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La Sociolingüística Libro Traducción Calvet 1993 2020 Con Anexos CC

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La Sociolingüística*

Por

Louis-Jean Calvet

*Louis-Jean Calvet. 1993b [2017]. La Sociolinguistique. Paris, Presses Universitaires


de France. Colección Que sais-je?, segunda y novena edición respectivamente.
Versión española, notas y comentarios a cargo de Miguel Ángel Mahecha, Profesor
de lingüística adscrito al programa de Literatura y Lengua Castellana de la
Universidad Surcolombiana Neiva. Presentación de Mireya Cisneros Estupiñán,
Coordinadora de la Maestría en Lingüística de la Universidad Tecnológica de
Pereira.

Esta obra está bajo la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0


Internacional. Para ver una copia de esta licencia, visite
http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0
Presentación

A cargo de Mireya Cisneros...


Introducción

La lingüística moderna nació de la voluntad de Ferdinand de Saussure de

elaborar un modelo abstracto, la lengua, a partir de los actos de habla 1. Su

enseñanza, que fue recogida por sus discípulos y publicada después de su

muerte2, constituye el punto de partida del estructuralismo en lingüística. Es

más, a pesar de algunos pasajes en los cuales se encuentra la afirmación de que

la lengua “es la parte social del lenguaje” 3 o que “la lengua es una institución

social”4, este libro insiste sobre todo en el hecho de que “la lengua es un sistema

que solo conoce su propio orden” 5 o que, como lo afirma la última frase del

texto, “la lingüística tiene por único y verdadero objeto la lengua considerada

en sí misma y por sí misma”. Saussure trazaba así una frontera neta entre lo que

le parecía pertinente, “la lengua en sí misma”, y el resto, y fue seguido en este

punto por investigadores tan diferentes como Bloomfield, Hjelmslev o

Chomsky: cada uno de ellos, al elaborar teorías y sistemas de descripción

diversificados, coinciden en delimitar el campo de su ciencia de manera

restrictiva, eliminando de sus preocupaciones todo lo que no era la estructura

abstracta que definían como objeto de su estudio.

Ahora bien, las lenguas no existen sin las personas que las hablan, y la historia

de una lengua es la historia de sus hablantes. El estructuralismo en lingüística

se erigió entonces rechazando el elemento social en la lengua, y si las teorías y

las descripciones que resultan de estos principios son, evidentemente, un aporte

1 [Ducrot, 1977. En adelante, todas las notas del traductor irán entre corchetes]
2 Cours de linguistique générale, Paris, Payot, 1916. Las ediciones sucesivas, por cierto, numerosas,
han conservado la paginación de la primera edición. Nosotros consultaremos de preferencia la
edición crítica de Tulio de Mauro, París, Payot, 1985. [Para los hablantes de habla española, la
edición clásica es la de Amado Alonso quien publicó la traducción española del CLG en 1945 en
la editorial Losada de Buenos Aires. En el 2000, la editorial Akal de Madrid publicó la
traducción del Curso a cargo de Mauro Armiño que incluye las notas filológicas de Robert
Godel y Tullio De Mauro.]
3 Cours, p. 31.

4 Cours, p. 33.

5 Cours, p. 314.
nada despreciable al estudio general de las lenguas, la sociolingüística a la cual

está consagrada este libro, ha debido defender el punto de vista opuesto. El

conflicto entre estos dos enfoques comienza muy temprano, inmediatamente

después de la publicación del Curso de lingüística general, y veremos que, hasta

una fecha reciente estas dos corrientes van a desarrollarse de forma

independiente. Por una parte, se hacía énfasis en la organización de los fonemas

de la lengua, en su sintaxis; por otra parte, se enfocaba la estratificación social

de las lenguas o los diferentes parámetros que en la lengua varían según las

clases sociales. Habrá que esperar prácticamente a William Labov para

encontrar la afirmación que, si la lengua es un hecho social, entonces la

lingüística no puede ser más que una ciencia social, es decir que la

sociolingüística es la lingüística 6.

La sociolingüística está hoy en día en pleno desarrollo y no hace más que

diversificar sus enfoques y sus terrenos. Este pequeño libro se dedica a poner

un poco de orden en este desbordamiento.

6 “Durante muchos años me he resistido al término sociolingüística, puesto que implica que
puede haber una teoría o práctica lingüística que no sea social”. William Labov, 1983, p. 23. [I
have resisted the term sociolinguistics for many years, since it implies that there can be a
successful linguistic theory or practice which is not social.]
Capítulo 1
La lucha por una concepción social de la lengua

I. Saussure/Meillet: el origen del conflicto

El lingüista francés Antoine Meillet (1866-1936) subrayó en numerosos textos el

carácter social de la lengua, o mejor, la definió como un hecho social. Y le daba

además un contenido muy preciso a este carácter. Así, en su célebre artículo

«Comment les mots changent de sens» [cómo cambian las palabras de sentido],

proponía una definición de este “hecho social”, subrayando al mismo tiempo in

ambigüedad su filiación con el sociólogo Émile Durkheim:

- “Los límites de las diversas lenguas tienden a coincidir con las de los

grupos sociales que se les llama naciones; la ausencia de unidad de

lengua es el signo de un Estado reciente, como en Bélgica, o

artificialmente constituido como en Austria”;

- “el lenguaje es pues eminentemente un hecho social. En efecto, este entra

exactamente en la definición que propuso Durkheim; una lengua existe

independientemente de cada uno de los individuos que la hablan, y,

aunque no tenga ninguna realidad fuera de la suma de estos individuos,

ella es, sin embargo, por su generalidad, exterior a él”;

- “los caracteres de exterioridad en el individuo y de coerción por los

cuales Durkheim definió el hecho social aparecen luego en el lenguaje

con la última evidencia” 7

A menudo se ha presentado a Antoine Meillet como el discípulo de Ferdinand

de Saussure (1857-1913). Realmente, desde la publicación (póstuma) del Curso

de lingüística general, Meillet tomaba sus distancias y, en la reseña que le hizo al

libro, subraya que “separando el cambio lingüístico de las condiciones

7 Antoine Meillet, Comment les mots changent de sens, artículo publicado inicialmente en L’Année
Sociologique, 1905-1906; es retomado luego en un libro ulterior, Linguistique historique et
linguistique générale, Paris, Champion, 1921. Se cita aquí la reedición de 1965, p. 230.
exteriores de las cuales él depende, Ferdinand de Saussure lo priva de la

realidad; él lo reduce a una abstracción que es necesariamente inexplicable” 8.

Así pues, las posiciones de Meillet estaban en contradicción al menos con una

de las dicotomías saussureanas, la que distinguía entre la sincronía y la

diacronía, y con la última frase del Curso (“La lingüística tiene por único y

verdadero objeto la lengua considerada en sí misma y por sí misma”) que,

incluso si no es de Saussure y representa más bien la conclusión de los editores,

resume perfectamente su enseñanza 9. Pero también se presenta una

contradicción porque la afirmación del carácter social de la lengua que se

encuentra en toda la obra de Meillet implica a la vez la convergencia de un

enfoque interno y de un enfoque externo de los hechos de lengua y de un

enfoque sincrónico y diacrónico de estos mismos hechos. Cuando Saussure opone

lingüística interna y lingüística externa, Meillet las asocia, cuando Saussure

distingue entre enfoque sincrónico y enfoque diacrónico, Meillet busca explicar

la estructura por la historia. Realmente, todo opone a estos dos hombres desde el

momento en que nos ubicamos en el terreno de la lingüística general. Mientras que

Saussure busca actualizar un modelo abstracto de la lengua, Meillet se debate

entre el hecho social y el sistema donde todo se sostiene: para él no se puede

comprender en absoluto los hechos de lengua, sin referirse a lo social y luego

sin hacer referencia ya sea a la diacronía o a la historia.

Frente a la precisión con la cual Meillet definía la noción de hecho social, los

pasajes en los cuales Saussure declara que la lengua “es la parte social del

lenguaje”10 o que “la lengua es una institución social”11 impresionan por su

vaguedad teórica. Para él, el hecho de que la lengua sea una institución social es

simplemente un principio general, una suerte de exhortación que después de él

8 Antoine Meillet, Reseña del Curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure, Bulletin de
la Société linguistique de Paris, p. 166. [http://www.revue-
texto.net/docannexe/file/113/meillet_cours_1916.pdf]
9 [Frase apócrifa de Ferdinand de Saussure con la cual se cierra el CLG]

10 Ferdinand de Saussure, Cours de linguistique générale, Paris, Payot, 1931, p.31

11 Ibid., p. 33.
retomarán muchos lingüistas estructuralistas, sin darse jamás los medios

heurísticos para asumir esta afirmación: se plantea el carácter social de la

lengua y se pasa a otra cosa, a una lingüística formal, a la lengua “en sí misma y

por sí misma”. Para Meillet, al contrario, esta afirmación debería tener

implicaciones metodológicas, ella debería estar en el centro de la teoría

lingüística: la lengua es para él a la vez un “hecho social” y un “sistema donde

todo se sostiene”, e intenta, con sumo empeño, tener en cuenta esta doble

determinación. Esto le es muy fácil cuando estudia el léxico (que trata de los

nombres del hombre, del vino, del aceite o de la religión indoeuropea) o cuando

se ocupa de la expansión de las lenguas (por ejemplo, sobre la historia de la

lengua latina). Las cosas son, por supuesto, más difíciles para él en el dominio

de la fonología o la sintaxis, pero sigue siendo que su insistencia constante en

estos puntos lo hacen precisamente un precursor. Y se encuentra por ejemplo en

este pasaje: “Por lo mismo que la lengua es un hecho social resulta que la

lingüística es una ciencia social, y el único elemento variable al cual se puede

recurrir para dar cuenta del cambio lingüístico, es el cambio social.” 12, una

tonalidad muy próxima a ésta es la que se encontrará después en la obra de

William Labov.

Si Saussure y Meillet utilizan casi la misma fórmula, no le dan el mismo

sentido: para Saussure la lengua es elaborada por la comunidad, es sólo en esto

que ella es social, mientras que, como lo vimos, Meillet le da a la noción de hecho

social un contenido más preciso y muy durkheiniano (él colaboraba además de

manera regular en la revista dirigida por Durkheim, «L’Année sociologique»). En

realidad, allí donde Saussure distingue cuidadosamente entre estructura e

historia, Meillet desea ligarlas. Cuando la empresa del lingüista suizo es

esencialmente terminológica (intenta elaborar el vocabulario de la lingüística

12Antoine Meillet, «L’Etat actuel des études de linguistiques générales», lección inaugural en el
Collège de France, 13 de febrero de 1906, retomado en Linguistique historique et linguistique
générale, Paris, Champion, 1921, citado aquí de la reedición de 1965, página 17.
para asentar teóricamente esta ciencia), la de Meillet es programática: no deja de

desear que se tenga en cuenta el carácter social de la lengua.

Vemos entonces que el tema de la lengua como hecho social, central en Meillet, es

un tema antisaussureano, de manera inconsciente eso sí antes de la publicación

del Curso, pero luego de forma consciente y que la historia de la lingüística

estructural postsaussureana se caracteriza por un alejamiento constante de este

tema. Desde el nacimiento de la lingüística moderna, aparece así frente a un

discurso de carácter estructural, haciendo esencialmente énfasis en la forma de

la lengua, otro discurso que insiste en sus funciones sociales. Y, durante

alrededor de medio siglo, estos dos discursos van a desarrollarse de manera

paralela, sin llegar a encontrarse.

II. Las posiciones marxistas sobre la lengua

Por la misma época se ubicaba otro enfoque social de la lengua, el que nace de

la corriente marxista. Ya en 1894 Paul Lafargue, el yerno de Karl Marx, había

publicado un estudio sobre el vocabulario francés, antes y después de la

Revolución, mostrando que la lengua había cambiado considerablemente en

este periodo, relacionando este cambio con los eventos políticos. Había, por

supuesto, un cierto mecanismo en su visión: “la lengua clásica cayó con la

monarquía feudal; la lengua romántica nacida en la tribuna de las asambleas

parlamentarias, durará lo que dure el gobierno parlamentario.” 13 Pero resulta

que tenemos aquí la primera tentativa de aplicar un cierto análisis sociológico a

los hechos de lengua.

Enseguida van a venir de la URSS los textos más locos o los más innovadores,

según los casos. Del lado de la locura hay que clasificar a Nikolái Marr (1864-

1934) quien, mucho antes de la llegada del comunismo al poder, había elaborado

la teoría de las lenguas jaféticas (del nombre del tercer hijo de Noé, Jafet,

13Paul Lafargue, La langue française avant et après la révolution, L’Ere nouvelle, enero-febrero
1894, reeditado en L-J Calvet, Marxisme et linguistique, Paris, Payot, 1977, página 144.
[https://www.marxists.org/francais/lafargue/works/1894/00/pl18940000.htm]
después de Sem y Cam cuyos nombres habían dado ya nacimiento a las lenguas

camíticas y semíticas) a la cual le va a tratar de aplicar el marxismo. Su idea era

relativamente simple: Marr postulaba un origen común a todas las lenguas del

mundo, ya que la comunicación habiendo sido inicialmente gestual, hicieron su

aparición cuatro elementos fónicos: sal, ber, yôn y roch constituyendo el lenguaje

de una casta en el poder (los brujos). La lengua era entonces desde su origen, el

instrumento de poder y siempre estaba marcada por la división de la sociedad

en clases sociales, Después estas cuatro sílabas van a combinarse, deformarse,

multiplicarse para dar las diferentes lenguas del mundo que Marr clasificaba en

cuatro estadios sucesivos, correspondiendo a diferentes situaciones

socioeconómicas:

– Primer estadio: chino, lenguas africanas;

– Segundo estadio: lenguas ugrofinesas, turco;

– Tercer estadio: lenguas caucásicas y camíticas;

– Cuarto estadio: lenguas indoeuropeas y semíticas.

Cada uno de estos estadios correspondía a un ‘progreso’ y es difícil no ver,

detrás de esta clasificación, huellas de racismo o al menos de eurocentrismo.

Toda esta construcción inspirada en un marxismo muy sumario debía

seguramente tener su visión del porvenir: Marr pensaba que el advenimiento

mundial del socialismo debería ocasionar la aparición de una sola lengua,

coincidiendo con la idea de que las lenguas reflejan la lucha de clases. Pero

pensando sin duda que solo uno puede servirse mejor, militaba por la creación

de una lengua internacional artificial, lo que explica que, durante quince años,

el esperanto fuera bien visto por el poder y relativamente difundido en la URSS.

Por esta razón, las teorías marristas van a tener el estatus de teoría oficial. La

aplicación del marxismo que querían lograr, parece ser hoy en día bastante

elemental, pero en su momento la veíamos sobre todo como la justificación

lingüística de principios ideológicos más generales: primacía de la lucha de

clases sobre la idea de nación, lengua como superestructura, todo esto encajaba
perfectamente en una visión internacionalista, y además respondía a los

problemas de la URSS frente a las minorías nacionales, mostrando en particular

que la organización social prevalecía sobre la división en naciones. Se hizo

oficial bajo el nombre de nueva teoría lingüística, el pensamiento de Marr se

impondría en la URSS mucho después de su muerte, hasta principios de la

década de 1950.

Esta situación de monopolio, combinada con los desmedidos medios de presión

que siempre tenemos en un Estado fuerte, hacen difícil saber qué se estaba

desarrollando teóricamente en otro lugar que en este pensamiento oficial:

mientras algunos enseñaban la nueva teoría lingüística en las universidades, es

muy probable que quienes la criticaban, corrieran el riesgo de aplicar sus

análisis a la situación lingüística de Siberia. Pero hay que destacar, no obstante,

el grupo de jóvenes investigadores del que Mijaíl Bajtín (1895-1975) es hoy el

representante más célebre. Entre ellos Valentín Voloshinov (¿1895-1930?) De

quien conocemos dos libros: El freudismo: una crítica marxista (1927) y El

marxismo y la filosofía del lenguaje (1929). Allí desarrolla una crítica tanto de

Saussure como de Freud, planteando que este último carece de teoría del

lenguaje y que el primero no supo ver que el signo lingüístico es el lugar de la

ideología.

Bajtín nunca tendrá problemas reales con el régimen, seguirá enseñando,

publicando sus obras, especialmente sobre Dostoievski, luego sobre Rabelais,

mientras que Voloshinov desaparecerá en los campos, probablemente poco

después de la publicación de su segundo libro. Pero aquí comienza otra

historia: en la década de 1970 se difundió el rumor de que ni Voloshinov ni

Medvedev (otro miembro del grupo) escribieron realmente los libros que

habían firmado: le prestaron su nombre al "maestro" para permitirle publicar

sin peligro ... Detrás del rumor, hay muy pocas cosas, las declaraciones de un tal

Pr. VV Ivanov, retomadas en la introducción a la traducción francesa del

Marxismo y la filosofía del lenguaje, publicado bajo el nombre de Bajtín (con, entre
paréntesis, el de Voloshinov), y algunas líneas de Roman Jakobson avalando

esta tesis sin dar ninguna prueba14. Verdadero o falso, este escenario es

demasiado idílico y poco claro. Comienza con una improbabilidad que

convierte a Bajtín en un "maestro" cuyos "discípulos" eran de su edad, y

permitió que la URSS eliminara la posibilidad de que libros importantes y ahora

reeditados pudieran haber sido escritos por personas fallecidas en el campo. Lo

cierto es que Voloshinov, que no habría escrito nada según este escenario,

murió por esta ausencia de escritura, mientras que Bajtín que había trabajado en

las sombras, a pesar de la imposición del marrismo, pudo volver al frente de la

escena.

Mientras tanto, la nueva teoría lingüística había sido abandonada en

circunstancias particulares. A principios de mayo de 1950, mientras que unos

meses antes, en enero, con motivo del decimoquinto aniversario de su muerte,

aún se recordaba la primacía de las teorías de Marr, comienza en Pravda la

publicación de una serie de Intervenciones sobre la actualidad de su

pensamiento y sobre el problema de saber si es oportuno trabajar desde sus

teorías. El 20 de junio, el propio Stalin interviene extensamente, en forma de

respuestas a preguntas, y así termina el debate. Sus conclusiones se pueden

resumir en dos puntos:

- El lenguaje no es una superestructura,

- El idioma no tiene carácter de clase

E incluso si sus argumentos no siempre son muy científicos, su peso político

significa que ahora la página está dirigida a Nikolái Marr.

En Francia, Marcel Cohen, especialista en lenguas semíticas y miembro del

Partido Comunista, acogió con satisfacción esta intervención15 y él mismo

14
Mijaíl Bajtín (V.N. Volochinov); Le marxisme et la philosophie du langage, prefacio de Roman
Jakobson, traducción e introducción de Marina Yaguello, Paris, Editions de Minuit, 1977. [En la edición
española, El Marxismo y la filosofía del lenguaje. Prólogo y traducción de Tatiana Bubnova. Buenos
Aires, Ediciones Godot]
15
Une leçon de marxisme à propos de linguistique, La pensée, 33, noviembre-diciembre 1950.
publicó luego un libro16 mostrando que el marxismo abordaba desde ese

momento los problemas lingüísticos de manera muy diferente: ya no se trata de

llevar los hechos de lengua hacia un marco teórico preestablecido, sino

analizarlos desde una óptica sociológica marxista. Es cierto que las teorías de

Marr nunca se habían tomado en serio: Aurelien Sauvageot las había criticado

desde 1935, Marcel Cohen había guardado un cauteloso silencio sobre ellas, y

los lingüistas franceses estaban mucho más influenciados por Meillet que por

Marr17.

La intervención de Stalin, que habría desbloqueado la situación, fue, se

entenderá, mucho más política que lingüística. Sin embargo, quedará un país en

el que su texto será considerado como base teórica para la investigación: China.

Para terminar con este tema, y para que conste, cabe señalar que en octubre y

noviembre de 1974, una delegación de lingüistas estadounidenses (incluidos

Charles Ferguson y William Labov) visitó la República Popular de China y se

reunió con homólogos chinos. De este encuentro resultará un libro colectivo 18 en

el que se abordarán diversos temas: reforma de las lenguas, enseñanza de

lenguas extranjeras, lenguas minoritarias, lexicografía, etc. El capítulo que

debería haber sido más interesante, desde nuestro punto de vista, se refiere a la

teoría del lenguaje, pero si la lectura no nos enseña mucho sobre la aplicación

del marxismo-leninismo a la lingüística, nos muestra que la delegación

estadounidense estaba teóricamente desarmada frente a sus interlocutores. De

hecho, se contenta con registrar algunos hechos obvios: que la referencia

suprema es el texto de Stalin que comentamos más atrás, que la lingüística,

como todas las demás ciencias, debe servir a la política proletaria, que el

vocabulario cambia más rápido que sintaxis, etc. Luego, a manera de

16
Marcel Cohen, Pour une sociologie du langage, Paris, Albin Michel, 1956 [Manual para una
sociología del lenguaje, Madrid, Fundamentos, 1974, versión española de José Martín Arancibia]
17
Sobre este punto, consúltese Daniel Baggioni, Contribution a l’histoire de la « Nouvelle Théorie du
Langage » en France, en Langages, 46, junio 1977.
18
Winfred P. Lehmann (ed.), Language and Linguistics in the People’s Republic of China, University of
Texas Press, Austin, 1975.
conclusión, subraya que, si es poco probable que China pueda contribuir al

progreso de la lingüística teórica, de la neurolingüística o de la lingüística

histórica, sí ha obtenido resultados notables en lo que respecta a la

estandarización del «pǔtōnghuà» (mandarín estándar, el idioma oficial) en la

simplificación de caracteres y en la enseñanza de lenguas minoritarias. Por

supuesto, la falta de una dimensión crítica se debe en parte a la redacción

colectiva de este libro (no se firmó ningún capítulo) y este texto, sin duda, debe

verse como producto de un compromiso. Pero el hecho es que, en ningún lugar,

se nota el más mínimo embrión de discusión, porque la sociolingüística

naciente en los Estados Unidos no tiene realmente una teoría 19 y que la idea

vaga según la cual, la sociolingüística debe estudiar las relaciones entre lenguaje

y sociedad no basta para iniciar una discusión con un discurso que, por

supuesto, procede sobre todo de un estereotipo, pero que al final dice lo mismo.

Frente al dogmatismo marxista-leninista, los lingüistas estadounidenses en 1974

estaban indefensos, porque no tenían teoría, ni antecedentes sociológicos en los

que apoyarse, y esto también es característico de este período en el que la

sociolingüística hace su aparición.

Pero estos avatares tragicómicos no deben enmascarar lo principal: no puede

haber sociolingüística sin sociología, y si el intento soviético es poco

satisfactorio, queda el problema de un análisis del lenguaje en la sociedad.

Desde este punto de vista, el episodio marrista seguido por el desarrollo de

Stalin solo podía hacer retroceder el punto de vista sociológico en lingüística.

III. Bernstein y los limitados lingüísticos

Es a partir de este momento, con las investigaciones publicadas en inglés que la

sociolingüística moderna va, en esencia, a manifestarse. Basil Bernstein, un

especialista inglés en sociología de la educación, iba a ser el primero en tener en

cuenta tanto las producciones lingüísticas reales (lo que no hicieron los autores

19
[En otros términos, un marco conceptual.]
inspirados en el marxismo) como la situación sociológica de los hablantes.

Partirá de la observación de que los niños de la clase trabajadora tienen una tasa

de fracaso escolar mucho mayor que los de las clases acomodadas. Luego

analizará las producciones lingüísticas de los niños y definirá dos códigos: el

código restringido, el único dominado por niños de entornos desfavorecidos, y el

código elaborado, dominado por niños de clases acomodadas que, además,

dominan el anterior. La ilustración más conocida y reveladora de estos códigos

es un experimento en el que se pide a los niños que describan una tira cómica

muda. Los niños de entornos desfavorecidos producirán un texto que tiene

poco sentido sin el apoyo de imágenes: “Juegan al fútbol, él dispara, rompe una

baldosa, etc. ", Mientras que los niños de entornos privilegiados producirán un

texto autónomo:" Los niños juegan al fútbol, un tiro, la pelota atraviesa la

ventana y rompe una baldosa, etc. "

Los dos códigos también se distinguen desde el punto de vista de las formas

gramaticales. El código restringido se caracteriza por frases cortas, sin

subordinación, así como por un vocabulario limitado, por lo que sus hablantes

se encuentran fuertemente impedidos en su aprendizaje y en su visión del

mundo. En sus trabajos, constantemente retomados y precisados, Bernstein se

preocupa principalmente por problemas de lógica y semántica. Su tesis

principal es que el aprendizaje y la socialización están marcados por la familia

en la que se crían los hijos, que la estructura social determina entre otras cosas

el comportamiento lingüístico y está, desde un punto de vista sociológico, muy

influenciado por Émile Durkheim: “En cierto sentido, los conceptos de código

restringido y de código elaborado tienen su origen en las dos formas de

solidaridad que distingue Durkheim.” 20 Sus primeras publicaciones (en su

20
Basil Bernstein, Langage et classes sociales, Paris, Ed. De Minuit, 1975, p. 306. [Citamos el texto
original con su respectiva fuente: From one point of view, the concepts of restricted and elaborated codes
took their starting point from Durkheim’s two forms of solidarity. Basil Bernstein, 2003. Class, Codes
and Control. Volume I Theoretical Studies towards a Sociology of Language, p. 184.]
mayoría artículos) fueron recibidas positivamente desde le comienzo, porque

era la primera vez que se intentaba una descripción de la diferencia lingüística

sobre la base de la diferencia social. Pero poco a poco desafiaremos su oposición

binaria entre dos códigos (¿no hay más bien un continuo?), Luego la debilidad

de sus conceptos lingüísticos. Fue sobre todo William Labov, trabajando en el

lenguaje de los negros americanos, quien desarrolló estas críticas, mostrando

que no estaba describiendo realmente códigos sino estilos, que no tenía una

teoría descriptiva: “cuando se trata de describir lo que realmente separa a los

hablantes de la clase media de los de la clase trabajadora, aquí se ve una

proliferación de yo pienso, de pasivos, de modales y auxiliares, de primeros

pronombres persona, palabras raras, etc. Pero solo toca los bordes […] Nos

estaremos haciendo un gran favor cuando por fin logremos distinguir en el

estilo de la clase media lo que es moda y lo que realmente ayuda a expresar las

ideas con claridad”21.

Bernstein, por supuesto, respondería a estas críticas (ver en particular el epílogo

de Class, Codes and Control ), pero sus tesis tendrán cada vez menos resonancia

en la comunidad de lingüistas y hoy en día es muy poco citado y utilizado 22. Sin

embargo, representó un punto de inflexión en la historia de la sociolingüística:

Bernstein fue una especie de catalizador, de acelerador en esta lenta progresión

hacia una concepción social del lenguaje, y el hecho de que sus tesis fueran

posteriormente rechazadas no borran el papel que desempeñó allí.

IV. William Bright: un intento unificador

21
William Labov, Le parler ordinaire, t. 1, Editions de Minuit, 1978, p. 136 [El libro no ha sido
traducido al Español. El Título original es Language and the Inner City]
22
[La obra de Bernstein ha sido divulgada en Colombia gracias a los trabajos del profesor de la
Universidad del Valle, Mario Díaz. Recomendamos al lector La construcción social del discurso
pedagógico (1990), un libro que recoge los estudios de Bernstein dedicados “al discurso pedagógico, al
dispositivo pedagógico y a las relaciones entre educación y control simbólico” (pp. v-vi).]
Del 11 al 13 de mayo de 1964, por iniciativa de William Bright 23, 25

investigadores se reunieron en Los Ángeles para una conferencia sobre

sociolingüística: 8 provenían de UCLA, la universidad que organizaba la

conferencia, otros 15 eran estadounidenses y estaban solos. 2 participantes

provienen de otro país (Yugoslavia) pero están temporalmente en UCLA; 13 de

ellos presentarán una ponencia: Henry Hoenigswald, John Gumperz, Einar

Haugen, Raven McDavid Jr, William Labov, Dell Hymes, John Fisher, William

Samarin, Paul Friedrich, Andrée Sjoberg, José Pedro Rona, Gerald Kelley y

Charles Ferguson. Los temas tratados fueron variados: la etnología del cambio

lingüístico (Gumperz), la planificación lingüística (Haugen), la hipercorrección

como factor de cambio (Labov), las lenguas vehiculares (Samarin, Kelley), el

desarrollo de sistemas de escritura (Sjoberg), la ecuación de las situaciones

sociolingüísticas de los Estados (Ferguson)…, y los antecedentes teóricos no lo

son menos.

William Bright, quien asegurará la publicación de las actas del encuentro,

intenta en su introducción federar estos diferentes aportes. Primero señala que

el término ‘sociolingüística’, "no es fácil definirlo con precisión" 24. Sus estudios,

agrega, “como los realizados bajo el nombre de ‘sociología del lenguaje’ tratan

de la relación entre idioma y sociedad”25, pero esta definición es vaga, y

especifica que “Una de las tareas principales de la sociolingüística es mostrar

que tal variación o diversidad no es en efecto libre sino que está relacionada con

diferencias sociales sistemáticas. La diversidad lingüística es precisamente el

asunto principal de la sociolingüística”26. Luego propone elaborar una lista de

las "dimensiones" de la sociolingüística, planteando que en cada intersección de

23
[En el anexo 1 se presenta la traducción del artículo de Calvet (1999) que relata, en detalle, la historia
de la reunión convocada por Bright en 1964.]
24
[El capítulo de Bright, escrito como introducción tiene como título Introduction: The Dimensions of
Sociolinguistics. Fue traducido al español como ‘Las dimensiones de la sociolingüística’ y se publicó en
Garvin y Lastra (1974, 197-202). La traducción estuvo a cargo de José Joaquín Montes G.]
25
[Ibid, p. 197]
26
William Bright (ed.) Sociolinguistics. Proceedings of the UCLA Sociolinguistics Conference. La Haye,
Paris, Mouton, 1966, p.11. [Ibid, p.p. 197-198.]
dos o más de estas dimensiones hay un objeto de estudio para la

sociolingüística. Las tres primeras dimensiones surgen como respuesta a una

pregunta: ¿Cuáles son los factores que condicionan la diversidad lingüística?

Identifica tres principales: la identidad social del emisor o hablante, la identidad

social del receptor u oyente y el medio ambiente, situándose así en el marco de un

análisis lingüístico que tomó prestadas las nociones clave de la teoría de la

comunicación (transmisor, receptor, contexto). Las siguientes cuatro

dimensiones son para él:

–la oposición sincronía / diacronía; (“Así, tal como ocurre en otros campos, la

investigación sociolingüística puede ser sincrónica o diacrónica”, p. 199).

–usos lingüísticos y creencias con respecto a esos usos; (“la diferencia entre la

manera de hablar de la gente y lo que cree sobre su propio comportamiento lingüístico y

el de los demás”, p. 200)

–el grado de diversidad, con una triple clasificación: diferencias

multidialectales, multilingües o multisociales; (“se refiere a la diferencia entre

segmentos de una sociedad o nación por oposición a la diversidad entre distintas

sociedades o naciones y la diferencia entre variedades de un solo idioma, en contraste

con la diferencia entre distintos idiomas. Parece ser útil hacer tres clasificaciones del

grado de diversidad. Una, que llamaremos multidialectal, que incluye los casos en que

las variedades socialmente condicionadas de un solo idioma se usan dentro de una sola

sociedad o nación […] El tipo multilingüe incluye los caso en los que idiomas se usan

dentro de una sola sociedad o nación […] la multisocial incluye estudios de idiomas

distintos hablados por sociedades diferentes”, p. 200)

–las aplicaciones de la sociolingüística, con una nueva clasificación en tres

partes: la sociolingüística como diagnóstico de estructuras sociales (“el interés

del sociolingüista, incluye el uso de datos sociolingüísticos como índice diagnóstico de la

estructura social en general o de fenómenos sociales peculiares”, p. 201); como

estudio del factor sociohistórico (“Las preguntas que se hacen aquí son: ¿cambian los

idiomas de diferentes maneras bajo circunstancias sociales diferentes? ¿cambian los


distintos dialectos sociales del mismo idioma en distintas proporciones o de diferentes

maneras?, ¿cómo refleja la historia de un idioma la interacción de los dialectos sociales?

El estudio de estas cuestiones puede efectuarse ya sea por el examen de los archivos

históricos –cuando es posible– o aún mejor, mediante el estudio de los procesos de

cambio lingüístico que se están llevando a cabo […]”, p. 201); y finalmente, como

ayuda a la planificación (“Así, dada una sociedad organizada en la que es corriente

una diversidad de dialectos, el planificador del lenguaje debe considerar aspectos tales

como ¿qué variedades se deben reconocer como lenguas ‘oficiales’ o ‘nacionales’; ¿qué

variedades deben ser aprobadas para publicaciones oficiales u obras literarias

patrocinadas por el gobierno en instituciones educativas de varios niveles y en los

tribunales?; ¿cuál debe ser la actitud oficial hacia las variedades no aprobadas para

cualquiera de estas situaciones?; ¿en qué medida corresponden las subdivisiones

políticas de una nación con las subdivisiones lingüísticas?; ¿cómo podrían desarrollarse

o igualarse los sistemas de escritura?”, pp. 201-202).

Y concluyó en el último párrafo: “Parece que la sociolingüística esté entrando

en una era de rápido desarrollo; podemos esperar que la lingüística, la

sociología y la antropología sientan los efectos". Este texto tiene hoy, en

particular, un valor histórico: la reunión de mayo de 1964 marca efectivamente

el nacimiento de la sociolingüística que se opone a otra forma de hacer

lingüística, la de Chomsky y la gramática generativa. Pero Bright sólo puede

concebir la sociolingüística como un enfoque adicional a los hechos de lengua,

que complementa la lingüística, la sociología y la antropología. Pero esta

subordinación se desvanecerá gradualmente con la llegada de Labov.

V. Labov: la sociolingüística es la lingüística

Hemos visto que Meillet se opuso desde el comienzo a las concepciones de la

lingüística propuestas por Ferdinand de Saussure. El lingüista estadounidense


William Labov27 no se equivocó y, en una nota de pie de página, analiza la

contribución de su predecesor y los límites de la lingüística saussureana:

“Meillet, contemporáneo de Saussure, pensaba que el siglo XX vería el

desarrollo de la explicación histórica basada en el examen del cambio

lingüístico inserto en el cambio social. como parte de las transformaciones

sociales (1921). Pero discípulos de Saussure, como Martinet (1964), repudiaron

activamente esta noción y presionaron para que la explicación lingüística así

entendida quedara confinada a las interrelaciones de factores estructurales o

internos. Al obrar así no estaban sino siguiendo el espíritu de la doctrina de

Saussure: Un estudio más detenido de los escritos de Saussure sugiere que para

él, "social" no significa sino "multiindividual", sin mayores implicaciones de

interacción social28. Y más adelante, después de haber presentado ejemplos

fonológicos de la influencia negra en el habla neoyorquina, Labov a manera de

conclusión vuelve a Meillet: “Ejemplos como este dan peso a la afirmación de

Meillet de que conviene buscar la explicación de la irregularidad de los cambios

lingüísticos en las fluctuaciones de la composición social de la comunidad

lingüística.”29

Cuando Labov publicó en 1966 su estudio sobre la estratificación social de /r/ en

los grandes almacenes de Nueva York, un texto que suena como un manifiesto,

y se puede ver en él una reanudación de las ideas de Meillet. El mismo tono lo

encontramos en el título del capítulo VIII de Modelos sociolingüísticos, "El estudio

del lenguaje en su contexto social", y este pasaje muestra claramente el vínculo

que une a Labov con Meillet: "En este capítulo vamos a tratar del estudio de la

estructura lingüística y su evolución en el contexto social de la comunidad

lingüística. Los temas considerados aquí recubren el área comúnmente llamada

“lingüística general”: fonología, morfología, sintaxis y semántica […] Si no

27
William Labov, Sociolinguistique, Paris, Editions de Minuit, 1976, p. 259. [Sociolinguistic Patterns,
1972. Versión española de José Miguel Marinas, Modelos sociolingüísticos, Madrid, Editorial Cátedra,
1983, p. 237. Las citas y páginas corresponden a la versión española de 1983]
28
Ibid, p. 237, nota 2.
29
Ibid, p. 392-393.
fuese necesario contrastar este trabajo con el estudio del lenguaje fuera del

contexto social, preferiría decir que se trata simplemente de lingüística.”30

Henri Boyer, en un libro que presenta la sociolingüística, califica esta afirmación

como "controvertida"31. Sin embargo, no hay nada controvertido aquí, sino

simplemente la afirmación de un principio según el cual no es necesario

distinguir entre una lingüística general que estudiaría las lenguas y una

sociolingüística que tendría en cuenta el aspecto social de estas lenguas: en

otras palabras, la sociolingüística es la lingüística. Labov, por tanto, radicaliza a

Meillet al tomar en serio la definición de lenguaje como un hecho social, pero la

comparación termina ahí. Meillet, lingüista comparatista de alto nivel, trabajó

principalmente en lenguas muertas, mientras Labov trabaja constantemente en

situaciones concretas contemporáneas, plantea problemas de metodología de

encuesta, en definitiva, construye un instrumento de descripción que intenta ir

más allá, integrándolos, los métodos heurísticos de la lingüística estructural

(véase el capítulo 3). De sus trabajos nació la corriente conocida como

"lingüística variacionista".

