902-Texto Del Artículo-1936-1-10-20161111
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902-Texto Del Artículo-1936-1-10-20161111
OCCIDENTAL CAPITALISTA
Y MOVIMIENTOS
ANTISISTÉMICOS
Agustin Lao-Montes
Universidad de Massachusetts
140 Resumen:
En este texto el autor presenta una definición
de la crisis de la civilización occidental, indaga
en sus orígenes y propone una relación con la
colonialidad del poder y la modernidad capitalista.
Explora de la crisis sus expresiones culturales,
ecológicas, alimentarias y energéticas, así como sus
implicaciones en la democracia liberal frente a la
Nueva Ola de Movimientos Antisistémicos.
Palabras Claves:
Globalización, capitalismo, crisis, descolonización,
antisistémico.
Cuando hablamos de crisis nos referimos a una situación insostenible, que requiere
cambios sustantivos, y nuestro argumento es que no solo la economía y la política
sino también las lógicas culturales, éticas, epistémicas, y ecológicas del sistema-
mundo moderno/colonial capitalista se encuentran sumidas en esta condición. La
palabra “crisis” se deriva del griego significando “ese momento liminar en el que
se decide el desenlace de una dolencia, en el que el cuerpo escenifica el ‘juicio
final’ a partir del cual se impone definitivamente la enfermedad o la salud.”2 En
su filología griega, Krisis –“decisión”– procede de Krio –“yo separo, decido,
juzgo”– y de ambos se desprende “crítica”. Una crisis, pues, es esa situación en
la que se dirime el destino y se revelan los límites de un organismo vivo o una
estructura compleja. Por ende estar en crisis significa una coyuntura crítica en la
que se decide la suerte del sistema mismo. Lo contrario de krisis es kairos, que
142 en la filosofía griega y romana era la “oportunidad”, el “momento justo”, la grieta
temporal de la intervención divina. La krisis es también nuestro kairos. Por eso,
en un artículo titulado Mi nombre es crisis, el teólogo de la liberación Frei Betto
dice “Mi nombre deriva del griego krisis, discernir, escoger, distinguir, en fin
tener ojos críticos. Tengo familiaridad también con el verbo acrisolar, purificar.
Contra lo que supone el sentido común, no soy, en sí, negativa. Formo parte de
la evolución de la naturaleza. Tengo dos caras.”3 Por ende, las crisis sistémicas
se deben entender como momentos de grandes riesgos y sufrimientos para la
mayoría de la humanidad, largas coyunturas de hambrunas, desempleos, guerras,
violencias múltiples, perdidas de vida y recursos; pero también como periodos
de emergencia de nuevos modos de vida y de insurgencia de movimientos y
alternativas libertarias y de equidad. En ese sentido se podrían entender tanto a
partir del concepto naturista de “crisis curativas” como a través de la noción de
Schumpeter de “destrucción creativa” ya que implican tanto destrucción de lo viejo
como creación de algo nuevo.
Al contrario, en este escrito esbozaremos los elementos para una analítica más
compleja de la cuestión de la crisis en general y particularmente de la crisis actual
donde se expliquen sus múltiples mediaciones, patrones y contingencias. Para esto
es necesario explicitar rápidamente algunos asuntos teóricos de fondo que orientan
este análisis de las crisis recurrentes del capitalismo y de la crisis actual en particular.
Colonialidad del Poder y Modernidad Capitalista
Aquí cabe aclarar el sentido preciso que usamos el concepto de civilización dado
que es una categoría polivalente y muchas de sus acepciones son contrarias al
significado que le invertimos. Hay dos sentidos generales y relacionados del concepto
de civilización que aquí rechazamos; por un lado la idea normativa de civilización
en tanto grado superior de desarrollo cultural cuya cúspide alegadamente es la
“Civilización Occidental” (como en la conocida oposición de “Civilización” contra
“Barbarie” que tan influyente ha sido en los imaginarios occidentalistas); y por
otro lado el concepto geo-histórico de civilización A la vez, hay un elemento ideológico en la idea de
(común en las humanidades, antropología e historia) civilización occidental en la medida que pretenda ser
como un continente humano de cultura que divide una forma cultural abarcadora y excluyente de otras,
las geografías y poblaciones humanas como campos aun en su misma orbita histórica principal. Es decir, los
civilizacionales distintos y excluyentes. Ambas discursos, practicas, y formas de subjetividad de corte
nociones de civilización son pilares ideológicos de lo occidental siempre han co-existido con otras formas
que llamamos Civilización Occidental Capitalista. El culturales, aun en los espacios considerados claramente
primero como categoría clave del episteme moderno/ occidentales como el continente Europeo y los Estados
colonial que construye “Occidente” como espacio Unidos. Por ende, es importante reconocer por un
histórico-cultural de superioridad ética, política, lado la hibridez y la inter-culturalidad que constituye
epistémica, económica, étnico-racial y estético- cualquier escenario histórico-cultural (incluyendo el
cultural al resto del mundo y por ende su racionalidad “occidental”); y por otro lado, el carácter constitutivo
de vida como el fin último de la historia humana. de las modernidades (y no-modernidades) coloniales
El segundo, fundamento de nociones esencialistas y periféricas de los modos de economía, gobierno,
y hasta fundamentalistas de acuerdo a las cuales las ética, estética, conocimiento, cultura, y subjetividad
culturas son compartimientos delineados de vida de la civilización occidental moderna; para entender
histórica que sirven de base para tipologías étnico- y valorizar las luchas y acciones colectivas de los
raciales que dividen la humanidad en segmentos en subalternos en las gestas históricas en aras de
base a tipologías tales como Huntington en su libro democracia, igualdad, des/colonialidad y liberación.
