia el carácter c) su compromiso de transformación de
histórico y socialmente determinado de toda praxis y esta totalidad, compromiso-posibilidad derivado de
por ende de toda conciencia. El reconocinúento de la unidad de pensanúento y existencia y del reco-
esa determinación social de la conciencia es el nocimiento científico de su ser social (adscripción de
fundamento de la Teoría de la Ideología, disciplina de clase). Este último rasgo puede ser reconocido bajo la
la ciencia de la historia, materialismo histórico, expresión ideológica de 'compromiso humanista del
fundada por Marx y Engels. La autoconciencia intelectual' y señala también hacia su función creativa
práctica (y con ello también el sentido de las (originaria).
proposiciones y construcciones filosóficas) es sólo Resulta evidente que un filosofar así caracte-
posible a través de la asunción científica y de rizado encuentra su definición última o su determi-
totalidad de la formación social -determinaciones y nación fundamental en las concretas prácticas sociales
sobredeterminación, autonomía relativa y totalidad que definen las relaciones de dominio social o, lo que
concreta: -interrelacíones de infra y superestructura- es 10 mismo, las relaciones de explotación, subordi-
en la que el filósofo se inserta. La anterior conciencia nación, jerarquízación, en una sociedad de clases. El
individual abstracta del filósofo (subjetividad moder- filosofar y el quehacer intelectual encuentran aquí su
na) es ahora concebida como portadora de estructu- concreta caracterización en el campo politico y en el
ras, inmersa en la lucha de clases, proceso este último campo de la ideologia y en sus relaciones y mutuas
motor de la historia. La filosofía-ideología clásica determinaciones.
112 HELIO GALLARDO

En el campo político el filosofar encuentra su existencia humana (dependencia, dominación, explo-


rango como uno de los elementos teóricos que tación, seguridad-inseguridad).
permite el encuentro de la formación social y de los Los planteamientos críticos expuestos en este
individuos en tanto portadores de clase' consigo trabajo encuentran su perspectiva desde el concepto
mismo (apropiación del si mismo histórico). El de filosofía que hemos reseñado en los parágrafo s 2 y
campo de trabajo del filosofar deslinda aquí con el de 3 de esta sección; una inevitable y por el momento
la enajenación, natural y social, con los que establece relativa ambigüedad en el uso del vocablo, deberá ser,
una relación (tensión) dialéctica cuya resolución es el en cada caso, referida al contexto en que él se inserta.
ejercicio real de la libertad histórica. En este campo el
filosofar trabaja sobre su propia forma de ser concien-
cia, sobre los diferentes quehaceres o prácticas socia- PENSAMIENTO IBEROAMERICANO:
les, develando su situación y desplazamiento en la LAS LIMITACIONES DE LA FILOSOFIA CLASICA
concreta formación social, su significación en la lucha
de clases y proponiendo y realizando los medios para
su liquidación, superación o neutralización. La activi- Dentro del conjunto de pensadores que, respec-
dad filosófica se encuentra así inmersa en el plano to de la cuestión de la existencia o inexistencia de una
militante pero no necesariamente, aunque puede filosofía iberoamericana, se ubican dentro del marco
estado, en el nivel partidario (5). de la filosofía clásica, podemos distinguir, en princi-
En el campo ideológico el filosofar se encuentra pio, dos grupos:
referido a la crítica permanente y sistemática de las a) aquellos que acometen el problema sin
regiones ideológicas que aseguran la cohesión social un trabajo filosófico previo, ya sea para asentir o para
en las formaciones sociales que producen y repro- negar. Estos pensadores confunden la expresión de su
ducen las condiciones de explotación y de subhurna- voluntad (opinión personal) con la existencia y
nización de los sectores populares. Su práctica es resolución del problema; en términos estrictos su
fundamentalmente develadora y negativa -positiva posición es pre=filosófíca (102, 204-205), dogmá-
sólo por oposición, en el sentido de estar señalando tica y voluntarista. En este campo, el del prejuicio y
constantemente el carácter ideológico y 'desplazado', la falta de rigor, examinaremos las opiniones de F.
en función de los intereses de clase, de las situaciones Romero y R. Frondizi.
y problemas>, polémica-critica, es decir científica y b) quienes enfrentan el problema desde
fundada en la concreta lucha de clases en la situación una perspectiva filosófica, es decir mediante un
y coyuntura sociales de la formación social en que trabajo filosófico (clásico) que les permite, al menos,
opera. reconocer el problema ideológicamente y resolverlo
El filosofar así entendido cumple con su misión en el mismo plano. En este grupo examinaremos el
originaria: ser teoría, es decir conceptualización planteamiento y opinión de T. Olarte (metafísica), E.
sistemática, en función de la construcción de lo Mayz Vallenílla (subjetivisma idealista e irraciona-
humano, es decir en la valoración-construcción de lista), A. Roig (idealismo dialéctico), A. Salazar Bondi
más altas y ricas formas de existencia social; su (historicismo sociologista), L. Zea (perspectivismo
compromiso político explícito deriva centralmente cultural), O. Ardiles (pmcticismo popular o cristiano)
del reconocimiento social-material de sus conceptos y J. C. Mariátegui (marxismo abstracto).
(concreción; origen, sentido) y de su posibilidad de Las críticas están referidas exclusivamente a los
operar, por tanto, en las condiciones concretas de la textos propuestos como material de estudio para este
trabajo.
( 5) La conciencia filosófica, por ser portadora
autocrítica de estructuras clasistas (lucha de clases), es
necesariamente militante o es ideología o poesía. 'Militante' LA ACTITUD PRE-FILOSOFICA:
sólo señala hacia su necesaria adscripción de clase. Esa FRANCISCO ROMERO Y RISIERI FRONDIZI
adscripción de clase puede o no resolverse en la participación
I en un partido. Un pensador reaccionario, por ejemplo, En su artículo Sobre la filosofía en Iberoaméri-
participará o no en el partido de la dictadura; ello no lo hace
menos útilmente reaccionario. En general la participación dc
ea (106, 123-134), escrito en 1940, Francisco
los intelectuales en los partidos es un problema que sólo Romero (1891-1962) señala con énfasis "el rápido
puede resolverse al interior de una formación social concreta crecimiento del interés por la filosofía en Iberoaméri-
y de la específica lucha de clases en que ese intelectual se ea" a fines de la década del treinta. "La aparición de
inserta. libros de filosofía es ya cosa frecuente. En las revistas
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 113

de cultura abundan los artículos filosóficos: he vocación ftlosófica ha llegado a adquirir conciencia de
registrado personabnente más de cien aparecidos sí y busca su expresión" (106, 130).
durante los años 1939 y 1940, Y si se piensa en los El planteamiento de Romero puede sintetizarse
que no han llegado a mi conocimiento, una tercera así: hemos llegado a un período de normalidad
parte por lo menos, acaso la mitad, y en las meras filosófica definido por el aumento cuantitativo de
notas bibliográficas, excluídas de mi cómputo, se quienes se ocupan sistemáticamente del ftlosofar y
tendrá una idea aproximada de la considerable masa cualitativamente por su proyección cultural (social).
de tales publicaciones en la América de nuestro De esta normalidad filosófica, tras un período de
idioma. El hecho es digno de atención y merece escolaridad (106, 130) surgirá la filosofía original
algunos comentarios" (106, 123-124). Los comenta- iberoamericana, corno resultado de un proceso de
rios de Romero se dirigen principalmente a señalar el acumulación, de interrelación y de asunción del
cambio cuantitativo y cualitativo de la actividad pasado (106,130-132).
filosófica en Iberoamérica. Ello lo lleva a proponer la
siguienteperiodización de nuestra filosofía: Destaquemos, en primer lugar, la actitud des-
criptiva general con que Romero resolvió el problema;
a) un período en que se ftlosofaba por
la 'normalidad filosófica' simplemente surge tras el
interés de la cátedra, por exigencia de los planes de
período de los 'autodidactos' sin que medie expli-
estudio; por ello mismo el ftlosofar carecía de gran
cación alguna; corno por arte de magia de súbito
intensidad y extensión. Los raros casos de vocación
aumentan los lectores y los autores de filosofía, la
personal por la filosofía quedaban sin eco efectivo
que "surge y crece fuera de los recintos académicos"
(106,124).
(l06, 134). Se trata, desde luego, de una actitud
b) un período -situado entre los siglos
antifilosófica, incluso dentro del marco general de la
diecinueve y veinte- en el que el filosofar se encarna
filosofía clásica. Lo que corresponde al filósofo ante
en hombres de vocación bien definida, autodidactos
la presencia de la 'normalidad de la ftlosofía' es
que no tuvieron el "estímulo de la cátedra magistral"
preguntarse por el sentido de dicha presencia, por su
ni "el respeto general hacia este género de estudios"
fundamento o causa. Al filósofo le está permitido
(106, 124). Estos hombres =consíderados en la
describir siempre y cuando ilumine la comprensión
tradición filosófica iberoamericana como 'los funda- esencial de un problema. El filosofar clásico es trabajo
dores'- realizaron su vocación en el aislamiento. Se
intelectual, no descripción sensitiva, es explicación
proyectaron sólo a pequeños grupos, aunque éstos (ideológica) de procesos, no mostración epidérmica
hayan posteriormente multiplicado su influencia.
de ellos (Platón=Husserl=Heidegger).
e] el período de la 'normalidad filosófica',
Por ello mismo, porque Romero cae en la
termino acuñado por Romero para indicar el ejercicio
actitud ingenua y sensorial ante el fenómeno, es que
de la ftlosofía como función ordinaria de la cultura, al
sus categorías descriptivas y sedicentemente explica-
lado de otras ocupaciones de la inteligencia
tivas niegan incluso el acceso al problema. Por
(106,126). En este período, ubicado a fines de la
ejemplo, ¿por qué en un momento la cultura genera
década del treinta, los interesados en los estudios
'normalidad filosófica' y en otro sólo, 'vocaciones
filosóficos "se conocen y buscan la relación, practican
excepcionales'? ¿Cómo es posible, en este sentido,
un intercambio cada vez más activo. De este modo se
hablar de la misma cultura o, lo que es lo mismo, qué
van dando las condiciones externas favorables para
una producción intensa y continuada, con la concien- papel juega el filosofar dentro de la cultura y de la
cia de participar en un trabajo solidario y conexo; la sociedad de modo que es posible que ésta exista sin
filosofía deja de ser vista como propensión arbitraria, 'normalidad filosofica'? ¿En qué sentido estamos en
caprichosa, y se aprovechan vocaciones, puesto que un período de escolaridad filosófica?, es decir,
para profesada con asiduidad no es ya indispensable ¿estamos insertos de lleno en el desarrollo de la
cultura occidental o sólo nos incorporamos a deter-
el temple excepcional de los varones de la tanda
minadas regiones de ella y desde cero? Las interro-
anterior" (106,125-126).
gantes -generadas en el mismo campo del ftlosofar
Este período, en el cual surgen en diferentes clásico- podrían multiplicarse probablemente hasta
países núcleos filosóficos, nos hace aproximamos a la el infinito, Su infinitud potencial, proviene, central-
organización y coordinación de la vida fílosóflca en mente, del hecho de que el concepto de 'normalidad
nuestro ámbito (106, 129), supuesto indispensable filosófica' supone ya un ponerse a los dos lados del
para que surja y prospere a su tiempo una filosofia límite, supone ya un filósofo o una filosofia, En
original. En definitiva, "en nuestra espiritualidad la efecto la normalidad filosófica iberoamericana exige
114 HELIO GALLARDO

el reconocimiento o la existencia de una filosofia de señalar que la filosofía en nuestra América está
iberoamericana que permita juzgar esa 'normalidad'. animada de un enérgico sentido continental (106,
El planteamiento muestra así su circularidad irreme- 128) (7)- y que señalan más bien hacia deseos o
diable, su falta de rigor, su dogmatismo. Se afirma la voluntades de F. Romero antes que a sucesos objeti-
existencia de una filosofía iberoamericana posible vos, pueden señalarse, ahora desde el ángulo del
pre-suponiendo su ya existencia. filosofar como quehacer intelectual, observaciones
Existen otras posibilidades de interpretación. referentes al fundamento idealista expresado en las
La originalidad del pensamiento iberoamericano que pseudo-argumentaciones del pensador argentino. En
Romero reclama podría estar referido no a Iberoamé- efecto, para Romero la filosofía es fundamentalmente
rica sino al proceso de desarrollo de la filosofía "reflexión" (106, 132) y "expresión fiel de una
occidental. La 'originariedad' puede indicar, por conciencia" (106, 133) que contribuye "al progreso
tanto, al filosofar iberoamericano mismo pero en espiritual de la patria" (106, 133). Desgraciadamente
tanto Historia de la Filosofía Occidental. Sin embar- esta forma de entender el filosofar conduce a cuestio-
go, en esta alternativa, los problemas devienen más nes radicales respecto de la validez de su concepto de
graves. En efecto, si el ftlosofar originario está 'normalidad filosófica' entendido, en parte, como
referido a una cuestión de humanidad, la aparición, aumento significativo de la proyección cultural (so-
apenas en 1940, de la 'normalidad ftlosófica' señala cial) de la filosofía. En efecto, ligado sólo al
hacia carencias o peculiaridades dramáticas en el ser desarrollo de la conciencia o de la Razón, igual para
del hombre americano (6). La necesidad de explica- todos los hombres, ¿cómo podría justificarse la
ción se torna entonces onto-antropol6gica. Nuestra existencia de un periodo de normalidad filosófica, de
'normalidad filosófica' señalaría hacia una anorma- un tiempo de escolaridad ftlosófica o simplemente
lidad radical (del hombre) en el interior de esta explicarse la ausencia de sistemas ftlosóficos en
interpretación. En otras palabras, en lugar de consti- Iberoamérica? Del mismo modo, qué sentido tiene
tuirse en un signo feliz tendría que señalarse como afirmar la proyección cultural-social de la filosofía
uno de los más negros presagios para nuestros cuando ella se resuelve, finalmente, en la intimidad de
pueblos. Esta interpretación, fundada sobre un con- la conciencia o del espíritu, es decir ¿cómo es que esa
cepto metafísico del filosofar y de la filosofía, lucidez del espíritu resulta comunicable e impulsa-
aparece vedada por el temple de ánimo con que dora del proceso de 'normalidad ftlosófica'? ¿Cómo
Romero anuncia nuestra 'normalidad' en ftlosofía. La es posible que ello no ocurriera en el período de los
segunda interpretación alternativa es que la 'norma- 'varones excepcionales'? etc ....
lidad filosófica' sea prevista por El Filósofo, es decir Desde luego ninguna de estas preguntas es
por F. Romero. Pero esta alternativa, además de contestable dentro de los marcos de pensamiento
resultar gremialmente poco grata y desproporcionada propuesto por el texto de Romero. El autor argentino
dentro del desarrollo de la filosofía clásica, admite trabaja con un pre-juicio acerca del ftlosofar, es decir
todas las objeciones anteriores y las multiplica y con una idea preelaborada que no es puesta en
profundiza en el campo de la significación del autor. cuestión cuando se plantea el problema del ftlosofar
Independientemente de otras cuestiones marca- iberoamericano. Romero no advierte que la pregunta
damente ideológicas o sencillamente falsas -como el por el sentido del ftlosofar es, en la medida que afecta
al ser de quien la formula, la pregunta filosófica (102,
203-205) dentro del campo de la fílosofra clásica.
( 6) Esta cuestión es captada en toda su drama- Eludiendo el problema Romero creyó poder afirmar
ticidad y radicalidad por los autores que sí se plantean la existencia posible de un filosofar iberoamericano
filosóficamente ante el problema, independientemente de las por la mera voluntad de insertarlo en la historia de la
respuestas que entregan; por ejemplo, T. Olarte señala que filosofía occidental. No tomó conciencia real, por
"Para vivir y organizar la existencia en su totalidad, en todas
sus posibilidades, es necesaria la Filosofía" ... "La Filosofía es ello, de que el problema concreto - ¿puede insertarse
tan necesaria aquí como en todas partes. Por esta razón
América posee un pensamiento filosófico, y sería monstruoso
que no lo tuviera" (107, 204-205). La monstruosidad que ( 7) Esta específica expresión de los buenos
significaría la carencia filosófica iberoamericana es el corre- deseos de F. Romero tal vez pueda ser explicada por la
lato de su significación respecto del ser=hombre-dberoame- coyuntura histórica en que se inserta su estudio. Independien-
ricano. Romero no advierte esta significación radical. Para él temente de su 'buen' deseo, sin embargo, los tratadistas
el ser de la filosofía americana y del hombre americano son coinciden en que la pretendida continentalidad propuesta por
solamente cuestiones de 'desarrollo' o, si se prefiere, 'males Romero es más bien enajenación europeizan te (108,
de juventud'. 118-119) ojin$oísmo (107, 204).
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 115

el pensanúento iberoamericano en la filosofía occi- "Será fílosófíca aquella meditación que por su tema,
dental? ; ¿cómo se ínserta? , ¿cuándo?, ¿qué debe su alcance y su sentido se mueva dentro de lo que se
entenderse aquí por inserción, etc.- permanece, en su entiende tradicionalmente por filosofía (sic), para
texto, intocado. En otras palabras, 'sabiéndose' en la usar una expresión un tanto general (sic) pero que se
fllosoffa olvida que ella más que resultado es un ajusta a lo que queremos significar sin arrojamos a la
quehacer que permanente y radicalmente cuestiona su complicada y discutible determinación de la esencia
propia capacidad y estructura para ser. No advertir la de la filosofía. En otras palabras, habrá filosofía
radicalidad de esta cuestión es lo que hemos llamado cuando se medite en función de lo filosófico (sic) y
caer en la actitud prefilosófica, prejuiciosa o dogmá- no se ponga tal actividad al servicio de intereses y
tica. preocupaciones políticas, literarias, etc." (109, 160).
Más dramática y gruesamente pre=fllosófícas y Es decir que el examen sereno y riguroso de nuestro
dogmáticas resultan todavía las opiniones de Risieri autor lo ha conducido de cabeza a lo que los
Frondizi (1910) respecto a este problema, opiniones estudiantes de Escuela Básica en su país conocen bajo
expuestas en la revista Realidad en 1948 y bajo el el nombre de definición circular o petición de
título "¿Hay una filosofía iberoamericana? "(109). principio. ¿Qué es lo que debemos entender rigurosa
La opinión de Frondizi, al respecto, es negativa. y serenamente por filosofía? se pregunta Frondizi.
Según él "El rápido crecimiento del interés por las y nos contesta de un modo 'preciso': Pues aquello
cuestiones filosóficas ha hecho caer a algunos pensa- que por su tema, su alcance y sentido se entiende
dores iberoamericanos en un exagerado optimismo, tradicionalmente por filosofía. Pero esto último era
que, en lugar de alentar, quizá perjudique el desarro- precisamente el tema o cuestión que habta que
llo de la filosofía" (109-158). Para poder fundar esta dilucidar, es decir el problema que Frondizzi, sin
opinión, divergente con la de F. Romero, Frondizzi exigencias de nadie, se autoplanteó.
procede, según propia confesión, a un "examen Pero el "sereno examen" del riguroso pensador
sereno" de la situación, examen que lo conduce, en argentino no se detiene aquí. Remata su fecundo
primer lugar, a delimitar el concepto de filosofía. trabajo con una sentencia digna de una antología de
Sigámoslo pues en su propuesto 'examen': la autosuficiencia: "Una vez aclarado que usamos el
a) en primer lugar, Frondizi señala que el término 'filosof'ía' en un sentido riguroso y restrin-
concepto de 'fílosofra' es multívoco (109-159) Y gido, tan sólo nos queda agregar que la pregunta se
procede de inmediato a distinguido de la Weitans- refiere a la existencia de una filosofía propia, original,
chauung (concepción del mundo). La gran diferencia creadora" (109, 160). Se trata, no cabe duda, de un
entre ambos, a su juicio, es que la filosofía es el paradigma de la pedantería y del confusionismo, no
resultado de una madura y consciente reflexión (109, de la exigencia que él mismo planteó a la filosofía:
159). ser madura y consciente reflexión (109, 158) (8).
b) a continuación, Frondizi se preocupa por Desgraciadamente las opiniones de Frondizi en
separar la filosofía de otras actividades espirituales 1948 no sólo influían en importantes sectores de la
que suelen acompañada: preocupaciones literarias, vida académica latinoamericana en un momento en
políticas y docentes. Se trata, según él, de desligada que la polémica acerca de la posibilidad y caracterfs-
de resonancias que pudieran perturbar su sentido
riguroso (109,159).
( 8) Existe otra posible piadosa interpretación
e) sin embargo, el lector no debe pensar para el pensamiento expuesto por Frondizi; 10 que él quiere
que nuestro autor quiera reducir a la filosofía a su señalar por 'filosofía' es La Metafisica; pero él mismo 10niega
"magro sentido académico o la labor estrictamente explícita o tendencialmente: "lejos de nuestro ánimo el
sistemática" (109, 160). Lo que Frondizi desea es intento de reservar el término 'filosofía' para una actividad
"sencillamente separada de actividades no fílosófícas" estrecha y alejada de toda preocupación vital o negarle tal
carácter a la faena problemática y de "búsqueda" (109, 160);
(109, 160). Y la separación será cuestión de predo- "La filosofía no es un juego de palabras cruzadas; los
minio, de intención, de propósitos. problemas filosóficos son problemas vivos, de dramática
d) ha llegado así al final de la primera etapa humanidad y que están respaldados por la realidad viva y
nuestro "sereno examen"; Frondizi está en condi- concreta que nos rodea (109, 170); "Una preocupación ética
parece alimentar y dar sentido a toda meditación filosófica
ciones de decimos ahora qué es lo que entiende por
latinoamericana (109, 170). De modo que, en apariencia,
filosofía de un modo claro y preciso, de forma que no Frondizi no quiere comprometerse con la metafísica; y si se
quede ninguna duda respecto de su posición negativa comprometiera, no sólo el título de su estudio carecería de
acerca de la existencia de una filosofía iberoame- sentido real sino que todos sus argumentos -tendencialmente
ricana actual (1948). Escuchémoslo con atención: de tipo histórico-concreto- carecerían de significación.
116 HELIO GALLARDO

ticas de nuestro pensamiento alcanzaba especial rele- nivel del mito y el prejuicio personal, sin perjuicio del
vancia (102, 188-189). Por sus manos, e ideas, dudoso eclecticismo que consiste en coleccionar
pasaba en ese período la totalidad de los escritos de expresiones sueltas de otros pensadores -ignorando
filosofía iberoamericanos por el hecho de ser el sus proyecciones- para engarzados en un pseudodis-
responsable de la sección de filosofía del Handbook curso original.
of Latin American Studies (109, 161). De modo que Tal vez más interesante y enriquecedor que el
la torpeza pre-filosófica de nuestro autor tenía contenido de las opiniones prefilosóficas y volunta-
consecuencias prácticas directas y funestas para el ristas de los autores que hemos reseñado resulta
desarrollo de un pensamiento nuestro. mostrar algunos de los indicadores que resultan
De las restantes 'opiniones' de Frondizi convie- determinantes tanto para la comprensión de la polé-
ne todavía señalar que su periodización del desarrollo mica acerca de una filosofía iberoamericana que
de nuestro pensamiento filosófico (109, 160-165) estalló con fuerza en la década del 40 como para
culmina en una cuarta etapa de 'normalización' en la iluminar el sentido de las divergenciasy coincidencias
que repite a Romero, aunque, desde luego, sin citarIo: entre F. Romero y R. Frondizi
"En la actualidad se está ampliando esta cultura
En efecto, el período en que emerge la polémi-
filosófica por medio de traducciones, obras de divul-
ca puede ser descrito, a grandes rasgos, por procesos
gación, crítica y comentario; y por medio de la
integrados pero de diferente signo:
enseñanza superior de la filosofía que en los últimos a) la crisis económica del capitalismo en
quince años ha visto duplicar el número de estableci-
1929, inserta en un proceso de descomposición
mientos encargados de impartida. La filosofía ha
política, ideológica y moral de la concepción burgue-
logrado, de tal modo, un puesto en las actividades
sa del mundo sacudida por dos Guerras Mundialesy
habituales de la vida cultural iberoamericana" (109,
por el éxito de la primera revolución proletaria yla
165). El calco no puede ser más fiel. Sin embargo, de
posterior construcción de un Estado Socialista. Este
esta 'coincidencia' intelectual con Romero no extrae
proceso de descomposición de los valores primitivos
Frondizi las mismas consecuencias. En efecto, pla-
giando ahora a L. Zea (110), señala que el énfasis de de la burguesía (racionalidad, progreso) se expresaba
ya en la Europa del siglo XIX (Nietzsche, Dilthey) y
una filosofía iberoamericana está en el término
había en parte ya determinado cierto ambiente
filosofía- "para que surja una filosof'ía iberoameri-
filosófico en América Latina a través fundamental-
cana hay que 'hacer' filosofía sin más; el carácter
mente de los llamados 'fundadores', antipositivistas
iberoamericano vendrá por añadidura" (109, 167). Y
influídos especialmente por H. Bergson.
como él nos ha aclarado antes tan serena y rigurosa-
b) la crisis de 1929 coincide con la expan-
mente el concepto de filosofía ya tenemos un
sión del mercado imperialista en América Latina
programa concreto y claro para los pensadores iberoa-
(111, 337, 11) de modo que en nuestro continente la
mericanos: realizar una tarea que no es ni sistema, ni
crisis alcanzó dimensiones catastróficas por el grado
academia, ni metafísica, ni lección, ni literatura, ni
de integración que habíamos alcanzado en el sistema
arte, ni estética, ni política, ni teoría, ni práctica, ni
de división internacional del trabajo (112, 59) y a
Weltanschauung, ni educación, ni ciencia, ni etc .. que, por ello mismo, todo el sector moderno de las
, Mientras hagamos eso de un modo maduro y cons- economías de nuestros países estaba ligado al comer-
ciente -siguiendo el proceder de nuestro maestro cio exterior. La crisis -disminución del flujo de
Frondizi- estaremos generando nuestra filosofía sin exportaciones-importaciones- se concentró en el
más (9). sector público trayendo como consecuencia en la
Por ahora, basta con R. Frondizi. Creemos mayor parte de los países la suspensión del pago de la
haber mostrado claramente que a su falta de rigor une
deuda externa con las consiguientes dificultades
nuestro pensador un desenfado intelectual que 10
adicionales para conseguir financiamiento externo
hace resolver las cuestiones que él mismo se plantea al
para la importación de equipos (112, 60). El país que
soportó en mejores condiciones la crisis fue Argen-
( 9) En términos estrictos 10 que Frondizi nos tina. Así, pese a reducir sus exportaciones en un 8%
propone en su discurso es realizar "x sin más", donde 'x' es 10 en el período 1930-34 el deterioro de su economía
innominado, 10 no-resuelto, el enigma. Pero como debemos centrada en el comercio exterior fue sólo la mitad de
realizarlo sin más 10 que se nos plantea realmente aquí es la sufrida por Brasil que como respuesta a la baja de
también y exactamente una tarea antagónica e irreductible a
10 que el mismo Frondizi nos proponía como filosofía: una los precios aumentó sus exportaciones en un 10%
madura y serena re-flexión. (112,60).
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 117

e) la crisis de 1929 y la Segunda Guerra "mala" obra en México y Brasil: "La coincidencia de
Mundial posibilitan en algunos países latinoameri- tal liberación (filosófica) con la superación del positi-
canos -aquellos en los que el control del sistema vismo ha confundido a algunos autores que no han
productivo es nacional (113, 60-67)- un desarrollo visto los dos aspectos de la cuestión y han culpado al
interno, una consolidación del crecimiento interno y positivismo por algo que pertenecía, en realidad, a
del proceso de industrialización, fenómeno que se una etapa de nuestra evolución cultural" (109, 165).
expresasocialmente en la expansión de los sectores de e) la coincidencia en señalar el carácter
capas medias y en la ampliación de las clases ético (10) de nuestros autores de filosofía, magnífi-
asalariadasurbanas y rurales, expansión y ampliación cando así su papel de sujetos históricos, fenómeno
que corresponden al desarrollo de un mercado nacio- ideológico (empirismo del sujeto-idealismo de la
nal. El desarrollo de estos grupos socialesse refleja en esencia) en consonancia con las necesidades de una
una re-estructuración de las fuerzas políticas y de sus concepción de la historia necesaria para el período
formas y capacidad de dominio social. Concreciones (aristocratismo-populismo; fascismo-democra-
en diferentes momentos y circunstancias de este tización; nacionalismo-imperialismo) y con su pro-
proceso político general son las dictaduras de G. pia-necesaria ideologización del filosofar.
Vargasen Brasil, del general H. Morínigo en Paraguay, Sus opiniones divergentes, en primera aproxi-
del general Ibañez en Chile, pero también el auge del mación, podrían explicarse por dos tipos' de fenóme-
Frente Popular en Chile, el peronismo argentino, el nos complementarios:
APRA de V íctor Haya de la Torre, el gobierno de a) la diferente ubicación de sus textos en
Lázaro Cárdenas en México, el de Grau San Martín en el período: mientras Romero escribe en 1940, antes
Cuba, etc .... Se trata, de algún modo, del intento de del triunfo peronista y en un momento en que se
configurar burguesías nacionales aprovechando el expresa tendencia1mente y con fuerza el auge 'nacio-
debilitamiento de las estructuras de dependencia nal' argentino (gobierno de Agustín P. Justo), lo que
sostenidasy profundizadas en nuestros países desde el lo hace optimista respecto de la construcción de una
sigloXIX. Este surgimiento nacionalista, industrial y 'nueva sociedad europea' incluso con sus filósofos,
populista, se manifestó en Brasil, Argentina, México y Frondízí escribe en 1948, finalizada la Guerra Mun-
parcialmenteen Chile. dial y con un imperialismo en condiciones de resar-
Es en el contexto de este proceso de apertura cirse ampliamente de sus abandonos y debilidades
en las relaciones intracontinentales, de configuración circunstanciales. Los nacionalismos encontrarán su
de un mercado interno con sus causa-consecuencias ocaso definitivo al abrirse la década de los cincuenta y
económicas,socialesy políticas, que se da la polémica se hará cada vez más patente que el único desarrollo
ideológica acerca de la existencia de una filosofía posible para 'nuestra' fílosofía es la que sea 'sin más',
iberoamericana, polémica que encuentra sus princi- es decir la que se pliega ideológicamente a las
palesactores precisamente en México y Argentina. metrópolis culturales de Occidente (Frondizzi). El
El contexto propuesto permite también aclarar, sueño de Romero de la 'nueva Europa' , Argentina, en
en parte, las divergencias de Frondizi y Romero. cambio, sufrirá un contundente revés.
Veamoslas últimas. b) diferente posición histórico-personal;
mientras Romero es un ex-europeo (Sevilla) autodí-
a) su impresión general de encontrarse
dacta, interesado psicológica e ideológicamente en
ante un período nuevo, que no saben explicar pero
encontrar su propia 'normalidad' perdida en el Nuevo
que les lleva a emitir opiniones acerca de la posibili- Continente, hecho a imagen y semejanza del antiguo,
dad de un filosofar iberoamericano. y que tiende, por tanto, a identificar el pasado con el
b) ambos señalan que América Latina se
presente (de aquí que no advierta la radical incon-
encuentra en un período de 'aprendizaje' filosófico secuencia de su filosofía iberoamericana surgiendo
abierto, en parte, por obra de los 'fundadores'
(irracionalistas,bergsonianos) que, por ello mismo, no
son considerados integrantes de la 'normalidad filosó- (lO) Así, Romero se refiere a la figura admirable
fica'. Esta caracterización -respetuosa y agradecida y patriarcal de Alejandro C. Deustua (1849-1945), un
pero distanciadora- responde, parcialmente, a la pensador aristocrático y antiindígena del Perú (106, 123) Y
necesidad de una fllosofía más identificada con las señala que los 'fundadores' contribuyeron de varios modos al
progreso espiritual de sus patrias (106, 133); Frondizi por su
características de una burguesía en ascenso propia del parte, indica que casi la totalidad de los pensadores represen-
periodo (kantismo, positivismo). Frondizi es explíci- tativos de nuestra América son maestros del saber y de la
to en este punto al disculpar al positivismo por su virtud (109, 170).
118 HELIO GALLARDO

simplemente de un proceso de acumulación, Frondizi el pensamiento de Olarte respecto del objeto filosó-
es un argentino (Posadas), un latinoamericano espe- fico: ¿si postulamos una filosofía americana, exigire-
cializado en la metrópoli (Michigan, USA), interesado mos también una ciencia americana? (107, 207).
en ganar status cultural o en mantener lo más posible Acerca del método señala Olarte que la preci-
alejado de él a sus posibles rivales o competidores en sión técnica es consustancial al filosofar y que a los
el campo de la filosofía. Cuando los obreros argen- pensadores americanos les resulta imposible prescindir
tinos, en 1946, exigen y obtienen la consolidación de los instrumentos para filosofar actualmente vigen-
política de Perón, Frondizi debe exiliarse. Por ello, tes en el quehacer filosófico occidental. Ello implica-
para él, la filosofía tendrá que ser tarea de pocos y ría inventar otra lógica y otros instrumentos que sean
esforzados y se ubicará en un período indeterminado también "americanos". Luego, desde el punto de vista
"más adelante" (109, 166) Y se agrega que deberá ser del método resulta imposible un filosofar americano
"filosofía sin más". En un simil, se trata del nuevo (107,207).
rico que acaba de comprar un título de nobleza En cuanto al sujeto fílosofante indica Olarte
(filosófico) y que alardea ante sus ex-paisanos del que él no es engendro exclusivo de su tiempo y de su
árbol familiar del que ahora procede. lugar geográfico, sino más bien resulta condicionado
por los elementos universalizantes que porta precisa-
Sin embargo, sus divergencias y coincidencias mente la cultura que lo determina en su vivir
posibles y probables no pueden hacemos olvidar que filosófico (107, 207). En otras palabras, se fílosofa
sus opiniones centrales se muestran incapaces de porque se es occidental o humano y no porque se es
configurar radicalmente el problema que intentan argentino, peruano o rumano. El sujeto que filosofa
resolver. Su actitud pre-filosófica, pre-cuestión, se es producto último de culturas de gran alzada(107,
resuelve entonces en la respuesta dogmática, subjetiva 207). Para la construcción de una filosofía americana
y voluntarista en la cual los propios deseos o haría falta que el sujeto filosofante hiciera del
prejuicios e intereses son confundidos con el aconte- ser-americano el ser ontológico por excelencia, es
cer objetivo de la cultura. Se trata, recordando a los decir que en la práctica se transformara en un jonio
griegos, de un ejercicio bárbaro del filosofar. cosmólogo (107, 207), de modo que su ser-america-
no-Sujeto le permitiera, desde su perspectiva, recons-
truir toda la Humanidad. Termina Olarte señalando
TEODORO OLARTE: que, pese a que esto se ha planteado más de una vez
LA CONCEPCION MET AFISICA en América, no por ello el pseudo-proyecto gana
alguna seriedad (107, 207).
La tesis central del pensador hispano-costarri- La conclusión del texto de Olarte ilumina los
cense T. Olarte respecto de la posibilidad de una anteriores planteamientos con una síntesis que condu-
filosofía 'americana' (107) es que ella es imposible ce al lector a los supuestos desde los cuales él funda
debido a problemas referidos a los factores básicos del sus argumentos: "La integralización por medio de la
quehacer filosófico: el objeto, el método y el sujeto creciente y efectiva solidaridad universal, tanto en el
(107,205-207). pensar como en el sentir, hace que tanto el objeto de
Respecto del objeto señala Olarte que el "ser la Filosofía como el filosofar se universalicen, imposi-
americano" no está definido y que existe un desacuer- bilitando la provincialización de la Filosofía. Si lo
do fundamental entre los pensadores que trabajan en anterior empieza a ser valedero para el mundo entero
este sentido (l07, 206). Ello impide que el concepto de hoy, hace tiempo que lo es para América respecto
'americano' posea una connotación precisa o unívoca del orbe occidental".
lo que afecta al ser mismo de la 'filosofía americana'. "El pensamiento filosófico americano, si sigue
Por el contrario, si se quiere reducir 'lo' americano a esos derroteros de la universalidad perenne, podrá,
lo trágico y pasional (Iberoarnérica) o a lo épico y con su acento americano, decir palabras interesantes y
pragmático (Norteamérica-USA) entonces se arriba a aún necesarias para esa cultura. No somos esclavos
una antropología culturalista pero nunca a una sino iguales e incluso, alguna vez, superiores a los
Filosofía (l07, 206). Desde otra perspectiva, puede demás. Tal es el único horizonte auténtico y honrado
considerarse a la "historia americana" como objeto de que cabe asignar a la filosofía "americana" (l07,
la reflexión filosófica. Pero para que ella pueda ser 207-208).
objeto de tal meditación es preciso que sea solamente
historia; al ser historia americana recorta su objeto y Los argumentos y la conclusión olarteanos
deja de ser Filosofía (107, 206). Una analogía cierra permiten, decíamos, develar, al menos parcialmente,
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 119

el sentido de su pensamiento. La "fílosofía america- anti-humanidad contemporáneos. ¿Cómo es posible


na" se presenta- en su argumento como imposible que Olarte indique entonces el proceso de integra-
porque la Filosofía es totalizante en un doble lización como argumento fundamental en su intento
sentido: respecto del sujeto y del objeto. En verdad, de entregar a la filosofía una sola posibilidad de
en este sentido la Filosofía no es sino la relación que existencia? La respuesta, y no es culpa nuestra, está
existe, entre el Ser y el Hombre (Objeto-Sujeto) en la misma pregunta: porque para Olarte sólo existe
entendidos a través de la relación abstracta cuya una Filosofía, una Historia, una Racionalidad, y ellas
sistematización constituye la Metafísica. Este carácter son las del Hombre Occidental. Y, al mismo tiempo,
metafisico está presente en toda la argumentación de esa Filosofía, esa Historia y esa Racionalidad son
Olarte. Señalémoslo en dos instantes de diferente 'puras'.
importancia: Pero entonces el fundamento de su argumen-
a) su argumento respecto del "ser ameri- tación en contra del etnocentrismo (107, 202) mues-
cano" supone una 'naturaleza' americana es decir un tra su inconsistencia incluso dentro de su propia
ser ya dado que permite atribuir 'lo' americano a argumentación: en efecto, la Filosofía que él señala es
otros existentes también pre-existentes. Este enfo- sólo el filosofar occidental; ¿qué ocurre entonces con
que niega el carácter (posiblemente) histórico del ser el pensamiento indostánico y brahmánico't ¿con qué
americano y el papel que el filosofar pueda jugar en el criterio se les puede excluir del campo de la filoso-
des-cubrir-se el ser americano. Lo filosófico y lo fía? Objetivamente, existe un criterio, pero él es
americano aparecen entonces como dos entes (o histórico y por tanto Olarte no puede recurrir a él.
instancias) ya definitivamente (naturalmente) atribuí- Tiene que ser un proceso generado en el interior
das y separadas de modo que su conjunción resulta mismo de la esencia (concepto) de la Filosofía que
contradictoria; en efecto, 'lo' americano es lo histó- Olarte sostiene. Un factor inmanente. Sin embargo, y
rico, 'lo' fílosófico, lo metafísico. Las categorías de a este respecto, ya el planteamiento de Olarte
Olarte muestran así su carácter pre -confígurado y contiene su propia negación de facto, Olarte indica
unilateral, abstracto. que si la integralización "empieza a ser valedera para
b) la concepción metafísica se hace más el mundo entero de hoy, hace tiempo que lo es para
patente todavía en la conclusión; en efecto, Olarte América respecto del orden occidental" (107, 108).
comienza su argumento señalando hacia un proceso La cuestión que surge es que la integralización
de integralización que se realiza por medio de la presentada en términos de una sola Historia, una sola
creciente y efectiva solidaridad universal. Se trata de Cultura, una sola Filosofía, un solo Hombre, necesita
un texto publicado en 1959 y que nos sugiere un ser siempre actual; un ahora-siempre-ya. De 10
mundo que es precisamente el mundo inexistente; el contrario el antropocentrismo indica hacia jerarquías
mundo real de la segunda mitad del siglo XX es un o niveles entre los hombres y las culturas, negando
mundo en que el sistema capitalista muestra histórica- incluso la posibilidad efectiva del proceso de integra-
mente su proceso de desintegración económica, polí- lizacion, ¿Por qué y cómo la integralización entre
tica e ídeológica expresado, por ejemplo, en la paz diferentes-radicales? Este camino es peligroso y por
mediante el Terror Atómico, en la Guerra de Viet- desgracia no sólo para el pensamiento. Pero la
nam, en el aumento de la miseria, de la cesantía, del conclusión del argumento de Olarte puede ser ex-
analfabetismo y de la insolidaridad en la mayor parte puesta de una forma todavía más paradójica: la
de los pueblos del mundo. Sobre la mitad del siglo, filosofía iberoamericana no ha existido nunca ni
africanos y asiáticos han logrado romper -fundamen- existirá jamás porque ha existido siempre. Pero,
talmente por medio de las armas -la 'unidad' cultural entonces, ¿cómo es que surge la pregunta radical por
impuesta por el hombre blanco. Tal vez se asista, en la filosofía iberoamericana? ¿Cómo es que el iberoa-
esta fase del siglo, al ingreso (descomposición-inte- mericano se siente ajeno de la Filosofía? Estas
gración) de nuevas formas de convivencia humana. En últimas son cuestiones históricas; ante ellas Olarte
realidad la 'integralización' de Olarte sólo puede intenta dos caminos: las respuestas circunstanciales:
entenderse o como el efectivo dominio de las trans- surge por el continentalismo, por el resentimiento,
nacionales en nuestros países y en el conjunto del etc ... (107,203). Estas respuestas no son radicales por
mundo capitalista o como la unidad mundial generada sí mismas, como señala acertadamente el propio
en la capacidad contemporánea de destrucción ató- Olarte. Pero su segunda respuesta es la contestación
mica. Pero ninguno de estos procesos o su conjunción metafísica a que ya hemos hecho referencia. Y la
tiene como signo la solidaridad, por el contrario, ellos Metafísica, ya sabemos, desde Parménides, no ha
son la causa-consecuencia de la explotación y la podido resolver nada que no sea la estéril identidad
120 HELIO GALLARDO

del Ser o del Pensar consigo mismo. Que es precisa- 1) para el caso de las ciencias formales en
mente el punto que Olarte se ve forzado a de-mos- la aceptación de los elementos no-definidos, del
trar, ante cualquier cuestión, en el sentido que todos cuerpo axiomático y de las reglas operacionales. Esta
sus argumentos sólo logran reiterar los criterios que aceptación deriva de la 'conveniencia' de la proposi-
los fundan. ción respecto del objeto (economía, saturacion, con-
Sin embargo, antes de abandonar el mundo de sistencia) pero la expresión 'conveniencia' rebasa el
la metafísica en el que ya hemos visto que el campo de la ciencia formal y señala hacia la cuestión
cuestionar sólo puede 'resolver' reiterando la cuestión '2+3=5' como un problema histórico o cultural.
o, lo que es lo mismo, toda respuesta es simplemente 2) para el caso de las ciencias de la
la apelación al fundamento inconmovible de los naturaleza la verdad objetiva depende del acuerdo
criterios de esa respuesta -en último término una respecto del objeto a observar y de los mecanismos
petición de principio o una declaración de fe- operacionales mediante los cuales él se construye. A
examinemos, con algo más de detalle, las objeciones este nivel la noción de acuerdo conduce a observa-
de Olarte a las cuestiones referentes al objeto, método ciones semejantes a las que se hicieron en el caso de
y sujeto del filosofar (11). las ciencias formales. Sin embargo, como ha obser-
a) respecto de la cuestión del objeto ya vado Lucien Seve, las grandes verdades objetivas
hemos señalado que su objeción principal que descan- establecidas por las ciencias de la naturaleza han sido
sa en que el ser americano, por ser regional, puede siempre objeto y fruto de batallas enconadísímas, sin
conducir sólo a la antropología o a la psicología o al duda alguna ligadas a la lucha de clases (114, 72), es
relativismo, se define en último término por el decir a la historia concreta de formaciones sociales
criterio metafísico de 'naturaleza'; este criterio, hipos- específicas. Recordemos, a modo de ejemplo, los
tasia los conceptos e introduce una forma definitiva casos de Galileo -la Tierra gira alrededor del Sol- y
de enajenación o separación entre la existencia real y Darwin =teoría de la Evolución. En este último caso
el pensamiento. A través de este proceso, y contem- suele olvidarse que gran número de fósiles fueron
poráneamente, el filosofar tendría un objeto único hallados en el siglo XIX a consecuencia de la
que sería el-ser-del-hombre en el sentido de su revolución industrial capitalista y del uso de máquinas
consistencia pura y de la intencionalidad de esa a vapor exigido por el desarrollo intensivo del laboreo
consistencia (Husserl, Heidegger), Se trata, en verdad, de las minas, y que si la selección artificial de las
de la afirmación rotunda de que la existencia es, en plantas y de los animales domésticos ocupó la
última instancia, una forma de conciencia, indicación atención de los investigadores fue porque el desarrollo
que bloquea toda aproximación histórica real al ser de las granjas capitalistas hizo posible y necesaria la
humano concreto y a la Naturaleza y que abre, de racionalización de la agricultura (114, 74)(118) Y de
paso, el camino a lo irracional y a lo místico. la ganadería (12). Estos casos ilustran perfectamente
Sin embargo en el argumento de Olarte existe el carácter de clase que como toda práctica social
otra indicación, por la vía del paralogismo, respecto tiene el conocimiento científico.
de que el objeto del filosofar no puede consistir en el 3) Respecto de las ciencias sociales el
ser americano porque ello supondría la existencia argumento resulta todavía más insostenible; en efec-
posible de una ciencia americana. Tal conclusión le to, en su origen mismo la sociología aparece signada
parece a Olarte, descabellada. Su argumento, en por las contradicciones de clase; por un lado la
verdad, no es sino la fórmula general del ejemplo de sociología burguesa y pequeño=burguesa inspirada en
quienes han sostenido '2+3=5' como verdad universal- Saint-Simon y A. Comte, y por otro lado el
mente válida, cualesquiera sean las condiciones de materialismo histórico, ciencia de la historia y ciencia
cultura, religión, tiempo, etc. La universalidad de las proletaria fundada por Marx y Engels. En la década
proposiciones científicas es, desde luego, una cuestión
discutible. En efecto, su universalidad, que en reali-
dad (históricamente) es su intersubjetividad, depende. (12) Los condicionantes socio-económicos y
políticos de las ciencias no excluyen su propia autonomía
histórica relativa, es decir su proceso de acumulación interno;
si hacemos énfasis en estos condicionantes es porque ellos,
(11) Una discusión más amplia acerca de las tradicionalmente y en nuestro medio, suelen ser ignorados o
opiniones de Olarte respecto del problema de un pensamiento escamoteados de modo que el quehacer y el progreso
iberoamericano y de sus implicaciones ontológicas e históri- científicos son presentados como el resultado de un 'puro'
co-críticas se encuentra en Diálogo con Teodoro Olarte desarrollo interno de las ideas (124) o de la genialidad de los
(123, 170, 184). individuos.
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 121

del 60, precisamente, hemos visto, como conse- ejemplo, el amor al saber atribuible en mayor grado a
cuencia del desarrollo regional de esta última disci- nosotros, y no menos la afición a las riquezas que es
plina, una forma latinoamericana de sociología: la característica de los fenicios y de los habitantes de
teoría (situaciones) de la dependencia. Egipto" (116, 732, énfasis nuestro). La autoafmna-
Podría arguirse, todavía, que la 'universalidad' ción filosófica por negación de los otros que encon-
de los enunciados científicos no deriva del cuerpo tramos en Platón será consolidada y profundizada a
científico -proposiciones científicas- sino que de su otros ámbitos por lo que llamamos desarrollo de la
objeto mismo: las leyes de la conciencia y las leyes de cultura occidental: helenismo, Roma, cristianismo,
la naturaleza; pero ello significaría olvidar o dejar de organización capitalista del mercado y de la produc-
lado el sentido mismo de la palabra 'ciencia' como ción mundiales; en todos los casos se trata de la
conocimiento y su carácter acumulativo, es decir la autoafirmación por la negación de los otros y en
historia de una ciencia determinada o, lo que es lo nombre de una forma superior de humanidad, jamás
mismo, el carácter parcial-objetivo de su verdad. O de la universalidad de lo humano. En nuestra época el
sea que el carácter absoluto que puede atribuirse a la metafísico occidental M. Heidegger ha escrito: "La
acumulación del conocimiento objetivo (real) sólo es ftlosofía es griega en su esencia, no dice sino que
posible si abstraemos sus mediaciones y proyecciones Occidente y Europa, y sólo ellos, son en su marcha
socio-históricas de clase (114, 69, 85) (13). histórica (Geschichtsgang) más íntima, originaria-
b) En cuanto a la cuestión de método, la mente 'filosóficos' . Esto lo atestigua el origen y
historia de la fílosofía muestra que lo único perma- dominio de las ciencias. Porque provienen de la más
nente es la creencia, de cada filósofo o cada época, íntima marcha histórica europeo-occidental, es decir
estimando que su método es el correcto; Platón de la filosófíca, por ello están hoy en condiciones de
(intuición intelectual) -Aristóteles (discurso silogís- dar su específico sello a la historia del hombre sobre
tico), Pascal (corazón) -Descartes (intuición intelec- la tierra" (117, 65). Creo que con esto basta para que
tual), Husserl (intuición eidética) -Bergson (intuición los iberoamericanos, asiáticos, africanos y otros gru-
emotiva), Heidegger (logos místico), etc .... muestran pos 'inferiores' advirtamos la 'universalidad' del sujeto
que en cuestión de método único en ftlosofía y filosófico entendida y expresada por sus oráculos
recordando a Wittgenstein "mejor es callarse" (115, antiguos y modernos (14).
203). En síntesis, la respuesta metafísica al problema
e) en lo que se refiere al sujeto universa- de la existencia de un pesarniento filosófico iberoame-
lizante del filosofar debemos recordar que el mundo ricano no puede resolver la cuestión puesto que
griego surge bajo la idea de ser una humanidad necesita establecer la dicotomía Filosofía-Metafísica
distinta y superior. Estos hombres 'universales' son //lberoamérica-historicidad; al realizar esta opera-
quienes distinguen entre los bárbaros -los otros- y ción -que le viene impuesta por su fundamento- se
los civilizados, es decir quienes participan de la encierra en el círculo vicioso en el que la pregunta por
cultura griega. Un autor, insospechable, en el origen una filosofía iberoamericana significa forzosamente la
de la Metafísica, nos ilustra acerca de la 'universa- pregunta por la Filosofía o su correlato: el Ser del
lidad' con que los griegos concibieron el ftlosofar: Hombre; la cuestión deviene así, abstracta, y la
" ¿Y no tendremos que reconocer por necesidad urgencia y radicalidad histórica de la pregunta son
-añadí- que en cada uno de los ciudadanos se dan anuladas, subvertidas y resueltas por la cómoda
las partes y modos de ser que se encuentran en la incorporación del problema a la Historia de la
ciudad? Es a esta a la que pasan de aquellos. Porque Filosofía Occidental. La cuestión, resuelta en la
sena ridículo pensar que a las ciudades a las que se conciencia, queda así, intocada.
atribuye un carácter ardiente, cual ocurre con las de
Tracia, Escitia y casi todas las de la zona Norte, no les
viene ese carácter de los mismos individuos; o, por (14) Un desarrollo específico y técnico de este
problema puede verse en el estudio de Mario Casalla, Husserl,
Europa y la justificación ontologica del imperialismo (100,
(13) No se afirma aquí ninguna forma de agnos- 16-50). Un estudio nuestro, aparecido en Chile en 1971,
ticismo. Lo indicado es que en una sociedad de clases resulta Tres notas acerca de 'la' filosofía (117), toca el problema
imposible aislar cualquier forma de conciencia y sus expresio- desde la perspectiva de nuestra extemidad de 'la' filosofía; es
nes (proposiciones, enunciados) de las condiciones econó- este aspecto el que alimenta tanto el sentimiento de
mico-sociales, políticas e ideológicas de clase (lucha de frustración del intelectual-fIlósofo iberoamericano como la
clases) en las que ellas se han generado y hacia las cuales se pregunta radical misma ¿existe una filosofía iberoamerica-
proyectan. na? .
122 HELIO GALLARDO

ARTURO ROIG: LAS DIFICULTADES DE b) Alberdi es un constructor de 'ideas'


LA DIALECTICA IDEALISTA O EL acerca de su país y de América Latina. En expresión
FALSO HISTORICISMO del propio Roig "Para estos hombres (Alberdi) Mayo
debía, en cuanto sustancia histórica, ser asumido por
la idea y a su vez la idea ser justificada si se pretendía
Si Olarte señalaba la imposibilidad=innecesa- que ella tuviera realmente eficacia histórica" (119,
riedad del filosofar americano desde consideraciones 537). Es decir, se trata de un pensador del idealismo
referidas tanto al sujeto como al método y al objeto, filosófico entendido a través de una perspectiva
ya el título del trabajo del pensador argentino Arturo idealista. Veremos como ello conduce, irremediable-
Roig "Necesidad de un filosofar americano" (119) mente, a la metafísica.
nos ubica en la perspectiva antagónica. Para Roig la e) Por su propio desarrollo personal, inser-
filosofía americana, entendida como quehacer, no to en las contradicciones de la formación social
sólo es posible sino necesaria. Su posibilidad descansa argentina en gestación, el pensamiento de Alberdi
en el hecho de que el filosofar americano no supone puede ser, en la práctica reivindicado (interpretado)
ninguna prioridad respecto del filosofar mismo; se por casi cualquier perspectiva ideológica contempo-
trata de una filosofía sin más, es decir un filosofar ránea (120, 10). Por ello su pensamiento puede ser
americano (119, 545); su necesidad deriva de que la considerado, positivamente, como multifacético o,
filosofía es el único quehacer que logra poner en negativamente, como ambiguo. Roig reduce a Alberdi
descubierto el horizonte de nuestra significación a una interpretación. Su método de trabajo, pues,
(119,537). explota la vertiente negativa del pensamiento alber-
Para exponer su pensamiento Roig recurre diano.
fundamentalmente al comentario de algunos de los A. Roig comienza por situar el problema
tex tos más importantes de J. B. Alberdi históricamente; la problemática acerca de la posibili-
(1810-1889), uno de los principales constructores dad de una "fílosofía americana" tuvo, para los
teóricos de la sociedad argentina, y cuya obra argentinos, su albor con la Generación de 1837. Esta
muestra, contradictoria pero unitariamente, influen- generación, fuente de la inteligencia argentina, se
cias del liberalismo clásico y romántico, del positi- impuso como tarea inquirir por el sentido de la
vismo y del historicismo. Los textos alberdianos
centralmente comentados por Roig son el Fragmento
Preliminar al estudio del Derecho, escrito en 1837, e proponía un cambio de la sustancia o pasta de que estaban
Ideas para presidir a la confección del curso de hechos los americanos: 'No son las leyes las que necesitamos
filosofía contemporánea en el Colegio de Humani- cambiar; son los hombres, las cosas. Necesitamos cambiar
nuestras gentes incapaces de libertad por otras gentes hábiles
dades, un texto clásico para los estudiosos del para ella ... ; suplantar nuestra actual familia argentina por otra
desarrollo de las ideas filosóficas en Iberoamérica y igualmente argentina, pero más capaz de libertad, riqueza y
que data de 1848. La elección, por parte de A. Roig, progreso'. La inmigración, sobre todo lo inglesa, vendría a ser
de textos de Alberdi no es casual sino que posee una el proceso mediante el cual se trocaría esa sustancia humana:
amplia significación aún cuando en realidad lo que se 'La libertad es una máquina que, como el vapor, requiere para
su manejo maquinistas ingleses de origen. Sin la cooperación
expresa en el estudio es el pensamiento o proyecto de esa raza, es imposible aclimatar la libertad y el progreso
filosófico de Roig. La importancia de la elección de material en ninguna parte'. Pero no se necesitaban únicamen-
Alberdi como mediación para el pensamiento de Roig te ingleses: 'Esta América necesita de capitales tanto como de
alcanza significación al menos en los siguientes población. El inmigrante sin dinero es un soldado sin armas.
Haced que inrnigren los pesos en estos países de riqueza
aspectos: futura y pobreza actual. Pero el peso es un inmigrado que
a) Alberdi es no sólo uno de los construc- exige muchas concesiones y privilegios. Dádselos, porque el
tores de la sociedad argentina moderna sino que lo es capital es el brazo izquierdo del progreso de estos países. Es
dentro de la perspectiva de un liberalismo trasplan- el secreto de que se valieron los Estados Unidos y Holanda
para dar impulso mágico a su industria y comercio. ¿Son
tado. Su figura es indicadora, por tanto, de la insuficientes nuestros capitales para estas empresas? Entre-
necesidad de construcción histórica pero a la vez de un gadlas entonces a capitales extranjeros. Dejad que los tesoros
modelo específico de sociedad (15). de fuera, como los hombres, se domicilien en nuestro suelo.
Rodead de inmunidad y de privilegios al tesoro extranjero
para que se naturalice" (121, 45-46). Es probablemente este
(15) El investigador mexicano A. VilIegas en aspecto del pensamiento de Alberdi el que anima, tendencial-
Reformismo y revolución en el pensamiento latinoamericano mente, la filosofía sin más', es decir nuestra entrega
traza la siguiente imagen de Alberdi: "Fiel a su principio de intelectual sin condiciones al Ser occidental, que propondrá
que todo lo americano es salvaje y todo lo europeo civilizado, Roig (119, 546).
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 123

Revolución de Mayo de 1810, es decir "poner en y pensar según la razón (119,535).


descubierto aquel horizonte de significación en el que El proceso que hace surgir la necesidad-posibi-
estaban nuestros orígenes" (119, 537). Para estos lidad de nuestra ftlosofía puede ser, ahora, sintética-
hombres, empeñados en una tarea de re-construcción mente descrito así: la ftlosofía se propone a sí misma
histórica por la idea, Mayo se convertía en una tarea como objeto de reflexión; al reflexionar sobre sí
filosófica (119, 537). Para ellos inquirir acerca de misma -ftlosofía de la fIlosofía- se descubre como
Mayo era asumido idealmente en tanto sustancia conciencia temporal, como conciencia histórica. Las
histórica pero a la vez fundamentar idealmente esa leyes de esta, la más alta (amplia, profunda) concien-
asunción de modo que Mayo tuviera realmente cia histórica, serán las circunstancias normales del ser
eficacia histórica (119, 537). De este modo la más racional (119, 539). El objeto de esta filosofía fuerte
alta forma de conciencia se concretaba en una praxis estará constituído por las grandes exigencias de la
(119,540). sociedad americana, "nos ocuparemos del problema
En este punto Roig introduce una distinción; la de los destinos de este continente en el drama general
filosoffa en sentido fuerte y la filosofía en sentido de la civilización, principiando por tocar el problema
débil. de los destinos humanos, que es la más alta fórmula
La ftlosofía en sentido débil consiste en esque- de ftlosofía" (119, 543). Nuestra filosof'ía será, pues,
mas fraguados para la lucha o en la erudición pueril una fllosofía de la historia y una filosofía de la
(119, 538). la ftlosofía en sentido fuerte, en cambio, cultura cuyo destino final conducirá a una metafisica
es quehacer reflexivo y racional cuya tarea es funda- del hombre político (119, 543). Por ello puede
mentalmente crítica (199, 538). La distinción entre afirmarse, señala Roig-Alberdi, que "Si lo americano
ellas equivale, según Roíg, a la distinción alberdiana se hubiera referido exclusivamente a la temática de
entre ideas opresoras e ideas liberadoras. La idea América, la filosofía americana de Alberdi hubiera
liberadora piensa y piensa sobre lo nuestro de un sido una ftlosofía de la historia y una ftlosofía de la
modo propio. Las ideas liberadoras conducen a la cultura; mas, al haber comprendido también al sujeto
enmancipacion íntima (119, 539), es decir al doble en la significación de lo americano, fue un ftlosofar de
proceso constituido por la denuncia de la enajenación todo tema -dentro del cual podía o no entrar como
y por la búsqueda de la identidad. El programa de contenido objetivo lo americano- llevado a cabo
nuestra ftlosofía queda así no sólo esbozado sino desde un horizonte de comprensión singular, como
también exigido: "Pues que la ftlosofía en cuanto función de la existencia americana" (119, 545). Por
fruto de una acción que le es propia, a saber, el ello nuestra ftlosofía es un filosofar americanamente,
filosofar, se da hincada en la temporalidad. Podemos es decir el lograr la más alta conciencia crítica y
estudiar la filosofía en su naturaleza absoluta, es decir reflexiva desde (en) nuestra situación histórica. Queda
con prescindencia de una referencia al tiempo, pero así aclarado el sentido del título del trabajo de Roig:
también podemos y debemos abordarla desde su la necesidad de un filosofar americano se torna
propia y sustancial historicidad. Y esa no será la ineludible porque sólo él nos transforma o funda
ftlosofía sino nuestra filosofía, la filosofía americana" como hombres y como pue blos.
(119,539). Esta nuestra ftlosofía, es decir nuestra forma de
El objeto de esta filosofía será, en último hacemos históricos supone la negación dialéctica de la
término, realizamos como seres humanos: "De este filosofía absoluta o universal y la consiguiente afirma-
modo gracias a la temporalidad, la filosofía funda la ción de la filosofía positiva o incompleta: "Una
posibilidad de la libertad. Mediante su hincamiento en 'filosofía universal' sería un saber despojado de toda
el tiempo nos hacemos nosotros mismos, nos diferen- referencia a tiempo y espacio, que pretendería valer
ciamos de los demás, alcanzamos una sustantividad. abstractamente sobre todos los hombres y todos los
La fílosoffa es la toma de conciencia de nuestra pueblos, sin tener en cuenta sus propias leyes de
alteridad respecto de los otros, con toda la responsa- desarrollo histórico. Tal ftlosofía no existe" ... "Para
bilidad que esto supone, es decir, la libertad" ( ...) Alberdi lo 'absoluto' supone dialécticamente lo 'rela-
"Todas las formas de libertad se apoyan en esta tivo': podemos y debemos pensar acerca de la 'razón
'libertad fllosófíca' que no consiste en una mera de ser de todas las cosas' sin referimos a su
declaración de 'libertad de conciencia', sino en la temporalidad, mas, el solo hecho de poner esta
libertad que tenemos de mirar lo propio con ojos consideración, nos lleva necesariamente a poner la de
propios, la que bien vista no es sólo libertad sino su imbricación en el tiempo y en el espacio. El
también obligación y compromiso" (119, 539). Y planteo de un saber 'absoluto' -es decir, de un saber de
esta libertad será, en opinión de Alberdi-Roig, obrar las cosas sin referencia a lo otro, que en el histori-
124 HELIO GALLARDO

cisma romántico es temporalidad con toda la fuerza 4.- Lo americano queda, pues, abierto a
que pueda concedérsele- no es nada más que un lo universal, y el "filosofar americano" aparece de
momento metodológico" (119, 541-542). Nuestra este modo como una de las tantas vías de acceso en
filosofía será pues cuestra forma de radicamos en lo que la filosofía, a través del tiempo, se ha venido
incompleto, es decir en 10 histórico (119, 543). haciendo (119,547).
Desde este planteamiento Roig precisa su con- Si examinamos con atención, ahora, el trabajo
ceptualización acerca del problema de una filosofía de Roig, encontraremos que las diferencias con la
iberoamericana; él puede ser reseñado en los siguien- posición ya conocida de T. Olarte se refieren princi-
tes puntos: palmente a los mecanismos de aproximación a la
1.- Lo americano no sólo se refiere a la temática; el reconocimiento del carácter histórico de
temática americana sino que involucra en ello al toda conciencia en Roig conduce, finalmente, a
sujeto; la regionalización temática se abre a la enfrentar a esta conciencia histórica -griega, argen-
universalidad desde el punto de vista del sujeto (119, tina, medieval, moderna, contemporánea, burguesa,
545). Por ello nuestra filosofía será, primero, filosofía proletaria- con un objeto universal (los fílosofemas)
sin más, cuyo sentido Roig describe así: "nuestra abstractos: el ser, la muerte, la existencia, la voluntad
responsabilidad primera es la de mirar a los filoso- en-sí, etc. En este pseudo proceso dialéctico la
femas de validez objetiva, que valen y valdrán siempre conciencia histórica se niega a sí misma como tal
por sí mismos, con prescindencia de que sean griegos, conciencia y se transforma en conciencia abstracta,
alemanes o argentinos" (119,545). los temas de la filosofía americana se transforman en
2.- De este modo, el rechazo o aceptación la reflexión de un argentino universal o de un
de los temas americanos =aunque 10 primero pueda boliviano universal acerca de la inmanencia o trascen-
implicar una "lamentable carencia de sensibilidad" dencia de la conciencia. La expresión misma =tomada
(119, 545}- no resulta obligatoria para el filosofar de Alberdi- acerca de la filosofía 'incompleta' como
americano en la medida que 10 que define a éste es la nuestra filosofía, es decir la filosofía históricamente
actitud humana encarnada y su toma de conciencia situada, señala hacia el carácter ideológico de esta
(realizar filosofía sin más y como función existen- forma de enmascarar al sujeto universal abstracto
cial=histórica), Declarar que la fllosofía americana 10 propio de la metafísica; 10 incompleto se resuelve,
es porque en ella se habla de lo americano es caer en positivamente, en lo completo, es decir en el Objeto
el tropicalismo (119, 546). La filosofía es universal. Abstracto (el Ser, las Leyes Universales de la Razón,
3.- Sin embargo, la conciencia siempre es etc.) cuyo único correlato aceptable es el Sujeto
histórica. Pero no existen temples diferenciales que abstracto. La filosofía americana consistirá, pues, en
permi tan distinguir a una humanidad (conciencia) decir a Platón en cuanto Platón, no en cuanto griego;
europea respecto a otra americana (119, 546). El en decir a Heidegger en cuanto Heidegger, no en
hombre, ontológicamente, (conciencia) es sólo la cuanto alemán ubicado en la disolución del pensa-
Humanidad (16). miento burgués; en decir a Kant en cuanto Kant,
etc .... Pero entonces la dialéctica idealista muestra su
(16) Es claro que los puntos L y 3 presentan absoluta insuficiencia histórica; 10 que Platón dijo en
contradicciones tanto con los planteamientos generales ante- cuanto Platón es para nosotros irrelevante; solo es
riores de Roig como con el pensamiento de Alberdi, incluso significativo 10 que expresó en cuanto griego, es decir
con los textos citados en esta ocasión por Roíg, En efecto, en cuanto portador de una cultura y de una determi-
este último realiza un paso teórico-ideológico que no se
nada formación social; lo mismo vale para todos y
encuentra sino como tendencia histórica en Alberdi: la
identificación del sujeto histórico concreto con lo occidental. cada uno de los ejemplos; lo que interesa a la
Este movimiento, que anula el sentido positivista del pensa- conciencia históricamente situada son las formas y
miento alberdiano, permitirá a Roig transitar hacia la regiones de las prácticas anteriores históricamente
metafísica: seremos iberoamericanos haciendo Metafísica. El situadas o, 10 que es lo mismo, relevantes en nuestro
pensamiento de Alberdi se moviliza en sentido contrario
proyecto histórico. Pensar 10 universal de Platón
respecto de esta cuestión. Precisamente una interpretación
diferente del pensamiento de Alberdi puede encontrarse en el equivale a pensar Lo Mismo, es decir 10 inexistente o
estudio de M. Casalla El hombre latinoamericano y su 10 ideológico de Platón: Parménides o la Historia de la
proyecto de filosofar (122, 20-46) en el que este pensador Filosofía; esto no puede hacerse desde ninguna
argentino, enfatizando el carácter histórico-positivo del conciencia histórica, desde ninguna praxis; es un
pensamiento alberdiano lo interpreta en función de la
creación de un pensamiento filosófico latinoamericano autó-
proyecto que sólo funciona en el plano de 10
nomo. El texto citado por Casal la es, casualmente, el ideológico y de lo indeterminado, de 10 a-histórico.
Fragmento Preliminar al estudio del Derecho (122, 20-22). ¿ y cómo es que el proyecto historicista=dialéc-
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 125

tico de Roig-Alberdi desemboca finalmente en 10 que podría desembocar, por ejemplo, en la


ción
metafísico? El mecanismo es sencillo; el sujeto creación de mitos raciales y por tanto en otras formas
histórico alberdiano encuentra su ser-real en el de alienación" (119, 546), Olarte ha estimado delez-
Sujeto Universal de Roíg. A este Sujeto Universal (la nable la argumentación del autor venezolano remi-
Razón o el Espíritu Universal-Occidental) sólo puede tiéndola, en último término y en el mejor de los
oponérsele un Objeto Abstracto Universal. De este casos, a una antropología psicologista o culturalista
modo nuestra forma de ser iberoamericanos (necesi- (107,206).
dad-posibilidad de la fílosoffa iberoamericana) se Sin embargo, los estudios de Mayz Vallenilla,
muestra como el proceso mediante el cual nos pese a la oposición que encuentran incluso al interior
identificamos con 10 occidental, es decir nos hacemos de la filosofía clásica, resultan interesantes al menos
iguales. Ser Roíg, en realidad, es ser Platón. Ese es elpor dos factores:
proyecto de la filosofía sin más. Curioso modo de a) permiten reconocer sin dificultad el
carácter ensimismado e irrelevante respecto de toda
justificar, a través de la filosofía clásica, el proyecto
histórico de Alberdi de hacer de Argentina y ojalá de praxis que asume el subjetivismo contemporáneo
América Latina una Nueva Inglaterra. El resultado (idealismo fenomenológico)
'liberador' de su ideario: incorporar-nos al mundo b) introducen al carácter irracional, reac-
'civilizado' ha mostrado durante todo este siglo sus cionario y contemplativo en que se funda la herme-
consecuencias nada 'ideales': la dependencia, el sub- néutica existencial heideggeriana.
desarrollo y la colonización. En cuanto a las obje- Acerca del punto a nos ilustra la Introducción a
ciones filosóficas al planteamiento final de Roig ellas la conferencia que Mayz entregó en 1955 bajo el
son semejantes a las que se plantearon a la respuesta título de "Examen de. nuestra conciencia cultural".
metafísica: la dialéctica idealista no puede abordar Se trata de un texto que permite seguir perfecta-
(configurar) un tema que sólo puede resolverse a mente, aunque de modo algo grueso, el camino que la
través de una praxis filosófica. Acotar con 'mayor historia del fílosofar ha recorrido desde Platón hasta
precisión' el problema -en el sentido que 10 hace nuestros días: la reducción del mundo real a la (mi)
Roig- en lugar de aclarado, s610 conduce a su conciencia, ideologizada tentativa que una exasperada
desplazamiento, a una pseudo historia y a su defini- pequeña-burguesía no-propietaria y dependiente
tiva a-significación respecto de la cultura y del llevará en nuestros días hasta sus últimas consecuen-
filosofar iberoamericanos. cias de irracionalidad. Acompañemos a Mayz Valleni-
lla en este proceso mágico en el cual la subjetividad se
E. MAYZ VALLENILLA: transforma en la determinación de todo 10 existente;
LA IRRELEVANCIA HISTORICA el tema es el examen de nuestra conciencia cultural:
DEL SUBJETIVISMO EXASPERADO a) como la expresión "examen de nuestra
conciencia cultural" resulta equívoca en la medida
que puede referirse a la conciencia cultural de
Es probable que sea difícil encontrar un mejor Latinoamérica o a la propia e individual conciencia,
ejemplo de la esterilidad que asumen las formas Mayz Vallenilla comienza por dejar muy en claro que
pseudo-reflexivas de la filosofía clásica respecto del su tema es la conciencia cultural latinoamericana
pensamiento iberoamericano y del pensamiento en (125,15).
general que la obra del venezolano E. Mayz Vallenilla b) Pero hablar de "nuestra cultura" =indi-
compilada por la Universidad Central de Venezuela ea Mayz- es hablar de nosotros mismos, en la medida
bajo el título de El problema de América (125). En que la cultura es una estructura fundamental del
esta obra, de 112 páginas, Mayz Vallenilla acomete, mundo circundante en que estamos insertos como
fundamentalmente a través de la hermenéutica heíde- seres en el mundo que somos; por ello hablamos de
ggeriana, dos cuestiones centrales: el significado de cosas que forman un estrato íntimo en sumo grado a
nuestra conciencia cultural y el fundamento y progra- nuestro más íntimo ser (125, 16).
ma de una filosofía 'original'. Sus esfuerzos en este c) Entonces, si se habla de "conciencia de
último sentido le han merecido la crítica negativa de la cultura", siendo esa cultura nuestra, según se ha
al menos dos de los autores que ya hemos reseñado; visto en b, toda conciencia que de ella se posea ha de
mientras el argentino A. Roig indica que "No hay ser nuestra conciencia. "Lo subjetivo es por tanto un
temples diferenciales que permitan distinguir a una factum esencial desde el cual ha de partirse en la
humanidad europea de otra americana" y que "Soste- meditación inicial de esta conferencia" (125, 16). El
ner 10 contrario, implicaría introducir una relativiza- examen de nuestra conciencia cultural se transfor-
126 HELIO GALLARDO

mará así en examen de conciencia que intenta Pero, pernútamos que, al menos, Mayz nos
encontrar el sentido de aquello que ya existe como comunique la experiencia de su examen de conciencia
dato (125, 21). i. Qué es lo que le muestra su examen de conciencia al
d) El punto e nos ha indicado que el pensador venezolano? Pues le muestra que es un
examen de conciencia cultural ha de apoyarse necesa- no-ser=todavia, una expectativa (125, 51). De este
riamente sobre nuestra propia y personal conciencia modo la cultura latinoamericana será, por su relación
"ya que somos los sujetos que vivimos y gestamos con el pasado, por su estar en el puro-presente, un
nuestros quehaceres culturales dentro del horizonte no-ser-todavía, una expectativa, un sentirse al mar-
de ese mundo intersubjetivo que es la cultura latinoa- gen de la historia y un actuar con un temple de
mericana (125, 16-17). Pero esa subjetividad debe, radical precariedad (125, 48). Y no es en absoluto
además, entenderse en su acepción trascendental, es extravagante que sea este el resultado de su examen
decir como creadora de obje tividad (125, 17). de conciencia. Porque esta conciencia (sentimiento)
Se ha llegado así al punto que se quería-tenía de la radical precariedad es precisamente el temple de
que demostrar. Es decir al punto en el que hablar conciencia de la pequeña burguesía pseudo intelectual
acerca de la conciencia cultural latinoamericana -que y no-propietaria (17) incapaz de proyecto histórico
cualesquiera sea el ente de que se trate siempre viable y condenada a reproducir patrones culturales e
supondrá un contenido objetivo- no significa sino ideológicos que, desenraizándolos, los anulan en
hablar de mis contenidos de conciencia que, finalmen- cuanto hombres y en cuanto intelectuales. Esta
te, fundan, esa misma conciencia latinoamericana y conciencia de la precariedad, de la irrelevancia,
con ello, en sentido estricto, la cultura latinoame- respecto de todo proyecto histórico es, ya lo hemos
ricana a la quería referirme. Mi conciencia es, por visto, una característica de 'nuestros' trabajadores
tanto la conciencia latinoamericana; mis contenidos intelectuales (101, 10) y, según señala Salazar Bondy,
de conciencia, los contenidos reales de la historia de 'nuestros' filósofos (108, 42-43). Por esto núsmo,
cultural latinoamericana. 0, en otras palabras, Mayz y con cierta ingenuidad-complicidad, Mayz fmaliza
Vallenilla (su conciencia) es la cultura latinoameri- su conferencia con un rotundo" ¡No lo sé! " (125,
cana. 51) cuando intenta resolver el sentido de la estructura
Semejante conclusión parece un despropósito; existencial del latinoamericano visto por su concien-
pero no aparece (semeja) como tal cuando se declara cia. Pero este 'no lo sé' muestra en su articulación
que en mi conciencia se da la voz de la historia (125, precisamente la incapacidad de praxis, la reducción de
27) que tiene como pre-existente el ser humano la autoconciencia enajenada a su propio mundo que,
histórico (125,27), voz de la historia que se dirige al en el caso de Mayz Vallenilla, es el mundo de la
hombre revelándole su historicidad (125,28), es decir estática precariedad de la conciencia generada por
la necesaria conexión de nuestro Presente con lo otros, mandada por otros, la radical inadecuación de
Pasado y con lo Porvenir (125, 29). En otras palabras, la conciencia mestiza que quiere saberse (asumirse)
en el examen de conciencia se da (funda) nuestra europea. Para esa conciencia no existe proyecto
(nuestra) historia (historia). Y esta es la terminología, histórico, sólo el sueño ideológico de realizar su
'teórica' que adopta la exposición de Mayz Vallenilla. existencia a través de Heidegger, es decir a través de
Resulta evidente que, aún regalando los supuestos Europa. Distinto sería, probablemente si el 'examen
ideológicos de la exposición -primacía de la concien- de conciencia' lo hubiese realizado el campesinado
cia sobre el ser, dicotomía entre individuo y sociedad latinoamericano, o el proletariado urbano y núnero,
y negación de esta última, carácter a-histórico de la en cuanto clases. Aquí la conciencia de la precariedad
conciencia, inmanente capacidad de la conciencia (que nunca resultaría de un puro 'examen de concien-
para conocerse sin condicionarnientos- las conclu- cia') señalaría hacia formas específicas de praxis. Pero
siones a las que llega ,Mayz no son aceptables para eso sería juzgar la historia. Que es precisamente el
ningún existente concreto precisamente por los "peli- camino-método que Mayz Vallenilla, pese a su jerga,
gros" que el mismo Mayz señala respecto de su no puede-quiere, es decir, está imposibilitado de
subjetivismo (125, 17) y entre los cuales, por citar recorrer.
sólo uno, se incluye el bloqueo de toda comuni- Por ello mismo es que su estudio, destinado a
cación. iluminar el 'problema de América' carece de toda
referencia histórica concreta aunque en él se enfatice
(17) La frustración del intelectual, trabajador la noción abstracta de historicidad. Por ello también
intelectual, latinoamericano no es sino una forma específica es que en este tipo de discurso lo político, lo
de la frustración pequeño-burguesa (101, 14). econónúco y lo social se ocultan tras la careta
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 127

ideológica de 'lo vital' o el 'temple existenciario' nuestros trabajadores intelectuales puede descompo-
como en la interpretación que Mayz realiza acerca del nerse, en verdad, en dos momentos, ambos asignados
criollismo (125, 39). por la noción de irrelevancia:
Pero el subjetivismo conduce también a la a) su obra es irrelevante respecto de su
irracionalidad en la interpretación de la historia y en propio ser; no les resulta posible construirse como
la proyección de la existencia. Citemos, para introdu- humanos (praxis) a partir de una conciencia enajena-
cimos, un texto que revela el carácter riguroso-para- da, ideológica, anti-histórica.
dójico-cómico en que se resuelve la búsqueda que la b) por ello mismo no tienen nada que
'propia' conciencia hace de sí en su intento de decir respecto de la filosofía que, incluso dentro de su
conformar-comunicar la realidad; la cuestión es la marco de ideologización, supone originalidad, reali-
pre~unta por el ser americano. Se trata, por tanto, de zación del sí mismo, no portación del otro o de lo
decidir el encuentro de las fuentes de nuestra origina- otro.
lidad ¿cómo precisar nuestra raíz histórica? : "El ser Estas dos notas comprenden (suponen) el dis-
del latinoamericano no puede revelarse súbitamente, tanciamiento entre el filósofo y la comunidad; este
ni por obra de un discurso intelectual preparado a distanciamiento. no es sino la formulación social de la
priori. Como ser histórico que es, él necesita irse necesaria irrelevancia íntima del pensador enajenado
revelando pacientemente en el tiempo y en la historia. o ideologizado; incapaz de encontrar su ~í mismo su
Atentos sí debemos estar para descubrir e interpretar palabra es sencillamente eso: su palabra, es decir la
aquellas manifestaciones que lo anuncien. Para cum- irrelevancia misma (18).
plir esa tarea nada mejor que atender a los poetas: La segunda cuestión central propuesta por
instrumentos del ser y portadores de sus misterios" Mayz respecto del problema de nuestro pensar y
(125, 60). De modo que ya estamos enterados los nuestro ser americano es la noción de expec tativa
latinoamericanos; para encontrar-nos en la historia como temple fundamental propio del hombre ameri-
no debemos referirnos a nuestras concretas prácticas cano (125, 73-79). Este temple, surgido al examen
económico-sociales ni políticas ni ideológicas, ni fenomenológíco desde la noción de no-ser-todavía,
escudriñar en los periódicos que nos informan de se caracteriza por su distanciamiento de todo temple
ellas, ni recurrir a las ciencias que nos entregan sus de esperanza o de temor y por no sucumbir a la
estructuras, ni acudir a las cátedras en donde se les apariencia de creerse capaz de seleccionar o pre=se-
discute y divulga, ni atender a la política que las leccionar valores de ninguna clase con los cuales
decide, ni etc. ¡Adiós a los esfuerzos de los economis- 'determinar' la realidad que se aproxima (125, 79).
tas, de los sociólogos, de los filósofos, de los
planificadores, de los políticos y hasta de los milita-
res! La estructura de nuestro ser histórico se nos dará (18) Sin embargo, lo irrelevante del pensador
latinoamericano clásico es, al mismo tiempo, su relevancia; en
en la misteriosa y enigmática cotidianeidad subjetiva
efecto, su palabra enmascara, a nivel de élites, en el discurso
del poeta que no sabe lo que dice (125, 61). Y por de los medios de comunicación social, en el aula, en el 'clima
ello será vana ilusión y camino equivocado querer cultural' de los países coloniales, la historia real. La relevancia
reconquistar un pasado que no nos pertenece (¿lo es aquí la palabra que permite el enmascaramiento, la
indígena, la explotación, la segregación, el neo-colo- mantención y la profundización de la explotación y de la
satisfacción antihumana y de la insatisfacción subhumana que
nialismo? ) para fijar nuestra originariedad. "Dejemos se estructuran entre nosotros. Sin embargo esta relevancia es
que América aparezca y la experiencia del ser venga a también precariedad; de hecho, nuestro intelectual sólo habla
la luz a través del tiempo extasiado de futuro" (125, 'para' los grupos dominantes, no habla 'por' o 'en' ellos. Los
62). En otras palabras, abandonémosnos a la historia grupos dominantes no necesitan la palabra del filósofo sino
en el semejante sentido en que se invita a un cantante famoso
occidental que será menos mala (para nosotros) si la
o a un cómico para amenizar una comida o un desfile de
desciframos a través de la cotidianeidad e intimidad modas; el filósofo clásico es periférico al sistema de domina-
de la ultraideológica conciencia del poeta. ción, entretiene, divierte, sofistica la brutalidad, hace recor-
dar a los explotadores que el hombre es también un animal
Tal vez el carácter extremadamente artificioso y débil, que piensa y siente. El filósofo iberoamericano
fútil del pensamiento de Mayz Vallenilla nos permita, completa así su camino de desdicha; su relevancia sólo es
por oposición, reconocer con mayor claridad lo que posible en la estructura misma del poder que lo torna
irrelevante: la dominación de las compañías transnacionales y
Salazar Bondy ha indicado como "frustración de
de las burguesías y ejércitos dependientes: el fusil y el dólar
nuestros intelectuales" y "separación entre quienes no son las herramientas del pensamiento ni de la moralidad;
practican la filosofía y la comunidad" (108,42); para el filósofo-mercanCÍa encuentra así su correlato inevitable:
este efecto el proceso de frustración intelectual de la rnarginalidad de su mercancía-frustración.
128 HELIO GALLARDO

En la expectativa no hay gozoso ni medroso aguardar categorías y caracterizaciones del pensador venezo-
(125, 86) sino sólo un saber que se debe "estar lano acerca de la existencia de 10 latinoamericano. En
dispuesto" para todo (125, 86), un simplemente efecto, el no-ser-siempre-todavía, el esperar sin
"estar en medio de los sucesos" (125, 93) esperando esperanza y sin desaliento, el dejarse ir en la historia,
aquello que ha de advenir, aunque no advenga, y que es la Historia Occidental, resultan categorías
aunque su llegada sea azarosa (125, 98-99); por ello admirablemente lúcidas para postular la defensa del
lo americano se define, según Mayz, como un status, la mantención y profundización de la explo-
no-ser-siempre=todavia (125, 92), es decir en un tación, incluyendo el escape ideológico y mítico: el
estar siempre listos para lo que no se sabe y que advenimiento de 10 fortuito, el azar (125, 98). El
adviene. juego ideológico es, incluso para el lector despreve-
Desde este temple existenciario la ftlosofía nido, casi palpable. La caracterización del "esperar sin
originaria iberoamericana se presenta para Mayz como esperanza", por ejemplo, es directa alusión (realidad)
un contar con el total patrimonio del tesoro ftlosófico al despojo y a las estructuras mismas de la enajena-
acumulado por el hombre (125, 105), el que, a través ción imperialista que produce y reproduce sus condi-
de la hermenéutica existencial de Heidegger (125, ciones de existencia; es por ello que al mismo tiempo
107), nos llevará hasta nuestra originariedad que el "esperar sin esperanza" es el temple existenciario
consiste en nuestra diversa forma de comprender que nos permite ser, que posibilita y etemiza nuestra
(expresar) el Ser (subjetivismo idealista) y por tanto historia, que define (fija) nuestra perspectiva; esperar
de objetivar su sentido (conciencia trascendente) y sin esperanza es, en verdad, la reproducción ídeoló-
hasta sus significaciones categoriales (subjetívismo gica de nuestra subordinación histórica real y la
idealista trascendental, irracionalismo) (125, 108). categorización de las condiciones de su reproducción.
Nuestra originariedad es, pues, nuestra (mi) perspec- Lo que hace Mayz Vallenilla no es sino elevar al rango
tiva respecto del Ser. Señalar nuestra experiencia de categoría ontológica nuestra dependencia y nues-
ontológica originaria -objeto de la filosofía iberoa- tro subdesarrollo, el neocolonialismo, nuestra subhu-
mericana- significará tan solo esclarecer la presencia manidad ... dejando como escape de ella (trascenden-
del hombre americano en la Historia Universal a cia) el camino ideológico del examen fenomenológico
través de su encuentro con el Ser (125, 109-110). de la (propia) conciencia entendida finalmente como
En cuanto a esta última cuestión, ya hemos universal. Es decir la autosubversión de la conciencia
señalado que el idealismo filosófico conduce fatal- explotada que se identifica gozosamente con el Ser
mente a reducir la cuestión histórica" ¿qué es esto del del Explotador.
ser americano?" a la cuestión metafísica" ¿qué es Este planteamiento, extremadamente contradic-
esto del hombre? ", 10 que desvirtúa totalmente el torio y desgarrado, incluso en el marco de la ideología
sentido de la cuestión original. Hemos señalado ftlosófica clásica, resulta fundamentalmente del méto-
también que este desplazamiento de la pregunta do (posición) que Mayz elige para probar su no-his-
original no es sino una consecuencia de que la toricidad y con ello la no-historicidad de 10 iberoa-
pregunta es pensada desde el criterio de lo universal mericano. La hermenéutica hedeggeriana adoptada
de modo que el objeto concreto puesto en la primera por Mayz Vallenilla ha sido efectivamente descrita
formulación se ve necesariamente disuelto en el por Lukács como una de las respuestas reaccionarias a
Objeto abstracto de la pregunta por el Hombre. los problemas planteados por la lucha de clases (126,
Respecto de este punto pues, el análisis fenomeno- 8), respuesta reaccionaria en la que la filosofía, nacida
lógico de Mayz no conduce a ninguna cuestión de las simas profundas de la desesperación de un
significativa dentro de la problemática de una filoso- subjetivismo extremo que se devoraba a sí mismo y
fía iberoamericana ni tampoco-siquiera, como sostie- que encontraba su justificación precisamente en el
nen algunos de sus críticos, a cuestiones de ontología pathos de esta desesperación y en la pretensión de
cultural o individual iberoamericanos; la posición del denunciar como vanas y vacuas quimeras del pensa-
problema por Mayz sólo podría conducir, en el mejor miento todos los ideales de la vida histórico-social,
de los casos, al estudio y reconocimiento del sentido fundada, por oposición, una única realidad existente:
y función de algunas de las formas que asume la el sujetó (126, 399): "Nada se ganaría -dice el
conciencia (ideológica) pequeño-burguesa en nues- heideggeriano Mayz- confiando en la esperanza y
tras específicas formaciones sociales. Pero este desa- creyendo 'que 10 que se acerca' (sea cual fuese nuestra
rrollo excede el carácter de nuestro trabajo. acción) traerá un incremento de valores positivos. Es
Más importante, en cambio, resulta destacar el ello lo que acontece y se trasluce en ese vacío y
sentido concretamente reaccionario que traslucen las peligroso temple de falso optimismo en que parecen
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 129

vivir muchas conciencias, respaldadas por el brillo está de más insistir en que la irrelevancia en términos
engai'iador de las riquezas del suelo americano" (125, históricos (praxis) de este tipo de discursos encuentra
97). Este carácter extraviadamente reaccionario del su correlato en su significación marginal para los
pensamiento de Heidegger con su desprecio por el grupos de la explotación imperialista y capitalista en
entendimiento y la razón, la glorificación lisa y llana nuestros países y en su significación antagónica
de la intuición, la teoría aristocrática del conoci- respecto de los sectores explotados. El subjetivismo
miento, la repulsa del progreso social y de lo social en exasperado construye así sus no-interlocutores pro-
general, la mitomanía, etc. (126, 9), pensamiento que pios: el desdén de los lumpen-Ejércitos y de las
es corre lato de una burguesía europea que se ha lumpen-burguesías y las concretas prácticas histó-
perdido a sí misma y que naufraga entre la ideología ricas de las clases que intentan 'resolver' el 'problema
-expresada por un método 'riguroso' - y la pura de América' que no es sino el problema de su
exasperación -expresada en las prácticas del fascis- existencia y acción como clases y como hombres.
mo-, ha influido en América Latina ya directamente,
ya a través del pensamiento existencial francés o, Pero, dejemos que sea el propio Mayz quien nos
anteriormente, a través de Ortega y Gasset. Esta ofrezca, en toda su desgarrada incoherencia, el resul-
influencia -que de algún modo continúa la ejercida tado de su examen de conciencia y la oferta de un
por H. Bergson- resulta especialmente negativa para programa de acción para el hombre americano y
un continente y para pueblos que en el siglo XX latinoame ricano:
intentan encontrar su faz histórica y aspiran a mejores
y más ricas formas de existencia. Estas más altas "La acción del hombre expectante debe ante
formas de existencia están 'naturalmente' divorciadas todo no dejarse engañar. Para ello sabe, de antemano,
del subietivismo parasitario (126,397) propuesto por que puede ser burlada por el advenir. Esto quiere
una intelectualidad burguesa y pequeño-burguesa decir: debe planear su futuro desde el convencimiento
que se 'ha anulado a sí misma y que ha desembocado o la creencia de que puede ser perfectamente estafada
en el fatalismo, el nihilismo, el quietismo y la en sus prevenciones. Esta acción debe contar con lo
irracionalidad. El pensamiento de Mayz encuentra así fortuito, y, a la vez, debe tratar de dominarlo. ¿Cómo
también su inmediatez histórica; ante pueblos y clases lograrlo? Justamente exaltando la conciencia del
que buscan encontrarse en las estructuras prácticas 'estar preparado' para todo y frente a todo aquello
que los determinan para poder ser sujetos históricos, que se acerca. Lo que se acerca es el Nuevo Mundo y
Mayz, pensador venezolano, proclama la historicidad somos también nosotros mismos en cuanto sus
universal de lo humano abstracto y la incapacidad de moradores. El hombre americano debe saber que este
ser fuera de esperar aquello que ha de advenir; lo Nuevo Mundo no es una realidad ya dada, ni que
intelectual en Mayz es lo irracional; y lo político, su llegará a ser, por sólo azar de la fortuna, una especie
terror a encontrarse con las formas de dominio que de 'tierra prometida' llena de frutos y de bendiciones.
pueda construir y ejercer su propio pueblo; colono Debe saber que el Nuevo Mundo se acerca, pero que,
intelectual, su Problema de América es, por suerte, incluso, en el caso más extremo, puede hasta no llegar
sólo el problema de su propia conciencia enajenada y a ser un 'Nuevo Mundo'. Quiere decir esto que el
desgarrada y temerosa de la historia y de las fuerzas hombre americano debería comprender que se halla
que pueden construirla borrando deftnitivamente con expuesto radicalmente a no tener su Nuevo Mundo.
su acción toda la histérica subjetividad que intenta Oigase bien: a no tenerlo, ya no sólo a perderlo ... ,
conservar y reforzar a un mundo que muere (19). N> pues ni siquiera lo ha ganado definitivamente todavía
como un peculio perdurable y permanente. El Nuevo
Mundo resplandece en su existencia y se le ha
(19) Es precisamente en la década del 50,
mientras nuestro autor nos recomienda 'esperar sin esperanza'
descubierto mediante su radical expectativa. Pero la
que Venezuela da un gran. impulso a la producción petrolera
(M. Pérez Jimenez) y se realizan importantes obras públicas; a
la caída de Pérez Jiménez se reestructuran y fortalecen los siglo XVI, vieron en el Nuevo Mundo una Utopía. En nuestro
partidos políticos y se abren las condiciones para el desarrollo siglo, dos escritores americanos, de distinto signo, han
de una pujante reforma agraria de tipo reformista (R. reafirmado así este mito-deseo: "La palabra americano
Betancourt). En cuanto a! desprecio por la historia y a la designa a un hombre que se define no por lo que ha hecho
pareja creación de mitos, propios del exasperado subjetivismo sino por lo que quería hacer" (O. Paz). Thomas Wolfe señaló,
exístencíal, es necesario recalcar que las nociones de 'expecta- por su parte, que "La verdadera realización de nuestro
tiva' y de 'no ser-siempre-todavía' son simplemente traduc- espíritu, de nuestro pueblo, de nuestro territorio, es algo
ciones de las ideologías europeas y americanas que, desde el todavía venidero" (143, 14).
130 HELlO GALLARDO

expectativa -si bien se la comprende es sólo el ciendo, acaso, que él es un juguete en manos del
Presente de algo advenidero" (20). destino, y, que en el fondo, debe abandonarse a ello y
"Nada más lejano que confundir esto con un resignarse a lo que sobrevenga? " (125, 99-1 (0). Se
oscuro pesimismo. Así como desechamos la esperanza siente uno tentado a contestar afirmativamente a la
-y el infecundo temple de un optimismo duerme- cuestión propuesta por nuestro autor; pero entonces
vela- rechazamos todo pesimismo agorero e infecun- recordamos que quien se encuentra en la desventura
do. El hombre americano puede tener su Nuevo es precisamente Mayz, su conciencia, y que a esa
Mundo (como de hecho ya es posible comprobarlo), desventura lo ha conducido su subjetivismo exaspe-
pero el mantenerlo definitiva y permanentemente rado y portador de clase que lo lleva a negar la
depende íntegramente del sentido de su acción ¿Pero (tendencial y objetiva) racionalidad de la historia y
cómo actuar si no sabemos incluso lo que debemos con ello el sentido mismo de lo humano. Pero
hacer? ¿Es esto cierto? ¿No es el 'estar preparado' dejemos que él mismo concluya su propio ideario
una forma ya de acción? " práctico:
"En efecto, esta es nuestra última consecuencia. "La palabra 'resignación' debe ser proscrita del
La acción del hombre americano debe ser un 'estar alma americana, si cabe la metáfora. Pues sin duda
preparado'. Lo extraño de este programa es que, hasta acecha el peligro -y no queremos ocultarlo- de que
ahora, se hace difícil comprender cómo el 'estar la expectativa, si no se entiende bien, desemboque en
preparado' -que más bien parece un temple de esa fatal resignación, que muchos quisieran explicar
conciencia que constreñirfa a la inmovilidad, o, como un insuperable rasgo de nuestro ancestro
cuando más, una simple conciencia que precedería a indígena (sic). Pero no hay 'resignación' si sabemos
toda acción- puede ser tomado como modelo de una ver a fondo en el 'estar preparado'. Pues éste no
efectiva acción que garantizaría ea ipse la posesión quiere decir un aceptar callada y abandonadamente la
pennanen te de nuestro Nuevo Mundo" . llegada de los acontecimientos, sino prepararse para
"Sin embargo, hay gran necesidad de insistir en hacerles frente adelantando incluso la prevención para
que eso que llamamos un 'estar preparado', o 'estar su engaño. Nlda más lejano de la 'resignación' que
listo y dispuesto', no es una simple pre=accion, o un esto. 'Resignados' estaríamos si nos confesáramos
mero templo de conciencia que preceda a una genuina impotentes para 'estar preparados '. Pero no es así"
y efectiva acción. El mismo -ya- es un temple activo (21).
y envuelve un esencial dinamismo. El 'estar prepara- "El hombre americano dispone de una natural
do' es una acción mediante la cual el hombre, potencia para hacer frente a los sucesos. Esta potencia
actuando en un presente, previene el porvenir. Lo que podría incluso elevarse hasta un afán de poderío
define a semejante temple en su más hondo sentido es ,material, y aun siendo fiel a una radical expectativa
que la acción presente (la actividad actual) se adelanta planear el futuro desde el advenir construyendo obras
al porvenir preparando su llegada. Si el hombre toma para dominar el posible 'mal' que encierre aquél. Esto
conciencia de que aquello que se acerca puede sería indudablemente una juiciosa reflexión moral.
engañado, y, sin embargo, quiere estar preparado para Pero el testimonio de nuestra conciencia nos alerta
hacerle frente, su acción deberá contar con ello".
"¿Pero no dejamos con esto en la mayor
desventura al hombre americano? ¿No estamos di- (21) Nuevamente nos encontramos ante una de
las formas típicas que asume el discurso ideológico; el
argumento de Mayz 10 ha llevado consecuentemente al
fatalismo y al irracionalismo; pero entonces Mayz procede a
(20) Se trata de una forma, relativamente inge- negar radicalmente en sí esta sospecha (desviación) y la
niosa, de presentamos una de las inversiones características atribuye a los otros; con esto logra poner a 'los otros' a la
de la ideología en cuanto ilusión: en este caso, la inversión defensiva; sólo quien no comprende equivocará el sentido del
del orden temporal en la captación del proceso histórico. La pensamiento y de las categorías de Mayz; la sospecha
inversión se realiza mediante la consideración de determi- (desviación) no está en el discurso de Mayz sino en los otros,
nadas características de una sociedad ·en determinada fase en sus interlocutores; pero el lenguaje de Mayz sólo es
histórica, sean estructuras sociales o formas de conciencia (el recogido con plenitud por quien 10 usa, es decir por su propia
Nuevo Mundo de Mayz), como si estuviesen de algún modo conciencia ante la cual este lenguaje se presenta sólo como
presentes en las fases históricas anteriores (expectativa); de medio del dato (intuición); hemos culminado así el proceso
aquí resulta la negación del futuro histórico, es decir la de inversión y de irracionalidad: 10 intuitivo en Mayz será el
negación de un cambio en la situación presente (127, 25). El canon de lo histórico y de la verdad; el oráculo contemporá-
'estar preparado' y la 'expectativa' revelan así su raíz-temple neo (Mayz-Heidegger) ha transformado-invertido la sospe-
reaccionario. Se trata de un estar preparados para seguir cha en infalibilidad, la incertidumbre en dogma, su subjeti-
siempre iguales. vidad en la Objetividad.
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 131

que ni el bien ni el mal del advenir nos pertenece y AUGUSTO SALAZAR BONDY:
queremos ser fieles a ella en esta reflexión. Mas de EL HISTORICISMO SOCIOLOGISTA
nuevo preguntamos: ¿quiere decir esto que despo-
jamos al hombre americano de toda posibilidad, La tesis de A. Salazar Bondy (1925-1974)
fuerza o potencia, para delinear el porvenir? ¿Es que, fundamentada y expuesta en ¿Existe una filosofía de
acaso, él, no dispone de un ideal -el suyo propio- nuestra América? (108) puede ser sintetizada escue-
con que planear lo que advendría? ¿No dispone todo tamente en la siguiente expresión: No existe ni ha
hombre -y toda época- de una autoirnagen, la cual existido filosofía genuina y original en nuestros países
proyectándose hacia el futuro, sirve para planear los a causa de un defec to básico de nues tra sociedad y
pasos de la colectividad? ¿Por qué razón el hombre nuestra cultura: la dependencia y el subdesarrollo
americano no puede ser capaz de proyectar sus (108, 131). El proceso mediante el cual esta formula-
propios ideales y modelar con ellos el diseño de su ción encuentra su sentido se ubica en los planteamien-
futuro y de su Nuevo Mundo? Sería muy fácil -si tos que Salazar Bondy desarrolla en todo su estudio y
alentásemos cualquier suerte de compromiso filosó- que en otra ocasión (102) hemos sintetizado en tres
fico o político (sic) -hacer intervenir un factor cuestione s principales:
imponderable que hiciera variar el curso de estas a) ¿Ha existido un ejercicio de la raciona-
reflexiones. Pero creemos que, sobre todo ello, el que lidad consciente en su forma más exigenteen América
medita debe ser fiel al testimonio que le dicte su Latina? Si es así, ha entregado construcciones con-
personal conciencia" (125, 10 1, 102). Y hemos ceptuales inéditas de valor reconocido? ¿Han ilumi-
llegado nuevamente al único punto a donde podíamos nado e interpretado estos conceptos el ser en que nos
arribar: a la conciencia personal de Mayz. Y por ello, encontramos instalados?
también, estamos en condición de reformular la b) ¿Cómo ha de ser el ejercicio de nuestra
cuestión que él mismo plantea ideológicamente al racionalidad (¿Cómo se contruye, cuál es su senti-
hombre americano, pero ahora en la forma que la do? ) para (por) iluminar e interpretar el ser desde el
pregunta asume en realidad: ¿Por qué razón Mayz cual surge?
Vallenilla no puede ser capaz de proyectar sus propios e) ¿Lo 'peculiar' puede ser tema de nues-
ideales y modelar con ellos el diseño de su futuro y de tro quehacer filosófico? Y si es así, ¿qué significa-
su Nuevo Mundo? Y contestamos: no puede porque ción tiene esta 'peculiaridad' en la construcción de la
no posee propios ideales: sus conceptualizaciones y forma más exigente de la conciencia, la conciencia
valores, su más íntimo temple, está determinado por filosófica?
la colonización y la enajenación; no puede porque su y sus respuestas:
posición de clase, pequeña=burguesía en una socie- a) Nuestra filosofía -aún siendo peculiar-
dad del capitalismo dependiente, carece de todo y no ha sido un pensamiento auténtico y original, sino
cualesquier proyecto histórico viable en cuanto clase inauténtico e imitativo en lo fundamental, y esto
'autónoma'; no puede porque la formulación de sus como resultado de una deficiencia básica de nuestra
valores, incluso enajenados, desligados de toda prácti- sociedad y de nuestra cultura que puede ser reseñada
ca real, sólo pueden conducir a formas superiores de en los conceptos de subdesarrollo, dependencia y
enajenación y colonización por no estar jamás (excep- dominación. Estos conceptos expresan las caracterís-
to en la conciencia) puestos aprueba. ¿Por qué, pues, ticas de una existencia alienada que no puede generar
Mayz, espera lo que ha de advenir, siempre preparado, a su vez sino un pensamiento alienado y alienante,
nunca insatisfecho pero nunca también esperanzado? enmascarador de nuestra realidad y con ello elemento
¿Pero es que en la pregunta misma no está contenida de divorcio respecto de nuestro ser propio y sus justas
exactamente la situación del colonialismo mental? metas históricas (108, 131). Nuestra conciencia filo-
Lo trágico-cómico es que Mayz pretenda, seriamen- sófica es, pues, una conciencia fundamentalmente
te, trasladar su propis histeria parasitaria al conjunto defectiva, determinada por una sociedad carencial,
de los hombres y de las clases que efectivamente b) La constitución de un pensamiento
realizan la América Latina. Para estos últimos la auténtico y original no podrá alcanzarse sin que se
historia jamás se resuelve en la conciencia y es produzca una decisiva transformación de nuestra
imposible dejar de juzgada y de intentar comprender sociedad mediante la cancelación del subdesarrollo y
y transformar sus estructuras. Y es que en ello la dominación. Este pensamiento será más rico y más
-contrariamente al pseudo existencialismo irraciona- auténtico en cuanto la comunidad latinoamericana
lista- se les va a estos hombres la existencia. alcance más altos niveles de plenitud (108, 132). En
132 HELlO GALLARDO

este momento nuestra filosofía tiene como tarea var, considerado tradicionalmente (ideológicamente)
constituirse en una reflexión sobre nuestro status un hombre de pensamiento y acción liberales. Difícil-
antropológico en vistas a su cancelación (superación, mente podremos encontrar en él la imagen de un
elevación) (108, 126). liberal europeo; si Bolívar expresa el pensamiento
e) Es preciso que los países latinoame- liberal lo hace como un americano en la Indepen-
ricanos, puestos a constituir su desarrollo y a lograr su dencia; y los 'liberales' de la Independencia poseen,
independencia, encuentren el apoyo de una reflexión como es dable encontrar en la misma obra política de
filosófica consciente de la coyuntura histórica y Bolívar (128, 75) un carácter marcadamente elitario y
decidida a construirse como un pensar riguroso, conservador. El liberalismo iberoamericano, desde
realista y transformador. Este propósito se beneficiará este punto de vista, es conservador y oligárquico,
de los esfuerzos nacionales particulares, pero necesi- notas que difícilmente pueden encontrarse en forma
taría también de una acción concertada, necesaria y explícita en el liberalismo europeo clásico (22).
fecunda en cuanto promotora de la unidad latinoa- El problema que señalamos -íntimamente liga-
mericana (108, 127). Por esto nuestra filosofía tiene do al tema general de la confusión que existe acerca
que forjarse en contraste con las concepciones defini- del carácter real de nuestra (s) ideología (s) bajo
das y asumidas por los grandes bloques de poder nomenclatura europea- deriva fundamentalmente de
actuales, haciéndose así presente en la historia de que Salazar Bondy considera las influencias del
nuestro tiempo y asegurando su independencia y su pensamiento como si determinan temen te lo fueran en
supervivencia (108,132). y para el pensamiento. El problema de inadecuación
Digamos, ante todo, que el esfuerzo de Salazar (confusión) surge porque la filosofía, como región
Bondy, posee sin duda, un innegable valor que deriva, ideológica, responde a intereses y proyectos históricos
centralmente, de su método de exposición del proble- de clase- de aquí el escaso interés por Kant en
ma y de las tendencias que expresa su conceptualiza- América Latina, por ejemplo- que no son mecánica-
ción.
En cuanto al método de exposición, Salazar (22) En nuestra época no está de más recordar
Bondy recurre en su estudio a la descripción sistemá- que, para el liberalismo clásico, el destino humano se realiza
por la libre acción individual. Al respecto la Revolución
tica de las influencias que la conciencia filosófica e
Francesa tuvo como banderas la destrucción de las institu-
ideológica de Iberoamérica ha recibido en el desarro- ciones jurídicas que dividían a las clases sociales y el
110 de su historia (1 08, 14-44). Esta sección, además, establecimiento de la igualdad de derechos de todos los
de construir una buena introducción a la historia de ciudadanos. Un clásico, A. Smith (1723-1790), señaló en La
los pensadores y tendencias filosóficas iberoamerica- riqueza de las naciones que "La experiencia de todos los
siglos y naciones demuestra que una obra hecha por esclavos
nas, permite asumir, al menos parcialmente, el fenó- es más cara que otra alguna, aunque aparentemente sólo
meno de nuestra conciencia enajenada. Las omisiones cueste el sustento. Un hombre que no tiene la posibilidad de
más importantes de este capítulo derivan de la adquirir propiedad o dominio no puede tener otro interés
perspectiva filosófica del autor; aSÍ, la influencia del sino el de comer lo que más pueda y trabajar lo menos que
sea posible (147, 128). S. Bolívar, en cambio, aunque
pensamiento europeo en el desarrollo y constitución
formidable enemigo de la institución de la esclavitud,
del pensamiento iberoamericano es vista por Salazar señalaba, en 1812: "Generalmente hablando todavía nuestros
Bondy sólo como un fenómeno de influencia o conciudadanos no se hallan en aptitud de ejercer por sí mis-
propagación espiritual: al considerársele de esta forma mos y ampliamente sus derechos; porque carecen de virtudes
-desplazada y unilateral- el sentido de la influencia políticas que caracterizan al verdadero republicano" (128,51).
y en 1815: "Los estados americanos han menester de los
y el carácter de la enajenación se escamotean de modo cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las
tal que resulta imposible dar cuenta de las formas que heridas del despotismo y la guerra" (128, 76). Y en 1819:
asume nuestra conciencia incluso bajo las estructuras "Un pueblo pervertido si alcanza su libertad muy pronto
de la colonización y del vasallaje mental. El desarrollo vuelve a perderia" (128, 97). Su desesperanzado testamento
poli tico (1830) es por demás conocido. En él se señala que la
de nuestras ideas admite así -pese a la intención del América es ingobernable, que el que sirve a una revolución
pensador peruano- una nomenclatura doblemente ara en el mar, que la única cosa que se puede hacer en
ideologizada que termina, tendencialmente, por encu- América es emigrar y prevé que Venezuela caerá en manos de
brir totalmente el sentido de nuestros autores y de sus la multitud desenfrenada para después pasar a tiranuelos de
ideas; consideremos, por ejemplo, la noción de todos los colores y razas ... mientras que América Latina
-devorada por todos los crímenes y extinguida por la
liberalismo tal como se entendió y aplicó en Europa y ferocidad- ni siquiera será digna de ser conquistada por los
tal como se entendió y aplicó en América Latina. europeos y que su destino posible es el caos primitivo (128,
Examinemos específicamente el caso, de Simón Bolí- 169).
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 133

mente trasladadas desde una estructura social metro- infiere, en cambio, es sólo una pseudo-teorización, es
politana a una estructura social satélite. Por ello es decir un conjunto de proposiciones que no posee
que la conservación de nombres como 'positivismo', ningún contenido práctico real. O, 10 que es 10
'escolástica', 'existencialismo', 'fascismo', desvincu- mismo, a partir de una tesis práctico-crítica, Salazar
lados de su propio nacimiento y función social, sean Bondy sólo desarrolla una ideología acerca del pensa-
nombres que, más que iluminar, confunden y deso- miento iberoamericano. Examinemos con más detalle
rientan respecto del desarrollo de nuestro pensar, esta situación.
incluso aunque éste sea entendido dentro del marco La noción de subdesarrollo hace referencia a las
de la enajenación como 10propone Salazar Bondy. condiciones internas de ciertas formaciones sociales
En cuanto a la segunda sección de su metodo- cuyos índices de productividad, ingreso per cápita,
logía explicativa, ella está dedicada al examen de las alfabetización, población activa en tareas agrícolas,
diferentes opiniones acerca de la existencia de un salud, vivienda, consumo de calorías y proteínas,
pensamiento iberoamericano. El mérito de la investi- consumo de acero y producción de tecnología, etc ....
gación y de la sistematización, en este caso, se ve son comparadas respecto de ciertas marcas que se
opacado porque ellas han sido realizadas desde el estiman máxima o mínimamente aceptables, humanas
interior de las posiciones de quienes emiten las o civilizadas, según los criterios modernos. Cuando se
opiniones, es decir desde el interior de la filosofía está tendencia1mente 'siempre' por debajo de esas
clásica, ámbito al que ya hemos señalado anterior- marcas -lo que es factible debido al carácter de
mente como incapaz de promover una profundización estructura que poseen las formaciones sociales- se
teórica acerca de la cuestión. habla de países o de sociedades subdesarrolladas. Las
Esta misma situación -y respecto ahora de la estadísticas nos dicen, por ejemplo, que al menos 2/3
tendencia conceptual que exhibe en ¿Existe una de la población mundial padecen esta condición de
filosofía de nuestra América? - es la que hace que subdesarrollo. No nos interesa aquí discutir el carác-
Salazar Bondy plantee su tesis central como una ter marcadamente ideológico de la noción de 'subde-
opinión -una opinión más dentro del voluntarismo sarrollo' cuando ella pretende hacer referencia a una
de autor que impera al interior de la filosofía clásica- situación que se orienta hacia el desarrollo (como en
y que le sea imposible, al mismo tiempo, explotar el caso específico de la versión-ideológica de los
toda la riqueza teórica contenida en su propia países en vzas de desarrollo '). El proceso de escamo-
intuición. En efecto, la tesis de que un pensamiento teo es aquí doble: por un lado se niega el carácter del
iberoamericano original no es posible ni probable desarrollo necesariamente desigual que asume el
dentro de las estructuras del subdesarrollo y la modo de producción capitalista: el subdesarrollo sería
dependencia es considerablemente (potencialmente) un accidente que no posee relaciones con el desarro-
más rica que las anteriormente examinadas en este llo; por otro, se señala hacia una meta que es el
trabajo. y es potencialmente más rica porque en ella 'desarrollo' tal como él se da en las sociedades
se apunta hacia la relación que existe entre pensa- industriales. Lo que sí nos interesa es que aún
miento (filosofía) e historia (subdesarrollo) o entre ideológicamente considerada la noción de subdesa-
conciencia y formación social. Y ello porque las rrollo señala hacia formas específicas de existencia
categorías de 'dependencia' y 'subdesarrollo' señalan histórica en determinadas formaciones secíalés, es
hacia formas específicas de comprensión real (concre- decir que se trata de una categoria real o de un
ta) de nuestra situación histórica contemporánea con concepto susceptible de ser llenado por prácticas espe-
vistas a su transformación-cancelación. Ello supone cíficas.
la inserción de este tipo de categorías y de conciencia El concepto de dependencia es teóricamente
al interior de la lucha de clases y con vistas a la más rico. La noción de 'dependencia' no es sino la
conquista y destrucción del aparato de poder que asunción teórica de los mecanismos mediante los
perpetúa las estructuras de dependencia y la super- cuales los países latinoamericanos fueron (se) incor-
explotación. Esto conduce no sólo a la caracteri- porados a la economía mundial durante la fase
zación de clase del concepto 'fílosofía iberoame- imperialista del modo de producción capitalista (23).
ricana' sino que a los procedimientos específicos de
clase que 10 construyen, es decir a las tareas políticas
concretas mediante las cuales se define y construye (23) Para una conceptualización y discusión más
tal filosofía (acción práctico-crítica). Pero esto es 10 acabada de la teoría de la dependencia puede verse A. Gunder
que potencialmente podría desarrollarse en función Frank: América Latina: subdesarrollo ° revolución (129); F.
de la tesis de Salazar Bondy. Lo que el autor peruano Cardoso y E. Faletto: Dependencia y desarrollo en América
134 HELIO GALLARDO