VI. Conclusión

Por tanto, la década de 1970 será un punto de inflexión. Aparecen revistas o

colecciones de artículos que se refieren explícitamente a la sociolingüística, que

está adquiriendo cada vez más importancia y derrotando posiciones

consideradas definitivas. Tenemos, por ejemplo, en 1972 a Pier Paolo Giglioli

que publicó Language and Social Context32 en el que encontramos los nombres de

Joshua Fishman, Erving Goffman, Basil Bernstein, William Labov, John

Gumperz, Charles Ferguson, etc. Todos los textos seleccionados habían sido

publicados (entre 1963 y 1971) de forma aislada, pero esta reagrupación,

después del trabajo de Bright, es un indicador de una nueva corriente en

30
Ibid, p. 236.
31
Henri Boyer, Eléments de sociolinguistique, Paris, Dunod, 19991, p. 5.
32
Pier Paolo Giglioli, Language and Social Context. Harmondsworth, Midd., Penguin Books, 1972.
lingüística. El mismo año, la misma casa editora publicó Sociolinguistics33, otra

colección de artículos recopilados por J.B. Pride y Janet Holmes, en la que había

entre otras contribuciones de Joshua Fishman, Einar Haugen, Charles Ferguson,

William Labov, John Gumperz, etc. Dos años más tarde apareció un librito de

Peter Trudgill, Sociolinguistics, an Introduction, que proporcionó una

actualización útil sobre el estado de la ciencia al dar numerosos ejemplos de

encuestas concretas34. El mismo año, en Francia, se publicó una Introduction à la

sociolinguistique que esencialmente resumía diferentes teorías y daba una gran

parte al enfoque marxista del lenguaje35. En cuanto a las revistas, destaquemos

Language in Society que comienza su publicación en 1972, luego International

Journal of The Sociology of Language, de 1974 ... Y esta actividad sin cuartel es un

indicador irrefutable de cambio: la lucha por una "concepción social de la

lengua” está progresando.

33
J.B. Pride, J. Holmes, Sociolinguistics, Harmondsworth, Midd., Penguin Books, 1972.
34
Peter Trudgill, Sociolinguistics, an Introduction, Harmondsworth, Midd., Penguin Books, 1974.
35
Jean-Baptiste Marcellesi, Bernard Gardin, Introduction à la sociolinguistique, la linguistique sociale.
Paris, Larousse, 1974. [Introducción a la sociolingüística, la lingüística social. Madrid, Gredos, 1979.
Versión española de María Victoria Catalina]
Capítulo 2
Las lenguas en contacto

Se dice que hay entre 6.000 y 7.000 idiomas diferentes en la superficie del

planeta y alrededor de 200 países. Un simple cálculo nos muestra que

teóricamente habría alrededor de 30 idiomas por país, y si la realidad no es tan

sistemática (algunos países tienen menos idiomas, otros muchos más), no es

menos cierto que el mundo sea plurilingüe en cada uno de sus puntos y que las

comunidades lingüísticas coexistan y se superpongan constantemente. Este

plurilingüismo significa que las lenguas están en contacto constante. El lugar de

estos contactos puede ser el individuo (bilingüe o en situación de aprendizaje) o

la comunidad. Y el resultado de estos contactos es uno de los primeros objetos

de estudio en sociolingüística.

1. Préstamos e interferencias

“El término interferencia implica la reordenación de patrones que resultan de la

introducción de elementos extraños en los dominios más altamente

estructurados de la lengua, como la mayor parte del sistema fonológico, una

gran parte de la morfología y la sintaxis y algunas áreas del vocabulario

(parentesco, color, clima, etc.)36

Así definió Uriel Weinreich, en 1953, la interferencia, en su libro Languages in

Contact. Si este libro se destacó, y si todavía se lee hoy, sesenta años después de

su publicación, es porque fue el primero en hacer un balance, con perspicacia y

profundidad, de los problemas del bilingüismo. Pero la definición que

acabamos de citar, que podría aplicarse al problema de las lenguas en contacto

en la sociedad, sólo será utilizada por Weinreich en referencia al individuo

36Uriel Weinreich, New York, 1953; sexta impression La Haye, 1968, Languages in Contact, p. 1.
[The term interference implies the rearrangement of patterns that result from the introduction
of foreign elements into the more highly structured domains in language, such as the bulk of
the phonemic system, a large part, of the morphology and syntax and some areas of the
vocabulary (kinship, color, weather, etc.)]
bilingüe. Consideró que se dice que los idiomas están en contacto cuando son

utilizados alternativamente por la misma persona.

Podemos distinguir tres tipos de interferencia: interferencia fónica, interferencia

sintáctica e interferencia léxica. La siguiente tabla, tomada de Weinreich,

presenta los fonemas de un dialecto alemán hablado en el pueblo de Thusis

(schwyzertütsch) y de una variedad de romanche hablado en el pueblo de Feldis

(estos dos pueblos están en los Grisones, en Suiza)37

La oposición entre vocales cortas y largas en Schwyzertütsch plantea problemas

porque en romanche las vocales son largas en algunos contextos y cortas en

otros. Esto resulta, por un lado, en una confusión entre ciertas palabras y, por

otro lado, un "acento" romanche en Schwyzertütsch. Un ejemplo similar se

puede encontrar en la dificultad que pueden tener los franceses para darse

cuenta de la distinción inglesa entre la /i:/ larga y la /i/ breve en palabras como

sheep – ship (oveja – barco) y sheet - shit, (sábana – mierda), etc.

Las interferencias sintácticas consisten en organizar la estructura de una oración

en una lengua B de acuerdo con la de la primera lengua A: así, un hablante de

italiano, sobre la base del modelo habitual de oraciones como viene la pioggia [la

pluie arrive (viene la lluvia)] o suona il telefono [Le téléphone sonne (suena el

37
Weinreich, Language in contact, p. 15.
teléfono)], podrá producir frases en francés como sonne le téléphone (suena el

teléfono).

En el dominio léxico, las interferencias más simples son las que consisten en

caer en la trampa de los falsos amigos, cuando un hablante inglés, por ejemplo,

usa la palabra instance en francés con el significado de "ejemplo" que tiene en su

idioma. También se pueden encontrar traducciones palabra por palabra: estar

direito entre los portugueses de los Estados Unidos, traduciendo directamente al

inglés to be right, (tener razón). O incluso creaciones en un idioma sobre el

modelo del otro: el francés de Quebec está lleno de ejemplos de este tipo, como

vivoir (sala de estar) por living room (sala de estar). Pero la interferencia léxica es

especialmente frecuente cuando las dos lenguas no organizan la experiencia

vivida de la misma manera. Así, encontramos en el francés africano, un uso del

verbo gagner (ganar) con un significado muy amplio (‘ganar’ pero también avoir

‘tener’, posséder ‘poseer’) sobre el modelo de ciertas lenguas africanas que tienen

un solo verbo para estas nociones. Así, una oración como Ma femme a gagné petit

(Mi esposa ganó un hijo) significará que tuvo un hijo y no que lo ganó en la

lotería ...

Llevada hasta el final de su lógica, la interferencia léxica puede producir el

préstamo: en lugar de buscar en su propia lengua un equivalente difícil de

encontrar en una palabra de otra lengua, se utiliza esta palabra directamente

adaptándola a su propia pronunciación. A diferencia de la interferencia, un

fenómeno individual, el préstamo es un fenómeno colectivo: todas las lenguas

han tomado prestado de lenguas vecinas, a veces de manera masiva (es el caso

del inglés que tomó prestado del francés una gran parte de su vocabulario),

hasta el punto de que a su vez podemos presenciar reacciones de nacionalismo

lingüístico. Así, en Quebec, y en menor medida en Francia, se ha desarrollado

un movimiento oficial en contra de los préstamos. Volveremos a este asunto en

el último capítulo de este libro.

2. Las lenguas aproximativas


Evidentemente, este plurilingüismo plantea un problema diferente cuando un

hablante se encuentra en una comunidad cuya lengua no conoce. Tenemos dos

escenarios aquí: puede ser una persona que esté de paso (un turista, por

ejemplo), que intentará usar una tercera lengua conocida por él y por la

comunidad circundante: él usa en este caso de lo que se llama lengua vehicular,

noción a la que volveremos más adelante. Pero también puede ser una persona

que tenga la intención de permanecer en esa comunidad, y entonces, para ser

acogido, tendrá que adquirir la lengua de la comunidad que lo acoge. Esta es la

situación en la que se encuentran los trabajadores migrantes, que llegan al país

que lo albergará sin conocer la lengua o con poco conocimiento de la misma y

que se ven obligados a aprenderla en el trabajo. Este tipo de adquisición es

interesante de analizar. He aquí, por ejemplo, un breve fragmento de una

conversación con una inmigrante española en París que ilustra perfectamente

este fenómeno:

« Vous l’aviez connue avant de venir en France ?

– Ah non ! Mais non, c’est porque yo habia metté une annonce sur un, journal

Figaro, y elle me va escrir. Et ma une otra petite qui travaille à Paris va me

mener. »38

Existe una aproximación del francés cuyas características muestran claramente

el origen lingüístico del hablante:

Palabras en español en el texto “francés”: porque en lugar de pourquoi, otra

en lugar de autre;

palabras inventadas, producidas por una interferencia entre las dos

lenguas: escrir en lugar de écrire (en español, se dice escribir);

mezclas sintácticas: yo había metté por j’avais mis (yo había puesto o puse),

donde hay tanto un segmento español como un mal uso del participio

pasado irregular del verbo mettre (poner), etc.

38Christine de Heredia, Le francais parlé des migrants, J’cause francais, non, Paris, La
Découverte, 1983, p. 101.
También puede suceder que esta situación no concierne ya a un individuo sino

a un grupo social, confrontado con otro grupo cuya lengua no habla y que no

habla la suya. Si no hay una tercera lengua disponible, y si los dos grupos

necesitan comunicarse, inventarán otra forma de lengua aproximativa,

generalmente una lengua mixta. Así, hasta el siglo XIX, en los puertos del

Mediterráneo, se hablaba la lingua franca, una forma lingüística basada en el

italiano con un vocabulario tomado de otras lenguas del Mediterráneo. Molière,

en Le Bourgeois gentilhomme (acto IV, escena v), ha recreado un pasaje en lengua

franca. Indudablemente no es realmente el sabir como se hablaba en los puertos

del Mediterráneo, pero allí se encuentran, sin embargo, las características de

esta forma lingüística: los pronombres se reducen allí a una sola forma (ti por

"tu" y "toi") y los verbos están todos en infinitivo:

El texto de Moliere Traducción


Se ti sabir Si tu sais
Ti respondir Tu réponds
Se non sabir Si tu ne sais pas
Tazir, tazir Tu te tais
Mi star Mufti Je suis Mufti
Ti qui star ci, Toi, qui es-tu ?
Non intendir Si tu ne comprends pas
Tazir, tazir Tu te tais

Por tanto, estas formas, llamadas sabires, se utilizan originalmente entre

comunidades que no tienen una lengua común, pero mantienen, por ejemplo,

relaciones comerciales. Este es un sistema extremadamente pequeño: algunas

estructuras sintácticas y un vocabulario limitado a necesidades de

comunicación particulares. Cuando estas formas cubren necesidades de

comunicación más amplias, cuando su sistema sintáctico está más desarrollado,

se habla de pidgins, siendo el primer ejemplo el pidgin English que se desarrolló

en los contactos comerciales entre ingleses y chinos a lo largo de las costas del

Mar de China, tomando prestado su vocabulario del inglés y su sintaxis del


chino (el origen de la palabra pidgin estaría también en la deformación de la

palabra inglesa business, que indicaría claramente la función social de esta

forma lingüística). Estas formas aproximativas, a diferencia de las formas

individuales que mencionamos anteriormente en situaciones de adquisición,

generalmente no pretenden evolucionar hacia una mejor práctica de la lengua:

son simplemente ayudas que se utilizan en una situación de contacto.

3. Mezclas de lenguas, cambios de código y estrategias lingüísticas

Cuando un individuo se enfrenta a dos idiomas que utiliza de forma alternada,

estos pueden entremezclarse en su discurso y producir enunciados "bilingües".

Ya no se trata aquí de interferencia sino, se podría decir, de collage, del paso en

un punto determinado del discurso, de un idioma a otro y es lo que se

denominado una mezcla de lenguas (en inglés code mixing) o alternancia de lenguas

(en inglés code switching), dependiendo de si el cambio de idioma ocurre

durante el transcurso de la misma oración o una oración a otra. Aquí hay un

primer ejemplo, tomado de una conversación entre mujeres españolas que

viven en Suiza, en Neuchâtel: “Ahora, con cabronas de ponérmelos en lo alto de

la oficina, en lo alto de la mesa de la oficina; sin explicacion y sin na! ça va pas

ou quoi? Por quien se toma este imbécil que apesta a vaca, eh? Y subo y digo,

dice: bueno, je vais voir si je trouve, je monte tout de suite."39

La inserción de segmentos en francés (ça va pas ou quoi?, je vais voir si je trouve, je

monte tout de suite) en un discurso en español es muestra de la situación de

contacto lingüístico en la que se encuentra la hablante y constituye, según el

autor, del "hablar bilingüe", una mezcla de idiomas que, por supuesto, es

común a ambas personas: ambas son españolas, ambas trabajan en un contexto

francófono y la alternancia entre una lengua y otra funciona con frecuencia

como una cita de un fragmento de discurso que se enunció en la otra lengua, o

39
Jean-Francois de Pietro, Vers une typologie des situations de contacts linguistiques, Langage et Société,
No 43, mars 1988.
como una forma de anclar el discurso en la realidad a la que se hace referencia:

no hay una estrategia en particular.

Cambiar de lengua o mezclar lenguas puede responder a estrategias de

conversación, producir sentido. A continuación, se presenta el ejemplo de una

conversación en una familia de origen italiano que vive en el Canadá anglófono.

Los padres nacieron en Italia, los cuatro hijos nacieron en Canadá, y uno de

ellos, la hija, se encuentra en Francia prosiguiendo sus estudios: toda la familia

le envía una especie de carta oral, la grabación en un cassette de una

conversación colectiva con destino a la ausente:


Fille cadette. – E goes, « oh those Marines, dangerous « n ».
Frère. – Yup; Stay away from i marins e tutti soldat (rires).
Fille cadette. – Et tut ji soldat (rires).
Père. – E mit sendemind nde…
Fille cadette. – Ah ! OK (Frère : rires).
Père. – E nen fa la Stupet la ma’Em a la fran^g pe fal:a deven’da kju smart envEc
a’pu/… Anh.
Fille cadette. – Fa kju Stupet.
Père. – An (kju) keva ala skol e kju se devendEm le kos bon40.

(Traducción: los pasajes en inglés están en negrilla y los de italiano, en cursiva.)


Hija menor. – Él dice: oh, estos «Marines» son peligrosos.
Hermano. – Sí, cuídate de «los marines y de todos los soldados» (risas).
Hija menor. – Y todos los soldados (risas).
Padre. – Y sé prudente…
Hija menor. – ¡Ah, OK! (Hermano: risas).
Padre. – Y no hagas tonterías. La enviamos a Francia para que sea más inteligente, pero, al
contrario, después…
Hija menor. – Ella se volvió más tonta.
Padre. – Sí, entre más nos eduquemos, más cosas buenas aprenderemos.

Vemos que la hija menor comienza citando, en inglés, una frase que el padre

dijo en italiano (pero ella pronuncia la palabra dangerous con el acento, italiano,

del padre). El hermano prosigue en inglés, pero cita la frase del padre en

italiano, frase que retoma la hija, todavía en italiano. El padre habla solo italiano

40
Elena Silvestri, Choix de langues et roles discursifs dans une conversation familiale italo-canadienne,
Plurilinguismes, No 1, 1990, p. 75-90.
durante la conversación, pero introduce en su discurso una palabra en inglés

(smart).

Así, los cambios de lengua efectuados por los hijos tienen aquí una función

irónica: cada vez tratan de burlarse del padre, de escenificar lingüísticamente su

comportamiento, y la alternancia responde por tanto a una estrategia.

Aquí hay otro ejemplo de cambio de código correspondiente a lo que se

denomina negociación de la lengua de interacción41. En la ciudad de Montreal

(Quebec), de mayoría francófona, el inglés está progresando tanto que los

francófonos se defienden mediante toda una batería de leyes lingüísticas. Una

de las consecuencias de estas leyes es que la administración debe ser bilingüe, y

la situación es tan compleja y tan tensa que el autor señala que comprar un par

de calcetines se ha convertido en un acto político ... de hecho, toca elegir el

idioma de comunicación sin imponer al otro una lengua que no habla o que no

quiere hablar.

El siguiente ejemplo es una conversación telefónica entre una operadora de

central de citas en el hospital y una paciente:


Standardiste. [Operadora] – Central Booking, may I help you? [Central de información,
¿puedo ayudarlo? (en inglés)]
Patiente. [Paciente]– Oui, allô ? [Sí, ¿aló?]
Standardiste. – Bureau de renseignement, est-ce que je peux vous aider? [Central de
información, ¿puedo ayudarlo? (en francés)]
Patiente (passe au français). [Pasa al francés]
Standardiste (reste au français). [permanece en francés]
Patiente (revient à l’anglais). [vuelve al inglés]
Standardiste (en anglais). [en inglés]
Patiente (revient au français). [vuelve al francés]
Standardiste (en français). [en francés]
Patiente. – Êtes-vous française ou anglaise ? [¿es usted francesa o inglesa?]
Standardiste. – N’importe, j’suis ni l’une ni l’autre. [No tiene interés, ni la una ni la otra]
Patiente. – Mais…[Pero...]
Standardiste. – Ça ne fait rien. [No importa]
(La communication se poursuit en français.) [La comunicación continua en francés]

41
Monica Heller, Negotiations of Language Choice in Montreal, in John Gumperz, Language and Social
Identity, Cambridge University Press, 1982, p. 108-118.
Los comentarios de Monica Heller sobre esta conversación se pueden resumir

de la siguiente manera:

– a lo largo del intercambio, las dos hablantes demuestran que son

igualmente competentes en inglés y francés;

– pero en su primera respuesta "Oui, allô? (sí, hola"), la paciente obliga a la

operadora de la central de información a repetir su frase, como diciendo:

"No podemos tener esta conversación sin saber si decidimos hablar

inglés o francés.” También podría preguntar "¿Habla francés?", Y la

operadora podría responder "Oui (Sí)" o "Un peu (Un poco, algo)", o

pedirle a la paciente que hable despacio, o incluso llamar a otra persona,

para que lo sustituya, un hablante francés (de hecho, la operadora es

anglófona y respondió espontáneamente en inglés);

– La operadora elige seguir a la paciente en francés, esta última, no muy

satisfecha, pasa al inglés y luego le pregunta a la operadora de la central

cuál es su lengua. La operadora se niega (en francés) a responder y la

conversación continúa en francés. La negociación termina entonces y la

elección de uno de los idiomas significa que la paciente ha hecho una

solicitud explícita de hablar francés y que la operadora considera que su

francés es suficientemente bueno. Entonces la conversación puede

continuar.

Sin embargo, en el siguiente caso, la comunicación finaliza antes de que la

negociación pueda conducir a un acuerdo. Este intercambio se registró en el bar

de un hotel en Creta. Un cliente (que estaba hablando en francés con su esposa

cuando llegó el mesero) se dirigió al mesero en griego:


Cliente. - Καληνύχτα “Bonsoir” (Buenas noches).
El mesero le responde en francés, y las réplicas se alternan entre el griego y el francés:
Mesero. – Bonsoir Monsieur (Buenas noches señor).
Cliente. έχεις έχετε ούζο? « Avez-vous de l’ouzo? » (¿Tiene ouzo?")
Mesero. – “De ouzo, bien sur Monsieur.” [Ouzo, por supuesto señor)]
Cliente. - διά ούζο παρακαλώ (deux ouzo s’il vous plaît) [dos ouzos por favor con un
error en griego: διά en lugar de διό δύο)
Mesero. – διό δύο (¿dos?: el mesero utiliza el adjetivo numeral en su forma correcta).
Cliente. - Ναι διό δύο (Oui, deux: le client a accepté la correction [sí, dos: el cliente
aceptó la corrección].
Mesero. – Tout de suite monsieur. [Inmediatamente señor.]

Esta interacción puede parecer paradójica ya que cada uno, hasta el final, habla

el idioma del otro (el griego interviene solo una vez en griego, para corregir un

error cometido por el cliente) y tenemos allí un ejemplo casi caricaturesco de

cambio de código. La interacción es demasiado corta para que uno pueda

juzgar la capacidad de ambas partes para ir más allá de una conversación en

cualquiera de las dos lenguas. Pero está claro que el mesero quiere mostrar sus

habilidades "profesionales" en francés y el cliente quiere demostrar que puede

hablar griego. Entonces, cuando este enuncia έχετε ούζο?, no solo pregunta si

hay ouzo (lo hay, por supuesto: el ouzo es la bebida nacional en Grecia...),

también muestra que puede hacer esta pregunta en griego (sabiendo muy bien

que en este bar de un hotel internacional el camarero entenderá francés o

inglés). Por su parte, el mesero podría estar satisfecho con un intercambio en

griego: entiende perfectamente lo que le dice el cliente, sus respuestas lo

demuestran. Pero, al responder a la pregunta citada anteriormente: "Ouzo, por

supuesto señor", dice por supuesto que hay ouzo (lo que es obvio), muestra al

mismo tiempo que ha entendido el griego del cliente y sobre todo indica que ha

notado su acento francés y que prefiere hablar francés o se niega a hablar

griego.

Entonces, en esta breve secuencia, hay mucho más en juego que el solo hecho de

ordenar dos tragos: está en juego un conflicto de roles sobre la elección de la

lengua de intercambio, y el intercambio llega a su fin sin que ninguno de los

interlocutores ceda en este punto. Pero si nadie gana, el mesero anotó un punto

simbólico al corregir la falta del cliente en griego cuando él no cometió ningún

error en francés.

Consideremos ahora una última situación de comunicación plurilingüe: un

coloquio sobre lengua gallega, celebrado en la primavera de 1991 en un


pequeño pueblo de Galicia, donde hubo, además de una cincuentena de

participantes gallegos, cuatro invitados extranjeros:

– un belga, de primera lengua flamenca, que también habla francés,


alemán, inglés, español, y que practica una "aproximación al gallego"
apoyándose en la forma fonética de su español, produciendo algo así
como un español pronunciado a la portuguesa;
– un francés 1 que habla solo francés;
– un francés 2 que habla español, italiano e inglés;
– un italiano de habla francés, inglés y español.

Entre ellos, los cuatro invitados hablaban francés. En el marco del Congreso, los

gallegos hablaron exclusivamente gallego, el belga habló su “aproximación al

gallego”, los otros tres hablaron francés. Pero fuera de la conferencia, en los

cafés y restaurantes, las cosas eran diferentes. El francés 1 hablaba francés, por

supuesto, su único idioma, y todos le hablaban en francés. Los gallegos,

dependiendo de su fluidez en francés, hablaban francés o español a los otros

tres invitados extranjeros, el francés 2 y el italiano hablaban español o francés a

los gallegos, francés y a veces italiano entre ellos, el belga también hablaba

francés o español (reservando su “Aproximación gallega” a las situaciones

formales del Congreso).

En otras palabras, teníamos allí comportamientos lingüísticos dictados ya sea

por necesidad (hablar la única lengua que uno domina: este es el caso del

francés 1), o por estrategias más complejas: para los gallegos negarse a hablar

español en el Congreso era una muestra de sus posiciones políticas (todos eran

militantes en su lengua) y, para el belga, hablar su aproximación al gallego

equivalía a mostrar su apoyo a la causa de los gallegos (hablo tu lengua, estoy

de tu lado ...)

Por lo tanto, las mezclas de idiomas y la alternancia de códigos pueden tener

diversas funciones. En el ejemplo italo-canadiense se trataba de burlarse

gentilmente del padre, en el ejemplo de Quebec se trataba de decidir de común

acuerdo cuál sería el idioma de la interacción, en el ejemplo griego todos


querían demostrar competencia en el idioma del otro, etc., pero, en cualquier

caso, el contacto con el idioma produce situaciones en las que el cambio de un

idioma a otro tiene un significado social. La operadora y la paciente finalmente

llegan a un acuerdo (implícito), el cliente y el camarero no, los congresistas

gallegos imponen su idioma a los invitados extranjeros, y cada vez la

comunicación se produce a pesar del plurilingüismo., o más bien en forma de

gestión del plurilingüismo. Pero el bilingüismo social no siempre es tan

armonioso, también puede ser conflictivo.

4. El laboratorio criollo

El contacto con las lenguas no solo produce interferencias, alternancias y

estrategias: genera sobre todo un problema de comunicación social. Hemos

visto un tipo de respuesta a este problema en forma de lenguas aproximativas

(sabir, pidgin) que tienen la característica de no ser la lengua materna de nadie.

Pero ciertas situaciones sociológicas hacen que las primeras lenguas pierdan su

eficiencia comunicativa, cuando las poblaciones están tan mezcladas que nadie

habla la lengua del otro. Esto es, por ejemplo, lo que sucedió en el

desplazamiento de esclavos de África a las islas: de diferentes orígenes,

mezclados en las plantaciones, los negros ya no podían comunicarse en sus

lenguas maternas y tenían que crear una lengua aproximativa, un pidgin.

El modo de aparición de los criollos, ligado al comercio triangular y al comercio

de esclavos, todavía es muy discutido en la comunidad científica. Los

lingüistas, de hecho, no coinciden en el origen de los pidgins y los criollos (dos

hipótesis opuestas, la hipótesis monogenética y la hipótesis poligenética) y en

sus procesos de formación. Para algunos, un criollo es un pidgin que se ha

convertido en una lengua vernácula (es decir, la primera lengua de una

comunidad), por lo que tiene un léxico mucho más amplio, una sintaxis más

elaborada y campos de uso variados. Entonces se caracterizaría por un

vocabulario tomado de la lengua dominante, la de los plantadores, y una

sintaxis basada en la de las lenguas africanas. Otros señalan que ninguna


descripción ha podido probar realmente la relación entre la gramática de los

criollos y las de las lenguas africanas, y tiende más bien a la hipótesis de una

aproximación de la aproximación. Ésta es la tesis de Robert Chaudenson quien,

basándose principalmente en el criollo de la Reunión, sostiene con argumentos

convincentes que, inicialmente, los esclavos, no muy numerosos y que viven

relativamente cerca de sus amos, adquirieron un francés sumario. (“Una

aproximación del francés”) y que, a medida que se multiplicaba el número de

esclavos, los recién llegados aprendían “francés” de los esclavos mayores

(adquiriendo así una “aproximación de aproximación”). Sobre la base de un

análisis meticuloso de la historia del asentamiento de Reunión, por lo tanto, ve

tres fases en la historia de los criollos. Una primera fase de instalación ante todo

“La importancia numérica, económica y social del grupo blanco me hace pensar

cada vez más que esta fase debe haber estado mucho menos caracterizada por

la aparición de un pidgin que por la realización de aproximaciones al francés

por hablantes que, además, mantuvieron, en parte, el uso de su lengua

original."

La segunda fase "comienza con el desarrollo de las culturas coloniales (café o

caña de azúcar) que implicaban una considerable necesidad de mano de obra y

una inmigración muy fuerte que reducía significativamente el porcentaje de

blancos en la población total". Durante esta fase, los recién llegados, que

trabajan en las plantaciones, tienen poco contacto con los blancos: son

supervisados por los primeros esclavos que son sirvientes o capataces y les

enseñan sus conocimientos básicos de francés. Y es durante la tercera fase

cuando el criollo se consolida definitivamente como un código separado del

francés42, dentro de una relación diglósica (ver infra).

Ante esto, Derek Bickerton propone otra hipótesis basada en la existencia de un

"bioprograma" innato en cada individuo que activará y dará a luz a un criollo

en las situaciones sociales que hemos esbozado y cuando la lengua dominante

42
Robert Chaudenson, Créole et enseignement du français, Paris, L’Harmattan, 1989, p. 144-146.
es de transmisión imperfecta43. El problema no se acaba de debatir, y la relativa

juventud de las lenguas criollas hace que su estudio sea sumamente importante

para comprender la génesis del lenguaje. Por eso Claude Hagège habló de

"laboratorio criollo", expresión que utilicé como título de este acápite.

Entre los muchos criollos que se hablan en todo el mundo, cabe señalar los que

tienen origen léxico:

– Inglés (en Hawái, Jamaica, Melanesia donde se llama beach-la-mar,

bislama, bèchez-de-mer, en Santa Lucía, etc.);

– Francés (en Haití, Guadalupe, Martinica, Guyana, Seychelles, Reunión,

etc.);

– Español (en Puerto Rico, etc.);

– Portugués (en las islas de Cabo Verde, etc.).

A pesar de su extrema variedad e importantes diferencias, los criollos a veces

muestran rasgos comunes. Por ejemplo, la duplicación enfática de formas

verbales:

– sé manjé m ap manjé (criollo de las Antillas francesas),

– a nyam mi a nyam (criollo jamaicano),

– come mi ta come (papiamento),

con el mismo sentido, je suis en train de manger (estoy comiendo), y palabra por

palabra question de manger je suis en train de manger (cuestión de comer estoy

comiendo).

Sea como fuere, hoy el criollo es una lengua como cualquier otra, cuya única

característica específica está en su particular modo de emergencia. Durante

mucho tiempo fueron despreciados, considerados formas inferiores, y como

tales no tienen acceso a funciones oficiales (enseñanza, administración), los

criollos son hoy a veces promovidos al rango de lengua oficial (en las

Seychelles) y utilizados de manera experimental en la enseñanza (en las Antillas

Francesas y en Haití).

43
Dereck Bickerton, Roots of Language, Ann Arbor, 1981.
5. Las lenguas vehiculares

Cualquiera que sea la teoría explicativa del origen de los criollos que resultará

ser, hemos visto que su aparición implica dos cosas: por un lado, un grupo

dominante y minoritario (y la lengua de este grupo) y por otro, una mayoría de

esclavos dominado por no contar con una lengua común.

Pero hay otras situaciones en las que el plurilingüismo crea dificultades de

comunicación entre grupos homogéneos, que tienen sus propias lenguas, pero

tienen dificultades para comunicarse entre sí. Tomaremos un ejemplo urbano

de una situación de este tipo, la de la capital de Senegal, Dakar. Según una

encuesta realizada en 1986 en las escuelas de esta ciudad44, había siete idiomas

principales (se trata de primeras lenguas, o lenguas maternas) como se ve en la

figura 1.

A cada una de estas lenguas corresponden, por supuesto, familias, a veces

barrios, los hablantes de lenguas minoritarias proceden de regiones donde estas

lenguas son mayoritarias (Diola en Casamanza, Pular en la región del río, en la

frontera con Mauritania, etc.), por lo que la comunicación interna está

asegurada en Pular, Diola o Manjak. Pero, ¿qué sucede cuando se encuentran

hablantes de wólof, pular y diola? ¿En qué idioma se comunicarán? Una

segunda encuesta, realizada en un mercado central de la ciudad (ver figura 1),

el mercado de Sandaga, nos muestra que solo se utilizan tres idiomas en las

interacciones comerciales, y que el wólof domina en gran medida.

44
Encuesta inédita de Martine Dreyfus, Dakar, 1986.
Figura 1
Lenguas habladas en Dakar

Es decir, las personas para quienes el wólof no es su primer idioma lo usan para

comunicarse con otras personas que no tienen el mismo idioma que ellos. Es la

definición de una lengua vehicular: una lengua utilizada para la comunicación entre

grupos que no comparten la primera lengua. Abundan los ejemplos: el suajili

cruzando África desde la costa este de África hasta Zaire, el quechua en los

Andes, Sango en África Central, Bámbara / Diola en África Occidental, etc.45. En

todos estos casos, la emergencia de una lengua vehicular es la respuesta que la

práctica social y comunicativa de los hablantes da a la problemática que plantea

45
Ver Louis-Jean Calvet, Les langues véhiculaires, Que sais-je ?, número 1916, 1981.
el plurilingüismo de la comunidad. Esta respuesta se puede materializar de dos

formas diferentes:

– la lengua vehicular puede ser la lengua de uno de los grupos presentes

(por ejemplo, wólof en Senegal, Bámbara en Mali, etc.);

– la lengua vehicular puede ser una lengua creada, una lengua compuesta

tomada de los diferentes códigos presentes (por ejemplo, Munukutuba

en Congo)46.

Para determinar la importancia de la función vehicular de una lengua,

calculamos una tasa de vehicularidad, es decir la relación entre los hablantes de

esta lengua y los que la tienen como primera lengua. Así, una lengua utilizada

en una comunidad de un millón de habitantes, de los cuales 300.000 la tienen

como primera lengua, tendrá una tasa de vehicularidad mucho más alta (70%)

que una lengua utilizada en una comunidad de un millón de habitantes, de los

cuales 700.000 lo hablan como primera lengua (30%).

En cualquier caso, es interesante estudiar la relación entre forma y función que

nos revela el fenómeno vehicular. Así, los trabajos de Paul Nzété en Congo47 y

de Ndiassé Thiam en Senegal48 muestran que el lingala en el primer caso, el

wólof en el segundo, se "simplifican" en función vehicular. La noción de

simplificación, por supuesto, no es muy científica, la usamos aquí para designar

el hecho de que la lengua vehicular ve su sistema gramatical reducido,

regularizado. Así, el sistema de clases de estos dos idiomas es más complejo en

las áreas rurales (donde son principalmente lenguas primeras) que, en las áreas

urbanas, donde son principalmente lenguas vehiculares. Y el hecho de que la

función de una lengua pueda repercutir en su forma es uno de los

descubrimientos fundamentales de la sociolingüística.

46
Calvet, 1981, p. 78.
47
Paul Nzété, Le Lingala de la chanson zaïro-congolaise de variétés, thèse d’Etat, Université René
Descartes, Paris, 1991.
48
Ndiassé Thiam, L’évolution du wolof véhiculaire en milieu urbain sénégalais ; le contexte dakarois,
Pluirilinguismes, No 2, Paris, 1990.
6. La diglosia y los conflictos lingüísticos

Hemos visto que el bilingüismo era para Weinreich un fenómeno individual.

Ferguson iba a abordar el bilingüismo social cuando, en un artículo de 1959 49,

lanzó el concepto de diglosia, coexistencia en una misma comunidad de dos

formas lingüísticas que bautizó como “variedad baja" y "variedad alta". Para

ilustrar este fenómeno, cita cuatro ejemplos: las situaciones de habla árabe

(dialecto/árabe clásico), Grecia (demotiki/katharevoussa), Haití (criollo/francés)

y la parte de habla alemana de Suiza (alemán suizo/hochdeutch). Y las

situaciones de diglosia se caracterizan para él por un conjunto de rasgos de los

cuales la siguiente es la lista:

– una distribución funcional de usos: la variedad alta se usa en la iglesia,

en las cartas, en los discursos, en la universidad, etc., mientras que la

variedad baja se utiliza en conversaciones familiares, en literatura

popular, etc.;

– el hecho de que la variedad alta goce de un prestigio social que la

variedad baja no tiene;

– el hecho de que la variedad alta se haya utilizado para producir literatura

reconocida y admirada;

– el hecho de que la variedad baja se adquiera "naturalmente" (es la

primera lengua de los hablantes) mientras que la variedad alta se

adquiere en la escuela;

– el hecho de que la variedad alta está altamente estandarizada

(gramáticas, diccionarios, etc.);

– el hecho de que la situación de la diglosia sea estable, que puede durar

varios siglos;

49
Charles Ferguson, Diglosia, Word, 1959, 15, citado aquí en Giglioli, Language and Social Context,
1972. [ Word 15:2, pp. 325-340, DOI: 10.1080/00437956.1959.11659702.].
– el hecho de que estas dos variedades de la misma lengua, unidas por una

relación genética, tienen una gramática, un léxico y una fonología

relativamente divergentes.

Todo esto le permite definir la diglosia 50 como " […] una situación lingüística

relativamente estable en la que, además de los dialectos primarios del idioma

(que pueden incluir un estándar o estándares regionales), existe una variedad

superpuesta muy divergente, altamente codificada (a menudo gramaticalmente

más compleja), el vehículo de un cuerpo grande y respetado de literatura

escrita, ya sea de un período anterior o en otra comunidad de habla, que se

aprende en gran medida mediante la educación formal y se utiliza para la

mayoría de los propósitos escritos y orales formales, pero que ningún sector de

la comunidad utiliza para fines ordinarios en la conversación.”51

Algunos años más tarde, Joshua Fishman retomó el problema ampliando la

noción de diglosia52. Primero distingue entre el bilingüismo, un hecho

individual, que se engloba en la psicolingüística, y la diglosia, un fenómeno

social, luego agrega que puede haber diglosia entre más de dos códigos y, sobre

todo, que estos códigos no tienen un origen común, esto es, una relación

genética. Es decir que, en cualquier situación colonial, por ejemplo, la unión de

una lengua europea y una lengua africana, cae dentro de la diglosia.

