El Barroco 3 Eso
El Barroco 3 Eso
El Barroco 3 Eso
- Alta mortalidad
- Despoblación del campo y masificación de las ciudades
- Tensiones sociales y religiosas
Paradójicamente, este siglo de crisis y decadencia es, a la vez, de un prodigioso esplendor artístico y
literario: el Barroco
2. EL BARROCO
También el estilo literario responde al derrumbamiento del equilibrio renacentista. Rasgo esencial es
el frenesí por exprimir las posibilidades del lenguaje, bien sea desde el conceptismo, bien sea desde el
culteranismo, las dos tendencias poéticas que tradicionalmente se han distinguido en el Barroco
(compárese el soneto de Garcilaso y Góngora de temas anteriores).
1
Los reyes gobiernan por medio de validos o primeros ministros (como el duque de Lerma o el conde-duque de Olivares).
2
Guerra con los Países Bajos, independencia de Holanda, entrega a Francia del Rosellón, Cerdaña y Artois, sublevación de
Cataluña y Portugal, que también alcanzó la independencia…
POEMAS DE GÓNGORA
3
Leteo: río del Hades cuyas aguas, que Góngora supone oscuras,
infundían el olvido en quien las bebía o atravesaba.
4
Proceloso: borrascoso, tempestuoso.
5
En los Prineos, según Diodoro (historiador griego del siglo I a.C), “se
encendió fuego por descuido de unos pastores, que abrasó todo el
monte, de modo que se derritieron las minas de plata, oro y plomo en
tanto grado que corrían arroyos de metal”. Además, adusto significa en
latín quemado (adustus); Góngora identifica al cíclope con un monte
surcado por ríos y torrentes.
6
En la mitología griega, una ninfa es una deidad menor de la naturaleza,
típicamente asociada a un accidente geográfico o lugar concreto.
Diferentes de los dioses, las ninfas suelen considerarse espíritus divinos
que animan la naturaleza, y son representadas en obras de arte como
hermosas doncellas, desnudas o semidesnudas, que aman cantar y
bailar. Se creía que moraban en la tierra: en arboledas, en las cimas de
montañas, en ríos, arroyos, cañadas y grutas, vigilando amablemente el
destino de los mortales. A lo largo de los mitos griegos actúan a
menudo como ayudantes de otras deidades principales, como el
profético Apolo, el juerguista dios del vino Dioniso y dioses rústicos
como Pan y Hermes. Los hombres les ofrecían sacrificios y con
frecuencia eran el objetivo de los sátiros.
7
Hace referencia a la creencia de que las flores, para hacer ramilletes,
siempre deben cogerse antes de que salga el sol, pues así tienen un olor
más suave.
8
Grave: majestuosa.
9
Juno (diosa romana del matrimonio) había engastado los múltiples ojos
de Argos (un gigante de cien ojos) en el plumaje del pavo real (de ahí
que el animal esté consagrado a esa diosa).
2.2.2. Quevedo
Francisco de Quevedo nació en Madrid en 1580. Nadie como él representa el vitalismo
frustrado y el desengaño característicos del Barroco. Estos son los principales temas de su poesía:
a) Poesía metafísica
Encierra su sentimiento trágico de la vida, que para Quevedo es breve; tiene como principal
enemigo al Tiempo, que todo lo destruye y que nos lleva a la muerte y al desengaño.
b) Poesía moral, religiosa y política
Contra la corrupción del mundo, contra la vanidad; influenciada por el estoicismo (doctrina
que aconseja resignarse y aceptar serenamente el dolor que nos produce la vida).
c) Poesía amorosa
Empieza centrada en los tópicos del amor cortés y del petrarquismo, para ir poco a poco
superándolos y dándonos una visión paradójica del amor: gracias a él vencemos la angustian
que nos produce vivir (para morir), pero al mismo tiempo, ideal inalcanzable, que se
desvanece como un sueño, imposible.
d) Poesía satírica y burlesca: feroz, despiadada, que se burla del amor, de la vida y hasta de la
muerte.
Clasifica temáticamente los siguientes poemas de Quevedo y justifica tu respuesta
10
La amarillez continuada del rostro era señal de enamoramiento. Vencida de la edad sentí mi espada,
11
Como un oro: hermoso. y no hallé cosa en que poner los ojos
12
Alude, de nuevo, al color amarillento (véase nota 15) que no fuese recuerdo de la muerte.
