Saúl y La Pitonisa
Saúl y La Pitonisa
Saúl y La Pitonisa
ADIVINACIÓN: Adivinación es la práctica ocultista para querer conocer y descifrar el futuro, por medio de
ídolos, brujos o agoreros.
La practica de la adivinación estaba y está prohibida por Dios. "No seréis agoreros, ni adivinos." Lev.
19:26. "No sea hallado en ti quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero." Det.
18:10.
La consulta a los adivinos estaba y está prohibida por Dios. "No os volváis a los encantadores ni a
los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos." Lev. 19:31.
La razón para esta prohibición es porque es abominación a Jehová. Una cosa abominable es una
cosa detestable, aborrecible, odiosa, execrable, condenable, maldita."Cuando entres a la tierra que Jehová tu
Dios te da, no aprendas a hacer según las abominaciones de aquellas naciones...porque es abominación para
con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones
de delante de ti...porque estas naciones a agoreros y a adivinos oyen mas a ti no te ha permitido esto Jehová.
Det.18: 9-14.
La razón por que es una abominación para con Dios, es porque es contaminación demoníaca, es la
obra de demonios de mentira, es la obra de Satanás. "Contaminándoos con ellos." Lev. 19:31. "No prestéis
atención a vuestros adivinos, ni a vuestros sonadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros
encantadores....porque ellos os profetizan mentira." Jer. 27: 9,10.
La práctica de la adivinación, por ser obra del diablo, era castigada con la muerte. "A hechicera no
dejarás que viva." Ex. 22:18. "El hombre o la mujer que se entregare a adivinación, ha de morir. Serán
apedreados." Lev. 20;27,
El profeta de Dios lo era y lo es a riesgo de su propia vida. 1 Rey. 22:1-35.
El adivino del diablo lo era y lo es por lucro personal. 2 Cro.18:4-26; Ez.e .13:15 ;Jer. 6:13; Hech,8:9; 16:16.
El método de Dios es la profecía, no la adivinación.
El instrumento de Dios es el profeta, no el adivino.
La obra de Dios es la revelación bíblica, no el ocultismo tenebroso lo que agrada a Dios es la fe
sencilla, no la superstición mágica.
NIGROMANCIA: La nigromancia es la práctica de evocar supuestamente a los espíritus de los muertos, para
comunicarse con ellos y saber el futuro.
La nigromancia estaba y está igualmente prohibida por Dios, y también era castigada con la
muerte. "El hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir,
serán apedreados." Lev. 20:27. "No sea hallado en ti...ni quien consulte a los muertos." Det. 18:10,11. "Ni
de ello he ofrecido a los muertos." Det. 26: 14. "Y si os dijeren: Preguntad a los encan tadores y a los
adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo-a su Dios? ¿Consultará a los
muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Isa.8:19,20.
Es una imposibilidad en el Gobierno y en la Soberanía de Dios, que los hombres se co muniquen
con los espíritus de los muertos. El Señor Jesucristo refiriéndose al caso del rico y Lázaro, explica: "Te
ruego, pues, padre que le envíes (al espíritu de Lázaro) a la casa de mi padre, porque tengo cinco
hermanos para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento." Lucas
16:19-31.
La respuesta fue negativa, aunque el espíritu del rico insistió.
Ante esta abrumadora evidencia bíblica, podemos concluir, que la adivinación y la evocación de los
espíritus de los muertos o nigromancia juntamente con sus resultados, son una patraña de Satanás, son obra
de los demonios, y los participantes están en cautiverio, en tinieblas y en perdición. Isa. 8:19 -22.
Hemos visto en el texto bíblico que el Espíritu de Jehová se había apartado de Saúl; que Saúl estaba
tornado de demonios; demonios de celo, de envidia, de odio, de crimen.
Hemos visto que estos demonios le poseían y que estaban sumamente activos en el, pues intento matar a
David veintiuna vez, intento matar a su propio hijo Jonatan, mato a ochenta y cinco sacerdotes porque uno
de ellos dio alimento a David, y estos demonios mantuvieron a Saúl por muchos años persiguiendo con
sana a David por cada rincón de Israel, con el expresado propósito de matarlo.
(Y al entrar al capítulo veintiocho de la. de Samuel, esa era la condición de Saúl: poseído de demonios,
esquizofrénico, sanguinario; abandonado de Dios y poseído del diablo!
Otra vez los filisteos "reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel." I Sam 28:1.
