Resumen Final Ye
Resumen Final Ye
Resumen Final Ye
2021
Una mirada panorámica del largo siglo XIX:
Fase primera y decisiva de la transformación del capitalismo. Esa fase fue la de una
revolución de la industria capitalista a favor de la clase burguesa y liberal que se dio
especialmente en Francia y Gran Bretaña.
Es la época del triunfo de la sociedad burguesa pero también de aparición de fuerzas que
buscaban otro tipo de sociedad.
Época de triunfo del capitalismo, de una sociedad que creía que el desarrollo económico
estaba en la empresa privada competitiva. Época de nuevas oportunidades y de progreso
moral y material. Posibilitada por la doble revolución.
En 1848 se quiebra la era anterior que era simétrica y unida: retrocede la revolución
política y avanza la industrial. La de 1848 es la última revolución europea.
Millones de pobres emigran. Los países del tercer mundo debieron elegir entre el
exterminio, la resistencia o la integración.
Época dominada por las contradicciones de la época anterior. fue de paz pero también de
gestación de la primera guerra mundial.
-Hacia siglo XVIII GB era un país rico y floreciente. Ya tenía las condiciones necesarias
para emprender la industrialización, o bien podían conseguirse con facilidad:
Desarraigo económico, social e ideológico del campesinado de sus tierras, por lo que era
fácil transferirlos a zonas industrializadas
Era un mercado nacional, y no solo una economía de mercado, beneficiaria deun sector
manufacturero y de un comercio maduro
La renovación técnica podía emprenderse por unidades pequeñas escalas, sin grandes
inversiones y necesitaba para la expansión solo de los beneficios sucesivos. Al no ser
grandes innovaciones tecnológicas, no se requería mucha inversión ni trabajadores
cualificados
Entonces, el problema del origen de la RI no es cómo se acumuló el material de la
explosión económico sino cómo se prendió la mecha, es decir, cuál fue el catalizador.
Para el autor hay que mirar “las relaciones entre la obtención de beneficios y las
innovaciones tecnológicas”. Porque las empresas privadas no buscan innovaciones
tecnológicas en sí mismas, sino que siempre buscan el beneficio. Para que los hombres de
negocios revolucionen la producción tuvieron que presentarse las condiciones.
Pero, ¿Por qué en siglo XVIII? Acá hay que mirar a la economía mas global de la que
GB formaba parte: el comercio con el mundo subdesarrollado. Proliferan redes
comerciales ultramarinas. Esto le generó nuevas necesidades a Europa, impulsando a crear
localmente manufacturas que sustituyeran la importación de materias primas.
Con las innovaciones técnicas (spinning-jenny, la mule) el hilado niveló el atraso que
tenía en comparación al tejido y se transformó en el fundamento de la fabrica mientras
que el tejido siguió siendo sobretodo manual.
A esta primer etapa de la R.I. el autor la denomina primitiva porque se basó en la aplicación
de ideas sencillas o reutilización de innovaciones antiguas y baratas, pero que ahora tenían
más resultados.
La inestabilidad aparece con las crisis de las décadas de 1830 y 1840, con movilizaciones y
protestas por la pobreza, que llevan a la contracción del mercado interno.
El autor estudia la vía francesa hacia la industrialización y para eso piensa a Francia en
sus propias lógicas.
Para siglo XVIII la sociedad era mayormente rural, las máquinas de vapor eran incipientes.
Sin embargo, a ojos de la época, la sociedad era industrial.
A partir de estas caracterizaciones, el autor interpreta que a ojos de siglo XVIII Sociedad
Industrial significaba “relaciones voluntarias constituidas entre las personas sobre la
base de su diligencia para llevar a cabo las tareas de la vida misma”. Así, el término se
adecúa a lo que se estaba viviendo: “A través de la RF, Francia se estaba constituyendo en
una nación conformada por voluntades combinadas de un cuerpo ciudadano… Por otra
parte, la conservación de la propiedad privada y la nueva estimación sobre el trabajo o
la industria humana llevaron al carácter industrial de esa sociedad”.
En el Antiguo Régimen, el estado buscaba el desarrollo económico en tanto permitía un
rendimiento del impuesto. En los gobierno pos revolucionarios buscaban el desarrollo
económico por sí mismo, reconociendo a la propiedad privada y el estímulo a la
agricultura y a la industria eran indispensable para ello.
Entonces, el autor afirma que la sociedad francesa de siglo XIX era industrial, en 2
sentidos distintos pero relacionados:
Características:
Cannadine
Apuntes de teórico
Partiendo de la premisa de que nuestra mirada del pasado está profundamente influenciada
por nuestras preguntas del presente, el autor analiza cuales son los ejes de interés que han
llevado a diversas corrientes a estudiar la Revolución industrial y atiende a los contextos de
producción de esos trabajos.
(La base indiscutida es que en Gran Bretaña hubo un salto desde una economía de base
agraria a una de base industrial, en general asociado a innovaciones tecnológicas que
permitieron un crecimiento auto-sostenido y aparentemente ilimitado de la industria. Las
preguntas y teorías son en relación a cómo se da, a partir de qué innovaciones, etc.)
Cuatro generaciones:
La ven como un cambio/ruptura abrupta y dramática con el pasado, que tuvo efectos
negativos: aectó directamente las condiciones sociales laborales y económicas de la clase
trabajadora y que son un antecedente para pensar su presente. Entonces, se enfocan en
estudiar los niveles de desempleo, pobreza, hacinamiento, etc.
3.Después de la segunda guerra mundial, en los años dorados del capitalismo. Abarca
distintas tradiciones historiográficas (Liberales y Marxistas como Hobsbawm). Sus posturas
están relacionadas con el auge del capitalismo de los 50, el boom del consumo, el estado de
bienestar, el fordismo, etc. Es decir, una mirada optimista del capitalismo y entonces la RI
aparece como el origen de este proceso positivo a largo plazo: es un modelo económico
que lleva al desarrollo y a la industrialización, alcanzando niveles de bienestar para la
sociedad. No obstante, autores como Hobsbawm no niegan las contradicciones y efectos
negativos que la Ri implicó para la clase obrera, pero la entiende como una etapa necesaria
en la historia.
Pensando en una mirada de largo plazo, ponen en juego esa idea de modelo a replicar,
porque si Inglaterra fue el primer país en industrializarse, es porque sus condiciones eran
únicas, particular.
Entonces, ¿Qué queda en pie de la RI? Canaddine dice que sí se produce un cambio
estructural de los recursos económicos, la industria empieza a generar mayores recursos por
sobre la agricultura, pero si eso se dio a través de una revolución o de un cambio procesual
y evolutivo es una discusión que se habilita en esta etapa. Su mirada se relaciona con la de
Berg: ella tiene una mirada a largo plazo, recupera una mirada más procesual pero a
la vez reconoce la importancia de las transformaciones que se dieron. Es decir, a
diferencia de los neoliberales, Berg entiende el proceso de industrialización británico como
una revolución y, en vez de negar, atiende al conflicto, es decir, estudia los procesos
económicos pero a la vez recupera también la historia social y, lo que es más rico aún,
es que lo hace desde una perspectiva de género.
Introducción:
O sea, las variables que estudia son 2: las formas de organización y las tecnologías.
Berg piensa a la RI como un proceso más a largo plazo y que es multifacético: dice que no
se deben estudiar solo los resultados del crecimiento económico sino también los conflictos
y las contradicciones. Y piensa a la fabrica y a las tecnologías en el marco de un proceso
de industrialización que se remonta a principios del siglo XVIII y abarca hasta
principios de sigo XIX (por ejemplo a diferencia de Hobsbawm que toma solo el último
cuarto de siglo XVIII).
Durante la mayor parte del siglo XVIII, la industria estuvo dispersa en unidades domésticas
de producción y talleres. Pero el sistema domestico ha ocupado lugares marginales en los
debate por estar asociado a las tecnologías estáticas, a organizaciones preindustriales.
Se suele afirmar que la dinámica especifica del sistema doméstico se generó a raíz de la
yuxtaposición de la economía tradicional y el mundo del mercado.
Hans Medich ha relacionado el auge de la industria rural del cottage (cabaña), basada en los
mercados extranjeros y coloniales desde el siglo XVI al XVIII, con la concurrencia del
crecimiento demográfico y la consecuente polarización socioeconómica de la poblacion, la
emergencia de un mercado mundial y de n mercado colonial, y una estructura organizativa
basada en la economía familiar tradicional orientada hacia la subsistencia autosuficiente.
David Levine ha descrito el sistema como el de un incipiente capitalismo que socavaba los
cimientos del control social tradicional, que había mantenido un equilibrio demográfico en
las sociedades campesinas, en la que se mantenía una relación estable tierra-mano de obra.
la economía de subsistencia regulaba la producción, el beneficio y el consumo. Se afirma
que fue el aumento de industria doméstica, con su nuevo mercado mundial, el factor que
eliminó las limitaciones de edad para el matrimonio y del tamaño de la tenencia,
provocando un aumento demográfico y fragmentación de la tierra.
Entonces los salarios eran bajísimos lo que hizo prosperar al sistema de proto-
industrialización. No se invertía mucho porque los salarios bajos significaban que las
técnicas primitivas eran más rentables.
Hay que tener en cuenta los bajos salarios o productividad del trabajo, y la flexibilidad y
capacidad para incrementar la intensidad del trabajo. Con frecuencia se ha afirmado que se
produjo una temprana división del trabajo en el seno de la familia, monopolizando los
hombres la mayor parte del trabajo agrícola, pero se ignora la importancia de la
contribución económica de mujeres y niños tanto en la agricultura como en los oficios
urbanos pre-industriales, y es justamente lo que Berg busca rescatar.
Mujeres y niños se convirtieron en una atractiva reserva de mano de obra a los ojos
de mercaderes manufactureros. El hilado era el oficio doméstico arquetípico, y la
segunda industria femenina en importancia era la de los encajes, junto con la calcetería
manual, guantes, botones, seda y metalurgia.
Berg afirma que la hilatura siguió siendo un oficio femenino hasta las jennies y las mujeres
siguieron estando entre los obreros peor remunerados. Igualmente seguía utilizándose la
vieja rueca que tenía poco coste y que podían usar mujeres mayores y niños. Es decir, la
rueca mantenía ocupada mano de obra que de otra manera no lo estaría.
Con el proceso de maquinización las mujeres no quedaron desempleadas sin más, sino que
se convirtieron en una nueva fuente de mano de obra barata a finales de siglo XVIII y
principios del XIX, aprovechada por nuevas industrias rurales de encajes, guantes, botones
de camina y por los nuevos oficios urbanos desde 1830.
La división sexual del trabajo entre oficios o ramas de estos complementaba la división
sexual del trabajo específica del proceso del trabajo y las tecnologías, quedando las mujeres
relegadas a técnicas de trabajo mas intensivo y de menor eficacia.
Entonces, cada vez se fue excluyendo más a las mujeres del aprendizaje para que se
dediquen a las tareas domésticas, lo que llevó a degradarles el salario. así, prevalecían ideas
patriarcales del lugar subordinado de la mujer en la familia y las tareas de hogar y de
crianza no se valoraba.
“Lo que parece que sucedió fue que, con el auge de la industria doméstica las actividades
femeninas mal remuneradas, pero aportadoras de dinero, se asociaron cada vez más a las
tareas domésticas”, borrando la división entre actividades remuneradas y tareas dom.
Notas:
Durante siglo XIX empieza a darle importancia (se la estudia y documenta) a la mujer
trabajadora, pero esta ya existía antes como hilandera, modista, cervecera, niñera, criada.
La mujer trabajadora fue un producto de la RI pero en el sentido que cobra
visibilidad: aparece como un problema que debe resolverse.
Con el desarrollo del capitalismo industria se da la separación entre hogar y trabajo, y surge
la homogeneidad de experiencia de las mujeres, acentuando las diferencias sexuales. Por
otra parte, se presentaba al obrero como el trabajador ejemplar. El sexo aparece como
única diferencia entre hombres y mujeres en el mercado laboral. Esa separación de
hogar y trabajo subraya las diferencias biológicas que se legitiman como base de la
organización social, lo que dio lugar a la interpretación de la “doctrina de las esferas
separadas”.
Scott entonces analiza a las mujeres trabajadoras, definidas como fuente de mano de obra
adecuada para determinados trabajos, lo que es resultado de procesos discursivos.
Antes de la industrialización las mujeres trabajaban fuera de sus casas. Algunas contrataban
nordizas para que cuiden a sus niños. La mayoría de trabajadoras eran jóvenes, solteras y
trabajaban lejos de su casa aunque las mujeres casas también laburaban.
Esto también caracteriza al periodo de industrialización del siglo XIX, donde la mayoría de
las mujeres trabajaban en el servicio doméstico o son empleadas textiles porque era la
mayor oferta de trabajo para mujeres. El traspaso de la población asalariada femenina
no tuvo lugar del hogar al trabajo fuera de este, sino de un tipo de trabajo a otro.
Y, como también plantea Berg, la industrialización no fue la que habilitó el trabajo para las
mujeres, sino un cálculo del coste de la fuerza de trabajo. Las mujeres eran fuerza de
trabajo barata, y se las consideraba aptas para determinados tipos de trabajo, generalmente
textiles: esto formaba parte de un sentido común general, de discursos.
La economía política fue uno de los terrenos donde se originó el discurso sobre la división
sexual del trabajo. La idea era que el salario de los varones debía servir para que sean el
sostén de las familiar, mientras que el de las mujeres era solo un complemento ya que por
naturaleza dependían de los hombres. Así, el salario del varón tenía un doble sentido: le
compensaba la prestación de su fuerza de trabajo a la vez que le otorgaba el estatus de
creador de valor en la familia. En consecuencia, el trabajo femenino no tenía valor de
interés por lo que las tareas domésticas no se tenía en cuenta en los análisis de la
reproducción de la generación siguiente y su salario se describía siempre como insuficiente.
Otro lugar en el que se construyeron discursos de la división sexual del trabajo fue en las
prácticas de los sindicatos: estos protegían los empleos y salarios masculinos. Las mujeres
eran marginadas con la excusa de que su estructura física determinaba su destino social
como madres y esposas.
Fueron estos discursos acerca de la división sexual del trabajo lo que hicieron de la
mujer un problema. Entonces, el surgimiento de la mujer trabajadora en el siglo XIX no
se debió a un cambio en la localización, cualidad o cantidad de su trabajo, sino a la
preocupación de sus contemporáneos por la división sexual del trabajo.
Kocka, “Las clases medias en Europa”
Para Kocka no se puede estudiar a la burguesía de siglo XIX en términos marxistas porque
tienen posiciones distintas en el mercado. La burguesía está compuesta por grupos
heterogéneos con diferencias internas pero hay también rasgos unificadores, para rasrearlos
el autor combina una perspectiva relacional con otra cultural.
Relacional: porque emerge como una formación de individuos que se identificaron por
contraposición a otros grupos. A principios de siglo XIX se distinguían y oponían a la
nobleza, monarquía absolutista y a la ortodoxia católica. Para fines de siglo XIX la
demarcación pasa por diferenciarse de la clase trabajadora y el “bajo pueblo”.