El Choque de Civilizaciones.6 En otras palabras, entendemos el poder y la cultura
como procesos de relación social en donde las lógicas
Al contrario, aquí usamos el concepto de civilización de ganancia desmedida, competencia, fragmentación,
occidental capitalista para referirnos a las lógicas alienación, y dominación (étnico-racial, epistémica,
dominantes de economía, gobierno, conocimiento, cultural, política, económica) de la civilización
146 estética, y subjetividad que surgen y se mantienen a occidental capitalista, siempre han sido desafiadas
partir de la emergencia del patrón de poder moderno/ y parcialmente remplazadas por otras lógicas
colonial imperante en los procesos de globalización fundamentadas en principios como la reciprocidad,
que emergen en el largo siglo XVI. En este registro, la solidaridad, horizontalidad, y comunitarismo que
civilización occidental capitalista significa una lógica implican proyectos alternos y alternativos de vida, en
civilizacional (es decir, un paradigma de vida) regido este sentido de civilización.
por la búsqueda desmedida de ganancia, relaciones
mercantiles de competencia, formas de gobierno que Cerramos esta parte retomando el planteamiento
separa jerárquicamente gobernantes y gobernados, de Cesaire con el que abrimos el artículo. Nuestro
y valorizaciones estético-culturales y epistémicas argumento principal en esta monografía es que la crisis
que afirman la superioridad de los sujetos y culturas actual tiene las características de ser la más profunda
Europeas y Eurodescendientes sobre el resto de y definitiva debido a que trastoca todas las aristas,
la humanidad. En esta definición la civilización todos los procesos fundamentales de la modernidad
occidental capitalista denota una serie de discursos capitalista y su patrón de poder moderno/colonial.
y prácticas culturales y formas de subjetividad que Es por esa razón que la caracterizamos como una
resultan fundamentales para la configuración y crisis de la civilización occidental capitalista en su
reproducción del patrón de poder moderno/colonial conjunto, y por ende declaramos con Cesaire que
que denominamos colonialidad del poder. marca la decadencia de dicha matriz societal. Antes de
elaborar y demostrar mínimamente dicho argumento
Lo que llamamos civilización occidental se refiere a las necesitamos tanto una mirada histórica como una
lógicas culturales y formas de subjetividad (identidad, problematización de lo que han sido los procesos de
conocimiento, psicología) hegemónicas y dominantes crisis del capitalismo histórico.8
en el sistema-mundo moderno/colonial capitalista.7
Crisis Recurrentes y Crecientes del Capitalismo Histórico
Los procesos político-económicos del patrón del poder, que sobre todo en sus
aspectos de economía-política y geo-política denominamos capitalismo histórico,
han sido azotados por crisis globales al menos desde la primera globalización
propiamente dicha en el siglo XIX. Tanto las causas como la temporalidad de dichas
crisis son asuntos ampliamente debatidos. Desde perspectivas radicales y marxistas
uno de los argumentos más comunes es a partir del economista ruso Kondratieff
quien planeo a principios del siglo XX un análisis de los ciclos de larga duración del
capitalismo en base a ciclos que duran alrededor de 50 años divididos en un periodo
ascendente de crecimiento (Fase A) y un periodo descendiente de crisis (Fase B).
Kondratieff fundamento sus ciclos en el comportamiento de los precios y por eso
ha sido criticado no solo como economicista sino también por tener una reducida
lógica macroeconómica.9 Sin embargo, Ernest Mandel y David Gordon elaboraron
argumentos de corte socio-histórico donde los ciclos de aproximadamente 50 años
por un lado se nutren de una dinámica macroeconómica más compleja (teniendo
en cuenta factores como la organización del trabajo, el cambio técnico, la tasa de
ganancias, y los niveles de actividad económica y demanda efectiva), y por otro
lado se fundamenta en análisis socio-histórico de fenómenos como luchas de
clase, acciones colectivas, guerras y revoluciones. Nuestro análisis es afín a los
planteamientos de Gordon y Mandel, como también de los argumentos de la
escuela regulacionista y Giovanni Arrighi de que las crisis cíclicas del capitalismo
son productos de complejas constelaciones de factores que no solo incluyen las 147
dinámicas económicas sino también determinantes de tipo político como son las
luchas sociales, las políticas estatales y las relaciones geo-políticas entre estados
y otros actores transnacionales (como la Organización Mundial de Comercio).10
Esto nos lleva a periodizar el capitalismo histórico tanto en base a periodos de
hegemonía mundial de potencias imperiales-Holanda en el siglo XVII, Gran Bretaña
en el siglo XIX, y Estados Unidos a mediados del siglo XX; como también de
patrones históricos de acumulación-del mercantilismo Holandés en el siglo XVII,
al imperialismo de libre comercio del siglo XIX, hasta el giro del Keynesianismo
Global como respuesta a la crisis de los 1920s-30s al Neoliberalismo Global y sus
crisis a finales del siglo XX y principios del XXI. No podemos desarrollar esta
periodización en este artículo, pero va a informar nuestro análisis de la crisis tanto
en sus dimensiones económicas como políticas y culturales.
Los debates en relación a las causas de las crisis recurrentes del capitalismo son
directamente pertinentes para la explicación de la crisis actual. Como vimos
rápidamente, al menos desde el marxismo de la segunda internacional ha habido
debate vivo sobre la causas de las crisis del capitalismo y que implican estas para
la teoría y praxis política. Un conocido debate es entre el atribuir las crisis al
subconsumo o la carecía de demanda agregada en la economía (Rosa Luxemburgo),
en contraste a verla como una ausencia de inversión productiva debido a la tendencia
a la caída en la tasa de ganancias (Bukharin), dilema que está presente hasta el día de
hoy. Abordaremos este debate más adelante en el contexto de discutir las dinámicas
de la crisis actual.
