Parra 2008 Hechos Estilizados Colombia
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Parra 2008 Hechos Estilizados Colombia
No. 509
2008
tá - Colombia - Bogotá - Colombia - Bogotá - Colombia - Bogotá - Colombia - Bogotá - Colombia - Bogotá - Colombia - Bogotá - Colombia - Bogotá - Colo
Hechos Estilizados de la Economía Colombiana:
Fundamentos Empíricos para la Construcción y
Evaluación de un Modelo DSGE*
Juan Carlos Parra Alvarez **
jparraal@banrep.gov.co
Resumen
En este documento se presentan los resultados obtenidos de un ejercicio empírico que pretende
extraer los principales hechos estilizados de la economía colombiana para el período 1994:I
2007:I. El objetivo es servir de apoyo tanto para el diseño y especificación como para la eval-
uación de un modelo de equilibrio general dinámico y estocástico (DSGE) que actualmente
desarrolla el Departamento de Modelos Macroeconómicos del Banco de la República. Para ello
se emplea una base de datos que permite descomponer algunos de los principales agregados
macroeconómicos calculados por el DANE a través del sistema de cuentas nacionales anuales
en sus componentes doméstico e importado, asi como construir una medida de los márgenes
de comercialización adicionados a los bienes de consumo e inversión importados. Una vez se
dispone de los datos, se analiza la estructura de la economía colombiana por componentes de
oferta y demanda siguiendo de cerca la metodología empleada por Restrepo y Soto (2004) en
Chile y Restrepo y Reyes (2000) en Colombia.
Palabras Clave: Hechos Estilizados, Ciclos Económicos, Filtro Hodrick y Prescott, Colombia
Clasificación JEL: C32, C82, E01, E30
* La serie Borradores de Economía es una publicación de la Subgerencia de Estudios Económicos del Banco de la
República. Los Trabajos son de carácter provisional, las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva
del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
** Profesional del Departamento de Modelos Macroeconómicos. Se agradece a Lavan Mahadeva, Andrés González,
Juan David Prada, Diego Rodriguez, Enrique López, Martha López, Irene Salazar y Fernando Arias por los comen-
tarios y colaboración en el proceso de construcción y análisis de los datos presentados.
1
1. Introducción
En los últimos años el desarrollo y aplicación de modelos de equilibrio general dinámicos y
estocásticos (DSGE) con el fin de realizar simulaciones de escenarios de política y pronósticos ha
tomado gran fuerza principalmente en instituciones hacedoras de política económica como lo es
el banco central. Adicionalmente, se ha evidenciado de manera empírica que los eventos de los
últimos años como la apertura comercial y financiera en economías emergentes, el comportamiento
de la tasa de cambio, su relación directa con los flujos de capital y el comercio internacional, son
un determinante fundamental a la hora de explicar el estado de la economía. En este sentido,
el Departamento de Modelos Macroeconómicos (DMM) del Banco de la República se encuentra
actualmente elaborando un modelo que recoja las más importantes características de la economía
colombiana y que replique posteriormente las principales realidades del país1 . En este orden de
ideas, el siguiente artículo pretende caracterizar la estructura productiva colombiana y documentar
los principales hechos estilizados tanto de largo plazo como del ciclo económico. El primer objetivo
apoya en la especificación y desarrollo del modelo así como en la posterior calibración del estado
estacionario. Por su parte, el segundo objetivo sirve de referencia para la evaluación del modelo.
El análisis parte de la base de datos desarrollada para el modelo teórico y por lo tanto se re-
stringirá a aquellas variables incluidas en él. Ésta base de datos permite avanzar respecto a trabajos
anteriores que reportan hechos estilizados para Colombia dada su capacidad para separar el total
de importaciones, tanto cantidades como precios, en distintos componentes. Lo anterior permite
obtener diferentes canales a través de los cuales se puede analizar el pass-through de la tasa de
cambio sobre los distintos precios de la economía. De igual manera, es posible construir una medida
de los márgenes de comercialización aplicados únicamente sobre los bienes de consumo e inversión
importados. Dicha base de datos se convierte entonces en una herramienta poderosa para reponder o
estudiar algunas de las preguntas más relevantes que se han planteado hoy en día para las economías
emergentes. Aún así, a lo largo del texto se mencionan regularidades empíricas documentadas por
otros autores y que han permitido avanzar en el desarrollo de modelos cada vez más apropiados
para el análisis de política económica. El período de estudio comprende observaciones entre 1994:I
y 2007:I puesto que para la construcción de las series de tiempo se hizo uso de la información
trimestral y anual contenida en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN1993) del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Las variables consideradas dentro del ejercicio
se pueden categorizar en tres grupos: aquéllas asociadas con los componentes de demanda en la
economía, las relacionadas con la oferta, y por último las nominales y monetarias.
La economía que replica el modelo y por tanto determina los resultados acá presentados se puede
apreciar en el gráfico 1. La producción doméstica está dividida en dos grandes sectores. Uno de
ellos se encarga de toda la producción doméstica mientras el otro importa y comercializa productos
externos para el consumo doméstico o para uso intermedio en forma de bienes de inversión. La
producción doméstica se divide a su vez en dos etapas. En la primera de ellas, la combinación
de trabajo (wh), capital (rk k) y materias primas (RM ) producen un bien doméstico genérico (q).
Luego, éste es transformado en diferentes formas de producto doméstico, a saber, consumo (Cd ),
inversión (Id ), exportaciones (E) y en los márgenes de comercio y transporte de los importadores de
bienes de consumo e inversión (T ) . Un modelo similar a este puede ser aquel presentado por Galí y
Monacelli (2005) el cual es popular en la literatura sobre economías pequeñas y abiertas. Entre tanto,
1 Este proyecto se encuentra en línea con los desarrollos de otros bancos centrales como el de Inglaterra (modelo
BEQM), el de Canadá (modelo TOTEM), el de Chile (modelo MAS) y el de Perú (modelo MEGA-D). Todos ellos
regidos por el esquema de inflación objetivo.
2
existen tres tipos de importaciones (M ): materias primas, bienes de inversión y bienes de consumo.
Una vez cruzan la frontera, los bienes de inversión y de consumo importado son transformados por
un sector distribuidor en productos que son vendidos al consumidor final o intermedio, Xm y Cm
respectivamente. Las materias primas también pueden ser transformadas pero en este caso no se
asumen insumos provenientes del sector distribuidor. Es decir, se supone que las materias primas
son un producto más estándar y requiere menos mercadeo y distribución aún cuando su precio
doméstico puede diferir significativamente del precio mundial, cuando por ejemplo el importador
absorbe a través de sus márgenes las fluctuaciones en el precio internacional. De esta manera, el
modelo teórico distingue el pass-through de diferentes tipos de precios externos en la economía
doméstica2 .
Como mencionan Castillo y otros (2006), las economías emergentes al estar más expuestas a
cambios en su estructura económica registran unos ciclos económicos menos estables. Por lo tanto,
a la hora de caracterizarlas es importante considerar el impacto de dichos cambios en la estructura
económica sobre la dinámica de las mismas. De esta forma, para el análisis presentado en la sección
dos se consideran los promedios de las variables macroeconómicas antes y después de 1999 fecha en
que estalló la mayor crisis de todos los tiempos en Colombia y que llevó a un descenso en el PIB
de 6.82 % en junio de ese año.
En efecto, tal y como mencionan Wiegand y otros (2006) la economía colombiana registró la
mayor contracción económica desde los años 70 tras las crisis vividas entre 1997 y 1998 en Asia,
Rusia y Brasil las cuales llevaron a una salida masiva de aquellos capitales que habían ingresado
previamente al país tras la liberación de la cuenta financiera y de capitales a comienzos de los
años noventa y que se gestó con la ley 45 de 1990. Esta “parada repentina” se dio paralelamente
con una crisis en el sistema financiero y el abandono de la banda cambiaria por parte del Banco
de la República. Sin embargo, Arango y otros (2003) atribuyen la contracción de la economía a
una política monetaria restrictiva comprometida con la disminución de la inflación, a la falta de
credibilidad de la política monetaria y a un tipo de expectativas formadas por los agentes a la hora
de fijar los salarios nominales que llevaron a establecerlos por encima sus niveles de largo plazo.
Otros cambios estructurales importantes registrados durante la década anterior y que han de-
terminado el comportamiento de la economía fueron el acceso a los mercados internacionales tras
la apertura económica de inicios de los años noventa y la introducción del esquema de inflación ob-
jetivo por parte del Banco de la República, los cuales explican el comportamiento del componente
externo de la economía nacional y la reducción permanente en la tasa de inflación. Adicionalmente,
Restrepo y Reyes (2000) mencionan otros hechos importantes que generaron un cambio en la estruc-
tura del país a comienzos de la década pasada. Entre ellos se destacan las modificaciones al régimen
cambiario3 y la promulgación de la nueva constitución política de 1991 la cual tuvo efectos sobre la
2 Una explicación más detallada tanto de la base de datos como del modelo teórico se puede encontrar en Mahadeva
y Parra (2007). Sin embargo, es importante mencionar que la estructura planteada puede generar ciertas confusiones
principalmente por la manera en que se analiza la oferta. Tradicionalmente, al hablar del producto por el lado de
la oferta se piensa en los distintos sectores productivos de la economía. Entre tanto, el modelo teórico sobre el cual
trabaja el DMM enfoca la oferta del producto a partir de aquel que es elaborado domésticamente usando factores
productivos nacionales y aquel que proviene del exterior y que pretende suplir la demanda de los colombianos. Este
enfoque se asemeja a la estructura por columnas que trae el DANE en la matriz de oferta del SCN1993 respetando
siempre el equilibrio macroeconómico entre oferta y demanda.
3 Más especificamente la expedición de la ley 9 de 1991 la cual flexibilizó el régimen cambiario y permitió a los
colombianos tener, poseer y negociar divisas. Se autorizó a las entidades financieras la compra y venta de divisas en
el mercado con la idea de financiar importaciones, turismo y pago de servicios en el exterior. Se flexibilizaron los
giros de utilidades al exterior, la contratación de créditos en dólares y la tenencia de cuentas bancarias en el exterior.
Se redujeron los aranceles y se flexibilizó el comercio exterior. (Restrepo y Reyes, 2000)
3
Gráfico 1: Esquema del modelo teórico
evolución del gasto público con la nueva estructura de regalías, transferencias y de seguridad social
que le imprimieron algún grado de rigidez.
