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Función de Los Receptores

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Función de los receptores.

Los receptores de células (entre ellos, los receptores de hormonas) son proteínas especiales que se encuentran en el interior y sobre la superficie
de ciertas células del cuerpo, incluidas las células mamarias. Estas proteínas receptoras funcionan como especies de ojos y oídos para las células,
ya que reciben mensajes de sustancias que circulan por el torrente sanguíneo y les indican qué hacer. En otras palabras, los receptores actúan
como un interruptor que activa o desactiva una función particular en la célula. Si la sustancia adecuada se acopla al receptor, como una llave que
encaja en una cerradura, el interruptor se activa e inicia una función específica de la célula.

El ojo como el órgano de la visión.

La vista es el más utilizado de los 5 sentidos.

El ojo es el órgano principal del sistema visual, que capta las imágenes vistas y los convierte en
señal eléctrica al nervio óptico.

Anatomía del ojo

La vista es el más utilizado de los 5 sentidos.

El ojo es el órgano principal del sistema visual, que capta las imágenes vistas y los convierte en
señal eléctrica al nervio óptico.
Esta señal se "traduce" por el cerebro, la corteza visual, que nos envía la imagen procesada y
permite la interpretación de nuestro entorno.

El ojo es una esfera de aproximadamente 25 mm de diámetro con un peso aproximado de 8


gramos.

Se compone de una multitud de órganos:

El cuerpo ciliar es la parte anterior de la coroides, que se adjunta a la lente a través de una
serie de fibras llamadas de la zónula de Zinn. Desempeña un papel fundamental en la
secreción de humor acuoso y acomodación de la visión.

El iris es una membrana en forma de disco perforado en su centro por la pupila. Se forma la
parte coloreada del ojo cuyo color depende de la espesor laminar del epitelio del ojo. Los iris
son claras cuando las lamas son delgadas y oscura cuando los listones son gruesas.
La contracción o dilatación del iris es un reflejo fisiológico de adaptación a la luz. Si la luz es
fuerte, la pupila es pequeña (miosis), si la luz es baja pupila se hace grande con el fin de captar
el máximo de luz (midriasis).

La córnea es un tejido transparente en la parte anterior del ojo, que transmite la luz a la lente
y la retina. Se compone de cinco capas (epitelio, la membrana de Bowman, estroma, la
membrana de Descemet, endotelio), no está vascularizada (lo que explica que no sangre), pero
está muy inervada. Esto explica su sensibilidad muy alta, y el "reflejo de la córnea", que se
manifiesta por una repentina párpados parpadeantes para proteger los ojos si es necesario.
Ella se alimenta continuamente por las lágrimas y el humor acuoso.

El humor acuoso es un líquido transparente que proporciona nutrientes para la córnea y el


cristalino. Su función es mantener la presión intraocular y la forma del globo ocular.

La esclerótica, es una membrana blanca, altamente resistente. Forma el "blanco" del ojo.

La coroides es un tejido del globo ocular, muy vascularizado, que es la membrana de la madre
del ojo.

La retina es una membrana delgada que cubre una gran parte de la superficie interna del
globo ocular. Sensible a la luz, que se compone de los fotorreceptores (conos y bastones) y las
neuronas que transmiten señales eléctricas al cerebro. La retina central contiene la mácula y la
fóvea. Se vascularizado por la arteria y la vena central de la retina.

El nervio óptico, segundo nervio craneal, comienza en el disco óptico y se utiliza para enviar la
información visual desde la retina hasta el cerebro.

El globo ocular. La esclerótica. Las coroides. La retina. La hialoides. Medios transparentes.


Partes protectoras del ojo. Partes motoras. Partes secretoras. Fisiología de la visión.
Persistencia de las imágenes en la retina. Visión binocular. Defectos o anomalías de la visión.
Higiene de la vista. Estructura de la piel. Los corpúsculos táctiles. Tipos de sensaciones táctiles
y fisiología del tacto. Higiene del mecanorreceptor.
Hialoides

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Anatomía del ojo

La hialoides es una fina membrana que se encuentra en el interior del ojo, rodea por fuera el
humor vítreo, separándolo de las estructuras adyacentes. Anatómicamente se divide en dos
partes: La hialoides anterior que separa el humor vítreo del cristalino y la hialoides posterior
que se interpone entre el humor vítreo y la retina.

