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Raguilarv6236@nube Unadmexico MX

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Licenciatura en Derecho.

Alumno. Rubén Arturo Aguilar Vera.


Correo. raguilarv6236@nube.unadmexico.mx
Matrícula. ES1911000484.
Grupo. DE-DEIDPU-2101-M14-003

Módulo 14. Internacionalización del Derecho en


su ámbito público.

Unidad 1. Introducción a la internacionalización


del Derecho Público.

Sesión 5. Ámbito espacial de validez de las


actividades del Estado.

S5. Actividad 1. Delimitación del espacio terrestre y


aéreo.

S5. Actividad 2. El espacio marítimo.

S5. Actividad integradora. Caso de estudio.

Docente en línea. Alejandro Neri Salazar Hinojosa.


S5. Actividad 1. Delimitación del espacio terrestre y aéreo

El espacio terrestre de los Estados soberanos delimita sus fronteras a partir de la división
de un plano vertical que se levanta por encima de la tierra firme o las aguas objeto de
soberanía territorial, descendiendo también por debajo de la superficie de éstos. Para su
trazado se toman en cuenta las características geográficas del terreno y, con base en ello,
queda determinada su jurisdicción y competencia.

La regulación del espacio aéreo nacional, por su parte, se determina en pro de la


seguridad de las aeronaves que lo transitan y de los derechos de soberanía de cada
Estado.

Con el propósito de identificar los principios de delimitación del espacio terrestre y aéreo
para vincularlos con ejemplos precisos respecto a las líneas divisorias entre naciones.

Identifica los principios que se señalan para la delimitación del espacio terrestre y
las características del espacio geográfico en donde se aplican.

La extensión territorial de los Estados está determinada por el derecho internacional


general, es decir, es el derecho internacional el que establece los límites territoriales de
los Estados, toda vez que existen espacios que pertenecen a la comunidad internacional,
y otros que pueden ser objeto de apropiación por los Estados.

La delimitación del territorio es necesaria a fin de determinar el ámbito espacial de


actuación de los Estados, en el que puede ejercer plenamente su soberanía.

Debido a lo anterior, es importante diferenciar entre delimitación y demarcación del


territorio.

Por “delimitación” entendemos el fijar el límite del territorio del Estado; en tanto que la
“demarcación” consiste en “el conjunto de actividades técnicas que tienden por fin señalar
sobre el terreno la delimitación existente”. Lo anterior hace necesario un conocimiento
completo de la zona. El derecho internacional no contiene ninguna norma que prescriba
cómo los Estados deben trazar sus fronteras terrestres, sino que esto es dejado a la libre
voluntad de los Estados colindantes.

En el ámbito jurídico, el territorio se define:


…ámbito sobre la cual se practica la soberanía del Estado y dicho terreno, se halla
acotado por los límites con los Estados circundantes, ya sea por medios naturales tales
como ríos y cadenas montañosas o artificiales: murallas, postes y letreros.

Conforme a lo anterior, el territorio se entiende delimitado por bordes y límites, el cual está
compuesto por el espacio terrestre, marítimo, aéreo y ultraterrestre. A lo largo de la
historia, han existido diferentes métodos para saber hasta dónde llega el territorio de un
Estado y comienza el de otro.

Delimitación mediante líneas y coordenadas geográficas.

Los Estados delimitan sus fronteras mediante líneas y coordenadas geográficas.

En cuanto al trazado mediante líneas geométricas, es preciso tener en cuenta la


esfericidad de la Tierra y el sistema de proyección cartográfica utilizado para representarla
en un plano.

Otra forma de realizar el trazado es mediante coordenadas; es decir, a través de


meridianos o paralelos o mediante líneas geométricas que unen dos puntos. Hoy día esto
no presenta dificultad alguna; sin embargo, antaño planteaba problemas, toda vez que no
era posible trazar con precisión las coordenadas geográficas, lo cual generaba conflictos
en determinar si la frontera debería tomar como límite la línea efectivamente demarcada o
la coordenada geográfica precisa. Hoy día la tecnología de medición satelital permite
ubicar con precisión un meridiano o un paralelo.

Un ejemplo podemos encontrarlo cuando el país logró su independencia, se incorporó el


territorio con base en la figura de la colonia española. En 1837, se celebró el tratado
internacional entre México y España, denominado Tratado Definitivo de Paz y Amistad
entre la República Mexicana y su Majestad Católica. La expansión del recién territorio
creado abarcaba hasta 4.5 millones de kilómetros cuadrados, los cuales se fueron
restringiendo en virtud de acontecimientos que ampliaron la superficie de Estados Unidos.

Como resultado de la guerra, el 2 de febrero de 1848, se firmó el Tratado de Guadalupe


Hidalgo, y el 29 de febrero del mismo año, el Convenio para la Cesación de Hostilidades.
En dichos documentos se alude a que México perdió el territorio de California y Nuevo
México, Colorado, Oklahoma, Kansas, Arizona y Texas. La frontera de México con
Estados Unidos quedó estrechamente muy cercana aproximadamente en tres mil
kilómetros.
Delimitación de ríos y lagos.

