Tesis
Tesis
Tesis
PRESENTADO POR:
GONZÁLEZ INTERIANO; WENDY EUNICE
GUZMÁN NAVARRETE; AMALIA GUADALUPE
MENÉNDEZ MORÁN; YENIFER CAROLINA
DOCENTE ASESOR:
DR. JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ
(PRESIDENTE)
(SECRETARIO)
(VOCAL)
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
LICENCIADO ROGER ARMANDO ARIAS
RECTOR
Solo hay uno que es capaz de hacer todo en mí. Capaz de quebrantar y
endurecer corazones a mi favor o en mi contra, Por eso y por mas,
eres merecedor de todo honor y gloria. GRACIAS JESUS.
Mis hijas: que iluminan mí día a día, y se han convertido en el motor para alcanzar
todos los sueños.
Mis hermanos: Cecy, Lila, Rosa, Virginia, Heidy y Ricardo, por amarme muy a pesar
de todo y apoyarme en cada una de mis decisiones.
Mis Sobrinos y cuñados: por conformar una familia para mí, llena de amor y
sonrisas, por su ayuda incondicional.
Marvin: a quien le diste la enorme tarea de ser el cuidador de mis hijas, y de quien
he recibido apoyo y motivación para alcanzar esta meta.
Yenifer y Amalia: por el amor y compañerismo que diste en sus corazones para
convertirse en mis amigas y hermanas.
Dr. José Martínez, por constituirlo mi asesor, sabiendo que es un hombre integral
quien, a pesar de ser su trabajo lo realiza con tanta humildad y empatía.
Dedico de manera especial este logro a Dios por su infinita misericordia y gracia, a
mis padres José Francisco Guzmán y María Rosa Navarrete, por su amor y
confianza puesta en mí, a mi familia y en especial a mi hermana Norma Guzmán,
por su apoyo incondicional.
A mis amigas Wendy González y Yenifer Menéndez, por su amistad y por cada
experiencia vivida juntas, hicieron de este viaje algo especial, las quiero.
Primeramente doy gracias a Dios por su infinito amor, por ser mi guía y darme la
inteligencia y sabiduría para alcanzar este logro.
A mis padres José Menéndez y Elida Morán por haberme forjado como la persona
que soy; por su amor, apoyo y motivación constante para alcanzar mis metas. A
mi hermana Leyla Menéndez por convertirse en el motivo e inspiración para
terminar mi carrera.
A Denis García por siempre estar para mí y de igual forma a mis amigas y
compañeras de tesis Wendy Interiano y Amalia Guzmán por formar parte de mi
vida y ser un pilar fundamental… Los amo.
Recomendaciones ……………………………………………………124
Bibliografía ……………………………………………………126
RESUMEN
“Revisión de sentencias firmes por declaración de documentos falsos en
proceso penal, regulado en el Código Procesal Civil y Mercantil de El
Salvador” para llevar a cabo el estudio del tema anterior es necesario
realizar un análisis en particular de la institución Revisión de sentencias
firmes, estableciendo su naturaleza, analizando presupuestos de
admisibilidad hasta reflexionar sobre la aplicabilidad de la misma en el
sistema procesal salvadoreño.
i
SIGLAS Y ABREVIATURAS
ii
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación tiene como objetivo establecer la razón
de realizar una investigación dogmática que versa sobre “revisión de
sentencias firmes por declaración de documentos falsos en proceso penal
regulado en el Código Procesal Civil y Mercantil de El Salvador”.
iii
que permite volver a conocer cuestiones ya decididas por sentencia firme,
contrariando el principio de que lo resuelto es inmodificable y de obligatorio
cumplimiento.
iv
CAPITULO I
El hombre por su propia naturaleza tiende a revelarse frente a las derrotas, y esta
manera de revelarse en materia de derecho constituye los denominados recursos,
pues estos son los canales naturales para delinear la rebeldía o protesta del
vencido, estos pues, permiten encarar o atacar a todas aquellas sentencias que
los condenan o les impone el cumplimiento de una obligación, quiere decir
entonces que “los recursos son el instrumentos autorizados y considerados dentro
de los sistemas normativos para que los vencidos en un proceso que consideren
que dicha sentencia les ocasiona un agravio puedan expresarlo ante el mismo
tribunal que emitió la resolución o ante un tribunal superior”1
1
Aldo Bacre, “Recursos Ordinarios y Extraordinarios Teoría y Práctica”, Ediciones La Roca,
(Buenos Aires, Argentina, 1999), 43.
1
Esto no fue siempre de esta manera, ya que en el transcurso del tiempo, cuando
el gobernante llámese Jefe, Rey, Cacique, Sumo Sacerdote o Asamblea del
Pueblo, administraba justicia entre los suyos poniendo de esta forma fin a los
sucesivos conflictos de intereses, las decisiones de estas figuras jerárquicas, no
eran impugnables por ninguna vía, porque estas autoridades ejercían el poder
absoluto, esto les permitía no fundamentar sus resoluciones ya que no obstante
ser arbitrarias debían ser cumplidas con rigurosidad. La justicia discernida
patriarcalmente o mediante la interpretación del juicio de la divinidad, por lo que se
consideraba infalible, era más bien una razón de poder porque esta divinidad la
ejercía como un poder absoluto e inapelable, porque sus decisiones estaban
exentas de críticas o censuras.
2
Miguel Alberto Trejo Escobar, “Los Recursos y otros medios de impugnación en la jurisdicción
penal”, (Triple “D” Impreso en El Salvador en Talleres Gráficos UCA, San Salvador, 1998), 15. “en
esta etapa no hubo apertura a los medios de impugnación por considerarse decisiones infalibles”
2
se crea un medio corriente y normal para la revisión de los fallos: la apelación
(appellatio)3. Como lo expresa Enrique Vescovi4, la appellatio surge más tarde en
el proceso oficial y durante el Imperio.
Con el Imperio Romano, entre los siglos I al V, a través del proceso extraordinario
nace la apelatios, que permitía modificar las decisiones de un Iudex y obtener un
nuevo pronunciamiento; por ello, a partir de entonces, las resoluciones solo tenían
efecto de Res Iudica, (Cosa Juzgada), luego que vencía el plazo para apelar o
cuando dicho recurso había sido rechazado. En razón de admitirse esta vía de
devolución del poder jurisdiccional, al soberano en casos particulares, empieza a
aparecer la razón de justicia que justifica los recursos, sin desplazar la razón de
poder, que tiende, simplemente a evolucionar. La razón de justicia afirma la razón
de poder del emperador o monarca como instancia suprema para sus súbditos, de
aquí emana lo que hoy se conoce el efecto devolutivo del recurso de apelación,
que permite que el soberano reasuma el conocimiento de la causa, sustrayéndola
de los jueces inferiores, para revisar las resoluciones en ellas recaídas, y las
propias actuaciones a petición de partes o de forma oficiosa.5
3
Germán Bidart Campos, y otros, “Recursos Judiciales”, (Ed. Comercial Industrial y Financiera,
Tucumán, Argentina, 1993), 12. “Es hasta la época del surgimiento del Imperio Roma no que la
organización de administración de aquella época permitió la Apelación de los fallos.”
4
Enrique Vescovi, “Los Recursos Judiciales y demás medios impugnativos en Iberoamérica”,
(Buenos Aires, Ed. Depalma, 1988), 17. “Interesante es esta etapa que podríamos denominar
positivación de los medios de impugnación en los diferentes.
5
Marcos Cañas, “Las doctrinas que sustentan la revisión de las sentencias en el nuevo Código
Procesal Civil”. Consultado en Internet en : http://ri.ues.edu.sv
3
1.1.2 Derecho Germánico antiguo
Así, entre los Germanos no se conocían las vías recursivas, ya que los fallos
surgían de los juicios de Dios, dados por las asambleas del pueblo, y luego de
sortear un riguroso procedimiento probatorio, en el que se utilizaba el agua y el
fuego por lo que no se admitía impugnación alguna.6
Las funciones judiciales en la edad media eran delegadas a los señores Feudales
(Condes, Vizcondes y Duques) por lo que se determinó un orden jerárquico que
culminaba con el Rey. Y eraél, quien conocía de las causasde reclamos de sus
vasallos. Con la similitud de los derechos Sirio-Romano(época del imperio
vicentino y germánico) nace el proceso canónico, dentro del cual se admitió con
amplitud el régimen de las apelaciones contra las sentencias definitivas, inclusive
contra las sentencias interlocutorias, de esta última se limitó su uso.
6
Consultado en Internet en: http://wwwisis.ufg.edu.sv/wwwisis/documentos/TE/345.07-
C346r/345.07-C346r.pdf.
4
1.1.5 Época Colonial
5
que controlaran las decisiones o sentencias dictadas por otros de jerarquía
inferior, inclusive, se podía acceder a la última instancia representada por el sumo
sacerdote y rey, quien ejercía el poder supremo.
En cambio, en Roma, a pesar de haber surgido como una factoría creada por los
mismos sirios - fenicios, no conoció en los primeros tiempos de la historia jurídica
el instituto de la apelación. Ello debido al carácter privado del proceso (época
clásica y hasta el final de la República), y porque, además, de las decisiones que
partían el soberano eran inatacables, naciendo con el atributo de la res iudicata.Es
recién en los comienzos del imperio que aparece la appellatio, significado en latín
dirigirse o recurrir a alguien, en virtud de la cual el agraviado podía quejarse
En el período histórico analizado sólo eran apelables las sentencias definitivas, por
lo que no eran recurribles las simples y las interlocutorias. Las características de
esta vía impugnativa eran, por un lado, el llamado
beneficiumcommuneremedii(adhesión a la apelación); y por otro la posibilidad de
la reformatio in pejus, luego vedada.También se puede señalar el efecto
suspensivo que siempre poseía. Para ejercer la apelación bastaba con su
interposición, por lo que en aquella época resultaba innecesaria su
fundamentación.
7
Francisco Holguin Bernal, “Recursos en materia civil”, (tesis para optar al grado de doctor en
derecho), México. formato electrónico disponible en internet en:
ttp://www.ordenjuridico.gob.mx/publicaciones/tesis2011/holguin-d2privado.pd.
6
que al autorizarse este recurso se centralizaba el poder decisorio en manos del
rey, esta amplitud recursiva perduró en Europa hasta la Edad Contemporánea, en
la que a través de los códigos modernos, se perfila una tendencia a limitar las
oportunidades apelatorias o directamente a suprimirlas, mediante la actividad y el
funcionamiento de instancias únicas.
7
es el que pasa a España, y a través de ésta, a los países latinoamericanos en su
mayoría8
8
Consultado en Internet en: http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/Tesis/Human/jeri_cj/Cap3.pdf
9
Bacre, Recursos Ordinarios, 43-44.
10
Trejo, Los Recursos, 15. “esta etapa no hubo apertura hacia los medios de impugnación por la
forma en cómo se concebían las decisiones que tomaban los gobernantes que se concebían como
la voz de la voluntad divina y por tanto eran infalibles.”
11
Juan Carlos Hitters, “Revisión de La Cosa Juzgada”(Buenos Aires, Platense 2006), 34.
8
1.2.1.1 Restitutio
La cosa juzgada o res judicata como ellos la llamaban fue conocida por los
romanos así como otras instituciones como el nom bis in ídem, y estas tenían
vigencia mucho antes de las XII tablas, así en la época anterior a Justiniano una
vez incoada la pretensión no era posible retirarla ni reformarla pues el litigio debía
resolverse al momento de dictar sentencia, así también en la etapa primitiva hasta
la clásica la deductio in indicim prohibían la repetición de la misma pretensión en
virtud de la Litis contestatio12 instituto que extinguía la acción inicial fomentando
a través de dichas instituciones la seguridad jurídica en sus actos.
12
Según José Belarmino Jaime, por medio de la Litis contestatio aceptaron someter el litigio al
conocimiento del magistrado, obligándose aceptar el fallo que fuere emitido, la cual extinguía la
acción inicial.Producían un efecto negativo o excluyente, pues una vez dictada y firme el
demandante no podía interponer de nuevo la misma acción. “La Cosa Juzgada en materia
Procesal Civil” Tesis de grado, pág. 22
13
Bacre,“Recursos Ordinarios, 43-44.
14
Hitters, “Revisión de la Cosa Juzgada”, 34.
9
equidad quien, por vía de su imperio, anulaba o revocaba las consecuencias
perniciosas de ciertos actos.
La restitutio se aplicó primero al derecho privado para anular ciertos convenios
intrínsecamente viciados, y de ahí se trasplanto al proceso como medio de
revisión de sentencias15.
En las primeras épocas fue el príncipe quien concedía la revocación pero esta
facultad se fue extendiendo a los perfectos del pretorio, luego al presidente, el
procurador del cese y por el ultimo los magistrados y jueces, quienes por ciertas
15
Ibíd. 35.
16
Ibíd. 35.
17
Ibíd. 36.
10
daño, diferencia sustancial con el derecho contemporáneo ya que en la actualidad
la restitución tiene efectos suspensivos, para los romanos la finalidad de la
restitutio se fundamentaba en volver la situación al estado anterior de la sentencia
impugnada por ello en caso de llevarse a cabo la retracción debía restituirse al
agraviado la cosa, sus frutos y accesorios, es importante aclarar que no se
rescindían de todos los efectos de la providencia sino exclusivamente sus
consecuencias nocivas, situación que responde al principio de conservación que
aún se aplica en el sistema moderno.
1.2.1.2 La Supplicatio
11
volver las cosas al estado que tenía con anterioridad a la resolución revocada. 18
Como se sabe estas resoluciones no admitían ningún tipo de apelación. Aclara
Calamandrei que la supplicattio permitida y disciplinada por las constituciones
imperiales, era de naturaleza similar a las tantas suplicas dirigidas por los
ciudadanos, con la sola diferencia que en aquella el que es oso se alzaba contra
una decisión judicial inmutable, donde se pedía en función de gracia, la revisión de
la sentencia.19
1.2.2Derecho Estatuario
18
Ibíd. 37.
19
Ibíd. 39.
20
ibíd. 39.
12
una situación procesal existente, esto en otra palabra era más que hacer ver la
ineficacia inicial del pronunciamiento, era destruir su validez jurídica.
Sobre la naturaleza de la querella nullitatis hubo diferencias entre la legislación y
la doctrina estatuaria; ya que para la legislación esta era vista como una verdadera
acción autónoma y para la doctrina como un medio de gravamen eminentemente
procesal, de la descripción de esta institución se puede llegar a concluir que esta
es, una acción de nulidad estrictamente del proceso como sostenía la doctrina de
esa época.
1.2.3Derecho Español
Los medios para rebatir la cosa juzgada pasaron del Derecho Romano a la
Legislación Española. Las leyes generales departida concibieron una vía
autónoma que iba contra las providencias firmes; un claro procedimiento de
revisión con un plazo de prescripción de veinte años, que era común para todas
las acciones personales. La nulidad no solo podía pedirse por acción sino también
como excepción y como recurso.21
21
Ibíd. 43.
13
juzgada tenía un acento tan débil que el juicio podía ser renovado en
determinadas circunstancias.
Para el año 2003, se crea la comisión para elaborar el Anteproyecto del Código
Procesal Civil y Mercantil, el cual tomó la calidad de Proyecto de Ley, por haber
sido presentado éste por La Honorable Corte Suprema de Justicia a La Asamblea
Legislativa, con el fin de que fuera estudiado y proceder posteriormente a votación
para que se convirtiera en ley de La República. Dicho Anteproyecto sentó las
bases de un nuevo Código Procesal Civil y Mercantil, el cual entró en vigencia en
el año 2010.
22
Ibíd.53.
14
MERCANTIL en donde enmarca el conjunto de medios de impugnación, siendo los
recursos en sentido estricto los máximos exponentes de esta pretensión, es decir,
aquellos mecanismos legales que tienen las partes procesales que intervienen en
un proceso para atacar dichas resoluciones, cuando una de estas partes se
considera agraviada y que dicho agravio es ocasionado por la resolución judicial
emitida y por medio del cual, se pretende un nuevo examen de las cuestiones
fácticas o jurídicas que van inmersas en dicha resolución con la finalidad de que
sea anulada o sustituida por otra que le favorezca. Pero con la característica
especial de que dicha resolución aún no ha adquirido firmeza o calidad de cosa
juzgada.
