Este documento establece los requisitos para la recarga artificial de acuíferos con agua residual tratada en México. Debido a la sobreexplotación de acuíferos, la recarga artificial es una tecnología importante para preservar las reservas de agua subterránea. Sin embargo, el uso de aguas residuales para la recarga requiere un tratamiento adecuado para evitar la contaminación de los acuíferos. La norma establece los límites de calidad del agua y los procedimientos de monitoreo necesarios para proteger la
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
76 vistas39 páginas
Este documento establece los requisitos para la recarga artificial de acuíferos con agua residual tratada en México. Debido a la sobreexplotación de acuíferos, la recarga artificial es una tecnología importante para preservar las reservas de agua subterránea. Sin embargo, el uso de aguas residuales para la recarga requiere un tratamiento adecuado para evitar la contaminación de los acuíferos. La norma establece los límites de calidad del agua y los procedimientos de monitoreo necesarios para proteger la
Este documento establece los requisitos para la recarga artificial de acuíferos con agua residual tratada en México. Debido a la sobreexplotación de acuíferos, la recarga artificial es una tecnología importante para preservar las reservas de agua subterránea. Sin embargo, el uso de aguas residuales para la recarga requiere un tratamiento adecuado para evitar la contaminación de los acuíferos. La norma establece los límites de calidad del agua y los procedimientos de monitoreo necesarios para proteger la
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
Este documento establece los requisitos para la recarga artificial de acuíferos con agua residual tratada en México. Debido a la sobreexplotación de acuíferos, la recarga artificial es una tecnología importante para preservar las reservas de agua subterránea. Sin embargo, el uso de aguas residuales para la recarga requiere un tratamiento adecuado para evitar la contaminación de los acuíferos. La norma establece los límites de calidad del agua y los procedimientos de monitoreo necesarios para proteger la
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 39
NORMA OFICIAL MEXICANA
NOM-014-CONAGUA-2007 REQUISITOS PARA LA RECARGA ARTIFICIAL DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL TRATADA
González Carmona Juan Carlos
IA-1 0. Introducción
En México, el agua subterránea es un recurso vital para el
desarrollo de todos los sectores, debido a que en más del 50% de su territorio prevalecen los climas seco y semiseco. Actualmente, el subsuelo es la fuente que sostiene el riego de unos dos millones de hectáreas, la tercera parte de la superficie total bajo riego; suministra cerca del 70% del volumen de agua que requieren las ciudades para uso público-urbano, en donde se concentran unos 60 millones de habitantes; abastece a la mayoría de las instalaciones industriales, y satisface casi la totalidad de las demandas de agua de la población rural. La cuantiosa reserva de agua almacenada en los acuíferos regionales, es un recurso valioso que ha propiciado el desarrollo de las zonas áridas y que permite compensar las variaciones estacionales de la precipitación pluvial y del escurrimiento superficial, especialmente durante las sequías cíclicas naturales que afectan algunas regiones de nuestro país. Debido a la creciente demanda de agua subterránea y a su lenta renovación, en los últimos 40 años la reserva de cerca de 100 acuíferos fue minada por sobreexplotación y se sigue mermando al ritmo actual de unos 5,400 millones de metros cúbicos por año (Mm3/año). Un grave impacto ecológico fue generado en las primeras décadas de sobreexplotación (1960-80), mediante: agotamiento de manantiales, desaparición de lagos y humedales, merma del gasto base de ríos, eliminación de vegetación nativa y pérdida de ecosistemas. Otros efectos de la sobreexplotación fueron: disminución del rendimiento de los pozos, incremento de los costos de extracción, asentamiento y agrietamiento del terreno, contaminación del agua subterránea, intrusión salina en acuíferos costeros, fuerte competencia entre sectores. Muchas de las ciudades más importantes son abastecidas a costa del minado de los acuíferos subyacentes; conforme estos han resultado insuficientes, se ha incrementado gradualmente la importación de agua de áreas o de cuencas adyacentes para complementar su abasto. Sin embargo, esta solución es cada vez menos viable conforme disminuye la disponibilidad de agua y aumentan tanto los costos asociados a su importación como la oposición de la población rural a que sea transferida a las ciudades a costa del desarrollo local. La mayor parte de la reserva aprovechable está – o estaba – almacenada en los primeros cientos de