El resto del artículo se organiza de la siguiente manera. En la segunda sección se presenta de
manera resumida una descripción de la estructura de la economía colombiana tanto por el lado
de la oferta como por el lado de la demanda; en la tercera se presenta la caracterización del ciclo
económico en Colombia así como la metodología empleada. En la siguiente sección se resumen los
principales hechos estilizados de la economía colombiana y finalmente la última sección concluye.
4
Gráfico 2: Contribuciones al crecimiento anual del PIB real( %)
algunos de los indicadores nominales acá presentados tanto en niveles como en términos relativos al
PIB presentan una tendencia bien sea creciente o decreciente en el largo plazo que puede dificultar
este objetivo.
5
imiento anual del PIB real el cual, en promedio, ha sido de 2.9 %. En efecto, el consumo real aportó
un 2.5 % a dicho crecimiento. Por su parte, la inversión y las exportaciones contribuyeron con un
0.7 % y un 0.9 % respectivamente. Finalmente, las importaciones restaron a dicha cifra un 1.2 %.
De otro lado, se evidencia como el consumo, la inversión y las importaciones siguen de cerca los
movimientos del producto real. Sin embargo, las exportaciones reales muestran un comportamiento
más estable a lo largo del período y menos correlacionado con el ciclo económico, relación que se
confirma posteriormente. Esto se puede explicar por el hecho de que éste componente responde más
a las condiciones internacionales que a las domésticas.
En términos nominales, el consumo agregado representó en promedio el 83 % del PIB para el
período 1994:I-2007:I, lo que implica que los colombianos asignan tal proporción de su ingreso al
consumo. Esta relación es bastante estable a lo largo de la muestra y no varía al considerar dos
subperíodos: uno antes de la crisis de 1999 y uno después de dicha fecha. Sin embargo, como se
puede apreciar el gráfico 3 a partir de 2002 la participación del consumo dentro del PIB muestra
una tendencia descendente al pasar del 88 % al 78 % lo que sugiere que en los últimos 5 años se
ha presentado una recomposición del gasto de los colombianos. En efecto, los datos disponibles
permiten inferir que dicho ajuste se estaría haciendo desde el consumo de los hogares hacia la
inversión posiblemente por un mejor acceso de los inversionistas al financiamiento externo y a la
presencia de menores choques permanentes sobre el ingreso que hacen que se suavice el consumo
en el tiempo.
La anterior afirmación se sustenta en la mayor participación que dentro del consumo total y del
PIB presenta el consumo de los hogares. De acuerdo con la información del SCN, este corresponde
al 64 % del PIB y el 77 % del consumo agregado total. Si bien esta participación es similar a la
reportada por otros países tanto desarrollados como en vías de desarrollo, el peso del consumo
del gobierno si difiere. Tal y como se aprecia en el cuadro 2, Colombia y Noruega presentan un
mayor consumo gubernamental. Restrepo y Reyes (2000) establecen como con las distintas leyes
generadas a partir de la constitución de 1991, el gasto público en Colombia mostró un incremento
de 11 puntos del PIB en la década de los noventa respecto al decenio anterior lo cual se tradujo
en un proceso revaluacionista que según los autores vulneró algunas exportaciones y rubros de la
producción manufacturera.
En línea con las variables consideradas en el modelo teórico, el consumo de bienes importados
representa el 12 % del consumo total y el 10 % del PIB. Dicha relación se ha mantenido relativamente
estable a lo largo del período aún cuando a simple vista los datos sugieran un posible quiebre
estructural hacia finales de 1998 (ver el gráfico 5). Sin embargo, al llevar a cabo una prueba de
Quandt-Andrews para evaluar la presencia de quiebres estructurales en fechas desconocidas se
encuentra con un nivel de confianza del 95 % que no existe evidencia estadística para aceptar un
posible cambio de estructura en ésta variable.
En términos reales (gráfico 7) se puede concluir que el crecimiento del consumo, el cual fue en
promedio 3.1 % para el período 1994:I-2007:I, estuvo explicado principalmente por la contribución
hecha por el consumo real de bienes domésticos (2.8 %), mientras que las cantidades de bienes
importados sólo contribuyeron con un 0.3 %5 . Si bien el papel que ha jugado en el tiempo el consumo
de bienes importados ha sido pasivo a la hora de explicar el crecimiento real del consumo total, es
consumo del gobierno.
5 Nótese que la cifra de crecimiento real del consumo no coincide con aquella reportada anteriormente. Esto se
explica por la aproximación realizada para calcular las contibuciones del consumo empleando para ello variables no
reportadas oficialmente y por lo tanto construidas por el autor. De ahí que en el gráfico 7 se reporte un residuo. Lo
mismo sucede en el caso de la inversión real y en las contribuciones al crecimiento del PIB por el lado de la oferta.
6
Gráfico 3: Relaciones nominales de largo plazo entre componentes del PIB de demanda
importante anotar como durante la crisis de 1999 el descenso registrado por éste último (3.17 % en
promedio) fue generado en su totalidad por una caída en el consumo real de bienes importados.
Por lo tanto, se percibe cierto grado de asimetría en el comportamiento del consumo total: un
aumento en el consumo real de importados no se traduce en un incremento del agregado, pero una
disminución si implica un descenso. Entre tanto, del consumo de bienes producidos domésticamente
los hogares consumieron en promedio el 74 %. Así las cosas, el consumo de bienes domésticos por
parte del gobierno equivale al 26 %.
La formación bruta de capital (FBK) representó en promedio el 19 % del PIB. Está relación
no muestra un comportamiento estable a lo largo del tiempo: antes de 1999, la inversión mostraba
una tendencia descendente y constante que en promedio representó el 23 % del PIB. En efecto al
inicio del período dicha relación correspondía al 16.7 % y en el punto más agudo de la crisis pasó
a 7.25 % . Luego del debilitamiento de la economía se observa de manera opuesta una tendencia
creciente que ha significado una participación del 17 % en los últimos años6 . El comportamiento
6 Esta situación podría generar dificultades a la hora de calcular el estado estacionario de esta variable dentro del
7
Gráfico 4: Participaciones del consumo de los hogares y composición del consumo agregado
reciente se explica principalmente por una recuperación natural tras el desplome vivido a finales de
la década pasada y por algunos hechos que han llevado a mejorar la percepción de los inversionistas
nacionales y extranjeros entre los cuales se puede mencionar una política monetaria comprometida
con reducir tanto el nivel como la volatilidad de la inflación, situación que se traducen en una mayor
estabilidad macroeconómica7 .
Al descomponer la inversión total entre inversión importada e inversión producida doméstica-
mente se encuentra que el 32 % corresponde a la primera y el 68 % a la segunda. Por su parte, la
importada representa el 6.1 % del PIB mientras que la doméstica constituye el 13.3 %. Sin embargo,
la anterior composición ha variado en el tiempo. En efecto, antes de la crisis de 1999 la inversión
importada representaba el 25 % de la inversión total y la doméstica el 75 %. Posteriormente, la
primera ha venido ganando participación al constituir el 36 %, mientras que la segunda ha perdido
importancia al caer hasta el 64 %.
Como se observa en el cuadro 2 el valor promedio de la FBK en Colombia es similar al registrado
en Noruega (18 %), Nueva Zelanda (19 %) y Australia (21 %). Sin embargo, este se encuentra por
debajo del promedio de Chile (25 %), España (24 %) y Corea (30 %).
La inversión real, por su parte, creció en promedio un 5.2 % anual entre 1994:I y 2007:I. Sin
embargo, a diferencia de lo que sucede con el consumo, el componente importado de la inversión
generó la mayor contribución a dicho crecimiento, 3.9 %, lo que implica que la contribución hecha
por la inversión producida domésticamente equivale tan solo al 1.2 %. De acuerdo con los datos
presentados en el gráfico 7, durante la crisis de 1999 la inversión real descendió en promedio un
37.3 %, caída que se explicó principalmente por un menor crecimiento del componente doméstico
(-26.8 %). Aún bajo este panorama, tanto la inversión doméstica como la importada han venido en
un proceso de crecimiento real constante que le ha significado a la primera pasar de -3.0 % antes
del 99 a 3.3 %, y a la segunda de 0.7 % a 5.4 %.
modelo teoríco.
7 El incentivo sobre la inversión no es en efecto una política monetaria laxa asociada con reducciones en la tasa
de interés, sino, por el contrario una reducción en la volatilidad de la inflación y el compromiso asociado a reducir el
nivel de la misma.
8
Gráfico 5: Participación del consumo de bienes importados
izadas) en bienes de consumo o inversión. Por lo tanto, corresponden a las importaciones en puerto colombiano. Ver
Mahadeva y Parra (2007).
9
Cuadro 1: Participaciones de los componentes de la demanda dentro del PIB: Algunas comparaciones
internacionales ( %)
Consumo Consumo FBK Exportaciones Importaciones
Privado Gobierno
Colombia
1994-2006 63.9 19.3 19.4 18.6 21.2
1994-1998 65.2 17.9 22.8 14.9 20.9
1999-2006 63.1 20.1 17.4 20.8 21.4
Chile 63 11 25 30 30
EE.UU 69 17 16 11 13
Noruega 43 26 18 41 28
España 61 17 24 22 24
Australia 62 18 21 18 19
NZ 63 16 19 32 31
Corea 54 13 30 38 36
Fuente: Cálculos del autor y Restrepo y Soto (2004). Para Chile, el promedio corresponde al período 1995-
2003; Noruega: 2003, España: 1995-2002; Nueva Zelanda: 1991-1997; Australia: 1989-1995; Corea: 2003
sólo se está adicionando el valor de las materias primas y no el del consumo y la inversión importada.
10 Sin embargo, es importante aclarar que esta relación puede tener un mayor fundamento en muestras más grandes.
10
Gráfico 6: Participación de los componentes y composición de la FBK
11
Gráfico 7: Contribuciones al crecimiento anual del consumo y la inversión real
ha venido presentando en los últimos años está contribución ascendió al 0.44 %. Finalmente, las
materias primas importadas restaron un 0.63 % al crecimiento del ingreso real de los colombianos.