Para entender la crisis actual es necesario destacar dos atributos generales de las
crisis recurrentes del capitalismo histórico; por un lado su carácter cíclico y por
otro lado el que su magnitud y profundidad es cada vez mayor. Si partimos de
mediados del siglo XIX podemos identificar crisis cíclicas desde la crisis de 1870s, la
depresión de los 1930s, y la crisis presente que emergió en los 1970s. Pero además
de ser recurrentes dichas crisis son cada vez mayores tanto en su escala espacial
y profundidad de efectos, como en las aéreas de la vida social que afectan. A este
carácter creciente de las crisis del capitalismo histórico lo caracterizamos como una
tendencia secular a ser cada vez mayor y por ende a desafiar la capacidad del sistema-
mundo moderno/colonial capitalista de recuperarse y reestructurarse.
Perspectivas de Economía-Política
de la Crisis Presente
Algunos de los análisis hechos por marxistas occidentales como Robert Brenner y
Alex Callinicos,19 parten de perspectivas Américo-Eurocéntricas que conciben los
problemas económicos y las guerras de occidente como fuerzas motrices de la crisis
global. Siguiendo una lógica similar el economista marxista francés Gerard Dumenil
argumenta que las causas principales de la crisis actual “son los desequilibrios de la
trayectoria económica de Estados Unidos, la aceleración de mecanismos financieros
152
basados en un endeudamiento “insostenible” y el financiamiento de los desequilibrios
de la primera potencia por parte del resto del mundo”.20
Concebir la condición presente como una crisis del patrón de poder en su conjunto28
supone un análisis más complejo de las formas del capitalismo en su fase de
globalización neoliberal, como también una crítica de la economía política en tanto
discurso principal para entender la crisis y crear alternativas colectivamente. En
esa vertiente, enfatizaremos algunos rasgos del capitalismo contemporáneo a partir
de la caracterización que hace Aníbal Quijano de la crisis actual, lo que también
implica una crítica de la economía política, si esta se asume como una analítica de
procesos político-económicos desarticulados de otros fenómenos fundamentales en
la vida social (culturales, éticos, epistémicos, ideológicos, etc.). Nuestra crítica de
la economía política, también envuelve transcender el “capitalocentrismo”, o sea
mirar la modernidad capitalista y sus múltiples dimensiones mayormente a través
del prisma de la lógica del capital, junto con la tendencia a reducir lo económico
(la producción y reproducción de la vida material) como derivado de la dinámica
capitalista.29
Uno de los pilares principales del análisis que hace Aníbal Quijano de la crisis actual
del patrón de poder es su caracterización y diagnostico de las formas presentes de
organización y explotación del trabajo en relación a la nueva revolución tecnológica
y a la tendencia secular a la caída de la tasa de ganancias. Quijano argumenta que el
capital ha logrado una capacidad productiva tal que necesita mucho menos trabajo
vivo en relación a la fuerza de trabajo existente en el planeta lo que tiene como
156 consecuencia un patrón constante de desempleo estructural que es una de las causas
de la crisis de rentabilidad del capital (debido a la carencia relativa de producción
de riqueza), a la vez que es una de las razones principales que explica la emergencia
de nuevas formas de servidumbre y esclavitud, como también de la creciente
precarización y flexibilización del trabajo asalariado junto con la informalización
del trabajo social en el capitalismo actual. Dicha dinámica también apunta hacia
el desarrollo de un patrón de acumulación basado en el capital financiero, una
especie de capitalismo de casino donde el sector financiero ya no es coyuntural
sino estructural. La financiarización de las instancias dominantes de la economía
mundial converge con la nueva revolución tecnológica que facilita la creación de
formas virtuales de dinero y mercados de especulación sin sustento productivo que
desembocan en nuevos tipos de crisis que se expresan como “gigantescos fraudes
financieros”. Quijano argumenta que, “el capitalismo colonial/moderno ya no
produce, ni producirá, más empleo, ni más salario, salvo precarizado y flexibilizado,
ni más servicios públicos, ni más libertades civiles. Todo lo contrario. Por eso, la
esclavitud y la servidumbre están en plena re-expansión, con su perversa ética
social ahora explícita de nuevo, siempre al servicio del capitalismo, y por todo esto
requiere el máximo control de la subjetividad y de la autoridad.”30
En resumen, para Quijano la “crisis raigal” implica una reconfiguración del patrón
de poder en todas sus aristas desde la explotación del trabajo y los procesos de
acumulación de capital, hasta los regímenes políticos, las prácticas culturales, los
modos de comunicación y conocimiento, y las formas de subjetividad. La crisis realza
los elementos despóticos del patrón de poder (tanto en los centros metropolitanos
como en regiones y países subordinados) lo que conlleva a la erosión definitiva de
las formas democráticas de la modernidad capitalista y a una “reconcentración del
poder” y “privatización del estado”, todo lo que indica la emergencia de formas
institucionales y culturas políticas de corte autoritario e incluso neofascista. A escala
mundial estas reconfiguraciones del poder político se expresan en la constitución de
lo que Quijano denomina bloque imperial global, para significar el accionar conjunto
de instituciones del capital transnacional como el Fondo Monetario Internacional
y la Organización Mundial de Comercio, con los estados metropolitanos y las
corporaciones transnacionales. Dicho bloque imperial global dirigió a partir de la
derrota histórica de los procesos revolucionarios a finales de los 1970s, un proceso
de intensificación de la globalización del capitalismo con vocación de colonizar,
mercantilizar y privatizar todas las aéreas de la vida incluyendo los espacios
públicos, las producción intelectual, los recursos naturales básicos, y la corporalidad
humana. Quijano postula tres procesos claves en dicho patrón de globalización:
“una reconcentración mundial del control de la vida pública a escala global”, “la
157
reprivatización del control de la autoridad colectiva”, y “la recolonización del control
de los recursos de producción y del capital en su conjunto”.31 Esto a su vez se asocia a
la profundización de las resistencias y provoca crisis de legitimidad y gobernabilidad
que exacerban la situación de caos sistémico.32 Toda esta dinámica le otorga un nivel
central a las luchas epistémicas (por sentidos, memorias, valorización de saberes y
experiencias) que definen el carácter de la subjetividad y los horizontes de futuro.
