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HISTORIA GENERAL V

2021
Una mirada panorámica del largo siglo XIX:

A través de la trilogía de Hobsbawm se puede seguir el triunfo y transformación del


capitalismo en la forma específica de la sociedad burguesa.

1- 1789-1848: Era de la doble revolución

Fase primera y decisiva de la transformación del capitalismo. Esa fase fue la de una
revolución de la industria capitalista a favor de la clase burguesa y liberal que se dio
especialmente en Francia y Gran Bretaña.

Fue un periodo de trastornos revolucionarios en esos 2 países. La llama “doble revolución”


porque fueron acontecimientos no aislados a su países sino que están ligados a lo que
pasaba a nivel regional. Sin embargo, no es azaroso que ocurriera en estos dos países y que
sean los que van a establecer su dominio al mundo.

Es la época del triunfo de la sociedad burguesa pero también de aparición de fuerzas que
buscaban otro tipo de sociedad.

Empieza en 1789 con la revolución francesa y la construcción de la primera fábrica del


mundo moderno en Lancashire y termina en 1848 con la construcción de la primera red
ferroviaria y la publicación del manifiesto comunista.

2- 1848-1875: Era del capital

Época de triunfo del capitalismo, de una sociedad que creía que el desarrollo económico
estaba en la empresa privada competitiva. Época de nuevas oportunidades y de progreso
moral y material. Posibilitada por la doble revolución.

En 1848 se quiebra la era anterior que era simétrica y unida: retrocede la revolución
política y avanza la industrial. La de 1848 es la última revolución europea.

Se da un masivo avance de la economía mundial del capitalismo industrial y del orden


social que representó. Aunque estaban entrando tímidamente al gobierno político publico,
los ideólogos burgueses eran aun nobles reaccionarios, aunque empiezan a notar que la
democracia era inocua.
No fue un periodo de grandes guerra. El drama estaba en lo económico y lo tecnológico.
Se dio la extensión mundial del hierro (ferrocarril y submarinos). Era el drama del
progreso inevitable.

Millones de pobres emigran. Los países del tercer mundo debieron elegir entre el
exterminio, la resistencia o la integración.

No obstante, este periodo de triunfo es breve. Para principios de 1870 la expansión


económica y el liberalismo parecían irresistibles; para fines de la década cambia esa visión,
en 1873 empieza la Gran Depresión.

3- 1875-1914: Era del imperio

Época dominada por las contradicciones de la época anterior. fue de paz pero también de
gestación de la primera guerra mundial.

Aparecen individuos con capacidad de conquistar y gobiernos importantes y, en los


márgenes, generó fuerzas insurreccionales: movimientos de masas.

Es también la época de crisis de identidad para la burguesía, que van a ver su


dominación socavada por la transferencia del sistema económico.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Hobsbawm, Industria e imperio

Capítulo 2: “El origen de la Revolución industrial”

El autor parte de la base de que la Revolución Industrial no es simplemente una aceleración


del crecimiento económico, sino “una aceleración del crecimiento determinada y
conseguida por la transformación económica y social”. Además, determina que hay que
explicar por qué la persecución del beneficio privado condujo a la transformación
tecnológica, ya que no es algo automático.

En segundo lugar, habla de la RI como la primera de la historia, ya que marca el paso al


a modernidad en el crecimiento económico auto-sostenido por medio de una constante
revolución tecnológica y transformación social.

El autor se pregunta por qué en GB y por qué en siglo XVIII

-Hacia siglo XVIII GB era un país rico y floreciente. Ya tenía las condiciones necesarias
para emprender la industrialización, o bien podían conseguirse con facilidad:

Desarraigo económico, social e ideológico del campesinado de sus tierras, por lo que era
fácil transferirlos a zonas industrializadas

Acumulación de excedentes en grupos interesados en reinvertir

Era un mercado nacional, y no solo una economía de mercado, beneficiaria deun sector
manufacturero y de un comercio maduro

La comunicación y el transporte era barato y tenía amplia salida al mar

La renovación técnica podía emprenderse por unidades pequeñas escalas, sin grandes
inversiones y necesitaba para la expansión solo de los beneficios sucesivos. Al no ser
grandes innovaciones tecnológicas, no se requería mucha inversión ni trabajadores
cualificados
Entonces, el problema del origen de la RI no es cómo se acumuló el material de la
explosión económico sino cómo se prendió la mecha, es decir, cuál fue el catalizador.

Para el autor hay que mirar “las relaciones entre la obtención de beneficios y las
innovaciones tecnológicas”. Porque las empresas privadas no buscan innovaciones
tecnológicas en sí mismas, sino que siempre buscan el beneficio. Para que los hombres de
negocios revolucionen la producción tuvieron que presentarse las condiciones.

Fueron 3 factores que permitieron las condiciones para impulsar la transformación:

1- El mercado interno: Era un mercado unificado y estable.


Promovió el crecimiento económico y funcionó como amortiguador para las
industrias de exportación que eran mas dinámicas y fluctuantes.
Fue la base para una economía industrial generalizada: “proporcionó el tiro para
mantener el fuego”
2- Mercado Externo: De acá provino la chispa.
Este mercado se multiplicada y expandía, lo que se vincula a los mercados
coloniales que mantenían lazos comerciales con las manufacturas de algodón y que
estuvo potenciado por la injerencia dl tercer factor.
3- El Gobierno: Financió proyectos de guerra y colonización para que GB monopolice
y controle otros mercados de exportación.
Subordinó toda la política exterior a sus fines económicos

Pero, ¿Por qué en siglo XVIII?  Acá hay que mirar a la economía mas global de la que
GB formaba parte: el comercio con el mundo subdesarrollado. Proliferan redes
comerciales ultramarinas. Esto le generó nuevas necesidades a Europa, impulsando a crear
localmente manufacturas que sustituyeran la importación de materias primas.

Capítulo 3, “La revolución industrial, 1780-1840”

La producción algodonera fue el producto iniciador del proceso de industrialización en


determinadas regiones (Manchester). Proliferó en la segunda mitad de siglo XVIII y se basó
en la fábrica. Esta producción está ligada a la colonización, la impulsó, le proveyó
recursos y, a partir de 1700, se les prohíbe a las colonias la producción textil.

El algodón provino de las plantaciones esclavistas de las indias occidentales y luego de


las del sur de EEUU. A partir de 1790, la exportación se multiplicó (antes era más para
mercado interno), hacia fines de siglo XIX el 90% se exportaba.

Con las innovaciones técnicas (spinning-jenny, la mule) el hilado niveló el atraso que
tenía en comparación al tejido y se transformó en el fundamento de la fabrica mientras
que el tejido siguió siendo sobretodo manual.

La tecnificación necesitó de pocos conocimientos científicos. No se aplicaba aun una


distinción entre pensamiento práctico y teórico. Los industriales tenían un carácter
pragmático: necesidades inmediatas, funcionalidad.

A esta primer etapa de la R.I. el autor la denomina primitiva porque se basó en la aplicación
de ideas sencillas o reutilización de innovaciones antiguas y baratas, pero que ahora tenían
más resultados.

Entonces, la novedad no radica en las innovaciones sino en la disposición mental de la


gente práctica para utilizar la ciencia y tecnología que ya estaban ahí, y en el amplio
mercado que se abría a los productos, con los rápida caída de costos y precios. Es decir,
los protagonistas fueron los industriales, empresarios y artesanos que supieron
aprovechar las oportunidades de una industria en expansión.

Esta etapa logró minimizar requisitos de especialización, finanzas y organizacon, volviendo


más sencillas las subsecuentes industrializaciones.

Consecuencias de esta etapa:

1- La industria algodonera. Surgió de las actividades no planificadas de una minoría de


emprendedores
2- La incentivación de una organización obrera, para superar uan fuerza de trabajo
caracterizada por la inestabilidad o asociaciones débiles. La forma adoptaba fue la
de los gremios de artesanos y asociaciones subordinadas.
Configuración de la sociedad capitalista al finalizar la etapa:

1- División entre empresarios y obreros


2- La fabrica, que implica la existencia de obreros especializados y maquinas
3- Subordinación de todo el trabajo y la vida humana a los intereses del capital

La inestabilidad aparece con las crisis de las décadas de 1830 y 1840, con movilizaciones y
protestas por la pobreza, que llevan a la contracción del mercado interno.

Sewell – La sociedad industrial en Francia

El autor estudia la vía francesa hacia la industrialización y para eso piensa a Francia en
sus propias lógicas.

Para siglo XVIII la sociedad era mayormente rural, las máquinas de vapor eran incipientes.
Sin embargo, a ojos de la época, la sociedad era industrial.

Sewell piensa en el significado del término “sociedad industrial” en ese momento.

- Industrial: designaba en un principio la cualidad del trabajo humano y luego la


estructura en la que las personas estaban insertas. La asociación de industria con
manufacturas recién aparece en siglo XIX.
- Sociedad: tenía múltiples definiciones (interacción, intercambio o contrato
voluntario entre personas)

A partir de estas caracterizaciones, el autor interpreta que a ojos de siglo XVIII Sociedad
Industrial significaba “relaciones voluntarias constituidas entre las personas sobre la
base de su diligencia para llevar a cabo las tareas de la vida misma”. Así, el término se
adecúa a lo que se estaba viviendo: “A través de la RF, Francia se estaba constituyendo en
una nación conformada por voluntades combinadas de un cuerpo ciudadano… Por otra
parte, la conservación de la propiedad privada y la nueva estimación sobre el trabajo o
la industria humana llevaron al carácter industrial de esa sociedad”.
En el Antiguo Régimen, el estado buscaba el desarrollo económico en tanto permitía un
rendimiento del impuesto. En los gobierno pos revolucionarios buscaban el desarrollo
económico por sí mismo, reconociendo a la propiedad privada y el estímulo a la
agricultura y a la industria eran indispensable para ello.

Entonces, el autor afirma que la sociedad francesa de siglo XIX era industrial, en 2
sentidos distintos pero relacionados:

1- Rápida expansión y cambios en las técnicas de producción


2- Sociedad en la que el ejercicio de la industria humana se valoraba como fundamento
del orden social y en la que la prosperidad económica era un objetivo esencial de la
vida pública

Características:

Si bien en Francia no hubo estallido, hubo un crecimiento económico constante pero


gradual, lo que el autor constata a través de la tasa global de Incremento en el Producto
Real Per Cápita (IPRPC) que fue similar al de GB. La producción fabril fue una
herramienta para el IPRPC porque incrementó la productividad del trabajo gracias a las
nuevas energías y tecnologías mecanizadas.

Pero el crecimiento económico fue también consecuencia de otras innovaciones: Mejor


división del trabajo, reducción de los costes del transporte, ampliación de mercados, etc.

Otro factor importante fue el aumento demográfico que permitió el incremento de la


producción: el crecimiento demográfico fue gradual lo que implicó que haya menos
presión sobre los recursos disponibles lográndose un “quasi equilibrio”. El mercado rural
pudo absorber a parte de esa población y esto favoreció al sector agrícola y evitó que
las áreas urbanas crezcan exponencialmente [en las ciudades hubo un aumento
demográfico más notable]. Esto también limitó las demandas del mercado y permitió que
la industria artesanal siga creciendo.

Prevalecían demandas de manufacturas de alta calidad y especialización y muchos


artesanos dedicados a satisfacer el consumo local y a cubrir las demandas por la
construcción de maquinarias que implicaba el incipiente desarrollo de la fábrica que, si bien
absorbió mano de obra no especializada, requería del artesanado para la construcción y para
solventar las necesidades de los obreros. Por tanto, para Sewell la industria fabril
coexistió con la artesanal. No obstante, los artesanos vieron afectado su status y
condiciones laborales por la reorganización de la producción desfavorable a los
trabajadores y respaldadas por todo un cuerpo legal.

Cannadine

Apuntes de teórico

Partiendo de la premisa de que nuestra mirada del pasado está profundamente influenciada
por nuestras preguntas del presente, el autor analiza cuales son los ejes de interés que han
llevado a diversas corrientes a estudiar la Revolución industrial y atiende a los contextos de
producción de esos trabajos.

(La base indiscutida es que en Gran Bretaña hubo un salto desde una economía de base
agraria a una de base industrial, en general asociado a innovaciones tecnológicas que
permitieron un crecimiento auto-sostenido y aparentemente ilimitado de la industria. Las
preguntas y teorías son en relación a cómo se da, a partir de qué innovaciones, etc.)

Cuatro generaciones:

1.Corriente en la que se enmarca Toynbee y los Hammond, intelectuales y militantes


sociales reformistas que, al estar preocupados por la decadencia social de los trabajadores,
buscar mayor intervención y regulación. Esta realidad los lleva a estudiar la Ri en busca del
origen de sus males actuales.

La ven como un cambio/ruptura abrupta y dramática con el pasado, que tuvo efectos
negativos: aectó directamente las condiciones sociales laborales y económicas de la clase
trabajadora y que son un antecedente para pensar su presente. Entonces, se enfocan en
estudiar los niveles de desempleo, pobreza, hacinamiento, etc.

Piensan a las máquinas desde un lugar pesimista-catastrófico: “Los golpes de la máquina de


vapor destruyendo de la noche a la mañana…”, Toynbree.
2.A partir del estallido de la primera guerra mundial y el crack del 29 que implica
fluctuaciones económicas, los intelectuales se inclinan a pensar los ciclos. No piensa tanto
en lo social y en la experiencia sino más bien en datos económicos duros desde un nivel
macroeconómico: la RI fue un proceso cíclico, fluctuante, irregular, no un cambio abrupto
de la noche a la mañana.

Además, tienen un mirada menos espectacular de lo que fue la maquinización: fue en


realidad un proceso más gradual y procesivo.

3.Después de la segunda guerra mundial, en los años dorados del capitalismo. Abarca
distintas tradiciones historiográficas (Liberales y Marxistas como Hobsbawm). Sus posturas
están relacionadas con el auge del capitalismo de los 50, el boom del consumo, el estado de
bienestar, el fordismo, etc. Es decir, una mirada optimista del capitalismo y entonces la RI
aparece como el origen de este proceso positivo a largo plazo: es un modelo económico
que lleva al desarrollo y a la industrialización, alcanzando niveles de bienestar para la
sociedad. No obstante, autores como Hobsbawm no niegan las contradicciones y efectos
negativos que la Ri implicó para la clase obrera, pero la entiende como una etapa necesaria
en la historia.

3.Época de crisis. Vuelta al pesimismo e incluso al a negación de una RI. El espíritu de la


época de los 80, y el conservadurismo que trajo, busca desterrar las imágenes de
revolución, del concepto de revolución en general. Así, se muestra la RI como un proceso
mucho más paulatino y gradual de ases progresivas para que no existe tal proceso de
transformación radical. Y, al relativizar el impacto de las transformaciones, también
relativizan el impacto de la maquinización, de la fábrica, etc. Terminan por ver más
continuidades que cambios. También se relativiza el imapcto de la burguesa y la imagen de
la clase obrera. De fondo están buscando negar el conflicto.

Pensando en una mirada de largo plazo, ponen en juego esa idea de modelo a replicar,
porque si Inglaterra fue el primer país en industrializarse, es porque sus condiciones eran
únicas, particular.

Entonces, ¿Qué queda en pie de la RI? Canaddine dice que sí se produce un cambio
estructural de los recursos económicos, la industria empieza a generar mayores recursos por
sobre la agricultura, pero si eso se dio a través de una revolución o de un cambio procesual
y evolutivo es una discusión que se habilita en esta etapa. Su mirada se relaciona con la de
Berg: ella tiene una mirada a largo plazo, recupera una mirada más procesual pero a
la vez reconoce la importancia de las transformaciones que se dieron. Es decir, a
diferencia de los neoliberales, Berg entiende el proceso de industrialización británico como
una revolución y, en vez de negar, atiende al conflicto, es decir, estudia los procesos
económicos pero a la vez recupera también la historia social y, lo que es más rico aún,
es que lo hace desde una perspectiva de género.

Berg – La era de las manufacturas

Introducción:

Berg arranca cuestionando a la historiografía de su época por centrarse en el crecimiento


económico, en los aspectos macro, y alejarse cada vez más de la tecnología y la industria.
Por el contrario, ella propone volver a las generaciones anteriores que asociaban la RI con
la industria y las tecnologías renovadas: pero desde una perspectiva social, preguntándose
por las implicancias sociales del cambio tecnológico en el presente y el pasado.

Y lo hace desde una mirada micro-económica: las formas de organización industrial no


son solamente en el sistema fabril, sino también en el putting-out, el artesanado, la
subcontratación y organización minera, las características de la fuerza de trabajo,
formas de reclutamiento y aprendizaje industrial y los tipos de tecnología, las diversas
experiencias industriales y regionales. Además, la mirada micro implica no quedarse en
variables e índices sino pensar qué le pasaba a la gente o qué le pasaba al trabajo con
esas innovaciones.

O sea, las variables que estudia son 2: las formas de organización y las tecnologías.

Berg piensa a la RI como un proceso más a largo plazo y que es multifacético: dice que no
se deben estudiar solo los resultados del crecimiento económico sino también los conflictos
y las contradicciones. Y piensa a la fabrica y a las tecnologías en el marco de un proceso
de industrialización que se remonta a principios del siglo XVIII y abarca hasta
principios de sigo XIX (por ejemplo a diferencia de Hobsbawm que toma solo el último
cuarto de siglo XVIII).

A partir de esta perspectiva, la autora afirma que la presencia generalizada y el éxito


relativo de la manufactura doméstica y de los talleres manufactureros en el siglo
XVIII así como su continuidad junto al sistema fabril hasta bien entrado siglo XIX,
fueron fruto de la explotación intensiva del trabajo, especialmente de mujeres y niños,
similar a la impuesta por el sistema fabril.

Capítulo 6, “La manufactura doméstica y el trabajo de las mujeres”

Durante la mayor parte del siglo XVIII, la industria estuvo dispersa en unidades domésticas
de producción y talleres. Pero el sistema domestico ha ocupado lugares marginales en los
debate por estar asociado a las tecnologías estáticas, a organizaciones preindustriales.

Se suele afirmar que la dinámica especifica del sistema doméstico se generó a raíz de la
yuxtaposición de la economía tradicional y el mundo del mercado.

Hans Medich ha relacionado el auge de la industria rural del cottage (cabaña), basada en los
mercados extranjeros y coloniales desde el siglo XVI al XVIII, con la concurrencia del
crecimiento demográfico y la consecuente polarización socioeconómica de la poblacion, la
emergencia de un mercado mundial y de n mercado colonial, y una estructura organizativa
basada en la economía familiar tradicional orientada hacia la subsistencia autosuficiente.

David Levine ha descrito el sistema como el de un incipiente capitalismo que socavaba los
cimientos del control social tradicional, que había mantenido un equilibrio demográfico en
las sociedades campesinas, en la que se mantenía una relación estable tierra-mano de obra.
la economía de subsistencia regulaba la producción, el beneficio y el consumo. Se afirma
que fue el aumento de industria doméstica, con su nuevo mercado mundial, el factor que
eliminó las limitaciones de edad para el matrimonio y del tamaño de la tenencia,
provocando un aumento demográfico y fragmentación de la tierra.

Así, los campesinos no podían subsistir con su producción agrícola y necesitaban la


producción de artículos industriales para mantenerse, convirtiéndose en obreros industriales
rurales que, si bien permanecían ligados a la comunidad, estaban desarraigados ya que sus
condiciones de vida ahora estaban determinadas por la economía internacional.

Las respuestas iban desde organizarse y resistir hasta –y especialmente- incrementar la


producción familiar para mantener el nivel de vida alcanzado.

Como el sistema dependía de la auto-explotación familiar, la fuerza de trabajo industrial en


el ámbito rural resultaba más barata que la urbana. La identificación de esta industria con
las ganancias suplementarias de las esposas e hijos imposibilitaba el reconocimiento
consuetudinario de la industria rural como fuente primaria de ingresos.

Entonces los salarios eran bajísimos lo que hizo prosperar al sistema de proto-
industrialización. No se invertía mucho porque los salarios bajos significaban que las
técnicas primitivas eran más rentables.

El análisis expuesto se centra en el estudio de Chayanov sobre el campesinado ruso en


1910. Pero es difícil demostrar que el campesinado fuera homogéneo y también que el
mercado rural de mano de obra careciera de importancia. Además, el equilibrio trabajo-
consumo implicaba que la sociedad rural operaba de acuerdo a una ley de subsistencia, pero
en realidad las presiones e imperativos capitalistas hacían que el campesino se enfrentara a
precios y costes fijados por otros.

En la Inglaterra del siglo XVIII, los granjeros no estuvieron dominados ni por la


tierra ni por la familia, sino por un hombre que la dominaba. En tanto la idea del
carácter subsidiario del a industria doméstica respecto a la agricultura, muchos obreros
eran trabajadores sin tierra. Entonces, un modelo familiar y de subsistencia resulta
inadecuado para analizar el sistema doméstico, porque en realidad en este sistema se
entremezclaban el individuo y el grupo doméstico, el trabajo asalariado y la mano de
obra familiar, el mercado y la costumbre.

Las mujeres y la fuerza de trabajo:

Hay que tener en cuenta los bajos salarios o productividad del trabajo, y la flexibilidad y
capacidad para incrementar la intensidad del trabajo. Con frecuencia se ha afirmado que se
produjo una temprana división del trabajo en el seno de la familia, monopolizando los
hombres la mayor parte del trabajo agrícola, pero se ignora la importancia de la
contribución económica de mujeres y niños tanto en la agricultura como en los oficios
urbanos pre-industriales, y es justamente lo que Berg busca rescatar.

Mujeres y niños se convirtieron en una atractiva reserva de mano de obra a los ojos
de mercaderes manufactureros. El hilado era el oficio doméstico arquetípico, y la
segunda industria femenina en importancia era la de los encajes, junto con la calcetería
manual, guantes, botones, seda y metalurgia.

La importante posición económica que podía ostentar la mujer se puede ver en la


manufactura del lino en la que, durante todo siglo XVIII tuvieron mucha mas presencia
que los varones. Esta manufactura era trabajo doméstico, lo que muestra que el grupo
doméstico podía estar compuesto enteramente por mujeres, y a medida que la extensión de
la industria condujo a la especialización geográfica, los grupos domésticos dedicados a la
hilatura tendieron cada vez más a penetrar en una vinculación monetaria independiente de
las relaciones familiares con el tejedor.

Berg afirma que la hilatura siguió siendo un oficio femenino hasta las jennies y las mujeres
siguieron estando entre los obreros peor remunerados. Igualmente seguía utilizándose la
vieja rueca que tenía poco coste y que podían usar mujeres mayores y niños. Es decir, la
rueca mantenía ocupada mano de obra que de otra manera no lo estaría.

La mecanización que supuso la industrialización amenazaba los oficios femeninos de


base failiar incrementando el desempleo estructural de las mujeres. Pero, como dijo
Hobsbawm, la forma más evidente de la expansión industrial en el siglo XVIII no fue
la construcción de fábricas sino la extensión del sistema doméstico.

Con el proceso de maquinización las mujeres no quedaron desempleadas sin más, sino que
se convirtieron en una nueva fuente de mano de obra barata a finales de siglo XVIII y
principios del XIX, aprovechada por nuevas industrias rurales de encajes, guantes, botones
de camina y por los nuevos oficios urbanos desde 1830.
La división sexual del trabajo entre oficios o ramas de estos complementaba la división
sexual del trabajo específica del proceso del trabajo y las tecnologías, quedando las mujeres
relegadas a técnicas de trabajo mas intensivo y de menor eficacia.

La productividad de la mano de obra masculina se incrementaba mientras que la


femenina se estancaba. Y acá entra una mirada bien cultural: la mano de obra femenina se
consideraba no cualificada. Las mujeres por sus agiles dedos y su capacidad de
concentración serian para tareas monótonas, complicadas y dóciles: pero eran
características femeninas y por tanto no cualificadas porque lo cualificado era una virtud
inherente a lo masculino. Entonces, la división sexual del trabajo era una manifestación
de la jerarquización social a que estaban sometidas las actividades, y no su causa.

Entonces, cada vez se fue excluyendo más a las mujeres del aprendizaje para que se
dediquen a las tareas domésticas, lo que llevó a degradarles el salario. así, prevalecían ideas
patriarcales del lugar subordinado de la mujer en la familia y las tareas de hogar y de
crianza no se valoraba.

“Lo que parece que sucedió fue que, con el auge de la industria doméstica las actividades
femeninas mal remuneradas, pero aportadoras de dinero, se asociaron cada vez más a las
tareas domésticas”, borrando la división entre actividades remuneradas y tareas dom.

Notas:

Su análisis es Thompsoniano porque piensa la clase obrera recuperando las distintas


modalidades de trabajo doméstico, de industria rural, formas artesanales. Formas de
organización que se vieron alteradas TODAS. A la vez está lleno de innovaciones más
manuales que no tienen que ver con las innovaciones más “espectaculares”. Porque lo que
prevalece es una búsqueda permanente de intensificación del trabajo para aumentar el
beneficio de las empresas privadas: y esto tomó distintas formas, algunas veces fue
mediante la fábrica pero otras no, como en el caso que muestra Berg, la mano de obra
barata y descalificada (las mujeres) también habilitaban una lógica de acumulación de
capital [esto es el mismo planteo de Sewell para con Francia]. Y que además se juegan
otras variables como la cultura y las diferencias sexuales. En conclusión, en todo el siglo
XVIII todo apunta a incorporar cada vez mayor cantidad de mano de obra a la
producción capitalista y a nuevas formas de intensificar la producción.

Scott – “La mujer trabajadora en el siglo XIX”

Durante siglo XIX empieza a darle importancia (se la estudia y documenta) a la mujer
trabajadora, pero esta ya existía antes como hilandera, modista, cervecera, niñera, criada.
La mujer trabajadora fue un producto de la RI pero en el sentido que cobra
visibilidad: aparece como un problema que debe resolverse.

Con el desarrollo del capitalismo industria se da la separación entre hogar y trabajo, y surge
la homogeneidad de experiencia de las mujeres, acentuando las diferencias sexuales. Por
otra parte, se presentaba al obrero como el trabajador ejemplar. El sexo aparece como
única diferencia entre hombres y mujeres en el mercado laboral. Esa separación de
hogar y trabajo subraya las diferencias biológicas que se legitiman como base de la
organización social, lo que dio lugar a la interpretación de la “doctrina de las esferas
separadas”.

Scott entonces analiza a las mujeres trabajadoras, definidas como fuente de mano de obra
adecuada para determinados trabajos, lo que es resultado de procesos discursivos.

La producción y reproducción en un principio eran actividades complementarias pero


fueron presentadas como irreconciliables luego del traslado del trabajo al hogar.

Antes de la industrialización las mujeres trabajaban fuera de sus casas. Algunas contrataban
nordizas para que cuiden a sus niños. La mayoría de trabajadoras eran jóvenes, solteras y
trabajaban lejos de su casa aunque las mujeres casas también laburaban.

Esto también caracteriza al periodo de industrialización del siglo XIX, donde la mayoría de
las mujeres trabajaban en el servicio doméstico o son empleadas textiles porque era la
mayor oferta de trabajo para mujeres. El traspaso de la población asalariada femenina
no tuvo lugar del hogar al trabajo fuera de este, sino de un tipo de trabajo a otro.
Y, como también plantea Berg, la industrialización no fue la que habilitó el trabajo para las
mujeres, sino un cálculo del coste de la fuerza de trabajo. Las mujeres eran fuerza de
trabajo barata, y se las consideraba aptas para determinados tipos de trabajo, generalmente
textiles: esto formaba parte de un sentido común general, de discursos.

