Informacion para Hacer El Ensayo de La Paz Mundial
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Jesucristo puede brindarnos paz duradera, incluso durante las dificultades y las
pruebas.
La paz en Cristo
1. En ocasiones tenemos que aguardar la paz; no obstante, “no te des por
vencido… Confía en Dios y cree en las cosas buenas que están por venir” 1.
2. La paz puede llegar incluso en medio de las pruebas.
3. La paz puede hallarse en cualquier circunstancia.
4. La paz se alcanza al vivir el Evangelio y al obedecer los mandamientos.
5. El arrepentimiento sincero nos da paz. “Lo hermoso de la
palabra arrepentimiento es la promesa de que se puede escapar de los viejos
problemas, y de los viejos hábitos, y de los viejos pesares, y los viejos
pecados. Se halla entre las palabras más esperanzadoras y alentadoras —y sí,
más apacibles— de todo el vocabulario del Evangelio” 2.
6. La paz llega al prestar servicio y al ser un pacificador para los demás.
7. La paz se logra al procurar ser mejores discípulos de Jesucristo.
8. “El tipo de paz que se promete como recompensa a la rectitud… es el
don prometido mediante la misión y el sacrificio expiatorio del Salvador” 3.
Si hacemos de Jesucristo el centro de nuestra vida, en verdad sentiremos que
Él “[habla] paz a nuestras almas” (véase Alma 58: 11). En este mundo,
experimentaremos momentos difíciles, pero tenemos la bendición de saber
que tenemos a Alguien a quien acudir en cualquier circunstancia
problemática. El Salvador dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí
tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al
mundo” (Juan 16:33). La paz es posible hoy y para siempre gracias a la
expiación del Salvador.
BENJAMIN FORCANO
19 MAY 2002 - 16:00 CST
Tan cierto como que no habrá paz mundial sin una ética mundial, lo es que no
la habrá sin diálogo entre las religiones.
Hoy, una posición autocrítica nos hace ver que las religiones han sido
ciertamente factor de estancamiento, retroceso y represión del hombre y de los
pueblos, pero también lo han sido de renovación y de referencia esencial para
asegurar el sentido de la vida humana y los valores de la sociedad. Si miramos
a las tres grandes religiones: islam, judaísmo y cristianismo, encontramos en
ellas brotes de fundamentalismo y también un espléndido florecimiento de
corrientes místico-teológicas que cantan al hombre como artífice racional,
creativo, libre y solidario de una nueva humanidad.
En España estas tres grandes religiones fueron capaces de crear en el siglo XV
una convivencia pacífica y creativa, de diálogo y libertades compartidas. Y, en
la actualidad, son poderosos los movimientos que animan una convivencia
ecuménica y planetaria, cohesionadora de lo común.
Afirmar que la familia humana tiene una unidad y dignidad común, que es
inviolable la persona y la conciencia, que poder no equivale a derecho, que el
amor y la compasión son superiores al odio y la enemistad, que resulta
obligatorio estar de parte de los pobres y oprimidos y no de los ricos y
opresores, de que vencerá al fin la buena voluntad, son valores que nos unen y
más importantes que todo lo que nos separa.
He aquí algunas pautas que podrían hacer surgir esta paz entre las religiones:
2. No todo está permitido, aunque sea propuesto por las religiones. Los fines
religiosos no pueden santificar los medios. Por motivos religiosos no se
pueden legitimar los sacrificios humanos, quemar herejes, hacer culto de la
prostitución, la promiscuidad sexual, ni el imperialismo, ni el racismo, ni el
chauvinismo masculino, ni el odio a nadie bajo un pretendido
fundamentalismo religioso. ¿Se puede poner precio a la cabeza de un hombre
por considerarlo hereje o apóstata?