Cultural: A partir de esa oposición se identifican y cohesionan como grupo y adquieren una
cultura en común: una identidad y una visión de la sociedad que los beneficiara.
Enfatizaban valores de meritocracia, educación, valor de trabajo, autocontrol (formas de
comportarse en público) y de un modelo de familia tradicional y patriarcal.
En estas regiones se puede ver una tendencia hacia la mezcla de elementos aristocráticos y
brugueses, lo que permitió un declive gradual y relativamente suave del componente
aristocrático y un ascenso igualmente gradual de la burguesía; que en 1914 se convirtió en
el socio dominante de la alianza.
2.Central y oriental: El viejo orden fue más rígido impidiendo a los vecinos ricos adquirir
tierras. Por tanto, fue más rígida la permanencia de la nobleza, también por la permanencia
de una estructura feudal.
No se le puede dar un comienzo nítido a la burguesía, sino que tenemos que considerar tres
entornos diferentes de surgimiento:
No obstante, por las revoluciones (sobre todo la del 48) hay una retracción de la burguesía.
Se agranda la brecha entre burguesía y clases bajas.
A fines de siglo XIX, por las movilizaciones, se da una creciente democratización y se pasa
a una política de masas y de clases. Y la comuna de París termina de cimentar la noción de
clae trabajadora como un agente político esencial.
Conclusiones:
Son un sector dinámico en una época dinámica pero, hacia 1848, cuando entran en “la era
del capital”, donde consiguen todos los réditos económicos, “se relajan” perdiendo musculo
político (esto lo dice Hobsbawm)
Empieza contando el caso de la reina Carolina quien se casa con el rey Jorge IV, un típico
matrimonio por conveniencia pero Jorge le pide el divorcio y sale a ensuciar a Caro con
calumnias. La opinión pública sale a favor de ella pero con discursos que la victimizan y lo
acusan a Jorge de mal hombre que atenta contra los valores del buen marido y buen padre.
El caso muestra que ya había un ambiente abonado y dispuesto a escuchar ideas que ya
estaban circulando: de domesticidad, del deber ser. A Jorge se le exigía ser buen ciudadano
pero también cumplir con los roles familiares. El libertinaje sexual y el matrimonio sin
amor ahora estaban mal vistos, se enfatizaba el matrimonio y la familia feilz. O sea, es toda
una crítica burguesa a la naturaleza de los matrimonios aristocráticos.
Pero el vehiculo principal de estas ideas en Inglaterra fue el evangelismo, que aparece a
fines de siglo XVIII. Así se redefinieron los roles de género.
Las 2 esferas:
Varones ámbito publico; mujeres ámbito privado, subordinadas a su marido pero a la vez
tenían poder en lo privado, porque “no estaban contaminadas por los vicios del mundo
exterior”. Esta dicotomía tenia fundamentos en lo biológico, el nacimiento y la costumbre.
Tanto Hall como Kocka muestran la centralidad de la familia en la cultura burguesa. Dicen
que fue “Una pequeña iglesia”, “un propósito en si mismo” respectivamente. A través de la
familia se redefinen las relaciones de genero al interior de la familia y así emerge la
doctrina de las dos esferas: se abre la brecha y se consolida en paralelo a la consolidación
de la bruguesía como grupo social.
Los Cadbury:
A través de esta familia Hall muestra la separación de las 2 esferas. En su evolución se puede ver
cómo evoluciona la burguesía. También muestra la materialidad que tiene esa doctrina. Hacia
fines de siglo XVIII las familias de clase media vivían encima de sus locales, todo el grupo familiar
formaba parte del negocio pero, al ritmo de la prosperidad de los negocios y comercios, las familias
burguesas fueron separando el ámbito labral del hogar y las mujeres quedaron excluidas del trabajo.
Despard fue arrestado en una taberna junto con hombres que habían creado organizaciones
de peones, jornaleros, trabajadores portuarios y espcialmente soldados. Estos hombres se
hacían sumado al movimiento para romper las cadenas de la esclavitud y para
recuperar algunas libertades perdidas.
Por otro lado, Catherine era una mujer afro-americana que había acompañado a
Edward cuando este hizo la travesía por Centroamerica en 1790. Ella fue
especialmente activa en los movimientos a favor de los derechos de los prisioneros en
1790 y hacía conexiones entre Edward y otros revolucionarios que estaban afuera de las
prisiones. También trabajo en los niveles mas alto de la sociedad y el gobierno. Era, por
tanto, más organizadora y mensajera que Edwars y a los jefes les preocupaba más.
En la historia de estas luchas se ignora a Catherin: “Una sombra (mujer) dentro de otra
sombra (negra) que está dentro de otra sombra “revolucionaria”. La lucha de las
personas que cultivaban la tierra por la libertad y contra la esclavitud fue trasladada
por personas como Catherine a la sociedad industrial y urbana.
Edward era inglés, un país donde existía un inmenso antagonismo social. Como oficial
llegó en 1766 a Jamaica, una de las sociedades esclavistas mas importantes del mundo y fue
mejorando su posición militar y creando vínculos con nativos. en 1786 desembarca en
Belice, dodne gran parte de las tierras se habían transformado en propiedad privada.
Despard estaba encargado de la subsistencia de los nuevos colonos y de conseguir su
integración en la colonia.
Es posible que en Belice estableció su alianza con Catherina. Juntos llegan a Londres en
1790 y se encontraron con un movimiento que ya estaba en marca y que buscaba abolir la
esclavitud. Esclavos y trabajadores de la industria constituyeron la principal fuerza
insurgente que estuvo detrás de la conspiración del matrimonio Despard. Luego
estaban los campesinos desposeídos y luego los marineros y trabajadores portuarios, por
ultimo, los irlandeses.
Despard fue acusado en su discurso por proliferar ideas utópicas, como libertad
igualdad y justicia. Su concepto de raza humana tomó fuerza en gran medida a partir
de su oposicion a un concepto de raza que era justamente lo contrario. Se creía que la
raza era solo una y el lo tomaba como algo universal.
Thompson – “La formación de la clase obrera en Inglaterra”
Introducción:
Utiliza la noción de formación porque concibe que este es un proceso activo que debe
tanto a la acción como al condicionamiento. Asimismo, dice que la clase obrera estuvo
presente en su proceso de formación, y utiliza clase en singular porque “clases” es
impreciso, nuclea a un conjunto de fenómenos distintos.
Por clase se entiende un fenómeno histórico que unifica una serie de sucesos dispares, y
aparentemente desconectados, tanto por la experiencia como la conciencia. No ve a la
clase como una estructura sino como una categoría, algo que tiene lugar en las relaciones
humanas. Es decir, Entonces, la clase no es una cosa, es una relación: la definen los
hombres en el devenir de la historia, mientras hacen su propia historia. Con esto niega
que la clase obrera sea un producto exclusivo de las maquinas: porque se hace a sí misma
en su propia experiencia.
De esta manera, la clase cobra existencia cuando algunos hombres, como resultado de
experiencias comunes, sienten y articulan la identidad de sus intereses, y frente a otros
hombres con intereses opuestos a los suyos.
Capitulo 6, Explotación:
La fábrica aparecía como un símbolo de energías sociales que destruían en el mismo curso
de la naturaleza y encarnaba una doble amenaza hacia el orden establecido: la amenaza de
la riqueza industrial, que tenían ventaja sobre los terratenientes, y la amenaza de la
población obrera industrial. la máquina de vapor había reunido a la población en densas
masas que se dedicaban al libertinaje y pillaje.
Sin embargo, lo que más causaba inquietud eran las consecuencias humanas de las
innovaciones industriales. Porque la población era nueva: pero no solo en su formación sino
también en su forma de pensamiento y acción.
Muchas de sus ideas y formas de organización habían sido ya adoptadas por los
trabajadores a domicilio, y es discutible si la mano de obra fabril formó el nucleo del
movimiento obrero antes de los últimos años de la década de 1840. El jacobinismo había
echado raíces muy profundas entre los artesanos, y el ludismo fue e sí producto de obreros
cualificados en pequeños talleres.
De esta manera, el hecho destacable del periodo comprendido entre 1790 y 1830 es la
formación de la clase obrera. Esto se revela, primero, en el desarrollo de la conciencia
de clase, de intereses en común contra los intereses de otra clase. Y, en segundo lugar, en
el desarrollo de las formas correspondientes de organización política y laboral. Hacia
1832 había instituciones obreras, como sindicatos, periódicos, pautas de
comportamiento y una concepción obrera de sensibilidad.
Las fuerzas que contribuían a la reforma política a finales del siglo XVIII (gentry, yeomen,
pañeros y artesanos) estuvieron cerca de conseguir algunas victorias aisladas, pero después
del triunfo de los derechos del hombre y de la radicalización de la RF, sólo la plebeya
sociedad de correspondencia se mantuvo firma contra las guerras contra-revolucionarias,
formando una tradición subterránea que actuó hasta fin de las guerras.
Entre 1769 y 1820 se generalizan los enclousures, con los cuales se pierden los derechos
comunales. La mayoría de los trabajadores rurales se convierten en trabajadores a
domicilios asalariados, y son estos también los años de emplear niños y mujeres en
fábricas. Todo contribuía a la transparencia del proceso de explotación y a la cohesion
social y cultural de los explotados.
Entonces, lo que sucede ahora es que las relaciones económicas son mas descarnadas por lo
que la explotación es más transparente. La opresión política tiene que ver con el temor
ingles a la experiencia de la RF: se recurre a las leyes como armas parlamentarias para
tranquilizar a los comerciantes y a la aristocracia.
En cuanto a las condiciones objetivas mateirales de la RI, Thompson tiene una visión
pesimista: hay una mejora media del nivel de vida material pero se intensifica la
explotación. Quizá algunos cobraban más y podían consumir más, pero no quiere decir que
sean más felices. Entonces el ve como esos índices económicos, cómo esa materialidad
objetiva afectó la vida de los trabajadores. La desarticulación de las redes de contención
sociales, de los antiguos modos de vida, la perdida de la individualidad, de libertad en el
trabajo, se pierden y esto se experimenta como algo trágico.
Por otro lado, el nucleo fundacional de la clase obrera no son solo los de la fabrica: también
los artesanos. Y son las tradiciones pre-industriales de ayuda mutua, socorro, solidaridad,
las que van a formar la clase obrera moderna industrial. Esto lo aleja de Engels.
El autor hace un análisis de cuáles eran las condiciones que tenían los trabajadores
manuales (hiladores, tejedores) quienes combinan las tareas de agricultor con la
producción a domicilio. O sea vivían e el campo pero tenían su maquina de hilar o tejer y
por medio del mercader comerciaban con las ciudades.
Con la RI esa clase de trabajadores manuales tuvo que salir de su modo de vida cómodo y
modesto. La RI los convierte en meras máquinas pero, a su vez, los impulsó a pensar y
a exigir una posición humana.
Con las nuevas maquinas (Jenni, Mule) se empieza a producir mucho más hilado y, a raíz
de esto, la demanda de telas tejidas aumentó aun mas a causa del menor precio, en tanto las
nuevas maquinas habín abatido los costos de producción del hilado. Así mismo, se
necesitaban mas tejedores para producir con este hilado por lo que los salarios aumentan.
De este modo, fue desapareciendo la clase de tejedores agricultores convirtiéndose en
la recién formada clase de los tejedores exclusivos que vivían solo de sus salarios, no
tenían posesiones y así se convirtieron en proletarios.
Los que no podían comprar una Jenni se convirtieron en yeomen (campesino que cultiva su
propia tierra). Como los obreros se retiraron a las ciudades sobraban terrenos libres y en
ellos se enquisto la nueva clase de grandes arrendatarios. Como vendían sus productos mas
baratos que el yeomen, éste tuvo que trabajar como prletario agrícola en la tierra del
arrendatario.
La jenni junto a la maquina de vapor fue el invento mecanico mas importante de siglo
XVIII. Pero en 1875, combinando las características de la Jenny del telar continuo, se
inventó la Mule, que hizo que el sistema fabril se convirtiese en el único imperante para el
hilado de algodón. En 1804 se inventa el telar mecánico y todas esas máquinas adquirieron
doble importancia gracias a la máquina de vapor. Así, quedaba definido el triunfo del
trabajo mecánico sobre el manual. Como consecuencia, caen todas las mercancías
manufacturadas, se fortalece la industria y el comercio y se incrementa elproletariado.
Los años de la Regencia (Jorge IV), entre 1811 y 1820, fueron de turbulencias y revueltas
en Inglaterra. Las revueltas ludistas, en los condados centrales y del norte fueron
destructivas e involucraron una gran fuerza militar. El momento culminante de disturbios
fue 1812. El ludismo fue un movimiento de protestas y revueltas que ocurrió en varios
condados ingleses durante esta década a raíz de la coyuntura de la depresión
industrial, sobre todo por la combinación entre el cierre del comercio exterior, un
largo periodo de malas cosechas y decisiones políticas en favor de empresarios que
buscaban reducir sus costos de producción.
Tres oleadas:
En las 3 oleadas el gobierno tomo medidas represivas tanto por vías institucionales como
militares e ilegales pero también hubo cierto margen de negociación entre trabajadores y
propietarios. Los ludistas contaron con distintas estrategias institucionales que
complementaban con los disturbios.
El análisis de Rudé se aleja de la visión tradicional que atribuye un carácter irracional a los
disturbios. El evidencia que perseguían objetivos económicos y laborales. No obstante,
dice que no tuvo fines políticos y que sus métodos de lucha eran pre-modernos por
tanto destinados inevitablemente a fracaso con el advenimiento del capitalismo
industrial. Es decir, una mirada teleológica. Se puede contraponer con Thompson, quien
piensa a los ludistas en sus propios términos, ubicándolos históricamente dentro del proceso
de formación del movimiento obrero inglés, lo que lo lleva a afirmar que el movimiento
tuvo objetivos políticos e incluso potencialmente revolucionarios: buscaban una alternativa
al capitalismo industrial, la derrota no fue un devenir inevitable.
REVOLUCIÓN FRANCESA
Todos los autores que estudiamos (Souboul, Castells, Reichardt, Sazbón) dan cuenta de la
multiplicidad de proyectos y posibilidades de reorganización de la sociedad que se llevaron
adelante en la RF. Muestran que la RF se constituye de “múltiples revoluciones”, y que no
fue simplemente una “revolución burguesa”.
Sazbón tira algunas claves conceptuales para pensar el significado histórico de la RF, su
importancia y trascendencia. Discute con autores revisionistas.
Y para ello hace una reconstrucción de la RF que, al igual que otros autores de la unidad,
piensan a la revolución como proceso político, atendiendo sobre todo a las primeras dos
etapas de la RF, que son los momentos de mayor ebullición, conflicto y desenvolvimiento
de actores, voces, ideas, proyectos.
Piensa el proceso político y la dinámica política y de politización cada vez más extendida,
enmarcada en las condiciones estructurales de la época (el antiguo régimen), per que va
adquiriendo una lógica propia, que es novedosa, la revolución irrumpe en la historia y
empieza otra cosa nueva.