La economía política fue uno de los terrenos donde se originó el discurso sobre la división
sexual del trabajo. La idea era que el salario de los varones debía servir para que sean el
sostén de las familiar, mientras que el de las mujeres era solo un complemento ya que por
naturaleza dependían de los hombres. Así, el salario del varón tenía un doble sentido: le
compensaba la prestación de su fuerza de trabajo a la vez que le otorgaba el estatus de
creador de valor en la familia. En consecuencia, el trabajo femenino no tenía valor de
interés por lo que las tareas domésticas no se tenía en cuenta en los análisis de la
reproducción de la generación siguiente y su salario se describía siempre como insuficiente.

Al proponer dos sistemas distintos para calcular el precio de la fuerza de trabajo, se


distinguió la fuerza de trabajo según sexo: división sexual funcional. A las mujeres se
las contrataba en tareas “femeninas”, como de delicadeza y paciencia. Por ejemplo, en áreas
de oficina porque eran “sumisas y tolerantes” por naturaleza.

Otro lugar en el que se construyeron discursos de la división sexual del trabajo fue en las
prácticas de los sindicatos: estos protegían los empleos y salarios masculinos. Las mujeres
eran marginadas con la excusa de que su estructura física determinaba su destino social
como madres y esposas.

La actividad de la casa no se consideraba un trabajo productivo, aun cuando el énfasis sobre


la domesticidad parecía realzar sus estatus sociales.

Fueron estos discursos acerca de la división sexual del trabajo lo que hicieron de la
mujer un problema. Entonces, el surgimiento de la mujer trabajadora en el siglo XIX no
se debió a un cambio en la localización, cualidad o cantidad de su trabajo, sino a la
preocupación de sus contemporáneos por la división sexual del trabajo.
Kocka, “Las clases medias en Europa”

Burguesía: Concepto que comprende a comerciantes, banqueros, empresarios,


profesionales, intelectuales, funcionarios. No forman los nobles, campesinos, ni
trabajadores manuales, pero el límite es difuso.

Para Kocka no se puede estudiar a la burguesía de siglo XIX en términos marxistas porque
tienen posiciones distintas en el mercado. La burguesía está compuesta por grupos
heterogéneos con diferencias internas pero hay también rasgos unificadores, para rasrearlos
el autor combina una perspectiva relacional con otra cultural.

Relacional: porque emerge como una formación de individuos que se identificaron por
contraposición a otros grupos. A principios de siglo XIX se distinguían y oponían a la
nobleza, monarquía absolutista y a la ortodoxia católica. Para fines de siglo XIX la
demarcación pasa por diferenciarse de la clase trabajadora y el “bajo pueblo”.

Cultural: A partir de esa oposición se identifican y cohesionan como grupo y adquieren una
cultura en común: una identidad y una visión de la sociedad que los beneficiara.
Enfatizaban valores de meritocracia, educación, valor de trabajo, autocontrol (formas de
comportarse en público) y de un modelo de familia tradicional y patriarcal.

Además, la burguesía tenía diferenciaciones a nivel regional:

1.Europa occidental: En Inglaterra hubo mayor recepción por parte de la nobleza de


establecer alianzas con la clase media. Así, mantuvieron gran parte de su status.

En Francia el AR tampoco excluyó a los habitantes ricos de la adquisición de tierras. Parte


de la nobleza y clases medias-altas habían formado alianzas en XVII, pero con la RF no se
generó una distribución de la riqueza y poder, sino que los aristócratas desempeñaron un
papel en el gobierno. Cuando la revolución despojó a la nobleza de todos sus privilegios
legales, nunca fueron restablecidos. Así, determinadas flexibilizaciones del viejo orden, así
como la forma revolucionaria en la que terminó, difuminaron tempranamente la frontera
entre la nobleza y la alta burguesía tanto en Francia, Italia, Paises Bajos, Bélgica y Suiza.
La “era de los notables” que gobernaron Francia entre la caída de Napoleón y la Tercera
República se interpreta como el estadío transitorio entre el viejo orden corporativo y la
moderna sociedad de clases.

En estas regiones se puede ver una tendencia hacia la mezcla de elementos aristocráticos y
brugueses, lo que permitió un declive gradual y relativamente suave del componente
aristocrático y un ascenso igualmente gradual de la burguesía; que en 1914 se convirtió en
el socio dominante de la alianza.

2.Central y oriental: El viejo orden fue más rígido impidiendo a los vecinos ricos adquirir
tierras. Por tanto, fue más rígida la permanencia de la nobleza, también por la permanencia
de una estructura feudal.

Diferenciaciones a nivel interno: se diferenciaban entre la burguesía de negocios y la


educada o con formación académica, esta ultima aumenta a fines de siglo XIX.

Fases de desarrollo de la burguesía:

1- Segunda mitad de siglo XVIII: conformación de la burguesía moderna.

No se le puede dar un comienzo nítido a la burguesía, sino que tenemos que considerar tres
entornos diferentes de surgimiento:

- Estaban los burgueses de las ciudades de comienzos de la edad moderna.


Vendedores, comerciantes y artesanos con privilegios legales. Fue entre los
burgueses de ciudades europeas donde se dieron los primeros pasos de una cultura
burguesa. Las normas y modos giraban en torno al trabajo, la propiedad y la
respetabilidad, el ahorro, el orden, la religión.
- Loa agentes del capitalismo. Comerciantes con vínculos regionales e internacionales
que formaban parte de las comundiades burguesas y el gobierno les daba privilegios
- El funcionariado civil del aparato estatal. Muchos con formaicon universitaria con
ideas de la ilustración que impactaron en la cultura burguesa.

2- De 1800 a 1850: Avance de la burguesía


A rasgos generales el viejo orden con sus estructuras feudales concluyó entre fines de siglo
XVIII y principios del XIX (no así en Rusia y parte del Este). Con la caída del A. R., las
distinciones legales entre ciudades y campos y entre burgueses privilegiados y otros
habitantes se fueron eliminando. La tierra se fue transformando en otra mercancía, en una
propiedad mercantil, se sentaron las bases para una economía de mercado y se centralizó el
poder gubernamental con un avance en la formación del Estado provocado por actores de la
clase burguesa.

El capitalismo prosperaba en el comercio, la industria y la agricultura. En siglo XVIII n la


alianza entre nobles y burgueses predominaba el primer elemnto, ahora eso se revierte y
gana terreno el elemento burgués porque la riqueza empezó a adquirir más importancia que
el título.

3- De 1850 hasta la primera guerra mundial: Dominio social de la burguesía

Muchos sectores dejan de formar parte de la burguesía (maestros, artesanos, pequeños


comerciantes). Se fue cerrando hacia los sectores más prosperos de propietarios y
educadores. Es el periodo de consolidación de la industrialización y de aparatos estatales
con un carácter de estado-nación que incentivan el fortalecimiento del sistema educativo, la
burocracia y la intervención estatal.

No obstante, por las revoluciones (sobre todo la del 48) hay una retracción de la burguesía.
Se agranda la brecha entre burguesía y clases bajas.

A fines de siglo XIX, por las movilizaciones, se da una creciente democratización y se pasa
a una política de masas y de clases. Y la comuna de París termina de cimentar la noción de
clae trabajadora como un agente político esencial.

4- Desde 1914: Triunfo burgués. No lo voy a desarrollar pues le compete a general VI

Conclusiones:

Paradoja: la cultura burguesa tiende hacia la universalización pero, al triunfar y extenderse,


pierde identidad. cuando más burguesa es la sociedad, mas indefinida se vuelve la
burguesía (las ideas de familia, merito, etc.). Lo paradójico es que la burguesía sigue
siempre pretendiendo exclusividad.

Son un sector dinámico en una época dinámica pero, hacia 1848, cuando entran en “la era
del capital”, donde consiguen todos los réditos económicos, “se relajan” perdiendo musculo
político (esto lo dice Hobsbawm)

La burguesía es revolucionaria en el primer periodo, pero para la segunda mitad de siglo


XIX empiezan a replegarse y ahí empiezan esas indefiniciones 

HALL – Sweet home

Empieza contando el caso de la reina Carolina quien se casa con el rey Jorge IV, un típico
matrimonio por conveniencia pero Jorge le pide el divorcio y sale a ensuciar a Caro con
calumnias. La opinión pública sale a favor de ella pero con discursos que la victimizan y lo
acusan a Jorge de mal hombre que atenta contra los valores del buen marido y buen padre.

El caso muestra que ya había un ambiente abonado y dispuesto a escuchar ideas que ya
estaban circulando: de domesticidad, del deber ser. A Jorge se le exigía ser buen ciudadano
pero también cumplir con los roles familiares. El libertinaje sexual y el matrimonio sin
amor ahora estaban mal vistos, se enfatizaba el matrimonio y la familia feilz. O sea, es toda
una crítica burguesa a la naturaleza de los matrimonios aristocráticos.

Pero el vehiculo principal de estas ideas en Inglaterra fue el evangelismo, que aparece a
fines de siglo XVIII. Así se redefinieron los roles de género.

El evangelismo fue un movimiento reformista que veiá a la sociedad sumida en la


decadencia: para resolverse, los sujetos tenían que, a nivel individual, asumir sus pecados y
aceptar la culpa por la decadencia moral. Era una salvación individual pero que llevaría a la
regeneración de toda la sociedad. Como empieza desde el interior del individuo, se deben
revisar todos los aspectos de la vida cotidiana. Hall dice que en estas transformaciones
estaban los traumas y temores que significó la experiencia de la RF para las clases altas .
Había que reordenar desde adentro hacia afuera, desde la moral del individuo y la familia al
resto de la nación.

Las 2 esferas:

Varones ámbito publico; mujeres ámbito privado, subordinadas a su marido pero a la vez
tenían poder en lo privado, porque “no estaban contaminadas por los vicios del mundo
exterior”. Esta dicotomía tenia fundamentos en lo biológico, el nacimiento y la costumbre.

Tanto Hall como Kocka muestran la centralidad de la familia en la cultura burguesa. Dicen
que fue “Una pequeña iglesia”, “un propósito en si mismo” respectivamente. A través de la
familia se redefinen las relaciones de genero al interior de la familia y así emerge la
doctrina de las dos esferas: se abre la brecha y se consolida en paralelo a la consolidación
de la bruguesía como grupo social.

Los Cadbury:

A través de esta familia Hall muestra la separación de las 2 esferas. En su evolución se puede ver
cómo evoluciona la burguesía. También muestra la materialidad que tiene esa doctrina. Hacia
fines de siglo XVIII las familias de clase media vivían encima de sus locales, todo el grupo familiar
formaba parte del negocio pero, al ritmo de la prosperidad de los negocios y comercios, las familias
burguesas fueron separando el ámbito labral del hogar y las mujeres quedaron excluidas del trabajo.

Linebaugh y Redier, “La hidra de la revolución”

Cap. 8: “La conspiración de Edward y Catherine Despard”

Edward Despard desempeñó un papel importante en las tentativas clandestinas llevadas a


cabo en Inglaterra e Irlanda para organizar un ejército revolucionario cuyo objetivo era
tomar el poder en Londres y declarar la república. Cuando fue condenado a la horca por
traidor, pronunció un discurso donde usó el término “raza humana”.

Despard fue arrestado en una taberna junto con hombres que habían creado organizaciones
de peones, jornaleros, trabajadores portuarios y espcialmente soldados. Estos hombres se
hacían sumado al movimiento para romper las cadenas de la esclavitud y para
recuperar algunas libertades perdidas.
Por otro lado, Catherine era una mujer afro-americana que había acompañado a
Edward cuando este hizo la travesía por Centroamerica en 1790. Ella fue
especialmente activa en los movimientos a favor de los derechos de los prisioneros en
1790 y hacía conexiones entre Edward y otros revolucionarios que estaban afuera de las
prisiones. También trabajo en los niveles mas alto de la sociedad y el gobierno. Era, por
tanto, más organizadora y mensajera que Edwars y a los jefes les preocupaba más.

En la historia de estas luchas se ignora a Catherin: “Una sombra (mujer) dentro de otra
sombra (negra) que está dentro de otra sombra “revolucionaria”. La lucha de las
personas que cultivaban la tierra por la libertad y contra la esclavitud fue trasladada
por personas como Catherine a la sociedad industrial y urbana.

La unión y conspiración de ambos marcaría el inicio de un nuevo ciclo de rebeliones


que comenzó en la década de 1790 y del cual surgieron no solo los temas de raza y clase
social de la época revolucionaria, sino también una nueva definición de raza humana.

Edward era inglés, un país donde existía un inmenso antagonismo social. Como oficial
llegó en 1766 a Jamaica, una de las sociedades esclavistas mas importantes del mundo y fue
mejorando su posición militar y creando vínculos con nativos. en 1786 desembarca en
Belice, dodne gran parte de las tierras se habían transformado en propiedad privada.
Despard estaba encargado de la subsistencia de los nuevos colonos y de conseguir su
integración en la colonia.

Es posible que en Belice estableció su alianza con Catherina. Juntos llegan a Londres en
1790 y se encontraron con un movimiento que ya estaba en marca y que buscaba abolir la
esclavitud. Esclavos y trabajadores de la industria constituyeron la principal fuerza
insurgente que estuvo detrás de la conspiración del matrimonio Despard. Luego
estaban los campesinos desposeídos y luego los marineros y trabajadores portuarios, por
ultimo, los irlandeses.

Despard fue acusado en su discurso por proliferar ideas utópicas, como libertad
igualdad y justicia. Su concepto de raza humana tomó fuerza en gran medida a partir
de su oposicion a un concepto de raza que era justamente lo contrario. Se creía que la
raza era solo una y el lo tomaba como algo universal.
Thompson – “La formación de la clase obrera en Inglaterra”

Introducción:

Hay en su tesis un crítica al determinismo económico. Para Thompson la formación de la


clase obrera es un hecho político, económico y cultural, no sólo económico. Es decir que
desplaza el eje de análisis de la industrialización abocada solo en las fuerzas productivas (la
fábrica y máquina) y la piensa de modo más global: el modo de producción, las relaciones
de producción, quién tiene la propiedad de esos medios, cómo se establecen las relaciones
sociales entre propietarios y los que trabajan.

Utiliza la noción de formación porque concibe que este es un proceso activo que debe
tanto a la acción como al condicionamiento. Asimismo, dice que la clase obrera estuvo
presente en su proceso de formación, y utiliza clase en singular porque “clases” es
impreciso, nuclea a un conjunto de fenómenos distintos.

Por clase se entiende un fenómeno histórico que unifica una serie de sucesos dispares, y
aparentemente desconectados, tanto por la experiencia como la conciencia. No ve a la
clase como una estructura sino como una categoría, algo que tiene lugar en las relaciones
humanas. Es decir, Entonces, la clase no es una cosa, es una relación: la definen los
hombres en el devenir de la historia, mientras hacen su propia historia. Con esto niega
que la clase obrera sea un producto exclusivo de las maquinas: porque se hace a sí misma
en su propia experiencia.

De esta manera, la clase cobra existencia cuando algunos hombres, como resultado de
experiencias comunes, sienten y articulan la identidad de sus intereses, y frente a otros
hombres con intereses opuestos a los suyos.

La experiencia de clase está determinada por relaciones de producción en la que los


hombres nacen. Pero la consciencia de clase es la forma en que se expresan estas
experiencias en términos culturales: encarnadas en tradiciones, sistema de valores,
ideas y formas institucionales.
Hacia 1832, la presencia de la clase obrera era el factor más significativo de la vida política
británica. En base a esto surgieron varias ortodoxias que el autor retoma pero también
discute: la Fabiana considera a la mayoría de la población obrera como victimas pasivas del
laissez faire; la economía política los considera como fuerza de trabajo, inmigrantes o
números. Para Thompson estos dos tienden a oscurecer la acción de los obreros y a ignorar
el grado en que contribuyeron con esfuerzos conscientes a hacer la historia. La tercera, los
progresistas, ven a los obreros como los primeros ejemplares de las relaciones industriales
racionales. Para Thompson estos interpretan la historia bajo la luz de las preocupaciones
posteriores y no como los hechos ocurrieron, por lo que solo se recuerda lo victorioso,
mientras que las vías muertas, las causas perdidas y los propios perdedores se olvidan.

Capitulo 6, Explotación:

La fábrica aparecía como un símbolo de energías sociales que destruían en el mismo curso
de la naturaleza y encarnaba una doble amenaza hacia el orden establecido: la amenaza de
la riqueza industrial, que tenían ventaja sobre los terratenientes, y la amenaza de la
población obrera industrial. la máquina de vapor había reunido a la población en densas
masas que se dedicaban al libertinaje y pillaje.

Sin embargo, lo que más causaba inquietud eran las consecuencias humanas de las
innovaciones industriales. Porque la población era nueva: pero no solo en su formación sino
también en su forma de pensamiento y acción.

Muchos historiadores sugerían lo mismo: la energía de vapor y la fábrica de algodoneros


dieron lugar a la nueva clase obrera. Lo que parecía confirmarse con la historia de la
agitación popular durante 1811-1850. [Ludismo, motín de Pentridge, cartismo, etc.].

Entonces, la fábrica de algodoneros aparece ya no como el agente de la revolución


industrial, sino también de lo social: produce no solo mercancías, sino también el propio
movimiento obrero. Sin embargo, para Thompson el énfasis exagerado en la fábrica de
algodón puede conducir a una subestimación de la continuidad de las tradiciones
políticas y culturales en la formación de las comunidades obreras: los trabajadores
fabriles, lejos de ser los primogénitos, eran los recién llegados.

Muchas de sus ideas y formas de organización habían sido ya adoptadas por los
trabajadores a domicilio, y es discutible si la mano de obra fabril formó el nucleo del
movimiento obrero antes de los últimos años de la década de 1840. El jacobinismo había
echado raíces muy profundas entre los artesanos, y el ludismo fue e sí producto de obreros
cualificados en pequeños talleres.

De esta manera, el hecho destacable del periodo comprendido entre 1790 y 1830 es la
formación de la clase obrera. Esto se revela, primero, en el desarrollo de la conciencia
de clase, de intereses en común contra los intereses de otra clase. Y, en segundo lugar, en
el desarrollo de las formas correspondientes de organización política y laboral. Hacia
1832 había instituciones obreras, como sindicatos, periódicos, pautas de
comportamiento y una concepción obrera de sensibilidad.

La formación de la clase obrera es un hecho político cultural y económico. No nacio


espontáneamente del sistema fabril, sino que se hizo a sí misma. En toda época hay tres
grandes influencias: el crecimiento demográfico, la ri y la contrarevolucion política de 1792
a 1832. Tanto el contexto como la maquina de vapor influyeron.

Thompson rastrea tradiciones de solidaridad, cooperación, que lo llevan a afirmar que la


clase obrera se hace a si misma tanto como la hacen otros.

Las fuerzas que contribuían a la reforma política a finales del siglo XVIII (gentry, yeomen,
pañeros y artesanos) estuvieron cerca de conseguir algunas victorias aisladas, pero después
del triunfo de los derechos del hombre y de la radicalización de la RF, sólo la plebeya
sociedad de correspondencia se mantuvo firma contra las guerras contra-revolucionarias,
formando una tradición subterránea que actuó hasta fin de las guerras.

Alarmados por el ejemplo francés y el fervor patriótico de la guerra, la aristocracia y los


fabricantes hicieron causa común: el Antiguo Régimen recobró su vigor en Inglaterra y los
fabricantes recibieron importantes concesiones. Así, los obreros se vieron abocados al
apartheid político y social durante las guerras. Lo nuevo era que coincidiese con la RF, con
una consciencia creciente de la propia identidad y aspiraciones más amplias, con un gran
aumento demográfico y con unas formas de explotación económica más intensa y
transparentes.

Entre 1769 y 1820 se generalizan los enclousures, con los cuales se pierden los derechos
comunales. La mayoría de los trabajadores rurales se convierten en trabajadores a
domicilios asalariados, y son estos también los años de emplear niños y mujeres en
fábricas. Todo contribuía a la transparencia del proceso de explotación y a la cohesion
social y cultural de los explotados.

La conocida visión catastrófica de la RI se centra en la tasa de crecimiento económico sin


contemplar esta etapa como de desequilibrio económico, miseria, explotación, represión
política y agitación popular. Se considera que el malestar popular es por el aumento de
precios o depresiones y que la situacion obrera industrial era mejor que la de 50 años atrás.
Esta ortodoxia fue reemplazada por una nueva ortodoxia anti-catastrófica, más empírica.
Estos dicen que en esta época media europa estaba embriagada por la palabra ciudadano
mientras que la otra estaba aterrorizada. La nación inglesa estaba en manos de hombres que
contemplaban la ciudadanía como un desafío a la religión y civilización, que pretendían
convertir las desigualdades y perpetuar a los obreros como clase sometida.

Al final, tanto el contexto político como la maquina a vapor influyeron en la consciencia de


la clase obrera que se estaba configurando. A partir de 1800 se formó la clase obrera. El
pueblo estaba sometido a una intensificación de dos tipos de relaciones intolerables:
las de explotación económica y la de opresión política.

Las relaciones patrón/obrero se volvían más estrictas y entonces se percibía más la


explotación y no libertad del trabajador. Con la Ri se sintió la intensidad de la
explotación y los cambios en la naturaleza.

Entonces, lo que sucede ahora es que las relaciones económicas son mas descarnadas por lo
que la explotación es más transparente. La opresión política tiene que ver con el temor
ingles a la experiencia de la RF: se recurre a las leyes como armas parlamentarias para
tranquilizar a los comerciantes y a la aristocracia.
En cuanto a las condiciones objetivas mateirales de la RI, Thompson tiene una visión
pesimista: hay una mejora media del nivel de vida material pero se intensifica la
explotación. Quizá algunos cobraban más y podían consumir más, pero no quiere decir que
sean más felices. Entonces el ve como esos índices económicos, cómo esa materialidad
objetiva afectó la vida de los trabajadores. La desarticulación de las redes de contención
sociales, de los antiguos modos de vida, la perdida de la individualidad, de libertad en el
trabajo, se pierden y esto se experimenta como algo trágico.

Por otro lado, el nucleo fundacional de la clase obrera no son solo los de la fabrica: también
los artesanos. Y son las tradiciones pre-industriales de ayuda mutua, socorro, solidaridad,
las que van a formar la clase obrera moderna industrial. Esto lo aleja de Engels.

Engels, “La situación de la clase obrera en ingaterra”

El autor hace un análisis de cuáles eran las condiciones que tenían los trabajadores
manuales (hiladores, tejedores) quienes combinan las tareas de agricultor con la
producción a domicilio. O sea vivían e el campo pero tenían su maquina de hilar o tejer y
por medio del mercader comerciaban con las ciudades.

Engels va a marcar las diferencias tajantes entre estos y los proletarios.

Los trabajadores manuales vivían para la subsistencia, trabajaban su parcela. Tenían un


tiempo de ocio y concebían el tiempo ligado a la naturaleza.

“La historia de la clase obrera en Inglaterra comienza con la invención de la maquina de


vapor y de las maquinas algodoneras: inventos que impulsaron la RI transformando a la
sociedad burguesa. El resultado principal de esa revolución es el proletariado”.

Con la RI esa clase de trabajadores manuales tuvo que salir de su modo de vida cómodo y
modesto. La RI los convierte en meras máquinas pero, a su vez, los impulsó a pensar y
a exigir una posición humana.

Con las nuevas maquinas (Jenni, Mule) se empieza a producir mucho más hilado y, a raíz
de esto, la demanda de telas tejidas aumentó aun mas a causa del menor precio, en tanto las
nuevas maquinas habín abatido los costos de producción del hilado. Así mismo, se
necesitaban mas tejedores para producir con este hilado por lo que los salarios aumentan.
De este modo, fue desapareciendo la clase de tejedores agricultores convirtiéndose en
la recién formada clase de los tejedores exclusivos que vivían solo de sus salarios, no
tenían posesiones y así se convirtieron en proletarios.

Los que no podían comprar una Jenni se convirtieron en yeomen (campesino que cultiva su
propia tierra). Como los obreros se retiraron a las ciudades sobraban terrenos libres y en
ellos se enquisto la nueva clase de grandes arrendatarios. Como vendían sus productos mas
baratos que el yeomen, éste tuvo que trabajar como prletario agrícola en la tierra del
arrendatario.

El movimiento de la industria no se detuvo aquí. Algunos capitalistas instalan jennys en


grandes edificios, lo cual los dejó en situacion de reducir el numero de obreros y de vender
su hilado mas barato que los tejedores individuales.

La jenni junto a la maquina de vapor fue el invento mecanico mas importante de siglo
XVIII. Pero en 1875, combinando las características de la Jenny del telar continuo, se
inventó la Mule, que hizo que el sistema fabril se convirtiese en el único imperante para el
hilado de algodón. En 1804 se inventa el telar mecánico y todas esas máquinas adquirieron
doble importancia gracias a la máquina de vapor. Así, quedaba definido el triunfo del
trabajo mecánico sobre el manual. Como consecuencia, caen todas las mercancías
manufacturadas, se fortalece la industria y el comercio y se incrementa elproletariado.

También la agricultura se revoluciona. Los grandes arrendatarios invierten en mejoras del


suelo emplean nuevos instrumentos e introducen una nueva maquinaria agrícola, la rotación
mecanizada de cultivos.

La expansión se registra también en la comunicación: carreteras, puentes y zonas que se


conectan por los ferrocarriles.

En síntesis, el proletariado nace en virtud de la instauración de máquinas. Nacieron


así las ciudades fabriles y comerciales de GB, con mayoría de población proletaria,
una minoría burguesa y pocos artesanos.
Se puede ver que Engels no habla ni de expulsión ni de leyes de cercamiento sino que los
campesinos decidieron abandonar progresivamente el trabajo de la tierra, comparse una
maquina o irse a trabajar a la ciudad. Además, para Engels la maquina directamente da
nacimiento a la clase obrera y a su consciencia, no hay transición. A diferencia de
Thompson para quien hay instancias, el obrero puede tener consciencia o no porque esta no
se subsume a su posición económica.

Rudé, “La multitud en la historia”

Los años de la Regencia (Jorge IV), entre 1811 y 1820, fueron de turbulencias y revueltas
en Inglaterra. Las revueltas ludistas, en los condados centrales y del norte fueron
destructivas e involucraron una gran fuerza militar. El momento culminante de disturbios
fue 1812. El ludismo fue un movimiento de protestas y revueltas que ocurrió en varios
condados ingleses durante esta década a raíz de la coyuntura de la depresión
industrial, sobre todo por la combinación entre el cierre del comercio exterior, un
largo periodo de malas cosechas y decisiones políticas en favor de empresarios que
buscaban reducir sus costos de producción.