¡Israel estaba sitiado!
¡Samuel el profeta había muerto! Ya hacía como dos años.
¡David el héroe nacional estaba fuera del país por la persecución de Saúl!
Jonatan el valiente estaba entristecido por la condición del padre!
¡Y Saúl miedoso y turbado!
"Y cuando vio el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera." 1 Sam.
28:5.
La persona que está en paz con Dios no tiene miedo ni se turba. "No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí." Juan 14:1.
Pero Saúl era un hombre lleno de miedo y turbado en gran manera, pues "no hay paz, di jo mi Dios, para
los impíos." Isa. 57:21.
Así en esa condición de impiedad, de pecado, de desobediencia, de rebelión contraltos, bajo la influencia del
espíritu de miedo, de turbación, de desesperación, y de los demonios que le controlaban, "consultó a
Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por ürim, ni por profetas." 1 Sam. 28:6.
"Jehová no le respondió." No le podía responder. "Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno
es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye." Juan 9:31. Saúl ni era temeroso de Dios ni hacía Su
voluntad. Era un rebelde contra Dios y hacía su propia voluntad.
En vez de humillarse delante de Dios, su rebelión se aumentaba y su condición empeoraba.
En otro acto de mayor, abierta y deliberada rebelión contra Dios, manda a buscar una pitonisa, una adivina.
"Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella, y por medio de ella
pregunte." 1 Sam. 28:7.
El sabía muy bien que esto estaba terminantemente prohibido por Dios, y sabía que la razón de su
prohibición era porque era abominación a Jehová, porque estos "espíritus de adivinación" eran espíritus
malos, demonios;y por esta razón él mismo "había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos." "1
Sam. 28:3,9.
Pero parece que Saúl había desobedecido tanto, había rechazado tanto la bondad divina que Dios tuvo que
dejarlo y el diablo lo agarró. Saúl fue tan lejos de Dios, que ya no pudo retornar.
Saúl sabía que al consultar a una pitonisa era otro acto de abierta rebelión contra Dios y otra flagrante ofensa
a Dios; él sabía que estaba consultando a los demonios, al diablo. No hay que dudar que él pensara: Si Dios
no me oye ni me contesta, pues acudo al diablo. Y la verdad, que hay gente así. En nuestros días esto está
de moda. Hay gente que odian a Dios y aman al diablo. Que desobedecen a Dios y obedecen al diablo. Que
blasfeman a Dios y adoran al diablo. Hay "iglesias" para adorar a Satanás.
"Saúl se disfrazó." Va de noche a donde la pitonisa, disfrazado, ocultando su identidad, haciendo el papel de
hipócrita. El rey disfrazado de vulgar e ignorante plebeyo. Nunca antes se vio tan ruin buscando supuesta
ayuda de una mujer que vivía al margen de la ley. Es horrible ver como el diablo envilece a sus victimas.
Saúl le dijo a la mujer: "Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a
quien yo te dijere." 1 Sam. 28:8.
Saúl sabía muy bien que él no estaba consultando a Dios, sino al "espíritu de adivinación;" el sabía que lo
que sucediera, lo que se dijera, sería por "el espíritu de adivinación," que también él sabía que eran es-
píritus malos, espíritus de mentira, demonios.
La pitonisa sabía que la ley de Dios y la ley de Israel condenaba con la muerte a los adivinos y agoreros, y
le dijo al visitante:
"He aquí tu sabes lo que Saúl ha hecho, como ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por
que, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir?" 1 Sam. 28:9.
"Entonces Saúl le juro por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto." 1 Sam.
28:10. Saúl tomó el nombre de Dios en vano, pues "juró por Jehová en contra de la ley de Jehová. Violó la
ley al solicitar los servicios de una pitonisa, y la vol vio a violar al proteger a la pitonisa. Ex: 22:18.
"Y me hagas subir a quien yo te dijere." En esta frase se destaca la obstinación, la rebelión, el capricho
personal y el dominio demoníaco que había en Saúl. Expresa su carácter voluntarioso y terco. Quería las
cosas a la fuerza, como cuando rasgo el manto del profeta Samuel.
La pitonisa dijo: "¿A quien te haré venir?" Las pitonisas, brujas y médiums trabajan al gusto del
consumidor, al gusto del visitante; son estos los que pagan, no son los muertos ni los demonios. Por otro
lado. Dios le da al hombre no lo que al hombre le gusta, sino lo que el hombre necesita.