Permanecen las relaciones entre bilingüismo y diglosia, que Fishman estructura

en una tabla de doble entrada (ver Cuadro 1).

Tenemos, por tanto, según Fishman, cuatro situaciones polares:

1. Bilingüismo y diglosia: todos los miembros de la comunidad conocen la forma

alta y la forma baja. Es el caso de Paraguay (español y guaraní).

50
[Mauro A. Fernández Los Orígenes del término Diglosia: Historia de una historia mal contada.
Historiographia Linguistica, Volume 22, Issue 1-2, Jan 1995, p. 163 – 195 DOI:
https://doi.org/10.1075/hl.22.1-2.07fer]
51
Charles A. Ferguson (1959) Diglossia, Word, 15:2, p. 325.
52
Joshua Fishman, Bilingualism With and Without Diglossia, Diglossia with and without bilingualism,
Journal of Social Issues, 1967, p. 32.
2. Bilingüismo sin diglosia: hay muchas personas bilingües en una sociedad, pero

no utilizan formas lingüísticas para fines específicos. Este sería el caso de

situaciones inestables, situaciones en transición entre una diglosia y una

organización diferente de la comunidad lingüística.

3. Diglosia sin bilingüismo: en una comunidad social hay una distribución

funcional de uso entre las dos lenguas, pero un grupo habla solo la forma alta

mientras que el otro habla solo forma baja. Fishman cita aquí el caso de la Rusia

zarista (la nobleza hablaba francés, el pueblo hablaba ruso).

4. Ni diglosia ni bilingüismo: solo hay un idioma, y esta situación solo se puede

imaginar en una comunidad muy pequeña.

La noción de diglosia tuvo un eco importante en la sociolingüística incipiente,

antes de ser flanqueada por una serie de críticas, en particular de los

investigadores que trabajan en criollos y sobre el bilingüismo hispánico

(especialmente los sociolingüistas catalanes). De hecho, Ferguson, como

Fishman, tendía a subestimar los conflictos evidenciados por situaciones de

diglosia. Cuando Ferguson introdujo la noción de estabilidad en la definición del

fenómeno, dio a entender que estas situaciones pueden ser armoniosas y

duraderas. Pero la diglosia, por el contrario, no deja de evolucionar. El caso de

Grecia, que Ferguson tomó como uno de sus ejemplos, después de treinta años,

se ha modificado considerablemente: la variedad "baja" de Ferguson, el griego

demótico, es ahora el idioma oficial y la antigua variedad "alta" pronto será una

lengua muerta. De manera más general, la historia nos muestra que muy a

menudo el futuro de las variedades "bajas" es convertirse en una variedad "alta"

(este fue el caso de las lenguas románicas, francés, español, italiano, etc., frente

al latín). C. Ferguson revisó críticamente su texto en un artículo de 1991,

Diglossia revisited (Diglosia revisitada)53.

53
Southwest Journal of Linguistics, vol. X, no 1. [Como complemento de la revisión del concepto
fergusoniano de ‘diglosia’, véase Berger (1990)]
Por tanto, tenemos la impresión de que el éxito del concepto de diglosia puede

explicarse por el momento histórico en el que se lanzó. En el momento de la

independencia africana, muchos países se enfrentaban a una compleja situación

lingüística: el plurilingüismo por un lado y el predominio oficial de la lengua

colonial por el otro. Al brindar un marco teórico a esta situación, la diglosia

tendía a presentarla como normal, estable, a borrar el conflicto lingüístico del

que54 atestiguaba, justificar de manera que nada cambiaba (lo que además era el

caso en la mayoría de los países descolonizados). Estas relaciones entre ciencia e

ideología no son infrecuentes, y en el capítulo 6 presentaremos los problemas

que pueden plantear en el contexto de una política lingüística.

Cuadro 1
Relaciones entre Bilingüismo y Diglosia según Fishman

Diglosia
+ -

Bilingüismo y diglosia Bilingüismo sin diglosia

Bilingüismo

Diglosia sin bilingüismo Ni diglosia ni bilingüismo

7. La sociolingüística urbana55

54
Southwest Journal of Linguistics, vol. X, no 1.
55
[Este acápite no aparece en la primera edición de 1993. En 1994, Calvet publica un libro dedicado a la
sociolingüística urbana, Les voies de la ville. Introduction a la sociolinguistique urbaine. Paris, Payot. El
libro, se divide, después de una breve introducción, dos partes principales tituladas respectivamente
“Problemas generales” y “Descripciones especiales”. La primera contiene una exposición teórica sobre la
sociología de la ciudad en su relación con los hechos del lenguaje; la segunda reúne tres estudios
dedicado a Dakar, los mercados de Mali y la comunidad parisina. Una breve posdata sirve como
conclusión general.]
La ciudad es el lugar por excelencia para estos contactos lingüísticos. De hecho,

la urbanización y la migración están aglutinando a grupos de hablantes que

vienen con sus lenguas hacia las grandes ciudades y crean as, en ocasiones, un

plurilingüismo antes de asimilarse a la lengua dominante. Estas situaciones han

llevado a una suerte de urbanización de la lingüística, a estudios de campo que

han sido clasificados bajo la etiqueta general de "sociolingüística urbana" y que

pueden reducirse a tres corrientes principales.

El primero se refiere al análisis de las relaciones entre idiomas en ciudades

multilingües. Los estudios aquí se centran en el corpus (la forma de las lenguas

en la ciudad, los efectos de la urbanización en las lenguas a través de

préstamos, la regularización de formas irregulares, etc.) o en el estado (los

informes entre lenguas, en los mercados por ejemplo, la aparición de lenguas

vehiculares), o en ambas (leeremos sobre este punto la descripción que hice de

la situación lingüística de la ciudad de Alejandría, en Egipto, en Essais

linguistiques56), centrándose así en la gestión in vivo del plurilingüismo.

La segunda corriente se refiere a la ciudad definida no por su posible

plurilingüismo, sino por su "puesta en palabras", por la apropiación de lugares

a través del lenguaje, con énfasis en el análisis del discurso y más recientemente

en un enfoque interdisciplinario, especialmente en relación con la geografía

social. Este enfoque, iniciado por el trabajo de Thierry Bulot 57, se basa en la idea

de que el espacio no es un dato sino una construcción social, que la acción

humana tiene una dimensión espacial y que los discursos sobre la ciudad

modifican la percepción de la realidad urbana, que terminan convirtiéndose en

la ciudad. Desde este punto de vista, es necesario mencionar el trabajo realizado

sobre las ciudades del Magreb, en particular sobre la diferencia entre urbanos y

56
Louis-Jean Calvet, Essais de linguistique, Paris, Plon, 2004.
57
Thierry Bulot, « La sociolinguistique urbaine : une socio-linguistique de crise? Premières
considérations », in Lieux de ville et identité, vol. I, Paris, L’Harmattan, coll. « Marges linguistiques »,
2004.
citadinos58, o sobre la forma en que los habitantes se nombran a sí mismos

(autodesignación) y nombran a los demás (heterodesignación) 59

La tercera tendencia se refiere a la ciudad considerada como productora léxica:

muchos estudios se centran, por ejemplo, en la lengua de los jóvenes de las

ciudades, en los suburbios, en el "verlan"60 con respecto al dominio francés, y en

las relaciones entre estos comportamientos lingüísticos. y cuestiones de

integración.

Uno puede preguntarse sobre los méritos de una clasificación específica, sobre

el interés de distinguir en el conjunto de la lingüística una “sociolingüística

urbana”, y veremos en el capítulo 5 que estos fenómenos pueden describirse y

explicarse mejor. como parte de un análisis que va "de lo analógico a lo digital".

Pero el hecho es que la ciudad será un tema lingüístico importante en las

próximas décadas. De hecho, la tasa de urbanización está aumentando

constantemente en todo el mundo. Para el período reciente, tenemos, por

ejemplo, las siguientes cifras: 29,4% de urbanización en 1950 (es decir, 29,4% de

la población mundial vivía en ciudades), 37% en 1970, 43,6% en 1990, 48,2% en

2000. Y la jerarquía de las megaciudades está cambiando. Nueva York, Tokio,

Shanghái o México iban a la cabeza a finales del siglo XX.

Sin embargo, según las proyecciones para 201561, es decir en el corto plazo, si

Tokio seguirá siendo la primera megalópolis del mundo, con 26 millones de

habitantes, le seguirán Bombay, Lagos, Dhaka (también Dacca), São Paulo,

58
Voir Messaoudi L., « Parlers citadins, parlers urbains. Quelles différences ? », Cádiz, 5th Aida
Conference 2002, et T. Bulot et L. Messaoudi (dir.) Sociolinguistique urbaine, frontières et territoires,
Éditions Modulaires Européennes, 2003.
59
Ibtissem Chachou, « L’auto-désignation et l’hétéro-désignation comme procédés langagiers de
ségrégation urbaine : le cas de la ville algérienne de Mostaganem », in Synergies Algérie, n° 152012.
60
[El Verlan es una forma de jerga en lengua francesa que consiste en la inversión de las sílabas de una
palabra, a veces acompañada de "elisión", como un tipo de apócope. Es invirtiendo las sílabas de la frase
adverbial (al revés) que se creó el término verlan: L’envers → Verlan.]
61
[La situación a 2020 con proyecciones que varían según el centro de análisis es la siguiente: Tokio,
9447 253; Bombay, 20 358 582; Sao Paulo, 12 613 070; México DF, 8 555 842; Nueva York, 8 988 326;
Yakarta, 11 399 178; Calcuta, 14.871.987; Delhi, 20 268 785 (datos de http://poblacion.population.city).
Dhaka (Bangladesh), 18.237.000 (https://www.turismoviajar.com/dhaka-2020-capital-nacional-de-
bangladesh-al-sur-de-asia/ ); Karachi, 17.800.000
(https://mundodeciudades.wordpress.com/category/pakistan/karachi/ ). Independientemente de la
precisión de las cifras, el lector podrá hacerse a una idea de las diferentes poblaciones]
Karachi, México, Nueva York, Yakarta, Calcuta, Delhi, etc. Hay un gran número

de ciudades multilingües en esta lista y, como las áreas más ricas en idiomas (en

África, Asia) se están urbanizando rápidamente, se puede esperar que el

número de idiomas disminuya. Tenemos allí un indicador confiable, un

parámetro cuya validez ha sido probada muchas veces: la ciudad, y en

particular la capital, es una gran devoradora de lenguas, atrae a campesinos y

provincianos que vienen tanto para ganarse la vida como para perder en ella.

algunas generaciones sus lenguas. Desde este punto de vista, la lingüística

urbana (o sociolingüística) (o los interesados en la ciudad) deberían centrarse en

el futuro en estas megalópolis, porque es allí donde los contactos lingüísticos

son más evidentes, como aquí es donde se desarrollará la desaparición de los

idiomas y la posible aparición de nuevos idiomas en el futuro.


Capítulo 3
Comportamientos y actitudes

Una de las críticas que se pueden hacer a las definiciones de la lengua que la

reducen a un "instrumento de comunicación" es que corren el riesgo de sugerir

una relación neutra entre el hablante y su lengua. Un instrumento, de hecho, es

una herramienta que se toma cuando se necesita y luego se coloca de nuevo en

su sitio. Sin embargo, las relaciones que tenemos con nuestras lenguas y las de

los demás no son de este tipo: no sacamos el instrumento lengua de su estuche

cuando la necesitamos para comunicarnos y luego se guarda, como si

tomáramos un martillo cuando necesitamos clavar una puntilla. En efecto,

existe todo un conjunto de actitudes, de sentimientos de los hablantes hacia las

lenguas, las variedades de lenguas y quienes las utilizan, que muestran lo

superficial en el análisis de la lengua, cuando es considerada como un mero

instrumento de comunicación. Nos puede gustar o no un martillo, pero eso no

cambia la forma en que se clava una puntilla; en el caso de las actitudes

lingüísticas, estas sí tienen repercusiones en el comportamiento lingüístico.

A principios de la década de 1960, Wallace Lambert, estudiando el bilingüismo

franco-inglés en Montreal, desarrolló la metodología del “hablante

enmascarado” o “pares falsos”62. Utilizó hablantes bilingües, cada uno

grabando dos textos (uno en francés y el otro en inglés). Estas grabaciones se

presentaron luego como de diferentes personas a los "jueces" a quienes se les

pidió, en una escala de "muy poco" a "mucho", que calificaran a los hablantes en

términos de tamaño, atractivo físico, capacidad de liderazgo, sentido del

humor, inteligencia, religiosidad, autoconfianza, confiabilidad, jovialidad,

amabilidad, ambición, sociabilidad, carácter y simpatía. Se les dijo que era para

verificar la posibilidad de juzgar a las personas por su voz. Los resultados del

62
Voir W. Lambert et al.« Evaluational Reactions to Spoken Language », Journal of Abnormal and
Social Psychology n° 60 1960; W. Lambert et al. «Judging Personality Through Speech: A French
Canadian Example», The Journal of Communication, n° 16, 1966.
experimento son sumamente interesantes. Por un lado, estos "jueces" no se

dieron cuenta de que los pares de grabaciones fueron producidos por la misma

persona. Por otro lado, los "jueces" no estaban evaluando realmente las voces,

como se les había invitado a hacer, sino los idiomas. Esta técnica, desarrollada

en el campo de la psicología social, fue luego utilizada por los lingüistas,

permitiendo que aparecieran actitudes o representaciones lingüísticas.

1. Los prejuicios

La historia está llena de refranes o fórmulas prefabricadas que expresan los

prejuicios de la época sobre las lenguas. Se dice que Carlos I de España les

hablaba a los hombres en francés, a sus caballos en alemán y en español a Dios.

Tullio de Mauro cita un proverbio del siglo XVII que dice que "el alemán aúlla,

el inglés llora, el francés canta, el italiano hace la comedia y el español habla", y

agrega: "Evidentemente estamos aquí en el límite donde los estereotipos

lingüísticos y los nacionalistas se confunden.”63. También podemos pensar en la

expresión francesa "Parler français comme une vache espagnole" cuyo origen

("como un vasco español") nos muestra que, también aquí, el juicio sobre la

lengua llega a otro objetivo, el hablante.

Estos estereotipos no solo se aplican a las diferentes lenguas, sino también a

variaciones geográficas de las lenguas, a menudo clasificados por el sentido

común a lo largo de una escala de valores. Así, la división de formas

lingüísticas en lenguas, dialectos y patois se considera, de manera peyorativa,

como isomorfa de divisiones sociales que se fundamentan a su vez en una

visión peyorativa: a la lengua le corresponde una comunidad "civilizada", a los

dialectos y patois les corresponden comunidades "salvajes", la primera se

agrupa en pueblos o naciones, la segunda en tribus 64... Y se usa toda una gama

63
Tullio de Mauro, Une introduction à la sémantique, Paris, Payot, 1969, p. 48.
64
Ver Louis-Jean Calvet, Linguistique et colonialisme, Paris, Payot, 1974. [Hay dos versiones en lengua
española: Lingüística y Colonialismo. Breve tratado de glotofagia, Madrid, Ediciones Júcar, 1981,
de calificativos, dialecto, jerga, galimatías, patois, para significar todo lo malo que

se piensa de una forma de hablar65.

Otros estereotipos se relacionan con el "buen hablar". Escuchamos en todos los

países que hay un lugar donde la lengua nacional es pura (hablamos, por

Francia, de Anjou66), que hay acentos desagradables y otros armoniosos, etc. Y

detrás de estos estereotipos se esconde la noción de bon usage (uso adecuado,

buen uso) la idea de que hay formas de hablar bien el idioma y otras que, en

comparación, son condenables. Encontramos así en todos los hablantes una

especie de norma espontánea que les hace decidir que tal y tal forma debe ser

proscrita, tal como otra digna de admiración: no diga, diga, etc.67

Si los usos varían, geográfica, social e históricamente, la norma espontánea

varía de la misma manera: no tenemos las mismas actitudes lingüísticas en la

burguesía y en la clase obrera, en Londres o en Escocia, hoy o hace un siglo.

Lo que interesa a la sociolingüística aquí es el comportamiento social que esta

norma puede provocar. De hecho, puede tener dos tipos de impacto en el

comportamiento lingüístico: uno se refiere a la forma en que los hablantes

consideran su propia habla, el otro se refiere a las reacciones de los hablantes al

habla de los demás. En un caso promoveremos nuestra práctica lingüística o

traducido por José Antonio Doval. Lingüística y Colonialismo. Breve tratado de glotofagia, México,
Fondo de Cultura Económica, 2005, traducido por Luciano Padilla López.]
65
[En Chomsky (1994,29-30) hay un acercamiento al concepto de ‘lengua’ que, sin duda, deja perplejos a
los sociolingüistas ya que dicha descripción la hace fuera del marco conceptual generativo y lo ilustra
mucho mejor que ellos: “En primer lugar, la noción común de lengua tiene una dimensión sociopolítica
crucial. Hablamos del chino como si fuera ‘una lengua’ aunque los diferentes ‘dialectos del chino’ son tan
diferentes como las diversas lenguas románicas. Hablamos del holandés y del alemán como dos lenguas
separadas, aunque algunos dialectos del alemán son muy parecidos a dialectos que denominamos
‘holandés’ y no son mutuamente inteligibles con otros que denominamos ‘alemán’. Una observación
corriente en los cursos de introducción a la lingüística es que una lengua es un dialecto con un ejército y
una armada, observación que se atribuye e Max Weinreich. Resulta poco claro que se pueda dar una
precisión coherente de ‘lengua’ en este sentido; desde luego, ni se ha ofrecido, ni siquiera se ha intentado
seriamente. En vez de ello, todos los enfoques científicos han abandonado sin más esos elementos de lo
que se denomina ‘lengua’ en el uso común.”
66
[Anjou es una región histórica y cultural de Francia, correspondiente a la antigua provincia del mismo
nombre y cuya capital es Angers. Aunque el ducado desapareció, el término "Anjou" todavía se utiliza
para definir el territorio de Maine-et-Loire. El logotipo del departamento utiliza el término "Anjou" El
territorio de Anjou corresponde al actual departamento de Maine-et-Loire, así como a varios otros
territorios integrados en varias divisiones administrativas. Culturalmente, Anjou se asocia con su viñedo,
los castillos del Loira, el Valle del Loira. https://fr.wikipedia.org/wiki/Anjou ]
67
[Véase Ángel Rosenblat, 1967 y José Joaquín Montes, 1991 y 2000].
intentaremos modificarla para ajustarla a un modelo prestigioso, en el otro caso

juzgaremos a las personas por su forma de hablar.

2. Seguridad/inseguridad

Empecemos por un ejemplo sencillo, el de la relación que pueden tener los

hablantes con determinadas pronunciaciones de su lengua.

Peter Trudgill llevó a cabo en la ciudad de Norwich, en Gran Bretaña, una larga

investigación de la que extraemos solo un punto: la pronunciación de palabras

como tune (melodía), student (alumno), music (música), etc., para las que

coexisten en Norwich dos variantes, /ju:/ y /u:/. Así, para tune, tenemos, por un

lado, /tju:n/ y por otro, /tu: n/, considerándose el primero más prestigioso que el

segundo. Después de señalar, en las grabaciones, si los encuestados

pronunciaban la Variante 1 o la Variante 2, se les pidió que dijeran cómo lo

pronunciaban, es decir, cómo pensaban que pronunciaban. Presentamos aquí,

en un cuadro resumido, el resultado de este cruce:

Cuadro 1
Afirman pronunciar Afirman pronunciar
/tju:n/ /tu:n/
Pronuncian /tju:n/ 60% 40% =100
Pronuncian /tu:n/ 16% 84% =100

Es decir, el 40% de las personas que practicaban la pronunciación "prestigiosa"

tendían a subestimar su pronunciación mientras que el 16% de los que

practicaban la pronunciación "devaluada" tendían a sobreestimar su

pronunciación.

Al cruzar estos datos con la variable sexo, Trudgill obtiene resultados

sorprendentes:

Cuadro 2
Hablantes Total Hombres Mujeres
Sobrevaloran 13% 0% 29%

Subvaloran 7% 6% 7%

Valoran 80 94% 64%


correctamente

Y comenta lo siguiente: "Podemos decir que las mujeres, en muchísimos casos,

se definen a sí mismas usando variantes más prestigiosas de lo que realmente

hacen, probablemente porque les gustaría usarlas o pensar que deberían estar

haciéndolo y tal vez entonces realmente crean que lo están haciendo. Es decir,

los hablantes se ven a sí mismos usando la forma a la que aspiran y que tiene

connotaciones favorables para ellos en lugar de la forma que realmente usan68.

Por supuesto, queda por interpretar estos datos. La variable sexo aquí nos

muestra la existencia de diferentes actitudes de hombres y mujeres hacia el

comportamiento social, siendo la lengua uno de los tantos comportamientos

sociales, pero ¿cuál es el significado de esta diferencia? Hay un pasaje sugerente

en un libro de Pierre Bourdieu: “Así se comprende, como tantas veces han

observado los sociolingüistas, que sean las mujeres quienes antes adoptan la

lengua o la pronunciación legítima: condenadas a la docilidad respecto a los

usos sociales dominantes por la división del trabajo entre los sexos, y

condicionadas por la lógica del matrimonio, vía principal para ellas, si no

exclusiva, de ascenso social, las mujeres están siempre predispuestas a aceptar,

–ya desde la escuela–, las nuevas exigencias del mercado de bienes

simbólicos”69. Volveremos en el capítulo 4 a las posiciones de Pierre Bourdieu,

que tiene poco interés en el problema de las actitudes tal como lo abordamos

aquí, pero vemos que el comportamiento lingüístico está vinculado aquí a un

comportamiento más social más amplio. También podríamos decir, a la inversa,

que los hombres no sienten la necesidad de cuestionar su forma de hablar, que

la consideran legítima. Y estas dos interpretaciones complementarias nos llevan

68
Peter Trudgill, Sociolinguistics, Harmondsworth, Middlesex, Penguin Books, 1974, p. 97.
69
Pierre Bourdieu, Ce que parler veut dire, Paris, Fayard, 1982, p. 35. [Se cita la versión española de
Esperanza Martínez Pérez, ¿Qué significa hablar?, Madrid, Akal, 1985, p. 24.]
a postular la pareja seguridad/inseguridad lingüísticas. Hablamos de seguridad

lingüística cuando, por diversas razones sociales, los hablantes no se sienten

cuestionados en su forma de hablar, cuando consideran su norma como la

norma. Por el contrario, existe inseguridad lingüística cuando los hablantes

consideran de poco valor su forma de hablar y tienen en mente otro modelo

más prestigioso, pero que no practican.

En el próximo capítulo, relataremos extensamente una investigación de William

Labov sobre Nueva York que, entre otras cosas, mostró que los hablantes

consideraban ciertas pronunciaciones como una señal de prestigio, aunque no

las practicaran. Hay así en la sociedad lo que podríamos llamar miradas sobre

la lengua, imágenes de la lengua, en una palabra, normas que pueden ser

compartidas por todos o diferenciadas según determinadas variables sociales

(el sexo, en el caso de Norwich) y que generan sentimientos, actitudes y

comportamientos diferenciados en sí mismos. Labov da un buen ejemplo de

esto con respecto a la pequeña burguesía de Nueva York: señala que "La gran

fluctuación de la variación estilística que presenta la clase media baja, su

hipersensibilidad ante las formas relegadas que ellos mismos usan, y la

percepción errónea de su propio discurso son datos que muestran, todos ellos,

el alto grado de inseguridad lingüística de estos hablantes”. Y agrega: “En

general, los neoyorquinos presentan un fuerte desagrado respecto al habla de

Nueva York. Muchos de ellos han intentado cambiar su forma de hablar, y

consideran un gran cumplido que se les diga que lo han logrado. Sin embargo,

la mayoría de nuestros informantes han sido identificados como neoyorquinos

por su forma de hablar en cuanto se van fuera de la metrópoli. Están

firmemente convencidos de que los extranjeros, por una razón o por otra,

detestan esta manera de hablar. La mayor parte de los neoyorquinos creen de


verdad en la corrección del habla, y tratan de alcanzarla en su discurso

cuidado".70

3. Actitudes positivas y negativas

Veremos en el siguiente párrafo (hipercorrección) las repercusiones que estas

actitudes pueden tener en las prácticas lingüísticas. Pero, frente a la variación,

nos encontramos con actitudes de rechazo o aceptación que no influyen

necesariamente en la forma en que hablan los hablantes, pero sí en la forma en

que perciben el habla de los demás. López Morales71 investigó así la percepción

en la isla de Puerto Rico de una pronunciación velarizada de /r/ española (poco

importa aquí el objeto de la investigación, podría tratarse de cualquier otro

hecho lingüístico). En general, el 66,6% de los hablantes encuestados tiene una

actitud negativa hacia esta pronunciación y el 33,4% la acepta. Pero esta actitud

varió según el origen geográfico de las personas entrevistadas:


Origen Actitud positiva Actitud negativa

Capital 29,6 70,4

Oriente 37,9 62

Norte 38,4 61,6

Centro 42,1 58,3

Occidente 46,3 53,6

Sur 56,8 43,1

Cuando se les preguntó sobre las razones de su rechazo a esta pronunciación,

los encuestados dieron cinco tipos de respuesta:

– esta pronunciación no es española, es un regionalismo (59,9% de las

respuestas);

70
William Labov, 1983, pp. 178-179.
71
Humberto López Morales, Sociolingüística, Madrid, Gredos, pp. 236-240.
– es típica de las zonas rurales, es una pronunciación campesina (72,4% de

las respuestas);

– es una pronunciación característica de un nivel sociocultural bajo, es

vulgar (35,6% de las respuestas);

– esa pronunciación proviene de una deficiencia anatómica, un frenillo

debajo de la lengua (25.6% de respuestas);

– es fea (7,9% de respuestas).

Como podemos ver, todo lo encontramos en estas respuestas y este rango es

bastante característico del abanico de actitudes lingüísticas que encontramos en

la sociedad. La primera explicación ("es un regionalismo") se basa en una

realidad (la pronunciación velar de /r/ es típica de Puerto Rico72) pero

implícitamente considera que hay en otra parte, fuera del país, una buena forma

de pronunciar, a diferencia de la pronunciación local, es decir que hay una

forma prestigiosa de hablar español, que no velariza la /r/, y que aquí se devalúa

la lengua local. La segunda explicación ("es una pronunciación de campesinos")

es típica del desprecio social que se puede tener por la población rural, pero hay

que señalar inmediatamente que se puede encontrar exactamente el fenómeno

contrario. En situaciones en las que la urbanización se vive como una amenaza

a la identidad, por el contrario, valoraremos la forma de hablar de los

campesinos, como más cercana a la lengua "real". He notado esta reacción en

muchos países africanos: la gente dice en Bamako (Mali) que el Bámbara de la

capital no es puro, que el Bámbara “real” se habla en Ségou (un pequeño

pueblo ubicado en 200 km de Bamako), se dice en Senegal que el wólof de los

72
[“La realización velar de /rˉ/ (erre) es, sin embargo, un hecho típico de la isla, porque, aunque surge
ocasionalmente en otras zonas, siempre ocurre con frecuencias mínimas. Acerca del origen de este
fenómeno se han lanzado varias hipótesis, como la posible huella indígena, o la influencia de las lenguas
africanas. Ninguna de ellas ha podido ser comprobada. Lo que sí está claro es que tanto la lateralización
de la /r/ como la velarización de la /rˉ/ son fenómenos estigmatizados. Su frecuencia se eleva en el habla
de las personas del grupo social bajo, y su uso desciende en estilos más formales. Diversas
investigaciones han confirmado que las actitudes de los hablantes frente a ambos hechos suelen ser
negativas o de rechazo.” Orlando Alba (2016, 45). Otros dos trabajos de este mismo autor describen este
fenómeno: Variación fonética y diversidad social en el español dominicano de Santiago, Santiago,
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, 1990, págs. 77 y 163.]
campesinos es más puro que el de la ciudad, demasiado marcado por el francés,

etc.

Lo mismo ocurre con la tercera explicación (“pronunciación vulgar”) que se

relaciona con el mismo tipo de desprecio, ya no frente a la diferencia geográfica

(ciudad / campo) sino frente a la diferencia social.

La cuarta explicación ("deficiencia anatómica") es por supuesto una fantasía,

pero conlleva un potencial racismo.

Finalmente, la última explicación ("pronunciación fea") es sólo afectiva, pero

esta actitud está muy extendida tanto frente a las formas locales de hablar como

frente a las lenguas extranjeras. En cuanto a las personas que tuvieron una

actitud positiva hacia esta pronunciación, la explicaron de dos maneras:

– es una pronunciación típica de Puerto Rico (82.2% de las respuestas);

– todas las pronunciaciones son aceptables.

Así, los hablantes entrevistados divergen en su apreciación de esta

pronunciación según un cierto número de líneas de fuerza. Se produce una

primera separación entre quienes defienden la pronunciación local y los demás:

aquí encontramos el tema de seguridad e inseguridad mencionado más atrás.

Asimismo, los hablantes británicos tienden a rechazar la pronunciación

estadounidense del inglés, es decir, a considerar que su pronunciación es la

correcta. Hay una mayor separación entre quienes ven desfavorablemente el

español de los campesinos o trabajadores y quienes lo admiten: aquí aparece

otro comportamiento social característico. En todos los casos surge una idea que

desarrollaremos en el próximo capítulo con Bourdieu, la de la forma legítima de

la lengua. De hecho, los comportamientos que acabamos de describir son tanto

lingüísticos como sociales: detrás de ellos hay luchas de poder que se expresan a

través de afirmaciones sobre la lengua pero que conciernen a los hablantes de

esa lengua. Y, cualesquiera que sean las formas estigmatizadas, rechazadas,

calificadas de ilegítimas (en nombre de criterios de prestigio, clase social,

anomalía congénita, etc.), lo son por referencia a una forma considerada


legítima. La forma en que se establece esta legitimidad está, como veremos, en

el centro del pensamiento de Bourdieu.

4. La hipercorrección

Creer que existe una forma prestigiosa de hablar su lengua implica, si uno no

cree que se tiene esa forma de hablar, que se quiera adquirir. Un buen ejemplo

se puede encontrar en la obra de teatro Pigmalión de Bernard Shaw (llevada a la

pantalla con el título de My Fair Lady73). Vemos a una joven vendedora de flores,

Eliza Doolittle, acudir a un profesor de fonética, Henry Higgins, para adquirir

la prestigiosa forma de hablar inglés. Pero sus motivaciones no son lingüísticas,

son sociales: “Quiero ser vendedor'en una florería, lugar de vender en l'ehquina

de Tottenham Court Road.”74 La historia terminará bien, como sabemos, pero

Shaw ha transcrito aquí perfectamente los sentimientos lingüísticos de los

británicos ante una pronunciación fuertemente devaluada, la de los cockneys,

que se caracteriza en particular por la ausencia de aspiración a la inicial (airy y

hairy, por ejemplo, no se distinguen), por ciertas variantes en diptongos (late,

por ejemplo, pronunciado / lait /, como light, en lugar de /leit/), etc.

Sin embargo, esta tendencia hacia la norma puede generar una restitución

exagerada de formas prestigiosas: la hipercorrección. Esta tendencia se manifiesta

a menudo en la grafía: sobre el modelo del latín noctem, hemos visto, por

ejemplo, la grafía nuict que creía restaurar la c perdida, mientras que es

precisamente esta /k/ la que palataliza para dar el /i/ de nuit (noche). Pero es
73
[“Pigmalión (título original: Pygmalion) es una obra de teatro publicada en 1913 por George Bernard
Shaw y está basada en el relato de Ovidio Pigmalión. Shaw escribió esta obra en una época en que la
fonética era un tema en auge; decía que el español y el alemán eran idiomas clarísimos que los extranjeros
de dichas lenguas podían comprender, pero que el inglés era tan mal hablado por ellos que ni ellos
mismos se entendían. La obra resulta didáctica, pero sin ser aburrida. En 1938 se estrenó una obra
cinematográfica homónima, ganadora del Óscar al mejor guion adaptado, lo cual significó otorgar por
primera vez en la historia este premio fílmico a una persona que poseía un Premio Nobel (en 1925 recibió
el de Literatura). Asimismo, en 1964 se realizó la película musical My Fair Lady (Mi bella dama),
inspirada en esta obra, que también recibió varios Óscar, incluyendo el de mejor película.”
https://es.wikipedia.org/wiki/Pigmali%C3%B3n_(obra_de_teatro) ]
74
[Versión española de Floreal Mazia publicada por la editorial Sudamericana (1980), Buenos Aires. La
traductora se esfuerza por presentar una forma descuidada del español que refleje la condición lingüística
del original inglés: I want to be a lady in a flower shop stead of selling at the corner of Tottenham Court
Road.]
especialmente evidente en el deseo de algunos hablantes de imitar la forma

prestigiosa y "agregarla". Esta práctica puede corresponder a diferentes

estrategias: hacer creer que se domina la lengua legítima o que se desconoce su

origen. William Labov, por ejemplo, cita el caso de hablantes migrantes de

yiddish de la primera generación que en inglés no distinguen entre vocales

posteriores bajas redondeadas y no redondeadas (es decir, cup y coffee se

pronuncian con la misma vocal): se trata de una interferencia fonética con su

lengua materna. Pero sus hijos harán todo lo posible para evitar esta

pronunciación: "En los hablantes de la segunda generación, la reacción contra

esta tendencia, lleva a una exageración hipercorrecta de la distinción de tal

modo que (oh) resulta alto, tenso y super-redondeado."75

Esta hipercorrección, por supuesto, da cuenta de la inseguridad lingüística: es

porque se considera la propia forma de hablar poco glamorosa que se trata de

imitar, de manera exagerada, las formas prestigiosas. Y este comportamiento

puede llevar a otros se inserten allí: la hipercorrección puede ser percibida

como ridícula por quienes dominan la forma "legítima" y que, por tanto,

juzgarán de manera degradante a quienes pretendan imitar la pronunciación

valorada. Este entrelazamiento puede continuar casi infinitamente y nos

muestra el profundo anclaje social de las actitudes lingüísticas. Pierre Bourdieu

propone una explicación sociológica del fenómeno: " La hipercorrección

pequeño-burguesa que busca sus modelos e instrumentos de corrección de

acuerdo con los más consagrados árbitros del uso legítimo, académicos,

gramáticos, profesores, se define como relación subjetiva y objetiva con la

‘vulgaridad’ popular y con la ‘distinción’ burguesa. De suerte que la

contribución de este esfuerzo de asimilación (con las clases burguesas) al mismo

tiempo que de disimilación (con relación a las clases populares) aporta al

cambio lingüístico es simplemente más visible que las estrategias de

disimilación que suscita de rechazo por parte de los poseedores de una

75
Labov, 1983, p. 229.
competencia más escasa. El evitar consciente o inconsciente las marcas más

visibles de la tensión y la rigidez lingüística de los pequeños burgueses (por

ejemplo, la utilización de formas ‘redichas’ da imagen de ‘viejo maestro’) puede

inducir a los burgueses o intelectuales hacia la hipocorrección controlada que

asocia la distinción lingüística y la soberana ignorancia de las reglas puntillosas

a la exhibición de desenvoltura en los más peligrosos terrenos”76.

Sea como sea, la hipercorrección y la hipocorrección son estrategias que se dejan

leer en el habla pero que tienen otra función, una función social. Los desafíos de

adquirir tal o cual forma lingüística, de controlar tal o tal pronunciación, son

sólo son lingüísticas en apariencia: la competencia que se esconde detrás de este

dominio lingüístico es una competencia social, como los beneficios que se

pueden sacar de él. Vemos inmediatamente las consecuencias de este análisis: la

imposibilidad de distinguir, en el nivel teórico, la cuestión lingüística de la

cuestión social y, de manera más general, la dificultad de separar lo social de lo

lingüístico tanto en teoría como en descripción.

5. Las actitudes y el cambio lingüístico

Las actitudes y sentimientos que hemos tratado (seguridad, inseguridad,

hipercorrección, hipocorrección) pueden, como hemos visto, ser obra de

individuos (como Eliza Doolittle en Pygmalion) o de grupos sociales (como la

pequeña burguesía de New York). En este segundo caso, si pasamos de un

análisis sincrónico a un análisis diacrónico, surge la pregunta sobre el papel de

estas actitudes en el cambio lingüístico. ¿Cómo cambian las lenguas, por qué las

lenguas evolucionan? Estas preguntas son tan antiguas como la lingüística, y

algunas respuestas han cambiado significativamente la ciencia, en particular a

través de leyes fonéticas que, por ejemplo, han hecho posible reconstruir una

lengua de la que no tenemos rastro, el indoeuropeo. Pero estas respuestas se

76
Pierre Bourdieu, Ce que parler veut dire, Paris, Fayard, 1982, p. 55. [Se cita la versión española de
Esperanza Martínez Pérez, ¿Qué significa hablar?, Madrid, Akal, 1985, p. 37.]
situaron principalmente en el marco de una lingüística interna, que sólo tuvo en

cuenta la estructura o, para volver de allí a la fórmula final del Curso de

lingüística general de Ferdinand de Saussure, “la lengua considerada en sí misma

y por sí misma”. Veremos, al contrario, que las actitudes lingüísticas (que por

supuesto nada tienen que ver con la lingüística interna) constituyen un

poderoso factor de evolución. Primero tomaremos un ejemplo limitado por su

alcance, pero interesante desde un punto de vista teórico, el del enlace (la

liaison) en francés. Conocemos la historia del político que comienza su discurso

con Je suis ému y es escuchado por la hilarante multitud que contesta: Vive

Zému77. Para evitar tal percance, por supuesto, es suficiente no hacer la conexión

pronunciando "Je /sɥi ɛmy/" o hacerlo sin encadenar la consonante conectora en

la siguiente vocal que luego será precedida por una oclusión glotal: " Je /sɥi

ʔɛmy/".

