Informe BDSM
Informe BDSM
Informe BDSM
EDUCACIÓN SEXUAL
Autoras:
Jesús Olmos
2. ¿Qué es el BDSM?
En el siglo XX, expertos trazan las claves del BDSM del siglo XX en unas
pocas fuentes. Fue después de la Segunda Guerra Mundial que las cosas
empezaron a tomar forma, con el nacimiento de la comunidad del cuero y los
comienzos de una subcultura homosexual (Old Guard). También fue en este
momento que la subcultura comenzó a entrar en la corriente generalista a través de
la obra del fotógrafo Irving Klaw, cuyas fotografías de una damisela pin-up en
apuros que ofrece la modelo Bettie Page se hacen muy populares.
A su regreso a los Estados Unidos cerca del 1946, muchos de los veteranos
gay querían retener los elementos más satisfactorios de su experiencia militar y, al
mismo tiempo, pasar su tiempo social y sexual con otros hombres homosexuales
masculinos. Ellos encontraron en la cultura de la motocicleta tales oportunidades
y así nacieron los clubes moteros homosexuales. Fue aquí donde se encontraron
con la combinación de camaradería, la tensión y la emoción de la toma de riesgos
real (el montar en moto), y la sexualidad masculina que habían conocido durante
sus días militares.
A medida que pasó el tiempo, más chicos cuyo desarrollo sexual precoz no
había sido influenciado fuertemente por el contacto con los militares carecían de
la materia prima con la que contaban los pioneros militares de la escena del cuero
SM del “Old Guard”. Aún así, necesitaban información y experiencias para
ayudar a dar forma a los impulsos de anhelos sexuales insistentes. En
consecuencia, hay mucho más apoyo para las nuevas personas que entran en la
escena de SM que tienen otras ideas (no militares). Así nace la 'Primera Guardia'.
5. Sadismo (parafilia)
Flores Colombino (1999) agrega que estos actos o fantasías sádicas pueden
ser: inmovilizar físicamente a la víctima, atarla con los ojos vendados a la cama o
contra un objeto firme, darle una golpiza, azotarla, abofetearla, pincharla o
perforar el cuerpo con objetos punzantes, quemarla con cigarrillos, aplicarle
descargas eléctricas, efectuarle cortes, intentos de estrangulación, obligar a la
víctima a arrodillarse, a comer excrementos, encerrarla en una jaula y hasta el
homicidio.
Además, cabe destacar que, esta parafilia cursa con cierta estabilidad,
aunque en períodos de estrés o depresión puede haber un incremento del deseo de
avanzar en prácticas cada vez más violentas. En etapas específicas de la vida del
sádico, como el duelo por una ruptura amorosa, la muerte de uno de los padres,
pueden darse crímenes seriados con o sin descuartizamiento y ocultamiento de
cadáveres (Flores Colombino, 1999). El sadismo sexual conlleva disfunciones
sexuales cuando no se presentan los estímulos de humillación y violencia; las
fantasías sádicas son las únicas que pueden generar la respuesta deseada. En el
extremo del sadismo sexual se halla el “asesinato por lujuria”, en el que la víctima
tiene que ser asesinada y mutilada con el fin de generar una gratificación sexual
en el individuo.
6. Masoquismo (parafilia)