Tipos de actividades destructivas ludistas:

- Dirigido contra el empleador para obligarlo a hacer concesiones


- Contra el uso de la maquinaria como tal

Tres oleadas:

1- 1812-13: En 1811 se da la depresión industrial por el súbito cierre del mercado


americano, Los bancos y el comercio de explotación se derrumban. Esto afectó
sobre todo a las zonas productoras de artículos de exportación, como los
tejedores de encajes y medias en las Midlands y Nottingham. En esta industria la
destrucción de maquinas como forma de protesta ya venía de larga data. Ante la
falta de respuestas en las negociaciones estallan los disturbios de los tejedores y la
destrucción de telares. El fin esencial era negociar con los empresarios y el
gobierno para conseguir mejoras laborales urgentes. Son neutralizados.
2- 1812: nuevo estallido que con una extensión geográfica mayor. El foco de
disturbios se desplazó al oroeste de Lancashire y Cheshire donde estaba la nueva
industria mecanizada del algodón. Los disturbios son más hacia las nuevas
maquinas que gradualmente desplazaban a los trabajadores manuales.
3- 1816: Se desprende en las regiones donde se encontraba el centro de la rama de la
esquila de la industria de lana.

En las 3 oleadas el gobierno tomo medidas represivas tanto por vías institucionales como
militares e ilegales pero también hubo cierto margen de negociación entre trabajadores y
propietarios. Los ludistas contaron con distintas estrategias institucionales que
complementaban con los disturbios.

El análisis de Rudé se aleja de la visión tradicional que atribuye un carácter irracional a los
disturbios. El evidencia que perseguían objetivos económicos y laborales. No obstante,
dice que no tuvo fines políticos y que sus métodos de lucha eran pre-modernos por
tanto destinados inevitablemente a fracaso con el advenimiento del capitalismo
industrial. Es decir, una mirada teleológica. Se puede contraponer con Thompson, quien
piensa a los ludistas en sus propios términos, ubicándolos históricamente dentro del proceso
de formación del movimiento obrero inglés, lo que lo lleva a afirmar que el movimiento
tuvo objetivos políticos e incluso potencialmente revolucionarios: buscaban una alternativa
al capitalismo industrial, la derrota no fue un devenir inevitable.
REVOLUCIÓN FRANCESA

Todos los autores que estudiamos (Souboul, Castells, Reichardt, Sazbón) dan cuenta de la
multiplicidad de proyectos y posibilidades de reorganización de la sociedad que se llevaron
adelante en la RF. Muestran que la RF se constituye de “múltiples revoluciones”, y que no
fue simplemente una “revolución burguesa”.

José Sazbón - ¿Para qué estudiar la RF?

Sazbón tira algunas claves conceptuales para pensar el significado histórico de la RF, su
importancia y trascendencia. Discute con autores revisionistas.

Repara en preguntas claves como: ¿Qué es lo novedoso? ¿Qué es lo revolucionario?


¿Cuáles son las rupturas, cuales las continuidades?

Y para ello hace una reconstrucción de la RF que, al igual que otros autores de la unidad,
piensan a la revolución como proceso político, atendiendo sobre todo a las primeras dos
etapas de la RF, que son los momentos de mayor ebullición, conflicto y desenvolvimiento
de actores, voces, ideas, proyectos.

Piensa el proceso político y la dinámica política y de politización cada vez más extendida,
enmarcada en las condiciones estructurales de la época (el antiguo régimen), per que va
adquiriendo una lógica propia, que es novedosa, la revolución irrumpe en la historia y
empieza otra cosa nueva.

Sazbon organiza su articulo marcando algunas dimensiones relevantes que van


construyendo el proceso mismo. La primera es “la toma de la palabra”, que establece una
discontinuidada con el pasado, con la forma en que antes se tomaba la palabra, por estamos,
mientras que ahora dice que aparece la oportunidad formal y material de que de que el
conjunto de la población, de la nación, se expresen a partir de sus situaciones como grupo
social. Y esto abre un horizonte de deseos, expectativas, sentimientos, ideas, para la
transformación de las cosas. En concreto ser refiere a los cuadernos de quejas, que es donde
literalmente la poblacion deja asentados sus reclamos.
En ese mismo proceso se va dando una “Toma de la conciencia”, que es la segunda
dimensión, y que tiene que ver con la propia capacidad de los sujetos de ser conscientes del
procesos que están atravesando: el lo muestra en el hecho de que se le está llamado
revolución al proceso histórico y que los sujetos están interviniendo.

Ahí le da un lugar destacado a la prensa y a la emergencia de nuevas voces, de


participaciones y movilizaciones, que muestran que los sujetos se están pensando como
interventores de ese proceso. Que son características de las revoluciones modernas, pero
que en la RF es la modernidad de estas actitudes lo que está por delante, es disruptivo e
innovador.

La tercera dimensión es “El cambio en las mentalidades”, que refiere a que ese cambio de
conciencias ya se viene produciendo en épocas anteriores, en la de difusión de las ideas que
expanden los “letrados”, los ilustrados: examinan las creencias arraigadas y católicas con
criterios racionales. Ahí ya había todo un vocabulario, léxico y formas de pensamientos,
que se expresa en panfletos, libros, teorizaciones, y que van deslegitimando los poderes
existentes y a promover una nueva forma de razonar y de argumentar la constitución del
poder político.

Es decir, se va dando un proceso de politización en el que de las discusiones dentro de las


esferas del poder, se abren otras instancias institucionales en las que se involucra toda la
población, y que está acompañada por una opinión publica creciente, por la liberación de la
censura en la prensa, y que se vinculan a la lógica iluminista de que las ideas pasen por la
razón y no por lo religioso, lo que plantea nuevas formas de pensar al orden político y
social.

Pero el autor plantea que no hay una continuidad lineal, mecánica, que lleve
necesariamente desde las ideas ilustradas hacia la revolución, sino que esto fue lo que
sucedió particularmente en Francia.

En este sentido, la revolución introduce una novedad total: se produce a partir de un


encadenamiento de hechos, la fuerza de las cosas.
Esa fuerza de las cosas dan emergencia a formas inéditas de organización, gobierno y
poder, que son experimentales: los revolucionarios están inventando una manera de situarse
en esa coyuntura que les es desfavorable. Entones, hay una conexión entre la el discurso
ilustrado pero también hay formas de pensamiento y de acción que son novedosas y que se
generan en la misma coyuntura revolucionaria. Visto en su conjunto, aparece el modo en
que ante la necesidad de inventar, surge también la conveniencia de apoyarse en
antecedentes.

Es decir, para Sazbón, en esas secuencias que tiene el proceso de la RF, lo principal es la
compulsión a inventar ante coyunturas desfavorables. Es decir, por la crisis estructural que
está de fondo, este proceso político revolucionario que se inicia con la confrontación entre
los parlamentos y la corona, se terminan de derrumbar los parámetros tradicionales y
aparece la necesidad de armar algo nuevo, se reinventa a si misma, porque con la
revolución la historia se abrió [Acá se puede retomar Kosellek].

Por otro lado, en el mismo proceso se van acumulando demandas que amplían a las
anteriores. Es decir, la idea misma revolución está vinculada a la afirmación de derechos, y
da una lógica de ampliación y de ilimitación de demandas: a medida que se consiguen
derecho se van exigiendo otros. En principio, la RF concede derechos civiles y garantías de
liberales –de la persona, propiedad, de expresión. Pero estos son una base sobre la cual se
van a demandar y establecer otros: que todos puedan ejercer derechos políticos: se puede
ver que en ese proceso se está gestando la democracia, en el sentido de que la población
puede opinar y participar de la política. Hay un proceso de democratización [Del que habla
Reichardt cuando da cuenta de que los medios de comunicación social fueron una de las
prácticas culturales que impulsaban la revolución. Las publicidades se van a democratizar a
medida que se radicalizaba el proceso y se cargan de una fuerte impronta popular y
revolucionaria].

Y que se vincula con que después vienen los derechos sociales: la masa del pueblo seguía
con problemas de subsistencia y hambre. Y acá está la alianza jacobina con los SC
(Castells), es decir, entre los sectores más radicalizados de la revolución, con el mundo de
la organización popular. Y hay una intención de construir una sociedad igualitaria, que
trasciende lo jurídico, hay una lógica de igualdad y es por esto que el autor dice que se está
ensayando la democracia moderna.

Y esto tiene que ver con que en el proceso se van intentando todas las expresiones
políticas de la modernidad. El autor dice que en pocos años se presentan todas las formas
o los tipos de regímenes que en el futuro la modernidad va a establecer como alternativas
del gobierno. Y es por esto, dice, que es importante estudiarla y es por esto también que es
trascendental.

En este sentido, Sazbón plantea que el jacobinismo, que es una forma determinada de gente
político, de pensar la urgencia de la coyuntura política, va a convertirse después en un
modelo de energía revolucionaria. De modo que la RF fue una fuente determinada de
modelos y figuras para pensar procesos futuros. El autor habla de “comparatismo”, porque
la RF queda como la revolución paradigmática a la que van a volver otros procesos futuros.

-El sector que no fue satisfecho por la ampliación de demandas fue el de las mujeres.
cuando la RF llega a la ampliación de derechos políticos, se mezcla la ley con la costumbre
–que establecía que las mujeres no deben estar en la esfera pública-. Y en ese proceso, las
mujeres adquirieron voz autónoma para discutir la idea de universalidad. Puede verse, en
que lo primero que se cierra dentro de la revolución popular son los clubes de mujeres: las
mujeres tensionaron al proceso e incluso el propio espacio social. Por lo tanto, se ve que
aparece un reclamo feminista que es también un legado para los siglos posteriores.

Todo esto muestra también las herencias y los legados que va dejar la RF. A diferencia de,
por ejemplo, el revisionismo que plantean que la RF “murió”, para Sazbón la RF dejó
enormes legados sigue teniendo vigencia. Y esto también se relaciona con el tiempo futuro
del que habla Kosseleck: porque la RF abrió una lucha a la que todavía hoy podemos
recurrir para pensar un futuro, es una memoria para el presente.

Además, el revisionismo se inserta en la temática del totalitarismo: un concepto que hacia


la década de 1970 fue más allá del fascismo y nazismo, incluyendo al comunismo. Los más
extremistas ven totalitarismo también en la RF, acá estaría el germen del totalitarismo
(Castells).
Futuro pasado – Koselleck

A partir de las categorías “espacio de experiencia” y “horizonte de expectativa”, dos


categorías históricas de conocimiento fundamentales para el análisis histórico, o, sobretodo,
para la posibilidad de una historia: porque el devenir histórico existe con sujetos que tienen
experiencia y esperanza. Entonces, no hay historia sin experiencia ni expectativa así como
tampoco hay historia sin espacio y tiempo.

A partir de estas categorías, el autor muestra que la sociedad moderna abre un nuevo
régimen de temporalidad.

Su tesis es que la experiencia y expectativa sirven para tematizar el tiempo histórico por
entrecruzar el pasado y el futuro. Es decir, la experiencia remite al pasado, a un pasado
presente; en cambio, la expectativa, que también está ligada a las personas es a su vez
impersonal: es una línea que se corre cada vez más y que siempre está mirando al futuro.
En el medio, dice el autor, en la tensión entre las dos, está el tiempo histórico.

Kosselek encuentra que en la Edad moderna hay una bisagra con respecto a la
temporalidad, aparece un nuevo régimen de temporalidad. En la modernidad, las
experiencias hechas se van alejando cada vez más de las expectativas. Porque ahora lo que
aparece es la novedad. Ya no es el tiempo “eternizado” pre-moderno, donde futuro y
pasado se vinculaban de manera cíclica, las posibilidades humanas se repetían
infinitamente, porque están primando los ciclos de las naturaleza y las creencias religiosas o
divinas: que no permiten el cambio sino que este sería patrimonio del “más allá”.

Y esta forma nueva que toma el tiempo histórico, que toman las categorías de expectativa y
de experiencias, tienen que ver con la idea de progreso que pasa a dominar y con el
surgimiento de la historia como disciplina científica: hay fe en el progreso porque es el
sentido que toma la historia universal, el tiempo lineal. Y ahora la expectativa no se
encuentra en la naturaleza o en lo divino sino en la posibilidad de una transformación activa
del mundo terrenal, vinculado a la razón. Y entonces hay un quiebre con las experiencias
acumuladas y se abre un futuro lleno de posibilidades y de expectativas. [Y en la RF se
inaugura una conciencia histórica colectiva, en la que los sujetos se conciben como capaces
de intervenir en su propia histórica y de construir el futuro]. O sea, el futuro ahora está en
manos de la sociedad y por eso se puede transformar.

Reichardt – La revolución Francesa como proceso político

Recuperando lo que dice Sazbón de que en el proceso revolucionario tiene un lugar central
la fuerza de las cosas, la contingencia, Reichardt plantea que la RF, en cuanto proceso
conjunto, constaba de una larga cadena de impulsos revolucionarios momentáneos, donde
la mera fuerza de las circunstancias la fueron moviendo. Y son las jornadas protagonizadas
por el pueblo las que conducen su ritmo (y en función de esto arma una periodización).
Esto vinculado directamente con que la revolución francesa fue proceso democrático
coherente de emancipación y de politización de toda la sociedad. Porque implicaba la
participación activa de los sectores populares. Entonces, en cada impulso, la revolución
tendía hacia la democratización, politización y radicalización de sus programas.

Y esto xq se formó una cultura de nuevo tipo, orientada hacia el pueblo, que consistía en:

1- La movilización democrática del pueblo llano


2- La competencia política entre las fuerzas dirigentes y agrupaciones políticas en
torno a la posición clave simbólica del verdadero portavoz de la nación

En cada ocasión conseguía el poder el grupo que mayor se referenciaba como defensor del
pueblo, de ahí la constante democratización y radicalización.

Intentos de reforma de finales del absolutismo y la pre revolución – junio 87/mayo 89:

La RF comienza como movimiento reformador. El contexto era de crecimiento


mantenido de la población, poca actividad económica, crisis de la industria textil, aumento
de los precios con estancamiento de los salarios y un endeudamiento creciente del Estado y
un constante conflicto político interno entre la corona y las aspiraciones de representación
popular de los tribunales superiores, los parlamentos.
Sobre este fondo, los ministros de hacienda y primeros ministros sucesivamente, hacen
a partir de 1778 desesperados esfuerzos por liberal al Estado absolutista de su crisis
de sistema. Sin quererlo, el propio Estado de antiguo régimen atiza el deate político que lo
pone en tela de juicio y moviliza a los nuevos dirigentes, que son los q luego lo suprimen.

Ya las asambleas provinciales, que en 1787 se establecer en las dos terceras partes del
reino, cuya misión consistía en frenar al aumento de impuestos pero señalan al mismo
tiempo el comienzo de la constitucionalización y de la autonomía administrativa regional,
constituyen ya un ensayo de la revolución constitucional del 89: duplican la representación
del tercer estado, aconsejan sin distinción estamental, reúnen acusaciones y rinden
públicamente cuentas de su labor. A partir de acá, se despiertan esperanzas de reforma e
inician en la práctica parlamentaria y en la política a muchos hombres.

En 1788 se convoca a los Estados Generales y da libertad para que se discuta


públicamente su forma y sus objetivos. Así, crece la inundación de folletos reformistas y
panfletos políticos. Los patriotas (así se empiezan a llamar) se basan en el derecho natural
y oponen a la idea corporativa de la sociedad el concepto de nación soberana, animada
por la voluntad común.

El 27 de diciembre, el primer ministro Necker impone ante el consejo de la corona


duplicar la representación del tercer estado. Dado que el reglamento electoral de enero
de 1789 concede el voto a casi todos los franceses varones de más de 25 años que paguen
impuestos y tengan domicilio fijo, se prepara una amplia movilización política de
ciudadanos comrpometidos, pero no puede desarrollarse por completo porque el sistema
escalonado de asambleas de electorales supervisa sucesivamente a los diputados y sus listas
de agravios (cuadernos de queja). El 5 de mayo del 89 se congregan los Estado
Generales. Los comunes se niegan a dar consejo sobre el aumento de impuestos si no
se les dan más derechos, y quieren hacer valer su superioridad numérica, exigiendo
que se implemente el voto por cabeza y no por estado.

De la revolución constitucional a la popular – junio y julio 89:

El 17 de junio del 89 los comunes del Tercer Estado se autoproclaman constituidos en


Asamblea Nacional. Así, los diputados pasar ser der representantes de las
corporaciones y estamentos a ser representantes de Francia. Es una revolución
moderada y elitista: por una parte, en relación con el Rey quien puede seguir reinando en
una monarquía constitucional y, por otra parte, en relación con la población, que no está
representada directamente sino por una elite de diputados.

El 11 de julio, Luis XVI saca a Necker y pone al conservador barón de Breteuil, la


población lo percibe como un intento de golpe de Estado. Se producen rebeliones
populares en las noches del 12 y 13 de julio. Se liberan presos, se producen quemas, se
arman para el temido ataque estatal. Con la toma de la Bastilla se señala el comienzo de
la RF, ponen de manifiesto que el ejercito ya no intervenía contra la población.

La caída del Partido de la Corte con el nuevo nombramiento de Necker dio al pueblo
una nueva conciencia de su fortaleza y creó el tipo de héroe popular revolucionario
juvenil.

Una vez apartados los parlamentos y viejos estamentos de la competencia por el poder
político, se impusieron en el verano del 89 tres fuerzas principales de las cuales habría q
depender el curso de la revolución: el poder tradicional en la figura de Luis, la Asamblea
Nacional portadora de la revolución constitucional moderada; burgueses y pequeños
burgueses de París portadores de la revolución popular radical.

La asamblea nacional constituyente, entre los campesinos las mujeres – Agosto /


octubre 1789:

Los diputados de la Asamblea nacional buscan enseguida recuperar la iniciativa


renunciando a los privilegios estamentales, provocando el entusiasmo de la gente. Pero,
aunque se establecen leyes que proclaman la igualdad judicial y el acceso de todos a los
cargos, limitan considerablemente el principio constitucional de abolición del
feudalismo, ya que solo suprimen sin compensación los privilegios personales.

La asamblea constituyente se ocupa de redactar una constitución. Con la Declaracion se


afianza la soberanía de la nación junto a derechos fundamentales del ciudadano como la
libertad de la vida política. Se juntan a debatir en la asamblea pero se ve interrumpido
porque Luis no aprueba ni la declaración, ni el decreto de agosto: se desplazan a Versalles
un redefiniendo que pisan la escarapela nacional cambiándola por una blanca de adhesión a
la monarquía. París se levanta de nuevo para vengar la profanación del símbolo
revolucionario y para sustraer a Luis de la influencia de la corte.

Dado que las mujeres se encargaban de las tareas domésticas son ellas las que
protagonizan las jornadas de octubre. Llegadas a Versalles, una sección de mujeres
penetra en la Asamblea Nacional durante una sesión con el fin de asegurarse el apoyo del
presidente en funciones. Consiguen que Luis prometa por escrito abastecer de pan a París.
La sede real cede y marchan con los revolucionarios hasta el ayunamiento de París.

Este hecho fue mucho más radical que la Toma de la Bastilla, Luis XVI se traslada
hasta el palacio de París expuesto a la presión de la calle y la constituyente es
trasladada a las Tullerías.

Los diputados establecen la Ley Marcial y la constituyente establece un tribunal para la


persecución de los hechos delictivos del 5 y 6 de octubre. Si bien no se producen sentencias
quedan demostradas las tensiones crecientes entre la revolución constitucional y popular.

La nation, la loi, le roi – Noviembre del 89 / Septiembre del 91:

Los diputados de la constituyente marcan de momento la orientación del proceso político


actuando en dos campos:

1- Para poner fin al problema del endeudamiento y evitar la bancarrota establecen que
los bienes de la iglesia pasen a ser de la nación. Abre paso a una lucha cultural que
destruye la inicial alianza entre revolución y religión
2- Se desarrolla un programa legislativo bajo el signo de libertad e igualdad, se abolen
los títulos nobiliarios, las aduanas interiores y el arriendo de impuestos, se
democratiza la administración de las comunas se crea un neuvo sistema fiscal y se
da la reordenación de todo el derecho civil, penal y judicial.

De manera paralela a la labor legislativa de la constituyente, los activistas de la


revolución popular urbana comienzan en 1790 a formar clubes políticos.
El comité Breton transformado en “amigos de la constitución” representa el lado
revolucioanrio elitista, y el de los Cordeliers a los ciudadanos entusiastas de la libertad,
abierto a todos los ciudadanos. Este modelo de club se replica en otros barrios
populares de París. Llevan peticiones a la constituyendo, yendo la formulación escrita y
la acción directa a la par en este movimiento.

La desconfianza ante la posible huida del rey crece tanto para los revolucionarios
constitucionales como para ciudadanos polítizados. Dos meses después el rey huye.

Mientras que la constituyente revoca la decisión de relevar al rey de sus funciones,


manteniéndose a favor de una monarquía constitucional, en la oposición
extraparlamentaria se forma un nuevo movimiento republicano. Los cordeliers piden
por una republica. La tensiones entre estos dos sectores quedan mas marcadas, al putno de
que los constitucionalistas no quieren pertenecer más al club jacobino.

El fracaso de la monarquía parlamentaria y la “segunda revolución” – octubre 91/


Agosto 92:

Cuando la asamblea comienza sus sesiones en octubre 91, ya no había nadie de derecha.
Esto dotó un factor de estabilidad política y los impulsos de la revolución procedieron de
otros tres factores: el cambio de papeles de dos instituciones municipales, una serie de
conflictos políticos concretos y la persona de Luis.

La institución que no dejaba de cambiar su posición era la comuna de París. Con la elección
de alcaldes más tendientes a la izquierda, la legislativa ya no podía contar más con este. De
apéndice de la asamblea nacional, la comuna fue evolucionando hasta convertirse en una
fuerza principal y autónoma de la revolución. Los ciudadanos electores se reunían por
propia inciativa a discutir leyes y elevar peticiones a la comuna y preparar acciones.

Todo esto junto a los conflictos de política exterior e interior. La emigración de los
enemigos ya era un problema a medida q se organizaban contra la revolucin. Se agudizaron
las tensiones entre Francia y el antiguo Sacro imperio romano que apoyaban a la fuerza
armada de la emigración y a Luis. La asamblea legislativa le declara la guerra al rey de
Hungría y Bohemia en defensa de un pueblo libre.
La política obstruccionista de Luis agudiza todo esto, que hacía uso de su veto. La guerra se
iba perdiendo. Se desencadenan otras dos jornadas revolucionarias.

- Manifestación contra la actitud complaciente para con el Rey que muestra la


Asamblea, exigen la unión entre parlamento y rey para hacer frente a la invasión,
manteniendo las armas hasta que la constitución se convierta en un hecho
- Manifestación de masas delante de las Tullerías. Seccionarios armados penetran en
los reales aposentos, le colocan a Luis un gorro rojo de libertad, le obligan a brindar
por la nación pero este no acepta. Pero Luis no cede y se produce la verdadera
escalada de la crisis política.

El parlamento se niega a adoptar medidas contra Luis y los activistas revolucioanrios


recurren a la violencia. Triunfa la revolución popular en el parlamento con la segunda
revolución, como se llamó a los aconteicmientos del 10 de agosto del 92. Derrumban la
monarquía.

Girondis contra montagnars o la revolución devora a sus hijos – Agosto 92/ Junio 93:

No conformes con el 10 de agosto y con el poder en la Comuna y el Comité ejecutivo


provisional, exigieron la ejecución de todos los contra revolucionarios. Las elecciones
parlamentarias de septiembre para la Convención (asamblea electa de carácter
constituyente), su nuevo nombre, dieron como resultado solo patriotas. Por un lado
estaban los girondinos agrupados en torno a Brissot y la izquierda radical que seguía
a Robespíerre, que fueron minoría hasta el 93 cuando se convierten en el “partido de
la montaña”. La mayoría pertenecia a la llanura o al pantano con voto cambiante. Este
periodo se basó en la competencia para atraer sus votos.

Ahora bien, luego de la declaración de la republica una e indivisible, se desmorona ese


criterio con conflictos crecientes entre girondinos y montañeses.

La primera disputa fue en torno a lo que se haría con Luis. Finalmente, aunque la
convencion al principio no quería, se decide ejecutarlo por traidor. La guillotina empieza a
convertirse en símbolo de terror revolucionario generando tensiones entre los partidarios
de la ejecución y los que se oponían. Otro problema fue la demanda de establecer precios
máximos antes la escaseses de pan, los girondinos acusaron a la comuna de incitar los
disturbios de febreros de saqueos de pan, esto acrecentó el odio del pueblo junto con la
sospecha de complot ante derrotas militares.

Se dan tres leyes de estado de excepción ante la incipiente amenaza, que abrían de ser
la base institucional del terror y se imponen contra los girondinos:

1. La institución del tribunal especial para la persecución de todos los ataques contra la
Republica
2. La creación de comités de vigilancia en clubes y secciones
3. La formación de un comité de la Convención, dominado por los montañeses, para la
supervisión de la administración del estado

Se abre paso una nueva etapa de la revolución. Al igual que el 10 de agosto del 92, el
movimiento popular urbano impuso al parlamento un programa radical, pero no ya
con el objetivo constitucional sino en la purga del parlamento, en una acción anti
parlamentaria impulsada por la izquierda de la convencion. “la revolución devora a sus
hijos”.

Sans-culottes y jacobinos: de la democracia de base al terror legal – Junio 93/Julio 94:

Los meses siguientes fueron de acuerdo revolucionario. La republica estaba amenazada


en su existencia y solo podía salvarse mediante el esfuerzo de todas las fuerzas
revolucionarias.

La convencion decretó el servicio militar obligatorio y medidas favorables para el pueblo:


reparto de bienes de los emigrantes entre campesinos de escasas tierras supresión de
derechos feudales efectivos, etc. fue este el gran momento de lo SC. Estos, desde el punto
de vista socioeconómico se caracterizan por sus ideas en torno a un programa de economía
moral el precio justo de los viveres, el derecho a la existencia de los pobres, la lucha contra
ricos y de una sociedad igualitaria de pequeños productores independientes.
Ideologícamente, buscaban la organización solidaria en las secciones y clubes, un
patriotismo y republicanismo militante y la proclamación de ser ellos los inmediatos
depositarios de la soberanía popular.
El frente popular jacobino Sc se va fracturando en la medida en que las asambleas de las
secciones incrementan sus exigencias social-revolucionarias en vista de los crecientes
problemas de abastecimiento. Los Sc, cada vez más radicalizado, piden la ejecución de los
girondinos y poner el terror a la orden del día en defensa del pueblo.

Se forma un ejercito revolucionario de los SC para asegurar el abastecimiento de


grano y harina para la capital. luego se establecen ejércitos para las provincias,
precios máximos y el terror legal revolucionario. La constitución del 93 dejaba de estar
en vigor, los ministros y generales quedaban sometidos al comité de salud pública y el
tribunal de la revolución se ampliaba.

Respecto a esta dictadura en nombre del bien común, las fuerzas revolucionarias
volvieron a tomar rumbos diferentes. Por un lado, se reunió en la Convenciónn un grupo
de críticos del aumento del terror que fueron ejecuados por el comité de salud en el 94. Se
persigue cada vez más a los demás movimientos revolucionarios, en especial a los
portavoces de los SC en el club de los cordeleros.

El aislamiento político del gobierno revolucionario (entre las secciones caídas en desgracia
y las suspensiones de sus asambleas regulares), y la convencion (que se fue hartando de las
ordenes) seguía aumentando cuando en mayo Robespierre escapa y se pone en marca la
Ley de Praidal. El 24 de Marzo (9 de Termidor) la convención se rebela contra
Robespierre.