13
Fuero: ley.
14 19
Principales: nobles. Se refiere al dios Cupido.
15 20
Debe entenderse también en sentido metafórico: “porque en las venas Humor: sangre.
(vetas de las minas) de Oriente (de metales preciosos), todas las sangres 21
Cuidado: preocupación.
(el oro) son reales (monedas valiosas)”. 22
16
Antaños: tiempos pasados.
La hora de la muerte será agradable para el alma (lisonjera), pues la 23
Asiste: está presente.
libera (desatará) de la cárcel del cuerpo. Se muestra aquí una idea de la 24
filosofía platónica, la dicotomía alma/cuerpo, antivitalismo muy en Un punto: un momento.
25
consonancia con el pesimismo barroco. Pañales y mortaja: nacimiento y muerte (metonimia)
17 26
Dejará: olvidará. La vida es una sucesión de muertes.
18 27
La ley de la muerte, que impone el olvido. Valentía (sujeto de caduca): Fuerza o vigor.
2.2. La prosa en el XVII.
La prosa en el siglo XVII está dominada por la novela picaresca, de la que ya vimos sus principales
características al hablar de la narrativa del XVI:
- Narración autobiográfica: implica subjetivismo y que todos los episodios tengan un sentido, para
mostrar el “proceso educativo” del héroe, que siempre busca ascender socialmente (PRESENTE –
PASADO – VUELTA AL PRESENTE)
- El protagonista, más que un héroe, es un antihéroe, el pícaro: de padres sin honra, no le mueve ningún
ideal espiritual, ni la fama o el honor; sólo le interesa sobrevivir a las duras condiciones de vida del
siglo XVI y XVII. Es listo, sin oficio, roba o vive a costa del prójimo, escaso sentido moral, víctima
de sus propios ardides
- La acción transcurre en un tiempo (el siglo XVI y XVII) y en lugares (Toledo, Salamanca, etc.)
fácilmente reconocibles por el lector de la época
- Carácter subversivo de la novela picaresca: la vida de cualquier persona (no sólo los caballeros, o los
nobles) es digna de ser narrada; el hecho de que el pícaro intente ascender socialmente (y en ocasiones
lo consiga) es una carga de profundidad contra el pensamiento religioso, social y político de la época.
- Principales novelas picarescas: El Lazarillo (siglo XVI) y el Guzmán de Alfarache (siglo XVII)
Texto 1: El Lazarillo
Suplico a Vuestra Merced reciba el pobre servicio de mano de quien lo hiciera más rico si su poder y
deseo se conformaran. Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso,
parecióme no tomarle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, y
también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con
ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a
buen puerto.
La justicia no se descuidaba de buscarnos (…) Yo que vi que duraba mucho este negocio y más la fortuna
en perseguirme (…) determiné (…) de pasarme a Indias (…) a ver si, mudando mundo y tierra, mejoraría
mi suerte. Y fueme peor, como Vuestra Merced verá (…), pues nunca mejora su estado quien muda
solamente de lugar, y no de vida y costumbres.
Lee el siguiente texto de El Buscón de Quevedo y relaciónalo con otros
textos y obras que hayamos visto durante el curso:
Yo, señor, soy de Segovia. Mi padre se llamó Clemente Pablo, natural del
mismo pueblo; Dios le tenga en el cielo. Fue, tal como todos dicen, de oficio
barbero (…) Dicen que era de muy buena cepa, y, según él bebía, es cosa
para creer.
Estuvo casado con Aldonza de San Pedro (…) Sospechábase en el pueblo que
no era cristiana vieja (…) Tuvo muy buen parecer, y fue tan celebrada, que, en
el tiempo que ella vivió, casi todos los copleros de España hacían cosas sobre
ella.
Padeció grandes trabajos recién casada, y aun después, porque malas lenguas
daban en decir que mi padre metía el dos de bastos para sacar el as de oros 28.
Probósele que, a todos los que hacía la barba a navaja, mientras les daba con
agua, levantándoles la cara para el lavatorio, un mi hermanico de siete años les
sacaba muy a su salvo los tuétanos de las faldriqueras 29. Murió el angelico de
unos azotes que le dieron en la cárcel. Sintiólo mucho mi padre, por ser tal que
robaba a todos las voluntades.
