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Japón

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Japón (日本) es un país insular del este de Asia.

Está ubicado entre el océano Pacífico y el mar del Japón, al este de


China, Rusia y la península de Corea. Conocido como «La tierra del sol naciente», es una de las mayores potencias
económicas del mundo.

Japón está formado por cuatro islas principales: Honshū, Hokkaidō, Kyūshū y Shikoku, que forman el 97% de la superficie
total del país, y por otras 6.848 islas menores adyacentes. Tiene una población de 127 millones de personas, la décima
más numerosa del mundo. El área metropolitana de Tokio, que incluye a la ciudad capital de Tokio y las prefecturas de
sus alrededores, es el área urbana más grande del mundo en términos de población, albergando a más de 30 millones
de habitantes. Es el segundo país más poblado de Asia Oriental, después de China.

Las islas de Japón estuvieron habitadas desde el período Paleolítico superior. Las primeras menciones escritas
acontecieron de manera breve en libros de historia de China del siglo I. La influencia del mundo exterior seguida de
largos períodos de aislamiento ha caracterizado la historia de Japón. Desde que se adoptó una constitución en 1947, la
forma de gobierno de Japón ha sido la de una monarquía constitucional, con un emperador y un parlamento elegido,
conocido como la Dieta.

Etimología

El nombre Japón (Nippon/Nihon 日本, significado literal: ‘el origen del sol’), tiene un origen chino: pinyin rì běn, Wade-
Giles jih pen, el oriente, el lugar desde donde sale el sol. El carácter 日 es la evolución de un círculo con un punto central
que representa al sol, y 本 representa la raíz de un árbol y también tiene el significado de origen. La expresión «país del
sol naciente» hace referencia a esta etimología del nombre en japonés.

El nombre en japonés, Nippon, es utilizado en sellos y en eventos deportivos internacionales, mientras que Nihon se usa
comúnmente dentro de Japón. La versión occidental y castellana, Japón, proviene del nombre chino. La palabra
empleada en el idioma chino mandarín para denominar al país fue registrada por Marco Polo como Cipangu,
probablemente su transliteración de rìběnguó (Wade-Giles jih pen kuo). En el idioma malayo la palabra china se
transformó en Japang y fue más tarde adoptada por los mercaderes portugueses en el siglo XVI. Estos últimos fueron los
primeros en llevar el nombre a Europa.

Historia

Según la leyenda descrita en el Kojiki y en el Nihonshoki, Japón fue fundado en el siglo VII a. C. por el Emperador Jinmu.
Durante los siglos V y VI, el sistema caligráfico chino y el budismo fueron introducidos junto con otras costumbres chinas
a través de la península coreana o directamente desde China. Los emperadores fueron gobernantes oficiales, pero el
verdadero poder permanecía generalmente en manos de poderosas cortes nobles, regentes o shogunes (gobernadores
militares).

Durante el siglo XVI, mercaderes de Portugal, de los Países Bajos, de Inglaterra y de España llegaron a Japón y fundaron
misiones cristianas. En 1549, llegó a Japón para predicar el cristianismo el misionero español jesuita San Francisco Javier
tras desembarcar en Kagoshima, Kyūshū, aprovechando las rutas comerciales portuguesas. A comienzos del siglo XVII, el
shogunato comenzó a sospechar de las misiones cristianas, considerándolas precursoras de una conquista militar por
fuerzas europeas y, como medida de protección, ordenó el cierre de Japón a toda relación con el mundo exterior a
excepción de contactos restringidos con mercaderes chinos y neerlandeses en la ciudad de Nagasaki. Este aislamiento se
prolongó durante 251 años, hasta el año 1854, en que el comodoro estadounidense Matthew Perry forzó la apertura del
Japón a Occidente bajo el Tratado de Kanagawa.

Durante un largo período, el restablecido contacto con Occidente provocó cambios en la sociedad japonesa. Tras un
fuerte conflicto civil denominado Guerra Boshin, el shogunato fue obligado a renunciar y el poder fue devuelto al
emperador. La Restauración Meiji de 1868 inició varias reformas. El sistema feudal fue abolido y numerosas instituciones
occidentales fueron adoptadas, incluyendo un sistema legal y de gobierno occidentales, junto con otras reformas en lo
económico, social y militar que transformaron a Japón en una potencia mundial de nivel medio-alto. Como resultado de
la Primera Guerra Sino-Japonesa y de la Guerra Ruso-Japonesa, Japón anexionó Taiwán, Corea y otros territorios a su
imperio en expansión.

Así se afianzó de manera definitiva como una potencia mundial y la única de Asia. Después de la Primera Guerra
Mundial, 1918, Japón ocupaba una sólida posición en el Lejano Oriente; contaba con la Armada más poderosa de la
zona, ejercía gran influencia sobre China y se había beneficiado económicamente de la guerra (se ocupaba de los
pedidos de los países asiáticos, a los que el resto de las potencias no lograban atender).

Durante la década de los años 1920, surgieron problemas que la democracia no pudo resolver. Por un lado, los grupos
más conservadores como la milicia, los pares, etc. que se encontraban posicionados en la cámara alta del parlamento y
en el Consejo, consideraban que la democracia era muy débil. La corrupción dentro del gobierno era insostenible, las
acusaciones entre los miembros de la Cámara Baja provocaban continuamente disturbios. El auge comercial que había
alcanzado tras la Primera Guerra Mundial disminuyó cuando en 1921, Europa comenzó su recuperación. Tuvo nefastas
consecuencias de la Gran depresión, aumento de las tarifas de los países extranjeros para los productos japoneses y la
pobreza que se vio reflejada en el norte donde los humildes campesinos culpaban al gobierno nipón de sus desdichas
(muchos aldeanos se sumaron al ejército). La suma de estos problemas y la actitud de China, tratando de desplazar los
negocios japoneses, derivó en la invasión a Manchuria (septiembre de 1931). Esta invasión se produjo sin la autorización
del gobierno nipón.

Cuando el primer ministro Inukai reprobó los actos extremistas, fue asesinado por un grupo de oficiales de marina (15
de mayo de 1932), y su sucesor consideró que debía apoyar las acciones del ejército y así fue que durante los 13 años
siguientes: el gobierno adoptó un estricto control de la educación, fortalecimiento del arsenal bélico y una política
exterior agresiva orientada a conquistar territorios. Esto culminó en una nueva invasión de Manchuria, desatando la
Segunda Guerra Sino-Japonesa.

Japón atacó la base naval estadounidense de Pearl Harbor en diciembre de 1941, lo cual llevó al país norteamericano a
declarar la guerra al Imperio Japonés en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Después de una larga campaña en el
Pacífico, Japón perdió Okinawa y fue forzada a retroceder a las cuatro islas principales. El ejército estadounidense atacó
Tokio, Osaka y otras ciudades con bombardeos estratégicos convencionales y en Hiroshima y Nagasaki con dos bombas
atómicas. Japón finalmente aceptó la capitulación incondicional ante el ejército estadounidense el 15 de agosto de 1945
dando con ello fin a la guerra.

Finalizado el conflicto, el ejército estadounidense ocupó el territorio japonés hasta 1952, tras lo cual Japón comenzaría
una muy importante recuperación económica que devolvería la prosperidad al archipiélago. Okinawa permaneció
ocupada hasta 1972, y actualmente el ejército estadounidense mantiene un centenar de bases en este país.

Gobierno

El gobierno es descentralizado, pudiéndose distinguir entre el gobierno central y el local. Japón es una monarquía
constitucional, en la cual las personas mayores de 20 años pueden votar en sufragio universal. En la práctica, es una
democracia parcial o parlamentaria, el pueblo no vota a un presidente, sino a los miembros del Parlamento y éstos, a su
vez, votan a un Primer Ministro de entre uno de ellos. El tiempo que un primer ministro permanece en su cargo depende
de por cuanto tiempo pueda mantener el apoyo de la mayoría del parlamento, pudiendo durar muchos años o tan sólo
unos meses. A diferencia de otras democracias, como los Estados Unidos o el Reino Unido, donde coexisten tres partidos
fuertes que se alternan en el poder, Japón tuvo hasta las elecciones de 2009 un partido dominante (el Partido Liberal
Democrático) que coexistió con otros partidos menores sin opciones reales de proponer a un primer ministro propio.
Esta situación parece haber cambiado tras las elecciones generales de 2009, donde el Partido Democrático consiguió
una clara victoria obteniendo 300 escaños de los 480 disponibles, más que suficientes para provocar una alternancia de
poder.
En cuanto al gobierno local, los gobernantes de cada prefectura son elegidos por el pueblo, pero su independencia está
limitada por el presupuesto anual que el gobierno central destina a cada prefectura.

Organización Territorial

Japón está formada por 8 regiones (Hokkaidō, Tōhoku, Kantō, Chūbu, Kinki, Chūgoku, Shikoku y Kyūshū y Okinawa)
agrupan 47 prefecturas: un distrito metropolitano (都; To), Tokio; una provincia (道; Dō), Hokkaidō; dos prefecturas
urbanas (府; Fu), Osaka y Kioto; y 43 prefecturas rurales (県; Ken). En japonés, esta división territorial se llama de forma
habitual Todōfuken (都道府県).

Esta división fue establecida por el gobierno Meiji en 1871 y se conoce como la abolición del sistema Han. Aunque
inicialmente fueron creadas unas 300 prefecturas, este número fue disminuyendo hasta un total de 47 en el año 1888.
La Ley del Gobierno Local de 1947 otorgó más poder político a las prefecturas, proveyéndolas de la capacidad de escoger
gobernadores mediante elecciones locales. En el 2003, el Primer Ministro Jun’ichirō Koizumi propuso la unión de
prefecturas en 10 regiones que poseerían más autonomía que las actuales prefecturas.

Según la Ley antes mencionada cada prefectura se subdivide en ciudades (市 shi), villas (町 chō), y distritos rurales (郡
gun). Algunas prefecturas tienen más delegaciones (支庁 shichō) que llevan a cabo funciones administrativas de la
prefectura fuera de la capital. En Hokkaidō, estas delegaciones se llaman subprefecturas.

