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Triangulo Textural

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EP DE INGENIERÍA CIVIL

CURSO: Irrigaciones-2021-II
TEMA: TRIANGULO TEXTURAL
DOCENTE: Ecler Mamani Chambi
INTEGRANTE: Jack Michael Machaca Coaquira
FECHA: 09/092021
CICLO: VII ´´2´´
1 Textura
El suelo está constituido por partículas de muy diferente tamaño, que varían
desde la escala del metro, para lo bloques de roca hasta las milimicras de algunas
arcillas microscópicas.

Conocer esta granulometría es esencial para cualquier estudio del suelo (ya sea
desde un punto de vista genético como aplicado). Para clasificar a los
constituyentes del suelo según su tamaño de partícula se han establecido muchas
clasificaciones granulométricas. Básicamente todas aceptan los términos de
grava, arena, limo y arcilla, pero difieren en los valores de los límites
establecidos para definir cada clase. De todas estas escalas granulométricas, son
la de Atterberg o Internacional (llamada así por haber sido aceptada por la
Sociedad Internacional de la Ciencia del Suelo) y la americana del USDA
(Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) las más ampliamente
utilizadas. Ambas clasificaciones se reproducen en la siguiente figura.
Las fracciones usuales son:

gravas > 2 mm

arenas 2-0,02 mm; con 2-0,2 mm para las arenas gruesas y 0,2-0,02 mm para las
arenas finas (a veces de 0,2-0,05)

limos 0,02 - 0,002 mm, es decir de 20-2 micras (y a veces 0,05 - 0,002)

arcillas <2 micras; con las arcillas gruesas de 2-0,2 micras y las arcillas finas
menores de 0,2 micras

gravas arenas limos arcillas


Si se está receptivo, en cualquier momento de la vida cotidiana puede surgir una imagen que sirva para aclarar un
concepto edafológico. Caso 6. En las playas de Mezquitilla (Málaga) hay buenos ejemplos de todas estas fracciones
granulométricas.

Así las arenas son de un tamaño mil veces mayor que el de las arcillas
Si se está receptivo, en cualquier momento de la vida cotidiana puede
surgir una imagen que sirva para aclarar un concepto edafológico.
Caso 7. Relación de tamaños arena/arcilla

La fracción menor de 2 mm se le denomina tierra fina y en ella se centran los


estudios de suelos ya que es la responsable de las propiedades físicas, químicas,
fisicoquímicas y biológicas de los suelos. A las gravas se les considera una
fracción inerte; representan un espacio "muerto" dentro del suelo y sólo reportará
interés cuando sufra meteorización y se fragmente (pueden ser consideradas
como una reserva para el futuro del suelo y en los estudios genéticos aportan
importante información sobre la roca madre en aquellos casos en que la calicata
abierta no llegue a profundizar hasta el horizonte R).

Como el uso de números (porcentajes) para representar la composición


granulométrica del suelo es muy incómodo, en edafología se usan unos términos
texturales. Cada término textural corresponde con una determinada composición
cuantitativa de arena, limo y arcilla. En los términos de textura se prescinde de
los contenidos en gravas; se refieren a la fracción del suelo que se estudia en el
laboratorio de análisis de suelos, es decir la tierra fina. Por ejemplo, un suelo que
contiene un 25% de arena, 25% de limo y 50% de arcilla se dice que tiene una
textura arcillosa. Los términos texturales se definen de una manera gráfica en un
diagrama triangular que representa los valores de las tres fracciones. Hay varios
modelos utilizados en los distintos sistema de clasificación de suelos pero el más
universalmente aceptado es el reproducido en la siguiente figura,
 
       

1.1 Determinación de la textura

Las partículas del suelo no están sueltas sino que forman agregados y primero
hemos de destruir la agregación para separar las partículas individuales. Por ello
antes de proceder a la extracción de las diferentes fracciones hay una fase previa
de preparación de la muestra.
En esta fase previa existen diversos métodos para separar a las partículas del
suelo, unos son métodos físicos (trituración suave, agitación lenta, agitación
rápida, ultrasonidos, lavado y cocción) y otros son técnicas químicas, más
enérgicas que utilizan reactivos para destruir los agentes cementantes que
agregan las partículas (oxidación de la materia orgánica con agua oxigenada,
ataque ácido de los carbonatos y compuestos de Fe con HCl, dispersión de las
arcillas con hexametafosfato sódico o amoníaco). Como los agentes agregantes
pueden ser muy distintos, normalmente no sirve uno sólo de estos métodos sino
que se monta una cadena de tratamientos.

