Hacia Una Hermeneutica Contextual
Hacia Una Hermeneutica Contextual
Hacia Una Hermeneutica Contextual
Cuando hace veinte años, en noviembre de 1963, nació lo que hoy llamamos
Asociación de Seminarios e Instituciones Teológicas (ASIT), lo hacía con el objetivo de
ser un lugar de ENCUENTRO Y DIÁLOGO para las instituciones teológicas del Cono Sur.
Las dudas y sospechas, propias de toda organización naciente, se fueron disipando con el
correr de los años. Las decenas de proyectos realizados por ASIT en los diversos campos
del quehacer teológico, no hacen más que demostrar el interés de servicio que la mueve
y el amplio espíritu ecuménico que la caracteriza.
Con cierta frecuencia nos llega la pregunta ¿qué beneficios reciben las
instituciones miembros de ASIT? A lo que respondemos: pocos y muchos. Si se piensa en
categorías de cosas o recursos que los seminarios pueden recibir, diríamos pocos. Pero,
si se piensa en categorías de lo que significa aceptar y ser aceptado por el otro,
confrontar mutuamente nuestra tarea educativa, los objetivos y métodos usados,
enriquecernos con las experiencias ajenas y sentirnos parte del Reino de Dios que es más
amplio que nuestros corrales denominacionales e institucionales; entonces lo que ASIT
ofrece es muchísimo. El testimonio común de los miembros de ASIT que han hallado en
ella un lugar de encuentro, diálogo y desafío.
Durante muchos años el “Boletín de ASIT” fue un importante medio de
comunicación dentro de la asociación. Pero poco a poco fue creciendo, y lo que empezó
como un boletín informativo, fue incorporando ponencias y trabajos. En el último año, la
Comisión Directiva de ASIT estudió a fondo los alcances del Boletín y resolvió encarar
una nueva publicación que, sin perder los elementos básicos de lo anterior, ampliará su
contendido en los distintos campos de interés para el quehacer de la Educación
Teológica. Surge así, ENCUENTRO Y DIÁLOGO.
ENCUENTRO Y DIÁLOGO no es otra revista teológica. Es una publicación centrada
en la Educación Teológica. La selección del material se hace sobre la base de la utilidad
que pueda tener para lo que se realiza en este campo.
Los artículos de este primer número cubren los campos de Biblia, Comunicaciones,
Ministerio, Psicología Pastoral, Educación Teológica por extensión.
ENCUENTRO Y DIÁLOGO no tiene una línea teológica propia. Trata de ser un
medio de expresión de las diversas líneas teológicas que representan sus miembros. En
tal sentido deseamos publicar también, toda reacción que nos hagan llegar sobre
artículos aparecidos, como una forma concreta de contribuir al diálogo.
La aventura de esta publicación es algo que nos llena de temor, a la vez que nos
desafía. Esperamos ser instrumento útil que contribuya a la madurez de las instituciones
teológicas y a la profundización de su compromiso con el Reino. El logro de estos
objetivos dependerá especialmente del aporte concreto de profesores y estudiantes que
nos acompañen activamente en esta realización.
Índice
Hacia una hermenéutica contextual Dr. René Padilla
Religión comercial: implicaciones para América Latina William Fore
El futuro del libro Albert Devasirvathan Manuel
Documentos
Conela: informe de la consulta teológica sobre la responsabilidad social, Panamá, 1983.
Mensaje de la VI asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, Vancouver, 1983
a. El acercamiento intuitivo
Hace más de un siglo Hudson Taylor, el fundador de la Misión al Interior de China,
escribió una carta a una señorita Desgraz en la que dio a conocer lo que más tarde
habría de considerarse como su “secreto espiritual”. Después de citar las palabras de
Jesús según Juan 7:37, “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba,” Taylor agregó:
¿Quién hay que no tenga sed? ¿Quién no tiene sed intelectual, sed del
alma, sed del corazón o sed del cuerpo? Pues no importa cual sea o si
yo las tuviere todas, “Venga a mí y” ¿permanezca sediento? ¡Ah, no!
“Venga a mí y beba”.
¿Qué? ¿Puede Jesús satisfacer toda mi necesidad? Si, y mucho más que
eso. No solo me promete bebida que apague mi sed. ¡No, mejor que
eso! “El que cree en mí (el que yo he dicho), de adentro de él fluirá…”
1
En este trabajo, la palabra “cultura” se emplea en un sentido amplio. Incluye no solamente las habilidades
técnicas, el estilo de vida, las actitudes y los valores de un pueblo, sino también sus modos de pensar, sus
procesos cognitivos y sus maneras de aprender, todo lo cual en última instancia expresa un compromiso
religioso.
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Hacia una hermenéutica contextual
Dr. René Padilla
Mensaje Mensaje
Bíblico Bíblico
Original Hoy
Diagrama 1
2. El valor de este acercamiento está en que destaca tres hechos esenciales para
la hermenéutica bíblica.
Primero, que las Escrituras estaban destinadas a la gente común, y no
exclusivamente a los teólogos profesionales. (¿Acaso no fue el descubrimiento de esta
verdad lo que llevó a los reformadores del siglo XVI a traducir y hacer circular la Biblia en
lenguas vernáculas?) 3
2
Howard y Geraldine Taylor. El secreto espiritual de Hudson Taylor. Chicago : Moody, s/f. pp. 180-181.
3
“Todos los reformadores del siglo XVI, trátese de Lutero, Zwinglio o Calvino, creían que en las Escrituras Dios
hablaba en la misma forma en que lo había hecho en los primeros días a los profetas y apóstoles. Creían que si
el pueblo común tuviese las Escrituras en una lengua en que pudiese entender, o podrían oír a Dios hablándoles
directamente, y podrían acudir a Él en busca de consuelo, calor o instrucción; y la descripción que hacían de lo
que para ellos eran las Sagradas Escrituras, es simplemente el modo de decir que todos los creyentes pueden
tener acceso a la misma presencia de Dios. Las Escrituras eran para ellos, por lo tanto, una revelación personal
más bien que dogmática. Relatan la experiencia de una comunión con Dios disfrutada por sus santos en épocas
pasadas, que todavía puede ser compartida por los fieles. En la historia de la Biblia, como lo concebían los
reformadores, oímos dos voces: la voz de Dios que le habla con amor al hombre y la voz del hombre renovado
respondiéndole a Dios en fe. Esta comunión no es algo muerto que pertenece a una época pasada; puede ser
compartida aquí y ahora.” (T. M. Lindsay, citado por Allan M. Stibbs en: Understanding God’s Word, Londres :
The Inter Varsity Fellowship, 1970. p. 27)
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b. El acercamiento científico
Para el que tenga comprensión aunque sea superficial del papel de la historia y la
cultura en relación con la exégesis bíblica, la importancia de los estudios lingüísticos e
históricos para la interpretación de la Escritura es algo que resulta obvio. Si el tema
central de la Biblia es la acción de Dios en la historia que alcanzó su culminación en la
persona y la obra de Jesucristo, luego es imposible entender el mensaje bíblico aparte de
su contexto histórico original. La materia prima de la teología no la constituyen conceptos
abstractos, ajenos al tiempo, que pueden tomarse meramente de la Escritura simpliciter
como la Palabra de Dios, sino más bien un mensaje cuya narración o interpretación están
coloreadas por las culturas semíticas y greco-romana de los autores bíblicos. Por lo tanto,
una de las tareas básicas de la teología es la construcción de un puente entre los lectores
u oyentes contemporáneos y los autores bíblicos valiéndose del método histórico, cuyo
supuesto básico es el de que la Biblia no puede entenderse aparte de sus contextos
históricos originales.
Este es el acercamiento que adopta una gran mayoría de los eruditos bíblicos que
se dedican al estudio académico de las Escritura. Pero es también el acercamiento que
prefieren los cristianos cultos interesados en “el estudio serio de la Biblia” (por contraste
con la simple lectura de la Biblia). ¿Qué hemos de decir en relación con este
acercamiento?
1. El interés principal del intérprete está en entender el mensaje bíblico,
orientado por la convicción de que lo que se necesita para que dicha comprensión sea
posible es volver al Sitz im Leben de los autores bíblicos. Por lo tanto, su esfuerzo
consiste en extraer, por medio de la exégesis histórico – gramatical, aquellos elementos
más universales que el antiguo texto de la Escritura transmite. Dichos elementos pueden
luego aplicarse a los lectores u oyentes modernos, pero a esta tarea se la concibe
generalmente como una tarea que se desarrolla fuera del campo de la erudición bíblica, y
que debe reservarse para los predicadores o los escritores devocionales. El proceso de
interpretación es el que se sugiere en el Diagrama 2.
4
Secular Christianity and God Who Acts. Londres : Hodder and Stoughton,1970. p. 27
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Contexto original
Mensaje Mensaje
Bíblico Bíblico
Original Hoy
Diagrama 2
5
Sobre los valores positivos y las limitaciones de la “nueva hermenéutica”, véase A. C. Thiselton, “The New
Hermennutics”. New Testament Interpretation. Howard Marshall, ed. Exeter : The Paternoster Press, 1977. pp.
308 ss.
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c. El acercamiento contextual
Los dos acercamientos anteriores a las Escrituras son unilaterales: no le hacen
justicia al contexto histórico original del texto bíblico o al contexto histórico de los
lectores u oyentes modernos. En consecuencia, no hay posibilidad de entablar un diálogo
significativo entre el pasado y el presente. En el modo intuitivo, el mensaje bíblico se
adapta prematuramente a las necesidades contemporáneas en obsequio a la
actualización. En el modo de acercamiento científico, por otra parte se considera el
mensaje bíblico en su contexto original, pero su significado es trasladado a un mundo
que, claramente, no es el nuestro. ¿Cómo podemos salvar el abismo existente entre el
pasado y el presente? ¿Cómo puede el mensaje registrado en los documentos antiguos
hablarle al intérprete en su realidad concreta, sin perder su significado original? Una
cantidad de exégetas se han dedicado ha estudiar este problema. Aquí me voy a limitar a
proponer una manera de lograr que nuestro mensaje sea tanto bíblico como
contemporáneo, por medio de un acercamiento que combina ideas positivas derivadas de
la hermenéutica clásica con otras derivadas del debate hermenéutico moderno: el
acercamiento contextual.
En este acercamiento se adoptan equilibran los supuestos básicos de los dos
acercamientos mencionados anteriormente, es decir, que el contexto del lector
contemporáneo tiene mucho en común con el del contexto original del mensaje bíblico y
éste puede por consiguiente apropiarse hoy, y que el mensaje bíblico sólo puede
entenderse correctamente a la luz de su contexto original. Tanto el contexto del texto
antiguo como el contexto del lector moderno reciben el peso que les corresponde. La
meta es que el horizonte de la situación histórica contemporánea se fusione con el
horizonte del texto, de manera tal que el mensaje proclamado en la situación
contemporánea sea un equivalente dinámico del mensaje proclamado en el contexto
original. En su forma más simple, el proceso interpretativo puede verse en el diagrama 3.
Mensaje Mensaje
Bíblico Bíblico
Original Hoy
Diagrama 3
Eugene Rubing ilustra esto en su artículo sobre “The African Shape of the
Gospel”, 6 en el que muestra que la “visión prístina” o visión original característica de la
cultura africana, coloca al africano en una posición privilegiada para comprender “cada
cual es parte del todo, y el Reino comprende toda las facetas, todos los momentos, todos
los actos” 7
Otra ilustración la proporciona Don Richardson en su libro Hijo de paz, 8 que más
que un fascinante relato misionero constituye un valioso estudio de hermenéutica
contextual. Los Sawi –caníbales cazadores de cabezas de la ex Nueva Guinea holandesa-
inicialmente aclamaron a Judas como el héroe del relato evangélico, porque idealizaban
la traición; pero el Evangelio produjo una reacción positiva en ellos cuando les fue
presentados en términos de un tarop tim, un niño de paz dado por Dios a toda la
humanidad. Richardson llega a la siguiente conclusión:
Las analogías redentoras, las claves de Dios para penetrar en las
culturas de los hombres, son el acceso aprobado por el Nuevo
Testamento para la evangelización intercultural. Y sólo en el Nuevo
Testamento encontramos el paradigma para distinguirlas y apropiarlas,
paradigmas que debemos aprender a usar. Algunas analogías de la
redención se destacan en las leyendas y registros del pasado: Olenos, el
Portador de los Pecados; Balder, el Inocente, perseguido hasta su
muerte, pero destinado a gobernar un nuevo mundo; el Hombre Justo
de Sócrates; el dios desconocido de los atenienses, analogía de la que
se apropió el apóstol Juan; el cordero sacrificial de los hebreos, de la
que se apropiaron tanto Juan el Bautista como Pablo. Otras analogías de
la redención han estado escondidas en las culturas del presente,
latentes, residuales, esperando: el niño tarop y las palabras de remon
sawis¸ el nabelan-kabelan, la firmemente arraigada esperanza de
inmortalidad de la tribu dani; la ceremonia asmat del nuevo nacimiento.
