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OsorioLondoño Iverson 2017

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Impactos ambientales, sociales y económicos de las pequeñas centrales hidroeléctricas

(PCH) en Antioquia

Iverson Osorio Londoño


iosoriol@eafit.edu.co

Asesor de tesis
Jhon Miguel Díez Benjumea

Trabajo de tesis para optar al título de maestría en Gerencia de Proyectos

Universidad EAFIT
Facultad de Administración
Maestría en Gerencia de Proyectos
Medellín
2017
Contenido

Introducción ............................................................................................................................ 8
1. Planteamiento del problema ............................................................................................ 9
2. Objetivos ....................................................................................................................... 13
2.1 Objetivo general .......................................................................................................... 13
2.2 Objetivos específicos .................................................................................................. 13
3. Justificación ................................................................................................................... 14
4. Metodología .................................................................................................................. 16
5. Marco de referencia conceptual .................................................................................... 17
5.1 Las PCH como unidades productivas .................................................................... 18
5.2 Componentes técnicos de una PCH ....................................................................... 20
5.3 Otros componentes de las pequeñas centrales hidroeléctricas ............................... 23
6. Impactos generados por las PCH en Colombia ............................................................. 26
6.1 Marco normativo ......................................................................................................... 26
6.2 Impactos ambientales .................................................................................................. 29
6.3 Impactos ambientales comunes generados por las PCH ............................................. 32
6.3.1 Procesos geofísicos .............................................................................................. 32
6.3.2 Suelos ................................................................................................................... 32
6.3.3 Ecosistemas terrestres .......................................................................................... 32
6.3.4 Ecosistemas acuáticos .......................................................................................... 33
6.4 Impactos sociales ........................................................................................................ 33
6.4.1 Impactos sociales generados por una PCH .......................................................... 34
6.5 Impactos económicos .................................................................................................. 36
6.5.1 Empleos que genera una PCH en la etapa de construcción .................................. 36
6.5.2 Empleos que genera una PCH en etapa de operación .......................................... 37
6.5.3 Ingresos para el municipio y corporaciones regionales por concepto de
transferencias ................................................................................................................. 38
7. Potencial hidroenergético de Antioquia ........................................................................ 40
8. Conclusiones ................................................................................................................. 43
Referencias ........................................................................................................................... 44
Anexos .................................................................................................................................. 46
Anexo 1. Potencial energético por municipio de Antioquia, Ingresos por transferencias,
empleos durante etapa de construcción, empleos durante operación e impuestos de
industria y comercio .......................................................................................................... 46
Anexo 2. Normatividad que rige la formulación y el funcionamiento de una PCH ......... 50
Anexo 3. Restricciones de carácter social y ambiental para la construcción de una PCH 54
Índice de tablas

Tabla 1. Clasificación de las PCH según el salto en metros


Tabla 2. Clasificación de las PCH según la CREG
Tabla 3. Proyecciones de expansión de las PCH
Tabla 4. Costos de estudios e investigaciones
Tabla 5. Plantilla para elaboración y presentación de los planes de manejo ambiental de una
PCH

Tabla A1. Potencial energético por municipio de Antioquia, Ingresos por transferencias,
empleos durante etapa de construcción, empleos durante la operación e impuestos de
Industria y Comercio
Tabla A2. Normatividad que rige la formulación y el funcionamiento de una PCH
Tabla A3. Restricciones de carácter social y ambiental para la construcción de una PCH

Índice de figuras

Figura 1. Proyectos hidroenergéticos en Colombia


Figura 2. PCH a filo de agua
Figura 3. PCH de pie de presa
Figura 4. Casa de máquinas superficial
Figura 5. Resguardos indígenas y comunidades afrocolombianas
Figura 6. Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Figura 7. Sitios de hallazgos arqueológicos
Figura 8. Potencial hidroenergético de Colombia por zonas
Figura 9. Cómo se calculó el potencial hidroenergético
Figura 10. Potencial hidroenergético de los municipios de Antioquia

Índice de gráficas

Gráfica 1. Distribución de la inversión en una PCH


Gráfica 2. Número de empleados que requiere una PCH en la etapa de construcción
Gráfica 3. Número de empleados que requiere una PCH en la etapa de operación
Dedicatoria

Este trabajo está dedicado a mi madre, que antes de fallecer me motivó para continuar mis
estudios en la maestría en Gerencia de Proyectos y ahora me observa desde el cielo mientras
trato de terminar este ciclo y afrontar nuevos retos por venir en la vida.
Gracias a ella, el ser más incondicional.
Agradecimientos

A Jhon Miguel Díez Benjumea, que decidió asesorarme en mi trabajo de grado después de
los inconvenientes que se me habían presentado en su elaboración.
Resumen

Después del racionamiento que sufrió Colombia entre 1992 y 1993, el Gobierno buscó
impulsar la generación de energía a través de fuentes no convencionales que permitieran
suministrar la energía suficiente que el país demanda, situación que impulso la utilización de
las pequeñas centrales hidroeléctricas (en adelante PCH).
Una PCH es una pequeña unidad generadora de energía que aprovecha el agua de un
afluente a través de una caída o pendiente, buscando que el líquido abata una turbina para la
generación de energía.
Este tipo de iniciativas ha crecido a nivel nacional generando consigo impactos
sociales, ambientales y económicos que se deben medir y analizar, y que en Colombia no han
sido recopiladas en un documento de tal manera que los diferentes grupos de interés que
rodean el proyecto conozcan los impactos positivos y negativos que genera un proyecto de
este tipo.
A partir de esta circunstancia, el presente trabajo tiene como finalidad analizar los tipos
de impactos en los ámbitos mencionados anteriormente que generan las PCH, centrando su
análisis en Antioquia, departamento que aporta la mitad de las generadoras de energía de esta
clase que existen en el país. Es necesario tener en cuenta que un gerente de proyectos debe
velar porque todos los aspectos concernientes a la nueva idea de negocio sean tenidos en
cuenta a la hora de realizar el proyecto, de tal manera que se eviten inconvenientes en el
futuro que puedan ser irreversibles o factores que se puedan potencializar para aumentar su
provecho.
Para alcanzar el objetivo general se estudiará información disponible en el mercado
para este tipo de proyectos y la información generada por varias PCH en cuanto su
estructuración, que permita identificar los diferentes factores que producen impacto en el
entorno en el que operan. Además, se mostrará los beneficios económico y social que trae
consigo un proyecto de este tipo, que pueda incentivar la construcción de una mayor cantidad
de PCH en el país.

Palabras claves: PCH; energía; impacto social, ambiental y económico; CREG; UPME;
central hidroeléctrica.
Abstract

Following the rationing of Colombia between 1992 and 1993, the Government sought to
boost energy generation through unconventional sources to supply sufficient energy
demanded by the country, a situation that encouraged the use of small hydroelectric power
plants (SHP).
A SHP is a small energy-generating unit that draws water from a tributary through a
drop or slope, looking for the liquid to blow down a turbine for power generation.
This type of initiative has grown at the national level generating social, environmental
and economic impacts that must be measured and analyzed, and that in Colombia have not
been compiled in a document in such a way that the different interest groups that surround
the project know the positive and negative impacts generated by such a project.
From this circumstance, the present work aims to analyze the types of impacts in the
areas mentioned above that generate the SHP, focusing its analysis in Antioquia, a
department that contributes half of the generators of energy of this kind that exist in the
country . It is necessary to take into account that any project manager must ensure that all
aspects concerning the new business idea are taken into account when carrying out the
project, in such a way as to avoid inconveniences in the future that may be irreversible, or
factors that can be leveraged to increase their profit.
In order to achieve the general objective, information available in the market for this
type of projects and the information generated by several SHP´s will be studied in terms of
their structuring, which will allow the identification of the different factors that impact the
environment in which they operate. In addition, it will show the economic and social benefits
of a project of this type, which can encourage the construction of a greater amount of SHP´s
in the country.

Keywords: SHP; energy; social, environmental and economic impact; CREG; UPME,
hydroelectric power station.
Introducción

El presente documento tiene por finalidad analizar los impactos más preponderantes
generados por las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) en su lugar de ubicación, por
medio de la recolección de información generada a partir de la estructuración de este tipo de
proyectos, además de informar cuál es su contribución en aspectos sociales y económicos
para una región, centrando su análisis en Antioquia, debido al aporte de dicho departamento
en temas energéticos para el país, y por ser una zona predilecta para el desarrollo de este tipo
de iniciativas.
Las PCH han experimentado un fuerte crecimiento a nivel nacional por el hecho de ser
una fuente de energía renovable que no requiere una alta inversión, como si lo exigen otros
proyectos destinados a la generación de energía. Una PCH genera impactos en la zona que
se desarrolla, que se deben tratar de identificar desde el momento en que se está formulando
y evaluando, de tal manera que se administren las posibles consecuencias que puedan generar
en el futuro, evitando desenlaces negativos como mayores esfuerzos monetarios, daños
ambientales y afectaciones sobre la población.
A su vez, una PCH trae consigo efectos positivos sobre el entorno en el que opera,
como lo son la generación de empleo, la conexión de poblaciones alejadas a la red eléctrica
del país, la mejora de la confiabilidad del sistema eléctrico en todo el territorio nacional, la
generación de ingresos para los municipios vía impuestos y beneficios sociales para la región,
a través de la construcción de una carretera, un centro de salud o un colegio por parte de los
desarrolladores del proyecto, los cuales se deben tratar de analizar y explicar, de tal manera
que se puedan potencializar.
Con el presente trabajo se explicará en que consiste una PCH, cuáles son las
características principales de un proyecto de este tipo en Colombia y qué impactos generan.
Se informará sobre el papel de Antioquia a nivel nacional en la generación de energía, con lo
que se pretende brindar al lector una herramienta que le informe sobre los aspectos más
relevantes a la hora de formular y evaluar un proyecto de este tipo.
1. Planteamiento del problema

Durante 1992 y 1993 Colombia sufrió uno de los mayores problemas energéticos a los que
se haya enfrentado, debido al fenómeno climático de El Niño, que dejó ver las fallas del
sistema eléctrico del país como consecuencia de la dependencia que tenía Colombia hacia las
hidroeléctricas y sus represas, que reportaban los niveles más bajos en los embalses jamás
vistos en la historia por las bajas precipitaciones que se presentaban a nivel nacional.
Esta situación condujo al país al inevitable racionamiento en ciudades principales. El
presidente de dicha época, el doctor Cesar Gaviria, decidió afrontar este fenómeno por medio
de la denominada “Hora Gaviria”, que consistió en adelantar en una hora la hora nacional
con la finalidad de aprovechar en mayor medida la luz del día (Colprensa, 2012).
Esta situación dio paso a que el Gobierno retomara los proyectos de PCH para no
depender de los embalses a nivel nacional, motivo por el cual encargó al ICEL1 y al INEA,2
reactivar sus programas de PCH3 en las regiones de Nariño, Cauca, La Guajira y Meta
(Ministerio de Minas y Energía, 1997).
En Colombia las PCH se iniciaron 1889 con la puesta en marcha de algunas plantas en
Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta, las cuales sirvieron para la generación y suministro de
energía para pequeñas poblaciones y fincas productoras de la región. Después de ejecutados
los primeros proyectos, los nuevos proyectos se detuvieron por la falta de incentivos por parte
del Gobierno nacional y la puesta en marcha de centrales hidroeléctricas a cargo de entidades
gubernamentales (Ministerio de Minas y Energía, 1997).
Después del racionamiento vivido en 1992 y 1993, el Gobierno, a través de la Ley 141
del 28 de junio de 1994, promovió la creación de proyectos de PCH, debido a que se creó el
Fondo Nacional de Regalías, al que se le asignó el 15 % de los recursos para financiar
proyectos regionales de inversión en energía, que provienen de las regalías que reciben los
departamentos y los municipios por la exportación de recursos no renovables como el carbón
y el petróleo (Ministerio de Minas y Energía, 1997).
Una PCH es un proyecto que por medio de la energía hidráulica genera electricidad
hasta de 20 MW o 5.000 KW, a través de una turbina o generador. Existen diferentes
clasificaciones para proyectos de este tipo, que se definen según su potencia y salto. A
continuación se puede observar la clasificación creada por Berhard (2006).

