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Tema 11 JESUS NOS RECONCILIA CON SU PADRE, NUESTRO PADRE

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Jesus nos reconcilia

con su Padre,
Nuestro Padre

Catequista: Ilde Masseroni


Oración Inicial
Credo
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra.
Acto de Contrición
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
Dios mío,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
me arrepiento de todo corazón
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio de todos mis pecados
Pilato, fue crucificado, muerto, y sepultado, descendió a los y los aborrezco,
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los porque al pecar, no sólo merezco
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. las penas establecidas por ti
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el justamente,
Espíritu Santo, en la santa Iglesia Católica, la comunión de los sino principalmente porque te ofendí,
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la a ti sumo Bien y digno de amor
vida eterna. Amén. por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén.
Jesús nos reconcilia con nuestro Padre
La reconciliación es don del Padre. Sólo él puede realizarla. Por
eso, representa ante todo una llamada que viene de lo alto: "En
nombre de Cristo, os suplicamos: reconciliaos con Dios" (2 Co
5, 20). Como Jesús nos explica en la parábola del Padre
misericordioso (cf. Lc, 15, 11-32), para él perdonar y reconciliar
es una fiesta. El Padre, en ese pasaje evangélico, como en otros
muchos, no sólo ofrece perdón y reconciliación; también
muestra que esos dones son fuente de alegría para todos.

En Cristo, Cordero sin mancha, entregado por nuestros pecados


(cf. 1 P 1, 19, Ap 5, 6 ; 12, 11) se concentra la reconciliación
que procede del Padre. Jesucristo no sólo es el reconciliador,
sino también la reconciliación. Como enseña san Pablo, el que
hayamos llegado a ser criaturas nuevas, renovadas por el
Espíritu, "proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por
Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque en
Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando
en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en
nosotros la palabra de la reconciliación" (2 Co 5, 18-19).
Jesús nos reconcilia con nuestro Padre
Precisamente por el misterio de la cruz de nuestro Señor
Jesucristo se supera el drama de la división que existía entre el
hombre y Dios. En efecto, con la Pascua el misterio de la
misericordia infinita del Padre penetra en las raíces más oscuras
de la iniquidad del ser humano. Allí tiene lugar un movimiento
de gracia que, si se acoge libremente, lleva a gustar la dulzura
de una plena reconciliación.

El abismo del dolor y de la renuncia de Cristo se transforma así


en una fuente inagotable de amor compasivo y pacificador. El
Redentor abre un camino de vuelta al Padre que permite
experimentar de nuevo la relación filial perdida y confiere al ser
humano las fuerzas necesarias para conservar esta comunión
profunda con Dios.
Jesús nos reconcilia con nuestro Padre
El encuentro con Cristo que perdona desarrolla en nuestro
La reconciliación que nos trae Cristo,
corazón el dinamismo de la caridad trinitaria, "Por medio del es realizada en la Anunciación,
sacramento de la penitencia el Padre acoge al hijo arrepentido Encarnación, Vida, Pasión, Muerte y
que vuelve a él, Cristo toma en sus hombros a la oveja perdida Resurrección del Señor; por medio
para llevarla al redil, y el Espíritu Santo santifica nuevamente su de esta dinámica reconciliadora,
templo o intensifica en él su presencia. Jesús no sólo nos devuelve la
amistad con Dios, sino, que nos
Si Jesucristo no fuera Dios, sería un muestra claramente el misterio del
hombre extraordinario que hombre (Salazar, 1989)
obedeció a Dios: un Santo; pero de
ninguna manera tendría el poder
de reconciliar a toda la humanidad La dinámica reconciliadora
con el Creador; además es justamente va por este camino,
importante tener claro que es el puesto que en la medida que el ser
mismo Dios quien busca que se humano tenga claro quién es y a qué
restablezca esta amistad perdida está llamado, indefectiblemente
entre Él y el hombre, porque ama volverá su mirada a Dios y alcanzará la
tanto a su creación, que no quiere felicidad para la que fue creado
que se pierda.
Jesús nos reconcilia con nuestro Padre

PADRE:

Te exaltamos, te adoramos, y te damos inmensas


gracias, por habernos RECONCILIADO contigo, por
medio de tu Amado Hijo Jesucristo, hoy hemos
comprendido el inmenso AMOR que nos tienes, que
a pesar de ser enemigos tuyos, a causa del pecado,
Cristo murió por nosotros. Recibimos a tu amado Hijo
en nuestros corazones, para así obtener la
RECONCILIACION de nuestra amistad y Amor eterno.,
y no tener en cuenta nuestros pecados, Ayúdanos
por favor, a ser la justicia que quieres en Cristo
Jesús, Amén
Oración Final
Credo
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra.
Acto de Contrición
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
Dios mío,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
me arrepiento de todo corazón
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio de todos mis pecados
Pilato, fue crucificado, muerto, y sepultado, descendió a los y los aborrezco,
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los porque al pecar, no sólo merezco
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. las penas establecidas por ti
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el justamente,
Espíritu Santo, en la santa Iglesia Católica, la comunión de los sino principalmente porque te ofendí,
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la a ti sumo Bien y digno de amor
vida eterna. Amén. por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente,
con ayuda de tu gracia,
no pecar más en adelante
y huir de toda ocasión de pecado.
Amén.
Actividad de la Semana

Con ayuda de tus padres responde en tu cuaderno de


catequesis la siguiente pregunta: ¿Cómo te reconcilias tu
con nuestro Padre Dios?
Envia la actividad a mi correo la siguiente semana
“Los que enseñan a otros son buenos,
brillan como estrellas por toda la
eternidad”
Daniel, 12

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