Pierre Encrevé estudió este fenómeno, al que llama enlace con o sin

encadenamiento (liaison avec ou sans enchaînement). Analizando un corpus

compuesto por discursos de líderes políticos franceses, Encrevé observa en

primer lugar que, en un corto período, entre 1978 y 1981, la tasa de no

encadenamiento tiende a aumentar. Por ejemplo, el 8% de los posibles enlaces

no fueron encadenados por Raymond Barre en 1978 frente al 15,5% en 1981, y

estos porcentajes son respectivamente 11,6% y 17,6% para Jacques Chirac, 10,9%

y 13,1% para Valéry Giscard d'Estaing, 11,4% y 25,7% para Georges Marchais,

6,9% y 15,6% para François Mitterrand, etc. Como el muestreo fue limitado en el

tiempo, Encrevé lo produjo utilizando documentos de archivo de otros corpus.

Por ejemplo, al estudiar los discursos de François Mitterrand en cuatro períodos

y los de Valéry Giscard d´Estaing en tres períodos, se obtienen los resultados

que se indican en las Figuras 1 y 2a:

77
[Dice el político: Je suis ému (me emociono) pero la multitud entiende Je suis Zému (soy Zému) y por
eso gritan ¡Viva Zému! No debía haber hecho el enlace fonético.]
Figura 1

Esta evolución al interior de los discursos de una misma persona se confirma,

de manera más amplia por la evolución de los discursos del conjunto de jefes de

Estado analizados desde 1928 (Pétain, Blum, de Gaulle, Pompidou, Giscard

d’Estaing, Mitterrand). En la figura 2b, se presentan los porcentajes de enlaces

sin encadenamiento por intervalo de tiempo desde 1928: así, el número 1 remite

a Pétain 1928-1938, el número 2 a Blum 1936-1938, el número 3 a Pétain 1940-

1942 y así sucesivamente hasta el número 15 que corresponde a Mitterrand

1978-1981:
Figuras 2a y 2b
Encrevé destaca que estas cifras “parecen reflejar una clara evolución de un

estado en donde el enlace era categórico en el buen uso, en estilo sostenido, a la

situación actual en donde el enlace es un fenómeno variable incluso si se

impoen de manera mayoritaria.” 78

Pero este fenómeno no aparece sólo en los discursos de los Jefes de Estado: "No

se debería concluir al haber establecido la realidad lingüística del enlace sin encadenar

en el discurso público de los políticos que es un rasgo exclusivo de ellos. Ciertamente no

[…] Se encuentra en proporciones similares entre la mayoría de hablantes de

todas las categorías de profesionales de la comunicación pública: periodistas de

radio y televisión, intelectuales (y en particular miembros de la educación

superior), predicadores, abogados, etc. "79.

78
Pierre Encrevé, La liaison avec et sans enchainement, Paris, Editions du Seuil, 1988, p. 71.
79
Ibid., p. 269.
En esta categoría social, la práctica en cuestión se puede explicar de manera

bastante simple: realización del enlace (porque tanto la norma común como la

norma escolar lo requieren, pero también por miedo a la exclusión), pero

realización sin enlace para separar bien las palabras: "Separar bien las palabras

sin renunciar a hacer escuchar la consonante de enlace conduce inevitablemente

al enlace sin encadenamiento”, concluye Encrevé.

El lector puede pensar que se trata de mucho ruido y pocas nueces. El

fenómeno descrito es realmente limitado y los hablantes apenas se dan cuenta

de él. He aquí un fragmento del corpus de Encrevé, en el que el hablante (ex

primer ministro) retoma, se corrige: “Quand monsieur Mitterrand était ministre, et

Dieu sait qu’il l’a beaucoup été…” primero pronunciando beaucoup été /bokupete/

luego /bokupʔete/ ¿Qué sucede aquí? Técnicamente, podríamos decir que, en el

primer caso, hay silabeo a la derecha (la p final de beaucoup se atribuye a la

primera sílaba de été) y en el segundo caso, silaba a la izquierda (beaucoup

mantiene su p…). Aquí el hablante alternaba conscientemente encadenamiento

y no encadenamiento, debido a la ambigüedad que resulta de la silaba de la

derecha (il a beaucoup pété)80. Pero esta conciencia del fenómeno es

extremadamente rara.

Si, en términos generales, este fenómeno se reduce, por tanto, a una evolución

muy leve entre los profesionales de la comunicación pública, plantea sin

embargo una interesante pregunta sociolingüística: ¿puede la lengua de los

medios de comunicación y de la política influir en los hablantes que, ante ella,

son solo receptores? En otras palabras: "¿Qué relaciones lingüísticas tienen los

oyentes con una forma de lengua que escuchan pero que no producen?”81. En

razón a la masificación en todos los hogares de aparatos de radio y televisión

significa que hoy oímos en todas partes la "lengua legítima" y que podemos

80
[Se tiró muchos pedos.]
81
Ibid, p. 279.
preguntarnos si, en este punto limitado, será imitada a la manera de la

hipercorrección que describimos previamente.

Encrevé concluye su trabajo de manera inesperada: el enlace sin

encadenamiento, que tiene el efecto de multiplicar sílabas cerradas (con

consonante final), lleva a la práctica de "pronunciar como se escribe, ya que

queda descartado que se pueda escribir legítimamente como pronunciamos. Es

bastante lógico que esta tendencia se manifieste primero en el habla de los

profesionales de la comunicación pública, que también son profesionales de la

escritura”82. El lector podrá, si tiene oído fonético, comprobar en los próximos

años, la posible progresión del enlace sin encadenamiento en francés. Por

nuestra parte, pasaremos ahora al problema general de la relación entre las

actitudes lingüísticas y el cambio, que arrojará más luz sobre el hecho menor de

la vinculación con o sin concatenación.

William Labov expuso, en pocas palabras, cómo se produce la evolución: “El

proceso de cambio lingüístico puede ser considerado como un proceso en tres

fases […] En el origen del cambio, se trata de una de las innumerables

variaciones posibles cuyo uso está restringido a un pequeño grupo. En la fase

de propagación, hay un número más amplio de hablantes que lo adoptan y

comienza a consolidarse en contraste con la antigua forma en un amplio marco

de la interacción social. En la compleción del cambio, alcanza su regularidad

mediante la eliminación de las variables que compiten con ella”83. Este resumen

es ciertamente rápido, y encontramos en otra parte del mismo autor una

presentación más rigurosa de dicho fenómeno:

“1. Cualquier rasgo lingüístico utilizado por un grupo A resulta marcado


por contraste con otro dialecto estándar.
2. El grupo A es adoptado como grupo de referencia por el grupo B y el
rasgo se adopta y se exagera como signo de identidad social por reacción
a presiones exteriores.

82
Ibid, p. 284.
83
Labov, 1976, p. 168.
3. La hipercorrección por efecto de una presión acrecentada, combinada
con la fuerza de simetría estructural, conduce a una generalización del
rasgo en otras unidades del grupo B.
4. A medida que se completa el proceso de generalización se establece
una nueva norma.
5. Esta nueva norma es adoptada por los grupos vecinos y sucesores,
para los que el grupo B sirve de grupo de referencia "84.

Vemos que el enlace sin encadenamiento, al que hemos dedicado una amplia

reflexión, apenas se ubica excepto en el punto 1 de este esquema. Pero

encontraremos una ilustración más avanzada de ello en la pronunciación del

francés que tienen las bandas de jóvenes Beurs85 en los suburbios de París, Lyon

y Marsella, y en la forma en que se difunde esta pronunciación, salvo que aquí

se trata de hipocorrección, y no de hipercorrección, y que el movimiento

consiste tanto en alejarse de la fonética del francés estándar como en afectar una

pronunciación norteafricana.

Vemos así que el enfoque sociolingüístico puede enriquecer, e incluso renovar,

la explicación y comprensión del cambio lingüístico, cuyo estudio en términos

exclusivos de estructura interna sólo lo explica de manera incompleta. Pero,

para que estas explicaciones sean completas y convincentes, la descripción debe

tener en cuenta una serie de factores lingüísticos y sociales a los que se dedica el

siguiente capítulo.

84
Ibid., p. 72.
85
[El Beur (y la beurette) es la denominación que se le da a la persona nacida en Francia cuyos padres (o
incluso uno de ellos) es inmigrante de África del Norte con un matiz de cultura árabe]
Capítulo 4
Las variables lingüísticas y las variables sociales

Las lenguas cambian día a día, evolucionan, pero a este cambio diacrónico se

suma otro, el sincrónico: se puede identificar constantemente en una lengua la

coexistencia de diferentes formas para un mismo significado. Estas variables

pueden ser geográficas: un mismo idioma puede pronunciarse de manera

diferente o tener un léxico diferente en diferentes partes del territorio. Así, un

objeto tan simple como la serpillière, un trapo para limpiar el suelo, también se

puede llamar panosse (en Saboya y Suiza), wassingue (en el norte), torchon (en el

este), la since (en el suroeste). Un atlas lingüístico como el de Gilliéron y Edmont

nos da miles de ejemplos de esta variación regional86. Pero estas variables

también pueden tener un significado social, cuando en un mismo punto del

territorio una diferencia lingüística es más o menos isomórfica de una diferencia

social. El problema es entonces identificar tanto estas variables lingüísticas

como las variables sociales correspondientes, y veremos que la sociolingüística

a veces ha tenido dificultades para mantener ambos extremos de este todo, lo

lingüístico, por un lado, y lo social por otro.

Por variable entenderemos aquí el conjunto formado por las diferentes formas

de realizar una misma cosa (un fonema, un signo, etc.) y por variante cada una

de estas formas de hacer lo mismo.

1. Un ejemplo de variables lingüísticas: las variables fonéticas

Conocemos la diferencia entre fonética (que describe la pronunciación efectiva

de los sonidos de la lengua en los diferentes hablantes) y fonología (que da a

86
J. Gilliéron & E. Edmont, Atlas linguistique de la France, Paris, Ed. Champion, 1902-1920. [Para el
caso del español colombiano, se registra la misma variedad de usos en el Atlas Lingüístico Etnográfico de
Colombia ALEC. Algunas de las variantes para denominar el “trapo” con que se seca la vajilla y las ollas
son las siguientes: limpión (Cundinamarca, Boyacá, los santanderes, Tolima, Huila, Cauca y Valle del
Cauca); secador, secante, secaplatos (Antioquía, Eje cafetero y Chocó); paño (Costa Atlántica). Tomo
IV, Vestido y Vivienda, mapa 202].
estas pronunciaciones una estructura abstracta para organizar estos sonidos).

Podemos relacionar esta distinción a la dicotomía saussureana entre langue

(lengua) y parole (habla): la fonética está del lado del habla, la fonología del lado

de la lengua. Y esta separación entre lo abstracto y lo concreto sugiere que junto

con el fonema abstracto e invariante sus realizaciones fonéticas pueden, por el

contrario, presentar variantes. Entonces, el problema es saber si estas diferentes

realizaciones son explicables por variables sociales o, por el contrario, permiten

estructurar el grupo social.

Fue William Labov quien trabajó por primera vez de manera convincente en

estas cuestiones, estudiando el tratamiento de dos semivocales en la población

de una isla frente a la costa de Massachusetts, Martha's Vineyard: la

pronunciación del diptongo /ay/ en palabras como right (derecho), white

(blanco), pride (orgullo), wine (vino) o wife (esposa) y el diptongo /aw/ en

palabras como house (casa), out (fuera), doubt (duda), etc.

Lo que muestra la investigación de Labov es que el primer elemento de estos

diptongos, la /a/, tiende a "centralizarse" entre los Vineyardeses87, es decir, a

acercar una pronunciación a la /e/. Entonces surge el problema en cuanto a la

explicación de este rasgo: “¿Por qué habría Martha’s Vineyard de volver atrás

en la historia de la lengua inglesa? Creo que podemos encontrar una

explicación específica si estudiamos la detallada configuración de este cambio

fonético con respecto a las fuerzas sociales que operan con la mayor

profundidad en la vida de la isla”88 Labov busca entonces correlaciones entre

este rasgo lingüístico (la "centralización" de los dos diptongos) y los rasgos

sociológicos: distribución de la centralización según la distribución geográfica

(isla baja/isla alta), distribución según grupos sociales (pescadores, agricultores,

87
Denominados también Viñadores. Conservamos el gentilicio propuesto en la traducción española de
Marinas Herreras.
88
William Labov, Las motivaciones sociales de un cambio fonético, en Modelos sociolingüísticos, 1983,
p. 56.
otros), según el grupo étnico de origen (inglés, portugués, indio), etc. Pero es en

otra parte donde encontrará su explicación.

Destaca inicialmente las dificultades de los isleños para permanecer en la isla.

En el momento de la investigación, había 5.563 habitantes en la isla durante

todo el año, y 42.000 turistas visitantes (veraneantes) adicionales en los meses

de junio y julio, pero esta invasión de turistas no fue suficiente para dar trabajo

para los habitantes, y los Vineyardeses experimentan una tasa de desempleo

que es el doble de la del resto del país. Algunos, ante estas dificultades, quieren

irse y vivir en el continente, otros por el contrario quieren defender su isla. Y el

estudio de la situación social de la isla permite a Labov formular su esquema

final: si tenemos en cuenta las actitudes hacia la isla, de los hablantes

entrevistados (actitudes que clasifica en tres niveles: positivas, manifestadas por

los que quieren permanece en la isla; neutrales, los que no opinan; negativas,

los que quieren irse de la isla), se observa que cuantas más personas tienen una

actitud positiva, más centralizan los dos diptongos estudiados. Es decir, hay

una distribución social de los diptongos, los que quieren quedarse en la isla

adoptan una pronunciación "isleña" y los que quieren irse, adoptan una

pronunciación "continental".

Este estudio, incluso más allá de sus resultados limitados, es especialmente

interesante desde el punto de vista metodológico. Lo que debe recordarse del

enfoque de Labov es:

– la idea de buscar una (o más) variable(s) frecuente(s), que a menudo

aparecen en la estructura lingüística, variables cuya distribución debe

estar altamente estratificada: "es decir, que nuestras exploraciones

preliminares sugerirían una distribución asimétrica mejor que una

amplia serie de niveles de edad o cualquier otro estrato ordenado de la

sociedad.”89;

89
Ibid., p. 36.
– el desarrollo de una metodología que resalte estas variables en los textos

producidos por los hablantes;

– la búsqueda de una correlación entre esta distribución de rasgos

lingüísticos y una distribución de rasgos sociológicos.

Y, a nivel teórico, conviene destacar que el enfoque que consiste en trabajar

sobre variantes fonéticas no cuestiona los principios fundamentales de la

lingüística estructural, pero que los resultados, la previsibilidad de la variación

lingüística según la definición social de hablantes, constituyen en cambio un

cuestionamiento de esta lingüística. El hecho de que Labov, en ese momento, no

no dé cuenta de ello, no le quita nada a esta mini-revolución.

Luego, en otra investigación, analizará la "estratificación de /r/ en los grandes

almacenes de Nueva York", especificando tanto su metodología como su teoría

de la relación entre estratificaciones lingüísticas y estratificaciones sociales90.

Labov estudia aquí el tratamiento de la variable /r/ en posición posvocálica en

palabras como car (carro), card (tarjeta), four (cuatro), fourth (cuarto) , y parte de

la siguiente hipótesis general: “si colocamos dos subgrupos cualesquiera de hablantes

neoyorquinos según una escala de estratificación social, ocuparán las mismas posiciones

de orden que según su uso diferencial de (r).”91 Por lo tanto, primero verificará esta

hipótesis observando la práctica lingüística de los empleados de tres grandes

almacenes de Nueva York.

Esta primera encuesta se basó en una metodología muy sencilla: preguntarles a

los empleados dónde se encontraba un determinado departamento, o en qué

piso se ubicaba, para obtener una respuesta (ya conocida por supuesto) en la

que aparece la forma fonética estudiada: fourth floor (cuarto piso), para saber si

la /r/ de fourth y la de floor eran o no pronunciadas. Las tres tiendas en las que se

realizó la encuesta tenían diferencias notables (ubicación geográfica, precios,

90
La estratificación social de (r) en los grandes almacenes de Nueva York, en Modelos sociolingüísticos,
pp. 75-104.
91
Ibid., p. 77
periódicos en los que anuncian, etc.), por lo que se clasificaban en tres

categorías:

– Posición superior de la escala: Sacks Fifth Avenue:

– Posición intermedia: Macy’s;

– Posición inferior: Klein.

En cuanto a las realizaciones de /r/ se anota r-1 si el fonema se pronuncia, r-0 si

no se pronuncia o se manifiesta por un alargamiento de la vocal y d o cuando

los resultados son dudosos. La intersección entre estos dos conjuntos de datos

(realización de /r/, tipo de almacén) aparece en la figura 1.

Figura 1

Es decir, “en un total del 62 por 100 de los empleados de Saks, el 51 por 100 de

los de Macy's y el 20 por 100 de los empleados de Klein utilizan todos o algún

(r-1). La estratificación es aún más nítida para los porcentajes de (r-1) exclusivo

(todos r-1). Como la hipótesis indicaba, los grupos están estratificados en

grupos según su uso diferencial de (r-1) en el mismo orden en lo que están

según factores extralingüísticos [...]”92

En otra investigación93, Labov realizará pruebas para medir la evaluación social

de las variantes identificadas. La investigación consistió en estudiar las

reacciones subjetivas a la lengua haciendo que 200 testigos escucharan "pares

92
Ibid., p. 84
93
Las dimensiones subjetivas de un cambio lingüístico en curso, en Modelos sociolingüísticos, pp. 189-
208.
falsos", es decir frases pronunciadas de manera diferente (por ejemplo, con o sin

/r/) por el mismo hablante sin que los testigos se den cuenta de que es el mismo

hablante y les piden que clasifiquen a dichos hablantes en una escala de

idoneidad profesional, como si fueran jefes que evalúan a posibles candidatos.

Los resultados se pueden resumir en una frase: el 100% de los encuestados entre

20 y 39 años muestra una reacción positiva a la pronunciación de r-1,

considerada una marca de prestigio. Pero lo más interesante es que esta

valoración positiva es independiente de la pronunciación de los encuestados:

consideran el uso de r-1 como una marca de prestigio, incluso si ellos no la

utilizan. Esto permitió a Labov concluir: “una comunidad lingüística no puede

ser entendida como un grupo de hablantes que utilizan todos las mismas

formas: más bien hay que definirla como un grupo que sigue las mismas

normas relativas al lenguaje.”94

Acabamos de discutir ampliamente ejemplos de variables fonéticas, pero este

problema también afecta a otras áreas de la lengua, tanto al léxico como a la

sintaxis. De hecho, la mayor parte del estudio de la lingüística variacionista se

ha centrado en los sonidos de la lengua, porque las variaciones allí son más

obvias y fáciles de describir y cuantificar, pero los mismos fenómenos se

pueden apreciar en el léxico o la sintaxis.

Estas variables suelen estar relacionadas con el cambio en la lengua. Podemos

pensar por ejemplo en dos casos del francés. El de la negación95 y el del pasado

simple. Es cierto que, en circunstancias formales, al observar su forma de

hablar, los francófonos tienden a utilizar ne…pas de negación discontinua, y en

su lugar utilizan (aunque no sean conscientes de ello) la forma única pas cuando

94
Ibid., p. 205.
95
[Sobre aspectos de la negación en francés véase Meisner (C.), Robert-Tissot (A.) & Stark (E.), 2016,
"La présence/absence de ne", in Encyclopédie grammaticale du français, en ligne:
http://www.encyclogram.fr/notx/008/008_Notice.php Le passé simple est-il condamné à disparaître ?
INTERVIEW - L'apprentissage du passé simple est en péril. Comment en sommes-nous arrivés là ?
Claire Beilin-Bourgois explique au Figaro les causes de cette désaffection. https://www.lefigaro.fr/langue-
francaise/actu-des-mots/2018/01/03/37002-20180103ARTFIG00001-le-passe-simple-est-il-condamne-a-
disparaitre.php]
no se están escuchando. Por tanto, estas dos formas pueden considerarse

indicativas de dos estilos, que podemos definir aproximadamente como

"formales" y "relajados". Del mismo modo, el hecho de utilizar el pasado simple

(La marquise sortit à cinq heures) es un estilo elevado, incluso escrito, y es más

utilizado de manera espontánea el pasado compuesto (La marquise est sortie à 5

heures) que el pasado simple. Pero estas variantes sincrónicas son de hecho

parte de la historia: es probable que el ne en la negación francesa desaparezca

como el pasado simple prácticamente ha desaparecido de la práctica oral.

2. El inglés vernáculo afroamericano

Volvamos a los trabajos de William Labov. Hemos visto que las dos

investigaciones de Nueva York representan una evolución notable con respecto

al estudio de Martha’s Vineyard, pero mejorará especialmente en su trabajo

sobre Harlem. La investigación sobre el habla de los jóvenes negros de Harlem

comienza con un problema eminentemente práctico: investigar las causas de su

fracaso escolar, en particular sus dificultades para aprender a leer. Se recordará

(véase el capítulo 1) que Bernstein había tratado este problema en términos de

código restringido y código elaborado, concluyendo que los niños de orígenes

privilegiados dominaban ambos códigos, mientras que los niños de orígenes

desfavorecidos dominaban solo el primero. Es decir, lo trató en términos de

déficits lingüísticos que pueden explicarse por déficits sociales, en particular

déficits familiares.

Labov por su parte trabajará con los niños de los “guetos urbanos”, precisando

que, “en cuanto a la población que nos interesa, está formada por miembros

plenos de la cultura vernácula de las calles, rechazada por el sistema escolar” 96 y

así se verá llevado a considerar lo que él llama la "lengua vernácula

afroamericana", que tiene sus propias reglas y presenta tal número de formas

96
William Labov, Le parler ordinaire, t. 1, Paris. Editions de Minuit, 1978, p. 14. [El original inglés se
titula Language in the Inner City (1972) y no se ha traducido al español].
"no estándar" que es inútil querer describirlas en términos de desviaciones de la

norma. Y esto lo llevará a concluir que las dificultades para aprender inglés

entre los jóvenes negros son producto de conflictos entre dos grupos, su inglés

"vernáculo" y el estándar. De hecho, para él, no se trata de dos idiomas, sino de

“un subsistema distinto dentro de la gramática más amplia del inglés”97 o

incluso “un sistema distinto estrechamente vinculado al inglés estándar, pero

sin embargo separado de los dialectos blancos que lo rodean por un cierto

número de diferencias estables y sistemáticas”98.

En cuanto al propósito de la investigación, las razones del fracaso escolar, las

conclusiones de Labov son, por tanto, que "el principal culpable del fracaso en

aprender a leer es, en efecto, el conflicto cultural. El entorno y los valores

escolares claramente no tienen influencia en los niños que están firmemente

arraigados en la cultura de la calle. Por otro lado, los que aprenden están

compuestos por una gran parte de los chicos que no encajan en esta cultura, o la

rechazan o son rechazados por ella”99.

Hay muchos aspectos ideológicos objetables en este texto de Labov. Por

ejemplo, queriendo indudablemente adoptar el punto de vista contrario a

Bernstein y especialmente a ciertos autores estadounidenses que habían hecho

un uso casi racista de su propuesta, intentará mostrar que, a pesar de las ideas

recibidas, el discurso de los jóvenes negros no está menos estructurado o menos

lógico que el de los miembros de las clases altas. Así, cuando compara el

discurso de un joven de 15 años, miembro de la banda de los Jets, Larry H., y el

de un universitario negro, Charles M., para concluir que el segundo tiene

mucho menos decir que el primero pero que lo enmascara detrás de una

atractiva "verbosidad", es víctima tanto de su ideología como de un artificio. De

hecho, es muy posible que un hablante X ... que habla una forma lingüística

castigada tenga mucho menos que decir o sea menos inteligente que un

97
Ibid., pp. 63-64.
98
Ibid., p. 155
99
Ibid., p. 173
hablante Y ... que habla una forma lingüística devaluada. Pero esto de ninguna

manera significa que la forma lingüística de Y ... sea más propicia para la

expresión de ideas que la de X ... Labov aquí confunde la forma del discurso y

su contenido, cae en la trampa que él mismo tendió incluso tenso al adoptar una

posición sistemáticamente contraria a la que quiere criticar, y cuando escribe:

"Los miembros de la clase trabajadora parecen ser, en muchos sentidos, hablantes

más eficientes que muchos miembros de la clase media que objetan, soltarse y

perderse en una multitud de detalles sin importancia” 100, es simplemente una

víctima de su ideología.

Por otro lado, nos interesan directamente las repercusiones teóricas de su obra.

De hecho, en sus diferentes investigaciones, de las que hemos hablado, hay

cambios metodológicos importantes:

– Si bien en sus investigaciones anteriores observaba directamente las

producciones lingüísticas, por ejemplo, yendo a los grandes almacenes a

registrar las producciones verbales de los empleados, aquí utiliza

observadores del entorno estudiado lo que le permite eludir lo que había

llamado la "paradoja del observador".

– Considerando que en sus investigaciones anteriores trabajó con muestras

de poblaciones elaboradas según criterios sociológicos, aquí estudiará el

lenguaje de las bandas de adolescentes de Harlem en su conjunto (los

Jets, los Cobras, los Thunderbirds, etc.); Si bien en sus investigaciones

anteriores solo trabajó en variables sociolingüísticas (tal o cual

realización de un diptongo, ausencia o presencia de /r/ postvocálica, etc.),

ahora se da como objeto de estudio la gramática de la idioma de un

grupo que se considera que habla su propia lengua vernácula.

– Mientras que en sus investigaciones anteriores parecía situarse en el

marco de la lingüística estructural (más particularmente de la fonología

100
Ibid., p. 126.
de Praga), ahora parece, a través de sus esbozos de descripciones,

situarse dentro del marco de la gramática generativa.

– Finalmente, mientras en sus anteriores investigaciones buscaba

constantemente cruces significativos entre variables sociolingüísticas y

parámetros sociales, ahora trabaja en grupos que se podría decir

unificados: el mismo grupo de edad, la misma situación social …

Todo esto, sin embargo, no deja de plantearnos algunas preguntas. Si partimos

de un grupo aleatorio (por ejemplo, la muestra de la población estudiada en

Martha's Vineyard) o un grupo preconstituido (por ejemplo, la banda Cobra en

Harlem) no cambia mucho, en el nivel teórico, al vínculo que se establece entre

lengua y sociedad. Entramos en el primer caso a través de la lengua, y

estructuramos la sociedad isleña a partir de variantes, entramos en el segundo

caso a través del grupo, y estructuramos una lengua (un "Vernáculo") de este

grupo, pero en ambos casos sigue manifestando una deficiencia teórica: Labov

elige una u otra de las entradas no, como escribió Pierre Encrevé, porque habría

una profunda evolución teórica101, pero porque su terreno lo lleva allí, porque

las condiciones concretas de los hablantes observados lo empujan allí, en una

palabra porque le conviene. Nada nos permite criticarlo en este punto. Pero hay

que subrayar simplemente que, en estas escogencias, el problema de las

relaciones entre variables lingüísticas y variables sociales no se resuelve

necesariamente de forma general: las soluciones que aporta Labov son, se

podría decir, contextuales.

3. Variables lingüísticas y variables sociales

Existe, por tanto, una variable lingüística cuando dos formas distintas permiten

decir "una misma cosa", es decir, cuando dos significantes tienen el mismo

101
Presentación de Sociolinguistique [Pierre Encrevé es el encargado de hacer la presentación
(introducción) de la versión francesa de Sociolinguistic Patterns. El título del libro en francés es
Sociolinguistique y la traducción estuvo a cargo de Alain Kihm, 1976. Encrevé estuvo a cargo también de
la dirección del número monográfico de Langue Française dedicado a la lingüística y la sociolingüística:
n°34, 1977. Linguistique et sociolinguistique. pp. 3-16].
significado y las diferencias que conservan tienen otra función, estilística o

social. Decir por ejemplo en francés les toilettes, les lieux, les chiottes, les w.-c., o

les petits coins102 manifiesta evidentemente una variable, pero el problema es

entonces saber a qué función corresponden estas distintas formas. Y aquí es

donde empiezan las dificultades ...

Efectivamente, podemos considerar que estas diferentes palabras se distribuyen

en su uso en una escala de grupos de edad: los jóvenes dirían petits coins, sus

padres dirían toilettes y sus abuelos, lieux, por ejemplo. También se puede

imaginar que se distribuyen según el sexo de los hablantes, los hombres dirían

más bien chiottes y w.-c. y las mujeres toilettes y petits coins. Podemos imaginar

incluso que se distribuyen según una escala social, las clases acomodad as

prefieren toilettes y las clases desfavorecidas petits coins, etc. Así tendríamos un

uso restringido, y el hecho de usar tal o cual palabra indicaría que el hablante

está en tal o cual categoría social (mujer, joven, clase adinerada, etc.). Una

descripción sociolingüística consiste precisamente en buscar este tipo de

correlación entre variantes lingüísticas y categorías sociales realizando

sistemáticamente ordenamientos cruzados e interpretando cruces significativos.

Pero también es posible que, en un entorno social dado, un hablante use

chiotte103 mientras que las personas que lo rodean utilizan y esperan que se

utilice lieux o toilettes, con el único propósito de chocar, de transgredir la norma,

de rebelarse, etc. En un caso, el uso de esta o aquella forma es inconsciente, no

elegido, pero nos enseña algo sobre la categoría social del hablante, en el otro es

consciente, voluntario y nos dice algo sobre la conducta. del hablante que usa la

lengua para actuar104.

102
[El ALEC nos ofrece equivalentes en español que se pueden contrastar con el ejemplo en francés
propuesto por Calvet. Tenemos entonces los términos retrete, inodoro, sanitario, excusado, baño, wáter,
guáter, servicio, letrina, entre otros. Mapa 260].
103
[Una traducción española aproximada es ‘cagadero’]
104
[Patiño-Rosselli (2004,17) ofrece un ejemplo del habla bogotana en donde se percibe la integración de
las variables mencionadas: expresiones sobrepasan los límites del grupo e ingresan al habla general
como coloquialismos. Así, se oyen en las calles bogotanas giros y palabras como ¡que mamera!, ¡que
chimba!, ¡que nota!, ¡que locha!, diez lucas, parcero, jaibo, la liga, ajisoso, una pinta, la hebra, un duro,
un bacán, el parche, los pisos, el tombo, sisas, fulero, etc.]
Se tiene, por tanto, por un lado, un conjunto de variables lingüísticas, todas

aquellas que el análisis nos permite identificar, y por otro lado un conjunto de

variables sociales, todas aquellas que una teoría sociológica puede aislar. Por

supuesto, cada uno de estos conjuntos es el producto de una teoría, una teoría

lingüística en el primer caso, una teoría sociológica en el segundo, y la

multiplicidad de teorías complica el problema. Supongamos, sin embargo, que

se levanta esta hipoteca, que tenemos para una situación dada una descripción

de todas las variables lingüísticas y una lista de todas las variables sociales.

Nuestro problema es entonces saber cuáles son las relaciones entre estos dos

conjuntos. El caso más simple es, por supuesto, aquel en el que un elemento del

primer conjunto (el uso de tal o cual variante fonética, por ejemplo) permitiría

que su usuario se ubique en un punto del segundo conjunto. En Martha’s

Vineyard, por ejemplo, centralizar los diptongos permitiría saber que el

hablante tiene una actitud favorable hacia la isla. Entonces debemos

preguntarnos si esta implicación es recíproca, si todos los hablantes que tienen

una actitud favorable hacia la isla centralizan los diptongos, y si el análisis da

una respuesta positiva a esta pregunta, concluir que entre el conjunto las

variables lingüísticas y la de las variables sociales existe una relación biunívoca.

Al final, al filtrar así las listas de variables lingüísticas de las de variables

sociales, y viceversa, quizás podríamos llegar a la conclusión de que tenemos

aquí dos conjuntos enlazados por una serie de relaciones uno a uno.

Pasemos el aspecto algo mecanicista de esta visión, porque la cuestión está en

otra parte, es saber qué hacemos en este enfoque: partimos de un análisis de la

lengua que nos dice algo sobre la sociedad, tenemos un análisis de la sociedad

que nos permite entender la lengua, ¿o es posible tener en cuenta estos dos

elementos en un mismo análisis? En otras palabras, ¿es posible llevar a cabo el

programa de Pierre Bourdieu para quien "una sociología estructural de la

lengua, inspirada en Saussure pero construida frente a la abstracción que

Saussure lleva a cabo, debe fijarse como objeto la relación que une sistemas
estructurados de diferencias lingüísticas sociológicamente pertinentes y sistemas

también estructurados de diferencias sociales ”105?

4. Los mercados lingüísticos

De hecho, el sociólogo Pierre Bourdieu proporcionó el comienzo de una

respuesta a estas preguntas. Parte de la observación de que la lingüística

postsaussureana se construyó sobre el rechazo a reconocer el carácter social de

la lengua, y que "los lingüistas no tienen otra elección que buscar

desesperadamente en la lengua lo que se inscribe en las relaciones sociales

dónde funciona, o de hacer sociología sin ellos saberlo”106. Sin embargo, dice, el

discurso no es solo un mensaje, también es un producto. El texto de la

contracarátula del libro, que firma con sus iniciales, es notable por alinear una

serie de metáforas económicas: “El discurso no es solo un mensaje destinado a

ser descifrado; también es un producto que ponemos en consideración de los

demás y cuyo valor se definirá en su relación con otros productos más raros o

más comunes. El efecto del mercado lingüístico […] continúa ejerciéndose

incluso en los intercambios más ordinarios de la existencia diaria […]

Instrumento de comunicación, la lengua es también un signo externo de

riqueza…” (las cursivas son nuestras) Su idea es que la lingüística tiende a

incorporar en la teoría, un objeto preconstruido, la lengua, cuya historia social

olvida que le da forma. Sin embargo, este objeto prediseñado corresponde en

realidad a una definición oficial, la de la lengua del Estado, resultado de una

unidad política: "La lengua oficial se ha constituido vinculada al Estado. Y esto

tanto en su génesis como en sus usos sociales."107. Sin embargo, para que una

lengua entre otras se imponga como la lengua legítima, debe existir un mercado

lingüístico unificado, en el que se mida el valor de las otras lenguas y de los

dialectos (sociales o regionales) en comparación con la lengua dominante.

105
p. 41, traducción, p. 28
106
pp. 14-15, trad. 12
107
p. 27; t. p. 19.
Todo esto le lleva a forzar aún más el rasgo de la metáfora económica: "El

intercambio lingüístico es también un intercambio económico, que se lleva a

cabo en una cierta relación simbólica de fuerzas entre un productor, provisto de

un determinado capital lingüístico, y un consumidor (o un mercado), apto para

procurar un cierto beneficio material o simbólico."108. Lo que para él significa

que más allá de la simple comunicación de sentido, los discursos son signos de

riqueza y de autoridad, se emiten para ser evaluados y obedecidos, y que la

estructura social está presente en el discurso.

A partir de entonces, se pueden desarrollar diferentes estrategias, y cuanto más

"capital lingüístico" posea un hablante (capital esencialmente simbólico, en el

sentido que su poder sea reconocido por el grupo), más libertad tiene para jugar

en el mercado, por ejemplo, utilizando lo que Bourdieu llama “estrategias de

condescendencia” (“estamos entre nosotros”, “hablo como tú”) que representan

manipulación.

No es la primera vez que intentamos aplicar una rejilla económica al análisis

lingüístico. Ferrucio Rossi-Landi en particular, en una obra con un título

evocador (El lenguaje como trabajo y como mercado)109, partió de la idea de que

Saussure carecía de una teoría del trabajo lingüístico y se propuso

proporcionársela inspirándose en Marx. Su punto de partida fue que el valor

saussureano tenía que ser reexaminado a la luz de la distinción marxista entre

valor de uso y valor de cambio, y su construcción era tan hermosa como un círculo

vicioso: los signos son productos del trabajo lingüístico, la lengua es un medio de

intercambio universal como el dinero era para Marx el equivalente general, y

constituye el capital constante del trabajo lingüístico, cuyo capital variable es la

fuerza de trabajo de los hablantes y los mensajes son unidades de valor de uso y

valor de cambio. Todo ello le llevó a escribir que "una comunidad lingüística se

presenta como una especie de inmenso mercado, en el que las palabras, las

108
pp. 59-60; t. 40.
109
[Como complemento a la obra de Rossi-Landi puede el lector remitirse a A. Ponzio (2008),
Linguaggio, Lavoro e mercato globale.]
expresiones y los mensajes circulan como mercancías" 110, fórmula que, como se

recuerda, Bourdieu usaría más tarde.

