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El Mundo de La Vida y Lafenomenología Sociológicade Schütz

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EL MUNDO DE LA VIDA Y LAFENOMENOLOGÍA SOCIOLÓGICADE SCHÜTZ.

APUNTES
PARA UNAFILOSOFÍA DE LA EXPERIENCIA

Dr. Ricardo Salas Astrain*

Resumen:

La fenomenología sociológica ha consolidado su aporte a las ciencias sociales y


humanas a partir de la categoría del “mundo de la vida”, que cuestiona y reconstruye
el concepto de experiencia divulgado y heredado del empirismo, que se expresa –
según Husserl– en el naturalismo, el psicologismo y de cierto modo en el historicismo
implícito en los fundadores de las ciencias sociales y humanas del siglo XIX. En la
fenomenología husserliana, y en particular en la reelaboración de Schütz,
encontramos una fundamentación “fuerte” delas ciencias sociales y humanas, que
permite avanzar en un diálogo fructífero de las perspectivas epistémicas del mundo
social en tanto pone de relieve la cuestión central de la experiencia. La relevancia y
pertinencia de un mundo de vida para la teoría social radica en la consideración del
vínculo significativo de la experiencia humana, tal como se analiza en las teorías
comprensivas y comunicativas de la acción social.

Palabras claves:

Mundo de vida – intersubjetividad – sociabilidad - fenomeno-logía comprensiva -


ontología social.

Preliminares

Mèlich en su introducción a la Construcción significativa del mundo social , dice que


la obra de Alfred Schütz es “una de las aportaciones más ricas y originales que ha
conocido la fenomenología en su dimensión social, así como una de las más
interesantes y estimulantes respecto a la cuestión de la intersubjetividad”

Esta obra citada de Schütz, cuyo original alemán data de 1932, es una propuesta
sistemática en vistas a reconstruir epistemológicamente la sociología comprensiva
(verstehende Soziologie ) de Max Weber, que le aparece no teniendo una adecuada
fundamentación teórica. Al respecto nos señala explícitamente: “Pero pese a la
impresión que produce el concepto de ‘sociología comprensiva’ de Weber, se basa en
una serie de supuestos tácitos. Es cuestión de urgente necesidad identificar estos
supuestos y formularlos claramente, pues solo un análisis radical de los elementos
auténticos y básicos de la acción social puede proporcionar un fundamento confiable
para los futuros progresos de las ciencias sociales”

La crítica desarrollada por Schütz en la introducción, al modo weberiano de formular


la sociología comprensiva, valora por una parte los grandes aportes realizados a las
ciencias sociales, pero destaca los supuestos teóricos que no son suficientemente
aclarados, a saber, la noción de significado referido al acto significativo del individuo.
El planteamiento sociológico de Weber tendría dificultades porque: “Dio
ingenuamente por sentados los fenómenos significativos del mundo social como una
cuestión de acuerdo intersubjetivo exactamente dela misma manera en que todos
nosotros suponemos, en la vida diaria, la existencia de un mundo externo sometido a
leyes, que se adecua a los conceptos de nuestra comprensión”

En este plano del cuestionamiento, esta obra principal de Schütz consolida,


recogiendo el aporte husserliano, reelaborando coherente mente, según Walsch, una
teoría comprensiva del significado social de las acciones humanas. En otro texto dice
Schütz respecto de la obra de Weber: “Según él, la tarea central de la sociología es
comprender el sentido que el actor asigna a su acción (en su terminología, el ‘sentido
subjetivo’. Pero, ¿qué es la acción, qué es el sentido y cómo es posible la comprensión
de tal sentido por parte de un semejante, ya sea un participante de la interacción
social, o simplemente un observador dela vida cotidiana, o un especialista en ciencias
sociales”

En definitiva, para Schütz la sociología y la metodología weberiana requieren una


fundamentación que sólo puede encontrarse en una fenomenología constitutiva de la
actitud natural.