23
José Becerra Bautista,“El Proceso Civil en México”, (Editorial Porrúa, México, 1974), 529.
24
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es claro al definir la palabra impugnar
como: combatir, contradecir, refutar. Interponer un recurso contra una resolución judicial.
15
judiciales pretendiendo una modificación o anulación de la misma. Su objetivo
principal es minimizar errores judiciales25
25
Birdat, “Recursos Judiciales”, 11.
26
Alcalá Zamora, et al. “Derecho procesal penal”, Tomo III, (Ed.G.Kraft, Buenos Aires, 1945), 259.
27
Francisco Arrieta Gallegos, “Impugnación de las Resoluciones Procesales”, (Editorial la Idea, El
Salvador, 1992), 1.
16
de estos, hacer efectivo el derecho a impugnar y examinando de nuevo la
resolución se logre la enmienda, ratificación o anulación de la resolución
controvertida.
Los Medios de impugnación exigen que exista gravamen; eso quiere decir que
solo pueden impugnar la resolución, las partes que hayan sido perjudicadas en el
fallo, así mismo se aplica el principio procesal de prohibición de “reformatio in
peius” este principio implica que la revisión de la resolución no puede perjudicar al
recurrente, salvo, que, a su vez, la parte contraria hubiera impugnado la
resolución.
28
Carlos Arellano García,“Derecho Procesal Civil”, (Porrúa, México, 2005), 513. El verbo recurrir
alude también a la conducta por la que un sujeto se dirige a otro para obtener alguna cosa.
29
Jaime Guasp, “Derecho Procesal Civil”, (Instituto de Estudios Jurídicos, Madrid, España, 1968),
710-711. “Para el autor, la idea elemental de la impugnación es que se vuelve a trabajar sobre la
materia procesal ya decidida. A fin de depurar la exactitud o inexactitud de las conclusiones
procesales primariamente obtenidas. El recurso define al proceso montado con una finalidad
impugnativa, pero no supone una reproducción del proceso primitivo”.
17
otras palabras combatir, contradecir, refutar una resolución judicial. Con el
ejercicio de los recursos, la resolución dictada queda privada temporalmente de
sus efectos hasta su resolución efectiva.
Los recursos son el sector más importante de los medios de impugnación 30. Están
dirigidos a combatir resoluciones judiciales. Son instrumentos jurídicos procesales
que se pueden interponer dentro del mismo procedimiento generalmente ante un
órgano judicial superior, por violaciones cometidas en el procedimiento y en las
resoluciones judiciales. Su finalidad principal es evitar resoluciones
manifiestamente injustas, ya sea porque el juzgador incurrió en un error al
momento de emitir su pronunciamiento o porque dicha providencia no va acorde
con la realidad de los hechos. Con la entrada en vigencia del CPCM, el legislador
vuelve a confirmar la sustantividad pura de los recursos al incluirlos en la
normativa en un sentido restringido31. Al darle al recurso esta acepción restringida,
debemos concluir que dentro del ámbito del proceso existen «remedios» que no
constituyen recursos en sentido estricto. Por ej., las partes se atacan y pretenden
la descalificación de sus actos jurídicos por vía de acción y de excepción 32. Y
también aquellos actos generados por terceros –que merezcan su impugnación–
la herramienta que debe utilizarse es el «incidente de nulidad»33.
30
Héctor Fix Zamudio – José Ovalle Favela, “Derecho Procesal”, (Editorial Porrúa, México 1991),
105.
31
No incluye otros medios impugnativos como los remedios procesales que no constituyen recursos
en sentido estricto, sino más bien en sentido amplio. En tanto los «remedios procesales» tienen por
objeto la reparación de errores (ilegalidades) de todos los sujetos procesales, sin hacer distingo
entre las distintas calidades y participaciones que le cabe a los mismos en el proceso –de ahí que
también se los designe como vías de reparación– el campo de utilización y procedencia de los
recursos es, como se vio, mucho más restringido, se limita a pronunciamiento judiciales.
32
Entre ellas, la acción de caducidad de instancia contemplada en el Art. 133 CPCM, la de
incompetencia, Art. 40 CPCM, las objeciones, Art. 349 CPCM.
33
Caso típico: el ataque contra una pericia que adolece de vicios formales.
18
Los anteriores son claros ejemplos de remedios procesales, y que la legislación no
contempla como medios impugnativos, no obstante serlo. El legislador considera
únicamente como medios impugnativos los cuatro siguientes: la revocatoria, la
apelación, la casación y la revisión de la sentencia firme.
34
Juan Montero Aroca, et al. “Los Recursos en el Proceso Civil”, 30. (Tirant lo Blanch, Valencia,
España 2001), 32.
19
impiden que llegue a producirse, la llamada cosa juzgada formal. Se trata de los
verdaderos recursos, en donde el recurrente solicita se realice un nuevo examen
de lo que fue resuelto en la resolución que se recurre y en cuanto la misma le sea
desfavorable, para que se dicte otra resolución modificándola o anulándola35.
1.6 Fundamentos
Los medios de impugnación constituyen el control intra orgánico36, por excelencia
del órgano judicial, debido a que al estructurar a este órgano en una Corte
Suprema de Justicia, dividida en Salas, Cámaras de Segunda Instancia, y los
demás tribunales, que establezcan las leyes secundarias, se establece, a instancia
de las partes, un sistema vertical de fiscalización de la legalidad de las
actuaciones y decisiones de los órganos jurisdiccionales
35
ibid. 30.
36
Francisco Bertrand Galindo, et al., “Manual de Derecho Constitucional”, Tomo I, Tercera Edición,
(Centro de Información Jurídica, Ministerio de Justicia, San Salvador, El Salvador 1998), 275. “En
virtud del principio de independencia judicial, los Magistrados y Jueces no están sujetos a ningún
control de sus superiores jerárquicos en lo que se refiere a la forma en que deben fallar los
procesos sometidos a su conocimiento; lo están solamente a la Constitución y a las Leyes,... pero,
sus fallos están sujetos a ser controlados por el tribunal inmediato superior, por medio del sistema
de recursos o medios impugnativos y únicamente a través de tal sistema.
20
inferiores por parte de los superiores. Este sistema vertical de recursos permite,
primero, abrir la segunda instancia de los procesos mediante el Recurso de
Apelación, cuyo conocimiento se atribuye generalmente a las Cámaras de
Segunda Instancia, y segundo, el control estricto del Derecho aplicado en la
Sentencia mediante el Recurso de Casación, cuyo conocimiento se atribuye como
regla general a la Sala de lo Civil y de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia
respectivamente, mediante esta forma de organizar al poder judicial se fiscaliza
internamente el ejercicio de la jurisdicción por parte de los funcionarios judiciales
superiores a las decisiones de los inferiores.
37
Julio Picatoste Bobillo, “Los Recursos y otros de medios de impugnación de la Ley de
Enjuiciamiento Civil”, (Bosch S.A. Barcelona, 2009), 22.
21
conveniencia de que el propio juez o tribunal pueda reconsiderar y rectificar una
decisión desacertada antes de que se convierta en firme, así como en la garantía
que supone someter la corrección de un posible error en la interpretación y
aplicación de la ley, o en la valoración de las pruebas practicadas, o en la
observancia de las normas procesales, a la decisión de otro tribunal distinto,
colegiado y de mayor experiencia38, este autor, además de justificar la
conveniencia de que sea el mismo juzgador quien enmiende su error, considera
que es una garantía para las partes someter el conflicto al conocimiento y decisión
de un juzgador distinto y superior.
1.6.1 Motivos
La impugnación reposa en el derecho vulnerado con el acto viciado, el cual se
pretende sea restablecido mediante el perfeccionamiento del acto impugnado
38
Montero, Los Recursos en el proceso civil”, 32.
39
José María Rives Seva,“Los medios de Impugnación de las Resoluciones Judiciales y Sistema de
Recursos en la Ley de Enjuiciamiento Civil”, (Bosch, S.A., Barcelona, España), 18.
40
Así lo ha sostenido Montero,“Los Recursos en el proceso civil”, 32.
22
que puede alcanzar de esa manera su finalidad. Con el vicio o defecto supone una
trasgresión del ordenamiento jurídico, la impugnación tiende a la correcta
actuación de la ley.
Ocurre con frecuencia que las resoluciones judiciales están afectados por vicios o
errores, reales o hipotéticos, que conducen al juzgador a una desviación en su
razonamiento o motivaciones.
Los primeros atañen a una inobservancia de las normas relativas al proceso y los
otros, aquellos que consisten en una violación a la ley, en una aplicación
inadecuada o en su falta de aplicación, en síntesis los primeros son de forma y los
segundos de fondo.
41
Carlos Ernesto Estrada López, et al., “Los medios de impugnación y su aplicación en sus
diferentes instancias según el nuevo Código Procesal Penal Salvadoreño”,(Facultad
Multidisciplinaria De Occidente, Universidad de El Salvador, Santa Ana, 2010), 40.
23
Básicamente se distinguen como vicios de la actividad o del juicio del tribunal;
como infracción o error en el fondo o en las formas. Se dice entonces, que el error
in iudicando es un error sobre el fondo (contenido) y consiste normalmente en una
violación a la ley desaplicándola o aplicándola erróneamente, dicho en otras
palabras, el error in iudicando puede consistir, sea en la aplicación de una ley
inaplicable, la no aplicación de la que fuere aplicable o en la errónea aplicación de
ella.
42
Estrada, Los medios de impugnación,39.
24
La doctrina respecto de la procedencia de los medios de impugnación ha dicho
que: “está condicionada a la concurrencia de determinados presupuestos
procesales, esto es, a la de determinadas condiciones que son necesarias no solo
para que aquellos se admitan a trámite y se sustancien, sino para que el tribunal
pueda llegar a resolver la cuestión suscitada en los mismos”43.
Según la normatividad del CPCM, las partes del proceso son, de conformidad al
artículo 58 de este cuerpo normativo, el demandante, el demandado y quienes
puedan sufrir los efectos materiales de la cosa juzgada, de ahí
43
Montero, “Los Recursos en el proceso civil”, 42.
44
Juan Carlos Cabañas García, “Código Procesal Civil Comentado”, (Consejo Nacional de la
Judicatura, San Salvador, 2010), 536.
25
entonces, que la legitimidad para interponer los recursos, no está limitada
únicamente, al demandante y al demandado, sino a toda persona, natural o
jurídica, que pueda sufrir los efectos materiales de la cosa juzgada, así lo ha
sostenido el doctor Cabañas en sus comentarios al CPCM: ―el concepto de
parte… –dice- “no puede limitarse a quien de manera efectiva alcanzo esa
condición en el procedimiento previo, sino que la dicción legal ha de tomarse con
un alcance amplio, esto es, también respecto de quienes podían haber sido parte
y no lo fueron por causas ajenas a su voluntad y a quienes, además, la ley les
inviste del derecho a ser oídos y en este caso a cuestionar el tenor de la decisión
adoptada a sus espaldas”45.
1.7.1.2 Competencia
45
Ibíd. 534.
46
Montero, Los Recursos en el proceso civil, 42.
26
algunos de los presupuestos de procedencia, sino que es necesaria e
imprescindible la concurrencia de todos, y la ausencia de uno de ellos deviene en
la improcedencia del recurso, por tanto, solo si se cumplen todos los anteriores
presupuestos debe declararse la procedencia del recurso, pero faltando cualquiera
de los anteriores presupuestos, recurribilidad, agravio, competencia o legitimación,
debe declararse improcedente.
47
Montero, Los Recursos en el proceso civil, 44.
48
La importancia de invocar correctamente el medio de impugnación que la parte interpone, es de
vital importancia, así ha sido declarado por nuestra Sala de lo Civil en un caso concreto: REF. 22-
CAC-2009. 17/09/2009. “En el primero de los escritos, los impetrantes interponen
27
1.7.2.2 El agravio: El agravio, constituye un presupuesto objetivo de
procedencia, que exige, que el recurso o medio de impugnación sea interpuesto,
para que proceda, por la parte a quien la resolución perjudica, lesiona o infiere
agravio, es menester para que el recurso sea procedente objetivamente “que la
resolución cause un perjuicio a la parte que la impugna, es decir, que le sea total o
parcialmente desfavorable o, lo que es igual que le suponga un gravamen” 49
recurso de revisión de la interlocutoria que declara inadmisible el recurso de casación, y por medio
del segundo de los escritos, debe entenderse que lo pedido es un recurso de revocatoria”
Analizado el contenido de lo solicitado en los escritos interpuestos, se aclara que lo solicitado en
los mismos, no es procedente, ni en virtud del recurso de revisión, ni como recurso de revocatoria.
49
Montero, Los Recursos en el proceso Civil, 45.
50
Cabañas, “Código Procesal Comentado”, 536.
28
1.8 Presupuestos de admisibilidad
La admisibilidad, está condicionada, al cumplimiento estricto de los requisitos
establecidos en la ley, estos requisitos son: el plazo y la forma.
1.8.1 El Plazo
Este requisito supone, que este, ha de interponerse, para ser admitido, en el lapso
de tiempo que establece la ley, dicho plazo es de naturaleza legal, sin que sea
posible ampliarlo a un número mayor de días, ni siquiera a petición de parte, y no
requiere, en principio, para que sea declarado inadmisible, que la contraparte así
lo solicite, de ahí entonces la facultad del tribunal de declarar de oficio inadmisible
un medio de impugnación, cuándo sea interpuesto extemporáneamente, de lo
dicho podemos inferir que el incumplimiento de este requisito de admisibilidad
produce la declaración de inadmisibilidad ”51, sin entrar a conocer el fondo del
mismo.
51
Así ha quedado establecida por nuestra Sala de lo Civil la consecuencia de la interposición
extemporánea de los recursos: REF. 22-CAC-2009. 17/09/2009. “Analizado el contenido de lo
solicitado por los señores Gil Castro y Galeano Escalante en los escritos interpuestos, se aclara
que lo solicitado en los mismos, no es procedente, ni en virtud del recurso de revisión, ni como
recurso de revocatoria; pues, el primero no está contemplado para este tipo de resoluciones, y
tratándose de una revocatoria, ésta debe interponerse el mismo día o al siguiente de la
notificación, Art. 426 Pr. C.
52
En Materia del Recurso de Casación el cumplimiento de los requisitos de forma reviste una
especial importancia pues su incumpliendo deviene en la inadmisibilidad del recurso de
29
el recurso de casación, la forma del recurso, es de tal importancia, que no admite
ningún tipo de prevención53.
30
exclusivamente a cada tipo de medio de impugnación, requisitos de forma que
deben ser abordados de acuerdo a cada tipo de medio.
1.8 Finalidad
El sistema de medios de impugnación que el legislador establece, en la estructura
de cada proceso, para que las partes puedan controlar la legalidad de las
resoluciones, se hace partiendo de la posibilidad del error de un primer tribunal y
para que el segundo corrija ese error, con lo que se está pretendiendo una más
perfecta aplicación del derecho en el caso concreto, pero también es posible que
la finalidad del establecimiento de un medio impugnativo sea más bien la
unificación en la interpretación del derecho, es decir, la unificación de la
jurisprudencia, con la seguridad jurídica general que ello supone 54. La finalidad
dela impugnación, resulta evidente, si el fundamento de estos es, la falibilidad
humana, la finalidad debe estar encaminada a la corrección de ese error, vicio,
injusticia o ilegalidad contenido en la resolución, ya sea por el mismo juzgador que
cometió el error o por uno distinto y superior, pero este autor, va más allá en la
finalidad, no limitándola exclusivamente, a corregir el error contenido en la
resolución, sino que también, considera que puede perseguirse, además de
corregir el error contenido en la resolución, un fin unificador en la aplicación del
derecho, finalidad que, como paradigma tipo, la doctrina considera que persigue
actualmente el recurso de casación55.
54
Montero,“Los Recursos en el Proceso Civil”, 32.