Los márgenes de comercialización y distribución de bienes importados, entre tanto, representan
en promedio un 28 % de su valor total. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que dichos márgenes no
corresponden a los cálculos hechos por Burstein y otros (2000) para EE.UU y Argentina. El modelo
detrás de ese ejercicio corresponde a uno donde la economía se puede separar en dos sectores
diferentes: uno que produce bienes y otro que produce servicios, el primero de ellos considerado
como transable y el segundo como no transable. Si se aplicara este cálculo para Colombia (panel
B del gráfico 11), los márgenes de distribución y comercialización aplicados a bienes transables
corresponderían, en promedio, al 38 %. Aunque inquietante, con ambos tipos de mediciones se puede
concluir que los márgenes en Colombia no siguen de cerca el comportamiento del ciclo económico.
A la hora de realizar un análisis de la estructura económica colombiana por el lado de la oferta
es importante considerar el comportamiento de largo plazo o promedio de los factores productivos
que en el caso del empleo permitirán definir la tasa de crecimiento de la economía en el estado
estacionario. Respecto a ésta variable, el cuadro 3 presenta promedios para los distintos períodos
bajo análisis empleando para ello los datos contenidos en la encuesta continua e integrada de
hogares ajustados para el total nacional11 . Antes de 1999 la tasa de desempleo (U ) muestra un
comportamiento creciente que se estabiliza en los primeros años de la década actual para comenzar
un proceso de desaceleración que implica para mediados de 2006 una tasa de desocupación del
12.4 %. Por su parte, la población económicamente activa (P EA) muestra una disminución en su
tasa de crecimiento durante los últimos 4 a 5 años. En efecto, antes de la crisis de 1999, la PEA
mostraba un crecimiento promedio del 3.1 % para luego descender al 2.9 %. De otro lado, resulta
interesante el comportamiento de las horas trabajadas promedio trimestrales (H) las cuales, si
bien presentan en promedio tasas de crecimiento nulas, en los últimos años registran un repunte
importante al pasar de tasas de crecimiento del -0.6 % antes de 1999 a tasas de 0.4 % después de
la crisis. Con esta información y junto al comportamiento de la población total se puede hacer una
aproximación a la fuerza de trabajo efectiva (F T E) en Colombia la cual para el modelo teórico se
11 Los datos de empleo han sido desestacionalizados previamente por X-12 ARIMA
12
Gráfico 8: Volumen de comercio e importaciones sin transformar de bienes de consumo e inversión
sobre importaciones totales
calcula como T BPt (1 − Ut ) Ht Nt . Se observa entonces como la fuerza laboral efectiva ha mostrado
un incremento sustancial en los últimos años, situación que se explica por la disminución en la
tasa de desempleo y el aumento tanto de la tasa bruta de participación (T BP ) como del número
promedio de horas trabajadas.
Una vez construido el indicador de fuerza laboral efectiva y junto con el salario nominal implícito
de las cuentas nacionales12 es posible elaborar una medida de la participación del trabajo en el
producto (W L/P Y ). Esta relación ha mostrado un continuo descenso a lo largo de los últimos
años al pasar del 63 % al 55 %. En promedio, el insumo trabajo representa el 59.6 % del PIB.
Esta reducción ha llevado a muchos investigadores a cuestionarse las razones que explican dicho
fenómeno principalmente en economías que muestran favorables niveles de crecimiento económico.
Para explicar éste hecho estilizado es importante tener en mente su relación con la distribución
del ingreso. Al descomponer el PIB por el lado del ingreso, el gráfico 13 muestra como la caída
del insumo trabajo se ha contrarrestado con un incremento en la participación del capital en el
producto. Rusell y Dufour (2007) argumentan que dicho comportamiento se explica por la creciente
brecha que existe entre la productividad del trabajo y el salario real de acuerdo con la cual los
aumentos en productividad han sido apropiados a lo largo de los últimos años por los propietarios
de las firmas y en consecuencia no han sido trasladados a los ingresos de los empleados (Ver el
gráfico 12).
Sin embargo, la razón anterior no es la única hipótesis que se han planteado los economistas.
Beaker (2007) afirma que el comportamiento que se observa en la participación del trabajo al menos
en los últimos cinco años puede explicarse por la misma fase en que se encuentra el ciclo económico.
En efecto, el trabajo no responde de manera inmediata a expansiones en el producto. Inicialmente,
el capital se eleva y pasado un tiempo el ingreso comienza a distribuirse entre los trabajadores.
Aún así, éste argumento parece débil en el caso colombiano dado que en la muestra estudiada la
participación del trabajo ha descendido continuamente mientras el producto ha mostrado distintas
12 El salario nominal implícito del SCN resulta de considerar el ingreso mixto junto a la remuneración a los asalari-
13
Gráfico 9: Participación del sector transformador y de las materias primas importadas dentro del
PIB
fases de su ciclo como se menciona más adelante. Adicionalmente existen otras hipótesis sobre este
fenómeno asociadas al efecto de una inflación baja y de una elevada credibilidad en la política
monetaria, al impacto de la globalización y la apertura comercial de los países, a los errores en la
medición de la productividad del trabajo, al incremento de los trabajadores por cuenta propia y
subempleados que no alcanzan a ser medidos por las cuentas nacionales y a la elección del deflactor
para medir el salario real desde el punto de vista del empleado y del empleador que puede implicar
mejoras en los términos de intercambio del consumidor. Sin embargo, todas las ideas anteriores se
dejan como objeto de investigaciones futuras.
Respecto al otro insumo productivo, los datos del SCN permiten concluir que la participación
nominal del capital en el producto ha mostrado cambios pequeños a lo largo de la muestra. De
acuerdo con los cálculos realizados, ésta pasó de 28.0 % en 1994 a 34 % en 2007. Sin embargo, es
importante tener en mente que el cálculo anterior presupone que la economía se encuentra en un
ambiente de competencia perfecta y que por lo tanto las firmas colombianas no obtienen beneficios
económicos, supuesto que es poco probable. Por lo tanto, bajo ciertas suposiciones acerca de la
participación de esos beneficios sobre el producto bruto se obtiene que la participación del capital
real en el PIB, libre de beneficios económicos, ha sido a lo largo de la muestra del 11.6 %13 De
otro lado, la relación capital-producto ha sido en promedio de 6.38 trimestral, situación que ha
13 Estos supuestos sobre los beneficios se hacen debido a que el SCN no ofrece información que permita separarlos
14
Gráfico 10: Contribución al crecimiento anual del PIB real
permanecido muy estable a lo largo de los últimos años. Aún así, es importante observar cómo
dicha relación ha mostrado una desaceleración en los últimos trimestres, posiblemente por el repunte
mostrado por el PIB el cual no se ha traducido en un aumento equivalente del capital. En efecto,
el stock de capital ha mostrado un crecimiento anual promedio del 2.1 % luego de la crisis de 1999;
antes de dicha fecha el crecimiento registrado alcanzó en promedio el 3.1 %. De otro lado suponiendo
una forma funcional tipo Cobb-Douglas para la producción en Colombia se puede obtener una
aproximación a la productividad marginal del capital. El gráfico 14 muestra como dicha medida se
ha mantenido en un rango trimestral de 1.61 % y 2.19 %, equivalente a una tasa anual promedio de
7.5 %, cifra similar a la reportada por Tribín (2006).
15
Gráfico 11: Márgenes de comercialización y distribución sobre bienes importados y sobre bienes
transables
Con los resultados extraídos del ejercicio se puede concluir que los precios de los bienes de
consumo domésticos resultan ser más estables que los de aquellos bienes que son impactados por
las condiciones internacionales. Si se supusiera por un instante que los primeros están asociados con
bienes no transables y los segundos con bienes transables, se concluye que la inflación de transables
es menos volátil. Este hecho es similar al que reporta Besley (2007) para países como Francia,
Alemania y Japón. Sin embargo, este comportamiento difiere al registrado por EE.UU e Inglaterra.
Con relación a la inflación del consumo agregado14 , se observa que su comportamiento está
asociado principalmente a la evolución de los precios de los bienes domésticos. Como se aprecia en
el gráfico 15, movimientos en el nivel de precios de los importados no alteran de manera significativa
el deflactor del consumo. Este hecho agrega evidencia empírica sobre la existencia de un pass-through
reducido en Colombia sobre los precios del consumo tal y como lo sugieren otros estudios en el área
(véase Rowland, 2004). Esto se puede explicar básicamente por la baja participación que dentro
del consumo total tiene el consumo de bienes importados. Se puede afirmar entonces que si bien en
el largo plazo el pass-through debe ser proporcional a la inflación total, en el corto plazo no lo es
y su canal de transmisión hacia los precios se da vía los costos de las firmas o de la demanda. Sin
embargo, la anterior conclusión no es indicadora de un efecto nulo en el corto plazo. En el panel
derecho el gráfico 16 se puede apreciar como pequeños cambios en la inflación total (1998-1999 y
2003) pueden estar asociados a incrementos en la inflación de importados.
El gráfico 17 muestra la relación entre el deflactor del consumo total, el deflactor del consumo
de los hogares y el índice de precios al consumidor (IPC)15 . Resultan interesantes y a su vez
preocupantes las diferencias existentes entre la inflación proveniente del IPC y la inflación que se
genera a partir de los deflactores de cuentas nacionales especialmente entre los años de 1995 y
1997 y los años 2003 y 2006. Si bien el objetivo de este artículo no es explicar las razones de estas
discrepancias, las cuales podrían estar asociadas a la diferentes canastas de bienes y servicios usadas
en cada medida, al uso de distintas metodologías en la construcción de los índices, o al hecho de que
14 Medida como el deflactor del consumo agregado del SCN del DANE.
15 IPC desestacionalizado por X-12 ARIMA.
16
Gráfico 12: Índice de Salario Real y Productividad Laboral por Hora
Gráfico 13: Participaciones del trabajo y el capital (con beneficios económicos) en el producto
17
Gráfico 14: Productividad Marginal del Capital, Relación Capital Producto y Stock de Capital
18
Gráfico 15: Aproximación a la inflación de bienes transables y no transables en Colombia
ambas mediciones sean calculadas de forma independiente dentro de la misma entidad encargada, si
es importante que los investigadores las tengan en cuenta al desarrollar modelos para pronósticos.