La retina de los vertebrados es un tejido sensible a la luz situado en la superficie interior del
ojo. Es similar a una tela donde se proyectan las imágenes. La luz que incide en la retina
desencadena una serie de fenómenos químicos y eléctricos que finalmente se traducen en
impulsos nerviosos que son enviados hacia el cerebro a través del nervio óptico.

Medios transparentes del ojo

Los medios dióptricos o, tambien llamados medios transparentes del ojo son cuatro:
La córnea, como se ha dicho, es la parte anterior de la esclerótica. El índice de refracción (IR)
de la córnea humana es IR= 1,376, lo que aporta 49/59 dioptrías.

El humor acuoso, compuesto por un 99,6% de H2O (es de composición similar al líquido
cefalorraquídeo). Se encuentra entre la córnea y el cristalino, al que sirve de medio nutricio,
renovándose varias veces al día. Resulta imprescindible para mantener la presión intraocular.

El cristalino. Tiene forma de lente biconvexa (con una potencia de refracción de 11 dioptrías y
una acomodación de 15 dioptrías), situado detrás del iris y fijado a los músculos ciliares. Su
cara anterior es más plana que la posterior y se curva por elasticidad al contraerse el músculo
ciliar y aflojarse el ligamento suspensor, fenómeno que recibe el nombre de acomodación del
cristalino. Cuando se contrae el músculo ciliar, se incrementa en grosor del cristalino, lo que
nos permite enfocar una imagen de cerca. Por contra, cuando se relaja el músculo ciliar,
disminuye el grosor del cristalino, lo que permite el enfoque adecuado de objetos lejanos. La
potencia del cristalino puede ajustarse en un rango de hasta 15 dioptrías, cifra que decrece
con la edad.

La potencia del sistema óptico resultante al combinar los efectos de la córnea y el cristalino
determina la profundidad de campo. Esto es, el intervalo de distancias en las que el objeto se
puede desplazar (acercarse o alejarse del ojo) de modo que la imagen no se proyecte fuera de
la capa de fotorreceptores. En un ojo humano enfocado hacia el infinito el intervalo fluctúa
desde 6 m. hasta el infinito. La razón por la que somos capaces de enfocar objetos más
próximos de 6 m. se debe al ajuste del grosor de cristalino, es decir, al proceso de
acomodación.

El humor vítreo, constituido por un líquido gelatinoso (ácido hialonúrico) incoloro y


transparente. Se halla situado detrás del cristalino y ocupando la cámara interna del ojo, en
contacto con la retina. A él van a parar los pigmentos visuales desprendidos.

Partes protectoras del ojo

odas las partes del ojo son extremadamente delicadas, así que nuestros cuerpos tienen varias formas de protegerlas. El globo ocular se asienta en la cuenca

del ojo (también llamada "órbita") dentro del cráneo, donde está rodeado de hueso. La parte visible del ojo está protegida por los párpados y las pestañas, que

ayudan a que la suciedad, el polvo e incluso la luz fuerte y nociva no entren en su interior.
Los ojos también están protegidos por las lágrimas, que los lubrican o humedecen, al tiempo que eliminan la suciedad, el polvo y otros agentes irritantes que

traspasan la línea de defensa de las pestañas y los párpados. Las lágrimas también ayudan a protegerlos de las infecciones.

Cada vez que parpadeamos, nuestros párpados extienden una capa de mucosidad, aceite y lágrimas por toda la córnea, que cubre la parte anterior del ojo.

Las glándulas lagrimales, situadas en la esquina superior externa de cada cuenca ocular, fabrican lágrimas que, después de humedecer los ojos, fluyen hacia

los conductos de los párpados. Estos conductos drenan al saco lagrimal, una bolsita situada en la esquina inferior interna de cada cuenca ocular. Después, las

lágrimas salen del ojo a través de un conducto que llega hasta la nariz.

Para ver, tu ojo se tiene que mover. Hay seis músculos extraoculares que rodean el globo ocular y que actúan como los hilos de una marioneta, moviendo el

ojo en distintas direcciones. Los músculos de cada ojo normalmente se mueven al mismo tiempo y esto permite que ambos ojos permanezcan bien alineados.

¿Cómo vemos?

La pared del globo ocular tiene tres capas, como si se tratara de las capas de una cebolla:

1. La esclerótica es la capa protectora. Este tejido, duro y fibroso, rodea el globo ocular y está unido a la córnea, que es la

superficie transparente de la parte anterior del ojo. Lo que vemos como el blanco del ojo es la esclerótica. Encima de la esclerótica, se

encuentra la conjuntiva, una capa de piel transparente que impide que el ojo se reseque.