1
Instituto Colombiano de Energía Eléctrica.
2
Instituto de Ciencias Nucleares y Energías Alternativas.
3
Pequeñas centrales hidroeléctricas con capacidad de generación hasta de 20 MW.
Según la potencia.

• Picocentrales: 0.5 – 5 KW
• Microcentrales: 5 – 50 KW
• Minicentrales: 50 – 500 KW
• Pequeñas centrales: 500 – 5000 KW

Según el salto en metros, como se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1. Clasificación de las PCH según el salto en metros

Tipos Bajo Medio Alto


Microcentral Menor a 15 15 - 50 Mayor a 50
Minicentral Menor a 20 20 - 100 Mayor a 100
PCH Menor a 25 25 - 130 Mayor a 130

Fuente: (Berhard, 2006).

Es necesario aclarar que no existe una unificación de criterios para la clasificación de


las PCH; sin embargo, en la Tabla 2 se presenta la clasificación realizada por parte de la
Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), aplicada para Colombia.

Tabla 2. Clasificación de las PCH según la CREG

Potencia Tipo
0 a 100 KW Microcentral
100 a 1.000 KW Minicentral
1.000 a 10.000 KW Pequeña central

Fuente: (CREG, 2007)

Colombia es un país con un fuerte potencial para la creación de PCH debido a que
cuenta con 742.725 cuencas hidrográficas, un caudal multianual de 52.075 m3/s, ríos que
desembocan en los océanos Atlántico y Pacífico y una región oriental con descargas de
recursos hídricos equivalentes a 104.631 L/s/km2, factores que permiten establecer que se
cuenta con un potencial de generación de 25.000 MW de los 660.45 MW que se están
utilizando, es decir, que tan solo se está aprovechando un 2.64 % de la capacidad nacional
(IDEAM, 2005).
Aparte de los beneficios económicos que trae consigo la realización de una PCH a una
región, este tipo de proyectos también tiene consecuencias que se pueden calificar de
negativas: afectación del paisaje, muerte y desplazamiento de la fauna terrestre por la
construcción de vías, procesos de inestabilidad y erosión en etapas de construcción de la
infraestructura, desplazamiento de comunidades, concentración de empalizada por la
bocatoma, cambio morfológico y degradación del lecho del río en el sitio del proyecto (Helga,
2010).
Partiendo de este punto, es importante recopilar los impactos que puede tener este tipo
de proyectos en Colombia, dado que en la actualidad no existe una fuente que brinde al
investigador información en este aspecto, de tal manera que ayude a terceros (inversionistas,
comunidades y Gobierno) a enfrentar los diferentes aspectos sociales, ambientales y
económicos a los que se debe enfrentar (Helga, 2010).
Una PCH es el resultado de una búsqueda para solucionar el planteamiento de la falta
de energía y de la poca confiabilidad que poseía el sistema interconectado de energía en el
país en los años noventa. En un principio esta iniciativa es coherente con los parámetros
establecidos por parte del entorno en cada una de sus dimensiones, pero se sale de contexto
cuando no se realiza una adecuado estudio de sus consecuencias en el futuro, tal como sucede
con la proliferación de las minas de oro a cielo abierto, que repercuten de manera directa en
el ecosistema (Berhard, 2006). Como consecuencia, este tipo de proyecto debe amoldarse a
las necesidades de la sociedad y del ambiente y marcar su éxito y sostenibilidad en el tiempo,
siendo su principal objetivo, desde una perspectiva económica, garantizar la disponibilidad
de energía para el país y contar con un sistema confiable, situación que Colombia no ha
logrado resolver desde que se presentó el racionamiento antes descrito (Miranda, 2005).
Aunque una entidad no posea el músculo económico que le permita contar con una
firma especializada en proyectos o con un área especializada para medir el impacto de sus
acciones sobre el entorno, es necesario que sus funcionarios conozcan del tema para no
incurrir en fallas que, en última instancia, se traducen en pérdida de dinero y tiempo. Uno de
estos factores que se presentan en el camino son los impactos ambientales, económicos y
sociales, que deben ser estudiados y adaptados al proyecto para no tener inconvenientes, tal
como se presentó recientemente en Santa Marta por el vertimiento de carbón al mar de
aproximadamente 1.000 toneladas, lo que le significó a la Compañía Drummond una multa
de aproximadamente $ 7.000 MM, debido a que el sistema utilizado para el cargue y
descargue de dicho material no tuvo en cuenta las condiciones del lugar en el que se iba a
realizar, generando una afectación sobre el medio ambiente y deteriorando la imagen de la
compañía en la sociedad (Semana, 2014).
Escobar define lo siguiente (2014):

Toda organización social o nueva idea posee un andamiaje jurídico e institucional que regula
los derechos y los deberes en las relaciones establecidas entre sus diferentes miembros. Este
contexto parte desde la Constitución, la ley, los decretos, las ordenanzas, los acuerdos, hasta
los reglamentos y las resoluciones, y se expresan en forma prohibitiva o permisiva. De ahí la
necesidad de que los analistas, al comenzar los procesos de formulación de los estudios de
pre inversión, deban identificar con cierto rigor el ámbito legal e institucional sobre el cual
operará el proyecto en sus diferentes fases (Escobar, 2014).

A partir de este punto, el gerente de proyectos debe analizar la viabilidad técnica que
tiene una nueva idea dentro del ambiente que lo rodea, teniendo presente que la omisión de
algún punto puede significar el fracaso o una pérdida de grandes cantidades de recursos
(Guido, 2008).
Por lo general, una PCH tiene un impacto directo sobre las comunidades y el medio
ambiente, que puede ser negativo o positivo, según su alcance y características intrínsecas;
por este motivo, en Colombia existe una normatividad que rodea cada iniciativa de este tipo,
que establece los permisos necesarios para utilizar el agua y los usos del recurso hídrico, el
trabajo con comunidades y las condiciones para la generación de energía. Para el impacto
económico se deben medir los resultados directos sobre las entidades que realizan el proyecto
y la comunidad que lo rodea, siendo Antioquia un punto de partida adecuado debido a su
riqueza hídrica, que representa el 33 % de la producción nacional de energía (Marín Ocho,
2013).
Por este motivo, este trabajo de grado indagará sobre el impacto social, económico y
ambiental de las PCH en las zonas rurales de Antioquia, teniendo en cuenta que dicha región
aporta la mitad de dichos proyectos a nivel nacional y es la segunda zona en Colombia con
mayor recurso de agua dulce (IDEAM, 2005).
2. Objetivos

2.1 Objetivo general

Identificar e informar sobre los impactos ambientales, económicos y sociales que generan las
PCH en su zona de ubicación, centrando el análisis en Antioquia, con el propósito de
documentarlos de modo que les sirvan de guía a los diferentes grupos de interés.

2.2 Objetivos específicos

• Identificar los tipos de impactos que generan las PCH en su entorno de operación.
• Documentar los hallazgos anteriores de tal manera que sirvan de instructivo sobre los
impactos para trabajar desde la etapa de pre inversión en un proyecto de una PCH.
• Demostrar los beneficios económicos y sociales que generan y podrían generar las PCH en
su lugar de operación, centrando el análisis en el departamento de Antioquia.
3. Justificación

Colombia es un país rico en recursos hídricos que se concentran en algunos departamentos


como Chocó y Antioquia, siendo la última la encargada de aportar la mitad de las PCH que
posee el país, debido a su atractivo natural, ambiental, social y económico. Estos factores
conjugados han permitido en los últimos años la creación de nuevas PCH, pero sin identificar
con claridad cuáles son los impactos que pueden generar en la región, fenómeno que se pudo
evidenciar en las fuentes consultadas y que son conocidos por los desarrolladores de este tipo
de proyectos.
Las PCH son un tipo de proyecto atractivo para los inversionistas debido a los
beneficios de operación que ofrecen, tales como un margen de ganancia amplio, que permite
un retorno sobre la inversión de manera ágil. Además, para el Gobierno se traduce en mayores
ingresos por los impuestos que puede cobrar por el desarrollo de este tipo de iniciativas, tales
como las transferencias, Industria y Comercio y predial.
Teniendo en cuenta que las PCH se presentan como una solución al problema de falta
de confiabilidad del sistema eléctrico nacional, su influencia y participación en todo el
territorio han crecido en importancia y número, factores que se consideran positivos en
cuanto al aspecto antes mencionado, pero negativos respecto a algunos impactos ambientales,
económicos y sociales sobre las regiones en los que se desarrollan y que no se han
documentado en Colombia, de tal manera que sirvan de instrumento base a todo aquel que se
pueda considerar como un accionista del proyecto. De allí que el objeto del presente trabajo
se centra en documentar los impactos de las PCH, de tal manera que sirva como guía y pueda
ser utilizado en el análisis y el trabajo de futuras PCH. Además, este tipo de proyectos tiene
una inversión inferior en un 80 % respecto a las grandes hidroeléctricas, debido a su extensión
en territorio.
La Figura 1 muestra la cantidad de proyectos hidroenergéticos que se desarrollan en el
país y su concentración en Antioquia.
Figura 1. Proyectos hidroenergéticos en Colombia

Fuente: (Unidad de Planeación MInero Energética, 2015).


