Contrato
Contrato
Contrato
Derecho Romano: Históricamente nos remitimos al derecho romano ya que tiene gran
influencia en nuestro Código Civil. Pero en lo que al tema respecta, el derecho romano tenía
una concepción realista y mucho más objetiva del contrato que en la actualidad. Para Velez, lo
que caracteriza al contrato es el acuerdo, mientras en Roma, solo había contrato cuando se
cumplían ciertas exigencias o requisitos formales (por ej., la sponsio requería ciertas
formalidades sin las cuales no había contrato).
Derecho Francés: tenía una concepción voluntarista y subjetiva del contrato: basta el
mero acuerdo para que haya contrato. Esta concepción ha imperado en el derecho occidental
continental, en los países del“civil law” en contraposición a los países del “common law” .
Contrato actual
Contrato Romano
Entonces los contratos según lo establecido en normas del código civil se dividen en:
Unilateral: los contratos unilaterales son aquellos en los cuales quien se obliga es una
parte, mientras que la otra no tiene obligación alguna, por ejemplo, el contrato de
préstamo de uso o comodato.
Bilateral: en este tipo de contrato ambas partes se obligan, por ejemplo, en un contrato
de compraventa el vendedor se obliga a entregar la cosa y el comprador a pagar
el precio.
Gratuito: cuando solo beneficia a una de las partes, por ejemplo el contrato de
donación.
Conmutativo: cuando una de las partes se obliga a hacer algo equivalente a lo que la
otra parte va a hacer.
Esta clasificación se encuentra desde el artículo 1496 del código civil hasta 1500 del
código civil, pero la doctrina establece otra clase de contratos como los de ejecución
instantánea, que son aquellos que se ejecutan en solo momento, y los tracto sucesivo cuyos
efectos se prolongan en el tiempo como en el contrato de arrendamiento por ejemplo.
En el terreno de los elementos del contrato, reina una gran anarquía, no solo en lo
relativo al alcance o significado de los vocablos sino también, lo cual es más importante, en lo
relativo a saber qué elementos integran el contrato concurriendo a su formación y validez.
I. Elementos Esenciales. Son los fundamentales para que exista un contrato, sin estos no
hay contrato. El Código Civil no los menciona. El Código civil Francés, en su art.1108,
enumera cuatro “condiciones” para la validez del contrato: el consentimiento, el objeto, la
causa y la capacidad. El Código civil español dice que son el consentimiento, el objeto y la
causa.
III. Elementos Accidentales: Son aquellos que están presentes si las partes desean
incorporarlos al contrato. Son ciertas modalidades (condición, plazo y cargo). Aquí no hay
aplicación supletoria de la ley cuando las partes nada dicen y hay una mayor plenitud de la
autonomía de la voluntad de las partes.
En realidad toma las nociones de la Doctrina Clásica pero las encuadra de un modo
diferente
En una clasificación más moderna de López de Zavalía, seguida por Alterini divide los
elementos en:
I. Presupuestos: son todos los requisitos extrínsecos al contrato existen antes de que nazca el
contrato los deben tener los futuros contratantes (por ej.: la capacidad, la voluntad jurídica de
contratar, la aptitud del objeto). Estos presupuestos existen independientemente de que el
contrato se celebre o no.
II. Elementos: Son los requisitos intrínsecos y son constitutivos del contrato. Son las cláusulas
que constituyen el contrato, las cuales se dividen en:- Esenciales: sujeto, objeto, causa y
forma (en aquellos contratos en que se exige).- Naturales: son aquellas que se encuentran
ordinariamente en los contratos, como las referidas a la garantía de evicción, y que si las
partes nada dicen la ley actúa supletoriamente.- Accidentales: aparecen únicamente cuando
las partes deciden incorporarlas al contrato (modalidades).
Es una corriente moderna de filosofía política y del derecho, que piensa el origen de la
sociedad y del Estado como un contrato original entre humanos, por el cual se acepta una
limitación de las libertades a cambio de leyes que garanticen la perpetuación y ciertas
ventajas del cuerpo social. No es una doctrina política única o uniforme, sino un conjunto de
ideas con un nexo común, si bien extremadamente adaptable a diferentes contextos, lo que
explica su vitalidad y su capacidad para ir evolucionando y redefiniéndose hasta la actualidad.
Como teoría política es posiblemente una de las más influyentes de los últimos trescientos
años, configurando, en mayor o menor grado, la estructura actual de los distintos estados y
naciones.