Teoría Del Derecho (1ºDADE)
Teoría Del Derecho (1ºDADE)
Teoría Del Derecho (1ºDADE)
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si el Derecho se justifica por razones de utilidad o se funda en la libertad y la igualdad,…-,
planteándose el problema ético del mismo y de los valores jurídicos.
- Teoría de la Ciencia jurídica: examina críticamente los métodos llevados a cabo por los
profesionales del Derecho, y determina los límites de sus resultados.
La denominación académica de Filosofía del Derecho surgió en el siglo XIX, vinculado a la
irrupción del positivismo jurídico en las reflexiones anteriores basadas en el Derecho Natural.
“La FD expresa un concepto histórico, es el símbolo de una nueva manera de entender la realidad
jurídica y de los modos de su aprehensión teórica, Felipe González Vicén”.
No obstante, la FD se remonta al pensamiento griego, siglos V-IV a.C., donde no había una
distinción clara entre política, ética, derecho y usos sociales. Por lo que, los métodos de esta
filosofía general, o Derecho Natural, se aplicaron al campo específico del Derecho hasta el siglo
XIX.
Así, distinguimos entre una filosofía jurídica anterior al positivismo llamada Derecho Natural, y
otra posterior, llamada Filosofía del Derecho en sentido estricto.
La llegada de la Filosofía del Derecho en sentido estricto se remonta a 1798 con Gustav Hugo y
se desarrolla en 1821 con Hegel. Esta plantea cuestiones según quién la estudie, juristas o
filósofos, o si se estudia su aspecto subjetivo o su aspecto objetivo:
- En su aspecto SUBETIVO: podemos distinguir entre FD estudiada por juristas o por
filósofos.
a) El jurista pretende cubrir la carencia de criterios técnicos para distinguir los conceptos
fundamentales del Derecho; y además, utiliza el método analítico haciendo distinciones
y divisiones.
b) El filósofo pretende encajar el papel del Derecho en un sistema global que abarque la
realidad; y utiliza el método sintético, integrando los diversos aspectos de la
experiencia y haciendo un planteamiento histórico.
- En su aspecto OBJETIVO: distinguimos entre la FD hecha por juristas y la hecha por
filósofos.
a) Los filósofos definen la FD como una forma de filosofía aplicada a la experiencia
jurídica, cayendo así en la abstracción.
b) Los juristas pretenden aislar la experiencia jurídica del resto de sectores de la
experiencia, buscando la autonomía y la autosuficiencia; Sin embargo, acaban
deformando el sentido del Derecho que se aleja de la sociedad y los valores.
Existe un debate sobre cuál será el mejor método para el estudio del Derecho, pero la mayoría
coincide en distinguir dos disciplinas académicas: la Filosofía jurídica, cuyo objeto sería aclarar
las relaciones entre la cultura y la actividad jurídica; y la Teoría General del Derecho, que
sistematiza los conceptos fundamentales utilizados en las diferentes ciencias jurídicas.
Con ello se refleja el intento del positivismo a buscar una alternativa a la Filosofía del Derecho, a
la que se añade la facultad del estudio de los valores morales y políticos o las metodologías del
ordenamiento jurídico; distinguiendo así mismo, un esquema:
- Teoría del Derecho; determina el concepto de Derecho, como un conjunto de normas no
aisladas, comunes generalmente a todos los ordenamientos jurídicos, sea cual sea el
ambiente social, e integrando la moral o los usos sociales.
- Teoría de la justicia: determina el concepto de justicia como el conjunto de valores, bienes
o intereses para cuya protección o incremento los hombres recurren. Su tema es, pues, el
derecho justo.
- Teoría de la ciencia jurídica, metajurisprudencia, epistemología jurídica o metodología
jurídica: estudia los procedimientos intelectuales adoptados por los juristas para
determinar, interpretar, integrar y conciliar entre sí las reglas de un sistema jurídico. Por un
lado, los iusnaturalistas –racionalistas- emplearon el método matemático; la Escuela
Histórica un método historiográfico,…
En resumen, muchas de las cuestiones del Derecho Natural pasaron a ser tratadas por la
Filosofía del Derecho excluyendo las consideraciones metafísicas y resaltando la importancia de
las normas jurídicas y el ordenamiento jurídico. Sin embargo, surgirá la pretensión de dignificar el
estudio del derecho positivo, y por tanto, la necesidad de cambiar la denominación a Teoría
General del Derecho primero, y luego a Teoría del Derecho -no obstante se plantea una
imprecisión en los términos que afecta a la denominación de esta disciplina académica-.
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2. DERECHO NATURAL
El Derecho Natural, tal y como debe entenderse en esta asignatura, supone una superación y
una complementariedad de las teorías iusnaturalistas y de las teorías positivistas. Por un
lado, los iusnaturalistas no deben ser tan exigentes en la validez eterna y universal; y por otro, los
positivistas deben reconocer que su teoría es excesivamente reduccionista, pues la validez
jurídica de las normas y su eficacia social deben ser justificadas con referencia a valores morales
en torno a lo que se considera como regulación justa de una determinada sociedad.
La referencia al Derecho Natural sirve como la idea del Derecho justo al que debe tender y
aspirar el Derecho positivo; y sirve para cumplir unas funciones:
- La de ser el fundamento y la regla de valoración legitimadora del ordenamiento positivo.
- La de servir como teoría fundamentadota de los derechos humanos.
- La de servir de puente entre la moral y el Derecho; constituye, por tanto, un criterio de
valoración moral del Derecho y una traducción en términos jurídicos de los valores
morales.
El Derecho Natural, por tanto, es un importante mediador, en cada momento histórico y frente a
los problemas técnicos y prácticos de la experiencia jurídica y política, entre las exigencias de la
justicia y la legalidad; que se concebía como el conjunto de reglas que rigen la convivencia
humana, las cuales son justas y rectas, aunque la relación necesaria entre el ordenamiento
jurídico y la justicia sea problemática. Otros aspectos problemáticos son: la oposición entre el
Derecho Natural y el Derecho Positivo; y la defensa de la existencia de un orden de principios
para la ordenación justa de la sociedad inmutable y universalmente válido.
Por tanto, no se debe concebir el Derecho Natural como un conjunto de reglas o principios justos
por naturaleza, sino como una disciplina académica, polémica y necesaria, con algunas ideas
válidas y otras controvertidas, y cuya temática es muy importante para la sociedad, ya que
su pretensión es alcanzar la justicia, y para los juristas, pues estas ideas condicionan el
concepto de Derecho.
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No obstante, interrogarse respecto a un concepto no es lo mismo que interrogarse respecto al
significado de una expresión en otra lengua. Comprender un concepto y captar el significado de
una expresión es de un modo parcial, pero a la vez, decisivo.
Esta variedad de significaciones puede provocar confusiones, y se deduce que entre estos, se
producen relaciones características de los términos análogos. El principal problema es determinar
cuál es el más propio para cada momento.
Desde la perspectiva lógico-formal, el derecho objetivo es anterior al derecho subjetivo; y desde
una perspectiva estimativa, el derecho subjetivo es anterior a las normas.
En el concepto de Derecho como un sistema normativo positivo que intenta organizar la
sociedad convergen las tres perspectivas: la normativa, la social y la valorativa. Norma, hecho
social y valor, son las dimensiones esenciales del derecho, comúnmente aceptadas, que
definen al Derecho como un conjunto de normas vigentes en una sociedad para regular las
relaciones de convivencia según la idea de justicia.
Otras definiciones hacen hincapié en la dimensión axiológica: arte de lo bueno y lo justo. Y
como norma o ley:
o KELSEN: conjunto de normas que implican un orden de la conducta humana y constituyen
un ordenamiento jurídico.
o BOBBIO: conjunto de normas.
o DABIN: conjunto de reglas de conducta procedentes de la sociedad civil.
o IHERING: conjunto de normas sobre las cuales se ejerce la coacción en un Estado.
o BERGSON: armonía de libertades.
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o KANT: conjunto de condiciones bajo las cuales el arbitrio de cada uno se coordina con el
arbitrio de los demás según una ley general de libertad.
Por todo ello, indagar en el significado de derecho puede hacerse desde dos puntos de vista:
- Punto de vista lexicográfico: cómo se usa en el lenguaje ordinario, de manera
descriptiva o con valores morales; o en estudios sociológicos, históricos,… desde el
sentido positivista con la concepción iusnaturalista.
- Cómo debería usarse, de manera descriptiva, para ser usado como componente central
de la ciencia jurídica, para transformarlo en un concepto subjetivo y relativo.
- Las ventajas entre distinguir ser y deber ser, lo que el Derecho es y lo que debería
ser. Un iusnaturalista llama Derecho que es al que la gente cree que es Derecho, mientras
que al Derecho que debería ser lo considera el auténtico Derecho.
1. INTRODUCCIÓN
Las connotaciones emotivas de la palabra derecho se deben a que los fenómenos jurídicos
están estrechamente relacionados con valores morales, esto es, entre el Derecho y la Moral. Sin
embargo, tiene muchas variantes: las normas jurídicas reflejan los valores y aspiraciones morales
de la comunidad, deben ajustarse a ciertos principios morales y de justicia universalmente válidos,
y deben reconocer y hacer efectivas las pautas morales vigentes de la sociedad. Así mismo, no es
posible distinguir conceptualmente entre normas jurídicas y morales; ambas son aplicadas por los
jueces, recurriendo a las normas morales para resolver lo que no resuelven las normas jurídicas,
que deben ser obligatoriamente obedecidas; además, los jueces pueden negarse a aplicar lo que
contradice los principios jurídicos y morales. Por otro lado, la ciencia jurídica debe formular
principios de justicia, y un ordenamiento jurídico que no se adecue a los principios morales y de
justicia contenidos en la Constitución no puede calificarse de jurídico.