Por estas y otras niñerías, estuvo preso; aunque, según a mí me han dicho
después, salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos
cardenales (…)
Mi madre, pues, no tuvo calamidades. Un día, alabándomela una vieja que me
crió, decía que era tal su agrado, que hechizaba a cuantos la trataban. Sólo diz
que se dijo no sé qué de un cabrón 30 y volar, lo cual la puso cerca de que la
diesen plumas con que lo hiciese en público. Hubo fama que reedificaba
doncellas (…) Unos la llamaban (…) por mal nombre alcahueta (…)
Hubo grandes diferencias entre mis padres sobre a quién había de imitar en el
oficio, mas yo, que siempre tuve pensamientos de caballero desde chiquito,
nunca me apliqué ni a uno ni a otro (…) diciendo (…) que me pusiesen a la
escuela, pues sin leer ni escribir, no se podía hacer nada.
28
Metía dos dedos para robar monedas
29
Bolsillos
30
Símbolo del demonio
2.2.1. El Quijote
En 1605 aparece la primera parte (El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha); la segunda
parte (El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha) se publica en 1615; juntas, representan la obra
cumbre de nuestra literatura y una de las más importantes de la literatura universal. Con el Quijote se
inicia la novela moderna tal y como hoy la conocemos.
¿Por qué? Porque con los antecedentes del Lazarillo y del Guzmán de Alfarache, Cervantes logra
una novela en la que, superando la sensación de mera sarta y acumulación tan frecuente en la
narrativa de la época, todos sus elementos, (personajes que evolucionan, tiempo, espacio, narradores
(múltiples), motivos, perspectivismo, etc.) se supeditan a los restantes para conseguir una obra única, la
primera novela moderna.
1) Conflicto vida/ literatura: don Quijote escoge un modelo de vida literario, el de caballero
andante, imposible de realizar, por eso se produce
2) la parodia de los libros de caballerías, considerados en la época como nocivos para los lectores
incultos que tomaban por verdaderos sucesos completamente inverosímiles.
3) A Cervantes le preocupa mucho la verosimilitud de lo que cuenta, sin renunciar a conseguir la
admiración del lector; por eso don Quijote se mueve por un espacio (los campos de la Mancha,
Aragón, Barcelona) y un tiempo (el siglo XVII) fácilmente reconocibles para el lector de la
época.
4) Así, el Quijote se convierte en un fiel documento social del siglo XVII, en el que están presentes
todos los estamentos sociales, todos los oficios, las costumbres e incluso todas las formas
literarias de la época (sobre las que Cervantes reflexiona a través del diálogo y los discursos de
los personajes).
5) La libertad, considerada fundamentalmente como posibilidad de elección, para los personajes
(¿es don Quijote un loco o alguien lo suficientemente valiente para vivir como él quiere?) y para
el lector, que tiene que decidir qué es verosímil y qué no en la novela, gracias al perspectivismo.
El perspectivismo ofrece distintos puntos de vista sobre un mismo tema (la literatura, la amistad, el
amor…). Cervantes no nos da, como sí hacían la mayoría de obras literarias del XVI y XVII, una única
visión de las cosas. No pretende moralizar ni adoctrinar. ¿Cómo lo consigue Cervantes?
1) Mediante la variedad de personajes y el diálogo entre ellos, en los que se confrontan diversos
puntos de vista (lo que los individualiza y hace verosímiles).
2) Mediante el juego de autores/narradores que Cervantes despliega en el Quijote. El Quijote sería
un juego literario en el que hay que aceptar la existencia de varios responsables de la historia de
don Quijote tal y como nos ha llegado. Así, tenemos:
- Al narrador de los ocho primeros capítulos, que deja la historia a medias porque no encontró
más escritos en los que documentarse.
- A Cide Hamete Benengeli, historiador autor de la Historia de don Quijote de la Mancha,
escrita, por supuesto, en árabe.
- Al “segundo autor” que encuentra el manuscrito de Cide Hamete (que sería el primer autor) y
lo manda traducir, añadiendo, suprimiendo y reescribiendo posteriormente la traducción a su
antojo.
- Al morisco aljamiado que traduce del árabe al castellano el manuscrito de Cide Hamete.
Cervantes obliga al lector a tener que decidir qué creer o no de la historia de don Quijote, qué es verosímil
y qué no lo es. Le obliga a ser crítico con lo que lee (no como las novelas de caballerías, en las que, según
sus autores, todo lo que decían era verdad y el lector sólo tenía que preocuparse de entretenerse).