La tercera dimensión es “El cambio en las mentalidades”, que refiere a que ese cambio de
conciencias ya se viene produciendo en épocas anteriores, en la de difusión de las ideas que
expanden los “letrados”, los ilustrados: examinan las creencias arraigadas y católicas con
criterios racionales. Ahí ya había todo un vocabulario, léxico y formas de pensamientos,
que se expresa en panfletos, libros, teorizaciones, y que van deslegitimando los poderes
existentes y a promover una nueva forma de razonar y de argumentar la constitución del
poder político.
Pero el autor plantea que no hay una continuidad lineal, mecánica, que lleve
necesariamente desde las ideas ilustradas hacia la revolución, sino que esto fue lo que
sucedió particularmente en Francia.
Es decir, para Sazbón, en esas secuencias que tiene el proceso de la RF, lo principal es la
compulsión a inventar ante coyunturas desfavorables. Es decir, por la crisis estructural que
está de fondo, este proceso político revolucionario que se inicia con la confrontación entre
los parlamentos y la corona, se terminan de derrumbar los parámetros tradicionales y
aparece la necesidad de armar algo nuevo, se reinventa a si misma, porque con la
revolución la historia se abrió [Acá se puede retomar Kosellek].
Por otro lado, en el mismo proceso se van acumulando demandas que amplían a las
anteriores. Es decir, la idea misma revolución está vinculada a la afirmación de derechos, y
da una lógica de ampliación y de ilimitación de demandas: a medida que se consiguen
derecho se van exigiendo otros. En principio, la RF concede derechos civiles y garantías de
liberales –de la persona, propiedad, de expresión. Pero estos son una base sobre la cual se
van a demandar y establecer otros: que todos puedan ejercer derechos políticos: se puede
ver que en ese proceso se está gestando la democracia, en el sentido de que la población
puede opinar y participar de la política. Hay un proceso de democratización [Del que habla
Reichardt cuando da cuenta de que los medios de comunicación social fueron una de las
prácticas culturales que impulsaban la revolución. Las publicidades se van a democratizar a
medida que se radicalizaba el proceso y se cargan de una fuerte impronta popular y
revolucionaria].
Y que se vincula con que después vienen los derechos sociales: la masa del pueblo seguía
con problemas de subsistencia y hambre. Y acá está la alianza jacobina con los SC
(Castells), es decir, entre los sectores más radicalizados de la revolución, con el mundo de
la organización popular. Y hay una intención de construir una sociedad igualitaria, que
trasciende lo jurídico, hay una lógica de igualdad y es por esto que el autor dice que se está
ensayando la democracia moderna.
Y esto tiene que ver con que en el proceso se van intentando todas las expresiones
políticas de la modernidad. El autor dice que en pocos años se presentan todas las formas
o los tipos de regímenes que en el futuro la modernidad va a establecer como alternativas
del gobierno. Y es por esto, dice, que es importante estudiarla y es por esto también que es
trascendental.
En este sentido, Sazbón plantea que el jacobinismo, que es una forma determinada de gente
político, de pensar la urgencia de la coyuntura política, va a convertirse después en un
modelo de energía revolucionaria. De modo que la RF fue una fuente determinada de
modelos y figuras para pensar procesos futuros. El autor habla de “comparatismo”, porque
la RF queda como la revolución paradigmática a la que van a volver otros procesos futuros.
-El sector que no fue satisfecho por la ampliación de demandas fue el de las mujeres.
cuando la RF llega a la ampliación de derechos políticos, se mezcla la ley con la costumbre
–que establecía que las mujeres no deben estar en la esfera pública-. Y en ese proceso, las
mujeres adquirieron voz autónoma para discutir la idea de universalidad. Puede verse, en
que lo primero que se cierra dentro de la revolución popular son los clubes de mujeres: las
mujeres tensionaron al proceso e incluso el propio espacio social. Por lo tanto, se ve que
aparece un reclamo feminista que es también un legado para los siglos posteriores.
Todo esto muestra también las herencias y los legados que va dejar la RF. A diferencia de,
por ejemplo, el revisionismo que plantean que la RF “murió”, para Sazbón la RF dejó
enormes legados sigue teniendo vigencia. Y esto también se relaciona con el tiempo futuro
del que habla Kosseleck: porque la RF abrió una lucha a la que todavía hoy podemos
recurrir para pensar un futuro, es una memoria para el presente.
A partir de estas categorías, el autor muestra que la sociedad moderna abre un nuevo
régimen de temporalidad.
Su tesis es que la experiencia y expectativa sirven para tematizar el tiempo histórico por
entrecruzar el pasado y el futuro. Es decir, la experiencia remite al pasado, a un pasado
presente; en cambio, la expectativa, que también está ligada a las personas es a su vez
impersonal: es una línea que se corre cada vez más y que siempre está mirando al futuro.
En el medio, dice el autor, en la tensión entre las dos, está el tiempo histórico.
Kosselek encuentra que en la Edad moderna hay una bisagra con respecto a la
temporalidad, aparece un nuevo régimen de temporalidad. En la modernidad, las
experiencias hechas se van alejando cada vez más de las expectativas. Porque ahora lo que
aparece es la novedad. Ya no es el tiempo “eternizado” pre-moderno, donde futuro y
pasado se vinculaban de manera cíclica, las posibilidades humanas se repetían
infinitamente, porque están primando los ciclos de las naturaleza y las creencias religiosas o
divinas: que no permiten el cambio sino que este sería patrimonio del “más allá”.
Y esta forma nueva que toma el tiempo histórico, que toman las categorías de expectativa y
de experiencias, tienen que ver con la idea de progreso que pasa a dominar y con el
surgimiento de la historia como disciplina científica: hay fe en el progreso porque es el
sentido que toma la historia universal, el tiempo lineal. Y ahora la expectativa no se
encuentra en la naturaleza o en lo divino sino en la posibilidad de una transformación activa
del mundo terrenal, vinculado a la razón. Y entonces hay un quiebre con las experiencias
acumuladas y se abre un futuro lleno de posibilidades y de expectativas. [Y en la RF se
inaugura una conciencia histórica colectiva, en la que los sujetos se conciben como capaces
de intervenir en su propia histórica y de construir el futuro]. O sea, el futuro ahora está en
manos de la sociedad y por eso se puede transformar.
Recuperando lo que dice Sazbón de que en el proceso revolucionario tiene un lugar central
la fuerza de las cosas, la contingencia, Reichardt plantea que la RF, en cuanto proceso
conjunto, constaba de una larga cadena de impulsos revolucionarios momentáneos, donde
la mera fuerza de las circunstancias la fueron moviendo. Y son las jornadas protagonizadas
por el pueblo las que conducen su ritmo (y en función de esto arma una periodización).
Esto vinculado directamente con que la revolución francesa fue proceso democrático
coherente de emancipación y de politización de toda la sociedad. Porque implicaba la
participación activa de los sectores populares. Entonces, en cada impulso, la revolución
tendía hacia la democratización, politización y radicalización de sus programas.
Y esto xq se formó una cultura de nuevo tipo, orientada hacia el pueblo, que consistía en:
En cada ocasión conseguía el poder el grupo que mayor se referenciaba como defensor del
pueblo, de ahí la constante democratización y radicalización.
Intentos de reforma de finales del absolutismo y la pre revolución – junio 87/mayo 89:
Ya las asambleas provinciales, que en 1787 se establecer en las dos terceras partes del
reino, cuya misión consistía en frenar al aumento de impuestos pero señalan al mismo
tiempo el comienzo de la constitucionalización y de la autonomía administrativa regional,
constituyen ya un ensayo de la revolución constitucional del 89: duplican la representación
del tercer estado, aconsejan sin distinción estamental, reúnen acusaciones y rinden
públicamente cuentas de su labor. A partir de acá, se despiertan esperanzas de reforma e
inician en la práctica parlamentaria y en la política a muchos hombres.
La caída del Partido de la Corte con el nuevo nombramiento de Necker dio al pueblo
una nueva conciencia de su fortaleza y creó el tipo de héroe popular revolucionario
juvenil.
Una vez apartados los parlamentos y viejos estamentos de la competencia por el poder
político, se impusieron en el verano del 89 tres fuerzas principales de las cuales habría q
depender el curso de la revolución: el poder tradicional en la figura de Luis, la Asamblea
Nacional portadora de la revolución constitucional moderada; burgueses y pequeños
burgueses de París portadores de la revolución popular radical.
Dado que las mujeres se encargaban de las tareas domésticas son ellas las que
protagonizan las jornadas de octubre. Llegadas a Versalles, una sección de mujeres
penetra en la Asamblea Nacional durante una sesión con el fin de asegurarse el apoyo del
presidente en funciones. Consiguen que Luis prometa por escrito abastecer de pan a París.
La sede real cede y marchan con los revolucionarios hasta el ayunamiento de París.
Este hecho fue mucho más radical que la Toma de la Bastilla, Luis XVI se traslada
hasta el palacio de París expuesto a la presión de la calle y la constituyente es
trasladada a las Tullerías.
1- Para poner fin al problema del endeudamiento y evitar la bancarrota establecen que
los bienes de la iglesia pasen a ser de la nación. Abre paso a una lucha cultural que
destruye la inicial alianza entre revolución y religión
2- Se desarrolla un programa legislativo bajo el signo de libertad e igualdad, se abolen
los títulos nobiliarios, las aduanas interiores y el arriendo de impuestos, se
democratiza la administración de las comunas se crea un neuvo sistema fiscal y se
da la reordenación de todo el derecho civil, penal y judicial.
La desconfianza ante la posible huida del rey crece tanto para los revolucionarios
constitucionales como para ciudadanos polítizados. Dos meses después el rey huye.
Cuando la asamblea comienza sus sesiones en octubre 91, ya no había nadie de derecha.
Esto dotó un factor de estabilidad política y los impulsos de la revolución procedieron de
otros tres factores: el cambio de papeles de dos instituciones municipales, una serie de
conflictos políticos concretos y la persona de Luis.
La institución que no dejaba de cambiar su posición era la comuna de París. Con la elección
de alcaldes más tendientes a la izquierda, la legislativa ya no podía contar más con este. De
apéndice de la asamblea nacional, la comuna fue evolucionando hasta convertirse en una
fuerza principal y autónoma de la revolución. Los ciudadanos electores se reunían por
propia inciativa a discutir leyes y elevar peticiones a la comuna y preparar acciones.
Todo esto junto a los conflictos de política exterior e interior. La emigración de los
enemigos ya era un problema a medida q se organizaban contra la revolucin. Se agudizaron
las tensiones entre Francia y el antiguo Sacro imperio romano que apoyaban a la fuerza
armada de la emigración y a Luis. La asamblea legislativa le declara la guerra al rey de
Hungría y Bohemia en defensa de un pueblo libre.
La política obstruccionista de Luis agudiza todo esto, que hacía uso de su veto. La guerra se
iba perdiendo. Se desencadenan otras dos jornadas revolucionarias.
Girondis contra montagnars o la revolución devora a sus hijos – Agosto 92/ Junio 93:
La primera disputa fue en torno a lo que se haría con Luis. Finalmente, aunque la
convencion al principio no quería, se decide ejecutarlo por traidor. La guillotina empieza a
convertirse en símbolo de terror revolucionario generando tensiones entre los partidarios
de la ejecución y los que se oponían. Otro problema fue la demanda de establecer precios
máximos antes la escaseses de pan, los girondinos acusaron a la comuna de incitar los
disturbios de febreros de saqueos de pan, esto acrecentó el odio del pueblo junto con la
sospecha de complot ante derrotas militares.
Se dan tres leyes de estado de excepción ante la incipiente amenaza, que abrían de ser
la base institucional del terror y se imponen contra los girondinos:
1. La institución del tribunal especial para la persecución de todos los ataques contra la
Republica
2. La creación de comités de vigilancia en clubes y secciones
3. La formación de un comité de la Convención, dominado por los montañeses, para la
supervisión de la administración del estado
Se abre paso una nueva etapa de la revolución. Al igual que el 10 de agosto del 92, el
movimiento popular urbano impuso al parlamento un programa radical, pero no ya
con el objetivo constitucional sino en la purga del parlamento, en una acción anti
parlamentaria impulsada por la izquierda de la convencion. “la revolución devora a sus
hijos”.
Respecto a esta dictadura en nombre del bien común, las fuerzas revolucionarias
volvieron a tomar rumbos diferentes. Por un lado, se reunió en la Convenciónn un grupo
de críticos del aumento del terror que fueron ejecuados por el comité de salud en el 94. Se
persigue cada vez más a los demás movimientos revolucionarios, en especial a los
portavoces de los SC en el club de los cordeleros.
El aislamiento político del gobierno revolucionario (entre las secciones caídas en desgracia
y las suspensiones de sus asambleas regulares), y la convencion (que se fue hartando de las
ordenes) seguía aumentando cuando en mayo Robespierre escapa y se pone en marca la
Ley de Praidal. El 24 de Marzo (9 de Termidor) la convención se rebela contra
Robespierre.
El aburguesamiento de la revolución:
Los SC son desarmados. Sin embargo, con 6 años de revolución el pueblo había
adquirido demasiada consciencia democrática como para hundirse sin más a la
pasividad. Las elites burgueses del directorio no se limitaron a ahogar en la base la cultura
democrática que les había llevado al poder, sino que la vaciaron en los niveles
parlamentarios y gubernamental.
Siguiendo su tesis de que fueron las jornadas populares las que jalonaron y radicalizaron la
revolución, en este capítulo Reichardt profundiza en cómo, al ritmo de la movilización
popular, los sentidos de democratización y politización se expanden en la vida social:
en el plano de la cultura y de las mentalidades colectivas. Porque la revolución fue también
una revolución de la conciencia político social, que se manifestó en clubes, sociedades
populares, manifestaciones y panfletos y que alcanzó todos los ámbitos de la cultura. Es
por esto que en el capítulo anterior dice que se forma una cultura de nuevo tipo que
involucra a nuevos sujetos, y que fue un espejo de la revolución pero también una de sus
fuerzas impulsoras.
Como parte del proceso revolucionario, las mujeres lograron construir una conciencia
emancipadora propia y formas de acción que contribuyeron a la revolución.
La revolución publicista:
Otra de las rupturas de la RF fue un desarrollo de los medios de comunicación social.
Paralelamente a la radicalización del proceso, se da una democratización de las
publicidades, van cargándose de una fuerte impronta popular y revolucionaria, se
procuraba que el pueblo esté informado, y para ello se publicaban noticias en abundancia,
con distribución mas rápida, aparecen pequeños productores, impresiones simples y
baratas, de venta callejera, y apuntaban a que las entienda todo tipo de público, para lo cual
se transformó su presentación y lenguaje. Con el directorio vuelven las censuras y los
medios tienden a centralizarse.
En la práctica cultural, los distintos medios no se yuxtaponían por separado, sino que
actuaban conjuntamente para apelar a todos los sentidos del público.
Los revolucionarios también recurrieron al vocablo para convertir los valores, denigrando o
exaltando palabras. Querían imponer un lenguaje lleno de símbolos cuyos elementos se
unirían para desarrollar una política de masas. También impusieron nuevas cronologías y
una revolución de las mentalidades que creó nuevas costumbres y nuevos sistemas de
medición de tiempo: se reemplaza el calendario gregoriano, lo que implica cambiar la
temporalidad, la percepción de los sujetos con los ritmos de vida cotidianos.
