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Comentarios de La Parashá Bo

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Comentarios de la parashá Bo

Primera aliyá, 10:1-11


10:1  “Entonces HaShem dijo a Moshé: Preséntate a Faraón, porque yo he
hecho pesado su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar estas señales
mías en medio de ellos” (LBLA revisada) –
La palabra hebrea que ha sido traducida como “preséntate” es bo, que significa
“ven”. Esto nos enseña que el Eterno invitó a Moshé a ir acompañado por El. Un
siervo del Eterno no hace las cosas por sí mismo, sino en colaboración con el
Eterno. No toma iniciativas propias, sino siempre en relación con el Eterno, con
lo que él dice y hace. Si tomamos decisiones sin consultar con el Eterno
podemos sufrir graves consecuencias, como está escrito en Josué 9:14:
“Y los hombres de Israel tomaron de sus provisiones, y no pidieron el
consejo de HaShem.” (LBLA revisada)
10:2  “y para que cuentes a tu hijo y a tu nieto, cómo me he burlado de los
egipcios, y cómo he mostrado mis señales entre ellos, y para que sepáis que yo
soy HaShem.” (LBLA revisada) –
Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a los hijos acerca de lo que el
Eterno ha hecho en sus vidas y, especialmente lo que pasó con la salida de
Egipto. Esta salida simboliza la liberación de satanás, el pecado y el mundo por
medio de Yeshúa el Mesías. Hay que contar a los hijos nuestra experiencia de la
salvación por medio del Mesías. Los padres tienen que transmitir estas verdades
a sus hijos. Este texto también nos enseña que los abuelos tienen la obligación
de contar a sus nietos acerca de la redención del Eterno. La tarea de transmitir
la fe hebrea no cae solamente sobre los padres, sino también sobre los abuelos,
como está escrito en Joel 1:3:
“Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la
siguiente generación.” (LBLA)
En el Salmo 78:2-8 está escrito:
“En parábolas abriré mi boca; hablaré enigmas de la antigüedad, que
hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No lo
ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las
alabanzas de HaShem, su poder y las maravillas que hizo. Porque Él
estableció un testimonio en Yaakov, y puso una ley en Israel, la cual ordenó
a nuestros padres que enseñaran a sus hijos; para que la generación
venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer; y éstos se
levantaran y lo contaran a sus hijos, para que ellos pusieran su confianza
en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus
mandamientos; y no fueran como sus padres, una generación porfiada y
rebelde, generación que no preparó su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel a
Dios.” (LBLA revisada)
La tradición de pasar la revelación de padres a hijos, es la que ha mantenido
vivo el pueblo de Israel a lo largo de todas las generaciones y es parte de la
misma declaración de fe hebrea, como está escrito en Deuteronomio 6:6-7:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te
sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y
cuando te levantes.” (LBLA)
Si los padres dejan que otros se encarguen de la educación espiritual de sus
hijos, no han cumplido con esta responsabilidad. Tanto los padres como los hijos
tienen la necesidad de esta transmisión. Los padres necesitan recordar y alabar
al Eterno por los milagros que han vivido y pasar estas experiencias a sus hijos y
a sus nietos. Ellos, a su vez, recibirán y serán conscientes de una herencia
espiritual que es capaz de producir en ellos una confianza profunda en Dios. Un
padre debe leer la Escrituras todos los días a sus hijos mientras estén viviendo
bajo su techo. Así levantará una generación de santos.
10:9  “Y Moshé respondió: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos;
con nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacadas
iremos, porque hemos de celebrar una fiesta a HaShem.” (LBLA revisada) – Este
versículo nos enseña que hay tres cosas que son necesarias para que se pueda
celebrar una fiesta para el Eterno:
         La libertad
         La familia
         Un sacrificio
Sin estos tres no es posible celebrar una verdadera fiesta al Eterno.

10:11 “No será así; id ahora sólo los hombres, y servid a HaShem, porque eso
es lo que habéis pedido. Y los echaron de la presencia de Faraón.” (LBLA
revisada) – El faraón quería hacer que las mujeres y los niños se quedaran en
Egipto mientras que los varones se fueran a celebrar fiesta al Eterno. Esto no es
posible. Si la esposa y los hijos no pueden estar con nosotros, no podremos
celebrar una fiesta delante del Eterno. Los niños tienen que sentirse bienvenidos
y a gusto en nuestras celebraciones. Si no lo están, no estamos haciendo las
cosas bien. El faraón simboliza al satán y como tal intenta hacer dos cosas:
         Dividir la familia.
         Apartar a los niños de los cultos.
Todas las celebraciones judías están diseñadas para que los niños puedan
sentirse involucrados en ellas. Por esto usamos mucha simbología y objetos de
culto para que nuestra enseñanza y nuestro servicio al Eterno sean fáciles de
asimilar para los pequeños. El Mesías se indignó contra sus discípulos cuando
intentaron apartar a los niños de la presencia mesiánica, como está escrito en
Marcos 10:13-16:

“Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron.
Pero cuando Yeshúa vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños
vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el
reino de Dios. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un
niño, no entrará en él. Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo
las manos sobre ellos.” (LBLA revisada)
Segunda aliyá, 10:12-23
10:14 “Y subieron las langostas sobre toda la tierra de Egipto y se asentaron en
todo el territorio de Egipto; y eran muy numerosas. Nunca había habido tantas
langostas como entonces, ni las habría después.” (LBLA) – En Joel 2:2 hay
una referencia a una invasión de langostas en la tierra de Israel como
está escrito:
“día de tinieblas y lobreguez, día nublado y de densa oscuridad. Como la
aurora sobre los montes, se extiende un pueblo grande y poderoso; nunca
ha habido nada semejante a él, ni tampoco lo habrá después por años de
muchas generaciones.” (LBLA)
¿Cómo es posible que en la Torá esté escrito que no habrá tantas
langostas después cuando el profeta Yoel dice que nunca ha habido
nada semejante? Vamos a dar dos interpretaciones a esta aparente
contradicción:
Rashí dice que la profecía de Yoel muestra que esa plaga de langostas fue más
severa que la de Moshé. Pero no hubo contradicción porque la plaga de Yoel
estaba compuesta por numerosas especies de langostas en conjunto: las
especies arbé, yélek, jasil  y  gazam. Pero la plaga de Moshé consistió en una
sola especie, e igual a ella no hubo antes ni habrá después.
También podríamos interpretar estos dos textos de manera que las dos plagas
ocurrieron en dos países distintos, Egipto y la tierra de Israel. La promesa de
que nunca será algo semejante se refiere sólo a Egipto. La plaga que se
menciona en el libro de Yoel está en relación con la tierra de Israel, y allí no
había ocurrido nada semejante, ni tampoco habrá después.
Aquellos demonios en forma de langostas, que vendrán sobre el mundo en los
últimos tiempos, (cf. Revelación 9:1-11), no serán tan numerosos como las que
hubo en Egipto en tiempo de Moshé o en Israel en tiempo de Yoel.
10:22 “Extendió Moshé su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas en toda
la tierra de Egipto por tres días.” (LBLA revisada) – Los tres días de tinieblas
aluden a la muerte del Mesías.
10:23 “No se veían unos a otros, nadie se levantó de su lugar por tres días, pero
todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas.” (LBLA revisada) – Las
tinieblas no fueron de la clase que nosotros las conocemos, sino que no hubo
manera de obtener luz. Aunque encendían fuego, no emitía luz. Eran tinieblas
compactas de manera que nadie se podía mover de un lugar a otro. Todos
estaban quietos en sus lugares durante tres días. Pero los hijos de Israel tenían
luz en sus hogares. Esto nos enseña que los hijos de luz andamos en luz y los
hijos de las tinieblas están esclavizadas por las tinieblas. Hay dos reinos
espirituales, el reino de luz, donde gobierna HaShem, sobre los que andan en la
obediencia, y el reino de tinieblas, donde reina el satán sobre los que andan en
la desobediencia. Los que se encuentran en el reino de tinieblas podrán pasar de
allí al reino de luz, como está escrito en el Salmo 107:10-15:
“Moradores de tinieblas y de sombra de muerte, prisioneros en miseria y en
cadenas, porque fueron rebeldes a las palabras de Dios y despreciaron el
consejo del Altísimo; humilló pues, sus corazones con trabajos, tropezaron
y no hubo quien los socorriera. Entonces en su angustia clamaron a
HaShem y Él los salvó de sus aflicciones; los sacó de las tinieblas y de la
sombra de muerte y rompió sus ataduras. Den gracias a HaShem por su
misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.” (LBLA
revisada)
En Hechos 26:18 está escrito:
“para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y
del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón
de pecados y herencia entre los que han sido santificados.” (LBLA)
En 1 Pedro 2:9 está escrito:
“Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (LBLA)
En Colosenses 1:13 está escrito:
“Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de
su Hijo amado” (LBLA)
En 1 Tesalonicenses 5:5 está escrito:
“porque todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la
noche ni de las tinieblas.” (LBLA)
Tercera aliyá, 10:24 – 11:3
10:26 “Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; ni una pezuña
quedará atrás; porque de ellos tomaremos para servir a HaShem nuestro Dios. Y
nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir a HaShem hasta que
lleguemos allá.” (LBLA revisada) – Moshé no podía mentir. Ellos no sabían qué
era lo que HaShem iba a pedir en sacrificio. Para sacrificar al Eterno hay que
estar dispuesto a darlo todo. No se puede dejar ni una pezuña atrás en nuestra
entrega al Eterno. Todo le pertenece y por lo tanto estamos dispuestos a darle
cualquier cosa que nos pida. 

