Recalces
Recalces
Recalces
1. INTRODUCCIÓN
Al tratar el tema en estos apuntes se parte del conocimiento previo que ha adquirido
el alumno, así por ejemplo en asignaturas como Materiales y Construcción se han visto
aspectos como el suelo, el estudio geotécnico o las características constructivas de los
materiales empleados en cimentaciones. Por otro lado, en la lección de la asignatura
titulada “El Lenguaje de las Grietas” se han analizado las lesiones que provocan los
procesos patológicos asociados al binomio suelo – cimentación.
% &'
&()* + (%,-'
(-( (+
& ,(. + , / / /0(1(
+.(.+%2+, 3*/& +
$
!""#
A. Propiedades físicas:
- Granulometría
- Porosidad
- Pesos específicos
- Humedad y grado de saturación
- Límites de consistencia
- Permeabilidad
B. Propiedades mecánicas:
- Compresibilidad
- Resistencia al corte
- Resistencia a compresión.
Por último, los suelos arcillosos también se pueden clasificar en función de su índice
de plasticidad (Casagrande):
- Arcilla H (High): De alta plasticidad (Índice de Plasticidad muy alto), son suelos
muy activos y problemáticos (arcillas expansivas)
- Arcilla L (Low): De baja plasticidad.
!
!""#
3. ESTUDIO GEOTECNICO
- Espesores
- Propiedades mecánicas
- Propiedades físicas relevantes
- Nivel freático
!""#
4. ORIGEN DE LAS LESIONES
4
!""#
- Arcillas Expansivas: Se trata de terrenos formados esencialmente por arcillas o
limos (menos frecuentes en España) susceptibles de variar su volumen
sometidos a cambios en su fase líquida, aumentan de volumen al aumentar su
contenido de humedad y sufren retracciones cuando ésta disminuye. En edificios
provocan asientos diferenciales que se manifiestan con agrietamientos de todas
las trayectorias en todos sus sistemas. En el caso de viviendas unifamiliares
puede llegar a provocar bufamiento de soleras o incluso elevaciones por
hinchamiento del terreno. En climas suaves una cota segura para la base de la
cimentación en estos terrenos puede situarse en torno a 3,00 metros
(profundidad donde se mantiene una grado de humedad uniforme, independiente
del clima), aunque esta cota no es válida para climas más calurosos.
Normalmente se toman precauciones como cimentaciones profundas, redes de
saneamiento colgadas y separadas del terreno, drenajes para evitar la presencia
de agua próxima a la cimentación, etc.
$
521'
/(6 7666 (+ 3( + 5(.-18
(& -
( /+.*00'
9//:"!7; <'
%'/.+ =0 ,0'/(-+ /<'
<'/&(+
*/'
3(%'-'
( +>
!""#
! "
- Rellenos: que puedan dar lugar a asientos por falta de compactación o también a
deslizamientos entre estratos.
?
!""#
# $
- Terrenos Agresivos por procesos químicos: Contienen un porcentaje apreciable
de sales o elementos nocivos para el hormigón (por ejemplo las aguas con
sulfatos en disolución, que reaccionan con el aluminato tricálcico del cemento,
dando lugar a cristales de gran tamaño y disgregando el hormigón por
expansividad). Los efectos de estas condiciones agresivas dependen de la
existencia de agua y de la permeabilidad del terreno, así como de las
dimensiones expuestas de la cimentación y de la calidad del hormigón
empleado. Normalmente se impide la presencia de procesos patológicos
mediante el empleo de cementos especiales.
@
!""#
4.3 ALTERACIONES DEL TERRENO
&
' (
A
!""#
) (
5. TÉCNICAS DE RECALCE
A modo de consejo se reúnen los siguientes comentarios que deben ser tenidos en
cuenta en cualquier técnica de recalce:
- “El mejor recalce es el que no se hace”. Los recalces son actuaciones caras, de
dificultad técnica y que tienen posibilidades de dañar la edificación; antes de llevar a cabo
un recalce será necesaria una evaluación minuciosa de las lesiones y la comprobación de
que están activas. El diagnóstico puede errarse por falta de experiencia e inseguridad.