La noción de 'dependencia' señala, por tanto, hacia conformación misma de nuestras sociedades como
una relación que indica la teratologización que sufren sociedades dependientes; la conciencia enajenada es
las economías y las formaciones sociales satélites una condición de existencia (reproducción) de la
como efecto de su incorporación al desarrollo de las sociedad subdesarrollada o dependiente o neo-colo-
formaciones sociales metropolitanas bajo las estruc- nial (24). No resulta de factores ajenos o externos a la
turas del capitalismo imperial. Formaciones sociales praxis dominante sino que es condición de la misma.
del capitalismo dependiente y formaciones sociales Por ello, también, ella sólo puede ser enfrentada y
metropolitanas (capitalismo-imperialismo) consti- resuelta por otra forma de praxis, antagónica, y que,
tuyen entonces los términos que movilizan la estruc- desde luego, trasciende el plano en que se moviliza la
turación del mercado mundial imperialista y de cada conciencia filosófica clásica.
una de las formaciones sociales que la integran. Las El uso de categorías como 'dependencia' y
estructuras de la dependencia subsumen, por tanto, 'subdesarrollo' conduce, entonces, necesariamente
nociones como la de 'subdesarrollo' anteriormente
explicitada.
La noción de 'dependencia', sin embargo, nece- (24) En Los condenados de la tierra, F. Fanon
sita todavía, para su mejor comprensión, un mayor ha dedicado todo el capítulo sobre la violencia a este
problema: "La descolonización, que se propone cambiar el
afinamiento. La relación estructural de dependencia orden del mundo es, como se ve, un programa de 'desorden
no implica-explica solamente el sentido de la genera- absoluto. Pero no puede ser el resultado de una operación
ción de relaciones entre la metrópoli y el satélite al mágica, de un sacudimiento natural o de un entendimiento
interior de una fase del capitalismo sino también su amigable. La descolonización, como se sabe, es un proceso
histórico: es decir, que no puede ser comprendida, que no
desarrollo: consolidación-profundización, es decir la
resulta inteligible, translúcida a sí misma, sino en la medida
reproducción al interior del satélite de las condiciones exacta en que se discierne el movimiento histórico que le da
(estructura socio-económica) de explotación impe- forma y contenido. La descolonización es el encuentro de dos
rantes en el sistema en su conjunto, o sea la fuerzas congénitamente antagónicas que extraen precisa-
reproducción de las contradicciones de clase (explota- mente su originalidad de esa especie de sustanciación que
segrega y alimenta la situación colonial. Su primera confron-
ción, lucha política de clases) prevalecientes en el tación se ha desarrollado bajo el signo de la violencia y su
capitalismo. La 'estructura de dependencia' señala por co-habitación -más precisamente la explotación del coloni-
tanto: zado por el colono- se ha realizado con gran despliegue de
1) hacia la explotación estructural genera- bayonetas y de cañones. El colono y el colonizado se
conocen desde hace tiempo. Y, en realidad, tiene razón el
da por el desarrollo del mercado mundial bajo el
colono cuando dice conocerlos. Es el colono el que ha hecho
dominio del capital imperial en sus distintas fases y sigue haciendo al colonizado. El colono saca su verdad, es
2) hacia la estructura de explotación que decir sus bienes, del sistema colonial" (134, 30-31). "Cuan-
los países satélites deben reproducir para asegurar su do el colonizado comienza a presionar sus amarras, a
condición de satélites y producir-reproducir, así, la inquietar al colono, se le envían almas buenas que, en los
"Congresos de cultura" le exp onen las calidades específicas,
función designada en 1. las riquezas de los valores occidentales. Pero cada vez que se
El problema de dependencia no se resuelve, por trata de valores occidentales se produce en el colonizado una
ello, sino al interior estructurado de las sociedades especie de endurecimiento, de tetania muscular. En el
dependientes o del sistema total, o, lo que es lo período de descolonización, se apela a la razón de los
colonizados. Se les proponen valores seguros, se les explica
mismo, por una praxis antiimperialista y anticapi- prolijamente que la descolonización no debe significar regre-
talista. En términos, ahora, de Salazar Bondy, la sión, que hay que apoyarse en valores experimentados,
enajenación de la conciencia fílosófíca no deriva del sólidos, bien considerados. Pero sucede que cuando un
hecho de que nuestros intelectuales hayan estudiado colonizado oye un discurso sobre la cultura occidental, saca
en Europa o de que el flujo de influencias se realice su machete o al menos se asegura de que esté al alcance de su
mano. La violencia con la cual se ha afirmado la premacía de
en la dirección metrópoli-satélite, sino que la enaje- los valores blancos, la agresividad que ha impregnado la
nación de la conciencia filosófica deriva de una praxis confrontación victoriosa de esos valores con los modos de
exigida por la estructura global del sistema y por la vida o de pensamiento de los colonizados hacen que, por una
justa inversión de las cosas, el colonizado se burle cuando se
evocan frente a él esos valores. En el contexto colonial, el
colono no se detiene en su labor de crítica violenta del
Latina (130); V. Bambirra: El capitalismo dependiente colonizado, sino cuando este último ha reconocido en voz
latinoamericano (131); R. Mauro Marini: Dialéctica de lo alta e inteligible la supremacía de los valores blancos. En el
dependencia (132) y T. dos Santos: Socialismo o Fascismo: período de descolonización, la masa colonizada se burla de
el nuevo carácter de la dependencia y el dilema latinoame- esos mismos valores, los insulta, los vomita con todas sus
ricano (133). fuerzas" (134, 37-38).
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 135

más allá del plano en que se moviliza el análisis pueblos coloniales contra el imperialismo y que esas I

filosófico clásico; su condición de categorías de luchas han tenido y tendrán un carácter nacional-his-
análisis histórico-real conlleva como su correlato tórico consecuente de clase. No son nuestros pueblos
necesario prácticas histórico-reales o, lo que es lo -en el sentido liberal-abstracto del término= los que
mismo, prácticas de clase. Y esto no debe parecer están en condiciones y en necesidad de pensar
extravagante ni exótico porque en verdad esas catego- iberoamericanamente su independencia y además de
rías han sido acuñadas por la sociología de la realizarla. Son clases y categorías sociales específicas
dependencia, forma regional de la teoría leninista del las que experimentan esa posibilidad-necesidad. Y a
imperialismo (135). De modo que estas categorías ellas se oponen también clases y categorías sociales
surgen del análisis de estructuras concretas de clase y específicas. Ni la unidad ni el pensamiento iberoa-
conducen a prácticas específicas de clase revolucio- mericanos sirven a los hombres iberoamericanos de
naria. Vemos, por ello, a dónde conduce esta tesis igual modo (25). Más todavía, la significación misma
económico-sociológica revolucionaria a Salazar de un 'pensamiento iberoamericano' o de una 'filoso-
Bondy. fía hispanoamericana' resultan ideológicas en cuanto
"Puesto que nuestros pueblos sólo saldrían de no se aclara su origen-proyección de clase. Y en
su condición rompiendo los lazos que los tienen cuanto a proyecto histórico de clase, i,.por qué el
sujetos a los centros de poder y manteniéndose libres proletariado, los campesinos pobres, los marginados,
con respecto a toda otra clase de sujeción que las capas medias pauperizadas, los estudiantes e
paralizaría su progreso, se hace claro que la filcsofía intelectuales progresistas, habrían de renunciar al
que hay que construir no puede ser una variante de marxismo-leninismo si este no es copia sino sólo guía
ninguna de las concepciones del mundo, que corres- para la acción, análisis concreto de la situación
ponden a los centros de poder de hoy, ligadas como concreta? Resulta, en principio, coherente el aban-
están a los intereses y metas de esas potencias. Al lado dono que Salazar Bondy propone de las ideologías
de las fílosofías vinculadas con los grandes bloques generadas por la estructura del capitalismo imperial,
actuales o del futuro inmediato es preciso, pues, ideologías-filosofías tales como el estructuralismo o
forjar un pensamiento que, a la vez que arraigue en la el existencialismo o el empirismo lógico; pero, ¿por
realidad histórico-social de nuestras comunidades y qué el abandono de la concepción materialista y
traduzca sus necesidades y metas, sirva como medio dialéctica del mundo? ¿Con vistas a que 'autenti-
para cancelar el subdesarrollo y la dominación que cidad' que no sea la falsa autenticidad de la concien-
típifican nuestra condición histórica. Es preciso que, cia pura que, ideologizada, se cree a sí misma 'libre'?
dentro del cuadro general del Tercer Mundo, los La reiteración de esta respuesta la encontramos
países hispanoamericanos, puestos a construir su en el mismo Salazar Bondy, es decir en su concepción
desarrollo y a lograr su independencia, encuentren el del filosofar; para el autor peruano la fílosofta es
apoyo de una reflexión filosófica consciente de la "mensajera del alba, principio de una mutación
coyuntura histórica y decidida a construirse como un histórica por una toma de conciencia radical de la
pensar riguroso, realista y transformador. Este propó- existencia proyectada al futuro" (108, 125). La
sito se beneficiaría de los esfuerzos nacionales parti- conciencia filosófica es, pues, origen y fundamento de
culares, pero necesitaría también de una acción nuestra condición histórica. Nos encontramos, aquí,
concertada, necesaria y fecunda en cuanto promotora en pleno campo del idealismo. La filosofía tercermun-
de la unidad de Hispanoamérica, unidad que no sólo dista de Salazar Bondy descansa sobre la posibilidad
corresponde a los hechos sino que además es impera- de una conciencia que -aislada de toda práctica que
tiva en esta época de vigencia de grandes agrupaciones no sean las prácticas ideológicas derivadas de su
multinacionales" (108, 127). "Las naciones del Ter- propia enajenación- se encuentra a sí misma como
cer Mundo como las hispanoamericanas tienen que carencial y se desea diferente. La dependencia y el
forjar su propia filosofía en contraste con las concep- subdesarrollo no son, en Salazar Bondy, categorías de
ciones defendidas y asumidas por los grandes bloques
de poder actuales,haciéndose de este modo presentes
en la historia de nuestro tiempo y asegurando su (25) Un ejemplo: la unidad latinoamericana es
independencia y supervivencia" (108,132). buscada por las burguesías dependientes y por las compañías
Nos encontramos pues, ante un pensamiento transnacionales a través de los Mercados Comunes (Andino,
Centroamericano, etc.). Para el Ché, en cambio, y para las
tercermundista; pero ante un pensamiento tercer- fuerzas sociales que él representa, la unidad latinoamericana
mundista que olvida o reniega del hecho de que el se forjará a través de la lucha armada subversiva y continen-
Tercer Mundo surgió a través de la lucha de los tal.
136 HELIO GALLARDO

análisis y transformación socio-histórica sino que Bondy se ve frustrado; las nociones de 'dependencia'
encuentros de la conciencia consigo misma. Pero ¿de y 'subdesarrollo' de indudable origen histórico-con-
dónde extrae la conciencia ese sí mismo? La respues- creto debían señalar hacia una específica praxis
ta está en el método, que ya hemos explicitado, científico-política de clase; al paralizar este proceso
seguido por Salazar Bondy: una sección destinada al en su conciencia, Salazar Bondy logra eludir la
proceso de desarrollo ideológico, sin contenido o definición política exigida por su vía de acceso al
correlato histórico real; otra sección destinada a la problema pero al costo de abstraer sus categorías y su
discusión de autores desde el interior de la filosofía conciencia de toda relación histórica al extremo de
clásica, es decir desde el interior de la enajenación. llegar a la formulación de un ente autónomo respecto
Una última sección destinada a las proyecciones de los 'centros de poder' mundiales: la ftlosofía de los
abstractas, corolario evidente de los planteamientos pueblos iberoamericanos y de Iberoamérica en su
anteriores. En medio de la manipulación ideológica, conjunto. Es también desde esta posición abstracta
las categorías de 'dependencia' y 'subdesarrollo' ven -negación de la historia- que se construyen sus tesis
naufragar todas sus potencialidades agitativas, conspi- críticas de ¿Existe una filosofía de nuestra América?
rativas, revolucionarias. Son sólo la expresión de la y es esta misma posición la que le impide reconocer
conciencia individual frustrada, de la conciencia que en el pensamiento que él denuncia como alienado y
intenta guiar por un camino que no conoce; expresión alienante una de las estructuras mismas de la depen-
de un deseo pero no de una alternativa y de una dencia que él desea transformar en libertad. La
construcción. La filosofía clásica no compatibiliza inexistencia de una reflexión original y auténtica en
con las categorías que iluminan la transformación América Latina no es sino una función de clase. Por
radical del mundo. El idealismo en filosoffa, tenden- ello, su posibilidad de existencia real será también una
cia en que se inscribe Salazar Bondy, sólo puede cuestión resuelta en y por la lucha de clases, jamás un
expresar o descripciones o deseos acerca de un mundo fenómeno o cuestión de la conciencia pura. La
que no existe. Por esto mismo, por ejemplo, es que autenticidad y la originalidad exigidas por Salazar
cuando Salazar Bondy nos habla de Cuba, además de Bondy al pensamiento iberoamericano son notas que
elogiar a la revolución triunfante, echa de menos una trascienden a la conciencia ftlosófica; es precisamente
'fllosofía original' como doctrina sistemática (108, esta incapacidad del pensador peruano para 'ir más
128); Salazar Bondy no alcanza a advertir que en una allá' de la conciencia lo que hace de su estudio un
revolución verdadera, o en un proyecto revolucio- intento que -valioso dentro de las perspectivas de la
nario verdadero, el sentido mismo de la 'filosofía' filosofía clásica- resulta inoperante respecto de las
puede ser alterado, trastrocado, disuelto o aniquilado. tareas específicas que demanda la construcción de
Salazar Bondy echa de menos su filosof'ía, nuestra una conciencia nuestra al mismo tiempo que peligroso
filosofía, la fllosofía iberoamericana. Pero olvida que -aunque se reconozca la honestidad del esfuerzo-
existe una filosofía iberoamericana; la que se ha por la 'pureza ideológica' con que se revisten y
necesitado para profundizar los mecanismos de la expresan sus argumentos. Desde un punto de vista
colonización, del vasallaje y de la superxplotación; lo crítico, resulta, además, significativo, que un autor,
que en realidad Salazar Bondy reclama es otra inspirado por y en las carencias concretas de la
filosofía, la que se construye y permite la liberación y existencia social, arribe -coherentemente dentro de
humanización de las mayorías. Pero para llegar a esta su marco de pensamiento- al extremo de negar la
última es necesario transitar desde la conciencia pura historia. Este proceso es indicativo del carácter estéril
o desde la mera conciencia histórica (historicista) a la que asume la problemática de nuestra fílosofía al
conciencia política, a la conciencia socialmente situa- interior de la conciencia filosófica enajenada.
da, a la conciencia concreta que realiza la unidad de
teoría y práctica. Y esto está negado para quienes ven
en el pensamiento el origen y la determinación de la LEOPOLDO ZEA:
existencia y para quienes han considerado que, en EL HISTORICISMO SIN MAS
último término, nuestra transformación en sujetos
históricos depende de la revolución de nuestros Es poco probable que exista una tesis más
corazones, es decir de la intensidad de nuestros difundida acerca de la posibilidad de existencia de
deseos, intensidad que anula las contradicciones y los una filosofía iberoamericana que la que el pensador
antagonismos entre el real motor de la historia y de la mexicano L. Zea ha trabajado desde 1942 (110) Y
conciencia: las clases sociales. que finalmente ha acuñado en su estudio de 1969. La
De este modo, el esfuerzo intentado por Salazar filosofía americana como filosofta sin más. Los
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 137

aspectos fundamentales de esta tesis son (26): ria de la fílosofía occidental. Esta perspectiva exótica
a) todo filosofar, por el hecho de serlo, ha derivado a su vez del hecho de que nuestro ser
expresa una situación original y apunta hacia el ser humano fue puesto en cuestión por los mecanismos
del hombre que la construye (136,33). culturales (socio=económicos, políticos, ideológicos)
b) desde este punto de vista el que el de la Conquista y la Colonia: "Nuestro filosofar en
filosofar iberoamericano parezca carencíal o sea una América empieza así con una polémica sobre la
mala copia señala hacia un modo de ser histórico del esencia de lo humano y la relación que pudiera tener
hombre iberoamericano, es decir muestra también su esta esencia con los raros habitantes del continente
ser (136, 156). descubierto, conquistado y colonizado (136, 13).
e) los aportes fundamentales del histori- Esta cuestión que, afectando primero al indígena y al
cismo y del existencialismo contemporáneos permiten ser conjunto de América, se extenderá posteriormente
al hombre iberoamericano reconocer (se) su situación al mestizo y a los latinoamericanos 'independientes' I
(136,87-96). (neocolonialismo), tiende hoy hacia su resolución a
Por ello las tareas de la filosofía latinoame- través de un proceso que comprende diferentes
ricana son: factores:
1) Tomar conciencia de que somos parte a) las tendencias del filosofar europeo
de una gran unidad cultural que la expansión cultural -historicismo, existencialismo- que apuntan hacia la
ha hecho expresa. concreción e individualización de lo universal, hacia el
2) Tomar conciencia de que por ser partes universal situado que sugería A. Roig o hacia una
de esta gran unidad cultural nada de lo que ella ha 'filosofía de Manzanares' en la expresión de Ortega y
realizado nos es ajeno y que podemos por tanto Gasset (136, 90). Al mismo tiempo estas filosofías
apropiárnoslo como instrumentos para enfrentar los señalan hacia formas revitalizadas de humanismo.
problemas de nuestra realidad (136, 77). b) la crisis cultural existencial del europeo
Brevemente esta tesis puede ser resumida en la ante quien se presenta, durante este siglo, el no-occi-
expresión 'asumamos nuestra historia'. Asumir nues- dental: "Al terminar la dolorosa experiencia de la
tra historia significaría reconocemos como hombres segunda guerra, el occidental se tropezará con el
en un mundo creado por los hombres, la cultura Hombre, con otra expresión de lo humano que le
Occidental, y asumir, con ello, nuestros derechos y exigía el reconocimiento que para sí mismo había
nuestros deberes como contemporáneos de nuestros exhibido el occidental. La mirada cosificadora del
contemporáneos (136, 107). O, en el lenguaje de Zea: occidental se verá ahora neutralizada y dominada por
"Saberse original no es saberse distinto sino como la mirada igualmente cosificadora del no-occidental"
uno entre otros, como par entre pares, como semejan- (136,111).
te entre semejantes, hombre entre hombres" (136, e) la posibilidad-necesidad, abierta por
102). los fenómenos anteriores, de reconocer-nos como
En este contexto la 'filosofía sin más', propues- parte integrante (¿integrada? ) de la cultura occiden-
ta por Zea, es decir la asunción de nuestro ser tal y como co=autores, por tanto, del filosofar:
histórico, ha resultado singularmente atractiva para el "Saberse original no es saberse distinto sino como
conjunto de los pensadores que se ocupan del tema al uno entre otros, como par entre pares, como semejan-
punto, casi, de constituir el fundamento último del te entre semejantes, hombre entre hombres"
clima en el que se ha movilizado la polémica. (136,102). "Es un solo hombre, una sola humanidad,
Corresponde, por tanto, examinar con un poco más el que de una manera u otra va realizándose y, en este
de detalle, aunque por fuerza esquemáticamente, el sentido, nuestro filosofar no puede ser tan especial
planteamiento del autor mexicano. que sólo lo sea de un tipo de hombre" (136, 157).
La reflexión acerca de la filosofia sin más
presentada por Zea comienza por señalar el hecho de Desde esta perspectiva la filosofía sin más se
que el pensamiento o la forma de acceder a la presenta tal como ya la había reconocido Alberdi en
conciencia de nosotros mismos se ha iniciado y el siglo pasado: "Se trata, pura y simplemente, de
mantenido desde una perspectiva exótica en la histo- hacer lo que ya aconsejaba Alberdi, esto es, selec-
cionar, adaptar, la expresión de la filosofía occidental
que mejor convenga a nuestras necesidades, a nuestra
(26) Un estudio detallado y sistemático del
realidad. Esto es, aceptar conscientemente lo que, de
pensamiento de L. Zea ha sido desarrollado en El pensar en
América Latina: introducción al problema de la conforma- una manera a veces inconsciente, se ha hecho desde
ción de nuestra conciencia: A. Salazar Bondy y L. Zea (102). los mismos inicios de nuestra incorporación como
138 HELIO GALLARDO

americanos a la historia del mundo occidental" (136, talismo), lejos de conducir a la universalización, han
50). Esta filosofía sin más es posible porque "La generado formas efectivas y reales de segregación
occidentalización del mundo entero es un hecho, expresadas en el Terror Atómico, la destrucción de
independientemente de que sean los occidentales tecnologías nacionales, la jerarquización y dependen-
mismos los últimos en enterarse de que sus creaciones cia tecnológicas, la fuga de cerebros y de divisas, la
son ya bienes universales y de que sus valores son ya reíficación, etc ... Si el problema es ahora visto desde
propiedad del mundo que con su expansión han la perspectiva de los países del capitalismo dependien-
originado. Y dentro de esta ineludible occidentalíza- te -precisamente la perspectiva que lea abstrae en
ción Latinoamericana ha sido el primer continente en nombre del Hombre- la referida universalización de
sufrir no sólo la expansión sino también los conflictos la cultura occidental más parece una muestra de
ideológicos que tal expansión ha originado" (136, humor negro que una afirmación positiva; a las
51). La temática de la filosofía sin más ha quedado democracias formales representativas, monárquicas,
así bosquejada y puede ser traducida a lenguaje presidenciales o parlamentarias, imperantes en los
histórico: el desarrollo del capitalismo bajo sus países metropolitanos, se oponen nuestras dictaduras
formas mercantil, industrial y financiero, ha creado antinacionales, ignorantes y crueles; al empleo pleno
un solo mundo, desde el punto de vista de las y a los problemas del uso del tiempo libre se oponen
representaciones y valores; a su vez sus propios nuestras masas de cesantes y de subempleados; a la
desgarramientos internos han logrado expresarse a opulencia de las prostitutas made in Hollywood se
través de ideologías-filosofías tales como el existen- oponen nuestras muchachitas flacas y grotescamente
cialismo y el historicismo que permiten una introduc- cubiertas que, desde los 8 años, pululan por nuestras
ción al reconocimiento del ser y del valor propio de capitales, a la regulación familiar generada-estruc-
cada uno; nuestra tarea consiste solamente en recono- turada por la abundancia se oponen las prácticas
cemos dentro de esta historia, en asumimos como genocidas cultivadas con entusiasmo por nuestras
occidentales, tarea para la que estamos mejor situados corrompidas pseudoautoridades y gobiernos con aus-
-por raza, por historia cultural, por ingreso per picio metropolitano. A la igualdad del blanco, se
capita, etc ...- que los africanos y asiáticos. opone la desigualdad para el negro y el mestizo, para
la gente de color, para los colonos-colonizadores
Dejando de lado el fundamento idealista que eternos. Y esto no es asunto de buenos o malos
permite a lea 'asumir la historia' no a través de deseos. Es un asunto de estructuras reales imperantes
concretas prácticas socio-económicas y políticas sino en la economía, en la política, en los armamentos, en
que en función de la conciencia, examinenos ahora la la novela, en el teatro, en las conciencias mismas.
veracidad de esta filosofía sin más traducida a la Dicho de otra manera: es nuestra historia.
historia real, no ideologizada o escamoteada en el b) Si la diferenciación -desarrollo desi-
sentido zeaniano: gual- generada al interior mismo del capital-impe-
a) el desarrollo del capitalismo en general rialismo no fuese suficiente argumento, bastaría
y del modo de producción capitalista en particular no recordar que durante el siglo :xx el Occidente
ha generado, ni siquiera al interior de los países del capitalista debe asistir, de mal grado, al nacimiento
capitalismo desarrollado, homogeneidad ni universa- del área socialista, de la URSS, de China, de la Europa
lidad de representaciones y valores. Si con ello se socialista, de Vietnam, etc. Y aquí no se desarrollan
quiere referir lea a valores tales como los de precisamente los valores de la cultura occidental
democracia, igualdad o libertad, debe reconocerse que (capitalismo, liberalismo, neoliberalismo, fascismo)
estos valores son universales sólo en cuanto abstractos sino que los valores y representaciones del proleta-
(ideológicos) pero que su concreción histórica admite riado. Que cualesquiera de ellos sean, no son los de
una pluralidad de instituciones que, desde luego, no ninguna cultura general sino los de una clase especí-
han sido pensadas por los filósofos liberales clásicos,
fica en formaciones sociales también concretas. La
sino que han sido exigidas y puestas por las concretas
universalización de clase, propuesta por la teoría
fuerzas sociales que componen las distintas y específi-
proletaria no es, sin duda, la universalización liberal
cas formaciones sociales del capitalismo. Un solo
reclamada por lea como válida para todos los
ejemplo: el Estado liberal clásico y el Estado Social o
hombres y a la que debemos-podemos -según él-
Benefactor. Si se refiere lea al valor de la tecnología
incorporamos.
o de la ciencia el problema se hace más grave. No es
necesario ser extremadamente zahorí para advertir c) Resulta al menos curioso que L. lea
que estas concreciones culturales de Occidente (capi- advierta en el historicismo, el existencialismo y
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 139

especialmente en José Ortega y Gasset (1883-1945) dor-individuo-Locke. Esto, desde luego, implica una
a los fundamentadores filosóficos de nuestra capa- necesaria definición social-histórica de la filosofía o
cidad para reconocernos. En efecto, estas ideolo- su negación: la igualdad abstracta de los individuos,
gías-filosofías y Ortega se han constituído como que es exactamente el único camino que lea pu~~e
negaciones del espíritu universalizador abstracto que recorrer y el que precisamente toda su argumentación
alimentaba a la filosofía-ideología de la burguesía en trata de evitar.
ascenso. El racio-vitalismo, el historicismo, el exis-
d) El problema de la aparición del hombre
tencialismo son tendencias del pensar de una burgue-
no-occidental no es un problema de la 'conciencia'
sía en descomposición y, lejos de señalar hacia la
europea, como señala el pensador-mexicano; el
concreción de lo histórico o hacia un nuevo huma-
hombre no-occidental se construye en nuestro siglo a
nismo, apuntan hacia la degradación de lo humano e.n
través de prácticas políticas y militares que le
la irracionalidad, a la destrucción de la demo~racla
permiten, al mismo tiempo, derrotar al blanco-occi-
formal y, tendencialmente, hacia el fascismo ..Dílthey
dental-capitalista y construirse como pueblos y
(1833-1911), por ejemplo, cuyo pensarmento se
como hombres. La crisis de la conciencia europea no
estructura al interior del fenornenalísmo y el agnos-
es sino el correlato de la crisis de Gran Bretaña,
ticismo de origen kantiano, considera que la vivencia
Francia, Portugal y Bélgica y también la crisis de los
del mundo es el fundamento último del conocimiento
Estados Unidos de Norteamérica, sacudidos econó-
y que nuestra fe en la realidad del mundo exterior
mica, política y militarmente por sus derrotas y
brota de la vivencia de la resistencia y de los
pérdidas en China, Corea, Argelia, Vietnam, Ghana,
obstáculos con que tropezamos en nuestras relaciones
Cuba. Nada hay de 'filosófico' en el sentido clásico,
volitivas con las personas y las cosas del mundo
en las crueles guerras de liberación que debieron librar
exterior (126,336-357). En una palabra, la realidad
países no-occidentales como Argelia y Vietnam. Ni
es nuestros deseos, proposición que sienta admira-
nada de filosófico en este sentido tuvieron tampoco
blemente al afán voluntarista de la filosofia sin más
las conferencias de Bandung (1955) y de Acera
proclamada por lea, pero que, por desgracia, está
(1958) en las que, con diferencias y caminos alterna-
fundada en un solipsismo negador de la historia. Tal
tivos, se configuraron en primera instancia los bloques
vez no sería necesario extenderse mayormente en
afro-asiático y panafricano. La conciencia que de sí
Ortega y Gasset, de gran influencia en América
mismo adquirían el negro y el asiático y que lograban
Latina directamente a través de su obra y palabra e
imponer al occidental no se producía determinante-
indirectamente a través de sus discípulos en las
mente mediante ningún mecanismo filosófico sino
cátedras universitarias (27). El antirracionalismo orte-
sólo mediante el único camino que entrega conciencia
guiano, de fundamentación diltheyeana, alcanzó su
real y con ello dignidad: sus concretas prácticas
exacto correlato político en el ejercicio de su libertad
históricas de liberación (140) (144). Pero, al mismo
abstracta durante la Guerra Civil española y en la
tiempo, Latinoamérica, con excepción de Cuba, no
histeria antipopular, antidemocrática y anticontem-
juega, contrariamente a lo que sostiene lea, ningún
poránea que se expresa, por ejemplo, en la Rebelión
papel relevante en este re-conocimiento del hombre
de las masas. No está, por último, de más recordar
no-occidental. Y no lo desempeña precisamente
que ni el historicismo, ni el perspectívismo, ni el
porque entre nuestros pueblos y durante este período
existencialismo nos entregan, en cuanto ideologías
se han acentuado (extendido-profundizado-interna-
filosóficas, instrumentos para reconocemos en cuanto
lizado) las prácticas de dominación y neo-colonia-
pueblos, o en cuanto iberoamericanos, sino sólo en
lismo y se han intensificado las acciones que preten-
cuanto individuos. El problema de la filosofía iberoa-
den eliminar mediante el terror y la aniquilación
mericana se transforma entonces en la posibili-
física todo intento individual, grupal o nacional de
dad-necesidad de que el individuo-lea se haga-in-
oposición a la superexplotación estructurada por el
corpore como equivalente al individuo-Kant. O en
capital internacional monopólico y sus aliados en
términos históricos que el colonizado-indivi-
cada país. De ~odo que América Latina, el continen-
duo-lea se haga equivalente (función) al coloniza-
te de los "yes- men'' no está en ninguna situación de
privilegio, respecto de los otros países del Tercer
Mundo. Por el contrario, constituyendo nosotros el
(27) Un estudio específico y desde una perspec-
tiva clásica acerca de la influencia de J. Ortega y Gasset y de patio trasero del imperialismo en retroceso y descom-
sus principales discípulos en A. Latina puede encontrarse en posición, nuestro futuro histórico inmediato lejos de
La idea de América de J. L. Abellán (142,111-149). apuntar hacia nuestra integración en lo 'universal' del
140 HELIO GALLARDO

nnperialismo probablemente señale hacia una más Zapata, re-actualizada, politizada por la conciencia
profunda enajenación, disgregación, esquizofrenia y del filósofo colonizado y decadente: todos ellos, y las
ruptura al interior de nuestros pueblos. Ejemplos fuerzas sociales que representan, hechos historia por
dramáticos de este proceso de desintegración -a la un sector de la pequeña burguesía intelectual que
vez esquizofrénico y totalitario- son, en la década del siempre ha ayudado a profundizar la explotación, la
setenta, Chile y Argentina (28). ideologización, la enajenación. El Ché explicado por
Pero no interesa, en este momento, señalar que, el existencialismo y por el historicismo, 'recuperado'
cada aspecto de los argumentos pseudo-históricos como individuo por la estructura del aparato necolo-
esgrimidos por Zea, carece de todo fundamento nial. Sandino hecho conciencia pequeño=burguesa y
objetivo. Sabemos que este problema deriva, en pro-imperialista. La bárbara castración que supone
último término, de su inserción en corrientes ideológi- semejante interpretación-recuperación de la historia,
cas-filosóficas que, como el historicismo y el existen- probablemente, y para el caso mexicano, sólo pueda
cialismo, se afirman en la negación de la historia. ser comparada al proceso de castración, tergiversación
Interesa más precisar el sentido ideológico-político y desplazamiento que el pensamiento agrario popular
que posee la expresión de Zea 'asumir nuestra que precipitó la Revolución Mexicana ha sufrido en
historia' o 'filosofia sin más'. Para ello, además de los manos del Partido de la Revolución Institucionalizada
antecedentes entregados en la primera parte de esta (145). y dicho sea -y no de paso- el pensamiento
sección, debemos enfatizar el hecho de que el 'filosófico' de Zea no hace sino reproducir, tosca-
pensamiento de Zea se ubica, consecuentemente, en mente, uno de los mitos políticos más caros a este
el más puro campo del idealismo filosófico. Así tipo de agrupaciones: la filosofía sin más, es decir
otorga al filosofar auténtico la capacidad de anular las nuestra incorporación evolutiva y necesaria a la
trabas que impiden nuestro desarrollo como hombres, historia de la filosofía occidental, no es sino la versión
pero esta acción "sólo será consecuencia de la previa pseudo-teorizada para el campo del filosofar de una
autenticidad de nuestro pensamiento sobre la realidad ideología más general, la ideología de las 'capas
que ha de ser transformada" (136, 153). El panorama medias' (clases medias) sostenida fervorosamente por
de la filosofía sin más queda así definitivamente las neo-burguesías y la social-democracia a nivel
aclarado. La filosofia sin más, propuesta por Zea, no mundial. En efecto, como todos los hombres son
es sólo el abandono voluntarista que realizamos para iguales y entre ellos no existen contradicciones
queremos ver como occidentales capitalistas recono- antagónicas y como además los que más poseen
ciéndonos al mismo tiempo como únicos y privile- pueden ser inducidos a ayudar a los que menos
giados en la enajenación, sino que es también la poseen, bastará que seamos nosotros mismos en un
conciencia lúcida que ilumina y dirige el camino que mundo de riqueza filosófica, para que, pronto, en el
deben seguir nuestros hombres y nuestros pueblos. La mundo de la fílosofía, no haya ni ricos ni pobres:
conciencia mistificada del pensador colonizado es al seremos todos iguales, "par entre pares, semejante
mismo tiempo la conciencia-faro, la conciencia entre semejantes, hombre entre hombres" (136,102).
paradigma, la conciencia politica. Entonces, se trans- Resulta de algún modo desalentador verificar cuán
parenta con sutil ingenuidad-crueldad el proyecto de terrenal es el fundamento de las ideologías que se
la filosofia de la acción propuesta por Zea como estructuran al interior del marco de la filosofía
remate a su estudio: "No sólo acción, sino fllosofía clásica. Y al mismo tiempo resulta instructivo al
de la acción encaminada a subvertir, a cambiar un menos introducirse en la develación de sus infinitos
orden en el que la auténtica esencia del hombre ha trucos -en este caso el 'progresismo', la 'autoafír-
sido menoscabada" (136, 160). Es decir la acción-- mación' y el 'nacionalismo' conscientes o incons-
pensamiento del Ché, de Ho Chi Minh, de Sandino, de cientes, para asegurar la reproducción de las condi-
ciones de producción, es decir de explotación y de
dominación, en nuestras sociedades (29).
(28) La idea de Zea, no cabe duda, es un buen
ejemplo de inversión ideológica y de equilibrio individual. No
sólo se señala en ella nuestro papel diferente y al mismo (29) Resulta interesante señalar que el estudio
tiempo paralelo-hegemónico entre los pa íses del Tercer de Zea fue, en parte, escrito como respuesta a las ideas, que
Mundo, papel que de hecho no jugamos pero que es sostenido ya hemos expuesto, de A. Salazar Bondy. Y es interesante
y reforzado por la ideología dominante, sino que enfatiza que porque teniendo ambos puntos de partida comunes (el
desempeñamos ese papel por ser como somos. Y este 'como historicismo, por ejemplo) se inclinan por soluciones diferen-
somos' refiere a la intelectualidad orgánica de la que Zea tes al problema. Para Zea, haremos filosofía en la medida que
forma parte. nos incorporemos más a Occidente. Para Salazar Bondy
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 141

JOSE CARLOS MARIATEGUI: niveles es, en principio, descriptivo, no teórico. Así,


EL MARXISMO ABSTRACTO (30) por ejemplo, en el nivel a llamaremos materialista y
dialéctico a un pensamiento que se ubique dentro de
Desde un punto de vista general pero compren- los criterios ontológicos y gnoseológicosgenerales del
sivo el materialismo dialéctico (marxismo) puede ser materialismo fílosófíco y que también reconozca el
considerado una concepción del mundo (137, 6-12). carácter social de toda praxis y por ello de toda
Por ello mismo puede aplicársele un esquema básico conciencia, como asimismo que postule y defienda el
de comprensión ideológica que comprende al menos cambio permanente y concatenado de todas las
los siguientes niveles: formas materiales bajo la forma general de la contra-
a) como referencia a una explicación y dicción. A nivel e será materialista y dialéctico
valoración de totalidad respecto del ser humano, la (marxista) el autor o pensamiento que coincida en
Naturaleza y las relaciones que se dan entre ambos que la lucha de clases (contradicción) es el motor de
b) como sistema de representaciones y la historia (relaciones de producción-fuerzas produc-
valores de una formación social o de un grupo de esa tivas) (praxis) pero al mismo tiempo adopte el punto
fonnaci6n social de vista científico (materialismo histórico) del prole-
e) como elemento o función de la lucha de tariado revolucionario en la sociedad capitalista (pra-
clases xis de clase, conciencia de clase, ciencia de clase;
d) como la concreción de las representa- conciencia-acción socialmente situada).
ciones y valores de grupos o clases sociales en los
Es desde esta perspectiva general, y que aquí
medios para alcanzados.
sólo hemos ejernplificado que intentamos comprender
Desde el punto de vista teórico-histórico el
y juzgar el marxismo expuesto por J. C. Mariátegui
materialismo dialéctico es una ideología si se lo
(1895-1930) en su artículo ¿Existe un pensamiento
entiende en los niveles a, b, d. El punto e señala la
necesaria conexi6n entre el materialismo dialéctico y hispanoamericano? (138). El artículo, aparecido en
1925, fue concebido como una respuesta a la decla-
el materialismo histórico. En este sentido el marxismo
ración de principios realizada por intelectuales princi-
es forzosamente ciencia.
palmente argentinos y en la que se afirmaba que ya
El esquema anterior debe entenderse como una
era hora de construir el pensamiento y la cultura
totalidad estructurada, es decir por la interrelación
latinoamericanas aprovechando que Europa, debili-
concreta que opera a los distintos niveles. El objetivo
tada por la primera Gran Guerra y sus consecuencias,
del esquema es permitir, a distintos niveles, la
no estaba ya en condiciones de alimentar y conducir
identificación de pensamientos, autores, tendencias,
culturalmente (138, 114). Respecto de esta cuestión
valoraciones o instituciones al interior de sus respec-
señala Mariátegui que lo que está en decadencia yen
tivas ideologías o de sus mezclas. El sentido de los
proceso de extinción no es la capacidad europea
general para generar modos de vida y conducir
nuestra filosofía debe surgir diferentemente a lo que hasta culturalmente sino que lo que acaba y declina es el
hoy ha existido como tal. Probablemente su ubicación en el
ciclo de la civilización capitalista (138,114). Por ello
contexto histórico geográfico explique estas diferencias.
Mientras Zea escribe y piensa en México, un país que con mismo es que nada descarta la posibilidad de que
todas sus contradicciones y conflictos ha creado, bajo una Europa se renueve, una vez más, y que una nueva
dictadura férrea, una iGeologÍa de la nacionalidad y de la forma social, una nueva cultura, se plasmen en su
raza, Salazar Bondy, en Perú, un país escindido y de cruel seno. "Europa se presenta como el continente de las
precariedad; se ve obligado a negar el pasado, a no recono-
cerlo como pasado, a "partir de cero" como le señala máximas palingenesias. Los mayores artistas, los
críticamente Zea. Al mismo tiempo L. Zea piensa en un país mayores pensadores contemporáneos, ¿no son toda-
con una burguesía dependiente relativamente estabilizada vía europeos? Europa se nutre de la savia universal.
desde la década del 30. Salazar Bondy, en cambio, desde un El pensamiento europeo se sumerge en los más lejanos
país en el cual el fracaso estructural de los grupos dirigentes
tradicionales llevó (hizo necesario) al Ejército a intentar
misterios, en las más viejas civilizaciones. Por esto
asumir el papel de agente del desarrollo nacional. Es mismo demuestra su posibilidad de convalecer y
probablemente este último proceso el que induzca a Salazar renacer" (138. 114).
Bondy a intentar "partir de cero". Desde esta perspectiva general se plantea
(30) Esta es una excelente ocasión para recordar Mariátegui la cuestión de la existencia de un pensa-
que las diferentes notas que comprenden este trabajo se
refieren exclusivamente a los textos estudiados. Luego, la
miento característicamente hispanoamericano. Su res-
filiación marxista del pensamiento global de Mariátegui no puesta al asunto es concluyentemente negativa. Y ello
puede verse afectada por el título que encabeza esta sección. porque "Todos los pensadores de nuestra América se
142 HELIO GALLARDO

han educado en una escuela europea. No se siente en Resulta evidente que el punto 6 de este
su obra el espíritu de la raza. La producción argumento no es sino la extrapolación del mecanismo
intelectual del continente carece de rasgos propios. mediante el cual se realizó (realiza) la dominación
No tiene contornos originales. El pensamiento hispa- cultural bajo el capitalismo al campo de las relaciones
noamericano no es generalmente sino una rapsodia que se establecerían entre una hipotética Europa
compuesta con motivos y elementos del pensamiento socialista y América Latina. Pero esta extrapolación,
europeo" (138, 114). A su vez, esta dependencia e mecánica y abstracta, cae más bien en el campo de la
inautenticidad derivan del hecho de que el espíritu metafísica a-histórica que dentro del materialismo
americano está en elaboración (138, 114). En la dialéctico e histórico. Para un marxista el carácter de
práctica, según Mariátegui, el continente y la raza las relaciones de influencia ideológica que pueden
americana están en formación. Y ello porque ni los establecerse entre una Europa capitalista (USA) y una
• colonizadores han logrado enraizarse en nuestro suelo América Latina está determinado por la necesidad de
ni ha aflorado a nuestra posible cultura aún el alma mantener las estructuras de dependencia y de neoco-
indigena 138, 115). De modo que no podemos tener lonialismo. Las relaciones de 'dependencia' ideoló-
un pensamiento propio porque aún no hemos cons- gica, en cambio, que podrían establecerse entre una
truido nuestra nacionalidad. En otras palabras, somos Europa socialista y una América Latina están determi-
todavía demasiado jóvenes para la filosofía y para el nadas por las necesidades de la lucha de liberación de
pensamiento propios. Por ello es que, en cuanto a nuestros pueblos y por el objetivo de la revolución
creación de cultura, seguiremos dependiendo de mundial. De modo que el flujo de tendencias ideoló-
Europa. gicas no puede ser equiparado en ningún sentido, ni
Examinemos ahora, con mayor detalle, las siquiera en este tan general como el que acabamos de
opiniones de Mariátegui, desde el punto de vista de plantear (32), y todo esto sin introducir el carácter de
una concepción materialista y dialéctica y desde el clase y los mecanismos de clase que implican las
punto de vista del materialismo histórico. diferentes formas concretas de influencia. De modo
El primer argumento puede descomponerse así: que la interpretación, vacía y mecánica, que
1) Europa es creadora permanente de cul- Mariátegui hace del problema de las 'influencias' y del
tura y al mismo tiempo creadora y reproductora de 'motor cultural' puede revelar cualquier origen, me-
• relaciones de subordinación cultural. nos el marxista.
2) Estas relaciones han conformado una En cuanto al segundo argumento, el de la
estructura que ha realizado el desarrollo cultural juventud de nuestro continente y de nuestra 'raza',
dependiente de América Latina desde su descubri- todavía en embrión, resulta manifiestamente ideológi-
miento y colonización y que se extiende hasta
nuestros días.
3) Esta estructura de dominación cultural (32) Esta forma mecánica de concebir las rela-
no es sino un nivel de la estructura de totalidad ciones entre los países socialistas y los dependientes (aplicán-
generada por el desarrollo del capitalismo en sus doles los marcos del capitalismo) esta política e ideológi-
diferentes fases. camente expresado en la teoría de los dos imperialismos tan
en boga'en nuestros círculOs ilustrados. La objetividad de esta-'
4) Hoy, en Europa, el capitalismo y su 'teoría' salta a la vista cuando se. recuerda algunos de los
cultura llegan a su fin. aspectos, por ejemplo, de los Convenios entre URSS y Cuba
5) Hoy, en Europa, surge la nueva civiliza- en 1972: a) URSS se comprometía a comprar azúcar cubana
ción, la cultura socialista (31). casi a un 30% más alto que el precio del mercado mundial
6) La cultura socialista, la nueva cultura, con el [m de garantizarle un ingreso estable y masivo de
divisas hasta 1980:b) URSS postergó hasta 1895 el servicio
establecerá con América Latina relaciones semejantes de la deuda externa de Cuba -con un monto superior a los
a las establecidas por el desarrollo del capitalismo y 2.000 millones de dólares- y convino un plazo, a partir de
de sus formas ideológicas. entonces, de 25 años para su cancelación. Los intereses de ~sa
deuda se congelaron al 31 de diciembre de 1972 y su pago
también se postergó hasta 1895. La deuda acumulada no
devengaría intereses. e) URSS concedió a Cuba un nuevo
(31) El artículo de Mariátegui fue escrito toda- empréstito de utilización inmediata por 300 millones de
vía al calor de la Revolución Rusa y de la constitución del dólares para financiarniento industrial a 25 años plazo (148,
primer país socialista. El triunfo del socialismo parecía 18) ¡Desde luego que se trata de actitudes políticas! Peroes
inminente en otros países europeos y resultaba tácticamente que también es política la actitud de USA y de sus
coherente el que Mariátegui defendiera a lo que parecía era el instituciones financieras hacia el resto de los países latinoa-
nuevo motor cultural de Occidente: el marxismo-leninismo. mericanos.
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 143

co precisamente en el sentido que el marxismo no lo equivalente a la oscuridad político-conceptual que le


es (nivel c) y por ello puede ser considerado, en impide reconocer en los intelectuales argentinos que
último término, reaccionario. En efecto, nuestros proclaman la independencia cultural de América
países y nuestra 'raza' no son jóvenes en el sentido Latina a intelectuales orgánicos que deben ser, a su
biológico del término, como pareciera apuntar el vez, juzgados desde una perspectiva de clase. Por ello
argumento de Mariátegui; en este caso nuestra juven- es que Mariátegui les entrega la misión de 'dirigir el
tud sería solamente un estadio o fase de nuestro Congreso y el movimiento' (138, 115) señalando que
desarrollo. Lo que ocurre es que 10 que Mariátegui si "el congreso" no representa y organiza a la nueva
aprecia como juventud no es sino la condición de la generación hispanoamericana, no representará ni orga-
dependencia estructural determinada por el desarrollo nizará absolutamente nada" (138, 115). Estamos de
del capitalismo, específicamente en su etapa monopó- lleno, una vez más en el problema de las generaciones.
lica-fmanciera; la 'juventud' en este caso es una Olvida Mariátegui que las generaciones son también y
condición, una siempre-eterna-juventud determi- deterrninantemente portadoras de clase y que 10 que
nada por nuestra posición en el conjunto de las las define en última instancia no es la edad sino su
relaciones mundiales de producción imperial-mono- posición orgánica en el conjunto de las relaciones
pólicas. El problema, pues, no se resolverá por la sociales de producción de una formación social.
'maduración' de nuestro continente o de nuestra Confundiendo así la dialéctica social con la 'renova-
'raza', por nuestro tránsito desde la juventud a la ción ideológica de ideas', Mariátegui no vacila en
existencia adulta. El proceso de ruptura posible y entregar la dirección del debate sobre nuestro pensa-
necesario con nuestra condición de 'juventud' (en miento a la burguesía y pequeño-burguesía depen-
realidad dependencia y subdesarrollo) pasa por la dientes. Con 10 que, por oposición, demuestra que no
organización y realizaciones de las clases objetiva- basta declararse o adherirse al marxismo para que las
mente explotadas al interior de este sistema mundial prácticas y criterios del materialismo dialéctico e
de explotación. Niestra maduración es pues histórico determinen y definan nuestras actitudes y
1) un problema nacional-mundial. discursos.
2) un problema de clase
3) un problema de construcción del socialis-
mo.
O. ARDILES:
y dentro de este conjunto de problemas los EL POPULlSMO MESIANICO
asuntos de la nacionalidad y de la raza, que pueden
jugar papeles al interior de la estructura de contradic- El pensamiento de un autor de las últimas
ciones, no son problemas centrales y determinantes generaciones, como el argentino Osvaldo Ardiles
sino que problemas subordinados y determinados; el (1942), resulta de particular interés no sólo porque
problema indígena, por ejemplo, es un importante introduce conceptos como los de 'praxis', 'pueblo',
problema étnico-cultural, pero es también y deterrni- 'masas', etc .... , en relación con la constitución de un
nantemente, el problema del pequeño y mediano pensamiento iberoamericano sino por los objetivos
propietario agrícola. Escamotear esta cuestión es que le asigna a este pensamiento el autor de L ineas
afincarse de lleno en el terreno de la ideología y caer, básicas para un proyecto de filosofar latinoamericano.
por tanto, en el proceso de señalar=ocultando (des- Estos objetivos, sintetizados, son los siguientes:
plazar, invertir). De este modo (materialismo históri- El quehacer filosófico se constituirá
co) la juventud propuesta por Mariátegui se muestra como reflexión crítica sobre la praxis liberadora de
como efecto y no como causa de nuestra incapacidad nuestro pueblo y se orientará a la elaboración de una
de fílosoffa, Del mismo modo el intento de construir síntesis totalizante del esfuerzo de liberación, nutrida
nuestra fllosofía como resultado de un proceso de por los más altos niveles de consciencia alcanzados
maduración (nuestro) se devela como un esfuerzo por las masas en su lucha contra la opresión (139,
unilateral y por tanto falso de presentar la necesidad 10).
y capacidad de cambio (dialéctica) propias de toda estimular la estructuración de la cons-
sociedad. Y ello le ocurre a Mariátegui porque su ciencia histórica, nacional y popular, para el logro de
artículo no se inscribe, en absoluto, dentro de los la liberación.
criterios que nos permiten hablar de una concepción develar subversivamente lo cuidadosa-
materialista y dialéctica del mundo. La confusión mente ocultado por la dominación, a través de un
entre nación, pueblo y clase (s), por ejemplo, es sólo logos develador que detecte los rasgos estructurales de
144 HELIO GALLARDO

la dominación y saque a luz los factores profundos de desde la perspectiva de la elaboración de


nuestra dependencia socio-cultural (130, 10). lo nacional construir para con 10 extranjero una
abrir una perspectiva nueva para la especie de metabolismo critico cultural (139, 15)
consideración de las tareas históricas que las masas -cuestionar radicalmente nuestra situación con-
requieren en la presente tarea histórica. creta y universalizar (nuestros) sus resultados (139,
posibilitar que el pueblo se sitúe como 15).
'alteridad cuestionad ora' en el sentido marcusiano, De hecho, lo que propone Ardiles como 'filoso-
ante la totalidad totalizante estructurada por el fía latinoamericana' es un quehacer de liberación
capitalismo industrial. total que se inscriba en el seno del pueblo y que lo
reconocer como el otro (prójimo) para apoye en su lucha por ser agente de su propia historia,
el discurso y la acción s610.aquienes coinciden en ser historia que se realiza en la lucha contra el imperia-
explotados recordando que entre masas y acción lismo y la dependencia interna y externa. La filosof'ía
imperial no existe término medio (139, 11) Y que por es "pensamiento estratégico del pueblo" (139, 7). Sus
ello ante sus proyectos alternativos o disyuntivos sólo objetivos son ambiciosos; realizar la libertad indivi-
cabe optar (139,11). dual, personal y popular; construirnos auténticamente
reflexionar 'desde abajo' es decir desde como hombres y como pueblos; asegurar el progreso
el polo oprimido, exoyectando las categorías y pautas material sin enajenación; lograr la paz. ¿Y mediante
de dominación que pudiesen haberse infiltrado en la qué procedimientos se construye esta fílosof'ía, este
cultura popular y develando las contradicciones es- pensamiento estratégico del pueblo? .
tructurales del sistema totalizador (139, 11)
Según Ardiles esta pregunta sólo puede contes-
mostrar o fundar su relevancia jerár-
tarse ubicándose en el horizonte de comprensión
quica superior respecto de la perspectiva de preservar
abierto por el Proyecto Nacional, proyecto que ha
y mejorar los logros productivos de la civilización,
sido generado por las masas populares en el curso de
entregar una ideología que permita reproducir el
sus luchas contra la dominación metropolitana y en
sistema de liberación y lograr la paz (139, 12)
conato existencial por expropiar el poder. Para la
transformar radicalmente nuestra cul-
Argentina, estas luchas han sido: las rebeliones
tura
indígenas, el movimiento independentista, la resisten-
situar como agente del quehacer fílosó- cia federal y la defensa de las montoneras, los
fico al hombre social determinado como pueblo movimientos sociales de comienzo de siglo, el
procurar acelerar el proceso transfor- yrigoyenismo y el justicialismo. Todas estas luchas
mador exigido por la conciencia social a través del han permitido forjar la consciencia nacional del
compromiso con la causa popular (139, 13). pueblo mediante la acumulación de las determina-
superar las dicotomías fundadas por la ciones político-culturales obtenidas en cada situa-
modernidad, específicamente las referentes a suje- ción concreta (139, 6). Esta acumulación, su com-
to--objeto, teoría-práctica e individuo-sociedad prensión lúcida, es el pensamiento estratégico del
(139,13) pueblo, es decir la filosofii (139, 7). Su importancia
definir la ruptura teórica exigida para la deriva de que "El Proyecto Nacional se conforma, por
superación de la dependencia lo tanto, en lucha contra la Dependencia entendida
liquidar todo el pasado ideológico: "El como fenómeno estructural que define la opresión de
marco teórico inicial no puede ser una teoría dada, todos los componentes de nuestra nacionalidad. Al
sino la ruptura con todas las recibidas, de modo que constituir una estructura dependiente, todos los
se parta decididamente de la praxis liberadora de las momentos de nuestra formación nacional (socio-eco-
masas" (139, 14) nómico, político, ideológico-cultural) se vertebran e
-considerar todo lo ajeno a nuestros pueblos integran ajustadamente en el proyecto globalizador
sólo desde el punto de vista de la analogia en la del neocolonialismo. Su elemento estructurante está
medida que mientan realidades fundamentalmente dado por la existencia de una cultura de la dependen-
distintas y sólo relativamente semejantes (139, 14). cia que articula e informa la totalidad concreta del
Debemos, en base a ello, elucidar filosóficamente el país. Con ella, los distintos momentos d«¡lproyecto
nuevo horizonte y determinar el carácter de la de dominación pretendieron teñir el ethos de nuestra
experiencia revolucionaria de nuestro pueblo en sus nacionalidad, mediante la complicidad de las élites
diferentes etapas y elaborar la teoría científica que subopresoras. Para ello, se denostaron los valores
detecte las bases objetivas de la lucha social (139,15). típicos de nuestro pueblo, se pretendió distorsionar
EL PENSAMIENTOIBEROAMERICANO 145

su cultura y desnaturalizar su historia. Se impuso una f) La filosofía es un producto social,


temporalidad ajena que aniquilaba nuestra historici- popular (139,12-13).
dad. El pasado fue desarticulado para poder dominar Desde otro punto de vista, los 'enemigos'
el presente y asegurarse el futuro" (139,8). El nueva ideológicos del pensamiento latinoamericano de libe-
horizonte abierto por la ftlosofía se instaura a partir ración son, para Ardiles, principalmente todos los
de la praxis popular y sirve a sus objetivos de 'ismos', pero específicamente la neo-escolástica, el
liberación. Pues ésta se orienta en función de aquél y espiritualismo, el epistemologismo, el materialismo
lo desarrolla en las mediaciones culturales. La teoría mecanicista y economicista, el racionalismo estructu-
revolucionaria de masas debe ser elaborada a la luz de ralista, el neopositivismo cientifista con todas sus
un marco de índole tan especial que sea simultánea- variaciones: mecanicismo estructuralista, marxismo
mente preideológico y precientífico. De allí que cientifista, espiritualismo idealista, etc ... (139, 10);
propiamente hablando su carácter no se reduzca a lo especiales criticas reciben el materialismo histórico y
básico ni a lo supraestructural, sino que atraviese y dialéctico (139, 6-8), bajo la versión que de ellos
clarifique los distintos momentos de la praxis históri- posee Ardiles (33), porque "a buen precio y sin fatiga
co-social (139, 9). Hasta aquí el pensamiento central alguna" procuran meterse en el bolsillo "toda la
de Ardiles. historia y toda la ciencia política y filosófica concen-
trada en algunas formulitas" (139, 6). Son afirmados,
Si examinamos ahora los criterios fundamenta-
en cambio, como instrumentos propios del pensar
les desde los que se moviliza su argumentación,
liberador y popular, los métodos analéctico, dialéc-
encontramos:
tico, la hermenéutica y la filosofía de la praxis. Son
a) un pensamiento dialéctico definido al
citados positivamente en el trabajo Marcuse -aunque
interior del idealismo fílosófíco: la dependencia resul-
con reservas- Levinas y Ricoeur. Sorprende, en este
ta estructurada (determinada) por la cultura de la
primer examen, que no se rechace dentro de los
dependencia (139, 8); la liberación es función de la
filosofía (conciencia) (139,9), etc. 'ismos' , explícitamente, el subjetivismo persona-
lizante (cristianismo existencial), el existencialismo en
b) Una concepción de la historia fundada
en el criterio anterior y que hace de los pueblos general y que no haya ninguna mención a las
(masas) una continuidad de sus determinaciones estructuras ideológicas que exceden a la pura filoso-
fía, como si la filosofía fuese la exclusiva estructura-
político-culturales que trasciende incluso el marco
dora de la dominación cultural. Quedan así excluídas
de sus diferentes y específicas formaciones sociales
de la lucha cultural-ideológica, por ejemplo, todas las
(139, 6). En realidad esta continuidad es el objeto
instituciones de explotación y dominación fundadas
real de la filosofía propuesta por Ardiles.
en el liberalismo y en el cristianismo en nuestros
c) El acceso a este objeto real espreideolá-
países. Existe aquí, desde luego, una sobrevaloración
gico y precien tífico (139,9) porque los aconteci-
de la filosofía (clásica) muy propia de las diversas
mientos que se registran en esta conciencia social "se
tendencias que componen el idealismo.
producen sin que el descubrimiento sea su destino, sin
Examinemos, ahora, con mayor detalle, los
que incluso ningún descubrimiento anterior esclarezca
criterios que apuntalan la argumentación de Ardiles.
la producción de estos sucesos esencialmente noctur-
El primer criterio teórico que salta a la vista se refiere
nos o sin que la acogida del rostro y la obra de la
a la relación que existe entre la acumulación de las
justicia -que condicionan el nacimiento de la verdad determinaciones político-culturales e 'historia'. En
misma- puedan ser interpretados como devela- efecto, al estar constituida la historia de cada pueblo
miento" (139, 13). Dicho de otra manera este objeto
existe independientemente de toda conciencia, existe
por sí mismo y trasciende a todo individuo pero (33) Una versión asaz trasnochada, por cierto.
también a toda formación social. Para Ardíles el marxismo parece ser "mecanicismo clasista",
"economícismo", "pseudociencia", "dicotomizante", etc. A
d) El anterior objeto, la acumulación de este marxismo, inventado por él, opone la creencia de que "es
determinaciones político-culturales, es el resultado en el campo de la consciencia político-cultural donde los
de las luchas de masas populares a través de la hombres caen en la cuenta de los tortuosos mecanismos de la
historia, pero estas luchas no son determinantes explotación, y esto no se logra más que mediante una lucha
respecto a esta acumulación (139, 6-8). prolongada donde nada se pierde y todo se acumula" (139,
6). Desde luego, aquello donde nada se pierde y todo se
e) Desde el punto de vista histórico el acumula no es sino la cabeza del filósofo, es decir de Ardiles,
principal antagonismo se presenta entre el Pueblo y el en donde al menos respecto del marxismo todo se ha perdido
Imperialismo (139, 7). y nada se ha acumulado.
146 HELIO GALLARDO

por su 'sólida línea de masas' y al ser consideradas las depende de los sujetos ni de las masas, una especie de
experiencias de otros pueblos sólo por la vía de la 'espíritu del pueblo' defmido o por abstracción de
analogía, entonces alcanzamos una primera conclu- todas y cada una de las prácticas revolucionarias
sión: el trabajo de Ardiles debiera llevar por título populares o por la estructura misma de esa continui-
'líneas básicas para un proyecto de filosofar argen- dad abstracta (carácter ontológico de la liberación
tino' a no ser que la expresión 'pueblo' incluya a popular). Cualquiera sea el camino a seguir, la
todos los pueblos o masas explotadas latinoame- exposición de Ardiles ha mostrado la irreductible
ricanas. Esto nos conduce a una primera esquernatí- enajenación a que conduce el idealismo filosófico. En
zación crítica: la continuidad político-cultural de este caso, a la negación de la historia real y de toda
masas que configura el objeto real de la filosofía ciencia de la historia y a su reemplazo por una
latinoamericana y que trasciende a los individuos y a historia abstracta respecto de la cual no existe
las formaciones sociales o es una abstracción o es la mediación.
historia real. Si es la historia real entonces se Más precisamente, sí existe mediación, pero ella
establece, por ejemplo, una continuidad institucional, está dada por la conciencia del filósofo (139, 13) Y
o de valores y representaciones materiales entre las por la filosofía: "Constituyendo la dependencia un
luchas indígenas y el movimiento peronista. Esta factor estructural, es lógico que su presencia y
continuidad es, por decir lo menos, históricamente superación se registren en el plano teórico. ASl como
dudosa; se necesita un buen esfuerzo unaginativo para una sociedad para liberarse debe suprimir I3. depen-
ligar institucionalmente las luchas de los querandíes, dencia, del mismo modo una filosofía para la libera-
los ranqueles o de Tabaré -luchas que tuvieron ción exige se supere la dependencia también en el
probablemente un fundamento territorial- con los plano teórico" (139, 15). El idealismo, como de
esfuerzos de la oligarquía independentista que aspira- costumbre, reitera su punto de partida. La resolución
ba a mejores mercados y con el régimen populista y de la historia está en la conciencia. Y en este caso,
pseudoantiimperialista que intentó configurar una además, viene acompañada y definida por la vocación
nueva forma o fracción de burguesía industrial en ontológica del fílosofar y del filósofo. Es decir,
Argentina como fue el peronismo. Si esta continuidad entramos de lleno al campo de 10 irracional-místico
real intenta extenderse a toda América Latina enton- (34).
ces la situación devíene trágica, como debió vivirla Sin embargo, este irracional-místico -que per-
Bolívar, o cómica, cuando se la ve sólo desde el punto mite la mediación entre lo abstracto y la concreta
de vista de la teoría. Debemos transitar entonces el práctica de masas- tiene un fundamento objetivo,
otro camino viable; la continuidad político-cultural como ya hemos visto: las prácticas espontáneas de las
es una abstracción o, también, una ideología; como masas en sus luchas contra la explotación; las masas se
tal trasciende a los individuos y pueblos y se plasma transforman así en productores concretos de su
en cada formación social y en cada individuo o masas propia ideología bajo cualesquiera condiciones de
según sea la circunstancia concreta (139, 7). Pero lucha; ¿qué obtienen las masas de este proceso
entonces la hipótesis muestra su carácter dicotómico; indiferenciado de lucha? Desde luego, productos
asistimos a la separación real entre la continuidad de tales como el coraje (de las masas), la energía
lo abstracto y la discontinuidad de lo real. Este hiato (popular), la solidaridad (proletaria), la tenacidad
sólo puede resolverse afirmando por un lado la (indígena) u otras semejantes. Es decir, y según
continuidad de lo real y al mismo tiempo un sentido a
la historia. Ardiles está de acuerdo en entregarle un
sentido a la continuidad abstracta: conformación del (34) Existe otra posibilidad de mediación. En
Proyecto Nacional, pero no así a la historia real o a efecto, la continuidad político-cultural exigida por el pensa-
las formaciones sociales' cuyo movimiento es preideo- miento de Ardiles puede haber sido pre-tijada por una
lógico y precientífico (139, 9) y cuya iluminación acción trascendente de una vez y para siempre. Digamos, por
ejemplo, por la acción de un Cristo. Pero entonces la
depende de la continuidad abstracta que posee una mediación implica la fe. Estamos en el campo del pensa-
objetividad en sí (139, 13). De este modo Ardiles ha miento medieval, suficientemente descrito como a=fílosó-
configurado su propia historia: la historia del pueblo fico. Pero si no deseamos ir tan lejos podemos enraizar nos en
es en realidad el proceso ideal-abstracto que lo las formas místicas (teológicas) que asumen algunas varie-
trasciende, que supera toda praxis parcial, pero que al dades del existencialismo contemporáneo. La fe será entonces
reemplazada por alguna otra forma de vocación ontológica.
mismo tiempo define y dirige todas y cada una de Pero de todas maneras, cualesquiera que sea, conducirá
esas praxis. Esta continuidad abstracta posee un ser forzosamente a la iniciación y al sectarismo y nunca a la
propio, una especie de vocación liberadora que no 'línea de masas' que promueve Ardiles.
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 147

Ardiles, las masas crean las condiciones para su propio a ser libres, los pueblos deben ser libres. Pero para
oscurecimiento en la lucha político-social, reempla- expresar este deseo y realizado desde dentro del
zando sus intereses concretos por valores abstractos, o cristianismo en cuanto 'ideología, es decir desde fuera
sea por valores que, aunque emotivamente cargados, de la historia, es necesario negar la historia y la
son neutralizadores y distorsionantes respecto de posibilidad de su conocimiento científico y, al mismo
todo movimiento radical. Casi no puede realizarse una tiempo, desplazar el sentido de la historicidad atribu-
mejor descripción respecto de cómo opera un discur- yéndola al 'espíritu de los pueblos', a una 'línea
so ideológico. En Ardiles el deseo de la liberación (abstracta) de masas' o a la Revelación. Pero en este
conduce a una ideología de la liberación; el reconoci- terreno el problema inicial: la liberación o revolución,
miento de la explotación a una idolatría por las ha sido ya totalmente ideologizado y el pensamiento
practicas populares; la sobreestimación de la filosoffa, sólo sirve para encubrir el desgarramiento y la
al idealismo y a sus caminos muertos para todo contradicción iniciales: el cristianísirno amor al pue-
asunto histórico. Pero al mismo tiempo su construc- blo es confundido entonces con la idolatría por las
ción ideológica lo conduce, fatalmente, al irraciona- prácticas populares; la fe en Dios o en Cristo Salvador
lismo, a la negación de la historia y de la ciencia de la es encubierta tras una vocación ontologica por la
historia, reeemplazadas por las 'vocaciones ontoló- libertad. La fílosof'ía y las ciencias retroceden hasta la
gicas' que se desarrollan en el misterio preideológico y Edad Media. La filosofía latinoamericana se transfor-
precientífico. ma, en el proyecto de Ardiles, en su negación
concreta, mientras que su correlato objetivo, las
Intentemos comprender esta situación. Supon-
prácticas de lucha popular a través de nuestra historia,
gamos, como hipótesis, que O. Ardiles sea cristiano en
devienen mito y vaciedad, estéril esfuerzo coronado
el sentido ideológico-negativo que puede portar este
por la conciencia ideológica del sujeto-filósofo. La
término. Ser cristiano y ser latinoamericano es darse
opción inicial, exigida por el cristianismo al sujeto,
de bruces y al mismo tiempo con la explotación más
queda ahogada, anulada, abstraída, por la inserción en
espantosa de clases y con la necesidad imperiosa de
la acumulación de las determinaciones politico=cul-
justicia y de caridad (146). Este 'darse de bruces' es el
turales derivada de la lucha de masas pero trascenden-
correlato histórico-social del desgarramiento perma-
te a ellas y que, ya sabemos, no depende de ningún
nente a que se ve sometido todo sujeto cristiano
sujeto. Pero entonces el carácter fatalista, pesimista y
contemporáneo, pero todavía, y con más fuerza, el
hasta reaccionario de este discurso ideológico revela
sujeto-cristiano latinoamericano. No son por ello toda su trama: ningún sujeto es culpable de la historia
casuales hechos y hombres como Helder Cámera, de explotación de nuestros pueblos; ningún sujeto es
Camilo Torres, Medellín, los procesos de concientí- culpable de la historia; los pueblos poseen la historia
zación de Freire-Barreiro, la Teología de la Libera- que merecen; yo no soy culpable ni responsable de
ción, etc. La cuestión radica entonces en la necesidad comprometerme con lo histórico; lo histórico se
cristiana de optar. Pero optar significa elegir entre compromete por sí mismo, independientemente de
concretos caminos históricos de realización económi- todo sujeto.
ca-social, político e ideológica. El cristiano decide, Pero resta todavía un problema que debe
entonces, a favor del pueblo, pero la resolución se también resolverse por la vía del gesto ilusorio,
hace desde dentro del cristianismo (en cuanto sujeto mítico: el compromiso, la praxis. Esta cuestión
cristiano) es decir históricamente desde fuera del central para el exterior-cristianismo se resolverá en el
pueblo y de su desarrollo en América Latina; como compromiso a través de la filosofía o de la teología;
objetivamente el pueblo no es sino el resultado de la lo ideológico, construido por la ideología misma,
lucha de clases, el exterior-cristianismo, en este caso resolverá el problema de la praxis y permitirá la
Ardiles, niega la existencia determinante de esa lucha definitiva y anhelada tranquilidad de conciencia; más
de clases (139, 6) Y la reemplaza por la acumulación aún, esbozará la idea de que es el filósofo quien en
de las determinaciones político-culturales; como el realidad comprende e ilumina las prácticas de trans-
pueblo posee una ideología y una ciencia de la formación radical. La subversión filosófica-ideo-
liberación, el materialismo dialéctico e histórico, el lógica ha trazado así todo su camino. Desde la praxis
exterior-cristianismo las rechaza enfáticamente y las de liberación de clases y ante el imperativo de optar,
reemplaza por la preideológica y precientífica voca- ha optado, pero al optar desde fuera (35) ha
ción ontológica de liberación del pueblo iluminada
por la experiencia y la palabra mística del filósofo.
Según este criterio como los hombres están llamados (35) Este optar desde fuera es el que impide,
148 HELIO GALLARDO

subvertido todos los fenómenos condenando a los pontaneísmo, practicismo, son de este modo los
sectores populares al fatalismo derivado de sus prác- aportes que puede integrar el idealismo filosófico en
ticas al interior de las estructuras de dominación y el marco del cristianismo cuando, ideológicamente,
salvando al mismo tiempo la responsabilidad personal pretende ocuparse de la historia real desde el punto
e individual a través del compromiso abstracto con de vista del pueblo. Ello no descalifica el intento sino
una historia ideologizada y pre=definida, hecha a la que conduce más bien al tema de la necesaria
medida. interiorización crítica que el cristiano contemporáneo
¿Es posible para el cristiano, filósofo o no debe realizar de su propio marco ideológico y del
filósofo, evitar este compromiso ideológico? Desde compromiso a que lo conduce su fe en la desgarrada y
luego. Y el cristiano lo ha evitado siempre que ha desgarradora América Latina de hoy.
optado políticamente desde fuera del cristianismo en
cuento ideología y desde dentro de él en cuanto fe.
Para el caso específico que señala Ardiles, cuando sus
concretas prácticas en, para y con las clases objetiva-
mente revolucionarias en América Latina profundizan
y radicalizan su fe al mismo tiempo que lo incorporan
como elemento dinámico de estas clases. Pero en este
SINTESIS
caso ni la ftlosofía, ni la fe, ni la ideología juegan
ningún papel determinante. La conciencia cristiana y El problema de la existencia o inexistencia de
la conciencia fílosófíca y la conciencia Ideológica son una filosofía iberoamericana se manifiesta como
aquí mediaciones de una determinación política de ideológico cuando la aproximación a él se realiza
clase. Y a su vez esta determinación política de clase desde cualesquiera de las formas que asume la
deriva de las concretas condiciones de la lucha de filosofía clásica. Su carácter ideológico -es decir
clases para cada formación social y del nivel ideológi- no-operativo conceptual y prácticamente- se funda,
co, político y científico de las clases revolucionarias y en último término, en la enajenada y abstracta
de sus organizaciones. Ante ellas el cristiano no relación sujeto-objeto propuesto como punto de
necesita repudiar ni inventar ninguna historia ni partida de toda reflexión sistemática. Este punto de
ninguna conciencia ftlosófica. Ni se verá, tampoco, partida realiza, en cada caso, fatalmente, las parejas
forzado a repudiar la ciencia para refugiarse en el empirismo del sujeto-idealismo de la esencia o sujeto
misterio de lo ontológico. Podrá entonces, y como trascendentai -empirismo del concepto (103,11, VI).
señala Ardiles, colaborar propiamente con la ruptura El sentido de un pensamiento iberoamericano y con
de la dependencia y con la derrota del imperialismo y él el problema de su existencia sólo puede ser resuelto
ayudar a establecer el control de la participación en cuanto el pensamiento, la conciencia, se ubica a sí
popular en todas las esferas de la vida nacional, esto misma como forma de la existencia social al interior
es, en el ejercicio del poder político, económico, de las fuerzas sociales (clases, conflicto de clases,
social y cultural (139, 7). praxis) que lo estructuran y determinan. En este caso,
En síntesis, la apelación a las prácticas de masas el proyecto de un ftlosofar iberoamericano, sus tareas
que supone el proyecto latinoamericano de filosofar y concreciones adquieren, tendencialmente, una reali-
de O. Ardiles conduce, derivado de su perspectiva dad teórico-práctica antagónica con el papel que a sí
idealista, o al practicismo y espontaneísmo popular o misma se ha asignado la filosofía clásica; de su
a la abstracción y al fatalismo y supone la negación de configuración como región ideológica: conciencia
la historia y, en general, del desarrollo y acumulación lúcida del pueblo o culminación de su realización
científicos. La tendencia a plantear alternativas a los ontológica, se desplaza hacia las tareas científico-téc-
proyectos de clase fundados en el materialismo nico y prácticas de las clases que necesitan-posibi-
histórico, conduce a Ardiles, final y tendencialmente, litan el cambio real en nuestras formaciones sociales.
al mis ticismo . Populismo, misticismo, fatalismo, es- El tránsito desde su papel elitario-académico-ideoló-
gico de clase hacia su capacidad para insertarse
especffícamente en el conjunto de las actividades
precisamente, que el discurso se instrumentalice hi.stó.rica- práctico-críticas de los grupos mayoritarios en nues-
mente. Dicho de otra manera, optar desde fuera significa, tras sociedades defínírá, en último término, la cues-
históricamente insertarse al interior de la explotación a
través de la producción de una ideología que facilita o tión teórica de la existencia o inexistencia del
profundiza la reproducción del sistema. ftlosofar entre nosotros.
EL PENSAMIENTO IBEROAMERICANO 149

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DEL QUEHACER FI LOSOFICO'{*)

Helio Gallardo

debemos ganamos el pan a diario y trabajar y


'echarle pa' delante' sin tiempo más que para
A. Externidad de 'la' Filosofía educar a los hijos y parar la olla y defendemos de
los otros ... ". Históricamente hay mucho de
El primer hecho que asalta a quien intenta cierto en esto. El filosofar, sabemos, nace en un
preocuparse de la filosofía es su extemidad. contexto social en el que incluso los pobres eran
Acerca de 'la' filosofía podemos hacer chistes, mantenidos por elementos considerados como
conversar sobre su alcance, estudiarla incluso, pero no-humanos: los esclavos. En palabras de hoy: si
el hecho primero sigue en pie: la filosofía se mano bien en las sociedades actuales, y en general, es el
tiene ajena, al margen de la vida de todos y de cada proletariado el que con su fuerza de trabajo genera
cual. No se es filósofo hoy en día, al menos no la riqueza social, durante el proceso de aparición
entre nosotros, del modo como se es escritor, del filosofar, y durante el desarrollo de los pri-
estudiante o empleado de banco. O con mayor meros grandes sistemas, la estructura de la for-
propiedad, hombre feliz. No se lo es -ya la vez se mación social en donde ellos surgen era sostenida
lo es- en primer lugar porque la filosofía se em- por la organización esclavista de la producción.
parienta radicalmente con la imagen de algunos 'La' filosofía, aristocrática o proletaria (2), nace
aburridos y vetustos señores que acostumbran dis- del ocio, de la antibanausia: es este ocio el que
currir sobre alambicados negocios en términos permite el 'asombro', ese temple anímico que
'difíciles', tales como "disyunción", "prolegó- encuentran Platón y Aristóteles en el principio de
menos" o "reíficación" ... De esta situación, que la filosofía: "Precisamente es característico del
es lo que se da (1), se desprende la reflexión: "La filósofo este estado de ánimo: el de la maravilla,
filosofía no es para todos: la filosofía consiste en pues el principio de la filosofía no es otro, y aquel
una disciplina extremadamente abstracta y com- que ha dicho que Iris (la filosofía) es hija de
pleja reservada para ciertos espíritus especialmente Thaumante (la maravilla), no ha establecido malla
finos y especialmente retorcidos" o "La filosofía genealogía" (platón, Teeteto). Es la condición
no es para simples mortales. No es para quienes social del ocio la que permite la condición indi-
vidual del asombro, la condición del no-aceptar, la
posibilidad-necesidad histórica de echar un pie
* El texto incluye los aspectos centrales de un grupo
atrás ante el hecho, de rechazar la fuerza bruta de
de conferencias iniciales a un curso de Introduc- los hechos, el mecanismo centralmente biológico
ción a la Filosofía entregado en 1971, en la sede de la acción-reacción, para crear un orden humano,
Temuco de la Universidad Católica de Chile. Fue pu- una explicación que a la vez afirma y niega, refle-
blicado entonces con el título de "Tres notas acerca
de 'la' filosofía". El texto original ha sido reelabo-
rado en 1978 para ser usado como opción biblio- ,
gráfica en los cursos de Fundamentos de Filosofía (2) El término 'proletario' se ha empleado, en
de Estudios Generales. este 'texto, de dos diferentes maneras. Por proletariado
(1) Lo que se da: único punto de partida para un podemos entender a una específica clase social que, en el
pensamiento que quiere seguir (reflejar) su realidad y modo de producción capitalista, no posee medios de pro-
comprenderla (pre-vería) cabalmente. En este sentido lo ducción y vende su fuerza de trabajo y en la que descansa
que' se da, respecto del hecho filosófico, es, siempre, la el fundamento objetivo de toda transformación revolu-
insuficiencia. Una primera aproximación al problema de la cionaria. Pero 'proletario' indica también, siguiendo el
insuficiencia de 'la' filosofía entre nosotros es desarrollada sentido que tuvo en Roma, a aquel ciudadano cuya única
en la tercera sección de este trabajo. fortuna es su 'prole', es decir su familia.
62 HELlO GALLARDO

xiona y nombra al hecho, haciéndolo a la medida sido dado. No necesitamos repetirlo así como no
humana. Es el ocio el que permite la "indagación necesitamos inventar la sal o la rueda.
de muchas cosas" (Heráclito, fragmento 35). Esta Lo dicho pareciera apuntar ya en ciertas di-
indagación intenta ir más allá del hecho, de la apa- recciones que permiten esclarecer lo que hemos
riencia del hecho, para sorprender al verdadero ser llamado "externidad de la filosofía". Desde luego,
tras esa apariencia. Pero se entiende que este 'sor- la externidad de "la filosofía" arranca desde una
prender' el verdadero ser -es decir alcanzar el comprensión falsa, no histórica de ella. Arranca
fundamento del ser verdadero- sólo puede 10- desde la incapacidad histórica de apropiamos un
grarse a través de un 'dejar de prestar atención' a lo pasado como tal pasado, es decir como apertura o
que se aparece, a lo inmediato. Por decirlo de una como negación valiosas sólo en la medida que
vez: históricamente, sin esclavitud no hubiera ha- construimos a partir de ellas. Esta dimensión del
bido reflexión sistemática (3). problema incluye el tratamiento que al filosofar se
Elorigen y comienzo de 'la' filosofia pare- da en la mayoría de nuestras escuelas de Edu-
ciera apoyar, entonces, el pensamiento del hombre cación Media o Liceos: "Anaxímenes dijo que el
común: "La filosofía no es para todos. Si nace del principio era el aire. Heráclito opinaba que el
ocio, una condición no valiosa hoy di a, pues yo fuego". El filosofar, así expuesto, no es sólo ajeno
prefiero aprovechar mi ocio para dormir en lugar a nosotros. Lo hubiera sido también para Ana-
de intentar atrapar al ser o al principio que recoja xímenes y para Heráclito. El intento de cons-
la unidad en la diversidad y la diversidad en la trucción de una conciencia crítica entre los griegos
unidad". Sin embargo, la verdad de este argumento señala hacia un origen. Es hacia ese origen y hacia
es sólo aparente; desde luego, la condición del ocio su posterior desarrollo que indica hoy el camino
marca el origen del filosofar, pero a su vez esta del pensar. No es raro que 'la' filosofía nos parezca
actividad es la apertura hacia la conciencia critica. ajena en lá medida que es ajena. Los griegos, los
Intentar reasumir la problemática griega tal cual primeros pensadores, nos son fundamentalmente
ella se planteó sería una estéril tarea. Todo pensar, extraños. Entonces nuestro acercamiento a ellos
el nuestro o el griego, emerge en una situación no se da en función de una curiosidad patológica o
histórica concreta y genera desde ella sus propios de una erudición absurda; se da en relación de
problemas, sus muchas veces angustiadas verdades nuestro propio proyecto de vida. Si me acerco a
y es entendido y entendible sólo en la dinámica Kant es precisamente para verificar mi distancia de
que plantea con su realidad. Luego, la filosofía él. Si cito a Aristóteles es precisamente 'porque no
hoy no es lo que hicieron -y cómo lo hicieron- soy Arístóteles'.
los griegos. La filosofía hoyes lo que podemos Desde este punto de vista la 'ajenidad' de 'la'
recoger, en la tarea de crear y conformar la (nues- filosofía es precisamente nuestra propiedad de la
tra) conciencia crítica, de los griegos, del me- filosofta o del filosofar. La distancia de la filosofía
dioevo, de Kant y Hegel, de Marx. La filosofia hoy es concretamente su estar (su modo de darse) entre
es la historia de la filosofia y nosotros. Lo que nos nosotros. Pero entonces el tema de la externidad
entregan Platón y Sócrates y nuestra realidad, de la filosofía es el tema de nuestra incapacidad de
nuestra lucha por ser. Así considerada, el filosofar asumirla; pero no es sólo este tema: es también el
hoy no necesita emerger del ocio. Ya emergió de tema dé la necesidad de asumirla históricamente.
él; ese paso, imprescindible en el origen y co- Es en relación a estas instancias que se moviliza
mienzo del pensar y actuar que quiere tener ahora nuestro discurso.
conciencia de su riqueza y de su limitación, ya ha
B. Filosofía y oposición
(3) Esto no implica el que la esclavitud sea 10
causo de la filosofía. Pero sí el que es uno de los elemen- Hemos dicho que el filosofar nace del 'asom-
tos estructuradores del momento en que es posible la filo- bro': "En efecto, la maravilla ha sido siempre,
sofía. "La división del trabajo sólo se convierte en verda- antes como ahora, la causa por la cual los hombres
dera división a partir del momento en que se separan el
trabajo físico y el intelectual. Desde este instante, la con-
comenzaron a filosofar. Al principio se encon-
ciencia ya puede imaginarse realmente que es algo más y traron sorprendidos por las dificultades más co-
algo distinto que la conciencia de la práctica existente, munes: después, avanzando poco a poco, plantea-
que representa realmente algo sin representar algo real; ron problemas cada vez más importantes, tales
desde este instante la conciencia se halla en condiciones por ejemplo, como aquellos que giraban en
de emanciparse del mundo y de entregarse a la creación de
la teoría 'pura', de la teología 'pura', la filosofía y la tomo a los fenómenos de la luna, del sol o de los
moral 'puras', etc." (C. Marx: La ideología alemana). astros, y finalmente concernientes a la génesis del
DEL QUEHACER FILOSOFI~O 63

