El Mundo de La Vida y Lafenomenología Sociológicade Schütz
El Mundo de La Vida y Lafenomenología Sociológicade Schütz
El Mundo de La Vida y Lafenomenología Sociológicade Schütz
APUNTES
PARA UNAFILOSOFÍA DE LA EXPERIENCIA
Resumen:
Palabras claves:
Preliminares
Esta obra citada de Schütz, cuyo original alemán data de 1932, es una propuesta
sistemática en vistas a reconstruir epistemológicamente la sociología comprensiva
(verstehende Soziologie ) de Max Weber, que le aparece no teniendo una adecuada
fundamentación teórica. Al respecto nos señala explícitamente: “Pero pese a la
impresión que produce el concepto de ‘sociología comprensiva’ de Weber, se basa en
una serie de supuestos tácitos. Es cuestión de urgente necesidad identificar estos
supuestos y formularlos claramente, pues solo un análisis radical de los elementos
auténticos y básicos de la acción social puede proporcionar un fundamento confiable
para los futuros progresos de las ciencias sociales”
Husserl agradeció el envío de esta obra con una carta del 3 de mayo de 1932,
elogiando a su autor: “Estoy ansioso de conocer un fenomenólogo tan serio y
completo, uno de los pocos que han penetrado hasta su significado más profundo la
obra de mi vida –cuyo acceso es, infortunadamente, tan difícil– y que promete
continuarla como representante de la genuina philosophia perennis, la única que
puede constituir el futuro de la filosofía”
Este único libro publicado en vida de Schütz le valió ser considerado uno de los
representantes más connotados de la fenomenología de lo social. Pero esta obra de
Schütz no es sólo una síntesis de las ideas desarrolla-das por Husserl acerca de la
intersubjetividad al mundo social (sozialenWelt). En este sentido es preciso destacar
que Schütz no es un repetidor de las ideas del fundador de la fenomenología, tal
como la primera obra citada de Schütz lo evidencia. A favor de Schütz cuenta que no
pudo apoyarse completamente de la formulación husserliana de la intersubjetividad,
tal como fue elaborada inicialmente en la Vª Meditación cartesiana, teoría sobre la
que Husserl no estuvo nunca del todo conforme, como atestiguan sus trabajos sobre
la intersubjetividad.
Por otra parte, las Meditaciones cartesianas serán publicadas en 1931, época en que
Schütz ya había redactado la mayor parte de su obra, y cuando todavía no entraba en
contacto personal con Husserl y con su círculo. Por último, en sus últimos trabajos
Schütz contó con las reflexiones acerca del Mundo de la Vida, tal como aparecerán
desarrolladas luego en la Conferencia de Praga de 1935, y serán expuestas en el libro
Resaltando este tema central de la experiencia propia del mundo dela vida queremos
demostrar la relevancia de este tópico al interior de su pensamiento, tal como lo
atestiguarán posteriormente sus diversos artículos y trabajos publicados en los
Collected Papers, en los que el tema del mundo de la vida cotidiana aparecerá
opacando la categoría de “mundo social”, siendo el principal eje de la argumentación
de Schütz. En el tomo I, señalará que el mundo de la vida refiere a la experiencia del
sentido común del mundo de la vida cotidiana, en el que “... el hombre presupone la
existencia corporal de sus semejantes, su vida consciente, la posibilidad de
intercomunicación y el carácter histórico de la organización social y la cultura, así
como presupone el mundo de la naturaleza en el cual ha nacido”
Tendríamos de este modo una relación semántica con ciertos contrastes a explicitar,
por un lado Lebenswelt nos hablaría de una totalidad llamada mundo y de una finitud
llamada vida; por una parte, nos encontraríamos con el todo que nos rodea y que está
siempre presente, desde nuestro pasado y seguirá existiendo aunque nosotros como
sujetos ya no seamos, y por otro hablaría justamente de lo contrario, de la vida, lo
vivo encuentra en su definición misma el contrapunto de la muerte, lo que está vivo
necesariamente en algún momento estará muerto, la vida es finita. Lebenswelt en su
complejidad nos habla del todo finito, del mundo atemporal que posee una
temporalidad vital en cuanto es el mismo sujeto el que lo interpreta, lo crea y lo
recrea constantemente. En una segunda aproximación al concepto, de tipo
epistemológico, refiere al modo de comprensión del mundo del sentido común. Esta