2. La coroides es la capa intermedia que contiene los vasos sanguíneos que distribuyen oxígeno y nutrientes a las partes internas

del ojo.

3. La retina, la capa más interna de las tres, recubre el interior del globo ocular. La retina es una capa de tejido nervioso blanda y

sensible a la luz. El nervio óptico envía señales desde la retina hasta el cerebro, que las interpreta como imágenes visuales.

Partes motoras

Partes del ojo

Read in English: Parts of the Eye

Escrito por Kierstan Boyd y David Turbert

Revisado por Robert H Janigian Jr MD

Mar. 05, 2019

Para entender las enfermedades y afecciones que se pueden presentar en los ojos, conviene
entender la anatomía básica del ojo. Aquí presentamos un tour por el ojo que comienza con la
parte externa, entrando a través de la parte anterior y avanzando hacia la parte posterior.

El ojo se encuentra dentro de una cuenca óseo protectora conocida como la órbita. La órbita
tiene seis músculos extraoculares que se adhieren al ojo. Estos músculos mueven el ojo hacia
arriba, hacia abajo y hacia los lados, y también lo hacen rotar.
Los músculos extraoculares están conectados a la parte blanca del ojo conocida como la
esclera. Es una capa de tejido fuerte que cubre casi toda la superficie del globo ocular.

La superficie del ojo y la superficie interna de los párpados están cubiertas de una membrana
transparente conocida como la conjuntiva.

Conjuntiva, Glándula lagrimal y Película lagrimal del ojo.

Las lágrimas lubrican el ojo y se componen de tres capas. Estas tres capas se conocen en
conjunto como la película lagrimal. La glándula lagrimal del ojo se encuentra bajo el borde
lateral de la ceja (lejos de la nariz) en la órbita. Esta glándula produce la parte acuosa de las
lágrimas. La glándula de Meibomio produce la grasa que constituye otra de las partes de la
película lagrimal. Las lágrimas se drenan del ojo a través del conducto lagrimal.

Vítreo del ojo

La luz se enfoca en rojo a través de la porción abovedada al frente del ojo, conocida como la
córnea.

Detrás de la córnea hay un espacio lleno de líquido conocido como la cámara anterior. El
líquido se llama humor acuoso. El ojo produce constantemente humor acuoso. Para mantener
una presión ocular constante, el humor acuoso se drena también del ojo en un área conocida
como ángulo de drenaje.

Ángulo de drenaje y Humor acuoso en el ojo

Detrás de la cámara anterior se encuentra el iris (la parte coloreada del ojo) y el agujero negro
en el centro del iris que se conoce como la pupila. Los músculos del iris dilatan (expanden) o
contraen (estrechan) la pupila para controlar la cantidad de luz que llega a la parte posterior
del ojo.

Justo detrás de la pupila está el cristalino. El cristalino enfoca la luz hacia la parte posterior del
ojo. El cristalino cambia de forma para ayudar al ojo a enfocar los objetos que están cerca.
Unas pequeñas fibras llamadas zónulas adheridas a la cápsula que sostiene el cristalino, lo
mantienen suspendido de la pared ocular.

Entre el cristalino y la parte posterior del ojo se encuentra la cavidad vítrea. Esta cavidad
contiene una sustancia gelatinosa conocida como humor vítreo, que nutre el interior del ojo y
ayuda a mantener su forma.

La luz enfocada hacia el interior del ojo por la córnea y el cristalino pasa a través del vítreo
hacia la superficie de la retina — el tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte
posterior del ojo.

Un área minúscula pero muy especializada de la retina, conocida como la mácula, es la


responsable de darnos una visión central detallada. La otra parte de la retina, la retina
periférica, nos da la visión periférica (o visión lateral).

Rod and cones, the photoreceptor cells of the retina

La retina tiene células especiales llamadas fotorreceptores. Estas células cambian de luz en
energía que se trasmite al cerebro. Hay dos tipos de fotorreceptores: los bastoncillos y los
conos. Los bastoncillos perciben el negro y el blanco y permiten la visión nocturna. Los conos
perciben los colores y permiten la visión central (visión detallada).