En esta vena, Quijano argumenta que “los deseos y necesidades de poder y de lucro
de los controladores de este poder son, cada vez más, ilimitados y perversos. Todo
recurso es, en ese sentido, instrumental para esos fines. Eso lleva a la destrucción
de nuestra casa común, el planeta, y a matarnos entre nosotros”; y concluye que “de
ese modo, en su fase actual este patrón de poder es el mayor peligro global” y que
“el actual nuevo período implica el conflicto más profundo del capitalismo colonial/
moderno y nos coloca a todos en una auténtica encrucijada histórica.”33
Esta valorización que hace Quijano de la era presente como crisis raigal del patrón
de poder moderno/colonial, nos lleva a profundizar las distintas dimensiones de
la crisis actual. ¿Cuáles son sus expresiones claves?, ¿qué hay de particular en esta
crisis?, ¿cuáles son las posibilidades de restructuración de la modernidad capitalista
y su patrón de poder? , ¿cuáles luchas surgen en este contexto?, ¿qué perspectivas
de futuro se van construyendo en el camino?
Peculiaridades de la Crisis Actual
La crisis ecológica revela de la forma más nítida y profunda todas las contradicciones
del patrón de poder en esta era. Como bien lo pinta Edgardo Lander, “este patrón
está en guerra sistemática con la vida misma en todas sus expresiones- el agua,
la pesca, la tierra, las semillas, los bosques, la biodiversidad genética- lo cual no
es sostenible.”38 A dicha situación responden y ofrecen alternativas una fuerte
constelación de movimientos ecológicos pero los poderes estatales y del capital
transnacional responden a las resistencias “con racismo y militarización” y con
supuestas “soluciones tecnocráticas y de mercado”. Por su parte, Elizabeth Peredo
Beltrán, sintetiza claramente el significado fundamental de la cuestión ecológica en
el contexto de la crisis actual cuando escribe:
“Hablar de la crisis climática es hablar de la crisis del sistema capitalista o más bien
de la crisis del mundo a raíz del sistema capitalista y del colonialismo que durante
siglos explotaron sin límites los recursos naturales, las culturas de los pueblos, sus
saberes y conocimientos y las fuerzas de trabajo de miles de millones de personas,
de aquellas que sostienen con su esfuerzo y sus energías la vida de las sociedades
del mundo. Así, el cambio climático que a estas alturas puede considerarse como uno
de los mayores crímenes cometidos contra la humanidad y contra la Madre Tierra,
es el síntoma más claro y paradigmático de una crisis civilizatoria que ha tocado
límites.”39 Tocando el mismo tambor, afirma el intelectual cubano Gilberto Valdés
Gutiérrez, “La aspiración es por la justicia, la equidad, pero no desde el paradigma
liberal-democrático, sino desde un verdadero y significativo transito civilizatorio-
cultural, de un nuevo modo de relacionamiento social y con la naturaleza.”40
Una de las características claves de los nuevos discursos críticos y de las alternativas
de futuro que se construyen desde abajo es el cuestionamiento de los paradigmas
occidentales de “progreso” y “desarrollo”. Los imaginarios “pos-desarrollistas” que
informan la nueva ecología política no es una creación de intelectuales radicales
occidentales, es en gran medida producto de las racionalidades de vida que no han
podido ser colonizadas por la civilización occidental capitalista como se expresa en
la conciencia ecológica profunda de los movimientos Indígenas y en movimientos
Afrodescendientes como el Proceso de Comunidades Negras en Colombia que
abogan por una forma existencial que conjuga propiedad colectiva, derechos
humanos múltiples, afirmación de identidad étnico-racial y cultural, autogobierno
comunitario, y etno-desarrollo sustentable con armonía ambiental y social, en lucha
contra los megaproyectos corporativos y políticas estatales de corte neoliberal.42
Dichas políticas ecológicas vernáculas se combinan con las versiones más críticas y
radicales de la política verde occidental, como por ejemplo la propuesta de Elmar
Alvater de un “socialismo solar” que contrasta con el contrasentido de un “socialismo
petrolero” que alguna vez se ha escuchado en Venezuela. Aquí se revela uno de los
pilares de la crisis ecológica que es la cuestión energética. Esto nos plantea una
serie de preguntas: ¿Cómo remplazar las fuentes fósiles como forma principal
de provisión de energía? ¿Qué implicaría todo esto para los nuevos patrones de
acumulación de capital, modos de consumo, y maneras de definir necesidades y
estilos de vida? ¿Cuáles son las implicaciones políticas mas generales de lo que
hemos definido como critica de la economía política y nueva política ecológica?
