El Credo
El Credo
El Credo
En la oración de El Credo es donde los católicos decimos lo que creemos. Esta oración se reza en la Eucaristía (misas) del
domingo y solemnidades.
Estas tres partes contienen doce artículos que abarcan las principales verdades en las que creemos los
católicos. Estos doce artículos son:
1. Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra.
2. Jesucristo, Hijo único de Dios.
3. Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen.
4. Jesús fue crucificado, muerto y sepultado.
5. Jesús descendió a los infiernos y al tercer día resucitó.
6. Jesús subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre.
7. Jesús vendrá a juzgar a vivos muertos.
8. El Espíritu Santo.
9. La Iglesia una, santa, católica y apostólica y la comunión de los santos.
10. El perdón de los pecados. 11.
La resurrección de los muertos.
12. La vida eterna.
Si nos fijamos bien en todo lo que creemos nos vamos a dar cuenta de lo importante que es Dios y de como nos amó tanto
que nos entregó a su Hijo Jesús para salvarnos. Se quedó con nosotros en la Iglesia, nos perdona y nos promete volver a
venir.
Todo lo que creemos lo debemos de vivir. Debemos demostrar con nuestras obras que creemos en Dios. Se debe notar la
diferencia entre un niño que no tiene fe y un niño que sí tiene fe. La vida se vive diferente. Por ejemplo, si yo creo que tengo
un Padre Todopoderoso que vela por mí, mis acciones deberán demostrar esa seguridad y confianza. Si yo creo en la Iglesia,
la voy a ayudar.
El Credo es una forma de profesar nuestra fe. Otra forma de profesar nuestra fe es haciendo la señal de la cruz, que es la
señal del cristiano. ¿Qué expresamos cuando nos persignamos? Decimos que creemos en Dios que es uno en tres personas
distintas. Esto lo hacemos al decir “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Al trazar la señal de la cruz en
nuestro cuerpo, expresamos que creemos en la Encarnación, Pasión y Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
Al rezar el Credo entramos en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y con toda la Iglesia.
Credo de los Apóstoles y Credo Nicea-Constantinopla
El Catecismo de la Iglesia nos explica por qué tenemos un Credo (Rf. 185-197). Desde su origen, la Iglesia apostólica expresó
Asulofelargo
en formulas breves
de los siglos, en yrespuesta
normativas para
a las todos, quiso
necesidades derecoger lo esencial
diferentes épocas, de su feelaborado
se han en resúmenes orgánicos
numerosos y articulados,
símbolos de
destinados sobre todo
nuestra fe, por ejemplo: a los candidatos al bautismo. Esta síntesis de fe no ha sido hecha según opiniones humanas, sino que
se ha tomado de toda la Escritura lo más importante,
-Los símbolos de las diferentes Iglesias apostólicas y antiguas. para dar en su integridad la única enseñanza de la fe. A esta se le
llama "profesión de fe", y también
-El llamado símbolo de San Atanasio. se le llama Credo, ya que la primera palabra en ella es "Creo". Se les denomina
igualmente "símbolos de la fe".
-La profesión de fe de ciertos Concilios como los de Toledo, Letrán, Lyón, Trento, o de ciertos Papas como la "Fides
Damasi" o "El credo del pueblo de Dios, del Papa Pablo VI"
.
-Ninguno de estos símbolos compuestos en diferentes etapas de la vida de la Iglesia puede ser considerado como
superado o inútil. Nos ayudan a captar nuestra fe a través de los diversos resúmenes que se han hecho.
-Por qué los dos y su diferencia entre los símbolos de la fe dos ocupan un lugar muy particular en la vida de la Iglesia,
estos son: El símbolo de los Apóstoles y El Símbolo de Nicea-Constantinopla.
-El Credo de los Apóstoles o Símbolo de los Apóstoles, es el corto, es llamado de los apóstoles por que es considerado
con justicia como el resumen fiel de la fe de los apóstoles. Es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia Romana. Su gran
autoridad proviene del hecho de que es el símbolo que guarda la Iglesia Romana, la que fue sede de Pedro, el primero
de los apóstoles, y a la cual él llevó a la doctrina común.
-El Credo de Nicea-Constantinopla, es más largo por ser más explícito y lo rezamos todos los domingos en la Misa. Debe
su gran autoridad al hecho de que es fruto de los dos primeros Concilios ecuménicos, como su nombre lo indica
respectivamente Concilio de Nicea año 325 y el Concilio de Constantinopla año 381. Sigue siendo hoy el símbolo común
de todas las Iglesias de Oriente y Occidente.
-Recitar con fe el Credo es recordar nuestro Bautismo y entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es
también entrar en comunión con toda la Iglesia que nos transmite la fe y en el seno de la cual creemos