Revisado
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Ahora bien, en estos tiempos nos hacemos la siguiente pregunta ¿A qué nos
referimos con “Desarrollo e inclusión social”?, Si bien es cierto en los últimos
años se ha escuchado mucho en nuestro entorno acerca de estos nuevos
términos, que no son más que evidencias de una realidad en la que el Perú no
se ve ajeno, es por ello que hoy en día existe un Ministerio de Desarrollo e
Inclusión social, organismo encargado del desarrollo social, superación de la
pobreza, promoción de la inclusión y equidad social, también podemos incluir la
protección que el estado brinda hacia las poblaciones en situación de riesgo,
vulnerabilidad y abandono.
Si bien es cierto, hoy en día el poder ejecutivo junto con el poder legislativo y el
poder judicial, desean ampliar la plataforma de acciones a fin de fomentar la
inclusión social, y es por ello que le dan a la sociedad en general la
oportunidad de participar presentando candidatos a de forma individual o
grupal, de aquellos que se encuentran comprometidos en la noble batalla por
conseguir un país inclusivo, es decir: con ideas, iniciativas, propuestas,
estudios y proyectos que puedan ser asumidos por el Estado Peruano,
acciones y buenas prácticas que serán recibidas y analizadas, reconociendo y
premiando a sus autores para estimular la participación de la sociedad en todo
lo que respecta a la mejora del sistema y de una democracia justa para todos.
En el Perú este Ministerio tiene sus inicios en el año 2011, y ya hay programas
sociales que han beneficiado a más de 5 millones de peruanos en situación de
pobreza y pobreza extrema, también se han fortalecidos los programas de
alimentación infantil, y los programas en ayuda o apoyo al adulto mayor, que
antes no tenían acceso a un monto de jubilación digno generando esperanza a
este sector de la población que ya se encontraba casi en el olvido, a su vez les
ha facilitado a las madres trabajadoras la posibilidad de dejar a sus hijos bajo el
cuidado de expertos profesionales, se ha promovido, incentivado y financiado
proyectos de crecimiento y desarrollo generando capacidades y sostenibilidad
en poblaciones vulnerables y de escasos recursos.
Por otro lado, el Perú es uno de los actores económicos más sólidos de
América Latina, pero tanto nuestra economía como otras a nivel global se
enfrentan a diversas problemáticas. El crecimiento de su PIB per cápita ha ido
avanzando a un ritmo casi constante a lo largo de la última década, ha ido
acompañado de un marcado descenso en los índices de pobreza. Al día de
hoy, el progreso económico de Perú se ha debido en gran parte a la
abundancia de recursos naturales y a los elevados precios de las materias
primas en el mercado mundial. Por ello, resulta fundamental para el Perú
garantizar una diversificación de la producción, aumentar la capacidad de
exportación e integrarse en las cadenas de valor mundiales con bienes y
servicios de mayor valor agregado. Fomentar el desarrollo, la activación y la
adecuada utilización de competencias será esencial para lograr estas metas.
Por su parte los sectores en los cuales se reduce el empleo en dicha condición
son: el de reparación de vehículos automotores, la administración pública,
electricidad, agua, comercio al por mayor y la construcción. De todos estos
sectores, el rubro de la administración pública es quien ha concentrado
cuantitativamente la mayor reducción de trabajadores en esta condición.
Comparando Lima con el resto del país se aprecia que, para el primer caso,
han sido los sectores de transportes y comunicaciones junto con el de
restaurantes y hoteles quienes han concentrado el incremento del empleo en
condiciones de pobreza extrema mientras que para el resto del país los
sectores con tales características han sido los de comercio al por menor y
aquellos denominados de actividades inmobiliarias. Aunque habría que señalar
que, en el caso del departamento de Lima, las actividades que concentran el
83% del empleo en estas condiciones - pobreza extrema- son el comercio al
por menor, los servicios personales y el rubro de restaurantes y hoteles. Para el
resto del país, por su parte, el sector agrícola concentra por sí solo el 77.8% del
empleo en situación de pobreza extrema. Le sigue el comercio al por menor y
la manufactura.
Aun así, la situación en las zonas rurales es dramática. Actualmente, casi uno
de cada tres habitantes en estas zonas es pobre extremo. Su pobreza está
relacionada con la falta de activos productivos, así como con los bajos niveles
educativos y con una familia numerosa.
Ahora bien, ser pobre extremo en el Perú significa subsistir con S/. 3.60 diarios
para comer, transportarse, vestirse, curarse etc. Esta desesperante situación
no es marginal: afecta a unos 3.7 millones de peruanos. Es decir, al 15% de la
población. El libre mercado, al menos en el corto plazo, no muestra resultados
alentadores.
El 20% más pobre recibe sólo el 14.1% del gasto total en educación primaria, el
7.0% en educación secundaria y sólo el 2.5% en superior. Lo anterior no debe
llevar a pensar, ni remotamente, en un retorno al populismo. No hay que olvidar
que los gastos en Educación y Salud disminuyeron en más de 15%, en
términos reales, entre 1985 y 1990.
Estudios recientes del CIUP muestran una gran heterogeneidad entre los
pobres extremos, en cuanto a sus carencias y prioridades. Se necesitan
programas flexibles, que en su diseño, ejecución y evaluación incorporen a
estos ciudadanos siempre ninguneados.