Estas tesis son independientes entre sí. Y en torno a estas gira la polémica entre iusnaturalismo y
positivismo. El iusnaturalismo acepta la conexión intrínseca entre derecho y moral, y el
positivismo jurídico lo niega.
2. EL IUSNATURALISMO
El iusnaturalismo sostiene dos tesis: una de filosofía moral, hay principios morales y de justicia
universalmente válidos y asequibles a la razón humana; y otra acerca del concepto de derecho,
una norma o sistema normativo no pueden ser calificados de jurídicos si contradicen los principios
morales o de justicia.
No obstante, se discrepa sobre el origen de los principios morales y de justicia que conforman
el Derecho Natural y cuáles son dichos principios. Estos son insuficientes para asegurar la
convivencia, por lo que es necesario reforzar la autoridad política y marcar una forma
determinada de gobierno que promulgue disposiciones que recojan principios que regulen las
cuestiones más técnicas, cuya solución no pueda inferirse directamente y que garantice el
cumplimiento de esos principios.
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2.1. PRECEDENTES
- Los presocráticos (Heráclito, Anaximandro,…): el mundo es muy diverso, pero tiene
que haber un principio de todas las cosas, consecuencia de un orden superior, el Cosmos.
- Los sofistas y Sócrates (s. V a.C.): el hombre es la medida de todas las cosas, pero hay
algo que permanece inmutable que se opone la ley humana para demostrar la artificialidad
de ésta. Por otro lado, Sócrates acepta la existencia de unos valores objetivos y de la ley
humana, cognoscibles para el hombre.
- Platón (s. V-IV a.C.): en un principio considera que las leyes escritas son innecesarias y
que los magistrados de caso según la Idea de Justicia; pero al final de su vida, afirma la
necesidad de las leyes escritas.
- Aristóteles (s. IV a.C.): distingue lo que es justo por naturaleza y lo que es justo por las
leyes humanas.
- Los estoicos (Zenón, Séneca, Marco Aurelio,…): diferencian ley universal o divina, ley
natural y ley humana, relacionadas entre sí y deduciéndose una a la otra. Y su
iusnaturalismo sirve como puente entre las concepciones grecorromanas y estoicas, y el
iusnaturalismo cristiano medieval.
- San Agustín (año 354-430 d.C.): diferencia entre ley eterna, ley natural y ley humana. La
ley eterna es ley porque se trata de un principio ordenador y es eterna porque es el plan
por el cual Dios realiza la Creación. La ley natural es la transcripción en la mente humana
de la ley eterna.
2.2. IUSNATURALISMO TEOLÓGICO
Su máximo representante fue Tomás de Aquino (1225-1274) para quien la ley es una especie de
regla y medida de los actos, al igual que la razón; luego la ley es algo propio de la razón. Si la
razón constituye la ley eterna, las leyes humanas son obra de la razón. De acuerdo con esto,
Tomás de Aquino propone una clasificación de las leyes:
- La ley eterna es la razón de la divina sabiduría en cuanto dirige todos los actos y
movimientos, es la ley que ordena el universo y que asigna a cada cosa su lugar y su fin,
cada criatura tendrá su grado de perfección de acuerdo al orden del universo. Esta sólo se
muestra plenamente a Dios y a los santos, pero los hombres pueden conocerla por sus
efectos. Todos los seres están sometidos a ésta, los seres irracionales de manera
inconsciente, y las personas de cómo racional.
- La ley natural es la participación de la ley eterna en la criatura racional; por lo que el
Derecho Natural es aquella parte del orden eterno del universo originado en Dios,
asequible a la razón humana.
- Las leyes humanas son también obra de la razón, y tendrán carácter de ley su derivan de
la ley natural. Una ley injusta no es ley, sino una corrupción de esta, pero no por ello
necesariamente inválida. Las leyes injustas deben ser obedecidas para evitar el desorden,
siempre y cuando no resulten contrarias a la ley divina.
Así mismo, Tomás de Aquino distingue tres principios innatos.
o Tendencia innata a conservar la vida desde el punto de vista del individuo y
mantenerlo en su naturaleza, en su ser.
o Tendencia innata a conservar la vida y la especie.
o Tendencia innata a buscar la verdad (Dios) y a vivir en sociedad.
Esto implica el ejercicio de la razón y el desarrollo de la penalización del asesinato y el suicidio en
el primer principio, fomentar el matrimonio y la formación de familias en el segundo, y la existencia
de autoridades como al Iglesia y el poder secular.
La gran culminación de esta corriente se produce en los siglos XVI y XVII, con Francisco Suárez,
que intenta mediar entre el intelectualismo y el voluntarismo, determinando que el Derecho
Natural es un verdaderos derecho, universal y necesario, puesto que es inmutable, y todo orden
jurídico positivo que no se adecue a este, no tiene fuerza obligatoria de derecho.
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existencia y la posibilidad de conocimiento de los valores. Es posible compatibilizar
esto con alguna tesis positivista.
Esto no sería aceptable para otros positivistas como Alf Ross o Kelsen, que sostenían
que los únicos juicios cuya verdad o falsedad es calificable racionalmente, son los de
contenido empírico. Como los enunciados morales no satisfacen esa condición, no
pueden calificarse como verdaderas o falsas.
Otros positivistas, creyeron la posibilidad de justificar racionalmente un principio moral
universalmente válido del que derivan todos los juicios valorativos; es el principio de
utilidad, que sostiene que una conducta es moralmente correcta cuando contribuye a
incrementar la felicidad del mayor número de gente.
2.7.2. Positivismo ideológico o pseudopositivismo, que defiende que el derecho positivo, por
proceder de la voluntad dominante, es justo, así como el derecho como conjunto de
reglas para la obtención de ciertos fines deseables (paz, justicia, certeza,…). Este
planteamiento se remonta a Lutero y la ideología del conservadurismo, lo que tiene
éxito está justificado porque Dios ha permitido que lo tenga, es decir, la ley es la ley (el
Derecho es el conjunto de normas impuestas por los que tienen el monopolio de
fuerza).
El positivismo ideológico pretender que los jueces adopten una posición neutra y que
decidan según el derecho vigente.
2.7.3. Formalismo jurídico o positivismo teórico: sostiene que el Derecho está compuesto por
preceptos legislativos, y que el orden jurídico es siempre completo, preciso y no
contradictorio. Y va unido al positivismo ideológico:
El positivismo ideológico defiende la sumisión de los jueces a los mandatos
legislativos, que el derecho sólo está compuesto por leyes, que ofrecen siempre una
solución unívoca y precisa.
2.7.4. Positivismo metodológico o conceptual: caracteriza el concepto de Derecho tomando
en cuenta las propiedades descriptivas (Kelsen, Hart o Bobbio). No implica una actitud
valorativa de cómo deben ser las normas jurídicas. Un iusnaturalista dirá que si el juez
está moralmente obligado a desconocer una norma, esta no es una norma jurídica. Y
un positivista ideológico dirá que si una norma es un norma jurídica, los jueces están
obligado a aplicarla.
2.7.5. Positivismo institucional o neoinstitucionalista: pretende superar la alternativa entre
normativismo y realismo. Concibe las normas como informaciones prácticas que
orientan la conducta humana y determinan la importancia de una institución (nada que
ver con el institucionalismo). La norma incluye principios, valores o fines, precedentes
judiciales, la ciencia jurídica,… o incluso las consideraciones de lege ferend. Según
MacCornick, un sistema de opresión no sería estable si no estuviera enraizado con los
valores del grupo dominante, por lo que demuestra una relación entre derecho y moral.
Sin embargo, tras negar la existencia de principios universalmente válidos, realiza una
crítica moral permanente; afirma que el legislador no puede determinar el contenido del
Derecho; y sostiene la necesidad de un sistema de normas coherente y ordenado.
Esta ideología es la del constitucionalismo, que compromete una concepción del
Estado como institución que aspira a ser un orden moral. Las normas que identifican la
autoridad legislativa y que aportan los criterios últimos de validez del sistema son
costumbres constituidas mediante juicios prácticos compartidos sobre la necesidad de
asegurar la convivencia. Para MacCornick, detrás del Derecho Constitucional está l
razón práctica colectiva, es decir, las convicciones ético-políticas básicas de la
sociedad.
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y Moral, muy próxima a la del positivismo: el deber no es más que la necesidad para un
hombre de comportarse de tal modo que el Tribunal no le imponga una sanción. Por
otro lado, Holmes, ve en la actividad judicial la aplicación de lo que es conveniente
para la comunidad, adoptando un compendio de la moral social.
Esta teoría es de inspiración pragmática y sociológica, que asume por objeto las reglas
efectivas (law in action).
2.8.2. Realismo jurídico escandinavo: rechaza no sólo el formalismo sino también el
iusnaturalismo. El Derecho es un fenómeno psíquico colectivo que consiste en asumir
la existencia de deberes y derechos subjetivos. Es considerado un fenómeno de la
imaginación, racionalmente injustificado; por lo tanto, son creaciones arbitrarias,
debidas a un uso erróneo del lenguaje, y a la superstición. El Derecho es una idea
mágica, mística, y falsa, a la cual no le corresponde nada real.