55
Este ha sido el criterio reiterado de la jurisprudencia de nuestra Sala de lo Civil respecto a la
finalidad del recurso de casación: REF. 244 -CAC-2008. 30/03/2011.―La casación tiene por
finalidad uniformar la jurisprudencia, a efecto de evitar en la medida de lo posible, las
31
1.10 Efectos
Antes de entrar a conocer los efectos de los medios de impugnación, es necesario
aclarar que la “aspiración a la revisión de los actos es natural y la jurisdicción se
organiza de modo que no se agota en un mero acto, sino que continúa en las
etapas revisivas. Por ello, vemos la impugnación como un efecto revisivo natural,
que tiende a perfeccionar las decisiones judiciales en busca de la justicia, y por
consiguiente el perfeccionamiento de la actividad jurisdiccional. Por lo tanto, posee
propios y específicos efectos como lo son:
interpretaciones varias y distintas sobre lo que ordena una misma disposición, sin que ello
signifique afectar la independencia judicial, por el contrario de lo que se trata es de guardar el
derecho a la igualdad en el trámite de los procesos, lo que lleva a impartir una justicia equitativa, fin
este de todo el ordenamiento jurídico. REF. 101-CAC-2009. 18/05/2009. El recurso de casación,
extraordinario, de estricto derecho, que no constituye instancia, tiene por objeto no simplemente el
saneamiento del error cometido en segunda instancia (sea éste in iudicando o in procedendo), sino
la uniformidad en la aplicación de la ley, con la finalidad de evitar sentencias contradictorias entre
tribunales. La Seguridad Jurídica constituye el fundamento de lo relacionado, a fin de que los
tribunales no interpreten ni apliquen de manera contradictoria la ley; pero dejando claro que la
facultad de revisión en actuaciones del Órgano judicial realizada por la vía casaciónal, es de mera
legalidad.”
32
necesario el juzgamiento por el órgano superior y entendiendo que el inferior agotó
la posibilidad de juzgar.
33
no pueden ser escindidas jurídicamente, por razones de derecho material, por lo
que reclaman la misma solución procesal.
Por último se dirá, que se trata de un instituto que sólo se da cuando la naturaleza
de la relación jurídica así lo exige por su inescindibilidad (unitariedad), sino rige el
principio general de la personalidad del recurso. Aquí se da una contradicción
entre dos principios que son, el de la personalidad y el de la unidad, conexión o
acumulación. Frente a esto hay que decidir, cuál de los dos principios va a
predominar, el primero que llevaría a resolver la misma situación en forma
diferente y con fallos contradictorios o, el segundo, que requiere tratamiento
unitario y aún conjunto de las mismas situaciones.56
56
Vescovi, “Los Recursos Judiciales”, 55- 58.
34
CAPITULO II
35
procesales preconstitucionales como el CPrC de 1882, e inclusive desde la óptica
de las normas constitucionales, lo cual impide el correcto entendimiento sobre los
efectos de dicha figura57. Pero esa única dimensión a la cual han aludido nuestras
normas e incluso la jurisprudencia salvadoreña, no está acorde ni con la doctrina,
ni con las legislaciones iberoamericanas, que la dividen en las dos vertientes de
cosa juzgada material y formal.
No todas las sentencias definitivas son inalterables58, es por ello que buena parte
de la doctrina ha realizado la distinción entre cosa juzgada formal y material. El
ámbito de la cosa juzgada formal será la inatacabilidad de un fallo dentro de un
mismo proceso. El efecto de la cosa juzgada formal sólo se produce en aquellas
sentencias expresamente determinadas. En otras palabras, habilita un nuevo
juzgamiento, a pesar de existir identidad de sujetos procesales y el objeto del
proceso. Por lo tanto, la cosa juzgada formal adquiere el efecto de inmutabilidad
únicamente en ese proceso en particular, lo cual no es vinculante para la iniciación
de otro proceso posterior sobre el mismo asunto.
57
Canales, “Código Procesal Civil Comentado”, 218.
58
Hitters, “Revisión de la Cosa Juzgada”, 132.
59
Montero, “El Nuevo Proceso Civil”, 609.
36
juzgada formal si no a la material. Según lo expresado por Hugo Pereira
Anabalón60, la cosa juzgada formal es «el efecto de inimpugnabilidad de una
sentencia judicial firme o ejecutoriada o también es la preclusión de los medios de
impugnación de una sentencia judicial, que no se hace por eso irrevocable».
Este último concepto sería el más completo, pues a criterio de Pereira Anabalón,
sin desmerecer la opinión de los otros doctrinarios, contiene todos los elementos.
Se dice que la cosa juzgada formal es un presupuesto o condición previa para la
existencia de la cosa juzgada material, ya que para que ésta produzca sus efectos
es necesario que la sentencia esté firme. Couture61 apoya esta afirmación, pues
es necesario tener la formalidad para poder pasar a la sustancial, ya que
constituye un antecedente necesario sin el cual no es posible llegar a ésta.
Asimismo es necesaria la preclusión de todos los medios impugnativos para que
opere. Esta situación no ocurre a la inversa, ya que no es requisito la existencia de
la cosa juzgada material para que pueda optarse por la cosa juzgada formal 62. Por
el contrario en el CPCM, sólo cuando la ley lo diga de manera expresa se podrá
contar con una resolución con efectos de cosa juzgada formal. Como, por ej., en el
proceso ejecutivo, Art. 470 CPCM, los procesos posesorios, Art. 476 CPCM, y los
procesos por desocupación a causa de mora, Art. 486 CPCM, y para los autos
definitivos se entiende en forma general, ej., el desistimiento de la instancia, Art.
130 inc. 3° CPCM, la improponibilidad e inadmisibilidad de la demanda, Art. 277 y
278 CPCM, y los distintos supuestos de incomparecencia regulados en los Arts.
60
Hugo Pereira Anabalon, “La Cosa Juzgada Formal en el Procedimiento Civil Chileno”, (Jurídica
de Chile, Santiago, Chile, 1954), 77.
61
Couture, “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”, 341.
62
Pereira, “La Cosa Juzgada Formal, 79. Un ej. de sentencia con efectos de cosa juzgada formal,
es la dictada en un proceso de alimentos. La firmeza no puede ser sustancial porque el fallo por su
naturaleza queda sujeto a modificaciones posteriores, como cuando cesa la necesidad del
alimentario o el alimentante ya no tiene capacidad económica para prestarlos.
37
291 y 405 CPCM. Pero aun así esta regla no es absoluta, ya que cuando la ley lo
determine no podrá volverse a pelear en procesos posteriores, otorgándoles a
dichas decisiones entonces el efecto de la cosa juzgada material; ej. de esto
último es la renuncia de la pretensión del Art. 129 CPCM. La cosa juzgada formal
no puede ser atacada por los medios impugnativos ordinarios y es vinculante
únicamente al proceso en cuestión. Pero esto no impide que los efectos de la
sentencia puedan desvirtuarse en un proceso posterior.
63
Montero, “El Nuevo Proceso Civil”, 610. Representa la certeza absoluta, cuando una resolución
adquiere este efecto de cosa juzgada material, permanece inmutable y ofrece una seguridad
completa de su derecho.
64
Pereira, La cosa Juzgada formal, 78.
38
posterior65. En ese mismo sentido Couture señala que para que exista la cosa
juzgada material es necesario per se la existencia de la cosa juzgada formal66.
65
AngelAscencio Romero, “La Cosa Juzgada, un tema para reflexionar”, (Trillas, México, 2006), 17.
66
Couture, Fundamentos del Derecho procesal civil, 341.
67
Pereira, La Cosa juzgada formal, 79.
68
Hitters, La Revisión de la Cosa Juzgada, 133.
39
La jurisprudencia salvadoreña en materia civil se ha referido a la cosa juzgada
material o sustancial como «aquella sentencia que aunada a la calidad de
ininpugnabilidad mediante otro recurso, se le agrega la condición de inmutabilidad
en cualquier otro procedimiento posterior»69. El CPCM en el Art. 520 hace una
referencia directa al término cosa juzgada material, y por ende reconoce la
existencia de la división de la cosa juzgada que la doctrina realizó por muchos
años y que hoy en día parece estar en decadencia. De ahí se puede señalar que
aunque sea tácitamente la normativa divide entre ambas. Anterior a esto, no
existía un asidero legal que hablara de la división de la cosa juzgada, pero sí
había pronunciamientos de las Salas de lo Civil y de lo Constitucional al
respecto70.
Como ya se mencionó, los Arts. 230 y 231 CPCM hablan de la cosa juzgada. Este
último Art. establece los elementos necesarios para señalar que se refiere a la
cosa juzgada material, ya que al incidir sus efectos en otro proceso posterior, que
reúna el mismo objeto, sujetos y causa, necesariamente está vinculado a este
primer fallo. Esto evita que las discusiones jurídicas se prolonguen, que existan
fallos repetitivos y contradictorios de una situación ya resuelta71. De igual manera
imprime la necesidad de la división de la cosa juzgada en formal y material, puesto
que cada una cumple una función específica y única, que a mi entender no puede
ser tomada de forma irrelevante. Por ello se disiente de la posición de Montero
Aroca y Nieva Fenoll, puesto que la cosa juzgada formal refiere a un proceso
específico, que no obstante pueda ser ventilado su objeto en otro posterior, esto
no afecta la
69
Sentencia definitiva de casación, Sala de lo Civil, 18/12/02, Exp. Ca. 108 -2002, aclaró que con
base en la jurisprudencia puede alegarse como excepción, siempre que concurra la triple identidad.
70
Sentencia definitiva de hábeas corpus, 24/09/10, Exp.19-2009, Sentencia definitiva de casación,
Sala de lo Civil, 18/12/02, Exp. Ca. 108 -2002. Centro de Documentación Judicial.
71
Andresde la Oliva Santos, “Derecho Procesal Civil”, (El Proceso de Declaración 3ra Edición),
105.
40
firmeza e inmutabilidad que imprime la cosa juzgada formal dentro de esa
instancia de conocimiento, que ya fue cerrada y que no puede reabrirse por
ninguna causa. Y la cosa juzgada material, la cual no ha sido cuestionada, que se
resume en que no puede ser ventilada en ese proceso y en otro por ser definitiva e
intocable su discusión.
De igual manera los limita Hugo Pereira Anabalón. Éste señala, en alusión a la
denominada relatividad de la cosa juzgada73, tres aspectos referentes,
72
Ugo Rocco, “Tratado de Derecho Procesal Civil”, volumen II, parte general, (Temis de Palma,
Bogotá y Buenos Aires, 1976), 351.
73
De acuerdo a la doctrina clásica, es la autoridad de la cosa juzgada que rige para las partes que
han intervenido jurídicamente en el litigio. No alcanzan a las personas ajenas al juicio, así lo
reconocen los CC chileno y colombiano en sus Art. 3 y 17, respectivamente, aseverando que «las
sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente
se pronuncien». En El Salvador el Código Civil suprimió esa parte al Art. 3, incluyendo la
obligatoriedad de la interpretación auténtica de la CNS que le corresponde a la Asamblea
Legislativa que según las nuevas tendencias jurisprudenciales se debe subordinar a la
interpretación constitucional de la Sala.
41
respectivamente, a las personas que legalmente fueron partes en el juicio, como
un límite subjetivo y con respecto al objeto pedido y a la causa de pedir, como
límites objetivos74. Por su parte, Hitters únicamente hace referencia a los límites
temporales, aduciendo que el límite temporal de la cosa juzgada depende
únicamente del tiempo, en cuanto a la posibilidad de que el fallo puede ser
alterado, bajo la óptica del ámbito cronológico de la cosa juzgada 75. En esta
oportunidad, con base en la vinculación que conlleva la cosa juzgada material con
relación a otro u otros procesos posteriores, y con relación a que únicamente
podrá oponerse cuando exista identidad de sujetos, objeto y causa, es necesario
tocar los tres límites, el subjetivo, objetivo y temporal.
Como ya se mencionó, la cosa juzgada sólo obliga a las partes del proceso en el
que recayó la sentencia firme. Lo anterior señala la regla general de acuerdo a la
doctrina clásica. El Art. 58 del CPCM establece que son partes en un proceso el
demandante, el demandado y quienes puedan sufrir los efectos materiales de la
cosa juzgada, es decir, la normativa dice quiénes pueden ser parte en un proceso.
El valor normativo de la cosa juzgada tiene límites, así lo afirman los autores
Arturo Alessandri Rodríguez y Manuel Somarriva Undurraga. La cosa juzgada
obliga respecto de determinada materia de la cual el juicio versó. Y aquélla se
determina por el contenido de la demanda, que lo da la cosa pedida y la causa
74
Pereira, La cosa juzgada formal, 52.
75
Hitters, “La Revisión de la cosa juzgada”, 142.
42
de pedir76. Cuando hablamos de límites objetivos, nos referimos directamente al
objeto del proceso, y tal como lo señalan los autores, para que aquéllos existan
son necesarias dos situaciones fundamentales: la identidad de la cosa pedida y de
la causa de pedir. El demandante plantea en la demanda su pretensión, pero ésta,
al ser el objeto del proceso precisamente, puede desestimarse.
76
Alessandri, “Tratado deDerecho Civil, 149.
77
Hitters, “La Revisión de Sentencia firme”, 142.
43
otros dos preceptos se establecen plazos especiales en los cuales puede iniciarse
esta acción. Para los casos en que se logren descubrir los documentos decisivos,
el cohecho, la violencia o el fraude o en que se hubiese reconocido o declarado la
falsedad, no podrá interponerse después de haber trascurrido 3 meses de su
hallazgo. El mismo plazo de 3 meses es otorgado al rebelde cuando se le notifica
la sentencia, y cuando la notificación fuera hecha personalmente al rebelde la ley
le otorga 30 días para interponer la revisión.
78
Asimismo, la Sala de lo Constitucional ha señalado que «el amparo es un mecanismo procesal
constitucional […], que tiene por objeto dar una protección reforzada de los derechos u otras
categorías jurídicas subjetivas protegibles de rango constitucional consagrados a favor de los
gobernados frente a los actos u omisiones de autoridades públicas o particulares que los violen,
restrinjan u obstaculicen su ejercicio». Cfr. Inadmisibilidad de amparo, 18/04/01, Exp. 114-2001.
Centro de Documentación Judicial. Vid. Sentencias definitivas de Amparo, Exp. 493-2009 y 548-
2009.
79
El análisis constitucional de la cosa juzgada, donde se amplía dicha información.
80
Sentencia definitiva de amparo, 23/07/98, Exp. 34-S-95. Centro de DocumentaciónJudicial.
44
CAPITULO III
45
española, con la diferencia que en nuestra legislación fue incorporada en el
capítulo que contiene los medios impugnativos, por lo cual se infiere que el
legislador lo consideró como un recurso. Por el contrario, el legislador español la
considera como una acción autónoma de impugnación.
81
JulioSigüenza López,“Sistema Judicial Español” cuarta edición, (Laborum, España 2015), 25.
“Ambas posturas han sido en su mayoría superadas afirma el autor, pues se ha determinado que la
revisión en sí, no constituye un recurso propiamente dicho. En la actualidad es mayormente
considerada una acción impugnativa autónoma, siendo esta la postura predominante.”
82
Tal y como lo han afirmado autores como Montero Aroca, “Derecho Jurisdiccional”, 488; Asencio
Mellado, “Derecho Procesal Civil”, parte primera, 299; Cortez Domínguez y Moreno Catena, “La
Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil”, tomo III, 206, Ortells Ramos, “Derecho Procesal Civil”, 625,
Sigüenza López, “La revisión de sentencias firmes en el proceso civil”, 26, entre otros, que
respaldan dicha afirmación por ser la más atinada.
83
Sigüenza, El Sistema Judicial, 26, “La revisión excede del concepto de recurso, no supone un
nuevo examen por el juez superior en grado. En la revisión lo que se examina es el procedimiento
de formación de la cosa juzgada, siendo el objeto de la revisión la discusión sobre la existencia de
la cosa juzgada.”
