Análisis Comparativo
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Análisis comparativo
En primer lugar, es necesario definir a la moral como todas aquellas normas, códigos,
costumbres o principios impuestos por una cultura, religión o sociedad determinada, que se
transmiten de generación a generación y evolucionan a través del tiempo, que buscan regular el
actuar humano estableciendo deberes y obligaciones sobre el individuo. La moral proviene del
latín “moralis” derivaba de “mos” (en plural mores) que significaba costumbre.
Marco Tulio Cicerón señala el siguiente planteamiento en relación con la moral “Se
refiere a las costumbres, que los griegos llaman êthos, nosotros solemos llamar a esta parte de la
filosofía una filosofía de las costumbres, pero conviene enriquecer la lengua latina y llamarla
moral” (fato 1,1).
Por otro lado el término ética, proviene del griego “ethos” que significa carácter o
modo de ser. Considerada como una rama de la filosofía, que implica una postura personal e
íntima adoptada por cada individuo y sus principios, la ética no consiste en la aplicación
mecánica de principios morales establecidos por una sociedad, ni tampoco se preocupa solamente
de las decisiones más apropiadas en cuanto lo que corresponde y debe hacerse, sino, que se trata
más bien de la justificación de dichas acciones. Por ende, corresponde a un proceso de reflexión y
proporciona los motivos para evaluar y definir los comportamientos buenos o malos.
De acuerdo con Aristóteles “Tanto la virtud como el vicio están en nuestro poder. En
efecto, siempre que está en nuestro poder el hacer, lo está también el no hacer, y siempre que está
en nuestro poder el no, lo está el sí, de modo que si está en nuestro poder el obrar cuando es
bello, lo estará también cuando es vergonzoso, y si está en nuestro poder el no obrar cuando es
bello, lo estará, asimismo, para no obrar cuando es vergonzoso” (Ética para Nicómaco).
En reflexión a lo citado por Aristóteles, es preciso recordar antes que nada que la
“virtud” es una habilidad de la persona para actuar de acuerdo con determinados proyectos
ideales como el bien, la verdad, la justicia. Ahora bien, el hombre es un ser pensante y racional,
por lo tanto esta en total libertad de actuar como mejor le parece, y la ética permite un punto de
partida propio y específico de cada quien, que se puede llamar experiencia moral.
Por consiguiente, es preciso detallar la ética médica. Como futuros médicos, tendremos
una gran responsabilidad sobre nuestros hombros, pues estaremos tratando con seres humanos.
En este sentido, ética médica se cataloga según de Knowledge about Ethics in Medical Students
of a Private University of Medellin, “lo adecuado, lo bueno o lo correcto en el campo de la
atención a un hombre enfermo”. (2018).
Los principios de la ética médica son los siguientes: Beneficencia, se resume en hacer el
bien, es decir, actuar buscando el bien del paciente. Asimismo, no maleficencia, no dañar. Por
otro lado la autonomía, se refiere al consentimiento informado, y finalmente el principio de
justicia, que aplica a que cada uno reciba lo que le corresponda, sin que exista discriminación
arbitraria y actuando conforme a la ley.
La ética médica es muy valiosa, ya que prepara a los futuros profesionales de la salud a
enfrentarse a situaciones e interrogantes que resultan complicadas, tales como ¿Es éticamente
aceptable la práctica del aborto, así como también la eutanasia? El estudio de la ética permitirá
instruir al médico a tratar dichas situaciones de manera racional y con principios que le den la
facultad de manejarlas de la forma más competente posible.
Comúnmente las personas no suelen diferenciar de manera adecuada los términos de ética
y moral, incluyéndome, ya que desconocía por completo lo que en realidad significan ambos
términos. Para ser capaces de distinguirlas, es necesario conocer previamente algunas de sus
diferencias y semejanzas.
Entonces, primero que nada ambos términos están dedicados a establecer las buenas y
malas conductas, es decir, componen una reflexión normativa. La finalidad de la ética y la moral
es muy similar, estas dos son responsables de indicar un equilibrio de conducta del hombre y de
instruir la mejor manera de actuar en sociedad. La ética y la moral se complementan, pues el
carácter se fija mediante la costumbre o habito. Ya aclaradas las semejanzas, procedemos a
explicar algunas diferencias.
Según pensadores como Paúl Ricoeur, la ética se trata sobre lo que un individuo considera
que es bueno, mientras que la moral se basa en las normativas impuestas por la sociedad, por lo
tanto se puede decir que es obligatoria. En cambio la ética es reflexiva, consiente, se define como
la moral pensada, y debe ser crítica.
De igual modo, los principios morales son relativos a la sociedad en la que nos hallamos y
pueden variar en el tiempo, en una misma sociedad los valores y costumbres se van modificando
de acuerdo con distintos procesos culturales, en cambio la ética podría considerarse como
constante. Y por último, la ética posee un origen individual, es decir, desde el interior de cada
quien, de cada conciencia, a diferencia de la moral que deriva de normas de nuestra cultura o
grupo social, lo que podría decirse que vienen desde el exterior o desde la inconsciencia.
La ética está íntimamente ligada con la bioética, pues la bioética no puede existir sin la
ética, ya que ambas se complementan. Juan Pablo Hernández expone lo siguiente: “La ética:
pregunta por cómo debemos actuar en el contexto moral. ¿Qué es lo correcto (moralmente)?,
mientras que la bioética: pregunta ética en contextos específicos como la disponibilidad de
nuevas tecnologías, saberes y prácticas”.
En resumen, la ética médica se dedica a los principios que regulan el comportamiento del
profesional de la salud, es decir, problemas planteados por la práctica de la medicina. Mientras
que la bioética afronta problemas con respecto a los avances científicos en las ciencias biológicas
que perturban la vida y el ambiente, como la investigación en animales y la manipulación
genética.
El teólogo, filósofo y educador alemán Fritz Jahr, fue quien acuñó por primera vez el
término bioética en el año 1927, sin embargo no obtuvo mucha influencia y por lo tanto pasó
desapercibida. Así que actualmente Van Rensselaer Potter es reconocido como el fundador de
dicha disciplina. El susodicho publicó el artículo “Bioethics, the science of suvival” en el año
1970 en el que utiliza por primera vez el concepto de bioética, posteriormente en 1971 publica su
libro “Bioethics, Bridge to the future”.
Otro referente de importancia es el bioderecho, que se considera como una respuesta en el
campo jurídico enlazado a problemas referentes a los avances científicos y tecnológicos, y
establece principios y reglamentos que permite la protección de la vida.
Y por último la deontología, que proviene del griego “δέον, -οντος déon”, que se traduce
como lo conveniente o lo debido y “logia” que hace referencia a conocimiento o estudio. En este
sentido, la deontología es una ciencia que se encarga del estudio de la aplicación de deberes y
normas enfocados en la práctica de una determinada profesión.