La dimensión más estrictamente política la podemos definir como una doble crisis,
por un lado la erosión definitiva de la democracia liberal representativa, y por otro
lado pérdida de hegemonía imperial.43
Argumentamos que la crisis actual conlleva a una erosión definitiva de las formas
democráticas de la modernidad capitalista tanto en los centros de poder occidental
como en los espacios subordinados. Para este efecto convergen una serie de factores
incluyendo: la centralización del poder político en el ejecutivo en detrimento de la
representación y participación ciudadana en los escenarios nacionales, la formación de
un bloque global imperial donde se toman decisiones claves para el mundo al margen 163
del escrutinio de los ciudadanos, y la pérdida de capacidad y voluntad de los estados
de servir como agentes efectivos en la redistribución de poder y riqueza.
La crisis civilizatoria se caracteriza por desafíos variados desde una pluralidad de lugares y perspectivas al
patrón de poder a partir de las practicas emancipatorias de una amplia gama de movimientos sociales y espacios
subalternos contra las formas patriarcales, de alimentación y consumo, de explotación, organización política,
170 ecología, y de producción de conocimientos que dominan la vida social desde escala locales y regionales hasta
el nivel global. En esta coyuntura de crisis y transformación no es suficiente hablar de movimientos sociales
sino más aun de movimientos societales, acciones colectivas que tengan la capacidad de provocar cambios a
nivel de la sociedad en su conjunto con vocación y/o potencial de llegar a ser de carácter antisistémico no solo
en su intencionalidad sino por sus efectos. Los movimientos sociales en tanto acciones colectivas y campos de
acción y comunicación con vocación y capacidad de alterar el status quo pueden ser de intencionalidad, alcance,
y efectos pro-sistémicos o antisistémicos. La crisis también tiende a promover movimientos de derecha con
sus culturas de “populismo autoritario” como el que se expresa en el Tea Party en los Estados Unidos y las
acciones colectivas anti-inmigrantes en Europa.61 En contraste, usamos la noción de movimientos societales
tanto para distinguir movimientos indígenas que representan otras formas de sociedad y racionalidades de vida
(ecológicas, económicas, autogobierno)62, como la capacidad conjunta de los movimientos sociales de producir
transformaciones significativas en el orden social y por ende de poner en jaque el patrón de poder moderno/
colonial.63 Este efecto de des/colonialidad de la nueva ola de movimientos sociales profundiza el sentido de
lo antisistémico en la medida que desafían y subvierten todos los modos y mediaciones del poder moderno/
colonial desde sus espacios subjetivos hasta sus estructuras globales. A propósito del carácter cambiante del
significado de los movimientos antisistémicos, escribe Gilberto Valdés Gutiérrez, “lo antisistémico actúa como
horizonte de sentido de las resistencias y luchas del presente… un desafío integral a las formas de dominación
múltiple del capital y a la civilización que ese engendro a nivel planetario. Se trata de un potente esfuerzo
de ruptura radical con la lógica de dominación y sujeción del capital en todas sus modalidades, desde lo
económico-productivo hasta lo simbólico-cultural.”64
A contracorriente de la tendencia a abandonar la idea de revolución como vestigio antiguo, proponemos
redefinirla como des/colonialidad en todos los ámbitos y a todo nivel y en tanto proyecto de liberación
profunda. Como argumenta Mary Louise Pratt, uno de los móviles iniciales del concepto de movimiento
social fue el de remplazar el de revolución.65 Proponemos rescatar revolución como categoría ético-política
despojándola de su connotación leninista como “guerra de maniobra” para tomar el palacio de poder, de manera
más afín a la noción gramsciana de “guerra de posiciones” que guía la idea de “bolsillos de resistencia” como
las trincheras inmediatas de las luchas contra el capitalismo neoliberal y el nuevo imperialismo que postula el
Sub-Comandante Marcos.
En esta región que desde finales del siglo XIX se le ha llamado Latinoamérica, que
mas allá de nombrarla con Martí Nuestra América, ahora denominamos Nuestra Abiayala
y Nuestra Afroamérica, se construyen alternativas diariamente desde los cambios en
lo intimo y en las relaciones de género y sexualidad, las pequeñas trincheras de
autogobierno comunitario y economía popular y solidaria, hasta los difíciles y
contradictorios procesos de gobiernos de izquierda, que en su conjunto y a pesar
de sus contradicciones van tejiendo redes des/coloniales que van construyendo
futuros posibles. Lo que denominamos como una nueva política de des/colonialidad y
liberación en América Latina, es un proceso complejo y desigual, lleno de obstáculos,
contradicciones, y de cuestiones abiertas e inciertas. Esta es una temática vital en 173
nuestro quehacer colectivo de construir conocimiento critico en el caminar de crear
alternativas en el contexto de esta crisis de la civilización occidental capitalista, que
debería ser motivo de otro artículo enfocado en sus tensiones y perspectivas centrales,
pero para cerrar este escrito levantaremos alguna cuestiones claves. Primero voy a
esbozar tres asuntos centrales para luego formular cinco preguntas claves.