Pero toda su construcción era esencialmente analógica, consistente en proyectar

el análisis marxista sobre la lengua y sobre la comunicación, mientras que

Bourdieu, quizás con la ventaja de no ser lingüista, parte de otro punto de vista:

reflexionar sobre los efectos sociales de los discursos, lo que hace mucho más

interesante su intervención.

Pero el hecho es que, interviniendo como sociólogo111, no proporciona a los

lingüistas (a quienes critica por considerar la lengua como un objeto

preconstruido) su definición de sociedad, que por lo tanto aparece como un

objeto preconstruido. Todo apunta a que el mercado lingüístico de Bourdieu está

delimitado para él por las fronteras del Estado, entre las que se enfrentan las

prácticas lingüísticas con las prácticas legítimas, o, lo que es lo mismo, que está

delimitado por la existencia de una lengua legítima, la lengua dominante. Sin

embargo, por una parte, la legitimidad de una lengua no se limita a las

fronteras estatales (pensemos en el francés en Francia, Suiza, Bélgica, etc.) y,

sobre todo, por otra parte, la sociedad no solo está estratificada por referencia a

la lengua legítima, también es plurilingüe, y si hay un mercado lingüístico, solo

puede ser plural, lo que plantea el problema de definir una comunidad

lingüística. Volveremos sobre este asunto en el acápite 6 de este capítulo.

5. Variaciones diastráticas, diatópicas y diacrónicas: el caso del argot

En la introducción de este capítulo, distinguimos entre variables geográficas (la

since, la serpillière y la panosse, por ejemplo) y variables sociales. Pero esta

distinción es frágil, porque las actitudes y sentimientos lingüísticos (ver

110
Rossi-Landi , Il Linguaggio come lavoro e come mercato, p. 83.
111
[Pierre Bourdieu participó activamente en eventos académicos de sociolingüística y en proyectos
editoriales, Citamos dos de ellos: Coloquio Théories et pratiques de la sociolinguistique (Rouen, 1978);
número 34 de la revista Langue Française con un artículo titulado L'économie des échanges
linguistiques, 1977. Calvet (2008) le dedica un bello trabajo como homenaje después de la muerte de
Bourdieu en 2002.]
capítulo anterior) significan que las características regionales pueden percibirse

socialmente. Estos hechos solo encajan imperfectamente en el marco del

mercado lingüístico de Bourdieu. Tomemos el ejemplo de una sencilla actividad

diaria que consiste en darle la vuelta a la ensalada con los cubiertos provistos

para tal efecto para mezclarla con los respectivos aderezos. Podemos, en

francés, la mélanger, la touiller, la fatiguer, la tourner, la brasser, la remuer, etc.

Todas estas formas son regionales: se remue o se retourne en París, se fatigue o se

tourne el sureste de Francia, se mélange en el norte, se brasse en Saintonge, etc.112

Y el hecho de que un hablante de francés procedente de Marsella diga fatiguer la

salade en París puede tomarse como marca de su origen geográfico. Pero la

oración anterior puede tener dos significados: el hablante puede indicar

inconscientemente su origen y él puede voluntariamente, frente al uso

dominante parisino, mantener (como muestra de fidelidad, como desafío) su

uso regional. Es más, mostrándose, como marsellés, eventualmente se ofrece al

juicio o crítica de aquellos que pueden considerar al marsellés de una manera

peyorativa, y se acerca a otros hablantes que tienen el mismo uso. Y este doble

movimiento, solidario por un lado y ofreciéndose al juicio por otro, pasa por

supuesto tanto por hechos fonéticos como sintácticos o léxicos. También sucede

que el uso de formas antiguas juega el mismo papel: se pueden usar formas

lingüísticas obsoletas (Plaît-il?, J’ai souvenance) por juego, por provocación o

porque no se conocen otros, y también se pueden utilizar formas antiguas para

afirmar una posición política (por ejemplo, los caracteres chinos clásicos frente a

los caracteres simplificados en la China popular).

Por tanto, tenemos aquí tres parámetros: un parámetro social, un parámetro

geográfico y un parámetro histórico, y la lengua experimenta variaciones en

estos tres ejes: variaciones diastráticas (correlacionadas con grupos sociales),

112
Henriette Walter, Le français dans tous les sens, Paris, Laffont, 1988, p. 167. [En el caso del español,
se utilizan los términos ‘mezclar’ y ‘revolver’ cuando se refiere a la preparación de una ensalada. En
cuanto a la identificación de la procedencia regional, el caso del voseo es el ejemplo equivalente en el
español colombiano, ver Montes (1985, 235-259)]
variaciones diatópicas (correlacionadas con lugares) y variaciones diacrónicas

(correlacionadas con los tipos de edad). Tomaremos un ejemplo, el de las

prácticas lingüísticas que identificamos con el nombre genérico de argot.

Bourdieu, en una nota de pie de página, indica que en su opinión "En materia

de lengua, la única afirmación de una verdadera contralegitimidad es el argot;

pero se trata de una lengua de ‘jefes’”.113 Pero aquí, curiosamente, cae en la

trampa que le critica a los lingüistas, incorporando a su teoría un objeto

preconstruido simplemente considerando que el argot existe como una forma

separada y unificada. Sin embargo, no hay razón lingüística para considerar el

argot como una forma separada de la lengua: todos los corpus de argot nos

muestran que estas formas difieren esencialmente de la lengua estándar por su

léxico, y estas diferencias léxicas se basan en principios. productivos que son

estrictamente los de la lengua. Pierre Guiraud ha demostrado, en su trabajo

sobre las estructuras etimológicas del léxico francés, la existencia de matrices

semánticas productivas que permiten derivar de una metáfora inicial toda una

serie de signos lingüísticos 114. Es, por ejemplo, una imagen fuerte que asocia el

dinero con el pan y más en general con la comida que podemos comprar gracias a

él, y esta matriz nos permite comprender toda una serie de formas lingüísticas.

Durante mucho tiempo en Francia, on gagne son pain antes de que el progreso

social llevara a sus habitantes a gagner son bifteck115: en ambos casos, el dinero

ganado se utiliza para la comida. De la misma manera la palabra salaire (salario)

(latín salarium) proviene de sal porque a los soldados romanos se les pagaba en

sal, y la palabra mercancía, a la inversa, proviene del denario (la cantidad de

'alimentos que se pueden comprar con un denario). Encontramos el mismo

principio de producción en el vocabulario del argot donde el dinero es blé,

galette, oseille, pognon (nombre de una galleta en el Sureste), avoine, grisbi (pan

gris y moreno), douille (torta redonda en Normandía), fric (fricot), etc.

113
Nota 3, p. 67, trad. 45.
114
Pierre Guiraud, Les structures étymologiques du lexique français, Paris, Payot, 1986.
115
Gagner son pain, gagner sa croûte
Por lo tanto, podemos ver que la matriz básica argent = nourriture no se limita al

vocabulario del argot (tampoco se limita al francés, l’argent se dice grano, en la

jerga italiana, y bread, "pan", o dough, "masa de pan", en el argot inglés). Lo que

llamamos argot es en realidad un conjunto de prácticas, en el marco de la lengua

francesa, caracterizadas por:

– algunas características sintácticas, por ejemplo, el uso intransitivo de

verbos normalmente transitivos: ça craint (apesta) para decir que algo es

ridículo o sin interés;

– algunas características fonéticas, por ejemplo, la pronunciación que

afecta hoy en día a los jóvenes Beurs;

– un conjunto léxico producido mediante la aplicación de reglas del tipo

que acabamos de describir o mediante la aplicación de reglas de

transformación, como en el verlan.

De hecho, debe concebirse que todos los hablantes, incluso cuando se creen

monolingües (que no saben "lenguas extranjeras"), son siempre más o menos

plurilingües, poseyendo una gama de habilidades que se reparten entre formas.

formas vernáculas y vehiculares 116, pero dentro del marco del mismo conjunto

de reglas lingüísticas. Cada una de estas formas corresponde a una función

social particular y las variaciones que allí encontramos se relacionan tanto con

116
Louis-Jean Calvet, La guerres des langues, Paris, Payot, 1987, pp. 79-82.
lo diatópico (así el uso de una forma local puede responder a una función

gregaria, el deseo de complicidad regional), diastrático (las primeras

investigaciones de Labov son esclarecedoras sobre este punto) y diacrónico (el

argot de los adolescentes responde en parte a un deseo de complicidad dentro

del grupo de la misma edad).

Pero estas variaciones no son sólo lingüísticas, tienen al mismo tiempo una

relevancia social y parte de una determinada "cultura". Así, las bandas de

jóvenes adolescentes que han sido noticia desde principios de la década de 1990

en los suburbios de París, Lyon y Marsella se caracterizan tanto por un grupo

de edad, una situación social (entornos desfavorecidos, fracaso escolar), un

origen étnico (principalmente "Negros" y "Beurs") y especialmente por la

búsqueda de una cultura "intersticial" (el término está tomado de la escuela de

Chicago) resultando en su forma de hablar, por supuesto, pero también por su

forma de vestir, por sus producciones musicales (rap, raggamuffin) y gráficas

(etiquetas, composiciones murales), etc. Por lo tanto, podemos ver dónde radica

la relevancia de estas diferentes variaciones, a través del tiempo, el espacio o los

estratos sociales: definen grupos, y esto plantea el problema de lo que se ha

llamado una comunidad lingüística.

6. ¿Comunidad lingüística o comunidad social?

La noción de comunidad lingüística es casi tan antigua como la lingüística, pero

diferentes lingüistas la han definido de diferentes maneras. Para Leonard

Bloomfield: "Una comunidad lingüística es un grupo de personas que actúan

por medio del habla"117, pero unas páginas más adelante escribió: "Los

miembros de una comunidad lingüística pueden hablar de una manera tan

similar que cada uno puede entender al otro o puede diferenciarse hasta el

punto de que las personas de las regiones vecinas pueden no ser capaces de

117
Leonard Bloomfield, Le Langage, Paris, Payot, 1970, p. 48. [A speech community is a group of people
who interact by means of speech. Leonard Bloomfield, 1973, Language. London, Georges Allen &
Unwin LTD, p. 42.]
entenderse”118, afirmando así que los miembros de una misma comunidad no

podían entenderse entre ellos, lo que puede parecer paradójico. André Martinet

por su parte, queriendo definir la comunidad lingüística, escribe: "hay lengua

desde que se establece la comunicación [...] y que se trata de una sola y misma

lengua siempre que la comunicación esté efectivamente asegurada."119. En

ambos casos, vemos que es la lengua el que preside la definición, y no la

comunidad. Hemos visto anteriormente que William Labov consideraba a la

comunidad lingüística no "como un conjunto de hablantes que utilizan las

mismas formas", sino como "un grupo que comparte los mismos estándares en

cuanto a la lengua" o incluso "como un grupo de hablantes que comparten un

conjunto de actitudes sociales hacia la lengua”120. Completemos con Charles

Ferguson quien, al tratar con la diglosia, define implícitamente la comunidad

lingüística: “En muchas comunidades lingüísticas se presenta el fenómeno de

que algunos hablantes usen dos o más variedades de la misma lengua de

acuerdo a diferentes circunstancias." 121.

En todos los casos el planteamiento es el mismo: se parte de la lengua (sin

definirla nunca) para definir el grupo. Pero este conjunto de definiciones deja

varios puntos en la oscuridad.

1. En primer lugar, ¿deberíamos considerar que una comunidad lingüística está

formada por personas que tienen la misma lengua materna? La cosa no está muy

clara en el texto de Bloomfield o Martinet, mientras que Labov por su parte se

refiere a los "neoyorquinos nativos" que podemos asumir que tienen el inglés

como primera lengua (sus obras se refieren exclusivamente a ese idioma) y que

Ferguson ve a la comunidad como el lugar donde coexisten la lengua estándar y

118
Ibid, p. 60. [Ibid., p. 52. The members of a speech community may speak so much alike that anyone
can understand anyone else, or may differ so much that persons who live some distance apart may fail to
understand each other.]
119
André Martinet, Eléments de linguistique générale, Paris, Armand Colin, p. 147.
120
Sociolinguistique, p. 338 [afirma además Labov que, “las actitudes sociales ante el lenguaje son
extremadamente uniformes en el interior de una comunidad lingüística…De hecho, parece plausible
definir una comunidad lingüística como un grupo de hablantes que tienen en común un conjunto de
actitudes sociales respecto al lenguaje.” 1983, p. 312]
121
Charles A. Ferguson (1959) Diglossia, Word, Vol. 15, p. 325.
uno de sus dialectos. Si se responde afirmativamente a esta pregunta, una de las

consecuencias de esta definición sería que, aparte de unos pocos casos

estadísticamente marginales (los bilingües tempranos), un individuo solo puede

pertenecer a una comunidad lingüística. Pero eso plantearía algunos problemas.

Cuando Labov, por ejemplo, trabaja en la comunidad lingüística neoyorquina,

limita su campo de estudio a la parte de los habitantes de la ciudad nacidos en

Nueva York y que tienen el inglés como primera lengua, es decir que excluye

alrededor de un tercio de la comunidad (hay un 30% de extranjeros en Nueva

York122): el criterio lingüístico restringe entonces el grupo social.

2. Existe otra posibilidad: una comunidad lingüística podría estar formada por

personas que se entiendan gracias a un mismo idioma. Un individuo podría entonces

pertenecer a diferentes comunidades lingüísticas, siempre que maneje varios

idiomas, y los extranjeros en Nueva York pertenecerían a la comunidad

lingüística de habla inglesa de Nueva York en la medida en que hablen inglés al

mismo tiempo que pertenecen a las comunidades de habla china, española o

criolla dependiendo de su primer idioma, y posiblemente una tercera

comunidad si manejan y usan con frecuencia otro idioma ...

3. Pero, una vez que se puede pertenecer a varias comunidades lingüísticas,

surge el problema de saber quién decide sobre esta pertenencia (aparte, por

supuesto, de la comunidad determinada por la lengua materna): ¿Puede una

comunidad lingüística estar conformada por personas que piensan o quieren pertenecer

a esta comunidad? En este caso, la pertenencia sería un acto voluntario que

generaría en los individuos comportamientos de adaptación a la comunidad

elegida, de integración en sus redes y estrategias.

De hecho, las cosas no son tan sencillas. Tomemos el caso de un ciudadano

senegalés, originario de la región del río, en la frontera con Mauritania, que vive

122
[Según SPECTRUM NOTICIAS NY1 MANHATTAN, “El reporte de este año (2019) dice que el
número de inmigrantes en la gran manzana ha llegado a niveles nunca antes vistos -3,2 millones de
inmigrantes. Estos más de tres millones de inmigrantes representan el 37,1% de la población de la ciudad
de New York y el 44% de su fuerza laboral”.]
en Dakar. ¿A qué comunidad pertenece cuando sabemos que su lengua materna

es el pular, su lengua franca es el wólof y el idioma oficial de su país es el

francés? Dependiendo de si hemos adoptado la solución 1, 2 o 3, por supuesto,

tendremos diferentes respuestas, pero el hecho es que su realidad es trilingüe y

que, dependiendo de los momentos de su vida diaria, las situaciones de

comunicación, lo hará. Insertar en una u otra de estas comunidades: participará

en la comunidad lingüística pular en la familia, la comunidad wólof en la calle y

la comunidad francófona en la oficina. Sin embargo, aceptar esta fragmentación

equivale a centrar el análisis en el individuo y no en la sociedad, lo que resulta

paradójico para un enfoque sociolingüístico, al mismo tiempo que al encasillar

este individuo en grupos desde el punto de vista de la(s) lengua(s) que conoce o

usa. Debido a que la sociolingüística partió de la idea de que la lengua refleja a

la sociedad, está atrapada en este tipo de definiciones. Pero, ¿cómo puede la

lengua, una lengua, reflejar a la sociedad cuando esta última es plurilingüe?

La única forma de eliminar estas paradojas es salir de la lengua y tomar como

punto de partida la realidad social. Porque, al definir el grupo por la lengua,

entramos en un proceso tautológico que sólo puede ocultar al análisis la

multiplicidad de relaciones lingüísticas, el entrelazamiento de códigos, es decir,

la esencia misma de la comunicación social: la comunidad lingüística de Labov

en Nueva York es, por supuesto, un artificio. De hecho, es posible que un

individuo pertenezca tanto a la comunidad de hablantes de una lengua

vehicular (en el caso senegalés del wólof, en otros lugares suajili, malayo,

Bámbara, etc.), como a la comunidad de hablantes de una "lengua étnica" (aquí

el pular, en otros lugares kikuyu, javanés, dogón, etc.) y finalmente a la

comunidad de personas que viven en un país cuyo idioma oficial es el francés,

el inglés o portugués ... De la misma forma, es posible que un parisino

pertenezca tanto a la comunidad de francófonos como a la de árabe, que un

berlinés pertenezca tanto a la comunidad de hablantes de alemán y turco ... En

tales situaciones, es irrelevante preguntarse si nuestro hablante cuya lengua


materna es el pular, que habla wólof en el mercado, después de haber estudiado

y trabajado en francés, pertenece a la comunidad del francés, del pular o del

wólof: pertenece a la realidad social senegalesa, que se caracteriza entre otras

cosas por su situación lingüística, como el hablante turco de Berlín pertenece a

la comunidad de Berlín, el hablante de árabe de París a la comunidad de París.

Este problema es central porque los lingüistas, cuando quieren definir una

comunidad lingüística, retienen de esta frase solo el segundo término, el

adjetivo, como si en comunidad lingüística solo existiera lengua, olvidando que

hay también comunidad. Así, en los extractos antes citados, el problema de

Martinet, sea lo que sea, no es definir la comunidad lingüística sino la lengua: él se

pregunta desde cuándo se puede decir que una u otra forma ya no pertenece al

mismo idioma y responde: cuando ya no se entienden. Pero, por supuesto, aquí

está prisionero de su definición de lengua como instrumento de comunicación,

una definición extremadamente restrictiva que lleva a confundir código y

comunicación: un código es sin duda necesario para la comunicación, pero no

hay código lingüístico. fuera de su uso social.

La única forma de ir más allá de la concepción de la lengua como hecho social

es, por tanto, no preguntarse cuáles son los efectos de la sociedad sobre la

lengua, o de la lengua sobre la sociedad, que una vez consistió en plantear el

problema sociolingüístico más allá del problema lingüístico como un problema

diferente, sucesivo o posterior. Al contrario, se trata de decir que el objeto de

estudio de la lingüística no es solo la lengua o las lenguas, sino la comunidad social en

su aspecto lingüístico. De esta forma, los diferentes enfoques que han intentado, a

su vez las variantes de la sociolingüística, pueden jerarquizarse de manera

lógica.

De hecho, en un grupo social, por supuesto, hay hablantes, códigos, variedades

de estos códigos, relaciones entre hablantes y estos códigos y situaciones de

comunicación. La tarea del lingüista es, por tanto, describir cada uno de estos

elementos, así como sus relaciones mutuas:


1)Describir los códigos involucrados (esto es aproximadamente lo que hacen las

diferentes lingüísticas), pero teniendo en cuenta la dimensión diacrónica, la

historia de estos códigos y las personas que los utilizan (lo que no hacen todas

las lingüísticas);

2) Estructurar la comunidad de acuerdo con estos códigos, es decir, describir los

subgrupos de acuerdo con los idiomas que hablan, los lugares donde los

hablan, con quién los hablan, por qué los hablan, etc., describir también las

redes de comunicación, los comportamientos, las actitudes…;

3) Describir las variaciones en el uso de códigos según diversas variables

sociales (sexo, categorías sociales, edad, etc.);

4) Describir los efectos sobre los propios códigos de esta coexistencia:

préstamos, interferencias, etc.;

5) Describir los efectos de la situación social sobre los códigos: este es el

problema de la relación entre forma y función.

Y cada una de estas problemáticas es a la vez lingüística y sociológica.


Capítulo 5
¿Sociolingüística o sociología del lenguaje?

Hemos visto en los capítulos anteriores que el cuestionamiento de los vínculos

entre lengua y sociedad, procedían tanto de lingüistas, por ejemplo, Meillet,

como de sociólogos, el caso de Bourdieu, y que estábamos constantemente

yendo y viniendo entre dos enfoques simétricos: interrogar a la sociedad con

ayuda de la lengua o interrogar la lengua con ayuda de la sociedad. Al mismo

tiempo, veremos que la sociolingüística distingue entre dos tipos de enfoques,

un enfoque microsociolingüístico y un enfoque macrosociolingüístico. En este

capítulo intentaremos mostrar que estas distinciones no son admisibles y que

estos enfoques, a menudo opuestos, son de hecho complementarios.

1. El enfoque micro

La diferencia entre microsociolingüística y macrosociolingüística, de uso

común, no puede, de hecho, plantearse de forma binaria. El análisis de la

comunicación en una familia, por ejemplo, parece evidentemente más "macro"

que el del idiolecto de un hablante y más micro que el de un barrio o una

ciudad, que a su vez es más "micro" que el análisis de la situación lingüística de

una región o un país. Aquí, el problema que se plantea es el tamaño de la

comunidad lingüística y sociológica estudiada, pero resulta que sí, entre el

análisis de una conversación y el de una ciudad, por ejemplo, hay una escala

continua que va de la atención hacia el detalle a la atención del conjunto, estos

dos enfoques siempre están vinculados. Desde cierto punto de vista, esta escala

es isomorfa a la que iría de la "sociolingüística" a la "sociología del lenguaje"

como las definiremos más adelante, y lo mismo ocurre con esta distinción:

veremos que el primer enfoque es inseparable del segundo.

Presentaremos brevemente dos ejemplos de microanálisis.

Tenemos aquí una interacción muy breve entre un estudiante de color en la

Universidad de Berkeley y su profesor al final de un seminario. El estudiante se


acerca al profesor, que está a punto de salir de la sala, acompañado de

estudiantes blancos y de color, y le dice: "Could I talk to you for a minute? I’m

gonna apply for a fellowship and I was wondering if I could get a recommendation?”

(¿Puedo hablar con usted un momento? Voy a solicitar una beca y me

preguntaba si podría obtener una recomendación.)

El profesor responde: “OK. Come along to the office and tell me what you want to

do.” (De acuerdo. Sígame al despacho y dígame lo que usted quiere hacer).

Y el estudiante, uniéndose al grupo, dijo a los demás estudiantes: “Ahma git me

a gig!123 (…'I'm going to get myself some support.')” (me voy a levantar un

camello; Voy a conseguir algo de apoyo).

Se trata de una conversación sumamente breve, entre un profesor y un alumno

en presencia de otros alumnos, que podríamos reducir, en cuanto a contenido, a

algunas cosas:

1. El estudiante al maestro: Necesito una carta de recomendación.

2. El maestro al estudiante: Está bien, venga conmigo.

3. El estudiante a los otros estudiantes: Funcionará.

Pero la tercera línea presenta interesantes diferencias lingüísticas en

comparación con las dos primeras. En esta última frase, de hecho, asistimos a

una serie de transformaciones fonéticas (I am going to se convierte en ahma, get

se convierte en git) propias del habla de los negros estadounidenses, así como

del uso de la palabra gig, que en la jerga los músicos, tiene el sentido de

"Compromiso temporal", "cachetón", pero entre los negros ha adoptado el

significado más amplio de "trabajo".

John Gumperz señala que "el hablante, por lo tanto, debe describirse como un

hablante de inglés negro (black english) que domina una gama variable que va

desde el dialecto negro hasta el inglés estándar" 124. Y el paso de un discurso

123
John Gumperz, Discourse Strategies, Cambridge, University Press, 1982, p. 30.
Ibid., p. 31 [The speaker would thus be described as a speaker of Black English who controls a
124

variable range extending from Black dialect to Standard English.]


formal (dirigido al profesor) a un discurso informal (dirigido a los compañeros)

no nos dice gran cosa. Por el contrario, al hacer que un panel de estudiantes

escuchara la grabación de este pasaje, Gumperz obtuvo las siguientes

consideraciones:

un primer grupo, formado principalmente por personas cuyo contacto

con los negros era escaso, declaró que no entendía formas como ahma o

gig y por lo tanto no podía dar su opinión;

un segundo grupo vio en el fragmento de black english una forma de

rechazo del maestro blanco y a la estructura académica en su conjunto;

un tercer grupo vio en este fragmento la estrategia del hablante para

indicar que se estaba dirigiendo únicamente a los negros presentes;

finalmente, un último grupo, formado por negros y un blanco que había

frecuentado a los negros, pensó que el estudiante quería justificarse ante

sus compañeros: “Estoy jugando el juego que tenemos que jugar en este

mundo dominado por blancos. Los miembros de este grupo agregaron

que las formas utilizadas aquí normalmente no son utilizadas por negros

diplomados cuyo idioma está a medio camino entre el inglés estándar y

el inglés negro. Además, la entonación utilizada en esta línea (singsong:

canto) les hizo pensar que era una especie de imitación enfática de una

forma claramente negra de expresarse.

Lo que es seguro, señala Gumperz, es que todas estas interpretaciones se

basaron en una percepción de signos lingüísticos, y que el hablante, con el fin

de hacer entender su punto, jugó con un conjunto de tradiciones culturales

específicas de los negros, dando a entender que: "Si puede descifrar lo que

quiero decir es que comparte mis tradiciones y en este caso entenderá por qué

me comporto así."125 Así, en una interacción tan corta como esta, vemos emerger

todo un trasfondo compuesto tanto por las diferencias lingüísticas entre blancos

125
Ibid., p. 36. ["If you can decode what I mean you must share my traditions in which case you
will understand why I behave the way I do."]
y negros, por el juego de estas diferencias, por la forma en que los negros

perciben la de los suyos que tratan de obtener favores de los blancos, es decir,

de manera más general por la situación social de Estados Unidos.

Veamos ahora el caso126 de una familia senegalesa originaria de Saint-Louis y

que vive en la capital, Dakar. El padre, médico, impone el uso del francés en

casa, el idioma que habla la madre, dos hijos (14 y 12 años), un primo (12 años)

que vive en el hogar y una hija (10 años). Por otro lado, el último hijo (7 años)

solo habla wólof. En presencia del padre, la comunicación familiar se presenta,

por tanto, como se muestra en el siguiente diagrama (Figura 1): el padre habla

francés a todos y todos le responden en francés, excepto el hijo menor, que

entiende francés, pero responde en wólof.


Figura 1
Interacciones en francés

Cuando el padre está ausente, la madre utiliza una mezcla de francés y wólof

con todos los niños, excepto con el menor:


Figura 2
Interacciones francés/wólof

Por otro lado, todos se comunican en wólof con el hermano menor, excepto el

padre que le habla en francés y al que responde en wólof:

126
Tomado de Louis-Jean Calvet y Martine Dreyfus, La famille dans l’espace urbain : trois modèles de
plurilinguisme, in Plurilinguismes, n° 3, Paris, 1992.
Figura 3.
Interacciones en wólof

Esta organización de las redes de comunicación en una familia no es rara en un

país como Senegal. En otro lugar, el padre impondría a la familia su lengua

(pular, serer, mandinga, etc.) o prohibirá el wólof o el francés...Pero es

imposible analizar tal corpus sin situarlo en el contexto de un país neocolonial,

cuyo idioma oficial es el francés, la lengua dominante y vehicular es el wólof y

en el que se hablan una veintena de idiomas diferentes: todo lo que ocurre entre

los miembros de la familia que estudiamos está determinado por esta situación

más generalizada.

2. El enfoque macro

Ahora tomaremos un ejemplo de una encuesta sociolingüística que involucra a

una comunidad mucho más grande: "el mercado Escale" en Ziguinchor.

Ziguinchor es una ciudad del sur de Senegal, en Casamanza, en la que conviven

varias etnias y varias lenguas. Así, en el pequeño mercado que vamos a

analizar, los comerciantes tenían más de diez lenguas maternas diferentes. La

figura 4, basada en entrevistas a todos los comerciantes, realizadas por

nosotros, presenta la distribución estadística de los principales idiomas.


Figura 4
Número de comerciantes por primera lengua declarada

Podemos ver que el diola (35%) domina en gran medida, seguido por el wólof

(26%), luego por el mandinga y el pular. Pero estos idiomas no tienen el mismo

estatus: diola es el idioma dominante en la ciudad como idioma de origen,

pular y mandinga son idiomas de la región, idiomas de Casamanza, mientras

que el wólof es un idioma. del norte del país, que se expande lentamente según

la lengua franca, traído al mercado por los comerciantes wólof, que vinieron

aquí para huir de la sequía, y que tienen mayor poder económico que sus

competidores locales. Se podría pensar que estos detalles son irrelevantes:

desde un punto de vista sincrónico, el mercado está formado por esta

pluralidad. Pero veremos que la forma en que se formó esta comunidad

lingüística tiene importantes repercusiones en el comportamiento.

Si consideramos ahora el grado de multilingüismo de estos comerciantes, el

número de idiomas que dicen hablar (incluido su primer idioma), obtenemos

las siguientes cifras:


Figura 5
Escala lingüística del Mercado

Estas cifras se refieren a toda la población compuesta por los comerciantes:

vemos un lento descenso, que va desde los comerciantes que hablan un solo

idioma hasta los que dicen hablar siete. Pero si cruzamos estos datos (el

multilingüismo de los comerciantes) con su primera lengua, obtenemos

resultados muy contrastantes. Este es el resultado de este cruce para los cuatro

principales idiomas hablados en el mercado:


Figura 6
Mercaderes y las cuatro lenguas de Ziguinchor
Vemos entonces que la distribución del plurilingüismo no es en absoluto la

misma según la primera lengua de los comerciantes: más del 50% de los wólof

son monolingües (sólo hablan su lengua), ningún pular es monolingüe, cerca

del 30% de los mandingas hablan cuatro lenguas y apenas el 36% de los diola

puede estar satisfecho con su lengua para trabajar en el mercado. ¿Tiene esta

organización lingüística del mercado sólo relevancia lingüística o, más

ampliamente, relevancia social? De hecho, dicha organización es

incomprensible sin tener detalles del estado de las lenguas y sus hablantes. El

wólof es aquí una lengua que va ganando terreno día tras día y el diola tiene

dificultades para resistir, la etnia wólof, la más numerosa de Senegal, detenta el

poder político y económico. En cuanto a los pular, su idioma casi nunca lo habla

nadie más que ellos y están obligados en todas partes a adquirir una lengua

vehicular.
Así, de la misma manera que el enfoque microsociolingüístico de una breve

conversación entre un estudiante negro americano y su profesor blanco nos

ilustra la situación social en Estados Unidos, el enfoque macrosociolingüístico

de un mercado senegalés nos muestra las relaciones entre las etnias presentes y,

por tanto, el país en su conjunto. Es decir, nos encontramos aquí ante una serie

de redes de comunicación e interferencia entre estas redes que contradicen la

distinción entre micro y macroanálisis.

3. Las redes sociales127 y las lenguas

La noción de redes sociales (social networks) apareció por primera vez entre

algunos sociólogos, continuadores del trabajo de la Escuela de Chicago. John

Barnes, por ejemplo, al estudiar un pequeño territorio de pescadores y

campesinos, Bremnes (en Noruega), vio tres campos sociales diferentes:

un sistema territorial (casas, barrio, parroquia);

un sistema basado en la industria pesquera (barcos, su tripulación,

cooperativas, fábricas de aceite de arenque);

un sistema de relaciones con familiares, amigos, conocidos.

El presentó estos campos como un conjunto de puntos conectados por líneas,

cada punto representa una persona o un grupo, y las líneas indican las

interacciones entre estas personas o estos grupos128.

Luego, el concepto de red social será utilizado por otros sociólogos, Elizabeth

Bott129, Philipp Mayer130, etc., antes de ser retomado por los lingüistas. Las

interacciones de las que hablaba Barnes, las relaciones sociales, de hecho, pasan

127 [Acápite nuevo. Para una revisión del término ‘redes sociales’ y su historia, véase Pierre
Mercklé, « La «découverte» des réseaux sociaux. À propos de John A. Barnes et d'une
expérience de traduction collaborative ouverte en sciences sociales », Réseaux 2013/6 (n° 182), p.
187-208.]
128 John Barnes, « Class and Committees in A Norwegian Island Parish », in Human Relations, n°

7, 1954.
129 Elizabeth Bott, Family and Social Network, Londres, Tavistock, 1957.

130 Philipp Mayer, « Labour Migrancy and The Social Network », in Problems of Transition,

University of Natal Press, 1964.


por un idioma o por idiomas, y los puntos conectados por líneas simbolizan,

como en él, una parroquia entera o, como en el ejemplo presentado

anteriormente, un solo familia, cada una de estas líneas representa el discurso.

Pero estos discursos no necesariamente tienen la misma forma y estas redes

pueden corresponder a sociolectos o lenguas diferentes, al mismo tiempo que

pueden jugar un papel en la difusión de las innovaciones lingüísticas, del

cambio.

Así, la lingüista británica Lesley Milroy, al estudiar las redes de comunicación

en la ciudad de Belfast131, señala que los miembros de la clase trabajadora tienen

una red de comunicación mucho más densa que los miembros de las clases

media o alta: se juntan entre sí tanto en el contexto laboral, lúdico y vecinal, y su

sociolecto es reforzado.

Así, la cohesión de una red de comunicación asegura la cohesión de un

sociolecto mientras que, en una comunidad lingüística, las diferencias entre

sociolectos están en función de la distancia social entre sus hablantes. Este

enfoque, que se inspira tanto en la antropología como de la etnografía de la

comunicación, conduce, por tanto, al problema del cambio de las prácticas

lingüísticas. Presentaremos un ejemplo más limitado.

Al estudiar la comunidad china de Newcastle (5 a 7,000 personas que hablan

tanto inglés como un dialecto chino) con la ayuda de un estudiante, Li Wei,

Milroy señala que:

la familia constituye el primer grado de organización social (la

comunidad china se ha organizado principalmente sobre la base del

trabajo familiar, especialmente en la alimentación y la restauración);

podemos identificar tres grupos de hablantes (que no corresponden

exactamente a la tripartición que uno podría imaginar entre abuelos,

padres e hijos): el grupo de la primera generación de migrantes, un

segundo grupo formado por migrantes que llegaron con la ayuda de los

131 Lesley Milroy, Language and Social Networks, Londres, Blackwell, 1980.
precedentes (que Milroy llama "migrantes apadrinados", en la mayoría

de los casos familiares o amigos de los primeros en llegar) y el grupo de

chinos nacidos allí y con nacionalidad británica132.

Estos grupos entran en redes de relaciones muy diferentes. Los dos primeros

mantienen relaciones principalmente con miembros de la familia y con otros

chinos involucrados en las mismas actividades económicas, pero en el segundo

grupo aquellos con actividad económica limitada, frecuentan principalmente la

familia, mientras que el tercero desarrolla relaciones fuera del entorno chino y

fuera de las actividades de restauración o alimentación: la mayoría de sus

miembros ha estudiado y aspira a otro tipo de ocupación profesional. Milroy

resume esta situación en el siguiente cuadro.

Grupos Relaciones con orientación familiar Relaciones con orientación


étnica
Fuerte
Migrantes de la Fuerte
primera generación

Migrantes Fuerte Débil


‘apadrinados’

Británicos de Débil Débil


nacimiento

¿Cuáles son las repercusiones lingüísticas de esta organización en diferentes

redes? El análisis de veintitrés horas de conversaciones grabadas entre

miembros de diez familias diferentes, muestra que las escogencias de idioma

varían considerablemente según el interlocutor:

los hablantes solo usan el chino para hablar con los abuelos o con los

chinos de la generación de los abuelos;

132Lesley Milroy & Li Wei, « A Social Network Perspective on Codeswitching and Language
Choice: The Example of The Tyneside Chinese Community », in Plurilinguismes, n° 3, Paris,
1992, p. 88-108.
la conversación entre marido y mujer también es exclusivamente en

chino;

en las conversaciones con los chinos "nacidos en Gran Bretaña", el inglés

y el chino se mezclan (a excepción de los pocos hablantes que no han

aprendido nada de inglés);

algunos chinos nacidos en Gran Bretaña (todos menores de 18 años) solo

usan el inglés en conversaciones con sus compañeros.

Salvo raras excepciones, estos hablantes son bilingües, pero vemos que las redes

sociales en las que están involucrados apuntan a un cambio en marcha, que

pasaría del monolingüismo chino al monolingüismo inglés, pasando por el

bilingüismo en el que domina el inglés. Algunos niños ya parecen reacios a

responder en chino cuando se les habla en ese idioma. Milroy cita el ejemplo de

una madre que ofrece arroz a su hija en cantonés. Ella no responde, luego pide

arroz en inglés y finalmente acepta la oferta en cantonés. Las estrategias de

comunicación que aparecen aquí están vinculadas tanto a la situación

(sincronía) de los actores en juego como a la evolución de esta situación

(diacronía): es probable que luego la niña solo le hable en inglés a sus hijos

incluso si ella entiende el cantonés.

Este análisis, por supuesto, no es completo: queda cruzar estas variables con las

de sexo, la edad, la ocupación profesional, etc. Y es lo que pretende hacer Lesley

Milroy. Pero ya podemos ver claramente los vínculos entre las redes sociales, el

cambio de código, las opciones de idioma y el futuro del bilingüismo inglés /

chino en esta comunidad.