Cuarta aliyá, 11:4 – 12:20


11:6  “Y habrá gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca antes lo ha
habido y como nunca más lo habrá.” (LBLA) – En Isaías 19 hay una profecía que
habla de lo que va a pasar con Egipto en los últimos tiempos. Allí está escrito
que el Eterno va a herir a Egipto en los últimos tiempos, como dice el versículo
22.
“Y HaShem herirá a Egipto; herirá pero sanará; y ellos volverán al Eterno, y
Él les responderá y los sanará.” (LBLA revisada)
En Isaías 11:15a está escrito:
“Y HaShem destruirá la lengua del mar de Egipto.” (LBLA revisada)
A pesar de estas heridas que se verán en un futuro no muy lejano, no va a
haber un grito en Egipto como aquella noche cuando todos los primogénitos
fueron muertos.
12:2  “Este mes será para vosotros el principio de los meses; será el primer mes
del año para vosotros.” (LBLA) – El mes del aviv, (cf. 13:4), ha sido establecido
por el Eterno como el primero de los meses del año. Ese mes coincide más o
menos con la última mitad de marzo y la primera mitad de abril, según el
calendario romano. La palabra aviv[1] significa “espigas verdes”. En la edad
media tomó el significado de “primavera” y así es usada en el hebreo moderno.
En el mes de las espigas verdes, el de la primavera, el pueblo de Israel salió de
Egipto. Es el mes de la redención. La redención es el inicio del programa de
salvación del Eterno. Todo empieza con el sacrificio del cordero, cuya sangre
libera de la muerte. Después viene la libertad de la esclavitud. Todo el programa
de salvación está revelado en las fiestas del Eterno, y por esto este mes tiene
que ser el primero del año, para que el programa esté en el orden correcto. Al
alterar el orden de los meses se altera el plan de redención del Eterno y no se
entenderá.
Este mes también tiene el nombre babilónico de nisán, cf. Nehemías 2:1; Ester
3:7.
En el Talmud[2] hay una discusión entre dos rabinos si el mundo fue creado en el
mes de nisán o  tishrí. La última tuvo más fuerza y por esto se ha establecido
que el cómputo de los años desde la creación del mundo es a partir del 1
de tishrí, que es el séptimo mes en el anuario bíblico. Hay una fiesta anual
establecida en la Torá para ese día, llamada yom teruá, el día del clamor o de
alarma. La Torá dice que “para vosotros”, es decir, para los hijos de Israel, el
mes del aviv es el primero del año.
La expresión “para vosotros” nos da a entender que no es así para otros. Desde
el principio los pueblos de las naciones contaron los meses desde el día de la
creación de Adam, el primer día del primer mes. Cuando Adam fue creado el
sexto día de la semana, él empezó a contar el tiempo. Para él fue el primer día
del primer mes. Esto nos enseña que Adam probablemente fue creado el día de
la luna nueva. Desde entonces sus descendientes contaron los meses y los años
según marcaba el sol y la luna, cf. Génesis 1:14.
Ahora el Eterno dice “para vosotros”, dando a entender que para otros no lo es.
Ellos seguirán contando de otra manera. Antes de la salida de Egipto, los hijos
de Israel no celebraban el mes del aviv como el primero del año. Pero cuando el
Eterno empieza su programa de redención, cambia todo. El mes que antes fue el
primero, de repente es considerado como el séptimo. Tishrí, que antes era el
primer mes, llegó a ser el séptimo. “Para vosotros” es así, pero los demás no lo
van a ver así, porque no son parte de la gran redención.
El Talmud[3] dice:
“Cuatro son los años nuevos en el calendario hebreo: El primer día del mes
de nisán - es el año nuevo de los reyes y las festividades, el primero del
mes de elul - año nuevo para el cálculo del diezmo sobre los animales... el
primer día del mes de tishri - año nuevo para la cuenta de los años (para el
cálculo de la shemitá - año sabático y el yovel - jubileo), para las
plantaciones y los cultivos agrícolas, y el primero de shevat - año nuevo
para los árboles, según Shamai. En la escuela de Hilel dicen: (el año nuevo
de los árboles es) el decimoquinto día del mes.”
La halajá (ley práctica) se fijó según Hilel, por lo tanto, el 15 de Shevat se
celebra el año nuevo de los árboles.
Relación aproximada entre el calendario romano y el calendario judío.
 

(Los nombres de los meses que aparecen entre paréntesis son los que aparecen
en la Biblia)

Los nombres de los meses romanos septiembre hasta diciembre nos muestran
que había una relación antigua entre el cómputo bíblico y el romano. Septiembre
corresponde al séptimo mes tishrí, octubre corresponde al octavo mes jeshván,
noviembre corresponde al noveno mes kislev, y diciembre corresponde al
décimo mes tevet. Luego hubo cambios en el calendario romano y estos meses
ya no corresponden al nombre que llevan. Septiembre ahora es el noveno mes
del año romano.

Está escrito en el Salmo 104:19a:


“Él hizo la luna para medir las estaciones.” (LBLA)
La Torá dice que en primer lugar hay que basarse en la luna para medir las
estaciones. Sin embargo, el sol también fue creado para mostrar los años, como
está escrito en Génesis 1:14:
“Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para
separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para
días y para años” (LBLA)
El calendario hebreo es una combinación entre la luna y el sol. El año lunar tiene
actualmente aprox. 354,36 días y el año solar aprox. 365,25 días. Por esta
razón, si se sigue solamente la luna, van a faltar 11 días al año para llegar al
año solar, que es la que rige en la naturaleza. El calendario árabe sigue
solamente la luna y el calendario romano sigue solamente el sol. Ninguno de los
dos cumplen los requisitos de la Torá. Tanto el sol como la luna tienen que ser
la base para medir los años.
Un mes bíblico siempre empieza con la luna nueva. Según la Torá, el primer
mes, aviv, tiene que caer en la primavera, cuando la cebada está lista para ser
cosechada en la tierra de Israel. Si nos regimos sólo por el año lunar, (con 354
días), que no sigue el ciclo de la naturaleza, la primavera no caería en el mismo
mes cada año. Y si seguimos solamente el año solar, no podríamos celebrar las
fiestas según la luna nueva, como manda la Torá. Tenemos que tener una
combinación entre la luna y el sol.
Para ajustar la diferencia entre el año lunar y el año solar, en tiempos bíblicos se
añadía un mes extra al final del año en el caso de que la cebada no estuviera
lista para ser cosechada. Para la fiesta del primer mes hacía falta un sacrificio de
harina de cebada y si no había cebada no se podía celebrar la fiesta. Así que
hasta el siglo IV de la Era Común. la misma naturaleza de Israel decidía cuando
iba a ser el primer mes de cada año. Si la primavera venía tarde un año, se
añadía un mes extra a los doce meses del año. Si la cebada estaba madura, no
se añadía. Más adelante se estableció un calendario fijo, que es el que se usa en
la actualidad, elaborado por Hilel II en el año 358 E.C., en el cual se añade por
reglas matemáticas un mes extra (Adar II) cada dos o tres años. En total son
añadidos 7 meses durante un periodo de 19 años.
El año bíblico es de 360 días, cf. Daniel 7:25; Revelación 13:5; 11:2-3; 12:6, 14.
No hay ningún testimonio en las Escrituras de que hay que añadir un mes extra
cada dos o tres años. La Torá no lo contempla, cf. Génesis 7:11, 24; 8:3-4;
Ester 1:4. Esto nos da pie a pensar que al principio no hubo diferencia entre el
año solar y el año lunar. El mes lunar tendría exactamente 30 días y así los 12
meses darían un año de 360 días. Esto significa que la tierra sólo necesitaría 360
días para dar una vuelta alrededor del sol.
Hay documentos arqueológicos e históricos de varias culturas antiguas que
muestran que hubo un cambio en el sistema solar en el siglo VIII a.E.C., cuando
fueron añadidos 5 días al año solar. Parece que algo pasó en nuestro sistema
solar que causó un desajuste entre el año lunar y el año solar. La tierra se alejó
del sol y la luna se acercó a la tierra. Hay un acontecimiento relatado en las
Escrituras que coincide con la fecha dada en las culturas antiguas, que nos da
pie a pensar que fue en ese momento cuando sucedió este desajuste en nuestro
sistema solar, según está escrito en 2 Reyes 20:8-11:
“Y Jizkiyahu dijo a Yeshayahu: ¿Cuál será la señal de que HaShem me
sanará, y de que subiré a la casa de HaShem al tercer día? Respondió
Isaías: Esta será la señal de HaShem para ti, de que HaShem hará lo que
ha dicho: ¿avanzará la sombra diez grados o retrocederá diez grados? Y
Jizkiyahu respondió: Es fácil que la sombra decline diez grados; pero no que
la sombra vuelva atrás diez grados. El profeta Isaías clamó a HaShem, y El
hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas las que había
declinado, en las gradas de Ajaz.” (LBLA revisada)
En Isaías 38:7-8 está escrito:
“Esta será para ti la señal de HaShem, de que HaShem hará lo que ha
dicho: He aquí, haré que la sombra en las gradas, que ha descendido con el
sol en las gradas de Ajaz, vuelva atrás diez grados. Y la sombra del sol
retrocedió diez grados en las gradas por las que había descendido.” (LBLA
revisada)
Este cambio causó que la luna nueva a partir de entonces ya no se podía saber
con exactitud, puesto que el mes lunar llegó a tener 29 ½ días, en lugar de 30
que probablemente había tenido antes. En tiempos del rey Shaúl se sabía con
exactitud cuándo iba a ser la luna nueva, como está escrito en 1 Samuel 20:5:
“Y David respondió a Yehonatán: He aquí, mañana es luna nueva y debo
sentarme a comer con el rey, pero déjame ir para que me esconda en el
campo hasta el atardecer del tercer día.” (LBLA revisada)
Pero más adelante se necesitaban dos testigos cada mes para saber cuándo
celebrar la fiesta de la luna nueva. Entonces ya no se podía saber con antelación
cuándo iba a ser la fiesta anual de yom teruá, que cae el primer día del séptimo
mes. Nadie sabe el día ni la hora cuando se verá la luna nueva de yom teruá.
Esto nos enseña que el regreso del Mesías será en el primer día del séptimo
mes, como está escrito en Mateo 25:13:
“Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.” (LBLA)
12:3  “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: "El diez de este mes
cada varón tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero
para cada casa.” (LBLA) – Aquí “cada uno” se refiere a cada cabeza de hogar. El
diez del mes de aviv/nisán fue tomado un cordero para cada casa donde se iba
a comer. Según el Talmud,[4] esto sólo se hizo una vez. En las siguientes
celebraciones no se introducía el cordero en la casa, sólo se designaba y fue
revisado durante cuatro días para que fuera sin defecto, pudiendo ser tomado
en cualquier momento.
En el día 10 de nisán Yeshúa entró en Jerusalén montado sobre un asno, como
está escrito en Juan 12:12-15:
“Al día siguiente (del shabat), cuando la gran multitud que había venido a la
fiesta, oyó que Yeshúa venía a Jerusalén, tomaron hojas de las palmas y
salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hoshía-na! BENDITO EL QUE VIENE EN EL
NOMBRE DE HASHEM, el Rey de Israel. Yeshúa, hallando un asnillo, se
montó en él; como está escrito: NO TEMAS, HIJA DE TSION; HE AQUÍ, TU
REY VIENE, MONTADO EN UN POLLINO DE ASNA.” (LBLA revisada)
Esto no podía haber sido en shabat, puesto que no está permitido montar sobre
animales, ni quebrantar ramas en shabat. Si el día 10 hubiera sido shabat, el 14
habría sido el cuarto día de la semana (miércoles). De esto aprendemos que es
imposible que Yeshúa haya sido colgado sobre el madero el cuarto día de la
semana.
“cada varón tomará para sí un cordero” – Esto nos enseña que cada uno es
responsable para apropiarse del Cordero de Dios que ha sido provisto para la
salvación de cada uno.
“un cordero para cada casa” – Esto nos enseña que cada padre de familia tiene
la responsabilidad de proveer todo lo necesario para que toda su familia pueda
experimentar la salvación por medio de Yeshúa el Mesías.
12:5  “El cordero será un macho sin defecto, de un año; lo apartaréis de entre
las ovejas o de entre las cabras.” (LBLA) – La palabra hebrea para cordero
es sé[5] que significa la cría de la oveja o de la cabra. Así que el cordero podría
ser de cualquiera de estas dos clases de animales. El cabrito conecta el sacrificio
de pesaj con yom kipur, cuando se sacrifican dos machos cabríos que llevan el
pecado de los hijos de Israel. El día 10 del primer mes tiene un reflejo en el día
10 del séptimo mes, yom kipur, el día de la expiación, cf. Levítico 16. De esto
aprendemos que el Mesías sufriente hace las dos funciones de cordero y de
macho cabrío, de morir para liberar a los primogénitos de la muerte y para
quitar el pecado del pueblo. Por esto el rabino Yojanán ben Zejariyá exclamó
proféticamente cuando vio a Yeshúa, como está escrito en Juan 1:29b:
“He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” (LBLA)
El Cordero alude al sacrificio de pesaj, que no quitaba el pecado, sino liberaba
de la muerte,  y la frase: “que quita el pecado del mundo” hace alusión al
sacrificio de yom kipur.
“macho” – El cordero tenía que ser macho, para simbolizar a un varón, Yeshúa.
