Estructuras Sedimentarias
Estructuras Sedimentarias
Estructuras Sedimentarias
ESTRUCTURAS SEDIMENTARIAS
ELEMENTOS DE ANÁLISIS, CLASIFICACIÓN Y RECONOCIMIENTO
Las Estructuras Sedimentarias (ES) son clasificadas en dos grupos, a partir del carácter
contemporáneo o no contemporáneo con el sedimento donde aparece la estructura.
I. ES PRIMARIAS: Son aquellas que se originan al mismo tiempo que se deposita el
sedimento, es decir mientras existe una estrecha relación de
consecuencia entre el sedimento y su ambiente circundante.
II. ES SECUNDARIAS: Son aquellas que se forman una vez finalizada la sedimentación y, sobre
todo, una vez que el sedimento se encuentra cubierto por otros
materiales, abandonando así su ambiente de origen a la vez de estar
sometido a nuevos procesos físicos y químicos.
Una clasificación más detallada y de utilidad descriptiva e interpretativa, es aquella que divide
a las estructuras sedimentarias, a partir de los siguientes elementos:
La posición que presenta la estructura en el registro estratal.
El tiempo de formación de la estructura, respecto al tiempo de sedimentación.
El proceso de formación o construcción de la estructura.
b)
Figura 1. Morfología externa y estructura interna de ripples, con tipos e inclinación de láminas en cada sector modelado: a) diseño
de ripple individual; b) diseño de ripples sobrepuestos y separados por planos limitantes erosivos.
Una subdivisión general de los ripples atiende a su dinámica de origen, según éste sea
debido a corrientes (ripples de corriente) o a oleaje (ripples de oscilación o de olas).
a) Ripples de corriente.
Aspectos básicos: tipo de flujo y forma
Los ripples de corriente se deben a una dinámica de flujo unidireccional. Sus crestas o valles
se alinean (sub)paralelos entre ellos, y perpendicularmente a la dirección de la corriente.
Subtipos principales, según morfología y dinámica
Se tienen varios suptipos entre los ripples de corriente, aunque si se consideran aspectos
generales de geometría y forma de las crestas, así como la relación de éstas con la
intensidad y la dirección predominante del flujo, cabe distinguir dos subtipos principales:
RIPPLES CON CRESTAS RECTILÍNEAS PARALELAS (straight-crested): ripples con crestas y valles
rectilíneos y alineados paralelamente y que se pueden seguir en largas distancias. Son
formados bajo una velocidad de corriente relativamente pequeña.
RIPPLES LINGUOIDES (linguoid ripples): ripples con cresta discontinua, y de forma más o
menos lobulada. La migración de estos ripples da lugar a una laminación interna de tipo
festoneado. Están asociados a corrientes de alta energía y a turbiditas.
Además de estos subtipos, entre los ripples de corriente también se distinguen a los tipos:
ondulados (sinuosos), acuspidados, lunados y catenarios (Figura 2).
Figura 2. Diseños en planta de subtipos descriptivos de ripples de corriente; el eje referencial X es paralelo a la corriente (e indica
su dirección), mientras que el eje z es horizontal y perpendicular a la corriente [modificado de Collinson & Thompson
(1982), a partir de Allen, 1968].
La geometría muestra que los límites de sets se inclinan –según ángulos variables– en
dirección opuesta al buzamiento de la laminación entrecruzada de los ripples. Generalmente
se asocian a depósitos intramareales, flluviales, y a turbiditas.
Figura 3. Diseños esquemáticos de diferentes tipos de ripple ascendente y su laminación entrecruzada: a) el ángulo de ascenso es
menor que el ángulo de la pendiente de barlovento, lo que indica erosión entre sets de entrecruzamiento; b) el ángulo
de ascenso tiene mayor pendiente que la cara de barlovento, ocasionando la preservación de láminas en ésta
[modificado de Collinson & Thompson, 1982].
Figura 5. Diseños de estructura interna de ripples de oscilación asimétricos, con laminación en dos sentidos de migración y
superficies basales irregulares y onduladas. Se observa la terminación en haz de las láminas, y su prolongación como
estructura de off-shoots [Tomado de Krumbein & Sloss, 1969].
4.1.5. Imbricación.
Materiales y diseño de estructura
Es una estructura interna primaria que se observa mayormente en ruditas (desde gránulos
hasta guijarros), aunque también puede presentarse en arenas muy gruesas.