Universo. Quien percibe una dificultad y se admi- ser es, a la vez, un estar en la naturaleza y un
ra, reconoce su propia ignorancia. Y por ello, intentar separarse de la naturaleza mediante el
desde cierto punto de vista, también el amante del camino de construir su propio mundo. Este mundo
mito es filósofo, ya que el mito se compone de que se crea para que el ser humano viva en él es la
maravillas" (Aristóteles, Metafísica). Desde este cultura. La cultura es, desde luego, el trabajo, los
texto clásico podemos extraer distintas ideas de útiles e instrumentos que se emplean para au-
acuerdo a nuestro objetivo: clarificar el sentido del mentar la capacidad de relación con la naturaleza,
filosofar en orden a esclarecer nuestra posición la estructuración y consolidación políticas de esas
frente a él. relaciones, las ideas y valores que surgen en el trato
En primer lugar, el tema del 'asombro', del socialmente organizado con la naturaleza: así, el
maravillarse. Quien se asombra, quien se maravilla, ser humano no es exclusivamente la cultura, pero
es quien pregunta. El preguntar señala hacia una la cultura es exclusivamente el ser humano.
instancia positiva: pregunta quien desea saber: 2) Sin embargo, si nos consideramos en una
pero el preguntar revela también que se ignora. especifica formación social resulta evidente que no
Así, la pregunta es un reconocimiento de límites y es sólo la naturaleza lo que se nos da. Cada uno de
al mismo tiempo un intento de superar esos lí- n o so tros nace inserto en determinadas insti-
mites. Desde otro punto de vista, pregunta quien tuciones económico-sociales, políticas e ideoló-
se asombra y quien se asombra es quien se opone. gicas que no han sido hechas por nosotros y por
Todo preguntar es de algún modo un oponerse a lo cuya existencia nadie nos ha solicitado razón. En
que se da. La pregunta es precisamente un no principio, no nos es dado elegir ni las relaciones de
aceptar lo que se da tal como se da. La pregunta es propiedad, ni el lenguaje, ni los valores que orien-
el indagar del que no sabe o del que quiere saber y tarán o determinarán nuestra existencia social e
es, en tanto que desear saber, oposición. negación individual. Y sabemos que no es lo mismo nacer en
de lo que se da (4). una sociedad post-industrial capitalista (USA) que
La filosofía es, desde el punto de vista de la en una dependiente y subdesarrollada [Iberoarnéri-
especial conformación anímica del que filoso fa , ca) o en una socialista (URSS, China). De algún
oposición (negación, crítica) a lo que se da. modo las instituciones culturales también nos son
dadas o impuestas. Lo que se nos da y nos hace ser
¿Qué es lo que se da? es no sólo lo biológico o lo geográfico sino que
también estructuras, sistemas y organizaciones
1) Si nos consideramos abstractamente como económicas, políticas e ideológicas: somos el
humanidad, lo que se nos da es la tierra, el aire, la conjunto concreto de 'nuestras' relaciones sociales.
base biológica de nuestra vida, ciertas conductas No siempre advertimos (vemos) este conjunto
determinadas por esa misma base: en una palabra, concreto. Lo usual es que el resultado del quehacer
lo que se nos da es lo que no nos cuesta esfuerzo: de las generaciones anteriores (la historia, la civili-
la Naturaleza; lo que no hemos hecho. zación, la oposición de clases) se nos aparezca o
Originalmente el ser humano se da en la natu- Muestre, también, como natural. Pero, asimismo, lo
raleza. Es un ser natural, un ser dado. En este sen- 'que vemos o se-nos-muestra suele ocultar lo que
tido, se da igualmente que una zanahoria, o una realmente es y nos hace ser; este ocultamiento es
ostra. Pero, de inmediato, pensamos que el ser realizado por el sistema de representaciones y va-
humano no es una zanahoria, o no pretende serio, lores dominantes en 'nuestra' formación social.
ni una ostra. Desde luego, su peculiar confor- Así, lo humano, aquello que se (nos) da y de lo
mación, su particular evolución, le permiten o le que debemos apropiamos, nuestra existencia so-
señalan un camino que es único dentro del orden cial, no sólo se nos escapa porque suele aparecer
natural: el ser humano puede distanciarse de la como 'natural' sino que al no entregarse a la visión
naturaleza. Este distanciarse no debe entenderse (práctica) diaria, ideológica, su develamiento,
como un abandonar la naturaleza. Lo propio del comprensión y asunción reales sólo se dan en la (s)
ser humano es ser un 'ser-en-la-naturaleza', con la práctica (s) científica (s).
naturaleza: esa relación insustituible se la da su Lo que se da. muestra así su directa vincu-
condición de ser vivo. Pero su particular modo de lación con lo que objetivamente existe pero, al
mismo tiempo, privilegia (hace necesario, exige) a
una de las prácticas centrales en el mundo con-
(4) Es en este sentido: práctico-concep- temporáneo: la práctica cientifica.
tual-práctico, que el ser humano es propiamente negación El concepto de 'cultura' nos ha conducido
y superación: construcción. hacia ciertas prácticas específicas que tienen como
64 HELlO GALLARDO

fin apropiarse de la (nuestra) existencia social. Es C. Filosofía, contemplación y transformación


en este sentido que debe entenderse el que la culo
tura sea propiamente el ser humano, es decir que el He aquí que nuestra reflexión sobre la filo-
ser humano es su 'propia' construcción, o que el sofía nos ha llevado al campo de lo que es hu-
ser humano es una construcción humana. Con- mano. Este 'lo que es humano" lo hemos caracte-
siderado abstractamente (y, por ello falsamente) lo rizado, en principio, en base a las notas de 1) no
propio del ser humano es la negación (superación, estar hecho sino tener que construirse a sí mismo,
elevación) de sus raíces naturales e históricas a las 2) tener que construirse en una formación social,
que intenta reemplazar por su propia construcción es decir en un mundo humano estructurado en
(que es siempre social, natural e histórica). Este es concretas relaciones de explotación económica,
el camino de la eticidad y del valorar. Que el ser coacción política e imposición ideológica, y
humano sea ético debe entenderse en el sentido de 3) tener que realizar en cada momento la apropia-
que es responsable o 'culpable'. El ser humano es ción histórico-social de la vida. Lo que nos importa
'culpable' en cuanto proyecta (está en condiciones aquí, sin embargo, es averiguar por qué hablando
de proyectar) su humanidad, es decir en cuanto de 'la' filosofía hemos caído en la caracterización
intenta convertirse en un ser humano. Lo humano de 'lo' humano. En este punto es posible una
no es entonces los buenos modales o el co respuesta breve: porque 'lo' humano es (también)
nocimiento o la corbata. Lo propiamente humano la filosofía. Esto puede traducir se en el sentido de
es la generación de la libertad, es decir la asunción que lo humano del hombre se expresa (también) a
(posible) de nuestra responsabilidad en la genera- través del filosofar o de la filosofía. Pero 'lo'
ción de esa libertad. Esta responsabilidad es social humano y 'la' filosofía son, en realidad, dos entes
e histórica. Tener que hacerse humano no es sino abstractos. Lo que existe, en verdad, son hombres
la tarea de acometer lo que concretamente debe- concretos en sociedades concretas y tendencias o
mos y podemos acometer. Esta historicidad del ser sistemas también concretos de filosofía, filosofías.
humano es también lo que está en la base de su Los seres humanos concretos construyen y se ven
responsabilidad. De súbito, el ser humano se nos afectados por filosofías concretas. En este sentido
presenta como adquiriendo su libertad en base a la la pregunta "¿Cómo es que si 'la' filosofía es
obligatoriedad histórico-social; no es un sinsentido (también) lo propiamente humano ... entonces se
el que la base de la libertad se presente, en apa- nos aparece como externa? ";muestra su debilidad
riencia, ideológicamente, como un proyecto de y su riqueza. Su debilidad, porque advertimos que
alienación -impuesto desde 'fuera' -; lo propio de la pregunta moviliza entes abstractos y que, por
'la' libertad es la construcción forzosa de la li- tanto, no se puede, a partir de ella, obtener clari-
bertad histórica que es siempre una expresión ficaciones históricas. Y los seres humanos sólo
social. A este intento de construir la libertad histó- admiten conceptualizaciones que los ubiquen en
rico-social se oponen, con distintas fuerzas y en sus condiciones socio-históricas. Su riqueza,
distintos sentidos, la condición biológica del ser porque la misma pregunta nos indica exactamente
humano y su propia historia que es la historia de la las características del problema: 'la' filosofía, lo
esclavitud o la historia de la explotación. Que el abstracto, debe aparecer como ajeno o externo a lo
proyecto de cada cual deba insertarse en la con- histórico. El que La Filosofía se nos aparezca
creción histórica no es sino la expresión de la
penosa o brillante tarea (social) de cada cual: de
cia (desarrollo de las ciencias del hombre). Desde este
súbito "cualquier cosa" está prohibida. De hecho,
punto de vista, el 'pluralismo', esa abstracción traída des-
la única libertad se presenta como la obligación de de las discusiones escolásticas, muestra toda su falencia
asumir un rol histórico-social que asegure la pro- histórica. Pluralismo puede existir en la etapa del 'acuer-
gresión en el desarrollo de la responsabilidad o en do' o de la formacion de la conciencia, pero el compro-
la desenajenación (5). miso histórico, real. concreto, sigue caminos rigurosos,
objetivos, científicos que conducen hacia el progreso -la
eliminación del trabajo enajenado, el uso de la tecnología
para la paz y la solidaridad sociales, la construcción de
(5) La incidencia es también clara respecto del una sociedad no agresiva, etc- un progreso en nada ima-
problema de los valores; sin el ánimo de intentar una des- ginario o abstracto porque descansa en las condiciones
cripción global-rigurosa del tema la idea de que los valores (necesidades-posibilidades) y tendehcias objetivas de la so-
son creación humana implica también nuestra responsa- ciedad y que por eUo se presenta como una alternativa-re-
bilidad histórica por hacer que en la cúspide de ellos estén chazo real a la actual situación mundial de degradación,
ubicadas metas tales como 'solidaridad social', 'paz' o 'de- agresividad, destrucción organizada y subhumanidad gene-
mocracia'. Es sólo a través de estas orientaciones que debe ral. Queda sin tocar en este punto qué es lo que conforma
entenderse el progreso de nuestro actual grado de con cien- a la conciencia real de nuestro tiempo.
DEL QUEHACER FILOSOFICO 6S

como ajena o externa es precisamente función de conocimiento que intenta preocuparse por su valor
La Filosofía, es decir del desarrollo histórico que en tanto que conocimiento. El filosofar es un
ha permitido que exista, para nosotros y para intento de conocimiento del ser humano y del
otros, La Filosofía. Lo externo de La Filosofía es mundo, al igual que el mito y que, en cierta me-
precisamente función social de la ideología im- dida, la religión, desde los cuales surge, pero a di-
perante en las sociedades que han posibilitado La ferencia de éstos el filosofar pretende plantearse
Filosofía. Pero la riqueza de la pregunta no se de- críticamente tanto en cuanto a su objeto como en
tiene aquí; la funcíón-disfunción de La Filosofía su propia realidad. La filosofía aparece, entonces,
respecto de ciertas formas humanas de existencia como conciencia del mundo, como intento de
es también la disfunción-función de otras formas conciencia critica del mundo. A ella deben opo-
humanas de existencia. 'Lo' humano desaparece y nerse con justicia las opiniones, los mitos, la
con él desaparece La Filosofía para dar paso a las poesía, las religiones. La filosofía nace, también,
formulaciones que grupos humanos hacen con como un intento de saber (contemplar) total. En la
pretensiones sedicentemente teóricas a las que anécdota contada por Cicerón, Pitágoras habría
llaman [i/oso[ia. Con este quehacer intentan sido el primero en usar la palabra filosofia en su
(también) construir y reforzar sus propias condi- significado específico: "Pitágoras compara la vida
ciones de existencia. Pero su pretensión teórica a las grandes fiestas de Olimpia adonde algunos
puede ser y es, de hecho, históricamente no signifi- acuden por negocios, otros para participar en las
cativa para la humanidad de otros grupos humanos competiciones, otros para divertirse, y, en fin,
en el sentido de que esa construcción, lejos de faci- algunos sólo para ver lo que ocurre; estos últimos
litar la apropiación de su existencia a estos últimos son los filósofos (Tusculanas). De esta apreciación,
grupos, más bien la bloquea, la obstaculiza o, defi- que Cicerón recoge de Heráclides Póntico, pueden
nitivamente, la impide. El filosofar muestra así sus destacarse dos de las notas que indican también
posibles raíces en la 'contemplación', es decir en la hacia el sentido de nuestro distanciamiento de 'la'
pura descripción pseudo conceptual, o en la con- filosofía. Son estas las notas de totalidad: la filo-
ceptualización sedicenternente teórica pero en sofía originalmente surge como una respuesta to-
verdad especulativa, -es decir incapaz de dar cuenta tal, como tina visión de mundo; el otro aspecto es
de su raíz histórica, o en la 'transformación', para su carácter contemplativo: el nacimiento de la
lo cual debe dar cuenta de si, histórica y social- razón crítica es también el nacimiento de la razón
mente es decir debe dar cuenta de su necesidad y contemplativa (6). Así, desde su origen (y no
posibilidad de ser teoría o pensamiento con- puede ser de otro modo) el filosofar es distancia-
ceptual. Lo externo de 'la' filosofía para los explo- miento, una forma progresiva de humanidad, un
tados, es decir para los ,que sufren 'la' filosofía no
es sino, entonces, función de la sociedad de clases.
Al preguntamos por 'la' filosofía nos hemos (6) El distanciamiento se estructura por el con-
encontrado, entonces, con la posibilidad, real, de traste entre esas características de 10 filosofía y las actua-
no estar realizando lo humano. La historia no es les ciencias 'controles de mundo", es decir por la inadecua-
un humanismo. En toda formación social existen ción de su pensamiento que se autoproclama como el más
complejo y profundo (fundamento) y su esterilidad prác-
tendencias que aspiran a más altas formas de tica, Esto, en general. Más específicamente, la especiali-
humanidad y tendencias que intentan bloquear, zación deIa producción social en las formaciones sociales
anular o impedir el desarrollo de las primeras. La conformadas por el capitalismo en sus distintas etapas de
Filosofía siempre ha expresado a estas últimas desarrollo combina dos formas de ataque a 10 filosofía:
tendencias. Por ello es que se nos ha aparecido, a la por un lado cuestiona y a la larga tiende a destruir prácti-
camente toda forma de pensamiento de totalidad (fin de
vez, como propia y extraña. Pero, ¿inválida esto al las ideologías); en otro embate tendencialla reduce a una
filosofar? Es decir, ¿invalida esto toda [arma de formulación ideológica de autor más o menos técnica (pia-
filosofía para aquellos que no la han realizado o no de la pura conciencia o del instrumento, idealismo
que no pueden asumir sus formas existentes sino a filosófico), Todavía y para las clases y pueblos explotados
el 'distanciamiento' (externidad) de 10 filosofía deriva de
costa de su des-apropiación? Un pronunciamiento que en la estructura de explotación y superexplotación
positivo respecto de estas cuestiones equivaldría a contemporáneos la existencia de estos grupos humanos
enfatizar unilateralmente el carácter discontinuo y tiende a ser reducida a un conjunto de prácticas concretas
antagónico de las relaciones históricas funda, (económicas) y pseudo-concretas (políticas, ideológicas)
mentales y a ignorar metafísicamente su conti- dentro de las cuales no existe cabida ni siquiera para la
ilusión teórica (filosofía). Este es el sentido de la pregun-
nuidad e integración. En este último sentido ta, enajenada e histórica a la vez, con que siempre el hom-
hemos señalado que la filosofía, el filosofar, se bre común enfrenta a 10 filosofía: "¿Para qué sirve la
presenta, desde su origen y comienzo, como un filosofía? ".
66 HELlO GALLARDO

intento de teoría, pero, también, especulación, un- tegerlo contra el cambio. Sin embargo, lo propio
intento fallido de reflexión. Que su origen esté (lo histórico) es el cambio, lo 'progresivamente
marcado por el concepto 'contemplación' no im- humano': lo humano, dijimos, es el proceso de
plica, sin embargo, que el filosofar sea hoyo pueda negación y superación de lo construido, la des-
construirse entre nosotros como contempla- trucción necesaria y posible de las limitaciones, de
ción (7). y en cuanto a su carácter integrador o la enajenación y de la subhumanidad. Desde un
totalizan te , hoy estamos en condiciones de asumir punto de vista objetivo la noción de crisis hace
crítica y rigurosamente esa pretensión. Es en este mención a la situación de un sistema que no está
último sentido que nuestra relación con el filosofar en condiciones de autoperpetuarse, de repro-
no es sólo de ruptura sino también de continuidad. ducirse como tal sistema. Objetivamente la noción
de 'crisis' indica hacia un cambio cualitativo.
Subjetivamente, la crisis es el especial estado de
11 ánimo de quien no tiene a qué aferrarse porque el
mundo que le han construído se desploma ante él,
ya no le sirve para vivir, y tampoco él es capaz de
A. Del origen de la Filosofía generar un nuevo mundo que lo albergue satisfac-
toriamente, Es en este sentido que se habla, por
J aspers distingue y aclara respecto del 'origen' ejemplo, de la 'crisis del adolescente', De súbito (es
del 'filosofar, las instancias de origen y comienzo. decir al adolescente le parece que de súbito) el
El primero de los conceptos está referido al es- mundo de sus padres (de ser él-hijo) ya no es sufi-
pecial estado de ánimo, temple animico, que ge- ciente , , . ; por el contrario, se le presenta como
nera, en cada filósofo, el proceso del filosofar, acti-
hostil y lleno de vicios que él 'no quisiera' com-
vidad que cumple roles de 'aclaración racional de
partir. Sin embargo, él (ndividuo) tampoco es
la existencia individual' y 'comunicación de la
capaz de construir "su" nuevo mundo; hoy es
experiencia', necesidad de los otros. El comienzo
estudioso, mañana futbolista, anteayer ha consu-
de la filosofía está dado por el momento histórico
mido drogas: "Está desorientado", dicen los que lo
en que se genera esto que llamamos filosofía. Lo
juzgan. Pero lo que el muchacho-individuo intenta
que nos interesa ahora, sin embargo, es la noción
es sólo la dramática tarea de cada ser humano;
de temple animico: la filosofía nace, hemos leído
hacerse una vida para sí a través del encuentro de
en Aristóteles y Platón, lo encontramos hoy en
su mismidad en-el-mundo, mismidad que es siem-
Heidegger, desde un especial temple anímico.
pre un proceso y un conflicto y una construcción
¿Cuál es el temple anímico desde el que se genera,
constantes.
históricamente, la filosofía?
Expresiones de la crisis que sacude a los grie-
La respuesta, en orden a aligerar este trabajo,
gos ... en tránsito desde una concepción mítica
será breve: la filosofía surge desde una crisis:
del mundo (8) hacia un intento de conciencia
concretamente desde la crisis de la religión mítica
reflexiva, es decir de una conciencia que se fun-
primitiva griega, esa religión que sistematizaron
damente en un saber que se cuestiona a sí mismo,
Hornero y Hesíodo, los poetas divinos de la an-
como se expresa en Parménides (9) por ejemplo,
tigua Grecia.
encontramos con fuerza en el tono vital de la
El concepto de crisis está directamente vin-
poesía que antecede a los primeros pensadores
culado con el concepto de construcción que hemos
'filósofos'. Algunos de los autores de esta poesía
señalado en la intervención anterior. El ser hu-
son Calino de Efeso (s. VII a.C.), Tirteo de Esparta
mano construye un mundo, genera su mundo a
partir de la construcción de él. Esto implica las
relaciones que entran en la producción de su vida, (8) Lo mítico es una forma existencial de darse el
las relaciones de poder o de dominación social y mundo para un pueblo. Lo mitológico es lo que conoce-
las representaciones y valoraciones que se generan mos de esa forma existencial. El mito es también una
(y generan) desde ese mundo. Todos estos aspec- forma de conocimiento, al modo del aspecto positivo que
en él ve Platón.
tos, aun con sus desfases relativos, tienden a equi- (9) En su indicar hacia la necesidad del reino de
librar el sistema (el mundo), a mantenerlo, a pro- la razón y el rechazo a la experiencia sensible: "Pero tú,
no obstante, aleja tu pensamiento de esta vía y no te dejes
llevar sobre ella por la fuerza rutinaria de la costumbre, ni
(7) Un texto, ya popular, escrito en 1845, indica manejando tus ojos irreflexiblemente, ni tus oídos que
el camino: "Los filósofos no han hecho más que interpre- recogen todos los ecos, ni acaso tu lengua; juzga, por el
tar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es contrario, con razones que admitan múltiples pruebas"
de transformarlo" (C. Marx: Tesis sobre Feuerbach). (Parménides,/rag. VI/).
DEL QUEHACER FILOSOFICO 67

(s. VII, segunda mitad), Arquíloco de Paros Concretamente, en cuanto región ideológica,
(650 a.C.). Simónides de Ceos (556-468 a.C.), la filosofía va a surgir desde la quiebra de la reli-
Mimnermo de Colofón (s. VI a.C.). Las notas que gión mítica primitiva, cuya ritualización comienza
caracterizan la poesía de estos bardos son: el des- ya con la obra de Hornero. El desarrollo histórico
contento consigo mismo: "Estoy, desgraciado de de las formaciones sociales griegas, el auge del
mí, rebosante de amor, sin vida, los huesos pene- comercio, las nuevas formas de gobierno y de trato
trados de dolor, por la voluntad de los dioses ... " general con el mundo tornarán insuficiente, ina-
(Arquíloco) o "Hijo mío, Zeus tiene en sus manos decuada, la explicación simpática y mágica del
el fin de todas las cosas y las dispone como quiere. mundo. Pero como la conciencia mítica era una
El hombre no tiene conocimiento alguno de ellas. conciencia total del mundo (una visión del
Criaturas de un día, vivimos como los animales en mundo), la filosofía será generada, en orden a
el prado, ignorantes de la manera que usará la divi- reemplazar la, como un saber total. El filosofar
nidad para conducir cada cosa a su fin. Vivimos tendrá, entonces, desde su origen, un doble signi-
todos de la esperanza y de la ilusión, pero sus ficado. Por su aspecto de 'reemplazo' se constituirá
designios nos son inaccesibles. La vejez, la enfer- en todo el conocimiento posible al ser humano:
medad, la muerte en el campo de batalla o sobre sabiduria: pero, cualitativamente será también el
las olas del mar alcanzan a los hombres antes que saber especial que intenta 'saber de sí mismo'.
hayan logrado su fin. Otros acaban sus días me- Desde este doble sentido el filosofar recorrerá
diante el suicidio" (Simónides). Los fragmentos hasta hoy un largo camino de confusión y de cla-
citados nos introducen también hacia otras notas ridad, de- contemplación y de acción, de método y
generales de esta poesía: la desesperanza y el de sistema. Ello hará posible que coexistan con-
pesimismo y la asunción del hecho de que el ceptos del filosofar como "diálogo metafísico"
destino del hombre está fuera de si. El ataque al (Heidegger) o como "crítica del lenguaje" (em-
mundo que se abandona y la desesperanza de piristas lógicos) por mencionar dos corrientes con-
encontrarse en un mundo que no se controla in- temporáneas.
cluyen la tradición heroica exaltada por Hornero,
como en el verso ya clásico de Arquíloco: "Un B. Filosofía y conocimiento
enemigo se regocija ahora con mi escudo, una
armadura intachable que he abandonado tras una 1) El filosofar, ya sabemos, es una forma de
mata. Sin embargo, yo he escapado a la muerte conocimiento que, por su origen, intenta ser con-
que es el fin de todo. ¡Qué se pierda este escudo, ciencia de la totalidad de lo que existe. Desde este
compraré uno mejor! " La desesperanza respecto punto de vista el concepto de filosofía se empa-
de lo que se vive precipita también la radica- rienta estrechamente al de 'visión de mundo'
lización de las posiciones, como en el caso del (Weltanschauung). Una visión de mundo es una
hedonista Mimnermo: "En la medida que la expe- explicación y valoración de conjunto de la natura-
riencia vital es amarga yo opongo el placer" o el leza y del hombre y de las relaciones que se dan
colectivista Tirteo: " ... bello es morir, cayendo entre ambos. Es una doctrina completa. Sin
en las primeras filas, para el hombre valeroso que embargo, la 'visión de mundo' no es exacta:nente
combate por su patria ... " El tono general de la
poesía de estos siglos, reflejo de la crisis desde la
que se parirá la filosofía, es la desesperanza, de- tanto dura la flor de los años tienen los mortales el cora-
zón ligero y trazan mil planes irrealizables. Nadie piensa
sesperanza que podemos descomponer en notas de en la vejez ni en la muerte. Y en tanto tienen salud no
rechazo a la tradición, rechazo del si mismo, la cuidan de la enfermedad. Insensatos son los que así pien-
vida como un disvalor, la incapacidad de generar san y no saben que para los mortales sólo dura breve
nuevos valores, la radicalizacion de las tendencias y tiempo la juventud y la existencia. Aprende tú esto y
pensando en el fin de la vida, deja a tu alma gozar de algo
el pesimismo general. Es en parte de este deses-
agradable" (Simónides). Pero, el mismo tiempo y sin du-
peranzado pesimismo que surgirá la filosofía (IO). da, esta lucidez no es la lucidez sino una nueva forma
social de lucidez. En este sentido el naciente pensamiento
filosófico será. herético y subversivo y será reprimido y
(lO) Este no estar instalado confortablemente en perseguido por quienes querían seguir percibiendo el mun-
el mundo, indica, desde luego, hacia la primera instancia do de uña manera tradicional. En este contexto será apre-
de lucidez: "El hombre de Quio ha dicho la cosa más sado Anaxágoras, Protágoras deberá exiliarse y su obra
bella: la generación de los hombres es como la de las será quemada por decisión de las autoridades, Sócrates
hojas. Sin embargo, acogen esta advertencia con los oídos será condenado. y ajusticiado por 'impío'. Aristóteles de-
pero no la aceptan en su corazón. Todos conservan las berá huir de Atenas para salvar su vida. Lucidez y critici-
esperanzas que brotan en el corazón de los jóvenes. En dad·muestran así, en su origen, su raíz progresiva.
68 HELlO GALLARDO
una filosofía. Se diferencia, en principio, y espe- y práctica del Che en América Latina, son todos
cialmente de la filosofia clásica, porque la visión ejemplos de que la 'concepción marxista' del
de mundo implica una acción. El cristianismo, por mundo es propiam ente la expresión de una época
ejemplo, es una visión de mundo. Es una concep- (signada por la agudización y extensión objetivas
ción-valoración de la totalidad de lo que existe y de la lucha de clases precipitadas por el desarrollo
da lugar a una acción determinada (moral) deci- del modo de producción capitalista y por la
dida en general y en particular por las autoridades conformación de un área económico-política so-
eclesiásticas. La segunda nota que diferencia a la cialista) antes que expresión o privilegio de un
visión de mundo de la filosofía es que una visión autor.
de mundo no es nunca la obra de un autor, sino la Así, cuando tratamos con una visión de
expresión de una época. El marxismo, por ejem- mundo lo que buscamos en ella o en sus autores
plo, que, con mayor propiedad, debiera llamarse destacados son sus rasgos generales, las directrices
'materialismo dialéctico', es también una visión de fundamentales en que coinciden y que orientan y
mundo. Pero el materialismo dialéctico no es obra determinan sus conceptualizaciones y sus valores
exclusiva de C. Marx. Por lo pronto la obra de (las noción-valoraciones de persona, caridad y
Marx (1818-1883) es también, en gran medida, la trascendencia en el cristianismo, por ejemplo). En
obra de Federico Engels (1820-1895). Pero, más cambio, cuando examinamos una filosofía o a un
allá de este hecho anecdótico, el materialismo dia- filósofo nos detenemos más bien en sus rasgos
léctico como visión de mundo 'es el resultado de un específicos, diferenciadores, lo que hace que la
largo proceso que encuentra sus fuentes en el desa- obra del autor-Kant sea diferente de la del autor-
"0110 de la filosofia clásica hasta el siglo XIX Descartes y de la del autor-Hegel.
(especialmente el desarrollo del pensamiento 2) En su intento de ser explicación de la
alemán: Hege l (1770-1831), Feuerbach totalidad la filosofía no se encuentra sola. Las reli-
(1804-1872) y del materialismo francés: Julien giones son también intentos de entregar una ex-
Offray de la Mettrie (1790-1751), Paul Henry plicación de totalidad, un fundamento para ubicar
Thierry d'Holbach (1723-1789», en la corriente la existencia humana en el conjunto de lo que
de pensadores sociales conocidos hoy como 'so- existe. La filosofía, ya sabemos, no es una religión.
cialistas utópicos' (Saint Simon (1760-1825), Más bien surgió como un intento de salvar una
Owen (1771-1858), Fourier (1772-1837), Graco quiebra religiosa: la quiebra de la religión mítica
Babeuf (I760-1797), etc), en el conjunto de pro- primitiva griega. Desde un punto de vista general lo
blemas situados por él desarrollo de la Economia que diferencia al filosofar del quehacer religioso es
Politica europeo-continental e inglesa (fisiócratas, el uso, determinante en su construcción, de dife-
D. Ricardo (1772-1823), A. Smith (1723-1789», rentes instrumentos: el fenómeno religioso des-
en el desarrollo de las primeras formas de orga- cansa fundamentalmente en el ejercicio de un
nización del movimiento obrero europeo (Liga de sentimiento: la fe. El filosofar descansa, en
los Justos, Liga Comunista, Primera Internacional) cambio, fundamentalmente en el ejercicio inte-
y los logros sintetizadores y concatenadores deri- lectual, es un intento de explicación racional del
vados de las ciencias de la naturaleza (descubri- mundo.
miento de la célula, transformación de la energía, Esta diferencia nos orienta también respecto
hipótesis de la evolución universal de los seres de las limitaciones del filosofar. Mientras que el
vivos). Todas estas formas de pensamientu y fenómeno religioso se asienta en la vida anímica de
acción encuentran su marco en el proceso de desa- los grupos humanos, el filosofar encuentra su
rrollo y configuración del capitalismo industrial fundamento en el plano intelectual. Pero todos
cuyo primer gran impacto se da a fines del siglo sabemos que lo afectivo, la emoción, el senti-
XVIII en Europa y especialmente en Inglaterra. miento, comprometen por entero a los grupos e
Pero aún después de Marx-Engels el materialismo individuos -los hombres suelen morir por sus
dialéctico como visión de mundo, como expresión creencias o por sus pasiones, por irracionales que
de una época, ha seguido desarrollándose. Los ellas parezcan-; las ideas, en cambio, rara vez
aportes de l..enin (teoría del imperialismo, la cons- afectan en su conjunto a la totalidad del individuo
trucción del Partido) y del movimiento revo- o del grupo, en verdad, rara vez comprometen. Un
lucionario ruso, la estrategia de guerra popular- ejemplo histórico de este no-compromiso es la
prolongada que conduce al triunfo de la Revo- actitud de Galileo (1564-1642) quien, asediado
lución China (1949), la experiencia de cons- por la Inquisición, no vaciló en firmar una decla-
trucción del socialismo en un solo país (Stalin), las ración abjurando de sus ideas heréticas de origen
guerras de liberación de Indochina, la obra teórica copemicano. La historia apócrifa cuenta que, al
DEL QUEHACER FILOSOFICO 69
abjurar, Galileo habría dicho por lo bajo: "Y sin vista del conocimiento, las más altas formas de él
embargo se mueve", mostrando así que su cono- están dadas, contemporáneamente, por el cono-
cimiento acerca de las verdaderas relaciones de cimiento científico. En la perspectiva del uso
movimiento entre la tierra y el sol descansaban no vigente de los conceptos la filosofia no es, hoy,
en su voluntad, o en la voluntad de los inquisi- ciencia. Es decir que La Filosofía no es un que-
dores, sino que en datos objetivos y que a éstos les hacer semejante a la Física-Matemática o a la
son indiferentes nuestras pasiones e ignorancias. Química o a la Historia. Las confusiones que sue-
Galileo patentiza para nosotros, así, la diferencia len ocurrir a este respecto derivan, fundamen-
entre una creencia (que en verdad sólo existe por y talmente, del uso o demasiado amplio u obsoleto
para nosotros) y un concepto científico (cuyo que se les suele dar a los conceptos de 'filosofía' y
fundamento objetivo es independiente de nuestra de 'ciencia'. Efectivamente, en un sentido general,
voluntad). la palabra 'ciencia' sólo quiere decir "saber".
Por ello mismo es que la filosofía suele con Desde este punto de vista, extremadamente general
frecuencia no comprometer a sus autores, y, PO( tanto, vacío, la filosofía puede considerarse
epígonos y adherentes. Resulta evidente, por a sí misma como ciencia, es decir como una forma
ejemplo, que no se puede ser cristiano y asesino, de saber. Pero la acepción general de 'ciencia' no
cristiano y maniático sexual o cristiano y explo- nos dice nada respecto de qué diferencia al cono-
tador, al menos no al mismo tiempo y con plena cimiento filosófico de otros tipos de conoci-
conciencia de ello. Sin embargo se puede perfec- miento, ni por qué los filósofos se arrogan el califi-
tamente ser existencial y parricida, existencia y cativo de 'sapiente s' , ni cuál sea el carácter de la
alcohólico, existencial y mártir, existencial y va- realidad que la filosofía 'conoce'. Por ello mismo
gabundo, etc. Y, curiosamente, son precisamente es que cuando empleamos la palabra 'ciencia' en el
los pensadores existenciales -desde Pascal a sentido que ha ido ganando desde los siglos XVI y
Sartre- quienes más han insistido en la consis- XVII hasta hoy, debe quedarnos claro que la filo-
tencia que debe existir entre el pensamiento y la sofía no es una ciencia; y no puede serIo precio
vida de cada cual. Sin embargo, la filosofía clásica, samente porque este tipo de conocimiento al que
al hacer de su ejercicio una cuestión centralmente hoy llamamos "conocimiento científico" se ha
intelectual -función, a su vez, de la división social preocupado, desde su aparición, por el modo como
del trabajo que la posibilita- ha desembocado, construye su objeto, es decir por el mecanismo o
generalmente, sólo en morales formales o regio- mecanismos que le permiten asegurarse como
nales, es decir vacías o aplicables exclusivamente a conocimiento; diciéndolo brevemente: ni por su
aspectos parciales de la existencia humana, a indi- método ni por su objeto ni por su finalidad Id
viduos o a grupos específicos de hombres. Es en filosofía es hoy una ciencia.
este sentido que suele afirmarse que el filosofar no En cuanto al método, lo que caracteriza al
es un buen substituto de la religión porque no quehacer científico es el empleo de una estrategia
logra comprometer al hombre como existente, en general que, a partir del reconocimiento de hechos
cuanto existente, cuestión que es fundamental y y de la delimitación de problemas relacionados con
determinante, en cambio, en la conducta religiosa. ellos y de su formulación, construye una respuesta
A ello debemos agregar que el elitismo, frecuente teórico-hipotética cuya verificación y prueba
en la filosofía, contrasta abiertamente con los conduce a nuevos reconocimientos de hechos y
objetivos universalizantes y masivos del quehacer problemas. Este método general de la ciencia no
religioso. aspira a verdad absoluta alguna (finalidad) sino
3) La filosofía, cualquiera sea el modo corno sólo a aproximaciones sucesivas a los hechos que
se la entienda, intenta ser, ya hemos visto, una son explicados a la luz de un bagaje instru-
forma de conciencia y entregar un tipo de cono- mental teórico y material acorde con un deter-
cimiento. Sabemos que este conocimiento se ca- minado momento del desarrollo de esa ciencia.
racteriza por ser fundamentalmente expresión del Diciéndolo de otro modo: las ciencias construyer
ejercicio intelectual de totalidad de un autor y por sus objetos (científicos) en función de su instru
su carácter contemplativo. (ll). Desde el punto de mental teórico y material (l2).

(11) Esta caracterización corresponde, en líneas (12) El método de las aproximaciones sucesivas
generales, a lo que hemos llamado filosofía clásica, cuyo introduce también al carácter acumulativo del conocí-
intento de teorización descansa fundamentalmente en el miento científico, es decir al hecho de que las ciencias
pensamiento metafísico, es decir en la des-historización de tengan una historia. La filosofía, en su pretensión de ser
los contenidos del pensar. conocimiento, no es, en cambio. acumulativa. Ello ha he-
70 HELlO GALLARDO

Este objeto, por lo demás, no es el mismo Cualquiera sea la respuesta al anterior pro-
objeto de la filosofía clásica. En realidad 'existen' blema no pueden quedar dudas respecto de que
tantos objetos científicos como ciencias parti- hoy lafilosofía no es una ciencia. Sin embargo ello
culares y tantas ciencias particulares como posibi- no significa que no posea relaciones con las cien-
lidades conceptual-prácticas consistentes de cons- cias. Un quehacer filosófico desligado de los cono-
truir objetos científicos. Las ciencias estudian o cimientos entregados por el desarrollo de las cien-
construyen un determinado objeto siempre desde cias, es, por cierto, sólo pérdida de tiempo. Re-
una perspectiva particular. En este sentido, las sulta, por ejemplo, absurdo pensar (reflexionar) en
ciencias 'recortan' el mundo. El 'recorte' com- el ser del hombre sin considerar los aportes que,
prende dos dimensiones. Una consiste en aislar una sobre lo humano, se han planteado a partir de las
determinada forma de realidad o de existencia del hipótesis generales del darwinismo y del freudismo,
conjunto de lo existente (Universo); por ejemplo, como asimismo intentar sustentar una Cosmología
considerar que 10 que existe son sólo relaciones de independientemente de las construcciones de la
energía; el otro aspecto del recorte consiste en Química y de la Física modernas.
considerar de esa determinada forma de existencia
Todavía en otro respecto es posible hablar de
sólo aquellas propiedades o características que
una separación entre ciencia y filosofía. Nosotros
puedan ser expresadas o asumidas con el instru-
sabemos que todo grupo humano se entrega a sí
mental teórico y material. Ambas operaciones de
mismo una concepción o visión de mundo. Con
recorte pueden ser comprendidas a través de las
otro lenguaje podemos decir que toda formación
nociones de parcelamiento y abstracción.
social posee una concepción ideológica de sí
El filósofo profesional, en cambio, se niega a
misma, es decir una sistematización más o menos
parcelar su objeto. Su objeto es la totalidad, ya sea
explícita de sus valores y representaciones domi-
que se proponga develar el fundamento de lo que
nantes y cuyo objeto .es asegurar la cohesión social.
existe(Metafísica), ya sea que se proponga poner
Desde este punto de vista la.filosofía es una región
en evidencia algún ser particular, algún (os) exis-
de la ideología, una regioa ideológica. Pero como
tente (s) (Ontología).
lo que caracteriza a la ideología, en la sociedad de
La filosofía y la ciencia se diferencian, ade- clases, es el ser una visión ocultante (alusión-
más, en otro aspecto que, por lo común, suele ilusión), una deformación de la realidad, adver-
despertar encendidas polémicas. El tema con- timos que la filosofía no sólo no es una ciencia
flictivo se refiere al lenguaje en que se expresan las sino que, más bien, se le opone, desde el punto de
'proposiciones' filosóficas y las proposiciones vista de su función social. L. Althusser, un filósofo
científicas. En términos generales puede decirse francés contemporáneo, ha señalado que "La filo-
que un enunciado científico siempre puede ser sofía es el laboratorio de la ideología", con lo que
verificado, experimental o teóricamente, es decir quiere afirmar, más o menos, que la filosofía es la
que sus contenidos hacen siempre referencia a región más conceptualizada de la ideología, es
alguna realidad experimental u objetiva. Esto no decir su expresión más teórica (L. Althusser: Notas
siempre ocurre en los enunciados filosóficos o que para una crítica de la práctica teórica). En este
se estiman filosóficos. Si yo afirmo, por ejemplo, sentido la filosofía es práctica sólo en cuanto
que "El ser del ente no es sino la expresión de su colabora, tendencialmente, en la reproducción de
momento dentro del desarrollo necesario de la la estructura de dominación de clases. Cuando la
Idea Pura", puedo de inmediato proponerme filosofía y los filósofos están en condiciones de
aclarar el sentido que tienen esas expresiones en la ponerse en contacto con instrumentos que les
proposición. Algunos autores sostendrán que 'acla- permiten (permitirían) reconocerse como porta-
rado' el contenido o sentido fáctico de esas expre- dores ideológicos (s. XIX: Teoria de la Ideologia;
siones no queda nada que no pueda ser tratado s. XX: So ciologia del Conocimiento), sólo
científicamente (por alguna ciencia particular) y entonces están también en condiciones de reco-
que tenga sentido. Otros, por el contrario, sos- nocer, teórica y prácticamente, la falsedad de la
tienen que el conocimiento filosófico trasciende separación de sus ideas del conjunto de la pro-
las posibilidades del hacer científico y es irre- ducción, fundamentada en la división social del
ductible a él. trabajo, y pueden asumir, tendencialmente, el
carácter histórico-social de sus valores, es decir
establecer los límites, la continuidad y la ruptura
cho posible que se sostenga que la filosofía no posee una necesarias para el desarrollo de un filosofar efecti-
verdadera historia. vamente teórico: en suma, están en posición (nece-
DEL QUEHACER FILOSOFICO 71

sidad-capacidad) de plantear una revolución filo- humana. La percepción o asunción del todo es por
sófica. La diferencia entre un valor histórico-social ello fundamentalmente valorativa, es decir prác-
y un valor ideológico -es decir la diferencia entre tica. La filosofía realiza así la unidad y distinción
el filosofar como región de la ideología y el filo- de lo teórico y lo práctico, desde el punto de vista
sofar que intenta ser teoría- consiste en que los del todo. Pero el todo no es aquí un ente meta-
valores ideológicos no pueden aIcanzarse con los físico, por ejemplo, el conjunto de lo existente,
instrumentos que ellos mismos proponen; en este sino la concreta formación social desde la que
sentido son sólo alusiones-ilusiones que refuerzan surge en y por la cual se expresa el pensamiento
(cohesionan) el dominio de clase. Los valores que necesita manifestarse como teoría.
histórico-sociales, en cambio, son propuestos como La noción de 'formación social' es decisiva
metas a lograr y comprometen a quienes los soso para entender la posibilidad y necesidad de un
tienen, además, a señalar y construir los meca- pensamiento que quiera expresarse teórica y
nismos para su logro; los valores histórico-sociales, prácticamente como asunción del todo. La noción
llamados por algunos autores "valores utópicos" de 'formación social', por ejemplo, nos introduce
(K. Mannheim, H. Marcuse), son, en verdad, los al tema de las clases y fuerzas sociales y con ello a
valores históricos progresivos de una for-nación la comprensión objetiva de las leyes de transfor-
social Es a ellos que está ligada la filosofía en mación radical y de conformidad y mantención
cuanto quiere y necesita construirse como pensa- (producción y reproducción) de un sistema social.
miento teórico. El origen de la conciencia filosófica encuentra así
su raíz social: sólo puede descansar en las fuerzas
C. Filosofía y formación social progresivas de la formación social: dicho de otro
modo, debe asumir su posición de clase. Por ello, y
Hemos dicho que la filosofía no es una ciencia para regresar a nuestro ejemplo anterior, es que el
pero que debe mantener una relación dialéctica filosofar puede develar el carácter ideológico (re-
con el quehacer científico. La expresión "La filo- gresivo) de una determinada forma de asumir 'la'
sofía es la madre de las ciencias", por ejemplo, racionalidad, o captar su propia raíz reaccionaria.
señala hacia una de las formas de esta relación, la Es frecuente que los autores marxistas distingan
historiográfica, y, de paso, la privilegia o unila- entre materialismo e idealismo como tendencias
teraliza. En este sentido la expresión no refleja el básicas de la filosofía. Pero las relaciones entre
carácter dialéctico de las relaciones necesarias y fílosof'ía y formación social trascienden esta dis-
posibles entre ciencia y filosofía. Las ciencias tinción o la historizan, es decir muestran la rela-
entregan conocimientos que el filosofar no puede ción que posee el pensamiento filosófico (no sólo
ni debe ignorar bajo la pena de caer en la poesía o en cuanto concreto de pensamiento en el desa-
en la especulación. Sin embargo, la filosofía no es rrollo del pensamiento filosófico sino que en
la suma de las distintas ciencias y es poco probable cuanto a sus posibilidades históricas de ser con-
que su contenido se agote en la suma o estruc- creto de pensamiento: teoría) con la concreta
turación de las proposiciones científicas. Por lucha de clases. Sólo en este concreto de relaciones
ejemplo, la caracterización histórico-social de la tiene sentido la distinción entre 'materialismo' e
'racionalidad', sustrato del quehacer científico, es 'idealismo'. Lo que en verdad define al filósofo
un objeto propio de la filosofía, hoy. Que este moderno, o a quien pretende ser filósofo hoy, es
objeto no pueda ser un objeto científico deriva del su capacidad para develar, mostrar y realizar los
hecho de que las ciencias, en general, suponen una valores histórico-sociales progresivos radicales o
cierta forma de racionalidad como relativamente utópicos de su formación social. Este único
fija (fijada); no podrían operar sin este supuesto. camino de realización liga al filósofo de un modo
Por lo demás, la crítica teórica y práctica de 'lo' indisoluble con el científico, con el político, con el
racional -derivado en buena medida del desarrollo religioso y, sobre todo, con el conjunto de las
de las ciencias pero al mismo tiempo su mecanismo fuerzas populares de su sociedad. Las tareas de
integrador- sólo es posible desde una percepción y estas relaciones son fundamentalmente expresión
asunción del todo complejo estructurado en el que de una conciencia histórico-social que es a la vez
se expresa y al que sirve esa racionalidad. La crí- (pero no en el mismo movimiento) crítica y
tica de la racionalidad sólo puede expresarse desde construcción. En términos ideológicos esta tarea
la perspectiva del todo. Pero, al mismo tiempo, puede ser expresada bajo la fórmula 'compromiso
esta crítica debe autoasumirse histórica y social- humanista del filosofar' (p. Baran) , fórmula que
mente, es decir en cuanto favorece o perjudica el rebasa (supera, trasciende, continúa-rompe) las dis-
tránsito hacia formas más altas de existencia tinciones dicotómicas clásicas: autor-fuerza social,
72 HELlO GALLARDO

trabajo intelectual-trabajo manual, quehacer teó- De este texto, del 'orientador del pensar occidental
rico-quehacer productivo y vida-afectiva-vida inte- contemporáneo' parece desprenderse un criterio
lectual. determinado: la modalidad metafísico-occidental de
la filosofía nos está negada, del mismo modo como
111 nos está negada 'la' ciencia. Ella (s) serían priva-
tivas fundamentalmente (originariamente) de
A. Nuestra exclusión de 'la' filosof(a Europa y de aquellos grupos humanos capaces de
generar un diálogo con los europeos occidentales.
Las notas anteriores, sin duda, adquieren signi- Sin duda no es el caso de América Latina o de
ficación sólo en la medida que iluminan el rol de la Iberoamérica, no es el caso del Tercer Mundo, no
filosofía entre nosotros. Desde luego, el rol de la es el caso de los países de la colonia eterna, países
filosofía entre nosotros significa exactamente "el con los que no se dialoga sino a los que se explota,
modo como nosotros realizamos (enfrenta- corrompe y aniquila. Sin duda el continente de la
mos-asumimos) aquel hacer al que llamamos filo- enajenación (13) no es el continente de 'la' fílo-
sofía". E implica, por supuesto, las nociones de sofía, de la filosofía en el sentido que la entiende
'necesidad' y 'posibilidad' históricas. Heidegger y no lo es, considerado de cualquier
1) Hemos ya planteado que el concepto 'filo- modo, para nuestra fortuna (14).
sofía' no es unívoco y que es llenado a través de 3) Las nociones de 'ciencia' y 'fdosofía' pare-
tendencias que intentan satisfacer urgencias histó- cieran llenar, ahora, de un modo diferente nuestra
ricas fundamentalmente con una respuesta sedicen- "externidad" acerca de las formas teóricas e ideo-
temente teórica. Desde este punto de vista, hoy, lógica más acabadas de la conciencia. La noción de
debemos desechar la visión de la filosofía como la 'ciencia' porque contemporáneamente es insepara-
expresión de 'toda' la sabiduría. La sabiduría ble de la práctica tecnológica y esta inseparabilidad
actual -modestísima al lado del sueño ideológico resulta ominosa para los pueblos latinoamericanos
del Racionalismo Moderno- tiende a ser llenada en al menos dos sentidos: al apuntar hacia la per-
palpablemente por las distintas ciencias teórico- manente inferioridad y dependencia en la tecnolo-
tecnológicas que hacen posible el progreso- gia de guerra, área determinante del progreso cien-
dominación tanto de la naturaleza como de los tífico moderno, dependencia que resulta funda-
grupos e individuos humanos. Desde otra perspec- mental en la estructuración de los ejércitos de ocu-
tiva, el filosofar -que se plantea como un cono- pación que sostienen la superexplotación de los
cimiento develador, lo que incluye el cuestio- trabajadores iberoamericanos, y al implicar uno de
namiento de su propio valoren cuanto conoci- los factores centrales de la estructura que impide el
miento- se ve también hoy efectado por la crítica desarrollo autosostenido y que genera la creación
constante a que se ve sometido por el cono- constante y reforzada de focos, bolsas y capas de
cimiento derivado de las distintas ciencias parti- miseria derivados de una modernización e integra-
culares, dialogante s en su génesis y en su síntesis ción tecnológicas cuyas fuentes son externas en lo
conceptual con los campos de la experiencia y de económico, político e ideológico. Nuestros pue-
la experimentación y, en un plano más general, blos sufren la ciencia y la tecnología modernas.
con el 'dominio' a que conduzca tal conocimiento. 'Lo filosófico' se mueve en un plano menos
Desde este punto de vista la ciencia es el cuestio- brutal pero igualmente efectivo. Lo filosófico nos
namiento mismo y sus fundamentos representan la señala hacia lo que es el núcleo del espíritu de la
base necesaria y posible de toda conciencia que se cultura occidental. En el camino o desarrollo de
pretenda crítica. este espíritu están excluídos los pueblos y razas
2) Un texto -ilustre- pareciera señalar conquistadas -de un cierto modo-, los mestizos y
directamente hacia nosotros, hacia una dimensión gente de color. Lo filosófico se presenta, ahora, y
negada de la filosofía para nosotros: "La filosofía para nosotros, como la adquisición obligatoria de
es griega en su esencia, no dice sino que Occidente una carta de ciudadanía, como la adquisición de
y Europa, y solo ellos, son en su marcha histórica un lugar en el desarrollo del espíritu de la cultura
(Geschichtsgang) más íntima, originalmente filó- occidental, pero en el bien entendido que esta car-
soficas. Esto lo atestigua el origen y dominio de las
ciencias. Porque provienen de la más íntima
marcha histórica europeo-occidental, es decir, de la (13) Usamos enajenación en el sentido de despo-
jo.
filosófica, por ello están hoy en condiciones de dar (14) Lo nuestro, no cabe duda, es /Q miseria, no
su específico sello a la historia del hombre sobre la la nIosoría. Pero quedaría por examinar hasta qué punto
tierra" (M. Heídegger: ¿Qué es eso de filosofía?) 'toca' a 'la' nIosoría nuestra miseria.
DEL QUEHACER FI LOSOFICO 73

ta de ciudadanía implica un abandono de nuestra tórica y socialmente nuestro valor, rango mte-
concreción histórica: sólo nos es posible ingresar al lectual, que nuestra literatura o música o pseudo
mundo de la cultura occidental como conciencias, teoría Q es afrancesada o norteamericanizada o,
espíritus o racionalidades puras, como lo que no peor, neo-indígena (es decir francesa-indígena, nor-
somos. Lo filosófico se presenta entre nosotros co- teamericana-indígena, colonizador-indígena, etc),
mo la forma más alta de la enajenación ideológica, colonizada o radicalmente mediocre en el sentido
como una decantación invertida doble. No sufri- de acercarse más al no-ser, al ser imitado, que al ser
mos 'la' filosofía: ella ha creado sus propios meca- algo. Desde luego, nuestro despertar no es el pro-
nismos para aceptamos al costo de la enajenación ducto de nuestro propio sueño ni del azar. Estruc-
servil. turan el despertar los avances en las comuni-
caciones, la progresiva y cada vez más rígida re-
partición del mundo que hacen las naciones que
B. Filosofra, ideologfa, realidad construyen la historia, las descaradas guerras ge-
nocidas, la presencia amenazante de los grupos del
Es real, sin embargo, que tenemos conciencia hambre, de la promiscuidad, de la miseria, del anal-
de la presencia de 'la' filosofía. De hecho nos he- fabetismo, que hacen más notoria y explosiva, día
mos adherido a ella COIllO 'teóricos' participantes a día, la contradicción opulencia-miseria, el do-
de la historia occidental, se nos ha educado-condi- minio universal y obsceno de la forma mercancía;
cionado para que lo entendamos así; de este modo nuestra calidad moral-intelectual adquiere ¡aparen-
nos hemos incorporado al dominio del pensar co- te paradoja! su presencia real a través del asalto
mo Platones latinos, como Séneca Gómez o como y expropiación diarios, nacional e inter-
Aureliano Kant y hemos asumido ambiciones me- nacional (17).
tafíslcas (15). Es entonces cuando de súbito, es de- Desde este punto de vista, en realidad el único
cir a nosotros nos parece que de súbito, nos intro- punto de vista, el rol de la filosofía se presenta
ducimos-aquilatamos a y en nuestra indigencia. De entre nosotros claramente vinculado a la noción de
súbito comprendemos que nadie nos entiende, ni ideología, en su sentido peyorativo (18); la filoso-
los que creemos nuestros compatriotas, preocu- fía se presenta como una necesidad-posibilidad, en
pados de robar o de que no les roben, de asesinar o cada uno de los casos, de rasgar y penetrar la ide-
de que no los asesinen, preocupados de explotar o
de que no los exploten; tampoco atienden a nues-
tro monólogo sobre el ser o sobre la apofántica mestiza iberoamericana y nuestra inserción forzada en el
axiológica los autores (actores) de la historia occi- desarrollo mundial de la economía capitalista, toda nues-
dental; al parecer no justifican la presencia de tra historia no es sino la historia de nuestra no-gradación
histórica. Este fenómeno, objetivo, se ve agravado entre
nuestros gruñidos ontológicos. Por ello nuestro los intelectuales por su afán de mirarse desde los ojos de
despertar intelectual consiste precisamente en el un francés o de un inglés o de un norteamericano. Desde
damos cuenta de que no tenemos ningún valor esa perspectiva nuestro intelectual forzosamente se ve a sí
'intelectual' (16), de que no hemos construído his- mismo esmirriado, negro y estúpido. Su obra reflejará este
complejo y esta pseudo-insuficiencia y lo hará distanciarse
cada vez más del conjunto de su sociedad sumergiéndolo
en la enajenación culpable y en la frustración (L. Zea:
(15) En términos generales estas 'ambiciones me· Filosofía americana como filosofía sin más; A. Salazar
tafisicat' son portadas por individuos de capas medias que Bondy: ¿Existe una filosofía de nuestra América? ; H.
forzosamente deben intentar construir un (único) patrio Gallardo: Origen y comienzo del filosofar en Iberoaméri-
monio intelectual; este trabajo, disfuncional en el sistema ea).
en su conjunto, es la base tanto del diletante como del (17) Resultó iinposible ignorar la guerra de Viet-
'especialista'; así nuestro trabajo intelectual o espiritual nam como genocidio; también lo es ignorar la miseria y la
resulta de élites consideradas peyorativamente en un do- inhumanidad diarias. El horror, la angustia de los sectores
ble sentido: por la base social cuya vinculación radical es explotados, de los sectores expoliados, masacrados, asalta
negada porque se aspira a otro status; y por los concede- en las esquinas, a la salida de los cines, en los titulares de
dores de status para los cuales nuestra intelectualidad es los diarios, en cada pantalla de televisión. Por ello es que
semejante a la del chimpancé pero menos graciosa por su hoy la 'apacible conciencia del bienestar' de algunos no es
pretensión humanoide. sino expresión de mala fe o de falsa conciencia.
(16) El tema fundamental del pensamiento 'filo- (18) Lo ideológico cumple un doble papel: ense-
sófico' iberoamericano es, desde 1940, resolver si somos ña-valora el mundo, pero al mismo tiempo lo oculta. Por
capaces de filosofar o no. La cuestión, de por sí pinto- ello oponemos a la visión ideológica, la visión cientifi-
resca, forma parte del conjunto de problemas iniciados co-utópica (histórico-social progresiva). Esta última debe
con la conquista europeo-española en el siglo XVI. El te- ser construida políticamente a través del re-encuentro so-
ma a discutir entonces fue si los indígenas eran seres hu- cial con nuestra realidad histórica, es decir econó-
manos o no. Desde allí hasta la construcción de la cultura mico-social, política e ideológica.
74 HELlO GALLARDO

ología dominante, la ideología del placer del sub- 2) "El concepto clave para comprender el
desarrollo (las "alegrías de los pobres"), la ideolo- subdesarrollo ... es el de dependencia. La depen-
gía de la democracia en la pobreza, la ideología de dencia, en tanto que situación condicionante de
la caridad cristiana entre los pueblos, la ideología una determinada estructura interna que la re define
de la solidaridad mundial del proletariado, la ideo- de acuerdo a las posibilidades estructurales de las
logía de nuestra dignidad, la ideología de la paz en diversas econom ías nacionales, puede ser definida
el caos y la ideología de la necesaria violencia insti- como una situación histórica que da lugar a la con-
tucionalizada. La filosofía se presenta entre noso- formación de una determinada estructura de la
tros, en primer lugar, como necesidad-posibilidad economía internacional, bajo la hegemonía del sis-
de claridad, necesidad de claridad para la angustia, tema capitalista, y la cual beneficia a algunos paí-
para la náusea, para la desesperación, para la indig- ses en perjuicio de otros y determina las posibi-
nación, para el odio, únicos temples animicos que lidades de desarrollo interno de las diversas econo-
posibilitan y precipitan realmente el rechazo a la mías nacionales, constituyéndolas como realidades
explotación, a la subhumanidad y al crimen a que económico-sociales específicas".
nos vemos sometidos. la filosofía -desde estos "Las relaciones de dependencia implican la
temples y pese a ellos- se presenta, entonces, co- incorporación, en el seno del país subdesarrollado,
mo un intento de construcción cientifica, objetiva de la estructura metropolitana. En otras palabras,
y social, como una visión científica de =nuestro= debido a esta asociación de las clases dominantes,
mundo, es decir como una representación-valo- la dependencia deviene interdependencia, dando
ración de sus limitaciones y contradicciones, una lugar a una situación de dependencia estructural,
visión, en definitíva, de nuestra no-gradación histó- esto es, a la reproducción en el interior de la socie-
rica. dad dependiente, de las relaciones típicas del siste-
En esta primera aproximación la filosofía apa- ma capitalista" (F. López Segrera: Cuba; capitalis-
rece entre nosotros como conciencia de la depen- mo dependiente y subdesarrollo).
dencia y del subdesarrollo.
3) "América fue campo de la lucha antiim-
perialista: las "guerras" entre Costa Rica y Nica-
c. ¿Qué es esto de subdesarrollo? ragua, la segregación de Panamá, la lucha entre Pa-
raguay y Bolivia, no son sino expresiones de esta
1) "El capitalismo industrial que nacio en batalla gigantesca entre los grandes consorcios mo-
Europa occidental se extiende por todo el mundo nopolistas del mundo, batalla decidida casi com-
en el espacio de un siglo. Pero esta expansión revis- pletamente a favor de los monopolios norteameri-
tió una forma muy particular; todos los países del canos después de la Segunda Guerra Mundial. De
mundo se convirtieron en mercados, en fuentes de ahí en adelante, el imperialismo se ha decidido a
materias primas y, en menor medida, en campos de perfeccionar su posesión colonial y a estructurar lo
inversión para el capital. Mas el modo de produc- mejor posible todo el andamiaje, para evitar que
ción capitalista, ante todo la gran fábrica capita- penetren los viejos o nuevos competidores de otros
lista, sólo ha afectado la periferia de la vida econó- países imperialistas. Todo esto da por resultado
mica en tres continentes. He aquí, en resumen, la una economía monstruosamente distorsionada,
causa del fenómeno que hoy día se designa con el que ha sido descrita por los economistas pudorosos
púdico eufemismo de 'subdesarrollo"'. del régimen imperial con una frase inocua, demos-
"Mientras que la extensión del capitalismo ha trativa de la profunda piedad que nos tienen a no-
sido mundial, la mayor parte del mundo sólo ha sotros, los seres inferiores (llaman 'inditos' a nues-
sufrido sus efectos disgregado res, sin gozar de sus tros indios explotados miserablemente, vejados y
efectos civilizadores. Más aún; el auge industrial sin reducidos a la ignominia; llaman' de color' a todos
límites del mundo occidental sólo ha podido efec- los hombres de raza negra o mulata, postergados,
tuarse a expensas del mundo llamado subdesa- discriminados, instrumentados como persona y co-
rrollado, condenándolo al estancamiento y al re- mo idea d~ clase, para dividir a las masas obreras
troceso. Tres cuartos de siglo después del comien- en su lucha por mejorar destinos económicós), a
zo de la era imperialista, las Naciones Unidas se nosotros, pueblos de América, se nos llama con
han visto obligadas '1 declarar que, a pesar de todos otro nombre pudoroso y suave: 'subdesarro-
los planes de 'ayuda' a los países subdesarrollados, llados'" .
los países ricos se vuelven cada vez más ricos mien- "Un enano de cabeza enorme y tórax henchi-
tras que las naciones pcbres se vuelven cada vez do es "subdesarrollado', en cuanto a que sus débi-
más pobres" (E. Mandel; El imperialismo). les piernas y sus cortos brazos no armonizan con el
DEL QUEHACER FILOSOFICO 75

resto de su anatomía; es el producto de un fenó- pseudo-vitalídad también metafísica. Véase, por


meno teratológico que ha distorsionado su desarro- ejemplo, Cortázar. O los acuerdos de Medellln
llo. Eso es lo que en realidad somos nosotros, los (I968). O el pensamiento de A. Salazar Bondy. Se
suavemente llamados 'subdesarrollados', en verdad ha percibido aquí el temple vital, pero no se logra
países coloniales, semicoloniales o dependientes. (incapacidad-imposibilidad históricas) asumirlo.
Somos países de economía distorsionada por la El filosofar, esta tendencia valorativa del pen-
acción imperial que ha desarrollado anormalmente samiento teórico, no puede surgir de estas formas
las ramas industriales o agrícolas necesarias para truncas o frustradas de la conciencia y la existen-
complementar su compleja economía. El subdesa- cia. La conciencia filosófica debe realizar el esfuer-
rrollo o desarrollo distorsionado conlleva peligro- zo práctico de intentar re-asumirse como un fue-
sas especializaciones en materias primas que man- ra-de-sí-mismo, es decir como condición de la ena-
tienen la amenaza del hambre a todos nuestros jenación. La conciencia sedicentemente teórica
pueblos. Nosotros, los 'subdesarrollados', somos subdesarrollada y dependiente debe transformarse
también los del monocultivo, los del monoproducto, en conciencia, forma práctica, del subdesarrollo y
los del monomercado. Un producto único, cuya la dependencia, es decir debe reasumir su carácter
incierta venta depende de un mercado único que práctico-social. Para este salto-ruptura no necesita
impone y fija condiciones: he aquí la gran fórmula partir de cero; sus raíces se encuentran en la asun-
de la vieja y eternamente joven divisa romana: divi- ción crítica y develatoria de las formas y prácticas
de e impera" (E. Guevara; Obras Completas). de la conciencia y el espíritu enajenados, en el
desarrollo conceptual de las ciencias sociales, en la
4) La percepción de que el hambre, el analfa- justa y permanente inserción en la lucha política
betismo, las muertes prematuras de quienes com- de todos y de cada uno de los pueblos iberoame-
ponen mayoritariamente .nuestros pueblos, forman ricanos. No existe aquí lugar para el sociologismo,
parte de un sistema, la dramática asuncíóri de la ni para la frivolidad o la literatura. La conciencia
irrelevancia de nuestras instituciones políticas en teórica, es decir histórico-social-conceptual, da
términos de una efectiva y real exteriorización del cuenta de sí (rigor, eficiencia) en la lucha política.
poder social, la comprensión histórica del carácter
periférico o satélite de nuestras economías y clases D. Filosofía, oposición, construcción
dominantes, no han sido, tampoco, efecto del azar
o del desarrollo evolutivo de 'nuestra' historia. El La cita escogida de la obra de Ernesto Gueva-
desafío y crisis de un mundo que se concentra e ra, un luchador político, nos muestra algunos de
integra sobre la base de la explotación y de la su- los puntos que pueden servirnos para esquematizar
perexplotación, la quiebra mundial del pensa- la noción de 'subdesarrollo'. Se indica en ella con
miento y la acción socialista y humanistas, las al- claridad hacia las categorías de 'dependencia' y de
ternativas del proceso revolucionario cubano, la 'economía distorsionada' y al mismo tiempo se di-
siniestra acción de las dictaduras militares en todo buja nuestra inserción en un sistema de mercado
el continente, el genocidio diario con el que nos que es para nosotros sólo el mercado de la explo-
han familiarizado los grupos dominantes de la tación. Del mismo modo, en el texto, se expresa la
América Central, confluyen a precipitar re-orde- idea de que la noción de subdesarrollo encuentra
nadas formas de conciencia, intentos de concep- acogida solamente dentro de la actual estructura
tualización, imágenes de rechazo, subideologías en mundial del capitalismo y, también, dentro del
el arte, el cine, la política o la filosofía. actual sistema 'competitivo' de bloques imperiales
Muchas de estas imágenes son simple expre- cuya agresividad y rapacidad se expresan funda-
sión de un rechazo a la forma de darse la existencia mentalmente, hoy, hacia el interior de su área de
individual (o de pequeños grupos, cofradías) en poder. Guevara no explicita la noción de 'depen-
nuestros países; por ello estas imágenes no logran dencia estructural', fundamental para comprender
dar cuenta de sí en un doble sentido: no pueden el desarrollo del movimiento revolucionario cuba-
explicar-justificar su necesidad y posibilidad en no, por ejemplo, como tránsito y ruptura desde
cuanto contenidos de conciencia y no logran pro- concepciones y fuerzas pequeño-burguesas hasta
longarse en una acción coherente. Estos caracteres concepciones y fuerzas socialistas. La categoría de
impiden la generación o conformación de una nue- 'dependencia estructural' señala hacia las tareas
va conciencia; se trata en' ellas, en verdad, de la inmediatas de toda forma de conciencia que se
misma conciencia o espíritu subdesarrollado y quiera teórica o, lo que es lo mismo, de toda ac-
dependiente sólo que con signo invertido. A la ca- ción política. Pero también, en su vertiente negati-
rencia entendida uniJateralmente, se opone una va, la realidad del subdesarrollo y de la dependen-
76 HELlO GALLARDO

cia estructural puede llevamos con facilidad a la lismo en la acción al incluir el imperativo histórico
noción-actitud de impotencia, específicamente a la (el crimen no se detiene, no espera, no transa) de
impotencia de la subhumanídad, de la no partici- la negación de la subhumanidad, es decir de las
pación en la construcción y dominio tecnológicos, condiciones que la posibilitan y nos impiden asu-
del no estar en la Mesa Atómica, a la impotencia mirla- surgen el compromiso y la acción políticos
del analfabetismo y del hambre, a la impotencia-re- que no olvidan en ningún momento su base cientí-
signación propias del subernpleo, del circo electo- fica y que se orientan centralmente hacia la elimi-
ral, del carácter sumiso y servil de nuestras políti- nación de los sectores y estructuras que ayudan a
cas. En su vertiente negativa la conciencia de la la explotación, ya sea reforzándola, permitiéndola
dependencia y el subdesarrollo no puede ser sólo conscientemente o ignorándola, disfrazándola o
una conciencia del subdesarrollo o de las caracte- tergíversándola, en el plano interno, y organizando
rísticas estructurales de la dependencia; la inte- la resistencia y el rechazo a través de la solidaridad
riorización de la miseria de la explotación es verda- activa con los agredidos, con los despojados, en el
dera conciencia sólo en cuanto se sitúa en la con- plano internacional.
formación de un paso que tienda a superar (liqui-
dar-eliminar) esa miseria y esa explotación. Por El filosofar es así un momento de la acción,
ello, aún en su vertiente negativa, el filosofar se acción política, comprensión política, organiza-
presenta entre nosotros -obligatoriamente- como ción política. El filosofar entre nosotros consiste
reflexión (teoría) y acción (política), en la medida en 'construir el mundo' a través del temple animi-
que no es conciencia del ser o de la inmanencia co que expresa el rechazo al orden establecido cu-
sino que conciencia de un crimen: la conciencia yo fundamento es la realidad histórica de nuestra
del crimen contra nuestra humanidad, contra la miseria y nuestra explotación. Todo intento de
necesidad y posibilidad de realizar su humanidad contemplación, de sedicente teorización, cae, así,
por nuestros pueblos. El objeto prioritario del filo- por su base. La reflexión, el pensar, sólo encuen-
sofar consiste en erradicar las condiciones materia- tran efectiva razón de ser en su inserción histórica
les que le impiden (y al mismo tiempo la posibi- no-ideológica. Esa inserción, en nuestro caso y en
litan) ser una conciencia socio-histórica real. Nues- este momento, o genera acción real (y para ello
tra conciencia, entonces, o es mera-conciencia necesita surgir como expresión objetiva de las fuer-
-complice o es oposición, denuncia, liquidación, zas sociales) o no es tal inserción. No existe aquí
negación objetiva del crimen. La filosofía se pre- lugar para vacilaciones. El avance en la compren-
senta así como esclarecedora del crimen y como sión de la historia, el desarrollo de nuestra propia
denunciante del crimen pero también, y al mismo ciencia social -análisis de dependencia-e, el reco-
tiempo y con mayor fuerza, como momento en la nocimiento pleno de nuestra responsabilidad so-
negación activa, objetiva, del crimen, como organi- cial, la comprensión de la responsabilidad histórica
zación del anticrimen, como forma de destrucción de cada cual en cada pueblo, la magnitud del cri-
del crimen. El filosofar encuentra aquí su raíz y men organizado, la brutalidad expresada en el re-
definición socio-histórica, su campo práctico y teó- nacimiento del fascismo y en la imposición y man-
rico. tenimiento de las dictaduras y Estados militares, la
Así planteado, el rol de la filosofía entre noso- destrucción de nuestras costumbres, nuestra degra-
tros se expresa fundamentalmente como acción dación sistemática, impiden cualquier forma de 'con-
polúica, acción en cuya base se encuentra la com- ciencia pura' entre nosotros. La filosofía se presen-
prensión científica de nuestro mundo y un com- ta como una (necesidad-posibilidad) forma del sa-
promiso de realización histórico-social, utópico. ber-qué-hacer social. Es decir se presenta radical-
Desde este intento de comprensión científica -que mente como la acción de un pueblo y de una clase
excluye la buena voluntad, que excluye el plura- que intentan y realizan su liberación.
DEL QUEHACER FILOSOFICO 77

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ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE UNA LECTURA IDEOLOGICA

Helio Gal/ardo

tal y el trabajo manual.


Ello determina a la conciencia ideológica como
La polisemia del término "ideología", incluso al un espacio defectivo, carencial, respecto de las
interior del análisis marxista, es reconocida por to- prácticas histórico-sociales efectivas y posibles:
dos los autores que se ocupan del campo de las
determinaciones o la determinación social de la "La ideología es un proceso que el que se dice pensador
conciencia (1). cumple concientemente, es cierto, pero con una concien-
cia falsa. Las verdaderas fuerzas motrices que lo impulsan
Aquí "ideología" es empleado sólo en el senti-
le quedan desconocidas, pues si no no sería un proceso
do usado por Marx-Engels: ideológico. De aqu í que imagine motivos falsos o aparen-
la ideología es falsa conciencia social tes. Porque es un proceso mental, deriva su forma y su
- determinada por una base material dada, contenido del pensamiento puro, sea el suyo propio o el
- base material que se conforma por la articula- de sus predecesores. Trabaja con material puramente
intelectual, que acepta sin examen como producto del
ción de un determinado desarrollo de las fuerzas pensamiento, no investiga buscando un proceso más
productivos y relaciones de produccióndetermina- lejano, independiente del pensamiento; su origen le parece
das, evidente, porque como todo acto se verifica por interme-
- articulación que encierra un sistema básico de dio del pensamiento, también le parece estar basado en
última instancia sobre el pensamiento" (3).
contradicciones para toda sociedad de clases.
Esta articulación conflictiva genera los objetos
conceptuales e históricos modo de producción y Esta no-realización, esta tendencia a la no reali-
formación económico-social, zación de la autonomía histórico-social de la
_ y es en estas estructuras y organizaciones histó- conciencia, esta defección, está ligada a:
rico-sociales que se expresa toda conciencia posi- - el bajo grado de desarrollo de las fuerzas
ble. productivas z:
La conciencia ideológica (2) es, por tanto y - las relaciones de clases, los sistemas de
siempre, expresión de una organización histó- clases+ (4)
rico-social cuya conflictividad la ideología opaca y
'resuelve' (concilia). prácticas histórico-sociales
Que la ideología sea falsa conciencia social sig- ambos factores, su estructuración, inciden en
nifica que ella no logra su realización o autonom ía distorsiones de los contenidos de la conciencia y
como tal conciencia en una organización históri- en la definición o conformación del espacio en el
co-social dada: que la conciencia se realiza en cuanto falsa con-
a) porque se entiende a sí misma y a sus proce- ciencia. El espacio, la forma, y los contenidos de la
sos como autónomos, falsamente autónomos, conciencia social son, pues, resultado histórico-so-
creando así los reinos de la Idea y el pensar puros; cial.
b] porque no puede dar cuenta de sus condicio- En cuanto función de prácticas históri-
nes de producción en tanto que conciencia refor- co-sociales la falsa conciencia es necesaria ..
zando así las condiciones histórico-sociales que po- La necesidad de esta forma-contenido significa
sibilitaron y exigen la separación del trabajo men- que la falsa conciencia opera como un espacio (his-
182 HELlO GALLARDO

tórico-social de re-conocimiento del mundo y siones: separacion, autonomización, ideologiza-


como condición de identidad de sus portadores en . ción. Estos procesos generan un efecto general y
ese mundo. específico de deshistorización de las relaciones su-
Re-conocimiento significa instalación pre-condi- jeto-objeto, es decir un bloqueo y opacidad del
cionada, no crítica, en el mundo, para el mundo carácter procesual-práctico, cultural-natural, de las
(mundo de la pseudo-objetividad}, prácticas históricas.
La función de identidad en el espacio de la con- En la inversión temporal, alteración y trastorno
ciencia ideológica se expresa mediante la afirma- del pasado mediante la inserción en él de estruc-
ción de la subjetividad o singularización como cre- turas actualmente presentes -reducción al
adora o portadora del mundo (mundo de la pseu- presente- encontramos un fenómeno de anulación
do-individuación) . de la historia por medio de la afirmación de un
Reconocimiento e identificación se organizan estado siempre-presente: el actual, de donde se
en sistemas de bloqueo, de opacidad, respecto de sigue la innecesariedad e inmoralidad del cambio.
las condiciones efectivas bajo las cuales se realizan En ambos procesos la deshistorización consiste
y son posibles las prácticas histórico-sociales y en en bloquear, ignorar o reducir las prácticas produc-
sistemas de bloqueo y opacidad respecto del carác- tivas contenidas en toda actuación humana. lnde-
ter de sus portadores y de sus determinaciones. pendizada falsamente de sus condiciones de pro-
El espacio y los contenidos de la conciencia ducción, de sus condiciones de producción en
ideologizada se expresan al interior del espacio de cuanto conciencia, el espacio de deshistorización
la conciencia posible, histórico-social, y en una re- puede configurarse bajo las formas generales del
lación antagónica con ella. formalismo y el misticismo.
Esta relación antagónica indica que no existe Formalismo y misticismo se expresan como
continuidad sino que ruptura entre conciencia ide- condiciones de configuración del espacio de la fal-
ologizada y conciencia real, aunque ambas confor- sa conciencia; el formal ismo hace referencia a la
men espacios necesarios de adecuación históri- tendencia de la conciencia falsamente autónoma a
co-social. considerar sus procesos y contenidos como el
Sintesis: el empleo de la noción de "ideología" acontecer real, y el misticismo hace referencia a la
como falsa conciencia social -y como conciencia tendencia de la conciencia falsamente autónoma a
falsa en cuanto el marxismo no supone una verdad identificarse como conciencia en relación a un Su-
transhistórica- no implica una mera defectividad, jeto transhistórico. Estos productos-formas genera-
sino un grado sesgado de necesidad histórico-so- les de los mecanismos de inversión y su organiza-
cial. ción configuran lo que Marx-Engels llaman los mo-
delos tdeotoatco y fetichista de alteración y tras-
11 torno de las relaciones entre ser y pensar; esta dis-
tinción no configura estrictamente una organiza-
El espacio configurado por la falsa conciencia ción categorial, en Marx-Engels; en principio, las
social se expresa como inversión, como espacio de alteraciones ideológicas poseen una configuración
alteración y trastorno de las relaciones reales entre cultural: el dominio de las ideas puras y de los
ser y pensar. Se trata de un espacio de des-histori- 'altos' valores en la historia, su personificación; las
zación, de des-realización de las condiciones efecti- alteraciones fetichistas tienen su fundamento, en
vas de existencia -y conciencia- de los hombres. cambio, en las condiciones específicas de la pro-
Lo advertimos así, por ejemplo, en los procesos ducción bajo las relaciones capitalistas de produc-
generales de al teración y trastorno de las relaciones ción y son inseparables de ellas.
sujeto-objeto y en la modificación de las relaciones Marx y Engels distinguieron dos procesos de fe-
entre presente y pasado. En la inversión sujeto-ob- tichización ligados al funcionamiento general y
jeto los productos-del-hombre, para-el-hombre básico de las relaciones capitalistas de producción
+las distintas instancias del sistema cultural, los y un corolario ideológico:
sistemas culturales mismos- aparecen como autó- a) fetichismo de la mercando, ligado a la ex-
nomos de las prácticas humanas que los producen tensión universal y saturante de la forma-mercan-
y, al mismo tiempo, revierten sobre ellas como sus cía bajo las relaciones capitalistas de producción;
cánones absolutos de legitimidad. Aquí la inver- b) fetichismo del capital, ligado a la división
sión se presenta como un haz complejo de distor- social del trabajo bajo las relaciones capitalistas de
LECTURA IDEOLOGICA 183

producción, y ción histórica y juridicidad.


c) fetichismo del capitalismo natural, ligado a En estas condiciones generales de organización,
la metafisización de las relaciones de intercambio la ideología puede ser, es, conciencia de la 'inme-
entre los factores de la producción bajo las relacio- diatez', falsa conciencia y conciencia falsa necesa-
nes capitalistas de producción. riamente ligada a las distorsiones productivas exigi-
Mistificación y formalización en el espacio de la das por formaciones económico-sociales fundadas
conciencia ideologizada adquieren así, bajo las re- en la acumulación, reproducción y ampliación del
laciones capitalistas de producción, una configura- capital.
ción determinada, una forma general determinada Estas matrices de distorsión necesaria funda-
por la estructura productiva; esta configuración de mentan una percepción metafísica (5) de la exis-
deshistorización puede sintetizarse bajo las matri- tencia: la sensibilidad dominante bajo las relacio-
ces o formas generales de separación suje- nes capitalistas de producción es una sensibilidad
tollobjeto, matriz ligada a la necesaria relación de metafrsica que tiende a la anulación de toda otra
exterioridad impuesta por la relación productiva forma de conciencia (efecto de saturación).
trabajo muerto (capital)/ /trabajo vivo, y de abs- Sintesis: en el vocabulario de Marx-Engels, la
traccton-retttcacton cuantitativas generada por la conciencia no puede ser sino el ser consciente y
redacción saturadora de la sustancia del valor al este ser consciente, el ser humano, es el conjunto
valor de cambio , por el predominio de la forma de sus relaciones sociales; en las sociedades capita-
mercantil. listas el espacio en el que se funda y configura la
Luego, en la organización inmediata de las rela- conciencia como manifestación espiritual del mun-
ciones capitalistas de producción: alta y creciente do histórico-social es un espacio abstraído, escindi-
productividad -y derroche-, función de una com- do, distanciado y particularizado respecto de las
pleja y profunda división social del trabajo y del condiciones de su producción y por tanto de su
desarrollo tecnológico, encontramos las institucio- producción en tanto que espacio de conciencia. Es
nes prácticas y materiales que configuran la sensi- esta conciencia la que se manifiesta como refuerzo
bilidad de distorsión, el espacio imaginario que es de la inmediatez y como fijación metafrsica de lo
condición de existencia 'consciente' en las socieda- existente y la que resuelve ideológicamente los
des capitalistas. Llamo a este espacio sensibilidad conflictos que amenazan su equilibrio mediante la
dominante. Ella puede determinarse como la con- combinación de un discurso general-vado (forma-
ciencia de equilibrio respecto de la existencia de lismo) y transhistórico (misticismo). La sensibili-
un mundo producido bajo condiciones de enajena- dad metafísica dominante atraviesa de este modo
ción que lo independizan y lo oponen hostilmente todas las instituciones de las formaciones económi-
a sus productores. co-sociales capitalistas y es función de la lucha de
La configuración estructural de la conciencia clases.
distorsionada no se agota en los m ecanismos de ena-
jenación del trabajo y de su reducción cuantitativa 111
en el mercado, sino que esos procesos generan un
nuevo nivel de ideologización, un nuevo espacio La ideología se manifiesta, pues, en las forma-
necesario de distorsión que retorna prácticamente ciones económico-sociales del capitalismo bajo la
sobre ellos para conformar el sistema de relaciones forma general y básica de su sensibilidad -condi-
de la sensibilidad dominante bajo las relaciones ca- ción de reconocimiento e identidad·-· que expresa
pitalistas de producción. Este nuevo espacio de dis- contenidos histórico-sociales alterados y cohcsio-
torsión es el Estado en cuanto espacio político-ju- nados e independizados por esa sensibilidad cuya
rídico, en cuanto ámbit~ que sintetiza y expresa función central es la anulación imaginaria de las
'autónomamente' ell dominio universal y querido contradicciones sociales vinculadas al desarrollo de
de lo particular bajo la forma de lo general, del las relaciones capitalistas de producción.
Bien Común. Este espacio configura la matriz de En la producción de la ideología así entendida
identidad ideológica bajo la forma Sujeto-sujeto, encontramos tres instituciones básicas:
mecanismo de individuación abstracta bajo las con- a) la división social del trabajo, fundamento de
diciones de una ley general 'natural' y positiva que una matriz de separación, exterioridad y debilidad
es el fundamento de la sociabilidad, matriz de alte- de los hombres ante. (frente a sus productos y base-
ración, inversión, de las relaciones entre produc- de la jerarqu ía otorgada al trabajo intelectual 'autó-
nomo';
184 HELlO GALLARDO

b) el mercado, raíz de una matriz de cosificación mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución
cuantitativa y abstracta de los actos humanos y de la de este antagonismo" (6).

sociabilidad abstracta otorgada a sus productos, re-


fuerzo de la debilidad, ignorancia e 'independen- Dentro de las condiciones establecidas por la
cia' de los seres humanos frente a sus productos, y sensibilidad dominante encontramos también algu-
c) el poder estatal, fundamento de una matriz nos contenidos generales ligados a su autopercep-
de reconocimiento imaginario y de sujeción efecti- ción de la sociedad, autopercepción que se
va en tanto crea sujetos portadores de una ley ge- propone, naturalmente, como la percepción
neral que sintetiza el Bien Común. posible de toda sociedad:
El carácter saturador de estas matrices ideológi- a) el equilibrio natural de la sociedad, basado
cas está ligado al necesario carácter saturador del en su conformación orgánica; de donde todo con-
desarrollo de las relaciones capitalistas de produc- flicto o contradicción es traducido como una
ción y de su aparato político de dominación, cues- (mera) desviación o disfunción cuya elimin~ión o
tión objetiva que recibe el refuerzo de una sensibi- corrección permite la recuperación del equilibrio
lidad emanada -aunque percibida forzosamente primitivo;
como independiente y autónoma- de esta base ob- b) la inexistencia de clases sociales y la explica-
jetiva. La tendencia a la saturación de las formas y ción de las diferencias sociales por causas 'natura-
contenidos vinculados al ocultamiento y refuerzo les', propias de los individuos, esenciales e inevita-
de la explotación son, por tanto, función de la bles, que fundan la necesaria (racional) jerarquiza-
expansión y profundización de la división social ción social, y
del trabajo y de la productividad que esto conlleva, de e) la identidad fundamental de intereses de to-
la extensión y profundidad de las relaciones mer- dos los miembros de la sociedad capitalista; esta
cantiles y de la mayor o menor cohesión y hege- identidad es la base de un consenso cultural (espiri-
mon ía logrados por el sistema de dominación. tual, jurídico, moral) que descalifica toda oposi-
A estas instituciones básicas en la conformación ción a la sociedad existente como propia de pertur-
del espacio en que se manifiesta la sensibilidad do- bados o delincuentes.
minante se oponen las prácticas de los sectores po- Estas formas-contenidos generales de la ideolo-
pulares en el sentido marxista, es decir las prácticas gía, permanentemente presentes en el discurso eco-
de los explotados: su movilización, organización y nómico-social, polftico-jurfdico y moral, sintetizan
lucha independientes por la revolución socialista. para esta región temática una concepción del mun-
Estructural y orgánicamente son estas prácticas las do que supone el carácter 'natural' (perfecto, esen-
que delimitan nuclearmente la conciencia histórica cial) de la comunidad capitalista asumida como la
posible bajo las relaciones capitalistas de produc- culminación histórica de la esencia humana.
ción (expansión, concreción de la conciencia, in- El empleo de la expresión "forma-contenidos
serción histórica de la conciencia); ellas definen, generales" indica que forma y contenido de la
por tanto, una contrasensibilidad. Esta contrasensi- ideología son separables sólo en términos de los
bilidad tiene como eje una teoría de la historia: distintos niveles y objetivos de análisis del espacio
organizado por la ideología -de la expresión ideo-
"Ninguna formación social desaparece antes de que se de- lógica, de la práctica ideológica- bajo circunstan-
sarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro cias históricas dadas.
de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones
Por ejemplo, la reducción ideológica de la lucha
de producción antes de que las condiciones materiales pa-
ra su existencia hayan madurado dentro de la propia so- poi (tica, de toda expresión poi ítica, al marco de la
ciedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre juridicidad establecida puede ser la forma que de-
únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mi- termina toda percepción y práctica poi íticas en
rando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos una situación histórica dada; pero esta forma parti-
sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están
gestando las condiciones materiales para su realización
cular es a su vez un contenido de una forma estruc-
(... ). Las relaciones burguesas de producción son la última tural, necesaria, determinada por las relaciones ca-
forma antagónica del proceso social de producción; anta- pitalistas de producción: la separación y autonomi-
gónica, no en el sentido de un antagonismo individual, zación de lo poi ítico respecto de lo económ ico y
sino de un antagonismo que proviene de las condiciones
lo social; este contenido implica una matriz de des-
sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas produc-
tivas que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al hl~torización, una forma fundamental analítica y
LECTURA IDEOLOGICA 185

metafísica de percepcron cuya función es la La delimitación específica en el sistema de nive-


reproducción del sistema productivo. les de las formas-contenidos propios de un análisis
S/n tesis: La sensibilidad dominante, la ideolo- ideológico determinado es función de los objetivos
gía bajo las relaciones capitalistas de producción, de la práctica anal ítica que, a su vez, es determina-
conforma una organización, un sistema, de formas da por la actividad poi ítica concreta.
y contenidos cuya constante articulación permite Llamo "lectura ideológica ", en sentido restricti-
la asunción de un mundo conflictivo y transitorio vo, al análisis ideológico aplicado a textos; empleo
como natural, equilibrado, eterno y deseable, así "texto" en el sentido de todo lo que se dice en una
como el reconocimiento abstracto de sus portado- obra impresa; cualquier obra impresa es, por tanto,
res. Una contrasensibilidad -una expansión, una un texto. Todo texto es, en principio, susceptible
concreción de la conciencia- sólo alcanza sentido, de análisis ideológico en cuanto es un portador
entonces, al interior de una teoría de la historia y ideológico.
de las prácticas materiales que, en cada situación y La expresión "portador ideológico" indica, ini-
coyuntura históricas, concretan la revolución so- cialmente, que un texto expresa formas-conteni-
cial. dos, representaciones y valores o deshistorizantes o
históricos. Los textos históricos manifiestan a y se
IV encarnan en las prácticas materiales de las fuerzas
revolucionarias en tanto que fuerzas revoluciona-
En rigor, el análisis de las formas y contenidos rias (7). Llamo a estos textos políticos en el senti-
de la ideología puede y debe ser aplicado en cada do que comunican adecuadamente los medios prác-
uno de los diferentes niveles que conforman el sis- ticos para llegar a una meta histórica. Los textos
tema de análisis de las relaciones (lucha) de clases poi íticos son condiciones, medios, refuerzos, de
y de las interacciones entre grupos sociales: una contrasensibilidad específica en las formacio-
a) modo de producción: análisis de la relación nes económico-sociales del capitalismo. No se
entre el nivel tecnológico de los medios de produc- constituyen, por tanto, como portadores ideológi-
ción y la organización de la fuerza de trabajo y las cos. Las calificaciones de "texto poi ítico" o "tex-
relaciones de producción; en este nivel se expresan to ideológico" no pueden realizarse sin una lectura
en su forma más "pura" la lucha de clases y el ideológica (8).
enfrentamiento de sensibilidad y contrasensibili- Una lectura ideológica intenta reconstruir las
dad; formas-contenidos ideológicos de un texto; ellos se
b) estructura social: concreción histórica -desa- materializan en representaciones y valores que de-
rrollo interno, afincamiento espacial, articulación ciden el sentido 'comunicativo', la sensibilidad do-
de diferentes modos de producción- de un modo minante, en un texto dado. Esta lectura puede rea-
de producción; las formas-contenidos de la sensibi- lizarse en distintos niveles:
lidad dominante se articulan aqu í con una configu- a) lectura inmanente: se reconstruyen aqu í las
ratión social dada; las oposiciones a esta sensibili- representaciones y valores que organizadamente
dad son también expresión de esa configu ración; (consciente o inconscientemente) dan un sentido
e] situación social: se trata aquí de la articula- comunicativo al texto, es decir que lo hacen porta-
ción específica de los diversos grupos sociales en dor y exponente de formas-contenidos que opacan
una estructura social dada; la sensibilidad domi- el conocimiento -que anulan los conflictos básicos
nante se expresa aqu í mediante las "ideologías par- o los 'desplazan'-, la comunicación y las prácticas
ticulares"; en este universo ideológico la contrasen- objetivas o que las hacen viables o refuerzan; estas
sibilidad no puede manifestarse empíricamente si- formas-contenidos, mitos o estereotipos, por ejem-
no como tendencia, aspiración o embrión, y plo, pueden tener determinaciones estructurales,
d) coyuntura social: concreción histórica de la situacionales o coyunturales; la expresión "inma-
situación social ligada a un cambio específico y nente" incluye aqu í el estudio de las condiciones
significativo en la correlación de fuerzas sociales; materiales específicas de producción del texto. La
las diversas coyunturas operan con distinta signifi- lectura inmanente remite especial aunque no ex-
cación respecto de las relaciones entre sensibilidad clusivamente a la reconfiguración de ideologías
y contrasensibilidad (exacerbación de las contra- "particulares", es decir de los espacios de for-
dicciones, ascenso del movimiento popular, polari- mas-contenidos que permiten a grupos sociales es-
zación social, etc.). pecíficos de una población 'vivir' sus condiciones
186 HELlO GALLARDO

de existencia (reconocimiento de su-mundo-e-s- texto, no habla acerca de 'su' verdad. La 'verdad'


identidad de grupo); de un texto es una función histórico-social.
b) condiciones de producción y proyección o Sintesis: la lectura ideológica es un instrumen-
resonancia de un texto: se trata aqu í de las for- to específico de análisis aplicado a textos y cuya
mas-contenidos textuales en su articulación con las fundamentación es la teoría de la ideología en la
coyunturas de emisión y recepción histórico-socia-
presentación que de ella hacen Marx-Engels. La
les; este nivel supone la lectura inmanente, y
teoría de la ideología posee como referente con-
c) contextualizacion socio-histórica: confron-
ceptual una teoría de la historia: el materialismo
tación de las formas-contenidos y su organización
con la realidad histórico-social a la que aluden; esta histórico. La lectura ideológica intenta reconocer
contextualización supone la lectura inmanente. los distintos niveles que alcanza o puede alcanzar
Debido al carácter coyuntural de toda práctica el sentido expresivo de un texto. Para ello identifi-
comunicativa ningún nivel de lectura ideológica ca y organiza a las formas-contenidas-representa-
puede agotar el sentido comunicativo de un texto, ciones y valores- que lo conforman centralm nte
aunque pueda determinarlo para coyunturas dadas. y los pone en relación con sus condiciones genera-
La lectura ideológica intenta sólo realizar la re- les, particulares y específicas de producción. El
construcción de la sensibilidad que fundamenta un sentido determinante de esta lectura es poi ítico.

BIBLlOGRAFIA

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Gallardo H.: Pensar en América Latina, EUNA, Here- Rossi·Landi F.: Ideologia, Labor, Barcelona 1980.

NOTAS

(1) Recientemente F. Rossi-Landi intentó un inventa- disciplina filosófica;


fue desarrollada por Engels en Anti
rio de esta polisemia en taeoloqia, págs. 29·62. Duhrinq Oiatéc tica de la naturaleza.
y
(2) "Idcologfa e "ideológico" poseen distinta exten- (6) Marx C. Contribución a la critica de la economia"
sión en la obra de Marx-Engels. Aqu r empleamos "ideolo- potitica, prólogo.
gra", "ideológico" e "ideologizado" como relativamente (7) Un texto nunca se define por sí mismo, ante sí
intercambiables. Su sentido espec íf ico, en todo caso, es mismo.
función de su con textual ilación teórica. (8) La lectura ideológica puede mostrar el enfrenta-
(3) Engcls F. "Carta a Mehring", 14 de julio de 1893. miento de sensibilidades, un conflicto, un desgarramiento,
(--1) + Este factor es determinante, es decir decide el o sus anulaciones, ya al interior del texto (conflicto entre
sentido de la estructura. contenidos o de forma-contenido], ya en su coyuntura de
(5) 'Metaflsico' es aqul una categor ía teórica, no la emisión-recepción yaen su con textual ización socio·h istórica.
Rev. Vil. Univ. Costa Rica. XXI (54), 133-151, 1983

LEER A LENIN EN EL ANIVERSARIO


DE LA MUERTE DE MARX

Helio Gallardo

Resumen: El trabajo propone una lectura del revista Prosveschenie en 1913. La elección del tex-
texto de Lenin "Tres fuentes y tres partes inte- to no es arbitraria. "Tres fuentes ... " es un texto
grantes del marxismo" desde Marx. La crítica ideo- que ya editado como folleto, ya en la edición de
lógica, concentrada sobre aspectos semánticos y las Obras Escogidas de Lenin en tres volúmenes,
conceptuales del universo vocabular introduce a las forma parte de la lectura obligada en la formación
dificultades y riquezas de la "comunicación mar- política e ideológica de los distintos niveles que
xista" entre los latinoamericanos. La discusión in- componen la militancia de las organizaciones que
troduce, asimismo, el problema de la significación se quieren populares y revolucionarias en América
socio-histórica de la existencia o inexistencia de Latina. Desde ese folleto, 'Lenin' ha hablado a mi-
una filosof/a marxista. les de militantes y cuadros revolucionarios. Y les
ha hablado acerca del marxismo. Qué es lo que
1. Preliminar dice acerca del marxismo a los militantes revolu-
cionarios latinoamericanos parece ser una pregunta
Puede resultar curioso o rebuscado ocuparse de poi ítica de primer orden. A una aproximación a
un texto de Lenin para preguntarse por la significa- este decir se abocará buena parte de este trabajo.
ción de Marx cien años después de la muerte de El criterio del análisis guarda relación con el exa-
este último. Sin embargo esta curiosidad o rebusca- men y explicitación de las condiciones bajo las
miento es sólo aparente, la exterioridad de una cuales un texto de Lenin puede hablar de Marx y
ocupación central y significativamente política. ¿y de marxismo, es decir de una práctica revoluciona-
cómo ocuparse seriamente de Marx, es decir con- ria, a los latinoamericanos.
memorarlo, sin que una significación política defi-
na el eje de referencia? Dicho desde Marx, lo poi í- Conmemorar a Marx
tico es lo histórico desde el punto de vista del
pueblo, o sea desde el punto de vista de una revo- Sin embargo, antes de ocuparnos del texto de
lución. Conmemorar a Marx quiere decir ocuparse Lenin, conviene acotar el sentido de nuestra con-
históricamente de la situación de la revolución. Y memoración de Marx. En rigor, leemos el texto de
así, ¿cómo no ocuparse entonces de Lenin y del Lenin sólo por Marx. ¿Qué es esto de ocuparse de
leninismo que en América Latina y desde hace se- Marx cien años después de su muerte?
senta años ha casi saturado el espacio -material, Salta a la vista que esta preocupación no remite
institucional e ideológico- en el que se inscriben a la persona de Marx, al individuo. El indivi-
las prácticas revolucionarias o sedicentemente re- duo-Marx fue un cadáver y es ya polvo. Ocuparse
volucionarias? Desde luego, no es posible ocuparse del individuo-Marx cien años después de su muerte
aquí, en este espacio, ni de Lenin ni del leninismo. resultaría significativo sólo para un círculo de espi-
Nos referiremos sólo a un texto firmado por Le- ritistas. Y ocuparse de Marx desde el espiritismo
nin: "Tres fuentes y tres partes integrantes del puede resultar interesante o escalofriante pero no
marxismo", una comunicación escrita por el diri- constituiría una práctica marxista.
gente bolchevique para conmemorar el30aniversa- También es obvio que no puede uno ocuparse
rio de la muerte de Marx y que se publicó en la de Marx -no al menos sin realizar una gigantesca
134 HELlO GALLARDO

tarea histórica- desde el marxismo, por su prolon- H. Lefebvre se pregunta, zes marxista la sociedad
gación y resonancia en el marxismo. Existen para actual? y su obvia respuesta es no: " ... el mundo
ello al menos dos razones escuetas y primeras: a) actual no tiene nada de marxista. Ninguna aliena-
no existe ninguna cosa que pueda llenar con cierta ción ha desaparecido; antes bien, otras alienaciones
univocidad el nombre "marxismo", y b] es al me- nuevas, sorprendentes, han agravado a las antiguas.
nos disputable el que los marxismos constituyan A la alienación de los trabajadores, de las mujeres,
una prolongación o herencia de Marx. Ambas razo- de los niños, de los colonizados, etc. se superponen
nes, con distinto énfasis, dicen positivamente que la alienación poi ítica (por el Estado todopodero-
la denominación "marxismo" a secas remite a una so), la alienación tecnológica, la alienación median-
imagen cómoda, a una práctica o de autoinclusión te el espacio, etc. El propio trabajo no ha superado
o de exclusión 'naturalmente' imaginarias. Algunos un status contradictorio: alienante- alienado, reali-
ejemplos tomados de la filosofía ilustran con facili- zación del ser social por la producción, pero dividi-
dad esta cuestión. Son "marxistas" Lenin y el pri- do, pulverizado, privado de todo 'valor" (...)
mer Lukacs. Gramsci y Stalin. Korsch y Habermas. "Vincular el pensamiento de Marx al saber oficiali-
Lefebvre, Sartre y Althusser. Si se objetase que 'el' zado e institucionalizado, a lo concebido contra lo
marxismo excede el campo tradicionalmente ocu- vivido, es una operación monstruosa: un acto de
pado por la filosofía (122, 284), lo que por lo autodestrucción" (111, 174-175). De esta exposi-
demás es una tesis correcta, bastaría recordar que ción resulta también obvia la posibilidad de inver-
son "marxistas" el trotskismo, el stalinismo, el tir la tesis: este mundo es profundamente marxista
maoismo, el eurocomunismo y la primitiva so- en cuanto exige una revolución. Pero, ¿es marxista
cial-democracia e incluso la idea suche del religioso en cuanto la posibilita? ¿Es posible hoy la revolu-
actual dictador de Corea. Luego, no es posible con- ción? En América Latina sabemos que es necesa-
memorar a Marx desde una imagen cómoda del ria. ¿Pero posible? Como se ve, ocuparse de Marx
'marxismo'. André Tosel ha sintetizado esta difi- en cuanto portador de fuerzas histórico-sociales
cultad al advertir que en verdad, la expresión implica ocupar el centro de la práctica poi ítica de
"marxismo" en el siglo XX designa un eje de inclu- los grupos necesitados de revolución. Pero en este
siones-exclusiones culturales básicas para la época sentido singular no es posible conmemorar la
actual (122,285); más que una tendencia del pen- 'muerte de Marx' porque aqu í Marx está vivo. Sólo
samiento la expresión designaría un clima, un tem- los individuos mueren en las configuraciones histó-
ple cultural. Dicho brevemente el marxismo confi- rico-sociales. La permanencia o vigencia de Marx,
guraría una concepción del mundo, una forma su 'legado' es, pues, una pregunta (material, prácti-
(práctica) de estar en la historia de grupos sociales ca) por la permanencia o vigencia de las fuerzas
básicos o fundamentales para ciertas formaciones objetivas y subjetivas que hacen necesaria y posible
económico-sociales (1). una revolución popular y socialista en las socieda-
La expresión "concepción del mundo" resuelve des capitalistas.
el problema de conjurar al individuo-Marx o a su
'herencia' al hacer de Carlos Marx y de su obra Conjurar a Lenin
portadores de fuerzas histórico-sociales. Conme-
morar a Marx quiere decir aqu í conmemorar las Un estereotipo, de los tantos que abundan acer-
fuerzas histórico-sociales que hicieron posibles y ca del 'marxismo' en nuestras sociedades y que
necesarios el Manifiesto Comunista y El capital o suelen ser síntesis de orígenes complejos, dice que
La situación de la e/ase obrera en Inglaterra (En- Lenin es quien llevó a Marx "a la práctica". Lenin
gels). Ahora, estas fuerzas son las de los trabajado- sería quien aplicó la teoría marxista a una sociedad
res necesitados de revolucionar su situación de ex- histórica y llevó a cabo así la Revolución Rusa. En
plotación, fuerzas ligadas a un desarrollo objetivo este estereotipo la identidad de Marx y Lenin es un
de fuerzas productivas que hacen posible -concep- supuesto. Lenin es el marxismo victorioso. Su obra
tualizable, deseable- el socialismo. 'Recordar a ¡'"plica todo Marx y, además, el triunfo de la revo-
Marx' quiere decir preguntarse por la necesidad y lución socialista. La ingenua simpleza del estereoti-
posibilidad de una o la revolución en el mundo po puede ser empleada tanto en su versión de re-
actual, por las fuerzas histórico-sociales que necesi- chazo: pensar el marxismo es correcto pero actuar-
tan lIevarla a cabo, por su situación de conciencia, Io es demoníaco, Lenin es un monstruo, como en
por su concreción orgánica. En su 'dossier' Marx, su versión de inclusión: actuar el marxismo es lo
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 135

máximo, Lenin llevó a cabo la revolución socialis- que se intenta cambiar-, violencia que obtiene su
ta, la práctica de la Revolución Rusa es el triple justificación en la inicial situación de violen-
marxismo. La primera versión se emplea para cia (coacción, alienación), en la necesidad de los
consolidar sentimientos burgueses y, entre otras medios que se disponen y articulan para lograr el
cosas, para justificar el sesgo y la definición cambio y por la finalidad del cambio. La revolu-
académicos que pueden darse a la obra de Marx. ción supone un cambio cualitativo, el tránsito ha-
La segunda versión define una ortodoxia, la cia una forma superior de sociedad, de ser huma-
ortodoxia que hace del marxismo y de la revolu- no, formas superiores que la situación alcanzada, y
ción socialista una elongación de la Revolución que se desea cambiar, hacen necesarias y posibles
Rusa y de su desarrollo en la poi ítica de la Unión -deseadas. La revolución y su violencia definen,
de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La ortodoxia por tanto, siempre una configuración histórica a-
hace de la figura y de los textos de Lenin algo sumida como insuficiente y resuelta históricamen-
sacro. Ambos resultan indisputables y los últimos te por los grupos que se proponen y adoptan los
leídos y citados "a la letra". Conjurar, pues, a más altos valores históricos posibles a los seres hu-
Lenin quiere decir, en la mayor parte de América manos bajo esas condiciones. La revolución resulta
Latina, preguntarse principalmente por la ortodo- entonces un imperativo ético (histórico) aunque
xia leninista, por los Partidos Comunistas latinoa- esto no pueda ser percibido así por 'todos' los
mericanos y por las organizaciones que se mueven hombres. En un texto clásico de 1859 Marx indicó
en el espacio que ellos determinan aun cuando se así la objetividad de este imperativo revolu-
les opongan. Ocuparse entre nosotrós de Lenin no cionario: "Ninguna formación social desaparece
consiste entonces en disputar con Lenin el indi- antes de que se desarrollen todas las fuerzas pro-
viduo -que, vivo, fue un dirigente (teórico- prácti- ductivas que caben dentro de ella, y jamás apare-
co) popular genial y muerto es, como Marx, cen nuevas y más elevadas relaciones de produc-
cadáver y polvo-, sino con la percepción de su ción antes de que las condiciones materiales para
palabra en un campo determinado por la ortodoxia su existencia hayan madurado dentro de la propia
leninista que supone a Marx 'superado' por el éxito sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propo-
de la Revolución Rusa y por la realidad del mundo ne únicamente los objetivos que puede alcanzar,
socialista actual. Una lectura de Lenin se ocupa de porque, mirando mejor, se encontrará siempre que
un texto de Lenin, no de. Lenin, y de un texto uno estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por
se ocupa en cuanto un texto es susceptible de ser lo menos, se están gestando, las condiciones mate-
leído, en cuanto ofrece posibilidades de lectura. riales para su realización" (118, IV, 385).
Estas últimas son cuestiones históricas y poi íticas. Ahora, la violencia revolucionaria afecta a la
Las primeras, inquietudes biográficas, o religiosi- estructura social básica, es decir a la estructura po-
dad o metafísica (2). Iítica y a la social y supone la total historicidad de
los valores y, con ello, de la moral. Esto supone
La revolución
también que existen criterios racionales para de-
Luego, queremos ocuparnos de Marx en cuanto terminar las posibilidades de mejorar las condicio-
nos interesa la situación básica de las formaciones nes de libertad y felicidad en una situación históri-
económico-sociales del mundo actual y su necesi- ca dada (116, 12-13) y que estos criterios encarna-
dad y posibilidad de revolución. Y nos interesa un dos en una fuerza social se materializan en medios
texto de Lenin porque constituye un documen- revolucionarios. Conciencia, voluntad, organiza-
to-dlagnóstico de la ortodoxia revolucionaria lati- ción, programas revolucionarios se configuran en-
noamericana, es decir del espacio en el que históri- tonces como síntesis de fuerzas dadas (lo existen-
camente debe definirse entre nosotros toda prácti- te), como medios revolucionarios (el proceso) y
ca revolucionaria. Pero, ¿de qué hablamos cuando como anticipación (embriones, preanunciadores)
hablamos de 'revolución'? Desde luego, y en gene- de su meta: una situación de mayor libertad -de
ral, de un cambio. Ahora, todo cambio supone la mayor dominio, dominación y apropiación por
situación inicial que se desea cambiar, el proceso parte de los hombres sobre sí mismos y sobre la
por hacerla cambiar y la situación a la que se quie- naturaleza-; para la revolución urgida por las con-
re llegar y sostener. Por ello, la revolución es un diciones capitalistas de explotación se trata de los
proceso que entraña formas y grados de violencia medios y la meta socialistas y comunistas. En las
-contra la institucionalidad material y espiritual palabras de Marx: "A grandes rasgos, podemos de-
136 HELlO GALLARDO

signar como otras tantas épocas de progreso en la nes iniciaron la reacción contra el gobierno zarista
formación económica de la sociedad el modo de y la poi ítica stolypiana que se mostraba radical-
producción asiático, el antiguo, el feudal y el mo- mente incapaz para al menos paliar los principales
derno burgués. Las relaciones burguesas de produc- problemas económicos y sociales. Al mismo tiem-
ción son la última forma antagónica del proceso po, la represión contra los sectores populares era
social de producción; antagónica no en el sentido intensa y permanente. Sólo en los sucesos del Lena
de un antagonismo individual, sino de un antago- (1912) las tropas zaristas, al disparar contra una
nismo que proviene de las condiciones sociales de manifestación pacífica obrera, dejaron más de 500
vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas víctimas entre muertos y heridos. Pero la represión
que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, no logró disminuir la creciente efervescencia y ani-
al mismo tiempo, las condiciones materiales para la mación populares. En 1911, Y culminando un pro-
solución de este antagonismo. Con esta formación ceso que habían iniciado los obreros de Moscú el
social se cierra, por tanto, la prehistoria de la socie- año anterior, fueron a la huelga 105.000 obreros.
dad humana" (118, IV, 385). Es en el contexto de En 1912 el número de obreros en huelga pasó del
esta posibilidad y de estas determinaciones que millón y en 1913 alcanzó a 1.272.000 trabajado-
examinamos la forma comunicativa de "Tres fuen- res. En el campo, las acciones campesinas -des-
tes y tres partes integrantes del marxismo" de Le- trucción y expropiación de las fincas de los terrate-
nin. nientes y las caserías de los kulacs- ascendieron
entre 1910 y 1914 a más de 13.000. Los estudian-
11. Introducción a la lectura de "Tres fuentes y tes habían acompañado las huelgas de los obreros
tres partes integrantes del marxismo" de Lenin desde sus inicios en Moscú mediante la celebración
de asambleas y huelgas. La agitación llegaba tam-
bién al ejército zarista. En 1912 hubo una subleva-
ción de zapadores en el Turquestán. En 1913 se
A) "Tres fuentes y tres partes integrantes del alzaron grupos rebeldes entre los soldados de Kiev.
marxismo" fue publicado en marzo de 1913 en la La insurgencia se incubaba en las flotas zaristas del
revista legal bolchevique Prosveschenie (La Ilustra- Báltico y el Mar Negro (122, 160-181). En la pri-
ción) para conmemorar el 30 aniversario de la mera mitad de 1914 se declararon en huelga alre-
muerte de Marx. La fecha, 1913, señala un mo- dedor de un millón y medio de obreros como cul-
mento espec ífico de una fase de ascenso revolucio- minación de una serie de protestas contra la ma-
nario en Rusia (1910-1914), ascenso revoluciona- tanza del Lena y la intoxicación de obreros en las
rio ligado al intento de desarrollo de una poi ítica fábricas. Desde la concentración del Primero de
de transformación del zarismo en una monarquía Mayo comenzaron una huelga general los obreros
burguesa, proceso dirigido por Piotr Arkádievich de Bakú. En su apoyo se alzaron los trabajadores
Stolypin (1862-1911) Y durante el cual se experi- de Petersburgo y Moscú. La represión zarista sólo
mentó un acelerado acrecentamiento del capitalis- logró exacerbar el sentimiento revolucionario. Los
mo bajo su forma imperial en Rusia =concentra- trabajadores protestaban contra la actuación de las
ción de la producción y del capital, extranjeriza- autoridades y contra la guerra imperialista que se
ción de la econom ía, dominio del capital financie- avecinaba. En Petersburgo y Lodz aparecieron las
ro-. Al dominio de los monopolios y a la creciente primeras barricadas. En Rusia se hallaba a la vista
dependencia de la Rusia zarista respecto del impe- del pueblo una crisis revolucionaria (3).
rialismo europeo occidental, correspondía una pro- En el mismo período la práctica orgánica inter-
fundización de la polarización social; terratenien- na del bolchevismo dirigido por Lenin se
tes, capitalistas y kulacs (campesinos ricos) se a- concentró en la tarea de establecer materialmente
propiaban del 75% de la renta nacional mientras, la necesaria unidad ideológica del partido, es decir
especialmente en el campo, la miseria se hacía ate- la unidad de pensamiento y acción en el seno del
rradora. En 1911 se extendió una hambruna que partido revolucionario de los trabajadores. En esta
afectó a 30 millones de campesinos (122, 159). La lucha la dirección bolchevique enfrentó directa-
vida se encarecía constantemente y empeoraba os- mente a los "liquidadores", enemigos directos del
tensiblemente la situación de los obreros. En 1913, partido, en opinión de Lenin, y a los otzovistas,
en Rusia, trabajaban, solamente en la industria, al- enemigos encubiertos de la organización. Los "li-
rededor de 3.500.000 obreros. Fueron ellos quie- quidadores" -llamados así porque sus tesis poi íti-
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 137