Lo que unifica ambas corrientes es su escepticismo ante las normas. Sus argumentaciones
presuponen la existencia de sistemas jurídicos distintos, y coinciden en que el Derecho
continental, ha dado a los distintos sistemas jurídicos y a las normas, una serie de características
formales que no siempre poseen, adquiriendo así toda la imprecisión del lenguaje.
Según Lewellyn, las reglas son importantes en la medida en que nos ayudan a predecir las
decisiones judiciales, estas son, las reglas efectivas; por tanto, el Derecho es la revisión de los
que harán los Tribunales, y tiene una finalidad utilitarista.
Para el individuo que sólo se preocupa por evitar las consecuencias desagradables, tiene sólo
interés en prever qué actos puede realizar imprudentemente sin castigo de los jueces (hombre
malo). Y para el individuo que quiere cumplir con su deber independientemente de las
consecuencias, en lo único en lo que tiene interés es su cuestión moral (hombre bueno).
Además, afirman que se debe construir una ciencia jurídica que describa la realidad jurídica con
proposiciones empíricamente verificables, ya que se buscan hechos sobre los cuales emplear las
decisiones judiciales. Nos hablan entonces de la Ciencia del Derecho, es decir, de la actividad de
los juristas. La Ciencia jurídica predice las pautas que van a ser usadas por los jueces como
fundamento de sus sentencias, y por tanto, este conjunto de pautas que probablemente se
utilizarán es el Derecho vigente (Alf Ross).
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- Critical Legal Studies: o Estudios Jurídicos Críticos, es el movimiento norteamericano
surgido a finales de los setenta como plataforma política para la izquierda en las
Facultades de Derecho de EEUU. Sus objetivos están orientados al realismo jurídico, al
neomarxismo, al posestructuralismo, al posmodernismo o al feminismo (por ejemplo: David
Kennedy, Duncan Kennedy,…). Y su cohesión no es tanto intelectual cuanto política (en un
sentido de valores y actitudes de izquierda compartidos o de activismo) y sociocultural (por
ser una red de relaciones entre académicos que generacionalmente comparte la herencia
del radicalismo cultural de finales de los años 60, de la Nueva Izquierda Americana).
Renuncian a difundir la teoría correcta para la transformación social, pero emprenden la
tarea de organizar a la izquierda académica, y enseñar el Derecho, criticando la orientación
profesional de las Facultades como fábrica de abogados. Critican además a la razón
jurídica, desvelando las contradicciones lingüísticas y valorativas en diversos sectores
jurídicos, y la falsa autonomía del Derecho.
Su trabajo es, por tanto, fundamentalmente interdisciplinar y ecléctico.
- Teoría del Derecho feminista: disciplina jurídica que considera al patriarcado, como un
sistema de dominación que relega a la vida doméstica a las mujeres en tanto que los
varones se desarrollan en la vida pública y así se perpetúa la subordinación de las
mujeres. Sus reivindicaciones están dirigidas hacia la igualdad de trato, la
autodeterminación sexual, lucha contra el acoso, la pornografía y la violencia doméstica,…
Señalan además, que el Derecho adopta un punto de vista masculino, bajo una apariencia
de neutralidad, imparcialidad o abstracción de las formas. Niegan, por tanto, la neutralidad
y la objetividad de la norma jurídica. Las mujeres quedan relegadas al ámbito doméstico y
privado, siguiendo los sentimientos y la ética del cuidado; mientras que los hombres,
pertenecen al ámbito público y siguen la ética de la justicia. Por tanto, la discriminación
tiene origen en el prestigio o desprestigio de los rasgos de cada género.
Así consideran, que en caso de conflicto, ha de prevalecer la perspectiva femenina, por ser
más objetiva.
- El protagonismo de los jueces se ha visto favorecido por estas teorías antiformalistas, que
consideran que se ha erosionado los valores de seguridad y certeza jurídica. Señalan
además, que han aparecido dos fenómenos que han derrumbado la situación privilegiada
de la ley impersonal y abstracta, y son: las Constituciones normativas y garantizadas, de
rango supralegal y directamente exigibles, y que concentra los grandes valores
socialmente aceptados; y la incontinencia legislativa, expansión desmesurada de las
materias que son objeto de regulación, exceso de reglamentaciones, incongruencias,
contingencia y provisionalidad.
Los jueces deben recuperar la tarea de hacedores del Derecho y guardianes de la libertad,
suplantando el Derecho legal por el Derecho judicial, ya que el modelo de poder legislativo
ha acabado por convertir a los jueces en señores del Derecho. De esto surge la tendencia
moderadora de los excesos del antiformalismo, o procedimentalismo, que propone
garantizar el ejercicio pleno de todos los derechos y libertades fundamentales a través del
equilibrio entre los miembros de la sociedad democrática.
2.10 LOS JUECES EN EL ESTADO CONSTITUCIONAL
La tradición consideraba al juez como mero ejecutor de las normas elaboradas por los gobiernos,
esto es un juez como funcionario dependiente del poder ejecutivo. Frente a esta concepción
napoleónica, la tradición anglosajona les considera como técnicos con experiencia práctica,
liberados de controles corporativos, y menos apegados al poder y más con la sociedad civil.
La democratización de la vida política y las transformaciones han hecho posible la apertura del
Derecho y de los juristas a la realidad social multiforme.
Actualmente los jueces son titulares de un poder del Estado y han incrementado su participación
en el ámbito de la política, protegiendo los derechos fundamentales y creando Derecho. Hoy se
reconoce la función política del juez. Frente a posturas positivistas o realistas extremas, la
argumentación jurídica se concibe como una argumentación moral especial, ya que ha de
considerar principios, propósitos, exigencias de justicia, equidad y moral positiva, y diversas
circunstancias.
Así mismo se produce una rematerialización constitucional, es decir, las Constituciones no se
limitan a contener procedimientos y estructurar la organización institucional, sino que tienen
valores, principios y derechos; y el desbordamiento del Derecho Constitucional. Es por tanto una
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nueva teoría del Derecho, con la consecuente transformación del papel del juez, en la que la
Constitución está por encima de la Ley y la intervención del juez es omnicomprensiva y
fundamental. No obstante, la Ley ha dejado de ser el único parámetro para la resolución de
conflictos, y es la propia Ley la que se confronta con la Constitución, ya que incorpora valores
plurales que pueden ser tendencialmente contradictorios.
El Estado Constitucional ha limitado al legislador, pero ha dado mayor libertad a la interpretación
judicial. Dos de los más importantes problemas que surgen con estos cambios son:
- Judicialización de la política: actualmente los dirigentes de los partidos políticos tienden a
recurrir a los Tribunales de Justicia para resolver conflictos extrajudiciales, siendo reacios a
asumir responsabilidades políticas. Esto ha producido una ampliación de las actividades de
los jueces, así como, la creciente intervención del Estado en la vida económica y social, la
dispersión del poder, y el incremento de la litigiosidad individual y colectiva. Parece que
esto asegura una mayor protección de los derechos de los ciudadanos, pero se pueden
producir serios peligros: criminalización de la responsabilidad política al servicio de oscuros
intereses profesionales, tentación del estrellato por parte de algunos jueces, selección de
casos según su repercusión mediática, invasión de los mass media, y vulneración del
secreto del sumario, y de la presunción de inocencia. De ello deducimos que el poder
judicial también tiene que estar limitado.
- Politización de la justicia: con la corrupción de las costumbres, extrayendo el sentido
profundo de la división de poderes y de la tarea judicial neutral independiente (reservar
cuotas, exigir fidelidad a los magistrados, sobornos, etc.).
2.11 APUNTE SOBRE LAS TRANSFORMACIONES DEL DERECHO ACTUAL. GLOBALIZACIÓN
Los cambios producidos por la globalización afectan también a las relaciones sociales,
económicas, tecnológicas, culturales, y medioambientales. Se producen cambios en las relaciones
internacionales, las cuestiones sobrepasan las fronteras y se han reavivado los movimientos
nacionalistas disgregadores (muchos de ellos han derivado en terrorismo). Así mismo se han dado
pasos para construir organizaciones supranacionales.
Respecto a la evolución del Estado de Derecho, éste ha desembocado en un constitucionalismo
contemporáneo, que ha reducido cambios tanto en el Derecho público, como el Derecho privado.
- Transformaciones en el Derecho público.
o Tránsito del Estado legislativo de Derecho al Estado constitucional de Derecho.
La validez de las normas deriva de procedimientos extrínsecos, no se tiene
en cuenta para la validez si la norma es justa; la ciencia jurídica deja de ser
normativa y pasa a ser expositiva; y el juez está sujeto a la Ley, la aplica y
su capacidad creadora está reducida o negada.
La validez de las normas depende de que hayan satisfecho los criterios
constitucionales; la ciencia jurídica puede ser criticada; y el juez interpreta
las leyes conforme a la Constitución, esto es, crea Derecho.
o Consecuencias del cambio
Crisis del principio de legalidad (exceso de leyes, inestabilidad de
las normas por los continuos cambios, contradicciones, etc.)
Intrusismo de poderes y ruptura de la división de poderes ya que no
hay una clara distinción entre ellos, perdiendo la certeza del Derecho.