El aburguesamiento de la revolución:

Los diputados de la convencion que quedaron –los termidorianos- y sus sucesores


interpretaron su régimen de directorio como el regreso a la revolución constitucional del 89.
Medidas: libertad a presos políticos, proceso contra terroristas, limitación del tribunal
revolucionario y disolución del comité de la revolución, readmisión a la convencion de los
girondinos expulsados y la votación de una nueva constitución, el 22 de agosto del 95,
que introducía un sistema bicameral y traslada el gobierno a un directorio.

Los SC son desarmados. Sin embargo, con 6 años de revolución el pueblo había
adquirido demasiada consciencia democrática como para hundirse sin más a la
pasividad. Las elites burgueses del directorio no se limitaron a ahogar en la base la cultura
democrática que les había llevado al poder, sino que la vaciaron en los niveles
parlamentarios y gubernamental.

Reichardt, “La revolución francesa y la cultura democrática”

Siguiendo su tesis de que fueron las jornadas populares las que jalonaron y radicalizaron la
revolución, en este capítulo Reichardt profundiza en cómo, al ritmo de la movilización
popular, los sentidos de democratización y politización se expanden en la vida social:
en el plano de la cultura y de las mentalidades colectivas. Porque la revolución fue también
una revolución de la conciencia político social, que se manifestó en clubes, sociedades
populares, manifestaciones y panfletos y que alcanzó todos los ámbitos de la cultura. Es
por esto que en el capítulo anterior dice que se forma una cultura de nuevo tipo que
involucra a nuevos sujetos, y que fue un espejo de la revolución pero también una de sus
fuerzas impulsoras.

El movimiento revolucionario de las mujeres:

Como parte del proceso revolucionario, las mujeres lograron construir una conciencia
emancipadora propia y formas de acción que contribuyeron a la revolución.

Parten de las peticiones de igualdad jurídica, que en principio fueron manifestaciones


teóricas pero rápidamente pasan a la práctica y a exigencias concretas, manifestadas en una
nueva expresión léxica inédita: el término Citoyenne (ciudadanas). Declararse ciudadanas
es cargarse de sentidos, diferenciarse del ciudadano hombre y asumir un compromiso
político como ciudadanas.

Donde más influencia tuvieron fue:

- En la formación de clubes propios: fenómeno provincial


- En la formación de un movimiento de mujeres con coincidencias en los SC: muestra
de su autonomía, exigieron participar en el servicio militar y portar armas.

El principio electoral y sus paradójicos efectos:


Se suele decir que durante la RF se fundó la cultura democrática y con ello la noción de
elecciones libres. Pero lo que les interesaba a los revolucionarios era acabar con las
posiciones políticas de poder basadas en los derechos hereditarios, los privilegios
estamentales, la compra de cargos y el patrocinio, y sustituirla por cargos que fueran
accesibles a todo el mundo. Como veían en el principio electoral el símbolo de la
soberanía popular, se abocaron a eso. Es decir, vieron el acceso electoral como una
forma apta para cortar con todo lazo con el AR.

Con la constitución de 1791 se introduce la diferencia entre el derecho a elección activo y


pasivo (entre el derecho de elegir y ser elegido) y se limitó por censo el padrón. En la ley
electoral del 92 se suprimió esa distinción y se concedió el derecho a todos los hombres
mayores de 21 que tuvieran domicilio fijo y pagan impuestos. Reichardt remarca los límites
de la democratización, en tanto se excluía a los pobres y a las mujeres.

El objetivo de esta democratización fue evitar fenómenos colectivos, ya que se apuntaba


al aislamiento del ciudadano individual con derecho a voto, al individualismo democrático.
Esto tuvo como consecuencia tres limitaciones de las democracias electorales:

1- Un procedimiento electoral en el que los citados no se perfilaban personalmente ni


podían desarrollar públicamente programas políticos
2- Las elecciones no eran directas y carecían de constancia política, limitándose a
seleccionar a los compromisarios para las asambleas
3- La lentitud y complicaciones del procedimiento electores hacía que sean
procedimientos largos y que muchos campesinos o artesanos abandonaran las
asambleas

Así, el principio electoral se revalorizó en lo fundamental pero tenía serias limitaciones. La


selección del personal político dirigente no era vista por la opinión publica debido a la
separación del debate y la elección, y al sistema de votación en segundo grado. Esto generó
que la población desconfiara del Gobierno y el parlamento, siendo las fuerzas
extraparlamentarias de formación de opinión publica las que tuvieron mayor influencia
política que los diputados. En la práctica, la elección solo era rotación de cargos.

La revolución publicista:
Otra de las rupturas de la RF fue un desarrollo de los medios de comunicación social.
Paralelamente a la radicalización del proceso, se da una democratización de las
publicidades, van cargándose de una fuerte impronta popular y revolucionaria, se
procuraba que el pueblo esté informado, y para ello se publicaban noticias en abundancia,
con distribución mas rápida, aparecen pequeños productores, impresiones simples y
baratas, de venta callejera, y apuntaban a que las entienda todo tipo de público, para lo cual
se transformó su presentación y lenguaje. Con el directorio vuelven las censuras y los
medios tienden a centralizarse.

La revolución de la prensa va acompañada de la publicación de imágenes politizadas y


democratizadas. También estaban las canciones políticas.

En la práctica cultural, los distintos medios no se yuxtaponían por separado, sino que
actuaban conjuntamente para apelar a todos los sentidos del público.

Sistemas de signos revolucionarios: lenguaje, símbolos y cultos:

Los revolucionarios también recurrieron al vocablo para convertir los valores, denigrando o
exaltando palabras. Querían imponer un lenguaje lleno de símbolos cuyos elementos se
unirían para desarrollar una política de masas. También impusieron nuevas cronologías y
una revolución de las mentalidades que creó nuevas costumbres y nuevos sistemas de
medición de tiempo: se reemplaza el calendario gregoriano, lo que implica cambiar la
temporalidad, la percepción de los sujetos con los ritmos de vida cotidianos.

Se elevaban signos revolucionarios para hablarle a la gente sencilla, como la Bastilla, las
picas, las escarapelas. También se hacían fiestas masivas al aire libre para inculcar el
sentimiento de patria y libertad.

Castells – Jacobinos y jacobinismo

Como también dice Sazbón, jacobinismo es un término que se acuñó como una forma
de llamar a un sector revolucionario vinculado a una idea totalitaria de poder, a la
idea de dictadura y al periodo del terror revolucionario. Nace de modo peyorativo después
del 94, después del derrocamiento de esos sectores y se constituye como un término que
hace referencia a un extremismo dictatorial. Y después esta categoría se enlaza con los
ensayos de historia posteriores y los ponen como una tradición ajena al liberalismo y
al a democracia y ven al terror como inherente a la concepción totalitaria. Esta visión es
la que Castells discute e intenta desarmar.

La autora reconoce que el jacobinismo es un movimiento heterogéneo, con manifestaciones


en distintos lugares y tiempos. En su artículo, ella analiza el modelo original del
jacobinismo, un movimiento heterogéneo en su interior con grupos y líneas distintas.
Castells atiende a un grupo minoritario dentro del jacobinismo: los jacobinos
robespierristas o maximalistas, que son quienes le dan al movimiento revolucionario
un programa coherente, en alianza con el movimiento popular. En este sentido también se
está discutiendo la asociación del jacobinismo como parte de la burguesía que se alían por
conveniencia táctica a los SC. Por el contrario, para Castells la alianza no es pragmática
y coyuntural, sino que convergen en ideas fuertes respecto al tipo de democracia y
sociedad que debía fundarse.

Sobre la diversidad jacobina: se los suele asociar a la montaña pero no todos sus diputados
fueron jacobinos, estaban también los cordeleros.

El jacobinismo no surge en la etapa jacobina sino que fue evolucionando desde 1789. En
este momento se encuentran las máximas expresiones de la corriente jacobina, la
plasmación mas pura y típico de los ideales de la RF, que en su lucha contra el
absolutismo buscaba crear una sociedad fundada sobre la libertad y la igualdad.
Entonces, el jacobinismo surge asociado o surge como la estructura asociativa de clubs y
sociedades populares que se fue creando desde el 89, generadora de una opinión
crecientemente democrática y republicana, que van orientando sus posiciones en el
mismo proceso.

Aunque cono matizaciones, Castells recata la definición gramsiana que lo considera como
la primera manifestación histórica de la política como ciencia autónoma apostando por la
regeneración de las sociedades, el mensaje utópico y el contenido moral de la política.
El objetivo del terror no era solo táctico sino altamente filosófico: la regeneración de la
humanidad. En este sentido, la autora defiende la idea de que el jacobinismo se inserta
en la historia del liberalismo, entendido este como una doctrina que considera al
individuo como fin y al estado como medio. Un liberalismo político que no se identifica
con el económico ni con la burguesía.

Por otro lado, la autora discute la visión historiográfica que plantea que en el año II
existía una organización que actuaba desde arriba sobre el mundo homogéneo de las
sociedades políticas, es decir, una “máquina jacobina”.

Las sociedades políticas se desarrollaron entre el 89 y el 94, y de el formaban parte la red


de sociedades y club jacobinos. Fue Michelet quien utilizó por primera vez el término
máquina jacobina para definir estas redes. Pero la utilizó para hacer una cronología del
fenómeno jacobino que dividió en 3 etapas:

1- Los años fundadores (89-91)


2- Etapa mas democrática con el grupo girondino
3- Tras la ejecución de Luis, en el 93, dominada opr el jacobinismo coercitivo de los
maximalistas, que poco después se harían con el poder tras la insurreccion de los SC
de París, apoyados por la izquierda de la montaña.

Castells discute la tercera etapa, porque proliferaron muchas otras sociedades populares
iniciadas por diversas autoridades revolucionarias. La primera sociedad política que
prefiguró el Club de los Jacobinos surgió en Versalles, durante la reunión de los Estados
Generales. Los diputados del Tercer Estado fundaron el club Breton el 30 de abril del
89, tras el rechazo de su participación y anunciaron las orientaciones de los futuros
jacobinos: luchar contra los privilegios, reagrupar a los patriotas sobre una base nacional,
respetar la soberanía mediante una correspondencia entre los diputados y sus mandatarios.

Diputados de las provincias establecieron clubes parecidos y, sin embargo, la historiografía


ha tendido a ver a estas sociedades como un conjunto homogéneo controlado por los
jacobinos del año II. Sin embargo, estas sociedades no eran jerárquicas, el mecanismo
de afiliación y correspondencia fue voluntario, creándose relaciones múltiples.

La potente organización de red de sociedades a filiadas y corresponsales en provincia


no tiene nada que ver con una organización política dirigente, implantada a nivel
nacional ni con un programa común de gobierno para la conquista de poder.

El jacobinismo histórico murió luego del 12 de noviembre del 94, después del 9 de
Thermidor, cuando el gran club jacobino se disolvió afectado a las sociedades populares de
la provincia que a su vez sufrieron restricciones.

Jacobinismo, liberalismo y democracia:

La lectura liberal de la revolución, contrapuesta a la jacobina, fue una creación de la


historiografía del siglo XIX, pero no es real en sus orígenes: la corriente liberal y la
revolucionaria de la RF surgen del tronco común de la Ilustración y es al calor de la
revolución que se fracciona en dos vertientes: la política (jacobina) y la económica
(que luego se instalará como la hegemónica dentro de la tradición liberal).

La historiografía ha ignorado la dimensión liberal y democrática, no burguesa, del


jacobinismo, queriendo ver en el gobierno revolucionario una dictadura.

La relación entre ilustración y revolución es obvia, pero no hay una influencia directa a
pesar de que la rf no puede entenderse sin la ilustración. La revolución inventó a la
ilustración, en el sentido de haber logrado transformar una herencia ideológica plural en
prácticas políticas diferentes. Así, por ejemplo, surgieron distintas lecturas de Rousseau: la
aristocrática, la liberal, girondina y la jacobina.

Los principales teóricos de la revolución –Robespierre y Varenne- quisieron resolver en


la práctica el problema planteado por Rousseau: cómo hacer compatibles los derechos
del individuos con una sociedad igualitaria. Así, construyeron su propia ilustración.

Dentro de la diversidad de las ideas ilustradas está la corriente liberal, distinta a la de


Rousseau y a las utopías sociales. Rousseau considera que la naturaleza del hombre no se
realiza por completo en el estado de naturaleza sino en y mediante la sociedad. Porque
cuando el hombre ingresa al a sociedad renuncia a sus derechos naturales y es la voluntad
general del pueblo soberana, expresada en la ley, la que garantiza a todos la seguridad y
libertad. En cambio, para la teoría liberal de los derechos naturales del hombre, la sociedad
política es un perfeccionamiento del estado de naturaleza y la ley está para proteger los
derechos naturales y transferir el poder en manos de un soberano o cuerpo político, siendo
un doble contrato. El propósito de Rousseau era no separar al pueblo del gobierno,
defendiendo la democracia directa y no la representatividad.

La clase política revolucionaria llegó a 1789 provista de una cultura política común
que se iría disociando a lo largo de 10 años de luchas políticas y sociales. Esta cultura
estaba caracterizada por una concepción de la historia dominada por la teoría de los
derechos naturales y por una concepción de la soberanía muy influida por el concepto
de voluntad general rousseauniana.

La declaración de los derechos fue dada en el marco de estos derechos naturales que
antes de ser clasificados y delimitados, son primero declarados, reconocidos y expuestos.
Desde esta perspectiva iusnaturalista es que se puede ver la importancia que tienen en la
nueva esfera política los principios constituyentes del derecho natural: la libertad y la
igualdad. Además, al expresar el derecho universal de ciudadanía, la declaración creaba
una teoría política nueva que permitía a los protagonistas de las luchas revolucionarias
ampliar sus reivindicaciones en nombre de los derechos naturales, como efectivamente
ocurrió. La perspectiva constitucionalista entiende a la declaración como definidos por los
conceptos de Rousseau y la eliminación de los derechos naturales por la construcción de un
cuerpo político.

Entonces, desde 1789 hubo dos desarrollos del liberalismo humanista del siglo XVIII:

- El que antepone liberalismo económico a libertad política, que será dominando


desde 1795 y que define el carácter burgués de la revolución
- El que recoge la practica no burguesa de la revolución, que incluye al movimiento
jacobino, las reivindicaciones populares y de parte del campesinado.

Este ultimo destacó la constante contradicción existente entre libertad económica y


política, la cual antepondrá al considerarla como un derecho natural del hombre,
integrando en ella lo que Robespierre denominó el derecho natural a la existencia: la
necesidad de garantizar la subsistencia para todos en contra de los ricos comerciantes.

A este sector del movimiento jacobino, la autora lo divide en dos:

1- La fase de oposicion durante la constituyente, legislativa y la convención girondina


2- La de ejercicio del poder jacobino

A través de la siguiente reconstrucción, Castells muestra que lo que buscan es construir


una democracia y en ese devenir van cambiando y adecuando sus ideas, y pasan de ser
los portavoces del movimiento popular y de demandarle a la asamblea ser los que
desde el poder cierran las secciones. Pero no se trata solo de una cuestión pragmática,
hay un compromiso moral y ético con la construcción de una sociedad más igualitaria,
y desde ahí accionan.

EL DILEMA DE CÓMO FUNDAR UNA DEMOCRACIA IGUALITARIA Y A SU


VEZ UN SISTEMA REPRESENTATIVO, O COMO INSTITUCIONALIZAR LA
IGUALDAD, SE LA PLANTEAN POR PRIMERA VEZ ELLO PERO RECORRE TODA
NUESTRA HISTORIA.

1.Fase de oposición: Desde el inciio de la Constituyente hasta el verano del 92, el debate
giró en torno a la ciudadanía y la representación.

Respecto a la primera, Robespierre se opuso a las restricciones de ciudadanía a los pobres


teorizando desde la ciudadanía universal, es decir, según la concepción del derecho
natural del género humano, no ligada a las fortunas.

Para el desarrollo del liberalismo del siglo XVIII la ciudadanía planteaba dos cuestiones:
una ligada a definir la competencia específica de los ciudadanos y otra en relación a la
delimitación de esferas públicas y privadas.

A la representación tanto la constituyente como los jacobinos la defendían, pero para estos
últimos los representantes debían someterse al control popular para evitar la distancia entre
cuerpo gobernante y gobernado, dándose una identificación entre el estado y la sociedad.
Pero conciliar la voluntad general con las particularidades fue un problema, y en el 93
Robespierre dejó entender que la representación sería más aceptable si fuera ejercida por un
personal politico virtuoso, es decir a imagen del pueblo.

Para estos jacobinos, la política siempre fue entendida como una pedagogía para el
gombre. Para reconciliar al hombre privado y al ciudadano había que moralizar la política
e inversamente politizar los actos individuales. Así, se fueron acercando desde 1792 a la
teoría de Rousseau sobre el legislador: el legislador no hace l ley, sino el pueblo, aunque
aquel formula las leyes que la voluntad general impone, convirtiéndose en el intérprete
privilegiado de la voluntad de todo el pueblo. Por ello la voluntad general no puede
confundirse con la voluntad de todos, ya que no es el resultado de una serie de acuerdos
enre grupos particulares que constituyen la maoria, sino que cada ciudadano participa del
contrato social mediante el comprmiso consigo mismo en el ejercicio de su libertad.

En este estadío de su evolución, el jacobinismo robespierista comparte con Rousseau el


concepto de ley y de libertad que lo aparta del liberalismo individualista, porque creen
que el objetivo de la ley no debía ser la mera protección de nos individuos contra
otros, sino que había que servir sobre todo para restaurar un nuevo orden social en el
que cada individuo se encuentre dotado de los medios y facultades que le permitan
identificar sus aspiraciones y deseos con el bien publico o la feilcidad común, a la que
se subordinan los derechos del individuo. Para el 93, la crítica jacobina es que la libertad
debe tener un contenido ético y supone respetar los derechos del otro en tanto que tal.

2.Fase de ejercicio de poder: Es necesario recordar los limites reales del poder jacobino:
este sector no detentó el poder efectivo en los comités de gobierno, no fueron mayoría.

Su participación en el poder y los nuevos problemas le exigieron una remodelación de las


concepciones que habían venido sosteniendo sobre ciudadanía, soberanía y
representación en la fase anterior. EL GRAN CAMBIO ESTABA EN QUE AHORA
SE TRATABA DE FUNDAR LA DEMOCRACIA Y DE CONSTRUIRLA.

Se propusieron asegurar la marcha de la Revolucion hacia la consecución de la voluntad


general, justificando el acto ilegal de suspender la constitución, sin realizar elecciones a
diputados de la convención y estableciendo el gobierno revolucionario hasta la paz.
En la institucionalización del gobierno revolucionario tenía preponderancia el poder
legislativo de la convención y el sistema de comités, organismos formados por agentes
encargados de vigilar al ejecutivo y que eran elegidos cada mes por la convención. Una
centralización legislativa. Los hebertistas se opusieron proponiendo que el pueblo pudiera
cencurar a la convención y de enunciar la ley no aceptando la especificidad del papel del
legislador.

Entonces, el terror no formó parte de una dictadura jacobina o personal, sino en todo
caso de la Convención. El terror se puso a la orden del día en un clima de consenso
entre la montaña, los SC y los jacobinos. El acto de denuncia publica se convirtió
entonces en propiedad exclusiva del legislador. Los jacobinos intentaron encausar la
violencia popular. Puede verse al terror como una consecuencia extrema de la búsqueda de
identificación entre pueblo y gobierno, a fin de evitar la escisión entre ambos. Pero el
terror quedó en manos de la voluntad particular de abusivos del poder y Robespierre,
al querer denunciar esto, provocó que el terror se volviera en su contra.

Quienes formaron parte del directorio lograron crear finalmente el estado autónomo,
separado de la sociedad y cuyo gobierno dejó de estar sometido a la filosofía de los
derechos naturales, sustituída por los derechos del hombre en sociedad.

Souboul – Los Sans Culottes

En este texto clásico, el autor hace una reconstrucción a partir de un montón de fuentes
dispersas. Los SC eran pequeños comerciantes y artesanos del pueblo parisiense.

El autor se pregunta si las tendencias políticas de los SC podía conciliarse con las
concepciones burguesas de la democracia del gobierno revolucionario.

Muestra que los SC no fueron teóricos pero que accionaban, “pusieron en práctica en el
terreno político un conjunto coherente de ideas que las hace aparecer como el grupo mas
avanzado de la revolución”. Del principio de que la soberanía reside en el pueblo se
deriva todo el comportamiento político de estos militantes: la autonomía y la
participación en masa de las secciones y su permanencia, tener el derecho a la sanción de
las leyes, al control y a la revocabilidad de los elegidos, todo tendía a la práctica de un
gobierno directo y a la instauración de una democracia directa y popular.

Para ellos, la soberanía popular se trata de la realidad concreta del pueblo reunido en
sus asambleas de secciones ejerciendo la totalidad de sus derechos.

Buscan tener el poder soberano, que para ellos es reunirse, armarse, ser jueves,
revocar a los legisladores: es la idea de democracia directa que viene de Rousseau.

Los SC impusieron de facto la practica democrática, especialmente enla legislatura,


exigiendo a los legisladores que se unan al pueblo. En su concepción de soberanía no podía
haber separación de poderes: el pueblo es legislador y también soberano. Otro artibuto de la
soberanía es el poder de las armas, que los sc exigieron portar.

Además, plantean que cuando la patria está en peligro, el pueblo naturalmente está
investido con el ejercicio de la vigilancia y la soberanía. Para salvaguardar el principio de
soberanía popular, se busca censurar a los disputados como también que los elegidos sean
fieles al mandato que recibieron. Es decir, es el principio de revocabilidad y control de los
elegidos por el pueblo soberano. En el 93 los girondinos rechazaron esto defendiendo el
principio de inviolabilidad, esto llevó a que el pueblo retome el ejercicio directo de la
soberanía e impuso la revocación de los diputados girondinos.

En Reichardt se ve que hacia el 91/92 aparece un pueblo mas organizado, se van formando
como movimiento alrededor de las secciones. Son la fuerza de choque de las jornadas
revolucionarias, la primera jornada revolucionaria organizada en conjunto (con jacobinos
y cordeleros) es la del 10 de agosto, la destitución de la monarquía. Son la fuerza de choque
que impulsan la republica pero también las que, junto a los jacobinos, depuran la
convención jacobina a principios del 93 por no atender a las demandas populares.

Los militantes populares motorizan la revolución en el día a día y es un accionar efectivo.


Al inicio tienen una lógica mas institucional y las demandas pasaban por lo legislativo pero
se van radicalizando, hasta que se llega a ese “doble poder”.
En el proceso de radicalización hay dos actores fundamentales: los SC y los jacobinos, que
en convergencia hacen avanzar la revolución a dinámicas mas igualitarias y
democráticas, llevando a fines del 93 al gobierno revolucionario.

A partir de la instauración del gobierno revolucionariom las tensiones se darán al interior de


esa alianza. Un problema fue que el GR solo reconoce a las asambleas generales, “bajo su
gobierno no hay necesidad de asambleas primarias”. Para los SC esto significa que sus
derechos soberanos se transfieren al gobierno, y se van a ir alejando: los comités del
gobierno revolucionario están preocupados por la centralización y la eficacia, en detrimento
de esto las secciones fueron perdiendo derechos de control o revocación.

Las secciones de las asambleas se reducían hasta que desaparecieron, y eran las que a los
SC le habían suministrado los marcos de su acción política y cuya permanencia habiá
simbolizado para ellos el principio mismo de la soberanía popular.

Se debe tener en cuenta también el contexto general. Francia estaba en guerra con fuerzas
antirevolucioanarias al exterior y al interior. Y el gobierno justificaba que la nación estaba
en peligro por lo que “necesitaban” de la alianza para formarse militarmente. Además, las
necesidades económicas y sociales de una sociedad en guerra eran costosas y debían
responder a ellas tanto como a las demandas populares. Por eso también el periodo de una
economía dirigida, de la confiscación mas fuerte de los bienes de la iglesia y de los
emigrados, etc.

Respecto a la propiedad, los SC piensan en una sociedad de pequeños propietarios. Mas


igualitaria.

Insurrección: último recurso del pueblo. No implica si o sí la acción armada, sino la


manifestación en masa. La insurrección del 10/8 y 31/5 es desarmada al poco tiempo.

Conclusión: Souboul tiene una mirada teolológica del proceso. Para el, los SC tenían
limites en su madurez política. “Los sc suministraron la masa de maniobra indispensable
para el ataque; la burguesía preparó y organizó las grandes jornadas revolucionaria y
explotó sus resultados. En este sentido, las grandes jornadas populares siguen siendo
jornadas revolucionarias burguesas”. Que el movimiento SC fracase, tiene que ver con la
contradicción que existía entre la acción popular y las necesidades obejtivas de la
revolución burguesa.

Sin embargo, cabe destacar el análisis de Sazbón, cuando plantea que la RF es un


laboratorio de todas las instituciones que luego se van a crear (monarquías, republica,
democraica representativa, democracia directa, etc,): en el proceso de la revolución se está
inventando todo, la política moderna y sus instituciones, nada existe previamente.

FEMINISMO

Sazbón, “Género e ideología. A propósito de las mujeres en la RF”

Comienza con una crítica a Hobsbawm Hobsbawm critica a la historiografía sobre la RF


por haber descuidado el papel de las mujeres, pero propone armar una rama espacializada
en este tema y estudiar las formas cambiantes de las relaciones entre los sexos. Para
Sazbón, en cambio, lo que se debe hacer es deconstruir la mirada masculina que
organiza categorías y materiales y activa la fabricación del discurso histórico.

En Francia, en un articulo de Le Débat, se hacía notar que la cultura feminista era endeble,
no por la falta de militancia sino por una insuficiencia de estudios sobre la condición de la
mujer. Aunque ha habido avances, no existe una historiografía específica sobre la
presencia, el perfil y la significación de las mujeres en la revolución.

Una temática que el autor valora es el enfoque comparativo de la participación de la mujer


en las revoluciones burguesas. Pero hay estudios enfocados mucho mas en los movimientos
obreros y socialistas posteriores y no de la RF.

Como también dice en el otro artículo, el orden de sucesión de las grandes revoluciones es
también el de la situación superadora de los modelos de la época. Cada revolución se
inspira en su antecedente. Si cada revolución burguesa ensancha las metas de su
prototipo y el criterio de ese ensanchamiento es el grado de emancipación de la mujer,
es de esperar que el papel de este sea creciente con cada configuración revolucionaria.
La RF expresa la incidencia de las mujeres en los acontecimientos y la diferenciación
de sus demandas en el programa de transformación, indicando que la revolución, según
Marx, expresa las necesidades del mundo y, según Engels, muestra la conexión entre la
emancipación femenina y general (por la emergencia de un discurso autónomo que buscaba
asociar genero, universalidad, feminismo y revolución).

Es decir, la RF indica la punta más avanzada de la emancipación general, donde la


visibilidad de la cuestión de género se hace irreversible. En la revolución inglesa las
mujeres no tuvieron participación. Los clubes de mujeres, la publicidad femenina y los
reclamos por los hogares fueron una creación de la RF, con la ocupacion de las gradas
de la Asamblea, de la Convencion, con la irrupción en las representaciones.

Pero al no haber una historiografía desde abajo, no se evalúa la acción intencional y


estratégica de este sector, sino que se las interpreta como “el ruido y la furia de un coro de
presencia intermitente”. Para las mujeres participantes en las manifestaciones publicas,
la reivindicación de metas revolucionarias no suponía necesariamente el reclamo de
derechos igualitarios para la mujer. Asimismo, quienes adelantaban las consignas no
eran necesariamente revolucionarias en el plano político. Clase, ideología y género
están ya aquí en una relacion problemática por construir.