Respecto a la delimitación de ríos, los métodos más comunes empleados por los Estados
son el condominio, la línea de la costa seca, la línea media y el thalweg.

a) El condominio. El condominio es el método que fue utilizado regularmente en la


Edad Media, y consiste en que el espacio exclusivo de cada Estado limítrofe se
extiende hasta la orilla respectiva, en tanto que el río pertenece a ambos.

b) La costa seca. El método de la costa seca se aplica a lo largo de la frontera, en


distintos tramos alternativamente a favor de uno o de otro Estado ribereño.

c) La línea media. La línea media es aquella de la cual cada punto es equidistante


de los puntos más próximos de las líneas de las orillas del río.

Un ejemplo de esto lo encontramos en la Convención respecto a la Línea Divisoria entre


los Dos Países en la parte que sigue el lecho del Río Grande y del Río Colorado, cuyo
artículo I dispone que:

La línea divisoria será siempre la fijada en dicho Tratado y seguirá el centro del
canal normal de los citados ríos, a pesar de las alteraciones en las riberas o en el
curso de esos ríos con tal que dichas alteraciones se efectúen por causas
naturales como la corrosión lenta y gradual, y el depósito del aluvión, y no por el
abandono del canal existente del río y la apertura de uno nuevo.

d) El thalweg. En virtud de que el método de la línea media no siempre es el más


adecuado para la delimitación de los ríos navegables, hoy en día se diferencia
entre ríos navegables y no navegables.

Para los ríos no navegables se emplea el método de la línea media. En el caso de ríos
navegables se emplea el método del thalweg. Se entiende por thalweg la línea de
navegación más profunda.

Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en el Tratado de Paz, Amistad, Límites y


Arreglo Definitivo entre la República Mexicana y los Estados Unidos Americanos, mejor
conocido como “Tratado Guadalupe- Hidalgo”, en cuyo artículo V se dispone que:

La línea divisoria entre las dos Repúblicas comenzará en el Golfo de México tres
leguas fuera de tierra frente a la desembocadura del Río Grande, llamada por otro
nombre Río Bravo del Norte, del más profundo de sus brazos, si en la
desembocadura tuviese varios brazos: correrá por mitad de dicho Río, siguiendo el
canal más profundo...´

Para el caso de los lagos, se emplean los métodos de línea media, líneas rectas y líneas
astronómicas o geométricas; siendo el más utilizado el de la línea media.

Delimitación de cadenas montañosas

No existe ninguna norma jurídica que establezca un método de delimitación de las


cadenas montañosas; sin embargo, en la práctica, los Estados toman como límite
territorial la línea las más altas cumbres, y de manera excepcional emplean como límite la
línea del pie del monte.

El uti possidetis.

El uti possidetis es el reconocimiento como fronteras de las líneas divisorias que los
Estados tenían como unidades administrativas durante su régimen colonial.

Este método ha sido muy empleado por las naciones latinoamericanas y por las africanas
al alcanzar su independencia.

Algunos tratadistas consideran al uti possidetis como norma de derecho consuetudinario,


pero la Corte Internacional de Justicia la ha reconocido como un principio general de
derecho, en el caso Burkina Fasso y Malí, al señalar:

…la Sala no puede desconocer el principio de uti possidetis, cuya aplicación da


lugar a ese respeto de la intangibilidad de las fronteras. La Corte subraya el
alcance general del principio en cuestiones de descolonización y su excepcional
importancia para el continente africano… aunque ese principio fue invocado por
primera vez en la América hispana, no es una norma que pertenezca solamente a
un sistema particular del derecho internacional.

Se trata de un principio de alcance general, conectado lógicamente al fenómeno


de la obtención de la independencia, dondequiera que ocurra… no debe
considerar, por tanto, como una simple práctica, sino como la aplicación en África
de una norma de alcance general que está firmemente establecida en cuestiones
de descolonización; y la Sala no considera necesario demostrarlo a los efectos del
caso.
De igual manera, el artículo 2o. de la Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos, de 1824, reconoce el uti possidetis, al señalar que

Su territorio comprende el que fue el virreinato llamado antes Nueva España, el


que se decía capitanía general de Yucatán, el de las comandancias llamadas
antes de provincias internas de Oriente y Occidente, y el de la Baja y Alta
California, con los terrenos anexos e islas adyacentes en ambos mares…

Identifica los principios y/o características del espacio aéreo.

El espacio aéreo es el volumen de aire suprayacente al territorio y al mar que se sitúa


sobre los límites territoriales de los estados sobre los que estos ejercen su soberanía y
jurisdicción. Los tratados internacionales reconocen esta soberanía que, no obstante, no
se extiende al especio exterior.

El ordenamiento jurídico internacional que lo regula es la Convención de Chicago de


1944, también conocida como la Constitución del Aire, que indica que “la soberanía
territorial del Estado se extiende a la columna de aire que se encuentra sobre su
territorio”. Adicionalmente, establece cinco libertades del aire; es decir, los derechos de
tránsito y de transporte que los Estados conceden a las aeronaves nacionales y
extranjeras.