La retina envía la luz en forma de impulsos eléctricos al cerebro a través del nervio óptico. El
nervio óptico se compone de millones de fibras nerviosas que trasmiten estos impulsos a la
corteza visual — la parte del cerebro responsable de la visión.

Partes secretoras
El aparato lagrimal está formado por:

 El sistema secretor, donde se produce la lágrima. Está compuesto por las glándulas lagrimales basales y las glándulas reflejas. A su
vez, las glándulas lagrimales reflejas se dividen en principales y accesorias.

 El sistema excretor, por donde se elimina la lágrima hasta las fosas nasales. El sistema secretor está compuesto, entre otras
estructuras, por los puntos lagrimales, los canalículos lagrimales, los sacos lagrimales y los conductos lagrimales o conductos
nasolagrimales que transportan la lágrima desde el ojo hasta la cavidad nasal, concretamente hasta el meato nasal. Por otro lado,
también tiene una función excretora de la lágrima el músculo orbicular en su porción palpebral, ya que es el encargado de comprimir el
saco lagrimal y trasladar la lágrima hacia el conducto nasolagrimal y el meato nasal.

o Puntos lagrimales: Son los colectores de las lágrimas que se producen en las glándulas y se encuentran situados en la
esquina del párpado superior y del inferior.

o Canalículos lagrimales, canales lagrimales o conductos lagrimales: Los canalículos levan la lágrima hasta los sacos
lagrimales.
o Sacos lagrimales: Los sacos lagrimales conectan los conductos lagrimales con los conductos nasolagrimales y bombean
la lágrima.

o Conductos nasolagrimales: Los conductos llevan la lágrima hasta la cavidad nasal para la eliminación del líquido, muchas
veces a través de la nariz.

Fisiología de la visión.

Cuando un fotón de luz incide sobre los pigmentos fotosensibles se produce un

cambio en su estructura que provoca la activación de diferentes sistemas

enzimáticos que provocan la transmisión de la señal por medio de los nervios

ópticos.

* En oscuridad:

* Existe una corriente catiónica inespecífica (Na+

, Ca2+, Mg2+) en el

segmento externo que mantiene a la célula parcialmente despolarizada

(-40 mV).

* En el segmento interno abundan los canales no activables de K+

(salida de K+

) y también actúa la ATPasa Na+

/K+

* Con luz:

* Los canales del segmento externo se cierran

* La corriente de salida hiperpolariza a la célula (-70 mV)

* Liberación de neurotransmisor

* Potenciales de acción en las células ganglionares (nervio óptico)

La persistencia de la visión fue un supuesto fenómeno visual descubierto por Peter Mark Roget que demostraría como una imagen permanece en
la retina humana una décima de segundo más, antes de desaparecer por completo.

Según sus estudios, esto permitiría que veamos la realidad como una secuencia de imágenes ininterrumpidas y que podamos calcular fácilmente la velocidad y
dirección de un objeto que se desplaza, si no existiese, veríamos pasar la realidad como sucesión de imágenes independientes y estáticas.
Visión binocular

En óptica, optometría y oftalmología, la visión binocular es el tipo de visión en que los dos ojos
se utilizan conjuntamente. La palabra binocular proviene de dos raíces latinas, "bini" doble, y
"oculus" ojo.

La "visión binocular" puede ir acompañada de la visión simple o "fusión binocular", donde se


ve una sola imagen a pesar de que cada ojo tiene su propio punto de vista de cualquier objeto.

Otros fenómenos de la visión binocular son la "discriminación utrocular", la allelotropia, y la


rivalidad binocular. Los profesionales especializados en corregir las anomalías de la "visión
binocular" son los optómetras, ortoptistas y oftalmólogos.

Los defectos refractivos más habituales son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.

En un ojo normal (denominado emétrope) los rayos de luz quedan enfocados exactamente sobre la retina, percibiendo el cerebro una imagen nítida.  En la miopía, el foco
queda un poco por delante de la retina, porque la córnea es demasiado curva o porque el ojo es un poco más largo de lo normal. Por el contrario,  en la hipermetropía la
imagen se enfoca en un plano detrás de la retina, bien porque la curvatura de la córnea sea algomás plana o porque el ojo sea más corto de lo normal.

En el astigmatismo existe una curvatura desigual de la córnea o el cristalino y las imágenes se enfocan en diferentes planos de la retina. Cuando se presenta una
diferencia significativa en el número de dioptrías de un ojo respecto al otro, habitualmente de más de dos dioptrías, hablamos de anisometropía.

