Construcción Terrazas
Construcción Terrazas
Construcción Terrazas
Para la construcción de terrazas agrícolas hay que tomar en cuenta ciertos parámetros
que inciden en su ubicación, contribuyen a su sostenibilidad y aseguran la producción
agrícola. Por las características inclinadas del terreno que se adecúa para reducir el
problema de erosión, hay ciertos factores como la topografía, el suelo y la orientación de
las laderas que juegan un rol determinante en el funcionamiento de las terrazas.
Adicionalmente, se debe tomar en cuenta la importancia del mantenimiento y manejo de
las terrazas como una variable que determina el deterioro y el uso de las mismas. En este
capítulo, a modo de sugerencias, se considera todos los factores. No existe una jerarquía
de valores entre ellos y todos tienen una importancia relativa a la zona donde se piensa
implementar las terrazas.
2). Diagnóstico socioeconómico que permita conocer los sistemas de producción, rotación
de cultivos y manejo del agua, mercados, cultura en la conservación de los recursos
naturales específicamente el suelo. Esto se puede lograr a través de mapas parlantes,
entrevistas, talleres, diálogos con las familias y otras herramientas para obtener
información.
La topografía se caracteriza por los ángulos de las pendientes y por la longitud y forma de
las mismas que determina la velocidad y el volumen de la escorrentía y la profundidad de
los suelos, a mayor pendiente y mayor longitud existirá mayor presencia de suelos
superficiales (FAO 1997).En topografías demasiado accidentadas es más problemática la construcción
de terrazas; sin embargo, se puede estimular la construcción de terrazas de formación lenta,
con muros de piedra o vegetales, de forma que las familias cuyos terrenos posean estas
características no se vean limitadas en su producción.
La topografía del lugar del emplazamiento de la terraza tiene importancia desde el punto
de vista del escurrimiento de las aguas. El agua se acumula en el suelo, como retención
superficial, cuando llueve en exceso a su capacidad de infiltración. Inicialmente, la lluvia
en exceso llena las depresiones de la superficie. Conforme se acumula, se forma suficiente
cantidad para causar un movimiento ladera abajo llamado escurrimiento o escorrentía superficial.
La retención de la superficie generalmente es de un tirante de aguade 2,5 mm o menos,
dependiendo de la aspereza de la superficie del suelo, del método de cultivo y de la
cantidad de mantillo o paja acumulada en la superficie y en la ladera.
En ocasiones, cuando es práctico hacer surcos de contorno o cuando se construyen terrazas para
mantener la humedad, la retención puede ser considerablemente mayor y alcanzar el
equivalente a 2,5 cm o más en toda la superficie. Después del período de lluvias, parte del
agua retenida se infiltrará y parte se evaporará.
La inclinación del terreno tiene un gran efecto en la velocidad con que corre el agua en la
superficie de la tierra. Las laderas con mucha pendiente dan una mayor velocidad. La
escorrentía en laderas empinadas tiende a concentrarse rápidamente en los cauces de
corrientes y es causa principal de inundación, especialmente junto a pequeñas corrientes.
Esta mayor velocidad del escurrimiento superficial es a la vez un factor determinante para
la erosión de la tierra. A mayor velocidad, aumenta la capacidad de la corriente del agua
para arrastrar partículas de tierra. A esto se debe que los terrenos quebrados sean muy
susceptibles a la erosión y es uno de los factores más importantes que limita los cultivos.
Orientación
La ubicación de las laderas es muy importante para el clima local determinando los vientos
(corrientes de aire húmedo) y la temperatura por la radiación del sol. En zonas templadas,
uno de los factores ambientales más importantes que puede afectar a la producción de
cultivos es la orientación fisiográfica, que se refiere a la relación de las vertientes o laderas
con el norte geográfico. En estos ecosistemas, la orientación indica la variación de la insolación durante el
año, siendo que las laderas con orientación hacia al norte son menos cálidas, en
comparación a las laderas orientadas hacia el sur.
Existirá un mayor crecimiento de los cultivos debido a la mayor profundidad de los suelos
a diferencia de los cultivos desarrollados en laderas de exposición sur. Las laderas de
exposición norte reciben menor radiación y tienen, por lo tanto, mayor almacenamiento
de agua que favorece el desarrollo de los cultivos.
