BArroso Hernández - Ciudadelas Puerto
BArroso Hernández - Ciudadelas Puerto
BArroso Hernández - Ciudadelas Puerto
Resumen
41
Abstract
DOI: https://doi.org/10.25145/j.histcan.2019.201.02
Revista de Historia Canaria, 201; mayo 2019, pp. 41-69; ISSN: e-2530-8270
La vivienda es una necesidad social básica que vertebra la política urbanística
del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz a lo largo del siglo pasado, realizando un
esfuerzo sostenido en la provisión de una oferta de suelo residencial y de vivienda;
bien a través de la aplicación de medidas específicamente municipales (1900-1936),
bien promoviendo urbanizaciones y grupos de vivienda protegida sustentados en
planes y financiación de administraciones supramunicipales (1950-1981). A pesar de
ello, su oferta ha sido y es estructuralmente deficitaria, y ha ido siempre por detrás
de las necesidades de cada momento, tanto la vivienda social de promoción pública
como la destinada al mercado libre.
La ciudadela es un modelo de vivienda obrera que se repite en toda la geogra-
fía española durante la segunda mitad del siglo xix y primera mitad del xx, y que en
cada ciudad, provincia o región, recibe diferentes denominaciones: «Patios, corrales
de vecinos, ciudadelas, casas de corredor, corralillos, portones, barrios ocultos, etc.
son denominaciones en buena medida sinónimas para modelos de alojamientos de
masas que guardan gran parentesco entre sí. Por razones que son más que formales
se pueden distinguir dos tipos, los corrales con corredor y los patios o ciudadelas»1.
El profesor Ramón Pérez, en «Las Ciudadelas de Santa Cruz de Tenerife», propor-
ciona la siguiente definición: «La Ciudadela es un tipo de vivienda colectiva, desa-
rrollada por lo general en planta baja, constituida por un cierto número de habi-
taciones independientes entre sí, dispuestas a ambos lados de un callejón ciego de
anchura y longitud variable según los casos, o en torno a un patio, que tienen en
común un único acceso desde la calle, con frecuencia velado, y casi siempre tam-
bién los retretes y la cocina»2.
Si bien es un edificio de titularidad privada en régimen de alquiler, de lo que
Santa Cruz es un excelente ejemplo, en el Puerto de la Cruz, con la llegada del régi-
42
men franquista se modifica esta situación, y una parte importante de las viviendas
colectivas obreras tendrán carácter público municipal, ubicadas en edificios públi-
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cos o privados –gestionados por el Ayuntamiento–. Por ello, hemos englobado esta
solución habitacional dentro de las políticas públicas de vivienda, tanto en este artí-
culo como en nuestra tesis doctoral3. En el desarrollo expositivo de este artículo,
la política municipal de vivienda ha servido de introducción al análisis del origen,
forma, titularidad y pervivencia del modelo residencial de las ciudadelas a lo largo
de la primera mitad del siglo xx.
a) Etapa prefranquista: entre 1900 y 1936, en que surgen las primeras viviendas
colectivas obreras «ciudadela» en el Puerto de la Cruz. Coincide con la
creación en 1903 del Instituto de Reforma Social y, más concretamente,
la primera Ley de Casas Baratas de 1911 y las medidas legales que la
siguieron, cuyos efectos son perceptibles en el municipio; así como la
aplicación que de estas y otras medidas hicieron la dictadura de Primo de
Rivera y la II República.
b) Etapa franquista: comprende la mayor parte del régimen dictatorial surgido del
golpe de Estado de Francisco Franco en 1936, hasta 1978. Es el momento
de creación del Instituto Nacional de la Vivienda, Obra Sindical del Hogar,
etc., que desarrollan una intensa actividad en la construcción de vivienda
pública. En el ámbito específicamente municipal, incluye la aprobación
del PGOU de 1958 e incluso los primeros pasos del PGOU de 1974 y las
adaptaciones de 1978 y 1979, que marcan las líneas generales de la política
municipal de vivienda.
A) Etapa prefranquista
43
quera tradicional. Este marco básico se completa con un sector servicios impor-
tante, vinculado al comercio y un emergente subsector turístico. Es un período
45
ejecución.