Se elevaban signos revolucionarios para hablarle a la gente sencilla, como la Bastilla, las
picas, las escarapelas. También se hacían fiestas masivas al aire libre para inculcar el
sentimiento de patria y libertad.
Como también dice Sazbón, jacobinismo es un término que se acuñó como una forma
de llamar a un sector revolucionario vinculado a una idea totalitaria de poder, a la
idea de dictadura y al periodo del terror revolucionario. Nace de modo peyorativo después
del 94, después del derrocamiento de esos sectores y se constituye como un término que
hace referencia a un extremismo dictatorial. Y después esta categoría se enlaza con los
ensayos de historia posteriores y los ponen como una tradición ajena al liberalismo y
al a democracia y ven al terror como inherente a la concepción totalitaria. Esta visión es
la que Castells discute e intenta desarmar.
Sobre la diversidad jacobina: se los suele asociar a la montaña pero no todos sus diputados
fueron jacobinos, estaban también los cordeleros.
El jacobinismo no surge en la etapa jacobina sino que fue evolucionando desde 1789. En
este momento se encuentran las máximas expresiones de la corriente jacobina, la
plasmación mas pura y típico de los ideales de la RF, que en su lucha contra el
absolutismo buscaba crear una sociedad fundada sobre la libertad y la igualdad.
Entonces, el jacobinismo surge asociado o surge como la estructura asociativa de clubs y
sociedades populares que se fue creando desde el 89, generadora de una opinión
crecientemente democrática y republicana, que van orientando sus posiciones en el
mismo proceso.
Aunque cono matizaciones, Castells recata la definición gramsiana que lo considera como
la primera manifestación histórica de la política como ciencia autónoma apostando por la
regeneración de las sociedades, el mensaje utópico y el contenido moral de la política.
El objetivo del terror no era solo táctico sino altamente filosófico: la regeneración de la
humanidad. En este sentido, la autora defiende la idea de que el jacobinismo se inserta
en la historia del liberalismo, entendido este como una doctrina que considera al
individuo como fin y al estado como medio. Un liberalismo político que no se identifica
con el económico ni con la burguesía.
Por otro lado, la autora discute la visión historiográfica que plantea que en el año II
existía una organización que actuaba desde arriba sobre el mundo homogéneo de las
sociedades políticas, es decir, una “máquina jacobina”.
Castells discute la tercera etapa, porque proliferaron muchas otras sociedades populares
iniciadas por diversas autoridades revolucionarias. La primera sociedad política que
prefiguró el Club de los Jacobinos surgió en Versalles, durante la reunión de los Estados
Generales. Los diputados del Tercer Estado fundaron el club Breton el 30 de abril del
89, tras el rechazo de su participación y anunciaron las orientaciones de los futuros
jacobinos: luchar contra los privilegios, reagrupar a los patriotas sobre una base nacional,
respetar la soberanía mediante una correspondencia entre los diputados y sus mandatarios.
El jacobinismo histórico murió luego del 12 de noviembre del 94, después del 9 de
Thermidor, cuando el gran club jacobino se disolvió afectado a las sociedades populares de
la provincia que a su vez sufrieron restricciones.
La relación entre ilustración y revolución es obvia, pero no hay una influencia directa a
pesar de que la rf no puede entenderse sin la ilustración. La revolución inventó a la
ilustración, en el sentido de haber logrado transformar una herencia ideológica plural en
prácticas políticas diferentes. Así, por ejemplo, surgieron distintas lecturas de Rousseau: la
aristocrática, la liberal, girondina y la jacobina.
La clase política revolucionaria llegó a 1789 provista de una cultura política común
que se iría disociando a lo largo de 10 años de luchas políticas y sociales. Esta cultura
estaba caracterizada por una concepción de la historia dominada por la teoría de los
derechos naturales y por una concepción de la soberanía muy influida por el concepto
de voluntad general rousseauniana.
La declaración de los derechos fue dada en el marco de estos derechos naturales que
antes de ser clasificados y delimitados, son primero declarados, reconocidos y expuestos.
Desde esta perspectiva iusnaturalista es que se puede ver la importancia que tienen en la
nueva esfera política los principios constituyentes del derecho natural: la libertad y la
igualdad. Además, al expresar el derecho universal de ciudadanía, la declaración creaba
una teoría política nueva que permitía a los protagonistas de las luchas revolucionarias
ampliar sus reivindicaciones en nombre de los derechos naturales, como efectivamente
ocurrió. La perspectiva constitucionalista entiende a la declaración como definidos por los
conceptos de Rousseau y la eliminación de los derechos naturales por la construcción de un
cuerpo político.
Entonces, desde 1789 hubo dos desarrollos del liberalismo humanista del siglo XVIII:
1.Fase de oposición: Desde el inciio de la Constituyente hasta el verano del 92, el debate
giró en torno a la ciudadanía y la representación.
Para el desarrollo del liberalismo del siglo XVIII la ciudadanía planteaba dos cuestiones:
una ligada a definir la competencia específica de los ciudadanos y otra en relación a la
delimitación de esferas públicas y privadas.
A la representación tanto la constituyente como los jacobinos la defendían, pero para estos
últimos los representantes debían someterse al control popular para evitar la distancia entre
cuerpo gobernante y gobernado, dándose una identificación entre el estado y la sociedad.
Pero conciliar la voluntad general con las particularidades fue un problema, y en el 93
Robespierre dejó entender que la representación sería más aceptable si fuera ejercida por un
personal politico virtuoso, es decir a imagen del pueblo.
Para estos jacobinos, la política siempre fue entendida como una pedagogía para el
gombre. Para reconciliar al hombre privado y al ciudadano había que moralizar la política
e inversamente politizar los actos individuales. Así, se fueron acercando desde 1792 a la
teoría de Rousseau sobre el legislador: el legislador no hace l ley, sino el pueblo, aunque
aquel formula las leyes que la voluntad general impone, convirtiéndose en el intérprete
privilegiado de la voluntad de todo el pueblo. Por ello la voluntad general no puede
confundirse con la voluntad de todos, ya que no es el resultado de una serie de acuerdos
enre grupos particulares que constituyen la maoria, sino que cada ciudadano participa del
contrato social mediante el comprmiso consigo mismo en el ejercicio de su libertad.
2.Fase de ejercicio de poder: Es necesario recordar los limites reales del poder jacobino:
este sector no detentó el poder efectivo en los comités de gobierno, no fueron mayoría.
Entonces, el terror no formó parte de una dictadura jacobina o personal, sino en todo
caso de la Convención. El terror se puso a la orden del día en un clima de consenso
entre la montaña, los SC y los jacobinos. El acto de denuncia publica se convirtió
entonces en propiedad exclusiva del legislador. Los jacobinos intentaron encausar la
violencia popular. Puede verse al terror como una consecuencia extrema de la búsqueda de
identificación entre pueblo y gobierno, a fin de evitar la escisión entre ambos. Pero el
terror quedó en manos de la voluntad particular de abusivos del poder y Robespierre,
al querer denunciar esto, provocó que el terror se volviera en su contra.
Quienes formaron parte del directorio lograron crear finalmente el estado autónomo,
separado de la sociedad y cuyo gobierno dejó de estar sometido a la filosofía de los
derechos naturales, sustituída por los derechos del hombre en sociedad.
En este texto clásico, el autor hace una reconstrucción a partir de un montón de fuentes
dispersas. Los SC eran pequeños comerciantes y artesanos del pueblo parisiense.
El autor se pregunta si las tendencias políticas de los SC podía conciliarse con las
concepciones burguesas de la democracia del gobierno revolucionario.
Muestra que los SC no fueron teóricos pero que accionaban, “pusieron en práctica en el
terreno político un conjunto coherente de ideas que las hace aparecer como el grupo mas
avanzado de la revolución”. Del principio de que la soberanía reside en el pueblo se
deriva todo el comportamiento político de estos militantes: la autonomía y la
participación en masa de las secciones y su permanencia, tener el derecho a la sanción de
las leyes, al control y a la revocabilidad de los elegidos, todo tendía a la práctica de un
gobierno directo y a la instauración de una democracia directa y popular.
Para ellos, la soberanía popular se trata de la realidad concreta del pueblo reunido en
sus asambleas de secciones ejerciendo la totalidad de sus derechos.
Buscan tener el poder soberano, que para ellos es reunirse, armarse, ser jueves,
revocar a los legisladores: es la idea de democracia directa que viene de Rousseau.
Además, plantean que cuando la patria está en peligro, el pueblo naturalmente está
investido con el ejercicio de la vigilancia y la soberanía. Para salvaguardar el principio de
soberanía popular, se busca censurar a los disputados como también que los elegidos sean
fieles al mandato que recibieron. Es decir, es el principio de revocabilidad y control de los
elegidos por el pueblo soberano. En el 93 los girondinos rechazaron esto defendiendo el
principio de inviolabilidad, esto llevó a que el pueblo retome el ejercicio directo de la
soberanía e impuso la revocación de los diputados girondinos.
En Reichardt se ve que hacia el 91/92 aparece un pueblo mas organizado, se van formando
como movimiento alrededor de las secciones. Son la fuerza de choque de las jornadas
revolucionarias, la primera jornada revolucionaria organizada en conjunto (con jacobinos
y cordeleros) es la del 10 de agosto, la destitución de la monarquía. Son la fuerza de choque
que impulsan la republica pero también las que, junto a los jacobinos, depuran la
convención jacobina a principios del 93 por no atender a las demandas populares.
Las secciones de las asambleas se reducían hasta que desaparecieron, y eran las que a los
SC le habían suministrado los marcos de su acción política y cuya permanencia habiá
simbolizado para ellos el principio mismo de la soberanía popular.
Se debe tener en cuenta también el contexto general. Francia estaba en guerra con fuerzas
antirevolucioanarias al exterior y al interior. Y el gobierno justificaba que la nación estaba
en peligro por lo que “necesitaban” de la alianza para formarse militarmente. Además, las
necesidades económicas y sociales de una sociedad en guerra eran costosas y debían
responder a ellas tanto como a las demandas populares. Por eso también el periodo de una
economía dirigida, de la confiscación mas fuerte de los bienes de la iglesia y de los
emigrados, etc.
Conclusión: Souboul tiene una mirada teolológica del proceso. Para el, los SC tenían
limites en su madurez política. “Los sc suministraron la masa de maniobra indispensable
para el ataque; la burguesía preparó y organizó las grandes jornadas revolucionaria y
explotó sus resultados. En este sentido, las grandes jornadas populares siguen siendo
jornadas revolucionarias burguesas”. Que el movimiento SC fracase, tiene que ver con la
contradicción que existía entre la acción popular y las necesidades obejtivas de la
revolución burguesa.
FEMINISMO
En Francia, en un articulo de Le Débat, se hacía notar que la cultura feminista era endeble,
no por la falta de militancia sino por una insuficiencia de estudios sobre la condición de la
mujer. Aunque ha habido avances, no existe una historiografía específica sobre la
presencia, el perfil y la significación de las mujeres en la revolución.
Como también dice en el otro artículo, el orden de sucesión de las grandes revoluciones es
también el de la situación superadora de los modelos de la época. Cada revolución se
inspira en su antecedente. Si cada revolución burguesa ensancha las metas de su
prototipo y el criterio de ese ensanchamiento es el grado de emancipación de la mujer,
es de esperar que el papel de este sea creciente con cada configuración revolucionaria.
La RF expresa la incidencia de las mujeres en los acontecimientos y la diferenciación
de sus demandas en el programa de transformación, indicando que la revolución, según
Marx, expresa las necesidades del mundo y, según Engels, muestra la conexión entre la
emancipación femenina y general (por la emergencia de un discurso autónomo que buscaba
asociar genero, universalidad, feminismo y revolución).
En principio las quejas de mujeres son demandas asociadas al terreno social y político
en relación con los derechos “naturales” disparejos entre hombres y mujeres. ejemplo
es la Declaracion de los Derechos de la Mujer, construida como espejo acusador de la
imagen deformante de la Declaración del Hombre. Empeñado en desdoblar el universal
“hombre”, esta declaración busca establecer los derechos sobre la opresión sexista.
Reuniendo los aporte de esas 4 mujeres, podemos ver el impulso que dieron a las formas
asociativas y a la intervención de la mujer en la escena pública, demostrando que la
iniciativa del movimiento emancipador femenino son una función de las
transformaciones globales del momento histórico y que la verdad de la libertad se mide
por la libertad que la mujer alcanza.
La reivindicación jacobina se acompañaba con una rafiticacion del lugar natural que
ocupaba la mujer en la vida privada, lo que generaba una hostilidad ante los reclamos
feministas. El recelo a la acción independentista estaba asociado a la idea natural de
Rousseau donde los dos sexos y su naturaleza eran diferentes por lo que debían asociarse a
diferentes cosas: la mujer observaba y el hombre razonaba.
Vísperas de la revolución: Dos discursos atraviesan los ideales de la filosofía de las Luces
en cuanto a feminidad. El primero, salido de la antigua teoría de los temperamentos, sigue a
Rousseau, y afirma que la feminidad tiene una esencia fisiológica según la cual es un ser
corporal instintivo y sensible, débil e inepta para la lógica de la razón porque esto la
volvería artificial. La otra corriente es la de Condircet, el único filósofo que participará en
la revolución. Este concibe a la feminidad a partir de una categoría de derecho natural que
somete a todos los individuos a las mismas leyes: como las mujeres son seres humanos,
están dotados de razón. Por lo que merecen derechos políticos y civiles.
En esta época las mujeres estaban privadas de todos los derechos civiles y políticos y eran
dependientes de algún hombre. Junto a esto, también los hombres estaban privados de
derechos según sus clases, pero la desigualdad según sus clases tiende a enmascarar la
desigualdad según su sexo, por eso se identifican con los ideales políticos del grupo que
pertenecen antes de buscar una formación identificatoria. Con la Declaración del hombre,
la caída de la realeza y la instauración de la República las mujeres van a acceder a la
conciencia histórica de su identidad. Este salto constituye la partida de nacimiento
simbólica del feminismo francés, aunque solo aporte a la mujer una semi igualdad civil.
La postura de las mujeres del Tercer Estado sobre su condición se expresa en un petición
remitida al rey en 1789, donde pedían tres puntos:
Esto muestra que las mujeres tienen la misma opiniones que los hombres sobre su
condición, salvo por la instrucción. Pero cuanto mas arrastra el proceso revolucionario a
las mujeres hacia la acción política, más precisa, coherente e igualitaria se hacen las
reivindicaciones. Y en 1890 se concreta una postura que apuesta a transformar la situación
civil, jurídica y política de las mujeres.
El amor de la revolución:
Llevaba una vista austera y plena de novedades intelectuales. Se va haciendo conocida por
sus acciones civicas y los apóstoles le van lanzando muchos insultos. Ella simbolizaba la
condición femenina liberada, era atacada por la prensa contra revolucionaria y
realista. Prensa en la que la palabra revolución aparecía asociada al desenfreno y la libertad
al libertainaje.
Entre 1789 y 92, las leyes electorales definen tres grados entre los ciudadanos habilitados
para votar: 1- ciudadanos elegibles en la Asamblea Nacional; 2- Ciudadanos elegidos para
funciones departamentales; 3- ciudadanos activos con derecho a votar para elegir a los
municipales y electores, votan a los representantes de la Asamblea.