Los términos de intercambio (TDI), medidos como el cociente entre el índice de precios de los
exportados y el índice de precios de los importados, muestran una tendencia creciente a partir
del primer trimestre de 2003. Dicho comportamiento se explica básicamente por el proceso reval-
uacionista que desde esa fecha se empezó a gestar en Colombia cuando el dólar llegó a su nivel
máximo. Con la caída en el valor de la divisa, el precio de los importados comenzó a descender
al tiempo que la demanda por exportaciones colombianas continuó en ascenso. Ambas situaciones
llevaron a una mejora en los TDI. Vale la pena hacer notar en este punto como con la revaluación
que comenzó en 2003 todos los precios de bienes y servicios importados comenzaron un proceso
desinflacionario. Sin embargo respecto al consumo, dicha situación no alteró el nivel agregado de
precios de la economía.
Por su parte, la tasa de cambio real (TCR), calculada como el producto entre la tasa de cambio
nominal y el cociente entre el índice de precios del consumo externo y doméstico muestra tres
momentos claramente definidos a lo largo de la muestra16 . Un primer momento de apreciación real
de aproximadamente 5.40 % anual promedio que va hasta finales de 1996. Este período es seguido
por seis años de una devaluación real del tipo de cambio del 9.28 % anual promedio. Por último, a
partir de 2003 se comienza un nuevo período de apreciación real que coincide con la revaluación del
tipo de cambio nominal, fenómeno que hasta el primer trimestre de 2007 representaba en promedio
un incremento en el TCR del 9.26 %. Tal y como anotan Restrepo y Soto (2004), es importante
tener en cuenta que las diferencias en la evolución del índice de tipo de cambio real y los términos de
intercambio se puede explicar por el papel que desempeñan los bienes no transables en la definición
16 Para el cálculo de la TCR se empleó el índice de precios al consumidor de EE.UU desestacionalizado por X-12
ARIMA
19
Gráfico 16: Inflación total y contribución de sus componentes doméstico e importado
20
Gráfico 17: Inflación anual: distintas mediciones
pretendan explicar el ciclo económico se deben entender las características fundamentales que se
observan en los datos mismos. Por lo tanto, el objetivo de esta sección es presentar las principales
regularidades empíricas del ciclo económico colombiano con el fin de poder proveer herramientas
que permitan evaluar el modelo final.
La metodología empleada se basa en el desarrollo de Kydland y Prescott (1990) quienes formal-
izan y sintetizan el enfoque tradicional de extracción de señales del ciclo económico. Una vez que
se dispone de series de tiempo de agregados macroeconómicos en términos reales, estas se pueden
descomponer en distintos elementos: un componente tendencial, otro asociado al ciclo y otro rela-
cionado con movimientos irregulares17 . El objetivo será entonces aplicar un método que permita
extraer o aislar dichos componentes siguiendo de esta forma la definición de ciclo económico dada
por Lucas (1977) según la cual éste corresponde a las desviaciones aparentes del producto desde
una tendencia en la que todas las variables se mueven conjuntamente. Estamos entonces interesados
en el componente cíclico de las distintas series de tiempo para el período 1994:I 2007:I. Para hacer
comparables los resultados con aquellos de otros trabajos en el área se aplica el filtro de Hodrick
y Prescott (HP). Si bien existen argumentos en contra de su uso18 tanto en materia estadística
como económica por su efecto negativo sobre los segundos momentos de las series tiempo, Pedersen
(1998) demuestra que la distorsión de dichos momentos es minimizada al emplear el filtro HP. Sin
embargo, ejercicios posteriores en la agenda de investigación del DMM buscarán analizar dichas
criticas así como filtrar las variables por medio de un método más fundamentado en la economía,
el cual según el modelo teórico debe emplear la tasa de crecimiento de la productividad total de los
17 Nótese que la anterior desagregación trae implícito el supuesto de que las series de tiempo no muestran patrones
estacionales. Es importante tener en cuenta el uso de series reales; de esta manera se puede atribuir cualquier variación
cíclica a las cantidades y no a sus precios.
18 Argumentos que han dado inicio a todo un campo de discusión sobre la existencia de ciclos económicos espúreos
y por lo tanto a un gran número adicional de metodólogias que tratan de subsanar las limitaciones del filtro HP.
21
Gráfico 18: Términos de intercambio e índice de tipo de cambio real
factores y de la población. En este punto es importante tener en mente que la muestra empleada
es corta en comparación a lo empleado tradicionalmente en otros trabajos lo que implica que los
resultados no deben ser generalizados puesto que en ella, y de acuerdo con definiciones más estric-
tas que la empleada en este documento, sólo se alcanza a recoger un ciclo economíco completo.
Adicionalmente, la muestra puede estár dominada por un quiebre estructural a finales de la década
pasada que sesguen de alguna manera los resultados finales.
Siguiendo a Machado (2001), el procedimiento estándar para caracterizar los hechos estilizados
del ciclo económico se puede resumir en los siguientes tres pasos:
22
Gráfico 19: Precio de la inversión total y contribución de sus componentes
23
Gráfico 20: Precio de los importados, importados transformados y del sector transformador
punto mínimo hasta un máximo, duraron en promedio 18 meses con una desviación estándar de 6
meses, mientras que los de expansión duraron 14 meses con una dispersión de 8 meses. Si bien los
resultados anteriores coinciden en lo que respecta a las contracciones económicas con los hallazgos
de Calderón y Fuentes (2006), la duración de las expansiones resulta ser mucho menor. En efecto,
para estos autores la duración media de una expansión en Colombia es de 62 trimestres21 . Por su
parte, Arango y otros (2007) empleando el índice de producción industrial mensual encuentran para
el período comprendido entre 1980 y 2007 cinco ciclos económicos que al igual que los resultados
obtenidos en el presente artículo muestran un comportamiento asimétrico respecto a las duraciones
de las recesiones y las expansiones22 . Sin embargo, la duración media del ciclo reportado por estos
autores resulta ser de 45.6 meses.
Dada su característica de mercado emergente, la volatilidad del ciclo económico colombiano
debería resultar ser mucho más alta que la de economías pequeñas, abiertas y desarrolladas. Como
anotan Agenor y otros (2000), el ciclo de las economías emergentes es en promedio doblemente
vólatil. Sin embargo, la persistencia en ambos conjuntos de países son similares, lo que según estos
autores pone en duda la contracíclicidad de la cuenta corriente como explicación de las fluctuaciones
económicas. Aún así, se encuentra que la volatilidad del ciclo económico colombiano es menor que
en otras economías de características similares y adicionalmente se ha reducido en los últimos años
principalmente a partir del 2000. Esto se puede explicar por la mayor estabilidad brindada por la
política monetaria y fiscal las cuales son consideradas como las principales fuentes de fluctuaciones,
21 Sin embargo, es importante tener en cuenta que la metodología empleada por estos autores está basada en
la definición de ciclo económico de Burns y Mitchell (1946), la cuál es conocida como el enfoque clásico del ciclo
económico y que implica una metodología diferente a la empleada en el presente artículo.
22 En efecto, Arango y otros (2007) encuentran que la probabilidad de que una tasa de crecimiento del producto
24
Gráfico 21: Ciclo económico en Colombia 1994-2006
así como por la mayor profundidad que ha venido mostrando el mercado financiero y de capitales
y que ha significado una reducción en la volatilidad del consumo. El gráfico 22 muestra como la
reducción de la volatilidad del ciclo económico se explica por la disminución en la variabilidad
relativa de sus componentes siendo la inversión y el gasto del gobierno los que mostraron un mayor
descenso23 .
Es importante resaltar como varios estudios sobre regularidades empíricas de las economías
emergentes muestran un alto grado de correlación entre el ciclo económico de aquellos países de
ingresos medios con el ciclo de los países industrializados. Por ejemplo, Agenor y otros (2000)
encuentran que dicha asociación resulta ser máxima en el rezago cero, lo cual sugire que las fluc-
tuaciones del produco en las economías desarrolladas se transmiten rápidamente a economías como
la colombiana. Esto se da principalmente en países que presentan un elevado nivel de apertura
comercial y mercados financieros medianamente desarrollados, condiciones que a su vez implican
menores pérdidas en términos de producto en el momento de una recesión24 . De igual manera,
Calderón y Fuentes (2006) encuentran que el ciclo económico de Colombia y Chile se encuentra
altamente sincronizado con el ciclo de EE.UU, Alemania y Japón, y que adicionalmente, sus ciclos
coinciden en un 94 % de las veces con los de otras naciones emergentes. Por su parte, Restrepo
y Reyes (2000) encuentran que la correlación entre el ciclo colombiano y el de EE.UU es positiva
pero su nivel máximo se encuentra rezagado en tres trimestres. Sin embargo, si sólo se considera el
análisis desde 1990 encuentran que la correlación se vuelve levemente negativa. Según estos autores,
las exportaciones colombianas antes de la década de los noventa estaban relacionadas de manera
positiva y rezgadas por un trimestre con el comportamiento cíclico de la economía norteamericana;
después de esa fecha su relación se desvaneció y hoy en día resultan ser acíclicas.
Por componentes se oberva que el consumo agregado es un poco más volátil que el producto
(+1.04 veces). Así mismo este resulta ser altamente procíclico y su ciclo coincide con el de la ac-
23 Es importante tener cuidado al hacer uso de estas conclusiones puesto que el cálculo utilizado omite la presencia
de covarianzas entre los componentes, las cuales podrían llegar a tener un impacto importante en el análisis de la
volatilidad de los componente del PIB.
24 Asociado a este punto, Calderón y Fuentes (2006) encuentran que Colombia presenta la menor amplitud media
25
Gráfico 22: Volatilidad de los componentes de la demanda agregada
tividad económica agregada. De acuerdo con Restrepo y Soto (2004), si bien la teoría económica
sugiere que el gasto en consumo debería ser menos volátil que el producto, es decir, se debe pre-
sentar un suavizamiento del consumo por medio del ahorro, el comportamiento errático mostrado
por los datos frente a este argumento se puede explicar por las imperfecciones en el mercado de
capitales que frenan el acceso al crédito a las economías emergentes. Al considerar los componentes
del consumo se observa que la mayor volatilidad del agregado respecto al producto proviene del
consumo de bienes durables (+5.23 veces) y semidurables (+2.61 veces), mientras que la volatilidad
del consumo de bienes no durables y servicios es inferior a la reportada por el ciclo del PIB real,
0.95 y 0.51 veces respectivamente25 . La mayor volatilidad del consumo de bienes durables se podría
explicar por su elevada dependencia de la tasa de interés, los precios relativos, el tipo de cambio en
el caso del componente importado de ésta canasta y la presencia de restricciones de tipo financiero.