Geografía

El Monte Fuji, las flores de cerezo y el shinkansen en primer plano. Los tres son icónicos de Japón

Japón es un archipiélago estratovolcánico compuesto por 374.744 km² de islas y 3.091 km² de agua y conformado por
más de seis mil islas que se extienden a lo largo de la costa asiática este del océano Pacífico y en los archipiélagos de
Ryukyu, Izu y Ogasawara. Según el censo de 2005 tiene 127,55 millones de habitantes. El país está ubicado al noreste de
China y de Taiwán (separado por el mar de China Oriental), levemente al este de Corea (separado por el mar del Japón) y
al sur de Siberia, Rusia. Las cuatro islas principales, de norte a sur, son Hokkaidō, Honshu, Shikoku y Kyushu. La isla de
Okinawa (600 km al sudoeste de Kyushu) les sigue en magnitud. Cerca del 73% del país es montañoso, cada isla cuenta
con su cadena montañosa. La montaña más alta es el Monte Fuji (Fujisan), de 3.776 m de altura y le sigue Kitadake, con
3.193 m de altura. Debido a que existe tan poco terreno llano en Japón, muchas colinas y laderas son aprovechadas en
su totalidad para el cultivo. Como se encuentra situada en una zona de mucha actividad volcánica resultan frecuentes
temblores de pequeña magnitud y actividad volcánica ocasional para los que el país está altamente preparado.

Clima

Es un país lluvioso y con una alta humedad, posee un clima templado con 4 estaciones diferentes bien definidas, gracias
a la distancia a la que se encuentra respecto del ecuador. De todas formas el clima del norte es ligeramente frío
templado (Hokkaidō) con fuertes veranos y grandes nevadas en invierno, el centro del país es caliente, veranos húmedos
e inviernos cortos y en el sur ligeramente subtropical (Kyūshū) con veranos largos, calientes y húmedos e inviernos
cortos y suaves. El clima a veces es afectado por los vientos estacionales producidos por los centros ciclónicos y
anticiclónicos que se forman en el continente y en el Pacífico (anticiclón o ciclón hawaiano), generando vientos desde el
continente hacia el Pacífico en invierno y del Pacífico al continente en verano.

Existen dos factores primarios en la influencia climatológica: la cercanía con el continente asiático y las corrientes
oceánicas. El clima desde junio a septiembre es caliente y húmedo por las corrientes de viento tropicales que llegan
desde el océano Pacífico y desde el sudeste asiático. Estas corrientes precipitan grandes cantidades de agua al tocar
tierra, por lo que el verano es una época de importantes lluvias, que comienzan a principios de junio y duran alrededor
de un mes. Le sigue una época de calor y a principios de agosto hasta principios de septiembre, un periodo de tifones, en
la cual pasan por Japón 5 ó 6 de ellos y llegan a producir daños significativos. La precipitación anual de lluvias es de 100 a
200 centímetros, pero entre el 70 y el 80 por ciento de éstas están concentradas en junio y septiembre.
En invierno, los centros de alta presión del área siberiana y los centros de baja presión del norte del océano Pacífico,
generan vientos fríos que atraviesan Japón de oeste a este, produciendo, importantes nevadas en la costa japonesa del
mar del Japón. Como los vientos chocan contra las cadenas montañosas del centro, las grandes alturas terminan por
precipitar la humedad de estos vientos en forma de nieve y al pasar por la costa pacífica del país llegan sin portar
notables cantidades de humedad, por lo que no son el factor principal de nevadas en la costa pacífica. Además esto
provoca que en esta costa, el tiempo en invierno sea seco y de días sin nubes, al contrario del invierno en la costa oeste.

Hay dos corrientes oceánicas que afectan al modelo climático: la corriente cálida de Kuroshio y la corriente fría de
Oyashio. La corriente de Kuroshio fluye por el Pacífico desde Taiwán y pasa por Japón bastante al norte de Tokio, es una
corriente que lleva mucho calor a la costa este.

Fauna y flora

La fauna comprende 132 especies de mamíferos, 583 especies de aves y 66 especies de reptiles, batracios y peces. Aún
quedan osos negros y pardos, zorros y ciervos. El único primate es el simio de cara roja (el macaco de Japón) que puebla
todo el territorio de Honshu.

La gran variedad de la vegetación japonesa (unas 17.000 especies) se debe al clima y al relieve. Los bosques cubren el
67% de la superficie del país y se componen en su mayoría de árboles frondosos y coníferas: castaños, hayas, arces,
tuyas, pinos rojos y laricios, junto con abedules y fresnos. Al oeste domina un bosque de coníferas que crecen junto a
bambúes, magnolios y castaños verdes. Los ciruelos blancos y rojos, los cerezos de floración temprana, así como el
bambú y los pinos se han convertido en símbolos tradicionales del país.

Demografía

Japón sufre en la actualidad de un descenso en su índice de natalidad (1,3 hijos por mujer), causado entre otras razones
por el elevado coste de criar y educar a un hijo. Si a lo anterior se le añade el hecho de que posee el tercer puesto en la
población más longeva del mundo (82,07 años), la combinación de menos nacimientos con decesos más tardíos, hace
temer por la viabilidad de su sistema de pensiones y la disponibilidad en el futuro de mano de obra suficiente. En 2005
por primera vez el número de japoneses decreció, pues se registraron menos nacimientos que decesos.

Shoshika (少子化) es una palabra de reciente acuñación (años 1990), cuya traducción podría ser «disminución en el
número de niños» y que en la actualidad es utilizada para referirse esta carencia de infantes cada vez mayor en la
sociedad japonesa.

En respuesta a este problema, el gobierno ha elevado la edad de jubilación, pero se prevé para las próximas décadas la
continuidad de esta declinación de la población. Además, en 1999 reforzó las leyes contra la discriminación de las
mujeres en el trabajo. A su vez, lanzó tres proyectos: Plan Ángel, Nuevo Plan Ángel y Una Propuesta Más, todos ellos
orientados a facilitar que las mujeres puedan trabajar y ser madres a la vez. Pero estas medidas chocan con la fuerte
tradición que rige la sociedad japonesa.

Como medida complementaria, las empresas solicitan que se bajen las barreras inmigratorias, para permitir la entrada
de mano de obra no cualificada. Este proyecto está fuertemente cuestionado, porque terminaría con la homogeneidad
social, provocando inevitables roces sociales. Como plan a largo plazo, las compañías invierten grandes sumas de dinero
en investigación y desarrollo de robótica. Actualmente, Japón posee 410.000 de los 720.000 robots industriales en todo
el mundo.

Cultura

Geishas con el tradicional kimono

La cultura japonesa ha evolucionado de manera considerable en los últimos años, desde el país original de la cultura
Jōmon a su cultura contemporánea, que combina las influencias de Asia, Europa y Estados Unidos. Las artes
tradicionales incluyen la artesanía (ikebana, origami, ukiyo-e, muñecos, lacas, alfarería), actuaciones (bunraku, Kabuki,
Noh, rakugo), tradiciones (ceremonia del té, Budō, la arquitectura, los jardines, las espadas) y cocina.
La fusión entre la impresión tradicional en madera y el arte occidental condujo a la creación del manga, un formato
japonés de Historieta popular dentro y fuera de Japón. El manga ha influido la animación para la televisión y el cine
dando origen al anime y el llamado live action movie, normalmente filmes o teleseries encarnadas por actores y basados
en series de animación populares. Las consolas de videojuegos japonesas han prosperado desde el decenio de 1980.

La música de Japón es ecléctica, después de haber tomado prestados los instrumentos, las escalas y estilos de las
culturas vecinas. Instrumentos, como el koto, se introdujeron durante los siglos IX y X. El recitativo acompañado del
teatro Nō fechan del siglo XIV y la música folclórica popular, con la guitarra shamisen, desde el XVI. La música occidental,
presente desde finales del siglo XIX, ahora forma parte integrante de la cultura japonesa. Después de la Segunda guerra
mundial, Japón ha sido influido por la música moderna de estadounidenses y europeos, lo que ha dado lugar al J-Pop.

El karaoke es la actividad cultural más ampliamente practicada. En noviembre de 1993, un estudio realizado por la
Agencia de Asuntos Culturales encontró que ese año, eran más los japoneses que habían cantado karaoke, que los que
habían participado en manifestaciones culturales tradicionales, tales como arreglos florales o la ceremonia del té.

Las primeras obras de la literatura japonesa incluyen Kojiki y Nihonshoki, dos libros de historia y el Man’yōshū, un libro
de poemas del siglo VIII, todos escritos en caracteres chinos. En los primeros días de la era Heian, el sistema de
transcripción conocido como kana (Hiragana y Katakana) fue creado como fonogramas. Kaguya es considerada la más
antigua descripción en japonés. Makura no Sōshi, una reseña de la vida en la corte de Heian, es un libro escrito por Sei
Shōnagon, mientras que Genji Monogatari de Murasaki Shikibu es a menudo descrito como la primera novela del
mundo. La era Meiji, durante el cual la literatura japonesa integró influencias occidentales, vio el declive de las formas
literarias tradicionales. La obra que marcó definitivamente el modelo literario de la literatura japonesa moderna fue
Shōsetsu Shinzui (La esencia de la novela, 1885) de Tsubouchi Shōyō. Su díscipulo Futabatei Shimei es considerado como
el creador de novela japonesa moderna.95 Otros autores importantes de la misma época fueron Mori Ōgai, Higuchi
Ichiyō, Ishikawa Takuboku, Masaoka Shiki y, el que quizá sea el más conocido de este período, Natsume Sōseki.
Posteriormente destacaron Akutagawa Ryūnosuke, Tanizaki Jun’ichirō, Yasunari Kawabata, Yukio Mishima y, más
recientemente, Haruki Murakami. Cuenta además con dos premios Nobel, los autores Yasunari Kawabata (1968) y
Kenzaburo Oe (1994).

Religión

Los japoneses incorporan los rasgos de muchas religiones en sus vidas diarias en un proceso conocido como sincretismo.
Las calles japonesas se decoran en las fiestas de Tanabata, Obon, Halloween y Navidad. Una oración popular cuando se
tienen problemas es «Kami-sama, Hotoke-sama, dōka otasuke kudasai.» (‘Dios y Buda, ayudadme de alguna forma, por
favor’), que parece implicar una creencia sincretista. Muchas personas, sobre todo aquellas pertenecientes a
generaciones jóvenes, sienten que las religiones son parte de la cultura tradicional.