cas implicaban en fa práctica la liquidación del Par- En cuanto a los otzovistas -del vocablo otoz-
tido Obrero Social Demócrata Ruso (POSDR)- val, revocar, retirar-, que se negaban a participar
fueron separados del partido por una resolución de en la Duma, a actuar en los sindicatos obreros, en
la VI Conferencia del POSDR (Conferencia de Pra- las cooperativas y demás organizaciones legales y
ga, 1912) zanjando así una disputa que se remon- semilegales de masas y trataban de encerrarse ex-
taba a 1908. En sus aspectos más importantes la clusivamente en el marco de una organización ile-
resolución señaló: "Considerando: 1) que desde gal aislada en general del pueblo y de las masas sin
hace casi cuatro años el POSDR libra una lucha partido, y a quienes Lenin llamó "Iiquidadores al
decidida contra la tendencia liquidacionista, que revés" (115, " 871), fueron considerados una
en la Conferencia del partido de diciembre de "desviación del marxismo revolucionario" en 1909
1908 fue definida como 'un intento por parte de y su inspirador, Bogdánov, fue excluido de la orga-
un grupo de intelectuales del partido de liquidar la nización bolchevique. Se trataba aqu í de la lucha
organización existente del POSDR y reemplazarla contra el desviacionismo de izquierda y las resolu-
por una agrupación indefinida, que sea legal a cos- ciones de la Conferencia de Praga respecto del tra-
ta de cualquier cosa, aun al precio de la renuncia bajo electoral para la IV Duma del Estado -(;on-
total al programa, la táctica y las tradiciones del centradas en las consignas de república democráti-
partido'; // 2) que el Pleno del Comité Central ca, jornada de ocho horas y confiscación de todas
celebrado en enero de 1910, prosiguiendo la lucha las tierras de los terratenientes- y sobre la flexibi-
contra esta corriente reconoció unánimemente que lidad necesaria para que el trabajo de la organiza-
es una manifestación de la influencia burguesa so- ción se ajustase a las tareas de la coyuntura (114,
bre el proletariado, y planteó como condición para XVII, 478-479), constituyeron las resoluciones
la verdadera unidad del partido, y para la fusión de materiales para combatir el oportunismo de iz-
las viejas fracciones bolcheviques y mencheviques, quierda al interior de un movimiento popular en
la ruptura total con elliquidacionismo y la supera- ascenso revolucionario. Las principales de estas di-
ción definitiva de esa desviación burguesa del so- rectrices acerca de la flexibilidad orgánica estuvie-
cialismo; (... ) 5) que precisamente después del ple- ron fundadas en el reconocimiento de que las tesis
no de 1910 las principales publicaciones citadas de de la Conferencia de 1908 sobre el problema de la
los liquidadores, Nasha Zariá y Dielo Zhizni han organización habían sido correctas y que se podía
evolucionado en forma decidida y en toda la línea "seguir desarrollando las formas orgánicas de la la-
hacia el liquidacionismo, no sólo "rebajando (en bor del partido por ese mismo camino, es decir por
contra de las resoluciones del Pleno) la importan- el camino de la creación de células socialdemócra-
cia del partido ilegal", sino hasta negándolo direc- tas ilegales rodeadas por una red lo más amplia
tamente, declarando que el partido es un 'cadáver', posible de asociaciones obreras legales de toda
que el partido está ya liquidado; declarando que la índole" (114, XVII, 478). La última de estas reso-
idea de restablecer el partido ilegal es una 'utopía luciones hizo referencia a la importancia partidaria
reaccionaria', llenando de calumnias e insultos al que tanto para las células ilegales como para las
partido ilegal desde las páginas de las revistas lega- legales debía alcanzar la agitación sistemática por
les, invitando a los obreros a considerar 'muertas' medio de publicaciones socialdemócratas (bolche-
las células del partido y su jerarqu ía, etc.: (... ) // la viques) en especial "la difusión de un periódico
Conferencia declara que, con su actitud, el grupo ilegal del partido". El 22 de abril de 1912 hacía su
de Nasha Zariá y Dielo Zhizni se ha colocado defi- primera aparición en Petersburgo el diario marxista
nitivamente al margen del partido.!/ La Conferen- de la clase obrera rusa Pravda (La Verdad) que
cia llama a todos los miembros del partido, sin alcanzó tal prestigio y difusión que durante esa
distinción de tendencias y matices de opinión, a fase de trabajo poi ítico los bolcheviques fueron
luchar contra el liquidacionismo, a explicar cuánto conocidos por el nombre de pravdistas (122, 170).
perjudica a la causa de la emancipación de la clase La intensa lucha bolchevique por la unidad
obrera y concentrar todas las fuerzas para restable- ideológica del partido -dirigida centralmente con-
cer y consolidar el POSDR ilegal" (114, XVII, tra el oportunismo menchevique- tenía como ob-
485-487). La expulsión constituía el momento or- jetivos lograr desde all í la unidad del movimiento
gánico material de la decisión de eliminar el opor- obrero y su educación revolucionaria. En estos
tunismo de derecha al interior de un movimiento procesos resultaban de primera importancia la erra-
popular en ascenso revolucionario. dicación de la influencia burguesa al interior del
138 HELlO GALLARDO

pueblo y la corrección -oportunidad, consistencia 11


y fuerza revolucionarias- de las prácticas de agru-
pamiento de todas las fuerzas revolucionarias del A) La primera observación que sugiere el texto
proletariado. En esta dimensión del trabajo 'exte- de Lenin es respecto de su título: "Tres fuentes y
rior' de su organización se inscribe el mensaje leni- tres partes integrantes del marxismo". La referen-
nista de "Tres fuentes y tres partes integrantes del cia al número tres parece arbitraria; de hecho, si-
marxismo". guiendo las indicaciones originales de Marx y En-
El texto se publicó en Prosveschenie, una revis- gels encontramos al menos cinco fuentes del mar-
ta mensual, teórica, ro! ítico-social y literaria -la xismo: a) la cr ítica de la econom ía poi ítica bur-
sección literaria estaba dirigida por Máximo guesa, principalmente de Smith y Ricardo; b] la
Gorki- bolchevique y que con una tirada de alre- crítica de la filosofía europea, principalmente del
dedor de 5.000 ejemplares circuló entre 1911 y materialismo francés y feuerbachiano y de las va-
1914. La fundó Lenin para reemplazar a Mysl, re- riedades del hegelianismo alemán; e) la crítica de
vista suspendida por el gobierno zarista (115, 1, los socialismos utópicos surgidos con el desarrollo
872). El carácter de Prosveschenie indica la fun- y consolidación de la Revolución Industrial; d) la
ción educativa -propaganda para socializar y re- crítica de las nacientes organizaciones del proleta-
forzar- y no agitativa de "Tres fuentes y tres riado, y e) el desarrollo de las ciencias, especial-
partes integrantes del marxismo". Por su conteni- mente de las ciencias naturales. Estas dos últimas
do, los textos de Lenin más cercanos a "Tres fuen- relaciones: la vinculación de la obra de Marx-En-
tes ... " son los artículos "Destino histórico de la gels con el movimiento obrero, básica para com-
doctrina de Carlos Marx", publicado en Pravda en prender poi íticamente su originalidad, no es men-
marzo de 1913, y "En el XXV aniversario de la cionada aunque es de sobra conocida por Lenin
muerte de J osef Dietzgen ", publicado en el mismo quien en 1895 en su artículo sobre Engels enfatizó
periódico en mayo de 1913. cuidadosamente este aspecto inédito de ía teoría
B) "Tres fuentes y tres partes integrantes del marxista: "De expresar en pocas palabras los méri-
marxismo" (4) es un texto breve -cinco páginas tos de Marx y Engels ante la clase obrera, podría
en la edición de Obras Escogidas- organizado en decirse que enseñaron a la clase obrera a tener co-
una presentación o introducción y tres secciones. nocimiento y conciencia de sí misma y sustituye-
La presentación se ocupa de determinar el sentido ron los ensueños por la ciencia" (115, 1, 54). Por
de la "doctrina" de Marx en el mundo moderno y lo demás, se trata de la cuestión básica de la con-
específicamente de su relación con la ciencia social cepción marxista del mundo. En su Discurso ante
burguesa; la 'primera sección se refiere a la signifi- la tumba de Marx, Engels lo reseñó así: "Pues
cación del materialismo en cuanto toma de partido Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar,
en filosofía y de sus implicaciones tanto para la de este o del otro modo, al derrocamiento de la
producción del conocimiento histórico como para sociedad capitalista y de las instituciones poi íticas
la producción de conocimientos; la sección segun- creadas por ella, contribuir a la emancipación del
da se centra en los contenidos económicos del pen- proletariado moderno, a quien él había infundido
samiento de Marx haciendo énfasis en la teoría de por primera vez la conciencia de su propia situa-
la plusval ía; la tercera sección, por último, enfatiza ción y de sus necesidades, la conciencia de las con-
las distancias poi íticas existentes entre los socialis- diciones de su emancipación: tal era la verdadera
mos utópicos y el socialismo revolucionario asenta- misión de su vida. La lucha era su elemento. Y
do sobre la comprensión profunda del fenómeno luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito
de la lucha de clases. El artículo termina sinteti- como pocos (... ) hasta que, por último, nació co-
zando los aportes del materialismo filosófico de mo remate de todo, la gran Asociación Internacio-
Marx y de su teoría económica, para la organiza- nal de los trabajadores, que era, en verdad, una
ción y lucha revolucionarias del proletariado en el obra de la que su autor pod ía estar orgulloso, aun-
mundo. que no hubiese creado ninguna otra obra" (118,
En esta lectura, y por razones de espacio, nos VII, 325). En cuanto al desarrollo de las ciencias
concentraremos en los aspectos básicos y genera- naturales, la relación entre ellas y la constitución
les, políticos y filosóficos del texto de Lenin. Las de la concepción marxista del mundo fue específi-
cuestiones técnicas y económicas no constituirán camente estudiada por Engels en AntiDuhring,
objeto de discusión. Dialéctica de la naturaleza y Ludwig Feuerbach y
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 139

el fin de lo filosoflo cldsico alemana. En este últi- cuestión en las notas preliminares y su tratamiento
mo ensayo Engels determina básicamente no sólo especffico demanda un espacio que no correspon-
el efecto de demostración que podrían ejercer las de a este estudio, pero sobre el punto es posible
ciencias naturales o humanas sobre la cientifici- construir un ejemplo. Un ejemplo de las resonan-
dad' de la concepción marxista del mundo -como cias que los términos "marxismo", "socialismo" y
la efectuada, por ejemplo aunque distintamente, "comunismo" pueden alcanzar en las sociedades
por los trabajos de Darwin y Morgan- sino la inte- latinoamericanas. Elijo un mensaje relativamente al
racción fundamenta1 entre desarrollo del conoci- azar: "Se dice que la dictadura del proletariado se
miento positivo (ciencias) y perspectiva materialis- justifica porque erradica las lacras sociales que ine-
ta: ••...al igual que el idealismo, el materialismo vitablemente crean las sociedades llamadas de eco-
recorre una serie de fases en su desarrollo. Cada nom ías mixtas, por falta de mejor término. En una
descubrimiento trascendental, operado incluso en dictadura del proletariado no hay pordioseros por-
el campo de las ciencias naturales, lo obliga a cam- que el Estado crea instituciones que les permiten
biar de forma; y desde que el método materialista vestirse, comer y tener techo sin mendigar. No
se aplica también a la historia, se abre ante él un existe la desnutrición porque el Estado crea guar-
nuevo camino de desarrollo" (118, VII, 365). Lue- derías y el Estado cocinero se encarga de que no
go, esta última cuestión afecta no sólo a un asunto exista la desnutrición. Teóricamente, puede ser la
contingente o exterior al marxismo sino que a la persona un perfecto vagabundo, que aun así, no
raíz misma de su forma de construirse como con- pasa hambre, tiene techo, ropa, cuidado médico y
cepción del mundo. Más adelante será necesario alguien quien lo entierre. A cambio de todas venta-
reexaminar estas cuestiones básicas. jas, se le somete a vivir en un régimen represivo.
La observación, pues, acerca de que el título del ¿Y qué importa? Si la población goza de estas
texto de Lenin haría referencia sólo a las fuentes ventajas, ¿por qué no pagar ese precio? Todo lo
ideológicos del marxismo -algo equivalente al es- que se requiere es que la persona se quede callada,
tudio de Molnar: Materialismo histórico: fuentes que se haga "el ruso" por cualquier arbitrariedad
ideológicos (120)- y que ello permitiría excluir cometida a un semejante o a su propia persona"
toda referencia a las prácticas propias del naciente (108). Dejemos de lado toda la pasional confusión
movimiento obrero europeo, es insuficiente, que afecta y perturba a este escritor "culto" cuan-
puesto que la omisión se registra también respecto do quiere hablar del marxismo. Sosteniendo a su
de la interacclón 'ideología-ciencias'. Otra interpre- discurso se encuentra una imagen socializada de la
tación posible del título es que Lenin se sienta URSS bajo la dominación stalinista y extendida a
hablando en el seno de uno clase obrero revolucio- la realidad del mundo socialista actual, imagen a la
nario y en un flujo de discurso sin solución de que tanto burgueses como sovietizantes nominan,
continuidad -del cual "Tres fuentes ... " sería sólo unos con mala fe y otros tal vez con oportunismo
un momento- de modo que la vinculación del o candorosidad, el "socialismo real". El "socialis-
marxísmo, de la concepción marxista, con las prác- mo real" es una de las imágenes, posiblemente la
ticas del proletariado, la mención de esa vincula- más extendida, que funda las percepciones que so-
ción, resultaría irrelevante. Cualquiera sea la inter- bre el marxismo se poseen en las sociedades latino-
pretación, sin embargo, o la explicación, el primer americanas. A este 'socialismo real' suelen 'oponér-
examen del título propuesto por Lenin para su sele' diversas versiones del marxismo 'original': un
texto indica que él no puede ser leído sin adoptar socialismo democrático, la reivindicación de la so-
una actitud de crítica material rigurosa; obviamen- ciedad civil y la extinción del Estado, un socialis-
te, no se trata de Los tres fuentes y los tres partes mo latinoamericano, un socialismo de la persona,
integrantes del marxismo como podría entenderse etc. Esta variada imaginería acerca del marxismo
a la letra, sino que, a lo más, de 'tres de las fuentes original posee una menor extensión cuantitativa y
y partes integrantes del marxismo'. determinaciones más confusas que los esquemas
Una segunda observación respecto del título. blanco Ilnegro propios de los 'socialismos reales',
En 1913, y desde la práctica bolchevique, Lenin pero se engañaría quien le asignase influencia sólo
podía emplear la expresión "marxismo" y obtener al interior de grupos pequeño-burgueses e intelec-
una resonancia unívoca, ligar comunicativamente tuales, o de agrupaciones maoistas o trotskistas. En
su texto con .sus lectores. Esta no es la situación de verdad, la idea y la valoración de un socialismo
1983. Ya nos hemos referido bastamente a esta ligado a una mayor libertad y felicidad se afinca en
140 HELlO GALLARDO

un sentimiento que recorre con diverso énfasis a se agrega que ella es "todopoderosa porque es
todos quienes militan en y simpatizan con los pro- exacta. Es completa y armónica, dando a los hom-
cesos revolucionarios latinoamericanos. Se trata, bres una concepción del mundo íntegra, intransi-
por tanto, de un sentimiento generalizado y radi- gente con toda superstición, con toda reacción y
cal, a veces pospuesto por razones coyunturales, con toda defensa de la opresión burguesa" (115, 1,
otras veces relegado por razones de supervivencia 61). Se señala, además, que esta doctrina "apareció
poi ítica, pero siempre en condiciones de resurgir como continuación directa e inmediata de las doc-
de la voluntad y moral popular (individual y so- trinas de los más grandes representantes de la filo-
cial). Al menos en América Latina y en 1983 el sofía, la econom ía poi ítica y el socialismo" (... )
marxismo prosigue encerrando un mensaje de libe- "El marxismo es el sucesor natural de lo mejor que
ración y felicidad para la mayoría de los sectores la humanidad creó en el siglo XIX: la filosofía
que constituyen el pueblo (5). alemana, la econom ía poi ítica inglesa y el socialis-
Estas dos observaciones preliminares sobre el mo francés (115, 1, 61). Es este último rasgo, pre-
título del texto de Lenin "Tres fuentes y tres par- cisamente y por tanto, el principio organizador de
tes integrantes del marxismo" tienen como objeti- la forma del texto de Lenin. La noción dice, así,
vo central mostrar la imposibilidad de leer el docu- de una de las percepciones básicas que alienta y
mento "a la letra" incluso en su determinación alimenta al texto. Detengámonos por ello en esta
inicial. Ello porque el título omite la principal imagen de la 'doctrina' marxista como 'continua-
fuente marxista: la lucha de clases bajo las relacio- ción' de lo mejor que la humanidad creó en el siglo
nes capitalistas de producción y su asunción poi íti- XIX.
ea, es decir la lucha de clases que se orienta desde En primer lugar, una observación de vocabula-
la perspectiva del problema de la organización del rio: "La doctrina de Marx .;.". El vocablo "doctri-
poder del Estado. El título omite también la totali- na" posee, al menos en el habla latinoamericana,
dad determinada por las relaciones entre conoci- una connotación dogmática -y hasta clerical- que
miento positivo y perspectiva materialista. Final- probablemente le viene de su raíz latina,
mente, el título habla signlñcativamente a un audi- docere=enseñar, como doctor= el que enseña. Es
torio ruso de un marxismo inexistente para un au- cierto que 'doctrina' se dice asimismo de lo que se
ditorio o lector latinoamericano de fines del siglo enseña y en este sentido es, también, 'teoría', pero
XX. Esto quiere decir que mientras para el texto el énfasis de su significación está dado por la no-
de Lenin la expresión "marxismo" designa un solo ción de enseñar con un sentido dogmático. Así,
concepto, una sola voluntad, un determinado tipo doctrinar= enseñar, dar instrucción; doctrina=pláti-
de prácticas socio-históricas, la lectura poi ítica de ea que se hace al pueblo explicándole la doctrina
fines del siglo sólo puede llenar la expresión 'un cristiana; doctrinal= libro que contiene reglas y
marxismo' bajo la forma del estereotipo. preceptos; doctrinario= el que sigue la doctri-
B) El texto de Lenin se inicia con la formula- na...etc. Se trata, por tanto, de un vocablo fácil e
ción "La doctrina de Marx suscita en todo el mun- inmediatamente asociable con la imagen de un
do civilizado la mayor hostilidad y el mayor odio cuerpo cerrado, acabado, de conocimientos, de
de toda la ciencia burguesa (tanto la oficial como principios leyes y fórmulas que uno debe aprender
la liberal), que ve en el marxismo algo así como y que alguien o algo puede enseñar. Lo dogmático
una 'secta nefasta'" (115, 1,61). Esta formulación tiene que ver, desde luego, con autoridad y vertica-
encierra tres contenidos básicos que pueden sinte- lidad, con disciplina y obediencia unidireccionales.
tizarse en: En su connotación más inmediata, la 'doctrina de
a) Marx creó, fundó o constituyó un cuerpo Marx' es fácilmente perceptible por un lector lati-
doctrinal; noamericano por medio de una imagen que enseña
b) la doctrina de Marx suscita la animadversión al marxismo como algo acabado en y con Marx,
de la ciencia (social) burguesa, y "algo que se puede aprender", algo respecto de lo
c) la animadversión de la ciencia social burguesa que se puede ser pasivo. Una cosa que uno puede
descansa en su percepción del marxismo como adquirir y poseer como se asimila la literatura cate-
"secta nefasta". qu ística. El refuerzo de esta imagen o serie de imá-
Toda la presentación (cuatro párrafos gramati- genes -escolásticas y falsas- es proporcionado, en
cales) está destinada a la argumentación de estos "Tres fuentes .;" , por otras construcciones textua-
contenidos básicos. Así, sobre la doctrina marxista les: "La doctrina de Marx es todopoderosa porque
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 141

es exacta", "La doctrina de Marx es completa y Marx, como lo señalara Engels, era marxista, no en
armónica", "íntegra" (íntegro =aquello a que no un sentido doctrinario, sectario o eclesial.
fal ta ni n guna de sus partes). Una doctrina Pero, ¿cómo es posible que Lenin abra las posi-
todopoderosa, armónica, completa y exacta, ínte- bilidades al dogmatismo, al sectarismo, al vertica-
gra... obviamente no es algo que invite ni a su cues- lismo, y al mismo tiempo los niegue expl ícitamen-
tionamiento ni a su construcción y renovación per- te? ¿Cómo es que el texto presenta esta contradic-
manentes que es exactamente a lo que invita el ción cuya resolución tiende a desnaturalizar el sen-
marxismo o la 'doctrina' de Marx. Obviamente la tido' revolucionario del marxismo, o sea y estricta-
noción de "doctrina" y su articulación textual en mente a privarlo de todo contenido?
la presentación del escrito, introducida para refe- Un inicio de respuesta, con visos de escándalo,
rirse a las prácticas marxistas, especialmente al ma- es la siguiente: porque Lenin nunca afirmó ni escri-
terialismo histórico, genera un espacio en el cual bió lo que le atribuye la edición que venimos citan-
'el' marxismo puede ser percibido, aprehendido y do. Dice la versión de las Obras Escogidas en tres
aprendido como un dogma (6). volúmenes (que es la que se usa normalmente en la
Sin embargo, esta interpretación del universo preparación de cuadros marxistas y lejos la de ma-
textual abierto por la noción de "doctrina" aplica- yor difusión): "La doctrina de Marx es todopode-
da al marxismo aparece expl ícitamente refutada en rosa porque es exacta. Es completa y armónica,
la primera sección del segundo párrafo gramatical dando a los hombres una concepción del mundo
de la presentación. Dice aquí el texto de Lenin: íntegra, intransigente con toda superstición, con
"Pero hay más. La historia de la filosofía y la his- toda reacción y con toda defensa de la opresión
toria de las ciencias sociales enseñan con toda clari- burguesa" (115, 1, 61). Dice la versión del mismo
dad que no hay nada en el marxismo que se parez- texto en las Obras Completas: "La doctrina de
ca al 'sectarismo', en el sentido de una doctrina Marx es omnipotente porque es verdadera. Es com-
encerrada en sí misma, rígida, surgida al margen prensible y armónica, y brinda a los hombres una
del camino real del desarrollo de la civilización concepción integral del mundo, intransigente con
mundial" (115, 1,61). El texto es enfático. No hay toda superstición, con toda reacción y con toda
más marxismo que el que se construye al interior defensa de la opresión burguesa" (114, XIX,
de la lucha de clases y desde la perspectiva revolu- 205-206). Las diferencias de-los universos textua-
cionaria del pueblo. El marxismo o la doctrina les son abrumadoras:
marxista de que habla Lenin es un proceso, algo
por hacer, algo que pueden y deben hacer los pue- Obras Escogidas:
blos revolucionarios, las clases revolucionarias. El La doctrina de Marx es todopoderosa porque es
marxismo es materialmente la práctica revolucio- (Al exacta.
naria de los pueblos, su historia. El conocimiento, Obras Completas:
la teoría o la doctrina marxistas poseen en esa La doctrina de Marx es omnipotente porque es
práctica su raíz, su radicalidad, su canon, su legiti- verdadera.
midad. No digo aquí que 'el' conocimiento sea 'la' Obras Escogidas:
práctica, sino sólo que en cuanto conocimiento tie- La doctrina de Marx es completa y armónica.
ne su raíz en ella y que esa raíz debe ser asumida (B) Obras Completas:
para que el conocimiento se constituya como co- La doctrina de Marx es comprensible y armóni-
nocimiento. Luego, y abreviando, la "doctrina" de ca.
Marx no es de Marx (individuo) sino que posee una Obras Escogidas:
raíz práctica-material en fuerzas sociales de las que La doctrina de Marx da a los hombres una con-
Marx es portador (lo que lejos de anularlo lo posi- (C)cepción del mundo íntegra. _
bilita como el individuo Marx). El marxismo no Obras Completas:
proviene de ningún individuo, por genial que éste La doctrina de Marx brinda a los hombres una
sea, ni de ninguna organización por poderosa que concepción integral del mundo (7).
ésta sea... y no puede provenir de ellos porque es
algo que los grupos humanos deben asumir históri- Sin ánimo de análisis exhaustivo detengámonos
camente: el marxismo es una práctica, la práctica brevemente en las diferencias: "La doctrina de
de la revolución socialista (bajo las relaciones capi- Marx todo lo puede porque es exacta" posibilita
talistas de producción). Es en este sentido que asociar la capacidad de dominio del marxismo, es
142 HELlO GALLARDO

decir la capacidad de oommlo del movimiento po- condiciones del proletariado es, por tanto, una ne-
pular revolucionario, a un mito racionalista de la cesidad indispensable, para dar a las teorías socia-
ciencia burguesa: la exactitud (lo puntual, lo cabal; listas, por una parte, y a los juicios sobre su legiti-
lo cuantitativo). Se trata, corno es obvio, de una midad, por otra, una base estable, y para poner fin
fraseología del idealismo filosófico fácilmente ilus- a todos los sueños y fantasías pro et contra (106,
trable con la actitud de quienes aspiran a elevar al 29). Desde luego, Lenin conocía este texto de
rango de toda 'la' ciencia a las ciencias 'exactas'. 1845 de Engels y lo había elogiado en 1895. Y por
Por supuesto, aqu í, lo exacto no implica la verdad. supuesto Lenin fue un revolucionario histórico y
Se puede ser exacto, en el sentido de puntual o no un escolástico (en cuyo caso no habría sido un
preciso, y falso. "Exacto" sólo puede emplearse en efectivo dirigente revolucionario).
su sentido de fiel en un contexto inequívocamente Nuestra breve introducción al estudio semánti-
materialista. En cambio, la proposición "la doctri- co de la noción de "doctrina" empleada en "Tres
na de Marx todo lo puede porque es verdadera" fuentes ... " nos ha mostrado que el vocablo puede
remite al criterio de la (s) práctica (s) para poder ser fácilmente asociado -y desvirtuado- con una
ser concretada y más específicamente establece sin percepción dogmática y clerical del marxismo. Es-
equívocos la relación fundamental que constituye ta percepción se ve reforzada por la inadecuada
al marxismo original: la de clase y acción revolu- traducción (8) que las Obras Escogidas realizan del
cionarias. La proposición de las Obras Completas texto de Lenin. En ellas no se trata ya de la reso-
remite al logro de la revolución socialista, una rea- nancia posible de un término aislado, sino de una
lización histórico-social, no a la exactitud mental o organización textual que tiende a confirmar al
instrumental de una doctrina. marxismo como un resultado extrahistórico e in-
La comparación propuesta en B acentúa la im- cluso suprahumano. Del mismo modo, mostramos
presión que deja el examen preliminar que realiza- que la resonancia para el oído latinoamericano del
mos de las proposiciones en A. "Completa" remite vocablo "doctrina" hacía entrar en conflicto la ar-
a lo acabado, lo lleno, lo perfecto. "Comprender", ticulación interna de la presentación del texto de
en cambio, implica entender y abarcar. En esta Lenin (9). Así, los párrafos gramaticales uno y tres
última versión, el marxismo es una doctrina comu- inclu ían las formas y contenidos vocabulares pro-
nicable, inteligible, capaz de contener y de pene- pios de la interpretación religiosa y metafísica del
trar los objetos que se le proponen o que ella se marxismo, mientras que el párrafo segundo inclu ía
propone. En la versión de las Obras Escogidas el la negación expl ícita de esta posibilidad. La pre-
marxismo resulta una doctrina sin fallas. "Com- sentación de "Tres fuentes ... " aparece así, en la
prender" remite a un proceso histórico. "Comple- versión de las Obras Escogidas, como un texto des-
to" a una instancia metafísica. garrado, incoherente. El que ello no haya sido co-
La comparación C nos indica que el texto de las lectivamente percibido así deriva principalmente
Obras Escogidas enfatiza el carácter saturado del del hecho de que el texto surge de la autoridad
marxismo. "Una concepción del mundo (o una revolucionaria de Lenin y es por tanto "aprendi-
ciencia de la historia) íntegra" es aquella a la que do" en ella, no analizado ni estudiado ni discutido.
nada le falta y a la que nada, pues, puede sus tan- Una última observación todavía, antes de abo-
cialmente agregársele. Entendido así, el marxismo carnos a otro punto de esta sección del texto. Las
deviene escolástica. Por el contrario, en un texto notables discrepancias entre la traducción de las
tan temprano como La situación de la e/ase obrera Gbras Escogidas y las Obras Completas -ambas
en Inglaterra, Engels enfatizaba el carácter proce- soviéticas, es decir oficiales, y procedentes del mis-
sual e histórico (dialéctico) del socialismo: "La mo Instituto de Marxismo-Leninismo- puede de-
condición de la clase trabajadora es el terreno posi- berse al hecho de que la primera fue realizada bajo
tivo y el punto de partida de todos los movimien- el influjo del dominio poi ítico de J. Stalin
tos sociales contemporáneos, porque ella señala el (1879-1953) cuya versión del marxismo dominó
punto culminante, más desarrollado y visible, de primero al comunismo ruso y después al mundial
nuestra persistente miseria social. Ella produjo, por entre los años 1925 y 1953. Es esta interpretación
vía directa, el comunismo de los obreros franceses dogmática, clerical y escolástica del marxismo la
y alemanes, y por vía indirecta, el fourierismo y el que está a la base del sectarismo que tradicional-
socialismo inglés, así como el comunismo de la mente ha saturado al marxismo latinoamericano.
culta burguesía alemana. El conocimiento de las Reasumamos ahora una dificultad no semántica
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 143

sino conceptual incluida en la presentación del tex- conceptos de los utopistas han dominado durante
to de Lenin. Es lo que hemos llamado "la imagen mucho tiempo las ideas socialistas del siglo XIX, y
de la 'doctrina' marxista como continuación de lo en parte aún las siguen dominando hoy. Hasta hace
mejor que la humanidad creó en el siglo XIX". El muy poco tiempo, les rendían culto todos los so-
texto señala: "Su doctrina (la de Marx) apareció cialistas franceses e ingleses, y a ellos se debe tam-
como continuación directa e inmediata de las doc- bién el incipiente comunismo alemán, incluyendo
trinas de los más grandes representantes de la filo- a Weitling. El socialismo es, para todos ellos, la
sofía, la economía política y el socialismo" (115, expresión de la verdad absoluta, de la razón y de la
1, 61). Antes que nada, una precisión semántica, justicia, y basta con descubrirlo para que por su
pero no para permanecer en ella: "continuación" propia virtud conquiste el mundo. Y, como la ver-
tiene que ver con "continuar" •• proseguir lo co- dad absoluta no está sujeta a condiciones de espa-
menzado, seguir, extenderse. Cuando se continúa cio ni de tiempo, ni al desarrollo histórico de la
algo se sigue en lo que uno u otro estaba haciendo humanidad, sólo el azar puede decidir cuándo y
inicialmente. Ahora bien, salta a la vista que éste dónde este descubrimiento ha de revelarse. A esto
no es el caso de al menos una de las tres fuentes hay que añadir que la verdad absoluta, la razón y
propuestas por el texto para el marxismo: el socia- la justicia varían con los fundadores de cada escue-
lismo francés (10). En su clásico Del socialismo la (... ) Y así, fue inevitable que surgiese un socialis-
utópico al socialismo cient/fico, Engels ha enfati- mo ecléctico y mediocre, como el que, en efecto,
zado no la continuidad directa e inmediata del so- sigue imperando todavía en la mayor parte de los
cialismo marxista con el pensamiento social fran- obreros socialistas de Francia e Inglaterra ... (118,
cés de los siglos XVIII y XIX, sino más bien su VII, 300-301). La deshistorización ideológica está
distancia e incluso su carácter rupturista. Señala, aqu í precisamente acotada: deshistorización fun-
entre otros puntos, Engels: "El socialismo moder- dante de y fundada por la 'producción' (imagina-
no es, en primer término, por su contenido, resul- ria) individual de ideas. A este universo ideológico
tado del reflejo en la inteligencia, por un lado, de en el que el socialismo se convierte en una "rnesco-
las contradicciones de clase que imperan en la lanza tanto más fácil de armar cuando los ingre-
moderna sociedad entre poseedores y desposeídos, dientes individuales habían ido perdiendo cada vez
capitalistas y trabajadores asalariados, y, por otro, más en el torrente de la discusión, sus contornos
de la anarquía que existe en la producción. Pero, perfilados y agudos, como los guijarros gastados
por su forma teórica, el socialismo empieza presen- por la corriente de un río" (118, VII, 301), opone
tándose como una continuación más desarrollada y Engels el socialismo como ciencia, un socialismo
más consecuente, de los principios proclamados situado en el terreno de la realidad (118, VII,
por los grandes representantes franceses de la ilus- 301), en el terreno de la realidad de la historia que
tración del siglo XVIII. Como toda nueva teoría, el es la historia de la lucha de clases, un socialismo
socialismo, aunque tuviese sus raíces en los hechos asumido en el campo del materialismo histórico en
materiales económicos, debió empalmar al nacer, cuanto éste constituye ciencia revolucionaria (118,
con las ideas existentes" (118, VII, 290). Retenga- VII, 306). "De este modo el socialismo no apare-
mos aqu í dos ideas: 1) el socialismo posee su base cía ya como el descubrimiento casual de tal o cual
material en una forma asumida por la producción intelecto genial, sino como el producto necesario
histórica y en la lucha de clases que de ella resulta; de la lucha entre dos clases formadas históricamen-
2) este proceso material debió expresarse bajo las te: el proletariado y la burguesía. Su misión ya no
formas de conciencia propias de la época, para las era elaborar un sistema lo más perfecto posible de
ideas revolucionarias, bajo las formas de conciencia sociedad, sino investigar el proceso histórico eco-
más avanzadas de la época. Pero del texto de En- nómico del que forzosamente tenían que surgir es-
gels resulta que esta segunda circunstancia no es tas clases y su conflicto, descubriendo los medios
presentada como una mera y feliz continuación para la solución del conflicto en la situación eco-
sino como una carencia: aunque el socialismo es nómica creada. Pero el socialismo tradicional era
expresión de un hecho histórico nuevo debió co- incompatible con esta nueva concepción materia-
menzar a pensarse con ideas e imágenes pre-exis- lista de la historia, ni más ni menos que la concep-
tentes, ideológicas. ción de la naturaleza del materialismo francés no
Esta atribución ideológica es remarcada clara- podía avenirse con la dialéctica y las nuevas cien-
mente por Engels en toda la obra citada: "Los cias naturales. En efecto, el socialismo anterior cri-
144 HELlO GALLARDO

ticaba el modo de producción capitalista y sus con- tinuación directa e inmediata. Y el fundamento de
secuencias, pero no acertaba a explicarlo, ni podía, esa ruptura es la vinculación del marxismo con el
por lo tanto, destruirlo ideológicamente; no hacía movimiento poi ítico de una clase social determina-
más que repudiarlo, lisa y llanamente como malo" da por las relaciones capitalistas de producción.
Por eso es que enfatizamos, al inicio de este traba-
(118, VII, 306-307).
jo, que el marxismo encuentra como su fuente nu-
El sentido de los textos de Engels marca clara-
clear la aparición de un movimiento obrero ligado
mente la oposición y discontinuidad entre los so- al desarrollo de la Revolución Industrial. Creo que
cialismos pre-marxistas y el marxista. A esta oposi
ahora es también posible captar las implicaciones
ción (ideología,"", teoría; imaginación mo-
políticas y teóricas de ignorar, ocultar o semivelar
ral <-)fuerza histórica y poi ítica) y discontinuidad
esta fuente fundamental del marxismo, de dismi-
las englobo bajo la expresión relación de ruptura
nuir la significación de este motor del cual derivan
(11). Entre el socialismo francés, pues, y el socia-
la riqueza y la originalidad del marxismo como
lismo de Marx y Engels no existe una relación de
concepción del mundo.
continuación directa e inmediata como propone a
Sin embargo, esta noción de ruptura, que he-
primera vista "Tres fuentes y tres partes integran-
mos aplicado y explicado a y en función de las
tes del marxismo" de Lenin, sino una relación de
relaciones efectivas que existen entre ideologías so-
ruptura. El fundamento de esta ruptura ha sido
cialistas y socialismo revolucionario, está también
específicamente indicado por Engels: "Rasgo co-
mún a los tres (Owen, Fourier, Saint-Simon) es no en la base, opera también en la base de las restan-
actuar como representantes de los intereses del tes fuentes que hemos señalado al marxismo ea
proletariado, que entretanto había surgido como cuanto éste es comprendido como visión del mun-
producto de la propia historia Lo mismo que los do. Por razones de espacio sólo haremos aquí men-
representantes franceses de la Ilustración, no se ción al sentido general de estas 'rupturas' sin ilus-
proponen emancipar primeramente a una clase de- trarlas ni explicarlas detalladamente.
terminada, sino de golpe, a toda la humanidad" Recordemos que habíamos, a diferencia del tex-
(118, VII, 292) y por Lenin: "El socialismo no es to de Lenin, reconocido cinco fuentes del marxis-
un sistema prefabricado para beneficiar con él a la mo como concepción del mundo, todas ellas es-
humanidad. El socialismo es la lucha de clases del tructuradas por el movimiento histórico de la Re-
proletariado actual, que avanza de un objetivo de volución Industrial que dio origen al proletariado
hoya otro objetivo de mañana en nombre de su moderno y a sus primeras prácticas y organizacio-
objetivo fundamental, al que cada día se acerca nes de clase. Esas fuentes eran:
más" (114, xrx, 230). El Manifiesto del Partido a) la filosofía europea, principalmente en sus
Comunista enunció así esta cuestión básica: "Las fuentes francesa y alemana;
tesis teóricas de los comunistas no se basan en mo- b] el pensamiento social europeo, principal-
do alguno en ideas y principios inventados o descu- mente el francés e inglés;
biertos por tal o cual reformador del mundo/I No e) la econom ía poi ítica burguesa, principal-
son sino la expresión de conjunto de las condicio- mente la escuela fisiócrata francesa (Quesnay) y
nes reales de una lucha de clases existente, de un los autores ingleses Smith y Ricardo;
movimiento histórico que se está desarrollando an- d) el desarrollo de las ciencias naturales, y
te nuestros ojos" (118, IV, 104). La ruptura tiene e) las primeras formas de lucha y organización
que ver, por tanto, con la producción material his- del movimiento obrero europeo.
tórica del socialismo marxista (una clase social, el Esta última 'fuente' estructura el sentido del
movimiento del pueblo), con los medios que hacen marxismo como concepción del mundo, es decir
de esa clase, de ese movimiento, una fuerza social constituye el eje desde el cual deben ser determina-
(la comprensión materialista de la historia, la orga- dos los movimientos y autonom ías relativas de las
nización y la lucha poi ítica del pueblo) y con la restantes 'fuentes'. El punto e define, por tanto, el
finalidad de ese movimiento (la sociedad sin cla- espacio en el que se mueve y en el que se constitu-
ses). El socialismo pre-marxista, por el contrario, ye y organiza el marxismo original.
se presenta como una ideología particular asumida Nuestra proposición general dice que el marxis-
moralmente por individuos o comunidades no re- mo se constituyó históricamente mediante relacio-
volucionarios. Se trata de una distancia cualitativa nes de ruptura y no de continuidad con esas fuen-
radical. Es decir de una ruptura, nunca de una con- tes y que esa ruptura es función necesaria del he-
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 145

cho de ser el marxismo original una concepción Dicho brevemente, los problemas de 'la' econom ía
revolucionaria y proletaria-militante, popular y son, en su corazón, poi íticos. Lenin sintetiza esta
subversiva respecto del medio o espacio que la po- ruptura cualitativa, en el texto que examinamos,
sibilita: el espacio económico-social, poi ítico e con el siguiente lema: "AII í donde los economistas
ideológico o cultural de la Revolución Industrial burgueses veían relaciones entre objetos (cambio
en Europa. Hablamos aqu í, por tanto, de la ruptu- de unas mercancías por otras), Marx descubrió re-
ra en las fuentes del marxismo original, no de las laciones entre personas" (115, 1,63). El desarrollo
rupturas que necesariamente el socialismo revolu- de esta ruptura, de sus distintas facetas, puede es-
cionario ha debido desarrollar -o tendría que ha- tudiarse con claridad en Salario, precio y ganancia,
ber desarrollado= en el proceso multiforme de Manifiesto del Partido Comunista, Contribución a
transformación del ('el') marxismo después de la la cr/ttca de la economia polittca y El capital;
Revolución Rusa. d] respecto de las ciencias naturales, la ruptura
Estas relaciones de oposición, crítica y ruptura se establece mediante la crítica material de la per-
se expresan del modo siguiente: cepción de su racionalidad, de la racionalidad de
a) respecto de 'la' filosofía en general y del ma- estas ciencias, como la única o exclusiva racionali-
terialismo filosófico en particular, develándolos co- dad posible -como aquella que expresaría la 'natu-
mo regiones de la ideología y caracterizando sus raleza' o esencia de lo humano-; positivamente,
prácticas como prácticas ideológicas, o sea como mediante la puesta a prueba material de una racio-
formas-contenidos fetichizados y m ísticos de una nalidad distinta -la racionalidad dialéctica- que
conciencia que se considera o autosuficiente o se- comprende, sin anularla, la racionalidad propia de
parada de la historia. En su vertiente positiva esta las formas anal íticas de la conciencia y que, al mis-
ruptura con 'la' filosofía no conduce a otra filoso- mo tiempo, muestra que estas formas anal íticas
fía, sino a la teoría del materialismo histórico, es aplicadas al conocimiento de las sociedades huma-
decir a la constitución de una ciencia de la historia nas que constituyen la historia suponen una deter-
que incluye el conocimiento de las formas de pro- minación ideológica de clase (una concreta sensibi-
ducción de conocimientos. Esta cuestión puede ser lidad de clase) que bloquea el conocimiento histó-
examinada con toda claridad, por ejemplo, en un rico o lo sesga; contra estos bloqueo y sesgo se
texto breve y clásico como las Tesis sobre levanta el materialismo histórico. Esta cuestión ha
Feuerbach; sido expuesta y discutida en Anti Dühring, Del so-
b) acerca del pensamiento social europeo, rnos- cialismo utópico al socialismo cienttttco y Dialécti-
trándolo en la práctica como una ideología moral ca de la naturaleza;
y oponiéndole también en la práctica un socialis- e) respecto de las prácticas del naciente movi-
mo histórico de clase fundado en una percepción miento obrero -ascetismo, igualitarismo, ludismo,
conceptual de los fundamentos de la explotación cartismo, ligas secretas y conspiraciones-o, la rup-
bajo las relaciones capitalistas de producción y en tura se establece por la consideración material del
la asunción del papel poi ítico del proletariado na- proletariado como fuerza nacional e internacional
ciente. Esta cuestión puede ser estudiada en otro revolucionaria y por la puesta en marcha de la
texto clásico, el Manifiesto del Partido Comunista; construcción de sus organizaciones poi íticas autó-
e) respecto de la econom ía poi ítica burguesa, la nomas. El marxismo combate así, históricamente,
ruptura se expresa tanto por el método con que se al espontaneísmo, al economicismo, al fatalismo,
construye el análisis económico marxista como por al utopismo, al anarquismo y al reformismo y o-
la delimitación del campo de estudio y de las ca- portunismo existentes en el naciente movimiento
racterísticas o articulaciones internas del campo de obrero y abre paso a la lucha organizada de los
estudio que constituye lo económico y su (s) jerar- trabajadores por un socialismo mundial. Esta cues-
quía (s) para o en la vida social. El método del tión ha sido tratada por Marx y Engels en el Mani-
marxismo se inspira en la concepción materialista fiesto ..., en las críticas de los programas de Gotho
de la historia, supone una opción de clase y revolu- y Erfurt, en la Contribución a la historia de la Liga
cionaria y desde ella no puede sino advertir que las de los Comunistas y en su abundante correspon-
leyes y categorías económicas no son eternas y dencia revolucionaria.
naturales, como supone la econom ía burguesa, La necesidad de afirmar la ruptura y no la con-
sino que son expresiones de relaciones sociales de tinuidad del marxismo con el medio material y
producción, es decir históricamente transitorias. espiritual que lo posibilita tiene una significación
146 HELlO GALLARDO

teórica -e histórica estructural y cotidiana- deci- viejo mientras no comprendan que toda institución
siva. En cuanto concepción revolucionaria del vieja, por bárbara y podrida-que parezca, se sostie-
mundo el marxismo debe constituirse como alter- ne por la fuerza de unas u otras clases dominantes.
nativa material y espiritual del mundo que lo posi- y para vencer la resistencia de esas clases sólo hay
bilita, como una cultura alternativa que con sus un medio: encontrar en la misma sociedad que nos
prácticas se afirma como denuncia-negación y, po- rodea, educar y organizar para la lucha a los ele-
sitivamente, como anticipación embrionaria de su mentos que puedan -y por su situación social de-
meta. El campo de acción del socialismo marxista ban- formar la fuerza capaz de barrer lo viejo y
puede poseer entonces elementos del pasado o del crear lo nuevo" (115,1,65).
presente capitalista pero no su sentido. El socialis- Luego, en el mismo texto que examinamos y en
mo marxista no se propone la continuación mejo- textos escritos por Lenin en la misma época, en-
rada del capitalismo sino su liquidación y la cons- contramos enfatizada la necesidad material y espi-
trucción de una nueva sociedad; el énfasis está ritual de la ruptura. El socialismo marxista supone
aqu í, pues, puesto en la alternatividad de las prác- un fenómeno de ruptura práctica con el orden es-
ticas marxistas y no en su materialidad común con tablecido por el capitalismo y sus derivaciones.
las prácticas no-marxistas. Dicho esquemáticamen- Fuera de esa ruptura material no existe marxismo.
te, la sociedad moderna encierra en su seno dos y la fuente de esta ruptura está constituida por la
espacios antagónicos de distinta fuerza: uno de asunción conceptual 5' moral de las prácticas poI í-
ellos es el burgués y él está dominado por la región ticas del pueblo. Es por esto que la cuestión de la
económica; el otro es el marxista y está dominado 'ruptura' o la 'continuidad' del marxismo con su
por la región poI ítica; uno busca y aspira a la re- matriz histórica está directamente ligada con el pa-
producción y perpetuación del sistema; el otro, su pel que se asigne al movimiento popular como
subversión y alteración radicales. Estos espacios no 'fuente' de esta concepción del mundo. Luego, las
son reducibles el uno al otro, no son asimilables en diferentes formas de asunción o reconocimiento de
cuanto sistemas de modo alguno y sus pretendidos 'la' ruptura definen espacios de lo poi ítico o al
elementos 'comunes' son básicamente ideologiza- interior del movimiento obrero o en el enfrenta-
ciones o nominaciones anal íticas y metafísicas. Re- miento burguesía-imperialismo y pueblo.
cordemos que para que la concepción marxista del En síntesis, el examen de la imagen de la 'doc-
mundo alcance sentido real debe ser posibilitada trina' marxista como continuación de lo mejor que
por las relaciones capitalistas de producción como la humanidad creó en el siglo'XIX nos ha mostrado
su negación material determinada. Sólo en esta po- que esta afirmación, ya sea aplicada al materialis-
sibilidad puede el marxismo afirmar su conoci- mo histórico o a la concepción marxista del mun-
miento como científico y puede el proletariado o do, debe ser conceptualizada desde el concepto de
el pueblo asumir su fuerza poI ítica histórica. En un ruptura o quiebra, concepto afirmado tanto por el
texto, publicado también en Prosveschenie el mes sentido del marxismo histórico original como por
anterior a la publicación de "Tres fuentes .;" , Le- otras opiniones de Lenin en el texto estudiado o
nin, al comentar lo que las clases dominantes y el en textos del mismo período. En esta perspectiva,
pueblo deben entender por "amor" y "odio" sinte- "lo mejor" creado por 'la' humanidad en el siglo
tizaba así la significación teórico-práctica (históri- XIX es el movimiento obrero. La 'continuidad' del
ca) de la ruptura: "Lo importante es la profunda marxismo respecto de sus 'tres' fuentes y partes
ruptura con la antigua concepción del mundo, de- integrantes es, pues, en realidad, su ruptura sobre-
sesperadamente reaccionaria, la profunda asimila- determinada por la ineludible relación del marxis-
ción de esa doctrina precisamente acerca de los mo con el movimiento obrero bajo las relaciones
'oprimidos', que es muestra de la vida más auténti- capitalistas de producción y con el pueblo en la
ca y no del sueño de la muerte (... ) Vive y es vital construcción de la sociedad socialista. Esta, que es
la tarea de depurar, esclarecer, despertar y unificar una cuestión compleja y cuya significación teórica
el movimiento democrático a partir de una ruptura sólo hemos indicado, torna imposible recoger "a la
consciente con las teorías del 'amor' la 'tolerancia', letra" la sección en que se presentan los conteni-
etc." (114, XIX, 156). El mismo sentido tiene uno dos y propósitos textuales de "Tres fuentes y tres
de los párrafos con que cierra su artículo "Tres partes integrantes del marxismo". No examinare-
fuentes .¿": "Los partidarios de reformas y mejoras mos aqu í, puesto que la intención de nuestra lectu-
se verán siempre burlados por los defensores de lo ra es puramente anal ítica, la significación para el
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 147

universo textual del uso de la noción de continua- guir desarrollándose la filosofía, también el idealis-
ción por parte de Lenin. Sin embargo, este uso se mo se hizo insostenible, y hubo de ser negado por
relaciona con la discusión de la última cuestión el moderno materialismo. Este (... ) no es la mera
textual de que queremos ocuparnos. restauración del materialismo antiguo, sino que in-
C) La sección primera del trabajo de Lenin se corpora a las bases permanentes del mismo todo el
inicia con la proposición "La filosofía del marxis- contenido del pensamiento que nos aportan dos
mo es el materialismo" (115, 1, 62). Esta idea o milenios de desarrollo de la filosofía y de las cien-
imagen se reitera y enriquece a lo largo de la sec- cias naturales, y la historia misma de estos dos
ción: ••...el materialismo demostró ser la única filo- milenios. En general, ya no es más una filosofía,
sofía consecuente", "Marx y Engels defendieron sino una simple concepción del mundo, que no ha
del modo más enérgico el materialismo filosófico y de encontrar su confirmación y manifestación en
explicaron reiteradas veces el profundo error que una ciencia especial, en una ciencia de las ciencias,
significaba todo cuanto fuera desviarse de él", sino en las ciencias reales. He aqu í, pues, cómo la
"Marx no se detuvo en el materialismo del siglo filosofía queda de este modo "eliminada", es decir
XVIII sino que llevó más lejos la filosofía. La enri- "superada a la par que conservada"; superada en
queció con adquisiciones (... ) La principal de estas cuanto a su contenido real" (118, VI, 114-115).
adquisiciones es la dialéctica", "Marx profundizó y La dificultad que nos ofrecen los textos de Engels
desarrolló el materialismo filosófico, lo llevó a su que Lenin nos ha invitado a leer es que ellos no
término e hizo extensivo su conocimiento de la reservan un lugar para la filosofía y tal vez no lo
naturaleza al conocimiento de la sociedad huma- hagan ni siquiera para una filosofía. Dice Engels
na", "La filosofía de Marx es el materialismo filo- que el moderno materialismo al incorporar a sus
sófico acabado, que ha dado una formidable arma bases permanentes la historia de los dos últimos
de conocimiento a la humanidad, y sobre todo, a milenios, deja de ser titosotia, sufre un cambio
la clase obrera" (115, 1,62-63). cualitativo y pasa a ser una simple concepción del
En apoyo de su tesis de que la filosofía de Marx mundo ligada al desarrollo de las ciencias reales
es el "materialismo filosófico acabado", el texto (particulares). No existe aqu í, pues, lugar ni necesi-
de Lenin recomienda leer Ludwig Feuerbach y el dad de lugar, para la filosofía o para una filosofía.
fin de la filosof/a clósica alemana y Anti Dühring, ¿Qué quiere decir entonces la proposición de Le-
de Engels, "que son libros que no deberían faltar nin acerca de que la filosofía del marxismo es el
en Lasmanos de ningún obrero consciente" (115, 1, materialismo?
62). Si seguimos su consejo y hojeamos el Anti- Aunque este es un asunto que exige un trata-
Dühring, por ejemplo, nos encontramos con for- miento técnico e histórico imposible de desarrollar
mulaciones como las siguientes: "Si el esquematis- en un trabajo de este tipo, indiquemos al menos
mo del mundo lo derivamos del mundo real, no de que la expresión "filosofía" puede ser usada en
nuestra cabeza, sino mediante ella, si los axiomas dos sentidos generales distintos: a) como una for-
del ser los derivamos de lo que existe, no necesita- ma específica de conocimiento, como una ciencia
mos, para ello, de ninguna filosofía, sino de cono- singular; así la entendió Platón, por ejemplo, y b)
cimientos positivos del mundo y de lo que en él como una disposición o actitud básica o general
ocurre, y la resultante no será, igualmente, filoso- ante la vida. Sólo en este segundo sentido -inme-
fía alguna, sino una ciencia positiva" (... ) "Más diato al de simple concepción del mundo emplea-
aún: si no necesitamos de una filosofía como tal do por Engels- puede hablarse de una filosofía o
filosofía, tampoco necesitamos de un sistema, ni de la filosofía en el marxismo original de Marx-En-
siquiera de un sistema natural de la filosofía" gels. En el sentido de una ciencia o forma de cono-
(118, VI, 35). O todavía con mayor precisión: "O- cimiento singular no existe la o una filosofía en sus
tro ejemplo. La filosofía antigua era un materialis- proposiciones. Por el contrario, lo que existe en
mo primitivo, natural. Como tal no era capaz de este punto, como lo indicamos en el apartado ante-
explicar las relaciones entre el pensamiento y la rior, es una ruptura con la filosofía en cuanto ésta
materia. Pero la necesidad de llegar a conclusiones es entendida como una región de la ideología.
claras acerca de esta cuestión condujo a la teoría Nuestra proposición actual dice, pues, que en el
de un alma separable del cuerpo (... ) y por último marxismo original no se encuentra ninguna opción
al monoteísmo. De este modo, el materialismo an- por el materialismo filosófico en cuanto éste se
tiguo veíase negado por el idealismo. Pero, al se- constituye también al interior del espacio ideológi-
148 HELlO GALLARDO

co de la filosofía. Lo que existe en el marxismo proposición siguiente de la Tesis: "De ah í que el


original es una crítica material -teórica e históri- lado activo fue desarrollado de un modo abstracto,
ca- del espacio ideológico en el que se mueve la en contraposición al materialismo, por el idealis-
filosofía y con ella el desplazamiento del problema mo, el cual, naturalmente, no conoce la actividad
del fenómeno de producción de conocimientos y real, sensorial, en cuanto tal" (117, 665). Ahora,
de teoría al campo del materialismo histórico y de ¿qué es este lado activo desarrollado por el idealis-
las ciencias particulares. En este punto, pues, no mo, es decir por la filosofía al delimitar las condi-
existe ninguna filosof/a marxista ni ella es necesa- ciones (determinaciones) de su campo, lo gnoseo-
ria. lógico-ontológico? Este lado 'activo' es la produc-
Recurramos, para ilustrar esta cuestión comple- ción en la conciencia y por la conciencia del mun-
ja, teórica y poi ítica, al interior del marxismo, al do, los formalismos, misticismos y fetichismos pro-
tratamiento indicativo que del problema se realiza pios de la ideología. Pero cuando la situación y las
en las Tesis sobre Feuerbach. determinaciones del campo no son los de la filoso-
El inicio de la Tesis Uno sobre Feuerbach señala fía sino los de la historia de los hombres y de sus
que "La falla fundamental de todo el materialismo formaciones económico-sociales, entonces este 'la-
precedente (incluyendo el de Feuerbach) reside en do activo' es la producción material de la existen-
que sólo capta la cosa (Gegenstand), la realidad, lo cia, la actividad productiva, práctica, el objeto y
sensible, bajo la forma del objeto (Objekt) o de la los medios de trabajo, las relaciones de produc-
contemplación (Anschauung) , no como actividad ción, etc., al interior de cuyo sistema, de cuyas
humana sensorial, como práctica; no de un modo contradicciones, de cuya concreción determinada
subjetivo" (117, 665). Sabemos que se trata aqu í -con un sentido- se expresa todo el conocimiento
de una crítica compleja: la determinación de la posible al hombre, todas sus formas posibles y ne-
relación sujeto ~ objeto como una relación prima- cesarias de conciencia. Por eso la Tesis Dos enfati-
riamente de conocimiento y su corolario: la vincu- za que "La disputa en torno a la realidad o irreali-
lación puramente exterior de la relación suje- dad del pensamiento -aislado de la práctica- es
to ~ objeto, relación esta última que anticipa o un problema puramente escolástico" (i 17, 666), °
anuncia en el interior del materialismo filosófico al sea un problema imaginario y estéril desde el pun-
fideísmo. Se trata, pues, primero de una crítica de to de vista de la teoría (concreto de pensamiento)
posición: la relación 'sujeto-objeto' no es primera y de la historia, pero a la vez condición de existen-
ni fundamentalmente una cuestión gnoseológica si- cia de la(s) conciencia(s) ideologizada(s) en las so-
no histórica (práctica), y segundo de una crítica de ciedades de clases, en suma, una cuestión filosófi-
contenido teórico: al exteriorizar las relaciones su- ca. y desde el punto de vista de la construcción
jeto-objeto el sistema categorial del materialismo conceptual, teórica e histórica (poi ítica), las cues-
postula su propia anulación. Estamos ante una in- tiones filosóficas resultan, en la perspectiva del
consistencia categorial ligada a la posición, a la de- marxismo original, despreciables. Así, en el Mani-
marcación del terreno en que se configuran y pue- fiesto del Partido Comunista, un instrumento orgá-
den cobrar o alcanzar 'sentido' los 'conceptos' nico de la lucha del proletariado naciente, y al
(pseudoconceptos) del materialismo. Este terreno examinar polémicamente las acusaciones que sus
es el de la filosofía. Lo que está en cuestión, enton- enemigos lanzan al movimiento comunista, Marx y
ces, no es sólo el materialismo filosófico, afectado Engels enjuician y 'disuelven' la perspectiva filosó-
según nos dice el texto por una falla "fundamen- fica escuetamente: "En cuanto a las acusaciones
tal" (es decir que lesiona a la raiz, al principio yal lanzadas contra el comunismo, partiendo del pun-
origen de la cosa), sino el campo (demarcación) en to de vista de la religión, de la filosofía y de la
el que se hace posible el materialismo: la filosofía ideología en general, no merecen un examen deta-
(12). Nos encontramos pues con el desahucio sin llado" (118, IV, 108) y ello porque "no tiene nada
retorno del materialismo en cuanto tendencia de la de asombroso que la conciencia social de todos los
filosofía, de la ruptura con la filosofía, de la ruptu- siglos, a despecho de toda variedad y de toda diver-
ra con la filosofía -y con sus tendencias básicas: sidad, se haya movido siempre dentro de ciertas
idealismo y materialismo- en cuanto ella se propo- formas comunes, dentro de unas formas -formas
ne, ideológicamente, como una ciencia, es decir de conciencia-, que no desaparecerán completa-
como una real y efectiva forma de conciencia. mente más que con la desaparición definitiva de
Por ello la ironía en el elogio al idealismo, en la los antagonismos de clase" (l"I8, IV, 108-109). Es-
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 149

tá claro que aqu í no nos encontramos con ninguna el materialismo filosófico acabado" sólo tiene
facilidad para entregar un lugar a una ciencia filo- sentido marxista en el espacio de denuncia y
sófica. posi tividad, de ruptura, configurado por la Tesis
Positivamente, la cuestión de la producción de Once sobre Feuerbach. La 'filosofía de Marx' es
conocimientos, puesto que el ser humano sólo aqu í la toma de posición fundamental, histórica y
puede serio por medio de su conciencia, es de clase, del individuo social y poi ítico Marx
reinsertada por el marxismo original en el espacio respecto de la primacía del ser sobre el pensamlen-
o demarcación de la producción histórica: "Toda to, tesis histórica y poi ítica sobre la que descansa
vida social es esencialmente próctica. Todos los la posibilidad de una contracultura objetiva que
misterios que inducen a la teoría al misticismo permita al proletariado y al pueblo gestar, desarro-
encuentran su solución racional en la práctica llar y consumar la revolución socialista.
humana y en la comprensión de esa práctica" Hasta aqu í, en líneas breves y esquemáticas, la
(117, 667). Próctica designa aqu í producción. En importancia para los latinoamericanos de la dis-
cuanto el ser humano y su realidad (su mundo) son cusión de una cuestión en apariencia académica:
percibidos como producción, autoproducción y ¿posee el marxismo original una filosofía? Como
dominio, el conocimiento y su verdad dejan de ser en preguntas anteriores, la posición adoptada ante
problemas en tanto han sido propuestos como esta cuestión y su desarrollo determina también e
tales por una moralidad filosófica: "Todos los inevitablemente prácticas poi íticas correctas o
trabajos realmente científicos se abstienen con sesgadas al interior de la lucha del movimiento po-
mucho cuidado de emplear términos tan dogmáti- pular y define, desde luego, las posiciones revolu-
cionarias y contrarrevolucionarias.
camente morales como los de error y verdad, con
que nos encontramos a montones en obras del 111. Observaciones finales
estilo de las de la filosofía de la realidad, en la que
se nos pretende imponer como el fruto más La introducción a la lectura de "Tres fuentes ..;"
soberano del pensamiento soberano, un devaneo de Lenin nos ha mostrado que incluso un texto
de frases sin sentido" (118, VI, 78). De aquí que clásicamente ortodoxo que 'transmite' marxismo
una paráfrasis introductoria y adecuada de la Tesis no puede ser leído como si se tratase de un solo
Once diga que los individuos que se inscriben en el texto -de el texto-, y que en este sentido sus
campo de la 'producción' ideológica que es la contenidos no pueden ser aprendidos, memoriza-
filosofía no pueden en ella y desde ella sino dos o recitados en tanto que su significación comu-
reconocer, reducir en su cabeza, a su cabeza nicativa, su resonancia, se ve afectada por las deter-
minaciones diversas de los espacios comunicativos
(interpretar) el mundo. De lo que se trata, en
en que él se inserta. El que un texto trate de Marx
cambio, es de transformarlo conociéndolo, pero
o del marxismo, el que los contenidos de un texto
esto no puede-ser el 'efecto' de la acción mental de versen sobre Marx, no implica que el lector se acer-
individuos sino que resulta de las acciones -del que o aproxime a Marx. El marxismo es básica-
espacio configurado por las acciones- de las clases mente una opción y un procedimiento. Un texto
que empujan el cambio ineludible, objetivo, en las que sólo hable de Marx -o su contraparte, el lec-
formaciones económico-sociales que constituyen la tor que sólo lee a Marx- puede precisamente, y de
historia (117, 668). El pensamiento conceptual, la hecho lo es con frecuencia, constituir la más re-
teoría son funciones histórico-sociales, movimien- donda negación del marxismo. A la inversa, y por
tos en y para la historia del cambio radical. Es por definición, un militante revolucionario 'lee' a Marx
ello que la filosofía no posee cabida en el espacio en cualquier texto. No se ha tratado entonces aqu í
de levantar o de consolidar "sospechas" acerca de
fundado por el marxismo original. Reintroducir la
Lenin, de hacerlo responsable en el origen, por e-
filosofía al interior del movimiento práctico del
jemplo, del sectarismo y del dogmatismo y de la
proletariado y del pueblo constituye, en este apologética que han saturado al marxismo soviéti-
marxismo, una desviación teórica y poi ítica (13). co con afectos mundiales desde la década del trein-
Reiteramos, entonces, que la proposición de ta. Sectarismo, dogmatismo y apologética que aún
Lenin en el sentido de que "la filosofía de Marx es no se detienen. De lo que se trataba era de introdu-
150 HELlO GALLARDO

cir a la dificultad de 'leer a Lenin', a la dificultad de lucha revolucionaria de los pueblos latinoamerica-
conjurar a Lenin desde Marx. Que es lo mismo que nos. Que es por último y aun atítulo de ejercicic,
afirmar que nuestro intento fue leer a Lenin desde la única manera de conmemorar efectivamente a
la crítica material necesaria para el desarrollo de la Marx en el centenario de su muerte personal.

NOTAS

(1) Una concepcion del mundo es una visron de en gran medida con el heroismo y la pureza de las prácti-
conjunto de la naturaleza y del hombre y de las relaciones cas de los militantes del comunismo ortodoxo. Perse-
que se dan entre ambos (110,6-7). Una concepción del guidos, apresados, torturados y asesinados desde la década
mundo difiere de una filosofía porque implica una acción del veinte en América Latina los militantes comunistas
-lo que no es obligatorio para la filosofía- y es el han mostrado en la práctica diaria, y pese a su normal
resultado de una época y no de un autor. Así, Marx y desorientación y sectarismo políticos, que son hombres de
Engels, por ejemplo, son autores que expresan la concep- fe popular, cornbativos y, por lo general, honestos. Ello ha
permitido que exista hasta ahora y al menos en los secto-
ción marxista del mundo, autores en y no autores de la
res más despiertos y organizados del pueblo una tradición
concepción marxista. Esta concepción tiene su origen en de mistlca marxista que se ha visto reforzada en esta parte
las contradicciones de clase, materiales y espirituales, del siglo por el proceso revolucionario cubano y por el
ligadas al desarrollo del capitalismo en el siglo X IX Y se ha desarrollo de la lucha popular en Nicaragua. El Salvador y
desplegado en el siglo XX como pensamiento y práctica Guatemala.
de las luchas por el socialismo, la liberación nacional y (6) Engels se refirió, en Los comunistas y Carlos Hein-
popular que han llevado a cabo los pueblos en todos los zen, taxativamente a esta cuestión: "El comunismo no es
continentes. una doctrina, es un movimiento. No parte de principios,
(2) No se piense que esta religiosidad afecta exclusiva- sino de hechos. La premisa de los comunistas no es una u
mente a la 'masa' comunista. El principal teórico europeo otra filosofía, sino toda la marcha de la historia preceden-
contemporáneo del marxismo -o al menos el más publici- te, sobre todo sus resultados concretos contemporáneos
tado-, Luis Althusser, "regresa a Marx" para leerlo desde en los países civilizados. El comunismo es fruto de la gran
Lenin, o sea desde la práctica ortodoxa del partido comu- industria y de los concomitantes de ésta: del surgimiento
nista francés. En verdad, el denunciado y autocriticado del mercado mundial y de la desenfrenada concurrencia
'teoricismo' althusseriano no es sino una expresión del condicionada por él; de las crisis comerciales, que van
desprecio por la historia que experimentan quienes "están adquiriendo un carácter cada vez más destructor y más
o se saben en la fe". universal y que son ya definitivamente crisis del mercado
(3) Lenin sintetiza así el cambio en la situación rusa, mundial; de la formación del proletariado y de la concen-
tras el período de dominio contrarrevolucionario que si- tración del capital y de la subsiguiente lucha de clases
guió a la revolución fracasada en 1905: "No se trata sólo entre el proletariado y la burguesía. El comunismo, en
de que la decadencia y la dispersión han dejado paso a la tanto que teoría, es la expresión teórica de las posiciones
reanimación. t'a clase obrera ha pasado en masa a la ofen- del proletariado en esta lucha y la síntesis teórica de las
siva contra los capitalistas y la monarqu ía zarista. La ola condiciones indispensables para la emancipación del prole-
de huelgas económicas y políticas se ha elevado tanto, que tariado" (119,31). En la tercera sección de su "Tres fuen-
en ese sentido Rusia va a la cabeza de todos los países del tes .¿" Lenin toca también esta cuestión pero lo hace des-
mundo, aun de los más desarrollados (... ) ... este hecho ha de una perspectiva matizada respecto de la posición engel-
demostrado que Rusia entró en un período de crecimien- siana.
to de una nueva revolución (114, XIX, 36). (7) Dicho sea, de paso, esta afirmación es redundante;
(4) Hemos trabajado tomando como texto base la edi- las concepciones del mundo son integrales por definición.
ción presentada por el primer tomo de las Obras Escogidas (8) No contamos con el original ruso de Lenin, situa-
de Lenin en tres volúmenes (Editorial Progreso), edición ción que afecta, por lo demás, a la mayoría de quienes se
que ha sido traducida al español de la edición rusa prepa- educan en el marxismo en América Latina siguiendo prin-
rada por el Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité cipalmente las traducciones de la Editorial Progreso. Por
Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. He- ello, la expresión "inadecuada traducción" hace referencia
mos cotejado esta versión con la presentada en el volumen al hecho de que los conceptos de las proposiciones que se
19 de la edición en 51 tomos de las Obras Completas de ajustan mejor a la concepción marxista del mundo son los
Lenin (Editorial Salvador Allende, México), cuya fuente de las Obras Completas, para este caso específico, tal co-
rusa es la Sa. edición de las obras completas de Lenin mo lo hemos mostrado en el cuerpo del trabajo. Por lo
preparada por el mismo Instituto. demás, dadas las condiciones materiales de trabajo acadé-
(5) Esto ocurre centralmente por las extremas condi- mico y político en nuestras sociedades resulta en verdad
ciones de penuria que soportan las mayorías latino- poco slgnlficativo lo que efectivamente escribió Lenin y,
americanas y por la ostentosa superexplotación de que en cambio, resulta central aclarar en qué sentido deben
son objeto los trabajadores. Sin embargo, la especificidad leerse las traducciones castellanas para que Lenin efectiva-
del fenómeno -puesto que condiciones prolongadamente mente nos hable de Marx.
(9) El conflicto se produce, además y sobre todo, si
carenciales podrían conducir a los latinoamericanos sólo
consideramos el texto completo, ÁGuí la noción de "doc-
por el camino de la religión y el misticismo- tiene que ver
LENIN EN LA MUERTE DE MARX 151

trina" y sus corolarios entran en conflicto con el concepto obra uno de los aprendizajes más brillantes.
de lucho de clases que da sentido a la sección tercera del (12) La expresión "lo. filosofía" debe entenderse his-
escrito de Lenin. Esta es otra prueba de que "Tres fuen- tóricamente, en primer lugar, como el sistema hegeliano
tes .. .' sólo puede leerse correctamente si sus contenidos en contra del cual se dirigió centralmente el marxismo
se entienden sobredeterminados por el desarrollo de las original. Pero Hegel es también una forma de consuma-
prácticas de un movimiento popular revolucionario. De no ción de la filosofía occidental. Contra él el marxismo ori-
ocurrir así, el texto de Lenin, 'deja de ser de Lenin'. ginal levantó no otra filosofía u otro "modelo" de elabo-
(10) La elección de este tópico se ha realizado exclusi- ración teórico, sino un proyecto, el de la superación de la
vamente pensando en su inmediatez para un lector semifa- filosofía (111, 129). Esto último es un movimiento histó-
miliarizado con la literatura marxista. La noción de "rup- rico, no un método como parecen suponer en la práctica
tura", rigurosamente, afecta a todos las fuentes del mar- autores 'marxistas' tan destacados como Korsch, Lukács,
xismo, como se mostrará más adelante. Althusser, etc. Las consecuencias políticas de este sesgo
(11) La expresión "ruptura" podría remitir al lector a han sido implicadas en el trabajo de Anderson "Considera-
una asociación inmediata con la hipótesis de la disconti- ciones sobre el marxismo occidental" (102, 68).
nuidad de la historia del espíritu científico propuesta por (13) La expresión "este marxismo" encierra una de-
G. Bachelard y, desde él, al trabajo de Althusser sobre la claración de principios y un cuerpo de conceptos. No hay
"ruptura epistemológica en Marx", es decir al punto de marxismo sino a través de una interpretación, ha dicho
no-retorno a partir del cual se inaugura una nueva proble- Lefebvre (111, 136)_ Y aqu í la interpretación es que para
mática científica, en este caso la ciencia de la historia, el los latinoamericanos, para sus pueblos, no hay más mar-
materialismo histórico. Sin ignorar la significación del tra- xismo que la conciencia y la voluntad que se expresan al
bajo althusseriano -aunque también sin aceptar necesaria- interior de la lucha por la identidad y liberación naciona-
mente su distinción entre el "joven Marx" y el "Marx les en el socialismo. La interpretación es por tanto y tam-
maduro"-, aquí "ruptura" enfatiza más bien el carácter bién una posibilidad y un movimiento históricos. Más téc-
necesariamente alternativo de las prácticas de los sectores nicamente, y para Marx, la filosofía pura termina en un
populares bajo las condiciones capitalistas de explotación callejón sin salida: o positivismo (fetichismo del hecho) o
y con ello la necesidad y posibilidad de una contracultura voluntarismo (actividad que pretende cambiar el mundo
cuyo espacio práctico-material es el motor o corazón de sin conocerlo) (111,139). La producción real, en cambio,
las iniciativas populares revolucionarias. No se trata, por sólo supone que el mundo puede cambiar porque cambia
tanto, 'sólo' de una ruptura epistemológica determinada y que grupos humanos objetivamente determinados pue-
por la lucha de clases, sino de la fundación alternativa de den orientar, mediante su práctica social y poi ítica, ese
un espacio en el que el proletariado y el pueblo aprenden cambio. Obviamente, entre filosofía pura y práctica social
a vivirse a sí mismos. Marx, desde luego no es 'causa' de y poi ítica del pueblo existen diferencias en nuestras socie-
esta ruptura sino uno de sus 'efectos' más notables y su dades latinoamericanas.

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Helio Gallardo

ENGELS y DARWIN EN EL ORIGEN DEL HOMBRE. Elementos para una discusión

Summary: The discussion of some of the pro- la herencia, sino que vinculaba su pensamiento a
duction conditions in a study by F. Engels: The un materialismo (mecanicismo) estrecho, determi-
role 01the work in the transition Irom monkey nado por la noción de necesidad, materialismo que
to man, allows to establish its positive articulation conducía a cuestiones tan grotescas, en el plano de
with the theoric darwinism of XIX Century, and, la teoría científica y de sus prolongaciones técnicas,
at the same time, contributes to determine some como la escenificada en la Unión Soviética por el
strokes of its polemic with the social darwinism "caso Lysenko" (2). Como la opinión inicial de
during that term and its affirmation of an specific que el texto específico de Engels es más lamarc-
theoric environment for the comprehension of the kiano que darwiniano no es primera vez que la
history and society: the historical materialismo escucho - y tal vez, por desgracia, no sea tampoco
la última -, quisiera realizar aquí algunas observa-
Resumen:La discusión de algunas de las condi- ciones acerca del marco en que, a mi juicio, debe
ciones de producción de un estudio de F. Engels: ser discutida esta cuestión. Desde luego, el punto
El papel del trabajo en la transición del mono incidental se ubica dentro de un contexto más am-
al hombre, permite establecer su articulación po- plio y determinante como es el de la relación entre
sitiva con el darwinismo teórico del siglo XIX y, materialismo histórico y proceso de producción de
al mismo tiempo, determinar algunos rasgos de su conocimientos, filosofía y ciencia al interior de la
polémica con el darwinismo social en el período concepción marxista del mundo, lucha política y
y su afirmación de un ámbito teórico específico producción de conocimientos y, en último término,
para la comprensión de la historia y la sociedad: por la discusión fundamental respecto de la 'cien-
el materialismo histórico. tificidad' del marxismo. Estas últimas determina-
ciones, sin embargo, no serán abordadas directa-
mente en este trabajo que intenta concentrarse en
1 las condiciones para una discusión del artículo de
Enge1s: El papel del trabajo en la transición del
Durante la discusión académica de una defensa mono al hombre, contenido en su Dialéctica de la
de tesis acerca del carácter y papel gnoseológicos naturaleza. Para ello realizaremos dos aproxima-
del materialismo dialéctico en la obra de Federico ciones -de distinto carácter pero complementa-
Engels (1), se vertió, por parte de uno de los miem- rias- a este texto. Ninguna de estas aproximacio-
bros del Tribunal, la opinión de que el texto de nes constituye, por sí misma, un discurso cerrado.
Enge1s: El papel del trabajo en la transición del Lamentamos que el punto de partida de la discusión
mono al hombre (publicado en Die Neue Zeit en obligue a algunas precisiones escolares.
1896) se aproximaba conceptualmente más al la-
marckismo que al darwinismo y que esta aproxima- Lamarck, Darwin, Engels.
ción ligaba los esfuerzos de Engels no sólo a un
discurso probadamente falso respecto del origen de La cuestión del 'lamarckismo' enge1siano supo-
la diversidad de las especies y acerca de ne, en primer lugar, la necesidad de diferenciar y

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXVII (66), 361-378, 1989


362 HELIO GALLARDO

oponer estrictamente, en la época -segunda parte mediante la acción de fuerzas que continúan ope-
del siglo XIX- el pensamiento de Juan Bautista rando y que son observables. En el período, las
Lamarck (1744-1829) del de Carlos Darwin (1809- tesis catastrofistas -que 'explicaban' las diversas
1882). Ahora, la expresión 'en la época' remite no formaciones geológicas por una sucesión de cata-
sólo a una cuestión de fechas, sino, principalmente, clismos seguidas por la intervención divina que
al clima de ideas biológicas y naturalistas imperante recreaba cada vez a la Tierra ya sus pobladores-
durante esa fase de desarrollo de la teoría biológica. enfrentaban a neptunistas -partidarios del dilu-
En este sentido, El origen de las especies por medio vio- contra los plutonistas -adheridos a la tesis
de la selección natural, de Darwin (primera edición de los terremotos-. Se trataba, en verdad, de va-
en 1859), puede considerarse como una obra que riaciones para el campo de la geología del creacio-
culmina una de las tendencias que se enfrentaban, nismo que contiene la prolongación en la biología
en el período, en las ciencias naturales: el evolucio- de las tesis de la inmutabilidad o fijeza (fixismo,
nismo. El mismo Darwin indica, en la reseña his- fijismo) de las especies vivas. Esta concepción,
tórica que antecede a su trabajo clásico, que él se derivada de Aristóteles, a la que se le agregó la
inscribe en una tradición científica abierta moder- noción de la creación divina, prevaleció durante el
namente por Buffon (1707-1788) y prolongada en desarrollo de la ciencia antigua y medieval. En el
la primera parte del siglo XIX por los trabajos de período inmediatamente anterior al que nos ocupa,
Lamarck, Geoffroy Saint-Hilaire, Erasmo Darwin, Carlos Linneo (1707-1778), por ejemplo, de tanta
W.C. Wells, W. Hernert, Grant, Patricio Matthew, importancia en los orígenes de la taxonomía moder-
von Buch, Rafinesque, Haldeman, M.J. D'Oma- na, creía inicialmente en la inmutabilidad de las
lius d'Halloy, y en la segunda parte del mismo especies, es decir sostenía la tesis de que cada
siglo por Freke, Spencer, M. Naudin, el Conde de especie es creada específicamente y que los límites
Keyserling, Schaaffhausen, Lecoq, Baden Powell, que separan a una especie de otra son absolutos.
A.R. Wallace, von Baer, Huxley y Hooker, cuyas Igualmente Jorge Cuvier (1769-1832), a quien ya
obras, desde diversos ángulos, tocan la cuestión hemos mencionado, creador de la anatomía compa-
de la modificación de las especies desde el punto rada y de la paleontología morfológica, adhería a
de vista de la selección natural (3), principio cuya las tesis catastrofistas cataclísmicas y al dogma de
mera enunciación Darwin atribuye a Wells (Dos la inmutabilidad de las especies. La afirmación de
ensayos sobre el rocío y la visión singular, 1818) la inmutabilidad de las especies descansa, desde
y Matthew (Maderas navales y arboricultura, luego, en determinaciones filosóficas, específica-
1831). En términos más generales, se consideran mente en la doctrina de la necesidad de la estructura
como antecedentes intelectuales de las tesis evolu- ontológica del mundo (5) y teológicas: la Creación.
cionistas en los tiempos modernos aspectos de la De modo que en cuanto a este clima de pugna al
obra de F. Bacon, Leibniz, Linneo, C. Bonnet y interior de las ciencias naturales y de sus supuestos
el clima filosófico configurado por Vico, Condor- filosóficos y teológicos (y principalmente de sus
cet, Laplace y Kant, todos ellos al interior del es- prolongaciones epistemológicas y teóricas). La-
pacio cultural abierto por Newton (1642-1727)(4) marck y Darwin tienden a ubicarse en el mismo
y, desde el específico campo de la geología, los movimiento o tendencia tal como, por lo demás,
trabajos de J. Hutton (Teoría de la Tierra, 1795) lo expresó en su momento el mismo Darwin: "La-
y Carlos Lyell Principios de Geología, primer volu- marck fue el primer autor cuyas conclusiones sobre
men 1830), este último amigo personal de Darwin. el tema (el origen de las especies) despertaron gran
Precisamente las ideas de estos geólogos nos acer- interés. Este naturalista justamente célebre publicó
can al enfrentamiento existente al interior de las por primera vez sus opiniones en 1801; las amplió
ciencias naturales del período. Hutton (1726-1797) considerablemente en 1809 en su "Philosophie zoo-
expuso la tesis de que los fenómenos de la geología logique" y posteriormente, en 1815, en la introduc-
son producto de las fuerzas que se observan en la ción a su "Histoire naturelle des animaux sans ver-
naturaleza; por ejemplo, para él, los valles habían tébres". En esas obras sostiene la doctrina de que
sido originados por los ríos. Lyell (1797-1875) todas las especies, inclusive el hombre, descienden
impuso, contra Cuvier, la idea de que la Tierra en de otras especies. Fue el primero en prestar el emi-
su conjunto y su superficie actual poseían una his- nente servicio de atraer la atención sobre la proba-
toria en el tiempo y que su aspecto era el resultado bilidad de que todo cambio en el mundo orgánico,
de una lenta transformación. Montañas, llanos y tanto como en el inorgánico, sea resultado de leyes
mares adquirieron su forma actual gradualmente y no de intervenciones milagrosas ( ... ) Con
ENGELS y DARWIN 363

rserpecto a los medios de modificación, atribuyó Darwin eran quienes sostenían, en el período, las
algo a las condiciones físicas de vida, algo al cru- tesis de la inmutabilidad de las especies, del carác-
zamiento de formas ya existentes y mucho al uso ter enteramente singular del ser humano, de la pree-
y desuso, es decir a los efectos del hábi- minencia del discurso y conocimiento filosófico-
to" (6). teológico sobre las prácticas científicas, de la espe-
En esta primera aproximación, los trabajos cien- culación sobre la observación y el experimento y,
tíficos de Lamarck y Darwin se nos presentan no en último término, de la permanente acción mila-
como antitéticos, sino que en una relación de con- grosa de Dios sobre la historia natural y humana.
tinuidad. Los adversarios teóricos de Lamarck y En un esquema:

Larnarck, Darwin Cuvier y otros

evolucionismo de las especies vivas inmutabilidad de las especies; creacionismo

¡
/práCtiCa CientífiCa~ tendencia a la especulación metafísica y teológica

configuración de tendencia a una explicación


un campo teórico ~ inmanente

Ahora, la continuidad de pensamiento entre La- "El origen de las especies por medio de la selección
marck y Darwin no se limita a esta inserción común natural" (8). Apuntamos en este trabajo, por razo-
en una de las tendencias de las ciencias naturales nes de espacio, sólo referencias decisivas.
del período, sino también y sobre todo se afirma En El origen del hombre: "Se ignora si las mo-
en el hecho de que Darwin acepta de Lamarck la dificaciones precitadas llegarían a ser hereditarias
tesis de que los caracteres adquiridos por los indi- en el caso de que los mismos hábitos se continuasen
viduos debido a las exigencias del medio y por el durante muchas generaciones, pero es probable que
uso y desuso de órganos pueden ser traspasados así sería. Rengger atribuye la delgadez de las pier-
(herencia) a los descendientes, produciendo cam- nas y el grosor de los brazos de los indios Payaguas,
bios en la especie. Señala, por ejemplo, el biógrafo a que sus generaciones sucesivas han pasado la
alemán de Darwin, Johannes Hemleben: "Al con- vida en embarcaciones, sin servirse casi de sus
trario que Darwin, Wallace destaca también en este miembros inferiores. Otros autores han formulado
corto escrito programático sus ideas, rechazando opiniones parecidas sobre otros casos análogos. Se-
las hipótesis de Lamarck. La evolución no depende gún Cranz, que ha vivido mucho tiempo entre los
para él del uso o no uso de los órganos, que después Esquimales, 'los indígenas dicen que el talento y
se convierten en heredables, sino exclusivamente la habilidad para la pesca de la foca (arte en el que
de que siempre los que más sobreviven son 'aque- sobresalen) es hereditario' ( ... ) Se asegura que al
llos que poseyeron mayor capacidad para la captura nacer, los hijos de los obreros tienen en Inglaterra
de sus presas' ( ... ) Aquí se ve que Wallace, en su las manos más fuertes que los (sic) de las familias
argumentación contra el 'lamarckismo', es más acomodadas. Sin duda a la correlación que existe,
'darwinista' que el propio Darwin, quien, aunque al menos en algunos casos, entre el desarrollo de
con ciertas limitaciones, admitió toda su vida a las extremidades y el de las mandíbulas, se ha de
Lamarck" (7). Las pruebas de esta aceptación de atribuir la reducción de dimensiones que estas últi-
Darwin de los puntos de vista de Lamarck en su mas presentan en las clases acomodadas, cuyos
obra escrita son abundantísimos. Nos referimos individuos sólo someten a sus miembros a un tra-
aquí exclusivamente a los trabajos de Darwin que bajo débil. Es positivo que las mandíbulas son ge-
Engels cita como referencia bibliográfica en su Dia- neralmente más pequeñas entre las personas civili-
léctica de la naturaleza: "El origen del hombre" y zadas o de buena posición, que entre los obreros
364 HELIO GALLARDO

ocupados en trabajos mecánicos, o los salvajes (... ) ignoramos aun mucho sobre el empleo de numero-
Por más que el hombre pueda no haberse modifi- sas partes y sobre la naturaleza de los cambios que
cado mucho durante los últimos períodos de su deben experimentar la sangre y los tejidos para
existencia, por causa de un aumento o disminución adaptar un ser a un nuevo clima o a una alimenta-
en el uso de algunas partes, los hechos que acaba- ción diferente. También debemos tener en cuenta
mos de señalar prueban que su aptitud para ello no el principio de la correlación que enlaza entre sí
se ha perdido, y sabemos de la manera más positiva tantas extrañas desviaciones de estructura, como
que la misma ley se aplica a los animales inferiores. lo ha probado 1. Geoffroy respecto al hombre. In-
De ello podemos, pues, por consiguiente, inferir dependientemente de la correlación, un cambio en
que cuando en una época remota los antecesores una parte puede arrastrar a otras partes a modifica-
del hombre se hallaban en un estado de transición, ciones del todo inesperadas, debidas a un aumento
durante el cual, de cuadrúpedos se transformaron o disminución de uso( ... ) Sobre todo debemos re-
en bípedos, la selección natural habrá sido conside- cordar siempre que modificaciones adquiridas, y
rablemente ayudada por los efectos hereditarios del habiendo continuamente servido para algún uso útil
aumento o la disminución en el uso de las diferentes en los tiempos pasados, han debido pasar a ser muy
partes del cuerpo" (9). fijas y continuar heredándose mucho tiempo" (11).
En el mismo estudio: "A medida que los antece- Como es sabido, El origen de las especies no
sores del hombre se han ido irguiendo de más en se ocupa específicamente de la generación del ser
más, y modificando a: la par manos y brazos para humano, pero el planteamiento teórico general es
la prehensión y otros usos, y pies y piernas para el mismo que el de la obra posterior que acabamos
la sustentación y marcha, han llegado a ser necesa- de citar. Por ejemplo: "Por los hechos a que he
rias una multitud de otras modificaciones de confor- aludido en el primer capítulo creo que no puede
mación. La pelvis se ha debido ensanchar; la espina caber duda de que el uso en nuestros animales
dorsal enderezarse de una especial manera; la ca- domésticos ha fortalecido y ampliado ciertas partes,
beza fijarse en otra posición; cambios todos que se y el desuso las ha disminuido; y que tales modifi-
han efectuado en el hombre ( ... ) Otras diversas caciones son hereditarias. En estado de naturaleza
conformaciones podrían también señalarse que pa- libre no tenemos puntos de comparación para juzgar
recen estar en conexión con la actitud vertical del del efecto del uso o desuso largamente continuados,
hombre. Es difícil decidir hasta qué punto de todas porque no conocemos las formas madres; pero mu-
estas modificaciones relativas son resultado de una chos animales poseen estructuras que pueden expli-
selección natural, o cuáles pueden haberlo sido de carse mejor por los efectos del desuso" (12). "El
los efectos hereditarios del aumento de uso de algu- hábito es hereditario en las plantas ... " (13). "He
nas partes, o de su acción recíproca, unas sobre recapitulado ya los hechos y consideraciones que
otras. No es dudoso que estas causas de cambios me han convencido plenamente de que las especies,
obren y reaccionen entre sí; cuando ciertos múscu- durante un largo curso de generaciones, se han
los y los aristas huesosos que están unidos, se au- modificado. Esto ha ocurrido principalmente por
mentan por uso habitual, se ve en ello una prueba medio de la selección natural de numerosas varia-
de que desempeñan una parte útil que favorece a ciones leves, sucesivas y favorables; ayudada de
los individuos en los que más aumentan, los cuales un modo menos importante, es decir en relación
tenderían a sobrevivir en mayor número" (10). Fi- con estructuras adaptativas pasadas o presentes,
nalmente, en esta misma obra: "He tratado de de- por la acción directa de las condiciones externas y
mostrar que algunos de los caracteres más distinti- por variaciones que en nuestra ignorancia creemos
vos del hombre han sido obtenidos según todas las espontáneas. Parece que anteriormente no estimé
probabilidades, o directamente o más a menudo de lo bastante la frecuencia y el valor de esas formas
una manera indirecta, por selección natural. No posteriores de variación en cuanto conducen a mo-
olvidemos que no han podido ser adquiridas de este dificaciones permanentes de estructura aparte de la
modo las modificaciones de estructura o de consti- selección natural. Pero como en los últimos tiempos
tución que no prestan ningún servicio a un organis- mis conclusiones han sido muy tergiversadas y se ha
mo, adaptándolo a su modo de vivir, a los alimentos declarado que atribuyo la modificación de las espe-
que consume, o pasivamente a sus condiciones am- cies exclusivamente a la selección natural, quizás
bientes. A pesar de esto no podemos decidir con se me permitirá observar que en la primera edición
mucha seguridad cuáles son las modificaciones que de esta obra, y también en las otras, puse en un
puedan ser ventajosas a cada organismo, porque lugar muy conspicuo -al fmal de la introducción-
ENGELS y DARWIN 365

las siguientes palabras: 'Estoy convencido de que El planteamiento teórico de Darwin, en cambio,
la selección natural ha sido el principal, si bien no puede ser resumido así: los seres vivos, animales
el único, medio de modificación" (14). Todavía, y plantas, se reproducen en mayor número del que
al finalizar, y refiriéndose a las leyes naturales de puede sobrevivir, aunque sus poblaciones adultas
la evolución: "Estas leyes, tomadas en el sentido son relativamente constantes. La explicación de
más amplio, son: crecimiento con reproducción; este fenómeno es la lucha por la supervivencia.
herencia, que está casi implícita en la reproducción; Ahora, los individuos de todas las especies difieren
variabilidad por la acción directa e indirecta de las o varían unos de otros. Algunas de estas singulari-
condiciones de vida, y por el uso y desuso; una- dades pueden resultar neutrales, pero otras ayudan
proporción de incremento tan alta que lleva a la u obstaculizan al organismo en su lucha por la
lucha por la vida y en consecuencia a la selección existencia. Sobreviven, por tanto, traspasadas por
natural, acarreando divergencia de caracteres yex- la herencia, las variaciones o singularidades más
tinción. de las formas menos mejoradas. Así, de la apropiadas para la existencia de la especie, mientras
guerra de la naturaleza, del hambre y la muerte, que desaparecen o tienden a desaparecer las impro-
se sigue directamente el objeto más elevado que pias para el organismo y su relación con el medio.
somos capaces de concebir, es decir la producción De este modo, las especies se modifican paulatina-
de los animales superiores" (15). mente en el sentido de la fijación de las variaciones
Bien, constatar que Darwin asume las tesis la- que ofrecen más ventajas.
marckianas respecto del traspaso hereditario de los Observamos que las tesis de Darwin descansan
caracteres derivados del uso-desuso o función-dis- sobre las nociones de población (probabilidad), lu-
función en relación al medio, no implica, obvia- cha por la existencia y supervivencia de los más
mente, que el planteamiento teórico de Darwin sea aptos (extinción de los menos dotados, selección
idéntico al de Lamarck. De hecho, hemos enfati- natural), herencia y cambio continuo y paulatino.
zado que los pensamientos de Lamarck y Darwin Dice en su texto clásico: "Si bajo condiciones va-
se alinean en una misma corriente (el evolucio- riables de vida los seres orgánicos presentan dife-
nismo o transformismo) y que entre sus concepcio- rencias individuales en casi todas las partes de su
nes existe continuidad en la medida que Darwin estructura, y esto no puede negarse; si debido a su
recoge, en el período, proposiciones lamarckianas, proporción geométrica de incremento hay una in-
las considera correctas y las incorpora como com- tensa lucha por la vida en alguna edad, estación o
plemento de sus propias tesis. Pero no queremos año, y esto tampoco puede negarse, entonces, con-
sugerir con ello que sus planteamientos teóricos siderando la infinita complejidad de relaciones de
sean idénticos. todos los seres orgánicos entre sí y con sus condi-
Ahora, ¿en qué consistía, específicamente, el ciones de vida, por lo cual resulta ventajoso para
planteamiento teórico de Lamarck (16), propuesto ellos una infinita diversidad de estructura, constitu-
después de estudios sistemáticos que lo convencie- ción y hábitos, sería extraordinario que no hubiesen
ron respecto de la variabilidad de las especies y de surgido nunca variaciones útiles para el bienestar
su descendencia de otras especies pre-existen- de cada ser, del mismo rnodo que han surgido mu-
tes? chas variaciones útiles al hombre. Pero si las varia-
Para Lamarck, cuatro leyes presidían la forma- ciones útiles a un ser surgen alguna vez, segura-
ción de los organismos vivos: a) los organismos mente los ejemplares caracterizados por ellas ten-
vivos y sus partes componentes tienden a incremen- drán las mejores probabilidades de ser preservados
tar permanentemente su tamaño; b) la producción en la lucha por la vida, y debido al fuerte priricipio
de un nuevo órgano en un cuerpo animal es el de la herencia, tenderán a producir descendientes
resultado del advenimiento de una nueva necesidad caracterizados de la misma manera. Este principio
y del nuevo movimiento que esta necesidad deman- de preservación, o la supervivencia de los más ap-
da; e) el desarrollo de los órganos y sil fuerza de tos, es lo que he llamado selección natural. Con-
acción están constantemente en razón directa con duce al mejoramiento de cada criatura en relación
el uso de los órganos mismos, y d) las variaciones con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de
.producidas durante la vida de un individuo (adqui- vida; y en consecuencia, en la mayoría de los casos,
sición, pérdida o cambio), variaciones derivadas a lo que puede considerarse como un progreso en
de los principios anteriores, serán heredadas por la organización. Sin embargo, formas simples e
sus descendientes y cambios acumulativos se pro- inferiores resistirán largo tiempo si están bien adap-
ducirán en estos seres después de algún tiempo. tadas a sus sencillas condiciones de vida" (17).
366 HELIO GALLARDO

Desde luego, el gran vacío de la obra de Darwin se Darwin debemos añadir su diferencia teórica:
concentra en su incapacidad para desentrañar los me- ella se concentra en la noción de selección natu-
canismos de la "descendencia con modificación" ral propia de este último. Desde ella, Darwin cri-
(18), es decir de la herencia, cuestión que él intentó tica, como unilateral e insuficiente, la explicacíóa
resolver con su hipótesis de la pangénesis (La varia- de la variación de las especies como adaptación al
ción de los animales y de las plantas en domesticidad, medio: "Los naturalistas se refieren continuamente
1868), una explicación provisoria que señala que to~ a las condiciones externas -clima, alimento
dos los órganos producen unas partículas diminutas etc. - como la única causa posible de variación.
(pangenes, gemmulas) que llevadas por el torrente En cierto sentido, como veremos más adelante
sanguíneo se depositan en los gametos y permiten la esto puede ser cierto, pero sería absurdo atribuir a
reproducción de todo el órgano que originalmente simples condiciones externas la estructura, por
produjo la partícula. Por supuesto, Darwin descono- ejemplo, del pájaro carpintero, que tiene las patas,
ció absolutamente la obra de Gregorio Mendel (1822- la cola, el pico y la lengua tan admirablemente
1884), cuyas experiencias sobre la herencia, que adaptados a la captura de insectos debajo de la
abrieron el paso a la genética moderna, fueron redes- corteza de los árboles" (19), pero recupera la varia-
cubiertas recién en el año 1900. ción por efecto del medio desde o en la perspectiva
De modo que a la similitud de alineación y a de su concepto de selección natural. En un esque-
la continuidad entre el pensamiento de Lamarck y ma:

Lamarck Darwin

variabilidad ( ) variabilidad

crecirmento ~
/ ~
necesidad ~ uso
/
selección natural ~
""+
medio
carácter en organismos individuales en población de seres vios

(tendencia a una teleología) (explicación inmanente por fuerzas naturales)

El éxito científico de la explicación darwiniana deberá juzgarse en relación a su capacidad o inca-


tiene que ver con el paciente trabajo de acumulación pacidad para asumir la novedad del discurso teórico
fáctica con que precedió, acompañó y prolongó a de Darwin y no en cuanto a su aceptación de ele-
su teoría, con la existencia en los ámbitos filosófico mentos como la heredabilidad de caracteres adqui-
y científico del período de sectores favorables a las ridos por el uso, cuestión que, aislada y en el pe-
ideas evolucionistas (cosmología, historia, geolo- ríodo, como vimos, es tanto lamarckiana como dar-
gía, etc.), lo que hizo posible su resonancia e in- winiana.
cluso facilitó su éxito 'popular' (la primera edición Emplearemos como criterio de aproximación al
de El origen de las especies se agotó el mismo día problema que hemos planteado -la capacidad de
de su lanzamiento), es decir su influencia en la Engels para reconocer el aporte teórico de Dar-
configuración de "sentido común", y por la senci- win- una consideración de la literatura que explí-
llez y fuerza -que Hernleben estima unilaterali- citamente Engels dedica a Lamarck y Darwin. Ello
dad- de sus conceptos básicos. nos permitirá, al menos, introducimos a la reacción
Resulta posible ahora plantearse más específica- subjetiva de Engels ante estos autores.
mente un eventual 'Iamarckisrno' de Engels. En Lo primero que salta a la vista, en esta aproxi-
términos absolutos él significaría que Engels desco- mación, es la diferencia cuantitativa y cualitativa
noció el aporte teórico de Darwin y lo tradujo sim- de las referencias a Lamarck y a Darwin en la
plemente a la ideología lamarckista. En términos literatura engelsiana. En su Ludwig Feuerbach y
más relativos, podría implicar que Engels conoció el fin de la filosofta clásica alemana (1888), por
el discurso teórico de Darwin pero fue incapaz, por ejemplo, dedica un paréntesis, en media línea, para
razones diversas, de asumir su radicalidad teórica. calificar de "atisbo genial", en contra del materia-
En todo caso, el 'lamarckismo' de Engels siempre lismo clásico francés, las percepciones evolucionistas
ENGELS y DARWIN 367

de Geothe y Lamarck (20). En AntiDühring (1878) Liebig y en relación con la influencia general de
encontramos una referencia más amplia, en el con- las ideas de Lamarck sobre los científicos de su
texto de una ardorosa defensa de la teoría darwinis- tiempo (p. 238). Más interesante, desde el punto
ta: "Pero ya es hora de que volvamos la espalda a de vista filosófico, es la asociación que se hace de
todos estos gruñidos y lamentaciones, coléricos y la teleología supuesta por la dialéctica hegeliana
contradictorios, con que el señor Dühring da rienda en los seres vivos -cuestión que Engels caracteriza
suelta a su rabia contra el progreso gigantesco que como ideología - y la noción de necesidad lamarc-
las ciencias naturales deben al impulso recibido kiana (p. 169). Todas estas observaciones, por de-
con la teoría darwinista. Ni a Darwin ni a los natu- más marginales, excepto la primera, están conteni-
ralistas partidarios suyos se les pasó por la mente das en las Notas y Fragmentos, es decir en mate-
menoscabar en lo más mínimo los grandes méritos riales de trabajo no desarrollados por Engels.
de Lamarck; son precisamente ellos quienes lo al- Las referencias a Darwin, en cambio, son abun-
zan de nuevo sobre el pavés. Pero no debe perderse dantísimas e incluyen reflexiones amplias y de sig-
de vista que en tiempos de Lamarck la ciencia no nificación profunda. Acota, por ejemplo, Engels,
disponía aún, ni mucho menos, de datos suficientes en El origen de la familia, la propiedad privada y
para poder resolver el problema del origen de las el Estado: "El nuevo descubrimiento de la primitiva
especies más que anticipándose a su época, de un gens de derecho materno, como etapa anterior a la
modo profético, por así decido. Desde los tiempos gens de derecho paterno de los pueblos civilizados,
de Lamarck, aparte del enorme cúmulo de materia- tiene para la prehistoria la misma importancia que
les reunidos por la botánica y la zoología descrip- la teoría de la evolución de Darwin para la biología,
tivas y anatómicas, han surgido dos ciencias com- y que la teoría de la plusvalía, enunciada por Marx,
pletamente nuevas, de importancia decisiva en este para la Economía política" (23). En Ludwig Feuer-
terreno: la embriología, o ciencia del desarrollo de bach ... , Darwin es mencionado como el primero
los gérmenes vegetales y animales, y la paleonto- que desarrolló sistemáticamente la idea de que "los
logía, o investigación de los vestigios orgánicos productos orgánicos de la naturaleza que hoy exis-
que se conservan en las diferentes capas de la su- ten en torno nuestro, incluyendo a los hombres,
perficie terrestre. En efecto, se ha descubierto que son el resultado de un largo proceso de evolución,
existe una coincidencia muy peculiar entre el desa- que arranca de unos cuantos gérmenes primitiva-
rrollo gradual de los gérmenes orgánicos hasta lle- mente unicelulares, los cuales, a su vez, proceden
gar a formar organismos maduros y la gradación del protoplasma o albúmina formada por vía quími-
de las plantas y los animales que van apareciendo ca" (24). El aporte de Darwin es considerado aquí,
sucesivamente en la historia de la Tierra. Y esta junto al descubrimiento de la célula y a la prueba
coincidencia es precisamente la que ha dado la base de la transformación de la energía, un descubri-
más firme para la teoría del desarrollo. Pero esta miento que da un impulso gigantesco a los conoci-
teoría es todavía muy joven, por lo cual es induda- mientos humanos respecto del carácter procesual
ble que las investigaciones ulteriores vendrán a mo- y concatenado de los fenómenos naturales.
dificar de manera notable incluso las ideas riguro- En AntiDühring, las referencias se inician en la
samente darwinistas acerca del proceso de desarro- Introduccián, en donde Engels señala que Dühring
llo de las especies" (21). De modo que en este es antidarwiniano (según Dühring las ideas de este
texto, que Engels prologó por última vez en 1894, último serían un cúmulo de brutalidades de lesa
él afirma la continuidad entre Lamarck y Darwin, humanidad (p.29» y lamarckiano, lo que revela
la superioridad teórica de este último y el carácter que no entiende ni a uno ni a otro. En el apartado
provisional de toda teoría científica. VI de la sección de Filosofía, del mismo estudio,
En Dialéctiva de la naturaleza, materiales y encontramos una reseña de lo que Engels entiende
apuntes no publicados por Engels, Lamarck aparece del aporte darwiniano, por oposición al pseudodar-
citado, en una línea, en relación al desarrollo de winismo construido por Dühring. Básicamente En-
las ideas evolucionistas, mención que culmina con gels sostiene que Darwin tuvo la idea de que las
un "fue llevado a la victoria por Darwin, en 1859, especies vegetales y animales no eran constantes
exactamente cien años después" (22). Aparece, sino variables, como un resultado de sus viajes
también, ligado a Darwin, en notas que destacan científicos. Que continuó la investigación en este
la comprensión de la naturaleza como procesos li- campo mediante el estudio de la crianza de plantas
gados a desarrollos (p.157). Aparece nuevamente y animales. Que mediante esta investigación logró
mencionado en unas observaciones críticas sobre probar, por una parte, la variabilidad de las especies
368 HELIO GALLARDO

y, también, la posibilidad de antecesores comunes vivos. Señala Engels que Darwin expresamente de-
a organismos que poseían distintos caracteres de clara que la expresión 'selección natural' incluye
especie. Que desde estos resultados, Darwin inves- sólo la conservación de los cambios, no su origen
tigó si no existirían en la naturaleza causas que (28).
crearan, en los organismos vivos, sin que mediara Admite, asimismo, Engels, que la teoría de Dar-
una intención consciente, transformación seme- win es principalmente descriptiva y no explicativa
jante a las de la crianza artificial. Y culmina su de cómo las desviaciones individuales van convir-
síntesis Engels: "Encontró estas causas en la des- tiéndose gradualmente en características de una
proporción entre el número inmenso de gérmenes raza, de una variedad o de una especie, pero atri-
creados por la naturaleza y el número pequeño de buye esta deficiencia a la ausencia de conocimiento
organismos que llegaban realmente a desarrollarse. positivo sobre estas causas (29) y afirma también
y como todo germen tiende a desarrollarse, surge que esta ausencia de conocimiento positivo llevó
necesariamente una lucha por la existencia, que no a Darwin a una generalización unilateral excesiva
se revela solamente en forma de lucha directa, física -lo que J. Hemleben califica, en 1968, como el
y devora, sino también como lucha por el espacio carácter unilateral que constituye, a la vez, la
y -Ia luz, aun en el mundo de las plantas. Y es fuerza y la debilidad de la teoría darwiniana - ,
evidente que en esta lucha llevan las mayores pers- propia, sin embargo, de quien realiza un progreso
pectivas de madurar y multiplicarse, aquellos indi- teórico real. Pese a lo primero, insiste Engels,
viduos que posean cualquier particularidad indivi- "quien impulsó las investigaciones encaminadas a
dual, por insignificante que ella sea, ventajosa en averiguar dónde reside la verdadera causa de todas
la lucha por la existencia. Estas particularidades esas transformaciones y diferencias fue, de nuevo,
individuales tienden, pues, a transmitirse por heren- Darwin" (30). Engels remite aquí a la reciente,
cia, y cuando se presentan en muchos individuos para el período, obra de E. Haeckel (Morfología
de la misma especie, tienden a acentuarse por he- general de los organismos, 1866), naturalista ale-
rencia acumulativa en la dirección inicial, mientras mán y ardoroso darwinista, desde la cual resultaba
que, por su parte, los individuos no dotados de posible concebir la transformación de las especies
esas particularidades sucumben más fácilmente en como el resultado de un proceso de acciones mutuas
la lucha por la existencia y acaban por desaparecer de adaptación y herencia, "en que la adaptación
paulatinamente. De este modo, las especies se aparece como el lado modificativo y la herencia
transforman por selección natural y sobreviven los como el lado conservador del proceso" (31).
más aptos" (25). Particularmente importante resulta la caracteri-
A continuación, Engels denuncia como una in- zación que Engels hace del aporte de Darwin a la
comprensión teórica el buscar el origen de la con- configuración del espacio teórico de la biología y
cepción darwiniana ·de la lucha por la existencia de las ciencias naturales, espacio teórico que él
en la teoría económica de la población realizada opone al espacio ideológico cuyas representaciones
por Malthus, como pretende Dühring -sobre este fundamentales son el deísmo y el creacionismo
punto volveremos más adelante- yenfatiza que (32). Darwin es también muy claro respecto de su
Darwin fue quien dio el impulso decisivo para el aporte materialista para la comprensión de los ca-
estudio de las leyes de la población en los organis- racteres de los' organismos vivos: "Todas las men-
mos naturales (26). Critica asimismo Engels la re- cionadas reglas, ayudas y dificultades en la clasifi-
ducción que Dühring hace del concepto de "lucha cación pueden ser explicadas, si no me engaño,
por la existencia" traduciéndolo en términos de una con la hipótesis de que el sistema.natural se funda
imagen propia del mundo animal en el que la ali- en la descendencia con modificación; que los carac-
mentación "se efectúa por medio de la devoración teres que los naturalistas consideran como demos-
y rapacidad", mientras que Darwin hace extensiva trativos de verdadera afinidad entre dos o más es-
la lucha a toda la naturaleza orgánica. Enfatiza pecies cualesquiera son los que han sido heredados
todavía Engels que Darwin jamás señaló -como de un progenitor común, siendo genealógica toda
pretende Dühring - que todos los organismos ac- verdadera clasificación; que la comunidad de origen
tuales proceden de un único ser primitivo, cuestión es el lazo oculto que los naturalistas han estado
que está en abierto conflicto con la letra y el espíritu buscando inconscientemente, y no algún plan igno-
de El origen de las especies (27) y que tampoco hizo rado de creación, ni el enunciado de proposiciones
de la unión sexual el principio fundamentaldel naci- generales ni la mera reunión o separación de objetos
miento de las propiedades de los organismos más o menos parecidos" (33).
/
ENGELS y DARWIN 369