– Ciudadelas: surgen en este período como solución al grave problema de alojamien-
4
Tatjer, M., «La vivienda obrera en España de los siglos xix y xx: de la promoción pri-
vada a la promoción pública (1853-1975)». Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias socia-
les. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2005, vol. ix, núm. 194 (23). <http://www.
ub.es/geocrit/sn/sn-194-23.htm> [ISSN: 1138-9788]. p. 12: «El reaprovechamiento y compartimen-
tación de edificios y también de antiguas fábricas, así como las construcciones en patios interiores o
en los terrados de los inmuebles para crear pequeñas viviendas para obreros fue también una cons-
Mequinez, de espaldas al mar; en un inmueble que, como el resto de edificios
de la calle, está sometido a un elevado riesgo de sufrir daños por la acción del
mar, por lo que en su parte trasera cuenta con un muro de protección que se
prolonga a lo largo de la vía. La información referente a la misma la hemos
obtenido gracias a la colaboración de doña Rafaela Concepción de Cabo
Martín, nacida en 1927 en La Ciudadela. Era un inmueble de titularidad
privada y se abona una renta mensual en concepto de alquiler a sus propie-
tarios. El edificio estaba formado por naves dispuestas longitudinalmente,
en sentido norte-sur. Estas estaban separadas por dos pasillos, en torno a
los que se disponen ocho viviendas, separadas en dos grupos de cuatro cada
una, conformando un conjunto de 16 viviendas en total. Disponían de un
retrete común para cada nave de ocho viviendas. Cada habitáculo tenía dos
cuartos o habitaciones, aunque el de nuestra informante era una excepción,
pues tenía tres piezas. La superficie era extremadamente reducida, y algunas
familias eran muy numerosas; concretamente doña Concha tuvo nueve
hijos y no disponían de agua corriente, solo de un estanque o pileta para
lavar la ropa, que compartían todos los moradores. Tampoco dispusieron
de suministro de energía eléctrica hasta bien avanzado el siglo xx (1962).
Su familia, en todo caso, dispuso antes de este servicio porque su esposo
estuvo enfermo y la necesitó.
La mayor parte de los vecinos eran pescadores, y algunas de las mujeres
– para completar los ingresos familiares– iban a vender el pescado a las zonas
altas del valle de La Orotava. Los problemas higiénicos eran muy graves,
de modo que vivían en medio de una constante plaga de piojos, además de
otros insectos y enfermedades. Otro informante más joven ha referido los
46
problemas que tenían para mantener una higiene personal mínima, por lo
que en su edad infantojuvenil iba a asearse al «chorro del muelle pesquero».
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
A ello se unen los problemas ocasionados por las colas para lavar la ropa y
los calderos, así como para el uso del retrete. Se trata de un grupo de fa-
milias trabajadoras, cuya renta salarial no es suficiente para acceder a una
vivienda unifamiliar, viéndose impelidas a recurrir a este tipo de solución
habitacional colectiva.
b. Ciudadela del edificio Los Cubanos (calle de Mequinez-plaza Pérez Galdós): el
propietario es don Dionisio Martín Yumar, el cual en 1928 solicita licencia
municipal para «reformar la casa n.o 45 de la calle Mequinez esquina a
la plaza Pérez Galdós»5, con el objeto de añadir una segunda planta a la
vivienda. En la solicitud de licencia de obra no se hace referencia alguna
a la vecina ciudadela, aunque fuentes orales señalan que esta vivienda
tante de las grandes ciudades españolas, entre las que destaca Barcelona. El resultado fue la densifi-
cación y la insalubridad de muchas viviendas proletarias del centro de las ciudades, situación amplia-
mente denunciada por los higienistas a lo largo de los siglos xix y xx».
5
AMPC, Obras Públicas y Urbanismo, Instancia y Plano presentado por don Dionisio
Martín Yumar, Legajo 134. 1928.
familiar forma parte de una gran parcela urbana, cuya prolongación meri-
dional y oriental está destinada a «ciudadela», con fachada a la plaza Pérez
Galdós y salida a la calle Mequinez. El testimonio oral de una informante
que residió hasta los 17 años señala que de acuerdo con referencias de su
abuela, la ciudadela Los Cubanos está en funcionamiento desde comien-
zos del siglo xx6. La información referente a la vivienda colectiva ha sido
obtenida a través de don Manuel Carballo López, nacido en 1917, y que
pasó a residir en esta ciudadela cuando contrajo matrimonio. La ciuda-
dela Los Cubanos no es un edificio adaptado o reconvertido en vivienda
colectiva, sino una parcela o patio trasero de una vivienda familiar, en
la que se construyen unos habitáculos para familias de obreros con baja
remuneración; en todo caso, en la documentación consultada en el archivo
municipal, no consta solicitud o licencia de obra emitida para la ejecución
de las mismas. La ciudadela está formada por siete viviendas, con un solo
cuarto que el mismo don Manuel se encargó de compartimentar en dos
habitaciones. La cubierta era de uralita y tenía cocina individual aparte,
con techo de cemento; motivo por el cual servía como lugar de refugio,
cuando había tormenta. Disponían de un retrete para cada tres familias.
