Escuela Escandinava (Subrayado)
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ARQUITECTo\ICO DE LA
ESCA\DI\AVIA MODER\A
La arquitectura nOrdica, antes del siglo XX y para el resto del mundo, no parecia
existir. Pero en el siglo de la revoluciOn moderna se convirtiO en una poderosa
cultura universalmente admirada: algunos de sus maestros fueron tenidos por
verdaderos paradigmas de las diversas maneras de la modernidad.
Los !Daises nOrdicos se desprendieron del academicismo del siglo XIX mediante lo
que se IlamO la arquitectura del nacionalismo romantic°, comun a todos ellos,
variante del historicismo pintoresco y del Art Nouveau, y de influencia
inglesa, holandesa y centro-europea, pero que tomO en Escandinavia carta de
naturaleza cuando pudo desarrollarse debido a la industrializaci On. Fue
precisamente con un arquitecto "romantico" con el que se iniciO la saga nOrdica en
lo que a lo internacional se refiere: Eliel Saarinen (1873-1950), autor con
Lindgren y Gesellius del PabellOn de Finlandia en la ExposiciOn de Paris (1900), del
Museo Nacional (1902), y, ya solo, de la EstaciOn de ferrocarril (1904-1911), ambas en
Helsinki. Saarinen fue un arquitecto de amplia apertura hacia el
exterior, influenciado por Berlage, pero que hallO una manera personal en la
EstaciOn. La atractiva monumentalidad de su torre y el no menos atractivo
proyecto del Parlamento finlandes (1908), contenian el germen de aguel otro que le
Ilevaria al reconocimiento internacional: la propuesta para el Chicago Tribune
(1922), que, sin construirse, tuvo consecuencias muy notorias.
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a la asplundiana; Alvar Aalto (1898-1976, discipulo de Lindgren, el socio de
Saarinen) orbitO en torno a Asplund sin lograr trabajar con 61, empezO innitandole, y
practicO el clasicismo nOrdico, libre e italianizante, tanto como luego lo ocult6. Arne
Jacobsen (1902-1971) tuvo a Asplund como referencia desde sus primeros trabajos
clasicos y le visitaba y consultaba todos los anos. (Utzon mismo, ya fuera de la etapa
clasicista, estudiO detenidamente su obra).
La corta y brillante carrera de Asplund tuvo asi dos vias principales de influjo;
una, contemporanea e intensisima, en los propios 'Daises nOrdicos; la otra, tardia pero
insistente, en una cultura internacional que ha ido descubriendole poco a poco.Y que
no parece haber encontrado su fin, pues su obra presenta multiples y densas facetas,
capaces de seducir a unos y a otros. Los primeros historiadores modernos no le
hicieron figurar en sus libros, y fue Zevi, a principio de los 50,
quien valorO su obra como superaciOn del primer racionalismo europeo.
Aunque las distintas maneras de Asplund no iban superandose unas a otras, sino que
integraban las anteriores. Las lecciones de un historicismo libre y poco
ortodoxo, aprendidas de Ostberg, activaron un sot isticado clasicismo que
alimentO a su vez su modernidad, y que generO una obra siempre de ricos
matices, en donde una sOlida concepciOn general se completa con recursos
ilusionistas y figurativos, frivolos y hasta humoristicos. Sin renunciar a nada,
nutriendo su obra de una eclectica sabiduria, su carrera fue todo menos lineal. Pero en
esta acumulaciOn de cuestiones anteriores debemos ver gran parte del
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EstaciOn de Helsinki. Eliel Saarinen.
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atractivo y de la densidad de la cultura nOrdica, capaz de representar un
arquetipo de modernidad sin romper con sus tradiciones.
Pero si para los nOrdicos la gran referencia era Asplund, para el mundo el
gigante fue Aalto. Hacia la manera moderna lo desviO definitivamente su
colaboraciOn con Bryggmann, y en cuanto la practicO fue mundialmente
conocido. Sus obras se publicaron, sus muebles se expusieron en Inglaterra, y el
exit° del PabellOn fines de la Feria de NuevaYork de 1939 le consagrO en Estados
Unidos, donde tambien se le dedicO una exposiciOn. Wright, que habia despreciado
a Saarinen al conocer sus primeras obras americanas, considerO un genio a Aalto al
ver el pabellOn.