Puede ayudar al mismo la apertura de catas en algunos puntos, sin sobrepasar la cota de
apoyo de la cimentación, con objeto de confirmar nuestras primeras opiniones.
#
!""#
Con objeto de dividir las diferentes técnicas de recalces se hará una clasificación en
función del plano de apoyo del recalce, comparándolo con el de la cimentación, resultando
los siguientes grupos:
- Recalces Superficiales:
- Por encima del plano de apoyo de la cimentación
- En el plano de apoyo de la cimentación
- Recalces Profundos:
- Micropilotes
- Inyecciones
- Jet Grouting
6. RECALCES SUPERFICIALES
Nos referimos en este apartado a aquellos recalces que se realizan por encima o en
el plano de apoyo de la cimentación, no suelen ser los más frecuentes ya que sólo se
pueden realizar en terrenos con estratos superficiales de buena calidad y ante situaciones
muy concretas, como un aumento de cargas o procesos patológicos en los materiales que
conforman la cimentación.
En el primer caso nos encontramos ante recalces por losas (difíciles de realizar en
edificios antiguos donde la estructura vertical está formada por muros y no por pórticos,
aunque no representa una dificultad insalvable), como siempre habría que resolver la
transmisión de cargas de los soportes de acero o los pilares de hormigón a la losa,
cuestión que se soluciona con facilidad mediante conectores con perfiles, chapas y
anclajes o armado complementario con acero corrugado.
*+ , - .
/ 0 12 3
$"
!""#
+ , -
/ 3 4 1 .
5 3
$$
!""#
Parte de las cuestiones anteriores se solucionan con el empleo de agujas metálicas
superiores que transmiten las cargas hasta el recalce, colocando de nuevo rodeando a la
cimentación, las agujas metálicas (en condiciones normales se colocarían sin necesidad
de apeo y a una distancia máxima de 1,00) se unen al recalce mediante placas metálicas,
actuando de esta forma como elemento rigidizador del mismo. Dependiendo el estado de
los sistemas la intervención se puede completar uniendo las dos vigas del recalce con
armadura, varilla roscada y tuercas o anclajes armados de morteros, uniendo las agujas
entre sí con perfiles metálicos (don ángulos para no descalzar el muro) en el supuesto de
un muro en mal estado, etc., aunque, lógicamente, estas cuestiones pueden hacer desistir
de este tipo de intervención por su coste.
+ 3 .
! 6
$!
!""#
7. RECALCES POR BATACHES
Genéricamente podríamos definirlos como los recalces realizados por debajo del
plano de cimentación y efectuados por partes (por bataches), dividiendo la cimentación en
zonas, descalzando las mismas aprovechando la redistribución de esfuerzos por el “efecto
arco” y creando el recalce por debajo de la misma hasta una cierta profundidad;
normalmente se trata de actuaciones superficiales, que no exceden de 3,00 metros de
longitud, ya que a partir de cierta altura resultan más económicos otros métodos, como el
recalce por micropilotes.
# 4
% + 4
$
!""#
Como se ha comentado, cuando se excava un pozo bajo un muro, éste pierde su
apoyo y se crea una “bóveda de descarga”, que transmite las cargas verticales hacia las
zonas laterales próximas aún apoyadas sobre el terreno. En estas condiciones resulta
intuitivo pensar que la longitud máxima de una batache estará limitada por dos factores: la
capacidad del muro para soportar el hueco abierto bajo él y la resistencia del terreno
adyacente al batache, que debe soportar temporalmente la carga adicional que supone la
eliminación de una parte del apoyo. Por todo esto, parece prudente afirmar que la longitud
de un batache no debe exceder de una longitud del orden de 1,20 metros, pudiendo
hacerlos más pequeños en el caso de que la fábrica o el terreno no estén en condiciones
óptimas, aunque a partir de una cierta medida resultaría excesivamente caro.