Además, contaban con dos estanques o piletas para todos los inquilinos.
No disponía de agua corriente individual, ni de luz eléctrica; al menos, en
la primera mitad del siglo. Se trata de una vivienda colectiva privada, en la
que se abona una renta mensual. Las condiciones higiénicas y sanitarias,
según don Manuel, eran similares a Mequinez.
47
Ranilla, en el extremo septentrional del casco urbano, un área sometida a un riesgo
potencial elevado de ser afectada por las crecidas del mar, especialmente la de Mequi-
6
Considerando referencias de su abuela, que vivió en Los Cubanos desde que contrajo
matrimonio y a partir de la edad de los hijos de esta, entiende que la misma entró en funcionamiento
mucho antes de 1928.
7
Una informante de la ciudadela de Mequinez refirió que doña Concha alertaba a todos
los moradores de las inminentes crecidas del mar, golpeando una bañera de cinc u otros utensilios
metálicos para ponerse a salvo. Doña Concha era alertada, según nuestra informante, por su esposo,
que era pescador y era capaz de anticipar las crecidas del mar.
8
Barroso Hernandez, Nicolás D., Puerto de la Cruz: Desarrollo Urbano y Organización
del Espacio en el siglo xx (tesis doctoral inédita), Universidad de La Laguna, febrero de 2016, pp. 52
y 53. Los mapas de Peligrosidad y Riesgo de Inundación de las ARPSIPs en la Demarcación Hidro-
gráfica de Tenerife de octubre de 2014 mantienen esta zona dentro del área de riesgo.
Foto 2. Ciudadela del «convento de San Francisco». Fachada a la calle
Agustín de Bethencourt, destinada a viviendas de empleados públicos.
48
c. Convento de San Francisco (foto 2): el antiguo convento de San Francisco, tras la
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9
AMPC, Beneficencia, Sanidad y Calamidades Pública, legajo 60, expediente n.o 14 (1911-
1912). Expediente instruido, en vista de denuncia formulada sobre malas condiciones higiénicas y
de salubridad que reúne la casa de «Depósito Municipal», situada en la calle de «Agustín de Bethen-
court» (1911-1912).
da colectiva perfectamente asimilable a una «ciudadela», en la que residen
ocho familias y, aproximadamente, 20 personas que comparten dos aseos o
retretes y un lavadero, todo ello en pésimas condiciones de uso y salubridad.
Los residentes son cinco familias de empleados públicos (tres guardias, el
portero y el guardián municipales), una mujer «incapacitada», una familia
formada por padre y tres hijos y un bodeguero con esposa y cuatro o cinco
hijos10. Se trata de un edificio de «uso público», adscrito a un uso residencial
colectivo, al que la masificación, falta de mantenimiento y uso compartido
de pila y retretes confieren la condición de «ciudadela».
49
que haya de abonarse renta alguna al Ayuntamiento. Otro aspecto relevante es que
se localiza en el centro del casco urbano.
Idem.
10
Sindical del Hogar, Gobiernos civiles, Patronato Francisco Franco, etc.) así como
por la actuación de los propios municipios e incluso de las Diputaciones»11.
Se caracteriza por un crecimiento continuado de la población municipal,
con un salto muy importante en el decenio 1960-70, en que registra su mayor inten-
sidad, con una tasa de crecimiento acumulado de 4,428‰. Este ritmo excepcio-
nalmente elevado de crecimiento –el mayor de la centuria– se interrumpe de forma
brusca en el decenio 1970-81, registrando incluso tasas negativas (tca. -0,302); sor-
prende mucho más cuando este retroceso demográfico coincide con la década en
que la construcción de vivienda destinada a población permanente crece con mayor
intensidad. Comoquiera que no hemos hallado circunstancias o hechos objetivos
en la dinámica social, económica y urbanística, capaces de justificar o explicar este
retroceso, al menos en parte, este se ha de imputar a desajustes en las fuentes esta-
dísticas (cuadros iii y iv).