Todavía otros son los lugares de refugio y las leyendas de la caída del
hombre, del Diluvio, y de la escalera que une la tierra con el cielo.
¿Cuántas más están todavía esperando que la hallen, esperando que se
apropien de ellas para la liberación de los pueblos que creen en ella,
esperando que Cristo las reemplace, para que entonces desaparezcan
tras el resplandor de su gloria, habiendo cumplido el propósito para el
cual Dios las ordenó? 9
La situación histórica del intérprete no solamente proporciona “analogías
redentoras” que pueden servir de claves hermenéuticas para la Palabra de Dios en este
contexto particular; plantea también interrogantes que requieren respuestas espirituales.
De tales interrogantes debe ocuparse la teología en cada situación. Si Dios ha de
confrontar al hombre con su Palabra dentro de una situación específica, debe producirse
un contacto con los horizontes del lector o el oidor del mensaje en su propio contexto
histórico. Dios no sale al encuentro del hombre en una situación abstracta; Dios le sale
al encuentro únicamente como un ser histórico en el contexto de su existencia corporal.
Esto quiere decir que la tarea hermenéutica exige la comprensión de la situación
histórica del intérprete tanto como la comprensión de las Escrituras. Ninguna
transposición del mensaje bíblico es posible a menos que el intérprete esté familiarizado
con el marco de referencia dentro del cual ha de cobrar sentido el mensaje. Hay, por
consiguiente, lugar para ciencias auxiliares (tales como la economía, la sociología, la
psicología social y la antropología) que le permiten al intérprete definir más precisamente
6
His Magazini, vol. 33, N° 2 (octubre de 1972), pp.9 ss.
7
Ibid.
8
Richardson, Don. Hijo de paz. Miami : Vida, 1976
9
Ibíd., pp. 316-317.
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10
Segundo, Juan Luis. Liberación de la teología. Buenos Aires : Carlos Lohé, 1975.
11
Ibíd., p. 12
12
Segundo deja aclarado que su elección de este punto de partida se hace “no ciertamente por criterios
teológicos, sino humanos” (Ibíd.., 18). Sin embargo si él cree con W. H. van de Pol, que “toda elección de un
punto de partida en ciencia, en filosofía y en teología, significa a priori la elección de una determinada visión del
mundo y de la vida” (Ibíd.., nota la pie de página 18), resulta difícil ver cómo para él la elección de un punto de
partida puede ser autónomo de los criterios teológicos, como si la visión cristiana del mundo y de la vida no
tuviese nada que ver con la relación a la evaluación y la formulación de teorías. Para un correctivo a este modo
de aproximación, enraizado en el dualismo católico-romano entre la naturaleza y la gracia, véase Nicholas
Woltestorff Reason within the bounds of religion, Grand Rapids : William B. Eerdmans Publishing Company,
1976.
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13
Cf. Kalsbeek ; Bernard y Josina Zylstra, ed. Contours of a Christian philosophy : an introduction to Herman
Dooyeweerd’s thought : a supplement to the collected works of Herman Dooyeweerd. Toronto : Wedge
Publising Foundation, 1975. esp. cap.2.
14
Berger, Peter. Pyramids of sacrifice : political ethics and social change. New York : Basic Book, 1976. p. 30
15
Cf. Blaikie, Robert., op cit.
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A fin de poder leer la Biblia según sus propias premisas, sin embargo, quienes
están condicionados por lo que Donald M. Mackey llamó “nada-más-queísmo” 16 –el
“reduccionismo ontológico” en términos filosóficos- necesitan una “conversión
epistemológica”. Necesitan comprender que le supuesto de que la razón tiene la
capacidad de captar la totalidad de la realidad puede ser un supuesto sólidamente
establecido en occidente, pero esto no significa que se lo acepte universalmente o que no
exista reparos. ¡Bien pudiera ocurrir que lo que les impide entrar en el “extraño mundo
de la Biblia” no sea su cosmovisión obsoleta que ella tiene, sino sus propios presupuestos
secularistas y su injustificada confianza respecto a los poderes de la razón!
3. Las Escrituras
La hermenéutica tiene que ver con un diálogo entre las Escrituras y una situación
contemporánea concreta. Su propósito es transportar el mensaje bíblico de su texto
original a una situación particular en el siglo XX. Su supuesto básico es que el Dios que
habló en el pasado y cuya Palabra ha sido registrada en la Biblia sigue hablando hoy en
las Escrituras; que “la revelación de Dios y el hombre que constituía una realidad en
Israel, y que en Jesucristo rebasó sus limitaciones nacionales para convertirse en la fe y
la vida de toda la humanidad, tiene acceso a cada nueva época solamente a través del
angosto canal de las Escrituras”. 17
En un sentido, la Biblia ha de leerse “como cualquier otro libro”, lo que significa
que el intérprete tiene que tomar en serio el hecho de que esté frente a un texto antiguo
con sus propios horizontes históricos. Su tarea es hacer que el texto mismo hable, sea
que él esté de acuerdo con dicho texto o no. Si lo teológico depende de lo histórico,
entonces el esfuerzo del intérprete debe consistir en entender lo que significa el texto en
su situación original.
En palabras de James Smart:
Toda interpretación debe como tener su primer paso la lectura del texto
con el matiz exacto de significado que tenía cuando primero fue escrito
o pronunciado. Primero, las palabras deben tener retener el sentido
distintivo que quiso darle su autor, y ser leídas dentro del contexto de
sus otras palabras. Luego, cada palabra debe ser estudiada en el
contexto de la época a fin de establecer, no solamente el significado que
tenía para el autor, sino también que significado tendría para aquellos a
quienes estaba dirigida, no siendo siempre idéntico ambos, además de
representar ambos un papel en la génesis del texto. El transfondo
religioso, cultural y social es de la mayor importancia para penetrar por
medio de las palabras en la mente del autor, pero no debe suponerse
que siempre usaba palabras con la misma significación que sus
contemporáneos. La omisión de cualquiera de estas disciplinas es señal
de falta de respeto, no sólo por el texto y su autor, sino también para el
asunto de que se trata. 18
Sin embargo, se podría argumentar que el acercamiento histórico – gramatical
descrito en esta cita es también típicamente occidental y que, en consecuencia, carece de
valor para las culturas no-occidentales. Después de todo –arguyen quienes sostienen
dicha posición- una orientación hermenéutica particular depende de presupuestos
16
Mackay, Donald M. The cockwork image: a Christian perspective on science. Londres : Inter – Varsity, 1974.
pp. 42 ss. “el nadamasqueísmo –dice el autor – se caracteriza por la noción de que reduciendo cualquier
fenómeno a sus componentes no sólo se lo explica, sino que se da razón de él”. (p. 43).
17
Smart, James D. The strange silence of Scripture. Londres : SCM Press, p. 144.
18
Smart, James D. The interpretation of Scripture. Londres : SCM Pres, 1961. p 33
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19
Cf. Taber, Charles R. “Hermeneutics and culture”. Gospel and culture / edit. John Stott y Robert T. Code.
Pasadena : William Carey Library, 1979. pp. 109 ss.
20
Karl Barth provee una clara ilustración de esto en su interpretación “cristológica” de Génesis 2: el que el
hombre no debe estar solo significa que Cristo necesitaba a la iglesia como su ayuda idónea. El que al hombre
se le hizo dormir a fin de que la mujer pudiera existir significa que la iglesia sólo podía existir mediante el
dormir de la muerte de Cristo seguido de su resurrección. El que el hombre tuviese que dar su costilla para que
pudiese ser formada la mujer significa que Cristo tuvo que entregarse por amor a la iglesia, recibiendo de
vuelta la carne de la iglesia, es decir, la iglesia en su debilidad, así como Adán recibió a Eva. El que al hombre
se le pidiese que dejase a su padre ya a su madre y se uniese a su mujer significa que Cristo tuvo que dejar la
gloria de su Padre y unir a la iglesia a sí mismo. El que Adán y Eva estuviesen desnudos y no se avergonzaran
significa que Jesús y la iglesia están cara a cara sin vergüenza (Dogmática III, 1, pp.376 ss).
21
Cf. E. Earle Ellis, “How the New Testament Uses the Old”, New Testament Interpretation. E. Howard Marshall,
Exeter : The Paternoster Press, 1977, pp. 199-219. En respuesta a la pregunta: ¿Podemos reproducir la
exégesis del Nuevo Testamento? (Tyndale Bulletin N° 21, 1970, pp.3 ss.). Richard N. Longnecker sugiere que
debiera hacer se una distinción entre el Nuevo Testamento entre exégesis reveladora y circunstancia, que no
debemos reproducir, y exégesis histórico-gramatical, que si debemos reproducir.
22
Smart, James D. The interpretation of Scripture. Londres : SCM Pres, 1961. p 130
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un mensaje que proviene de un contexto histórico definido, muy alejado del intérprete.
Esto no quiere decir, desde luego que la objetividad total es posible, pero sí que a menos
que la objetividad se establezca como meta, todo el proceso interpretativo está
condenado al fracaso desde el comienzo del mismo. Ciertamente debemos sospechar de
nuestra objetividad, pero también tenemos que mantener la esperanza de entender el
texto sin que nuestras ideas preconcebidas entorpezcan la tarea de hacer que la Biblia
hable por sí misma.
Con todo, la objetividad no debe confundirse con neutralidad. El que la Biblia deba
leerse “como cualquier otro libro” puede tomarse como una afirmación de la necesidad de
considerar seriamente los aspectos literarios e históricos de las Escrituras, pero también
puede tomarse en el sentido de que la Biblia debe leerse desde la perspectiva de la fe. Ya
que todo libro debe leerse a la luz del propósito para el que fue escrito, y tomando en
cuenta que la Biblia se escribió para que Dios pudiese hablar en y a través de ella, se
sigue que la lectura de la Biblia “como cualquier otro libro” implica leerla con una actitud
de apertura hacia la Palabra de Dios.
El historiador que sostiene que el intérprete de las Escrituras, un
científico bíblico, deberá ser un científico con una mente suficientemente
abierta como para permitir que la materia que estudia sea la uqe
determine la naturaleza del método a emplear. Si las Escrituras lo
enfrentan con realidades teológicas, es decir, con misterios… necesitará
entonces instrumentos teológicos tanto como históricos y literarios a fin
de poder analizar científicamente su contenido pleno. 23
Otro modo de expresar esto, es decir que, ya que las Escrituras no están
destinadas simplemente a aportar información sino a comunicar la Palabra de Dios, tiene
que producirse una toma de contacto entre el horizonte del texto y los del intérprete. Es
sólo cuando el intérprete está dispuesto a preguntarse: “¿Qué significa este mensaje
para mí hoy, dentro de mí propio contexto?”, que está preparado para entender el
sentido del mensaje en su contexto original. La comprensión y la apropiación del
mensaje bíblico son dos aspectos de un todo indivisible: la aprehensión comprometida de
la Palabra de Dios.
Para ir más allá de un mero entendimiento intelectual de las Escrituras, sin
embargo, el intérprete requiere la iluminación del Espíritu Santo. El mismo Espíritu que
inspiró las Escrituras en el pasado está activo hoy para hacer la Palabra personal de Dios
en una situación concreta. La Palabra personal de Dios en una situación concreta. La
Palabra escrita cuyo tema principal es Jesucristo, cumple su propósito cuando el Espíritu,
cuya tarea es dar testimonio de Jesucristo, ilumina la mente y la capacita así para ver a
Jesucristo en las Escrituras y su vigencia en una situación histórica específica. El
testimonio de las Escrituras es inseparable del testimonio del Espíritu Santo.