4. Sociolingüística y sociología del lenguaje

El lingüista norteamericano Ralph Fasold publicó dos obras concebidas como

complementarias y cuyos títulos son significativos: The Sociolinguistics of Society

y The Sociolinguistics of Language133. En el prefacio de la primera, explicó esta

133Ralph Fasold, The Sociolinguistics of Society, Oxford, Blackwell, 1984, The Sociolinguistics of
Language, Oxford, Blackwell, 1990.
división: “Una de estas subdivisiones toma la sociedad como punto de partida y

la lengua como problema social y como corpus […]. La otra gran división parte

de la lengua, y se considera que las fuerzas sociales influyen en la lengua y

contribuyen a la comprensión de su naturaleza […]. Otra forma de ver estas

subdivisiones es pensar en este volumen como dedicado a una forma especial

de sociología y el segundo como dedicado a la lingüística desde un punto de

vista particular.”134

Por su parte, José Pedro Rona en 1970 hizo la distinción entre una

sociolingüística propiamente lingüística, que estudiaría la estratificación interna del

conjunto constituido por la lengua, sus dialectos y sus hablas, y una

sociolingüística alingüística, que estudiaría los efectos de la sociedad en el

conjunto anterior135. En 1976, Boutet, Fiala y Simonin Grumbach abogaron por

una sociología del lenguaje cuya tarea sería "describir la formación lingüística en

una formación social determinada" 136, y en 1993, Pierre Achard publicó La

Sociologie du langage137, obra en la que distribuyó las tareas de la lingüística

(sociolingüística variacionista en cuanto al lenguaje, la enunciación en cuanto al

discurso) y la sociología (sociología de las lenguas, sociología del discurso138).

Tendríamos así dos enfoques diferentes que, bajo varios nombres, siempre se

reducen a la misma distinción básica: por un lado, se tiene la lengua, por el otro,

la sociedad, y ningún enfoque heurístico puede considerar estos dos conjuntos

134 The Sociolinguistics of Society, p. x.


135 José Pedro Rona, A structural view of Sociolinguistics, 1970, citado por Humberto López
Morales, Sociolingüística, Madrid, Gredos, 1989, pp.23-24. [La referencia no es precisa.
Presentamos la versión española del propio Rona, titulada “La concepción estructural de la
sociolingüística”, publicada en Garvin & Lastra (1974, 203-216): “Por consiguiente, podríamos y
deberíamos distinguir entre una sociolingüística ‘lingüística’ y una sociolingüística
‘extralingüística’. La primera estudiará la estratificación interna de L₃ (en términos de Rona, L₁
es la lengua saussureana, L₂ es la lengua opuesta a los dialectos y patois, es la lengua histórica
que se opone a otras lenguas y, la L₃ es la lengua que incluye a los dialectos y patois, M&M),
mientras que la segunda tendrá que enfrentarse con las influencias de la sociedad sobre L₃ y con
las de L₃ sobre la sociedad.” Las negrillas son nuestras.]
136 Josiane Boutet et Jenny Simonin-Grumbach, « Sociolinguistique ou sociologie du langage ? »,

Critique, 1976, n° 344p. 84.


137 Pierre Achard, La Sociologie du langage, Paris, Puf, 1993.

138 Op. cit., p. 19.


desde el mismo punto de vista. Joshua Fishman fue en la misma dirección

cuando, después de presentar extensamente la “sociolingüística”, escribió: “La

sociología del lenguaje es tan interesante para quienes estudian comunidades

pequeñas como para quienes se preocupan por la integración nacional e

internacional. Debe aclarar la transición de una situación de contacto directo a

otra. Debería arrojar luz sobre las diferentes creencias y comportamientos con

respecto al idioma de grupos enteros o clases enteras de la sociedad. En algunos

casos, debe hacerse hincapié en la variación entre variedades estrechamente

relacionadas; otras veces estudiamos la variación entre idiomas claramente

diferentes.”139

Vemos, pues, que la posición dominante consiste en mantener dos entidades

diferenciadas, la lengua y la sociedad, en considerar la lengua como un hecho

social, por supuesto, pero preservando su autonomía, es decir, mantener la

autonomía para la lingüística. Humberto Morales López es muy claro en este

punto, que distingue dos grandes grupos en los estudios dedicados a la

sociolingüística: el primero, el más frecuente según él, describe los aspectos

lingüísticos de la sociedad, y los otros estudian los fenómenos lingüísticos en

relación con ciertas variables sociales. Y agrega: " Las diferencias, que saltan a la

vista, proceden del objeto de estudio que se seleccione: la lengua o la sociedad.

Aceptando que la (socio) lingüística es una disciplina lingüística, sería ocioso

discutir su objeto de estudio, pues éste no podría ser otro que la lengua. En toda

investigación de esta naturaleza la lengua es la variable dependiente. Pero la

lengua también entra en juego en investigaciones de otro orden. Está claro que

aquí su gramática o su léxico, que constituyen el material de análisis del

lingüista, ya no nos interesa; son solo entidades homogéneas que forman parte

de estructuras sociales más amplias."140

Para él, ciertamente existen fenómenos vinculados a las lenguas que conciernen

139 Joshua Fishman, Sociolinguistique, Paris-Bruxelles, Nathan-Labor, 1971, p. 69.


140 Humberto López Morales, Sociolingüística, Madrid, Gredos, 1989, p. 25-26.
al estudio de las sociedades: el número de lenguas, sus funciones, el número de

sus hablantes, etc. Pero esta es la descripción del aspecto lingüístico de la

sociedad, que podría describirse en otros aspectos: desde el punto de vista de la

religión, el derecho, las artes populares, etc.

Podemos ver en todas estas discusiones una exacerbación del conflicto original,

el que oponía a Meillet y Saussure. De hecho, incluso si el trabajo de Meillet está

lejos de cumplir con sus requisitos teóricos, incluso si no supo ver que el

enfoque social de los hechos lingüísticos solo podría hacerse sobre la base de la

lingüística estructural naciente, el problema está ahí, en la defensa, por un lado,

de una lingüística que primero estudiaría "la lengua en y para sí" y, por otro, de

una lingüística que llegaría hasta el límite de las implicaciones de la definición

de la lengua como hecho social.

Los ejemplos analizados en los capítulos anteriores nos muestran que los

distintos problemas abordados en este libro están en gran parte entrelazados,

que los sentimientos lingüísticos de los hablantes de Norwich solo son

comprensibles, si tenemos en cuenta el sexo de los hablantes, que la

pronunciación de los habitantes de Martha's Vineyard no se puede explicar sin

pasar por la actitud de los hablantes hacia la isla, que la situación lingüística del

mercado de Dakar atestigua un fenómeno vehicular, que el multilingüismo de

los comerciantes de Ziguinchor está determinado por el estatus social que les

confiere el hecho de ser wólof o pular, que el comportamiento lingüístico de los

chinos en Newcastle está estrechamente ligado a las redes sociales en las que se

involucran, etc. Y la discusión que tuvimos en el capítulo anterior sobre la

noción de comunidad lingüística nos muestra al mismo tiempo que permanecer

en la lengua, o permanecer en sociedad, nos condena a la impotencia. Es por

esto que las distinciones entre sociolingüística y sociología del lenguaje, entre

enfoque micro y enfoque macro, no tienen relevancia teórica. Tienen, por supuesto,

un valor metodológico: según el caso, podemos trabajar en grupos grandes o en

pocos hablantes, estudiar las realizaciones de una variable o la alternancia de


códigos, analizar los sentimientos lingüísticos y la forma de las lenguas

utilizadas, calcular la estadísticas de la aparición de lenguas en un mercado o

describir la sintaxis de una lengua, pero todos estos enfoques no constituyen

ciencias separadas ya que su objeto es único y porque, como escribimos al final

del capítulo anterior, el objeto de estudio de la lingüística no es sólo la lengua o

las lenguas, sino la comunidad social bajo su aspecto lingüístico. Desde este

punto de vista, ya no es necesario distinguir entre sociolingüística y lingüística,

y menos aún entre sociolingüística y sociología del lenguaje.

De hecho, debemos concebir el enfoque de los hechos lingüísticos como un

vasto continuo que va de lo analógico a lo digital, de las relaciones sociales al

detalle de los hechos lingüísticos, como por un efecto de zoom141.

5. De lo analógico a lo digital

Para explicar este "efecto zoom", volveremos a un ejemplo abordado

rápidamente en el capítulo 2, sobre lengua vehiculares, y en este capítulo, sobre

la comunicación familiar, el de la capital de Senegal, Dakar.

Situemos en primer lugar el marco general de nuestro enfoque, que consiste, de

cara a la vertiente lingüística de la sociedad, en pasar de lo analógico a lo

digital, en un continuo cuyos polos extremos pueden denominarse de diferentes

formas, analógico / digital, continuo. / discontinuo o no discreto / discreto:

Este análisis procede de izquierda a derecha, mediante un efecto de zoom, por

lo tanto, una variación en la distancia focal que va de "borroso" a "nítido" o de

una vista amplia a un primer plano.

141
Ver Louis-Jean Calvet et Lia Varela, De l’analogique au digital, à propos de sociologie du langage
et/ou sociolinguistique et/ou linguistique, in Langage et Société, n° 89, septembre 1999.
Desde este punto de vista, Dakar se caracteriza ante todo por su historia (puerto

y ciudad fundada a mediados del siglo XIX en un territorio cedido por notables

locales), su estatus (sede del gobierno de la AOF desde 1903 , entonces capital

de un país recientemente descolonizado), su demografía (objetivo de

numerosas migraciones desde el interior del país) y lingüística (podemos

escuchar una veintena de idiomas diferentes, los que se hablan en el interior del

país, además de árabe mauritano, pero dos idiomas tienen un estatus especial:

francés, idioma oficial; wólof, idioma vehicular). Además, la topografía de la

ciudad, la distribución de distritos “ricos” o “pobres”, “nativos” o de población

extranjera, alrededor de la “meseta” (antiguo lugar de residencia de los colonos,

hoy ocupado por la burguesía). locales y expatriados, ilustran el plano típico de

una ciudad antiguamente colonizada, organizada en el mismo modelo que

otras ciudades, como Abidjan (Costa de Marfil), Niamey (Níger), Brazzaville

(Congo) etc. Esta ocupación de la tierra se puede analizar en términos de la

escuela de sociología de Chicago, teóricamente en círculos concéntricos, un

modelo abstracto que, por supuesto, se combina con la geografía. Sin embargo,

esta topografía tiene su contraparte lingüística. En primer lugar, en cuanto al

entorno gráfico, existe una clara distribución social y geográfica del uso escrito

del francés y el wólof, así como de los alfabetos latino y árabe, tanto en los

carteles de las tiendas como en las tiendas. inscripciones pintadas en vehículos

de transporte público 142.

Por tanto, tenemos aquí un primer acercamiento a la ciudad, basado en

discursos escritos inmóviles (paredes, letreros, carteles, grafitis), o móvil, que

revela tres lenguas presentes: francés, lengua oficial; Wólof, el idioma

dominante en la función vehicular; y en menor medida árabe, el idioma de la

religión. Pero practicamos en la ciudad muchos otros idiomas que no aparecen

en el entorno gráfico, como Pular, Serere, mandinga, Joola, Creole, Manjak, etc.,

142
Ver Louis-Jean Calvet, « Des mots sur les murs. Une comparaison entre Paris et Dakar », in Des villes
et des langues Paris, Didier Érudition, 1992, et Myriam Dumont, Les Enseignes de Dakar. Un essai de
sociolinguistique africaine, Paris, L’Harmattan, 1998.
que se hablan en familia o en determinados lugares públicos como los

mercados.

En el capítulo 2 vimos que el wólof es estadísticamente el idioma más utilizado

(70% de los intercambios en el mercado central de Sandaga), seguido del pular

y el francés. Agreguemos que los nombres de los barrios de la ciudad pueden

analizarse en dos conjuntos claramente diferenciados: un paradigma cerrado,

por un lado, compuesto por nombres tradicionales wólof (Fann, Colobane,

Hann); un paradigma abierto, en cambio, muy productivo, en el que

bautizamos en francés todos los nuevos barrios (Point E, Grand Dakar, Liberté,

etc.). Ndiassé Thiam, quien describió este sistema, concluye que de él surge

"una idea general que asocia 'rico' con vivienda moderna, francés y

modernidad, 'pobre' con barrio tradicional, wólof y tradicionalidad" 143.

Todo esto nos muestra que en Dakar hay barrios modernos, habitados por la

burguesía local y por extranjeros, en los que la rotulación está

abrumadoramente en francés -y predomina la lengua francesa en los usos-, y

barrios tradicionales, nativos en donde el wólof es el que domina tanto en las

prácticas como en el entorno gráfico. Estos datos y análisis caen dentro de lo

que tradicionalmente se llama sociología del lenguaje y sociolingüística. Pero si

profundizamos en la descripción de las lenguas presentes, para llegar a un

análisis lingüístico más tradicional, encontramos que los hechos adquieren todo

su significado si se insertan en las descripciones precedentes. Por tanto, existe

una forma senegalesa del francés144 caracterizado por una neología que tiende a

la regularización produciendo, por ejemplo, sólo verbos del primer grupo. Para

faire la grève (hacer huelga) se prefiere gréver (huelguear), para faire la sieste

(tomar una siesta) se prefiere siester (siestiar) o incluso aprovisionarse de

gasolina en una essencerie (gasolinera) y no en una station-service (estación de

143 Ndiassé Thiam, « Repérages sociolinguistiques dans les désignations de la ville de Dakar
(Sénégal) », Revue Parole, n° 5-61998, p. 132-133.
144 Voir J. Blondé, P. Dumont et D. Gontier, Lexique du français au Sénégal, Paris-Dakar, Édicef-

NEA, 1979.
servicio) ... También hay un wólof urbano en plena mutación, en el plano

sintáctico (él está perdiendo lentamente su sistema de clases que mantiene el

wólof rural) así como en el plano léxico (cada vez toma más palabras del

francés)145. Y el análisis de estos hechos "lingüísticos" es inseparable de los

anteriores. Este entretejido, además, no surge solo de situaciones urbanas y en

general caracteriza hechos lingüísticos, cuyo análisis en términos puramente

internos nos priva de mucha información y factores explicativos.

Por tanto, esta rápida presentación de la situación en Dakar ilustra en primer

lugar un enfoque “ampliado” (en zoom), pasando de una visión amplia a un

enfoque más restringido, de la ciudad a las prácticas lingüísticas y luego a los

detalles de cada una de las lenguas implicadas. De este modo, permite aclarar

los conceptos de polo analógico (la “visión amplia”) y de polo digital.

Finalmente, nos muestra que no existe oposición entre el enfoque "lingüístico" y

el enfoque "sociolingüístico", sino más bien la inserción del primero en el

segundo. Lo que hemos descrito desde el lado analógico, desde la “visión

amplia”, determina y explica en gran medida lo que encontramos en el lado

digital: la historia de la ciudad, migraciones de la cual es objeto (“sociológico "),

han producido por supuesto su plurilingüismo, plurilingüismo que a su vez

generó la vehicularización del wólof y el estatus oficial del francés (hechos

"sociolingüísticos"), vehicularización que finalmente explica la simplificación de

las clases nominales de wólof por ejemplo (hecho "lingüístico”).

Esta posición, por supuesto, no está dictada por el gusto (una preferencia que

uno tendría por una u otra definición de lingüística o sociolingüística) ni por la

ideología, sino por una preocupación de un orden completamente diferente. De

hecho, lo que está en juego aquí es el poder explicativo de la ciencia. Una teoría es

cada vez más poderosa cuando explica mejor el mayor número de hechos.

Ahora, volviendo al comienzo de este libro, a la concepción que Meillet tenía de

145Ver Ndiassé Thiam, « L’évolution du wolof véhiculaire en milieu urbain sénégalais : le


contexte dakarois », in Plurilinguismes, n° 2, Paris, 1990.
la lengua como un hecho social, es obvio que el desafío que esta concepción le

planteó a la ciencia (un desafío que Meillet no pudo enfrentar) era de poder

explicar todos los hechos de las lenguas (tanto sincrónicos como diacrónicos) en

constante relación con la sociedad de la que estas lenguas son su medio de

expresión. Explicar y no solo describir. La descripción de las lenguas y de

situaciones lingüísticas es de hecho una cosa relativamente simple (incluso si se

requiere, por supuesto, de una teoría), pero que permanece en la superficie de

los hechos, que es científicamente débil. Para comprender el porqué de estas

situaciones, el porqué del cambio lingüístico, las actitudes y las estrategias,

debemos ir a la raíz -social- de los fenómenos, y esto es lo que hace obsoleta la

oposición entre lingüística y sociolingüística.


Capítulo 6
Las políticas lingüísticas

El interés de una ciencia no se mide solo por su poder explicativo sino también

por su utilidad, su eficacia social, es decir, sus posibles aplicaciones. Se

comprenderá, al leer los capítulos precedentes, que las aplicaciones de la

sociolingüística son numerosas. Pero el ámbito en el que más se han

desarrollado se refiere a la intervención sobre lenguas y sobre las relaciones

entre lenguas en el marco de los Estados.

Comencemos con dos definiciones. Llamaremos política lingüística a un conjunto

de elecciones conscientes relativas a la relación entre lengua(s) y vida social, y

planificación lingüística la implementación concreta de una política lingüística, el

paso a la acción de alguna forma. Cualquier grupo de personas puede

desarrollar una política lingüística: hablamos por ejemplo de “políticas

lingüísticas familiares”, también podemos imaginar que una diáspora (los

sordos, los gitanos, los hablantes de yiddish ...) se reúnen en un congreso para

decidir una política lingüística. Pero, en un área tan importante como la relación

entre lengua y vida social, sólo el Estado tiene el poder y los medios para pasar

a la etapa de la planificación, para poner en práctica sus elecciones políticas. Por

eso, sin excluir, por tanto, la posibilidad de políticas lingüísticas que

trasciendan fronteras (por ejemplo, el caso de la francofonía) ni la de políticas

lingüísticas relativas a entidades de menor jerarquía que el Estado (sobre

lenguas regionales, por ejemplo), presentaremos principalmente ejemplos de

políticas lingüísticas nacionales.

1. Dos gestiones del plurilingüismo: lo “in vivo” y lo “in vitro”

Cuando consideramos la cantidad de idiomas que existen en la superficie del

globo, podemos tener la impresión de que todas las condiciones están dadas

para que las personas no se entiendan entre sí. Sin embargo, a pesar de lo que

algunos consideran como la maldición de Babel, la proliferación de idiomas, la


comunicación funciona en todas partes. Es por esto que hay dos tipos de gestión

del plurilingüismo: una que parte de las prácticas sociales y la otra de la

intervención en estas prácticas. La primera, que denominaremos gestión in vivo,

se refiere, por tanto, a la forma en que las personas, enfrentadas a diario con

problemas de comunicación, los resuelven. Hemos visto varios ejemplos en

capítulos anteriores. Así, lo que hemos llamado "lenguas aproximativas"

(pidgins), o incluso lenguas vehiculares, son típicamente el producto de una

gestión in vivo del plurilingüismo. En ambos casos, de hecho, la comunicación

se asegura a través de la "creación" de una lengua, y esta creación no se debe

para nada a una decisión oficial, a un decreto o a una ley, es simplemente el

producto de una práctica.

Esta práctica no solo resuelve los problemas del plurilingüismo. Así, todos los

días, en todas las lenguas del mundo, aparecen nuevas palabras, para designar

cosas (objetos o conceptos) que la lengua aún no designaba. Esta neología

espontánea fue particularmente activa durante la época colonial en las lenguas

africanas. En efecto, las sociedades colonizadas se enfrentaron a tecnologías (el

coche, el tren, el avión ...), a las estructuras (la administración, el hospital ...) o a

las funciones (oficial, médico, gobernador ...) importadas de Occidente que se

debían nombrar. De este modo, podemos estudiar la forma en que una

población utiliza su competencia lingüística para forjar nuevas palabras

designando nuevos conceptos.

Pero hay otro enfoque de los problemas del plurilingüismo o la neología, el del

poder. Esto es la gestión in vitro: en sus laboratorios, los lingüistas analizan

situaciones y lenguas, las describen, formulan hipótesis sobre el futuro de las

situaciones, hacen propuestas para resolver problemas, luego los políticos

estudian las hipótesis y propuestas, toman decisiones y las aplican. Veremos a

continuación, varios ejemplos de este manejo, pero primero debe tenerse en

cuenta que estos dos enfoques son extremadamente diferentes y que sus

relaciones a veces pueden ser conflictivas, si las opciones in vitro van en contra
del manejo in vivo o de los sentimientos lingüísticos de los hablantes. Por tanto,

será difícil imponer a un pueblo un idioma nacional que no quiere, o que piensa

que no es un idioma, sino un dialecto, etc. También sería inconsistente buscar

imponer una lengua minoritaria para esta función si ya existe una lengua franca

ampliamente utilizada. La política lingüística plantea, por tanto, tanto

problemas de control democrático (no dejar que los que toman decisiones

hagan lo que quieran) como de interacción entre el análisis de situaciones que

hace el poder y el, a menudo intuitivo, que hace el pueblo.

2. La acción sobre la lengua

Las lenguas, como hemos visto, cambian, cambian bajo la influencia de sus

estructuras internas, los contactos con otros idiomas y las actitudes lingüísticas.

Pero también podemos hacerlas cambiar, intervenir en su forma. La acción

sobre la lengua puede tener distintos objetivos, siendo los principales la

modernización del lenguaje (en la escritura y en el léxico), su "depuración" o su

defensa.

La reforma de la escritura en China

Todo el mundo sabe que el idioma chino no se transcribe mediante un alfabeto

y se utiliza para escribir caracteres. Al no estar, como el alfabeto, organizados

sobre el modelo de la "doble articulación" (un número limitado de fonemas que

permite componer un número ilimitado de palabras), estos caracteres son, por

necesidad, muy numerosos. Así contamos que habría:

6.763 caracteres básicos, de los cuales unos 4.000 son muy frecuentes y

necesarios para leer o escribir textos sencillos y cotidianos (un "bachiller"

chino debe conocer estos caracteres);

Otros 16.000 caracteres que, sumados a los anteriores, permiten imprimir

todos los libros antiguos y modernos (estamos por tanto en casi 23.000

caracteres);
34.000 caracteres, poco usados, que se suman a los anteriores 146.

Cada uno de estos caracteres está formado por un cierto número de trazos que

deben dibujarse en un orden y dirección invariables: tal o cual trazo antes que

otro, de izquierda a derecha o de arriba a abajo, etc. Aquí hay un ejemplo

simple, el del carácter que transcribe la "flor":

Los siete rasgos que componen este carácter deben ser trazados en el siguiente

orden:

Se nota inmediatamente los problemas de aprendizaje y memorización que

plantea semejante sistema, y el gobierno comunista, con el objetivo de facilitar

el acceso a la escritura para la gente, implementó en 1955, una reforma

ortográfica: 515 los caracteres y 54 partículas fueron simplificadas, pasando de

un promedio de 16 trazos a uno de 8 trazos. Aquí hay tres ejemplos de esta

simplificación:

146
Zhou Youguang. Modernization of the Chinese Language, en International Journal of the Sociology of
Language, No 59, 1986.
Esta simplificación, que reduce el número de trazos, indudablemente promueve

el aprendizaje y la memorización de caracteres, pero al mismo tiempo conduce

a la pérdida semántica. Así, el carácter clásico de "calcular" se compone, a la

izquierda, del carácter de "habla" y a la derecha del carácter de "diez", lo que da

un significado global de "decir los dígitos del uno al diez", es decir que ya no es

evidente en el carácter simplificado.

La intervención en el léxico de una lengua

La planificación lingüística también puede intervenir en la formación de

palabras, cuando el idioma carece de vocabulario o cuando se desea reemplazar

ciertas palabras por otras.

En el primer caso, se trata de neología. Cuando una lengua cambia de estado,

por ejemplo, se convierte en lengua de instrucción, se deben forjar las palabras

necesarias para esta función: términos gramaticales, vocabulario de

matemáticas, química, etc. Este escenario se da con frecuencia en situaciones

poscoloniales, y esta neología in vitro puede entrar en conflicto con la neología

in vivo, si, ante las nuevas palabras propuestas por los planificadores, ya hay

palabras que han forjado en su práctica diaria los hablantes147.

Turquía nos da un buen ejemplo del segundo caso. En 1923 Mustafá Kemal,

llevado a la presidencia de la República por un movimiento secular y

nacionalista, lanzó, de manera paralela a toda una serie de reformas

económicas, la “revolución lingüística” (dil devrimi). Se trataba de modernizar el

idioma turco y eliminar todas las influencias musulmanas y otomanas, y las

principales decisiones serían:

Pasar del alfabeto árabe (que registraba mal las 11 vocales en turco) a un

alfabeto inspirado en el alfabeto latino (el nuevo alfabeto fue adoptado

por la Asamblea Nacional en 1928);

suprimir la enseñanza del árabe y el persa en las escuelas (1929);

147
Ver Calvet (1987, 234-245).
reemplazar sistemáticamente palabras tomadas del árabe o persa por

palabras de origen turco (se creó un comité ad hoc para este propósito en

1932);

solicitarles a los ciudadanos turcos que tomaran un nombre de origen

turco: para dar un ejemplo, Mustafá Kemal cambiará su nombre a

Atatürk, "el padre de Turquía"148

La estandarización de una lengua: el caso de Noruega

Cuando, después de tres siglos de dominio danés (1523-1814), Noruega quedó

bajo jurisdicción sueca antes de obtener la independencia, su situación

lingüística era complicada. Coexisten en efecto el danés literario, enseñado en

las escuelas, un estándar urbano y diferentes dialectos, y muchas propuestas se

sucederán para construir un idioma verdaderamente noruego. Por lo tanto,

primero opondremos el danés (dansk) al noruego (norsk), luego el rigsmaal al

landsmaal, el bokmaal al landsmaal y finalmente, el bokmal al nynorsk. Detrás de

estos nombres hay realidades variables: rigsmaal luego bokmaal designan

siempre el idioma más cercano al danés, mientras que luego Nynorsk designan

el idioma que se trata de estandarizar con base en los diferentes dialectos del

país.

Esta estandarización se relacionará principalmente con la ortografía del idioma

y el Parlamento noruego votará sucesivas reformas ortográficas (1907, 1913,

1916, 1923, 1934, 1936, 1938, 1941, 1945 ...) que corresponden cada vez a

diferentes opciones políticas: los proponentes del bokmaal son más de derecha y

los de Nynorsk más de izquierda, los primeros están a favor de una lengua más

cercana al danés, los segundos de una lengua popular.

Estos dos idiomas todavía coexisten hoy en día, las escuelas pueden elegir

libros de texto escritos en cualquiera de las dos formas ortográficas, los diarios

148
Sobre estos puntos, ver L. Bazin, La réforme linguistique en Turquie, en La réforme des langues,
histoire et avenir, tomo 1, Hambourg, Buske Verlag, 1985.
utilizan también las dos posibilidades, pero una encuesta de opinión (Gallup,

1946) mostró que la gente estaba más a favor de la fusión de Landsmaal y del

nynorsk: aquí nuevamente los sentimientos lingüísticos, la política lingüística

"espontánea", in vivo, eran diferentes de las decisiones de los planificadores, in

vitro, mucho más marcadas que las todos los hablantes por el deseo de

distinguir el noruego del danés. Por tanto, podemos ver que la política

lingüística puede tener una fuerte función simbólica e ideológica: en Noruega,

se trata esencialmente de borrar los rastros de la dominación danesa en la

lengua y de afirmar mediante la unificación lingüística la existencia de una

nación noruega.

3. La acción sobre las lenguas

En situaciones de plurilingüismo, los Estados a veces se ven obligados a

promover una determinada lengua hasta ahora dominada o, por el contrario, a

retirar a otra de un estatus que disfrutaba, en definitiva, a modificar el estatus y

las funciones sociales de las lenguas presentes. Vamos a presentar

sucesivamente dos ejemplos de este tipo de intervenciones: la elección de una

lengua nacional y la "recuperación" de una lengua.

La escogencia de la lengua nacional: Malasia

Cuando Indonesia obtuvo su independencia a mediados de la década de 1940,

decidió adoptar el malayo como idioma nacional, la lengua franca que se usa

principalmente en puertos y mercados. El idioma más hablado de lejos, en el

archipiélago era el javanés, y también hay doscientos dialectos diferentes

agrupados en 17 grupos dialectales. Pero esta elección tuvo la ventaja de

oficializar el idioma de nadie, un idioma que permitió evitar polémicas y

conflictos étnicos. Esta política, que constituye una evidente intervención in

vitro sobre las lenguas, irá seguida de acciones sobre la lengua. Habrá que darle

al malayo (rebautizado como Bahasa Indonesia, “idioma indonesio”) un

vocabulario adecuado para sus nuevas funciones. Para ello, se optó por una

estrategia de “asiatización” del léxico: elegir con prioridad una palabra ya


existente en bahasa indonesia, elegir una palabra en otro idioma del archipiélago

si no existiera en bahasa, de lo contrario elegir una palabra en otra lengua

asiática, la solución consiste en tomar un término de una lengua europea

internacional en último lugar149.

Es así que, en el campo político se optará, en vez de la palabra autonomi, muy

utilizada por la población, una palabra más local, swantantra, y que en el campo

científico se preferirá la palabra árabe zarrah para designar el átomo, a la

palabra internacional prestada del griego: la neología tenía aquí, como la grafía

en el ejemplo noruego, fuertes connotaciones ideológicas.

La “recuperación”150de una lengua: Cataluña

El caso de Cataluña es ejemplar porque el trabajo de los lingüistas, la política

lingüística y la propia política están íntimamente relacionados.

La situación catalana en la época del franquismo podría haber sido tomada por

Charles Ferguson como un ejemplo de diglosia: el castellano (español) era

obviamente la lengua dominante ("alta variedad" para Ferguson) y el catalán la

lengua dominada ("variedad baja"). Ante esta situación, los lingüistas catalanes

(en particular L. Aracil y R. Ninyoles) desarrollaron por primera vez una crítica

teórica del concepto de diglosia a partir de la situación concreta de Cataluña:

como indicamos en el capítulo 2, Ferguson y Fishman tenían ciertamente una

tendencia a borrar los conflictos que caracterizan las situaciones de diglosia y

presentar una situación de dominación como normal. Pero conviene subrayar

aquí que la expresión "lengua dominada" (como la de "lengua dominante") es

una metáfora: son los pueblos, no las lenguas, los que están dominados (o

dominantes). Sin embargo, tras la muerte de Franco, con Cataluña obtiene un

estatuto de autonomía, su gobierno sirvió de relevo para los lingüistas, creando

una serie de instituciones capaces de cambiar la situación lingüística. La

149
S. Takdir Alisjahbana, Language planning for modernization, the case of Indonesian and Malaysian,
Mouton, 1976.
150
Los lingüistas catalanes utilizan la noción de normalización que yo por mi parte no utilizo, porque ha
experimentado una deriva de la teoría (obra de Lluís Aracil) a la ideología y también corre el riesgo de
connotar un cierto dogmatismo. La idea de normalizar presupone conocer lo que es normal…
Constitución española de 1978 introdujo en su artículo 3 una distinción entre la

lengua oficial del Estado y las lenguas oficiales de las comunidades autónomas,

pero, sobre todo, bautizó la lengua del Estado castellano y ya no español,

destacando por esta variante semántica que originalmente era la lengua de

Castilla y no de España. En consonancia con esta constitución, el Estatuto de

Autonomía de Cataluña especificó en su artículo 3:

1. “La lengua específica de Cataluña es el catalán.

2. "La lengua catalana es la lengua oficial de Cataluña, junto con el castellano,

lengua oficial de todo el estado español. "

Es dentro de este marco legal estrictamente definido donde se producirá la

"recuperación" del catalán en Cataluña. En 1983 se aprobó una ley de

“normalización lingüística” que estipulaba por ejemplo que todos los escolares

(es decir catalán o no catalán) debían adquirir las dos lenguas, que debían

realizarse actividades comerciales, publicitarias o deportivas. en catalán, etc.

Como lo destaca Henri Boyer, el objetivo de toda esta planificación era

establecer en Cataluña un bilingüismo no diglósico151. También se ha intervenido

en el ámbito del entorno lingüístico (señalización vial, inscripciones oficiales) y

ha favorecido la labor de los sociolingüistas que han intensificado las

investigaciones sobre la situación del bilingüismo. La evolución de esta

situación se puede ver comparando las respuestas a las preguntas sobre el

conocimiento del catalán en los censos de 1975 y 1986152:

No entienden el Entienden el Lo hablan Lo escriben


catalán catalán
1975 25.7% 74.3% 53.1% 14.5%

1986 11% 90.3% 59.8% 30.1%

151
Para el caso de Cataluña, ver Henri Boyer, Eléments de sociolinguistique, París, Dunod, 1991.
152
Según Boyer, op.cit., p. 133.
Podemos ver que en todos los niveles (comprensión, uso oral, uso escrito) el

catalán ha avanzado significativamente. Y este ejemplo constituye una especie

de optimización de la política lingüística, porque la acción sobre las lenguas, el

intento de construir un bilingüismo no diglósico, no puede considerarse aquí

como una intervención exclusivamente lingüística: Cataluña necesitaba esta

política lingüística para establecer su autonomía, y en el éxito o fracaso de esta

"recuperación" también está en juego para el futuro de la Generalitat.

Y eso nos lleva, finalmente, a algunas consideraciones más teóricas. De hecho,

podemos preguntarnos qué implica la idea misma de política y planificación

lingüísticas en términos de las propiedades de la lengua y de sus vínculos con

la sociedad. En otras palabras: ¿qué debe ser un idioma para que sea posible

una política lingüística? Hemos visto a lo largo de este libro que la

sociolingüística sólo puede constituirse de manera coherente rechazando la

ruptura instituida por el estructuralismo entre un "instrumento de

comunicación", la lengua, y sus condiciones de uso. La solución que hemos

propuesto es revertir el enfoque del problema y decir que el objeto de estudio de la

lingüística no es solo la lengua o las lenguas, sino la comunidad social en su aspecto

lingüístico. Esta sociolingüística aplicada, que es política lingüística, sólo puede

ser, por tanto, una intervención en la sociedad, a través de las lenguas. Y

presupone, además, dos propiedades de la lengua:

la propiedad del cambio interno, y la historia de las lenguas está ahí para

confirmarlo: todas las lenguas cambian con el tiempo;

la propiedad del cambio externo, es decir, del cambio en las relaciones

entre lenguas: también lo confirman los casos del indonesio o del catalán

presentados brevemente aquí.

Pero la política lingüística también presupone que estos cambios pueden ser

producto de una acción in vitro, que el hombre puede cambiar conscientemente

el idioma, las relaciones entre los idiomas y, por tanto, la situación social. La

apuesta de esta presuposición es enorme, cuando se piensa en las muchas


situaciones en las que la dominación social se lee en la dominación lingüística.

Pero esta apuesta no es solo práctica, también es teórica, estando estrechamente

ligada cualquier intervención sobre las lenguas y sobre las situaciones

lingüísticas al análisis previo de estas lenguas y de estas situaciones.

Las políticas lingüísticas, que son intervenciones sobre la lengua y sobre las

lenguas, en la mayoría de los casos por parte de los Estados, podrían justificar

una nueva disciplina, la "politología lingüística", que sería para las políticas

lingüísticas lo que para la ciencia política son las políticas.


Conclusión

Muchos estudiosos han señalado el fracaso de quienes han intentado definir la

sociolingüística. Pero la razón de este fracaso es simple: en todos los casos, estos

autores intentaron definir la sociolingüística en relación con la lingüística. Sin

embargo, debe hacerse lo contrario. Si uno toma en serio la afirmación bastante

aceptada de que la lengua es un hecho (o producto) social, entonces la lingüística

sólo puede definirse como el estudio de la comunidad social en su aspecto lingüístico. Y

la sociolingüística, a su vez, sólo puede definirse como la lingüística. Podemos

ver todos los inconvenientes semánticos de esta proposición. Nos obliga a

definir dos lingüísticas, la lingüística 1, que ilustra por ejemplo el

estructuralismo y el generativismo, y la lingüística 2, la que se desprende de la

definición anterior. Pero la lingüística 1 ya no tendría ninguna razón de ser,

salvo considerarla como la parte de la sociolingüística que describiría el

funcionamiento interno de las lenguas. Y no es seguro que semejante

abstracción (funcionamiento interno de la(s) lengua(s), sin tener en cuenta su

realidad social) sea siquiera aceptable.

Por eso, la conclusión de este libro consistirá en una pequeña, una simple

innovación gráfica. De hecho, es difícil manejar términos sociolingüística y

lingüística cuando se piensa que el primero incluye el segundo y los hábitos

léxicos son tenaces. El título de este libro, por tanto, innova modestamente,

mediante el uso de paréntesis: (socio)lingüística. El lector habrá entendido lo

que quieren decir: su vocación de desaparecer con lo que encierran. Y estos

paréntesis, por tanto, simbolizan todo un programa. Pero, para poder llamar de

nuevo lingüística a la ciencia que estudia la comunidad social bajo su aspecto

lingüístico, será necesario esperar hasta que la lingüística 2 haya absorbido la

lingüística 1. Porque, por supuesto, queda por desarrollar descripciones que

ilustren esta proposición, es decir: es decir, demostrar que la lingüística 1 tiene

mucho que ganar en su convergencia con la lingüística 2. La (socio) lingüística


es, por tanto, una ciencia en progreso, pero representa el futuro de la lingüística,

de una lingüística que tendría en cuenta toda la complejidad social en la que los

hablantes utilizan sus lenguas.


