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Neolítico

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Neolítico

Mapa de Europa Neolítico-Mesolítico, culturas ca. 4500-4000 a. C.:      Cultura de la


cerámica de bandas     Cultura Bükk     Cerámica cardial      Ertebölliense     Cultura Dniéper-
Don     Cultura de Vinča     Cultura almeriense     Dímini     Cultura de la cerámica perforada

El Neolítico (del griego νέος, néos: ‘nuevo’, y λίθος, líthos: ‘piedra’), o Edad de Piedra
Nueva o Pulida, es uno de los periodos en que se considera dividida la Edad de Piedra.
El término fue acuñado por John Lubbock en su obra Prehistoric Times (1865).

Inicialmente se le dio este nombre en razón de los hallazgos de herramientas de piedra


pulimentada, en vez de tallada; es decir, en vez de golpeada, que era menos resistente,1
que parecían acompañar al desarrollo y expansión de la agricultura. Hoy en día se
define el Neolítico precisamente en razón del conocimiento y uso de la agricultura o del
pastoreo. Normalmente, pero no necesariamente, va acompañado por el trabajo de la
alfarería.

Índice
 1 Introducción
o 1.1 Influencia del cambio climático
 2 Fases del Neolítico
o 2.1 El Neolítico medio o pleno
 3 La vida en el Neolítico
o 3.1 Surgimiento de la agricultura y los poblados
o 3.2 La alfarería
o 3.3 Trenzados de fibras y telar
o 3.4 Domesticación de los animales
o 3.5 Las danzas rituales
o 3.6 Ejecuciones y asambleas de guerreros
o 3.7 Las primeras ciudades
o 3.8 La miel y las bebidas
o 3.9 Las harinas
 4 Arte neolítico
 5 Véase también
 6 Referencias
 7 Bibliografía
 8 Enlaces externos

Introducción

Inicios de la agricultura en diferentes regiones del planeta; sólo se consideran las áreas
de desarrollo primario donde la agricultura apareció independientemente (se excluyen
áreas donde domesticaron plantas por influjo de regiones que previamente habían
desarrollado la agricultura).

Difusión de la agricultura desde algunos de los focos de desarrollo independiente


inicial.

La agricultura y la ganadería empezaron a practicarse en diferentes lugares del planeta


de manera independiente y en distintas fechas. La primera región donde se encuentran
pruebas de la transición de unas sociedades de cazadores-recolectores a otras de
productores fue Oriente Próximo, hacia el 8500 a. C., desde donde se extendió a
Europa, Egipto, Oriente Medio y, quizás, el sur de Asia. Muy poco después los procesos
productores se desarrollaron de manera totalmente independiente en el norte de China
en los valles del río Amarillo y del Yangtsé (7500 a. C.). En Nueva Guinea también se
dio un desarrollo temprano independiente de la horticultura, ya que algunos indicios
sugieren que fue hacia el 7500 a. C., aunque dicha fecha es todavía insegura. En África
las primeras regiones donde se dieron las transformaciones neolíticas fueron el Sáhara,
Sahel y Etiopía, aunque hay divergencia de opiniones: unos autores opinan que pudo
haber existido algún tipo de influencia desde Asia y otros consideran que el desarrollo
fue independiente dado que se domesticaron especies de plantas locales.2 Finalmente en
América el desarrollo de la agricultura fue más tardío aunque se dio de manera
independiente en tres regiones: primero en Mesoamérica y la región andina (no se sabe
con seguridad si la horticultura en la Amazonia occidental estuvo influido por la región
andina) y bastante más tardíamente en el este de Norteamérica. En Europa el desarrollo
no fue independiente y la agricultura apareció entre el 6000 a. C y el 3500 a. C.
(dependiendo de las regiones) gracias a la llegada de especies procedentes de Próximo
Oriente. Para una descripción más detallada de las diferentes regiones:

 Neolítico en Oriente Próximo


 Neolítico en Europa
 Neolítico en Asia Oriental
 Neolítico en América
 Neolítico en África

La etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico se conoce como Mesolítico,


mientras que las fases del Paleolítico tardío contemporáneas con el Neolítico y el
Mesolítico en otras regiones del planeta se conocen como Epipaleolítico. Se denomina
Subneolítico a un pueblo o comunidad de economía cazadora-recolectora que recibe
algún influjo de tipo neolítico, típicamente la alfarería, de sus vecinos agricultores.