Aalto fue capaz de absorber la cultura nordica que heredo —de Saarinen y
Lindgren, de Ostberg y Asplund— y transformarla en una cultura definitivamente
moderna y de amplio influjo internacional, pero sin dejarla en el camino. En este
sentido la representO extraordinariamente bien, al tiempo que fue quien logra que la
atenciOn mundial dirigiera la mirada hacia los !Daises nOrdicos para no retirarla casi
nunca.
Acaso sean sus muebles y objetos los que han explicado mejor dicha continuidad
integradora. De un lado, porque Aalto hizo famosa una actividad —la del diseno— que
era practica comOn de sus antecesores —y, asi, Saarinen y Asplund—, y que a partir de
el se convirtio en una "especialidad" de los parses nOrdicos, muy
reforzada por Jacobsen. De otro, porque es en sus muebles donde queda patente la
integraciOn de las tradiciones, popular y culta, en una radical interpretaciOn moderna.
Como sus mayores —Saarinen, Asplund,...— fue curioso y viajero, abriO sus ojos
ante todas las cosas, asinniI6 todo. Fue un hombre de multiples y mezcladas
influencias, tan integrador como personal. Sus obras revelan la avida observacion de
la tradiciOn propia, de la antigua y de la renacentista, de la vernacula, de la
moderna. De alguien que se diria poco prOxinno, como Le Corbusier, asinnilO
mucho, a veces para aplicarlo, otras para negarlo o corregirlo. Ni siquiera Mies le fue
ajeno.
Si con Paimio se colocO a la vanguardia, con Viipuri, Villa Mairea y los pabellones
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de Paris y Nueva York, su obra alcanzO una riqueza y una condiciOn personal, tan
moderna como romantica, que le situO ya en el papel de los autOnticos creadores.
Pero con Saynatsalo, —o, en otro sentido, con el edificio Enso—Gutzeit- fue
tambien el mas importante revisionista de una modernidad que queria
reconciliarse con lo mas valid° de la tradicion. Con su diversificada obra fue
codificado como uno de los principales campeones del organicismo; esto es,
capaz de superar el racionalismo sin negarlo. La historia, pues, era suya; tantos y
tantos le consideraron el mejor: el rey de la modernidad.
Pero bien es verdad que aqui no estaba todo. No existiO en los 'Daises nOrdicos
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una verdadera escuela aaltiana; su influjo alli fue importante, pero difuso. Aunque es
preciso citar, en esta saga, a dos de sus discipulos.
Saarinen alcanz6 un prestigio tal con aquel certamen que le decidiO a emigrar a los
Estados Unidos. Alli continuo elaborando su idea de torre para el Lake Front en
Chicago, pero no IlegO a realizar ninguna. Su propuesta influyO
poderosamente, sin embargo, en la construcciOn neoyorkina —y americana— de
edificios en altura. Hood y Howells, ganadores del Chicago Tribune, le imitaron luego,
y puede decirse que fue de la atractiva torre escalonada de Saarinen de donde los
rascacielos Art-Deco tomaron uno de sus principales modelos
formales, a imagen del cual se construyeron muchos, pues fue un "tipo" vigente desde
el abandono del historicismo hasta el triunfo del Estilo Internacional.
Propagado por los dibujos de Hugh Ferris, estaba a0n en la base del Chrysler y del
Empire State. De este curioso modo el romanticismo nOrdico habia cruzado el
Atlantic°, Ilegando a alimentar las formas que consideramos mas propias de la "edad
de oro" de la capital de los rascacielos.
No nos detenemos en el solo por ser finlandes, sino, tanto mas, por haber sido
jurado de la Opera de Sidney (1956), y responsable de premiar la propuesta que
convirtiO en famoso a Utzon. NOrdicos de uno y otro lado del Atlantic° se daban asi
la mano, mientras proclamaban que todo el organicismo —la herencia de
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'11174S ;
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Wright y la de Aalto— era suyo. Utzon se convirtiO en una innportantisinna figura;
Siegfried Gideon, deslumbrado como tantos, emprendiel una revision del Space,
Time and Architecture para poder incluirlo.
Pero la Opera de Sidney fue mas un "canto de cisne" que la apertura de ninguna
nueva via o de ninguna continuidad: el organicismo exacerbado —integrando el
exaltado expresionismo en que Aalto apenas quiso entrar y que fue prolongado por
Scharoun con habilidad y extremado sentido practico— cerraba con tanta
gloria como aulica solemnidad la vieja alternativa expresionista al racionalismo.