metros a partir de la superficie del terreno, en los acuíferos más permeables, de renovación más dinámica, económicamente más accesibles y que contienen agua de mejor calidad. A profundidades mayores de varios cientos de metros la reserva de agua almacenada en los acuíferos regionales puede ser cuantiosa; pero su disponibilidad es incierta a causa de varios factores: en gran parte, no es renovable; la inevitable imprecisión con que se pueden determinar las características de acuíferos profundos; conforme aumenta la profundidad, la permeabilidad y la porosidad de las rocas acuíferas decrece debido a la compactación por peso propio; la renovación y el flujo del agua suelen ser tan lentos que, para fines prácticos, puede considerarse como “fósil” y, por lo mismo, su salinidad total o su contenido de algunos elementos químicos suelen ser elevados. En todo caso, por alto costo de extracción, su captación sólo estaría al alcance de los usos más productivos y menos consumidores de agua. En las zonas de acuíferos sobreexplotados, tal situación compromete el desarrollo sostenible de todos los sectores, con serias repercusiones sobre la economía nacional. Por otra parte, a futuro se espera un importante incremento de la demanda de agua, principalmente para usos público- urbano e industrial, y a causa de los cambios climáticos globales, cabe la posibilidad de que ocurran sequías más severas, prolongadas y frecuentes. Lo anterior reclama una administración más racional de la reserva de agua subterránea, que considere las limitaciones impuestas por su lenta renovación y otras restricciones físicas, económicas y ambientales, para propiciar su aprovechamiento flexible y prevenir su sobreexplotación destructiva. Por ello, el enfoque actual en la gestión de las aguas subterráneas tiende a una estrategia integral que incluye, entre otros aspectos: el manejo de la demanda en todos los sectores (conservación y uso eficiente), el reuso, la participación más activa de los usuarios en la gestión del agua, el diseño de estrategias para la estabilización de acuíferos sobreexplotados y la aplicación de la tecnología de la recarga artificial para preservar e incrementar la reserva de agua subterránea. 00 La recarga artificial es una tecnología que se aplica con diferentes objetivos; los más comunes son: atenuar efectos de sobreexplotación, tales como abatimiento de los niveles del agua, asentamientos del terreno o intrusión salina; dar tratamiento natural al agua en el subsuelo; manejar los acuíferos como vasos de almacenamiento y regulación, y utilizar el subsuelo como una red natural de acueductos. Desde el punto de vista técnico, la factibilidad de la recarga artificial depende, entre otros factores, de que exista agua disponible para tal fin y de que ésta sea de calidad tal que no deteriore la calidad del agua subterránea nativa o que sea factible su tratamiento para prevenir riesgo de contaminación. Las fuentes de recarga a considerar son: las aguas meteóricas colectadas en instalaciones urbanas, los escurrimientos extraordinarios generados por lluvias torrenciales, el agua superficial regulada en presas de almacenamiento y las aguas residuales de las zonas urbanas-industriales. Estas últimas constituyen un cuantioso recurso potencial para recarga, por su permanencia y magnitud creciente, aunque en gran parte ya es utilizado con fines agrícolas, en la mayoría de los casos sin tratamiento alguno. El volumen de aguas residuales no municipal generado en el país asciende a (171 m3/s) de éstas son tratadas 26 m3/s, 6.3 m3/s reciben un reuso directo, 156.3 tienen un reuso indirecto y 9.1 descargan a cuerpos receptores. Las aguas residuales municipales ascienden a 50 m3/s mediante un total de 1,132 plantas (Estadísticas del Aguas en México, 2003, CNA). A la fecha existen cinco distritos de riego (Hidalgo (3), Chihuahua (1), Puebla, y Edo. De México; que aprovechan las aguas residuales para irrigar campos de cultivo. Se han identificado alrededor de 11 distritos de riego, distribuidos en 10 estados de la República (Sinaloa, Guanajuato, Baja California Norte, Morelos, Coahuila, Michoacán, Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, y Veracruz), con capacidad de reutilizar aguas residuales para fines agrícolas. En general, el agua meteórica, y la superficial que no han transitado por focos potenciales de contaminación pueden ser aplicadas a la recarga artificial sin restricciones en cuanto a su calidad. Por el contrario, la recarga artificial con aguas residuales puede provocar deterioro de la calidad del agua subterránea y daños a la salud pública, especialmente cuando se pretende recuperar el agua de recarga para consumo humano o cuando cabe la posibilidad de que ésta migre incidentalmente hasta captaciones que suministran agua para ese uso.