Las características de los suelos son muy importantes para localizar las terrazas, además
de permitir determinar la pendiente longitudinal de la plataforma. Para determinar las
medidas o prácticas a imple-mentar es necesario un estudio geológico y edafológico de la
zona que dé la descripción del perfil de la ladera.
Condiciones hídricas
En las serranías generalmente se tiene dos movimientos de masas de aire húmedo: uno
horizontal y el otro vertical. El horizontal se mueve de oriente a occidente debido a los
vientos húmedos provenientes de la cuenca amazónica que hacen que las laderas
orientales reciban mayor cantidad de humedad. El vertical se debe a la altura a la en que se
encuentran las laderas que actúan como una barrera para las masas de aire húmedo que llegan del
este, haciendo que se eleven, se condensen por la disminución de temperaturas con la
altura, y se precipiten favoreciendo la acumulación de agua en el suelo e incrementen la
humedad relativa del aire. Este es aspecto es muy beneficioso para zonas donde no existe
riego y la producción es a secano. Antes de la construcción de terrazas agrícolas es
necesario obtener y analizar los registros hidrológicos y determinar los valores de la
máxima precipitación y la máxima avenida para el cálculo de cauda-les máximos y
problemas de erosión. Además se debe verificar la disponibilidad y caudal de las fuentes
de agua para riego en la zona, tales como manantiales, ríos, lagunas (khotañas), lluvias,
neblina y otros.
Los antepasados que construyeron las terrazas agrícolas tenían muy buen conocimiento del manejo de
lagua de riego. Este aspecto es muy importante en regiones donde se disponga de agua o
en regiones donde la intensidad del agua de lluvia sea alta tanto en periodos cortos como
de mayor duración. Para este fin se debe prever la construcción de zanjas de infiltración
que retengan el agua de escorrentía proveniente de las partes altas del terreno,
rompiendo la velocidad del agua de tal manera que se capte y acumule en la zanja y que
sirva de reserva posterior. Esto se recomienda en terrenos con texturas francoarcillosa. Es
preciso construir además canales de desviación con gradientes del 1% en lugares de
precipitaciones altas con suelos pesados y arcillosos.
El factor ambiental es tal vez el principal punto a considerar para la decisión de construir
terrazas agrícolas, ya que el terraceo es positivo por los múltiples beneficios que aporta a
la conservación y recuperación de suelos y agua. Se pueden mencionar los siguientes
beneficios:
Uso de los recursos suelo y agua en forma sostenible. El uso racional del agua y
suelo disminuye las pérdidas de manera que su uso sea sostenible y sostenido en
el tiempo.
Valor patrimonial. La reducción de la erosión de los suelos permite que las familias
aseguren la herencia para sus futuras generaciones otorgándoles recursos para su
mantenimiento económico por incremento del valor de su capital (el suelo).
Relación beneficio costo. El incremento de la productividad y el rendimiento logran
que la relación beneficio costo sea mayor a la unidad a partir del primer año,
siendo posible la recuperación de los costos de construcción. Las ganancias netas
son dos veces mayores en comparación a cultivos de laderas (AGRUCO 1993). Este
análisis económico corresponde a parcelas familiares construidas bajo el sistema
de organización ayni y mink’a.
Con fines didácticos, para la presente guía se ha asumido tres tipos de pendiente: baja que comprende
pendientes que responden a una relación H:Vl (25:1 – 4:1); mediana que tiene una
relación H:V (4:1 –2:1) y alta que responde a una relación H:V (2.1 – 1:1). Relaciones H:V
mayores a 1:1 se hacen inviables por razones económicas y esfuerzo humano exagerado.
El muro nunca es vertical. Se lo construye con una ligera inclinación hacia adentro de la
terraza. Es conveniente inclinar el muro contra el terreno en un ángulo generalmente de 3° pudiendo
alcanzar los 10°, de esta forma disminuye el valor del coeficiente de empuje activo. También,
el mismo, tiene el fin de ab-sorber pequeños movimientos diferenciales que pudieran
presentarse en el suelo que sustenta el muro. Los valores del talud del muro en función a
la pendiente fluctúan entre 0,05:1 y 0,15:1. El talud define la estabilidad del muro como soporte
del perfil del suelo, tal estabilidad también depende de la forma, tamaño y peso de la roca
empleada en el muro.
El muro de contención puede tener entre 0.5 y 3 m, en algunos casos puede llegar hasta 5
m de al-tura dependiendo mucho del tipo de material, la pendiente de la ladera y límite
de la fuerza humana para edificar los muros de piedra acomodada: en promedio esta
altura alcanza 1,5 m.