¿Qué elementos del Quijote están presentes en los siguientes textos?
Capítulo IX
Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron
Dejamos en la primera parte desta historia al valeroso vizcaíno y al famoso don Quijote con las espadas altas y
desnudas, en guisa de descargar dos furibundos fendientes, tales, que si en lleno se acertaban, por lo menos, se
dividirían y fenderían de arriba abajo y abrirían como una granada, y en aquel punto tan dudoso paró y quedó
destroncada tan sabrosa historia, sin que nos diese noticia su autor dónde se podría hallar lo que della faltaba.
Causóme esto mucha pesadumbre, porque el gusto de haber leído tan poco se volvía en disgusto (…).
Parecióme cosa imposible y fuera de toda buena costumbre que a tan buen caballero le hubiese faltado algún sabio
que tomara a cargo el escribir sus nunca vistas hazañas, cosa que no faltó a ninguno de los caballeros andantes, de
los que dicen las gentes que van a sus aventuras (…)
Estando yo un día en el Alcaná de Toledo, llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos a un
sedero; y como yo soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado desta mi natural
inclinación, tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía, y vile con caracteres que conocí ser arábigos. Y
puesto que aunque los conocía, no los sabía leer, anduve mirando si parecía por allí algún morisco aljamiado que
los leyese, y no fue muy dificultoso hallar intérprete semejante, pues aunque le buscara de otra mejor y más antigua
lengua, le hallara. En fin, la suerte me deparó uno, que, diciéndole mi deseo y poniéndole el libro en las manos, le
abrió por medio, y leyendo un poco en él, se comenzó a reír. Preguntéle yo que de qué se reía, y respondióme que
de una cosa que tenía aquel libro escrita en el margen por anotación. Díjele que me la dijese y él, sin dejar la risa,
dijo:
-Está, como he dicho, aquí en el margen escrito esto: «Esta Dulcinea del Toboso, tantas veces en esta historia
referida, dicen que tuvo la mejor mano para salar puercos que otra mujer de toda la Mancha».
Cuando yo oí decir «Dulcinea del Toboso», quedé atónito y suspenso, porque luego se me representó que
aquellos cartapacios contenían la historia de don Quijote. Con esta imaginación, le di priesa que leyese el principio,
y, haciéndolo ansí, volviendo de improviso el arábigo en castellano, dijo que decía: Historia de don Quijote de la
Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo. Mucha discreción fue menester para disimular el
contento que recebí cuando llegó a mis oídos el título del libro; (…) compré al muchacho todos los papeles y
cartapacios (…). Apartéme luego con el morisco por el claustro de la iglesia mayor, y roguéle me volviese aquellos
cartapacios, todos los que trataban de don Quijote, en lengua castellana, sin quitarles ni añadirles nada,
ofreciéndole la paga que él quisiese. Contentóse con dos arrobas de pasas y dos fanegas de trigo, y prometió de
traducirlos bien y fielmente y con mucha brevedad; pero yo, por facilitar más el negocio y por no dejar de la mano
tan buen hallazgo, le truje a mi casa, donde en poco más de mes y medio la tradujo toda, del mesmo modo que aquí
se refiere (…)
[A la historia] se le puede poner alguna objeción cerca de su verdad, no podrá ser otra sino haber sido su autor
arábigo, siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos (…) si algo bueno en ella faltare, para mí tengo
que fue por culpa del galgo de su autor, antes que por falta del sujeto. En fin, su segunda parte, siguiendo la
tradución, comenzaba desta manera:
Puestas y levantadas en alto las cortadoras espadas de los dos valerosos y enojados combatientes, no parecía
sino que estaban amenazando al cielo, a la tierra y al abismo (…). Y el primero que fue a descargar el golpe fue el
colérico vizcaíno; el cual fue dado con tanta fuerza y tanta furia, que, a no volvérsele la espada en el camino, aquel
solo golpe fuera bastante para dar fin a su rigurosa contienda y a todas las aventuras de nuestro caballero; mas la
buena suerte (…) torció la espada de su contrario, de modo que, aunque le acertó en el hombro izquierdo, no le hizo
otro daño que desarmarle todo aquel lado, llevándole de camino gran parte de la celada, con la mitad de la oreja;
que todo ello con espantosa ruina vino al suelo, dejándole muy maltrecho.