4. Metodología

Para alcanzar los objetivos propuestos, se indagará sobre las principales características
técnicas de una PCH, seguido de los tipos de impactos que tienen las PCH en las regiones en
las que se ubican, la normatividad que enmarca la realización de este tipo de proyectos y su
contribución económica y social. Para acercar el trabajo al caso antiqueño, se analizarán los
documentos que dan cuenta de la formulación y evaluación de tres tipos de estos proyectos
en Antioquia en compañía de un experto en el tema, el señor Pablo Agudelo, que suministró
información gracias a su experiencia en la estructuración y desarrollo de este tipo de
proyectos.
Sumado a lo anterior, se recolectará información de los ingresos que obtienen los
municipios de Antioquia por concepto de la operación de las PCH en su territorio, y lo que
podrían recibir en caso que se aprovechara todo el potencial hidroenergético del
departamento.
5. Marco de referencia conceptual

La energía eléctrica se ha convertido en un elemento imprescindible para todas las


economías, debido a que representa el insumo que permite la realización de cada una las
transacciones que se llevan en el día a día en un país (Pidre, 2002). La energía eléctrica es
resultado del movimiento de electrones positivos y negativos que puede obtenerse en
centrales hidroeléctricas, solares, térmicas, eólicas y nucleares (Gross, 1986).
La creación de dichos proyectos se ha convertido en elemento esencial para asegurar
la sostenibilidad de un país en el tiempo y suplir sus necesidades. Según el boletín estadístico
de Minas y Energía (UPME, 2014), en los últimos trece años la generación de energía en el
país ha aumentado en 14 %, y la energía hidráulica por sí sola en 19 %, debido al potencial
que existe a nivel nacional para la obtención de dicho recurso a través del agua. La oferta que
existe en la actualidad se encuentra respaldada por una demanda que ha crecido en 50 %,
representada en 3.106 MW. Es allí donde cobran importancia las PCH, que existen en el país
desde el año de 1889, pero que solo hasta los años noventa del siglo pasado se volvieron a
implementar como una buena solución frente a los déficits que tenía el país en este aspecto
(Ministerio de Minas y Energía, 1997).
El atractivo de las PCH radica en el hecho de requerir una inversión inferior a lo que
normalmente implica la construcción de una central hidroeléctrica, teniendo en cuenta que
aprovecha el líquido circulante de un afluente (Mora, 2004), y no implica tener que
almacenarla en algún terreno para después generar energía, tal como sucede con las represas,
proyectos que requieren inundar grandes terrenos que, en muchas ocasiones, producen
desplazamiento de poblaciones y afectación en la actividad económica de la región.
Los impactos de este tipo de proyectos se evalúan desde la alteración que generan en
los ecosistemas, las comunidades y la economía local regional (Orea, 2013). Uno de los
beneficios de las PCH desde el punto de vista ambiental es la disminución de la dependencia
energética de fuentes convencionales, las disminuciones de emisiones de sustancias
contaminantes y la realización de las obras en zonas aisladas, ofreciendo esta última la
posibilidad de generar un beneficio económico y social para la región. Pero también pueden
tener impactos negativos como la ocupación de terrenos, la transformación del terreno y las
posibles alteraciones sobre la flora y la fauna (Mora, 2004).
Torres (2012) establece que existen unas etapas necesarias para la construcción de una
PCH, que se establecen alrededor de la afectación que puede generar en el entorno:

• Identificar los centros de población que no serán conectados a una red interconectada
en el futuro previsible y en los cuales está identificada su necesidad energética.
• Identificar el lugar donde se genere el menor impacto, para allí instalar la PCH, con
el fin de alimentar los pueblos dentro de una distancia económica, aproximadamente
10-20 km.
• Determinar los datos hidrobiológicos y geológicos que permitan establecer la
potencia y la energía producibles.

Sin embargo, es necesario mencionar que el impacto que generan las PCH comparado
con las represas y las centrales térmicas es menor, razón por la cual se consideran como una
alternativa más inocua con el medio ambiente, teniendo en cuenta que utilizan un recurso
renovable que no conlleva al reasentamiento de poblaciones (Torres, 2012). Sumado a esto,
este tipo de proyectos son considerados como fuentes limpias de energía, teniendo en cuenta
que su potencial de energía es bajo y debe mantener un caudal ecológico que permita
mantener el ecosistema fluvial (Moscoso, 2013). Todo ello sin desconocer que las PCH se
encuentran reglamentadas por las resoluciones 086 de 1996, 24 de 1995, CREG 055 de 1994
y CREG 116 de 1996 (Smith, 2004).

5.1 Las PCH como unidades productivas

Como fue mencionado, una PCH es una unidad productiva con capacidad de generar hasta
20 MW, que depende directamente de la caída y el caudal del afluente donde se pretenda
llevar a cabo el proyecto. El típico aprovechamiento hidroeléctrico es el llamado “A filo de
agua”, que consiste en llevar el líquido del afluente a la casa de máquinas, donde la caída del
agua genera un movimiento en las turbinas y, por consiguiente, permite la generación de
energía. Paso seguido, el agua es devuelto al afluente. Por lo general, cuando la caída no es
lo suficientemente pronunciada, es necesario construir un salto artificial que permita obtener
el mayor beneficio del afluente (Criollo, 2011). La Figura 2 muestra una PCH a filo de agua.

Figura 2. PCH a filo de agua


Fuente: (Elemental, 2016).

Otro tipo de central eléctrica que permite el aprovechamiento del afluente es la central
“De pie de presa”, que consiste en acumular el agua en una presa que es liberada cuando ha
alcanzado el nivel deseado, y permite obtener la energía suficiente para que pueda será
transferida al sistema eléctrico nacional. Este tipo de modelo presenta varios inconvenientes
tales como la acumulación grandes cantidades de líquido que afectan todo el afluente cuesta
abajo, es tres veces más costoso de construir que el modelo anterior y genera grandes
cantidades de CO2 debido a la acumulación y descomposición de material biológico (Criollo,
2011). La Figura 3 muestra una PCH de pie de presa.

Figura 3. PCH de pie de presa

Fuente: (IDEA, 2006).


Los otros dos tipos de centrales son las hidroeléctricas de bombeo y mareomotrices. La
primera consiste en almacenar agua en dos depósitos, uno más bajo y otro más alto, con la
finalidad de dirigir el líquido desde el depósito más bajo hasta el más alto en las horas de
menor demanda de energía, y ser utilizada y turbinada en las horas de mayor demanda.
La segunda es un tipo de generación de energía limpia que consiste en el
aprovechamiento del sube y baja de los niveles del mar debido al flujo de las mareas causadas
por la interacción entre la gravedad de la tierra, la luna y sol. Este tipo de generación de
energía hidroeléctrica es más predecible que la energía eólica y solar, y es un potencial de
explotación y generación de energía inagotable y renovable (Criollo, 2011).
En conclusión, el tipo de central hidroeléctrica más utilizada es la de “A filo de agua”,
debido a su capacidad de adaptarse a las condiciones del afluente, en el cual se puede instalar
un salto artificial –en caso de requerirlo– o aprovechar el salto natural, con el fin de conducir
el líquido por medio de tubería a presión a una casa de máquinas en la que se obtiene la
energía. La Figura 4 muestra un esquema de una casa de máquinas superficial.

Figura 4. Casa de máquinas superficial

Fuente: (Elemental, 2016).

5.2 Componentes técnicos de una PCH

Una PCH se encuentra construida sobre un afluente hídrico o cerca de él, y requiere de
diferentes partes para su respectivo funcionamiento: el azud (o desviación del cauce), la
captación, los tanques desarenadores, la conducción a flujo libre, la conducción con flujo a
presión, la casa de máquinas, el canal de descarga, las vías de acceso a las canteras de
materiales, las zonas de depósitos de material excavado, los campamentos de obras y las
líneas de transmisión. La dimensión o características de los elementos anteriores dependen
directamente de los centímetros cúbicos que circulen por el afluente, elemento que determina
directamente la capacidad de la PCH en megavatios (MW). De esta manera se determina cuál
es la capacidad de la PCH y qué condiciones técnicas deberá tener para su funcionamiento.
La presa derivadora está conformada por un azud de concreto. Esta estructura
funcionará como vertedero de crecientes del proyecto, de forma tal que pueda evacuar de
forma segura un caudal correspondiente a la creciente de 100 años de período de retorno. El
azud es realmente una presa, pero suele conservar la denominación de origen árabe cuando
se corresponde a presas de pequeño tamaño. Su función es regular ligeramente las aguas para
poder hacer su captación. La toma de aguas se realiza mediante una captación de fondo con
rejilla metálica de espaciamiento y con barrotes. La función de la reja será impedir la entrada
de material grueso mayor (rocas y gravas, maderos, material vegetal, basuras y otros) hacia
el sistema de conducción (Elemental, 2016).
Al inicio del canal de aducción, este dispone de una estructura para retener y almacenar
las gravas que no puedan ser atrapadas en la reja coladera, que se podrán evacuar mediante
la apertura de una compuerta deslizante y un canal de evacuación con una pendiente tal que
garantice condiciones de auto limpieza. Aguas abajo de la trampa de gravas continúa el canal
de aducción, conformado por una estructura de sección rectangular que tiene la capacidad
para conducir el líquido correspondiente hasta el desarenador.
Hacia el final del canal de aducción se dejará una abertura que servirá como vertedero
lateral de excesos para evacuar el caudal que capte la toma de fondo por encima del caudal
de diseño durante la ocurrencia de crecientes.
Para evitar que los sedimentos del agua generen problemas en las tuberías o las
máquinas, se dispone de un tanque desarenador de tres celdas paralelas conectado a la
captación por un canal de aducción. Cada una de las celdas se dimensiona para el caudal de
diseño de tal forma que pueda hacerse un correcto y continuo mantenimiento de los tanques.
La ataguía es la estructura encargada de desviar el caudal del río de su cauce natural,
dirigiendo el flujo hacia un canal de desviación. Se construye conformando un terraplén con
el material proveniente de las excavaciones, cuyas dimensiones están determinadas por el
caudal determinado para un período de retorno de diez años.
El canal de desviación es la estructura encargada de transportar el caudal desviado por
la ataguía. Durante su construcción se excava la sección resultante para transportar el caudal
del período de retorno de diez años y se estima una longitud que depende del área que se va
a utilizar para la construcción del azud y otras estructuras aledañas.
La contraataguía es la estructura encargada de impedir que el caudal transportado por
el canal tienda a devolverse por su cauce natural e inunde las zonas de trabajo. Se realiza de
la misma forma que la ataguía y con los mismos criterios para su dimensionamiento.
El caudal de diseño es aquel que determina la capacidad máxima para la cual deben ser
diseñados los equipos electromecánicos. La determinación de este caudal no es trivial, ya que
depende de la relación (no lineal) entre factores hidrológicos (los regímenes de caudales
medios, máximos, mínimos y ambientales), hidráulicos (la capacidad de almacenamiento de
la central) y económicos (la capacidad instalada, los costos de inversión, el factor de planta
y la energía generada, entre otros).
En la literatura técnica se plantea la siguiente ecuación para definir el caudal de diseño
de una central hidroeléctrica:

𝑄𝑑𝑖𝑠𝑒ñ𝑜 = 𝐹𝐷∙(𝑄 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜 − 𝑄 𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙)

donde 𝐹𝐷 es el factor de diseño, que depende de la relación entre las variables mencionadas
(Elemental, 2016).