11
Tatjer, M., op. cit., p. 4.
de vivienda, en la que trataremos las estrechas interconexiones entre las distintas
medidas aplicadas.
Con carácter general, como venimos señalando, la política de vivienda en
el franquismo es un argumento político nuclear, consecuencia del apoyo ideológico
a la familia, receptáculo de las esencias espirituales y conservadoras de la sociedad.
Era frecuente en los discursos políticos de entonces –como ocurre en sectores polí-
ticos conservadores en la actualidad–, hacer referencia al hogar, además natural-
mente de aquellos en que se trataban específicamente cuestiones relacionadas con la
vivienda social12. El apoyo público a la vivienda de promoción privada entre 1940
y 1980 estuvo condicionado, junto con los objetivos sociales que le son inherentes,
por el papel económico que la actividad inmobiliaria desempeñó en la estructura
económica y por factores de carácter político13.
En lo que al Puerto de la Cruz se refiere, el período resulta complejo, por
hallarse en un proceso de rápida e intensa transformación socioeconómica del muni-
cipio, inmerso en una dinámica urbanística sometida a los intereses especulativos
de una iniciativa privada centrada en la demanda del mercado inmobiliario turís-
tico; mientras la resolución del importante problema de la vivienda en el municipio
se canaliza a través de una política de vivienda dependiente de la estatal.
En todo caso, la documentación del archivo municipal ilustra la centrali-
dad que el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz asigna al problema de la vivienda.
Un informe-moción sobre la cuestión, fechado en 1954, de los concejales Pablo
Hernández Herrera (delegado local de Sindicatos) y Antonio León González (pre-
sidente de la Sección Social Local de Sindicatos), recoge aspectos nucleares que
sitúan la cuestión:
51
– En primer lugar, confiere al problema un ámbito nacional, y analiza la evolución
de la construcción de viviendas en el municipio entre 1900 y 195014, llegando
12
Cfr. Fernández Anta, Dolores, López Portero, Elena y Lucas Viña, M.a del Mar, «La
Vivienda en Madrid (1939-1961)». Trabajo dirigido por Dr. Luis Enrique Otero Carvajal. Madrid,
ss. xxi-xx. Facultad de Geografía e Historia (curso 1998-99). Universidad Complutense de Madrid.
Disponible en pdf en http://www.academia.edu/6174285/La vivienda en Madrid 1939-1961.
13
Parreño Castellano, Juan Manuel, «El destino social de la vivienda protegida de pro-
moción privada: El caso de Las Palmas de Gran Canaria (1940-1978)». Scripta Nova. Revista Electrónica
de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. vol. vii, n.o 146. 1 de agosto de 2003. p. 1.
14
Los datos utilizados por el informe no se corresponden con los recogidos en los nomen-
clátores, transcritos en los cuadros expuestos más arriba. No obstante, la tendencia sí es muy similar.
15
AMPC. Informe Sobre la situación de la Vivienda en el Puerto de la Cruz. Acuerdos ple-
narios. Sesión plenaria de 2 de septiembre de 1954, libro 577. fol. 174-177.
junto de medidas políticas y legislativas promovidas por el Gobierno para
apoyar la construcción de viviendas de tipo social16.
– Por último, centra el origen del problema municipal en la falta de suelo, instando
al Ayuntamiento a su adquisición, en primer lugar por la vía de la negocia-
ción o –si es necesario– en segunda instancia a través de la expropiación,
aplicando la Ley de 7 de octubre de 1939.
– Concluye demandando que, pese a las dificultades financieras del Ayuntamiento
para la adquisición de terrenos, otorgue prioridad al problema de la vivienda17.
– 1900-1918: 150.
– 1919-1936: 360.
facción justificó un modelo de expansión masivo y de baja calidad a la par que posi-
bilitó un cambio de estructura en el sector promotor-constructor. Según Parreño
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
16
Idem.
17
Ibidem.
18
Ibidem.
19
Díaz Hernández, Ramón y Parreño Castellano, Juan Manuel, «La Política Econó-
mica. La Construcción de Vivienda y La Producción de la Ciudad en España (1939-1975)». Scripta
Nova. Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona, vol. x. n.o 218.
1 de agosto de 2006. pp. 3-4.
turística, coincidiendo con el momento de máxima intensidad en los años sesenta
y primer lustro de los setenta.