Aguiar y Gopinath (2007) argumentan que la alta volatilidad del consumo presente en los merca-
dos emergentes respecto a la registrada en economías desarrolladas se explica porque el proceso
estocástico que sigue el ingreso es diferente en ambos tipos de naciones. Los autores encuentran
que los cambios en el ingreso que reportan países como Colombia son permanentes mientras que los
registrados en economías industrializadas son transitorios. Haciendo uso de la hipótesis del ingreso
permanente, las economías emergentes observan los cambios en su ingreso como definitivos y por
lo tanto el consumo responde aún más que el choque sobre el PIB disminuyendo de esta forma el
ahorro26 .
25 Es importante recordar que los modelos en los que se basa el argumento a favor de la mayor volatilidad del
producto agregado parten de una función de utilidad instantanea en sus argumentos. Por lo tanto, la canasta que
conforma el conjunto de bienes durables o semidurables no puede ser evaluada por estos modelos dado que la utilidad
que reporta su consumo es de mayor plazo.
26 Para un análisis más detallado sobre el suavizamiento del consumo en Colombia véase Barrera y Pérez (2005)
26
De otro lado, el consumo del gobierno es 2.01 veces más volátil que el producto agregado. Al igual
que los resultados reportados por Toro y Lozano (2007), el consumo gubernamental es procíclico
pero su relación con el producto se da de manera rezagada. En efecto, una expansión del producto
hoy implicaría un incremento del consumo del gobierno cinco trimestres después, resultado similar
al encontrado por Restrepo y Reyes (2000) quienes afirman que el rezago del consumo del gobierno
es de tres trimestres. Sin embargo, este hecho contrasta con los resultados encontrados por Agenor
y otros (2000) y Arango y otros (2007), quienes resaltan el papel contracíclico que juegan los gastos
de gobierno en las economías en desarrollo. Por subperíodos se observa que la correlación entre el
producto y el consumo del gobierno aumentó despues de la crisis de 1999 al pasar de 0.45 a 0.56, lo
que da indicios de un aumento en la prociclicidad de la política fiscal y por lo tanto una reducción
en el rol estabilizador de la misma. Por su parte, el consumo de los hogares es más volátil que la
actividad económica, es altamente procíclico pero a diferencia del consumo gubernamental, su ciclo
coincide con el del PIB.
Si se analiza la volatilidad del consumo por componentes doméstico e importado se observa
que el gasto en consumo doméstico es menos volátil que el producto, situación que no se da en su
contraparte importada (+4.68 veces más que el PIB) debido a su exposición a las variaciones en el
tipo de cambio. Si bien ambas variables son prociclícas, la primera es coincidente con el ciclo del
PIB mientras que el ciclo de la segunda se rezaga un trimestre frente al del producto.
La inversión resulta ser el componente más volátil del producto por el lado de la demanda,
situación que es consistente con lo observado en otros países de la región como Argentina, Chile
y Perú, lo que sugiere un posible efecto acelerador del producto sobre la inversión. Sin embargo,
tal y como anotan Restrepo y Reyes (2000), la volatilidad relativa de la inversión resulta ser más
elevada en Colombia. Frente al PIB, la FBK es 6.43 veces más volátil, prociclíca y coincidente con
sus movimientos. La mayor variabilidad presentada por la inversión frente al agregado se explica
por su componente importado (+10 veces). Sin embargo, esto no indica que la fracción doméstica
no sea altamente volátil (+6.38 veces). Respecto a los comovimientos, estos resultan ser prociclícos
y coincidentes para ambas variables27 . De acuerdo con Restrepo y Reyes (2000) si bien la apertura
comercial de comienzos de los noventa implicó un auge en la formación bruta de capital fijo al elevar
su volatilidad relativa al PIB frente a la registrada en la década de los ochenta, esta ha venido
disminuyendo con el paso del tiempo posiblemente por una menor sensibilidad de los inversionistas
al costo de uso del capital.
Respecto al comercio internacional, las importaciones son 4.23 veces más volátiles que el pro-
ducto agregado y su ciclo coincide de manera significativa con el de la actividad económica. En
efecto, el coeficiente de correlación contemporáneo es de 0.87. Por su parte, las exportaciones si
bien son más volátiles que el producto no lo son tanto como las importaciones (+1.83 veces). Como
se puede apreciar en el cuadro 5, no existe evidencia para rechazar la hipótesis de que las exporta-
ciones son acíclicas, es decir, los movimientos del producto y de las exportaciones no muestran
una correlación estadisticamente significativa diferente de cero. Sin embargo, como muestran Re-
strepo y Reyes (2000) antes de la apertura comercial que inició en la década de los noventa, las
exportaciones mostraban un patrón altamente procíclico y coincidente con el ciclo de la actividad
económica agregada. De acuerdo con estos autores, ésta asociación positiva se puede explicar por
la gran participación de productos como el café y otros no tradicionales dentro de las exportaciones
que se traducían en una elevada correlación del ciclo con los auges de las exportaciones. Entre
tanto, la acíclicidad posterior da indicios de que el proceso de expansión de estos años no estuvo
27 Una hipótesis sobre la alta volatilidad que presenta la inversión puede ser la presencia de la variación de existencias
las cuales están incluidas en el rubro de formación bruta de capital (FBK) del SCN trimestral.
27
Gráfico 23: Correlación entre variables de demanda en t + i y el PIB en t
asociado al comportamiento exportador sino por el contrario a movimientos en los flujos de capital,
de la inversión y del consumo. Finalmente, se observa que las exportaciones netas son altamente
contracíclicas, situación que se explica por el comportamiento de las importaciones.
En el cuadro 4 se presenta una comparación internacional de algunas volatilidades de los com-
ponentes del gasto. Allí se observa que la volatilidad del producto interno bruto en Colombia es
similar a la de naciones como EE.UU, Inglaterra y Australia. Sin embargo, ésta resulta ser mucho
menor que la reportada por países de similares características, excepto por Nueva Zelanda, toda
vez que en Corea, Argentina y Brasil la variabilidad del producto es mucho mayor. Sin embargo,
respecto a variables como la inversión y el gasto del gobierno aquellos países considerados como
desarrollados muestran una menor volátilidad relativa al producto. De acuerdo con Fatas y Mihov
(2001), este hecho se explica por el efecto que sobre la variabilidad del producto tiene un mayor
nivel de ingresos.
28
Cuadro 4: Algunas comparaciones internacionales
σ(Y ) Volatilidad Relativa σ(x)/σ(Y )
Consumo FBK NX/Y Consumo
Gobierno
Colombia 1.79 1.04 6.43 0.93 2.01
Chile 2.02 1.11 3.69 0.77 1.14
Argentina 4.59 1.19 2.90 0.50 3.19
Brasil 2.27 2.01 3.08 2.60 n.d
NZ 1.60 0.90 4.38 1.40 n.d
Corea 2.50 1.23 2.50 2.30 n.d
Australia 1.45 0.66 2.78 0.85 1.28
Austria 1.28 1.14 2.92 0.90 0.36
Canadá 1.50 0.85 2.80 0.52 0.77
Japón 1.35 1.09 2.41 0.69 0.79
Inglaterra 1.61 1.15 2.29 0.74 0.69
EE.UU 1.92 0.75 3.27 0.27 0.75
Fuente: Cálculos del autor y Restrepo y Soto (2004)
29
Gráfico 24: Correlación entre variables de oferta en t + i y el PIB en t
ciclo del PIB real, más volátil que el producto (+4.19 veces) y su persistencia, medida por el co-
eficiente de autocorrelación, es del 67.3 %. Entre tanto, como se observa en el panel derecho de el
gráfico 25, un incremento en el desempleo hoy está asociado con una reducción en la inflación cinco
trimestres después. La anterior correlación sugiere la posible existencia de una curva de Phillips.
De otro lado, el empleo, medido como la fuerza de trabajo efectiva, resulta ser procíclico y más
volátil que la actividad agregada aunque si se consideran varios rezagos en la construcción de la
función de correlación con el producto se observa un comportamiento contracíclico de acuerdo con
el cual un incremento en el producto hoy estaría asociado a una disminución de la fuerza de trabajo
efectiva cinco trimestres después. Situación similar se registra con las horas promedio trimestrales
por trabajador las cuales resultan acíclicas de forma contemporánea y contracíclicas seis trimestres
despúes de una expansión en el producto. El comportamiento mostrado por ambas variables sugiere
la hipótesis según la cual, ante un aumento de la producción las empresas colombianas ajustan ini-
cialmente el insumo trabajo de forma extensiva, es decir, aumentan el número de empleados, y luego
de forma intensiva, elevan el número de horas por trabajador. Lo anterior difiere de las conclusiones
extraídas por Nigrinis y Tribín (2007) quienes encuentran que el ajuste hecho por las empresas
se da de forma inversa. Finalmente, la participación del trabajo en el producto es procíclica pero
rezaga el ciclo del producto en cuatro trimestres lo que indica que expansiones en el producto sólo
se traducen en aumentos del empleo un año después posiblemente porque la firma primero adecua
sus instalaciones adquiriendo nuevo capital y explotando los beneficios extraordinarios del auge. Sin
embargo como se pudo apreciar en la sección anterior, el comportamiento de la participación laboral
está relacionada con la evolución del salario real. Al análizar ésta última variable se encuentra que
su volatilidad es levemente superior a la del producto y que su relación con el ciclo del PIB es
30
Gráfico 25: Correlaciones entre producto en t e inflación y desempleo en t + i y desempleo en t e
inflación en t + i
31
sugieren Kydland y Prescott (1990) para EE.UU. Por el contrario, la conclusión anterior sugeriría
que las fluctuaciones en Colombia estarían siendo explicadas principalmente por choques de deman-
da. Sin embargo, el ciclo de esta variable rezaga al del PIB en tres trimestres, es decir, una expansión
económica se traduce en un aumento del nivel de precios nueve meses después. Este resultado con-
trasta de manera importante con el hallazgo de Agenor y otros (2000) quienes encuentran que la
relación entre los componentes estacionarios del nivel de precios y del producto es contracíclica.