El budismo es la religión mayoritaria; el sintoísmo fue religión oficial del país hasta el siglo VII y actualmente es la
segunda religión en número de seguidores. Debido a la influencia histórica de China, también hay confucianos, taoístas,
etc. También se practica el cristianismo, principalmente en sus formas de protestantismo y catolicismo, aunque es una
religión minoritaria.

Además de sus religiones, las supersticiones japonesas están bastante extendidas en Japón y son utilizadas para enseñar
lecciones prácticas sobre diferentes aspectos de la vida.

Deportes

Tradicionalmente, se considera al estilo de lucha sumo como el deporte nacional ya que es uno de los más populares
deportes entre los espectadores. Las Artes marciales como el judo, el kendō y el karate también son ampliamente
practicados y gozan de un considerable número de espectadores en el país. Después de la Restauración Meiji, muchos
deportes occidentales fueron introducidos y empezaron a propagarse en el sistema educativo.97 La Liga Japonesa de
Béisbol Profesional fue establecida en 1936 y hoy en día es el deporte más popular del país. En el 2006 obtuvo el primer
campeonato de béisbol, el Clásico Mundial de Béisbol, volviendo a ganar el clásico también en 2009 contra Corea en una
apretada final, que se extendió a Extra innings.

Desde el establecimiento de la Liga de Fútbol Profesional en 1992, la asociación de fútbol también ha adquirido
numerosos seguidores. Además fue sede la Copa Intercontinental entre 1981 y 2004 y co-anfitrión de la Copa Mundial
de Fútbol 2002 junto a Corea del Sur. La Selección de fútbol de Japón es también uno de los mejores equipos de fútbol
en Asia, ganando la Copa Asiática en cuatro ocasiones.

El golf es también popular, al igual que el automovilismo y la Fórmula Nippon. En 1997 se completó por parte de Honda
el Twin Ring Motegi con el fin de llevar la IndyCar Series a Japón, además la Fórmula 1 viaja frecuentemente a Japón
para el Gran Premio que se celebra en ese país, generalmente en Suzuka, pero también ha pasado por Fuji, también el
mundial de motociclismo de la FIM liderado por MotoGP hace su incursión para el Gran Premio del Pacífico en el Twin
Ring Motegi, frecuentemente también iba a Suzuka, pero luego de la muerte del piloto japonés Daijiro Kato en 2003 la
categoría dejó de participar allí.

La mejor participación de Japón en los Juegos Olímpicos fue en 2004 cuando obtuvo 37 medallas. En los Juegos
Olímpicos de Pekín 2008 también tuvo una destacada actuación con nueve oros, seis platas y diez bronces, siendo
finalmente octava en el medallero sólo por detrás de China, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Alemania, Australia y
Corea del Sur. Además, Japón acogió los Juegos Asiáticos de 1958 y de 1994.

Sociedad

Los jóvenes han sufrido una intensa revolución fruto de la presión de la escuela, familia, y el código de educación, muy
estricto. Así, algunos imitan a los jóvenes de cultura occidental y su aspecto intenta ser similar al manga y al anime. No
obstante, la influencia de la cultura occidental entre la juventud japonesa ha venido decreciendo de forma sostenida
desde mediados de los años 1990.

Las personas ancianas son muy tradicionales y siguen normalmente el código de conducta que se basa en el respeto a la
familia y al trabajo. Estas son algunas de las razones que han llevado a tal revolución juvenil. Sin embargo, es importante
destacar que la tal llamada revolución sólo afecta al 5-10% de la juventud, ya que el resto respeta y admira la cultura
tradicional.

Es uno de los países industrializados donde aún se mantiene la pena de muerte. De hecho, se ha revivido la aplicación de
la pena capital en Japón; en 2007 se ejecutaron por ahorcamiento a 9 personas, y a 15 en 2008.

Gastronomía

La gastronomía de Japón como cocina nacional ha evolucionado en los siglos a causa de muchos cambios políticos y
sociales. En la Edad Antigua la mayoría de la cocina estaba influenciada por la cultura china. La cocina cambió con el
advenimiento de la Edad Media, que marcó el comienzo de un abandono del elitismo con la normativa del shogunato. Al
principio de la Edad Moderna ocurrieron grandes cambios que introdujeron en Japón la cultura occidental.

El término moderno «comida japonesa» (nihon ryōri, 日本料理) o washoku (和食, washoku) se refiere a dicha comida al
estilo tradicional, similar a la que existía antes del final del aislamiento nacional de 1868. En un sentido más amplio de la
palabra, podrían incluirse también alimentos cuyos ingredientes o modos de cocinarlos fueron introducidos,
posteriormente, del extranjero, pero han sido desarrollados por japoneses que los han hecho suyos. La comida japonesa
es conocida por su énfasis en la estacionalidad de los alimentos (旬, shun), calidad y presentación de sus ingredientes.

Hay muchas opiniones sobre qué es fundamental en la cocina japonesa. Muchos piensan que el sushi o las comidas
elegantes estilizadas del formal kaiseki se originaron como parte de la ceremonia del té. Muchos japoneses, sin
embargo, piensan en la comida cotidiana de la gente japonesa —en especial la que existió antes del final de la Era Meiji
(1868 – 1912) o antes de la Segunda Guerra Mundial. Pocos japoneses urbanos modernos conocen su gastronomía
tradicional.
(NO TAN) BREVE RESUMEN DE LA HISTORIA DE JAPÓN

Os avisamos por adelantado: el pasado del país del sol naciente es largo y alberga horrores pero también muchas cosas
tó guapas, o mejor dicho tó kawaii. Nos estuvimos planteando muy seriamente si hacer o no este post sobre la historia
de Japón, y es que reunir en unos cuantos párrafos algo tan complicado puede parecer una locura. Pero como nos va la
marcha (ay Dios mío, que calvario) aquí tienes un (no tan) breve resumen de la historia de Japón, dividida por épocas y
periodos. Suerte 😉

Contenido que vas a encontrar [mostrar]

Lo bueno es que se puede agrupar fácilmente en 5 épocas:

 Prehistórica
 Antigua
 Medieval
 Moderna temprana
 Moderna

Lo malo es que cada una de ellas tiene diferentes periodos.

Cuando se habla del pasado de Japón hay que destacar 2 situaciones claves. Por un lado la cercanía con Corea y China,
paises que ya veremos están bien conectado con Japón y por otro su aislamiento prolongado durante un periodo de su
historia, aislamiento que provocó que su identidad cultural fuera una de las más fuertes e interesantes de todo el
mundo. Pero no hagamos spoilers y vayamos paso por paso…

Época Prehistórica (Senshi) 13.000 a.C.– 710 d.C.

Se divide en 3 periodos: Jomon, Yayoi y Kofun

Periodo Jomon (12.700 – 400 a.C.)

Las primeras pruebas de vida datan de alrededor del año 13.000 a.C. (se sabe por el descubrimiento de cerámicas),
aunque se da por hecho que Japón fue habitado incluso antes, al estar conectado por tierra con China y Rusia. Se conoce
a este periodo como Jomon por el uso de la cerámica en la vida cotidiana de las primeras tribus nómadas que vivían en
la zona nordeste de Japón.

Damos un salto en el tiempo hasta el año 660 a.C. en el que se inicia el reinado de Jinmu Tenno. Es considerado el el
primer emperador de Japón y el fundador del país, sin embargo no hay pruebas históricas fehacientes de su verdadera
existencia, por lo no va más allá de leyenda. De hecho, se supone que fue descendente de la mismísima Amatersasu
(Diosa del Sol y creadora de Japón).

Periodo Yayoi (400 a.C – 300 d.C.)

El periodo Yayoi se caracteriza por los contactos con Corea (que a su vez estaba muy influenciada por China). Fue
entonces cuando se incorporó el uso de metales, el desarrollo de las primeras formas de agricultura, y por consiguiente,
el inicio de una vida menos nómada.

Curiosidad: podemos conocer la existencia de las primeras jerarquías de esta época gracias a los kofun (tumbas), muy
distintas entre personas, hecho que sugiere que no todos eran iguales, incluso en aquella época tan temprana.

Periodo Kofun (300 – 710 d.C.)

La sociedad japonesa se va volviendo cada vez más compleja y la adopción de creencias y rituales son ya comunes entre
la población (siendo el culto del sintoísmo el más extendido). China es el modelo a seguir, especialmente en el ámbito
científico y tecnológico. También comienza a difundirse el uso de la escritura. Se estima que en esta época convivieron
unos 100 reinos diferentes, con el clan Yamato como uno de los más importantes.
Época Antigua (Kodai) 710 – 1185

Se divide en 2 periodos: Nara y Heian.

Periodo Nara (710-794)

Si bien fue relativamente corto, este periodo histórico tiene gran importancia histórica. La creación de una capital
permanente (en Nara) nos catapulta a una nueva época, caracterizada por la difusión del budismo y del confucianismo y
la creación de los primeros templos religiosos como el Todai´ji, que todavía se puede visitar y que data del año 745.
También fue cuando se escribieron grandes obras literarias que llegaron hasta nuestros días, como el Kojiki, el libro más
antiguo que habla de la historia del país. La influencia China era aún enorme.

Periodo Heian (794-1185)

En el año 795 el emperador Kammu decidió trasladar la capital a Heian-kyo, ciudad que mantuvo este privilegio durante
unos 1.000 años (casi ná). Seguramente este nombre no te diga nada pero ¿y si te decimos que es la actual Kioto?
Fueron años de florecimiento de una cultura cortesana, que provocó un desarrollo en las bellas artes como la literatura,
la música y la poesía.

También en esta época empieza a delinearse la futura sociedad feudal del país, en la que el emperador perderá cada vez
más poder en favor de la aristocracia, especialmente el Clan Fujiwara.

Comienza también a surgir una clase guerrera que cambiaría la historia de Japón: los samuráis, que los señores feudales
(daimyos) contrataban para protegerse. Y no iban mal desencaminados ya que, si bien la época Heian se caracteriza por
ser tranquila y pacífica, sus últimos años estuvieron marcados por unas guerras civiles bastante cruentas (guerras
Genpei). Long story short: la cosa estaba entre los clanes Minamoto y Taira. Ganan los Minamoto y establecen algo
novedoso y revolucionario: el primer shogunato.