La palabra «neolítica»
significa ‘de la piedra
moderna’, siendo sinónima,
en lenguaje prehistórico, de
‘piedra pulimentada’, por
constituir uno de sus rasgos
más característicos; otros la
llaman también ‘de los
animales domésticos’, por
ser la época en que el
hombre hizo definitivamente
la conquista del perro, el
caballo, el buey, el cerdo,
etc.

—J. Vilanova i Piera.3

Aunque Neolítico se traduce literalmente como ‘Nueva (edad de) Piedra’, quizás sería
más apropiado llamarlo ‘Edad de la Piedra Pulimentada’; sin olvidar que la principal
característica que define actualmente el período no es otra que una nueva forma de vida
basada en la producción de alimentos a partir de especies vegetales y animales
domesticadas. Abarca distintos períodos temporales según los lugares. Se sitúa entre el
7000 a. C. y el 4000 a. C. aproximadamente. Este período se inició en el Kurdistán antes
del 7000 a. C. (quizás hacia el 8000 a. C.) y se difundió lentamente, sin que en Europa
pueda hablarse de Neolítico hasta fechas posteriores al 5000 a. C.

Influencia del cambio climático

A partir del 8000 a. C., el cambio climático (época posglaciar) hizo huir a los rebaños
de renos hacia el norte, provocando una disminución de la caza. Declinó la cultura,
volviendo el hombre a las cuevas (aunque en algunos casos aislados se conservaron las
chozas). El culto a los difuntos y los rituales funerarios se hicieron más complejos. Esta
época es llamada «período de marasmo» y se sitúa en el final del Mesolítico y el
principio del Neolítico. Este cambio de clima hacia el 8000 a. C (en que se pasó a un
clima templado) hizo que el hombre modificara sus costumbres (lo que se facilitaría por
los cambios climáticos —templado, frío, templado, frío— del período entre el 12000 a
8000 a. C.).

Las diferencias culturales de una zona a otra son perceptibles pero resulta imposible dar
otro calificativo a los hombres que pueblan extensas zonas que el de Homo sapiens u
Hombre de Cro-Magnon, sin que puedan establecerse diferencias étnicas regionales que
necesariamente hubieron de darse por el desarrollo separado de los distintos grupos, el
ambiente geográfico distinto, la diversa climatología, los hábitos alimentarios diferentes
y las múltiples costumbres locales.

Del establecimiento de la ganadería y de una economía de base ganadera surge la


trashumancia, que pone en contacto a los pueblos y, consecuentemente, facilita la
comunicación entre gentes de culturas, tierras y tribus diversas. La emigración de tribus
y la difusión de técnicas, que cada grupo aprende del grupo vecino, va extendiendo las
culturas neolíticas desde su foco originario hacia el resto del mundo. De estos contactos
y del desarrollo simultáneo de la agricultura surgen, entre otras cosas, los primeros
molinos manuales para moler los granos que se cultivan.

Fases del Neolítico


El Neolítico se divide en tres fases:

 Neolítico inicial (I fase)


 Neolítico medio (II fase)
 Neolítico final (III fase).

Características de este período son la completa domesticación de algunos animales (el


asno, el caballo, el reno y otros), la sustitución de los útiles de piedra tallada por los de
piedra pulimentada (que no es la novedad más importante, si bien es la que da nombre
al período), una práctica desaparición de las manifestaciones artísticas y el desarrollo de
los cultivos en la primera fase, seguida de un decaimiento general.

El Neolítico medio o pleno

Expansión del Neolítico en Europa central.

Se puede situar el Neolítico medio o pleno entre el 3500 a. C. y el 2500 a. C.

Es en este período que la alfarería alcanza su mayor difusión, con la importancia que
tuvo para la vida del hombre. La alfarería de entonces corresponde al tipo llamado de
alfarería con acanaladura que da idea de un mayor desarrollo de la cerámica en general.
Llama la atención en este período la desaparición de los cultivos agrícolas, que
adquirieron bastante desarrollo en la etapa anterior, y que en esta casi se extinguen o
cuando menos retroceden en forma notoria. No se conoce la causa que motivó este
fenómeno general.