Una vez disgregado el suelo, la extracción final de las fracciones se realiza por
tamizado para las arenas y por sedimentación en fase acuosa es el método normal
de separación de los limos y de las arcillas. Si se necesita subfraccionar a la
fracción arcilla se ha de recurrir a la centrifugación.

  

El método de sedimentación utilizado para separar los limos de las arcillas se


basa en la velocidad de caída de una esfera en un líquido en reposo que
dependerá, además del tamaño de las partículas que caen (r), de las densidades de
las partículas (df) y la del medio acuoso (dw), de la viscosidad del agua (n) y de la
fuerza de la gravedad (g). Estas variables está regidas por la ley de Stokes

V = [ 2 x r2 x (df - dw) x g ] / (9 x n)

El proceso consiste en agitar una determinada cantidad de tierra fina en fase


acuosa en una probeta, esperar el tiempo suficiente para que sedimenten las
arenas, extraer los limos y las arcillas mediante la succión con una pipeta de una
determinada cantidad de la suspensión sobrenadante y una segunda extracción
una vez transcurrido el tiempo para la caída del limo; mediante las posteriores
pesadas en seco, por simple resta se obtienen los porcentajes en limos y arcillas.
Los inconvenientes que presenta la aplicación de la ley de Stokes es la forma de
las partículas del suelo que distan mucho de ser esferas (especialmente las
arcillas, que presentan un fuerte hábito laminar) y sus densidades dependen de la
mineralogía y por la dificultad de su manejo se simplifica igualándolas a la
densidad del cuarzo.

Existe un método para calcular la textura de una manera aproximada en base a la


plasticidad que presenta la fracción arcilla al añadirle agua. Se toma una pequeña
cantidad de muestra en la palma de la mano, se le añade agua hasta saturación. Se
frotan las manos para hacer un cilindro fino y en función de la facilidad de
formar un tubito delgado y según que se pueda o no doblar se establecen las
texturas arcillosas, francoarcillosas y francas. En función de la aspereza (se frota
la muestra junto al oído y se escucha el chirrido de los granos) se determina la
importancia de los contenidos en arena. En la siguiente se reproduce este
diagrama textural simplificado.

1.2 Importancia de la granulometría

El análisis granulométrico representa el dato más valioso para interpretar la


génesis y las propiedades de los suelos.

a) Génesis

a.1) Textura y factores formadores

La acción de los factores formadores queda reflejada en la textura del suelo.

Así, cada roca tiende a dar una determinada clase textural (granitos suelos de
textura arenosa, pizarras suelos de texturas arcillosas) que quedara más patente
cuanto más joven sea el suelo (en un principio el suelo hereda directamente la
textura del material original).

En la siguiente figura se reproducen los resultados obtenidos para las texturas de


los suelos de la provincia de Granada según los tipos de rocas (los resultados se
han obtenido a partir de las publicaciones de los mapas de suelos del proyecto
LUCDEME). Los suelos de texturas arenosas se forman principalmente a partir
de las areniscas y arenas, cómo es lógico, pero también de dolomías, esquistos y
conglomerados. Los limos predominan en suelos desarrollados a partir de lutitas,
limos y margas. Las arcillas de las margas, calizas, lutitas y limos. Y las texturas
francas las presentan los suelos de los conglomerados, esquistos y margas.