Aunque bien es verdad que la obra de Utzon ni empieza ni se agota en Sidney, como
es conocido.
Hoy ya, cuando el siglo que acaba contempla su inmensa herencia con el asombro que
provocan su riqueza y variedad, casi cualquiera que fuere de entre las
diversas mentalidades contemporaneas podra encontrar alym maestro nOrdico en el
fondo de su mirada. Probablemente se trate de una obra del pasado, pero de un
pasado que se siente todavia actual, acaso capaz de activar el presente.
ExpresiOn de Aalto de 1920, citada por Simo Paavilainen en "Nordic Classicism in Finland",
catalog° de la exposiciOn "Nordic Classicism".
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ALVAR AALTO:
LA S1NTESIS DE LAVODERNIDAD
Hugo Henrik Alvar Aalto (Kuortane, 1898-1976) neck) en el confin nordeste de
Europa, en Finlandia —nombre que, en un atractivo error, y desde Espana, podria
entenderse como "la tierra del fin"—; esto es, alli donde el solitario paisaje
anuncia el polo. Pero esta situacion extremadamente periferica no ha de tenerse
como marginal: Aalto naciO en un lugar oportuno y en un momento conveniente,
pues hered6 una revitalizada tradiciOn y recibi6 el denodado esfuerzo de las
vanguardias sin haberlo soportado, incorporendose a la arquitectura revolu-
cionaria con envidiable soltura.Tanto debido a su edad como a su situaciOn
cultural, fue capaz de renovarla aCin y de Ilegar a personificar, con el tiempo, la
arquitectura nueva. Su propia vide profesional transcurriO desde el ano 1921, en que
se titulO por la Universidad de Helsinki, hasta 1976 en que falleciO; esto es, ocup6 el
centro del siglo XX, dato que tienta a afirmar que, a la postre, la
arquitectura moderna era el.
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quedarian acaso explicados, corrigiendo la modernidad originaria al introducir en
ella importantes aspectos que la enriquecerian y diversificarian, y que
permanecen vigentes; disponibles, todavia, para una futura e hipotetica
continuidad.
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piscina como lago. La arquitectura tradicional de la cabana y la modernidad de la casa,
se hermanan en un gesto optimista: hablan de la fortuna futura de la naciOn nOrdica.
La casa, mediante los pilares que fingen ser troncos y las barandillas de palos",
Li
figura asimismo que ha sido invadida por el bosque, hermanada con la naturaleza.
Asi, pues, cuando Aalto habla hecho estas, todavia primeras obras, habla situado ya
a la arquitectura moderna, sin negarla, en una posiciOn mucho mas intensa, no simple,
enriquecida en sus recursos y altamente poetica.
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El interes de su reflexiOn sobre los programas complejos, siempre diversificados por
las circunstancias, fue desarrollado en otros muchos casos. Una obra
pOstuma, la Opera de Essen (1961-90), mostrO el modo de integrarlo en un
volumen Cmico, como corresponde al tema. Esto es, en un sistema contrario a la
yuxtaposiciem de dos formas dispares, como hizo en la Casa de Cultura de
Helsinki (1955-58) o en las Bibliotecas de Seinajoki y Rovaniemi. Siempre, pues, sin
renunciar, ya no solo a la diversidad de cada ocasiOn, sino tambiOn al
entendimiento de cada arquitectura concreta como una union de cosas distintas. De
entender asi cada punto de la tierra como un lugar diferente, individual, Cmico.
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directriz planimatrica de un anfiteatro, rechazando Ia complejidad de un solo
grado —como admitiria, tal vez, un racionalista— para buscar otra de doble
caracter; esto es, sin Ilegar tampoco a Ia triple, como harian Scharoun o los
expresionistas, linnite al que Aalto casi nunca quiso acercarse (aunque lo hiciera, por
ejemplo, y con fortuna, en la Iglesia de Imatra, 1956-59). Una riqueza y una complejidad
suficiente: ni esquematica, ni exagerada.Tal el caracter "dolfico" —Ia creencia en Ia
virtud del "justo medio"— que Aalto gust() en practicar y en muchos de los sentidos
que esta cuestiOn puede tener. Considerarla ayudara a
comprender mejor su obra.