Parece ser que este período provocó desplazamientos masivos de poblaciones que se
asentaron en determinadas zonas geográficas. En Cataluña se percibe claramente el
asentamiento de una población procedente seguramente de Suiza y del norte de Italia,
que empujó a los primeros emigrantes orientales del período anterior más al Sur. Los
emigrantes instalados en Cataluña, que constituyen la Cultura de las sepulturas de fosa,
aportaron una cultura de base agrícola y ganadera, que establecía sus poblados en
cabañas en los llanos, enterrándose en fosas como sepultura, distintas de la sepultura en
cuevas, lo que demuestra que no las utilizaban. Sin duda pasada la primera época de
invasión, y asentada sólidamente la población, estos emigrantes pudieron adoptar
nuevas costumbres funerarias, religiosas, económicas y sociales, influidos no solo por la
cultura de donde procedían, sino también por los restos de la cultura mesolítica anterior
a la primera emigración oriental, y por esta primera cultura oriental.

La trashumancia puso en contacto a los pobladores de diversas regiones. Así la cultura


arcaizante, Asturiense, de la cornisa Cantábrica y Aquitania, la Cultura de las Cuevas en
el Valle del Ebro (neolítica), y la Cultura de los Sepulcros de fosa en Cataluña.

En esta época ya aparecieron algunos elementos de cobre en Francia, hacia el final del
período.

La vida en el Neolítico

Hacha pulida.
El cambio climático provoca una lenta conversión de la economía de subsistencia,
basada en la caza, hacia una economía más estable de base pastoril y apoyada en los
cultivos (agricultura). Se aprecia que el hombre deja las montañas para desplazarse
hacia los llanos en persecución de sus presas de caza. El hombre vuelve a las cuevas
aunque en algunos puntos pudo conservar la utilización de chozas en las cercanías de
ríos.

Plato del neolítico en Europa: piedra de molino, pan y restos carbonizados de alimentos,
olla de barro, recipientes para beber de astas de ciervo y de madera.

El desarrollo del pastoreo da lugar a la trashumancia y a los contactos relativamente


frecuentes con gente de otras tierras, existiendo una mayor intercomunicación entre las
diversas tribus.

Para las hachas y otros instrumentos se utiliza la piedra pulida y los útiles y algunas
herramientas se fabrican frecuentemente con hueso. Aparecen también útiles de
obsidiana.

Surgimiento de la agricultura y los poblados


Utensilios agrícolas típicos del Neolítico y sus posibles empleos a través de antiguas
representaciones egipcias.
Artículo principal: Neolítico precerámico

Puede seguirse el Neolítico con relativa exactitud en la zona de Canaán, región en


donde surgen culturas agrícolas, sedentarias (las primeras culturas agrícolas surgieron
sin duda en el Sudeste de Anatolia (Çatalhöyük) hacia el 8000 a. C.) probablemente
antes del 7000 a. C.

Se sabe de la siembra, recolección y almacenaje de cereales. Entre los inventos útiles


para las labores agrícolas, se encuentran la hoz de madera, el hacha de piedra
pulimentada, el molino de mano para moler el grano o el cereal y los objetos de esparto,
como las cestas de mimbre, los sacos o las sandalias de esparto. El arado tirado por
bueyes o asnos permitió remover mejor la tierra y labrar una mayor extensión de terreno
en menos tiempo.4

La alfarería
Alfarería neolítica.

Un invento de vital importancia para la vida de las personas, y que tuvo un desarrollo
muy rápido, es la alfarería. Permitió la construcción de recipientes para líquidos y
facilitó enormemente la vida del hombre, que ya no necesitaba estar permanentemente
en las cercanías del agua, o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues
almacenaba el agua, y también granos, semillas, productos molidos, etcétera, en los
recipientes de alfarería. Solo necesitaba desplazarse periódicamente para renovar el
abastecimiento de la cantidad consumida desde el suministro anterior.

Antes se usaban calabazas vacías (que podían contener agua pero no podían ponerse al
fuego) y cestos de mimbre (que no podían contener agua). Posteriormente estos
recipientes de mimbre se impermeabilizaron con la arcilla seca al sol o cocida al fuego.
Más tarde aprendieron a dar la forma a la arcilla con un esqueleto de mimbre muy
simple y luego sin esqueleto. La forma era a menudo de calabaza y las dimensiones
parecidas al cesto de mimbre.