EL TEATRO BARROCO
Durante el siglo XVII, el teatro fue un espectáculo nacional al que acudía todo tipo de gente, desde los reyes hasta las clases más bajas.
Las obras se representaban en los corrales de comedias; su intención era la de entretener al pueblo y al mismo tiempo, transmitir los valores
representados por la monarquía y el Imperio.
Las tres grandes figuras del teatro del siglo XVII son Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca, aunque fue Lope el que creó sus
líneas maestras y las explicó en verso, en un libro titulado El arte nuevo de hacer comedias. La nueva fórmula teatral creada por Lope se
caracteriza por:
1) La división de la obra en tres actos, en lugar de los cinco tradicionales.
2) La ruptura de la regla de las tres unidades clásicas: con Lope, las obras no ocurren en un solo día, ni en un solo lugar, ni la intriga es única.
3) Se mezcla lo trágico con lo cómico.
4) Variedad métrica (el teatro era en verso).
5) Decoro poético, la forma de hablar de los personajes se amolda a su condición social.
El teatro barroco presentan dos temas fundamentales: la honra y el amor.
a) La honra es la reputación o buen nombre que se tiene ante los demás, patrimonio de los nobles y de los limpios de sangre. Se pierde por un
insulto, un desprecio o un comportamiento sospechoso de la esposa, la hija o la hermana.
b) El amor es un sentimiento que surge entre los jóvenes protagonistas (el galán y la dama) y que suele entrar en conflicto con los rígidos
códigos de la honra.
PERSONAJES
La dama Se caracteriza por la belleza, el linaje noble, la dedicación amorosa, la fidelidad al galán y por la capacidad de enredo y engaño.
Mozo apuesto, noble o villano (en cuyo caso, se trata de un labrador honrado y limpio de sangre), adornado de generosidad y
El galán
lealtad, conductor, junto a la dama, de la acción amorosa.
Suele ser el antagonista del galán (en ocasiones se desdobla en dos personajes, uno de ellos antagonista de la dama): soberbio y
El poderoso
violento, casi siempre se vence a sí mismo. Puede ser rey, príncipe, duque, conde…
Caracterizado por la prudencia y respaldado por el valor y el honor, por lo general, es el padre de la dama (a veces puede ser
El viejo también su hermano, lo que le rejuvenece). A veces es el padre del galán y suele existir conflicto entre ellos (recuérdese El
castigo sin venganza, de Lope, o La vida es sueño, de Calderón).
El gracioso Criado y confidente del galán, ridículo y cómico, pero ingenioso.
La criada Criada de la dama, cómplice en sus enredos amorosos y a menudo pareja del gracioso.
LEE ATENTAMENTE EL SIGUIENTE TEXTO:
31
El comendador era un alto cargo de una orden militar que tenía bajo su jurisdicción un pueblo o comarca.
32
Pardilla: humilde.
33
Guarnecida: lujosa.
LEE LOS RESÚMENES ARGUMENTALES DE DOS OBRAS TEATRALES DE
LOPE DE VEGA Y CONTESTA LAS PREGUNTAS QUE SE FORMULAN A
CONTINUACIÓN.
Fuente Ovejuna:
Fernán Gómez, Comendador del pueblo de Fuente Ovejuna, secuestra a la villana
Laurencia el mismo día de la boda de esta con Frondoso. La joven consigue escapar y
arenga al pueblo entero para que se subleve contra el comendador. Entre todos lo matan
violentamente y se juramentan para asumir ante el juez la responsabilidad colectiva del
crimen. Acuden los Reyes Católicos, que, enterados de los abusos del comendador,
perdonan a los aldeanos y acogen al pueblo bajo su autoridad.
El caballero de Olmedo:
Don Alonso, caballero de la villa de Olmedo, pretende a Doña Inés, una joven de
Medina a quien su padre quiere dar en matrimonio a don Rodrigo. Para conquistarla,
recurre a los servicios de la alcahueta Fabia. Durante un lance de toros, don Alonso
salva la vida a don Rodrigo. Este, celoso y humillado, le tiende una emboscada en el
camino de Medina a Olmedo y, ayudado por varios de los suyos, lo mata. Tello, criado
de don Alonso, pide justicia al rey Juan II de Castilla, que manda ejecutar a los
asesinos.