Resulta al respecto bien interesante que esta riqueza o complejidad es, sin
embargo, de un solo grado en los edificios residenciales (colectivos o de
viviendas), asi como en la mayoria de los muebles. El edificio de dormitorios del MIT
(1946-49) es un completisimo esfuerzo, muy logrado, para destruir el
esquematismo de las disposiciones lineales sin abandonarlas, pero se produce por
simple apilamiento de estratos. Lo mismo ocurre en el bloque de Berlin (1955-
57), en el que estratifica casas con el salOn como patio, o en el de Bremen (1958-
62), apilamiento simple de "abanicos". Los muebles tambien: es sOlo su perfil
quien los genera, aunque algunos —como el famoso taburete— han de comprender-
se desde las acciones de dos pianos diferentes.
Pero los dormitorios del MIT y los apartamentos de Bremen muestran, todavia, su
enriquecimiento de Ia disciplina con lo que podemos Ilamar el uso universal de las
formas aprioristicas. Algo que le acercO en el concepto al renacimiento y a Le
Corbusier, pero en un modo bien distinto: para Aalto las formas universales no son
simples y geometricas, mentales, sino complejas y telCiricas, geomOrficas, pues su
organicismo era terrestre, geografico. Como es bien sabido, sus formas aprioristicas
principales fueron dos, Ia linea ondulada y el abanico.
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Pero todavia hay mas, bastante mas. Quisiera referirme aCin, al menos, a otros
temas poco analizados: los centros urbanos completos, como el de Seinajoki y el de
Rovaniemi, mas conocidos y atendidos por sus piezas a pesar de que estas no se
comprenden sin considerarlas como una parte.Tengo especial predilecciOn por el
primero, "ciudad ideal" realizada con arquitectura moderna, y en la que brilla esa
extraordinaria sensibilidad de Aalto para entender la arquitectura tradicional y darle
una version contennporanea. El centro de Seinajoki —ciudad convertida en sede
episcopal y en capital de provincia, y cuyos dos concursos, el religioso y el civil,
fueron ganados por el— emula con brillantez los episodios del helenismo, del
renacimiento y del barroco, en los que las instituciones —el templo, el gobierno de la
urbe, la biblioteca, el teatro— constituyen el emblema de la ciudad y la imagen misma
de su perfecciOn y equilibrio. Las distintas instituciones atienden a la
buena forma del espacio urbano, al que sirven y ante el que se presentan
convenientemente jerarquizadas.
Leonardesco, al fin, demostrO que la arquitectura, como el arte, era algo propio de la
razOn; sobre todo si se trataba precisamente de dominar lo irracional. Su obra puede
considerarse asi como una verdadera reflexiOn acerca de la naturaleza y de los
medios de la disciplina arquitectOnica, mas profunda precisamente por
pragmatica, si bien el atractivo de su arquitectura transmite hoy una agridulce
sensaciOn de irrepetibilidad, de cosa del pasado. Como si, desperdiciado su
ejemplo, no pudieramos confiar en su continuidad, aunque seamos capaces aim de
apostar por ella.
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FOR VA ILUSORIA E I\SPIRACIo\
FIGURATIVA EN LA
ARQUITECTURA DE ALVAR AALTO
(Con unas notas sobre la arcuitectura ce
ilusion en la obra de Asplund)
Alvar Aalto reflexionO sobre su propio mOtodo de proyectar, acaso por primera
vez, cuando un alumno americano de su etapa como profesor en el MIT le hizo
una ingenua y embarazosa pregunta acerca de como se proyectaba, que al parecer no
respondiO.
Sigui6 Aalto explicando como "la arquitectura y las demas artes plasticas tienen un
origen comOn, mas o menos abstracto, pero basado no obstante en las
adquisiciones y conocimientos acumulados en nuestro subconsciente". Pero, sea cual
fuere el mOtodo, no me cabe ya ninguna duda de que la arquitectura de Aalto se
soportaba tanto en su poderosa sensibilidad y talento artistico como en la no menos
potente inteligencia capaz de conducir con una enorme seguridad y
precisiOn de objetivos la irracionalidad y la complejidad que empleaba. Esto es,
siendo absolutamente consciente del valor de cada decision y de cada rasgo, y ello a
despecho de que muchos de Ostos puedan aparecer ante los demas como azarosos.
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sobre su inspiraciOn. Ire, asi, pues, no tanto hacia los problemas del nnetodo como
hacia alguno de los, algo mas misteriosos, acerca de la inspiraciOn. Quiero volver,
concretamente, a esos "varios soles" que iluminan el interior de la Sala de lectura de la
Biblioteca de Viipuri.