El tamaño y forma de la roca son importantes para asegurar una buena estabilidad del
muro. Por ejemplo, los cantos rodados y las piedras pequeñas no aseguran una buena
estabilidad, lo que obliga a disminuir la altura del muro. En cambio, las piedras grandes de
formas regulares garantizan mayor estabilidad, permitiendo construir muros mucho más
altos. La altura del muro de contención depende de la textura, profundidad de los suelos
de la ladera y su pendiente.
El ancho mínimo de la base mayor del muro (B), debe estar comprendido entre 0.30-0.6 m
(H). El ancho del muro en la parte superior, la corona del muro (C), deberá tener entre los
0.2 y 0.4 m. La profundidad de la cimentación mínima (c) debe estar entre los 0.30 a 0.50
m, generalmente en la base del muro debe emplearse piedras grandes (0.4-1 m de
diámetro). Todos los materiales usados deben ser de fricción dominante con un ángulo de
fricción de 30° o más, y bien compactados.
Es la distancia horizontal entre los muros longitudinales de dos terrazas consecutivos. Su dimensión está
en razón directa a la altura del muro y en razón inversa a la pendiente original del terreno
según la siguiente relación:
L = H / tgφ
Donde:
L = Ancho de la terraza agrícola (m)
H= Altura del muro (m)
φ = Angulo de inclinación del terreno (ladera)
Cuando el valor de (φ) crece, el distanciamiento entre muros es definido por el valor de H,
que para los casos de suelos superficiales o poco profundos, obliga por seguridad a
disminuir la altura del muro y consecuentemente el ancho de la terraza agrícola (L).
Largo de la terraza
La longitud de la terraza está limitada por la presencia de obstáculos como afloramientos de rocas,
presencia de cárcavas, cambios bruscos en la orientación de la ladera, presencia de cauces
naturales o por excesiva pedregosidad. Es por ello que en la determinación de L,
interviene la configuración natural de la ladera que será tratada como una terraza
agrícola.
Las terrazas agrícolas generalmente tienen una longitud que oscila entre 2 y 100 m, sin
embargo se pueden construir hasta de 500 m en suelos arenosos y 600 m en suelos
arcillosos (FAO 1997).
Existen varios tipos básicos de muros de contención, con una variedad de opciones dentro de cada tipo.
Para fines de la construcción de terrazas se tomará el diseño de los muros de piedra (muro
seco) construidos en roca. Fundamentalmente, estas estructuras funcionan a través del
peso de la estructura, el cual debe oponerse al deslizamiento y al volcado
La figura 16 muestra un muro de roca estrecho, bajo, diseñado con una fachada para un talud de hasta2
m de alto, mientras que la figura 17, muestra un típico diseño de un muro de roca de 5 m
de alto para una estructura de contención. Los muros se diseñan de modo que la
resultante de fuerzas caiga dentro del tercio medio de la base y el factor de seguridad
contra el volcado sea mayor de 1.5. Si la presión del muro excede el valor de la capacidad
de soporte, entonces la anchura de la base del muro debe aumentarse. Para los diseños
reales de estructuras de contención, las presiones de tierra que actúan sobre el muro
deben ser determinadas como función de la geometría del sitio, condiciones de carga y
tipo de suelo. De acuerdo a los trabajos agrícolas a desarrollar en la terraza, se debe
añadir una sobrecarga uniforme. El propósito de los cálculos básicos para una estructura
de contención de gravedad consiste en asegurar la estructura contra
1) volcado
2) deslizamiento
4) estabilidad global.
Criterios de cálculo
Para determinar el valor del empuje se utiliza la teoría de Coulomb, con los siguientes
supuestos:
L a s u p e r fi c i e d e r o t u r a e s p l a n a .