En el proceso de desarrollo de un proyecto hidroeléctrico es de vital importancia


considerar la cantidad disponible del recurso hídrico con el fin de garantizar la producción
de energía en cualquier período del año, considerando no solo los períodos húmedos, sino
también las épocas de caudal mínimo. Es necesario minimizar la afectación de la generación
de energía del proyecto por la disminución del recurso hídrico en las temporadas secas, por
lo cual es necesario seleccionar sitios con altos rendimientos hídricos y cuencas con tamaños
suficientes que garanticen cierta regulación y la permanencia del agua en la corriente, con el
fin de disminuir los sobrecostos de instalación y las altas variaciones en los ingresos.
Después de conocer el potencial, se debe determinar qué tipo de turbina deberá utilizar
el proyecto de generación de energía. Las turbinas se clasifican en dos grandes grupos: de
acción o de presión constante, como la Pelton, la Tugo y la Michell; y las de reacción, como
la axial, la Francis y la Kaplan. Los parámetros energéticos y constructivos fundamentales
de cualquier turbina son (Mataix Plana, 1982) los siguientes:

HN: Caída neta


N: Velocidad de rotación
Q: Caudal de diseño (m3/s)
D: Diámetro nominal (rodete m)
Pm: Potencia (mecánica KW)
Ns: velocidad específica
Nt: eficiencia turbina

La selección de la turbina adecuada depende de la altura y el caudal disponibles,


combinados con la potencia eléctrica demandada. En Colombia las turbinas más utilizadas
en la implementación de una PCH son la Francis y la Pelton, como se observa en la Tabla 3.

Tabla 3. Proyecciones de expansión de las PCH (UPME, 2009)


Fuente: (Sierra, F. E, Sierra, A. F. y Guerrero, 2011).

5.3 Otros componentes de las pequeñas centrales hidroeléctricas

Captación
Comprende la sección encargada de la toma de agua que será utilizada en la generación de
energía. Por lo general cuenta con una rejilla metálica que tiene como función impedir la
entrada de material grueso mayor como rocas, gravas, maderos, material vegetal y basura,
entre otros.

Canal de aducción
Zona encargada de evacuar el caudal captado que se encuentre por encima del caudal de
diseño de la PCH durante la ocurrencia de crecientes.

Tanque desarenador
Tiene como función retener los sedimentos del agua, con la finalidad de evitar que estos
generen problemas en las turbinas o las máquinas.

Tanque de carga
Encargado de garantizar la sumergencia y de mantener la presión de la conducción que va a
la casa de máquinas. También cumple la tarea de disipar posibles sobrepresiones generadas
por el golpe de ariete que pueden llegar a presentarse durante la operación de la central.

Los accesos de más de 5 km de longitud y las líneas de transmisión de más de 10 km


de longitud no deberían ser evaluados para proyectos de menos de 20 MW. Además de la
repercusión económica, los impactos ambientales negativos (compra de tierras,
aprovechamiento forestal, movimiento y disposición de tierras) serán menores en esos casos.
Los criterios económicos que se plantean para la evaluación de proyectos
hidroeléctricos en Colombia por lo general son el costo de generación ($/kWh), la tasa interna
de retorno, el valor presente neto de la inversión, la relación beneficio/costo y el tiempo de
recuperación de la inversión (Elemental, 2016). Estos elementos son comunes para otro tipo
de proyectos y son aplicables para esta actividad.
En la construcción de una PCH, el 60 % de la inversión está representada en las obras
civiles para la construcción de sus locaciones. El segundo elemento en orden de importancia
son los equipos electromecánicos, seguido por el cableado para la transmisión. En caso de
que un proyecto se encuentre por fuera de los rangos expuestos en la Gráfica 1, se podría
incurrir en un error dentro de la estructuración del proyecto.

Gráfica 1. Distribución de la inversión en una PCH

Fuente: (Gielen, 2012).

En cuanto a los costos por kW/h para las PCH de 5 MW, en 2010 el costo de generación
tenía un valor cercano a los 77 USD/MWh; para 2016 se esperaba este concepto sobre los 75
USD/MWh; y para 2020 y 2025 un valor constante cercano a los 74 USD/MWh, observando
un comportamiento muy estable de los precios (Lesmes, 2011), lo cual está asociado al grado
de madurez de la tecnología.
Los estudios relacionados con la caracterización de la zona en donde se implementará
el aprovechamiento hidroenergético, entre ellos los estudios geológicos, geomorfológicos,
topográficos, cartográficos, hidrológico y de impacto ambiental, están incluidos en el
porcentaje destinado para estas inversiones, que usualmente son un porcentaje que oscila
entre el 1 y el 7 % de los costos de la inversión (UPME, 2014).
La Tabla 4 muestra el porcentaje de los costos de estudio e investigaciones.

Tabla 4. Costos de estudios e investigaciones

Capacidad % de inversión en estudios e investigaciones


5 kW 7 %
50 kW 5 %
500 kW 2 %
10 MW 1 %

Fuente: (UPME, 2014).


6. Impactos generados por las PCH en Colombia

La realización de un proyecto que incluya la utilización de recursos naturales en su punto de


nacimiento o ubicación generará un impacto directo sobre el medio ambiente que rodea la
actividad económica que se pretende desarrollar; este puede ser de carácter positivo o
negativo, y debe tratarse de prever por parte del grupo encargado de estructurar la iniciativa.
Es necesario aclarar que en la realización de una PCH se debe delimitar el área de influencia
directa (AID) y el área de influencia indirecta (AII). La primera hace referencia al lugar donde
se realizarán las obras principales del proyecto; y la segunda está delimitada por los
municipios que hagan parte de la cuenca hidrográfica generada a partir del punto de captación
del proyecto (Elemental, 2016).
Por lo general, este tipo de proyectos requiere la utilización de recursos, por lo que se
deben tramitar diferentes permisos que permitan llevar a cabo la iniciativa. Los permisos más
comunes que se deben solicitar por parte de una PCH son los siguientes: aprovechamiento
forestal, concesiones de aguas, permisos de vertimientos y permisos de ocupación de cauce
(Elemental, 2016). Sin embargo, estos trámites no hacen referencia a todos los aspectos que
se ven impactados por una PCH en su ejecución, teniendo en cuenta que algunos se
consideran ocultos, entre ellos los beneficios generados a una población por la construcción
de una vía, la generación de empleos y los ingresos generados para los municipios y
corporaciones por transferencias al sistema eléctrico, y para los primeros por el impuesto
predial y la cámara de comercio.

6.1 Marco normativo

La normatividad vigente para la realización de una PCH se lista a continuación. Para hacer
fácil su comprensión, se ha separado por temas relacionados con la descripción ambiental y
la demanda, y el uso o aprovechamiento de recursos hidráulicos, los cuales se pueden ver en
la Tabla A2 del Anexo 2.
Existen restricciones de carácter social y ambiental que, si bien no intervienen en el
comportamiento físico y mecánico del sistema, sí restringen o condicionan legalmente su
aprovechamiento. Las variables que imponen esta condición son las siguientes: la existencia
de parques, reservas naturales o áreas protegidas y las zonas de páramos, manglares y
humedales.
La Tabla A3, que se presenta en el Anexo 3, describe cada una de las restricciones a la
que se ve expuesto un proyecto de generación de energía y la normatividad que aplica.
En general, ninguno de los criterios anteriores implica que los proyectos no puedan ser
desarrollados; lo único que pueden generar son restricciones que alarguen los tiempos de
licenciamiento y los costos de desarrollo del proyecto. Para causar el menor impacto posible
en el ámbito socioeconómico, se plantean obras de captación y conducción que no generen,
en lo posible, el desplazamiento de la población asentada en los lugares donde se proyecta la
construcción de las diferentes obras asociadas con el aprovechamiento hidroeléctrico. Por
otra parte, el proyecto no se encuentra ubicado en ninguna zona de consideraciones
ambientales o sociales especiales como parques naturales, reservas forestales, resguardos
indígenas o tierras de comunidades afrodescendientes, por lo que, desde el punto de vista
socio-ambiental, no se presenta ninguna restricción que pueda conllevar a la inviabilidad del
proyecto (Elemental, 2016).
La Figura 5 muestra un mapa de los resguardos indígenas y las comunidades
afrocolombianas del país.

Figura 5. Resguardos indígenas y comunidades afrocolombianas

Fuente: (Unidad de Planeación MInero Energética, 2015).


La Figura 6 muestra un mapa del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Figura 6. Sistema Nacional de Áreas Protegidas

Fuente: (Unidad de Planeación MInero Energética, 2015).

La Figura 7 muestra un mapa de los sitios de hallazgos arqueológicos.

Figura 7. Sitios de hallazgos arqueológicos

Fuente: Unidad de Planeación Minero Energética, 2015).


6.2 Impactos ambientales

La evaluación de los impactos ambientales consiste en la identificación, previsión,


interpretación y medición de las consecuencias ambientales de los proyectos. La evaluación
de los impactos debe realizarse en el marco de procedimientos adecuados que, en forma
concurrente, permitan identificar las acciones y el medio que va a ser impactado, establecer
las posibles alteraciones y valorarlas. Esta última etapa está encaminada a llegar a expresar
los impactos en forma cuantitativa, y cuando ello no es posible, en forma cualitativa.
Por lo general, para la evaluación de impactos ambientales en Colombia en los
proyectos de generación de energía por medio de fuentes acuíferas para el escenario con
proyecto y sin él, se utiliza la metodología propuesta por Conesa Fernández-Vitorta (1997),
que define que el impacto de un proyecto se mide a partir de los siguientes puntos:

Naturaleza
El carácter positivo o negativo del impacto.

Intensidad
El grado de afectación del elemento ambiental por la actividad asociada; tiene en cuenta la
intensidad y la velocidad de tal afectación. El calificativo utilizado para determinar el nivel
de intensidad es de media, baja y alta.

Extensión
El área de influencia de la afectación en relación con el entorno del proyecto (porcentaje del
área respecto del entorno en que se manifiesta el efecto).

Momento
Se debe tratar de determinar la persistencia del efecto en el tiempo. Podrá ser de corto,
mediano y largo plazo.

Persistencia
Plazo temporal de manifestación del impacto que puede determinarse. Supone una alteración
no permanente en el tiempo. Se utilizan los siguientes calificativos para caracterizar: fugaz,
temporal y permanente.

Reversibilidad
Capacidad del medio de revertir los efectos negativos de un impacto. Utiliza las siguientes
escalas: corto plazo, mediano plazo, largo plazo e irreversible.

Sinergias
La posibilidad de que el efecto combinado de dos o más impactos sea mayor a la suma de
todos ellos. Sus calificativos son los siguientes: sin sinergismo, sinérgico y muy sinérgico.
Acumulación
El carácter aditivo en el tiempo de los efectos ocasionados por un impacto. Fenómeno que
puede ser evaluado con los siguientes calificativos: simple (para referirse a al impacto que es
acumulado) y acumulativo (para el impacto acumulativo).

Efecto
La posibilidad de ocasionar un efecto secundario, de manera directa o indirecta.

Periodicidad
La frecuencia con la que se presenta el impacto, que puede ser: irregular, periódico y
continuo.