Para ser ciudadano era necesario ser hombre, tener mas de 25 años, estar domiciliado, no
estar en quiebra y pagar un impuesto que aumenta el rango. Por las calumnias de la prensa
y el miedo a ser llevada a prisión, Théroigne se vuelve a su país y termina con su
experiencia de revolución en 1790.
El feminismo original:
Le llama así al feminismo que comienza con la RF, en la que la práctica de las mujeres se
asocia a una lucha en favor de la igualdad de los derechos para ambos sexos.
Intervienen junto a los hombres contra las desigualdades del Antiguo Régimen. Es
minoritario, rechazado por las facciones patrióticas, y tiene 3 fases de evolución:
Por tercera vez desde el principio de la Revolucion, después de la toma de la bastilla y las
jornadas de octubre, el rey y el partido de la corte dan ocasión a que el pueblo deje estallar
su cólera. Incapaces de conducir la guerra que han desatado, los girondinos son derrotados.
El 28 de abril la ofensiva contra Austria acaba en desastre y Robespierre triunda. Se dan
las vísperas de la segunda revolución que hará caer a la realeza: la Asamblea se separa
sin haber sido capaz de pronunciarse.
En este momento entra a la revolución otra heroína del feminismo original: Claire
Lacombe. De diferente generación que Théroine, también feminista guerrera.
Con la insurrección del 10 de agosto, la revolución pasa a manos de la Sans-culotterie
perisiense. La comuna adquiere importancia para la elección de la futura Convencion,
en el momento en que la Asamblea, ya moribunda, decide una serie de medidas de carácter
democrático. Decreta que se vendan los bienes de los emigrados, un proceso de laicización
del estado civil, la supresiond e las congregaciones y de las ordenes religiosas de las
mujeres y el divorcio. Queda abolida la distinción entre ciudadano pasivo y activo. Las
mujeres obtienen derechos civiles y el de testimoniar. La lucha de Condorcet, Erra Palm
y Olympe se ven abocadas al fracaso porque el desigualitarismo entre los sexos no
aparece ya disfrazado por la distinción pasivo/activo, sino que se revela tal cual es.
Las mujeres tienen derechos sin ser todavía ciudadanas. La sociedad cada vez más
igualitaria sigue sin contemplar la igualdad sexual.
Sería erróneo pensar que desaparece el feminismo en el 93 con la entrada en escena de las
SC femeninas, ya que si bien no tiene el mismo aspecto teórico ni se reivindica ninguna
igualdad política, se da bajo nuevas formas. Son las mujeres del movimiento popular las
que se hacen cargo de las nuevas reivindicaciones femeninas, por lo que se ve atravesada
por los conflictos que afectan a las corrientes políticas.
La última fase del feminismo original se cierra con la prohibición de las sociedades
femeninas, pero no vuelve atrás la lucha por la emancipación. La reconstrucción de
Roudinesco es consecuente con la de Sazbón en el sentido de que plantea que cada proceso
revolucionario ensancha al anterior.
En 1790, apenas unos meses antes del comienzo de la insurreccion que sacudió a Saint-
Domingue y provocó el nacimiento revolucionario de Haiti independiente, nadie preveía
estos hechos. Los plantadores veían a los negros como obedientes y tranquilos, como
mucho había pequeños disturbios y acciones individuales. Se creía que los negros no
podían imaginar la libertad y menos aún elaborar una estrategia para conseguirla, y
se basaban en lo empirismo pero también en una cosmovisión europea. Por esto la
revolución entra como algo impensado, incluso mientras ocurría. Si ni sus contemporáneos
comprendían o que estaba pasando, ¿Cómo escribir una historia de lo impensado?
La cosmovisión se basaba en que había grados distintos de humanidad. Algunos eran más
humanos que otros. El Hombre –con mayúscula- era europeo y masculino, los negros
eran el escalafón más bajo de humanidad. Con la colonización el etnocentrismo europeo
se transforma en racismo científico. Se justificaba ideológicamente la esclavitud
afroamericana con ideas heredadas del renacimiento.
Pero con la ilustración hay un cambio de perspectiva. La idea del progreso sugería que los
hombres eran perfectibles entonces, al menos en teoría, los subhumanos podían ser
perfectibles también. Entre 1789-91 la trata de esclavos crece, mientras los intelectuales
franceses debatían mas que nunca sobre los derechos de la humanidad. Aunque eran pocos
los que atacaban con vehemencia el racismo la colonización y la esclavitud.
Pero la revolución haitiana desafió los supuestos ontológicos y políticos de los autores
más radicales de la ilustración. Fueron hechos impensables hasta para los más
revolucionarios de Francia.
Lo que dominó durante el gobierno de Luis Felipe fu solo una fracción de la burguesía: los
banqueros, los reyes de la bolsa, de los ferrocarriles, los propietarios de las minas de carbón
y de hierro y de explotaciones forestales y una parte de la propiedad territorial aliada a
ellos: la aristocracia financiera. Ella ocupaba el trono, dictaba leyes en las Cámaras y
adjudicaba los cargos públicos.
Marx muestra que quien dominó el escenario político luego de la revolución de julio fue la
aristocracia financiera, que acumuló poder por la crisis financiera de la monarquía, que
llevó al estado a pedirles préstamos y entrar en dependencia. A esta fracción burguesa, que
gobernaba y legislaba a través de las Cámaras, le convenía que el estado se endeude:
especulaban con el déficit estatal y era su principal fuente de enriquecimiento. El estado,
siempre al borde de la bancarrota, no tenía más remedio que contratar a banqueros.
La estafa al Estado era a gran escala: con los empréstitos, con las obras públicas; la clase
dominante también explotaba la construcción de ferrocarriles (eran accionistas y a la vez
legisladores entonces legislaban a su favor).
La aristocracia financiera hacía las leyes, regentaba la administración del estado, disponía
de todos los poderes públicos y dominaba a la opinión pública mediante la situación de
hecho y mediante la prensa, repetían el fraude y afán por enriquecerse en todos lados, y no
mediante la producción sino mediante el escamoteo de la riqueza ya creada. La monarquía
de julio no era más que una sociedad por acciones para la explotación de la riqueza
nacional de Francia. Luis Felipe era el directos de esta sociedad.
Si París, por su centralidad política, domina a Francia, los obreros, en los momentos
de sacudidas revolucionarias, dominan París. Por esto el Gobierno provisional intenta
substraerse de la influencia obrera apelando “del París embriagado a la serena Francia”.
Hacia el mediodía del 25 de febrero, la República no estaba todavía proclamada, por todos
los ministerios ya estaban repartidos entre los burgueses. Los obreros, dispuestos a afrontar
de nuevo la lucha y a imponer la república por la fuerza de las armas, enviaron a Rapspail
al Hotel de Ville y, en nombre del proletariado parisiense, ordenó al gobierno provisional
que proclamase la república, de lo contrario continuaría la insurrección.
Con la proclamación de la República sobre la base del sufragio universal, todas las clases
de la sociedad se vieron de pronto lanzadas al ruedo del poder político, obligadas a actuar
personalmente en la escena revolucionaria. Por su parte, el proletariado emergió como
partido independiente, al dictar la república a toda Francia –a través del gobierno
provisional-. Lo que conquistaron fue el terreno para luchar por su emancipación
revolucionaria, pero no la emancipación misma.
Así como las jornadas de Julio conquistaron luchando la monarquía burguesa, en las
jornadas de Febrero los obreros conquistaron la república burguesa. Y así como la
monarquía de julio se había visto obligada a anunciarse como una monarquía rodeada de
instituciones republicanas, la república de febrero se vio obligada a anunciarse como
una república rodeadas de instituciones sociales. El proletariado parisiense obligó
también a hacer esta concesión. El Gobierno provisional se vio obligado a asegurar la
existencia de los obreros por el trabajo, a procurar trabajo a todos los ciudadanos, etc.
Bajo presión obrera que exigía organización del trabajo y un ministerio propio, el gobierno
provisional nombró una comisión especial permanente encargada de encontrar los
medios para mejorar la situación obrera. Comisión formada por delegados de artesanos
de París y presidida por Luis Blanc y Albert. Se le asignó el palacio de Luxemburgo como
sala de sesiones. Así, para Marx, se desterraba a los representantes obreros de la sede
del gobierno provisional, donde se tomaban realmente las decisiones, quedando para los
burgueses el poder efectivo del Estado y las riendas de la administración.
El problema era que los obreros hicieron la revolución de febrero junto a la burguesía y al
lado de ellos querían también sacar a flote sus intereses, exceder el marco de la republica
burguesa. Y así como erróneamente creían que podían emanciparse al lado de la burguesía,
también creyeron que podían llevar a cabo una revolución proletaria dentro de las fronteras
nacionales, al lado de las demás naciones burguesas (por el contrario, era necesaria una
guerra revolucionaria europea, ya que las relaciones francesas de producción están
condicionadas por el comercio exterior, por su posición en el mercado mundial y por sus
leyes). También considera un error la utilización del término fraternidad, porque remite a
una conciliación de intereses de clases antagónicas, es decir, es ilusorio.
Lo que Marx está diciendo es que los obreros debían sublevarse contra toda la burguesía y
el capital, pero que no podían comprender esto en el momento histórico que estaban
viviendo.
Sewell explica que la revolución del 48 es heredera del desarrollo histórico que abre la
revolución de julio, por la cuestión del lenguaje obrero. Tiene una mirada más cultural
porque analiza el lenguaje como un factor político y transformador.
Pero fue este lenguaje el que les truncó la entrada en el discurso público, ya que era
incompatible con el gobierno y con la opinión pública. Lo que era una regulación en bien
del oficio, a ojos de la ley era una violacio a la libertad de la industria; lo que los obreros
veían como una hermandad de ayuda mutua, para el Estado era una asociación ilegal.
A esto los obreros recién lo ven luego de la revolución de julio de 1830 cuando
levantaron sus demandas fueron tomadas como absurdas y rechazadas.
Para uno de esos periódicos, L’Artisan, el problema era cómo establecer a los obreros como
actores y darle voz legitima en la escena pública. El periódica oscila entre un respeto
deferente por los burgueses como líderes naturales de los obreros y el odio como enemigos
de clase; y entre una llamada a su sentido de la justicia y una amenaza de guerra civil.
Los paralelismos confusos del periódico dan la impresión de que no logran articular una
visión plenamente coherente de las adecuadas relaciones entre obreros y las –primitivas-
clases superiores. Esto refleja cómo se encontraban los obreros organizados en ese
momento: desorientados ya que repentinamente se habían situado en la escena pública a la
vez que fueron traicionados por los liberales que parecían sus aliados durante la revolución
de julio.
Uno de los principios de esa retórica revolucionaria era la libertad individual, lo que los
avalaba como actores legítimos en la escena pública y los hacía hablar el mismo lenguaje.
Así, como cuerpo soberano, podían reclamar la atención del gobierno.
Pero la evolución más importante del lenguaje revolucionario en estos años se centró en el
término “Asociación”.
La idea de producción asociada se afirmaba sobre la ambigüedad del discurso liberal, que
permitía la libre asociación para la producción. Igualmente, el código mercantil permitía la
reunión de capital en sociedades anónimas, por lo que no se podía impedir que los obreros
unieran en un fondo su modesto capital para formar asociaciones de poductores.
Así, los obreros logran salir de su aislamiento, refundando sus corporaciones como
asociaciones. Bajo la libertad de asociación, la tutela del Estado no era ni necesaria ni
deseable.
Un rasgo característico del estilo filantrópico de las corporaciones obreras era un uso
constante del termino “fraternidad”. Fue a través del vocabulario de la fraternidad que la
solidaridad moral del lenguaje corporativo se trasladó al nuevo lenguaje obrero
revolucioanrio de la asociación. Así, las reivindicaciones de regulaciones colectivas
resultaban compatibles con cierta interpelación de la libetad.
Sewell destaca el tipo de asociación que surge en 1833, que nuclea a los distintos oficios,
porque allí SE DESPIERTA LA CONSCIENCIA DE CLASE (a diferencia de Marx),
influida por la acción obrera y por las teorías del socialismo utópico. Se intensifica la
unidad obrera y es lo que autoriza a hablar de una consciencia de clase.
La idea de asociación fraternal entre los oficios hoy parece obvia, pero para los obreros que
la desarrollaron era una revelación. Sólo cuando las corporaciones obreras se vieron a sí
mismas como asociaciones libres de ciudadanos que trabajaban productivamente, en vez de
como cuerpos diferentes dedicados a la perfección de algún arte particular, resultó
concebible la hermandad de todos los obreros. Y así, se desarrolló el movimiento obrero
unificado y la conciencia de clase, basada en el desarrollo del lenguaje y la retórica
revolucionaria.
En 1834 este movimiento se vio empujado hacia la clandestinidad por la nueva ley de
asociaciones, que demostraba la fuerza superior del gobierno. Pero el nuevo lenguaje
asociativo sobrevivió intacto y así lo demuestra la revolución de 1848.
Para Sewell, son los obreros los protagonistas de la revolución. Son quienes exigen que
se proclame la República y que se atienda a las demandas de derechos laborales. La
cuestión del trabajo pasa a ser central en los acontecimientos, como eje articulador de la
revolución y como parte del discurso obrero.
El GP intentaba poner limitas a las demandas a la vez que intentaba superarlas con
discursos y compromisos, con gestos, que los obreros veían como una victoria de la
revolución social y un reconocimiento al pueblo soberano.
En sus primeros días, los obreros se reunian para presionar afuera del Hotel de Ville. Otra
conquista fue el anuncio del GP de que se abrirían los talleres nacionales para dar trabajo a
los parados. Los trabajadores vieron estos talleres como un rasgo potencialmente
permanente de la nueva república. Se establece el derecho al trabajo como un derecho
humano fundamental y, además, parecía implicar una reestructuración radical de todo el
orden social, basado en el trabajo, que era lo que buscaban los obreros.
Se crea la Comision de Luxemburgo, encargada de analizar el problema del trabajo y
proponer soluciones a la próxima Asamblea nacional. Sewell le da una importancia
fundamental por la participación obrera y porque obliga a buscar soluciones concretas
respecto al trabajo. La considera un ministerio de hecho, manejada por obreros.
Los obreros concluían haber ganado la revolución y ser reconocidos como pueblo soberano.
En 1830, descubrieron su unidad y su voz política; en 1848 utilizaban esta voz política
adquirida para forzar al apertura del problema del trabajo. No obstante, ahora había
diferencias en el énfasis de los discursos que habían formado los obreros y republicanos
entre 1830-83, sobre todo en relación al trabajo y asociaciones; aunque la asociación seguía
siendo un valor central en la revolución, ya no era el termino clave de la controversia
política, sino que ahora era el trabajo.
Además de la misión que tenía la comisión de Lux, los obreros tenían también sus propios
proyectos teóricos para la organización del trabajo, proponiendo, por ejemplo, el
establecimiento de asociaciones de producores de uno u otro tipo.
A los ojos obreros, la comisión fue un modelo de la República futura. Hasta las elecciones
de la Asamblea nacional del 23 de abril, los delegados obreros en la comisión fueron los
únicos representantes elegidos del pueblo: era el grandioso espectáculo del pueblo
gobernándose a sí mismo. Sin embargo, a juzgar por las actas de los debates, los delegados
obreros desempeñaron un papel muy reducido en las discusiones, proviniendo las
iniciativas del Estado y sus expertos ilustrados.