Por el mismo motivo, debe transcurrir el máximo tiempo posible entre la ejecución
de dos bataches contiguos, ya que provisionalmente se encontrarán sobrecargados por la
eliminación de uno de ellos; por lo tanto hay que buscar un orden de realización de los
mismos en los que se conjuguen diferentes premisas como el tiempo necesario para que
el hormigón alcance la resistencia necesaria, dejar en último término las zonas más
cargadas o que el ritmo resulte adecuado a las necesidades de la obra en plazo y precio.
Un ejemplo sería la figura inferior3, donde en primer lugar se excavan y ejecutan los
bataches número 1, una vez que alcancen la resistencia necesaria se continuaría con los
bataches nº 2 y así sucesivamente.
& 5 . 4
En cualquier caso, el hormigonado se tiene que hacer con rapidez, para mantener el
pozo abierto el menor tiempo posible; una vez realizado, la transferencia de cargas al
recalce, sin que se produzcan asientos o deformaciones adicionales excesivas, es uno de
los problemas más importantes, al igual que en las demás técnicas de recalces. En el caso
de los bataches, la transferencia de cargas se produce paulatinamente, a medida que cada
uno de los nuevos apoyos sustituye a los antiguos. En este sentido resulta claro que, a no
ser que el nuevo pozo de hormigón se ponga en carga contra la estructura, es decir, se
apriete contra ella mediante algún sistema, la transferencia de esfuerzos irá asociada a un
asentamiento adicional. Dicho asiento puede ser debido a varias causas, como el ajuste de
las holguras (de ejecución o por retracción del hormigón), defectos en el refrentado entre el
recalce y el cimiento, la deformación elástica del recalce o el posible asiento del nuevo
terreno de apoyo. Algunos de los procedimientos que pueden emplearse para controlar la
transferencia de cargas son:
7; 7 0(-
0 + /-
( C( '
-'.
(0'9/& &'
3'0'+>
$4
!""#
- Retacado con mortero seco, sin retracción; consiste en hormigonar el cuerpo del
batache, dejando una holgura artificial de 25 cm con la cimentación, una vez
realizado el fraguado del hormigón (y su consiguiente retracción) se rellena el
hueco dejado con un mortero seco, sin retracción, retacándolo manualmente con
la ayuda de barras.
' "
) " 3
Quizás el único procedimiento que permita controlar con toda seguridad la entrada
en carga del recalce sea el consistente en introducir gatos hidráulicos en huecos dejados
para tal fin entre los dos elementos a conectar. Mediante la puesta en carga de estos gatos
se consigue producir anticipadamente cualquier deformación elástica, distribuir las cargas
en la forma deseada y reducir los asientos adicionales. No es necesario resaltar que todo
lo dicho anteriormente ralentiza la ejecución de un recalce por bataches, por lo que
$
!""#
deberán contemplarse los plazos en el diseño de la actuación, con objeto de comprobar
que la actuación es compatible con el ritmo de la obra. Por último, parece lógico pensar
que una cimentación formada por una secuencia de pozos de hormigón sin unir
(solamente por la adherencia física-química que se pueda formar durante el fraguado del
hormigón) responda mas frente a alteraciones en el terreno, por lo que deben diseñarse
soluciones de unión entre bataches, que pasarán por el empleo de adhesivos como puente
de unión, empleo de barras de acero corrugado (dobladas – desdobladas) o uniones
físicas con formas encofradas.
Merece la pena comentar una técnica conocida como “Sistema Pynford”, con el que
se puede sustituir cimentaciones o zócalos de muros en mal estado por elementos de
hormigón armado, todo ello, normalmente, sin necesidad de actuaciones previas de
apuntalamientos.
* 4 3
$?