Época Medieval (Chusei) 1185 -1573

Se divide en dos épocas: Kamakura y Muromachi

Periodo Kamakura (1185-1333)

Empieza así la época medieval, con la llegada de una figura que modificaría las reglas del juego: el shogun. ¿Qué fue el
shogun? Se podría definir como un jefe militar, vitalicio y hereditario, al que los daimyos (señores feudales) prometían
fidelidad. Así que el shogunato (bakufu) es un gobierno militar-feudal basado en la lealtad entre señores feudales,
vasallos y samuráis.

Los shogunes tenían un poder tan grande que eran los que gobernaban Japón de facto y no el emperador, el cual se
transformó en una simple figura nominal y simbólica. El primer shogun fue Minamoto no Yoritomo.

Aquí abrimos un breve paréntesis para hablaros un poco más de los samuráis, unos hábiles guerreros fieles a sus señores
que seguían un estricto código ético (bushido o “camino del guerrero“). Este se basaba en 7 virtudes: la justicia, el valor,
la benevolencia, la cortesía, la honestidad, el honor y la lealtad. En este post te contamos 20 curiosidades sobre los
samuráis (próximamente).

Un hecho histórico que podría haber cambiado el curso de la historia de Japón y que, sin embargo gracias a un tifón, no
llegó a concretarse fue la invasión por parte del Imperio Mongol. Es entonces cuando se popularizó el término
“kamikaze” que literalmente quiere decir “viento divino” y que protegió al país. Te suena porque es el mismo termino
que se utilizó para denominar a los famosos pilotos suicidas japoneses.
Otra cosa a destacar es que la identidad nacional se hace más fuerte que en el pasado, mientras que la dependencia de
China baja considerablemente.

Al final del Periodo Kamakura el emperador Go-Daigo intentó retomar el control del país, sin embargo fue traicionado
por un general que le apoyó hasta entonces: Ashikaga Takauji, quien se autoproclamó nuevo shogun, dando comienzo al
shogunato Ashikaga (y al Periodo Muromachi)

Periodo Muromachi (1333-1573)

Pero Go-Daigo no se rindió sin más, se trasladó a Yoshino y fundó la que la historia recordaría como “la dinastía del sur”,
mientras Ashikaga reinaba en la “dinastía del norte”. Al no disponer ninguno de un poder militar dominador ni de
grandes extensiones, se hicieron vitales las amistades y los acuerdos estratégicos con los diferentes daimyos, que
gobernaban sobre pequeños territorios.

El sistema feudal está en pleno apogeo, así como la agricultura y el comercio, incluido el exterior (con la cercana China
pero también por primera vez con los occidentales, a los que los japoneses llamaban “barbaros del sur”).

Es también la época en que el budismo zen más se extiende y se desarrollan ceremonias que perduran hoy en día, como
el arte del arreglo florean (ikebana) o la ceremonia del té.

Por otro lado, debido a los altos impuestos, la gran mayoría de la población no estaba nada contenta y cada vez con más
frecuencia se organizaron revueltas. A esto hay que sumar las crecientes disputas entre los daimyos. Resultado: Guerra
Civil, que deja el país sin poder central efectivo y dividido en más de 200 “reinos” independientes.

Época Moderna Temprana (Kinsei) 1573-1868

Se divide en dos periodos: Azuchi-Momoyama y Edo.

Periodo Azuchi-Momoyama (1573-1603)

Lo más destacable de este breve periodo es la importante figura del daimyo Oda Nobunaga, que pone las bases de la
reunificación del país. Al morir asesinado no pudo cumplir su objetivo, pero sí lo hizo su sucesor: Toyotomi Hideyoshi, en
1590.

Toyotomi también se recuerda por sus miras expansionistas, que incluyeron frecuentes invasiones a Corea.

Periodo Edo (1603-1868)

El Periodo Edo es uno de los más interesantes de la historia de Japón, y que se puede resumir con dos hechos clave: la
restauración de la paz y el aislamiento del resto del mundo durante casi dos siglos.

Este periodo empieza con la llegada al poder de Ieyasu Tokugawa, que sucede Toyotomi Hideyoshi. Edo, la actual Tokio,
es la ciudad elegida como nueva capital y que pasa en pocos años de ser un pueblo a una metrópoli en toda regla.

Ieyasu tenía claro que nada bueno se podía sacar del resto del mundo y que lo mejor era potenciar el aislamiento total
del país (sakoku), como anteriormente había teorizado Toyotomi. Es a partir de 1630 cuando este aislamiento total se
hace efectivo: nadie puede salir y nadie puede entrar. Los cristianos son perseguidos y los pocos extranjeros confinados
en islas o deportados.

Durante el Periodo Edo nace el teatro kabuki, también la figura de las geishas, se popularizan los torneos de sumo (un
arte que ya existía desde hace siglos), las calles se llenan de puestos de comida callejera… Nace por tanto la imagen que
todos tenemos en la mente cuando pensamos en el Japón Medieval. Pero está claro que no todo era de color de rosa: la
gente común sufría fuertes presiones fiscales y el descontento estaba a la orden del día.
Japón estuvo aislada hasta 1853, cuando la flota del comodoro Matthew Perry de la Armada de los Estados Unidos se
plantó frente al puerto de Tokio y amenazó con usar la fuerza si el país no accedía a abrirse al comercio exterior, y por
tanto terminar su aislamiento.

Si por un lado el aislamiento favoreció una fuerte identidad nacional, por otro también estancó al país impidiendo su
desarrollo por lo que, sencillamente, Japón no podía hacer frente a las amenazas norteamericanas. Se firma entonces el
Tratado de Kanagawa y, tras dos siglos, vuelve a abrirse al extranjero. Para muchos este es un momento clave ya que,
implícitamente, Japón se auto-reconoce como un país débil.

Y aquí empieza un nuevo y gran conflicto: muchos son partidarios de quedarse tal y como estaban, pero muchos otros
tienen claro que para seguir el camino del desarrollo de las otras potencias mundiales hay que pasar página, derrocar el
shogunato y modernizarse de una vez.

Empieza entonces lo que se conoce como “Bakumatsu”, un periodo turbulento entre 1853 y 1867, en el que se
enfrentan estas dos ideas:

Por un lado tenemos a los partidarios de la apertura al exterior, liderados por Tokugawa Nariaki, que profesaba una gran
lealtad hacia el emperador y que sabía que si Japón no abandonaba el sistema feudal no podría avanzar.

Y por otro los que seguían apoyando el shogunato y el sistema feudal, liderados por Li Naosuke, que opinaban que Japón
no tenía la fuerza suficiente para luchar contra las demás potencias. Eran partidarios de ceder a un limitado número de
contactos comerciales, pero seguir con el sistema feudal para proteger la identidad japonesa y sus tradiciones.

Long story short: la estocada final al shogunato llega con la Guerra Boshin y la Batalla de Toba Fushimi, en la que los
partidarios del shogun son derrotados a manos de los que apoyan la restauración imperial. Era noviembre 1867 cuando
el shogun Yoshinou Tokugawa abdica , pone fin al shogunato (bakufu) y al aislamiento.

Curiosidad: si te gusta el anime y el manga, el personaje de Kenshin Himura (el asesino Battōsai) está ambientado en
este periodo y es muy recomendable para entender algunas cosas.

Periodo Meiji (1868-1912)

Con el fin del periodo Edo, acaba toda una señora época de la historia de Japón. El periodo Meiji es sinónimo de
reformas y cambios: uno de los mayores fue el cese del poder feudal y consecuentemente muchos daimyos caen en
desgracia. Pero no aquellos que habían sido fieles al emperador, que recompensados con nuevos cargos: príncipes,
marqueses, condes, vizcondes y barones. Se creó un consejo de gobierno (dakojan) que apoyaba el emperador en la
creación y aplicación de las reformas.

Edo pasa a llamarse Tokyo, se crea la moneda nacional (yen), se promulga la primera Constitución imperial (que estaría
en vigor hasta 1947) y la educación se convierte en una de las prioridades del emperador y se decide hacerla pública
obligatoria. También es en este periodo cuando nace la prensa tal y como la conocemos hoy. ¿No te está pareciendo
entusiasmante la historia de Japón? *_*

El emperador Meiji Tenn (Mutsuhito) tiene claro que, no solo es bueno abrir el país al exterior para aprender de
Occidente, sino que lo mejor es comenzar una nueva política expansionista. El lema de la época es “kyohei fukoku” que
significa literalmente “enriquecer el país, fortalecer a los militares”. Y es que otra cosa que el Emperador Meiji tiene
clara es que hay que evitar a toda costa que Japón tenga el fin de otros paises colonizados en Asia.

Comienza entonces la industrialización del país que, en unas pocas décadas, convertiría a Japón en toda una potencia
económica. A finales del siglo XVIII dan inicio las primeras guerras de expansión (primero la Guerra Sino-Japonesa,
seguida por la Guerra ruso-japonesa). También se crea la primera línea de ferrocarril, medio de transporte que
cambiaría para siempre al país.
En 1895 Taiwan cae en manos japonesas y Corea hace lo mismo en 1910 (ocupación que duraría hasta 1945 y que se
merecería un post único. Spoiler: lo tenemos ¡próximamente en vuestras pantallas!).

Es increíble pensar como, en solo unos 50 años, Japón pasó de ser un estado feudal anclado en la Edad Media a una de
las potencias más prometedoras del mundo entero. ¿Te dije que la historia de Japón molaba? Tenía razón, eh… y eso
que mucha chicha tiene que llegar!

Periodo Taisho (1912-1926)

A la muerte del emperador Meiji, le sucede el emperador Taisho y da comienzo un nuevo, corto pero movido, periodo
de la historia japonesa.

El evento clave es sin duda la participación de Japón en la primera Guerra Mundial. Con el estallido del conflicto, Japón
que era aliada de Gran Bretaña desde principios de 1900 no dudó en apoyar a la Triple Entente. Claro está, más allá del
apoyo a Gran Bretaña, los japoneses querían demostrar por fin su potencial y, obvio, conseguir algo a cambio (las
colonias alemanas en el Pacífico).

Poco a poco Japón se hizo con el control de estas colonias, Tsingtao, las islas Marianas, las Marshal y las Carolinas
(también hay que reconocer que los alemanes tenían problemas más urgentes en Europa).