¿Qué es la higiene visual?

La primera vez que nuestro profesional de la salud visual (nuestro oftalmólogo, nuestro óptico/optometrista de confianza) nos habla de higiene visual, podemos
no saber exactamente a qué se refieren (no, no es "lavarse bien los ojos"). La higiene se define como "la parte de la medicina que tiene como objetivo la
conservación de la salud y la prevención de enfermedades". Por ello, la higiene visual consiste en un conjunto de normas, fáciles de seguir, destinadas a
controlar los factores que pueden provocar un efecto nocivo sobre la visión. También se conoce como "ergonomía visual".

Las normas de higiene visual ayudan a mejorar los problemas visuales y, aunque no los resuelven totalmente, sí que contribuyen a tener un mejor rendimiento y
una menor fatiga visual.

2018 03 07 Qué es la higiene visual

A continuación expondremos algunas de las principales medidas de higiene visual que recomendamos a nuestros pacientes, muchas veces independientemente
de la edad, con el fin de evitar o hacer mejorar molestos síntomas visuales:

- Durante la lectura y la escritura es necesario tener presente:

Postura: Recomendamos sentarse correctamente. Los pies deben tocar el suelo, las piernas dobladas en ángulo recto y la espalda debe tocar el respaldo.

Distancia de trabajo: Una buena y fácil referencia es la distancia que hay entre el codo y el extremo del dedo pulgar. Esta distancia es variable a lo largo de la vida
de los estudiantes, a medida que crecen la distancia crece. Cualquier actividad de cerca que se realice sin respetar dicha distancia supondrá un esfuerzo superior
al que el sistema visual puede aguantar de forma eficaz sin producir fatiga.

Mobiliario: En el caso de los niños, hay que tener presente que éstos necesitan muebles adecuados para su tamaño. La silla debe poderse regular en altura.
Idealmente, optar por una mesa con una inclinación de unos 20º, para que la postura corporal sea más relajada, precise un esfuerzo visual menor y permita una
mejor posición para la respiración. En el caso de no disponer de una mesa así, se puede optar por usar un atril.
Iluminación: La iluminación no debe ser ni demasiado fuerte ni demasiado floja, nos debemos sentir cómodos y trabajar sin reflejos sobre el papel. Es
aconsejable trabajar con una luz ambiental y otra más potente dirigida al objeto de trabajo. Debemos evitar la iluminación directa sobre los ojos y las sombras, ya
que producen fatiga. Para las personas diestras la luz debe venir de la izquierda, y para las zurdas de la derecha.

Descansos: Si se está cansado o somnoliento es poco recomendable que se realice un trabajo que requiera de atención visual de cerca; igualmente, si se acaba
de despertar. Cuando se esté mirando de cerca durante un cierto tiempo se han de hacer descansos periódicos y relajar el sistema visual mirando de lejos; se ha
de mirar a seis metros o más… Si no se tienen esas distancias directas se pueden multiplicar con espejos. Recomendamos hacerlo durante 20 segundos cada 20
minutos de trabajo. Cuando aparece la fatiga es preferible descansar a forzar la vista.

Estructura de la piel.

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Sirve muchas funciones importantes, incluyendo

Protección del cuerpo frente a los traumatismos

Regulación de la temperatura corporal

Mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico

Sensación de estímulos dolorosos y agradables

Interviene en la síntesis de vitamina D

La piel conserva las sustancias químicas y los nutrientes del cuerpo a la vez que evita la penetración de sustancias peligrosas en el
organismo y actúa como escudo que lo protege de los rayos ultravioletas emitidos por el sol. Además, el color, la textura y los pliegues
de la piel (ver Descripción de marcas y protuberancias cutáneas, y de cambios de color) contribuyen a identificar las características
individuales. Cualquier alteración en el funcionamiento o en el aspecto de la piel (ver Efectos del envejecimiento en la piel) pueden tener
consecuencias importantes en la salud física y mental.

Muchos de los problemas que se presentan en la piel se limitan a la misma. Sin embargo, en algunos casos, la piel revela un trastorno
que afecta todo el cuerpo. En consecuencia, a menudo se considera la posibilidad de diversas enfermedades al examinar problemas
cutáneos. Con frecuencia se realizan análisis de sangre u otras pruebas de laboratorio para detectar una enfermedad interna en casos
de problemas cutáneos (ver Diagnóstico de trastornos cutáneos).