Existen muchas otras referencias semejantes res- a Engels a un lamarckismo disimulado. La cuestión
pecto a la obra y significación de Darwin en los parece todavía más polémica si consideramos que
trabajos de Engels (34), pero creemos que con las la obra de Darwin, como indica Bernal, "se publicó
realizadas hasta aquí basta para comprobar que el en una época en que su contenido fue mal entendi-
autor que nos interesa, Engels, conoció la obra de do. El sector radical y anticlerical en la economía
Darwin, asumió su significación teórica general y y la política lo consideró como una nueva imagen
específica - y ello implica su distanciamiento res- de sus propias teorías dellaisser faire y del 'ayúdate
pecto de las tesis de Lamarck consideradas, eso sí, a ti mismo'. Se consideró, por tanto, como una
"atisbos geniales" - y guardó frente a aspectos de justificación de todo lo que estaba ocurriendo en
ella una distancia crítica debido fundamentalmente el mundo capitalista, de la despiadada explotación
a la ausencia de conocimiento positivo respecto de del hombre por el hombre y de la conquista de los
los efectivos mecanismos de la herencia (desde lue- pueblos menos avanzados por los más poderosos.
go, ni Engels ni Haeckel tuvieron noticia tampoco Incluso la guerra podía justificarse por comparación
de los trabajos de Mendel, redescubiertos, según con la Naturaleza, 'ensangrentada porlas garras y
hemos dicho, en 1900, ni pudieron trabajar con las colmillos de los más fuertes" (37). Bernal se está
categorías de gene, fenotipo y genotipo o mutación refiriendo a las doctrinas del darwinismo social
(de Vries) , etc.). De modo que existe un darwi- que, apoyadas en fuentes diversas, como la obra
nismo engelsiano no contaminado incluso por la de Vogt, E.O. Schmidt y Haeckel, en Alemania,
aceptación acrítica que la teoría darwiniana suscitó de Spencer y Bagehot y, posteriormente, de Galton,
en lo que Dodson y Dodson, siguiendo a Stebbins, en Inglaterra, de Worms y de Lapouge, en Francia,
llaman el Período Romántico (1860-1903) del pen- etc., reforzaron o apuntalaron el racismo, el clasis-
samiento evolucionista, fase caracterizada por una mo, y contribuyeron a la delirante metafísica nietzs-
actitud apologética hacia El origen de las espe- cheana de finales de siglo. En Estados Unidos, por
cies,la acriticidad hacia los datos de la experiencia, ejemplo, Surnner (1840-1910) escribía que "los
la descalificación de la evidencia negativa y la ma- millonarios eran el producto de la selección natural"
nipulación de la información para ajustarla a la (38), y J.D. Rockefeller, Sr., apuntaba que "El
teoría de Darwin (35). En este período polémico éxito de una empresa no es sino el resultado de la
y apologético se ubican T.H. Huxley y H. Spencer supervivencia de los mejores. Se trata sencilla-
en Inglaterra, David Starr Jordan y Asa Grey en mente del funcionamiento de una ley de la natura-
Estados Unidos de Norteamérica y Carlos Gegen- leza y del cumplimiento del designio de Dios" (39).
baur, Ernesto Haeckel y Augusto Weismann en Estas extrapolaciones sociales del darwinismo tu-
Alemania. vieron efecto, asimismo, en las ideologías imperia-
La ya reiterada mención de E. Haeckel -al que les de los centros consolidados o en expansión, en
Engels remite en cuanto a sus estudios científicos los racismos nazi y norteamericano respecto de los
(Haeckel estableció sistemáticamente las relaciones latinoamericanos (40) y se prolonga, aún, en inves-
entre filogénesis y ontogénesis) y al que critica tigaciones 'científicas' que prueban que los desór-
duramente por sus planteamientos filosóficos, ideo- denes mentales derivan de fallas genéticas heredi-
lógicos, pseudomaterialistas (Haeckel es uno de tarias (41). Para el darwinismo social, las nociones
los fundadores ideológicos del 'darwinismo so- de "lucha por la existencia" y "supervivencia de
cial')(36), nos permite, todavía, referimos a otro los más aptos", aplicadas a las sociedades humanas
aspecto que muestra la efectiva comprensión que sugieren que la naturaleza dispone que los rnejor
Engels tenía acerca de la significación teórica de dotados triunfarán en las situaciones competitivas
la obra de Darwin. El punto posee cierta compleji- y que este triunfo conducirá a un mejoramiento
dad en cuanto remite a una de las ideologías que continuo ... y por ello también implican que todos
inspiraron la teoría de Darwin, las tesis de Malthus los intentos de reforma social constituyen esfuerzos
(1776-1834) acerca de que el crecimiento incontro- para remediar lo insalvable o irrecuperable y, sobre
lado de la población huymana era la causa de la todo, que estos intentos de reforma interfieren ne-
pobreza, el hambre y la guerra (Essay on the Prin- gativamente las leyes de la naturaleza y conducen,
ciple of Population, 1798). Estaasociación ideoló- de esta forma, a la degeneración (42). Aunque este
gica Malthus-Darwin podría hacer sospechar que tipo de discurso tiene una antigüedad de por lo
Engels, al rechazar la economía políticaapologética menos un siglo, a los latinos, centroamericanos y
de Malthus, renunciaría, asimismo, a las proposi- caribeños nos resulta actualmente muy familiar en
ciones naturalistas de Darwin.Ello podría conducir relación a la sabiduría 'natural' de una economía
370 HELIO GALLARDO

que se rige exclusivamente por las leyes del mer- en su proceso de descubrimiento e, incluso, haber
cado (privatización, reaganomics, neoliberalismo) sido empleada como instrumento teórico (45). Sin-
y que condena enfáticamente toda eventual acción téticamente, para Engels, el dominio objetivo de
económica 'degenerativa' del Estado. la teoría darwiniana no requiere de las "gafas" malt-
El que la relación Malthus-Darwin pudiese tener husianas.
'efectos' en la consideración teórica engelsiana - Las relaciones que Engels establece sobre esta
cuestión que, como veremos, es enteramente infun- cuestión son, sin embargo, más complejas. En las
dada- puede surgir como sospecha, también, de- notas y fragmentos de Dialéctica de la naturaleza
bido a que esta asociación sí produjo efectos nega- critica fuertemente la reducción del fenómeno de
tivos en la Unión Soviética de la primera parte de la diferenciación en especies a una lucha por la
este siglo, desacreditando a Darwin (y favoreciendo existencia derivada de la sobrepoblación. Indica
por tanto un neolamarckismo que está en la base que los fenómenos evolutivos están ligados, asimis-
del michurinismo y del lysenkismo) en función de mo, a procesos migratorios y de modificación del
la fuente y utilización burguesa de su pensamiento. medio, así como a las determinaciones del inter-
Como corrientemente se atribuye a Engels una in- cambio sexual. Dice Engels: "De ahí que la 'adap-
fluencia filosófico-científica -cualquier cosa que tación y herencia' de Haeckel puede llevar adelante
esto quiera decir- decisiva en el marxismo-leni- todo un proceso de evolución, sin necesidad de la
nismo (un invento ideológico del período stalinia- selección y el malthusianismo" (46). Engels insiste
no), entonces podría ocurrir que en Engels encon- en que el error de Darwin consiste en ligar la 'se-
trásemos al menos la motivación del distancia- lección natural' con la 'supervivencia del más apto'
miento del pensamiento 'proletario' de la obra de -fraseología esta última creada por H. Spencer-
Daiwin (43). Ahora, ya indicamos que esto no es indicando que en términos objetivos la selección
así. Engels distingue claramente entre el proceso por presión de la superpoblación puede hacer sobre-
de descubrimiento -en el que tiene un lugar la vivir a los más fuertes en cierto sentido, pero que
ideología sobre la población de Malthus- y el son débiles en otros. Igualmente señala que la se-
producto teórico logrado por Darwin. Dice Engels: lección por adaptación puede significar tanto una
"Contra esta teoría darviniana, objeta el señor Dü- regresión como un progreso. Finaliza diciendo, "Lo
hring, que el origen de la idea de la lucha por la principal: que cada progreso en la evolución orgá-
existencia hay que buscarlo, como 10 confesó el nica sea al mismo tiempo una regresión, una evo-
propio Darwin, en una generalización dé las ideas lución que fija una evolución unilateral y excluye
del autor de la teoría económica de la población, la posibilidad de la evolución en muchas otras di-
Malthus, con 10 que comparte todos los vicios in- recciones" (47). Como se ve, lo que reclama Engels
herentes a esta teoría malthusiana sacerdotal sobre a Darwin es una interpretación unilateral e ideoló-
el exceso de población. Pero a Darwin no se le gica del principio de selección natural y su no com-
ocurre ni por asomo decir que el origen de la idea prensión en términos de una dialéctica objetiva,
de la lucha por la existencia hay que buscarlo en científica. La nota siguiente, dedicada a la expre-
Malthus. Lo que dice es que su teoría de la lucha sión 'lucha por la vida', nos aclara el sentido de
por la existencia es ~la teoría de Malthus aplicada la polémica engelsiana: "Toda la teoría darvinista
a los mundos animal y vegetal. Y por grande que de la lucha por la existencia no es más que el
fuese el descuido de Darwin al aceptar, en su sim- traslado, de la sociedad a la naturaleza orgánica,
pleza, tan a la ligera la teoría ma1thusiana, cual- de la teoría de Hobbes, de bellum omnium contra
quiera puede ver a primera vista que no hacen falta omnes (guerra de todos contra todos), y de la teoría
alguna gafas malthusianas para percibir en la natu- económica burguesa de la competencia, así como
raleza la lucha por la existencia, la contradicción de la teoría malthusiana de la población. Una vez
entre el número infinito de gérmenes que la natura- cumplida esta hazaña (cuya justificación incondi-
leza engendra tan pródigamente y la cantidad pe- cional, en especial a la que se refiere a la teoría
queñísima de ellos que, en general, pueden madu- malthusiana, sigue siendo muy cuestionable), re-
rar, contradicción que, en efecto, se resuelve, en sulta muy fácil trasladar estas teorías, de vuelta,
su mayor parte, en la lucha por la existencia, a de la historia natural a la historia de la sociedad,
veces extremadamente cruel" (44). y en conjunto demasiado ingenuo afirmar que con
De modo que para Engels el producto teórico ello estas afirmaciones han quedado confirmadas
darwiniano no contiene la ideología ma1thusiana, como leyes naturales eternas de la sociedad" (48).
aunque ésta pueda haber servido como motivadora Se trata, nuevamente, de la crítica de los supuestos
ENGELS y DARWlN 371

ideológicos de la teoría científica de la selección burguesa puede existir: en una palabra, las condi-
natural y, también, de su resonancia y prolonga- ciones de su producción e intercambio expresadas
ción ideológicos en el darwinismo social, o sea del en forma abstracta y sumaria. También para noso-
traspaso de las categorías 'selección natural-super- tros, en consecuencia, ninguna de estas leyes, en
vivencia del más apto', eficaces en la comprensión cuanto expresa condiciones puramente burguesa, es
de un área de los fenómenos naturales, a la expli- más antiguaque la sociedadburguesamoderna"(51).
cación, sin más, de los fenómenos histórico-socia- Creemos que con todas estas referencias pode-
les, es decir como una forma del discurso de domi- mos cerrar tentativamente nuestra primera aproxi-
nación de clase, extensión indebida de un pensa- mación a la relación Engels-Darwin con las si-
miento que Engels podía considerar metafísico. Si guientes conclusiones:
consideramos las polémicas del período, lo que a) Engels conoció la obra de Darwin y fue capaz
está aquí en cuestión es el materialismo histórico de reconocer y asumir su aporte teórico específico
y, con él, la posibilidad de la transformación social y su significación para una comprensión materia-
consciente de la organización capitalista de la vida. lista (en el sentido engelsiano) del mundo; desde
Engels subraya claramente la distorsión ideológica: este punto de vista, el pensamiento de Engels se
"Aceptemos por un momento la frase "lucha por inscribe teóricamente en el darwinismo del período
la existencia", con vistas a la discusión. Cuando y no en el lamarckismo;
mucho, lo único que consigue un animal es recolec- b) la crítica de Engels a la teoría darwiniana se
tar; el hombre produce, prepara los medios para orienta hacia su carácter descriptivo, no explicati-
la vida, en el sentido más amplio de las palabras, vo, a lo que considera unilateral insuficiencia de
que sin él la naturaleza no habría producido. Esto su principio de "selección natural-supervivencia
impide todo traslado inmediato a la sociedad huma- del más apto" como causa de la variabilidad de los
na, de las leyes de la vida en las sociedades anima- organismos vivos, y atribuye estas deficiencias a
les ( ... ) Aquí -donde los medios de desarrollo se la ausencia de conocimientos positivos, en el pe-
producen en escala social- ya son inaplicables por ríodo , acerca de los mecanismos de la herencia;
entero las categorías tomadas del reino animal" en estas condiciones, y siempre dentro del marco
(49) y su efecto político: "La concepción de la del darwinismo teórico, Engels asume las tesis
historia como una serie de lucha de clases es ya complementarias del principio de selección natural
mucho más rica en contenido, y más profunda que del darwinista alemán E. Haeckel: herencia (--)
su simple reducción a fases, apenas distinguidas adaptación, y
entre sí, de la lucha por la existencia" (50). e) el otro nivel de la crítica engelsiana se refiere
En su carta a F.A. Lange, un darwinista social, a los antecedentes ideológicos de la teoría darwi-
Engels reafirma su crítica del aparato y uso ideoló- niana y a la apropiación y resonancia de esta misma
gicos que entorpecen y bloquean no sólo la com- teoría como ideología burguesa de dominación a
prensión y desarrollo científicos de las tesis de Dar- través de las diversas variedades del darwinismo
win, sino que impiden el conocimiento de los fenó- social, incluyendo sus antecedentes en el materia-
menos históricos y sociales y obstruyen y paralizan, lismo vulgar (Büchner, Vogt, por ejemplo). Este
por ello, la teoría revolucionaria: "También a mí último punto nos pone en relación con la preocupa-
me sorprendió, la primera vez que leí a Darwin, ción fundamental de Engels en la literatura que
la notable semejanza entre su descripción de la vida examinamos: la significación teórica del materia-
de las plantas y los animales y de la teoría maltthu- lismo histórico, o sea, de la teoría marxista de la
siana. Sólo que yo llegué a una conclusión diferente historia.
a la de usted, esto es, que nada desacredita más al La observación precedente nos pone directa-
desarrollo burgués moderno que el no haber logrado mente en contacto con la segunda aproximación
todavía superar las formas económicas del mundo que realizamos en este trabajo. Ella intenta respon-
animal. Para nosotros, las llamadas "leyes econó- der a la inquietud: ¿cómo debe ser leído teórica-
micas" no son leyes eternas de la naturaleza, sino mente el artículo de Engels, El papel del trabajo
leyes históricas que aparecen y desaparecen; y el en la transición del mono al hombre?
código de la economía política moderna, en la me-
dida que ha sido confeccionado con recta objetivi- 11
dad por los economistas, es para nosotros simple-
mente un resumen de las leyes y condiciones en Engels: significación teórica de "El papel del
las cuales únicamente la sociedad moderna trabajo en la transición del mono al hombre".
372 HELIO GALLARDO

Hemos indicado que el pensamiento de Engels controversia había sido difundido, desde el dann-
respecto de las tesis evolucionistas que ganan te- nismo, por ejemplo, por· Huxley y el mis
rreno entre los naturalistas de la segunda mitad del Haeckel. El primero escribió, en 1863: "Pode
siglo XIX se ubica al interior de un darwinismo considerar cualquier sistema de órganos y la co••
(Darwin-Haeckel) asumido críticamente por razo- paración de sus diferentes rasgos con los de la se -
nes teóricas -su unilateralidad debida principal- de los monos nos conduce invariablemente
mente a la ausencia de conocimiento positivo sobre mismo resultado: que las diferencias anatómi
los mecanismos de la herencia, en el período- y que separan al hombre del gorila y del chimpancé
político-ideológicas: su prolongación en el darwi- son menores que las que separan al gorila de I
nismo social, tendencia ajena al pensamiento de monos más inferiores" (52).
Darwin pero que enfrentaba directamente el papel En su Origen del hombre, Darwin es, asimismo
teórico del materialismo histórico - teoría de la preciso sobre este punto: " ... podemos deducir que
historia marxista - y a su significación política: la, el hombre debe su origen a algún antiguo miembro
posibilidad y necesidad de la revolución so- del sub-grupo antropomorfo ( ... ) Comparado con
cial. la mayor parte de las formas que más se le aproxi-
Conviene especificar alguna información acerca man, vemos que es seguro que el hombre habrá
del texto de Engels, El papel del trabajo en la experimentado una suma extraordinaria de modifi-
transformación del mono al hombre. Fue escrito caciones, refiriéndose principalmente al enorme de-
en 1876 como parte de un trabajo que llevaba por sarrollo del cerebro y al hecho de su actitud vertical;
título Las tres formas fundamentales de esclavitud. pero, sin embargo, no debemos olvidar que el hom-
Posteriormente, pasó a ser una sección de la Intro- bre 'no es más que una de las diversas formas
ducción de un estudio que Engels pensó llamar La excepcionales de los Primates'" (53).
esclavizacián del trabajador. Ninguno de estos pro- Puede señalarse que en sus aspectos naturalistas,
yectos, incluyendo El papel del trabajo ... , fue con- El papel del trabajo en la transición del mono al
cluido. Este último, bajo la forma de un artículo hombre, de Engels; se inscribe plenamente en el
independiente no terminado, fue publicado recién darwinismo del período, no sólo por su referencia
en 1896. Lo que interesa, sin embargo, destacar, directa al capítulo VI de la obra de Darwin, El
de esta primera especificación, es que el texto se origen del hombre: "Los primeros antecesores del
inscribe dentro de una temática histórico-social, hombre tenían, sin duda, cubierto el cuerpo por
no biológica o naturalista y que él fue publicado completo de pelos, siendo barbudos ambos sexos;
un año antes de la muerte de Engels, es decir du- sus orejas eran puntiagudas y movibles; estaban
rante el período que se considera de divulgación, provistos de una cola mal servida por músculos
por su parte, de la novedad teórica del materialismo propios (... ) nuestros antecesores vivíari sin duda
histórico. habitualmente sobre los árboles, en algún país cá-
En 1876, fecha en que Engels escribe este estu- lido, cubierto de bosques" (54), sino por la coinci-
dio.. Darwin ha publicado su Origen del hombre dencia, en el artículo de Engels y el libro de Darwin,
(1871), trabajo con el que ingresa, desde su auto- en enfoques específicos como el papel de las manos
ridad teórica, a la controversia respecto de si el ser y de la actitud vertical (Darwin, págs. 113-117),
humano es un resultado de la evolución de los la aparición del lenguaje, el perfeccionamiento de
organismos vivos o un caso especial de la Creación. los órganos vocales y su influencia sobre el cerebro
Haeckel ha publicado ya también lo fundamental y el pensamiento (Darwin, págs. 42-46), sobre la
de su obra teórica (Morfología general de los orga- gestación de la religión (Darwin, págs. 53-54),
nismos, 1866; Antropogenia, 1874; Historia natu- etc .. Citemos sólo uno de estos aspectos para apre-
ral de la Creación, 1873). El punto central de la ciar la similitud:
ENGELS y DARWIN 373

escribe Darwin escribe Engels

"No hubiera alcanzado nunca el hombre su posición domi- "Se entiende que si la marcha erguida entre nuestros velludos
nante en el mundo sin el uso de sus manos, instrumentos antepasados fue primero la regla, y luego, con el tiempo;
una necesidad, deben de haber recaído sobre las manos,
tan admirablemente apropiados a obedecer su voluntad (... )
entre tanto, funciones distintas (... ) Aquí se advierte el gran
Si es ventajoso para el hombre el tener libres las manos y abismo que existe entre la mano no desarrollada, aun de los
los brazos y el poderse sostener firme sobre sus pies (... ) monos más parecidos al hombre, y la mano humana, que
no veo ninguna razón para que no haya sido igualmente cientos de miles de años de trabajo llevaron a una altísima
ventajoso a sus antecesores el erguirse siempre más y el perfección (... ) Mano alguna de mono ha modelado nunca
convertirse en bípedos(... ) El uso libre de brazos y manos, el más tosco cuchillo de piedra (... ) Pero la mano no existía
en parte causa y en parte efecto de la posición vertical del sola, era apenas otro miembro de un organismo integral,
hombre, parece haber determinado indirectamente otras mo- muy complejo. Y lo que benefició a la mano, benefició
dificaciones de estructura ...•• (55). también a todo el cuerpo que servía" (56).

La otra referencia naturalista, explícita y docu- es aquí, sin embargo, decisivamente significativa.
mentada, que realiza Engels en su artículo remite El punto central es cómo debe leerse teóricamente
a C. Fraas (El clima y el mundo vegetal a través el texto de Engels. Si nos remitimos, por comodi-
de los tiempos, una historia de ambos, 1847), a
dad didáctica, sólo a su título, encontramos al me-
quien él y Marx consideraron darwinista antes de
nos dos énfasis o claves de lectura: una naturalista
Darwin (57).
La cuestión naturalista, sobre la que podrían y otra histórico-social. Podemos apreciar la dife-
aportarse muchos más ejemplos de coincidencia no rencia de un modo gráfico:

lectura naturalista lectura histórico-social

I I
El papel del trabajo en la transición del mono al hombre El papel del trabajo en la transición del mono al hombre

Desde luego, la primera clave carece de novedad pues, el trabajo como medio de producción del ser
teórica; el texto de Engels no es, desde este punto humano (es decir como producción de medios de
de vista, sino Darwin-Haeckel-Fraas. La segunda vida especfficamente humanos). Todo el texto pro-
lectura remite, en cambio, a la noción, fundamental sigue en esa línea. Indiquemos los núcleos más
en la teoría marxista de la historia, de producción relevantes: " .. .la mano no es sólo el órgano del
de medios de vida humanos, y de esto es lo que trabajo, sino también el producto del trabajo"
fundamentalmente trata el texto de Engels. (p. 139), " ... el desarrollo del trabajo ayudó por
Que la anterior lectura no es arbitraria lo prue- fuerza a unir los miembros de la sociedad entre sí,
ban, por ejemplo, la referencia contextual no con- al incrementar los casos de ayuda mutua y de acti-
sumada a que hicimos referencia anteriormente y, vidad conjunta, y al poner en claro la ventaja de
en el texto, por ejemplo, su primer párrafo: "El esta actividad conjunta para cada individuo .. En
trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los una palabra, los hombres en formación llegaron al
especialistas en economía política. Y en verdad es punto en que tenían algo que decirse. La necesidad
la fuente, junto a la naturaleza, que le proporciona creó al órgano; la laringe no desarrollada del mono
el material que convierte en riqueza. Pero es muchí- se transformó con lentitud pero con seguridad, gra-
simo más que eso. Es la fundamental y primera cias a la modulación para producir otras modulacio-
condición de toda existencia humana, y ello en tal nes cada vez más desarrolladas, y los órganos de
medida que, en cierto sentido, debemos decir que la boca aprendieron poco a poco a pronunciar un
el trabajo creó al hombre" (58). Este es el texto sonido articulado tras otro" (p. 140)(59). "Primero
que abre el estudio de Engels. La temática es, el trabajo, y con él el lenguaje: estos fueron los
374 HELIO GALLARDO

dos estímulos más esenciales bajo cuya influencia 3) un cierto grado de desarrollo productivo
el cerebro del mono se convirtió poco a poco en mite la inversión (trastrocamiento):
el del hombre, que a pesar de toda su similitud es
mucho mayor y más perfecto" (p.141). "Cientos carácter dirigente de la mente++--> trabajo-~idealismo (filosofía.
concepción del mundo)
de miles de años ( ... ) transcurrieron, sin duda,
antes que la sociedad humana surgiera de una banda
de monos trepadores de árboles. Pero al cabo apa-
reció. ¿Y qué volvemos a encontrar con diferencia
característica entre la banda de monos y la sociedad
humana? El trabajo" (p.143), etc. (60).
De modo que la clave correcta para leer El papel
del trabajo en la transición del mono al hombre
4) animal (usa)#ser humano (domina)

II
la naturaleza

el proceso de trabajo

Z
ser natural con conciencia
I
destrucci600
ecológica

es la noción de 'producción de medios de vida'


que supone una determinada base natural que En-
li 1
trabajo -----> crítica del
gels toma de las ideas científicas más desarrolladas capitalismo
en la época, base que, sin embargo, no constituye
el aspecto central ni el objeto teórico del trabajo.
Una frase del estudio nos liga con el objeto funda- socialismo
'mentaí del materialismo histórico: "El trabajo co-
mienza con la elaboración de herramientas" Una gruesa consideración cuantitativa nos sirve
(p. 142). Recordemos la referencia de Marx acerca también para indicar el sentido del texto. El artículo
de Darwin: "Darwin llamó la atención hacia la his- consta de 26 párrafos, de los cuales indisputable-
toria de la tecnología natural, es decir hacia la mente 14 pertenecen a consideraciones histórico-
formación de órganos de plantas y animales consi- sociales y 10 a aspectos naturalistas. Más importan-
derados como medios de producción para su vida. te, los párrafos histórico-sociales abren el texto (1)
La historia de los órganos productivos del hombre y lo dominan casi ininterrumpidamente desde su
social, base material de toda organización, ¿no sería momento medio hasta el final (13, 14, 15, 16, 17,
digna de investigadores similares? ( ... ) La tecnolo- 18, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26).
gía pone al desnudo el modo de acción del hombre Ahora, ¿por qué este interés teórico o intelectual
respecto de la naturaleza, el proceso de producción de Engels? Desde luego, él es el primer divulgador
de su vida material, y por consiguiente el origen del materialismo histórico, pero el texto fue escrito
de las relaciones sociales y de las concepciones antes de la muerte de Marx (1883) y precede a
intelectuales que de ellas derivan" (61). Así, el AntiDühring (1878), El origen de la familia, la
texto de Engels contiene como referente teórico propiedad privada y el Estado (1884) y a Ludwig
fundamental la concepción materialista de la histo- F euerbach y el fin de la filosofía clásica alemana
ria. Es desde ella que lee (o enlaza) el naturalismo (1888). Su motivación parece ser, por tanto, más
darwinista con la producción específica de lo huma- coyuntural y remitir al enfrentamiento con el dar-
no: la producción y apropiación de su vida me- winismo social que traspasaba las tesis naturalistas
diante el trabajo. Un punteo lineal de los principa- al campo de la comprensión de la sociedad y de la
les núcleos discursivos del artículo de Engels nos historia. Contra esta interpretación, Engels afirma
mostrará, todavía con mayor claridad, este refe- el origen natural del ser humano, su carácter ani-
rente teórico (62): mal, pero también y sobre todo su especificidad
cultural (su producción mediante la producción de
medios de producción, cuestión inadvertida por
1) la mano es órgano y producto del traba- Darwin) , su carácter propiamente humano no re-
jo ~--> lenguaje ductible al mundo animal. De aquí, por ejemplo,
su asociación entre las imágenes 'economía de ra-
2) la sociedad (humana) está determinada por piña' (animal) y 'organización capitalista de la pro-
el trabajo: distinción entre economía de rapiña (ani- ducción' y su prolongación en la destrucción ecológi-
mal) y economía productiva (produce medios de ea, enfrentadas todas ellas a las nociones de produc-
producción), humana; esta última conduce al domi- ción de medios de producción, apropiación del carác-
nio sobre el fuego a la domesticación de animales ter natural e histórico-social de la producción, socia-
y, finalmente, al cosmopolitismo ~--> cultura(s) lismo. Estas cuestiones no son teóricamente
ENGELS y DARWIN 375

darwinistas -ni antidarwinistas, puesto que no per- llegado a ser entre nosotros ciertas facultades de
tenecen a su ámbito teórico-, sino histórico-socia- intuición moral, ciertas emociones correspondien-
les, es decir configuran, entre otros, el objeto pro- tes a una conducta justa o falsa, que no tienen
pio del materialismo histórico. Es este objeto el ninguna base aparente en las experiencias de utili-
que Engels delimita, sin negar el darwinismo teó- dad individual'. A mi modo de ver no se ofrece la
rico, sino desde él, en su artículo inconcluso El
menor improbabilidad inherente al hecho de que
papel del trabajo en la transición del mono al hom-
las tendencias virtuosas sean hereditarias, con ma-
bre.
Hacer resaltar la determinación de los diversos yor o menor fuerza (... ) Sólo por el principio de
campos teóricos, el correspondiente a los naturalis- la. transmisión de las tendencias morales, podemos
tas, y el específico del análisis histórico-social, damos cuenta de las diferencias que se cree existen,
resultaba, en la coyuntura, todavía más apremiante, en este concepto, entre las diversas razas de la
puesto que incluso la obra de Darwin, El origen humanidad" (64). El efecto ideológico ('teórico')
del hombre, posee contenidos que admiten una lec- de este tipo de argumentos era el de introducir en
tura desde el darwinismo social, con todos los efec- el ámbito de la comprensión de los fenómenos his-
tos que el peso de una autoridad como Darwin tóricos y sociales, en el ámbito de comprensión de
podía alcanzar en la polémica teórica e ideológica. lo específicamente humano, un elemento exterior,
Escribe Darwin, por ejemplo, derivando la sociabi- equivalente a la Creación que Darwin había expul-
lidad humana directamente de los instintos sociales sado del campo de comprensión de las característi-
animales: "Aunque el hombre, tal como existe ac- cas de los seres vivos. Ya se trate del instinto o de
tualmente, tiene muy pocos instintos especiales por la 'herencia' natural de las virtudes (y vicios) mo-
haber perdido los que sus primeros ascendientes rales, nos encontramos ante un elemento o recurso
hubieron de poseer, no hay ningún motivo para que, extraído de su espacio de eficacia científica,
que no haya conservado de una época extremada- se ideologiza, produciendo como efecto el bloqueo
mente remota, algún grado de amistad instintiva y teórico en la comprensión de la historia, es decir
de simpatía para con sus semejantes. Hasta nosotros de las formas mediante las cuales los seres humanos
mismos tenemos conciencia de que poseemos efec- se han organizado para producir y distribuir sus
tivamente sentimientos simpáticos de esta naturale- medios de vida.
za, pero no sabemos apreciar si son instintivos (ya Estas notas que se han alargado ya demasiado
que su origen asciende a una gran antigüedad, como no pretenden ser exhaustivas. Creemos haber mos-
los de los animales inferiores) o si los hemos adqui- trado con claridad que, en general, la literatura
rido cada uno en particular, en el transcurso de engelsiana asume el valor teórico, científico, de la
nuestra infancia. Siendo el hombre un animal socia- obra de Darwin y que, particularmente su artículo,
ble, es probable también que ha debido heredar El papel del trabajo en la transición del mono al
una tendencia a ser fiel a sus compañeros, cualidad hombre, reproduce las tesis naturalistas del darwi-
que es común a la mayor parte de los animales nismo de la segunda parte del siglo XIX. Creemos
sociables. Podía poseer a la par alguna aptitud para haber indicado, también, que el esfuerzo de Engels
mandarse a sí mismo, y tal vez para obedecer al tiene como eje la mostración del valor y especifici-
jefe de la comunidad. Siguiendo una tendencia he- dad teóricos del materialismo histórico, incluso
reditaria, podía estar dispuesto a defender a sus para comprender y diferenciar lo necesario de lo
semejantes con el concurso de los demás y a ayu- casual en la teoría darwiniana con entera justicia.
darles de un modo que no contrariase su propio Un corolario directo de estas demostraciones es
bienestar ni sus deseos" (63). que el "caso Lysenko", vivido por la Unión Sovié-
Pero la confusión teórico-ideológica de Darwin tica en este siglo, no posee como antecedente inte-
va todavía más allá, al asumir, por ejemplo, la tesis lectual la crítica del darwinismo social o del malt-
de Spencer sobre la heredabilidad de los valores husianismo por parte de Engels y Marx, o su 'la-
morales (virtudes): "Nuestro gran filósofo Herberto marckismo', y que su explicación debe buscarse
Spencer ha emitido recientemente su opinión sobre más bien al interior de la ideologización del ma-
el sentido moral. Dice: 'Creo que las experiencias rxismo original bajo la forma de un marxismo-le-
de utilidad, organizadas y fortalecidas a través de ninismo y en las específicas condiciones políticas
todas las generaciones pasadas de la raza humana, (lucha de clases) de la URSS en el período. Queda,
han producido modificaciones correspondientes, por desgracia, sin tocar, el efecto que estas reflexio-
que, por transmisión y acumulación continuas, han nes tienen para una comprensión de la dialéctica
376 HELIO GALLARDO

de casualidad y necesidad en la literatura engelsia- nuevas propiedades o caracteres adquiridos por los animales •
na, cuestión cuyo tratamiento objetivo excede con las plantas bajo la influencia de las condiciones de vida puede.
mucho las posibilidades de estas notas. transmitirse por herencia (tendencia rnichuriniana, materialista
y progresista, según la Academia), mientras que rechazaba como
idealista y reaccionaria la que llamó tendencia mendelista-mor-
ganista, es decir la que se apoyaba, mejor o peor, en el desarrollo
BmLIOGRAFIA teórico y práctico de la ciencia genética durante este siglo. La
influencia de las opiniones de Lysenko durante el período 1930-
1960 significaron para la Unión Soviética un considerable re-
Abbagnano, Nicola: Diccionario de Filosofía, Fondo de Cultura
traso para su escuela de investigación genética y dramáticas
Económica, México 1963.
catástrofes agrícolas.
Bernal, John D.: Historia social de la ciencia, 2 vols., Penín-
sula, 3a. edic., Barcelona, España 1973. (3) C. Darwin: El origen de las especies, págs. 7-16. En
Buettner-Janusch, John: Origins of Man, PhysicalAntropology, su Mankind Evolving, Dobzhansky subraya la ausencia en estas
John Wiley and Sons, 2a. edic., Nueva York, EUA 1966. menciones de Eduardo Blyth quien, entre 1835-37, anticipó las
Darwin, Carlos: El origen de las especies. Por medio de la ideas de Darwin (op.cit., p.131).
selección natural, Diana, 12a. impresión, México 1978. (4) Cfr. Dodson y Dodson: Evolution. Process and Product,
Darwin, Carlos: El origen del hombre. La selección natural y cap.6. También Dobzhansky, op.cit. págs.2-4.
la sexual, Editora Nacional, México 1956. (5) Cfr. Abbagnano: Diccionario de Filosofía, p.479. El
Dobles, Gonzalo: EL status gnoseológico del materialismo dia-
punto supone una teleología.
Léctico en Federico Engels, tesis de grado, Facultad de Le-
(6) C. Darwin, op.cit., p.8.
tras, Universidad de Costa Rica, Costa Rica 1988..
Dobzhansky, Theodosius: Mankind Evolving, Yale, 12a edic., (7) J. Hemleben: Darwin, p.104. A.R. Wallace (1823-
EUA 1969. 1913) es el biólogo inglés coautor de la teoría de la evolu-
Dodson, Edward y Dodson Peter: Evolution. Process and Pro- ción.
duct, Prindle, Webery Smith, 3a. edic., Boston, EUA 1985. (8) En las referencias de Engels: The Descent of Man, and
Dynnik, M.A.: Historia de lafilosofía, 7 vols., Grijalbo, 3a. Selection in Relation to Sex, Londres 1871, y On the Origin o/
edic., México 1975. Species by Means 01 Natural Selection, or the Preservation 01
Engels, Federico: Dialéctica de la naturaleza, Cartago, Buenos Favoured Races in the Strugle for Life, Londres 1859.
Aires, Argentina 1975.
(9) C. Darwin:EI origen del hombre, págs. 94- 98.
Gallardo, Helio: "Prólogo" a El papeL deL trabajo en la transi-
ción del mono al hombre, Alma Mater, San José de Costa
(lO) tu«, págs. 118-119.
(11) lbid., págs. 125-126. Para una síntesis de estas opíníe-
Rica 1986.
Grobstein, Clifford:La estrategia de la vida, Blume, Madrid, nes, recurrentes en toda la obra, puede verse la p.127.
España 1973. (12) C. Darwin: El origen de las especies, p.I40.
Hemleben, Johannes: Darwin, Alianza, Madrid, España 1971. (13) tua., p.145.
La Nación (periódico), 19-12-1988, San José de Costa Rica. (14) ua., págs. 193-194.
Lecourt, Dorninique: "Introducción" a El caso Lysenko, Anagra- (15) Ibid., págs. 502-503.
ma, Barcelona, España 1974. (16) Los principales trabajos de Lamarck son Filosofía zoo-
Marx, Carlos-Engels, Federico: Obras Escogidas, 8 vols.,
lógica, publicado en 1809, Y la Historia natural de los animales
Ciencias del Hombre, Buenos Aires, Argentina 1973 .
invertebrados (1815-1822). Como no tenemos acceso a sus
Noiray, André (director)LafiLosofía (Diccionarios del saber mo-
derno), Mensajero, Bilbao, España 1974. textos originales reseñamos aquí su pensamiento siguiendo a
Marx, Carlos-Engels, Federico: Obras Escogidas, 8 vols., Edward y Peter Dodson, Abbagnano y Berna!.
Ciencias del Hombre, Buenos Aires, Argentina 1973 . (17) C. Darwin: El origen de las especies, p.135. El texto
Noiray, André (director)Lafilosofía (Diccionarios del saber mo- de Darwin contiene o sugiere, asimismo, una noción de 'progre-
derno), Mensajero, Bilbao, España 1974. so' (adaptación) biológico que no implica una teleología, pero
que puede ser también leído desde la ideología filosófica de la
época (ss. XVIII y XIX, en particular Spencer) como necesario
NOTAS perfeccionamiento constante. Esta última noción, objetivamente
antidialéctica, es rechazada por Engels (Cfr., por ejemplo, El
papel del trabajo en la transición del mono al hombre,
(1) G. Dobles: EL status gnoseológico del materialismo dia-
léctico en F. Engels.
p. 141).
. (2) En 1948, T.D. Lysenko, Presidente de la Academia (18) Ibid., p. 435 .
Lenin de Ciencias Agrícolas de la URSS, hizo aprobar a esta (19) ¡bid., p. 21.
academia una resolución que señalaba que la idea de que las (20) Marx-Engels: Obras Escogidas, t. 7, p. 366.
ENGELS y DARWIN 377

(21) Marx-Engels, op.cit., t.6, págs. 63---M. Más adelante, diferencias cualitativas a diferencias puramente cuantitativas en
en el párrafo siguiente, Engels indica que Dühring es un darwi- la combinación de partículas menores idénticas, hacen lo mismo
Dista vergonzante y un lamarckiano explícito. que cuando exigen ver el fruto como tal, en lugar de cerezas,
(22) Engels: Dialéctica de la naturaleza, p.34. Los cien peras, manzanas, o el animal como tal, en lugar de gatos,
años se refieren a la publicación, por parte de C.F. Wolf, en perros, ovejas, etc.( ... ) La teoría darwiniana exige ese mamifero
1759, de La teoría de la generación, en donde se atacaba la primitivo, el protomamífero de Haeckel, pero al mismo tiempo
doctrina de la inmovilidad de las 'especíes. debe admitir que si este protomamífero contenía en sí mismo,
(23) Marx-Engels, op. cit., t.7, p.13!. en germen, todos los mamíferos existentes, tenía en verdad un
(24) Ibid., págs. 379-380. Véase, asimismo, Engels: Dia- rango inferior al de todos los mamíferos existentes y primitiva-
lictica de la naturaleza, p.159. mente toscos, y por lo tanto era más transitorio que cualquiera
(25) Marx-Engels, op.cit., t.6, p.59. Un Diccionario de de ellos". Véase también la p.216.
Filosofía, el del Saber Moderno, trae, curiosamente, una des- • (37) J.D. Bernal: Historia social de la ciencia, t.l,p.SI2.
cripción semejante a la que realizó Engels. Sólo que el diccio- El comentario de Bernal es muy piadoso. La teoría de Darwin
nario se editó en 1974 (véase, p.86, darwinismoi. 'tenía' que resonar así en la 'espiritualidad' burguesa.
(26) Ibid., p.60. (38) Citado por Dobzhansky: Mankind Evolving,
(27) Véase p.S02, por ejemplo. p.12.
(28) Marx-Engels, op.cit., 1.6, p.63. (39) Ibid., p.12.
(29) Ibid., p.6!. (40) Ibid., p.l3.
(30) Ibid., (41) Un cable en la prensa informa que recientemente los
(31) Idem. Sobre Ernesto Haeckel escribió Darwin: "Los esposos Comings, biólogos norteamericanos, sobre la base de
que quieran darse cuenta de lo que alcanza a descubrir un talento experiencias parciales, intentaron revivir las tesis según las cua-
ingenioso, aliado a una ciencia profunda, pueden consultar las les las disfunciones sociales (alcoholismo, compulsion en el
obras del profesor Haeckel" (El origen del hombre, p.I77). comer, depresión, hiperactividad, etc.) tienen su origen en fallas
(32) Marx-Engels, op.cit. t.6, p.63. genéticas hereditarias, asunto que remite a principios del siglo
(33) C. Darwin: El origen de las especies, p.43S. Dicho cuando la ociosidad, la prostitución y la criminalidad se atribu-
sea, de paso, este es el materialismo al que se adhiere Engels, yeron a causas innatas, "genes malos", tesis cuyas implicaciones
un principio heurístico, positivo, y no una doctrina filosófica. criminales fueron entusiásticamente practicadas por el nazismo
(34) Cfr. Del socialismo utópico al socialismo científico, (Cfr. La Nación, 19-12-1988).
p.304; Cartas a Lange (29-III-1865) y a Marx (28-V- 1876), (42) Dobzhansky, op.cit., p.l33. En el período, por tanto,
y, desde luego, en Dialéctica de la naturaleza (véase especial- el darwinismo social era obviamente antisocialista.
mente p.159) y específicamente en el artículo "El papel del (43) De hecho, y por ejemplo, la Historia de la Filosofía
trabajo en la transición del mono al hombre". Marx también se de M.A. Dynnik, un texto soviético 'clásico', enfatiza como
refirió al Origen de las especies ... como "el libro que contiene defectos de la teoría darwiniana su no enfrentamiento con el
la base, en la historia natural, de nuestras concepciones" (t.8, sentido común burgués, o sea el compartir los prejuicios contra
p.llO). En el primer volumen de El capital remite a Darwin el materialismo y el ateísmo (sic), la aceptación de la teoría
para enfatizar que "Cuando el mismo órgano tiene que efectuar reaccionaria y anticientífica de Malthus, su dialéctica precaria
distintos trabajos, no es raro que se modifique" (p.337) y, más y el carácter 'ideal' de sus categorías (Dynnik, op.cit., págs.
importante, para indicar que "Darwin llamó la atención hacia 204-205, t.2). Señala específicamente Dynnik: "Las ideas malt-
la historia de la tecnología natural, es decir hacia la formación husianas proporcionan base al "darwinismo social" y al weisma-
de órganos de plantas y animales considerados como medios nismo-morganismo. También se apoya en el malthusianismo
de producción para su vida" (p.362). Marx relaciona esta preo- la insensata propaganda de los racistas de nuestro tiempo"
cupación con su propia aportación teórica: el materialismo his- (op.cit., p.I77).
tórico. (44) Marx-Engels, op.cit. t.6, págs. 59-60.
(35) E. Dodson y P. Dodson: Evolution. Process and Pro- (45) D.Lecourt, en su Introducción al "Caso Lysenko",
duct, p.lll. Los otros períodos considerados son el Agnóstico realiza esta misma observación (p.23), pero no la remite a
(1903-1937), marcado por los trabajos genéticos de Mendel, Engels, como hubiera correspondido.
Johannsen y de Vries, y el de Síntesis Moderna, iniciado con (46) Engels: Dialéctica de la naturaleza, p.244. Existe tam-
la publicación de la obra de T. Dobzhansky: Genetics and the bién en Engels una tendencia a buscar el origen de las variaciones
Origin o/ Species, en 1937. vitales en la química orgánica. Véase AntiDühring: Filosofía
(36) Cfr. Dialéctica de la naturaleza, págs. 181; 202-203. de la naturaleza. El mundo orgánico. En Dialéctica ... existen,
En esta última dice: "Cuando las ciencias naturales orientan sus asimismo, muchas alusiones a este punto.
esfuerzos a buscar la materia uniforme como tal, a reducir las (47) Idem.
378 HELIO GALLARDO

(48) Ibid., págs. 244-245. Esta dura crítica contrasta con (56) Engels: "El papel del trabajo ... ", en Dialéctica de 11I
su total aceptación del aporte científico de Darwin: "Por muchas naturaleza, págs. 138-139.
que fuesen las transformaciones por las cuales esta teoría (de (57) Marx-Engels, op.cit., 1.8, p.I99.
Darwin) pase todavía respecto de los detalles, en lo fundamental (58) Engels: El papel del trabajo en la transicián del mono
ya solucionó el problema en forma más que adecuada ( ... ) al hombre, p.139.
Gracias a ello, no sólo resulta posible explicar la variedad exis- (59) Sobre este punto escribe Darwin: " ... el lenguaje debe
tente de productos orgánicos de la naturaleza, sino que además su origen a la imitación y a la modificación, ayudada con signos
existe ahora la base para la prehistoria de la mente humana, y gestos de diversos sonidos naturales, de las voces de otros
para seguir los rastros de las distintas etapas de su desarrollo, animales, y deJos gritos instintivos del hombre mismo( ... )
desde el simple protoplasma( ... ) de los organismos inferiores, Ejercitada cada vez más la voz, los órganos vocales se habrán
hasta el cerebro humano pensante" (Dialéctica de la naturaleza, robustecido y perfeccionado en virtud del principio de los efectos
p.159). hereditarios del uso; lo que a su vez habrá influído en la potencia
(49) lbid., p.245. El último énfasis es nuestro. de la palabra" (El origen del hombre, p.45).
(50) Idem. (60) Para sobreabundar en pruebas puede verse la síntesis
(51) Marx-Engels, op.cit., 1.8, p.168. Las formas económi- que sobre la temática específica de El papel del trabajo ... realiza
cas del mundo animal son las que Engels va a llamar "economías Engels en cuatro párrafos largos en la Introducción a Dialéctica
de rapiña". La economía burguesa es, alegóricamente, una de de la naturaleza (págs. 36--38).
ellas (Véase Dialéctica de la naturaleza, p.38, y "El papel del (61) Marx-Engels, op.cit., t.I, p.362.
trabajo ... ", p.147). (62) Obviamos aquí el párrafo de apertura al que ya nos
(52) T.H. Huxley: Testimonios de la posicián del hombre hemos referido.
en la naturaleza, citado por Hernleben, op.cit., p.127. (63) C. Darwin: El origen del hombre, págs. 64-65.
(53) C. Darwin: El origen del hombre, p.17!. Véase tam- (64) tua., págs. 81-82.
bién el cap. 1, p.23.
(54) Ibid., p.180. Compárese con la referencia que hace Helio Gallardo
Engels en Dialéctica de la naturaleza, p.138, segundo párrafo. Escuela de Filosofía
(55) Darwin: El origen del hombre, págs. 116--119. Universidad de Costa Rica
Helio Gallardo

Imaginarios sobre el pobre en América Latina

Abstract. The purpose o/ this paper is to efecto de determinaciones sociales a las que se
picture the main Latin American social represen- ignora. 'Empobrecido' designa, en cambio, no
tations o/ the poor and the "empobrecidos" sólo el efecto, sino los procesos mediante los
(impoverished people) imagined and sustained cuales se constituye al pobre. Entre nosotros, los
by social consciousness during the second half o/ imaginarios y actitudes que constituyen al pobre
the Twentieth Century. The article belongs to the como empobrecido, o sea como producción so-
field o/ social and political philosophy, and cial, han sido pocos y de minorías.
works with the concepts o/ social production o/ Aunque nos interesan aquí sólo los imagina-
consciousness, identifications (against identities) rios que se gestan y manifiestan durante la segun-
and the ideological discourses that serve them. da mitad del siglo que termina, existe uno que se-
guramente es matriz o interlocutor de todos ellos,
Resumen. El trabajo dibuja algunas de las y cuyas diversas expresividades podrían rastrear-
principales representaciones sociales sobre el se hasta la Conquista y la Colonia-. Se trata de la
pobre y los empobrecidos en los imaginarios lati- consideración del pobre como alguien que no
noamericanos posteriores a la Segunda Guerra puede valerse por sí mismo. Es la situación del
Mundial. Filosóficamente, el tema se inscribe en huérfano, viuda (en las economías/sociedades con
el campo de la producción social de la concien- baja productividad) o del anciano. El antecedente
cia, las identificaciones, por oposición a las cultural remoto de este imaginario es bíblico. En
identidades, que de ellas se derivan, y las repre- la economía/sociedad judía primitiva (una forma
sentaciones y discursos ideológicos que las de comunidad) un pobre era motivo de escándalo
materializan. debido a que condensaba dos situaciones: no po-
der valerse por sí mismo y no ser asistido por los
otros. El pobre se constituía así en un diagnóstico
La pobreza de sectores significativos de la vivo de que la comunidad era insolidaria y hasta
población siempre ha ocupado la atención de los hostil hacia algunos de sus miembros. La relación
imaginarios latinoamericanos 1. A veces, estos comunitaria no producía pobres. Estos eran el re-
imaginarios sostienen una mirada compasiva so- sultado de eventos 'naturales'. Pero la comunidad
bre el pobre. En otras, lo determinan como ame- no asistía a sus pobres y por ello estaba en falta
naza o desprecio (lo que no se debe ser) y, más social. Para esta percepción, el pobre no puede ser
recientemente, como culpable por su situación. desligado de la relación social que se establece
La mayor parte de estas sensibilidades construye con él. Ella asume que si existen pobres socioeco-
al pobre precisamente como una condición o ca- nómicos, o sea individuos que no pueden valerse
rácter: se es pobre como se es perro o maleza. por sí mismos, es porque la comunidad misma se
Analíticamente, conviene, por tanto, distinguir ha empobrecido moral, cultural o religiosamente.
entre el pobre como estado y el empobrecido. El Este imaginario debió llegar a lo que es hoy Amé-
pobre, o socioeconómicamente 'humilde', es un rica Latina con el evangelio '.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XL (101), 59-70, Julio-Diciembre 2002


60 HELlO GALLARDO

y seguramente llegó, pero no se manifestó ma. En relación con este proceso de desidentifi-
con el alcance comunitario que le atribuyó el cación (que contiene la atribución de identida-
pueblo judío. Por razones sociohistóricas que des) es que se le atribuye al pobre ser flojo, alco-
aquí no es posible examinar", el pobre entre no- hólico, mujeriego, abúlico, incapaz, bruto o de-
sotros fue desvinculado de sus relaciones socia- lincuente. Detrás de cada una de estas identifica-
les (adscripción a la comunidad) y visto como un ciones el imaginario social sostiene y exclama:
objeto exterior. En cuanto alguien/objeto, el pobre [Yo no soy así! Se le da limosna al pobre precisa-
puede ser tratado como 'pobrecito', o sea como mente porque uno es su diverso. Y se exige garro-
alguien (o algo) carencial a quien se puede (o de- te policial contra él por idéntico motivo.
be) ayudar con limosna, regenerar moralmente La ampliación, más analíticamente justa, del
mediante la educación o capacitar para que ejerza empobrecido como alguien a quien se ha impues-
los trabajos peor pagados. Esta mirada exterior y to una lógica de sometimiento, o sea como al-
'generosa' sobre el pobre nutrió mucho tiempo, guien a quien se priva de poder y de su carácter
por ejemplo, la actividad asistencial de Cáritas, de sujeto autónomo y que, por ello, puede resis-
una estructura de la iglesia católica latinoamerica- tir la opresión y movilizarse para transformar su
na. Pero, desde luego, no se limitó a ella. situación, no apela, en cambio, únicamente a los
Existe una intensa diferencia cualitativa en- sentidos. Un joven en pleno estado físico no pa-
tre valorar al pobre como alguien a quien se le rece mostrar inmediatamente el empobrecimien-
puede conceder limosna (muchas veces a cambio to social determinado por el imperio adultocén-
de algo, trabajo gratis, por ejemplo) y sentir que trico. Una mujer con sus dos hijos pequeños y
al pobre se le debe comunitariamente algo. Esto que conduce un auto de precio mediano o supe-
último implica reconocerlo como ser humano ne- rior no evoca con su presencia la dominación
cesitado y entender que nosotros contribuimos a masculina y patriarcal que la empobrece en cada
su pobreza, cuando no a su empobrecimiento. situación diaria. No se trata de un asunto pura-
Así, la existencia de los empobrecidos resulta so- mente objetivo. No tenemos los sentidos adecua-
ciohistóricamente vinculante. Este era en parte el dos para captar es!as miserias porque se nos im-
sentido de los documentos de Medellín que ha- pide producirlos. Estos y otros empobrecimien-
blaron de la pobreza como una "injusticia que tos ligados al ejercicio de los imperios sociales,
clama al cielo'". Cuando se ve en el pobre un exigen, para ser captados empíricamente, una re-
cierto tipo de 'objeto', o sea cuando no se lo flexión sobre el sujeto humano y sobre sus posi-
aprecia como un empobrecido que nos determina bilidades de autoconstitución en formaciones
e interpela a nosotros como empobrecedores, re- económico/sociales específicas. Si no se constru-
sulta más cómodo reducir la pobreza a su expre- ye esta dimensión analítica o teórica, la experien-
sión socioeconómica. La miseria económico/so- cia del empobrecido por la dominación de géne-
cial se capta inmediatamente por los sentidos: co- ro, racial, étnica, adultocéntrica o económica, re-
lores, olores, gestualidades, vivienda, ropa, len- sulta o invisibilizada o sesgada: advertimos, con
guaje, corporeidad, etc., todo denuncia e identifi- algún malestar, las señales de la miseria, pero no
ca al socioeconómicamente empobrecido. Un sabemos ni asumirla ni explicarla. La vivencia
rasgo del imaginario que ve en el pobre una índo- del empobrecimiento, incluso para quienes lo vi-
le o naturaleza que se determina a sí misma (o ven, se torna, así, ideológica.
sea con ausencia de las relaciones sociales que El primer imaginario" ideológico que aquí
constituyen su empobrecimiento) consiste preci- nos interesa es el que se representa y postula al
samente en su voluntad de desideruificacián con pobre como marginal. Esta manera de constituir
el pobre. Ver al pobre como objeto se convierte al pobre surgió en el contexto de una percepción
en des identificarse respecto de él y no únicamen- más amplia, el desarrollismo que, como temple
te en desidentificarlo: yo no soy como él, nosoy cultural, saturó la sensibilidad dominante latinoa-
pobre, se autoproclama la mirada que observa al mericana y caribeña en las décadas de la posgue-
pobre como una índole que se determina a sí mis- rra mundial y se extendió todavía, aunque ya sin
IMAGINARIOS SOBRE EL POBRE 61

dominar, a la década de los ochenta para perder cana del pobre como 'excluido'. Pero a diferen-
vigor en el final del siglo. El desarrollismo es una cia de este último, el 'marginal' es recuperable.
ideología de la modernización. En su forma más La fórmula 'promocián' del marginal precisa-
amplia, asocia modernización con industrializa- mente apunta a esta característica integradora.
ción y, en cierta medida, desarrollo con calidad Una agencia externa es capaz de recuperar para
de vida, no con mero crecimiento. Para la sensi- la 'sociedad bien ordenada' al más pobre. El em-
bilidad desarrollista, todas las economías/socie- pobrecido no es dueño de su destino ni siquiera
dades pueden alcanzar el desarrollo si remueven para salir de pobre. La 'agencia externa' lo con-
los obstáculos que bloquean su modernización. duce a. una sociedad/meta que él no determina.
Estos obstáculos son, obviamente, caracterizados Estrictamente, no puede darse en él (excepto co-
como rémoras prernodemas. La organización oli- mo ausencia) la sujetividad. O sea, el deseo y vo-
gárquica y latifundaria del agro, el componente luntad de ser sujeto y las acciones que lo testimo-
indígena de la población, el analfabetismo, el ca- nian. Estructuralmente, el marginal sería muestra
tolicismo como forma medieval del cristianismo de la existencia de dos mundos sociales: el inte-
o, en una versión más fina, el intercambio desi- grado (poderoso) y el fragmentado (impotente).
gual que anima al comercio internacional, etc., Cada uno con sus leyes. Pero solo uno con capa-
pueden ser considerados obstáculos cuya remo- cidad de acción libre.
ción conducirá, tarde o temprano, al desarrollo. Cuando se asocia la desagregación interna
En esta perspectiva el marginal (o sea el pobre) que se atribuye al 'marginal' con una visión
es concebido como alguien ubicado en el borde 'científica' objetiva 10 que examina su existen-
externo del proceso de desarrollo. Para este ima- cia como objeto etnográfico, puede aparecer la
ginario la modernización avanza desde el centro cultura de la pobreza. El empobrecido es visto
hacia la periferia. Desde lo urbano (centro) hacia aquí como alguien funcional a su propio mun-
lo rural (periferia). Desde el centro de la ciudad do. El mundo latinoamericano de los no inte-
hacia su propia periferia urbana". En el curso de grados existe y se reproduce como tal mundo.
la modernización, quien se ubicaba en el borde Es simplemente distinto, aunque para la etno-
externo del proceso de desarrollo, el 'marginal', logía comparada resulte asimismo carencial!'.
será alcanzado por éste e integrado a la moderni- Un especialista, por ejemplo, descubre con
dad. El pobre alcanza así un doble rango: o es cierto asco y altanería que en el mundo de los
premoderno (un ejemplo clásico sería la pobla- 'pobres se da rara y extraviadamente el senti-
ción indígena rural de América) o constituye una miento del amor:
disfuncián. Si es lo último, el mismo sistema (el
Estado, la empresa privada) proveerá alguna sali- Para mí, entre las cosas más sorprendentes acerca de
da técnica y política para resolver la disfunción. estas familias, está su malaise (mal/estar) general, la
La imagen del pobre como 'marginal' inspi- rareza entre ellas de felicidad o contento, la rareza del
efecto. El afecto mostrado, o aquello que llamamos
ró incluso una sociología que fundamentaba y
"amor", excepto durante el período relativamente bre-
proyectaba a su vez una política social: la promo-
ve del cortejo y el inicial del matrimonio, es una mani-
cián popular', Su principal expositor describía
festación rara entre los más pobres, la gente simplista
así la relación entre lo popular y la marginalidad: del mundo. Por encima de todo, allí donde dominan el
hambre y la incomodidad, queda poca energía sobran-
Nuestra acepción del vocablo "popular (. ..) se refiere
te para las emociones cálidas, delicadas, menos utilita-
exclusivamente al sector "marginal" de una sociedad:
ristas, y escasa oportunidad para una felicidad activa. 12
a esa parte de la población que no sólo está en el últi-
mo nivel de la escala social sino que, lo que es peor,
está fuera de escala; que no pertenece (...) a la socie- La pobreza sería una cultura (?) rara y atra-
dad global, ni siquiera como clase baja," sada, condenada a desaparecer "ante el asalto de
la Era Tecnológica" 1 3 protagonizado por la gente
Descontextualizado, el texto permitiría aso- de 'tez clara' a la que los pobres tercermundistas,
ciar al 'marginal' con la representación más cer- objetos de conmoción y extinción, odian:
62 HELIO GALLARDO

En todo el mundo hay odio para aquellas naciones que los empobrecidos eran constituidos y proyecta-
están en la era del maquinismo y tienen gente de tez dos por el imaginario oligárquico y neoligárqui-
e/ara a la que rápidamente se imita. Uno de los prime- co latinoamericano dominante como una oscura
ros logros que se sufren es la desolación cultural. 14 amenaza de los distintos, el proceso cubano, aun-
que sin pretenderlo, consolida esa apreciación.
Es inusual encontrar tan compendiadamente Pero en la sensibilidad revolucionaria los empo-
una 'explicación' ideológico/científica de la po- brecidos (ya no más los pobres) no conforman
breza determinada como lo enteramente otro, una amenaza social y cultural, sino un sector de
causada por sí misma, despreciable y a la vez, en la fuerza política transformadora que destruye el
cierto modo, en cuanto portadora de la desagre- antiguo orden que los empobrecía y construye el
gación y del caos, temible. La pobreza se mues- nuevo que los libera y enaltece, no en cuanto po-
tra así como algo odioso, abyecto. Aunque de bres, sino como seres humanos (sujeto revolucio-
manera más hosca, esta interpretación también se nario popular). Los empobrecidos son exaltados
inscribe en la sensibilidad de la modernización por este imaginario ya que su mera sobrevivencia
desarrollista, pero desplaza la noción de 'integra- es resistencia y virtual producción de vida que
ción', propia de la mirada marginalista, por la de aspira a crecer desde sí misma. Aunque el ante-
la 'desaparición' o 'extinción', derivadas de una cedente de esta sensibilidad se encuentra en la
Filosofía de la Historia etnocéntricamente civili- Revolución Agraria Mexicana (Zapata), él mate-
zatoria. Su gestación 'foránea' no dificulta que rializa su mejor expresión en el proceso cubano.
ella exprese y refuerce los imaginarios oligárqui- Se trata, en la década de los sesenta, de un ima-
cos que en América Latina y el Caribe han dife- ginario de minorías, que busca emerger como al-
renciado a los empobrecidos como los absoluta- ternativa. Desde él, el empobrecido es apreciado
mente distintos a los que hay que evitar porque su como efecto de relaciones sociales de explota-
estilo de vida/muerte constituye o una imperti- ción, discriminación y opresión, locales e inter-
nencia o una amenaza'>. En el ángulo pintoresco, nacionales. Pero este mismo empobrecido, bajo
la pobreza legitimada como una forma de exis- ciertas condiciones, se activa y moviliza desde sí
tencia (y a veces de vida) autónoma y paralela a como parte del sujeto popular y revolucionario.
la de los no/pobres gesta programas como El El imaginario ha abandonado enteramente la pri-
Chavo del Ocho o los numerosos comics (el Ter- mitiva valoración judía acerca de un sustento co-
cer Reich, de Palomo, por ejemplo) latinoameri- munitario que resolvería éticamente las situacio-
canos que satirizan desde la mierda del conventi- nes de empobrecimiento. La voluntad de desnu-
110o del basurero el 'orden de las cosas' . Más so- dar y superar los conflictos sociales se pone en
cialmente, la antropología de la pobreza resulta manos de la acción política de los pobres. Un tex-
interlocutora de los circuitos de pobreza sin espe- to clásico narra el despliegue épico de los empo-
ranza que refuerza la polarizante práctica neoli- brecidos de la ciudad y del campo que se elevan
beral durante las décadas del final del siglo. En a su humanidad negada mediante la movilización
su vertiente más ominosa, da pie a las cacerías de revolucionaria:
miserables y de niños de la calle, a la ejecución
de los 'desechables', a la violación sistemática de Esta epopeya que tenemos delante la van a escribir las
derechos humanos de los 'diferentes' y pobres masas hambrientas de indios, de campesinos sin tie-
por la policía, y a la tesis de los Toffler de que el rra, de obreros explotados, la van a escribir las masas
progresistas; los intelectuales honestos y brillantes
siglo XXI verá la guerra de los ricos contra los
que tanto abundan en nuestra sufridas tierras de Amé-
pobres'", o sea de los poderosos contra los impo-
rica Latina; lucha de masas y de ideas; epopeya que
tentes, con un final previsible. llevarán adelante nuestros pueblos maltratados y des-
Antropología de la pobreza se publicó en in- preciados por el imperialismo, nuestro pueblos desco-
glés en 1959. Para América Latina y el Caribe es nocidos hasta hoy que ya empiezan a quitarle el sue-
el año del éxito de la etapa de asalto al poder de ño. Nos consideraba rebaño impotente y sumiso; y ya
Estado por el pueblo revolucionario cubano. Si se empieza a asustar de ese rebaño; rebaño gigante de
IMAGINARIOS SOBRE EL POBRE 63

doscientos millones de latinoamericanos en los que dora y una iglesia de los pobres y la estética de
advierte ya sus sepultureros el capital monopolista una nueva canción y de una distinta manera de
yanqui.r/ Con esta humanidad trabajadora, con estos hacer resonar la literatura.
explotados infrahumanos, paupérrimos, manejados
Pero el mensaje y el testimonio de este ima-
por los métodos de fuete y mayoral no se ha contado o
ginario no cuestionaron y alcanzaron a las mayo-
se ha contado poco (...) Pero la hora de su reivindica-
rías. Décadas de imperio y sensibilización oligár-
ción, la hora que ella misma se ha elegido, la vienen se-
ñalando, con precisión, ahora, también de un extremo a
quicos, la visceral propaganda anticomunista, las
otro del continente. Ahora, esta masa anónima, esta dudas de la izquierda más tradicional ante un su-
América de color, sombría, taciturna, que canta en to- jeto popular que se autoconstituía sin una van-
do el continente con una misma tristeza y desengaño, guardia ortodoxa y que no privilegiaba ritual-
ahora esta masa es la que empieza a entrar definitiva- mente al proletariado, el asesinato de Guevara en
mente en su propia historia, la empieza a escribir con Bolivia, los reiterados fracasos de la lucha arma-
su sangre, la empieza a sufrir ya morir (...) Ahora sí, la da en todo el subcontinente, la inserción de Cuba
historia tendrá que contar con los pobres de América, en la división internacional del trabajo socialista
con los explotados y vilipendiados de América Latina
y el vigoroso pero exasperado llamado de la nue-
que han decidido empezar a escribir ellos mismos, pa-
va sensibilidad para comprometerse radicalmen-
ra siempre, su historia. Ya se les ve por los caminos, un
te en la lucha política revolucionaria facilitaron
día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos de
kilómetros, para llegar hasta los 'olimpos' gobernantes que, junto al empobrecido/sujeto de su propia
a recabar sus derechos. Ya se les ve, armados de pie- historia, coexistieran, mayoritariamente, el 'po-
dras, de palos, de machetes, en un lado y otro, cada día, brecito', el 'marginal', el pobre sin esperanza y el
ocupando las tierras, fincando sus garfios en la tierra repugnante delincuente miserable.
que les pertenece y defendiéndola con su vida; se les ve, Los regímenes de Seguridad Nacional
llevando sus cartelones, sus banderas, sus consignas, (1964-1990) replicaron directamente al imagina-
haciéndolas correr en el viento por entre las montañas rio proveniente del proceso revolucionario cuba-
o a lo largo de los llanos. Yesa ola de estremecido ren- no relacionando pobre con subversivo y hacien-
cor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se
do de este último, vía el terror de Estado y la im-
empieza a levantar por las tierras de Latinoamérica,
punidad, alguien, o algo, a quien se debe despo-
esa ola ya no parará más (...) Porque esta gran huma-
jar de todo poder. Al moverse brutalmente en es-
nidad ha dicho "[Basta!" y ha echado a andar". 17
te sentido, recalificaron la imagen del pobre co-
mo amenaza virtual cambiándola por la del po-
Para el proceso revolucionario cubano, pues, bre como conspirador efectivo y llevaron la po-
los empobrecidos no sólo construyen autoestima breza (bajo su forma de impotencia) al campo
e historia con su lucha, sino que aportan también más elemental y agónico de los derechos huma-
con ella a la configuración de humanidad genéri- nos. La sistemática violación de éstos tuvo, asi-
ca. Este imaginario heroico nutrió buena parte de mismo, el efecto de acercar a las capas medias
la política de izquierda de los años sesenta y se- latinoamericanas, usualmente poco interesadas
tenta e impactó áreas que se consideraban exte- por la pobreza socioeconómica de las mayorías,
riores a las luchas populares. Teniendo como re- a una percepción ampliada del empobrecimiento
ferencia el asalto al cielo de los empobrecidos como desamparo humano. Esta nueva y dramáti-
(pobladores, indígenas, campesinos, jóvenes, ca representación de la pobreza, sin embargo,
afroamericanos, mestizos, trabajadores) que se deberá aguardar hasta la década de los noventa
autoconfiguraban como protagonistas revolucio- para, ligándose con otras fuentes, emerger como
narios, prosperaron la pedagogía del oprimido un imaginario alternativo del empobrecimiento
(concientización) y la educación popular, la so- entendido como desamparo y ausencia de sujeto
ciología emancipadora y la centrada en la depen- que convocan a una lucha contra los desempode-
dencia, la economía política de inspiración popu- ramientos plurales y sistemáticos producidos y
lar, la teología latinoamericana de la liberación, reproducidos por el 'orden' vigente. Durante el
el esfuerzo por configurar una fe religiosa libera- período de Seguridad Nacional, en cambio, se
64 HELIO GALLARDO

intentará (no existían otros caminos) superar el de- sean sus vicarios. No es raro que en el período los
samparo mediante el recurso a los tribunales de creyentes religiosos progresistas pongan en cir-
justicia y a la solidaridad internacional. La ausen- culación la imagen de "la voz de los que no tie-
cia social de sujeto se invisibilizará así mediante el nen voz". Esta referencia olvida que la mera pre-
esfuerzo, en ese momento legítimo,. por la recu- sencia de los empobrecidos socioeconómicos o
rrencia al sujeto de derechos jurídicos y a una de de los torturados y desaparecidos grita y que la
sus referencias ideológicas: la humanidad violada ausencia social no es la de su voz sino la de los
y dolida. Una inercia cultural y política, que es al oídos que debían escuchar los reclamos, las pug-
mismo tiempo una comodidad heroica, determina- nas y los esfuerzos ignorados/rechazados (mu-
rá otra vez en el pobre una naturaleza carencial. chas veces brutalmente) de los empobrecidos por
Testimonio excepcional de esta inercia política alcanzar control sobre sus existencias.
respecto de los empobrecidos es el dado por algu- Todavía, percibir al empobrecido como 'in-
nos de los más importantes exponentes de la teolo- significante' implica que la mirada que lo aprecia
gía latinoamericana de la liberación. En un trabajo se imagina a sí misma significante. La relación
fundante, G. Gutiérrez, caracteriza así al 'pobre': que esta mirada establece con el pobre es unila-
teral y vertical. Se alimenta en parte de la sensi-
El término pobre encierra una realidad compleja. Tal bilidad propia de una posesión de la verdad mo-
vez la mejor aproximación a ella consiste en decir que
ral que suele nutrir los imaginarios eclesiales.
pobre es el insignificante, aquel que no es relevante
Monopolio de la moral y monopolio de la gracia.
para la sociedad y cuyos derechos más elementales a
la vida, la libertad y la justicia son violados perma- El empobrecido resulta así una excusa para
nentemente.V 'evangelizar' individualmente tanto a dañados
como a opulentos. La excusa, y no exactamente
'Insignificante' es quien no está en condicio- de paso, abre el camino personal e institucional
nes de entregarle sentido a lo que hace. En caste- hacia la salvación eterna. No reconocer la plena
llano, 'insignificante' es también lo que por pe- estatura humana que se niega al empobrecido
queño carece de valor y es despreciable. En rea- contiene la ideología del envanecimiento/desva-
lidad, un empobrecido es alguien a quien se le necimiento invisibilizador de la realidad social
priva, la organización social le priva, de su capa- que el antiguo mensaje judío contenía: si existen
cidad para ser sujeto. Desde una perspectiva Iibe- desdichados, es que todos somos pobres. Y si no
radora, el 'pobre' no es por tanto un insignifican- existe miseria (económica, moral, cultural), ello
te, sino el hecho social y teológico de mayor sig- no implica que hayamos llegado al final de la his-
nificación: es signo tanto de la discriminación es- toria, sino únicamente al inicio de una nueva for-
tructural como de la ausencia de Dios y de su ma de entender y vivir la liberación. En ella co-
substitución por ídolos. Cuando se aprecia al po- rresponde reconocemos y acompañamos como
bre como 'insignificante' se le objetiva, como en virtuales empobrecedores y efectivos empobreci-
la sociología de la marginalidad, y se le declara dos en la tarea permanente de construir cada vez
incapaz de autoconstituirse como sujeto. Este cri- un mundo (instituciones) sin sometimiento. Des-
terio de Gutiérrez no es compartido por el plan- plazados estos criterios autocríticos y constructi-
teamiento de otro autor cristiano en el período, vos, carece de sentido renovador, en relación con
Paulo Freire, cuya tesis "nadie educa a nadie, to- la experiencia de fe religiosa y con las estructu-
dos nos educamos mutuamente mediante nues- ras eclesiales, una teología de la liberación.
tras interacciones", supone que el adulto analfa- Precisamente la falsa por ineficaz 'opción
beto es significante y puede crecer en su capaci- preferencial por los pobres', de inspiración reli-
dad para darle su carácter a los procesos que lo giosa, abrió el paso a otros imaginarios. En la se-
. involucran o que él acomete. gunda parte de la década de los ochenta, y a par- .
En otro ángulo, el pobre como insignificante tir de un análisis de la experiencia peruana, los
pareciera invitar a que otros, los efectivamente más pobres, caracterizados como 'trabajadores
significantes, 'hablen por él', signifiquen por él, informales', 'empresariado emergente' y 'capital
IMAGINARIOS SOBRE EL POBRE 6S

humano', fueron empleados para multiplicar los La respuesta es cambiar las instituciones legales para
frentes de guerra antiestatistas que la ideología abaratar los costos de producir y alcanzar la prospe-
neoliberal ponía entonces en el centro del debate. ridad. Dar acceso a todos para que integren la activi-
dad económica y social, y compitan en igualdad de
Como todo esfuerzo de reconstitución, la nueva
condiciones. El objetivo sería una economía de merca-
mirada declaraba su completa ruptura con el pa-
do moderna, que hasta ahora es la única receta cono-
sado. En él, tanto la izquierda como la derecha
cida para lograr el desarrollo en base a un empresa-
políticas habían cultivado un prejuicio antiem- riada difundido.í?
presarial contra el pobre para estereotiparlo o co-
mo un eterno minusválido necesitado de ayuda o La última referencia nos indica que el interés
como empleado doméstico o como curiosidad del imaginario se centraba más en la concurren-
folklórica 19. Por el contrario, los informales, un cia en un mercado libre que en el pobre. Para su
tipo de empresariado competitivo, eran expresión diagnóstico, el pobre constituía un efecto del Es-
de una nueva cultura, la del rechazo a la depen- tado mercantilista. Se disiparía si las relaciones
dencia política. Ellos mostraban su iniciativa al sociales se conformaban mediante la relacionali-
migrar, al cortar sus raíces careciendo de un futu- dad de un me~cado moderno. Pese a su afán por
ro cierto, al aprender a discernir las necesidades romper con el pasado, el imaginario retornaba la
de sus clientelas y al descansar más en sus habi- reducción de la pobreza a sus indicadores mera-
lidades que en el temor a la competencia. Por su mente económicos. Los empobrecimientos de
demostrada capacidad para arriesgar y calcular género, étnicos, religiosos, generacionales, labo-
los trabajadores informales gestaban las condi- rales, etc., obviamente, no pueden ser resueltos
ciones para una base empresarial amplia. Vistos por el mercado. Exigen una voluntad política y
empresarialmente, los pobres se constituían en una acción pública que puede o no manifestarse
factores fundamentales del desarrollo: en la acción de las instituciones estatales.
El imaginario que valoraba al pobre como un
En el Perú la informalidad ha convertido a gran can-
empresariado emergente, que demandaba la
tidad de gente en empresarios. Es decir, individuos que
transformación de las instituciones políticas de
saben aprovechar oportunidades, administrando con
relativa eficiencia los recursos disponibles, incluyendo modo que pudiera florecer el capitalismo compe-
su propio trabajo.!/ Este es el fundamento de cualquier titivo, se gestó durante lo que la Cepalllamó "déca-
proceso de desarrollo, porque la prosperidad no es da perdida" y de "doloroso aprendizaje". Las expre-
otra cosa que la posibilidad de combinar recursos in- siones hacían referencia a la caída de la producción
tercambiables en base al trabajo productivo (. ..) La y a la pérdida de peso de las economías/sociedades
prosperidad viene de saber aprovechar recursos, no de latinoamericanas en el intercambio mundial. Algu-
tenerlos.!/ Esta nueva clase empresarial es un recurso nas de estas economías/sociedades retrocedieron du-
muy valioso: constituye el capital humano indispensa- rante la década de los ochenta más de veinte años.
ble para el despegue econámico.í"
Desde luego, la pobreza, las emigraciones locales e
internacionales por la sobrevivencia, el desempleo
Para este imaginario, los migrantes informa- abierto y la polarización social aumentaron. En el
les21 no sólo eran un factor cultural económico mismo movimiento, los apremios internacionales y
decisivo, sino prueba de sobrevivencia cuando no oligárquico/tecnocráticos para la liberalización y la
se tiene nada, válvula de escape para las tensio- desrregulación (neoliberalismo) de estas economías-
nes sociales e integradores de la marginalidad a /sociedades se hicieron más intensos. Perú específi-
la economía monetaria. El informal probaba que camente debió sufrir la agresión directa del FMI por
el pobre deseaba vencer individualmente la po- intentar una política autónoma para el servicio de su
breza y alcanzar el éxito empresarial. El informal deuda externa. El subempleo en Lima superaba el
no era ni pobrecito ni insignificante. Para que al- 70% de la población. La inflación crecía a más del
canzara sus metas lo único que hacía falta era 45% mensual. Políticamente, la insurgencia armada
cambiar las instituciones legales de modo que amenazaba con alcanzar el triunfo. En estas condi-
pudiese participar sin trabas en el mercado libre: ciones, casi en el límite, el imaginario liberal
66 HELlO GALLARDO

convoca a los pobres a la constitución de un mer- Vivimos en un mundo de desencanto, es un mundo sin
cado moderno. Como es imposible invitarlos a excusas, sin culpa, sin yanquis. 'Imperialismo', 'sobe-
ser obreros les asigna su más alto valor, el ser ranía', 'la deuda' =susurros que ya no sirven para
empresarios, aunque ilegales. El pobre, o sea el proclamarse como víctimas. 24
sin capital porque ni posee medios de producción
ni explota fuerza laboral, mágicamente, se con- En síntesis, el pobre como otro individuo
vierte en individuo/empresario. Los pobres, en su más ante el mercado libre. Y que sean las fuerzas
sufrimiento y fragmentación, en su deambular que dominan en este último las que decidan. En
para sobrevivir, son aquí determinados como ca- algunos casos, se deja espacio para la limosna ea-
pital humano aunque nadie haya invertido (edu- suística siempre que ella no interfiera con la lógi-
cación, salud, seguridad) nunca nada en ellos. ca del mercado.
Desde luego, el emergente empresariado Un mérito del imaginario neoliberal-', no por
empobrecido no logró prosperar más allá de la fuerza intencional, ha sido el de extender la refe-
sobrevivencia. La optimista percepción que lo al- rencia al pobrea todos los trabajadores, en primer
zaba como factor de desarrollo fue arrollada por lugar, y, después,jerarquizar su segmentación. La
el imaginario neoliberal. Para este imaginario, en dinámica del mercado capitalista, especialmente
su versión doctrinal ortodoxa latinoamericana, el en las condiciones latinoamericanas, despotencia a
pobre es culpable. Su culpabilidad se deriva de la fuerza de trabajo como condición de ganancia.
no producir con eficiencia para el mercado mun- A este desempoderamiento, agrega la segmenta-
dial y de no consumir con opulencia. Aunque los ción. Del pobre en general, como alguien sin po-
propósitos del pobre sean los de prosperar, el der, separa 'los más pobres', los excluidos socioe-
mercado le retribuye exactamente el valor mer- conómicos. El habla paramilitar colombiana aña-
cantil de sus acciones, es decir nada o casi nada. dió un escalón más a esta jerarquía: el desechable,
Pero el mercado es un mecanismo, no una volun- es decir el que debe ser eliminado para que puedan
tad. De la sistemática exclusión que el mercado existir el bien, la verdad y la belleza. La importan-
realiza con quienes ni producen con eficiencia ni cia del dispositivo neoliberal que extiende el em-
consumen con opulencia, ni se empoderan para pobrecimiento a todos los trabajadores, los utiliza-
llevar a cabo alianzas estratégicas, sólo son cul- dos, los cesantes y los no utilizables, es que facili-
pables los mismos pobres y los políticos populis- ta vincular la pobreza con la ausencia de poder".
tas y paternalistas. La nueva imagen del pobre ha Un trabajador asalariado tradicional resultaba em-
realizado un giro completo desde su remoto ante- pobrecido porque su condición lo despotenciaba
cedente judío. La responsabilidad por su empo- para darle carácter (positivo) al proceso de trabajo.
brecimiento es de los mismos empobrecidos. El Ahora, además, su salario puede ubicarlo por de-
pobre deja de ser un signo social y se convierte bajo de la línea de pobreza. Los nuevos pobres sue-
en señal de improductividad que indica la huida. len ser gente que labora. Un joven tradicional era
Señal de lo que no se debe ser. Señal para refor- empobrecido, en cuanto joven, por la dominación
zar una insolidaria fuga hacia adelante, hacia el adultocéntrica. Ahora, emparejado y como 'nuevo
éxito individual. Los pobres ya no son motivo de pobre', debe asumir que el ingreso familiar no lo
escándalo, sino de repulsión y de abandono: faculta para darse el nivel de sobrevivencia que te-
nía con sus padres. Las mujeres humildes, que en
La experiencia enseña que lo mejor para ayudar a los cuanto mujeres resultan empobrecidas debido a su
pobres es no tratar de defenderlos.l' sometimiento a los imperios masculino y patriar-
cal, refuerzan ahora su impotencia social en la ex-
A la consigna de que la mejor política social pansión del empleo informal, el desempleo y la
es no tener ninguna, se agrega la de la ausencia inactividad. Para no multiplicar ejemplos, el em-
de responsabilidad sistémica o social. Cada pobrecimiento latinoamericano puede asociarse
quien, y cada pueblo, responde exclusivamente hoy con más facilidad con diversas lógicas o rela-
por su condición: ciones de sometimiento. Mediante estas relaciones,
IMAGINARIOS SOBRE EL POBRE 67

todo el mundo se empobrece, pero algunos actores del Movimiento de los Sin Tierra brasileño o la
personifican las dominaciones y otros, en cambio, reconceptualización de la lucha sindical. Se trata
sufren sus imperios. Una joven rural indígena y de un imaginario popular sobre la pobreza, aun-
católica chachi (Ecuador) condensa muchos so- que no todos los sectores que participan de él se
metimientos y anuncia muchas luchas. reconozcan bajo esa caracterización. Ecologistas,
En el otro frente, el reconocimiento de ex- mujeres con teoría de género, luchadores por la
cluidos y desechables y de desempoderados de democratización, el Estado de derecho y los fue-
todo tipo, pone en evidencia la radical antihuma- ros humanos, campesinos sin tierra, cooperativis-
nidad y la universalidad falsa inherente a las so- tas, indígenas, jóvenes y estudiantes, creyentes
ciedades mercadocéntricas. En ellas, el pobre- religioso antiidolátricos, trabajadores defendien-
/culpable atrae o convoca a la muerte. El desem- do el mercado laboral y su incidencia sectorial en
poderamiento neoliberal puede asociarse de esta la distribución de la riqueza, son todos sectores
manera casi de inmediato con la referencia gesta- populares, social y políticamente, en cuanto se
da por las prácticas de los regímenes de Seguri- reconocen sufriendo situaciones de sometimiento
dad Nacional: la pobreza como desamparo. De- y agresión y se organizan y movilizan para can-
sempoderamiento y desamparo constituyen y celarlas. La variedad de sus luchas y manifesta-
anuncian la muerte en soledad, o, lo que lo mis- ciones configura un imaginario emergente, testi-
mo, la impunidad (que se desea inexistencia) de monial y político, subversivo, que aspira a que su
los victimarios. Para la comunidad judía, el pobre contribución en la producción de nuevas relacio-
excitaba la solidaridad. Para la práctica neolibe- nes sostenibles de sociabilidad inclusiva geste las
ral, la pobreza convoca a una muerte de la que condiciones en las que cada ser humano nuevo
nadie, excepto la víctima, puede ser culpabiliza- (individuo) pueda construir humanidad genérica.
do. Pero el mismo imaginario abre la posibilidad No es el imaginario dominante o más extendido-?
para que todos los desempoderamientos sociales y suele presentarse segmentado, pero la necesi-
(explotación, exclusión, adultocentrismo, etno- dad de su articulación se abre paso. En tiempos
centrismo, racismo, patriarcalismo, idolatría que parecieron exclusivamente de derrota, este
etc.), y cada uno de ellos, sean sentidos y recha- imaginario es uno de los fundamentos sociales y
zados por sus víctimas, y por quienes solidarizan culturales de la esperanza. Y lo más importante
con ellas, como procesos/situaciones de muerte. es que recupera y amplía el empoderamiento, la
El empoderamiento se presenta también como autoestima y la construcción de identidad en la
una autopropuesta de la necesidad de amparo. movilización y la lucha autónomas de quienes
Este último imaginario sobre el empobreci- históricamente han sido discriminados como in-
miento humano, el que lo liga con la acción de significantes o abyectos y silenciados hasta en su
sujetos autónomos que buscan su empodera- muerte como víctimas necesarias.
miento y construyen su identidad mediante la Lu-
cha contra las lógicas e instituciones de someti-
miento existentes, creó sus antecedentes, como
Notas
hemos indicado, en la década de los sesentas. Se
ha expresado con vigor diverso en América Lati- l. Desde luego, esta atención posee un correlato ob-
na, principalmente a través de luchas sociales de jetivo. Sin ánimo de hacer historia, en el año 2000
la mujer con teoría de género, del ecologismo ra- América Latina y el Caribe tienen 224 millones
de seres humanos empobrecidos socioeconómi-
dical, de los esfuerzos por recuperar el movi-
camente, cifra que es la más alta de su historia.
miento de jóvenes y estudiantes y de reconfigu-
En el mismo movimiento, de cada 100 empleos,
rar la movilización de los pueblos originarios, de 67 se crean en el sector informal (que comprende
la revitalización cooperativa y de la expresividad ya el 47% de los empleados urbanos). En prome-
antiidolátrica de la fe religiosa. Su imaginario so- dio, estos trabajadores informales perciben la mi-
bre la pobreza afecta de modo positivo otras rno- tad de la remuneración de los empleados en las
vilizaciones y luchas más tradicionales, como las escasas áreas dinámicas de la economía. En más
68 HELlO GALLARDO

del 70% de los países, los salarios de los trabaja- gestación, o sea de dominación, sometimiento o
dores en 1998 eran inferiores a los de 1980 (Cf. liberación, de un imaginario determinado. 'Ima-
Cepal: La brecha de la equidad: una segunda ginario' remite aquí a la sociedad instituida y no
evall/ación). a la sociedad instituyente, de acuerdo a la analíti-
2. En 1525, el dominico Tomás Ortiz declaró ante ca de C. Castoriadis (Cf. Castoriadis: Lo imagina-
el Consejo de Indias, que "los indios son más rio: la creación en el dominio históricosocial).
estúpidos que los asnos y rehúsan mejorarse en 7. Debería agregarse, desde las economías/culturas
nada" (Cf. L. Hanke: Estudios sobre fray Barto- centrales hacia las economías/culturas de la perife-
lomé de Las Casas, p. 36). De esta fórmula tan ria, pero el imaginario desarrollista más vigoroso
general pueden seguirse tanto o la guerra y la es- (encabezado por EUA), pasa por la negación de un
clavitud fieras como la 'compasión' religiosa, sistema mundial. Así, cada economía por separado
cultural o la integración subordinada a una deter- sería enteramente responsable por su desarrollo.
minada economía política. La caracterización et- 8. En la sociología de la marginalidad, el principal
nocéntrica de Ortiz introduce, asimismo, a la con- rasgo del marginal es su ausencia de participación
sideración del empobrecido como alguien a quien pasiva (no recibe bienes sociales como educa-
no se reconoce o se concede poder. El indígena ción, empleo y seguridad) y activa (capacidad pa-
originario de América es el empobrecido clásico ra imprimirle carácter a las decisiones sociales).
de nuestras sociedades/economías. Es determina- A esta última se le atribuye un rango causal.
do como 'pobre' aunque posea bienes materiales. 9. R. Vekemans: La prerrevolucián latinoamerica-
3. El criterio bíblico es más amplio y liga sistemáti- na. p. 63.
camente pobres con presos y oprimidos. Esto 10. Desde luego, no es 'objetiva', sino que está domi-
confirma que el empobrecido es alguien a quien nada por sentimientos etnocéntricos y por el mito
se ha quitado poder. El discurso bíblico no conde- iluminista del 'progreso'. Pero sus portadores
na la riqueza sino bajo su forma lujuriosa (lograr- consideran estas ideologizaciones como 'natura-
la o usarla a costa del otro) (Cf. J. Severino Croat- les' al ser humano y a la Historia.
to y otros: Los pobres. Encuentro y compromiso). 11. La sistematización clásica de este punto de vista,
4. Las economías/sociedades latinoamericanas se aunque no haya sido la intención del autor, se en-
constituyen sobre imperios económicos, políticos y cuentra en los trabajos de O. Lewis: Antropología
culturales unilaterales e implacables. Técnicamen- de la pobreza y Los hijos de Sánchez:
te, desde la acción de un amo que no admite ser re- 12. O. La Farge: "Prólogo" a Antropología de la po-
conocido por sus víctimas. Por ello, los pobres no breza, págs. 12-13, paréntesis nuestro. La obser-
pueden ser asumidos sino como 'otros', distintos, vación es tan desafortunada que el mismo prolo-
ajenos. Dicho sumariamente, nuestras economías- gado (Lewis) la-rechaza.
/sociedades no constituyen comunidades y ello fa- 13. lbid.c i». 13.
cilita determinar al pobre o como 'pobrecito' (obje- 14. ldem.
to de limosna) o como amenaza externa. 15. La ambigüedad con que el desarrollismo percibe
5. La referencia específica dice: "Existen muchos es- al empobrecido se advierte en la producción lite-
tudios sobre la situación del hombre latinoamerica- raria. En Chile, por ejemplo, Egon Wolff produce
no (sic). En todos ellos se describe la miseria que una obra de teatro, La invasión, en la cual quienes
margina a grandes grupos humanos. Esa miseria, viven en el otro lado del río invaden y saturan la
como hecho colectivo, es una injusticia que clama casa/habitación de una familia santiaguina de ca-
al cielo" (Consejo Episcopal Latinoamericano: Me- pas medias altas. Más recientemente, J. Serrat
dellín. Conclusiones, p. 25). Estrictamente, no cla- rnusicalizó y popularizó un poema de Benedetti
ma al cielo sino a la configuración de una voluntad con un tema semejante. 'Naturalmente' asocia-
ético/política que transforme las condiciones que mos pobreza con delincuencia.
producen la pobreza, la opresión y la muerte en si- 16. Cf. A. Toffler: Las guerras del siglo XXI, cap.
tuaciones de encuentro humano, goce y creación de XXII. La pareja Toffler no parece saber que siem-
vida. Con mejor o peor estilo, la jerarquía latinoa- pre ha existido una guerra de los opulentos contra
mericana indicó en Medellín (1968) este camino. los pobres.
Por supuesto, la iglesia no se hizo caso a sí misma. 17. F. Castro: 11 Declaración de La Habana, págs.
6. Llamo 'imaginario' a una sensibilidad sociohistó- 484-485.
rica que constituye algún dominio de lo real. 18. G. Gutiérrez: Teología de la liberación, p. 396,
'Ideológico' hace referencia a las condiciones de nota 1. Otros autores, como J. L. Segundo, en
IMAGINARIOS SOBRE EL POBRE 69

cambio, asocian 'pobreza' con sometimiento so- rante la década de los noventa la atención en el
ciohistórico (relacionalidad), no con un empeque- pobre socioeconómico ya bajo la forma de medi-
ñecimiento objetivo. Entenclido así, el 'pobre' ciones de la pobreza o como sesgada preocupa-
convoca y es sujeto de prácticas de liberación. Pe- ción por el 'desarrollo humano'. En el primer ca-
ro estos autores fueron escasamente socializados so, se busca conocer a los pobres para manipular-
durante la década de los setenta. los. En el segundo, darle un rostro 'más humano'
19. Cf. H. de Soto: El otro sendero, p. 295 Y siguien- y competitivo a la caída planetaria de la calidad
tes. de la existencia. Esta proyecciones son incompa-
20. De Soto, op. cit., págs 296-97. tibles sólo con el imaginario que el constituye al
21. 'Informal' enfatiza aquí a quien se salta las trabas pobre como sujeto que construye su identidad en
legales. la lucha socialliberadora. Sin embargo, a! vincu-
22. De Soto, op. cit., p. 297. larse con facilidad con otros imaginarios preexis-
23. P. Apuleyo y otros: El manual del perfecto idiota tentes, el del BM, Cepal y PNUD puede expresar-
latinoamericano, p. 86. se ideológicamente como sentido común. Más re-
24. B.B. Levine: Un manifiesto liberal para América cientemente, y al finalizar el siglo, con la colabo-
Latina en un mundo de desencanto, p. 65. ración de la Facultad Latinoamericana de Cien-
25. El imaginario neo liberal sobre el pobre tiene ya cias Sociales, el BM pareciera dispuesto a enfo-
un despliegue en América. Al desapego político car la pobreza como un fenómeno complejo en el
inicial (puesto que de todo individuo se ocupaba que concurren determinaciones económicas, so-
el dispositivo del mercado) lo ~sustituyó la aten- cio/culturales y políticas. Flacso lo hace median-
ción focalizada y puntual a los pobres, para evitar te la categoría de 'exclusión social'. Pero habría
su explosividad. Hacia la mitad de la década de que insistir en que la exclusión socia! (la ausencia
los noventa comenzó a decirse que invertir en ca- de sujeto) no es una disfunción, sino una produc-
pital humano (educación, salud) era bueno para ción sistémica. Es poco probable que el BM quie-
captar inversión y hacer buenos negocios. Desde ra llegar hasta ese nivel de 'comprensión'
luego, estas tres percepciones pueden darse com-
binadas.
26. La sociología de la década de los noventa toma Bibliografía
nota de la aparición de los "nuevos pobres" a
quienes diferencia de los "pobres estructurales". Mendoza, Plinio Apuleyo y otros. El manual del per-
Los recién llegados son el efecto de la crisis eco- fecto idiota latinoamericano. México: Plaza &
nómica, su 'solución' neoliberal y, también, de las Janes, 1996.
guerras. Socialmente se trata de trabajadores des- Boltvinik, Julio. "Los organismos multilaterales frente
plazados del estrecho sector dinámico de la eco- a la pobreza", en Los límites del ajuste y sus al-
nomía, de empleados públicos 'privatizados' y ternativas. Santiago de Chile: Redla, 1995.
con dificultades de reinserción laboral, parejas jó- Castoriadis, Cornelius. "Lo imaginario: la creación en
venes que no consiguen reeditar el nivel de vida el dominio históricosocial", en Los dominios del
de sus hogares de origen, trabajadores ancianos, hombre: las encrucijadas del laberinto, 2" Ed.
jubilados y pensionados que han visto caer el va- Barcelona: Gedisa, 1994.
lor de sus prestaciones (Cf. Flacso: Los pobres Castro, Fidel. La Revolución Cubana, 1953/1962. Mé-
cuentan). Los nuevos pobres parecen tener sus xico: Era, 1972.
necesidades básicas satisfechas, pero su ingreso CELAM. Medellín. Conclusiones. Segunda Conferen-
se sitúa por debajo de la línea de pobreza. Apar- cia general del episcopado latinoamericano. Se-
tándonos de la sociología oficial, habría que agre- cretariado General del Celam, 6' Ed., Bogotá,
gar a estos nuevos pobres la masiva presencia ur- 1973.
bana de niños "de la calle". CEPAL. La brecha de la equidad: una segunda eva-
27. Por tratarse de un imaginario contestatario, debe luación. Santiago de Chile: Cepal, 2000 (referido
soportar el embate de la izquierda más tradiciona! por Tiempos del Mundo, Año 5, N° 22, San José,
que suele ver en los movimientos sociales una es- Costa Rica).
pecie de "limosneros de la lucha de clases". En Cid, José Rafael del y Dirk Kruijt. Los pobres cuentan.
otro frente, las políticas del Banco Mundial, la San José, Costa Rica: FLACSO, 1997.
Cepal y el Programa de las Naciones Unidas para Croatto, Severino y otros. Los pobres. Encuentro y
el Desarrollo (PNUD) han vuelto a focalizar du- compromiso. Buenos Aires: La Autora, 1978.
70 HELlO GALLARDO

De Soto, Hernando. El otro sendero. La revolución in- La Farge, Oliver. "Prólogo" a Antropología de la po-
formal, SO Ed. Bogotá: Oveja Negra, 1987. breza (O. Lewis). México: Fondo de Cultura Eco-
Gutiérrez. Gustavo. Teología de la liberación. Pers- nómica, 1975.
pectivas, 7" Ed. Lima: CEP, 1990. Toffler, Alvin y Heidi. Las guerras del futuro. La su-
Hanke, Lewis. Estudios sobre fray Bartolomé de pervivencia en el alba del siglo XXI, 4" Ed. Bar-
Las Casas y sobre la lucha por la justicia en la celona: Plaza & J anes, 1994.
conquista española de América. Caracas: Univer- Vekemans, Roger. La prerrevolución latinoamericana.
sidad Central de Venezuela, 1968. Buenos Aires: Desal/Troquel, 1969.

Helio Gallardo
Helio Gallardo

John Locke y Norberto Bobbio

Abstract. This paper claims that John Locke propuesta en el Segundo tratado sobre el gobier-
does not support an individualistic conception no ... Para apoyar su tesis, cita del capítulo 11 de
of society; that if he did (which is false), this esa obra, el parágrafo 4:
would not bring him into conflict with a modern
organic conception; that based on this, Bobbio's Para entender bien el poder político y derivarlo de su
position lacks epistemic or heuristic value; and origen, se debe considerar en qué estado se encuentran
naturalmente todos los hombres, y éste es un estado
that, politically, individualism is not a progressi-
de perfecta libertad para regular sus propias acciones
ve category of modern social formations.
y disponer de sus propias posesiones y de las propias
personas como mejor se crea dentro de los límites
Key words: liberalism, individualism, poli- de la naturaleza, sin pedir permiso o depender de la
tical theory, Locke, Bobbio. voluntad de ningún otro.?