El tercer asunto que quiero levantar para concluir este articulo es el gran reto de
cómo construir “unidad compleja” dado el carácter plural de las luchas presentes
y por ende la gran diversidad de identidades y movimientos que las expresan y
articulan. Hoy día las luchas son clara y explícitamente múltiples, a la vez que los
actores de cambio y sus reclamos plurales, lo que hace más difícil el desafío de
articular bloques contrahegemónicos que puedan construir y mantener espacios
sociales fundados en principios de igualdad, reciprocidad, libertad, paz, y vida; en
contraste a las lógicas de desigualdad, competencia, opresión, violencia, y muerte
que imperan en la civilización occidental capitalista. Aquí el desafío es conjugar las
cadenas de la colonialidad que corresponden a las distintas pero entrelazadas esferas
de injusticia (social, étnico-racial, genero, sexualidad, ecología, etc.), hilando
lazos de solidaridad para ir tejiendo luchas, identidades y movimientos en una
suerte de “unidad compleja”.71 Esta tarea de entretejer nudos de opresión con hilos de
liberación es similar pero distinta a la propuesta de Laclau y Mouffe de articular una
nueva hegemonía aumentando cadenas de equivalencia, porque no se trata de un
significante flotante con referente vacio sino de un patrón de poder, una totalidad
de carácter heterogéneo pero articulado.72 Tocando un tambor afín, Boaventura de
Sousa Santos, ha propuesto y ensayado una metodología de “política de traducción”
vinculada a una “ética de articulación” que busca construir coaliciones entre distintas
luchas y movimientos para articular un “nuevo sentido común” para “reinventar la
emancipación” y forjar bloques contrahegemónicos en aras de un proyecto político
epistémico que llama “epistemologías del sur” y “cosmopolitismo subalterno”.73
Este planteamiento es similar y traducible a nuestro argumento de conceptualizar
las nuevas racionalidades de vida encarnadas en los movimientos antisistémicos de
carácter anti-capitalistas y pos-liberales como una nueva política de des/colonialidad
y liberación.
Concluimos haciendo cinco preguntas fundamentales del tipo que solemos debatir
constantemente en espacios de construcción colectiva de conocimiento crítico y 175
alternativas de vida, que varían desde asambleas comunales y caracolas zapatistas
hasta conferencias universitarias. Estas preguntas y sus respuestas van conformando
en el caminar una problemática común para reinventar la emancipación y crear
colectivamente una nueva política de des/colonialidad y liberación.
1) ¿Qué significa y como construir formas justas, igualitarias, y plenamente democráticas del poder? Como conjugar el
poder constituyente con la institucionalidad política, lo que Dussel representa como potentia y potestas usando el lenguaje
de Spinoza. ¿Necesitamos refundar el estado y/o crear nuevas formas de institucionalidad y comunidad política? ; ¿qué
significa y como se construye en términos concretos el “buen gobierno” y el “mandar obedeciendo”?
2) ¿Cómo traducir en proyectos de país/región/lugar y en políticas concretas la nueva racionalidad de economía, ecología,
convivencia y gobierno connotadas por principios ético-políticos anti-capitalistas, no-occidentalistas, pos-liberales como
Suma Kawsua (o “Buen Vivir” en Quechua) y Unbutu en lenguaje surafricano? , ¿cómo construir economías y ecologías de
armonía entre todos los entes existentes a pesar de (y en relación con) los impulsos neo-desarrollistas y pos-keynesianos
de los mismos gobiernos que declaran el socialismo del siglo XXI? , ¿cómo conjugar en práctica y teoría la política de lo
posible con la utopía como horizonte de futuro?
3) ¿Qué estrategias de transformación radical se pueden perseguir a corto, mediano, y largo plazo, sin perder de vista las
severas dificultades y contradicciones que implican los procesos de des/colonialidad del poder dentro de un sistema-
mundo moderno/colonial en condiciones de crisis raigal?
4) ¿Qué implicaciones tienen las transformaciones profundas que supone esta crisis raigal para los modos de producción,
pedagogía, y comunicación de conocimiento crítico? ¿Cómo traducir los saberes e imaginarios anti-capitalistas y pos-
liberales en nuevas racionalidades de vida y nuevas formas de poder sin dominación?
5) ¿Qué modos de supervivencia y espacios de convivencia son cerrados por el entrejuego de violencias que desatados por
la crisis? A contrapunto, ¿qué nuevas formas de lucha resistencia y “re-existencia” se abren a partir de las estrategias de
reinventar comunidad y vida que se abren a partir de las luchas, movimientos, y espacios alternos y alternativos que se van
construyendo en el camino?74
En resumen, en su definición como momentos de malestar múltiple y profundo,
las crisis son periodos de enormes sufrimientos, riesgos y dificultades, pero como
épocas insostenibles que demandan cambios fundamentales también pueden ser
eras de grandes transformaciones con el potencial de producir un contrato social
más justo e igualitario, coyunturas donde podemos dar a luz futuros posibles,
donde estamos más aptos para crear fuertes suertes de liberación. La crisis abre la
posibilidad de potenciar plenamente nuestras capacidades como sujetos históricos.
En este sentido la crisis representa un momento crítico de auto-creación de
la sociedad y auto-afirmación de los sujetos con potencial de construir formas
más justas e igualitarias de convivencia capaces de transformar radicalmente la
condición humana. Nuestro gran reto es construir ese nuevo pacto social y modos
de existencia colectiva e individual dándole contenido concreto y positivo al buen
gobierno y buen vivir desde nuestras múltiples trincheras de lucha y dimensiones
de vida. En este sentido, un modo de recrear el quehacer critico latinoamericano
en el contexto del espectáculo de los bicentenarios, es el vislumbrar y reinventar
América Latina como un proyecto de des/colonialidad del poder, desde cada sujeto,
desde cada lucha y reivindicación, desde cada lugar, para así ir tejiendo futuros de
liberación con autentica vocación de corazonar al mundo.
176
Notas
1
Ver Cesaire (1955). La traducción es mía.
2
Las citas proceden de Betto (2009)
3
Betto, ibid.
4
Ver Dussel (2007)
5
Ver Zemelman (2007)
6
Ver Huntington (1998). Para una critica clara y profunda ver Mamdani (2005).
7
Nuestro concepto de Civilización Occidental Capitalista es cercano a la manera en la cual Braudel (1992) y Wallerstein (1996)
entienden el capitalismo como una economia-mundo que corresponde a una forma historica de civilización.
8
El concepto de capitalismo historico fue acunado por el sociologo estadounidense Immanuel Wallerstein (1996) para desarrollar
un analisis mas historizado integrando elementos de las teorias del capitalismo sobre todo de Marx y Braudel.