Los cazadores usaban en raras ocasiones las piezas de arcilla (por ejemplo, no servían
como carcaj por su fragilidad), prefiriendo las de mimbre o de tejidos. En cambio, a los
ganaderos y agricultores les proporcionaba seguridad en el almacenamiento de agua y
otros productos lo cual, junto con los medios de conservación de la carne, les hacía
menos dependientes de la caza diaria.

En esta época se difunde el uso de las piezas de alfarería, cuya utilización en la


Península Ibérica es segura, existiendo restos del Neolítico medio.

Aparecida la alfarería, el hombre intenta decorarla. Hay indicios de que las primeras
decoraciones se hacían con cuerdas, utilizadas a menudo de refuerzo, pero después se
introdujeron otras variantes: la acanaladura, el cordón (línea en relieve a modo de
cuerda, ligeramente debajo del borde) y las asas de diversos tipos.

La cerámica de la época inicial (hacia el 4000 a. C.) es de la llamada «cardial», con


incisiones de diversos tipos en la arcilla blanda pero ya moldeada, hechas con los dedos
o con punzones o espátulas de hueso o piedra pulida, pero principalmente con la concha
del molusco Cardium edule (berberecho) de donde recibe el nombre. Las incisiones, a
menudo combinadas, buscaban efectos simétricos.

Trenzados de fibras y telar


Utensilios relacionados con la ganadería, típicos del Neolítico y sus posibles empleos a
través de antiguas representaciones mesopotámicas.

Empiezan a usarse los primeros trenzados de fibras, en especial en mimbre.

Seguramente los primeros se hicieron toscamente con ramas. La técnica fue


evolucionando hasta llegarse a cestos muy bien logrados en el Neolítico, producto de la
necesidad de recolección de frutos, que existía hacia cientos o miles de años. Los cestos
se hacían de mimbre.

El huso y el telar (pueden verse en la imagen adjunta) son unos de los más
revolucionarios inventos del neolítico.5 Los humanos se dieron cuenta, por causas
desconocidas, quizás por casualidad, de que algunos productos, como la lana y el lino (y
luego otros, como el cáñamo) podían estirarse mediante un tosco huso o una barra de
madera redonda. A modo de imitación de los tejidos de los cestos, podían tejerse estos
hilos y fabricar telas (las de lana para el invierno y las de lino para el verano).
Seguramente al principio se pensó utilizar el invento para hacer cestas más ligeras, antes
de destinarlos a telas de vestidos. Otra prenda muy difundida es el saco, tejido con otro
material, el esparto.

Véase también: Vestido

Domesticación de los animales

Se sabe que en esta época se domesticaron algunos animales, y entre ellos, el primero, el
perro. El hueso se usa frecuentemente.

Para conservar la carne se usa el sistema del acecinado, secado al sol o salado,
colocándola colgada en el centro de una figura de tres estacas con el suelo en el mismo
vértice.

La habilidad manual de los pobladores de la época se utilizaba en la preparación de


trampas de cuerdas de cierta complejidad. El animal capturado por las cuerdas anudadas
tendidas por el hombre, era rematado después por este. El desarrollo de las trampas
coincide con el culto a la araña, extendido por todas las culturas neolíticas de Europa
Occidental y otras, culto probablemente vinculado a la habilidad de este pequeño animal
para colocar sus trampas, las telas de araña.

El humano estaba habituado a seguir las huellas de los animales y es notoria la


especialización que habían alcanzado, hasta el punto de que en las pinturas rupestres, en
los pies están representadas perfectamente las pezuñas tal y como se marcaban en el
suelo. Al parecer, por las representaciones pictóricas, los hombres corrían a una altísima
velocidad, persiguiendo a sus presas.

De esta época son también las primeras cucharas, que no se usaban para comer sino para
mezclar los alimentos en cocción.

En esta época, a raíz de capturas de jabalíes vivos (jabatos), principalmente hembras,


estos animales fueron domesticados y dieron origen al cerdo (en general el jabalí era
una pieza de caza). A menudo se representan en las pinturas rebaños de jabalíes que no
son objeto de caza y que podría tratarse de rebaños en proceso de domesticación.