En principio las quejas de mujeres son demandas asociadas al terreno social y político
en relación con los derechos “naturales” disparejos entre hombres y mujeres. ejemplo
es la Declaracion de los Derechos de la Mujer, construida como espejo acusador de la
imagen deformante de la Declaración del Hombre. Empeñado en desdoblar el universal
“hombre”, esta declaración busca establecer los derechos sobre la opresión sexista.

Olympe de Gouges somete la declaración de los derechos de la mujer al patrocinio de


María Antonieta que espera que esta apoye su causa, lo que muestra las inconsecuencias de
una postura que retrocede al encanto del despotismo ilustrado. Es una paradoja, como
también lo es la de muchas actitudes de figuras feministas de la revolución. Los
historiadores para hablar de las mujeres de la revolución se encasillas en las figuras
destacadas, en general de la elite o que están en posiciones de poder.
Por el contrario, existieron mujeres como Etta Palm, Olympe de Gouges, Théroigne de
Méricourt, Claire Lacombre, las rebeldes, que son las iniciadores del feminismo francés,
quienes sienten y viven la marginalidad de género cruzada con su marginalidad social.

Reuniendo los aporte de esas 4 mujeres, podemos ver el impulso que dieron a las formas
asociativas y a la intervención de la mujer en la escena pública, demostrando que la
iniciativa del movimiento emancipador femenino son una función de las
transformaciones globales del momento histórico y que la verdad de la libertad se mide
por la libertad que la mujer alcanza.

Pero al final de la RF las mujeres siguieron marginadas e invisibilizadas. Una limitación


dada porque una vez alcanzada la base estructural, se extinguieron las demandas que
escapaban a su control y amenazaban la constelación de intereses.

La reivindicación jacobina se acompañaba con una rafiticacion del lugar natural que
ocupaba la mujer en la vida privada, lo que generaba una hostilidad ante los reclamos
feministas. El recelo a la acción independentista estaba asociado a la idea natural de
Rousseau donde los dos sexos y su naturaleza eran diferentes por lo que debían asociarse a
diferentes cosas: la mujer observaba y el hombre razonaba.

Roudinesco, Feminismo y Revolución

Vísperas de la revolución: Dos discursos atraviesan los ideales de la filosofía de las Luces
en cuanto a feminidad. El primero, salido de la antigua teoría de los temperamentos, sigue a
Rousseau, y afirma que la feminidad tiene una esencia fisiológica según la cual es un ser
corporal instintivo y sensible, débil e inepta para la lógica de la razón porque esto la
volvería artificial. La otra corriente es la de Condircet, el único filósofo que participará en
la revolución. Este concibe a la feminidad a partir de una categoría de derecho natural que
somete a todos los individuos a las mismas leyes: como las mujeres son seres humanos,
están dotados de razón. Por lo que merecen derechos políticos y civiles.

En esta época las mujeres estaban privadas de todos los derechos civiles y políticos y eran
dependientes de algún hombre. Junto a esto, también los hombres estaban privados de
derechos según sus clases, pero la desigualdad según sus clases tiende a enmascarar la
desigualdad según su sexo, por eso se identifican con los ideales políticos del grupo que
pertenecen antes de buscar una formación identificatoria. Con la Declaración del hombre,
la caída de la realeza y la instauración de la República las mujeres van a acceder a la
conciencia histórica de su identidad. Este salto constituye la partida de nacimiento
simbólica del feminismo francés, aunque solo aporte a la mujer una semi igualdad civil.

A partir de entonces, entran masivamente las mujeres a la acción política. Cuatro


mujeres celebres dominan la Revolucion y parecen encarnar, en cada una de las etapas, los
ideales de las diferentes facciones. Las más importante:

- María Antonieta presenta la esencia de una feminidad nobiliaria, primero portadora


de privilegios, y luego destituida de la antigua gloria
- Madame Roland presenta la sensibilidad del partido girondino que aliaba la figura
materna con la directora de conciencia

Con la noche del 4 de agosto y la abolición de los privilegios, el antiguo estatuto de


mujer caer y es necesario definir una nueva situación. Es ahí donde se concreta la
lucha en favor del reconocimiento de los derechos políticos y civiles de las mujeres,
que se desarrollará a través de las sociedades fraternas y los clubes. Este derecho lo
piden mujeres distintas a las revolucionarias: son solteras, mal vistas por la sociedad,
campesinas, una comedianta fracasada, pero encarnan la figura de un igualitarismo que
tarda un siglo en imponerse en Francia.

La postura de las mujeres del Tercer Estado sobre su condición se expresa en un petición
remitida al rey en 1789, donde pedían tres puntos:

- La necesidad de una educación gratuita


- El privilegio de ciertos oficios
- Condena a las meretrices (prostitutas)

Esto muestra que las mujeres tienen la misma opiniones que los hombres sobre su
condición, salvo por la instrucción. Pero cuanto mas arrastra el proceso revolucionario a
las mujeres hacia la acción política, más precisa, coherente e igualitaria se hacen las
reivindicaciones. Y en 1890 se concreta una postura que apuesta a transformar la situación
civil, jurídica y política de las mujeres.

El amor de la revolución:

Itinerario de Théroigne de Méricourt, a través del cual Roudinesco reconstruye la historia


del feminismo original, el primer feminismo moderno, en el marco de la RF.

Después de la insurrección de Leija, Théroigne se volvió loca por la revolución y se muda


más cerca de la Asamblea para asistir. Las jornadas de octubre marcan la entrada de las
mujeres a la revolución, donde la muchedumbre se convierte en mujer y la revolución se
feminiza. Theorigne no participa de esta jornada pero si de las sesiones en la Asamblea.

Llevaba una vista austera y plena de novedades intelectuales. Se va haciendo conocida por
sus acciones civicas y los apóstoles le van lanzando muchos insultos. Ella simbolizaba la
condición femenina liberada, era atacada por la prensa contra revolucionaria y
realista. Prensa en la que la palabra revolución aparecía asociada al desenfreno y la libertad
al libertainaje.

Junto a su compañero, forman las Sociedades de Amigos, desarrollando reuniones de la


revolución que se limitaban a las personas con celo patriótico y buenas costumbres donde
los debates se dan por la ley del marco de plata, la cuestión judía y la libertad de prensa.

Entre 1789 y 92, las leyes electorales definen tres grados entre los ciudadanos habilitados
para votar: 1- ciudadanos elegibles en la Asamblea Nacional; 2- Ciudadanos elegidos para
funciones departamentales; 3- ciudadanos activos con derecho a votar para elegir a los
municipales y electores, votan a los representantes de la Asamblea.

Para ser ciudadano era necesario ser hombre, tener mas de 25 años, estar domiciliado, no
estar en quiebra y pagar un impuesto que aumenta el rango. Por las calumnias de la prensa
y el miedo a ser llevada a prisión, Théroigne se vuelve a su país y termina con su
experiencia de revolución en 1790.

El feminismo original:
Le llama así al feminismo que comienza con la RF, en la que la práctica de las mujeres se
asocia a una lucha en favor de la igualdad de los derechos para ambos sexos.
Intervienen junto a los hombres contra las desigualdades del Antiguo Régimen. Es
minoritario, rechazado por las facciones patrióticas, y tiene 3 fases de evolución:

1- Hasta enero de 1792 es un feminismo teórico que da origen a un combate legalista


en favor de los derechos, es elegante y elitista
2- Con la caída de la monarquía empieza el feminismo guerrero que propone reclutar
amazonas contra el enemigo exterior
3- A partir de agosto del 92, donde surgen las sans-culotterie femeninas que
proponen armar a las mujeres contra el enemigo

En el 92 Théroigne vuelve al centro de la revolución y se encuentra con que la época


gloriosa había cambiado, ahora era un desorden: las facciones se desgarran y pelean entre sí
por el tema de la guerra. Robespierre se opone a la guerra porque podía hacer peligrar la
revolución. Théroine se convierte en una belicista por la guerra contra Austria, y
adhiere al feminismo en el sentido de portar armas y llama a una legión de amazonas.

La vestimenta de amazonas la lleva desde el inicio de la revolución para tener aspecto de


hombre y huir de la humillación de ser mujer, pero esta feminidad herida se constituye
progresivamente en una idea de mujer guerrera que le permite repudiar cualquier otra
huella de feminidad: Théroigne proyecta su aversión a ser mujer.

Por tercera vez desde el principio de la Revolucion, después de la toma de la bastilla y las
jornadas de octubre, el rey y el partido de la corte dan ocasión a que el pueblo deje estallar
su cólera. Incapaces de conducir la guerra que han desatado, los girondinos son derrotados.
El 28 de abril la ofensiva contra Austria acaba en desastre y Robespierre triunda. Se dan
las vísperas de la segunda revolución que hará caer a la realeza: la Asamblea se separa
sin haber sido capaz de pronunciarse.

En este momento entra a la revolución otra heroína del feminismo original: Claire
Lacombe. De diferente generación que Théroine, también feminista guerrera.
Con la insurrección del 10 de agosto, la revolución pasa a manos de la Sans-culotterie
perisiense. La comuna adquiere importancia para la elección de la futura Convencion,
en el momento en que la Asamblea, ya moribunda, decide una serie de medidas de carácter
democrático. Decreta que se vendan los bienes de los emigrados, un proceso de laicización
del estado civil, la supresiond e las congregaciones y de las ordenes religiosas de las
mujeres y el divorcio. Queda abolida la distinción entre ciudadano pasivo y activo. Las
mujeres obtienen derechos civiles y el de testimoniar. La lucha de Condorcet, Erra Palm
y Olympe se ven abocadas al fracaso porque el desigualitarismo entre los sexos no
aparece ya disfrazado por la distinción pasivo/activo, sino que se revela tal cual es.
Las mujeres tienen derechos sin ser todavía ciudadanas. La sociedad cada vez más
igualitaria sigue sin contemplar la igualdad sexual.

Sería erróneo pensar que desaparece el feminismo en el 93 con la entrada en escena de las
SC femeninas, ya que si bien no tiene el mismo aspecto teórico ni se reivindica ninguna
igualdad política, se da bajo nuevas formas. Son las mujeres del movimiento popular las
que se hacen cargo de las nuevas reivindicaciones femeninas, por lo que se ve atravesada
por los conflictos que afectan a las corrientes políticas.

La última fase del feminismo original se cierra con la prohibición de las sociedades
femeninas, pero no vuelve atrás la lucha por la emancipación. La reconstrucción de
Roudinesco es consecuente con la de Sazbón en el sentido de que plantea que cada proceso
revolucionario ensancha al anterior.

Troulliot – Una historia impensable. La rev Haitiana como un no-acontecimiento

Impensar una quimera:

En 1790, apenas unos meses antes del comienzo de la insurreccion que sacudió a Saint-
Domingue y provocó el nacimiento revolucionario de Haiti independiente, nadie preveía
estos hechos. Los plantadores veían a los negros como obedientes y tranquilos, como
mucho había pequeños disturbios y acciones individuales. Se creía que los negros no
podían imaginar la libertad y menos aún elaborar una estrategia para conseguirla, y
se basaban en lo empirismo pero también en una cosmovisión europea. Por esto la
revolución entra como algo impensado, incluso mientras ocurría. Si ni sus contemporáneos
comprendían o que estaba pasando, ¿Cómo escribir una historia de lo impensado?

La cosmovisión se basaba en que había grados distintos de humanidad. Algunos eran más
humanos que otros. El Hombre –con mayúscula- era europeo y masculino, los negros
eran el escalafón más bajo de humanidad. Con la colonización el etnocentrismo europeo
se transforma en racismo científico. Se justificaba ideológicamente la esclavitud
afroamericana con ideas heredadas del renacimiento.

Pero con la ilustración hay un cambio de perspectiva. La idea del progreso sugería que los
hombres eran perfectibles entonces, al menos en teoría, los subhumanos podían ser
perfectibles también. Entre 1789-91 la trata de esclavos crece, mientras los intelectuales
franceses debatían mas que nunca sobre los derechos de la humanidad. Aunque eran pocos
los que atacaban con vehemencia el racismo la colonización y la esclavitud.

Pero la revolución haitiana desafió los supuestos ontológicos y políticos de los autores
más radicales de la ilustración. Fueron hechos impensables hasta para los más
revolucionarios de Francia.

Las manifestaciones y resistencias de esclavos ni siquiera se concebían como tal: aceptarlas


implicaba reconocer la humanidad de los esclavos. Pero a la vez eran fuertemente
reprimidos. De este mdo, junto a un discurso que afirmaba la conformidad de los
esclavos, se montaron legislaciones y medidas –legales e ilegales- para frenar la
resistencia que se negaba en teoría.

Pero la revolución haitiana fue impensaba no solo porque desafiaba la esclavitud y el


racismo sino también por la forma en que lo hizo. Fue también impensada entre los
propios esclavos: porque no fue precedida ni acompañada por un discurso intelectual
explícito. Porque eran analfabetos pero también porque las reivindicaciones eran demasiado
radicales para formularse ante que los hechos. Así, la revolución haitiana se expreso a
través sus acciones y así desafió a la filosofía y colonialismo occidental. Y fue
evolucionando desde las insurrecciones hasta la instauración de un moderno estado negro.
Cuando llegan las noticias a Francia se descree, decían que no podía ser verdad. Mientras
tanto, Toussaint Louverture y sus seguidos estaban forjando la vanguardia que
empujaría a la revolución hasta el punto de no retorno. Puede que Toussaint mismo no
haya creído en la posibilidad de la independencia pero en la práctica estaba gobernando
Saint Domingue como si fuera independiente.

A medida que la revolución haitiana se digería como un hecho, los observadores


acomodaban los acontecimientos para que encajaran en su universo de posibilidades.
Los hacían entrarn en narrativas que tuvieran sentido para occidente.

Los silencios de la historiografía:

Primero, tendieron a borrar el hecho. Segundo, tendieron a vaciar de contenido


revolucionario a ciertos hechos, banalizándolos. Un silenciamiento que también influyó en
el destino de Haiti que se deterioró económica y políticamente. la revolución impensable
se convirtió en un no-acontecimiento.

Con el silenciamiento de haiti se silencia también el colonizalismo, el racismo y la


esclavitud: es un capitulo dentro de una narrativa de la dominación global.

Marx – La derrota de junio de 1848

Lo que dominó durante el gobierno de Luis Felipe fu solo una fracción de la burguesía: los
banqueros, los reyes de la bolsa, de los ferrocarriles, los propietarios de las minas de carbón
y de hierro y de explotaciones forestales y una parte de la propiedad territorial aliada a
ellos: la aristocracia financiera. Ella ocupaba el trono, dictaba leyes en las Cámaras y
adjudicaba los cargos públicos.

La burguesía industrial constituía una parte de la oposición oficial, es decir, estaba


representada en las Cámaras como una minoría. Su oposición se manifestaba mas
decididamente a medida que se destacaba más el absolutismo de la aristocracia financiera y
a medida que la propia burguesía industrial creía tener asegurada su dominación sobre la
clase obrera.
La pequeña burguesía y la clase campesina, habían quedado excluidas del poder político.
Finalmente, en el campo de la oposición oficial, se encontraban los “talentos”, es decir, los
representantes ideológicos de las citadas clases, sus sabios, abogados, etc.

Marx muestra que quien dominó el escenario político luego de la revolución de julio fue la
aristocracia financiera, que acumuló poder por la crisis financiera de la monarquía, que
llevó al estado a pedirles préstamos y entrar en dependencia. A esta fracción burguesa, que
gobernaba y legislaba a través de las Cámaras, le convenía que el estado se endeude:
especulaban con el déficit estatal y era su principal fuente de enriquecimiento. El estado,
siempre al borde de la bancarrota, no tenía más remedio que contratar a banqueros.

La estafa al Estado era a gran escala: con los empréstitos, con las obras públicas; la clase
dominante también explotaba la construcción de ferrocarriles (eran accionistas y a la vez
legisladores entonces legislaban a su favor).

La aristocracia financiera hacía las leyes, regentaba la administración del estado, disponía
de todos los poderes públicos y dominaba a la opinión pública mediante la situación de
hecho y mediante la prensa, repetían el fraude y afán por enriquecerse en todos lados, y no
mediante la producción sino mediante el escamoteo de la riqueza ya creada. La monarquía
de julio no era más que una sociedad por acciones para la explotación de la riqueza
nacional de Francia. Luis Felipe era el directos de esta sociedad.

El comercio, la industria, la agricultura, los intereses de la burguesía industrial, sufrían


constantemente riesgo y quebranto. Las fracciones no dominantes de la burguesía, junto al
pueblo, estaban indignados. La burguesía industrial veía sus intereses en peligro; la
pequeña burguesía estaba moralmente indignada; la imaginación popular se sublevaba.
Inundaban escritos por todo París denunciando la corrupción.

Finalmente, dos acontecimientos económicos mundiales aceleraron el estallido del


descontento general acumulado, que se convertiría en revuelta.

1- La plaga de la patata y las malas cosechas de 1845 y 46 avivaron la efervescencia


general del pueblo. La carestía de 1847 provocó conflictos sangrientos por todo el
continente.
2- Una crisis general del comercio y de la industria en Inglaterra; desde el 45 venía
dándose la quiebra general de los especuladores de acciones ferroviarias. En 1847
estalla con las quiebras de los grandes comerciantes en productos coloniales de
Londres. Cuando estalla la revolución de Febrero todavía no se había apagado la
repercusión que tuvo esta crisis.

La crisis económica volvía todavía más insoportable el absolutismo de la aristocracia


financiera. La burguesía opositora provocó en toda Francia una campaña de agitación en
forma de banquetes a favor de una reforma electoral, que debía darle mayoría en las
Cámaras y derribar el ministerio de la Bolsa. Además, la crisis industrial trajo en París la
consecuencia de volar al mercado interior una masa de fabricantes y comerciantes al por
mayor que ya no podían comerciar en el mercado exterior. Se abrieron grandes tiendas y la
masa de pequeños comerciantes no podía competir con ellas. Hubo muchas quiebras y eso
explica la actuación de ese sector burgués en la revolución de febrero.

Finalmente, la monarquía de julio dejó el sitio a un Gobierno Provisional. Era una


transacción entre las diversas clases que en conjunto derribaron la monarquía de Julio, pero
cuyos intereses se contraponían. En su mayoría estaba formada por representantes de la
burguesía (industrial y republicana). La clase obrera tenía solo dos representantes: Luis
Blanc y Albert. Por todo esto, Marx dice que la revolución de febrero pertenecía, tanto
por su posición como por sus ideas, a la burguesía.

Si París, por su centralidad política, domina a Francia, los obreros, en los momentos
de sacudidas revolucionarias, dominan París. Por esto el Gobierno provisional intenta
substraerse de la influencia obrera apelando “del París embriagado a la serena Francia”.

Hacia el mediodía del 25 de febrero, la República no estaba todavía proclamada, por todos
los ministerios ya estaban repartidos entre los burgueses. Los obreros, dispuestos a afrontar
de nuevo la lucha y a imponer la república por la fuerza de las armas, enviaron a Rapspail
al Hotel de Ville y, en nombre del proletariado parisiense, ordenó al gobierno provisional
que proclamase la república, de lo contrario continuaría la insurrección.

Con la proclamación de la República sobre la base del sufragio universal, todas las clases
de la sociedad se vieron de pronto lanzadas al ruedo del poder político, obligadas a actuar
personalmente en la escena revolucionaria. Por su parte, el proletariado emergió como
partido independiente, al dictar la república a toda Francia –a través del gobierno
provisional-. Lo que conquistaron fue el terreno para luchar por su emancipación
revolucionaria, pero no la emancipación misma.

Primero, la revolución de Febrero tenía que completar la dominación de la burguesía,


incorporando a todas las clases poseedoras a la esfera del poder político, junto a la
aristocracia financiera. Al derribar la corona, detrás de la que se escondía el capital, se
manifestó en su forma pura la dominación de la burguesía.

Así como las jornadas de Julio conquistaron luchando la monarquía burguesa, en las
jornadas de Febrero los obreros conquistaron la república burguesa. Y así como la
monarquía de julio se había visto obligada a anunciarse como una monarquía rodeada de
instituciones republicanas, la república de febrero se vio obligada a anunciarse como
una república rodeadas de instituciones sociales. El proletariado parisiense obligó
también a hacer esta concesión. El Gobierno provisional se vio obligado a asegurar la
existencia de los obreros por el trabajo, a procurar trabajo a todos los ciudadanos, etc.

Bajo presión obrera que exigía organización del trabajo y un ministerio propio, el gobierno
provisional nombró una comisión especial permanente encargada de encontrar los
medios para mejorar la situación obrera. Comisión formada por delegados de artesanos
de París y presidida por Luis Blanc y Albert. Se le asignó el palacio de Luxemburgo como
sala de sesiones. Así, para Marx, se desterraba a los representantes obreros de la sede
del gobierno provisional, donde se tomaban realmente las decisiones, quedando para los
burgueses el poder efectivo del Estado y las riendas de la administración.

El problema era que los obreros hicieron la revolución de febrero junto a la burguesía y al
lado de ellos querían también sacar a flote sus intereses, exceder el marco de la republica
burguesa. Y así como erróneamente creían que podían emanciparse al lado de la burguesía,
también creyeron que podían llevar a cabo una revolución proletaria dentro de las fronteras
nacionales, al lado de las demás naciones burguesas (por el contrario, era necesaria una
guerra revolucionaria europea, ya que las relaciones francesas de producción están
condicionadas por el comercio exterior, por su posición en el mercado mundial y por sus
leyes). También considera un error la utilización del término fraternidad, porque remite a
una conciliación de intereses de clases antagónicas, es decir, es ilusorio.

Lo que Marx está diciendo es que los obreros debían sublevarse contra toda la burguesía y
el capital, pero que no podían comprender esto en el momento histórico que estaban
viviendo.

Recién hacia el final de la revolución de 1848, se desenmascaran las intenciones burguesas.


El detonante crucial es el 4 de mayo, cuando se reúne la asamblea nacional y se evidencian
las diversas clases en disputas. A través de las elecciones que se celebran, se consagra la
verdadera república que venía constituyéndose desde febrero, la burguesa. A partir de
entonces, entre otros embates, se elimina a los representantes obreros, se reprime y se
anulan los talleres nacionales. Esto marca la primera gran lucha de clases moderna, en
contra o a favor de todo el orden burgués. Cae el velo de la república burguesa y surge la
conciencia de clase obrera para Marx: recién cuando la revolución es derrocada.
Sewell – Trabajo y revolución en Francia

Capítulo 9 – “La revolución de julio y la emergencia de la conciencia de clase”

Sewell explica que la revolución del 48 es heredera del desarrollo histórico que abre la
revolución de julio, por la cuestión del lenguaje obrero. Tiene una mirada más cultural
porque analiza el lenguaje como un factor político y transformador.

Para 1830 los obreros franceses tenían un lenguaje corporativo, se reunían en


corporaciones, en las ciudades, con ritos y formulas propias. Este lenguaje existe en
oposicion a las exigencias de los maestros y al individualismo impuesto por el Estado, tiene
raíces en el corporativismo del Antiguo Régimen y expresaba las aspiraciones obreras,
enmarcando los conflictos y los acuerdos entre patrones y obreros.

Pero fue este lenguaje el que les truncó la entrada en el discurso público, ya que era
incompatible con el gobierno y con la opinión pública. Lo que era una regulación en bien
del oficio, a ojos de la ley era una violacio a la libertad de la industria; lo que los obreros
veían como una hermandad de ayuda mutua, para el Estado era una asociación ilegal.

A esto los obreros recién lo ven luego de la revolución de julio de 1830 cuando
levantaron sus demandas fueron tomadas como absurdas y rechazadas.

Debido al éxito de la insurrección, Carlos X renuncia y lo sustituye Luis Felipe, quien


inició reformas liberales. Los obreros salen a las calles por demandas laborales –aumento
de sueldo, reducción de la jornada-, pero el gobierno no acepta y descubren que su
concepción de libertad era opuesta a la del gobierno. Por ejemplo, consideraban a la
libertad como un atributo de los individuos, por lo que las asambleas de masas eran un gran
desorden. Sólo si las reivindicaciones se presentaban individualmente a las autoridades
competentes podrían considerarse.

Las represiones terminaron haciendo menguar las manifestaciones. Pero esa


incomprensión llevó a que, en adelante, los obreros se encarguen de formular un
nuevo vocabulario que exprese el punto de vista obrero.
Como obreros y periodistas burgueses venían hablando idiomas diferentes, se van a
fundar periódicos hechos completamente por obreros.

Para uno de esos periódicos, L’Artisan, el problema era cómo establecer a los obreros como
actores y darle voz legitima en la escena pública. El periódica oscila entre un respeto
deferente por los burgueses como líderes naturales de los obreros y el odio como enemigos
de clase; y entre una llamada a su sentido de la justicia y una amenaza de guerra civil.

Los paralelismos confusos del periódico dan la impresión de que no logran articular una
visión plenamente coherente de las adecuadas relaciones entre obreros y las –primitivas-
clases superiores. Esto refleja cómo se encontraban los obreros organizados en ese
momento: desorientados ya que repentinamente se habían situado en la escena pública a la
vez que fueron traicionados por los liberales que parecían sus aliados durante la revolución
de julio.

Otra característica del diario es q se valió de la retórica a la revolución francesa. Apelan a


q la clase obrera tiene primacía por ser la más útil y, en consecuencia, los obreros son el
pueblo soberano, mientras q la burguesía es una nueva aristocracia separada de la nación.

Uno de los principios de esa retórica revolucionaria era la libertad individual, lo que los
avalaba como actores legítimos en la escena pública y los hacía hablar el mismo lenguaje.
Así, como cuerpo soberano, podían reclamar la atención del gobierno.

El diario da la vuelta al discurso revolucionario, invocando a la propiedad de los hombres


sobre el trabajo como argumento, en contra de las pretensiones de quienes tienen propiedad
presentándolo como trabajo explotado. Usan “explotación” de modo peyorativo, lo que es
nuevo: la explotación en 1830 era tratar a los trabajadores como factores de producción
deshumanizados, como recurso no humano. De la misma manera que el Tercer Estado tenía
que arrebatar sus derechos como hombres y ciudadanos a la aristocracia, los obreros tenían
que obtener su humanidad de una nueva aristocracia burguesa, que les mantenía en una
servidumbre propia del siglo XIX. Para eso, los obreros debían reivindicar el trabajo como
su propiedad.
Esta retorica no solo dotaba a los obreros del poder de una lengua pública, también les
proporcionaba al poder para redefinir el mundo moral y social.

Pero la evolución más importante del lenguaje revolucionario en estos años se centró en el
término “Asociación”.