Las nuevas viviendas se concentran mayoritariamente en el centro urbano
–que engloba los ensanches occidentales (polígonos residencial El Tejar [1963] y
turístico de San Felipe [1975]) y oriental (Martiánez)–. El resto de la población y de
las viviendas se distribuyen en los barrios de la periferia, que han mutado su carác-
ter agrícola, transformándose en áreas urbanas (San Antonio-Esquilón, La Paz, La
Vera, Las Arenas, Calle Nueva, Punta Brava, El Durazno, San Nicolás, etc.). Las
insuficiencias de las fuentes restan interés a la variable espacial en el análisis de la
información estadística, al menos de los años sesenta y setenta.
La importante actividad en materia de vivienda desarrollada a lo largo de
los años del franquismo, como venimos señalando, se sustentó fundamentalmente
en la canalización de las medidas y planes promovidos y financiados por la Admi-
nistración del Estado. Básicamente el déficit municipal de viviendas es abordado a
través de tres líneas de intervención: 1) programas de viviendas sociales y viviendas
de protección oficial (VPO); 2) reparto de solares; 3) ciudadelas.
53
tico que da respuesta a la demanda de vivienda, fijada en el «Informe Sobre la situa-
ción de la Vivienda en el Puerto de la Cruz de 195420» en 770 viviendas. Ya en 1951
20
AMPC. Informe Sobre la situación de la Vivienda en el Puerto de la Cruz. Acuerdos ple-
narios. Sesión plenaria de 2 de septiembre de 1954, libro 577. fol. 174-177.
21
Barroso Hernández, Nicolás D., Puerto de la Cruz: Desarrollo Urbano y Organiza-
ción del Espacio..., op. cit., pp. 383-384.
de añadir sesenta viviendas construidas por el Ayuntamiento en colaboración con
la Gerencia de Urbanización del Ministerio de la Vivienda en el polígono El Tejar:
Santiago Apóstol I (10 viv., 1967) y Santiago Apóstol II (14 viv., 1977) y San Valen-
tín (36 viv., 1968)22.
El desarrollo de este programa de promoción y construcción de viviendas
sociales guarda una estrecha relación con la vivienda colectiva obrera, en la medida
en que las ciudadelas son un centro de preocupación de los gobiernos municipa-
les – especialmente las ubicadas en el centro urbano–, y su erradicación está muy
presente en las iniciativas de promoción y construcción de viviendas sociales en los
años cincuenta y sesenta. Una moción de la Alcaldía de 1953 avala esta conexión,
incorporando argumentos que obviando la necesidad urgente de superar las preca-
rias condiciones de salubridad y hacinamiento en que viven sus residentes, centra la
prioridad en el daño que ocasiona a la imagen del municipio la presencia de estas
familias en el centro de la ciudad:
El Sr. Alcalde manifiesta que sin duda alguna, este Municipio es el centro turístico
más importante del archipiélago canario, ya que es el más visitado por los extran-
jeros, [...], lo que obliga a esta Corporación que se ocupe de una manera preferente
y especial en mantener y elevar este prestigio [...]. Con motivo del temporal que
azotó este Valle de la Orotava el día quince de enero último, quedaron sin vivienda
gran número de familias humildes y modestas, lo que obligó a este Ayuntamiento
a alojarlas en edificios situados en el centro de esta población, uno de ellos en el
antiguo convento de San Francisco, muy próximo a los Hoteles de Turismo «Mo-
nopol» y «Marquesa», lindante con la Iglesia del mismo nombre donde cumplen
sus deberes religiosos los turistas que profesan la religión católica y en las cercanías
del edificio de la sucursal del Banco Hispano Americano, del Instituto de Estudios
54
Hispánicos y del de Correos y Telégrafos, lugares muy visitados por los extranjeros.
Con el fin de proceder a la eliminación de estas familias del centro del casco urbano
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
Incluso, un año más tarde, la Alcaldía reitera idéntico argumento con motivo
de la visita del inspector de la Vivienda de la Dirección General de Regiones Devas-
tadas24, a quien se le demanda la colaboración del departamento en la construcción
de viviendas económicas, donde alojar a los vecinos de las ciudadelas del centro
urbano. De cualquier modo, la erradicación de las ciudadelas del centro del muni-
cipio fue objetivo central de las políticas municipales, y estuvo presente en las ini-
ciativas de adquisición y urbanización de suelo para la construcción de viviendas
sociales hasta 1978.
22
Barroso Hernández, Nicolás D., op. cit., pp. 125-128 y 185.