Recuperabilidad
La posibilidad de retornar el factor afectado a las condiciones iniciales previas a la actuación
por medio de la intervención humana, a través de la implementación de medidas ya sean de
mitigación, prevención, compensación o potenciación.

Cada uno de los elementos es evaluado en una escala de uno a cinco, a excepción de
Naturaleza. A partir de la evaluación de los aspectos antes mencionados, se define la
importación del impacto, que se expresa matemáticamente así:

I: +- (3 * Importancia + 2 * Extensión + Momento + Persistencia + Reversibilidad +


Sinergismo + Acumulación + Efecto + Periodicidad + Recuperabilidad).

La Tabla 5 muestra la plantilla para la elaboración y presentación de los planes de


manejo ambiental y los planes de monitoreo y seguimiento para una PCH.
Tabla 5. Plantilla para elaboración y presentación de los planes de manejo ambiental de una PCH

Fuente: (Elemental, 2016).

Se plantean un conjunto de programas, proyectos y actividades necesarios para


prevenir, mitigar, corregir y compensar los impactos negativos y potenciar los positivos
generados por el proyecto durante las diferentes etapas de estudios, construcción y operación.
Para cada impacto identificado se ha formulado como mínimo un programa o proyecto como
medida de manejo.
El plan de manejo ambiental se presenta en forma de fichas en las que se precisa como
mínimo lo siguiente: objetivos, metas, etapa, impactos por controlar, tipo de medida, acciones
para desarrollar, lugar de aplicación, población beneficiada, mecanismos y estrategias
participativas, personal requerido para la ejecución, indicadores de seguimiento (calificables
y cuantificables) y monitoreo, cronograma y presupuesto.
6.3 Impactos ambientales comunes generados por las PCH

6.3.1 Procesos geofísicos

Erosión
Conjunto de procesos en la superficie de la corteza terrestre que producen pérdida física del
suelo en grado variable. Ocurre naturalmente cuando se manifiesta las fuerzas de la gravedad
en zonas montañosas o cuando el suelo queda expuesto a la acción del agua o del viento.

Sedimentación
El proceso en el cual las partículas que se encuentran en un cuerpo de agua se van depositando
en el fondo; está ligada a la velocidad de transporte de las partículas y, a su vez, a su tamaño.

Estabilidad de laderas
La firmeza de un alud frente a la falla por deslizamiento o colapso bajo condiciones normales.

6.3.2 Suelos

Usos del suelo


La actividad que está destinada a desarrollarse en un suelo determinado dependiendo de sus
propiedades. Entre los usos del suelo se pueden enunciar los siguientes: agricultura,
silvopastoreo, conservación y protección, entre otros.

6.3.3 Ecosistemas terrestres

Flora
Conjunto de especies e individuos vegetales, silvestres o cualitativos, cuyo desarrollo
depende de los nutrientes disponibles en el suelo, el aire y las lluvias, entre otros. Incluye los
diferentes hábitos de crecimiento presentes en las plantas, como hierbas, arbustos, árboles y
epifitas, entre otros.

Fauna
El conjunto de animales de diferentes taxones, pertenecientes a una región geográfica y
ecosistema determinado, que pasa la mayor parte de su ciclo de vida en el medio terrestre.

Corredores biológicos
Los espacios geográficos delimitados a través de las cuales los ecosistemas naturales, sus
remanentes o ecosistemas modificados, mantienen su conectividad, asegurando la diversidad
biológica y los procesos ecológicos y evolutivos, por medio del intercambio genético y la
migración de especies, con el fin de contrarrestar la fragmentación de los hábitats.

6.3.4 Ecosistemas acuáticos

Perifiton
El conjunto de bacterias, hongos, algas y protozoos presentes en los cuerpos de agua del
proyecto. Esta comunidad es sensible tanto a la disponibilidad como a la calidad de agua, y
cambios en ella pueden desencadenar dinámicas poblacionales en otros puntos de la cadena
trófica.

Fauna
El conjunto de animales vertebrados o invertebrados de diferentes taxones, pertenecientes a
una región geográfica o un ecosistema determinado, que pasan la mayor parte de su ciclo de
vida dentro del ambiente acuático. En los sistemas acuáticos están representados por macro
invertebrados acuáticos, peces, zooplancton y fitoplancton.

Hábitat acuático
El nicho ecológico de cada una de las especies presentes en los ecosistemas acuáticos del
área de influencia, incluyendo todas las variables abióticas y bióticas que lo componen.

Corredor biológico
Los espacios geográficos delimitados a través de las cuales los ecosistemas naturales, sus
remanentes, o ecosistemas modificados, mantienen su conectividad, asegurando la diversidad
biológica y los procesos ecológicos y evolutivos, por medio del intercambio genético y la
migración de especies, con el fin de contrarrestar la fragmentación de los hábitats.

En cuanto a las barreras ambientales, se manejan estudios de impacto ambiental con el


propósito de establecer riesgos a especies e impactos al medio que se puedan generar durante
la etapa constructiva y operativa del proyecto, y que deben ser previamente evaluados por la
autoridad ambiental, que definirá las medidas necesarias de mitigación o compensación, en
el caso de que estos se lleguen a presentar.

6.4 Impactos sociales

Elemental (2016) define lo siguiente:


Los impactos sociales hacen referencia a los efectos que puede ocasionar el proyecto sobre
la población que rodea, factor sobre el cual se debe realizar un trabajo que permita potenciar,
prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos, todo basado en el concepto de
desarrollo sostenible para las comunidades. Para la construcción y puesta en marcha de una
PCH, es de vital importancia establecer relaciones armónicas entre el proyecto y los actores
sociales del área de influencia directa e indirectamente mediante la implementación de
estrategias comunicativas de manera oportuna y precisa acordes a las necesidades
particulares de información de los grupos de interés; siendo esto el objetivo general del
estudio social en un proyecto (Elemental, 2016).

Como objetivos específicos dentro del estudio social se pueden enumerar los
siguientes:

• Informar de manera oportuna y precisa los avances del proyecto durante el proceso
constructivo, antes, durante y después.
• Fomentar canales de comunicación de doble vía mediante el suministro de
información clara y precisa, a través del establecimiento de espacios comunicativos
que permitan la participación y la concertación entre los diferentes grupos de interés.
• Minimizar las expectativas y la tergiversación de la información a través de
estrategias comunicativas acordes a las necesidades particulares informativas de los
diferentes grupos de interés.

6.4.1 Impactos sociales generados por una PCH

Conflictos por la presencia del proyecto


Por lo general se generan en las etapas de estudios y construcción, situación que es resultado
de utilizar el espacio que una comunidad ha incorporado dentro de su cotidianidad y lugar de
interés, debido a que puede afectar actividades de esparcimiento y económicas. Una PCH, al
asentarse en un lugar específico, impide que en el futuro la comunidad pueda volver a
desarrollar actividades en dicho lugar.
Por lo anterior, se utiliza un profesional en el área social con experiencia en gestión
social para proyectos del sector hidroeléctrico, que, junto con el gerente encargado, deberá
liderar las estrategias de comunicación para dar a conocer del proyecto a la comunidad y
realizar la respetiva negociación.

Generación de expectativas
En los proyectos que conllevan la intervención de zonas rurales o apartadas de los cascos
urbanos, que por lo general se caracterizan por su dependencia de actividades económicas
agrícolas, de turismo y de aportes del Estado, son susceptibles de esperar, por parte de
empresarios que pretendan realizar un proyecto en la zona, alguna bonificación económica o
en especie, factor que puede generar expectativas falsas por parte de la comunidad y generar
conflictos entre las partes.

Inversión en la comunidad
En los planes de construcción de las PCH, se contemplan inversiones dedicadas a las
comunidades, que tratan de beneficiar a la población aledaña al proyecto. Entre las
retribuciones más comunes se encuentran la construcción de vías, de escuelas, de placas
polideportivas, capacitaciones en temas ambientales y actividades económicas, entre otras.

Desplazamiento de la población
Algunos proyectos que se han realizado en el país para la generación de energía han generado
el desplazamiento de población, tal como sucedió en los municipios de El Peñol y Guatapé,
en Antioquia, debido a la necesidad de inundar los terrenos para almacenar el agua que
posteriormente sería utilizada en la generación de energía. El caso más reciente se presentó
en Ituango, municipio en el cual fue necesario realizar el mismo proceso.
Sin embargo, los proyectos de menor escala no han generado un desplazamiento del
asentamiento de la población en el territorio nacional, punto que se considera a favor de las
PCH, dado que su ubicación espacial por lo general se encuentra de manera continua a un
afluente y no es necesario una extensión de tierra amplia para su desarrollo.
El efecto generado de manera directa está relacionado con la imposibilidad de utilizar
el lugar exacto, el cual se busca compensar por medio de los desarrolladores del proyecto,
invirtiendo en otros espacios que beneficien a la comunidad, como escuelas, placas
polideportivas, centros asistenciales y vías, entre otros.

Actualmente las barreras sociales representan un riesgo en el desarrollo y puesta en


marcha de los proyectos de generación de energía eléctrica, dada la oposición de ciertos
grupos regionales al desarrollo de estos mecanismos de generación en propiedades cercanas
a sus áreas de influencia. Una estrategia para abordar esta barrera consiste en incorporar al
desarrollo del proyecto mano de obra calificada (de existir) y no calificada de la región, con
el propósito de reducir la cultura del desempleo e integrar las comunidades en los desarrollos
de proyectos de electrificación, cuando se trata de proyectos en zonas aisladas del país, y en
donde la difícil situación de orden público se convierte en un aspecto determinante para el
apropiado desarrollo de este tipo de proyectos.
Adicionalmente, para vencer esta barrera de implementación y desarrollo, el proyecto
se debe apoyar con continuas reuniones y acercamientos con la comunidad donde se
establezcan y se dejen ver las externalidades positivas que traen consigo este tipo de
aprovechamientos, sumado a que el impacto social y ambiental de las PCH es muy diferente
en comparación con los tradicionales sistemas hidroeléctricos tan ampliamente utilizados en
el país.
6.5 Impactos económicos

Los impactos económicos son consecuencia de los cambios económicos generados en una
región a partir de la construcción y puesta en marcha de una PCH, fenómeno que se ve
reflejado en el número de empleos que puede generar en su etapa de construcción y de
operación, los beneficios consecuentes de la mejora en la calidad de vida de la población por
las obras desarrolladas por el proyecto y los ingresos que recibe el municipio por los
impuestos que se le cobran al proyecto, entre otros. La mejora en la calidad de vida se ve
reflejada en aspectos como la posibilidad de acceder a los servicios públicos básicos, la
disminución en los tiempos de traslados de un lugar a otro por la construcción de una vía,
contar con servicios de salud, acceder a programas recreativos y de capacitación, y, sobre
todo, en la transformación de la percepción de una población frente a su región de residencia.
El presente trabajo centra su atención en el análisis de los impactos económicos y el
número de empleos que se puede generar en las etapas de construcción y operación de una
PCH, y en los ingresos que puede recibir cada municipio de Antioquia por concepto de
transferencias por la utilización de su capacidad hidrológica. Por esto se parte de tres
proyectos de generación de energía de diferentes capacidades que se han desarrollado en el
país, con la finalidad de analizar los aspectos mencionados anteriormente.