En vista de la situación expuesta y del creciente interés en aplicar la
tecnología de la recarga artificial, manifestado tanto por instituciones públicas como por particulares, resulta de utilidad pública emitir un ordenamiento normativo al respecto. La presente Norma Oficial Mexicana regula el uso de las aguas residuales en la recarga artificial de acuíferos, y considera al suelo y subsuelo como una planta de tratamiento natural que puede ser aprovechada con una combinación adecuada de pretratamiento-tratamiento natural-postratamiento, compatible con el método de recarga y con el uso que se le pretenda dar al agua recuperada. 1. Objetivo
La presente norma Oficial Mexicana, establece los requisitos que
deben cumplir: la calidad del agua, la operación y el monitoreo utilizados en los sistemas de recarga artificial de acuíferos con agua residual tratada.
2. Campo de aplicación
La presente Norma Oficial Mexicana, es aplicable a obras planeadas
de recarga artificial tanto nuevas como existentes, que descarguen aguas residuales para este propósito y cuya función sea almacenar e incrementar el volumen de agua en los acuíferos, para su posterior recuperación y reuso. Corresponde a los permisionarios del proyecto su cabal cumplimiento. Esta norma por ninguna razón implica una autorización, permiso o concesión para la extracción del agua recargada al acuífero, ni puede ser interpretada en tal sentido. 3. Referencias La presente Norma Oficial Mexicana tiene relación con las Normas Oficiales Mexicanas siguientes:
NOM-127-SSA1-1994 Salud Ambiental. Agua para uso y consumo
humano. Límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización. Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de enero de 1996 y Modificación publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de noviembre de 2000
NOM-003-CONAGUA-1996 Requisitos durante la construcción de
pozos de extracción de agua para prevenir la contaminación de acuíferos. Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 3 de febrero de 1997.
NOM-004-CONAGUA-1996 Requisitos para la protección de acuíferos
durante el mantenimiento y rehabilitación de pozos de extracción de agua y para el cierre de pozos en general. Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de agosto de 1997. 4. Definiciones Para fines de la presente Norma Oficial Mexicana las siguientes definiciones son aplicables:
4.1 Acuífero: Cualquier formación geológica o conjunto de formaciones
geológicas hidráulicamente conectados entre sí, por las que circulan o se almacenan aguas del subsuelo que pueden ser extraídas para su explotación, uso o aprovechamiento y cuyos límites laterales y verticales se definen convencionalmente para fines de evaluación, manejo y administración de las aguas nacionales del subsuelo. 4.2 Agua subterránea nativa: el agua almacenada en un acuífero antes de que se inicie su recarga artificial. 4.3 Aguas residuales: Las aguas de composición variada provenientes de las descargas de usos público urbano, doméstico, industrial, comercial, de servicios, agrícola, pecuario, de las plantas de tratamiento y en general, de cualquier uso, así como la mezcla de ellas. 4.4 Clásticos de grano grueso: Fragmentos de roca de cualquier tipo, que son transportados por corrientes de aguas superficiales y acumulados en cauces, pie de monte y periferia de cuerpos de agua continentales. 4.5 Carbono orgánico total (COT): Concentración de carbono orgánico oxidable presente en el agua. 4.6 Domo de recarga: Configuración de los niveles freáticos generada por la influencia de las obras de recarga desde la superficie o a la zona no saturada. 4.7 DBO5 (Demanda Bioquímica de Oxigeno): Cantidad de oxígeno consumido por la actividad metabólica de microorganismos, en un período de cinco días, a 20 °C considerando la suma de las concentraciones solubles y en suspensión. 4.8 El Solicitante: persona física o moral interesada en construir obras para recargar un acuífero artificialmente con aguas residuales. 4.9 El Permisionario: Persona física o moral que construye y opera un sistema de recarga artificial de acuíferos mediante el permiso otorgado por “La Comisión”. 