La IMBRICACIÓN consiste en cierta disposición u acomodo de sobreposición de los
clastos/granos que presentan formas aplanadas y/o alargadas (Figura 10), de manera que los
ejes mayores (a ó b) de clastos definen las líneas o planos de imbricación.
Dinámica de formación y ámbitos de ocurrencia
La disposición imbricada de clastos ocurre, generalmente, bajo condiciones de corrientes
unidireccionales con régimen de flujo superior. Si bien la imbricación es frecuentemente
observada en depósitos fluviales (tanto de ríos como de conos aluviales), también se la ha
descrito en depósitos de morrenas glaciales y de gravas de playa (Figura 10).
Entre estos ambientes, se tienen variaciones en cuanto a qué eje de clasto ha de
considerarse como patrón de dirección de la corriente, asumiéndose que la elongación de
clastos es paralela a la corriente, en casos de flujos constantes (o regulares) y de relativa alta
pendiente (Figura 10). En casos de flujos periódicos o estacionales y de pendiente suave, la
elongación de clastos es perpendicular a la dirección de corriente (Figura 10).
Importancia
Toda vez que la IMBRICACIÓN responde a corrientes de tipo unidireccional, esta estructura es
utilizada como indicador de la dirección y el sentido del transporte, y por tanto sirve para
definir paleocorrientes.
Para ello, se debe medir la orientación de elongación de los clastos, respecto a la dirección
de la corriente, así como el buzamiento de los planos de imbricación que tienen dirección
contraria a la corriente (Figura 10).
Figura 10. Diseños de Imbricación para diferentes ambientes de depósito. Se indican las variaciones o rangos de pendiente del
terreno, para cada caso, así como la geometría de elongación de los clastos, respecto a la dirección de la corriente. Las
vistas en perfil permiten observar las líneas de buzamiento de los planos de imbricación, con inclinaciones contrarias a la
corriente [modificado de Collinson & Thompson (1982), a partir de Ruchin, 1958].
Figura 11. Vista en perfil de los episodios de formación y preservación de huellas/calcos de grietas de desecación [modificado
de Ricci Lucchi, 1970].
Condiciones de preservación
La preservación de estas impresiones o huellas solamente ocurre en caso de sedimentos
finos que, luego de recibir el impacto de las gotas de lluvia, retienen la forma del impacto
cuando éste se seca, teniéndose de manera inmediata el relleno de los hoyos por un
sedimento más grueso. La preservación ocurre entonces a nivel de moldes (o calcos), en la
base de la capa sobreyacente a la que recibió el impacto.
Figura 12. Vista en perfil de los episodios de formación y preservación de huellas/calcos de cristales: a) precipitación en solución
sobresaturada, b) crecimiento de cristales, c) disolución de cristales en solución no saturada, d) relleno de huellas por
sedimentos finos (clásticos, o raramente calcáreos) [modificado de Ricci Lucchi, 1970].
4.2.2.1. CANALES.
Materiales, dinámica de formación y diseño de estructura
Los canales son estructuras de corte y relleno, generalmente definidas por una litología
infrayacente (la del sustrato erosionado), que difiere de la litología de relleno, comúnmente
más gruesa (arenas o gravas), aunque en algunos casos una superficie interna al relleno
puede definirse por la presencia de una delgada capa conglomerádica con clastos exóticos o
intraformacionales. Muchos canales presentan formas que resultan de una serie de eventos
erosivos y de depósito, antes que de un singular episodio de corte y relleno (Figura 14),
presentando formas complejas relacionadas con gradas y terrazas.
Importancia y ámbitos de ocurrencia
Los canales tienen importancia a nivel de interpretación estratigráfica, ya que la evolución de
sus gradas y terrazas da a conocer la historia de erosión y relleno, en relación con aspectos
de empuje tectonico sobre la sedimentación y la energía de las corrientes.
Los efectos de corte y relleno que dan lugar a los canales ocurren durante el avance de los
cauces centrales de ríos (mayormente meandriformes) sobre sus llanuras de inundación, así
como en el movimiento de canales distributarios de deltas (sobre la llanura interdistributaria).
Los canales también pueden formarse en aguas marinas someras, como respuesta al flujo de
corrientes tidales, e incluso profundas bajo la acción de corrientes de turbiditas.