Irrupción de nuevos poderes normativos (infra y supra estatales) y
perdida del monopolio del Estado en la producción legislativa a favor de
poderes externos no sujetos al control de constitucionalidad.
Exceso de juridificación de la vida social: el Derecho penetra en la
vida a medida que se pierde la confianza en las relaciones personales. Por
un lado se pretende una intromisión emancipatoria y por otro se pretende
crear leyes que afecten a cuestiones particulares.
o La propuesta
Refundar el Estado legislativo de Derecho con un refuerzo de legalidad:
Ferrajoli insiste en la necesidad de la existencia de grandes cuerpos de leyes
coherentes.
Reducir la burocracia facilitando la participación de los afectados por las
reformas en materias sociales.
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Democratizar las instituciones supranacionales, asegurando el control de los
poderes.
- Transformaciones en el Derecho privado.
o Perdida del modelo de legitimación del Derecho privado y tensión entre los
Códigos (concepción liberal) y las leyes complementarias del Estado Social; la
autonomía privada se limita por objetivos materiales;
o Se pierde el modelo de explicación y argumentación jurídica, mayor flexibilidad.
o Perdida de intimación al cumplimiento de las normas: auge del arbitraje y de la
autorregulación. El Estado no tiene el modelo de producción normativa, sino los
propios interesados, los que se autorregulan. Esto configura el soft law,
Derecho dúctil o blando, flexible y volátil. Por tanto el Derecho rígido ha pasado
a ser Derecho dúctil.
o Perdida del modelo profesional de los expertos en Derecho. Junto a los
abogados aparecen otros profesionales, surgiendo una nueva empresa de
servicios.
o Deshumanización del Derecho en el sentido de que las leyes y las resoluciones
judiciales importantes se orientan a las personas jurídicas, estados, grandes
masas, etc.
- Globalización.
El termino globalización designa la expansión mundial del mercado. Las circunstancias actuales
nos hacen rechazar ideologías que consideran el mejor modo de ordenación social la no
introducción de flujos espontáneos en el mercado.
La globalización es el conjunto de procesos económicos, políticos, sociales y culturales que
convergen con una ideología del capitalismo neoliberal. Afecta a todos los sectores, incluido el de
el Derecho, que ha obligado al Estado a interactuar en plano de igualdad con agencias
administrativas, corporaciones y redes regulatorias transgubernamentales descentralizadas y
flexibles. Se fragmentan y se multiplican las esferas de producción normativa, y surge el Derecho
informal y versátil. Sousa Santos distingue tres formas de Derecho, local, estatal y global; cuya
relación es estrecha. Distingue además seis formas normativas diferentes: Derecho doméstico, de
la producción, del intercambio, de la comunidad, territorial o estatal y el sistémico o global.
Por otro lado, algunos elementos que perturban la seguridad jurídica son: la opacidad en los
procesos de producción de normas, carencia de garantías jurisdiccionales, etc. que hace quebrar
la racionalidad formal propia de un Estado de Derecho y la racionalidad sustantiva del estado
social.
El Derecho se produce en cada sociedad concreta, por los grupos y fuerzas que operan en ella.
La existencia de una sociedad requiere reglas jurídicas, esto es, dónde hay sociedad hay
Derecho. Sin embargo, esta explicación no legitimiza el acatamiento de estas reglas.
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La vida de los primitivos grupos humanos estaba regida por una serie de normas
consuetudinarias, por lo que siempre habría existido el Derecho. Estas normas forman
un régimen jurídico rudimentario, un proto-derecho, y no fueron impuestas por ningún
aparato coercitivo organizado, sino por la reacción colectiva del grupo. Son normas
instintivas, de hábito, como fenómeno psicológico fundamental de repetición y
imitación, limitadas por el temor religioso.
Estas teorías coinciden en que el Derecho surgió de forma espontánea, siendo la
costumbre la única fuente del Derecho. Las normas consuetudinarias son mandatos
divinos y el Derecho es sumamente formalista en la realización de actos jurídicos. Se
reconoce así la confluencia de varios factores: un esfuerzo de abstracción, unas
condiciones económicas favorables y un territorio circunscrito.
Tras una lenta evolución, comenzaron a destacarse los primeros jefes, con funciones
redistribuidoras y religiosas.
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*Usos del concepto comunidad*
o Desde un contexto de la filosofía moral: comunidad es la justificación de que
en la vida social, los individuos están ligados unos con otros por medio de
orientaciones axiológicas comunes.
o En la sociología: la comunidad es un concepto que resalta la posibilidad de
formar grupos para eludir el aislamiento social.
o En el contexto político, determinadas formas de participación comunitaria
deben formar parte de las condiciones de una democracia vital.
- Relaciones asociativas (Gesellschaft): tienden a una compensación o unión de intereses,
de tal modo que el elemento primordial sea la ventaja o beneficio de los participantes, esto
es la ambición de poder. Se basan en valores útiles que sólo pueden ser repartidos. En
estas relaciones importa el resultado y les son extrañas las consideraciones morales o
afectivas. Se dan en sociedades burguesas o capitalistas, y la intervención del Derecho es
imprescindible para señalar los límites o competencias de cada participante y establecer el
equilibrio.
Su estructura es compatible con la jurídica, con las relaciones societarias, cada parte
recibe un equivalente, en este caso, su derecho.
- Relaciones de lucha: son características de las clases sociales. Las clases no son
estamentos, no son posibles tras haber suprimidos los privilegios estamentales. Y solo el
factor económico puede diferencia una posición de otra. Karl Marx distinguió tres clases
formadas por propietarios de simple fuerza de trabajo, los propietarios de tierras y los
propietarios de capital. Pero no previó la aparición de una nueva clase media, a la que
pertenecen trabajadores a sueldo no manuales, cuyo objetivo es aumentar sus ingresos y
no de quien el propiedad los medios de trabajo.
No se puede atender únicamente a las relaciones de producción, pues se llega sólo a un
concepto económico de clases; sino que debemos atender al modo de vida, al modo de
gastar los recursos y cómo se adquieren.
Existe además, una posibilidad de cambio de clase, que posibilita la existencia de clases.
El concepto de estas no supone una elaboración mental ni una simple distinción entre
capitalistas y proletarios, pero una característica de las clases sociales es la lucha entre
ellas. La razón de esta lucha está en el conflicto de intereses, que en principio obedecen a
razones económicas y que van adquiriendo conocimiento de sus propios intereses,
adquieren conciencia de clase.
Actualmente, los conflictos políticos y los laborales, se reconducen jurídicamente. Además,
la precarización del trabajo y la sustitución de los ambientes tradicionales de asignación de
estatus están acabando con la estabilidad de las instituciones familiares. Las señas de
identidad no se encuentran en las clases, pues existe una diversidad cultural.
- Relaciones de dominación: estas relaciones se caracterizan por la presencia de fuerza y
poder en una de las partes, es decir, la capacidad de hacer que otra personas hagan
aquello que queremos que hagan. Max Weber distingue entre:
o Poder o Macht: poder de hecho, es la probabilidad de que en una relación social
una de las partes pueda llevar a cabo su propia voluntad a pesar de resistencia.
o Autoridad o dominación, Herrschaft, es la probabilidad de que una orden dada,
de contenido específico, sea obedecida por un grupo de personas, sin recurrir a
la fuerza.
Weber intenta distinguir en todas las relaciones sociales intereses materiales o
motivaciones y orientaciones valorativas o creencias, de tal manera que cuando se da una
relación de autoridad, la obediencia a esta tiene lugar en un cierto acuerdo.
Los gobernantes pretenden tener una autoridad legítima para dar órdenes y ser
obedecidos; y los gobernados obedecen las órdenes de los gobernantes porque son
legítimas.
Las órdenes pueden obedecerse por consideraciones utilitarias, de ventajas o
inconvenientes; o por mera costumbre, afecto o inclinación personal; pero cuya dominación
sería muy inestable. Para Weber, la dominación suele apoyarse interiormente en motivos
jurídicos, en su legitimidad. Sugiere además, tres tipos de legitimidad:
o Tradicional: se basa en creencias establecidas acerca de la santidad de
tradicionales inmemoriales, y la legitimidad de quienes ejercen autoridad en este
17
marco sacral. De modo que éstos, si ocupan una posición superior de mando con
una larga tradición, sus órdenes tendrán mayor probabilidad de ser obedecidas,
debido al carácter sagrado de la tradición (monarcas absolutos o régimen islámico)
o Carismática: se basa en las cualidades excepcionales que hacen que una persona
sea aceptada como líder.
o Legal-racional: se basa en la creencia en la legalidad de las pautas, de las
disposiciones normativas; y es el derecho de las personas a quienes se ha
otorgado la autoridad bajo estas disposiciones. Esta legitimidad no se encuentra
antes de Estado, pues va asociada al Parlamento.
*Críticas a la legitimidad*
Carl Schmitt niega la identificación de Weber entre legalidad y legitimidad, con lo que acaba
vaciando de sentido toda la ideología democrática. El Estado de Derecho en Europa en el siglo
XIX es el Estado de legislación: quienes ejercen el poder o autoridad hacen valer las normas
vigentes. Vacía de contenido además, al parlamentarismo, y sienta las bases para la justificación
de la legitimidad de las decisiones tomadas por el representante del pueblo que vulnera los
derechos humanos (el nazismo).
Seymur Lipset que considera que la legitimidad sufre cuando los gobiernos no tienen soluciones
eficaces para los problemas y los conflictos están muy presentes (como el terrorismo).