Sin embargo, Restrepo y Reyes (2000) afirman que en efecto antes de 1990 los precios en Colombia
eran contracíclicos y justifican el cambio de comportamiento al descenso que registró la variación
en el IPC junto con el producto a finales de la década pasada. A diferencia de lo que sugieren los
datos del IPC, las correlaciones contemporáneas del producto con los deflactores del consumo, del
consumo de los hogares y del producto resultan ser acíclicas (ver cuadro 5). Resulta interesante el
hecho de que el índice de precios del consumo importado sea moderadamente contracíclico, mientras
que el índice de precios del consumo doméstico es procíclico. Sin embargo, sus máximas correla-
ciones no son contemporáneas y en cambio las variaciones en el primero adelantan las fluctuaciones
del producto mientras que las del segundo las rezagan. Por lo tanto, un incremento en el nivel de
precios del consumo importado está asociado con descensos del producto tres trimestres despúes
y variaciones positivas en el nivel de precios del consumo doméstico se presentan dos trimestres
después de un auge en la actividad económica.
Aún con los resultados anteriores, Chadha y Prasad (1994) aseguran que la correlación apropiada
para discriminar entre modelos debe ser aquella entre las tasas de inflación y el producto. Así las
cosas, exceptuando la tasa de crecimiento del deflactor del producto, las tasas de inflación calculadas
con el IPC y el deflactor del consumo de los hogares son procíclicas y su relación máxima con el
producto se da de manera contemporánea lo que sugiere nuevamente la existencia de una relación
como la descrita por la Curva de Phillips. Entre tanto, la inflación que se obtiene al utilizar el
deflactor del consumo agregado adelanta el ciclo del producto por tres meses. Al considerar la
composición por origen de la canasta de consumo se observa de manera coherente con lo obtenido
al analizar los índices de precios que la inflación del consumo doméstico es procíclica, mientras que
aquella asociada al consumo importado es contracíclica. Sin embargo, ésta última tasa de inflación
alcanza su mayor correlación con las fluctuaciones de la actividad económica de manera rezagada y
de forma positiva un año después. Es interesante notar la alta persistencia de las distintas medidas
de precios y a su vez la baja persistencia en las tasas de inflación asociadas, así como la menor
volatilidad mostrada por la tasa de crecimiento de los precios respecto al producto excepto por
aquella de la canasta de bienes y servicios importados que presenta una variabilidad 2.3 veces más
elevada que la del PIB posiblemente por su relación con la tasa de cambio nominal.
Finalmente, de acuerdo con los argumentos expuestos por Kaminsky y otros (2004) la política
monetaria en Colombia es contracíclica dado que la tasa de interés nominal de corto plazo aumenta
en momentos de auge y cae ante una contracción económica. Según estos autores, este tipo de
política debería estar asociado en principio con una disminución en los saldos de dinero reales y
mayores tasas de interés reales cuando la actividad económica se encuentra en buen momento.
Sin embargo, es importante aclarar que dicho resultado no es concluyente respecto a la política
monetaria dado que sería necesario un conjunto de información más amplio para definir el papel de
la autoridad monetaria a lo largo de los ciclos económicos
32
3.3.2. Términos de intercambio y tasa de cambio
Los términos de intercambio (TDI), definidos como la razón entre el precio de los exportados
y el precio de los importados son débilmente próciclicos de manera contempóranea, confirmando
los resultados encontrados por Mendoza (1995)28 . Adicionalmente, los TDI son más volátiles que el
producto (+2.55 veces) y son altamente persistentes, 68 %. Sin embargo, un choque positivo sobre
los términos de intercambio está asociado con un auge del producto tres trimestres después. Es
importante resaltar que si un choque positivo se presenta vía exportaciones, el incremento posterior
en la actividad económica se da a través de unos mayores ingresos de los exportadores y no a un
incremento en la producción. Lo anterior hace suponer que los choques de términos de intercambio
por está vía son considerados por los agentes como transitorios y no permanentes. En el caso de las
importaciones la evidencia no es tan clara puesto que un descenso en los términos de intercambio
afecta el producto tanto por una caída en los precios implícitos como por un mayor déficit en la
balanza comercial 29 .
Como se aprecia en el gráfico 26, las variables de demanda resultan estár positivamente rela-
cionadas con los términos de intercambio sugiriendo que cambios en está última se traducen en
algún tipo de efecto riqueza sobre los agentes económicos implicando incrementos en los compo-
nentes de demanda agregada en los siguientes dos o tres trimestres. Restrepo y Soto (2004) también
sustentan la alta relación entre los TDI y los componentes de demanda en el efecto que estos podrían
tener sobre la prima de riesgo soberana que deben pagar los agentes domésticos y que en últimas
elevarían la capacidad de endeudamiento de los agentes. Se resalta el comportamiento de la balanza
comercial y de los márgenes de comercialización de bienes y servicios importados. Como se puede
apreciar, ambas variabes adelantan el comportamiento de los términos de intercambio. La primera
de ellas lo hace en tres trimestres mientras que la segunda en cuatro. De acuerdo con Backus y
otros (1994), ésta relación entre la balanza comercial y los términos de intercambio sugiere un papel
preponderante de los choques de oferta sobre los de demanda. Al respecto, los autores muestran a
partir de un modelo de equilibrio general estocástico como éste fenómeno, conocido como la curva S,
se puede explicar a partir de la respuesta de la economía a un choque de productividad. De acuerdo
con los autores, un choque positivo sobre la productividad lleva a un incremento en el producto
interno bruto, a una caída de su precio relativo y finalmente a un deterioro de los términos de
intercambio. Si el choque resulta ser altamente persistente, la economía también experimenta un
aumento del consumo y un auge temporal de la inversión debido a una reasignación del capital a su
posición más productiva. El aumento conjunto del consumo y de la inversión resultan ser mayores
que el aumento en el producto y por lo tanto se genera un déficit en la balanza comercial durante
el período de auge en el producto. Este patrón de comportamiento da origen a la contracíclicidad
de la balanza comercial.
Los flujos de capital netos son procíclicos, más volatiles que el producto, pero resultan ser poco
persistentes. De acuerdo con Kaminsky y otros (2004) en Colombia los agentes piden prestado del
exterior en momentos de auge y por lo tanto se registran ingresos de capital, mientras que en los
momentos de crisis se paga deuda o se presta al exterior, es decir, se generan salidas de capital. Los
flujos netos de capital refuerzan entonces las fluctuaciones del ciclo económico a diferencia de lo
28 El mismo autor encuentra que los choques de términos de intercambio explican entre un 45 % y un 60 % de la
variabilidad observada del producto y de la tasa de cambio real, aún cuando los choques de productividad siguen
representando un papel importante a la hora de explicar los ciclos.
29 Es importante resaltar la prociclicidad entre el producto y los TDI aumenta significativamente cuando se emplea
el IPC como deflactor del PIB nominal. En efecto, la correlación contemporánea entre ambas variables pasa de 24 %
a 60 %.
33
Gráfico 26: Correlaciones entre TDI en t y variables de demanda y oferta en t + i
34
que sucede en una relación contracíclica la cual estabiliza el ciclo. De acuerdo con el modelo básico
de economía pequeña y abierta sin capital, flujos de capital procíclicos están a su vez asociados
con cuentas corrientes contracíclicas. Una de la razones que exponen estos autores para sustentar
éste hecho estilizado se fundamenta en la disponibilidad de capitales internacionales a lo largo del
ciclo económico. En efecto, cuando una economía emergente muestra señales positivas respecto
al comportamiento de la actividad productiva y los inversionistas extranjeros responden a éstas
disminuyendo las primas de riesgo entonces los nacionales considerarán dicha oportunidad como
óptima para financiar su consumo en el exterior a bajos precios implicando una disminución en el
ahorro y finalmente generando un déficit en cuenta corriente. Al respecto, es importante tener en
mente como esta relación entre flujos de capital y cuenta corriente se puede romper ante movimientos
en las reservas internacionales, debilitando la cuenta corriente como predictor de los flujos de capital.
Finalmente, la tasa de cambio nominal y el índice de tipo de cambio real son más volátiles que
el producto y sus fluctuaciones están correlacionadas de manera negativa con el ciclo del producto
aunque la relación máxima se da con dos trimestres de rezago. De esta forma, una devaluación de
la tasa de cambio está asociada con contracciones en la actividad económica, principalmente por
el efecto negativo que éste fenómeno tiene sobre las importaciones. Sin embargo, al considerar un
mayor número de rezagos y adelantos en la función de correlación entre el TCR y el producto se
observa que a partir del rezago siete la correlación entre ambas variables comienza a ser positiva,
lo que indica que movimientos del producto hoy están asociados positivamente con devaluaciones
observadas 21 meses atrás. De acuerdo con Restrepo y Soto (2004), éste hecho podría dar indicios
del efecto ”J”, según el cual, “aumentos en el TCR generan aumentos rezagados en las exportaciones
y finalmente en el producto”. De otro lado, la correlación entre la tasa de cambio real y los términos
de intercambio es débilmente negativa, confirmando los resultados encontrados por Mendoza (1995)
quien afirma que un choque a los términos de intercambio induce a una depreciación real. Estos
resultados son similares a los encontrados por Restrepo y Reyes (2000) aunque difieren respecto a
la tasa de cambio nominal en cuanto ellos concluyen que ésta última lidera el ciclo económico.
35
juega un papel importante a la hora de explicar caídas en el consumo agregado. Se evidencia
cierto grado de asimetría en la respuesta del consumo agregado a cambios en sus componentes
domésticos e importados.
En promedio, el 32 % de la inversión total corresponde a aquella producida domésticamente,
y el 68 % a la importada. Sin embargo, con el paso del tiempo, la segunda ha ganado mayor
importancia dentro de la composición del gasto total.
A diferencia de lo que sucede con el crecimiento del consumo agregado, el componente impor-
tado de la inversión real ha sido el que más ha aportado a su crecimiento.
El 45 % de las importaciones totales corresponde a materias primas.
El sector transformador de bienes y servicios de consumo e inversión importados agrega un
28 % al valor total de las importaciones. Este porcentaje corresponde a los márgenes de com-
ercialización y distribución que se cobran sobre las importaciones en puerto colombiano.
La fuerza laboral efectiva ha mostrado un repunte en los últimos años tras a la disminución
en la tasa de desempleo y al aumento en la tasa bruta de participación y al número promedio
de horas trabajadas en el trimestre.
Los precios de los bienes producidos domésticamente son más estables que aquellos que se ven
afectados por las condiciones internacionales.