Figura 14. Esquema que muestra las formas de un margen gradado de canales, en relación a estados de desarrollo erosivo que
resultan de episodios repetidos de corte y relleno. a) Forma final del canal; b,c) Procesos y etapas que pueden llevar a la
forma final (a). Como se observa en las etapas de c), el reconocimiento de superfices de erosión internas al relleno del
canal, es un factor importante para entender la historia de su desarrollo [tomado de Collinson & Thompson (1982)].
Las marcas de fondo por escurrimiento (scour marks) son estructuras producidas por la
acción erosiva del agua en movimiento, cuyas corrientes provocan un rozamiento tractivo
sobre el fondo pelítico. Estas estructuras se distinguen por presentar una forma suave y
alineada con la corriente, conformando depresiones o surcos que son posteriormente
rellenados por un sedimento de granulometría mayor (arena). De acuerdo a criterios de
forma y proceso de formación, se distinguen los siguientes tres tipos principales:
a) Surcos longitudinales.
Origen y diseño de estructura
Presentan diseños de crestas y depresiones (sub)paralelas, estrechamente espaciadas. Su
origen se asocia con leves depresiones pre-existentes en el lecho pelítico, a lo largo de las
cuales la corriente sigue una circulación convectiva (en pares de dirección de rotación
opuesta), formando surcos de morfología redondeada y crestas agudas (Figura 15). El
espaciamiento entre crestas es de 5 mm a 1 cm, con un relieve de hasta pocos milímetros. Si
bien la forma general de crestas define un paralelismo entre ellas, se tienen casos de
convergencia entre crestas, que incluso pueden desarrollar un diseño dendrítico de surcos.
Importancia y ámbitos de ocurrencia
Los surcos longitudinales son útiles para determinar polaridad estratal, pues al igual que en
el resto de marcas de fondo, el calco o molde de la estructura se preserva en las superficies
basales de areniscas que sobreyacen a la capa pelítica. También son útiles como indicadores
de la dirección de la corriente, sin llegar a definir el sentido de ésta.
Como la mayor parte de marcas de fondo, estas estructuras están frecuentemente asociadas
con el depósito de turbiditas, aunque también se las ha reconocido en estratos vinculados a
episodios tormentosos en mares someros, a inundaciones fluviales, e incluso a inundaciones
en desiertos semi-áridos.
b) Flute marks.
Origen y diseño de estructura
Son surcos tubulares, alargados y discontinuos que groseramente emulan la forma de una
flauta (Figura 16). Su origen se asocia con depresiones pre-existentes en el lecho pelítico,
sobre las cuales flujos de circulación convectiva forman surcos alargados en dirección de la
corriente. Los flute marks presentan un característico perfil longitudinal asimétrico, donde el
extremo “proximal” es redondeado y de contornos netos, mientras que el extremo “distal”
tiene un relieve que progresivamente se va atenuando hasta desaparecer (Figura 16). La
longitud de esta estructuras varía entre 5 a 50 cm, con anchos entre 1 a 20 cm, y
profundidades de hasta 10 cm.
Se han reconocido diversas formas en el diseño de flute marks, las cuales varían en cuanto a
homogeneidad, estrechamiento (entre estructuras) e incluso orientación longitudinal respecto
a la dirección de la corriente (Figura 17). Por ello, es necesario reconocer el tipo de flute
mark, antes de utilizar esta estructura como indicador de dirección de flujo.
Importancia y ámbitos de ocurrencia
Los flute marks sirven para determinar polaridad estratal, toda vez que sus calcos (flute
cast) se preservan en las superficies basales de areniscas sobreyacentes. En función de su
perfil longitudinal asimétrico, también permiten conocer la dirección y el sentido de la
corriente, que va desde la parte con relieve más saliente (mejor definido) a la más suave.
Se presentan, generalmente, en depósitos de turbiditas, de barras y llanuras fluviales, y de
canales arenosos tidales.
Figura 17.
Vista en planta de las diversas formas
que pueden presentar los flute marks.
a) diseño espaciado en cubeta.
b) diseño de alineación con la corriente.
c) diseño alargado de alineación con la
corriente.
d) diseño retorcido.
e) diseño en echelon.
f) diseño transversal alargado.
g) diseño transversal sobrepuesto.
h) diseño en escama de pez.
i) diseño en red poligonal.