Tal parece, pues, que Aalto no solo se inspirO en aquella idea, sino que la hizo
permanecer como una concreta ilusiOn que el espacio contiene, aunque bastante
velada por la condiciOn abstracta de las formas. El espacio —mas o menos
abstracto— se convierte levemente en figurativo al transformarse en una magica y
sutil naturaleza. El lector, aun sin saberlo, este leyendo en la representaciOn de una
de las laderas que tantos soles iluminan.
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Sala cine Skandia, Estocolmo. Asplund.
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explicado como se hizo desaparecer visualmente el techo, dandole forma de
bOveda ligera y pintandolo de azul oscuro, para que produjera la ilusiOn del
espacio a cielo abierto, de noche, limitado por la bOveda del firmamento. En 61
son muy significativas las redondas y blancas lamparas, hoy inexistentes, y que si
bien parecen hacer de tales, convirtiendo el espacio era algo semejante a una fiesta o
verbena al aire libre, a mi entender representan igualmente, e incluso de una forma
mas intensa y directa, la sugestiva idea de una magica noche de
"muchas lunas".
Es sabido como el propio cine Skandia, tal parece que concebido en su totalidad
como una ilusiOn, contiene algunos mas, todos ellos de caracter tradicional y
realizados por medio de la decoraciOn.Ya las propias cariatides que sustentan el
anfiteatro —y algunos otros elementos arquitectOnicos convertidos en
representaciOn humana— pertenecen a la mas vieja tradicion del ilusionismo
arquitectOnico: la personificacion figurativa de los Ordenes.
Otros ilusionismos que creo encontrar en la obra de Asplund son bien distintos. Esta
entre ellos el de la idea de aparente pureza, inmaterialidad e ingravidez de la Capilla
del Bosque. Esto es, el de la imagen de un edificio que se presenta exterior e
interiormente ocultando, de forma muy intencionada, la tectOnica y la compleja
estructura de madera que lo soporta. En el acceso, la cubierta de la capilla es una
pirannide pura, cuya continuidad volumetrica es cuidada por la pizarra, y que parece
sostenerse en las puntuales y aisladas columnas. El techo de este porche es una
superficie continua, casi inmaterial, y las columnas lo
reciben sin intermedio alguno —visible— de vigas o arquitrabes, en una soluciOn
aparentemente ingenua, como si hubiera sido la obra de un diletante.
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El volumen de la cubierta se presenta asi como si fuera tan macizo como
ingravido, no aludiendo en absoluto a la estructura ni al material que hace posible su
pureza. Esta es tan extrema en el porche que la cubierta y el sofito forman
incluso un angulo agudo, posible por el revestimiento inferior de madera.
En el interior ocurre lo mismo. La cavidad del techo parece realizada en una masa,
compacta y ligera, sostenida por las paredes y por los puntales en que se
convierten las columnas. La idea de forma —revelada en su verdadera naturaleza por la
pulcra y descriptiva secciOn— es asi falsamente ingenua, apareciendo
visualmente como si se tratara del modo en que puede construirse una maqueta de
escayola o de otro material continuo.
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El acristalado restaurante, con formas que flotan en el aire, casi magicas, exhibe
dichas cualidades, propias como digo de la arquitectura moderna, que tiene en su raiz
un ilusionismo que, si se quiere, es propio tambien de mucha arquitectura del pasado.
El Pabellem de Baile vuelve extrema su ingravidez por las inverosimiles columnas que
parecen sostener apenas la amplia bOveda.
El recurso procedia del constructivismo, pues habia sido empleado por los
hermanosVesnin en el proyecto para las oficinas del periOdico Pravda en
Leningrado (1924). El edificio deTurku habria adquirido con el un caracter
figurativo y emblematic° que no tenia por si solo. La introducciOn de la fotografia
proyectada —esto es, de algo completamente ilusorio— de una imagen conocida, pero a
gran escala, significa un importante punto de inflexion en el modo de
entender este tipo de recursos, antes derivados de la tradiciem, y Ilevados, a partir de
recursos y a partir del periOdico, hacia posiciones modernas.Tanto en los
Vesnin como en Aalto suponia el use de instrumentos que anticipan alguna de las
posiciones radicales que, tantos anos despuOs, harian popular a Venturi. En Aalto
tendra alguna continuidad, como veremos.
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Periddico en Turku. Aalto.