El Capitalismo tardío: con los procesos de concentración de empresas, de la organización del
mercado y una creciente intervención de Estado, se produce una quiebra de la legitimación legal o
racional. No sólo porque las leyes cambian muy rápidamente, sino porque cuestiones de gran
interés general no son tomadas por los representantes del pueblo, sino por el Ejecutivo. Así como
a la aparición de un cuarto tipo de legitimidad, la tecnológica: es legítimo lo que es eficaz, y es
eficaz lo que promueve y asegura el desarrollo técnico económico. Esta se basa en intereses
concurrentes (son razones utilitarias, que para Weber, suponían inestabilidad). Por ello, no hay
una auténtica fundamentación de las relaciones de poder basada en esta legitimidad; y para
recuperar los valores se propugna un retorno a la idea griega de virtud y del espacio público.
* El republicanismo cívico*
Su idea fundamental es fomentar la participación de los ciudadanos en la vida política, esto es, la
virtud cívica. Podemos pensar en tres modelos de democracia:
o El modelo liberal: es individualista, procedimental y legalista, que considera que se puede
construir la vida sin virtud: Hobbs cree que puedo imponer mis intereses generales por la
fuerza (poder absoluto); y Montesquieu, que un Estado de Derecho, tiene pesos y
contrapesos, una situación de apatía que intenta volver a la virtud, y en la cual, la
solidaridad se basa en los intereses; por lo que se introduce una ideología que fomenta la
participación política a parte de mantener las propias creencias.
o El modelo comunitarista: donde los sujetos de derecho son las comunidades. Y que
considera que se puede construir la vida con virtud (antiliberales): Aristóteles pide la
participación en la política y esfuerzo, al igual que Maquiavelo, pero este es elitista. Por
otro lado, Tomás de Aquino, exige reconocer que existe alguien preparado para participar
en la política, este es el sabio, y cuál es la posición jerárquica o comunitaria de cada uno.
o El modelo republicano: donde predomina el igualitarismo, el solidarismo y la participación
ciudadana. La necesidad de la participación ciudadana surge a partir de la desmotivación
política, y la libertad negativa, la cual alienta a los ciudadanos a que se aparten de la
toma de decisiones de la comunidad, ya que sólo interesa que se garanticen sus derechos
y libertades individuales. Frente a esta libertad negativa, está la libertad positiva, que se
refiere a la concepción política de la posibilidad de participación en la política de manera
efectiva. La práctica de esta participación es un logro moral, que depende de la voluntad
de cada ciudadano.
El republicanismo propone una selección constante de la responsabilidad moral entre
ciudadanía, esto es, formar una clase cívica, y superar las diferencias entre libertad
positiva y libertad negativa. El republicanismo pide una buena conducta pública, obediencia
a leyes legítimas y participación en la cosa pública. La virtud republicana exige tolerancia,
espíritu público, exigencia de información, y sacrificio y entrega por parte de todos. De ahí
a que sea un modelo redistributivo.
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LECCIÓN 5: EL DERECHO Y LOS USOS
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LECCIÓN 7: LA MORAL Y EL DERECHO
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Del decoro o decorrmaum: son pautas bilaterales, del fuero externo, no
coercibles y positivas. Las reglas del decoro o usos garantizan la amistad y se
resumen en: haz a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti.
Así mismo, Thomasius maneja los criterios de foro interno o conciencia y foro externo o la
exteriorización de la conducta. Considera que la norma debe estar dirigida a estos foros
interno o externo, y debe imponer deberes perfectos (que se puedan exigir con sanciones)
o deberes imperfectos (cuya sanción no está garantizada).
Por otro lado, el Derecho es heterónomo, porque el mandato procede de fuera de nuestra
conciencia; obedecemos las normas del Derecho para obtener beneficios o para evitar
castigos.
Mientras la Moral se quía por este imperativo, en el Derecho, el imperativo es hipotético o
condicionado. La máxima que rige el mundo jurídico es también hipotético: obra de tal
manera que el uso de tu libertad pueda coexistir con la libertad de los demás, según una
norma universal de libertad. La moral se dirigir hacia la libertad interna y el Derecho a la
libertad externa, ya que es coactivo.
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7.2. PLANTEAMIENTO DEL POSITIVISMO Y EL CONTEMPORÁNEO SOBRE LA RELACIÓN
ENTRE DERECHO Y MORAL.
2. Pensamiento de Hart.
H.L.A. Hart considera que hay una conexión entre el Derecho y la Moral, pero esta conexión no es
necesaria. Hart distingue entre reglas primarias y reglas secundarias, usando dos diferentes
criterios de distinción. En primer lugar, las normas primarias imponen obligaciones, mientras que
las secundarias confieren potestades. Uno de los aportes más interesantes de la teoría jurídica
Hartiana es su crítica a la noción kelseniana de Grundnorm. Hart criticó a Kelsen y sugirió que la
norma básica de todo ordenamiento jurídico no era una presunción sino un hecho: la regla de
reconocimiento (aquella que sirve para identificar las normas que pertenecen a un mismo sistema
jurídico.
Para apoyar su ideología, aporta una serie de argumentos:
- Reconoce la importancia que tiene la estabilidad del sistema que los ciudadanos
funcionarios, y jueces crean en la obligatoriedad moral del Derecho, aunque también se
puede imponer a los que no lo creen.
- Afirma literalmente que el Derecho de todo Estado Moderno muestra la influencia de la
moral socialmente aceptados y de ideales moralmente elevados.
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- Distingue entre la Moral social como el conjunto de convicciones morales compartidas por
la mayoría del grupo social, y los ideales o creencias individuales.
- Reconoce la importante conexión entre el Derecho y la Moral ya que los jueces, al
interpretar las leyes, optan por darles el sentido que mejor se ajuste a la opinión
mayoritaria o bien según sus criterios morales particulares. Su interpretación es por tanto
valorativa, y en caso de lagunas o hard cases, el juez puede hacer lo que quiera, saliendo
del Derecho Positivo. El juez es discrecional en sentido estricto.
- Entiende que hay sistemas jurídicos permanentes y estables. No es ineludible la relación
entre el Derecho y la Moral para que el primero sea necesario.
No obstante, surgen críticas a esta teoría, sobre todo de la mano de Ronald Dworkin, que
cuestiona la metodología usada por Hart para describir los sistemas jurídicos y critica el concepto
de derecho aplicable para todas las sociedades y todos los tiempos que propone Hart. La labor de
la Filosofía no es la descripción neutral de los fenómenos jurídicos sino la búsqueda del mejor
concepto de derecho según las circunstancias históricas.
4. Ronald Dworkin
En su libro Los derechos en serio (1977) defendió su tesis de que el Derecho son normas más
principios y va a criticar la rígida separación entre el Derecho y la Moral de Kelsen y Hart. Para
estos, solo son Derecho las normas, conforme a los criterios de la Grundnorm (Kelsen) y a la rule
of recognition (Hart). Para Dworkin, esto produce una brecha insalvable entre Derecho y Moral, y
esto quiere decir que los jueces pueden hacer lo que quieran. En su planteamiento positivista,
Dworkin considera que no es posible incluir valores particulares en el Derecho y que cuando la
norma tiene varias interpretaciones siempre hay una más correcta que las otras.
Además, las interpretaciones de los jueces están siempre medidas por principios, esto es, los
jueces tienen una capacidad discrecional en sentido débil, en un contexto de principios de
moralidad pública. La interpretación tiene que adecuarse a la opinión socialmente compartida.
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Estos principios, son modelos de conducta para puntos no concluyentes en los que no hay ningún
precedente, que permiten al juez interpretar con libertad: los jueces deben hacer caso omiso de
las cláusulas contractuales que se ofrecen a las partes, y pueden negar la validez de éstas si se
demuestra que no hay condiciones de igualdad. Los principios son necesariamente parte del
Derecho y están vinculados con la moral social.
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- La heteronomía y la autonomía
Si el autor de las normas es el mismo sujeto al que va dirigida la norma, hablamos de autonomía.
Y si el autor de la norma es distinto al obligado, es heteronomía.
Los mandatos morales emanan de la conciencia y los mandatos jurídicos del Estado.
Respecto a la Moral, no cabe entender por autonomía que cada individuo se de sus propias
normas sin el control de nadie, sino que asumimos los valores de la sociedad, esto es, nuestras
convicciones se nutren de la moral social (Kant).
La autonomía significa obrar reflexivamente, teniendo en cuenta las condiciones de igualdad, de
plena información,… estos son criterios ideales (Habermas). No importa que el individuo discrepe
o siga con la decisión, sino que siga un procedimiento reflexivo.
Por otro lado, le Derecho no es totalmente heterónomo, porque la autonomía se encuentra
también tanto en el Derecho Público como en el Derecho privado. En el privado rige el principio de
autonomía de la voluntad en el contrato (intercambio de voluntades); y en el público, en el Estado
democrático las normas son creadas directa e indirectamente por los representantes de los
ciudadanos.
- Bilateralidad y unilateridad (G. del Vecchio)
La regulación jurídica es bilateral porque el Derecho pone frente a frente al menos a dos partes. A
una le impone un deber y a la otra se le concede una facultad correlativa, esto es, un derecho
subjetivo. Aquí, interviene un sujeto activo (que puede exigir el cumplimiento de algo) y un sujeto
pasivo (sobre la cual le cae el deber).