En conclusión, la tarea hermenéutica es simultáneamente una tarea científica y
una tarea pnemática. Tiene que ver con la comprensión del texto en su contexto original,
y con la aprobación de su mensaje en una situación contemporánea. Requiere el uso de
herramientas exegéticas, pero requiere igualmente la iluminación del Espíritu Santo.
4. La Teología
Ya sea en forma de “teología bíblica” o en forma de “exposición de la Biblia”, la
teología es el resultado de una fusión de los horizontes de la situación histórica
contemporánea y los horizontes del texto. Sin esta fusión no puede darse la transposición
del mensaje bíblico de una situación concreta en el pasado y una situación concreta en el
presente. La teología será relevante a una situación particular en la medida en que esté
23
Ibíd., p. 31
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24
Jacobo A. Loeven acepta que para que el mensaje bíblico sea relevante tiene que dirigirse a necesidades
específicas de la cultura, pero añade acertadamente que “el mensaje verdaderamente relevante se dirige no
sólo a una necesidad inmediata, sino a una gama de problemas básicos. Como el verdadero mensaje de Dios,
ha de proporcionar una razón de ser una nueva y renovada tanto para el individuo como para la sociedad”.
(“The Church : Indigenous and Ecumenical”, Practical Anthropology, Vol. 11, N° 6 nov.-dic., 1964, p. 244.
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Teología
un gran número de tópicos sobre los que las Escrituras no dicen nada o dicen muy poco.
Por lo tanto, resulta legítimo preguntarnos si hay lugar para el método hermenéutico
adoptado por J. Severino Croatto 25, quien afirma que, si bien el texto bíblico está
“limitado contextualmente”, es decir, que expresa el sentido del evento salvífico en
términos de una situación especifica antigua, no obstante puede transmitir un número
infinito de significados según los horizontes del intérprete. Para Croatto, el escritor
bíblico, a causa de sus limitaciones de sus propios horizontes puede tener muy poco que
decir que sea relevante a nuestra acción en el mundo moderno, pero puede darnos un
“núcleo kerigmático” cuyos horizontes debemos ampliar si hemos de obtener una
respuesta a nuestras preguntas. La tarea del intérprete es, en consecuencia, la de “des-
contextualizar” el texto a fin de ir más allá del significado original dado por el autor a sus
palabras, a fin de que el kerigma pueda ser actualizado en términos de una praxis que
sea relevante dentro de una situación actual y que la revelación continua de Dios se
haga visible en nuevos eventos. Si el evento original tiene que ser proclamado de nuevo,
pero en un contexto diferente, sostiene Croatto, tiene que ser reestructurado a la luz de
lo que esta aconteciendo aquí y ahora, tiene que ser “recontextualizado” sobre la base de
la praxis definida.
El acercamiento propuesto por Croatto hace resaltar tres hechos importantes con
respecto a las Escrituras:
Primero, que el sentido de los eventos originales en las Escrituras pueden ir más
allá de aquellos que los escritores originales tenían en mente al escribir. Este es un hecho
que nadie puede negar si considera a las Escrituras como la Palabra de Dios que
trasciende una situación histórica específica y que es relevante a la totalidad de la
historia humana. Segundo, que las implicaciones más amplias de la acción de Dios en el
pasado se comprenden correctamente desde dentro del contextote la obediencia práctica
(praxis, en la terminología de Croatto). Tercero, que las Escrituras no siempre dan
respuestas directas a las preguntas que le formula el intérprete moderno,
particularmente en relación con cuestiones éticas.
Sin embargo, Croatto no alcanza a ver el papel único que tanto los profetas como
los apóstoles representan en la historia de la salvación como intérpretes autorizados de
los eventos originales, cuya palabra de interpretación es inseparable de los eventos
mismos 26. Como resultado deja abierta la puerta para una exégesis del tipo más
arbitrario. Pudiera ser que un sensus plenior en las Escrituras sea la inferencia lógica de
una doctrina bíblica de la inspiración. Pro ningún intérprete moderno puede sostener que
su interpretación se encuentra en el mismo nivel que la de los profetas y apóstoles en las
Escrituras, sin caer en un subjetivismo total. La interpretación de los eventos salvíficos
que aparecen en la Biblia no es exhaustiva pero ciertamente normativa.
Esto, sin embargo, no resuelve el problema de aquellas preguntas para las que no
se da en las Escrituras ninguna respuesta explícita. No es una ligereza preguntar: “¿De
que vale que las Escrituras sean normativas si no responden a interrogantes que surgen
de la situación contemporánea?”
La respuesta está en que, en primer lugar, aún cuando las Escrituras no
responden exhaustivamente a una cantidad de interrogantes contemporáneos, en cambio
proporcionan guías que son suficientes para que el intérprete deduzca lo que las
Escrituras dirían si se ocuparan específicamente de dichos interrogantes. Todas las
respuestas tendrá que considerarse improvisaciones, pero todavía será posible juzgar
cuáles de ellas están todavía más en consonancia con el tenor general de la autoridad
25
Cf. Croatto, J. Severino. Liberación y libertad : pautas hermenéuticas. Buenos Aires : Nuevo Mundo, 1975.
26
La imposibilidad de separar el evento de Cristo con su interpretación apostólica la recalcó P. T. Forsyth en
The Principle of Autority Londres : Independient Press, 1913. Según él, la revelación de Dios debía continuar,
pero en la palabra apostólica de revelación. “La interpretación apostólica es parte integrante del hecho, del
proceso revelatorio, parte real si bien póstuma de la continuada enseñanza de Cristo mismo. En los apóstoles
se efectuó una revelación de revelación, y una revelación de la misma una vez para siempre” (p.133)
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bíblica y cuáles son meros reflejos del condicionamiento histórico a que esté expuesto el
intérprete. Además, el Espíritu de Dios está activo para poner a su pueblo en situación de
andar en obediencia, aun cuando no pueda articular a priori todas las respuestas para
cada situación específica. Cuando se reconoce que las Escrituras no se proponen proveer
opiniones que puedan o no ser aceptadas por el lector moderno, sino servir de norma
divina para la fe y la práctica en todas las generaciones sucesivas, se establece la base
para un método hermenéutico en el que todo el esfuerzo se concentra en lograr que las
Escrituras mismas hablen. Las preguntas iniciales que surgen de nuestra situación
concreta quizá tengan que ser luego reformuladas. El contenido de la teología será, en
consecuencia no sólo respuestas a preguntas específicas planteadas previamente dentro
de la situación histórica, sino también a preguntas que el texto bíblico plantea a las
preguntas iniciales. El acercamiento histórico-gramatical es, por lo tanto, una
consecuencia lógica del punto de vista en el que las Escrituras son consideradas como
normativas para la fe y la práctica27.
Cuanto más profunda y rica sea nuestra comprensión del texto bíblico, tanto más
profundo y rico será nuestro entendimiento del contexto histórico y del significado de la
obediencia cristiana en ese contexto. Queda abierta así la posibilidad de cambios en la
cosmovisión del intérprete y, en consecuencia, para un entendimiento y una apropiación
más adecuados del mensaje bíblico. En respuesta a interrogantes más apropiados y a
una cosmovisión más acorde con la Escritura, el texto mismo hablará más claramente.
Cuanto más se le permite a la Biblia hablar por sí misma, tanto más las preguntas que se
le formulen desde dentro de la situación histórica serán las que realmente importan;
cuanto más acorde sea la perspectiva del mundo y de la vida desde la cual nos
acercamos a la Biblia, tanto más relevante será la teología formulada en respuesta a las
candentes cuestiones que el intérprete tiene que enfrentar en la situación concreta.
En conclusión, el proceso interpretativo involucra una continua toma de contacto
mutuo entre los horizontes del texto y los horizontes del contacto histórico. Ni nuestro
entendimiento del texto ni nuestra comprensión de la situación concreta resultan
adecuados, a menos que ambos interactúen constantemente y se corrijan mutuamente.
Cuanto esto ocurre el intérprete se acerca a las Escrituras progresivamente con
preguntas acertadas y desde una perspectiva correcta, y su teología, a su vez es más
bíblica y más relevante a su situación. Va de su situación concreta, a través de su visión
(crecientemente más bíblica) del mundo y de la vida, a las Escrituras; y de la Escritura, a
través de la teología (cada vez más relevante), a su situación, yendo y volviendo, en
busca siempre de una fusión de sus propios horizontes con los de la Escritura. Así la
hermenéutica puede concebirse como una circulación que progresa en forma de espiral,
en la que un entendimiento más rico y más profundo de la Biblia conduce a un
entendimiento mayor del contexto histórico, y un entendimiento más profundo y más rico
del contexto histórico conduce a una mayor comprensión del mensaje bíblico desde
dentro de la situación concreta mediante la obra del Espíritu Santo.
27
Cf. Packer, James. “Hermeneutics and Biblical Autority”. Themelios, vol. 1, N° 1 (otoño de 1975), pp. 3-12.
28
Almen, Daniel von. “The Birth of Theology”. International Review of Mission, Vol. 64, N° 253 (enero de
1975), pp. 37-55.
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Hacia una hermenéutica contextual
Dr. René Padilla
propio terreno. Fueron ellos los que, por una parte, comenzaron a
adaptar al griego la tradición que dio nacimiento a los Evangelios, y los
que, por otra parte, predicaron las buenas nuevas por primera vez en
griego. 29
Su meta, no obstante no era una “teología helenizada”, sino simplemente una
transcripción fiel del Evangelio al griego. Después de los traductores vinieron los poetas –
cristianos de habla griega- que dieron expresión a la fe recibida, no mediante una
teología elaborada sistemática, sino cantando la obra que Dios había hecho a favor de
ellos. (Según von Allmen, aquí está el origen de una cantidad de himnos citados por los
escritores del Nuevo Testamento, particularmente el que aparece en Filipenses 2:6-11).
Finalmente, después de los poetas vinieron los teólogos, con la doble función de asegurar
que los nuevos modos de expresar la fe correspondiesen a la doctrina de los apóstoles
(función crítica) y demostrar que todas las declaraciones teológicas debían hacerse en
relación con el corazón de la fe cristiana, es decir, el señorío universal de Jesucristo. Von
Allmen sostiene que la forma en que el cristianismo fue helenizado en el primer siglo
establece el modelo para la contextualización en el día de hoy. Lo que se necesita, según
él, son misioneros como los helenistas que “no se lanzaron con intención teológica”,
poetas como los autores de los himnos citados en el Nuevo Testamento, que “no
buscaron deliberadamente una forma original de expresar su fe” y teólogos como Pablo,
que no se propuso a hacer teología. “El único objeto de investigación que se permite, y
que incluso se encomia –concluye- es el reino de Dios en Jesucristo (cf. Mateo 6:33). Y la
teología, con todas las demás cosas, nos será añadida.” 30
El valor del artículo de von Allmen radica en que destaca la importancia de la
obediencia como fuerza motora en la contextualización del Evangelio en la época
apostólica. En efecto, el interés primario en la iglesia primitiva no era “hacer teología”
sino obedecer el llamado de Dios a la misión. Sin embargo, es un error sugerir que el
Evangelio puede predicarse, y que la fue puede cantarse, sin teología. Ni la proclamación
del Evangelio ni el culto a Dios son posibles sin teología, por poco sistemática y por más
“implícita” que ella sea. En otras palabras, los misioneros y poetas helenistas eran
también teólogos –por cierto, no dogmáticos, pero sí proclamadotes y cantores de una
teología viva mediante la cual expresaban la Palabra de Dios en un contexto nuevo.
Como ha insistido P. T. Forsyth, “el objeto de nuestra fe es Dios teológico, o de
otro modo ese Dios no es Amor Santo”. 31 Consecuentemente, la tarea teológica resulta
inevitable. Hasta en el nivel más elemental, la comunicación de la fe cristiana plantea al
comunicador la cuestión de cómo expresar el viejo mensaje en términos que tengan
sentido para sus oyentes; y las categorías en las que lo expresa serán necesariamente
las de una situación histórica especifica. No hay, por lo tanto, modo de evitar la
circulación hermenéutica.