Dirección de corriente: de base a tope
[tomado de Collinson & Thompson
(1982), a partir de Allen (1971)].
c) Crescent marks.
Origen y diseño de estructura
Son surcos que resultan de la acción erosiva de la corriente, ante obstáculos fijados en el
fondo pelítico, que pueden ser cantos o fósiles transportados. Presentan una característica
forma de herradura como resultado de su evolución que comienza con la apertura de un
surco previo al obstáculo, definiendo una zona de excavación vigorosa (Figura 18).
Posteriormente, las líneas de la corriente rodean al objeto siguiendo esfuerzos tangenciales
que también socavan el lecho produciendo depresiones, con adyacentes zonas de depósito
rápido. Estos esfuerzos son luego atenuados cuando las líneas de corriente superan al objeto
y siguen paralelamente a las líneas principales de flujo.
Preservación y utilidad
Conforme las depresiones laterales y central son rellenedas por la capa arenosa
suprayacente, el molde (crescent cast) queda preservado como estructura de base de dicha
capa.
Esta estructura sirve para determinar la dirección y sentido de la paleocorriente, así como la
polaridad de la capa en que se encuentra.
Dirección de
ZONA DE DEPÓSITO LENTO Corriente
Las marcas de fondo labradas por un objeto (tool marks) son estructuras producidas por el
arrastre o impacto de objetos sobre el fondo pelítico, formándose surcos que son más largos
cuando resultan de procesos de arrastre, y menos largos en caso de impacto o
impacto/rebote de las partículas.
Para que estas marcas sean preservadas, se necesita el depósito posterior de una capa con
granulometría mayor (generalmente arenas), en cuya base se tiene el calco del surco. Por
tanto, constituyen un criterio de polaridad estratal.
Si bien ocurren en medios fluviales o tidales, su aparición es más frecuente en series
turbidíticas (término “a” basal), donde el componente tractivo de transporte es acompañado
de un carácter muy denso del fluido. De acuerdo a criterios de forma y proceso de formación,
se distinguen los siguientes dos tipos principales, con sus respectivos subtipos:
Son marcas originadas por el arrastre de un objeto sólido, que pueden ser partículas o
fósiles, sobre una superficie pelítica no consolidada. Se tienen dos subtipos:
Figura 19. Esquema que muestra el desarrollo de un groove mark, a partir de un objeto en movimiento sobre el fondo pelítico. a)
el objeto se preserva y queda fijado al final del surco o groove; b) el objeto es desalojado y puesto en suspensión,
después de formado el groove [tomado de Collinson & Thompson (1982), a partir de Ricci Lucchi, 1970].
a) b)
Son marcas debidas al impacto y posterior rebote de un objeto sólido, sobre una superficie
pelítica no consolidada. Se tienen dos subtipos:
Figura 24. Esquema del desarrollo y la geometría de las protuberancias bulboides de load cast [tomado de Reineck & Singh, 1980].
c) Estructuras almohadilladas.
a) b)
Figura 27. a) Sucesión de estructuras sedimentarias asociadas con laminación convoluta, parte superior de una secuencia de barra
de canal [tomado de Reineck & Singh (1980), a partir de Coleman, 1969]; b) Afloramiento de laminación convoluta
dentro de una sucesión evaporítica.
Los diques de arena son cuerpos irregulares que cortan estratos adyacentes de lutitas y
margas, y que en general se hallan conectados con niveles interestratificados de areniscas
(Figura 28). Se han observado casos de cuerpos inyectados de areniscas que, por efecto de
removilización, se acomodan a lo largo de planos de estratificación; estos cuerpos
subhorizontales son llamados filones de arena o también “sills arenosos” (Figura 28).
El proceso de origen de estas estructuras considera la existencia de una sucesión intercalada
de arenas (finas a muy finas) y pelitas, donde los niveles de arena presentan licuefacción,
estando el conjunto no consolidado pero recubierto por un espesor de materiales que ejerce
un efecto de carga.
Bajo estas condiciones, las arenas cubiertas y con licuefacción se comportan plásticamente,
inyectándose en los materiales adyacentes, tanto hacia arriba como hacia abajo, antes de
que se produzca la compactación del sedimento.
Esta penetración del material arenoso suele ocurrir a lo largo de planos de debilidad o
aprovechando fracturas en formación, como efecto de desequilibrios tectónicos de la cuenca,
a veces vinculados a sismos o deslizamientos masivos de materiales.