Comenta Bobbio:
Resumen. Este trabajo sostiene que John
Locke no posee una concepción individualista Partiendo de Locke se comprende bien que la doctrina
de la sociedad, que si la poseyera (lo que es de los derechos naturales presupone una concepción
falso), esto no lo enfrentaría modernamente individualista de la sociedad (... ) continuamente
con una concepción orgánica y que, por ello, la contrastada por la más sólida y antigua concepción
orgánica, según la cual la sociedad es un todo, y el
posición de Bobbio carece de valor epistémico
todo está por encima de las partes.'
positivo o heurístico y que, políticamente, el
individualismo no es una categoría progresiva
Más adelante extiende el comentario:
en las formaciones sociales modernas.
Concepción individualista significa que primero está
Palabras clave: liberalismo, individualis- el individuo, se entiende, el individuo singular, que
mo, teoría política, Locke, Bobbio. tiene valor por sí mismo, después está el Estado y no
viceversa. Que el Estado está hecho para el individuo
y no el individuo para el Estado ... 4
Presentación
Todavía va a prolongar y reforzar esta refe-
El año en que se conmemoraron los 300 rencia admirativa, tornándola polémica:
años de la muerte de John Locke, se abrió con
Hoy el concepto de democracia es inescindible del
el fallecimiento del pensador turinés Norberto
de los derechos humanos. Eliminad una concepción
Bobbio (Turín, 9/01104). Con independencia individualista de la sociedad. No lograréis justi-
de las aproximaciones de Bobbio a otras de las ficar la democracia como forma de gobierno (... )
ideas políticas del autor de los Dos tratados Conviene desconfiar de quien sostiene una concep-
sobre el gobierno civil), el autor italiano conce- ción antiindividualista. A través del antiindividua-
dió particular importancia a lo que consideró era Iismo han pasado más o menos todas las doctrinas
una 'concepción individualista' de la sociedad reaccionarias.I

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIll (108), 97-110, Enero-Abril 2005
98 HELIO GALLARDO

Queda al menos indicado, entonces, que permite tornar intercambiables a autores como
Bobbio estima que Locke despliega una concep- Aristóteles, Burke o Marx en relación o con una
ción individualista de la sociedad, que esta con- concepción orgánica o con el antiindividualismo.'
cepción se demarca ante una concepción orgánica Vista así, la oposición no resiste un análisis
y la enfrenta y que esta, por antiindividualista, porque equipara formaciones sociales imagina-
puede llegar a ser reaccionaria. Conviene, así, das y vividas como comunidad (Aristóteles) con
'desconfiar' de ella. formaciones sociales vividas como sociedad+
En este trabajo nos proponemos mostrar, En lo que aquí interesa, las formaciones sociales
sumaria mente, que Locke no posee una con- vividas como comunidad (la judía del Éxodo o la
cepción individualista de la sociedad, que si la Atenas de Aristóteles) poseen una moral pública,
poseyera (lo que es falso), esto no lo enfrentaría derivada de o revelada por un orden cósmico
modernamente con una concepción orgánica y o por la divinidad. En cambio, las formaciones
que, por ello, la posición de Bobbio carece de sociales vividas (aunque sea ilusoriamente) como
valor epistémico positivo o heurístico (no pro- sociedades, o sea las modernas, no poseen una
duce conocimiento ni faculta para guiarse en moral pública sino un orden colectivo jurídico
investigaciones) y que, políticamente, el indivi- o legal. Solo este último es vinculante. El orden
dualismo no es una categoría progresiva en las moral es privado y en él todo es lícito, excep-
formaciones sociales modernas. Estrictamente, to que esté tipificado como delito. Por ello las
se trata de una ideologema con contenido reaccio- sociedades modernas no pueden ser pensadas
nario en relación con las instituciones propuestas como comunidad moral porque su organización
por la modernidad dominante. no admite esta comunidad moral. Las iglesias y
El propósito de esta discusión es mostrar sus dioses, por ejemplo, forman parte de opciones
el carácter estereotipado, sin valor analítico, de privadas. Desde su perspectiva, Locke desplegó
algunas socializaciones en el campo de la historia este punto en su Carta sobre la tolerancia.
de las ideas políticas y contribuir así a su necesa- Si admitimos el criterio de Bobbio, critica-
rio debate académico, debate al que Bobbio con- do exclusivamente en la forma precedente, res-
currió profusamente en su existencia y en el que pecto de las representaciones sobre la sociedad,
Locke influye con abundantes materiales. encontraríamos entonces individualismo opuesto a
La discusión posee, asimismo, valor en la comunidad moral, individualismo opuesto, bajo la
coyuntura larga de la transición entre siglos, forma de 'anterior', a sociabilidad fundamental (es
pues en ella Locke ha sido revisitado por el el imaginario popularizado de Robinson Crusoe
neoliberalismo (F. Hayek) y el libertarismo (M. antes de toparse con Viernes), individualismo
Rothbard)", y los trabajos de Bobbio son signifi- como expresión coactivamente ordenada de una
cativos para lo que en el período ha sido llamado sociabilidad natural (es la propuesta ideológica y
'tercera vía' o una socialdemocracia renovada. política de Locke), e individuo como expresión,
Estos últimos aspectos, sin embargo, no son conflictiva o no, de las fuerzas que constituyen la
comentados en este trabajo. formación social. La distinción entre 'individualis-
mo' e 'individuo' supone aquí la diferencia entre
ideologías acerca del individuo y los procesos
1. Concepciones de la sociedad sociohistóricos, o sea humanos, de individuación.
Miradas desde otro ángulo, modernamente
Los textos citados de N. Bobbio oponen con- podríamos pensar en concepciones orgánicas
cepción individualista de la sociedad y concep- de la formación social, (que suponen una moral
ción orgánica de ella. Esta oposición es inadecua- objetiva y este es el caso de Locke o de Burke),
da en el tiempo (historia) y también lo es desde concepciones contractualistas de la sociedad que
un punto de vista estrictamente analítico. proponen una sociabilidad anterior al Estado (y
Bobbio ubica la concepción orgánica indis- esta es también la posición de Locke) y concep-
tintamente en las formaciones sociales de la anti- ciones sociohistóricas o sistémicas de las forma-
güedad y en las modernas. El procedimiento le ciones sociales que no admiten la oposición entre

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII (l08), 97-110, Enero-Abril 2005
JOHN LOCKE y NORBERTO BOBBIO 99

individuo y sociedad sino como expresiones de la a todas las acciones humanas y como condi-
conflictividad o tensiones sociales. Desde luego, ción de adscripción a la especie. En el primer
existen otras opciones, pero para el argumento de caso, se trata del Derecho natural clásico o
Bobbio estas son suficientes. antiguo. En el segundo, del iusnaturalismo
La oposición 'concepción individualista con- (Derecho natural) moderno. Locke expone
tra concepción orgánica' es histórica y analítica- este segundo criterio, según reconoce Bobbio
mente tosca. No facilita pensar, sino solo imaginar. (y todo el mundo), y por ello su concepción
y la imaginación estaría mejor servida si se abrie- no es 'individualista', como proclama el
ra a una triple distinción: concepción orgánica que autor italiano, sino antiestatista en cuanto
supone una moral objetiva y universal (que cons- el Estado (hegemonía y coacción) procura
tituye genéricamente la opción de Locke), concep- atribuirse un carácter moral (vinculante)
ción individualista contractualista que divide la universal. Su antiestatismo desaparece si
sociabilidad en privada y pública (y esta última es el Estado reproduce o apoya eficazmente
la figura ideológica básica de la opción de Locke) y la sociabilidad fundamental imaginada por
concepción socioh istórica o sistémica en la cual la Locke: teoría del trabajo, dominación de
individuación (imaginaria o efectiva) es insepara- género y generacional, racionalidad de la
ble de la sociabilidad (trabajo, sexualidad, sistemas acumulación de capital, etc. Aquí, su orden
sígnicos, etc.). Para Bobbio, la última no existe y coercitivo y coactivo tiene su más amplio
las dos primeras las malentiende. La opción ana- apoyo." De esta manera, Locke postula, a
lítica sistémica es, sin embargo, la propiamente la vez, una concepción orgánica de la exis-
moderna. La ideológica contractualista es también tencia humana (iusnaturalismo social) y un
moderna pero se dirige contra el Antiguo Orden. 'individualismo' ideológico económico y
La sociohistórica es moderna cuando el Antiguo político, no universalizable o falsamente
Orden, relegado a los caprichos privados (se puede universal (iusnaturalismo metafísico). Los
simular ser Rey o Vicario Divino en el patio de criterios de discriminación social y meta-
la casa), parece haber perdido ya su capacidad de física son en Locke el trabajo y la riqueza
incidencia y resistencia. acumulada mediante él, y la racionalidad
El recurso 'intelectual' de Bobbio, en este suprema de esta acumulación 'natural', y el
caso, consiste en haber construido un "muñeco reconocimiento y la sanción política de las
de paja": la oposición y enfrentamiento a secas y discriminaciones 'naturales' por el gobierno
polarizada entre concepción individualista y con- y el Estado. Pero su concepción de la socie-
cepción orgánica de la sociedad. Al posicionar este dad es inevitablemente orgánica, es decir
muñeco de paja como referencia central de la dis- objetivamente debida (vinculada necesaria-
cusión, ha ejercido un trabajo filosófico ideológico. mente) a la ley natural. Esto se sigue de su
Criticando este posicionamiento, hemos realizado planteamiento iusnaturalista centrado en una
una introducción al trabajo filosófico analítico. No formulación acerca del trabajo humano.
lo hemos completado porque no hemos mostrado
Ahora, Bobbio describe la concepción orgá-
los 'efectos' para la producción de conocimiento,
nica antigua como una en "la que el todo está
de este reposicionamiento sociohistórico.
por encima de las partes". Se trata de una lectura
Precisemos dos alcances del material señala-
débil: por su origen trascendente la ley de Jehová
do en este apartado:
está por encima del pueblo judío, en el sentido de
A. Una concepción orgamca de la sociedad que es obligatoria, pero su operacionalización
supone una moral objetiva. Este moral obje- consiste en estar en cada individuo o persona de
tiva puede provenir de Dios o del orden del ese pueblo tanto como en el proyecto histórico de
cosmos, como en el caso de Moisés y sus ese pueblo mismo. Jehová se encarna en el pro-
Tablas de la Ley, o de la proyección ideológi- yecto popular judío (que es su propio proyecto) y
ca de una naturaleza humana que se impone en este sentido no "está por encima" de él. Este
como vinculante (o sea como moral objetiva) es el alcance de un tipo de moral objetiva que

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liga a una comunidad. Lo comunitario 'no está existencia social en la cual el gobierno y Estado
por encima' de la comunidad. Su relacionalidad constituyen factores moralmente vinculados a
exigida es la comunidad misma y los procesos una economía y sociabilidad 'naturales'.
de individuación, positivos o negativos, se dan
dentro de ella.
2. Trabajo humano y concepción
B. La concepción sistémica de la relaciones
entre formación social y procesos de indivi-
orgánica de la sociedad
duación, y con ello la producción social de
La concepción de la sociabilidad funda-
individuos, es moderna en cuanto supone no
mental en Locke se encuentra ligada a su teoría
una totalidad orgánica (comunidad moral),
del trabajo y esta se sostiene en una economía
sino una cooperación voluntaria o involunta-
política. Para Locke, los seres humanos se ven
ria (esto quiere decir que un esclavo 'coope-
forzados naturalmente a generar valores de uso
ra' con su amo y viceversa) que posee una
mediante el trabajo y estos valores de uso cons-
matriz biológica o natural en la cual se ins-
tituyen propiedad legítima en cuanto responden a
criben juegos o repertorios de posibilidades
la actividad y energía de cada cual. El supuesto
sociohistóricas o culturales. De esta manera
inicial de esta economía política es una dispo-
la especie, y sus formaciones sociales, son
nibilidad infinita de la Naturaleza para que cada
autoproducidas por las relaciones que los
cual extraiga de ella bienes para su subsistencia.
seres humanos establecen con sus entornos
El trabajo es, pues, una condición o actividad
naturales. Cuando el individuo humano logra
natural del ser humano y es previo, junto con sus
mirarse a sí mismo como diferenciado, la
productos o riqueza, al Estado o bienestar públi-
especie horno sapiens sapiens ya estaba allí,
co. Es expresión, asimismo, de una racionalidad
bajo la forma de relaciones productivas que
objetiva, o sea de la manera en que se organiza
facultan o niegan posibilidades de indivi-
el mundo para los seres humanos. De aquí que
duación. La individuación no es un 'efecto'
el orden público legítimo (y moral) pase por la
de las relaciones sociales (sociabilidad), sino
defensa de la vida de quien trabaja, de su activi-
uno de sus componentes posibles y política-
dad de trabajo y de la propiedad de los objetos
mente realizables. Igualmente, las relaciones
producidos mediante él.lo
sociales que potencian la individuación no
Ahora, este trabajo natural no es individual,
son 'la' causa de los individuos, sino matriz
sino que supone una división social y técnica del
de una individuación posible. Para este aná-
trabajo. Las características de esta división social
lisis (centrado en las investigaciones de las
y técnica, y sus lógicas o espiritualidades de
distintas ramas de la antropología), la polari-
funcionamiento (moral y racionalidad objetivas)
zación y enfrentamiento maniqueo entre una
son, asimismo, naturales y el Estado debe, conse-
sociedad orgánica (antiindividualista) y otra
cuentemente, protegerlas. Que se trata de un tra-
individualista (antiorgánica) resultan toscos
bajo social, es evidente en el Segundo tratado ...
y mecanicistas.
porque Locke incluye en su estado de naturaleza
Resumimos este apartado: Bobbio sostiene el dinero (que, obviamente expresa una relación
que en Locke existe una concepción individualista social compleja)", las relaciones laborales (equi-
de la sociedad y opone este tipo de concepción a para el producto del rendimiento laboral de un
las concepciones orgánicas. Este posicionamiento criado con el pasto que come un caballo con pro-
del problema es falso por razones históricas y pietario, por ejemplo), la productividad del traba-
conceptuales. Aunque Bobbio no lo considera, jo (lo que supone una comparación entre sistemas
lo que caracteriza las concepciones orgánicas, económico-sociales o entre sus fases sociales) y,
antiguas y modernas, es la afirmación de una más importante, la naturalidad del atesoramiento
necesidad moral objetiva. Este es el caso del ius- y la acumulación y, por tanto de la concentración
naturalismo sostenido por el autor inglés. Visto de la propiedad por medio de la acumulación de
así, Locke propone una concepción orgánica de la capital. Habla así del capital, bajo su forma de

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inversión en oro y plata, y de su relación con la de esta matriz o red necesaria es la que lo hace
gran propiedad rentista: a uno individuo pleno o efectivo (propietario) o
discriminado (no individuo =
no propietario, pro-
Pero, puesto que el oro y la plata resultan de poca pietario virtual). La consideración del individuo
utilidad para la subsistencia humana en proporción a no juega un papel significativo o fundante en el
la que tienen los alimentos, las ropas y los medios de
planteamiento de la economía política de Locke,
transporte, tienen ambos metales su valor únicamente
que enfatiza, en cambio, el trabajo social, la apro-
por el consenso humano, aunque ese valor se rige
piación de valores de uso, el atesoramiento, la
en gran medida por el trabajo. Es evidente, por ello
mismo, que los hombres estuvieron de acuerdo en que acumulación, la gran propiedad y la concentración
la propiedad de la tierra se repartiese de una manera creciente de la apropiación, y con ello también de
desproporcionada y desigual (...) Por un acuerdo la exclusión de la propiedad, por intermedio de la
común, los hombres encontraron y aprobaron una expansión capitalista. Solo para abundar, haremos
manera de poseer legítimamente y sin daño para nadie una última referencia sobre el necesario carácter
mayores extensiones de tierras de las que cada cual social, productivista y, por ello generador de exce-
puede servirse para sí, mediante el arbitrio de recibir dentes, de la economía en Locke:
oro y plata, metales que pueden permanecer largo
tiempo en manos del hombre sin que se eche a perder En el pan que comemos no hay que calcular única-
el excedente, y tomando el acuerdo de que tengan un mente el esfuerzo del labrador, las fatigas del segador
determinado valor,'? y del trillador y los sudores del panadero; también es
preciso agregar a la cuenta del trabajo el de quienes
El texto remite a dos tiempos de una econo- domesticaron los bueyes, el de quienes arrancaron y
mía centrada en la legítima propiedad derivada fundieron el hierro y las piedras, el de los leñadores
del trabajo propio y de las necesidades que ese que derribaron el árbol y dieron forma a la madera
trabajo cubre: estadio de los valores de uso, en empleada en el arado, en el molino, el horno y demás
el que nadie puede poseer más propiedad que utensilios, que son muchísimos, que se precisan para la
la que utiliza para sus necesidades inmediatas. transformación del cereal, desde que se sembró hasta
El segundo estadio es el de la concentración que salió del horno convertido en pan. Todo eso entra
en el trabajo y es su consecuencia ... 14
de la propiedad y la generación de excedentes:
momento de los valores de cambio en que se
El enfoque de esta economía es social y sis-
maximizan los recursos económicos. Aquí, a las
témico. Como su trama o red es complejamente
necesidades inmediatas (nutrirse, vestirse, etc.)
diversificada, la trama permite individuaciones, o
se agregan otras mediadas. Ambas fases son
sea personificaciones e individuos. Pero ellos no
'naturales' y su secuencia o coexistencia expresa
una progresividad de la racionalidad humana. son autónomos ni libres, como comenta Bobbio.
La segunda, además de legítima, es más racional Son expresiones del sistema u organismo de la
que la primera porque la concentración de la pro- producción, circulación y consumo naturales
piedad y su empleo capitalista atiende mejor, por y racionales estipulado en la naturaleza de las
su productividad y su orientación al confort, las cosas, incluyendo la naturaleza humana. Ninguna
necesidades humanas. Cuando se señala aquí que de estas personificaciones o individuos puede
ambas fases son progresivas y expresan una evo- alterar el curso o espiritualidad de este orden
lución racional, se quiere decir, entre otras cosas, natural sin perder la naturaleza humana y trans-
que son manifestación de la voluntad divina y, formarse en objeto de sanción histórica y divi-
na. 15 De modo que no existe lugar para individuos
por ello, son moralmente obligatorias.
Ahora, el capital es una relación social+' que libres en la economía política de Locke. No son
constituye (afirmando, falseando o negando en un libres de trabajar o no trabajar en la fase de baja
mismo movimiento) individuaciones e individuos. productividad o de valores de uso. Tampoco lo
La matriz económica de Locke, por consiguien- son para acrecentar o no acrecentar la concentra-
te, constituye (o niega) individuos. No son los ción de propiedad y el aumento de la productivi-
individuos los que constituyen la matriz, como ... dad en el estadio final de acumulación centrado
parece creer Bobbio, sino que la configuración en los valores de cambio.

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Junto a esta sociabilidad económica com- A. En Locke, el trabajo agrega valor a aquello
pleja aunque predeterminada, en la que caben sobre lo que se aplica y a sus productos.
individuaciones pero no individuos, Locke agrega Constituye el 99 por ciento de ese valor (#
al menos las relaciones de género y las genera- 40). En tanto tal, el trabajo contiene una
cionales que aparecen subordinadas a las de su dimensión antropológica y es la base de la
economía política. Aquí tampoco la relaciona- propiedad legítima. Pero el trabajo se mide
lidad social es libre. Las madres están unila- asimismo por su productividad, entendida
tera/mente subordinadas a los esposos" y los como la abundancia de bienes que produce.
hijos a sus padres'", en particular al progenitor. Esta mayor productividad también se sigue
Modernamente diríamos que las posiciones que de la propiedad en este sentido: la propiedad
varones, mujeres e hijos ocupan en las rela- privada es más productiva que la propiedad
ciones familiares y su lógica 'natural' generan en común (# 37)19. De aquí que la gran
individuaciones portadoras de menor y mayor propiedad, efecto legítimo del empleo del
vulnerabilidad. Se trata de relaciones asimétricas, dinero, beneficia a la humanidad en lugar
como las que ya encontramos en la economía, de perjudicarla. Por el contrario, quien per-
determinadas allí por la propiedad. En términos judica a la gran propiedad, conociendo que
precisos, las individuaciones sociales, en las que, procura mayores beneficios civilizatorios
abstrayéndolas, Bobbio quiere ver individuos que la propiedad común o silvestre, ataca a
igualmente libres, no son ni intercambiables ni la humanidad y se pone en estado de gue-
universalizables. rra contra ella. Económica y culturalmente
El punto anterior está explícita y enfática- existe así una racionalidad humana legítima,
mente resuelto por Locke: pero inferior, centrada en valores de uso y
la ausencia de escasez, y otra racionalidad,
Aunque anteriormente he dicho "que todos los hom-
también legítima y superior, cuya base es la
bres son iguales por naturaleza", no debe entenderse
que yo me refería a toda clase de igualdad. Los años
gran propiedad, la acumulación y la esca-
y las condiciones personales pueden dar a ciertos sez.20 Esta última no podría ser superada
hombres un justo derecho de precedencia. La superio- sin la acumulación de capital. De este modo
ridad de facultades y de méritos puede situar a otros la racionalidad capitalista sirve de mejor
por encima del nivel general. El nacimiento a unos, manera a la voluntad divina de hacer que el
las alianzas y los beneficios recibidos a otros pueden ser humano trabaje la tierra para su beneficio
exigir el testimonio de su respeto a quienes se lo tienen (# 31). Atacar la propiedad capitalista, y su
ganado por naturaleza, por gratitud o por otras consi- cultura, implica, entonces, abandonar el uso
deraciones."
de la razón o, lo que es lo mismo, perder la
naturaleza humana.
Donde Bobbio ve individuos libres y una
concepción individualista de la sociedad y de Advertimos, en lo que aquí interesa, que el
la sociabilidad, encontramos la destructiva 'individuo' autónomo que Bobbio cree ver en el
camisa de fuerza de la economía natural, la trabajo de Locke no es sino una personificación
inalterable cárcel de las relaciones asimé- de la lógica de acumulación del capital, su por-
tricas de género, y la irreversibilidad de la tador. De este modo, lo 'anterior' al Estado no
honra generacional. Estas prisiones objetivas es el individuo, sino la lógica de acumulación
contienen, además, jerarquizaciones obligato- de capital.
rias, discriminaciones unilaterales e impres-
cindibles. Según Bobbio, pese a todas estas B. El argumento de la mayor racionalidad natu-
determinaciones, los individuos son 'libres' e ral de la productividad derivada de la gran
'iguales'. Por supuesto, como hemos visto, esto propiedad tiene asimismo un efecto sobre la
no es lo que opinaba Locke. igualdad humana. La gran propiedad genera
Incluimos aquí dos observaciones sobre individuaciones: la del gran propietario y la
aspectos particulares de este apartado: del no propietario y la del pequeño propietario,

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por ejemplo. Todas estas individuaciones son generaciones) y por una moral objetiva, indepen-
legítimas porque provienen de la más alta diente de la voluntad humana, que se constituye
racionalidad humana. Pero a su vez constitu- como factor de esa moral. Como afirma Locke,
yen criterios de discriminación, o sea contra aunque el estado natural del ser humano sea de
la igualdad (# 54), puesto que en la sociedad libertad, el estado de libertad "no lo es de licen-
civilmente (estatalmente) ordenada el no cia" (# 6). Primariamente, la libertad remite a
propietario no puede transitar hacia la gran la sociabilidad natural, sin gobierno pero con
propiedad. La lógica de la gran propiedad trabajo e individuaciones y, secundariamente, a
puede capturar a la pequeña propiedad, pero la sociabilidad política (commonwealth), sea con
la de esta última no puede hacer lo mismo gobierno y Estado. Las posiciones de Locke en
con la primera: sería violencia, una declara- este campo son de sobra conocidas: la finalidad
toria de guerra. de la ley no es restringir la libertad natural, o
sea sus particularizaciones, sino protegerla y
Si lo anterior se dice de la pequeña propiedad
ampliarla, sin leyes (objetivas y naturales o con-
y del no propietario (ambos beneficiados por la
sensuadas), no existe libertad, las leyes impiden
existencia de la gran propiedad, ¿qué ocurrirá con
el sometimiento a la voluntad arbitraria de otro.22
quienes desean vivir del trabajo ajeno? Un niño
La legislación que hoy llamaríamos positiva (los
mendigo resulta intolerable para la concepción
códigos jurídicos), se siguen consistentemente
no igualitaria, en el sentido de discriminadora,
de la sociabilidad natural y es, por ello, racional
de Locke." Individualismo, libertad e igualdad
y legítima. Obviamente, solo puede tener como
humana no son valores de su propuesta política.
fundamento el ejercicio de la libertad natural, o
Por el contrario, organicidad natural de la existen-
sea política, aunque sea sin Estado.
cia, determinación sacrificial y discriminación en
Existe en Locke, por tanto, una sociabilidad
la que los victimizados resultan responsables por
natural (política natural) y una sociabilidad arti-
atraer el castigo social o estatal que reúne 'toda la
ficial o consensual (commonwealth, Estado). La
fuerza social', sí lo constituyen.
primera es matriz de la segunda. Sabemos que
En síntesis de este apartado debe señalarse
el ejercicio de la primera posibilita las discrimi-
que Locke propone una concepción orgánica
naciones a través del mecanismo del dinero y la
del sistema social. El eje de su organicidad es
concentración de la propiedad, las relaciones de
la racionalidad (productividad) de la gran pro-
género y las generacionales.P Esto implica que
piedad. Defender la racionalidad objetiva que
no todos los individuos son iguales en el ejerci-
produce esta organicidad, 'contra la mayor parte
cio de su sociabilidad natural. Los individuos
de los seres humanos' ("... the greater part no
son iguales únicamente porque no obedecen
strict observers of equity and justice ... " (# 123»
a ningún gobierno al que no le hayan dado su
es el fundamento del Estado como dispositivo de
consentimiento. Pero no son iguales ante la
reproducción de la discriminación natural y como
ley natural porque esta incluye la gestación de
instrumento de la coerción y coacción (que puede
grandes propietarios y de no propietarios, de
llegar al terror) político. Estamos muy lejos de las
ganadores y perdedores, de racionales, menos
posiciones antropológicas individualistas e igua-
racionales y degenerados que desean vivir del
litarias que Bobbio cree encontrar en el autor del
trabajo de otros.P' Tampoco podrán ser igua-
Segundo tratado sobre el gobierno civil.
les, a jortiori, ante la ley positiva porque esta
únicamente sanciona y potencia el previo orden
político, o disposición, del estado de naturaleza.
3. Libertad, igualdad e individuo Así, las individuaciones generadas en la econo-
ideológico en J. Locke mía o en las relaciones de género no remiten a
un ser humano (individuo) universal, excepto
Ya hemos visto que la libertad natural apa- bajo una forma ideológicamente metafísica y,
rece en el Segundo tratado... tensionada por por ello, tampoco remiten a una ciudadano (ciu-
la sociabilidad fundamental (trabajo, género, dadanía) universal. La sensibilidad que atribuye

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al imaginario de Locke estar en el fundamento Bobbio mezcla y confunde estos planos: el


de derechos humanos o de las instituciones de la sociabilidad natural, donde no existen indi-
republicanas y democráticas, no se sigue de la viduos, por definición, sino tramas sociales que
organización del pensamiento del autor inglés, gestan la necesaria diferencia entre propietarios
sino de una lectura hecha socialmente posible opulentos, trabajadores sin propiedad y mendi-
en un período muy posterior a él. No se trata de gos miserables, vinculados políticamente entre
excusar (o acusar) a Locke porque en su época no sí, y el de la sociabilidad política, con Estado,
le resultara posible pensar 'modernamente', sino donde el ciudadano no es universal ni tampoco
de discutir el papel que, dentro de su imaginario un individuo autónomo porque está regido por
político, que como hemos visto, era orgánico las leyes positivas de la república que, aquí sí, no
(medievalmente inspiradoj'é y también moderno pueden lesionar su propiedad individual sin su
(concepción utilitaria del gobierno y Estado), jue- consentimiento.
gan la individuación y con ella los individuos. Encontramos así, en Locke, dos construc-
Conviene aquí recordar la referencia que ciones ideolágicas/! sobre el individuo: la más
Bobbio hace del Segundo tratado ... y que hemos importante la opone a la acción del Estado o
citado al inicio de este trabajo: gobierno. Los fueros de que son portadores algu-
nos individuos (existencia, riqueza) solo pueden
Para entender bien el poder político y derivarlo de su ser protegidos y potenciados, no lesionados-f por
origen, se debe considerar en qué estado se encuentran ellos. Pero se trata solo de algunos individuos, no
naturalmente todos los hombres, y éste es un estado de todos, puesto que el Estado puede aplicar la
de perfecta libertad para regular sus propias acciones
pena capital (# 3, ya citado). El segundo ideolo-
y disponer de sus propias posesiones y de las propias
gema ubica al individuo en el origen del estadio
personas como mejor se crea dentro de los límites de la
naturaleza, sin pedir permiso o depender de la volun-
más bajo de la economía política: el de la satis-
tad de ningún otro. facción de necesidades, antes de la introducción
del dinero. Pero este estadio, estrictamente, no
Como se advierte, después de nuestra discu- exige Estado porque supone la baja productividad
sión, esta cita no es procedente para determinar del trabajo y la ausencia de escasez. Y es una fase
una concepción política individualista en Locke claramente ideológica (o sea falseada) porque el
porque remite al estado de naturaleza y no a productor económico en apariencia individual
la repüblica-", excepto qué 'política' remita a la deberá asociarse al menos para procrear. Con el
sociabilidad fundamental, es decir a la economía surgimiento del dinero y de la concentración de
política, a las relaciones de genero y generaciona- la riqueza y la gestación de miseria y escasez, el
les y a la existencia cotidiana. Ya vimos que esa Estado se torna necesario para proteger una pro-
sociabilidad fundamental es en Locke, orgánica, piedad que es el resultado de relaciones sociales
no individualista. En segundo término, la "per- de producción. Lo que efectivamente protege
fecta libertad" hace referencia a una situación de el Estado no es al individuo ideológico, sino la
Perogrullo: en ausencia de Estado, ningún indi- racionalidad de la articulación productiva. El
viduo 'natural' está sujeto a jurisdicción política, Estado protege 'la idea' de propiedad privada, no
código positivo o gobierno alguno y posee, por a los individuos (# 138).
ello, autonomía sobre si y sobre sus posesiones Locke propone una concepción orgánica de
"dentro de los límites de la ley natural" (el texto la sociedad que, como hemos visto, está determi-
original inglés dice "within the bounds of the law nada por el trío ley natural, naturaleza humana y
of Nature"), pero esta ley natural obliga al trabajo mayor racionalidad productiva, propuesta en la
y a la procreación (sociabilidad fundamental) en que utiliza dos ideologemas acerca del individuo:
los que se producen individuaciones a partir de como abstracción en el inicio del proceso de tra-
relaciones sociales 'naturales', o sea forzosas, bajo y como ciudadano propietario.
pero no individuos autónomos. La ausencia de La necesidad de este ideologema es estricta-
Estado no implica la inexistencia de un orden mente politicista. Dicho directamente, durante el
político vinculante. período en que se escribe el Segundo tratado ...

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los sentidos oficiales del mundo objetivo, y con dominación y de los procesos sociohistóricos que
ello de la moral natural, estaban determinados efectivamente lo constituyen.
por el monarca absoluto y por la ortodoxia En breve, el individualismo de Locke es un
eclesial. En último término, ambos factores de dispositivo ideológico que funciona dentro de
producción y control del mundo bien ordenado una propuesta orgánica de constitución y repro-
se seguían de la voluntad divina de la cual el ducción de las formas económicas y culturales
dispositivo religioso era el intérprete privilegiado decantadas por relaciones sociales emergentes y
y, durante largo tiempo, único. El lugar desde el a las que se desea, en su constitución y efectos,
que se podía resistir este mundo saturadamente obligatorias o vinculantes.
ordenado y la moral naturalizada que lo revestía El juicio anterior amerita hacer una revisión
y cohesionaba ideológicamente era el de la inti- del análisis que realiza Macpherson en relación
midad del individuo aislado o subjetividad meta- con la oposición 'individualismo frente a colec-
física (libertad de conciencia, razón humana). tivismo' contenido en su trabajo más amplio:
El espacio político de resistencia de las nuevas Locke: la teoría política de la apropiación, que
relaciones sociales (la autonomía exigida por las forma parte de La teoría política del individua-
relaciones mercantiles y la acumulación finan- lismo posesivo. Desde luego, colectivismo no es
ciera), que desplazan y reemplazan las antiguas idéntico a concepción orgánica de la sociedad,
formas 'naturales', tiene que ser el individuo y su concepto este último que Bobbio, según señala-
iniciativa autónoma porque un mundo 'objetivo' mos, utiliza de manera confusa. 'Colectivismo'
dominado por curas y monarcas no admitía otro es un nombre moderno para designar o al
lugar. Por ello, los fueros del 'individuo' natural socialismo no estatal frente al socialismo esta-
ideologizado son también los fueros del propieta- tista (comunismo soviético) o a la doctrina que
rio y, después, los del ciudadano propietario. Pero postula la colectivización de los medios de
el individuo natural es una imagen ideológica de producción. Pero ambos 'colectivismos' pueden
una economía política orgánica y el ciudadano imaginarse sin una moral que se siga del orden
propietario es asimismo figura ideológica de de las cosas. El ser humano puede aparecer en
ellos, entonces, como creador de lo original y
la sanción estatal de la apropiación capitalista
impuesta como la más alta racionalidad posible a nuevo. El colectivismo doctrinario es opuesto
al individualismo, pero no a los individuos en
los seres humanos.
cuanto éstos se siguen de procesos sociohistóri-
La ideologización del 'individuo' y de su
cos de individuación.
autonomía 'libre', con una muy distinta función
Macpherson inicia su discusión distinguien-
respecto a las individuaciones efectivas de la eco-
do entre el contenido fundamental y el marginal
nomía política y de las relaciones entre géneros y
del 'individualismo' de Locke. El marginal es el
generaciones, se utiliza como fundamento natu-
que aquí hemos señalado como ideológico (indi-
ral de resistencia política contra reyes y curas y,
viduos autónomos e iguales, sujetos a la autoridad
en el mismo movimiento, se estereotipa bajo las
solo mediante consentimiento). El fundamental
formas del individuo propietario y como natura-
se sigue del conjunto de su análisis teórico de
leza humana para, finalmente, proyectarse falsa-
Locke y consiste en
mente como Humanidad. Se trata de una com-
pleta construcción filosófica (porque reposiciona ... convertir al individuo en el propietario natural de su
los factores del sistema que critica) e ideológica propia persona y de sus capacidades sin que deba nada
(porque se propone como bandera para otro orden por ellas a la sociedad.é?
social), útil para la lucha política y para la con-
figuración y proyección de lo que se conocerá Este individualismo suprime todas las rela-
posteriormente como una sensibilidad liberal, ciones sociales, no solo las religiosas y monár-
pero magra para entender a los seres humanos quicas, de modo que el individuo autonomizado
y a sus formaciones sociales. La exaltación de realice su individuación y plenitud acumulando
este 'individuo', filosófico e ideológico, facilita propiedades y, por concentrarlas, excluyendo a
la invisibilización de las relaciones sociales de otros de ella. La conflictividad supuesta por este

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individualismo obliga a que el Estado esté por B. En su comentario, Macpherson no apunta


encima de los individuos, en particular de quienes hacia el concepto de "prerrogativa" (# 158)
han sido excluidos de la propiedad. Nadie tiene como poder discrecional del príncipe (Estado)
derechos contra el Estado porque el Estado es un que ratifica y refuerza la capacidad del Estado
dispositivo social que cautela los intereses de los y gobierno para actuar 'más allá o más acá' de
propietarios contra los intereses de quienes han la legislación y de la voluntad de la mayoría o
quedado excluidos de la propiedad. Igualmente, del pueblo." La prerrogativa se aplica a 'cir-
los no propietarios quedan excluidos del gobierno. cunstancias excepcionales' o por vacío jurídico
El gobierno surge de los propietarios y gobierna y faculta para suspender derechos y garantías
para ellos. Escribe Macpherson: y proceder incluso contra la ley (# 160). La
prerrogativa tiene como finalidad el "beneficio
Locke no vacila en permitir que todos los individuos de la comunidad" o bien público determinado,
cedan a la sociedad civil (commonwealth) todos sus
obviamente, por la autoridad política. Este
derechos y poderes naturales (# 128), incluyendo
concepto termina por desvanecer la imagen de
específicamente todos sus bienes y toda su tierra (#
120) o, lo que viene a ser lo mismo, no vacila en ceder
que el pensamiento de Locke es conceptual-
todos los derechos y poderes necesarios para los fines mente antiestatista si el Estado es el de los pro-
para los que se ha constituido la sociedad, quedando pietarios que personifican la acumulación de
el poder de juzgar en manos de la mayoría. La cesión capital, según hemos visto antes. Contra esta
general de derechos individuales era necesaria para acumulación no existen ni derechos humanos,
reunir la fuerza colectiva suficiente para la protección ni instituciones democráticas.
de la sociedad. Locke podía permitirse proponerlo
porque la sociedad civil (commonwealth) había de El inicio de la formulación filosófica de lo
quedar bajo el control de los propietarios. En estas que se va a conocer posteriormente como tradi-
circunstancias, el individualismo podía cederse, y ción liberal es escasamente liberadora o libertaria.
cederse con seguridad, a la supremacía colectiva del Por el contrario, en Locke resulta agresivamente
Estado.l'' autoritaria o totalitaria. Conviene, como indica
Bobbio, aunque en otro sentido, 'sospechar' de
Para Macpherson, Locke ni siquiera es anties-
ella. Y analizarla críticamente sin remitirse a la
tatista, sino más que colectivista, totalitario. Y,
información estereotipada de los manuales o a la
por supuesto, en contra del prejuicio extendido, su
sensibilidad publicitaria vigente.
postura es muy cercana a la de Hobbes.
Conviene, respecto de la apreciación
básica de Macpherson, realizar, dos observa-
ciones breves: 4. Indicaciones finales
A. Su comentario no desarrolla completamente ¿Cómo es posible que autores con prestigio
el alcance de su concepto de que el indivi- académico como N. Bobbio acuerpen socializa-
dualismo de Locke consiste en " ... convertir ciones tan sin fundamento, incluso textual, como
al individuo en el propietario natural de su las que acabamos de discutir sobre John Locke y
propia persona y de sus capacidades sin que su Segundo tratado sobre el gobierno civil?
deba nada por ellas a la sociedad". Como Con independencia de los mecanismos de
nadie debe nada a la sociedad, y cada cual adjudicación de 'prestigios', digamos, en primer
es propietario natural de su persona, quienes término, que Bobbio no está solitario en esta
son propietarios solo de su propia persona falsificación. Otro autor europeo, respetado en el
son 'libres' para enajenar su trabajo en bene- campo de la historia de las ideas, 1. 1. Chevallier
ficio de la acumulación de capital. El Estado nos enseña que el Segundo Tratado sobre el
o gobierno no solo administra para y por los gobierno civil plantea
propietarios sino explícitamente contra los
trabajadores garantizando la expropiación ... de manera definitiva, las bases de la democracia
'justa' de sus capacidades laborales. liberal, de esencia individualista, cuya gran carta la

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JOHN LOCKE y NORBERTO BOBBIO 107

constituirfan las Declaraciones de derechos -derechos En Costa Rica se ha ocupado del pensamien-
naturales, inalienables e imprescriptibles-de las colo- to político de Locke, M. Formoso a quien se debe
nias americanas insurreccionadas y, después, de la incluso una traducción del Segundo Tratado ....
Francia revolucionaria.F Sus escritos son más socialización de lo que todo
el mundo debería prejuiciadamente saber acerca
Con menor prestigio, pero quizás con res-
de este autor'", que analíticos. En su presentación
ponsabilidades más directas, Howard Penniman
a la traducción mencionada, hace, sin embargo, la
nos dice, en su edición de los trabajos de Locke
siguiente reflexión que resulta en parte compati-
reunidos en On Politics and Education, hablando
ble con lo que hemos enfatizado en este trabajo:
sobre los caracteres que este último reconoce a
los seres humanos: Cuando esta ficción (de Locke) de la representación de
la voluntad popular se ejerce en un contexto de grandes
They were free to act upon decisions arrived at diferencias económicas, educacionales y de acceso a
through their search for security and pleasure. And la información, indudablemente que la voluntad de los
they were equal in the sense that as men they had equal legisladores no corresponderá con la voluntad de las
rights and duties in the community. Locke did not, of grandes mayorías del pueblo, sino que estará mucho
course, suggest that they were equally talented or of más cerca de los pequeños grupos privilegiados, que sí
equal ability.33 son efectivos para defender sus intereses particulares
en el parlarnento.P
Individuos libres e iguales en sus derechos
(fueros) y deberes sociales, que Penniman torna Franz J. Hinkelammert ha publicado en
'comunitarios'. Exactamente lo que Locke sis- diversos formato s su artículo La inversi6n de los
témicamente nunca sostuvo. Al menos este derechos humanos: el caso de John Lockeé". Su
editor nos consuela al recordar que H. Laski punto central es que el pensamiento de Locke
señalaba que Locke era uno de esos clásicos no presenta una teoría de la realidad, sino que
filósofos políticos 'a quienes se presupuesta "constituye un marco categorial para constituir
conocidos (taken for granted) y que por ello (sic) la realidad misma. Constituye la realidad y
no son leídos'. Y cuando se los mira, podría- por tanto jamás es refutable'P". Si se deja de lado
mos agregar, se los lee desde una compleja el tremendismo (un marco categorial jamás puede
tradición sociohistórica posterior, que incluye constituir la realidad, aunque como sensibilidad
instituci~nes como el sufragio universal, por puede ser dominante, y toda producción sociohis-
ejemplo, o la racionalidad obrera, que alteran tórica es refutable), lo cierto es que, como indica
sustancialmente el sentido de las observacio- Hinkelarnmert, desde los criterios de Locke no
nes de Locke. se puede entender ni asumir prácticamente la
En el caso de Bobbio, al prejuicio ideológico universalidad derechos humanos, lo que es una
anterior, se le agrega la despreocupación analí- tesis correcta. Pero, claro, reducirse a esos cri-
tica. Como hemos visto, una concepción indivi- terios significaría invisibilizar la sociohistoria
dualista de la sociedad requiere o de la ausencia de estos derechos. El mayor problema del texto,
de una moral objetiva o, si postula este tipo de sin embargo, es el trato desprolijo y fragmentario
moral, finaliza en una pretensión totalitaria que de los materiales de Locke que, más que objeto
deberíamos considerar como un programa pre- de análisis, sirve como prueba o excusa para las
moderno. convicciones intelectuales de su crítico.
Además, el texto de Bobbio es de 1987, un Más recientemente se ha publicado un tra-
tiempo particularmente crítico porque se ubica bajo de A. Ocampo sobre los límites de la tole-
en el inicio del colapso del mundo comunista rancia38, que incluye al menos cinco apartados
europeo y, por ello, en el vertiginoso desenlace específicos que desean referirse al pensamiento
de la llamada Guerra Fría. Puede haber parecido político de Locke. Por desgracia los comentarios
oportuno, en ese momento, revisitar los lugares resultan una mezcla poco graciosa entre este-
comunes, aunque falsos, de la sensibilidad domi- reotipos, ocurrencias y asociaciones arbitrarias.
nante y 'victoriosa'. Para el autor, por ejemplo, no existe ruptura entre

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108 HELIO GALLARDO

estado de naturaleza y sociedad civil (Estado). una crítica de la lógica de las instituciones de
Anota que Locke "Primero establece las con- las que se ocupó el autor del Segundo tratado
diciones sociales necesarias como mandatos sobre el gobierno civil y de varias cartas sobre
de la naturaleza, y luego limita esas mismas la tolerancia.
condiciones desde el requerimiento civil"39.
Lo que se está describiendo en realidad es una Notas
transferencia de poder mediante la que Locke
garantiza constitucionalmente la dominación de 1. Véase, por ejemplo, Stato, governo, societá. Per
la acumulación de capital. En un apartado pos- una teoria generale della politica. Existe versión
terior, Ocampo olvida que ha estimado que en castellana del Fondo de Cultura Económica.
Locke no existe ruptura entre estado de natura- 2. N. Bobbio, El tiempo de los derechos, p. 106. La
cita de Bobbio es del Secando trattato sul gober-
leza y sociedad civil y redacta que "El proceso
no. Existen varias ediciones en castellano, por
de establecimiento y creación de la sociedad
ejemplo la de Aguilar, de 1980.
civil (... ) es el mismo proceso de ruptura de 3. Bobbio, El tiempo de los derechos, p. 107.
la humanidad (... ) con el estado natural". El 4. Ídem. Bobbio va a traspasar esta referencia a su
hallazgo le permite concluir que Locke hace discípulo, L. Ferrajoli (véase Derecho y razán.
surgir el Estado para que los propietarios pue- Teoría del garantismo penal, en particular cap.
dan salir del aburrimiento y de la soledad (!).40 13, # 59, 2).
En cuanto a la ligereza de los procedimientos, 5. Ibíd, p. 147.
6. Asimismo, sus imágenes sobre el estado de
indiquemos que sostiene que Locke hace surgir
guerra (cap. III del Segundo tratado ...), fueron
la sociedad civil de la fuerza (p. 161), Y para
revitalizados por la práctica de la 'guerra global
probarlo recurre a una cita del parágrafo 175 preventiva' contra el terrorismo de la administra-
del Segundo tratado ... , que corresponde al pri- ción Bush.
mero del capítulo sobre la conquista, lugar en el 7. Véase específicamente su El tiempo de los dere-
que Locke escribe: ".. .la conquista se halla tan chos entre las páginas 145 y 148 Y la nota 37 de
lejos de la instauración de un gobierno, como ese ensayo.
el echar abajo una casa lo está de construir otra 8. Esta distinción analítica posee antecedentes
ya en el siglo XIX: F. Tonnies: Comunidad
nueva en el mismo lugar". Todo el capítulo de
(Gemeinschaft) y Sociedad (Gesellschaft).
Locke, centrado en la distinción entre guerra
9. Escribe en el inicio de su Segundo tratado... ,
justa e injusta, sostiene que una sociedad 'bien cap. 1, # 3: "Entiendo, pues, por poder político
ordenada' no puede surgir de la violencia mili- el derecho de hacer leyes que estén sancionadas
tar o imposición. Esto quiere decir, entre otras con la pena capital (... ) para la reglamentación y
cosas, que los propietarios no pueden con justi- protección de la propiedad".
cia ser despojados de sus propiedades mediante 10. La teoría del trabajo de Locke se encuentra prin-
la invasión militar o actos arbitrarios de la cipalmente en el capítulo V ("De la propiedad")
del Segundo tratado ... La moral racional objeti-
autoridad. Ocampo, sin pruebas o falseándolas,
va de su iusnaturalismo, en todo el texto, y por
prefiere ocurrencias más 'originales'.
fuerza en su exposición del estado de naturaleza:
Los trabajos de filosofía política de Locke "El estado natural tiene una ley natural por la
poseen importancia para una comprensión tanto que se gobierna, y esa ley obliga a todos" (#6).
de la función ideológica del pensamiento filosó- Lo racional consiste en aceptar esa ley natural:
fico como de la sensibilidad burguesa moderna. "Además de cometerse el crimen de violar las
Locke puede ser valorado como clásico, en este leyes y de apartarse de la justa regla de la razón,
sentido. No contribuye a una mejor interpretación cosas que califican a un hombre de degenerado
y hacen que se declare apartado de los princi-
de nuestro tiempo, incluso del latinoamericano,
pios de la naturaleza ... " (# 10). Si se quiere ser
el leerlo y discutirlo aceptando los numerosos e
considerado racional libre es entonces forzoso
interesados lugares comunes que existen sobre su seguir las leyes naturales. Sobre la antropología
obra y sin un dispositivo analítico y la seriedad y economía política de Locke puede verse el fino
metodológica que nos permitan mejorar efec- examen de C. B. Macpherson: La teoría política
tivamente nuestra incidencia política mediante del individualismo posesivo. Sobre la relación

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JOHN LOCKE y NORBERTO BOBBIO 109

entre su imaginario sobre la sociabilidad y dere- 16. "Pero siendo necesario que el derecho de decidir
chos humanos mis propios trabajos en Política y en último término (es decir, de gobernar) esté
transformación social y Teoría crítica: Matriz y colocado en una sola persona, va a parar, natu-
posibilidad de derechos humanos. ralmente, al hombre como más capaz y fuerte"
11. La introducción del dinero (# 45 Y siguientes) es (Locke, op. cit., # 82).
condición de la gran propiedad y de la acumu- 17. Siguiendo a Aristóteles, Locke determina el
lación. Y también de la apropiación de aquellas dominio paterno sobre los hijos por el beneficio
tierras "cuyos habitantes no se unieron al resto del de estos últimos. El dominio finaliza cuando los
género humano en el acuerdo para el empleo del hijos adquieren capacidad racional para decidir
dinero común y que permanecen incultas" (# 45). por sí mismos (# 69). Sin embargo, el deber de
El dinero, un factor 'natural', abre así también honrar y proteger a los padres, por los beneficios
paso para la conquista colonial. recibidos, es eterno (# 68).
12. Locke, op. cit., # 50. 18. Locke, op. cit., # 54. La autorreferencia de
13. El carácter social de la experiencia humana fue Locke es al capítulo 11, numeral 4. Especifica
explícitamente planteado así por Locke: "Según el allí que la libertad natural consiste en no
propio juicio de Dios, el hombre había sido creado verse sometido a ningún poder político (Estado,
en una condición tal que no convenía que perma- legislación) y en regirse solo por la ley de la
neciese solitario; lo colocó, pues, en la obligación Naturaleza (" ... within the bounds of the law of
apremiante, por necesidad, utilidad o tendencia, Nature"), Esta sujeción, no libertad, es universal.
de entrar en sociedad, al mismo tiempo que lo El tema vuelve a aparecer, más ampliamente, en
dotaba de inteligencia y de lenguaje para que el numeral 21 del capítulo cuarto.
permaneciese en ella y se encontrase satisfecho 19. Esta observación solo se encuentra en algunas
en esa situación" (Locke, op. cit., # 77). Como se versiones del Segundo tratado ... Aquí la recoge-
advierte, ningún asomo de individualismo 'natu- mos del trabajo de C. B. Macpherson: La teoría
ral'. Este solo aparecerá como figura ideológica política del individualismo posesivo, p. 183.
para justificar la gran propiedad, la expropiación 20. La escasez surge tanto del uso del dinero como
inherente a ella y los fueros de los propietarios del aumento de la población y por los progresos
como constitutivos del poder público. civilizatorios.
14. Ibid., # 43. El texto prosigue haciendo mención a 21. Para Locke, el desempleo no tenía determinacio-
la división internacional del trabajo. No hay cabi- nes económicas sino que se debía a la degradación
da en esta red para los individuos, aunque sí para moral. Los desempleados, por tanto, carecían de
individuaciones. El parágrafo siguiente determi- toda capacidad jurídica, pero estaban sometidos
na secamente el interés central de la presentación al Estado (véase, Macpherson, op.cit., p. 192; o
de Locke: toda esa red laboral es función de la Tomás Várnagy, El pensamiento político de John
legitimidad de la gran propiedad: " ... a pesar de Locke y el surgimiento del liberalismo, p. 20.)
habérsenos dado en común todas las cosas de la 22. Ibid., # 57.
Naturaleza (... ) el hombre llevaba dentro de sí la 23. Y también la guerra, aunque no tocamos ese
gran base de la propiedad (... ). Se trata de una aspecto en este trabajo.
propiedad incluyente/excluyente: " ... todo (en lo 24. Para Locke, " ... la mayor parte de los hombres no
que entrara su trabajo) le correspondía perfecta- observa estrictamente los mandatos de la equidad
mente en propiedad y no pertenecía en común a y de la justicia" (op. cit., # 123). Son "pendencie-
los demás" (# 44, paréntesis nuestro). ros y disputadores" que desean "aprovecharse
15. Han sido vastamente socializadas las referencias de los esfuerzos ajenos" (# 33) y que precipitan
del Segundo tratado ... en las que Locke retira la o el estado de guerra o la sanción propuesta por
naturaleza humana a quienes se ponen en 'estado la ley positiva. Como hemos visto antes, no son
de guerra': " ... se puede destruir a un hombre estrictamente seres humanos ni deben ser trata-
que nos hace la guerra o que ha manifestado odio dos como tales.
contra nosotros, por la misma razón que podemos 25. Véase la opinión del historiador de la teoría polí-
matar a un lobo o a un león". (# 16). En el origi- tica, G. H. Sabine, Historia de la teoría política,
nal: " ... and one may destroy aman who makes p. 386. Una consideración crítica sobre este tipo
war upon him, or has discovered an enmity to his de juicios puede encontrarse en el ensayo de
being, for the same reason that he may kill a wolf Macpherson ya citado, Teoría política del indivi-
or lion ... ". dualismo posesivo, p. 208 y siguientes.

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26. El parágrafo 4 precisamente es el primero del Ferrajoli, L. Derecho y razán. Teoría del galantismo
capítulo sobre 'el estado de naturaleza'. penal. Madrid: Trotta, 1992.
27. Empleo aquí 'ideología' en el sentido de falsifica- Formoso, Manuel. Las ideas políticas, 9 lecciones.
ción asociada a un sentido común que ignora sus San José, Costa Rica: Porvenir, 1985.
determinaciones sociohistóricas y que justifica y ____ . "Introducción" al Tratado sobre el gobier-
expresa relaciones de dominación. no civil. San José, Costa Rica: EDUCA, 1997.
28. La mayoría puede afectar la propiedad legítima de Gallardo, Helio. Política y transformacián social.
alguien, pero requiere de su consentimiento (# 138). Discusián sobre derechos humanos. Quito: Tierra
29. Macpherson, op. cit., p. 218. Nueva, 2000.
30. lbíd., p. 219 (paréntesis nuestros). ____ . Teoría crítica: Matriz y posibilidad de
31. Locke. Segundo tratado ... , cap. XlV. derechos humanos (en proceso de edición).
32. Jean-Jacques Chevallier, Los grandes textos polí- Sevilla, España: 2006.
ticos ..., p. 100. Herrera Flores, 1. (Editor) El vuelo de Anteo. Derechos
33. H. R. Penniman: lntroduction to the Second humanos y crítica de la razán liberal. Bilbao:
Treatise ... , p. 72. DescIée de Brouwer, 2000.
34. Véase M. Formoso: Las ideas políticas. 9 leccio- Hinkelammert, F. J. "La inversión de los derechos
nes. humanos: el caso de John Locke", En: Herrera
35. Manuel Formoso, "Introducción" al Tratado Flores, Joaquín (editor). El vuelo de Anteo.
sobre el gobierno civil, p. 17. Derechos humanos y crítica de la razán libe-
36. En 1. Herrera Flores (editor): El vuelo de Anteo. ral. Bilbao: DescIeé de Brower, 2000.
Derechos humanos y crítica de la razán liberal. Locke, John. On Politics and Education. USA: Walter
37. F. 1. Hinkelammert, op. cit., p. 112. 1. Black, 1947.
38. Ángel Ocampo: Los límites de la tolerancia y el ____ . Segundo tratado sobre el gobierno civil.
sujeto universal. De paradojas y bandidos. Madrid: Aguilar, 1980.
39. Ocampo, op. cit., p. 76. Macpherson, C. B. La teoría política del individualis-
40. lbíd., p. 158. mo posesivo. Barcelona: Fontanella, 1979.
Ocampo, Ángel. Los límites de la tolerancia y el suje-
to universal. De paradojas y bandidos. San José:
Bibliografía Costa Rica: DEI, 2002.
Penniman, H. R. "Introduction to the Second
Bobbio, Norberto. Statu, governo, societá. Per una Treatise ... " En: Locke, John. On Politics and
teoria generale delta politica. Einaudi: 1985. Education. USA: Walter 1. Black, 1947.
. El tiempo de los derechos. Madrid: Sabine, G. H. Historia de la teoría política. México:
Sistema, 1991. Fondo de Cultura Económica, 1976.
Chevallier, Jean-Jacques. Los grandes textos políticos. Várnagy, Tomás. El pensamiento político de John
Desde Maquiavelo hasta nuestros días, 68 ed. Locke y el surgimiento del liberalismo. Buenos
Madrid: Aguilar, 1967. Aires: CLACSO, s.f.e.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII (108), 97-110, Enero-Abril 2005
Helio Gallardo

John Locke y la teoría del poder despótico

Abstract. The paper discusses Locke's encuentre una teoría del poder despótico suele
IILspotic power theory contained in his despertar irritación, sarcasmo o menosprecio en
¡Milosophical political thought as part o/ a algunos medios académicos latinoamericanos.
Iwoader discussion about the non-democratic En este artículo mostraremos que esta tesis es
lDIti totalitarian leaning character o/ the modern indisputable y constituye uno de los fundamen-
..aginary. The issue o/ despo tic power put tos de la propuesta sobre la sociabilidad humana
ard by the English philosopher follows del autor del Segundo Ensayo sobre el gobierno
ectly from his works, specifically from the civil. Las razones para que sectores de la aca-
..rural character o/ his Political Economy (his demia latinoamericana invisibilicen esta teoría
ry o/ work as a source o/ property) and tienen probablemente muchas vertientes, pero
"rational" and saturated character o/ his aquí destacaremos las que podrían considerarse
essary, legitimate or civil Commonwealth. más pertinentes para esta discusión.
En primer lugar, suele 'comprenderse' a
Key words: modern political philosophy, Locke, sin necesariamente haber leído por com-
e, despotic political theory. pleto sus trabajos, desde una tradición de tres
siglos, es decir como si Locke en el siglo XVII
Resumeu. El artículo presenta la teoría hubiese anticipado instituciones del siglo XX.
poder despótico contenida en el pensamiento Las instituciones y sensibilidades democráticas
ifico político de Locke como parte de una del siglo XX y XXI, como el sufragio univer-
ión sobre el carácter no democrático y con sal, por ejemplo, constituyen decantaciones de
ncia totalitaria del imaginario moderno. luchas sociales que Locke ni siquiera previó y
cuestión del poder despótico expuesto por el cuyos caracteres, de haberlas reconocido, habría
, 10 inglés se sigue directamente de los textos probablemente rechazado con vehemencia y qui-
Locke y espec(ficamente del carácter natural zás con asco. Una falsa comprensión de Locke
su Economía Política (teoría del trabajo como desde la sensibilidad constitucional y democrá-
jMente de la propiedad) y del carácter "racional" y tica reciente o actual ignora, por ejemplo, que,
.muante de su gobierno necesario, legítimo o civil. estrictamente, los criterios de este autor inglés lo
posicionan filosóficamente dentro de la tradición
Palabras clave: filosofía política moderna, liberal no-democrática, como lo ha sostenido
Locke, teoría del poder despótico. en su trabajo sobre la democracia liberal C. B.
Macpherson.' La inadecuada, por extemporánea,
lectura del pensamiento de Locke puede estar
reforzada porque, pese a su ascendiente, no se
Introducción
han analizado directamente sus textos y se lo
La tesis de que en los escritos políticos refiere usualmente desde manuales o desde citas
del pensador moderno J. Locke (1632-1704) se de comentaristas prestigiosos.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII Número doble (109/110), 193-215, Mayo-Diciembre 2005
194 HELIO GALLARDO

La lectura latinoamericana escolar y de del mismo de allí en adelante, anexiona y somete a la


manual del pensamiento de Locke incluye su comunidadtodos los bienes que ya posee y los que podrá
enfrentamiento excluyente con la obra filosófica adquirir,siempreque éstosno dependanya de otro gobier-
de T. Hobbes (1588-1679). Para este imaginario no (...) Ambos,la personay los bienes,quedan sujetosa la
adocenado, Hobbes expresaría las necesidades soberanía de aquel Estado mientras este exista."
y deseos de la monarquía absoluta y Locke las
De modo, pues, que Locke también propone
de los tolerantes constitucionalisfas demócratas
una cesión total (lo que tiene un alcance nacional
modernos. Esta tosca contraposición puede con-
y también totalitario o saturante) de las capacida-
siderarse grotesca. El estadounidense George
des y bienes naturales de los individuos al Estado
H. Sabine, en su Historia de la teoría política,
señaló, hace más de medio siglo, que Locke 'bien ordenado' con vistas a su funcionamiento y
incluyó "en su filosofía social una gran parte de reproducción. Este punto debería ser obvio puesto
las premisas de Hobbes"2 y que su teoría "era que en el inicio de su trabajo declara que entiende
implícitamente tan egoísta como la de Hobbes"3, por poder político "(. ..) el derecho de hacer leyes
con independencia de la diferente caracterización que estén sancionadas con la pena capital (. ..) y
que ambos hacen del 'estado de naturaleza'. Otro el de emplear las fuerzas del Estado para impo-
historiador estadounidense tradicional, insospe- ner la ejecución de tales leyes ... "7; con lo cual la
chable, W. Ebenstein, sostiene la existencia de propiedad o derecho sobre la existencia propia,
una diferenciación más marcada entre Hobbes y fundamental en la concepción de Locke, queda
Locke, pero su criterio descansa principalmente anulada por la fuerza legal (coacción) necesaria
en un error respecto del carácter del contrato para la reproducción de un Estado 'de derecho'.
que liga al poder soberano con los ciudadanos." Por esto no es extraño que un analista cui-
En Hobbes, la cesión de poderes sería absoluta, dadoso como Macpherson señale que el estado
en Locke, limitada. Sin ánimo de una discusión de naturaleza es, en Locke, a veces contrario al
detallada de este punto, que tampoco favorecería estado de guerra y en otras idéntico a é18, lo que
la opinión de Ebenstein, señalemos exclusivamen- lo acerca, con sus alcances para una antropología,
te que, en términos operativo s, Locke, al igual al planteamiento hobbesiano, y que determine que
que Hobbes, también propone la total cesión ambos coinciden en lo que él llama los 'supuestos
de derechos individuales a la commonwealth posesivos' de la sensibilidad burguesa emergente
para asegurar la reproducción del sistema social. (libertad como independencia individual frente
Más adelante veremos que esta cesión es no solo a los otros y como función de la apropiación, y
operativa, sino una exigencia teórica básica de su sociedad política como aparato de protección de
propuesta. Escribe, refiriéndose a los dos poderes la libertad como apropiación). Lo que los dife-
(guiarse por su voluntad para salvaguardarse a sí rencia, en realidad, es el rechazo total que hace
mismo y a la especie y castigar a quienes violen Hobbes del derecho natural tradicional mientras
la ley natural) que los seres humanos poseen en el que en Locke esto se matiza con una adaptación
estado de naturaleza: crítica y materialista, desde la sociedad burguesa,
de la sensibilidad natural cristiana medieval'', De
Pero el hombre renuncia a esos dos poderes cuando este modo, para-el primero no existe más justicia
entra a formar parte de una sociedad política particu- que la del mercado. Para Locke, en cambio, la
lar (... ) y se incorpora a un Estado independiente del justicia, también mercantil, se sigue de una 'natu-
resto de los hombres.t
raleza' humana. Como veremos más adelante,
esto carece de todo alcance 'progresista'.
Unos parágrafos antes este apologista de la
Lo que intenta mostrar la sumaria presenta-
apropiación privada y de la acumulación de capi-
ción anterior es que las relaciones entre las ideas
tal ha escrito, más sensiblemente:
políticas de Hobbes y Locke no constituyen, sin
Para comprender esto mejor será bueno que meditemos más, un enfrentamiento entre un apologista del
en que desde el momento en que un hombre se incor- absolutismo y un defensor de la sociedad civil y de
pora a un Estado cualquiera, entrando a formar parte la soberanía popular, del sufragio y de derechos

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII Número doble (109/110), 193-215, Mayo-Diciembre 2005
JOHN LOCKE y LA TEORÍA DEL PODER DESPÓTICO 195

humanos, sino que estas relaciones constituyen al que resultaría estúpido y risible negarles propie-
menos una discusión y que en ella alcanzan valor dad y valor de verdad indiscutible.
significativo quienes inscriben los trabajos de Convendría, quizás, indicar finalmente que
ambos en el marco común de la moderna sensibi- el pensamiento de Locke parece organizar y
lidad burguesa europea emergente, cuestión que expresar de una manera llana (aunque se trata de
facilita asumir su relación con el despotismo. una construcción muy elaborada) lo que parece
Los estereotipos que impiden a la academia ser pertinente para la convivencia humana en las
latinoamericana acercarse críticamente al pensa- sociedades modernas. Resulta por ello cómodo
miento político básico de Locke se ven asimismo 'naturalizar' sus posicionamientos, referencias
reforzados por el prestigio ideológico "democráti- institucionales y las lógicas que las animan.
Locke resulta fácilmente aceptable como parte
co" que éste posee en el hemisferio y por el alcan-
del 'sentido común' y de la existencia efectiva o
ce, por demás indebido, que-se asigna a sus ideas
deseable de todos los días. Sus representaciones
sobre el derecho de resistencia en nombre de la
parecen existir en la institucionalidad cotidiana,
libertad personal y la libre adquisición y disfrute
aunque ésta falle o sea carencial. Una difusa
de la propiedad. Este imaginario sobre Locke
sensibilidad constitucional atribuida a Locke,
coincide con la sensibilidad con que la sociedad
plasmada en recursos legales como el de habeas
estadounidense desea mirarse y entenderse a sí corpus, ha salvado muchas vidas de disiden-
misma y tiende a formar parte de su religiosidad tes, contestatarios y revolucionarios en América
civil. Escribe Ebenstein: Latina.P Por supuesto, la 'naturalidad' filosófica
de un pensamiento representa un desafío, no un
FJ texto de la Declaración de la Independencia es pura-
programa. Con este desafío programático es que
mente lockiano y los principales elementos del sistema
desea colaborar este trabajo.
político americano -la inviolabilidad de la propiedad,
Introducida así la discusión, expongamos
d gobierno limitado y los derechos inalienables de los
con algún detalle la teoría del poder despótico
iodividuos- son todos directamente sacados de Locke.
Escribiendo en una sociedad comercial en desarrollo, tal como ella se encuentra en el pensamiento
sus ideas también sirvieron a las necesidades de un de J. Locke. Trabajaremos principalmente sobre
país dinámico y pionero. lO su Segundo tratado sobre el gobierno civil'",
aunque algunas veces debamos hacer referencia
En cuanto al derecho a la resistencia y la puntual a otros de sus materiales. La importancia
correspondiente teoría de la rebelión, adaptada política de la existencia de esta teoría la indicare-
por T. Jefferson (1743-1826) a la existencia polí- mos al final de estas notas.
tica estadounidense con la fórmula "El árbol de
la libertad ha de refrescarse de vez en cuando Sobre el poder despótico
con la sangre de los patriotas y de los tiranos", el
Las discusiones filosóficas sobre el despotis-
profesor francés Jean-Jacques Chevallier la con-
mo suelen ligarlo con una determinada forma de
sidera factor fundante de la Resistencia espiritual
gobierno. Queda así en apariencia desplazado su
y política contra la ocupación y barbarie nazi.'!
referente 'natural', derivado de la etimología de
Más cerca en el tiempo, autores como N. Bobbio
la palabra, inicialmente griega, despotés, amo o
y L. Ferrajoli, próximos a un iusnaturalismo ver-
dueño, y latina, dominus, amo de la casa, domi-
gonzante, con su reconocimiento de la influencia nio, y más radicalmente sánscrita, casa, cons-
de Locke en el despliegue de derechos humanos truir, quien configura. Más remotamente puede
y de su teoría, han remozado las diversas apre- acercarse al mismo sánscrito con los alcances
ciaciones estereotipadas sobre la producción del de forzar, constreñir, domar, domesticar, some-
pensador inglés.l? Por supuesto, la existencia de ter. En términos modernos, desplazar la raíz
padrinos europeos y "americanos" resulta irre- etimológica implica separar los caracteres del
sistible para algunos comentaristas o publicistas poder soberano de su forma de administración,
académicos latinoamericanos quienes concluyen esta última desligada de su connotación 'natural'

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familiar. Locke separa, por ejemplo, poder paren- Como se advierte, la sensibilidad e institu-
tal y poder político, pero establece una relación cionalidad despótica, desalojada o disociada de su
de continuidad entre instituciones y lógicas eco- raíz etimológica, funciona modernamente contra
nómicas, políticas y culturales. Así, 'despótico' la naturaleza humana, a diferencia del referente
se dice de una práctica de gobierno o dominio etimológico griego (despotési para el que las rela-
político en la cual no influyen (o influyen de un ciones de imperio entre el amo y los siervos (patrón
modo carencial) las necesidades y voluntades de y esclavo) son necesarias ya que los últimos lo son
los gobernados. Si el gobierno, al menos, deriva por naturaleza. De esta manera la versión moder-
su legitimidad de un contrato consensual o del na de 'gobierno despótico' conlleva el supuesto de
beneficio más amplio para la mayoría, la práctica que no existen seres humanos o pueblos natural-
despótica de los asuntos colectivos resulta políti- mente serviles: supone la atribución generalizada
o universal de la libertad a los seres humanos.
camente ilegítima por unilateral: se ejerce sobre
'Despotismo' contiene así apreciaciones de valor
y contra aquellos a quienes se somete al imperio
o disvalor en relación con una determinada antro-
(siervos, vasallo s), no a quienes se consulta y
pología. Para Aristóteles, por ejemplo, una de las
comprende como sujetos (ciudadanos).
formas propias de la monarquía es la despótica,
Montesquieu (1689-1755), quien distingue
adecuada para los bárbaros asiáticos que no son
entre naturaleza y práctica de gobierno, dice de la
humanos en el sentido que lo son los griegos:
naturaleza del despotismo que el poder radica en
uno, como en la monarquía, "pero sin ley ni regla, (...) hay otra forma de monarquía a la que pertenecen
pues gobierna el soberano, según su voluntad y sus las de algunos pueblos bárbaros. Todas éstas son muy
caprichos'l'", y añade que un ser humano "a quien próximas a la tiranía, pero son legales y hereditarias,
sus cinco sentidos le dicen continuamente que él pues por ser de condición más servil los bárbaros que
lo es todo y los otros no son nada es naturalmente los griegos y los asiáticos que los europeos, soportan
el gobierno despótico sin el menor desagrado; por
perezoso, ignorante, libertino. Abandona, pues, o
eso estas monarquías son tiránicas, sin duda, pero al
descuida las obligaciones'U'' mismo tiempo firmes por ser hereditarias y legales.
Estas obligaciones, anota Montesquieu, que- Por la misma razón su guardia es también real y no
dan a cargo de un visir quien complementa la tiránica, pues son ciudadanos armados los que forman
naturaleza de su poder con la religión en cuanto la guardia de los reyes, mientras que la de los tiranos
depósito y continuidad y, también, de la costum- es de mercenarios: los primeros mandan, en efecto de
bre.'? En lo que se refiere a la lógica de funcio- acuerdo con la ley y con el asentimiento de sus súbdi-
tos, Ylos tiranos contra la voluntad de ellos, y así los
namiento del gobierno despótico, Montesquieu la
primeros tienen una guardia formada de ciudadanos, y
advierte en el temor. Es el temor el que propaga
los otros para defenderse de los ciudadanos.'?
la obediencia generalizada:
En el mundo antiguo, que se prolongará
(... ) una vez conocida la voluntad del príncipe, infa-
durante el medioevo, la práctica despótica es
liblemente debe producir su efecto como una bola
propia, admite leyes y se aplica a pueblos 'natural-
lanzada contra otra debe producir el suyo (...) No hay
mente' esclavos (despotismo oriental). 'Despótico'
temperamento, modificación, arreglo, equivalencia ni
contiene así un prejuicio cultural o étnico enlazado
nada mejor o igual que proponer. El hombre es una
criatura que obedece a un creador dotado de voluntad. con una antropología excluyente o no universal.
// No puede representar sus temores sobre un suceso 'Despótico' no conviene a los griegos u occiden-
futuro ni excusar sus malos éxitos por los caprichos tales. Si los seres humanos o una parte de ellos se
de la suerte aciaga. Lo que tienen los hombres, como comportan como 'naturalmente' serviles, entonces
animales, es el instinto, la obediencia, el castigo. // el poder y gobierno despóticos son legítimos.
De nada sirve alegar sentimientos naturales, como el Si, por el contrario, los seres humanos poseen
respeto a un padre, la ternura por la mujer y los hijos, universalmente voluntad, racionalidad y libertad,
el estado de salud, las leyes del honor: se ha recibido la entonces la práctica despótica aparece deslegi-
orden yeso basta; no hay más que obedecer.l'' timada como disvalor, como algo aberrante. La

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JOHN LOCKE y LA TEORÍA DEL PODER DESPÓTICO 197

sensibilidad despótica aparece como una relación comprensión del Mundo Antiguo, donde las ins-
social 'natural' y necesaria en un mundo irre- tituciones despóticas se seguían de la naturaleza
versible de desiguales, O de bárbaros asiáticos y de pueblos serviles, ahora el imperio despótico
civilizados griegos. Aunque el vocabulario no es constituye poblaciones e individuos serviles que,
aquí correcto, el mensaje del mundo antiguo es en su vertiente positiva, pueden ser 'liberados'
que el reinado despótico es responsabilidad de los de su circunstancia para asumirse como libres, o
siervos o esclavos, o convocado por ellos, no del sea como occidentales (demócratas, republicanos,
patrón o déspota. cristianos). En la vertiente negativa, pueblos e
Si el imperio despótico se sigue de una nece- individuos libres o distintos pueden ser someti-
sidad objetiva, entonces el arbitrio de su rey o dos al imperio despótico de los amos por medio,
gobernante no puede ser considerado arbitrario, por ejemplo, de la guerra justa.20 Estos últimos
excepto por un observador externo a esa cultura trastrocamientos, forzosamente ambiguos, mues-
política. Igualmente, las instituciones de la prác- tran la tensión y conflicto entre un universalismo
tica despótica, al ser objetivamente inevitables, ideológico (declarado como condición de identi-
enseñan su solidez y permanencia. Constituyen ficación) y la institucionalización de un mundo
un rasgo cultural, O sea antropológico (o casi), 'moderno' de prácticas discriminadoras y exclu-
a diferencia, por ejemplo, de una dictadura, que yentes instituidas por la existencia económica,
puede ser considerada un fenómeno político cultural (de género, religiosa, étnica, generacio-
circunstancial. Por ello es que las poblaciones nal) y sancionadas por las instituciones políticas.
griegas, u Occidente, incluso el moderno, pueden Desde el punto de vista de análisis interesa
aceptar dictaduras, pero no despotismo. Este últi- destacar que la práctica despótica ha sido despla-
mo, desde Montesquieu (Del espíritu de las leyes) zada y reposicionada por el pensamiento moderno
hasta George Bush (democratización militar de desde el ámbito moral al campo político entendido
las zonas oscuras del mundo), pasando por Kant como espacio de fuerzas y como técnica jurídica
(Sobre la paz perpetua) y acercándose a Hegel de administración y que su referente o fundamento
(Filosofía de la historia), es propio de los pueblos imaginario es la universalidad de la experiencia
bárbaros, atrasados, orientales o en donde no humana, ya sea para aceptarla o para negarla.
sopla el espíritu de la modernidad. Este último Examinaremos estos desplazamientos y reposicio-
sería el caso latinoamericano. namientos en el caso específico de 1. Locke.
Esta primera aproximación a la noción de
'despotismo' nos ha enseñado que ella contiene
El tratamiento del despotismo
varias fracturas. La primera es con su etimología:
ligada a las relaciones de imperio moral propias en J. Locke
de una comunidad natural (la: familia con escla- La nocion de despotismo en el Segundo
vos), es desplazada y reposicionada en el ámbito tratado sobre el gobierno civil aparece siempre
de la polis, es decir en relación con los asuntos asociada con los disvalores del poder, o de sus
públicos que trascienden el campo familiar. El prácticas, absoluto y arbitrario. Se trata de una
reposicionamiento permite complejamente dife- capacidad antinatural o aberrada en cuanto no
renciar los regímenes políticos legítimos para los forma parte del 'estado de naturaleza' sino del
'otros' (discriminados) de los propios. El despo- 'estado de guerra'. Por no constituir un factor
tismo es algo que puede y debe ocurrirle a los del estado de naturaleza, no puede traspasarse
otros, no a los apropiadamente humanos. Es una a la sociedad civil o sociedad con Estado (com-
experiencia que ocurre afuera y lejos, en China monwealth). En el apartado específico en que
o África, o entre los 'sanguinarios' aztecas. A
Locke se refiere al poder despótico, éste queda
esta fractura de la especie humana, o negación
determinado así:
de su experiencia de universalidad, la acompaña
una fractura interna, moderna, entre constitución (... ) poder despótico es el absoluto y arbitrario que per-
del poder público (Estado, soberanía) y admi- mite a un hombre atentar contra la vida de otro cuando
nistración de él (gobierno). A diferencia de la así le agrade. Este es un poder que la Naturaleza no

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otorga; la Naturaleza no establece entre los hombres efecto es idéntico: precipitar un estado de guerra
semejantes distinciones, y ningún pacto puede estable- en el que se enfrentan al menos dos racional ida-
cerlas. Nadie dispone de un poder arbitrario sobre su des: una antinatural, y por ello degenerada, que
propia vida, y, por tanto, no puede transferir semejante supone ponerse fuera del género humano, y una
poder a otro.?!
propia, reactiva, también violenta, que reconsti-
tuye el estado de naturaleza o la sociedad civil.
'Poder absoluto' debe entenderse como no
La última referencia muestra asimismo uno de
apegado a la matriz de todo poder: la ley natural:
los valores centrales de la propuesta de Locke:
no sujeto a leyes. 'Poder arbitrario' como capri-
el carácter antropológico de la libertad con el
choso en el sentido de divorciado de la razón
alcance que le otorga en este Segundo tratado ... :
individual utilitaria que se orienta a la defensa de
"no estar sujeto a ninguna autoridad política a la
la propiedad y del bienestar colectivo. Se trata de
que no se haya dado consenso explícito o tácito y
un ejercicio libertino, degenerado, del poder.
siempre en el marco de la ley natural'V"
La radicación del poder despótico en el
Esto en cuanto al carácter del poder des-
estado de guerra lo vincula con el odio y la des-
pótico. En lo que se refiere a las prácticas de
trucción inherentes al empleo de la fuerza y la
poder, sin embargo, Locke determina un poder
violencia. Escribe Locke:
que se sigue de la ley natural y que es racional y
El estado de guerra es un estado de odio y de destruc- que obtiene su legitimidad de la victoria en una
ción; en su consecuencia, manifestar de palabra o por guerra justa y que, como acción, por sus efectos,
medio de actos un propósito preconcebido y calculado parece semejante al poder despótico:
contra la vida de otro hombre, no habiéndose dejado
llevar de la pasión ni del arrebato, nos coloca en un Este [el poder de destruir la vida de otro] solo existe
estado de guerra con aquel contra quien hemos decla- en realidad cuando un agresor ha perdido el derecho a
rado semejante propósito (...) Esa clase de hombres no la vida al colocarse en estado de guerra con alguien.
se somete a los lazos de la ley común de la razón ni El agresor se ha salido de la ley de la razón que Dios
tiene otra regla que la de la fuerza y la violencia; por estableció como regla para las relaciones entre los
ello pueden ser tratados como fieras, es decir como hombres y de los recursos pacíficos que esa regla
criaturas peligrosas dañinas que acabarán seguramen- enseña, recurriendo a la fuerza para imponer sus pre-
te con nosotros, si caemos en su poder.P tensiones injustas y carentes de derecho; al hacerla, se
ha expuesto a que su adversario acabe con él, tal como
El estado de guerra se sigue tanto de las inten- lo haría con cualquier animal dañino y violento que
ciones como de las acciones. Contiene asimismo amenace con quitarle la vida.25
cierta racionalidad degenerada ("but sedate, sett-
led design ... ") por sus fines: intentar esclavizar, La semejanza, no obstante, es solo aparente.
privar de su propiedad o destruir a otro: En efecto, esta capacidad sobre la vida del venci-
do en guerra justa, o sea reactiva o defensiva, es
Quien en estado de Naturaleza arrebatase la libertad limitado, no absoluto, y raci?nal, no caprichoso.
de que en ese estado disfruta cualquiera, por fuerza Su raíz está en el estado de guerra, no en el estado
ha de dar lugar a que se suponga que se propone de naturaleza. La liquidación de vencidos o su
arrebatarle todo lo demás, puesto que la libertad esclavización es resultado legítimo de una ofensa
es la base de todo. De la misma manera, quien en previa que los ha puesto fuera del género humano.
el estado de sociedad (commonwealth) arrebata la
El ejercicio en apariencia despótico contra ellos
libertad que pertenece a esa sociedad o estado civil,
no es sino una manera de recobrar el estado de
dará a que se suponga que abriga el propósito de
arrebatar a quienes la componen todo lo demás que naturaleza o a la commonwealth, configuraciones
tienen, debiendo por ello mirársele como si estuvie- propias de la matriz de la ley natural. La destruc-
se en estado de guerra con é1.23 ción legítima de los otros o la arbitrariedad con
que se les trate está precedida por la pérdida de
La práctica despótica puede darse en el humanidad de los agresores. En el imaginario de
estado de naturaleza o en la commonwealth, el Locke, la violencia posee una legitimación ética:

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resulta necesaria para no perder humanidad o [The great and chief end (...) of men urunng into
para restablecerlar" commonwealths, and putting themselves under gover-
nment, is the preservation of their property ... ]29
En este punto interesa retornar al propó-
ito explícito que Locke asigna al Segundo
Autores tan disímiles como Sabine y
tratado ... :
Macpherson han reparado en que Locke emplea
el concepto de propiedad con contenidos, e incluso
Entiendo, pues por poder político el derecho de hacer
términos, diversos.l" Sin embargo, en el parágrafo
leyes que estén sancionadas con la pena capital, y, en
inmediatamente anterior al recién citado, y proba-
su consecuencia, de las sancionadas con penas menos
blemente no por casualidad, el autor inglés utiliza
graves...
[(... ) to be a right of making laws, with penalties of la noción en su sentido más amplio al indicar que
death, and consequentIy allless penalties ... ]27 los seres humanos tienen razones suficientes paro
desear abandonar la condición natural y
La pena capital, y todos los tratos de castigo
(... ) entrar voluntariamente en sociedad con otros
legal (coerción, coacción, violencia) se tornan
hombres que se encuentran ya unidos, o que tienen el
legítimos en la commonwealth, como una deri- propósito de unirse para la mutua salvaguardia de sus
vación de la ley natural, contra aquellos que han vidas, libertades y tierras, a todo lo cual incluyo dentro
perdido su calidad humana al ofender con su del nombre genérico de bienes o propiedades.
práctica irracional las vidas y propiedades de los [(... ) for the mutual preservation of their lives, liber-
individuos (ciudadanos) libres. La pena de muer- ties and status, which 1 call by the general name
=property.jé!
te, y cualquier otra represalia contra quien viola
la ley natural, la legislación o los contratos, con- Importa aquí destacar que la propiedad (pro-
firma la moralidad de la sociedad bien ordenada. perty) incluye la existencia propia, las libertades
Constituye un factor civilizatorio. naturales y los bienes obtenidos mediante el tra-
Más interesante aun es la sentencia con que bajo, el atesoramiento y la acumulación.
Locke cierra el párrafo sobre el poder despótico: Esta propiedad es innata a cada individuo.
"el poder despótico no existe sino sobre aquellos Locke señala expresamente que para ella no se
hombres que no tienen ninguna propiedad'V" requiere de ningún pacto. Esto significa que, en
su imaginario, la propiedad es pre-social o que
Locke: política y propiedad el estado de naturaleza contiene la propiedad
individual:
¿Cómo es posible que existan seres humanos
que carecen de toda propiedad? En la propuesta (...) trataré de demostrar de qué manera pueden tener
de filosofía social de Locke el tema de la propie- acceso a la propiedad en varias parcelas de lo que Dios
entregó al género humano, yeso sin necesidad de que
dad es no solo económico, sino antropológico,
exista un acuerdo expreso de todos cuantos concurren
cultural y político. De hecho, insiste una y otra en esa posesión común [(...) and without any express
vez que el gobierno o Estado se constituyen como compact of all the commonersj.F
medios para la regulación y protección de la
propiedad. Si no se alcanza este fin, gobierno o Si todos los individuos humanos nacen pro-
Estado deben disolverse, aunque ello no implica pietarios o virtualmente propietarios, ¿cómo es
la disolución del pacto social. En cuanto a la fina- que pueden existir algunos o muchos que carecen
lidad del Estado y gobierno, señala Locke: de propiedad? Sabemos que existe al menos una
respuesta: lo son por haber perdido una guerra
Tenemos, pues, que la finalidad máxima y principal justa y con ello, complejamente, su condición de
que buscan los hombres al reunirse en Estados o seres humanos. Deben padecer, por ello, el poder
comunidades, sometiéndose a un gobierno, es la de despótico. Pero existen otros, los sirvientes, los
salvaguardar sus bienes; esa salvaguardia es muy asalariados, los vagabundos, que, de modo dife-
incompleta en el estado de Naturaleza. renciado, parecen carecer de propiedad, incluso,

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algunos de ellos, sobre sus vidas. La respuesta es: producto que posea la utilidad para el uso y el valor del
carecen del tipo de propiedad para cuya defensa dinero y veremos inmediatamente que el hombre (... ) se
existen el Estado y el gobierno porque han deci- lanza a ensanchar sus posesiones.P
dido libremente, al menos algunos de entre ellos,
ampararse al bienestar que ofrece la gran propie- El estado de naturaleza (y con él la ley
dad, la propiedad que acumula, o sea la propiedad natural) y la apropiación individual contienen
que puede expresarse como capital. así tanto la economía mercantil como la acu-
Pero para entender los alcances de esta res- mulación y concentración de capital: propiedad
puesta, y su relación con el dominio despótico que produce más valor. Es el atesoramiento, la
propuesto por Locke, es necesario recordar, aun- gran propiedad agraria y la concentración de
que sea escuetamente, el proceso que constituye capitales naturales lo que exige la constitución
la propiedad individual según el Segundo tratado de un Estado y de un gobierno que defienda la
sobre el gobierno civil. propiedad incluso mediante la ejecución de la
Para Locke la propiedad de valores de uso pena capital (es decir arrebatando la propiedad
(los necesarios para la sobrevivencia de los indi- de los individuos sobre su vida).
viduos) se sigue del trabajo personal entendido Primer alcance de la respuesta: existen
como energía humana aplicada a la Naturaleza individuos sin propiedad capitalista porque se
que es de propiedad común al género humano. han acogido libremente a los beneficios que esa
Esta propiedad de bienes de uso surge de la organización del trabajo natural y esa propie-
'mezcla' de la energía individual con los medios dad capitalista les proporcionan. Su existencia
de trabajo aplicados a la tierra. El producto del queda hipotecada, sin embargo, a su colabo-
trabajo puede ser considerado así una prolonga- ración en la reproducción de esa propiedad
ción del cuerpo de quien trabaja. En este nivel, capitalista natural.
la propiedad legítima se da sobre aquellos bienes Sobre este tema escribe Locke:
que se pueden consumir. De parecida forma se da
Amo y criado son nombres tan antiguos como la his-
la propiedad sobre la tierra: se es legítimo dueño
toria, pero que se aplican a personas en muy distintas
de aquella porción que se puede labrar y cuyos situaciones. Un hombre libre puede constituirse en
frutos se pueden consumir. Pero un distinto nivel criado de otro vendiéndole durante cierto tiempo sus
se abre cuando los individuos cambian produc- servicios a cambio del salario [wages]que ha de recibir.
tos perecibles (como bellotas y manzanas, por Aunque por lo regular esto hace que ese hombre entre
ejemplo) por productos no perecibles (como el a formar parte de la familia de su amo y quede bajo la
oro y la plata). Oro y plata pueden ser atesorados disciplina corriente en esa familia, la verdad es que solo
sin deteriorarse y representan valor. Gracias a da al amo un poder pasajero sobre ese criado, y que ese
ellos es posible atesorar riqueza sin consumida poder no excede lo convenido entre ambos. Pero existe
o mucho más allá del consumo individualmente otra clase de criados, a los que se aplica el característi-
co nombre de esclavos. Se trata de cautivos hechos en
necesario para la sobrevivencia. En cuanto oro
una guerra justa, por el derecho natural, y sometidos al
y plata son resultado de transacciones libres el
dominio absoluto y al poder arbitrario de sus amos... 34
atesoramiento más allá de las necesidades indivi-
duales equivale a la prolongación de la propiedad Dejemos en su triste suerte a los perdedores
sobre el cuerpo individual. Pero se abre todavía en la doctrina medieval de la guerra justa (las
otro nivel con el empleo del dinero. Para Locke: poblaciones originarias de América, por ejemplo)
y concentrémonos en la imagen del criado que
(...) el descubrimiento del dinero dio a los hombres oca-
recibe una paga. Es un hombre libre que celebra
sión de seguir adquiriendo y aumentando sus adquisicio-
nes (...) Por un acuerdo común, los hombres encontraron un contrato por el que consiente aceptar el orden
y aprobaron una manera de poseer legítimamente y sin disciplinar que le impone su señor. En otro pará-
daño para nadie mayores extensiones de tierras de las grafo, Locke nos indica que su trabajo, como
que cada cual puede servirse para sí, mediante el arbitrio proceso y como resultado) se torna propiedad de
de recibir oro y plata (...) Pero que alguien descubra un quien lo paga:

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la hierba que mi caballo ha pastado, el forraje para que el hombre trabajador y racional se sirviese
mi criado cortó, el mineral que yo he excavado del mismo (y su trabajo habría de ser su título de
gún terreno que yo tengo en común con otros, se posesión); no lo dio para el capricho de la avaricia de
. rte en propiedad mía sin el señalamiento ni la los individuos peleadores y disputadores.I"
idad de nadie."
Ambos textos específicos suponen que la
Es decir que la sujeción como criado, resuel- Naturaleza excede con mucho las necesidades
h"bremente, disuelve o anula capacidades natu- humanas; luego, siempre podría el individuo
del individuo: su energía, expresión de 'peleador y disputador' trabajar en algún otro
vida, ya no le pertenece. Le es enajenada lugar de la tierra. Pero, en realidad, es indiferente
_. amente por el amo. No se trata de una que siempre exista sitio para trabajar, puesto que
ión violenta, sino de un pacto voluntario. lo que aquí se presenta es la diferencia entre la
(¡excepto quizás la necesidad de sobre- Naturaleza (tierra) trabajada y la no trabajada.'?
- . !) obliga al individuo a contratarse como Locke estima que el trabajo humano es lo que da
eriado. Al hacerla, se transforma en un 'otro' en valor a la Naturaleza: "Yo creo que es quedarse
marco del derecho natural. Si lo miramos en muy corto en el cálculo afirmar que nueve déci-
situación de la sociedad 'bien ordenada', o sea mas de los productos de la tierra, útiles a la vida
un Estado que protege la propiedad, la ley del hombre, son consecuencia del trabajo."38
ciona tanto la propiedad del amo como la no Esta línea argumental posee en lo que aquí
3IpIOpiación de los frutos de su trabajo por parte interesa dos alcances: por disposición divina el
del criado. Uno recibe su bienestar de los rendi- ser humano debe trabajar racionalmente para su
mientos de la propiedad y del trabajo contratado. beneficio que se mide como bienestar. Este es
El otro obtiene su sobrevivencia de una paga. La el criterio utilitario. Cumpliendo este mandato,
norma igual (el cumplimiento de los contratos beneficia a la humanidad en cuanto la raciona-
consensuados) tiene efectos disímiles según se lidad del trabajo se comprueba por su producti-
ocupe un determinado lugar social. Si el criado vidad o creación de mayor riqueza. Este último
sin propiedad desea sobrevivir, puesto que ya ha es el criterio racional, capitalista o pragmático
cedido su bienestar, entonces debe renunciar a al que se acogía, según vimos, el criado o el jor-
que su energía laboral (y tal vez su existencia) le nalero inglés que enajenaba su trabajo por una
pertenezca. Su otra opción, labrar la tierra para sí paga. Este jornalero o criado no veía afectada
o establecer una empresa comercial o industrial, la salud de su existencia ni su capacidad para
no podrá tampoco interferir con las extensas pro- ser propietario individual fuera del ámbito de
piedades de los propietarios ya establecidos. la economia.é?
Las relaciones entre economia, propiedad Esta segunda forma del argumento econó-
y política no se agotan aquí. Existe otra dimen- mico-político determina un nuevo tipo de 'otros'.
sión del asunto, relacionada con el para qué se Junto al criado o jornalero enajenado aparecen
trabaja y, con ello, con el para qué se establecen los individuos disputadores y peleadores, codi-
un Estado y un gobierno. Inicialmente, Locke ciosos, que desean aprovecharse del trabajo racio-
despliega una propuesta utilitarista del quehacer nal de quienes, cumpliendo el mandato divino,
social. Escribe: benefician a la humanidad; 'otros' son también,
quienes no quieren trabajar de manera alguna
Dios que dio la tierra en común, les dio también la (ociosos, vagabundos, mendigos) y asimismo
razón para que se sirvan de ella de la manera más
quienes, conociéndola, rechazan la mayor pro-
ventajosa para la vida y más conveniente para todos
ductividad derivada del comercio, del reinado del
(...). Dios ha dado el mundo a los hombres en común;
pero puesto que se lo dio para beneficio suyo y para dinero y de la lógica de acumulación de capital
que sacasen del mismo la mayor cantidad de ventajas (los indígenas de América, por ejemplo). Al cri-
posibles para su vida, no es posible suponer que Dios terio de apropiación privada excluyente y legítima
se propusiese que ese mundo permaneciera siempre mediante el trabajo individual, Locke ha agrega-
como una propiedad común y sin cultivar. Dios lo dio do un sistema económico discriminador legítimo

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por su mayor productividad y racionalidad: el todos lOS lndlvluuos.LoCke "na aeClaraao tajan-
fundado en la propiedad capitalista. Al hacerla, temente esta igualdad:
determina asimismo a los 'otros' (los 'bárbaros' a
los ojos de los griegos) de esta apropiación y de su ... un estado de igualdad, dentro del cual todo poder y
lógica sistémica: criados, trabajadores, esclavos, toda jurisdicción son recíprocos, en el que nadie tiene
más que otro, puesto que no hay cosa más evidente que
delincuentes, miserables y todas las instituciones
el que seres de la misma especie y de idéntico rango,
y lógicas económicas que resulten, por sus efec-
nacidos para participar sin distinción de todas las ven-
tos, menos productivas, o sea menos racionales y tajas de la Naturaleza y para servirse de las mismas
queridas por Dios, que la espiritualidad de la gran facultades, sean también iguales entre ellos... 41
propiedad capitalista. No es raro que estos 'otros'
no puedan ser considerados ciudadanos activos Cierto es que también el mismo Locke reco-
por la legalidad de la sociedad consensuada que noce que la igualdad de que habló es pre-social
propone el autor inglés. o abstracta:
Escribe Locke, en la cuarta edición del
Segundo tratado ... : Aunque anteriormente he dicho "que todos los hom-
bres son iguales por naturaleza", no debe entenderse
... permítaseme añadir que quien se apropia tierra para que yo me refería toda clase de igualdad. Los años y
sí mediante su trabajo no hace descender el fondo las condiciones personales pueden dar a ciertos hom-
común de la humanidad, sino que lo incrementa. Pues bres un justo derecho de precedencia. La superioridad
las provisiones que sirven para mantener la vida huma- de facultades y de méritos puede situar a otros por
na, producidas por un acre de tierra cercada y cultiva- encima del nivel general. El nacimiento a unos, las
da, son (...) diez veces mayores que las recogidas de alianzas y beneficios recibidos a otros pueden exigir el
un acre de tierra de igual riqueza dejada en común. testimonio de su respeto a quienes se lo tienen ganado
y por tanto de quien cerca tierra y consigue de diez
por naturaleza, por gratitud o por otras condiciones.F
acres una abundancia para las conveniencias de la vida
mayor de la que se hubiera obtenido de cien dejadas a Es decir que, en cuanto aparecen las rela-
la naturaleza, puede decirse que ha dado noventa acres ciones sociales, también naturales, como las
a la humanidad. Pues su trabajo le produce ahora de económicas, las de género, las generacionales y
diez acres las provisiones que de otro modo serían el las de poder o prestigio, los seres humanos no son
producto de un centenar dejadas en comun.t" iguales, sino diversos. Y esta diversidad incluye
el que algunos puedan exigir respeto (respect). Si
La productividad ligada a la propiedad pri- algunos, por su posición social, pueden exigirlo,
vada 'extiende', por decirlo así, la Naturaleza e tal vez otros, por su mismo estado o posición, no
incrementa tanto la subsistencia como la exis- lo merezcan. Curiosamente, para Locke, esto es
tencia. De esta manera la propiedad privada así. Y quienes no pueden exigir respeto constitu-
constituye una muestra de racionalidad superior, yen la mayoría del 'género' humano:
sin dejar de ser natural, y un beneficio para la
humanidad: su lógica, deseada o no deseada, es (... ) como la mayor parte de los hombres no observan
la del beneficio de la humanidad. Para protegerla [sic] estrictamente los mandatos de la equidad y de
la justicia [and the greater part no strict observers
es que existen gobierno y Estado.
of equity and justice ...], resulta muy inseguro y mal
Podemos retornar ahora a nuestra pregunta salvaguardado el disfrute de los bienes que cada cual
inicial: ¿cómo es posible que existan seres huma- posee en ese estado (de naturaleza) ... 43
nos que carezcan de toda propiedad?
Se trata de una pregunta filosófica. Esto Más importante es que Locke tiene en mente
quiere decir que ha posicionado de cierta mane- dos igualdades humanas, aunque solo se explaya
ra los términos de la pregunta. Por ejemplo, sobre una: la 'natural' mediante la cual nadie
determinó a los seres humanos como iguales, es nace sujeto al dominio o imperio político de otro
decir proclamó su universalidad en la medida (#4). Pero existe otra, supuesta, sobre la que no
que cada individuo es igual a cualquier otro y a escribe: la igualdad de quienes por consenso

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JOHN LOCKE y LA TEORÍA DEL PODER DESPÓTICO 203

uncian a sus capacidades naturales para fun- no serlo en beneficio de la minoría de propieta-
una commonwealth. Tal vez no se refiere a rios. El gobierno constitucional de la mayoría, en
porque esta igualdad en el consentimiento Locke, se conforma para atender las necesidades
remite a desiguales: propietarios, no propietarios sociales de una minoría cuya raíz o fundamento
y quienes 'no observan estrictamente los manda- es ideológicamente pre-social y natural.
tos de la equidad y de la justicia', o sea quienes Esta minoría, sostenida por la ley natural y la
están en estado de guerra efectiva o virtualmente,
razón utilitaria y productivista o industriosa, es la
que son la mayoría.
que personificará el poder despótico constitucio-
'Renunciar a las capacidades naturales o
nal, contra los otros.
aberradas', que cada uno y todos tienen, es la
clave del asunto. Los propietarios renuncian a sus
. nes y a su vida porque el.Estado los defenderá Locke: la existencia social y los otros
es su función) y ellos administrarán monopóli-
Cierto tipo de 'otros', diversos al individuo
camente el gobierno. Los no propietarios renun-
.an a sus capacidades y aberraciones eventuales varón propietario en su prestigio y poder, aparecen
para asegurar sus jornales de sobrevivencia, y dibujados ya en el Segundo tratado ... Las muje-
degenerados renuncian a ser delincuentes. Si res/madres, con su inteligencia (understanding)
estos últimos grupos no hacen sus traspasos, se distinta e inferior, los hijos, con su inextinguible o
ponen en estado de guerra. La constitución del eterna consideración por su padre, los criados que
Estado garantiza la reproducción de la desigual- no tienen derecho a los frutos de su trabajo sino a
dad humana, o sea el carácter no universal de la un pago, los esclavos que resultan de una guerra
especie como tal, que Locke desearía existiese justa, los equivalentes a 'bestias dañinas' que se
para siempre. alzan contra la vida y la propiedad legítima, por
Todavía un alcance: realizado un contrato naturaleza, de los pocos propietarios.
para generar la commonwealth, y en cuanto ésta Sin embargo, es en otros escritos de
condensa y expresa la única y más alta racionali- Locke donde se retrata con claridad el trato
dad natural posible para el género humano, todas
despótico que es obligatorio dar a muchos de
las otras poblaciones del planeta, y de cuanta
estos 'otros'r'"
galaxia exista, quedan en peligro de ponerse en
En relación, por ejemplo, con los desemplea-
estado de guerra y de configurarse, como indica
dos, a quienes Locke consideraba expresiones de
la administración Bush, como "un oscuro lugar
del planeta" contra el que se debe llevar a cabo degradación moral, proponía que los directores
una guerra en defensa de la humanidad. Esta de los asilos a los que éstos concurrían deberían
apreciación, que puede parecer extemporánea, transformarlos en "casas de corrección" en las
indica las características etnocéntricas, saturantes que se los obligaría al trabajo de manufactura.
y despóticas del pensamiento político de Locke Del mismo modo, los jueces de paz que conocían
y su vigencia como clásico del pensamiento bur- sus casos debían sancionarlos con trabajo forza-
gués liberal. do. Los hijos de estos desempleado s (¡desde los
La pregunta filosófica decía: ¿cómo es posi- tres años!) debían ser obligados a trabajar ya pro-
ble que existan seres humanos que carezcan de ducir más de lo necesario para su mantenimiento.
toda propiedad? Pero la respuesta, reposicionada Para Locke estos desempleados o parados no
respecto de la pregunta, es asimétrica, es decir no constituían ...
contesta a los términos de 'esa' pregunta: es posi-
ble porque, según Locke, no son apropiadamente (...) miembros libres o de pleno derecho de la comu-
seres humanos, y es en relación con su existencia, nidad política; tampoco había duda alguna de que
mayoritaria y amenazante, que deben fundarse estaban plenamente sometidos al Estado. Y el Estado
Estado y gobierno mediante el consenso de los estaba autorizado a tratarles de este modo porque no
pocos que son apropiadamente humanos y de los vivían con arreglo al criterio moral exigido a los hom-
muchos que no lo son y aceptan voluntariamente bres racionales.P

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Esto quiere decir que los desempleados fuera, arbitrario. También los trabajadores no-
habían perdido la propiedad sobre sus existencias. propietarios tienen como único derecho (?) la
Sobre ellos y contra ellos la minoría propietaria subsistencia:
podía ejercer un poder despótico aunque también,
sin paradoja, legal. Que se trata efectivamente de (...) la parte (social) del trabajador, siendo raramente
un poder despótico que no contempla la calidad superior a la mera subsistencia, nunca permite que
de sujeto humano de los individuos sometidos haya un grupo de hombres, ni el tiempo o la oportuni-
lo muestran algunas de las propuestas de Locke dad para elevar sus pensamientos por encima de eso, o
luchar con los más ricos por los suyos (como un interés
en su Draft of a Representation Containing
común), salvo cuando una gran calamidad común,
a Scheme of Methods for the Employment of
uniéndoles en universal fermento, les hace olvidar el
the Poor [Anteproyecto de una exposición con respeto y les envalentona a perseguir lo que desean por
un esquema de métodos para el empleo de la fuerza armada; y a veces irrumpen entonces contra
los pobres].46 Siempre desde el criterio de que el rico, y lo arrollan todo como un diluvio. Pero esto
miseria y desempleo constituyen efectos de ocurre raras veces, como no sea por la mala adminis-
descomposición moral, Locke propone reducir tración de un gobierno negligente o descuídado.V
la intemperancia de los pobres cerrando los
lugares donde bebían, arrestarlos y enviarlos Los trabajadores, según esta percepción, no
a realizar trabajos forzados y servicio militar tienen plena capacidad mental; cuando luchan,
donde quedarían expuestos a la pena de muerte lo hacen sin plan y su empeño, a ojos de Locke,
si desertaban. Esto para los sanos, entre los 14 es 'irrespetuoso'. Carecen incluso de instinto de
y 50 años de edad. A los lisiados y mayores de clase y no es políticamente negativo que se los
50 años propone enviarlos a casas correccio- mantenga en la mera subsistencia sino permitir
nales con penas iniciales de 3 años de trabajos que se produzca una 'calamidad poco común'.
forzados. Para quienes falsificaran su situación Locke opina además, como después lo hará
civil (desempleados carentes de todo derecho), más conceptualmente Montesquieu, que la reli-
pide como castigo que se les corten las orejas (la gión, en este caso la cristiana, puede utilizarse
primera vez que se les sorprenda) y se les envíe para mantener a los trabajadores en permanente
después a malmorir en las plantaciones (trabajo situación de discriminación:
forzado). Los niños mendigos, o sea los menores
de 14 años, deberán ser azotados y enviados a ... una religión adecuada a las capacidades del vulgo y
casas correccionales a trabajar forzadamente en de la humanidad en este mundo, destinada a trabajar
horarios desmesurados. Las parroquias deberán y a traficar... La mayor parte del género humano no
crear casas de trabajo para obligar en ellas a los tiene tiempo para el aprendizaje y la lógica, ni tampo-
menores entre 3 y 14 años a laborar y pagar con co para las sutiles distinciones de las escuelas. Cuando
la mano se emplea para manejar el arado y la azada,
su trabajo forzado su subsistencia. Así aprende-
la cabeza raramente se eleva a ideas sublimes o se
rían a ser sobrios e industriosos.f?
ejercita en razonamientos misteriosos. Basta que los
Si para Locke el poder despótico se carac-
hombres de ese rango (por no decir nada del otro sexo)
teriza por " ... an absolute, arbitrary power one puedan comprender proposiciones claras, y un breve
man has over another, to take away his life whe- razonamiento sobre cosas cercanas a sus mentes, cosas
never he pleases ... " (#172), no cabe duda que todas ellas que vayan muy unidas a su experiencia dia-
confería a desempleados y mendigos ingleses de ria. Si se va más allá de esto, se confundirá a la mayor
su tiempo el ser objetos para ejercer ese poder. parte de la humanidad ... 49
y quien lo ejercería sería el Estado por medio
de sus tribunales y otros funcionarios públicos, Si los trabajadores, como la mayor parte de
como los religiosos. la población, no tienen tiempo ni disposición
Pero no solo a desempleados y mendigos 'para el aprendizaje y la lógica', es claro que no
considera Locke insuficiente o impropiamente pueden personificar una existencia orientada por
humanos y adecuados, por ello, para un tra- la razón. Por ello el autor inglés aconseja darles
tamiento unilateral y violento y, visto desde una religión de "zanahoria y garrote":

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del cielo y del infierno quitará importancia Corresponde, pues, mostrar que su principal
res y aflicciones de este estado presente, y trabajo político, el Segundo tratado ... contiene
mactivos a la virtud y la fomentará, cosa que la esta teoría y que ella resulta decisiva dentro de la
el interés, y el cuidado de nosotros mismos, no organización de su discurso que la tradición ha
sino permitir y exaltar. 50
considerado constitucionalista.
En primer lugar, algunas pocas palabras sobre
Los trabajadores quedaban, pues, sometidos
la noción de 'teoría'. Una teoría es un dispositivo
o, aunque carecían de derechos políticos,
conceptual que facilita organizar la búsqueda,
una mitología clerical que facilitara la miseria
caracterización y comprensión, o sea el manejo
rdinación de su estado social. Eran 'libres',
mental, de un asunto o fenómeno. Toda teoría se
para reproducir y defender la propiedad y el
organiza como discurso. En el caso de las teorías
eeaforr de sus empleadores. Con ello, acataban y
filosóficas, el posicionamiento u organización del
eamplían con la 'voluntad' divina.
discurso es un factor de la teoría. Por eso la res-
Se podrá argumentar que la discriminación
puesta efectiva a una pregunta respecto de cómo
tra los trabajadores, que los constituye como
era posible que seres humanos careciesen de toda
sector social eternamente postergado, no
propiedad, cuando la propiedad es un dato innato
acaja exactamente en los términos del poder
o pre-social, como en el caso de la propuesta de
despótico, pero aquí es donde se debe recordar
Locke, solo podía contestarse reposicionando
el poder despótico opera sobre seres huma- la organización constitutiva de la pregunta: es
a quienes se ha despojado con algún tipo de posible porque 'seres humanos' en Locke, y en
Yiolencia (en este caso económica, política y cul-
la tradición occidental, no designa al universo de
tural) de la propiedad de sus existencias o vidas.
la especie y la diversidad de sus prácticas, sino
Ese es el concepto moderno. Siervos son quienes que se establece como un concepto cerrado, cali-
carecen de control sobre su vida. Y a quienes ficador de una minoría y, por ello, desagregante.
puede aplicarse la pena de muerte si sus amos Los empobrecidos no son propiamente humanos.
así lo deciden. La noción de poder despótico está La universalidad de la experiencia humana no es
presente en el imaginario de Locke tanto en su un componente del imaginario teórico de Locke,
sentido amplio (la suposición de que existen tipos sino un factor de su imaginario ideológico.
de seres humanos algunos de los cuales están Una teoría, por tanto, no es 'verdadera' en el
eondenados a obedecer y otros a mandar), como sentido de que lo que dice su discurso se de en los
en el sentido específico que Locke determina hechos o constituya su realidad. Tales 'hechos'
en su Segundo tratado ... : como el poder que se no existen fuera de los discursos ideológicos o
ejerce contra aquellos a quienes se ha arrebatado teóricos que permiten su búsqueda, hallazgo y
toda propiedad [... have no property at allJ. Lo una comprensión que está ligada a su eficacia
relativamente novedoso es que este poder es legal o fuerza política. La 'verdad ontológica de los
como lo admitía Aristóteles) y se sigue del con- hechos' forma parte de un discurso ideológico,
sentimiento 'libre' de quienes resultan sometidos no teórico.
a él. Un tercer elemento, tampoco novedoso en Es posible afirmar que existe una teoría
exceso, es que el poder despótico no pertenece a del poder despótico en el discurso del Segundo
los seres humanos sino que se deriva de una ley Tratado ... por al menos dos razones:
eterna de las cosas (iusnaturalismo).
a. la noción o imagen misma de 'poder despóti-
co' se sigue de un dispositivo teórico, es decir
Locke: el poder despótico como teoría
conceptualmente elaborado (sistema de con-
Que en el pensamiento de Locke se encuen- ceptos), que la transforma en categoría, y
tren indicaciones para determinar y practicar el
poder despótico contra poblaciones determinadas b. la categoría de poder despótico opera signifi-
en las sociedades modernas emergentes no impli- cativamente dentro de un marco sistemático
ca que él plantee una teoría del poder despótico. de conceptos.