46
debe de tomarse como un mecanismo a través del cual se denuncie el
funcionamiento anormal de la justicia84. Lo que en realidad se pretende con la
revisión es rescindir el proceso mismo y los efectos por él pretendido, en cuanto y
en tanto se abra la posibilidad que la sentencia en él recaída pudiera llegar a ser
injusta. El juez, al no haber tenido todos los elementos relacionados al proceso,
pudo haber resuelto de manera distinta. Pero nunca se podrá tener la certeza de
que la sentencia es injusta, y por ende que sería distinta de haberse tenido
conocimiento durante el desarrollo del proceso de los hechos base de la causa
que ha sido alegada.
Es indispensable para lograr una correcta comprensión del complejo instituto que
nos ocupa, un breve análisis histórico del mismo, puesto que «para conocer el
derecho vigente es preciso revisar el pasado»85, más aun, para lograr una correcta
comprensión de las instituciones jurídicas de un país es necesario estudiarlas en
relación con las de otros territorios.
84
Montero, “Efectos jurídicos del proceso”, 231. La finalidad de la revisión, es ventilar errores
sustanciales, no formales. Siendo esta la principal diferencia que presenta la revisión con la
nulidad. Como nulidad se denomina a la revisión en el derecho alemán y austriaco, lo que no es
del todo preciso, como se ha expresado.
85
Hitters, “La revisión de sentencia firme”, 33.
47
obstante, su origen se remonta al Derecho romano, en el cual se conoció con los
nombres de restitutio o supplicatio.
i. Restitutio
86
Petit, “Tratado Elemental de Derecho Romano”, 692.
87
Ibid. 40.
88
Hilda, La Guía del Derecho, http://derecho.laguia2000.com/derecho-procesal/interdictos “Los
interdictos nacieron en el Derecho romano, como un medio otorgado por el pretor para proteger la
posesión, que podía ser legítima o no legítima”
89
Guillermo Fatas, http://dictionnaire.sensagent.leparisien.fr/Imperium/es-es/ “El imperium es
un término latino que se traduce como «dominio» y cuyo significado moderno es poder público. Su
origen etrusco se trataba de la facultad y el derecho reconocido a una persona o un conjunto de
ellas, para ejercer con autoridad el poder militar.”
48
acción o como excepción para paralizar la ejecución del fallo. El perjudicado por la
sentencia o sus herederos podían accionar teniendo el plazo de un año para
ejercerla, desde que la causal cesó, para obtener la in integrum restitutio ante el
magistrado a través de un proceso especial extraordinario. El magistrado, en virtud
de su imperium valoraba si aceptaba la restitución, que tenía como resultado dar
un salto hacia atrás, invalidando lo actuando, y dando lugar a un nuevo juicio.
ii. Suplicattio
Esta figura apareció como una nueva vía de ataque para las resoluciones firmes.
En términos generales puede definirse la suplicattio, como aquella por medio de la
cual se recurría ante el emperador solicitándole la retractio o retractación de las
providencias injustas, a través de la revisión del juicio. Presentado el mismo efecto
de esta impugnaciónal de la restitutio, que no era otra que volver las cosas al
estado en que tenían con anterioridad a la resolución revocada. Se perfilaba como
un auxilio extraordinario, otorgado contra las decisiones del prefecto que como se
sabe no admitían ningún tipo de apelación. El emperador era quien debía resolver
la suplicación, aunque éste delegaba frecuentemente tal función en el prefecto,
que constituía la máxima jerarquía judicial. Lo anterior presentaba un grave
inconveniente, ya
49
que en el fondo, significaba un típico juicio de revocación juzgado al final por el
propio organismo recurrido, lo cual finalizó Justiniano, donde el prefecto debía ser
asistido en revisión por el quoestor sacripalati90.
La suplicattio sólo guardaba una distinción mínima con las múltiples súplicas
dirigidas por los ciudadanos, siendo la misma que el quejoso se alzaba contra una
decisión judicial inmutable, en donde se pedía en función de gracia, la revisión de
la sentencia. Con el trascurro del tiempo las figuras de la restitutio y la suplicattio
terminaron por fusionarse, dando pie a los engranajes de la actual figura de la
revisión de la cosa juzgada, que en la época francesa alcanzó jerarquía legislativa.
3.2.1 Naturaleza
90
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3263/6.pdf Especie de ministro de gracia y
justicia, encargado de redactar las leyes y las responsas en nombre del emperador.
50
resolución no cabe recurso alguno. Por el contrario, los recursos únicamente
operan antes que la resolución se considere firme91. 2) Sólo cabe la revisión
fáctica. Este se refiere a que los vicios o motivos que pudieran dar lugar a la
revisión, deben ser conocidos o producidos con posterioridad a la resolución que
se pretende rescindir, mientras que jamás puede provocarse por vicios o errores
de tipo jurídico. 3) Objeto de la revisión. A través de la revisión se pretende algo
distinto del proceso principal, en cuanto quiere rescindirse lo que aconteció en el
proceso. El objeto en sí es una pretensión nueva, distinta al objeto principal, de
carácter constitutivo, que tiende a alterar la situación jurídica creada con la
sentencia firme recaída en el proceso principal92.
91
Alexander Medrano, “Revisión de Sentencia Firmes que tuvieran como fundamento la
declaración de testigos o peritos que hayan sido condenados por el delito de falso testimonio”,
Tesis de Grado. “Con los recursos se impugnan las resoluciones definitivas y con la revisión las
firmes.”
92
Montero, “Efectos jurídicos del proceso”, 232.
93
Hilda, La Guía del derecho, http://derecho.laguia2000.com/derecho-procesal/, La naturaleza
impugnativa de la revisión de la sentencia firme no se discute, por el contrario, es sobremanera
atinada, esa quizá fue una de las razones por las cuales el legislador la incluyó en el Libro Cuarto.
Pero al incluirlo junto con los recursos, puede presentar confusiones en cuanto a su naturaleza
impugnativa. No obstante, con base en la doctrina está claro que no es un recurso, porque la
revisión ataca resoluciones firmes con el efecto de la cosa juzgada material.
51
sino establecer si la resolución está viciada. De ser así, debe rescindirse en sus
efectos de cosa juzgada material, que origina la inutilidad del proceso.
3.3 Fundamento
94
Espín, “Manual de Derecho Civil Español”, Volumen I, 57.
52
injusta o errónea95. La revisión se presenta limitada en su alcance a condiciones
precisas, y plazo para su ejercicio, sin que sea posible su extensión a casos no
previstos en el texto legal. No es posible, por tanto, a través de la revisión
examinar o enjuiciar la actuación procesal del juzgador que dictó la resolución
impugnada, ni pretender una nueva instancia, como un nuevo criterio de la
cuestión debatida y resuelta.
3.4 Definición
95
Montero, “El nuevo proceso civil, Pág. 629. Lo que representa el principal objetivo de la revisión,
el de retrotraer una sentencia manifiestamente injusta como ya se señaló.”
96
Manuel Ortells Ramos, “Derecho Procesal Civil”, (Aranzadi, España. 2003),op. cit., 625. “Es
considerado como excepcional remedio rescisorio, porque opera contra sentencias que han
adquirido firmeza, pero que fueron dictadas sin haber tomado en consideración situaciones
especialísimas que la ley de forma taxativa establece”.
97
JaimeGuasp,“Derecho Procesal Civil”, (Instituto de Estudios Jurídicos, Madrid, España, 1968),
924
98
Valentín Cortes Domínguez, et al., “La Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil”, Tomo III, 206.
53
jurídico viciado ya existente y consolidado mediante la apertura de un nuevo
proceso.
3.6 Competencia
99
Ibíd, 257.
100
Ascencio, “La cosa Juzgada un tema para reflexionar”, 17.
54
juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, en todas las materias y en los casos que
determine la ley, Art. 172 CNS. La función jurisdiccional comprende la creación de
los órganos encargados de administrar justicia, determinarles sus facultades y su
regulación. Para el Derecho procesal, la palabra jurisdicción tiene una acepción
más limitada, al señalamiento de las facultades de administrar justicia101. Muchas
veces a la jurisdicción se le confunde con la capacidad concreta de sus órganos,
limitándolos a lo que se denomina competencia. En la legislación procesal
derogada, el legislador no distinguió entre los conceptos de jurisdicción y
competencia, incluso en algunos casos se usó el vocablo jurisdicción como
sinónimo de competencia102.
101
Sánchez,“Apuntes sobre Derecho Procesal Civil”, 4.
102
Biblioteca Judicial Dr. Ricardo Gallardo “Jurisdicción Voluntaria”
http://www.csj.gob.sv/BVirtual.nsf/3db6532d39e032fd06256b3e006d8a73/d52b9c78342995230625
76fe0051250f?OpenDocument “En el CPrC derogado, la redacción de ciertos preceptos se
prestaba a crear confusión en cuanto a los conceptos de jurisdicción y competencia. Los
consideraba en ciertas oportunidades como sinónimos, lo cual no era correcto; ej.: Los Arts. 990,
992 y 1130”.
55
De lo anterior se deduce que la competencia es la capacidad de un juez o un
órgano determinado para ejercer la jurisdicción103, es decir la jurisdicción es el
todo y la competencia es la parte que se segrega de la primera. O dicho con
palabras más técnicas, la competencia es la facultad atribuida a cada juzgado o
tribunal para juzgar y ejecutar lo juzgado, atendiendo a criterios claramente
definidos, los cuales distribuyen dichas facultades, procurando un orden en el
ejercicio de la función jurisdiccional104. Los Arts. 540 y 28 n° 4 del CPCM
establecen que la competencia para la revisión de la sentencia firme es exclusiva
de la Sala de lo Civil, por lo tanto esta facultad está otorgada de manera expresa
por la ley y será la única competente para conocer la procedencia y desarrollo de
esta figura.
3.7 Legitimación
El Art. 543 CPCM establece las personas que se encuentran legitimadas para
solicitar la revisión. Pareciera de la redacción del mismo, que reserva la posibilidad
de instar el proceso de revisión a quienes fueron parte en el proceso en que se
dictó la sentencia que se pretende rescindir. En un proceso la resolución puede
afectar no sólo a las partes intervinientes en el mismo, sino también a otros
sujetos que en principio carecen de legitimación. El título de legitimación se
determina por la afirmación de la titularidad de un derecho subjetivo o por la de un
interés legalmente reconocido. El Art. 66 CPCM establece lo que se conoce como
legitimación directa u ordinaria aquella donde el legitimado aparece como el sujeto
integrado en la propia relación material que ha derivado en conflicto105. Es aquí
donde se presenta una
103
Sánchez, “Apuntes sobre Derecho Procesal Civil”, 6.
104
Canales,“Código Procesal civil comentado”, 40.
105
Cabañas, “Código Procesal civil comentado”, 82.
56
extensión de la legitimación activa, de quien no fue parte, pese a que directamente
se veía afectado por el resultado del mismo106
Por lo anterior, se concluye que puede iniciar el proceso de revisión, quien debía
haber sido parte en dicho proceso o pudiese verse afectado por las consecuencias
que se derivasen de la autoridad de cosa juzgada de la parte dispositiva de
aquella107. Puesto que lo que debe de exigirse para que pueda promoverse la
revisión es que la solicite quien haya sido parte efectiva en el proceso en que haya
sido dictada, pudiese haberlo sido o pueda verse afectado por los efectos que de
la autoridad de la cosa juzgada de la sentencia. Asimismo el solicitante de la
revisión debe manifestar claramente en su pretensión cómo fue perjudicado por la
sentencia, lo que implica que sólo puede pretenderla quien haya recibido una
sentencia total o parcialmente desfavorable, o que pueda verse afectada por la
misma, no obstante, como ya se aclaró anteriormente, no haber sido parte en el
proceso108.
106
Montero, “Efectos jurídicos del proceso”, 251.
107
Sigüenza, “Revisión de Sentencia Firme en el Proceso Civil”, 42.
108
Ibid. 43. Un ej. claro de ello son los causahabientes, es decir, las personas que han sucedido, o
las se han subrogado por cualquier otro título en el derecho de otra u otras, si realizan un
planteamiento coherente y basado dentro de los parámetros de la revisión su petición podrá ser
estimada.
109
ibid. 51.
57
determinen de manera taxativa las causas que permitan promoverla. Los Arts.
541 y 542 CPCM establecen las únicas causas por las cuales se puede promover
la revisión, es decir, tienen un carácter de numerus clausus, y no cabe acoger por
analogía causas distintas a las indicadas110. Es decir, las mismas no son
susceptibles de aplicación extensiva a casos distintos111.
110
Juan José Rodríguez Ojeda, “Rescisión de Sentencias Firmes del Orden Jurisdiccional Social”,
(Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2000), 54.
111
Montero, Efectos jurídicos del proceso, 237. También estas causales deben ser interpretadas
restrictivamente, todo con el fin de no crear una total inseguridad de las situaciones emanadas en
la sentencia.
58
lo anterior, cabe señalar como notas características comunes a todos los motivos
de Revisión, las siguientes:
c) Los hechos que dan lugar a la Revisión de Sentencias Firmes han de haberse
producido fuera del proceso en que se hubiera dictado la Sentencia que se trata
de impugnar. Los hechos alegados y discutidos dentro del proceso no constituyen
novedad alguna que pueda dar lugar a la Revisión, pues ya debieron ser tenidos
en cuenta al dictar Sentencia, y su desconocimiento o su errónea valoración
deben enunciarse por vía ordinaria que ofrecen los Recursos.
112
José Flors Maties, “El Proceso Civil”,(Tirant lo Blanch, Valencia, 2004) 4223-4225.
59
Es menester del presente estudio basarse únicamente en el motivo segundo del
artículo 541 del Código Procesal Civil y Mercantil, referente a la Revisión de
aquella Sentencia Firme dictada en virtud de Documentos Declarados Falsos en
Proceso Penal, o cuya falsedad fuera declarada después.
60
CAPITULO IV
4.1 Generalidades
61
una nueva actividad judicial como medio para enervar las incompatibilidades entre
los hechos tenido por probados en la Sentencia.”113
Es decir, que la sentencia podría ser apegada a derecho pero errónea o injusta.
Es así, que con dicha “revisión lo que se reexamina son circunstancias específicas
como falsedades, errores jurídicos, mala aplicación de normas, comprobaciones
de hechos sobrevinientes a la sentencia, prevaricato, violencia, cohecho,
argumentación fraudulenta, hechos y pruebas nuevas después de la sentencia,
etc., que deben surgir como presupuesto y acontecimiento que rompa la fuerza
jurídica de la Sentencia atacada, de ahí que el carácter excepcional de la Revisión
se manifiesta en el hecho de que
113
Núñez Rodríguez, et al., “Recurso Extraordinario de Revisión Jurisprudencia actualizada de la
Corte Suprema de Justicia”, (enero de 2001 – julio de 2006), (Instituto de Investigaciones Jurídicas,
IIJ,Corte Suprema de Justicia, Asunción, Paraguay), 28.
114
Flors, El Proceso Civil, 4223.
62
nunca la Revisión debe ser una forma de repetir la valoración de la información: si
no hay información nueva, y además relevante, no puede existir una Revisión.
115
Núñez, Recurso Extraordinario de Revisión, 31.
116
Sigüenza,“Revisión de Sentencia Firme en el Proceso Civil”, 62. Así se ha pronunciado la
jurisprudencia española, afirma el autor, en las resoluciones siguientes: TS Sala Tercera de
10/04/1991 y Sala de lo Civil de 5/10/1990- Azdi 7473, 10/04/1992- Azdi 3192 y 23/01/1993 –Azdi
474. El fundamento de que sea una sentencia firme, deviene que si está pendiente de impugnación
la misma, podría variar sustancialmente el fundamento de la revisión dejándola sin el supuesto que
la originó, por ello es de mucha importancia que se encuentre firme.
63
Tampoco procede la revisión si la falsedad fuera declarada por un tribunal civil, ya
que el motivo de la revisión no es el documento falso, sino la declaración
jurisdiccional de esa falsedad por el tribunal penal117.
117
Rodríguez, “Rescisión de sentencias firmes, 63.
64
quiebra que supone para el principio de la cosa juzgada, al darse contra
sentencias firmes. Y aunque a simple vista pudiera parecer contrario a los buenos
usos, que el simple transcurso del plazo pueda convalidar una sentencia injusta y
errónea, sin duda, la razón de tan riguroso criterio está en la necesidad de dar
seguridad al tráfico jurídico-procesal, sobre todo si se trata de sentencias firmes118.