Capas de la piel

La piel consta de tres capas:

Epidermis

Dermis

Capa de grasa (también denominada capa subcutánea)

Cada capa cumple una tarea específica.

Las capas de la piel

La piel consta de tres capas. Debajo de la superficie de la piel hay nervios, terminaciones nerviosas, glándulas, folículos pilosos y vasos
sanguíneos.

Las capas de la piel

Epidermis

La epidermis es la capa, relativamente fina y resistente, que constituye la parte externa de la piel. La mayor parte de las células que
forman la epidermis son queratinocitos. Estos se originan en las células de la capa más profunda de la epidermis, llamada capa basal.
Lentamente, migran hacia la superficie de la epidermis. Después de llegar a la superficie de la piel, los queratinocitos se desprenden de
forma gradual y son reemplazados por las células jóvenes que son empujadas desde abajo.
La parte externa de la epidermis, conocida como la capa córnea (estrato córneo), es relativamente impermeable y, si no está dañada,
evita que las bacterias, los virus y otras sustancias extrañas penetren en el organismo. La epidermis (junto con otras capas de la piel)
también protege los órganos internos, los músculos, los nervios y los vasos sanguíneos ante cualquier posible traumatismo. En ciertas
áreas del cuerpo que requieren mayor protección, como las palmas de las manos y las plantas de los pies, la capa córnea es mucho
más gruesa.

Los melanocitos son células que se encuentran repartidas por toda la capa basal de la epidermis y producen un pigmento llamado
melanina, uno de los principales causantes del color de la piel. Sin embargo, la función principal de la melanina es la de filtrar la
radiación ultravioleta del Sol (ver Introducción a la radiación solar y las lesiones de la piel), que daña el ADN y puede tener numerosos
efectos nocivos, incluso el cáncer de piel.

Melanocitos

Melanocitos

Ocultar los detalles

Las células especializadas llamadas melanocitos producen el pigmento melanina. Los melanocitos se originan en las células de la capa
más profunda de la epidermis, llamada capa basal.

La epidermis también contiene las células de Langerhans, que forman parte del sistema inmunitario de la piel. Aunque estas células
ayudan a detectar sustancias extrañas y defienden al cuerpo frente a las infecciones, también desempeñan un papel importante en la
aparición de alergias en la piel.

Dermis

La siguiente capa de la piel, la dermis, es delgada y de un tejido fibroso y elástico (compuesto en su mayor parte por colágeno, con un
componente pequeño aunque importante de elastina) que da a la piel su flexibilidad y consistencia. La dermis contiene terminaciones
nerviosas, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas, folículos pilosos y vasos sanguíneos.

Las terminaciones nerviosas detectan el dolor, el tacto, la presión y la temperatura. Algunas áreas de la piel contienen más
terminaciones nerviosas que otras. Por ejemplo, los dedos de los pies y de las manos contienen muchos nervios, por lo que son
extremadamente sensibles al tacto.

Las glándulas sudoríparas producen sudor en respuesta al calor y al estrés. El sudor está compuesto por agua, sal y otras sustancias
químicas. A medida que se evapora de la piel, el cuerpo se refresca. Las glándulas sudoríparas especializadas de las axilas y de la
región genital (glándulas apocrinas sudoríparas) segregan una sustancia espesa y aceitosa que produce un olor corporal característico
cuando las bacterias de la piel digieren el sudor en esas zonas.

Las glándulas sebáceas producen sebo en los folículos pilosos. El sebo es un aceite que mantiene la piel húmeda y suave y actúa como
una barrera contra las sustancias extrañas.

Los folículos pilosos producen los diferentes tipos de vello corporal. El vello no solo contribuye al aspecto de una persona, sino que tiene
una serie de importantes funciones físicas, como regular la temperatura corporal, proteger de posibles daños y acentuar las
sensaciones. Además, parte del folículo contiene células madre capaces de renovar la epidermis dañada.

Los vasos sanguíneos de la dermis nutren la piel y ayudan a regular la temperatura corporal. El calor provoca la dilatación de los vasos
sanguíneos, lo que permite que grandes cantidades de sangre circulen cerca de la superficie de la piel y liberen el calor. El frío causa
que los vasos sanguíneos se estrechen (contraigan) y conserven el calor del cuerpo.