Lo que aparecerá interesante en esta crítica de Schütz a Weber es que el


cuestionamiento de los supuestos es justamente la cuestión de cómo se constituye
fenomenológicamente el mundo social, lo que implicaba una recuperación del mundo
socio-histórico concreto y de los significados que le otorgan sus actores, lo que alude
directamente al tema controvertido de la comprensión de dichos significados: “La
Verstehen no es primordialmente un método empleado por el científico social, sino
la particular forma experiencial en que el pensamiento del sentido común toma
conocimiento del mundo social cultural”

La teoría de Schütz es fruto del trabajo diligente y original de apropiación de los


grandes problemas de la comprensión del avance delas ciencias sociales y humanas
en el mundo germano, de acuerdo al marco de la filosofía de la época donde
destacaban Bergson y Husserl. Pero es sobre todo de este último de quien recogió la
mayor parte de las referencias para hacer la fundamentación de las ciencias sociales
desde una fenomenología constitutiva de la actitud natural. M. Natanson en la
Introducción al tomo I de los Collected Papers, indica explícitamente la intuición
central de toda la obra de Schütz:“ el descubrimiento, en su cabal profundidad, de las
presuposiciones estructura y significación del mundo del sentido común... La
comprensión de la realidad eminente de la vida del sentido común es la clave que
permite entender la obra de Alfred Schütz”

Si se considerara esta obra en referencia a Husserl es muy probable que su deuda


está presente en toda la elaboración de La Construcción significativa del mundo social
y de las publicaciones de los siguientes25 años, reunidas hoy en los Collected Papers

Husserl agradeció el envío de esta obra con una carta del 3 de mayo de 1932,
elogiando a su autor: “Estoy ansioso de conocer un fenomenólogo tan serio y
completo, uno de los pocos que han penetrado hasta su significado más profundo la
obra de mi vida –cuyo acceso es, infortunadamente, tan difícil– y que promete
continuarla como representante de la genuina philosophia perennis, la única que
puede constituir el futuro de la filosofía”

Este único libro publicado en vida de Schütz le valió ser considerado uno de los
representantes más connotados de la fenomenología de lo social. Pero esta obra de
Schütz no es sólo una síntesis de las ideas desarrolla-das por Husserl acerca de la
intersubjetividad al mundo social (sozialenWelt). En este sentido es preciso destacar
que Schütz no es un repetidor de las ideas del fundador de la fenomenología, tal
como la primera obra citada de Schütz lo evidencia. A favor de Schütz cuenta que no
pudo apoyarse completamente de la formulación husserliana de la intersubjetividad,
tal como fue elaborada inicialmente en la Vª Meditación cartesiana, teoría sobre la
que Husserl no estuvo nunca del todo conforme, como atestiguan sus trabajos sobre
la intersubjetividad.

Por otra parte, las Meditaciones cartesianas serán publicadas en 1931, época en que
Schütz ya había redactado la mayor parte de su obra, y cuando todavía no entraba en
contacto personal con Husserl y con su círculo. Por último, en sus últimos trabajos
Schütz contó con las reflexiones acerca del Mundo de la Vida, tal como aparecerán
desarrolladas luego en la Conferencia de Praga de 1935, y serán expuestas en el libro

Crisis de las Ciencias Europeas y la Fenomenología Trascendental, publicado


póstumamente en 1957, pero las va a desarrollar de un modo singular. Es probable
que algunas de estas ideas ya fueran parte de los tópicos discutidos por Schütz
cuando fue invitado por Husserl a participar del círculo fenomenológico en la
Universidad de Friburgo.

La relevancia de la cuestión del mundo social explicitada en la única obra de Schütz


publicada en vida, levanta una de las principales dificultades teóricas de las ciencias
sociales, acerca del cómo se constituye significativamente el mundo social, ya que
éste no sólo adquiere un carácter significativo para el científico social, sino que hay
siempre una significación previa que ya le otorgan los propios actores sociales en el
mundo de vida cotidiano. Esta indicación respecto de la experiencia significativa que
viven los actores será expuesta claramente en toda la primera obra de Schütz: “La
ciencia siempre presupone las experiencias(Erfahrungen) de toda una comunidad
científica, las experiencias de otros como yo, conmigo y para mí, están llevando a
cabo el trabajo científico. Y así ya está presente en la esfera precientífica el problema
de las ciencias sociales, y la ciencia social misma sólo es posible y concebible dentro
de la esfera general de la vida en el mundo social”