La comisión tuvo un papel mas notable, allí las actividades del movimiento obrero estaban
mas unificadas y tenían un proyecto coherente de transformación revolucionaria. La
iniciativa revolucionaria provino de las corporaciones democráticas, que eran las
circunscripciones electorales de la comisión.
La comisión fue una especie de realización del plan de “asociación de todos los
oficios”, pero no fue el liderazgo revolucionario sino un aura de elevada utilidad
pública y una trama institucional la que permitió a los obreros construir el
embrionario orden social y político alternativo.
Su continuidad con las antiguas formas de corporación era evidente en sus practicas de
ayuda mutua, prácticas que las distinguían como comundiades morales, así como también
en los intentos obreros de reglar sus oficios en tanto empezaron a presionar a los maestros
en favor de acuerdos públicos que garantizaran horarios mas cortos, control sobre la
contratación, regulaciones de las condiciones de trabajo y, sobre todo, salarios mas
elevados y unifores.
Los obreros querían tarifas fijas uniformes, porque eran remedio contra las fuerzas
disolventes del sistema económico competitivo, y eran la solución de la clase obrera al
problema de la organización del trabajo.
Habitualmente las iniciativas obreras conducían a negociaciones, emprendidas por los
delegados del sector en la comisión de Lux. Solían conseguir acuerdos favorables:
redactados como convenios formales, muchos se firmaban en ceremonia publica ante las
autoridades de la comisión, dando respaldo de la autoridad del estado. Pero si la comisión
era la garante de los convenios negociados entre obreros y empresarios, su realización
cotidiana se dejaba a los oficios.
Las resistencias de los empresarios fueron pocas pues, al igual que los obreros, creían que
estos habían ganado la revolución.
Por el momento, obreros y patronos aceptaban una taba de regulación corporativa dentro de
un régimen de propiedad privada. Pero el objetivo final seguía siendo establecer
asociaciones que abolieran la distinción entre patrono y obrero y convirtieran a todos los
que trabajaban en el oficio en propietarios colectivos de los medios de producción.
Por otro lado, es de destacar que los obreros veían sus corporaciones no solo como
comunidades morales sino como actores de la política revolucionaria. Servían como
clubes políticos. En los sucesivos desfiles parisienses, el pueblo soberano se presentaba
como un agregado de corporaciones obreras. La forma de las procesiones revela la
diferencia entre la República Una e Indivisible de los Sans culottes y la republica social y
democrática de los obreros del 48. La proyectada republica obrera era una
materialización del socialismo del 48.
El socialismo, además de suponer que los medios de producción deben ser de posesión
colectiva, supone que el trabajo, como fundamento de la vida social, debe ser el
fundamento del orden político. Por esto era un movimiento socialista en el sentido de
contemplar un estado sistemáticamente construido sobre las instituciones de trabajo.
Y se conformaba tanto por la práctica política concreta de las corporaciones de obreros
como por los proyectos abstractos y utópicos de los teóricos socialistas.
A pesar de los esfuerzos, la republica obrera fue soo un proyecto. Para Sewell los obreros
fueron débiles para establecer su hegemonía política sobre el conjunto de Francia
debido, en parte, a que su ideología se centraba en sus intereses específicos. No tenían
vínculos directos con las provincias. Los movimientos obreros provinciales no tenían la
autonomía institucional que había en París ni eran un movimiento unificado. Esos vínculos
debían ser necesarios teniendo en cuenta que la nación era mayoritariamente rural. Los
obreros parisienses no lograron establecer alianzas con los campesinos, ni de entender sus
condiciones particulares como trabajadores del campo, creyeron que era aplicable la
producción y cooperación corporativa.
La acción unilateral de los obreros terminó por suscitar conflictos de clase entre clase
obrera y monárquicos y republicanos burgueses. Para estos últimos, estaba en juego la
defensa de la propiedad privada, pero también a los consrvadores les movía el temor y
repugnancia hacia los obreros, los bárbaros.
Para la autora, los historiadores prestaron atención a las relaciones económicas de esta
nueva política, dejante de lado al género y la familia, siendo que la literatura de protesta de
los años 30 y 48 estaba llena de referencias a estas peticiones.
Scott apunta a una lectura contextual que toque la política desde una perspectiva popular y
específica. Por política no entiende las discusiones sobre la participación formal en el
gobierno, sino las discusiones sobre el poder y el conocimiento que trataban del voto, del
trabajo de la familia y del género.
Su caso de estudio son los llamamientos dirigidos a hombres y mujeres en el ramo de los
oficios del vestido en París en las décadas de 1830 y 1840. La autora se centra en los
oficios del vestido porque muchas de las habilidades básicas de costura que se requerían
eran compartidas por hombres y mujeres.
Al igual que sus colegas masculinos, las costureras implicadas en la política reclamaron el
derecho del trabajo para las mujeres, organizaron con éxito cooperativas productoras y
obtuvieron contratos del gobierno revolucionario de 1848.
Por otro lado, los sastres activistas buscaban mantener la distinción entre trabajo por
encargo y trabajo de confección. Durante la revolución de 1848, grupos de sastres se
unieron a unos pocos maestros para ganar clientes para los oficios de vestido y garantizar
empleo a los obreros calificados. Los que salían perjudicados de esta unión eran los
appiceurs, ya que su trabajo era “no calificado” y, al estar dispersos por toda la ciudad, su
habilidad para conseguir trabajo dependía de la voluntad de aceptar las bajas tarifas que les
ofrecían de trabajos extras en el taller.
Este ataque dirigido a los appiceurs y al trabajo doméstico contenía referencias a las
mujeres y a la familia. Los sastres buscaban la autorregulación de su oficio y el trabajo en
el hogar no cabía en dicha autorregulación.
Los sastres buscaban mantener la división entre el trabajo y la casa. Así argumentaban que
el trabajo en el taller era calificado, el trabajo en la casa no. Esto implicaba también que los
hombres que trabajaban en sus casas se sientan degradados por ser asociados a la
femineidad. Las demandas políticas de los sartres estaban inmersas de conceptos de género
que asignaban a las mujeres y a los hombres capacidades, trabajos y espacios distintos, pero
no aprobaron un orden social que equiparara a las mujeres con la domesticidad y a los
hombres con un trabajo remunerado.
Paralelamente, las líderes de las costureras pidieron al gobierno republicano que apoyara
sus planes. Ellas reclamaban talleres pero no rechazaban el trabajo en casa: siempre y
cuando se paguen las tarifas establecidas. Sus reclamos como identidades colectivas
hicieron hincapié en una combinación de responsabilidades con su actividad asalariada y su
familia.
Las lideres costureras defendían a “todas las mujeres que cosían para vivir”, incluyendo a
las modistas y costureras. Esto les proporcionó una identidad común. Denunciaban que los
orígenes de sus problemas no estaba solo en las practicas del capitalismo sino también en
las desiguales relaciones de poder entre las mujeres y los hombres. Un socialismo
combinado con cierto feminismo.
Esa primera demanda luego evolucionó hacia la administración del salario y el trabajo
doméstico. Al reconocer la especial conexión de las mujeres con el hogar y la familia, se
estableció una retórica identitaria distintiva. Las costureras organizaron cooperativas y
reclamaron aumentos salariales en nombre del derecho al trabajo. Cuestionaban la
exclusión de las mujeres del sufragio universal a través de la idea de que ellas eran
productoras y propietarias de su fuerza de trabajo. Pedían ser ciudadanas, reclamaban sus
derechos como mujeres en nombre de sus obligaciones familiares.
Harvey – París, capital de la modernidad
Harvey analiza la experiencia urbana bajo una dimensión integral: la ciudad puede pensarse
en conexión con movimientos políticos, con proyectos alternativos económicos, políticos y
sociales, que tienen formas distintas de pensar y organizar la ciudad. El autor muestra
como en la forma urbana y estética de París se encuentra una expresión de las
victorias de las fuerzas burguesas y conservadoras del orden capitalista, expresándose
como una ciudad que se muestra como “la más moderna”.
Introducción:
Discute el mito de la modernidad como una ruptura radical con el pasado. Por el contrario,
sigue a Saint-Simón y a Marx al postular que ningún orden social puede alcanzar cambios
que no estén latiendo en su condición existente. Y apela al concepto de “destrucción
creativa”.
1848 fue un año muy dramático en Europa y en París. Haussman, David Courbet, la poesía,
la maquinaria e industria, los boulevares, el socialismo científico trajeron la modernidad.
Pero fue también un año en el que París sufría hambre, desempleo y miseria: la gente
empezó a inundar la ciudad en busca de subsistencia. Republicanos y socialistas llevaron
adelante diversas manifestaciones. Finalmente, se declara el Gobierno Provisional y luego
la República. Se formaron clubes políticos y surgieron asociaciones obreras.
El 2 de diciembre de 1851 Luis Napoleón (con el apoyo de las provincias, los católicos y el
ejército) produce el golpe de estado. La resistencia es aplastada, la asamblea disuelta.
*Todo esto le dio la idea a Marx que evolucionaría hasta el socialismo científico y plantea
que el socialismo utópico era una barrera para la revolución.
A partir de 1820, surgieron pensadores que dejaron fragmentos para el futuro sobre cómo
construir una república. Los principios de la ilustración se mezclaban con el romanticismo
y el misticismo cristiano. Las readaptaciones de pensamiento fueron tantas que las ideas de
1848 eran distintas a las de 1830.
Pero variaba, por ejemplo, la forma en la que se llegaría a esa igualdad. Para Blanqui era
por medio de la dictadura del proletariado; para Saint-Simón por medio de educación, un
gobierno adecuado y recursos. Los comunistas y jacobinos querían igualdad en la
distribución de poder, pero los trabajadores prestaban poco apoyo a una acción
revolucionaria que derrumbara al sistema entero para sustituirlo por un comunismo
igualitario, se oponían a la pequeña buguesía y a la arrogancia de los seguidores de Saint-
Simon, que pretendían educarlos.
La organización del trabajo: Mientras los escritores de la época criticaban al orden social
existente, todo el mundo reconocía que la cuestión del trabajo y de la actividad laboral era
fundamental para la crítica de los acuerdos sociales existentes. Para Fourier (socialista
utópico, uno de los padres del cooperativismo), la división social del trabajo desaparecería
cuando se enmparejara la diversidad de las tareas con sus naciones sobre la abstracción
pasional, entonces el trabajo sería equivalente a un juego. Para los seguidores de SS, debía
reorganizarse la división del trabajo en una escala mayor para aumentar la eficiencia.
Estos movimientos discutían también sobre la cuestión urbana. Había muchos planes
utópicos qe no encajaban con la realidad de la ciudad, por lo que muchas cosas que
propusieron no llegaron a la practica en ese entonces, pero luego Haussman las hizo, lo que
quiere decir que parte de su obra ya estaba presente en 1830-40.
Harvey nos está mostrando que había diversas corrientes pensando en proyectos que
también son modernos. Ideas que apuntaban a multiples direcciones y que, muchas
veces, amenazaban la visión burguesa de modernidad.
Pero el Segundo Imperio buscaba otro tipo de modernidad, una que mezclaba el
autoritarismo con un precario respeto a la propiedad privada y el mercado, jalonado por
intentos de cultivar una base populista.
Finalmente, fueron los empresarios los que rehicieron la ciudad de acuerdo a sus
intereses, dejando a la población con una sensación de desposesión.
1848 marca el fin de la idea de la ciudad como cuerpo político, y el Segundo Imperio la
entierra dentro del mundo comercial del espectáculo y el valor del mercado.
Schorske – Viena a fin de siglo
Introducción:
Que se asocie a la Europa de siglo XX con una modernidad rupturista del pasado y sus
tradiciones, tiene que ver, para el autor, no solo con una premisa retórica sino también
psicológica: la noción de modernidad como rebeldía generacional contra el progenitor
y un esfuerzo de autodefinirse, que se da a nivel de grupos sociales enteros que liberan su
creatividad en pos de nuevas construcciones y nociones. Esto es lo que ocurrió en la
Viena de siglo XIX, con enormes innovaciones tecnológicas, filosofía, arquitectra, arte,
etc, que rompieron con la idea de continuidad histórica que era propia del liberalismo.
Tanto la organización espacial como el estilo estético descubren las necesidades de los
constructores y su clientela. La Ringstrasse era una zona residencial. Se crean casas de
apartamentos. Por otro lado, la combinación de prestigio y beneficios en palacios de renta
de propiedad individual reflejaron una de las más importantes tendencias sociales liberales
de la época: el acercamiento de la aristocracia y la burguesía.
Sitte y Wagner apuntan contra el nuevo diseño y función de Viena, si bien sus críticas son
estéticas, abarcan cuestiones sociales más amplias: La Ringstrasse funciona también como
un símbolo de crítica al liberalismo. Sus postulados son opuestos. Sitte, defiende lo
antiguo, artesanal y comunitario, piensa al Ringstrasse como modelo negativo, y a sus
constructores los acusó de traicionar la tradición. No obstante, lo que el arquitecto buscaba
era una convivencia entre lo moderno y lo comunitario. Pero repudia lo moderno porque
entiende que refiere a aspectos técnicos y racionales de construcción, excluyendo lo
artístico y emocional. Busca re humanizar el espacio urbano, contrarrestar el
utilitarismo y funcionalismo moderno, recuperando el historicismo en los edificios y
dándole centralidad a las plazas, a través de las cuales se desarrollaría una vida social
comunitaria en el marco de la sociedad moderna. A sus concepciones las fundamenta a
través de las obras y teorías de su ídolo, el músico Richard Wagner, lo que lo potencia a
creer que el artista es quien debe crear un nuevo mundo con perspectiva comunitaria.
Podcast de la catedra
A mediados de 1870 francia había entrado en guerra con Prusia, un conflicto que terminaría
rápidamente con el triunfo de Blicksmart. Napoleón III cae. La clase dirigente francesa se
apresura a reinstaurar la república y a iniciar negociaciones con el recién nacido imperio
Alemán. Pero en parís el ímpetu de sus habitantes era resistir y continuar con la guerra, en
contraposición a un gobierno de defensa nacional republicano que estaba, no obstante,
compuesta por miembros pro monarquía.
En cada uno de los distritos de la ciudad cobró nuevo impulso la guardia nacional, donde
miles de ciudadanos se asaltaron para defender la capital. Con el objetivo de desarmar a una
fuerza militar compuesta mayoritariamente por obreros de fuertes ideas democráticas y
republicanas, el gobierno de thiers intenta desarmarlos pero el pueblo (con participación
fundamental de las mujeres) resiste: termina con disparos a dos generales al mando por
parte de los soldados que se habían negado a reprimir al pueblo. A partir de ese momento y
por dos meses, París estuvo gobernado por la Comuna: administración municipal que
puso en prácticas medidas de corte republicano, democrático y laico en ocasiones
acompañado por políticas de carácter socialistas.