 Primera libertad. Es conocida también como derecho de sobrevuelo o de paso


inofensivo. Consiste en el derecho de volar sobre el territorio de un Estado
contratante sin aterrizar.
 Segunda libertad. Se conoce comúnmente como escala técnica. Consiste en el
derecho de aterrizar para fines no comerciales; además, tiene por objeto
reaprovisionarse de combustibles o tomar otras medidas en relación con la
seguridad de las aeronaves.
 Tercera libertad. Consiste en desembarcar cargas, pasajeros y correspondencia
originaria del Estado de registro de la aeronave en otro país.
 Cuarta libertad. Consiste en el derecho a subir carga, pasajeros y correspondencia
de un país distinto del de origen de la aeronave y transportarlos al país de
matrícula de la misma.
 Quinta libertad. Es la más compleja; reviste dos aspectos: consiste en el derecho
de tomar pasajeros, carga y correspondencia de un Estado distinto del de destino
de la aeronave y llevarlos a un tercer Estado.
Delimitación de Fronteras.

El territorio es un elemento fundamental para el desarrollo de un Estado. Los límites de


cada Estado hacen referencia al punto exacto donde el territorio soberano de cada una
llega a su fin; se puede decir que este límite es el sector donde pasa la línea divisoria
entre dos o más países, la cual es representada por medio de las fronteras estas fronteras
pueden ser:

1. Delimitación mediante líneas y coordenadas geográficas, el Tratado sobre


límites con Honduras Británicas, celebrado entre Estados Unidos Mexicanos y el
Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda.

2. Delimitación de Ríos y Lagos, la convención respecto a la línea divisoria en la


parte que sigue el Rio Grande y del Rio Colorado.

3. Delimitación de Cadenas Montañosas, la frontera entre Argentina y Chile (de


5.150 kilómetros, la más larga de América del Sur) se discurre de forma natural en
su mayor parte a lo largo de esta cordillera y, en su parte sur, en la Isla Grande de
Tierra del Fuego.

4. El principio del Uti possidetis proviene del derecho romano, que autorizaba a la
parte beligerante reclamar el territorio que había adquirido tras una guerra.
Ejemplo de ello la anexión de la Alsacia-Lorena por parte del Imperio alemán en
1871. Este principio fue aplicado en el siglo XVIII entre España, Portugal y el Reino
Unido al finalizar la Guerra del Asiento (1739-1748).

S5. Actividad 2. El espacio marítimo

Durante un aproximado de 14 años y varios acuerdos entre 150 países, finalmente en la


Ciudad de Montego Bay, Jamaica, todos los Estados aprobaron la Convención sobre el
Derecho del Mar, el 16 de noviembre de 1994, que entró en vigor un año después,
posterior a su sometimiento a una serie de reformas propuestas por las grandes
potencias.

El documento jurídico es conocido como “Constitución del Mar”, en el que se ofrecen


reglas para la delimitación de los espacios terrestre, aéreo y marítimo, además del control
del medio ambiente, investigación científica, actividades económicas, comerciales y
financieras, transferencia de tecnología, solución pacífica de controversias entre
organizaciones internacionales, por mencionar algunas de las figuras reguladas.

La zona marítima de jurisdicción en México o Mar patrimonial tiene su fundamento según


la Ley Federal del Mar proclamada en 1986, y está constituido por el mar territorial, la
zona contigua y la zona económica exclusiva.

La superficie total del mar patrimonial mexicano es de unos 3’149.920 de km2,


correspondientes a 231.813 km2 de Mar territorial y 2’918.107 km2 de la Zona Económica
Exclusiva (incluyendo la zona contigua).

Mar Territorial Mexicano.

El Mar Territorial de México constituye la franja del mar adyacente a las costas
nacionales, sean continentales o insulares, en la cual la Nación ejerce soberanía,
incluyendo el lecho y subsuelo de ese mar, así como el espacio aéreo suprayacente. La
anchura es de 12 millas náuticas (22,224 m), medidas a partir de la línea de base, sean
normal o rectas o una combinación de las mismas. La superficie del Mar Territorial
Mexicano, adyacente al continente, es de 209.000 km2, (sin incluir mar territorial insular).
Zona Contigua de México

La Zona Contigua de México es una zona adyacente al mar territorial que se extiende
hasta las 24 millas náuticas (44,448 m), contadas a partir de las líneas de base, de las
cuales se mide la anchura del Mar Territorial.

Zona Económica Exclusiva

La Zona Económica Exclusiva (ZEE) de México es un área situada más allá del mar
territorial y adyacente a éste. Comprende la franja de mar que se mide desde el límite
exterior del mar territorial hasta una distancia máxima de 200 millas náuticas (370.4 km)
mar adentro, contadas a partir de la línea base desde la que se mide la anchura de
éste.El límite interior de la Zona Económica Exclusiva coincide idénticamente con el límite
exterior del Mar Territorial.

En esta zona la Nación ejerce derechos de soberanía para fines de exploración y


explotación económica, es decir, es una zona donde los barcos mexicanos pueden
circular libremente con fines de transporte o para aprovechar sus recursos naturales.

