El Buen Samaritano
El Buen Samaritano
El Buen Samaritano
INTRODUCCIÓN
[En este estudio debemos revisar la declaración de la parábola, y entonces ofrecer algunas
lecciones que creo están más de acuerdo con el propósito original de Jesús al enseñarla...]
I. LA PARÁBOLA Y SU DECLARACIÓN
A. LA CONVERSACIÓN ENTRE JESÚS Y UN INTERPRETE DE LA LEY...
1. Un intérprete de la ley se levantó para "probar" a Jesús – Luc 10:25
a. Un "interprete de la ley" en este contexto debería ser alguien instruido en la ley de Moisés
b. La palabra "probar" no tiene que implicar connotaciones negativas; podría simplemente
significar que el hombre estaba buscando cerciorarse de la fidelidad de Jesús hacia la ley
c. Pero hay algunas implicaciones de que él estaba buscando burlarse de Jesús...
1) Él se "levantó", tal vez para atraer la atención hacia sí mismo
2) Más tarde, buscó "justificarse" a si mismo con otra pregunta; implicando que estaba
interesado en algo más que una simple respuesta a esta cuestión
d. Esta pregunta fue similar a aquella preguntada por el joven rico (Luc 18:18): "Maestro
bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?"
2. Jesús contestó a la pregunta señalándole hacia la ley – Luc 10:26
a. Al hacerlo, Jesús muestra su propia confianza en la ley
b. En una forma similar Jesús dirigió al joven rico hacia la ley – Luc 18:20
c. Hay que tener en mente que en ese tiempo la ley a un estaba en vigor, así que la respuesta
debía aun ser encontrada en ella – ver Mt 5:17-19
3. El intérprete de la ley replicó con un entendimiento apropiado de lo que la ley enseñaba en
relación a la vida eterna – Luc 10:27-28
a. Él citó de Deut 6:5 y Lev 19:18
b. Ambas cosas que Jesús citó a otro interprete d la ley en una ocasión posterior – ver Mt
22:34-40
c. En base a estas dos leyes, una el amar a Dos, y la otra amar a su prójimo...
1) Se basaba la totalidad de la ley
2) Aquellos que vivían mientras la ley estaba a un en vigor "vivirían" (por ejemplo, serían
salvados)
4. Pero el intérprete de la ley no había terminado... – Luc 10:29
a. El deseaba "justificarse" a si mismo (¿Fue el avergonzado por Jesús al responderle tan
fácilmente?)
b. Él preguntó la cuestión que precipitó la parábola: "¿Y quién es mi prójimo?"
[El propósito de la parábola, en vista del contexto y de la manera en que Jesús lo aplica, es claro:
Jesús enseña quien es realmente nuestro prójimo, y lo que significa amar a nuestro prójimo
como a sí mismo.
Aquí hay algunas lecciones que pueden ser recogidas de la parábola cuando su propósito se
mantiene en la mente...]
CONCLUSIÓN
1. Con la parábola de "El Buen Samaritano", somos desafiados a un estándar de amor más alto
a. Más alto en que la definición de "prójimo" es más inclusivo
b. Más alto en que la definición de "compasión" es más grande.
2. Esto no debe ser sorprendente a la luz de lo que Jesús dijo a Sus discípulos tiempo antes:
"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos." (Mt 5:20)
De hecho, sin la salvación que Jesús hace posible, ningún tipo de justicia es posible... –
ver Hech 2:36-38; 22:16