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PARTICION POR LOS ASCENDIENTES

La partición por ascendientes tiene lugar cuando el causante por donación o por testamento divide sus bienes
entre sus descendientes, determinando la composición de cada una de sus hijuelas y su correspondiente
beneficiario. Tanto la partición por donación como la partición por testamento son dos formas de partir, que
tienen en común el sujeto – que debe ser el ascendiente – y los beneficiarios – que son sus descendientes.

Es importante diferenciar la partición por donación, de las donaciones que individualmente puede realizar una
persona a favor de otra, aún tratándose del ascendiente a favor de su descendiente, porque la donación singular no
tiene naturaleza de partición.

ARTÍCULO 2411. PERSONAS QUE PUEDEN EFECTUARLA


“La persona que tiene descendientes puede hacer la partición de sus bienes entre ellos por donación o por
testamento.
Si es casada, la partición de los bienes propios debe incluir al cónyuge que conserva su vocación hereditaria.
La partición de los gananciales sólo puede ser efectuada por donación, mediante acto conjunto de los
cónyuges.”

Los ascendientes pueden realizar la partición, respecto de sus descendientes, por acto entre vivos (donación) o por
testamento.
Partición del ascendiente casado.
Cuando la persona del “ascendiente” que va a partir, está casada, debe incluir siempre al cónyuge cuando este
conserva su vocación hereditaria (art. 2433 C.C. y C. y ss.).
Partición de “gananciales”.
Cuando el ascendiente realice una partición que incluya bienes gananciales por estar bajo el régimen patrimonial de
comunidad de ganancias (art. 469 CC y C y ss.), solo podrá efectuar tal partición por donación.
Queda claro que la partición por ascendiente de los bienes gananciales no puede efectuarse por testamento, ya que el
art. 2465 CC y C no admite el testamento conjunto.
Además de la exigencia del acto de partición instrumentado mediante donación (art. 1542 CC y C y ss.), la norma
establece que debe ser llevado a cabo por los dos cónyuges —conjuntamente, dice la norma—.

ARTÍCULO 2412. BIENES NO INCLUIDOS

“ Si la partición hecha por los ascendientes no comprende todos los bienes que dejan a su muerte, el resto se
distribuye y divide según las reglas legales.”
Cuando la partición por ascendiente no alcanza a todos los bienes que dejan a su muerte, los que no están incluidos
en esa partición se dividen según las reglas de la sucesión de que se trate.
En el C.C. y C. ello se completa con los bienes no comprendidos en la partición efectuada por testamento.
Además de la redacción más adecuada, la norma expande las posibilidades de la partición por ascendientes,
cualquiera sea su forma, por donación o por estamento.
ARTÍCULO 2413. COLACION
“Al hacer la partición, sea por donación o por testamento, el ascendiente debe colacionar a la masa el valor
de los bienes que anteriormente haya donado y sean susceptibles de colación.”
Se reitera parcialmente el derecho anterior, destacándose que se replica la necesidad de que en la partición el
ascendiente incluya el valor de las donaciones colacionables, a los efectos de recomponer virtualmente el patrimonio
de la persona que hace la partición, para luego adjudicar el valor de esa donación al descendiente donatario.

ARTÍCULO 2414. Mejora


“En la partición, el ascendiente puede mejorar a alguno de sus descendientes o al cónyuge dentro de los
límites de la porción disponible, pero debe manifestarlo expresamente.”
El artículo admite que el ascendiente mejore a alguno de sus descendientes o a su cónyuge, pero se exige que se opere
dentro de los límites de la porción disponible.
Si bien el “partidor” puede tener la intención o decisión de mejorar al cónyuge o a sus descendientes, no será
suficiente: la mejora exige una manifestación específica en ese sentido, sea en el testamento, sea en la donación. Así,
la eficacia legal de la mejora requiere una manifestación explícita, en el contrato de donación o en la disposición de
última voluntad. Es una norma general para esta clase de partición.
PARTICION POR DONACION