Aures Bajo
Proyecto desarrollado en Sonsón, Antioquia, con una capacidad de 20 MW. En su etapa de
construcción se requirieron 250 personas de manera directa. En la etapa de operación se prevé
la utilización de 12, incluyendo operarios, personas encargadas de la seguridad y de la
administración (Elemental, 2016).

Magallo
PCH con una capacidad operativa de 5.9 MW, desarrollado en Concordia, Antioquia. Según
la información arrojada por el proyecto, en la etapa de construcción se requirieron 80
personas de manera directa, y 6 en la etapa de operación (Elemental, 2016).

Cocuyo
PCH que cuenta con una capacidad de 0.8 MW, desarrollada en Versalles, Valle del Cauca.
En su etapa de operación requirió de 20 empleados y 4 en operación (Elemental, 2016).

6.5.1 Empleos que genera una PCH en la etapa de construcción


Al computar los datos anteriores, se obtiene que por cada MW de potencia que tenga la PCH
se requieren 21 empleados que se dediquen a la realización de las obras necesarias para la
obtención del entregable final en dicha etapa, es decir, la estructura física de la PCH. Por lo
general, la construcción de una PCH tiene una duración mínima de dieciocho meses y
máxima de cuarenta y ocho, dependiendo de su capacidad, características operativas y
condiciones geológicas de la zona en la que se pretenden llevar a cabo los trabajos
(Elemental, 2016). Por esto, un municipio que cuente con un potencial hidroenergético de
300 MW, en caso de llegar a utilizar la totalidad de su capacidad instalada, puede llegar a
genera 3.754 empleos tal como se puede observar en el la Tabla A1 del Anexo 1.
La Gráfica 2 muestra el número de empleados que requiere una PCH en la etapa de
construcción.

Gráfica 2. Número de empleados que requiere una PCH en la etapa de construcción

# Empleos de una PCH durante


construcción
300
# de Empleados

250 y = 12,484x + 8,4718


200
150
100
50
0
0 5 10 15 20 25
MW

Fuente: elaboración del autor.

6.5.2 Empleos que genera una PCH en etapa de operación


El ejercicio de operar los datos de cada una de las PCH arroja que por cada MW en operación
con el que cuente la PCH, requerirá cuatro personas que trabajen en ella, lo que representa
un número inferior con respecto a la etapa de construcción, pero significativo. Si todos los
municipios de Antioquia aprovechan su capacidad hidroenergética, un municipio como El
Retiro, que posee una capacidad de 200 MW, podría contar con 91 personas trabajando en
varias PCH durante veinte años por lo menos. Esta es la duración mínima de un proyecto de
estas características debido al retorno de su inversión en el tiempo (Elemental, 2016).
La Gráfica 3 muestra el número de empleados que requiere una PCH en la etapa de
operación.

Gráfica 3. Número de empleados que requiere una PCH en la etapa de operación


# empleos de una PCH durante operación
14
12 y = 0,4355x + 3,5586

# de Empleados
10
8
6
4
2
0
0 5 10 15 20 25
MW

Fuente: elaboración del autor.

6.5.3 Ingresos para el municipio y corporaciones regionales por concepto de transferencias

Gallego (2015) afirma lo siguiente:

Los costos operativos también contemplan los costos de ley que deberán ser cancelados por
el ente generador al Estado. La unidad de planeación minero energética en su texto “Costos
Indicativos de Generación Eléctrica en Colombia” establece que, “según el artículo 45 de la
Ley 99 de 1993 –Creación del medio ambiente–, se debe destinar un valor por tasa de
utilización del agua equivalente a COP 1550/L/s-mes (USD 0.62/L/s/mes), para una
capacidad instalada menor de 10 MW; el valor de Industria y Comercio equivale a COP
294.85/kW instalado al año (predial operativo, Ley 56 de 1981), que corresponde al 150 %
del impuesto predial vigente para todos los predios del proyecto y se aplica un 0.6 a 1.5 veces
el avalúo catastral. La sobretasa ambiental es un gravamen establecido por la Ley 99 de 1993,
que permite a los municipios aplicar, como tope, hasta un 2.5 % del avalúo catastral de los
predios, y cada año un 0,25 % al avalúo catastral (Gallego, 2015).

Las PCH que tengan una capacidad instalada inferior a 20 MW generan la mayor
cantidad de transferencias del sector eléctrico a los municipios del área de influencia y a la
respectiva corporación regional, sin que se vea afectada su viabilidad económica por los
cargos de ley, teniendo en cuenta que el costo de ley por transferencia es el más importante
y que significa el 6 % del valor total de la energía generada. Del 3 % obtenido por el
municipio, dado que el otro 3 % le corresponde a la corporación autónoma regional, el 90 %
debe ser destinado para inversión social y el 10 % será de libre destinación, es decir, en los
rubros que la administración de turno considere pertinente invertir.
De lo anterior se concluye que un municipio se ve impactado económicamente por el
desarrollo de una PCH debido al número de empleos que se puede generar en la región en las
etapas de construcción y operación, el mejoramiento en la calidad de vida, que se traduce en
efectos monetarios por el desarrollo de obras de compensación por parte del proyecto, y los
impuestos devengados por su puesta en marcha.
7. Potencial hidroenergético de Antioquia

Con la finalidad de ilustrar el potencial hidroenergético que posee Antioquia, la Tabla A1 del
Anexo 1 muestra cada uno de sus municipios junto a su capacidad hidroenergética. Esta
información se obtuvo sobreponiendo al mapa de la Figura 8, el mapa geopolítico de
Antioquia, obteniendo como resultado final la Figura 9.
A la Tabla A1 se le agregan cinco columnas adicionales que ilustran la generación de
energía por municipio en Kwh, además de las transferencias que recibirá cada uno por la
utilización de su máxima capacidad instalada; otra columna contiene el número de empleos
durante las etapas de construcción y de operación, y los impuestos de Industria y Comercio
que se puede llegar a percibir cada municipio.
La Figura 8 muestra el potencial hidroenergético de Colombia por zonas.

Figura 8. Potencial hidroenergético de Colombia por zonas

Fuente: Unidad de Planeación Minero Energética (2015).


La Figura 9 muestra cómo se calculó el potencial hidroenergético.

Figura 9. Cómo se calculó el potencial hidroenergético

Fuente: Unidad de Planeación Minero Energética (2015).


La Figura 10 muestra el potencial hidroenergético de los municipios de Antioquia.

Figura 10. Potencial hidroenergético de los municipios de Antioquia

Fuente: elaboración del autor.

Según la Tabla A1, en caso de que se utilice todo el potencial del departamento, se
pueden llegar a crear 279.705 empleos en la etapa de construcción de las PCH y 10.170 en
la etapa de operación, mínimo durante veinte años. Además, habrá ingresos por transferencias
para los municipios y corporaciones por $ 9.971.683.200 adicionales a lo que actualmente
obtienen, y $ 11.731.392 por el impuesto de Industria y Comercio.
8. Conclusiones

La PCH es un tipo de proyecto que se presenta como una adecuada alternativa para la
generación de energía por el hecho de requerir una inversión inferior a lo demandado por una
central hidroeléctrica. Sumado a esto, su impacto ambiental es inferior, por el hecho de
trabajar con el cauce de un río determinado sin la necesidad de inundar terrenos o trasladar a
toda una comunidad aledaña. Su éxito como proyecto energético se basa en el hecho de
aprovechar las condiciones ambientales de una región para la producción de energía, recurso
fundamental para el mundo de hoy.

Hasta los años noventa las pequeñas centrales hidroeléctricas eran un tipo de proyecto que se
encontraban en desuso por la falta de inversión pública y los pocos incentivos al sector
privado. Después de la crisis energética que atravesó el país por cuenta de la disminución en
los embalses de las grandes hidroeléctricas como efecto del fenómeno de El Niño, las PCH
cobraron importancia a nivel nacional. A partir de esto, se buscaron otros medios de
generación de energía en el cual Antioquia cobra relevancia debido a su riqueza hídrica, al
representar el segundo departamento en Colombia con mayor cantidad de agua dulce después
de Chocó. En la actualidad Antioquia aporta el 50 % de las PCH que se encuentran operando
o en etapa de construcción en el país, donde el empresario de la región ha tenido la visión
para aprovechar las condiciones ambientales favorables y los incentivos entregados por parte
del Estado.

Las PCH, aparte de ser una alternativa inocua con el medio ambiente con respecto a otros
medios de generación de energía, también impactan otros factores como la comunidad y la
economía de la región. Según las investigaciones realizadas, se encontró que las PCH por lo
general traen consigo beneficios para las comunidades, debido a la inversión realizada en
temas recreativos y capacitaciones por parte de los dueños de los proyectos. Con respecto a
los impactos económicos, es necesario mencionar que en el presente trabajo fueron
analizados desde la generación de ingresos y las transferencias del sector eléctrico a los
municipios y corporaciones autónomas regionales. En dicho punto se encontró que por cada
MW se requieren 21 empleados durante la etapa de construcción y cuatro en la etapa de
operación, y que la primera puede llegar a tener una duración de entre dieciocho y cuarenta
y ocho meses dependiente de las características y condiciones geológicas que rodeen la PCH;
y la segunda, una duración mínima de veinte años. Resultados de los que se puede inferir que
un proyecto de esta índole genera beneficios a la comunidad tanto en aspectos sociales como
económicos, que permiten el desarrollo de los diferentes municipios del país.
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Anexos

Anexo 1. Potencial energético por municipio de Antioquia, Ingresos por transferencias,


empleos durante etapa de construcción, empleos durante operación e impuestos de industria
y comercio

Tabla A1. Potencial energético por municipio de Antioquia, Ingresos por transferencias, empleos durante
etapa de construcción, empleos durante la operación e impuestos de Industria y Comercio