23
AMPC. Acuerdos plenarios. Sesión plenaria de 21 de agosto de 1953, libro 577. fol.
161 vtº - 162.
24
Idem. Acuerdos plenarios. Sesión plenaria de 27 de septiembre de 1954, libro 577. fol. 179.
2. REPARTO DE SOLARES
3. CIUDADELAS
55
lar a los ya existentes, a los que se unen familias que han perdido su vivienda como
resultado de calamidades o catástrofes (temporales, avenidas de barrancos y creci-
a. Mequinez.
b. Los Cubanos.
c. El Convoy.
d. El Chavito.
e. Casa Cullen.
f. Convento de San Francisco.
g. El Lazareto.
h. Falange.
i. Empaquetado Yeoward.
a. La Ciudadela de Mequinez
miento después de la Guerra Civil y, como el resto, permanece activa como vivienda
colectiva hasta los años setenta; posiblemente, hasta 1978. En 1960 residen en la
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
b. Los Cubanos
25
Hernández Castilla, José Melchor, «Las ciudadelas del Puerto de la Cruz, del siglo xx»,
La Prensa (revista semanal de El Día), 14 de septiembre de 2014, p. 1.
26
Idem.
Foto 3. Situación actual de la ciudadela de Mequinez. En primer plano, vista de
una nave de la ciudadela. Al fondo, el edificio construido en la parcela donde
estuvo la ciudadela Los Cubanos.
c. El Convoy
57
Es una ciudadela generada a partir del reaprovechamiento y adaptación de
un empaquetado de plátanos en desuso, situado entre las calles Pérez Zamora n.o 40
27
AMPC. Actas del Pleno del Ayuntamiento, sesión extraordinaria de 16 de febrero de
1956, libro 578-L (1955-1958), fls. 76 vta., 77 y 77 vta. 1956.
28
AMPC. Actas del Pleno del Ayuntamiento, sesión extraordinaria de 15 de junio de 1956,
libro 578-L (1955-1958), fls. 93 y 93 vta. 1956.
Foto 4. Ciudadela de El Convoy. Fachada a la calle de Pérez Zamora. Edificio
de una sola planta, situado a la derecha de la imagen. Se pueden ver las tres
puertas de los tres módulos de viviendas con acceso a la calle.
cocina. Esta ciudadela fue conocida popularmente como El Convoy (foto 4). Según
referencias orales, estaba formada por cuatro módulos, con conexión exterior inde-
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
pendiente (una con fachada a la calle de La Verdad y tres a la calle de Pérez Zamora),
en cada una de las cuales la superficie y forma de los habitáculos presenta diferen-
cias. Según el padrón de habitantes de 1965 en el inmueble residen 35 familias; 24
en Pérez Zamora n.o 40 y 11 en La Verdad n.o 19.
59
que muchas de las familias residentes son muy prolíficas, comportamiento
reproductivo muy común en los años cincuenta y sesenta.
d. El Chavito
29
Barroso Hernández, Nicolás D., op. cit.: el grupo de viviendas de El Carmen, cons-
truido antes del desarrollo del polígono 1, sector 9 de La Vera, es posterior a la aprobación del PGOU
de 1974 y sus adaptaciones de 1978 y 1979.
Foto 6. Ciudadela casa Cullen, edificio de cuatro plantas, situado a la derecha de la imagen.
1939, fue habilitada como vivienda colectiva obrera, función que desempeñó hasta
1956. El inmueble era de titularidad privada –concretamente, de don Eduardo Cal-
derón–, aunque estaba arrendado por el Ayuntamiento. Según testimonio oral, el
interior se hallaba dividido en ocho compartimentos o habitáculos, donde residie-
60
ron otras tantas familias, integradas por unas cincuenta personas30. No disponía de
agua corriente ni de energía eléctrica. Había un solo retrete común para todos los
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
residentes y una pila de lavar. En 1956, según nuestro informante, fueron realoja-
dos en el grupo de viviendas sociales «Barriada de San Felipe».
e. Casa Cullen
Se trata de una casa canaria del siglo xviii (foto 6) de titularidad privada,
que formaba parte del espléndido conjunto urbano del muelle del Puerto de la Cruz
–hoy desaparecida–. Disponemos de escasa información, aunque sí es de dominio
público que sirvió de ciudadela hasta los años setenta. Un informe municipal no
fechado, pero que podemos situar en los años cincuenta, le asigna doce viviendas y
30
Nuestro informante –don Germán García González– recordaba los nombres de muchas
de las familias y de sus hijos/as; entre otros citó a doña Lucia (madre del «Chavito», apodo que puede
estar en el origen de la denominación del inmueble), etc. Un documento del AMPC, signatura 1705,
señala que contaba con 13 viviendas y 77 residentes.