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Las ondulaciones como formas arquitectonicas universales
Pero en la propia Biblioteca hay otros detalles que nos interesan, esta vez, en la Sala
de conferencias.
Destaca en ella el conocido techo ondulado. Es bien sabido como fue este
recurso, el del empleo de lineas superficies y formas onduladas, uno de los
apriorismos formales que Aalto empleO con una gran abundancia y con muy
diversas naturalezas en cuanto a su condiciOn de instrumentos proyectuales. Pues
utilizO estas trazas onduladas como lineas, como superficies y como
volOnnenes; en vertical, en horizontal y en inclinado; reales y virtuales; para objetos
y muebles y para edificios; para la definiciOn de espacios interiores y para la de
volumenes externos; como elementos secundarios, como elementos principales, e,
incluso, como definiciOn de una totalidad edificada.
Pero el techo alcanza tambien otro sentido, tan importante como el anterior: es
tambien el modo de negarse a que la sala respondiera al modo convencional de
proyectar los espacios y elementos lineales en la arquitectura racionalista; esto es, a
ser generadas por una secciOn o un tramo transversal que, simplemente, se repite
por traslaciOn. Pues Aalto buscaba siempre prescindir de ese habitual
esquematismo en la configuraciOn de lo lineal, aun cuando no rechazara, sino mas
bien siguiera con frecuencia tales disposiciones.
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El espacio como ilusion absoluta: el pabellon de Nueva York.
El pabellOn finlandes en la Feria de NuevaYork de 1939 fue realizado por Aalto despues
de un concurso al que present6 tres proyectos y con los que gang los tres primeros
premios. En los tres la idea basica era la de una caja casi ciega,
dentro de la cual el espacio se desarrolla como un intenso valor, dotado de
riqueza y libertad. Esto es, en todos ellos se utiliza el nnetodo de disponer
interiormente el espacio de un volumen previamente dado.Tannbion en todas las
variantes la existencia de un cine —1IusiOn pura de vida y nnovimiento—tomaba una
importancia fundamental, a traves de la instalaciOn de un cinennatOgrafo—bar,
Cinica dotaciOn concreta del pabellOn, mas alla del espacio dedicado a exposiciOn de
objetos y fotografias.
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espacio que lo contiene, suspendido en el aire, y cuya presencia ref uerza
considerablemente la ilusiOn del espacio exterior.
La idea nnas atractiva fue la que se IlevO a la realidad al ganar el primer premio, y de
la que se presentaron al concurso dos variantes. Ambas quedaban
unificadas por la misma cuestiOn: ordenar y caracterizar el interior del espacio
—ahora concebido, como un espacio solo iluminado por controladas luces
cenitales— mediante un sistema de superficies onduladas en planta, inclinadas y
paralelas entre si. Dichas superficies, pensadas como elementos compuestos por
lamas de madera, por donde se filtra la luz y en las que exponer fotografias
transparentes, convertian al espacio interior en un espacio insalito, puramente
ilusionistico. En ambas variantes el recinto del pabellem se dividia en dos, el
encerrado por las superficies como area expositiva y de circulaciones, y el cine-
bar situado tras las ondulaciones.
Pero esto tambien es ilusorio, pues la enorme complejidad es, en cierto modo, falsa:
el interior, no tenia, en realidad, la inmensa complejidad que aparentaba y que es
perceptible aim en las fotografias. Pues en efecto, las operaciones
geometricas que con el proyecto se hacen no son tan complicadas como a
primera vista parecen, y estas pueden definirse mediante la planta y mediante la
secciem transversal, documentos en definitiva convencionales, y a traves de los que
el edificio se entiende por completo. La planta introduce la oblicuidad —no era este
un recurso original de Aalto: recuerdese al respecto que el famoso pabellOn de
Melnikov se hizo para la Exposiciem de Paris de 1925; esto es, 14 anos antes— y la
forma de la linea ondulada, poco compleja en realidad, que
sirve de directriz a las pantallas que cualifican y caracterizan el espacio.
No existe, por ejemplo, ninguna doble curvatura —cuestiOn que una copula
tendria— ni mucho menos una triple.Tampoco existen las superficies alabeadas. La
seccion transversal senala las alturas del suelo y la inclinaciem de las
superficies onduladas, pero estas son ya todas las variaciones que el diseno
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introduce frente a un espacio definido por el triedro ortogonal. Si dibujaramos una
secciOn longitudinal —cosa que Aalto no hace, o, al menos, no publica— veriannos que
esta podria ser construida con los datos de la planta y de la secciOn
transversal, pues la longitudinal seria del todo fiel a la geometria cartesiana, no
introduciendo asi ninguna otra variaciOn.