Lo contrario provocaría inseguridad jurídica, proscrita en nuestro ordenamiento
jurídico, afirmando con BAYLOS GRAU119 que “no puede dejarse al arbitrio de las
partes el cumplimiento de los requisitos procesales, ni la disposición del tiempo en
el que éstos han de cumplirse”.
Con el establecimiento en el art. 544 y 545 del CPCM, de dos límites temporales,
el legislador ha intentado conjugar los principios de justicia y seguridad jurídica,
enfrentados con la presencia en el proceso civil de la revisión y posible rescisión
de sentencias que han adquirido todos los efectos de la cosa juzgada. Pues “tanto
ha de remediarse la injusticia de una sentencia con contenido fraudulento, como
preservarse las garantías de la sentencia firme y su cosa juzgada” 120. Si bien,
dicha argumentación es perfectamente válida para el plazo de tres meses, como
límite dentro del cual deberá interponerse la correspondiente demanda, no se
piensa lo mismo con respecto al plazo de dos años, como límite para el ejercicio
de la acción procesal de revisión desde la notificación y adquisición de firmeza de
la sentencia, toda vez que estaríamos amparando y consolidando en el tráfico
jurídico la actuación delictiva de una de las partes presentes en el proceso civil
cuya sentencia ha sido ganada injustamente, o la existencia de fuerza mayor no
imputable a la parte perjudicada, por el mero hecho del transcurso de un plazo
prefijado -sin saber en base a qué criterio-, sin que sea posible solicitar la
118
López, “Compendio de Derecho”, Volumen I, Tomo III, 489
119
Antonio Baylos Grau, et. al, Instituciones de Derecho Procesal Laboral, (Trotta, España, 1991) 487.
120
Fernández Agúndez, “Los recursos de revisión civil, contencioso-administrativo y laboral, (Comentarios y
Jurisprudencia, Granada, 1997), 135.
65
revisión de dicha sentencia llegado el plazo a su fin, cuando esta parte nunca tuvo
conocimiento de la presencia de alguna o algunas de las circunstancias que -de
haber conocido y denunciado en el plazo de tres meses-, hubieran podido dar
lugar a su rescisión.
En otros países como España en donde el plazo es mucho mayor al que nuestra
legislación registra, existen opiniones enfrentadas acerca de la conveniencia o no
del mantenimiento del plazo ya sea de cinco años en España o de dos años en El
Salvador, que desde la publicación de la sentencia firme, dentro del cual deberá
interponerse la correspondiente demanda de revisión, bajo pena de inadmisibilidad
de la misma, existen otras posturas que defienden el mantenimiento de dicho
límite temporal, pero ampliando el referido plazo.
Por todo lo expuesto, se aboga por la eliminación del plazo de exclusión de dos
años, pues por mucha fuerza que se quiera otorgar a la cosa juzgada, creemos
que debería vencer la idea según la cual lo que es susceptible de ser
121
Niceto Alcala Zamora “Notas para la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil”, (Estudios de Derecho
Procesal. Madrid, 1934), 477.
66
eliminado del tráfico jurídico por haberse obtenido de forma no ajustada a derecho
no se debe convalidar por el mero transcurso del tiempo122, cuando la decadencia
del ejercicio del propio derecho no se ha debido a la razón objetiva de su no
utilización voluntaria. Incrementar el plazo de caducidad, con un criterio más
acertado, O al menos, tratar dicho límite temporal como plazo de prescripción,
apreciable a instancia de parte, transcurrido el cual, el derecho quedaría
extinguido, únicamente ante la impasibilidad del perjudicado por una sentencia
firme aquejada de alguno o algunos de los motivos de revisión previstos en el art.
541 CPCM, cuando teniendo conocimiento de tal circunstancia dejase transcurrir
por propia voluntad dicho plazo123 .
El CPCM contempla en los art. 544 y 545 el plazo de interposición del proceso de
revisión, y lo hace tomando como base dos límites temporales, uno absoluto, que
supone la pérdida del ejercicio de la acción por el transcurso del plazo de dos
años en él previsto, sin que la parte interesada hubiese hecho uso de su derecho;
y otro relativo de tres meses, en el que la actuación de la parte legitimada va a
depender de que se produzcan alguna o algunas de las circunstancias a las que
hace referencia el art. 541 CPCM. Dos plazos simultáneos regulados en el CPCM,
que no están exentos de polémica y de posiciones doctrinales enfrentadas, al
menos en lo que se refiere a la determinación de la naturaleza del plazo de
absoluto, que este caso es de dos años, considerados plazos de caducidad. Si
bien la idea según la cual el plazo
122
Prieto Castro y Ferrándiz, “Tratado de Derecho Procesal Civil”, Tomo II, (Pamplona, 1985), 607.
123
Nota característica que la diferencia de la caducidad, en la que, como sabemos, se atiende sólo al hecho
objetivo de la falta de ejercicio dentro del plazo prefijado. Mientras con la prescripción se parte del
abandono real y voluntario del propio derecho, la caducidad supone una simple presunción de abandono
por parte de su titular del ejercicio del derecho de acción. Vid. SSTS s.1ª de 27 y 30 de abril de 1940, 7 de
diciembre de 1943, 17 de noviembre de 1948, 25 de septiembre de 1950, 5 de julio de 1957, 18 de octubre
de 1963, 25 de mayo de 1979, 28 de enero de 1983, 28 de septiembre de 1998 y 31 de julio de 2000 .
67
de tres meses previsto en el art. 545 CPCM ha venido siendo reconocido
unánimemente por la doctrina científica124, como un plazo de caducidad, por
tratarse de un plazo no susceptible de interrupción; respecto del plazo de dos años
no se piensa lo mismo, siendo objeto de posiciones doctrinales enfrentadas. Y
mientras para un sector doctrinal, se trataríade un plazo de caducidad 125, para
otro, estaríamos ante un auténtico plazo de prescripción126.
Debe afirmarse que estamos ante un plazo de caducidad porque el efecto del
cumplimiento del plazo de caducidad se produce de forma directa y automática, es
decir, una vez transcurrido el lapso temporal de que se trate se extingue ipso iure,
por decaimiento del propio derecho , sin que sea necesario alegarla por el
interesado, sino que los Tribunales la podrán apreciar de
124
Julio Doval de Matero, et al. “La revisión en materia civil”, Tomo III, Volumen I.
125
Covián, “De la revisión en materia civil”, (Revista de los Tribunales, 1898), 517.
126
Ernesto Gómez Orbaneja, et al., “Derecho Procesal Civil”, (Madrid, 1975), 461.
68
oficio127 El derecho a solicitar del órgano judicial competente la revisión de una
sentencia firme nace ya con una vida limitada, por lo que se extinguirá fatalmente
cuando haya transcurrido el plazo de dos años que le ha sido impuesto de manera
taxativa e inexorable por la Ley, sin necesidad de que tengan que ser las partes
las que aleguen la inobservancia de este requisito de admisibilidad, rechazando de
oficio el Tribunal competente, inaudita parte, toda solicitud de revisión que se
presente pasado este plazo, como se preocupa el legislador en recordar art. 544 in
fine. Siendo la posibilidad de apreciación de oficio de la interposición
extemporánea de la revisión, la segunda razón por la que podemos afirmar que los
plazos preestablecidos en el art. 544CPCM, son plazos de caducidad y no de
prescripción; pues como tiene declarado la doctrina científica y jurisprudencial, el
instituto de la caducidad, a diferencia de lo que acontece con la prescripción, es
susceptible de ser apreciada de oficio por el órgano judicial competente.
Pero es más, a las dos razones expuestas debemos añadir una tercera y decisiva,
esencial para terminar con la polémica suscitada en torno a si los plazos previstos
en el art. 544 CPCM, y más concretamente, el absoluto de dos años, de
obligatoria observancia para la interposición de una demanda de revisión, son de
caducidad o de prescripción, debiendo llegar a la conclusión de que se trata de
plazos de caducidad, por cuanto, como afirmó el Tribunal Supremo Español en
sentencia de 5 de julio de 1957, “cuando se otorga un tiempo determinado para su
ejercicio, se está en presencia de un plazo de caducidad, pasado el cual, el
derecho de que se trate ha dejado de existir (...)
127
La prescripción no extingue la obligación ni hace perecer a la acción pleno iure sino ope exceptionis. Por
ello el Juez no puede apreciarla de oficio. Como ha afirmado K. Larenz, “Derecho Civil, Parte General,
Madrid, 1978, 328, “la prescripción no es una causa de extinción, sino el fundamento para una excepción”.
69
respondiendo a la necesidad de dar seguridades al tráfico jurídico” 128. En efecto,
dado que la Ley concede una vida limitada de antemano al ejercicio del derecho
de acción contra una sentencia firme, podemos afirmar que dicho lapso temporal
impuesto de manera taxativa es de caducidad, transcurrido el cual dicho derecho
se extinguirá fatalmente. Pues, en el ejercicio de este derecho, la caducidad va a
proteger un interés general, “el interés comunitario en la pronta incertidumbre de
una situación jurídica, que se encuentra pendiente de una posible o eventual
modificación”129. Como sabemos, el fundamento y finalidad de la caducidad se
encuentra en la necesidad de certeza de las relaciones jurídicas afectadas por el
transcurso del tiempo, evitando que permanezcan indefinidamente inciertos los
derechos, al igual que ocurre con la prescripción; sin embargo la caducidad
atiende a fines sociales relevantes, lo que le da cierto carácter de orden público,
por lo que, aun cuando la incoación de un proceso de revisión queda a la libre
disposición de las partes afectadas por la resolución firme, no obstante éstas
tienen limitado su ejercicio dado el bien jurídico objeto de protección, a saber, la
existencia de una relación jurídica consolidada que ha desplegado todos los
efectos de la cosa juzgada, haciendo tambalear la seguridad jurídica, lo que no
puede quedar a la voluntad de las partes.
Limitación impuesta por el CPCM consistente en la obligación de interponer la
demanda de revisión dentro de los plazos preestablecidos en el art. 544 y 545,
como garantía para los ciudadanos, que debe ser controlada según criterios de ius
cogens por los Tribunales.
Por todo ello, se puede concluir diciendo que tanto el plazo absoluto de dos años,
como el relativo de tres meses, previstos en el art. 544 y 545 del CPCM,
128
Dicha sentencia le precedieron unas como la de 27 y 30 de abril de 1940, 7 de diciembre de 1943, 17 de
noviembre de 1948, 25 de septiembre de 1950.....; y le siguieron otras, así vid. SSTS de 18 de octubre de
1963, 28 de enero de 1983.
129
SSTS s.1ª de 1 de febrero de 1982 y 30 de mayo de 1984.
70
han de ser calificados como plazos de caducidad, ya que su transcurso impide el
ejercicio por el titular de la acción que le asiste, sin que pueda ser interrumpido por
causa alguna, y sin necesidad de que sea alegado por las partes interesadas,
pudiendo ser apreciado de oficio por el órgano judicial competente.
La parte debe probar que no tenía conocimiento de ese hecho en el momento del
juicio130. De lo contrario, no tendría objeción alguna para decir que no lo presentó
cuando era oportuno. Y si la falsedad se declaró antes del juicio, el solicitante de
la revisión debe entonces acreditar suficientemente que ignoraba tal
circunstancia131. Extremo que no será tan fácil de probar.
130
Montero, “El nuevo proceso civil”, 632. De lo contrario la revisión no le sería admitida, porque
carecería de fundamento el alegar sin motivos que lo respalden, que desconocía de la falsedad del
documento que fue reconocida judicialmente.
131
Sigüenza, “Revisión de Sentencia Firme en el proceso civil”, 64.
71
no le resultará nada fácil. Pues, es lo cierto que, siguiendo el criterio que
repetidamente ha mantenido el Tribunal Supremo Español132, el demandante en
revisión tiene que acreditar cumplidamente que la demanda de revisión ha sido
planteada dentro del plazo de los tres meses legalmente previsto, a contar desde
el mismo momento en el que tuvo conocimiento del motivo de revisión. Y ello ha
de ser así, pues en virtud de la regla general de la carga de la prueba prevista en
el art. 321 del CPCM, corresponde al actor la carga de probar la certeza de los
hechos de los que ordinariamente se desprenda, según las normas jurídicas a
ellos aplicables, el efecto jurídico correspondiente a las pretensiones de la
demanda. Por lo que, negado por el demandado en revisión que el demandante
conoció el motivo invocado en el momento que afirma, alegando la caducidad de
la acción por extemporánea, deberá probar el actor con hechos fehacientes su
afirmación133.
132
SSTS de 20 diciembre de 2010, 23 de marzo de 2005, 27 de septiembre de 2004, 20 de mayo
de 2003, 23 de abril de 2001, 26 de enero, 19 de abril y 4 de diciembre de 2000, 22 de septiembre
de 1999, 3 de marzo, 23 de septiembre y 12 de diciembre de 1998.
133
Julio Sigüenza López, “Teoría de la prueba y medios probatorios”, (Buenos Aires. 1996), 39.
72
4.2.3.2 Si la falsedad se declaró después de la sentencia que se impugna.
Si esto ocurriera debería de tramitarse como lo establece el Art. 548 inc. 2 CPCM,
que nos habla de la prejudicialidad. Pero debemos tener claro que para la
demanda de revisión se debe fundamentar con documentos o sentencias ya
establecidos. En ese caso la prejudicialidad únicamente operará sobre otro punto
atinente a la revisión, el cual podría modificar su fallo, como, por ej., si se solicita
la revisión con base en un documento decisivo, y la contraparte inicia un proceso
penal por falsedad de ese documento. Aquí es pertinente aplicar el Art. 48 CPCM
y suspender las actuaciones hasta contar con la sentencia respectiva, por eso es
lógico pensar que el proceso queda en suspenso hasta su resolución.
73
la parte que la alegue, deberá acreditar en el juicio de Revisión que no tuvo
conocimiento de este hecho en momento oportuno para alegarlo en el anterior
proceso cuya Revisión solicita. Para que el motivo prospere se requiere que el
documento declarado falso fuera decisivo, en el sentido de haber servido de base
al pronunciamiento proferido en la Sentencia impugnada.
El motivo en cuestión afectan a los elementos probatorios que han servido para
dictar la Sentencia, por lo tanto la Revisión de la Sentencia Firme se hará por
medio de un nuevo examen probatorio excluyendo las pruebas ofrecidas en el
proceso en forma original, tomándose solamente nuevos elementos de convicción
que en su valoración pertinentes puedan resultar falsos o sin la equidad para su
fuerza probatoria, por ello resulta necesario examinar conceptos como lo son la
prueba en el Proceso Civil y Falsedad Documental, para una mejor comprensión
de este motivo.
Según Lino Palacios“sólo los hechos afirmados por los litigantes pueden constituir
objeto de prueba. Pero aquéllos deben ser, además: a)
74
controvertidos, o sea, afirmados por una de las partes y desconocidos o negados
por la otra (afirmación unilateral); b) conducentes para la decisión de la causa.
Puede suceder, en efecto, que un hecho haya sido afirmado, pero que carezca de
relevancia para resolver las cuestiones sobre las cuales versa la Litis.”134
134
Lino Enrique Palacio, “Manual de Derecho Procesal Civil”, 17 Edición, (Lexis Nexis, Buenos
Aires, Argentina, 2003), 392.
135
Sala de lo Civil, Sentencia Definitiva, Recurso de Casación, con referencia No. 115-C-2004, de
fecha 31 de octubre de 2005, Considerando V, 10.
136
Sala de lo Civil, Sentencia Definitiva, Recurso de Apelación, con referencia No. 91-AP-2007, de
fecha 05 de junio de 2008, Considerando V, 14.
75
En relación a este tema la Jurisprudencia Salvadoreña ha establecido que “en
principio sólo los hechos afirmados por los litigantes pueden constituir objeto de
prueba, pero aquellos deben ser además: controvertidos, es decir, afirmados por
una parte y desconocidos o negados por la otra; y, conducentes para la decisión
de la causa.”137
Cabe considerar que el artículo 313 del Código Procesal Civil y Mercantil,
establece como objeto de la prueba los siguientes literales:
a) las afirmaciones sobre los hechos controvertidos, que tengan relación con
la causa de pedir;
b) el derecho extranjero, cuando el tribunal lo estime necesario, y
c) la costumbre.