"Hazme venir a Samuel." Un deseo obstinado y rebelde de Saúl. No olvidemos que la pretendida consulta
a los muertos está terminantemente prohibida por Dios. "No sea hallado en ti quien consulte a los muertos."
Deut. 18:10,11. "¿ No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?." Is. 8:19,20.
Saúl pretendía comunicarse con Samuel, que ya había muerto hacía como dos años, por encima de las
disposiciones y leyes de Dios.
Saúl había hecho caso omiso, había rechazado, había desobedecido y violado el consejo de Samuel cuando
este estaba en vida.
Por la abierta rebelión de Saúl contra el Señor, Samuel se alejo de Saúl, y no quiso ni verlo más, ni
encontrarse con el. 1 Sam.l5:38
Mientras Samuel vivía en fiama, que no quedaba muy lejos de Gabaa de Saúl, este nunca se intereso por ir
a ver y consultar y pedir consejo a Samuel.
Y ahora Saúl quiere comunicarse con Samuel a través de un "espíritu de adivinación," a través de una
abominación, a través de un de monio. ¡Que bárbaro¡ ¡Que terco!
"Y viendo la mujer a Samuel." 1 Sam. 28:12. Debemos entender que la Biblia está haciendo el relato
conforme lo presentaba la bruja y conforme lo aceptaba Saúl.
Saúl quería a Samuel y la pitonisa tenía que decir que era Samuel. No podía decir que era Tutancamen, ni
Goliat, ni Josué, Tenía que ser Samuel, pues Samuel era el solicitado; y si no aparecía Samuel, desaparecía
la bruja. Así que vino el "Samuel" de la bruja.
La mujer le dijo a Saúl: "¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl?" ¿Quién engañaba a quien? Saúl
era muy fácil de identificar; era el hombre mas alto en todo Israel sobrepasaba de los hombros para arriba al
más alto en todo el pueblo, así que era un semi gigante. Probablemente la pitonisa lo había reconocido
desde que llego, pues desde entonces ella comenzó a hablar de lo que Saúl había hecho con los adivinos.
Cuando el visitante le garantizó que nada le sucedería, ella sabia que el único que podía dar tales garan-
tías era Saúl. ¡Pero la pitonisa tenía que preparar bien la trama!
Si la bruja misma hubiera creído que la "aparición" era el verdadero y auténtico Samuel, en vez de tener
miedo a Saúl, que después de todo se había envilecido delante de ella, hubiese tenido miedo del autentico
Samuel, pues el verdadero Samuel se había apartado de su amigo y protegido Saúl por desobediente, había
cortado en pedazos al rey Agag, el trofeo de guerra de Saúl, y ¿que no hubiera hecho el auténtico Samuel
con una bruja abominable y con un rey villano? La bruja sabía lo que hubiera hecho el verdadero y au-
tentico Samuel I
"¿Que has visto?" preguntó Saúl. Saúl nunca vid nada. La pitonisa dijo: "He visto dio ses que suben de la
tierra." "Dioses," o sea, espíritus. Eran muchos. Se pidió a uno y salieron muchos. Si Dios hubiese ido a
dejar salir al espíritu del auténtico Samuel, ¿hubiese dejado salir a muchos? ¡No! ¿No le parece a usted que
el que salió fue "el Samuel de la bruja"?
"¿Cuál es su forma?" inquirid Saúl. Saúl dependía enteramente de lo que dijera la bruja.
La pitonisa respondió: "Un hombre anciano viene, cubierto de un manto." En primer lugar, la bruja
conoció a Samuel -todos le conocían- y además, todos sabemos que los demonios asumen cualquier forma,
figura, apariencia, voz, ademanes de las personas que han muerto.
"Saúl entonces entendió que era Samuel."La Biblia no dice expresamente que era Samuel; lo que hace es
que relata el incidente según lo presentaba la bruja y según lo aceptaba Saúl.
Lo que dice la Biblia es que "Saúl entendió que era Samuel." Pero el entendimiento de Saúl estaba atrofiado,
embrutecido. Era un hombre esquizofrénico, perturbado, endemoniado. El no estaba capacitado para
entender,para discernir la verdad. Lo que creía era la mentira, porque era lo que quería creer. Se cumplía
en él la palabra que dice:..Mpara los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos; por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean a la mentira, a fin de que sean conde -
nados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia." 2 Tes. 2:9-12.