La rotura se analiza como bidimensional tomando una franja unitaria del muro
considerando la estructura como continua e infinita. Para no sobredimensionar la
estructura, dado que el muro seco es permeable, se puede omitir el empuje
hidrostático. Existen cuatro consideraciones primarias para el diseño de un muro
seco (muro de gravedad):
1) volcado
2) deslizamiento
3) capacidad de soporte
4) estabilidad global
Donde: P H = ½ σ( K H * H 2 )
En la cual:
σ = peso especifico del suelo
KH = coeficiente de empuje activo
h = altura del muro
H = altura de empuje
Ver Anexo A.3.3. para valores de KH y KV para diferentes pendientes de la terraza (β)
transversal al muro y para varios tipos de suelo. La altura del punto de aplicación del
empuje es de difícil evaluación y varía bastante en la práctica, normalmente puede
producirse a una altura comprendida entre ½ H y 1/3 H. Las variaciones se deben, en
algunos casos, al desplazamiento del muro, a su rigidez e inclinación, a modificaciones en
las características del terreno y sobrecarga. Para efectos de la presente guía se asumirá un
valor de 1/3H
Donde:
P V = ½ σ( K V * H 2 )
En la cual:
Donde:
W = δ (B*H)
En la cual:
W = peso de la estructura
δ = peso específico del muro (Anexo A3.4)
B = ancho promedio de la estructura
H = altura de la estructura
Resistencia al deslizamiento (SR)
Donde:
SR = W*(tan(τ))
En la cual:
W = peso de la estructura
El momento que provoca las fuerzas estabilizantes debe exceder al momento que provocan
las fuerzas desestabilizantes por un factor de seguridad de 1.5.
Los momentos deben ser tomados sobre el pie de la estructura. Este factor de seguridad tiene su
origen en la importancia de la estructura y sus consecuencias económicas.
Donde:
Las fuerzas al deslizamiento deben exceder a las fuerzas de deslizamiento por el factor 1,1
– 1,5 (este es un factor de seguridad), ignorando las presiones pasivas de la tierra debido a la profundidad
de la estructura debajo de la tierra y la cohesión.
Donde:
La presión del suelo en la base del muro, fondo de la estructura, debe ser menor que la
capacidad de soporte del cimiento del suelo por el factor 3.0 (factor de seguridad). El
muro, al no tener aglutinantes, no admite esfuerzos de tracción, solamente acepta
esfuerzos de compresión, de esta manera la estructura es totalmente flexible.
En pendientes muy inclinadas, la estructura debe tener una profundidad de por lo menos 0.30 a
0.50 m, debajo de la superficie de la pendiente. En áreas o depósitos resbalosos debe
hacerse un análisis específico de estabilidad de la pendiente.
Una vez realizada la limpieza y el replanteo del área que se desea implementar, el proceso
de construcción de la terraza agrícola se inicia desde la parte más alta hacia la parte más
baja, a fin de disminuir o controlar el escurrimiento superficial que se pueda presentar a lo
largo de la misma durante su construcción. Si la construcción se iniciara desde la parte
más baja hacia arriba, se presentaría un escurrimiento superficial durante la etapa de construcción
y los diques o muros podrían derrumbarse dado quela energía del agua no ha sido disipada desde
el inicio del primer dique o muro en la cota más alta.
Trazar dos curvas de nivel consecutivas a partir del costado del terreno que tenga la
mayor pendiente. Se establece el distanciamiento entre las curvas de nivel en función a la
altura de muro que se ha elegido, y el ancho promedio que se quiere dar a la terraza,
teniendo cuidado de no exceder los límites recomendados en los trabajos de campo y
gabinete para la altura del talud; luego se marca bien las líneas de nivel procediéndose a
remover el suelo superficial de la capa arable hacia un costado.
Reducir las curvas muy sinuosas promediando altos y bajos para obtener curvaturas
amplias y uniformes. Abrir zanjas para el cimiento del muro en el terreno, tomando en
cuenta el alto de muro, ancho de la terraza y la pendiente del talud natural del terreno,
con el cuidado de compensar el corte con el relleno. Este último aspecto tiene la finalidad
de abaratar el costo de la construcción de la terraza agrícola. Luego remover el material
separando la capa fértil hasta dejarlo a una distancia de 1/3 de H.
Eliminar los afloramientos rocosos y los fragmentos del suelo sólidos. Estos se utilizarán
posteriormente para la conformación del muro, siempre y cuando la roca sea de buena
calidad y no presente fragmentaciones, ni sea porosa.
Las piedras sobrantes se colocarán junto con las piedras no utilizadas en el muro como
relleno permeable, de este modo se reduce el empuje activo del relleno del muro. Iniciar
la construcción del muro por una de las esquinas de la terraza agrícola, colocando las
piedras de mayor tamaño en la cimentación debidamente acomodadas, acuñadas y alineadas; las
piedras deben ir superpuestas y entrecruzadas sin aglutinante. Dejar los espacios y orificios
para los drenes (boquerones) y los peldaños de acceso en los muros altos.