Las danzas rituales

Las danzas rituales, asociadas a ritos de fertilidad, las prácticas religiosas (que ahora
desconocemos) de la época, siguen practicándose. Probablemente, cada grupo disponía
de un hechicero, que se adornaba con una cabeza de toro salvaje hueca y una piel de
toro que incluía la cola. Estos hechiceros son los que aprendían y difundían las nuevas
técnicas, trasmitían sus conocimientos a su sucesor o sucesores y hasta es posible que
fueran los autores de las pinturas rupestres pues en general estas se suponen asociadas a
ritos religiosos o mágicos.

Los hechiceros tenían vagos conocimientos astronómicos (observaban el cielo y en una


pintura está representada la Osa Mayor); observaban las costumbres de los animales,
salvajes o no, para hacer más fácil su captura o imitarlos (por ejemplo la araña, pero
también otros) y ensayaba sobre vegetales, comestibles o no.

Ejecuciones y asambleas de guerreros

Existen representaciones de ejecuciones: una falange de guerreros, entre los que parece
distinguirse uno de los demás por su posición y por el uso de una pieza en la cintura, y
que probablemente debía ser el jefe del grupo, dispara flechas contra un condenado. En
este período se celebraban asambleas o reuniones de guerreros, representadas no solo
para las ejecuciones, creyéndose que tenían importancia política o religiosa. Se
representan escenas con unos veinte guerreros lo que demostraría la existencia de
grupos de unos cien individuos o más, ya que hay que incluir a las mujeres, niños,
ancianos, adolescentes, hechiceros y sus ayudantes, centinelas, y otros (se supone que la
población de Çatalhöyük era de unos 3000 habitantes). Se cree que la asamblea de
guerreros ejercía un poder decisorio. Por algunas representaciones se deduce que la
asamblea, si no tenía carácter militar, tenía una finalidad religiosa, venerándose a las
pinturas de los grandes animales o a estos mismos (de la veneración de las pinturas
neolíticas existe constancia en épocas posteriores, incluso en tiempos de los romanos,
presumiéndose que la tradición de su veneración continuó sin interrupción desde el
Neolítico al periodo romano).

Las primeras ciudades

Se construyeron poblados de casas de adobe, aproximadamente rectangulares en


medianería, sin calles y con entrada por la cubierta, que era plana. También cabañas
circulares, semi-subterráneas, de una sola cámara, con los muros y el suelo cubiertos de
barro (Jyroquitya, en Chipre).

La innovación se difundió con extrema rapidez y antes del 7000 a. C. ya se constata al


menos una aldea, Jericó, con una superficie de unas cuatro hectáreas, con una muralla
de piedra y un foso excavado de unos 8 metros de ancho por 3 metros de fondo, y con,
al menos, una gran torre circular de 9 m de altura, que se pensó servía como torre de
vigilancia, con escalera para acceder al techo y a la parte alta de la muralla, pero que
realmente resultó ser un muro contra inundaciones y un almacén de grano.
Esta primera cultura neolítica (Neolítico pre-alfarero) duró desde aproximadamente el
7500 a. C. al 6500 a. C. y fue sustituida por otra «invasión» desde el norte, de Anatolia,
que duró también unos mil años (6500 al 5500 a. C.); siguió después otra cultura
neolítica procedente también del norte, que subsistió otros mil años (5500-4500 a. C.).
Estas culturas se fueron difundiendo por toda Eurasia, acelerándose la difusión después
del 5000 a. C., fecha en que puede fijarse el inicio del periodo neolítico en el continente
europeo, alcanzando poco después la Península Ibérica.

Los densos agrupamientos de aldeas y pequeñas ciudades, confinados en principio a los


márgenes de las corrientes de agua naturales, tuvieron que recurrir cada vez más al
regadío artificial para regar sus campos de trigo y cebada. Hacia el 6350 a. C. se
levantaron templos monumentales de ladrillo de adobe en el centro de importantes
ciudades como Eridu y Al Ubaid. Las primeras ciudades surgieron en la zona de Oriente
Próximo en torno a los 7000 años de antigüedad y asociadas a las primeras culturas
neolíticas. La cercanía de los ríos Éufrates y Tigris permitió el cultivo de cereales y
otras plantas que podían ser regadas por medio de las obras de canalización que
realizaron los habitantes de estas primeras ciudades. Surgieron también los primeros
edificios públicos que caracterizan a la ciudad, los palacios y los templos. Unos y otros
funcionarán como grandes oficinas administrativas en las que se llevaba el control de la
producción de alimentos y del comercio. La necesidad de administrar esta información
llevó a la aparición de sencillas formas de anotación, contabilidad y escritura.