En la Moral, se imponen deberes sin posibilidad de exigir su cumplimiento. También pretende
regular toda la conducta humana. Aurelio Arteta en el Saber del Ciudadano reconoce que como
ciudadanos podemos exigir la educación cívica de vuestros conciudadanos y sostiene que los
deberes morales son exigibles. Mientras que los derechos subjetivos son exigibles, los derechos
morales no se pueden hacer prevalecer en los tribunales.
- Internalidad o externalidad (Thomasius).
La Moral regula exclusivamente el interior y el Derecho el exterior. Esto es falso según Thomasius,
porque no hay dos tipos de conductas, sino una sola conducta con dos dimensiones. Cualquier
norma tiene una raíz interna y una externa.
Por un lado, las reglas morales no se limitan a decidir si somos buenos o no, sino que pretenden
que asumamos internamente los valores para cambiar el mundo.
Y por otro lado, el Derecho también afecta al aspecto interno en cuanto se delimita la culpabilidad,
definiendo la intencionalidad, y cuando pueda constatarse por indicios externos, o cuando ello
resulte relevante para obtener la finalidad del Derecho, que es asegurar la convivencia y la paz, no
hacernos mejores personas ni hacernos felices (no en un aspecto paternalista). Así mismo, en el
Derecho Civil, se atribuyen efectos distintos entre la buena y la mala fe.
28
Estas definiciones se centran en la estructura del Derecho, por lo que es necesario hacer un
análisis funcional del Derecho, gracias a:
- El desarrollo de la Sociología del Derecho como disciplina científica, sobre todo después
de la II Guerra Mundial.
- La tendencia a conseguir la cohesión social por parte de las sociedades avanzadas
mediante métodos preventivos. Así, el Derecho pierde su función propia desplazado por
los medios de comunicación de masas, que tratan de prevenir las reacciones sociales.
- La existencia de funciones negativas del Derecho. Por ejemplo, el Derecho Penal y la
legislación penitenciaria.
- El intervencionismo del Estado Social hace aparecer nuevas funciones del Derecho:
promocional, y distributiva de bienes y cargas.
Al plantearse las funciones del Derecho en un contexto social, debemos analizar las instituciones
y las normas jurídicas. Por un lado, se mantiene que el Derecho cumple una función propia y
exclusiva, esencia o específica de este. La concepción marxista, por otro lado, considera que la
función del Derecho, como orden coactivo, es la del dominio de clase o la protección de los
intereses de una clase frente a otra, a la vez que encubre la explotación capitalista. Esta es una
función de dominación y una función ideológica de enmascaramiento. Y por último, se considera
que el Derecho es una técnica de organización social y un medio para dar lugar a otras funciones.
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d) Por su naturaleza: la norma jurídica se prescribe, y sólo puede ser definida como
justa o injusta, eficaz o no eficaz, razonable o no; y la proposición normativa, que
puede ser verdadera o falsa según incurra o no en un error lógico.
10.1.2. El lenguaje prescriptivo
La norma jurídica, desde una perspectiva lingüístico-formal se presenta como una proposición,
como una secuencia de palabras dotadas de significado. Las proposiciones se clasifican en:
- Proposición descriptiva o informativa: para describir la realidad, que puede ser verdadera o
falsa. Por ejemplo: está lloviendo.
- Proposición valorativa: que emite un juicio de valor, y es expresiva cuando se exteriorizan
sentimientos y emociones. Por ejemplo: no es bueno que llueva tanto.
- Proposición directiva o prescriptiva: se utiliza con la intención de influir en el
comportamiento de los demás. Por ejemplo: debes llevar el paraguas. Y puede tener
diversos enunciados o formas gramaticales. Las proposiciones prescriptiva son exigen
expresarse en una forma gramatical imperativa, este es útil si se pretende influir en la
conducta de otros, pero no es la única forma que ahí ni la más eficaz.
Ejemplos de este tipo de proposición serían las reglas o las normas jurídicas, por cuanto
pretenden influir en el comportamiento ajeno.
- Uso realizativo del lenguaje: no transmitimos información ni tratamos de influir en el
comportamiento, sino que presupone algún tipo de contexto institucional definido mediante
reglas institucionales o constitutivas. Por ejemplo, sólo en el contexto de la institución del
matrimonio, se comprende el sí quiero.
Las tres primeras clases de proposiciones no son excluyentes entre sí, puede darse en una misma
expresión varios tipos de proposiciones.
10.2.2. Generalidad
Distinguimos entre generalidad y abstracción; generalidad como carácter de la norma en cuanto
que va dirigida a una pluralidad de sujetos; y abstracción, aludiendo no tanto a una pluralidad de
personas sino a situaciones frecuentes, reguladas y concebidas con independencia de la persona,
esto es, a una categoría o clase de acciones.
Respecto a la generalidad, no todas las normas poseen esta característica, pero que incluso en
los privilegios hay también una aplicación de generalidad, ya que estos, son una excepción y dan
una solución diferente sin provocar abuso de poder.
Sin embargo, es una característica de la norma jurídica ya que protege valores fundamentales de
la sociedad: la imparcialidad, la igualdad, y la seguridad jurídica.
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Según Bobbio, es una característica ideal, un rasgo que ha de tener la norma idealmente justa.
Porque esta característica redujo la arbitrariedad judicial, de ahí a que la ruptura con el Antiguo
Régimen fuera con el Estado de Derecho.
En el actual Estado Constitucional, la generalidad puede ser suplida por el principio de igualdad.
10.2.3. Imperatividad
Es una característica interna de la norma que justifica acudir al uso de la fuerza. El imperativo
jurídico es dictado por quien tiene el poder, no exige convicción interna y basta con su
cumplimiento. Casi todas las normas nos obligan, pero no todas tienen la misma fuerza:
- Normas declarativas: aclaran, describen y definen. Estas son parte de un ordenamiento
jurídico, y son también imperativas, porque implican un mandato dirigido a los jueces.
- Normas permisivas: el permiso débil es la mera ausencia de norma, por lo que es
discutible que una conducta esté permitida sólo porque no está prohibida; y el permiso
fuerte o en sentido estricto, se basa en una norma que autoriza expresamente la
realización de una conducta.
- Normas derogatorias: suprimen, extinguen o hacen desaparecer una norma; e implican un
mandato dirigido a los jueces y un mandato expreso de que se cumpla la nueva
legislación.
10.2.4. Inviolabilidad
A pesar de las infracciones o delitos, la norma permanece. Un delito representa un
quebrantamiento de una norma pero el ordenamiento en su conjunto permanece, luego es una
característica más bien dirigida al ordenamiento jurídico.
10.2.5. Alteridad
La norma jurídica regula relaciones entre dos o más personas, regula las acciones del ser humano
social. Se habla de una bilateralidad porque relaciones un agente y un destinatario de la norma; y
de una bilateralidad intrapersonal, entendiendo por tal que algunos derechos se conceden a
alguien a la par que se le obliga con otros (patria-potestad, tutela, representación legal,…).
10.2.6. Coercibilidad
Es la posibilidad de movilizar los medios del ordenamiento jurídico para que se observe una
conducta o para aplicar una sanción. Es la posibilidad de acudir a la fuerza.
Los iusnaturalistas niegan que sea esencial, pues admiten la existencia del derecho natural cuyas
normas no se pueden imponer, estas se cumplen voluntariamente. Por otro lado, para las
doctrinas positivistas, hay un aparato coactivo organizado capaz de garantizar su cumplimiento,
capaz de imponer sanciones al infractor. Esta es una coercibilidad institucionalizada.
Más allá de las sanciones limitadas o espontáneas de la moral, aparecen las sanciones jurídicas
impuestas a través de este órgano (Kelsen).
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naturaleza en que no interviene la voluntad del hombre, estos son los llamados hechos
jurídicos.
Si interviene la voluntad humana se les llama actos jurídicos, donde se incluyen los
negocios jurídicos.
También pueden ser supuestos de hecho las situaciones jurídicas, que conllevan un
conjunto de derechos y deberes surgidos de la posición jurídica que atribuye la norma.
Estas situaciones generan consecuencias por sí mismas.
Puede ser, además, que en la norma jurídica aparezca un solo supuesto de hecho o
varios. Independientemente, el supuesto de hecho conlleva la exigencia de otros requisitos
legales.
- Consecuencia jurídica: es el efecto de la actualización de la norma cuando no se cumple la
consecuencia jurídica, esto es, la sanción. Kelsen dijo que donde no hay sanción no hay
norma jurídica, sino una prolongación de otra. Distinguimos entre:
a) Eficacia ordinaria: cuando no se ponen obstáculos al cumplimiento de la normase
crea un deber jurídica general, y deberes y derechos subjetivos correlativos. Esta
eficacia pertenece al mundo de la normatividad.
b) Eficacia extraordinaria: cuando se opone algún obstáculo al cumplimiento de la
norma, se aplica una reacción, la sanción. El concepto de sanción es más amplio
que el de pena si incluimos la nulidad y la rescisión de actos o contratos contrarios
a las normas imperativas; y las sanciones administrativas.
- Nexo de unión: es el concepto que relaciona la consecuencia jurídica al supuesto
normativo. La norma jurídica, desde un punto de vista lógico, puede reducirse a un juicio.