Resaltando este tema central de la experiencia propia del mundo dela vida queremos
demostrar la relevancia de este tópico al interior de su pensamiento, tal como lo
atestiguarán posteriormente sus diversos artículos y trabajos publicados en los
Collected Papers, en los que el tema del mundo de la vida cotidiana aparecerá
opacando la categoría de “mundo social”, siendo el principal eje de la argumentación
de Schütz. En el tomo I, señalará que el mundo de la vida refiere a la experiencia del
sentido común del mundo de la vida cotidiana, en el que “... el hombre presupone la
existencia corporal de sus semejantes, su vida consciente, la posibilidad de
intercomunicación y el carácter histórico de la organización social y la cultura, así
como presupone el mundo de la naturaleza en el cual ha nacido”

Y también en su libro póstumo, reelaborado por Luckmann, Las estructuras del


mundo de la vida, se puede leer: “Cada paso de mi explicitación y comprensión del
mundo se basa, en todo momento, en un acervo de experiencia previa, tanto de mis
propias experiencias inmediatas como de las experiencias que me transmiten mis
semejantes, y sobre todos mis padres, maestros etc. Todas estas experiencias,
comunicadas e inmediatas, están incluidas en una cierta unidad que tienen la forma
de mi acervo de conocimiento, el cual me sirve como esquema de referencia para dar
el paso concreto de mi explicitación del mundo. Todas mis experiencias en el mundo
de la vida se relacionan con ese esquema, de modo que los objetos y sucesos del
mundo de la vida se me presentan desde el comienzo en su carácter típico...”
El centro de estos trabajos posteriores donde reivindica el concepto de Lebenswelt
(Mundo de la Vida) se recoge la idea ya indicada en el parágrafo 42 de La construcción
significativa del mundo social, es decir coincide en destacar como la evidencia
originaria de todo conocimiento del mundo circundante y del mismo sujeto, y rescata
el valor de lo subjetivo y de la creación y la validación de las ciencias del espíritu para
los problemas del espíritu humano, que logre cuestionarlas técnicas y métodos de la
cientificidad objetiva proyectada en las ciencias físico-matemáticas, proveniente de
Galileo. “En este sentido, el término ‘mundo significativo’ (die sinnhafte Welt ) en
contraste con el término ‘mundo natural’, lleva dentro de sí una referencia implícita al
‘Otro’, que originó esta cosa que es significativa”

En general, la expresión terminológica en castellano “Mundo de la Vida”, quiere


traducir el término alemán “Lebenswelt”. Pero alude a una expresión típicamente
filosófica, que proviene de un término compuesto utilizado en las ciencias de la vida
anteriores a Husserl. Se advierte una cierta ambivalencia y complejidad tanto en su
traducción, como lo destaca al distinguir entre “lebenswelt” y “lebewelt” como en su
misma definición en el campo filosófico. Esta categoría filosófica alude principalmente
a dos elementos que se proyectan semánticamente en forma diferente, por un lado
está el término “Mundo” (Welt que refiere a la totalidad, y de otro está la “Vida”
(Leben) que refiere a lo dinámico. Una primera diferenciación acerca de cada uno de
los componentes de este nuevo concepto, según Pizzi, sería que Welt, o Mundo,
aludiría “a la totalidad compacta, duradera del mundo”, mientras que Leben, Vida,
alude a “la multiforme, frágil y caduca finitud de la vida”

