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Eliminar Virus Epstein

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ELIMINAR VIRUS EPSTEIN-BARS (VEB)

Intenta tomar al menos tres cada día — cuantas más, mejor— y ve rotando su
consumo para que, al cabo de una o dos semanas, hayas introducido todas ellas
en tu organismo.

Arándanos silvestres: ayudan a restaurar el sistema nervioso central y eliminan


las neurotoxinas del VEB en el hígado.Apio: fortalece la secreción de ácido
clorhídrico en el estómago y aporta sales minerales al sistema nervioso central.

Brotes germinados: son ricos en zinc y selenio, que fortalecen el sistema


inmunitario frente al VEB.

Espárragos: limpian el hígado y el bazo; fortalecen el páncreas.

Espinacas: crean un entorno alcalino en el organismo y aportan al sistema


nervioso micronutrientes muy fáciles de absorber.

Cilantro: elimina metales pesados como el mercurio y el plomo, unos alimentos


muy apreciados por el VEB.

Perejil: elimina las grandes concentraciones de cobre y aluminio, que alimentan al


VEB.

Aceite de coco: antivírico que actúa además como antiinflamatorio.

Ajo: antivírico y antibacteriano que protege frente al VEB.

Jengibre: facilita la asimilación de nutrientes y alivia los espasmos asociados con


el VEB.

Frambuesas: ricas en antioxidantes que eliminan los radicales libres de los


órganos y el torrente sanguíneo.

Lechuga: estimula la peristalsis del tracto intestinal y ayuda a eliminar el VEB del
hígado.

Papayas: restauran el sistema nervioso central; fortalecen y reconstruyen el ácido


clorhídrico del estómago.

Albaricoques: reconstruyen el sistema inmunitario y fortalecen la sangre.

Granadas: ayudan a depurar y limpiar la sangre y el sistema linfático.

Pomelos: una fuente muy rica de bioflavonoides y calcio que apoya al sistema
inmunitario y elimina las toxinas del organismo.

Col crespa: rica en unos alcaloides específicos que protegen contra virus como el
VEB.
Batatas: ayudan a limpiar y depurar el hígado de los subproductos y toxinas del
VEB.

Pepinos: fortalecen las glándulas suprarrenales y los riñones y eliminan las


neurotoxinas del torrente sanguíneo.

Hinojo: contiene potentes propiedades antivirales que combaten el VEB.

Hierbas y suplementos curativos

Las siguientes hierbas y suplementos (enumerados, más o menos, en orden de


importancia) fortalecen aún más el sistema inmunitario y ayudan al organismo a
recuperarse de los efectos del virus:

Uña de gato: reduce el VEB y cofactores como el estreptococo A y el


estreptococo B.

Plata coloidal: disminuye la carga vírica del VEB.

Zinc: fortalece el sistema inmunitario y protege el tiroides de la inflamación


provocada por el VEB.

Vitamina B12 (como metilcobalamina o adenosilcobalamina): fortalece el


sistema nervioso central.

Raíz de regaliz: disminuye la producción del VEB y fortalece las glándulas


suprarrenales y los riñones.

Melisa: antivírica y antibacteriana. Mata las células del VEB y fortalece el sistema
inmunitario.

5-MTHF (5-metiltetrahidrofolato): ayuda a fortalecer el sistema endocrino y el


sistema nervioso central.

Selenio: fortalece y protege el sistema nervioso central.

Algas marinas rojas: potentes antivirales que eliminan metales pesados como el
mercurio y reducen la carga vírica.

L-lisina: disminuye la carga del VEB y actúa como antiinflamatorio del sistema
nervioso central.

Espirulina: reconstruye el sistema nervioso central y elimina los metales pesados.

Ester-C: fortalece el sistema inmunitario y elimina las toxinas del VEB del hígado.

Hoja de ortiga: aporta micronutrientes vitales para el cerebro, la sangre y el


sistema nervioso central.
Monolaurina: antiviral; descompone la carga del VEB y reduce los cofactores.