41 residentes31. Tiempo después, un artículo publicado en la Revista Local en 1984
señala que los ocupantes de este inmueble fueron realojados en el grupo de vivien-
das de la Cruz del Pino en 197832.
61
ción vulnerable. Sabemos que la ocupación del edificio se incrementó con el realojo
de las familias afectadas por un temporal en enero de 195337. Los elementos for-
último, quedaron sin vivienda gran número de familias humildes y modestas, lo que obligó a este
Ayuntamiento a alojarlas en edificios situados en el centro de esta población, uno de ellos en el anti-
guo convento de San Francisco».
38
Idem. Relación de viviendas. Signatura 1705. 1950-1955.
Foto 8. El Lazareto, situado en el barrio de Punta Brava.
63
dos públicos y a familias obreras precarias. En todo caso, los empleados públicos
de categoría y cualificación media y superior son alojados en otro tipo de vivienda
g. El Lazareto
39
Barroso Hernández, N.D., op. cit., p. 191. Tras un lago conflicto jurisdiccional que
ocupa la primera mitad del siglo xix, en 1847, el municipio del Puerto de la Cruz incorpora un con-
junto de territorios, entre los que se encuentra Punta Brava (en Hernández González, Manuel
y Arbelo García, Adolfo, Elecciones Generales en el Valle de la Orotava 1841-1899, La Orotava,
1983, pp. 109-116).
de desempeñar su función original y se encuentra abandonado, porque un exalcalde
– ya del Puerto de la Cruz– manifiesta haber cedido temporalmente el edificio a una
empresa agrícola para su utilización como empaquetado de plátanos40. Según Her-
nández Castilla, en 1941 comienza su utilización como ciudadela41.
No se dispone de información relativa a sus características físicas (superficie,
número de alojamientos, retretes, cocina, etc.). Benjamín Afonso, en 1970, describe
cómo un «viejo inmueble de una planta, cubierto con teja del país, vino a convertirse
por consecuencia del problema de escasez de vivienda de renta módica, en una espe-
cie de ciudadela...»42. En ese año –1970–, señala, «viven unos diez matrimonios con
hijos, en condiciones no muy holgadas, por cierto, ni con las mínimas comodidades
exigibles para una existencia higiénica y decorosa»43. El padrón de 1965 le asigna
13 familias (47 personas) y fue clausurada, según Hernández Castilla, en 197244.
h. Edificio de Falange
40
AMPC, acuerdos plenarios, libro 2 (1905-1906), sesión de 19 de marzo de 1906, folio 45.
41
Hernández Castilla, José Melchor, «Las ciudadelas del Puerto de la Cruz, del siglo xx»,
La Prensa (revista semanal de El Día), 14 de septiembre de 2014, p. 1.
42
Afonso Padrón, Benjamín, «Puerto de la Cruz: Una ciudadela desaparece. Ya hay una
asociación de vecinos en Punta Brava», El Día, 4 de noviembre de 1970, Santa Cruz de Tenerife.
43
Idem.
44
Hernández Castilla, J.M., op. cit.
45
Se le dio este nombre por haber servido de sede a la Organización de Falange Española
hasta los años setenta. Es de titularidad privada, aunque el Ayuntamiento es arrendatario.
Foto 9. Ciudadela de Falange. Se trata del edificio sin balcones, con mástiles de banderas
en la fachada. En 1958 aún era sede de Falange Española, de algunas dependencias
municipales (carpintería y cerrajería), además de residencia de funcionarios.
como ciudadela concluyó en torno a 1978, cuando sus residentes fueron realojados
en el grupo de viviendas sociales de la Cruz del Pino46.