Tendríamos de este modo una relación semántica con ciertos contrastes a explicitar,
por un lado Lebenswelt nos hablaría de una totalidad llamada mundo y de una finitud
llamada vida; por una parte, nos encontraríamos con el todo que nos rodea y que está
siempre presente, desde nuestro pasado y seguirá existiendo aunque nosotros como
sujetos ya no seamos, y por otro hablaría justamente de lo contrario, de la vida, lo
vivo encuentra en su definición misma el contrapunto de la muerte, lo que está vivo
necesariamente en algún momento estará muerto, la vida es finita. Lebenswelt en su
complejidad nos habla del todo finito, del mundo atemporal que posee una
temporalidad vital en cuanto es el mismo sujeto el que lo interpreta, lo crea y lo
recrea constantemente. En una segunda aproximación al concepto, de tipo
epistemológico, refiere al modo de comprensión del mundo del sentido común. Esta
forma de entender el Mundo de la Vida como el mundo vital cotidiano implica dar
cuenta de la comprensión del mundo por parte de los actores. Esto es, en general, lo
que Schütz llamará Mundo de la Vida cotidiana. En esta segunda aproximación del
concepto están contenidas varias ideas implícitas que son relevantes para nuestro
trabajo, en primer lugar, si este Mundo de la Vida refiere al mundo de la experiencia
cotidiana cabe asumir que el sujeto es un actor que vivencias significativamente este
mundo. En segundo lugar, está llamado a actuar en él y sobre él. En tercer lugar, el
vivir implicaría necesariamente actividad en el mundo. El mundo de la vida cotidiana,
en síntesis, sería el entorno vital mismo desde el que se sitúa el sujeto humano, y
cabe entender su relación con los otros y con la naturaleza. Schütz reconceptuliza en
el marco de las ciencias sociales el trata-miento husserliano de los conceptos de
mundo y de vida. Se puede entender de este modo el mundo vital desde
esta perspectiva como un mundo en un sentido fenomenológico, al
que pertenecemos “los sujetos, las cosas físicas y los seres psíquicos que están
relacionados con el sujeto fenoménico”, y que posee para nosotros sentido y validez.
Por otro lado, vida habla de la subjetividad a la que se llega mediante la reducción
fenomenológica, esto muestra a la vida como “posibilidad de una experiencia
mundano-vital”, ya que se realiza haciendo posible el sentido y la validez del
mundo. A guisa de introducción preliminar el Mundo de la Vida puede ser
considerado como un concepto que posee una dinámica interna la cual nos hablaría
no sólo de una herramienta conceptual fructífera, sino de un proceso interpretativo,
de acciones, de perspectivas, de representaciones ligadas a la experiencia. En su todo,
la super posición de mundo-vida da como resultado un suelo familiar, un espacio
firme para poder actuar desde él, es el suelo de nuestros intereses, de nuestro pasado
y de nuestro futuro y de sus proyectos de vida, de nuestras necesidades, de nuestras
preguntas, etc. Este Mundo de la Vida no puede ser reducido al horizonte de las
ciencias, ya que remite a la experiencia humana irreductible solo a hechos y cosas.
Como bien aclara Pizzi “el Mundo de la Vida es el mundo de la experiencia vital misma
y, por situarse en un horizonte más amplio que el horizonte del campo científico, no
es en absoluto una tentativa de auto fundamentación a partir de sí mismo” En
síntesis, la cuestión de la experiencia desarrollada por Husserl vuelve a plantearse de
un modo referido a la comprensión realizada por las ciencias sociales. Lo que
constituye el original aporte de Schütz, nos parece que no es únicamente
la recuperación de la categoría del mundo de la vida –que tiene una clarísima factura
husserliana– sino el intentar avanzar en un intento de fundamentación de las ciencias
sociales. En un sentido amplio, se trata de una teoría filosófica de las ciencias sociales,
que recupera la experiencia social de los sujetos, que refiere no sólo al carácter
histórico-social de la experiencia humana, sino que presupone una discusión
epistemológica del tipo de comprensión que realizan las ciencias específicas de lo
social. El mundo dela vida refiere a un intento de comprensión de la experiencia
social, que puedan dar cuenta teóricamente de ella, y que al mismo tiempo posibilita
una metodología apropiada. Es preciso distinguir este análisis epistémico, del carácter
originario de la misma, que lleva a un planteamiento de una ontología de lo social. En
otras palabras, se trataría de una fenomenología de lo social que cuestiona el
empirismo de las ciencias a nombre de la experiencia, por el que no se reduce las
ciencias sociales a la objetivización científica ni simplemente al reconocimiento de los
análisis disciplinarios de lo social a través de la detección de dimensiones inherentes,
sino que la ciencia social refiere a una experiencia social, que constituye este mundo
previo que es la posibilidad misma del conocimiento de las ciencias. Una
fenomenología de lo social se enraíza con una filosofía de la experiencia que aludiría
de este modo a un nuevo tipo de articulación entre ciencia social y filosofía, donde el
pensamiento de Husserl se vuelve relevante en cuanto entrega las pistas para apre-
hender la permanente e insondable riqueza de la experiencia misma.

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