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Los Genocidios en La Biblia

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Los Genocidios en la Biblia

Su dirección es Perfecta, Mi Dios nunca se Equivoca.


Esa es una afirmación con contundencia de las personas que creemos en Dios
Yehová Todopoderoso y en su único Hijo Jesucristo.
Ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento, Dios nunca se Equivoca.
Ya hemos discutido la decisión de Dios de otorgarnos el libre albedrío y las
consecuencias que esto conlleva, incluso ante los ojos y oídos de Dios. Si Dios
todo lo hubiera determinado, de qué serviría la oración?
Precisamente la oración es el mecanismo más poderoso que Dios nos dio y
reafirmó con Nuestro Señor Jesucristo para que el Señor Dios Todopoderoso
pudiera moverse a misericordia por toda la humanidad.
Haciendo esta aclaración vayamos al punto que nos convocó en este escrito.
Primero quiero dejar en claro, y contundentemente, que Dios no cambia. Su
esencia es la misma desde el momento mismo de la creación. Dios tiene
varios atributos, eso es diferente. Los atributos de Dios, precisamente, están
definidos para tener una revelación frente a los hombres y la comunicación
con ellos; esos atributos están determinados para que los hombres, presa del
libre albedrío, se postren en adoración a Dios por lo que es y no por lo que
nos pueda brindar. Ahí residen los atributos de Dios.
Cuando Dios iba a destruir a Sodoma y Gomorra tenía un plan en mente (en
su interior) y fue movido a misericordia por el amor que le tenía a Abraham;
si hubiera encontrado, tan solo a diez personas, no habría destruido a estas
ciudades. Esto no significa que Dios cambie, significa que precisamente el
cumple su promesa de obrar por el amor de los hombres.
Cuando el Señor Dios Todopoderoso toma al pueblo de Israel como
instrumento para realizar una acción es que se está valiendo de ellos para
poder ejecutar sus planes. Las consecuencias del pecado, para Dios, son
castigadas de igual manera para cualquiera que transgreda la Ley de Dios. Lo
cual significa que los amalecitas se habían hecho acreedores al juicio de Dios
y utilizó al pueblo de Israel para proferir sentencia. Saúl siendo rey escogido
por Dios también transgredió la ley y también tuvo el castigo definido dentro
de los atributos de Dios.
Claro hoy, en las iglesias, les han enseñado que Dios es amor, y es verdad;
pero le han hecho creer a la gente que como Dios es amor no existirá juicio y
todos pueden transgredir la Ley de Dios como mejor les plazca. Ahí llegan las
recriminaciones y los cuestionamientos. Todos quieren vivir en anarquía, en
privilegios, en libertinaje y la sociedad, por permitir que los ostentosos del
poder puedan hacer lo que desean, ha sucumbido ante la avalancha del
pecado instaurado por satanás. No falta quien diga que entonces también
Dios es creador del pecado y la maldad para justificar su conducta y
transgresión.

Veamos lo que dijo el Señor Jesucristo en Lucas 13:1-5 “Por aquel mismo
tiempo fueron unos a ver a Jesús, y le contaron que Pilato había mezclado la
sangre de unos hombres de Galilea con la sangre de los animales que ellos
habían ofrecido en sacrificio. 2 Jesús les dijo: «¿Piensan ustedes que esto les
pasó a esos hombres de Galilea por ser ellos más pecadores que los otros de
su país? 3 Les digo que no; y si ustedes mismos no se vuelven a Dios, también
morirán. 4 ¿O creen que aquellos dieciocho que murieron cuando la torre de
Siloé les cayó encima eran más culpables que los otros que vivían en
Jerusalén? 5 Les digo que no; y si ustedes mismos no se vuelven a Dios,
también morirán.»”

La muerte es una realidad y el cómo moriremos es una incógnita, que Dios en


su infinita sabiduría nos supo dar a los hombres.
Los genocidios son parte de la vida, crueles en su ejecución? Si, propiciados
por Dios? No. En el Antiguo Testamento se presentan bajo instrucciones de
Dios? Si.

Es el juicio de Dios.

O es que piensan que no seremos juzgados por el Señor de Señores y Rey de


Reyes? Lamento decirles que sí y los genocidios, cuando esto suceda, será
como un juego de niños para los horrores del castigo eterno.
El Señor Jesucristo dijo que las cosas malas o negativas que les pasaran a los
hombres eran para que se manifestara la Gloria de Dios, así lo dice en el
siguiente pasaje bíblico: Juan 9:1-5 “Al salir, Jesús vio a su paso a un hombre
que había nacido ciego. 2 Sus discípulos le preguntaron:

—Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres,
o por su propio pecado?
3
Jesús les contestó:
—Ni por su propio pecado ni por el de sus padres; fue más bien para que en
él se demuestre lo que Dios puede hacer. 4 Mientras es de día, tenemos que
hacer el trabajo del que me envió; pues viene la noche, cuando nadie puede
trabajar. 5 Mientras estoy en este mundo, soy la luz del mundo.”

Los genocidios también se generan para poder comprender la Gloria de Dios.


Nos cuesta trabajo comprender? Si.

Así lo expresó el Señor Jesucristo, Mateo 13:9-17 “9 El que tenga oídos para
oír, que escuche y entienda». 10 Sus discípulos vinieron y le preguntaron:
—¿Por qué usas parábolas cuando hablas con la gente?
11
—A ustedes se les permite entender los secretos[a] del reino del cielo—les
contestó—, pero a otros no. 12 A los que escuchan mis enseñanzas se les dará
más comprensión, y tendrán conocimiento en abundancia; pero a los que no
escuchan se les quitará aun lo poco que entiendan. 13 Por eso uso estas
parábolas: Pues ellos miran, pero en realidad no ven. Oyen, pero en realidad
no escuchan ni entienden. 14 De esa forma, se cumple la profecía de Isaías
que dice: “Cuando ustedes oigan lo que digo, no entenderán. Cuando vean lo
que hago, no comprenderán. 15 Pues el corazón de este pueblo está
endurecido, y sus oídos no pueden oír, y han cerrado los ojos, así que sus
ojos no pueden ver, y sus oídos no pueden oír, y su corazón no puede
entender, y no pueden volver a mí para que yo los sane”. 16 »Pero benditos
son los ojos de ustedes, porque ven; y sus oídos, porque oyen. 17 Les digo la
verdad, muchos profetas y muchas personas justas anhelaron ver lo que
ustedes ven, pero no lo vieron; y anhelaron oír lo que ustedes oyen, pero no
lo oyeron.”

El Señor no creo el pecado. El Señor es Santo.

ERNESTO ALVAREZ OSPINA

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