El atractivo de la jerga revolucionaria era el hecho de que el trabajo se presentaba como


fundamento de la sociedad pero por otra parte también sostenía un individualismo
persistente que no iba con los oficios urbanos. Para el esquema revolucionario, la sociedad
se componía de ciudadanos individuales libres, no de cuerpos supra-personales
corporativos [las corporaciones de oficio urbano]. Frente a eso, la idea de asociación
permitía superar esa contradicción, ya que la libertad de asociarse con otros era un
componente clásico de la libertad. Una de las fuentes de la idea de asociación estaba en
los escritos de Saint-Simón y Fourier, quienes defendían la asociación ante la competencia,
un mal de la época. Pero era una formula poco practica y muy utópica. Buchez, fundador
del diario L’Atelier e impulsor de las cooperativas, transformó los proyectos de asociación
obrera, pasando de ser un plan iniciald e sociedades de seguro mutuo a ser un plan de
cooperativa de productores. En su doctrina estaba de base el concepto de “capital social
común”, que significaba que el capital pertenecía a la asociación misma, y por tanto los
miembros que se fueran no tenían derecho a “su parte”. La organización interna debía ser
democrática y los asociados remunerados por igual. Así, se iría superando el sistema de
producción individualista y competitivo.

La idea de producción asociada se afirmaba sobre la ambigüedad del discurso liberal, que
permitía la libre asociación para la producción. Igualmente, el código mercantil permitía la
reunión de capital en sociedades anónimas, por lo que no se podía impedir que los obreros
unieran en un fondo su modesto capital para formar asociaciones de poductores.

Así, los obreros logran salir de su aislamiento, refundando sus corporaciones como
asociaciones. Bajo la libertad de asociación, la tutela del Estado no era ni necesaria ni
deseable.

Un rasgo característico del estilo filantrópico de las corporaciones obreras era un uso
constante del termino “fraternidad”. Fue a través del vocabulario de la fraternidad que la
solidaridad moral del lenguaje corporativo se trasladó al nuevo lenguaje obrero
revolucioanrio de la asociación. Así, las reivindicaciones de regulaciones colectivas
resultaban compatibles con cierta interpelación de la libetad.

Para 1833, con la mejora económica, hubo una reanimación de la actividad


huelguística, en especial en los oficios urbanos. Al gobierno le preocupaba la aparición
de vínculos interurbanos entre huelguistas y los progresos que el republicanismo
había hecho entre obreros: encontraron terreno común en la cuestión de la asociación
y logran confluir en ideas y actividades.

Sewell destaca el tipo de asociación que surge en 1833, que nuclea a los distintos oficios,
porque allí SE DESPIERTA LA CONSCIENCIA DE CLASE (a diferencia de Marx),
influida por la acción obrera y por las teorías del socialismo utópico. Se intensifica la
unidad obrera y es lo que autoriza a hablar de una consciencia de clase.

El discurso obrero reformado hizo énfasis en la asociación como:

1- Corporaciones obreras: cooperativismo y control sobre el oficio


2- Talleres cooperativos de producción

Dos definiciones de asociación obrera que se unen en 1833.

La idea de asociación fraternal entre los oficios hoy parece obvia, pero para los obreros que
la desarrollaron era una revelación. Sólo cuando las corporaciones obreras se vieron a sí
mismas como asociaciones libres de ciudadanos que trabajaban productivamente, en vez de
como cuerpos diferentes dedicados a la perfección de algún arte particular, resultó
concebible la hermandad de todos los obreros. Y así, se desarrolló el movimiento obrero
unificado y la conciencia de clase, basada en el desarrollo del lenguaje y la retórica
revolucionaria.

El convencimiento de los obreros y las ventajas de la asociación se basaba en su análisis de


los defectos de la sociedad. El sistema de propiedad establecido por l a RF había creado
una nueva forma de privilegio que daba a los ricos poder para explotar a los trabajadores.
Esto suponía que la burguesía se hacía convertido en una nueva aristocracia, y que el
pueblo soberano debía destruir esos privilegios y emanciparse a sí misma con una nueva
revolución. Solo la asociación podía superar el aislamiento y lograr al emancipación.

En 1834 este movimiento se vio empujado hacia la clandestinidad por la nueva ley de
asociaciones, que demostraba la fuerza superior del gobierno. Pero el nuevo lenguaje
asociativo sobrevivió intacto y así lo demuestra la revolución de 1848.

Capítulo 11: “La revolución de 1848”

El 24 de febrero se proclama la segunda república. Asume el Gobierno Provisional,


compuesto por moderados y radicales. Se proclaman los derechos del individuo, de
elecciones, de pertenecer a la guardia nacional y de asociación política e industrial.

Para Sewell, son los obreros los protagonistas de la revolución. Son quienes exigen que
se proclame la República y que se atienda a las demandas de derechos laborales. La
cuestión del trabajo pasa a ser central en los acontecimientos, como eje articulador de la
revolución y como parte del discurso obrero.

Por presiones obreras, el 25 de febrero el GP reconoce formalmente el derecho al trabajo


(da trabajo a través de los talleres nacionales). Esta respuesta favorable da inicio a un
proceso de exigencias de la clase obrera y de respuestas gubernamentales que
contribuyeron a promover una revolución social genuina.

El GP intentaba poner limitas a las demandas a la vez que intentaba superarlas con
discursos y compromisos, con gestos, que los obreros veían como una victoria de la
revolución social y un reconocimiento al pueblo soberano.

En sus primeros días, los obreros se reunian para presionar afuera del Hotel de Ville. Otra
conquista fue el anuncio del GP de que se abrirían los talleres nacionales para dar trabajo a
los parados. Los trabajadores vieron estos talleres como un rasgo potencialmente
permanente de la nueva república. Se establece el derecho al trabajo como un derecho
humano fundamental y, además, parecía implicar una reestructuración radical de todo el
orden social, basado en el trabajo, que era lo que buscaban los obreros.
Se crea la Comision de Luxemburgo, encargada de analizar el problema del trabajo y
proponer soluciones a la próxima Asamblea nacional. Sewell le da una importancia
fundamental por la participación obrera y porque obliga a buscar soluciones concretas
respecto al trabajo. La considera un ministerio de hecho, manejada por obreros.

Los obreros concluían haber ganado la revolución y ser reconocidos como pueblo soberano.
En 1830, descubrieron su unidad y su voz política; en 1848 utilizaban esta voz política
adquirida para forzar al apertura del problema del trabajo. No obstante, ahora había
diferencias en el énfasis de los discursos que habían formado los obreros y republicanos
entre 1830-83, sobre todo en relación al trabajo y asociaciones; aunque la asociación seguía
siendo un valor central en la revolución, ya no era el termino clave de la controversia
política, sino que ahora era el trabajo.

Además de la misión que tenía la comisión de Lux, los obreros tenían también sus propios
proyectos teóricos para la organización del trabajo, proponiendo, por ejemplo, el
establecimiento de asociaciones de producores de uno u otro tipo.

La comisión invitaba a los obreros de París a colaborar en la tarea. Al reconocer


formalmente a los oficios como circunscripciones electorales de la comisión, el GP
reforzaba el sentido de las corporaciones como actores públicos legitimados. Esto
animó a los obreros a organizar sus corporaciones a mayor escala y de forma más
ambiciosa constituyéndose así entonces como clase con fuerza política.

A los ojos obreros, la comisión fue un modelo de la República futura. Hasta las elecciones
de la Asamblea nacional del 23 de abril, los delegados obreros en la comisión fueron los
únicos representantes elegidos del pueblo: era el grandioso espectáculo del pueblo
gobernándose a sí mismo. Sin embargo, a juzgar por las actas de los debates, los delegados
obreros desempeñaron un papel muy reducido en las discusiones, proviniendo las
iniciativas del Estado y sus expertos ilustrados.

En 1848, la comisión se convirtió en escenario de lo que Trotsky llamó “doble poder”. El


dice que para hacer avanzar la revolución mas allá de la fase inicial, la clase revolucionaria
debe encontrar instituciones autónomas para elaborar alternativas a las estructuras del
gobierno. En la fase inicial de la RF, la de 92-94, el doble poder fue el ayuntamiento y las
secciones de París. Pero la breve primavera revolucionaria del 48 vio el nacimiento de
dos complejos de instituciones revolucionarias que intentaron empujar la revolución
más allá de febrero: los clubes y el movimiento obrero que rodeó a la comisión de Lux.

La comisión tuvo un papel mas notable, allí las actividades del movimiento obrero estaban
mas unificadas y tenían un proyecto coherente de transformación revolucionaria. La
iniciativa revolucionaria provino de las corporaciones democráticas, que eran las
circunscripciones electorales de la comisión.

La comisión fue una especie de realización del plan de “asociación de todos los
oficios”, pero no fue el liderazgo revolucionario sino un aura de elevada utilidad
pública y una trama institucional la que permitió a los obreros construir el
embrionario orden social y político alternativo.

Las corporaciones se veían como la encarnacion institucional de las comunidades de


oficios y consideraban su obligación primordial el gobierno democrático de sus oficios.
Eran centros de iniciativa en las mayores batallas de la revolución y unidades de
gobierno por derecho propio.

Las corporaciones republicanas:

Tras la revolución, las corporaciones de obreros eran democráticas y republicanas en


su estructura. Se configuraron en forma de pequeñas republicas con sufragio universal y
gobierno representativo como modo de actuación.

Su continuidad con las antiguas formas de corporación era evidente en sus practicas de
ayuda mutua, prácticas que las distinguían como comundiades morales, así como también
en los intentos obreros de reglar sus oficios en tanto empezaron a presionar a los maestros
en favor de acuerdos públicos que garantizaran horarios mas cortos, control sobre la
contratación, regulaciones de las condiciones de trabajo y, sobre todo, salarios mas
elevados y unifores.

Los obreros querían tarifas fijas uniformes, porque eran remedio contra las fuerzas
disolventes del sistema económico competitivo, y eran la solución de la clase obrera al
problema de la organización del trabajo.
Habitualmente las iniciativas obreras conducían a negociaciones, emprendidas por los
delegados del sector en la comisión de Lux. Solían conseguir acuerdos favorables:
redactados como convenios formales, muchos se firmaban en ceremonia publica ante las
autoridades de la comisión, dando respaldo de la autoridad del estado. Pero si la comisión
era la garante de los convenios negociados entre obreros y empresarios, su realización
cotidiana se dejaba a los oficios.

Las acciones militantes de las corporaciones obreras forzaron a la comisión a


intervenir en disputas laborales y actuar como garante de los convenios entre obreros
y empresarios. La fuerza de las cosas convirtió a la comisión en garante de una nueva
organización corporativa de la industria parisiense (casi funciono como Ministerio de
trabajo de hecho).

Las resistencias de los empresarios fueron pocas pues, al igual que los obreros, creían que
estos habían ganado la revolución.

Por el momento, obreros y patronos aceptaban una taba de regulación corporativa dentro de
un régimen de propiedad privada. Pero el objetivo final seguía siendo establecer
asociaciones que abolieran la distinción entre patrono y obrero y convirtieran a todos los
que trabajaban en el oficio en propietarios colectivos de los medios de producción.

Por otro lado, es de destacar que los obreros veían sus corporaciones no solo como
comunidades morales sino como actores de la política revolucionaria. Servían como
clubes políticos. En los sucesivos desfiles parisienses, el pueblo soberano se presentaba
como un agregado de corporaciones obreras. La forma de las procesiones revela la
diferencia entre la República Una e Indivisible de los Sans culottes y la republica social y
democrática de los obreros del 48. La proyectada republica obrera era una
materialización del socialismo del 48.

El socialismo, además de suponer que los medios de producción deben ser de posesión
colectiva, supone que el trabajo, como fundamento de la vida social, debe ser el
fundamento del orden político. Por esto era un movimiento socialista en el sentido de
contemplar un estado sistemáticamente construido sobre las instituciones de trabajo.
Y se conformaba tanto por la práctica política concreta de las corporaciones de obreros
como por los proyectos abstractos y utópicos de los teóricos socialistas.

A pesar de los esfuerzos, la republica obrera fue soo un proyecto. Para Sewell los obreros
fueron débiles para establecer su hegemonía política sobre el conjunto de Francia
debido, en parte, a que su ideología se centraba en sus intereses específicos. No tenían
vínculos directos con las provincias. Los movimientos obreros provinciales no tenían la
autonomía institucional que había en París ni eran un movimiento unificado. Esos vínculos
debían ser necesarios teniendo en cuenta que la nación era mayoritariamente rural. Los
obreros parisienses no lograron establecer alianzas con los campesinos, ni de entender sus
condiciones particulares como trabajadores del campo, creyeron que era aplicable la
producción y cooperación corporativa.

La acción unilateral de los obreros terminó por suscitar conflictos de clase entre clase
obrera y monárquicos y republicanos burgueses. Para estos últimos, estaba en juego la
defensa de la propiedad privada, pero también a los consrvadores les movía el temor y
repugnancia hacia los obreros, los bárbaros.

El movimiento obrero es derrotado el 15 de mayo. El GB aprovechó a disolver la Comision


de Lux ante un intento de golpe de estado de un sector obrero. Con un gobierno hostil a los
obreros, los convenios solemnes establecidos ya no podían mantenerse y los patronos los
violaban normalmente.

El 21 de junio se abolen los talleres nacionales: definitivo abandono por la Asamblea


nacional de la republica social, y para los obreros esto era la violación del contrato
solemente ente el gobierno y el pueblo entero.

Los días de junio y su represión redujeron a ruinas al movimiento obrero parisiense.


París se puso en estado de sitio miles de militantes murieron. De a poco el M. O. resurgió,
pero ahroa, gran parte del esfuerzo se dedicó al establecimiento de asociaciones de
productores. Los obreros trataron de construir una republica social y democrática
organizando “la república en el taller”. Intentaron levantar su republica de forma
independiente, fuera de las instituciones del estado burgués.

A pesar que las corporaciones obrreras y las asociaciones de productores no tuvieron la


fuerza de la comi de Lux, su proliferación indica cuan general era el deseo de acción
unificada.

Con el golpe de Luis Napoleón en 1851, la continuidad del movimiento obrero se


rompió definitivaemnte. Las corporaciones obreras pasaron a la clandestinidad.

Scott – La política del trabajo y la familia en la industria parisina del


vestido en 1848

Durante el siglo XIX, los trabajadores calificados desempeñaron un papel importante en la


defensa de las tradiciones artesanales, sus esfuerzos para organizarse políticamente y
asegurar un cambio económico. Estos trabajadores se asociaron en una cooperativa de
producción y la palabra fraternité era su lema.

Para la autora, los historiadores prestaron atención a las relaciones económicas de esta
nueva política, dejante de lado al género y la familia, siendo que la literatura de protesta de
los años 30 y 48 estaba llena de referencias a estas peticiones.

La organización del trabajo y el asociacionismo eran temas predominantes del periodo,


pero la cuestión de la familia también, y estaba estrechamente ligado a estos dos.

Scott apunta a una lectura contextual que toque la política desde una perspectiva popular y
específica. Por política no entiende las discusiones sobre la participación formal en el
gobierno, sino las discusiones sobre el poder y el conocimiento que trataban del voto, del
trabajo de la familia y del género.

Su caso de estudio son los llamamientos dirigidos a hombres y mujeres en el ramo de los
oficios del vestido en París en las décadas de 1830 y 1840. La autora se centra en los
oficios del vestido porque muchas de las habilidades básicas de costura que se requerían
eran compartidas por hombres y mujeres.

Estos trabajadores debían enfrentar a la competencia que presentaba la naciente industria


mecanizada de la confección. Debido a esto, los sastres –crean vestimentas artesanalmente,
según las medidas del cliente- organizaron huelgas en el 30 y 40 y fueron pioneros en el
desarrollo de cooperativas que engrosaron las filas de la revolución de 1848.

Al igual que sus colegas masculinos, las costureras implicadas en la política reclamaron el
derecho del trabajo para las mujeres, organizaron con éxito cooperativas productoras y
obtuvieron contratos del gobierno revolucionario de 1848.

Durante los primeros meses de 1848, la comisión de sastres se dividió en patrones y


obreros. Los obreros defendían su espacio de lugar de trabajo, justificando que en los
talleres se trabajaba mejor y equitativamente. Los patrones decían que los sastres debían
trabajar en sus hogares. Este debate sobre el lugar del trabajo es interesante por el vínculo
que se crea entre organización de trabajo y familia.

El contraste entre el trabajo de taller y el trabajo casero se representaba mediante una


oposición entre dos tipos de trabajadores: los artesanos y los appiceurs. Los primeros eran
presentados como los descendientes de la corporación y el taller lo conformaban hombres
jornaleros cuyos medios de subsistencias eran sus salarios. Los appiceurs trabajaban en sus
casas, cobraban por piezas y, al igual que las mujeres, eran trabajadores esporádicos que
trabajaban por encargo.

Hacia 1847, como consecuencia del crecimiento de la industria de la confección, que


producía en masa artículos en talles estándares, se incrementó el número de appiceurs. La
ropa se compraba al por mayor con lo que gastaba menos material.

Por otro lado, los sastres activistas buscaban mantener la distinción entre trabajo por
encargo y trabajo de confección. Durante la revolución de 1848, grupos de sastres se
unieron a unos pocos maestros para ganar clientes para los oficios de vestido y garantizar
empleo a los obreros calificados. Los que salían perjudicados de esta unión eran los
appiceurs, ya que su trabajo era “no calificado” y, al estar dispersos por toda la ciudad, su
habilidad para conseguir trabajo dependía de la voluntad de aceptar las bajas tarifas que les
ofrecían de trabajos extras en el taller.

Este ataque dirigido a los appiceurs y al trabajo doméstico contenía referencias a las
mujeres y a la familia. Los sastres buscaban la autorregulación de su oficio y el trabajo en
el hogar no cabía en dicha autorregulación.

Los sastres buscaban mantener la división entre el trabajo y la casa. Así argumentaban que
el trabajo en el taller era calificado, el trabajo en la casa no. Esto implicaba también que los
hombres que trabajaban en sus casas se sientan degradados por ser asociados a la
femineidad. Las demandas políticas de los sartres estaban inmersas de conceptos de género
que asignaban a las mujeres y a los hombres capacidades, trabajos y espacios distintos, pero
no aprobaron un orden social que equiparara a las mujeres con la domesticidad y a los
hombres con un trabajo remunerado.

Paralelamente, las líderes de las costureras pidieron al gobierno republicano que apoyara
sus planes. Ellas reclamaban talleres pero no rechazaban el trabajo en casa: siempre y
cuando se paguen las tarifas establecidas. Sus reclamos como identidades colectivas
hicieron hincapié en una combinación de responsabilidades con su actividad asalariada y su
familia.

Las lideres costureras defendían a “todas las mujeres que cosían para vivir”, incluyendo a
las modistas y costureras. Esto les proporcionó una identidad común. Denunciaban que los
orígenes de sus problemas no estaba solo en las practicas del capitalismo sino también en
las desiguales relaciones de poder entre las mujeres y los hombres. Un socialismo
combinado con cierto feminismo.

Esa primera demanda luego evolucionó hacia la administración del salario y el trabajo
doméstico. Al reconocer la especial conexión de las mujeres con el hogar y la familia, se
estableció una retórica identitaria distintiva. Las costureras organizaron cooperativas y
reclamaron aumentos salariales en nombre del derecho al trabajo. Cuestionaban la
exclusión de las mujeres del sufragio universal a través de la idea de que ellas eran
productoras y propietarias de su fuerza de trabajo. Pedían ser ciudadanas, reclamaban sus
derechos como mujeres en nombre de sus obligaciones familiares.
Harvey – París, capital de la modernidad

Contexto: Segundo imperio (1848-52). Proceso contra-revolucionario erigido sobre la


derrota de manifestaciones alternativas (como el socialismo utópico) y que, como resultado,
se produce el triunfo del orden burgués y capitalista.

Harvey analiza la experiencia urbana bajo una dimensión integral: la ciudad puede pensarse
en conexión con movimientos políticos, con proyectos alternativos económicos, políticos y
sociales, que tienen formas distintas de pensar y organizar la ciudad. El autor muestra
como en la forma urbana y estética de París se encuentra una expresión de las
victorias de las fuerzas burguesas y conservadoras del orden capitalista, expresándose
como una ciudad que se muestra como “la más moderna”.

Introducción:

Discute el mito de la modernidad como una ruptura radical con el pasado. Por el contrario,
sigue a Saint-Simón y a Marx al postular que ningún orden social puede alcanzar cambios
que no estén latiendo en su condición existente. Y apela al concepto de “destrucción
creativa”.

1848 fue un año muy dramático en Europa y en París. Haussman, David Courbet, la poesía,
la maquinaria e industria, los boulevares, el socialismo científico trajeron la modernidad.
Pero fue también un año en el que París sufría hambre, desempleo y miseria: la gente
empezó a inundar la ciudad en busca de subsistencia. Republicanos y socialistas llevaron
adelante diversas manifestaciones. Finalmente, se declara el Gobierno Provisional y luego
la República. Se formaron clubes políticos y surgieron asociaciones obreras.

El 2 de diciembre de 1851 Luis Napoleón (con el apoyo de las provincias, los católicos y el
ejército) produce el golpe de estado. La resistencia es aplastada, la asamblea disuelta.

Se le encarga a Haussmann (un funcionario público) la labor de reconstruir la ciudad, de


llevar adelante su modernización. Se crea el mito de una ruptura radical con el pasado,
considerando irrelevante, a la vez que creaba la idea de que no había alternativa al
autoritarismo del imperio.
Es un mito porque no hay en realidad un quiebre tan radical, hasta Haussman lo decía. Hay
también muchas continuidades, y es lo que busca mostrar Harvey. Por ejemplo, en el hecho
de que los proyectos de mordenización urbana ya venían desde antes.

Pensar lo viejo en lo nuevo y lo nuevo en lo viejo. La ciudad, el imperio, con sus


monumentos, jardines y un paisaje “limpio y ordenado”, se erige sobre la derrota de las
barricadas, sobre ruinas, ideas y voces silenciadas: contra un orden –la democracia
republicana- que previamente había pensado otra ciudad en articulación con otras
relaciones sociales, políticas, económicas. Esto no solo se dio arquitectónicamente, sino a
través de los escritos donde se escribía el presente para crear un futuro y derrocar la
tradición.

*Todo esto le dio la idea a Marx que evolucionaría hasta el socialismo científico y plantea
que el socialismo utópico era una barrera para la revolución.

Cap. 2 – Soñando el cuerpo político. Políticas revolucionarias y planes utópicos 1830-48

La reforma de Haussman durante el segundo imperio dependían de una reinvención


capitalista de lo que era la ciudad y de lo que podía llegar a ser. Las utopías románticas de
1830-40 fueron reprimidas con la contra-revolución de 1848-51, pero la sensibilidad
respecto a la lucha política persistía, por ejemplo, el socialismo se volvió científico y el
pensamiento burgués más positivista e inflexible.

A partir de 1820, surgieron pensadores que dejaron fragmentos para el futuro sobre cómo
construir una república. Los principios de la ilustración se mezclaban con el romanticismo
y el misticismo cristiano. Las readaptaciones de pensamiento fueron tantas que las ideas de
1848 eran distintas a las de 1830.

La RF había dejado en el pueblo la idea de la posibilidad de la movilización con voluntad


colectiva, y la revolución de 1830 mostró esa capacidad. Las represiones, miserias y
desigualdades sociales provocaron una reflexión sobre una alternativa socialista en los
trabajadores y en las elites intelectuales progresistas. Saint-Simón y Fourier fuero los
pensadores esenciales que se esparcieron por todos, llegando incluso a Luis Bonaparte.
Muchos escritores esparcieron los pensamientos de estos dos, y escribían sobre cuales
debían ser los objetivos y hacia donde debían dirigirse los movimientos de transformación
social. Los diagnósticos y proyectos eran distintos, pero acordaban en las ideas de igualdad,
libertad, república, comunismo y asociación.

Pero variaba, por ejemplo, la forma en la que se llegaría a esa igualdad. Para Blanqui era
por medio de la dictadura del proletariado; para Saint-Simón por medio de educación, un
gobierno adecuado y recursos. Los comunistas y jacobinos querían igualdad en la
distribución de poder, pero los trabajadores prestaban poco apoyo a una acción
revolucionaria que derrumbara al sistema entero para sustituirlo por un comunismo
igualitario, se oponían a la pequeña buguesía y a la arrogancia de los seguidores de Saint-
Simon, que pretendían educarlos.

La asociación era concebida como un medio y como un fin de las instituciones y de la


acción política, pero la idea de asociación tenía también muchos significados. Lo que
estaba en juego era cómo se podía organizar mejor la colectividad para hacerse cargo de las
necesidades materiales. Para los seguidores de SS, la idea de asociación dentro del sector
industrial era fundamental, pero las diferentes profesiones debían tener sus asociaciones y a
su vez todas esas debían englobarse en una.

La organización del trabajo: Mientras los escritores de la época criticaban al orden social
existente, todo el mundo reconocía que la cuestión del trabajo y de la actividad laboral era
fundamental para la crítica de los acuerdos sociales existentes. Para Fourier (socialista
utópico, uno de los padres del cooperativismo), la división social del trabajo desaparecería
cuando se enmparejara la diversidad de las tareas con sus naciones sobre la abstracción
pasional, entonces el trabajo sería equivalente a un juego. Para los seguidores de SS, debía
reorganizarse la división del trabajo en una escala mayor para aumentar la eficiencia.

Estos movimientos discutían también sobre la cuestión urbana. Había muchos planes
utópicos qe no encajaban con la realidad de la ciudad, por lo que muchas cosas que
propusieron no llegaron a la practica en ese entonces, pero luego Haussman las hizo, lo que
quiere decir que parte de su obra ya estaba presente en 1830-40.
Harvey nos está mostrando que había diversas corrientes pensando en proyectos que
también son modernos. Ideas que apuntaban a multiples direcciones y que, muchas
veces, amenazaban la visión burguesa de modernidad.

1848 marca un quiebre a toda esa vitalidad, pensamiento e imaginación política. A


partir de la contra revolución, quedan dos concepciones de la modernidad:

1- La burguesa, fundada sobre los pilares de la propiedad privada, que bsucaba en el


mercado las libertades de expresión y acción
2- Concebida sobre la base de la republica social capaz de proteger a la poblacion y
hacer frente a la pobreza del pueblo frances

Pero el Segundo Imperio buscaba otro tipo de modernidad, una que mezclaba el
autoritarismo con un precario respeto a la propiedad privada y el mercado, jalonado por
intentos de cultivar una base populista.

Finalmente, fueron los empresarios los que rehicieron la ciudad de acuerdo a sus
intereses, dejando a la población con una sensación de desposesión.

1848 marca el fin de la idea de la ciudad como cuerpo político, y el Segundo Imperio la
entierra dentro del mundo comercial del espectáculo y el valor del mercado.
Schorske – Viena a fin de siglo

Introducción:

Que se asocie a la Europa de siglo XX con una modernidad rupturista del pasado y sus
tradiciones, tiene que ver, para el autor, no solo con una premisa retórica sino también
psicológica: la noción de modernidad como rebeldía generacional contra el progenitor
y un esfuerzo de autodefinirse, que se da a nivel de grupos sociales enteros que liberan su
creatividad en pos de nuevas construcciones y nociones. Esto es lo que ocurrió en la
Viena de siglo XIX, con enormes innovaciones tecnológicas, filosofía, arquitectra, arte,
etc, que rompieron con la idea de continuidad histórica que era propia del liberalismo.