9
Wallerstein (1996, 2010) ha utilizado los ciclos de Kondratieff para elaborar un analitica de las crisis en base a una logica
macroeconomica mas compleja que se enmarca en un analisis de sistema-mundo que integra lo economico con lo cultural y lo
politico.
10
Ver Aglietta (2001), Arrighi (1999), Gordon (1980), y Mandel (1972, 1978, 1995).
11
Ver Arrighi, Hopkins, y Wallerstein (1999).
12
Estos fenómenos de carácter creciente y permanente los llamamos tendencias seculares para significar el carácter creciente
de las crisis a medida que avanza la historia del capitalismo. Las crisis cíclicas que tienden a ocurrir periódicamente en contextos
que combinan bajas significativas en las tasas de acumulación de capital con la emergencia de movimientos antisistémicos y alta
concentración de guerras y violencia cada vez representan retos mayores y las condiciones de restructuracion son cada vez mas
dificiles.
13
El economista marxista pakistano Anwar Shaik ha sido uno de los defensores mas importantes de este argumento desde los 1970s.
En relacion a la crisis actual Shaik argumenta que “Las causas son la baja productividad y competitividad estadounidense, y la baja
participación de los asalariados en el Producto Bruto Interno.” Ver entrevista con Anwar Shaik http://criticadelae conomia.blogspot
.com/2009/ 05/la-actual- crisis-es- la-primera- gran.html 177
14
Este argumento del remplazo de capital productivo por capital financiero no se formula con certeza en Karl Marx sino en Fernand
Braudel (1992), Giovanni Arrighi (1999), y Anibal Quijano.
15
Este tipo de argumento se formula claramente en el análisis que hace Immanuel Wallerstein (2010) de la crisis reciente. En sus
propias palabras, “El colapso económico en el cual estamos en medio de encontrarnos no es nada más que la expresión de los límites
de la elasticidad de demanda.”
16
Este es el tipo de análisis realizado por Samir Amin (2009) y Andre Gunder Frank (1980), y tambien influye las interpretaciones
de Arrighi (1999) y Harvey (2010).
17
Este tipo de análisis es principalmente argumentado por los economistas marxistas estadounidenses Rick Wolff y Stephen Resnick.
Ver Wolff (2009).
18
Uno de los expositores principales de este argumento hoy día es el geografo marxista David Harvey (2010).
19
Segun Brenner (2009) “El principal origen de la crisis actual está en el declive del dinamismo de las economías avanzadas desde
1973 y, especialmente, desde 2000. El crecimiento económico en los EEUU, Europa occidental y Japón se ha deteriorado seriamente
en cada ciclo en términos de indicadores macroeconómicos muy estándar: PIB, inversión, salarios reales, etc.”Tambien ver Callinicos
(2010).
20
Ver Dumenil and Levy (2011).
21
Aquí observamos de nuevo que el análisis de Arrighi de las causas del descenso significativo de actividad del capital productivo se
formula en términos de sobre-acumulación de capital.
22
Ver Arrighi (2007).
23
Samir Amin (2009) utitiliza un concepto similar que es el de “acumulacion por expropiacion”. Tambien podemos ver ese tipo
de analisis en varios de los teoricos de la dependencia incluyendo Andre Gunder Frank y Ruy Mauro Marini entre los cuales hay
diferencias profundas, incluyendo. Para una critica del uso no suficientemente preciso y riguroso de este concepto en Harvey vease
la tesis doctoral de Rajesh Bhattacharya (2010).
24
Esta cita se toma de la presentacion del concepto que hace Arrighi (2007).
25
Ver Harvey (2010). Todas las traducciones fueron hechas por mi.
26
Harvey, ibid.
27
Martinez Heredia citado en Valdes Gutierrez (2010)
28
Para acortar la expresion del concepto de “patron de poder moderno/colonial”, con frecuencia
simplemente nos referimos al “patron de poder”
29
La critica de la economia politica es un concepto que Marx desarrola en El Capital para significar
como las categorias de la economia politica como “mercancia” y “trabajo” encubren su caracter
social en la vision superficial de su apariencia. Esta lectura del Marx maduro es continuada por
Negri (1996). Para un analisis de la crisis desde esta perspectiva ver Meszaros (2010). La nocion
de “capitalocentrismo” fue acunada por Gibson-Graham (2006). Planteando la critica desde
una perspectiva de Estudios Culturales, Grossberg (2010) propone “rescatar la economia de los
economistas”.
30
Este tipo de analisis se lo hemos escuchado ha Quijano en varias conferencias incuyendo el
encuentro internacional organizado por la Catedra America Latina y la Colonialidad del Poder de la
Universidad Ricardo Palma en Lima, Agosto 3-5, 2010. Ademas ver Quijano (2000, 2001).
31
Ver Quijano (2001).
32
Aquí estoy importando la idea de “caos”, un concepto de Arrighi para caracterizar los periodos de
crisis como condiciones históricas donde el sistema-mundo entra en un caos en su funcionamiento
general que implica la necesidad de buscar vías de reconfigurarlo.
33
Estas dos citas proceden de mis notas de la presentacion de Quijano en la conferencia de Instituto
Pensamiento y Cultura en America Latina (IPECAL) en la Ciudad de Mexico, Noviembre 5-7, 2010.
34
Ver Houtart (2009). La traduccion es mia.
35
Ver Bernstein. (2009).
36
Esto no quita las contradicciones entre el gobierno presidido por Evo Morales y sectores del
movimiento indigena como tampoco las tensiones en la cumbre de Cochabamba que expresan los
graves retos y problemas que confrontan los gobiernos que declaran el socialismo del siglo XXI a
la vez que siguen siendo estados capitalistas perifericos en un sistema-mundo moderno/colonial
capitalista en una era de crisis.