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El primer rasgo puede explicarse así: la teo- imprescindible para defender monopólicamente
ría de la propiedad en Locke enfatiza que cada esa misma propiedad, y los contratos que la flui-
individuo es propietario de su existencia no solo difican, del codicioso acoso, de la vagabundería
en el estado de naturaleza, sino que previamente negligente o del servicio desprolijo de los no pro-
a él. Esto quiere decir que Locke hace del indivi- pietarios. Dicho sucintamente: la concentración
duo un propietario que no debe nada de sus bie- de poder y prestigio obliga a pasar del hipotético
nes a las relaciones sociales. El posicionamiento estado de naturaleza, constituido por la propiedad
filosófico, ideológico en este caso, del individuo capitalista, a la commonwealth constituida por la
poseedor esfuma la historia y las relaciones legislación y cultura capitalistas. No se trata, por
sociales. Estas relaciones sociales aparecen como tanto, de una cuestión menor o de la que se pueda
vinculantes solo posteriormente por el consenso prescindir dentro del Segundo tratado sobre el
político entre propietarios que, como individuos, gobierno civil.
han cedido todos sus derechos y poderes naturales Aun cuando el segundo rasgo está ya intro-
al Estado que esos propietarios administran como ducido en los párrafos antecedentes, conviene
monopolio de su mayoría. Pero no solo los indivi- ampliado al menos mediante dos indicaciones
duos propietarios han cedido todos sus derechos que den cuenta del carácter sistémico u orgánico
naturales e innatos. También lo hacen los indi- de la construcción del pensamiento de Locke. En
viduos no propietarios que no son ciudadanos primer término, la práctica despótica opera des-
activos, es decir que ceden sus capacidades sin haciendo las condiciones para la universalidad de
recibir a cambio capacidad ni para dar carácter al la experiencia humana y negando con ello, para
Estado ni para administrarlo.P! En el mejor de los muchos o para todos, la condición humana de
casos obtienen provisoriamente alguna seguridad sujeto. Contra esta universalidad se levantan las
sobre su sobrevivencia, si se comportan como tesis de la racionalidad última (la de la apropia-
súbditos, y un consuelo ideológico mediante una ción privada) y la productividad. Racionalidad y
religión ad hoc. De este modo su existencia pasa productividad son factores del progreso en la his-
también a ser controlada por las relaciones socia- toria. Del último y definitivo progreso. Por ello
les que sanciona el Estado cuya configuración es racionalidad y productividad tienen un carácter
despótica tanto porque determina sin apelación el discriminatorio. El sujeto humano, o la produc-
carácter de la existencia como porque su poder ción autónoma de la especie (humanidad, en el
alcanza hasta la aplicación de la pena de muerte. lenguaje tradicional) aparece sobredeterminado
El Estado domina la existencia y la muerte. Su por una ley de su historia, por una finalidad que
arbitrariedad proviene de su universalidad falsa. lo trasciende en términos absolutos: el Progreso,
El poder despótico, que implica la enajenación de que coincide con la voluntad de Dios. Esta ley de
toda propiedad para los no propietarios, surge de la historia sostiene el derecho positivo. Se trata
la cesión de todos los derechos a un dispositivo de un progreso clasista, cuestión que ya hemos
social, la commonwealth o sociedad bien ordena- examinado, y etnocéntrico porque contiene la
da. En ella, el no propietario debe todo a las rela- destrucción de las racionalidades económicas no
ciones sociales que lo sujetan'", enajenan, alienan capitalistas o anticapitalistas a las que se consi-
e impiden ser sujeto o producir las condiciones dera o pre-capital-istas o aberraciones (como en el
sociales para su autonomía. caso del socialismo moderno). Conviene recordar
y todo este sistema se obtiene a partir de aquí que la calificación de 'arbitrariedad' para
un factor ideológico que juega un papel decisivo designar una práctica política solo posee sentido si
en el discurso teórico: la determinación de un se asume etnocéntricamente que existe una única
individuo 'natural' e igual que no debe nada a manera legítima básica de organización política
las relaciones sociales y cuya propiedad legítima, (y, dentro de ella, variantes), pero no lo tiene, o
derivada del trabajo personal y de la acumulación su sentido es abusivo, si se estima, con la historia,
capitalista de riqueza, requiere de un Estado que existe más de una manera humana básica de
que legalice la fuerza social (política y cultural: organizarse o que las formas de organización
violencia y hegemonía absolutas), que se torna política deben representarse mediante conceptos

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abiertos y no clausurados, es decir determinados Significación de esta discusión


por la sociohistoria y no metafísicamente.
El poder despótico, es decir el que no La constatación de la existencia de una teoría
admite alternativa social ni humana, se mues- sobre la constitución y práctica necesarias de un
tra personificado en el monopolio del carácter poder metafísico despótico en la sensibilidad y
del Estado y de la administración del gobierno trabajos de un autor considerado fundamental
por parte de la minoría propietaria. Pero ella para la comprensión del funcionamiento político
no constituye el poder despótico. Éste se halla de las sociedades modernas (constitucionalismo,
por encima también de los propietarios. Es derechos humanos, liberalismo filosófico), de
una lógica o espiritualidad económica y cul- modo que éstas puedan configurarse y repro-
tural, determinada como Progreso Final de la ducirse, es decisiva para enfrentadas y, como
Historia, la que ordena las -acciones de concen- pareciera una exigencia obvia, transformadas
tración y acumulación de riqueza o valores que culturalmente.
generan más riqueza. El imaginario de Locke El gran desafío del siglo XXI consiste
configura un sistema sin sujeto humano y en precisamente en desplegar fuerzas sostenidas
donde la humanidad es función de la acumula- y mayoritarias que consigan, desde su propia
ción de capital. El interlocutor de Dios no es la transformación, transitar desde las instituciones
burguesía o los terratenientes y banqueros sino económicas, políticas y culturales que sostienen
la acumulación de capital. De aquí que toda y reproducen al capitalismo actual, hacia institu-
humanidad, o la humanidad apropiada, pueda ciones y lógicas culturales (esto quiere decir en
ser resuelta en términos de productividad y la economía, la sociedad, la política y la espiri-
utilidad, es decir de variables al interior de la tualidad que las nutre y acompaña) de menor o
acumulación capitalista. Es la acumulación de de ninguna densidad asimétrica, de modo que la
capital la que exige el monopolio de los propie- universalidad de la plural experiencia humana
tarios sobre el Estado y el gobierno. Este último pueda coexistir tendencialmente sin guerras ni
funciona según la regla de mayoría (# 96, 97, violencias que la empequeñecen y, hoy, amena-
98) pero el Estado funciona como expresión de zan la sobrevivencia de la especie o la mutación
la 'voluntad' única de la acumulación de capital. de la humanidad hacia algo peor.
El gobernante despótico no es una persona, sino Por supuesto este desafío debe ser transfor-
una espiritualidad. Esta espiritualidad queda mado políticamente en problema, es decir en una
enmarcada por una razón que discierne una ley acción o movimiento que comprometa efectiva-
natural. En este sentido supone una objetividad mente a las identidades de la población mayori-
natural. Esta objetividad es la que posiciona el taria con su resolución. El paso desde un desafío
poder despótico del cual es resultado. a un problema resulta incompleto o inadecuado si
Existe, pues, en Locke una teoría del poder no contiene una crítica radical de aquello que se
despótico cuyo carácter es metafísico y que procura transformar. No es suficiente la crítica.
manda, por ello, un intérprete privilegiado. Es necesaria una crítica radical porque no habrá
Este intérprete es la lógica de la propiedad pri- otro mundo si no se acumulan pasión (sensibi-
da orientada al mercado capitalista. El siste- lidad), discernimiento y esperanza socialmente
ma de filosofía político lockeano es uno de sus fundados respecto de lo que ha funcionado en
eros político-culturales. Es en su carácter de contra de los seres humanos y de su humanidad
ero que Locke resulta un clásico (burgués) en las sociedades modernas. Tampoco lo habrá
l pensamiento filosófico moderno, clásico sin análisis de cómo se han gestado, reproducido
puede ser revivido, por ejemplo, mediante y ampliado, hasta ser casi saturantes o totalita-
doctrina de la guerra global preventiva con- rias, las instituciones y lógicas disfuncionales
el terrorismo cuyo fundamento se encuentra para una plural autoproducción de humanidad.
completamente (aunque admita también otras Las formaciones sociales modernas son socieda-
ntes) en el parágrafo 16 del Segundo tratado des 'bárbaras', en el sentido negativo del término:
sobre el gobierno civil. su grosería y violencia subjetiva y objetiva las

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conduce al límite del autoaniquilamiento. Y, a circuitos, procedimientos y sistemas judiciales.


diferencia del bárbaro del antiguo mundo, sus Hacia ese objetivo apunta este trabajo. Ningú
dirigencias y muchas de sus multitudes, no admi- aporte en este campo es modesto.
ten más caminos que los que ya han trazado con La crítica política del contractualismo
su codicia arrogante, su egoísmo destructivo y su del constitucionalismo propuestos por Locke en
mirada de corto plazo. Un mundo que encuentra el siglo XVII forma parte de una teoría crítica
felicidad y regocijo en la manipulación, consumo radical popular del mundo moderno. Sobre este
y destrucción sistemática de objetos, incluidas las mundo moderno conviene al menos realizar dos
vidas humanas reducidas a cifras y cosas, no es señalamientos.
un mundo humano, cualesquiera sea su omnipre- Especialmente en los circuitos vaticanos,
sencia tecnológica. y particularmente en el siglo XX, suele denun-
Las poblaciones latinoamericanas residentes ciarse la sensibilidad del mundo moderno con
y migrantes poseen un privilegiado punto de par- los anatemas de inmanentismo (no existe otro
tida para la crítica del constitucionalismo liberal lugar, sino este mundo) y secularismo (no existe
que forma parte del mundo que hay que cambiar. nada después de este mundo), fenómenos a los
Pese a la adhesión de sus minorías reinantes y que se considera las herejías más difundidas e
gobiernos a los formalismos jurídicos'? la mayoría insidiosas de esta fase civilizatoria. Lo serían
de su población sabe por experiencia que su legis- porque olvidan, reniegan o desprecian el destino
lación histórica ha ocultado (cuando no declarado eterno del hombre (la salvación) y la fundante
explícitamente) y favorecido la reproducción de eternidad de Dios. La 'explicación' para estas
una cultura de discriminación, injusticia y atrope- herejías modernas sería la pretensión moderna de
llo en beneficio de los poderosos. Dicen algunos 'vivir bien' en lugar de 'vivir para siempre'. La
juristas que la Constitución más perfecta del 'desviación' suele recibir también el nombre de
mundo es la de Colombia (1991), es decir la de un temporalismo.
país en el que las encontradas prácticas de poder Debe quedar establecido que un autor como
no respetan, desde ningún ángulo, ningún dere- Locke, asentado en el inicio del liberalismo filo-
cho, y en el que no existe ninguna certidumbre sófico, no propone vivir bien a los seres humanos,
judicial. Colombia y México condensan hoy, en el sino que establece condiciones para el disfrute de
límite, la estridente y despreciativa violencia que algunos y la opresión para los más. Encuentra en
ha caracterizado históricamente la legalidad de esta fórmula, además, una entera compatibilidad
las sociedades latinoamericanas. Esta compleja con las instituciones del cristianismo occidental,
esquizofrenia entre lo que se legisla y se cumple es decir con sus iglesias. Para Locke, se puede
en las cortes y la realidad social efectiva (nutrida discriminar, explotar y, además, ganar la salvación
de imperios que animan discriminaciones, vio- o prometerla a cambio de humildad, que es una
laciones y desesperanzas) conforma sin desearlo manera sociohistórica de sostener una trascenden-
un espacio extraordinario para la crítica radical cia engañosa. Pero a esta fórmula manipuladora de
de la sensibilidad jurídica que sostiene, como la fe religiosa de los empobrecidos y que concede
dispositivo cultural, la reproducción de las socie- una falsa identificación a los poderosos, entera-
dades del capitalismo periférico. Mostrar que la mente al uso en la experiencia histórica clerical de
igualdad ante la ley y el Estado de derecho, en América Latina, Locke añade una trascendencia
la presentación lockeana, suponen mecanismos inmanente al mundo histórico. Tiene carácter
nutridos por una metafísica arrogancia despótica, metafísico y exuda resabios religiosos medievales.
y esto quiere decir por un deseo de sostener pri- El capital, que se constituye mediante una relación
vilegios y causar daño, no implica renunciar a la social de expropiación, configura una ley de la
legislación y a los tribunales existentes (un mal historia y opera sobre los seres humanos como una
menos peor que otras 'soluciones' latinoamerica- fuerza despótica. El capital es matriz y titiritero.
nas, como los paramilitares o las dictaduras de Constituye ley de la historia, naturaleza humana,
Seguridad Nacional), pero sí avanzar hacia una economía, Estado y cultura. Locke no piensa o
crítica ciudadana y popular del Derecho y de los imagina la sociabilidad humana en función de

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polarizaciones maniqueas, como parece creer deseados. Los medios, en particular la televisión,
la jefatura vaticana que lo hace el pensamien- despliegan el imaginario de un mundo sin repo-
to moderno: trascendencia contra inmanencia, so: es la carrera, la guerra/juego, el frenesí. Las
secularismo contra vida eterna. Tampoco lo hace, iglesias ofrecen la seguridad de un mundo estan-
excepto ideológicamente, de una forma desagre- co y quieto, a salvo del desvarío reinante al que
gante. Su filosofía política, la de un metafísico declara demonio incapaz de perturbar la grotesca
dominio despótico, se sigue de una economía espiritualización a que han conducido al espíritu.
política, la de la acumulación privada en un Ni la industria cultural ni las iglesias desean, ni
mercado orientado al lucro. Ambas, filosofía y pueden, reparar en la economía, es decir en la
economía, configuran una cultura del fraude, la compleja existencia de la gente de todos los días.
sobrerrepresión, la dominación y el desprecio. Locke sí lo hizo. Es tiempo de que los sectores
La afirmación de la necesidad metafísica de la sociales contra los que dirigió su pensamiento, en
acumulación de capital contra toda experiencia el primer y tercer mundo, le repliquen, creando
de humanidad se asemeja al carácter del Dios del un mundo nuevo que evite la idolatría y el fraude
Antiguo Testamento que exigía víctimas y expia- de imaginarse piadoso y espiritual porque se
ciones humanas para ejercer su peculiar justicia: encierra uno en iglesias.
conceder un imperio sobre este mundo. El senti- Se asigna asimismo al imaginario de la
miento por una trascendencia ni comienza ni se modernidad entender y vivir la existencia social
agota en una forma determinada de la fe religiosa. como la articulación funcional de varios planos,
Es un dato de la experiencia humana que se sigue regiones o ámbitos independientes. En el inicio
tanto de su organización mental y social como de de esta compresión se ubica a Maquiavelo, quien
las posibilidades para su despliegue configurador propuso y analizó la 'razón de Estado' y con ello
y reconfigurador en todas las culturas. Afirmar la sociedad política, por oposición, aunque no en
las condiciones para la eterna reproducción del contra, de la sociedad civil, es decir de la existen-
imperio del capital sobre el empobrecimiento y la cia económica y familiar propias de los intereses
muerte de la gente y de la Naturaleza es una aspi- particulares y privados. En el mito, las formacio-
ración perversa y trascendente desde el punto de nes sociales modernas presentarían tres lógicas:
vista humano y, con ello, una apuesta. Esta apues- la privada personal, donde no existen transac-
ta por el reinado eterno de una lógica de avasalla- ciones mercantiles (por ello el trabajo doméstico
miento, como en algún momento se han deseado carece de valor económico), la económica, donde
sensibilidades modernas expresadas como racis- prevalecen los intereses particulares o egoístas (y
mo, colonialismo o imperio de género, tiene sus donde el hermano o la madre pasan a ser socios o
ángeles exterminadores o ejércitos, sus templos competidores) y la política, en la que prevalecen
y lugares sagrados, como las instituciones finan- o la razón de Estado, el ideal ético o el bienestar
cieras o la Organización Mundial de Comercio, del mayor número. En este último campo suele
sus ritos tecnológicos, como las poliarquías, o hablarse, asimismo y siguiendo el imaginario
democracias defectuosas, sus herejías, como los cristiano institucional, del 'bien común'. Es el
procesos revolucionarios y el 'terrorismo', sus espacio público o colectivo, coronado por la cul-
clásicos, como Locke, y sus sacerdotes, entre los tura nacional y humanista, o sea universal (que
cuales figuran, con caracteres y funciones varia- quiere decir occidental).
das, políticos, iglesias y medios masivos comer- El pensamiento de Locke no funciona de
ciales. Las iglesias transmiten y administran los acuerdo a esta referencia de las dos o tres lógicas
ritos de una falsa oposición espiritual a la codicia o racionalidades que configurarían, con su com-
la violencia. Los medios masivos, ritualizan los plementación, las formaciones sociales moder-
mitos de la instantaneidad, el consumo desenfre- nas. Por el contrario, estima holísticamente que la
nado y la vitalidad espuria en un mundo hostil, sociedad posee una única matriz, la gestada por
grosero y decadente, al mismo tiempo que exal- la propiedad privada, lucrativa y discriminadora,
tan y focalizan la guerra contra los herejes, dis- que configura un único eje que atraviesa todos los
conformes, disidentes, parados y emigrantes no ámbitos de la existencia social, o sociabilidad, y

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adquiere en ellos peculiaridades que no alteran Observaciones


la unidad funcional. El peligro o amenaza de la
desagregación social advierte Locke, no está en 1. La antropología de Locke no se sigue
de una filosofía acerca del ser humano, sino de
los distintos planos de la existencia (en realidad
una exposición de una economía natural cuyo
orgánicos) sino en las fracturas internas dentro
referente ideológico es un individuo que no debe
de esos planos y entre ellos.
nada a las relaciones sociales. Este individuo
Así, Locke recomienda continuidades cultura-
'universal' resulta así enteramente propietario de
les y políticas que suponen apaciguamientos para
su existencia y su atadura pasiva es metafísica: la
cada plano y entre ellos: en el familiar, la tutoría
ley natural. Cuando mediante su autonomía deja
adulta y el eterno y unilateral reconocimiento de
de ser individuo y establece relaciones sociales
los hijos hacia los servicios de sus padres, en parti- (una compleja e internacional división del tra-
cular el varón, que él dibuja como respeto natural: bajo, por ejemplo), entonces Locke abandona la
se trata del imperio adultocéntrico y patriarcal. ideología o cascarón del individuo y propone
En la economía, la inviolabilidad o eternidad de una teoría del valor/trabajo que es, en realidad su
los contratos 'libres', aunque los efectos de estos antropología, en el sentido de que de esta teoría
contratos sean humana y socialmente perversos se sigue su propuesta sobre el carácter de la socia-
o sistemáticamente empobrecedoras para algunas bilidad fundamental, el comportamiento moral
de las partes. Estos 'contratos' garantizan el cum- y la ética social. El referente ideológico inicial
plimiento de la ley natural y la capacidad racional (el individuo) desaparece y surge, en cambio,
humana para ceñirse a ella. En política, el dominio una concepción política orgánica y subordinada
'natural' toma la forma de la constitucionalidad a la ley natural de la coexistencia (cooperación)
(respeto a la ley, división de poderes, supremacía social. Esta última representación es la que exige,
legislativa, excepcionalidad del derecho prerrogati- por su conflictividad interna, un Estado y un
vo) que comprende u obliga a todos aunque asegura gobierno que no pueden tener representatividad
el imperio de una minoría y, en último término, universal y que funcionan con un carácter unila-
potencia la reproducción de la matriz económica teral de clase.
(acumulación de capital) que la constituye como En breve, para Locke, en cuanto aparecen las
minoría que monopoliza arbitrariamente todos los relaciones sociales, aparecen asimismo los con-
imperios sociales. El gran legitimador que sella el flictos que hay que resolver mediante autoridad
conjunto es el Estado de derecho que prolonga y inapelable.
2. La literatura política moderna suele des-
perfecciona la ley natural al decidir no solo sobre
tacar el papel del derecho a la rebelión propuesta
cómo debe organizarse la vida sino también y sobre
por Locke como un factor que decide el papel
todo quién y qué debe morir para que los distintos
determinante de la sociedad civil y de derechos
imperios modernos y la única dominación que los
humanos individuales en la organización política
sostiene conquisten el mundo y se afirmen, contra
(commonwealth). La resistencia y la rebelión
la gente, para siempre.
se justificaron en el mundo antiguo ligando la
No es empeño menor. Y es consistente. El legitimidad política con el orden bueno moral de
mundo se ha venido armando (y con él la des- tipo cósmico o metafísico (macropolis). Locke
trucción y el conflicto que le son inherentes) lo recogió probablemente de la tradición de
como Locke lo imaginó y disfrazó hace tres cristiandad donde se encuentra desplegado, por
siglos. Siempre fue tiempo de que existiese ejemplo, aunque con muchas limitaciones, por
para este mundo una respuesta social. Hoy esa Tomás de Aquino. Básicamente descansa en el
respuesta es una exigencia ineludible. No la juicio de que una autoridad cuyas disposiciones
habrá sin una nueva manera de vivir, imaginar y violan la ley natural es ilegítima o tiránica y
pensar las sociabilidades básicas. Como lo hizo puede no ser obedecida (en su versión fuerte, no
Locke. Pero con el otro o los otros rostros del debe ser obedecida). El tema se reavivó al inicio
espíritu humano. de siglo XIV, en los albores de La Reforma, con

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JOHN LOCKE y LA TEORíA DEL PODER DESPÓTICO 211

cuestionamiento francés al dominio universal debe tanto al realismo político de Maquiavelo


Papa, por asuntos de impuestos, y alcanzó como a la teología católica y especialmente al
nces su punto literario más alto a finales del deseo de Locke de anular las rebeliones, o des-
XVI con la publicación de Vindiciae contra plazadas, mediante el mero cambio de cuerpos
nos (Reivindicación de la libertad contra legislativos. De ninguna manera puede aplicarse,
tiranos), de autor discutido. como lo hace Chevallier, al espíritu francés de
Ahora, todas los imaginarios que postulan resistencia (sin esperanza, muchas veces) contra
ley natural cósmica o derivada de un Dios la ocupación nazi. Tampoco esta pobre, por no ser
onal, terminan haciendo depender la legitimi- alternativa, imagen de rebelión significa mucho
de las acciones individuales y sociales de un para las necesidades de la insurgencia popular
'-den de las cosas' inamovible y, por ello, justo en América Latina o para sostener la dignidad de
o moralmente vinculante. Todos ellos suponen, la lucha revolucionaria, también muchas veces,
a la vez, un derecho a la resistencia, y un intér- como en el caso francés durante la Segunda
prete privilegiado o excepcional del 'orden de las Guerra, sin esperanza.
as'. En Locke este intérprete privilegiado no Digamos, si usted se rebela apoyándose en
una autoridad humana e institucional, como el algún derecho natural, entonces lo que hace es
Papa, sino una relación social y cultural: la racio- ratificar ese derecho metafísico inapelable. La
aalidad superior de la acumulación de capital. rebelión, o mejor, las revoluciones deben ser ente-
La espiritualidad e instituciones que surgen de la ramente sociohistóricas, o sea políticas, y generar
lógica de acumulación de capital disciernen y juz- o un mundo nuevo liberado o la posibilidad de
pn sobre el mundo, es decir reconocen o niegan avanzar hacia él.
su legitimidad, o sea su justicia. 3. Suele contraponerse la idea griega de la
Así, la diferencia entre la ley natural antigua polis como comunidad moral con la idea moder-
la de Locke es que éste la vincula decisivamente na de la sociedad como cooperación de indivi-
con una naturaleza humana 'libre' políticamen- duos que poseen intereses particulares y también
te y, a la vez, económicamente atrapada en la un interés común que es el de reproducir las
naturaleza inexorable de las cosas incluyendo el condiciones de su cooperación. Para esto último,
carácter natural del trabajo, que sería una práctica y porque la cooperación resultaba en gran con-
universal, y su apropiación privada, que deviene centración de riqueza excluyente, Locke pensaba
también naturalmente propiedad excluyente. Se que se necesitaba de un Estado y un gobierno. El
da aquí una fractura en el estado de naturaleza imaginario moderno no sería holístico y orgáni-
que Locke resuelve con un Estado que obliga a co, como el griego. Uno de sus efectos, cuyo eje
todos, en beneficio de la humanidad, a seguir es la reivindicación de la libertad de conciencia
la lógica de acumulación de capital. Con ello se religiosa, es que los sentimientos morales ya no
soluciona' la fractura propia del estado natural, podrían ser impuestos como universales. Serían
pero se abren paso los conflictos derivados de cuestión personal o privada. Lo socialmente vin-
las discriminaciones supuestas por un pacto igual culante sería la legislación. Se podría ser inmoral
entre desiguales. Locke llama a los efectos de esta sin cometer delito. Tampoco resulta incompati-
fractura, "estado de paz" o sociedad civil. ble que alguien perseguido como delincuente sea
Retornando el derecho de rebelión y el papel valorado como intensamente moral. La leyenda
de la resistencia al gobierno, éste recibe un trato de Robin Hood se gesta en los siglos XIV y
enteramente pragmático en el Segundo trata- XV, en coincidencia con el inicio del mundo
do... Se trata de una posibilidad, pero Locke moderno. Este héroe popular no solo asaltaba a
recomienda a quienes han sufrido injuria de la los ricos, sino que ejecutaba a los funcionarios
autoridad no alzarse si la correlación de fuer- del gobierno y de la iglesia. La propuesta de una
zas no los favorece. Si tal cosa no aconteciera, razón de Estado precisamente se ocupa de la
sugiere a los tratados con injusticia aguardar por separación entre lo moral y lo político, separa-
la resolución divina, cuando eJJa se produzca, ción que puede JJegar hasta la esquizofrenia en
el día del Juicio Final, por ejemplo. El enfoque las sociedades modernas.

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212 HELIO GALLARDO

El punto se vincula asimismo con la aparien- Esto último sería antinatural. Es un truco mágico:
cia segmentada y utilitaria de la reflexión moder- venían 'iguales' (del estado de naturaleza), pero
na: familia, mercado y Estado tendrían autono- resultan distintos. 'Libres' no han sido nunca.
mías tan precisas que lo que vale en uno de esos 5. La antropología y sociología de Locke
ámbitos no vale para los otros. Así, por ejemplo, incluyen la violencia, que él determina como
Locke diferencia entre el poder de los padres en fuerza, como un comportamiento natural, y por
la familia (natural, transitorio y unilateral), el ello debida en entornas o circunstancias precisas.
político de los legisladores, gobernantes y jueces Se trata de una violencia defensiva y restauradora.
(consensual y estable) y el del mercado (natural, Pero aunque defensiva carece asimismo de toda
universal y eterno). Sin embargo todos ellos tie- compasión o respeto: se trata de devolver golpe
nen el nexo común de la defensa de la propiedad por golpe a la fiera que daña la propiedad y con
privada y se apoyan en una única racionalidad (y ello, como la peste, ha dañado a la humanidad.
también todos carecen de alternativa), de modo 6. La síntesis del esfuerzo de Locke en el
que el imaginario de Locke también es holístico Segundo tratado ... la trazó él mismo en el pará-
u orgánico. Y, por supuesto, existe una sola moral grafo 222:
social aunque ella admita cultos religiosos diver-
sos. En Maquiavelo, el gestor de la categoría de Los hombres entran en sociedad movidos por el impul-
la 'razón de Estado' autónoma, este dispositivo so de salvaguardar lo que constituye su propiedad;
posee la función de asegurar a los ciudadanos y la finalidad que buscan al elegir y dar autoridad a
el ejercicio de sus profesiones, el comercio y el un poder legislativo es que existan leyes y reglas fijas
disfrute y engrandecimiento de sus propiedades, [laws and rules] que vengan a ser como guardianes y
sin temer ni a los impuestos arbitrarios ni a la vallas de las propiedades de toda la sociedad, que limi-
codicia ajena (El príncipe, cap. XXI), de modo ten el poder y templen la autoridad de cada grupo o de
que la autonomía del poder político es relativa y cada miembro de aquella (... ). No es posible suponer
que sea la voluntad de la sociedad (...) destruir aquello
operativa o funcional respecto de la prosperidad
que los hombres han buscado salvaguardar mediante
económica. El enfoque tampoco es fragmentario
° escindido, aunque lo parezca, sino holístico. El
la constitución de una sociedad civil, y que fue lo
que motivó el sometimiento (submitted) del pueblo a
'mito nacional' europeo expresa esta misma nece- los legisladores que eligió. De ahí, pues, que siempre
sidad orgánica de una hegemonía sin disputa. que los legisladores intentan arrebatar o suprimir la
4. Los seres humanos no poseen univer- propiedad del pueblo, o reducir a los miembros de éste
salmente voluntad, racionalidad y libertad, en a la esclavitud de un poder arbitrario, se colocan en
Locke. La igualdad no es tal. Su Estado de mino- estado de guerra con el pueblo, y este queda libre de
rías y a la vez de derecho, porque se deriva del seguir obedeciéndole, no quedándole entonces a ese
consenso, o de la libertad, los trata como iguales, pueblo sino el recurso común que Dios otorgó a todos
pero no lo son, de modo que el derecho, igual, los hombres contra la fuerza y la violencia.
discrimina.
Locke supone que objetivamente los no pro- 'Pueblo', desde luego, se lee 'ciudadanos
pietarios no son aptos como ciudadanos (no activos' o grandes propietarios. Solo la amenaza
califican). Por ello se abren o convocan al poder a su propiedad amerita la rebelión, porque las
despótico: pero deben hacerla por su voluntad. propiedades de los 'otros', sus existencias, ya les
De aquí que estipule que se renuncie a toda fueron enajenadas por el contrato social.
capacidad individual, para que los no ciudadanos 7. Locke propone en el Segundo Tratado ...
carezcan por su propia voluntad de toda capaci- dos igualdades: la política natural (no nacer
dad o derecho (right), excepto el de acogerse a la sometido a gobierno alguno), y la política consen-
ley (law) que los discrimina. sual. En ésta, los no-propietarios se comprometen
Locke afirma la universalidad de la experien- a no agredir a los propietarios en sus bienes y
cia humana (todos renuncian a sus capacidades) y vida y los propietarios también: es decir a no
al mismo tiempo la niega: no todos pueden acce- agredir a los no-propietarios en sus bienes (de
der a los mismos derechos en la commonwealth. los que carecen) y vidas, excepto por ley que

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JOHN LOCKE y LA TEORíA DEL PODER DESPÓTICO 213

los faculte para ello. Aquí está el secreto de la 17. Ibid., cap. IV.
'constitucionalidad' burguesa y del 'respeto al 18. Montesquieu, op. cit., Libro Tercero, cap. X.
derecho ajeno'. 19. Aristóteles, Política, Libro III, # 14, 1285 a.
Argumentos semejantes se encuentran con oca-
sión de la conquista de América por los españoles
Notas (Cf. Ginés de Sepúlveda, Tratado de las justas
1. C. B. Macpherson, La democracia liberal y su causas de las guerras contra los indios).
época, p. 31. 20. Las formaciones sociales latinoamericanas tie-
2. George H. Sabine, Historia de la teoría política, nen en su fundamento y comienzo histórico
p.388. esta 'guerra justa'. Véase, por ejemplo, Ginés
3. Ídem. de Sepülveda, Tratado de las justas causas ... ,
4. W. Ebenstein, Los grandes pensadores políticos, ya citado; Bartolomé de las Casas, Del único
pp. 467-478. modo de atraer a todos los pueblos a la verda-
5. J. Locke, Ensayo sobre el gobierno civil, #128. dera religión; Francisco de Vitoria, Relecciones
6. lbid., #120. sobre los indios; o los trabajos de Lewis Hanke,
7. lbid., #3. Estudios sobre Bartolomé de las Casas y sobre
8. C. B. Macpherson, La teoría política del indi- la lucha por la justicia en la conquista española
vidualismo posesivo, p. 206. Una crítica de este de América.
trabajo puede verse en G. Sartori, Teoría de la 21. Locke, op. cit., #172.
democracia, v. Il, p. 457 Y siguientes. 22. lbid., #16.
9. Macpherson, op. cit., pp. 209-210. 23. tiu; #17, paréntesis nuestro.
10. Ebenstein, op. cit., p. 478. 24. Ibid., #22. En su Ensayo sobre el entendimiento
11. 1. J. Chevallier, Los grandes textos políticos, p. humano, en cambio, Locke entiende la libertad
100. El profesor francés también asigna a Locke como autodeterminación.
haber puesto "las bases de la democracia libe- 25. lbid., #172, paréntesis nuestro.
ral" (ídem). 26. Para Locke, cuando alguien agrede la propiedad
12. Véase, por ejemplo, N. Bobbio, El tiempo de de otro, causa un daño particular y también
los derechos, p. 106; Y L. Ferrajoli, Derecho y genérico, o sea a la Humanidad. Por esto último,
razón, p. 884. En el campo de derechos huma- cualquier otro ser humano (o Estado) puede casti-
nos, Bobbio reconoce que sin la judicialización
gar al agresor. La restitución del daño, en cambio,
de ellos, su determinación como 'derechos' no
solo puede ser activada, por quien lo sufrió.
está propiamente realizada y se trata más bien
27. Locke, op. cit., # 3.
de 'obligaciones' morales. Sin embargo, deriva
28. Ibid., #174. En el original: " ... and despotical
su carácter de una referencia suprahistórica: la
(power) over such as have no property at all"
dignidad del individuo (Cf. Bobbio, op. cit., pp.
(paréntesis nuestro).
44-45). L. Ferrajoli, quien sostiene una concep-
29. Ibid., #124.
ción más social y conflictiva de estos derechos,
30. Sabine, op. cit., p. 190; Macpherson, Teoría polí-
los hace interlocutores de valores 'naturalizados'
tica del individualismo posesivo, pp. 172-173.
de las personas: igualdad, solidaridad, o de las
31. Locke, op. cit. #123. La traducción española no
relaciones sociales: tolerancia (Cf., Ferrajoli, op.
cit., p. 944; también pp. 905-906). Llamo a este expresa adecuadamente el sentido original.
iuspositivismo que no abandona el idealismo filo- 32. tu«, #24.
sófico, 'iusnaturalismo vergonzante'. 33. tu«. #48, #50, #49.
13. También ha facilitado, y con mayor especificidad 34. Ibid., #85.
y sin paradoja, la persecución implacable y acla- 35. lbid., #27. Creo salta a la vista que pasto deglu-
mada de esos mismos disidentes, contestatarios y tido por caballo, forraje cortado mediante paga
revolucionarios. y mineral extraído de una propiedad común o
14. La versión española que tenemos más a mano cooperativa no constituyen bienes económicos
tradujo el título como Ensayo sobre el gobier- equivalentes.
no civil. 36. Locke, op. cit., #25, #33. En este último pará-
15. Montesquieu, Del espíritu de las leyes, Libro grafo se refiere a los individuos peleadores
Segundo, cap. 1. y disputadores [fancy or covetousness of the
16. Ibid., cap V. quarrelsome and contentius] como deseando

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214 HELIO GALLARDO

"aprovecharse de los esfuerzos ajenos, esfuerzos 45. Macpherson, Teoría política del individualismo
a los que no tiene derecho". posesivo, p. 192, 'Estado' aparece con minúscu-
37. De hecho, para Locke la aparición del dinero agota la en el original. La referencia de Macphersoo
la infinitud de la Naturaleza. Todo pedazo de tierra es The Life of John Locke (1876) de H. R. Fox
pasa a ser propiedad de alguien (Cf. #45). Bourne.
38. Locke, op. cit., #40. Líneas más adelante atribuye 46. Las tomo del estudio de Tomás Várnagy, El pen-
el 99% del valor de los productos al trabajo. Sobre samiento político de John Locke y el surgimiento
la productividad del trabajo empresarial y el con- del liberalismo.
fort, compara las tierras de América e Inglaterra: 47. Referido por T. Várnagy, op. cit. p. 20.
"Demostración palmaria de ello es que varias 48. Referido por C. B. Macpherson, en Teoría políti-
naciones de América que abundan en tierras, ca del individualismo ... , de Works, tomo lI.
escasean, en cambio, en todas las comodidades de 49. Referido por Macpherson, en Teoría política del
la vida (. ..) al no encontrarse beneficiadas por el individualismo ... , de Works, tomo lI.
trabajo, no disponen ni de una centésima parte de 50. Ídem.
las comodidades que nosotros disfrutamos; reyes 51. Existe un tipo de propietario adulto que tampoco
de un territorio dilatado y fértil se alimentan, se tiene capacidad política: la mujer.
visten y tienen casas peores que un jornalero de 52. Se configuran así dos grandes tipos de seres
Inglaterra" (#41). humanos: quienes no deben nada a las relaciones
39. En opinión de Locke, la ley natural enseña a la sociales y quienes están perpetuamente vincula-
razón que "nadie debe dañar a otro en su vida, dos a ellas y a su legalidad por consenso, es decir
salud, libertad o posesiones" (Segundo tratado ... , haciendo uso de su 'libertad'.
#6). Un salario por servicios o tareas sin duda 53. El proceso tragicómico chileno para intentar lle-
no daña a un desempleado y por ello cumple con var a los tribunales al general retirado Pinochet es
la ley natural. Hemos dejado de lado su libertad
un buen ejemplo de esta farsa grotesca. También
política e igualdad porque ellas se discuten más
el retorno, en este caso trágico para el pueblo
adelante.
argentino, de su expresidente Menem (un gángster
40. Texto referido por C. B. Macpherson en Teoría
y un canalla) quien confía en que la legalidad y
política del individualismo posesivo. No tenemos
los tribunales le permitirán volver a aspirar a la
acceso a esa cuarta edición que menciona el autor.
presidencia.
Sin embargo, Sartori, quien adversa los trabajos
de Macpherson sobre Locke, no objeta su apa-
rato crítico. Además, las ediciones castellanas e Bibliografía
inglesa, que no incorporan el añadido a que hace
referencia Macpherson, contienen observaciones Aristóteles. Política. Madrid: Instituto de Estudios
semejantes (Cf. # 43). Políticos, 1951.
41. Locke, op. cit., #4. Bobbio, Norberto. El tiempo de los derechos. Madrid:
42. Ibid., #54. La igualdad natural de cada individuo Sistema, 1991.
en Locke remite únicamente al derecho igual de Ebenstein, William. Los grandes pensadores políti-
no admitir gobierno que no se derive de un con- cos. Madrid: Revista de Occidente, 1965.
senso explícito o tácito ["... the equality 1 there Chevallier, Jean-Jacques. Los grandes textos políti-
spoke (was) the equality which all men are in cos. Desde Maquiavelo a nuestros días, 6a ed.
the respect of jurisdiction or dominion one over Madrid: Aguilar, 1967.
another ... "] (ídem). de las Casas, Bartolomé. Del único modo de atraer
43. Ibid., #123, paréntesis nuestros. a todos los pueblos a la verdadera religión.
44. Estos escritos son: Some Considerations of the México: Fondo de Cultura Económica, 1942.
Consequences of the Lowering of lnterest and de Sepúlveda, Ginés. Tratado sobre las justas causas
Raising the Value of Money, Works y Draft of a de la guerra contra los indios. México: Fondo de
Representation Containing a Scheme of Methods Cultura Económica, 1941.
for the Employment of the Poor [Anteproyecto de Vitoria, Francisco. Relecciones sobre los indios y el
de una exposición con un esquema de métodos derecho de guerra, 3a ed. Madrid: Espasa/Calpe,
para el empleo de los pobres], textos que no me 1976.
resultan accesibles en mis condiciones de trabajo. Ferrajoli, Luigi. Derecho y razón. Madrid: Trotta,
Los cito, entonces, por referencias. 1995.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII Número doble (109/110), 193-215, Mayo-Diciembre 2005
JOHN LOCKE y LA TEORÍA DEL PODER DESPÓTICO 215

Hanke, Lewis. Estudios sobre Bartolomé de Las Casas Montesquieu. Del espíritu de las leyes. México:
y sobre la lucha por la justicia en la Conquista Porrúa, 1971.
española de América. Caracas: Universidad Novoa Monreal, Eduardo. El derecho como obstáculo
Central de Venezuela, 1968. al cambio social, 11a ed. México: Siglo XXI,
Locke, John. Ensayo sobre el gobierno civil. Madrid: 1995.
Sabine, George H. Historia de la teoría política.
Aguilar, 1960.
México: Fondo de Cultura Económica, 1975.
____ "The Second Treatiseon Civil Government".
o

Sartori, Giovanni. Teoría de la democracia, 2 vols.


En On Politics and Education, New York: Walter
México: Alianza, 1989.
J. Black, 1947.
Várnagy, Tomás. "El pensamiento político de John
Macpherson, C. B. La democracia liberal y su época. Locke y el surgimiento del liberalismo". En: La
Madrid: Alianza, 1982. filosofía política moderna. De Hobbes a Marx,
____ Teoría política del individualismo posesivo.
o
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
De Hobbes a Locke. Barcelona: Fontanella, 1970. (CLACSO), Buenos Aires, Argentina, 2000.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII Número doble (109/110), 193-215, Mayo-Diciembre 2005
Helio Gallardo

Sobre el fundamento de los derechos humanos

Abstraet. This article introduces a eficacia o cumplimiento jurídico/cultural de


discussion about the most effective criteria to estos derechos está ligado a la inteligencia
start assumig the determinations about the base de su fundamento o fundamentos. El texto
or bases of the human rights and its relation with utilizado como referencia para el análisis es el
cultural and legal effectiveness. It is centered in de Norberto Bobbio, Sobre el fundamento de los
the illusion of drawing an absolute foundation derechos del hombre (1964-65), editado en su
in Human Rigths, so that, after its criticism, it libro El tiempo de los derechos.
can engage that the futility in the seeking of that
absolute foundation can move to the protection Palabras clave: Derechos humanos, fun-
of those rights, pushing out the challenge of damentos de los derechos humanos, eficacia
ist understanding. The discussion is supported jurídico/cultural.
by the criteria that the protection, efficiency
or legal accomplishment of these rights is
linked to the intelligence of its foundation or 1. Sobre los conceptos de fundamento
foundations. The text used for the analysis is y derechos humanos y su relación
Sobre el fundamento de los derechos del hombre
(1964-1965) (About the bases of Man's Rights, El tema del fundamento de derechos huma-
Norberto Bobbio (1964-65)), printed in his book nos comienza por ser, en apariencia, una cues-
El tiempo de los Derechos (The time of rights). tión filosófica. Esto quiere decir que implica,
inicialmente, un examen crítico de lo que resulta
Key Words: Human Rights, bases of the posicionado como 'fundamento' y del carácter
human rights, legal effectiveness y alcance de lo que se entenderá por 'derechos
humanos'. La designación de un fundamento de
Resumen. Este artículo introduce una los entes, en este caso, derechos humanos, no es
discusión sobre el criterio de ingreso más unívoca en la historia del pensamiento filosófico,
eficaz para asumir las determinaciones sobre el ni tampoco lo que debería entenderse y practicar-
fundamento ofundamentos de derechos humanos se por 'derechos humanos' lo es para analistas
y su relación con su eficacia (cumplimiento) del derecho, jurisconsultos, críticos del lenguaje
jurídico/cultural. Se centra, básicamente, en el o sistemas normativos.
espejismo de dibujar un fundamento absoluto En la tradición filosófica, 'fundamento' se
para derechos humanos para, tras su crítica, dice al menos de dos maneras diversas: siguiendo
sostener que la esterilidad en la búsqueda de ese a Aristóteles, designa la causa, en el sentido de
fundamento absoluto permite desplazarse hacia razón (necesaria) de ser de una cosa. Se trata de
la protección de esos derechos, posponiendo o una percepción metafísica del Grund o funda-
relegando el desafío de su comprensión. Subyace mento. Se puede ejemplificar esta comprensión
a esta discusión el criterio de que la protección/ con un texto producido para la conmemoración

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLV (115/116),9-24, Mayo-Diciembre 2007


10 HELlO GALLARDO

de los cincuenta años de la Declaración Universal última designación quiera decir, o como algo
de Derechos Humanos (Naciones Unidas, 1948). necesario o como algo condicionado y posible
Escribe un académico: y también como algo condicionado y probable.
En estos dos últimos casos, 'derechos humanos'
. .. la pregunta típica y obligada sobre los podrían no darse o no existir excepto como vir-
derechos humanos, que los filósofos no tualidad. En el primero, en cambio, se seguirían
pueden eludir, es por qué hay derechos de una naturaleza humana (iusnaturalismo) o
humanos, cuál es la razón última de esos implicarían su sujeción a una Causa Última (a
derechos, pues el 'oficio' del filósofo con- un ser que es causa de sO que tornaría nula, o
siste precisamente en dar razón de las cosas, tendería a anular, la libertad humana.
aún de aquellas cuya existencia parece obvia
La cuestión filosófica de 'la' causa última
y nadie cuestiona (como es el caso de los
(en la tradición cultural cristiano-católica) obvia-
derechos humanos)"
mente posiciona, en tanto mirada filosófica, los
criterios de análisis y discusión, y los argumen-
Resultan claros en este texto tanto la función
tos explicativos, de modo que ellos remitan, por
del filosofar (indicar el lagos de las cosas) como
suponerlo, a un Dios Creador autosatisfecho por
el que, en relación con derechos humanos, este
omnipotente. El problema de esta figura de Dios
logos es la explicación última (y vinculante) de
en relación con derechos humanos modernos es
estos derechos. El 'fundamento' entonces se
que los torna no factibles en tanto "fueros" sub-
posiciona como causa necesaria (explicación y
jetivos de la relacionalidad humana (perspectiva
justificación/legitimación racional de la cosa de
sociohistórica) o de los individuos (perspectiva
la que es causa). Sin perjuicio de un comentario
iusnaturalista). La categoría de un Dios creador
posterior, queda aquí ejemplificada la utilización
autosuficiente exige y posiciona la noción de 'cria-
de 'fundamento' en su sentido metafísico (y por tura', en el sentido de hechura de Otro, a la que
ello ético), el en sí que sostiene al ente y marca su esta criatura, para el caso los seres humanos, debe
'verdad' y 'bien', en discursos actuales. su naturaleza. Ante este Otro no existen derechos
Una diversa comprensión filosófica y moder- humanos subjetivos, sino obligaciones o deberes
na del fundamento se sigue de su apreciación que deben aceptarse como 'necesidad'. No existe
como principio de razón suficiente+ Aquí 'fun- ningún problema particular (religioso o clerical,
damento' indica únicamente una determinación o sea emocional e institucional) en entender así a
contingente (no necesaria), o sea que puede darse este Otro, pero conceptualmente torna no factibles
o no, de algo que podría no darse, o haberse dado derechos humanos en tanto capacidades ante
su opuesto, sin que ello implique contradicción. cualquier Otro (el Estado, el mercado, la institu-
Remitiendo al texto anterior, los 'filósofos' son ción clerical. .. o Dios). De modo que esta manera
libres de dar o no 'razones últimas' de las cosas, de entender el fundamento (absoluto) para dere-
en tanto lo que digan no afecta al ser necesario de chos humanos, como su Causa, resulta inviable.
ellas, sino a sus posibilidades, o sea a por qué se No es conveniente utilizar de esta manera,
comportan de una cierta manera. El fundamento como causación de naturaleza, la categoría de
se expresaría aquí como condición primera y bási- 'fundamento', o Fundamento, porque su 'efecto'
ca (como posibilitación) para que algo exista así conceptual-operativo torna no factibles derechos
como se presenta, pero no como su causa metafí- a la experiencia humana en tanto ésta apare-
sica y por ello necesariamente debida. La noción ce unilateralmente jerarquizada por la pareja
de 'fundamento' bajo la figura de un principio de Sujeto Divino-sujeto humano en donde el sujeto
razón suficiente lo pone en relación, entonces, no con minúscula debe entenderse como 'sujeciona-
con la causa última o necesaria de una cosa, sino do' al poder de ese 'fundamento' u orden absolu-
con las condiciones de posibilidad y probabilidad to.' En este sentido es que debe leerse el título de
de que algo ocurra o deje de ocurrir. un trabajo de Bobbio que recoge sus principales
En lo que aquí interesa, 'fundamento' posi- exposiciones sobre derechos humanos. Lo llamó
ciona derechos humanos, cualesquiera cosas esta "El tiempo de los derechos". El tiempo hace

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SOBRE EL FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS 11

referencia a la Época Moderna". Y esto porque en circuitos judiciales de acuerdo a procedimientos


tiempos anteriores, los seres humanos no tenían pre-establecidos. Si no lo son, es porque no se
'derechos' en tanto fueros subjetivos individua- trata de derechos o, porque reclamables, excitan
les, sino 'obligaciones' hacia el orden cósmico una acción de la autoridad estatal contra quienes
(macropolis) y hacia el orden político/metafísico/ hacen el reclamo. Esto último es un signo de la
clerical (micropolis). En relación con ese Orden, inexistencia de un Estado de derecho, condición
nada ni nadie. indispensable, según se ha señalado, para la exis-
Desde el alcance anterior es que puede tencia jurídica efectiva de derechos humanos y
señalarse que la sensibilidad del Derecho natural para el trato no discriminatorio hacia los ciuda-
clásico o antiguo (el que inspira, por ejemplo al danos. 'Condición indispensable' no implica ser
catolicismo institucional) no permite sentir ni 'causa'. Se trata o de una concurrencia o de una
pensar derechos humanos en tanto capacidades matriz cuyas determinaciones contingentes hacen
autoproducidas por la relacionalidad humana. posibles o probables derechos humanos.
Esto no impide que, desde el punto de vista prác- La imagen de que se tiene derechos por ser
tico, al que debe valorarse asimismo oportunista, 'ser humano', es decir que éstos son innatos al
la institución clerical católica se incline hoy por individuo, es una construcción ideológica del
favorecer selectivamente derechos humanos bajo iusnaturalismo (Derecho natural moderno), expli-.
determinadas circunstancias. Estrictamente, sin cable por razones sociohistóricas. Modernamente
embargo, y para su perspectiva, estos 'derechos' no es factible reclamar derechos (u ostentados)
resultan expresión de una secularizada soberbia fuera de las relacionalidades sociales. Se es
humana. portador de derechos, o sujeto de derechos, en
Conviene aquí precisar, aunque sea míni- relación con otros seres humanos o instituciones
mamente, el carácter de la expresión "derechos también humanas. Los animales carecen de dere-
humanos" porque es de su 'fundamento' que se chos porque no pueden presentarse por sí mismos
habla. Desde un punto de vista operativo o prác- ante tribunales competentes y reclamados. Los
tico, no existen modernamente más derechos que seres humanos pueden atribuir o conferir a los
aquellos que pueden reclamarse jurídicamente animales protecciones legales o penalizados,
ante circuitos judiciales (ver legitimidad, cons- pero eso no los configura como sujetos de dere-
titucionalidad y validez). Esto no puede hacerse cho. Tampoco la Naturaleza puede presentarse
si no se es 'sujeto de derecho' o ciudadano. El ante los tribunales reclamando derechos. Pueden
punto señala hacia el Estado de derecho sólido abogar por animales y por la Naturaleza los seres
tanto por la referencia a un orden jurídico cons- humanos si la legislación los faculta para ello.
titucional como por la mención de 'ciudadanía'. El derecho moderno, mejor o peor, funcional
Modernamente, por tanto, no existen derechos o disfuncional, es el resultado de una decisión
sino en referencia a un Estado de derecho y a la social y humana. Si existiese un solo individuo
representación de una ciudadanía en apariencia sobre el planeta no tendría derechos, en el sentido
'universal' (bajo las figuras nacionales e interna- moderno. Cualesquiera de sus actos sería 'norma
cionales). En realidad, no se tienen 'derechos' si legal' puesto que no habría quien reclamase judi-
no se es 'ciudadano'. cialmente contra ellos y él mismo no tendría nin-
Más acá de la observación anterior, el habla guna instancia, excepto su subjetividad, a la cual
cotidiana utiliza asimismo expresiones como recurrir o apelar. Luego, los derechos y poderes
"exigencia de derechos", "demanda de derechos", jurídicos suponen relacionalidades y hablar de
"proclamación de derechos". Esas expresiones, ellos fuera o por encima de estas relacionalidades
y otras semejantes, solo pueden entenderse no puede ser considerado como un recurso ideológi-
literariamente como exigencias por una judiciali- co, útil a ciertos propósitos quizás, pero sin mayor
zación de libertades o capacidades o necesidades. valor analítico.
Se trata de "posibilidades" de derechos, pero Al hablar de derechos humanos se habla
que aún no lo son y podrían no llegar a serlo, también entonces de Estado de derecho y de su
Si fuesen derechos, serían reclamables en los correlato poblacional, la ciudadanía, es decir los

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individuos y los sectores sociales e instituciones una naturaleza humana derivada de las diversas
(corporaciones, por ejemplo), bajo la figura de expresiones de Derecho natural por descansar en
sujetos de derecho, que pueden recurrir a sus la noción de 'fundamento' como logos, cuestión
tribunales. Esto no quiere decir que Estado o ya discutida como inviable. La 'agencia humana'
ciudadanía sean la causa o fundamento de estos no designa una naturaleza, sino una posibilidad
derechos, sino que se presentan como condicio- y por ello demanda ciertas condiciones sociohis-
nes para que ellos se hagan efectivos. Como se tóricas, es decir que los mismos seres humanos
verá, no son las únicas condiciones. deben producir.
La expresión 'derechos humanos' posee otra La noción de 'fundamento' como condición
peculiaridad. En realidad, según se ha visto, todos y posibilidad no inevitables, o contingentes, abre
los derechos, y las normas e instancias legales el paso a una concepción no naturalizada del ser
que los operacionalizan, son humanos. Por tanto, humano y de sus producciones socio-culturales.
'derechos humanos' debe ser considerado nombre Es en estas producciones que debe buscarse
propio de un determinado tipo de derechos o el (o los) fundamento. El punto, por señal arlo
capacidades jurídicas que pueden ser reclama- escuetamente, apunta hacia categorías como las
das ante tribunales locales o internacionales. La de humanidad como proceso autoreferencial
peculiaridad de estos derechos en relación con diferenciado y conflictivo. Ahora, los procesos
otras capacidades legales de los ciudadanos o conflictivos no pueden pensarse adecuadamente
sujetos jurídicos parece consistir en su universa- sino mediante conceptos abiertos a la singulari-
lidad (demandaría, por ello, tribunales con juris- zación y diferencia, el cambio y la aparición de
dicción planetaria y la legislación y relaciones de lo nuevo.
fuerza planetarias correspondientes) e integra- La referencia imaginario-analítica anterior
lidad entendida como que su ofensa específica apunta, no podría ser de otra manera tratándose
agrede no solo al individuo o grupo afectado sino de 'Derechos Humanos', hacia una antropolo-
al género humano o humanidad. Por ello dere- gía cuyo referente es la especie biológica homo
chos humanos aparece vinculado con delitos que sapiens sapiens y la voluntad de producirla
"lesionan a toda la humanidad": genocidio, tortu- (autoproducirse) como especie político-cultural
ra, esclavitud, por ejemplo. Obviamente aparece humana. El referente de valores, o ético si se
la discusión, desde el Tercer Mundo, si la miseria prefiere, es esta voluntad moderna: hacer de la
infrahumana o antihumana no serían asimismo especie humana (producirla) una especie plural
delitos de "lesa humanidad". 0, también, si no (diferenciada) pero a la vez articulada en tanto
sería estrictamente un delito de lesa humanidad la especie planetaria político-cultural. Se trata del
producción de más de la mitad de la población del tópico moderno de la autoproducción humana
planeta como sector 'vulnerable', tal el caso de las en entornos y subjetividades que no se controlan
mujeres bajo el imperio patriarcal. (ni controlarán) nunca enteramente. Derechos
Cualesquiera sean las vicisitudes de esas Humanos aparece entonces, más acá y más allá
discusiones (que, por lo demás, no están direc- del Estado y de la ciudadanía, como factor de
tamente en agenda), pareciera que el nombre una voluntad política de autoproducción huma-
propio "Derechos Humanos" designa algo propio na en tanto humanidad. Obviamente se trata de
o básico de la especie: su capacidad o virtualidad una pretensión o programa ideológico moderno.
de autoproducción autónoma en entornos que En las sociedades occidentales antiguas habría
no domina enteramente. El imaginario liberal sido rechazado como pretensión desmesurada o
llamó a esto "agencia humana". La voluntad de soberbia, como exceso (hybris). Por ello, entre
hacer sociohistóricamente posible este principio otros factores, es que las formaciones sociales
de agencia (autonomía, autoestima, responsa- antiguas y medievales no se proponen 'Derechos
bilidad) para todos los grupos-individuos de la Humanos'. Habrían sido valorados (resentidos)
especie pareciera marcar la peculiaridad del como un salirse de los límites propios al ser
nombre "Derechos Humanos". Por supuesto, no humano y a la humanidad. Derechos Humanos,
se considera aquí la hipótesis 'filosófica' de este nombre propio, es una producción moderna

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SOBRE EL FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS 13

aunque puedan encontrarse antecedentes para de condiciones para su posibilidad y efectualiza-


ellos en formaciones sociales no-modernas. ción, está en, o es, laformación social moderna y
Que 'Derechos Humanos' como nombre las conflictividades que ella genera, reproduce o
propio remita a una antropología significa bási- resuelve. En este sentido la noción de 'fundamen-
camente, y apartando la consideración sobre to' se liga con la categoría de matriz. La matriz
el Estado y la ciudadanía, que ellos asumen y (fundamento) de derechos humanos es el desplie-
expresan en su nivel el carácter de lo humano gue de las formas conflictivas de sociabilidad que
como una autoproducción y como sistema abier- constituyen sociohistóricamente las formaciones
to. Para la modernidad, un Sísifo que engaña a la sociales modernas.
muerte y burla a los dioses, constituye un signo El 'fundamento' no apunta así hacia una ideo-
civilizador en tanto apunta a una autorrealización logía filosófica o a una 'teoría' (aunque contenga
humana como sujeto/agente y responsable. No antropologías, analíticas e ideologías, etc.) , sino
es tan significativo que Sísifo 'fracase'. Importa que es enteramente sociohistórico y, por ello, con-
su voluntad de testimonio. La moderna espiri- tingente. Se despeja así al menos la posibilidad de
tualidad humana no admite dueños exteriores a discutir una aparente 'incógnita': ¿son reversibles
la humanidad misma, aunque sí condiciones que entera o parcialmente los derechos humanos?
pueden determinarla pero nunca necesariamente. La respuesta es sí, porque son contingentes, o sea
Por ello Camus sentencia al dibujar el castigo completamente sociohistóricos, lo que significa
de Sísifo: "Hay que imaginarlo feliz". °sea, los
dioses o demonios 'exteriores' carecen de poder
que se siguen de la articulación de determinadas
condiciones producidas por también determi-
sobre su subjetividad. Los seres humanos, como nadas fuerzas sociales en condiciones que esas
el rey de Corinto, en el mito, son responsables fuerzas no pueden controlar enteramente."
(y no culpables) por su autocreación, tanto de La observación anterior permite asimismo
lo bueno como de lo malo. Se comportan como avanzar en otra discusión, en cierta manera late-
dioses aunque no sean omnipotentes. 0, lo que es ral. Quienes se apoyan en el Derecho natural para
semejante, son dioses para sí mismos. Esta sen- posicionarse en derechos humanos (en el sentido
sibilidad antropológica, la moderna que apunta de que les atribuyen una Causa o logos necesa-
a un principio de agencia, está en el origen de rio) suelen advertir sobre el "relativismo" de las
derechos humanos.t Derechos humanos carecen concepciones o positivistas o sociohistóricas, que
de sentido efectivo fuera de ella. no son iguales, en donde 'relativismo' aparece
La aproximación a derechos humanos desde como un disvalor que puede albergar y proyectar
la posibilidad de su reclamo ante los tribunales cualquier perversidad. Así, por ejemplo, redacta
no resulta entonces ni estrechamente práctica o un académico argentino:
groseramente ingenua. Supone circuitos judicia-
les y legislación en los cuales los ciudadanos y "... la filosofía individualista de los "dere-
las poblaciones se hayan hecho presentes como chos humanos" (... ) no solo los deja sin
sujetos agentes que tienen en vista su autorreali- fundamento suficiente, sino que no hace
zación. Supone una espiritualidad o ethos socio- posible fijar sus límites y su contenido,
cultural. Que esto sea ilusorio o mítico (moderno) dando lugar a la ilusión peligrosa -y sobre
todo falsa-, de que se tiene derecho a todo,
o irrealizable carece de importancia, en parte
en todo momento y en todo lugar, sin que
porque modernamente lo 'irrealizable' convoca
exista deber u obligación alguna que deba
las condiciones que lo tornarán posible y a sus ser acatada. Se llega así al disparate de una
actores. La ilusión, en especial la organizada, situación en la que todos tienen derecho a
constituye también, en la sociedad moderna, una todo, sin que nadie deba nada, lo que no
fuerza social. es solo un atentado a la lógica sino al más
De una manera compleja, entonces, Derechos elemental buen sentido."?
Humanos expresa y condensa una sensibilidad: la
de las formaciones sociales de la modernidad. Con independencia inicial de los contenidos
Así, su fundamento, entendido como articulación de las aseveraciones, se trata de una petición de

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principio. Si se cree o piensa, que aquí resultan ofrece condiciones conflictivas para ellos. Esta
sinónimos, en o desde un único Orden Natural matriz es la de lasformaciones económico-socia-
y sus jerarquizaciones, todas las singularidades les modernas.
resultan o necesarias y virtuosas por 'naturales' o En el siguiente apartado, se verá, a título de
aberrante s y pecaminosas por 'desnaturalizadas'. ejemplo, el efecto conceptual y político de asumir
La contingencia se abre así no a la posibilidad, las (entender) el fundamento de derechos humanos
opciones y la responsabilidad social/individual, de una diversa manera.
sino a la desviación y al pecado o a la sujeción
virtuosa. Pero este 'resulta lógico' o del más 'ele-
mental buen sentido' se sigue de la creencia en 2. Un posicionamiento equivocado
una Causa primera y última, determinación, que
sobre el fundamento de derechos
ya hemos señalado, no facilita pensar derechos
humanos. En cuanto se abandona la confianza y humanos
seguridad en una Causa primera y última la con-
tingencia de las acciones humanas deja de abrirse En el apartado anterior indicamos que 'dere-
al 'pecado' y se vincula con la producción de las chos humanos' debe ser considerado un nombre
condiciones para la autonomía, la autoestima y propio para capacidades jurídicas específicas que
la responsabilidad humanas, es decir con carac- pueden ser reclamadas en circuitos judiciales. En
teres contenidos en el principio de agencia. La cuanto capacidades jurídicas remiten a relacio-
contingencia no aparece así tampoco como "rela- nalidades sociales. Su nombre propio deriva, en
tivismo", sino como responsabilidad humana para apariencia, del ideologema liberal del principio
medirse desde sí mismo. Más: la contingencia (universal) de agencia humana. Tanto el ideo-
sociohistórica de la experiencia humana no eli- logema liberal como el Estado de derecho y la
mina el sentimiento de trascendencia ni tampoco ciudadanía activa que concurren en la gestación
las creencias religiosas. No es la creencia en Dios de derechos humanos son factores producidos
(o en un orden del mundo) la puesta en juego por por las formaciones sociales modernas. También
el énfasis en la contingencia sociohistórica, sino lo son sus negaciones conformadas por la figura,
algunas representaciones de la divinidad, entre o figuras, de las no-personas. Dicho así, debe
ellas la de la ortodoxia institucional católica. considerarse 'fundamento' de derechos humanos
En otro ángulo, salta a la vista que la crítica a la formación social moderna entendida como
del individualismo relativista (la posición en la matriz conflictiva que ofrece condiciones que
picota es la que se atribuye a un iusnaturalismo posibilitan y a la vez rechazan estos derechos.
falseado) se hace desde una jerarquía 'natural' Este enfoque del fundamento puede considerarse
y enfatizando en la pareja capacidad/obligación sociohistórico.
jurídicas los deberes y no las condiciones de Un examen enteramente distinto del criterio
sociabilidad a los que los seres humanos tienen anterior lo encontramos en el ensayo de Norberto
derecho para autoproducir o materializar sus vir- Bobbio que lleva como titulo "Sobre el funda-
tualidades. En este imaginario sistémico, reitera- mento de los derechos humanos'".
mos, derechos humanos no pueden ser pensados Bobbio se propone en su trabajo discutir tres
como expresión universal e integral del principio cuestiones: el sentido del problema planteado en
de agencia humana (autoproducción de sujetos) torno a la búsqueda de un fundamento absoluto
ya que ello "atenta ... contra el más elemental para derechos humanos; si ese fundamento
buen sentido". Por supuesto se trata de un 'buen absoluto es posible, y si, de ser posible ese
sentido' intuido, natural o revelado que no desea fundamento, resulta deseable. Por supuesto, la
analizar sus condiciones sociohistóricas (o sea de discusión es de alguna manera retórica porque el
poder) de producción y reproducción. posicionamiento del fundamento como cuestión
Avancemos, sin embargo, en la cuestión del 'absoluta' se ubica en el campo de la Causa o
fundamento de derechos humanos insistiendo logos y de una de sus expresiones ideológicas,
en que se trata de una matriz sociohistórica que el racionalismo ético, que, como hemos visto en

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el primer apartado no permite pensar derechos Bobbio cierra este apartado de su análisis
humanos. Por lo tanto las respuestas que da asemejando el poder absoluto e irresistible en el
Bobbio a su discusión son negativas. Pero su mundo de las acciones (Hobbes) con el funda-
rechazo resulta inherente a su posicionamiento mento absoluto como fundamento irresistible en
inicial. el mundo de las ideas. Escribe, a propósito de esta
Bobbio inicia su discusión distinguiendo 'semejanza':
entre un derecho que se tiene, o efectivo, y uno
que se debería tener (expectativa o demanda de "Quienes resisten al primero (fundamento
derecho). En el primer caso parece encontrar su absoluto) se colocan fuera de la comunidad
'fundamento' en el ordenamiento jurídico. En el de las personas racionales, y los que se
rebelan frente al segundo (poder absoluto)
segundo, escribe, se debe buscar buenas razones
se colocan fuera de la comunidad de las
para sostener la legitimidad de la demanda y con-
personas justas y buenas (Ídem, paréntesis
vencer a las personas, especialmente a quienes nuestros)."
poseen la capacidad de producir normas válidas,
de la necesidad de reconocer ese derecho. Bobbio Podemos comenzar por esta última obser-
considera agotada la búsqueda del fundamento vación. En realidad, Hobbes estima que la razón
en el primer caso. Su discusión, pues, se centrará 'natural' es falible (es decir no reproduce direc-
en la búsqueda del fundamento absoluto para las tamente una filiación divina) y que la ley vincu-
demandas o expectativas de derechos: lante admite un derecho de resistencia cuando la
vida y la propiedad no están garantizados en lo
"No hay duda de que cuando en un con-
inmediato o en el largo plazo (tampoco resulta
greso de filósofos, y no de juristas, como
necesario estimar la ley; solo pide obedecerla).
el nuestro, planteamos el problema de los
De esta manera el absolutismo propuesto por
derechos humanos, entendemos afrontar
(sic) un problema del segundo tipo, o sea no Hobbes no es idéntico con el autoritarismo irre-
un problema de Derecho positivo, sino de sistible que parece atribuirle Bobbio. Lo impor-
Derecho racional o critico (o si se quiere, de tante, sin embargo, es que Hobbes no propone un
Derecho natural, en sentido restringido, que alcance irresistible al poder absoluto (authority)
es también para mi el único aceptable, de la en tanto sociohistoriza la experiencia humana.
palabra)" (p. 54). Así, este extremo de la semejanza resulta, por
decir lo menos, polémico y con ello la asociación
Posicionada de esta manera la discusión con un fundamento absoluto producido por la
(que elude el desafío planteado por el carác- mente humana (ideas) pierde fuerza. Si se pierde
ter o caracteres y génesis/gestión/alcance del la relación, la imagen de una "argumentación
derecho positivo), Bobbio señala que derechos irresistible que nadie podrá negarse a aceptar"
humanos constituyen 'cosas deseables', es decir muestra su futilidad sociohistórica y humana,
fines merecedores de ser perseguidos, y que ello excepto en el campo de las creencias emocionales
hace que les busquemos motivos para justificar y morales en donde, por definición, carecen de
mediante un fundamento la pretensión de que legitimidad universal y resultan, incluso, difíciles
sean judicializados. Este último aspecto lo vierte de comunicar.
en la figura de "obtener un reconocimiento más El punto muestra la inconsistencia de un pro-
amplio", giro lingüístico sin duda inapropiado. cedimiento que parte de la figura de unos "fines
De la finalidad de este interés psicológico-social merecedores de ser perseguidos" que, en socieda-
por un fundamento específico se seguirá la des con una altísima división social del trabajo,
"ilusión del fundamento absoluto", ilusión que, inevitablemente serán particulares y, probable-
a fuerza de acumular y discutir razones y argu- mente, encontrados, como referencia inicial para
mentos, terminará por encontrar las razones y el encontrar "la ilusión" de un fundamento absoluto.
argumento irresistible que nadie podrá negarse a Se trata de un proceso no factible a la experiencia
aceptar" (p. 54). humana de la modernidad (y de ninguna sociedad

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compleja), casi un 'muñeco de paja' al que se del poder político en la modernidad: su eficacia
puede golpear sin provocar ninguna réplica. De para constituir y reproducir la dominación. En
aquí el carácter retórico, en el sentido de falso, de este sentido se puede alcanzar consenso sobre
la discusión. derechos que no se pretende cumplir porque no
Más decisivo, sin embargo, resulta que resultan factibles. Que es exactamente lo que ha
Bobbio da por resuelto el punto de la fundamen- sucedido. Más adelante retornaremos sobre el
tación de derechos humanos si éstos aparecen en punto.
el ordenamiento jurídico positivo. Se trata de una Habiéndose propuesto un desafío retórico,
respuesta politicista ya que supone que Estado resulta sencillo para Bobbio ilustrar la futilidad
de derecho y ciudadanía, y las instituciones que de buscar un fundamento último e irresistible
los expresan, existen por sí mismos y no poseen para derechos humanos desde criterios filosófico-
condiciones económico-sociales y culturales que doctrinales como la asignación al ser humano de
determinarían, contingentemente, sus posibilida- una 'naturaleza' (iusnaturalismo). Culmina este
des para enunciar jurídicamente (normar) dere- pasaje crítico con una referencia a Kant:
chos humanos y para hacerIos efectivos para toda
la población y, en el mismo movimiento, para "Kant había reducido razonablemente los
suscitar repulsa a su violación y a la impunidad de derechos irresistibles (él decía "innatos") a
las instituciones o personeros que los violan. Se uno solo: la libertad. Pero, ¿qué es la liber-
menciona este último aspecto porque en América tad?" (p. 55).
Latina resulta patente que la violación de dere-
chos humanos fundamentales (no tocamos aquí Bueno, la libertad en Kant, es decir en el sis-
los económico-sociales y culturales, por ejemplo) tema de pensamiento de Kant, entendida como 'la
por regímenes que practican el terror de Estado facultad de iniciar por sí misma' la serie de los pro-
o el genocidio (Colombia y Guatemala, por citar pios efectos (ser causa de sí) pertenece al mundo
dos) o instituciones como la Iglesia católica de los noúmenos y tiene su correlato en la existen-
(con su discriminación contra laicos, mujeres y cia fenoménica como necesidad. En su sistema,
opciones no heterosexuales, para mencionar tres entonces, la libertad tiene un sentido (autonomía,
aspectos) o el ejercicio de personalidades como espontaneidad) y caracteres. Pero esta opinión, ins-
Pinochet , Videla o Uribe, no solo son legitimados crita en la más reiterada de la tradición filosófica
sino que se exige se les admire y de hecho resul- occidental, no es la más extendida en la filosofía
tan serio por sectores significativos de la pobla- contemporánea en donde libertad se asocia con la
ción. Luego derechos humanos demanda un ethos acción (práctica) de elegir entre posibilidades cuyo
sociocultural que forma parte de su efectividad y repertorio se ha producido en condiciones que no
por cuyo 'fundamento' habría que preguntarse. se controlan enteramente, elección que se sigue de
No basta que existan como normas jurídicas por- un discernimiento, también autoproducido, o sea
que ellas no constituyen su valor cultural (ligado de una capacidad (poder) para elegir, que torna a
a la humanización propuesta por el principio de los resultados de la elección responsabilidad de
agencia) y ni siquiera aseguran su judicialidad quien actúa. Kant incluso utiliza esta referencia
que parece ser la preocupación central de Bobbio bajo la figura de libertad finita (exterior o política)
en este ensayo de 1964. en La paz perpetua:
Conviene adelantar un criterio: Bobbio esti-
ma, en ese año, propedéutico de los Pactos "Mi libertad exterior (jurídica) hay que
Internacionales de derechos humanos de 1966, explicada, más bien, de la siguiente manera:
que el consenso general en un determinado perío- como la facultad de no obedecer ninguna ley
do histórico (que él ilustra con la Declaración exterior sino en tanto en cuanto he podido
Universal... de 1948) es la mejor manera de darle mi consentimiento."?
fundamentar valores, en este caso los que sos-
tienen derechos humanos? Para inclinarse por Si bien contemporáneamente no todos los
esta opción tiene que ignorar el carácter básico pensadores coinciden en esta noción de libertad

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como capacidad y posibilidad de elegir y tornarse plo, o considerar la expresión un nombre propio
responsable, ella es la que más se acerca a una que designa una clase de derechos específicos
sensibilidad contemporánea: condensa y expresa a los que no se pretende explicar (se trataría de
mejor su ethos sociocultural. Luego, ni en Kant una definición indicativa, taxonómica, no analí-
ni en la modernidad la pregunta filosófica e ideo- tica) o inscribirlos en un discurso teórico sobre
lógica por la libertad resulta enteramente abierta derechos humanos, determinado, por ejemplo,
e indeterminada o vagarosa porque en estos cam- por una crítica del principio de agencia univer-
pos, si bien opera la conflictividad sociohistórica sal en la dinámica (lógica, espiritualidad) de
y, con ello, el desacuerdo y la contingencia, y no las formaciones sociales modernas. Ninguna de
el paradigma operativo único, la conflictividad estas dos aproximaciones diría "la verdad" sobre
decanta asimismo su propia forma de concreción derechos humanos, pero ambas, con sus riquezas
y permite dibujar, al menos tendencias. Pero, sien- y limitaciones, facilitarían un diálogo preciso y
do ingenuos, o sea desestimando la perspectiva de permitirían avanzar socialmente en un proceso de
un dominio político, acerca de versiones filosó- comprensión. Este es el camino que seguirá, por
ficas e ideológicas también se podría utilizar la ejemplo, un discípulo de Bobbio, L. Ferrajoli.
aproximación de búsqueda relativa de consenso Bobbio, por el contrario, se limita a constatar
que Bobbio estima apropiada en relación con que en el habla común o semiespecializada 'dere-
valores, proclamas estatales y su incidencia en la chos humanos' es una "expresión muy vaga", que
existencia práctica. Desde luego, este 'consenso' sus definiciones son tautológicas, que expresan
quedaría abierto a una crítica semejante a la que una valoración y no una realidad o que introducen
puede aplicarse a una declaratoria de Estados una valoración que, por serlo, supone en la prác-
respecto de derechos humanos. tica un referente último (creencia) que no admite
Bobbio no se aproxima a los planteamientos fundamento ni absoluto ni relativo. Se pregunta,
anteriores. Siguiendo su programa, se limita a entonces:
declarar que toda búsqueda ilusoria del funda-
mento absoluto está, a su vez infundada. Resuelto " ... cómo es posible concluir el problema del
el primer desafío como ilusión no factible a la fundamento, absoluto o relativo, de derechos
resolución humana, pasa al segundo: si un funda- sobre los que no es posible dar una noción
mento absoluto es posible. La disolución de este precisa" (p.56).
desafío en su no factibilidad se realiza mediante
el examen de cuatro 'dificultades': la indetermi- Para Bobbio, la 'noción precisa' equivale
nación que afecta a derechos humanos: no se los a 'la verdad'. Y 'la verdad' parece ser idéntica
puede definir. Su variabilidad, debido al cambio a 'la realidad'. Parece un criterio o nominalista
en las condiciones históricas. Su heterogeneidad, o metafísico extremadamente vulnerable a la
que los lleva no solo a su diferenciación por gru- polémica y a la crítica. Pero resulta útil cuando
pos sino a la incompatibilidad: de aquí podría se desea declarar algo incognoscible, quizás por
considerarse la existencia de fundamentos, en socialmente sensible.
plural, no su fundamento único. Finalmente, La variabilidad, o sea el carácter procesual
destaca la antinomia (discordia o antagonismo) y sociohistórico de derechos humanos, es para
inherente a los derechos reclamados por un Bobbio prueba de que "no existen derechos
mismo grupo: la realización integral de unos fundamentales por su propia naturaleza" (p. 57).
impide la de los otros. Ejemplifica esta discordia Lleva razón. Pero esto solo enfatiza que el iusna-
con la contraposición entre derechos individuales turalismo inicial (una ideología moderna) es eso:
(libertades o fueros) y derechos sociales (capaci- una ideología filosófica, o sea de posicionamien-
dades o poderes). to. Pero que no existan derechos 'naturales', sino
La búsqueda de Bobbio, por haberla deter- solo sociohistóricos no prueba o niega nada res-
minado él mismo como retórica, carece casi por pecto de su fundamento. El mejor testimonio lo da
completo de valor. En cuanto a la vaguedad del el mismo texto de Bobbio quien para ejemplificar
término "derechos humanos", bastaría, por ejem- solo menciona eventos propios de la sociedad

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moderna. Ahí está el fundamento/matriz de posi- como la universalidad del principio de agencia?
bilidad y condicionamiento: la formación social Esa no es una pregunta restrictivamente política
moderna, que, por supuesto, no es un fundamento porque compromete factores que gestan a las
absoluto porque es una producción humana (o formaciones sociales modernas en el seno de las
de clase, si se prefiere). Pero Bobbio prefiere de formaciones medievales: el comercio y la econo-
nuevo la salida fácil: mía dineraria, por ejemplo.
La tercera dificultad que Bobbio se pone
"No se comprende cómo se puede dar un acerca de derechos humanos es su heterogenei-
fundamento absoluto de derechos histórica- dad. Ve en ellos pretensiones muy distintas e
mente relativos" (p. 57). incluso incompatibles. Por ello, el fundamento
que sirve para algunas de estas pretensiones no
Ni de derechos, ni de la institución de la sirve para otras. Así, habría que hablar de funda-
familia, ni del Estado, ni de la tecnología se mentos en plural y no de un fundamento. Bobbio
puede dar un fundamento absoluto. La pretensión ejemplifica su punto señalando que existen pocos
de buscado e imponerlo se deriva de un sistema derechos fundamentales (no pueden suspenderse
de poder, como Bobbio lo sabe muy bien. E y tienen alcance universal) y no compiten entre
'históricamente relativos' debe leerse como 'con- ellos. No ser esclavizado y no ser torturado son
tingentes', cuestión que, como también hemos los que indica. Pero, insiste, son pocos. Para la
examinado, hace perder peso a las reservas sobre mayoría de los derechos, se impone una elección
el "relativismo". Derechos humanos no son nece- y ella es dudosa y exige ser motivada. El ejemplo
sarios ni inevitables ni se siguen de alguna natu- que pone es italiano: el derecho del productor de
raleza. Son producciones socioculturales no del una película a no someter su producto a censura
ser humano sino de sectores sociales específicos previa y el derecho del público a no ser escanda-
a los que más adelante llamaremos "sociedades lizado, ofendido o excitado. Bobbio estima que la
civiles emergentes". dificultad de la elección se resuelve limitando la
Que Bobbio lo sabe muy bien lo muestra el extensión de uno de los derechos de forma que sea
siguiente párrafo de la Introducción de los ensa- salvaguardado en parte también el otro: en Italia
yos agrupados en El tiempo de los derechos: lo sería por el límite de las buenas costumbres.
Es un mal ejemplo: un cineasta en una for-
"El problema (...) del fundamento absoluto, mación social moderna puede hacer una película
irresistible, indiscutible, de los derechos o para círculos privados o para públicos masivos
humanos, es un problema mal planteado: la
(por esto no es idéntico a un productor de pelícu-
libertad religiosa es efecto de las guerras de
las que, obviamente lo que desea es ganar dine-
religión, las libertades civiles, de las luchas
de los parlamentos contra los soberanos ro). La libertad de expresión de este cine asta no
absolutos, la libertad política y las sociales, debería estar limitada de manera alguna, excepto
del nacimiento, crecimiento y madurez del que desee ganar dinero con su obra. En este caso
movimiento de los trabajadores asalaria- debe someterse a los códigos mercantiles: no
dos... "ll. puede poner en circulación productos que dañen
la salud de los consumidores, ya sea bajo la forma
Eso, sí, este es un texto de 1990. Pero la de intoxicaciones ya sea mediante una crítica de
información para esta descripción estaba dispo- las "buenas costumbres". Leído así, la fundamen-
nible en 1964. Derechos humanos, pues, no se tación de derechos humanos tiene poco que ver
siguen de ningún fundamento irresistible sino de con el asunto. Existe una legislación vigente (que
factores catalizados por luchas sociales propias expresa de variadas formas la dominación social)
de sociedades civiles emergentes en las formacio- sobre la circulación de productos mercantiles:
nes sociales modernas. Sin embargo, el reconoci- ellos no deben afectar ni seria ni levemente la
miento que Bobbio hace de estas luchas sociales salud de la población. Quienquiera hacer circular
peca de politicismo. ¿Cuáles son los fundamentos sus producciones debe o atenerse a este mandato
sociohistóricos de una pretensión imaginaria o buscar la modificación de las leyes o abstenerse

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de circular mercantilmente. Qué afecte las "bue- mejores salarios y condiciones de trabajo para
nas costumbres" o salud espiritual de los públi- los obreros atenta contra la libertad del empre-
cos consumidores de películas lo resolverá una sario de maximizar sus ganancias. La intención
instancia administrativa de acuerdo a derecho. explícita de Bobbio sin embargo es 'buena': solo
Como se advierte, en esta lectura algo irónica, mostrar que estos dos derechos fundamentales,
el productor de cine nunca ha tenido derecho a la maximización individual de la ganancia y una
producir películas transgresoras. El sistema que mayor participación de los salarios en la distribu-
asegura derechos también los niega: cuando se ción de la riqueza no pueden tener un mismo fun-
proclaman derechos humanos en sociedades con damento porque resultan antinómicos. Y extrae
principios de dominación se levanta asimismo un corolario progresista:
una advertencia sobre lo que es propiamente
humano: quedan fuera de ella las producciones "". la oposición casi secular contra la intro-
de las no-personas. Pedir limosna era, para John ducción de los derechos sociales ha sido
Locke, un delito de lesa humanidad. Un cineasta hecha en nombre del fundamento absoluto
efectivamente transgresor (no uno cuya película de los derechos de libertad. El fundamento
sea aceptable para "mayores") equivale a Bin absoluto no es solamente una ilusión: alguna
Laden. Pero no se le violan derechos humanos vez es también un pretexto para defender
porque, como Bin Laden o los mendigos de posiciones conservadoras" (p.60).
Locke, no tiene ninguno.
Bobbio, en cambio, extrae de su ejemplo lo En este artículo se ha ido más allá, aunque
que le conviene: derechos fundamentales pero por diverso camino, que Bobbio. El camino del
sujetos a restricciones y respecto de los que se fundamento absoluto no permite pensar derechos
debe elegir no pueden tener un fundamento único. humanos como integralidad y universalidad de
Acabamos de mostrar que sí: su fundamento un principio de agencia.
es un sistema de dominación que genera jurídi- La voluntad 'progresista' de Bobbio no
camente personas y no-personas. Hasta finales resta fuerza a la potencialidad ominosa de su
del siglo XX la mayor parte de las legislaciones axioma: la máxima potenciación de los indi-
occidentales consideró que el carácter femenino viduos, entendida como capacidades sociales,
de las personas-mujeres no formaba parte signi- disminuye su libertad. Dicho abstractamente,
ficativa de sus personas: lo femenino, por tanto, este axioma parece no admitir réplica: habría que
no podía ser objeto de derechos humanos. 'Lo' pagar impuestos para que todos tengan acceso
femenino resultaba así invisible para derechos a la educación de calidad (y transgresora) que
humanos y éstos, patriarcales. Planteándolo así, amerita un sujeto contemporáneo. Y a salud. Y
el patriarcalismo resultaba parte del fundamento a empleo. Y a vivienda. Salta a la vista que esto
'natural', único e irresistible que Bobbio desea resulta monstruoso para un ethos sociocultural
declarar inexistente en derechos humanos. Y su liberal o neoliberal. O para la tesis de que las
empresa es legítima. Sólo que sus argumentos carencias humanas, como el desaprovechar las
están desubicados y resultan, además, frágiles, ofertas educativas, provienen del pecado. Pero el
incluso vistos desde sus criterios. enfrentamiento no se sigue de una antinomia de
En su cuarta dificultad, Bobbio se torna más derechos como estima Bobbio: se sigue de una
peligroso. Muestra que las razones para sostener determinada configuración de fuerzas sociales
derechos individuales (a los que se acostumbra en el marco de una economía capitalista. Y esta
malamente llamar de "primera generación") o configuración no constituye ningún fundamento
libertades, no tienen nada que ver y se enfrentan absoluto.
radicalmente con las razones esgrimidas para De hecho, el enfrentamiento objetivo entre
reclamar derechos sociales, o poderes (p. 59). demandas y judicialización de derechos respecto
Sienta un axioma: "Cuanto más aumentan los de los que Bobbio llama "tradicionales derechos
poderes de los individuos, más disminuyen las individuales" y los "considerados derechos socia-
libertades de los mismos". O sea, la exigencia de les" (itálicas nuestras) proviene de que ambos

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surgen de sociedades civiles emergentes diversas derivaron de una naturaleza humana y que, por el
y enfrentadas y suponen racionalidades -ambas contrario, pese a la crisis de los fundamentos, en
gestadas por las formaciones sociales moder- el siglo XX, los gobiernos han proclamado una
nas-también diversas y, aunque no necesaria- Declaración Universal de Derechos Humanos
mente enfrentadas, que admiten la posibilidad de (p. 61). Con esta acción, en opinión del ensayista
enfrentamiento. Dicho brevemente, los derechos italiano, el problema de los fundamentos perdió
'tradicionales' provienen de una sociedad civil gran parte de su interés. Se abre ahora la época
emergente burguesa que enfatiza ideológicamente de "las soluciones para una más amplia y escru-
la raíz individual de estos derechos porque en su pulosa realización de los derechos proclamados".
momento todas las relacionalidades sociales 'ofi- Por un ejemplo que da, su tesis es que se trata
ciales' estaban copadas por el dominio monárqui- de una época en que hay que crear las condi-
co/feudal/sacerdotal/corporativo. Solo le queda ciones para que ellos se realicen. Es la tesis de
para apoyarse a esta sociedad civil emergente el la matriz sociohistórica como fundamento que
reducto de la conciencia libre y racional y del tra- hemos venido sosteniendo. Sólo que Bobbio no
bajo individual como fundamento de toda rique- la piensa sino bajo las figuras unilaterales y sin
za. Los derechos sociales emergen en cambio crítica de una declaración de Estados/gobiernos y
como demanda de trabajadores que enfatizan no a como desarrollo económico (lineal o progresivo,
los individuos sino las relacionalidades económi- podríamos decir para acentuar lo erróneo de su
cas y jurídico-culturales que tornan (constituyen) posición). De esta percepción economicista/poli-
a unos más humanos y a otros menos humanos. ticista, Bobbio extrae la conclusión a la que quería
Se trata de una sociedad civil emergente no hege- llegar desde un inicio:
mónica que propone la existencia, en el seno de
relaciones que se estiman universales y libres, de "El problema de fondo relativo a los derechos
otros particulares y sujecionados: condenados a humanos no es hoy tanto el de justificarlos
ser obreros y discriminados, aunque se les reco- como el de protegerlos. Es un problema no
nozcan derechos 'fundamentales' en tanto ciuda- filosófico, sino político" (p. 61).
danos. Como señalaba Bobbio, antes, la demanda
de derechos surge no generacionalmente de un La tesis alcanzó notoriedad desde su enun-
único proceso sino cuando la lucha social posi- ciado en 1964. Hoy, en el 2007, se puede valorar
ble los hace visibles. Su demanda ha existido su ineficacia, no en lo que dice acerca de que los
siempre en el seno de la matriz de las sociedades desafíos planteados por derechos humanos sean
modernas. Su materialización se sigue de una políticos (de sociabilidad fundamental y cultura,
lucha socio-política. El punto permite mostrar, no necesaria y restrictivamente estatales), sino en
nuevamente, que el concepto de fundamento el que resulte factible protegerlos sin comprender
entendido como matriz sociohistórica explica sin y asumir su fundamento. En el inicio del siglo
necesidad de mayor literatura las antinomias que XXI, cuatro décadas después de firmados los
inquietan a Bobbio. Pactos de derechos civiles y políticos y de dere-
La tercera cuestión que se propuso Bobbio chos económicos, sociales y culturales, derechos
al redactar su ensayo fue la de analizar si, en el humanos son atacados ideológicamente no solo
caso de que se diera un fundamento absoluto para por sus adversarios tradicionales vinculados al
derechos humanos, ello sería deseable, en el senti- Derecho natural y al rechazo de la modernidad,
do de que él conseguiría más rápida y eficazmen- sino por vertientes del pensamiento liberal que
te el reconocimiento y realización de derechos buscan tanto restringirlos a un mínimol2 como
humanos. Explícitamente enfrenta aquí al racio- asignarles un carácter puramente operativo (ins-
nalismo ético tradicional (presente en Sócrates/ trumental o procedimental) mientras los centros
Platón, por ejemplo) para el cual el conocimiento políticos del poder mundial 'democrático' afirman
de la verdad contiene una obligatoria adhesión que les resultan necesarias las cárceles clandesti-
moral. Bobbio arguye que derechos humanos no nas, la tortura y el genocidio para poder alcanzar
fueron más respetados cuando los pensadores los los fines de su guerra global preventiva contra el

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terrorismo. Derechos económicos, sociales y cul- mercantil y la economía dineraria en el seno de


turales continúan siendo 'progresivos' (sic), pese las relaciones feudales europeas. Esta no es la
al crecimiento económico o debido al carácter de causa de derechos humanos, porque en los even-
éste. Contra esta regresión (en el período inme- tos sociales concurren múltiples determinaciones,
diatamente anterior las violaciones de derechos pero es un factor decisivo de la sensibilidad cul-
humanos se realizaban al menos en nombre de tural que va a proponerlos 'filosófica' y constitu-
estos mismos derechos), incluso el logro puntual cionalmente en los siglos XVII Y XVIII Y que los
de una Corte Penal Internacional (1998-2003) reasumirá con mayor vigor durante el siglo XX,
empalidece. Sí es cierto, pero no por seguir los después de la Segunda Guerra Mundial.
planteamientos de Bobbio, que derechos huma- El auge de las instituciones y símbolos
nos como horizonte, reclamo y componente de derivados del tráfico mercantil y de la economía
una sensibilidad cultural plural, se extiende y dineraria tiene un correlato en la gestación de
asienta entre las poblaciones. Pero esto no se una temprana sociedad civil emergente configu-
sigue de la acción de los Estados y gobiernos y de rada por comerciantes (de bienes no monetarios
la globalización económica capitalista, sino como y monetarios) y propietarios individuales cuyos
parte de la compleja resistencia socio-cultural intereses particulares 'iguales' demandan los
contra ellos. caracteres de universalidad e integralidad autó-
nomas 'imposibles' de resolver en el marco de
las relaciones de vasallaje e imperio feudales.
'Imposibles', bajo ciertas condiciones, convoca
3. Sobre la matriz sociohistórica como
la composición de fuerzas políticas que tornen
fundamento de derechos humanos 'posible lo imposible'. Sin embargo, lo no factible
para estos sectores particulares emergentes 'igua-
Si, a diferencia de los posicionamiento s de les' era extender la universalidad e integralidad
N. Bobbio, se considera que el fundamento de generadas en el tráfico dinerario y de mercancías
derechos humanos no es una ideología o filosofía, a toda la población. Por esto "su" universalidad
o cualquier tipo de argumento causalista, sino e integralidad debe tener un límite. Más allá de
una matriz sociohistórica en la que se producen este límite, se encuentran los discriminados y en
condiciones (los seres humanos producen condi- su extremo las no-personas, o sea aquellos que
ciones con efectos no necesariamente deseados) no califican como portadores de los caracteres
que demandan derechos humanos universales e universales e integrales que determinan a los
integrales (principio de agencia universal) y, al nacientes sujetos jurídicos: los ciudadanos.
mismo tiempo, se entrega determinaciones que En la propuesta filosófica de John Locke, la
bloquean, niegan o impiden la factibilidad de naturaleza humana determina a los individuos
esos caracteres, probablemente nos acerquemos como libres (no sujetos al vasallaje), racionales
de un modo más apropiado a la categoría analí- (porque atesoran y acumulan), iguales (en tanto
tica de fundamento o fundamentos de derechos trabajadores/propietarios) y propietarios. Las no-
humanos y, con ello, si bien no aseguraremos personas son irracionales, vagos y mendigos,
su vigencia, al menos estaremos más cerca de objeto de discriminación y castigo y, obviamen-
asumir políticamente sus desafíos y dificultades te no-propietarios. Entre los discriminados por
sociohistóricas y las ideologías que se han cons- 'naturaleza' se encuentran las mujeres y menos
truido sobre ellos. perceptiblemente los hijos. La existencia obje-
La matriz sociohistórica a que nos referimos tiva de las no-personas determina un estado de
es la formación social moderna europea y sus guerra. La primera ideología sobre derechos
implantes en otros continentes. La hipótesis es humanos es al mismo tiempo una declaración de
que referencias simbólicas como la universalidad guerra contra aquellos a quienes Locke considera
e integralidad de la experiencia humana se ligan "fieras" o "animales dañinos", es decir no-huma-
principal aunque no exclusivamente con las abs- nos. El fundamento para que, junto con la consti-
tracciones determinadas por el auge del tráfico tución de seres humanos con fueros o libertades

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individuales, deban constituirse seres humanos sectores e individuos jurídicamente 'libres' pero
no-humanos, es una formación social moderna sujecionados por las conflictivas figuras exclu-
específica que, efectualizada sobre la propiedad/ sivo/excluyentes de la dominación (propiedad).
apropiación excluyente s no puede, por definición, En el mismo despliegue se generan las variadas
universalizar esta última. No existe ninguna anti- ideologías que justifican las dominaciones nece-
nomia, por tanto, en que la matriz de la sociedad sarias que vinculan (asocian) a seres humanos
moderna inicial genere las condiciones para afir- 'libres' y a quienes intentan denunciar, rechazar
mar y proclamar constitucionalmente derechos o transformar estas dominaciones en tanto los
humanos en el mismo movimiento que los niega afectan particularmente. El mismo Bobbio, en su
a sectores significativos de la población (trabaja- texto de 1990, describe esta situación efectiva, y
dores libres o esclavos, mujeres, por ejemplo) y sin paradoja, ilusoria:
genere, asimismo, ideologías para justificar las
discriminaciones como 'naturales' o 'raciona- "El problema del fundamento, sobre el que
les'. Tampoco debe extrañar que una matriz que parece que todos los filósofos están llama-
convoca y materializa derechos 'universales' dos a dar su \lro\lio \larece, o mejor del fun-
en realidad particulares, genere también, entre damento absoluto, irresistible, indiscutible,
los discriminados, excitaciones, sentimientos de de los derechos humanos, es un problema
resistencia, sensibilidades, racionalidades e ideo- mal planteado: la libertad religiosa es efecto
logías contrarias a las instituciones y lógicas de las guerras de religión, las libertades
civiles, de las luchas de los parlamentos
que los discriminan. Pero el fundamento, para
contra los soberanos absolutos, la libertad
'efectos' tan diversos, es el mismo: una matriz
política y las sociales, del nacimiento, cre-
sociohistórica conflictiva.
cimiento y madurez del movimiento de los
Ya hemos señalado que la radicación inicial trabajadores asalariados, de los campesinos
(que se mantiene como dominante) de derechos con pocas posesiones o de los jornaleros, de
humanos en los individuos se sigue tanto de los pobres que exigen a los poderes públicos
mecanismos de individuación ligados a la econo- no solo el reconocimiento de la libertad per-
mía dineraria y al comercio como del hecho de sonal y de la libertad negativa, sino también
que la subjetividad (Descartes, Lutero), imagi- la protección del trabajo frente al paro, y
nada individual, es el único reducto en el que se los instrumentos primarios de instrucción
puede apoyar una resistencia a los reyes, señores, frente al analfabetismo, y sucesivamente la
curas y corporaciones que han saturado todos asistencia de la , todas necesidades que los
los rincones de la sociabilidad fundamental. El propietarios acomodados podía satisfacer
precio a pagar es que la individuación filosófico- por sí mismos.t'P

ideológica que hace desaparecer las relaciones


personales de sujeción y vasallaje tiene que invi- Bobbio ha hecho una descripción de dere-
sibilizar asimismo los vínculos sociales gestados chos humanos que son ya vividos en las cabezas
por el comercio y el tráfico de dinero. El punto de las gentes que se viven socialmente como
se resuelve mediante un imaginario que hace de sectores e individuos diferenciados pero jurí-
la propiedad el resultado 'natural' del esfuerzo dicamente iguales, aunque deban soportar la
individual y garantiza jurídicamente (sancionan- discriminación y la impunidad (por 'legítima') de
do su violación con la muerte) la relación cons- la discriminación. A diferencia de las sociedades
titutiva de humanidad: el individuo y su propie- feudales, las sociedades capitalistas carecen de
dad. Más que seres humanos libres nacen indivi- grietas y exterior. Las nuevas sociedades civiles
duos sujetos (sujecionados) a su propiedad. Las emergentes, las que promueven la dignidad del
relaciones jurídicas reposicionan y fijan, desde otro discriminado, la de quienes rechazan ser
entonces, las identificaciones sociales, civiles, tratados y alienados como objetos, la que exige
políticas y humanas. Se ha completado la pri- la producción de condiciones sociales para una
mera fase de la invención de derechos humanos efectiva universalización del principio de agen-
y su correlato inevitable: las jerarquizaciones de cia humana, la que demanda un horizonte de

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futuro para la humanidad (nuevas generaciones) 3 Una discusión que afirma la necesidad de un fun-
y la Naturaleza ... , todas ellas posibilitadas por damento absoluto para derechos humanos puede
la matriz de la modernidad capitalista y sus verse en C. 1. Massini. Filosofía del derecho,
especialmente el capítulo 11 de la Segunda Parte.
efectualizaciones contingentes pero totalitarias,
4 N. Bobbio: El tiempo de los derechos, p. 14.
se movilizan estrictamente contra un sistema
5 Distingo aqui entre origen, ligado a una sensi-
saturante que proporciona, vía la institucionali- bilidad o espiritualidad sociocultural (ethos), y
dad y su juridicidad, identificaciones inerciales comienzo. A este último se le puede ligar con una
que reproducen el sistema. Lo que es una lucha fecha histórica.
en la economía, la sociabilidad fundamental, el 6 Un alcance de este no-control total es que las
Estado y el gobierno, la producción simbólica, la acciones humanas, aun siendo 'responsables'
existencia cotidiana, se le aparece a un politicista puede tener efectos 'no deseados' o 'no espera-
Bobbio bajo las figuras, reductivas por aisladas, dos' (inintencionales).
7 Carlos I. Massini. El derecho, los derechos huma-
de combates sociales, legales o culturales.
nos y el valor del derecho, págs. 142-143.
Lo que está en juego, en cambio, es el funda-
8 N. Bobbio: "Sobre el fundamento de los dere-
mento y la efectualización contingente de dere- chos humanos". En N. Bobbio. El tiempo de los
chos humanos desde la matriz o rígida o flexible derechos, págs. 53-62. El texto surgió de una
de la modernidad. Lo que se compromete es la conferencia dictada en el Institut International de
disposición y capacidad de las poblaciones para Philosophie en 1964. Todas las citas remiten a la
transformar lo que ha sido hasta este momento la edición citada.
matriz de la modernidad. 9 N. Bobbio, op.cit. "Presente y porvenir de los
Para Bobbio, en cambio, lo que se juega son derechos humanos", págs. 64-66.
10 1.Kant. Sobre la paz perpetua, p. 16.
las apariciones sucesivas de demandas que, judi-
11 N. Bobbio. El tiempo de los derechos, p.l8.
cializadas, conforman las llamadas 'generacio-
12 Véase M. Ignatieff. Los derechos humanos como
nes' de derechos que aparecerían progresivamen- idolatría.
te cuando las condiciones de la propuesta como 13 N. Bobbio, op. cit., p. 18.
única matriz posible para la modernidad las torna
necesarias. Cuando no se advierte el carácter y
desafío que supone el 'fundamento' se puede, Bibliografía
torpemente, imaginar que ha llegado ya el tiempo
de proteger derechos humanos dejando de pensar Bobbio, Norberto. El tiempo de los derechos. Madrid:
y discutir sus determinaciones de posibilidad. La Sistema, 1991.
crisis no está en el fundamento o fundamentos, Ferrajoli, Luigi. Derecho y razón. Teoría del garantis-
o en los 'valores', sino en cómo se posiciona el mo penal. Madrid: Trotta, 1995.
pensar y actuar sociales para asumirlos. Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías. La ley del más
débil. Madrid: Trotta, 2004.
Gallardo, Helio. Derechos humanos como movimiento
social. Bogotá: Ediciones desde abajo, 2006.
Notas Heidegger, Martin. "Sobre la esencia del fundamento".
En Sustancia, Argentina, 1940.
A. Marlasca López. "Fundamentación filosófica Heidegger, Martin. La propuesta del fundamento.
de los derechos humanos", en Revista de Filosofía Barcelona: Serbal, 20,03.
de la Universidad de Costa Rica, p. 561. Ignatieff, Michael. Los derechos humanos como polí-
2 Este posicionamiento fue planteado por Leibniz tica e idolatría. Barcelon: Paidós, 2003.
en el siglo XVII, a partir de su distinción entre Kant, Immanuel. Sobre la paz perpetua, España:
verdades de razón y verdades de hecho (utiliza- Tecnos,1994.
da para mostrar las posibilidades de la libertad Marlasca López, Antonio. "Fundamentación filosófica
en una matriz teleológica trascendente) y reco- de los derechos humanos. Una perspectiva actual".
rre un camino complejo hasta ser asumido por En Revista de Filosofía de la Universidad de
Heidegger en el siglo XX (Sobre la esencia del Costa Rica, volumen XXXVI, N° 90 (diciembre),
fundamento). extraordinario, 1998.