El mecanismo del proyecto es tan astuto como elemental, pues se trata de seguir el
modo en que se configuran los espacios lineales, sOlo que de fo rma singular: el
espacio se construye trasladando la generatriz compuesta por la secciOn
inclinada de las pantallas a traves de la directriz que en planta dispone la mixta linea
ondulada. Esta operaciOn, unida a la oblicuidad dada al espacio, provoca la ilusiOn de
enorme complejidad y obtiene, mediante la luz, la apariencia insOlita. Huir de los
esquematismos propios de lo lineal, pero conservar sus sencillas
reglas de configuraciOn: tal la idea que aparece, en tantos y tan diversos casos, en la
obra de Aalto.
Que la complejidad podria ser facilmente mucho mayor es obvio, a poco que se
piense, y el propio Aalto lo seliala al indicar una de las posibles y no seguidas Was:
en el extremo de las superficies onduladas cercano a la puerta estas
pierden su paralelismo. Pero esta simplicidad de instrumentos al servicio de
efectos complejos no es sOlo una prueba de maestria: tambien lo es de
racionalidad, de sentido de la construcciOn material, de control sencillo
mediante dibujos en diedrico. Aalto no necesita para proyectar ni perspectivas ni
maquetas: los esbozos del interior con el efecto de las ondulaciones
inclinadas son concesiones al buen entendimiento de la propuesta en el
concurso y comprobaciones, o, mejor aun, placeres personales; en las
monografias no aparecen.
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resto del programa, y se presenta hacia afuera, convexa, como una muralla. El
edificio es lineal y, al tiempo, deja de serlo.Tantos problemas de cara y espalda en los
bloques lineales dejaban asi de existir al hacer hincapiO, en vez de huir, en sus
caracteristicas mas elementales.
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con las leyes de la naturaleza, y no solo por la idea de nucleaciOn o por la propia
forma, sino, sobre todo, por esa condiciOn singular que afecta a los elementos: estos
toman la individualidad que corresponde a los seres vivos, pero, al tiempo, la
igualdad basica que distingue a las especies.
De nuevo se trata de recoger las virtudes de lo lineal sin aceptar sus defectos: de Le
Corbusier en Argel se recoge la idea de forma y se rechaza la escala; de
Hilberseimer se acepta el orden, la necesidad del sistema, pero no la repeticiOn ni el
esquematismo. El proyecto obedece al entendimiento de la condiciOn discontinua como
verdadera naturaleza de la corteza terrestre, logrando la singularidad, la
variaciOn y la precisiOn y atractivo del espacio abierto. La ordenaciOn lineal y
sistematica ha sido vencida sin necesidad de abandonarla. El conjunto de Ilneas
abstractas se convierte en tema figurativo, pero tanto ha sido la insistencia que,
premeditada o no, una fuerte y nueva ilusiOn se produce: la ciudad se mueve, este
"animada", serpentea; los bloques, individualizados y dotados de la ilusiOn de
movimiento que crean sus ondas, parecen aludir a gigantescos animales que, en
manada, se deslizaran sobre el terreno. Las fotos de la maqueta son al res pecto
bien expresivas, si bien es preciso admitir que la realidad edificada tal vez no lo
hubiera sido tanto. Un ilusionismo semioculto, voluntariamente escondido entre la
condiciOn abstracta de las formas, con respecto al que no se logra distinguir en q ue
medida procede de la inspiraciOn —esta en el origen— o cuanto es un producto del
metodo, imagen final de las intenciones, de las ideas.
Pues el ilusionismo en Aalto —cuyos matices podriamos, tal vez, seguir observando en
algunas otras obras— no solo se relaciona con la inspiraci6n y anade a su
arquitectura un aspecto que la enriquece, que le da un mayor atractivo y que altera el
significado que convencionalmente se tuvo de ella.Tambien se ref iere y simboliza su
reflexiOn acerca de la disciplina, cuando apoyado en su fertilidad formal y en su
poderosa inteligencia fue capaz de transformar la modernidad sin negar sus
principios. Haciendolo por anadidura con realismo y con bastante simplicidad
frente a sus objetivos: con economia de medios formales.
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