El número de terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas, folículos pilosos y vasos sanguíneos varía en las
distintas partes del cuerpo. La zona superior de la cabeza, por ejemplo, tiene gran cantidad de folículos pilosos, mientras que las palmas
de las manos y las plantas de los pies carecen de ellos.
Capa de grasa

Debajo de la dermis se encuentra una capa de grasa que ayuda a aislar el cuerpo del calor y del frío, proporciona un relleno protector y
sirve para almacenar energía. La grasa se almacena en células vivas, denominadas células grasas, unidas entre sí por un tejido fibroso.
El grosor de la capa de grasa puede variar desde una fracción de centímetro en los párpados hasta varios centímetros en el abdomen y
en las nalgas.

Los corpúsculos táctiles o corpúsculos de Meissner son un tipo de mecanorreceptor descubierto por el anatomista Georg Meissner
(1829-1905) y Rudolf Wagner . Este corpúsculo es un tipo de terminación nerviosa de la piel que es responsable de la sensibilidad al
tacto ligero . En particular, tienen su sensibilidad más alta (umbral más bajo) cuando detectan vibraciones entre 10 y 50 hercios . Son
receptores de rápida adaptación . Se concentran más en la piel gruesa y sin pelo, especialmente en las yemas de los dedos. Corpúsculo
táctil - https://es.qaz.wiki/wiki/Tactile_corpuscle

Tipos de sensaciones
Tal y como comentábamos anteriormente, las sensaciones pueden ser clasificadas en distintos tipos. Además, estas
pueden ser clasificadas en subgrupos dependiendo de si responden a estímulos externos o internos.

Dentro del grupo de sentidos externos se encuentran:

 Sentido de la vista.
 Sentido del tacto.
 Sentido auditivo.
 Sentido olfativo.

Por otra parte, los sentidos internos incluyen:

 Sentido cenestésico.
 Sentido kinestésico.

1. Sentido visual
El sentido de la vista es aquel encargado de detectar aquellas sensaciones creadas cuando la persona observa o mira
su entorno. Dentro de este mismo sentido encontramos dos tipos de sensaciones visuales diferentes:

 Sensaciones cromáticas: generadas por la detección de los colores.


 Sensaciones acromáticas: sensaciones generadas por el grado de claridad del ambiente. Este va desde el
blanco hasta el negro absoluto.

La detección de la longitud de onda, la intensidad y la complejidad de la luz son posibles gracias a los receptores
visuales situados en la retina del ojo. Estos receptores son conocidos como varillas y conos.

Mientras que las varillas son sensibles a la luz tenue, los conos captan la variedad de colores y la luz brillante. La
información sensorial obtenida por estos receptores se transduce en información neuronal que viaja a lo largo
del nervio óptico.

Cuando este sentido falla por cualquier causa y a cualquier nivel, aparecen los distintos tipos de ceguera, incluyendo la
incapacidad completa para ver.

 Artículo relacionado: "Las 11 partes del ojo y sus funciones"

2. Sentido auditivo
También conocido como oído, este sentido nos permite detectar los sonidos que llegan al mecanismo interno del
órgano auditivo en forma de vibraciones y los cambios en la presión del medio. Estas sensaciones pueden ser
diferentes en función de la altura y del tono, igual que también varía en función del timbre.
Características como la frecuencia, la intensidad y la complejidad de las ondas de sonido que nos llegan del
medio externo son detectadas por los receptores auditivos del oído. En este caso los receptores son conocidos como
cilios o receptores de células ciliadas.

Los diferentes patrones de movimiento de los cilios se traducen en diferentes códigos neuronales, que en última
instancia, conducen a escuchar diferente el volumen, tono y timbre de los sonidos.

En este sentido, la pérdida de la capacidad para escuchar es conocida como sordera, la cual también puede aparecer
en diferentes grados y afectar a uno o ambos oídos.

3. Sentido olfativo
La capacidad para percibir los aromas y olores del medio es conocida como sentido del olfato. La aparición de
cualquier fragancia externa, tanto agradable como desagradable, activa los receptores capilares de las fosas
nasales. Estos receptores trasladan la señal al bulbo olfatorio, situado en la base del cerebro.

El sentido del olfato puede servir para muchos propósitos tales como la detección de peligros (oler un escape de gas),
alimentos en mal estado o la detección de feromonas, entre muchos otros. Además, se integra con el sentido del gusto
para percibir eficazmente los distintos sabores.