Según sea el nexo, los juicios pueden ser (Kelsen):
a) Juicios del ser: expresan algo que es, ha sido o será, y no sólo establece
una relación entre sujeto y predicado, sino que tiene la función de enunciar o
describir. Son, por tanto, juicios enunciativos. Esta conceptualización es propia de
las leyes físicas o naturales que expresan que la relación entre los cuerpos se
cumplirá siempre. Son pues, relaciones necesarias, que no admiten excepciones.
Las leyes naturales constan también de un supuesto de hecho y de una
consecuencia, enlazados por el principio de causalidad necesaria de manera
reiterada y constante. Estas leyes no pretenden motivar o influir en el
comportamiento de los demás, son proposiciones meramente descriptivas de los
fenómenos de la naturaleza.
Las leyes sociológicas, que se refieren a la conducta humana, tienen la misma
estructura pues son la expresión de las relaciones existentes entre hechos sociales.
Sin embargo, no son infalibles, sino muy probables y sí admiten excepciones.
b) Juicios del deber ser: son aquellos que expresan que algo debe ser de cierto
modo, sin perjuicio de que ello ocurra o no en la realidad. Expresan el deber ser
porque el nexo tiene la función atributiva. En este caso, la libertad humana puede
hacer que la norma sea desobedecida y no produzca efecto. Por eso, las normas
jurídicas van regidas por el principio de imputación, por el cual se atribuye una
consecuencia jurídica si se da un determinado supuesto jurídico.
Por ello, se les llama juicios imputativos, porque se imputa una consecuencia a una
condición.
El finlandés Von Wright, por otro lado, propone ocho elementos que configurar la estructura de la
norma jurídica: carácter, contenido, condición de aplicación, autoridad, sujeto,…
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normas genuinas que formaría el antecedente de las auténticas normas que conllevan una
sanción.
Por su parte, Hart, distinguirá entre las normas primarias -a las que Kelsen denominaba
secundarias-, que son las que pretenden modificar el comportamiento; y las normas secundarias,
que se ocupan de las anteriores y confieren potestades. Entre estas últimas, distingue además
entre:
- Normas de reconocimiento (rule of recognition): que establecen qué normas pertenecen al
sistema y proporcionan certeza.
- Normas de cambio. Que facultan para crear nuevas normas, para modificarlas y
derogarlas. Son necesarias para que el sistema se adapte a las transformaciones de la
sociedad y proporcionan un equilibrio dinámico.
- Normas de adjudicación o de aplicación: facultan a ciertos órganos para determinar con
autoridad si se ha transgredido o no una regla primaria y además establecen el
procedimiento para juzgar. Estas normas confieren potestades jurisdiccionales.
36
LECCIÓN 11. EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
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- La Constitución supone un límite formal estricto para las leyes. Desde un punto de vista
material, el margen de maniobra del legislador es bastante amplio.
- Las leyes limitan estrictamente, tanto material como formalmente, la actividad de los
jueces, los cuales tienen menos margen de discrecionalidad, y además está sujetos
también por las normas del Derecho Procesal. Esta es la perspectiva kelseniana y
formalista, que consideraban que las constituciones contenían normas de organización sin
introducir ningún contenido principal ni de derechos. Sin embargo, en el Estado
Constitucional actual, el juez puede cuestionar la constitucionalidad de las leyes, y el
Tribunal Constitucional actúa con frecuencia para marcar los límites de su discrecionalidad.
Esta estructura nos permite comprender además, el vínculo entre la aplicación del derecho y la
creación del Derecho, vinculación que niega la teoría tradicional. Pero la Teoría Pura de Kelsen
pone de manifiesto ese error y sostiene que estos actos de aplicación son creadores, vinculando
estos conceptos definitivamente.
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lagunas. Donde no hay normas es porque no debe haberlas. Las lagunas son los límites
naturales del ordenamiento jurídico.
Sin embargo, esta teoría no resuelve el problema de si lo que no está regulado por el
Derecho es en realidad indiferente al mismo; además, el titular del derecho no está
protegido frente a terceros, y la libertad es susceptible de ser intervenida.
- La teoría de la normal general exclusiva: esta sostiene también que no hay lagunas en el
Derecho, y allí donde no hay normas es porque hay una conducta libre no relevante para
este. Estos comportamientos no comprendidos en la norma particular del Derecho,
estarían regidos por una regla general exclusiva, garantizando así la plenitud del
ordenamiento jurídico.
Todo lo que no esté expresamente regulado por una norma específica, está permitido.
Sin embargo, con esta teoría, el juez tendría que resolver que ambas partes carecen de
derechos, y el Código Civil obliga a resolver todo caso, por lo que tendría que dar la razón
al que tenga mejor derecho.
Por ello, propone una solución. Ante la ausencia de una norma que regula el caos
planteado, y dada la obligatoriedad de los jueces y tribunales de resolver en todo caso, el
ordenamiento jurídico proporciona instrumentos para solucionarlo.
Otra crítica a esta teoría, es la de aplicar la norma general exclusiva o la norma general
inclusiva (es aquella que se aplica cuando los jueces recurren a otras normas que regulan
casos análogos): si es similar, se aplica la norma general inclusiva, y si no es similar, la
norma general exclusiva.
Según Bobbio, la laguna se presenta no ya por la ausencia de una norma expresa, sino por
la ausencia de un criterio para elegir entre estas dos normas. Por ello, propone la tesis de
la plenitud relativa, que defiende que el ordenamiento jurídico está compuesto no sólo de
normas sino también de principios, de los cuales se extrae la solución. Propone además,
dos métodos para completar un ordenamiento jurídico y resolver el problema de las
lagunas del derecho para alcanzar así la idea de plenitud o integridad:
o Heterointegración: se llenan las lagunas recurriendo a otros ordenamientos y a
otras fuentes, de dos maneras: recurriendo a un derecho precedente o histórico, al
derecho de otro país o al derecho canónico; o recurriendo a la costumbre o a las
opiniones de los juristas.
o Autointegración: consiste en la integración llevada a cabo por el mismo
ordenamiento sin recurrir a otros, y recurriendo mínimamente a fuentes distintas; a
través de: la analogía, atribuyendo a un caso no regulado el mismo tratamiento de
un caso análogo; y los principios generales del derecho, o criterios de valoración
inherentes al ordenamiento jurídico.
Por otro lado, distinguimos varios tipos de lagunas:
Lagunas ideológicas: ausencia de una norma justa, aquella que se desearía
que existiese pero que no existe.
Lagunas propias: son las del sistema o dentro de este, y pueden ser
complementadas por el intérprete.
Lagunas impropias: derivan de comparar el sistema real con un sistema
ideal; y sólo pueden ser superadas a través de nuevas normas.
Lagunas subjetivas: dependen de cualquier motivo imputable al legislador.
Pueden ser voluntarias, si el legislador las deja a propósito porque la
materia es muy compleja y lo deja a la interpretación del juez; o
involuntarias, si depende de cualquier error u omisión del legislador.
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11.4. LA COHERENCIA
La coherencia lógica de las normas constituye al ordenamiento jurídico en sistema. Se dice que un
ordenamiento jurídico es sistemático cuando sus partes están ordenadas de modo coherente en
relación con el todo y también entre ellas.
Un sistema es estático cuando unas partes se deducen de otras, partiendo de una regla
fundamental; por ejemplo, el orden moral. Y es dinámico, cuando las normas derivan unas de
otras a través de una delegación de poder; como por ejemplo el ordenamiento jurídico, las normas
son válidas si se cumple el criterio de jerarquía. Se define este, como aquel sistema dinámico en
el cual el criterio de pertenencia de las normas es puramente formal.
Se habla también de un sistema deductivo: un ordenamiento jurídico sería sistema deductivo si
todas sus normas se derivaran de unos principios muy generales. De sistema inductivo: cuando se
parte de las normas jurídicas particulares para construir los conceptos más generales a través de
clasificaciones de esas normas. Y de una sistema donde no puede haber normas incompatibles.
Como dice Bobbio, un ordenamiento jurídico es un sistema menos que deductivo, algo más que
inductivo y debe procurar no tener normas incompatibles. Por ello, se deberá comprobar su
compatibilidad, ya que la coherencia es la cualidad que hace compatibles las normas de un
ordenamiento.
La antinomia jurídica resulta cuando dos o más normas establecen modelo de conducta que son
mutuamente excluyentes, siempre y cuando tengan el mismo periodo de vigencia.
La coherencia del orden jurídico viene garantizada por tres principios jurídicos:
1. Las normas de rango superior prevalecen sobre las de rango inferior.
2. Las normas posteriores en el tiempo prevalecen sobre las anteriores.
3. Las normas que regulan una materia de forma específica prevalecen sobre
las que regulan de modo más general.
Así, surgen criterios para resolver las antinomias.
- Criterio jerárquico: justificado por el argumento lex superior derogat inferior. Las normas
jerárquicamente superiores prevalecen sobre las inferiores, porque estas están creadas
por los órganos más altos de la organización estatal.
La jerarquía normativa se garantiza en el art. 9.3 CE y en el art. 1.2 Cc. Este criterio es
más fácil de aplicar en los sistemas formalizados, pero más difícil en los que están en
formación (Derecho Internacional) y en los no formalizados (sistema anglosajón).
Para determinar que prevalece la Constitución sobre las leyes, están los reglamentos, las
disposiciones judiciales, la autonomía privada,… que se complica con el preferente del
Derecho de la UE y otras normas internacionales.