Dios desecho a Saúl y no le respondía "ni por sueños, ni por Urim, ni por Profetas." Si Dios no le contestó
por estos medios legítimos y bíblicos, mucho menos podía contestarle por un medio abominado y
condenado por Dios mismo tantas veces en las Escrituras. ¿Cree usted que Dios sea capaz de violar Su
propia Palabra? Si no le contestó por medio del Espíritu Santo, ¿cómo podía contestarle por medio del
espíritu del diablo?
Está claro en la Biblia que lo que Saúl deseaba era hablar con "un espíritu de adivinación," o sea, con un
demonio. Si el quería un demonio, ¿le habría de enviar Dios un santo?
"Y humillando su rostro a tierra, hizo gran reverencia." El porfiado, contumaz, rebelde, endemoniado,
asesino Saúl, nunca humillo su rostro a tierra ni reverenció a Dios ni al auténtico Samuel en vida de este;
pero ahora se humilla y hace reverencia ante la aparición "del Samuel de la bruja," que él mismo no ve; y
también se humilla ante la médium espiritista por medio de quien hablaba el espíritu malo imitando la voz
de Samuel.
"Y Samuel dijo: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir?" La voz que oía Saúl tenía todas las
tonalidades de la voz de Samuel, la cual era imitada por "el espíritu de adivina ción," usando las cuerdas
vocales de la médium espiritista. "Haciéndome venir." Si en vida Saúl no pudo presionar ni forzar a Sa-
muel a sus caprichos, ¿cómo podía hacerlo venir después de muerto? ¿Hubiera Dios permitido interrumpir el
reposo del espíritu de uno de sus más dignos e ilustres hombres santos para que viniera a hablar por los
labios de una bruja inmunda y contaminada por ser instrumento de los demonios, para hablarle a un impío,
rebelde, asesino e impenitente como lo era Saúl?
¡Nada ni nadie puede inquietar la paz y el reposo de los que parten con el Señor! Nada ni nadie puede
hacer venir a los espíritus que parten para la eternidad, sea al descanso o al tormento.
"A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos...Si no oyen' a Moisés y a los profetas (las Escrituras y los
predicadores), tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos." Lúc16:19-31. "Aunque
alguno se levantare de los muertos" con cuerpo resucitado, tangible, visible, como se levantó el Señor
Jesucristo y como se levantarán los dos testigos (Apoc. 11:9-12), no creerán; mucho menos creerán y se
arrepentirán si lo que les habla es un espíritu invisible.
"Y Samuel dijo a Saúl." Por el hecho de q. así dice, algunos piensan que tal vez si sería Samuel. Pero ya
hemos dicho que la Biblia misma no da testimonio, no dice que fuera el auténtico Samuel. La Biblia lo que
hace es referir el incidente, hacer el relato conforme la pitonisa lo presenta y Saúl lo acepta. Saúl lo que
pidió fue un "espíritu de adivinación," y exactamente eso tenía. “ Samuel" que hablaba lo hacía a través de
la médium; y a través de los médium y "espíritus de adivinación" los que hablan son los demonios imitando
la voz de las personas que han partido.
Saúl le dijo al "Samuel de la bruja";"Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de
profetas ni por sueños."
Si Dios no le respondía más por ningún medio, está claro que aquél que le estaba respondiendo no era
Dios, ni era de parte de Dios, ni era permitido por Dios.
"Te he llamado." Saúl sabía que Dios no le respondía por ningún medio. Saúl sabía que Samuel
en vida se había alejado de el y no le vio más por anos. Saúl sabía de la integridad y de la obediencia de
Samuel a Dios. Saúl sabía que todo el pueblo de Israel dio testimonio de la vida ejemplar y de la honradez
de Samuel. Dios mismo dio testimonio de la santidad de Samuel. Jer. 15:1.
"Te he llamado." Saúl pretendía colocar a Samuel por encima de Dios. Pretendía tener acceso
a Samuel marginando a Dios. Pretendía colocar en pugna a Dios y a Samuel, como si el autentico Samuel
fuera a favorecer a los que Dios desecha. Pretendía ganarse a Samuel a su favor y en contra de Dios para
invalidar la palabra divina que prohibía la evocación de los espíritus de los muertos.