Entonces, a través de la reforma urbanística en Viena, el autor analiza la modernidad


del siglo XIX, esa que busca distinguirse de todo el pasado. En su búsqueda, Schorske se
desprende de las nociones históricas pues no son útiles porque se centran en continuidades.
Es en Nietszche quien marca un punto de inflexión ya que, a partir de sus postulados, las
disciplina se fragmentan y aparecen nuevas categorías de análisis. Se abre una distancia en
los vínculos entre las distintas disciplinas que nos habla de crisis y de búsqueda de una
nueva identidad disciplinar. Justamente vinculado a las características de la modernidad de
siglo XIX y de la Viena de la Ringstrasse, ya que la ciudad va a cambiar de aspectos en
múltiples niveles. En resumen, Viena expresa una síntesis de la nueva sociedad
moderna, de sus crisis, transformaciones y tensiones.

La Ringstrasse, sus críticos y el nacimiento del modernismo urbano:

En principio, la reforma urbana comienza pos revolución de 1848 orientada a contener la


amenaza del pueblo movilizado. El terreno del glacis será centro de disputa entre, por un
lado, la familia real, el alto clero y los militares y, por otro, los liberales y la burguesía
financiera. De esos choques emergerá una ciudad completamente nueva. Cuando el neo
absolutismo pasa a ser monarquía constitucional, los liberales se posicionan y se
colocan al frente del programa de embellecimiento y reconstrucción de la ciudad,
aunque trasciende este objetivo: al cambiar la cara de Viena según su imagen y semejanza,
y que tiene su punto culminante en la Ringstrasse, esta se convierte en se convierte en una
expresión visual de valores de una clase social, una auto proyección cultural, una
reconfiguración territorial diseñada para ellos, expulsando a la clase trabajadora, y a
merced de la especulación financiera y del auge del capital, porque se les dio plena
confianza para crear las bases financieras de la construcción pública.

Estrechamente relacionado a la búsqueda de la modernidad por distanciarse del pasado


histórico, la Viena de siglo XIX es un centro a histórico, pues la sociedad intenta
distinguirse de lo anterior, se piensa a sí misma como diferente y con conciencia de la
nueva temporalidad. Por otro lado, los rasgos de los edificios recuperan estilos estéticos
históricos según la funcionalidad particular de cada institución. Confluyen distintos estilos,
lo que también es reflejo de la modernidad: por su crisis de identidad, su fragmentación, su
multiplicidad de tendencias contradictorias que confluyen. Por ejemplo, la universidad:
símbolo de la cultura liberal y del racionalismo laico; con un estilo renacentista para
proclamar la asociación histórica entre la moderna cultural racional y el resurgimiento del
saber secular.

Tanto la organización espacial como el estilo estético descubren las necesidades de los
constructores y su clientela. La Ringstrasse era una zona residencial. Se crean casas de
apartamentos. Por otro lado, la combinación de prestigio y beneficios en palacios de renta
de propiedad individual reflejaron una de las más importantes tendencias sociales liberales
de la época: el acercamiento de la aristocracia y la burguesía.

No obstante, quienes la criticaban no lo hacían por cuestiones arquitectónicas, sino


más bien por cuestiones sociales.

Sitte y Wagner apuntan contra el nuevo diseño y función de Viena, si bien sus críticas son
estéticas, abarcan cuestiones sociales más amplias: La Ringstrasse funciona también como
un símbolo de crítica al liberalismo. Sus postulados son opuestos. Sitte, defiende lo
antiguo, artesanal y comunitario, piensa al Ringstrasse como modelo negativo, y a sus
constructores los acusó de traicionar la tradición. No obstante, lo que el arquitecto buscaba
era una convivencia entre lo moderno y lo comunitario. Pero repudia lo moderno porque
entiende que refiere a aspectos técnicos y racionales de construcción, excluyendo lo
artístico y emocional. Busca re humanizar el espacio urbano, contrarrestar el
utilitarismo y funcionalismo moderno, recuperando el historicismo en los edificios y
dándole centralidad a las plazas, a través de las cuales se desarrollaría una vida social
comunitaria en el marco de la sociedad moderna. A sus concepciones las fundamenta a
través de las obras y teorías de su ídolo, el músico Richard Wagner, lo que lo potencia a
creer que el artista es quien debe crear un nuevo mundo con perspectiva comunitaria.

Por otro lado, Otto Wagner es modernizador, defensor de un futuro moderno, se


centra en factores utilitarios, dándole énfasis al transporte y la ingeniería. Apunta por
una planificación y por nuevas formas estéticas que sean viables y eficientes. Su ídolo fue
Kint, director de la Secesión, quien buscaba un lenguaje artístico que expresara la
condición del sujeto moderno. Esto le proporcionó a Wagner un nuevo lenguaje visual para
sustituir el historicismo del Ring.

Finalmente, ambas tendencias se enmarcan dentro del pensamiento moderno, ya que


ninguno rechaza completamente a la modernidad. Además, sus posturas muestran otra
característica propia de la sociedad moderna: la confluencia de tendencias opuestas y
contradictorias.

La comuna de París, memoria, género y representación

Podcast de la catedra

A mediados de 1870 francia había entrado en guerra con Prusia, un conflicto que terminaría
rápidamente con el triunfo de Blicksmart. Napoleón III cae. La clase dirigente francesa se
apresura a reinstaurar la república y a iniciar negociaciones con el recién nacido imperio
Alemán. Pero en parís el ímpetu de sus habitantes era resistir y continuar con la guerra, en
contraposición a un gobierno de defensa nacional republicano que estaba, no obstante,
compuesta por miembros pro monarquía.

En cada uno de los distritos de la ciudad cobró nuevo impulso la guardia nacional, donde
miles de ciudadanos se asaltaron para defender la capital. Con el objetivo de desarmar a una
fuerza militar compuesta mayoritariamente por obreros de fuertes ideas democráticas y
republicanas, el gobierno de thiers intenta desarmarlos pero el pueblo (con participación
fundamental de las mujeres) resiste: termina con disparos a dos generales al mando por
parte de los soldados que se habían negado a reprimir al pueblo. A partir de ese momento y
por dos meses, París estuvo gobernado por la Comuna: administración municipal que
puso en prácticas medidas de corte republicano, democrático y laico en ocasiones
acompañado por políticas de carácter socialistas.

Este auto gobierno de les trabajadores debió hacer frente a la hostilidad de la asamblea
nacional que se instaló en Versalles y que buscaba acabar con esa experiencia. De este
modo, a partir del ingreso de las tropas versallesas en la ciudad el 21 de mayo, comienza la
llamada Semana Sangrienta, el ejército francés conquistó progresivamente París. Los
oficiales versalleses fusilaron no solo a quienes vestían el uniforme de la guardia nacional
sino a todes les que utilizaran la jerga típica de los obreros e incluso a quienes vivían en los
barrios rojos. Como dijo Marx, una guerra entre naciones había dado lugar a una
guerra civil entre clases sociales. Entre las víctimas de la semana sangrienta se hallaban
hombres y mujeres niños y ancianos por igual. El 28 de mayo la comuna es derrotada.

Podríamos decir que en cierto sentido con la comuna se cierra el ciclo revolucionario que
se había abierto en Francia en 1789, que había sobrevivido a pesar de la represión de
Napoleón III. Desaparecieron formas de protestas y acción como las barricadas que eran
típicas de la revolución. La comuna fue sin dudas un momento bisagra en la historia
francesa. Para la derecha conservadora fue la encarnación del peligro comunista q estaba en
acecho y q buscaba eliminar la propiedad privada. Frente a esa amenaza la única salida era
la represión.

Pero la común también demostró que un gobierno de las y los trabajadores eran posibles.

Gullickson, gay – “La pétroleuse: representando al a revolución”

Este estudio investiga la creación de uno de los símbolos políticos negativos más poderosos
del siglo XIX: la pétroleuse [petrolera o mujer incendiaria] de la Comuna de París.

Se trata de la representación de la mujer peligrosa e ingobernable, que se convirtió en un


símbolo internacional, no solo de la comuna en si misma sino también de los males de la
revolución, y desempeñó un papel fundamental en la creación de una respuesta emocional
duradera a lo que fue una efímera revolución en Francia.
Algunos de los símbolos más duraderos son alegorías femeninas cuyo poder representativo
se deriva de supuestos de género y la representación de un cuerpo femenino idealizado,
hegemónico. Así la libertad política, como la república francesa y Gb eran representadas
por una mujer cuando las mujeres no tenían derechos políticos y poca o nula libertad.

En contraposición, están las imágenes negativas que representan la violencia de la


revolución. Existe en la cultura occidental una tendencia a resaltar al “enemigo” como
femenino y aún más, los oponentes del cambio político han tendido a representar un desafío
político como si fuera una amenaza sexual y encarnarla en la forma de una “mujer horrible
y feroz pero no exactamente asexuada”. Particularmente en este sentido son
significativas las descripciones de las petroleuses, las mujeres que fueron acusadas de
incendiar París durante la comuna.

La comuna de París:

Conscientes del poder de las acciones simbólicas la comuna señaló su política enarbolando
la bandera roja de la revolución, quemando una guillotina y derribando la columna de
Vendóme que conmemoraba las hazañas militares de Napoleón I. estas decisiones crearon
una gran oposición burguesa hacia la comuna. La prensa francesa no parisina e
internacional los acusaba de comunsitas.

El pueblo parisino se defendía con las barricadas que eran contantemente reprimidas. Las
mujeres tuvieron una participación activa fundamental, aunque no se les permitió
postularse a cargos políticos. A las tareas que ya estaban asociadas a lo femenino, como el
cuidado de niños y la asistencia de enfermos, las comuneras agregaron una profunda labor
política y militante. Con el ingreso de las tropas versalleses, construyeron numerosas
barricadas. Sin embargo, los historiadores han hablado poco de estas actividades. Y las
comuneras son recordadas como incendiadoras.

La prensa pro versalles construyeron un mito a partir de los cuales se responsabilizó a las
mujeres de los incendios y del intento de reducir a París en cenizas. Pero como bien señalo
Marx, estas acciones tenían un carácter estratégico: defender el mayor tiempo a la comuna
de los ataques versalleses. El fuego se dirgía a edificios que remitían al régimen
napoleónico y al mundo burgués. Tenía un fuerte carácter simbólico. No obstante, hay
evidencias que la mayoría de esos incendios fueron provocados por hombres. Es llamativo
como se las acusó a las mujeres de los incendios siendo que fueron provocados en su
mayoría por hombres. Rápidamente se convirtió en un lugar común para las historias de
los periódicos y los títulos de las ilustraciones referirse a todas las communardes arrestadas
como petroleuses, independientemente de si fueron acusadas del delito específico de
incendio.

Las petroleuses:

Las descripciones de los “testigos oculares” varones sobre las prisioneras mujeres, revelan
tanto el miedo como la considerable fascinación con las mujeres que había peleado por la
Comuna. Todes les prisioneros fueron ejecutados a lo largo del camino, burlados y
abusados pero al castigo de las mujeres se le sumaba una dimensión sexual. Se les
degarraba su ropa, sus corpiños, lo que tenia varios objetivos: primero, determinó su sexo,
dejarles los pechos al descubierto confirmaba que eran mujeres. pero, además, cuando los
varones eran prisioneros automáticamente perdían su poder y esto era de por si una
humillación, per como se consideraba que las mujeres carecían de cualquier forma de poder
la humillación debía revestir otro carácter: la desnudes mostraba que eran mujeres
DEBILES.

Las burguesas:

Varios testigos estaban fascinados pero también criticaban el comportamietno de las


burguesas que se burlaban y torturaban a los prisioneros. No está claro que el
comportamiento de estas mujeres difiera de los hombres. Lo que si está claro es que eran
recordadas de maneras distintas por los testigos varones. Para algunos el comportamiento
vengativo y poco femenino de las burguesas fue incluso mas atroz que el de las
pétroleuses. Y esto es porque no podían ser desetimadas como mujeres perdidas como las
petroleuses. Ellas tenían hogares de clase media, esposos e hijos y no debían comportarse
así, con acciones que violaban los supuestos naturales y el comportamiento apropiado
femenino.
Imágenes principales sobre las petroleuse:

1- La vieja bruja
2- La víctima

Se enfatizaba lo horrible. Para el artista conservador, debían encarnar al mal entonces no


podían ser mujeres atractivas. En las representaciones favorables, los artistas las despojaron
también de su sexualidad y termeridad y, por tanto, de su poder. Eran mujeres jóvenes y
atractivas, capturadas y asustadas.

Conclusiones:

La comuna fue derrotada y no podía representarse como una diosa de la libertad ni como
una luchadora. La petroleuse amenazó con subvertir el conjunto del orden social. No
solo desafió la autoridad masculina al abandonar su hogar y salir a luchar, sino que también
atacó la propiedad, la base del sentido de importancia burgués y masculino. La revolución
era como la mujer rebelde: amenazaba con subvertir el orden considerado natural por sus
beneficiarios. En la arena política, la revolución era la máxima amenaza, al igual que
en el ámbito personal lo era la sexualidad de las mujeres.

Hobsbawm, La Era del capital

Lineamientos generales:

Luego de la derrota del 48, queda claro y establecido el absoluto triunfo de la sociedad
burguesa, con su modelo de desarrollo económico y político (sistemas representativos
constitucionales basados en sufragio limitado, no democrático sino restringido). Antes,
detrás de cada avance burgués estaban las masas dispuestas a disputar ese modelo.

Es el momento en que la economía se come a la política, se quiebra el equilibrio. La


expansión económica parece ilimitada, relacionado a la constitución de la economía-
mundo, a la liberalización de los sistemas económicos, de la apertura del comercio; y la
política, si bien resurge hacia 1870, deja de tensionar al sistema social, y las economías
capitalistas industriales encuentran modos de integrar a las capas medias y populares
al sistema.
“El gran boom”

Para Hobsbawm, la del 48 es la última revolución general en Occidente. En adelante, las


demandas políticas del liberalismo, el radicalismo democrático y el nacionalismo se
desarrollarían sin conflictos internos.

En el periodo entre el 48 y la década de 1870 el mundo se hizo capitalista y una


significativa minoría de países desarrollados se convirtió en economías industriales.

A partir del 48 se abrió un nuevo ciclo comercial, producto del retroceso que se vivió con la
crisis de las cosechas. La producción industrial se recuperaba con rapidez. A partir de 1850
las exportaciones aumentan exponencialmente.

Empieza el gran esplendor mundial. Lo que fue muy satisfactorio para los negocios gracias
a la combinación de capital barato con un rápido aumento de los precios. Los puestos de
trabajo aumentaron y los salarios se elevaron lo que hicieron mellar el descontento popular.
Esto último trajo enormes consecuencias políticas pues les proporcionó un gran respiro a
los gobiernos sacudidos por la revolución. La política entró en un estado de hibernación.

En 1857 [crisis financiera, primera crisis económica a nivel mundial] llega a su fin este
periodo de calma. Ocurrió una mera irrupción de la edad de oro de crecimiento capitalista,
que se reanudo a mayor escala en la década de 1860. Coincidiendo también con una
actividad política intensa: la política resurgió en un periodo de expansión, pero dejó de ser
la política de la revolución.

La enorme expansión económica fue por varios elementos que convergieron:

1- Gracias al ferrocarril y, en segundo lugar y derivado de este, el buque a vapor y el


telégrafo. Todos estos conectan y transportan; dieron a la economía capitalista su amplitud
geográfica, a medida que aumentaba la intensidad de sus transacciones comerciales.
Además, abren la lógica capitalista de la empresa privada al mundo. En consecuencia, se
produjo un gran desarrollo del comercio y la inversión internacional. Se vendía todo lo
vendible.
2- La producción de oro mundial aumentó enormemente en siete años por los
descubrimientos de minas de oros, que permiten sostener los precios –por esto es un
periodo inflacionario, a diferencia de todo el resto del siglo XIX que es de deflación-. El
oro barato permite armar un sistema internacional estable y confiable basado en el patrón
oro y la libra esterlina británica –GB siguió siendo el motor-. El descubrimiento de las
minas de carbón abren mas el espacio y genera nuevos puntos de desarrollos (EEUU)

3- La liberación de la empresa privada, motor que potenciaba el progreso de la industria.


Se dio un movimiento hacia la completa libertad comercial. Si bien solo GB abandonó de
forma total el proteccionismo (aunque mantuvo las barreras arancelarias para efectos
fiscales), se establecieron una serie de tratados de libre comercio destinadas a regular la
situación, redujeron las tarifas arancelarias entre las principales naciones industriales. Todo
el mundo queda a merced del modelo económico liberal.

En tanto las relaciones entre patronos y obreros quedaban en manos de ellos.La rentabilidad
no se veía amenazada puesto que la masa de campesinos, ex artesanos y migrantes parecía
mantener los salarios a un precio modesto.

Este libre comercio significaba vender libremente a bajo precio en todos los mercados
del mundo, estimulando a los países subdesarrollados para que les vendieran a los
países desarrollados sus productos, sobre todo materias primas, ingresando de esta
manera el dinero con el que comprar las manufacturas británicas: por esto a las
economías rivales a GB les convenía este sistema; y a GB porque era el taller del mundo.

Con todo, la mayoría de las economías industriales tuvieron en este periodo dos ventas en
el libre comercio: 1- La expansión general del comercio mundial; 2- Encontraron
beneficiosos contar con recursos que facilitaran su industrialización.

Entonces, la industrialización estaba avanzando, su progreso era geográficamente mas


amplio, pero también muy desigual: todos los estados debieron volcarse al desarrollo
industiral para ser competitivos. Hacia las décadas centrales del siglo, las industrias
desarrollaron una tecnología revolucionaria –la química y la eléctrica. Estas innovaciones
requerían de un conocimiento científico avanzado, por lo que aumentó más la brecha de
desigualdad entre los países industrializados.

Una de las consecuencias de la entrada de la ciencia en la industrio fue qe el sistema


educativo era más necesario para seguir con el desarrollo industrial. se necesitaban
avances académicos para una economía moderna. EEUU empieza a sacar ventaja hacia ’60.

Fue una etapa de confianza en el desarrollo ilimitado. Pero a medida que se entraba en la
década de 1870, el auge del desarrollo estaba encontrando sus limitaciones. A los
crecimientos económicos les sucedían depresiones de cada vez mayor amplitud mental,
aunque eran temporales. Pero hacia 1783 se da la Gran depresión. Luego de la década
de 1870 se abrió una nueva era histórica, política y económica, ya que los
fundamentos establecidos del liberalismo económico encontraron sus limitaciones.

Hobsbawm – LA ERA DEL IMPERIO (1875-1914)

Cap. 2 “La economía cambia de ritmo”

Entre 1873 y 1890 la producción mundial continuó aumentando pero a un ritmo menos
vertiginoso que antes. Avanzaron las economías norteamericanas y alemanas.

¿Puede calificarse este periodo como Gran Depresión?

-El sector más deprimido de la economía y con más descontento social fue la agricultura.
Las respuestas habituales de este sector fueron la emigración masiva –los que carecían de
tierras- y la cooperación –los campesinos con explotaciones viables-. [Esto tiene que ver
con el giro en la política de Estado, se priorizaba al sector industrial]

-El mundo de los negocios tenía también sus propios problemas. Les preocupaba la
deflación, porque hace que disminuyan los beneficios (con la inflación los bienes
producidos con un coste menor se venden a un precio más elevado al momento de la venta).
Los salarios no podían reducirse. Además, había en el mercado cada vez más competidores.
A los economistas y hombres de negocios lo que les preocupaba no era la producción sino
la rentabilidad de la misma, debido a su propaganda apocalíptica de depresión.

Una de las soluciones a estos problemas fue una especie de monetarismo a la inversa, que
era sustentado por aquellos que atribuían el descenso a los precios a la escasez de oro.

-Se pone fin al liberalismo económico porque los países comenzaron a aplicar tarifas
proteccionistas a sus productos. Solo GB defendía el comercio sin restricciones, porque
no contaba con campesinado y dominada el mercado de la compra de exportaciones.

Con el giro al proteccionismo internacional, el núcleo del capitalismo lo constituían cada


vez más las economías nacionales. Pero el estado nación interfería con el capitalismo
porque limitaba el funcionamiento autónomo e independiente del mercado.

El ideal teórico del capitalismo era la división internacional del trabajo que aseguraba el
crecimiento más intenso de la economía, modelo que era inviable en la practica porque las
economías nacionales existían porque existían los estados nacionales. Dentro de estos, los
más desarrollados podían competir y el resto dependían de los países desarrollados en el
curso de sus economías.

Pero el mundo desarrollado no era una agregado de economías nacionales, la


industrialización y la depresión hicieron de ellas un grupo de economías rivales. El
proteccionismo expresaba una situación de competitividad económica internacional.

El proteccionismo fue la reacción política del productor preocupado ante la depresión, pero
la respuesta económica más significativa del capitalismo radicó en la combinación de
la concentración económica y la racionalización empresarial:

- los trust [empresas que producen lo mismo se unen en una sola] la concentración
económica avanza a expensas de la competencia del mercado; las corporaciones a
expensas de las empresas privadas; los grandes negocios a expensas de los
pequeños.
- La gestión científica: de las empresas para maximizar sus beneficios. A partir de
tres estrategias: aislamiento de cada trabajador del resto del grupo;; descomposición
sistemática de casa proceso en elementos cronometrados; incorporación de sistemas
distintos de pago de salario que incentivaran al trabajador a producir más.

-Otra solución a los problemas del capitalismo fue el imperialismo. Es decir, la


conquista colonial para conseguir nuevos mercados e inversiones productivas.

Si comparamos la economía de la Era del Imperio con la de la primera etapa de siglo XIX
nos encontramos según Hobsbawm con varios aspectos:

-Una economía capitalista con una base geográfica mucho más amplia, incorpora a “todo el
planeta” en términos generales. Se amplía el mercado de materias primas y se incorpora a la
lógica global la división entre productores de materias primas y quienes producen
manufacturas.

-Una base más plural. GB inicia su decadencia y comparte su posición hegemónica

-Un proceso de reorganización del capitalismo y de la economía industrial. si bien la


locomotora, el hierro y el carbón no dejan de ser centrales, a partir de la recuperación de los
90 empiezan a aparecer nuevas tecnologías industirales de punta: petróleo, energía,
industria automotriz, etc.

-La tendencia hacia la concentración económica que nos aleja de la lógica competitiva;
ahora la competencia es más entre grandes empresas.

-El motor del crecimiento empieza a ser el mercado interno; se empieza a crear el
mercado de masas al interior de las economías industrializadas.

En muchas áreas de producción de consumo de masas bajan los costos de producción. Su


símbolo por excelencia es el Fort T. los sectores medios y obreros se vinculan cada vez más
con este mercado y crecen.

-Expansion urbana. Crecimiento del sector servicios en ámbito publico y privado.

Vemos como todo se va alejando de la lógica liberal económica porque se busca un


equilibrio entre las necesidades económicas del estado y los intereses económicos
privados; pero también del liberalismo político: paralelamente hay un proceso de
democratización política de impulsos políticos que también demandan la injerencia
estatal para que de respuestas a los reclamos populares que a su vez están cada vez
más organizados políticamente en partidos de masa.

Cap. 3 “Imperialismo”

Hobsbwm llama Era del imperio al periodo entre 1875-1914, no solo porque en él se
desarrolló un nuevo tipo de imperialismo, sino también por la cantidad de gobernantes
que se auto-titularon emperadores o que son vistos como tales.

Con nuevo tipo de imperio, el autor se refiere al imperio colonial: fenómeno que emerge
de manera novedosa por la dimensión económica que adquiere. En esta era, los países
capitalistas mas desarrollaron se reparten la mayoría de países no europeos en colonial o
zonas de influencia.

Se reparte el mundo y queda dividido entre fuertes y débiles.

Como ya vimos, el acontecimiento mas importante de siglo XIX fue la creación de una
economía global que vinculo a todos los países. La existencia de una red de transporte
facilitó esta conexión y surgió el interés por explotar zonas más marginales.

El desarrollo tecnológico dependía de materias primas que se encontraban en lugares


remotos. Por ejemplo, el motor de combustión interna necesitaba petróleo [que provenía de
EEUU y Europa pero se empiezan a encontrar pozos en medio oriente llevando a
enfrentamientos entre las potencias] y caucho [Congo y Amazonas]. También se expandió
el mercado de productos alimentarios. Frutas tropicales, café, azúcar, etc.

Un argumento general para la expansión colonial era la búsqueda de mercados. La


convicción de que el problema de superproducción de la Gran Depresión podía superarse a
través de un gran impulso exportador.

Pero los motivos por los cuales los países desarrollados se volcaban a conquistar territorios,
no fueron solo la búsqueda de mercados y de materias primas; los países capitalistas
desarrollados competían entre sí para sacar ventajas o constituir monopolios, el
imperialismo era impulsado también por la rivalidad entre potencias, en donde juega
un papel fundamental el proteccionismo  El país en el que el imperialismo tuvo mas
importancia fue el Reino Unido, porque su supremacía económica siempre había
dependido de su relación especial con los mercados y fuentes de materias primas de
ultramar. En este periodo tuvo mucho éxito en sus objetivos, ampliando sus zonas de
influencias. Sin embargo, Hobsbawm dice que el objetivo británico no era la expansión,
sino la defensa frente a otros países que intentaban captar esos mercados. El nuevo
colonialismo fue una consecuencia de una era de rivalidad económico-política entre
economías nacionales competidoras, rivalidad intensificada por el proteccionismo.

>Cuando las economías desarrolladas estaban “fuertes” su ideal era el de la puerta abierta
en los mercados subdesarrollados, pero cuando carecían de esa fuerza, intentaban conseguir
territorios cuya propiedad situara a las empresas nacionales en una posición de monopolio y
les diera ventaja.

Por otro lado, la aparición de los movimientos obreros, o la política democrática tuvo
influencia sobre el desarrollo del nuevo imperialismo. El imperialismo estimuló a las
masas y a los sectores descontentos, a identificarse con el estado y la nación imperial,
dando así justificación y legitimidad al sistema social y político representado por ese
estado. El llamado imperialismo social.

Por último, la era del imperio fue un fenómeno también cultural. La conquista del
mundo por la minoría desarrollada transformó imágenes, ideas y aspiraciones, por la fuerza
y por las instituciones, mediante el ejemplo y la transformación social. Lo que el
imperialismo llevó a las elites potenciales del mundo dependiente fue
fundamentalmente la occidentalización en su máxima expresión. Su legado más
importante fue una educación de tipo occidental para minorías distintas.

Capítulo 4, “La política de la democracia”

Para Hobsbawm, la Era del Imperio comienza con la histeria internacional entre los
gobernantes europeos y las clases medias luego de la Comuna de París en 1871 y la
masacre luego de su supresión. Episodio que refleja un problema fundamental de la política
de la sociedad burguesa: el de su democratización.

La democracia es el gobierno del pueblo, pero los intereses de las distintas clases
raramente son los mismos y en la época victoriana (GB, cúspide de su revolución
industrial y del imperio británico) creían poder identificar la acción política de clase con
la aristocracia y la burguesía. Ese fue el dilema fundamental del siglo XIX, que
propugnaba la existencia de constituciones y de asambleas soberana elegidas que, sin
embargo, luego trataba por todos los medios de esquivar actuando de forma anti
democrática, limitando el derecho al voto y a ser elegido.

El problema se dio cuando el país real comenzó a penetrar el país legal, y las elites
estaban atemorizadas ante lo que sucedería con la ampliación. A partir de 1870 se hizo
cada vez más inevitable la democratización, cuando las masas entraron en el escenario
político. Así, la mayoría de los gobierno occidentales, fueron presionados a ampliar el
sufragio entre 1880 y 1914.