!""#
7 4
8. MICROPILOTAJE
4
('
-*+.(0'
9/'
/3 ' , ./ 0 (--
(,* -
'0(0'9/7; *8
(,(( -, D 0. D G0*0'
9/& %'0 ,'-.+ / (+&
0( . (>& - '/'+. ' & % /. .(.(& */(& - (+%2+0 %,-.(+ (+)* + 3' / & 3 %( +, 08 3'
0( (
&'
0C(.E0/'
0( , - )* + 0 %'/&(+*-0. * ( / +. & 0*% /. + , &*0'2/%2+'-
*+.(0'/ +& &'
0C .( (G
$@
!""#
Inicialmente, constituyeron un procedimiento de recalce específico, patentado por la
empresa italiana Fondedile en el año 1.950, entonces los “pali radice” eran pilotes de
pequeño diámetro, ejecutados con perforación a rotación y una tubería de entubación de
10 cm de diámetro; se colocada en su interior una armadura de una o más barras de acero
corrugado y se hormigonaba manteniendo la presión del mortero en cabeza con aire
comprimido mientras se extraía la tubería de entubación. A partir de la fecha y dado la
idoneidad de la técnica para determinados usos, se extendió rápidamente por toda Europa
apareciendo innovaciones en todas las fases del proceso.
De todas ellas, la que se tratará en este tema es la segunda, ya que es una de las
técnicas de recalce más empleada en la actualidad por sus numerosas ventajas:
- Es posible su ejecución en espacios reducidos, a partir de una altura de 2,00 m,
ideal para trabajos en sótano de edificios antiguos.
- Los equipos de perforación más potentes (rotopercusión) pueden atravesar
prácticamente cualquier tipo de terreno o cimentación.
- Según la técnica la alteración del entorno puede ser mínima.
- Dada su esbeltez trabaja casi exclusivamente por fuste (›85%), por lo que no es
necesario que en punta se apoye en un estrato consistente
Por el contrario, presenta algún inconveniente, como que los procesos de cálculos
son empíricos (el CTE no los contempla) y sólo se pueden contrastar con pruebas de
carga, o que la relación económica por la carga admitida es mayor que en pilotes.
! 8 ,9
$A
!""#
# $ 8 , : ; < 0
. , . . .
8.1 PERFORACIÓN
$#
!""#
Los sistemas de perforación a emplear serán a rotación –recomendables para
atravesar cimentaciones antiguas al provocar menores vibraciones- o a rotopercusión con
martillos de fondo o en cabeza, según la naturaleza del terreno; previamente habrá que
determinar si se efectuará con entubación metálica para contener los bordes de la
excavación, ésta puede ser recuperable –en la mayoría de los casos- o perdida en caso de
existencia de huecos o cavernas. En suelos inestables frente a los cambios de humedad o
en obras de rehabilitación no se podrán usar fluidos de refrigeración o tratamiento del
terreno y sólo se contará con el empleo de aire a presión. Por último habrá que tener los
medios necesarios en el caso de atravesar niveles freáticos (inyección de la zona previa
hasta conseguir taponar la afluencia de agua y reperforación posterior, entubación perdida
desde la superficie, etc.)
En la figura inferior se muestra las partes principales de un equipo de perforación
genérico:
& (2
8.2 ARMADURA
Se colocará la armadura a la mayor brevedad posible después de terminar la
perforación, esta no llegará al fondo de la misma, quedando a una distancia mínima de 10
cm con objeto de garantizar el correcto paso del material de inyección.
La armadura más habitual está formada por tubos de acero –de longitud variable
según el gálibo existente, aunque en obras de rehabilitación normalmente fluctúan entre
1,5 y 3,00 m- con uniones soldadas o roscadas. En caso de utilizar, además de la
armadura tubular, barras de acero corrugadas, será necesario disponer elementos que las
centren o mantengan en la posición adecuada.
8.3 INYECCIÓN
De nuevo, el tiempo transcurrido entre la colocación de la armadura y la inyección
deberá ser el menor posible, no es recomendable en ningún caso que este exceda de
veinticuatro horas.