- Criterio cronológico: justificado por el criterio lex posterior derogat anterior. Es regla general
del Derecho que la voluntad posterior deroga la anterior, y que entre dos actos de una
misma persona es válida la posterior en el tiempo. Este criterio se garantiza en el artículo
2.2 Cc.
- Criterio de la especialidad: se basa en la idea de que si es justo dar a cada uno lo suyo,
podemos pensar que la norma que tenga más en cuenta las peculiaridades es la más
justa. Este criterio se expresa mediante la ley especial deroga la ley general.
Para salvar los posibles conflictos entre dichos criterios, se establece una jerarquía entre los
mismos: 1º criterio jerárquico, 2º criterio cronológico y 3º criterio de la especialidad.
Estos conflictos son las llamadas antinomias de segundo grado:
1. Conflicto entre el criterio jerárquico y el criterio cronológico: se produce por ejemplo, si la
Constitución colisiona con una ley ordinaria posterior en el tiempo. En estos casos, el
criterio jerárquico prevalece sobre el otro.
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2. Conflicto entre el criterio temporal y el criterio de la especialidad: surge cuando hay una
antinomia entre una norma general posterior y una norma especial anterior, siendo ambas
del mismo rango jerárquico. En este caso, es cuestión de interpretación.
3. Conflicto entre el criterio de la jerarquía y el de la especialidad: cuando una norma superior
y general es contraria respecto de una norma inferior y especial. En este caso prevalece el
criterio jerárquico.
4. Que ninguno de los criterios sea operativo: de igual jerarquía, en el mismo tiempo y con
generalidad. Son las llamadas antinomias reales. En este caso, el juez ha de decidir la
solución más razonable a partir del análisis de las circunstancias.
5. En estados federales o tan descentralizados como el Estado español se ha introducido un
nuevo criterio. Criterio de competencia: las materias no atribuidas expresamente al Estado
por la Constitución podrán corresponder a las Comunidades Autónomas, en virtud de sus
respectivos Estatutos. La competencia implica un deber de respeto recíproco entre dos
normas en las que no coincide el ámbito material de validez. Este criterio garantiza el
predominio de una ley orgánica sobre una ley ordinaria.
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El hecho anunciado es aquel que representamos y posteriormente lo expresamos en forma
lingüística. Para ello, necesitamos seleccionar las notas distintivas del hecho; y el jurista quien
debe observar el hecho, analizarlo, ordenarlo, calificarlo y expresarlo. Son necesarios además,
una serie de actos previos al enjuiciamiento.
Entre estos actos, encontramos los relativos al conocimiento, es decir, la percepción y la posterior
descripción del hecho y de sus circunstancias. Como es la declaración de las partes interesadas y
después de los testigos, que proporcionan al jurista una configuración imprecisa, y ya enjuiciada.
Esto se debe a que son actos humanos que persiguen diferentes fines. Para determinar cual de
estos fines se pretende alcanzar, disponemos de un criterio orientador, la experiencia social, que
nos ayuda a determinar si una acción es habitual o meramente circunstancial.
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mayor acierto y seguridad elegirá la norma o normas jurídicas. El jurista recibe orientaciones del
sistema externo, es decir, del orden jurídico.
En las Sociedades avanzadas jurídicamente, el orden jurídico presenta una clara división de
materias, órdenes jurídicos parciales (procesal, civil,…), divididos a su vez en entidades
normativas, como los Códigos y las leyes, los reglamentos, las disposiciones regulativas,… que
presentan una estructura externa muy específica, con división de títulos, artículos, párrafos,
apartados,… todo ello coronado bajo el orden jurídico constitucional, en el que se mueve el jurista.
Este camino no es fácil, porque puede haber varias normas aplicables a un mismo hecho, por lo
que el jurista debe estudiar todas las circunstancias, así podrá seleccionar mejor las normas a
aplicar.
Por otro lado, a la hora de calificar jurídicamente un hecho como un caso prefigurado en la norma
jurídica, debemos considerar también la descripción que se hace del supuesto fáctico, un proceso
conocido como cuestión de hecho, y cuestión de Derecho. La cuestión de hecho, atañe al hecho
en su propia realidad fáctica, incluidas sus circunstancias, así como los juicios previos, los juicios
de valor, todas las investigaciones de comprobación, los testimonios, y las pruebas.
Y la cuestión de Derecho se refiere a la calificación jurídica y a la elección de las normas
aplicables, incluidas las circunstancias modificativas –cuándo existe premeditación, cuando es una
conducta alevosa,…-, el nombre a cada hecho y a cada circunstancia, la subsunción o integración
del hecho en el supuesto de hecho de la norma jurídica aplicable.
Existe la dificultad de establecer límites entre una cuestión y otra, la cual es menor cuando el
hecho es expresado en lenguaje vulgar. Pero cuando la calificación se hace en términos jurídicos,
la separación entre ambos términos es complicada.
Otra dificultad, es la selección de las normas cuando estas pertenecen a diferentes regulaciones o
a distintos órdenes jurídicos parciales. Surge por tanto, el problema denominado como concurso o
concurrencia.
Para dar una solución adecuada, se han de distinguir dos hipótesis: una que consiste en que el
supuesto de hecho de cada norma jurídica concurrente, sólo coincide parcialmente, pero la
consecuencia jurídica es la misma; y otra que consiste en que las consecuencias jurídicas de las
normas jurídicas son diferentes. Estas últimas pueden ser:
- Excluyentes, con lo cual, sólo una de ellas puede ser aplicada al hecho real (como en las
antinomias), ya que son contradictorias entre sí. Por ello, hay que ver cual de ellas
prevalece, mediante una serie de reglas o criterios:
a) Criterio de jerarquía: una norma de rango superior prevalece sobre una inferior
b) Criterio temporal: la norma más reciente prevalece sobre la más antigua
c) Criterio de especialidad: una norma específica prevalece sobre una genérica
- No excluyentes, donde no se puede establecer una regla fija. Unas veces será cuestión de
interpretación, pero otras veces, cuando las consecuencias jurídicas de las normas
concurrentes sobre un mismo hecho real se complementan recíprocamente o son
acumulables, habrá que aplicarlas conjuntamente en la llamada norma del caso.
El peligro que tienen estas teorías, es que al ocuparse del problema de la meta de la
interpretación, lo hacen de forma imprecisa y amplia. El problema de la meta de la interpretación
se concreta en dos teorías: la teoría subjetiva y la teoría objetiva. La teoría subjetiva considera
que la meta es saber la voluntad auténtica del legislador que dio la norma. Y la teoría objetiva, que
la meta es el sentido inmanente de la ley o inherente a ella.
Ambas teorías siguen estando vigentes en el presente, y los argumentos empleados para
defender una y otra son los mismos, aunque opuestos. Así, los partidarios de la teoría subjetiva
afirman que las normas jurídicas sólo pueden ser obra de la razón y la voluntad ordenadoras del
legislador, y que su contenido regulativo no puede quedar a merced de cualquier cambio
valorativo, pues se rompería la seguridad jurídica. Por otra parte, los partidarios de la teoría
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objetiva, indican que el autor de las normas jurídicas no es un legislador único, y la seguridad se
salvaguarda si las normas son interpretadas en armonía con la Sociedad.
Asimismo, la teoría subjetiva considera que la ley debe seguir la dirección marcada por su origen,
y la teoría objetiva, que puede seguir su propio camino.
Ambas teorías tienen parte de verdad, y recurren a uno de los criterios tradicionales de
interpretación, como la intención y la voluntad del legislador. Además, hay que tener en cuenta
que en toda ley y en toda regulación jurídica confluyen tanto las ideas e intenciones del legislador
histórico como fines objetivos. Para comprender debidamente la ley, hay que prestar atención a
ambos elementos, así como a la evolución histórica.
Sin embargo, en la interpretación de la norma no se debe ir más allá de sus fines, porque
hablaríamos ya de intromisión. Por lo que la meta de la interpretación sólo puede ser descubrir el
sentido normativo de las normas jurídicas, y este no se identifica con las ideas normativas e
intenciones del legislador, sino que es más bien la conjugación armónica de dos elementos, el
subjetivo y el objetivo. Así, el Poder Judicial, no puede dar una norma jurídica nueva o modificar el
sentido de las ya existentes (tarea del Poder legislativo).
3. CLASES DE INTERPRETACIÓN JURÍDICA
- Según el sujeto: Interpretación auténtica, interpretación usual o judicial e interpretación
doctrinal o científica. La interpretación auténtica es la dada por el propio autor de la norma,
y tiene el mismo rango que la norma interpretada. La interpretación usual o judicial es la
que realizan los tribunales de justicia y demás órganos, basándose en los casos
precedentes. Y la interpretación doctrinal o científica es la que hacen los científicos del
Derecho, basada en sus opiniones.
- Según el ámbito: Interpretación estricta o restrictiva, e interpretación amplia o extensiva. La
primera se refiere a que la norma se interpreta según su ámbito de aplicación estricto o
restringido, tomando como criterio el uso del lenguaje. Y la segunda, a que el ámbito de
aplicación puede ser muy amplio pero sin salirse del propio, considera como válidos todos
los posibles significados.
Demos distinguir además, dentro de todo término lingüístico y toda proposición, el núcleo o zona
medular, y la esfera o zona marginal. La interpretación estricta coincidiría con el núcleo
significativo, y la interpretación amplia a la esfera. Por otro parte, las disposiciones excepcionales,
puede excluir la interpretación amplia.
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