Baya de saúco: antiviral; fortalece el sistema inmunitario.

Trébol rojo: depura el hígado, el sistema linfático y el bazo de las neurotoxinas


procedentes del VEB.

Anís estrellado: antiviral; ayuda a destruir el VEB en el hígado y el tiroides.

Curcumina: componente de la cúrcuma que ayuda a fortalecer el sistema


endocrino y el sistema nervioso central.

Te aliviarán el dolor y favorecerán la curación del VEB:

Curcumina: componente de la cúrcuma, que reduce la inflamación y alivia el dolor.

Hoja de ortiga: esta planta contiene alcaloides que reducen la inflamación


específica del VEB.

Cúrcuma: raíz que reduce la inflamación y alivia el dolor.

N-acetil cisteína: aminoácido que reduce la inflamación y alivia el dolor.

MSM (metilsulfonilmetano): sustancia que reduce la inflamación y alivia el dolor de


las articulaciones.

TIROIDES

Lo cierto es que el 95 por ciento de los casos actuales de enfermedades tiroideas,


incluida la de Hashimoto, surgen de una infección vírica (el otro 5 por ciento
provienen de la radiación). Y el virus que las provoca es el Epstein-Barr (VEB).

Tal y como se explica en el capítulo 3, tras un largo periodo de incubación —


habitualmente en el hígado—, el VEB emprende su periplo hacia el tiroides y
penetra en sus tejidos. Con el tiempo, la carga vírica debilita el tiroides y
disminuye su eficacia para segregar las hormonas que el organismo necesita para
funcionar. Con el paso del tiempo, el VEB va poco a poco inflamando el tiroides y
dando lugar, primero, a un caso de hipotiroidismo y, más adelante, a una tiroiditis
de Hashimoto. Pero esto no significa que tu cuerpo te esté traicionando. Más bien,
lo que está sucediendo es que tu sistema inmunitario está persiguiendo al
verdadero intruso y haciendo un gran esfuerzo para protegerte.

Una de las grandes confusiones de los pacientes consiste en creer que la


medicación para el tiroides combate la causa inicial de su enfermedad. Lo cierto,
sin embargo, es que estos fármacos no están tratando el tiroides. Sencillamente,
están añadiendo hormonas al torrente sanguíneo con la esperanza de que el
cuerpo pueda

utilizarlas para sustituir aquellas que el tiroides no está produciendo. Lo que no se


dice es que los fármacos para el tiroides son esteroides suaves que ralentizan el
sistema inmunitario y evitan que reaccione ante los síntomas. Es un secreto que,
muchas veces, ni siquiera conocen los médicos, porque no se lo han contado. Y lo
más normal es que los médicos no expliquen a los pacientes que ellos tampoco
comprenden realmente lo que son el hipotiroidismo y el hashimoto ni que la
medicación no va a curar las enfermedades.

Si estás tomando medicación para el tiroides y has notado una mejoría,


estupendo. Puede actuar como una tirita prácticamente inocua para un trastorno
del tiroides que procede de una infección vírica. Sin embargo, si has probado la
medicación para el tiroides y no has notado alivio, ahora comprenderás por qué tu
frustración es lícita.

Alimentos curativos

Entre los alimentos más curativos para los problemas del tiroides están el dulse
atlántico, los arándanos silvestres, los brotes germinados, el cilantro, el ajo, las
semillas de cáñamo, el aceite de coco, las nueces de Brasil y los arándanos rojos.
Entre todos matan

las células del VEB, aportan micronutrientes, reparan el tejido tiroideo, reducen el
crecimiento de los nódulos, eliminan los metales pesados tóxicos y los desechos
víricos y estimulan la producción de hormonas tiroideas.

Hierbas y suplementos curativos


Zinc: mata las células del VEB, fortalece el
tiroides y ayuda a proteger el sistema endocrino.
Espirulina: aporta micronutrientes esenciales
para el tiroides. Fucus vesiculosus: aporta al
tiroides iodo y oligoelementos de fácil
asimilación.
Cromo: ayuda a estabilizar el sistema endocrino.
L-tirosina: aumenta la producción de hormonas
tiroideas.
Ashwagandha: refuerza el tiroides y las
glándulas suprarrenales y estabiliza el sistema
endocrino.Regaliz: mata las células del VEB del
tiroides y sirve de apoyo a las glándulas
suprarrenales.
Eleutero (también llamado ginseng siberiano):
refuerza las glándulas suprarrenales y estabiliza
el sistema endocrino. Melisa: mata las células
del VEB del tiroides y amortigua el crecimiento de
nódulos.
Manganeso: fundamental para la producción de
la hormona tiroidea T3.Selenio: estimula la
producción de la hormona tiroidea T4. Vitamina
D3: estabiliza el sistema inmunitario y sus
respuestas.
Complejo B: vitaminas esenciales para el
sistema endocrino. Magnesio: estabiliza la
hormona tiroidea T3.EPA y DHA (ácido
eicosapentaenoico y ácido
docosahexaenoico): refuerzan el sistema
endocrino y el aparato nervioso. Cuando los
compres, asegúrate de que son de origen vegetal
(no de pescado).

Bacopa monnieri: favorece la producción de


hormonas tiroideas y la conversión de T4 en T3.
Rubidio: estabiliza la producción de hormonas
tiroideas. Cobre: mata las células del VEB y
aumenta la efectividad del iodo.
Eliminamos los alimentos que desestabilizan
la producción hormonal, como los huevos y
los productos lácteos, y redujimos el
consumo de proteínas de origen animal a una
vez al día. Además, aumentamos el consumo
de frutas y verduras antivirales, como las
papayas, las bayas, las manzanas, los
canónigos, los mangos, las espinacas, la col
rizada, los brotes germinados, el dulse
atlántico, el cilantro y el ajo. Como
suplementos, nos concentramos en la melisa,
el cromo, el zinc y el fucus vesiculosus.
DIABETES
Resulta imperativo que comprendamos que las grasas animales fueron las que en
un principio debilitaron el páncreas y el hígado.

El hígado y el páncreas se habían vuelto perezosos. Eso era lo que estaba


provocando también el aumento de peso.

El azúcar ha sido sólo el mensajero.

para tratar la diabetes tipo 2 y la hipoglucemia, es básico disminuir el consumo de


grasas y aumentar el de frutas y verduras frescas. Te recomiendo que hagas la
cura depurativa que encontrarás en el capítulo 21. Con ello favorecerás la
curación del hígado, del páncreas y de las glándulas suprarrenales, y estabilizarás
los niveles de azúcar en sangre.

La duración del programa dependerá del daño que hayan sufrido los órganos. Al
cabo de unos pocos meses

deberás notar una cierta mejoría, pero el proceso completo suele durar entre seis
meses y dos años y medio.

Refuerza tus glándulas suprarrenales

El hecho de tener diabetes tipo 2 significa que lo más probable es que tus
glándulas suprarrenales estén afectadas. Por tanto, uno de los pasos que tienes
que dar para curarte es leer el capítulo 8, «Fatiga adrenal». Puedes seguir los
consejos que se dan en él para tener unas glándulas suprarrenales estables y
fuertes.

Alimentos curativos

Los arándanos silvestres, espinacas, apio, papayas, brotes germinados, col


rizada, frambuesas y espárragos son los mejores alimentos para las personas que
padecen diabetes tipo 2 o hipoglucemia, porque depuran el hígado, refuerzan los
niveles de glucosa, apoyan el funcionamiento del páncreas, estimulan las
glándulas suprarrenales y estabilizan los niveles de insulina.

Además, debes evitar también algunos alimentos, sobre todo el queso, la leche, la
nata, la mantequilla, los huevos, los aceites procesados y todos los azúcares
excepto la miel cruda y la fruta.

Hierbas y suplementos curativos

Zinc: apoya el funcionamiento del páncreas y las glándulas suprarrenales, y ayuda


a estabilizar los niveles de glucosa en sangre.Cromo: sustenta al páncreas y a las
glándulas suprarrenales, y ayuda a estabilizar los niveles de insulina.

Espirulina: ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre y refuerza las


glándulas suprarrenales.

Ester-C (ascorbato de calcio): esta forma de vitamina C calma y refuerza las


glándulas suprarrenales.ALA (ácido alfa-lipoico): estimula la capacidad del hígado
para almacenar y liberar glucosa.

Sílice: ayuda a estabilizar la secreción de insulina por parte del páncreas.


Verdolaga: fortalece el páncreas y su producción de enzimas digestivas.

Eleutero (ginseng siberiano): aumenta la capacidad del organismo para reaccionar


y adaptarse, lo que a su vez impide que las glándulas suprarrenales reaccionen de
manera excesiva ante situaciones de miedo, estrés y otras emociones intensas.

Panax ginseng: aumenta también la capacidad del organismo para reaccionar y


adaptarse, lo que a su vez impide que las glándulas suprarrenales reaccionen de
manera excesiva ante situaciones de miedo, estrés u otras emociones intensas.

EPA y DHA (ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaenoico): ayudan a curar


la resistencia a la insulina. Asegúrate de comprar una versión de origen vegetal
(no procedente del pescado).

Biotina: ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre y apoya el


funcionamiento del sistema nervioso central. Complejo B: sustenta el sistema
nervioso central.Gymnema sylvestre: ayuda a reducir los niveles de glucosa en
sangre y estabiliza los de insulina.

Magnesio: alivia los trastornos digestivos provocados por el bajo rendimiento del
páncreas. Además, calma el estrés de las glándulas suprarrenales.Vitamina D3:
refuerza el páncreas y las glándulas suprarrenales, y reduce la inflamación.

eliminar todos los productos lácteos y los


huevos y empezar a incorporar azúcares
naturales de la fruta. Y tienes que dejar a un
lado ese miedo a los hidratos que te han
inculcado. Los plátanos, las manzanas, los
dátiles, las uvas, los melones, los mangos,
las peras y las bayas son los que van a
cambiar tu salud. Puedes seguir tomando
algunos frutos secos y semillas de vez en
cuando y por separado, pero no más de un
puñado una o dos veces al día.
Les aseguré a ambas que, si Morgan utilizaba
la técnica del
picoteo y comía cada dos horas combinando
los alimentos para equilibrar el potasio, el
sodio y el azúcar (como describo en el
capítulo 8, «Fatiga adrenal»), le iría
estupendamente. Todas esas frutas y
verduras serían unos ingredientes
estupendos para los tentempiés y las
comidas. Le sugerí combinaciones curativas,
como apio o pepino con dátiles, manzanas,
nueces o semillas.
En el primer mes de tratamiento, Morgan
sintió más energía y estabilidad emocional
que en los últimos diez años. Estaba bajando
de peso y por fin podía hacer ejercicio sin
venirse abajo después. Los batidos con
dátiles, plátanos y apio se convirtieron en su
comida favorita para después del deporte.

Fatiga adrenal
una cantidad excesivamente baja de cortisol
puede provocar unos problemas enormes. El
cortisol desempeña un papel fundamental en
la transformación de la hormona tiroidea de
almacenamiento T4 en la hormona T3, que es
la que puede utilizar el organismo, y en
permitir que la T3 penetre y «recargue» las
células. Cuando las suprarrenales tienen un
rendimiento demasiado bajo, pueden
provocar una escasez de hormonas tiroideas
en las
células. En este caso, aunque tengas un
tiroides saludable que en los análisis no
muestre ninguna anormalidad, puedes
experimentar síntomas de hipotiroidismo,
como aumento de peso, depresión, caída del
cabello, uñas quebradizas, aspereza o
adelgazamiento en la piel, frío, fluctuaciones
en el nivel de azúcar en sangre y muchísimos
otros problemas
La forma más directa de mantener las
glándulas suprarrenales fuertes y sanas es
evitar el estrés prolongado o extremo y la
tensión que las lleva a producir un exceso de
adrenalina.
la mejor manera de curar las glándulas
suprarrenales es comer algo ligero y
equilibrado cada hora y media o dos horas.
Veamos algunos ejemplos de comidas
estupendas para curar las suprarrenales:
Un dátil (potasio), dos ramas de apio (sodio) y
una manzana (azúcar).Medio aguacate
(potasio), espinacas (sodio) y una naranja
(azúcar).
Una batata (potasio), perejil (sodio) y limón
exprimido sobre col rizada (azúcar).
En su sangre, los azúcares se mezclaron con
los niveles elevadísimos de grasas animales
y provocaron una resistencia a la insulina. En
ese momento, sus suprarrenales empezaron
a segregar aún más adrenalina y
prácticamente llegaron al punto del
agotamiento total.
Para empezar, eliminamos las grasas
animales y las proteínas de su dieta y
cambiamos las tres comidas al día por la
técnica del picoteo cada dos horas. Con ello
conseguimos que sus niveles de glucosa se
mantuvieran activos y estables, y
erradicamos la resistencia a la insulina.
También dimos equilibrio a su dieta con
verduras ricas en sodio, frutas ricas en
potasio y verduras de hoja verde ricas en
proteínas.

Alimentos curativos de las adrenales


brotes germinados, espárragos, arándanos
silvestres, plátanos, ajo, brécol, col rizada,
frambuesas, moras, lechuga romana y
manzanas de piel roja.
Hierbas y suplementos curativos
Regaliz: equilibra los niveles de cortisol y
cortisona. Espirulina: contiene grandes
cantidades de superóxido dismutasa (SOD) y
cromo, que aumentan la fortaleza adrenal. Ester-
C: esta forma de vitamina C reduce la
inflamación y calma las glándulas suprarrenales
agrandadas por el sobreesfuerzo.Cromo:
equilibra los niveles de insulina y aumenta la
fortaleza de las glándulas suprarrenales, el
tiroides y el páncreas. Eleutero (ginseng
siberiano): refuerza la capacidad del organismo
para reaccionar y adaptarse, con lo que evita que
las glándulas suprarrenales reaccionen de forma
excesiva ante el estrés.Schisandra: suprime los
espasmos renales, lo que, a su vez, reduce el
estrés de las glándulas suprarrenales.
Ashwagandha: equilibra la producción de
testosterona, dehidroepiandrosterona (DHEA) y
cortisol.Magnesio: reduce la ansiedad y calma la
hiperactividad del sistema nervioso, con lo que
disminuye el estrés de las glándulas
suprarrenales.

5-MTHF (5-metiltetrahidrofolato): aumenta la


fortaleza del sistema nervioso central, lo que
reduce el esfuerzo de las glándulas
suprarrenales.Cordyceps: aumenta la fortaleza
de la vesícula biliar y del hígado para que puedan
procesar con mayor efectividad el exceso de
cortisol en el torrente sanguíneo.
Panax ginseng: aumenta la capacidad del
organismo para reaccionar y adaptarse, con lo
que evita que las glándulas suprarrenales
reaccionen de forma excesiva ante el estrés.
Escaramujo: reduce la inflamación y calma las
glándulas suprarrenales agrandadas por el
sobreesfuerzo.
Extracto en polvo de jugo de cebada: aumenta
la cantidad de ácido hipoclorhídrico del
estómago, lo que fortalece las glándulas
suprarrenales.Astrágalo: fortalece el sistema
inmunitario y todo el sistema endocrino.
Melisa: repone el sistema nervioso y ayuda a
regular la producción de insulina.Rhodiola:
optimiza la función adrenal

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