En relación a la Costumbre puede decirse que esta puede ser objeto o no de la
prueba en el proceso, esto dependerá de las partes, lo cual se explicara de la
siguiente manera: La Costumbre será objeto de la prueba cuando las partes no se
pongan de acuerdo sobre su existencia o sobre su contenido, por el contrario si las
partes estuvieren conformes con su existencia y contenido no serán objeto de la
prueba.
137
Sala de lo Civil, Sentencia Definitiva, Recurso de Apelación, con referencia No. 91-AP-2007, de
fecha 05 de junio de 2008, Considerando V, 15.
138
Sala de lo Civil, Sentencia Definitiva, con referencia No. 100-C-2005, de fecha 12 de septiembre
de 2005, considerando IV, 14.
76
4.5 Falsedad documental.
Este tipo de Falsedad no es la mejor denominada, partimos así diciendo que hay
algunos doctrinantes que la denominan falsedad que viola la fe documental, tal es
el caso del autor Giuseppe Maggiore quien establece que “la falsedad en actos
viola la fe pública documental, o sea la fe que la ley presta permanente y auténtica
de hechos jurídicos. Por lo cual también con locución no del todo precisa,
“Falsedad Documental”139.
Esta misma consideración es apoyada por Eugenio Calón al afirmar que “si el
documento falsificado carece de capacidad para producir efectos jurídicos, no
constituye Falsedad Documental Punible141”.
139
Giuseppe Maggiore, “Derecho Penal Parte especial Vol. 3”, (Temis Librería, Bogotá, Colombia,
1985), 542.
140
VIII Conferencia Internacional para la Unificación del Derecho penal (Bruselas, Julio de 1947).
141
Eugenio Cuello Calón, “Derecho Penal”, Tomo II, (Urgel, Barcelona, España, 1952),224.
77
Para un mayoritario sector de la doctrina, el concepto de falsedad documental es
inseparable de la idea de mutación. Para que exista falsedad hay que transponer o
cambiar algo.
Por consiguiente, los requisitos que debe de tener el documento son tres: la forma,
que ha de ser escrita, cualquiera que sea la especie de escritura; el ser atribuible a
un autor determinado, que por lo tanto, debe de poderse individualizar, por la firma
o por otros elementos; el contenido, que, como se ha dicho, se reduce a una
declaración de voluntad o a una atestación de verdad.
“Si la escritura carece de sus requisitos esenciales, relativos tanto a la forma como
al contenido, el documento es jurídicamente inexistente, y no puede tenerse
Falsedad Documental; pero eventualmente podrá existir otro delito, por ejemplo
estafa. En cambio si la escritura es sólo nula o anulable, por razones que no miran
a la existencia del Documento, puesto que éste jurídicamente existe, no hay duda
que puede tenerse Falsedad Documental.142”
142
Silvio Ranieri, “Manual de Derecho Penal”,Tomo IV, (Temis, Bogotá, Colombia, 1975), 414.
78
4.5.1 Bien jurídico protegido en la falsedad documental.
143
Cuello, “Derecho Penal”, Tomo II, 222.
144
Francisco Muñoz Conde, “Derecho Penal parte especial undécima edición”, (España, 1995),
624-625.
145
Esta función la podemos observar claramente en el Código Civil de El Salvador en su artículo
1571, cuando establece que “el instrumento público hace plena fe en cuanto al hecho de haberse
otorgado y su fecha, pero no en cuanto a la verdad de las declaraciones”, en otras palabras, las
partes plasman dentro de los documentos los hechos jurídicos con ciertas solemnidades para que
este pueda también producir efectos jurídicos y pueda hacerse valer por la vía legal que
corresponda.
146
El mismo art 1571 del Código Civil del El Salvador en su inciso 2 valida que en el caso de los
instrumentos públicos las obligaciones y descargos contenidos en él hacen plena prueba, de igual
manera los documentos privados que se tengan por reconocidos según los casos que enumera el
art 265 del Código Vigente de Procedimientos Civiles de El Salvador, tienen valor probatorio.
79
4.5.2 Documento público.
“Documentos públicos puede decirse que son los expedidos por los funcionarios
competentes en el ejercicio de sus funciones y con las solemnidades requeridas
por la ley”147.
Muy similar es la definición que nuestro Código Civil en su art 1570 estipula, sólo
que cambia la palabra documento por instrumento, al afirmar: “instrumento público
o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el competente
funcionario”148.
De todo lo mencionado por los diversos autores, se puede concluir que el carácter
público que se le da al documento, viene determinado por la esfera en que se
produce y por el sujeto del cual emana el documento, tomando en cuenta que este
documento debe de estar revestido de formalidades legales para que pueda gozar
de la validez y la autenticidad que le caracteriza, para que surta así efectos
jurídicos.
147
Cuello, “Derecho Penal”, Tomo II, 225.
148
Código Civil de El Salvador, D. O. No. 236, Tomo 345, publicado el 17 de diciembre del 2004.
149
Magggiore, “Derecho Penal Parte especial”, Volumen 3, 547.
80
partes interesadas, con testigos o sin ellos, pero sin intervención de notario o
funcionario público que le dé fe o autoridad”150.
Del concepto anterior puede afirmarse que está orientado a definir el documento
en razón de quien lo emite, y así mismo sostener otra definición en razón de la
función que realiza la persona que emite el documento, es así que se obtiene el
concepto de Silvio Ranieri, “es escritura privada no sólo todo documento extendido
sin la intervención de un notario o de otro funcionario público autorizado para
atribuirle fe pública, sino también todo documento redactado por un funcionario
público o por empleado público, encargado de un servicio público, fuera de sus
funciones o atribuciones, o también formado por un funcionario público
incompetente151 o incapaz152.”
150
Manuel Ossorio, "Enciclopedia Jurídica OMEBA, Bibliográfica, Buenos Aires, Argentina, 1968.
151
Ranieri, Manual de Derecho Penal tomo IV, pág. 416
152
Un aspecto muy importante que señala Ranieri es en la parte última del concepto, que
manifiesta que también se entenderá que es documento privado, cuando quien da fe del
instrumento es incompetente, esto nos hace pensar que en otras legislaciones este documento se
vuelve privado, mientras que en la de nosotros simplemente se entenderá que tal acto es nulo por
adolecer de vicios de competencia. Ranieri, “Manual de Derecho Penal”,Tomo IV, 416.
81
el documento es un instrumento privado cuando, sin necesidad de observar una
forma especial y de estar redactado en idioma nacional, está firmado por las
partes otorgantes salvo que la ley disponga lo contrario153.
Para Carlos Creus esta falsedad recae sobre “la materialidad del documento,sobre
sus signos de autenticidad, incluidos los que forman su contenido, ya sea que se
los imite, creándolos o que se los modifique, alterando los verdaderos; ataca,
pues, la verdad con el menoscabo de la autenticidad del documento” 154.
Para otros autores tales como Fontán Balestra la falsedad material “recae en la
escritura misma”155, la falsedad material lo que ataca propiamente es la
autenticidad del documento del sujeto de quien emanó.
153
Edgardo Donna, “Derecho Penal Parte especial”, Tomo IV, (Rubinzal Culzoni, Buenos Aires,
Argentina, 2002), 146.
154
Carlos Creus, “Derecho Penal parte especial”, Tomo II (6ta edición, Astrea, Buenos Aires,
Argentina, 1988), 409.
155
Carlos Fontán Balestra, “Derecho Penal Parte Especial”, (Abeledo Perrot, Buenos Aires), 655.
82
“Tenemos falsedad material cuando se ha formado, en todo o en parte, un
documento falso, o cuando ha sido alterado un documento falso, o cuando ha sido
alterado un documento verdadero. Sus formas de manifestación son, por lo tanto,
la contrahechura y la alteración156”.
“En estas imitaciones hay siempre una creación; se forma algo que no existía 157.
156
Ranieri, “Manual de Derecho Penal”, Tomo IV, 417.
157
Creus, “Derecho Penal parte Especial”,Tomo II, 410.
158
Donna, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo IV, 155.
83
4.6.1Consumación y tentativa.
Para perfeccionar el delito, tendremos que diferenciar entre documentos privados
y públicos.
159
Creus, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo IV, 419.
84
En cambio en los documentos públicos, la situación es distinta, estos producen
efectos con su misma existencia y, por tanto, desde ese momento aparecen los
efectos jurídicos.
Como mejor lo explica el Doctor Fontán Balestra “el documento no es falso en sus
condiciones de existencia, sino que son falsas las ideas que en él se quieren
afirmar como verdaderas”160.
160
Fontán, Derecho Penal parte especial, p. 656.
85
De manera muy práctica Muñoz Conde da una idea escueta pero bastante clara
de falsedad ideológica, al decir que “esta consiste en la aseveración de lo que no
es verídico, aunque el documento sea legítimo.
La doctrina en general tiene bastante eco al afirmar que a pesar que el documento
es genuino, es falso porque su contenido no es verdadero, con respecto a lo
primero se entiende que cumple con los requisitos legales y además que es
emitido por la autoridad competente para hacerlo, lo verídico gira en torno a la
función probatoria del hecho que se plasma en el documento.
161
Muñoz, Derecho Penal Parte Especial, p. 633.
162
Donna, Derecho Penal Parte Especial, 215.
163
Donna, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo IV., 218.
86
Será prioridad que la falsedad recaiga sobre circunstancias que el documento está
destinado a probar, por lo tanto no se configura delito alguno si este no está
destinado a dar fe sobre alguna situación. En nuestra legislación, esto se puede
hacer notar; en el art 284 inc 3° CP, estipula: “el que emitiere o entregare
documentos relativos al control del impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles
y a la prestación de servicios, haciendo constar que una operación no se realizó”.
Otra definición de esta falsedad la brinda Ranieri y la concibe como “la conducta
del funcionario público que, recibiendo o redactando, en el ejercicio de sus
funciones, un documento público, atesta falsamente que ha realizado un hecho o
que este se ha efectuado en su presencia, o también atesta que recibió
declaraciones que no fueron rendidas a él, u omite o altera las por él recibidas,
incluso atesta falsamente en cualquier forma acerca de hechos cuya veracidad
está destinado a probar el documento, y esto con la voluntad del hecho y con el
conocimiento de su idoneidad para engañar y de la posibilidad de causar daño”164.
164
Ranieri, Manual de Derecho Penal tomo IV, p. 434.
87
pueden ser aprehendidas solo mediante el entendimiento. Por esto dicha especie
de falsedad se llama también intelectual”165.
En esta falsedad el instrumento en sus formalidades o solemnidades no adolece
de ningún vicio, es auténtico, no se vulnera su materialidad sino que se incluyen
declaraciones falsas en un instrumento auténtico.
Una definición muy completa de esta falsedad nos la proporciona Carlos Creus,
quien nos dice que “la falsedad ideológica que algunos también llaman histórica
recae exclusivamente sobre el contenido de representación del documento, sin
que se modifiquen ni imiten para nada los signos de autenticidad “166.
165
ibid. 433.
166
Creus, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo II, 426.
167
Creus, “Falsificación de Documentos en General”, 128.
168
Ibid. 128.
88
esto quiere decir que tiene que tratarse de un documento auténtico, con todos los
rasgos que lo caracterizan como tal.
Otro factor que no se puede dejar de lado es que para que esta falsedad vaya
tomando forma, el falsario estará en la obligación de decir la verdad; entonces
cuando esta sea inexigible jurídicamente se estará fuera del alcance de la
punibilidad. Entonces surge la pregunta ¿quién tiene el deber de decir la verdad y
de donde surge este deber? No es tan complicado darle respuesta desde la
posición del funcionario, siendo sencillo marcar los límites de su obligación,
porque está siempre obligado a decir la verdad de todo aquello que ante él pasa;
pero en el caso del particular sólo se puede deducir dependiendo del caso, de la
naturaleza del negocio y de las normas que lo rigen.
169
Donna, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo IV, 221.
89
Ha quedado claro que esta falsedad perfila en un acto exteriormente verdadero,
este acto es el documento, el cual no es falso en sus condiciones de existencia,
siendo falsas las ideas que en él se afirman como verdaderas.
Esta falsedad como antes se dijo se denomina a veces falsedad histórica, porque
en muchas situaciones puede consistir en hacer parecer en el documento como
ocurrido algo que en la realidad no ocurrió u ocurrió de manera distinta. La
falsedad ideológica puede darse en ciertos escenarios, por ejemplo:
Edgardo Donna es del pensar que “el documento, a pesar de ser auténtico,
genuino, es falso porque su contenido no es verdadero. No se da la falsedad
material por la genuinidad del documento, sino por su contenido. El documento
90
como soporte no sufre alteración alguna por cuanto conserva su forma
verdadera170, aunque su contenido es mendaz.
Por otro lado vale decir, que no toda falsedad es objeto de este delito, sino que
“esa falsedad sólo es concebible cuando el falsario tiene la obligación de decir la
verdad; cuando jurídicamente ella sea inexigible estaremos fuera de la
punibilidad”171.
4.7.1Consumación y tentativa.
170
Donna, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo IV, 217.
171
Creus, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo II, 427.
172
Creus, “Falsificación de Documentos en General”, 145.
91
En reiteradas ocasiones se ha dicho que existe la posibilidad del perjuicio, para
entender esa posibilidad hay que determinar que hacemos alusión que se está
frente a un peligro concreto, inminente, que se deriva de la conducta de falsedad y
que pone en peligro el bien jurídico protegido, que nace o” estará en la conducta
cuando sea insertada en la vida jurídica”173
Pero para otro sector de la doctrina que es del pensar que “el delito se consuma
por medio del uso del documento, incluyendo los casos en que la falsedad recae
sobre documentos públicos”175, sí se podría dar la tentativa, cuando se realizan
actos ejecutivos de intentar usar el documento y que por razones ajenas a su
voluntad no se concretaron.
4.8 Procedimiento
173
Ibid. 137.
174
Donna, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo IV, 223.
175
Creus, “Falsificación de Documentos en General”, 145.
92
revisión decide sobre la existencia de la injusticia producida, dejando sin efecto la
sentencia firme; y por la otra parte, un juicio rescisorio (iudicium rescisorium),
contingente del anterior, y al cual pueden acudir las partes con el objetivo de que
se dicte una nueva sentencia. La acción de rescisión se ejerce en el juicio de
revisión y persigue dejar sin efecto la sentencia firme y todas aquellas actuaciones
procesales que le precedieron. En cambio el juicio rescisorio, es aquel en que, si
las partes afectadas por la recisión lo estiman conveniente a sus intereses, se
tramitará de nuevo el pleito en que se produjo la situación injusta 176. Hay que
distinguir los momentos en los cuales se ejercen para poder determinar con
claridad sus efectos, y por el momento únicamente lo que nos interesa es la
acción de rescisión.
4.9 Plazos
La solicitud de revisión debe ajustarse a tres plazos concurrentes que la misma ley
califica de caducidad, siendo estos los siguientes: 2 años, 3 meses y 30 días.
Únicamente es posible promover la revisión dentro del plazo de 2 años, contado a
partir del día siguiente a la notificación de la sentencia, así lo establece el Art. 544
CPCM, y lo denomina el plazo general de interposición.
Asimismo, los Arts. 545 y 546 CPCM, señalan plazos especiales de interposición o
cuando el demandado se encuentre en rebeldía; en ninguno de los dos casos
podrá superarse los 2 años del plazo general. En cuanto al plazo general, la ley
establece una limitación temporal de 2 años, que implica que si incumple el tiempo
estipulado para la interposición de la demanda de revisión debe ser rechazada sin
mayor análisis177. La ley es clara al señalar que se comenzará a contar el plazo
desde la notificación de la sentencia, y esa
176
Vellespín, “La Revisión de Sentencia firme en el Proceso Civil”, 87.
177
Montero, “Efectos jurídicos del proceso”, 253.
93
notificación puede efectuarse por medio de las maneras previstas en los Arts. 169
al 180 CPCM, que detalla las comunicaciones judiciales.