El problema era cómo manipular la política democrática. Intentos de ellos fueron el modelo
bismarckiano con los derechos constitucionales del Parlamento minimizados o el del GB
con una segunda cámara hereditaria y sufragio censitario. También fue utilizada la
intimidación en los sistemas de voto público, el patrocinio o el clientelismo. Mecanismos
retardatarios del proceso democratizador, pero no podían detener el avance del
electorado masivo a quienes debían hablarle. Lo que realmente pensaban lo decían a
escondidas: la era de la democratización era la era de la hipocresía política pública.

Dentro de las masas se encontraba la pequeña burguesía tradicional, a la que era difícil
discernir si temían más a los ricos o al proletariado. Eran mestros artesanos y pequeños
tenderos, cuya posicioon se había visto socavada por el avance de la economía capitalista y
por la cada vez más numerosa clase media baja formada por los trabajadores no manuales y
administrativos. Este sector fue la esfera política de la retórica y la demagogía. En
Europa central tuvo un carácter antisemita y nacionalista. El judío se asociaba al sector del
capitalismo que los amenazaba.
Además de grupos sociales, se movilizaban cuerpos de ciudadanos unidos por lealtades
sectoriales, como la religión o la nacionalidad. Sin embargo, la movilizacion de partidos
confesionales se vio limitada por la iglesia católica que rechazaba por completo el sistema
moderno. La iglesia se opuso a la formación de partidos políticos católicos oficiales,
aunque desde 1890 reconoció la conveniencia de apartar a los trabajadores de la revolución
atea socialista. Generalmente apoyaron partidos conservadores o reaccionarios de diversos
tipos. La religión tenía potencial político, pero el nacionalismo mucho más.

El partido de masas ideal consistía en un conjunto de organizaciones o ramas locales junto


con un complejo de organizaciones, cada una también con ramas locales, para objetivos
especiales, pero integradas en un partido con objetivos políticos más amplios. Los nuevos
movimientos ideológicos eran ideológicos, tenían una cosmovisión del mundo. Además,
las movilizaciones de masas eran globales, dejando el viejo marco local o regional de la
política. La nueva política de masas era cada vez más incompatible con el viejo sistema
político basado en una serie de individuos poderosos (los notables).

Comenzaron a surgir problemas de unidad del estado, sobre todo en la política


multinacional confrontada con los movimientos nacionales, como en el imperio austriaco y
el reino unido. Había que resolver la continuidad de lo que para las elites del país era
una política sensata, sobre todo en la vertiente económica. Otro cuestión era mantener a
la sociedad tal como estaba.

En EEUU, con la división de poderes, el gobierno era en cierta forma independiente del
parlamento elegido, aunque corría peligro de verse paralizado por el mismo. En el modelo
representativo europeo, en cambio, sus gobiernos dependían de los parlamentos y sus
problemas serían insuperables. En consecuencia, la continuidad efectiva del gobierno
y de la política estaba en manos de los funcionarios e la burocracia, permanentes, o
elegidos e invisibles.

Pero todas las clases más altas se sentían invadidas por quienes todavía estaban
emancipándose.

Bejar, Historia del siglo XX. Cap 1


Hay temas claves de siglo XIX que permiten entender mejor el siglo XX.

1- La transformación del capitalismo en el marco de los desafíos planteados por las


crisis del 70 y 80, sumado al avance del capitalismo global con el imperialismo
2- El mapa geográfico en el cual se recortaron 4 grandes espacios: los centros
capitalistas centrales; los imperios multinacionales del este europeo y parte de Asia;
el mundo colonial, junto con el políticamente soberano pero económicamente
dependiente (América Latina); antiguos imperios en crisis (chino, persa y otomano)
3- La extendida aspiración hacia la democracia, asociada al desigual avance de la
democratización en el marco del desgaste del liberalismo socavado por tres
grandes fuerzas divergentes: los que apoyan la expansión imperialista; el
movimiento obrero que cuestiona el libre movimiento de los capitales; y la
nueva derecha radical nacionalista.

La incorporación de Alemania, Francia, EEUU, Bélgica, Escaninavia, Holanda, Italia, Rusa


y Japón al proceso de industrialización produjo cambios: se amplía la base geográfica, se
dieron cambios en las inversiones de capital y el uso de la fuerza de trabajo y se alteran las
relaciones entre los estados: Alemania y EEUU se convierten en los grandes centros
industriales; Japón y Rusia se industrializan rapidamente, con la ventaja de que saltearon
etapas si se las compara con GB.

Por otro lado, las economías nacionales fueron insertándose en la economía mundial y
el mercado global comenzó a influir en el rumbo económico de las naciones.

En la era del imperialismo la economía atravesó dos periodos:

- La larga depresión
- Los años dorados, la Belle Époque

Lo que llevó a la crisis fue el gran éxito del capitalismo liberal, dado que la expansión
industrial había dado lugar a la intensificación de la competencia. Esta crisis no fue de un
colapso económico sino de un declive continuo y gradual de los precios mundiales: la
competencia inducía a bajarlos, lo que provocaba mermas en las ganancias. Para
contrarestar esto, se desarrollaron barreras aduaneras, concentración de capitales e
incremento de la productividad. en EEUU se dio el taylorismo, otra respuesta fue buscar
territorios extra europeos.

Desde mediados de 1890, comienzan a subir los precios gracias al mercado de


consumo en expansión. Las economías nacionales se integraron al mercado a través del
libre comercio, y la movilidad de las migraciones. Se duplicó el comercio.

GB siguió siendo el centro orgnaizador de esta economía global, por sus servicios como
transportista, agente de seguros e intermediario financiero. El comercio internacional se
rigió por el patrón oro: en GB, los grupos financieros impusieron su visio liberal a costa de
los intereses proteccionistas de los industriales. Los que no podían competir en el mercado
internacional salieron perdieron. Los ganadores fueron los banqueros londinenses, los
ganaderos argentinos y los productores de arroz indochinos.

Los escenarios políticos:

En el ultimo cuarto de siglo XIX, los estados europeos pueden distinguiste entre dos
grandes espacios: Europa del Este y Europa Occidental.

Los cambios económicos se entrelazaron con las transformaciones sociales y la


reorganización política. Sobre el escenario social se evidenció el fortalecimiento del
movimiento obrero, pero también se diversificaron los sectores medios. En política, los
conservadores fueron los principales rivales de los liberales. Los liberales socavaban los
principios y prácticas del Antiguo Régimen.

No obrante, por otro lado, el avance de la industrialización asociado con la decadencia


de la economía agraria tradicional modificó las relaciones sociales: el debilitamiento de
las aristocracias terratenientes, el fortalecimiento de la burguesía y la creciente gravitación
de sectores medios y la clase obrera, que gana terreno en el avance de la democracia.

Ante la creciente movilización de los sectores populares y el temor a la revolución


social, los gobiernos promovieron reformas sociales para forjar un vínculo de tipo
paternalista con los sectores más débiles del nuevo electorado.
Derecha Radical: Los partidos nacionalistas fueron bien acogidos en los sectores
medios, intelectuales, jóvenes y algunos sectores de clase obrera.

Cuestionaban a la democracia liberal, la creían incapaz de defender las “glorias de la


nación” y responsable de las injusticias económicas y sociales que producía el capitalismo

Por otro lado, la iglesia católica también rechazó al liberalismo y al mundo moderno. Propuso
una tercera vía entre el capitalismo y el socialismo.

Said – Cultura e imperialismo

Said busca estudiar la relación entre cultura e imperio, a partir de l análisis de novelas
realistas, que fue el tipo de literatura mas democratizadora del periodo por su circulación
entre las masas. Pero además, porque los relatos expresan representaciones, actitudes y
descripciones que los novelistas tienen y producen respecto al mundo orientalizado, a la vez
que funciona como dispositivo para afirmar su propia identidad, un nosotros en relación a
un ellos. Este poder narrativo Said lo considera uno de los vínculos cruciales entre cultura e
imperio. Además, el autor evidencia que esa reafirmación identitaria ha llevado a arraigar y
exacerbar valores chauvinistas y xenófobos, pero que también da cuenta de la existencia de
un campo de disputas entre distintas ideologías y concepciones, en la que los relatos
occidentales han procurado callar las voces de los nativos orientales, y es ese campo de
batallas en el que Said incursiona, para recuperar las voces de sujetos de los territorios de
ultramar que resistieron ante la dominación occidental. Por tanto, el autor no separa un
mundo del otro –no pueden separarse, el imperialismo los unió-, sino que atiende a la
interdependencia entre ambos, espacio en el cual aparecen las luchas y resistencias contra la
dominación.

Entonces, Said se aleja de los factores materiales, económicos o geográficos, para atender a
las ideas, formas e imaginarios que este tipo de literatura produce. Entendiendo, además,
que los novelistas evocan el pasado desde las concepciones que tienen en el presente como
parte ya de la sociedad imperialista, por tanto, no son neutrales ni inocuas. Por el contrario,
para el autor, tanto el imperialismo como el colonialismo se sostienen por los artefactos
culturales e ideológicos que impregna al mundo; conquistadores se han visto impregnados
de múltiples mecanismos culturales para convencerse de su superioridad y la necesidad de
dominar. Pero aún más, los oprimidos han llegado a sentir y aceptar que deben ser
subyugados. Por todo esto, para Saíd, el vínculo entre este tipo de novelas y el imperialismo
es tal, que presenta una relación dialéctica en la que una no existiría sin la otra. Este tipo de
producciones, justificaba, reforzaba y alimentaba el dominio occidental.
Eley – Un mundo que ganar. Historia de la izquierda en Europa

A partir de los tres capítulos de Eley, puede verse el surgimiento la inserción y desarrollo
de los socialdemócratas en algunas regiones de la Europa de siglo XIX, donde se
convirtieron en actores sociales centrales. El autor hace una reescritura de la historia de la
izquierda. Hay un eje claro: vincular a la izquierda con la democracia, planteando que la
izquierda ha sido históricamente, a partir de la RF, una de las mayores fuerzas que ha
contribuido al proceso de democratización –no en sentido liberal burgués sino en sus
términos más “revolucionarios”- de la sociedad, en este caso europea.

Cap 1, “Definiendo la izquierda. El socialismo, la democracia y el pueblo”

Síntesis: Este capítulo marca las rupturas de la década de 1860, años centrales para la
reconfiguración que resulta de las transformaciones socio económicas, políticas y debates
internos de estas tradiciones. Y años fundamentales para entender la emergencia de esta
reorganización teórica y política de la izquierda en los partidos social demócratas, tanto por
la aceleración de la industrialización como por la liberalización de los sistemas políticos
que se produce a partir de la derrota de 1848.*

Los términos políticos “izquierda” y “derecha” nacieron en el ambiente democrático radical


de la Revolución Francesa.

Los movimientos de izquierda pensaban la fraternidad como un ideal de solidaridad social


imprescindible. Así como para ellos era fundamental el concepto de justicia social, en el
sentido de que consideraban que la soberanía del pueblo era negada tanto por los sistemas
políticos restrictivos y represivos como por las estructuras desiguales.

Las peticiones de democracia en la RF estaban vinculadas a una sociedad más justa,


organizada en torno a pequeñas propiedades independientes y un autogobierno local. Esta
democracia radical de pequeños propietarios dominó las insurrecciones del 30 y del 48.

1848: Años de transición al capitalismo, donde las durezas del mercado estaban
transformando las relaciones de producción existentes. En estos años, mientras esta
democracia radical alcanzaba su apogeo, sus bases estaban debilitadas. La
reorganización capitalista de la economía por medio de la industrialización cambió el
lugar del trabajo en la sociedad. Los artesanos progresivamente perdieron el control de
sus oficios, que pasó a las fuerzas impersonales del mercado capitalista, y así terminaron
abandonando su forma de organización autónoma en el taller para acabar
integrándose en estructuras superiores de producción, empleo y control capitalistas.

En estas condiciones, las consecuencias de exigir soberanía popular fueron


transformadas. la democracia fue quedando vinculada a un análisis económico del
capitalismo. La gente empezó a explorar las posibilidades de la propiedad colectiva y la
producción capitalista: aquí nacieron las ideas del socialismo. El termino socialismo llevó
a que “social” fuera algo más que un sistema común de instituciones y relaciones humanas,
y llegó a significar una idea de sociedad como cooperación mutua, en contraposición al
capitalismo de competencia individual. La propiedad privada se volvió el principal mal. Por
consiguiente, la socialdemocracia significaba el deseo de extender los preceptos
democráticos a la sociedad en general, entre ellos la organización de la economía.
ESTA FUE LA INNOVACION MÁS IMPORTANTE POSTERIOR AL 48.

Pero la disyuntiva de cómo llevar a cabo las políticas socialistas en una estructura
capitalista llevó al socialismo a dividirse en movimientos socialistas por un lado y
revolucionarios por otros.

Una de las formas organizativas entre el partido socialista y el pueblo fueron la asociación
de obreros locales. Después de sus comienzos entre el 40 y 60, los clubes obreros se
convirtieron en la base celular de los nuevos movimientos obreros nacionales. Para que el
socialismo prosperara, antes hubo que entregar un modelo más antiguo de transformación
política que fue la tradición conspirativa asociada con el revolucionario Blanqui.

El blanquismo concebía la revolución como un acto ejemplar que provocaría un


levantamiento general del pueblo, pero era de carácter antidemocrático, ya que el ideal
conspirativo propugnaba la existncia de una elite pequeña y secreta que actuara en nombre
de la masa popular. El fracaso de la comuna de París en 1871 puso de manifiesto la
necesidad de métodos democráticos que fueran más allá del horizonte conspiracional.
Por esto, el constitucionalismo socialista se fundó sobre las ruinas de la previa idea
blanquista de cómo se hacían las revoluciones. Las insurrecciones pasaron a ser
patrimonio de los anarquistas.

La innovación fundamental fue el modelo socialista del partido de masas, que hacían
campañas abiertamente en busca de apoyo público y representación parlamanetaria a escala
nacional y organizaba sus propios asuntos por medio de la democracia interna.

Los otros precursores de los movimientos obreros que se constituyeron después de 1860
fueron los socialistas utópicos: se centraban en asuntos religiosos y filosóficos, le daban
importancia central a la educación popular y a los sistemas ideales de comunidades.
Repudiaban principalmente la autoridad moral del cristianismo oficial. Su referente era
Owen. Se destacan por su radical perspectiva de genero: el sistema competitivo llega a
todos los aspectos de la vida, x lo que era necesario cuestionarse hasta individualmente.

-Durante siglo XIX, la izquierda forjó su independencia por medio de sus conflictos
con el liberalismo. Los liberales se resistieron a la ciudadanía democrática, por lo que los
socialistas sustituyeron al individuo libre y soberano de los liberales por la soberanía
popular.

A partir de 1860, cobró forma un constitucionalismo socialista que rompe con los
proyectos de autoadministración local comunal del pensamiento socialista anterior.
Fue una década de intervalo decisivo. A partir de entonces, los socialistas depositaron sus
esperanzas en un partido de democracia parlamentaria. Además, el modelo socialista
fue favorecido por el creciente predominio del Estado Nacional.

Cap. 4, “La ascensión de los movimientos obreros. El avance de la historia”

Entonces, a partir de los 60 surge un ideal nuevo de partidos obreros con una organización
nacional y centrada en la idea parlamentaria. Surgió de las liberaciones de 1867-71, que
permitieron que muchos movimientos obreros llevaran a cabo su primera agitación legal a
una escala superior que la local. También fue fomentado por la I internacional.
La década de los 60 sembró las semillas de la organización. Los movimientos socialistas
constitucionalistas fueron los primeros partidos socialistas con una organización nacional y
una existencia continuada, dando lugar a una nueva época en la historia de la izquierda.

Localización geográfica:

Crecieron en los países más industrializados aunque este no fue el único factor. En algunos
lugares, el derecho al voto fue capacitador y en otros la aristocracia impidió el sufragio
universal, lo que hizo que disminuyeran los resultados electorales de los socialistas. El
factor constitucional podía anticipar o impedir las consecuencias de la formación de clases
institucionales.

1-En el mediterráneo los partidos eran débiles. Había mucho anarquismo, partidarios de la
acción directa, como en Italia. En España el atraso económico y la fragilidad del
liberalismo fueron un obstáculo. En estos dos países, y en Francia, la política obrera fue
inestable. El medio de la acción obrera era la delegación local de partido socialista
organizado como la “cámara de trabajo”, que eran centros activos de cultura socialista
donde las funciones de la bolsa de trabajo se combinaban con las sindicales, educacionales,
agitación y moralidad. Procedían de tradiciones de cooperativismo.

GB, a pesar de ser una nación con el capitalismo y la sociedad proletaria mas avanzada, era
la que menos votos socialistas juntaba. El activismo obrero utilizaba como medio el Partido
liberal, el desplazamiento hacia el laborismo fue lento.

2-Escandinavia y Europa Central, era el núcleo socialdemócrata, el parlamentarismo


socialista y los sindicatos dominaban los movimientos obreros.

3-El borde oriental (Rusia, Austria-Hungría, los Balcanes), donde el atraso económico y
político demoró a los partidos socialistas o los obligó a pasar a la clandestinidad.

Socialismo, gobierno parlamentario y derecho al voto:

Desde las agitaciones constitucionales de 1867-71 a 1914, en el norte y centro de Europa


hubo estabilidad. Las tensiones se resolvieron bajo los marcos constitucionales que
mostraron flexibilidad. Las aspiraciones democráticas se encauzaron en el marco
constitucional. La estabilidad se aseguró mediante las formas parlamentarias que existían.

1860 instauró las duraderas normas parlamentarias y constitucionales de la vida política que
todos aceptaron y que recién empiezan a criticarse e 1905, con los soviets y huelgas. Los
socialistas creían que las ideas políticas de trabajo necesitaban los sistemas
parlamentarios existentes porque se podían usar para incitar a las masas y para
obtener reformas a corto plazo, como el voto universal donde socialistas y liberales se
unieron para conseguirlo y luego los socialistas obtuvieron la independencia política. En
Alemania esa ruptura se produjo en 1860, una de las razones fue el voto masculino que le
dio independencia. En cambio, en GB los socialistas fueron socios de los liberales. En
Escandinavia y los Países Bajos el derecho al voto no significó el acceso al gobierno, cada
partido tuvo una relacion distinta con el Estado.

En donde las tradiciones parlamentarias eran antiguas y la ideología popular identificaba la


democracia con la fuerza de tradiciones, como GB, o donde el estado respaldaba las
libertades civiles y el arbitraje laboral, como en Suecia, los movimientos obreros estaban a
favor del gradualismo o reformismo. Donde los socialistas no tenían representación
parlamentaria y el estado era más represivo, como en Italia, los obreros eran más
intransigentes. Donde se los excluía, como en Rusia, aparece el marxismo revolucionario.

En la época fundacional de la socialdemocracia, era una dialéctica de integración y


exclusión la que favorecía a los partidos mayores: unas medidas de gobierno
parlamentario suficientes para que el partido despegase, pero medidas de represión
suficiente para afiliar al radicalismo. No solo florecían por lo parlamentarista sino por la
capacidad del socialismo de adaptarse a las condiciones de ilegalidad.

Sindicalismo: Casi todos los partidos sindicalistas mantenían relaciones con las
federaciones sindicalistas (nacionales). El crecimiento y las formas del sindicalismo
variaron según la región; era cuestión de economía y se extendía junto a las masas y las
formas de industrialización.

1- GB y Belgica, pioneras de la industrialización en la primera mitad del siglo XIX


2- Despues vino la industrialización en Alemania y Escaninavia, 2da mitad del siglo
3- En el resto de los países la industiralizacion fue más débil. Aunque a partir de
18901, Francia, Italia y Rusa crearon sectores industriales avanzados

En todos los casos, los pequeños sindicatos de artesanos cedieron ante el sindicalismo
masivo que la industria hizo posible. Los forjadores de los primeros movimientos
obreros fueron los del taller pequeño, los primeros sindicatos nacieron en asociacioens
pequeñas con cooperativas.

En la transición desde este sindicalismo gremial, GB fue un caso único porque los
sindicatos crecieron dentro de un marco gremial, consecuencia de la lenta acumulación
de su industria, que permitió que las organizaciones de artesanos se estabilizaran por medio
de los nuevos sindicatos que incluían a todos. Estos sindicatos diferían de los otros dos
modelos del continente: los industriales que reclutaban a todos los trabajadores de la
misma industria y los de peones que recurrían a los no especializados.

En los países menos industrializados (Francia, Italia, España), las oportunidades fueron
menores, pero tenían sindicatos para el sector publico, ferrocarriles y minas. En Alemania,
las tradiciones de los artesanos sucumbieron ante el sindicalismo industrial en masa, el
movimiento obrero alemán creció a partir de asociaciones de artesanos locales que
abarcaban ciudades enteras. Pero sus sindicatos gremiales nunca ampliaron su base.

Expansión de los movimientos obreros:

El ritmo de avance del sindicalismo estuvo vinculado tanto a los altibajos del ciclo
económico como a la política.

La primera oleada de huelgas del 68-73, durante la cual la militancia penetró la periferia
subdesarrollada, estuvo influída por la dialéctica de liberalización polítca y económica en
expansión. La liberalización interactuó con el final de la depresión del 95-96
contribuyendo a la transición al sindicalismo en masa.

El giro al proteccionismo impulsó la concentración y la regulación con nuevos grupos


de presión corporativa que influían en el gobierno. La integración del capitalismo
reconfiguró el entorno de actuación de los sindicatos, que se volvieron de masas. Esto
generó un centralismo en los sindicatos que limitó la aportación de las bases.
Una tensión fue con los artesanos, que eran la base del sindicalismo, pero el socialismo a
partir de 1900 empieza a restructurar el movimiento obrero y a muchos artesanos no les
gustó. Esto refleja las diferencias en la imagen del socialismo y manifiesta que este
dependía de las culturas obreras locales.

Sindicalismo, política nacional y vida cotidiana:

½ de 1890: los movimientos obreros llegan a un primer punto decisivo. Un ciclo de


fundación de partidos había terminado, los estados parlamentarios creados en los 60 se
habían estabilizado con la ampliación de derecho al voto. Empieza la segunda fase de
partidos. El auge económico posterior a 1895 trajo el primer periodo de sindicalización
sostenida, generando que los socialistas tengan mayor presencia parlamentaria.

Con la participación política, los obreros tomaron conciencia de clase y asumieron que
las urnas eran su mayor arma, por lo que el voto socialista aumenta. Con esta conciencia
de clase crece la confianza en la actuación obrera y se forjaron identidades alrededor
de la industria y de ocupaciones, por lo que la vida cotidiana de los obreros revelaba
las solidaridades pequeñas. Aunque muchos obreros no se afiliaban a los partidos o
sindicatos, la experiencia de la vida cotidiana, donde se daban las relaciones de poder,
generó actitudes de independencia con un potencial político.

Limites del crecimiento de los partidos socialistas: Alcanzaron un tope de apoyo


electoral, y también se encontraban fuera del orden gobernante. No participaban de
gobiernos burgueses por norma de la II internacional.

A partir de 1890, las condiciones económicas favorables y el derecho laboral y el


fortalecimiento del sistema parlamentario permitió la expansión de los partidos. Pero nunca
contaron con el apoyo universal de la clase obrera.

Capítulo 5 (es una síntesis del teórico nomás):

Muestra que estos partidos no fueron el único vehículo para el proceso de


democratización y que hay otras alternativas que muchas veces tensionan a estos partidos,
así como diferencias y debates internos.
La izquierda es la primera que se organiza en partidos de masa de alcance nacional,
pero posteriormente la derecha también lo hace [se puede retomar con Hobsbawm,
capitulo 4 “La política de la democracia”, que tampoco lo tengo ._.].

Eley enfatiza en que los desarrollos de la izquierda todo el tiempo tuvieron como
interlocutor central al liberalismo, en términos de articulación y de oposición. Las alianza
generaron también tensiones al interior de, por ejemplo, la ii internacional donde
predominaba el partido alemán.

Con la creación de los partidos social demócratas, se rompen formas más localizadas
de acción y se pasa a dinámicas de políticas de masas integradas al espacio nacional,
cosa que antes no existía.

Hay también una subcultura que acompaña el crecimiento, donde se arman solidaridades
y simpatías de gente que no necesariamente está afiliada.

Taylor, “Feminismo socialista: ¿utópico o científico?

Con el ejemplo del owenismo, Taylor piensa en la tradición pre-marxista como una
tradición a la que se puede volver para buscar los orígenes de un vínculo mucho más
estrecho entre socialismo y feminismo.

El compromiso owenista con el feminismo formaba parte de la perspectiva humanista


que Engels identificaría como rasgo clave de todo pensamiento utópico: “La pretensión de
emancipar a toda la humanidad a la vez en vez de empezar con una clase determinada”.

Para los owenistas, con la instauración a escala mundial de una red de Comunidades de
Asociación Mutua desaparecerían los impedimentos institucionales e ideológicos contrarios
a la igualdad social, incluyendo las leyes opresivas sobre matrimonio y familia.

A la familia nuclear se la consideraba la responsable de la subordinación de las


mujeres y de la inculcación de una idea competitiva. Esta familia sería reemplazada
por hogares comunales con crianza colectiva de los niños. Se rotarías los trabajos en la
casa y las mujeres podrían participar de otras actividades. Así, el matrimonio sería por
común acuerdo y no por presiones económicas. Había otros reclamos como el divorcio y el
apoyo al sufragio femenino.

Muchas de las que reclamaban eran mujeres de clase media, pero al ampliarse la base del
movimiento, en el momento de unión general del owenismo en 1833-34, se sumaron
obreras. Se abrieron sindicatos femeninos.

Pero persistían prejuicios sexuales hacia adentro del partido. Para Engels y el socialismo
científico maduro, el sexismo se veía reducido a una relación burguesa de propiedad por
eso se lo evaluaba en relación a la lucha de clase, todo se subordinaba a la revolución
económica. El feminismo organizado era repudiado por considerarse liberal y
burgués.

Pero para los owenistas el capitalismo no era un orden económico dominado por una
división única de clases, sino que se enfrentaban multiples antagonismos y
contradicciones. Y el sexismo abarcaba todos los ámbitos de la vida humana. Por eso, se
necesitaba no solo transferir el poder económico de una clase a otra, sino una
transformación general de la vida personal en que todas las divisiones de poder y
riqueza serían suplantadas por lazos orgánicos del compañerismo comunal. Este
proyecto feminsita era central en el socialismo primerizo, es decir el owenismo. Para ellos,
la instauración de un orden correcto en las relaciones sexuales era la clave de una
reorganización moral general.

Los owenistas en 1830 se organizaban contra la proletarización, a diferencia del socialismo


que se organizaban como propietarios, y así evitaban que llegara el capitalismo. Pero para
1880 –en el momento del segundo socialismo- era inevitable el advenimiento a nivel
total del capitalismo, y esto llevó a que el socialismo científico no atienda a pensar
proyectos utópicos, sino que dedicaban toda su atención a lo estratégico.

Esto arrinconó los intereses de las mujeres de dos maneras.

- La lucha proletaria significó la marginación política de todos los qe no eran


proletariados
- Como lo que estaba en juego era la reorganización de las relaciones productiva,
todas las cuestiones relacionadas con la reproducción y el matrimonio dejaron de ser
problemas centrales para convertirse en cuestiones privadas.

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