Transferencias Empleos Empleos Impuesto de


Potencia del sector durante durante industria y
Municipio Energía (KWh) [$]
(MW) eléctrico construcción operación Comercio
(COP$/año) (#/año) (#/año) (COP$/año)
Abejorral 35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Abriaquí 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 15.7680
Alejandría 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Amagá 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Amalfi 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Andes 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Angelópolis 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Angostura 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Anorí 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Antioquia 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Anzá 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Apartadó 35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Arboletes 35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Argelia 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Armenia 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Barbosa 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Bello 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Belmira 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Betania 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Betulia 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Briceño 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Buriticá 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Cáceres 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Caicedo 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Caldas 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Campamento 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Cañasgordas 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Caracolí 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Caramanta 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Carepa 35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 183.96
Carmen de
75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Viboral
Carolina del
200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Príncipe
Caucasia 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Chigorodó 12,5 18.615.000.000 5.584.500 165 9 6.570
Cisneros 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Ciudad
35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Bolívar
Cocorná 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Concepción 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Concordia 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Copacabana 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Dabeiba 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Don Matías 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Ebéjico 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
El Bagre 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
El Peñol 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
El Retiro 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
El Santuario 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Entrerríos 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Envigado 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Fredonia 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Frontino 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Giraldo 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Girardota 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Gómez Plata 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Granada 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Guadalupe 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Guarne 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Guatapé 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Heliconia 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Hispania 2,5 3.723.000.000 1.116.900 40 5 1.314
Itagüí 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Ituango 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Jardín 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Jericó 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
La Ceja 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
La Estrella 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
La Pintada 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
La Unión 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Liborina 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Maceo 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Marinilla 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Medellín 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Montebello 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Murindó 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Mutatá 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Nariño 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Nechí 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Necoclí 2,5 3.723.000.000 1.116.900 40 5 1.314
Olaya 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Peque 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Pueblorrico 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Puerto Berrío 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Puerto Nare 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Puerto
35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Triunfo
Remedios 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Rionegro 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Sabanalarga 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Sabaneta 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Salgar 35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
San Andrés de
75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Cuerquia
San Carlos 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
San Francisco 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
San Jerónimo 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
San José de la
75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Montaña
San Juan de
35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Urabá
San Luis 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
San Pedro de
75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
los Milagros
San Pedro de
35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Urabá
San Rafael 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
San Roque 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
San Vicente 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Santa Bárbara 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Santa Rosa de
200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Osos
Santo
200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Domingo
Segovia 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Sonsón 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Sopetrán 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Támesis 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Tarazá 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Tarso 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Titiribí 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Toledo 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Turbo 2,5 3.723.000.000 1.116.900 40 5 1.314
Uramita 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Urrao 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Valdivia 35 52.122.000.000 15.636.600 445 19 18.396
Valparaíso 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Vegachí 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Venecia 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Vigía del
200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Fuerte
Yalí 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Yarumal 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420
Yolombó 200 297.840.000.000 89.352.000 2.505 91 105.120
Yondó 300 446.760.000.000 134.028.000 3.754 134 157.680
Zaragoza 75 111.690.000.000 33.507.000 945 36 39.420

Fuente: elaboración del autor.


Anexo 2. Normatividad que rige la formulación y el funcionamiento de una PCH

Tabla A2. Normatividad que rige la formulación y el funcionamiento de una PCH

Constitución Política de Colombia.


Decreto 2811 de 1974: Código de los Recursos Naturales.
Ley 99 de 1993, por la cual se crea el ministerio de Medio Ambiente, se reordena el sector público encargado
de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se reorganiza el Sistema
Nacional Ambiental, SINA, y se dictan otras disposiciones.
Y el Decreto 141 de 2011, por el cual se modifican los artículos 24, 26, 27, 28, 29, 31, 33, 37, 44, 45, 65 y 66
Generales de la Ley 99 de 1993, y se adoptan otras determinaciones.
Decreto 23440 de 2004, por el cual se modifica el Decreto 3100 de 2003 y se adoptan otras disposiciones.
Resolución 1503 de 2010: Metodología de Estudios Ambientales, MAVDT.
Decreto 2820 de 2010, por el cual se reglamenta el Título VII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias
ambientales. El presente decreto deroga el Decreto 1220 de 2005.
Decreto 1076 de 2015, por el cual se expide el decreto único reglamentario del sector ambiente y desarrollo
sostenible.
Decreto 2811 de 1974: Código de los Recursos Naturales.
Decreto 1541 de 1978, por el cual se reglamenta la Parte II del Libro II del Decreto Ley 2811 de 1974: “De las
aguas no marítimas” y parcialmente la Ley 23 de 1973.
Modificado por el Decreto Nacional 2858 de 1981.
Suelos
Ley 388 de 1997.
Decreto 3600 de 2007, por el cual se reglamentan las disposiciones de las leyes 388 de 1997 relativas a las
determinantes de ordenamiento del suelo rural y al desarrollo de las actuaciones urbanísticas de parcelación y
edificación en este tipo de suelos y se adoptan otras disposiciones.
Resolución 0631, por la cual se establecen los parámetros y los valores límites máximos permisibles en los
vertimientos puntuales a cuerpos de aguas superficiales y a los sistemas de alcantarillado público y se dictan
otras disposiciones.
Decreto 2811 de 1974: Código de los Recursos Naturales.
Decreto 1449 de 1977, por el cual se reglamentan parcialmente el inciso del numeral 5 del artículo 56 de la Ley
135 de 1961 y el Decreto Ley 2811 de 1974 (Código de los Recursos Naturales Renovables).
Decreto 1541 de 1978 de las aguas no marítimas. Modificado por el Decreto Nacional 2858 de 1981.
Decreto 1681 de 1978, por el cual se reglamenta la parte X del Libro II del Decreto Ley 2811 de 1974 que trata
de los recursos hidrobiológicos, y parcialmente la Ley de 1973 y el Decreto Ley 37 de 1957.
Ley 9 de 1979: Código Sanitario.
Decreto 2858 de 1981: Modifica el Decreto 1541 de 1978, por el cual se reglamenta parcialmente el artículo
56 del Decreto Ley 2811 de 1974 y se modifica el Decreto 1541 de 1978.
Agua
Decreto 2857 de 1981, por el cual se reglamenta la Parte XIII, Título 2, Capítulo III del Decreto Ley 2811 de
1974 sobre cuencas hidrográficas y se dictan otras disposiciones.
Decreto 2105 de 1983, por el cual se reglamenta parcialmente el Título II de la Ley 9 de 1979 en cuanto a
potabilización de agua.
Decreto 1594 de 1984: Usos del agua y residuos líquidos. Derogado por el artículo 79, Decreto Nacional 3930
de 2010, salvo los artículos 20 y 21.
Ley 99 de 1993.
Documentos CONPES 1750 de 1995, 2866 de 1996, 3140 de 2001 y 327 de 2004.
Resolución 1096 de 2000, por la cual se otorga el Reglamento Técnico para el Sector Agua Potable y
Saneamiento Básico, RAS. Modificado por la Resolución 2023 de 2009.
Decreto 1729 de 2002, por el cual se reglamenta la Parte XIII, Título 2, Capítulo III del Decreto Ley 2811 de
1974 sobre cuencas hidrográficas, parcialmente el numeral 12 del artículo 5 de la Ley 99 de 1993 y el artículo
8 del Decreto 1594 de 1994 y demás disposiciones que les sean contradictorias.
Decreto 1575 de 2007, por el cual se establece el Sistema para la Protección y Control de la Calidad del Agua
para Consumo Humano. El Decreto 1575 de 2007 deroga en el artículo 35 el Decreto 475 de 1998 y el artículo
52 del Decreto 1594 de 1984, con excepción de lo referente al uso agrícola de las aguas servidas.
Decreto 3930 de 2010, por el cual se reglamenta parcialmente el Título I de la Ley 9 de 1979, así como el
Capítulo 11 del Título VI -parte 11- del Libro 1 del Decreto Ley 2811 de 1974 en cuanto a usos del agua y
residuos líquidos y se dictan otras disposiciones (deroga las disposiciones que le sean contrarias, en especial
los artículos 193, 213 a 217 del Decreto 1541 de 1978 y el Decreto 1594 de 1984, salvo los artículos 20 y 21).
Decreto 4728 de 2010 del MAVDT, por el cual se modifica parcialmente el Decreto 3930 sobre vertimientos.
Decreto 2811 de 1974: Código de los Recursos Naturales Renovables.
Ley 9 de 1979: Código Sanitario.
Ley 2 de 1982: Emisiones atmosféricas.
Resolución 8321 de 1983, por la cual se dictan normas sobre protección y conservación de la audición de la
salud y bienestar de las personas, por causa de la producción y emisión de ruido.
Resolución 2308 de 1986, por la cual se adopta un procedimiento para el análisis de la calidad del aire.
Ley 99 de 1993. Crea el Ministerio de Medio Ambiente, se reordena el sector público encargado de la gestión
y la conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, y se reorganiza el Sistema Nacional
Ambiental, SINA.
Decreto 948 de 1995. Prevención y control de la contaminación atmosférica y la protección de la calidad del
aire.
Resolución 1351 de 1995, por la cual se adopta la declaración denominada “Informe de Estado de Emisiones”
Aire (EI-1).
Decreto 2107 de 1995. Modifica parcialmente el Decreto 948 de 1995 que contiene el Reglamento de
Protección y Control de la Calidad del Aire.
Resolución 619 de 1997, por la cual se establecen parcialmente los factores a partir de los cuales se requiere
permiso de emisión atmosférica para fuentes fijas.
Resolución 415 de 1998, por la cual se establecen los casos en los cuales se permite la combustión de los aceites
de desecho y las condiciones técnicas para realizarla. Modificada parcialmente por la Resolución 1446 de 2005,
artículos 1 y 2, y deroga el artículo 3.
Resolución 601 de 2006: Norma de calidad del aire o nivel de inmisión para todo el territorio nacional en
condiciones de referencia.
Resolución 627 de 2006: Norma nacional de emisión de ruido y ruido ambiental.
Decreto 979 de 2008: Emisiones admisibles de contaminantes a la atmósfera por fuentes fijas. Modificado por
la Resolución 1309 de 2010, Métodos de medición, establecidos por la Resolución del IDEAM 935 de 2011.
Decreto 2811 de 1974: Código de los Recursos Naturales Renovables.
Decreto 1715 de 1978, por el cual se reglamentan parcialmente el Decreto Ley 2811 de 1974, la Ley 23 de
Paisaje 1973 y el Decreto Ley 154 de 1976 en cuanto a la protección del paisaje.
Decreto 2811 de 1974: Código de los Recursos Naturales Renovables
Decreto 1608 de 1978: Fauna silvestre.
Decreto 1681 de 1978, por el cual se reglamenta la parte X del Libro II del Decreto Ley 2811 de 1974, que
trata de los recursos hidrobiológicos, y parcialmente la Ley de 1973 y el Decreto Ley 37 de 1957.
Ley 79 de 1986: Conservación del agua y las reservas protectoras.
Decreto 2256 de 1991, por el cual se reglamenta la Ley 33 de 1990.
Ley 99 de 1993, por la cual se crea el ministerio de Medio Ambiente, se reordena el sector público encargado
Fauna y flora de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables y se reorganiza el Sistema
Nacional Ambiental, SINA.
Decreto 1791 de 1996, por el cual se establece el régimen de aprovechamiento forestal y se establecen todas
las directrices y procedimientos necesarios para llevar a cabo la actividad.
Decreto 309 de 2000, por el cual se reglamenta la investigación científica sobre diversidad biológica.
Modificado parcialmente por el Decreto 302 de 2003.
Ley 36 de 1936, por la cual se aprueba el Pacto Roerich para la protección de las instituciones artísticas y
científicas y las monumentales históricas.
Ley 14 de 1936, por la cual se autoriza al poder ejecutivo adherir al tratado sobre la protección de muebles de
valor histórico.
Ley 163 de 1959, por la cual se dictan medidas sobre la defensa y la conservación del patrimonio histórico,
artístico y los monumentos públicos de la nación.
Ley 264 de 1963, por la cual se reglamenta la Ley 163 de 1959 sobre la defensa y conservación del patrimonio
histórico y los monumentos públicos de la nación.
Constitución Política de Colombia.
Decreto 1397 de 1996, por el cual se crea la Comisión Nacional de Territorios Indígenas y la Mesa Permanente
de Concertación con los pueblos y organizaciones indígenas, y se dictan otras disposiciones. Modificado por
el Decreto 1722 de 2007, publicado en el Diario Oficial n.º 46.636 del 22 de mayo de 2007, por el cual se
modifica parcialmente el Decreto 11397 de 1996.
Medio Decreto 833 de 2002, por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 397 de 1997 en materia de patrimonio
socioeconómico arqueológico nacional y se dictan otras disposiciones.
Ley 1185 de 2008, por la cual se modifica y adiciona la Ley 397 de 1997 -la Ley General de Cultura- y se
dictan otras disposiciones. Deroga los artículos 3, 6, 8, 9, 11, 13, 15, 16, 17, 18, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27,
28, 29, 30, 31, 32, 33 y 34 de la Ley 163 de 1959; modifica los artículos 151 a 159 del Decreto Ley 1355 de
1970; modifica los artículos 1 a 9 del Decreto Ley 2055 de 1970; modifica el Título II de la Ley 397 de 1997,
salvo los artículos 9, 12 y 13, y modifica y adiciona los artículos 40, 49, 56, 60 y 62 de la Ley 397 de 1997.
Decreto Reglamentario 2941, por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 397 de 1997, modificada por la
Ley 1185 de 2008, en lo correspondiente al patrimonio cultural de la nación de naturaleza inmaterial.
Decreto 763 de 2009, por el cual se reglamentan parcialmente las Leyes 814 de 2003 y 397 de 1997, modificado
por medio de la Ley 1185 de 2008, en lo correspondiente al patrimonio cultural de la nación de la naturaleza
material.
Decreto 2811 de 1974: Código Nacional de Recursos Naturales Renovables.
Decreto 1541 de 1978, Título IV: De la explotación y ocupación de playas, cauces y lechos, modificado por el
Decreto Nacional 2858 de 1981.
Decreto 2462 de 1989: Explotación de materiales de construcción.
Materiales de Decreto Reglamentario 2462 de 1989, por el cual se reglamenta parcialmente de Código de Minas y el Decreto
construcción 507 de 1955 incorporado a la legislación ordinaria para la Ley 141 de 1961.
Decreto 1609 de 2002, por el cual se reglamenta el manejo y transporte terrestre automotor de mercancías
peligrosas por carretera. Deroga las Resoluciones 1705 de 1991 y 2025 de 1994 expedidas por el ministerio de
Transporte.
Decreto 334 de 2002, por el cual se establecen normas en materia de explosivos, para quienes importen o
produzcan, comercialicen, distribuyan, almacenen, transporten, usen o vendan productos o insumos o materias
Sustancias
primas que, sin serlo individualmente, en conjunto, conforman sustancias explosivas, y sobre los elementos
peligrosas
que, sin serlo de manera original, mediante un proceso, pueden transformarse en explosivos.
Decreto 2811 de 1974: Código Nacional de Recursos Naturales Renovables.
Ley 9 de 1979: Código Sanitario.
Resolución 2309 de 1986: Residuos especiales.
Decreto 541 de 1994, por el cual se regula el cargue, descargue, transporte, almacenamiento y disposición final
de escombros, materiales, elementos, concretos y agregados sueltos de construcción, demolición y capa
orgánica, suelo y subsuelo de excavación.
Documento CONPES 2750 de 1994.
Ley 253 de 1996, por la cual se aprueba en Colombia el Convenio de Basilea; en vigencia desde el 31 de marzo
de 1997.
Residuos Ley 430 de 1998, por la cual se dictan normas prohibitivas en materia ambiental referente a los desechos
sólidos peligrosos y se dictan otras disposiciones.
Resolución 1096 de 2000 o RAS 2000.
Decreto 1713 de 2002: Gestión Integral de Residuos Sólidos. Modificado por el Decreto Nacional 838 de 2005.
Decreto 1609 de 2002, por el cual se reglamenta el manejo y transporte terrestre automotor de mercancías
peligrosas por carretera.
Decreto 1140 de 2003: Unidades de almacenamiento.
Decreto 4741 de 2005, por el cual se reglamenta parcialmente la prevención y manejo de residuos o desechos
peligrosos generados en el marco de la gestión integral.
Resolución 1362 de 2007, por la cual se establecen los requisitos y el procedimiento para el Registro de
generadores de residuos o desechos peligrosos a que hacen referencia los artículos 27 y 28 del Decreto 4741
del 30 de diciembre de 2005.
Ley 1259 de 2008, por la cual se establece el comparendo ambiental como unas estrategias para el adecuado
manejo de los residuos sólidos.
Ley 1252 de 2008, por la cual se dictan normas prohibitivas en materia ambiental, referentes a los residuos y
desechos peligrosos y se dictan otras disposiciones.