Japón estaban más que satisfecha con su “botín” por lo que, cuando Gran Bretaña les solicitó apoyo naval en el
Mediterráneo, decidieron enviar un puñado de destructores, sin involucrarse mucho más. A los ingleses esto les sentó
como una cuchillada en pleno corazón y al acabar la guerra, con el tratado de Versalles de 1919, se sirvieron una
particular venganza (cosa que, como veremos en el futuro, Japón no olvidó). Más allá de dejarles las colonias alemanas
que habían ganado y un asiento en la recién instituida “Sociedad de las Naciones”, no se les concedió nada más. Lo que
perseguía Japón era el reconocimiento internacional como potencia, al nivel de Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos,
pero seguían siendo ninguneados y tratados de forma injusta.

Al acabar la guerra, la situación político-económica del país estaba francamente mal. A esto se sumó el terrible Gran
Terremoto de Kanto del ’23 y el ya citado descontento generalizado del país por no sentirse valorado por las otras
grandes potencias mundiales. Y ya sabemos que si algo tienen los japoneses es orgullo. Humillados por Occidente, se
creo el caldo de cultivo para una venganza que no tardaría en llegar…

Periodo Showa (1926-1989)

Cuando se proclamo líder, el nuevo emperador Showa (Hiroito) pronunció un discurso basado en proclamas de paz y
estabilidad. Pero del dicho al hecho… durante este largo periodo se pasó de una depresión económica a la amenaza del
comunismo y a una creciente corriente de nacionalismo. Aunque el hecho que más marcó esta era fue, sin duda, la
participación japonesa en la Segunda Guerra Mundial.

Cuando se habla de Segunda Guerra Mundial, obviamente el escenario principal es Europa, con Alemania combatiendo
contra los aliados. Pero no hay que olvidar el gran papel que desempeñó en la contienda el frente del Pacifico. Japón
estaba impulsada por una fuerte política expansionista, así que no es de extrañar que en 1937 comenzara la II Guerra
Sino Japonesa, en la que los japoneses, que ya controlaban la Manchuria, invadieron parte del norte y este de China.

Hay que recordar que, si bien en la Primera Guerra Mundial los japoneses apoyaron a Gran Bretaña, las relaciones
terminaron siendo muy tensas entre los dos países. En este contexto y tras las primeras victorias alemanas, no dudaron
en “cambiar de bando” y aliarse con los alemanes y los italianos, en el Pacto del Eje.

En 1940 Japón decide dar un paso más e invadir zonas de la Indochina francesa y holandesa. Pero lo más gordo estaba
por llegar: el 7 de diciembre de 1942 Japón sorprendió el mundo entero con un ataque a la base naval de Pearl Harbor.
Esta ofensiva fue como un gigante “efecto mariposa” ya que provocó la entrada en la II Guerra Mundial de los Estados
Unidos que, hasta aquel momento se habían mantenido en un plano secundario. Hay quien dice que realmente a
Roosvelt este ataque le vino de perlas para usarlo como pretexto para entrar en guerra y ganar, por fin, el apoyo de la
opinión pública, que prefería mantenerse neutral.
Claro está que este hecho cambiaría la historia de Japón…

En un primer momento, los EE.UU. se enfocaron en el frente del Pacífico, ya que los japoneses no paraban de sumar
nuevos territorios. De pronto las cosas comenzaron a cambiar y los americanos se hacen con enclaves estratégicos y a
minar el poder japonés. El avance de Japón fue parado definitivamente en la isla de Midway, desde entonces los nipones
fueron para abajo. A mediados de 1943 disponían de una flota naval y aérea muy diezmada.

Sin embargo no se rindieron e intentaron mantener, de cualquier forma, el control en los territorios conquistados del
Sudeste Asiático y China. En la batalla del Golfo de Leyte (Filipinas) y estando prácticamente vencida, se negaron a sacar
la bandera blanca y apuraron al máximo para llegar a un acuerdo de paz, sin ceder demasiados territorios. Como
respuesta Estados Unidos comenzó una serie de bombardeos sobre la nación nipona, que fueron el aviso de una futura
invasión bélica.

Sin embargo esta invasión nunca llegó a producirse: la decisión final de Truman fue atacar dos ciudades tristemente
famosas: Hiroshima y Nagasaki. ¿Cómo? Con dos bombas atómicas. En este post te contamos más sobre este tema.

El 15 de agosto de 1945, unos días después de los ataques atómicos, el Emperador Hiroito anunció la rendición con un
discurso a la nación, transmitido por radio (puedes eschucharlo y leerlo aquí). Sin embargo no abdicó, cosa que muchos
japoneses no le perdonaron jamás. Es más, recibió inmunidad y no fue juzgado como criminal de guerra jamás.

Las bombas de Hiroshima y Nagasaki dejaron al país tocado y hundido: no solo las perdidas humanas fueron
incalculables, sino que el sentimiento nacional sufrió un golpe durísimo. Además, por primera vez en toda su historia, la
nación fue ocupada (por los Estados Unidos). Fue por un periodo corto, hasta 1952, fecha en la que Japón volvió a
levantar cabeza y a convertirse en estado independiente.

Tras a guerra las cosas mejoraron: con la nueva Constitución de 1947 Japón pasó a ser un estado democrático y la
monarquía absoluta fue abolida (aunque la figura del emperador y de su familia se mantendrían como símbolo). A esto
hay que sumar un boom económico sin precedentes en la segunda mitad del siglo XX ,que por fin dio al País del Sol
Naciente el tanto ansiado reconocimiento internacional.

Periodo Heisei (1989-2019)

En 1989 muere el emperador Hiroito y su hijo, el emperador Akihito le sucede (aunque como vimos anteriormente esta
figura ya es prácticamente solo simbólica). Empieza entonces el Periodo Heisei, que quiere decir “logrando la paz”.

Este periodo comienza siendo Japón ni más ni menos que la segunda economía mundial. Sin embargo la década de los
’90 se recuerda como la del colapso de la burbuja inmobiliaria y financiera. La economía se estanca y muchos definen
esos años como la “década perdida”.

En 1995 tiene lugar un hecho que aterrorizaría al país entero: el ataque terrorista de gas sarín en el metro de Tokio. El
terremoto de Kobe (1995) y el tsunami con la crisis nuclear de Fukushima (2011) son otros eventos catastróficos que se
sufrieron durante esta época.

Pero cambiemos a cosas positivas (que también las hay en este periodo de la historia de Japón!), en estos años se vive
un florecimiento de nuevos artistas, tanto desde el punto de vista literario (como mi querido Murakami) como del
cinematográfico (¿Te suena Miyazaki?). Son también años de videojuegos (aunque Nintendo se funda en 1889 estos son
los años de más crecimiento), de animes, del nacimiento de los idols, y de unas recién descubiertas “ligereza y
despreocupación” que, en las épocas pasadas ni se contemplaban en una sociedad tan rígida.

Eso sí, no te imagines un un ambiente relajado e inocente pues, si algo caracteriza a los japoneses es que se vuelcan en
el trabajo, viven en un mundo competitivo y en la constante búsqueda de la excelencia (ya desde MUY pequeños). Y sí,
el país tiene un índice de suicidios bastante alto, aunque contrariamente a lo que muchos piensan NO están en los
primeros puestos de este triste listado.
Nosotros siempre decimos lo mismo: viajar a Japón es como aterrizar en un universo paralelo. Este país es tan diferente
a todo lo que conocemos que, como amantes de los viajes, tiene un valor incalculable. Aquí te contamos 25 curiosidades
de Japón los japoneses.

Periodo Riewa (2019-actualidad)

En el año 2019 el emperador Akihito abdicó a favor de su hijo, el emperador Naruhito. El 2020, que iba a ser el año de
los JJ.OO. de Tokio, se ha transformado en el año del Corona Virus que ha dejado el mundo patas arriba. ¿Qué nos
depara el futuro? Buena pregunta…

Esperamos que con este (no tan) breve resumen de la historia de Japón puedas haberte acercado un poquito más a este
increíble país. Sabemos que muchos episodios merecerían más detalles, pero seguro que esta síntesis te hace entender
los puntos clave de su historia.

CULTURA DE JAPON
¿Qué es la Cultura de Japón?

Como su nombre lo indica, la cultura de Japón o cultura japonesa resume el modo de vivir, relacionarse y concebir el
mundo de la región nipona, vale decir, de los habitantes de la nación japonesa y su cultura ancestral.

Japón es un país asiático insular, situado en el Océano Pacífico frente a las costas de China y Taiwán. Se compone de un
archipiélago de unas 6852 islas y en su limitada superficie de 377.915 km2 alberga a sus casi 127 millones de habitantes
(censo 2015).

Su cultura, fuertemente influenciada por la China en sus orígenes, posee unos 2677 años de antigüedad, y se caracteriza
por una lengua propia, religiones propias y tradiciones propias, pero amalgamadas en un complejo proceso de
sincretismo a lo largo de los siglos.

Gobernado por una monarquía parlamentaria de larga tradición nacional, este país ha jugado un rol importante en la
política asiática y mundial, especialmente en el siglo XX cuando se alió a la Alemania nazi y la Italia fascista en lo que se
conoció como el Eje Berlín-Roma-Tokio durante la Segunda Guerra Mundial. Su rendición sentenció el final del conflicto,
luego de que las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueran bombardeadas con bombas atómicas por los Estados Unidos,
en una de las peores masacres militares de la historia de la humanidad.

Aspectos generales de Japón

Japón profesa un gran respeto a los ancianos.

La cultura japonesa se rige en cuanto a relaciones interpersonales por el giri, nombre otorgado al conjunto de deber,
obligación y honor, lo cual genera bastante contraste respecto a la tradición individualista de Occidente.

Las situaciones familiares son bastante más laxas en asuntos relacionados a la moralidad o la conducta socialmente
aceptada, pero a cambio la relación con los superiores jerárquicos o con los desconocidos es en extremo formal.

También se profesa un respeto enorme a los ancianos y a los antepasados, a quienes a menudo se rinde culto espiritual
en altares hogareños.

Nombre del país Japón

La bandera de Japón consiste en un círculo rojo sobre un fondo blanco.

Japón (Nippon/Nihon en japonés, escrito 日本) es un término de origen chino, que traduce “origen del sol”. En escritura
pictográfica se escribe usando los símbolos correspondientes a “sol” y a “raíz”.
Esto también se encuentra representado en la bandera nacional, consiste en un círculo rojo sobre un fondo blanco.

Influencia de China en Japón

El budismo es una religión que Japón heredó de China.