ARTÍCULO 2415. OBJETO


“La partición por donación no puede tener por objeto bienes futuros.
Puede ser hecha mediante actos separados si el ascendiente interviene en todos ellos.”
Lo que expresa el artículo en comentario es que la partición por donación debe tener por objeto bienes que existan en
el patrimonio del “ascendiente donante”, es decir no puede realizarse sobre bienes futuros. El objeto está circunscripto
a los bienes presentes.
Los bienes que el partidor adquiera con posterioridad al acto particionario ya efectuado, podrán ser motivo de una
nueva partición en el futuro.
Esta partición por ascendiente puede efectuarse, en relación al tiempo de otorgamiento del acto, en actos separados —
esto es, distanciados en el tiempo entre cada uno de ellos—.
Si se efectúa en diversos actos, el requisito esencial es que el ascendiente intervenga en todos los actos.

ARTÍCULO 2416. DERECHOS TRANSMITIDOS


“El donante puede transmitir la plena propiedad de los bienes donados, o bien únicamente la nuda
propiedad, reservándose el usufructo.
También puede pactarse entre el donante y los donatarios una renta vitalicia en favor del primero.”
El acto de partición por ascendiente, a través de la donación, puede efectuarse transmitiendo:
a) la plena propiedad de los bienes donados;
b) únicamente la nuda propiedad, reservándose el usufructo.
En el supuesto de la transmisión de la nuda propiedad, se tiene en cuenta la posible recomposición de la plena
propiedad, en cabeza del donatario.
También puede pactarse entre el donante y los donatarios una renta vitalicia en favor del primero.
ARTÍCULO 2417. ACCION DE REDUCCION
“El descendiente omitido en la partición por donación o nacido después de realizada ésta, y el que ha
recibido un lote de valor inferior al correspondiente a su porción legítima, pueden ejercer la acción de
reducción si a la apertura de la sucesión no existen otros bienes del causante suficientes para cubrirla.”
El artículo aborda —en expresión y técnica mejoradas— el ejercicio de la acción de reducción al especial supuesto de
la partición por ascendiente. La norma abarca hipótesis distintas:
a) el caso del heredero omitido en la partición por ascendientes;
b) el heredero nacido después de la realización de la partición; y
c) el que ha recibido un lote de valor inferior al que le corresponda como su porción legítima, cuando no hubiere modos ni
bienes suficientes para cubrirla íntegramente.
Quedan legitimados para incoar la reducción, tanto el preterido como el que nace luego de la partición, y aquel que
recibe menos de lo que le corresponde como porción legítima.
En las tres hipótesis, la acción de reducción no prosperará cuando, a la muerte del causante, existan otros bienes
bastantes para cubrir la porción que le corresponda a los herederos.
ARTÍCULO 2418. Valor de los bienes
“ En todos los casos, para la colación y el cálculo de la legítima, se debe tener en cuenta el valor de los
bienes al tiempo en que se hacen las donaciones, apreciado a valores constantes.”
En dos supuestos se fija el tiempo en que deben tenerse en cuenta el valor de los bienes donados por esta partición
efectuado por el ascendiente: a) para la colación (art. 2385 CC y C y ss.); y b) para el cálculo de la legítima (art. 2445
CC y C).
El valor de los bienes se determina al tiempo en que se han efectuado las donaciones, estimado a valores constantes.