Y por último, el Art. 546 CPCM contempla el caso que el demandado hubiera
estado en constante rebeldía, se le otorga el plazo de 3 meses posteriores a la
notificación de la sentencia, pero si la notificación fue hecha personalmente ese
plazo se reduce a 30 días. En este punto el CPCM se apartar de su símil
178
Rodríguez, “Rescisión de las Sentencias firmes, 35.
179
Ibid. 35. “señala que es atinado decir que se trata de un plazo de caducidad, y no de
prescripción, porque es un plazo de naturaleza procesal y no civil. El autor respalda su teoría en el
Art. 5 del CC español; esta postura fue descartada por la jurisprudencia española, la que confirmó
que era un plazo de caducidad, situación que fue respaldada por la LEC 1/2000, que en el Art. 133
establece el cómputo de plazos, confirmando que son plazos procesales. Problema que no ocurre
en nuestra legislación, pues está claramente determinado que es un plazo de caducidad.
180
Vellespín, “La Revisión de Sentencia firme en el Proceso Civil”, 90. Ese conocimiento no puede
ser meramente supuesto, especulativo o apenas aproximado, sino que tiene que ser efectivo y
real, y corresponde a la parte actora corroborarlo.
94
español, puesto que en la normativa española no se hace referencia a estos
últimos puntos, sino que únicamente contempla los de losArts. 544 y 545 del
CPCM181. Pero debe quedar claro que el plazo aludido en este Art. no empezará a
contarse para el rebelde que aduzca el motivo de la obtención de documentos
decisivos a los que alega el Art. 542 numeral 1 CPCM, hasta que desaparezca la
circunstancia de fuerza mayor que le imposibilitó comparecer. Al menos mientras
no desaparezca con la intensidad suficiente como para permitirle ejercitar su
derecho a la revisión, pero en todo caso esta circunstancia tampoco debe superar
el plazo máximo de 2 años182. El incumplimiento de estos plazos llevará a la Sala
de lo Civil a desestimar dicha petición sin mayor trámite.
Finalmente, el art. 545 señala como momento inicial para el cómputo del plazo de
interposición de la demanda de revisión, cuando la causa sobre la que se
fundamente sea la 2ª previstas en el art. 541 CPCPM, el día en que se hubiere
181
El contenido de estos dos Arts. está desarrollado en el Art. 512 LEC española 1/2000. La
referida ley no hace alusión a lo plasmado en el Art. 556 CPCM de nuestra normativa vigente; a
manera de especulación podríamos mencionar que dentro de las razones por la cuales a lo mejor
nuestro legislador decidió incluir dicho Art. estaría el hecho de sancionar al rebelde que por desidia
no haya querido intervenir en el proceso, y busque en la oportunidad de promover una revisión el
retardar un proceso ya finalizado. Otra posible razón podría ser, impedir una mayor dilación en el
proceso cuando la revisión recaiga sobre la sentencia de apelación o casación, ya que por el
contrario a los precedentes jurisprudenciales españoles, éstos no permiten revisión de ese tipo de
sentencia, porque consideran que la que debe ser objeto de la misma, es la de primera instancia.
Por el contrario, nuestro legislador sí lo permite, pero le pone un plazo más estricto con el fin de no
seguir alargando la causa injustificadamente, ya que permite el recurso de revisión en el caso de la
apelación y casación, recursos que alargaron más sin duda el resultado final del proceso.
182
Cabañas, “Código Procesal Civil Comentado”, 626.
95
reconocido o declarado en un proceso penal la falsedad de los documentos, que
sirvieron de fundamento a la sentencia firme objeto de revisión.
¿Se refiere al día en que fueron declarados falsos los documentos? Ò ¿el día que
la parte tuvo conocimiento de dicha declaración?
183
Siendo la declaración de falsedad imprescindible para la interposición de una demanda de revisión
fundamentada en el motivo 2º del art. 510 LEC, porque la misma ha de ser reconocida y declarada en los
procesos de naturaleza penal establecidos. Vid. STS s. 1ª de 9 de octubre de 2007, en la que se inadmite la
demanda de revisión por entender que la acción ejercitada es totalmente, al no existir sentencia que declare
la falsedad del documento en el que el demandante en revisión fundamenta su pretensión.
96
existencia de un documento falso al tiempo de dictar sentencia, si prácticamente
no va a poder llevarse a efecto? Por lo expuesto, hemos de entender que el
momento inicial del plazo de interposición de la demanda de revisión habrá de ser
nuevamente el “conocimiento” de la existencia de documentos falsos, tanto si la
declaración de falsedad de los documentos se hubiese producido durante o con
anterioridad a dictarse sentencia civil firme, como si hubiese sido declarada con
posterioridad a la sentencia, en cuyo último caso el momento inicial será desde
que le fue notificada la resolución penal de condena o declaración de falsedad 184 ,
siempre que hubiese sido parte en el proceso penal correspondiente, ya que si no
fue parte -piénsese en un causahabiente que se ve perjudicado por la sentencia
civil firme y que no obstante no fue parte en el correspondiente proceso civil y, por
tanto tampoco lo fue en el posterior proceso penal-, el momento inicial será el
momento en el que acredite que conoció tal situación.
184
Y así lo entiende nuestro Tribunal Supremo, es con la publicación, léase notificación personal,
de la resolución penal, por la que se declara falso un documento, cuando la parte tiene real y
efectivo conocimiento de la referida falsedad “......plazo transcurrido con creces en cuanto que el
cómputo inicial tendría que situarse, a lo sumo, en la fecha de notificación de la sentencia...”. Sala
Primera, Sentencia Definitiva, Recurso de Apelación, con referencia No. 91-AP-1995, de fecha 23
de marzo de 2005, Considerando V, 15.
185
Esto es, a partir del momento en que hubiere llegado a conocimiento del interesado la
existencia de la causa revisoria, como afirma el TS en S. s.4ª de 20 de diciembre de 2010.
97
4.9.1.2 Imposibilidad de llevar a cabo la revisión de sentencias firmes en civil
y mercantil, por la dilación del proceso penal.
Hay que considerar que dos años como plazo para la interposición es muy corto y
no permitirá el desarrollo de esta pretensión autónoma de Revisión, ya que la
misma tramitación de los procesos, puede realizarse en plazo superiores a los dos
años para lograr una sentencia firme en esa materia ya que según la política de
persecución penal vigente, se establece que los fiscales deberán de realizar las
diligencias de investigación en el menor tiempo posible antes del vencimiento de
los plazos legalmente establecidos siempre
186
Guzmán, “Anteproyecto del Código Procesal Civil y Mercantil de la Republica de El Salvador”, 169.
98
que se cuente con los elementos de convicción necesarios para adoptar una
decisión.187
Sin duda alguna, la reducción de ese plazo de interposición a dos años, hará
imposible la tramitación de Revisión de Sentencias Firmes cuando la causal sea la
segunda del articulo 541CPCM, puesto que su procedencia depende de la
declaratoria de falsedad documental en un Proceso Penal, por lo que tomando en
cuenta el alto tráfico jurídico que enfrentan los tribunales en materia Penal,
además del tiempo en el que se tendrá que llevar a cabo la investigación
administrativa en sede fiscal, sabemos que fácilmente supera los dos años, por lo
que, para cuando la declaratoria de falsedad documental, haya adquirido firmeza,
ya habrá precluido el plazo para la interposición de Revisión de Sentencias
Firmes. Por lo que debe considerarse la necesidad de
187
Lucio Albino Arias López, “Reflexiones sobre la Revisión en Materia Civil y Mercantil, Revista de Derecho,
Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, Octubre 2016, 113.
99
reformar este plazo a por lo menos cuatro años como lo establecía el
anteproyecto, para que se desarrolle efectivamente la Revisión de Sentencias
Firmes Si hubiera recaído en virtud de documentos declarados falsos en un
proceso penal, o cuya falsedad declarare después penalmente.
4.10 Tramitación
El procedimiento se inicia con una demanda. Ésta debe de llenar los requisitos y
formalidades de la demanda del proceso común contemplados en el Art. 276
CPCM. Además, debe acompañar a la demanda toda aquella documentación que
sustente las alegaciones que se hagan en la misma, en este caso la sentencia
penal de falsedad, la certificación de la sentencia objeto de la revisión, por
mencionar algunos188. Es preciso que exista una resolución dictada en el proceso
penal en que se declare la existencia de falsedad. Para que la sentencia penal por
falsificación pueda determinar la estimación de la demanda de revisión, es preciso
que dicho documento fuese determinante de la resolución cuya rescisión se
pretende.Estos documentos han de ser decisivos a la hora de dictar sentencia,
teniendo indudable relevancia en la decisión tomada. Determinar cuándo una
sentencia se ha dado en virtud de documentos falsos es difícil debido a la
valoración conjunta de la prueba. El documento ha de haber influido en la
sentencia de tal modo que si éste no se hubiera aportado la sentencia sería otra.
Esto no quiere seguir que la falsedad sólo se puede determinar cuando la
sentencia se haya dado exclusivamente con base en documentos falsos, pues en
muy raros casos la prueba documental será la única aportada. Dicho precepto se
refiere a aquellos supuestos en que el documento haya influido en la sentencia de
tal modo, que
188
Sigüenza, “Revisión de Sentencia Firme en el proceso Civil”, 107. La Sala de lo Civil necesita
tener por lo menos elementos mínimos para poder iniciar con la revisión, por otra parte, la
sentencia de instancia en todo caso significaría el elemento principal, pues es esa resolución la
que pretende revisarse.
100
si éste no se hubiera aportado o el juez hubiera conocido su falsedad, la sentencia
sería otra.
189
Cabañas, “Código Procesal Civil Comentado”, 627.
190
Montero, “Efectos jurídicos del proceso”, 257.
101
relacionadas a la pretensión alegada, ya sea apoyando la pretensión de la revisión
o desvirtuándola. Deberán presentar sus alegaciones por escrito como si fuera
una contestación de la demanda, por lo anterior se concluye que en este tipo de
procesos no procede ejercitar reconvenciones ni pedir otros pronunciamientos 191,
ya que no tiene lugar ni fundamento que los respalden.
Con o sin las alegaciones de la defensa, el Art. 548 inc. 1° CPCM expresa que a
las actuaciones se les dará la tramitación establecida para el procedimiento
abreviado. Podría señalarse que existe una contradicción en la ley, al establecer
que la parte de apertura del juicio de revisión debe seguir las reglas del proceso
común y una vez se concluya la etapa de contestación de la demanda, dice la
norma, deberá tramitarse conforme al proceso abreviado. Por el contario, esto ha
resultado de lo más conveniente.
191
Cabañas, “Código Procesal Civil Comentado”, 627 y 628. El autor respalda esta postura, en que
una reconvención sería inoficiosa puesto que la pretensión del actor es únicamente que se permita
la revisión de la sentencia, y sobre ello debe versar las alegaciones de los demandados, ya sea
apoyando o refutando lo alegado.
192
Canales, “Los Procesos Declarativos (común y Abreviado)”, 126.
102
poder acceder a la revisión, se aprecia que éstos son limitados. Sobre todo porque
la revisión no es una tercera instancia, ni tampoco se trata de reproducir el mismo
juicio. Por ello, tramitar la revisión con todos los requisitos del proceso común,
eventualmente obstruiría el derecho de acceso a la justicia y en cierta forma
lesionaría a la seguridad jurídica. Por el contrario, si el proceso se hubiera
tramitado por completo por el procedimiento abreviado, se hubiera perjudicado al
mismo demandante en el ejercido de su defensa, puesto que el demandado está
obligado a contestar la demanda en la audiencia, Art. 423 CPCM. Lo que deja al
demandante en una situación de indefensión193, y colisiona en cierta manera con
el principio de igualdad de armas194.
193
Para los españoles sería una violación al derecho a la tutela judicial efectiva, que protege lo
relativo a las condiciones de equilibrio que deben regir en los procedimientos judiciales y el
derecho al acceso en condiciones de igualdad al servicio de la justicia. En El Salvador dicho
derecho está segmentado en varios contenidos en la CNS, bajo el enfoque antes señalado
atentaría más sobre el principio de defensa contenido en el parte final del Inc. primero del Art. 12
de la Cns. G. A. Villanueva, Nuevos Principios Procesales y Garantía Procesal, Pág. 3.
194
Principio de igualdad de armas significa que el debate procesal ha de desarrollarse en
condiciones de igualdad entre el demandante y la defensa. Para lo cual la defensa debe contar con
similares oportunidades que su contraparte.
103
aquí lo que procede es la práctica de los medios de convicción que convenga a la
defensa de los intereses de cada parte.
195
Ambos términos están desarrollados en la ley y constituyen premisas indispensables, para que
pueda tomarse en cuenta una prueba que se pretenda incorporar al proceso; de carecer de
algunas de ellas, con base en el Art. 320 CPCM será rechazada. Vid. Arts. 318 y 319 CPCM.
196
Cabañas, “Código Procesal Civil Comentado”, 629. La prejudicialidad debe tratarse siempre de
manera rigurosa y excepcional. Tendrá como objeto verificar la posible ilicitud penal de la prueba
que se ofrece como demostrativa de la causa de revisión. Pero no la prueba propiamente tal de la
revisión, que salvo la de carácter personal, peritos, testigos que pudiera practicarse en ulterior
vista, debe siempre ofrecerse y entregarse al momento de deducirse la demanda de revisión.
104
los requisitos necesarios para su admisión, y que la prejudicialidad deberá versar
sobre el objeto mismo de la revisión, es decir sobre los elementos aportados que
contienen los Arts. 541 y 542 CPCM. Una vez concluida la audiencia la Sala
deberá anunciar verbalmente el fallo y dictar la sentencia que corresponda dentro
de los 15 días posteriores a la celebración de la audiencia, Art. 430 CPCM.
4.11 Efectos
Una vez dictada la sentencia se deben distinguir los efectos que de ella se
desprenden: 1) Cuando la sentencia de revisión declara no ha lugar a la revisión,
la resolución final de la Sala determina que la demanda de revisión carece de
alguno de los presupuestos que necesariamente han de concurrir para que la
pretensión revisora prospere, lo que inevitablemente devendrá en una sentencia
desestimatoria a la pretensión del demandante197. Para Montero Aroca198 esto
ocasiona dos situaciones: a) Que la sentencia firme que motivó en su momento la
demanda de revisión, permanezca invariada. Y, b) La condena de las costas a
cargo del demandante. En este caso el Art. 549 Inc. 1 CPCM expresa que la Sala
procederá a emitir certificación de la sentencia desestimatoria y la remitirá junto
con el proceso a su lugar de origen, dejando intactos los efectos de la cosa
juzgada. Es posible que la sentencia pueda volver a ser objeto de revisión, cuando
se base en otros motivos distintos de los que ya fueron desestimados por la Sala,
y si se realizan bajo los parámetros y el plazo establecidos en la ley.
197
Sigüenza,“Revisión de Sentencia Firme en el Proceso Civil”, 118.
198
Montero, “Efectos jurídicos del proceso”, 262.
105
sentencia estimatoria, la cual produce para Montero Aroca los efectos siguientes:
a) Se rescindirá la sentencia firme en todo o en parte. Si la estimación de la
sentencia es total, las cosas quedarán como que no se hubiese realizado un
proceso anterior y nunca se hubiese dictado una sentencia firme con efecto de
cosa juzgada. La Sala emitirá certificación de la sentencia y la remitirá al juzgado
de donde procede, y con ello se mutará la cosa juzgada de forma total. Si la
estimación fue parcial, la parte de la sentencia no rescindida mantendrá su validez
y se mantiene en esa parte la cosa juzgada. Esto suele ocurrir en las solicitudes
de múltiples demandantes, como en el caso de los herederos que la resolución
sólo afecte a una parte de ellos199.
199
Ibíd, “Efectos jurídicos del proceso”, 263-264.
200
Ibid. 637.
201
Vellespín,“La revisión de la Sentencia en el Proceso Civil”, 100.
106
CAPITULO V
DERECHO COMPARADO
5.2España
El Código Civil de España en su Art. 1251 establece que “La Cosa Juzgada es
202
En España, a diferencia de en El Salvador, existen además de la revisión, los institutos de la
audiencia del rebelde y el recurso de la nulidad de las actuaciones. Éstos también permiten que un
juzgador vuelva a conocer lo ya decidido en una sentencia firme, que en principio es inmodificable
y de obligatorio cumplimiento.