4.10 Estanque profundo: Excavación o depósito amplio y profundo que sirve para almacenar agua. 4.11 Fuente de contaminación: Conjunto de elementos o sustancias que alteran en forma nociva las condiciones normales de cualquier medio incluyendo las propiedades físicas, químicas o biológicas del agua. 4.12 INEGI: Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 4.13 La Comisión: Comisión Nacional del Agua. 4.14 Límite permisible: Concentración o contenido máximo o intervalo de valores de un componente, que no causará efectos nocivos a la salud del consumidor. 4.15 Nivel freático: límite superior de la zona saturada en el cual el agua contenida en los poros se encuentra sometida a la presión atmosférica. 4.16 Pozo de inyección: obra de ingeniería que permite la recarga artificial del acuífero. Incluye a los pozos secos. 4.17 Pozo de monitoreo: Pozo diseñando y construido expresamente para medir periódicamente de forma automática o manual, las variaciones del nivel estático y la calidad del agua subterránea. 4.18 Pozo de extracción: Obra de ingeniería construida para extraer agua del subsuelo. 4.19 Pozo seco: Obra de Ingeniería construida para introducir agua en la zona no saturada, comprendida entre la superficie del terreno y el nivel freático. 4.20 Promedio mensual: Valor que resulta de calcular el promedio ponderado, en función del caudal, de los valores que resulten del análisis de al menos dos muestras compuestas. 4.21 Proyecto de recarga artificial (PRA): proyecto planeado con objeto de recargar artificialmente a un acuífero con agua residual. 4.22 Proyecto “piloto” de recarga artificial; Proyecto construido expresamente para operar temporalmente un sistema de recarga artificial para evaluar su factibilidad técnica; monitorear y evaluar el comportamiento las variables hidráulicas y de calidad del agua relacionadas con la recarga artificial, así como su posible impacto al acuífero o medio ambiente. 4.23 Punto de extracción: sitio donde se recupera el agua introducida en las obras de recarga artificial. 4.24 Recarga total: Volumen de agua que recibe una unidad hidrogeológica, en un intervalo de tiempo específico. 4.25 Recarga artificial: Conjunto de técnicas hidrogeológicas aplicadas para introducir agua a un acuífero, a través de obras construidas con ese fin. 4.26 Recarga incidental: aquella que es consecuencia de alguna actividad humana, como riego de jardines, fugas de agua en redes de distribución y alcantarillado, descargas de fosas sépticas e infiltraciones en canales de tierra y otros; que no cuenta con la infraestructura específica para la recarga artificial. 4.27 Recarga natural: la generada por infiltración directa de la precipitación pluvial, de escurrimientos superficiales en cauces o del agua almacenada en cuerpos de agua 4.28 Reúso: La explotación, uso o aprovechamiento de aguas residuales con o sin tratamiento previo. 4.29 Rocas cársticas: Rocas carbonatadas y sulfatadas (calizas, dolomías y yesos) con oquedades o conductos de disolución producidos por el agua subterránea al circular a través de ellas. 4.30 Rocas fracturadas: Rocas de cualquier origen que presentan grietas generadas por esfuerzos de tensión o compresión. 4.31 Sólidos totales disueltos (STD): Cantidad total de sólidos expresada en mg/L o ppm, que permanecen en una muestra de agua cuando ésta se evapora totalmente. 4.32 Sólidos suspendidos totales (SST): Concentración de partículas que son retenidas en un medio filtrante de microfibra de vidrio, con un diámetro de poro de 1.5 micrómetros o su equivalente. 4.33 Sistema de recarga artificial (SRA): Obra o conjunto de obras construidas con el fin específico de recargar un acuífero. 4.34 Sobreriego: Inundación del terreno agrícola por volúmenes de agua que exceden el volumen consuntivo de las plantas. 4.35 Tiempo de residencia: Tiempo que el agua recargada artificialmente permanece en el acuífero antes de ser extraída a la superficie. 4.36 Unidad hidrogeológica: Conjunto de estratos geológicos hidráulicamente conectados entre sí, cuyos límites laterales y verticales se definen convencionalmente para fines de evaluación, manejo y administración de las aguas nacionales subterráneas. 4.37 Uso público urbano: La aplicación de agua nacional para centros de población y asentamientos humanos, a través de la red municipal. 