65
REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 201; 2019, PP. 41-69
i. Empaquetado de Yeoward
Como hemos adelantado, esta vivienda colectiva se creó en 1966 para alber-
gar a la población residente en el convento de San Francisco tras su quema ese mismo
año. Los afectados fueron realojados en el empaquetado-almacén de plátanos de
la empresa Yeoward & Bross en el desembarcadero de El Penitente, dando lugar al
nacimiento de una nueva ciudadela, en cuyo solar se ubica la sede actual del Ayun-
tamiento portuense. Ciertamente, su existencia resultó muy efímera, puesto que el
nuevo edificio municipal fue inaugurado en 1973; es decir, permaneció en uso solo
cinco o seis años. Reproduce el modelo seguido en «El Convoy», en una superficie
cuadrada, compartimentada con bloques. No disponemos de información alguna
acerca de la dotación de servicios higiénicos y sanitarios de los que fue dotada.
46
«Desde el Estado con amor». Op. cit., pp. 17-23.
CONCLUSIONES
b) Otro aspecto poco común que singulariza las ciudadelas en el Puerto de la Cruz es
que, tras la Guerra Civil, la práctica totalidad de las nuevas viviendas obreras
que se promueven son de promoción pública; pasando a formar parte de las
medidas aplicadas por el Ayuntamiento en materia de vivienda municipal
en la etapa franquista; si bien son soluciones de emergencia a desahucios,
catástrofes, etc., son constantes y sistemáticas entre 1940-1975, a pesar de
su apariencia de improvisación y, en ocasiones, investidas de un carácter
de «provisionalidad». En esta línea, la apariencia de solución habitacional
«provisional» no se correspondería con las medidas y esfuerzos aplicados en
las ciudadelas de El Convoy y convento de San Francisco, adquiridas por el
Ayuntamiento para su reaprovechamiento como vivienda colectiva, donde
se ejecutaron obras importantes de ampliación y saneamiento, lo cual pone
en cuestión o matiza el carácter transitorio de las mismas.
47
Tatjer, M., Op. cit., p. 12.
Al tiempo, se ha puesto de manifiesto que las ciudadelas del Puerto de la
Cruz incorporan los dos elementos esenciales y definitorios de este modelo general:
– Son edificios adscritos a un uso de vivienda colectiva obrera, con un elevado nivel
de hacinamiento de sus residentes.
– Las instalaciones sanitarias, de higiene y aseo son de uso colectivo.
67
intenso proceso urbanizador de la segunda mitad del siglo xx).
– Los residentes en las ciudadelas municipales no están obligados a pagar alquiler.
48
Missé, Andeu, «Acabar con la Ley antisocial de Vivienda». El País, 9 de diciembre de 2018.
El titular de este artículo ofrece una descripción concisa y clara de la situación de la vivienda en 2018.
DOCUMENTACIÓN
AMPC. Actas del Pleno del Ayuntamiento, sesión extraordinaria de 16 de febrero de 1956, libro
578-L (1955-1958), fls. 76 vta., 77 y 77 vta. 1956.
AMPC. Actas del Pleno del Ayuntamiento, sesión extraordinaria de 15 de junio de 1956, libro 578-L
(1955-1958), fls. 93 y 93 vta. 1956.
AMPC. Acuerdos plenarios. Sesión plenaria de 21 de agosto de 1953. Libro 577. fol. 161 vtº - 162.
AMPC. Acuerdos plenarios. Sesión plenaria de 27 de septiembre de 1954. Libro 577. fol. 179.
AMPC. Informe Sobre la situación de la Vivienda en el Puerto de la Cruz. Acuerdos plenarios. Sesión
plenaria de 2 de septiembre de 1954. Libro 577. fol. 174-177.
AMPC. Relación de viviendas. Signatura 1705. 1950-55.
AMPC. Beneficencia, Sanidad y Calamidades Públicas, Legajo 60, Expediente n.o 14 (1911-1912).
Expediente instruido, en vista de denuncia formulada sobre malas condiciones higiénicas
y de salubridad que reúne la casa de «Depósito Municipal», situada en la calle de «Agus-
tín de Bethencourt» (1911-1912).
AMPC. Actas del Pleno del Ayuntamiento, sesión extraordinaria de 2 de agosto de 1954, libro 577-L
(1954-1955), fls. 160 y 161. 1954.
AMPC. Actas del Pleno del Ayuntamiento, sesión extraordinaria de 8 de junio de 1954, libro 577-L
(1954-1955), fls. 154 vta. 1954.
AMPC. Acuerdos Plenarios. Sesión plenaria de 21 de agosto de 1953. Libro 577. fols. 161 vtº - 162.
AMPC. Obras Públicas y Urbanismo, Instancia y Plano presentado por don Dionisio Martín Yumar,
Legajo 134. 1928.
69
Agradecimientos