Este auto gobierno de les trabajadores debió hacer frente a la hostilidad de la asamblea
nacional que se instaló en Versalles y que buscaba acabar con esa experiencia. De este
modo, a partir del ingreso de las tropas versallesas en la ciudad el 21 de mayo, comienza la
llamada Semana Sangrienta, el ejército francés conquistó progresivamente París. Los
oficiales versalleses fusilaron no solo a quienes vestían el uniforme de la guardia nacional
sino a todes les que utilizaran la jerga típica de los obreros e incluso a quienes vivían en los
barrios rojos. Como dijo Marx, una guerra entre naciones había dado lugar a una
guerra civil entre clases sociales. Entre las víctimas de la semana sangrienta se hallaban
hombres y mujeres niños y ancianos por igual. El 28 de mayo la comuna es derrotada.
Podríamos decir que en cierto sentido con la comuna se cierra el ciclo revolucionario que
se había abierto en Francia en 1789, que había sobrevivido a pesar de la represión de
Napoleón III. Desaparecieron formas de protestas y acción como las barricadas que eran
típicas de la revolución. La comuna fue sin dudas un momento bisagra en la historia
francesa. Para la derecha conservadora fue la encarnación del peligro comunista q estaba en
acecho y q buscaba eliminar la propiedad privada. Frente a esa amenaza la única salida era
la represión.
Pero la común también demostró que un gobierno de las y los trabajadores eran posibles.
Este estudio investiga la creación de uno de los símbolos políticos negativos más poderosos
del siglo XIX: la pétroleuse [petrolera o mujer incendiaria] de la Comuna de París.
La comuna de París:
Conscientes del poder de las acciones simbólicas la comuna señaló su política enarbolando
la bandera roja de la revolución, quemando una guillotina y derribando la columna de
Vendóme que conmemoraba las hazañas militares de Napoleón I. estas decisiones crearon
una gran oposición burguesa hacia la comuna. La prensa francesa no parisina e
internacional los acusaba de comunsitas.
El pueblo parisino se defendía con las barricadas que eran contantemente reprimidas. Las
mujeres tuvieron una participación activa fundamental, aunque no se les permitió
postularse a cargos políticos. A las tareas que ya estaban asociadas a lo femenino, como el
cuidado de niños y la asistencia de enfermos, las comuneras agregaron una profunda labor
política y militante. Con el ingreso de las tropas versalleses, construyeron numerosas
barricadas. Sin embargo, los historiadores han hablado poco de estas actividades. Y las
comuneras son recordadas como incendiadoras.
La prensa pro versalles construyeron un mito a partir de los cuales se responsabilizó a las
mujeres de los incendios y del intento de reducir a París en cenizas. Pero como bien señalo
Marx, estas acciones tenían un carácter estratégico: defender el mayor tiempo a la comuna
de los ataques versalleses. El fuego se dirgía a edificios que remitían al régimen
napoleónico y al mundo burgués. Tenía un fuerte carácter simbólico. No obstante, hay
evidencias que la mayoría de esos incendios fueron provocados por hombres. Es llamativo
como se las acusó a las mujeres de los incendios siendo que fueron provocados en su
mayoría por hombres. Rápidamente se convirtió en un lugar común para las historias de
los periódicos y los títulos de las ilustraciones referirse a todas las communardes arrestadas
como petroleuses, independientemente de si fueron acusadas del delito específico de
incendio.
Las petroleuses:
Las descripciones de los “testigos oculares” varones sobre las prisioneras mujeres, revelan
tanto el miedo como la considerable fascinación con las mujeres que había peleado por la
Comuna. Todes les prisioneros fueron ejecutados a lo largo del camino, burlados y
abusados pero al castigo de las mujeres se le sumaba una dimensión sexual. Se les
degarraba su ropa, sus corpiños, lo que tenia varios objetivos: primero, determinó su sexo,
dejarles los pechos al descubierto confirmaba que eran mujeres. pero, además, cuando los
varones eran prisioneros automáticamente perdían su poder y esto era de por si una
humillación, per como se consideraba que las mujeres carecían de cualquier forma de poder
la humillación debía revestir otro carácter: la desnudes mostraba que eran mujeres
DEBILES.
Las burguesas:
1- La vieja bruja
2- La víctima
Conclusiones:
La comuna fue derrotada y no podía representarse como una diosa de la libertad ni como
una luchadora. La petroleuse amenazó con subvertir el conjunto del orden social. No
solo desafió la autoridad masculina al abandonar su hogar y salir a luchar, sino que también
atacó la propiedad, la base del sentido de importancia burgués y masculino. La revolución
era como la mujer rebelde: amenazaba con subvertir el orden considerado natural por sus
beneficiarios. En la arena política, la revolución era la máxima amenaza, al igual que
en el ámbito personal lo era la sexualidad de las mujeres.
Lineamientos generales:
Luego de la derrota del 48, queda claro y establecido el absoluto triunfo de la sociedad
burguesa, con su modelo de desarrollo económico y político (sistemas representativos
constitucionales basados en sufragio limitado, no democrático sino restringido). Antes,
detrás de cada avance burgués estaban las masas dispuestas a disputar ese modelo.
A partir del 48 se abrió un nuevo ciclo comercial, producto del retroceso que se vivió con la
crisis de las cosechas. La producción industrial se recuperaba con rapidez. A partir de 1850
las exportaciones aumentan exponencialmente.
Empieza el gran esplendor mundial. Lo que fue muy satisfactorio para los negocios gracias
a la combinación de capital barato con un rápido aumento de los precios. Los puestos de
trabajo aumentaron y los salarios se elevaron lo que hicieron mellar el descontento popular.
Esto último trajo enormes consecuencias políticas pues les proporcionó un gran respiro a
los gobiernos sacudidos por la revolución. La política entró en un estado de hibernación.
En 1857 [crisis financiera, primera crisis económica a nivel mundial] llega a su fin este
periodo de calma. Ocurrió una mera irrupción de la edad de oro de crecimiento capitalista,
que se reanudo a mayor escala en la década de 1860. Coincidiendo también con una
actividad política intensa: la política resurgió en un periodo de expansión, pero dejó de ser
la política de la revolución.
En tanto las relaciones entre patronos y obreros quedaban en manos de ellos.La rentabilidad
no se veía amenazada puesto que la masa de campesinos, ex artesanos y migrantes parecía
mantener los salarios a un precio modesto.
Este libre comercio significaba vender libremente a bajo precio en todos los mercados
del mundo, estimulando a los países subdesarrollados para que les vendieran a los
países desarrollados sus productos, sobre todo materias primas, ingresando de esta
manera el dinero con el que comprar las manufacturas británicas: por esto a las
economías rivales a GB les convenía este sistema; y a GB porque era el taller del mundo.
Con todo, la mayoría de las economías industriales tuvieron en este periodo dos ventas en
el libre comercio: 1- La expansión general del comercio mundial; 2- Encontraron
beneficiosos contar con recursos que facilitaran su industrialización.
Fue una etapa de confianza en el desarrollo ilimitado. Pero a medida que se entraba en la
década de 1870, el auge del desarrollo estaba encontrando sus limitaciones. A los
crecimientos económicos les sucedían depresiones de cada vez mayor amplitud mental,
aunque eran temporales. Pero hacia 1783 se da la Gran depresión. Luego de la década
de 1870 se abrió una nueva era histórica, política y económica, ya que los
fundamentos establecidos del liberalismo económico encontraron sus limitaciones.
Entre 1873 y 1890 la producción mundial continuó aumentando pero a un ritmo menos
vertiginoso que antes. Avanzaron las economías norteamericanas y alemanas.
-El sector más deprimido de la economía y con más descontento social fue la agricultura.
Las respuestas habituales de este sector fueron la emigración masiva –los que carecían de
tierras- y la cooperación –los campesinos con explotaciones viables-. [Esto tiene que ver
con el giro en la política de Estado, se priorizaba al sector industrial]
-El mundo de los negocios tenía también sus propios problemas. Les preocupaba la
deflación, porque hace que disminuyan los beneficios (con la inflación los bienes
producidos con un coste menor se venden a un precio más elevado al momento de la venta).
Los salarios no podían reducirse. Además, había en el mercado cada vez más competidores.
A los economistas y hombres de negocios lo que les preocupaba no era la producción sino
la rentabilidad de la misma, debido a su propaganda apocalíptica de depresión.
Una de las soluciones a estos problemas fue una especie de monetarismo a la inversa, que
era sustentado por aquellos que atribuían el descenso a los precios a la escasez de oro.
-Se pone fin al liberalismo económico porque los países comenzaron a aplicar tarifas
proteccionistas a sus productos. Solo GB defendía el comercio sin restricciones, porque
no contaba con campesinado y dominada el mercado de la compra de exportaciones.
El ideal teórico del capitalismo era la división internacional del trabajo que aseguraba el
crecimiento más intenso de la economía, modelo que era inviable en la practica porque las
economías nacionales existían porque existían los estados nacionales. Dentro de estos, los
más desarrollados podían competir y el resto dependían de los países desarrollados en el
curso de sus economías.
El proteccionismo fue la reacción política del productor preocupado ante la depresión, pero
la respuesta económica más significativa del capitalismo radicó en la combinación de
la concentración económica y la racionalización empresarial:
- los trust [empresas que producen lo mismo se unen en una sola] la concentración
económica avanza a expensas de la competencia del mercado; las corporaciones a
expensas de las empresas privadas; los grandes negocios a expensas de los
pequeños.
- La gestión científica: de las empresas para maximizar sus beneficios. A partir de
tres estrategias: aislamiento de cada trabajador del resto del grupo;; descomposición
sistemática de casa proceso en elementos cronometrados; incorporación de sistemas
distintos de pago de salario que incentivaran al trabajador a producir más.
Si comparamos la economía de la Era del Imperio con la de la primera etapa de siglo XIX
nos encontramos según Hobsbawm con varios aspectos:
-Una economía capitalista con una base geográfica mucho más amplia, incorpora a “todo el
planeta” en términos generales. Se amplía el mercado de materias primas y se incorpora a la
lógica global la división entre productores de materias primas y quienes producen
manufacturas.
-La tendencia hacia la concentración económica que nos aleja de la lógica competitiva;
ahora la competencia es más entre grandes empresas.
-El motor del crecimiento empieza a ser el mercado interno; se empieza a crear el
mercado de masas al interior de las economías industrializadas.
Cap. 3 “Imperialismo”
Hobsbwm llama Era del imperio al periodo entre 1875-1914, no solo porque en él se
desarrolló un nuevo tipo de imperialismo, sino también por la cantidad de gobernantes
que se auto-titularon emperadores o que son vistos como tales.
Con nuevo tipo de imperio, el autor se refiere al imperio colonial: fenómeno que emerge
de manera novedosa por la dimensión económica que adquiere. En esta era, los países
capitalistas mas desarrollaron se reparten la mayoría de países no europeos en colonial o
zonas de influencia.
Como ya vimos, el acontecimiento mas importante de siglo XIX fue la creación de una
economía global que vinculo a todos los países. La existencia de una red de transporte
facilitó esta conexión y surgió el interés por explotar zonas más marginales.
Pero los motivos por los cuales los países desarrollados se volcaban a conquistar territorios,
no fueron solo la búsqueda de mercados y de materias primas; los países capitalistas
desarrollados competían entre sí para sacar ventajas o constituir monopolios, el
imperialismo era impulsado también por la rivalidad entre potencias, en donde juega
un papel fundamental el proteccionismo El país en el que el imperialismo tuvo mas
importancia fue el Reino Unido, porque su supremacía económica siempre había
dependido de su relación especial con los mercados y fuentes de materias primas de
ultramar. En este periodo tuvo mucho éxito en sus objetivos, ampliando sus zonas de
influencias. Sin embargo, Hobsbawm dice que el objetivo británico no era la expansión,
sino la defensa frente a otros países que intentaban captar esos mercados. El nuevo
colonialismo fue una consecuencia de una era de rivalidad económico-política entre
economías nacionales competidoras, rivalidad intensificada por el proteccionismo.
>Cuando las economías desarrolladas estaban “fuertes” su ideal era el de la puerta abierta
en los mercados subdesarrollados, pero cuando carecían de esa fuerza, intentaban conseguir
territorios cuya propiedad situara a las empresas nacionales en una posición de monopolio y
les diera ventaja.
Por otro lado, la aparición de los movimientos obreros, o la política democrática tuvo
influencia sobre el desarrollo del nuevo imperialismo. El imperialismo estimuló a las
masas y a los sectores descontentos, a identificarse con el estado y la nación imperial,
dando así justificación y legitimidad al sistema social y político representado por ese
estado. El llamado imperialismo social.
Por último, la era del imperio fue un fenómeno también cultural. La conquista del
mundo por la minoría desarrollada transformó imágenes, ideas y aspiraciones, por la fuerza
y por las instituciones, mediante el ejemplo y la transformación social. Lo que el
imperialismo llevó a las elites potenciales del mundo dependiente fue
fundamentalmente la occidentalización en su máxima expresión. Su legado más
importante fue una educación de tipo occidental para minorías distintas.
Para Hobsbawm, la Era del Imperio comienza con la histeria internacional entre los
gobernantes europeos y las clases medias luego de la Comuna de París en 1871 y la
masacre luego de su supresión. Episodio que refleja un problema fundamental de la política
de la sociedad burguesa: el de su democratización.
La democracia es el gobierno del pueblo, pero los intereses de las distintas clases
raramente son los mismos y en la época victoriana (GB, cúspide de su revolución
industrial y del imperio británico) creían poder identificar la acción política de clase con
la aristocracia y la burguesía. Ese fue el dilema fundamental del siglo XIX, que
propugnaba la existencia de constituciones y de asambleas soberana elegidas que, sin
embargo, luego trataba por todos los medios de esquivar actuando de forma anti
democrática, limitando el derecho al voto y a ser elegido.
El problema se dio cuando el país real comenzó a penetrar el país legal, y las elites
estaban atemorizadas ante lo que sucedería con la ampliación. A partir de 1870 se hizo
cada vez más inevitable la democratización, cuando las masas entraron en el escenario
político. Así, la mayoría de los gobierno occidentales, fueron presionados a ampliar el
sufragio entre 1880 y 1914.
El problema era cómo manipular la política democrática. Intentos de ellos fueron el modelo
bismarckiano con los derechos constitucionales del Parlamento minimizados o el del GB
con una segunda cámara hereditaria y sufragio censitario. También fue utilizada la
intimidación en los sistemas de voto público, el patrocinio o el clientelismo. Mecanismos
retardatarios del proceso democratizador, pero no podían detener el avance del
electorado masivo a quienes debían hablarle. Lo que realmente pensaban lo decían a
escondidas: la era de la democratización era la era de la hipocresía política pública.
Dentro de las masas se encontraba la pequeña burguesía tradicional, a la que era difícil
discernir si temían más a los ricos o al proletariado. Eran mestros artesanos y pequeños
tenderos, cuya posicioon se había visto socavada por el avance de la economía capitalista y
por la cada vez más numerosa clase media baja formada por los trabajadores no manuales y
administrativos. Este sector fue la esfera política de la retórica y la demagogía. En
Europa central tuvo un carácter antisemita y nacionalista. El judío se asociaba al sector del
capitalismo que los amenazaba.