La influencia de este país vecino en la formación de la cultura japonesa ha sido determinante. De hecho, tanto la religión
budista como la caligrafía china fueron importadas del continente, con el que poseían amplias relaciones comerciales y
tendrán a lo largo de los siglos una relación tirante de simpatía y rivalidad.

Relaciones de Japón con occidente

Japón cerró sus fronteras durante más de dos siglos a toda influencia occidental, pues el shogunato (gobierno militar)
imperante en el siglo XVII consideró las misiones cristianas establecidas por los navegantes portugueses desde 1549
como una estrategia para la invasión militar.

Este bloqueo continuó hasta el siglo XIX, en que Japón se incorporó al mundo moderno, abolió el régimen feudal y
asimiló numerosas costumbres e instituciones republicanas occidentales, cuyo resultado fue llevar a Japón a convertirse
pronto en una potencia mundial con ánimos imperiales y, por ende, a participar en las numerosas guerras del siglo XX.

Luego de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japón fue ocupado por el ejército estadounidense hasta 1952, lo
que propició un proceso de occidentalización intenso que, junto con la prosperidad fruto de la revolución industrial y
luego tecnológica, han hecho de la japonesa una cultura altamente apreciada en Occidente, como lo demuestra el
masivo consumo de manga y animé (cómics y dibujos animados) que siguió a la década de 1980.

Idioma japonés

La escritura del japonés posee tres niveles o modos: kanji y dos silabarios.

El japonés es el noveno idioma más hablado del mundo y abarca un conjunto de dialectos similares a las lenguas
ryukyuenses (de las islas Ryukyu al sur de Japón).

Se considera, en especial para los occidentales, como una lengua compleja, bisilábica y aglutinante, que sin embargo ha
brindado numerosas palabras a los idiomas occientales.

La escritura del japonés posee tres niveles o modos: kanji, compuesto de pictogramas de origen chino incorporados en
el siglo V; y dos silabarios que son hiragana y katakana, de creación propia japonesa en el siglo IX.

Religión de Japón

En Japón cohabitan diversas religiones con supersticiones propias del territorio. La mayoría de los ciudadanos japoneses
no profesan una religión particular, si bien pueden llevar a cabo prácticas vinculadas con el budismo, cristianismo o
shintoísmo.

Esta última es una religión politeísta autóctona del Japón, cuya influencia en la mitología japonesa es profunda, y que se
ejercita en templos llamados shinto o jinja de acuerdo a cuatro principios o afirmaciones: tradición y familia, amor a la
naturaleza, purificación y conmemoración de las festividades populares.

Sin embargo, la religión de mayor número de fieles en Japón es la budista, proveniente de Corea en el siglo VI y
adaptada a la cultura local, al punto de asimilarse con el shinto y llegar a ser casi una misma creencia. El cristianismo, por
su parte, alcanza unos nada despreciables 1,4 millones de fieles en Japón.

Vestimenta japonesa

El kimono es un vestido largo y colorido usado tanto por hombres como por mujeres.
La vestimenta tradicional japonesa destaca por el uso de prendas únicas como el kimono, un vestido largo y colorido
usado tanto por hombres, mujeres e infantes, que se ata por la cintura con un cinto de tela (obi) y cuya complejidad ha
conducido a su desuso. Existe también un calzado típico de madera (geta) a la manera de zuecos.

La vestimenta contemporánea, en cambio, tiende hacia lo exótico, lo rococó y hacia estilos de diseñador
hipercapitalistas, que han convertido a la moda en Japón en una suerte de reflejo extremo de ciertas tendencias
occidentales.

Gastronomía japonesa

El sushi es un plato típico de las ferias de comida rápida en occidente.

La comida japonesa goza de mucha popularidad en los tiempos corrientes, a punto tal de convertir el sushi (a base de
pescado crudo) en un plato típico de las ferias de comida rápida en occidente.

Sin embargo, la verdadera gastronomía japonesa es compleja y heredera de un legado culinario milenario, similar a la
china, en la que el arroz y los frutos del mar tienen una presencia predominante. En materia de bebidas predominan las
infusiones y el licor de arroz o sake.

Bellas artes japonesas

Un exponente muy conocido del estilo de pintura local fue Hokusai, un ilustrador. En Japón la caligrafía se entiende
como un arte, cuando se ejecuta con el pincel tradicional. Se la suele ejercitar mediante frases, pensamientos o poemas.

Respecto a estos últimos, la tradición japonesa posee una manera propia de hacer poemas, conocida como haikús, que
consisten en una métrica fija en base a tres versos largos, de naturaleza muy descriptiva y silente. El gran cultor de este
género tradicional fue Matsuo Bashô (1644-1694).

Otras formas tradicionales de arte en Japón implican el ikebana, arte de los arreglos florales, armonizando colores,
ritmos y texturas. También la impresión en madera o Ukiyo-e.

Respecto a las artes tradicionales, la pintura destacó mucho en Japón, con el mismo pincel de la caligrafía. Un exponente
muy conocido del estilo local fue Hokusai, un ilustrador de renombre.

La literatura ha sido quizá uno de los aspectos más ricos y celebrados de la cultura japonesa, con autores de la talla de
Yukio Mishima (1925-1970) o Yasunari Kawabata (1899-1972, Ganador del Premio Nóbel en 1968); junto con la
cinematografía, de la mano del consagrado director Akira Kurosawa (1910-1998), entre otros.

Deportes de Japón

Las artes marciales son un deporte de prestigio milenario en Japón.

En Japón se practica una amplia diversidad de deportes, tanto tradicionales como modernos, como las artes marciales
(karate, jujitsu, kendo, judo, aikido, iaido o el popular sumo), o los deportes occidentales (béisbol, fútbol, básquetbol,
voleibol, tenis de mesa, rugby, etcétera).

Cultura de Japón: Costumbres y Tradiciones


No es una sorpresa, para muchos de vosotros, que somos unos apasionados de la cultura de Japón, ese es uno de los
motivos por los que estamos a punto de iniciar nuestro tercer viaje a Japón en tres semanas. A lo largo de nuestras
visitas al país hemos podido percatarnos de varias curiosidades de Japón, aunque parecen interminables ya que cada vez
que vamos allí descubrimos cosas nuevas, y no hablamos de las cosas típicas de Japón, sino de tradiciones, filosofía,
lugares, vestimenta, establecimientos… es una lista interminable. Entremos de lleno en la cultura japonesa.
En este post queremos resaltar información de Japón que creemos esencial antes de viajar por primera vez al país y
adentrarse en la cultura japonesa. No somos grandes expertos de las tradiciones japonesas, pero sí somos muy curiosos
y observadores. Una de las mejores y más baratas atracciones turísticas de Japón es observar atentamente todo lo que
ocurre a tu alrededor.

¿CÓMO ES LA CULTURA DE LOS JAPONESES?

Viajar a Japón es hacerlo a una cultura totalmente distinta a la nuestra, es quizás la más diferente en cuanto a
tradiciones y filosofía. También lo es por todos conocida dada la fama, sobretodo -durante las últimas décadas- en las
que se ha posicionado como una marca por sí sola. Una cultura que adoran los abanderados del frikismo, del anime, de
lo diferente y estrafalario, pero también una cultura de la buena gastronomía, y amante de las formas y la apariencia, lo
bello y lo hermoso, de la harmonía, la tranquilidad y el silencio, del respeto. Como veis, una cultura diferente, muy
diferente a lo que estamos acostumbrados por nuestro carácter latino.

El Hogar

A la pregunta de ¿cómo es una casa típica japonesa? o, lo que es lo mismo, ¿cómo es una típica familia japonesa?, os
podemos responder con conocimiento de causa puesto que nos alojamos con una familia japonesa durante unos días en
Kurashiki en nuestro último viaje a Japón. Es evidente que en las culturas asiáticas, la familia ocupa un lugar muy
importante en la vida de las personas, no es diferente en el caso de la familia japonesa.

Compartiendo Cultura japonesa con Couchsurfing

Todo hay que decirlo, es una sociedad muy tradicional y ligeramente machista puesto que el papel de la mujer queda
bastante relegado al cuidado de los hijos, y el del hombre, principalmente, a la aportación económica en la familia. Si no
utilizas la plataforma Couchsurfing, aquí puedes reservar hoteles a los mejores precios. Esta experiencia nos permitió
aprender muchos de los símbolos nipones.

Vestuario tradicional japonés: Kimono y Yukata

Dentro de las tradiciones japonesas encontramos el vestuario más característico, hablamos del kimono y del yukata.
Para los que no lo sepáis, kimono significa literalmente “cosa para ponerse” aunque hoy en día se ha relegado su
significado al traje tradicional japonés. Podríamos hablar mucho de estos trajes que aun y ser el vestuario tradicional,
son prendas usadas muy habitualmente por los japoneses. No es extraño ver a parejas o chicas en grupos paseando por
el centro de Tokio ataviados con sus kimonos o yukatas, dependiendo del contexto y de la época del año.

Los japoneses visten más a menudo la yukata que el kimono. La primera está hecha de algodón y es más fina, más
cómoda y más barata. Para distinguirlos no hay nada más fácil que mirar las piernas, el kimono llega hasta el suelo y
solamente deja al descubierto los pies metidos en calcetines. Si quieres ser uno más o al menos parecerlo, puedes
alquilar aquí un kimono.

Los kimonos no solo son ropas de geishas, forma parte del arte y la tradición

Cuando te alojes en un ryokan, un alojamiento tradicional japonés, seguramente encontrarás preparada en tu


habitación la yukata, aquí puedes ver este vídeo sobre el alojamiento en Japón. No dudes en coger el testigo y vístete
con ella, también puedes salir a la calle con el traje y simular que eres un japonés más que está disfrutando de un
merecido descanso en un ryokan.

Educación japonesa

Otra de las muchas curiosidades japonesas es la manera en cómo se saludan. La reverencia es su saludo habitual, y
aunque a nosotros nos pueda resultar exagerado, para ellos es básico. Así que no te sorprendas cuando estés en Japón y
de repente te hagan una reverencia o veas a alguien doblar completamente su espalda delante de otro.
La Comida japonesa

Este es uno de los capítulos favoritos por todos los amantes de lo japonés. La gastronomía japonesa se ha posicionado
en los últimos años como una de las mejores del mundo, de las más saludables, variadas y deliciosas. Probablemente su
“plato” más conocido es el sushi. Pero harías mal si pensaras que esto es todo lo que tiene que ofrecer la comida en
Japón. A continuación os vamos a dar un listado de los platos que tienes que probar cuando en todo viaje a Japón,
aunque son solo una pequeña parte de lo que podrás encontrar una vez estés allí. Si quieres hacer una cena
espectacular en un crucero por Tokio, puedes reservarlo aquí.