La situación actual de la iglesia en muchas partes del mundo, sin embargo,
proporciona bastantes evidencias de que con demasiada frecuencia se ha intentado
evangelizar sin considerar seriamente la tarea hermenéutica. Los misioneros extranjeros
frecuentemente han dado por sentado que su tarea consiste en extraer el mensaje
directamente del texto bíblico, y transmitirlo directamente a sus oyentes en el “campo
misionero”, sin considerar para nada el papel del contexto histórico en todo el proceso
interpretativo. Esta actitud sigue un esquema simplista (diagrama 5) que no encaja en la
realidad.
29
Ibid., p. 10.
30
Ibíd., p. 52.
31
P. T. Forsyth, op. cit., p. 221. Forsyth agrega: “Es imposible separar las preguntas. ¿En quien confías? Y
¿Qué crees acerca de él? Solo confiamos en Él en una función teológica como nuestro Salvador; no sólo como
nuestro Padre –eso no es cristianismo- sino como el Padre del eterno Hijo y único Redentor”. (Ibíd., pp. 12-22).
E ncuentro y Diálogo N° 1 Año 1984
Hacia una hermenéutica contextual
Dr. René Padilla
Interpretación
Comunicación
32
En otra parte he indicado el problema que plantea en todo el mundo un “cristianismo-cultura”, en el que el
Evangelio que se predica ostenta las marcas del “estilo de vida norteamericano”. “El Evangelio y la
Evangelización”. El Evangelio hoy. Buenos Aires : Certeza, p. 112-117.
33
“Theology and Missionary Task”. Missiology: an International Review, vol. 1, N° 3 (jul. de 1073), p. 295.
34
En el caso de Asia, la situación ha sido descrita por un líder evangélico muy respetado, en los siguientes
términos: ”Las escuelas se asocian con instituciones extranjeras para conceder títulos tienen que seguir los
planes extranjeros. En muchos puntos este plan es irrelevante para la situación de Asia. Por ejemplo, en las
escuelas teológicas evangélicas occidentales, los estudiantes estudian defensas contra los teólogos liberales.
Pero la mayoría de los asiáticos no tienen ningún problema en aceptar los milagros, el sobrenaturalismo, y la
autoridad de la Biblia. Los asiáticos no tendrían que dedicar tiempo a contestar preguntas que no se hacen en el
Asia. En cambio, sí necesitan concentrarse en cuestiones relativas al sufrimiento, la pobreza, la posesión
demoníaca, la urbanización, el comunismo, y otras religiones asiáticas vivas. Por lo tanto, tenemos que
contextualizar nuestro plan de estudios”. (Bong Rin Ro, “Why Accreditation?, Asia Theological News, Vol. 3, N°2
(jul. de 1977), pp. 2-3.
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Hacia una hermenéutica contextual
Dr. René Padilla
Dios que siempre ha hablado a los hombres dentro de una situación concreta, ha
designado a la iglesia como su instrumento para la manifestación de la presencia de
Cristo entre las naciones de la tierra. La contextualización del Evangelio nunca puede
ocurrir aparte de la contextualización de la iglesia.
Si el Evangelio ha de hacerse visible en la vida de la iglesia, toda la iglesia tiene
que ser reconocida como “la comunidad hermenéutica”, el lugar donde ocurre la
interpretación. El propósito de Dios al revelarse en las Escrituras no es proveer las bases
para sistemas teológicos sino dar forma a una nueva humanidad creada a la imagen de
Jesucristo. La hermenéutica bíblica concierne a toda la iglesia puesto que tiene que ver
con la creación divina de una comunidad llamada a manifestar el Reino de Dios en toda
área de la vida.
La contextualización del Evangelio no ha de consistir en una adaptación de una
teología existente a una situación particular. No ha de ser meramente el resultado de un
proceso intelectual. No ha de ser auxiliado por un paternalismo misionero benevolente
destinado a ayudar a los “nativos” a seleccionar elementos culturales que pueden
considerase positivos. Sólo podrá ser el resultado de una nueva e incondicionada lectura
de la Escritura, con una hermenéutica en la que el Evangelio y el contexto histórico entra
en un diálogo cuyo propósito es el de colocar cada aspecto de la vida y misión de la
iglesia bajo la soberanía del Señor Jesucristo en su situación histórica concreta.
William F. Fore
Presidente de WACC, Consejo Nacional de Iglesias de U.S.A.
1
N. del T.: la expresión “comercial” cubre en inglés tres facetas distintas, que corresponden en castellano a
distintas expresiones: tiene, en primer lugar, el sentido que le damos usualmente: tráfico de mercaderías
realizado con afán de lucro. Además, se lo utiliza como sinónimo de “espacio publicitario” en los medios
masivos de comunicación. También en este sentido es utilizado para indicar el carácter privado y lucrativo de
ciertos medios, a diferencia del carácter público y sin fines de lucro de los medios en manos del Estado o de
entidades de bien público. Los tres aspectos son utilizados por el autor en el desarrollo de la expresión.
2
Estas tres cadenas (ABC, CBS, NBC) son la mayoría de EE.UU. y las únicas que cubren el país de costa a costa
por repetidoras (N. del T.).
3
Traducimos así el término evangelicals, dado que aún no hay acuerdo en nuestro medio sobre su
denominación correcta (N. del T.)
E ncuentro y Diálogo N° 1 Año 1984
Religión comercial: implicaciones para América L atina
William F. Fore
día, vía satélite, a cerca de 2.900 sistemas de cable domiciliario, con una audiencia
potencial combinada que pasa los 16 millones de personas.
Además hay más de una docena de organizaciones para-eclesiásticas que proveen
“maratones televisivas” para juntar dinero para el trabajo misionero, la investigación
médica, etc. comprando espacio de difusión en base a distintos mercados y usando
seguimiento por correo y telefónico. La mayor de estas es “Visión Mundial”, que tiene
regularmente “especiales” de una, dos, tres, cuatro o cinco horas ya preparado para TV.
El programa de una hora, por ejemplo, fue pasado quince veces solamente en Los
Ángeles, y a través de todo el país las maratones televisivas de “Visión Mundial” alcanzan
a 200 de las 260 plazas comerciales. Visión Mundial invierte 10 millones de dólares por
año para recaudar 110 millones de dólares.
Finalmente, hay cientos de programas religiosos producidos localmente, la
mayoría de ellos la televización de los cultos locales, que en algunos casos son espacios
comerciales, y en otros son cesiones gratuitas de “servicio público”. Además hay un
número significativo de programas documentales o temáticos que son producidos por
emisoras locales en cooperación con las iglesias de la comunidad local.
En esto hemos tomado en cuenta las emisoras radiales religiosas, donde se puede
calcular aproximadamente 10 veces mayor actividad en este sentido.
B. Audiencia
La siguiente estadística nos da los ratings Neilsen, en Noviembre de 1980 para los
once programas religiosos corporativos líderes, que son el corazón de la Religión
Comercial:
Tabla I
Oral Roberts 177 201 1.6 1.4 1.275 2.009 96% 98%
Robert Schuller 161 167 1.5 1.4 2.089 2.108 91% 93%
Rex Humbard 209 202 1.2 1.1 1.924 1.651 92% 97%
Jimmy Swaggart 207 227 1.1 1.0 1.652 1.927 95% 96%
Tabla II
1970 38 9.803.000
1975 65 20.806.000
1976 68 22.812.000
1977 62 21.998.000
1978 72 22.538.000
1979 66 21.277.000
1980 66 22.538.000
4
La denominación “programas mayores” se utiliza para aquello que cubren la totalidad de la respectiva cadena
de todo el país.
E ncuentro y Diálogo N° 1 Año 1984
Religión comercial: implicaciones para América L atina
William F. Fore
C. Contenido
¿Qué predican estos predicadores? Hadden y Swan identifican tres temas que
tienden a calmar los sentimientos de culpa, mediante referencias al Diablo; “el Diablo es
responsable por toda transgresión”. En segundo lugar, ponen énfasis en el poder del
pensamiento positivo: “Si dejas que solamente Dios dirija tu vida, todo andará súper-
bien” y en tercer lugar, predican que es correcto preocuparse de sí mismo: el egoísmo
humano, si se lo observa correctamente, no es pecado.
Una técnica particularmente usada es la de la “Gente de éxito”, “Los que
llegaron”, desde “Miss América” hasta el un acaudalado comerciante, desfilan ante las
cámaras para describir cuán mal estaba su vida hasta que Dios entró en escena. El
mensaje es sencillo: Cree en Dios y todo te irá bien también a ti. Desgraciadamente,
cuando esperanzados conversos descubren que, a pesar de su conversión, todavía tienen
problemas, no pueden echarle la culpa a Dios, y no deben culpar al evangelista, sino que
se culpan a sí mismos, y entonces su alienación y su auto-subestimación crecen. Otra
técnica es la de “Da y conseguirás”, usada por todos los evangelistas electrónicos de más
audiencia. La consigna es que si das –realmente das- a Dios, él te lo devolverá
multiplicado. Los escépticos lo llaman “la lotería celestial”.
Peter G. Horsefield, pastor de la Iglesia en Unidad, de Australia, completó
reicentemente su doctorado en Teología en la Universidad de Boston con un estudio de la
difusión masiva religiosa evangélica en los Estados Unidos. Identificó de la siguiente
manera las características básicas de los programas:
1. “Son autoritarios en una época en que la autoridad aparece cuestionada”.
2. “Acentúan lo individual como la unidad social funcional, con una gran carga sobre la
necesidad del individuo de actuar mediante ‘el nuevo nacimiento’ y el respaldo al
programa. Esto le da al individuo agobiado por los traumas sociales algo que hacer
como respuesta”.
3. Son generalmente “afirmativos de los valores sociales que sostiene el americano
medio”: recompensa por el esfuerzo, igual oportunidad de éxito para todos, el valor
intrínseco (y el imprimatur divino) del sistema americano de libre empresa.
4. Refuerzan estas creencias con “una continua presentación de personalidades
socialmente reconocidas y atractivas que los sostienen”.
5. Estos programas hacen énfasis en la competencia “una batalla entre Dios y el diablo”.
6. “La escatología concreta… es atractiva para quienes no ven la salida a la
aparentemente desesperada situación humana”. Horsefield señala que: “por un lado
estos programas evangelistas proclaman el inminente y trascientífico fin de este
mundo, y por otro presentan invitados cuyo mérito es su éxito en este mundo”.
D. Finanzas
La recaudación de fondos no es, por supuesto, una actividad central, sino “la”
actividad central, de la Religión Comercial.
El ingreso de la Cadena de Difusión Cristiana (el Club 700) fue superior, el año
pasado, a los $U 70.000.000. El Club PTL recogió cerca de 50 millones de dólares, Jerry
Falwell orilló los 70 y Jimy Swaggart los 45 millones. Swaggart ocupa, comúnmente, 223
estaciones d TV en Estados Unidos y dice tener más de un millón de nombres en su lista
de correspondencia. Dos tercios de los contribuyentes mandan algo menos de 10 dólares
al mes, y el promedio de donaciones está cercano a los 45 millones anuales.
Un estudio reciente del “cinturón bíblico de Ohio Central”, muestra que cerca de
dos tercios de los hogares de allí contribuye a alguna congregación local, y un 15%
carenciados, ha respondido ofreciéndoles una piedra en lugar del Pan de Vida. Las
iglesias en Sur América tienen la oportunidad de enfrentar este mismo desafío, y
aprender de nuestro error. El comunicador acá puede ser un agente catalizador que
obligue a las iglesias a enfrentar la pregunta acerca de su relevancia para sus
comunidades, y sinceramente espero que los comunicadores y líderes religiosos puedan
responder efectivamente a este desafío.
Bajo el título “El futuro del Libro” fue llevado a cabo en Londres, en junio de 1982,
el Congreso Mundial sobre Libros, auspiciado por la UNESCO. Aunque sugiere una
aproximación sepulcral al rol de los libros, lo retenemos para desafiarnos a encarar los
serios problemas de la industria del libro.
1
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E l futuro del libro
Albert Devasirvatham Manuel
nacionales. Los sistemas basados en televisión, en gran parte se usan para dar noticias e
información y es probable que su impacto sobre la publicación de libros sea mínimo.
Radio 52 37 21 25
Periódico 52 21 10 3
Revistas 18 17 3 0
Películas 11 2 10 4
Libros -- -- -- --
La falta de lectores causa gran preocupación para los que están en la industria del
libro. Hay varios factores que nos hicieron creer hace una década que el analfabetismo
podría ser tratado efectivamente, éstos eran:
Resolución política nacional
Estructuras sociales y económicas dinámicas, ej. las campañas de
alfabetización tiene más probabilidades de éxito en una sociedad en
movimiento hacia una mayor justicia social
Conciencia y participación de la población
Planes para actividades literarias relacionadas con el sistema educativo
como un todo y guiado hacia el desarrollo económico y social.
