El Conector HDMI
El Conector HDMI
El Conector HDMI
Físicamente, el conector HDMI es mucho más pequeño que el SCART y sin embargo,
la cantidad de información transportada es ingente, el más habitual es el conocido como
conector «tipo A» que consta de 19 contactos ordenados alrededor de una lengüeta
central. Estos 19 contactos dan cabida a:
Si hubiera que encontrar algo «negativo» a este conector, es que tiene una superficie de
contacto pequeña y que no dispone de ningún sistema de fijación estándar. Estas dos
características han hecho del HDMI un conector poco fiable a pesar de su teórica
versatilidad.
Hasta llegar al punto actual, el HDMI ha ido pasando por diferentes versiones, todas ellas
compatibles con las anteriores. Desde la v1.0 que ya soportaba HD, pasando por la
v1.2, casi olvidada ya que solo aportaba el sonido Super Audio CD hasta llegar a la v1.3
que duplicaba el ancho de banda y añadía todos los formatos de audio digital de bajas
pérdidas, como el Dolby TrueHD y el DTS-HD.
En la actualidad, la versión con que nos encontraremos más habitualmente será la 1.4,
aunque todavía hay muchas instalaciones y equipos 1.3. La v1.4 soporta la resolución
4K de baja frecuencia de cuadro, es decir, admite 4096×2160 pero a 24 cuadros por
segundo, no a los 50 habituales y puede trabajar con mayor profundidad de color. En
audio, ofrece un canal de retorno (ARC) y una novedad importante es que da cabida a una
conexión Ethernet a 100Mbit/s para los nuevos televisores Smart-TV.
La norma 2.0 fue presentada en septiembre de 2013 y a día de hoy se está empezando a
implementar en los nuevos equipos.
Es habitual que la señal HDMI tenga un número limitado de licencias de visionado, puede
que solo una, y lo más probable es que no tenga ninguna licencia de copia con lo que si
conectamos más de una pantalla o conectamos un grabador, la fuente se encarga de cortar
la salida y no mostrar nada en digital, aunque si disponemos de una salida analógica,
puede que lo sigamos viendo. Esta información es importante a la hora de diseñar una
instalación ya que habrá que buscar la forma de evitar el HDCP si queremos distribuir la
señal.
La longitud de los cables HDMI es otro de los caballos de batalla habituales. Un buen
cable HDMI pasivo es improbable que funcione a más de 8 metros a tope de resolución,
pero existen soluciones auto - amplificadas que pueden hacer llegar la señal hasta 20 o 25
metros. Es importante que elijamos correctamente el cable ya que existen 4 tipos distintos
en función de si son Estándar o High Speed y si tienen o no Ethernet.