El área de la Zona Económica Exclusiva de México es de 2’717.252 km2, que junto con la
Zona contigua hacen un total de 2’918.107 km2 dentro del límite de 200 millas náuticas.
Superficie de las Zonas Marítimas de México

Mar patrimonial de México en km2


Superficie de las zonas marítimas de
jurisdicción nacional km2 (comprende el
3,149,920
mar territorial y la Zona Económica
Exclusiva)
Zonas marítimas de México para el
Océano Pacífico km2 (incluye la parte del
2,320,380
mar territorial y la Zona Económica
Exclusiva)
Zonas marítimas de México para el Golfo
de México y Mar Caribe km 2 (incluye la
829,540
parte del mar territorial y la Zona
Económica Exclusiva)
Mar territorial km2 231,813
Zona Económica Exclusiva (incluyendo la
2,918,107
zona contigua) km2
Fuente: Mares Mexicanos - CONABIO

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática INEGI

Mapa del Mar Patrimonial Tomado de la Pagina Web de INEGI.

Señala en cada uno de los elementos identificados los derechos y obligaciones del
Estado mexicano.

El establecimiento de las zonas marinas mexicanas es de gran relevancia en la


conformación del territorio nacional y para el ejercicio de la soberanía que ejerce la
República.

La Ley Federal del Mar, vigente en nuestro país desde el 8 de enero de 1986, es la que
detalla lo dispuesto en los párrafos Cuarto, Quinto, Sexto y Octavo del Artículo 27 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lo relativo a las zonas marinas
mexicanas, constituidas por:

A. Las Aguas Marinas Interiores;

B. La Zona Contigua;
C. La Plataforma Continental y las Plataformas Insulares;

D. El Mar Territorial; y

E. La Zona Económica Exclusiva.

Destacan cartográficamente las dos últimas, ya que incrementan notablemente el espacio


geográfico del país y por lo tanto el ejercicio de la soberanía nacional.

Para el caso de la delimitación del mar territorial, los artículos 3º, 4º y 5º de la Convención
del mar facultan a los Estados costeros la instauración de un mar territorial con una
anchura de 12 millas náuticas, prevaleciendo en todo momento el procedimiento para
delimitar su línea base y para diferencias las aguas territoriales y las internas. En este
caso, el Estado costero practica una soberanía sujeta a las peculiaridades que la
Convención establece.

El mar territorial

Artículo 2o.- La presente Ley es de jurisdicción federal, rige en las zonas marinas que
forman parte del territorio nacional y, en lo aplicable, más allá de éste en las zonas
marinas donde la Nación ejerce derechos. Sus disposiciones son de orden público, en el
marco del sistema nacional de planeación democrática. (LF del M)

Artículo 3o.- Las zonas marinas mexicanas son:

a) El Mar Territorial

b) Las Aguas Marinas Interiores

c) La Zona Contigua

d) La Zona Económica Exclusiva

e) La Plataforma Continental y las Plataformas Insulares y

f) Cualquier otra permitida por el derecho internacional.

El mar territorial es el sector del océano; mide 12 millas marinas a partir de la línea de
base. El Estado ejerce plena soberanía, al igual que en las aguas interiores. Sin embargo,
debe otorgar el derecho de paso inocente. (LF del M)
Artículo 23.- La Nación ejerce soberanía en una franja del mar, denominada Mar
Territorial, adyacente tanto a las costas nacionales, sean continentales o insulares, como
a las Aguas Marinas Interiores. (LF del M)

Artículo 24.- La soberanía de la Nación se extiende al espacio aéreo sobre el Mar


Territorial, al lecho y al subsuelo de ese Mar. (LF del M)

Artículo 25.- La anchura del Mar Territorial mexicano, es de 12 millas marinas (22.224
metros), medidas de conformidad con las disposiciones de esta Ley y su Reglamento. (LF
del M)

Artículo 26.- Los límites del Mar Territorial se miden a partir de las líneas de base, sean
normales o rectas, o una combinación de las mismas, determinadas de conformidad con
las disposiciones del Reglamento de la presente Ley. (LF del M)

Artículo 27.- El límite exterior del Mar territorial es la línea cada uno de cuyos puntos está
a una distancia de 12 millas marinas (22.224 metros), del punto más próximo de las líneas
que constituyan su límite interior, determinadas de conformidad con el Artículo 26 de esta
Ley y con las disposiciones pertinentes de su Reglamento. (LF del M)

El artículo 2º de la CONVEMAR establece tres supuestos:

 La soberanía del Estado costero se extiende más allá del territorio de sus aguas
interiores y, en el caso del Estado archipelágico, de sus aguas a la franja del mar
adyacente designada con el nombre de mar territorial.
 La soberanía se prolonga al espacio aéreo sobre el mar territorial, así como al
lecho y al subsuelo de ese mar.
 La soberanía sobre el mar territorial se ejerce con apego a las normas de Derecho
Internacional.
 La CONVEMAR, en el segundo párrafo del artículo 2º admite y reconoce la
soberanía plena que el Estado ribereño ejerce sobre el mar territorial, su lecho y
su subsuelo, y el espacio aéreo. La única crítica a dicha soberanía “es otorgar el
derecho de paso inocente a terceros Estados”.

De la Zona Contigua.