Sushi (寿司)

Aunque es, como decíamos, lo más conocido de la gastronomía japonesa, no todo el mundo sabe que en realidad hay
diferentes tipos de sushi. La base siempre es el arroz acompañado con pescado, marisco crudo o semi-cocinado y
verduras o incluso frutas. Los otros tipos de sushi son los maki que están envueltos de una alga nori y el Onigiri (una
variantes del maki). El mejor lugar donde comer este tipo de plato es en los alrededores del mercado Tsukiji de Tokio,
donde han aflorado un buen número de restaurantes que preparan sus platos con el pescado y marisco más frescos,
además son bastante económicos puesto que son más puestecitos que restaurantes, donde lo que prima es la comida y
no el establecimiento.

Okonomiyaki (お好み焼き)

El okonomiyaki es conocido popularmente como el plato a medio camino entre unta tortilla y una pizza. Os resultará
curioso saber que la palabra significa literalmente “fríe lo que quieras” y de ahí radica su forma de cocinado y
preparación. Es un plato muy rápido de cocinar y barato, así que podríamos decidir que es una comida que los
estudiantes adoran. A todo lo que quieras utilizar como ingredientes o condimentos (setas, jamón, gambas, queso,
verduras o pasta) le añades masa de harina, agua y huevo, lo revuelves todo y lo fríes. Al terminar tan sólo tienes que
condimentarlo con ketchup, mayonesa o salsa de soja. Es un plato muy típico en el sur de la isla de Honshu,
especialmente en Hiroshima. Lo mejor es acudir a un restaurante donde te lo preparen en la plancha delante tuyo.

Ramen (ラーメン)

Uno de los platos más excelentes y populares también. Con numerosos restaurantes especializados en preparar Ramen y
Udon. No tendrás escapatoria y en más de una ocasión acabarás saboreando este sabroso plato. En realidad son fideos
originarios de China, que en Japón han sabido adaptar y, bajo nuestro punto de vista, mejorar. Lo sirven en una sopa
caliente condimentada de verduras y carnes o pescados, con caldos excelentes y una pizca picantes. Están
absolutamente deliciosos, y es muy similar a los Udon, solo que estos fideos son más gruesos.

Yakisoba (焼きそば)

Este plato consiste en fideos de harina de trigo fritos con verduras y, en algunos casos, cerdo, cocinados sin caldo, con
abundante salsa yakisoba, de ahí viene su nombre.

Yakitori (焼き鳥)

Los Yakitori son pinchitos de pollo a la brasa con una salsa deliciosa y suelen venderse en puestos callejeros por todo el
país. Os recomendamos que los probéis porque son un tentempié fantástico.

Takoyaki (たこ焼)

Este es un aperitivo de lo más suculento que puedes encontrar fácilmente en los puestos de comida callejera de
cualquier ciudad, especialmente en Oskaka. Consisten en unas bolas de harina fritas rellenas de trocitos de pulpo. Hay
que tener cuidado cuando las vas a comer por primera vez puesto que el interior suele estar muy caliente, lo que parece
estar vivo por encima de las bolitas, son escamas de bonito seco que parece que estén bailando por encima.

Takoyaki es el simbolo de la gastronomia de Osaka


Gyoza (餃子)

Las gyoza son uno de los platos más conocidos, junto con el sushi y el ramen, y con razón, dado que son empanadillas
rellenas de diferentes ingredientes como verduras, carne o gambas y están muy ricas. A menudo las venden en los
supermercados, más fácil y barato imposible, aquí tenéis un ejemplo de presupuesto para viajar a Japón.

Dorayaki (どら焼き)

Si pensabais que en Japón los postres no existen, os equivocáis, los doriyaki son una especie de tortitas, visualmente. Se
juntan dos trozos de bizcocho rellenos de pasta de judías rojas por lo general. No lo confundáis con chocolate ya que no
se parece en nada su sabor.

Comprar comida en los Convenience Store

No olvidéis que podéis comer barato en Japón muy fácilmente yendo a los Convenience Store donde cada día venden
comida preparada ese mismo día, a muy buen precio. Además podéis aprovechar vuestra visita diaria a Family Mart
-nuestro convenience store favorito- para chequear vuestro correo electrónico, ya que podrás conectarte a internet, te
lo contamos todo en este artículo sobre Internet en Japón.Family Mart un nuevo integrante de la cultura japonesa

¿Cómo comer en Japón?

Según el listado que os acabamos de proponer de los mejores platos de comida japonesa, no todos ellos precisan
dominar el arte de los palillos japoneses, aunque es algo muy divertido. Lo creáis o no, no es tan difícil comer con
palillos, simplemente hay que coger el truco y después es pan comido, con más o menos gracia que eso ya depende de
la habilidad de cada uno.

Si os preguntáis porqué los japoneses, y muchos asiáticos, comen con palillos en lugar de los utensilios a los que
nosotros estamos habituados, es porque estos son muy versátiles, sirven para cortar, agarrar, revolver, enrollar,
empujar y sacar los alimentos. Los palillos suelen ser de madera o bambú, aunque también los hemos visto de metal,
sobretodo en restaurantes de comida japonesa rápida -para nuestro gusto mucho más difíciles de manejar-, hay muchos
tipos de palillos, pero esa elección queda solo para los japoneses ya que son casi imperceptibles para nosotros.

El Trabajo

Quizás haya parte de leyenda urbana, pero cuando el río suena es porque agua lleva… Trabajar en Japón tiene que ser
algo muy complicado para un occidental, ya que su filosofía es del todo distinta a nuestro modelo. Probablemente la
base sea la del respeto y es que la cultura del trabajo en Japón es totalmente opuesta a la nuestra.

Para empezar, hay que entender que la sociedad japonesa le da un papel de relevancia directa al trabajo, y es que allí es
directamente proporcional el mayor número de horas de trabajo con una mejor consideración como buen empleado.
Popularmente se considera que al entrar a trabajar en una empresa en Japón te vuelves propiedad de ella…. así están las
cosas, por eso el horario estipulado nunca se cumple, ya que no se pueden marchar a casa antes que el jefe.

Cuestión aparte es el tema de las vacaciones, según la ley japonesa te corresponden 10 días de vacaciones pagadas el
primer año siempre y cuando hayas asistido al trabajo un 80% de los días durante 6 meses, se aumenta un día por año
hasta lograr el máximo, 20 días anuales de vacaciones.

Ocio y Tiempo Libre

A colación con lo explicado en el punto anterior, podemos observar que no queda demasiado tiempo libre para dedicar
al ocio en Japón. No por ello es imposible un estilo de vida en el que se pueda disfrutar de los pequeños placeres de la
vida, aunque el japonés medio está destinado a trabajar en un gran porcentaje de su vida, trabajar y solo trabajar. Si
quieres saber todo lo qué puedes hacer en Japón, puedes clicar aquí.

¿Qué es un onsen?
Una de las actividades más populares dentro del ocio de un japonés es disfrutar de un onsen. Y, para que entendáis bien
en qué consiste, os tenemos que explicar qué es un onsen, básicamente es el baño japonés. Algo muy importante en la
cultura japonesa.

Le queremos dedicar un apartado independiente ya que es una de las experiencias más curiosas que vivir en el país
nipón. Siendo extranjero también podrás disfrutar de esta actividad, aunque es mejor que para ello no tengas ningún
tatuaje en tu piel. Existen varios recintos en los que hay piscinas a distintas temperaturas, generalmente de aguas
termales -recordemos que en Japón abundan los volcanes, y por ende las termas-, donde los japoneses van a pasar el día
o en el caso de Onsen más pequeños o de hoteles, a relajarse por la mañana o por la noche.

Se trata de un ritual muy concreto de purificación, separados por sexos y a los que hay que asistir sin traje de baño,
primero se tienen que lavar con las duchas y luego se procede al baño en las piscinas termales. Los hay de muchos tipos,
lo mejor es que viváis vuestra propia experiencia para conocer de primera mano en qué consiste un onsen.

Datos curiosos de la cultura japonesa


1. No creen en Dios

Habitualmente se relaciona a los japoneses con la religión budista y shintohista. Si bien no es una relación errada, puesto que existen
decenas de santuarios de estas religiones en Japón, quienes asisten no siempre creen en la religión. “Han visto a su familia y otras
personas hacerlo toda su vida”, explica Yuko en un video y asegura que realizar peticiones en los centros es una costumbre de los
japoneses, pero que finalmente pocos creen en Dios.

También la mujer explica que cada santuario tiene un Dios diferente y que incluso muchas parejas se casan por la religión cristiana,
pero que son pocos quienes practican la religión.

2. Nunca manifiestan su opinión

Si le preguntas a un japonés sobre su postura política, su opinión sobre algún país o incluso su color favorito, probablemente evite
contestarte o simplemente no lo haga. Yuko explica que esto no significa que los nippones no tengan opinión, sino que prefieren
evitar problemas y guardar su punto de vista para ellos mismos. “El origen del problema es la palabra”, dice su refrán preferido.

Sin embargo, cuando un japonés logra entablar una relación más íntima con otra persona, es posible que en ese contexto sí opine y
hable sobre sus posturas respecto a un tema.

3. Usualmente no dicen “te quiero” o “te amo”

Querer y/o amar son sentimientos muy privados para los japoneses. De esta forma, para que puedan expresarle alguna de estas
emociones a otra persona, además de tener confianza, deben sentirlo en profundidad.

Sin embargo, según señala Yuko, prefieren utilizar estas expresiones en ocasiones especiales. “Cuando lo dices mucho se desgasta y
pierde su importancia”, detalla.

El anterior no es el único motivo por qué muchas personas en Japón prefieren no decir “te quiero” o “te amo”. La japonesa explica
que en su país es preferible demostrar el amor a través de acciones en vez de palabras. “Es fácil decir algo; en cambio, hacer algo por
la otra persona requiere más esfuerzo”, explica.