Desde 2002, el Perú paso por un proceso de estabilidad macroeconómica, el
PBI se mantenía, lo que permitió al gobierno continuar trabajando políticas en
beneficio de los sectores más pobres del país. En 2007, según el INEI, de los
29 124 335 de peruanos, 39,3% era pobre, cantidad que se habría reducido en
cinco puntos con relación al año anterior. Sin embargo, a pesar de la
estabilidad macroeconómica y de la supuesta disminución del número de
pobres, la pobreza rural se ha mantenido por encima del 65%. Es necesario,
además, resaltar que los pobres y pobres no extremos se concentran, sobre
todo, en la sierra rural.
Además, es uno de los países que presenta una tendencia positiva en cerrar la
brecha de pobreza multidimensional rural versus la urbana.
Perú ha logrado reducir carencia en todos los indicadores que mide el IPM, y
los aspectos en los que más ha avanzado son los relacionados a combustibles
para cocina que no afecten la salud de los usuarios, la calidad de las viviendas
y el acceso a bienes.
Bueno en ese sentido establecemos los objetivos a largo plazo, ellos se dirigen
a la generación de oportunidades para la siguiente generación con énfasis en
la promoción de la protección y mejora del capital humano; desarrollando tres
puntos importantes que son: disminuir la desnutrición crónica menores de 5
años (OMS), disminuir la inasistencia de niños de entre 3 a 5 años de edad a
Educación Básica Regular, y Promover el Desarrollo Infantil Temprano,
específicamente la atención a la madre gestante. Garantizar condiciones para
que la siguiente generación no herede la pobreza y la exclusión de sus padres.
Define intervenciones que aseguren nutrición, salud y educación de calidad
para los niños y niñas. Como instrumentos directos de intervención, el MIDIS
cuenta con dos programas sociales: Qali Warma y Cuna Más. Además, realiza
el seguimiento de las condicionalidades de educación y salud del programa
Juntos.
Eje 1: nutrición infantil (0-3 años) Este eje se orienta a asegurar la adecuada
nutrición de las niñas y los niños, como una de las herramientas iniciales para
cortar el círculo vicioso de la transmisión intergeneracional de la pobreza. Las
intervenciones vinculadas a este eje se orientan a atacar los determinantes
sociales de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) y la inseguridad alimentaria,
incluyendo las condiciones físicas y sociales del ambiente, la incidencia de
conductas de riesgo en adolescentes, la educación, el acceso a la información,
el estado de salud de la madre, el ingreso familiar y las condiciones de trabajo.
Eje 2: desarrollo infantil temprano (0-5 años) Este eje se orienta a que las
niñas y niños estén físicamente saludables, mentalmente alertas,
emocionalmente seguros, sean socialmente competentes y capaces de
aprender.
Este eje es crucial para sostener los logros obtenidos en la primera infancia y
generar las bases para la inclusión económica en la juventud y adultez. La
inversión social en esta etapa de la vida resulta necesaria para evitar
situaciones de vulneración de derechos como la violencia y el abuso sexual, el
embarazo adolescente, las uniones tempranas, la deserción y acoso escolar, el
trabajo infantil, el consumo de drogas, la delincuencia juvenil, la trata, la
explotación sexual comercial, entre otras que afectan el desarrollo social de las
y los adolescentes en situación de pobreza o vulnerabilidad.
Eje 5: protección del adulto mayor (65 años a más) Este eje se orienta a
preservar el bienestar de las personas adultas mayores en situación de
pobreza o vulnerabilidad, mediante su acceso a oportunidades de protección
social que les aseguren redes de protección y cuidado, recursos monetarios o
en especie, y el fortalecimiento de capacidades para el mantenimiento de
competencias físicas, cognitivas, emocionales, laborales, productivas y
sociales, que aseguren su autonomía, independencia y calidad de vida.
En cuanto a los riesgos que enfrentan los adultos mayores de 65 años o más,
los principales están relacionados a su estado de salud, al tener una mayor
prevalencia de enfermedades y al ser inusual la búsqueda de atención ante
enfermedades.
Este eje estratégico considera los 65 años como la edad umbral para ser
considerado adulto mayor, dado que tanto el Sistema Nacional de Pensiones
(SNP), el Sistema Privado de Pensiones (SPP), así como el programa de
asistencia solidaria Pensión 65 otorga beneficios, vinculados a la condición
laboral y por tanto física de los trabajadores, a aquellas personas que igualan o
superan dicha edad.
Bajo este eje se prevé que, para asegurar el bienestar en la vejez, se requiere,
como resultado inmediato, mantener, fortalecer o adquirir en las personas
adultas mayores un conjunto de capacidades vinculadas a lo físico, estado
nutricional, rendimiento cognitivo, generación autónoma de ingresos, entre
otras. Así, en base a la revisión de la evidencia, en este eje se requiere trabajar
articuladamente para asegurar estos aspectos:
https://www.ipae.pe/wp-content/uploads/2018/12/Informe-CPC.pdf.
https://www.bancomundial.org/es/topic/poverty/overview.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1425/cap
04.pdf.
https://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/pobreza-monetaria-
y-extrema-disminuyen-en-peru-durante-2018.
https://gestion.pe/blog/economiaparatodos/2012/01/la-pobreza-en-el-peru.html/
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib0488/Libr
o.pdf.
https://www.gob.pe/busquedas?categoria[]=14-programas-y-organizaciones-
sociales&reason=sheet&sheet=1