Chinua Achebe Análisis
Chinua Achebe Análisis
Chinua Achebe Análisis
¿Quién fue?
Modelo de Hofstede
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https://www.casafrica.es/es/persona/chinua-achebe
importancia de la creción de un sentido de comunidad entre los
individuos del continente.
- Siempre defendió la idea de una perspectiva nueva y más acertada
sobre la población africana frente a la caracterización otorgada por los
occidentales.
Feminidad vs. Masculinidad
Modelo escogido
– Sensibilidad Intercultural –
Tomando en cuenta la vida y la bibliografía del autor, se ha podido establecer que
Chinua Achebe se encontraba entre la etapa de adaptación y de integración
¿Por qué?
Al comienzo de sus viajes proporcionados por diversas becas obtenidas por sus
trabajos como autor, comenzó a presenciar un gran interés y curiosidad por otras
culturas como lo fue el caso de África Oriental donde se vio inmerso en
poblaciones donde tenían extendido el uso del lenguaje suajili.
En este punto presenciaba una etapa de defensa del extremo etnocentrista ya que
incluso ya que mostraba cierta incomodidad hacia su uso mayormente en
literatura.
Años más tarde, hace un viaje a Brasil donde comienza a dar un cambio en su
perspectiva (Se reunió con una número de escritores estadounidenses, incluyendo
los novelistas Ralph Ellison y Arthur Miller.66 En Brasil, se reunió con varios otros
autores, con quienes conversó sobre las dificultades de escribir en idioma
portugués. Achebe se mostró preocupado que la vibrante literatura de esta nación
pudiera perderse si se dejaría de traducirla a un idioma más ampliamente
hablado.67)
Para su tercer novela (Flecha de Dios), hizo una mayor investigación sobre las
culturas en la región y mostró un gran interés por estas, conociendo la complejidad
de estas principalmente presenciado al conocer colecciones representativas de
estas. Achebe se sintió sorprendido por la sofisticación cultural de los artefactos.
(En este punto estaba entrando en una mayor aceptación)
Antes de comenzar, quisiera preguntarle sobre su trayectoria profesional. ¿Cómo
surge su interés por las literaturas postcoloniales, en especial por las literaturas
africanas?
Pues mire, como decía Luis Cernuda, nada te llega al cerebro que no haya pasado
antes por el corazón. Tuve una magnífica profesora de literaturas postcoloniales
en quinto de licenciatura, Isabel Carrera, y en aquel momento mi hermana vivía en
Guinea Ecuatorial. Entonces, por un lado estuvo el «input» académico y, por otro,
la enorme curiosidad vital y existencial de aprender sobre el contexto donde mi
hermana estaba viviendo. Fundamentalmente fue por eso.
En relación con la pregunta anterior, ¿cree que la literatura africana puede y debe
ayudar a eliminar los estereotipos sobre África y los africanos que solemos recibir
en España a través de los medios de comunicación?
Creo además que los autores africanos están muy comprometidos con esa
desconstrucción de estereotipos y, en este sentido, puede ser una literatura
didáctica y pedagógica. A cualquiera que se asome a Todo se desmorona de
Chinua Achebe o a Medio sol amarillo de Chimamanda Ngozi Adichie, ¿cómo no
se le van a desmontar los estereotipos sobre África? Claro que sí. En el caso de
Medio sol amarillo, por ejemplo, una está leyendo sobre dos chicas negras de
clase media que de repente se ven inmersas en la sangrienta Guerra de Biafra,
pero su vida antes de la guerra es parecida a la de cualquier europea de su edad.
Y dices, «espera, que a lo mejor en África no sólo hay...». En este sentido, las que
yo llamo las madres y los padres de la literatura africana estaban muy
comprometidos con dar una visión diferente de África, pero están en muchos
casos apegados al África rural, tradicional, por ejemplo en el caso de las primeras
novelas de Buchi Emecheta, Flora Nwapa o Mariama Bâ. Sin embargo, las
generaciones más jóvenes, con autoras como Chimamanda Ngozi Adichie o Sefi
Atta, las que yo llamo «las nietas», esa tercera generación, te están describiendo
un África urbana y otra manera de ver la tradición.
En la primera parte, que comprende los capítulos 1 al 13, se nos presenta la vida
en Umuofia antes de la llegada del hombre blanco, antes de que se conozca su
existencia. Achebe retrata al personaje principal, Obi Okonkwo, como un
personaje dotado de una fuerte personalidad, un luchador habilidoso y un buen
granjero que se ha ganado el respeto de su comunidad gracias a su esfuerzo
personal. A lo largo de estos primeros capítulos vemos como Okonkwo, que desea
ser un ejemplo de masculinidad, lucha por obtener una imagen de fortaleza
opuesta a la de su padre, al que considera afeminado y poco trabajador. Es por
ello que toda la vida de Okonkwo está dominada por un único temor: el miedo al
fracaso y a la debilidad. Tras haber adquirido éxito y fortuna, su arma se dispara
por error en un desafortunado incidente y como consecuencia mata a un
compañero del clan, por lo que es castigado a pasar siete años en el exilio en un
pueblo vecino, Mbaino.
Uno de los puntos que es importante recordar es el hecho de que los conflictos se
sitúan en la comunidad africana y que son los personajes europeos los que hacen
sombra a los africanos, ya que los personajes africanos se convierten en algo más
que símbolos o cualidades. Los personajes africanos de Achebe son individuos
complejos, tipos en vez de arquetipos, siendo la resolución de estos conflictos
entre europeos y africanos puntos centrales de la trama (Innes 1990: 22).