“sin defecto” – El cordero tenía que ser sin defecto para simbolizar a Yeshúa,
que no tenía pecado ni pecados, como está escrito en 1 Pedro 1:18-20:
“sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada
de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre
preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre del Mesías.
Porque él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha
manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros” (LBLA revisada)
Cuando habla de que él estaba preparado desde antes de la fundación del
mundo, hace referencia al día 10 de nisán cuando cada cordero fue asignado
para ser sacrificado el día 14. La Mishná[6] enseña que antes de sacrificar el
cordero había que señalar quiénes iban a participar en su comida. En tiempos
del segundo templo cada persona tenía que unirse a un grupo que tenía un
cordero asignado. Así que cada individuo de un grupo tenía un cordero asignado
de antemano para él, cuatro días antes de su sacrificio. Esto enseña que el
Mesías Yeshúa fue designado 4000 años antes de su muerte, que corresponden
a 4 días, para ser sacrificado para todas aquellas personas que estaban inscritas
en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo, como está escrito
en Revelación 13:8:
“Y la adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido
escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero
que fue inmolado.” (LBLA)
Otra traducción del mismo texto dice: “el Cordero, que fue inmolado desde la
fundación del mundo.”
Las dos traducciones son posibles, según el texto griego, y las dos cuadran
dentro del contexto de pesaj. Cada persona se inscribe para comer del cordero
cuatro días antes de su sacrificio, y el mismo cordero es asignado para ser
sacrificado cuatro días antes.
En Efesios 1:3-7 está escrito:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías, que nos ha
bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en el
Mesías, según nos escogió  (nos inscribió en la lista para poder comer del
cordero) en El antes de la fundación del mundo (4000 años antes que
corresponden a 4 días), para que fuéramos santos y sin mancha delante de
El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante
Yeshúa el Mesías, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de
la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el
Amado. En él tenemos redención (en pesaj) mediante su sangre, el perdón
de nuestros pecados (en yom kipur) según las riquezas de su
gracia.” (LBLA revisada)
Sin embargo, estaba permitido inscribirse en la lista de un grupo hasta el
momento del sacrificio. La Mishná[7] dice: “Siempre pueden asignarse
(comensales del cordero pascual) en tanto haya como la cantidad de una
aceituna para cada uno de ellos. La asignación (de los participantes) y su
anulación puede hacerse en tanto no se haya sacrificado.”
“de un año” – Según Rashí, esto significa que no puede haber cumplido 12
meses. Tenía que estar en su primer año de vida.
12:6  “Y lo guardaréis hasta el día catorce del mismo mes; entonces toda la
asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer.” (LBLA) – El
cordero tenía que ser revisado durante los cuatro días para que fuera perfecto.
Lo mismo pasó con el Mesías cuando entró en Jerusalén el día 10 de nisán aquel
año. Estuvo varios días enseñando en el templo y durante ese tiempo podían
venir y hacerle preguntas. Vinieron los más estudiosos del pueblo para
interrogarle e incluso intentaban atraparle en alguna palabra, como está escrito
en Mateo 22:15:
“Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle,
sorprendiéndole en alguna palabra.” (LBLA)
Primero fue cuestionada su autoridad, luego le probaron con la pregunta sobre
el impuesto al Cesar, y después le preguntan sobre la resurrección y finalmente
sobre el gran mandamiento, cf. Mateo21-22; Lucas 20. En todas estas pruebas
mostró que era un cordero sin defecto. Al final nadie se atrevía a hacerle más
preguntas, como está escrito en Mateo 22:46:
“Y nadie pudo contestarle ni una palabra, ni ninguno desde ese día se
atrevió a hacerle más preguntas.” (LBLA)
Luego fue interrogado por el Sanedrín, el gobierno de Israel, y luego por Pilato y
Herodes, el gobierno de los gentiles. Ninguno podía encontrar un delito en él.
Era un Cordero sin mancha.
La Mishná[8] dice:
“El cordero pascual era sacrificado por tres grupos, como está escrito: “lo
inmolará toda la asamblea de la congregación de Israel”: asamblea,
congregación, Israel. Cuando entraba el primer grupo, se llenaba el atrio.
Cuando se cerraban las puertas del atrio, tocaban el shofar, luego la
trompeta clamorosamente y luego de nuevo el shofar. Los sacerdotes
estaban en pie formando dos filas y teniendo en sus manos vasos de plata
y de oro. Una fila tenía todos los vasos de plata y la otra todos de oro. No
estaban mezclados. Los vasos no disponían de base a fin de que no los
pudieran posar y se coagulara la sangre. Un israelita lo inmolaba, el
sacerdote recibía (la sangre) y la entregaba a su compañero y éste al suyo,
recibía el (vaso) lleno y devolvía el vacío. El sacerdote que estaba más
cercano al altar la vertía sobre las basas (del altar). Cuando salía el primer
grupo, entraba el segundo. Cuando salía el segundo, entraba el tercero. Tal
como actuaba el primero, así actuaban el segundo y el tercero. Recitaban el
halel (Salmos 113-118). Cuando terminaban, lo repetían por segunda vez y
cuando completaban esta segunda recitación, volvían a recitarlo por tercera
vez, aunque nunca ocurrió que pudieran terminarlo en la tercera vuelta. R.
Yehudá dice: Jamás los del tercer grupo llegaron hasta “amo a HaShem
porque me oye” (Salmo116:1), ya que estaba formado por poca gente.”
“toda la asamblea de la congregación de Israel” – Todo Israel tenía la
responsabilidad de matar el cordero. Pero no todos podían sacrificar. Esto nos
enseña que el agente de una persona es como la persona misma. Esto se
cumplió cuando el Mesías fue entregado a la muerte por tres grupos
representativos de todo Israel, según Lucas 23:13, donde está escrito:
“Entonces Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes y
al pueblo” (LBLA)
El pueblo de Israel tenía sobre si la responsabilidad de sacrificar el Cordero de la
redención. Por lo tanto no fue un fracaso lo que sucedió con Yeshúa, todo
estaba en el plan divino para la salvación del mundo. HaShem usó el rechazo de
los judíos contra su propio Mesías para cumplir Su plan que había revelado en
los profetas, como está escrito en Hechos 2:23:
“a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de
Dios, clavasteis en un madero por manos de impíos y le matasteis” (LBLA)
En Hechos 3:12, 14-15, 17-18 está escrito:
“Al ver esto Pedro, dijo al pueblo: Varones israelitas... vosotros
repudiasteis al Santo y Justo, y pedisteis que se os concediera un asesino,
y disteis muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los
muertos, de lo cual nosotros somos testigos... Y ahora, hermanos, yo sé
que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros gobernantes. Pero
Dios ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos los
profetas: que su Mesías debería padecer.” (LBLA revisada)
En Hechos 4:27-28 está escrito:
“Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio
Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo
siervo Yeshúa, a quien tú ungiste, para hacer cuanto tu mano y tu
propósito habían predestinado que sucediera.” (LBLA revisada)
Así que todo el pueblo de Israel cumplió su papel de sacrificar el Cordero, para
su propia redención y la salvación del mundo, como está escrito en Juan 11:49-
53:
“Pero uno de ellos, Kayafá, que era sumo sacerdote ese año, les dijo:
Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en cuenta que os es más conveniente
que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo
sacerdote ese año, profetizó que Yeshúa iba a morir por la nación; y no
sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que
están esparcidos. Así que, desde ese día planearon entre sí para
matarle.” (LBLA revisada)
Yeshúa celebró el último pesaj con sus discípulos un día antes, para luego poder
ser el mismo Cordero de Dios y morir el día siguiente, (comp. Mishná Zevajim
1:3).