Además de grupos sociales, se movilizaban cuerpos de ciudadanos unidos por lealtades
sectoriales, como la religión o la nacionalidad. Sin embargo, la movilizacion de partidos
confesionales se vio limitada por la iglesia católica que rechazaba por completo el sistema
moderno. La iglesia se opuso a la formación de partidos políticos católicos oficiales,
aunque desde 1890 reconoció la conveniencia de apartar a los trabajadores de la revolución
atea socialista. Generalmente apoyaron partidos conservadores o reaccionarios de diversos
tipos. La religión tenía potencial político, pero el nacionalismo mucho más.
En EEUU, con la división de poderes, el gobierno era en cierta forma independiente del
parlamento elegido, aunque corría peligro de verse paralizado por el mismo. En el modelo
representativo europeo, en cambio, sus gobiernos dependían de los parlamentos y sus
problemas serían insuperables. En consecuencia, la continuidad efectiva del gobierno
y de la política estaba en manos de los funcionarios e la burocracia, permanentes, o
elegidos e invisibles.
Pero todas las clases más altas se sentían invadidas por quienes todavía estaban
emancipándose.
Por otro lado, las economías nacionales fueron insertándose en la economía mundial y
el mercado global comenzó a influir en el rumbo económico de las naciones.
- La larga depresión
- Los años dorados, la Belle Époque
Lo que llevó a la crisis fue el gran éxito del capitalismo liberal, dado que la expansión
industrial había dado lugar a la intensificación de la competencia. Esta crisis no fue de un
colapso económico sino de un declive continuo y gradual de los precios mundiales: la
competencia inducía a bajarlos, lo que provocaba mermas en las ganancias. Para
contrarestar esto, se desarrollaron barreras aduaneras, concentración de capitales e
incremento de la productividad. en EEUU se dio el taylorismo, otra respuesta fue buscar
territorios extra europeos.
GB siguió siendo el centro orgnaizador de esta economía global, por sus servicios como
transportista, agente de seguros e intermediario financiero. El comercio internacional se
rigió por el patrón oro: en GB, los grupos financieros impusieron su visio liberal a costa de
los intereses proteccionistas de los industriales. Los que no podían competir en el mercado
internacional salieron perdieron. Los ganadores fueron los banqueros londinenses, los
ganaderos argentinos y los productores de arroz indochinos.
En el ultimo cuarto de siglo XIX, los estados europeos pueden distinguiste entre dos
grandes espacios: Europa del Este y Europa Occidental.
Por otro lado, la iglesia católica también rechazó al liberalismo y al mundo moderno. Propuso
una tercera vía entre el capitalismo y el socialismo.
Said busca estudiar la relación entre cultura e imperio, a partir de l análisis de novelas
realistas, que fue el tipo de literatura mas democratizadora del periodo por su circulación
entre las masas. Pero además, porque los relatos expresan representaciones, actitudes y
descripciones que los novelistas tienen y producen respecto al mundo orientalizado, a la vez
que funciona como dispositivo para afirmar su propia identidad, un nosotros en relación a
un ellos. Este poder narrativo Said lo considera uno de los vínculos cruciales entre cultura e
imperio. Además, el autor evidencia que esa reafirmación identitaria ha llevado a arraigar y
exacerbar valores chauvinistas y xenófobos, pero que también da cuenta de la existencia de
un campo de disputas entre distintas ideologías y concepciones, en la que los relatos
occidentales han procurado callar las voces de los nativos orientales, y es ese campo de
batallas en el que Said incursiona, para recuperar las voces de sujetos de los territorios de
ultramar que resistieron ante la dominación occidental. Por tanto, el autor no separa un
mundo del otro –no pueden separarse, el imperialismo los unió-, sino que atiende a la
interdependencia entre ambos, espacio en el cual aparecen las luchas y resistencias contra la
dominación.
Entonces, Said se aleja de los factores materiales, económicos o geográficos, para atender a
las ideas, formas e imaginarios que este tipo de literatura produce. Entendiendo, además,
que los novelistas evocan el pasado desde las concepciones que tienen en el presente como
parte ya de la sociedad imperialista, por tanto, no son neutrales ni inocuas. Por el contrario,
para el autor, tanto el imperialismo como el colonialismo se sostienen por los artefactos
culturales e ideológicos que impregna al mundo; conquistadores se han visto impregnados
de múltiples mecanismos culturales para convencerse de su superioridad y la necesidad de
dominar. Pero aún más, los oprimidos han llegado a sentir y aceptar que deben ser
subyugados. Por todo esto, para Saíd, el vínculo entre este tipo de novelas y el imperialismo
es tal, que presenta una relación dialéctica en la que una no existiría sin la otra. Este tipo de
producciones, justificaba, reforzaba y alimentaba el dominio occidental.
Eley – Un mundo que ganar. Historia de la izquierda en Europa
A partir de los tres capítulos de Eley, puede verse el surgimiento la inserción y desarrollo
de los socialdemócratas en algunas regiones de la Europa de siglo XIX, donde se
convirtieron en actores sociales centrales. El autor hace una reescritura de la historia de la
izquierda. Hay un eje claro: vincular a la izquierda con la democracia, planteando que la
izquierda ha sido históricamente, a partir de la RF, una de las mayores fuerzas que ha
contribuido al proceso de democratización –no en sentido liberal burgués sino en sus
términos más “revolucionarios”- de la sociedad, en este caso europea.
Síntesis: Este capítulo marca las rupturas de la década de 1860, años centrales para la
reconfiguración que resulta de las transformaciones socio económicas, políticas y debates
internos de estas tradiciones. Y años fundamentales para entender la emergencia de esta
reorganización teórica y política de la izquierda en los partidos social demócratas, tanto por
la aceleración de la industrialización como por la liberalización de los sistemas políticos
que se produce a partir de la derrota de 1848.*
1848: Años de transición al capitalismo, donde las durezas del mercado estaban
transformando las relaciones de producción existentes. En estos años, mientras esta
democracia radical alcanzaba su apogeo, sus bases estaban debilitadas. La
reorganización capitalista de la economía por medio de la industrialización cambió el
lugar del trabajo en la sociedad. Los artesanos progresivamente perdieron el control de
sus oficios, que pasó a las fuerzas impersonales del mercado capitalista, y así terminaron
abandonando su forma de organización autónoma en el taller para acabar
integrándose en estructuras superiores de producción, empleo y control capitalistas.
Pero la disyuntiva de cómo llevar a cabo las políticas socialistas en una estructura
capitalista llevó al socialismo a dividirse en movimientos socialistas por un lado y
revolucionarios por otros.
Una de las formas organizativas entre el partido socialista y el pueblo fueron la asociación
de obreros locales. Después de sus comienzos entre el 40 y 60, los clubes obreros se
convirtieron en la base celular de los nuevos movimientos obreros nacionales. Para que el
socialismo prosperara, antes hubo que entregar un modelo más antiguo de transformación
política que fue la tradición conspirativa asociada con el revolucionario Blanqui.
La innovación fundamental fue el modelo socialista del partido de masas, que hacían
campañas abiertamente en busca de apoyo público y representación parlamanetaria a escala
nacional y organizaba sus propios asuntos por medio de la democracia interna.
Los otros precursores de los movimientos obreros que se constituyeron después de 1860
fueron los socialistas utópicos: se centraban en asuntos religiosos y filosóficos, le daban
importancia central a la educación popular y a los sistemas ideales de comunidades.
Repudiaban principalmente la autoridad moral del cristianismo oficial. Su referente era
Owen. Se destacan por su radical perspectiva de genero: el sistema competitivo llega a
todos los aspectos de la vida, x lo que era necesario cuestionarse hasta individualmente.
-Durante siglo XIX, la izquierda forjó su independencia por medio de sus conflictos
con el liberalismo. Los liberales se resistieron a la ciudadanía democrática, por lo que los
socialistas sustituyeron al individuo libre y soberano de los liberales por la soberanía
popular.
A partir de 1860, cobró forma un constitucionalismo socialista que rompe con los
proyectos de autoadministración local comunal del pensamiento socialista anterior.
Fue una década de intervalo decisivo. A partir de entonces, los socialistas depositaron sus
esperanzas en un partido de democracia parlamentaria. Además, el modelo socialista
fue favorecido por el creciente predominio del Estado Nacional.
Entonces, a partir de los 60 surge un ideal nuevo de partidos obreros con una organización
nacional y centrada en la idea parlamentaria. Surgió de las liberaciones de 1867-71, que
permitieron que muchos movimientos obreros llevaran a cabo su primera agitación legal a
una escala superior que la local. También fue fomentado por la I internacional.
La década de los 60 sembró las semillas de la organización. Los movimientos socialistas
constitucionalistas fueron los primeros partidos socialistas con una organización nacional y
una existencia continuada, dando lugar a una nueva época en la historia de la izquierda.
Localización geográfica:
Crecieron en los países más industrializados aunque este no fue el único factor. En algunos
lugares, el derecho al voto fue capacitador y en otros la aristocracia impidió el sufragio
universal, lo que hizo que disminuyeran los resultados electorales de los socialistas. El
factor constitucional podía anticipar o impedir las consecuencias de la formación de clases
institucionales.
1-En el mediterráneo los partidos eran débiles. Había mucho anarquismo, partidarios de la
acción directa, como en Italia. En España el atraso económico y la fragilidad del
liberalismo fueron un obstáculo. En estos dos países, y en Francia, la política obrera fue
inestable. El medio de la acción obrera era la delegación local de partido socialista
organizado como la “cámara de trabajo”, que eran centros activos de cultura socialista
donde las funciones de la bolsa de trabajo se combinaban con las sindicales, educacionales,
agitación y moralidad. Procedían de tradiciones de cooperativismo.
GB, a pesar de ser una nación con el capitalismo y la sociedad proletaria mas avanzada, era
la que menos votos socialistas juntaba. El activismo obrero utilizaba como medio el Partido
liberal, el desplazamiento hacia el laborismo fue lento.
3-El borde oriental (Rusia, Austria-Hungría, los Balcanes), donde el atraso económico y
político demoró a los partidos socialistas o los obligó a pasar a la clandestinidad.
1860 instauró las duraderas normas parlamentarias y constitucionales de la vida política que
todos aceptaron y que recién empiezan a criticarse e 1905, con los soviets y huelgas. Los
socialistas creían que las ideas políticas de trabajo necesitaban los sistemas
parlamentarios existentes porque se podían usar para incitar a las masas y para
obtener reformas a corto plazo, como el voto universal donde socialistas y liberales se
unieron para conseguirlo y luego los socialistas obtuvieron la independencia política. En
Alemania esa ruptura se produjo en 1860, una de las razones fue el voto masculino que le
dio independencia. En cambio, en GB los socialistas fueron socios de los liberales. En
Escandinavia y los Países Bajos el derecho al voto no significó el acceso al gobierno, cada
partido tuvo una relacion distinta con el Estado.
Sindicalismo: Casi todos los partidos sindicalistas mantenían relaciones con las
federaciones sindicalistas (nacionales). El crecimiento y las formas del sindicalismo
variaron según la región; era cuestión de economía y se extendía junto a las masas y las
formas de industrialización.
En todos los casos, los pequeños sindicatos de artesanos cedieron ante el sindicalismo
masivo que la industria hizo posible. Los forjadores de los primeros movimientos
obreros fueron los del taller pequeño, los primeros sindicatos nacieron en asociacioens
pequeñas con cooperativas.
En la transición desde este sindicalismo gremial, GB fue un caso único porque los
sindicatos crecieron dentro de un marco gremial, consecuencia de la lenta acumulación
de su industria, que permitió que las organizaciones de artesanos se estabilizaran por medio
de los nuevos sindicatos que incluían a todos. Estos sindicatos diferían de los otros dos
modelos del continente: los industriales que reclutaban a todos los trabajadores de la
misma industria y los de peones que recurrían a los no especializados.
En los países menos industrializados (Francia, Italia, España), las oportunidades fueron
menores, pero tenían sindicatos para el sector publico, ferrocarriles y minas. En Alemania,
las tradiciones de los artesanos sucumbieron ante el sindicalismo industrial en masa, el
movimiento obrero alemán creció a partir de asociaciones de artesanos locales que
abarcaban ciudades enteras. Pero sus sindicatos gremiales nunca ampliaron su base.
El ritmo de avance del sindicalismo estuvo vinculado tanto a los altibajos del ciclo
económico como a la política.
La primera oleada de huelgas del 68-73, durante la cual la militancia penetró la periferia
subdesarrollada, estuvo influída por la dialéctica de liberalización polítca y económica en
expansión. La liberalización interactuó con el final de la depresión del 95-96
contribuyendo a la transición al sindicalismo en masa.
Con la participación política, los obreros tomaron conciencia de clase y asumieron que
las urnas eran su mayor arma, por lo que el voto socialista aumenta. Con esta conciencia
de clase crece la confianza en la actuación obrera y se forjaron identidades alrededor
de la industria y de ocupaciones, por lo que la vida cotidiana de los obreros revelaba
las solidaridades pequeñas. Aunque muchos obreros no se afiliaban a los partidos o
sindicatos, la experiencia de la vida cotidiana, donde se daban las relaciones de poder,
generó actitudes de independencia con un potencial político.
Eley enfatiza en que los desarrollos de la izquierda todo el tiempo tuvieron como
interlocutor central al liberalismo, en términos de articulación y de oposición. Las alianza
generaron también tensiones al interior de, por ejemplo, la ii internacional donde
predominaba el partido alemán.
Con la creación de los partidos social demócratas, se rompen formas más localizadas
de acción y se pasa a dinámicas de políticas de masas integradas al espacio nacional,
cosa que antes no existía.
Hay también una subcultura que acompaña el crecimiento, donde se arman solidaridades
y simpatías de gente que no necesariamente está afiliada.
Con el ejemplo del owenismo, Taylor piensa en la tradición pre-marxista como una
tradición a la que se puede volver para buscar los orígenes de un vínculo mucho más
estrecho entre socialismo y feminismo.
Para los owenistas, con la instauración a escala mundial de una red de Comunidades de
Asociación Mutua desaparecerían los impedimentos institucionales e ideológicos contrarios
a la igualdad social, incluyendo las leyes opresivas sobre matrimonio y familia.
Muchas de las que reclamaban eran mujeres de clase media, pero al ampliarse la base del
movimiento, en el momento de unión general del owenismo en 1833-34, se sumaron
obreras. Se abrieron sindicatos femeninos.
Pero persistían prejuicios sexuales hacia adentro del partido. Para Engels y el socialismo
científico maduro, el sexismo se veía reducido a una relación burguesa de propiedad por
eso se lo evaluaba en relación a la lucha de clase, todo se subordinaba a la revolución
económica. El feminismo organizado era repudiado por considerarse liberal y
burgués.
Pero para los owenistas el capitalismo no era un orden económico dominado por una
división única de clases, sino que se enfrentaban multiples antagonismos y
contradicciones. Y el sexismo abarcaba todos los ámbitos de la vida humana. Por eso, se
necesitaba no solo transferir el poder económico de una clase a otra, sino una
transformación general de la vida personal en que todas las divisiones de poder y
riqueza serían suplantadas por lazos orgánicos del compañerismo comunal. Este
proyecto feminsita era central en el socialismo primerizo, es decir el owenismo. Para ellos,
la instauración de un orden correcto en las relaciones sexuales era la clave de una
reorganización moral general.