Figura 28. Esquemas de ocurrencia de diques y filones de arena (clásticos), según Andrieux (1967) [tomado de
Corrales Zarauza et al., 1977].
b) Volcanes de arena.
Ocurre en casos de niveles de arenas con un relativo alto contenido de agua, recubiertas por
un nivel pelítico de poco espesor. Bajo estas condiciones, ante cualquier factor de
desequilibrio de la cuenca, tal como una sacudida sísmica, la arena con contenido de agua
tiende a ocupar mayor superficie, y el nivel pelítico superior responde agrietándose. Una vez
cumplidos estos procesos, la arena asciende por las grietas formadas, rellenándolas y
formando los polígonos.
Las grietas formadas en la capa pelítica, al ser efecto de expansión de la capa arenosa
infrayacente, muestran a sus vértices apuntando hacia el tope de la sucesión, al contrario de
lo que sucede con los grietas de desecación.
Figura 29.
Evolución y morfología de estructuras slump. a)
Inicio del deslizamiento bajo pendiente inestable,
b) Estratos plegados como efecto del slumping,
con sentido de movimiento según planos axiales
de pliegues, c) Estratos plegados y con
fallamiento contemporáneo al slump, d) Masa
afectada por slump con capas fracturadas y en
cuerpos aislados, e) Los estratos se desagregan
como efecto último del proceso de slumping
[modificado de Corrales Zarauza et al., 1977].
4.4.1.1. CONCRECIONES.
a) Nódulos.
NÓDULOS DE CHERT.
Aparecen en calizas y dolomías, sin presentar estructura interna, con tamaños de varios
centímetros. En su interior pueden encontrarse restos silicificados de fósiles u oolitos.
Estos nódulos se atribuyen a un origen sinsedmentario, por precipitación directa de
geles de sílice sobre el fondo marino, los que al ser enterrados, compactados y
deshidratados, se transforman en chert.
Otra hipótesis acerca del origen de estos nódulos, indica su relación con procesos de
sustitución de carbonato por sílice. El dato principal que sustenta esta teoría radica en
la presencia de inclusiones de carbonato en muchos de los nódulos. Otro dato que
favorece esta hipótesis es la comúnmente observada transición lateral y vertical entre
calizas que no tienen ninguna concreción, hacia calizas con nódulos y/o a capas
totalmente silicificadas, sin que esto implique cambios en ambientes de depósito.
La sílice que es material madre de estos nódulos puede provenir de soluciones que
atraviesan el sedimento, o de granos de cuarzo dispersos en la roca, así como de
espículas de esponjas, o de radiolarios.
Presentan formas variables, siendo ésta más irregular cuando las calizas son más
puras. A veces tienen formas aplanadas, con ejes mayores paralelos a los planos de
estratificación, lo cual indica una formación durante la diagénesis temprana.
NÓDULOS DE ANHIDRITA.
Se forman a partir de cristales de yeso, los que bajo ciertas condiciones de
temperatura, presión y actividad de agua intersticial, dan lugar cristales pequeños de
anhidrita, que una vez compactados forman un nódulo.
Los nódulos de anhidrita pueden aparecer aislados o unirse a manera de bandas.
b) Concreciones s.s.
c) Esferulitas.
d) Geodas.
iii. Al verse aislada la cavidad, se produce una diferencia de salinidad entre el fluido
concentrado de su interior, y las capas del exterior cada vez menos salinas. Esta
diferencia ocasiona fenómenos osmóticos, entre la cavidad y el exterior, originando
presiones centrífugas por parte del fluido aislado.
iv. Debido a estas presiones, la cavidad inicial se expande, creciendo en contra de la roca
circundante que es generalmente caliza. Este crecimiento continúa, hasta que el
tamaño de la cavidad hace despreciable la presión ejercida por el fluido salino.
v. Una vez que la cavidad es expandida al máximo, la capa aislante sufre deshidratación,
lo cual lleva a que el gel de sílice cristalice como calcedonia. Esta cristalización se ve
acompañada del agrietamiento de la capa externa.
vi. Al estar agrietada la cavidad, las aguas del exterior penetran en su interior y precipitan
los minerales que llevan en solución. Estos minerales se disponen como cristales en
diseño de drusa, dentro de la cavidad, formando de esta manera la geoda.
e) Septarias.
4.4.1.2. CRISTALES.