La tasa de crecimiento del deflactor del consumo agregado está determinada principalmente
por el comportamiento de los precios de los bienes domésticos. Variaciones en los precios de
los importados no afectan de manera significativa la inflación del consumo. Lo anterior agrega
evidencia de un reducido pass-through, el cual se explica, entre otras razones, por la baja
participación de los bienes y servicios importados dentro del consumo total.
Los términos de intercambio muestran una tendencia creciente en los últimos años debido al
continuo aumento en el precio de las exportaciones y al proceso revaluacionista que comenzó
en el año 2003 que impactó los precios de los importados.
Empleando el filtro HP se pueden extraer cinco fases del ciclo económico en Colombia, las
cuales permiten concluir que la duración media del ciclo es de 30 meses con una desviación
estándar de 9 meses. Los períodos de contracción económica presentan una duración media
de 18 meses con una desviación estándar de 6 meses, mientras que los de expansión duran 14
meses con una dispersión de 8 meses.
La volatilidad del ciclo económico colombiano es inferior a la reportada por países de carác-
teristicas similares. Esto se puede explicar por la mayor estabilidad macroeconómica de los
últimos años brindada por la política monetaria y fiscal, así como por la reducción en la
volatilidad de algunos componentes de demanda como la inversión y el gasto del gobierno.
El consumo agregado es más volátil que el producto, es procíclico y coincidente. La mayor
volatilidad proviene del consumo de bienes durables y semidurables.
El consumo del gobierno es procíclico y su relación con el producto se da de forma rezagada
en cinco trimestres. Adicionalmente, la correlación entre el gasto del gobierno y el producto
aumentó después de la crisis de 1999 lo que da indicios de una incremento en la prociclicidad
de ésta variable y por lo tanto de una reducción en el rol estabilizador de la política fiscal.
36
El consumo de bienes y servicios domésticos es menos volátil que el producto, mientras que su
contraparte importada es más vólatil, posiblemente por el efecto de la tasa de cambio. Ambas
variables son procíclicas: la primera es coincidente y la segunda responde con un rezago de
un trimestre a expansiones en el PIB.
La elevada volatilidad de la inversión en Colombia se explica principalmente por la elevada
variabilidad de la inversión importada. Lo anterior no implica que la inversión doméstica no
sea más volátil que el producto. Ambos componentes de la FBK son procíclicos y coincidentes.
Las exportaciones netas son contracíclicas. Lo anterior responde a dos fenómenos particulares:
la aciclicidad de las exportaciones y la contraciclidad de las importaciones. Entre tanto, las
materias primas importadas son más volátiles que el PIB.
Los márgenes de comercialización y distribución de bienes y servicios importados son leve-
mente contracíclicos y más volátiles que el producto. Así mismo, el ciclo del producto lidera
aquel de los márgenes por tres meses. Por lo tanto, una expansión de la actividad económica
implica una reducción en los márgenes aplicados a los bienes comprados en el exterior un
trimestres después.
El stock de capital es procíclico y su máxima relación con el ciclo del producto se da de forma
contemporánea.
La tasa de desempleo es contracíclica, coincidente con el ciclo del PIB, más volátil que el
producto y su persistencia es de 67.3 %. Adicionalmente, su correlación con la inflación sugiere
la existencia de una curva de Phillips dado que incrementos en la tasa de desempleo hoy están
asociados con dismuniciones en la inflación cinco trimestres después.
La fuerza de trabajo efectiva es procíclica y más volátil que el PIB. Sin embargo, la función
de correlación permite observar un comportamiento contracíclico siete trimestres después.
La anterior conclusión también se obtiene al considerar como indicador de empleo las horas
promedio trabajadas al trimestre. Se sugiere entonces, que ante un aumento de la producción
las empresas colombianas ajustan inicialmente el insumo trabajo de forma extensiva y luego
de forma intensiva.
La inflación total es procíclica y contemporánea. Por componentes, la inflación doméstica es
procíclica y contemporánea mientras que la importada es contracíclica y rezaga al ciclo del
producto en un año.
La tasa de interés nominal es contracíclica dado que la tasa de interés de corto plazo aumenta
en momentos de auge y disminuye en momentos de contracción económica.
Los términos de intercambio son levemente procíclicos y lideran el ciclo del producto en tres
trimestres. Dado que las exportaciones reales son acíclicas, un choque positivo sobre los TDI
vía el precio de las exportaciones, eleva el producto gracias a los mayores ingresos de los
agentes y no al aumento en la producción.
Los componentes de demanda están positivamente correlacionadas con los términos de inter-
cambio, lo que sugiere que cambios en los TDI se traducen en algún efecto riqueza en los
siguientes dos o tres trimestres siguientes.
37
Un aumento en las exportaciones netas adelantan un incremento en los términos de inter-
cambio en tres trimestres. Sin embargo, el efecto contemporáneo es contracíclico lo que da
evidencia del efecto “S” descrito por Backus y otros (1994). De acuerdo con éste, un aumento
en la productividad implica un deterioro de los TDI y eleva el consumo más de lo que aumenta
el producto llevando a un déficit en la balanza comercial.
Los flujos de capital netos son procíclicos. Por lo tanto, los colombianos piden prestado en el
exterior en momentos de auge tras una disminución en la prima de riesgo, y se paga deuda o se
presta al exterior en momentos de crisis. Los flujos de capital refuerzan los ciclos económicos.
La tasa de cambio nominal y real son más volátiles que el producto, contracíclicas y rezagan
al producto en dos trimestres. Por lo tanto, un auge en la actividad económica agregada
está asociada con devaluaciones en ambas medidas de tasa de cambio seis meses después. Así
mismo, la correlación entre la tasa de cambio real y los términos de intercambio es negativa,
lo que implica que un choque positivo sobre está última induce a una depreciación real.
5. Conclusiones
En este trabajo se presenta un conjunto de hechos estilizados tanto de corto como de largo plazo
de la economía colombiana para el período 1994:I-2007:I. De igual manera, se realiza una breve
aproximación a las razones o circunstancias bajo las cuales se desarrollaron cada una de dichas
regularidades empíricas. En una primera parte, se analiza de manera resumida la estructura del
producto en Colombia tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda. Posteriormente,
se documentan las características de los ciclos económicos para un gran conjunto de variables
macroeconómicas haciendo énfasis en su volátilidad, su volatildad relativa, la persistencia y su
posición frente al ciclo del producto.
Para poder construir la dinámica de corto plazo de las variables económicas se empleó el filtro
de Hodrick y Prescott. Si bien éste método es la herramienta estándar en el mercado para generar
hechos estilizados, existe una amplia preocupación sobre su uso dado que las regularidades cíclicas
que se puedan extraer no son invariantes al filtro que se emplee. En efecto, como algunos autores
mencionan, si las variables bajo estudio poseen diferentes procesos estocásticos entonces se deberían
emplear distintos metódos de filtrado. Es decir, no se puede esperar que un único filtro sea óptimo
para todas las variables sin que se distorsionen sus segundos momentos. Sin embargo, la mayor
preocupación está asociada a la posibilidad de que su utilización genere lo que se conoce en la
literatura como “ciclos espurios” y sobre los cuales han trabajado Nelson y Kang (1981) y Cogley y
Nason (1993). Básicamente, lo que preocupa a los investigadores es la mala especificación del proceso
que genera el componente permanente de una serie de tiempo. Cogley y Nason (1993) muestran
que bajo un conjunto incorrecto de supuestos sobre el comportamiento estocástico de una variable,
el filtro HP exagerará la importancia del ciclo económico. Aún así, otros autores como Pedersen
(1998) demuestran para un conjunto de filtros que la propuesta de HP minimiza las distorsiones
sobre los momentos de la series.
El principal próposito de este documento es servir de guía en la construcción y evaluación de un
modelo de equilibrio general dínamico y estocástico que actualmente desarrolla el Departamento
de Modelos Macroeconómicos del Banco de la República. Un modelo de éste estilo que no capture
algunos de los hechos estilizados acá presentados no podría ser aplicado con posterioridad para
análisis de política económica. Entre los principales usos que se le pueden dar a los resultados
38
presentados en éste trabajo está la especificación del modelo en términos de las características del
país que deben ser modeladas, la calibración del estado estacionario, y a su vez servir de referencia
para la evaluación del modelo. Frente a este último punto es importante resaltar que los datos
no arrojan evidencia clara acerca de si la dinámica de la economía colombiana puede ser descrita
de mejor manera por modelos donde los choques de oferta muestren un papel preponderante para
explicar los ciclos económicos frente a aquellos de demanda. Si se considera la tasa de inflación y
los términos de intercambio como variables determinantes para dicha elección, los datos sugieren
modelos basados en choques de demanda. Sin embargo, al considerar la relación entre la balanza
comercial y los términos de intercambio propuesta por Backus y otros (1994), los datos apuntan a
modelos basados en perturbaciones sobre la oferta agregada.
Este documento hace un aporte a la literatura ya existente sobre hechos estilizados de la
economía colombiana sin pretender ser concluyente respecto a las regularidades documentadas.
Lo anterior gracias al esfuerzo que se ha venido realizando dentro del Banco de la República en la
construcción de una base de datos que contiene información no disponible en la principales fuentes
estadísticas del país y cuyo fin es alimentar modelos de economía abierta que mejoren el análisis
de política monetaria. Sin embargo, queda pendiente el análisis de otro conjunto de variables im-
portantes en la economía colombiana como aquellas asociadas con la posición financiera del país, el
mercado de activos y el subempleo, entre otras.