El cordero tenía que ser sacrificado por la tarde, más exactamente “entre las dos
tardes”, según el texto hebreo. Según Rashí, la expresión “entre las dos tardes”
significa el tiempo entre el mediodía, cuando el sol empieza a inclinarse, y la
tarde cuando el sol se pone, “desde el oscurecimiento del día hasta el
oscurecimiento de la noche”. La palabra erev,[9]  “tarde” significa, según Rashí,
“crepúsculo” o “oscuridad”, como se ve en Isaías 24:11b donde está escrito:
“toda alegría se ha oscurecido (arvá), desterrado está el júbilo de la
tierra.” (LBLA)
“Entre las dos tardes” sería alrededor de las 3 h de la tarde, según el
horario romano.
La Mishná[10] dice:
“El sacrificio diario (Números 28:1-8) se sacrifica a las ocho y media (dos y
media de la tarde según el cómputo romano) y se ofrece a las nueve y
media (tres y media). En la vigilia del pesaj (el 14 de nisán)  se sacrifica a la
siete y media y se ofrece a las ocho y media, ya sea día ferial, ya
sea shabat. Si la vigilia pascual ocurre en la tarde del sábado (viernes), se
sacrifica a las seis y media y se ofrece a las siete y media. Luego el
sacrificio pascual.”
Los relatos de Los Escritos Mesiánicos muestran que Yeshúa murió en la novena
hora del día, lo cual corresponde a las tres de la tarde según la hora romana,
como está escrito en Lucas 23:44-46:
“Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la
tierra hasta la hora novena al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó
en dos. Y Yeshúa, clamando a gran voz, dijo: Padre, EN TUS MANOS
ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. Y habiendo dicho esto, expiró. ” (LBLA
revisada)
En el texto de la Mishná vemos que el sacrifico de pesaj fue sacrificado después
del sacrificio diario de la tarde, que en días normales fue adelantado una hora
para dejar lugar para el corbán pesaj (sacrificio pascual). Esto nos enseña que el
cordero principal de pesaj, que fue sacrificados aquel 14 de nisán cuando
Yeshúa estaba colgando sobre el madero enfrente de la entrada del templo,
murió a la misma hora que él.
El texto de la Mishná también nos enseña que si el 14 de nisán cayó el sexto día
de la semana, en víspera de shabat, se adelantó el sacrificio diario dos horas
para dejar lugar al sacrificio de pesaj. En tal caso es corbán pesaj empezaría
alrededor de las dos de la tarde, hora romana, lo cual no coincide con la hora de
la muerte de Yeshúa. Esto nos indica que la su muerte no ocurrió el viernes.
Si ubicamos el día de la muerte de Yeshúa en el sexto día de semana (viernes),
no cuadra con el texto de Juan 12:1 donde dice que llegó de viaje a Beit-Anyá
seis días antes de pesaj, puesto que Yeshúa no viajó en shabat. Tampoco
cuadra con el texto de Mateo 12:40 donde dice que tenía que estar en la tierra
durante tres días y tres noches. Entre viernes y domingo no hay tres días y tres
noches.
Si ubicamos el día de la muerte de Yeshúa en el cuarto día de semana
(miércoles), no cuadra con el texto de Lucas 24:21 donde dice que ese primer
día de la semana (domingo) era el tercer día después de su muerte, puesto que
sería el cuarto día después de su muerte.
La resurrección no podía haber sido por la mañana del shabat, puesto que
Yeshúa caminó muchos más kilómetros de lo permitido cuando acompañó a los
que iban a Emaús, Lucas 24:13, cf. Hechos 1:12.
La expresión de Lucas 24:1 "el uno de los shabats", es una expresión hebrea
para nombrar los días de la semana desde el shabat. El "uno de los shabats" es
el primer día de la semana, (sábado noche hasta domingo noche). El "dos de
los shabats" es el segundo día de la semana, (domingo noche hasta lunes
noche), etc.
Encontramos la expresión "El uno de los shabats" en el texto griego en Hechos
20:7 y 1 Corintios 16:2, donde se refiere al primer día de semana, (que empieza
a la caída del sol el sábado y dura hasta la caída del sol el domingo). En ambos
textos es muy probable que se habla de la reunión de havdalá, un poco después
del fin del shabat, el sábado por la noche.
Según los cálculos astronómicos para los años 30 y 33, el novilunio del mes
de aviv fue en un sexto día (viernes). Si aviv cayó tarde en el año 31 también
coincide con el sexto día de la semana. Esto quiere decir que el 14 del mes
de aviv/nisán el año en que murió Yeshúa cayó sobre el quinto día de semana,
llamado jueves. Según mis cálculos, Yeshúa murió el 26 de abril del año 31. Ese
año la primavera cayó muy tarde y pesaj se celebró tarde. El año anterior había
tenido 13 meses.
Como dijimos antes, el calendario actual judío fue elaborado definitivamente por
Hilel II en el año 358 E.C. y por lo tanto antes de él, el 14 de aviv podía caer en
un quinto día de semana (jueves), porque dependían de las señales de los cielos
y de la tierra. Después de Hilel II ya no es posible porque en su calendario ha
eliminado esa posibilidad.
Puesto que el día 15 de aviv/nisán es uno de los siete días de descanso
adicionales anuales, según Levítico 23:6 y Juan 19:31 y en el año en que murió
Yeshúa ese día cayó en el sexto día de semana (viernes), había dos días de
descanso seguidos en aquella semana. Fuentes antiguas[11] muestran que las
tiendas podían abrirse un par de horas durante la tarde del 15 de aviv antes
del shabat semanal, para que la gente pudiera comprar lo necesario para
el shabat semanal. De esa manera las mujeres tenían tiempo para comprar y
preparar los casi 40 kilogramos de especias, pero no tenían tiempo para ungir el
cuerpo. Si comparamos el texto de Marcos 16:1, que dice que compraron
especias después del shabat, y Lucas 23:56, que dice que prepararon especias
aromáticas y perfumes antes del shabat, entendemos que hubo dos días de
descanso seguidos en aquella semana, el viernes fue el 15 de nisán, que es
un shabat de la fiesta, y luego vino el shabat semanal. Entre esos dos días de
reposo, el viernes por la tarde, las mujeres compraron y prepararon los
ungüentos.
La conclusión es que Yeshúa murió el quinto día de la semana (jueves) a
alrededor de la novena hora el 14 de aviv/nisán, algo más de 4000 años
después de la creación de Adam, que corresponde a las 3 horas de la tarde el
jueves 26 de abril del año 31, según el calendario romano. La sombra profética
coincidía en los detalles mínimos con el cuerpo que proyectaba esa sombra.
¡Baruj HaShem! - ¡Bendito sea el Eterno!
12:7  “Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel
de las casas donde lo coman.” (LBLA) – En Egipto tenían puertas con dos postes
y un dintel que formaban cruces en las esquinas. La cruz, como hemos dicho
antes, está representada en la antigua letra hebrea tav, que se parece a una X.
De esta manera aprendemos que la sangre que fue puesta sobre las maderas en
las casas en Egipto anunciaba la muerte del Mesías ben Yosef sobre el madero
que se parecía a una cruz, según la costumbre romana. La letra tav es la última
letra del alefato hebreo y simboliza el final. Con esto vemos como la obra
redentora del Mesías se había consumado cuando murió en aquél madero, como
está escrito en Juan 19:30:
“Entonces Yeshúa, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E
inclinando la cabeza, entregó el espíritu.” (LBLA revisada)
La simbología en Egipto enseña que la muerte del Cordero de Dios constituye
una puerta. Es la puerta de la redención, como está escrito en Juan 10:9a:
“Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo” (LBLA)
12:8  “comerán la carne esa noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin
levadura y con hierbas amargas.” (LBLA) – Sólo se come la carne, no los
tendones ni los huesos. Esa noche se refiere a la noche del 15 de nisán. El
sacrificio de pesaj no se puede comer de día. Para asarlo, en el tiempo del
segundo templo se usaba una estaca de madera de granado que atravesaba el
animal desde la boca hasta el ano. Los intestinos fueron colocados en el interior
después de haber sido lavados[12].
Los tres ingredientes más importantes en la celebración son:
         Korbán pesaj – el cordero sacrificado y asado (sólo permitido en
Jerusalén, cf. Deuteronomio 16:5-6)
         Matsá – pan sin levadura (de trigo, cebada, espelta, avena o
centeno[13])
         Maror – hierbas amargas (son válidas: lechuga, escarola, perifollo,
eringio y hierbas amargas[14])