El material a emplear será lechada de cemento (relación a/c 0,50) o mortero de
cemento (relación a/c 0,60 y contenido mínimo de cemento de 375 kg/m³), vertidos por
!"
!""#
gravedad o inyectados a presión –en la mayoría de los casos-, ambos materiales deben
soportar una resistencia característica a compresión, a los veintiocho días, igual o superior
a 25 N/mm².
' = >?
!$
!""#
) = >+
!!
!""#
!
!""#
8.4. EJECUCIÓN.
* @ 4 3 (
4 *,
!*3*,
%*= "
!4
!""#
(2 .
Este tipo de actuaciones presentan muchas incertidumbres que habrá que despejar:
estado de la cimentación y su respuesta frente a la perforación y los nuevos esfuerzos de
compresión, espacio libre para colocar pasadores metálicos, sistema de apriete de
pasador y estabilidad en el tiempo de la tensión, etc.
Aún resulta más complicado cuando sólo se puede acceder a una cara del muro
lesionado –como el caso de los muros medianeros-, ya que la transmisión de cargas a los
micropilotes se realiza “fuera de ejes”. A modo de ejemplo se presentan dos soluciones
propuestas por diferentes autores.
5 D F 7; * + 7 '
+ H 02-0*- 0 /+.*00'
9/D,(.-18
(
& 0'
% /.
(0'/ +D 0(-
0 +> &'
.(7 /+*-
. + E0/'
0 +& /+.*00'
9/ 'G9/$##A
!
!""#
(2
En segundo término se presenta una solución diferente, dada por Francisco Serrano
Alcudia6, en ella se descarga la cimentación existente mediante el empleo de soportes
metálicos anclados al muro, a la ventaja de no descalzar la cimentación se opone la
necesidad de contar con muros en buen estado o, de la misma forma que el anterior, la
utilización de vigas centradoras.
?
7;5(.-18
(& -
( &'
3'0(0'
9/ --/1*(G & -
(+1 '.
(+> &'
.(7 */&(0'
9/ +0* -
(& -
(
&'
3'0(0'
9/ (& '
&$###
!?
!""#
0
! 5
!@
!""#
Por último, cuando el recalce no coincide físicamente con la cimentación, el principal
problema radica en la correcta transmisión de las cargas a los micropilotes, en las
imágenes inferiores se presentan dos técnicas para la ejecución del encepado:
# $
% $
!A
!""#
9. INYECCIONES EN EL TERRENO
& (2 3
' (2 = A $ A = A! B 4 A# 6
!#
!""#
La lechada que se inyecta normalmente es de cemento-agua, para corregir su
inestabilidad –las partículas sólo se mantienen en disolución mientras se les
aplica una energía de agitación- se suelen emplear aditivos como bentonita o
arcillas. Frente a la ventaja de su economía se encuentra la desventaja de que el
elevado tamaño de sus partículas sólo permite tratar terrenos muy permeables,
en otros casos tendremos que utilizar lechadas de arcilla, geles, resinas, etc.
) " 3 :3
"
!""#
! 5 >3
! = . 3
$
!""#
Aunque se cita en numerosas publicaciones la mejora de la cimentación mediante
inyecciones, lo cierto es que esta técnica está mediatizada porque la perforación con las
técnicas normales de inyección (perforaciones de 5 centímetros, separadas en torno a
2,00 metros) podría causar lesiones en las cimentaciones antiguas y también porque
resulta imposible conseguir un reparto homogéneo de la inyección a través de la estructura
del cimiento.
! = . 3
!
!""#
!! " .
Su ejecución responde normalmente a los siguientes pasos:
!#
!""#
Como ya se ha indicado, la mejora de terreno en el entorno de los edificios es su
uso en trabajos de rehabilitación.
!% D CE
4
!""#
ANEXO Nº 1: EJEMPLO DE CÁLCULO DE MICROPILOTES
!& $ .
!""#
?
!""#
@
!""#
A
!""#
#
!""#