Proceso de acondicionamiento del suelo de la terraza
Los suelos franco arenosos no retienen bien la humedad por lo cual requieren riego para
evitar el marchitamiento de las plantas, al contrario de los suelos franco arcillosos que
tienen características opuestas. La única forma de mejorar esta situación es incorporar
materia orgánica para mejorar su drenaje y estructura. Para preparar el suelo se debe
mezclar diferentes tipos de tierra, dependiendo de las condiciones lo-cales, hasta
conseguir un suelo adecuado para los cultivos. El suelo de la terraza constará de tres
estratos, donde la capa del fondo es de piedras grandes, se-guido de una capa intermedia
de ripio o gravas y una capa superficial de hasta 0.7 m de tierra agrícola, este factor
dependerá de los costos. La estratificación por capas de tamaños diferentes permite un
mejor drenaje y una mayor estabilidad a la plataforma de la terraza, disminuyendo así las
fuerzas de empuje sobre el muro.
En condiciones de un buen suelo agrícola, pero con ausencia de ripio o grava, será
conveniente cernir la tierra donde los gránulos de mayor tamaño se depositen en la capa
inferior, seguida por los de tamaño intermedio y los más finos en la capa superior. La
forma más práctica y común de acondicionamiento de los suelos de las terrazas consiste
en excavar primero la capa fértil superior del suelo, colocándola a un lado, en seguida se
hará la excavación en la parte alta de lo que será la terraza, y la tierra que se vaya sacando
será puesta en la parte baja, de modo que el terreno se nivele, procurando una ligera
pendiente inclinada hacia el cerro. La capa de tierra fértil que se sacó en el primer paso
será esparcida sobre la terraza
3.2.4 Requerimiento de materiales, herramientas menores
Los materiales a utilizarse son propios del lugar, tanto los suelos como los áridos y el
material pétreo. La conformación de la terraza utiliza el sistema corte-terraplén, con el fin
de abaratar los costos de construcción. Es en este marco que al realizar el corte se debe
separar las piedras que serán utilizadas en el muro, al margen de las que deben ser
trasladadas de distancias menores a 100 m. Las distancias mayo-res encarecen la
conformación del muro y pueden volver inviable su realización. La piedra a utilizarse debe
tener las siguientes características:
Para la conformación de las terrazas agrícolas, las actividades más importantes estarían
ordenadas en tres rubros: los trabajos preliminares, el movimiento de tierras y las obras
de arte. Los trabajos preliminares comprenden la limpieza, el replanteo y trazado de las
curvas de nivel. El movimiento de tierras comprende las excavaciones para el emplazamiento del
muro, la excavación para conformar el terraplén, y el relleno de la terraza. Las obras de arte están
constituidas por la construcción del muro, los drenes, accesos y canales de riego.
La mano de obra está considerada como mano de obra no calificada, se supone que estos
trabajos deberán ser encarados por la comunidad bajo el asesoramiento de un técnico.
Para fines de la presente guía se ha tomado como referencia rendimientos promedios
alcanzados en diferentes trabajos de con-cursos PROMARENA, para la elaboración de
Taqanas (terrazas agrícolas), tanto familiares como comu-nales (valles altos La Paz).
Cada región ti ene sus propios rendimientos comunales, que deben ser
considerados para la elaboración de trabajos específicos. A continuación se presenta un
formato como ejemplo de una hectárea de terraza agrícola, como unidad de estudio
El ejemplo muestra la construcción de una terraza agrícola que abarca una hectárea de
terreno, la misma tiene una pendiente de terreno de 3:1, con una altura de muro de 1.5
metros y un ancho de terraza de 4.50 metros. En terrazas agrícolas familiares con
disponibilidad de piedra, los costos de construcción son más reducidos.
Los canales de riego deben ser de sección rectangular con una plantilla de 0.25 x 0.25 m
como mínimo. Los canales de riego siguen la pendiente de las terrazas y pasan de una
terraza a otra mediante caídas verticales, en cada cambio de pendiente existen pozas
disipadoras de energía, también construidas de piedra labrada o piedra tipo laja. La
capacidad aproximada de los canales debe estar entre 20a 40 l/seg, éste debe estar en
función de la superficie a drenarse.