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Massini, Carlos Ignacio. El derecho, los derechos Massini Correas, Carlos 1. Filosofía del Derecho. El
humanos y el valor del derecho. Argentina: Derecho y los Derechos Humanos. Argentina:
Abeledo-Perrot, 1987. Abeledo-Perrot, 1994.

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TEORÍA CRÍTICA Y DERECHOS HUMANOS.
UNA LECTURA LATINOAMERICANA1
Helio Gallardo2

Resumen: Derechos humanos, entre otros elementos, tiene a las luchas so-
ciales como su principal componente. La teoría crítica en derechos humanos
debe tener un compromiso con estas luchas y con los actores y movimientos
sociales que lo hacen posible en contextos estructurales y discursivos asimétri-
cos y desiguales. Ganar autoestima y convocar humanidad forma parte de las
acciones que los sujetos desarrollan para manifestar diversas formas de cons-
truir lo humano. Desde la teoría se debe acompañar estas dinámicas, como
complemento y apoyo.

Palabras claves: Derechos humanos; teoría crítica; procesos de liberación;


luchas sociales; movimientos sociales.

Abstract: Human rights, among others elements, has social struggles as its
main component. The Critical Theory in human rights must have a com-
mitment with these struggles and with the actors and social movements that
make it possible in the middle of structural and discursive contexts that are
uneven and asymmetric. Winning self-esteem and calling on humanity form
part of the actions that individuals develop to affirm diverse forms of building
humanity. Theory should accompany these dynamics as complement and su-
pport.

Keywords: Human rights; Critical theory; Processes of liberation; Social stru-


ggles; Social movements.

1 Este artículo se concentra en los aspectos básicos o fundamentales de una teoría crítica acerca
de derechos humanos y en la discusión de los alcances que esa teoría crítica poseería para una trans-
formación liberadora de la realidad en la que existen quienes son producidos como vulnerables en
las condiciones latinoamericanas. Los dos referentes centrales aparecen en tensión con lo que sería
un debate más integral sobre derechos humanos. Por supuesto, la presentación se propone, mediante
acercamientos, aportar a una discusión colectiva y no afirmar una doctrina.
2 Catedrático de Filosofía, Universidad de Costa Rica (UCR), chgm_8@msn.com Artículo
recibido: 20 de agosto de 2010; aprobado: 18 de septiembre de 2010.
57 ISSN 1889-8068
58 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales

1. Acerca de una teoría crítica respecto de derechos humanos

1.1. Teoría crítica, Derecho natural y Iuspositivismo

Una manera adecuadamente latinoamericana de acercarse al concepto de una ‘teoría crí-


tica de derechos humanos’ consiste en señalar en qué no consiste. La razón para este acer-
camiento es que una teoría crítica de derechos humanos no ha estado nunca ‘de moda’
en América Latina y se presenta como una sensibilidad e inquietud de minorías muchas
veces ni siquiera hostilizada, sino palmariamente ignorada o invisibilizada por las diversas
expresiones de la sensibilidad dominante (que es, al mismo tiempo, sensibilidad de dominación).
Una teoría crítica de derechos humanos no se posiciona en relación con ellos desde
ninguna concepción de Derecho natural. Estas concepciones se ofrecen en dos versiones
básicas: el derecho natural clásico o del Mundo Antiguo, y el iusnaturalismo o derecho na-
tural Moderno3. Sus denominaciones no deben confundir. El derecho natural del Mundo
Antiguo llega hoy hasta nosotros en América Latina vía el extendido, diversificado y vario
peso cultural de la institución clerical católica. A su vez, el derecho natural Moderno hace
parte de la sensibilidad cultural que ve en el capitalismo (y en la acumulación de capital) la
forma óptima, la más alta posible, de racionalidad humana. Esta última sensibilidad puede
alimentar asimismo posicionamientos iuspositivistas, doctrina ideológico/jurídica hostil al
Derecho natural. Aunque es factible encontrar en el mundo antiguo factores del iusposi-
tivismo, su fuerza como posicionamiento para una comprensión del Derecho es moderna.
El iuspositivismo centralmente sostiene que no existe más derecho que el que se plasma
en normas legales o jurídicas dispuestas por una autoridad competente y que, por ello,
pueden ser reclamadas en los tribunales. El argumento descansa en la distinción entre lex
(ley que obliga) y ius (libertad para decidir, derecho como capacidad) y su prolongación
posible a la distancia entre delito (legal) y pecado (moral). Modernamente estas distincio-
nes se deben a Thomas Hobbes (1568-1679), quien también trasladó la idea de una ley
natural objetiva vinculante, propia del mundo antiguo, a su propuesta para entenderla como
capacidad subjetiva de decisión. Una teoría crítica de derechos humanos, sin embargo,
tampoco se afirma exclusivamente en el iuspositivismo.
Demos un solo ejemplo, aunque mediante varias ilustraciones, de cómo los po-
sicionamientos de Derecho natural (iusnaturalismo) y del Iuspositivismo no contienen ni
3 Hoy día es corriente designar como “iusnaturalismo” tanto al derecho natural Antiguo como
al Moderno, es decir como un término genérico opuesto al “iuspositivismo”. Pero existen diferen-
cias específicas entre el derecho natural Antiguo y el Moderno y éstas poseen alcance político. Un
elemento común a ambos posicionamientos es que los seres humanos portan una razón universal
(son racionales) y que aspiran a la felicidad que se encontraría o en una naturaleza del mundo (cos-
mos), o en la voluntad de un Dios personal, o en la naturaleza de los individuos y en el sentido’
racional’ de la sociedad.
ISSN 1889-8068
Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 59

facilitan una comprensión crítica de derechos humanos. Las diversas formas del derecho natural
antiguo suponen un orden objetivo del mundo (que se expresa como ley natural) que contie-
ne obligaciones. El énfasis está puesto aquí en la obediencia y la sujeción a este orden ‘natural’,
sea el de todas las cosas o sea el de la existencia social, no en la capacidad de decisión desde sí
mismos de las personas o individuos en relación con las exigencias de esos ordenamientos
‘naturales’. La libertad humana consiste en elegir lo debido (moral y legalmente), por ser lo
‘natural’ forzoso para quien entiende (por razón natural) lo que es justo. En el mundo anti-
guo, asimismo, el colectivo (comunidad social), organizado como expresión del orden del
mundo, tenía prioridad sobre la existencia personal. Sócrates (470 a. C.- 399 a. C) acepta una
condena a muerte porque, aunque injusta, eludirla significaba hacer una mayor injusticia
tanto a Atenas (polis) como al orden de las cosas (mundo, macropolis)4. Jesús de Nazaret
(en una lectura adocenada, pero corriente) acepta la voluntad (deseo) objetiva de su Padre
y camina, aunque con dudas, hacia su crucifixión y muerte. Más fuertemente, cuando el en-
viado de este Dios avisa a María que ha sido elegida como madre de Jesús, ésta contesta,
sin mayor dilación: “He aquí tu esclava”.5
El deber, por tanto, está inscrito en las cosas del mundo, en su ser y jerarquías. No cum-
plir con él constituye tanto pecado (moral) como delito. Conlleva culpa (moral) y sanción
(legal). Dicho escuetamente, en el mundo antiguo no existe espacio sociocultural para derechos
humanos.
En la versión moderna del derecho natural, derechos humanos se siguen de una
naturaleza humana, aunque el orden natural del mundo tenga también un papel en ellos.
Esta ‘naturaleza humana’ resulta de una apreciación de lo que serían los individuos huma-
nos con entera independencia de sus relaciones sociales. Así, por ejemplo, se puede considerar que
los seres humanos nacen y son iguales, racionales, libres y propietarios (J. Locke). O que
son libres/poderosos para conservar su propia vida, como estimó Hobbes. O que cada
individuo es portador de un metafísico ‘principio de agencia’ (M. Ignatieff). Quien carece
de estos caracteres ‘naturales’, o ha renunciado a ellos (como, por ejemplo, los asalariados
y los ‘terroristas’) no es apropiadamente humano. Para Locke (1632-1704) únicamente
los propietarios son humanos y ciudadanos. Para Hobbes, la libertad/poder universal
de cada cual se transfiere a un Estado que la trasforma en legalidad universal con inde-
pendencia de los vínculos sociales. Aunque Ignatieff no lo dice, quien renuncia libre, es
decir moralmente, al principio de agencia (al quedar sujecionado por la relación salarial, por
ejemplo) no puede reclamar derechos humanos, o sea radicales, en los campos econó-
mico, social y cultural. A lo más puede hacer “demandas” ((que no constituyen derechos)
al interior del régimen salarial. Dicho con alguna violencia, en nombre de la humanidad
4 Al menos en el diálogo Critón, porque en Apología de Sócrates, otro texto de Platón, realiza
observaciones diferentes.
5 La ‘teología’ católica “explica” esta sumisión alegando que María se encontraba “llena de gra-
cia” y por lo tanto ‘auténticamente’, en tanto criatura, solo podía someterse.
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60 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales

de los propietarios y de los individuos ‘libres’ que acceden a los diversos y ‘racionales’
mercados capitalistas puede violarse estatalmente derechos humanos y también se puede
negar y violar estos derechos en nombre de un metafísico principio de agencia.6
Planteado escuetamente, para el posicionamiento del derecho natural antiguo no
existen derechos humanos, entendidos como capacidades subjetivas, sino obligaciones o
deberes. Y para el derecho natural moderno, derechos humanos no se vincula con relacio-
nes sociales, sino que se predica solo de caracteres de individuos estancos Por eso, en este
segundo posicionamiento, un obrero no tiene derechos humanos en tanto obrero, ni una
mujer puede exigirlos en tanto mujer, sino que sus derechos remiten únicamente a su ca-
rácter de seres humanos agentes. La agencia humana, o su libertad, independizada de sus
tramas sociales, es solo una abstracción. Y más acá todavía, el concepto de ‘derecho’ supo-
ne relaciones sociales. Un individuo solo, en el sentido de enteramente aislado pero capaz de
acometer iniciativas humanas, torna superfluo cualquier orden jurídico porque cada una
de sus acciones constituye, cada vez ‘la’ y su “ley” (norma ocasionalmente ‘vinculante’).
Para que existan regulaciones jurídicas, y eventuales capacidades subjetivas inalienables dentro
de ellas, debe existir algún tipo de relacionamiento social.
Una teoría crítica de derechos humanos denuncia y devela, por consiguiente, las ideo-
logías filosófico-jurídicas contenidas en el posicionamiento que hemos llamado de Dere-
cho natural, ya en su versión cosmocentrada (Mundo Antiguo), ya en su individualista versión
antropocentrada (Mundo Moderno). Las denuncia y devela por sus fundamentos ideológicos y su
alcance socio-político, no porque ellas sean buenas o malas, ‘verdaderas’ o ‘falsas’. Se trata de
una cuestión ‘práctica’, política, que puede contener discusiones teóricas o conceptuales.
Se señaló que el Iuspositivismo, un tipo de doctrina filosófico-jurídica, cuyo auge
acompaña los tiempos modernos, es hostil a los planteamientos de derecho natural en
6 La referencia es algo más compleja: para Locke, quien viola derechos de los propietarios
se pone en estado de guerra y, si se tiene la fuerza, es legítimo incluso darle muerte (se trata del
derecho a la insurrección, en el caso del poder político, o de la defensa propia en el caso de parti-
culares). Si no se la tiene, es más prudente, en la primera situación, esperar el juicio divino. En la
segunda, puede operar también la ley civil, prolongación de la natural. O, quien tenga la capacidad,
puede aniquilar al agresor que carece de todo derecho: es un animal dañino. La posición de Ig-
natieff es básicamente que las personas puestas en situación de vulnerabilidad económica, social,
cultural y geopolítica no deben reclamar derechos humanos por esas situaciones, sino sólo a no ser
sometidos al abuso, la opresión y la crueldad, y estas acciones se refieren a su libertad y responsa-
bilidad (agencia individual). Lo limitado de este punto de vista puede verse en el siguiente caso: en
el año 2008, el 33% de los trabajadores costarricenses ganó 1/3 menos del salario mínimo legal
(fijado en alrededor de 300 dólares). Ningún empresario fue llevado a los tribunales por el Minis-
terio del Trabajo por este delito. Los trabajadores no recurren a los tribunales porque saben que
no encontrarían empleo nunca más. Ignatieff no ve en estas prácticas (empresariales y estatales) ni
abuso, ni opresión ni crueldad. Obviamente nunca ha sido trabajador asalariado. Ni tampoco ha
sido caracterizado como ‘terrorista’.
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 61

cuanto no acepta la obligatoriedad para los seres humanos de dos tipos de normas: las
de un derecho metafísico natural (ius) y la legislación positiva (lex positiva) generada por los
seres humanos para coexistir comunitaria, nacional e internacionalmente. Esta última
normativa, la única jurídicamente vinculante, puede seguirse de la tradición socio-histó-
rica (costumbre), del carácter de los pueblos o estar plasmada en textos (Constituciones,
Códigos, jurisprudencias) producidos por instituciones especializadas, y es administrada
por autoridades competentes, usualmente tribunales. Una teoría crítica de derechos hu-
manos no se inscribe en el positivismo jurídico ni desea ser reconocida tampoco como una de
sus variantes. Existen, como veremos más adelante, diversas razones para ello, pero aquí
mencionaremos una central y dos de sus alcances. Cuando en las sociedades modernas
se habla de legalidad se está hablando al mismo tiempo de su administrador, el Estado.
Solo el Estado, a través de sus agentes policiales y judiciales, puede utilizar la fuerza para
castigar o coaccionar. Se supone que la violencia estatal es legal y legítima. Pero para que
ello fuese así, el Estado (y las instancias institucionales y personas que lo dotan de existen-
cia, incluyendo la legislación) debería estar ubicado por encima de las diversidades y conflictos
ciudadanos y sociales. Pero el Estado no está por encima de la sociedad que administra y
a la que confiere identificaciones, sino que forma parte de ella. Es una producción humana,
tal como la familia, la propiedad o el habla. En tanto producción humana en sociedades
conflictivas y con principios de dominación no es ‘neutral’ o ‘universal’ ni tampoco lo
son sus leyes. Para que ‘avance’ hacia esta universalidad deseada (no discutiremos aquí
su factibilidad) el Estado debería estar tensionado (controlado) por la ciudadanía y por los
diversos sectores sociales, en especial por aquellos a los que ‘la’ sociedad (y su racionalidad)
produce como más vulnerables. Si el Estado, en lugar de apoderar la producción de esta
tensión o control ciudadano y social, se erige como un poder por encima de la sociedad que lo
constituye, entonces ni es universal (general) ni sus normas son legítimamente vinculantes
de la misma manera para todos los ciudadanos. Derechos humanos universales e integrales,
como todos pretenden que son o sean, no pueden ser constituidos por un Estado que no
está íntimamente penetrado por la conflictividad ciudadana y social ni posee tampoco
este Estado la capacidad, imaginaria o efectiva, para reconocer estos derechos puesto que su
mirada institucional (de clase, de sexo-género, adultocentrada, ‘nacional’, étnica, liberal,
etc.) o no le permite del todo verlos o los sesga.
Una aplicación de este argumento, en el sentido de que Estados y Gobiernos no
pueden ser factor constitutivo de derechos humanos, es constatable mediante la diversa
apreciación que sobre derechos humanos de primera y segunda generación (7) poseen toda-
vía los Estados y Gobiernos actuales. Aunque ambos tipos de derechos han sido confir-

7 El imaginario de “generaciones” de derechos humanos posee una fuerte carga ideológica,


cuestionada por una teoría crítica de derechos humanos o fundamentales, pero aquí usamos el
vocablo de una manera laxa y para efectos del ejemplo.
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mados por Pactos Internacionales (1966), dentro de los primeros, derechos civiles y políticos,
se encuentran algunos ‘absolutos’ (cuya violación implica delitos de lesa humanidad y que
no pueden ser derogados o suspendidos bajo ninguna circunstancia) y otros ‘relativos’
(como la libertad de opinión o de tránsito, por ejemplo), cuyo congelamiento en situa-
ciones específicas debe ser justificada también específicamente. Así, la amenaza de una
pandemia busca explicar que la población no pueda trasladarse irrestrictamente donde
lo desee. Los de segunda generación, en cambio, que remiten a derechos económicos,
sociales y culturales, han sido declarados por los Estados y Gobiernos como “progresi-
vos” (Parte II, art. 2), es decir que se los reconocerá cuando existan condiciones para ello. Y
todavía agrega este Pacto que los países ‘en desarrollo’ pueden no cumplir del todo con
estos derechos en lo que se refiere a inmigrantes “no deseados”. Sobre este último punto
es necesario enfatizar dos alcances. Para efectos de derechos progresivos, según el Pacto, los
países subdesarrollados quedan librados a sus propias fuerzas (nada de apoyo internacio-
nal, nada de solidaridad, nada de nada: la responsabilidad de ser pobres recae entera sobre
ellos). Y en segundo término, estos Estados pueden administrar económica y socialmente
a su antojo a las poblaciones inmigrantes no deseadas. Cualquiera sea el comentario que
se quiera hacer a esto, salta a la vista que estos Estados y Gobiernos, si hicieran caso del
pacto que firmaron, no expresan las esperanzas y deseos humanos de los inmigrantes (le-
gales o ilegales).
El Pacto los declara, en realidad, en camino de ser reconocidos, en algún momento y
si se dan las condiciones, como seres humanos. Pero el mismo documento, en su preámbulo,
establece estos derechos como factor constitutivo de la dignidad de toda persona humana.
Si fuera así efectivamente, no podrían ser relegados y obviados por la autoridad estatal, ni
tratados arbitraria y discrecionalmente. Pero sí lo son. El punto que se ilustra aquí es que
Estados y gobiernos modernos no pueden, por la razón que sea, reconocer la universalidad de
la experiencia humana (en el seno capitalista de su diversificación y conflictividad) contenida
en los Pactos Internacionales del siglo XX sobre ellos. Cuando estos Pactos no se habían
acordado, menos. En lo que interesa centralmente de esta ejemplificación, el pacto sobre
derechos políticos y civiles aparenta entenderlos como universales, integrales e inaliena-
bles y los Estados no los constituyen (así, un ciudadano estadounidense no debería ser
torturado en ningún lugar del mundo y, de serlo, sus torturadores no deberían quedar
impunes), sino que solo los reconocen, promueven y protegen. No puede afirmarse sin embargo
lo mismo de un ciudadano, incluso niño, afgano o iraquí: ellos sí pueden ser torturados,
secuestrados, privados de defensa jurídica y a sus torturadores, secuestradores y violado-
res de derechos, y a los políticos que los instigan y a las doctrinas que los justifican, no les
ocurre nada. Menos a los Estados que potencian y cobijan estos atropellos. En cambio los
derechos contenidos en el pacto sobre instituciones económicas, sociales y culturales, son
constituidos por los Estados y, además, discrecionalmente. Estados Unidos, por ejemplo, ni los
reconoce ni los promociona.
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 63

Lo que indican estas ejemplificaciones es que Estados y Gobiernos, por sí solos,


nunca, hasta hoy, han constituido una garantía sólida para la universalidad, integralidad e
irrenunciabilidad que reclaman derechos humanos. Aunque solo fuera por este factor, una
teoría crítica de derechos humanos no puede tampoco adherirse irrestrictamente al iuspo-
sitivismo ni a ninguna de sus variedades8.

1.2. Reconocimiento y constitución de derechos en América Latina

La aproximación anterior al Iuspositivismo, en la que se rechaza que una teoría crítica de


derechos humanos pueda adherir a la tesis de que un derecho se constituya o legitime te-
niendo como eje al Estado, al régimen de gobierno, la ciudadanía y la legislación positiva,
adquiere un perfil especial en la situación latinoamericana.
Desde luego una expresión como la ‘situación latinoamericana’ es una abstracción
cómoda. Lo que existe bajo el nombre ‘América Latina’ suele ser realidades diferenciadas
tanto si se compara países como si se fija la mirada en cada país. No se es latinoamericano
por igual cuando se es mexicano y ejecutivo del Banco de Santander que cuando se es
pequeño campesino indígena en ese mismo país. Pese a esta diversidad y conflictividad
hablaremos aquí de ‘la’ situación latinoamericana advirtiendo que lo que se diga de esta
‘abstracción’ no permite adoptar ningún comportamiento específico en la realidad social
compleja y conflictiva de los países y poblaciones de esta área.
Señalamos que una teoría crítica de derechos humanos no se sujeta al positivismo
jurídico. Los argumentos para ello adquieren especial fuerza en la realidad latinoamerica-
na. En esta área los Estados no se han configurado como Estados de derecho (imperio de la ley,
división de poderes, producción de una identidad nacional, por citar tres factores) y son
más bien maquinarias patrimoniales o rentistas y clientelares. Esta fragilidad constitutiva no
les permite ni reconocer ni constituir derechos humanos ya sea directamente o creando
las condiciones para que ellos se generen, desplieguen y fortalezcan desde los vínculos
que establecen sus poblaciones (sociedad civil).
La fragilidad del Estado en América Latina, que se evidencia al mirar su legislación,
el accionar de sus cuerpos burocráticos y tecnocráticos, su capacidad para generar au-
toestima nacional, el comportamiento de sus minorías políticas dirigentes y sus organiza-
ciones, sus aparatos clericales o sus principales medios de comunicación masiva, tiene un
correlato en la inexistencia o la tendencia a la desagregación de sus sociedades civiles. Se trata de
sociedades fracturadas tanto por la dominaciones de clase como por su economía exclu-

8 Exegética jurídica, escuela histórica, voluntarismo, escuela analítica, formalismo y normativismo


kelsenianos, escuela sociológica, realismo jurídico, iuspositivismo dogmático y escuela alemana de
los derechos públicos subjetivos, por ejemplo. Dentro de sus fundadores filosófico/ideológicos
modernos están T. Hobbes y J. Bentham y algunos de sus expositores más relevantes son H. Kel-
sen y J. Austin.
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64 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales

yente y dependiente, y los diversos privilegios de status que oponen y discriminan en todos
los niveles a los señores de la chusma, a los blancos de los ‘de color’, a la etnia ‘nacional’
dominante de las etnias originarias, a los urbanos de los rurales, a varones de mujeres, a
adultos de niños, jóvenes y ancianos, a ejecutivos tecnócratas de analfabetos. Etc.
A un Estado patrimonial y clientelar le corresponde, en América Latina, una sociedad
civil desagregada y enfrentada muchas veces entre sí. El factor central para ‘cohesionar’ esta
realidad carencial es una cultura dominante oligárquica y neoligárquica de inspiración señorial
y católica. No puede extrañar que, en países con Estados precarios (en el límite fallidos,
como en Guatemala), e inexistentes sociedades civiles, factores que los diferencian sig-
nificativamente, por ejemplo, de las sociedades europeas y estadounidense, el recurso al
poder militar represivo, para superar la agudización de crisis de reproducción social, sea a la
vez circunstancial (como cuando se dispara contra manifestaciones puntuales) y sistémica,
como cuando se desencadenan golpes de Estado.9 Por decirlo sumariamente: el ‘Estado’ en
América latina “cobija” muchas guerras no resueltas gestadas por la ausencia de un empren-
dimiento social que pueda legitimarse como colectivo o al menos como comunitario. Los
factores que determinan estas guerras son tanto locales como internacionales, pero no serán
discutidos en este trabajo.
En otro frente de este argumento, los aparatos estatales modernos resultan inse-
parables de su fundamento y expresividad jurídicos. Para América Latina, el profesor brasileño
Antonio Wolkmer reseña de la siguiente manera las ideologías que históricamente permea-
ron esta juridicidad: durante la Colonia, predominó, como correlato de un humanismo
abstracto, un aparato jurídico corporativo, patrimonialista y represivo que beneficiaba con-
flictivamente al rey y a los colonizadores. Las luchas de independencia, que no tuvieron
carácter popular ni nacional sino que fueron básicamente anticoloniales y para beneficio
de minorías locales, gestaron las condiciones para la continuidad de un idealismo abstracto
iusnaturalista combinado con un formalismo dogmático-positivista, mezcla que fue condi-
mentada por una retórica liberal-individualista10. Las ideologías que nutrieron y nutren esta
juridicidad resultan sistémicamente funcionales para el dominio excluyente de minorías
‘naturales’ y para la internalización de identificaciones inerciales individuales y sociales tam-
bién ‘naturalizadas’ que facilitan la reproducción del sistema jerarquizado de sujeciones.
El resultado es que Estado y juridicidad (legalidad) en América Latina se autopresentan
9 Muy excepcionalmente los militares son llamados para reemplazar a la inexistente sociedad
civil, como en el caso de las “misiones” venezolanas. Lo usual es que se los utilice para acen-
tuar la desagregación y la sumisión mediante la represión masiva y la muerte. Esta utilización de
los cuerpos militares ‘nacionales’ contra la población recorre toda la historia ‘independiente’ de
América Latina. Por supuesto no puede resolverse con la declaración de una Carta Democrática
Interamericana.
10 A. C. Wolkmer: Introducción al pensamiento jurídico crítico, Instituto Latinomericano de Servicios
Legales Alternativos/Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí/Co-
misión Estatal de Derechos Humanos, San Luis Potosí, México, 2006, p. 104.
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 65

como de minorías legítimas (y a veces hasta sagradas) aun cuando funcionen como ra-
dicalmente deshumanizadores y como obstáculo al cambio social liberador en tanto se
nutren de ‘espiritualidades’ abstractas y a la vez ‘naturalmente’ discriminadoras. Quizás la
mejor manera de ejemplificar esta dramática situación social es recordar la no factibilidad
en la región latinoamericana para impulsar y efectivizar normativas legales que echen a
andar una reforma agraria con contenido campesino e indígena.
En América Latina, entonces, enfáticamente, no resulta posible vincular derechos
humanos con su explicación o determinación iuspositivista porque ésta corriente de pensa-
miento jurídico descansa en una historia jurídico-política, social y estatal que no tenemos
(una sociedad que se imagina a sí misma sin privilegios) y que no nos esforzamos tam-
poco significativamente por producir si es que hoy esto fuera pertinente y factible dados
los factores internos e internacionales. Sumemos que al ‘fallido’ Estado corresponden
ciclos pendulares de gobiernos dictatoriales, golpes de Estado y peculiares ‘democracias’
restrictivas, todos ellos sancionados por los aparatos clericales y muchas veces aplaudidos
por sectores significativos de la población/’ciudadanía’.
Podemos resumir lo que, desde América Latina, es interpelado inicial y radical-
mente por una teoría crítica de derechos humanos: a) todas las versiones del Derecho natural
y sus instituciones, incluyendo la interpretación moral o moralista (que puede ser teísta)
de derechos humanos ya en su versión de derecho innato como condición de posibilidad
de un orden moral y jurídico (Kant), ya en su interpretación de ‘derechos morales’ que
descansarían en una propuesta a-social y suprahistórica de justicia (J. Stuart Mill); b) la
reducción iuspositivista que explica derechos humanos por su judicialización, de modo que
ellos existirían, con independencia de su fundamento socio-cultural, cuando su violación
puede ser reclamada ante un circuito judicial local o internacional.
Dicho más conceptualmente, una teoría crítica de derechos humanos desde Amé-
rica Latina discute la posibilidad, factibilidad y alcances de una noción no socio-histórica
de justicia. Se empeña en esta discusión y enfrentamiento, que implica acciones políticas,
porque estima que el valor de lo justo se decanta de producciones humanas, o sea sociales
(político y culturales), objetivas y subjetivas, y resulta ideológico, en un sentido negativo11,
predicarlo desde concepciones ‘naturales’, morales o meramente jurídicas.

1.3. Despejando el alcance de una teoría crítica

Al enunciarse, la expresión ‘teoría crítica’ podría suscitar varios equívocos. El primero es


que el concepto de ‘teoría’ puede asociarse con la noción de ‘verdad’. Las teorías (cientí-
11 Ideología en sentido negativo se entiende aquí como un imaginario o discurso (representa-
ciones) que bloquea y sesga la producción social de conocimiento y en el mismo movimiento
confirma la necesidad del sistema social y las identificaciones personales y sociales que facilitan
su reproducción.
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66 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales

ficas) serían verdaderas. En realidad, las ‘teorías’, en este alcance disciplinar, son hipótesis,
o sea suposiciones básicas cuya ‘verdad’ se sigue de procedimientos operativos que se
determinan desde dentro de esas hipótesis. No es, por tanto, que sean ‘verdaderos’ sus
resultados, sino que parecen cumplirse cuando se imagina y conceptualiza consistente-
mente un área de la realidad desde ciertos supuestos que han sido sugeridos por eventos
fácticos o hechos que levantan preguntas que son contestadas hipotéticamente. La ‘ver-
dad’ de una teoría se sigue de su posicionamiento inicial y de las operaciones eficaces en
términos de conocimiento que este determinado posicionamiento genera, así como de
las predicciones que, por cumplirse o incumplirse, muestran la confiabilidad y también
la provisoriedad de la teoría. Pero las ‘teorías’ no son verdaderas en el sentido de que ‘las
cosas son así como la teoría las presenta’, o en lenguaje académico, no son “ónticamente”
así, sino que son “interpretadas de esa manera” desde una determinada, fundada y disciplinar
perspectiva humana.
Las teorías también resultan ‘verdaderas’ con otro alcance. En tanto ellas consti-
tuyen el modelo o paradigma compartido de un determinado grupo de especialistas (físicos,
por ejemplo), que las estiman legítimas para su hacer, permiten una comunicación confiable
entre ellos. Esto quiere decir que las experiencias que estos especialistas despliegan con
los materiales (objetos conceptuales y reales y sus relaciones) que interrogan, al utilizar
los mismos protocolos, conducen a los mismos o semejantes resultados. Esto facilita la
creación de una comunidad o ámbito de comunicación eficaz. Pero esta comunidad no dice
mucho tampoco acerca de la entidad ‘real’ o ‘verdadera’ de las cosas de que ella habla sino
que más bien es una señal acerca del carácter de la experiencia humana (en el sentido de que la
producción de comunidad es quizás un rasgo necesario para una comunicación efectiva y, con ella,
para la autoproducción de la humanidad como especie política y cultural).
Visto así, lo contrario de una ‘teoría’ es una conjetura, o sea una ‘explicación’ acerca
de la realidad, o de algunos de sus aspectos, que presenta inconsistencias internas, que no
se basa en experiencias comprobadas y comunicables y que predice comportamientos que
no pueden verificarse directa ni indirectamente o que resultan erróneos. Estas conjeturas
y creencias pueden ser desplazadas por teorías que no por ello son ‘verdaderas’ sino solo
explicaciones mejor fundadas, coherentes aunque siempre provisorias. Una conjetura puede
ser defendida dogmáticamente, o sea contra toda evidencia y experiencia que la falsee.
Una teoría se abre siempre a las experiencias, a las falsaciones y, con ello, al diálogo.
En la expresión “teoría crítica”, el segundo término enfatiza el carácter explícito
de un posicionamiento básico para asumir políticamente una realidad que llama la atención y
compromete. En este caso, derechos humanos y las condiciones sociales para su producción
y eficacia jurídico-cultural. En sencillo, esto quiere decir: dónde me ubico socialmente
para asumir derechos humanos como factor de la autoproducción humana (autonomía, au-
toestima, producción de humanidad genérica).

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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 67

Ideológicamente puedo situarme, ya hemos señalado, en el derecho natural de inspira-


ción religiosa y metafísica (catolicismo institucional, por ejemplo). O en el derecho natural
que me permite verlos como metafísicos derechos subjetivos individuales. O en el iuspositivismo,
que tiende a reducirlos a casos que pueden ser reclamados en los tribunales. También en el
pragmatismo utilitario que los considera ideológicamente útiles para la reproducción de for-
maciones sociales que distribuyen asimétricamente propiedad, prestigio y relaciones de poder,
en el mismo proceso en que disimula, naturaliza o invisibiliza las formas y el carácter con que
estos poderes asimétricos lesionan o impiden derechos humanos. En este texto podemos
valorar esas aproximaciones ideológicas como conjeturas cuyo alcance es político en tanto
aportan a la reproducción o ampliación de las dominaciones existentes.
Una teoría crítica de derechos humanos, por tanto, examina las debilidades y vacíos
de otros discursos que, le parecen, desde su posicionamiento básico, conjeturas. Es decir
falsas desde el punto de vista del conocimiento y su comunicación y políticamente nocivas para
algunos sectores sociales en tanto facilitan la reproducción de formaciones sociales que
descansan en la discriminación y la dominación/sujeción. ¿Quiénes aparecen, por ejem-
plo, ‘naturalmente’ discriminados y sujecionados mediante esas conjeturas que se presen-
tan o imponen como ‘conocimiento verdadero’? Las mujeres bajo el imperio patriarcal.
Los pequeños campesinos en el marco de la producción agro-industrial. Los trabajadores
determinados en su humanidad por la relación salarial. Los jóvenes, administrados por
un ‘mundo’ adulto. Los pueblos originarios o profundos de América discriminados e
invisibilizados cultural y políticamente en tanto su existencia enseña una ‘otra’ específica
y legítima experiencia de ser (hacerse) humano. A estos sectores, y muchos otros, no les
resultan útiles las concepciones o de derecho natural o positivistas de derechos humanos
en cuanto, desde ellas, tendría que aceptar, como propias, su discriminación y sometimiento.

1.4. Hacia una comprensión de los caracteres de una teoría crítica

Cuando una teoría crítica rechaza determinadas concepciones y discursos acerca de dere-
chos humanos no los separa de las instituciones sociales e institucionalizaciones que esos posi-
cionamientos o establecen o instrumentalizan para enraizarse socialmente. Por ejemplo, la
‘inferioridad’ y con ello la discriminación ‘natural’ de las mujeres bajo el dominio patriar-
cal (machismo) se socializa, entre otras, por medio de la institución familiar considerada
natural/tradicional12. La crítica, o sea el análisis socialmente posicionado y animado por una
12 En la ideología católica, dominante en América Latina, esta familia ‘natural’ es querida por Dios,
se compone nuclearmente de un varón y una mujer casados, monógamos y de sus hijos. La finali-
dad de esta familia es la casta procreación y la crianza. La institución familiar tiene una lógica (espi-
ritualidad) patriarcal (masculina) y adultocentrada porque así lo dispuso Dios y lo acentuó el pecado
original. El patriarcalismo católico se advierte especialmente al negarse a discutir el sacerdocio fe-
menino en su seno y por su rígida posición respecto de las diversas posibilidades actuales de control
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sensibilidad política de liberación, no remite, entonces, solo a discursos que expresan posicio-
namientos ideológicos, sino a las instituciones y sus lógicas y, con ello, al sistema social.
Igualmente, determinan para el análisis a las personificaciones (personalidades, sectores,
organizaciones, etc.) que portan o activan esas instituciones.
En el ejemplo, una teoría crítica se interesa no solo por discursos institucionales
(doctrinales) católicos acerca de la mujer o derechos humanos, sino en la función/papel
del aparato clerical católico en la cultura oligárquica y señorial dominante en América Latina.
Esto supone un enfoque de totalidad del sistema social. Una teoría crítica se interesa sin
duda en la lógica (espiritualidad) de las instituciones, por ejemplo en la especificidad del
verticalismo clerical y en los personeros que la encarnan, pero también, y podría decirse
sobre todo, en la lógica del sistema social que les confiere sentido o sentidos. En los sistemas
sociales con principios de dominación, ésta es una lógica dominante (generalizada, aunque
asumida por los grupos sociales de maneras diferenciadas) y de dominación (provee identi-
ficaciones inerciales que potencian la reproducción individual de las dominaciones, vía su
internalización o subjetivación). Así, y retomando el ejemplo anterior, el imperio patriarcal no
es lógica exclusiva del aparato clerical católico (ni tampoco el que más decisivamente de-
termina su perfil interno), sino que atraviesa, con énfasis y formas diversas, todas las insti-
tuciones de un determinado sistema social. Posee una lógica patriarcal, por tanto, la familia,
la escuela, los medios masivos, la conducción política y la existencia cotidiana, por hacer
cinco referencias. Por supuesto, cómo se pone de manifiesto esa lógica patriarcal, debe
ser estudiado porque una misma sensibilidad puede encontrar muy variadas expresiones.
Una teoría es crítica si busca comprender tanto las situaciones de discriminación
como la base sistémica o estructural que las produce.
Más ampliamente, el posicionamiento básico de una teoría crítica pasa por:
a) reconocerse como conciencia/acción situada al interior de un sistema social y
siendo, por ello, determinada conflictivamente por éste;
b) plantearse como actor posible de un sistema social que, por contener principios
de dominación o imperio estructurales (sistémicos), es conflictivo;
c) asumir que en formaciones sociales con conflictos estructurales se producen diver-
sos posicionamientos y racionalidades encontradas desde y ante los procesos o
hechos sociales (situaciones sociales, existencia cotidiana, subjetividades). Es-

de la natalidad debido al deseo divino de maternidad y crianza. Las discriminaciones inherentes al


patriarcado se extienden a otros grupos, homosexuales, por ejemplo, cuando se enfatiza que el ser
humano puede “existir sólo como mujer o como varón” (Mulieris Dignitatem, # 1). La maldición en
el Génesis hacia la mujer “Hacia tu marido irá tu apetencia y él te dominará” (Gén, 3-16), además de
marcar el matrimonio con el dominio del macho es “explicado” por el pecado original y esto quiere
decir que solo puede ser ‘superado’ mediante la bendición clerical, o sea patriarcal. El patriarcalismo
católico se advierte asimismo en la oposición maniquea y metafísica entre Eva (libertad/pecado) y
María (gracia/sumisión). La madre-virgen, obviamente, objeto de culto.
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tos posicionamientos y racionalidades determinan a los diversos actores socia-


les;
d) señalar que en todas las situaciones sociales conflictivas resulta posible crear
condiciones que promuevan la remoción y liquidación de los factores situacionales
que constituyen y reproducen las dominaciones/sujeciones (imperios) sociales
y que esa remoción implica la comprensión (emocional, intelectual, utópica) del
sistema social que las genera, de sus jerarquías y de sus instituciones nucleares;
e) reconocer que los actores (en tanto sujetos, es decir con capacidad de autodeter-
minación) de la creación de esas condiciones de transformación y cambio libe-
rador pueden ser valorados como sectores sociales populares en una formación
social determinada. Estos sectores se consideran capacitados para constituirse
como eventuales fuerzas sociales, es decir incidentes, cuyas tramas e instituciones
de liberación contienen su propia ética (derivada de una sensibilidad contestataria
y utópica), que se sostiene en una antropología, y conduce a una política a las
que se entiende como liberadoras porque, en un mismo movimiento, enfrentan
e inhabilitan las lógicas de dominación y proporcionan a quienes luchan autoes-
tima legítima, autoestima posible de ofrecer a otros para sostener procesos más
amplios, político-culturales, de humanización.
Examinemos, con un poco más de detalle, los rasgos anteriores poniéndolos en
relación (aunque esquemática) con los desafíos que suponen derechos humanos:
1) ‘Derechos humanos’ no es algo que caiga del cielo o que venga al nacer como
otros factores de una biológica ‘naturaleza’ humana (el código genético, por ejemplo).
Derechos humanos son una producción sociohistórica: se generan en el seno del largo proceso
que conduce a las sociedades modernas, obtienen, en una fase de consolidación de ellas,
su legitimación filosófico/ideológica y política burguesa y se extienden posteriormente,
en tanto sensibilidad cultural, como lucha reivindicativa a grupos sociales y pueblos/et-
nias diversamente discriminados por las formas capitalistas de las sociedades modernas
(también por las llamadas ‘socialistas’). Que algo sea el resultado de una producción
sociohistórica significa que es resultado/condensación/expresión de un enfrentamiento
de fuerzas sociales, polarizadas o no, en relación con lo que valoran o un cambio radical
o la defensa, también radical, de un determinado sistema de poderes. En el caso de derechos
humanos, se combate por un ideológico principio universal de agencia (burguesía) y las ins-
tituciones que los promueven contra los privilegios estamentales excluyentes de una nobleza
y clericalidad (y en menor medida contra fuerza de trabajo gremializada) que monopoli-
zaron en su momento la instrumentación de Dios e hicieron del poder político unilateral un
reflejo del deseo divino; los primeros reclamos y formas de conciencia que sostendrán la
necesidad de derechos humanos (derechos subjetivos) expresan movimientos de resisten-
cia y propuesta de las emergentes sociedades civiles de señores, propietarios, prestamistas
y comerciantes, estos últimos la base del capitalismo naciente en los intersticios de las
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formaciones sociales llamadas medievales. Derechos humanos surgen así, complejamen-


te, de luchas sociales que contienen intereses, racionalidades, utopías y también desgarra-
mientos, enfrentamientos, destrucción y muerte13;
2) las fuerzas sociales que dirigen inicialmente los cambios que conducirán política y
culturalmente al planteamiento de ideologías acerca de derechos humanos, y también de
instituciones que los legitimen, son, en un largo proceso económico y cultural, la burguesía
emergente con un discurso urbano y clerical ‘de masas’ que tornan factibles sus acciones
contestatarias; en relación con este proceso se gestan las filosofías/ideológicas que ‘piensan’
sus posicionamientos y les confieren identidad y racionalidad. En momentos posteriores
(siglo XIX), y cuando la acumulación de capital ya tiende a nutrir y sujecionar todas las
relaciones sociales, estas fuerzas se configuran con la acción de los diversos sectores de
‘otros’ que resultan del carácter discriminador propio de la acumulación global de capi-
tal, de la no factibilidad de un Estado no clasista de derecho bajo el imperio burgués, y
de la inviabilidad de un gobierno democrático y del reconocimiento y acompañamiento
culturales. Estos ‘otros’ son, por ejemplo, los trabajadores asalariados y las poblaciones
mayoritarias de las formaciones sociales producidas en la periferia del capitalismo y que
contribuyen como colonias al conjunto del sistema. Este último es el caso de las sociedades
latinoamericanas. A ellos se agregan sectores ‘otros’ como las mujeres, cuya discrimina-
ción/sujeción precede a las formaciones sociales capitalistas, y un ‘Otro’ que es factor
matricial de toda producción humana: la Naturaleza, contra la que se arremete industrial y
sistémicamente en tanto se la ve, desde la sensibilidad de acumulación de capital, como
un mero campo de operaciones orientadas al lucro fragmentario de particulares;
3) el dominio burgués genera una estructura social conflictiva en tanto ofrece cultural-
mente el reconocimiento universal de la experiencia humana como igual, no enajenada y
legítima (propia), mientras la lógica de acumulación de capital niega de diversas maneras
esta universalidad a los complejos y distintos sectores sociales, y también pueblos y cul-
turas, que esa acumulación exige (división social y técnica del trabajo: relación salarial;
complejidad cultural; articulación de dominación económica y libidinal; centro y perife-
ria; centro imperial y colonias). En términos conceptuales, la dominación burguesa ofrece
una agencia humana universal que no le resulta factible cumplir y cuyas conflictividades, vio-
laciones y ausencias solo puede paliar, disimular o, cuando se transforman en peligrosa
13 Escribe, por ejemplo, N. Bobbio, un tratadista ligado al iuspositivismo: “… la libertad religiosa
es efecto de las guerras de religión, las libertades civiles, de las luchas de los parlamentos contra
los soberanos absolutos,, la libertad política y las sociales, del nacimiento, crecimiento y madurez
del movimiento de los trabajadores asalariados, de los campesinos con pocas posesiones o de los
jornaleros, de los pobres que exigen a los poderes públicos no solo el reconocimiento de la liber-
tad personal y de la libertad negativa, sino también la protección del trabajo frente al paro, y los
instrumentos primarios de instrucción contra el analfabetismo, y sucesivamente la asistencia de la
invalidez y la vejez, todas necesidades que los propietarios acomodados podían satisfacer por sí
mismos” (Bobbio, El tiempo de los derechos, Sistema, Madrid, 1991, p. 18).
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 71

protesta social y cultural, reprimir. El principio mismo de agencia, un falso universal abs-
tracto, en tanto remite a individuos sin vínculos sociales, es entonces criticado por estos
‘otros’ emergentes y reprimidos, resituado y repensado socialmente desde sensibilidades que,
en su nivel más radical, ponen en cuestión la lógica del sistema y su pretensión de consti-
tuir la única, por más alta, racionalidad. Desde esta sensibilidad, que intenta pensar desde
los otros y su resistencia y lucha, surge la teoría crítica moderna, aunque no necesariamente
se de este nombre. Esta teoría crítica, desde ‘los otros’, procura pensar, porque la resiente
como agresora, la totalidad social y las lógicas que la animan. Para poder pensarla requiere
sentir, conceptuar e imaginar otra sociedad en la que todos sus actores, sectores sociales e
individuaciones, puedan producir, darse y comunicar identidad social y humana liberadora.
La teoría crítica siente, analiza, imagina y se organiza desde la conflictividad y apunta al cam-
bio. Históricamente sus primeras demandas se centran en la jornada de trabajo, los sala-
rios, el derecho al sufragio, y la capacidad para darse una organización independiente;
4) la sensibilidad crítica centra su atención en las relaciones sociales que constituyen la
base del sistema de dominación y de su reproducción, y en sus peculiaridades económi-
cas, sociales, políticas, culturales e ideológicas. Estima estas relaciones, y a sus derivados,
como funcionales para la constitución y reproducción del aparato de discriminaciones y
sujeciones, pero radicalmente disfuncionales para hacer de la experiencia humana situada
(social) una experiencia de autoproducción de humanidad. Así, un trabajador es fuerza de trabajo
pagada durante su jornada laboral y ser humano exclusivamente fuera de esa jornada, en
su vida individual de esposo o esposa, con sus hijos, o en la taberna. Pero el tiempo diario
en que no es una persona, en que es solo fuerza de trabajo, muchas veces identificado por la
administración como una mercancía con un código numérico que reemplaza su nombre y
facilita medir su productividad, resulta determinante para su existencia total. Existe primaria-
mente como tiempo de trabajo ocupado o virtual. Secundariamente existe como persona, si
es que sus otros vínculos se lo permiten. Su existencia depende de acceder a un salario
(un vínculo social) y, al mismo tiempo, de ser tratado, por recibir ese salario, junto con su
familia, como una ‘cosa’. Algo semejante puede decirse de la condición femenina. Se asis-
te aquí también a una existencia humana específica a la que socialmente se niega la autono-
mía. En su familia de origen la mujer es tratada como propiedad parental o de sus hermanos
mayores14. Padres y hermanos se comportan así porque dicen “amarla” y “protegerla”.
La mujer resulta una persona con discapacidad permanente. Son los varones y su sensibilidad

14 Nos referimos aquí a ‘la’ mujer estereotipadamente tal como se la trataba a inicios del siglo
XX. Durante este siglo recién pasado algunas cosas cambiaron para las mujeres pero no en todos
los lugares ni con la calidad deseable. Así, por ejemplo, ha llegado a puestos de gobierno, pero
ejerce en tanto político no en tanto fémina-política. También se ha incorporado masivamente a la
fuerza laboral pero se le paga menos que a los varones por igual desempeño. La sensibilidad de las
sociedades continúa siendo patriarcal y, lo peor, la mayoría de mujeres reproduce esta sensibilidad
como parte de su identificación ‘personal’,social y humana.
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cultural quienes deciden, una y otra vez, qué acontecerá en su existencia. No puede votar
cuando alcanza la edad para hacerlo. Si se casa, pasa a ser propiedad de su marido, sin
siquiera capacidad de endeudarse o ser sujeto de crédito. Una vez madre enfatiza su papel
‘natural’ de ser para-el-hogar-y-la crianza. Su existencia pasa por la mirada de los varones
que juzgan y resuelven el precario sentido de su existencia: discapacitada, objeto sexual,
mamá, mujer anciana, siempre desprotegida o vulnerable. Los varones resuelven el sen-
tido o sentidos de la existencia femenina desde su poderío y siempre en contra de la mujer
porque la invisibilizan y bloquean como persona autónoma. De aquí que tanto el trabaja-
dor asalariado como la persona mujer (y muchos otros sectores producidos socialmente
como vulnerables) no pueden mirarse a sí mismos únicamente o solo como individuos para
comprender lo que les ocurre en medio de tanta oferta de libertad, autonomía y creati-
vidad. Requieren fijar su atención tanto en las relaciones sociales que los hacen trabajador
asalariado y mujer (persona) no autónomos como en el sistema social que se expresa mediante
esas relaciones e instituciones y que las decanta como sensibilidad y cultura dominantes y
de dominación. La realidad del mundo, para las mujeres y los trabajadores, no está en la
falsa apreciación cosmética de los individuos y de sus individuaciones abstractas, sino en
la comprensión de las relaciones sociales que los determinan o como empresario o como
trabajador, o como varón o como mujer. Se trata de otro posicionamiento, no burgués, para
asumir la realidad social; de este posicionamiento y de la subjetividad y la racionalidad
que implica es deudora, desde el siglo XIX, la teoría crítica;
5) las formaciones sociales modernas con camisa burguesa de fuerza generan con-
flictos estructurales o sistémicos y situacionales. En América Latina estos conflictos se
‘adornan’ con estructuraciones sociales derivadas del capitalismo periférico y teratológico del
subcontinente y con su asunción-‘comprensión’ desde una cultura autoritaria y señorial que
recorre, aunque sin saturar, todos los espacios sociales. Para la teoría crítica, si los conflic-
tos sistémicos resultan de relaciones internas y de condiciones internacionales, la salida
de ellos se seguirá también de factores internos que logren incidir en las condiciones
internacionales. Por ejemplo, la erradicación de una sensibilidad cultural que consiente
la tortura si la aplican los Estados, Gobiernos, Ejércitos y Burocracias poderosos (y por
añadidura prestigiosos) no es una tarea que puedan resolver solo internamente países
como Belice o Bolivia. La razón es que el motor actual de esta sensibilidad que consiente
y ‘naturaliza’ la tortura, incluso contra los niños (que dejan de ser niños/niñas y pasan a
ser “terroristas”), es una doctrina geopolítica, por definición internacional: la doctrina de gue-
rra global preventiva contra el terrorismo (administración Bush Jr.). El carácter de esta lucha, en
contra de una cultura que consiente y aplaude la tortura, es inevitablemente internacional,
pero ello no elimina los frentes de violencia internos, es decir nacionales. En especial los
frentes internos de aquellos Estados que han asumido explícitamente como legítima la
doctrina de guerra global preventiva contra el terrorismo (EUA, Reino Unido, Rusia, por
citar tres). En realidad la guerra global preventiva contra el terrorismo se sostiene desde
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 73

la afirmación de un poder político absoluto que fue teorizado diversamente en el inicio del
asentamiento del capitalismo por autores como T. Hobbes y J. Locke. No es una sensibi-
lidad creada a partir de los sucesos del 11 de septiembre del 2001. Forma parte del ‘bagaje
cultural’ de las sociedades capitalistas. Al poder absoluto (divino, ‘natural’ o ‘racional’) de
la acumulación de capital le corresponde también el poder político absoluto sobre la vida y la
muerte (y las condiciones de vida y muerte) de las gentes en cuanto lesionan la ‘verdadera’
racionalidad inscrita en el orden del mundo. El ejemplo destaca al menos dos realidades:
las luchas por superar los factores que generan conflictos que contienen la deshumaniza-
ción no son estancas: o luchas locales/nacionales o luchas internacionales. Su doble vínculo
es complejo: lucha internacional que debe darse también local y nacionalmente porque lo
que está en juego es la legitimación de un poder económico-político que no acepta control, absoluto
y vertical, y él es dañino en todos los espacios de las sociedades que se desean modernas.
De hecho, la lucha frontal contra este carácter absoluto del poder político, aunque tenía
otro signo, caracterizó en su momento las luchas de la burguesía emergente. El segun-
do factor de esta realidad es que las luchas no son puramente económico-políticas sino
que su sentido constitutivo y último es cultural: se gana la lucha, o se está en camino de
ganarla, cuando los valores liberadores que la impulsaron se transforman en sensibilidad
colectiva. Es legítima porque las poblaciones sienten propios estos valores, los hacen parte
de sus identidades existenciales. No sabrían vivir concertadamente sin esos valores. La lucha por
derechos humanos es básicamente una lucha cultural que asume formas locales e interna-
cionales, situacionales y estructurales, políticas y sociales, articuladas y también solitarias
pero siempre convocantes. Son luchas sentidas, sabias y sugerentes: despejan o abren un
horizonte más luminoso. Dibujan y proponen nuevos imaginarios. Pero surgen desde de
la conflictividad de un sistema social, no caen del cielo;
6) si derechos humanos no caen del cielo ni tampoco son una proyección de una
metafísica dignidad humana, sino que surgen de la lucha social que legitima sus valores
al plasmarse en una sensibilidad cultural colectiva que los institucionaliza, entonces, en
América Latina, los actores y sujetos de estas luchas pueden ser caracterizados como
actores y sujetos populares. ‘Popular’ se dice con muy diversos alcances en el habla y el
análisis social. Aquí se le entiende como una categoría del pensar radical que designa a los
sectores que, tornados vulnerables por el sistema de poder vigente, e impedidos de ac-
ceder a condiciones que les permitan autoconstruirse como sujetos, luchan organizadamente
para cancelar las condiciones que generan su vulnerabilidad (explotación, discriminación,
marginación, etc.) y para producir, desde sí mismos y sus particularidades, las tramas so-
ciales que se abran a una universalización de la experiencia humana. En una frase, “Pueblo es
quien no es dueño de su vida, y lo sabe” (Lalive d’Epinay). ‘Popular’ no designa aquí a los
empobrecidos socioeconómicos, aunque también puede asumirlos, sino a todos los sec-
tores sociales y personas a quienes institucional y sistémicamente se les niega o pervierte
su capacidad de darse autonomía y responsabilidad por su existencia… y que se organizan
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74 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales

para dar las luchas que estiman los llevan a darse esas capacidades. Las luchas populares
pueden entenderse como luchas por derechos humanos básicos o fundamentales para los
diversos sectores que las emprenden. Esto porque desean que su especificidad --ser obrero,
ser mapuche, ser homosexual, ser inmigrante no deseado-- sea una legítima manera de
ser humano y que ser ‘eso’ no lo prive de reconocimiento y acompañamiento, ni de acceso
óptimo a la salud, la educación, la cultura ni de producir salud, educación y cultura. Una
lucha popular reivindicativa es también una lucha básica por la legitimidad humana, no solo
económica, de la pequeña producción campesina, por ejemplo. Una lucha por lograr que
la pequeña producción campesina y su organización sean reconocidas y acompañadas
como expresiones efectivas, económico-políticas de producir humanidad. Una oferta de
humanidad posible. Y esto quiere decir que las luchas populares poseen un frente social
particular (de mujeres, de trabajadores asalariados rurales, de desempleados) y específico
(por áreas verdes, por ejemplo), pero asimismo se abren a una propuesta de universalidad
humana y la ofrecen desde su particularidad. En tres ejemplos: una mujer en tanto mujer
es legítimamente humana y la producción femenina de humanidad es legítima. Un peque-
ño campesino es legítimamente humano en tanto pequeño campesino y ofrece su aporte, en
tanto pequeño campesino, a la producción (autoproducción) de humanidad genérica. Los
producidos como socio-económicamente pobres y miserables, es decir a quienes se niega las
condiciones materiales que sostienen el principio de agencia, constituyen para sus socie-
dades un radical desafío de derechos humanos. Este es el enfoque básico de una teoría
crítica de derechos humanos. Contiene la demanda para que cada persona y sector social
pueda ofrecer su legítima autoestima, en tanto diverso, en el proceso de construir una única
(aunque plural) humanidad política y cultural. Contiene por tanto la utopía de realizar el
principio de agencia con alcance universal sin discriminación ninguna. Si tendencialmente ningu-
na institución social discrimina, entonces los seres humanos, sus instituciones y culturas
serán, a la vez, legítimamente diversos e iguales.
Conviene aquí detenerse en la antropología que sostiene a una teoría crítica de de-
rechos humanos y sus alcances. Para una teoría crítica, los seres humanos se constituyen
mediante experiencias de autoproducción en condiciones que nunca llegan a controlar enteramen-
te. Los procesos de autoproducción humana implican generar condiciones que potencien
el ejercicio de la libertad. La libertad, modernamente entendida, consiste en la capacidad
para elegir entre un repertorio de opciones que se han producido humanamente en el
mismo movimiento en que quien opta se ha dado la capacidad subjetiva y objetiva para
elegir o está en condiciones de apropiarse de esta capacidad. En tanto eligen desde sí mis-
mos entre opciones (o se niegan a elegir entre las que se ofrecen y optan por crear otras
opciones), los seres humanos son responsables por sus elecciones y condiciones de exis-
tencia, aunque no sean dioses. Poseen, en tanto libres y responsables, autoestima. Utilizan
esta autoestima para ofrecerla a otros como testimonio de crecimiento humano desde sí
mismos. La teoría crítica no es una religión ni rechaza las opciones religiosas. Propone
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 75

hacerse humanamente responsable por esas instituciones religiosas que no provienen de


Dios sino que son producciones socio-históricas. La legitimidad de todas las institucio-
nes humanamente producidas, y sólo éstas existen, debe seguirse de su contribución a
la humanización de la especie: emprendimiento colectivo, reconocimiento y acompaña-
miento solidario de las diversidades, libertad/ responsabilidad: hacia una única aunque
culturalmente plural especie humana cuyas instituciones rechazan radicalmente la discri-
minación. Avanzar en relación con estas metas supone decisiones políticas, incluyendo
las partidarias, y éticas.
Las propuestas antropológicas, políticas y éticas contenidas en una teoría crítica
constituyen, como toda acción humana, apuestas, en este caso con la producción de un
universo social sin discriminación y de una única humanidad constituida por diversos.

2. Teoría crítica y derechos humanos

2.1. Sobre el carácter político-cultural de derechos humanos

Hemos señalado que ‘derechos humanos’ no pueden ser caracterizados como propie-
dades de individuos aislados, sino que, como todo ‘derecho’ o norma jurídica, suponen
y se siguen de relacionamientos sociales que se condensan en instituciones, las que, a su vez,
están animadas por lógicas o ‘espiritualidades’ sociales. Las lógicas de estas instituciones
pueden o no expresar una sensibilidad favorable a derechos humanos. En sociedades con
principios de dominación, tendencialmente las instituciones funcionan mediante lógicas
que no potencian derechos humanos.
Por ejemplo, una familia que vincula a sus miembros mediante una lógica (sensi-
bilidad) patriarcal, no apodera (potencia) derechos humanos porque contiene la discri-
minación de mujeres, niños, jóvenes y ancianos y la afirmación de un poder constitutivo
unilateral (el del macho adulto que puede ejercerlo directamente o delegarlo). Esa familia
no promueve la agencia de todos sus miembros. Con ello niega asimismo el diálogo efectivo
entre ellos.
Tanto la afirmación del primer párrafo como la ejemplificación contienen cuestio-
nes y alcances de cierta complejidad. Examinemos algunos:
La afirmación de que ningún derecho puede predicarse de individuos aislados,
sino de relaciones sociales, no implica la negación de los individuos humanos; solo señala
que la matriz de individuación de los seres humanos es social. Los seres humanos son seres
sociales y políticos y las instituciones de sus formaciones sociales favorecen o bloquean/
lesionan su individuación personal entendida bajo la noción de autonomía cuya comunica-
bilidad o traspaso genera autoestima legítima. ‘Derechos humanos’ se liga así con los carac-
teres estructurales o sistémicos de determinadas formaciones sociales y con los valores
de autonomía, libertad creativa, capacidad de comunicación y responsabilidad humanas

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76 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales

en el marco de una lógica de no-discriminación. Estos últimos referentes, a diferencia de una


noción como “dignidad humana” (muy utilizada cuando se habla de derechos humanos),
son valores socialmente situados (existenciales y políticos), lo que quiere decir, por ejemplo,
que la autonomía se ejerce en situaciones subjetivas y objetivas que los actores humanos
no controlan enteramente. Esto no los torna ‘relativos’, sino solo tensionales, conflictivos
y procesuales.
El énfasis puesto en los relacionamientos sociales (tramas sociales), sin que esto elimi-
ne a los individuos, nos indica que ‘derechos humanos’ se predica de una (o muchas y
variadas) situaciones sociales o de existencia, situaciones que forman o no parte de una cultura
o sensibilidad, o constituida o emergente, básica o particularizada, y, desde este punto de
vista, no pueden ser agotados o constituidos por su judicialización (o sea ‘derechos’ que
puedan ser reclamados ante los circuitos judiciales), y también que su violación no se
produce únicamente en relación con ‘casos’ judiciales, sino que se sigue de lógicas socia-
les (económicas, culturales, etc.) que pueden ser legales y, al mismo tiempo, negadoras de
derechos humanos en tanto éstos se sostienen desde el valor universal de la no-discrimi-
nación: nadie puede ser negado como ser humano por su diferencia específica o situacional y
en la medida que esta ‘diferencia’ se sigue de una producción humana, o sea social.
El punto anterior amplía la responsabilidad del Estado en relación con derechos
humanos, responsabilidad contenida en la apreciación generalizada de que ‘solo el Esta-
do viola derechos humanos’. En efecto, los viola si sus diversas instancias no sancionan
de acuerdo a derecho a quienes torturan o incumplen con el salario mínimo legal, por
mencionar dos situaciones, pero también los viola si no apodera las instituciones y lógicas
sociales que favorecen como proceso la eliminación de las diversas formas de discrimina-
ción social o si no promueve una sensibilidad colectiva hacia el rechazo en la existencia
diaria de todo tipo de discriminación.
En relación con este planteamiento es que surge la aparente polisemia de la expre-
sión ‘derechos humanos’. Jurídicamente solo existe un ‘derecho’ cuando su cumplimiento
o violación es reclamable a un tribunal competente. En este sentido un ‘derecho huma-
no’, el de libre expresión, por ejemplo, existe únicamente si puede reclamarse legalmente ante
un circuito judicial. Pero, en el idioma castellano, ‘derecho’ no es un término exclusivamente
jurídico sino que designa asimismo una capacidad social del ser humano para hacer legí-
timamente lo que conduce a los fines de su existencia. En el imaginario de las sociedades
modernas, que son las que proclaman y recurren a derechos humanos, lo legítimo es la
universalidad del principio de agencia (autonomía, responsabilidad). No se trata de que cual-
quiera pueda hacer cualesquiera cosas, porque la estime legítima o útil para sus intereses,
ya que algunas acciones protagonizadas por seres humanos pueden ser consideradas so-
cialmente delitos. Pero violaría derechos humanos la formación social moderna que no
apoderara universalmente el principio de agencia que, por definición, incluye responsabilidad
por eventuales delitos. La potenciación universal del principio de agencia se sigue de una
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 77

demanda cultural moderna que no puede ser considerada delito, sino que más bien es la
base de las responsabilidades jurídicas civiles y penales y también de los juicios ético/
morales.
El principal corolario de esta discusión es que ‘derechos humanos’ no designa
exclusivamente ciertas capacidades plasmadas en normas positivas que pueden ser recla-
madas ante los tribunales, sino que apunta también a una sensibilidad cultural propia de las
formaciones sociales modernas, en lo que aquí interesa, occidentales. La judicialización
nacional e internacional de derechos humanos, como las que se han seguido de la firma
de Pactos internacionales sobre derechos civiles, políticos, económicos sociales y culturales
(1966), sin duda es un factor que no puede ser subvalorado en relación con la efectividad
de estos derechos, pero no es, ni mucho menos agota, toda su realidad que es no solo jurí-
dica sino sobre todo político-cultural.
Derechos humanos, esta demanda política de la modernidad, exige para su cumpli-
miento efectivo, de la producción de una sensibilidad cultural positiva y generalizada hacia es-
tos derechos. Esta sensibilidad no se ha producido en los últimos tres siglos ni siquiera en
relación con derechos considerados elementales como la vida y la propiedad15. Su ausencia,
ligada con la tendencia al carácter absoluto de la acumulación de capital y su incidencia
en la debilidad humana de una sociedad civil en la que la agencia se abandona ideoló-
gicamente a la responsabilidad de cada cual y no es apoderada sino negativamente por el
Estado, marca la flaqueza jurídico-cultural en el campo de derechos humanos. Internacio-
nalmente sigue campeando la geopolítica del más fuerte, lo que contiene la discriminación
de los Estados, regiones, pueblos y sectores sociales más vulnerables o débiles. Y local/
nacionalmente las discriminaciones contra la fuerza de trabajo, las mujeres y las culturas
no-capitalistas, por hacer tres referencias, se prolongan, reproducen y amplían sin mere-
cer ningún titular de prensa o comentarios en The Economist o CNN.

15 Estados Unidos de América del Norte (algunos Estados) y China, dos de las potencias actuales,
el primero cabeza geopolítica de ‘Occidente’, mantienen la pena de muerte. En América Latina la
ejecutan Guatemala y Cuba. En Chile se derogó a inicios de este siglo, excepto para la “Justicia”
Militar. En el Caribe, Bahamas, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tobago y algunas de las Pequeñas
Antillas castigan con la pena capital. En cuanto a la propiedad, depende de quien la detente. Si se
es opulento y prestigioso, resulta sagrada. Si se es pobre e insignificante, se la viola sin restricciones
y con entera impunidad. En Costa Rica se investigan (y con ello eventualmente se sancionan) los
hurtos y robos solo a partir de un cierto monto (alrededor de 400 dólares). Si a una mujer humilde
le arrebatan un bolso o una cadena, o todo su salario mensual, bastante inferior a esa cifra, no pasa
nada. El delincuente ‘está a derecho’.
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2.2. Sobre el fundamento de derechos humanos:


formaciones sociales modernas y ‘otredades’

El fundamento, es decir lo que hace surgir y sostiene, de derechos humanos no es una


ideología filosófica o el reconocimiento de una ‘dignidad’ inherente a los seres humanos,
sino la conformación procesual y conflictiva de la matriz16 de las formaciones sociales europeas
modernas y las experiencias de lucha social que se dan en su seno. De esta manera resulta po-
sible distinguir entre la reivindicación de derechos en el proceso de configuración de estas
formaciones sociales y su demanda cuando esta matriz ya está mayoritariamente conformada
(siglos XIX y XX) y se presenta en la practica a sí misma incluso como la única sociedad
(mundial) factible (siglo XXI). Los primeros reclamos por derechos humanos buscan
limitar los privilegios (abusos) de la autoridad monárquica y clerical y están ligados al
despliegue inicial de una economía mercantil y señorial y a la necesidad de un ‘orden’
nuevo que favoreciera su desempeño. En esta fase, los derechos subjetivos, opuestos al
orden político vigente, no se pretenden universales, sino exclusivos para ciertos grupos.
Su mejor expresión es la Carta Magna inglesa (1215). Se recordará que en ella se aseguran
los derechos feudales de la aristocracia frente al poder del Rey, se impide que la voluntad
del rey “sea la ley” (impuestos arbitrarios, por ejemplo), se da seguridad a quienes ya no
aceptan ser vasallos o súbditos y el monarca se compromete a respetar las libertades reli-
giosas. Mirada en perspectiva cultural se avisan en esta Carta elementos del Estado de de-
recho moderno (con división de poderes y subjetividades) y de la noción de ‘ciudadanía’
y de ‘sociedad civil’ (comerciantes, empresarios) por oposición a los conceptos/valores
de vasallo y súbdito. La propuesta político- cultural de la universalidad de derechos hu-
manos, sin embargo, deberá esperar políticamente hasta el siglo XVIII y está antecedida
por ideologías filosóficas17.
La primera propuesta jurídico-política de derechos humanos es la Declaración de
Derechos de Virginia (EUA, 1776), a la que seguirá en el mismo año la Declaración de Indepen-
dencia de los Estados Unidos. Posteriormente, en 1789, se producirá la más nombrada De-
claración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Asamblea Nacional francesa. Estas
16 Utilizo ‘matriz’ en el sentido de molde en el que se gestan eventos. El molde puede ser trans-
formado por los procesos que se despliegan en su seno.
17 Las discusiones filosóficas se centran básicamente en dos puntos: la existencia de derechos
subjetivos (potestad humana e individual para reclamar algo como propio), cuestión planteada en
el siglo XIV y prolongada a los siglos XVI y XVII por la Escuela de Salamanca que señaló incluso
‘derechos del espíritu’ como el derecho a la libertad de pensamiento. El otro núcleo es propia-
mente la de una propuesta de derechos humanos ideológicamente ‘universales’ (Hobbes, Locke,
Rousseau) por ser naturales a la especie. M. Ignatieff y otros autores ligan la agitación por dere-
chos humanos con la campaña ‘moral’ para abolir el comercio de esclavos (Ignatieff: Los derechos
humanos como política e idolatría, Paidós, Barcelona, 2003, p. 37) en los siglos XVIII y XIX. Pero esta
campaña ‘moral’ tiene caracteres económicos y políticos.
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Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 79

declaraciones hicieron de los derechos subjetivos el centro del orden jurídico y social. Su
planteamiento se vincula con el principio de agencia en su versión liberal, la positivización
constitucional de estos derechos y el Estado de derecho (imperio de la ley) como reconoci-
miento y defensa del individuo ante las acciones arbitrarias determinadas por privilegios
de status. La socialización de la expresión “derechos humanos” se liga con la obra de T.
Paine: “Los derechos del hombre” (1791). Al vincularse con el principio de agencia (autono-
mía/responsabilidad), y con el desplazamiento de las figuras del vasallo y el siervo por
el de ciudadano, los derechos subjetivos se vinculan asimismo con el régimen moderno
de gobierno democrático, aunque esta institucionalidad poliárquica desplegará su propia his-
toria.
La segunda fase de reclamos por derechos humanos surge de la constatación,
durante el siglo XIX, de que las formaciones sociales modernas capitalistas proponían
una falsa universalidad humana18 puesto que sus instituciones básicas: familia, escuela,
trabajo/propiedad, régimen de gobierno, cultura, racionalidad, contienen sistémicamente
principios de discriminación/dominación. Dicho escuetamente, la compleja reproducción de
la dominación del capital supone la producción de ‘otros’ que o no son adecuadamente
humanos (mujeres y ancianos, asalariados, analfabetos, por ejemplo) o no lo son del todo:
las no-personas (en América Latina, pueblos indígenas, comunistas; hoy día, los ‘terroristas.
Los “desechables” creados por el imaginario de terror colombiano, etc.). Esto quiere
decir que las formaciones sociales modernas crean o inventan ‘derechos humanos’ y, en
el mismo movimiento, niegan la universalidad de algunos sectores sociales de la especie
mediante la categoría de no-persona. Sumariamente, estos sectores, a quienes el ‘orden’
político niega de diversas maneras su humanidad, constituyen “los otros”, o el Otro.19
No existe manera de imaginar un otro sin reparar en que surge desde una relacionali-
dad. De esta manera, derechos humanos, sentidos y reclamados desde los ‘otros’, abando-
na el imaginario ideológico filosófico de los individuos estancos o aislados, poseedores de
derechos naturales en ausencia de todo vínculo social, e imagina los derechos que reclama
como ligados a tramas (vínculos) sociales. Los primeros ‘otros’ en organización y lucha son
los trabajadores asalariados y las mujeres. No solo aspiran a ser ciudadanos plenos, sino
también a ser tratados como seres humanos completos en tanto obreros y mujeres. El imagi-
nario de este segundo reclamo por derechos humanos y su universalidad efectiva se cen-
tra, por ello, en la otredad o diferencia. Durante el siglo XX se sumarán a la reivindicación de
su ‘otredad’ (producida por el despliegue del capitalismo) los pueblos colonizados (africa-
18 El término conceptual es “universalismos”. Los ‘universalismos’ son políticamente falsos
por definición. Esto último quiere decir que no son, desde el orden que los propone y en ellos,
factibles.
19 Existe un lema, surgido en la colonización/conquista de América del Norte que condensa
bien la situación límite del Otro: “El único indio bueno es el indio muerto”. Sobre el Otro, la
lógica dominante llama a ejercer un poder despótico.
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nos y asiáticos, particularmente) y, al finalizar el siglo, los pueblos/etnias diezmados y ori-


ginales de América Latina. Esta segunda fase de reclamo por la integralidad, universalidad
e irrenunciabilidad de derechos humanos descansa en una racionalidad distinta a la de las
primeras demandas. Es sociohistórica y por ello política. La anterior fue histórico-política
aunque metafísica. La primera fase, muchos de cuyos factores se prolongan hasta el día
de hoy, puede valorarse ideológico-metafísica, animada por un iusnaturalismo racional (?)
construido a imagen y semejanza de los intereses de los propietarios y acumuladores de
capital. La segunda fase surge desde las diversas conflictividades sentidas y expresadas
por ‘los otros’, en el límite, las no-personas, que la acumulación de capital, con sus momen-
tos constructivos y destructivos, genera.
Sintetizando: el fundamento de derechos humanos es una matriz económico-so-
cial-cultural: la propia de las sociedades modernas y de las conflictividades que ella excita. Antes
de la emergencia de la sensibilidad e instituciones modernas solo encontramos antecedentes
de derechos humanos, todos ellos sugiriendo algún tipo de universalidad de la experiencia
humana o, al menos, alentando su posibilidad. En Occidente, la referencia central, pero
no única, es el imaginario cristiano en el cual todos los seres humanos son hijos de Dios
y llamados a la salvación aunque, en la versión más extendida en América Latina, solo
algunos, pocos o muchos, consigan esta última. Una determinada dignidad metafísica
(hijos de Dios), que nosotros (nuestras formaciones sociales) no producimos, nos hace
igualmente (aunque espiritualmente) humanos. Pero el clericalismo católico, por ejemplo,
no contiene ninguna aceptación doctrinal de derechos humanos en tanto autoproducción
sociohistórica y política, porque su imaginario, propio del Mundo Antiguo, enfatiza y
jerarquiza la sumisión universal a (su) Dios. Las formaciones sociales modernas promueven
conflictivamente, en cambio, la autoproducción de los seres humanos20 y su autoestima legíti-
ma derivada tanto de su libertad como de su responsabilidad. En el mismo movimiento, ge-
neran la necesidad de que los seres humanos, universalmente, se pongan en condiciones
de comunicar la legitimidad de su autoestima.
Es precisamente la cuestión de la autoestima ligada a la autoproducción mediante institu-
ciones sociohistóricas la que permite distinguir, en principio, fases cualitativamente diversas
en la demanda por derechos humanos y también tipos de derechos entre ellos. La primera
fase propone una mismidad universal falsa (universalismo), que hace de los individuos es-
tancos seres iguales, es decir con una (abstracta) misma dignidad. Estos derechos, centrados
en una inexistente, y no factible, mismidad, constituyen la versión oficial y dominante

20 Mediante el trabajo, por ejemplo, en el imaginario de la teoría económica clásica (A. Smith, D.
Ricardo). Esta autoproducción no resulta necesariamente incompatible con Dios, pero se abre a
un Dios que no exige la sujeción sino que creó seres humanos libres. Una absoluta sujeción huma-
na al capital, al Estado, a instituciones clericalizadas (en el sentido que se autovaloran ‘sagradas’)
o a cualesquiera producciones humanas, debería ser criticada, en el imaginario moderno, como
fetichismo o idolatría. El punto interesa a una teoría crítica.
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de derechos humanos. La otra, generada en el seno de los vínculos sociales que producen
las otredades sociales y humanas (discriminaciones), determinadas o reformuladas por la
acumulación de capital y sus expresiones culturales institucionales (como el colonialismo
o la fetichización del mercado), es política y culturalmente minoritaria (en términos de
fuerza social) y notoriamente invisibilizada por los centros de poder, como se advierte en
el cumplimiento de derechos económicos, sociales y culturales o en el tratamiento que se
da a las luchas por el reconocimiento de la diversidad de opciones sexuales o al diálogo
entre culturas acerca de derechos humanos. En la consideración del límite de estas otre-
dades encuentra su raíz el ecocentrismo actual, movilización y pensamiento gestados por
un rechazo de la valoración empresarial capitalista moderna que hace del medio y, por
extensión, de la Naturaleza y su diversidad vital, un espacio pretendidamente infinito de
acumulación de ganancias mediante la aplicación de una razón instrumental (fragmentaria,
‘científico’-tecnológica)) que descompone y anula al planeta tierra como hábitat. No es
raro que la demanda por la reproducción de una biodiversidad que permita la continuidad
de la especie humana en el planeta constituya hoy una de las banderas y frentes del reclamo
antisistémico por derechos humanos.21

2.3. Teoría crítica: derechos humanos y lucha social popular

Hemos destacado anteriormente que derechos humanos se sigue de luchas sociales que se
expresan en el marco de las formaciones sociales modernas capitalistas, ya en su momen-
to de gestación y configuración, ya en su fase consolidada y materialmente mundializada,
que puede ser considerada su situación actual. En la medida que orden y poder político
en las sociedades medievales estaban saturadas por los aparatos clericales y la divina natu-
ralidad del dominio del rey, la burguesía en ascenso recurrió a la intimidad del individuo (su
conciencia) aislado (fuera de todo vínculo de sumisión o vasallaje o anterior a ellos) para
imaginar y reclamar derechos humanos y avanzar, desde ellos, en la conformación de un
nuevo ‘orden’ político: constituir, organizar y administrar las formaciones sociales en su
beneficio particular. En el mismo movimiento declaró irracionales otras formas de sentir,
imaginar, pensar, producir y desear lo real, incluso derechos humanos. Generó y sostuvo
acerca de estos derechos, propuestos como un fundamento no removible de ‘su orden’,
una ideología naturalizante e individualista. Ella, bajo diversas versiones, sigue siendo la
oficial y dominante.
Sin embargo la realidad del mundo moderno y sus instituciones mostró una radical
distancia entre la universalidad e integralidad propuesta por la ideología de derechos hu-
manos y la existencia efectiva de las gentes y pueblos. En nombre de derechos humanos

21 De aquí que, en realidad, no exista un conflicto ni una oposición radical entre ecocentrismo y an-
tropocentrismo. Este último pasa por el primero. O el primero es factor y condición del segundo.
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se realizaban (y realizan) guerras imperiales y colonizadoras y agresiones neocoloniza-


doras y “humanitarias”. A pesar del “prestigio” de derechos humanos se tardó, durante
el siglo XX, 28 años en transitar desde las proclamas de Naciones Unidas a los Pactos
internacionales que les dan una relativa fuerza jurídica, aunque no asuman las distancias
irreductibles entre culturas ni las discriminaciones sociales ‘internas’, como las derivadas
de la repartición de la riqueza, de la vulnerabilidad del empleo o de las relaciones de sexo-
genero, generación y étnicas. También en contra de este mismo ‘prestigio’, la existencia
cotidiana, si nos fijamos en América Latina, muestra un amplio desprecio cultural por
derechos humanos, jurídicamente reconocidos, de los individuos y grupos de la pobla-
ción producidos como vulnerables22. En opinión de Boaventura de Souza Santos, mucha
violencia practicada en el Tercer Mundo es presentada e incluso exaltada como “costo
social del desarrollo”. Por supuesto, queda impune. Con parecido sentido, desde el último
tercio del Siglo XX y en la primera década de este siglo XXI, se asiste a una sistemática
manipulación mundial de los flujos informativos orientada hoy a la conformación y ma-
nipulación de públicos y espectadores y a su transformación en consumidores o efectivos
o expectantes. En este universo los logros en derechos humanos lucen escasos, aislados
y débiles ante el avance de un totalitarismo inherente a la organización capitalista de la existencia.
La tortura, incluso contra niños, fue fácilmente legitimada por la colusión de Gobiernos
poderosos y medios masivos ignorantes/sumisos en el marco de la guerra global pre-
ventiva contra el terrorismo. Pese a las denuncias y algunos rasgamientos de vestiduras,
sus principales responsables quedan impunes. Los aparatos clericales, mayoritariamente,
callan. O sea, apoyan.
22 Costa Rica, la democracia ‘más antigua’ de América latina y un país que proscribió el ejército,
ofrece un caso límite de este desprecio: un inmigrante nicaragüense, drogodependiente, indocu-
mentado y que vivía de limosnas, ingresó en la noche y con un amigo al patio de una propiedad
privada. Dos perros guardianes lo atacaron y dieron muerte en un ataque que se prolongó alre-
dedor de una hora. Fueron testigos del ataque el guardia privado de la propiedad, el dueño de los
perros, 10 oficiales de policía y una veintena o más de vecinos atraídos por el ‘espectáculo’. Nadie
hizo nada por salvar a la víctima. El propietario de las fieras señaló que “nadie tocaba a sus pe-
rros”. Los vecinos cruzaron apuestas respecto del tiempo que demorarían los animales en matar
al nicaragüense (Natividad Candia) e hicieron chistes racistas sobre los “nicas”. Candia fue des-
pedazado. Su familia, gente muy humilde, llevó el caso a los Tribunales de Justicia. Los fiscales se
esmeraron en probar que nadie tuvo responsabilidad ninguna en la muerte de Candia y los jueces
fallaron alegremente total absolutoria. Posteriormente, un artista plástico presentó en una mues-
tra regional a un perro amarrado al que no se alimentaba. Se dice que el perro murió (a ningún
espectador se le ocurrió darle agua y alimento). La prensa costarricense se hizo eco de la condena
“generalizada” por la crueldad del artista cuyo arte consistía en matar al perro. En apariencia este
‘perro’ era alguien. Natividad Candia, en cambio, era, para los costarricenses, una no-persona. Na-
rro el caso porque condensa bien la sensibilidad cultural de las instituciones, en un país ‘civilizado’,
acerca de derechos humanos. El suceso ocurrió a finales del 2005.
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Derechos humanos han surgido siempre como propuesta y demanda desde el


conflicto y la violencia, incluyendo las guerras. En este sentido, su vínculo con la paz y la
educación para la paz es deseable, pero a la vez fuertemente ideológico, en el sentido de
enmascarador. El ‘orden’ político actual es conflictivo y radicalmente deshumanizante. Se
trata de un tipo extremado de ‘desorden’ para muchos, la mayoría y, si se lo discute, quizás
para todos. No puede sorprender entonces que durante más de un siglo hayan surgido
nuevas luchas, protestas y demandas por derechos humanos de una calidad y rango dis-
tintos a los que fueron consagradas constitucionalmente durante el siglo XVIII.
Si las primeras luchas tuvieron conducción burguesa, las segundas podemos con-
siderarlas genéricamente populares.
‘Popular’ es aquí una categoría objetiva, subjetiva y orgánica, o sea enteramente
política. Objetivamente designa a los individuos y personas producidos socialmente como
‘otros’, es decir situacional y estructuralmente discriminados. Subjetivamente, remite a su
capacidad social de reclamo y respuesta. Para ser efectiva, esta capacidad de respuesta,
además de testimonial23, debe ser organizada y constante. Una acción de denuncia y propues-
ta tanto respecto de situaciones y casos como de sus vínculos sistémicos y estructurales.
Testimonial, objetiva y subjetiva. También ‘sujetiva’, porque con sus acciones los sectores
populares van ejerciendo su principio social de agencia y van alcanzando, siempre en proceso,
su estatura de sujetos sociales y productores (inventores, si se quiere) de cultura liberadora.
La lucha popular debe intentar constituir un espacio cultural o civilizatorio alternativo al
reinante, una sensibilidad alternativa. Sin ella, sus éxitos serán solo puntuales y podrán ser
siempre revertidos. Por este último alcance, las luchas populares deben darse a sí mismas
una teoría, o sea una asunción/explicación conceptual y pasional de la totalidad social y del
específico lugar, papel y función que o en su reproducción o en su cambio radical tienen los di-
versos sectores populares en lucha. En breve, las luchas populares no solo deben vencer,
sino también convencer culturalmente. La lucha misma debe darse la forma de un esfuerzo
comunicativo en el seno de un emprendimiento que ‘debería’ comprender a todos24.
De modo que la lucha social popular por sí misma no ‘produce’ derechos huma-
nos si no traspasa su legitimidad o, lo que es lo mismo, amplia y refuerza, al convocar a
otros, una cultura de derechos humanos. Esta observación facilita comprender el fracaso de
la propuesta individual-metafísica sobre estos derechos. No es comunicable a ‘otros’ que

23 Utilizo ‘testimonial’ en un sentido fuerte. La acción de los grupos populares debe expresar
una forma de vida (alternativa), aunque sea de manera incipiente o tendencial, de modo que sus
acciones de lucha y formas de organización y racionalidad pueden ser ofrecidas a otros sectores
populares y los convoquen a dar sus propias luchas. ‘Testimonial’ reúne así la vivencia, el deseo de
transformaciones radicales y la capacidad de comunicación popular.
24 Una lucha particular por derechos humanos inevitablemente debería abrirse a todos, es decir a
la universalidad diferenciada de la experiencia humana. Si no logra convencer a ‘otros’ de esto, no
se constituye como una lucha legítima, en el sentido de legitimable, por derechos humanos.
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no sean actores dominantes en las instituciones burguesas o que, no perteneciendo a ellos,


hayan incorporado su sensibilidad ‘liberal’25. Por ello, sin considerar aquí la historia de
culturas no-occidentales, no genera una sensibilidad generalizada, excepto por reclamo a
su incumplimiento, hacia derechos humanos. De esta manera, no produce humanidad o
la que produce es estanca, particularizada, y no puede ofrecerse a otros (sectores sociales,
culturas).
Pero también el punto facilita comprender la razón por las que se torna necesaria
una teoría crítica (que no puede ser sino popular en el sentido descrito anteriormente) de de-
rechos humanos. El ‘orden’ político de la organización capitalista de la existencia enuncia de-
rechos humanos, de hecho los inventó, pero no puede cumplirlos. Derechos humanos no
son factibles dentro de la organización capitalista de la existencia. El ‘orden’ capitalista,
leído con benevolencia, ni quiere ni puede potenciar las instituciones que promoverían universalmente
personas con autonomía y autoestima ni tampoco puede generar comunicación efectiva entre diversos. Sus
instituciones básicas son la propiedad privada (a la que articula y refuerza con el sexismo
patriarcal, de antigua data), la mercantilización de todas las producciones humanas, la
producción no de seres humanos sino de públicos reificados y consumidores y las diversas y
brutales desagregaciones sociales y culturales de las que responsabiliza a los desagregados
(losers o “perdedores”). Un ‘orden’ que requiere para funcionar política y culturalmente
“enemigos” y que tampoco puede económica y socialmente dejar de producir “otros”, ca-
rece de la capacidad para sostener con coherencia un discurso que contemple derechos
humanos efectivos.
Es por ello que la producción de una cultura y de una civilización de derechos hu-
manos aparece ser impulsada por luchas populares. En su momento, los propietarios tam-
bién fueron sectores ‘populares’ y enfrentaron a los grupos cuya dominación les parecía
intolerable para sus intereses. De modo que no se trata de ninguna novedad. Las luchas
populares, a su vez, requieren de una teoría crítica acerca de derechos humanos (los pro-
pietarios se dieron ideologías filosóficas) cuyo referente de conocimiento es la efectividad o
incidencia (social, humana, cultural) de sus mismas luchas. Una lucha popular no excluye a
nadie que desee testimoniar su compromiso en y con ellas.
Conviene aquí precisar los factores que se articulan en una lucha social popular y
alternativa por derechos humanos en su doble alcance de reclamos particulares y al mismo
tiempo por una cultura de derechos humanos. Las luchas sociales populares tienen como pro-
25 C. B. Macpherson sostiene un interesante alegato en su estudio sobre la teoría política del
individualismo posesivo sobre este punto. Muestra que los “levellers” ingleses (“niveladores”, si-
glo XVII), en su demanda de un sufragio ‘universal’ excluían explícitamente a los ‘sirvientes’ (hoy
trabajadores asalariados) y a los mendigos. Como liberales, los ‘niveladores’ veían que estos grupos
no patentizaban moralmente el humano ‘principio de agencia’ (Macpherson, cap. III, Teoría política
del individualismo posesivo, Fontanella, Barcelona, 1979). Los demócratas ‘niveladores’ no fueron los
únicos que sostuvieron esta opinión.
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cedimiento, matriz organizativa y finalidad las autotransferencias de poder. Por ejemplo, desde
el poder de Dios, materializado en las instituciones de la monarquía y los aparatos clericales, a
los diversos segmentos que sufrían y resentían ese poder (señores feudales, comerciantes,
burguesía emergente, etc.) y procuraban autonomía económica y política para alcanzar sus
intereses particulares. Las ideologías filosófico-jurídicas sirvieron en ese momento para
convocar a otras fuerzas sociales a la lucha. O, en otro ejemplo, desde la dominación patriarcal,
materializada en instituciones económico-político-culturales, como la familia o la escuela,
hacia y por la autonomía26 y autoestima de las mujeres, niños, jóvenes y ancianos que
son producidos como vulnerables y dependientes por ese imperio. Las autotransferencias
de poder implican la producción de identidades efectivas27 en tanto expresan autonomía y
autoestima y la capacidad/alegría de comunicarlas. Las luchas populares trasuntan la sensi-
bilidad de una fiesta.
La alegría inherente a las luchas populares no debe llamar a engaño. Estas luchas
pueden ser parlamentarias o extraparlamentarias. Ambos tipos de lucha contienen violencia
en tanto la acción violenta es relacional y es nombrada y caracterizada como tal por los gru-
pos y actores que detentan dominios y practican las discriminaciones. Las luchas populares
contienen por ello violencia legítima y constructiva. Es legítima por inevitable (no arbitraria),
aunque puede resultar ilegal, y porque resulta del rechazo de la comunicación y el diálogo
por parte de quienes desean preservar su capacidad para discriminar. La violencia popu-
lar legítima no necesariamente se centra en persecuciones, liquidaciones y guerras, pero
puede contenerlas. La posibilidad de que las luchas populares por autotransferencias de poder no
contengan violencia está dada por la no factibilidad de que los imperios institucionali-
zados en las sociedades modernas cedan sus posiciones y admitan alternativas radicales sin
necesidad de ser coaccionados. Hasta el momento, esa actitud nunca se ha presentado28.
Si se presentase, como tendencia, las luchas populares podrían ser no-violentas29. Por
26 La autonomía humana o de los sectores sociales e individuos es siempre relativa, como toda
experiencia humana. Esto porque aunque consiste en construirse desde uno mismo se hace siem-
pre en relación con otros y en medios que nunca se consigue dominar enteramente. ‘Relativo’, por
tanto, es condición inevitable de la experiencia humana, no algo negativo cuya correlato ‘positivo’
sería absoluto. Lo relativo, en realidad, es sociohistórico. Y lo ‘absoluto’, metafísico.
27 La producción de identidades efectivas, mediante la critica material de las identificaciones
inerciales, o provistas por el sistema de dominaciones, constituye un eje central de sentido de las
luchas populares.
28 Observando una manifestación de altermundistas que enfrentaba una represión policial que
resultó criminal, Anthony Blair, una personalidad altamente “educada” del mundo político, gri-
taba: “¡Están locos, están locos!” El mundo determinado por la lógica excluyente y depredadora
de la acumulación de capital no admite ni protestas ni alternativas. Se autodeclara el único mundo
factible.
29 En un sentido más radical que el que se atribuye a Gandhi o a Martin Luther King Jr. (no-
violencia activa). Sin duda los políticos y militares ingleses consideraban que las huelgas de hambre
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supuesto, se habla aquí de procesos, no de hechos puntuales. Y de lo que efectivamente


existe, no de ‘buenos’ deseos.
Las luchas populares necesitan asumirse a sí mismas bajo las formas de una sensi-
bilidad compartida (emprendimiento común y abierto a otros y a todos), una comprensión del
carácter sistémico y procesual de la lucha (no puramente puntual) y un imaginario utópico en el
sentido de referencias que, convocando a un mundo distinto, iluminan y guían. Estos tres
momentos están insertos en los procesos de autotransferencia de poder. Por ello no pueden
ser aprendidos en libros (aunque se pueda dialogar existencialmente con ellos) ni trans-
formados en doctrinas o dogmas (factores en último término de dominación). Se trata de
prácticas en procesos que aprenden desde sí mismos. Sensibilidad, comprensión e imaginario
popular, aprendizaje, forman parte del proceso de producir para sí y para otros, con
otros, identidad y autoestima. Resultan decisivos, entonces para comunicar el testimonio de
lucha y para convocar a otros sectores de vulnerables a dar sus propios combates.
Las luchas populares deben aspirar a materializarse su ethos (sensibilidad parti-
cular con oferta de universalidad) en todas las instituciones sociales, no únicamente en
los códigos jurídicos y procedimientos judiciales. Lo que se pone en juego en las luchas
populares es el sistema social y la (s) cultura (s) que lo expresa y potencia su reproducción,
no el sistema legal que es solo un subsistema particular y que es función de los imperios
estructurales. Sin duda obtener la judicialización de derechos es importante, pero ello no
finaliza la pugna. Obtener una judicialización (positivización de derechos en tanto capa-
cidades y fueros vinculantes) debe ser entendido como un momento del combate, pero
el carácter de ese momento demanda la continuidad de la lucha misma. No sostener la lucha
(denunciando, exaltando, precisando, aprendiendo) puede conducir a la no efectividad
de la norma o del mandato judicial o a su liquidación por desuso, o a su reversión. Es la
incidencia cultural de la lucha, y sus efectos en las lógicas institucionales, lo que precipita
o decanta la efectividad de una normativa legal y la eficacia social de su cumplimiento30. Y la
incidencia cultural popular llama al tiempo largo y a la constancia y tenacidad porque, al ser
contra hegemónica, se mueve en intersticios, se gesta como inicial lucha de minorías, luce
como un sueño.

de Gandhi o el “verse obligados” a romper las cabezas de los indios en sus manifestaciones, les
hacía violencia. De igual forma, el asesinato de Martin Luther King Jr. muestra que para los racis-
tas y otros sectores de la sociedad estadounidense las “marchas” “sueños” y boicots animados por
este último eran una forma de guerra y que “muerto el perro se acabaría la rabia”. Muchas de las
acciones no-violentas inspiradas en estas personalidades resultan ilegales. De modo que una teoría
crítica de derechos humanos está obligada a reposicionar los vínculos entre legalidad, ilegalidad y
violencia. El orden legal vigente sin duda puede ser extremadamente violento y no punible.
30 En un ejemplo, no se trata de que el circuito judicial haga ahora resoluciones “a favor de los
vulnerables”, sino de democratizar y tornar transparente el opaco sistema judicial imperante. Esto
sólo lo puede conseguir la incidencia ciudadana y social de los hasta hoy discriminados.
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Las luchas populares que buscan incidencia cultural, como es el caso de las que
se centran en derechos humanos “para otros”, no deben estar nunca satisfechas consigo
mismas, con sus logros. Su meta de largo plazo, la producción de una única, aunque
diversa, especie humana política y cultural que tendencialmente no contenga discrimina-
ciones (aunque se den en ella conflictos), es susceptible, como toda empresa humana, de
deslices, errores y desviaciones, inadvertencias que pueden conducir a la reproducción de
las dominaciones existentes o a la creación de nuevas dominaciones. Construir una sensi-
bilidad socio humana alternativa por liberadora, y con ella la capacidad de comunicarla con
efectividad, resulta particularmente complejo, en especial en sus momentos iniciales.
Recojo aisladamente, sin hacerle justicia y como ejemplo, una sentencia de uno
de los autores comprometido con una teoría crítica de derechos humanos. Señala: “Una
teoría crítica de los derechos humanos --como forma occidental de lucha y práctica so-
cial-- puede, si se cruza con la realidad, servir como acicate para la construcción de un
mundo mejor”.31
La formulación de la sentencia, no necesariamente su espíritu, está afectada por
los estereotipos de la dominación: “…Una teoría crítica (…) si se cruza con la realidad”,
es una condensación del mito de la modernidad dominante acerca de que la teoría (dis-
ciplinar, usualmente) no forma parte directamente de ‘la’ realidad existencial y por ello
no es política (o sea no incide en el ‘orden’ social). Para este imaginario existen cientistas,
tecnócratas y políticos y otros ‘especialistas’, además y afuera (y también por encima) de
la “gente común”, ‘dueñas de casa’, por ejemplo, cuya existencia, la de estos últimos,
no requiere de ‘teoría’ alguna. Ahora, las ‘teorías’, todas, forman parte de lo real-social
y humano. Surgen desde la realidad social y contribuyen de diversas formas con la repro-
ducción del orden que las requiere y legitima. Las teorías son políticamente funcionales
o disfuncionales. Las últimas, las surgidas en el seno de los imaginarios populares, se
valoran ilegítimas por groseras e irracionales en relación con el ‘orden’ (suele agregarse
‘epistemológico’) de las sociedades modernas.
Luego, las teorías, y también las ideologías, que aquí no discutimos, cualesquiera
sean, no pueden dejar de ‘cruzarse’ con la realidad o, mejor dicho, no se cruzan con ella
porque son constitutivas de su representación y reproducción humanas y porque han sido
constituidas por esta realidad y para ella. Las teorías se constituyen como un cruce. Las
‘teorías’ no son algo exterior a los conflictos de la sociedad que las produce y requiere. De
hecho, ninguna producción humana es ‘exterior’ a las tramas sociales en las que se gestan
y ninguna está ‘por encima’ de ellas. Que la realidad socio-humana sea compleja, es otro
asunto. Si el inevitable vínculo con su realidad compleja puede predicarse de las teorías
en general, y de las de la dominación en particular, el punto es particularmente fuerte
en lo que se refiere a la teoría crítica. Ésta surge tornando explícito su compromiso con la

31 J. Herrera Flores: Los derechos humanos como productos culturales, Cátedra, Madrid, 2005, p. 34.
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realidad social y algunos de sus sectores. No se “cruza” aleatoriamente con la realidad


popular sino que la expresa en su nivel propio y está orgullosa de las raíces sociales que
le confieren existencia.
El punto es que cuando se afirma un “cruce” eventual de las teorías con su rea-
lidad se está reproduciendo la mística clasista y sexista de las sociedades capitalistas y el
‘orden’ de su división social y técnica del trabajo. Así como en las sociedades antiguas
Dios existía, incontaminado, fuera del mundo, en las sociedades modernas las ciencias y
los discursos ‘teóricos’ están fuera del mundo, en especial la Economía, incontaminadas de
intereses particulares y de conflictos (son “universales”, al igual que las tecnologías; uni-
versal se traduce aquí como “neutras”). Y si la Economía, como la Física-Matemática, lo
está, también podrán estarlo los circuitos financieros (con independencia de los ‘errores’
de los banqueros) porque operan en términos de una racionalidad pura. Como se advierte,
el sesgo conduce y se basa en una percepción mística, de la razón y de las instituciones,
alejada de la autoproducción humana y ante la cual la gente común no puede decir pala-
bra ni iniciar, sin pecar de ignorante y mentecata, acción de defensa ninguna. Se trata de
un sesgo “místico”, pero con incidencia política.
“Acicate” en español, tiene al alcance de una incitación o estímulo a la vez débil y
exterior. Existe un incitador y los incitados. Un acicateador y los acicateados. El incitador
puede no estar excitado por aquello a lo que incita. Es lo contrario de una pareja de
enamorados en los cuales la mutua interpenetración excita a ambos. Nadie mira su relación
de amor desde fuera. Aunque lo hemos indicado ya de muchas maneras, la teoría crítica se
acerca más a un vínculo amoroso que a un acicate. Los sectores populares deben sentir
como propios e insustituibles sus “acicates”, incluidas sus teorías críticas, para poder testimo-
niar de muchas formas convincentes sus obligaciones de resistencia y el vigor humano de
las propuestas materializadas en sus luchas organizadas. Una teoría crítica popular no es
nunca un acicate, sino una forma de estar socialmente en el mundo, de vivirlo, aprenderlo
y de pelearlo.
Las anteriores observaciones, enteramente puntuales32, confirman algo previamen-
te apuntado: una teoría crítica de derechos humanos supone una determinada antropología:
estar en el mundo (y serlo) para “aprenderlo” socialmente y comunicarlo liberadoramen-

32 Me brinco, en el texto central, que el autor de la referencia remite a “los derechos humanos”.
La ausencia o presencia del artículo determinativo “los”, y sus alcances políticos, debería ser sufi-
cientemente conocida. “Los derechos humanos” expresa la convicción de los grupos dominantes
de que se trata de un proceso acabado, centrado en derechos de ‘primera generación’ (se enfatizan
algunos) y de cuya realidad ni siquiera se debe discutir. Constituirían realidades evidentes. Suprimir
el “los” (cosa que hace, por ejemplo, la declaración de derechos humanos de Naciones Unidas
(1948), contiene el mensaje de que derechos humanos constituyen una producción sociohistórica,
se expresan como un proceso y no se agotan en una listado. Salta a la vista que una teoría crítica
de derechos humanos debe optar, discutiéndola, por esta segunda opción.
ISSN 1889-8068
Teoría crítica y derechos humanos. Una lectura latinoamericana 89

te, antropología que se prolonga en una actitud socio-política a la vez testimonial y utópica:
avanzar en la producción política y cultural de una única humanidad que pone de mani-
fiesto su voluntad de producir humanidad a través del reconocimiento y acompañamiento
de una diversidad que excluye la discriminación y con ello las diversas modalidades socio-
históricas de imperio humano. Se trata de tendencias y de procesos cuya realización no
está a la vuelta de la esquina. Se trata de un aprendizaje moroso y fino que comunica y acu-
mula. Se trata hoy de muchas pequeñas y cuidadosas tareas de construcción de poder local
(aproximación, espacios de encuentro, espacios de discusión, espacios de organización,
tareas) que expresan y avisan las alternativas necesarias y que, al testimoniar nuevas maneras
de estar en el mundo, de sentirlo, hablarlo, pensarlo y serlo, buscan crear las condiciones para
tornar posible lo políticamente prohibido y factible lo que hoy se presenta por las fuerzas
dominantes y sus instituciones como desatinado sueño: un ser humano apropiado de sí que
se ofrece a otros para aprender a ser en condiciones que nunca determinará por completo.

ISSN 1889-8068

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