Ni Saúl, ni la bruja, ni un congreso de agoreros y brujos, ni el diablo y el infierno con todos sus
demonios, podían forzar al espíritu del verdadero Samuel para que viniera, ni tampoco obligar a Dios para
que lo permitiera violando así Su Palabra, pues Dios dice: "deshago las señales de los adivinos, y
enloquezco a los agoreros." Isa. 44:25.
Lógicamente, legalmente, bíblicamente, doctrinalmente, justamente, no podía venir el espíritu
del auténtico Samuel.
Pero como Saúl quería a Samuel por medio de "un espíritu de adivinación," el diablo le produjo
"un Samuel;" "el Samuel de la bruja"
Las palabras del "Samuel de la bruja" estaban designadas para desesperar y turbar más a Saúl, y
así conducirlo a decisiones fatales. El diablo primero es tentador, y cuando logra la caída ¿e su victima,
entonces se convierte en atormentador y burlador.
Para que Saúl creyera que el "espíritu de adivinación" le había hecho venir al auténtico Samuel,
y que este era el que hablaba, le recuerda lo que Dios dijo con relación a Amalee, y lo que Saúl hizo y lo
que no hizo
El diablo sabe como hablar con aire de orador sagrado y de profeta, y hasta de "ángel de luz."
Todo lo que "el espíritu de adivinación" habló con respecto a Saúl y al reino, ya Dios lo había hablado, de
modo que era conocido.
Lo único adicional que dijo "el espíritu de adivinación," fue que Israel perdería la guerra con
los filisteos. Pero esto lo sabía todo el mundo, comenzando con Saúl desde antes de hablar con la pitonisa,
pues el decía:
"No se que hacer." Los filisteos sabían muy bien la condición emocional desordenada y enloquecida de
Saúl, y sabían que el gran héroe David no estaba en Israel, por lo mismo estaban seguros de la victoria. Si
los filisteos lo sabían, mejor lo sabían los demonios.
Otra cosa adicional que dijo "el Samuel de la bruja," fue: "Mañana estarás conmigo." Se refería a la muerte
de Saúl, que era altamente probable, pues al siguiente día se iniciaba la guerra, y el demonio lo sabía.
Al decir estarás conmigo," el "espíritu de adivinación," el demonio estaba enseñando las garras, se estaba
identificando o descubriendo. El verdadero Samuel le hubiera reprendido más fuertemente de lo que lo hizo
en vida había descendido a lo peor: a consultar una pitonisa.
Si hubiese sido el autentico y santo Samuel, en ningún momento le hubiera dicho "estarás conmigo" al
impío y rebelde Saúl. Después de la muerte el espíritu de Samuel y el de Saúl no podían estar juntos. El
espíritu del autentico Samuel estaba en el compartimiento de los justos, y el espíritu de Saúl i-ría al
compartimiento de los malos. Y Jesús enseñó que "una gran sima está" entre ambos compartimentos, "de
manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá."
Puesto que el espíritu de Saúl iba para el tormento, por esta razón, "el espíritu de a divinación," "el Samuel
de la bruja," el demonio, le dijo: "Mañana estarás conmigo."
Después de la sesión con la pitonisa y de la conversación con "el Samuel de la bruja," "Saúl cayo en tierra
cuan grande era...turbado en gran manera." 1 Sam. 28:20,21.
En vida de Samuel, Saúl había escuchado de labios de aquél palabras similares de amonestación. Samuel
concluyo sus advertencias al pueblo y a Saúl en la coronación de e'ste, como sigue: "Has si perseverareis
en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis." 1 Sam.12:1-25.
En esta vez, que Dios hablo por boca del verdadero y autentico Samuel, Saúl no cayo en tierra, ni se turbo,
ni perdió el apetito;pe-ro ahora cuando habla "el espíritu de adivinación," usando las cuerdas vocales de
la bruja y con la imitación de la voz de Samuel, Saúl perdió las fuerzas, se cayo, se turbó, tuvo miedo,
perdió el apetito. ¡Es muy diferente la reacción y los resultados cuando el Señor habla y cuando el diablo
habla!
Saúl fue a consultar "para que me declares lo que tengo que hacer;" pero le fue dicho lo que había dejado de
hacer y lo que harían con el. ¡No le dijeron lo que el tenía que hacer! ¡Fue engañado! (Fue un fracaso! ¡Salió
peor!
A instancias de la pitonisa Saúl se levanto del suelo, se sentó en una cama, comió', y luego se fue. Es
evidente que estaba bajo el completo control de la bruja.
En todo sentido la consulta fue un fracaso.