La Mishná[15] dice:

“Rabán Gamaliel solía decir: quien no dijo estas tres cosas en el sacrificio
pascual no cumplió su obligación, a saber: el cordero pascual, el pan ácimo
y las hierbas amargas. El cordero pascual, porque Dios pasó de largo sobre
las casas de nuestros padres en Egipto. El pan ácimo, porque fueron
redimidos nuestros padres de Egipto. Hierbas amargas, porque los egipcios
amargaron la vida de nuestros padres en Egipto, (Ex 1:14). En cada una de
las generaciones ha de considerarse cada uno a sí mismo como si hubiese
él salido de Egipto, ya que está escrito: “lo explicarás a tu hijo en aquel día,
diciendo: es por lo que HaShem hizo por mí al salir de Egipto (13:8)””
Las cuatro copas fueron añadidas por Hilel, [16] poco antes de Yeshúa. En la cena
de pesaj, narrada en Los Escritos Mesiánicos, vemos como Yeshúa usaba copas
de vino. Esto nos enseña que él se sometía a una nueva costumbre que fue
introducida en la celebración por uno de los jueces de Israel de la época. Dijo
que el pan sin levadura hace referencia a él mismo, como está escrito en Lucas
22:19:
“Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les
dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en
memoria de mí.” (LBLA)
Yeshúa usa la tercera de las cuatro copas y la aplica sobre sí, como está escrito
en Lucas 22:20:
“De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por
vosotros.” (LBLA)
En Juan 6:48-59 está escrito:
“Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto,
y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma
de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come
de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida
del mundo es mi carne. Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo:
¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Yeshúa les dijo: En
verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe
mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come
mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que
vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también
vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que
vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para
siempre. Esto dijo Yeshúa en la sinagoga, cuando enseñaba en Kefar-
Najum.” (LBLA revisada)
La aplicación profética de Yeshúa de comer su carne y beber su sangre tiene
una clara relación con la celebración del pesaj.
La sangre del cordero trajo libertad de la muerte.
12:9  “No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego,
tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas.” (LBLA revisada) – Esto nos
enseña que el espíritu de Yeshúa tenía que pasar por el fuego eterno, para
redimirnos de allí.
Su cabeza habla de la mente del Mesías, como está escrito en 1 Corintios 2:16:
“Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DE HASHEM, PARA QUE LE
INSTRUYA? Mas nosotros tenemos la mente del Mesías.” (LBLA revisada)
Sus patas hablan de la conducta del Mesías, su manera de caminar en la vida,
como está escrito en Mateo 4:19:
“Y les dice: Seguidme...” (LBLA)
En 1 Juan 2:6 está escrito:
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (LBLA)
Sus entrañas hablan de dos cosas, el amor y la motivación del Mesías, como
está escrito en Mateo 9:36:
“Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban
angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor” (LBLA)
En Revelación 2:23 está escrito:
“Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las congregaciones sabrán
que yo soy el que escudriña los riñones y los corazones, y os daré a cada
uno según vuestras obras.” (LBLA)
La sangre del cordero libera de la muerte. Este es el primer paso en el camino
de la redención. Es la salvación que cada uno obtiene al poner su fe en el
sacrificio sustituto de Yeshúa. El segundo paso es comer su cabeza, sus patas y
sus entrañas. Recibimos la cabeza del Mesías por medio del estudio de la Torá
acompañados por el Espíritu del Mesías que nos explica las cosas. Recibimos las
patas del Mesías mediante una imitación de su conducta, en palabra y obra.
Recibimos las entrañas del Mesías mediante la llenura del Espíritu del Mesías, la
limpieza de nuestros pecados y los sufrimientos.
12:10 “Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él
para la mañana lo quemaréis en el fuego. ” (LBLA) – Es imposible no dejar algo
de él. No se podía comer ni los tendones, inclusive el nervio ciático, (ver Génesis
32:33), ni los huesos. Así que lo único que se podía hacer era quemar el resto.
Esto nos enseña la importancia de recibir todo lo que es el Mesías Yeshúa. No
podemos decir que queremos solamente una parte de él. No podemos decir que
sólo queremos su sangre para ser libres de la muerte. No podemos decir que no
queremos estudiar la Torá para obtener su mente. No podemos decir que no
queremos imitar su conducta. No podemos dejar de preocuparnos por los
demás. No podemos dejar de buscar motivos limpios en lo más íntimo de
nuestro ser. Todo esto es necesario para poder llegar a la madurez. Estos tres
pasos corresponden a los tres niveles de crecimiento espiritual para los hijos de
Dios, de los cuales hemos hablado antes.
Este texto también nos enseña que el primer hombre fue totalmente eliminado
con la muerte del Mesías. El segundo hombre fue creado con su resurrección,
como está escrito en 1 Corintios 15:22, 45, 47:
“Porque así como en Adam todos mueren, también en el Mesías todos
serán vivificados... Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adam, FUE
HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adam, espíritu que da vida... El
primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del
cielo.” (LBLA revisada)
En Efesios 2:15 está escrito:
“aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo
hombre, estableciendo así la paz” (LBLA)
En Efesios 4:22-24 está escrito:
“que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo
hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, y que seáis
renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo
hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y
santidad de la verdad.” (LBLA)
12:11 “Y de esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en
vuestros pies y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es el
pesaj de HaShem.” (LBLA revisada) – La palabra pesaj se refiere en primer lugar
al animal sacrificado. Por esto el día de pesaj es en primer lugar el 14 de nisán,
cuando se sacrifica el animal, como está escrito en Números 33:3:
“El mes primero partieron de Ramsés el día quince del mes primero; el día
después del pesaj, los hijos de Israel marcharon con mano poderosa a la
vista de todos los egipcios” (LBLA)
En Josué 5:10-11 está escrito:
“Estando los hijos de Israel acampados en Guilgal, celebraron el pesaj en el
día catorce del mes, por la tarde, en los llanos de Yerijó. Y el día después
del pesaj, ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin
levadura y cereal tostado.” (LBLA revisada)
En Éxodo 34:25 vemos como la palabra pesaj es usada más sobre la
celebración, que sobre el mismo animal, como está escrito:
“No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con pan leudado, ni se dejará nada
del sacrificio de la fiesta del pesaj hasta la mañana.” (LBLA revisada)
En Lucas 2:41 está escrito:
“Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de
pesaj.” (LBLA revisada)
Más adelante vemos como la misma fiesta de los panes sin levadura, que
empieza la noche del 15 de nisán, toma el nombre del animal sacrificado, como
está escrito en Lucas 22:1:
“Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, llamada pesaj. ” (LBLA
revisada)
En Juan 2:23 está escrito:
“Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de pesaj, muchos creyeron
en su nombre al ver las señales que hacía.” (LBLA revisada)
Pero en la gran mayoría de las veces que la palabra pesaj aparece en las
Escrituras, hace referencia al mismo cordero.
La palabra hebrea pésaj[17] viene de la raíz pasáj[18] que significa “pasar por
encima”, “saltar”, en alusión a que el Eterno saltó por encima de las casas de los
hijos de Israel sin hacerles daño cuando mató a todos los primogénitos en
Egipto.
12:12 “Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo
primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal; y ejecutaré
juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo soy HaShem.” (LBLA revisada) –
Los primogénitos representan el resto del pueblo, como está escrito en el Salmo
136:10:
“Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su
misericordia” (LBLA)
12:13             “Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y
cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre
vosotros para destruiros  cuando yo hiera la tierra de Egipto.” (LBLA) – Como
está escrito que la sangre será señal para los hijos de Israel, no para otros,
Rashí saca la conclusión de que la sangre fue puesta en la parte interior de las
casas, no hacia fuera.
La palabra hebrea para señal es ot[19] (alef, vav, tav). En este texto ha sido
escrita a propósito de manera incompleta, sin la letra vav, que significa “clavo”,
quedando así con la primera y la última letra del alefato hebreo. Esto nos
enseña que la sangre del cordero de pesaj es una señal incompleta para los
hijos de Israel. ¡Hay otra señal más completa donde no faltan los clavos en
relación con la sangre sobre los maderos! Esa señal es Aquel que dijo, según
está escrito en Revelación 22:13:
“Yo soy el Alef y la Tav, el primero y el último, el principio y el fin.” (LBLA
revisada)
12:14             “Y este día os será memorable y lo celebraréis como fiesta a
HaShem; lo celebraréis por todas vuestras generaciones como ordenanza
perpetua.” (LBLA revisada) – Ese día se refiere al 15 de nisán, que es el día de
remembranza, por causa de la salida de Egipto que ocurrió entonces, cf.
Números 33:3. Por esto el día 15 es un día de fiesta al Eterno.
12:15             “Durante un periodo de siete días comeréis panes sin levadura;
además, desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas; porque
cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, su alma
será cortada de Israel.” (LBLA) – Deuteronomio 16:8 dice que hay que comer
matsá durante un periodo de seis días. Esto se interpreta que en el séptimo día
no hay una obligación de comer matsá (pan sin levadura), es opcional, siempre
y cuando no se coma jamets, algo leudado. La octava regla de interpretación de
la Torá del rabí Yishmael dice que todo lo que estaba comprendido dentro de
una categoría general y que luego fue destacado específicamente para enseñar
algo, no fue destacado solamente para enseñar algo con respecto a sí mismo,
sino también a todo lo implicado en la categoría general. Basándose en esta
regla, Rashí deduce que por ser opcional el comer matsá el séptimo día de la
fiesta de los panes sin levadura, así lo es también para los otros seis días de la
fiesta. Pero para la primera noche hay un mandamiento específico de
comer matsá, y por eso no es opcional, como está escrito en Éxodo 12:18:
“Por la noche comeréis pan ácimo” (LBLA)
“desde el primer día quitaréis toda levadura de vuestras casas” – Rashí lo
traduce: “Pero en el día previo” – Se refiere al día previo a la fiesta del día 15.
Por esto es llamado aquí “primero”, en el sentido de que precede a la fiesta de
siete días. Hay otros ejemplos en las Escrituras cuando la palabra rishón,
“primero” tiene el mismo significado, cf. Job 15:7. En español existe algo similar
en la expresión “primero que todo” que da a entender que hay que hacer algo
antes de otra cosa. No está permitido tener jamets, algo leudado, en el
momento de sacrificar el pesaj, como está escrito en Éxodo 34:25:
“No ofrecerás la sangre de mi sacrificio (el cordero de pesaj)  con pan
leudado, ni se dejará nada del sacrificio de la fiesta del pesaj hasta la
mañana.” (LBLA revisada)
Esto nos enseña que hay que eliminar todo jamets durante la mañana del 14
de nisán. De aquí surgió la ceremonia de buscar todo resto de levadura la noche
del 14 de nisán (la noche anterior al día 14), cuando el padre de familia va
buscando con una vela por todo rincón de la casa. Cuando encuentra algo
leudado lo mueve con una pluma de un ave hasta una cuchara de madera para
luego atarlo en un pañuelo de lino. En la mañana siguiente se quema.
La Mishná[20] dice:
“R. Yehudá dice: se hace la búsqueda en la noche del 14 o en la mañana
del 14 o en el momento en que ha de ser apartada. Los sabios dicen: si no
ha buscado en la noche del 14 debe hacerlo el día 14; si no buscó el día 14,
debe hacerlo durante la fiesta; si no lo buscó durante la fiesta, debe hacerlo
después de la fiesta. Lo que se quiere dejar (para comer, regalar, vender o
quemar) hay que ponerlo en un lugar guardado para no tener que hacer
una búsqueda de nuevo. R. Meír dice: se puede comer durante toda la hora
quinta y se quema al comienzo de la hora sexta.”
La idea es que no puede haber jamets a partir del medio día el 14, cuando está
permitido sacrificar el cordero. Antes del mediodía tiene que estar eliminada
toda la levadura.
“su alma será cortada de Israel” – No se refiere a darle la pena de muerte,
sino que su alma es cortada de su relación espiritual con el pueblo de Israel
y con el Eterno, como está escrito en Levítico 22:3b:
“esa alma será cortada de mi presencia.” (LBLA)
La levadura simboliza varias cosas:

         La levadura de los fariseos – hipocresía, Lucas 12:1 (no vivir lo que
se enseña).
         La levadura de los fariseos y los saduceos – doctrina falsa, Mateo
16:11-12.
         La levadura de Herodes – soberbia y astucia política, Marcos 8:15;
Lucas 13:32.
         La levadura de malicia y maldad – jactancia, adulterio, mentira, 1
Corintios 5:6-8
En resumen, la levadura simboliza el pecado. La importancia que da la Torá para
la eliminación de todas las sustancias leudadas y de la prohibición rígida de no
comer estas sustancias, nos enseña varias cosas:

         El pecado fue eliminado con la muerte del Cordero de Dios


         Para ser parte de la redención final hay que trabajar
meticulosamente para eliminar todo pecado en la vida personal, “la casa”.

         Yeshúa es el pan sin levadura, sin pecado, que es ofrecido a todo


israelita para que lo reciba personalmente y así sea parte de la redención.

En el profeta Sofonías 1:12 hay una referencia al momento de la búsqueda de


sustancias leudadas con una vela durante la noche del 14 de nisán,
llamado bedikat jamets, como está escrito:

“Y sucederá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con lámparas,


y castigaré a los hombres que reposan como el vino en sus heces, los que
dicen en su corazón: "Ni bien ni mal hará HaShem.” (LBLA revisada)
12:16             “Y en el primer día tendréis una santa convocación, y otra santa
convocación en el séptimo día; ningún trabajo se hará en ellos, excepto lo que
cada uno deba comer. Sólo esto podréis hacer.” (LBLA) – Durante la semana de
la fiesta de los panes sin levadura, en hebreo jag ha-matsot, hay dos días
festivos, dos shabats, el primer día y el séptimo, los días 15 y 21 del mes. En
cada uno de estos días hay que hacer una convocación de santidad, mikrá
kodesh. A diferencia del shabat semanal, en estos shabats está permitido
cocinar lo que se va a comer durante el día.
12:17             “Guardaréis el pan ácimo, porque en ese mismo día saqué yo
vuestros ejércitos de la tierra de Egipto; por tanto guardaréis este día por todas
vuestras generaciones como ordenanza perpetua.” (LBLA) – Según Rashí, se
refiere a que hay que guardar los panes ácimos para que no fermenten y
guardar el día para no hacer labores.
El proceso de fermentación en el pan representa el pecado. El pecado está
simbolizado por la esclavitud en Egipto. La salida de Egipto, que ocurrió justo
después del sacrificio del cordero de pesaj, está relacionada con el pan sin
levadura. Esto nos enseña que la muerte del Mesías produce libertad de la
esclavitud del pecado. El sacrificio del Cordero es la condición para poder
celebrar la fiesta de la libertad. Sin una persona no se apropia de la muerte del
Mesías, no será liberada de la esclavitud del pecado y de la muerte.
12:19             “Por siete días no habrá levadura en vuestras casas; porque
cualquiera que coma algo leudado, esa alma será cortada de la congregación de
Israel, ya sea extranjero o nativo del país.” (LBLA) – El extranjero, en
hebreo guer, se refiere aquí al que ha hecho conversión circuncidándose para
ser parte de la congregación de Israel, cf. Levítico 24:16; Números 15:13-16.
12:20             “No comeréis nada leudado; en todo lugar donde habitéis
comeréis panes sin levadura.” (LBLA) – este mandamiento no está limitado a la
tierra de Israel.

Quinta aliyá, 12:21-28


12:21             “Entonces Moshé convocó a todos los ancianos de Israel, y les
dijo: Sacad del rebaño corderos para vosotros según vuestras familias, y
sacrificad el pesaj.” (LBLA revisada) – Esto constituye una de las obras de fe
más importantes de la historia, como está escrito en Hebreos 11:28:
“Por la fe celebró el pesaj y el rociamiento de la sangre, para que el
exterminador de los primogénitos no los tocara.” (LBLA revisada)
La celebración de la fiesta con el pesaj fue una obra de fe, porque antes de salir,
los hijos de Israel ya celebraron su libertad. La fe habla y actúa según las cosas
que no son como si fuesen y así sucederán.
12:22             “Y tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que
está en la vasija, y untaréis con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos
postes de la puerta; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta
la mañana.” (LBLA revisada) – El hisopo es como el algodón, tiene la capacidad
de absorber los líquidos. Además el hisopo tiene la característica de guardar la
sangre para que no coagule. Así que la sangre untada en las maderas de las
puertas no se coagulaba. Estaba viva todo el tiempo. Esto nos enseña que la
sangre del Mesías siempre está viva y presente ante el Padre en el cielo.
El hisopo no es usado en las celebraciones posteriores de pesaj, sólo se usó en
Egipto. Pero vuelve a aparecer en las Escrituras en relación con la muerte de
Yeshúa, como está escrito en Juan 19:29:
“Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja
empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la
boca.” (LBLA)
El hisopo es usado también en la ceremonia de la purificación de tsaráat, “lepra”
y la purificación por haber estado en contacto con la muerte, cf. Levítico 14:4ss;
Números 19:6; 1 Reyes 4:33 (5:13 heb.). También se usó para el rociamiento
del pacto en Sinai, cf. Hebreos 9:19. El hisopo está íntimamente relacionado con
la purificación del pecado y de la muerte, como está escrito en el Salmo 51:7:
“Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la
nieve.” (LBLA)
El doctor Alejandro Flemming que descubrió la penicilina, cultivó la primera
penicilina del moho del hisopo.
12:23             “Pues HaShem pasará para herir a los egipcios; y cuando vea la
sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, HaShem pasará de largo
aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en vuestras casas
para heriros.” – El ángel destructor fue enviado por HaShem, cf. 1 Crónicas
21:15-16.
12:26             “Y sucederá que cuando vuestros hijos os pregunten: "¿Qué
significa este rito para vosotros?"” (LBLA) – En la Torá aparecen cuatro tipos de
hijos en relación con pesaj. Este es el primero. Este es llamado “malo”, porque
no se identifica con sus padres y su pueblo al decir “vosotros”. Debería haber
dicho “nosotros”. Los otros tres son los siguientes:
 El que no sabe preguntar, que no dice nada, Éxodo 13:8.
 El ignorante, que dice “¿Qué es esto?”, Éxodo 13:14.
 El sabio, que dice: “¿Qué significan los testimonios y los estatutos y
los decretos que HaShem nuestro Dios os ha mandado?”,
Deuteronomio 6:20.

A cada uno de estos cuatro hay que enseñar en la cena de pesaj según la


capacidad de cada uno. La Mishná[21] dice:

“Se sirve luego la segunda copa. Aquí pregunta el hijo al padre, y si el hijo
no tiene todavía conocimiento, el padre lo instruye: ¿en qué se diferencia
esta noche de todas las otras noches? En que todas las noches podemos
comer pan fermentado y pan ácimo; en esta noche, en cambio, ha de ser
todo ácimo; en que en todas las noches podemos comer todo tipo de
verdura, mientras en esta noche comemos (sólo) hierbas amargas; en que
en todas las noches podemos comer carne asada, hervida o cocida,
mientras que en esta noche sólo asada; en que en todas las demás noches
mojamos una sola vez, mientras que en esta noche dos veces. Él comienza
por el oprobio y termina con la gloria. Comenta el “un arameo errante fue
mi padre” (Deuteronomio 26:5s) hasta que termina toda la perícopa.”
Vemos, por lo tanto, que al principio se mencionaba el cordero de pesaj en las
preguntas de los hijos, pero luego fue eliminado por causa de la destrucción del
templo y la diáspora por los cuales no podemos sacrificar pesaj.
Sexta aliyá, 12:29-51
12:30             “se levantó Faraón en la noche, él con todos sus siervos y todos
los egipcios; y hubo gran clamor en Egipto, porque no había hogar donde no
hubiera alguien muerto.” (LBLA) – Todos los primogénitos que había en la tierra
de Egipto fueron heridos, cf. 12:12, no solamente de los egipcios. La única
manera de ser liberado de esta plaga era unirse con el pueblo de Israel y creer
en la sangre del cordero. En todas las casas había algún muerto. Según Rashí,
implica también que el más importante en cada casa fue considerado como
primogénito, aunque no había nacido primero, cf. Salmo 89:27.
12:37             “Y partieron los hijos de Israel de Ramsés hacia Sucot, unos
seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.” (LBLA) – La liberación
llevó el pueblo hasta Sucot. La fiesta de sucot es la última fiesta en el programa
de redención del Eterno, al final del año, como está escrito en Éxodo 34:22b:
“la fiesta de la recolección al final del año.” (LBLA)
12:38             “Subió también con ellos una multitud mixta, juntamente con
ovejas y vacadas, una gran cantidad de ganado.” (LBLA) – Según entiendo esta
multitud que se había unido al pueblo de Israel se había circuncidado junto con
ellos para poder comer el pesaj y ser parte de la redención, cf. 12:48-51.
12:43             “Y HaShem dijo a Moshé y a Aharón: Esta es la ordenanza
del pesaj: ningún extranjero comerá de ella.” (LBLA revisada) – La palabra
hebrea que ha sido traducida como extranjero es ben nejar[22] que significa un
extraño, lo cual implica tanto un israelita apóstata como un gentil (Rashí).
12:45             “El extranjero y el jornalero no comerán de ella.” (LBLA) – La
palabra hebrea que ha sido traducida como extranjero es toshav, que significa
“residente”, técnicamente llamado guer toshav. Este nombre se da a un gentil
que ha renegado de la idolatría y, según muchas autoridades, también ha
aceptado cumplir los siete mandamientos de los hijos de Noaj. El jornalero, sajir,
es cualquier gentil que no es un guer toshav. El Talmud[23] dice:
“Toshav significa un no judío que ha abandonado los ídolos pero aun se le
permite ciertas cosas, como por ejemplo, cierto tipo de comidas que no es apta
para el judío. Sajir significa un no judío que ha sido circuncidado pero aun no ha
entrado en el mikveh (baño ritual para completar su conversión)”.
En cualquier caso, toshav y sajir son personas que no son parte de la comunidad
de Israel.
12:46             “Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la
carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.” (LBLA) – Esto fue
anunciado con respecto a lo que iba a pasar con el Mesías Yeshúa, como está
escrito en Juan 19:31-36:
“Los judíos entonces, como era el día de preparación (del pesaj), a fin de
que los cuerpos no se quedaran en el madero en el shabat (porque
ese shabat era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las
piernas y se los llevaran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas
del primero, y también las del otro que había sido colgado en un madero
con Yeshúa; pero cuando llegaron a Yeshúa, como vieron que ya estaba
muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el
costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Y el que lo ha
visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice
la verdad, para que vosotros también creáis. Porque esto sucedió para que
se cumpliera la Escritura: NO SERÁ QUEBRADO HUESO SUYO.” (LBLA
revisada)
12:47             “Toda la congregación de Israel la celebrará.” (LBLA) – Según la
obra magnífica de Yeshúa HaMashíaj, los gentiles pueden entrar y formar parte
de la congregación celestial, espiritual de Israel, por medio de un acto de
conversión sin tener que circuncidarse en la carne. Los requisitos para la
conversión mesiánica son:
         Arrepentimiento de los pecados y la idolatría de las naciones.
         Aceptación del yugo del Reino y la Torá.
         Circuncisión del corazón y recepción del Espíritu del Mesías.
         Recepción del sacrificio expiatorio de Yeshúa.
         Fe en Dios que resucitó a Yeshúa de entre los muertos.
         Confesión de Yeshúa como el Señor.
         Purificación por agua en el nombre de Yeshúa el Mesías.
Estos siete pasos constituyen la puerta de entrada para un gentil que hace la
conversión mesiánica para pertenecer al pueblo de Israel de manera espiritual. A
partir de la tevilá, la purificación, no es considerado como sajir ni ben
nejar ni toshav ni únicamente un ben Noaj, sino es un miembro pleno del cuerpo
del Mesías que es el Israel celestial. Es un hijo de Avraham por adopción y
forma parte de la familia de Dios, como está escrito en Efesios 2:19:

“Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos


de los santos y sois de la familia de Dios.” (LBLA)
En Gálatas 3:7, 9 está escrito:
“Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de
Avraham... Así que, los que son de fe son bendecidos con Avraham, el
creyente.” (LBLA revisada)
En Romanos 4:11, 16 está escrito:
“y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que
tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los que
creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también a ellos les fuera
imputada... Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin
de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son
de la Torá, sino también a los que son de la fe de Avraham, el cual es
padre de todos nosotros” (LBLA revisada)
Como la Torá prohíbe la participación del cordero de pesaj a los no
circuncidados en la carne, de la misma manera no se puede compartir del
Cordero de Dios sin haber experimentado la circuncisión del corazón, en el
espíritu, como está escrito en Colosenses 2:11-13:
“En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por
manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión del Mesías;
habiendo sido sepultados con él en la tevilá (bautismo), en el cual también
habéis resucitado con él por la fe en la acción del poder de Dios, que le
resucitó de entre los muertos. Y cuando estabais muertos en vuestros
delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con
él, habiéndonos perdonado todos los delitos.” (LBLA revisada)
En Romanos 2:29 está escrito:
“sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del
corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de
los hombres, sino de Dios.” (LBLA)
En Filipenses 3:3 está escrito:
“porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el
Espíritu de Dios y nos gloriamos en el Mesías Yeshúa, no poniendo la
confianza en la carne” (LBLA revisada)

Séptima aliyá, 13:1-16


13:2  “Conságrame todo primogénito; el primer nacido de toda matriz entre los
hijos de Israel, tanto de hombre como de animal, me pertenece.” (LBLA) – Esto
se escribió por dos motivos. Cuando el Eterno mató a todos los primogénitos
que había en la tierra de Egipto, salvó a los primogénitos de Israel por medio de
la sangre del cordero. Ellos estaban destinados a morir, pero gracias al precio de
rescate, la sangre del cordero, fueron redimidos de esa muerte. Por esta razón
HaShem los consagró de una manera especial para sí. Esto incluye hombres y
animales. En segundo lugar es una alusión profética hacia el Mesías Yeshúa, que
fue hijo primogénito de Miryam, su madre, y por lo tanto pertenecía al Eterno de
una manera especial. Los primogénitos fueron destinados a ser sacerdotes, pero
por el pecado del becerro de oro, ese derecho fue pasado a los levitas, cf.
Números 3:12, 41, 45; 8:16, 18.
13:7  “Se comerá pan sin levadura durante los siete días; y nada leudado se
verá contigo, ni levadura alguna se verá en todo tu territorio. ” (LBLA) – Esta es
la actitud que debemos tener hacia el pecado. En toda área donde tengo
autoridad debo esforzarme para que el pecado sea eliminado.
13:8  “Y lo harás saber a tu hijo en aquel día, diciendo: "Esto es con motivo de
lo que HaShem hizo por mí cuando salí de Egipto." ” (LBLA revisada) – El padre
de familia tiene la obligación de hacer un relato de la salida de Egipto en la
noche de la celebración de pesaj. Este relato es llamado hagadá.
13:9  “Y te será como una señal en tu mano, y como un
recordatorio en tu frente, para que la Torá de HaShem esté en
tu boca; porque con mano fuerte te sacó HaShem de
Egipto.” (LBLA revisada) – Los cuatro textos de Éxodo 13:1-
10; 11-16; Deuteronomio 6:4-9 y 11:13-21, son los que se
llevan en los tefilín que se colocan sobre la mano y en la
cabeza durante la oración matutina. La salida de Egipto debe
ser algo que se recuerde cada día y hay que llevar esta obra redentora en la
mano y entre los ojos. Debe ser parte de nuestras obras y debe ser la base de
nuestra visión.
 
13:13             “Pero todo primer nacido de asno, lo redimirás con un cordero (o
cabrito); mas si no lo redimes, quebrarás su cerviz; y todo primogénito de
hombre de entre tus hijos, lo redimirás.” (LBLA) – El único animal impuro que es
redimido es el asno. El asno representa la vida laboral del hombre. Pertenece al
eterno. Necesita ser redimida por el Cordero.
13:16             “Será, pues, como una señal en tu mano y como insignias entre
tus ojos; porque con mano fuerte nos sacó HaShem de Egipto.” (LBLA
revisada) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “insignias” es totafot,
que se refiere al tefilín de la cabeza, es difícil de entender. Hay varias
propuestas dadas por los rabinos, entre ellas “diadema” y “remembranza”.

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