Los canales de drenaje estarán conformados de tierra, y si el caso amerita, serán revestidos con piedra. El
reparto del agua entre dos o más terrazas se hace por medio de partidores de agua
construidos generalmente de forma cuadrada con pozos de 0.6 x 0.6 y 0.40 m de
profundidad. En el funcionamiento de estos partidores se emplea, a modo de compuertas,
piedras grandes selladas con material vegetal y barro (tepes). Las bocas de captación y de
desagüe son dependientes del agua disponible para el riego o la precipitación.
El terraplén de la terraza agrícola, por tener una gradiente reducida, permite aplicar el
agua de riego con eficiencia, ya sea para regar sembradíos de gran densidad de plantas
como cereales, o bien maíz, papa y haba, que se cultivan en hileras distanciadas a 0.6 a 0.8
m (surcos), donde el agua se aplica haciendo llenar cada surco con una lámina de 0.03 a 0.1 m y se
clausura antes de que haya desbordamiento por escorrentía.
Es importante que en el diseño de las terrazas se contemple también la presencia de canales de desagüe
destinados a recibir el agua que drena del sistema de terrazas. Estos pueden ser naturales
o artificiales.
Debe procurarse dar la mayor estabilización al fondo del canal mediante la implantación
de especies vegetales, promoviendo una buena cobertura del suelo, y que a su vez posea
un sistema radicular agresivo con gran poder de agregación del suelo y capaz de dar
firmeza a las plantas para resistir el arrastre de la escorrentía.
Generalmente los senderos o caminos de acceso a las terrazas tienen anchos que varían
de 1.0 – 2.0 m; son construidos de piedra a manera de escalinatas que van a máxima
pendiente o paralelamente a las acequias de riego. Dichos caminos, en época de lluvias,
sirven como sistemas de drenaje para evacuar el agua de las terrazas y no causar erosión, en época de
cosechas se utilizan para la extracción de productos y también para el pastoreo del
ganado.
En algunos casos, cuando los muros son mayores a 1 m de altura, se colocan piedras
salientes empotradas a manera de peldaños o gradas y en otros casos se les dota de escaleras
de piedra semitalladas, construidas paralelamente al muro de contención
4. Mantenimiento
Las terrazas agrícolas son estructuras frágiles que requieren de un adecuado manejo y
mantenimiento permanente, a fin de asegurar su funcionamiento como sistema de
producción agrícola. Las terrazas agrícolas construidas deben tener permanente atención,
sobre todo, después de cada caída de lluvia para hacer los arreglos correspondientes que
prevengan erosiones y derrumbes. Después de cada cosecha es necesaria la nivelación de
la plataforma dándole la inclinación correspondiente. Antes de la siembra se debe prever
la incorporación de abonos orgánicos para mantener la fertilidad del suelo.
Con el fin de evitar el derrumbe de los muros, se debe realizar el mantenimiento mensual
de los canales de riego o de drenaje al menos en el tiempo de la época húmeda en el caso
de las terrazas a se-cano y las que cuentan con riego en las temporadas que recibe riego la
terraza.
A.1.5. Ejemplo de costos en función de la pendiente
Estudio de caso (Zona Valles Altos del departamento de La Paz)
Para ilustración del estudio se presentará el análisis del costo que significa construir una
hectárea de terraza agrícola y el esfuerzo humano que representa dicho trabajo. Para tal
cometido trabajaremos con tres diferentes pendientes como variables y la altura del muro
como constante. La presente guía discretiza las pendientes en tres partes a saber: baja,
media y alta en rangos establecidos de la siguiente manera:
Se asume para el estudio que el movimiento de tierras será del tipo corte-terraplén, por
razones de economía
Para el presente caso se ha trabajado con los mismos rendimientos del anterior, al
cambiar la pendiente para el mismo valor de altura de muro, se puede concluir que a
medida que se va incrementando la pendiente, los costos, de la misma manera, se van
incrementando. En comparación al anterior caso, ahora el movimiento de tierras sigue
siendo determinante en relación a las obras de arte, como ser la conformación del
muro. A menor pendiente mayor movimiento de tierras, ocurre lo inverso con las obras de
arte, a menor pendiente las obras de arte son más económicas. La alternativa de menor
pendiente en nuestro caso es la más atractiva, tanto por el costo, como la obtención del
mayor ancho de terraza. Estaríamos concluyendo que los terrenos de menor pendiente
son los más económicos para encarar la conformación de terrazas agrícolas. Al mismo
tiempo se puede concluir que los muros menores a 1,50 m son los más económicos.