Artículo 42.- La Nación tiene en una zona contigua a su Mar Territorial, designada con el
nombre de Zona Contigua, competencia para tomar las medidas de fiscalización
necesarias con el objeto de:
I.- Prevenir las infracciones de las normas aplicables de esta Ley, de su Reglamento y de
las leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios que pudieren
cometerse en el territorio, en las Aguas Marinas Interiores o en el Mar Territorial
mexicano; y

II.- Sancionar las infracciones a dichas normas aplicables de esta Ley, de su Reglamento
y de esas leyes y reglamentos cometidas en el territorio, en las Aguas Marinas Interiores o
en el Mar Territorial. (LF del M)

De la Zona Económica Exclusiva

Artículo 46.- La Nación ejerce en una Zona Económica Exclusiva situada fuera del Mar
Territorial y adyacente a éste:

I.- Derechos de soberanía para los fines de exploración y explotación, conservación y


administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos, ya sean renovables o
no renovables, del lecho y el subsuelo del mar y de las aguas suprayacentes, y con
respecto a otras actividades con miras a la exploración y explotación, económica de la
Zona, tal como la producción de energía derivada del agua, de las corrientes y de los
vientos:

II.- Jurisdicción, con relación a las disposiciones pertinentes de esta Ley, de su


Reglamento y del derecho internacional, con respecto:

1. Al establecimiento y utilización de islas artificiales, instalaciones y estructuras;

2. A la investigación científica marina; y

3. A la protección y preservación del medio marino; y

III.- Otros derechos y deberes que fijen esta Ley, su Reglamento y el derecho
internacional. (LF del M)

CONVENCION SOBRE LA ALTA MAR

Los Estados Parte en esta Convención,

Deseando codificar las normas de derecho internacional referentes a la alta mar.

Reconociendo que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar,
celebrada en Ginebra del 24 de febrero al 27 de abril de 1958, aprobó las disposiciones
siguientes como declaratorias en términos generales de los principios establecidos de
derecho internacional, Han convenido en lo siguiente:

Artículo 1. Se entenderá por "alta mar" la parte del mar no perteneciente al mar territorial
ni a las aguas interiores de un Estado. (CONVEMAR)

Artículo 2. Estando la alta mar abierta a todas las naciones, ningún Estado podrá
pretender legítimamente someter cualquier parte de ella a su soberanía. La libertad de la
alta mar se ejercerá en las condiciones fijadas por estos artículos y por las demás normas
del derecho internacional. Comprenderá, entre otras, para los Estados con litoral o sin él:

(1) La libertad de navegación;

(2) La libertad de pesca;

(3) La libertad de tender cables y tuberías submarinos;

(4) La libertad de volar sobre la alta mar.

Estas libertades, y otras reconocidas por los principios generales del derecho
internacional, serán ejercidas por todos los Estados con la debida consideración para con
los intereses dé otros Estados en su ejercicio de la libertad de alta mar. (CONVEMAR)

Artículo 3.

1. Para gozar de la libertad del mar en igualdad de condiciones con los Estados ribereños,
los Estados sin litoral deberán tener libre acceso al mar. A tal fin, los Estados situados
entre el mar y un Estado sin litoral garantizarán, de común acuerdo con este último y en
conformidad con las convenciones internacionales existentes:

(a) Al Estado sin litoral, en condiciones de reciprocidad, el libre tránsito por su territorio;

(b) A los buques que enarbolen la bandera de este Estado el mismo trato que a sus
propios buques o a los buques de cualquier otro Estado, en cuanto a la entrada a los
puertos marítimos y a su utilización.

Los Estados situados entre el mar y un Estado sin litoral reglamentarán, de acuerdo con
este, teniendo en cuenta los derechos del Estado ribereño o de tránsito y las
particularidades del Estado sin litoral todo lo relativo a la libertad de tránsito y a la
igualdad de trato en los puertos en caso de que tales Estados no sean ya partes en las
convenciones internacionales existentes. (CONVEMAR)
Localiza las zonas en las que se da paso de inocente.

“El derecho de paso inocente radica en permitir el paso pronto, continuo rápido e
ininterrumpido, a todo barco o aeronave que atraviese el territorio nacional, siempre que
se desarrolle en periodos de paz y portando la bandera de la nacionalidad”

Sección III. —Derecho de paso inocente

Subsección A. —Reglas aplicables a todos los buques

Artículo 14

1. Sin perjuicio de lo dispuesto en estos artículos, los buques de cualquier Estado, con
litoral marítimo o sin él, gozan del derecho de paso inocente a través del mar territorial;

2. Se entiende por paso el hecho de navegar por el mar territorial, ya sea para atravesarlo
sin penetrar en las aguas interiores, ya sea para dirigirse hacia estas aguas, ya sea para
dirigirse hacia alta mar viniendo de ellas. (CONVEMAR)

S5. Actividad integradora. Caso de estudio

Ahora que conoces las formas de delimitación del espacio terrestre, aéreo y marítimo de
los Estados para identificar las jurisdicciones y competencias que les corresponden, es
momento de estudiar un caso a partir de estos saberes.

¿En qué consiste el conflicto EUA-México sobre el territorio llamado El Chamizal?