A pesar de los paso que muchos países han llevado a cabo para promover la
alfabetización (en Tanzania fue un éxito notable, ya que se incrementó de un 35% en
1977 a 74,5% en 1979), la verdad lisa y llana es que el analfabetismo está creciendo
(1970: 742 millones de adultos analfabetos; 1980: 814 millones; 1990: 884 millones).
En este contexto podemos preguntarnos: ¿Es la alfabetización el único camino
hacia el aprendizaje? ¿Puede impartir educación básica por radio? Citamos un extracto de
Development Comunication Report, Abril 1980:
Ong, Walter J. La presencia de la palabra: algunos prolegómenos para la historia cultural y religiosa.
2
Manejo de textos
Los nuevos procedimientos para el manejo de textos están basados en la
tecnología del micro-procesador, la cual está siendo incorporada en el equipo de
procesamiento de palabra, terminales inteligentes y computadoras personales.
Un libro reciente del ex – presidente de los EE.UU., Jimmy Carter, titulado:
“Conservando la fe”, fue copiado por el autor en un procesador de palabras del editor por
una terminal. El autor y el editor podían ver el texto en sus respectivas pantallas y
corregir los originales para su publicación.
El procesador de palabras tiene una ventaja definitiva sobre la máquina de escribir
tradicional para preparar el original para impresión. Una vez que el texto ha sido tipeado
a una terminal, puede ser corregido fácilmente, los párrafos reescritos las secciones
3
Ibíd., p. 15
4
Financial Times de Londres. mar. 30, 1983.
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E l futuro del libro
Albert Devasirvatham Manuel
La distribución
Las nuevas tecnologías ofrecen soluciones permanentes y efectivas a muchos de
los problemas de distribución. Las dos aplicaciones más significativas son la transmisión
electrónica de órdenes de compra y la incorporación de código del registro de productos
como parte integral del diseño de la tapa de cada libro. Esto mejora la eficiencia y reduce
el costo del envío de los libros.
5
Beal, Tony. El futuro del libro. Parte I: “El impacto de las nuevas tecnologías”. p. 21-22.
6
Esta es una edición ampliada de una exposición presentada en la Consulta de la WACC sobre la publicación
cristiana en la India, que se llevó a cabo en Nueva Delhi, desde el 28 de febrero al 3 de marzo de 1983. El
autor desea agradecer como fuente de mucha de la información usada en este artículo, las siguientes
publicaciones de la UNESCO (División for Books Promotion and International Exchanges, Unesco, 7 Place de
Fontenoy, 75700, Paris, Francia):
El futuro del libro, parte I, El impacto de las nuevas tecnologías, editado por Priscila
Oakeshott y Clive Bradley (1982), y…
El futuro del libro: parte II, El rol cambiante de la lectura, por Michael Gault (1982).
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Interpretación misionológica del ministerio
Prof. Orlando E . Costas
Se ha dicho que la iglesia existe por la misión. 1 La iglesia nace por el movimiento
misionero del Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ello involucra el envío del Hijo por
el Padre en el poder del Espíritu para salvar al mundo del pecado y la muerte. Ese evento
hace necesario el envío del Espíritu por el Padre en nombre del Hijo para reconciliar al
mundo con Dios y salvarlo de la fe en Jesucristo. 2
La iglesia vive por la fe en Cristo gracias a la obra misionera del Espíritu Santo;
existe para la gloria del Padre en el servicio misionero del Espíritu. La iglesia es primicias
de la obra misionera del Espíritu; aquella porción del mundo que responde al mensaje del
evangelio y confiesa a Cristo como Salvador y Señor. Tiene como su principal razón de
ser la alabanza a Dios y su glorificación para siempre. Pero cumple ese propósito cuando
se pone al servicio del Espíritu en su misión de traer al mundo a Cristo.
La iglesia es una comunidad de servicio espiritual. Es la agencia del Espíritu en el
mundo. Y es movilizada (motivada, adiestrada y coordinada) para realizar ese servicio
por lo que se ha denominado el ministerio “apartado” u “ordenado”. Se le llama así por
su carácter especial (no superior) dentro del ministerio general de la iglesia. 3 El
ministerio ordenado es el liderazgo que el Espíritu Santo le da a la iglesia para que le
pueda ser útil en su misión de traer al mundo a la fe en Cristo. 4 De modo que la Iglesia
cumple con la misión por medio del liderazgo ministerial.
Sin ministerio no puede haber misión, así como no puede haber misión sin el
ministerio. Sin mujeres y hombres apartados para la formación, administración y el
cuidado de los miembros del cuerpo de Cristo, la Iglesia no puede ser instrumento de
Dios en el mundo. Ello se hace claramente evidente en la historia de la primera iglesia
registrada en el territorio gentil: la Iglesia de Antioquía (Hch. 11:19-30; 13:1-3)
1
Cf. Emil Brunner, The Word and the World. (London: SCM Press, 1931), p. 108.
2
Cf.Jürgen Moltmann. La iglesia, fuerza del espíritu (Salamanca : Sígueme, 1978). pp. 73 ss.; The Trinity
and the Kingdom. (San Francisco : Harper and Row, 1981). passim.
3
CF. Faith and Order Secretariat, Baptism, Eucharist and Ministry. (Geneva: World Council of Churches, 1982),
p. 21
4
Para este estudio cuidadoso del liderazgo ministerial en las comunidades neotestamentarias y su desarrollo
posterior, aunque con referencia especial al problema de la Iglesia Católica contemporánea, véase la excelente
obra de Edward Schillebeenchx, Ministry: Leadership in the Community of Jesus Christ, traducido del holandés
por John Bowden (New York: Crossroad, 1981), 165 p.
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Interpretación misionológica del ministerio
Prof. Orlando E . Costas
5
Cf. Orlando E. Costas, El protestantismo en América Latina hoy: ensayos del camino, 1972-74 (San José:
Publicaciones INDEF). Véase especialmente el ensayo ”Hacia una pastoral evangélica para el hombre
latinoamericano”, pp. 77-113, y en particular, la pág. 111 nota 14. Para la pastoral católica, véase, entre otros,
Segundo Galilea, Información teológica y pastoral sobre América Latina (Bogotá: CLAR, 1974)
6
Cf José Luis Romero, Latinoamérica: las ciudades y las ideas (México: Siglo XXI, 1976), p. 139.
7
Juan Luis Segundo, Acción pastoral: sus motivos ocultos (Buenos Aires: Ediciones Búsqueda, 1972), pp. 9-16.
8
Cf. Casiano Floristán, “Método teológico de la teología pastoral” en Liberación y cautiverio: debates en torno al
método de la teología, editado por Enrique Maldonado (México: Comité Organizador del Encuentro de Teologia,
1976), p. 238.
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Prof. Orlando E . Costas
9
Ibíd., pp. 240-242.
10
Cf. Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla: la evangelización en el presente y
en el futuro de América Latina (Bogotá: CELAM), párr. 1134/1135, p. 236
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11
Cf. Comité Editorial del CLAI, ed. Oaxtepec 1978: unidad y misión en América Latina (San José: CLAI, 1981).
Véase especialmente los siguientes ensayos: W. Dayton Roberts, “El movimiento de cooperación estratégica: de
San José 1948 a Bogotá 1965”, pp. 45-64; José Míguez Bonino, “Hacia un protestantismo entre la I y la II CELA
(1949-1960), pp. 65-80;Néstor Míguez, “De Rosario a Oaxtepec: los movimientos ecuménicos y la búsqueda de
la unidad cristiana en América Latina”, pp. 121-131. Cf. Además Orlando E. Costas, Theology of Crossroads in
Contemporary Latin America (Amsterdam: Editions Rodopoi, 1976), pp. 29-55, 149-223.
12
Sobre la teoría detrás del movimiento de Evangelismo a Fondo, véase: Guillermo Cook, “De Evangelismo a
Fondo a evangelización a fondo”, en: Marcha Internacional, N° 19 (1972), pp. 8-9; “Total Movilization of the
Church for Total Evangelization of the World”, en: World Mission Magazine, XV:9 (octubre, 1971); Orlando E.
Costas, “Depth in Evangelism: An Interpretation of” In: Depth Evangelism around the World” y “In-Depth
Evangelism in Latin America” en: Let the Earth Hear His Voice, ed. por J. D. Douglas (Mineapolis: World Wide
Publications, 1974); “New Perspectives of In-Depth Evangelism”, tres artículos en In-Depth Evangelism Around
The World I:4 (January-March, 1974), 54-55, 59-60; I:3 (October-December, 1973), 39, 42-48; I:2 (July-
September, 1973), 17-21, “Hacia una evangelización pertinente”, en Hacia una teología de la evangelización,
ed. por Orlando E. Costas (Buenos Aires: La Aurora, 1973), pp. 263-273; Compromiso y misión (San José:
Caribe, 1979), pp. 20-21; Rubén Lores, “Evangelismo a Fondo se renueva” En Marcha Internacional, N° 17
(julio-diciembre, 1970); Paul Pretiz, “In Depth Evangelistic Movements around the World: a report”, Occacional
Essays, II:2 (June, 1974); INDEPTH Team, “The meaning of in-depth Evangelismo” en: In-depth Evangelism
around the World, I:1 (April-June, 1973), I:3; IDEA, “The Historical Development of In-Depth Evangelism”, en
Depth Evangelism around the World, I:2 (July-September, 1973), 31-32.
13
Cf. Kenneth B. Mulholland and Nelly de Jacobs, “Presbyterian Seminary of Guatemala: a modest experiment
becoms a model for change”, in Ministery by the People: Theological by Extension, edited by F. Ross Kinsler
(Geneva: WCC Publications and Maryknolll, N.Y. Orbis Book, 1983), pp. 33-42; véase también en el mismo
tomo, pp. 52-92.
14
Sobre la Fraternidad Teológica Latinoamericana, véase Anthony Christopher Smith, “The Esentials of
Missionology from the Evangelical Perspective of the ‘Fraternidad Teológica Latinoamericana’”, tesis doctoral
E ncuentro y Diálogo N° 1 Año 1984
Interpretación misionológica del ministerio
Prof. Orlando E . Costas
(inédita), presentado en el Southern Baptist Theological Seminary, Lousville, Kentucky, EE.UU. (1983); Samuel
Escobar, “Del primero al segundo CLADE: evangélicos en busca de una evangelización contextual”, Pastoralia,
2:3 (septiembre), pp.22-30, y por el mismo autor, “Espíritu y mensaje de CLADE II: balance y perspectiva de
una década de vida evangélica en América Latina” en: CLADE II: América Latina y la evangelización en los años
80 (México: FTL, 1980), IX-XVII. Sobre el papel de las asociaciones regionales de escuelas teológicas, véase a
Costas, Theology of the Croosroads, pp. 227-234. En cuanto a CELEP, véase “La pastoral en América Latina:
ensayos e informes de una consulta”, Pastoralia, I:1 (abril, 1978); “El CELEP en la década de los 80”,
Documentos para la misión, N° 1 (septiembre, 1980).
15
Emilio Castro, Hacia una pastoral latinoamericana, (San José: Publicaciones INDEF, 1974), pp. 22-44
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Interpretación misionológica del ministerio
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experiencia”. Allí han aprendido los rudimentos básicos de la fe y del ministerio cristiano,
y dentro de sus limitaciones académicas su labor ha sido fructífera.
Si la vocación ministerial se da en el contexto de la misión, luego los que
participan en la formación de los llamados a ejercer el ministerio tienen siempre que
preguntarse sobre las prioridades de la misión en el momento y el espacio en que les
toca vivir y ministrar. En América Latina esta es la pregunta que menos se han hecho las
instituciones teológicas. Discernir las prioridades de la misión en América Latina durante
la década actual es la tarea más urgente en la educación teológica y el aspecto más
crítico de esta ponencia. De ahí que nos vamos a permitir concluir con varias
implicaciones sobre las prioridades de la misión.