39
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42
Cuadro 5: Evaluación de la aciclicidad contemporánea de las principales variables macroeconómicas
con el PIB real
Análisis de Correlación Contemporánea
Muestra Efectiva: 1994:I 2007:I
Observaciones Incluidas: 53
43
Cuadro 6: Análisis de las fluctuaciones económicas
Volatilidad Correlación de la variable xt+1 con el P IBt (1994:I 2007:I)
σ σ(i)/σ(Y ) ρ -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5
DEMANDA
PIB (Y) 1.792 1.000 0.752
Consumo 1.870 1.044 0.873 0.056 0.209 0.401 0.567 0.753 0.880 0.739 0.561 0.379 0.223 0.122
Consumo Durables 9.378 5.234 0.869 0.045 0.189 0.379 0.567 0.749 0.832 0.688 0.487 0.243 0.048 -0.113
Consumo 4.668 2.605 0.842 -0.031 0.036 0.187 0.039 0.612 0.783 0.811 0.692 0.412 0.101 -0.198
Semidurables
Consumo No 1.707 0.953 0.741 0.150 0.212 0.385 0.537 0.688 0.818 0.619 0.412 0.174 -0.003 -0.089
Durables
Consumo Servicios 0.909 0.508 0.706 -0.014 0.118 0.312 0.416 0.565 0.752 0.612 0.471 0.249 0.013 -0.112
Consumo Hogares 1.903 1.062 0.860 0.046 0.166 0.366 0.552 0.754 0.910 0.776 0.589 0.320 0.079 -0.093
Consumo Gobierno 3.606 2.012 0.824 0.096 0.230 0.313 0.362 0.432 0.454 0.372 0.297 0.354 0.414 0.458
Consumo 8.402 4.689 0.772 0.100 0.194 0.340 0.395 0.517 0.644 0.657 0.605 0.449 0.281 0.088
Importado
Consumo 1.425 0.795 0.715 0.001 0.150 0.321 0.526 0.713 0.802 0.588 0.370 0.228 0.130 0.130
44
Doméstico
Importaciones 7.699 4.297 0.780 -0.071 0.059 0.304 0.513 0.688 0.870 0.754 0.563 0.320 0.070 -0.091
Exportaciones 3.270 1.825 0.609 -0.057 -0.122 -0.171 -0.109 -0.048 0.061 0.036 0.130 0.111 0.185 0.076
(X − M )/P IB 1.672 0.933 0.771 0.058 -0.089 -0.339 -0.514 -0.650 -0.779 -0.686 -0.477 -0.263 -0.019 0.090
FBK 11.512 6.425 0.719 -0.124 -0.007 0.219 0.460 0.618 0.843 0.686 0.474 0.197 -0.095 -0.251
FBK Doméstica 11.424 6.376 0.633 -0.075 0.027 0.227 0.416 0.527 0.730 0.604 0.432 0.183 -0.074 -0.229
FBK Importada 17.920 10.001 0.647 -0.150 -0.062 0.125 0.364 0.551 0.730 0.581 0.379 0.166 -0.064 -0.179
OFERTA
Tasa de Desempleo 7.433 4.187 0.673 -0.034 -0.159 -0.342 -0.463 -0.547 -0.558 -0.378 -0.104 0.090 0.215 0.290
Trabajo Efectivo 1.951 1.099 0.561 -0.108 -0.134 0.038 0.173 0.302 0.352 0.291 0.080 -0.213 -0.352 -0.532
Horas Promedio 1.292 0.728 0.582 0.103 0.088 0.147 0.157 0.138 0.088 0.137 0.014 -0.158 -0.259 -0.349
PEA 1.288 0.725 0.396 -0.332 -0.490 -0.459 -0.385 -0.281 -0.191 -0.234 -0.223 -0.291 -0.232 -0.302
TBP 1.287 0.725 0.393 -0.325 -0.484 -0.454 -0.382 -0.280 -0.191 -0.236 -0.226 -0.294 -0.236 -0.309
Salario Real 1.881 1.060 0.312 0.071 0.232 0.359 0.438 0.429 0.507 0.229 0.008 -0.039 -0.079 0.043
WL/PY 0.868 0.489 0.549 -0.155 -0.273 -0.362 -0.373 -0.306 -0.175 -0.078 0.059 0.286 0.468 0.437
Capital Total 1.974 1.101 0.668 0.059 0.183 0.281 0.305 0.371 0.558 0.424 0.397 0.301 0.219 0.239
Fuente: Cálculos del autor
Cuadro 7: Análisis de las fluctuaciones económicas (continuación)
Volatilidad Correlación de la variable xt+1 con el P IBt (1994:I 2007:I)
σ σ(i)/σ(Y ) ρ -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5
OFERTA
Producto Bruto 2.066 1.153 0.754 -0.117 0.023 0.275 0.545 0.757 0.981 0.738 0.496 0.220 -0.020 -0.134
PIB Transformador 9.292 5.186 0.687 -0.119 -0.030 0.197 0.425 0.645 0.811 0.647 0.416 0.164 -0.094 -0.182
Materias Primas 6.467 3.609 0.596 -0.152 -0.032 0.231 0.460 0.604 0.723 0.539 0.285 0.035 -0.196 -0.229
Imp.
Márgenes de 1.982 1.106 0.662 0.107 0.118 0.095 0.020 -0.074 -0.141 -0.250 -0.243 -0.165 -0.095 0.062
Importados
VARIABLES NOMINALES E ÍNDICES DE PRECIOS
ITCR 6.184 3.451 0.682 -0.139 -0.202 -0.241 -0.258 -0.302 -0.369 -0.407 -0.493 -0.479 -0.407 -0.324
TRM 6.336 3.536 0.704 -0.263 -0.326 -0.352 -0.338 -0.339 -0.365 -0.339 -0.392 -0.383 -0.319 -0.253
TDI 4.576 2.554 0.675 0.215 0.394 0.569 0.563 0.469 0.236 -0.025 -0.309 -0.431 -0.399 -0.283
Tasa de Interés 4.450 2.483 0.657 -0.168 -0.279 0.316 -0.221 0.033 0.329 0.496 0.632 0.597 0.540 0.353
Flujos de Capital 5.345 2.983 0.071 -0.075 -0.044 0.185 0.338 0.352 0.378 0.112 0.215 0.290 0.183 0.123
Netos / PIB
IPC 1.580 0.882 0.898 -0.316 -0.303 -0.229 -0.122 0.045 0.294 0.464 0.559 0.581 0.559 0.460
Inflación IPC 0.563 0.314 0.222 -0.011 0.088 0.191 0.337 0.536 0.543 0.334 0.103 -0.024 -0.232 -0.098
45
Deflactor Consumo 1.358 0.758 0.813 -0.494 -0.473 -0.383 -0.252 -0.118 0.058 0.308 0.381 0.338 0.259 0.168
(DC)
Inflación DC 0.830 0.463 0.124 0.275 0.311 0.325 0.358 0.384 0.317 0.248 0.178 0.139 0.053 0.077
Deflactor Consumo 1.422 0.793 0.785 -0.516 -0.514 -0.435 -0.301 -0.154 0.043 0.338 0.431 0.389 0.296 0.178
Hogares (DCH)
Inflación DCH 0.907 0.506 0.176 0.082 0.164 0.221 0.267 0.404 0.443 0.129 -0.097 -0.179 -0.203 -0.013
DC Doméstico 1.490 0.832 0.746 -0.357 -0.300 -0.189 -0.083 0.038 0.231 0.477 0.555 0.503 0.395 0.231
(PCd)
Inflación PCd 1.071 0.600 -0.005 0.158 0.157 0.119 0.134 0.282 0.358 0.116 -0.066 -0.147 -0.231 -0.025
DC Importado 5.292 2.953 0.663 -0.308 -0.375 -0.418 -0.360 -0.336 -0.357 -0.339 -0.357 -0.350 -0.296 -0.15
(PCm)
Inflación PCm 4.182 2.334 0.041 -0.11 -0.043 0.103 0.098 0.059 -0.017 -0.045 -0.038 0.028 0.177 0.135
Precio 5.964 3.328 0.755 -0.042 0.028 0.132 0.173 0.130 -0.038 -0.257 -0.504 -0.633 -0.620 -0.462
Exportaciones
Inflación 4.078 2.276 0.385 0.106 0.109 0.084 -0.050 -0.226 -0.346 -0.374 -0.218 -0.002 0.240 0.402
Exportados
Precio 4.989 2.784 0.693 -0.248 -0.328 -0.365 -0.310 -0.275 -0.262 -0.284 -0.320 -0.361 -0.375 -0.293
Importaciones
Inflación 3.900 2.177 0.060 -0.135 -0.049 0.092 0.099 0.038 -0.046 -0.060 -0.071 -0.034 0.098 0.102
Importados
Fuente: Cálculos del autor
Cuadro 8: Correlación entre los términos de intercambio y variables de oferta y demanda
Correlación de la variable xt+i con los T DIt (1994:I 2007:I)
-5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5
DEMANDA
PIB -0.283 -0.399 -0.431 -0.309 -0.025 0.236 0.469 0.563 0.569 0.394 0.215
Consumo -0.302 -0.317 -0.272 -0.145 0.052 0.234 0.387 0.451 0.432 0.331 0.242
Consumo Doméstico -0.312 -0.318 -0.238 -0.081 0.148 0.208 0.343 0.401 0.364 0.242 0.133
Consumo Importado -0.169 -0.193 -0.207 -0.168 -0.095 0.159 0.277 0.329 0.348 0.323 0.301
Consumo Hogares -0.224 -0.319 -0.384 -0.307 -0.086 0.180 0.392 0.517 0.519 0.408 0.282
Consumo Gobierno -0.294 -0.158 0.061 0.212 0.276 0.220 0.188 0.117 0.084 0.064 0.085
FBK -0.286 -0.490 -0.592 -0.467 0.115 0.255 0.443 0.508 0.498 0.358 0.143
46
FBK Doméstica -0.188 -0.369 -0.443 -0.368 -0.086 0.272 0.363 0.371 0.347 0.205 -0.022
FBK Importada -0.327 -0.493 -0.571 -0.407 -0.085 0.160 0.387 0.488 0.505 0.422 0.288
Exportaciones 0.126 0.236 0.266 0.195 0.034 -0.021 0.093 0.164 0.305 0.312 0.213
Importantaciones -0.335 -0.456 -0.499 -0.346 -0.037 0.320 0.480 0.541 0.548 0.458 0.282
NX/PIB 0.378 0.519 0.559 0.387 0.043 -0.309 -0.410 -0.437 -0.403 -0.337 -0.217
OFERTA Y VARIABLES NOMINALES
Materias Primas Imp. -0.298 -0.424 -0.428 -0.229 0.138 0.486 0.557 0.546 0.456 0.270 -0.054
Márgenes de Importados 0.152 0.242 0.386 0.388 0.369 0.276 0.072 -0.135 -0.277 -0.378 -0.356
Tasa de Interés 0.237 0.029 -0.237 -0.418 -0.459 -0.377 -0.200 0.007 0.187 0.375 0.481
TCR 0.013 -0.090 -0.142 -0.078 -0.095 -0.149 -0.123 -0.121 -0.196 -0.231 -0.246
Fuente: Cálculos del autor