4.38 Uso doméstico: La aplicación de agua nacional para el uso particular de las personas y del hogar, riego de sus jardines y de árboles de ornato, incluyendo el abrevadero de animales domésticos que no constituya una actividad lucrativa, en términos del Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 4.39 Zona no saturada: zona comprendida entre la superficie del terreno y la superficie freática en donde los poros están parcialmente ocupados por agua bajo presión menor a la atmosférica. 4.40 Zanja: Excavación larga y angosta sobre la superficie del terreno. 5. Clasificación Para los fines de la presente Norma Oficial Mexicana, los tipos de recarga artificial se clasifican como sigue: a) Superficial: consiste en la recarga desde la superficie por infiltración en obras como: estanques o piletas de infiltración, inundación del terreno, cauces acondicionados, zanjas, sobreriego o una combinación de ellas. b) Subsuperficial: consiste en la introducción del agua en la zona no saturada mediante pozos secos, zanjas o estanques profundos. c) Directo: consiste en la introducción directa del agua al acuífero por medio de pozos cuya sección abierta lo penetran parcial o totalmente. Cada tipo o método es aplicable a una combinación de factores físicos, hidrogeológicos, ambientales y económicos, que deben ser evaluados en un proyecto específico. 6. Requisitos 6.1. Información y Estudios Básicos. La información requerida para evaluar un sitio destinado a la recarga artificial de acuíferos, debe incluir lo siguiente: 6.1.1 Localización. Un mapa georeferenciado (INEGI o análogo) con la ubicación geográfica de la(s) obra(s) de recarga que se proyectan construir, así como de las captaciones subterráneas y de las fuentes de contaminación de agua subterránea (actuales o potenciales), en una zona circular cuyo radio, medido a partir del centro de las obras proyectadas, se fija en cada PRA, por “La Comisión”, considerando: la dimensión y tipo de obras, el volumen de agua a recargar y las propiedades hidráulicas del acuífero en estudio. En todo caso, el radio mínimo de esta zona será de un kilómetro. La ubicación de las obras y fuentes se debe determinar con geoposicionador o con otro método equivalente de igual o mayor precisión a la obtenida con éste, acorde a la escala del estudio. 6.1.2 Fuente del Agua de Recarga. Ubicación y características de la fuente de agua residual que se pretende utilizar para el SRA en términos de su: origen, régimen de descarga, tipo y nivel de tratamiento, volumen de agua disponible, uso o destino actual, características físico-químicas y microbiológicas del agua de recarga en términos del requisito 6.4.6 de esta Norma Oficial Mexicana. 6.1.3 Hidrogeología de la Zona del Proyecto de Recarga Artificial. a) Mapas de configuración y de profundidad de niveles piezométricos del (los) acuífero (s) que subyacen en la zona del PRA; b) Perfil estratigráfico, obtenido mediante perforaciones exploratorias y sondeos geofísicos, que muestre la posición, geometría y continuidad de las principales unidades estratigráficas; c) Características hidráulicas del acuífero que se pretende recargar: conductividad hidráulica, transmisividad, porosidad y coeficiente de almacenamiento. En los casos de PRA de tipo superficial o subsuperficial, se debe considerar la caracterización en términos de granulometría, porosidad, conductividad hidráulica y contenido de carbono orgánico de un mínimo de 1.0 m del perfil del suelo; d) Características fisicoquímicas y microbiológicas del agua subterránea nativa, en términos del requisito 6.4.6 de esta Norma Oficial Mexicana; e) Captaciones de agua subterránea existentes o por construir: características constructivas, registros (geológico y geofísico), uso y calidad del agua extraída, nivel estático y dinámico, régimen de operación, y caudal específico; f) Determinación de la posible conexión hidráulica entre acuíferos; g) Fuentes de contaminación aledañas al área de recarga: tipo de fuente, ubicación, régimen de descarga, características físico-químicas del efluente o lixiviados, en términos del requisito 6.4.6 de esta norma. 6.1.4 En términos de lo dispuesto por los artículos 47 y 91 de la Ley de Aguas Nacionales (LAN) se requiere de permiso para la infiltración de aguas al suelo y subsuelo.