4. No todos los japoneses son ordenados para ingresar al trasporte público

La imagen de muchos japoneses ingresando ordenados a un tren es muy común en redes sociales. A pesar que sí existe gente así de
organizada, esto no es una regla general en el país asiático.

Ernesto explica que el ingreso al metro puede ser muy ordenado en horas de poca demanda, sin embargo, en la hora ‘peak’ este
puede resultar tan desastroso como sucede en Chile.

5. Solo una pequeña parte practica artes marciales


Es habitual pensar que todos los japoneses practican algún tipo de arte marcial: esas disciplinas nacieron dentro de su país. No
obstante, no todos lo practican.

Ernesto revela que estas disciplinas son una práctica minoritaria, como cualquier otro deporte minoritario y solo es practicado por
quienes se inscriben en una escuela especializada. “Yo nunca he hecho karate”, añade Yuko.

En tanto, los nippones que practican karate o cualquier arte marcial suelen desarrollarse de manera profesional, puesto que el
perfeccionismo sí es parte de su cultura.

6. No tienen una canción de cumpleaños en su idioma

Recién desde 1950 en Japón se celebran los cumpleaños. Antes de esa fecha, todos los japoneses cumplían años el mismo día cada
año (1 de enero). Incluso cuando nacían, ya se les contabilizaba 1 año más de edad.

Es por esta falta de costumbre que Japón no tiene una canción nativa para celebrar este día y optaron por interpretar la versión en
inglés “Happy birthday to you”.

7. No se besan en público

Caricias, abrazos, ir tomados de la mano, son algunas de las muestras de cariño entre parejas que suelen verse entre japoneses en su
país. No obstante, es muy difícil encontrar una pareja que se bese en público.

Yuko y Ernesto explican que los nippones prefieren guardar esta muestra de cariño para la intimidad y no incomodar a personas que
puedan verlos. “Por la noche hay parejas que lo hacen, porque es más privado y no los pueden ver”, agrega Yuko.

Ernesto explica que hace algunos años las parejas no podían besarse antes del matrimonio, factor cultural que dejó esta
consecuencia en el presente. En tanto, los youtubers no se besan en sus videos porque es “mal visto” que los padres de Yuko los
vean haciéndolo.

Escritura japonesa: Las 3 formas de escribir en japonés


Al aprender japonés nos damos cuenta que lo más complicado de aprender es la escritura. Es muy rica y sobre todo muy
distinta del alfabeto latino. En una serie de tres artículos, podrás descubrir los tres sistemas de escritura del japonés, que
son el katakana, el hiragana y los kanji. Los presentaremos en esta primera unidad, para más adelante examinarlos en
detalle. Sin embargo, antes de nada resulta necesario un acercamiento histórico si queremos comprender el
funcionamiento de la escritura japonesa, bastante cercana a la china a pesar de que ambas lenguas no guardan
parentesco.

Kanji: Escritura japonesa

No hace falta ser ningún experto para darse cuenta de que el japonés utiliza los caracteres del chino (sinogramas). Sin
embargo, estas dos lenguas no tienen nada que ver. El chino procede de las lenguas sino-tibetanas y el japonés
pertenece a la pequeña familia de las lenguas japónicas.

Tampoco ha sido la única lengua que ha tomado prestados los intrigantes caracteres chinos, llamados kanjis en Japón.
También fue este el caso del vietnamita (escritura chữ nôm) y del coreano (hanja), a pesar de que el uso del primero por
los caracteres chinos prácticamente ha desparecido y el del segundo se ha visto marginalizado.

Los orígenes del japonés

En sus orígenes, el japonés no disponía de ningún sistema de escritura. Era por tanto una lengua únicamente oral y lo
sería hasta el siglo V. China, por su parte, ¡poseía una escritura propia desde hacía aproximadamente un milenio!

La escritura china se propagó muy pronto por el archipiélago nipón a través de objetos que tenían inscripciones de
sinogramas. En esa época los japoneses no los sabían leer.
A partir del siglo V, se forjaron nuevas relaciones diplomáticas entre la China y Corea y se encargó a los escribas que
establecieran la correspondencia escrita en chino. Fue entonces cuando los japoneses se preguntaron cómo utilizar
estos caracteres extranjeros para transcribir su propia lengua.

La creación progresiva de la escritura japonesa

A partir del sigo VI, los eruditos japoneses empezaron a usar algunos sinogramas únicamente por su valor fonético. No
se preocuparon por su significado. Sería como si nosotros usáramos los caracteres chinos para escribir en español. Estos
primeros caracteres puramente japoneses se llaman man’yōgana. Estos fueron los ancestros de los kana, los caracteres
japoneses tal y como los conocemos hoy.

La aparición de los kana

Dos silabarios derivados de la escritura china

Cuenta la tradición que fue Kūkai, un sacerdote budista del siglo IX, quien creó los kana. Si algo es cierto es que los
katakana (片仮名) sirvieron en un principio como anotaciones que permitían leer los textos budistas escritos en kanji.

Los hiragana (平仮名), por su parte, derivan de la escritura cursiva. Por este motivo, los katakana tienen una apariencia
muy angulosa, mientras que los hiraganas son más redondeados.

Los kana son silabarios, lo que significa que, a excepción de la “n final” ( ん / ン), que es un caso un poco particular, cada
signo sirve para anotar una sílaba entera y no solamente una letra.

Adopción progresiva por parte de la población

Durante muchos siglos, los hiragana fueron principalmente de dominio exclusivo de las mujeres de la alta sociedad,
menos educadas que sus homólogos masculinos, quienes preferían seguir utilizando los kanji. Surgió entonces un rica
literatura femenina redactada en hiragana, al estilo del famoso Genji Monogatari (源氏物語) del siglo XI.

Esta particularidad les valió a los hiragana el apodo de Onna-moji (女文字), que literalmente significa “caracteres de
mujeres”. Poco a poco, los kana se incorporaron en los escritos populares y acabaron siendo utilizados indistintamente
por personas de ambos géneros.

A partir de una reforma aprobada en el año 1900, el sistema de kana permitió establecer una escritura japonesa
definitiva: a cada carácter (kana) le corresponde una sola y única sílaba.

Las variantes de los hiragana que fueron así eliminadas se denominan actualmente hentaigana (変体仮名) y son
utilizados principalmente para dotar de un estilo arcaico a la escritura.

Una lengua, tres sistemas de escritura

Así pues, hoy en día, la escritura japonesa combina tres sistemas principales de escritura: los kanji, los katana y los
hiragana. También existen dos sistemas secundarios: los rōmaji (ローマ字), también llamados alfabeto latino; y los
arabia-sūji (アラビア数字), es decir, las cifras árabes que todos conocemos. ¡No es por tanto extraño encontrar frases
que mezclen tres sistemas de escritura o más! Por ejemplo:

9月にスぺインに行きます。

En septiembre, me voy a España.

En esta oración, se pueden distinguir dos kanji ( 月 et 行), katana (スぺイン, España), una cifra árabe e hiragana.

¿Para qué se usa cada sistema?

Veamos ahora en qué casos utilizar cada uno de los diferentes sistemas de escritura del japonés:
Kanji: los kanji son de alguna manera el sistema de escritura central del japonés, ya que sirven para anotar los
sustantivos, las raíces verbales y los adjetivos.

Hiragana: los hiragana permiten representar la gramática del japonés, ya sean las desinencias verbales y de los adjetivos,
las partículas, los prefijos y los sufijos. Ciertas palabras de uso corriente se escriben por lo general más en hiragana que
en kanji. Por ejemplo, es más frecuente ver どこ (doko, “dónde”) que 何処 (la misma palabra, escrita en kanji).

Katakana: el uso principal de los katakana es la transcripción de palabras extranjeras (a excepción de los tan frecuentes
préstamos del chino y del coreano). De este modo, パン (pan, “pan”) viene del portugués pão, ナイフ (naifu, “cuchillo”)
viene del inglés knife, etc. Los katakana se usan también para escribir onomatopeyas, nombres científicos de animales o
incluso para hacer que los mensajes sean más visibles en las vallas publicitarias.

Rōmaji: el uso del alfabeto latino permite transcribir de manera sencilla los nombres japoneses al sistema de escritura
más fácil de entender para los occidentales. Los acrónimos son también anotados de esta forma, como en el caso de
NHK (Nihon Hosō Kyōkai), en el servicio público de radio y televisión.

Cifras árabes: por supuesto existen kanji para escribir cifras y números: 一, 二, 三, 四… Sin embargo, las cifras árabes se
usan mucho, por ejemplo para anotar las fechas: 2016年10月16日 (16 de octubre de 2016).

Un kanji
puede tener diferentes pronunciaciones, o «lecturas», dependiendo del contexto, uso en combinación y su
localización en la oración. Estas lecturas son categorizadas dependiendo de si provienen del chino original,
on’yomi (音読み) o si fueron adaptadas a la lengua nativa kun’yomi ( 訓読み). La mayor parte de los kanjis
poseen dos lecturas, una de kun’yomi y otra de on’yomi, con sus alteraciones fonéticas occidentales, pero
algunos kanjis (muchos de ellos de uso diario) tienen diez o más posibles lecturas.
Además, poseen un alfabeto occidental de transcripción, conocido como rōmaji: suele usarse para referirse a la
escritura nipona en letras latinas en contraste con las otras formas habituales del abecedario japonés.
A
Ai: Amor. Akari: Luz. Akeru: Amanecer. Aki: Otoño. Amaki: Dulce. Ame: Lluvia. Aoi: Azul.
B
Benjo: Baño. Bentou: Almuerzo. Bikkuri: Sorpresa.
C
Chibi: Pequeño.
D
Dai: Grande. Daijoubu desu ka?: “¿Estas bien?”, “¿Esta él bien?”. Daisuki: Te amo. Demo: Pero.
Dewa mata: ¡Hasta pronto!. Do: Camino. Doa: Puerta.
E
Enpitsu: Lápiz. Faiya: Fuego. Fujimi: Inmortal. Furenzu: Amigo.
H
Hijo: Atención. Hikari: Brillo.
I
Iki: Vida. Inori: Oración. Inu: Perro. Iya: No.
K
Kyo: Hoy. Kyodai: Gigante. Kyodai no kizuna: Vinculo fraternal.
O,S
Okori: Ira. Okotte: Enfadado. Okyaku-san: Húesped. Shinzou: Corazon.

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