203
Hitters, Revisión de La Cosa Juzgada, 62
107
La vigente LEC se adhiere a la doctrina mayoritaria otorgando a la revisión un
tratamiento distinto al que le daba su homónima de 1881, y lo hace
contemplándola en el Título VI bajo la rúbrica “De la revisión de sentencias firmes”,
omitiendo el calificativo de recurso que encabezó el antiguo Título XXII. De este
modo el legislador Intenta eliminar de su articulado cualquier referencia que lo
identifique con los medios de impugnación aunque no llega a desprenderse
definitivamente de ese vestigio histórico, y ya en el primero de los artículos que
componen el Título VI (art. 509) habla de “resoluciones recurribles”, en lugar de
“resoluciones susceptibles de ser revisadas”, redacción que hubiera resultado más
acorde con la propia naturaleza de la revisión204
204
Han tenido que transcurrir más de cien años para que deje de ser denominada con el calificativo
de recurso, incorporando tal figura en un Título aparte e independiente del Título que dedica la Ley
a los recursos en general, siguiendo las directrices marcadas por el Código de Procedimiento Civil
Alemán -ZivilprozeBordnung vom 30 Januar 1877. Contempla la revisión en el Libro 4º titulado
“Wiederaufnahme des Verfahrens” (Reanudación del Procedimiento), en los arts. 580 y ss. bajo la
denominación de Restitutionsklage (demanda de restitución)-. Ahora bien, habremos de esperar
algo más para que, tanto la doctrina como la jurisprudencia se aúnen en un intento común,
eliminando ese lastre de otorgar naturaleza de recurso en sentido propio a la revisión.
108
Así pues, según el artículo 511 de la Ley de Enjuiciamiento Civil: podrá solicitar la
revisión quien hubiere sido parte perjudicada por la sentencia firme impugnada. En
relación a los motivos por los cuales procede la Revisión de Sentencias Firmes en
España, el artículo 510 regula que habrá lugar a la revisión de una sentencia
firme:
109
día que se descubren los documentos nuevos, pruebas falsas, fraude, o desde la
fecha del reconocimiento de declaración de falsedad.
205
Hitters, “Revisión de La Cosa Juzgada”, 68.
110
correspondiente. En este juicio, habrán de tomarse como base y no podrán
discutirse las declaraciones hechas en la sentencia de revisión. Si el tribunal
desestimare la revisión solicitada, se condenará en costas al demandante y
perderá el depósito que hubiere realizado. Contra la sentencia que dicte el tribunal
de revisión no se dará recurso alguno.
5.3 Uruguay
En este sentido, el art. 281 del Código General del Proceso, prevé el recurso de
revisión como medio impugnativo para atacar las sentencias definitivas o
interlocutorias que ponen fin al proceso siempre que la resolución se encuentre
viciada por alguno de los motivos legales que se detallan taxativamente en el art.
283 del referido código que dice: Procede la revisión: 1) Cuando la
206
XVIII Jornadas iberoamericanas y XI Jornadas Uruguayas de Derecho Procesal, 447.
111
resolución se hubiere producido por efecto de la violencia, la intimidación o el
dolo; 2) Cuando alguna de las pruebas que constituyeron fundamento decisivo de
la resolución impugnada, hubiere sido declarada falsa por sentencia firme dictada
con posterioridad bien que la parte vencida ignorase que había sido declarada tal
con anterioridad; 3) Cuando después de la resolución se recobraren documentos
decisivos que no se hubieren podido aportar al proceso por causa de fuerza mayor
o por maniobra fraudulenta de la parte contraria.
207
XVIII Jornadas iberoamericanas y XI Jornadas Uruguayas de Derecho Procesal, 448.
112
correspondiente proceso para el acreditamiento del motivo de revisión, en los
casos en que tal proceso fuere necesario, hasta que quede ejecutoriada la
sentencia que ponga fin a dicho proceso. Tampoco será admisible la revisión
transcurridos tres meses desde que el recurrente hubiere conocido o debido
conocer los motivos en que se fundare la misma.
De esta manera, los distintos ordenamientos jurídicos han optado entre dos
valores, el de seguridad o certeza jurídica y el de la justicia, y de acuerdo a la
importancia que se le otorgue a un valor u otro, varia la posibilidad de impugnar la
cosa juzgada y la utilización de los diferentes mecanismos para atacarla. Así pues,
la doctrina y a jurisprudencia en forma unánime han aceptado las vías para
posibilitar la revisión, y para ello se basan en los principios generales
208
Sistema Nacionalde Legislación Vigente, “Código Generaldel Proceso dela República Oriental
del Uruguay, http://www.refworld.org/docid/3dbea0494.html, sitio visitado el 24 de abril de 2013, 84.
113
del derecho, a los principios aplicables del derecho civil al fraude y a la simulación
y del debido proceso.
“1) Si la parte que la pide demostrare que por impedírselo fuerza mayor, o por
obra de la contraria, no recusó al juez o no pudo presentar algún documento u otra
clase de prueba, o comparecer al acto en que se evacuó alguna de la; de modo
que en uno y otro caso haya habido indefensión y no haya sido posible en el curso
del proceso pedir rectificación del vicio; 2) Si la sentencia hubiere recaído en virtud
de documentos que al tiempo de dictarse ignoraba el interesado que habían sido
declarados falsos, o cuya falsedad hubiere sido declarada después de la
sentencia; 3) Si habiéndose dictado en virtud de prueba testimonial, los testigos
hubieren sido condenados por falso testimonio, dado en las declaraciones que
sirvieron de fundamento a la sentencia; 4) Si habiéndose dictado en virtud de
dictámenes de peritos, éstos hubieran sido condenados penalmente por falso
testimonio al producir dicha prueba; 5) Si la sentencia se hubiere ganado en virtud
de cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta, lo cual hubiere sido
declarado en sentencia penal; 6) En los procesos que carezcan del recurso de
casación, haberse dictado la sentencia sin haber sido emplazado el recurrente, o
sin haber sido notificado del emplazamiento, siempre que el vicio no se hubiera
convalidado; 7) Haber
114
existido indebida representación durante todo el proceso; 8) Ser la sentencia
contradictoria con otra anterior que produzca cosa juzgada, cuando el recurrente
no hubiere podido alegar esa excepción por haber sido ausente en el segundo
proceso, y por habérsele nombrado curador procesal, ignorándose además la
existencia de la primera sentencia. No habrá lugar a la revisión si la excepción se
hubiere opuesto oportunamente y hubiere sido denegada; 9) En caso de procesos
seguidos con un curador procesal, si el recurrente justificare haber estado ausente
de la República desde el principio, de manera que no hubiere podido presentarse
en tiempo hábil para rendir prueba.”209
“El recurso deberá interponerse por escrito, con el nombre del recurrente y de las
personas que intervinieron en el proceso, indicando del nombre del proceso en el
que se dictó la sentencia, además de indicar la causa y los hechos que la
fundamentan; ofrecimiento de prueba; con el escrito de la demanda deberá ser
presentado la constancia del depósito de tres mil colones y en los proceso de
menor cuantía será de mil colones.
209
Sistema Nacional de Legislación Vigente, Código Procesal Civil,
https://www.iberred.org/legislacion-civil/codigo-procesal-civil-costa-rica, sitio visitado 24 de abril
de2013, p. 182.
115
El recurso de revisión no tendrá efecto suspensivo, pero a petición del recurrente,
el tribunal podrá ordenar la suspensión de la ejecución de la sentencia. Ahora
bien, el recurso será interpuesto ante la sala de casación, quien decidirá sobre la
admisión de la demanda, presentada la petición, dicho órgano llama a todos las
partes del pleito cuya sentencia se impugna y se manda a emplazar a todos los
involucrados, si la sala de casación estima procedente el recurso lo declarara así y
anulara en todo o en parte la sentencia impugnada y dictara la correspondiente.
210
Sistema Nacional de Legislación Vigente, Código Procesal Civil,
https://www.iberred.org/legislacion-civil/codigo-procesal-civil-costa-rica, sitio visitado 24 de abril de
2013, 182-184.
116
el sentido de que además del Tribunal Supremo211, permite que los Tribunales
Superiores de Justicia212 revisen las sentencias firmes, otorgándole esa potestad a
ambos órganos.
Con relación a este punto, es más atinada la opinión de Guasp, quien lo define
como un proceso de carácter especial213. También así lo describe Devis Echandía,
quien refiere que el llamado recurso de revisión en realidad es un verdadero
proceso, dada la razón lógica que el anterior concluyó con una sentencia
ejecutoriada, que se pretende impugnar214. De igual manera lo considera Carbone,
y le asigna la naturaleza de acción y que se trata de una instancia impugnativa 215.
211
El Tribunal Supremo español está integrado por las siguientes Salas: Primera, de lo Civil.
Segunda, de lo Penal. Tercera, de lo Contencioso-administrativo. Cuarta, de lo Social. Art. 55 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, y están facultadas para conocer de la revisión.
212
El Art.73 letra b) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de España establece dicha circunstancia.
213
Guasp, 924.
214
Devis, “Nociones generales de Derecho Procesal Civil”,591.
215
Carbone, “Siendo la tesis que se ha sostenido durante el presente trabajo, en cuanto a que la
revisión no es un verdadero recurso ni en sentido amplio, ni mucho menos en sentido
117
En cuanto al plazo de interposición de la revisión, en El Salvador se da un plazo
máximo de 2 años y ese plazo es de caducidad, así lo establece el Art. 544
CPCM.; en cambio, en España el Art. 512 de la LEC 1/2000, establece que el
plazo es de 5 años. Por su parte la legislación Uruguaya señala como plazo
máximo 1 año para interponer la revisión. Mientras que Costa Rica establece 10
años.
Las figuras del depósito de dinero al cual la legislación española hace referencia,
así como la del traslado al Ministerio Fiscal y la legitimación que las otras
legislaciones mencionan, nuestro legislador procesal las desestimó. Su negativa a
incorporarlas puede radicar en el hecho que consiste en que la materia procesal
civil resuelve las pretensiones de contenido eminentemente
118
privado de carácter patrimonial, donde el Estado no tiene mayor intervención 216,
por estar bajo la premisa de un sistema de litigación civil adversarial y no
inquisitivo217. Por ello, el Ministerio Fiscal poco o nada tiene injerencia en la
resolución, puesto que el Estado únicamente debe velar porque se realice un
proceso justo con igualdad de garantías entre las partes. Y quien debe procurar
ello es el juez mismo, en vista que el proceso es la oportunidad de las partes de
ser escuchadas, y es únicamente un medio para inducirlas a aceptar la decisión
final218.
216
El proceso civil y mercantil es una contienda de partes con intereses particulares
exclusivamente. Esta razón excluye la posibilidad de que el Estado intervenga en los conflictos
oficiosamente, ni siquiera de que acompañe a las partes materiales en sus pretensiones. Su
intervención se limita en la creación de un marco legal y orgánico, que permita a las partes ventilar
sus pretensiones en igualdad de condiciones. Y en el caso de las personas de escasos recursos,
fomentar la creación de instituciones o robustecer las ya existentes (PGR, Defensoría del
Consumidor) a fin garantizar una digna defensa de los intereses de los particulares. Lo que Taruffo
denomina «un ideal encuentro entre iguales» en los casos donde el Estado no puede intervenir
directamente, a fin de fomentar decisiones justas. Michele Taruffo, El proceso civil adversarial en la
experiencia americana, Pág. 69.
217
Sobre este punto difiere el autor Michele Taruffo, quien expresa que no existen el sistema
adversarial e inquisitivo puro. En el caso del sistema adversarial, el juez debería realizar una
actividad pasiva o arbitral, que no le permita involucrarse en la producción de la prueba. Por su
parte el sistema inquisitivo, sería el juez el encargado de la producción de la prueba. En los
sistemas modernos como el salvadoreño no existe un proceso adversarial puro, pues presenta
características inquisitivas mínimas. Michele Taruffo, Investigación Judicial y Producción de
Prueba por las Partes. Por ej., el CPCM a pesar que el Art. 7 señala que la proposición de la
prueba corresponde exclusivamente a las partes o terceros, faculta al juez para poder ordenar
diligencias para mejor proveer con el objeto de esclarecer algún punto oscuro o contradictorio. Es
el caso de los Arts. 321, 369 y 390. El más usado es el interrogatorio aclaratorio del Art. 369
CPCM, a fin de esclarecer puntos oscuros.
218
Michele Taruffo, “Investigación Judicial y Producción de Prueba por las Partes”. Para Michele
Taruffo, la así llamada «teoría de la justicia procesal» donde la justicia exclusivamente depende de
la equidad en el procedimiento, no importando la calidad y los contenidos de la decisión. En este
contexto no importa si la decisión final se basa o no en una reconstrucción fidedigna de los hechos
del caso, sino sólo en que las partes estén conforme con ella.
119
Con la revisión se posibilita el ataque de situaciones que se susciten o aparezcan
posteriormente a la sentencia, y que permitan darle un giro inesperado a una
sentencia ya firme, todo en aras de la justicia.
120
CONCLUSIONES
121
cumplimiento. Su fundamento se encuentra pues íntimamente ligado con los fines
y efectos del proceso, puesto que no sólo está en juego la victoria de los litigantes,
sino la justicia y la salvaguardia del orden jurídico, lo que en buena hora permite
corregir cualquier extravío. Es evidente el choque o fricción entre la seguridad
jurídica y la justicia, de donde cabe individualizar el genuino fundamento de la
revisión civil, que nace de una razonable ponderación entre ambos para
determinar cuál prevalece.
Para que una sentencia sea revisada por el segundo motivo del art. 540 CPCM se
necesita que la falsedad del documento en que se funde la pretensión de revisión
precisa haber sido declarada por un órgano jurisdiccional penal en un proceso de
esta naturaleza. Tal declaración de falsedad puede haberse efectuado antes o
después de haberse dictado la sentencia impugnada, pero en el primer caso, la
parte que la alegue, deberá acreditar en el juicio de revisión que no tuvo
conocimiento de este hecho en momento oportuno para alegarlo en el anterior
proceso cuya revisión solicita. Para que el motivo prospere se requiere que el
documento declarado falso fuera decisivo, en el sentido de haber servido de base
al pronunciamiento proferido en la sentencia impugnada.
122
Las causas de revisión taxativamente enumeradas en la Ley van a quedar
divididas en dos, “vicios que afectan al conocimiento del juzgador” y que
abarcarían los tres primeros motivos de revisión previstos en el art. 541 CPCM,
relacionados todos ellos con la aparición de nuevas circunstancias que indican
que las pruebas propuestas por las partes, o fueron insuficientes o llevaron al
juzgador a tener un falso conocimiento del litigio; y “vicios que afectan a la
voluntad del juzgador, o incluso a la voluntad de cualquier sujeto procesal
interviniente en el proceso”, entre los que tienen cabida los supuestos a los que
hace referencia el motivo 4º del citado art. 541 CPCM, el cohecho, la violencia y la
maquinación fraudulenta.
123
RECOMENDACIONES
Reformar el artículo 545 del Código Procesal Civil y Mercantil, en el sentido de que
en el mismo se establece que el plazo de tres meses para la interposición de la
demanda de revisión comenzara a contarse desde el día siguiente en que se
hubiere reconocido o declarado la falsedad, entendiéndose así el día en que se
dictó la respectiva sentencia penal, no obstante el día inicial para el computo de
dicho plazo es el día en que tuvo conocimiento de la existencia de esa sentencia
penal que declara la falsedad testimonial, o en caso de ser parte en el proceso
penal el día de la respectiva notificación de la sentencia penal firme.
Debe considerarse que una sentencia definitiva que sea declarativa y de condena
será completamente firme cuando el plazo para solicitar la revisión haya expirado.
Por lo tanto existe una disparidad entre el plazo de inicio de la ejecución forzosa y
el de la revisión. Porque aunque la revisión no es un
124
recurso, puede alterar sustancialmente un proceso, y la ejecución de esa
sentencia ser revocada.
125
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