El 25 de septiembre de 1964, en un acto simbólico, el presidente de Estados Unidos,


Lyndon B. Johnson, entregó a su homólogo mexicano, Adolfo López Mateos, los terrenos
de El Chamizal que, desde 1911, la Comisión Mixta que arbitró el diferendo había
reconocido que estaban dentro del territorio y la jurisdicción nacional.

Por más de 50 años, Estados Unidos desconoció el laudo y no fue hasta 1962 cuando los
gobiernos de Estados Unidos y México retoman las negociaciones y firman la declaración
conjunta a fin de concluir un problema eminentemente jurídico, pero también con aristas
diplomáticas e históricas, el Chamizal “es el caso diplomático más apasionante” de entre
los muchos que han tenido lugar en el mundo, un asunto que surgió por los cambios en el
cauce del Río Bravo, que se estancó en alegatos técnicos y que durante largos años fue
desatendido, hasta que por fin, en 1963, con la firma de la “Convención entre los Estados
Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de Norteamérica para solucionar el problema de
El Chamizal”, establece las bases para la entrega simbólica de ese territorio en 1964 y la
restitución el 28 de octubre de 1967.

En el siglo XIX, la extensión de nuestro territorio fue reducida con motivo de dos tratados
con Estados Unidos:

I) el Tratado de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero de 1848, con el que se da fin a la


guerra entre México y Estados Unidos y mediante el cual se “cede” Nuevo México, Texas,
Alta California, partes de Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, y

II) el Tratado de La Mesilla, celebrado el 30 de diciembre de 1853, el que, a pesar de no


ser sometido a la ratificación del Congreso, fue promulgado el 20 de junio de 1865.

En el primero de los mencionados tratados se estableció como límite fluvial el Río Bravo
(límite respetado por el segundo de los tratados) y se determinó que se establecería una
comisión que demarcaría la línea divisoria; el resultado de sus trabajos fue de tal
trascendencia, que se consideraron como parte de dicho tratado.

Justamente el establecimiento del Río Bravo como frontera natural (cuestión que ha sido
muy socorrida por diversos países a lo largo de la historia) fue lo que dio origen al
problema, ya que en 1864 el Río Bravo experimentó diversos cambios en su cauce.

Lo anterior fue hecho del conocimiento del gobierno del presidente Benito Juárez en 1966
por el gobernador de Chihuahua. Ese mismo año dan comienzo las reclamaciones del
Gobierno mexicano al estadounidense, con lo que se inició la disputa por El Chamizal.

La postura de México respecto de este problema nunca se modificó: desde un inicio se


esgrimieron argumentos contundentes que habrían de servirle para reclamar (y obtener)
el

dominio eminente de El Chamizal.

En vista de que la negociación diplomática no fue suficiente para la solución del problema,
ambos gobiernos decidieron acudir a la vía jurídica y resolver el diferendo mediante
arbitraje.
En doctrina se considera que existen tres diferentes tipos de arbitraje, los cuales se han
utilizado a lo largo de la historia.

El tipo de arbitraje que se utilizó en el caso de El Chamizal fue el de la Comisión Mixta,


figura a la cual se empezó a recurrir al llegar a una concepción de igualdad jurídica entre
los estados, a diferencia del de jefe de Estado, que consistía en solicitar la mediación de
alguna persona que se considerara con autoridad moral.

Así, el 24 de junio de 1910, ante la necesidad de darle una solución al problema conforme
a derecho, se firmó en Washington la Convención para Terminar con las Diferencias
sobre el Dominio Eminente sobre el Territorio de El Chamizal.

Para la integración de la Comisión Mixta se decidió agregar un tercer comisionado a la


existente Comisión Internacional de Límites, que estaba conformada por uno mexicano y
otro norteamericano, quien presidiría sus deliberaciones y sería elegido por ambos
gobiernos de común acuerdo o, de lo contrario, por el gobierno canadiense.

Esta Comisión o Tribunal de Arbitraje (instalado en la ciudad de El Paso) se reunió del 15


de mayo al 2 de junio de 1911, y dictó la sentencia 13 días después. Estuvo integrada por
los comisionados: Eugéne Lafleur (canadiense), Anson Mills (norteamericano) y Fernando
Beltrán y Puga (mexicano).

Los agentes representantes de cada uno de los países en disputa fueron: Joaquín D.
Casasús por México y William C. Dennis por Estados Unidos.

Los argumentos jurídicos hechos valer por el jurista Casasús eran sumamente sólidos y
tenían sustento desde el Derecho romano, hasta precedentes de la época y legislación
nacional. Incluso, estos principios continúan siendo válidos en nuestro Derecho vigente.

La Comisión celebró 21 sesiones, al final de las cuales sentenció por mayoría de votos del
presidente y del comisionado mexicano que el dominio eminente del territorio de El
Chamizal pertenecía a los Estados Unidos Mexicanos.