Hay que tener presente lo que hemos venido sosteniendo desde un principio, a
saber, que la misión es provincia del Espíritu. Pero el Espíritu, hemos dicho, es enviado
por el Padre en nombre del Hijo; es la presencia misma de Cristo resucitado y la
continuación del ministerio terrenal de Jesús. De ahí que la misión del Espíritu encuentre
su correlación con la misión de Jesucristo. El Espíritu, que unge a Jesús para el
cumplimiento de su ministerio mesiánico (Lc. 4:14-20), con énfasis especial en los
pobres, los oprimidos y los desposeídos, y que la fuerza que lo resucitó de los muertos
(Rom. 1:4), es también el que llena a la iglesia de la presencia de Cristo y hace posible
que él se esconda detrás de los presos, los enfermos, los hambrientos y desnudos, como
lo enseña el evangelio de Mateo (25:31-45). Por lo mismo, son éstos los que constituyen
la referencia básica para determinar la identidad de la iglesia en la historia.
No hay otra iglesia que la comunidad de Jesús el Cristo hecho presente por el
Espíritu. Donde está Cristo, allí está la Iglesia. Como hemos dicho, ser iglesia es vivir por
fe en Cristo mediante el poder del Espíritu. Ello implica una identificación histórica con
Cristo: la encarnación de la vida en el Espíritu en las situaciones concretas del diario
vivir, especialmente aquellas que muestran la vulnerabilidad de los “pobres y humildes”
(que son dos categorías que abarcan los diversos grupos hacia los cuales Jesús dirigió su
ministerio). 16 Si el Cristo pneumático se esconde detrás de los “pobres y humildes”,
luego la iglesia necesitará ser una iglesia humilde y pobre para vivir de conformidad con
la obra del Espíritu. Sólo desde esa ubicación histórica y espiritual puede la iglesia
discernir las prioridades de la misión. Es desde la perspectiva de una iglesia poseída por
el Espíritu de Cristo y solidarizada con los “pobres y humildes”, que nos permitimos
identificar las siguientes prioridades misionales para América Latina hoy.
16
Sobre nuestro concepto de pobreza, véase nuestra obra Compromiso y misión, pp.111-139.
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En los últimos años hemos visto la acción represiva del Fondo Monasterio
Internacional sobre la economía de países como Perú y Jamaica, forzando alzas generales
en el costo básico de la vida que sólo pueden ser caracterizadas de inhumanas y crueles.
En muchos de los países latinoamericanos los esfuerzos más mínimos por mejorar el
salario de los obreros son repelidos con represalias legales e institucionales. La iglesia
debe combatir a toda costa estos y otros tantos mecanismos de represión socio-
económica así como defender el derecho de los pobres a disfrutar de los aspectos básicos
de la vida abogando por formas de organización social más comunitaria, una economía
que ofrezca verdaderas posibilidades de socialización de la producción y del consumo
popular y una estructura política más participativa, que dé garantías de seguridad social
y derechos individuales.
Afirmar la vida y denunciar la violencia implica, en segundo lugar, condenar la
tortura y abogar por procesos jurídicos equitativos. Durante la última década hemos
dado en América Latina un giro casi de 180 grados, retrocediendo cientos de años en la
historia al restituir métodos crueles de castigo, como la tortura, que habían sido
superados por procedimientos más humanitarios y civilizados. La tortura se utiliza como
método policial para obtener información. Su reaparición en Latinoamérica está en
relación directa con la desaparición del Estado de Derecho. Pero ante todo, ha surgido
como un componente fundamental en la ideología de “seguridad nacional” propagada por
los Estados Unidos y regímenes de turno. (¿Dónde, si no en los cursos de entrenamiento
de guerra no-convencional que han ofrecido agentes militares estadounidenses a agentes
militares o policíacos latinoamericanos se les comenzó a enseñar a los regímenes
represivos de América Latina a usar la tortura como instrumento político?). La
complicidad es global, o por lo menos mayoritaria. Dentro de esta situación, ciertos
sectores de la iglesia se han pronunciado, mientras que otros han callado. Los que han
callado lo han hecho o bien por su radical asilamiento histórico o por su ingenua
aceptación de la idea que todo ello le pasa solamente a los que andan inmiscuidos en
tareas subversivas, propaganda que ha sido ampliamente divulgada por los practicantes
de la tortura.
En tercer lugar, afirmar la vida y denunciar la violencia implica defender las
libertades humanas y atacar el complejo armamentista que hace posible la negación de
esas libertades. La iglesia puede cruzarse de brazos ante la violación sistemática del
sufragio con la simple y descarada prohibición de elecciones libres, fraudes electorales o
condicionamientos legales que impiden la participación plena del pueblo en la elección de
sus gobernantes. Tampoco puede aceptar la perfección sistemática de aquellos que
piensan diferente a la mayoría o la negación del derecho de la libre asociación. Estas y
otras tantas libertades tiene que ser defendidas a toda costa y en todos los niveles de la
sociedad. A la misma vez, la comunidad eclesiástica debe atacar la carrera armamentista
de los países desarrollados que no sólo está poniendo en peligro el bienestar de todo el
planeta con su arsenal nuclear, sino que ha abierto las puertas para que naciones pobres
como Brasil se inicie por el mismo camino. Ello permite, además, que industrias militares
de la América del Norte (o de Europa) se enriquezcan a expensas del sudor y la sangre
de los pueblos subdesarrollados del hemisferio. Estos armamentos que se les venden a
dichos pueblos hacen posible la violación sistemática de las referidas libertades.
Curiosamente, esa misma industria alimenta la violencia nacional que se ve en los países
del Norte por su oposición organizada al control de armamentos, y con el apoyo de la
industria fílmica, creando un ambiente de terror, especialmente en las calles de las
principales metrópolis estadounidenses.
La denuncia de este panorama de violencia y la afirmación de la vida se presenta
hoy como un desafío ineludible ante los cristianos y las iglesias del continente. Porque el
reino del cual somos partícipes y cuyo mensaje hemos sido llamados a anunciar, nos
obliga a ponernos del lado del amor y no del odio del ajusticia y no de la desigualdad, de
la paz y no de la agresión. Siendo así, no nos queda otra alternativa que la de empeñar
nuestros esfuerzos en programas que denuncien esa violencia institucionalizada y
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afirmen el derecho del pobre y el perseguido a la vida, programas que pongan al ser
humano por encima del Estado y sus instituciones. Hacer lo contrario sería acobardarnos
y renunciar a nuestras responsabilidades como primicias de la nueva creación.
saludables. Sin una movilización de tal magnitud, las iglesias seguirán estancadas y
masificadas, haciéndose cada vez más inoperantes. Por su parte, los cristianos perderán
la oportunidad de contribuir significativamente a al transformación de su historia,
dejándose absorber por los reinos de este mundo. Si queremos ser fieles a la misión
cristiana en América Latina, debemos mancomunar nuestros recursos para el desarrollo
de programas que fomenten una comunicación eficaz del evangelio y estimulen el
crecimiento integral de nuestras respectivas iglesias.
Si el ministerio es el don que recibe la iglesia en la misión, luego la vocación
ministerial en América Latina debe orientarse hacia las tres prioridades señaladas arriba.
Es decir, debe ser una pastoral profética de anuncio y denuncia evangélica; ecuménica
de solidaridad humana y unidad cristiana; discipuladora de formación espiritual de la
comunidad eclesial; y evangelizadora de convocación a la obediencia de la fe y
movilización para su comunicación eficaz. Estas son las líneas misionológicas que
proponemos para la preparación de aquellos que el Espíritu está llamando para el
ministerio en la América Latina de hoy.
1
Jung, C. Tomado de Vischer, A. La vejez como destino y plenitud, p. 216
2
OMS. Problemas de Salud Mental del Envejecimiento y de la Vejez. p.10
3
Ibíd., p.6
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c. Lo laboral
C. Darwin ha influenciado a occidente desde 1856, cuando propone que el
progreso de la especie humana se alcanza a partir de la lucha. El hombre entonces
compite y lucha socialmente hasta lograr una profesión, establecerse en su hábitat.
Empero ocurre que si el incentivo de vida es la lucha por alcanzar objetivos en la primera
instancia de la existencia, posteriormente, cuando se halla en circunstancias de
refugiarse en lo íntimo, de convivir consigo mismo, cuando no tiene que luchar, cuando
se jubila se ha perdido el sentido de la vida. La educación para la lucha y el trabajo es
una educación para el activismo dirigido.
Nos encontramos en una sociedad argentina con el grave problema de la
jubilación, donde las personas preparadas para luchar, que vivieron para el trabajo de
pronto si ninguna educación o preparación previa disponen de todo el tiempo libre,
disponen de la vida, pero no disponen de algo por qué luchar, carecen de sentido para
existir.
4
Merleau Ponty, M. Fenomenología de la Percepción
5
Von Feuchtersleben, E. Tomado de Vischer, op.cit.
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Muchos son los que reclaman la libertad y cuando la obtienen, no saben que hacer
con ella, porque jamás se prepararon para gozarla. Nuestro entrenamiento ha sido para
trabajar y no para pasar los ocios. 6
La problemática del enfrentamiento de la vejez no resulta de un enfoque
psicológico, sino de la conceptualización de la vida, de los proyectos existenciales que
propone la cultura, de la política, de la justicia social, de la economía, del lugar de lo
espiritual – religioso, de lo físico y de la persona. Resulta necesario laborar
preventivamente por la preparación de las personas desde la niñez para la senectud.
6
Tournier, P. Aprendiendo a envejecer, p.35
7
Wolterek, H. La vejez, segunda vida del hombre, p.301
8
Ibid, p.40
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Hacia una reorientación en la pastoral de la vejez
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9
OMS, Op. Cit, p.16
10
Mira y López, E. Hacia una vejez joven, p.74-85; y OMS, Op. Cit, p.16-39
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Desde el punto de vista clínico podemos llamar a este proceso recesión, donde “la
persona de edad parece recorrer, pasando por una serie de estados regresivos, nivel tras
nivel de las etapas del desarrollo infantil, todo el camino de retorno hacia la infancia
psicológica. La última etapa de la recesión es… la demencia previa a la muerte, y
corresponde en muchos aspectos a la de la organización fetal de un recién nacido. 11
El proceso normal podemos comprenderlo como que la pérdida de los apoyos
psicológicos de la familia y el trabajo, dan lugar a debilitamiento de la personalidad.
Cuando se van debilitando las defensas del yo ocurre un abandono neurótico parcial que
disminuye la autoestima. Se da lugar entonces a la melancolía senil, donde aparece la
depresión de acuerdo al desequilibrio psíquico. En este momento el yo realiza esfuerzos
de reequilibración a fin de alcanzar una reorganización interna, logrando una mejoría
temporaria que produce bienestar.
Ocurre que en la próxima etapa un envejecimiento con abandono neurótico
secundario, aparece la declinación senil y una recesión emocional progresiva.12
La senectud es afectada en dos funciones de homeostasis narcisísticas: las
funciones genitales y el cerebro. Al producirse un debilitamiento de la capacidad
intelectual, como de las funciones del yo, la acomodación a nuevas situaciones resulta
limitada y se recurre al conservadorismo.
El mantenimiento del equilibrio narcisista depende de las actitudes de la persona,
de su proyecto de vida, en el pasado, presente y futuro. Por lo que hay personas
mayores que conservan su autoestima fundados en sus logros anteriores.
a. El proyecto de vida
El trabajo psicopedagógico cobra gran importancia en el tratamiento del
senescente, primero buscando el establecimiento de un buen raport a través del
contacto y la relación afectiva. Lo afectivo es la puerta de entrada a la terapia,
estableciendo una relación cálida es posible lograr no sólo acompañarle en la senectud
sino ayudar al crecimiento de la personalidad.
Lo fundamental de la relación es permitirle trabajar un proyecto de vida. Si carece
del mismo, enseñarle a planearlos, comenzando según el estado del paciente con
proyectos diarios, semanales, mensuales y anuales. Dichos objetivos nunca deben
planificarse con más de 5 años. Se trata de trabajar con el sentido inmediato
proyectándolo en el corto plazo, a fin de no despertar ansiedad respecto de las
expectativas de vida.