Hay un material original que es muy frecuente encontrarlo dando origen a suelos
pero que no se encuentra en la provincia de Granada, el granito. La familia del
granito (el granito propiamente dicho y las granodioritas) ocupan grandes
extensiones del Macizo Hercínico que ocupa el noroeste de la Peninsula Iberica.
Para comprobar las texturas de los suelos desarrollados sobre estos materiales
hemos recopilado datos de tres zonas: en La Coruña*, en Salamanca**, y en el
norte de Portugal***. Todas las texturas (con contadas ocasiones) destacan por la
abundancia de las arenas. Las texturas se concentran en la región de las arenoso
francas y las franco arenosas. Los horizontes A tienden a ser menos arenosos que
los horizontes C. Las textura de los horizontes A de los regosoles y los de los
cambisoles son parecidas (algo menos arenosas las de los cambisoles) mientras
que las de los cambisoles son, en su gran mayoría, franco arenosas. Los
cambisoles presentan las texturas con menor contenido en arenas, especialmente
los horizontes B.

El tiempo tiende a dar una mayor alteración y favorece el aumento de la fracción


arcilla en detrimento de las arenas.
El clima tiende a condicionar la textura en función de su agresividad (texturas
groseras en climas áridos y texturas arcillosas en climas húmedos y templados).
El relieve condiciona el transporte de las partículas (suelos arenosos en las partes
altas y arcillosos en las depresiones).

a.2) Textura y procesos de formación

La actuación de determinados procesos queda reflejada en la textura:


fersialitización (texturas arcillosas), ferralitización y podsolización
(concentración de arenas), iluviación de arcilla (produce contrastes texturales
entre los horizontes de un suelo).

a.3) Grado de evolución

La relación entre la cantidad de arcilla del material original y la de cada uno de


los horizontes de un suelo es un buen índice del grado de evolución (ver última
imagen).

b) Clasificación de suelos

En todas las clasificaciones de suelos la textura es un carácter diferenciante


ampliamente utilizado para definir las clases de suelos a todos los niveles.

c) Evaluación de suelos

De igual manera que en las clasificaciones de suelos, también a nivel de


evaluación la textura del suelo es un parámetro evaluador de la calidad.

 
d) Propiedades del suelo

La gran mayoría de las propiedades físicas, químicas y fisicoquímicas están


influenciadas por la granulometría: estructura, color consistencia, porosidad
aireación, permeabilidad, hidromorfía, retención de agua, lavado, capacidad de
cambio, reserva de nutrientes...

e) Propiedades agrológicas

Los suelos arenosos son inertes desde el punto de vista químico, carecen de
propiedades coloidales y no proporcionan nutrientes. En cuanto a las propiedades
físicas presentan mala estructuración, buena aireación, muy alta permeabilidad y
nula retención de agua.

Por el contrario los suelos arcillosos son muy activos desde el punto de vista
químico, adsorben iones y moléculas, floculan (la fracción arcilla permanece
inmóvil) y dispersan (migran), muy ricos en nutrientes, retienen mucha agua,
bien estructurados, pero son impermeables y asfixiantes.

Los suelos limosos tienen nula estructuración, sin propiedades coloidales, son
impermeables y con mala aireación.

Los suelos francos son los equilibrados texturalmente, adecuados desde el punto
de vista agrícola pues sus propiedades se presentan compensadas.

f) Erosión

Las partículas de arena son arrastradas por el viento y agua; dentro de ellas las
arenas finas son muy erosionables (tamaño adecuado para ser arrastradas y nula
tendencia a unirse entre sí para formas agregados de mayor tamaño). Las arcillas
presentan una fuerte tendencia a la agregación y al formar agregados de gran
tamaño se protegen, los limos no presenta el alto poder adherente de las arcillas y
al permanecer las partículas individuales por lo que se erosionan más fácilmente.

g) Contaminación
Las arenas son muy inertes (dejan percolar la contaminación que puede alcanzar
a los niveles de agua freática) mientras que las arcillas tienen un alto poder de
amortiguación, pueden fijar y transformar a los contaminantes y presenta por
tanto una alta capacidad de autodepuración para el medioambiente.

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