El comisionado norteamericano impugnó inmediatamente el laudo, lo cual –no obstante


no tener fundamento en el tratado, en el que se establecía que el fallo “sería final,
definitivo e inapelable para ambos gobiernos”– fue apoyado por el gobierno
estadounidense.
Desde el inicio del sexenio del presidente Adolfo López Mateos, las negociaciones
entraron a una fase muy activa. El 30 de junio de 1962, durante la visita que realizara a
México el presidente John F. Kennedy, nuestro primer mandatario le expuso en forma
detallada durante cerca de dos horas el origen del problema, el desarrollo del arbitraje, la
esencia y características del laudo, así como las diversas soluciones que se habían
examinado para darle cumplimiento integral.

El presidente Kennedy inquirió entonces cuál era el interés fundamental de México en


este asunto, si de carácter económico, político o emocional.

El presidente López Mateos dijo: No somos tratantes de bienes raíces; nuestro interés es
que se haga justicia al pueblo mexicano. El pueblo mexicano no ha olvidado pero ha
perdonado ya la pérdida del territorio de 1848 porque fue consecuencia de una guerra en
que fuimos vencidos. En cambio no puede olvidar ni perdonar que Estados Unidos se
niegue a entregamos una porción tan pequeña de territorio después de que obtuvimos un
fallo que nos fue favorable.

Identifica los derechos y obligaciones que pueden tener los Estados sobre El
Chamizal.

Artículo 1. - En el tramo Ciudad Juárez-El Paso, el Río Bravo será cambiado a un nuevo
cauce de acuerdo con el plan de ingeniería recomendado en el acta número 214 de la
Comisión internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos.
Copias auténticas de esa acta y del mapa adjunto a la misma, en que aparece el nuevo
cauce, se anexan a esta Convención, de la cual forman parte.

Artículo 5. - El Gobierno de México otorgará al Banco Nacional Hipotecario Urbano y de


Obras Públicas, S.A., los títulos de propiedad de los predios que comprenden las
construcciones que pasan intactas a México y los terrenos en que están erigidas. El
Banco pagará al Gobierno de México el valor de los terrenos en que esas construcciones
están erigidas y al Gobierno de los Estados Unidos el valor estimativo para México de las
construcciones.

Artículo 6. - Una vez que esta Convención haya entrado en vigor y que haya sido
promulgada la legislación necesaria para ejecutarla, los dos Gobiernos, sobre la base de
una recomendación de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, determinarán el
plazo apropiado para que el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos efectúe las
siguientes operaciones:
(a) La adquisición, de conformidad con sus leyes, de los terrenos que serán transferidos a
México y de los correspondientes a los derechos de vía de la parte del nuevo cauce del
río que quede en territorio de los Estados Unidos;

(b) La desocupación en orden de los residentes de los terrenos a que se hace referencia
en el párrafo (a).

Artículo 8. - El costo de construcción del nuevo cauce del río será cubierto, por partes
iguales, por los dos Gobiernos. Sin embargo, cada Gobierno cubrirá la indemnización por
las construcciones o mejoras que tengan que destruirse en el territorio bajo su jurisdicción
antes del cambio de localización del límite internacional para construir el nuevo cauce.

¿Cuál fue el resultado del conflicto?

Después de que el gobierno de los Estados Unidos se negó a aceptar el fallo arbitral de
1911 que le adjudicó a México parte del territorio de El Chamizal, siguió un largo período
de más de cincuenta años en que los Estados Unidos ejercían jurisdicción de facto sobre
el territorio en disputa y México lo seguía reclamando.

Los Estados Unidos reconocían que el territorio seguía en disputa, lo cual impidió que la
ciudad de El Paso se desarrollara satisfactoriamente en su sector sur. Muchos de los
terrenos de El Chamizal estaban ocupados por personas sin títulos de propiedad y otros
eran ocupados por personas con títulos fraudulentos.

En el período 1911-1960 se hicieron varias sugerencias para resolver el desacuerdo,


ninguna de ellas con sentido práctico o satisfactorio para México. En 1913 Philander
Knox, secretario de Estado de los Estados Unidos pretendió canjear algunas fracciones
de terreno americano por el terreno adjudicado a México en El Chamizal, un aeropuerto
internacional para el beneficio de los dos países, pero esa sugerencia no prosperó.

El estudio de la solución completa quedó a cargo de los secretarios de Relaciones


Exteriores de México y del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Manuel Tello
y Dean Rusk, con la eficaz colaboración de los embajadores Vicente Sánchez Gavito y
Thomas c. Mann.

La preparación del proyecto para la solución completa fue encomendada a la Comisión


Internacional de Límites y Aguas, a cargo de los comisionados ingeniero David Herrera
Jordán por parte de México e ingeniero Joseph F. Friedkin por parte de los Estados
Unidos, con el auxilio de su personal técnico. Colaboraron con el ingeniero Herrera Jordán
el ingeniero principal Joaquín C. Bustamante y el ingeniero Joaquín r. Bustamante.

Las instrucciones dadas a la Comisión fueron en el sentido de que se preparara y se


recomendara a los dos gobiernos un proyecto que se ajustara en lo posible a dar
cumplimiento al laudo arbitral de 1911.