ARTÍCULO 2419. Garantía de evicción


“ Los donatarios se deben recíprocamente garantía de evicción de los bienes recibidos.
La acción puede ser ejercida desde que la evicción se produce, aun antes de la muerte del causante.”
Se regula manifiestamente la garantía de evicción que se deben los “descendientes donatarios”: recíprocamente se
deben esta garantía de evicción, en cuanto a los bienes recibidos en la partición.
La partición por donación adquiere su plenitud jurídica desde el momento del acto, sin encontrarse supeditada a la
apertura de la sucesión, por lo cual los herederos beneficiados con la donación podrán ejercer a partir de su
realización todos los derechos y acciones que le corresponden en su calidad de herederos.
En este sentido, la garantía de evicción tiende a asegurar la existencia y la legitimidad del derecho transmitido,
extendiéndose a:
a) toda turbación de derecho total o parcial, que recae sobre el bien o bienes, por causa anterior o contemporánea a la
adquisición;
b) los reclamos de terceros fundados en derechos resultantes de la propiedad intelectual o industrial, salvo que el
enajenante se haya ajustado a especificaciones suministradas por el adquirente;
c) las turbaciones de hecho, causadas por el transmitente.
La garantía de evicción puede reclamarse, aun antes de la apertura de la sucesión —muerte del causante—, desde que
esta evicción se produce (art. 1044 y CC y C ss.).
Téngase presente que, respecto del donante, la garantía de evicción se debe solo en los casos previstos en el art. 1556
CC y C.
ARTÍCULO 2420. Revocación
“ La partición por donación puede ser revocada por el ascendiente, con relación a uno o más de los
donatarios, en los casos en que se autoriza la revocación de las donaciones y cuando el donatario incurre en
actos que justifican la exclusión de la herencia por indignidad.”
Esta partición por donación puede ser revocada por el ascendiente:
a) en los casos en que se autoriza la revocación de las donaciones (art. 1569 CCyC y concs.). Las donaciones pueden
dejarse sin efecto por inejecución de los cargos, por ingratitud del donatario y, en caso de habérselo estipulado
expresamente, por supernacencia de hijos del donante (art. 1569 CCyC y concs.);
b) cuando el donatario incurre en actos que justifican la exclusión de la herencia por indignidad (art. 2281 CC y C y
concs.). Cabe aclarar que la revocación puede destinarse a uno o a varios de los donatarios, es decir a aquellos que han
sido beneficiados en la partición por ascendientes.
Para que la revocación de la partición por donación tenga lugar, deviene necesario que el donante acredite judicialmente
la configuración de la causa en que se funda la revocación.

PARTICION POR TESTAMENTO

ARTÍCULO 2421. ENAJENACION DE BIENES


“La partición hecha por testamento es revocable por el causante y sólo produce efectos después de su muerte.
La enajenación posterior al testamento de alguno de los bienes incluidos en la partición no afecta su validez,
sin perjuicio de las acciones protectoras de la porción legítima que pueden corresponder.
Sus beneficiarios no pueden renunciar a ella para solicitar una nueva partición, excepto por acuerdo
unánime.”
Enajenación posterior al testamento de alguno de los bienes incluidos en la partición
Si opera la enajenación de un bien o bienes, de los comprendidos en la partición testamentaria, la partición sigue
vigente, ostentando plena validez, sin perjuicio de que el heredero perjudicado por ese acto, pueda ejercer las acciones
protectorias que tienden a resguardar la integridad de la legítima.
Irrenunciabilidad de la partición.
Los descendientes beneficiarios de la partición no pueden renunciar a ella para solicitar una nueva partición.
La regla preconsignada cede, ante el supuesto de que los descendientes beneficiarios acuerden por unanimidad dejar
sin efecto la partición.
ARTÍCULO 2422. Efectos
“ La partición por testamento tiene los mismos efectos que la practicada por los herederos.”
La partición por testamento tiene los mismos efectos que la llevada a cabo por los herederos. Pero con un límite claro:
deben respetarse los derechos de los herederos.
Por tal motivo, la partición por ascendiente, en la forma testamentaria, tiene efecto declarativo y no traslativo de
derechos; los copartícipes se deben entre sí la garantía de evicción y por vicios ocultos, entre otras notas.
ARTÍCULO 2423. GARANTIA DE EVICCION.
“ Los herederos se deben recíprocamente garantía de evicción de los bienes comprendidos en sus lotes.
La existencia y legitimidad de los derechos transmitidos se juzga al tiempo de la muerte del causante”.
La letra de la ley es simple: los herederos se deben recíprocamente garantía de evicción de los bienes que integran sus
lotes (art. 1044 a 1050 CC yC, responsabilidad por evicción).
Los derechos que se transmiten en la partición por ascendiente en la forma testamentaria, en orden a su existencia y
legitimidad, se califican al tiempo de la apertura de la sucesión.
Por ello, la garantía de evicción, se debe desde la muerte del causante.
Se reitera la garantía de evicción que ya existe entre los coherederos, como consecuencia de cualquier partición.

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