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Anexo 1
Los orígenes de la Sociolingüística. La conferencia de sociolingüística
de la UCLA (1964)153

Podríamos hacer la historia de las palabras que fueron propuestas en el paisaje teórico sin tener
en cuenta su efecto o su efecto inmediato, palabras que aparecieron mucho antes que el
fenómeno mismo, como es el caso de la palabra diglosia, de la cual conocemos una larga
historia antes de que Ferguson le asignara un contenido teórico154, o el de ecología lingüística
propuesta por Einar Haugen al principio de los años sesenta y retomada treinta años más tarde
por Mühlhausler y luego por Mufwene, Bastardas y Calvet. Lo mismo ocurre con el término
sociolingüística. Antoine Meillet, que a menudo definió la lengua como un "hecho social",
nunca utilizó los sintagmas sociolingüística o sociología del lenguaje, contentándose con
afirmar que, para él, la lingüística era "una ciencia social". Según Konrad Koerner (1991), es
otro francés, Raoul de la Grasserie, quien habría utilizado por primera vez la fórmula sociología
lingüística en un artículo de 1909, seguido por Haver Currie en 1952, luego por Pickford y
Wallis en 1956. En una nota (p.282) de sus Theory Groups and the Study of language in North
America, a Social History, Stephen Murray propone otras fechas y otros textos. La palabra
sociolinguistics habría sido acuñada en el título de un artículo de Man in India por Thomas
Hodson luego aparecería en la segunda edición de la Morphology de Nida (1949), en Haugen
(1951) y finalmente en Currie en 1952. Agreguemos a Uriel Weinreich, quien en 1953 usa una
vez el adjetivo sociolingüístic155 y Marcel Cohen, que publicó en 1956 sus Matériaux pour une
Sociologie du Langage (París, Albin Michel) y que en la reedición sin modificación de 1971
indica en su "adición al prólogo" que el término sociolinguistics apareció en inglés y que
sociolinguistique “de manera accesoria. . . recibió su ciudadanía en francés. . . ".
Tendríamos entonces la siguiente cronología temporal, en lo que concierne al inglés y al
francés:
Raoul de la Grasserie 1909 (sociologie linguistique), Hodson 1939 (sociolinguistics), Nida 1949
(sociolinguistics), Haugen 1951 (sociolinguistics), Currie 1952 (sociolinguistics), Weinreich
1953 (sociolinguistic) Pickford 1956 (sociolinguistics), Wallis 1956 (sociolinguistics), Cohen
1956 (sociologie du langage).
Pero no debemos confundir la historia de la palabra con la de la cosa, y el hecho de que se use
en 1939 sociolinguistics no significa en absoluto que la sociolingüística estuviera constituida

153
Calvet Louis-Jean. Aux origines de la sociolinguistique la conférence de sociolinguistique de l'UCLA
(1964). Langage et société, n°88, 1999. pp. 25-57;
154
Sobre la historia de este término ver Mauro Fernández, 1995 y 1998.
155
“The sociolinguistic study of language contact. . .” Languages in Contact, p. 99. Pero el término no
aparece en su índice en donde solo se encuentra « sociological Aspects of bilingualism ».
como ciencia. ¿En qué momento comienza la sociolingüística? ¿a través de qué rutas apareció?
En un artículo publicado en 1991, K. Koerner presenta la historia de sociolingüística
principalmente como el producto de una filiación Whitney-Saussure-Meillet-Martinet-
Weinreich-Labov y, de manera más amplia, el producto de tres corrientes, la dialectología, la
lingüística histórica y los estudios sobre multilingüismo. Por lo tanto, primero rastrea una
genealogía:

Durante sus años en París, el estudiante más brillante de Saussure fue Antoine Meillet, quien a su
vez tuvo a André Martinet como estudiante. Menciono esto porque Martinet escribió un breve
estudio de su dialecto en 1939, que se publicó después de la Segunda Guerra Mundial, y también
porque Labov, al igual que Meillet y Martinet, también se interesó particularmente en los
problemas del cambio lingüístico. Más importante aún, cuando Martinet era profesor en
Columbia, en Nueva York, tenía a Uriel Weinreich como estudiante, tanto para su maestría como
para su tesis [...]. Finalmente, es suficiente recordar que Labov obtuvo sus diplomas con
Weinreich [. . .] para establecer un tipo de línea genealógica desde Whitney hasta Labov. [1991:
61-62]

Después de proponer este primer parentesco lineal, "from Whitney to Labov ", Koerner destaca
la relación entre dialectología y sociolingüística y entre la lingüística histórica y la
sociolingüística, citando en particular el artículo de Meillet de 1905, Comment les mots
changent de sens, y resume su pensamiento con el siguiente esquema (Koerner, 1991: 65):

Las fuentes de la sociolingüística

Dialectología Lingüística histórica Estudios sobre el bi y el


Plurilingüismo

Wrede (1902) Meillet (1905) M. Weinreich (1931)


Gauchat (1905) Vendryes (1921) U. Weinreich (1951)
Jaberg (1908) Sommerfelt (1932) Haugen (1953)
Hermann (1929) Martinet (1946(1939}) Ferguson (1959)
McDavid (1946,1948) Weinreich (1953) Friedrich (1961)
Labov (1963)

Es cierto, para retomar la primera serie en sentido inverso, que Labov fuera el alumno de
Weinreich, este alumno de Martinet y este alumno de Meillet que era el colega y amigo de
Saussure quien a menudo citaba a Whitney con admiración. Pero esta secuencia de relaciones
no crea necesariamente una conexión científica, no tiene en cuenta retos teóricos, afinidades,
redes y se nota también algunos enlaces débiles en esta cadena. Además, la filiación lineal
propuesta por Koerner atraviesa en su camino, una especie de "encrucijada", una reunión
celebrada en 1964 en Los Ángeles, que dio como resultado la publicación del primer libro con
el título (en inglés) de sociolingüística156, y con el cual mostraré que es la manifestación de una

156
El mismo año tuvieron lugar otros eventos del mismo tipo, como la reunión organizada por el Summer
Linguistic Institute en la Universidad de Indiana y el número especial de la revista American
"red" informal de la cual surgirá la sociolingüística. Es sobre estos dos elementos que me
gustaría reflexionar aquí.

1. La filiación Koerner revisada

El primer eslabón débil de la afiliación propuesta por Koerner, el más importante, sin duda, se
refiere a la relación entre Saussure y Meillet. De hecho, las relaciones entre los dos hombres –
amistosas y mantenidas cuando Saussure estaba en París, luego epistolar y bastante distante
cuando Saussure se marchó a Ginebra– se mantienen, por supuesto, antes de la publicación
póstuma del Curso de Lingüística General, mientras Meillet apenas está informado sobre el
estado de la reflexión de su amigo de Ginebra. Basta con leer el obituario que Meillet le dedica
a Saussure para darse cuenta que no sabía mucho de los últimos desarrollos del pensamiento de
Saussure, y que este último, era en su criterio, esencialmente un comparatista. La conclusión del
obituario, “Había escrito el más bello libro de gramática comparada que jamás se haya escrito,
sembrado de ideas y planteando teorías firmes, dejó huella en muchos estudiantes y, sin
embargo, no había cumplido su verdadero destino”157, es desde este punto de vista aclarador. El
«más bello libro de gramática comparada» es por supuesto la “Mémoire”. Dos o tres años más
tarde, cuando lea el Curso de Lingüística General, Meillet será, por el contrario, muy crítico,
escribiendo en particular: “al separar el cambio lingüístico de las condiciones externas de las
que depende, Ferdinand de Saussure lo despoja de la realidad; lo reduce a una abstracción que
es necesariamente inexplicable”158. La posición de Meillet es bastante diferente, perfectamente
resumida por este pasaje: “Del hecho de que el lenguaje sea un hecho social se sigue que la
lingüística es una ciencia social, y el único elemento variable que puede utilizarse para explicar
el cambio lingüístico es el cambio social.”159. Este gran comparatista, especialista en lenguas
indoeuropeas, fue influenciado por el sociólogo Emile Durkheim (1858-1917) y colaboró
regularmente con su revista L’année sociologique. La noción de ‘hecho social’, con frecuencia
evocada en sus publicaciones, se toma directamente de él:

El lenguaje es, por tanto, eminentemente un hecho social. De hecho, entra exactamente dentro de
la definición propuesta por Durkheim; una lengua existe independientemente de cada uno de los

Anthropologist dirigida por Gumperz y Hymes. Pero es el evento de la UCLA el que tendrá mayor
repercusión.
157
« Ferdinand de Saussure », Annuaire de l'École Pratique des Hautes Études, 1913-1914 : 155 y
siguientes. [«II avait produit le plus beau livre de grammaire comparée qu'on ait écrit, semé des idées et
posé de fermes théories, mis sa marque sur de nombreux élèves, et pourtant il n'avait pas rempli toute sa
destinée»]
158
Reseña del Curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure, Bulletin de la société linguistique
de Paris, 1916: 166. [ «en séparant le changement linguistique des conditions extérieures dont il dépend,
Ferdinand de Saussure le prive de réalité; il le réduit à une abstraction qui est nécessairement
inexplicable»]
159
Linguistique historique et linguistique générale, 1921 (1965), p. 17. [«Du fait que la langue est un fait
social il résulte que la linguistique est une science sociale, et le seul élément variable auquel on puisse
recourir pour rendre compte du changement linguistique est le changement social»]
individuos que la hablan y, aunque no tiene realidad aparte de la suma de estos individuos, es sin
embargo, por su generalidad, exterior a cada uno de ellos: La prueba es que a ninguno de ellos le
corresponde cambiarlo y que cualquier desviación individual del uso provoca una reacción [...].
Los caracteres de exterioridad al individuo y de coerción con los que Durkheim define el hecho
social aparecen así en el lenguaje con la última evidencia. [1905-1906 retomado en 1921, p. 230]

Le langage est donc éminemment un fait social. En effet, il entre exactement dans la définition
qu'a proposée Durkheim ; une langue existe indépendamment de chacun des individus qui la
parlent, et, bien qu'elle n'ait aucune réalité en dehors de la somme de ces individus, elle est
cependant, de par sa généralité, extérieure à chacun d'eux : ce qui le montre, c'est qu'il ne dépend
d'aucun d'eux de la changer et que toute déviation individuelle de l'usage provoque une réaction
[...]. Les caractères d'extériorité à l'individu et de coercition par lesquels Durkheim définit le fait
social apparaissent donc dans le langage avec la dernière évidence. [1905-1906 repris dans 1921:
230]

En otras palabras, la lengua no existe sin sus hablantes, pero es algo más que la simple adición
de sus actos de habla, ella tiene cierta autonomía. Si Antoine Meillet (1866-1936) a menudo se
presentaba como el discípulo de Ferdinand de Saussure (1857-1913), sus posiciones no
concordaban de hecho con al menos una de las dicotomías saussureanas, la que distinguía entre
la sincronía y la diacronía, y con la última frase del Curso (“la lingüística tiene por único y
verdadero objeto la lengua considerada en sí misma y por sí misma” «la linguistique a pour
unique et véritable objet la langue envisagée en elle-même et pour elle-même») que, incluso si
no es de Saussure y representa más bien la conclusión de los editores, resume perfectamente su
enseñanza. Pero también se presenta una contradicción porque la afirmación del carácter social
de la lengua que se encuentra en toda la obra de Meillet implica a la vez la convergencia de un
enfoque interno y de un enfoque externo de los hechos de lengua y de un enfoque sincrónico y
diacrónico de estos mismos hechos. Cuando Saussure opone lingüística interna y lingüística
externa, Meillet las asocia, cuando Saussure distingue entre enfoque sincrónico y enfoque
diacrónico, Meillet busca explicar la estructura por la historia. Realmente, todo opone a estos
dos hombres desde el momento en que nos ubicamos en el terreno de la lingüística general.
Mientras que Saussure busca actualizar un modelo abstracto de la lengua, Meillet se debate
entre el hecho social y el sistema donde todo se sostiene: para él no se puede comprender en
absoluto los hechos de lengua, sin referirse a lo social y luego sin hacer referencia ya sea a la
diacronía o ya sea a la historia.
Frente a la precisión con la cual Meillet definía la noción de hecho social, los pasajes en los
cuales Saussure declara que la lengua “es la parte social del lenguaje” o que “la lengua es una
institución social” impresionan por su vaguedad teórica. Para él, el hecho de que la lengua sea
una institución social es simplemente un principio general, una suerte de exhortación que
después de él retomarán muchos lingüistas estructuralistas, sin darse jamás los medios
heurísticos para asumir esta afirmación: se plantea el carácter social de la lengua y se pasa a otra
cosa, a una lingüística formal, a la lengua “en sí misma y por sí misma”. Para Meillet, al
contrario, esta afirmación debería tener implicaciones metodológicas, ella debería estar en el
centro de la teoría lingüística: la lengua es para él a la vez un “hecho social” y un “sistema
donde todo se sostiene”, e intenta, sin cesar tener en cuenta esta doble determinación. Esto le es
muy fácil cuando estudia el léxico (que trata de los nombres del hombre, del vino, del aceite o
de la religión indoeuropea) o cuando se ocupa de la expansión de las lenguas (por ejemplo,
sobre la historia de la lengua latina). Las cosas son, por supuesto, más difíciles para él en el
dominio de la fonología o la sintaxis, pero sigue siendo que su insistencia constante en estos
puntos lo hacen precisamente un precursor.
Si la relación Saussure-Meillet es, por tanto, más que dudosa, el segundo eslabón débil de la
cronología de Koerner es el "vínculo Martinet": ¿Qué papel jugó André Martinet, alumno de
Meillet, en el surgimiento de la sociolingüística?, ¿en especial durante su estancia en América,
durante la cual editó la revista Word y dirigió la tesis de Weinreich? A principios de junio de
1998 le escribí para pedirle su opinión sobre esta afiliación, la cual refrendó en su respuesta
(carta del 5 de junio de 1998).
Para él, Meillet y Vendryes "le dedicaron una gran parte a lo social, pero eso no me llamó la
atención porque la relación de lo social con lo lingüístico me parecía obvia”. Sin duda es esta
evidencia la que le hizo escribirme:
"Sociolingüística" sólo aparece en el título del capítulo V de Elementos [de lingüística general,
M&M]. Esto implica, no un rechazo, sino, por el contrario, mi convicción de que la sociología
siempre está involucrada en cuanto hablamos de lenguaje. Decir que el lenguaje se usa
principalmente para la comunicación significa que es un hecho social160.

U. Weinreich, continúa Martinet, "permaneció fiel" hasta el momento donde fue influenciado
por Chomsky, y me escribió además que Labov, un estudiante de Weinreich, "si hubiera sido mi
alumno, sin duda habría ampliado su horizonte, donde lo sociológico, deja, a menudo, a la
lingüística en la sombra ". Todo esto llevó a Martinet a concluir de la siguiente manera: “En
síntesis, la filiación esbozada por Koerner no es mala y no la ataco”.
Sin embargo, algunos puntos de su carta me parecieron cuestionables y se los indiqué,
destacando en particular las críticas que Labov le hizo. Estas son evidentes en al menos dos
pasajes:
- En la discusión que siguió a su ponencia en la reunión organizada en 1964 por William Bright
en UCLA, y sobre la cual volveré más adelante, Labov dijo:
Las fuerzas sociales no inciden en el desarrollo lingüístico como catástrofes tan remotas como
Martinet quería hacernos creer (en su opinión, tales catástrofes son eventos raros, como la
invasión normanda, y sus consecuencias se ven en una serie de oscilaciones estructurales
internas entrelazadas a lo largo de los siglos). […] La pregunta ha sido planteada, nuevamente
por Martinet, en cuanto a si tales causas son "internas" o "externas" a la lingüística. Son internas
a los sistemas lingüísticos en el sentido de que operan cada vez que dos personas hablan juntas y,
por lo tanto, corresponden a la definición de Martinet de factores internos.

160
[ «Sociolinguistique’ n'apparaît chez moi que dans le titre du chapitre V des Éléments. Ceci implique,
non un rejet, mais, au contraire, ma conviction que la sociologie est toujours impliquée dès qu'on parle de
langue. Dire quela langue sert en priorité à communiquer veut dire qu'elle est un fait social.» El capítulo 5
de Elementos de lingüística general se titula ‘La variedad de las lenguas y los usos lingüísticos’. El
numeral 5.1 tiene como título, Heterogeneidad de las estructuras sociolingüísticas.]
En su libro Modelos sociolingüísticos, Labov es aún más claro:

“Meillet, contemporáneo de Saussure, pensaba que el siglo XX vería el desarrollo de la


explicación histórica basada en el examen del cambio lingüístico inserto en el cambio social.
como parte de las transformaciones sociales (1921). Pero discípulos de Saussure, como Martinet
(1964), repudiaron activamente esta noción y urgieron a que la explicación lingüística así
entendida quedara confinada a las interrelaciones de factores estructurales o internos. Al obrar
así no estaban sino siguiendo el espíritu de la doctrina de Saussure.”

Es decir que, para Labov, habría dos filiaciones distintas, lo que va de Saussure a Martinet y lo
que va de Meillet a él mismo. En su respuesta (carta del 18 de junio de 1998), Martinet me
escribió, por un lado, que "en todo esto, la sociología es tan evidente que es no es necesario
repetir la palabra en cada página”, lo que es una repetición de lo que me había escrito sobre
Meillet y Vendryes y, sobre todo:
Es obvio que Labov solo me leyó superficialmente; todo lo que dice de mi relación con Saussure
es inexacto. No estoy de ninguna manera fuera de sintonía con Meillet. Nunca he rechazado las
influencias externas y la interacción social. Los juicios de Labov sobre mí están completamente
equivocados. 161

Todo esto nos muestra al menos dos cosas:


- Que es difícil construir la historia de una ciencia basándose únicamente en los testimonios y
memorias de sus actores, aunque estos documentos deban integrarse en ellos.
- Que la filiación "maestro-alumno" no necesariamente da testimonio de una continuidad
científica. De hecho, tenemos aquí diferentes casos: unos simplemente reproducen la enseñanza
de su maestro, otros la profundizan y mejoran, y finalmente otros la rechazan, pudiendo
admitirse o negarse esta continuidad/rechazo. Chomsky, por ejemplo, le debe mucho más a
Harris de lo que sugiere, mientras que Martinet, diga lo que diga, no es continuador de Meillet
sino de Saussure. De hecho, Koerner parece tener una concepción "administrativa" de la
filiación científica, y hay al menos otras dos: una filiación "objetiva", la que el estudio de los
textos permite establecer, y una filiación "electiva", elegida y afirmada (pero que el estudio de
los textos no necesariamente lo confirma). Los dos tipos se manifiestan aquí: filiación "electiva"
entre Saussure y Whitney, o entre Labov y Meillet, filiación "objetiva" entre Durkheim y
Meillet, entre Martinet y Saussure, entre Labov y Weinreich.
Sin embargo, la posición de Martinet merece nuestra atención. Su insistencia en el hecho de que
"la relación de lo social con lo lingüístico (le) parecía obvia" puede tomarse como una forma de
evitar el problema, y esta postura es frecuente. Pero tal vez debería tomarse más en serio. Un
pasaje de su segunda carta es realmente interesante:

Para Saussure, la sincronía en el ajedrez solo existe entre las relaciones de las piezas entre dos
movimientos. Para mí cubre toda la parte; para Saussure, la sincronía es la superficie del tronco

161
[II est évident que Labov m'a lu de façon plus que superficielle; tout ce qu'il dit de mes rapports avec
Saussure est inexact. Je ne suis nullement en décalage avec Meillet. Je n'ai jamais rejeté les influences
externes et l'interaction sociale. Les jugements de Labov à mon égard sont complètement faux.]
del árbol cortado con la savia inmovilizada. Para mí, es la savia que fluye. Para mí, solo hay
estructura en movimiento.162

Esta metáfora de la savia me parece característica de su planteamiento e ilustra bien las


propuestas de "sincronía dinámica" que surgieron de su escuela. La lengua cambia, lo social
juega un papel en este cambio (y Martinet hizo algunas incursiones en el campo del purismo, de
la variación estilística, que atestiguan su interés episódico por el aspecto social de la lengua),
pero su concepción de este aspecto social y de su papel (tan obvio que nadie necesita detenerse
en él) es limitante. Su contribución al análisis del cambio lingüístico insistirá, por tanto, en los
factores internos (en particular en su libro Economie des changements linguistiques), dejando de
lado el problema central que podría formularse de la siguiente manera: ¿cómo tener en cuenta el
carácter social de la lengua en el enfoque heurístico de la lingüística? En este punto, Martinet
no aporta nada, nada más en todo caso que Meillet, que se había esforzado por acercarse a la
sociología de su tiempo. Su insistencia en la lengua como hecho social parece haber tenido un
efecto paralizante en su alumno Martinet. Incapaz de proponer un modelo social de la lengua,
pero martillando incesantemente la idea de su naturaleza social, ha legitimado de alguna manera
un abandono generalizado: "la lengua es un hecho social, claro, y ahora pasemos a otro tema",
es decir a un análisis interno que constituye una negación, o un descuido, de este hecho social.
En este sentido, Martinet se encuentra frente a Saussure en una relación de continuidad, no
cuestiona sus grandes dicotomías, pero suma a esta herencia una versión diluida de la de
Meillet. Por lo tanto, podríamos concluir que hay una doble filiación: por un lado, Whitney-
Saussure-Martinet, por otro lado, Durkheim-Meillet- (Weinreich)-Labov, Weinreich no parece
jugar un papel importante en la relación de Labov con Meillet, esto lo que nos mostraría que las
influencias intelectuales no están necesariamente vinculadas a las relaciones profesor-alumno.
Sin embargo, no se trata aquí de proponer una historia de la sociolingüística, sino de mirar sus
orígenes y considerar en especial un momento que me parece importante, el encuentro
organizado en UCLA en 1964 por William Bright163. Es por eso que vamos a interrogar a los
actores (Bright, Samarin, Hymes, Mathiot, Gumperz…), que respondieron a mis preguntas, los
textos, las filiaciones, las relaciones y las redes.

2. La reunión de 1964: Análisis interno

Hubo veintiséis participantes en la reunión de la UCLA (Henrik Birnbaum, William Bright,


Margaret Bryan, Myles Dillon, Charles Ferguson, John Fisher, Paul Friedrich, Harold Garfinkel,
Paul Garvin, John Gumperz, Einar Haugen, Henry Hoenigswald y Dell Hymes, Milka Ivic,

162
[Pour Saussure, la synchronie aux échecs n'existe qu'entre les rapports des pièces entre deux coups.
Pour moi elle couvre toute la partie; pour Saussure, la synchronie c'est la surface du tronc d'arbre coupé
avec la sève immobilisée. Pour moi, c'est la sève qui coule. Pour moi, il n'y a de structure qu'en
mouvement.]
163
Cuyas memorias fueron publicadas en 1966, en William Bright (ed.), Sociolinguistics.
Pavle Ivic, Gerald Kelley, William Labov, Howard Law, Madeleine Mathiot, Raven McDavid,
Herbert Paper, Irvine Richarson, José Pedro Rona, William Samarin, Andrée Sjoberg y Robert
Stockwell), trece de los cuales presentaron una ponencia y uno, William Bright, las editó y
escribió una introducción. Entre estas veintiséis personas, algunas de ellas famosas, otras lo son
menos y el resto, son prácticamente desconocidos. No todos son de la misma generación y, para
los catorce cuyo estado civil pude reconstruir, nótese la existencia de un grupo central de
personas nacidas entre 1926 y 1929 (Bright 1928, Friedrich l927, Garfinfkel 1929, Hymes 1927,
Labov 1927, Samarin 1926), de otro grupo, menos numeroso, formado por personas cuya fecha
de nacimiento se acerca al cambio de siglo (Dillon 1900-1972, Haugen 1906-1994, McDavid
1911-1984) y finalmente un grupo intermedio cuyos miembros nacieron alrededor de 1920:
Hoenigswald (nacido en 1915), Garvin (1919-1994), Ferguson (1921-1998), Fisher (1922-1985)
y Gumperz (nacido en 1922). Sin embargo, se debe tener en cuenta que la fecha de nacimiento
no es necesariamente significativa: Hymes y Labov tienen la misma edad, pero el primero es, en
1964, un lingüista ya conocido y citado a menudo, mientras que el segundo, que trabajó diez
años como ingeniero químico, todavía es estudiante de lingüística y es sólo un año menor que su
director de tesis, Uriel Weinreich.
¿Cómo valorar la importancia de los participantes durante el encuentro, el papel que jugaron
allí? Por supuesto es posible analizar sus textos, pero la mitad de ellos no presentó ninguna
ponencia y esto no significa que su papel fuera menor. Es por ello que, inicialmente,
propondremos una serie de filtros, operando categorías sucesivas en este conjunto a partir de
criterios objetivos:
- Aquellos que realizaron una ponencia, quienes intervinieron en las discusiones posteriores a
las ponencias.
- El número de ponencias en las que intervinieron y el número de intervenciones.
- El hecho de que estén o no citados en la bibliografía de las distintas ponencias.
De los veintiséis participantes, algunos presentaron una ponencia (en negrilla en la lista infra) y
otros solo intervinieron en los debates (en cursiva en la lista citada, la negrilla cursiva indica
quiénes, al mismo tiempo, fueron ponentes e intervinieron en las discusiones). Reservo un lugar
particular a William Bright (por eso se destaca en mayúsculas) ya que fue a la vez organizador,
autor del prólogo de las actas e intervino en los debates.
Henrik Birnbaum, WILLIAM BRIGHT, Margaret Bryan, Myles Dillon, Charles Ferguson,
John Fisher, Paul Friedrich, Harold Garkinkel, Paul Garvin, John Gumperz, Einar Haugen,
Henry Hoenigswald, Dell Hymes, Milka Yo, Pavle Ivic, Gerald Kelley, William Labov,
Howard Law, Madeleine Mathiot, Raven McDavid, Herbert Paper, Irvine Richarson, José
Pedro Rona, William Samarin, Andrée Sjoberg y Robert Stockwell.
Por lo tanto, tenemos junto a William Bright diferentes conjuntos, el de ponentes / interventores
(como Ferguson), el de interventores (como Birnbaum), un ponente "silencioso" (Rona) y una
"silenciosa" (Bryan), que constituyen círculos concéntricos: en el primer círculo de los ponentes
/ interventores, en el segundo círculo los interventores no ponentes y un ponente no
interviniente (Rona)164 y por fuera una "silenciosa" (Bryan).
Queda por cuantificar las intervenciones. La tabla 1 muestra, para cada uno de los participantes,
y en este orden el número de ponencias en las que intervinieron y el número total de
intervenciones (no tengo en cuenta en estas cifras, las intervenciones de un participante en el
debate sobre su propia ponencia):

Tabla 1

Autores Ponencias en las cuales Número total de


intervienen intervenciones
Henrik Birnbaum 1 4
William Bright 5 7
Margaret Bryan 1 2
Myles Dillon 3 6
Charles Ferguson 6 8
John Fisher 5 10
Paul Friedrich 4 8
Harold Garfinkel 3 5
Paul Garvin 4 4
John Gumperz 6 8
Einar Haugen 6 15
Henry Hoenigswald 3 5
Dell Hymes 4 6
Milka Ivic 2 2
Pavle Ivic 6 8
Gerald Kelley 3 4
William Labov 5 6
Howard Law 2 2
Madeleine Mathiot 5 9
Raven McDavid 3 4
Herbert Paper 4 5
Irvine Richarson 1 1
José Pedro Rona
William Samarin 3 3
Andrée Sjoberg 1 1
Robert Stockwell 2 3

Vemos que el número de ponencias sobre las que intervienen los participantes va de 0 (Rona) a
6 (Ferguson, Gumperz, Haugen) y el número de intervenciones de 0 a 15. Desde un punto de
vista cuantitativo, los principales protagonistas de los debates son, en ese orden, Haugen,

164
De hecho, José Pedro Rona no estaba presente en la reunión y su ponencia fue presentada por
Madeleine Mathiot.
Ferguson, Gumperz, P. Ivic, Fisher, Bright, Labov, Mathiot, Garvin, Hymes, Friedrich, Paper.
Si comparamos esta lista de doce con este último, vemos que hay ocho en común (Bright,
Ferguson, Fisher, Friedrich, Gumperz, Haugen, Hymes, Labov), cinco que aparecen solo en el
conjunto del primer círculo (Hoenigswald, Ivic, Kelley, Me David, Samarin) y cuatro que son
solo intervinientes activos (Garvin, Ivic, Mathiot, Paper). Pero el hecho de intervenir bastante
no prueba que se juegue un papel importante en la reflexión o en la conceptualización: hay
charlatanes por doquier. . .
Es por eso que vamos a utilizar ahora el filtro del sistema de citas. En la lista que citamos más
adelante, frente al nombre de los autores de las ponencias y de la introducción publicadas en las
actas del encuentro, se indican entre paréntesis los participantes que citan (cuando los citan) en
la bibliografía de su ponencia.

William Bright (Ferguson, Garvin, Gumperz, Hymes, Labov)


Charles Ferguson
John Fisher (Garvin)
Paul Friedrich (Hymes)
John Gumperz (Bright, Haugen, Hymes, Labov)
Einar Haugen (Ferguson, Garvin, Gumperz, Hoenigswald)
Henry Hoenigswald (Haugen, Hymes)
Dell Hymes (Garvin /Mathiot)
Gerald Kelley (Friedrich, Gumperz)
William Labov (Garvin /Mathiot)
Raven McDavid
José Pedro Rona (Garvin /Mathiot, Haugen)
William Samarin (Garvin /Mathiot)
Andrée Sjoberg (Garvin)

Si intentamos cruzar estos datos, es decir, identificar las reciprocidades en las citaciones,
debemos, por una parte, excluir dos nombres citados, Garvin y Mathiot, que no presentaron
ponencia y por lo tanto no puede entrar en reciprocidad, y por otra parte Ferguson, Fisher,
Hymes, Labov, McDavid, Samarin y Sjoberg que no citan a ninguno de los otros ponentes (pero
citan a Garvin y Garvin / Mathiot, sobre los cuales volveremos después).
Nos quedan, por tanto, siete nombres en la columna vertical (los de los ponentes que citan a
otros ponentes) y ocho en el eje horizontal (los ponentes que son citados por otros ponentes)
(tabla 2):

Bright Ferguson Friedrich Gumperz Haugen Hoenigswald Hymes Labov


Bright X X x x
Friedrich x
Gumperz x x x x
Haugen X X X
Hoenigswald x x
Kelley x X
Rona x
Número de 1 2 1 3 3 1 4 2
citaciones

El más citado, Dell Hymes, no cita a ninguno de los ponentes (aunque su bibliografía es
consistente), Gumperz y Haugen, que lo siguen de cerca, citan por su parte, respectivamente 4 y
3 ponentes, mientras que Ferguson y Labov, citados dos veces, no citan a nadie. Por tanto, de
este sistema de citas cruzadas surge un núcleo central, Bright, Gumperz y Haugen, un núcleo del
que están ausentes Hymes, Ferguson y Labov (son citados, pero no citan, constituyendo así un
"primer círculo"), así como Garvin y Mathiot (son citados, pero no pueden citar). Los miembros
del "núcleo central" y el "primer círculo" también se encuentran en la intersección del "primer
círculo" y los miembros de la mesa 2: Bright, Gumperz, Haugen, Ferguson, Labov, Hymes, seis
personas que, a la luz de estos diferentes criterios (presentan una ponencia, intervienen, son
citados) parecen haber jugado un papel central en la reunión de 1964. Se agregan Mathiot y
Gardin, seleccionados por dos de los tres filtros (intervienen, son citados), lo que nos da una
especie de constelación de tres niveles:

Bright, Gumperz, Haugen


Ferguson, Labov, Hymes
Mathiot, Garvin

Este conjunto de nombres corresponde a una cierta realidad biográfica. Ferguson y Gumperz
trabajaron juntos en la India, publicaron un libro conjunto, Bright los conocía allí, Samarin
conoció a Bright en 1955, Fisher, Haugen y Sjöberg también lo conocieron antes de la reunión
de UCLA, Haugen y Gumperz trabajaron ambos en Noruega, Hymes y Gumperz son colegas en
Berkeley. Dell Hymes también tiene un estatus particular en este conjunto: es el más citado, el
más conocido en ese momento (es por ejemplo el único que aparece en el índice del volumen de
la encyclopédie de la Pléiade Le Langage165, publicado en 1968 bajo la dirección de André
Martinet) y su artículo “La etnografía del habla” (1962)166, citado cuatro veces, aparece por
tanto como referencia común. Lo mismo ocurre con el artículo de Garvin y Mathiot, “La
urbanización de la lengua guaraní” (1960), el más citado167, y como veremos más adelante, para
obras de autores ausentes (Sapir, Bloomfield, Jakobson, Weinreich). Languages in contact de
Uriel Weinreich se cita tres veces.

165
[Solo en el índice. No se incluye ningún capítulo de su autoría.]
166
[The ethnography of speaking], en Anthropology and human Behavior, ed., by Thomas Gladwin and
W.C. Sturtevant, Washington, DC, 1962.
167
[The urbanization of the Guarani Language], en Men and cultures, selected papers of the fifth
international congress of anthropological and ethnological sciences, ed. By Anthony F.C. Wallace,
Philadelphia, 1960.
Pero solo están en las citas, los participantes en la reunión. Encontraremos, en la tabla 3, los
autores (ausentes de la reunión) citados por al menos dos de los asistentes a la reunión.

Tabla 3
Número de citas Los que “citan” Textos Lengua
Bloomfield 4 4 3 Inglés
Brown/Gilman 2 2 1 Inglés
Carroll 2 2 1 Inglés
Ferguson 3 2 3 Inglés
Fisher 2 2 1 Inglés
Garvin 3 3 3 Inglés
Garvin/Mathiot 4 4 1 Inglés
Garvin/Riesenberg 2 2 1 Inglés
Gumperz 3 3 3 Inglés
Haugen 3 3 3 Inglés
Hockett 2 2 1 Inglés
Hymes 4 4 1 Inglés
Jakobson 5 2 5 4 en inglés y 1 en
ruso
Jespersen 2 2 2 Inglés
Labov 3 2 3 Inglés
Pike 2 2 2 Inglés
Sapir 9 4 9 Inglés
Sapir/Swadesh 2 2 2 Inglés
Weinreich 3 3 1 Inglés
Whorf 3 2 3 Inglés

Vemos que el autor más citado es Sapir, seguido de Jakobson, Bloomfield, Garvin / Mathiot e
Hymes. ¿En qué idiomas están escritos los textos citados? Si tenemos en cuenta todas las citas,
tenemos 129 textos citados en inglés, 10 en alemán, 9 en español, 7 en francés, 4 en ruso, 3 en
sueco, 2 en noruego, 1 en danés y 1 en checo. Pero estas cifras son engañosas porque las 46
referencias en idiomas distintos al inglés rara vez dan testimonio de un interés en la producción
teórica en estos idiomas, sino más bien de dos cosas:
1) Necesidades de campo: así, Samarin, que trabajó en la República Centroafricana, una antigua
colonia francesa, cita cuatro textos en francés, Haugen que trabaja en Noruega cita textos en
noruego y sueco, Friedrich que trabaja en ruso cita textos en ruso, etc.
2) La lengua materna del ponente: así los nueve textos en español son citados por José Pedro
Rona. Es decir, los textos que no están en inglés citados rara vez se citan por razones teóricas
sino más bien por razones de campo. Por ejemplo, el autor francés más citado es André Jacquot
(tres referencias), para descripciones de la situación del Sango (lengua vehicular de la República
Centroafricana, M&M), y solo tres referencias tienen un estatus más general y más teórico,
Dominique Zahan (La dialectique du verbe chez les Bambaras), Antoine Meillet (Les langues
dans l’Europe nouvelle) y Marcel Mauss (discusión de un texto de Meillet).
3. ¿Una red?