11
Zinberg, N. y Kaufman, I. Psicología normal de la vejez, p.163
12
Ibíd., p. 165
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“El secreto de una vejez feliz consiste en poner de acuerdo las posibilidades, la
forma de vivir y la edad, como una buena pareja de caballos saben trotar rítmicamente y
a compás por la alameda”. 13
El psicopedagogo ha de guiar las posibles elecciones acompañándolas desde el
proyecto de vida. El establecimiento de este objetivo de vida es clave, ya que la vida sin
sentido se deja de lado fácilmente. No sólo acompañando las posibles tareas, sino
incentivando y alentando la realización de las mismas.
Resulta fundamental la preparación espiritual para la muerta. La fe cristiana
provee respuestas para que el anciano pueda enfrentar la vejez con Dios. “Aceptar la
muerte es aceptar esta ley de superación, implica fijar la mirada más allá de los límites…
la aceptación de la muerte transforma la muerte.” 14
En la terapéutica del geronte esta tarea resulta fundamental, para lo cual es
necesario que el psicopedagogo y el psicólogo tengan resueltos el tema, de lo contrario la
movilización será tal que no podrán encararlo. Tampoco debe caerse en un cientificismo,
pues la ciencia no tiene respuestas del origen ni el final de la vida sino la fe, circunstancia
que le hará ser muy respetuoso respecto de lo religioso como ayuda para la vida del
senil.
La elaboración del proyecto ha de focalizarse hacia el desarrollo de labores
manuales (laborterapia) y circunstancias de recreación. La actividad manual presenta un
aspecto inagotable, siempre existen cosas por aprender, luego se procurará llevar el
aprendizaje de actividades que proveerán las mismas satisfacciones que el trabajo.
Como labor preventiva cuanto más temprano comience a prepararse una persona,
mejor resultará su vejez. Es de notar que las personas instruidas tienen mayores
posibilidades de llegar a disfrutar de su vida de jubilado. Pero el cultivarse no se limita a
una carrera universitaria, sino al desarrollo por la instrucción que se desea adquirir.
Además la perspectiva de vida en Jesucristo amplía las dimensiones de los posibles
proyectos, donde el desarrollo de la satisfacción nos desafía hasta que el Señor nos llame
a su Reino.
13
Vidal, G. Bleichmar, H. y Usandivars, R. Enciclopedia de psiquiatría, pp.704-710
14
Vischer, Op. Cit., p. 223
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Hacia una reorientación en la pastoral de la vejez
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Bibliografía
Mira y López, E. Hacia una vejez joven. Buenos Aires : Kapeluz, 1962
OMS. Problemas de salud mental del envejecimiento y de la vejez. Buenos Aires :
Humanitas, 1964.
Merleau, Ponty. Fenomenología de la percepción. Buenos Aires : Península, 1976.
Tournier, P. Aprendiendo a envejecer. Buenos Aires : La Aurora, 1973.
Vidal, G., Bleichmar, H. y Usandivaras, R. Enciclopedia de psiquiatría. Buenos Aires : El
Ateneo, 1973.
Vischer, A. La vejez como destino y plenitud. Buenos Aires : Sudamericana, 1949.
Woltereck, H. La vejez, segunda vida del hombre. México : Fondo de Cultura Económica,
1962.
Zinberg, N. y Kaufman, I. Psicología normal de la vejez. Barcelona : Paidós, 1978.
protestantes, aún los reformadores que lo enfatizaron en los siglos XVI, XVII y XVIII, lo
han dejado caer en desuso.
Los padres cristianos precisan instrumentos catequéticos en su labor de educación
teológica permitiéndoles elaborar, según la etapa de maduración del niño, una formación
graduada de la perspectiva cristiana del niño. El catequizar implica un diálogo formal
entre padres e hijos sobre los conceptos centrales de la fe, permitiendo al niño
dominarlos e incorporarlos en su manera de ver la realidad que lo rodea.
Al llegar a la etapa cognoscitiva y la pubertad, los padres precisan un
acercamiento problematizador permitiendo al joven/niño articular dudas, temores y
problemas. El niño desea a la luz de la perspectiva cristiana que va adquiriendo,
desarrollar un arte de vivir. El joven adulto, requiere reflexionar sobre la sabiduría
salomónica dentro del marco de una perspectiva cristiana. Por factores económicos,
culturales y religiosos, el hogar moderno propicia un proceso secularizador donde el
joven/niño, aunque tenga padres cristianos, adquiere una perspectiva secularizada de la
realidad. Los medios masivos de comunicación se desenvuelven desde ésta perspectiva
apremiando un estilo de vida anticristiano. El mismo sistema escolarizado propicia una
perspectiva secularizada y donde ciertos valores materialistas son apremiados.
En la adolescencia, el joven cuestiona los valores del mundo del adulto y trata de
revivir momentos idílicos ilusorios. Este es el momento cuando los padres tienen la
oportunidad de iniciar una apertura permitiendo estos cuestionamientos. Generalmente
son interrogantes que se enfocan en el estilo de vida, valores y bases del mundo
occidental. ¿Por qué tienen que ser piezas de una fábrica? ¿Por qué un cartón? ¿Por qué
vivir agitados? ¿Por qué no disfrutar de la vida? Cada pregunta en sí contiene una
fundamentación teológica: ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué valgo? ¿A dónde voy?
Es tiempo que la iglesia redescubra lo que es la familia como iglesia casera. Una
iglesia donde el padre es el pastor que protege, estimula y educa la familia y una madre
que crea un nido de amor y seguridad. Sin duda, la psicología clínica nos ha demostrado
el papel formativo en la estructura psíquica de la persona, que juegan los padres y la
familia. Tenemos que descubrir los instrumentos y los espacios para recuperar este
instrumento social dado por Dios en la creación.
largamente esperado. Para todos los que tenían ojos para ver se puso en evidencia la
fuerza de la iglesia mundial, no sólo en número sino aún más en cuanto a un testimonio
dinámico, había pasado de Europa y América del Norte, al África, Asia, Latinoamérica, El
Caribe, las islas del Pacífico; de las iglesias del Primer y Segundo Mundo. El cambio era
claro en el trabajo y el ambiente de la Conferencia. Estaba ejemplificado por el liderazgo,
que incluía al Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, Phillip Potter (Jamaica),
el Director de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización, Emilio Castro
(Latinoamérica) y el Moderador de la misma comisión, Soritua Nabalbal (Asia). Este
cambio del movimiento cristiano mundial es evidente en la secularización de la fe y la
declinación del testimonio transformador en el Noratlántico y el crecimiento masivo de
las iglesias en el África, la reevangelización de América Latina (por parte de los católicos,
pentecostales y protestantes), y la contextualización, cada vez más profunda del
testimonio y el servicio de las iglesias en todas las partes del Tercer Mundo. Me gustaría
tomar a Kenia como ejemplo de evangelización y crecimiento de la iglesia, y luego
examinar algunos desarrollos recientes en la educación teológica por extensión allí y en
otras partes.
David Barratt, quien recientemente publicó la Enciclopedia Cristiana Mundial, por
muchos años ha estudiado el fenómeno de las iglesias africanas independientes y las
iglesias de Kenia desde su pequeña oficina de Nairobi. El ayudó a editar el Manual de
Iglesias de Kenia en 1973, el mismo que contiene muchísima información estadística,
artículos y ensayos descriptivos. Su observación respecto a esas iglesias es la siguiente:
“Durante el siglo XX la fe cristiana ha estado extendiéndose en Kenia a una velocidad
meteórica y está todavía extendiéndose aún más rápidamente que en cualquier otra
parte del mundo”. En 1900 había 5000 cristianos entre dos millones novecientos mil
habitantes de Kenia. En 1972 había ocho millones de cristianos entre los doce millones
de habitantes, o sea el 66% de la población total. Las estadísticas corrientes indican que
para el año 2000 habrá veintiocho millones de cristianos, o sea, el 83.4% de la población
total (34.000.000). La comunidad cristiana está creciendo actualmente dos veces más
rápido que la población general. Barratt anota que este crecimiento extraordinario no es
el resultado de misiones foráneas o un transplante extranjero, sino que se debe a un
cristianismo autóctono. No puede ser el trabajo de jerarquías eclesiásticas o clérigos
profesionales ya que sobrepasa en muchos su recursos y su control. Como la pequeña
semilla de mostaza es “una señal de la llegada del Reino de Dios en una forma
genuinamente autóctona” entre la gente común.
Algunos objetarán que los cristianos de Kenia no expresan adecuadamente la
comprensión de la misión articulada en Melbourne. Bien puede ser que la mayoría de
congregaciones en Kenia (católicas, protestantes, independientes y ortodoxas) tendrían
muchísima dificultad de comprender los documentos de Melbourne. Pero esas
congregaciones son las iglesias de los pobres involucrados en las luchas humanas y
testificando de la presencia y el poder de Dios a través de su vida y su ferviente
adoración.
La pregunta es: ¿cómo puede la educación teológica relacionarse efectivamente
con el dinámico movimiento cristiano de Kenia? Las universidades teológicas, los
seminarios y los institutos bíblicos juegan un importante papel en el entrenamiento de
pastores, sacerdotes y obispos. Están repletos y, sin embargo, la proporción de pastores
en relación a los miembros de las congregaciones sigue bajando. La mayor parte de la
predicación, la enseñanza y el cuidado pastoral son realizados por hombres y mujeres
que nunca ingresarán a una institución teológica.
Una de las diócesis de la iglesia de la provincia de Kenia (Anglicana) que es la
mayor denominación protestante, han iniciado programas de educación teológica por
extensión a fin de proveer capacitación teológica y pastoral a los líderes
congregacionales. En mayo de 1981 la Junta Provincial de Educación Teológica urgió a
todas las diócesis a comenzar programas de ETE. La iglesia africana del interior, de la
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cual el presidente de Kenia es miembro y predicador, opera una red de ETE en todo el
país y está proyectando tener varios miles de estudiantes. En 1980 la organización de
Iglesias Africanas Independientes inició un programa piloto en Kenia, y ya cerca de 2000
personas han solicitado los cursos. Hay más o menos veinte programas de extensión en
Kenia, algunos a nivel universitario y otros a niveles más elementales, representando un
espectro teológico y eclesiástico muy amplio. Cada uno, a su manera, provee
herramientas para la comprensión y comunicación del evangelio en el contexto local.
La experiencia de ETE en Kenia y en otras partes ha sido clarificadora y
liberadora. No sólo que muchísima más gente tiene acceso a la capacitación, sino que los
líderes naturales de las iglesias más calificados, dotados y probados pueden tomar su
lugar en el ministerio. La reflexión teológica y la capacitación pastoral se tornan más
relevantes y dinámicas porque los estudiantes traen al proceso una riqueza de
experiencia, preguntas significativas para tratar y práctica diaria para comprobar lo que
estudian. El ministerio y la reflexión teológica son, así, más participatorios, y la tendencia
universal al elitismo es desafiada. La ETE no sólo se basa en el crecimiento y el
testimonio de toda la iglesia sino que contribuye a éstos. Aún si los recursos materiales
estuviesen disponibles, es evidente que la capacitación académica y profesional al estilo
occidental no sería apropiada para la mayoría de líderes autóctonos de la Iglesia de
Kenia.
A esta altura tal vez valdría la pena examinar la situación de Estados Unidos,
donde las denominaciones históricas lejos de crecer, están declinando, y preguntar qué
está sucediendo en el campo de la educación teológica por extensión. La denominación
Bautista del Sur, que con sus once millones de miembros es la más grande del país,
inició su departamento por extensión en 1951. Este ofrece cursos a predicadores que han
surgido de las congregaciones y a laicos interesados, como educación continuada para
pastores, y más recientemente como un sustituto para la educación básica de
seminarios. Tiene hoy más de once mil estudiantes. El Seminario Teológico San Francisco
(presbiteriano) comenzó a explorar las posibilidades de la educación teológica no
residencial a comienzos de la década del 60, desarrollando programas de educación
continuada, con títulos para pastores que estudien mientras ejercen su ministerio. A esto
posteriormente se añadió un título para laicos que toman en serio su vocación cristiana
en la sociedad. Este Seminario cuenta actualmente con ciento cincuenta estudiantes
residentes y ochocientos no residentes en todo el país y en el exterior. En todos los
estados de la zona occidental se está estableciendo una red de centros de extensión para
apoyar estos programas y ofrecer otras opciones a clérigos y laicos. Más o menos
ochenta instituciones teológicas en los Estados Unidos tienen ahora programas de
doctorado en ministerio. Muchos sirven a grandes números de clérigos y laicos por medio
de programas descentralizados, sin títulos. Unos pocos están comenzando a ofrecer una
maestría en divinidades (antes llamado Bachillerato en Divinidades) por extensión.