37
Ver Sousa (2006).
38
Estas citas proceden de notas que tome de la presentacion de Lander en el encuentro internacional
de la Catedra America Latina y la Colonialidad del Poder en Lima, en Agosto 3-5, 2010.
178 39
Ver Peredo Beltrán (2009).
40
Ver Valdes Gutierrez (2010).
41
Lander, ibid. Tambien ver Escobar (2010), y Martinez Alier (2004).
42
Ver Grueso, Rosero y Escobar (1998), y Escobar (2008).
43
Aqui asumimos lo politico como una dimension propia que a la vez esta entrelazada con otras
dimensiones de lo social-historico. La especificidad de lo politico y sus articulaciones con lo
economico, lo social y lo cultural es un tema harto debatido. Ver especialmente Dussel (2007),
Mouffe (2005), Ranciere (2007), y Tapia (2008, 2009).
44
La razon por la cual coloco comillas en cada una de estas palabras es que cada una de ellas resulta
ser de alguna manera problematica. Sin embargo son las palabras claves con las cuales tenemos
familiaridad y por eso las usamos aqui aunque con reparos y cautela.
45
Para un deslinde claro de esta relacion ver Sousa. Dos analisis importantes de las formas de estado
en la era neoliberal son Sassen (2010) y Jessop (2008).
46
Ver Fraser (1997).
47
Tilly (1992) plantea una analogia entre los inicios del estado moderno y los modos de
funcionamiento de la mafia.
48
Ver Ugarterche (2009).
49
Es interesante observar que despues de que muchos remplazaron la categoria imperialismo con
globalizacion, a partir del 2001 con las intervenciones militares en Afghanistan y luego en Iraq
se revivio el analisis del poder imperial y emergio una literatura sobre el “nuevo imperialismo
estadounidense” tanto critica como apologetica. Entre los textos mas notables estan, Ferguson
(2004), Harvey (2005), y Mann (2003).
50
Ver Arrighi (2007)
51
Ver Dussel (1992), Maldonado Torres (2008), y Tortosa (2003).
52
Ver Grandin (2007), Gregory (2004), Mamdani (2005)
53
Este parrafo se escribe en base de una presentacion de Luis Tapia en un encuentro organizado
por el Programa Democracia y Transformacion Global y el Proyecto Movimientos Sociales y
Transformaciones Democraticas en el Siglo XXI en America Latina en Lima, Peru entre mayo 25 y
junio 3, 2010.
54
Ver, Castro-Gomes y Mendieta (1998), Lander (2005), y Walsh, Shiwy & Castro-Gomez (2002).
55
Existe una amplia gama de esfuerzos para construir estos modos de produccion y comunicación
de conocimientos y sus metodologias y pedagogias. Entre much@s otr@s ver, Hale et al (2008), y
Leyva et al (2010). Para el concepto de “insureccion de saberes subyugados” ver Foucault (1980).
Para el concepto de “ecologia de saberes” ver Santos (2008). El concepto de “investigacion accion
colaborativa” lo desarrolle a partir de mi practica de trabajo con ( y como parte de) los movimientos
Afrodescendientes en las Americas y a partir del conceptp de “investigacion accion participativa” de
Fals Borda.
56
Ver Santos (2006)
57
Para la nocion de contra-publicos subalternos ver Fraser (1997).
58
Ver Alba Rico (2009)
59
Mientras Maldonado Torres (2008) formula su nocion de la “colonialidad del ser” desde una optica
filosofico-existencial, nuestro analisis enfatiza en la dimensiones vivenciales de la des/colonialidad del
sujeto y la inter-subjetividad de manera mas afin a los rasgos psicoanaliticos en la obra de Fanon como
tambien a la hermeneutica del sujeto historico de Zemelman.Ver Fanon (2009), y Zemelman (2007).
60
Esta cita procede de notas que tome de la presentacion de Quijano en la conferencia de IPECAL en
la ciudad de Mexico, Noviembre 3-5, 2010.
61
El concepto de populismo autoritario fue acunado por Stuart Hall para analizar la cultura politica
que sostuvo el regimen neoliberal de Margaret Thatcher en Inglaterra.
62
Asi lo plantea Luis Tapia (2008, 2009).
63
Asi lo plantean Anibal Quijano (2005) y Raul Zibechi (2007).
64
Valdes Gutierrez (2010) formula un concepto de la complejidad del poder muy afin a nuestro
concepto de colonialidad del poder. 179
65
Ver Pratt (1998).
66
En contraste, ver Houtart (2001), quien como uno de los intelectuales organicos mas importantes
de la nueva ola de movimientos antisistemicos ha sido organizador del Foro Social de las Alternativas.
67
Ver Santos (2010), y Walsh (2009).
68
Para el debate sobre “La Idea de Comunismo” en la orbita occidental de pensamiento critic over
Costas Douzinas y Zizek (2010). Para la discusion sobre lo comun ver Hardt y Negri (2009). Una
articulación clave de los imaginarios políticos indígenas es La Sexta Declaracion de la Selva Lacandona.
69
Ver, entre much@s otros: Boyce Davis (2008), James (2006), y Robinson (2000).
70
Ver Bloch (1977),Wallerstein (1998), y Zemelman (1992a, 1992b, 2007)
71
Lugones (2003).
72
Ver Laclau y Mouffe (1985). Nuestro argumento esta informado por el concepto de heterogeneidad
histórico-estructural de Quijano.
73
Ver Santos (2006, 2008, 2010).
74
El concepto de re-existir lo aprendimos del intelectual colombiano Adolfo Alban.
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