Contaminación Minera
Contaminación Minera
Contaminación Minera
Minas subterráneas
La minería subterránea produce efectos ambientales en tres ámbitos distintos: en el depósito
y las rocas adyacentes, en los espacios abiertos bajo tierra y en la superficie del terreno. La
planificación detallada de las operaciones y la selección acertada de los métodos y técnicas
de extracción son un requisito indispensable para el aprovechamiento óptimo de los
recursos y contribuyen a limitar los efectos ambientales.
Polvo, la contaminación con polvo (por ejemplo, polvo de roca en minas de carbón)
debe limitarse a fin de minimizar la incidencia de enfermedades, de las cuales la
más peligrosa es la silicosis causada por la inhalación de partículas de sílice. El
polvo es producido por la destrucción mecánica de rocas al barrenar, detonar,
machacar, cargar y descargar material, etc.
Aire, en caso de no filtrar el aire de escape de los piques y cuadros, éste puede
contaminar la atmósfera y producir daños, especialmente en la vegetación
circundante. El viento transporta polvo procedente de las operaciones de vertido y
de las escombreras, produciendo una fuerte contaminación atmosférica.
Agua, Las aguas contaminadas acarreadas por los ríos hasta el mar contaminan las
aguas marinas y producen alteraciones en el suelo oceánico, así como en las zonas
de pesca y desove
Hundimientos, Los daños más importantes ocasionados por la minería subterránea
en la superficie del terreno son los hundimientos. Estos incluyen asentamientos,
desniveles, curvaturas, deslizamientos, así como el estiramiento y la compresión de
la superficie. Los mayores daños se presentan en instalaciones de infraestructura y
edificaciones, así como en el medio ambiente natural. Los sistemas de conducción
de agua (canales, ríos, etc.) son sumamente sensibles al más mínimo cambio en la
inclinación del terreno; lo mismo ocurre, por ejemplo, con los arrozales en tierras
anegadas.
Otras consecuencias de la minería subterránea, El uso intensivo de madera para
la entibación puede ocasionar la tala de árboles en gran escala, con la consecuente
erosión de los suelos expuestos. La gestión de los recursos forestales y la plantación
de árboles de crecimiento rápido en el entorno de las minas contribuyen a evitar este
tipo de problemas. No obstante, la alteración permanente del ecosistema es un
hecho inevitable. Las técnicas de anclaje y la entibación con elementos de acero
reducen considerablemente el consumo de madera en las minas subterráneas.
Minería submarina o de dragado.
El mar profundo cubre casi la mitad de la superficie de la Tierra y alberga un enorme rango
de especies. La minería en los fondos marinos provocaría un daño irreversible
principalmente en la especie marina y en los ecosistemas del mar profundo.
En el fondo marino, la tasa de crecimiento de las especies es muy lenta. Son especies que
viven cientos de años y están entre las criaturas vivas más viejas del planeta. Esto las hace
particularmente vulnerables a las perturbaciones físicas. Los investigadores estiman que el
daño a las especies por la minería “es probable que duren para siempre en escalas de tiempo
humanas”.
La maquinaria no solo destruye el hábitat, también impactará en la remoción del sedimento.
Además, los barcos en superficie contaminarán, el ruido de la maquinaria perturbará a
especies como las ballenas y la iluminación en el oscuro fondo marino provocará daños
irreversibles a las criaturas adaptadas a niveles nulos de luz.
Consecuencias: