Manual de Ujieres
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PARA QUE
REGRESEN
Manual de Ujieres
Benjamín Sánchez
2- CONCENTRARSE EN EL CULTO.
El ujier deberá desarrollar la costumbre de concentrarse en
las personas y a la vez concentrarse en el culto que se está
efectuando. En ocasiones de acuerdo a ciertas circunstancias
sus ojos deberán permanecer abiertos especialmente si hay
personas de dudosa procedencia y que han llegado solas. No
sospeche de todo el mundo por su apariencia pero tampoco
se confíe.
Tenemos historias de hermanas que perdieron su dinero o
su bolso mientras oraban en las peticiones y si el ujier no está
concentrado en su función, es lógico que el ladrón logro su
objetivo.
(Imagínese a un hombre con el bolso de una dama [a menos que
sea el de su esposa] y que el ujier sencillamente diga En América
pasan cosas extrañas). Y esto no es sólo con ladrones sino con
niños de nuestros hermanos. Ellos saben que ese es el mo-
mento preciso para robarse algo, para hacer maldades, para
pelear con otros niños.
Concentrarse en el culto significa que si un borracho nos
llega a molestar el ujier deberá atender esa situación bochor-
nosa y no dejársela al pastor para que la controle desde el
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pulpito. Hay personas que se le quieren subir al pulpito al
pastor para entre-garse o etc. en ese momento se necesita la
suficiente concentra-ción y estar mirando siempre al pastor
para entre los dos coor-dinar que es lo mejor.
3- CONCENTRESE EN SI MISMO.
Uds. me disculparan que sea muy crudo en lo que voy a
decir, sé que esto suena mal pero es necesario decirlo. Cui-
dado con distraer a la gente con señales entre ujier y ujier,
hablar en voz alta (aún en el pasillo), cargar un montón de
llaves o monedas que van haciendo sonido por todo el salón
o taconear fuertemente. Cuidado cuando se tenga gripa o tos
y después tener que dar la mano... Concentrarse en si mismo
tiene que ver con varios aspectos:
1- ASEO
A- Limpieza personal
B- Perfume y/o desodorante (No exagerarse)
C- Boca aseada (no chicle pero si un “certs”)
D- Cabello arreglado
E- Cara Rasurada y uñas aseadas y cortadas
F- Debidamente vestido
G- Zapatos lustrados
H- Uniforme
I- Colóquese su identificación (esta no debe de decir “Uji-
er” sino “BIENVENIDO)
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2- CONCENTRARSE EN SU TAREA
A - Ser puntual
B - Mantenerse en su puesto (especialmente cuando
les toca el estacionamiento, aunque los visite el mejor
predicador del mundo)
C- No usurpar la autoridad (reconozca con humildad está
so-bre Ud. en el trabajo)
D- Atender a las visitas (Es importante tomar la infor-
mación de los visitantes y entregarla inmediatamente
después del servicio para que al pastor le sea posible hacer
las llamadas de cortesía)
E- Seguir las instrucciones de su supervisor o pastor.
3- CONCENTRARSE EN SU ACTITUD
A- Privilegiado de ser un ujier (hemos dado una mala im-
agen de los ujieres... “el ujier no está para regañar”)
B- Optimista acerca de su iglesia. Comunique vida y
alegría.
C- Conversación agradable.
D- Actitud no crítica.
E- Sonreír. (Haga de tripas corazón)
F- Rostro con gozo (jamás hablar mal de sus líderes, supe-
riores o mucho menos de su pastor)
Debido a que los contactos de los ujieres se hacen directa-
mente con las personas de manera individual, es importante
que aprendan a pensar con amabilidad y comprensión acer-
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ca de ellas. No debe esperar demasiado de los demás.
Un ujier eficiente aprende como aceptar a las personas tal
como son en vez de cómo él quisiera que fueran. Por ejem-
plo, ya que la naturaleza de los adolescentes es ser irreflexi-
vos, inestables, fastidiosos y hasta rebeldes, el ujier no los
ayudará a ellos ni a la iglesia teniendo pensamientos poco
amables sobre ellos. Dejar que los adolescentes o los niños
sean como son puede ser de más ayuda que leerles la “cartil-
la” de deberes. De ahí que será bueno considerar que cuando
se seleccione a un hno. (a) para este trabajo, debe tener den-
tro de sus cualidades el no ser un neófito sino un cristiano
maduro.
Otro grupo especial en la iglesia son los ancianos. Ellos
necesi-tan más seguridad que los adultos que tienen una fa-
milia activa. Estar consciente de sus necesidades especiales
– problemas auditivos y visuales – puede ser como el vaso de
agua fría que damos en el nombre de Jesucristo.
Quizás las personas más necesitadas en un culto son las que
visitan la iglesia por primera vez. Se cuentan muchas his-
torias lamentables acerca del encuentro con los ujieres de
las personas que van por primera vez. No cuesta demasi-
ado decir: “¡Dios le bendiga!”. Una sonrisa de bienvenida.
“Amamos mucho a nuestra iglesia y nos gustaría que usted
disfrutara del culto de hoy”. Todo esto es tan sencillo, le pu-
ede dar tanta seguridad a un visitante como una cuerda sal-
vavidas a un hombre en aguas profundas. Una palabra de
presentación con uno o dos miem-bros de la iglesia pueden
hacer la diferencia entre la ansiedad y la feliz adaptación de
un nuevo visitante.
La amabilidad en la conversación puede desarrollarse por
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los ujieres que lo intentan. Declaraciones negativas que
tienden a juzgar y parecer criticas son lo opuesto a la amabi-
lidad. Aquí hay algunos ejemplos:
Negativo: “usted no puede pasar ahora”
Positivo: “le daremos un lugar en un momento”
Negativo: “Llegó tarde, ahora tiene que sentarse en la parte
de atrás”
Positivo: “Debido a que el culto ha comenzado, tenemos
un lugar para usted cerca de la parte de atrás”.
Negativo: “usted no se puede quedar aquí por donde todos
pasan”.
Positivo: “¿podría pasar para acá donde los demás no in-
terrumpan su conversación?”.
Negativo: “a su edad, me imagino que no puede oír bien”.
Positivo: “tenemos buenos lugares en la parte de adel-
ante donde todos pueden ver y oír mejor”.
Negativo: “hey, ustedes muchachos, cállense”
Positivo: “muchachos, podrían ayudarnos a promover la
reve-rencia en el templo”.
Refleje en su rostro la alegría de ser parte del pueblo de Dios,
de servir a un Dios bueno, de ser salvo, de saber que en ese
culto donde Ud. va a participar, Dios va hacer grandes cosas
y que Ud. va a ser parte de ese éxito.
“Alégrense siempre en el Señor, repito alégrense. Que todos los
conozcan a ustedes como personas bondadosas.” Fil 4:4-5
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Hay una palabra final de precaución acerca de expresar am-
abili-dad: ”No sobe tanto, que los demás no son la lámpara
de Aladi-no” los ujieres deben tener cuidado de no colocar
las manos sobre las personas con el fin de persuadirlas o
expresar familiari-dad. Deje que la amabilidad proceda del
corazón y no de las manos.
UN EXCELENTE CAMINO
Después de analizar detenidamente los dones espirituales,
Pablo dijo: Mas yo os muestro un camino aun más excelente. I
Cor. 12:13
Aquí detallo 15 características que se aplican al ministerio
de los ujieres:
1- El amor es sufrido, es benigno. Puede haber muchas
cosas dentro de la iglesia que a un ujier no le gustan. Pero la
prueba de exce-lencia entre los ujieres consiste en conver-
tirse en la esponja que absorbe cada crítica de los hermanos,
y no dejarse arrastrar por la ola de comentarios que se hace
del ministerio. Sea fiel al minis-terio aunque Ud. se esté mu-
riendo de lo misma enfermedad que está matando a otros.
No sea parte del problema, no lleve al fuego una cubeta de
gasolina.
2- El amor no tiene envidia. Los problemas personales pu-
eden no traer bendición entre los ujieres o de los ujieres para
con los miembros de la congregación. La ineficacia, los hábi-
tos o la tendencia de usurpar responsabilidades que exceden
su autori-dad pueden crear sentimientos negativos dentro
del cuerpo de ujieres. El antídoto de Pablo es: Acepte a cada
persona como es y no como Ud. desearía que fuera. (Cu-
ando una persona es difícil de amar...)
SENTIDO DE PERTENENCIA.
En la vida hay un sentido eterno de pertenencia de las cosas
que nunca podrán legislarse. Tomemos por ejemplo aisla-
damente las palabras del apóstol Pablo a los Gálatas cuando
dice: contra tales cosas no hay ley. Con esto quiero decir que
el ujier de una iglesia procurará esas cualidades espirituales
que no vienen mediante la ley y la imposición, sino por la
presencia interior del Espíritu Santo.
EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES AMOR
El amor del que escribía Pablo era un espíritu comunicativo
de consideración y respeto, que no dependía de la actitud y
con-ducta de la otra persona. Es que él fue quien me hizo, él
comenzó primero. Nunca debería haber alguna contienda
dentro de la iglesia, en la que esté implicado un ujier de alta
excelencia.
EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES GOZO.
Un servicio de ujieres fríos, reservados, mecánicos, es dep-
rimen-te para los que asisten a la iglesia. Pero ver a un hom-
bre o mujer que irradia gozo, como un ujier eficiente es una
experiencia grata para cualquier persona. Acuérdese: LAS
PRIMERAS IMPRE-SIONES SON LAS QUE DURAN.
EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES PAZ.
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La presencia de un buen ujier aumenta la paz y la calma de
cada situación. La presencia del ujier tenderá a minimizar
los proble-mas. Quiero resaltar que es de importancia que el
ujier no sea un nuevo convertido. Si es un nuevo convertido
y desea comenzar a servir, ubíquelo en otra área del ministe-
rio que no sea tan con-flictiva para él.
CONTRA TALES COSAS NO HAY LEY.
Ningún pastor o director de ujieres puede escribir las reglas
suficientes, para abarcar toda situación que enfrentan los
ujieres. Sólo mediante la concentración inteligente de su tra-
bajo y un sentido de pertenencia los ujieres son llamados a
tomar peque-ñas decisiones interminables que puedan lle-
gar a formar parte del problema o de la solución.
Finalizo agregando esto: Deje que la hospitalidad de la igle-
sia New Life, se encarne en Ud. Vista cada palabra y cada
acción, con el espíritu de la amabilidad humana. Sea un per-
fume agra-dable; una loción que despierta interés, una rosa
que adorna. Sea grato olor dentro del cuerpo de Cristo. Sea
comprensivo con las personas difíciles, aprenda a ser efici-
ente. Y acepte del pastor y de la congregación el desafió de
ser el mejor servicio de ujieres de la ciudad.
Es posible que personas vengan a la iglesia agobiadas, tristes,
indiferentes, desconfiadas, altivas… estas actitudes sólo pu-
eden cambiar cuando el ujier, con la presencia de Dios, ob-
sequia sonrisas y una franca amabilidad sazonada con más
amor.
Una de las muchas virtudes que nuestro Señor Jesucristo
nos mostró mientras anduvo entre nosotros, fue el deseo de
servir en vez de ser servido. El ministerio de ujieres funciona
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con este mismo sentir. Este ministerio es solamente para
individuos que tengan un espíritu de servicio como el del
Señor.
Uno de nuestros objetivos es que al entrar a nuestro recinto
de reuniones, nuestros hermanos y amigos puedan percibir
que deseamos sinceramente servirles. Es nuestro deseo que
la membrecía y los visitantes sientan el calor y el amor de
Cristo reinando entre nosotros.