Quienes participan en la ETE en los Estados Unidos están experimentando
resultados similares a los de Kenia, aunque el contexto es radicalmente diferente.
Cuando la educación teológica es accesible a clérigos y laicos maduros y experimentados,
se hace más relevante, dinámica y participatoria. Tales desarrollos pueden ser en gran
medida autosostenidos, lo cual significa que pueden extenderse a muchas personas.
Cuando más se amplía la base para la reflexión teológica y el ministerio, tanto más crece
la Iglesia y extiende su testimonio.
pueden ser solucionados por el tratamiento médico: requiere una reforma agraria,
mejoras agrícolas, cambios en las dietas y en las costumbres, etc. La salud no es
simplemente la erradicación de la enfermedad sino el establecimiento de integridad
psicológica, social y espiritual. Este acercamiento no niega el valor de los doctores
profesionales, los hospitales y las drogas, pero si sugiere que es necesario voltear la
pirámide del cuidado médico en la salud. Los agentes principales de la salud son los
promotores de salud y sus comités locales en cada comunidad; los otros, incluyendo a los
médicos y enfermeras, deben ser vistos como auxiliares. Aunque parezca elemental, este
acercamiento podrá lograr en palabras de la Organización Mundial de la Salud, “la salud
para todos hacia el año 2000”.
Es fácil encontrar similitudes con el cuidado básico de la salud en otros sectores
del desarrollo humano. La similaridad de este acercamiento con la educación teológica
por extensión es sorprendente. Algunos de quienes participan de ésta han comenzado a
ver no sólo un paralelismo sino una convergencia, es decir, un camino para la búsqueda
del cuidado básico e integral de la salud y de un ministerio básico e integral por medio de
las mismas conexiones y congregaciones.
Muchos programas de ETE se han iniciado simplemente porque las instituciones
teológicas existentes no pueden proveer suficientes pastores entrenados, peor ahora hay
quienes están convencidos de que la ETE es necesaria para mantener un ministerio que
sea justo, participatorio y sustentable en todas las sociedades. El peligro es que el patrón
de ministerio de la educación teológica exportado del Noratlántico es muy profesional y
costoso. Aún los países ricos, donde el costo no es factor importante, se puede preguntar
si el modelo profesional es apropiado, ya que el ministerio es fundamentalmente el
llamado a toda la iglesia.
La Iglesia Metodista Unida y la Iglesia Unida de Cristo en las Filipinas, en
cooperación con el Seminario Unido (Manila), lanzó un programa de extensión en 1974
con los siguientes objetivos:
1. Proveer educación teológica para los obreros eclesiásticos que ya están sirviendo
en el campo y para los candidatos a ministerios, cuyo número está creciendo.
2. Diseñar una educación teológica apropiada, para los obreros eclesiásticos, en el
liderazgo del ministerio de liberación, justicia y desarrollo.
Los estudios revelan que la mayoría de los pastores no han estudiado en el
Seminario, que la necesidad de pastores está creciendo más rápido que el número de
graduados, y que la mayoría de las congregaciones no podrían permitirse el lujo de pagar
salarios a pastores. Además fue evidente que los ministerios de liberación y justicia de
las iglesias no podrían ser encomendados a una élite privilegiada sin que tendrían que ser
dirigidos por líderes en las congregaciones locales. Setecientos de estos líderes están
ahora involucrados en estudios independientes y se reúnen regularmente en grupos
locales para discutir la tradición cristiana, la vocación cristiana y los problemas
contemporáneos en Filipinas, caracterizada por la explotación y la opresión.
Entre los estudiantes procedentes de las minorías en países del primer mundo son
evidentes necesidades similares. La escuela de entrenamiento cristiano en Arizona
provee recursos para programas de ETE entre pueblos aborígenes de los Estados Unidos.
El Seminario Teológico Nueva York ofrece todos sus programas por la noche y en los
fines de semana con el propósito de servir al liderazgo de las iglesias negras, hispanas y
orientales del área metropolitana. Las preocupaciones por la justicia, la participación y la
sustentación son céntricas en sus programas.
Igualmente importante es la necesidad de llevar estas preocupaciones a los
cristianos en todos los niveles de las estructuras sociales. Ya que los laicos son la
vanguardia del testimonio y el servicio de la Iglesia en el mundo, la escuela de Teología
de la Universidad del Sur afirma que los mismos pueden desarrollar herramientas
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Perspectivas ecuménicas y educación teológica por extensión
F. Ross Kinsler
Fundamentos doctrinales
1. La escritura y no el contexto social es el punto de partida y el factor condicionante
para toda reflexión que conduzca a una ética social. (2 Cor. 10:3-4; 2 Ti. 3:16-
17; 2 Pe. 1:19-21).
2. Dios es el Señor de la historia y llevará su propósito hasta la consumación de la
misma en la gloria, y por lo tanto el hombre debe reconocer que Dios es el
soberano y someterse a Él (Is. 46:16; Dn. 2:22-22; Mt. 28:18; Fil. 2:9-11; 1 Ti.
6:15-|6).
3. El hombre, creado a la imagen de Dios, ha recibido de Él la responsabilidad d
cumplir tres mandatos: el de crear una sociedad; el de obedecer la revelación de
Dios, el de administrar los recursos naturales (Gn. 1:26-28; 2:16-17; 2:19; Sal.
8:5-8).
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CON E L A: informe de la consulta teológica
sobre responsabilidad social
4. El trabajo es uno de los órdenes de la creación, para bendición del hombre; éste
tiene el privilegio, el deber y el derecho de trabajar con lealtad y ser tratado
dignamente con la debida remuneración (Gn. 2:15; Col. 3:23; 2 T. 3:10-12; Mt.
10:10; Ef. 6:5-9).
5. Los hombres, por haber sido creados a la imagen de Dios, tienen por eso mismo
una dignidad que debe ser respetada sin discriminación por causa de la raza,
cultura, credo, sexo, posición social o cualquier otro motivo (Gn. 1:26-28; y 2:7;
Dt. 10:17; Col. 3:11-25).
6. El pecado es la rebelión contra Dios y su soberanía y la raíz de los males que
afectan a todo individuo, y a toda sociedad con todas sus instituciones (Gn. 3:11-
19; 6:5-12; 11:1-9).
7. La familia es una institución fundamental de la sociedad y por ello debemos velar
por su defensa y bienestar (Gn. 2:20-25; Ef. 5:21; 6:4).
8. Por medio del Señor Jesucristo, Dios ha redimido a un pueblo para sí, formado por
personas reunidas en comunidades locales las cuales tienen como propósito
adorarle, proclamar y vivir el evangelio y servir a la sociedad, actuando conforme
a principios ético bíblicos (Jn.17:6; Ef. 2:10; Tit. 2:11-12; Hch. 2:41-47; Ef. 5:19;
2 Ti. 4:2; 1 P. 2:9-11).
9. En el cumplimiento de nuestra misión consideramos como nuestro ejemplo al
Señor Jesucristo, quien movido por compasión, anduvo predicando, enseñando,
haciendo el bien “y sanando a todos los oprimidos del diablo porque Dios estaba
con él” (Mt. 9:35-37; Lc. 4:18; 7:22; Jn. 13:15; Hch. 10:38; 1 P. 2:21; 1 Jn.
2:6).
10. Cuando las iglesias responden con obediencia a las demandas de las Escrituras y
del Espíritu Santo, uno de los resultados es una mayor preocupación y
cumplimiento de su responsabilidad social, dentro de la comunidad de fe, y fuera
de ella (Hch. 2:41-47; 10:29-37; Gá. 6:7-10).
11. La iglesia local cumple con su ministerio cuando sus miembros anuncian y viven el
evangelio de acuerdo con los dones dados por el Espíritu Santo. Este ministerio es
de un testimonio de la gracia salvadora de Dios, a la vez que una denuncia del
pecado individual y social, y una advertencia del juicio divino que comienza con la
casa de Dios (Ro. 1:8; 12:8; 1 Co. 12:14; Ef. 5:11; 1 T. 1:8; 1 P. 2:11-15;
4:17).
12. El concepto divino de gobierno es parte del orden de Dios en la creación. Las
autoridades por consiguiente “no están para infundir temor al que hace el bien,
sino al malo” y su misión tiene que ser para el bien de las persona. En tanto, que
no violenten la conciencia de los creyentes en lo social o en lo religioso todo
cristiano debe someterse a las autoridades superiores como divinamente
establecidas, dando al César sólo lo que le corresponde (Gn.9:6; Sal. 2:10; Hch.
4:19-20; Ro 13:1-4; Ap. 19:11-16).
13. Las iglesias no deben involucrarse en la lucha por el poder político, pero si pueden
afirmar y defender los derechos de todos los seres humanos. Al mismo tiempo, los
miembros participan en el proceso político según la conciencia cristiana (Gn.
41:25-45; Neh. 1:2; Dn. 2:48-49; Hch. 16:36-37; 22:25-26).
14. Las iglesias deben estar dispuestas a sufrir por causa de su mensaje y sus buenas
obras aunque no deben provocar innecesariamente la persecución (1 P. 2:19-24;
3:15-17; 4:14-16).
15. Los creyentes hemos sido espiritualmente librados de la potestad de las tinieblas y
trasladados al reino del amado Hijo de Dios. Este reino no es comida ni bebida,
sino poder de Dios, y debemos anunciarlo fielmente. Cuando Cristo venga
E ncuentro y Diálogo N° 1 Año 1984
CON E L A: informe de la consulta teológica
sobre responsabilidad social
manifestará su reino glorioso en el mundo (Jn. 3:3 y 3:5; Gá. 1:4; Ro. 14:27; Co.
1:12-13; 1 Co. 4:20; 6:9; Gá. 5:21; Hch. 8:5, 12; 20:18-25; 28:23, 31; 2 Ti.
4:12; Ap. 11:15).
16. La consumación de la esperanza es la venida del Señor en la gloria y esta
convicción nos motiva a cumplir fielmente los diferentes aspectos de nuestro
ministerio (2 P. 3:9-14; 1 Jn. 3:2-3; Tit. 2:11-15).
En base de las consideraciones anteriores, y queriendo estimular una reflexión
más profunda sobre la responsabilidad social de las Iglesias Evangélicas en América
Latina nos parece pertinente formular las siguientes sugerencias.
Sugerencias:
Que se organicen reuniones multidisciplinarias para líderes evangélicos a nivel local,
regional e internacional con el fin de continuar con el estudio de temas como los
siguientes: libertad y liberación. Servicio social y acción social. Participación de la
iglesia en el proceso político. Ministerio profético de la iglesia. Riqueza y pobreza; y
otros problemas semejantes.
Que las instituciones de educación teológica den mayor énfasis al tema de la
responsabilidad social y celebren consultas nacionales e internacionales para
institutos y seminarios.
Que se estimule la publicación y lectura de literatura que a diferentes niveles oriente
al pueblo cristiano sobre su responsabilidad social
Que las iglesias locales involucren a los profesionales en proyectos de responsabilidad
social.
utiliza como excusa de un militarismo arrogante. Las raíces del árbol de la paz están
hechas de justicia.
La vida es un don que hemos recibido. Contemplamos ese don de Dios con cariño
y gratitud. En el culto de apertura de la Asamblea, una madre levantó a su hijo hasta la
mesa del Señor. Era un signo de esperanza y de continuidad de la vida. Algunas veces
casi nos abruman la pequeñez e insignificancia de nuestra vida y entonces nos sentimos
desamparados. Pero cuando en el culto nos alimentamos con el pan de vida,
reconocemos una y otra vez el acto salvífico de Dios en Cristo presente en nuestra vida.
Nos admira y nos sorprende que el designio eterno de Dios sea confiado, una y otra vez,
a gente común y corriente. Dios corre se riesgo. Las fuerzas de la muerte son poderosas.
Pero más poderoso es el don de la vida en Cristo. Nos comprometemos a vivir esa vida,
con todos sus riesgos y alegrías y, por eso, con todas las huestes celestiales, nos
atrevemos a pregonar: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?”
“¡Cristo ha resucitado, verdaderamente, ha resucitado!”