Las relaciones que aparecen objetivamente en el análisis anterior, son confirmadas por la
biografía de los participantes, pero también son confirmadas por sus declaraciones. De hecho,
he solicitado los testimonios de los principales participantes. Les pedí que relataran sus
recuerdos alrededor de este encuentro, su evaluación, y me llamó la atención el hecho de que en
sus respuestas todos hablaran de su formación y, a menudo, de sus relaciones, enfatizando el
aspecto humano de la aventura sociolingüística. Entonces William Bright cita nombres, se
refiere a lo que llamaré una red:
En cuanto a mis motivos para organizar la conferencia: desde mi formación orientada por dos
estudiantes destacados de Edward Sapir (M.B. Emeneau y Mary Haas), mi trabajo de campo en
India en 1956-57, mi interacción con John Gumperz y Charles Ferguson en India, mi interacción
con colegas en los Estados Unidos como Dell Hymes, y hasta mi lectura de los primeros trabajos
de William Labov, me entusiasmaron las posibilidades de introducir una dimensión social a la
lingüística "estructural" que prevalecía en esa época; y mi propia investigación estaba apuntando
fuertemente en esa dirección.168

Lo mismo ocurre con Dell Hymes, que evoca tanto el presente: “La mezcla de personas fue
buena para Estados Unidos. Raven McDavid por la geografía dialectal de la generación anterior,
Einar Haugen ... y Harold Garfinkel”169, y su propia formación (“Boas, Sapir, Whorf”), de
Madeleine Mathiot, quien me escribió que“ todavía era un grupo muy reducido de personas que
se conocían bien ", de William Samarin que declara haber seguido con Bright los cursos de
Mary Haas, y de John Gumperz que habla de su formación “como alumno de Kenneth Pike ",
los antecedentes dialectológicos" de la temas como las relaciones entre las fronteras dialectales
y las fronteras grupales y la literatura relacionada con la aparición de lenguas estándar (por
ejemplo, Tourtoulon y Bringuier, Gauchat, Frings y otros).” 170

Si volvemos a la constelación de tres niveles que presentamos más atrás,

Bright, Gumperz, Haugen


Ferguson, Labov, Hymes
Mathiot, Garvin,

entonces vemos que constituye una especie de "colegio invisible ", para usar la fórmula de
Derek de Solla Price171, quien tiene cierta consistencia generacional (Bright, Gumperz,

168
As for my motives in organizing the conference : from my training by two outstanding students of
Edward Sapir (M.B.Emeneau and Mary Haas), from my field work in India in 1956-57, from my
interaction with John Gumperz and Charles Ferguson in India, from my interaction with colleagues in the
US such as Dell Hymes, and from my reading of the early work of William Labov, I'd become excited
about the possibilities of introducing a social dimension to the "structural" linguistics which then
prevailed; and my own research was turning strongly in that direction.
169
« The mix of people was a good one for the US. Raven McDavid from the dialect geography of a
generation before, Einar Haugen... and Harold Garfinkel ».
170
« issues such as the relations between dialect boundaries and group boundaries and of the literature on
the rise of standard languages ».
171
Derek J. de Solla Price (1961). Science since Babylon, New Haven, Yale University Press.
Ferguson, Labov, Hymes tienen aproximadamente la misma edad) y geográfico (Bright y
Mathiot están en Los Ángeles, Gumperz e Hymes están en Berkeley, Garvin también está en
California, solo Ferguson y Labov están en el este de los Estados Unidos). Pero esta red tiene
otra coherencia: la mayoría de sus miembros han realizado trabajo de campo en áreas
multilingües. Gumperz, Bright y Ferguson se han encontrado con el multilingüismo en India,
Mathiot y Garvin están interesados en Paraguay (pero desde lejos: entrevistan a paraguayos que
viven en los Estados Unidos), Haugen y Gumperz han estudiado la situación muy particular de
Noruega. Agregue a eso publicaciones conjuntas: Ferguson y Gumperz publicaron en 1960
"Linguistic Diversity in South Asia” (La diversidad lingüística en el sur Asia)172 (el cual, Paul
Friedrich reseña inmediatamente en Language), Gumperz y Hymes publicaron en 1964 “The
Ethnography of Communication” (La etnografía de la comunicación)173, y así sucesivamente.
Por tanto, es posible analizar este grupo como una red, pero una red que carece de ciertos
factores para poder imponerse. En particular, es bastante claro en los testimonios que pude
recoger174 que los diferentes participantes no tenían los mismos fines científicos. Gumperz es
muy claro en este punto:
En lugar de centrarnos en "la lengua o las lenguas en el contexto social" (para usar el término de
Labov) donde la lengua sigue siendo el objeto principal de análisis, comenzamos a centrarnos en
las comunidades de habla y sus repertorios lingüísticos. En retrospectiva, recuerdo que me
encontré teóricamente aislado de muchos otros participantes que continuaron centrándose
principalmente en las estructuras lingüísticas. Recuerdo que intercambié más con Harold
Garfinkel.175

Algunos querían cambiar de teoría y método ("enfatizar en las comunidades lingüísticas y sus
repertorios", John Gumperz), mientras que otros propusieron agregar una mirada sociológica de
la lengua: "la lengua considerada en su contexto social y/o sociológico" (Henrik Birnbaum,
correo electrónico del 17 de octubre de 1998), "el acople de la lingüística formal y la
interpretación social" (Samarin) o de nuevo, como escribe William Bright (correo electrónico
del 5 de octubre de 1998)176: “Me entusiasmaban las posibilidades de introducir una dimensión
social a la lingüística estructural que dominaba en aquella época; y mi propia investigación
estaba girando fuertemente en esa dirección.”

172
IJAL: 26, 3.
173
Suplemento al número 66 de American Anthropologist.
174
W. Bright, D. Hymes, H. Birnbaun, J. Gumperz y M. Mathiot me enviaron entre uno y varios correos
electrónicos, W. Samarin redactó una respuesta a mis preguntas en un artículo titulado “Sociolinguistics
as I see it” (La sociolingüística como yo la veo).
175
«Rather than focusing on "language or languages in social context" (to use Labov's term) where
language is still the primary object of analysis, we began to focus on speech communities and their
linguistic repertoires». «In retrospect I recall that I found myself theoretically isolated from many other
participants at that conference who continued to focus primarily on linguistic structures». «I remember
that I talked mostly to Harold Garfinkel». [E-mail del 27 octubre de 1998]
176
Respectivamente: « language viewed in its societal and /or sociological context »; « the coupling of
formal linguistics with social interpretation »; « I'd become excited about the possibilities of introducing a
social dimension to the "structural" linguistics which then prevailed; and my own research was turning
strongly in that direction ».
Por lo tanto, teníamos, por un lado, una lingüística estructural que creía en la lengua y conducía
a una sociolingüística concebida como un enfoque anexo a los hechos de lengua, y por otro
lado, la emergencia o la búsqueda de otro modelo más bien basado en la comunidad lingüística.
Pero esta noción, vaga, que se presta a diferentes definiciones, planteó un problema: los
participantes del encuentro no disponían realmente de un arsenal teórico común. Los textos más
citados en sus ponencias, "The urbanization of the Guarani Language” (La urbanización de la
lengua guaraní) de Paul Garvin y Madeleine Mathiot, "The ethnography of speaking” (La
etnografía del habla) de Dell Hymes y “Languages in Contact” (Lenguas en contacto) de Uriel
Weinreich, no constituyen una teoría y dan cuenta, a lo sumo, de intereses convergentes. Cabe
recordar aquí que Weinreich, en el último párrafo de su libro (Multiple Language Contacts as a
Favorable Field of Study) hizo una lista de posibles investigaciones en el campo del contacto de
lenguas. Primero mencionó los "torbellinos lingüísticos" en donde, como en la península de los
Balcanes, los contactos lingüísticos han fascinado durante mucho tiempo a los investigadores,
luego citó el caso del yiddish, de la India, de Israel para luego llegar a los Estados Unidos, que
fue descrito como "super- Balcanes lingüísticos muy accesibles, pero poco estudiados"177.
Luego evocó las lenguas de los indígenas, las lenguas de los inmigrantes ("millones de
hablantes representan a decenas de lenguas europeas y varias lenguas asiáticas"), las ciudades
por oposición a las reservas indias, las comunidades lingüísticas, en particular la de los
hablantes de yiddish que, al pasar de Europa a América, cambiaron la diglosia, etc. Sin
embargo, en este vasto programa, nada se siguió. En particular, los trabajos presentados en esta
conferencia atestiguan tanto una gran diversidad de intereses, una convergencia muy débil de
campos y temas, así como una clara falta de interés por la situación estadounidense. Gumperz
evoca Noruega e India, y se ocupa del cambio lingüístico, Haugen habla sobre Noruega y de la
planificación lingüística, Kelley se ocupa del hindi, Fisher de las lenguas micronesias, Samarin
del Sango, Friedrich del ruso, Sjoberg de los sistemas de escritura, Rona del guaraní y Ferguson
de las “fórmulas del perfil sociolingüístico nacional”. Sólo Mc David, Labov y Hymes tratan
temas que se acercan al programa de Weinreich (diferencias sociales y dialectales en las
ciudades estadounidenses para el primero, hipercorrección y pequeña burguesía en la ciudad de
Nueva York para el segundo y "relatividad lingüística" con ejemplos de nativos americanos para
el tercero).
Si los participantes de la reunión forman un grupo o una red, su situación en realidad es más
defensiva que ofensiva, ya que se sienten amenazados por una teoría emergente, la de Noam
Chomsky. William Samarin escribe: " En ese momento me habría considerado simplemente un
lingüista, consciente, sin embargo, de que mi tipo de lingüística ya estaba en peligro de ser

177
« these highly accessible but almost unexplored linguistic "super-Balkans" Languages in contact, p.
114.
arrasada por Noam Chomsky y su tipo de lingüística transformacional-generativa"178. John
Gumperz me explica que quiso diferenciarse de quienes enfatizaban principalmente las
estructuras lingüísticas, pensando por su parte que era necesario concentrarse en las
comunidades lingüísticas y su repertorio. Sólo Dell Hymes me escribió que aprovechó su
presencia en la UCLA para asistir a una conferencia de Chomsky, lo que no le impidió decir
sobre la reunión: “Fue una buena representación, un buen abanico de intereses en la lengua más
allá de la gramática formal”179 y declarar en otro correo electrónico (9 de febrero de 1999):“Al
mismo tiempo, como sabrán, estaba escribiendo sobre la ‘competencia comunicativa’ en
reacción a la concepción de ‘competencia’ por parte de Chomsky” 180

Es decir, Noam Chomsky, quien, por supuesto nunca es citado en los textos de 1964, y, en
general, la gramática generativa, se cierne como una sombra sobre la reunión. Es contra la
amenaza de una lingüística cada vez más formal y cada vez menos "humana" que estas personas
se reúnen, y podemos proponer la hipótesis de que la sociolingüística nació en parte contra el
generativismo, contra cierta idea de que la lingüística se aleja cada vez más del contexto social.
Los participantes de esta otra aventura, tienen las mismas características que las del "grupo
Bright": tienen más o menos la misma edad (Chomsky nació en 1928, Katz en 1927, Halle en
1923, Klima en 1931, Fodor en 1935) y están agrupados geográficamente en Cambridge. A
principios de la década de 1960, por tanto, teníamos dos redes antagónicas, una centrada en el
oeste, en California, y la otra centrada en el este, en Massachusetts. Pero estas dos redes
presentan una diferencia fundamental: la primera no tiene estrategia de implantación mientras
que la segunda parecía planificar cuidadosamente su progresión imperial. Aquí solo mencionaré
un ejemplo concreto, pero es significativo. En 1962, se celebró en Cambridge el Noveno
Congreso Internacional de Lingüistas. Morris Halle es el secretario del comité ejecutivo del
congreso y, por supuesto, el comité organizador está en manos de los locales (Locke, Halle,
Lunt, Klima ...). Ahora, a Chomsky, entonces de treinta y cuatro años, se le dio una de las cinco
conferencias plenarias (las otras cuatro se dieron a lingüistas de la generación anterior) y, en las
actas del congreso, su texto ocuparía más espacio que el de los otros cuatro juntos...181.
Posteriormente, Morris Halle seguirá con atención las vacantes en las distintas universidades
estadounidenses, designará a los candidatos entre los estudiantes de doctorado del MIT, como
un general frente a un mapa de un campo de batalla, colocando a sus peones en la Universidad
de San Diego, en la de Urbana-Champaign, etc. Albert Valdman, quien de 1964 a 1969 fue

178
« I would have at that time considered myself simply a linguist, aware, however, that my kind of
Chomsky and his transformational-generative kind of linguistics ».
179
« It was a good representation, good range of interests in language beyond formal grammar ».
180
« At the same time, as you may know, I was writing about "communicative competence" in reaction to
Chomsky's use of "competence" ».
181
Stephen Murray, (1994) - Theory Groups and the Study of Language in North America. John
Benjamins Publishing Company, Amsterdam /Philadelphia: 239-240.
director del departamento de lingüística de la Universidad de Indiana y, como tal, siguió estas
"maniobras", agrega que "la lingüística G-T ha sido un movimiento intelectual más centrado
que las diversas corrientes de la sociolingüística estadounidense. Por su naturaleza, quizás era
más adecuado para tomarse el poder” (comunicación personal, 5 de enero de 1999). No
encontramos nada parecido del lado de la otra red. Sólo Uriel Weinreich (1926-1967) parece
tener una estrategia, pero se reduce a la promoción de William Labov: es él quien sugiere
sistemáticamente, a quienes lo invitan a reuniones de sociolingüística, que inviten a Labov,
quien obtiene becas de investigación, que le gestiona una publicación en Word, etc.182.

El "grupo de Bright" también se enfrenta a un desafío teórico que no puede afrontar. La


lingüística que dominó el siglo XX, lo que va de Saussure a Chomsky, es decir los
estructuralismos europeo y americano, tenían en común el hecho de haber producido una
abstracción (la ‘lengua’ en un caso, la ‘competencia’ en el otro) lo que hizo imposible
comprender los fenómenos de comunicación. En un caso, esta comunicación se confundió con
códigos y en el otro con máquinas para producir oraciones. Sin embargo, la mayoría de los
miembros del grupo defendieron un enfoque que no cuestionaba ni la teoría ni la metodología
dominante y se contentaron con agregar una dimensión social a la lingüística estructural: de
ninguna manera fue una revisión epistemológica, un cambio de paradigma. Solo el testimonio
de Gumperz va en sentido contrario: “Para mí, la verdadera ruptura entre la sociolingüística de
los sesenta y sus predecesoras fue que empezamos a centrarnos sistemáticamente en lo que en
ese momento veíamos como la relación entre la estructura lingüística y social”183. Pero los otros
participantes no rivalizan con la lingüística estructural. Así lo evidencia, por ejemplo, el hecho
de que encontramos las firmas de Weinreich y Fishman en una obra editada por André
Martinet 184 publicada en 1968, y que constituye un manifiesto de la lingüística funcional
ortodoxa. Estrictamente hablando, por lo tanto, no existe una escuela de pensamiento o análisis
común en el "grupo Bright".
La mejor forma de mostrar esta falta de coherencia teórica es cuestionar cómo definieron el
campo de estudio que inauguraban. Entonces, ¿qué es para ellos la "sociolingüística"? Bright, en
su introducción al trabajo de 1966, lo define de la siguiente manera: “Así pues la tarea del
sociolingüista es mostrar las variaciones sistemáticas correlacionadas de la estructura lingüística
y de la estructura social –y aún quizá mostrar una relación causal en una dirección o en otra.” 185
Y continúa, insistiendo en que los sociolingüistas se oponen a la lingüística general en un punto,

182
Ídem. P. 377.
183
«For me the real break between 1960th sociolinguistics and its predecessors was that we began to
focus systematically on what at the time we saw as the relationship between linguistic and social
structure».
184
Le Langage, Encyclopédie de la Pléiade, Paris, Gallimard, 1968.
185
« The sociolinguist's task is then to show the systematic covariance of linguistic structure and social
structure - and perhaps even to show a causal relationship in one direction or the other ».
considerar que las lenguas no son homogéneas, monolíticas y que están sujetas a variación:
“Una de las tareas principales de la sociolingüística es mostrar que tal variación o diversidad no
es en efecto libre sino que está relacionada con diferencias sociales sistemáticas. La diversidad
lingüística es precisamente el asunto principal de la sociolingüística.” 186
Pero se trata aquí de una definición a posteriori, inspirada en gran medida por Labov. Durante
la reunión las cosas fueron menos claras y en gran medida contradictorias. Dell Hymes, por
ejemplo, al comentar la ponencia de Gumperz, tiene una versión muy diferente. Para él, lo
importante en la obra de Gumperz es que estudia el repertorio verbal de una comunidad y no
una lengua o un código, y ve en este enfoque las premisas de un nuevo enfoque, sociolingüístico
o etnolingüístico: “Fundamentalmente existe realmente una segunda ciencia lingüística
descriptiva subyacente a aquella con la que estamos más familiarizados - la he llamado
'etnografía del habla' - que es quizás la sociolingüística”187. Madeleine Mathiot, haciéndose eco
de este pasaje, me escribe que, según ella, “el origen de la sociolingüística es la colaboración
entre Hymes (que se formó como etnolingüista) y Gumperz (un sociólogo) en Berkeley. Me
imagino que Hymes (que siempre escribió y pensó como un etnolingüista) sugirió el término
sociolingüística para complacer a Gumperz” (Correo electrónico del 1 de febrero de 1999).
Paul Garvin, de forma un poco paradójica, en la discusión del texto de Samarin, utiliza por su
parte una fórmula que será una vez tomada con desprecio por los partidarios de la lingüística
"dura", tratar la sociolingüística como una "disciplina con guiones" (hyphenated). Y le asigna
dos tareas: “Hay dos situaciones lingüísticas claramente definidas que sólo pueden tratarse en
términos de esta disciplina dividida con guiones. Uno es el problema de la lengua estándar (...)
El segundo es la cuestión de la lengua franca“188. Y Ferguson, el único que utiliza el término
sociolingüística en el título de su artículo (“Sociolinguistic profile”), habla de índices
sociolingüísticos o de clasificación sociolingüística, utilizando sólo la forma adjetiva, sin
mencionar sociolingüística (en inglés, Sociolinguistics). Todo esto suena un poco vago y, en la
retrospectiva que nos brinda el tiempo, podríamos tener la impresión de que, salvo raras
excepciones, estos precursores de la sociolingüística no creen en ello, que simplemente quieren
esparcir lo social en la lingüística estructural, estudiar la variación, la emergencia de las lenguas
vehiculares, las situaciones lingüísticas de los Estados, etc., al margen de lingüística (que se
aplicará a la sociolingüística, junto al calificativo "guión", el de "periférico"). La verdad, sin
duda, está en otra parte: de hecho, no logran desarrollar un aparato teórico innovador, no logran
constituirse en una escuela, o en un grupo de presión teórico, y los textos de los que hemos visto

186
« One of the major tasks of sociolinguistics is to show that such variation or diversity is not in fact
'free', but is correlated with systematic social differences. In this and in still larger ways, linguistic
DIVERSITY is precisely the subject matter of sociolinguistics ».
187
« Fundamentally there is really a second descriptive linguistic science underlying the one with which
we are more familiar - I've called it 'ethnography of speaking' - which is perhaps sociolinguistics ».
188
« There are two clearly defined language situations that can be treated only in terms of this hyphenated
discipline. One is the standard language problem (...)The second is the question of lingua franca ».
que son los más citados, y que por tanto constituyen sus referencias (casi) comunes, Hymes,
Garvin / Mathiot y Weinreich, son ellos mismos divergentes.
Sin embargo, a través de las citas y el tema de las ponencias, vemos tres tendencias principales
que emergen en esta reunión:
- Una tendencia "sociolingüística urbana", marcada al principio por el artículo seminal de
Garvin / Mathiot, "The urbanization of the Guarani language” (La urbanización de la lengua
guaraní). Su punto era relativamente simple. Partiendo de la distinción trazada por la escuela de
Praga entre lengua estándar y lengua popular y de la propuesta por R. Redfield 189 entre cultura
popular y cultura urbana, plantearon que la estandarización de una lengua estaba directamente
relacionada con el grado de urbanización de sus hablantes. Y su análisis de la situación en
Paraguay les permitía, creían ellos, mostrar que el proceso de formación de una forma
estandarizada, el frente al español, era parte del surgimiento de una cultura urbana bilingüe. Sin
embargo, la ciudad está, de diferentes formas, muy presente en las comunicaciones. William
Labov trabaja sobre la hipercorrección en las clases medias de Nueva York, Gerald Kelley sobre
el estado del hindi en las ciudades de la India, José Pedro Rona repasa el estado del guaraní,
Raven McDavid estudia las variantes dialectales y sociales en la sociedad urbana americana.
- Una tendencia de "etnografía de la comunicación", que se manifiesta en la omnipresencia de
"The ethnography of speaking" de Dell Hymes, citada por Bright, Hoenigswald, Gumperz,
Friedrich, en la ponencia de Hoenigswald sobre "lingüística popular" (folk-linguistics), en la de
Gumperz, y en la de Hymes por supuesto. Pero, sobre todo, nos enfrentamos aquí a un problema
semántico, con vacilaciones taxonómicas, etnografía del habla (Hymes 1962), ethnography of
communication (Gumperz e Hymes 1964), Sociolinguistics, vacilaciones de las que el propio
Hymes da testimonio en su intervención que ya citamos posterior a la ponencia de Gumperz,
titulada "On the ethnology of linguistic change” (Sobre la etnología del cambio lingüístico":
“una segunda ciencia lingüística descriptiva subyacente a aquella con la que estamos más
familiarizados - la he llamado 'etnografía del habla' - que es quizás la sociolingüística”.
- Una tendencia de "plurilingüismo y política lingüística", que claramente tiene su fuente en
Languages in contact de Weinreich y en las obras de Haugen sobre Noruega, y se hace evidente
en la ponencia de Haugen, la de Ferguson, pero también la de McDavid, que conduce al
problema de enseñar a hijos de migrantes, o el de Rona que concluye que los paraguayos
quisieran desarrollar el guaraní pero no saben cómo hacerlo y que “merecen ayuda y buenos
consejos para esta tarea, de estudiosos de todo el mundo”190.
Más allá de este encuentro, vemos, de manera más amplia, que el nacimiento de la
sociolingüística está determinado por cuatro tipos de factores:

189
R. Redfield, The Folk Cultures of Yucatan, Chicago, 1941.
190
« They deserve help and good counsel for this task, from scholars the world over ».
1) En primer lugar, el terreno, que socava la idea de la lengua como una estructura invariante y
al mismo tiempo subraya la importancia del plurilingüismo. La mayoría de los participantes de
la reunión de 1964 trabajaron en terrenos no norteamericanos (India, Noruega, Paraguay ...) y en
algunas ciudades americanas (Chicago para McDavid, Nueva York para Labov). Pasamos así
lentamente del informante, apreciado durante mucho tiempo por los fonólogos, o de la
introspección, favorita de los generativistas, a la comunidad lingüística, cualquiera que sea su
definición (y hay varias ...).
2) Interés por el cambio lingüístico, relacionado con los hechos sociales. Por supuesto, este tema
recuerda inmediatamente a Labov, pero se remonta a Meillet, cuya crítica debe recordarse aquí
de Saussure, ya citado anteriormente: “al separar el cambio lingüístico de las condiciones
externas de las que depende, Ferdinand de Saussure lo priva de la realidad; lo reduce a una
abstracción necesariamente inexplicable”.
3) Preocupaciones sociales, en particular el problema de déficits lingüísticos y enseñanza de
inglés a niños de clases sociales desfavorecidas (Bernstein), a la comunidad negra
estadounidense (Labov) o a los hijos de migrantes (McDavid). Este tema seguirá siendo fuerte
hasta el día de hoy, tanto en el ámbito escolar como en el laboral (véase, por ejemplo, las
investigaciones Francia de Josiane Boutet).
4) Preocupaciones por la política lingüística. En 1964, estos se refieren principalmente a la
tipología del plurilingüismo. Después de tener, en 1959, describe la diglosia, Ferguson aborda
aquí un problema ya abordado por William Stewart191, el de las fórmulas tipológicas, o la
ecuación de situaciones plurilingües, problema al que Stewart volverá en 1968, seguido de
Fasolph en 1983192. Será entonces en Europa donde se desarrollará este tema, en particular en
Francia (sobre Occitania o las islas de habla criolla) y en España (sobre Cataluña, Galicia o el
País Vasco).
La sociolingüística escapará entonces de sus iniciadores para centrarse en cambio en Europa. En
Francia, por ejemplo, comenzaron a surgir varias tendencias a principios de la década de 1970.
El primero, centrado en Rouen en torno a los comunistas ortodoxos, encuentra su primera
expresión en un libro (Marcellesi-Gardin 1974) que da tanto espacio a la "lingüística" soviética
(Marr, Reznikov, Stalin) como a Labov, pero ignora el resto de la corriente americana y de los
precursores franceses: ninguna referencia en el índice a Bright, Ferguson, Gumperz o Cohen
(cuyos Matériaux pour une Sociologie du Langage fueron, sin embargo, reeditados en 1971),
una referencia a Hymes, dos a Meillet, pero siete a Marcellesi, ocho a Dubois y once a Marr y
Stalin... En Montpellier, alrededor de Robert Laffont, los "lingüistas occitanos" vuelven
críticamente al concepto de diglosia. En términos más generales, la investigación europea
continuará en las direcciones inauguradas en EE. UU., tanto en lo que respecta a la variación

191
William Stewart, 1962.
192
Ver L.-J. Calvet, 1986.
(Peter Trudgill sobre el inglés en Norwich, Norbert Dittmar sobre el alemán en Berlín, etc.)
como el plurilingüismo (entre los romanistas alemanes, entre los lingüistas catalanes y
occitanos, como Lluís Aracil, Rafael Ninyoles, Robert Laffont, entre analistas de situaciones
poscoloniales como Robert Phillipson en inglés, Calvet en francés), con la misma dispersión
teórica que en el "grupo de Bright”193. Treinta y cinco años después de este encuentro seminal,
los problemas parecen ser los mismos: dispersión de intereses, ausencia de una teoría
unificadora, ausencia de fuerza institucional. Pero el papel de lo político aparece cada vez con
mayor claridad. La forma en que el concepto de diglosia, por ejemplo, ha sido revisado y
criticado (por occitanos, catalanes, creolófonos) es desde este punto de vista edificante: la
sociolingüística se constituye en Europa como ciencia secular, consciente de las implicaciones
sociales y política de sus descubrimientos

Conclusiones

El artículo de Koerner del que partimos da testimonio de una visión lineal y algo mecanicista de
la historia de la sociolingüística. Hemos visto que la filiación Whitney-Saussure-Meillet-
Martinet Weinreich Labov no se sostenía mucho, que Meillet no estaba en las mismas
posiciones que Saussure, que Labov (a través de Weinreich) no le debía mucho a Martinet. Las
relaciones maestro-estudiante no son tan automáticas y muy a menudo un "estudiante de tesis"
en su carrera científica se aleja de las posiciones de su director de tesis. Por otro lado, el
encuentro organizado por William Bright en 1964 revela la existencia indiscutible de una red
compuesta principalmente por jóvenes lingüistas (tienen una media de 37 años), trabajando o
habiendo trabajado en situaciones de plurilingüismo o diglosia, centrado principalmente en
California. Pero, de hecho, es una red flexible y extendida que no tiene fuerza institucional (solo
Ferguson dirige una institución importante, el Centro de Lingüística Aplicada, pero está en el
otro extremo del país, en Washington). Además, no está teóricamente unificado (sus miembros
también se refieren, en ese momento, a la etnografía de la comunicación así como a la
sociolingüística, a la etnología del cambio lingüístico e incluso, para Haugen, a la ecología
lingüística), no tiene un líder, una obra de referencia: Uriel Weinreich tal vez habría podido ser
su "líder" pero murió en 1967, a los 41 años, y, a principios de los sesenta, se inclinó más por
impulsar la carrera de Labov que por participar él mismo en la aventura de la sociolingüística
naciente.
El "grupo de Bright" no tiene la fuerza de la otra red que apareció al mismo tiempo, formada
por lingüistas de la misma época, con centro en Cambridge, que muy rápidamente tuvo textos

193
Tres títulos publicados el mismo año (Calvet 1974, Marcellesi-Gardin 1974, Trudgill 1974) dan
testimonio perfecto de esta dispersión.
de referencia194 y sobre todo aplicados una estrategia de expansión cuidadosamente pensada.
En esta oposición Este/Oeste, Massachusetts/California, tenemos por un lado la gramática
generativa, organizada y dogmática, y por el otro una nebulosa, un grupo difuso. En este
enfrentamiento, era esperable que el "grupo de Chomsky" se impusiera al de Bright y la
sociolingüística solo pudo tener un papel menor, marginal en Estados Unidos, solo pudo
permanecer en posiciones defensivas. Esto le permitirá a Joshua Fishman escribir, en su
prefacio a una obra de Glyn Williams: “Después de tres décadas, la sociolingüística ha
permanecido tal como era: una provincia de lingüística y antropología, y una provincia más bien
provincial en ese momento.”195
Pero su juicio no es necesariamente objetivo, y también es estrictamente estadounidense. De
hecho, la sociolingüística se recuperará, por otras razones. Por una parte, gracias a un forastero,
William Labov, que en 1964 era solo un principiante prometedor y que tendrá la osadía de
plantear que la sociolingüística es la lingüística. Se podría haber pensado que su acercamiento a
la comunidad lingüística probablemente cambiaría muchas cosas en lingüística, pero estará
encerrado en consideraciones metodológicas algo estrechas que, a pesar de su interés, no le
permitirán realmente proponer un nuevo paradigma. En Europa, en cambio, donde las
condiciones políticas (la muerte de Franco en España, el movimiento de minorías por todas
partes, el análisis de las situaciones coloniales, el estatus de una ciudad como Berlín, cortada en
dos por el muro) generará una abundancia de textos teóricos que todavía no constituyen una
escuela, pero continúan con las preguntas lanzadas en 1964 en UCLA sobre bases más
directamente relacionadas con lo social. La sociolingüística todavía se busca a sí misma, y aún
no ha encontrado el punto de vista que le permita volver a la gran idea de Meillet: "Como la
lengua es un hecho social, se sigue que la lingüística es una ciencia social". Ciertamente, pero
¿sobre qué bases teóricas debemos construir esta ciencia social? ¿Y con qué instrumentos
heurísticos debería estar dotada? Treinta y cinco años después de la reunión de UCLA, todavía
enfrentamos estas preguntas.

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Anexo 2
Sobre Louis-Jean Calvet y su obra sociolingüística 196

https://www.babelio.com/auteur/Louis-Jean-Calvet/42279

Nace Louis-Jean Calvet en Bizerta (Túnez) el 5 de junio de 1942. El recién nacido tuvo que
pasar algunas semanas oculto en un sótano junto a su madre, debido a los bombardeos. Se
refugian luego en la capital, Túnez, después en Ain Draham y à Kairouán. Pasan luego una corta
temporada en Argelia (Arzew). Regresan a Bizerta en 1944.
Sus primeros 18 años pasan en un entorno pluriétnico y multilingüe, colonial al borde del
Mediterráneo. Seguramente esta experiencia lo llevó a escribir un libro en 2016: La
Méditarranée. Mer de nos langues
Viaja a Francia en 1960. Entre 1964 y 1965 viaja a Praga y a Moscú, es jefe de redacción del
periódico mensual 21-27 y tiene el primer encuentro afortunado con Roland Barthes (escribirá
en 1990 su biografía) aprovechando que 21-27 publicaría una entrevista. En este periodo se
acerca al librito de Martinet Éléments de linguistique générale.
Entre 1965 y 1968 se desempeña como asistente de Letras en el lycée de Montreuil.

Desde 1966 cursa su Licence de lettres en la Sorbona. Asiste ocasionalmente a la escuela de


lenguas orientales (árabe y ruso). Asiste con frecuencia a los seminarios de André Martinet, con
Pierre Encrevé, Claude Hagège, Caroline Juilliard, Henriette Walter. Inicia una tesis dedicada al
fenómeno de las siglas en francés.
En este periodo, junto a Jean-Claude Klein, Philippe Buisset y Chantal Brunschwig, conformará
un grupo dedicado a la canción francesa y que los llevará a publicar, años después, Cent ans de
chanson Française (1972).

196
Referencias tomadas del sitio http://louis-jean.calvet.pagesperso-orange.fr/accueil.htm
[1968-1970] Es investigador en el BELC (Bureau pour l’enseignement de la langue et de la
culture française à l’étranger). Se dedica especialmente a la enseñanza del francés en África. Se
encarga de las pasantías de formación de profesores en Aix en Provence (julio de 1969),
Bamako, Mali (agosto de 1969). Se inicia en el aprendizaje del Bámbara. A partir del 1 de
octubre de 1969 es nombrado asistente en la facultad de Letras de París.

Obtiene en 1970 su doctorado de tercer ciclo en lingüística (París V) bajo la dirección de André
Martinet, con un estudio titulado ‘Le système des sigles en français contemporain’.
En ese mismo año se publican algunas traducciones de obras de lingüística en la editorial Payot:
Le langage et la Pensée (Noam Chomsky) y Langage et systèmes symboliques (Yuen Ren
Chao). Inicia una fuerte amistad con Jean-Luc Pidoux-Payot que publicará sus textos de
lingüística.

En 1971 adelanta como experto de la UNESCO, una misión a Mali (julio-septiembre) con el fin
de elaborar una gramática del Bámbara en el marco del programa de alfabetización en lenguas
locales. Tienen lugar el encuentro con el cantante Léo Ferré con quien mantuvo una larga
amistad y luego una triste ruptura.
Publica en 1973, Roland Barthes, un regard politique sur le signe.

1974-1975- 1976 Realiza frecuentes viajes a África para realizar estudios lingüísticos (Senegal,
Costa de Marfil, Malí, Congo).

En mayo de 1977 adelanta, como representante de la UNESCO, un viaje a Malí, luego una
estancia pedagógica en la facultad de Letras de Argelia (mayo-junio) y luego otra estancia
pedagógica en la facultad de Letras de Maputo, Mozambique (octubre).

1978
Sustentación de la tesis de doctorado de Estado (Langue, corps, société). Los miembros del
jurado fueron: Frédéric François, Roland Barthes, Maurice Houis, Yves Person y Louis-Vincent
Thomas.
Publica Faut-il brûler Sardou, en coautoría con Jean-Claude Klein además de Les jeux de la
société.

En 1979 publica Langue, corps, société y en 1981 Chanson et société.

En 1985 es nombrado Maître de conférences. Participa en el Congreso de Lingüística Aplicada


de Valencia (España). Director científico de una misión de trabajo científico en sociolingüística
en Casamanza (Senegal) Adelanta una misión pedagógica en el instituto de lenguas extranjeras
de Cantón en China popular. Designado Presidente del CERPL (Centre d'Etudes et de
Recherches en Planification Linguistique) de 1985 à 1998.
Después de varios años de trabajo científico en África, el descubrimiento de China le abre una
puerta a un nuevo universo, apenas intuido por la escritura china sobre la cual ha trabajado
durante cinco años.
Publica Les langues du marché (Niamey, Bamako, Brazzaville), un valioso texto que hoy en día
es inconseguible dedicado a los mercados plurilingües y las lenguas vehiculares (libros)

1987
Misión científica y pedagógica en Dakar (Senegal). Publica La guerre des langues et les
politiques linguistiques.

1988
Nombrado profesor titular en la Universidad de París V Sorbona.
Experto del gobierno francés para los problemas de política y planificación lingüísticas en la
ACCT (Agence de Coopération Culturelle et Technique) desde 1988 hasta 1995, es decir desde
la llegada de Michel Rocard como Primer Ministro en el segundo periodo de Mitterrand hasta la
elección de Jacques Chirac en 1995.

1990
Publicación de Roland Barthes, biographie.

1991
Publication de Georges Brassens, biographie.

1993. Publicación de La sociolinguistique, libro de la colección Que sais-je? y que tendrá varias
reimpresiones.

1994
Publicación de Les voix de la ville, introduction à la sociolinguistique urbaine.

1995
Hace parte del comité de organisation del coloquio Políticas lingüísticas, mitos y realidades.
Son las primeras jornadas científicas de la red «sociolingüística y dinámica de lenguas», Dakar,
16-18 diciembre. En este año fallece quien fue su cómplice durante más de treinta años, Jean-
Claude Klein
En 1996 fue delegado en la Universidad de rovence (Aix-Marseille 1, 1996-1999) para hacer
parte de la creación del Institut de la Francophonie y de un DESS (Diplôme d'Études
Supérieures Spécialisées) de cooperación lingüística y educativa.

Publication de Les politiques linguistiques y de Histoire de l’écriture.


1997
Conferencia en el coloquio «Políticas lingüísticas para América Latina», en el seminario de
sociolingüística organizado por la Universidad de Buenos Aires.

En 1999 publica Pour une écologie des langues du monde.

2001
Publica Les langues dans l'espace francophone, de la coexistence au partenariat

2002
Publica Le marché aux langues.

2003
Publica Léo Ferré.

2004
Dicta conferencias en Japón (Kyoto, Osaka y Tokyo 23-30 de enero) y en Chile (Santiago de
Chile, Valparaíso y Concepción 15-19 marzo).
Comparte una conferencia y un concierto con Eduardo Peralta, cantante y traductor al español
de la biografía de Georges Brassens.
Publica Essais de linguistique, la langue est-elle une invention des linguistes?

2005
Participation en un DVD sobre Georges Brassens con Maxime Le Forestier: Les leçons de
musique, Le Forestier joue Brassens, Polydor

2006
Affiches Air France, rêver le monde
Combat pour l'Élysée

2008
Les mots de Nicolas Sarkozy

2010
Histoire du français en Afrique, une langue en copropriété ?
Le jeu du signe

2011
Il était une fois 7000 langues

2013
Chansons, la bande-son de notre histoire
Les confettis de Babel, diversité linguistique et politiques des langues

2014
Publica Georges Moustaki. Une vie.

2016
Publica La Méditarranée. Mer de nos langues

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