forma de entender el Mundo de la Vida como el mundo vital cotidiano implica dar
cuenta de la comprensión del mundo por parte de los actores. Esto es, en general, lo
que Schütz llamará Mundo de la Vida cotidiana. En esta segunda aproximación del
concepto están contenidas varias ideas implícitas que son relevantes para nuestro
trabajo, en primer lugar, si este Mundo de la Vida refiere al mundo de la experiencia
cotidiana cabe asumir que el sujeto es un actor que vivencias significativamente este
mundo. En segundo lugar, está llamado a actuar en él y sobre él. En tercer lugar, el
vivir implicaría necesariamente actividad en el mundo. El mundo de la vida cotidiana,
en síntesis, sería el entorno vital mismo desde el que se sitúa el sujeto humano, y
cabe entender su relación con los otros y con la naturaleza. Schütz reconceptuliza en
el marco de las ciencias sociales el trata-miento husserliano de los conceptos de
mundo y de vida. Se puede entender de este modo el mundo vital desde
esta perspectiva como un mundo en un sentido fenomenológico, al
que pertenecemos “los sujetos, las cosas físicas y los seres psíquicos que están
relacionados con el sujeto fenoménico”, y que posee para nosotros sentido y validez.
Por otro lado, vida habla de la subjetividad a la que se llega mediante la reducción
fenomenológica, esto muestra a la vida como “posibilidad de una experiencia
mundano-vital”, ya que se realiza haciendo posible el sentido y la validez del
mundo. A guisa de introducción preliminar el Mundo de la Vida puede ser
considerado como un concepto que posee una dinámica interna la cual nos hablaría
no sólo de una herramienta conceptual fructífera, sino de un proceso interpretativo,
de acciones, de perspectivas, de representaciones ligadas a la experiencia. En su todo,
la super posición de mundo-vida da como resultado un suelo familiar, un espacio
firme para poder actuar desde él, es el suelo de nuestros intereses, de nuestro pasado
y de nuestro futuro y de sus proyectos de vida, de nuestras necesidades, de nuestras
preguntas, etc. Este Mundo de la Vida no puede ser reducido al horizonte de las
ciencias, ya que remite a la experiencia humana irreductible solo a hechos y cosas.
Como bien aclara Pizzi “el Mundo de la Vida es el mundo de la experiencia vital misma
y, por situarse en un horizonte más amplio que el horizonte del campo científico, no
es en absoluto una tentativa de auto fundamentación a partir de sí mismo” En
síntesis, la cuestión de la experiencia desarrollada por Husserl vuelve a plantearse de
un modo referido a la comprensión realizada por las ciencias sociales. Lo que
constituye el original aporte de Schütz, nos parece que no es únicamente
la recuperación de la categoría del mundo de la vida –que tiene una clarísima factura
husserliana– sino el intentar avanzar en un intento de fundamentación de las ciencias
sociales. En un sentido amplio, se trata de una teoría filosófica de las ciencias sociales,
que recupera la experiencia social de los sujetos, que refiere no sólo al carácter
histórico-social de la experiencia humana, sino que presupone una discusión
epistemológica del tipo de comprensión que realizan las ciencias específicas de lo
social. El mundo dela vida refiere a un intento de comprensión de la experiencia
social, que puedan dar cuenta teóricamente de ella, y que al mismo tiempo posibilita
una metodología apropiada. Es preciso distinguir este análisis epistémico, del carácter
originario de la misma, que lleva a un planteamiento de una ontología de lo social. En
otras palabras, se trataría de una fenomenología de lo social que cuestiona el
empirismo de las ciencias a nombre de la experiencia, por el que no se reduce las
ciencias sociales a la objetivización científica ni simplemente al reconocimiento de los
análisis disciplinarios de lo social a través de la detección de dimensiones inherentes,
sino que la ciencia social refiere a una experiencia social, que constituye este mundo
previo que es la posibilidad misma del conocimiento de las ciencias. Una
fenomenología de lo social se enraíza con una filosofía de la experiencia que aludiría
de este modo a un nuevo tipo de articulación entre ciencia social y filosofía, donde el
pensamiento de Husserl se vuelve relevante en cuanto entrega las pistas para apre-
hender la permanente e insondable riqueza de la experiencia misma.