6.2 No se permite la construcción de SRA en los casos
siguientes:
En terrenos donde las características físico-químicas del suelo o
del agua subterránea, hayan sido degradadas a causa de un evento previo de contaminación, aun cuando se hayan aplicado medidas de saneamiento. En terrenos que, por carecer de una cobertura edáfica y por predominar en el subsuelo rocas cársticas, fracturadas, o clásticos de grano grueso, no tengan capacidad para eliminar o atenuar los contaminantes presentes en el agua de recarga. Esta condición aplica únicamente a SRA de tipo Superficial y Subsuperficial. 6.3 Calidad del Agua de Recarga
6.3.1 El agua residual tratada utilizada en la recarga debe cumplir los
requisitos indicados en la Tabla 1. 6.3.2 Cuando a distancias menores de 1.0 km del límite exterior del SRA existan captaciones que suministran agua para usos público- urbano o doméstico, se debe cumplir, además de los requisitos establecidos en la Tabla No. 1, los enumerados a continuación: a) Realizar un proyecto “piloto” de recarga in situ, cuya operación tenga la duración suficiente para determinar: la calidad del agua resultante de la mezcla del agua de recarga con el agua subterránea nativa, la interacción del agua de recarga con el subsuelo, la respuesta de los niveles de agua a la recarga y las variaciones de la tasa de infiltración en el tiempo.
b) Efectuar un análisis hidrogeoquímico, basado en un modelo
numérico, de las probables reacciones fisicoquímicas del agua de recarga con el agua subterránea nativa y con los materiales que conforman el acuífero y la zona no saturada. El análisis debe concluir: si el agua de recarga es compatible con el agua subterránea nativa o si existen condiciones para generar alguna reacción fisicoquímica que altere la calidad del agua nativa o las propiedades hidráulicas del acuífero. c) Aplicar un modelo numérico de flujo y transporte de solutos, para simular el impacto del SRA en la calidad del agua nativa en las captaciones subterráneas y en los niveles del acuífero a recargar. La elaboración de éste modelo deberá seguir el protocolo establecido por Anderson y Woessner (Apéndice Normativo A). d) Cumplir con los límites máximos permisibles en la calidad del agua de recarga que determine “La Comisión”, para aquellos parámetros no regulados por la NOM-127-SSA1-1994, cuya presencia se suponga atendiendo al origen del agua residual tratada. (Tabla 3). e) Realizar, en su caso, los estudios toxicológicos que determine “La Comisión” en el agua de recarga. f) Respetar las distancias mínimas y el tiempo de residencia que se especifican en la Tabla 2. 6.3.3 Con base en los resultados del numeral 6.1., proyecto “piloto”, de los análisis de los estudios y del modelo de simulación a que se refieren los incisos anteriores, se determina si es procedente autorizar la construcción del SRA y, en su caso, se fija el volumen máximo de recarga considerando la extracción y las características constructivas de las captaciones de agua para usos doméstico y público-urbano. 6.3.4 Se podrá aplicar agua de recarga con una calidad menor a la establecida en la Tabla 1, sujeto al cumplimiento de las condiciones siguientes (ver diagrama anexo): a) Que se construyan SRA únicamente de tipo superficial / subsuperficial; b) Que a distancias menores de 1.0 km del límite exterior de las obras de recarga, no existan captaciones que suministren agua subterránea para usos público-urbano o doméstico, y existan captaciones que recuperen el agua de recarga para otros usos distintos a los mencionados. 6.4 Monitoreo.
6.4.1 Todo PRA debe incluir un programa de monitoreo que, en forma
periódica, antes y durante la operación de las obras de recarga, registre: a) la calidad del agua utilizada en la recarga, b) la calidad del agua derivada de la mezcla del agua de recarga y el agua subterránea nativa, y c) las variaciones de los niveles piezométricos.
6.4.2 En los SRA de tipo directo, se deben construir pozos de
monitoreo ubicados a distancias equivalentes a ¼, ½ y ¾ de la distancia total entre el pozo de inyección y el punto de extracción más cercano. Los pozos de monitoreo se deben diseñar considerando las oscilaciones estacionales del nivel freático y las originadas por la operación del SRA. 6.4.3 En los SRA de tipo superficial/subsuperficial, se debe contar con un sistema de monitoreo de agua residual en las obras de recarga, y una red de pozos de monitoreo. Las características constructivas de los pozos de monitoreo y su ubicación se determinan, en cada caso, en función de las características del SRA y de las propiedades hidráulicas del subsuelo reportadas en el requisito 6.1 de esta Norma. En todos los casos, la red de monitoreo debe contar con un mínimo de tres (3) pozos de monitoreo y garantiza:
a) El muestreo representativo del agua de recarga y del agua
resultante del SRA;
b) El monitoreo periódico de las fluctuaciones piezométricas en el
domo de recarga y sus inmediaciones. 6.4.4 Cada pozo o estación de monitoreo debe contar con: a) Número y clave de identificación del pozo en un área visible; b) Ubicación geográfica (x, y, z) determinada con geoposicionador u con otro método equivalente de igual o mayor precisión a la obtenida con éste, acorde a la escala del estudio. c) Corte litológico de las formaciones atravesadas y registros geofísicos; d) Croquis de terminación; e) Relación de parámetros fisicoquímicos medidos en el pozo; f) Frecuencia y protocolo de monitoreo; g) En su caso, características y diagrama de instalación de los dispositivos automáticos de medición instalados en éste. 6.4.5 El agua de recarga se muestrea con frecuencia quincenal y el agua de los pozos de monitoreo, mediante promedio mensual.