Fuente: (Elemental, 2016).


Anexo 3. Restricciones de carácter social y ambiental para la construcción de una PCH

Tabla A3. Restricciones de carácter social y ambiental para la construcción de una PCH

Información socio ambiental Restricción Normatividad aplicable

Decreto 622 de 1977. Art 12. “La sustracción total


o parcial de un área integrante del Sistema de
Parques Nacionales Naturales, cuando ello se
justifique por consideraciones de orden ecológico,
requerirá la expedición de un acuerdo por parte de
la Junta directiva del Instituto Nacional de los
Presencia de parque Altas restricciones Recursos Naturales Renovables y del Ambiente,
nacional natural (PNN) Inderena, siguiendo el mismo procedimiento
establecido en el artículo 6 de este decreto”.
Decreto 2820 de 2010. Competencias del Min.
Ambiente. Art 12 “Los proyectos que afecten las
áreas del Sistema de Parques Nacionales
Naturales”.

Los ecosistemas estratégicos de mayor


importancia para el país son los siguientes:
Humedales: Resolución 157 de 2004. Art 16. “Por
motivos urgentes de interés nacional, el ministerio
Se puede de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
desarrollar, pero podrá retirar los humedales incluidos en la lista de
Ecosistemas

Presencia de humedales de importancia internacional o reducir


con ciertas
ecosistema estratégico o modificar sus límites”.
restricciones
(declarado o sin
ambientales;
declarar) Manglares: Resolución 1602 de 1995. Art. 2 y 3.
además, se debe
Modificado por la Resolución 20 de 1996.
analizar en detalle
Parágrafo 2: “Las prohibiciones a las cuales hace
cada caso.
referencia el numeral segundo del artículo
segundo de la Resolución 1602 del 21 de
diciembre de 1995 solo operarán cuando
conlleven el deterioro del ecosistema del manglar
a juicio de la autoridad ambiental competente”.
Páramos: Resolución 769 de 2002. Art. 5. “En
consideración de las especiales características de
los páramos y sus ecosistemas adyacentes, todo
proyecto, obra o actividad que se pretenda realizar
en los páramos deberá desarrollarse atendiendo
los criterios de zonificación y ordenación
ambiental que se definan en el plan de manejo y
las estrategias, modelos y alternativas de manejo
sostenible que se prevean en él, o según los
permitidos por la categoría de manejo bajo la cual
se haya declarado”.
Zonas secas: apoyado en la Ley 99 de 1993 y en
la Política Nacional de la Biodiversidad.
Información socio ambiental Restricción Normatividad aplicable

Decreto 2372 de 2010. Art 30: “Sustracción de


Áreas Protegidas. La conservación y
mejoramiento del ambiente es de utilidad pública
e interés social. Cuando por otras razones de
utilidad pública e interés social se proyecten
desarrollar usos y actividades no permitidas en un
Ecosistemas

Se puede área protegida, atendiendo al régimen legal de la


desarrollar, pero categoría de manejo, el interesado en el proyecto
con ciertas deberá solicitar previamente la sustracción del
Presencia de área restricciones área de interés ante la autoridad que la declaró. En
protegida que no sea ambientales; el evento que conforme a las normas que regulan
PNN además, se debe cada área protegida no sea factible realizar la
analizar en detalle sustracción del área protegida, se procederá a
cada caso. manifestarlo mediante acto administrativo
motivado rechazando la solicitud y procediendo a
su archivo”.

Información socio ambiental Restricción Normatividad aplicable

Art. 35: “Definición de los usos y actividades


permitidas. Según la destinación prevista para cada
categoría de manejo, los usos y las consecuentes
actividades permitidas, deben regularse para cada
área protegida en el plan de manejo”.
Existencia de Se puede desarrollar,
áreas para cría, pero con ciertas
Fauna y flora

anidación, restricciones Apoyado en la Ley 99 de 1993 y en la Política


protección, ambientales; además, Nacional de la Biodiversidad.
migración de se debe analizar en
especies de fauna. detalle cada caso.
Hay especies
sensibles o
importantes.
Hay presencia de Se puede desarrollar,
Presencia de población

viviendas o pero requiere la


infraestructura en caracterización Constitución Política de Colombia, artículos 63, 72 y
las zonas donde se socioeconómica de la 79, “Participación de la comunidad en las decisiones
pretende llevar a población que se va a que puedan afectar el medio ambiente”.
cabo el proyecto. reasentar y los
Lo cual conlleva posibles sitios de
al reasentamiento ubicación.
de población.
Información socio ambiental Restricción Normatividad aplicable

Ley 163 de 1959, por la cual se dictan medidas sobre


defensa y conservación del patrimonio histórico,
artístico y monumentos públicos de la nación.
Existencia de Se puede desarrollar,
áreas de pero con ciertas Decreto 264 de 1963, por el cual se reglamenta la Ley
protección restricciones 163 de 1959 sobre defensa y conservación del
Cultura

cultural o culturales. patrimonio histórico, artístico y monumentos públicos


histórica dentro de la Nación.
de la legislación
local, nacional o Decreto 763 del 2009, por el cual se reglamentan
internacional. parcialmente las Leyes 814 de 2003 y 397 de 1997,
modificada por la Ley 1185 de 2008, en lo
correspondiente al patrimonio cultural de la nación de
naturaleza material
afrodescendientes

Presencia de Se puede desarrollar, El Decreto 1320 de 1998 reglamenta el


Comunidades
indígenas o

comunidades pero se requiere procedimiento de la consulta previa a comunidades


indígenas o consulta previa. indígenas y negras para la explotación de recursos
afrodescendientes. naturales dentro de su territorio.

Decreto 833 de 2002, por el cual se reglamenta


Arqueología

Áreas donde Con restricciones. parcialmente la Ley 397 de 1997 en materia de


exista patrimonio patrimonio arqueológico nacional y se dictan otras
arqueológico. disposiciones.

Fuente: (Elemental, 2016).

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