En el Acta número 214 de la Comisión fechada el 28 de agosto de 1963 la Comisión


recomendó a los dos gobiernos su plan detallado para efectuar la solución completa del
problema de El Chamizal, precisando en términos matemáticos el trazo de la línea media
del nuevo cauce, sus características geométricas y su capacidad hidráulica de 500 m3/s.

En el Acta se citan con extrema precisión las superficies que se segregarían de uno y otro
país, como sigue: “Al sur de la línea media del nuevo cauce quedaría una porción de
333.260 hectáreas, compuesta por 148,115 hectáreas en la zona de El Chamizal, 78.170
hectáreas en la parte sur del Corte de Córdova y 106.975 hectáreas al este del Corte de
Córdova. Una superficie de 78.170 hectáreas en la parte norte del Corte de Córdova
continuará al norte del río. La Comisión recomendó a los dos gobiernos que se celebrara
una convención o tratado aprobando las recomendaciones técnicas para la solución
completa y recomendó que en la convención se le encomendara a la Comisión que hiciera
los levantamientos topográficos, preparara los planos necesarios y ejecutara todos los
trabajos de ingeniería necesarios para la construcción, tan pronto como fuera practicable,
de los nuevos puentes que se necesitarían para sustituir los existentes sobre el cauce
antiguo. Recomendó además que la convención estipulara que cada gobierno, en el
territorio bajo su jurisdicción, despejara de construcciones el derecho de vía para el nuevo
cauce, que la Comisión demarcara la nueva línea divisoria, y que después de que fuera
aprobada la nueva línea divisoria, la Comisión procediera a la construcción del nuevo
cauce.

La Convención de El Chamizal entró en vigor al canjearse las ratificaciones por los dos
países el 14 de enero de 1964 y los Estados Unidos iniciaron la labor de despejar los
terrenos que deberían transferirse a México.

La demarcación de la nueva línea divisoria internacional quedó formalmente consignada


en el Acta número 228 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, de fecha 19 de
octubre de 1967.
El 28 de octubre de ese año los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Lyndon B. Jonson se
reunieron sobre la nueva línea divisoria para efectuar la ceremonia de transferencia de
dominio eminente de los terrenos adjudicados a México en cumplimiento del Laudo de
1911.

El día 13 de diciembre de 1968 se reunieron nuevamente los presidentes Díaz Ordaz y


Jonson para celebrar la conclusión de las obras y el cumplimiento de la solución completa
del problema del Chamizal.

En reconocimiento a la brillante labor del ingeniero Herrera Jordán en relación al problema


de El Chamizal, y a la construcción de las presas internacionales en los ríos Colorado y
Bravo, el presidente Gustavo Díaz Ordaz le otorgó en diciembre de 1967 el Premio
Nacional de Ingeniería.

A pesar de que se recuperó para México el dominio eminente sobre los terrenos de El
Chamizal, desde cierto punto de vista se puede considerar que el caso de El Chamizal
sigue hasta hoy siendo un caso inconcluso, pues los propietarios de los terrenos que
fueron arrancados de México por las avenidas del Río Bravo no han recuperado sus
derechos de propiedad privada, no obstante que el caso de El Chamizal (Caso Núm. 4 de
la Comisión Internacional de Límites) fue presentado como una reclamación de
particulares.

Conclusión.

Los países que conforman a la sociedad internacional tienen derechos y obligaciones en


sus respectivos territorios, regulados por el Derecho Internacional Público. Por eso, es
importante conocer que el territorio de un Estado está delimitado por fronteras y que éstas
se componen de espacio terrestre, espacio marítimo, espacio aéreo y espacio
ultraterrestre.

El caso del Chamizal resulta un referente en el Derecho Internacional Público, ya que


tuvieron que pasar más de 100 años para que México hiciera valer su derecho sobre el
territorio del Chamizal, ante la cerrazón de Estados Unidos de América ante el fallo
arbitral de 1911, México tuvo que esperar hasta el año de 1963 en que los buenos oficios
del entonces presidente de la República Adolfo López Mateos.
Referencias.
UnADM. 2021. Universidad Abierta y a Distancia de México. Módulo 14.
Internacionalización del Derecho en su ámbito público. Unidad 2. Derecho
Internacional Constitucional. Sesión 5. Ámbito espacial de validez de las actividades
del Estado. Texto de apoyo. División de Ciencias Sociales y Administrativas /
Derecho. Sitio web:
https://campus.unadmexico.mx/contenidos/DCSA/MODULOS/DE/M14_DEIDPU/U2/S5/De
scargables/DE_M14_U2_S5_TA.pdf

Para todo México. Mar Patrimonial de México: Mar Territorial y Zona Económica
Exclusiva. Actualizado: 15-Marzo-2019. recuperado el 30 de marzo de 2021. Sitio web:
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DOF: 08/01/1986 Ley Federal del Mar. Recuperado el 30 de marzo de 2021. Sitio web:
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Convención entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América
para la solución del problema del Chamizal. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Revista de la Facultad de Derecho. Número 54.
Recuperado el 30 de marzo de 2021. Sitio web:
https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/rev-facultad-derecho-
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Resolución del Caso del Chamizal. Documento digital. Recuperado el 30 de marzo de
2021.Sitio web: http://www.cila.gob.mx/qs/chamizal.pdf

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