6.4.6 Las muestras deben ser analizadas en los parámetros que
establece la NOM-127- SSA1-1994, y en los establecidos por la tabla 3 del apéndice normativo “A” de la presente.
6.4.7 Los análisis del agua se deben realizar en un laboratorio de
prueba acreditado por una entidad de acreditación para los parámetros que se solicitan en la presente Norma.
6.4.8 La construcción y cierre de pozos a que se refiere esta Norma
se llevarán a cabo de acuerdo con las normas NOM-003-CONAGUA- 1996 y NOM-004-CONAGUA-1996, respectivamente. 7. Operación del Sistema de Recarga
7.1 “El Permisionario” del SRA debe mantener un historial del
comportamiento del sistema incluyendo:
a) La variación de la calidad del agua de recarga y del agua derivada de
la recarga al acuífero, en términos establecidos en el requisito 6.3.1 (Tabla 1);
b) Los gastos (flujos de agua) de infiltración vs tiempo, para cada obra
de recarga y volúmenes totales. En su caso, para los pozos, los volúmenes de extracción y calidad del agua vs tiempo, a partir del inicio de las operaciones de recarga;
c) El balance de agua en el SRA según su tipo (superficial /
subsuperficial o directas); d) La variación de la profundidad y elevación del nivel freático en tiempo y espacio;
e) La precipitación y evaporación en la zona;
f) Impacto de el SRA en las fuentes de abastecimiento de agua
potable, en términos de los requisitos establecidos en 6.3.1 (Tabla 1), de acuerdo al tipo de SRA.
7.2 Cuando los criterios de calidad del agua de recarga no
cumplan con las especificaciones establecidas en el requisito 6.3.1 (Tabla 1) según corresponda al tipo de obras, o el requisito 6.3.4 (c), “El Permisionario” debe suspender la operación del sistema hasta alcanzar los criterios de calidad establecidos. 8. Verificación 8.1 “La Comisión” verifica el cumplimiento de los requisitos establecidos en la presente Norma Oficial Mexicana, en forma periódica o cuando lo estime necesario. Dicha verificación es realizada por personal de “La Comisión” o por las Unidades de Verificación, debidamente acreditadas, que designe para tal efecto.
8.2 “El Permisionario” puede realizar su autoverificación, mediante
auditoria voluntaria, reservándose “La Comisión” el derecho de efectuar la verificación en el momento que lo considere necesario.
8.2.1 Para realizar la autoverificación, “El Permisionario” debe
acreditar al personal seleccionado como Unidad de Verificación.
8.3 La falta de cumplimiento de la entrega de información, motivará
la realización de una verificación “del sistema” por parte de la “La Comisión”, cuyos costos estarán a cargo de “El Permisionario”. 9. Observancia 9.1 “La Comisión” es la responsable de coordinar la participación de los gobiernos estatales y municipales, de entidades e instituciones o de personas físicas y morales, involucradas en la aplicación de la presente Norma Oficial Mexicana.
9.2 La vigilancia del cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana
corresponde a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, por conducto de “La Comisión”. Las violaciones a la misma, se sancionarán en los términos de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, su Reglamento, la Ley de Aguas Nacionales, su Reglamento y demás disposiciones legales aplicables.
10. Concordancia con normas internacionales
10.1 Esta Norma Oficial Mexicana no es equivalente con ninguna
norma internacional, por no existir norma internacional sobre el tema. NIVELES MAXIMOS PERMISIBLES DE CONTAMINANTES NO REGULADOS POR NORMA, EN AGUAS RESIDUALES DESTINADAS A LA RECARGA ARTIFICIAL DE ACUIFEROS