La miel y las bebidas

El uso de la miel continúa. Su importancia deriva del hecho de que era el único alimento
dulce conocido, igual que la sal era el único salado. Además, de los panales se obtenía
la cera, que seguramente se usaba en rituales mágicos, religiosos o funerarios.

De la miel se obtuvo en una época indeterminada el hidromiel, solución acuosa de miel


que a consecuencia de la fermentación alcohólica ha perdido toda o parte de la materia
azucarada y se ha convertido en alcohol etílico, siendo parecido en su sabor a algunos
tipos de vino. El hidromiel tenía un color brillante y dorado, que lo asemejaba
igualmente a ciertos vinos. Para fabricar hidromiel se usaba el agua utilizada para lavar
utensilios que habían contenido miel, a la cual se añadía miel (25 % de miel y 75 % de
agua) con el polen extraído de los panales para su fermentación (0,05 %), creándose una
bebida de unos quince grados.

Otra bebida es la cerveza, que es anterior a los cultivos. Se cree que los pobladores
neolíticos calentaban al máximo una piedra hueca que contenía agua y plantas
silvestres, fermentándolo con las mismas hierbas masticadas y escupidas en el líquido.
Este procedimiento se usaba aun en la industria lechera vasca a principios del siglo XX
para fabricar cuajada o mamilla (si bien la leche se introducía en recipientes de madera
en los que se introducían las piedras calientes). Fue en Egipto donde se aprendió a
elaborar la cerveza con cebada, sistema que probablemente no alcanzó Europa hasta el
período de los indoeuropeos o celtas.

No se conocía el vino ni tampoco el aceite, usándose grasas animales. Sin embargo, a


raíz de la domesticación del ganado se conocía la leche, aunque solo se usaba la de
cabra, no difundiéndose el uso de la leche de vaca hasta la época romana.
Las harinas

Escenas de elaboración de pan en la Tumba de Ramsés III. Valle de los Reyes. Egipto.

El trigo, que era una planta silvestre difundida en Asia menor, fue cultivado en Oriente
Medio y su cultivo se difundió en el Neolítico llegando a Europa hacia el 5000 a. C. Se
comían los granos de trigo y otros cereales. Más tarde se trituraron, comiéndolos
triturados o convertidos en pasta. A veces también se comían los granos hervidos.

El sistema de moler harina con molinos de piedra se difundió en el Neolítico. La pasta o


masa de harina y agua se cocía en piedras calientes. Más tarde se descubrió el sistema
de fermentación y su cocción comenzó a realizarse en hornos cada vez más
evolucionados. Se fabricaba el pan con harina de trigo, de cebada y de centeno, y
probablemente también con otros cereales como mijo y avena.

Arte neolítico
Artículo principal: Arte neolítico

El estilo naturalista del Neolítico, abierto a las sensaciones y a la experiencia, se


transforma en una intención artística geométricamente estilizada, cerrada a la riqueza de
la realidad empírica. En lugar de las minuciosas representaciones fieles a la naturaleza,
plenas de cariño y paciencia para los detalles del modelo correspondiente, encontramos
por todas partes signos ideográficos, esquemáticos y convencionales, que indican más
que reproducen el objeto.

El arte neolítico tiende ahora a fijar la idea, el concepto, la sustancia de las cosas, es
decir a crear símbolos en vez de imágenes.

El cambio de estilo que conduce a estas formas de arte completamente abstractas


depende de un giro general de la cultura, que representa quizá el corte más profundo que
ha existido en la historia de la humanidad.

Además en este período se desarrolló un estilo de pintura rupestre en la zona levantina


de la península ibérica basado en la pintura de escenas de caza en rocas al aire libre, con
representaciones esquemáticas de figuras humanas.

Otro tipo de vestigios de culturas neolíticas lo constituyen los antropolitos, zoolitos y


ornitolitos hallados en Sudamérica.6

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