Una persona que no posee esta capacidad o la ha perdido debido a algún tipo de lesión es una persona que sufre de
anosmia.

4. Sentido del gusto


El gusto es aquella sensación producida por una reacción química que se da cuando una sustancia es detectada
por las células receptoras del gusto, situadas en las papilas gustativas de la cavidad bucal, principalmente en la
lengua.

Los receptores del gusto se activan por la presencia de comida o cualquier otro elemento colocado en la lengua. Las
papilas gustativas pueden detectar cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. No obstante, el sentido del
gusto trabaja junto con el olfato y la estimulación del nervio trigémino para determinar los diferentes sabores, así como
la temperatura de estos.

Con el paso de los años y el envejecimiento aparece un disminución de la intensidad en la percepción de los diferentes
sabores, mientras que la imposibilidad completa de percibirlos es conocida como ageusia.

5. Sentido del tacto


El sentido del tacto es aquel cuyas sensaciones responden a los cambios en la superficie del cuerpo. Es decir, la piel
de la persona; la cual puede sentir todo aquel estímulo o elemento que lo toque.

A través del sentido del tacto podemos percibir e identificar las características de los objetos. Nos permite conocer si es
suave, rugoso o áspero. De la misma manera, también nos puede informar de la temperatura de los
objetos mediante la activación de los termorreceptores.

Las células receptoras de información sensorial se encuentran conectadas a las fibras nerviosas aferentes. Ante la
detección de un estímulo táctil, los receptores sensoriales se activan transportando la información hacia los centros
cerebrales correspondientes.

6. Sentido kinestésico o propiocepción


La kinestesia o propiocepción, hace referencia a la capacidad de detectar la posición de los músculos, así como la
capacidad para ser conscientes de la posición o postura de nuestro cuerpo en relación a lo que nos rodea. Este
sentido hace posible en control de la dirección y el rango de nuestros movimientos, por lo que nos permite dar
respuestas motoras rápidas y automáticas.

En comparación con los sentidos descritos anteriormente, la kinestesia es un sentivo interoceptivo, es decir que se
encarga de detectar los estímulos y estados internos de nuestro organismo.
Como consecuencia, también ejerce un importante papel en la percepción y mantenimiento del equilibrio, así como en
la coordinación de los movimientos. Por otra parte, las disfunciones relacionadas con este sentido son aquellas que
se manifiestan mediante la torpeza motriz, caídas y falta de coordinación.

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7. Sentido cenestésico
Finalmente, la cinestesia o el sentido cinestésico es uno de los sentidos menos conocidos y es el que se encarga de
detectar el conjunto de sensaciones internas de nuestro cuerpo. Las unidades receptoras de este sentido son aquellas
terminaciones nerviosas de las membranas de los órganos internos. Informa sobre el estado de los órganos y del
organismo en su totalidad. Los estímulos que las activan son los propios de la fisiología digestiva, respiratoria y
muscular, entre otros.

En algunos ámbitos, se refieren a la cenestesia como la sensación general de la existencia de nuestro propio cuerpo y
al estado en el que este se encuentra.
Higiene del Mecanorreceptor

Es importante conservar en buen estado la piel ya que ella nos informa acerca de diversos
estímulos y protege de lesiones, es una barrera para muchos microorganismos dañinos,
además interviene en el control de la temperatura y el balance de agua en el cuerpo, por eso
debemos:

1. Bañarnos todos los días con abundante agua y jabón.

2. Evitar el exceso de sol.

3. No utilizar ropas muy ajustadas.

4. En caso de heridas, lavarlas inmediatamente con agua y jabón y aplicar algún antiséptico.

5. Desinfectar cualquier herida superficial.

6. Usar guantes para proteger la piel cuando se usen detergentes fuertes, ácidos sustancias
caústica, entre otras.

7. Un caso particular que afecta al tacto son las quemaduras, que son:

*De primer grado: Son superficiales, quedando la piel intacta; en estos casos se aplica un
paño con solución ácido bórico o pícrico.

*De segundo grado: Es cuando la piel ha sido alterada; en estos casos el uso de ácido pícrico
o de aceite con agua de cal, ayuda y clama el dolor.
*De tercer grado: Son cuando los tejidos internos han sido dañados; en estos casos es
necesario recurrir cuanto antes a un centro asistencial, donde el especialista decidirá según

sea el caso.

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